el decadentismo como doctrina estética, gerard vilar

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  • 5/8/2018 El decadentismo como doctrina esttica, Gerard Vilar

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    EL DECADENTISMOCOMO DOCTRINA ESTETICAGerard Vilar

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    El vocablo decadentismo nos remite a un conceptoque denota y connota tantas cosas, y tan distintas -enel mundo del arte, en el campo de la historia, en el do-minio de las concepciones del mundo, de las filosofias,etc.- que, por supuesto, sera un poco complicado deli-rnitar y precisar ese concepto en el tiempo de que dis-pongo para mi exposicion. Asi que voy a elegir una viamas bien didactica y esquernatica. Para ella he divididomi charla en tres partes.

    La primera parte desarrollara el tema del decadentis-mo como forma mentis, como mentalidad de caracteruniversal, presente, como veremos en seguida, proba-blemente en todas las culturas, pero con especial rele-vancia en la cultura occidental, en la cultura detradicion judeo-cristiana y greco-latina. La segunda par-te tratara de como estaforma mentis, este modo de en-frentarse a la vida, esta concepcion del mundo 0sentimiento ante el mundo se corporeiza en la moderni-dad. Con este proposito hablaremos del decadentismocomo una de las caras, por una parte, de la moderni-dad, de la experiencia del mundo moderno, y, por otraparte, de 10 que llamaremos modernismo en sentidoamplio (en el sentido anglosajon del termino, no en elsentido historiografico al que estamos acostumbradosaqui, segiin el cual el modernismo es un movimientoartistico muy concreto delfin-de-sieele). Para considerarun ejemplo especlfico de esta forma mentis en la mo-dernidad nos referiremos a un poeta rnaximamenre re-presentativo de las visiones clasicas de la decadenciamodernista: Charles Baudelaire. Seguidamente, en latercera y ultima parte de nuestra charla, analizaremosun movimiento de fin de siglo que tuvo lugar en todoslos pafses europeos, especialmente en Francia, Inglate-rra e Italia, y al que la historiografia en general y los his-toriadores del arte y la literatura dan el nombre dedecadentismo, y 10 centraremos en un ejemplo con-creto, a saber, en la figura de Huysmans y su novel a Acontrapelo ( 1 1 rebours).

    I

    Cabria pensar que, de algun modo, la idea de deca-dencia a la que se refiere en primer lugar al conceptode decadentismo surge de manera natural, espontanea,a partir de la experiencia de la destructividad del tiem-po, esto es, la experiencia de que el tiempo, yen parti-cular asociado a los fenomenos organicos, a la vida,desarrolla un ciclo en un momento del cual se inicia unproceso de degeneracion, de decadencia. El decaden-tismo como forma mentis, las visiones del mundo quecentran especialmente su atencion en este aspecto de laexistencia, y en particular de la existencia biologic a pro-pia de los individuos, da lugar en principio a una ciertaidea de decadencia. Por cierto que el rermino y el con-cepto teorico de decadencia como tal es bastante nuevo;en realidad, en la cultura occidental no 10 encontrarnoshasta el Renacimiento, 0 la Edad Moderna. pero la ideaes practicamente tan vieja como la humanidad misma,excepcion hecha, por 10 que se, de las culturas primiti-vas, que tienen un concepto del tiempo que es, en defi-20

    runva, una negacion del mismo. De esas culturasprimitivas apenas queda ninguna, pero todavfa podria-mos remitirnos a ciertas tribus de indios del Brasil 0 deNueva Guinea que perciben la evolucion del mundo, eltranscurso del tiempo como una repeticion siempre de10 mismo: su vida, 10 que hacen, 10 que ocurre no esmas que una reproduccion 0 repeticion de 10 que hicie-ron sus antepasados, sus padres y abuelos y todas las ge-neraciones anteriores, y conciben que 10 que esta porvenir sera exactamente igual a 10 sido, una reproduccionaproximada de los mismo.

    Salvo para estas culturas primitivas, cuya concepciondel tiempo no es favorable a la idea de decadencia, elresto de las culturas en general han contado si no conla palabra, al menos con la idea de una decadencia. Yasi han contado con ella todas las grandes civilizaciones,la china, la griega y la maya, por ejemplo, que desarro-llaron una concepcion del tiernpo circular, segtin la cualexisten unos ciclos, ala manera de los ciclos de la natu-raleza, de nacimiento, expansion, madurez y decaden-cia, que conduce a la destruccion. La historia, laevolucion del cosmos, del universo, consiste en la eternarepeticion de estos ciclos. En esta concepcion circulardel tiempo ya tiene cabida la idea de decadencia, aun-que esos pueblos no tuvieran la palabra. Esta percep-cion del orden cosmico ha dado lugar a los viejos rnitos,actuales durante milenos, como el de la Edad de Oro,-que ya hallamos en Hesiodo, claro representante dela cultura arcaica griega- que sostiene una concepcioncircular del tiempo, segiin la cualla historia de la huma-nidad es un ciclo continuo que comienza con una Edadde Oro, memento de esplendor, de armonia del hom-bre con la naruraleza, y a la que siguen una Edad dePlata y una Edad de Hierro, que perdurara hasta quellegue el momenta de la conflagracion universal por elfuego, como sostenfa Heraclito, y vuelva a empezar otravez ese ciclo perpetuo de esplendor y miseria. En la cul-tura china tam bien hallamos rnitos como el de la Edaddel Jade -el jade verde tiene asociaciones mentales conel esplendor de la vegetacion en primavera- y en lacultura india nos encontramos igualmente con mitosparecidos. Sin embargo, esta concepcion del tiempocontrapesa la idea de decadencia con la regeneracion, laregeneracion que inevitablemente debe venir, de modoque, en realidad, tal concepcion tam poco favorece to-talmente una mentalidad decadentista.

    Para encontrar una concepcion del tiempo verdade-ramente favorable a la idea de decadencia y sobre todoa estaforma mentis que llamanos decadentisrno, hemosde acudir a la tradicion judeo-cristiana. Esta sostieneuna concepcion del tiempo completamente distinta alas anteriores: se trata de una concepcion lineal deltiempo que graficamente podriamos asociar a la flechalanzada hacia el futuro. Para la tradicion judeo-cristianala historia del hombre empieza con Dios, que en unmomenta dado y por las razones que sean se decidecrear al hombre y 10 sinia en el eden, en el paraiso.Creado a imagen y semejanza suya es, por 10 tanto, unser especial dentro de ese universo creado, y se le otorgala posibilidad de pecar. El hombre peca y cae, es expul-sado del paraiso y arrojado al tiempo. La vida del parai-

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    so era, en realidad, una especie de instante eterno en elque, respecto a 10 que ocurre despues, no se podia decirque transcurriera el tiempo. Desde el momenta en queel hombre es arrojado del paraiso , es arrojado al tiempo,a ganarse el pan con el sudor de su frente, a parir condolor, etc. Esta flecha es una flecha de caida en la quehay altibajos, distintas ondas, es decir, la decadencia seacelera en algunos momentos -el diluvio, Sodoma yGomorra, etc.- y en otros se ralentiza. En cualquier ca-so, 10 que tenemos es la idea de que la existencia huma-na en este mundo es la vida en un valle de lagrimas,aunque de todos modos al final haya la promesa de unanueva salida del tiempo: la promesa de la resurrecion dela carne. La idea del juicio final es la idea del fin de esemovimiento de caida del hombre, asi pues al final toda-via hay la promesa y la esperanza de salir del tiempo.En principio, pues, esta concepcion judeo-cristiana deltiempo s f que es completamente favorable y da pie auna idea de decadencia proxima a la que podemos en-tender actualmente, y naturalmente favorece esta formamental que es el decadentismo.Actualmente nos movemos en una concepcion deltiempo que riene su origen en la judeo-cristiana, aun-que se trata de una concepcion secularizada. Nos move-mos rarnbien en la flecha del tiempo, pero esra flechano tiene una meta determinada -pocos somos los quenos creemos que pueda haber un fin de los tiempos.Aunque, por supuesto, ha habido muchas ideologias,algunas de ellas ideologias de la modernidad de granimportancia, que sl han reformulado esa misma idea enterrninos secularizados, como por ejemplo la ideologiamarxista, que prometla que la comunidad del comunis-mo primitivo era algo parecido a la vida en el eden, se-fialando que con la aparicion de las clases sociales seinicia la decadencia -un concepto, decadencia, utili-zado por los marxistas al que luego tal vezaludiremos-. Este momento es al que se referia Marxcon el terrnino prehistoria de la humanidad; luego,cuando en el comunismo desaparezcan las clases socia-les, ernpezara la histori a -1 0 que es en realidad un mo-do de terminar con ella. Esta concepcion todavia estapresente en nuestra cultura, pero en cualquier caso 1 0que predomina es est a idea del tiempo visualizada enuna flecha que avanza sin que sepamos muy bien haciadonde -probablemente no avanza hacia ningunlugar-.

    Luego tenemos que la historia de la cultura occiden-tal presenta una serie de episodios que han favorecidotam bien la forrnacion de la idea de decadencia, particu-larmente la idea de decadencia cultural que es la quenos interesa aqui. En la historia de la civilizacion occi-dental, de Grecia y Roma, de la Edad Media, constata-mos una serie de altibajos, ondas culturales, uncrecimiento y esplendor de una cultura, seguido de unadecadencia de esta misma cultura: el periodo helenisti-co 0 el periodo alejandrino; la caida del imperio roma-no; en la Edad Media, la epoca oscura, como deciaPetrarca, con sus renacimientos en el siglo IX, en el si-glo XII, etc., yen el mundo moderno el Renacimiento,que representa la salida de esa edad oscura que era laEdad Media. Precisamente en la edad moderna, des-

    pues del Renacimienro, es cuando el concepto de deca-dencia es acufiado, principalmente por historiadores delmundo romano -Gibbon, Montesqueu, Vico, etc.- yllega a convertirse en un concepto muy importante dela cultura occidental. En ese sentido el decadentismo, lavision del mundo como una cafda hacia un estado masoscuro 0 indigno, de un mundo que degenera, delavance de la historia como la perdida de un mundo me-jor, la idea de que los tiempos futures seran cada vezpeores -el presente es peor que el pasado-, es unaidea y una forma de ver el mundo de algun modo uni-versales. En cualquier caso en la cultura occidental, ypor las razones que aducia. esta forma mentis ha sidomuy favorecida, hasta el punto de que la idea de deca-dencia y decadentismo son muy caracreristicos de dichacultura.

    II

    Sea como fuere, la idea de decadencia nunca ha te-nido tanta importancia como en la modernidad. Muchaimportancia, y afiadiria que presenta crertas peculiari-dades respecto a 10 que podria ser la idea de decadenciaque tenian los premodernos 0 la que podian tener He-slodo 0 los alejandrinos. Modernidad es una palabra conla que la mayoria de nosotros nos estamos llenando laboca en los tiltimos afios y normalmente no se sabe muybien a que se alude con ella. Si me perrniten, quisierahacer una pequena aclaracion del concepto, que vieneparticularrnente al caso. Usaremos el concepto de mo-dernizaci6n para referirnos a todos aquellos procesos detransforrnacion social, fundamentalmente de caractereconornico y social, que vienen impulsados por el desa-rrollo de unas relaciones econornicas y sociales que po-demos llamar relaciones capitalistas de produccion, EIproceso de rnodernizacion significa el fenorneno de laconversion de los talleres en fibricas, la aparicion deuna clase burguesa y de las clases obreras, las luchas declase que eso cornporta y todos los fenornenos que vanasociados a eso, es decir, la progresiva importancia queadquieren la ciencia y la tecnologia para ese desarrollo,los nuevos descubrimientos de conrinentes 0 de nuevosmateriales, nuevos mundos, nuevas tecnologfas, los mo-vimientos dernograficos del campo hacia la ciudad, laaparicion de las grandes ciudades, las metropolis, contodo 1 0 que ella comporta: la transformacion de las rela-ciones familiares, de las costumbres, etc. Vamos, pues,a llamar rnodernizacion a todo ese proceso que tieneuna naturaleza fundamentalmente economica y social.Ese proceso de modernizacion comporta necesariamentela transformacion continua y progresivamente aceleradaa 10 largo del tiempo del entorno natural y cultural-lamodernizacion comienza aproximademente a finalesdel siglo xv y progresivamente se va acelerando hastanuestros dias. La modernizacion implica, pues, la trans-formacion continua y cada vez mas rapida del mundode los hombres que vivimos en un mundo en est ado dernodernizacion.

    Llamare modernidad a la experiencia historica de eseproceso de modernizacion. La inodernidad es la expe-

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    Charles Baudelaire. Autorerrato.

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    riencia hist6rica de los hombres y mujeres que viven enese mundo en el que, como decia Marx, todo 1 0 que esestable se disuelve en el aire continuamente, todo 1 0que es estamental se disuelve y es sustituido por otra co-sa: nuestro mundo ya es cornpletamente distinto delque vivimos en nuestra infancia y el que viviremoscuando seamos viejos sera completamente distinto delpresente. La experiencia de vivir en este mundo es 1 0que podemos llamar modernidad. Ser moderno es re-ner consciencia de esa experiencia de la modernidad, serconsciente de vivir en este mundo en el que todo es untorbellino que esta cambiando, en el que todo se estamodificando: las normas sociales se modifican, las ciu-dades se transform an , las relaciones entre los hombrescambian, aparecen siempre cosas nuevas; estarnos arro-jados a un mundo en el que todo se transforma, todo1 0 nuevo se convierte en viejo en seguida en un procesoinfinite, continuo, inacabable.

    Por fin,llamaremos modernismos a las ideologias,teorias, doctrinas, concepciones del mundo, ideas, etc.que surgen de las tentativas de racionalizar, teorizar,sublimar teoreticarnente esta experiencia. Los rnoder-nismos-utilizando este concepto en un sentido muyamplio- seran todas las ideologias, desde los movi-mientos artisticos-filosoficos a los cientfficos de la indoleque sea que intentan dar de algun modo la explicaci6nde que es 1 0 que pasa, que es este proceso de moderni-zaci6n, en que consiste esta experiencia que llamamosmodernidad. Muchas de estas ideologias intentan no so-1 0 explicar que pasa en este mundo especial en el quetodo se transform a y todo cambia, sin6 que adernas in-tentan ser instrumentos conceptuales para que esternosbien instalados en este mundo en el que todo se disuel-ve enseguida en el aire. Los modernismos nacen en elsiglo pasado. Pero antes de estblecer una clasificaci6nquisiera introducir otro concepto importante para nues-tra explicaci6n: el concepto de desarrollo, que en princi-pio utilizaremos de modo neutro. Desarrollo significaevoluci6n, en principio sin connotaciones positivas 0negativas. La experiencia de la modernidad es la expe-riencia de un desarrollo, un desarrollo que podriamosdesdoblar en dos pianos. Un desarrollo, prirnero, de ti-po material: el entorno urbano, el entorno rural setransform an , en el mundo se produce riqueza, las co-municaciones progresan a traves del correo, el telefono,la televisi6n 0 los satelites, es decir, el nivel de riqueza,de las sociedades que estan sometidas a un estado demodernizaci6n implica un desarrollo digamos material.Pero, por otro lado, la modernidad es la experiencia deal menos la promesa de un desarrollo digamos personal,de un autodesarrollo 0 emancipaci6n. EI proceso de rno-dernizaci6n nos prornete no solamente mayor bienestarmaterial, sin6 tam bien mas tiempo Iibre, la liberaci6nde las cadenas que representaba el trabajo en el campo,nos prornete toda una serie de experiencias nuevas, deposibilidades de desarrollo de la personalidad, un enri-quecimiento del hombre fundarnenralmente a traves dela liberaci6n de la esclavitud del trabajo. Al menos exis-te la promesa; luego la realidad ha sido muy distinta enlargos period os y no para todo el mundo del mismo mo-do. Este concepto de desarrollo, en el doble senti do de

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    material y personal, es muy importante para compren-der como 1 0 han percibido los modernistas, los rnoder-nismos en distinros periodos. Dividirla la evolucion deestas ideologias de los modernismos, en dos etapas: unaque corresponde mas 0 menos al siglo XIX y otra quecorresponde al siglo xx. Podrfa ser que en este rnornen-to estemos en un estado de transicion y este ernpezandootra erapa en el desarrollo de los modernismos, asociadoa las ideas que estan surgiendo desde hace 30 afios deuna posmodernidad, una sociedad postindustrial, ideo-logfas modernisras sin dimension eticopolftica. etc., pe-ro ello no debe interesarnos ahora. Las ideologiasmodernistas del siglo XIX son las que podemos llamarclasicas. Algunos ejemplos los tenemos en el Fausto deGoethe, en Marx (la ideologia rnarxista, al menos tal co-mo surgio de la pluma y la labor politica de Marx, esun prototipo de ideologfa modernista que intenta expli-carnos, en primer lugar, que 'es esto de la moderniza-cion, en que consiste, y, en segundo lugar, intenta daralgunas directrices acerca de como instalarse en estemundo y transformarlo, de como podemos controlar es-re proceso de rnodernizacion a nuestra medida segunnuestras necesidades), y un tercer ejemplo serfa Baude-laire, uno de los primeros poetas de la modernidad, yadernas de lirico un teorico y critico muy importante. 1mismo fue quien puso en circulacion el concepto demodernidad en una famosa serie de articulos luego reu-nidos bajo el titulo de EIpintar de la vida modema. Enla obra poetica, teorica y cririca de Baudelaire hallamostam bien una racionalizacion de tipo modernista de estaexperiencia que es la modernidad, experiencia que sur-ge de este fenomeno social y economico que hemos lla-mado modernizacion. Estas ideologias modernistas sonclasicas en la medida en que el juicio sobre todo 1 0 querepresenta este proceso de modernizacion y en particu-lar 1 0 que significa este desarrollo prometido y a vecesrealizado en la modernidad, es un juicio equilibrado.Estos individuos son gente que mantienen todavia laconsciencia de 1 0 que en el mundo premoderno, elmundo del antiguo regimen, el mundo rural, y todo 1 0penoso que representaba una vida atada a unas formassociales muy rigidas en las que cada individuo estaba si-tuado en un estamento y las posibilidades de desarrollopersonal, de transformacion, de acceso a bienes mate-riales 0 espirituales era lirnitadfsima 0 nula. Yen que,por un lado, el proceso de modernizacion comporta co-sas buenas, como son que la medic ina evoluciona y lavida se prolonga, que los hombres tienen mayor accesoa los bienes materiales y espirituales y a un desarrollopersonal, que el mundoya no es algo estamental y esta-rico, sino que ofrece muchas mas posibilidades que enel mundo anterior. Eso 1 0 reconocen todos ellos. Perotambieri reconocen ellado malo de ese proceso: todo 1 0que de negativo comporta el progreso material, que setraduce en que los trabajadores se convierten en apendi-ces de las maquinas, que viven hacinados en barrios mi-serables y en condiciones de vida infrahumanas, quetiene lugar algo semejante a la alineacion de la que ha-blaba Marx, que los hombres viven en un estado de an-gustia porque todo 1 0 que conocen cambia, setransforma, que estamos arrojados a la inseguridad de

    Autoretrato de Andrey Beardsley.

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    10 que vendra, etc. Sin duda, ese proceso de desarrollotiene su lado negativo. Sin embargo, las visiones clasicasmantienen un juicio mas 0menos equilibrado respectoa 10 que representa la modernidad. La mayorla de ellosaceptan todo 10 que hay de bueno, criticando todo 10que hay de malo. En cambio, en la segunda etapa, elsiglo XX -desde mas 0 menos 1885, para poner unafecha sirnbolica->, esta memoria de 10 que fuera elmundo premoderno ya se ha perdido en general. De ahique se den muy facilmenre visiones contrapuestas, radi-calizadas, de 10 que es la modernidad. Asi nos encontra-mos con visiones de condena, por un lado, condena detodo 10 que representa la modernidad, 0 , por el con-trario, de entusiasmo. Los decadentistas condenan enbloque la modernidad y su actitud consiste en intentarla salvacion personal a menudo por la via estetica.Los pesimismos culturales, especialmente los alemanes-Nietzsche 0 Spengler, en filosofla; Max Weber, ensociologia- e ingleses -Yeats 0 Eliot-, representa es-ta actitud radicalizada que en el desarrollo que significala modernidad solo yen ellado malo. Al otro extrernonos encontramos con los entusiastas de la modernidad,de la transformacion, de la tecnologia, y en el campodel arte tenemos desde Marinetti a Le Corbusier. En elsiglo XX se dan muy en general estas posiciones radica-les y 10 que menos abundara es la continuacion de esraposicion mas equilibrada, capaz de ver 10 bueno y 10malo. Para estas dos posiciones radicales hay dos con-ceptos que se convierten en centrales de sus plantea-mientos teoricos y, por supuesto, de sus planteamientosvitales. Para los que conde nan la experiencia de la mo-dernidad, el concepto central es lecadencia, mientrasque para los que son, de algun modo, entusiastas delmundo moderno el concepto central es progreso. Co-mo vemos, los conceptos de decadencia y progreso, aun-que no se usan a veces como tales 0 se utilicen otrosparecidos, son conceptos que surgen del mismo lugar,de algun modo son la cara y la cruz de una misma reali-dad, de una misma experiencia, son valoraciones 0 pers-pectivas distintas de 10 mismo. Decadentisimo yprogresismo siempre van unidos. Esta es la razon queexplica el hecho de que en un clasico del modernismo,un clasico de la elaboracion de ideologia modernista co-mo es Baudelaire, coexistan ambos conceptos, el de de-cadencia y el de progreso, utilizados de un modobastante impreciso, por supuesto, pero siempre sobre elfondo de un juicio de la modernidad en parte posit ivay en parte negativo.

    En Baudelaire encontramos el primer gran poeta demundo moderno, de la experiencia de la metropolis,que canta en sus poemas. En su obra hay una acepraciony un canto sublimado poeticamente de 10 que represen-ta la modernidad. Pero por otro lado nos encontramoscon criticas al concepto de progreso y la aparicion un po-co dispersa e imprecisa del concepto de decadencia:cri-tic a al desarrollo en sentido pura y exclusivamentematerial, y al desarrollo que olvida esta dimension deautodesarrollo personal. Concretamente, Baudelairecritica el progreso que se esta produciendo en la socie-dad de su tiempo en la medida que es pura americani-zacion. El piensa que el progreso bien entendido, el24

    progreso verdadero es el progreso de los individuos, elprogreso personal, espiritual de cada hombre y no tantoel progreso material. En ese contexto de crfica al progre-so entendido como mera arnericanizacione aparece elconcepto de decadencia, hasta el punto de que sostieneque el mundo estaba, a finales de la decada, abocadoa un final:

    eL e monde va finir. La seule raison pour laquelle ilpourrait durer, c'est quil existe. Que cette raison estfaible, comparee a toutes celles qui annoncent le con-traire, particulierernent a celleci: qu'est-ce que lemonde a desorrnais a faire sous le ciel? -Car, en su-posant qu' il conrinuar a exister materiellernenr,serait-ce une existence digne de ce nom et du diction-naire historique? ]e ne dis pas que le monde sera re-duit aux expedients et au desordre bouffon desrepubliques du Sud-Amerique, -que peut-etre me-me nous retour- travers les mines herbues de notrecivilisation, chercher notre pature, un fusil a la main.Non; -car ce sort et ces aventures supposeraient en-core une certaine energie vitale, echo des premiersages. Nouvel exernple et nouvelles victimes des inexo-rabIes lois morales, nous perirons par oil nous avonscru vivre. La rnecanique nous aura tellement america-nises, les progres aura si bien atrophie en nous toutele partie spirituelle, que rien parmi les reveries san-guinaires, sacrileges, ou anti-naturelles des utopistesne pourra erne compare a ses resultats positifs. ]e de-mande a tout homme qui pense de me rnontrer ce quisubsiste de la vie.

    (Mon coeur mis a nu)En cualquier caso 10 importante es que Baudelaire

    tiene aiin un juicio bastante equilibrado de 10 que re-presenta la modernidad, aunque en los ultimos alios desu vida el concepto de decadencia adquiere para el cadavez mayor importancia, y se convierte en una categoriaanalitica con la que valora 10 que esta pasando en suepoca. Pero eso va contrarrestado con una valoracionpositiva de la experiencia de la modernidad, tratandosepues de un juicio equilibrado como el de todos los clasi-cos. En realidad Baudelaire no se llarno a sf mismo nun-ca, en serio, decadente 0 decadentista. Baudelaire nosostenia una ideologia decadentista, aunque en el pode-mos encontrar muchos elementos que sin duda recogie-ron despues los decadentistas franceses. Pero Baudelairees todavia un modelo de consciencia modernist a capazde ver los que hay de decadencia y 10 que hay de progre-so en la modernidad.

    III

    Hacia los alios 80 nos encontramos, especialmenteen Francia, pero tam bien en Alemania, Italia e Inglate-rra, con la aparicion de unos movimeintos artisticos cu-yos representantes se llamaron asi mismos decadentistaso decadentes, y que representan ya una ideologia mo-dernista propia del siglo XX, una ideologia que se fun-damenta especialmente en la condena del mundomoderno y para la cual, por tanto, el concepto de deca-

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    dencia se convierte en central, una ideologfa que apenasya ve ellado positivo de 10que r~presenta la mo~er?iza-cion y sus promesas. El decadenusmo es un movrmientoque tuvo lugar mas 0 menos en los 6ltimos veinte afiosdel siglo pasado y se prolonga en algunos casos hasta laI Guerra Mundial. El precedente ideologico en Franciaseria Baudelaire, y sus maxim os representantes en elmundo de la literatura Huysmans, Batres, algunos teo-ricos como Pierre Bourget, y a menudo se coloca entreellos a Verlaine, asi como al primer Mallarrne. En el am-bito de las artes encontramos a los pintores llamadostam bien simbolistas, como Gustave Moureau 0 OdilionRedon. Este movimiento decadentista en Francia tienesus paralelosrelativos en el tiempo en Inglaterra conWalter Pater u Oscar Wilde, yen el ambito de las artescon los prerrafaelistas 0 el ilustrador y dibujante AudreyBeardsley. En Italia podriamos citar aD' Annunzio, yen Espana al primer Valle-Inclan 0 a los primeros mo-dernistas como Maragall, etc. Se trata de un movimien-to espiritual que encontramos mas 0 menos en todaspartes, tambieti. en A1emania, aunque, de hecho, se tra-te alli de un decadenrisrno muy especial, pues se fundaen el pesimismo cultural aleman, que enraiza a su vezen un modo de sentir el mundo muy propio de loshombres del norte; pero como decadentista podriamosmencionar al Wagner de Parsifal 0 algunos escritores ensus primeras etapas, como Hofmannsthal, Rilke, Tho-mas Mann 0 Stefan George.

    Como ejemplo paradigrnatico de este movimiemtoartistico y literario tomaremos a). K. Huysmans, autorde la novela A contrapelo ( 1 1 rebours), donde traza elperfil del prototipo del decadentista finisecular, quienvive esre rnundo de modernizacion, de desarrollo, deprogreso entendido como eamericanizacion, al reyesque los dernas, precisamente a contrapelo, y ademas enun sentido muy tactil, muy sensible. Huysmans (1848-1907) cuya familia era de origen holandes, fue un pro-totipo de escritor de la segunda mitad del siglo pasadoy prototipo tambieti. del artista moderno, en el sentidode que a diferencia de los artistas del mundo premoder-no, paso en su vida por distintas etapas artfsticas y este-ticas comp1etamente antagonicas entre si, En el pasadouno aprendia un lenguaje artistico y hacia su contribu-cion pequefia y particular al desarrollo de las tecnicas ar-tisticas y expresivas, etc., pero se movia en un universomas 0 menos concreto y estable. Lo caracteristico de lamodernidad es que un artista pase por tres, cuatro, cin-co, seis 0 todos los estilos artisticos que se dan en un lap-so determinado 0 que realrnente no tenga ninguno.Pensemos, por ejemplo, en Picasso: viendo toda su obrapodemos distinguir la evolucion de toda la pintura mo-derna. Este es el caso de Huysmans: en primer lugar fueun escritor naturalista del grup de E. Zola, grupo queconsideraba q~e la tarea del novelista era estudiar lascostumbres de los hombres, tomando nota de la vida delas gentes sencillas, del mundo popular, de las circuns-tancias tipicas de las relaciones amorosas, de los proble-mas que surgen de las relaciones economic as , y darforma escrita a ese material naturalisticamente, 10 mascientfica y positivamente posible. Esta etapa de Huys-mans duro unos diez afios, aproximadamente desde

    1874, hasta que en un momento dado Ie prendio el es-plritu de condena al mundo moderno y de decadencia,pasandose pues al otro extrerno: de escribir un tipo deliteratura mas 0 menos realista y descriptiva con muchospersonajes a los que les pasan cosas, pasa a escribir untipo de literatura que es exactamente 10 antagonico deesto, una novela sobre un solo personaje, sobre susideas, su mundo, su manera de ver la realidad, una no-vela en la que no pasa nada y no aparecen mas persona-jes que el. Esta es la etapa decadentista de Huysmans,que tam bien duro aproximadamente unos diez afios,hasta que la vaciedad a la que llevaba este espiritu deca-dente se trueca por arte de birlibirloque en todo 10con-trario: descubre la fe catolica, deviniendo los 6ltimosafios de su vida un afamado escritor catolico.

    E1 Huysmans de A contrapelo nos traza una visionde este periodo modernista que llamamos decadentis-mo. La novela data de 1884 y es un intento de formula-cion literaria de este espfritu decadentista, En ningtinlugar encontramos mejor expresado el micleo del pro-gram a estetico decadentista y su diagnosrico del tiempoque en el editorial de presentacion de la revista L e Dec a-dent (1886):

    cNes du surblaseisme, d'une civilisation schopen-haueresque, les decadents ne sont pas une ecole litte-raire. Leurmission n'est pas de fonder. lis ri'ont qu'adetruire, a tomber les vieilleries.- Se dessimulerl'etat de decadence O il nous sommes arrives, serait Iecomble de l'insenseisme. Religion, moeurs, justice,tout decade. La societe se desagrege sous I'action co-rrosive d'une civilisation deliquescente. L'hommemoderne est un blase. Affinements d'appetits, desensation, de gout, de luxe, de jouissances, nevoroses,hysterie, hypnotisme, morphinomanie, charlatanis-me scientifique, schopenhauresque a outrance- telssont les prodromes de I'evolution sociales.

    El cultivo de esos elementos -los placeres, las neu-rosis, la histeria ... - son los elementos de su program aexistencial y estetico. El decadentismo se presenta,pues, frente a una existencia horrorosa, espantosa, cau-sada sobre todo por el progreso, por la eamericaniza-cions, se presenta, digo, como una salida de indoleesteticista consistente en el refinamiento subjetivista dela sensibilidad. El modelo, el prototipo de este progra-rna estetico 10encontramos en esta novela, A contrapeloyen el perfil de su personaje, Jean Floressas Des Essein-tes, que se convierte para el decadentismo frances enparadigma a seguir. La novela consta de un prologo es-crito por Huysmans veinte afios despues, en la reedicionde 1904, donde valora, ya como escritor catolico, su an-tigua obra, rechazandola completamente por anticris-tiana. En cualquier caso, en ese prologo encontramosuna serie de juicios interesantes, como por ejemplo queHuysmans no sabia muy bien adonde iba, sabia que ha-bia de terminar con el naturalismo y hacer algo nuevo,pero no tenia ning6n programa literario concreto. Loiinico que le intersaba en aquellos afios era suprimir laintriga, con 10cual se conduye que 10que deseaba erarealizar algo nuevo, 10 que ya es muy caracteristico detodos los modernismos. Tambieti. Baudelaire -en el 61-

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  • 5/8/2018 El decadentismo como doctrina esttica, Gerard Vilar

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    timo de los poem as que integran Les f/eurs du mal- seentendia a si mismo como el viajero que parte por partirpero no sabe adonde va, la experiencia del arte comoarte por el arte y sin un origen .especial ni un fin deter-minado. El decadentismo en este senti do , desde unpunto de vista estetico, cabria estudiarlo como una va-riante de las teorias del arte por el arte, del esteticismomoderno.En ese prologo, Huysmans reafirma la importanciade Schopenheuer, aunque se trata de una importanciarelativa, mas bien de espiritu que no de profundidad deideas y de sentimientos pesimistas.

    La novela en s f consta de una nota preliminar en laque se nos cuenta que el personaje, Des Esseintes, es elultimo vastago de una familia aristocratica, que ha estu-diado con los jesuitas pasando una infancia mas biendolorosa y que en la juventud se ha dedicado, como to-dos los nobles de las novel as del siglo pasado, al juego,a las mujeres, etc., hasta que a la edad de 30 afios sesiente desencantado del mundo, de los hombres, de lasmujeres, se siente ya enfermo y cansado de la existencia,blase, y decide hacer un cambio de vida radical. Esecambio consiste en que vende las iiltimas posesiones dela familia y busca en un pueblecito cerca de Paris, 1 0 su-ficientemene cerca para sentirse todavia asociado ala ci-vilizacion, pero 1 0 suficientemente lejos paramantenerse distante de ella, un terceno en donde cons-truirse una casa. En principio la novel a transcurre en lacasita que compra y se arregla a 40 0 50 km de Paris.Transcurce, aunque en realidad no pasa nada. La novel ase despliega en dieciseis capftulos, que podriamos agru-par mas 0 menos en tres partes. Unos capitulos en losque Des Esseintes hace sus ejercicicios esteticos de sensi-bilidad, cultiva su sensibilidad: por ejemplo el I?, don-de se plantea el problema de como decorar su casa y aeste respecto el problema de los colores; el 2? dedicadoa la decoracion del comedor; el 3? dedicado allenguajede las piedras preciosas y al de los licores; otro allengua-je de las flores, especialmente las exoticas; otro al len-guaje de los perfumes, etc. Otro conjunto de capitulosse refiere al juicio que hace Des Esseintes del mundo enel que vive y de como se entiende a si mismo y justificasu salida esteticista, personal, de este mundo que Ie de-sagrada. De hecho, esta cuestion se explica con mas pro-fundidad en el ultimo capitulo de la novela, dondehabla de 1 0 que ha representado el progreso de la bur-guesia, el progreso material, y de como el burgues saris-fecho y tranquilo ya reina como duefio y sefior en virtuddel poder de su dinero y por el facil contagio que estaba

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    produciendo su estupidez. El resultado de esto es la re-presion, el atropello de toda inreligencia, la negacionde toda honradez, la muerte de todas las formas de arte(un tema este muy irnportante que sera recurrente entoda la modernidad: la idea de que 1 0 que se hace ahoraya no es arte, de que el arte ha muerto). Hace, pues,todo este juicio negativo acerca del mundo y su conclu-sion es la siguiente: derrumbare, pues, sociedad, rnue-rete ya, viejo y asqueroso mundo. Siente admiracionpor mundos pasados como son el periodo alejandrino,los mundos decadentes, por una reaccion de sublima-cion contra el mundo en el que vive, como una reaccionde escape frente a este mundo horcoroso en el que se en-cuentra. El tercer grupo, en fin, es el de aquellos capitu-los que se refieren al juicio de Des Esseintes sobre el artede su tiempo. En ellos defiende las figuras de Barbeyd' Avrevilly y Baudelaire, Wagner, Verlaine e inclusoMallarrne. Lo que en cualquier caso representa este per-sonaje es la tipica figura de esta forma de modernismo.En realidad es a veces una figura un tanto confusa queanticipa much as cosas por venir -hay un capitulo en elque se habla de la fantasia y los suefios, y en el que sedescribe un suefio de Des Esseintes totalmente surrealis-ta, y efectivamente Breton, en los afios 30, reivindicoeste pasaje de la novel a como un precedente del surrea-lismo. Hay otros pasajes en los que encontramos unaexaltaciion, contradictoria respecto ala crfica al progre-so material, de la tecnica, de la belleza de los objetostecnicos. Como la mayoria de los modernistas, al menoshasta los afios 20, Huysmans rechaza la naturaleza y de-fiende una estetica de 1 0 artificial. Hay un pasaje en elque desprecia a la naturaleza y defiende que no hay na-da que el hombre no pueda imitar con sus medios tecni-cos, hasta el punto de exaltar la belleza de laslocomotoras como muy superior a la belleza de cual-quier mujer. Es un personaje en el que encontramos yaprecedentes de muchas cosas: este pasaje de exaltacionde la belleza de 1 0 tecnico, por ejemplo, recuerda en se-guida a Marinetti, ala estetica de la tecnologta. En cual-quier caso, se trata de una primera formulae ion de unaideologia modernista basada solamente en una visiondellado negativo de la cuestion, y de una actitud, portanto, puramente esteticista, sin dimension eticopoliti-ca, que se entiende a si misma como una forma de sal-vacion personal frente a este mundo que es condenado.De algun modo esre universo de ideas es exactamenteel mismo que podemos encontrar en un Oscar Wilde:Des Esseintes es el modelo de Dorian Grey y de tantosy tantos escritores de la epoca,