EL CONJUNTORUPESTREDE LA ZARZA-LA ZARCITA (GARAFÍA, LA PALMA).

RECIENTESAPORTACIONES

E. MARTÍN RODRÍGUEZ 1

EL objetivo perseguidopor la actuaciónarqueológica2 desarrolladaen el perímetrodel futuro ParqueRupestrede La Zarza-LaZarcita(Garafía) fue el de recogerantesdel inicio de las obrasde acondicio-namientoprevistastoda la información arqueológicay patrimonialnecesariatanto para evitar problemasno deseadosen el transcursode éstascomo paraconocerlos problemasde conservaciónquepre-sentanlas superficiesgrabadasy adoptarlas medidasoportunasquefrenenla progresivadegradacióna que estánsometidas.

No es la primera vez que se realizaninvestigacionesarqueológi-casen la zona,aunquelas intervencionesanteriorestuvieronun ca-ráctermáspuntual, ciñéndosefundamentalmentea la reproducciónde los motivos rupestres(A. Beltrán, M. S. Hernández;E. Martín).Sin embargo,M. S. Hernándezseplantearíabuscaren las pequeñascuevasque seabrenenLa Zarzaalgún vestigio quepermitiera iden-tificar los instrumentosempleadosen la ejecuciónde los grabadosy,por extensión,cualquier otro elementomaterial que permitiera co-nocer la funcionalidad del lugar o precisarsu cronología. Guiado

1 ProfesorTitular de Prehistoria.Universidadde LasPalmasde GranCanaria.2 Participaronenlos trabajosJavierVelascoVázquez,CarlosSantanaJubells,

Milagrosa GarcíaNavarro, Margarita Cejudo Betancory Daniel Becerra.Debe-mos destacarla inestimablecolaboraciónprestadapor JorgePais Pais encarga-do del estudiozooarqueológico,Luis Díaz Melián querealizóel inventario florís-tico y el muestreopolínico, Alfonso León Cabrera,responsablede la fotografía,yDomingo Toledo Poncequese ocupóde la topografía.A todosellos agradecemossu colaboracióndesinteresada.

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Caboco de la Zarza (Garafía). Levantamiento topográfico con ubicación de iospanelesgrabadosy de la superficie excavada.

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por esteafán,efectuóun sondeoenla pequeñacuevaque seabreenla margenderechadel cabocodondeno obtuvo los resultadosespe-radospero contribuyó a difundir la imagen de aparenteesterilidadarqueológicaqueha caracterizadoa La Zarzay, en general,a las es-tacionesrupestreshastala actualidad.

Parecíaextrañoque estelugar, similar en su morfología y recur-sosnaturalesa otros quepresentanunaambientacióncultural máscompleja (Belmaco,Buracas), fuera simplementeun lugar dedicadoa la celebraciónde determinadasactividadesrituales. Aun cuandoestehechono tenganadade extraño,no terminabade encajaren elmodelo de ocupacióndel espacioque registraLa Palma en los siglosanterioresa la conquista,puestanto las fuentesdocumentalescomola arqueologíaevidencian una marcadaterritorialidad y un fuertecrecimiento de los asentamientosanteriores,como resultadode lamayor presión demográficaque se registraen estemomento. Estecomportamientoanómalonosllevó a efectuaralgunasencuestasen-tre los vecinosdel lugar quienesnos informaron del hallazgo delmaterial arqueológicoen las cuevasde la margenderechadel Cabo-co de La Zarza, apuntandola posibilidad de unaocupaciónestacio-nal de esteespacioen relación con la actividadpastoril. Este hechoañadíaun enorme interés a los trabajos, pues su constataciónnosólo tendríagran trascendenciapara la investigaciónque serealizaen torno al poblamientoy ocupaciónprehistóricade la isla, sino quecontribuiría de maneranotable a mejorar los contenidosdidácticosdel futuro museode sitio.

Los trabajosde campose llevaron a caboen el mes de julio de1994 cubriéndoseen los mismosla mayor partede los objetivospro-puestosen la memoriainicial, como eranla prospecciónexhaustivade la superficie del futuro Parque,que incluía la realizaciónde son-deosarqueológicosen aquellospuntosque seconsiderenecesario,larevisión de los trabajosde reproducciónde las representacionesru-pestresrealizadoscon anterioridady la evaluaciónde los problemasde conservaciónque registran los yacimientosubicadosen esteen-torno natural. Sin embargo,la escasacomplejidadqueparecíareves-tir el proyectoseincrementóde maneraextraordinariacomo conse-cuenciade los excelentesresultadosobtenidosen los sondeosar-queológicospracticadosen la margenderechadel Cabocode La Zar-za. El interés de los hallazgosnos llevó a solicitar a la DirecciónGeneraldel PatrimonioHistórico la continuidadde los trabajosa finde determinarcon exactitud la relevanciade los mismos, lo que setradujo en unanuevacampañaque se llevó a caboen el mes de di-ciembrede esemismo año.

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La prospección,tanto en la Zarzacomo en La Zarcita, se orientóen una doble dirección, como es la de localizar vestigios materialesde la ocupaciónprehistóricade la zonay nuevospanelesgrabadosque hubiesenescapadoa estudiosanteriores,al no serapreciablesasimplevista o por estarsepultadospor los desprendimientosacumu-lados al pie de la cornisa.En relación con esteúltimo punto, se en-sayó con éxito la técnicade prospecciónnocturnacon luz rasante,lacual permite resaltarel relieve de la roca y detectarcualquiertrazograbadopor muy débil queéstesea.El resultadode estetrabajofuela detecciónde unaseriede puntoscaracterizadosen sumayorpar-te por presentaruna importante acumulaciónde sedimentos,salvoel espaciocorrespondientea un pequeñoabrigo ~, situadoentre lospaneles3 y 5, donde se hallaronunospocos fragmentoscerámicoscorrespondientesa la fase cerámica IV ~, aunquela fácil visibilidady accesibilidada estepuntoy el hechode estarsituadoen unazonade tránsito nos hacíaabrigarpocasesperanzasacercade su poten-cialidad arqueológica.Por lo que serefiere a la localización de nue-vos panelesgrabadosen La Zarza o La Zarcita o de nuevos yaci-mientos en el territorio del parque,señalarque en La Zarzase loca-lizó un bloque grabado, sepultadopor continuos aportesde tierraarrastradapor el aguahastael pie de la cornisa,y dos nuevospane-les, también en la margenderechadel caboco,detectadoscon luzrasante.En el Lomo de La Zarzase localizó otro bloque grabadoque también fue reproducido.

La prospecciónfuera de los límites de los yacimientos citados,proporcionóresultadosinteresantesaunqueexiguos,al tropezarconlas impenetrablesformacionesde fayal-brezalque cubrenlas laderasy cimas de los lomos. La prohibición de talar estasespeciesy la des-aparición de la agriculturade secanopracticadaantañoen estoslu-gares,favoreció su desarrollo. De cualquier forma, al sortearesteobstáculo nos encontrábamoscon otro de imposible solución, yaque el suelo estácubierto por un densomanto herbáceoque ocultaa la vista cualquiervestigioque pudieraexistir. Hastatal punto estoes así que los doscampamentospastorileslocalizadosen el Lomo deLa Mata y de La Zarzafueron reconocidosgraciasa las remocionesde tierra efectuadaspor las cabrasen estas áreas.No obstanteyaunqueel material arqueológicoencontradoen estospuntosesesca-so presentaun alto valor testimonial, tanto en relación con la ocu-

Se identificaen el levantamientotopográficopor la ubicaciónde los sondeosS12 y 3•

MARTÍN RODRÍGUEZ,E., La Palma y los auaritas. SantaCruz de Tenerife, 1992.

loo E. MARTÍN RODRÍGUEZ

pación prehistóricade estos parajescomo con la cronologíade lamisma, puesmientrasen La Zarzasólo aparecendocumentadaslascerámicasmás recientes(fase IV), en los campamentospastorilesreseñadosencontramosmaterialescorrespondientesa la fase III, locual confirma unaexplotación antigua de la zona en consonanciacon la diacroníaque reflejan las representacionesrupestres.

Comodecíamosal comienzo,las estacionesde La Zarzay La Zar-cita, desdesudescubrimientoen los añoscuarentay hastala actua-lidad, sólo se habíanvaloradoen función del patrimonio rupestreque albergan,puesse carecíade cualquier otro dato que permitieserealizarplanteamientosen otro sentido.Sin embargo,la densidaddeyacimientosrupestresy la envergadurade algunode ellosjunto a lascaracterísticasnaturalesquepresentanestosparajes,parecíanrazo-nes de pesopara intuir una fuerte actividad pastoril cuya huella,más allá de la actividad simbólicaregistradaen estosparajes,debe-ría permaneceren algún punto del territorio, especialmenteen aque-llos lugares de mayor concentraciónde grabados. Todo parecíaapuntara La Zarza, dondea la peculiar morfología del caboco seunía la existenciade aguay pastos,lo queconferíaa esteenclaveunclaro interéseconómico.

Paraagilizar el ritmo de los trabajosconsideramosque lo másadecuadono era seleccionara priori zonasconcretasen función deposibleshallazgosde materialarqueológicosuperficial, sino investi-gar todos aquellos puntos en los que se detectasealgunaacumula-ción sedimentariasusceptiblede serexcavada,puestanto la meteo-rología de la zonacomo la actividadhumanarecientepodían haberenmascaradolas hipotéticas evidencias del poblamiento auarita.Comoconsecuenciade su menorenvergaduray la diferenteconfigu-racióngeomorfológica,al quedarubicada la estaciónen un recododel caucedel barranco,La Zarcita no presentabala diversidaddeposibilidadesobservadasen La Zarza, quedandoreducida la super-ficie a verificar a la terrazaque rodeala cornisaen la que sedispo-nenlos grabados.Porello, a fin de concentrarlo antesposibletodoslos esfuerzosen La Zarza, se decidió iniciar allí los sondeos.

1. LA ZARCITA

Sondeo 1.—La primera cata se planteó frente y en paralelo a lafranja de cornisacon mayordensidadde representaciones,en formade trincherade 2 m. x 0,40 m. En estecorte sealcanzóunaprofun-didad máxima de 0,40 m. El sedimentoestáformadopor una tierra

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negra muy rica en materiaorgánica,en la que aparecenpocaspie-dras y todas ellas de pequeñotamaño,lo que pareceavalar la ideade un rellenopor el arrastrede las aguas.No aparecióningún restoarqueológico,si exceptuamosdosfragmentosde cerámicade factu-ra tradicional encontradosen los niveles superiores.

Sondeo2—Este sondeono se planteó como tal aunquese toma-ron todas las precaucioneshabituales,ya que sólo se tratabade des-cubrir la parte inferior del panel 2 que aparecíacubierto de tierra.Los sedimentospresentanaquí la misma coloracióny composiciónque en el casoanterioi; aumentandola presenciade clastosde tama-ño medio y bordesagudos.Arqueológicamenteestéril.

2. CABOCO DE LA ZARZA

Tras los dos intentos infructuososllevadosa caboen La Zarcita,se comenzarona explorar las mejoresexpectativasque presentabaLa Zarza. En esteyacimientose plantearony excavaron3 cuadrícu-las de 1 m2 y otra de 1,5 m. x 1 m., localizadastodasen la margenderechadel caboco.

Sondeo1.—Planteadoen la mismacuevaen la que al parecerex-cayó en los años setentaM. 5. Hernández.Se trata de unapequeñaoquedadde reducidas dimensionesy muy húmeda, que presentaunapotenciamáxima de 0,68 m. formadapor sedimentosarcillososy paquetesde cenizade tonalidadesmarronesy amarillentas,respec-tivamente,a excepcióndel nivel superficial que presentabacolora-ción rojiza originado por la yetade almagreque existe en la basedela cueva, la cual fue objeto de explotaciónpor la población de lazona. Se identificaron un total de siete estratosentrelos que se in-tercalabanclastosde tamañomedio y se apreciabala existenciaderemocionesrecientesque profundizan hastael estratoIV. El mate-rial arqueológicose reducea algunoscaparazonesde patella y bur-gados,restosde los trabajosarqueológicosanterioresy basurasqueevidenciabancon claridad la remociónrecientede estossedimentos.

Sondeo2.—Seplanteóen el pequeñoabrigosituadoal norte de lacuevaanterior, entrelos paneles3 y 5, al bordedel caminode acce-soa los grabados.En esteespacioseabrieronconsecutivamentedoscuadrículasde 1 x 1 m., denominadasS/2 y S/3. A pesarde que enambascatastropezaroncon un afloramientorocosomuy cercade lasuperficie, los resultadosobtenidos—especialmenteen S/2— consti-tuyeronunaauténticasorpresa,por cuantopermitieronobtenerunasecuenciaestratigráficaintegradapor un estratosuperficial estéril

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Algunas de las formas reconstruidasen la primera fasedelos trabajos.

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que daba paso a siete estratos,de grosor y composición variable,que cubrenel desarrollode la fasecerámicaIV.

Al término de los trabajosquedóal descubiertouna columna es-tratigráfica integradapor 3 estratosnaturales,de diferentegrosorycomposición,formadospor la superposiciónde finas capasde car-bón o compuestosalgunos por cenizascompactadas,siendo la po-tenciamáximaregistradade 0,76 m. La disposicióny característicasde la sedimentaciónunido a la morfología del sitio —cuyareducidasuperficie sólo permitiría el cobijo de una o dospersonas—y a quese trata de una zonade explotación eminentementepastoril, es e]resultadode repetidasocupacionesde caráctertemporal, estrecha-mente relacionadascon la trashumanciaestacionalde los ganados.Hasta no hacemucho tiempo los pastoresde la zona utilizaban elcaboco para encerrarel ganadomientras sembrabanen los lomoscercanos,tras lo cual emprendíanla marchahacia el Roque de losMuchachosa través de las sendasque cruzanambosyacimientos.

El material arqueológicoes relativamenteabundante,especial-mentesi tenemosen cuentaque la mitad de la superficie de la cua-drícula estaocupadapor un afloramientorocoso.El capítulo de ha-llazgosestáintegradosobretodopor materialcerámico, identificán-doseunamediadocenade vasosa travésde los fragmentosrecupe-rados.Más escasosfueron los restoslíticos (disyuncionescolumna-resy pequeñaslascasde basalto)y de fauna,estosúltimos práctica-mente inexistentesen la superficie excavada.

Una vez finalizada la excavaciónde la cuadrículaSf2 se procedióa realizar una columna polínica a fin de conocer la evolución pa-leoambientalde la zonaal mismo tiempo que se realizabael inven-tario florístico del parque,tomandomuestrasde diferentesespeciesasí como de los líquenesy musgosque invaden las superficiesgra-badas,con el objetivo de plantearalgunamedida de caraa su erra-dicacióny control posterior~.

Sondeo3.—La presenciade un afloramiento rocoso que invadíala cuadrículaS/2 unido al interésarqueológicoque presentabansussedimentos,fueron las razonesque nos decidieron a plantearunnuevo sondeoque completarala información del primero, con tanpocafortuna que topamosde lleno con el problemaque intentába-mos evitar. Este hecholimitó el áreade trabajo a una cuartapartede la superficie total de la cuadrícula, entorpeciendoconsiderable-mente los trabajospor el reducido espacioresultante. La idea de

Estetrabajo estuvoa cargo de D. Luis Díaz Melián, quien actualmentereali-za su tesis doctoral sobreestascuestiones.

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ampliar la superficie excavadafue desechadadebido a la compleji-dad que revestíael trabajo en la cuadrícula Sf2, lo que imponía unritmo muy lento al trabajo, pero también a que se habíaplanteadootro corteen la pequeñacuevasituadaen las cercaníasdel cauceyno andábamossobradosde medioshumanospara concluir los tra-bajos en el plazo previsto.

La potenciamáxima alcanzadaen estacudrícula fue de 0,50 m.,integrada por tres niveles que repiten las pautas observadasen lacuadrícula S/2. El estratosuperficial está formado por sedimentosde coloración marrón-grisácea(2.5 y 4/1), proporcionandoalgunosvestigiosde cerámicay una piezalítica en los sedimentosqueentranen contactocon el estratoII, que en estepunto adquierenuna tona-lidad más clara. El estratoII estacompuestopor sedimentosde co-lor rojizo —almagre— (5YR 7/6), muy compactos,que presentanmayor potenciaen el extremoSE. El materialarqueológicoseredu-ce a algunosfragmentoscerámicosy unapieza lítica. El estratoIIIestaformadopor sedimentosmarrones(5YR 4/1), de texturagranu-losa con clastosde pequeñotamaño,aumentandola compacidadamedida quese profundizay tambiénel tamañode las rocasque con-tiene. Proporcionódiversosfragmentoscerámicosy algunaspiezaslíticas.

Sondeo4.—El último sondeose planteó en la pequeñacuevasi-tuadaen las cercaníasdel caucedel barrancode La Zarza (S/4) yaque presentabaabundanterelleno. Sin embargo,éstees resultadodel arrastrede las aguas,tanto de lluvia como de las crecidasinver-nalesque experimentael barrancoy no presentabaningunaeviden-cia arqueológica.

Los trabajoscorrespondientesa la segundafase de la interven-ción arqueológica,programadaparael conjunto rupestrede La Zar-za-La Zarcita (Garafía,La Palma),se llevaron a caboentre los días9 a 30 de diciembrede 1994. Los objetivos planteadosen estaoca-sión eranbásicamentedos, de un lado ultimar algunascuestionesrelativasa la conservaciónde los grabadosy, de otro, completarlostrabajosde excavacióniniciados en La Zarza, dondelos sondeos2 y3 practicadosen la margenderechadel cabocopusieron al descu-bierto un interesantepaquetesedimentariocorrespondientea la úl-tima fase de la ocupaciónprehistórica de la isla. Tanto uno comootro fueron cubiertosen el tiempoprevisto,siendoun factor de granayudala inusual climatología que registrabala zonapara estaépo-cadel año.

Aunque los trabajosde prospecciónse habíandado por conclui-dos en la fase anterior, quedabanalgunaszonasque presentaban

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cierta potenciasedimentariaperoqueconsideramosinicialmente debajo interéspor distintosmotivos, relacionadostanto con la morfo-logía del sitio como con el carácterhistórico que parecíanrevestirmuchosde estosenclaves.No obstante,decidimos confirmar aque-lla opinión realizandonuevossondeosen dichos puntos,peroahorasustituyendola tradicional catade sondeopor un sacatestigosde 1m. de largo y 6 cm de diámetro, método que permitía un ahorroconsiderablede tiempo y esfuerzoy cuyos efectos en el sedimentosubyacente,en caso de fertilidad arqueológica,consideramospocorelevantes.Los sondeos~‘ practicadoscon estesistemafueron los si-guientes:

1) El primer punto seleccionadofue una pequeñazona llanaubicada en la margenizquierda del caboco a escasadistancia delvértice del cabocoy aproximadamente3 m. sobre el caucedel ba-rranco. Se trata de unazonacon aparienciade tenerabundantere-lleno aunquela presenciade un muro de piedra secaparecíaconce-derle un origen reciente. En esteespaciose realizarontres sondeoscon una potenciade 43.5, 30.5 y 44.5 cm. de profundidad, estandointegradala muestraobtenidapor tierra de color negropresentandoen la zona media restos de carbonescuyo origen desconocemos,aunquepor suaspectoy el del sedimentoque los conteníano tieneninterésarqueológico.

2) Las muestrassiguientesseobtuvieronen la pequeñacuevasi-tuadabajo el cauce,en el vértice del caboco.Estelugar sehabíades-echadoinicialmente tanto po!- su morfología como por las precariascondicionesde habitabilidadque presenta,al serexcesivamentehú-medo. El piso superficial esta formado por almagre que cubre lamayor parte del espaciointerior y en la bocapor un sedimentoar-cilloso de color marrón oscuro.A pesarde que aquíparecíanconcu-rrir toda clasede factoresnegativospara impedir la ocupacióndeesteespacio,los sondeosdemostrarontodo lo contrario. Se extraje-ron cinco cilindros de sedimentode los cualestres resultaronesté-riles. Estos últimos, situadosen el interior de la cuevay en la super-ficie definida por la capa de almagre,alcanzanprofundidadesde33,5, 18,5 y 8 cm. de espesorrespectivamentey estáncompuestospor almagre,tierra arcillosay fragmentosde roca. Sin embargo,lasmuestrasobtenidasen el sectorde la boca indican un mayor espe-sor de sedimentos(98,5 y 84 cm.) y señalanla existenciaa unos50cm. de la superficiede un nivel de ocupaciónprehistóricoque pare-

6 Ver en el plano topográfico correspondientea cadayacimiento la ubicación

exactade los puntos sondeados.

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ce asentarsesobreel piso natural de la cueva.La muestraformadaen su primer pasopor un sedimentoarcilloso de color marrón dapasoen estepunto a otro de color negro, integradobásicamenteporcarbón en el que aparecieronminúsculos fragmentosde cerámica(fase IV).

Los datosarrojadospor el muestreopracticadoen estapequeñacuevaseñalan,sin lugar a dudas,la existenciade un nivel de ocupa-ción prehistóricobajo la gruesacapade tierra arcillosa superficial,estéril arqueológicamentey resultadode los continuos aportesdetierra efectuadospor las aguas,dinámica quehemosregistradotam-bién en el sectorexcavadoen la margenderecha.Estos resultadosauncuandoson interesantesen la medida que indican una ocupa-ción del cabocode cierta intensidad,no debensobredimensionarse,puesa juzgarpor nuestrosdatos el sedimentofértil no alcanzatodala superficie de la cuevasino que se extiendepor un áreamuy deli-mitada de la boca,aunqueno sabemossi era éstasu extensiónori-ginal o si bien constituyeun testimonio aisladode un paquetesedi-mentario de mayor potenciaque fue destruidoen época histórica.En cualquiercasosedebenadoptarmedidasparagarantizarsupro-tección, lo que en nuestraopinión se conseguiríasimplementeconcerrarestazonaal tránsito.

3) Se practicaronvarios sondeosen la margenizquierda del ca-bocobajo la cornisaquesirve de soportea los grabadosen aquellospuntosque presentabanunamayor potenciasedimentaria,no supe-rándoseen ningún casolos 20 cm. de profundidad. Las muestraspresentanen todoslos casosla misma composición:tierra de colornegro de alto contenidoorgánicoy fragmentosde roca.

4) Las últimas muestrasse tomaron en La Zarcita, a lo largo dela exiguaterrazaque sedispone frente a los grabados,y confirmanlos datosobtenidospor el sondeopracticadoen el mes de julio. Lainexistenciade restosarqueológicosen estepunto es lógica si tene-mos en cuenta que la escorrentíainvernal del barranco invadiríacompletamenteesteespacio.

Si los trabajosrealizadosdurante el mes de julio de 1994 tuvie-ron una gran importanciadesdela perspectivade que evidenciabansin ningún génerode dudasla ocupaciónprehistóricade esteespa-cio, ahora pretendíamosverificar la relevancia del mismo conti-nuandolos trabajosde excavaciónen el abrigode la margenderechadel caboco.Los resultadosobtenidosen los dos metros cuadradosexcavadosen la campañade verano fueron desigualesa causade lairregular topografía de la roca base,caracterizadapor la presenciade áreasen forma de cubetaseparadasu originadaspor la presen-

EL CONJUNTO RUPESTREDE LA ZARZA-LA ZARCITA 107

cia de unaseriede crestasrocosasque apenassi fueron cubiertasenalgunospuntospor la deposiciónde sedimentos.Los primerosson-deospusieronde relieve esteproblema,puesmientrasel trazadodela cuadrículaS-2 coincidió con unazonade cubeta,la S-3 fue inuti-lizada en sus tres cuartaspartespor la presenciade uno de esosafloramientosrocosos.De estemodo seperfilabana grandesrasgosdosáreasque parecíancontenermayor información: unasituadaenel extremonorestedel abrigo ocupandouna de estascubetas,mien-tras la otra seentendíadesdela cuadrículaS-3 hastaalcanzarel ex-tremo sur de la cueva,aunqueen estecasosin alcanzarla profundi-dad de la primera.

La superficietotal excavadaen la presentecampañafue de 10 m2,extensiónque es inferior al espaciototal del abrigo, peroque consi-deramossuficiente para documentarcon exactitud el yacimiento.Esta limitación la planteamosatendiendoa dosfactoresfundamen-tales:

a) En primer lugar obedecea la calidad de la información queproporcionaron las cuadrículassituadasen el borde de la terrazaque coinciden con la zona de tránsito actual que ha sido afectadapor remocionesrecientes.

b) En segundolugar consideramosinteresantepreservarpartedel sedimentopara estudiosposteriores,puespreferimos conservarantesque excavaráreasquepocoo nadanuevopuedenaportar a lainvestigación.Esta consideraciónafectaal espacioocupadopor eldesprendimientoque separael abrigo excavadode la cuevamayordel caboco.

Las diez cuadrículas excavadasse agruparon en dos sectoresatendiendoa las diferencias sedimentariasa las que antes hemosaludido. El sector 1 agrupalas cuadrículas200/400, 200/500,300/400, 400/400y 400/500, mientras que el 2 integra las cuadrículas400/600, 400/700,400/800,500/700y 500/800. El espacioexcavadosuponeprácticamenteel 80 % de la superficie total del abrigo, co-rrespondiendoel 20 % restantea las áreasmarginalesde la vivien-da, que ademásde quedarfuera de la protecciónde la cornisafue-ron acondicionadasen épocarecienteparafacilitar el tránsito de vi-sitantes,y las cuadrículasdel sectorsur conservadascomo testigos.Se destacaestedato para ponerde relieve que los datos obtenidosson absolutamenterepresentativos,tanto cuantitativa como cualita-tivamente,para la reconstruccióne interpretaciónde esteespacio.

Los trabajosde excavaciónse plantearonen extensiónaunqueeldistinto comportamientode la sedimentaciónen uno y otro sector,impusieronritmos diferentesde trabajo, concentrándosefundamen-

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talmentelos esfuerzosen las cuadrículas200/400y 300/400del sec-tor 1 y las cuadrículas400/700y 500/800del sector2. En el primercasocomo consecuenciade la mayor complejidadquepresentabalasedimentacióny la fuerte densidadde material arqueológico,en elsegundopor la presenciade un enterramientoen la cuadrícula400/700.

Las cuadrículasdel sector 1 a diferenciadel sondeo2 presenta-ban un primer estratoprácticamenteestéril formado por un sedi-mentode grano fino y color marrónclaro aportadopor las aguasdelluvia, que presentabamayor potenciaen las cuadrículasdel extre-mo norte para disminuir su grosorhacia el centro del áreaexcava-da, perdiéndoseprácticamentea la altura del sondeo2. A partir deaquí sesuceden4 estratosfértilesy grosorvariable formadospor se-dimentos de color marrón oscuroy capasde carbóny cenizascom-pactadas,que presentaban,especialmenteel estratoIII y IV, una ex-traordinaria densidadde material arqueológico.

A pesarde la gran abundanciay variedaddecorativade las cerá-micas, debemosde destacarlos índices máselevadosque registraelutillaje lítico, que utiliza como materia prima fundamental lasdisyuncionescolumnares(diques)a partir de las que se fabricaránláminas delgadasy largasqueno hemosencontradotan bien repre-sentadasen ninguno de los yacimientosexcavadoscon anterioridad.Por otro lado, destacartambién la mayor abundanciade restosdefauna,en especialovicápridos,aunquepresentanen su mayoríaunpésimoestadode conservacióna causade los elevadosíndices dehumedadqueregistrael yacimiento.De igual forma en las cuadrícu-las 400/400,400/700 y 500/800se detectó la presenciade hoyos depostes,queen algún caso(400/400)conservabanaúnlas piedrasquefueron utilizadascomo cuñasparaasegurarsuestabilidad.En todoslos casosparecensituarseen las inmediacionesy por el exterior deáreasutilizadas como hogar, por lo que aparentementesirvieroncomo paravientos.

En el sector2 la sedimentaciónvaríacomo consecuenciadel aflo-ramientode la roca base,presentandoescasapotenciaen las cuadrí-culas 400/700y 400/800 mientrasque aumentaconsiderablementeen la 500/800coincidiendocon la depresiónqueexperimentala rocaen estepunto. No obstante,las cuadrículas500/700y 500/800pre-sentabancompletamentealteradoslos estratossuperficial y 1 comoconsecuenciade remocionesrecientesque pudimos documentar,es-tando compuestospor restosvegetalesputrefactosy tierra quecon-teníanbasurasy algún fragmento cerámico.

En las cuadrículas400/700y 400/800tras rebajarel nivel super-

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ficial se detuvieronios trabajos ante la presenciade lo que parecíaun afloramiento rocoso muy descompuestoen superficie. Debemosreconocerque el aparentecierre de ambascuadrículasy la esterili-dadquemanifestabael estrato1 en las cuadrículasdel sector1, hizomella en el ánimo del equipo,hastael punto de pensarque ios ves-tigios de ocupaciónprehistórica se limitaban a una pequeñabolsaen torno a los sondeos2 y 3. Afortunadamentepronto se demostrólo contrario en el sector 1, mientrasque en el 2 la aparición de unfragmento de hueso prácticamentedesechobajo lo que habíamosconsideradoroca, renovaba,no sin cierta intriga, el interésdel equi-po. Los restosóseosmencionados,aparentementede origenanimal,aparecíanintegradosen un piso formado por la acumulación declastosde pequeñoy medio tamañocimentadospor un sedimentohúmedode coloración oscuracon tintes rojizos, resultadode la mez-cla de almagrecon la tierra marróncaracterísticade la zona. La pre-senciade otros fragmentosóseosen idéntico estadode descomposi-ción, nos llevó a levantar aquellacapade «cascajo)) absolutamenteestéril a no serpor los restosseñalados.Bajo éstaaparecieronnue-vos restosóseosacompañadosestavezpor un fragmentode maxilary cráneoque no dejabanninguna duda acercade la naturalezadelos restos.

Si bien la presenciade restoshumanosen yacimientosde habita-ción ha sido señaladaparaalgunosyacimientosde habitación,comoBelmaco(Mazo) o Los Pedregales(El Paso),no sehabíaconsidera-do tal posibilidad para La Zarza. De cualquiermaneradebido a lascircunstanciasque rodeana los hallazgostodavíano se conoceconexactitudel significado de la presenciade estosrestosen espaciosdehabitación,salvo el casode Los Pedregalesque setratade la reutili-zación con fines funerariosde unapequeñacuevaque con anterio-ridad habíaservido de vivienda ~. En La Zarza los restos aparecíandispuestosen un huecode la roca, aparentementeretocadopara sucolocación,y sobre un empedradotosco realizado con piedras dedistinta naturalezaa las que cubrían las evidenciasfunerarias queparecenprocederde un desprendimientodel techode la cueva.Noobstante,la elevación que experimentala roca basepor el oeste, lapresenciadel afloramiento rocosoque limita estacuadrículapor elnorte y el fragmentarioestadode los restosimpide determinar si setrata de un enterramientoordinario o de una inhumación secunda-ria. Esperamosque en breve plazo, cuandoculmine el estudiode la

MARTÍN RODRÍGUEZ, E., Excavaciónde urgenciaen Los Pedregales(El Paso, LaPalma). InvestigacionesArqueológicasen Canarias1, pp. 109-114, 1988.

EL CONJUNTO RUPESTRE DE LA ZARZA-LA ZARCITA 111

información arqueológicay contemoscon los resultadosde las prue-bas analíticasencargadas,podamos ofrecer una información máspormenorizadaquesirva paramejorar el nivel de conocimientosquese poseesobreestosyacimientos,tanto desdela perspectivaideoló-gica como desdeel evidente interés económicoque parecentenerestoslugares.