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Page 1: EL CONCIERTO (Augusto Monterroso) - Profesor … · Web viewEs verdad que no salgo de mi casa, pero también es verdad que sus puertas (cuyo número es infinito) están abiertas día

EL CONCIERTO (Augusto Monterroso)

Dentro de escasos minutos ocupará con elegancia su lugar ante el piano. Va a recibir con una inclinación casi imperceptible el ruidoso homenaje del público. Su vestido, cubierto con lentejuelas, brillará como si la luz reflejara sobre él el acelerado aplauso de las ciento diecisiete personas que llenan esta pequeña y exclusiva sala, en la que mis amigos aprobarán o rechazarán—no lo sabré nunca—sus intentos de reproducir la más bella música, según creo, del mundo.

Lo creo, no lo sé. Bach, Mozart, Beethoven. Estoy acostumbrado a oír que son insuperables y yo mismo he llegado a imaginarlo. Y a decir que lo son. Particularmente preferiría no encontrarme en tal caso. En lo íntimo estoy seguro de que no me agradan y sospecho que todos adivinan mi entusiasmo mentiroso.

Nunca he sido un amante del arte. Si a mi hija no se le hubiera ocurrido ser pianista yo no tendría ahora este problema. Pero soy su padre y sé mi deber y tengo que oírla y apoyarla. Soy un hombre de negocios y sólo me siento feliz cuando manejo las finanzas. Lo repito, no soy artista. Si hay un arte en acumular una fortuna y en ejercer el dominio del mercado mundial y en aplastar a los competidores, reclamo el primer lugar en ese arte.

La música es bella, cierto. Pero ignoro si mi hija es capaz de recrear esa belleza. Ella misma lo duda. Con frecuencia, después de las audiciones, la he visto llorar, a pesar de los aplausos. Por otra parte, si alguno aplaude sin fervor, mi hija tiene la facultad de descubrirlo entre la concurrencia, y esto basta para que sufra y lo odie con ferocidad de ahí en adelante. Pero es raro que alguien apruebe fríamente. Mis amigos más cercanos han aprendido en carne propia que la frialdad en el aplauso es peligrosa y puede arruinarlos. Si ella no hiciera una señal de que considera suficiente la ovación, seguirían aplaudiendo toda la noche por el temor que siente cada uno de ser el primero en dejar de hacerlo. A veces esperan mi cansancio para cesar de aplaudir y entonces los veo cómo vigilan mis manos, temerosos de adelantárseme en iniciar el silencio. Al principio me engañaron y los creí sinceramente emocionados: el tiempo no ha pasado en balde y he terminado por conocerlos. Un odio continuo y creciente se ha apoderado de mí. Pero yo mismo soy falso y engañoso. Aplaudo sin convicción. Yo no soy un artista. La música es bella, pero en el fondo no me importa que lo sea y me aburre. Mis amigos tampoco son artistas Me gusta mortificarlos, pero no me preocupan.

Son otros los que me irritan. Se sientan siempre en las primeras filas y a cada instante anotan algo en sus libretas. Reciben pases gratis que mi hija escribe con cuidado y les envía personalmente. También los aborrezco. Son los periodistas. Claro que me temen y con frecuencia puedo comprarlos. Sin embargo, la insolencia de dos o tres no tiene límites y en ocasiones se han atrevido a decir que mi hija es una pésima ejecutante. Mi hija no es una mala pianista. Me lo afirman sus propios maestros. Ha estudiado desde la infancia y mueve los dedos con más soltura y agilidad que cualquiera de mis secretarias. Es verdad que raramente comprendo sus ejecuciones, pero es que yo no soy un artista y ella lo sabe bien.

La envidia es un pecado detestable. Este vicio de mis enemigos puede ser el escondido factor de las escasas críticas negativas. No sería extraño que alguno de los que en este momento sonríen, y que dentro de unos instantes aplaudirán, propicie esos juicios adversos. Tener un padre poderoso ha sido favorable y aciago al mismo tiempo para ella. Me pregunto cuál sería la opinión de la prensa si ella no fuera mi hija. Pienso con persistencia que nunca debió tener pretensiones artísticas. Esto no nos ha traído sino incertidumbre e insomnio Pero nadie iba ni siquiera a soñar, hace veinte años, que yo llegaría adonde he llegado. Jamás podremos saber con certeza, ni ella ni yo, lo que en realidad es, lo que efectivamente vale. Es ridícula, en un hombre como yo, esa preocupación.

Si no fuera porque es mi hija confesaría que la odio. Que cuando la veo aparecer en el escenario un persistente rencor me hierve en el pecho, contra ella y contra mí mismo, por haberle permitido seguir un camino tan equivocado. Es mi hija, claro, pero por lo mismo no tenía derecho a hacerme eso.

Mañana aparecerá su nombre en los periódicos y los aplausos se multiplicarán en letras de molde. Ella se llenará de orgullo y me leerá en voz alta la opinión laudatoria de los críticos. No obstante, a medida que vaya llegando a los últimos, tal vez a aquellos en que el elogio es más admirativo y exaltado, podré observar cómo sus ojos irán humedeciéndose, y cómo su voz se apagará hasta convertirse en un débil rumor, y cómo, finalmente, terminará llorando con un llanto desconsolado e infinito. Y yo me sentiré, con todo mi poder, incapaz de hacerla pensar que verdaderamente es una buena pianista y que Bach y Mozart y Beethoven estarían complacidos de la habilidad con que mantiene vivo su mensaje.

Ya se ha hecho ese repentino silencio que presagia su salida. Pronto sus dedos largos y armoniosos se deslizarán sobre el teclado, la sala se llenará de música, y yo estaré sufriendo una vez más.

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ACTIVIDADES.

1. Marca las afirmaciones que representen la actitud del padre:___ Está seguro de que su hija es una excelente pianista.___ Duda de la calidad artística de su hija.___ Se siente muy tranquilo antes del concierto.___ Ama la música.

2. El cuento relata sobre:___ una niña que quiere cumplir un sueño.___ una pianista que recuerda su primer sueño.___ lo que piensa un padre frente a la presentación de su hija.___ lo que siente una niña que está a punto de dar un importante concierto.

3. ¿Cómo se siente el padre al darse cuenta que no puede ayudar a su hija a sentirse una mejor intérprete?

___________________________________________________________________________________

4. ¿Qué te parece la relación que el padre establece con su hija? ¿Por qué?

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5. El tema y los elementos del mundo narrado, ¿corresponden a una narración realista? Fundamenta.

___________________________________________________________________________________

Lee el siguiente fragmento:

Nunca he sido un amante del arte. Si a mi hija no se le hubiera ocurrido ser pianista yo no tendría ahora este problema. Pero soy su padre y sé mi deber y tengo que oírla y apoyarla. Soy un hombre de negocios y sólo me siento feliz cuando manejo las finanzas. Lo repito, no soy artista. Si hay un arte en acumular una fortuna y en ejercer el dominio del mercado mundial y en aplastar a los competidores, reclamo el primer lugar en ese arte.

6. ¿En qué persona están conjugados los verbos?___________________________________________________________________________________

7. Subraya los pronombres presentes en el texto. ¿Qué pronombres se usan en el texto?___________________________________________________________________________________

8. ¿Quién narra los hechos?___________________________________________________________________________________

9. Relata lo que siente la niña antes de salir al escenario, usando narrador protagonista.

Relee el siguiente fragmento del texto:

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La música es bella, cierto. Pero ignoro si mi hija es capaz de recrear esa belleza. Ella misma lo duda. Con frecuencia, después de las audiciones, la he visto llorar, a pesar de los aplausos. Por otra parte, si alguno aplaude sin fervor, mi hija tiene la facultad de descubrirlo entre la concurrencia, y esto basta para que sufra y lo odie con ferocidad de ahí en adelante. Pero es raro que alguien apruebe fríamente. Mis amigos más cercanos han aprendido en carne propia que la frialdad en el aplauso es peligrosa y puede arruinarlos.

10. Escribe en la línea la palabra, expresión o idea a las que reemplazan los pronombres destacados en el fragmento.

Ella reemplaza a: ________________ La reemplaza a: ________________________

Alguno reemplaza a: ________________ Descubrirlo reemplaza a: ________________

Esto reemplaza a: ________________ Lo reemplaza a: ________________

Alguien reemplaza a: ________________ Arruinarlos reemplaza a: ________________

11. Para qué sirven las palabras destacadas en el fragmento?

___________________________________________________________________________________

12. En los siguientes fragmentos indica que sensaciones o emociones se perciben. Para ello subraya las palabras que te permiten inferirlas.

“Son otros los que me irritan. Se sientan siempre en las primeras filas y a cada instante anotan algo en sus libretas. Reciben pases gratis que mi hija escribe con cuidado y les envía personalmente. También los aborrezco. Son los periodistas. Claro que me temen y con frecuencia puedo comprarlos”

La sensación o sentimiento percibido en el emisor es de:

___________________________________________________________________________________

“Que cuando la veo aparecer en el escenario un persistente rencor me hierve en el pecho, contra ella y contra mí mismo, por haberle permitido seguir un camino tan equivocado”

La sensación o sentimiento percibido en el emisor es de:

___________________________________________________________________________________

13. ¿En qué época o ambientación histórica podrías situar este relato? Fundamenta con marcas textuales.

___________________________________________________________________________________

Literatura: arte hecho de palabras.

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Géneros literarios: Narrativo: Se relatan acontecimientos sucedidos a personajes en un determinado tiempo. Lírico: El hablante lírico expresa emociones, sentimientos. Dramático: Los acontecimientos de muestran a través del diálogo y las acciones de los personajes.

GÉNERO NARRATIVO

Se relatan acontecimientos que suceden a personajes en un lugar y un determinado periodo de tiempo. El género narrativo incluye obras tales como: cuentos, microcuentos, novelas, mitos y leyendas.

ELEMENTOS DE UN TEXTO NARRATIVO

I. NARRADOR. Figura ficticia creada por el autor (persona real). Es la voz al interior de la obra, que se

activa al momento de la lectura y nos relata la historia o argumento.

Protagonista: Participa en los acontecimientos. Tiene un papel relevante en los acontecimientos que narra. Habla en lº persona (singular o plural) lo que ve, siente, escucha, lo que hace, etc. Presenta una visión subjetiva de los hechos, ya que el relato se realiza desde su interioridad.

AMBIENTACIÓN.

Es el lugar donde transcurre la acción. Se distinguen 3 aspectos.

Ambientación física: Puede ser cerrada (o escenario) o abierta (paisaje)

Ambiente psicológico: Corresponde al clima emocional que rodea a los personajes. Estos pueden ser variados, por ejemplo, calma, tranquilidad, suspenso, alegría, miedo. etc.

Ambientación histórica: Tanto los cuentos como las novelas, especialmente las manifestaciones de carácter realista, se sitúan en una ambientación histórica. Esta se puede identificar observando y asociando los datos y detalles relacionados con:

Fechas Situaciones o formas de vida. Ciudades Nombre de personajes históricos que hacen referencia a un momento y lugar reales en la

historia de un pueblo o país.

LA PROPINA (Baldomero Lillo)

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Echó una mirada de desesperación a la esfera del reloj y abandonando el mostrador irrumpió en su cuarto como una tromba. El tren salía a las cinco en punto y tenía, por consiguiente, los minutos precisos para prepararse. Lavado y perfumado con nerviosos movimientos, se puso la camisa de batista, la corbata de raso y vistió en seguida el flamante frac que el sastre le entregara la semana anterior.

Echó una última mirada al espejo, se abotonó el saco de viaje y, encasquetándose el sombrero, en cuatro brincos se encontró en la calle. Sólo disponía de media hora para llegar a la estación situada en las afueras de la polvorosa villa. Mientras Corría por la acera miraba ansiosamente delante de sí. Mas la suerte parecía sonreírle, pues al doblar la bocacalle encontró un coche al cual subió gritando mientras cerraba la portezuela.

- ¡Arrea, que voy a tomar el tren de cinco!El auriga que era un gigantón descarnado y seco contestó: - Fea está la cosa, patrón, vamos muy retrasados.- ¡Cinco pesos de propina si llegas a tiempo!Un diluvio de fustazos y el arranque repentino del coche anunciaron al pasajero que las mágicas palabras

no habían caído en el vacío. Recostado en los cojines, metió la diestra en uno de los bolsillos del frac, extrayendo de él una elegante esquela con cantos dorados. Leyó y releyó varias veces la invitación en la cual su nombre, Octaviano Pioquinto de las Mercedes de Palomares, aparecía con todas sus letras, trazadas al parecer por una mano femenil. Una nota decía al pie: “Se bailará”.

Mientras el coche corre envuelto en una nube de polvo, el impaciente viajero no cesa de gritar, adhiriéndose con pies y manos a los desvencijados asientos:

-¡Más a prisa, hombre, más a prisa! De Palomares, primer dependiente de la Camelia Roja, es un bizarro mozo de rostro moreno, aventajada

estatura y cuerpo esbelto y elegante. Era el favorito de la clientela femenina de la villa, que no quería ser atendida sino por él.

Una tarde entró en la tienda una de las más importantes parroquianas de la Camelia Roja, la linajuda doña Petronila de los Arroyos, acompañada de su hija, la linda Conchita, pimpollo de veintidós primaveras. Residentes en el pueblecillo cercano, habían tomado el ferrocarril con el objeto de hacer algunas compras, pues estaba ya muy próximo el día del santo de la niña que se celebraba con grandes festejos.

El principal candidato para atender a tan distinguida cliente era, obviamente, el imprescindible de Palomares, quien hizo aquella vez tal derroche de sonrisas y genuflexiones, tomó posturas tan distinguidas y desplegó tal cúmulo de habilidades, que la majestuosa dama, prendada de la distinción y finura de aquel buen mozo, dijo a su hija éstas palabras, que cayeron en la tienda como una bomba:

—Conchita, no te olvides de enviar al señor de Palomares una invitación para que honre con su presencia nuestra modesta tertulia.

La niña sonrió graciosamente y, lanzando una picaresca mirada al favorecido, contestó: —No, mamá, no me olvidaré.Después de acompañar a las señoras hasta el coche de posta que las aguardaba, y colocar en el interior

del vehículo los paquetes de las compras, de Palomares ocupó su sitio detrás del mostrador con el rostro resplandeciente de felicidad. ¡Qué triunfo el suyo! ¡Asistir a tan aristocrática recepción y codearse con personalidades tan importantes como el Alcalde, el Subdelegado y el Veterinario! A partir de ese día la fama del hermoso dependiente creció como la espuma. Sus camaradas, consumidos por la envidia, veíanle de continuo ensayar graciosas actitudes, sonrisas y reverencias delante de los vidrios de la mampara que dividía la trastienda.

Con la venia del dueño del local, que no podía negar nada a su dependiente, hizo venir a don Tadeo, el sastre remendón que convertía en trajes de irreprochable corte parisiense los géneros apolillados de la tienda, y le encargó la confección inmediata de un frac para asistir a la recepción. El buen hombre cumplía aquel encargo lo mejor que supo y entregó la prenda, que era un monumento de arte, dentro del término fijado.

Los días que faltaban para la fiesta se hicieron para Octaviano Pioquinto de Las Mercedes, interminables. Cuando aparecía el cartero se abalanzaba sobre él para ver si venía la dichosa invitación. Pero, o habían olvidado de él o las invitantes habían reconsiderado su acuerdo, porque el caso era que la ansiada esquelita no llegaba.

Mientras el auriga azotaba despiadadamente los jamelgos, de Palomares, zarandeado duramente dentro del coche, trata de adivinar a quién de sus camaradas pertenecía la mano que ocultó la esquela de invitación debajo de las piezas de percal. Fue una casualidad realmente maravillosa que su mano tropezara en ella cuando desdoblaba aquellas telas en el mostrador. ¡Ah! raza de envidiosos, cómo se la pagarían esa misma tarde si acaso perdía el tren. Y a cada instante su voz resuena impaciente:

—¡Azota, hombre, azota!El coche rueda vertiginosamente y penetra en la estación cuando ya el tren se ha puesto en marcha. Un

grito de desesperación parte del interior del vehículo pero el conductor tuerce riendas y dice al atribulado pasajero:

—No se aflija, patrón. Antes de que llegue a la curva lo alcanzamos. Los caballos galopan furiosos por - el camino paralelo a la línea férrea y toman la delantera al convoy

que sube con lentitud la rápida gradiente. De pronto los exhaustos rocines se paran en seco y el cochero baja del pescante, abre la portezuela y dice apresuradamente:

—¡Bájese, patrón, corra, alcáncelo!

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De Palomares desciende y va a precipitarse por el hueco de la barrera cuando el auriga le cierra el paso diciéndole:

—¿Y la carrera? ¡Y la propina, patrón!Mientras se registra febrilmente los bolsillos recuerda que al mudarse de ropa olvidó la cartera y el reloj.

Mas como no hay tiempo que perder en vanas explicaciones se despoja del saco de viaje y lanzándolo a las narices del cochero, estupefacto, cruza la barrera como una saeta. En cuatro brincos alcanza los rieles y colero en mano vuela sobre la vía.

El tren gracias a la pendiente marcha con velocidad moderada. Los pasajeros han sacado la cabeza por la ventanilla y los del último vagón, con el conductor a la cabeza, se agrupan en la plataforma. Aquella escena parece divertirlos grandemente, y Palomares oye sus carcajadas y sus voces de aliento cada vez más sonoras a medida que acorta la distancia:

—¡Corra, corra! ¡Cuidado que lo alcanza! Esta última frase, que no atina a comprender, le parece algo incoherente, pero rectifica esta suposición

al sentirse de improviso sujeto por los faldones del frac, mientras una voz estertórea y colérica suena a su espalda:

—¡ La propina, patrón!Se vuelve como un rayo, y de un puñetazo bajo la mandíbula tiende en tierra, cuan largo es, al testarudo

cochero Desembarazado del agresor, echa a correr de nuevo y gana rápidamente el terreno perdido. En breve sólo unos metros lo separan del último vagón. Entre las caras risueñas que le miran, de Palomares ve una, encantadora, de mujer. Percibe unos ojos azules y una boquita que ríe con carcajadas cristalinas que son para el atrasado viajero un acicate dulce y poderoso. Un esfuerzo más y podrá contemplar a gusto a la deliciosa criatura. Pero, mientras en el tren se alza un coro formidable de gritos y carcajadas, siéntese retenido de nuevo por las colas del frac, en tanto que aquel abominable: “¡La propina, patrón!” le fustiga los oídos como un latigazo. Gira y embiste contra el gigante. Su puño de hierro golpea como una maza el rostro y el pecho del pegajoso acreedor hasta derribarlo semiaturdido.

Reanuda bravamente su duelo de velocidad con la locomotora que jadea en la gradiente. Mientras la sangre le zumba en los oídos y el corazón, parece, va a escapársele por la boca, sus piernas

de músculos de acero lo llevan como al viento. El tren, próximo a entrar en la curva, ha disminuido notablemente su marcha. Tres minutos más y descenderá vertiginoso por el flanco de la montaña. ¡Ahora o nunca! piensa de Palomares y acumulando todas sus energías hace un esfuerzo supremo. Del último coche, del cual sólo le separan ya algunos pasos, parten voces alentadoras entre las que descuella la Argentina de la viajera que exclama golpeando sus enguantadas manecitas —¡Hurra, hurra!

De Palomares redobla sus bríos. A su espalda y acercándose con rapidez suena un bufido de cerdo asmático, e instintivamente coge los faldones del frac y los cruza por delante de la cintura.

Los pasajeros han descendido a la pisadera y lo alientan: —¡ Hop, hop, hop!De Palomares ve extenderse una niebla delante de sus ojos y todo gira a su derredor: alarga los brazos, y unas manos vigorosas asiéndolo de las muñecas, lo levantan como una pluma, pero los faldones del frac, que su movimiento ha dejado libres, deben ir enrollándose en las ruedas porque una fuerza descomunal amenaza arrancarlo de la pisadera del vagón. Y mientras las manos salvadoras lo sujetan, oye una espantosa gritería: —¡Suelta! ¡ Maldito diablo! ¡ Péguele un puntapié!Un rugido que parece salir de debajo del coche: —¡La propina...! , y con un vigoroso sacudón se aligera de la carga.

Mientras le izan en triunfo a la plataforma echa una ojeada sobre la vía y distingue en medio de ella al feroz cochero que agita algo que parece a la distancia dos negras banderolas. Sobrecoge a de Palomares una congoja mortal, y llevándose con presteza las manos a la espalda palpa despavorido la hebilla de los pantalones. Del elegante frac sólo queda algo tan desmedrado y exiguo que apenas puede compararse con una chaquetilla de torero. Aquel desastre lo deja anonadado, y sin oponer resistencia se deja conducir a un departamento del vagón. En la puerta hay un letrero que dice: Mister Duncan e hija.

Lo primero que ve de Palomares al entrar al departamento es a la viajera de los hurras, quien a1 verlo se pone a reír con aquella risa melodiosa. Reclinada en los cojines, parécele al dependiente la más bella criatura del orbe. Contémplala embobecido y se olvida del frac, del baile de doña Petronila y de Conchita. La miss ríe, y Mister Duncan está loco de alegría. Al fin desaparecía aquella tristeza que minaba la salud de su hija, esa tristeza que los viajes, las distracciones y toda clase de cuidados no habían podido arrancar. Quien ha realizado tal prodigio parécele un enviado del cielo y siente por él la más calurosa simpatía.

El tren vuela por el descampado y aunque se detiene en un pueblecito, frente a la casa de la linajuda doña Petronila de los Arroyos, ningún viajero desciende del último coche.

Al día siguiente se recibió en la Camella Roja un telegrama que produjo en la villa la mayor excitación. El despacho decía así: Hoy me embarco en el Columbia para dar una vueltecita por el mundo. Saludos.— De Palomares”.

I. REEMPLAZA LA PALABRA SUBRAYADA POR UN SINÓNIMO.

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1. Irrumpió en su cuarto como una tromba._______________________________________________________________________________

2. Vistió en seguida el flamante frac.__________________________________________________________________________________

3. Es un bizarro mozo de rostro moreno___________________________________________________________________________________

4. Hizo aquella vez tal derroche de sonrisas y genuflexiones,____________________________________________________________________________________

5. Desplegó tal cúmulo de habilidades.____________________________________________________________________________________

6. Prendada de la distinción y finura de aquel buen mozo, dijo a su hija…____________________________________________________________________________________

7. Asistir a tan aristocrática recepción.____________________________________________________________________________________

8. Con la venia del dueño del local._____________________________________________________________________________________

9. El auriga azotaba despiadadamente los jamelgos.______________________________________________________________________________________

10. Sube con lentitud la rápida gradiente.______________________________________________________________________________________

11. Los exhaustos rocines se paran en seco______________________________________________________________________________________

12. No hay tiempo que perder en vanas explicaciones.______________________________________________________________________________________

13. Esta última frase, que no atina a comprender.______________________________________________________________________________________

14. Mientras una voz estertórea y colérica suena a su espalda: ______________________________________________________________________________________

15. Desembarazado del agresor, echa a correr de nuevo.______________________________________________________________________________

II. ORDENA LOS ACONTECIMIENTOS EN FORMA CRONOLÓGICA.Al registrarse los bolsillos, De Palomares recuerda que olvidó la billetera al cambiarse de ropa.Apenas lavado y perfumado, se puso la camisa de batista, la corbata de raso y el frac. Cuando De Palomares vio a la hija de mister Duncan, se olvidó del frac y del baile.De Palomares se da cuenta que ha perdido la mitad del frac.De Palomares envió a La camelia roja un telegrama, anunciando que se embarcaba para dar una vueltecita por el mundo.Doña Petronila, en la tienda, le dice a su hija que invite al señor De Palomares a su tertulia.El patrón de De Palomares trajo al sastre más conocido de la villa.

III. RESPONDE LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:

1. ¿Qué tipo de narrador presenta este relato? Justifica tu respuesta.2. Caracteriza física y psicológicamente al personaje principal.3. Nombra 2 ejemplos de personajes secundarios y 2 ejemplos de personajes incidentales.4. Explica cómo se refleja en este cuento el motivo de la envidia.5. Nombra 2 ejemplos de espacio cerrado, presentes en el cuento.6. ¿Cuál es el espacio psicológico que predomina en este relato? Fundamenta tu respuesta.7. ¿Cuál es la época en que se sitúa este relato? Justifica a través de información presente en el texto.8. ¿Qué sucede con el orden cronológico de los acontecimientos presentados en este relato?9. ¿Por qué razón De Palomares era tan apreciado en su trabajo?10. Explica por qué el cochero perseguía a De Palomares.11. ¿Por qué De Palomares se ganó inmediatamente la simpatía de míster Duncan?12. Explica cuál es el desenlace de este cuento.

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Narrador omnisciente: Está fuera del mundo narrado, es decir, no participa en los acontecimientos. Es como un Dios

que todo lo sabe. Domina la totalidad de la narración, parece saber lo que va a ocurrir en el futuro y lo que

ocurrió en el pasado. Se interna en los personajes y les cuenta a los lectores los pensamientos más íntimos que cruzan

por sus mentes. Entrega explicaciones al lector acerca de los hechos narrados. Desaparece cuando quiere dar paso al dialogo directo de los personajes. Habla en 3º persona singular.

PERSONAJES.

Según el grado de participación en la historia: Principales: Tienen un rol protagónico. Si no existiesen, la historia desaparecería. Aquel

en torno al cual giran los hechos, se llama protagonista. Secundarios: Actúan en función de los personajes principales, ya sea como ayudantes

u oponentes. También sirven para dar mayor verosimilitud a los hechos. Incidentales: Sólo son mencionados por el narrador u otro personaje.

Caracterización de los personajes:

a) Prosopografía o caracterización física: cuando nos referimos al aspecto exterior visible de los seres. Ejemplo: “Era un viejecito de barba blanca y larga, bigotes enrubiecidos por la nicotina, manta roja, zapatos de taco alto, sombrero de pita y un canasto al brazo”

b) Etopeya o caracterización psicológica: Cuando nos referimos a los rasgos de su personalidad y su forma de actuar. Ejemplo: "Como buen Sagitario, Nicolás es el centauro alegre y optimista que avanza a paso firme en una vida llena de obstáculos. Expansivo; en este caso, además de apuesto y seductor."

c) Retrato: Incluya ambos aspectos: físicos y psicológicos.

MOTIVOS.

Son las razones que impulsan a las acciones de los personajes. Los motivos principales se relacionan con los acontecimientos principales. Los motivos secundarios, en cambio, originan acciones de menor importancia en el relato.

TIEMPO.

Se distinguen 2 aspectos

Tiempo de la historia: Ordenamiento cronológico de los acontecimientos. Tiempo del relato: Orden en que el narrador entrega los acontecimientos.

Cuando el tiempo de la historia no coincide con el tiempo del relato se producen las anacronías o alteraciones del orden cronológico de los sucesos en el relato.

El mecanismo que con más frecuencia se usa es el de la retrospección o analepsis que consiste en un salto atrás. Existen 2 tipos de analepsis:

Flash back: retorno breve hacia el pasado. Racconto: retorno más extenso hacia el pasado.

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CARACTERÍSTICAS DEL TEXTO LITERARIO.

1. FICCIONALIDAD.Los acontecimientos y personajes presentados no son reales, sino producto de la imaginación del escritor. El lector establece un pacto implícito con el autor donde acepta como “realidad” aquello que es ficticio. Esto es válido tanto para una novela realista como para un cuento de hadas: ambos textos presentan mundos ficticios.

2. FUNCIÓN ESTÉTICA.La literatura se concibe como un acto de comunicación verbal con una finalidad estética, es decir, destinada a producir deleite en el lector.En la obra literaria, el lenguaje cumple una función poética o estética. Esto significa que se da importancia no sólo al qué se dice (contenido), sino también al cómo se dice (forma)Los escritores desautomatizan el lenguaje y para ello recurren a recursos lingüísticos, tales como metáfora, comparación, ironía, etc.

3. CAPACIDAD CONNOTATIVA DEL LENGUAJE LITERARIO.Los mensajes pueden tener 2 niveles de significación: el denotativo y el connotativo. El significado denotativo es el valor informativo o referencial de las palabras (significado literal o del diccionario). En cambio, el significado connotativo tiene que ver con el uso figurado del lenguaje. Por ejemplo, si le decimos a un amigo “Eres un zorro”, el plano denotativo nos llevará al diccionario: Zorro: animal mamífero de la familia de los cánidos”, mientras que en el plano connotativo la palabra zorro significará: “astuto”El texto literario permite una amplia variedad de interpretaciones. Cada lector interpreta, según sus experiencias, intereses y expectativas, los diversos y múltiples valores semánticos (significados) presentes en el texto. La literatura elige la ambigüedad porque a través de ella amplía los sentidos posibles de una obra. Por otro lado, permite que el lector contribuya con su interpretación a la “recreación” del texto al otorgarle un significado.

4. VEROSOMILITUD.Los acontecimientos relatados en un texto literario no son reales, pero deben ser creíbles, posibles, verosímiles de acuerdo al mundo ficticio que se nos presenta. Cada tipo de relato tiene sus propios códigos. Por ejemplo, en una novela de ciencia ficción el lector acepta hechos como viajes en el tiempo, el uso de una tecnología inexistente, etc. porque forman parte de la lógica de este tipo de relatos.

CARACTERÍSTICAS DEL TEXTO NO LITERARIO

1. AUSENCIA DE FICCIÓN

Los hechos expuestos en un texto literario no son productos de la imaginación de un autor, sino que obedecen a la realidad que vivimos.

2. USO DENOTATIVO DEL LENGUAJE

El significado denotativo es el valor informativo o referencial de las palabras (significado literal o recto; es la primera acepción que aparece en el diccionario). El texto no literario debe ser lo más claro posible, evitar la ambigüedad. Ejemplos de textos donde predomina el lenguaje denotativo: textos periodísticos, textos de estudio, manuales, leyes, recetas médicas, currículo, certificado, etc.

3. PREDOMINIO DE LA FUNCIÓN REFERENCIAL DEL LENGUAJE.

El lenguaje denotativo se emplea principalmente en textos donde predomina la función referencial del lenguaje, es decir, en textos cuya finalidad es transmitir una información, un conocimiento. Son conocidos como textos expositivos.

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FACTORES DE LA COMUNICACIÓN LITERARIA.

Este proceso de comunicación tiene 3 elementos esenciales: autor – obra – lector. De hecho, la literatura existe cuando este proceso de comunicación se cierra, es decir, cuando la obra de un autor es leída por un lector.

Los factores que intervienen en dicho proceso son: Autor (Emisor). La obra literaria es fruto de un acto individual de creación. El creador o autor

vierte en ella sus sentimientos, sus ideas, su forma de entender la vida. Generalmente, el hecho de conocer la biografía del escritor, la época en que fue escrita la obra, la corriente artística a la que pertenece el autor, etc. pueden ayudar a entender de una forma más cabal la obra.

Conforman el contexto de producción de una obra literaria los siguientes elementos:- Experiencias personales del autor: (datos biográficos, condición socioeconómica, cultural, edad, historia familiar, experiencias de vida, etc.)- Contexto histórico o época en que surge la obra (costumbres de la época, hechos sociales relevantes)- Visión de mundo (cosmovisión), ideologías o valores predominantes en esa época.- Corriente artística o escuela literaria predominante en esa época.

Obra (Mensaje): Corresponde al texto en sí, a lo expresado a través del lenguaje, para conformar un mundo narrativo compuesto por acciones, personajes, ambientes, motivos, etc.

Lector (Receptor): El proceso de comunicación del mensaje literario no queda cerrado sin la presencia del destinatario al cual se dirige: el público, lector, o receptor.Cada lector establece con el texto un diálogo particular, que depende de su sensibilidad, su formación cultural, su actitud ideológica. Eso explica que la obra pueda tener distintas interpretaciones a lo largo del tiempo.Se denomina contexto de recepción de una obra literaria a los siguientes factores:- Experiencias personales del lector (datos biográficos, condición socioeconómica, cultural, edad, historia familiar, experiencias de vida, etc.)- Contexto histórico o época en que se recibe o interpreta la obra.- Visión de mundo (cosmovisión), ideologías o valores predominantes en la época que es recibida la obra.- Corriente artística predominante en la época de recepción de la obra.

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LA LEYENDA DE TESEO Y EL LABERINTO DEL MINOTAURO

En Creta reinaba desde hacía mucho un rey muy poderoso llamado Minos. Su capital era célebre en el mundo entero por un curioso edificio que existía en ella, el Laberinto, cuyos corredores tenían un trazado tan complicado que quien penetraba en él, no podía salir jamás. En el interior del laberinto habitaba el terrible Minotauro, monstruo con cabeza de toro y cuerpo de humano, fruto de los amores de Pasifae, la esposa de Minos, con un toro que Poseidón, dios de los mares, hizo surgir de las aguas. En cada novilunio había que sacrificar un hombre al Minotauro, pues cuando el monstruo no tenía con que satisfacer su hambre, se precipitaba fuera para sembrar la muerte y la desolación entre los habitantes de la comarca. Un día, el rey Minos recibió una noticia espantosa: el hijo que era su alegría y orgullo acababa de morir asesinado en Atenas.

El corazón de Minos pedía venganza. En un rapto de ira, reunió a su ejército y lo mandó contra Atenas; la ciudad no estaba preparada para este ataque, no pudo ofrecer resistencia seria y pronto los atenienses tuvieron que pedir la paz.

Minos recibió con severidad a los embajadores. Después de un silencio de mal presagio, les dijo: “Habéis matado a mi hijo, la esperanza de mi vejez, y he jurado vengarme de manera terrible. Ofrezco la paz, pero con una condición: cada nueve años, Atenas enviará siete muchachos y siete muchachas a Creta para que paguen con su vida la muerte de mi hijo.” Un estremecimiento agitó a la asamblea cuando el rey dijo que aquellos muchachos serian arrojados al Minotauro para que los devorara. Una luna nueva sí y dos no, entregaría uno de ellos al monstruo, que, hasta entonces, sólo había saciado su apetito con malhechores.

Como los atenienses vencidos no podían elegir, tuvieron que aceptar las condiciones impuestas por Minos, aunque con esta sola reserva: que si uno de los jóvenes atenienses consiguiese matar al Minotauro y salir del Laberinto, ambas cosas poco menos que imposibles, no sólo salvaría su vida, sino las de sus compañeros, y Atenas sería liberada para siempre de tan atroz obligación.

Dos veces pagaron los atenienses el horrible tributo; dos veces condujo un navío a Creta a siete muchachos y a siete muchachas, sobre quienes recayó la suerte fatal.

Se acercaba ya el día en que por tercera vez la nave de velas negras, signo de luto, iba asurcar el mar. Llegó el momento de echar suertes. Entonces Teseo, hijo único del rey, dio un paso al frente y, sin someterse a sorteo, ofreció su vida por la salvación de la ciudad. Al día siguiente, Teseo y sus compañeros subieron a bordo. El rey y su hijo convinieron en que si a Teseo le favorecía la suerte, el navío que les volviera al país enarbolaría velas blancas.

Días más tarde, los jóvenes atenienses desembarcaron en Creta y fueron conducidos a una casa en las afueras de la ciudad, donde debían permanecer bajo custodia hasta que llegase el momento. La prisión estaba rodeada de un gran jardín que lindaba con el parque por donde las hijas del rey Minos, Ariadna y Fedra, solían pasear. Un día el carcelero se acercó a Teseo y le dijo que en el parque había alguien que quería hablarle. Muy sorprendido, el joven salió y se encontró con Ariadna, la mayor de las dos princesas. Tanto conmovió a ésta el aspecto y porte del mancebo, que decidió ayudarle a matar al Minotauro. “Toma este ovillo de hilo- le dijo-, y cuando entres en el Laberinto, ata el extremo del hilo a la entrada y ve deshaciendo el ovillo poco a poco. Así tendrás una guía que te permitirá encontrar la salida”. Le dio también una espada mágica. Al separarse, Ariadna le preguntó, con voz emocionada: “Te salvo con peligro de mi propia vida: si mi padre supiera que te he salvado, su cólera sería terrible. ¿Me salvarías tú también?” Teseo se lo prometió.

A la mañana siguiente, el príncipe fue conducido al Laberinto. Cuando estuvo tan lejos que no veía la luz del día, tomó el ovillo, ató el extremo del hilo al muro y fue desenrollándolo a medida que avanzaba por los corredores. Durante mucho rato, sólo oía el eco de sus pasos. Pero, de pronto, el silencio fue turbado por un ruido sordo, como el mugido lejano de un toro furioso. El ruido se iba acercando, pero Teseo caminaba animoso. Penetró en una gran sala y se encontró frente al terrible Minotauro, que bramando de furor se lanzó contra el joven. Era tan espantoso, que Teseo estuvo a punto de desfallecer, pero consiguió vencerle con la espada mágica que le había dado la princesa.   Después, le bastó seguir el hilo de Ariadna, en sentido inverso, y pronto pudo atravesar la puerta que tantos jóvenes habían franqueado antes de él para no salir jamás.

Gracias a Ariadna, Teseo salvó su vida y la de sus compañeros, librando a su ciudad de la terrible obligación contraída con el rey Minos.

I. REEMPLAZA LA PALABRA SUBRAYADA POR UN SINÓNIMO.

1. Se precipitaba fuera para sembrar la muerte y la desolación entre los habitantes de la comarca.

2. Minos recibió con severidad a los embajadores.

3. Después de un silencio de mal presagio, les dijo

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4. Sólo había saciado su apetito con malhechores.

5. El rey y su hijo convinieron en que si a Teseo le favorecía la suerte, el navío que les volviera al país enarbolaría velas blancas.

6. Tanto conmovió a ésta el aspecto y porte del mancebo, que decidió ayudarle.

7. De pronto, el silencio fue turbado por un ruido sordo.

8. Bramando de furor se lanzó contra el joven.

9. Pudo atravesar la puerta que tantos jóvenes habían franqueado antes de él.

II. RESPONDE, EN FORMA COMPLETA, BASÁNDOTE EN LA LECTURA.1. ¿Quién era el Minotauro y cómo era físicamente.2. ¿Por qué el rey Minos mandó a su ejército contra Atenas? 3. ¿Qué les ofreció Minos a los atenienses para darles la paz?4. ¿Qué sucedió la 3º vez que los jóvenes atenienses tenían que cumplir su compromiso con Minos?5. ¿Quién y cómo ayudó a Teseo a vencer al Minotauro? 6. ¿Qué peligro debía enfrentar Ariadna si ayudaba a Teseo?7. ¿Crees que Ariadna actúo bien o crees que traicionó a su padre? Justifica.

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LA CASA DE ASTERIÓN (Jorge Luis Borges, argentino)

Sé que me acusan de soberbia, y tal vez de misantropía, y tal vez de locura. Tales acusaciones (que yo castigaré a su debido tiempo) son irrisorias. Es verdad que no salgo de mi casa, pero también es verdad que sus puertas (cuyo número es infinito) están abiertas día y noche a los hombres y también a los animales. Que entre el que quiera. No hallará pompas mujeriles aquí ni el bizarro aparato de los palacios, pero sí la quietud y la soledad. Asimismo hallará una casa como no hay otra en la faz  de la tierra. (Mienten los que declaran que en Egipto hay una parecida.) Hasta mis detractores admiten que no hay un solo mueble en la casa. Otra especie ridícula es que yo, Asterión, soy un prisionero. ¿Repetiré que no hay una puerta cerrada, añadiré que no hay una cerradura? Por lo demás, algún atardecer he pisado la calle; si antes de la noche volví, lo hice por el temor que me infundieron las caras de la plebe, caras descoloridas y aplanadas, como la mano abierta. Ya se había puesto el sol, pero el desvalido llanto de un niño y las toscas plegarias de la grey dijeron que me habían reconocido. La gente oraba, huía, se prosternaba; unos se encaramaban al estilóbato del templo de las Hachas, otros juntaban piedras. Alguno, creo, se ocultó bajo el mar. No en vano fue una reina mi madre; no puedo confundirme con el vulgo, aunque mi modestia lo quiera.

    El hecho es que soy único. No me interesa lo que un hombre pueda trasmitir a otros hombres; como el filósofo, pienso que nada es comunicable por el arte de la escritura. Loas enojosas y triviales minucias no tienen cabida en mi espíritu, que está capacitado para lo grande; jamás he retenido la diferencia entre una letra y otra. Cierta impaciencia generosa no ha consentido que yo aprendiera a leer. A veces lo deploro, porque las noches y los días son largos. 

    Claro que no me faltan distracciones. Semejante al carnero que va a embestir, corro por las galerías de piedra hasta rodar al suelo, mareado. Me agazapo a la sombra de un aljibe o a la vuelta de un corredor y juego a que me buscan. Hay azoteas desde las que me dejo caer, hasta ensangrentarme. A cualquier hora puedo jugar a estar dormido, con los ojos cerrados y la respiración poderosa. (A veces me duermo realmente, a veces ha cambiado el color del día cuando he abierto los ojos.) Pero de tantos juegos el que prefiero es el de otro Asterión. Finjo que viene a visitarme y que yo le muestro la casa. Con grandes reverencias le digo: Ahora volvemos a la encrucijada anterior o Ahora desembocamos en otro patio o Bien decía yo que te gustaría la canaleta o Ahora verás una cisterna que se llenó de arena o Ya verás cómo el sótano se bifurca. A veces me equivoco y nos reímos buenamente los dos.

    No sólo he imaginado eso juegos, también he meditado sobre la casa. Todas las partes de la casa están muchas veces, cualquier lugar es otro lugar. No hay un aljibe, un patio, un abrevadero, un pesebre; son catorce [son infinitos] los pesebres, abrevaderos, patios, aljibes, la casa es del tamaño del mundo; mejor dicho, es el mundo. Sin embargo, a fuerza de fatigar patios con un aljibe y polvorientas galerías de piedra gris, he alcanzado la calle y he visto el templo de las Hachas y el mar. Eso no lo entendí hasta que una visión de la noche me reveló que también son catorce (son infinitos) los mares y los templos. Todo está muchas veces, catorce veces, pero dos cosas hay en el mundo que parecen estar una sola vez: arriba, el intrincado sol; abajo, Asterión. Quizá yo he creado las estrellas y el sol y la enorme casa, pero ya no me acuerdo. 

    Cada nueve años entran en la casa nueve hombres para que yo los libere de todo mal. Oigo sus pasos o su voz en el fondo de las galerías de piedra y corro alegremente a buscarlos. La ceremonia dura pocos minutos. Uno tras otro caen sin que yo me ensangriente las manos. Donde cayeron, quedan, y los cadáveres ayudan a distinguir una galería de las otras. Ignoro quiénes son, pero sé que uno de ellos profetizó, en la hora de su muerte, que alguna vez llegaría mi redentor, Desde entonces no me duele la soledad, porque sé que vive mi redentor y al fin se levantará sobre el polvo. Si mi oído alcanzara los rumores del mundo, yo percibiría sus pasos. Ojalá me lleve a un lugar con menos galerías y menos puertas. ¿Cómo será mi redentor?, me pregunto. ¿Será un toro o un hombre? ¿Será tal vez un toro con cara de hombre? ¿O será como yo?

    El sol de la mañana reverberó en la espada de bronce. Ya no quedaba ni un vestigio de sangre.

    -¿Lo creerás, Ariadna? -dijo Teseo-. El minotauro apenas se defendió.

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RESPONDE LAS SIGUIENTES PREGUNTAS.

1. ¿Qué antecedentes necesitas conocer para comprender el cuento La casa de Asterión?2. ¿Quién es el principal narrador de este cuento? ¿Qué otro tipo de narrador existe?3. ¿Qué representa Teseo para Asterión?4. ¿Cómo veían los hombres a Asterión? ¿Cómo se veía a sí mismo?5. ¿En qué se asemejan y en qué se diferencian los textos El Minotauro y La casa de Asterión

RELACIONA SINÓNIMOS ENTRE AMBAS COLUMNAS.

1. irrisorias ( ) superficiales2. pompas ( ) salvador3. detractores ( ) vaticinó4. agazapo ( ) enemigos5. triviales ( ) resto6. plebe ( ) ridículas7. bifurca ( ) oculto8. abrevadero ( ) brilló9. profetizó ( ) divide10. redentor ( ) suntuosidades11. reverberó ( ) vulgo12. vestigio ( ) estanque

ANÁLISIS DE LA CASA DE ASTERIÓN.

Este cuento aparece en el libro “El aleph” de Jorge Luis Borges, escritor argentino, y está precedido de un epígrafe: “Y la reina dio a luz un hijo que se llamó Asterión”, el cual nos remite a la mitología griega.

En Borges, los mitos sirven para expresar profundas verdades sobre la naturaleza humana.En esta obra, el autor usó la técnica del monólogo, es decir, es el propio protagonista (Asterión) quien

nos entrega una visión de sí mismo y del mundo que lo rodea.Asterión se atemoriza del mundo exterior, aquel que está fuera del laberinto, pero también sufre por la

soledad y exclusión del mundo.Su mundo es el laberinto. Este encierro simboliza la soledad y de ella sólo se escapa a través de la

muerte. Por eso Asterión espera con ansias a su asesino, quien lo liberará de4 su soledad.

INTERTEXTUALIDAD.

Consiste en la presencia, en un texto determinado, de expresiones, temas, características estructurales, estilísticas, etc., procedentes de otros textos.La intertextualidad se puede manifestar de las siguientes formas:

La cita (epígrafe) consiste en incluir la palabra del otro tal cual este la expresó, es la reproducción literal de un enunciado.

Correlato. Se toma un texto y se reelabora, se crea una nueva versión. La polémica consiste en discutir el discurso del otro, puede ser de manera explícita en la

polémica abierta o de forma soterrada, en la polémica oculta. La parodia consiste en una imitación burlesca de otro texto.

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GUIA: INTERTEXTUALIDAD.

NOMBRE: _________________________________________ FECHA: ______________________

LEE LOS SIGUIENTES POEMAS Y RESPONDE LAS PREGUNTAS.

ARTE POÉTICA (VICENTE HUIDOBRO)

"Que el verso sea como una llave que abra mil puertas.

Una hoja cae; algo pasa volando; cuanto miren los ojos creado sea,

y el alma del oyente quede temblando.

Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra; el adjetivo, cuando no da vida, mata.

Estamos en el ciclo de los nervios. El músculo cuelga,

como recuerdo, en los museos; mas no por eso tenemos menos fuerza: el vigor verdadero reside en la cabeza.

Por qué cantáis la rosa, ¡ Oh Poetas ! hacedla florecer en el poema;

sólo para nosotros viven todas las cosas bajo el Sol.

El poeta es un pequeño Dios. "

EL CREACIONISMO.Nace en París, en la 2° década del siglo XX. El término pertenece a Vicente Huidobro. Este movimiento pretendía hacer de la poesía un instrumento de creación absoluta, que encuentra su significación en sí misma y no en la función referencial del lenguaje. Rechazan lo anecdótico y descriptivo, ya que el poeta debe crear, no imitar. El objeto de interés lo constituye el poema en sí y no de lo que se trate. La función primordial del poeta es la de crear un mundo nuevo, por medio de la poesía pura. Este movimiento se caracteriza por la búsqueda de nuevos recursos expresivos: palabras carentes de significado, neologismos creados por el poeta, metáforas originales, etc. La ideología con que se relaciona es el idealismo.

ARS POETIQUE (RODRIGO LIRA)

para la galería imaginaria

Que el verso sea como una ganzúaPara entrar a robar de noche

Al diccionario a la luzDe una linterna

sorda comoTapia

Muro de los LamentosLamidos

Paredes de Oído!cae un Rocket pasa un Mirage

los ventanales quedaron temblandoEstamos en el siglo de las neuras y las siglas

y las siglasson los nervios, son los nervios

El vigor verdadero reside en el bolsilloes la chequera

El músculo se vende en paquetes por Correosla ambición

no descansa la poesíaestá c

olgando

en la dirección de Bibliotecas Archivos y Museos en Artículos de lujo, de primera necesidad,

oh, poetas! No cantéisa las rosas, oh, dejadlas madurar y hacedlas

mermelada de mosqueta en el poema

El Autor pide al Lector diScurpas por la molestia

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(Su Propinaes Misuerdo)

RODRIGO LIRA (1949-1981)

La figura de Rodrigo Lira mantiene hasta hoy cierto carácter de mito que, muchas veces, impide valorar su obra. Sin embargo, su labor creativa expresa uno de los más interesantes caminos seguidos por la poesía chilena en el último tercio del siglo XX, sintetizando y extremando los caminos abiertos anteriormente por poetas como Nicanor Parra y Enrique Lihn. El rescate e introducción del habla coloquial en el discurso poético, la utilización de un humor punzante y negro en el interior de la obra, y la constante del factor intertextual, por mencionar sólo algunos de los puntales sobre los que se sostiene la obra de Lira, componen una creación que quebró la continuidad de una tradición poética enmarcada en la opresión objetiva y subjetiva en que se encontraba Chile durante la dictadura.

Lira se consideraba a sí mismo más un “manipulador del lenguaje” que un poeta, de lo que dan cuenta muchas de sus obras, marcadas por la permanente experimentación lingüística y gráfica. Sus textos, que circularon en infinidad de fotocopias que se iban pasando de mano en mano, estaban llenos de juegos tipográficos e imágenes, que cumplían en la obra una función tan importante como las continuas referencias bibliográficas a autores y obras.

Tras su suicidio, la figura de Rodrigo Lira fue adquiriendo las características de un poeta de culto, principalmente por el carácter “maldito” que se le quiso adjudicar a él y su obra, realizándose algunos estudios y numerosas notas de prensa referidas al poeta. Sin embargo, su poesía ha comenzado a independizarse del mito, mostrando todo su valor e importancia. Como señala Enrique Lihn en el prólogo de Proyecto de obras completas, “si el objeto de la poesía no fuera el de consolarnos y hacernos soñar, sino el de desconsolarnos, manteniéndonos desvelados, Rodrigo Lira tendría el lugar que le reservamos en el Olimpo subterráneo de la poesía chilena”.

RESPONDE LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:

1. ¿Qué función se le atribuye a la poesía en los versos de Huidobro: “Que el verso sea como una llave / que abra mil puertas”2. Compara con la función atribuida en Ars poetique:“Que el verso sea como una ganzúa / para entrar a robar de noche / al diccionario a la luz / de una linterna”3. ¿Qué quiere decir el hablante lírico en Arte poética cuando afirma que: “El poeta es un pequeño Dios”.4. ¿Qué rol o función se atribuye al poeta en Ars poetique? Compáralo con la visión que se tiene del autor, expresada en Ars poetique.5. Compara el tipo de mundo presentado en los siguientes versos de cada uno de los poemas:“Una hoja cae; algo pasa volando; / cuanto miren los ojos creado sea, / y el alma del oyente quede temblando.” (Arte poética) “Cae un Rocket pasa un Mirage /  los ventanales quedaron temblando (Ars poetique)6. ¿Dónde reside el vigor verdadero, en uno y otro poema? ¿Con cuál visión estás más de acuerdo? Justifica tu opinión.7. ¿En qué forma se incorpora la intertextualidad en el poema de Rodrigo Lira? (Cita, correlato, parodia o polémica). Justifica tu respuesta.