el ataque de los huevos duros

3
El ataque de los huevos duros Supermandona y Supercanijo eran hijos del famoso Superhéroe Supermelocomotodo. A Supermandona y Supercanijo les encantaba el desayuno de los sábados: ¡Un exquisito Superhuevo frito! Pero un sábado pasó algo horrible... Su padre no les preparó el Superhuevo frito de siempre, sino un Superhuevo duro. -¡Superhuevo duro noooo! -se quejó Supermandona-. ¡Es superasqueroso! -¡Puaj! ¡Esto no hay quien se lo coma! -añadió Supercanijo con cara de asco. -Me voy a leer un rato -dijo su padre, supermelocomotodo-. Cuando vuelva, espero que os hayáis comido los Superhuevos duros, ¿estamos? Los dos superniños se quedaron mirando los huvos duros que había en sus platos. -¡Sois Superrepugnantes! -les dijo Supermandona. De repente, uno de los Superhuevos duros le contestó: -Si yo tuviese boca, ¡me comería todas las cosas de vuestro mundo!

Upload: yerkaordeneshermosilla

Post on 22-Dec-2015

15 views

Category:

Documents


1 download

DESCRIPTION

Cuento infantil

TRANSCRIPT

Page 1: El Ataque de Los Huevos Duros

El ataque de los huevos duros

Supermandona y Supercanijo eran hijos del famoso Superhéroe

Supermelocomotodo.

A Supermandona y Supercanijo les encantaba el desayuno de los

sábados:

¡Un exquisito Superhuevo frito!

Pero un sábado pasó algo horrible...

Su padre no les preparó el Superhuevo frito de siempre, sino un

Superhuevo duro.

-¡Superhuevo duro noooo! -se quejó Supermandona-. ¡Es

superasqueroso!

-¡Puaj! ¡Esto no hay quien se lo coma! -añadió Supercanijo con cara

de asco.

-Me voy a leer un rato -dijo  su padre, supermelocomotodo-. Cuando

vuelva, espero

que os hayáis comido los Superhuevos duros, ¿estamos?

Los dos superniños se quedaron mirando los huvos duros que había

en sus platos.

-¡Sois Superrepugnantes! -les dijo Supermandona.

De repente, uno de los Superhuevos duros le contestó:

-Si yo tuviese boca, ¡me comería todas las cosas de vuestro mundo!

Page 2: El Ataque de Los Huevos Duros

-Ah, ¿sí? ¡A ver si te atreves!

-axclamó Supercanijo.

Como los dos Superniños tenían Superpoderes, hicieron:

¡Superzasssssssssssssss!

Y a los Superhuevos duros les salieron bocas tremendas con

Superdientes

y todo.-¡Yo me como este plato! -dijo uno, encantado.

-¡Y yo este vaso! -dijo el otro-. Está un poco duro, ¡pero nos gusta

comes

de todo!, no como a vosotros, que odiáis los huevos duros...

-añadió con mucho rintintín.

Los dos Superhuevos duros habían crecido un poquito....

-¡Este florero está riquísimo! -dijo uno de los Superhuvos duros.

-¡Pues esta botella está aún mejor! -dijo el otro.

Los dos Superhuevos duros no paraban de comer y seguían

creciendo.....

¡Ya eran del tamañano de un perro!

-Esta mesa tampoco está mal...

-¡Prueba esta silla!

-¡La nevera estaba de primera!

Los dos Superhuevos duros crecían y crecían....

¡Ya eran más grandes que los Superniños!

Los dos Superhuevos duros salieron al jardín, y mientras uno se comía

un

Page 3: El Ataque de Los Huevos Duros

árbol, el otro dijo: -¡Seguro que la carne de Superniño está más

blandita

que todo lo que nos hemos zampado!

-¡Es verdad! -dijo el Superhuevo duro más gordo, que ya era del

tamaño

de una casa-. ¡Yo me pido al pequeño, que parece más tierno!

Los dos Superhuevos duros abrieron sus bocazas....

¡Y los dos Superniños, desesperados, por fin empezaron a

comérselos!

-¿Por qué no nos los comimos cuando eran pequeños? -gimio

Supercanijo estre

superbocado y superbocado.

Y Supermandona replicó:

-¡Tú como y calla!