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KOBIE (Serie Paleoantropología), Bilbao Bizkaiko Foru Aldundia-Diputación Foral de Bizkaia N.º XIX, 1990/91
EL ASENTAMIENTO ROMANO-MEDIEVAL DE FRATO (ALORIA; ALAVA I ORDUÑA; BIZKAIA).
CAMPAÑA DE PROSPECCION Y SONDEO. 1989
RESUMEN
J.J. Cepeda(*) l. Calleja(**)
M. Unzueta (**) y P. Castaños. (**)
En este artículo se presenta un estudio preliminar sobre el asentamiento romano y medieval de Frato - San Juan (Aloria -Orduña). Una parte fundamental del mismo se dedica al material cerámico recuperado en la campaña de sondeos arqueológicos efectuada en 1989.
SUMMARY
In this paper we present a preliminary repport on the roman and medieval site of Frato - San Juan (Aloria - Orduña). A most relevant part of it is dedicated to the study of pottery recovered in the first season of fieldwork (1989).
LABURPENA
Artikulu honetan, Aloria (Arrastaria) eta Urduña bitartean kokaturiko "Frato - San Juan", erromatarren garaiko etaerdiaroko aztarnategiari buruzko lehenengo ikerketa aurkezten da. Artikulo honen atalik handienean 1989. urtean burutu zen arkeologi kanpainan bildutako keramikaren azterketa egiten da.
(*) Becario de Investigación del Departamento de Educación del Gobierno Vasco. (**) Museo Arqueológico, Etnográfico e Histórico Vasco de Bilbao.
76 J.J. CEPEDA- l. CALLEJA - M. UNZUETA- P. CASTAÑOS
RESUMENES
Durante los meses de agosto y septiembre de 1989, en conformidad con los permisos concedidos por la Dirección del Patrimonio Histórico-Artístico del Gobierno Vasco y el Servicio de Patrimonio Histórico de la Diputación Foral de Bizkaia, se procedió a la realización de una serie de sondeos arqueológicos en el término limítrofe entre los actuales municipios de Orduña (Bizkaia) y Arrastaria (Alava), en las proximidades del pueblo de Aloria. La finalidad de los mismos fue la de concretar la existencia de un yacimiento arqueológico de época romana en el lugar y llegar a la atribución cronológica del mismo (1). Al tiempo se pudo recoger información sobre otros asentamientos de cronología similar enclavados en las proximidades (2).
Con excesiva frecuencia la investigación sobre el habitat y la distribución del poblamiento de época romana en el País Vasco debe contentarse con la recogida de lacónicas noticias corno la de lugar con restos romanos, tan ambigua corno insuficiente para la resolución de las actuales incógnitas que existen sobre la ocupación del espacio en el período que se extiende entre los siglos 1 y V d. C. Esta era por tanto una buena oportunidad para ampliar los datos disponibles sobre uno de estos lugares y avanzar en la caracterización del tipo de habitat existente.
Por su configuración geográfica, el Valle de Orduña presentaba además el interés de ser una vía natural de comunicación entre las zonas interiores del país y la vertiente cantábrica, escasamente romanizada. La información sobre la adopción de formas culturales romanas en este territorio se nos desvelaba por tanto corno de una gran importancia para la configuración de modelos aplicables a las distintas zonas que conforman el País Vasco, tarea ésta que si aún no da resultados completamente definitorios, sólo puede avanzar mediante la intervención y estudios arqueológicos.
l. DESARROLLO DE LOS TRABAJOS
El yacimiento arqueológico de Frato se encuentra situado en la llanada de Orduña, a dos kilómetros de esta localidad,
( 1) La realización de los trabajos de campo fue posible gracias a la subvención económica concedida por la Diputación Foral de Bizkaia. En el transcurso de los mismos colaboraron los arqueólogos J.J. Ibáñez y J.E. González Urquijo, así como los estudiantes M. Fano, S. Castellet, J.M. Ugarte, B. Cepeda y M. Pinedo. Una parte de los dibujos ha sido realizada por M.S. Echeverría con su habitual y eficaz minuciosidad. Las fotografías son, también en parte, obra de A. Sánchez. A todos ellos nuestro más sincero agradecimiento. Por último, hemos de dejar constancia de la enorme deuda contraída con, J.L. Ugarte y J.A. Uzquiano, propietarios de los terrenos objeto de sondeo. De no ser por las facilidades que nos otorgaron nunca hubiera podido realizarse esta memoria.
(2) Hemos de agradecer sinceamente a D. Félix Murga y a D. Teodoro U garte su ayuda al cedernos para su estudio los materiales arqueológicos por ellos recogidos en el transcurso de las obras que afectaron al yacimiento.
en las proximidades de la pequeña población de Aloria. El lugar se encuentra ya al pie de las laderas del monte San Pedro, a una cota de altitud de 300 metros sobre el nivel del rnar, rnuy próximo al arroyo San Juan. El término concreto que ocupa el yacimiento es conocido corno Frato (figs. 1 y 2).
Fig. l.
OAOUÑA
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Fig. 2.
Las únicas noticias publicadas sobre la existencia de hallazgos arqueológicos en este término se encuentran en la Carta Arqueológica de Alava, donde se da cuenta del descubrimiento de un molino circular así corno de distintos fragmentos de terra sigillata y cerámica vulgar, que hacen pensar en la existencia de un asentamiento de época romana en el lugar (3). Casi al rnisrno tiempo de la publicación de estos hallazgos llegaban al Museo Arqueológico, Etnográfico e Histórico Vasco de Bilbao un reducido grupo de restos cerámicos, fragmentos informes de terra sigillata hispánica, recogidos en superficie por J.A. Ocharan que venían a sumarse así a la evidencia hasta entonces disponible.
(3) WAA, Carta arqueológica de Alava, 1. Vitoria, 1987, p. 204.
EL ASENTAMIENTO ROMANO-MEDIEVAL DE FRATO (ALORIA; ALA V A, ORDUÑA; BIZKAIA). CAMPAÑA DE PROSPECCION Y SONDEO. 1989 77
Con estos datos decidimos llevar a cabo una primera prospección del lugar que hiciese posible concretar las zonas de mayor concentración de hallazgos de cara a la posterior realización de los sondeos. Los resultados permitieron ampliar considerablemente el número de piezas conocidas, a la vez que se pudo concretar la localización del yacimiento en los términos de Frato y San Juan, en la zona por la que discurre el arroyo del mismo nombre. La relación de este conjunto de piezas se hace a continuación. Las descripciones incluyen también los fragmentos más significativos mencionados genéricamente en la Carta Arqueológica de Alava, que nos han sido cedidos por su descubridor, Teodoro Ugarte (4).
l.- Fragmento de la pieza superior de un molino de mano circular.
2.- Fragmento de la pieza superior de un molino de mano circular.
3.- Fragmento de galbo de una forma Drag. 37 de terra sigillata hispánica (TSH); presenta decoración de metopas correspondiente al friso superior. Bajo un friso de ovas que sirve de separación con el borde de la pieza, se presenta la decoración de metopas separadas entre si por ocho líneas onduladas verticales con una hilera de bifoliáceas en el centro. En el interior de la metopa un círculo sogueado contiene el punzón de un ave muy común en la sigillata producida en los talleres riojanos (Mayet, pl CLXXVII, 1705-7 sobre formas Drag. 29 y 37), en Numancia se encuentra sobre forma Drag. 37 (Romero Carnicero, fig. 49, 480); igualmente un punzón similar en Bezares sbre la misma forma (Garabito, fig. 35, 157). La pasta es de color rosa (L27) y el barniz rojo inglés brillante (R19). El estilo de la decoración y su calidad de ejecución nos da una fecha en el último tercio del siglo 1 d.C. (lám. 1, 1).
4.- Fragmento del frisco inferior de una forma de
( 4) Las obras utilizadas en la clasificación de las piezas cerámicas y que se citarán de forma abreviada son las siguientes: J.A. Abásolo, F. Pérez, Excavaciones en Salinas de Rosío (Burgos), NAH, 24, 1985, pp.159-262; T. Garabito, Los alfares romanos riojanos. Producción y comercialización, Madrid, 1978; J.R. López Rodríguez, Terra sigillata hispánica tardía decorada a molde en la Península Ibérica, Valladolid, 1985; A. Martínez Salcedo, M. Unzueta, Estudio del material romano de la cueva de Peña Forua (Vizcaya), Bilbao, 1988; F. Mayet, Les céramiques a parois fines dans la Péninsule Ibérique, París, 1975; Idem., Les céramiques sigillées Hispaniques, París, 1984; M.A. Mezquíriz, Terra Sigillata Hispánica, Valencia, 1961; Idem., Tipología de la Terra Sigillata Hispanica, Monografías del Museo Arqueológico Nacional (Madrid); 1.2, 1983, pp.123-132; ldem., Terra Sigillata ispanica, Atlante delle forme ceramiche, Il, Roma 1986, pp.97-114. P. Palo!, J. Cortés, La villa romana de la Olmeda. Pedrosa de la. Vega (Palencia), Madrid, 1974; M.V. Romero Carnicero, Numancia l. La terra sigillata, EAE 146, Madrid, 1985. Para la determinación de los colores de pasta en los fragmentos cerámicos de referencia utilizada es A. Cailleux, Notice sur le code des coleurs des sois, París, 1956.
TSH, probablemente una 37, decorada con estilo de metopas. La separación entre éstas se hace mediante líneas onduladas verticales entre las que se inserta una hilera de ángulos; dos pequeños baquetones paralelos separan el campo decorado del fondo. El motivo central lo constituye un ave cuya disposición es muy frecuente en los productos de los talleres del río Najerilla (Mayet, pl. CCLXXII); punzones similares a este aparecen en Bezares (Garabito, fig. 23,18) sobre forma Drag, 29 y en Tricio sobre forma indeterminada (Garabito, fig. 96, 225). El motivo aparece repetidamente en otros yacimientos peninsulares, Mallén, Mérida, Almodovar, Numancia .. ., tanto sobre formas 37 como 29. La pieza presenta un barniz rojo inglés (R20) muy brillante y su cronología parece temprana, sin sobrepasar el siglo 1 d.C. (lám. 1, 2).
5.- Fragmento de galbo de TSH, forma indeterminada, con decoración metópada bajo un frisco horizontal de ángulos; motivo fragmentario de un tipo de palmeta con tres lóbulos (lám.1,3).
6.- Fragmento de TSH, probablemente una forma Drag. 37, decorada con la conjunción de metopas y círculos que dan lugar al llamado estilo de transición. El frisco decorativo principal está formado por círculos sogueados separados por una serie de líneas onduladas verticales e hileras de perlitas; la zona inferior está delimitada por una moldura que separa otro frisco menor que contiene una serie de palmetas. Pasta de color tierra siena tostado (M37), barniz rojo inglés (P20) (lám. l, 4).
7 .- Fragmento de borde de TSH, posible forma Drag. 29; se conserva el inicio de la decoración de círculos lisos. Barniz rojo inglés (P20) (lám. 1, 5).
8.- Fragmento de galbo de TSH, con decoración de círculos concéntricos lisos (lám. 1, 6).
9.- Fragmento de galbo de TSH, con decoración de círculos concéntricos segmentados y una roseta de nueve pétalos en el centro (lám. 1, 7).
10.- Fragmento de galbo de TSH, probablemente una forma Drag. 37; presenta decoración de círculos concéntricos, el exterior sogueado y los interiores lisos, muy mal conservada; barniz rojo inglés (P20) (lám. 1, 8).
11.- Fragmento de galbo de TSH, lleva decoración de círculos sogueados (lám. 1, 9).
12.- Fragmento de galbo de TSH, decorado con círculos concéntricos lisos con botón central y sobre ellos una decoración de burilado (lám.1, 10).
13.- Fragmento de galbo de TSH, lleva decoración de círculos segmentados, sobre una moldura (lám. 1, 11).
14.- Fragmento de galbo de TSH, con decoración de círculos concéntricos, liso el interior y segmentado el exterior (lám. 1, 12).
15.- Fragmento de galbo de TSH, forma 37, con decoración de motivos verticales muy esquemáticos, barniz rojo Venecia (S20) (lám. 1,13).
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16.- Fragmento de borde liso de un cuenco de TSH, forma Rit. 8; pasta de color rosa (M37), barniz rojo inglés (P20) (lám. 2, 14).
17.- Fragmento de borde liso, forma Rit. 8, de TSH (lám. 2, 15).
18.- Fragmento de borde de un cuenco de TSH, probablemente forma Rit. 8 (lám. 2, 16).
19.- Fragmento de borde de un cuenco de TSH, forma Rit. 8, con acanaladura en el galbo (lám. 2, 17).
20.- Fragmento de borde de un cuenco de TSH, forma Rit. 8 (lám. 2, 18).
21.- Fragmento de borde liso de un cuenco de TSH, forma Rit. 8 (lám. 2, 19).
22.- Fragmento de borde de sección triangular de una forma indeterminada de TSH (lám. 2, 20).
23.- Fragmento de borde de un cuenco de TSH, probablemente una forma Rit. 8 (lám. 2, 21).
24.- Fragmento de borde de un cuenco de TSH, probablemente forma Rit. 8 (lám. 2, 22).
25.- Fragmento de borde de una forma Drag. 37 de TSH con borde de almendra; barniz rojo inglés (P20) brillante, pasta rosa (L25) (lám. 3, 23 ).
26.- Fragmento de plato de TSH, forma 4, con reborde inclinado y engrosamiento en el labio; dos acanaladuras enmarcan una decoración burilada en la superficie del borde (lám. 3, 24).
27. Fragmento de plato o cuenco de TSH, formas 4 ó 5, lleva borde con decoración burilada (lám. 3, 25).
28. Fragmento de borde y cuello de una jarra de TSH (lám. 3, 26).
29. Fragmento de borde de una forma 5 de TSH (lám. 3, 27).
30. Fragmento de borde de un cuenco de TSH (lám. 3, 28).
31. Fragmento de borde de un cuenco de TSH (lám. 3, 29).
32-34.- 3 Fragmentos de bordes distintos de cuencos de TSH (lám. 3, 30-32).
35.- Fragmento de borde de una forma Drag. 37 de TSH (lám. 3, 33).
36-41.- 6 Fragmentos de bordes distintos de cuencos de TSH, verosimilmente forma Rit. 8 (lám. 3, 34-36 y 38-40).
42.- Fragmento de borde de TSH, forma Drag. 29 (lám. 3, 37).
43.- Fragmento de borde de TSH forma Drag. 37; borde almendrado; pasta de color rojo pálido (M25) y barniz rojo inglés (R 19) (lám. 4, 41 ).
44.- Fragmento de borde de un cuenco de TSH; pasta tierra verde tostada (M35), barniz rojo inglés (P29) (lám.4, 42).
45.- Fragmento de borde de una forma indeterminada de TSH (lám. 4, 43).
46.- Fragmento de borde de una forma Drag. 37 de TSH; pasta rosa (M20), barniz rojo inglés (P20) (lám. 4, 44).
47.- Fragmento de borde probablemente de una forma Drag. 29 de TSH; barniz rojo inglés (P20) (lám. 4,45).
48.- Fragmento de cuenco de TSH, de forma troncocónica, forma indeterminada; pasta de color rosa (M20), ha perdido la mayor parte del barniz, de color anaranjado poco adherente (lám. 4, 46).
49.- Fragmento de una copa de TSH, forma 5, con reborde horizontal recto; pasta de color rosa (L25), barniz rojo inglés (P20) (lám. 4, 47).
50.- Fragmento de fondo de una forma Drag. 15/17 de TSH; presenta un grafito en su superficie en el que puede leerse [ ... ]ATALI (lám. 5, 48).
51.- Fragmento de fondo de TSH, pasta de color tierra siena tostado (M35), barniz rojo inglés oscuro (S 11) (lám. 5, 49).
52.- Fragmento de fondo de TSH, forma Drag. 30; pasta de color rosa (L25), barniz rojo inglés (P20) (lám. 5, 50).
53-61.- 6 Fragmentos de fondos correspondientes a distintas piezas de TSH; presentaban características de pasta, color rosa (M20), y barniz, color rojo inglés (P20), típicamente altoimperiales (lám. 5, 51-59).
62.- Fragmento del fondo de un plato de TSH; pasta rosa (M20), barniz rojo inglés (P20). Presenta decoración burilada en su superficie interior (lám. 5, 60).
63.- Fragmento de borde y galbo de una forma 37t de terra sigillata hispánica tardía (TSHT), de labio plano; presenta decoración de coronas de círculos llenos de ángulos; pasta de color rosa (M20) (lám. 6, 61).
64.- Fragmento de galbo de TSHT que presenta dos engrosamientos (lám. 6, 62).
65.- Fragmento de galbo decorado de un recipiente de TSHT, que presenta una decoración de tres líneas circulares y medias lunas dispuestas sin ningún orden aparente; pasta de color tierra siena tostado (M37), no conserva barniz (lám. 6, 63).
66.- Fragmento de galbo de TSHT que presenta decoración de dos pequeños círculos y otro motivo no reconocible (lám. 6, 64).
67.- Fragmento de galbo de TSHT decorado con dos círculos muy engrosados (lám. 6, 65).
68-69.- 2 Fragmentos de bordes planos correspondientes a dos piezas diferentes de TSHT, forma 37t; pasta de color rosa (M20) (lám. 6, 66-67).
70.- Fragmento de fondo de TSHT; pasta ocre carne (N45), no conserva barniz (lám. 6, 68).
SONDEOS ARQUEOLOGICOS EN LA MARGEN IZQUIERDA DEL ARROYO SAN JUAN.
El grupo de sondeos que aportó un mayor número de datos sobre el asentamiento romano existente en este término corresponde a los números 4 - 7. Todos ellos fueron abiertos en las inmediaciones del nuevo curso del río San Juan, en sus dos márgenes, aguas abajo del puente recientemente construído (fig. 3). Esta zona fue afectada directamente por las obras
Fig. 3.
Flg. 5.
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Fig. 6. Corte sobre el río San Juan. Estado actual.
Fig. 7. Sondeo 7.
identificarse algunos fragmentos de cerámica tardorromana, muy alterados. Las pequeñas dimensiones del sondeo hicieron que los hallazgos fuesen de escasa importancia numérica (fig. 7).
El sondeo 6 (figs. 8-12) proporcionó importantes datos sobre las características de la vivienda así como sobre su cronología.
Fig. 8. Sondeo 6.
EL ASENTAMIENTO ROMANO-MEDIEVAL DE FRA TO (ALORIA; ALA VA, ORDUÑA; BIZKAIA). CAMPAÑA DE PROSPECCION Y SONDEO. 1989 81
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Fig. 9. Sondeo 6. Perfil l.
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Fig. 10. Sondeo 6. Perfil 2.
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Estratigrafía y relación de materiales arqueológicos. Corresponde a la capa de tierra revuelta por las labores
Fig. 11. Sondeo 6. Planta.
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EL ASENTAMIENTO ROMANO-MEDIEVAL DE FRATO (ALORIA; ALAV A, ORDUÑA; BIZKAIA). CAMPAÑA DE PROSPECCION Y SONDEO. 1989 83
Fig. 12. Sondeo 6. Alzado zócalo SW-NE.
agrícolas y por los trabajos de nivelación de terreno efectuados recientemente en la nueva parcelación de la finca; se trata de un nivel de tierra suelta de color marrón, que presenta un grosor medio de 15 cms. en el que se halló parte de una canalización moderna y restos cerámicos de loza.
NIVEL Il (5)
Nivel de tierra marrón negruzca compacta que corresponde a un momento de ocupación medieval. Aunque son abundantes en él los fragmentos de cerámica, no ha podido documentarse ningún resto constructivo. El material arqueológico hallado incluye un total de 476 fragmentos cerámicos: 419 corresponden a piezas de atribución medieval, 39 a recipientes de terra sigillata hispánica y 18 de cerámica común romana del tipo denominado genéricamente como "común local" (6).
Las piezas más significativas se describen a continuación. 1.- Cerámica medieval. Fragmentos correspondientes
a un recipiente de forma globular, cuello estriado, labio engrosado y fondo recto; pasta de color naranja (lám. 7, 69).
2.- Cerámica medieval. Fragmento de cuello y borde de una forma cerrada, con labio ligeramente mar-
(5) Durante la excavación, ante una primera ausencia de criterios para diferenciar niveles estratigráficos se profundizó en planos de aproximadamente de 10 cms. La numeración correspondiente a estos es precisamente la que aparece en la sigla de las piezas recuperadas. El nivel II pudo ser diferenciado del siguiente en el plano 4, de tal forma que estos 4 primeros planos corresponden a lo que finalmente denominarnos nivel l.
(6) Aunque la difusión de este tipo de cerámica alcanza un espacio geográfico ciertamente amplio, que comprende una buena parte del norte peninsular, mantenemos aquí la denominación con que fue dada a conocer por M. A. Mezquiriz en "Estudio de los materiales hallados en la villa romana de Liedena", Excavaciones arqueológicas en Navarra, ll, 194 7-1951. Pamplona, 1954.
cado; pasta de tono rosaceo en superficie e interior gris (lám. 7, 70).
3.- Cerámica medieval. Fragmento de cuello recto y estriado, con borde vuelto simple; pasta de color ocre (lám. 7, 71).
4-7 .- Cerámica medieval. Fragmentos de fondos rectos, de características similares; pasta naranja (lám. 7, 72-75).
8.- Cerámica medieval. Fragmento de borde con labio redondeado; pasta de color rosaceo claro (lám. 8, 76).
9.- Cerámica medieval. Fragmento de fondo recto; pasta naranja (lám. 8, 77).
10.- Cerámica medieval. Fragmento de fondo recto; pasta de color rosaceo (lám. 8, 78).
11.- Fragmento de galbo de terra sigillata hispánica tardía (TSHT). Corresponde a una forma decorada a base de dos coronas de círculos concéntricas que contienen hileras de ángulos; pasta de color siena tostado (M37). Siglo IV d. C. (lám. 9, 83).
12.- Fragmento de galbo de una forma 37 de terra sigillata hispánica (TSH); presenta decoración metopada con dos líneas centrales de separación entre las cuales se incluye una hilera de ángulos; barniz rojo inglés adherente (R20), pasta de color rosa (M20). Altoimperial (lám. 9, 84).
13.- Fragmento de forma 37t de TSHT, cuello abierto y borde ligeramente redondeado; pasta ocre carne (N40), no conserva barniz (lám. 9, 85).
14.- Fragmento de borde de una forma 37t de TSHT; pasta de color siena tostado (lám. 10, 100).
15.- Fragmento de un cuenco de TSHT, de perfil próximo a la clásica Rit. 8, corresponde a la forma 1 O de Palo!; borde recto de características tardías; pasta de color rosa (M20), no conserva barniz (lám. 9, 96).
16.- Tres fragmentos de un galbo decorado de la misma pieza, forma 37t de TSHT. Lleva decoración de círculos concéntricos, el exterior dentado y los interiores lisos, con motivo central de roseta hexa-
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pétala muy poco marcada (tipo 1 Al de López Rogríguez); a su lado otro motivo no identificable. La parte inferior la ocupan dos líneas paralelas que enmarcan un friso muy borroso con punzones similares a los que López Rodríguez clasifica como motivos seriados de pequeños elementos y que aparecen asociados habitualmente con las rosetas y los motivos circulares (tipo 2 Al n.º 56, López Rodríguez p. 60 fig. 10). Similares en Salinas de Rosío, Burgos (Abásolo, Pérez, p. 215, fig. 34 n.º 4), también seriados pero no asociados a círculos. La decoración se completa con hileras de ángulos y lúnulas entre baquetones. Decoración y pasta, color tierra siena tostada (N37), permiten situar esta pieza en la segunda mitad del siglo IV (lám. 10, 95).
17.- Fragmento de galbo de TSH que presenta una decoración metópada con cuatro líneas onduladas verticales de separación y un motivo circular. Estilo decorativo altoimperial; pasta tierra verde tostada (M49) y barniz rojo inglés (Rl9) (lám. 10, 96).
18.- Fragmento de galbo de una forma cerrada de TSH, correspondiente a una jarra. Barniz ocre oro (S25) y pasta tierra verde tostada (L47). Las características de pasta y barniz hacen pensar en una forma altoimperial, concretamente la n.º 20 del repertorio hispánico (lám. 9, 87).
19.- Fragmento de galbo de un plato de TSHT, del tipo con borde vuelto, conocido también como forma 4 de Palo!; pasta rosa (M20), no conserva barniz (lám. 9, 88).
20.- Fragmento del borde de un cuenco de TSHT, con incisión bajo el labio; forma 10 de Palo!; pasta rosa (lám. 9, 89).
21.- Fragmento de un borde con labio redondeado, de una forma cerrada de TSHT, posiblemente una 37t; pasta rosacea, no conserva barniz (lám. 9, 90).
22.- Fragmento de borde de TSHT, forma 37t; borde simple sin labio (lám. 9, 91).
23.- Fragmento de borde de TSHT, forma 37; (lám. 9, 92).
24.- Fragmento de borde de un cuenco de TSHT, forma 10 de Palo!; pasta rosa, no conserva barniz (lám. 9, 93).
25.- Fragmento de fondo de forma indeterminada de TSHT, pie poco marcado (lám. 9, 94).
26.- Fragmento de olla de cerámica común local romana (CL); borde vuelto horizontal de contorno anguloso con acanaladura interna; decoración peinada; pasta de color marrón claro (lám. 8, 79).
27 .- Fragmento de fondo de base plana de CL; pasta de color gris oscuro (lám. 8, 80).
28.- Fragmento de borde de un recipiente de vidrio; pasta de color verdoso, con burbujas de aire en su interior (lám. 8, 81 ).
29.- Cuenta de collar de pasta vitrea, de sección circular; color gris oscuro (lám. 8, 82).
NIVEL III
Zona exterior de la construcción.
Este nivel, que corresponde al período de abandono de la construcción romana hallada en el sondeo, está compuesto por aportes de tierra que adquiere ahora un fuerte tono negruzco. Los materiales arqueológicos son todos de cronología romana, en su mayor parte del siglo IV, aunque aparecen también piezas anteriores. Se recogieron además restos óseos animales, en número considerable, que deben corresponder a desperdicios de alimentación.
El total de fragmentos cerámicos recuperados asciende a 64 (17 de TSH, 24 de TSHT y 23 de cerámica común); los fragmentos óseos son 54, a los que hemos de añadir además restos de unas conchas de molusco. La relación se completa con un fragmento de vidrio y 4 monedas.
Las piezas más significativas son las siguientes: 1.- Fragmento de galbo de TSHT; lleva decoración de
roseta con botón central, de escaso relieve; pasta rosa (M20) (lám. 11, 103).
2.- Fragmento de cuenco de TSH, de forma 37, decorado con círculos concéntricos lisos, pasta rosa carne (L35), barniz rojo inglés (P15) (lám. 11, 104).
3.- Fragmento de galbo de TSHT, forma 37t, decorado con círculos lisos rellenos de ángulos; otra hilera de ángulos separa los círculos, en un tipo de composición habitual en la TSHT; pasta rosa carne (L35), barniz anaranjado (lám. 11, 105).
4.- Fragmento de galbo de TSHT con decoración de dos líneas perpend~culares (lám. 11, 106).
5.- Fragmento de cuenco de TSHT, forma 37t, cuello alargado y abierto, labio plano; pasta de color tierra siena tostado (M37) (lám. 11, 107).
6.- Fragmento de borde doble de TSHT, forma 37t, con depresión central (López Rodríguez p. 24) (lám. 11, 108).
7.- Fragmento de borde de TSHT, forma 37t; pasta tierra siena tostado (M37), sin barniz (lám. 11, 109).
8.- Fragmento de borde de TSHT, forma indeterminada; pasta siena tostado, sin barniz (lám. 11, 116).
9.- Fragrpento de borde de TSHT, forma 37t; pasta rosa (M20) (lám. 11, 117).
10.- Fragmento de borde de TSHT, forma 37t; pasta tierra siena tostado (M37) (lám. 11, 119).
11.- Fragmento de borde horizontal de un plato con reborde de TSHT; corresponde a la forma de 4 de Palo!; pasta tierra siena tostado (M37) (lám. 11, 120).
12.- Fragmento de borde redondeado de TSHT, forma 37t (lám. 11, 121).
13.- Fragmento de fondo de TSHT, forma indeterminada; pasta rosa carne (L35), sin barniz (lám. 11, 123).
14. Fragmento de fondo plano de una olla de CL;
EL ASENTAMIENTO ROMANO-MEDIEVAL DE FRATO (ALORIA; ALA V A, ORDUÑA; BIZKAIA). CAMPAÑA DE PROSPECCJON Y SONDEO. 1989 85
superficie peinada; pasta de color gris oscuro (lám. 11, 124).
15.- Moneda. (7) Antoniniano. Claudia II. 268-270 d. C.
Rev. 16.- Moneda.
Anv. Busto radiado a derecha.[imp c clau] DIVS A V [g] Irreconocible 1,52 gr. 20 mm.
Nummus. Familia constantiniana. Arles, 335-340. d.C.
Anv. Busto con diadema de rosetas, manto y coraza, a derecha. CONS [ ... ]
Rev. Dos soldados con un labarum. [glori] A EXERC [itus] 1,08 gr. 15 mm. 6 h.
17.- Moneda. Nummus. Familia constantiniana. 347-348 d. C. Anv. Irreconocible. Rev. Dos victorias afrontadas sujetan una
corona de laurel. [ victoriae dd nn auggq nn] 0,94 gr. 14 mm.
18.- Moneda. Nummus, aes 4. Familia teodosiana. 388-c.402
d.C. Anv. Busto con diadema de perlas a derecha. Rev. Victoria a izquierda con trofeo y cautivo
[salus rei-publicae] Cruz monogramática en el campo. 0,68 gr. 13 mm. 12 h.
Zona interior de la construcción.
Corresponde al nivel de uso y abandono de la habitación; el suelo de la misma es de tierra tostada y muestra una acumulación de cenizas y carboncillos en las zonas próximas al zócalo que lo delimita. En este nivel se recuperaron 57 fragmentos cerámicos (52 de terra sigillata hispánica tardía y 5 de cerámica común) así como 27 fragmentos óseos animales y 3 fragmentos de concha de molusco.
19.- Fragmento de un cuenco de TSHT, forma 37t. Corresponde al cuello, que presenta borde triangular caracteóstico de las primeras etapas de esta forma; pasta de color rosa (M20), no conserva barniz (lám. 10, 97).
20.- Fragmento de galbo de una forma indeterminada de TSHT decorada con tres círculos dobles lisos tangentes; pasta rosa (M20) (lám. 10, 98).
21.- Fragmento de fondo de TSHT, corresponde a una forma 37t; pie bajo, se aprecia una acanaladura que
(7) La cronología de estos ejemplares se basa en las fechas que para las series documentales son asignadas en H.G. Pflaum, P. Bastien, La trouvaille de Canakkale, Wetteren, 1969 (antoniniano); R.A.G. Carson, P.V. Hill, J.P.C. Kent, Late roman Broze Coinage, Londres, 1965; J.PC. Kent, The Roman Imperial Coinage, VIII, Londres, 1981; para la fecha final de la serie Salus Reipublice, últimamente R. Delmaire, "Un trésor d' aes 4 au musée de Boulogne-sur-Mer. Notes sur la circulation monétaire en Gaule du Nord au début du V e. siecle", Trésors monétaires, V, París, 1983, pp. 164-9.
marcaba el inicio de la decoración, hoy completamente perdida, pasta tierra verde tostada (M47) (lám. 10, 102).
22-27.- Seis fragmentos de bordes diferentes de TSHT, forma 37t; pastas tierra siena tostado (M37), sin barniz (lám. 11, 110-115).
28.- Fragmento de borde de TSHT, forma 37t; pasta rosa (M20) (lám. 11, 118).
29.- Fragmento de fondo, sin pie, de TSHT, forma indeterminada; pasta rosa (M20), sin barniz (lám. 11, 122).
NIVEL IV.
Zona exterior de la habitación.
Nivel que corresponde al peóodo de construcción y uso del edificio. En él se incluyen lajas y piedras utilizadas en el mismo así como fragmentos de la roca madre producto de la nivelación del terreno previa al levantamiento del zócalo de la vivienda. En la parte superior de este nivel y en las inmediaciones de los muros se detecta un importante conjunto de restos óseos animales. El conjunto de materiales recuperados se compone de 107 fragmentos de TSHT, 3 fragmentos de TSH, 46 fragmentos de cerámica común romana, 3 fragmentos de clavos de hierro y 139 fragmentos óseos animales. Las piezas más significativas se describen a continuación.
1.- Fragmento de galbo TSHT; corresponde a una forma decorada con coronas de círculos secantes llenos de ángulos; pasta tierra verde tostada (M47) (lám. 14, 137).
2.- Fragmento de galbo de TSHT; corresponde a una forma decorada con coronas de círculos llenos de ángulos y apoyo de compás central; pasta tierra verde tostada (M47) (lám. 14, 138).
3.- Fragmento de galbo de TSHT de forma 37t; lleva decoración similar a las anteriores, con corona de círculos llenos de ángulos; pasta de color tierra tostada (lám. 14, 139).
4.- Fragmento de galbo de TSHT; lleva decoración de círculos de linea dentadas al exterior y lisas al interior, a su derecha un punzón no identificable; pasta de color rosa (M20) (lám. 14, 140).
5.- Fragmento de TSHT decorada con círculos secantes llenos de ángulos; pasta de color rosa (M20) (lám. 14, 141).
6.- Fragmento de TSHT de forma 37t; presenta decoración de círculos concéntricos secantes, el exterior es dentado; pasta de color rosa (lám. 14, 142).
7.- Fragmento de galbo de TSHT, forma 37t; lleva decoración de corona de círculos llenos de ángulos; pasta rosa (lám. 14, 143).
8.- Fragmento de galbo de TSHT que conserva parte de un círculo como decoración; pasta tierra siena (S37), como las anteriores no conserva barniz (lám. 14, 144).
9.- Fragmento de TSHT, forma 37t; corresponde al
86 1.1. CEPEDA- l. CALLEJA- M. UNZUETA- P. CASTAÑOS
cuello y borde; pasta siena tostado (M47) (lám. 14, 145).
10.- Fragmento de plato de TSHT; posiblemente forma 4 de Palo!, con reborde inclinado; pasta rosa (M20) (lám. 14, 146).
11.- Fragmento de TSHT de forma 37t; corresponde al cuello y borde; pasta rosa (M20) (lám. 14, 147).
12.- Fragmento de TSHT, cuello y borde de una forma 37t; pasta rosa (M20) (lám. 14, 148).
13.- Fragmento de cuenco de TSHT con pared ligeramente curva y borde engrosado; puede asimilarse a la forma 6 de Palo!; pasta rosa (M20) (lám. 14, 149).
14.- Fragmento de borde de TSHT, forma 37t; pasta rosa (M20) (lám. 14, 150).
15.- Fragmento de borde de TSHT, forma 37t; pasta gris pardo (N70) (lám. 14, 151).
16.- Fragmento de borde de TSHT, forma 37t; pasta gris pardo (N70) (lám. 14, 152).
17.- Fragmento de TSHT, forma indeterminada; pasta rosa (M20) (lám. 14, 153).
18.- Fragmento de borde de TSHT, forma 37t; pasta ocre carne (M45) (lám. 14, 154).
19.- Fragmento de borde de TSHT, forma 37t; pasta rosa (M20) (lám. 14, 155).
20.- Ficha lisa realizada sobre un fragmento de TSHT; pasta rosa (M20) (lám. 14, 156).
21.- Fragmento de cuello y borde de TSHT; forma 37t; pasta de color rosa (Ll 1) (lám. 15, 157).
22.- Fragmento de cuenco de TSHT; forma 6 de Palo!; borde simple a bisel; pasta tierra verde tostada (M35) (lám. 15, 158).
23-26.- 4 Fragmentos de fondos diferentes de TSHT; lleven pie muy poco marcado; pasta rosa (lám. 15, 159-162).
27.- Perfil completo de un gran plato de TSHT (31,6 mm. de diámetro); forma 4 de Palo! con pie no marcado; ha perdido el barniz y la pasta es de color ocre carne (M45) (lám. 15, 163).
28.- Fragmento de olla de CL con asa de sección circular de desarrollo vertical sobre la boca; borde ligeramente vuelto; pasta de color marrón tostado con abundantes desgrasantes minerales (lám. 12, 125).
29.- Fragmento de una ollita de CL con borde ligeramente vuelto, moldurado al exterior e interior; pasta de color marrón tostado (lám. 12, 126).
30.- Fragmento de olla de CL con borde vuelto, plano, de sección triangular; lleva decoración de incisiones peinadas en su superficie así como en el arranque del galbo; pasta de color gris oscuro (lám. 13, 127).
31.- Fragmento de olla de CL con borde vuelto de contorno redondeado; conserva restos del inicio de la decoración peinada en el arranque del galbo; pasta de color gris oscuro (lám. 13, 128).
32.- Fragmento de cuenco de CL de borde recto; pasta de color gris oscuro presenta la superficie exterior pulida (lám. 13, 129).
33.- Fragmento de olla de CL con borde vuelto, plano, de sección triangular; lleva decoración de incisiones peinadas en su superficie; pasta de color marrón-gris (lám. 13, 130).
34.- Fragmento de un plato de CL de galbo oblicuo y borde perpendicular engrosado con labio redondeado; pasta de color marrón-girs (lám. 13, 131 ).
35.- Fragmento de borde vuelto plano de CL, forma imprecisa; pasta de color anaranjada con abundantes desgrasantes minerales (lám. 13, 132).
36.- Fragmento de borde vuelto curvo de una olla de CL; pasta de color gris oscuro (lám. 13, 133).
37.- Fragmento de borde curvo, ligeramente vuelto, de un recipiente de almacenaje de grandes dimensiones (dolium); pasta de color marrón-gris (lám. 13, 134).
38.- Fragmento de fondo plano de un recipiente de paredes curvas, de CL; pasta de color marrón (lám. 13, 135).
39.- Fragmento de fondo con pie anular de un recipiente de cerámica común; pasta de color naranja con restos de barniz rojo; las características de la pasta son más groseras que en la TSHT (lám. 13, 136).
Zona interior de la habitación.
Nivel formado por tierra de relleno que sirve de soporte al suelo de la habitación. Los hallazgos documentados en su interior son muy escasos: únicamente se identifican tres fragmentos de TSHT.
40.- Fragmento de borde redondeado de TSHT; probablemente de una forma 37t; pasta de color rosa (M20), no conserva barniz (lám. 1 O, 99).
41.- Fragmento de borde de TSHT, forma 37t; pasta de color rosa (M20), no conserva barniz (lám. 1 O, 101).
La información proporcionada por este sondeo nos permite precisar que la construcción de la habitación se puede fechar dentro del siglo IV d. C., posiblemente en un momento situado entre el segundo cuarto y los años centrales del siglo, a juzgar por las formas y decoración de las cerámicas halladas en el nivel IV (8). La ausencia de producciones estampadas, cerámicas grises y naranjas de origen narbonense e imitaciones hispanas características del siglo V d. C., de que se documentan en otros yacimientos tardorromanos próximos, así como la falta de algunos tipos de TSHT que les suelen ir asociados, hace pensar además que la ocupación no debió prolongarse mucho, no más allá de los últimos años del siglo N (9).
(8) Vid. infra estudio general de las cerámicas. (9) Unicamente se podrá contar con mayores precisiones después
de una excavación en extensión de la zona que ocupa la construcción hallada. El hallazgo en el nivel III del sondeo de un aes 4 de la serie Salus reipublicae teodosiana, última de las que llegan con regularidad a Hispania y que perdura además en la circulación del siglo V hace posible una prolongación de la ocupación del lugar en los primeros años de esta centuria.
EL ASENTAMIENTO ROMANO-MEDIEVAL DE FRATO (ALORJA; ALA V A, ORDUÑA; BIZKAIA). CAMPAÑA DE PROSPECCION Y SONDEO. 1989 87
La edificación, destinada verosimilmente a un uso doméstico, muestra unas características constructivas muy rudimentarias. Se encuentra sobreelevada ligeramente respecto a la zona exterior y presenta un zócalo realizado con piedras unidas con barro sobre el que se levantarían paredes hechas con material perecedero, probablemente madera. La ausencia apreciable de derrumbes importantes correspondientes a los muros así como la marcada horizontalidad que presenta el zócalo conservado permiten apuntar en esa dirección. La inexistencia de tegulae e imbrices entre los materiales encontrados nos indica además que la cubrición fue igualmente de material vegetal.
SONDEOS EN LA MARGEN DERECHA DEL ARROYO SAN JUAN
En una próxima al arroyo fueron abiertos dos pequeños sondeos. De ellos únicamente el número 4 proporcionó datos sobre un nivel arqueológico definido (figs. 13-14). En él se distinguen cinco niveles diferentes: una capa superficial muy suelta; un segundo nivel moderno, que presenta restos de loza; un nivel romano que contiene piedras de mediano tamaño, correspondientes verosímilmente al derrumbe de restos constructivos situados en alguna zona próxima; un cuarto nivel con tierra quemada y carboncillos sobre unas lajas dispuestas irregularmente y un quinto nivel de tierra muy arcillosa, estéril. Los hallazgos cerámicos son muy escasos, únicamente contamos con algunos fragmentos de terra sigillata altoimperial procedentes de los niveles 3 y 4, que se describen más adelante: uno de ellos, el n.º 1 procede del nivel 4, y permite dar una atribución cronológica genérica dentro del siglo II d. C. En uno de los extremos del sondeo, en este mismo nivel, se pudo comprobar la existencia de abundante escoria y restos de mineral de hierro. Las pequeñas dimensiones de la cata no permitieron determinar con total exactitud la naturaleza de la estructura hallada aunque todo apunta a que nos encontramos ante los restos de un rudimentario horno de fundición de este mineral.
1.- Fragmento de borde correspondiente a una orza de TSH, forma hispánica 2; el borde es simple, vuelto hacia arriba y no conserva el barniz; la pasta es de color rosa (M20). Esta forma, que probablemente imita vasos de paredes finas de época flavia en un primer momento, tiene una cronología amplia, desde finales del siglo 1 d. C., aunque se documenta con mayor frecuencia en la centuria siguiente (lám. 16, 164).
2-3.- Dos fragmentos de bordes de formas indeterminadas de TSH (lám. 16, 165-166).
4.- Fragmento de fondo de una olla de CL; pasta de color gris-marrón (lám. 16, 173).
LA NECROPOLIS MEDIEVAL
En una de las fincas del término de San Juan, nombre reci-
bido de la antigua ermita que se emplazaba en este lugar, enclavada en la zona más elevada, fue hallada una necrópolis medieval del tipo conocido como de "sepulturas de lajas". En total se procedió a la realización de cuatro sondeos en esta zona, que se corresponden con los números 1-3 y 8 de la fig. 3. Con ellos se ha pretendido delimitar aproximadamente el área que ocupan las inhumaciones y determinar si existen indicios de ocupación anterior en la misma. En tres de los sondeos procedimos únicamente a la documentación de las sepulturas, que se hallaban cubiertas por lajas de caliza irregulares de mediano tamaño (figs. 15-16). Unicamente en el sondeo 2 procedimos a una excavación en profundidad (figs. 17-18). En él pudimos comprobar que la necrópolis aprovechaba restos de construcciones anteriores muy alteradas, tal como se desprende del modo en que fueron realizadas las dos sepulturas excavadas. Estas utilizan los restos de muros, hoy muy arrasados, que se encontraban previamente en el lugar, de los cuales emplean las lajas que delimitan en buena parte las inhumaciones. La forma de estas reproduce un tipo de sepultura de cronología aún poco definida, pero que parece corresponder a momentos de la alta Edad Media. Los restos óseos contenidos se presentaban bastante alterados, a causa de la escasa potencia del relleno de tierra que cubre la zona, y que hace que las labores de arado retiren frecuentemente las cubiertas. En la cabecera de las dos sepulturas documentadas se dispusieron dos pequeñas piedras hincadas que debieron servir para fijar la cabeza del difunto.
Tras el levantamiento de la sepultura 1 comprobamos que su realización había alterado completamente el nivel arqueológico. En la tierra de relleno de la misma aparecen fragmentos informes de cerámica romana junto a otros de factura medieval y bajo la sepultura únicamente se documentó la roca natural. La fecha de construcción del muro que aprovecha parcialmente permanece por tanto imprecisa aunque no nos parece aventurada una cronología romana, dadas las características del mismo, muy similares a las de la construcción hallada en el sondeo 6.
Los hallazgos muebles correspondientes a este grupo de sondeos son ciertamente escasos; todos ellos fueron hallados en el nivel de tierra, muy revuelto, que cubre las sepulturas.
Sondeo l. 1.- Fragmento de borde de una olla de cerámica
medieval realizada a torno lento. Pasta de color gris-negro (lám. 16, 169).
2.- Fragmento de fondo de cerámica medieval; pasta naranja decantada (lám. 16, 172).
Sondeo 2. 1-2.- Fragmentos de dos bordes de sección triangular de
cerámica medieval. Pasta de color naranja (lám. 16, 170-171).
Sondeo 8. 1.- Fragmento de TSH, correspondiente a un galbo de
forma indeterminada con decoración de dos pequeños círculos con botón central; pasta rosa (lám. 16, 167).
88 JJ. CEPEDA -1. CALLEJA- M. UNZUETA- P. CASTAÑOS
:; :~¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ MINERAL TIERRA
QUEMADA
Fig.13. Sondeo 4. Perfil SW-NW y planta.
CARBONCILLOS
o 20 40 1:1 =:::::1:'===11 ,m.
Fig. 14. Sondeo 4.
Fig. 15. Sondeo 8.
EL ASENTAMIENTO ROMANO-MEDIEVAL DE FRATO (ALORIA; ALAV A, ORDUÑA; BIZKAIA). CAMPAÑA DE PROSPECCION Y SONDEO. 1989 89
2.- Fragmento de cerámica medieval, de pasta naranja; corresponde a un galbo con decoración estriada (lám. 16, 168).
11. HALLAZGOS ARQUEOLOGICOS EN ARTOMAÑA (ARRASTARIA; ALA VA)
Además del material cerámico recogido en superficie en el asentamiento de Frato, del que se da descripción en las pági-
Fig. 16. Sondeo l.
nas anteriores, en el transcurso de los trabajos de sondeo tuvimos noticia del hallazgo casual en el término de la localidad de Artomaña de distintos fragmentos de cerámica de atribución romana que su descubridor, T. Ugarte, puso a nuestra disposición. Las piezas, que se describen a continuación, proceden de una de las huertas situadas en el centro del pueblo.
90 J.J. CEPEDA -1. CALLEJA - M. UNZUETA- P. CASTAÑOS
Fig.17. Sondeo 2. Planta.
Fig. 18. Sondeo 2.
EL ASENTAMIENTO ROMANO-MEDIEVAL DE FRA TO (ALORIA; ALA V A, ORDUÑA; BIZKAIA). CAMPAÑA DE PROSPECCION Y SONDEO. 1989 l)J
o 1 2 3 4 5 lr----.1--+-I --+1--•l -~1 cm.
Fig. 19. Denario forrado. Orduña.
1.- Fragmento de galbo decorado de TSH, forma indeterminada; presenta estilo decorativo de metopas con líneas onduladas verticales de separación y otra de ángulos en el centro (lám. 17, 174).
2.- Fragmento de galbo decorado de TSH, forma indeterminada; decoración de metopas que presenta una línea de ángulos y otra de punzones ondulados, con un motivo de separación vertical (lám. 17, 175).
3.- Fragmento de un cuenco de TSH, forma Drag. 37, con decoración de líneas onduladas verticales; estilo decorativo de metopas o de transición; pasta color rosaceo (M37), barniz rojo inglés (P20) (lám. 17, 176).
4.- Fragmento del borde de una forma 35 de TSH (lám. 17, 177).
5-6.- Fragmentos de dos fondos distintos de TSH, formas indeterminadas; pasta color rosado, barniz rojo ingles adherente (lám. 17, 178-179).
7.- Fragmento de un fondo de forma indeterminada de TSHT; pasta de color rosa (M20) (lám. 17, 180).
8.- Fragmento del borde de una pequeña orza de cerámica común de paredes finas, de borde vuelto; pasta de color rosa (L53), barniz siena (M57); semejante a una forma 40 (Mayet, pl. LIV) (lám. 17, 181).
9.- Fragmento de borde de cerámica común romana de color ocre (lám. 17, 182).
Los tres fragmentos decorados de TSH lo están con estilo de metopas y dan una cronología que va desde mediados del siglo I hasta mediados del siglo Il d. C.; los motivos que presentan hacen pensar en producciones de los talleres del Najerilla (10). Entre los fragmentos de atribución tardía sólo
(10) Mayet, Sigillées, pp. 87 ss.
es significativo un fondo de TSHT que se puede situar genéricamente dentro del siglo IV d. C.
m. HALLAZGO MONETARIO EN ORDUÑA (FIG. 19)
Durante el tiempo de realización de los sondeos tuvimos noticia del hallazgo casual, producido hace ya bastantes años, de un denario republicano en las inmediaciones de la localidad de Orduña (11). Puestos en contacto con su actual depositario, J. Lámbarri, pudimos proceder a su catalogación, que es como sigue:
Denario republicano forrado, post. 144 a. C. Anv.) Cabeza de Roma a derecha. Detrás PIDO; delante X Rev.) Dioscuros. Debajo L L M. Exergo: ROMA 2,66 gr. 17 mm. 7 h.
Se trata de un ejemplar que imita, con una leyenda de reverso aberrante, el tipo Crawford 216, acuñado en Roma en 144 a. C. (12). El peso, notablemente inferior al que debiera corresponder a un denario, así como la observación en el reverso de una fisura que delata su recubrición plateada superficial, permiten atribuir esta pieza al grupo de falsificaciones realizadas en época republicana romana y que resultan ser relativamente frecuentes entre los hallazgos de circulación (13).
(11) La zona concreta de procedencia es desconocida, aunque se puede situar aproximadamente en las inmediaciones del Santuario de la Antigua, cerca del caserío de Oruro.
(12) M.H. Crawford, Roma11 Republican Coinage, Cambridge, 1974. (13) Id, !, pp. 560-5: un ejemplar de imitación, no forrado, pero que
reproduce también el tipo de L. Sempronio Pitio es señalado por el autor en el tesoro de Córdoba.
92 J.J. CEPEDA- l. CALLEJA- M. UNZUETA- P. CASTAÑOS
IV. ESTUDIO DE LA CERAMICA HALLADA EN EL YACIMIENTO DE FRATO
Los hallazgos cerámicos constituyen sin lugar a dudas el grupo de materiales arqueológicos más abundantes recogido durante los sondeos y prospecciones realizados en el yacim.iento de Frato. Ateniéndonos a una primera división cronológica, podemos establecer dos grupos mayores: la cerámica medieval y la cerámica romana.
IV. l. La cerámica medieval
Las piezas aquí contempladas proceden en su mayoóa del nivel 11 del sondeo 6. Se trata de fragmentos correspondientes al tipo olla, de tamaño medio. Presentan formas globulares -la única pieza que permite una reconstrucción aproximativa es la n.º 1 (lám. 7, 69)- con cuello casi cilíndrico, de escaso desarrollo y borde de labio engrosado o de sección apuntada (lám. 17, 171 ). Los fondos conservados son todos planos. A modo de decoración se localiza en algunos ejemplares una zona estriada en el cuello. Las pastas vaóan en detalle aunque están comprendidas, en superficie, en los tonos naranjas y ocres; presentan abundantes desgrasantes minerales de grano fino y parecen estar bien decantadas. Generalmente las piezas han sido elaboradas mediante una cocción mixta reductoraoxidante, que confiere al núcleo su caracteóstico color gris. Características de pasta y forma permiten establecer rasgos comunes con otras producciones halladas en asentamientos alaveses, como Castros de Lastra (Caranca) o vizcaínos, como Momoitio y Mendraca (14). Como fechas más verosímiles se las puede incluir dentro de los siglos XI-XII.
Unicamente se escapa a este grupo de pastas naranjas, un fragmento del cuello y borde exvasado de una olla de mayores proporciones, aparecido sobre la cubierta de la sepultura localizada en el sondeo 1, que ha sido realizado a tomo lento en pasta gris-negruzca (lám. 17, 169). Sus características, con un acabado mucho más tosco y pasta poco decantada, permiten vincularla a las cerámicas de amplia tradición en el mundo indígena prerromano que parecen seguir documentándose en momentos altomedievales (15).
IV. 2. La cerámica romana
A efectos morfológicos y funcionales es norma distinguir dos tipos mayores de producciones cerámicas romanas, las piezas finas de mesa -la terra sigillata- y los recipientes de cocina y almacenaje, la cerámica común. Ambas categoóas se encuentran representadas en el yacimiento aquí estudiado,
(14) l. García Camino, "La cerámica medieval no esmaltada en la vertiente marítima del País Vasco: los territorios de Bizkaia y Gipuzkoa", en La cerámica medieval en el norte y noroeste de la Península Ibérica: aproximación a su estudio, León, 1989, pp. 87-112 y, en la misma obra, F. Saenz de Urturi, "La cerámica medieval no esmaltada en yacimientos alaveses", pp. 53-86.
(15) García Camino, "La cerámica ... ", p. 98.
aunque conviene señalar ya que cualquier aproximación numérica a su distribución encuentra serias dificultades debido a la propia naturaleza de los hallazgos, en buena parte producto de recogidas selectivas durante trabajos de parcelación y modificación del terreno desarrollados al menos en una parte del yacimiento y que han sido ajenas por tanto a todo control arqueológico. Unicamente los materiales procedentes de los sondeos pueden aportar algún dato útil sobre la distribución e importancia de las distintas producciones, siempre con los límites que impone la cantidad, escasa, de los fragmentos recuperados. A pesar de estas limitaciones, el estudio de estas piezas y de su distribución es, obviamente, fundamental para establecer los límites cronológicos que marcan el comienzo y el final de la ocupación romana en este lugar.
La terra sigillata. La totalidad de las piezas incluídas en este grupo corres
ponde a la producción hispánica, tanto en su momento altoimperial como bajoimperial. Han sido finalmente 137 fragmentos significativos los que han sido dibujados, procedentes tanto de recogida superficial como de los sondeos practicados.
Terra sigillata hispánica altoimperial. El número mayor de estas piezas procede de hallazgos
casuales en la zona que ocupa el yacimiento; los fragmentos que se encuentran en el sondeo 6 proceden de un contexto tardorromano y son interpretables como restos marginales de la alteración de niveles de ocupación anteriores al siglo IV.
El grupo de ejemplares decorados se encuentra bien representado entre los hallazgos de superficie; de los 14 aquí recogidos tres lo son con metopas (lám. 1, 1, 2, 4), ocho con estilo de círculos (5-10, 12,20) y uno de ellos (3) con estilo de transición entre los anteriores. Dos de los fragmentos de metopas presentan figuras de aves cuyos paralelos hemos encontrado en los talleres de Tritium Magallum, tanto en Bezares como en Tricio (Rioja). Son decoraciones realizadas con gran calidad en la ejecución y con un esquema -motivos separados por puntas de flecha y líneas onduladas- que será caracteóstico de la sigillata hispánica y que se repetirá hasta la saciedad.
El estilo decorativo a base de círculos, que es el más numeroso, presenta una gran variedad: lisos (5,6, 10), segmentados (7,12), sogueados (8) o combinaciones de varios; los círculos son el motivo más habitual de la TSH y no extraña por tanto su presencia comparativamente mayor respecto a otras decoraciones. El fragmento n.º 4 (lám. 1) presenta círculos sogueados y elementos de separación de líneas onduladas verticales y perlitas en una composición que hace pensar en una cronología temprana, en tomo a finales del siglo I d. C. Junto a estos fragmentos, otros pertenecen a formas decoradas si bien no presentan en su estado actual decoración, así un fondo de forma Drag. 30 ó dos bordes pertenecientes a formas Drag. 37 almendradas.
Todos los fragmentos presentan pastas finas y de fracturas vítreas y tonalidades rosas -M20 y M37- y barnices brillantes adherentes de tono rojo inglés -P20- en practicamente todos los casos, similares a los tipos de pastas y barnices encontrados en las cerámicas procedentes de los alfares rioja-
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nos; sólo en algún caso presentan barnices más anaranjados, pero bien conservados, con tonos N39 o N40.
Respecto a la cronología, la forma Drag. 30 y las decoraciones de metopas nos dan las fechas más tempranas, en torno a los años 50 -75 del siglo Id. C., mientras que el estilo de círculos, si bien aparece ya desde esas fechas, tiene una perduración prolongada, con un dominio en el siglo II y con un carácter casi exclusivo en el siglo III. Los ejemplares de Frato, entre los que encontramos círculos con metopas y con motivos internos a modo de medallones de aspecto temprano tienen una fechación más cercana al siglo I que a la de los círculos mucho más repetitivos y peor realizados del siglo III.
En el mismo contexto podemos situar los escasos fragmentos decorados altoimperiables procedentes del sondeo 6. Tenemos un ejemplar del estilo de metopas -lám. 9, 84-- así como algún otro fragmento decorado con círculos -lám. 11, 104-- que permiten una atribución al período comprendido entre finales del siglo 1 y siglo II d. C.
En el grupo de la terra sigillata lisa se han recogido en superficie 30 fragmentos significativos: 22 bordes y 8 fondos. De entre ellos se han podido individualizar dos formas hispánica 4 -lám. 3, 24-25-, dos hispánica 5 -lám. 4, 47-, una 15/17 -lám. 5, 48- y un número mínimo de ocho piezas de forma Ritt. 8.
Destaca la falta de formas como la Drag. 27 o la Drag. 36, si bien ello se puede deber simplemente a la naturaleza de los hallazgos, producto de recogidas casuales. Todos presentan características similares de pastas finas y fracturas claras de tonos rosas, así como barnices adherentes más o menos brillantes, rojo inglés generalmente. Coinciden por tanto con las características de pasta y barniz de los fragmentos decorados, con los cuales configuran un grupo homogéneo. En cuanto a su cronología, son formas cuyo uso está muy extendido en el tiempo, aunque parecen situables más bien en momentos de evolución tempranos dentro del alto imperio, siglo I y II d. C., como lo certifican algunas características morfológicas: pies altos y bordes cerrados en los cuencos.
El fondo de la forma 15/17 presenta un grafito que posiblemente podamos restituir como A T ALI, npmbre en genitivo del poseedor de la pieza.
Procedentes de los sondeos, únicamente podemos señalar como fragmentos significativos la forma hispánica 20 aparecida en el sondeo 6 (lám. 9, 87) y la forma hispánica 2, en el sondeo 4, ambas situables en el período finales del siglo I -siglo II d. C. (16)
La terra sigillata hispánica tardía. Este tipo de producción cerámica hispánica, de cuyo
momento inicial y final de difusión sabemos todavía poco, está bien representado en el yacimiento, fundamentalmente
(16) El estado muy fragmentario de las piezas impide comprobar si llevaron o no originalmente decoración; se trata de formas que, no obstante, se presentan generalmente.lisas. Sobre su cronología Mayet, Sigillées, pp. 79-85; Mezquíriz, Atlante, pp. 143 y 150.
en los hallazgos procedentes del sondeo 6. En total se han podido recuperar en el mismo 67 fragmentos significativos, que corresponden a un número mínimo de 20 recipientes distintos (17). Los ejemplares decorados corresponden casi exclusivamente -al menos en cuanto lo permite precisar su estado fragmentario- a la forma 37t., que es la más extendida dentro de este grupo. Presentan varios tipos de bordes: simple (lám. 9, 91), liso -el más numeroso (lám. 9, 85) redondeado (lám. 11, 121) o doble (lám. 11, 108). En el apartado de las decoraciones vemos que encontramos ejemplos de los dos grandes grupos -el de las rosetas y el de los grandes círculosredefinidos últimamente por Mayet. La mayor parte de los fragmentos es adscribible no obstante al segundo de ellos, también conocido como de "ruedas" o de composiciones geométricas, que es, por otra parte, el más difundido ( 18).
Dentro del primer estilo decorativo están los ejemplares recogidos en la lám. 10, n.º 95 y lám. 14, n.º 140 y 142. El primero de ellos presenta una composición en campos horizontales, con una serie de motivos repetidos entre dos molduras, que recuerdan otros de separación vertical altoimperiales, pero ya esquematizados y con los punzones deficientemente impresos -al igual que los de las rosetas- lo cual suele ser habitual en la sigillata tardía. Los otros dos ejemplares muestran círculos de pequeño diámetro, concéntricos, cuyo orden de disposición y alternancia con otros elementos es imposible precisar. Generalmente se asigna a este estilo decorativo un momento temprano dentro de la evolución de terra sigillata hispánica tardía, situable, en sus inicios, ya a finales del siglo III, utilizando argumentos más bien intuitivos, basados en pocas evidencias reales, como ha señalado recientemente López Rodríguez (19). De hecho se encuentran piezas de este grupo en depósitos arqueológicos compuestos mayoritariamente por ejemplares de cronología avanzada, dentro del segundo grupo, como sucede en Peña Forna, por citar un ejemplo cercano, siendo difícil por el momento determinar si esta presencia responde a una perduración marginal de producciones anteriores o si es consecuencia de un tipo de fabri-
(17) La estimación se hace en función del número de bordes que permiten, por su diámetro y características formales diferenciar piezas de procedencia distinta.
(18) Mayet, Sigillées, pp. 258-9, con leves alteraciones del esquema general propuesto en Fouilles de Gonimbriga. IV: les sigillées, París, 1975, pp. 160-1. Una discusión fundamental de los criterios seguidos en la determinación de estos grupos se puede encontrar en López Rodríguez, Terra sigillata hispánica tardía, pp. 37-49. El autor subraya el papel primordial que adoptan ahora los tipos compositivos en la determinación de los grupos decorativos, a la vez que previene sobre la simplificación que supone el establecimiento de grupos mayores limitados cuando se cuenta con un abundante número de mixtificaciones. Se trata de observaciones acertadas, aunque creemos que se puede mantener la utilidad del esquema basado en los dos grandes grupos, que al menos en nuestro caso permiten delimitar bien los fragmentos hallados.
(19) Terra sigillata hispánica tardía, pp. 50-1.
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cación minoritaria que se extiende durante un amplio período del siglo IV (20).
El segundo estilo de la TSHT se encuentra representado al menos en ocho fragmentos que presentan restos del campo decorativo. A ellos podemos unir los ejemplares recogidos en la lám. 6, n.º 61 y 63 -este último muy fragmentario pero que presenta motivos de medias lunas generalmente asociadas a grandes círculos- procedentes de las recogidas superficiales realizadas en el yacimiento. La mayor parte de ellos reproducen de forma bastante simplicada la composición de coronas de círculos con el interior lleno de filas de ángulos. Se trata de un tema muy común, representado en una abundante serie de hallazgos de la mitad norte de Hispania y que presenta una cronología poco definida que parece ocupar el período que se extiende entre el segundo cuarto del siglo IV y todo el siglo V de. C. (21).
(20) Sobre la composición del depósito arqueológico de Peña Forua; Martínez Salcedo, Unzueta, Pellaforua, especialmente pp. 36-8 y figs. 50-1 para lo que aquí nos interesa. El momento de formación de este depósito, que presenta un grupo relativamente amplio de producciones cerámicas con decoración estampada, parece poder situarse ya dentro del siglo V, y está en relación con el fenómeno de reocupación de cuevas y refugios temporables que se produce con posterioridad a los años 408-9 d. C. en una amplia zona del norte peninsular. En relación con ello, la publicación reciente de una fecha de C-14, correspondiente a la cueva de Iruaxpe III (Guipúzcoa), con nivel tardorromano, que proporciona un 470 d. C. más/menos 80 permite también situar el fenómeno en estos términos (M. Urteaga, Kobie, 17, 1988, pp. 257).
(21) La cronología de la TSHT es todavía un campo dominado por las especulaciones. Si en un principio se tendió a hacer de su producción un hecho específico del siglo IV -así en los trabajos "pioneros" de M.A. Mezquíriz- hoy se piensa más bien en un momento de máxima difusión a partir de la segunda mitad de este siglo y, fundamentalmente, durante el siglo V. Tal es la posesión que adopta por ejemplo López Rodríguez en el trabajo más completo hasta la fecha sobre las formas decoradas (Terra sigillata .. ., pp. 140-1 ). Desgraciadamente, poco se puede esperar en este punto mientras no se excaven y estudien los alfares productores -en parte ya conocidos en sus localizaciones- y los ajuares cerámicos asociados a conjuntos monetarios que permitirán establecer secuencias seguras dentro del siglo IV (pensamos, por ejemplo, en los materiales de la necrópolis de Cabriana, en Burgos). Algunas publicaciones recientes de depósitos hallados en la costa mediterráneo, fechados con bastante precisión gracias a las producciones claras africanas, documentan la llegada de piezas de TSHT durante toda la primera mitad del siglo V d. e.así en Tarraco (TEC' A, Un abocador del segle V d. C., an el forum provincial de Tarraco, Tarragona, 1989, pp. 174-6, escombrera formada ca. 440-50 d. C.) o en Mallorca (M. Orfila, "Cerámicas de la primera mitad del siglo V d. C. procedentes de la cisterna de Sa Mesquida, Santa Panca, Mallorca", L'Africa romana, VI, Sassari, 1989, pp. 519-28). Ello parece confirmar la postura adoptada por López Rodríguez. En general las piezas que aparecen en estas zonas lo hacen siempre de forma marginal, representando porcentajes por debajo del 10% respecto al total de las cerámicas finas documentadas. Corresponden además a las formas y decoraciones más difundidas, 37t con composiciones de grandes círculos llenos de ángulos o bastoncillos, en ocasiones delimitando grandes rosetas realizadas originalmente a compás sobre los moldes.
Las producciones lisas se encuentran representadas en el sondeo 6 por un mínimo de 8 piezas, que se distribuyen en dos grupos: los cuencos y los platos con borde vuelto plano (22). Los cuencos, cuatro piezas al menos, corresponden al tipo sin reborde, que Palo! incluyó en su forma TSHT 10 (lám. 9, 86), o variantes abietas (lám. 15, 158). Los platos, todos del tipo a marli de Mayet, son muy homogéneos en su forma, aunque varían en tamaño. De ellos el recogido en la lám.15, n.º 163, presenta un perfíl prácticamente completo. Poco se puede decir sobre la cronología de estos tipos, en general muy poco estudiados; en la actualidad se tiende a vincular su fabricación con la de los ejemplares decorados del segundo estilo, haciéndoles por tanto más o menos coincidentes en el tiempo (23). La forma de los platos aquí localizados parece derivar de un modelo que se generaliza en Occidente con la difusión de la forma 59 de la sigillata clara D africana, con una fecha inicial de producción que se sitúa ca. 320 d. C., y que se desarrolla durante el resto del siglo (24). No creemos, de todas formas, que los ejemplares aquí hallados hayan sido realizados en fechas posteriores a los años finales del siglo IV. Con las reservas que impone la escasa cifra de fragmentos hallados, hemos de notar la ausencia de ejemplares con bordes verticales y/o almendrados, formas 1-2 y 5-6 de Palo!, que parecen tener un momento de difusión más tardío, posiblemente centrado en los últimos decenios del siglo IV y siglo V, y que parecen ser además dominantes en los depósitos arqueológicos que se adentran ya en el siglo V. (25). Otro aspecto de estos platos que nos induce a fecharlos en el siglo IV es la ausencia de decoraciones impresas en los mismos, de las que no ha podido identificarse ni el más pequeño fragmento.
El lugar de fabricación de todas estas piezas no parece poder determinarse actualmente con exactitud, aunque no parece aventurado pensar en una zona de origen similar, en lo fundamental, a la de las producciones altoimperiales, valles riojanos del curso medio del Ebro, con una dispersión mayor ahora hacia las zonas burgalesas de la cuenca alta del Duero (26).
(22) Evidentemente la estimación del número de ejemplares atribuíbles a formas decoradas y a formas lisas tropieza con serias dificultades cuando se manejan únicamente bordes y cuellos fragmentarios. La cifra aquí indicada habría de incrementarse con una cantidad imprecisa de piezas de forma 37t en su versión lisa, que es imposible discernir.
(23) Mayet, Sigillées, p. 250, basándose en análisis de pastas. (24) Ihidem, p. 254. J.W. Hayes, Late Roman Pottery, Londres,
1972, p. 100. (25) Así en Peña Forua, con 10 piezas de estos tipos contra 5 del tipo
con borde horizontal (Martínez Salcedo, Unzueta, Peña Forua, pp.71-77); una distribución en el mismo sentido también se adivina en La Olmeda, al menos por el número de ejemplares inventariados (Palo!, Cortés, La Olmeda, pp.122-30).
(26) Los alfares documentados hasta la fecha de manera cierta, por el hallazgo de moldes y ocasionalmente instrumentos de fabricación, parecen concentrarse especialmente en el valle del Arlanza en Burgos (ver últimamente F. Pérez Rogríguez, M.R. García Rozas, Nuevos datos acerca de la producción de terra sigillata hispánica tardía, BSAA, LV, 1984, pp. 170-91; con producciones mayormente del segundo estilo). Los alfares que elaboran piezas del primer estilo parecen seguir concentrados en la zona riojana del Najerilla (Mayet, Sigillées, p. 258).
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La cerámica común. La mayor parte de los ejemplares hallados, en su mayoría
procedentes del sondeo 6, que corresponden a este grupo entran en la variedad de ollas y cuencos realizados con cocción reductora, de pastas groseras con abundante desgrasante mineral. Son recipientes realizados a torneta y a mano, que reproducen generalmente unos tipos de perfiles bien documentados en otros asentamientos de cronología similar al nuestro. Tomando como referencia el estudio más completo que hasta la fecha ha sido realizado sobre estas cerámicas, el correspondiente al yacimiento de Peña Forua, encontramos los siguientes tipos (27):
1.- Ollas de perfil curvo y borde vuelto plano de contorno anguloso (lám. 13, n. 127). Corresponden al grupo 1, forma 4, de Peña Forua. Se reconocen al menos tres recipientes distintos, todos ellos con restos de decoración peinada en el borde y panza.
2.- Ollas de perfíl curvo y borde vuelto de contorno redondeado (lám. 13, n. 128). Corresponden al grupo 1, forma 5, de Peña Forna. Los fragmentos recuperados corresponden al menos a dos piezas distintas, uno de ellos con arranque de decoración peinada en la panza.
3.- Olla de perfíl curvo con borde ligeramente vuelto y asa vertical sobre la boca (lám. 12, n. 125). Se trata de un tipo no conocido hasta la fecha, que debió destinarse verosímilmente para contener y transportar líquidos. Un único ejemplar.
4.- Ollita de perfíl curvo, boca ancha, con borde vuelto moldurado y acanaladura interior para tapadera (lám. 12, n. 126). Tipo desconocido, un único ejemplar.
5.- Plato de galbo oblícuo y borde perpendicular engrosado (lám. 13, n. 131). Grupo 1, forma 1, de Peña Forna. Sólo se identifica un ejemplar.
6.- Cuenco de paredes rectas (lám. 13, 129). Un ejemplar.
Además de estas piezas se puede señalar la existencia de un fragmento de borde de mortero, de pasta de color naranja muy granulosa, de características similares a la del grupo anterior pero con una cocción oxidante (lám. 13, n.132), así como dos piezas de pastas más decantadas, una correspondiente a un dolium y otra a un recipiente de pequeñas dimensiones y forma imprecisa (lám. 13, n.134 y 136).
(27) Martínez Salcedo, Unzueta, Pe1ia Forua, pp. 39-53; nuevos materiales procedentes de la cueva de Ereñuko Arizti, también en un nivel bajoimperial, son estudiados en A. Martínez Salcedo, La cerámica común romana de la cueva de Ereñuko Arizti (Ereño-Vizcaya), en Estudios de Geografía e Historia 11 (Deusto, Serie Historia: 6), Bilbao, 1988, pp. 179-93.
V. CARACTERISTICAS DEL DEPOSITO ARQUEOLOGICO DE EPOCA ROMANA DEL SONDEO 6. FRATO
El estudio pormenorizado de los materiales hallados en los distintos niveles de este sondeo nos permite establecer una fecha de construcción para la habitación localizada dentro del siglo IV d. C. Para ello nos basamos en los tipos aportados por la TSHT del nivel IV, que coincide al menos en parte con el momento inicial de la construcción. Las piezas allí encontradas corresponden a momentos de pleno desarrollo de esta producción cerámica, con lo que debemos pensar en una fecha para la formación de este nivel a partir del segundo cuarto del siglo IV, período en el que se suele situar genéricamente el inicio de la fabricación de aquellos. La fecha final para la formación del depósito arqueológico nos viene determinada por los materiales proporcionados por el nivel III, cuya formación corresponde a los aportes de tierra que han ido colmatando progresivamente el espacio exterior de la construcción. La composición de los hallazgos procedentes de este nivel no difiere substancialmente de la observada en el anterior, si bien es apreciable una fragmentación mayor de las piezas cerámicas así como una disposición mucho más irregular en el relleno. En este nivel se han podido identificar cuatro monedas, entre ellas un antoniano que corresponde a las series más devaluadas de Claudia 11. Su aparición en un contexto del siglo IV no resulta de ningún modo extraña, si tenemos en cuenta el amplio período de circulación de estos ejemplares, que siguen documentándose incluso en depósitos monetarios del siglo V (28). Los otros tres ejemplares, del siglo IV, cuadran bien con los tipos cerámicos hallados. Para establecer el momento final de utilización de la construcción hemos recurrido ya anteriormente a la ausencia de producciones cerámicas con decoración estampada en el relleno arqueológico, que, sin ser dominantes, se encuentran frecuentemente en los niveles arqueológicos más tardíos de otros yacimientos localizados en el País Vasco (29). Esta ausencia, unida a la relativa homogeneidad de los tipos de TSHT hallados, nos hace pensar en una fecha de abandono ya a finales del siglo IV d. C.
Una característica del relleno arqueológico de este sondeo es la presencia en la mayor parte de sus niveles, de un número reducido de fragmentos de TSH altoimperial, que han de ser interpretados como consecuencia de la alteración de los niveles de ocupación anteriores al siglo IV que debieron exis-
(28) Una relación general de los conjuntos conocidos en el norte peninsular en J.J. Cepeda, Tesorillos monetarios en el norte y noroeste de la Península Ibérica entre la segunda mitad del siglo IV y la primera mitad del siglo V d. C., en Estudios de Geografía e Historia .... cit., pp. 211-26.
(29) Así en !ruña, Alava (G. Nieto, El oppidum de /ruña, Vitoria, 1958, p. 148); Cueva de Iruaxpe, en Guipúzcoa (M. Urteaga, Arkeoikuska, Vitoria, 1985, p. 49); Peña Forna, Vizcaya (Martínez Salcedo, Unzueta, Pe11a Forua, pp. 20-2). La participación de la cerámica gris estampada en este último yacimiento representa en torno al 14% del total de las producciones finas documentadas.
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tir en el lugar. Ello resulta apreciable en la siguiente relación por grupos de los fragmentos significativos (30).
TSH TSHT CR CL VIDRIO Total
Nivel II 2 15 4 22 Nivel III 23 1 25 Nivel IV 29 2 10 41 Total 3 67 2 15 88 N.M.R. 3 20 2 11 36
La relación que se desprende de este gráfico entre los distintos tipos de recipientes hallados, puede ser contrastada, en términos porcentuales, con la que ofrece la serie, más abundante, de Peña Forna. Aunque el número de piezas que hemos podido utilizar en Frato ha sido escaso, creemos que su distribución comparativa con la que ofrece otro yacimiento tardorromano bien conocido puede ser indicativa de la existencia de comportamientos comunes en la participación de las distintas variedades. En los gráficos que siguen se pueden apreciar los resultados. Para Frato hemos excluído finalmente la representación de los fragmentos de TSH que consideramos de composición accidental en el depósito. Es posible que alguno de los fragmentos de CL, la cerámica común reductora que presenta en lo general una gran homogeneidad durante toda la época imperial, corresponda a piezas anteriores no usadas durante el siglo IV, como sucede con la TSH. Esto último resulta imposible de comprobar, por lo que hemos considerado del siglo IV todos los fragmentos significativos hallados. La distorsión que pudiera ocasionarse creemos que es mínima. Por otra parte, hemos excluído de la muestra de Peña Forna aquellos ejemplares aislados que los autores consideran no coincidentes con la cronología general del depósito.
CL(46%)
FRATO. SONDEO 6 Utensilia doméstica: distribución
CR(3%)
(30) N.M.R. = número mínimo de recipientes.
TSHT(42%)
CL(46'7o)
PEÑAFORUA Utensilia doméstica: distribución
TS(7%)
Un dato adquiere relevancia en estos gráficos: la tendencia a un equilibrio en la distribución general de las dos variedades mejor representadas, la TSHT y las cerámicas comunes reductoras (CL). Ambos grupos cuentan en las dos muestras con la mayor cantidad de ejemplares, demostrando el práctico monopolio que ejercen en las funciones de vajilla de mesa y concina/almacenaje, que respectivamente parecen detentar. Las cerámicas comunes de pastas finas y generalmente de cocción oxidante (CR) parecen ocupar un lugar marginal dentro del total utilizado, al menos en estos momentos del Bajo Imperio. Otro aspecto destacable es la extensión del uso de la terra sigillata, que, lejos de ser un producto de lujo o semilujo, se presenta como un tipo cerámico de uso corriente que puede llegar a superar incluso, en cantidad de recipientes utilizados, a las cerámicas comunes. El porcentaje alcanzado por las cerámicas finas es en Frato un 10% superior al observado en Peña Forua (TSHT más TS gris), aunque esta mayor representación habrá que confirmarla cuando dispongamos de una muestra más nutrida.
Por último no queda sino subrayar el uso limitadísimo que parecen tener los recipientes de vidrio, que alcanzan en estas muestras una mínima presencia.
VI. ESTUDIO DE LOS RESTOS FAUNISTICOS DEL SONDEO 6. FRA TO
En el presente informe se analizan los restos de fauna hallados en el sondeo 6 del yacimiento de Frato. Se trata de los materiales procedentes de los niveles romanos, atribuíbles a momentos cronológicos situables en el siglo IV d. C. Es posible que, de igual forma que sucede con otros materiales arqueológicos, una pequeña parte de la muestra estudiada corresponda a depósitos anteriores alterados por la ocupación bajoimperial y presentes de forma marginal en los niveles hallados. Es evidente que una cuantificación de ello resulta
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imposible, aunque nos parece que el error de apreciación que pueda originar es mínimo.
La muestra estudiada ha proporcionado 132 fragmentos identificables, pertenecientes a cinco o seis especies domésticas. Representan un mínimo de 15 individuos distintos y alcanzan un peso total de 3.111 gramos (Tabla l.). Hay una porción de fragmentos indeterminables cuyo peso (740 gr.) no alcanza el 20% del total de la muestra. En una primera aproximación se observa predominio del bovino doméstico seguido de lejos por el ganado ovicaprino. El resto de las especies (caballo, cerdo y perro) ofrecen frecuencias residuales.
NR NMI W.gr.
Equus caballus 1 1 47 Bos taurus 85 4 2.765 Ovis al Capra h. 38 7 240 Sus domesticus 7 2 59 Canis familiaris 1 1
TOTAL 132 15 3.111
Tabla 1.- Distribución del número de restos (NR), número mínimo de individuos (NMI) y peso (W) de los huesos de las distintas especies domésticas.
El ganado vacuno aparece como la cabaña doméstica más frecuente. Tenemos un mínimo de cuatro individuos distintos, entre los que se distinguen un ejemplar de avanzada edad, un adulto maduro y dos más jóvenes. Las clavijas corneas indican la presencia de una hembra adulta y, posiblemente, de un castrado (buey). La Tabla 2 ofrece la distribución de los restos según las diferentes regiones anatómicas, así como las escasas medidas obtenidas.
Clavijas c. 3 Mandíbula: Maxilar 1 L M3 38,5 35 Dientes a. sup 8 A M3 14,8 14,3 Mandíbula 8 + +++ Dientes a. inf 8 Vértebras 11 Falange 1: Costillas 6 LMpe 67,5 Escápula 3 Ap 35,5 Húmero 10 AD 31,5 Radio 4 Ad 38,5 Ulna 1 p Fémur 4 Tibia 8 Falange 2: Calcáneo 1 LM 38,5 35,5 34,5 Falanges 9 Ap 32,5 27 24
AD 26,5 21 19 TOTAL 85 Ad 28,5 21,5 20
a p p
Tabla 2.- Distribución anatómica de los restos y medidas del bovino doméstico.
Los restos de ovicaprino, a causa de su alto grado de fragmentación, no permiten ninguna atribución específica a la cabra o a la oveja. Está representado un mínimo de siete individuos distintos: 4 adultos maduros y 3 jóvenes. Al tratarse de piezas dentarias aisladas no se puede precisar bien la edad de los juveniles. La única medida obtenida y la distribución anatómica de los huesos quedan reflejadas en la Tabla 3.
Dientes a. sup. 16 Mandíbula 1 Dientes a. inf. 7 Costillas 1 Mandíbula: Húmero 1 LP2-P4 24,5 Radio 1 Metacarpo 1 Fémur 3 Tibia 3 Metatarso 4
TOTAL 38
Tabla 3.- Distribución anatómica de los restos y medidas del ovicarpino.
Respecto al ganado porcino todos los restos, a excepción de un fragmento de diáfisis de fémur, son dentarios. Corresponden a un macho adulto y a un ejemplar inmaduro que ha dejado un incisivo lacteal.
El perro sólo está representando con un P3 inferior derecho, cuyas medidas en mm. son:
Long. 13,2 Anch. 5,4
A la muestra ósea acompañan dos valvas de Ostraea que parecen corresponder a dos ejemplares diferentes.
En resumen, esta muestra escasa y de simple valor orientativo, parece indicar la existencia de actividades agrícolas y pastoriles con la presencia de las cabañas domésticas más comunes. Pero ahora están ausentes el asno, el gato y la gallina, pero la futura excavación de areas más amplias del yacimiento confirmará o corregirá esta primera impresión.
VII. CONCLUSION: UN BALANCE PROVISIONAL DE LOS RESULTADOS OBTENIDOS
Los sondeos practicados en el yacimiento de Frato permiten comprobar la existencia de un asentamiento de época romana en el lugar con una cronología dilatada, que al menos se extiende desde el último cuarto del siglo 1 d. C. hasta los años finales del siglo IV. El momento de la ocupación del que hemos podido recoger más datos corresponde precisamente a esta última centuria, en la que podemos situar la construcción doméstica aparecida en el sondeo 6. El dato reviste importancia en sí mismo si tenemos en cuenta que hasta la fecha no se
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conocía ningún lugar de habitación de esta centuria en la vertiente cantábrica del País, con la excepción de los niveles de ocupación tardía en cuevas, en momentos que, en lo general, nos parecen ligeramente posteriores a los aquí reconocidos. Además existen sobrados elementos de juicio para pensar en la existencia de un poblamiento anterior altoimperial, al que podemos asociar algunas actividades productivas como el trabajo del mineral de hierro extraído posiblemente de los cercanos afloramientos del monte San Pedro, aún explotados en la centuria pasada. Es difícil y prematuro pronunciarse sobre la importancia de esta y otras actividades documentadas, como
el pastoreo y la agricultura, así como sobre las mismas dimensiones y características del asentamiento, que sólo con la excavación en extensión estaremos en condiciones de conocer. Por de pronto lo hallado hace pensar en un pequeño enclave poblacional de tipo rural con una cierta diversificación en sus actividades económicas y que participa de los elementos culturales propios del mundo provincial romano.
Los hallazgos cerámicos procedentes de la localidad de Artomaña son asimismo un indicio de la existencia de otros enclaves de cronología similar en el Valle de Orduña.
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