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No cabe duda que soplan vientos favora- bles para la seguridad alimentaria. Son muchas y buenas las iniciativas que se están poniendo en marcha periódicamente para fomentar la tan reclamada inocuidad de los alimentos. La FAO emitía recientemente un informe en el que señalaba que la respuesta a las amenazas alimentarias transnacionales se encuentra también en las explotaciones agrí- colas y no sólo en los procesos de transfor- mación de alimentos. La organización instaba, pues, a reforzar la seguridad alimentaria «desde el principio hasta el final de la cadena alimentaria» y a dar una respuesta integrada y global para asegurar la inocuidad de los alimentos. No olvidemos que esto supone un giro en la filosofía tradicional de la FAO, para quien la seguridad de los alimentos consiste sobre todo en poder asegurar a más del 80% de la población mundial el acceso a los alimentos. Asimismo, la Organización Mundial de la Salud, en su 53ª Asamblea Mundial, declara que «la inocuidad de los alimentos es una cuestión prioritaria» y señala en el mismo informe que invertir en salubridad de los ali- mentos significa invertir en la próxima gene- ración. La Comisión del Codex Alimentarius ha contribuido decisivamente al desarrollo del código alimentario internacional. Durante más de 40 años, los científicos y especialis- tas en inocuidad e higiene de los alimentos han contribuido a la credibilidad, promoción y aceptación de las normas y directivas del Codex por los gobiernos, la industria agroa- limentaria y los consumidores. Hoy son 168 los estados miembros que la componen y muchos los científicos que han trabajado en la evaluación de más de 1.000 aditivos; en el establecimiento de límites máximos para residuos en alimentos de más de 3.200 plaguicidas; en la preparación de directrices relativas a la producción, elabo- ración, etiquetado y comercialización de ali- mentos orgánicos; o en la elaboración del código de prácticas para la buena alimenta- ción animal; por citar algún ejemplo, de entre los muchos que se podrían utilizar. La FAO y la OMS han anunciado recien- temente la creación de un fondo fiduciario para promover la participación de los países en desarrollo en el Codex Alimentarius. El fondo contribuirá a aumentar la participa- ción de unos 120 países en desarrollo en el importantísimo trabajo de la Comisión del Codex. Si la Comisión del Codex ha desempeña- do un rol crucial desde que fue fundada en 1962, no cabe duda que en los últimos años ha acelerado su trayectoria. Máxime desde que, tras la firma del Acuerdo de Marrakech, Rev Esp Salud Pública 2003; 77: 307-311 N.º 3 - Mayo-Junio 2003 EN QUÉ DIRECCIÓN VA LA SEGURIDAD ALIMENTARIA María Neira González Presidenta de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria. Ministerio de Sanidad y Consumo. EDITORIAL

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  • No cabe duda que soplan vientos favora-bles para la seguridad alimentaria. Sonmuchas y buenas las iniciativas que se estnponiendo en marcha peridicamente parafomentar la tan reclamada inocuidad de losalimentos.

    La FAO emita recientemente un informeen el que sealaba que la respuesta a lasamenazas alimentarias transnacionales seencuentra tambin en las explotaciones agr-colas y no slo en los procesos de transfor-macin de alimentos.

    La organizacin instaba, pues, a reforzarla seguridad alimentaria desde el principiohasta el final de la cadena alimentaria y adar una respuesta integrada y global paraasegurar la inocuidad de los alimentos.

    No olvidemos que esto supone un giro enla filosofa tradicional de la FAO, para quienla seguridad de los alimentos consiste sobretodo en poder asegurar a ms del 80% de lapoblacin mundial el acceso a los alimentos.

    Asimismo, la Organizacin Mundial de laSalud, en su 53 Asamblea Mundial, declaraque la inocuidad de los alimentos es unacuestin prioritaria y seala en el mismoinforme que invertir en salubridad de los ali-mentos significa invertir en la prxima gene-racin.

    La Comisin del Codex Alimentarius hacontribuido decisivamente al desarrollo del

    cdigo alimentario internacional. Durantems de 40 aos, los cientficos y especialis-tas en inocuidad e higiene de los alimentoshan contribuido a la credibilidad, promociny aceptacin de las normas y directivas delCodex por los gobiernos, la industria agroa-limentaria y los consumidores.

    Hoy son 168 los estados miembros que lacomponen y muchos los cientficos que hantrabajado en la evaluacin de ms de 1.000aditivos; en el establecimiento de lmitesmximos para residuos en alimentos de msde 3.200 plaguicidas; en la preparacin dedirectrices relativas a la produccin, elabo-racin, etiquetado y comercializacin de ali-mentos orgnicos; o en la elaboracin delcdigo de prcticas para la buena alimenta-cin animal; por citar algn ejemplo, deentre los muchos que se podran utilizar.

    La FAO y la OMS han anunciado recien-temente la creacin de un fondo fiduciariopara promover la participacin de los pasesen desarrollo en el Codex Alimentarius. Elfondo contribuir a aumentar la participa-cin de unos 120 pases en desarrollo en elimportantsimo trabajo de la Comisin delCodex.

    Si la Comisin del Codex ha desempea-do un rol crucial desde que fue fundada en1962, no cabe duda que en los ltimos aosha acelerado su trayectoria. Mxime desdeque, tras la firma del Acuerdo de Marrakech,

    Rev Esp Salud Pblica 2003; 77: 307-311 N. 3 - Mayo-Junio 2003

    EN QU DIRECCIN VA LA SEGURIDAD ALIMENTARIA

    Mara Neira GonzlezPresidenta de la Agencia Espaola de Seguridad Alimentaria. Ministerio de Sanidad y Consumo.

    EDITORIAL

  • la Organizacin Mundial de Comercio con-sidera las Normas Codex como nico instru-mento vlido para dirimir litigios internacio-nales en materia de libre circulacin de ali-mentos.

    Otro gran empuje para la seguridad ali-mentaria lo han dado los ciudadanos. Sudemanda constante para obtener el nivel mscercano posible al deseado riesgo 0 parasus alimentos ha favorecido la puesta enmarcha de iniciativas muy positivas en elcontrol de toda la cadena alimentaria. Nadiediscute ya que el acceso a los mejores y msaltos niveles de seguridad alimentaria es underecho fundamental del ciudadano y quetales niveles contribuirn a proteger y pro-mover su salud.

    Es de destacar el activo papel desempea-do por la industria agroalimentaria y la granmadurez que este sector viene demostrandoen la obtencin de los mejores standards deseguridad y calidad de nuestros alimentos,en los ltimos tiempos.

    Desde las Administraciones se han impul-sado, facilitado y ejecutado medidas muypositivas para asegurar a la poblacin loscontroles ms rigurosos de la cadena alimen-taria y restaurar la confianza del consumidor.

    El Libro Blanco de la Seguridad Alimen-taria de la Comisin Europea ha marcado unhito, elevando muy alto en la agenda de prio-ridades de los pases miembros de la UninEuropea y de la propia Comisin Europea, laseguridad de los alimentos.

    Siguiendo esa corriente, ms de 20 agen-cias nacionales de seguridad alimentaria hanvenido a sumarse a los organismos ya exis-tentes que velaban por la salubridad de losalimentos. La mayora de estas agenciasnacen con amplios mandatos, independenciay gran respaldo social y poltico.

    Espaa se suma, como no poda sermenos, a esta apuesta ambiciosa, creando un

    organismo que concentra bajo su mandatotodo el control de la seguridad de la cadenaalimentaria: desde la produccin primariahasta el consumidor.

    LA AGENCIA ESPAOLA DESEGURIDAD ALIMENTARIA

    Desde el mes de Septiembre del 2002, laAgencia Espaola de Seguridad Alimentariaes una realidad. La Ley por la que se crea, yel Estatuto que la desarrolla, instituye laAESA como organismo autnomo adscritoal Ministerio de Sanidad y Consumo y leatribuye competencias para promover laseguridad alimentaria como un aspecto fun-damental de la salud pblica, ofreciendogarantas e informacin objetiva a los consu-midores y a los agentes econmicos del sec-tor agroalimentario.

    La Agencia nace tambin como respuestaa un ciudadano cada vez ms exigente, a unasociedad que desea dotarse de las mejoresarmas para que sus alimentos sean inocuos.

    Las lneas de actuacin se basan en lamejor evidencia cientfica, una legislacinslida en materia de seguridad alimentaria,de rigurosa aplicacin y flexible modifica-cin, y la tan requerida transparencia e inde-pendencia en la informacin.

    La Agencia se inspira en los mismos prin-cipios que han sido ampliamente refrenda-dos por todos aquellos que velan por la segu-ridad alimentaria: La excelencia cientfica,la transparencia y la independencia. Nin-guno de esos principios necesita justifica-cin, ni explicacin, ni puede ser negociado.

    La Agencia cuenta, para asegurar su inde-pendencia y transparencia, con un Consejode Direccin donde personas de demostradacredibilidad representan un amplio espectrode aquellos sectores de nuestra sociedad quetrabajan en la seguridad alimentaria.

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  • La Comisin Institucional, asegurando lacoordinacin entre las comunidades autno-mas y estableciendo un modelo novedoso decoordinacin interterritorial e intersectorial;un Comit Cientfico multidisciplinar y elConsejo Consultivo, de amplia representa-cin social, completarn los rganos de ges-tin de la Agencia para asegurar el mejorbagaje cientfico y la requerida independen-cia.

    A la AESA se le encomienda el ambiciosomandato de englobar las tres vertientes delanlisis de riesgos alimentarios: Evaluacin,Gestin y Comunicacin y hace suyos losprincipios del Libro Blanco de la SeguridadAlimentaria de la Comisin Europea quepropone:

    Un abordaje integrado de toda la cade-na, desde la produccin primaria a la mesadel consumidor.

    Aplicacin del principio de precaucina la hora de tomar medidas de proteccin dela salud de los consumidores.

    La trazabilidad de los alimentos y suscomponentes, como elemento fundamentalpara el control oficial.

    Para acompasar las demandas cada vezms altas de exigencia de la red de alertaeuropea, la Agencia cuenta con un sistemade intercambio rpido de informacin paragestin de alertas alimentarias. Asimismo,las conexiones entre los diferentes sistemasrpidos de alerta sern aseguradas, agiliza-das y, en la medida de lo posible, armoniza-das.

    La comunicacin de un incidente alimen-tario a travs de la red de alerta no es, enmodo alguno, sinnimo de crisis alimenta-ria. Sin embargo, es necesario prever quetales crisis pueden surgir.

    La adecuada, eficaz y rpida gestin de lasmismas requiere un equipo multidisciplinar

    que realice la evaluacin del riesgo, gestionela ejecucin de las medidas adecuadas y, deforma transparente, realice la comunicacin.Una gestin adecuada ser aquella que noslo ataje las consecuencias en el mbito desalud pblica que la misma pueda suponer,sino que, asimismo, evite innecesaria alarmasocial y minimice potenciales consecuenciaseconmicas.

    Es fundamental para la Agencia de Segu-ridad Alimentaria poder contar con un Labo-ratorio de alta cualificacin: el CentroNacional de Alimentacin (CNA).

    Las actividades del CNA se centran endiferentes puntos crticos que permiten ele-var la seguridad de los alimentos ingeridospor la poblacin espaola, mediante un tra-bajo de excelencia tcnica que genere unafiabilidad analtica incontestable.

    Entre sus funciones se cuentan los estu-dios que permitan identificar, evaluar y con-trolar la presencia de microorganismosemergentes; la deteccin de sustancias pro-hibidas o fuera de los lmites autorizados enalimentos de origen animal; contaminacinde alimentos por Micotoxinas, toxinas mari-nas o contaminantes industriales; los tanimportantes estudios de evaluacin de nue-vos alimentos (Novel Food) o el controlde la presencia de OGM en alimentos; entreotros.

    La Agencia asegura tambin la coordina-cin de una red de laboratorios oficiales, lapuesta a punto de nuevas metodologas ana-lticas y su transferencia a los laboratoriosoficiales.

    Cabe tambin a la Agencia, la funcin pri-mordial de llevar a cabo la labor prospectiva;de ser, en definitiva, el sensor de deteccinanticipada de potenciales riesgos alimenta-rios.

    El derecho del ciudadano a disponer deinformacin completa, precisa, adaptada a

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  • sus necesidades, que le asegure la inocuidadde los alimentos, le permita realizar unaeleccin consciente y le proteja de prcticasabusivas es una base slida de actuacin dela Agencia.

    La actividad de comunicacin de riesgosa llevar a cabo desde la Agencia tiene unaimportancia capital. En ella se sustenta la tandemandada transparencia e independenciade actuacin.

    La informacin permitir al consumidor,desde optar por hbitos alimentarios mssaludables con pleno conocimiento de causa,hasta condicionar su opcin de compra deproductos alimenticios manejando informa-cin objetiva e interpretando correctamenteel etiquetado de dichos productos.

    CONTEXTO EPIDEMIOLGICOY SOCIOECONMICO

    No podemos correr el riesgo de actuarcomo si todo estuviese hecho, como si todoestuviese resuelto en materia de seguridadalimentaria. No cabe detenerse. Baste consi-derar algunos datos, epidemiolgicos ysocioeconmicos, acerca de la seguridad ali-mentaria en el contexto internacional.

    La OMS estima que ms de 2 millones denios mueren cada ao por enfermedadesdiarricas causadas por la contaminacin delagua o los alimentos.

    A pesar de que en los pases industrializa-dos, gracias a la aplicacin rigurosa de losprocesos tecnolgicos y altos standards dehigiene, las enfermedades vehiculadas poralimentos han disminuido drsticamente, seestima que de un 5 a un 10% de la poblacinsufre, al menos, un episodio de enfermeda-des de transmisin alimentaria. La globali-zacin de la distribucin de alimentos signi-fica tambin una globalizacin de los pro-blemas de salud pblica.

    Adems del impacto directo en la salud delos ciudadanos, las consecuencias que lasenfermedades vehiculadas por los alimentospueden tener en la economa de un pas sonconsiderables.

    En los EEUU, recientes informes estimanen 7.000 millones de dlares al ao el costeque para su economa tienen las toxi-infec-ciones alimentarias causadas por apenas sie-te organismos patgenos. Estos costes estnrelacionados con el tratamiento, investiga-cin de los brotes y el absentismo laboralque generan.

    La produccin y el consumo de alimentostiene, pues, adems del innegable y crucialpeso para la salud, importantes implicacio-nes en mbitos sociales, econmicos ymedio-ambientales, entre otras.

    EN QU DIRECCIN VA LASEGURIDAD ALIMENTARIA

    Entre los aos 40 y los 80 es donde se sit-an los cambios ms impactantes en la protec-cin de la inocuidad de los alimentos queconsumimos en los pases industrializados.

    El primer ciclo de medidas de seguridadalimentaria lleg con la pasteurizacion delos productos lcteos y la introduccin demedidas rgidas de higiene en la cadena ali-mentaria, principalmente en los mataderos.

    El segundo gran hito lo marca la aplica-cin de los sistemas de autocontrol basadosen Anlisis de Peligros y Puntos Crticos deControl (APPCC).

    Posiblemente asistamos en este momentoel tercer ciclo de medidas. Estas nos llevan aextender al origen de la cadena, hacia atrs,la exigencia de la higiene y la seguridad.Nuestra capacidad de anticipacin de losriesgos emergentes, contaminantes indus-triales, priones, virus lentos, etc, y su efectopotencial en la cadena alimentaria es el gran

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  • reto al que nos enfrentamos. Nos correspon-de a todos los diferentes sectores y operado-res de la seguridad alimentaria escribir estecaptulo.

    DNDE SE SITA EL CONSUMIDORUn aspecto tambin de gran importancia

    en el desarrollo del concepto de seguridadalimentaria ha sido la aparicin y vertebra-cin de los movimientos y organizaciones deproteccin de los derechos de los consumi-dores.

    La evolucin de estas organizaciones deciudadanos que pasaron de simples organi-zaciones de canalizacin de quejas en suscomienzos, a una progresiva toma de con-ciencia de su funcin social-, y que ha idopareja a la propia madurez del consumidorcomo individuo, ha llevado a estas organiza-ciones a reconocer cada vez ms la realidadinternacional del comercio de alimentos.

    El consumidor descubre la intrincada reddel comercio internacional, que acerca losproductos alimenticios desde los ms leja-nos orgenes a las estanteras de sus super-mercados.

    Hoy, gozamos todos los ciudadanos deuna amplia eleccin de productos para nues-tra alimentacin.

    El consumidor individual ha elevado enlos ltimos aos su nivel de exigencia. Lainformacin es ms accesible al ciudadano ylas instituciones y Administraciones hanrealizado un gran esfuerzo para acercrsela.

    Ese mayor nivel de informacin y de exi-gencia del consumidor ha provocado, para-djicamente, una erosin de su confianza.Ello se debe, en mltiples ocasiones, a unadistorsionada percepcin de los riesgos rea-les. En muchas ocasiones, no son los graves

    problemas de seguridad alimentaria los queatraen los titulares de los peridicos, sino loscasos espordicos que afectan a los pasesms industrializados. Sin caer en el excesode proteccionismo o del excesivo anhelo alriesgo 0, debemos tomar las medidasoportunas para establecer un paralelismoreal entre el riesgo percibido y el riesgo real.

    En definitiva, la seguridad alimentaria son24 horas al da, 7 das a la semana, 365 dasal ao y requiere la colaboracin de unamplio abanico de sectores pblicos y priva-dos. Nos cabe a todos los que trabajamos enpos de la misma: la sanidad, la agricultura, elmedio ambiente, las organizaciones socialesy de defensa del consumidor, el sector priva-do, las instituciones cientficas, los organis-mos de competencias similares de mbitointernacional, fomentarla y, en definitiva,dirigirla en la buena direccin.

    BIBLIOGRAFA1. Libro blanco sobre seguridad alimentaria. Bruse-

    las: Unin Europea; 1999.

    2. Comunicacin de la Comisin sobre el Principiode Precaucin. Bruselas: Comisin de las Comuni-dades Europeas; 2000.

    3. Inocuidad de los alimentos. Consejo Ejecutivo dela 108 reunin. Ginebra: Organizacin Mundialde la Salud;2001.

    4. Buchanan RL, Whiting RC. Risk Assessment: AMeans for Linking HACCP Plans and Public He-alth. J Food Prot 1998; 61 (11): 1531-4.

    5. Participacin de los pases en desarrollo en el esta-blecimiento de los estndares alimentarios interna-cionales. Trust Fiduciario de la OMS/FAO para laparticipacin en el Codex.

    6. Estrategia de la FAO relativa al enfoque de calidade inocuidad de los alimentos basado en la cadenaalimentaria: Documento marco para la formula-cin de la futura orientacin estratgica. Tema 5del programa. 17 perodo de sesiones. Comit deAgricultura de la FAO. Roma, 31 Marzo al 4 Abril2003.

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