E s t i g m a sBreve recorrido por la historia de la

intolerancia

Gente “molesta”

• El poder ha utilizado siempre etiquetas para apartar a quien le resulta incómodo.

• En la antigüedad se acudía a un término que, curiosamente, aún continúa usándose en según qué latitudes.

Hereje

• Pasó el tiempo y la maldición transitó del terreno religioso al mundo de lo social. Entonces, la demonización corrió a cargo de un nuevo término.

Liberal

General Torrijos, famoso liberal y héroe de la guerra de la Independencia, fusilado por Fernando VII.

• Vino la sociedad industrial, con sus esclavitudes masificadas y el peso del estado elevado a categoría de dios. Fue el turno para una nueva etiqueta.

Socialista

• Nacieron puntos de vista diferentes en el movimiento obrero, dividido e incluso enfrentado. Y la etiqueta cambió de nuevo cuando los más decididos escogieron mejor su bandera.

Comunista

• Más tarde supimos de la barbarie practicada por Stalin o Mao Tse Tung, disimuladas tras los supuestos "avances" de las masas proletarias de esos países. Se dijo que nada valían las libertades colectivas si las individuales no encontraban también su lugar. Y surgió un nuevo estigma.

Anarquista

• Y ahora que los movimientos sociales apenas vislumbran una ligera esperanza, después de una parálisis casi absoluta, cuando nacen los mundos virtuales y la sociedad de redes, el poder lanza un nuevo anatema acogido a la lengua de Shakespeare.

Hacker

• Y a uno se le ocurre que es bueno recordar cuál fue el primer término que el poder utilizó para apartar a las ovejas negras. Es un curioso término…

•¡¡¡Cristiano!!!!

• Y aquí seguramente esperábais encontrar al icono esperado del cristianismo, con su cruz y su tortura a cuestas. Pero no…

• Considero más educativo presentaros a un cura que es amigo de los pobres y ha sido apartado de su tarea porque ha cometido el error de presentarse a las elecciones por el Psoe.

Antonio Fernández Blanco

• Los vecinos de su parroquia han boicoteado la misa de su sustituto y acusan al Sr. Baltar, pepero de pro, de mover los hilos.