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Veterinaria cerraba el año con la disputa del encuentro aplazado la segunda jornada frente a Tres Cantos, una salida complicada y más con el nulo acompañamiento de resultados al buen trabajo realizado, un partido al que a la dureza del rival había que sumar la ansiedad verde.

En principio sin convocatoria cerrada se juntaron todos los efectivos disponibles para realizar la fase de

activación y calentamiento, esto que es algo novedoso debería salir de dentro de nuestros muchachos en cada uno de los partidos ya que es la mejor forma de hacer grupo y sentirte parte del resultado final. Ya más adelante en el vestuario y con la convocatoria cerrada saltábamos al césped.

En los primeros compases con intercambios de posesión, en una acción aislada Tres Cantos entraba en la veintidós Veterinaria y tras un breve espacio de tiempo lograba sumar los primeros siete puntos tras un ensayo de maul transformado. A partir de aquí el resto de la primera parte se jugó en el campo local, con nuestro equipo empujando, en una ventaja de golpe Lucena pasaba un drop y poco después Waipai ensayaba de maul respondiendo así al primer ensayo. Huelga decir que no resolvimos todas las oportunidades y eso siempre lleva a la frustración, sin embargo en otra jugada donde el oval se desplazó de un lado a otro Sete conseguía una nueva marca que Lucena transformaba, aprovechando así la superioridad por una amarilla que habían visto los locales poco antes. Antes de la finalización pasaría Luce un nuevo golpe de castigo centrado a palos para dejar el tanteo en 7-18. Sin embargo nos íbamos con dos bajas, Largo y Morante, a las que se sumaban las molestias de Sete.

La segunda parte merece un capítulo a parte, al poco de reanudarse el tiempo de juego Poney veía una tarjeta amarilla que sólo el árbitro vio. Sabéis que aquí no hablamos nunca del señor colegiado por respeto a su figura, pero hoy merece una excepción ya que después de su apreciación, que tenemos que acatar, fue su actitud la que llevó a la roja que veía inmediatamente nuestro jugador; un colegiado no puede encararse con ningún jugador y mucho menos reprochar actitudes que el mismo no predica; las consecuencias aquí solo las pagó el conjunto visitante. Con catorce valientes sobre el campo y un descuadre en los esquemas de nuestros técnicos, Veterinaria encajaba un golpe que ponía a Tres Cantos a ocho puntos. Nuestro equipo sabe sufrir, y así lo demostró, donde no se podía más se sacaron fuerzas y donde se era en principio uno menos siempre se fue uno más; así, a base de coraje

Tres Cantos 17 – 23 CR Veterinaria

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y empuje Álvaro conseguía un ensayo clave de cara al final, 10-23. Los últimos veinticinco minutos fueron de absoluta entrega, solidaridad, compañerismo y derroche para frustrar todos los intentos locales de llevarse el partido, incluso rozamos en tres ocasiones lograr una nueva marca aunque decisiones muy discutibles nos privaron de ello, Tres Cantos conseguiría una nueva marca pero ya no haría más y el partido finalizaba con una justa victoria 17-23.

Ahora toca recuperar a los lesionados, reponer fuerzas y aumentar la ilusión para afrontar la segunda vuelta, donde a buen seguro por este camino tendremos mucho que decir. El trabajo da sus frutos, esto ya ha quedado demostrado.

Por Veterinaria jugaron: 1-Deivis 2-Waipai 3-Félix 4-Largo (sust. por Gallego) 5-Cachorro (sust. por Gastón) 6-Poney 7-Álvaro 8-Parra 9-Morante (sust. por Troco) 10-Lucena 11-Culebra 12-Sete (sust. por Felos) 13-Cristian 14-Torcu 15-Chucha. No jugaron pero estaban en convocatoria: 16-Kapo 17-Godoy 18-Bigotines 19-Bigotines.

El crack: Parra. Le tocó la capitanía ante las lesiones y fue un fiel ejemplo del espíritu que hemos narrado en la crónica: garra, sacrificio y entrega. Justo galardón esta semana.

El duro: Álvaro. Aplicado en todas las facetas defensivas apareciendo al apoyo cada vez que hacía falta y muy participativo en ataque, otra gran tarde del tercera.

El dandy: Lucena. Su drop convertido en una ventaja, aunque muy discutida la decisión por el staf técnico, le sirvió para llevarse el detalle técnico.

Vaya día: Poney. Pecó en la provocación y vio la amarilla, pero después entró en un juego con el colegiado muy equivocado que hizo que jugáramos con catorce casi toda la segunda parte.

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Don Ángel y la escolta Veterinaria conquistan Vallecas

31 de Diciembre de 2015, como gran fin de fiesta de este buen año veterinario, la San Silvestre Vallecana centraba de nuevo la atención de nuestro equipo, que un año más, acompañaría a Ángel desde la salida en la Calle Concha Espina, hasta Vallecas.

Un año más, el bagage de Ángel seguía creciendo, y aún más su valor al presentarse de nuevo al reto con ya 85 años. Veterinaria, fiel al tesón de su amigo, acompañó durante todo el recorrido a nuestro más veterano fan, que un año más consiguió acabar la carrera, rompiendo de nuevo todos los retos.

Desde el club agradecemos el apoyo de los 7 jugadores que se acercaron para contemplar la gesta de Ángel, y para escoltar al más veterano atleta conocido. Un año más, la gesta se ha convertido en una gran lección humana, oda al esfuerzo y al trabajo de todo un año, que tuvo su colofón en una nueva meta más para nuestro superman, y sobretodo un reto más, acabarla con 86 tacos...

#YocorroconÁngel

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#FAMILIAVERDE

Fuiste uno de los chavales que formaron parte de aquel renacer de la facul pero, ¿conocías el rugby antes de entrar en la carrera?

En realidad no conocía el rugby ni de pasada antes de vender mi alma a la facultad. Lo que habría oído del rugby era lo que se podía ver en la televisión, o en los periódicos, es decir, nada y menos. Empece a jugar de la mano de otros compañeros de promoción (y hoy grandes amigos), como Largo o Jabón, que bajo la presión de Juanovi acabamos por ir a un entrenamiento y así hasta hoy... El percal que nos esperaba allí, con los hermanos Pardo, Mendi, Kempoi, Rorro, Conde, el gran Matthieu, era como como poco acojonante.

> ¿Cuál fue tu primera impresión?

La verdad que fue increíblemente distinto a todo lo conocido (yo había jugado 15 años al futbol sala), los entrenamientos eran una religión, el equipo mandaba y la disciplina era brutal entre un grupo de amigos que después de ponerse hasta el cielo de golpes entre ellos se iban a disfrutar toda la noche juntos al calor de una cerveza y unas alitas. Es algo que marca, es distinto y es difícil de explicar y más si has tenido la suerte de caer en Veterinaria.

> Y desde un punto de vista físico, ¿cómo fue esa entrada en el rugby? ¿Fueron duros los inicios?

Los primeros entrenamientos parecían la guerra literalmente. El mando brutal de kempoi infligía un temor moral y una implicación física brutal. En cierto modo, al echar la vista atrás te das cuenta que los que superaron aquel mítico entrenamiento de cantarranas son los que luego merecieron la pena como jugadores. Era muy duro, pero era un gusto. Hoy, casi 10 años después y con 12 kg de puro músculo (juas) ganados desde que empecé la carrera, creo que nunca se puede decir que se esté preparado físicamente para este deporte.

> Unos años después de debutar en la facultad decides dar el paso al que te animaban tus compañeros y das el salto a jugar con los mayores, ¿cómo fue tu salto al equipo federado?

Ufff. Fue una decisión muy meditada, la verdad que no estaba nada seguro de poder dar lo suficiente en ese grupo que era el federado. Miraba y veía a los jugadores que lo componían y que aún siguen hoy ahí, con años de historia y de historias en el club, y no

Alejandro Gutierrez Liarte, Morante, representa el claro ejemplo de como alguien que no conoció el rugby hasta muy tarde es capaz de llegar lejos en la estructura de un Club, implicado, entregado y testigo de la transición del equipo, iniciamos con él este año 2016.

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me veía capacitado. Acojonaba ponerse al nivel de Pony, Gastón, Davis, Pepe y un largo etc, pero lo cierto es que nada más entrar te hacen sentir diferente, comprendes porque Veterinaria es un equipo distinto y no tardas en formar parte de esa familia, dentro y fuera del campo.

> Al menos has conocido a 3 entrenadores en estos años como jugador verde. ¿Qué te han aportado los entrenadores con los que has jugado?

Contando a Felipe serían 4. Lo que pasa que Philip aparecía un par de tardes, te enseñaba lo que era la vida y volvía a la oscuridad. Con el primer entrenador que tuve en el Federado, Benoitlà, no sólo me hizo debutar en el primer partido, sino que además me puso de apertura titular. Era cómoda la confianza que depositó en mi, pero el nivel técnico que buscaba era difícilmente alcanzable. Creo que fue un gran entrenador, aunque ciertos fallos a la hora de transmitir los mensajes se acumularon e hicieron que se alejase de nosotros. Con Facundo afrontamos un rugby completamente distinto, en el que se hacía mucho hincapié en la solidez defensiva, y en la disciplina y orden de la delantera. Con él llegó mi siguiente transformación al 9, apuesta que siempre agradeceré y puesto donde más he disfrutado jugando a este deporte. Creo que con él alcanzamos un sistema de juego claro y ordenado, y que llegó a tener años de grandes triunfos, y un enorme espíritu ganador. Gonzalo creo que de los 3 es el que ha revolucionado más todo, como hombre de la facultad ha conseguido apelar mucho al espíritu y al coraje de los jugadores, y eso se ha transformado en una participación y un compromiso nunca vistos antes en este club (yo al menos no). En esa parte sin duda habría que darle un 10, y en la parte técnica la variedad de ejercicios y un sistema nuevo, mucho más moderno y con gran protagonismo del balón tiene un potencial tremendo. Por el momento los resultados no son los idóneos, pero el juego y las sensaciones no nos las quita nadie. Llegará.

> Sabemos que eres de buena plática, así que poniéndonos profundos , ¿qué aporta el rugby en tu vida?

La verdad es que el rugby es algo distinto, algo que anteriormente no has conocido y que no se puede explicar de manera concreta. El rugby, desde que nos conocimos creo que me

ha dado algunas cosas que nunca voy a perder, y también me ha quitado otras tantas. No Obstante, creo que el baremo total es muy positivo. Los valores aprendidos, y sobretodo, la gente que vas conociendo, los que se quedan y los que se van, dejan una marca imborrable. Hay una lista enorme de nombres, pero no los citaré porque seguro que me dejaría alguno.

> En todos estos años, ¿cuál es tu mejor recuerdo en Veterinaria o del que guardas mayor cariño?

La verdad que es prácticamente imposible quedarse con uno sólo. Existen momentos increíbles dentro del campo, como poder haber

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compartido partidos y partidos con algunos grandes amigos. Sin duda, jamás olvidaré ni los centrales ni a Derecho, el empate a cero con Económicas, y con el federado, desde el debut frente a majadahonda, a la victoria de liceo, etc... Son innumerables y creo que lo mejor aún está por venir. Nos quedan grandes y grandes momentos por vivir, como he dicho antes, dentro y fuera del campo.

> Como uno de los jugadores más integrados, ¿qué le dirías a todos aquellos que se incorporen o estén pensándolo?

Sólo les pediría unas horas de sus vidas, para que podamos convencerles. Que vengan un jueves a entrenar y vean como trabajamos, como es este deporte desde dentro. Después, que se pasen un sábado a ver jugar a Veterinaria, que entiendan el deporte y que después se queden a tomar unas cervezas ya escuchar batallitas. Tras dos semanas siguiendo esa rutina no creo que sean capaces de dejarlo. De verdad que merece la pena.

> ¿Qué crees que hace a la gente quedarse en Veterinaria y no querer moverse de este club? Y llevado a lo personal, ¿qué hizo que te quedaras y llegaras hasta hoy?

Pues es difícil decirlo. Es bueno echar la vista atrás y ver que hay muy pococks jugadores que hayan pasado por nuestras filas y se hayan marchado a otros equipos. Veterinaria viene a ser el principio y fin de muchas carreras y en algunos casos acaba siendo el retiro dorado de jugadores que han pasado años en clubes con mayor proyección deportiva. Yo pertenezco a ese primer grupo que empezó en Veterinaria y acabará en Veterinaria y jamás se vestirá la camiseta de otro club. A mi parecer, el rugby sólo tiene sentido cuando se juega con amigos, sólo podrás hacer frente a una exigencia así cuando al lado tienes a la gente con la que quieres jugar y no con la que te ha tocado. Creo que el día en el que en tu vestuario mires alrededor y no veas a la gente adecuada, todos deberíamos dejarlo.

> Eres uno de los habituales de los terceros tiempos, y de las actividades paralelas del club ¿Cuánto peso crees que tiene el equipo fuera del césped?

Bueno sin duda creo que es un aspecto fundamental. Somos un gran grupo humano, una familia que basa gran parte de su funcionamiento en su estado de ánimo. Este equipo podría sobrevivir sin ganar, pero nunca podría sobrevivir sin la vida de fuera del campo. Los lazos que mantienen los jugadores hacen que sin duda estos rindan de otra manera y puedan llevar ese corazón al interior del campo. Veterinaria especialmente hace gala de un código romano en el que la amistad y la confianza se gana son valores básicos pata entrar dentro del campo. No obstante, y con todo, hay que alcanzar un equilibrio entre la vida fuera del césped y el juego dentro, que al fin y al cabo es el motivo que nos une a todos.

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> Y este año, ¿cómo ves al equipo?

Ilusionado, veo un grupo de mucha gente muy comprometida, muy aplicada en los entrenos y con muchas ganas de que las cosas vayan bien. La verdad que este año está siendo distinto a los anteriores. La gran cantidad de jugadores disponibles hacen que crezca mucho la competitividad y la seriedad, pero sin duda también que el equipo crezca, tanto deportivamente como socialmente. Estoy esperanzado, aunque ahora como todos algo impaciente, ya que los resultados no terminan de llegar. Pero llegarán antes de final de temporada, estoy seguro.

> Después de todo esto que nos has contado y casi acabando, ¿podemos decir que nos quedan muchos años con la elástica verde?

Me quedan todos... Estoy bastante seguro de que será el deporte quien me deje a mi, así que, por el momento, no soñeis con perderme de vista, tenéis lentitud para rato...

> Para terminar, expón un deseo para lo que queda de temporada y lo que viene.

Para este año, sin duda ganar partidos, lo necesitamos moralmente, y como forma de refuerzo al gran trabajo que se está haciendo. Así Que, ganar ganar y volver a ganar. Para el que viene, mantener el grupo humano me parece primordial, y después, que éste grupo funcione dentro del vestuario, que 35 tios puedan ser amigos y además ganar y jugar bien. Ese día gran parte del trabajo estará hecho. ¡Plata o plomo!

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*99% REAL

Un incidente con su pasaporte casideja a Marcelo viviendo en la T4

Nuestro compañero de fatigas Marcelo vivió una estrambótica situación similar a la ocurrida en la célebre película protagonizada por Tom Hanks.

El brasileño volvía de pasar las vacaciones en dicho país en vías de desarrollo, pero un agente de la Policiía Nacional lo confundió con Walter White de la serie Breaking Bad.

Tras demostrar que no es un personaje de ficción y que no trafica con metanfetamina, pudo pasar.

Rober engorda 450 gramos

Negras fechas para el velludo ala madrileño, quien ha comprobado en sus lorzas el peso de la Navidad.Nada menos que 450 gramos de más hacen que Rober roce la alarma sanitaria.

Tendremos que esperar a volver a ver al otrora estilizado jugador, ya que, para poner remedio a su alarmante situación, los médicos le han recomendado un balón gástrico o 100 flexiones iroquesas al día.

Toti se vuelve a Mexico sin haber apenas salido

Ruegos, las amenazas y los lloros por Whatsapp. Nada de esto ha servido para que Rodrigo Zamora haya salido de casa durante su estancia en España. Durante este tiempo de abstinencia, el ahora jugador de los Wallabies de DF se ha dedicado a profundizary recuperar su acento español viendo galas en TVE.

LA SECCIÓN DE MOYOyMANU

*Para “La sección de Moyo&Manu” no han colaborado ni Moyo ni Manu.

cerrado por vacaciones.