drama cristiana de jose

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José y sus hermanos” ACTO I ESCENA PRIMERA Escenario: Los hermanos de José están en el campo pastando ovejas. NARRADOR Esta historia se inició en la ciudad hebrea de Canaán y terminó en el antiguo Egipto, gobernado por los temibles faraones. En Canaán vivía el patriarca Jacob, quien tenía una familia muy numerosa. Tuvo doce hijos, siendo uno de ellos, José, su preferido. En cierta ocasión le obsequió como regalo una túnica de colores, ocasionando la envidia y malestar entre sus hermanos mayores. José, por ser el hijo preferido de Jacob, constantemente estaba acusando a sus hermanos de la mala vida que llevaban, propiciando de esta manera que varios de ellos llegaran a odiarlo, situación que fue agravado por los constantes sueños que tenía en desmedro de su familia. Hasta soñó que el sol, la luna y once estrellas que representaban a sus hermanos se inclinaban ante él, provocando una seria llamada de atención por parte de su padre. Por ser una persona presumida, sus hermanos, no solamente le odiaban, sino hasta querían matarlo. No obstante, Dios tenía un plan para su vida, porque Jehová estaba con él. Cierto día su padre le encomendó ver el estado de las ovejas que sus hermanos pastaban y José tuvo que ir hacia ellos… SIMEON - Mira Dan, ahí viene el soñador. DAN - Seguro que viene para acusarnos ante nuestro padre. SIMEON - Es la oportunidad para matarlo y veremos que pasa con sus sueños. ASER - Vengan, echémosle en esa cisterna y diremos que una fiera lo devoró. Manchemos su túnica de sangre y nos creerán que así fue. JUDA - Yo estoy de acuerdo con ustedes. Ese soñador ya me tiene cansado con sus acusaciones. RUBEN - Hey, que van a hacer con el muchacho. No lo matemos. ¿Por qué vamos a derramar su sangre? Echadlo en esa cisterna que está por esa roca y dejadlo ahí. JOSE (Acercándose donde sus hermanos, pero ellos cargan sobre él). - Mi papá me ha pedido que…qué pasa… qué hacen…no, no por favor….nooooooo. ESCENA SEGUNDA Los hermanos de José están charlando, luego de haber dejado en la cisterna al muchacho y Rubén se retira del grupo. RUBEN (Retirándose del grupo) - No toquen al muchacho, veremos que pasa después. SIMEON - Miren, unos ismaelitas. JUDA - ¿Por qué vamos a matar a nuestro hermano? A pesar de todo es nuestra sangre. Mejor, vendámoslo a esos ismaelitas y sean ellos quienes derramen su sangre. DAN - Estoy de acuerdo. ASER - También yo. Además, podemos obtener un poco de dinero del soñador. ISMAELITA (Viene contando dinero y feliz por el buen negocio que hizo con anterioridad). SIMEON - Dime ismaelita, quieres hacer negocios con nosotros. ISMAELITA - Claro, si el producto que me venden es bueno. DAN - Tenemos a un tipo que puede darte mucho dinero como esclavo. JUDA - Es muchacho y lo puedes vender a las autoridades de Egipto como sirviente. (Sacan a José y lo muestran al ismaelita, quien revisa sus dientes y antebrazos). ISMAELITA - ¿Cuánto piden por el esclavo? ASER - Lo vendemos por 20 siclos de plata. ISMAELITA - Está bien. Aquí están los 20 siclos de plata.

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Page 1: drama cristiana de JOSE

“José y sus hermanos”

ACTO I

ESCENA PRIMERA

Escenario:

Los hermanos de José están en el campo pastando

ovejas.

NARRADOR

Esta historia se inició en la ciudad hebrea de Canaán y

terminó en el antiguo Egipto, gobernado por los

temibles faraones. En Canaán vivía el patriarca Jacob,

quien tenía una familia muy numerosa. Tuvo doce

hijos, siendo uno de ellos, José, su preferido.

En cierta ocasión le obsequió como regalo una túnica

de colores, ocasionando la envidia y malestar entre

sus hermanos mayores.

José, por ser el hijo preferido de Jacob,

constantemente estaba acusando a sus hermanos de

la mala vida que llevaban, propiciando de esta manera

que varios de ellos llegaran a odiarlo, situación que

fue agravado por los constantes sueños que tenía en

desmedro de su familia. Hasta soñó que el sol, la luna

y once estrellas que representaban a sus hermanos se

inclinaban ante él, provocando una seria llamada de

atención por parte de su padre. Por ser una persona

presumida, sus hermanos, no solamente le odiaban,

sino hasta querían matarlo. No obstante, Dios tenía un

plan para su vida, porque Jehová estaba con él.

Cierto día su padre le encomendó ver el estado de las

ovejas que sus hermanos pastaban y José tuvo que ir

hacia ellos…

SIMEON

- Mira Dan, ahí viene el soñador.

DAN

- Seguro que viene para acusarnos ante nuestro

padre.

SIMEON

- Es la oportunidad para matarlo y veremos que pasa

con sus sueños.

ASER

- Vengan, echémosle en esa cisterna y diremos que

una fiera lo devoró. Manchemos su túnica de sangre y

nos creerán que así fue.

JUDA

- Yo estoy de acuerdo con ustedes. Ese soñador ya me

tiene cansado con sus acusaciones.

RUBEN

- Hey, que van a hacer con el muchacho. No lo

matemos. ¿Por qué vamos a derramar su sangre?

Echadlo en esa cisterna que está por esa roca y

dejadlo ahí.

JOSE

(Acercándose donde sus hermanos, pero ellos cargan

sobre él).

- Mi papá me ha pedido que…qué pasa… qué

hacen…no, no por favor….nooooooo.

ESCENA SEGUNDA

Los hermanos de José están charlando, luego de haber

dejado en la cisterna al muchacho y Rubén se retira

del grupo.

RUBEN

(Retirándose del grupo)

- No toquen al muchacho, veremos que pasa después.

SIMEON

- Miren, unos ismaelitas.

JUDA

- ¿Por qué vamos a matar a nuestro hermano? A pesar

de todo es nuestra sangre. Mejor, vendámoslo a esos

ismaelitas y sean ellos quienes derramen su sangre.

DAN

- Estoy de acuerdo.

ASER

- También yo. Además, podemos obtener un poco de

dinero del soñador.

ISMAELITA

(Viene contando dinero y feliz por el buen negocio

que hizo con anterioridad).

SIMEON

- Dime ismaelita, quieres hacer negocios con nosotros.

ISMAELITA

- Claro, si el producto que me venden es bueno.

DAN

- Tenemos a un tipo que puede darte mucho dinero

como esclavo.

JUDA

- Es muchacho y lo puedes vender a las autoridades de

Egipto como sirviente.

(Sacan a José y lo muestran al ismaelita, quien revisa

sus dientes y antebrazos).

ISMAELITA

- ¿Cuánto piden por el esclavo?

ASER

- Lo vendemos por 20 siclos de plata.

ISMAELITA

- Está bien. Aquí están los 20 siclos de plata.

Page 2: drama cristiana de JOSE

ACTO II

ESCENA PRIMERA

Escenario:

La casa de Potifar. Ambiente decorado con muebles y

adornos egipcios.

NARRADOR

Cuando llegaron a casa, los hermanos dieron a

conocer a su padre lo que ya habían planificado,

creyendo Jacob que su hijo fue devorado por una fiera,

causándole un gran dolor. Jacob lloró mucho y no

quiso comer por el duelo de su hijo.

Mientras tanto, en el mercado de esclavos de Egipto,

José fue comprado por Potifar, capitán de la guardia

de Faraón y trabajó como esclavo en la casa de ese

oficial egipcio. Pero Jehová estaba con José y la casa

del egipcio también fue bendecida por su causa. Al ver

Potifar que todo lo que hacía José era prosperado, lo

hizo mayordomo de su casa y le entregó todo el poder.

Aún los campos del egipcio fueron prosperados y era

José de hermoso semblante y bella presencia…

Potifar termina de dar indicaciones a José sobre los

quehaceres de la casa.

POTIFAR

- José, he puesto toda mi confianza en ti. Estoy seguro

que los dioses te ayudarán para hacer prosperar mi

casa como ya lo estás logrando.

(Se retira Potifar del escenario cuando termina de

hablar José).

JOSÉ

- Mi Dios en quien he confiado hace todas las cosas y

será así como él las hará.

ESPOSA

(Mirando seductoramente a José)

- ¡José! Ven muchacho. Tráeme agua que tengo sed.

JOSE

(Entra y luego sale)

- Si señora.

ESPOSA

(Mirando a José de pies a cabeza)

- Toma también agua de mi vaso si tienes sed.

JOSÉ

- Gracias señora. Saldré para hacer mis quehaceres.

ESPOSA

(Mira maliciosamente a José, siguiéndolo con la

mirada)

ESCENA SEGUNDA

ESPOSA

(Mirando a su entorno como viendo qué puede hacer

José).

- ¡José! ¡José!

JOSE

- Si señora, me llamaste.

ESPOSA

- Si te llamé. Tráeme un abanico que tengo calor.

JOSE

(Sale y luego entra con un abanico).

- Aquí está señora.

ESPOSA

(Mirando con seducción y pasión a José. Se muerde

los labios, pasa la lengua por sus labios y se suelta el

cabello).

- Échame aire. Quiero refrescar mi cutis.

JOSE

(Se acerca hacia ella, pero echa aire por el costado).

ESPOSA

(Se vuelve hacia él y cariñosamente le habla).

- Así no José. Aquí en mi cara.

(Le toma la mano y le ayuda a airearse).

- Eres de hermoso parecer y fuerte. Ven, acuéstate

conmigo.

JOSE

(Retirándose bruscamente).

- No señora, no puedo hacer eso. Tu esposo ha puesto

toda su confianza en mí y sólo me ha reservado a ti

para él. Además, no puedo pecar contra mi Dios.

ESPOSA

(Molesta e irónicamente).

- ¡Qué tonto eres José! Nadie se va a enterar. Además,

tú me gustas.

JOSE

(Sale del escenario con la cabeza abajo).

ESCENA TERCERA

ESPOSA

(Fastidiada, pero decidida a hacer algo).

- ¡José! ¡José!

JOSE

- Sí señora.

ESPOSA

- Tráeme el florero de Luxor, quiero que esté aquí.

Ponlo en ese lugar. No, mejor aquí. … a ver ponlo en

ese lugar…

(José sólo obedece el capricho de la esposa).

- Mejor colócalo aquí

(Señalando casi sus pies y cuando se acerca José lo

coge del brazo con la intención de besarlo).

Page 3: drama cristiana de JOSE

- José, duerme conmigo. Estamos solos, nadie se

enterará. José, tú me gustas…

JOSE

(Intenta salir, pero ella coge su ropa y José sale

asustado).

- No señora, no lo haré.

ESPOSA

- ¿Qué? Qué se habrá creído ese esclavo. ¡Guardias,

guardias!

SOLDADO

(Entra corriendo).

- Qué sucede señora.

ESPOSA

- Ese hebreo quiso violarme. Llama a mi esposo

rápidamente.

(Mientras, murmura molesta).

- ¿Qué se habrá creído ese hebreo? ¡Uff, lo odio! ¡Lo

detesto!

POTIFAR

(Entra violentamente y pide explicaciones).

- ¡Qué pasó! ¡Qué ocurrió!

ESPOSA

- Ese hebreo, no se cómo se llama…quiso violarme y

yo grité, y la ver que gritaba salió huyendo.

POTIFAR

(Sorprendido y aumentando lentamente su cólera).

- No puede ser…¿José hizo eso? ¿Qué le habrá

pasado? Pero, eso no se queda así. Lo meteré en la

cárcel…

ACTO III

ESCENA PRIMERA

Escenario:

La cárcel, donde están José, el panadero y el copero.

NARRACION

Y José fue echado en la cárcel, pero la mano de Jehová

estaba sobre él, porque Dios tenía un propósito en su

vida. Jehová estaba con José y le extendió su

misericordia y le dio gracia en los ojos en los ojos del

jefe de la cárcel. Y el jefe de la cárcel entregó en mano

de José el cuidado de todos los presos que había en

aquella prisión, todo lo que se hacía allí, él lo hacía. No

necesitaba el jefe de la cárcel cosa alguna de las que

estaban al cuidado de José, porque Jehová estaba con

José, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba.

Sucedió un día que el copero y el panadero del rey

delinquieron y el soberano los mandó a la cárcel

encontrándose con José en ese lugar.

CARCELERO

- José he notado que los dioses están contigo, sobre

todo ese dios en la que tú crees, cómo se llama…

JOSE

- Jehová es su nombre, Dios grande, fuerte y

misericordioso.

CARCELERO

- Ah, Jehová. Bueno cómo se llame, pero sé que es

más fuerte que nuestros dioses. Además, tú tienes

mucho talento y sabiduría para guiar a tus

contemporáneos aquí en la cárcel. Te encargo la

administración interna para que hagas cómo creas

conveniente.

(El carcelero sale del escenario).

ESCENA SEGUNDA

José luego de conversar con el jefe de la cárcel ingresa

a la misma y encuentra a dos de sus presos tristes…

JOSE

- ¿Qué os pasa hoy? Veo que estáis tristes. ¿Hay

motivo para estarlo?

COPERO

- Estamos tristes porque el jefe de los panaderos y yo

hemos tenido un sueño cada uno y no sabemos qué

significa. ¿Sabes tú de esas cosas, por qué no hay

quien lo interprete?

JOSE

- ¿No son de Dios las interpretaciones? Contadme y

Jehová os dará la respuesta.

COPERO

- Yo como jefe de los coperos del rey soñé con tres

racimos uvas que las exprimía en la copa del rey y él la

bebía.

JOSE

- Esta es la interpretación. Tres sarmientos, esos

racimos que soñaste, son tres días. Eso significa que

estarás preso tres días y después volverás a ser jefe de

los coperos del rey.

COPERO

(Alegre y satisfecho con la respuesta de José).

- Oh, gracias José. Volveré a ser el copero del rey.

JOSE

- Sólo te pido un favor. Acuérdate de mi cuando

salgas. Menciónale al rey de mí, porque yo fue

vendido de mi patria, la tierra de los hebreos y

tampoco hice nada malo para estar en la cárcel.

PANADERO

- ¡José! Yo también tuve un sueño. Soñé que había

tres canastillos de pan sobre mi cabeza y en el

Page 4: drama cristiana de JOSE

canastillo más grande había ricos manjares, pero

venían las aves del cielo y se las comían. ¿Qué es José,

dime?

JOSE

- Esos canastillo también son tres días, pero…

PANADERO

- ¿Qué es José, dímelo?

JOSE

- Después de tres días morirás en la ahora y las aves

del cielo comerán tu carne.

ACTO IV

ESCENA UNICA

Escenario:

El Palacio de Faraón. Es un ambiente lujoso y se

observa un trono al fondo.

NARRADOR

Sucedió que el jefe de los coperos olvidó mencionar la

interpretación del sueño de José a Faraón y pasaron

como dos años. Posteriormente, el propio Faraón tuvo

un sueño y no había nadie en toda la tierra dominada

por Egipto que supiese interpretar el sueño. Y fue el

jefe de los coperos que recién se acordó del pedido de

José y le comentó a Faraón que en la cárcel había una

persona que podría interpretar el sueño.

Inmediatamente, el jefe de la cárcel liberó a José,

quien se afeitó y cambió sus ropas para ser presentado

ante el Faraón para interpretar el sueño.

FARAON

- Yo he tenido un sueño y no hay quién lo interprete.

Más he oído decir de ti que oyes sueños para

interpretarlos.

JOSE

- No está en mí la interpretación. Dios será quien de

respuesta a Faraón.

FARAON

- En mi sueño me parecía que estaba a la orilla del río

y del río subían siete vacas de gruesas carnes y

hermosa apariencia que pacían en el prado. Después

de ellas, también subían siete vacas flacas y de feo

aspecto, tan feas que no he visto nada parecido en

todo Egipto. Pero, lo que me sorprendió es que las

siete vacas flacas y feas devoraban a las vacas gordas.

Luego yo desperté. ¿Puedes interpretar ese sueño?

También soñé que siete espigas de una misma caña

crecían llenas y hermosas, pero también crecían siete

espigas menudas, marchitas y abatidas por el viento

solano, y las espigas menudas devoraban a las espigas

hermosas.

He llamado a todos los magos de mi reino y no hay

quien interprete. ¿Tú puedes hacerlo?

JOSE

- Dios dará la interpretación a Faraón porque ha

querido mostrarle lo que hará en las tierras de Egipto.

Los dos sueños tienen el mismo significado. Las siete

vacas hermosas y las siete espigas hermosas son siete

años. También las siete vacas flacas y feas son siete

años. Esas siete espigas menudas y marchitas son

siete años de hambre.

Dios está mostrando a Faraón que vienen siete años

de abundancia en toda la tierra de Egipto, pero

también vendrán siete años de hambruna en el país. Y

si Dios ha permitido que el sueño sea doble, significa

que Dios se apresura a hacerlo. Por tanto, provéase

ahora Faraón de un varón prudente y sabio, y póngalo

sobre toda la tierra de Egipto. Haga eso ahora Faraón

y ponga gobernadores y exija tributos en los años de

abundancia, y junten toda la provisión para luego

mantener las ciudades y la casa de Faraón. Si hace eso

ahora, el país no sufrirá hambre.

ACTO V

ESCENA PRIMERA

Escenario:

Ambiente lujoso donde está José atendiendo a los

mercaderes.

NARRACION

Faraón comprendió que el hombre sabio y prudente

que necesitaba no podría ser otro que el propio José,

nombrándolo como gobernador de toda la tierra de

Egipto. El propio Faraón colocó su anillo en el dedo de

José y lo subió en su segundo carro, mandando que

todo hombre doble sus rodillas ante el paso de

gobernador.

Con el transcurrir de los años, los presagios se

cumplieron y hubo hambruna en toda la tierra, menos

en Egipto donde gobernaba José. El hambre llegó

también a Canaán, donde vivía Jacob con sus hijos,

enviando a diez de sus hijos a comprar alimentos en

Egipto, sin saber que su hijo era el gobernador de ese

país.

Los hermanos de José llegan a la casa del gobernador

para comprar alimentos y se inclinan ante él.

JOSE

Page 5: drama cristiana de JOSE

(Al inicio, asombrado, cómo tratando de reconocer a

los visitantes. Luego hablando ásperamente).

- ¿Quiénes son y de dónde vienen?

RUBEN

- Venimos de la tierra de Canaán para comprar

alimentos.

JOSÉ

(Mirando con desdén a sus hermanos).

- ¡Espías son! Ustedes han venido para espiar la tierra

y saber qué tenemos.

JUDA

- No señor mío, no somos espías. Somos hombres

honrados. Somos hijos de un varón llamado Jacob y no

somos espías.

JOSE

- No, espías son. Para ver la tierra han venido.

RUBEN

- No señor. Tus siervos somos doce hermanos, hijos de

un varón de la tierra de Canaán. Hoy hemos venido

sólo diez, porque el menor se quedó en casa y el otro

desapareció.

JOSE

- Creo que ustedes están mintiendo. Sois espías.

Todos sois espías. Pero los probaré para ver si dicen la

verdad. No saldrán de aquí hasta que vea al menor de

vuestro hermano. Enviad a uno de ustedes para

traerlo y ustedes se quedarán presos. Sino, entonces

sois espías. Por ahora estáis presos. ¡Soldados!

Llevadlos a la cárcel.

ESCENA SEGUNDA

Los hermanos de José están en la cárcel y dialogan

entre sí.

RUBEN

- ¿Qué hacemos ahora?

JUDA

- El pecado de haber vendido a nuestro hermano nos

está alcanzando.

RUBEN

- ¿Qué le diremos a nuestro padre? El ya sufrió mucho

por la pérdida de José.

SIMEON

- ¿Cómo haremos para traer a Benjamín?

DAN

- Nuestro padre no querrá enviarlo.

ASER

- Como dice Judá, el pecado por José nos está

alcanzando.

RUBEN

- Y ustedes querían matarlo. Yo sabía que era una

equivocación.

JUDA

- Ya tenemos tres días aquí en la cárcel y qué será de

nosotros

ESCENA TERCERA

Un soldado lleva a los hermanos de José ante su

presencia.

JOSE

- Si de verdad son hombres honrados como ustedes

dicen, se hará lo siguiente. Uno de ustedes quedará

preso hasta que traigan al menor de vuestro hermano.

En caso contrario morirán.

JUDA

- En qué problema estamos. Menos mal que no nos

entiende porque no habla nuestro idioma.

RUBEN

- Por eso yo les decía no pequen contra el muchacho y

ustedes no me hicieron caso.

SIMEON

- Me acuerdo de sus súplicas pidiendo por su vida y no

le hicimos caso.

ASER

- Eso nos está pasando por haber hecho mal contra

nuestro hermano.

DAN

- ¡Qué gran pecado hemos cometido!

(José se aparta de ellos rápidamente e ingresa a otra

habitación).

ESCENA CUARTA

(José regresa y con voz de mando).

JOSE

- Se hará lo siguiente para ver si ustedes están

diciendo la verdad. Se quedará uno de ustedes presos

y el resto volverá con el menor de vuestro hermano.

¡Guardias! Apresad a esa persona y llevadlo a la

cárcel.

(El soldado lleva con fuerza a Simeón a la cárcel).

ACTO VI

ESCENA PRIMERA

Escenario:

La casa de José. Se observa una mesa con frutas y

adornos domésticos.

NARRACION

Page 6: drama cristiana de JOSE

Mientras los hebreos regresaban a Canaán, José

ordenó que el dinero de cada uno sea devuelto en sus

sacos de granos. Ya en casa, Jacob tuvo gran dolor por

la prisión de Simeón y por tener que enviar a Benjamín

a Egipto. Judá tuvo que pedir a su padre permiso para

llevar a Benjamín bajo su responsabilidad y así

descendieron con el menor de sus hermanos a Egipto,

pero fueron llevados a la casa del propio José.

RUBEN

¿Por qué nos habrán traído a este lugar?

JUDA

Tal vez para ponernos una trampa y quedarnos presos

o como siervos de Egipto.

ASER

No me gusta nada estar en casa de ese gobernador.

BENJAMÍN

¿Por qué querrá verme ese varón?

DAN

Cuídado que alguien viene.

ESCENA SEGUNDA

Ingresa Simeón que estuvo preso.

SIMEON

Hermanos, cómo están. A pesar de todo, fui tratado

bien en la cárcel. El gobernador tuvo misericordia de

mí. ¿Cómo está nuestro padre?

RUBEN

Bien. El está bien, sólo preocupado por vernos cuanto

antes.

ACTO VII

ESCENA PRIMERA

Escenario:

La casa de José. Es el ambiente de la Escena VI.

NARRADOR

Ese día José había ordenado que preparen un plato

especial y que pongan su copa de plata en el costal de

Benjamín. De tal suerte que cuando regresaban, el

mayordomo de José alcanzó a sus hermanos y les

recriminó por el “robo”. Ellos, ignorando lo que

sucedía, dijeron que sería siervo de José la persona a

quien encuentren la copa, objeto que fue encontrado

precisamente en el costal de Benjamín.

JOSE

- ¿Por qué habéis obrado así de mal, llevándose mi

copa? ¿No saben que una persona como yo sabe

adivinar?

RUBEN

- Señor, no comprendemos lo que pasa, pero ahora

somos tus siervos.

JOSE

- No, sólo será mi siervo el muchacho a quien le

encontraron la copa.

JUDA

- Señor, permíteme hablarte, pero por favor no te

molestes. No entendemos lo que está pasando, pero

yo salí por fiador de la vida del joven Benjamín ante su

padre. Como yo soy el responsable, permíteme

quedarme en lugar de él.

JOSÉ

- Yo sólo quiero decirles que…

(Sale apresuradamente conteniendo la emoción y

llanto).

ESCENA SEGUNDA

SIMEON

- ¿Qué pasa no entiendo?

ASER

- ¿Qué te pasó Benjamín, por qué te llevaste la copa

del gobernador?

BENJAMIN

- Yo no llevé nada. No sé cómo apareció en el costal.

DAN

- Pero si hasta te trataban bien. Tu plato era cinco

veces más grande que el de nosotros. ¿Por qué lo

hiciste?

RUBEN

- Silencio. Ahí viene el gobernador.

ESCENA TERCERA

JOSE

- ¡Salid todos! ¡Dejadme sólo con los hebreos! ¡Salid

pronto!

(Un prolongado silencio hay en la sala).

- ¿Saben quién soy? No me reconocen…

(Contiene el llanto).

RUBEN

- No señor, quién eres. No sabemos quién eres.

Nosotros sólo somos tus siervos.

JOSE

- ¡Yo soy José! Soy José, vuestro hermano. ¿Vive aún

mi padre? ¿Cómo está mi padre Jacob?

JUDA

- ¿Tú eres José? ¿Eres José nuestro hermano?

Page 7: drama cristiana de JOSE

JOSE

- Si, yo soy José, vuestro hermano que vendieron a los

ismaelitas. Pero no se preocupen, Dios permitió todo

eso porque tenía un propósito en mi vida. Todo lo que

soy se lo debo a El.

(José llora y se abraza con sus hermanos y ellos se

alegran de verlo).

Andad, llevad prisa y traed a mi padre aquí, porque

aún faltan cinco años de hambruna. Aquí en las tierras

de Gosén viviréis y no tendréis pobreza. Ustedes me

están viendo y aún mi hermano Benjamín también.

Llevad prisa y traed a mi padre Jacob.

NARRADOR

Y así bendijo Dios la vida de José y a través de él, toda

la familia de Jacob tuvo la bendición de no ver hambre

ni pasar necesidad durante los días difíciles en

Canaán. Revivió el espíritu de Jacob y se encontró con

su hijo José, iniciándose de esta manera la salvación

física para el pueblo de Israel. Todo lo que hizo José

fue prosperado porque aprendió la lección de servir

con humildad y sencillez de corazón y la mano de Dios

siempre estuvo con José.