dragon age el trono usurpado

273

Upload: ramzeg347

Post on 06-Nov-2015

333 views

Category:

Documents


135 download

DESCRIPTION

Dragon Age El Trono Usurpado

TRANSCRIPT

  • La precuela de uno de los juegos de fantasa pica ms esperados de la

    temporada: Dragon Age Origins.

    Tras la muerte de su madre, la reina, traicionada y asesinada a manos de sus

    hombres de confianza, el joven Maric se convertir en el lder del ejrcito rebelde

    en un intento por liberar a su pueblo del control de un tirano extranjero.

    Sus compatriotas viven aterrorizados, sus comandantes le consideran inexperto;

    y sus nicos aliados son Loghain, un joven proscrito que le salv la vida, y

    Rowan, una hermosa doncella y su prometida desde que naciera. Rodeado de

    espas y traidores, Maric debe encontrar la manera no slo de sobrevivir sino de

    alcanzar su destino ltimo: devolver la libertad a Ferelden y conquistar su lugar

    en la linea de sucesin al trono que le ha sido usurpado.

  • Dragon Age 1

    El Trono Usurpado David Gaider

  • Ttulo original: Dragon Age: The Stolen Throne

    Autor: David Gaider

    Arte de portada: Ramil Sunga (Artista) Dean Andersen (Diseo)

    Publicacin del original: marzo 2009

    Traduccin: CiscoMT

    Revisin: -

    Maquetacin: Bodo-Baas

    Versin 1.0

    01.02.15

    Base LSW v2.2

  • Dragon Age: El Trono Usurpado

    LSW 5

    Declaracin

    Todo el trabajo de traduccin, revisin y maquetacin de este libro ha sido realizado por

    admiradores de Dragon Age y con el nico objetivo de compartirlo con otros

    hispanohablantes.

    Este trabajo se proporciona de forma gratuita para uso particular. Puedes compartirlo

    bajo tu responsabilidad, siempre y cuando tambin sea en forma gratuita, y mantengas

    intacta tanto la informacin en la pgina anterior, como reconocimiento a la gente que ha

    trabajado por este libro, como esta nota para que ms gente pueda encontrar el grupo de

    donde viene. Se prohbe la venta parcial o total de este material.

    Este es un trabajo amateur, no nos dedicamos a esto de manera profesional, o no lo

    hacemos como parte de nuestro trabajo, ni tampoco esperamos recibir compensacin

    alguna excepto, tal vez, algn agradecimiento si piensas que lo merecemos. Esperamos

    ofrecer libros y relatos con la mejor calidad posible, si encuentras cualquier error,

    agradeceremos que nos lo informes para as poder corregirlo.

    Este libro digital se encuentra disponible de forma gratuita en Libros Star Wars.

    Vistanos en nuestro foro para encontrar la ltima versin, otros libros y relatos, o

    para enviar comentarios, crticas o agradecimientos: librosstarwars.com.ar.

    Que la Fuerza te acompae!

    El grupo de libros Star Wars

  • David Gaider

    LSW 6

    Para mi Oma

  • Dragon Age: El Trono Usurpado

    LSW 7

    AGRADECIMIENTOS

    Lo primero, un enorme agradecimiento a mis animadoras Jordan, Steph, Danielle, y

    Cindy. Sin vosotras no habra perseverado. Tambin agradecer a mis padres por estar tan

    seguros de que todos aquellos juegos nunca llevaran a nada til y an as me dejaban

    jugarlos de todos modos. Alentasteis mi imaginacin, y eso es ms importante que nada.

    Siempre os estar agradecido a ambos.

    No puedo dar las gracias sin agradecer al duro trabajo que el equipo de Dragon Age

    ha hecho para traer a la vida este mundo. Cada da que paso en la compaa de una gente

    tan creativa y visionaria me hace ms orgulloso de lo que estamos creando. Vosotros

    chicos habis hecho mi trabajo mucho ms fcil.

    Tambin un ltimo gracias a BioWare por darme tal fantstica oportunidad, y por

    ser el tipo de compaa de juegos que cree que escribir es algo en lo que merece la pena

    invertir.

  • David Gaider

    LSW 8

  • Dragon Age: El Trono Usurpado

    LSW 9

    1

    Corre, Maric!

    Y l corri.

    Las palabras moribundas de su madre le hicieron saltar en accin. La imagen de su

    macabro asesinato todava arda en su mente, Maric se tambale y se agarr a los rboles

    al borde del claro. Ignorando las ramas afiladas que araaban su cara y se enganchaban a

    su capa, ciegamente se forz un camino dentro de la espesura.

    Fuertes manos le agarraban desde atrs. Uno de los hombres de su madre, o uno de

    los traidores que acababan de orquestar su muerte? l supuso que era lo ltimo.

    Gruendo con el esfuerzo, Maric se agach hacia atrs, esforzndose por soltar su agarre.

    Tuvo xito slo en lograr que un par ms de ramas le golpearan en la cara, las hojas

    cegndole an ms. Las manos intentaban llevarle de vuelta al claro, y l hundi sus

    botas en el suelo, ganando un poco de agarre en las races nudosas de los rboles. Maric

    violentamente empuj atrs de nuevo, su codo conectando con algo duro algo que

    cedi con un sonido hmedo crujiente y comenz un gruido de dolor.

    Las manos se soltaron, y Maric salt hacia delante a los rboles. Su capa resisti, tir

    hacia atrs de l. Algo haba cogido su larga capa de cuero. Se retorci y luch

    frenticamente, como una bestia salvaje atrapada en una trampa, hasta que de algn modo

    se liber, dejando la capa enganchada en una rama. Maric jade, lanzndose hacia la

    oscuridad ms all del claro sin arriesgarse siquiera en mirar atrs. El bosque era viejo y

    denso, permitiendo slo que los rayos ms leves de la luz de la luna atravesaran el follaje

    denso. No era suficiente como para ver a travs, slo lo suficiente como para convertir el

    bosque en un laberinto de sombras aterradoras y siluetas. Altos robles retorcidos se

    alzaban como centinelas oscuros, rodeados por densos arbustos y recesos tan oscuros, que

    podan haber contenido casi cualquier cosa.

    No tena ni idea de adnde iba; slo su urgencia por huir guiaba sus pies. Se tambale

    contra las races que sobresalan del terreno irregular y salt los troncos de rbol slidos

    que seguan saliendo de la nada. El barro hmedo y resbaladizo haca sus pasos

    traicioneros y su equilibrio tan precario, que pareca que el suelo poda ceder bajo l en

    cualquier momento. Los bosques eran completamente desorientadores. Poda haber

    estado corriendo en crculos, por lo que saba. Maric escuch hombres gritando mientras

    entraban en los bosques tras l, dndole caza, y poda claramente atisbar los sonidos de

    lucha tambin. Hoja de acero sonando contra hoja de acero, los lamentos de hombres

    muriendo, los hombres de su madre, muchos que haba conocido de toda su vida.

    Mientras corra frenticamente, las imgenes seguan rodando por la mente de Maric.

    Haca unos momentos haba estado estremecindose en el fro claro del bosque,

    convencido de que su presencia en la reunin clandestina era ms una formalidad que

    otra cosa. Apenas prest atencin a los procedimientos. Su madre le haba informado

    antes que con el apoyo de estos nuevos hombres, la rebelin finalmente se convertira en

  • David Gaider

    LSW 10

    una fuerza. Estos hombres estaban dispuestos a volverse contra sus maestros Orlesianos,

    dijo ella, y eso lo converta en una oportunidad que ella no estaba dispuesta a pasar por

    alto tras tantos aos pasados corriendo y escondindose y slo escogiendo las batallas

    que podan ganar. Maric no haba objetado en la reunin, y la idea de que poda ser

    arriesgado nunca se le ocurri. Su madre era la infame Reina Rebelde; era ella la que

    haba inspirado la rebelin en primer lugar, y ella la que lideraba al ejrcito. La batalla

    siempre haba sido de ella y no suya. l, por s mismo, nunca haba visto el trono de su

    abuelo, nunca entendi el poder que su familia haba posedo antes de que los Orlesianos

    les invadieran. Haba pasado sus dieciocho aos en campamentos rebeldes y castillos

    remotos, interminablemente marchando y siempre siendo arrastrado tras el paso de su

    madre. No poda siquiera imaginar cmo sera no vivir as; era un concepto

    completamente extrao para l.

    Y ahora su madre estaba muerta. El equilibrio de Maric le fue arrebatado, y se

    tambale en la oscuridad por una pequea colina cubierta de hojas hmedas. Se resbal

    de forma extraa y golpe su cabeza contra una roca, gritando de dolor. Su visin

    nublada.

    Desde lejos lleg un grito de respuesta amortiguado de sus persecutores. Le haban

    escuchado.

    Maric se qued ah en las sombras ejercidas por la luz de la luna, agarrndose la

    cabeza. Senta como si estuviera en llamas, un infierno rabioso que le nublaba la razn.

    Se maldijo por ser tan estpido. Por pura suerte si no otra cosa, consigui correr cierta

    distancia en el bosque, y ahora haba dado su posicin. Haba una humedad densa en sus

    dedos. La sangre estaba cubriendo su pelo y cayendo por sus odos y cuello, clida en un

    fuerte contraste con el aire helado.

    Por un momento se estremeci, un nico sollozo escapando de sus labios. Quizs era

    mejor simplemente quedarse aqu, pens l. Dejarles ir y matarle, tambin. Ya haban

    matado a su madre y se haban ganado cualquier esplndida recompensa que el usurpador

    les haba prometido con seguridad. Qu era l, aparte de un cuerpo extra para ser

    masacrado junto con los demasiados pocos hombres que Madre haba trado? Y entonces

    se qued helado mientras una terrible revelacin se asentaba en el borde de su

    consciencia.

    l era el Rey.

    Era ridculo, por supuesto. l? Aquel que haba obtenido tantos suspiros

    impacientes y miradas preocupadas? Aquel cuya Madre siempre tena que excusarle?

    Ella siempre le haba asegurado que una vez que se hiciera mayor, crecera con la misma

    autoridad fcil que ella demostraba. Pero eso nunca ocurri. No era una mayor ofensa

    tampoco, ya que l nunca se haba tomado en serio la idea de que su madre pudiera morir

    realmente. Ella era invulnerable y ms grande que la propia vida. Su muerte era una cosa

    hipottica, algo que no tena sitio real en la realidad.

    Y ahora que se haba ido se supona que l sera Rey? Tena que cargar con la

    rebelin por su cuenta?

  • Dragon Age: El Trono Usurpado

    LSW 11

    l slo poda imaginar al usurpador en su trono en la capital, rindose a carcajadas

    cuando recibiera las noticias de la sucesin de Maric. Es mejor morir aqu, pens l.

    Mejor que pusieran una espada a travs de sus entraas, al igual que haban hecho con su

    madre, que convertirse en el hazmerreir de Ferelden. Quizs encontraran algn familiar

    distante para que tomara el relevo de la rebelin. Y si no, entonces era mejor dejar que la

    estirpe del Rey Calenhad el Grande muriera aqu. Dejar que terminara con la Reina

    Rebelde cayendo cerca de conseguir su meta, antes que extinguirla bajo el liderazgo de su

    hijo inepto.

    Haba cierta cantidad de paz en ese pensamiento. Maric se recost ah sobre su

    espalda, la humedad fra de las hojas y el barro casi cmodas contra su piel. Los gritos

    irregulares de los hombres acercndose, pero casi era posible para Maric bloquearlos.

    Trat de concentrarse nicamente en el susurro de las hojas en el viento sobre l. Los

    rboles altos se alzaban a su alrededor, como sombras gigantes mirando hacia abajo a la

    diminuta figura que haba cado ante sus pies. Poda oler el pino, la acidez de la savia de

    los rboles cercanos. Esos centinelas del bosque seran los nicos testigos de su muerte.

    Y mientras estaba ah tumbado, el dolor de su cabeza apagndose hasta una insistente

    pulsacin, el pensamiento le exasper. Los hombres que haban atrado a su madre aqu

    con promesas de ayuda eran nobles de Ferelden, del tipo que haban doblado la rodilla

    ante los Orlesianos para poder mantener sus tierras. En lugar de estar a la altura de sus

    juramentos ancestrales, haban traicionado a su Reina por derecho. Si nadie escapaba para

    informar a aquellos que quedaban con el ejrcito rebelde sobre lo que haba ocurrido

    realmente, nunca sabran la verdad. Supondran, pero qu podan hacer sin pruebas? Los

    traidores nunca pagaran por su crimen.

    Maric se sent, su cabeza palpitante protestando ferozmente. Adolorido y tembloroso,

    estaba mojado y helado hasta los huesos. Orientarse era difcil, pero supona que no

    estaba lejos del linde del bosque. Se haba tambaleado slo un corto camino hacia dentro,

    y los hombres dndole caza no estaban lejos, buscando y gritndose los unos a los otros.

    Sus voces se estaban volviendo ms leves, sin embargo. Quizs deba simplemente

    quedarse quieto? Estaba en algn tipo de depresin, y si se quedaba ah el tiempo

    suficiente, esos hombres lo pasaran por alto, dndole tiempo suficiente como para

    recuperar el aliento. Quizs podra encontrar su camino de vuelta al claro y ver si alguno

    de los hombres de su madre haba sobrevivido.

    Un repentino crujido de ramas cercano le hizo detenerse. Maric escuch con cuidado

    en la oscuridad durante un agonizante momento, pero no escuch nada. El ruido haba

    sido un paso; estaba seguro de ello. Esper ms tiempo, sin atreverse a mover un

    msculo y lo escuch de nuevo. Ms silencioso, esta vez. Alguien definitivamente

    estaba tratando de atraparle. Quizs pudieran verle, incluso si l no poda verles a ellos?

    Maric anduvo buscando desesperadamente. Al otro lado del hueco estaba en una

    cuesta hacia abajo. Era difcil averiguar el terreno general con tan poca luz de la luna

    atravesando la vegetacin. Haba tambin rboles en esa direccin, races y arbustos

  • David Gaider

    LSW 12

    densos que podan evitar que reptara fuera de la vista. O tena que quedarse donde est

    o trepar hacia fuera.

    Un chapoteo de hojas hmedas cercano forz a Maric a bajar tan cerca del suelo

    como pudiera. Escuchar de cerca era difcil dados los gritos silenciosos en la distancia y

    el sonido del viento soplando alto en los rboles, pero poda levemente detectar los

    suaves pasos de alguien pasando cerca. Sospechaba que no podan verle del todo. De

    hecho, estaba lo suficientemente oscuro como para que su perseguidor probablemente

    acabara haciendo exactamente lo que Maric haba hecho y cayera directamente en el

    hueco.

    Maric no confiaba exactamente en la idea de que su enemigo cayera sobre l, as que

    cuidadosamente trat de ponerse en pie. Un dolor agudo le atraves las rodillas y brazos.

    Haba cortes en su cara y manos por las ramas, y estaba seguro de que haba una fractura

    en su cabeza pero todo se senta distante, como si alguien ms estuviera

    experimentando el dolor. Trat de controlar sus movimientos, hacindolos lentos y

    silenciosos. Suaves. Y continu escuchando por ms pasos, ansiosamente mordindose el

    labio inferior. Era difcil escuchar nada por encima del desesperado palpitar de su

    corazn. Seguramente era obvio para cualquiera que estuviera ah fuera. Quizs se

    estaban acercando para la matanza incluso ahora, rindose de su terror.

    Respirando deliberadamente, sudando pese al fro, Maric lentamente se puso lo

    suficientemente recto para tener ambos pies bajo l. Su rodilla derecha con espasmos,

    disparando una agona aguda como el rayo en su pierna. Esta herida la senta muy

    claramente, al contrario que las otras. En un shock, sise a travs de los dientes

    apretados, casi jadeando en voz alta.

    Inmediatamente cerr su boca y cerr sus ojos en una reprimenda silenciosa ante su

    idiotez. Agachado ah en la oscuridad, escuch con cuidado. Los pasos se haban

    detenido. Alguien ms, lejos entre los rboles, grit en direccin a Maric. No poda or

    del todo lo que haba dicho el hombre, pero haba definitivamente una pregunta: gritando,

    preguntando si haban encontrado algo. Pero no hubo respuesta. La fuente de los pasos

    cercana probablemente haba escuchado a Maric y no estaba dispuesto a dar su propia

    posicin respondiendo.

    Con el ms completo cuidado, Maric trep por el lateral de la depresin. Entorn los

    ojos hacia las sombras, tratando de captar cualquier cosa que pudiera parecerse a una

    forma humana. Imaginaba que su perseguidor estara haciendo lo mismo, jugando al

    juego del ratn y el gato en la oscuridad. El primero de ellos en avistar al otro ganara el

    premio. Con retraso, Maric se dio cuenta de que incluso que si vea a ese hombre, no

    habra mucho que pudiera hacer. No estaba armado. Una vaina vaca colgaba de su

    pecho, su cuchillo del cinturn se lo haba dejado a Hyram no llegaba ni a dos horas antes

    para cortar algo de cuerda. Hyram, uno de los generales de ms confianza de su madre y

    un buen hombre que haba conocido desde la infancia, lo ms probable es que estuviera

    tumbado muerto al lado de su Reina, su sangre enfrindose en el aire de media noche.

    Maric se maldijo por ser un imbcil y trat de quitar la imagen de su cabeza.

  • Dragon Age: El Trono Usurpado

    LSW 13

    Justo entonces, Maric se percat de un brillo en las sombras. Encoger sus ojos le

    ayud a apenas discernir una espada, su hoja pulida reflejando la leve luz de la luna. En

    la masa de sombras oscuras y arbustos, an no poda ver la forma del hombre que

    sostena el arma, pero le calm finalmente saber dnde estaba su oponente.

    Con la mirada fija en esa direccin, Maric alz sus manos para agarrar el borde de la

    depresin y silenciosamente se alz. El dolor que se dispar a travs de sus brazos era

    considerable, pero lo ignor y nunca por un segundo apart los ojos de esa espada.

    Mientras llegaba al borde, la espada se movi. Una forma oscura empez a precipitarse

    hacia l, alzando la espada bien arriba y gruendo con amenaza.

    Sin pensrselo, Maric se lanz hacia delante y carg. La espada cort por debajo de

    su oreja, fallando por poco su brazo. l embisti de cabeza hacia la seccin media del

    hombre, hacindole expulsar el aire. Desafortunadamente, el perseguidor estaba llevando

    una cota de malla pesada, y la cabeza de Maric explot de dolor. Bien podra haber dado

    un cabezazo al tronco de un rbol. El mundo gir a su alrededor de forma salvaje. Habra

    perdido el control si su impulso no los hubiera llevado a los dos de espaldas, haciendo

    caer de sus pies al hombre. Cayeron en el suelo duro e irregular, con el espadachn

    llevndose lo peor del impacto. Su brazo del arma cay hacia un lado, haciendo que la

    espada volara hacia las sombras.

    Casi delirante y apenas capaz de ver, Maric se empuj hacia arriba y agarr la cabeza

    del hombre con ambas manos. Sinti una fuerte mandbula bigotuda, y el hombre agit

    salvajemente su mano libre, tratando de empujar a Maric. Trat de gritar, posiblemente

    llamar a sus compaeros por ayuda, pero todo lo que sala era un bramido amortiguado.

    Maric utiliz el beneficio de la ventaja para alzar la cabeza del hombre y entonces

    golpearla con fuerza hacia abajo. El hombre gru cuando su cabeza golpe una raz

    expuesta.

    T bastardo! rugi Maric. La desesperacin del hombre intensificada, la mano

    que se extenda hacia la cara de Maric, golpeando y araando. Encontrando apoyo,

    presionaba fuerte contra la nariz de Maric, un dedo clavndose en su ojo. Maric apart su

    cara mientras empujaba con fuerza hacia abajo la cabeza del hombre, molindola de

    nuevo contra una raz. El hombre gru y trat de librarse de Maric, pero la cota de malla

    pesada trabajaba en su contra. Se retorci y empuj con la mano contra la cara de Maric,

    pero ninguno de sus esfuerzos era suficiente para liberarse.

    La cabeza palpitante de Maric era una tortura, y su cuello estaba estirado hasta su

    lmite, tratando de apartarse. Cuando Maric dej la cabeza del hombre para luchar contra

    la mano empujando, el hombre barbudo hizo un intento de patear a Maric. Maric perdi

    el equilibrio por un momento y la mano del enemigo se convirti en un puo,

    golpendole fuerte contra la cara. Un mareo posey a Maric, y vio las estrellas. Luch

    contra el desmayo, extendi el brazo hacia abajo y agarr tanto del pelo largo del hombre

    como pudo, tirando de l hacia arriba. Esta vez el hombre bram fuerte, su cabeza torcida

    en un extrao y doloroso ngulo. Dejando salir su propio grito de esfuerzo, Maric aplast

    la cabeza del hombre contra la raz del rbol una tercera vez. An ms fuerte.

  • David Gaider

    LSW 14

    La has matado! grit Maric. Cogi la cabeza del hombre por el pelo para volver

    a golpearla. T bastardo, la has matado! Golpe la cabeza otra vez.

    Y otra vez.

    Las lgrimas se le acumulaban en los ojos, y se atragant con sus palabras:

    Ella era tu Reina, y t la mataste! Golpe la cabeza de nuevo, an ms fuerte.

    Esta vez el hombre dej de luchar. Un olor empalagoso, a carne asalt las fosas nasales

    de Maric. Sus manos estaban cubiertas de sangre densa, fresca que no era la suya. Casi

    involuntariamente, dej caer el cuerpo y se tambale hacia atrs, sus manos sangrientas

    deslizndose en las hojas fras, y el dolor disparndose de nuevo a travs de sus piernas.

    Medio esperaba que el hombre se levantara y cargara contra l de nuevo. Pero no lo hizo.

    El cuerpo se qued ah tumbado en las sombras, una vaga forma descansando de forma

    extraa y tranquila sobre un montn de races de rbol. Maric apenas pudo atisbar el gran

    roble tras l, alzndose por encima de la vegetacin como una lpida.

    Se senta fsicamente enfermo, su estmago retorcindose en nudos y su cuerpo

    temblando. Casi involuntariamente, se llev una mano a la boca para evitar que le saliera

    la bilis, manchando de sangre fresca su cara. Haba una carnicera en sus manos, trozos

    de piel y pelo. Se convulsion, vomitando en el suelo embarrado la poca comida que

    haba comido antes en el da. La desesperacin amenaz con abrumarle.

    Eres el Rey, se record a s mismo.

    La madre de Maric, la Reina Moira, era una torre de fuerza que poda liderar ejrcitos

    de hombres forjados en la batalla hasta la victoria. Era en cada centmetro la hija de su

    abuelo; eso era lo que todo el mundo deca. Haba inspirado a algunos de los nobles ms

    poderosos de Ferelden a alzarse en su nombre y luchar para ponerla en el trono

    simplemente porque saban sin ningn atisbo de dudas que perteneca all.

    Y ahora ella se ha ido, y t eres el Rey, se repiti para s mismo. No se senta ms real

    ahora de lo que lo haca antes.

    En la distancia los sonidos de la persecucin se estaban volviendo ms fuertes. Los

    traidores deban haber escuchado la lucha de Maric con el hombre con barba. Necesitaba

    marcharse. Necesitaba correr, seguir movindose. An as no poda hacer que sus piernas

    se movieran. Se sent en el bosque oscuro, sus manos sangrientas extendidas hacia fuera

    enfrente de l como si no tuviera ni idea de dnde ms ponerlas.

    Todo en lo que Maric poda pensar era en la voz de su madre la ltima vez que ella

    haba vuelto de la batalla. Estaba en su armadura completa, cubierta de sangre y sudor, y

    sonriendo alocadamente. Maric haba sido arrastrado enfrente de ella por su entrenador

    por pelear con un chico plebeyo. Incluso peor, el Arl Rendorn haba estado con su mare,

    y l pregunt si Maric haba ganado la pelea. Ardiendo de vergenza, Maric admiti

    haber sido profundamente derrotado, haciendo que el Arl se mofara y preguntara qu tipo

    de rey podra hacerse de Maric.

    Y entonces su madre haba redo alegremente, una risa que poda deshacer cualquier

    cosa seria. Haba cogido el mentn de Maric con su mano y le haba mirado a los ojos, y

  • Dragon Age: El Trono Usurpado

    LSW 15

    con una suave sonrisa le dijo que no escuchara al Arl. T eres la luz de mi vida, y yo creo

    en ti.

    El pesar llev a Maric casi a rerse y llorar al mismo tiempo. Su madre haba credo

    en l, y an as l se haba perdido en los bosques en menos de media hora. Si de algn

    modo eluda a sus perseguidores, lograba salir del bosque, y obtener otro caballo, an

    necesitaba encontrar una forma de localizar al ejrcito. Estaba tan acostumbrado a ser

    guiado, a que se le dijera adnde ir y adnde cabalgar, que no le haba prestado atencin

    a ninguna ruta que hubieran tomado. Haba seguido como le haban ordenado. Ahora ni

    siquiera poda imaginar su posicin.

    Y as acab el ltimo verdadero Rey de Ferelden, pens con un entretenimiento

    bizarro. Quera ser un buen rey, pero no saba distinguir su trasero de un agujero en el

    suelo.

    Una risa loca amenazaba con superar sus lgrimas, pero Maric cort ambas

    reacciones. Ahora no era momento de estar pensando en el pasado, o lamentarse.

    Acababa de matar a un hombre con sus manos desnudas, y haba otros enemigos cerca.

    Necesitaba correr. Tom aliento profundamente, ajado y cerr sus ojos. Dentro en la

    profundidad de su interior haba calma. La abraz, prob su filo amargo y dej que

    cortara el torbellino de su interior. Necesitaba estar calmado, incluso aunque slo fuera

    por un momento.

    Cuando abri de nuevo sus ojos, estaba preparado.

    Mari cand buscando con calma cualquier seal de la espada que haba cado de la

    mano del otro hombre. Todo a su alrededor se estaba moviendo de algn modo muy

    lentamente, nada de ello pareca verdaderamente real. Haba demasiados arbustos,

    demasiadas cuestas raras y masas de rboles donde la espada poda estar oculta. No poda

    encontrarla. Entonces escuch la voz de otro hombre, este gritando desde alguna parte

    cercana. No haba ms tiempo.

    Ponindose en pie gilmente, Maric escuch de dnde venan las voces. Tan pronto

    como se asegur de su fuente, se dirigi en direccin opuesta. Hubo una extraa cojera al

    principio. Sus piernas estaban magulladas y destrozadas y poda haberse roto algunos

    huesos, pero ignor el dolor. Con esfuerzo, se agarr a las ramas bajas y tir de s mismo

    ms lejos en la oscuridad.

    Pagaran por lo que haban hecho. Si slo haca una cosa como Rey, sera hacerles

    pagar.

    Algo est pasando, murmur Loghain, frunciendo el ceo.

    l se irgui en el borde del bosque, distradamente limpiando el barro de su cuero. El

    esfuerzo era intil, ya que sus ropas estaban desgastadas y tan sucias como uno podra

    esperar de un furtivo. Los Orlesianos, por supuesto, tenan nombres menos amables para

    l y los otros como l: criminales, ladrones, y bandidos, tambin, aunque slo cuando la

    desesperacin forzaba su mano.

  • David Gaider

    LSW 16

    No es que Loghain se preocupara mucho de lo que le llamaban los Orlesianos, ya que

    era su culpa que su familia fuera forzada a abandonar la granja. Los Orlesianos no crean

    en nadie que tuviera tierras salvo en su sofisticada nobleza pintarrajeada, as que no fue

    ninguna sorpresa que no miraran favorablemente a los hombres libres de Ferelden. Una

    tasa de tributo extra fue urdida por el Emperador Orlesiano, y a cualquier hombre libre

    que no pudiera permitrsela se le confiscaran sus tierras. El padre de Loghain haba

    conseguido reunir suficiente como para pagar la tasa el primer ao, as que naturalmente

    se decidi que la tasa podra quedarse para subir an ms. El siguiente ao, su padre se

    neg a pagar, y cuando los soldados llegaron, determinaron que no slo sera el abandono

    de la granja, sino que su padre tambin sera arrestado por evasin de impuestos. La

    familia de Loghain resisti, as que ahora vivan fuera en los bosques de Ferelden,

    reunindose con otras almas desesperadas para ganarse la vida a malas penas como

    pudieran.

    A Loghain podra no importarle lo que los Orlesianos pensaran de l, pero se

    preocupaba bastante por evitar ser arrestado. El agente local en Lothering era un hombre

    Fereldeo, y por el momento haba sido tolerante con su banda. Mientras no atacaran a

    los viajeros y restringieran sus robos a insignificancias, el agente slo haca esfuerzos

    simblicos por rastrearles. Loghain saba que el hombre iba a ser forzado a cazarles algn

    da, y con suerte sera lo suficientemente decente como para hacrselo saber por

    adelantado. Ellos se pondran en movimiento, como ya haban hecho muchas veces.

    Haba suficientes bosques y colinas en Ferelden como para ocultar a todo un ejrcito,

    despus de todo; incluso la Reina Rebelde saba eso. Pero y si el agente no les adverta?

    Ese pensamiento preocupaba a Loghain ahora y le tena mirando hacia el bosque. Los

    hombres no siempre lograban hacer lo que preferan.

    Un viento fro soplaba por el campo, hacindole temblar. Era tarde, y la luna brillaba

    desde un cielo nocturno sin nubes. Se apart los rizos negros de sus ojos, resignado al

    hecho de que su pelo estaba sin duda tan sucio como sus manos, y se puso la capucha. La

    primavera haba sido ms un invierno tardo que se negaba a irse. Las noches fras que l

    y su banda haban pasado en tiendas improvisadas haban sido menos que cmodas, por

    decir algo, pero las instalaciones eran preferibles a algunas de las alternativas.

    Dannon, un gran bruto con un aire de desconfianza, caminaba tras l. Loghain

    sospechaba que Dannon haba sido una vez un ladrn, del tipo dedicado que viva en las

    ciudades, robando carteras y atracando a viajeros, y el que estuviera ah con ellos ahora

    era porque no era uno de los buenos. No es que Loghain estuviera en posicin de

    juzgarle. Ellos hacan lo que podan, todos ellos, y Dannon cumpla su parte. Eso no

    significaba que Loghain tuviera que sentirse cmodo alrededor del hombre.

    Qu es lo que ests diciendo? Has visto algo? Dannon se rasc el pico de su

    nariz mientras se ajustaba las carcasas que estaba cargando. Haba tres conejos colgando

    de su hombro, el premio por el trabajo de la noche, cazado furtivamente en los campos de

    un seor conocido por sus simpatas Orlesianas. Cazar en la oscuridad nunca era fcil,

  • Dragon Age: El Trono Usurpado

    LSW 17

    especialmente cuando uno tena ms cuidado de que le vieran que de cazar realmente,

    pero haban tenido suerte por una vez.

    He dicho que algo est pasando, repiti Loghain irritado. Se gir y mir a

    Dannon, y el hombre retrocedi un paso. l tena ese efecto en la gente. Le haban dicho

    antes a Loghain que sus ojos azules le daban un aire helado, intenso que poda hacer

    apartarse a la gente. Y eso estaba bien para l. A Loghain an se le consideraba joven por

    la mayora del campamento, por Dannon especialmente, y prefera que el hombre no

    tuviera ninguna nocin de tratar de darle rdenes. Me ests diciendo que no te has

    dado cuenta?

    Dannon se encogi de hombros.

    Hay algunos rastros. Creo que quizs hay algunos soldados cerca.

    Y no pensaste que sera de ningn inters?

    Agh! l puso sus ojos en blanco. Karolyn all en la aldea ya nos dijo que

    habra soldados, no? Dijo que vio al Bann Ceorlic marchando por el campo del norte

    con algunos de sus compaeros justo esta maana.

    Loghain frunci el ceo ante el nombre.

    Ceorlic es un lamebotas. Desesperado por el favor del usurpador Orlesiano, todo el

    mundo lo sabe.

    S, bueno, Karolyn dijo que estaba marchando bien fuera de la vista, y ni siquiera

    se detuvo en la posada. Como si no quisiera que le vieran. l hizo un gesto a los

    conejos que llevaba Dannon. Mira, lo que sea que est tramando, no tiene nada que ver

    con nosotros. Nadie nos vio cazando. Estamos bien. Deberamos irnos. l sonri, una

    sonrisa nerviosa, amistosa que pretenda ser reconfortante. Dannon le tena miedo. Que

    era como Loghain lo prefera.

    l volvi a mirar al bosque, su mano abrazando la espada enfundada a su lado. Los

    ojos de Dannon siguieron el movimiento, y l hizo una mueca. Dannon era lo

    suficientemente habilidoso con un cuchillo, pero indefenso con cualquier cosa ms larga.

    Aw, vamos, ahora. No te metas en problemas, se quej l.

    No estoy interesado en meterme en problemas, insisti Loghain. Estoy

    interesado en evitarlos. l avanz hacia el borde del bosque, cruzando una cresta que le

    llevaba colina abajo. Nadie tiene que habernos visto cazar para saber que estamos aqu.

    Sabes tan bien como yo que debemos haber abusado de su hospitalidad.

    No eres t el que lo decide, dijo Dannon, pero le sigui en silencio despus de

    eso. Era el padre de Loghain el que lo decidira, despus de todo, e incluso un hombre

    como Dannon saba que Loghain y su padre eran rara vez de distinto pensamiento cuando

    se trataba de tales asuntos. Como debe ser, pens Loghain para s mismo. Su padre no

    haba criado a un imbcil.

    El par descendi hacia el bosque oscuro, detenindose slo una vez para dejar que sus

    ojos se ajustaran a los parches de la luz de la luna que conseguan colarse a travs de la

    vegetacin sobre ellos. Dannon se volvi agitado en aumento por el terreno traicionero,

  • David Gaider

    LSW 18

    aunque tuvo la sensatez suficiente para permanecer callado. Por su parte, Loghain estaba

    empezando a pensar que Dannon poda haber tenido razn.

    Estaba a punto de dar la vuelta cuando Dannon se detuvo de golpe.

    Has escuchado eso? susurr l.

    Buenos odos, pens Loghain.

    Un animal?

    No. l agit su cabeza, inseguro. Suena ms como gritos.

    Los dos se quedaron quietos, y Loghain trat de ser paciente y escuchar. La brisa

    acariciaba las ramas sobre sus cabezas, una distraccin significante, pero tras un

    momento escuch a lo que se estaba refiriendo Dannon. Era leve, pero en la distancia

    poda captar los sonidos de hombres gritndose los unos a los otros, inmersos en algn

    tipo de bsqueda.

    Es una caza del zorro.

    Huh?

    Loghain contuvo el impulso de poner los ojos en blanco.

    Tenas razn, dijo l secamente. No estn aqu por nosotros.

    Dannon pareca complacido por las noticias. Alz los conejos sobre su hombro y se

    gir para irse.

    Pues no nos quedemos a esperar, entonces. Es tarde.

    Pero an Loghain vacil.

    Dijiste el que Bann Ceorlic pas por aqu. Cuntos hombres crees que tena con

    l?

    No lo s. Yo no los vi, no?

    Qu dijo tu zorra de bar, exactamente?

    El gran hombre se encogi de hombros, pero su espalda se tens en una rabia

    silenciosa. Loghain se percat con un vago inters que le haba dado en un punto

    doloroso. Un flirteo, entonces? No es que a Loghain le importara de verdad, pero era

    mejor evitar provocar al gran hombre sin necesidad.

    No lo s, dijo Dannon entre dientes. No lo dijo. No sonaba como un montn.

    Loghain imagin que deba haber fcilmente veinte hombres ah afuera. Seguro que si

    el Bann Ceorlic haba trado a tantos hombres cerca de Lothering, habra provocado algn

    comentario. As que qu estaba pasando, exactamente? El hecho de que involucrara a

    uno de los hombres nobles Fereldeos ms notorios para su alianza abierta al tirano

    Orlesiano no se ajustaba bien para l. Lo que fuera que Ceorlic y sus hombres estuvieran

    tramando, indudablemente no era bueno para la banda aunque no les involucrara

    directamente.

    Mientras Loghain estaba ah, tratando de ignorar la impaciencia de Dannon, se

    concedi que podra no haber nada que pudiera hacer en cualquier caso. Los sucesos

    polticos de Ferelden no eran de su incumbencia. La supervivencia era de su

    incumbencia, y cualquier cosa poltica slo era importante cuando afectaba a la

  • Dragon Age: El Trono Usurpado

    LSW 19

    supervivencia directamente. Suspir irritado, mirando a las sombras como si pudieran

    proveerle de la respuesta a su misterio.

    Dannon carraspe.

    Suenas a tu padre cuando haces eso.

    Puede que ese sea el primer cumplido que he odo de ti.

    l resopl burlonamente, mirando a Loghain.

    No fue a propsito. Escupi entre ellos. Mira. Esto no nos incumbe, como

    dijiste. Vmonos.

    A Loghain no le gustaba que le desafiaran. Encontr la mirada de Dannon con la suya

    propia, y por un largo momento no dijo nada.

    Si quieres irte, afirm en silencio, entonces vete.

    Dannon mantuvo el terreno, aunque Loghain vio al hombre moverse nervioso.

    Dannon no quera estar en esta posicin. Loghain casi poda percibirle pensando en su

    cuchillo ah en la oscuridad, preguntndose si necesitara utilizarlo, preguntndose cmo

    volvera al campamento si lo haca. Loghain estuvo tentado de presionarle ms. Quera

    plantarse enfrente de la cara de Dannon y tantearle. Quizs Dannon tena las entraas

    para acuchillarle y acabar con l. Por todo lo que saba Loghain, era un asesino, del tipo

    al que le gustaba cortar a la gente slo por escucharles gritar, y ese era el pasado del que

    haba huido. Quizs Loghain estaba siendo un imbcil por no seguir su sugerencia.

    Pero lo dudaba.

    El silencio entre ellos fue largo y tenso, perturbado slo por el sonido del viento en

    los rboles y los gritos lejanos de los cazadores. Loghain encogi sus ojos, sin siquiera

    tocar la empuadura de su espada, y fue complacido internamente mientras Dannon fue el

    primero en apartar la mirada.

    El momento fue roto por el sonido de alguien aproximndose.

    Dannon salt ante la interrupcin, dejando que la urgencia de la nueva amenaza

    cubriera el hecho de que acababa de retroceder. Como si su retraimiento nunca hubiera

    ocurrido. Pero Loghain lo saba.

    Algo iba hacia ellos, rpido y torpe. Fuera lo que fuera, reptaba alocadamente a travs

    de los arbustos, descuidadamente apartando las ramas en pnico. El zorro, supuso

    Loghain. Por supuesto terminara justo en su regazo, no? Si de verdad haba un Hacedor

    en los cielos, como decan los sacerdotes, l tena un sentido del humor perturbador

    ciertamente.

    Dannon se retir un par de pies, nervioso y agitado, mientras Loghain desenvainaba

    su espada, esperando. Su invitado rpidamente surgi a la vista, depositado fuera de las

    sombras como un regalo indeseado, y entonces se detuvo en corto, mirndoles a los dos

    con los ojos bien abiertos, temerosos.

    Era un joven, de la edad de Loghain o quizs ms joven. Su pelo claro y su piel an

    ms clara estaban obscurecidas bajo araazos, hojas, tierra, y una gran cantidad de

    sangre. Ciertamente no iba vestido para correr por el bosque, llevando slo una camiseta

    rada y suficiente barro como para hacer pensar a uno que haba escapado de quien fuera

  • David Gaider

    LSW 20

    que estaba corriendo reptando sobre su vientre. La sangre cubra su cara as como sus

    manos. Probablemente no era toda suya. Quien fuera que fuera este hombre,

    probablemente haba matado para huir, lo que le deca a Loghain lo desesperado que

    deba estar el intruso.

    El recin llegado se agach ante ellos en las sombras como un animal atrapado,

    congelado entre la batalla y la huida. Tras l, los gritos se acercaban. Loghain lentamente

    alz una mano, cuidadosamente mostrando su palma al fugitivo para demostrar que no

    quera hacerle ningn dao. Y entonces devolvi su espada a su vaina. El hombre rubio

    no se movi, slo encogi sus ojos con sospecha. Su atencin cambiaba nerviosamente

    entre ellos mientras ms gritos amortiguados llegaban a travs de los rboles.

    Salgamos de aqu! sise Dannon tras l. Va a llevarles directamente hacia

    nosotros!

    Espera, susurr Loghain, sin apartar los ojos del fugitivo. Dannon se enfureci, y

    Loghain capt un resplandor del cuchillo ahora en su mano. Sosteniendo sus manos para

    calmarlos a ambos, Loghain se gir para mirar al hombre cubierto de sangre en las

    sombras. Quin te est dando caza? pregunt lentamente.

    El hombre rubio se lami los labios, y Loghain vio calculacin en sus ojos.

    Perros Orlesianos, dijo finalmente. Todava no se movi.

    Loghain mir a Dannon. El hombre grande estaba haciendo muecas, pero Loghain

    poda decir que no es que no simpatizara con la situacin del compaero. Sin duda estaba

    interesado slo en su propio beneficio, pero finalmente retrocedi con un gruido.

    Buena respuesta. Loghain dio un paso atrs y dio media vuelta como para irse.

    Ven con nosotros.

    Dannon maldijo descontento, negndose a mirar a otra cosa salvo al suelo mientras

    guardaba su cuchillo y se alejaba. Loghain hizo como para seguirle, pero observ para

    ver si el fugitivo ira, tambin. Por un largo momento, el hombre rubio estuvo

    visiblemente indeciso. Entonces, sin ms vacilacin, salt de su postura agachada y

    corri tras ellos.

    Los tres procedieron en silencio de vuelta por el camino por el que Loghain y Dannon

    haban llegado, el hombre rubio en la cola y Dannon permaneciendo delante como si

    estuviera a punto de dejarles atrs. La postura de los hombros del hombre grande decan

    que estaba enfadado y resentido. A Loghain no le importaba.

    Continuaron a un paso brusco, y tras un corto periodo, los gritos de los perseguidores

    del hombre rubio quedaron atrs. El extrao pareca aliviado, y pareca ms tranquilo an

    conforme se aproximaban al borde del bosque y la luz de la luna poda verse ms

    claramente hacia delante. Dndole un mejor vistazo, Loghain no pudo evitar sentirse un

    poco desconcertado. Las ropas del hombre, aunque radas y sucias, eran plenamente de

    calidad si no a la moda. Las botas en particular parecan slidas, hechas de cuero fino, el

    tipo del que Loghain vea a los templarios llevar en ocasiones. As que no era pobre,

    ciertamente. Tambin estaba temblando y saltaba ante cada extrao ruido del bosque, de

    modo que esta excursin no era un evento normal para l. Ni de lejos.

  • Dragon Age: El Trono Usurpado

    LSW 21

    Dannon, espera, grit Loghain mientras llegaba a pararse. Dannon se detuvo solo

    reluctantemente. Loghain se gir hacia el hombre rubio, que ahora retroceda con

    renovada sospecha, sus ojos volando entre ellos como si se preguntara quin iba a ir tras

    l primero.

    Esto es todo lo lejos que podemos ir, acept Loghain reluctante.

    Gracias al Hacedor! murmur Dannon bajo su aliento.

    El hombre rubio consider por un momento, mirando alrededor como para juzgar su

    posicin. El campo fuera del bosque poda verse desde donde estaban.

    Puedo encontrar mi camino desde aqu.

    Loghain no poda situar el acento del joven, pero por la forma de hablar estaba claro

    que haba sido educado. El hijo de un mercader, quizs?

    Es as? l seal a las ropas radas del hombre rubio, sealando que ni siquiera

    llevaba una capa. Parece ms probable que te congeles antes de que siquiera alcances

    la ciudad. l alz una ceja. Si es adonde pretendes dirigirte, con esos hombres detrs

    de ti.

    Por qu iban detrs de ti? exigi Dannon, abrindose paso a empujones junto a

    Loghain.

    El hombre rubio se detuvo, mirando entre Loghain y Dannon como inseguro de a

    quin debera responder primero. Entonces mir abajo a sus manos y vio las manchas

    oscuras de sangre a la luz de la luna como si fuera por primera vez. Se senta claramente

    repelido, pese a sus esfuerzos por luchar contra su reaccin.

    Creo que mat a uno de ellos, suspir l.

    Dannon silb apreciativo.

    No abandonarn fcilmente, entonces.

    El ceo de Loghain se frunci.

    Esos eran los hombres del Bann Ceorlic, supongo?

    Algunos de ellos, admiti el hombre rubio reluctante. Ellos mataron a una

    amiga ma. El dolor que cruz su cara le dijo a Loghain que la ltima frase era lo

    suficientemente cierta, por lo menos. El hombre rubio cerr sus ojos, temblando de nuevo

    y tratando en vano de limpiarse algo de sangre de su mejilla. Loghain mir a Dannon, y

    el hombre grande se encogi de hombros en respuesta. Fuera cual fuera la historia

    completa, Loghain dudaba que fueran a obtenerla. Y quizs no era necesario hacerlo. Este

    extrao no era la primera persona que se haban encontrado que se haba enfrentado a los

    Orlesianos. Y si Loghain estuviera en el pellejo de este hombre, no confiara en ellos

    tampoco. Haba definitivamente ms aqu de lo que los ojos podan ver, pero las entraas

    de Loghain le decan que fuera lo que fuera, no era un engao. Y sus entraas raramente

    se equivocaban.

    Mira. Suspir Loghain con fuerza. No sabemos con seguridad quin te estaba

    cazando ah. Dices que estn trabajando con los Orlesianos, estoy dispuesto a confiar en

    tu palabra. El hombre rubio pareca a punto de objetar, pero Loghain alz una mano.

    Quien quiera que sean, sonaba como que haba ms de un par de ellos. Van a averiguar lo

  • David Gaider

    LSW 22

    suficientemente pronto que has salido del bosque. En el primer lugar en el que van a

    buscarte es en Lothering. Tienes algn otro sitio al que ir?

    El hombre rubio inclin su cabeza, pareciendo triste.

    No, yo supongo que no. No hay ningn sitio donde pueda ir fcilmente.

    Entonces alz su mandbula y mir a Loghain. Pero me las apaar. Por un

    momento, Loghain realmente crey que lo intentara. No caba duda de que fracasara,

    pero lo intentara. Tanto si era una seal de cabezonera o estupidez o incluso otra cosa,

    no podra decirlo.

    Tenemos un campamento, ofreci Loghain. Est oculto.

    Vosotros dos no tenas por qu ayudarme, lo s. Os lo agradezco. Su mirada

    era reluctante. No es necesario.

    Si no, estoy seguro que podremos encontrar una capa vieja para ti. Dejarte limpio

    y menos visible. l se encogi de hombros. O puedes irte por tu cuenta. Es cosa

    tuya.

    El compaero se retorci, temblando de nuevo en el fro mientras una brisa soplaba

    desde el campo. Por un momento Loghain pens que pareca perdido, a la deriva en su

    propia pequea cada libre desde cualquier tipo de vida que hubiera llevado. El destino

    poda darte una mano perdedora cuando menos lo esperabas, eso lo saba Loghain

    bastante bien. Reconoca los signos, incluso si su simpata era mnima. Esta oferta era

    todo lo que el hombre rubio iba a recibir, despus de todo.

    Dannon resopl.

    Por el aliento del Hacedor, hombre! T te has visto? Qu otra cosa vas a hacer!

    Loghain mir al hombre grande con recelo.

    Has cambiado de parecer bastante rpido.

    Bah! T eres el que le ha arrastrado todo el rato. Ahora que est aqu, bien puede

    venir. l se gir sobre sus talones y empez a caminar. Si eso me hace llegar a una

    hoguera ms rpido, estoy a favor.

    El joven mir al suelo, incmodo y con vergenza.

    Yo no tengo nada de valor. Y entonces aadi: Para pagroslo, quiero decir.

    Para robarle era lo que realmente quera decir. Pero era difcil sentirse ofendidos

    cuando l y Dannon eran ciertamente ladrones, despus de todo.

    Ciertamente no lo parece, no?

    No haba mucho ms que el hombre rubio pudiera decir. l asinti sin conviccin.

    Loghain movi su cabeza hacia Dannon, que ya se haba ido hace tiempo.

    Ser mejor que le cojamos entonces, antes de que consiga caerse en un agujero en

    alguna parte. l camin hacia delante y extendi una mano. Puedes llamarme

    Loghain.

    El hombre rubio vacil una fraccin antes de tomar la mano de Loghain y agitarla.

    Hyram

    Era una mentira, por supuesto. Loghain se pregunt por un momento si se arrepentira

    de hacer esto. Sus entraas nunca se haban equivocado antes, pero siempre haba una

  • Dragon Age: El Trono Usurpado

    LSW 23

    primera vez. An as, la suerte estaba echada. Asintiendo a Hyram, se gir, y los dos

    dejaron el bosque juntos.

  • David Gaider

    LSW 24

    2

    Cuando Maric se despert, estaba seguro que estaba de vuelta en el campamento

    rebelde, vctima de alguna terrible pesadilla provocada por un mal estofado. Seguramente

    su madre iba a irrumpir en su habitacin, reprendindole por dormir hasta tan tarde. Pero

    incluso mientras senta una oleada de alivio palpable, saba que no era cierto. La manta

    que le cubra era harapienta y ola a moho, la habitacin a su alrededor diminuta y poco

    familiar. Los cortes y magulladuras sufridas la noche anterior anunciaban su presencia.

    Lentamente empez a recordarlo todo.

    Varias veces durante el viaje, el llamado Loghain se haba asegurado de que estaban

    siendo seguidos. Irritaba al gran compaero, Dannon, cuando Loghain insista en tomar

    desvos largos en su ruta. Maric no se quej de la precaucin extra, pero para cuando

    alcanzaron el pie de las colinas, sus piernas haban estado preparadas para ceder. Haban

    pasado dos horas caminando en la oscuridad, congelados hasta los huesos, con apenas

    una palabra intercambiada entre ellos tres. l slo recordaba tenuemente alcanzar el

    propio campamento y ser sorprendido por el nmero de tiendas sucias dispersas entre las

    rocas y arbustos. Haba esperado quizs un puado de forajidos, pero esta era toda una

    comunidad oculta en los riscos. Record un borrn de ojos sospechosos y acusaciones

    susurradas dirigidas a l. Para entonces, a Maric ya no le importaba si decidan encerrarle

    o cocinarle para cenar. El sueo que necesitaba desesperadamente le haba alcanzado en

    algn punto y le haba reclamado.

    Un suave sonido de chapoteo llev a Maric al presente. Cometi el error de abrir sus

    ojos a la luz del sol de la tarde brillando a travs de una pequea ventana, hacindole

    doblarse. Su visin era un borrn, y su cabeza palpitaba con un latir insistente y poco

    placentero. Parpadeando, sus ojos se ajustaron lo suficiente como para ver, pero no haba

    mucho que mirar. Record una estructura permanente en el campamento, una diminuta

    cabaa de madera que no poda haber consistido en ms que una sola habitacin, y l

    supuso que era eso. Los muebles eran escasos: la cama desvencijada que ocupaba, una

    nica mesa, y un par de pilas de lo que parecan harapos sucios. El nico adorno era un

    grabado de madera que colgaba sobre su cama: un sol ardiente dentro de un crculo. Un

    smbolo sagrado.

    Maric flexion sus hombros, tratando de mediar con el dolor. En la parte trasera de su

    mente, registr el hecho sorprendente de que por debajo de la manta estaba llevando poco

    ms que su ropa interior.

    Te he despertado? lleg una voz desde al lado de su cama. Inclin su cuello y

    se dio cuenta de que una mujer haba estado arrodillada junto a l todo el tiempo,

    empapando un harapo en un bol de agua. Me disculpo. Estoy tratando de ser tan suave

    como puedo. Ella sonaba maternal y amable, y llevaba las vestimentas rojas que la

    marcaban como una sacerdotisa de la Capilla. Haba tenido pocas oportunidades de entrar

    en una apropiada casa de oficios desde que la Capilla haba cado a favor del usurpador

  • Dragon Age: El Trono Usurpado

    LSW 25

    haca tiempo, pero Madre an insista en su educacin en tales asuntos. Crea en el

    Hacedor y honraba el sacrificio de Su primera mujer y profeta, Andraste, como deban

    hacer los otros Fereldeos. Maric ciertamente reconoca a una sacerdotisa cuando la vea.

    Qu estaba haciendo ella aqu en un campamento de forajidos?

    Su Reverencia? Su voz sali como un graznido ronco, y tosi, intensificando

    el dolor en su cabeza. Gru en voz alta e inclin su cabeza de vuelta abajo para evitar

    que la habitacin dando vueltas le provocara nuseas.

    La mujer se ri entre dientes con remordimientos.

    Oh, querido, no. Nada tan grande como eso. Maric la vio ahora ms claramente.

    La edad la haba desgastado, pero con gracia. Sus bucles rubios haban dado paso al gris,

    y sus ojos cansados estaban fuertemente marcados. Era suficientemente fcil ver la

    belleza que sin duda haba tenido una vez, hace tiempo. Aparte de las vestimentas,

    llevaba un medalln de oro, blasonado con la imagen de la cruz de Andraste y su corona

    de llamas sagradas. Se percat de su mirada y sonri. Mis das dentro de la jerarqua de

    la Capilla han quedado muy atrs, me temo.

    Ella termin de escurrir la tela manchada y entonces volvi a frotarla en su cara. El

    agua estaba fra y refrescante, y as Maric cerr sus ojos y le permiti atenderle. Cuando

    finalmente se detuvo, l toc su mano.

    Cunto tiempo he?

    Ella se detuvo, estudindole con esos ojos cansados grises. Haba compasin ah, vio

    l, pero tambin sospecha.

    La mayor parte del da, respondi ella finalmente. Entonces ella sonri

    reconfortante y acarici el pelo de su frente. No tienes por qu preocuparte, chiquillo.

    Hayas hecho lo que hayas hecho, estas lo suficientemente a salvo aqu por ahora.

    Y dnde es aqu, exactamente?

    Loghain no te lo dijo? Ella suspir y empap la tela de nuevo, creando una

    floracin impresionante de escarlata en el agua. No, l no lo hara, no? Se necesitara

    un dragn para sacar ms de dos frases seguidas de ese chico. Es hijo de su padre. La

    mirada entretenida que ella le dio pareca decir que sera toda la explicacin que requera.

    Estas son las Colinas Southron, justo a las afueras de la Espesura aunque

    esperaba que hubieras averiguado eso. Ella gilmente le frot la nuca, dndole un

    nuevo rayo de dolor corriendo a travs de l. La fuente de su dolor de cabeza palpitante,

    supuso l, y trat de no pensar demasiado en cmo de mal se haba herido a s mismo.

    No hay nombre para este sitio. Es donde nos hemos asentado de momento, nada ms. La

    gente en el campamento se ha juntado lentamente con el tiempo, por necesidad.

    Principalmente slo estn tratando de sobrevivir.

    Me suena familiar, murmur Maric. Se preguntaba, sin embargo, cunto de su

    vida realmente era comparable a la suya. Incluso a la fuga, l y su madre tenan

    acomodaciones decentes donde fuera que se ocultaran. Castillos remotos, abadas

    apartadas en las montaas Siempre haba algn noble dispuesto a alojarles, o alguien

    dispuesto a proveerles de una tienda espaciosa sobre la marcha. l siempre se quejaba de

  • David Gaider

    LSW 26

    ello amargamente, sobre los lmites que resista, el aburrimiento y la falta de libertad. A

    juzgar por la miseria que vio aqu tras su llegada, esta gente probablemente le

    considerara privilegiado. Probablemente lo era.

    Es a Gareth al que seguimos. Nos mantiene a salvo, y con cada ao que pasa parece

    haber ms y ms de los nuestros. Nunca hay ningn lmite de almas desesperadas sin

    ningn sitio ms al que ir, al parecer. Ella dio una palmadita a su cabeza de nuevo,

    frunciendo el ceo con preocupacin. Es el padre de Loghain, por si no lo has

    conocido.

    No lo he hecho.

    Lo hars. Ella exprimi el trapo de nuevo; esta vez los remolinos eran oscuros y

    ominosos. Maric se pregunt si su cabeza pareca tan desastrosa como se senta. Soy la

    Hermana Ailis.

    Hyram.

    S, eso he odo. La hermana seal con la cabeza hacia sus manos. Querrs

    lavrtelas.

    Maric mir a sus manos y vio que an estaban sucias, manchadas prcticamente hasta

    sus codos con sangre seca y tierra. Acept el trapo hmedo sin un comentario.

    Esa es una gran cantidad de sangre en tus manos, dijo ella sealadamente.

    No es ma. En su mayora.

    Su mirada era regular, calculadora.

    Y cmo te sientes al respecto?

    l se frot sus manos lentamente, manteniendo sus ojos firmemente en la tarea. Saba

    lo que estaba preguntando. Su primer instinto antes en el bosque haba sido mantener su

    identidad en secreto, y probablemente era el correcto. Despus de todo, la Hermana Ailis

    lo haba dicho ella misma: esa gente estaba desesperada. Maric no tena ni idea de lo que

    el usurpador pagara por l, pero era probablemente ms de lo que esa gente habra

    conocido nunca. No tienes que ser pobre para saber que la promesa de riquezas

    corrompera a cualquiera. Se preguntaba cuntos soberanos de oro haba llevado poner

    esa espada a travs de la garganta de su madre.

    l me atac. Estaba defendindome. Su voz son vaca y falsa, incluso para s

    mismo. Mataron a mi madre.

    Decirlo en voz alta no lo haca sentirse ms real.

    La hermana le observ un momento ms largo, sus ojos agudos.

    El Hacedor cuide de ella, enton ella, suavizndose.

    Maric vacil.

    El Hacedor cuide de ella, repiti l, su voz ronca de dolor. La Hermana Ailis

    puso sus manos sobre las suyas, un gesto de entendimiento. l apart sus manos ms

    bruscamente de lo que pretenda, pero ella no dijo nada. Por una pausa larga, extraa l

    mir a sus manos medio limpias. Ella le cogi el trapo ensangrentado y lo empap de

    nuevo.

    Dbilmente, l cambi de tema.

  • Dragon Age: El Trono Usurpado

    LSW 27

    As que si eres una sacerdotisa, qu ests haciendo aqu?

    La hermana sonri, asintiendo como si fuera una pregunta que hubiera escuchado

    muchas veces antes.

    Cuando el Hacedor volvi al mundo, l escogi para S mismo una novia que sera

    Su profeta. Podra haber buscado en el gran Imperio, con sus riquezas y sus poderosos

    magos. Podra haber buscado en las tierras civilizadas del oeste, o en las ciudades de las

    costas del norte. Pero en su lugar l busc en la gente brbara del mismo lmite de

    Thedas.

    Y por lo tanto cay el ojo del Hacedor sobre Andraste, enton inmediatamente

    Maric, ella que sera elevada de repudiada para convertirse en Su novia. De sus labios

    manara el Cantar de la Luz, a sus rdenes las legiones de la justicia caeran sobre el

    mundo.

    Un hombre educado? La hermana pareca impresionada, pero Maric maldijo su

    necesidad de lucirse. Ella meci el smbolo sagrado dorado de alrededor de su cuello,

    tratndolo como a un viejo amigo. La gente olvida que Ferelden no siempre fue como

    lo es ahora, el hogar de nacimiento de la profeta del Hacedor. Una vez fue denigrado por

    el mundo civilizado. Ella sonri suavemente, sus ojos parpadeando. A veces lo ms

    precioso puede encontrarse donde menos lo esperas.

    Pero esta gente no son?

    Criminales? Ladrones? Asesinos? Ella se encogi de hombros. Estoy aqu

    para guiarles y ayudarles con su lucha, lo mejor que pueda. Las cosas que cada uno de

    ellos ha hecho deben, al final, ser juzgadas por el Hacedor y no por nadie ms.

    Los magistrados juzgaron a Andraste al final, tras su cruzada. La quemaron en la

    cruz por sus problemas, ya sabes.

    Su risa entre dientes era entretenida.

    S, creo recordar haber escuchado eso en alguna parte.

    Fueron interrumpidos cuando Loghain march dentro de la cabaa. Estaba ms

    limpio de lo que Maric recordaba, y ahora llevaba una armadura diseada a partir de tiras

    de cuero tachonadas. Pareca pesada, y el gran arco colgando sobre su hombro era

    intimidante. Inusualmente un buen equipo para un cazador furtivo, pens Maric para s

    mismo. Quizs percibiendo el escrutinio Loghain le mir. Al contrario que con la

    hermana, no haba nada oculto en la sospecha de sus ojos. De repente consciente de s

    mismo, Maric tir de la sbana hacia arriba para cubrir su falta de ropas.

    As que ha decidido no pasar durmiendo todo el da, coment Loghain

    secamente, sin apartar la mirada de Maric.

    Est mejorando, seal la hermana. Ella cogi el bol de agua del suelo. Sus

    heridas no eran poco considerables. Hiciste bien en traerlo aqu, Loghain.

    Sus ojos se movieron hacia ella.

    Ya lo veremos. Te ha dicho algo?

    Maric alz su mano.

    Err Estoy justo aqu

  • David Gaider

    LSW 28

    Entretenida, la Hermana Ailis arque una ceja hacia Loghain.

    Cierto. Por qu no le hablas a l?

    Lo pretendo. Entonces, a Maric: Mi padre quiere verte. Sin esperar una

    respuesta gir sobre sus tobillos y march de vuelta a la luz del sol.

    La hermana se movi hacia una pila de ropa en la esquina de la habitacin junto a la

    mesa pequea.

    Tus botas estn bajo la mesa. Me temo que tuve que quemar todo lo dems. No hay

    nada lujoso en la pila, pero estoy segura de que encontrars algo que te quede. Ella se

    gir para marcharse.

    Hermana Ailis, llam Maric. Ella se detuvo en la puerta, mirando atrs, y de

    repente se encontr sin palabras.

    Yo no hara esperar a Gareth, fue todo lo que dijo ella. Y entonces se fue.

    Maric camin hacia el campamento. En la tarde brillante casi pareca como cualquier

    otra aldea abarrotada. Las robas estaban siendo golpeadas en las rocas de un arroyo

    cercano, la carne de conejo estaba siendo ahumada en varios fuegos centrales, las tiendas

    estaban siendo enmendadas por grupos de mujeres parlanchinas, pequeos nios estaban

    correteando por el suelo. Podan haber sido ms delgados y sucios de a lo que l estaba

    acostumbrado, pero no era todo tan diferente de otros lugares en Ferelden. Los Orlesianos

    difcilmente eran unos gobernantes amables. Haba multitud de rechazo, suficiente para

    decirle que haban acampado aqu durante meses. Lo suficiente como para construir la

    cabaa de la que acababa de salir caminando, al menos. Varios hombres de aspecto duro

    ataviados en su mayora en jubones sealaron la apariencia de Maric y abiertamente le

    miraron con miradas fras, calculadoras. La armadura fina de cuero de Loghain era

    definitivamente la excepcin aqu.

    Mirando alrededor, era lo suficientemente fcil avistar a Loghain en pie no muy lejos

    y hablando con el hombre ms grande que Maric supuso que deba ser su padre. El

    hombre estaba vestido con el mismo tipo de armadura de cuero tachonada y tena el

    mismo ceo fruncido severo y el mismo pelo negro, aunque haba mucho menos de l y

    mucho ms gris en sus sienes. Incluso si hubiera llevado los mismos jubones que los

    otros, no habra error en quin lideraba a esta gente. Maric haba conocido a hombres as

    toda su vida, el tipo de hombres que eran comandantes en el ejrcito de su madre, el tipo

    de hombres que respiraban y vivan en disciplina todas sus vidas. Raro encontrar a tal

    hombre aqu.

    Loghain finalmente se percat de Maric en pie en medio de la multitud y seal para

    que su padre pudiera ver. La mirada de sospecha no dur un segundo, y Maric se

    preguntaba qu haba hecho desde la ltima noche para ganarse tal hostilidad.

    Es porque le mentiste y todava lo ests haciendo, se record a s mismo, y tambin

    porque eres un bobo incompetente.

    El par de hombres cruzaron el campamento mientras Maric les esperaba,

    retorcindose mientras se senta a s mismo siendo agarrado desde lejos. Justo entonces se

  • Dragon Age: El Trono Usurpado

    LSW 29

    sinti tan lejos de ser un rey de lo que posiblemente pudiera haber imaginado, fro y

    dolorido y extrao. Se encontraba deseando que su madre cabalgara a su rescate. La

    Reina Rebelde habra parecido magnificente con su armadura dorada, pelo rubio y capa

    morada ondeando en la brisa. Siempre haba sido fcil ver por qu la gente la amaba.

    Estos pobres cabrones habran cado al instante sobre una rodilla si ella estuviera aqu,

    Loghain y su padre incluidos. Pero ella no iba a venir a su rescate ya, y los deseos

    fantsticos no lo lograran. Maric reafirm su mandbula y no evit a los dos juegos de

    ojos azules como el hielo que miraban hacia l.

    Hyram. Gareth ofreci una mano amistosa a modo de saludo. Maric la agit y

    estuvo inmediatamente al tanto de lo fuerte que era el hombre. Gareth difcilmente era

    joven, pero Maric estaba seguro de que el padre de Loghain podra haberle partido en dos

    y arrojarle como a un nio pequeo, y difcilmente habra derramado una gota de sudor al

    hacerlo.

    Umm, s, trag saliva. Hola. T debes ser Gareth?

    Ese soy. Gareth se rasc el mentn, mirando abajo a Maric como si fuera una

    curiosidad. Loghain permaneci un paso atrs, su expresin ahora decididamente

    neutral. Mi hijo me dice que pasaste por un poco de problemas cerca de Lothering.

    Estabas siendo cazado por los hombres del Bann Ceorlic.

    Haba otros, tambin, pero s.

    l asinti lentamente.

    Cuntos eran, exactamente?

    No estoy seguro. Parecan un montn.

    Todos en el bosque? El Bann Ceorlic ni siquiera es de esta parte. Sabes por qu

    estaban all?

    No, minti Maric. La mentira se qued flotando mientras ellos le miraban, los

    ojos de Loghain se encogieron an ms. Aparentemente Maric poda aadir mentiroso

    terrible a su lista de defectos. No es algo que considerara una virtud muy regia, si no

    fuera porque su madre le dijo que lo completamente opuesto era cierto. De repente su

    garganta se sinti seca y raspada, pero mantuvo su posicin. Me cazaron despus de

    que mataran a mi amigo.

    Gareth salt rpidamente.

    Tu amigo? O tu madre?

    Por supuesto la Hermana Ailis se lo haba dicho. La mente de Maric estaba de repente

    en un torbellino, tratando de recordar lo que haba y lo que no haba dicho hasta entonces.

    El esfuerzo hizo que el chichn en la parte trasera de su cabeza palpitara.

    Mi madre era mi amiga, explic sin conviccin.

    Y por qu estabais t y tu madre en el bosque? No tienes ms asuntos que hacer

    all que el Bann, seguro.

    Slo estbamos viajando a travs.

    Gareth y su hijo intercambiaron una mirada significante que Maric no pudo leer. El

    hombre mayor suspir y se rasc el mentn pensativo.

  • David Gaider

    LSW 30

    Mira, Hyram, empez l, su tono completamente razonable, con nuestra

    situacin aqu tenemos que ser muy cuidadosos, siempre. Si el Rey tiene soldados ah

    fuera, necesitamos saber por qu.

    Maric no dijo nada, y la expresin de Gareth se oscureci con rabia. l se gir e hizo

    un gesto hacia la otra gente en el campamento, algunos de los cuales haban empezado a

    reunirse alrededor.

    Ves a esta gente? Afirm tranquilamente Gareth. Ellos son mi

    responsabilidad. Debo mantenerlos a salvo. Si esos soldados vienen de camino

    Maric mir alrededor nervioso, alerta en aumento por la multitud creciente que estaba

    atrayendo. l trag con fuerza.

    Ojal lo supiera.

    No deb traerle, maldijo Loghain.

    Gareth apenas escuch a su hijo, sin embargo. En su lugar mir a Maric con una

    expresin mistificada.

    Por qu iran detrs de ti? Su ceo se frunci. Qu has hecho?

    No he hecho nada.

    Est mintiendo! ech humo Loghain. Desenvain su cuchillo del cinturn y dio

    un paso hacia delante amenazador. La multitud de mirones murmur excitadamente en

    respuesta, oliendo la sangre. Djeme matarle, Padre. Esto es culpa ma. Nunca deba

    haberle trado aqu.

    La expresin de Gareth no cambi.

    No est mintiendo.

    Qu importa eso? Necesitamos librarnos de l, as que hagmoslo ahora.

    Loghain se lanz hacia Maric, pero Gareth interpuso un brazo entre ellos. Loghain se

    detuvo en corto, mirando a su padre con una confusin sorprendida, pero Gareth an

    estaba mirando intensamente a Maric.

    Maric retrocedi inseguro, pero varios hombres con ceos profundos bloquearon su

    camino.

    Mirad, dijo l lentamente, simplemente puedo marcharme. No pretendo

    causaros ningn dao.

    No, afirm Gareth. Era el tipo de tono que no dejaba lugar a discusiones. l mir

    a Loghain. Cmo de seguro ests de que no fuisteis seguidos?

    Loghain consider la pregunta.

    Los perdimos a medio camino de vuelta. No cabe duda. l hizo una mueca.

    Eso no significa que no puedan encontrarnos. Hemos estado aqu demasiado. Cuntos

    locales saben que estamos aqu fuera ahora mismo?

    Su padre asinti, aceptando la respuesta, y entonces volvi a mirar a Maric.

    He mandado hombre fuera, y averiguarn lo que est ocurriendo lo suficientemente

    pronto. Si estamos en peligro, apreciara saberlo ahora. Lo estamos?

  • Dragon Age: El Trono Usurpado

    LSW 31

    Por dentro, Maric se acobard. El Bann Ceorlic y los otros seguramente seguiran

    buscndole, y finalmente le rastrearan. Por un nico momento, consider decrselo todo.

    Pero siquiera le creeran? Y si le crean, eso sera mejor o peor?

    S, finalmente solt. S, yo estis en peligro si me mantenis aqu.

    Loghain resopl burlonamente y se gir hacia Gareth.

    Padre, averiguaremos si estamos en problemas lo suficientemente pronto. No le

    necesitamos aqu para hacerlo peor. Deberamos matarle para estar seguros.

    Varios de los hombres cercanos asintieron, sus ojos brillando peligrosamente. Gareth,

    sin embargo, frunci el ceo a Loghain.

    No. No haremos eso.

    Por qu no?

    He dicho que no. Padre e hijo intercambiaron miradas. La multitud estaba en

    silencio como muertos, sin ansias de involucrarse en lo que evidentemente era una vieja

    discusin. Maric permaneci callado. No era un idiota.

    Bien. Cedi finalmente Loghain, poniendo sus ojos en blanco. Levantemos el

    vuelo. No esperemos.

    Gareth lo consider.

    No. l agit su cabeza. Esperaremos a que los hombres vuelvan. An tenemos

    tiempo. l entonces habl a uno de los hombres ms fornidos que estaba cerca.

    Yorin, lleva a Hyram o como sea que se llame de vuelta con la hermana por ahora.

    Viglale. El hombre asinti mientras Gareth alzaba su voz para dirigirse a los muchos

    otros que se haban reunido alrededor del espectculo. Todos! Puede que necesitemos

    levantar el vuelo pronto! Quiero a todo el mundo alerta! La decisin haba sido

    tomada y lo saban. Ya la multitud se estaba dispersando, aunque sus miradas y susurros

    eran agitados. Estaban asustados.

    Loghain dispar una mirada oscura a Maric, que estaba siendo llevado por el hombro.

    Tras l, escuch a Loghain hablar con su padre.

    Apuesto a que puedo sacarle la verdad. Toda la verdad.

    Llegaremos a eso. Por ahora, le trataremos por lo que parece ser: un joven asustado

    que necesita nuestra ayuda.

    El tono de Gareth era definitivo y Maric no escuch nada ms del intercambio, Yorin

    estaba guiando a Maric de vuelta hacia la cabaa de troncos, y l no se resisti. Por

    encima, sobre los altos rboles, las nubes oscuras ya estaban obscureciendo el sol de la

    tarde. Iba a llover, y fuerte.

    Bueno, quin crees t que es, entonces?

    Loghain ignor la pregunta de Potter mientras reataba su arco. Una de las pequeas

    contingencias de elfos que viajaban con el campamento, Potter podra contarse por hacer

    poco ms que vaguear y esparcir cotilleos vacos, y Loghain no quera contribuir al

    pnico creciente mucho ms de lo que lo haba hecho. Habra sido mucho mejor para

    todos si su padre le hubiera permitido forzar a Hyram a escupir los secretos que estaba

  • David Gaider

    LSW 32

    guardando. Y estaba guardando algo Loghain casi poda olerlo. Por un momento haba

    parecido que Hyram iba a contrselo, pero entonces nada. Y Padre le haba dejado irse.

    Venga, vamos! Insisti Potter, arrodillndose junto a Loghain. Debes saber

    algo! Estuviste caminando con l toda la noche, no?

    Al elfo le faltaba la mayor parte de una de sus largas y delicadas orejas, haciendo que

    su cabeza pareciera decididamente asimtrica. Tambin tena una desagradable cicatriz

    por su cara, dejando una de las cuencas del ojo vacas y una mueca permanente. Que esos

    haban sido regalos de un seor Orlesiano fue todo lo que Potter haba dicho alguna vez

    al respecto.

    Un esclavista, supuso Loghain. En la mayora de ciudades los elfos vivan con

    suficiente libertad en sus suburbios, los ms pobres de los pobres. Su esclavitud haba

    terminado haca tiempo a manos de la profeta Andraste, pero la prctica an floreca en

    secreto en las esquinas ms remotas del Imperio. Potter haba estado cerca de hablar de su

    sufrimiento una noche cuando le haban dado profundamente a la bebida, el amargor

    amenazando con salir de l como si fuera un veneno. Pero entonces se lo trag todo an

    ms, cambiando de compaas hasta que amortigu con xito hasta llegar a la ignorancia.

    Todo el mundo tena sus secretos. Loghain suspir y se forz a darle a Hyram el

    mismo beneficio de la duda que su padre le haba dado. No fue fcil.

    No tienes trabajo que hacer? le solt a Potter. El elfo suspir y se fue corriendo.

    Saba que era mejor no continuar molestando a Loghain, o le pondran realmente a

    trabajar.

    An as, la pregunta de Potter era buena. Si este Hyram era un espa, entonces o era

    uno terrible o mejor que cualquiera del que Loghain haba odo hablar nunca. Quizs

    realmente era lo que pareca, como sugiri su padre. Gareth siempre permita que su

    compasin le dominara. Nadie era perfecto. Pero haba algo con seguridad que les

    faltaba, alguna pieza del puzle que Hyram no les estaba dando, y le roa a Loghain. Como

    la mayora de los otros en el campamento, haba desarrollado un sentido con los aos de

    cundo correr, y ahora mismo se estaba volviendo loco. Slo mirando alrededor, poda

    verlo en los ojos de todo el mundo. Apresuraron su paso y saltaban ante cada ruido

    extrao que sala del bosque. Algunos de ellos ya estaban recogiendo sus tiendas,

    empacando las pocas provisiones que tenan a espera de la llamada de Padre para

    moverse.

    Loghain evit la cabaa de la Hermana Ailis una vez que termin con su arco, sin

    querer tentarse. La hermana tena su propio modo de interrogar a los recin llegados al

    campamento, y l respetaba el hecho de que a menudo era capaz de obtener informacin

    cuando ni l ni su padre podan. Muchos vean a la hermana como lder del campamento

    casi tanto como a su padre, y ciertamente su padre haba confiado en su consejo durante

    muchos aos. Haba habido un tiempo en el que Loghain haba esperado que el afecto

    entre ellos dos pudiera crecer en algo ms, por el bien de ambos. La Hermana Ailis, sin

    embargo, tena su llamada, y su padre nunca haba sido el mismo desde que huyeron de la

    granja. Haba llevado un montn de tiempo para que Loghain se diera cuenta, pero una

  • Dragon Age: El Trono Usurpado

    LSW 33

    parte de Gareth se rompi esa noche. La Hermana Ailis saba lo que su padre necesitaba

    mejor de lo que Loghain jams hara, y tena que contentarse con eso.

    Padric estaba vigilando en el borde del campamento, subido a una roca que le

    permita echar un vistazo al valle de debajo sin ser fcilmente avistado. El to era un par

    de aos ms joven que Loghain, pero un disparador habilidoso con un arco y poda

    contarse con l normalmente en cierto sentido. Por otra parte, Dannon estaba junto a

    Padric ahora, lo que no pintaba bien. El par abruptamente dej de susurrar mientras l se

    acercaba.

    Alguna seal de los hombres que mi padre mand fuera? pregunt Loghain a

    Padric, sin hacer ningn comentario sobre qu haba interrumpido.

    An no, ofreci Padric tristemente. Se gir y escane la colina de abajo No ha

    habido seal de ninguna cosa.

    Hay algunos que hablan sobre marcharnos, anunci Dannon. l cruz sus brazos

    y puso mala cara a Loghain. Esta noche, quizs, si no se ha dicho nada.

    Es estpido. Padric mantuvo sus ojos en el valle. Incluso si alguien conoce a

    ese compaero rubio de aqu, entonces qu? Van a venir todo el camino hacia aqu por

    un hombre?

    Estoy de acuerdo. Loghain se gir y mir a Dannon. Pero si quieres unirte a

    los cobardes, Dannon, por qu no vas por delante y lo haces? Suponiendo que no seas el

    nico.

    T mismo dijiste que ese chico es peligroso.

    Dije que no sabemos quin es. Lo sabremos pronto. Y si mi padre cree que merece

    la pena que nos vayamos, entonces lo dir.

    Dannon se retorci.

    Esto es cosa tuya, se quej l. T eres el que quera traerle, no yo. Con eso,

    se march.

    Padric pareci aliviado de ver a Dannon irse. Sonri sus gracias a Loghain y se gir

    de vuelta a sus deberes de observacin.

    Tiene razn, an as. Es raro.

    El qu?

    Bueno l seal hacia el valle. Los hombres que fueron mandados fuera,

    algunos de ellos deberan haber vuelto ya.

    Con cunto retraso?

    Una hora. Quizs dos. No ha llovido an, as que no s pens que Henric habra

    vuelto, al menos. Ha estado preocupado por su chica, con el beb y todo eso.

    El estmago de Loghain se senta como hundindose.

    Se lo has dicho a alguien?

    Slo a Gareth.

    l asinti y se dirigi hacia abajo. Quera echar un vistazo por s mismo, y no hara

    ningn bien merodear por el campamento mientras su padre trataba de mantener a raya la

    histeria, justificada o no. Loghain pens que se entenda que los forajidos viajaban juntos

  • David Gaider

    LSW 34

    bajo una base puramente provisional. Su padre les mantena organizados y alimentados, y

    la Hermana Ailis les mantena unidos no haca tampoco ningn dao que un par de

    ellos tuvieran otro lugar al que pudieran ir pero estaban a la carrera, cada uno de ellos

    por sus propios motivos particulares, y la gente as de desesperada no tena ninguna

    lealtad. Su padre pensaba distinto, y mantena que era en el peor de los tiempos cuando la

    gente necesitaba aferrarse juntos al ms fuerte. Cuando Gareth deca eso, la Hermana

    Ailis le sonrea y se le ponan los ojos llorosos. Por ese nico momento esa fe de su padre

    pareca como si casi pudiera ser autntica. Pero Loghain saba la verdad. Si las cosas

    alguna vez se ponan lo suficientemente mal, Dannon no sera la nica rata en abandonar

    el barco hundindose.

    Loghain se haba ido la mayor parte de la tarde, esperando poner sus peores miedos a

    descansar. Primero retrocedi por el camino que ellos tres haban tomado la noche

    anterior, confirmando que ciertamente no haban sido seguidos. Volvi a las Colinas

    Southron y sigui tres de los caminos que conoca, esperando toparse con uno de los

    hombres que su padre haba mandado, o cualquiera, en realidad. Pero los viajeros tan al

    sur eran pocos, y l slo vea un borrn de rastros de caballo dirigindose a Lothering.

    Para cuando la oscuridad cay y una tormenta empez a liberar torrentes de lluvia helada,

    Loghain se preocup de verdad.

    No fue hasta que se aventur por un camino peligroso no muy lejos de la ciudad que

    finalmente avist a alguien. La ruta era principalmente utilizada por contrabandistas,

    permitindoles evitar los caminos ms patrullados en el norte de camino hacia las

    montaas del oeste y los enanos de all se preocupaban poco por las leyes humanas.

    Haba muchos caminos as en las tierras interiores, y pocos de los que las utilizaban

    tenan una razn legtima para estar ah.

    Un caballero solitario apareci, con la capucha hacia arriba y el paso de su corcel

    caminando cuidadosamente en el barro resbaladizo. Por la calidad de su capa Loghain

    habra supuesto que era un mensajero de uno de los gremios de la ciudad, slo que no

    pareca tener ningn tipo de prisa.

    Loghain se aproxim desde bien abajo del camino, a plena vista. Era un gesto

    amistoso, aunque el jinete estaba lo suficientemente alerta como para mantener una mano

    en la empuadura de su espada mientras se detena y esperaba. Los relmpagos

    resplandecieron en el cielo gris y la lluvia se intensific, pero el cuero de Loghain estaba

    ya tan empapado como posiblemente pudiera. Cuando lleg a veinte pies, el jinete hizo

    retroceder a su caballo y medio desenvain su espada. El mensaje estaba claro: Te has

    acercado lo suficiente.

    Saludos! grit Loghain. Cuando el jinete no respondi de inmediato, extendi el

    brazo hacia su espalda y quit el arco, lentamente ponindolo abajo en el suelo enfrente

    de l.

    Eso pareci reafirmar a jinete de algn modo, aunque el caballo relinch nervioso y

    brinc en el sitio.

  • Dragon Age: El Trono Usurpado

    LSW 35

    Qu quieres? grit de vuelta finalmente.

    Estoy buscando a unos amigos! Grit Loghain. Hombres vestidos como yo.

    Uno de ellos podra haber bajado por este camino, espero.

    No he visto a nadie, respondi el jinete. Pero Lothering est llena de tanta

    gente que estn durmiendo en las calles. Es demencial. Tus amigos probablemente estn

    all, si acaso.

    Loghain se protegi los ojos de la lluvia con una mano, tratando de atisbar la cara del

    jinete bajo la capucha. No pudo.

    Lothering est llena de gente?

    No lo has odo? El jinete pareca genuinamente sorprendido. Con todos los

    soldados atravesndolo, habra pensado que medio Reino ya lo haba odo.

    No, nada.

    La Reina Rebelde est muerta. El jinete suspir triste, ajustando su capucha

    mientras la lluvia salpicaba. Los bastardos finalmente la atraparon en el bosque la

    ltima noche, dicen. Trat de ver el cuerpo antes de irme, pero haba demasiados

    dolientes. El jinete se encogi de hombros. Dicen que el joven Prncipe podra estar

    muerto, tambin. Si me perdonas que te diga, esperemos que no sea cierto.

    La sangre de Loghain se qued helada.

    El Prncipe, repiti aturdido.

    Con algo de suerte, an est en alguna parte ah fuera. Considerando todos los

    soldados que vi, ser mejor que corra por su vida. Mientras la lluvia continuaba

    cayendo, el jinete asinti educadamente y le dio a Loghain una amplia reverencia

    mientras pasaba junto a l.

    Loghain se qued donde estaba, su mente corriendo. Los relmpagos resplandecan

    alto por encima de su cabeza.

    Maric cogi con desgana la sopa mientras se la llevaban, distradamente curioso por

    el tipo exacto de animal que haba provisto de la carne gomosa que nadaba en el caldo.

    Finalmente, la Hermana Ailis le apart el bol y volvi a su costura. Ella pasaba el rato

    parcheando sbanas y ropa, tarareando suavemente para s misma todo el rato. l capt

    fragmentos del Cantar de la Luz, si no se equivocaba, aunque los versos exactos le

    eludan. A decir verdad, tena otras cosas en mente.

    Como salir de la cabaa. Poda escuchar actividad teniendo lugar en el exterior, como

    si ellos estuvieran empacando todo el campamento. La hermana lo neg. Maric haba

    preguntado tres veces si los hombres que Gareth estaba esperando haban vuelto antes de

    que el guardia burln de fuera de la puerta prometiera que le dira a la hermana

    inmediatamente si la situacin cambiaba, y no lo haba hecho. Maric se sent en la cama,

    inquieto. Jugaba de nuevo con la idea de confesarlo todo, pero dnde le llevara eso?

    Qu hara Gareth, repentinamente endosado con un fugitivo que era mucho ms

    peligroso de lo que haba imaginado? Mejor salir, alejarse de esta pobre gente, y

  • David Gaider

    LSW 36

    encontrar su propio camino de vuelta al ejrcito rebelde. An as la puerta cerrada y un

    nico guardia demostraban ser un increblemente efectivo disuasivo para su plan.

    Un excelente principio para tu reinado, Rey Maric, se reprendi a s mismo. Este es

    el tipo de resolucin de problemas de primera clase que te servir bien cuando tomes el

    mando de la rebelin.

    Eres muy duro contigo mismo, coment la Hermana Ailis, mirando arriba desde

    su costura. Estaba llevando un conjunto de delicadas lentes enanas que le recordaban a

    Maric a su abuelo el Rey Brandel Brandel el Derrotado, como todos los dems le

    recordaban. El propio Maric recordaba al hombre siendo tanto muy triste como muy

    orgulloso. Su abuelo posea un par de lentes doradas que ocultaba inmediatamente

    cuando le pillaban llevndolas, para que nadie pensara que se estaba volviendo ciego. De

    nio, Maric sola pensar que era un juego divertido robrselas y entonces correr por los

    pasillos del castillo llevndolas. Al menos era divertido hasta que le pillaban finalmente,

    normalmente por su madre. Obedece, incluso ella tena que reprimir la risa al ver a Maric

    con esas cosas, y le reprenda principalmente en beneficio de su abuelo. Despus en

    privado ella se rea y le besaba en la nariz, rogndole de corazn que no lo hiciera de

    nuevo. Ruegos que l ignoraba, por supuesto.

    Era raro recordar eso ahora. No haba pensado en su abuelo durante muchos aos. l

    apart la mirada de la hermana y entonces record que estaba esperando una respuesta.

    Lo siento, qu?

    Dije que eres muy duro contigo mismo. Ests asustado, cualquiera puede verlo.

    Su sonrisa era astuta. Has considerado que quizs el motivo por el que ests aqu,

    joven, es porque el Hacedor te trajo aqu?

    Maric quera que fuera cierto. l mir al suelo hasta que la hermana volvi a su

    costura y le dej estar. Maric no quera que esta gente fuera herida por su culpa, y ms y

    ms pareca que su mejor opcin era simplemente salir corriendo por la puerta la prxima

    vez que se abriera. Si le mataban antes de que saliera del campamento, entonces que as

    fuera. Al menos ya no estara ponindoles en peligro.

    Mantuvo su mirada en el suelo un tiempo, escuchando al golpeteo de la lluvia contra

    la cabaa y la actividad frentica de la gente de fuera. Los hombres estaban gritando, las

    cosas se estaban cubriendo, los nios estaban rindose y siendo arrastrados hacia las

    tiendas. El olor de la lluvia fresca llen la cabaa, una esencia en la que Maric se

    deleitaba cuando era joven porque significaba que Madre estara forzada a quedarse en

    casa. Pero ahora slo le provocaba ansiedad. Se senta como si estuviera esperando,

    esperando a que Loghain finalmente viniera y le matara, a que Gareth ordenara su

    liberacin, otra ronda de preguntas, esperando a que algo ocurriera. A ratos dorma,

    aunque slo sin descanso y sin sueos.

    Cuando la puerta de la cabaa finalmente se abri, Maric estaba inseguro de cunto

    tiempo haba pasado. La lluvia apenas haba amainado, el aire ahora denso y hmedo por

    ella, y en cierto punto la hermana mayor tambin se haba quedado dormida en su silla

    junto a la cama. Ella empez a despertarse, jadeando de sorpresa, y agarr el pesado

  • Dragon Age: El Trono Usurpado

    LSW 37

    amuleto alrededor de su cuello. Gareth estaba en la puerta, calado hasta los huesos, pero

    esos ojos azules helados brillaban con intensidad.

    Por el aliento del Hacedor, Gareth! Exclam la Hermana Ailis. Qu ocurre?

    Hombres. Soldados. Viniendo por el bosque. Su boca estaba presionada en una

    fina mueca, riachuelos de agua corriendo por su armadura y salpicando en el suelo. En

    dos pasos estaba junto a Maric y le levant de la cama por el cuello de su camisa. Gareth

    le estamp con fuerza contra la pared de troncos, aparentemente preparado para explotar

    de ira. Qu has hecho?

    Maric debera haber temido por su vida, pero no lo haca. De algn modo, estaba

    calmado. Era una reaccin bizarra, lo saba, ya que Gareth pareca dispuesto a matarle y

    probablemente tena toda la razn en hacerlo.

    Te lo dije, dijo tranquilamente Maric. Vienen a por m. Creo que si

    simplemente me entregas a ellos, ni siquiera se metern con vosotros.

    Por qu? bram Gareth. El viento golpe la puerta con fuerza contra la pared, y

    la lluvia vol con un fro aullido. Ya, los gritos de pnico podan escucharse a travs del