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A MODO DEA MODO DEPEQUEPEQUEÑÑA ANTOLOGIAA ANTOLOGIA
1 "Súplica a mis pasos"2 "Volvoreta"3 "Mi Pena Acostumbrada"4 "Una Humilde Presencia"5 "Sonetos"6 "Historias Tristes"7 "Aurora Decisiva"8 "Edificios Ardiendo“
,NO SE INCLUYEN LOS POEMAS DE LA
"ANTOLOGÍA CLERICAL“
PROHIBIDA SU REPRODUCCION TOTAL O PARCIAL
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1 SUPLICA A MIS PASOS¿SOY UN TÉRMINO O UN COMIENZO?
Mientras dure mi vidayo seré
como todos: pasajerosin rumbo ni sendero
que atormenta su frente dolorida.Cuando mi muerte llegue,
seré
como la lámpara del díaque sin tocarla, muere.
¡Muere y queda con la misma vida!.
DESPEDIDALloró
la puerta amiga y a su ruegoacudió
la mirada.Era él. Todos fueron a decirle
la pena que les daba...Sólo yo me quedé
como prendido.Cayó
a mis pies el alma.Hubo un momento de agonía eterna
mientras él me miraba.
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Apreté
mi mano contra el pecho:el corazón no estaba
allí. Se nublaron las pupilas.Rompimos la mirada.
Y al pasar aquel día me dijeronque también él lloraba.
Yo no sé
si
creerlo. Pero es ciertoque ya no palpitaba
mi pobre corazón y que al instantecayó
a mis pies el alma.MARINERO DE CIEN MARESDespués de aquel beso largoque puse en tu mano hermana
yo me quedé
prisioneromirando tras la ventana.Tú, llorando ocultamente,silencioso te alejabasenlutando la ribera
de la estrecha senda blanca.Volvió
los ojos el puentede la ría plateada
y el ocaso con sus rayosdisparó
tu luto al agua.Marinero de cien mares,en tu mochila llevabas
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el cielo azul y la brisa,la ilusión y la nostalgia.Se entristeció
tu sendero.La tarde se hizo escarlata.Y al alargar tu camino,se alargó
mi pena larga.Y te perdiste a lo lejosflotando con la mirada
en una nube de polvopor la carretera blanca.
VEREDITA QUE TE ALEJASCorría el sendero tristeen busca del cementerioy se rizaban los trigos
con locas rachas de viento.Me dijo: ‐Vamos aprisa.
‐¡Mamá., mamá, ¿y el cordero?‐¿El cordero? Tú
y yo.Los dos lo llevamos dentro!La humildad de las espigasse alargaba allá
a lo lejosy sufría las injurias
del camino polvoriento.Reguero fresco y sombrío,aprendiz de riachuelo,
¿por qué
te vas tan aprisay pasas con tanto miedo?
¿Es acaso porque quierescristalizar el silencio
del camposanto que riegas,
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antes de entrar en el pueblo?Abedul encanecido,
fina lira de los vientos,¿cómo has cambiado tus risas
por los ayes
del salterio?Bellos remansos de espumadonde ponía sus besos,decidme si os ha besado,
decidme, que no la encuentro.Veredita que te alejas
en busca del cementerio,una tarde y otra tarde
me la llevabas al templo;veredita cariñosa
que yo crucé
tanto tiempo,dime si por ti ha pasado,
dímelo, que no la encuentro.Volvía el sendero tristehuyendo del cementerioy una ráfaga de
lunatajó
la noche en silencio.
ROMANCE SOBRE EL ARNOYAEl cielo se fue poniendo
casi, casi
de escarlata,y el pueblo se iba quedandotras de los pinos. Cantabaallá
en el río la tarde,sobre las flores del agua.Los niños nada sabían,pero la gente lloraba.‐¡Consuélate, madre mía!(¡Ampárame, Virgen Santa!)
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En el balcón de la casamis hermanitos lloraban.‐“Por allí
se fueron, Rosa.Por allí
los dos pasaban.Ella vendrá, pero él
tal vez no vuelva a mirarla”.En las praderas de agostolos corderillos saltaban.Caía el sol dulcemente.La tarde cayendo estaba.Dejamos por un momentode caminar. En el alma,sentí
morirme de nuevo,cual otra flor agostada.
‐“Madre, me voy”. –“Hijo,
espera!
Espera. La tarde es larga”.‐“No, madre. Quédate ya”.(¡Dios mío, cómo lloraba!)
Allá, a lo lejos huíanlos términos. La campanaquebraba entonces la tarde
tristísima, traspasadacual nunca de ruidos y
de besos de madre santa.Desde la sombra del pino
tendía su vista largamirando cual si quisiera
llegar hasta mí. ¡Qué
santaes una madre que llora
al hijo cuando se marcha!Los niños nada sabían,pero la gente lloraba.
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DIOS ESTA TRISTE
Al otro lado del río,la primavera se asalta.La arboleda entera tejeel rumor de su plegaria.El naranjo solitario,
cargado de fuego y lana,se asoma por los senderosque bajan de la montañapara beber, en el río,
la oscura canción del agua.Jerusalén está
triste.Está
pensando mi almaen el Calvario. El sol
es una lluvia de lágrimas.Jerusalén está
triste.Y, en la desierta mirada,quedan su fiel Jardineroy una Rosa
solitaria.
El Jardinero, en el Árbolde la Vida, se encarama,para entregarnos a todosel fruto de su Palabra.
Dios está
triste. El espantose apodera de las almas.Y está
tan solo el Calvarioque, en toda su tierra santa,
no queda más que un
murmullode suspiros y plegarias.Y un Jardinero que sufrecon su Rosa solitaria.
Mientras sucumbe el sentidode las verdades paganas,hasta la tres de la
tardeel ocaso se adelanta.
Y en el crepúsculo enormede una tarde amortajada,se consuma el Holocaustosangriento de la Palabra.
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COMO SI NADA PASARA
Por allí
se fue tu hijo,Madre, por allí
pasaba...Y aquellos perros hambrientos
le mordiscaban la cara.!Ay Madre, si tú
supierasla pena que a mí
me daba¡Lentamente, a tropezones,tu Buen Jesús caminabacon la mirada confusa
y una Cruz sobre la espalda.Por la Calle de Pílalos,por allí
se desangraba...Por la Calle de Pilatos
la gente se amontonabapara ver cómo caía,
para ver como se alzaba.La humanidad se dormíacomo si nada pasara.
Por la Calle de Pilatoscasi, casi
te lo matan.Mientras subía tu hijoa fuerza de bofetadas,
se iba quedando la tardesangrienta y crucificada.
¡ Madre ¡ ¡Te lo matan, Madre ¡La Madre lloraba. El almaquiso entrar ocultamentea refugiarse en sus llagas.De la cumbre del Calvariola muchedumbre bajaba.Todo estaba consumadoAllá
en la colina santaquedaba un Dios convertido
en horrorosa piltrafa.¡ Ay Madre, si tu supierasla pena que a mí
me daba !
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Pero mi llanto se convierte en floresy entonces, oh
dulcísima, María,en tus jardines se abren mis amores
lo mismo que aquel día.Por eso mi alegría sube y sube
como un agua en el pozo de mi almay al llegar, se desborda en una nubede niños y de pájaros en calma.
Y yo, dulce María,quiero ser como ellos: un enjambre
de risas, porque tengo, Virgen, hambrede gozo y de alegría.
Quiero ser como ellos: inocente.Yo no quiero morirme.
Quiero tener el alma transparentecomo ellos, también, y pura y firme...
Tú
lo sabes, María,que mi alocado corazón te vea
porque todo es amor en esta aldeadonde perdí
mi juventud un día.
SE HA PUESTO EL SOL, MARÍA
Todo tiene tu gozo y tu cariño,pero en el claro y doloroso día,para mi ardiente corazón de niño
se ha puesto el sol, María.Se ha puesto el sol. Y, en el jardín, caídasunas hojas se encuentra, solamente,
de rosas encendidaspor la mirada del ocaso ardienteCada día mi alma está
más triste,María, y palidece
cual otra flor sin sol y hasta pareceque su propio horizonte ya no
existe.
Pero en tu grandeza y hermosurate siento aún María.
Te siento en el encantoque tiene el corazón y el alma pura.
Te siento con ternuray por eso te canto.Tú
lo sabes María.Que mi alocado corazón te vea
porque todo es amor en esta aldeadonde perdí
mi juventud un día.Yo, al recordarlo, muchas veces, lloro.
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2VOLVORETA
"Dos niños que estaban solos en casa
se metieron en un gran cofre. La tapa cayó
sobre ellos
No pudieron abrirla y murieron asfixiados".
F. Kafka.
1Era la tarde más largade toda la primaveraEl perfume que llegabade los montes de violetallenaba la casa de unacomo fragancia de ausencia.Los pajarillos jugabancon los niños de la aldeaal amor y a los cantaressencillos de primavera.Era una tarde de aquellastardes de Dios y de fiesta,cuando pueblan los amanteslas plazuelas y las sendasy en sus rondas juveniles,ponen puntos en la tierra,al compás apresurado
de las locas panderetas.En aquella perfumadatarde azul, de amores llena,tropecé
con el recuerdode mi pobre Volvoreta.Su madre, la jardineramás buena de aquella
tierra,se había muerto. Y, el
padre,‐pobrecilla Volvoreta‐se lo llevaron los rojoscuando fueron por la aldea.
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Desde entonces no teníamás amparo que su celdani más ojos que la nochede verano con estrellasLa tarde se oscurecía.
Entre risas y carteras,salían todos los niños,uno a uno, de la escuela.Por la calle del Olvidose acercaba una carreta.Una dulce melodíacaminaba por las sendas.Abrió
su puerta y entraronlas altísimas estrellas.El cielo estaba dormido.Cantaba un grillo en la tierra.La luna andaba desnuday, en el corral, las ovejasbalaban, de cuando en cuando,no sé
qué
líricas quejas.¡Yo no sé
lo que teníanlos ojos de Volvoreta!
Abrí
mi ventana al mundocargado todo de niebla.Llenóse
toda la casade un olor como de ausencia.‐Ella vendrá
por allí‐¿Quién? ‐Ella. ‐¿Que has dicho? ‐Ella!Mi madre se sonreía.También mi madre era buena.Y aquella sonrisa leve,‐débil tinta pasajera‐,perfumó
la casa de una
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más verídica tristeza.Abrí
de nuevo la puertapor ver si venía. Y ellavenía con sus ovejaspor toda la carretera.La tupida hierba finade su enredada melenase trenzaba con los hilosvaporosos de la niebla.La niebla se fue. Quedabala tarde azul y serena.Al llegar a su casona,abrió
la puerta. Tras ella,fueron, candidas, entrando,una a una, las ovejas.Cerró
la puerta. Quedabala noche azul y serena.3 Y otra tarde como aquellatarde azul, de amores llena,en que todos los pastoresdiscurrían por las sendastras un blanco río secode corderos y de ovejas,los celos de un pretendientellegaron hasta la huerta.Y estuvo toda la tarde
escondido en la laderadel piornal. La retamatenía una flor ligera.Toda la tarde, en el aire,gresca de besos y penas.Y cuando se echó
la nochesobre la paz de la aldea,el caballo del silenciovestido de sombra y niebla,ponía, en todos los ojos,las flores del sueño, negras
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Silencio augusto. Las almasdormían a boca llena.Pero de pronto, en la noche,saltó, casi a las estrellasun grito, indefenso y tierno,como de flores primeras,¡Qué
espantoso cuadro aquel!¡Qué
dolorosa tragedia!Por el suelo bien amado,tendida, rota., deshecha.La niña de mis amoresestaba tendida, muerta.Toqué
la campana a muerto.Se oyó
por toda la tierra.Y las madres y los niñostodos iban para verla.De los ojos de los hombrescaían lágrimas buenas.Y hasta los corderilloslloraban mucho. ¡Qué
penapara los seres queridosde mi pobre Volvoreta!Toda la noche, en la sombra,gresca de besos y penas...!Yo no sé
lo que tenían los ojos de Volvoreta!
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ACOSTUMBRADA
"Uno ha sido enviado como la paloma bíblica;
no ha encontrado nada verde,
y vuelve a sumergirse de nuevo
en la oscuridad del arca".
F. Kafka
1Huyó
mi juventud un claro díade todos los rincones de mi alma.
Hoy canta un ruiseñor, ocultamente,mi pena acostumbrada.
Me he quedado pensando vagamente.Yo era niño y tenía mi mitradacomo todos los niños: inocente
y buena y pura y santa.Me he quedado mirando la corriente.
En el irse del agua, reflejadaestá
mi oscura frente:Yo era niño y pensabaque todo era alegría.Yo era niño y soñaba,
soñaba un nuevo sol en cada día.Enlaza el pensamiento con tu alma"
me dijeron un día,y hoy sé
que con mi frente se igualabami vida.
¡Perfección infantil tan indefensacomo esta imagen mía que se pierdeen el irse del agua, sin presente,
hacia las honduras de la mar inmensa.Del nido de mi frente dolorida
huyó
la primavera y la esperanzay al pobre corazón quedó
prendidami pena acostumbrada.
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2Pasé
junto a los álamos del río...Sobre las inquietas aguas,pétalos de rosa y de violeta,como barcos sin rumbo, navegaban.Por la primavera muerta,¿todo el río sollozaba...?Se hundía ya la tarde. Y el estíoen los desiertos páramos aullaba.Lancé
mi pena al anchuroso río,cansado de remar, pero las aguas,el agua torturada de mi vidadesembocó
en mi alma...
3Todo en torno mío habla de pena,desolación y llanto...Esta borrosa calma pueblerinaque la bruma humedece,este morir de todo lo que veoen la tarde tranquila, este callarsede la inocente risa de los niñosacongoja mi espíritu y oprimemi corazón sin término...
4Y de repente con su luz, cautivabrotará
del día la alborada.Y el cercano horizonte de este puebloserá
igual que hoy. Vendrá
mañana.No cantarán los pájaros.Se cubrirá
el sendero de hojas blancas.Volverán a cruzar los pasajerosla senda acostumbrada...Con mis alforjas llenas de recuerdos,abriré
mi ventanaal enorme jardín de la ilusión: la
madrugadaotra vez me dirá
que tengo penay tristeza en el alma…
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5 Estoy solo, Señor, y tengo penay sueño que tu amor entra en mi almaque también está
triste y también sueña.
6Todo el campo se oscurece.La niebla cayendo estádentro del alma y pareceque el corazón se me va...El horizonte está
en calma.Llueve, llueve
lentamenteen el campo florecientede estos reinos de mi alma.Se ha escuchado la campana:un sonido tardo y lentosobre las horas. El vientose lástima en la ventana.No cesa por un momentode caer la lluvia. Existeuna luz en el convento.El aire se pone triste.Todo el campo se oscurece.El agua cayendo estádentro del alma y pareceque el corazón se me va...
7Contemplaba, ayer tarde, en la pradera,la frescura del agua. Una elegíahasta el cielo subía...Con perfume de amor, la primaveranuevamente en el valle florecía.Meditaba y leía. Paso a paso,por el claro naranja del poniente,la nueva luz del sol, hacia su ocaso,bajaba dulcemente.
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Por el lado del río,revestida de luz, iba cantadola niña de la tarde. El caseríoquedaba tan antiguo como cuandoel sol fuerte y pesado de otro estíolo dejara pensando...Por las ventanas del corazón, al alma,con los claros colores del poniente,entraba el fino olor de la retamanueva y de la acacia, juntamente.Cantaba el ruiseñor en la pradera.El sol el horizonte transponía.Con perfume de amor, la primaveranuevamente en el valle florecía.
8Detrás del muro, una fuenteeleva su queja blancay entre los mirtos se empinay charla y no dice naday brota, sube que sube,como si fuera una lanzade fuego y toda encendidaintenta subir más altay va más valientementepicando el aire y no parahasta que, al fin, en su curva,teñida de oro, baja.Y en todo el huerto tan sóloresuena la voz del agua.
9Toda mi vida escuchandola oscura canción del agua....Entre los árboles llorala poderosa campanadel Santo Cristo. A lo lejos,con cabrilleos de plata,
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la tarde tiembla en el río.Y, en toda la verde braña,resuena y se oye más purala oscura canción del agua.Se queda triste un momento
el aire rosa. No cantanlos pájaros, ni se muevenlas hojas de las acacias.
Se calla el mundo. Ha cesadola vida? Tan sólo el almaestá
despierta y escuchala oscura canción del agua....
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10El agua pasa cantandoentre los lirios y llevaun olor nuevo que diceque ha vuelto la primavera.(El agua pasa cantando,no sabe que tengo pena).
El agua pasa cantando,delgada, sobre la hierba,una canción aprendida,golpe a golpe, piedra a piedra.(El agua pasa cantando,no sabe que tengo pena).Si en el espejo del aguase mira la primavera,en el fondo del espejose encontrará
con mi pena.(El agua pasa cantando,no sabe que tengo pena).En su corriente de oro,el agua mi pena llevay un ruiseñor inocenteestá
bebiendo mi pena...
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Sobre el ciprés de mi Pueblo,allá
en la rama más alta,canta la humilde y sencillapaloma de la esperanza.Por el agudo ciprés,un niño sube a buscarla.Y mientras el niño sube, a humilde paloma baja.Está
el ciprés en el medio.La humilde paloma bajaEl niño quiere cogerlapero se rompe la rama.El niño la mira y sube,sube por ver si la alcanza.Ya casi la toca, perose va doblando la rama.
El niño jadea y subehasta la rama más alta,pero ¡ay! se aleja la esquivapaloma de la esperanzaComo la flor a su aroma,por ella sube mi alma...pero se aleja la esquivapaloma de la esperanza!
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4 UNA HUMILDE PRESENCIA
"y cuando la última fila de pobres se puso
en marcha...
una Estrella, que nunca había sido vista,
se elevó
por encima de ellos" A. Malraux,
"L´Espoir"
REMOLINO DE GRACIA
1Campanitas de la aldeatocad al alba,que está
naciendo una Estrellabrillante y clara.Que está
naciendo y se curvadentro del almalo mismo que el arco irisdentro del agua,.Que está
naciendo la Estrellade la esperanza,¡campanitas de la aldeatocad al alba!
2 Qué
vuelos en mi alegríase van levantando ahoraque está
naciendo la Auroraen el cielo de María!.El cielo a la tierra envíasu gracia prometedora.Alondras del nuevo díacantad, por favor, ahoraque va llegando la Auroraa los cielos de María.Oh
sol de Dios que, a porfía,brilláis con luz redentora,pues le dais el ser al día,brillad, por favor, ahora
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que está
naciendo la Auroraen el cielo de María.Cantor de la noche fríasi amáis la paz bienhechora,cantad, por favor, ahoraque ya se despierta el díay está
llorando la Auroraen los brazos de María.Cantad! Que el llanto que llorael Rey de los ruiseñoresse va convirtiendo en floreshacia una cruz redentora.Cantad! Que despierta el díay están naciendo las floresen los ojos de María...
3 El cielo perdió
ayer alRubí
de sangre y, ahora,no tiene luz celestial:por eso dice la Auroraque llora el cielo, y que llorapor culpa de nuestro mal.Anoche, el Sol celestialclavó
su luz redentoraallá
en las cumbres del mal:por eso dice la Auroraque llora su Niño, y llorapor nuestra culpa mortal.La humanidad pecadorano ve la luz celestialque empieza a brillar ahoraen torno de nuestro mal:por eso, en este Portal,está
llorando la Aurora.
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DE LA INCESANTE CLARIDAD
1¿Quién puede vivir sin Vos,Vida mía, si sois Vos quien da la Vida...?Oh
Virgen de la Bondad,refugio del corazón,en este intranquilo marde nuestra esperanza en Dios,¿Quién puede vivir sin Vos,Vida mía,si sois Vos quien da la Vida...?Mis culpas sembraron saly está
creciendo el dolorhasta la altura del mal:Señora y Madre de Dios,¿quién puede vivir sin Vos,Vida mía,si sois Vos quien da la Vida ... ?Y, en este terrible marde dudas en que yo estoy,Oh
Virgen de la Bondad,queréis decirme, por Dios¿quién puede vivir sin Vos,Vida mía,si sois Vos quien da la Vida ... ?
2Al Hijo de Dios que calmala Virgen en sus antojosle están brotando unos ojosque miran con toda el alma.Al Rey de los ruiseñores‐divino Niágara
en Sangre‐,le está
asaltando un enjambrede pájaros redentores
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que miran con toda el alma.Con una inmensa alegríade Virgen Madre, al oído,el Alba le cuenta al díaque, en su regazo, ha queridobrillar el más encendidorubí
de la noche fría,y, en vez de la regia palmaal Niño de sus antojosle está
encendiendo unos ojosque miran con toda el alma.Al Hijo de Dios que calmala Virgen en sus antojosle están brotando unos ojosque miran con toda el alma.
pero la Virgen le calmay al Niño de sus antojosle está
poniendo unos ojosque miran con toda el alma.Apenas brinquen alboresel ángel de Dios ansiallevarse todas las flores:Pero la Virgen Maríaoculta en la noche fríaal Lirio, de sus amoresy, en vez de la regia palma,le va poniendo unos ojos,cual dos clavelillos rojos,que miran con toda el alma.Con unos ojos de estrellaenérgica y luminosa,la Madre piadosa y bellale está
mirando gozosa,‐que no habrá, no, tan hermosamirada como la de Ella‐,y, en vez de la regia palmaal Niño de sus antojosle está
bordando unos ojos
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Y, cuando ya nada importe¿habrá
un mañanade eternidad que cobijenuestra esperanza?(¿Habrá
una mañana nueva,desnuda y clara?)"
5 SONETOSCon la ayuda de Dios (Madrid, 1957)El mar está
cercano (Santander, 1954)Este cansancio de la humanidad trilla (Madrid,
1956)Para ver la grandeza del ocaso (Santander, 1954)A buscar la naranja del ocaso (Madrid, 1955)Al arribar al corazón ardiente (Madrid, 1955)Amor de Dios te quema (Salamanca, 1958)Querido Giorgio
Winkler
(Murguía, 1956)No hay en el mundo un corazón (Salamanca,
1959)El crepúsculo muere (Orense, 1952)Tríptico afectuoso (Salamanca, 1960)
1Con la ayuda de Dios, amigo mío,yo me desentiendo de las cosasy pongo en mis poemas un aromaque nos habla de amor puro y sencillo.Te presento estos versos, casi a tirode desprecio, que tengo yo la norma
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de poner en mis cosas numerosasdificultades de dicción y estilo.Con la ayuda de Dios y la maníade llevar de la mano algún poema,yo me desentiendo de la vida.Y, esta alegría de sentirme poeta,por la gracia de Dios, se me encaminadesde el corazón a la cabeza.
2El mar está
cercano. El horizontetiene un encanto mágico y sonoro,como sembrado de campanas de oro,que acompañan al río desde el monte.Mariposa sin peso, paso a paso,el alma lo ve todo... En la colina,detrás de un pino verde, el sol camina,perezoso y sangriento, hacía el ocaso.Convida a meditar en la praderacercana el ruiseñor. ¡Qué
decididaestá
la tarde azul: La primaverase apresta, generosa y florecida,a perfumar mi corazón que esperaun milagro de amor en esta vida.
3Este cansancio de la humana trillaes el temor a la distancia. Rojos,me resumen el campo de Castilla,como dos eras de trillar, los ojos.Voy a caer ‐igual que en el castigo
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del sol se cae cada día‐
en mícostumbre loca de sufrir. Os digoque estoy cansado de las eras. Ycomo quien vuelve confiado al lechoy, en su lugar encuentra una jauríade dolores...., así
yo, satisfecho,me reconcentro y... tiene el alma míatodo lleno de cálices el pechopara el nuevo dolor de cada día.
4Para ver la grandeza del ocasoy copiar un crepúsculo en el alma,para oír cómo sube al cielo, en calma,la elegía del prado, y, paso a paso,escuchar al oculto y más sonororuiseñor de esta mística arboleda,para ver cómo muere y cómo quedaese lánguido sol en lecho de oro,para amar a un amor que tengo ausentey acallar su recuerdo en mi delirio…me he quedado mirando, dulcemente,tras un viejo rincón del caserío,la infinita ternura del ponienterecortada en los álamos del río.
Atardecer en Poedo
5A buscar la naranja del ocasopor el mudo ciprés la yedra
sube.Todo queda soñando. Hay una nubede oro pálido y triste. Paso a paso,me voy al cipresal. Está
en el suelosu espada pensativa. Yo le miro
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desde el fondo del alma, sin respiro.Le duele el corazón. Al claro cieloeleva con piedad su angosta frente.Congoja de una lágrima, el salteriomedita entre las hojas, dulcemente.Aquí
se sueña el sueño de un imperioy allí, copia la risa de la fuenteen su taza de mármol el misterio.
6Al arribar al corazón ardientede la anchurosa tierra de Castilla,sentí
brotar gozosa una semillacomo de amor, imperceptiblemente.Estaba el aire rosa incandescentepara ser vulnerado por la quillade una ilusión que se desborda y brillacomo siembra de amor, corazónmente.Y apenas hube entrado al aire rosa,delante del más pobre de los serespasaba la mujer mas fervorosa.Tenía la palabra en los deberes.Era castiza, madrileña, hermosay bendita entre todas las mujeres.
8Querido, Giorgio
Winkler, la caída
7Amor de Dios te quema. Y en tu bocade Niágara
incesante, oh
feliz suerte,la vida se aventura ante la muerteque nos abrevia cada instante, loca.La sombra material apenas tocala forma delicada en que se viertetu luz .Y tu palabra alude fuertea la Palabra. Y la verdad te invocacon todo lo que existe. ¡Oh
concentraday plena suma de verdad en cumbre,Abreviatura de la luz, manadaincontenida
de la luz, costumbreinnumerable de la luz, cascadade palabras de luz en muchedumbre
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de tu sombrero tirolés apuratoda tu vida en obsesión de alturacomo queriendo eternizar tu vida.Y esa vista incesante, distraídaallá
en las altas cumbres, con locura,parece que se inquieta y se aventuracomo cierva sedienta y perseguida.Querido Giorgio
Winkler, entusiastade tu completa formación, quisisteser el colón de las alturas, hastaque, un día, Giorgio, el cielo se resistey alguien te dice desde, arriba: "Basta",con una voz enormemente triste.
9No hay en el mundo un corazón que suenecomo el tuyo que suena con aroma.Su arquitectura clerical asomamás arriba del gozo y se detiene.No hay en el mundo un corazón que llenecomo tu corazón a bien con Roma.En un cándido vuelo la palomade la alegría a poseerlo viene.No hay en el mundo un corazón y ahoraque nos tienes cogidos de la mano,después de tanta fiesta y tanta hora,de silencio culpable, yo reclamo,con inmensa piedad prometedora:"perdona lo que soy por lo que amo".
10El crepúsculo muere. Y el sonorocaudal lleva la luna por el río.En él se mira el viejo caseríoa la luz de un farol casi de oro.En el campo, en el pueblo, en el molinotodo queda pensando, sin aliento.Sólo llora en los álamos el vientola presencia mortal del asesino.De repente, la fuerza del acero
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en un pecho infeliz de harina y sedase agolpa. Hay un enjambre rudo y fierode puñales en sangre. Sólo queda,con el viejo cadáver molinero,un rumor infinito en la alameda.
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A fuerza de ser hombre conseguisteromper el cerco de tu mar, dementecolón de tu ignorado continente.Pero te duele. La verdad es triste.A fuerza de ser hombre comprendistela imposición de una verdad ausenteque encadenó
tus días y tu mentea esta ilusión que todavía insisteAhora que mi arroyo se empobreceporque tus aguas a otro río ordenas,lo que mas me atormenta y enloquece,es tener que saber, a manos llenas,que, en cada huella de mi vida, creceasí
un dolor, cristiano a duras penas.
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TRÍPTICO AFECTUOSO PARA LA ARDIENTE CATEDRAL
DE BURGOS1
¿Quién como tú, consigue, en este día,toda mi sangre disponer al vientonorte y alzar el arco de mi aliento
tenso de gritos, loco de alegría?¿Quién como tú, qué
sol o qué
jauríaterca de soles puede el pensamientomío invadir y dar, así, sin cuento,luz al poniente sol del alma mía?Lejos de ti, cansado, se desbocaeste cansancio de la humana trillaque es el temor a la distancia loca.Cerca de ti, la vida se arrodilla
frente a tu luz y el corazón te invoca:¿quién como tú, tierra de sol, Castilla?
2Oasis de Castilla entre la arena,
que hiciste la unidad del viejo toro.Flechazo de oración a piedra y oro.Combate de la luz y de la pena.Jardín para la yedra
nazarena.
Arlanza
hacia el Altísimo, sonoro,que, a fuerza de subir tanto tesoro,la tierra con los cielos encadena.
Amor de Dios te quema y se aventuraen ti la voz de Dios y se enmarañala luz de Dios en ti, perpetua y pura.
Amor de Dios te quema hasta la entrañay prende, con tu llama de hermosura,la fe más honda y prístina de España.
3Corona de Castilla, el sol ardientese enhebra en tus agujas y atesorasu luz de eternidad en esta hora,gloriosa maravilla del poniente.¡Maravilla de luz! El alma siente,
aupada por tu imagen bienhechora,
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delirio vertical de pronta aurora,ansión de eternidad, fe permanente.Expande, oh
Catedral, tu lumbraradaen esta tierra inmóvil y sencilla.Yo vierto en ella toda la miradapor ver si brota, al fin, de esta semillami eterna catedral edificadaen todo el ancho campo de Castilla.
6 HISTORIA TRISTES
Estoy frente a Castilla,
(Salamanca, 1958)
Al Cristo de Mühlberg
(Santander, 1953)
Su maternal recuerdo
(Orense, 1960)
ESTOY FRENTE A CASTILLA
Estoy frente a Castilla, sobre la paz desierta,copiando tus amores en la terrible calma,mientras el sol se estrella contra la casa muerta, donde
florece, a solas, el rosal de tu alma.
Los niños saltan, ríen. Se alegra el caserío.Yo, con ternura , madre, pienso en ti tristemente.Estoy frente a Castilla. Los álamos del ríosueñan, no sé
qué
sueñan de amor en la corriente.
Y ahora que estoy solo, mirando cómo pasael agua dolorida, me invade el pensamientotu maternal recuerdo, mientras el sol se abrasaen la tarde de junio pesado y polvoriento.
"Era una tarde lenta. Por el paisaje triste,soñaban nuestras almas entre lirios en flor.Cantaban los pardales"... Todavía persiste,cargado de ilusiones, el rosal de tu amor.
Estoy frente a Castilla, romántico y sonoro,
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escribiendo estos versos que la
ilusión me inspira y escuchando el
susurro de los trigales de oro, donde
la brisa encuentra su gigantesca lira.
Y, a medida que llegas en el recuerdo,
sientoque el corazón me habla de ti, tan
dulcemente, que tu figura humana se
ilumina, un momento, rediviva y
amable, gloriosa y transparente.
¡Que esta visión sublime de tu jardín
floridoperennice en mi vida su misteriosa
calma,mientras te lloro ausente, sin dar
tregua al olvido,a la sombra florida del rosal de tu
alma.
45
AL CRISTO DE MÜHLBERG
En este pueblo mío yo no sé
lo que pasaque todas las campanas están tocando a
muerto y así
toda la noche va llegando a mi
casa un recuerdo lejano que me pone desierto.
Que no están las campanas siempre a muerto
tocando ,que las campanas tocan hacia la
madrugada para que el pueblo todo se vaya
despertandode esta noche lluviosa, de esta noche cansada.
Por este claustro largo, y al hombro la fatiga
,voy buscando la vieja cancela tristemente
,para llorar, a solas, con tu imagen amiga,
mientras la tibia aurora se alarga dulcemente
Y así, Cristo de Mülberg, Señor de cuanto
existe, déjame que descanse sobre tus brazos
yertos ya el sol quiere asomarse por la ventana
triste para entibiar los atrios de tu Iglesia
desiertos.
Dividido y cristiano, sobre el El
va
sangrando...Se escudan en tu nombre y
te azotan con locura hasta que, al fin, tu
Cuerpo sobre la cruz frotando hace
brotar chispazos de esa tu Carne pura.
En este rincón viejo que el sol pone de
oro, pienso en tu guerra absurda desde
mi vida en calma y cuando más no
puedo, me pongo triste y lloro.
como lloran los niños, desde el fondo del
alma.
Qué
bien que te recuerdo, divino
pordiosero, cuando por tu cabello, como
en río de oro, el nardo fugitivo del olivar
postrero vertía a goterones su perfume
sonoro.
46
Te amo y te recuerdo, pordiosero divino,a ti que fuiste a un huerto para lavar tu risaen la frescura roja del río vespertinodonde la noche estaba náufraga con la brisa
Te amo y te recuerdo desde la hora aquellacuando, en tu pecho virgen, diste a Juan que posarasu mirada de joven, su corazón de estrella,para que, en él rendido, tu deidad copiara.Al Gólgota sangrando, fuiste a fraguar la llavede hierro ‐sangre y polvo‐
para abrirnos la puertade eternidad mohosa del solar de tu Padre,que hasta que Tú
la abriste nunca nos fuera abierta.
Están las altas torres todo el día tocando.Su mensaje sonoro se pierde lentamente.Por el paisaje triste todo se va borrando.Sólo queda este Cristo de Mülberg
en mí
frente.
El "Ángelus" que cae de la torre traspasala calma bienamada de este claustro desiertoy, en este pueblo mío, yo no sé
lo que pasa que todas las campanas están tocando a muerto.
47
SU MATERNAL RECUERDO
Su maternal recuerdo llega a mi vida inquietay yo me vuelvo loco por copiarlo en mi alma,hecho todo de aroma de montes de violeta,donde jueguen y canten los pájaros en calma.
A visitarla subo, solo, por el sendero,mientras el polvo queda mi soledad borrandoy el sol lleva la sombra verde del limonero,donde hoy, he visto a todos los pájaros cantando.
La yedra
verdinegra de este jardín umbríodeja una sombra fresca sobre su tumba amiga; y
este silencio humano de un corazón tan mío es una
copia exacta y dura de la fatiga,¡Oh
cielo azul! ¡Oh
campos! ¡Oh
montes de violeta donde juegan y
cantan los pájaros en calma:su maternal recuerdo llega a mi vida inquietay yo me vuelvo loco por copiarlo en mi alma.
48
¿Qué
discusión de brisas desordena esta
corriente de palabras donde sobrenada el
preciosísimo nombre de la verdad en un valle
de catedrales y cruces? Una oleada de
distancias me lleva hacia delante estos pies
iniciados, que no se atreven, lentos como
remos de tierra,como remos echados al corazón haciendo
cada vez más difícil la impaciente alegría de
repartir mi buena voluntad a todas las
criaturas desatendidas. Pero tú, Señor,
acudes en auxilio
de mi presencia y mis pasosy es imposible que mi vocación y mi palabrano se me derramen de hermosura.Purifica, Señor, mi corazón
7 AURORA DECISIVACon los remos echados (Cuenca, 1957)Cristo Total (Salamanca, 1960)Señora de los puertos (Madrid, 1957)Cuenca, ciudad encantada (Cuenca, 1957)
CON LOS REMOS ECHADOS AL CORAZÓN
Vosotros ríos amantes de la palabraremansaréis el anchuroso caucepara que mis anhelos de juventud
excesivaa
honden
en vuestras aguas.Porque sólo vosotros ríos definitivos de la
belleza santificáis esta obsesión de
hondura y esta dicha novísima de
desenvainar el corazón sobre todas las
cosas. Como una amanecida espiritual,
todo mi ser se recipita
en libertad y vuelo,
participando a todas las criaturas su
generosa luz y su belleza joven,
esplendorosa y viva. ¡ Ay aurora gloriosa y
decisiva de los seres que nacen al amor y
al mensaje!
49
para que no se pierda , esta aventura inenarrable
de una aurora total y decisiva,porque todo se pierde, Señor, menos el corazón
que late definitivamente en la palabra escrita.
CRISTO TOTAL
Era una vez un niño y otro niño. Teníade azabache los ojos, el corazón de orocomo todos los niños; y el alma, de ciprés.Triste el niño no era. Nació, después de todo,
con las manos tendidas hacia la luz poniendo
pentagramas intactos a la cantante brisa.
A su paso brotaban millares de recientespájaros que hilvanaban su inocencia al
gloriosoéxtasis
del paisaje que, indefenso,
aceptaba.
"Luz, luz, luz, gloria a la luz ‐su corazón
cantaba‐,todo es hermoso y nuevo bajo la
luz". Que viva, reine otra vez la luz. " (La claridad se subleva). Ebrio
de luz...Un día le dieron celos al alba. El
aire se puso triste. El niño se fue. Quedaba
escrito sobre sus pasos: "El dolor es, mi
patria".
Y ese dolor eterno que nos hace las cosas
más íntimas a fuerza de soledad y hastío,le
fue subiendo el alma de nivel. ¿Qué
furioso
crepitar de santidad qué
cambio
súbito o relámpago se desató
creciendo?
¿Que nacimiento nuevo reconstruyó
su
inmensa tracería, de niño?
¿Era una vez un niño y otro niño? ¿Qué
mundos se hundieron bajo mis pies? ¿Qué
griterío denso
50
me
confundió
las huellas del recuerdo que aspiro?
Todo era gracia. Ahora, sobre mi nuevo cauce
todo es amor, y reina sólo el amor, y vierte en
flores de caridad sus anchurosas aguas.
Ayer tomé
los remos. Quizá
hoy. ¿Qué
más da?
Los aires se adelgazan mientras entro sangrando
por los pobres tugurios de la ciudad en sombra.
¿La tierra es luz? El niño, con su inocencia, expresa
una cierta presencia de santidad, un río de
santidad, un ansia furiosa de santidad.
¿El universo es luz? ¿Sol ya? La primavera estalla:
los diminutos ríos de los hombres se rompen al
anudar sus aguas con el río de Dios Río de Dios
me llamo, bajo la cruz naciendo, Río del Paraíso
bajo la cruz corriendo, Cristo total, sol puro,
primavera estallada...
Primavera oceánica donde navega el
hombre con los remos echados al corazón,
luz pura florida luz que brota de la visión de
Dios Oh
claridad perpetua, trono de luz,
dichosaproclamación de anhelos, ¿qué
sol de
irresistible lengua de fuego enciende tus
oscuras palabras? Eres el cielo todo
cayéndose, la altura cayéndose, Dios mismo
cayéndose, eres ya...¡qué
sé
yo quién tu eres, eterno sacerdote!
¡Oh
misterio insondable. Bajo la cruz
naciendo un niño y otro niño. Bajo la cruz
ardiendo mi corazón, oh
siempre Cristo
total, luz pura..!
51
SEÑORA DE LOS PUERTOS
Yo creo en la alegría de la verdad. Y creo,Señora nuestra, en todo lo que apunta la historia
de un corazón de Madre, necesario y amigo.
Perdóname esta ausencia de tres años que llevo,
como tres almacenes de desorden, en ruta por esta
tierra roja y monumental de España.
Paralelo a la historia del Manzanares, veolentamente, las aves remar hacia lejanospuertos acantilados al subir a la sierra,(¡Ah! Dime lo que sufres y te diré
quién eres,amigo mío, hermano de corazón y sueño,porque todo se aprende y nace por el dolor)
La sangre se serena debajo de estos pinos,afirmando las cosas y recordando al pechouna vieja doctrina de te circulación.
Señora de los puertos y de las estaciones,yo creo en la hermosura de la verdad y creoen tu alegre faena de madre, faro y guía.
.
Es esta amigos míos, la hora luminosa en
que los ríos toman una misma querencia al
anudar sus aguas con aromas y nombres.
En estas promociones entre Dios y la nada
logré
vencer y siento, nuevamente, furioso,
la alegría del tacto, de ser y de estar vivo.
Y, a esta altura mis cosas, por el norte,
limitan con los ojos de Dios, todo mi ser
limita con los ojos de Dios en libertad y
vuelo.
Y esta alegría eterna que nos hace las cosas
más íntimas invade mi corazón y siento
que son míos los cielos y que la tierra es
mía
52
Restregado en el gozo de tu nombre me
llevas, Virgen Santa, María, de tu mano
diciendo romanzas sin palabras, por el
amor de Dios.
Y, en tanto que la historia de mi vida
acontece queriendo ser tan sólo leyenda, se
me arraigan estas alas, Señora, para volar
al fin...
Salten de júbilo tus moradores. Fulguren
vivísimas luces verdes en tu belleza elemental
poblada de jardines propicios en los que la luz
acumulada inventa claras hojas movidas, labios
enormes, ríos y posibles mujeres adivinadas sólo
como ruidos de sombra, brisas apenas, aves,
vírgenes adorantes, risas imperceptibles, prados,
rocas asidas de verdes yedras urgentes...
Como palabras sin descanso surgen tus
corazones insinuante roca hecha ciudad,
surge tu historia, en brillos, abreviatura
exacta de mis horas de fuego, surge tu piedra en
obsesión de altura, bosque de luz, en gesto de
sorprendente eternidad.
¡Cuánta leyenda elemental ancladaen este malecón de costumbres y
catedrales! ¡Cuánta
belleza erguida sobre la piedra en mediode estos ríos amantes!¡Sólo el aire que tocas
CUENCA, CIUDAD ENCANTADA
¡Oh
ciudad encantada y monumental de
Cuenca, vivan en este día las construcciones
del amor, estallen de alegría los arquitectos,
amen, desháganse de gozo los arquitectos,
salten los labios a la luz y pronuncien
claridades de piedra. De piedra, o nombre, o
barro pertinaz que ahora fulge. Vuelen,
vuelen
a tí, ciudad de ensueño, vivas miradas
implorantes. Lleguen, arriben a tí
miradas
lentas, pupilas. Regresen determinados ríos
pródigos, equivocados de madre.
53
bastaría a hundirte por siempre en un
sueño de gloria!
Sorprendente
de eternidad, irrumpes
en pulsaciones de luz. Soñadas luces
secretas despiertan, pájaros inocentes,
risas, mujeres, niños, tierra brillante y firme.
Se acumulan auroras definitivas. Tersos ríos
verdes se curvan en amenaza. Y siempre
que tu sonora transparencia límpida
resuena, se quedan fijos en ti, novísima
corza vegetal alzada donde la luz se agolpa.
¡Ciudad elemental y siempre viva, que
afirmas mi vocación de río, conducido por el
caz
de la palabra hacia los secanos del
corazón, persiste en tu tarea vertical! ¡No
anhelo otra cosa que unir la luz al barro!
EDIFICIOS ARDIENDOPrisma del Corazón (Salamanca, 1960)
Gloriosa Luz (Salamanca, 1960)
PRISMA DEL CORAZÓN
Nadie podrá
saber hasta qué
hora es día la
inocencia del corazón humano, ni reproducir la
afectuosa dimensión del pozo donde nace el
deseo.Nadie podrá
saber hasta qué
afecto sube el
corazón humano, ni adivinar qué
ola o nombre o
labio se incorpora a su ritmo.De su latido pertinaz emergenextrañas luces amantes que nos enloquecen y
detienen.Es en el corazón donde la profundidad de la
hermosura deja aroma de muerte,
54
donde todo recobra ‐dentro de sus espejos‐su presencia más honda.
Abriste, Señor, tu mano de incesante Presencia
Creadora y esto, Señor, este garabato
inmerecidose estremeció
de asombro.Hubo una indecisa suspensión de la gracia
cuando aparecí
sobre la tierra, pero, de pronto,
floreció
su cauce pues yo tenía corazón y
estaba.Todas las auroras acomodaron sus luces al
resplandor del beso y, en su continua procesión
hacia las ermitas de mi infancia, se me
arrodillaron de hermosura.¡Ay aquellos labios encendidos para la fortuna
del afecto, donde mis aromas juveniles
navegaban su caricia más honda!
En el archipiélago del gozo la existencia era tan
bella y tan profunda que mi corazón se resistía
a descubrir una verdad más alta.
Pero con el alma en cada mano, pájaro de mi, vuelo
de mí, volaba de ruiseñor en ruiseñor, buscando
una razón más honda y duradera que me declarase,
pecho a pecho, la vida. Y, con el aroma de mi
afecto,por aquella ventana del corazón que daba a la
esperanza, volaban, como gorriones, todos los días
de mi fogosa juventud. Entonces, apenas
deletreaba tu Nombre subrayado de estrellas.
Pero, en el prisma del amor, tu fuegose fue poniendo cada vez más claroy, en el altavoz de tu presencia,todo se explicaba como el día.Sobre la hermosura de mi vidase levantaron tempestades de asombrocuando descubrí
las maravillas
55
del corazón.Dentro del corazón hay algo perdurable y
eterno que no brota de un nombre o de un labio
estremecido y dulce,
ni del parabrisas de la inocencia de un niñocuyos brazos desnudos reman hacia el
malecón de la ternura.
Dentro del corazón tenemos una invencible
luz.
Dentro del corazón tengo, Señor, la normade mi presencia en el verso donde contemplo
tus obras
pongo en orden tus obras, determino tus
obras, oh
Dios, recreo el universo que Tú
creaste,
y enciendo
los ojos independientes de la luz, y fraguo
corazones de fuego, invento sangre, ordeno
bibliotecas de risa, glorifico tu pacientísimo
nombre.
Dentro del corazón tengo también las alaspara alcanzar, un día, tu regazo difícil,
sorprendente, y, entonces, cuando lo vivido se nos
adense culpablemente en los ojos, cuando nos
pongamos la realidad, de pronto, y los zapatos al
despuntar la muerte, te presentaré, Señor, la
creación:
Redentor mío, oh
Dios, Salvador mío oh
Dios,
"He aquí
tu creación, oh
Dios, recreada en mi
vida,he aquí
tus ojos y tu nombre estrictamente
bellos en mi verso ,he aquí
tu vocación de Dios
,tu plenitud de Dios, oh
Dios, y tus entrañas
endiosando mi verso. Mas he aquí, también
Señor, la inarmonía del mundo.¿Será
posible que puedas, otra vez,
deshacerme,desbaratarme, crearme otra vez, de nuevo
,para que sea más tuyo, yo templo tuyo que
habitas, para que sea más tuyo, yo casa tuya
que enciendes, para que sea más tuyo, yo
fuego tuyo que ardes y Tú
que ardes, edificios
ardiendo...? ¿Será
posible, Creador mío, oh
Dios,
56
oh
Dios, Tú
que me tienes, Tú
que eres
tenido..?
Visita, Señor, mi corazón, ahora que se me
pone la vida detrás de las costumbres y los besos,
ahora
que me fluye la sangre como un Pentecostés
inacabable,
Ahora que se me hace el corazón un amoroso
prisma
donde la luz se agolpa, donde todas las cosas
se descomponen en brillos de celeste hermosura
57
GLORIOSA LUZ
Ah, sí...! Yo te conozco luz amante, luz puraque tu brazo me alargas, que, tierna, me
sorprendes dadivosa, tan cierta, con tu clara
noticia.
¡Qué
gozo de chiquillo! Yo, el corazón, apuesto mi
corazón en brillos a que eres tú, dichosa, quien
navega las claras lagunas de mi sueño.
Gloriosa luz, tus besos de pronto. Te incorporas
como una flecha y cruzas mí
sueño, copo a copo.
Eres como un asceta para las tentaciones.
Eres una varilla pertinaz en mi frente.Eres un aleteo de ángeles puros. Eresun corazón o timbre que hace sonar los ojos.
Eres un brazo leve rozándome,,un anhelorozándome, unos labios besándome, eres ya el
propósito pleno de la caricia, oh
luz!
Vienes de Dios, del cielo, traída por la brisa,por la brisa que orea mis costumbres, que prende,
sobre mis tentaciones, remolinos de gracia.
Mi corazón te acepta, ligera alondra viva,ligera alondra fiel, intacta, verdaderacomo el cristal del río y el agua que lo crea.
Me sumerjo en tu limpia claridad. Blandos mirlos
no se oyen; leves pasan. La dicha crece y crece.
Crece cono una corza tierna dentro del agua.
Ah Gloriosa delicia de la luz mañaneraque, anhelante, me llevas en tus aguas azules, de tu
verdad con flores a la verdad eterna.
¿Qué
cristal excesivo, no en la tierra, qué
coro de
labios encendidos te comulga? ¿Qué
beso súbito o
relámpago, rayo o rayo, te fragua?
58
¿En qué
costumbre o brasa te descalzas? ¿Quién
eres? ¿Eres el bien? ¿La dicha9 ¿La hermosura?
¿Eres Dios? ¿Eres acaso el ojo del Señor que nos
vela?
¿De hermosura o rocío no consistes? Gloriosa
emanación en brillos que, a porfía, te elevas,
¿hasta qué
primavera de libertad arribas?
Más allá
de la nieve, más allá
de la espuma, más
allá
del esfuerzo de la inocencia aún brillas, te
afirmas y te brillas y, lenta, te derramas.
¿En qué
ribera o nombre no pronunciado
empieza tu presencia que, ahora, se me derrama
dentro, como una playa vivida, incesante, tan
dulce?
Sobre mi pecho, amigos, nace, ligera vuelatanta alegría ya, tanto nivel de amor..Que el corazón, el alma... ¡Nunca acabes, oh
lumbre!
DE TODO TIEMPO Y LUGAR
59
RAQUEL LLORA A SUS HIJOS
Cabalga la mañana. Hay nieve en los caminos. Es
terrible el desierto que enarena a Judea! Están en
paz los campos. Sólo un cielo plomizo parece
prevenirnos de una inmensa tragedia...
Pero el cielo no engaña. Allá
en la lejanía,los ruídos
y los bronces avanzan en tropel.Ya la impotente aldea presiente su agonía,al ver cómo se agitan las sendas de Gessé.
El silencio y la muerte se van multiplicandoanunciando la muerte del Cordero de Dios.Silencio de corderos que viene gonizando,como agoniza el día cuando se muere el sol...
De llanto y de lamentos, todo un pueblo se viste.
Un clamor de inocentes ha inundado Ramá. –
Raquel, Raquel, no llores. Tu prole ya no existe. El
holocausto blanco se ha consumado ya.
Bajo las rojas llamas de un naranjal florido,
Raquel llora. Su llanto se en yedra
solitario
a un álamo que arrulla a los inocentes lirios
para entonar el requiem
de un sueño
milenario.
Mientras lloro, en mis versos, la muerte de
esos niños, se va metiendo el frío dentro
del corazóny hay, en mi alma, un cáliz de rosas de
martirio que va vertiendo largos regueros
de dolor.
E.Mangana
L.Limpias (Santander), 1953
60
HAY UN CIPRÉS AHORA
Llega a mi alma cándida y lejana,desde Galicia, un sentimiento frío,y alza una pena, larga como un ríodonde navega mi querida hermana.
Las agoreras notas de su alientohieren las cuerdas de mi joven lira,en tanto el cielo de Padrón expira,sobre un camino estrecho y polvoriento.
Hay un ciprés, ahora, hacia el poniente
que, entre morriña y paz, silencio y calma
te acepta, Rosalía, y te consiente.
Como un adiós al cielo de tu palma,dejo, en tu mar agónico y doliente,esta mirada lenta de mi alma.
E.Mangana
L.Limpias‐Santander, 1954
62
UN POQUITO DE SOL
(A Manuel Machado)
Vuelven mis ojos a cruzar el puente.Hay un turbio dolor en torno. Miro,y el lejano horizonte es un suspirodel ya casi cadáver del poniente.
Aquel álamo, al prado florecido,va alargando su sombra verdinegray una ronda infantil, desde la escuela,
acompaña al paisaje hacia el olvido.
El jardín me da pena. En él persistecierto aroma de ausencia y desconsuelo.Cada día mi alma está
mas triste.
Yo camino sin rumbo; pero el vuelode una gaviota dice que aún existeun poquito de sol allá
en el cielo.
DIOS A LA VISTA
(A J. Ortega y Gasset)
Desde el sagrario de tu madre, fuisteel imperativo de la luz. Tu boca de jesuita se
detiene e invoca al hacedor de todo cuanto
existe.
¿Qué
te ha contado el creador? ¿Qué
viste?
Allá
en lo alto, tu saber se entoca:“Dios a la vista”
y se te parte, loca, esa razón
que nuestra vida embiste.
E. Mangana L.Santander, 1954
63
Ya está, tu España, vertebrada y libre,como una noche que a tu luz se entrega,igual que un toro que se yergue y vive.
Vive tu España, pensador, y llegahasta tu vida original, y escribe:“¡Quién como tú, bárbaro dios, Ortega!”
E. Mangana LópezHortaleza –Madrid, 1955
COMO NO AMAR TAMBIEN
El alba entra en mi casa, mientras
discuten las alondras fuera.Con su blanca venida,el aire ha conseguidotoda su transparencia.
Asustados, los pinosconversan, reunidosen grupos por la vega.
Los pájaros se ríen innumerablemente,junto al Señor, que juegacon las novicias hojas de los árboles,sin perder la paciencia...
¡Cómo no amar, también,este glorioso amanecer que inventa,hoy como ayer, sin miedo a la distancia,en viejas tierras, una vida nueva!
E. Mangana L.Madrid, 1956.
64
ROMANCILLO DEL EBRO
La Virgen del Pilar llora y el Ebro
lo
va diciendo.Que todo se le ha perdidocaminito del recuerdo.Que España está
detenidaentre las flores del sueño,soñando dormida y frescaen el corazón del viento.Tan sólo queda una ciertagresca de penas y besoscontra la blanca columnade la fe de nuestro pueblo.Por eso llora la Virgeny el Ebro
lo va diciendo...
Por el mar de la esperanza,en la barquilla del tiempo,viene la Virgen María, góndola de
amor, al remo.La Virgen del Pilar remacon el corazón al viento y, al ritmo
de su latido, despiertan todos los
pueblos.
y, ¡qué
bien se abre la rosade España a los cuatro vientos!Parece como si un ríode catedrales y pueblosllevase sus aguas adesembocar en el Ebro.Por eso ríe la Virgeny el Ebro
lo va diciendo...
Salamanca, 1958 Enrique Mangana López
La Virgen del Pilar remaa corazón desenvuelto
65
POEMAS IRRESPONSABLES
AUDIENCIAAyer soñé
que teníacon Dios una viva charlay que Dios no se entendíaconmigo por más que hablaba.
1957‐59Estamos en agosto.Y los trigales,se doblan todavía bajo el solDejemos que los recojala madre que los parió.
PIANOHay un piano en mi casa‐no sé
si será
de cola‐que siempre me suena malporque me suena a deshora.
PROBLEMALo que piensan tus amigoses tan difícil de vercomo los granos de arenaque tienes bajo los pies.
TEORIA DE LA RELATIVIDADDicen que lo más estableserá
siempre la verdad. Yo digo que será
siempre la inestabilidad”.
BILLETE DE GARANTIACon esa cara, Juanito, que tienes de majadero,puedes ir a todas partes sin excepción del infierno.
66
PROVERBIO
Nuestras jornadas se cifranen esperar y esperar.En ir haciendo esperanzaspor toda la eternidad
DESENGAÑODeja ya la eternidad,alma mia
de mi alma,que jamás la encontrarás.
FUGACIDAD DE LA COSASComo se pierden las rayasde las aves en el cielose perderán los caminosde todos mis pensamientos.
COPLAYo sé
una copla que dice:“la mujer que yo más quierono tiene amante mejorni en la tierra, ni en el cielo”.
.
OTRA COPLAYo sé
una copla que correpareja de Manzanaresy tiene toda la graciadel cantar de los Cantares.
¿LIED?Nuestra mayor desventuradicen que es haber nacidoyo digo que es padecerpor los siglos de los siglos
67
DESPEDIDA“Es el último día que nos vemos”‐Que Dios te guarde chavea!“nadie en el mundo te echará
de menos”.
OTRO ¿LIED?La realidad es el sueñomás natural que se puedapensar y todos la buscanpero ninguno la encuentra.
PRESAGIOTiene la Virgen Maríatodos los nombres del mundoSolo le falta tener:“Nuestra Señora del Fútbol”
PREGUNTAHizo Dios todas las cosasy todas las hizo bien:Corazón afortunado,¿qué
nos queda por hacer?
VEREDICTOLos frailes más malos tienen‐perdona caro lector‐unos, fiebre de verdad,y otros, de contemplación.
REFRANDice el refrán que no existenada nuevo bajo el sol.No me extraña que lo digasi es un refrán español.
68
TRAGICOMEDIASi pasas: por Hortalezaverás a cualquiera enfermo.Tú
le dirás: “¿Tienes hambre?”Y el te dirá: “Ya lo creo”.
PARA LA HISTORIACuando tenía diez años,pasaba el tiempo soñandoAhora que tengo veinte,yo sueño que voy pasando.
SUPLICAVen a mi pecho y destruye‐Dulcísimo Destructor‐esta tarea espantosade estar luchando con Dios.
AUTORETRATOTienes una cara de hambre,cachorro de jabalina,que desmerece bastantecomparada con la mía.
QUE HERMOSA ERES LIBERTADSerá
la tierra un jardín.Será
tu cara una pena.Serán los ángeles buenos.Y yo seré
lo que sea.
MADRID A LAS AFUERASCon solo ver un pinar,instintivamente piensopedir a Dios que me librede todo mal pensamiento.
69
COMENTARIOQuien compre un palmo de vidacon un céntimo de amory tenga el fuego apagadono tiene perdón de Dios.
INTIMIDADESPara saber lo profundoque tengo mi pensamientobaste saber que no tengoraíces en el infierno.
REMEROS DEL CORAZONYo no sé
lo que os daría,remeros del corazón,porque me llevéis un día,por esos mares de Dios.
APAGA ESE LIBRO. JOSÉ
DAMIÁN(A.J.Damián
Arteaga)
Precisamente hoy ,compañero
dulcísimo y amigo, mi tierra de promisión,
punto final de mi tristeza,
precisamente hoy, José
Damián,en esta amanecida necesaria de
invierno, todas las cosas me sonríen, todo
me llena los bolsillos de júbilo...
Y, por eso, te traigo este poema,José
Damián, con olor a lapicero
recientemente afilado.
Salgo a la mañana, ahora que el sol es
monaguillo todavía. Me derribo sobre la
corriente de la aurora y
una calma bellísima. Pareceque Dios nos hizo el aire,puesto sobre estas tapias y sobre
estos olivos, para sentir tu presencia
y pregustar un poco la eternidad
70
¡ Apaga ese libro, José
Damián, ése,
el que has escrito con lágrimas de
sangre. Ha llegado el momento de
apagarlo! Mira que ya el sol ha tomado
posesión de tu alegría...
Alertado por Dios y por los pájaros,me derribo sobre la corriente de tu
vida y siento que me voy hacia el fondo
de tus aguas, hacia lo definitivo, José
Damián.
Consciente de mis pasos, tan
inútiles y erráticos otrora, camino,
ahora, por la deslumbrante ruta del
deber, sin buscarle razones al afecto.
Un denso griterío me sube por la
sangre. ¡Apaga ese libro, José
Damián!:
No se puede encerrar,
en un alarde de palabras pensadas
„ lo que fluye, a raudales, del corazón de
Dios.
¡Que gozo éste de chiquillo,de pasar submarino por tus aguas,de tocarte las manos y las creenciasde aludir a tu verdad y a tus ojos,de remar en tu corazón y en tus buenas costumbres...!
Y, ahora, salgamos a la vida.El sol es ya cardenal exagerado.Diríase
que nada me dejo de sentirtey de contarte,mas he aquí
que, todavía, nos quedanladeras y laderas de ilusiones,nacidas en la razón de tu presencia
y tus pasos. Todavía nos queda una
porción clerical no estrenada y llena de
juventud despiertísima.
¡Deseos, pobres deseos míos de eternidad,
corazón mío, mis ilusiones, idealismos míos,
descolgad vuestros gritos: ¡Vamos, José
Damián,
compañero dulcísimo y amigo, mi tierra de
promisión,
punto final de mi tristeza!E. Mangana López, C. M.Hortaleza
(Madrid)
1956
71
LEVANTEMOS EL CORAZON(A José
Cristobo)
Al reloj de las horas de tu dolor le dieron una
cuerda infinita ¡Pobre huésped del tiempo!
Tu adolescencia, imagen de atormentado río, casi
fuera de madre, por el tiempo ha venido. Ha
venido y llegado, casi fuera de tiempo, con esa
muchedumbre de tu renunciamiento.
Pero el sabio destino que edifica tus años, al final
de los veinte, viene y te dice: ¡Vamos! Te duele,
pero aceptas, porque eres verdadero en el dolor
cristiano, como lluvia de invierno.
Ya no puedo ser “Cristo”, dices, y tu palabra es un
desierto en gritos que te salen del alma.
El capitán del barco, incierto de tu mentira,deja que tú
te alejes de este mar de Castilla.
¡Qué
revés! Mientras haya pobres en nuestra
tierra, habrá
gentes que tengan ojos y que no
vean. Parece una desgracia! Con la desdicha tuya,
por estos ojos míos, el dolor se aventura.
Ante la nueva nada y después de tanto esfuerzo,
mi palabra fracasa y se rinde a tu gesto. No es
justo, a estas alturas, hablar de desventura, pues
la vida, a la espina, no se acostumbra nunca.
Tal vez ni tú
comprendas este postrer gemidode mi música acerba, mientras estés conmigo,
pero, en mis versos, llevas la incontenida
tea de
una verdad que lucha por tu vida indefensa.
Levantemos el alma: cualquier forma de vidaserá, para nosotros, motivo de alegría.Vuelve, en paz, al terruño de tus padres y amigos.
Vuélvete y no renuncies a la fe del bautismo.
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Los signos agoreros lamentarán tu estado:para defensa tuya, tendré
mi navío anclado.¿Cómo voy a olvidarte, dime, si yo te llevosangre adentro, en la plaza mayor de mi
cerebro?
Capitán de esta nave, donde remo y escribo,
por qué
no reconstruyes los remos de mi
amigo? ¿No te estremece, dime, que la
borrasca fiera vaya a darnos con este marinero
a otra tierra?
Yo te acuso en nombre del amor y del padre y
pido a Dios que guíes, con mas tino, tu nave,
que, aunque el recuerdo sea para el amor tan
sólo, a veces, entre amores, queda escondido
el odio.
E. Mangana L.Hortaleza‐Madrid
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CASA SOLAZ INFANTIL Al pie del Tibidabo, Barcelona, España
HECHOS TAN SOLO POR DENTRORomancillo para dar gracias
Barcelona, Nov. 1998
De lejos vengo, de lejos;de lejos y sin quererlo.Vengo a conversar conmigoy a espantar ¡quien sabe! el miedo.No vengo a llorar a solasni a esconder el sufrimientoaunque tengo el alma en viloy la mirada en el cielo.
Vengo a pedirle a mis pasosque me expliquen el sendero,y a echarle luz a mis ojosy treguas a mi desvelo.
Porque "desvelo" se llamalo que se pierde en el sueño,cuando la luz se va al almay deja, a oscuras, el cuerpo.
¿Quién habrá
puesto sus manossobre mis ojos diciendo"adivina, caminante,qué
llevas en tu recuerdo"?
¿Es qué, en tus pasos, estabaequivocado el sendero?Quién ha cortado tus alasy ha detenido tu vuelo?
Caminante y desvelado,casi a tientas e indefenso,por pura gracia de Dios,he dado con este puerto.
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Puerto que sabe a "llegada"y a "partida" al mismo tiempo;que no se encuentra en las cartaspero que es amigo y cierto.Puerto, apostado en las faldas
de un Tibidado
señero,que, con ayudas humanas,nos da lecciones de cielo.Casa Solaz Infantil
no cabes toda en mi verso.Puedo decirte que llegasmas allá
de mis anhelos.
Templo habitado y humano,casa y hogar, tierra y cielo,familia que ora y trabajaa corazón descubierto.Clave de luz no excesiva,estrofa de un canto nuevo,¡Cómo has sabido acallarla partitura del miedo!¡Cómo has sabido llenarde luz y sol y aire fresco,gotas a compás de espera,estos ojos de repuesto.
Testigo de lo impensable,también lo soy de tu esfuerzode darte toda en servicio,aun antes de merecerlo.Desde la sombra, te he vistohogar para ensueños, hechoa la medida del sueñoque estoy soñando despierto.
Hay cantos que canta el almasin que la acompañe el cuerpo;cantos sin peso y volumen,hechos tan sólo por dentro.
Cómo quisiera inventartu historia con ojos nuevosy llevar, a mis palabrasagradecidas, tu gesto.
¡Cómo quisiera cantarlos,ponerlos a descubierto,porque he venido de lejos,de lejos y sin quererlo!
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ALBUMES DE LA INFANCIA(A Pepe Luís)
Querido Luis: Si un día piensas en todo esto,verás que yo estoy loco. Rézame un padrenuestro.
‐Rézale un padrenuestro porque lo necesita:En el trágico libro de Los Limias, escritaestá
la gran mentira, la que fue poco a pocomentira y es la causa de que el niño esté
loco.
Detén, por un instante, tu mirada en sus ojos,¿álbumes de la infancia, con farolillos rojos?,
verás como se fueron sus piadosas diablurasllevadas, como alondras, por Dios a las alturas.Verás cómo sus sueños nacieron y murieron,sin dejar ni memoria de cómo transcurrieron.
Y, en las plazas del alma, verás los diminutosvuelos de jabardillos, estrenando los frutos...Los frutos del ejido, junto a la iglesia (o misa,como entonces decía) sin pausas y sin prisa.
Detén, por otro instante, tu mirada en sus ojos,¿álbumes de la infancia, con farolillos rojos?verás cómo llevaba su querer a la vida,las gentes a su pueblo y el pueblo a la campiña.
Las eras de los Proles vestían de aldeanasy era un día de fiesta el sol en La Chantada.Que un batallón de viejos, sin armas, defendía la
Plaza del Consejo, lo mejor de su vida.
Que el sol, desde O Penedo, iba dejando huellas,
dictando, a todas horas, sabia lección de estrellas
Y en los días de invierno, verás cómo sentía la
nieve en los caminos y el puchero que hervía.
Arroyos como ciervos saltaban de las rocas,
viviendo a sangre fría. Y, a escondidas y a locas,
con mas ruido que nueces, pero con señorío,
llegaban hasta el pueblo, con vocación de río.
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¿Qué
paso con el niño? ¿Qué
pasó
con su infancia?
¿Qué
pasó
con sus ojos? Con su vida ¿qué
pasa? ¿Es
sólo el garabato de una ilusión macabra? ¿Se muere
y aun no ha dicho su primera palabra?
Querido Luís: Si un día piensas en todo esto, verás
que sigo loco. Rézame un padrenuestro! ¿Que
adonde se fue el niño?¿Dónde se encuentra hoy?
No pregunten a nadie. Sólo lo sabe Dios.
E Mangana L.Hortaleza‐Madrid