Johansen, Oscar. Teoría General de los Sistemas Sociales ,
UCINF, Santiago, 2007.
Capitulo 1: La Teoría General de Sistemas: Pasado y Presente.
1.- El nacimiento de la teoría y sus primeros años de vida.
Bertalanffy, Boulding, Rapoport y Gerard fundadores de la General System Society.
Reflexiones sobre realizar un programa común de ciencia.
Cuatro objetivos de la sociedad: 1) qué investigar y definir los isomorfismos
referidos a los conceptos, leyes y modelos desarrollados en las diferentes áreas del
conocimiento científico; 2) fomentar el desarrollo de modelos teóricos adecuados en
aquellos campos de la ciencia carente de ellos; 3) lograr la minimización de las
duplicaciones del esfuerzo teórico en diferentes áreas del conocimiento; 4) a partir del
avance en los puntos anteriores, se podría intentar en un de promover la unidad de la
ciencia mediante el mejoramiento de la comunicación entre los especialistas y,
especialmente, entre aquellos que formaban parte de esa sociedad (Johansen 2007:18).
Comienzo de la ciencia entendiendo a la naturaleza por medio de sus partes, pero al
ocurrir el avance de la misma se comenzó a evidenciar que se podían ocupar ideas de
distintos campos del conocimiento (Johansen 2007:19).
Un ejemplo de unificación de la idea de sistema es el concepto de entropía
(Johansen 2007:20).
2.- Las críticas a la Teoría General de Sistemas
La teoría no tomaba en cuenta los conflictos o problemas que ocurrían al interior de
los sistemas y entre los miembros que la componían. Ella se preocupaba más del
mantenimiento del equilibrio del sistema, de la mantención de su estado permanente y de la
formulación de modelos adaptativos (Johansen 2007:24).
Buckley en Sociology and the Modern Systems Theory (1967), propone que existen
conflictos entre los components del sistema (v. gr. las aves y su apareamiento). La
interacción tiene al menos cuatro elementos: el individuo biológico con sus impulsos hacia
la acción; su conciencia; sus intereses; y los otros individuos también dotados de todos los
antes mencionados. Estos componentes están íntimamente relacionados por medio de la
comunicación y el intercambio de la información entre ellos, constituyendo un sistema
adaptativo complejo.
Crítica más importante a la TGS es de D. C. Phillips: 1) los teóricos de sistemas
habían fracasado en sus objeciones metodológicas al método analítico y por ello en el
método de síntesis que proponían; 2) definición vaga de lo que es un sistema; 3) por lo
anterior no se podía concluir que un área de estudios que tuviera una unidad de análisis
vaga, ambigua, incompleta o equivocada no se podía desarrollar de forma adecuada; 4)
existe una vaguedad en lo que se debe incluir en la teoría sistémica y 5) que la TGS había
fracasado como una teoría científica (Johansen 2007:27). Asimismo Phillips defiende la
posición analítica porque para él es imposible que la totalidad no sea estudiada desde las
partes (Johansen 2007:28).
Respuesta, el método sistémico no ataca completamente al analítico, sino a la
posibilidad de la pregunta por la totalidad y su relación con el método analítico (Johansen
2007:29).
Los límites del sistema son en relación a la pertenencia de ese algo. Lo que es
propio o característico (Johansen 2007:35). Esto en relación a la crítica de Phillips con
respecto al problema conceptual, es más Johansen sostiene que la definición de sistema y su
interrelación con el resto de los sistemas (familia/sociedad/planeta, etc) no es como la del
método analítico. Pero el problema de estudio es el que determina la relación sistema/medio
(Johansen 2007:35-36).
La TGS (buscar características comunes entre los distintos tipos de sistemas vivos)
es completamente distinta al análisis de sistemas (formulación de un sistema abstracto que
busca contraponerse con un sistema concreto), error que comete Phillips en su crítica a
Bertalanffy con respecto a la no capacidad predictiva de la teoría (Johansen 2007:42-43),
respondiendo que las teorías no siempre tienen un grado de posibilidad predictiva: teoría de
la gravedad vs teoría de la evolución (Johansen 2007:44).
Capítulo 2: ¿Qué es un sistema?
1.- Definición de un Sistema.
Los sistemas ocupan lugar en el espacio, quedando fuera los sistemas abstractos
(matemáticas, etc.). Siguiendo a Bertalanffy y su General System Theory (1968) un sistema,
cualquiera sea este, es una totalidad compuesta por un conjunto de partes, las que se
encuentran en interacción, aunque el autor considera una modificación de la definición un
sistema es la interacción de un conjunto o colección de partes1 (Johansen 2007:50).
En palabra de Johansen:
“S=∑pi + A
En que S es el sistema
∑ es la entropía de las partes que lo componen y A es la sinergia (la denomino así
en honor a Aristóteles)” (Johansen 2007:51)
Sin conocimiento del patrón sinérgico, no es posible saber cómo se relacionan estas
en el sistema quedando: S=∑pi (Johansen 2007:51)
1 Cursivas del texto.
Un conglomerado es cuando un sistema se convierte en sólo una suma de partes que
se identifica por medio de ellas. Es decir, “el conglomerado constituye totalidades en las
que no existiría entre sus partes forma alguna de sinergia” (Johansen 2007:55). En
determinados casos es útil tomar a los sistemas como conglomerados, siempre que se
considere que la influencia de la sinergia se acerca a cero (v. gr. saber la altura de los
alumnos de un curso) (Johansen 2007:56)
Otra característica sistémica es que si se altera uno de los componentes de él este se
vería afectado en su totalidad (Johansen 2007:57). De igual forma los sistemas se ven de
manera permanente enfrentados a cambios, “como resultado de su dinámica interna y
debido a las variaciones que experimentan sus partes” (Johansen 2007:57).
Las características emergentes (en palabras de Mayr), son atributos particulares que
posee cada sistemas y que, sin embargo, no se encuentran en las partes (v. gr. el agua y su
composición atómica). Los biólogos lo denominan emergencias; para que la unidad
superior se mantenga funcionando tienen que existir integrones que forman parte de otro
integrón de nivel superior (Johansen 2007:59).
2.- Macrosistemas, sistemas y subsistemas.
Un sistema puede contener dentro de sí mismo a otros sistemas (v. gr. una mesa
patas, un órgano células, etc.). La relación que se establece entre sistema y sistema
componente de ese sistema se llama recursividad. Lo anterior da la posibilidad se cierta
porosidad de los sistemas que permite la relación sistema/medio, permitiendo la
eventualidad de su existir (Johansen 2007:60). Las interacciones son flujos de materia,
energía e información que viene del medio (el sistema mayor que lo contiene) o de su
interior (de aquellos sistemas que contiene). También se tiene que incluir en esas relaciones
todo aquello que el sistema entrega a su medio externo y también lo que éste reciben sus
sistemas internos (Johansen 2007:61).
3.- Sistemas Cerrados y Sistemas Abiertos
La definición de sistema cerrado se refiere a aquel sistema que es inerte y que su
ubicación no depende de sí mismo. Asimismo, no poseen la posibilidad de interacción con
su medio, desde sus propios medios. Es decir, un sistema cerrado es un sistema que
viviendo en un medio no tiene la posibilidad de un intercambio con él, especialmente las
interacciones que le permiten importar recursos, esto no significa que el sistema sea inmune
al medio (v. gr. una roca y la gravedad) (Johansen 2007:64-65).
Sistema Cerrado:
(Johansen 2007:65)
El círculo significa el sistema y las líneas las interacciones con su medio que no
puede controlar (Johansen 2007:66).
Los sistemas abiertos, al igual que los cerrados, también se encuentran e
interactúan con un medio. Dentro de sus posibilidades ellos pueden enfrentar a su medio y
buscar la forma de seguir importando materia, energía e información con el fin de
desarrollar sus propias actividades y cumplir así con sus propósitos. De lo anterior se sigue
que poseen una “voluntad” para sobrevivir. Los sistemas abiertos son capaces de combatir
la entropía que los afecta (Johansen 2007:66-67)
Sistema Abierto:
(Johansen 2007:68)
El sistema es capaz de incorporar algo del medio (A) que puede ser materia, energía
e información, lo que introduce es capaz de transformarlo (T) en otro algo (materia, energía
e información) que termina exportando a su medio (B) (Johansen 2007:67-68).
Todos los sistemas vivos, o sea animales y vegetales, son sistemas abiertos, aunque
no de la otra forma (v. gr. el sol). Cabe constatar que dentro de un sistema cerrado pueden
existir sistemas abiertos (v. gr. la tierra), dándose una relación de interacción entre ese
sistema cerrado y el sistema abierto (Johansen 2007:68-69).
4.- Las organizaciones sociales como sistemas.
Las relaciones más importantes entre las organizaciones sociales son la autoridad y
la división del trabajo entre los miembros que la componen, siendo posible ubicarlos
mediante una doble coordenada: su posición jerárquica y la especialización en su actividad.
La jerarquía de la autoridad se encuentra en un líder que tiene la facultad de conductor del
sistema, cayendo sobre ellos la responsabilidad de la supervivencia del sistema. De igual
manera resuelven los conflictos entre los componentes del sistema, dando la posibilidad de
que las interacciones entre los componentes se lleven de manera fluida. La jerarquía,
independiente de la complejidad del sistema, se encuentra presente y es necesaria en el
sistema. Lo anterior se muestra de manera emergente en el sistema y no existe como tal
dentro de sus miembros individuales (Johansen 2007:71).
La división del trabajo se refiere a las actividades especializadas que desarrolla cada
uno de los miembros o grupos dentro de la organización (Johansen 2007:71).
Las fronteras de pertenencia sistémica en las organizaciones sociales son difíciles de
determinar. Los miembros se encuentran dentro de un estado de inclusión parcial
(Allport 1993), entendiéndose esto porque los miembros pertenecen a otros sistemas
también (v. gr. secretaria que al mismo tiempo es madre). Se debe matizar lo anterior
porque algunas organizaciones sociales, especialmente las animales, puesto que los
miembros de esa organización pertenecen toda su vida a la misma organización 2 (Johansen
2007:72-73). La inclusión parcial también está dada porque el ser humano puede dividir su
tiempo y sus roles en distintas organizaciones, encontrándose como dijimos, en una
situación de inclusión parcial (Allport 1993 en Johansen 2007:73-74).
5.- El Sistema Dinámico
Los sistemas dinámicos tienen la posibilidad de intervenir su medio “con el
propósito de mantener en forma constante la importación de la energía que requieren para
su medio”3 (Johansen 2007:75). Esto se puede realizar gracias a la estrategia de entregar al
entorno algo que produce el sistema, retribuyéndole este con los medios para que pueda
seguir existiendo (v. gr. una empresa de zapatos) (Johansen 2007:75). En lo seres humanos
también se da lo anterior, en una relación de recursividad son capaces de generar de forma
directa o indirecta los recursos para permanecer vivos, importándolos para permanecer
vivos (Johansen 2007:76).
2 Se debe matizar lo que dice Johansen puesto que los leones se independizan de una organización para forma otra, pero no volviendo a su organización de origen.3 Los sistemas dinámicos son creados por el hombre .
La capacidad de permanecer en el tiempo se da siempre que sea capaz de cumplir la
posibilidad de requisito de viabilidad. “Tal concepto señala que la viabilidad o la
permanencia de una organización social (o de un individuo) depende de su capacidad para
generar una corriente de salida (exportaciones), de manera que el valor que le asigna su
medio (o ´mercado´) debe ser superior a las corrientes de entrada (importaciones)
necesarias para seguir produciendo tal corriente de salida” (Johansen 2007:76)
(Johansen 2007:77)
En la representación se le ha agregado al sistema abierto el arco (C), que es la
relación que debe existir entre lo que la organización le entrega a su medio (B) como
proceso de su transformación T, y aquello que recibe de ese medio (A) (Johansen 2007:76).
Lo que el sistema obtiene de su medio no depende de lo que el medio le ofrece, sino que es
el sistema el que lo busca y lo obtiene (posibilidad transformadora) (Johansen 2007:76).
Capítulo 3: Los sistemas y la entropía
1.- El concepto de Entropía
Para Rudolf von Clausius el principio de entropía se refiere a que el desorden del
universo es mayor que cero. Lo anterior implica que todos los sistemas que conforman el
universo (planetas, estrellas y galaxias) tienden en forma natural a decaer hasta finalmente
alcanzar un equilibrio, y con ello, su desaparición como sistema (Guillen 1999 en Johansen
2007:80). Por la entropía todo sistema tiende, a través del tiempo, a alcanzar su estado más
probable, cuyo estado final es el caos (Johansen 2007:80).
En el universo se desarrollan dos tipos de procesos: reversibles e irreversibles. El
primero tiene la posibilidad de volver a su condición original (v. gr. un viaje) (Johansen
2007:81). Por el contrario, el segundo tiene una linealidad que se mantiene durante todo el
periodo que dura el proceso. Es de allí que Clausius que los nombres de los procesos
irreversibles los denominó entropía, esto se apoya en el fenómeno del tiempo que siempre
avanza pero jamás retrocede.
Von Clausius lo expresó de la siguiente manera:
(Johansen 2007:82)
Donde S es la entropía o desorden, afirmando con esta expresión que el desarrollo
del universo, a través del tiempo, en cualquier momento dado, poseía una cantidad “mayor”
de entropía con el momento anterior (Johansen 2007:83). Siguiendo a Boltzmann la
segunda ley de la termodinámica sostiene que el sistema avanza hacia una forma de
equilibrio termodinámico (Johansen 2007:83). El sistema al llegar a cero no es capaz de
diferenciar entre sus propios componentes por el grado de desorden que contiene
(Johansen 2007:84). Un ejemplo es el saco de arena que contiene arena blanco y negra
ubicadas en cada extremo del saco, mientras haya menor número de combinaciones existirá
más orden en ese sistema4, si se agita el saco llegará un momento en que el grado de
combinaciones será tal que el saco contendrá arena gris (Johansen 2007:84). La relación
entre entropía y tiempo refleja que cuando se alcance el equilibrio termodinámico el tiempo
dejaría de existir (v. gr. como en el big bang donde no existía el tiempo)
(Johansen 2007:85)
4 Boltzmann llamó a las distintas combinaciones “complexiones” (Johansen 2007:84)
El desorden (caos) en física se define como la pérdida que puede experimentar un
objeto en su estructura, su organización y, por lo tanto, en su propia identidad. Un objeto se
desordena cuando, con el pasar del tiempo, va perdiendo las características que lo
identificaban como tal (v. gr. ejemplo de la taza de café a 80° en una habitación de 20° de
Clasius) (Johansen 2007:85-86).
Se puede definir a la entropía como la tendencia irreversible de un sistema abierto o
uno cerrado a alcanzar su estado más probable. Ese estado es el caos, su desaparición
(Johansen 2007:87). La obsolescencia es otra forma de entropía desarrollada por el hombre:
dentro de un sistema al que se le puede considerar una entropía baja (o sea funciona) se lo
cambia por un por un nuevo artefacto que cuenta con importantes mejoras tecnológicas.
Ilya Prigogine expresó la ley de entropía como dS › 0, donde dS representa el cambio total
de entropía (Johansen 2007:88).
Los sistemas abiertos poseen la capacidad de combatir la tendencia hacia el
desorden, es decir la entropía. Por sus medios tienen la capacidad de eludir la amenaza
entrópica, al menos por un tiempo. Aun cuando el tiempo pase tienen la posibilidad de
revertir la entropía y, de esta forma, alcanzar estados superiores a aquellos del pasado. Al
oponerse a la entropía esta se hace decreciente. Es por ello que se le considera islas de
orden en un mar de desorden.
2.- La entropía y los sistemas abiertos
Los sistemas abiertos por su capacidad de importar elementos de su entorno tienen
la capacidad de luchar contra la irreversibilidad de la entropía. Es decir, pueden remplazar
la energía perdida por la entropía y con esa misma energía mejorar su estado de
improbabilidad actual, modificando un proceso irreversible en reversible
(Johansen 2007:89-90).
Schrödinger (1983 en Johansen 2007:90) llamó al proceso neguentropía, es decir,
contrario a la entropía, observando que “la materia viva elude la degradación hacia el
equilibrio”. Sosteniendo que el rasgo principal de la vida es robar orden desde el entorno,
sin violar la segunda ley de la termodinámica (Johansen 2007:90). Esta característica es
decisiva en la diferencia entre sistemas abiertos y sistemas cerrados (Johansen 2007:90),
pero de lo anterior se derivan varios problemas como la cantidad de entropía necesaria
para el funcionamiento del sistema (v. gr. cantidad de cansancio de un zapatero al realizar
su trabajo). De aquí se deduce que para generar neguentropía en necesaria una cantidad de
entropía, siendo esto beneficioso mientras la primera sea mayor que la segunda (Johansen
2007:91). En un sistema cerrado como un automóvil, su adquisición de entropía es mucho
más rápida que la de un ladrillo y por ello es necesario que el dueño provea de entropía a la
máquina, pues no puede hacerlo por sí misma. En las organizaciones sociales, aparte de la
entropía generada en sus propios procesos, también se deben agregar otras fuentes de
entropía (Johansen 2007:92)
Volviendo al caso de los líderes, su capacidad de generar neguentropía es
improbable y esa improbabilidad aumenta en la medida en que permanezcan más tiempo en
ese rol. (Johansen 2007:93).
El caso de los sistemas abiertos es una variación a lo que dijera Clausuius en el
siglo XIX. De acuerdo con Ilya Prigogine, el aumento de entropía de ese sistema se dará
por la siguiente expresión:
(Johansen 2007:94)
Aquí (dS) representa el cambio total de la entropía del sistema; (diS) es el cambio
de entropía producidos por los procesos irreversibles que se llevan en el interior del sistema
y que corresponden al trabajo (en su sentido físico) que realizan sus partes, es decir, su
gasto de energía. Por último (deS) representa la energía importada por el sistema desde su
entorno (Johansen 2007:94)
En los sistemas cerrados (dS) es siempre positivo y su entropía es siempre
creciente. La entropía es siempre determinada por (diS) la que sólo puede crecer en la
medida en que pasa el tiempo. En los sistemas abiertos (diS) es una combinación entre el
paso del tiempo y su propia actividad, pero se le suma (deS) que es la energía que importa
del medio y que generalmente es negativa. De esta forma el sistema es capaz de
contrarrestar la entropía del sistema producida por su trabajo (deS = diS), pudiendo
superarla (deS › diS). En el primer caso, dS = 0, nos encontramos frente a un sistema en
estado estacionario. En el segundo caso dS ‹ 0, el sistema crece y aumenta su complejidad.
(Johansen 2007:94). El cambio de entropía en un sistema abierto esta dado por la ecuación:
(Johansen 2007:94)
Ella nos indica que la entropía producida por los procesos internos irreversibles del
sistema y la neguentropía que importa el sistema desde el entorno es negativa. Esto quiere
decir que importa más de lo que debe gastar, permitiéndole tal exceso aumentar su orden,
evolucionar y crecer (Johansen 2007:94).
Para Prigogine los sistemas que existen en el universo se pueden agrupar en tres
grupos: sistemas en equilibrio termodinámico, sistemas en un estado próximo al equilibrio
y sistemas lejos del equilibrio. En el primer caso la entropía es igual a cero, por tanto ya no
son capaces de generar más, no realizándose trabajo alguno. Estos sistemas son imposibles
de observar, pero si en sistemas que se encuentran próximos a este estado (v. gr. las
cordilleras viejas vs las jóvenes) (Johansen 2007:95).
Ambos sistemas son cerrados y pueden ser representados por la siguiente figura:
(Johansen 2007:96)
La curva representa el aumento de entropía a medida que transcurre el tiempo. El
eje vertical representa la entropía (s) y el horizontal el tiempo (t). Si en el eje vertical se
representara el orden la curva sería decreciente. El desarrollo monótono de la entropía
significa un proceso de menor actividad y al encontrarse próximo a la entropía máxima se
haya en su menor estado de orden, siendo el paso siguiente su muerte (Johansen 2007:96).
El tercer tipo de sistema es el que se encuentra lejos del equilibrio y corresponde a
aquellos que su desequilibrio no es lineal y ocasionalmente puede ser indeterminado. A
diferencia de los otros sistemas no tienden hacia un mínimo de energía libre y un máximo
de entropía, sino que durante su desarrollo pueden amplificar ciertas fluctuaciones y
alcanzar un nuevo régimen dinámico que es radicalmente diferente de los estados
estacionarios que caracterizan a los sistemas a los sistemas que están en o próximos al
equilibrio. Estos son los sistemas abiertos (Johansen 2007:97).
Los sistemas abiertos desarrollan una conducta basada en el principio planteado
por Prigogine denominado orden a través de fluctuaciones (1972 en Johansen 2007:97),
definiéndolo del siguiente modo: “si un sistema, que se encuentra en un estado suficiente de
desequilibrio y parcialmente abierto al flujo de energía, materia e información de su medio,
las inestabilidades que suceden en su interior no lo conducen necesariamente a una
situación caótica, aunque es posible que esas fluctuaciones iniciales puedan serlo. Por el
contrario, tienden a llevar al sistema a un nuevo régimen dinámico, el que corresponde a un
nuevo estado de complejidad u organización de ese sistema. Ello se produce a través de una
secuencia de mutaciones transitorias hacia ese nuevo estado, el que se caracteriza por un
mayor grado de intercambio de energía con el entorno y al que Prigogine denominó
estructuras disipativas5. En concreto, el sistema es capaz de desarrollar una capacidad de
autoorganización de sus estructuras” (Johansen 2007:97)
Lo anterior se puede representar así:
(Johansen 2007:97)
Se puede observar que el sistema en un estado suficiente de desequilibrio
termodinámico comienza a perder complejidad debido al crecimiento de su entropía. Lo
anterior lo puede llevar a una inestabilidad o a fluctuaciones que pueden evolucionar a un
estado dinámico nuevo, que puede caracterizarse con un aumento de complejidad. Por
supuesto que este crecimiento es una de las posibilidades de ese estado, pero puede que no
sea capaz de hacerlo así y perder más complejidad, conduciéndolo peligrosamente hacia su
equilibrio termodinámico. Pero si eso no sucede el sistema restaura capacidades, de modo
de operar bajo una base de mayor complejidad.
5 En cursiva en el original.
3.- Sistemas (o máquinas) triviales y no triviales
Los sistemas que realizan conversiones funcionan en una dinámica
estímulo/respuesta. Se han dividido dos sistemas en relación a las respuestas que pueden
dar los sistemas. Se entiende por máquinas a los sistemas compuestos por artefactos
mecánicos, como también construidos por mecanismos biológicos, como lo son los seres
vivos y las organizaciones sociales. Para todo lo anterior cabe la denominación de
máquinas triviales o no triviales. (Johansen 2007:98).
“Una máquina trivial es aquella que, al recibir una señal externa que lo activa, ésta
entrega aquello que se le pide con una probabilidad igual a la unidad, es decir, concerteza”
(Johansen 2007:99).
La máquina trivial se puede representar así:
(Johansen 2007:99)
Una máquina trivial es la que en ella x = y: lo que pedimos es exactamente lo que
recibimos. Ella tampoco tiene ningún grado de libertad con respecto a la respuesta que
entrega, ni capacidad de tomar decisiones (Johansen 2007:100).
Los sistemas no triviales se diferencian de los triviales porque “(…) la probabilidad
de que la máquina entregue el resultado deseado y esperado por el operador es siempre
menor que la unidad” (Johansen 2007:101). La diferencia fundamental es que x ≠ y.
(Johansen 2007:101).
En este caso lo que se le pide al sistema puede no siempre ser lo que se recibe de
este. Siempre opera un grado de incertidumbre con respecto a lo que la máquina entregará,
significando un grado de riesgo por quien la ocupa. La trivialización de las conductas puede
ocurrir tanto en animales como seres humanos, bajo programas más o menos fijos y
automáticos (Johansen 2007:102).
Es posible mencionar que mientras mayor es el grado de libertad de los
componentes de un sistema, mayor es la producción de entropía dentro del sistema al cual
pertenecen. Los grados de libertad de los miembros del sistema pueden ser un problema
para la sinergia, produciendo desajustes en el sistema (Johansen 2007:103-104).
En el caso de los sistemas abiertos, especialmente las organizaciones humanas
(sistemas dinámicos), el desarrollo de la entropía es un proceso mucho más complejo que
en los sistemas cerrados (máquinas triviales). Las variables sinérgicas tienen relación
directa con la entropía, puesto que en las organizaciones sociales humanas las personas son
sus componentes (Johansen 2007:106).
Capítulo 4: El estado permanente y la homeostasis.
Estado permanente: “tiene que ver con el proceso de transformación que desarrolla
el sistema y que le permite importar energía necesaria para mantener su viabilidad”
(Johansen 2007:107)
Homeostasis: es la “posibilidad de mantenerse como un sistema estable, en
circunstancias que su medio ambiente se caracteriza por estar en permanente cambio”
(Johansen 2007:107).
1.- El estado permanente
Estado permanente es la traducción del término de Bertalanffy (1967) steady state.
Todos los sistemas tienen un propósito para existir, definido por él mismo y no por su
medio, aunque pueden influirlo. Un estado del sistema corresponde a un programa
particular que abarca todas las actividades que necesariamente se tienen que realizar dentro
del sistema con el fin de alcanzar su objetivo. De todos los estados del sistema siempre
existe uno que es mejor que los restantes (v. gr. “velocidad crucero”, es decir, ante
cualquier problema buscaría volver al estado habitual) (Johansen 2007:109-110). Los
sistemas abiertos humanos y animales son distintos: el diseño de ambos no es el mismo, el
primero es el propio hombre, mientras que en el segundo es la evolución. (Johansen
2007:110)
En palabras simples “el estado permanente es esa forma particular de llevar a cabo
las operaciones que requiere el sistema para sobrevivir como tal. Corresponde a una
configuración particular de las funciones que deben cumplir las partes que forman el
sistema y de las interacciones que, para ello, éstas deben establecer entre ellas. Es decir, su
patrón sinergético” (Johansen 2007:110).
El sistema, en el desarrollo de su estado permanente, existen posibilidades de
conflicto y problemas, pero el sistema debe estar preparado para hacer frente a estos
problemas (v. gr. el sistema simpático y parasimpático en el cuerpo humano) (Johansen
2007:112).
Según Paul Weiss el estado permanente del sistema se puede representar así:
(Johansen 2007:113)
La ecuación señala que un conjunto de partes forman un sistema abierto si la
varianza de la totalidad es significativamente menor que la suma de las varianzas de las
partes contribuyentes (Johansen 2007:113).
Según la desigualdad de Weiss las variaciones se comunican al resto de las partes
pero de forma mitigada y aminorada, sin duda se tiende a suavizar los impactos que
pudieran causar tales variaciones. El estado permanente del sistema opera, aunque de
manera no tan eficiente por el caso de las variaciones (v. gr. falla de una máquina en una
empresa) (Johansen 2007:115). La magnitud de las consecuencias para el sistema social
producido por la alteración de conductas de sus integrantes tiene directa relación con el
espacio de holgura o tolerancia establecidas en las partes, o sea, en los grados de libertad
aceptados por el estado permanente que los caracteriza. Existe una diferencia entre los
sistemas abiertos orgánicos y los sociales. En los sistemas biológicos, su funcionamiento se
rige de acuerdo con el estado permanente6 demandado por la naturaleza propia del sistema
(v. gr. caso del cambio de temperatura en el cuerpo humano). Cuando el sistema tiene una
emergencia (v. gr. hacer una carrera, levantar un gran peso) puede modificar su estado
permanente por uno de emergencia, en este caso puede cambiar los recursos destinados
habitualmente para satisfacer las nuevas demandas que se le presentan, garantizando las
posibilidades de eficiencia. Pero, este estado sólo puede ser sostenido por un especio de
tiempo. Los estados de recuperación del sistema se tienen que hacer normalmente desde sus
propios recursos. Si el sistema no es capaz de volver a su estado permanente será incapaz
de sobrevivir. También es necesario tener en cuenta la complejidad del sistema, son más las
posibilidades de administrarse “remedios” que no forman parte de las importaciones
habituales de energía y materiales que se realizan desde el medio (Johansen 2007:116-117).
A través del tiempo es posible que los sistemas cambien los valores de las variables
que constituyen su estado permanente, es decir, cambiando de estado. Lo anterior con el fin
de adaptarse a las nuevas situaciones del entorno. La fisiogénesis en el sentido de
Whitehead se refiere a un avance creativo en la naturaleza hacia lo novedoso y que tiene
relación con la evolución de las especies, todo lo anterior con el fin de conducir a estos
6 Cursivas son mías.
sistemas hacia un estado permanente más eficiente. Para E. Laszlo (1972), lo anterior
refleja la habilidad del sistema para generar la información que codifica su estructura y su
conducta, aunque lo anterior tiene que ser coherente con la evolución biológica, la que
requiere de periodos de tiempo prolongados, superior al período normal de la existencia de
un sistema particular (Johansen 2007:117).
A diferencia de los sistemas biológicos o sociales animales, las organizaciones
humanas funcionan igual con esquemas, estrategias o plan de operaciones que pueden tener
equivalencia con un estado permanente, pero el estado anterior no necesariamente tiene que
ser permanente por demasiado tiempo, puesto que puede ser modificado a voluntad. Por
esta razón, se podría denominar como “estado presente actual”: la evolución de las
organizaciones humanas no es biológica sino que es una evolución cultural, la que
evoluciona en un tiempo extremadamente menor que las evoluciones de tipo biológicas
(Johansen 2007:118).
Los sistemas en su desarrollo evolutivo pueden cambiar, aunque si mantienen sus
esencias, sus objetivos y propósitos, se puede asumir que son semejantes entre sí, tomando
en cuenta que algunos aspectos son iguales y en otros desiguales (v. gr. las universidades).
No se pueden considerar a los cambios como nuevos sistemas, puesto que cualquier
variación significaría la emergencia de uno nuevo (Johansen 2007:120).
2.- Homeostasis
Los mecanismos que crea el sistema para tener la capacidad de corregir rápidamente
las desviaciones que habitualmente suceden durante su funcionamiento se pueden
denominar homeostasis7. El término fue acuñado por Walter Canon en 1939, para referirse
a la regulación de los organismos biológicos de sangre caliente (Johansen 2007:121-122).
Para que los medios de control operen de forma exitosa tiene que tener la
información necesaria para ello (v. gr. el termostato). En los sistemas abiertos de esta tarea
se encuentran los receptores del mismo. Por un lado están los sensores externos (vista, oído,
olfato, gusto y tacto) y por otro por sus sensores internos. Todo lo anterior sirve para
indicar al sistema cuándo poner en funcionamiento los homeostatos. La información
7 Cursivas mías.
entregada al homeostato se transforma en la señal necesaria al indicarle al sistema que la
variable a controlar se ha desarrollado más allá de los límites del sistema, siendo este capaz
de tomar medidas correctivas (v. gr. caminar por el bosque y encontrar un oso)
(Johansen 2007:122-123).
El principio fundamental de la homeostasis fue planteado por Le Chartier señalando
que cualquier factor interno o externo que pueda provocar fracturas en el sistema es
contrarrestado por fuerzas internas que lo restauran de modo de retornarlo lo más cercano
posible a su estado previo. De aquí sale que siempre la homeostasis esta dirigida a la
mantención del estado permanente del sistema, al ser el principio básico de la preservación
del sistema. Pareciera que por las acciones anteriores los sistemas complejos tienden a un
estado estacionario, pero se tiene que tener en cuenta que cuando exista un cambio y una
estabilización, habrá un balanceo y contrabalanceo (Johansen 2007:127).
Lo anterior se puede ejemplificar con el caso de la temperatura corporal y el
siguiente gráfico:
(Johansen 2007:125)
No existe una exactitud con respecto al estado permanente. En el caso de la
temperatura esta siempre se encuentra oscilando pero eso no significa que no pueda haber
una media estadística. Lo anterior se puede definir como equilibrio dinámico que oscila en
torno a un valor real (Johansen 2007:125).
Al parecer fue Staffor Beer quién denominó administración por excepción, que
consiste en que cada uno de los subsistemas que forman un sistema establecen objetivos
bien definidos en relación a sus propias corrientes de salida. Es decir, en la medida en que
cada una de las unidades cumple sus objetivos exigidos, es decir, responden a lo estipulado
por el estado permanente del sistema, ellos mantienen su autonomía y, por ello, funcionan
de acuerdo a sus propias decisiones (v. gr. el hijo y sus estudios en relación a sus padres y
el sistema familiar) (Johansen 2007:127-128). Desde aquí subyace que los subsistemas
tienen una dimensión de autonomía limitada8: son libres mientras cumplan sus funciones,
perdiendo esa libertad cuando con incapaces de realizar aquellas funcionas. Para que todo
lo anterior pueda suceder se necesita de una jerarquía de autoridad bien definida, que está
entre el sistema como totalidad y los subsistemas que la constituyen (Johansen 2007:128).
La existencia de una jerarquía brinda la posibilidad de que los subsistemas realicen
sus operaciones de forma “libre”, aunque limitada. Aquello permite que las unidades de
control y dirección del sistema total no deban preocuparse de problemas menores (aunque
importantes) (v. gr. el tipo corriendo y que no se preocupa de sus signos vitales (Johansen
2007:129).
Aun con todas las críticas que pueden surgir de considerar la homeostasis como una
“biologización”, si se entiende que es una característica que todos los sistemas abiertos
poseen; se puede responder de forma afirmativa que así es, dando ejemplos de ello (v. gr.
spitfire, grúas oruga, etc.). La necesidad de mecanismos homeostáticos responde a una
característica de todos los sistemas abiertos, no siendo algo especial de los sistemas
biológicos, “(…) y siendo esto así, entonces también tales mecanismos deben existir en
tales sistemas cumpliendo sus funciones propias, de acuerdo a sus necesidades y, por ende,
no ser necesariamente los mismos.” (Johansen 2007:130-131).
Las organizaciones sociales humanas en la planificación de sus operaciones generan
medios homeostáticos para enfrentarse a las propias fluctuaciones que se pueden generar.
Un ejemplo son las empresas que buscan en la creación de bodegas la posibilidad de
disponer de materiales para continuar con sus operaciones (Johansen 2007:133-135)9.
8 En cursiva en el original.9 Otro ejemplo son los anteriores deptos. de bienestar de las empresas. El autor habla de fuga psicológica cuando un componente de una empresa está físicamente desarrollando sus funciones pero psicológicamente se
3.- El estado permanente y la homeostasis.
La integración de ambos conceptos se puede graficar por la siguiente figura:
(Johansen 2007:138)
Los rectángulos graficados al interior del sistema representan los diferentes
procesos desarrollados al interior del sistema abierto dinámico, que transforma lo que entra
a éste en lo que debe salir de él. Cada una de las subpartes del sistema tiene sus propios
procesos de transformación, lo que se debe realizar de acuerdo a sus estados permanentes
que, al igual que el estado permanente del sistema, se caracterizan por tener pequeños
márgenes de tolerancia que los pueden afectar. Obviamente, para que se pueda desarrollar
el estado permanente del sistema y sus subsistemas debe importar recursos, asimismo, los
insumos que se importen posean una fluctuación bastante estrecha, pero para lograr tal
condición dependen de sus propios mecanismos homeostáticos que se encargan de
regularlos. En la figura los triángulos son los que intervienen en el camino que indica su
importación (Johansen 2007:138-139).
Cada vez que se eliminan niveles jerárquicos, también se hacen desaparecer
homeostatos que pueden ser importantes para el desarrollo ordenado de los diferentes
encuentra fuera de ella. Las reglas, las normas, los roles y los programas son también mecanismos homeostáticos de las organizaciones, todo ello busca evitar turbulencias: es decir se busca trivializar sistemas que no son triviales (Johansen 2007:135:136-137).
estados permanentes que pudiesen ser afectados por esa eliminación, aunque no quiere
decir que no se puede realizar luego de un estudio exhaustivo de caso (Johansen 2007:141).
Capítulo 5: La jerarquía.
Una consecuencia inmediata de la jerarquía es que establece diferencias entre las
partes que constituyen el sistema en relación al mando (Johansen 2007:143).
1.- La división del trabajo en los sistemas
Una característica que se puede extender tanto a sistemas abiertos como cerrados es
que las partes componentes son diferentes porque desarrollan actividades distintas. Es
decir, al interior del sistema se da una división del trabajo (Johansen 2007:144). El
resultado de la especialización, expresada en la división del trabajo en que deben separarse
las actividades internas del sistema crea, necesariamente, problemas con la integración
requerida para llevar a cabo el proceso de conversión del sistema de manera eficiente,
fluida y segura. De otra forma, para cumplir con las demandas del estado permanente,
seleccionado para el desarrollo de sus actividades. Para que todo lo anterior se lleve a cabo
deben existir mecanismos de coordinación y de dirección apropiados a fin de mantener los
tiempos y ritmos exigidos e impedir errores, lo que, dada la compleja malla de relaciones,
tienden a repercutir en todo el proceso del sistema. La existencia de homeostatos
constituyen verdaderos mecanismos de coordinación, posibilitando que las partes lleven a
buen puerto sus objetivos (Johansen 2007:146-147).
Existen diferencias en las respuestas a los problemas en los sistemas abiertos. Los
de corte biológico funcionan en tiempo real en la activación de sus homeostatos (v. gr.
temperatura corporal), pero los sociales humanos no tienen la misma capacidad de reacción
puesto que los grados de libertad de las partes de un sistema son mucho mayores (v. gr.
acumulación de clientes en una caja), es decir, los grados de libertad son mucho mayores en
los últimos sistemas (Johansen 2007:149).
H. A. Simon (1958) ha denominado percepción selectiva10 a la acción por la cual un
especialista tiende a percibir sólo aquellos aspectos de una situación relacionada
10 Cursivas en el original.
específicamente con las actividades y objetivos de la especialidad que posee. 11(Johansen
2007:153).
La especialización de las partes en el sistema tiene un efecto similar a la fuerza
centrífuga, o sea, tiende a la expulsión de los participantes del sistema. Pero al no ocurrir
ello, significa que la organización es capaz de desarrollar una fuerza centrípeta que anula el
efecto de la especialización (v. gr. en las familias son los valores que evitan la destrucción
de la misma ante el conflicto) (Johansen 2007:156). La división del trabajo y la
especialización traen consigo el aumento del poder de las partes especializadas, siendo esas
partes capaces de fijar sus propias metas e intentar maximizar sus objetivos, pudiendo estas
diferir ostensiblemente de aquellas establecidas por la organización (Johansen 2007:156).
Para controlar y regular el patrón sinérgico el sistema debe poseer algún
homeostato que actúe sobre las variaciones internas, las que normalmente son provocadas
por las discrepancias surgidas entre sus partes, de la transitoriedad de sus integrantes, de su
inclusión parcial, etc., todas ellas derivadas de la creciente división del trabajo. En todos los
sistemas abiertos (tanto humanos como animales) el homeostato que se genera es lo que se
denomina jerarquía de autoridad12.
2.- La jerarquía de autoridad
Bertalanffy (1968) observó que a medida que los sistemas vivos ascienden en
escalas de complejidad, enfrentan una sucesión de fenómenos que los van modificando
profundamente. Estos son dos fenómenos más menos simultáneos: 1) una integración
progresiva por medio de la cual las diferentes partes que forman el sistema se hacen cada
vez más dependientes entre ellas y el todo; 2) una diferenciación progresiva, que conduce a
las partes hacia un grado de especialización mayor (Johansen 2007:158).
Por el aumento de complejidad las posibilidades de libertad de los subsistemas son
mayores aumentándose la posibilidad de errores. Es por ello que, en palabras de
Bertalanffy, el sistema se ve en la necesidad de evolucionar, llegando a un nuevo proceso
que conduce a los integrantes del sistema hacia una mecanización progresiva. De lo
11 En esto el autor quiere hacer hincapié en la especialización constante que han sufrido los sistemas abiertos humanos en su evolución.12 Cursivas en el original.
anterior cada subsistema no sólo se limiten a su función particular sino que, además, esa
actividad se lleve a cabo a través de procesos bien definidos que prácticamente no pueden
ser alterados por las partes. Como consecuencia de esto, cada una de ellas tiende a
convertirse en una máquina trivial (2007:159-160).
Como el medio de se encuentra en una dimensión cambiante, es necesario dirigir las
actividades de las partes respecto a lo que deben hacer, cuánto deben hacer y cuándo deben
hacerlo. No sólo deben ser coordinadas sino que también reguladas de modo de
contrarrestar las influencias de las alteraciones del medio. Esta regulación conduce a una
centralización progresiva13, a través de la que emergen partes dirigentes (como el cerebro),
las que llegan a dominar y dirigir todas las conductas que desarrollan las partes restantes
del sistema (Johansen 2007:160-161).
El mismo Bertalanffy denominó a todas estas etapas evolutivas de un organismo
como un orden jerárquico14. Siendo posible sostener que cualquier sistema abierto posee
algún grado de jerarquía. Desde el punto de vista sistémico la jerarquía es la forma en que
se ordenan las partes o subsistemas que forman la totalidad particular15(Johansen
2007:161).
H. A. Simon (1958) ha demostrado que los sistemas jerárquicos, aquellos que se
desarrollan a partir de sus constituyentes elementales, son capaces de crecer de una manera
mucho más acelerada que aquellos sistemas que, poseyendo los mismos elementos, no se
encuentran organizados jerárquicamente. La razón de lo anterior es por la posibilidad de
que ante una error en una parte, la siguiente puede corregirlo (Johansen 2007:165).
La jerarquía permite enfrentar mejor los errores porque estos pueden ser focalizados
y dirigir las estructuras del sistema hacia su solución (v. gr. caso de la quemadura de la
piel). Existe un fenómeno de recursividad, puesto que la jerarquización exige recursividad
puesto que el problema, dependiendo de su escala, de resuelve desde esta propia
característica (Johansen 2007:166-167).13 Cursiva en el original.14 Cursiva en el original.15 Ejemplo de la caja china, que al abrirla salen cuatro cajas más. En el sentido sistémico la jerarquía se distribuye por todo el sistema de una forma piramidal, aunque siempre se tiene que tener en cuenta que la complejidad del sistema tiene que ver con la cantidad de sus partes y, más importante aun, con la cantidad de relaciones que pueden generar aquellas partes (Johansen 2007:162-163).
Laszlo (1987) sostiene que “La jerarquía creada por la evolución no es solamente
una jerarquía estructural sino que también es una jerarquía de control” (Johansen
2007:168). La regulación es encausar una conducta dentro de un determinado camino,
evitando en todo momento que se aparte de él. Esto requiere que constantemente se estén
cotejando las expectativas de lo esperado y lo que ocurre realmente. Para llevar lo anterior a
cabo, la unidad centralizadora e integradora necesita de la existencia de comunicaciones
que sean capaces de entregarles información precisa acerca de la conducta real que
desarrollan las partes, a fin de concretar tales comparaciones, o sea, se necesita del
conocimiento de la situación general de la totalidad y los eventuales problemas que puedan
ir apareciendo, así como los resultados concretos de las acciones que esos subsistemas han
alcanzado en sus deberes. Existen tres posibles resultados que la parte ha hecho más de lo
que debía hacer, que ha hecho lo que debía hacer y que ha hecho menos de lo que debía
hacer. Todo lo anterior aun se encuentra en una dimensión de mero conocimiento, pero para
que el control sea efectivo tiene que tener la capacidad de lograr que los problemas sean
solucionados, de tal manera que el sistema pueda volver a la normalidad, es decir, a su
funcionamiento de acuerdo a su estado permanente (Johansen 2007:168).
Para que se solucione el problema se deben diseñar e indicar para los subsistemas
las acciones necesarias que éste debe realizar para encontrar las soluciones. Es decir, debe
ordenar y hacer ejecutar esas acciones. Por lo tanto, se hace necesaria la autoridad
suficiente para que la orden no solamente sea aceptada, sino también cumplida. Ergo, la
jerarquía de control lleva consigo también una jerarquía de autoridad (Johansen
2007:167).
Capítulo 6: Los sistemas complejos.
1-. La complejidad y su medición
De acuerdo a Ross Ashby (1965), “la complejidad se puede definir por el número
de estados posibles o de información disponible que el sistema pueda desarrollar y
entregar” (Johansen 2007:179). La variedad que señala S. Beer para un sistema corresponde
al número de interacciones posibles de desarrollar por todas las partes entre sí. Por tanto es
posible establecer que variedad y complejidad son lo mismo. Al transformar el sistema en
una colección de partes, la complejidad, medida a través de la variedad del sistema,
consiste simplemente en sumar esas partes (Johansen 2007:180-181). Al incluir las
relaciones entre las partes, S. Beer (1970) “apunta que las partes pierden interés y de alguna
manera pasan a un segundo plano, y son las relaciones entre éstas la (sic) que se hacen
importantes” (Johansen 2007:180).
Si se tiene una PYME con cinco integrantes o una pandilla juvenil. Si se considera a
las partes y sus relaciones entre ellas pueden ser consideradas un sistema. El conjunto de
relaciones entre esos individuos se muestra de la siguiente forma:
(Johansen 2007:181)
En la figura se puede observar que cada una de las personas se puede relacionar con
todo el resto. Es decir sus posibilidades de relación son cuatro, siendo su variedad diez.
Matemáticamente, si cada punto se encuentra conectado con los cuatro restantes, y existen
cinco puntos, entonces deberían existir veinte conexiones, ya que esto se encuentra dado
por el número de conexiones posibles: n(n-1). Aunque, el hecho de definir una conexión
entre ellos dos, digamos A con B, automáticamente queda definida por la conexión B con
A. Por tanto la mitad de las conexiones esperadas ya se encuentra dibujada (Johansen
2007:181). Es decir el número de maneras en que se pueden conectar n objetos es:
(Johansen 2007:181)
Para n=5 la variedad de ensamblaje indicado tal como fue anotado es: diez.
(Johansen 2007:181).
Más allá de las relaciones de la figura anterior, Beer avanza un paso más y hace una
distinción entre la relación A con B de la B con A (Johansen 2007:181), graficándola así:
(Johansen 2007:182)
La diferencia entre la figura 10 y la figura 11 radica en que se establece una
orientación en cuanto a la dirección de las relaciones entre las partes, lo que define un
sistema de interacciones de las partes al interior del sistema. En este caso, la variedad (por
tanto, la complejidad) del conjunto es posible calcularla de la misma manera como lo
hacíamos en el caso anterior, es decir, mediante el número de combinaciones posibles entre
las partes, pero ahora sin dividirlas en dos, como en el caso anterior. La razón de esta
fórmula se encuentra en la posibilidad de direccionalidad de esas interacciones, que como
dijimos, A con B es distinta de B con A, quedando la complejidad del sistema señalado en
la figura 11 como n(n-1) = 5x4 =20 (Johansen 2007:182).
A medida que se más información al conjunto, la variedad crece, ya que tal
incremento conduce a un número de posibles conexiones entre las partes. Esto indica que la
variedad o la complejidad y la información se encuentran directamente relacionadas. Para
Beer la variedad es una medida de la información, de esto se coliga que mientras más
información poseamos del ensamble, mayor será su variedad, afirmación que ampliamos su
sentido señalando que mientras más conozco de un sistema, mayor será el número de
características que es posible definir en ese sistema (Johansen 2007:182).
La figura 12 describe a un sistema dinámico, donde se encuentra una totalidad,
compuesta por partes que interactúan entre ellas de manera amplia y que, además, se
encuentran unificadas en la totalidad de propósitos. El sistema opera, cumple objetivos, es
dinámico:
(Johansen 2007:183)
En la figura 12 cada relación posee dos estados: abierta o cerrada; se denomina
abierta cuando existe alguna comunicación entre las partes, y cerrada, cuando esta relación
no sucede. Para calcular la variedad de este sistema el método es el mismo: contar el
número de elementos distinguibles, pero al igual que en el anterior, los elementos
corresponden a diferentes estados posibles que puede presentar el sistema. Si cada uno de
los personajes que forman nuestro sistema posee dos estados posibles (establece o no una
interacción particular), ello significa que posee una variedad igual a dos, y, si existen 20
interacciones posibles, entonces el número de estados posibles (o su variedad) contenido en
ese sistema es de dos elevado al número de combinaciones posibles (Johansen 2007:183-
184), es decir:
(Johansen 2007:184)
Siendo en este caso:
(Johansen 2007:184)
La gran cantidad de variaciones está tomada sobre la base de que los individuos
poseen dos estados posibles (si/no), lo que es una simplificación extrema de la conducta
propia de los seres vivos. En sistemas más reales, cada uno de los componentes puede tener
muchísimos estados posibles. La ecuación que se puede establecer para calcular la variedad
(VT) o, lo que es lo mismo, la complejidad de un sistema social. Como hemos observado ,
las variables constituyen a la cantidad de personas que constituyen el sistema (n) y el
número de interacciones posibles para cada una de las partes que lo conforman (Vp)
(Johansen 2007:184).
De acuerdo a lo anterior:
(Johansen 2007:184)
La variedad aumenta en la medida en que Vp crece, es decir, que aumentan las
conductas posibles de desarrollar por los integrantes del sistema. La otra variable de
crecimiento de la complejidad tiene relación con el número de participantes. Al elevar
exponencialmente la ecuación, puede conducir a un alto incremento de la variedad.
Obviamente al disminuir las dos variables la complejidad decrece (Johansen 2007:185).
Para M. McMaster (1996), “lo caótico hace referencia a un estado en el que no es
posible establecer pautas ni entender los detalles, en cambio lo complejo alude a un estado
del sistema en que los detalles no se pueden entender, pero sí su todo (o el resultado
general), gracias a la presencia de pautas” (Johansen 2007:188). Un ejemplo de caos son un
sistema de ampolletas y la posibilidad de decidir sobre su comportamiento basado en
probabilidades (Johansen 2007:187). El azar es la medida de nuestra ignorancia. En
concreto, si llegáramos a conocer algún sistema abierto que fuese capaz de permanecer y
evolucionar, es decir, que fuese viable, ese solo hecho indicaría que en su interior existen
los mecanismos capaces y necesarios para controlar tal complejidad, lo que de acuerdo con
lo que hasta aquí conocemos, al parecer no existe (Johansen 2007:188).
Las probabilidades son las que gobiernan las posibilidades de que ocurra o no un
evento, pero se tiene que tener en cuenta las formas de operación del sistema en cuestión.
El caso de la sala de clases es un claro ejemplo de que las pautas de comportamiento son
bastante estereotipadas. Asimismo, las probabilidades aunque sean muy pequeñas son
mayores a cero. Pero para que ocurran se requiere de un periodo de tiempo extenso (v. gr.
caso de la caída de meteoritos grandes). Aun así, se tiene que considerar los cambios en el
medio que pueden probabilizar un evento que antes tenía posibilidades de suceder muy
pequeñas (v. gr. el aumento de las posibilidades de sufrir un secuestro) (Johansen
2007:190-191).
2.- El control de la complejidad
La aparente contradicción entre la gran complejidad que tienen los sistemas y la
percepción que tenemos de su simpleza se puede explicar por los mecanismos de control
que estos poseen, haciendo más predecibles sus formas de operar (Johansen 2007:192).
Ross Ashby (1963) “definió teóricamente lo que debe lograr un sistema con el fin
de controlar su complejidad, y lo hizo a través de algo que denominó requisito de variedad”
(Johansen 2007:192), de lo anterior el mismo autor sostuvo que “solo la variedad puede
destruir la variedad”. De otra forma, sólo la complejidad puede absorber la complejidad. En
palabras de Johansen: en sistemas sociales sólo es posible controlar la variedad del sistema
en la medida en que el aparato de control destinado a tal función posea la misma o mayor
variedad que la que el sistema tiene que desea controlar” (Johansen 2007:192-193).
Representado queda así:
(Johansen 2007:193)
Lo que intenta demostrar el requisito de variedad es la existencia de una igualdad
de variedad de ambos sistemas: el controlador y el controlado. Nada nos señala que esa
variedad deba ser necesariamente igual a la que posee el sistema controlado (v. gr. ejemplo
del profesor con las pistolas en frente de sus alumnos en prueba) (Johansen 2007:194).
El requisito se puede cumplir por medio de dos estrategias posibles: a) amplificar la
variedad del sistema controlador (lo que corresponde al arco de la izquierda de la figura 13,
que hemos denominado ∆V); o bien, b) reducir la variedad del sistema controlado (indicado
por el arco derecho de esa figura como RV). También es posible una tercera estrategia que
es la combinación de las dos anteriores (Johansen 2007:195).
En la vida real, la estrategia que se aplica con mayor frecuencia en las
organizaciones sociales humanas es la tercera señalada más arriba. Aunque en algunas
ocasiones, generalmente se aumenta en alguna medida la variedad del sistema controlador.
Sin embargo, el énfasis se encuentra puesto en la segunda estrategia, es decir, en la
disminución de la variedad del sistema controlado. La reducción de conductas de los
integrantes de un sistema social se obtiene por medio de reductores de variedad (v. gr.
normas, procedimientos, roles, valores sociales, etc.) (Johansen 2007:195). Obviamente los
reductores de variabilidad de los sistemas abiertos de los animales son mucho más rígidos
que los de las organizaciones humanas (Johansen 2007:199).
Todo reductor de variedad es un mecanismo coercitivo, puesto que refrena o
reprime a un individuo con el propósito de que actúe de alguna manera deseada. Un
reductor para que aumente su efectividad debe ser acompañado por alguna instancia que
sea capaz de obligar su obediencia. O sea, algo que indique claramente cuál va a ser el
costo de no cumplir con lo que señala ese reductor o, eventualmente, el premio si es que se
cumple. La autoridad busca crear la neguentropía necesaria para mantener al sistema dentro
de su estado improbable (Johansen 2007:201-202).
Capítulo 7: Los conflictos.
1.- El conflicto como característica del sistema
El sistema abierto, en su operar, necesita mantenerse en un equilibrio dinámico. Este
tipo de equilibrio se caracteriza por no poseer un valor fijo, sino que le permite oscilar
dentro de una banda, pero sin salirse de ésta, lo cual denota necesariamente la existencia
de una oposición de fuerzas internas. El equilibrio dinámico es necesario para que los
sistemas abiertos se puedan enfrentar a las oscilaciones del medio dentro del cual vive, todo
ello manejado por los mecanismos homeostáticos con que se encuentra dotado el sistema.
En sus operaciones, cualquier sistema abierto en que sus partes son seres vivos y transan
energía con su medio, siempre se podrá percibir situaciones conflictivas entre sus
integrantes o componentes (Johansen 2007:204-205).
Por conflicto se entiende el choque o colisión entre las partes, surgidos por
discrepancias en relación a algo en que las partes participan. Además de los conflictos
terminales, grandes conflagraciones que se denominan conflictos terminales, pero hay que
agregar a ellos los roces y desencuentros que se producen entre los integrantes del sistema y
que suceden con bastante frecuencia. La fuente generadora de estos conflictos radica en las
relaciones de interdependencia que existen entre sus integrantes. Las colisiones crean
ruidos dentro de la organización, pero no significan necesariamente un peligro, o sea, no
afectan seriamente la viabilidad del sistema (Johansen 2007:205). Pese a lo anterior, los
conflictos son fuentes de entropía que exigen alguna solución rápida porque afectan la
fluidez de su funcionamiento.
2.- Los conflictos en las organizaciones sociales animales.
En los casos citados por el autor (v. gr. perros africanos y los dos casos de los
chimpancés), causaban conflicto lo hacían en función de maximizar sus objetivos
personales, es decir, pretendían alcanzar más de aquello que, de acuerdo con las normas de
sus clanes, les correspondía. Lo anterior beneficia al individuo, pero presenta consecuencias
negativas para la organización social. Por la maximización de los objetivos de los
individuos señalados, y dadas las relaciones de interdependencia propias de todo sistema
social, inevitablemente aparecerían otros miembros de ese sistema que verían frustrados sus
propios objetivos, por más normales que fueran estos. Dicho de otra forma, se establece un
juego de suma cero (Johansen 2007:210). Las limitaciones que tienen los individuos dentro
de los sistemas existen con el propósito de permitir que el sistema pueda desarrollar sus
procesos internos de acuerdo con un estado permanente particular (Johansen 2007:211).
3.- Los conflictos en las organizaciones sociales humanas.
El tipo de conflictos que le interesa al autor son los llamados conflictos funcionales,
que se diferencian de los conflictos por desavenencias personales, por arrebatos
emocionales, por ambiciones individuales o simplemente porque las “químicas no
funcionan”. La funcionalidad de los conflictos no quita que se puedan introducir estas
características humanas en ellos (Johansen 2007:214). Los conflictos funcionales son
característicos de los sistemas sociales humanos, ello por dos razones: 1) por las relaciones
de interdependencia de los componentes (sinergia) y 2) la tendencia a que cada una de las
partes intente la maximización de sus objetivos. De esto se condice que los conflictos
funcionales son parte de cualquier sistema abierto, cuyas partes poseen algún grado de
libertad, siendo una autonomía que el sistema no acepta (por el conflicto) puesto que ello
significa su destrucción (puesto que genera entropía) (Johansen 2007:115).
4.- De las organizaciones sociales humanas y animales.
El conflicto es una característica emergente del sistema abierto (Johansen
2007:216). Sosteniendo también el autor que en los sistemas abiertos animales pueden
existir conflictos funcionales, aunque una diferencia clara entre las organizaciones sociales
humanas y animales, es que en la primera hay una observación más clara de los roles de
cada integrante. Aunque esto no invalida la existencia de roles en las organizaciones
animales, puesto que la organización tiene que tener una división interna del trabajo
(Johansen 2007:217).
La existencia de roles y de las ganas de maximizar sus objetivos de los integrantes,
daría fundamento teórico a la existencia de la posibilidad de conflictos funcionales. De
igual manera, los sistemas deberían disponer de mecanismos por los cuales solucionar los
conflictos (Johansen 2007:217).
5.- ¿Y qué sucede con las otras organizaciones animales?
Los tipos de sistemas abiertos estudiados en el libro han sido cuatro: 1) los
compuestos por seres humanos; 2) los formados por animales de alta complejidad (como
sucede con los mamíferos); 3) los formados por animales de baja complejidad relativa,
como las colonias de insectos y 4) las organizaciones biológicas, en la que sus partes son
células. Algunas otras reuniones de animales (el cardumen de peces) se parece más a un
conglomerado que a un sistema (Johansen 2007:223).
En las organizaciones sociales animales de baja complejidad, no parecen existir
conflictos funcionales o individuales, y de existir sería bastante difícil captar su presencia
por los medios limitados de observación que disponemos16. Lo anterior se podría explicar
porque los patrones sinérgicos bastantes rígidos, teniendo grados de libertad muy pequeños
(Johansen 2007:228).
Capítulo 8: El gobierno del sistema abierto.
1.- La viabilidad de la vida.
Todo sistema abierto ha sido diseñado con el propósito explicito de ser viable, o sea,
de mantenerse vivo no sólo en el presente, sino que continuar así en el futuro. Se debe tener
en cuenta que vida y viabilidad son conceptos relacionados pero distintos. Un niño de
escasos meses es un sistema vivo, pero se puede decir que aún no es un ser viable. Un
sistema es viable en la medida que posee las capacidades necesarias para seguir viviendo
por sus propios medios17. Esto es lo que diferencia vida de viable. Hay que tener claro que
viabilidad no significa inmortalidad, en cada uno de los sistemas abiertos la viabilidad tiene
un límite (Johansen 2007:233). La viabilidad encuentra su final, puesto que no puede
escapar de la entropía y de la imposibilidad natural de neutralizarla. Los sistemas orgánicos
poseen un segundo tipo de viabilidad que es el genotipo, por ello la especia no se extinguirá
mientras existan fenotipos18 que la representan. Con esto queda claro que son los fenotipos
los que mantienen y permiten la existencia y permanencia del genotipo (Johansen
2007:234).
Se pueden establecer dos grandes niveles de sistemas abiertos: 1) aquéllos cuyas
partes componentes son células y que, en su conjunto, forman los organismos y 2) aquéllos
cuyas partes son los organismos y en el que la enorme mayoría de ellos forman
organizaciones o comunidades de vidas, o binocenosis, como las denominó Bertalanffy.
Según el autor, para el fundador de la TGS “(…) estas organizaciones las define como
unidades dominadas por ciertas leyes que forman un sistema de población que se
autoconserva en un equilibrio dinámico o permanente” (Johansen 2007:236).
16 Entre estos sistemas el autor casi siempre refiere a las hormigas y las abejas.17 Cursivas en el original18 Genotipo más el ambiente.
Los sistemas abiertos que forman organizaciones sociales se pueden dividir en dos:
1) aquellas organizaciones sociales cuyas partes corresponden a organismos diferentes a los
seres humanos y que aquí hemos denominado como organizaciones sociales animales
(ratones, abejas, elefantes y bosques), y 2) aquellas organizaciones cuyas partes
constituyentes son los seres humanos (Johansen 2007:236).
Un punto de diferencia entre las autoridades (emanadas de la jerarquía) entre los
sistemas sociales animales y humanos, es que en el primero toma decisiones cuando la
naturaleza se lo exige, mientras el segundo tales decisiones son permanentes (Johansen
2007:240).
Para R. Dawkins (1985), los genes se han desarrollado ante la competitividad que
existe en su medio y también por la necesidad de tener un centro al cual otorgar las
decisiones más complejas (en el caso del cuerpo humano es el cerebro).
2.- La dirección del sistema.
La dirección del sistema abierto constituye la respuesta que este ha elaborado con el
propósito de resolver los problemas con que el medio constantemente desafía su viabilidad.
Ante una sucesión de problemas que no pueden ser resueltas por la división del trabajo, se
apela a al dirección del sistema para que intente arreglarlo (v. gr. la gerencia general ante
problemas de distintas gerencias) (Johansen 2007:242).
Pero la característica más importante de la función de dirección sea el hecho de que
por su carácter centralizador es la única que tiene claro el objetivo total que el sistema
busca alcanzar (Johansen 2007:242).
Se puede afirmar de que las organizaciones, cualesquiera sean éstas, para funcionar
como tales requiere de la existencia de un orden interno. Este último es la existencia de un
ambiente estructurado al interior del sistema, donde se desarrollan las actividades que
exigen sus procesos de conversión, propios del estado permanente, el que se ha definido por
el propio sistema. Para que el orden pueda operar se tiene que tener conocimiento de él,
obviamente el orden entendido en un sistema abierto es de tipo dinámico, tampoco
uniformidad puesto que siempre se encuentra operando la división del trabajo ni estético
(Johansen 2007:244-245).
Contra el orden se pueden identificar tres fuentes de entropía: 1) la entropía que
proviene de la actividad productiva propiamente tal; 2) la entropía provocada por los
problemas que surgen en las actividades de las partes y la interacción de éstas y 3) la
entropía que se deriva de los desórdenes que provienen de las fluctuaciones que suceden en
el mundo donde está inmerso el sistema, es decir, su importación de entropía externa
(Johansen 2007:248). La primera se puede ejemplificar en el uso de energía (parafina) y su
cambio irrecuperable (calor); el segundo con la forma de las partes de realizar las tareas que
le corresponden (v. gr. cajero de un banco que se fatiga) y el tercero son las fluctuaciones
del medio que, irremediablemente, generan entropía (v. gr. un rayo en una cosecha), en este
último caso, el sistema casi nunca tiene la posibilidad de intervenir el medio, pero se puede
anticipar a ellos y evitar las sorpresas (Johansen 2007:248-250).
Si la entropía es un fenómeno natural que busca llevar un sistema hacia el desorden,
es el administrador el que tiene que ser capaz de generan neguentropía (Johansen
2007:251).
3.- La administración de las organizaciones sociales humanas.
Teniendo en cuenta que las organizaciones sociales humanas son artificiales, su
inclusión es parcial, que tienen que trabajar con un inmenso grado de complejidad y
depende por completo de su viabilidad actual y futura, la mantención de su viabilidad se
convierte en un problema complejo y fundamental. Al tener que ser fabricada su evolución
desde su interior, el administrador es el responsable de entregar la visión de su estado
futuro, es decir, quien elabora tal predicción o rumbo, como los programas necesarios para
alcanzar las metas propuestas y deseadas y los tiempos de para llevar a cabo ese plan
general. Esa visión siempre tendrá que concentrarse especialmente en la corriente de salida
del sistema, o sea, lo que aporta a su medio, puesto que la corriente de salida es la clave
para seguir operando (Johansen 2007:252-253).
El administrador es también el controlador del avance del desarrollo, puesto que
toma las decisiones frente a las variaciones que puede sufrir el plan original, especialmente
en las situaciones que bloquean e impiden continuar el camino desarrollado hasta ahora
(Johansen 2007:253). Uno de los puntos que más tiempo dedica a un administrador es ser
capaz de resolver los conflictos funcionales que surgen entre los miembros del sistema,
especialmente teniendo en cuenta que cuando se presentan y los miembros no son capaces
de resolverlos pos sí mismos, es el administrador el que tiene que entrar en acción. Al
entrar en acción, también tiene que tener en cuenta que no puede perder (si son valiosos) a
los miembros que se han enfrascado. Asimismo, la resolución de conflictos puede
mostrarse como una oportunidad de innovación para las personas y de oportunidades para
el sistema (Johansen 2007:254-255).
El administrador por tiempo o por conocimiento no siempre puede intervenir en los
conflictos, él es una especie de radar que busca percibir los problemas que afectan o pueden
afectar el desarrollo del sistema. Esa intuición la debe transformar en un problema concreto
identificado que amenaza a la organización. Debe ser capaz entonces de detectar, definir y
entregar su solución a las unidades especializadas de que dispone la organización o,
eventualmente, solicitar ayudas externas (Johansen 2007:255-256).
4.- La administración de las otras organizaciones sociales.
La hipótesis inicial es que muchas de las características que tiene un administrador
de un sistema social humano, la tienen las organizaciones que incluyen mamíferos. Una
diferencia a remarcar en las diferencias de ambos es que en las organizaciones sociales
animales, la conducta que pueden desarrollar sus participantes es bastante acotada: hay un
menor grado de libertad. En otras palabras, la variedad que poseen los sistemas abiertos
animales es mucho menor que la de los sistemas organizacionales humanos. En los sistemas
animales el administrador es el que tiene la responsabilidad de mantener el clan vigente
mientras él vive, lo que pase después él será responsabilidad de su sucesor (Johansen
2007:256-257).
En los casos humanos lo anterior también sucede, pero la diferencia es en que los
grados de autonomía, en relación a los animales, es menor: él debe responder a quienes son
propietarios. El administrador animal debe cumplir dos tareas: 1) la reproducción de los
miembros del clan y 2) la mantención del territorio de este, cuando así existe. Otra
diferencia ya mencionada es que los sistemas animales no son sistemas dinámicos, que
tienen que observar constantemente su corriente de salida. La solución a los problemas de
cantidad de recursos del medio, en los animales, se resuelve mudándose a otro (Johansen
2007:258).