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MUSICOTERAPIA PARAPERSONAS CON LAENFERMEDAD DE
ALZHEIMER
MUSICOTERAPEUTA : ELENA FERNÁNDEZ LLORENTE
ÍNDICE
1. DESCRIPCIÓN........................................................................................................................pág. 3
2. JUSTIFICACIÓN.......................................................................................................................pág. 4
3. DESTINATARIOS.....................................................................................................................pág. 7
4. LOCALIZACIÓN Y ZONA DE INFLUENCIA............................................................................pág. 8
5. OBJETIVOS..............................................................................................................................pág. 8
6. ACTIVIDADES Y CALENDARIO...............................................................................................pág. 9
7.ORGANIZACIÓN Y METODOLOGÍA.......................................................................................pág. 9
8.RECURSOS NECESARIOS, PRESUPUESTO Y FINANCIACIÓN............................................pág. 12
9.DISEÑO DE EVALUACIÓN Y SEGUIMIENTO.......................................................................pág. 14
10. BIBLIOGRAFÍA......................................................................................................................pág. 14
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1.DESCRIPCIÓN
En la actualidad disponemos de numerosos estudios que nos muestran que la musicoterapia
es una herramienta muy eficaz en el tratamiento de personas con la enfermedad de Alzheimer.
Gracias a estos estudios podemos decir que son muchos los beneficios que aporta el uso de la
música como terapia complementaria a los apoyos médicos y psicológicos que ya reciben estos
pacientes. A pesar de que conocemos estos datos desde hace ya más de 20 años, en España aún
no es una práctica muy habitual como sí lo es en otros países. ¿ Por qué sabiendo todo esto no se
toman medidas desde las instituciones?
Además, debemos tener en cuenta que la enfermedad de Alzheimer (EA de aquí en adelante
para abreviar) tiene una alta prevalencia en nuestro país. Según los datos de 2012 de la red
europea Alzheimer Europe, la prevalencia de la enfermedad en España es del 1,75 %, cifra
superior a la media Europea (1,55 %). Podemos observar también que ambas cifras han
aumentado si las comparamos con datos del 2007, siendo la prevalencia en España y la media
Europea para ese año del el 1,36% y el 1, 27 % respectivamente. Terradas y Vila por su parte
(2015) señalan que estudios de campo en diferentes países muestran que aproximadamente un
5% de la población de más de 68 años sufre algún tipo de demencia, y que la cifra de personas
afectadas por la enfermedad de Alzheimer mundialmente se sitúa en torno a los 8 - 12 millones.
Con tal cantidad de personas afectadas y con previsiones de crecimiento de estas cifras debido
al envejecimiento de la pirámide poblacional, debemos empezar a pensar en una serie de
estrategias encaminadas a mejorar la calidad de vida de las personas afectadas con EA y la de sus
familiares. Teniendo en cuenta la crisis por la que está pasando el sistema sanitario español, por el
momento no podemos apoyarnos en él como garante de dicha calidad de vida, por lo que es más
que recomendable buscar soluciones alternativas para nuestro mayores sin que esto suponga una
carga extra para el personal sanitario ya sobrecargado. Una solución que se sabe bastante eficaz
en este sentido y que no implica un coste económico excesivo, es el uso de la musicoterapia. La
musicoterapia, como veremos en una serie de estudios revisados más abajo, ayuda a las personas
con Alzheimer a mejorar su habilidad motora, cognitiva, conductual, a reforzar la memoria, a
desarrollar su vida social y emocional y, en definitiva, a aminorar y suavizar el proceso de
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deterioro que conlleva la enfermedad. Todas estas áreas tan importantes para el bienestar de una
persona, no pueden tratarse a nivel farmacológico, por ello creemos necesaria una aproximación
humanista al problema a través de la musicoterapia.
2. JUSTIFICACIÓN
La musicoterapia, como decíamos, se ha demostrado muy efectiva en el tratamiento
complementario de la EA. Los pacientes con EA sufren un importante deterioro cognitivo que
además afecta a su vida emocional y social. Como veremos, la musicoterapia no sólo ayuda a
frenar el deterioro cognitivo en sí mismo, sino que también es eficaz en la mejora de la vida
emocional y social del paciente. Es bien conocido que la música está muy conectada con nuestras
emociones, y es precisamente desde esa conexión con lo emocional desde donde trabajaremos en
nuestras sesiones.
A través de la música, especialmente si por el grado de enfermedad ya no existe lenguaje o
éste es disfuncional, el paciente puede comunicarse con los demás, expresarse y vivir plenamente
sus emociones, recordar sus canciones favoritas de su infancia o juventud, experimentar con sus
capacidades y posibilidades, activarse físicamente, aprender, socializar, involucrarse en el grupo,
etc. Gracias a estas experiencias que se suceden durante las sesiones, las personas afectadas con
EA generalmente se sienten mejor, más motivadas, y con una mejor autoestima y una sensación
de ser más capaces de afrontar las pérdidas que conlleva la enfermedad. Por otro lado, como las
sesiones son grupales, los pacientes se relacionan y se desenvuelven más fácilmente en grupo
gracias a la mediación que ejerce la música. A través de los ritmos y las melodías que se proponen
durante las diferentes actividades, los miembros del grupo de musicoterapia se comunican en un
lenguaje que les es más natural y espontáneo, y que además, sigue intacto o bastante conservado
a pesar de que ya exista deterioro en otras áreas.
La aplicación de la musicoterapia no sólo aporta beneficios a los pacientes con EA, sino que es
útil para todos nuestros mayores, tengan o no enfermedades neurodegenerativas. En los años 60,
E. Cummings y W.E. Henry postularon la teoría de la desconexión como hipótesis para explicar el
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envejecimiento. Sugerían que las personas mayores se desconectan voluntariamente de la
sociedad como consecuencia probablemente de una depresión y esa desconexión, sumada al
hecho de que la sociedad también se aparta de ellos, hace que se acelere el proceso de
envejecimiento. Durante las sesiones de musicoterapia evitamos que se produzca esa
desconexión, proporcionando una actividad que les genera placer y les motiva. También durante
los años 60 hubo otra teoría explicativa del envejecimiento, en este caso basada en la actividad.
Según R. Havinghurst y sus colaboradores, las personas que mejor envejecen son las que están
más activas y más involucradas en relaciones sociales. Esta idea es antecedente de las teorías hoy
tan en boga sobre envejecimiento activo. La musicoterapia en este sentido favorece que los
pacientes con EA se mantengan activos e involucrados socialmente con los miembros del grupo,
que se conectan entre sí y con los musicoterapeutas a través de la emoción, a veces a niveles
bastante íntimos y cercanos, lo que hace que, en muchos casos, vivan las sesiones como
experiencias significativas en sus vidas.
Como decíamos al inicio, a día de hoy, existe todo un cuerpo de teorías que nos muestran las
mejoras que se producen en los pacientes con EA gracias a la aplicación de musicoterapia. Ya en el
año 1991, en el senado de EEUU, el Special Committee of Aging reconoce el efecto beneficioso de
la música en pacientes con EA y ha proviso de fondos para el desarrollo de la investigación en ese
campo desde entonces. Parece ser urgente que reflexionemos en España sobre el tipo políticas
que se llevan a cabo desde las instituciones, y sobre como éstas facilitan o imposibilitan el
desarrollo del progreso y la innovación. Es necesario que disciplinas tan prometedoras como la
musicoterapia puedan abrirse camino en nuestro país. Es probable que se requiera también una
reflexión de carácter moral, porque da la sensación de que en este país se premia la cantidad pero
no la calidad, lo urgente pero no la paciencia, el resultado pero no el proceso. Vivimos en un baile
de máscaras veloz, y nos falta tiempo para la respirar y cultivar el espíritu y todo lo que no sea
cuantificable e inmediato. La musicoterapia es calidad, cualidad, reflexión, paciencia, observación,
experiencia, proceso y resultado. Vamos a resumir ahora algunos de los estudios que avalan la
eficacia de la aplicación de la musicoterapia en la EA.
Vemos, por ejemplo, como en un estudio de 2013, Jiménez y otros han revisado varios artículos
publicados entre 2000 y 2012 en los que se comparaba el uso de la musicoterapia en pacientes
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con demencia moderada frente a la aplicación de la terapia ocupacional habitual, con el fin de
averiguar si realmente el uso de musicoterapia es eficaz. El resultado de esta revisión ha sido que
efectivamente se produce una mejora en el nivel cognitivo, conductual y social de las personas
que habían participado en sesiones de musicoterapia en comparación con las que habían
realizado terapia ocupacional.
Según D. Barcia-Salorio, la el uso terapéutico de la música produce mejoras en la memoria. En
su estudio de 2009 nos habla en concreto de como la música folclórica, aquella más arraigada en
los pacientes y que les remonta a etapas infantiles y de juventud, es capaz de hacer que estos
puedan traer recuerdos sobre su pasado y sobre ellos mismos. Este tipo de memoria está muy
relacionada con nuestra construcción de identidad, o en palabras del Nobel de Medicina Eric
Kandel : “somos quienes somos, por obra de lo que aprendemos y de lo que recordamos”. Además,
gracias a la sencillez de su estructura y a su ritmo regular, la música folclórica puede resultar muy
eficaz para que las personas con EA puedan hacer predicciones melódicas dentro de una base
estable, lo que por extensión les ayuda a organizarse cognitivamente, es decir, gracias a esta
estructura predecible y estable pueden estructurar ellos mismos su propia función cognitiva.
Esta hipótesis de conservación de la memoria episódica la encontramos también en un estudio
de Carolina Cárdenas en 2010. La autora aplicó sesiones de musicoterapia a 10 pacientes con
grado 1 de EA y observó mejores puntuaciones en la fase post- test que en la pre-test en la prueba
de Groober y Bushke.
Pero no sólo se producen mejoras en la memoria, según D. Barcia-Salorio (2009) gracias a la
musicoterapia se producen también mejoras en el área del lenguaje. Por ejemplo, se han
obtenido datos que demuestran que se aprenden mejor letras de canciones que frases no
musicadas, habrá que seguir investigando en este sentido para intentar extrapolar estos
resultados. Otros estudios, nos resume la autora, apuntan a que después de sesiones de
musicoterapia los resultados en pruebas de lenguaje espontáneo eran significativamente mejores
que en pruebas previas a las sesiones.
En este mismo estudio de 2009, Barcia-Salorio analiza las conductas de agitación en personas
con EA. La agitación es una de las conductas que más afectan a la vida diaria en la residencia y que
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además producen gran hartazgo entre los cuidadores y trabajadores. Estos comportamientos se
han tratado generalmente con fármacos, pero debido a la reducida mejora que producen, junto
con los efectos secundarios que conllevan, desde 1988, la Health Care Financing Administration
apuesta por otro tipo de terapias no farmacológicas, dentro de las cuales está la musicoterapia. En
las sesiones de musicoterapia se produce un efecto catártico no sólo para el paciente, sino
también para el cuidador ya que podemos mediar la relación entre ambos a través de la música
para dar solución y hacer de guía en la resolución de conflictos de manera terapéutica . Esta idea
de la reducción en la agitación está avalada también por el trabajo de Brotons y Pickett-Cooper en
el año1996.
También está demostrado que gracias a la musicoterapia se pueden producir nuevos
aprendizajes, como concluye en un escrito de 2007 M.J Villamizar . Esta autora también nos habla
de la importancia de las sesiones de musicoterapia para la autoestima, pues lo que aprenden
sobre ellos mismos y sus capacidades para la improvisación y la creatividad, lo extrapolan a sus
vidas y lo integran en su personalidad.
3. DESTINATARIOS
Los destinatarios directos del programa de musicoterapia que aquí se propone serán tanto las
personas afectadas con la EA que asistan a centros de día como a las que se encuentren internas
en residencias de mayores de la Comunidad de Madrid. Los destinatarios indirectos serán los
familiares de estas personas. También es previsible que se beneficien indirectamente todos
aquellos dedicados al cuidado de estas personas debido a las modificaciones conductuales que se
produzcan en los pacientes.
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4. LOCALIZACIÓN Y ZONA DE INFLUENCIA
El programa de musicoterapia aquí descrito pretende en principio localizarse en la comunidad
de Madrid, aunque bien puede ser ampliado en un futuro a otras regiones. Así mismo, la zona de
influencia del programa estará dentro de la comunidad de Madrid, dependiendo de donde se
aplique finalmente.
5. OBJETIVOS
El objetivo general que se pretende conseguir con este proyecto es el de mejorar la calidad de
vida de los pacientes afectados con EA y la de sus familias.
En principio, los objetivos específicos que se persiguen, y que generalmente se consiguen,
mediante la aplicación de la musicoterapia en personas con EA son los siguientes(dependiendo
de los casos concretos se trabajará más con uno u otro objetivo):
– Ralentizar el proceso de deterioro cognitivo asociado a la EA.
– Promover situaciones de interacción social entre iguales en las sesiones de musicoterapia.
– Favorecer la expresión emocional y la comunicación.
– Dar espacio para facilitar el autoconocimiento y la autoexploración.
– Desarrollar habilidades motoras a través de la música.
– Estimular el aprendizaje y fomentar la participación activa en las sesiones.
– Trabajar las emociones en un entorno seguro.
– Promover la relajación y reducir el estrés.
– Reducir la agitación y los comportamientos disfuncionales.
– Mejorar las habilidades verbales.
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– Mejorar la orientación hacia la realidad.
– Ayudar a recordar información.
– Mejorar la condición física y motora.
6. ACTIVIDADES Y CALENDARIO
Siguiendo el ejemplo de otros programas de musicoterapia que ya están implementados en
otros centros, como por ejemplo en el AFA de Pozuelo de Alarcón, lo habitual es realizar una
sesión grupal semanal de hora y media en horario matinal. Quizás si el proyecto se realiza en
residencias de mayores, sea conveniente hacer 2 sesiones semanales.
Al igual que con otras actividades similares, las sesiones de musicoterapia seguirán el
calendario escolar, por lo que se esperaría que empiecen a mediados de septiembre o comienzos
de octubre y finalicen a finales de junio.
Estos dos puntos, por supuesto, se pactarán con el centro en que finalmente se implante el
programa y se harán las adaptaciones necesarias para que la aplicación del mismo sea efectiva y
resolutiva.
7. ORGANIZACIÓN Y METODOLOGÍA
Se presentará este proyecto a diferentes centros, bien sean centros de día, residencias de
mayores o AFAs para que desde los mismos se organice la difusión de la nueva propuesta que
aquí se presenta. Una vez difundida, serán bien los familiares, bien el participante, o bien el
centro, dependiendo de cada caso, los que decidan quienes serán o no incluidos finalmente en las
sesiones de musicoterapia. En una primera fase, previsiblemente antes de comenzar las sesiones,
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se pedirá a cada participante que rellene un par de formularios para que los musicoterapeutas
puedan recabar más información y puedan comenzar a evaluar y analizar cada caso particular.
Estos formularios nos informan sobre la historia sonora de cada participante así como de su
habilidad musical general y podrán ser rellenados con ayuda de los familiares o personas del
centro. Una vez recabada la información comenzará el proceso musicoterapéutico.
La metodología a seguir, se enmarca dentro de la llamada improvisación clínica creativa o
método Nordoff-Robbins. El musicoterapeuta crea la música que va a usar para cada sesión,
además usará la improvisación de forma creativa de forma flexible para conseguir los objetivos
que se proponga en cada sesión y fomentará la creatividad de los participantes para lograr su
bienestar.
Una sesión tipo de musicoterapia en esta población concreta podría desarrollarse así (Mateos,
2004):
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8. RECURSOS NECESARIOS, PRESUPUESTO Y FINANCIACIÓN
8.1.Recursos materiales.
Dentro de los recursos materiales empezamos hablando de la sala donde se va a llevar a cabo
la sesión. Ésta deberá ser lo suficientemente amplia como para que tanto los participantes como
los musicoterapeutas puedan moverse libremente por ella sin molestias. Además es
recomendable que la sala esté bien acondicionada, iluminada y ventilada de manera que
favorezca un desarrollo cómodo de la sesión. Deberá ser también un espacio que favorezca la
intimidad, de manera que no interrumpa los procesos de apertura emocional que se darán en
ella. De ser posible el suelo ha de ser de madera para una mejor acústica y confort, y la sala
deberá estar aislada de ruidos excesivos que impidan el normal desarrollo de la sesión.
En segundo lugar hablaremos de los instrumentos necesarios para la sesión. Se necesitará un
piano acústico o eléctrico y a ser posible una guitarra, aunque si no hubiera, la musicoterapeuta
podrá aportar la suya. Además, será necesario instrumental Orff y de pequeña percusión para los
participantes, de manera haya al menos uno por participante. Estos instrumentos deberían ser
cómodos para ellos y poderles permitir cierta autonomía ( recomendamos por ejemplo las sanzas
o kalimbas, güiros, octoblocks, cajas chinas, maracas, huevos sonoros, oceandrums (“pandero de
mar”), palos de lluvia, chimes de una nota, campanas, darboukas, xilófonos, metalófonos,
carrillones, congas, steeldrums, cascabeles, etc. También podrán ser necesarios instrumentos
adaptados a personas con dificultades motoras. )
Por último, podrá ser también necesaria una cámara de vídeo o similar para poder grabar las
sesiones con el objetivo de analizarlas y supervisarlas, y garantizar el progreso de los
participantes.
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8.2.Recursos humanos
Para el correcto desarrollo de una sesión de musicoterapia, independientemente de si ésta es
grupal o individual, desde el método de improvisación clínica desarrollado por Nordoff y Robbins,
se propone que deba ser una pareja musicoterapéutica la que lleve a cabo dicha sesión. Por ello
sería más que recomendable contar con al menos dos musicoterapeutas capacitados para
implementar el proyecto. Desde esta metodología se postula que los musicoterapeutas se
distribuyen en 2 roles diferenciados. Uno de ellos está en constante contacto con el o los
participantes y el otro está más centrado en el progreso musical de la sesión desde una
perspectiva menos cercana podríamos decir. Además el que haya 2 terapeutas en la sesión
permite que las dinámicas y los comportamientos ocurridos durante la misma puedan ser
observados y posteriormente analizados por 2 personas, lo que enriquece ambos procesos.
8.3.Presupuesto y financiación.
El presupuesto derivado de los recursos materiales podrá ser más o menos ajustado a las
posibilidades del centro en el que se desarrolle el proyecto. Si fuera el caso, se podrían buscar los
instrumentos musicales que comentábamos más arriba en el mercado de segunda mano,
pudiendo perfectamente adquirir todo el material necesario por menos de 1.000 € .
En cuanto al presupuesto derivado de los recursos humanos, el salario estándar de los
musicoterapeutas en España es aproximadamente de 30 euros la hora. Generalmente, se viene
haciendo la contratación en régimen de autónomos, por lo que no se producirán más gastos que
los ya mencionados.
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9. DISEÑO DE EVALUACIÓN Y SEGUIMIENTO
Para evaluar el progreso de los participantes en este programa musicoterapéutico vamos a
utilizar dos instrumentos de medición. Uno de ellos es la escala de depresión geriátrica de
Yesavage, en su versión abreviada. Pasaremos la escala antes de comenzar el programa
(septiembre u octubre) y la volveremos a pasar cuando termine el curso (junio o julio).
Además evaluaremos a través de observación durante las sesiones el progreso de cada uno de
los participantes. Para ello utilizaremos una versión abreviada del Sistema de Evaluación
Musicoterapéutica para Personas con Alzheimer y otras Demencia, realizado por Luis Alberto
Mateos Hernández, María Teresa del Moral Marcos y Beatriz San Romualdo Corral en 2012 para el
IMSERSO. Haremos lo mismo que con la escala anterior, es decir, haremos una medición antes de
que comience el programa y otra cuando este finalice y compararemos resultados.
10. BIBLIOGRAFÍA.
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Universidad Nacional de Colombia).
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