Download - Mulch Plastico en Melon
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UNIVERSIDAD ARTURO PRAT DEPARTAMENTO DE AGRICULTURA DEL DESIERTO
ESCUELA DE INGENIERIA DE EJECUCION AGRICOLA
Anteproyecto
Efectos del mulch plástico sobre el cultivo del melón (Cucumis melo), en la Pampa
del Tamarugal.
NOMBRE ALUMNO: Roberto Contreras Díaz
PROFESOR GUIA: Marcelo Lanino
IQUIQUE - CHILE
2000
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INDICE Pág. 1 INTRODUCCION 1
2 OBJETIVOS 2
2.1 OBJETIVO GENERAL 2
2.2 OBJETIVOS ESPECIFICOS 2
3 REVISION BIBLIOGRAFICA 3
3.1 Antecedentes generales del mulch plástico 3
3.1.1 Efectos y ventajas del acolchamiento de suelos con láminas de plástico. 3
3.1.2 Plásticos utilizados en acolchamiento de suelos. 8
3.1.3 Características de algunas láminas para acolchado. 10
3.1.4 Ventajas e inconvenientes de los filmes de polietileno en acolchado de suelos. 11
3.1.5 Correcta utilización de los filmes en acolchamiento según sus tonalidades. 13
3.1.6 Experiencias de cultivos en terrenos acolchados con películas de polietileno 14
3.2 Descripción biológica y exigencias medioambientales del melón. 16
4 MATERIALES Y METODOS 20
4.1 Período de investigación. 20
4.2 Ubicación del ensayo. 20
4.3 Descripción edafoclimática 20
4.4 Selección del plástico 20
4.5 Plantas 21
4.6 Preparación y manejo del ensayo en terreno 21
4.6.1 Selección del terreno y preparación 21
4.6.2 Colocación del plástico 21
4.6.3 Trasplante 22
4.6.4 Prácticas culturales 22
4.7 Tratamientos del ensayo 22
4.8 Diseño experimental 23
4.9 Variables a medir en los tratamientos 25
4.9.1 Temperatura del suelo 25
4.9.2 Humedad volumétrica del suelo 25
4.9.3 Salinidad 25
4.9.4 Desarrollo 26
4.9.5 Rendimiento y Calidad de frutos 26
4.9.6 Control de maleza 27
5 BIBLIOGRAFIA 28
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RESUMEN
Con el motivo de evaluar el efecto de tres tipos de mulch de polietileno en el cultivo de melón
(Cucumis melo) variedad Galia, se realizó una investigación en la Estación Experimental Canchones
del Departamento de Agricultura del Desierto de la Universidad Arturo Prat, desde noviembre del 2000
hasta Mayo del 2001, con cuatro tratamientos, que consistieron en, dos láminas de polietileno de baja
densidad (PEBD) de color negro y anaranjado con 40 µ de espesor, una lámina de polietileno de alta
densidad transparente con 100 µ de espesor y un testigo sin mulch de polietileno. Se evaluaron
variables como temperatura, humedad y salinidad del suelo; precocidad de cosecha, rendimiento y
calidad del melón; y crecimiento de malezas. El diseño experimental fue completamente aleatorizado,
con 15 repeticiones y una planta como unidad experimental.
Los resultados de temperatura del suelo tanto mínima como máxima a 5 y 10 cm de profundidad
fue significativamente mayor en los tratamientos con mulch respecto al testigo durante todo el periodo
de cultivo. No hubo diferencias en la temperatura mínima del suelo para los distintos tratamientos con
mulch, por otro lado, la temperatura máxima del suelo presentó diferencias significativas entre los
mulch transparente y negro, siendo mayor el transparente a una profundidad de 10 cm.
El promedio de la humedad volumétrica presentó diferencias significativas entre los tratamientos
con mulch y el testigo. Los tratamientos con mulch no influyeron en la salinidad del suelo. El
crecimiento de malezas fue significativamente menor para los mulch plástico.
Se observó un aumento significativo del peso de frutos con primera categoría para los mulch
transparente y anaranjado. La precocidad de cosecha fue significativamente mayor en los mulch con
respecto al testigo. El uso de mulch de polietileno no influyó en la calidad del fruto de melón en cuanto
a sólidos solubles, empero, presentaron una mayor calidad externa del fruto.
Palabras claves: melón, mulch, rendimiento.
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SUMMARY
With the intention to evaluate the effect of three kind of polyethylene mulch in a melon cultivation
(Cucumis melo) variation Galia; the investigation was conducted at the Canchones Experimental
station of the Desert Agricultural Department, Arturo Prat University, since November 2000 to May
2001, with four treatments, consisted in, two sheets of low density polyethylene (PEBD) color black and
color orange with 40 µ of thickness, one transparent sheet of high density polyethylene with 100 µ of
thickness and one test without polyethylene mulch. Variations were tested like temperature, humidity
and soil salty; the precocity of the harvest, performance, and melon quality; and weed overgrowth. The
experimental design was totally aleatorize, with 15 repetions and one plant as experimental unit.
The soil temperature, lowest as highest, in 5 and 10 cm deep was significantly higher in the mulch
treatments with respect to the test during the cultivation period. There were no differences in the lowest
soil temperature to the different mulch treatments; on the other hand, the highest soil temperature
showed significantly differences between the transparent mulch and the black one, being the higher
the transparent one in 10 cm deep.
The volumetric humidity average showed significantly differences between the mulch treatments
and the test. The mulch treatments did not influence in the soil salty. The weed over overgrowth was
significantly minor in the plastic mulch.
It was possible to watch the significant increase of the fruit weight with first category to the
transparent and orange mulch. The harvest precocity was significantly higher in the mulch with respect
to the test. The use of polyethylene mulch did not influence the quality of the melon fruit according the
soluble solids, but, they showed a higher external quality of the fruit.
Key words: melon, mulch and yield.
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1. INTRODUCCION
Dada las condiciones edafoclimáticas presentes en la Pampa del Tamarugal,
como alta radiación solar (500 cal/m2), alta luminosidad, cielos despejados
(Rodríguez, 1989), además, suelos con baja materia orgánica entre 0,01 y 0,57%, y
conductividad eléctrica extremadamente alta en la superficie bordeando los 54 y 500
dS/m (CORFO, 1982), es por ello que se hace necesaria la búsqueda de tecnologías
que aprovechen la luminosidad y capacidad térmica, y que atenúen las condiciones
del suelo, para el establecimiento y producción de diversas hortalizas.
Las aplicaciones de los plásticos han permitido ver crecer la eficiencia y el
potencial de la producción agroalimentaria, obteniendo cultivos más tempranos y
abundantes, y con frutos de mayor calidad (Armengol y Badiola, 1997).
Así mismo, el uso de los plásticos es adecuado y económicamente viable en la
eficiencia del recurso hídrico (Robledo, 1995), siendo de gran importancia debido a la
escasez de disponibilidad de agua con que se encuentra la Pampa del Tamarugal
para la producción agrícola, dependiendo exclusivamente de las napas subterráneas
(Rodríguez, 1989).
El acolchado de suelo o “mulch” se vislumbra como una tecnología que permite
aumentar el rendimiento y calidad de algunos frutos, gracias a los efectos que éste
produce sobre la temperatura del suelo, aprovechamiento de la humedad del suelo,
control de malezas y protección de frutos (Robledo y Martín, 1988), entre otros.
Objetivo General:
Determinar el efecto del mulch de polietileno sobre el cultivo del melón (Cucumis
melo L.) variedad Galia, en la Pampa del Tamarugal.
Objetivos Específicos:
1. Determinar el efecto de tres tipos de mulch plástico sobre la temperatura,
humedad y salinidad del suelo.
2. Analizar el efecto de tres tipos de mulch plástico sobre la precocidad de
cosecha, rendimiento y calidad del melón.
3. Determinar el efecto de tres tipos de mulch plástico sobre el crecimiento de
malezas.
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2. REVISION BIBLIOGRAFICA
2.1 Acolchado de suelo
El acolchado o mulch es una técnica que consiste en colocar cualquier material
(paja, aserrín, plástico o papel) extendido sobre el suelo para promover cosechas
precoces, mayores rendimientos, etc (López, citado por Rodríguez, 1997). Las
películas plásticas proporcionan mayores ventajas que las conseguidas con
materiales de origen mineral o vegetal utilizados antiguamente en la cobertura de
suelos (Robledo y Martín, 1988; Zapata y col, 1989).
El uso de acolchados, según Yard, citado por García (2000), aumenta el área
favorable para el desarrollo del cultivo al modificar algunos factores en el suelo, tales
como: temperatura, humedad, fertilidad y estructura; además de tener efecto sobre el
control de malezas y plagas.
En el ámbito mundial la causa de la utilización de polietileno, es más bien de tipo
económico, dado que su precio, es inferior al de cualquier otro material plástico
utilizado en agricultura (Robledo y Martín 1988), el material plástico más utilizado en
la actualidad en acolchado de suelos, es el polietileno de baja densidad (Robledo y
Martín, 1988; Alvarado y Castillo, 1999), debido a que es flexible, impermeable e
inalterable a la humedad (Iribarra, citado por García, 2000).
2.2 Plásticos utilizados en acolchamiento de suelos.
Los filmes transparentes aumentan considerablemente la temperatura del suelo
durante el día y protegen el cultivo durante la noche al permitir el paso de las
radiaciones caloríficas hacia la atmósfera, además, da precocidad a los cultivos. El
mayor inconveniente es que favorece el crecimiento de las malas hierbas, las cuales
sustraen del suelo elementos fertilizantes y reservas de agua (Robledo y Martín,
1988).
Los filmes opacos impiden el crecimiento de las malas hierbas y entregan una
relativa precocidad de cosechas, por otro lado, durante el día el aumento de
temperatura del suelo es inferior al obtenido con un filme transparente, y durante la
noche la planta recibe menos radiación térmica proveniente del suelo (Robledo y
Martín, 1988).
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Según Alvarado y Castillo (1999), lo más frecuente en Chile es utilizar como
acolchado polietilenos de baja densidad (PEBD) de 50 µ de grosor, sin embargo,
luego de dos años de experimentación se puede señalar que para la mayoría de los
cultivos hortícolas, un PEBD de 25 µ es suficiente.
El mismo autor menciona en relación a los polietilenos de alta densidad, con 20
µ de grosor, en general tuvieron una vida útil corta, especialmente en el periodo de
mayor radiación, sufriendo un fuerte deterioro antes de completar el período de
cultivo, sin embargo, no deben descartarse, porque al agregárseles algo de aditivo
antiUV y algún antioxidante podría obtenerse un material que cumpla con la duración
requerida.
La duración de los plásticos para acolchado depende principalmente de la latitud
y de la estación de crecimiento del cultivo a que sean expuestos (Ibarra y Rodríguez,
1997).
2.3 Efectos y ventajas del acolchamiento de suelos con láminas de plástico
Según Ibarra y Rodríguez (1997), los mulch plástico Influyen notoriamente sobre:
• Humedad del suelo
• Temperatura del suelo
• Estructura del suelo
• Fertilidad del suelo
• Actividad microbiana
• Vegetación espontánea
• Protección de frutos
2.3.1 Influencia del mulch plástico sobre la humedad del suelo
Al ser el plástico impermeable al vapor de agua y a los líquidos impide la
evaporación del agua del suelo - las ligeras pérdidas por evaporación se debe a las
perforaciones practicadas en el plástico para hacer posible el transplante o plantación
- con el efecto consiguiente de que se mantiene a la disposición de las plantas
cultivadas (Ibarra y Rodríguez, 1997). De esta forma se benefician de un aporte
constante y regular (Robledo y Martín, 1988; Zapata y col, 1989).
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Con la utilización de acolchado plástico se reducen las necesidades y frecuencia
de los riegos (Papaseit, 1993). Otras experiencias, afirman que con el uso de
acolchado plástico se logra distanciar los riegos a una vez cada quince días, en
lugares donde se regaba dos veces por semana (Alvarado y Castillo, 1999).
Volosky (1978), en condiciones de ensayo usando mulch de polietileno en un
vivero de vid, pudo disminuir en 25% el número de riegos en las parcelas bajo mulch,
mediante la observación de la humedad aparente del suelo y la ausencia de
sintomatología atribuible a la sequedad de la planta. La disminución de riegos puede
atribuirse tanto a la mayor conservación de la humedad, como a las mejores
condiciones obtenidas por la planta por la no competencia de las malezas. Los
plásticos oscuros al impedir la posibilidad de realizar fotosíntesis en las malezas,
permiten ahorrar el agua que estas pudieran consumir (Alvarado y Castillo, 1999;
Robledo y Martín 1988).
Renquist, citado por García (2000), señala que la frutilla con mulch plástico crece
en forma vigorosa en verano, y que requiere tan solo un tercio del agua en
comparación a cultivos sin plástico.
Dainello (1994), menciona que el acolchado reduce las pérdidas de agua por
evaporación, además que si se trabaja con riego por goteo permite un máximo
aprovechamiento del agua y un mayor desarrollo del cultivo.
Barticevic (1997), citado por garcía (2000), afirma que al evaluar la uniformidad
de las unidades de lechuga en relación con la distribución de la humedad del suelo
(mediante cintas de riego), obtuvo sólo resultados en los tratamientos bajo acolchado
y no así con el tratamiento testigo.
A diferencia de la mayoría de ensayos que atribuyen al acolchado como método
de aprovechamiento hídrico, Battikhi y Ghawi (1987) al medir los efectos de diferente
mulch plástico en el cultivo del melón (variedad El Dulce de Amco) usando riego por
goteo (entre abril y agosto en el valle del Jordán), descubrieron que no existen
diferencias significativas entre plástico transparente, negro y tratamientos sin mulch
respecto al agotamiento de la humedad del suelo, abastecimiento de agua total,
pérdidas profundas por percolación y evapotranspiración. Los pesos de la raíz, la
densidad, y la distribución horizontal y vertical no eran significativamente diferentes
entre tratamientos. Los rendimientos en terrenos bajo mulch plástico transparente
promediaron 14,2 T/ha y eran significativamente bajo ante el promedio de los
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rendimientos (28,7 T/ha) bajo mulch plástico negro, al igual que el control sin mulch
rindiendo en promedio sólo 6,0 T/ha. Esta diferencia fue atribuida al hecho que los
terrenos bajo tratamientos con mulch negro recibieron más (pero no
significativamente) irrigación total que los terrenos bajo mulch transparente y sin
mulch.
2.3.2 Influencia del mulch plástico sobre la temperatura del suelo
La temperatura del suelo es un factor que tiene gran relevancia en la
germinación de semillas, crecimiento vegetativo, formación del suelo (Contreras y
col, 1992; Villaseca, 1990), incluyendo, además, efectos directos sobre la absorción
de agua y efectos indirectos sobre el crecimiento de las raíces (Kramer, 1989). En
consecuencia, influye en los procesos biológicos, físicos y químicos del suelo (USDA,
1975).
Desde el punto de vista térmico, el acolchado se comporta como un filtro de
doble efecto, que acumula calor en el suelo durante el día y deja salir parte de este
durante la noche, lo que evita o disminuye el riesgo de heladas por bajas
temperaturas del aire, fenómeno que depende, en mayor o menor cuantía, según el
color del plástico utilizado y su espesor (Robledo y Martín. 1988; Zapata y col, 1989;
Devia, 1989; Alvarado y Castillo, 1999). En cualquier caso el suelo acolchado estará
siempre a mayor temperatura que desnudo, lo que favorece la actividad de las raíces
(Acevedo, 1979; Papaseit, 1993).
Según García (2000), trabajando con brócoli, el tratamiento testigo sin acolchado
registró las menores temperaturas medidas en el suelo, y entre los tratamientos con
acolchado, el transparente mostró las temperaturas medias más altas, seguido del
anaranjado - el gris humo - negro - y por último el aluminizado.
El uso de acolchados de polietileno provoca un aumento de la temperatura del
suelo, respecto a un suelo desnudo. El plástico naranjo presenta temperaturas en
promedio mayores en 2ºC a los tratamientos a suelo desnudo, tanto en la mañana
como en la tarde, mientras que con acolchado de polietileno negro, las temperaturas
fueron en promedio 1ºC mayores que el testigo (Barra, 2000).
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Trujillo y Acevedo, citado por Contreras y col (1992), trabajando con acolchado
de diferentes pigmentación en sandía (Citrollus vulgaris), detectaron un mayor
crecimiento radical bajo los tratamientos acolchados con polietileno transparente y
gris-humo lo que se asocia a mayores niveles de temperatura en el suelo. Un
aumento en la temperatura del suelo permite un mayor desarrollo radical y una
producción precoz y de mejor calidad (Villagrán, 1991).
Las altas temperaturas que alcanzaron la superficie del suelo bajo ciertos
acolchados, principalmente transparentes en períodos de alta radiación solar, se
pueden traducir en detención del crecimiento de raíces, daños en la base de los
tallos e incluso su muerte (Alvarado y Castillo, 1999). En cultivo de papas, por
ejemplo, se ha observado una mayor producción de tubérculos bajo mulch negro que
con polietileno transparente (Contreras, A. 1986). La temperatura óptima del suelo
varía según la mayoría de las especies pero debe ser de más o menos 20 a 25°C
(Kramer, 1989; Alvarado y Castillo, 1999).
Según Alvarado y Castillo (1999), las temperaturas mínimas se mantienen 2 a 3
°C sobre el testigo sin acolchar cualquiera sea la época de cultivo; siendo
especialmente importante en los meses de invierno. El mismo autor menciona que
las temperaturas máximas superan al testigo sin acolchar pero sin llegar a
condiciones estresantes para las plantas, en el Campo Experimental Antumapu de la
Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile.
Uno de los mayores factores que influyen en el suministro de calor al suelo es el
color, de éste mismo, el suelo ejerce un efecto en el albedo afectando la radiación
neta. Un segundo factor predominante en el suministro de calor al suelo es la
existencia de una cubierta aislante y la disipación de éste estará determinada por el
contenido de humedad en el suelo (Hanks y Ashcroft, citado por Barra, 2000).
Además hay que tener en cuenta la influencia que aporta la latitud en el suministro de
calor al suelo, de este modo la temperatura de los suelos Chilenos disminuye al
aumentar la latitud (Villaseca, 1990).
Ballif y Dutil, citado por García (2000), mencionan que es preferible utilizar el
mulch transparente en suelos con dificultad para aumentar su temperatura.
La suma de temperaturas que actúan sobre una planta tiene importancia
primordial en la determinación de su desarrollo y tamaño final. La temperatura tiene
importancia directa en el número de días necesarios para alcanzar los diferentes
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estados de desarrollo. La posibilidad de aumentar las temperaturas mediante el uso
del acolchado de polietileno adecuado, acortaría el periodo necesario para alcanzar
la suma térmica requerida por el cultivo para madurar, adelantando la producción
(Alvarado y Castillo, 1999).
Para Seitz (1985), la temperatura de suelo a 10 cm de profundidad bajo mulch
plástico transparente (25 µ) es mayor en comparación al negro (40 µ), y por otro lado,
la temperatura máxima del aire medida cerca de la planta, es levemente mayor en el
negro en comparación al transparente. En otro lugar, en un ensayo realizado en la
zona de Temuco, Chile, las variaciones de temperatura observadas en los diferentes
acolchados estudiados (transparente, negro y gris-humo), muestran que los niveles
térmicos promedios del suelo bajo acolchado de polietileno gris-humo, son levemente
superiores a los que se obtiene con polietileno transparente (Contreras y col, 1992).
Con el polietileno transparente, por el efecto invernadero se consigue aumentar
la temperatura del suelo, lo cual, se traduce en un claro beneficio para el cultivo,
elevando en promedio la temperatura del suelo entre 2 y 6 ºC a 10 cm de
profundidad (Cornillon, 1974).
2.3.3 Influencia del mulch plástico sobre la estructura del suelo
El mulch con filme de plástico presenta una condición que favorece el desarrollo
de las raíces de las plantas. Estas se hacen más numerosas, más largas en sentido
horizontal a consecuencia de que la planta, al encontrar la humedad suficiente a
poca profundidad y un suelo bien mullido, su sistema radicular se desarrolla más
lateralmente que si tiene que buscarlas a mayores profundidades, en cuyo caso su
crecimiento sería en sentido vertical. Con el aumento de raicillas colonizando la
estrata de mayor fertilidad del suelo, la planta se asegura una mayor extracción de
agua y sales minerales, lo que conduce a mayores rendimientos (Robledo y Martín
1988; Zapata y col, 1989; Escobar, 1990; Papaseit, 1993; Alvarado y Castillo, 1999).
2.3.4 Influencia sobre la fertilidad y actividad microbiana del suelo
La elevación de temperatura y la menor pérdida de humedad del suelo como
consecuencia de estar protegido el terreno con un film de plástico, favorece la
mineralización del suelo, lo que lleva, a una mayor disponibilidad de nitrógeno para
las plantas (Robledo y Martín 1988; Papaseit, 1993; Alvarado y Castillo, 1999). En
cuanto a la temperatura, su valor límite para retener la nitrificación se encuentra entre
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45 y 52 °C, con una situación óptima que varía, según el terreno, entre 25 y 45 °C.
Además, el terreno desnudo necesita de una saturación hídrica elevada, que varía
entre 60 y 80 % para que exista una buena nitrificación. Estos límites de temperatura
y humedad son fácilmente obtenibles por medio del mulch; el abono nítrico queda a
disposición de la planta en gran parte bajo el mulch, con un suministro de agua de
irrigación; y la percolación, que es causa de fuertes pérdidas de abonos nítricos por
lavado, es reducida al mínimo (Ibarra y Rodríguez, 1997).
En un ensayo con lechuga, los tratamientos con acolchado presentaron un
mayor contenido de nitrógeno en forma nítrica, para cualquiera de las dosis, con
respecto a un suelo desnudo. Esto permitiría disminuir la cantidad de fertilizante,
originando beneficios económicos para el productor (Barra, 2000).
La actividad microbiótica, sobre todo el proceso de transformación, favorece la
producción de anhídrido carbónico bajo el polietileno; se ha observado que bajo este
último es cuatro veces mayor que en terreno descubierto (Ibarra y Rodríguez, 1997).
2.3.5 Influencia sobre el control de malezas
El perjuicio ocasionado por las malezas puede suscitar una disminución en la
producción, un deterioro del área productiva y un aumento de las labores de
movimiento de suelo, se ha considerado además, que las pérdidas causadas por las
malezas son tan dañinas como las originadas por insectos o enfermedades. En Chile
se puede estimar que las pérdidas por malezas sobrepasan un 30%, y en casos de
enmalezamientos extremos puede llegar a un 90% (Kogan, 1992).
El crecimiento de malezas bajo el acolchado depende del color del plástico, es
decir, de su transmisividad a la luz solar. El polietileno transparente posee una alta
transmisión de radiación solar fotosintética activa, lo que favorece el crecimiento de
malezas que compiten por agua y nutrientes con el cultivo y además le provocan
daño mecánico por levantamiento del acolchado plástico; a veces no llegan a
fructificar, ya que el plástico termina sofocándolas, a consecuencia de las altas
temperaturas que se originan bajo el mismo (Robledo y Martín, 1988). Asimismo
Ibarra y col (1997), mencionan que la aplicación correcta del plástico transparente
permite que la temperatura y humedad altas bajo el mismo quemen las malezas
germinadas en las primeras fases del desarrollo vegetativo.
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Sin embargo se puede evitar totalmente el crecimiento de malezas utilizando un
film que impida el paso de luz, como es el color negro y el aluminizado (Robledo y
Martín, 1988; Ibarra y Rodríguez, 1997; Alvarado y Castillo, 1999).
Aquellos filmes de colores, con valores intermedios de transmisividad, permitirán
el desarrollo proporcional de malezas bajo el filme, a mayor paso de luz mayor
cantidad de malezas (Alvarado y Castillo, 1999).
Cuando de malezas se trata, el período crítico de interferencia es un importante
factor a considerar, ya que es en esta etapa cuando la presencia de malezas causa
la mayor merma de rendimiento. En general para los cultivos hortícolas el periodo
crítico de interferencia corresponde al primer tercio del tiempo que dura el cultivo
(Alvarado y Castillo, 1999).
2.3.6 Influencia sobre la producción, precocidad y calidad
Acevedo, citado por García (2000), señala como ventajas adicionales del uso de
plásticos en la agricultura, que no sólo permite aumentar los rendimientos de los
cultivos, si no que también extiende la temporada de cosecha y el área cultivada,
además, se obtienen mejores frutos y más limpios.
La precocidad es un factor de rentabilidad estrechamente relacionado con la
temperatura y que resulta determinante en el éxito económico del cultivo (Sánchez,
1985).
El acolchamiento del suelo con láminas de plástico permite una precocidad de 8
– 21 días con respecto al testigo y rendimientos entre 21 y 200% dependiendo del
cultivo (Escobar, 1990). En este mismo sentido, Montes (1983), menciona que la
aplicación de mulch plástico en Chile para el melón permite una obtención de
precocidad de 15 a 30 días.
En un estudio realizado sobre cultivo de melón en Hungría con mulch plástico de
color gris, transparente, blanco, y verde, Zatikó (1983) menciona que el plástico
transparente (combinado con un control de maleza) tuvo una precocidad de 9 días y
un incremento en los rendimientos de 30-40% comparado con los controles sin
mulch, mientras que el plástico negro y gris tuvieron una precocidad de 8 días pero
con un aumento en rendimientos de 60-65 %; el plástico blanco tuvo un incremento
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de rendimientos de 50% y el plástico verde dio resultados semejantes a los con
película transparente.
Izquierdo y Menéndez (1980) al evaluar la respuesta del melón (Honey Dew)
bajo acolchado de suelo (plástico transparente, plástico negro, orgánico y testigo)
obtuvo diferencias significativas sobre el crecimiento, siendo el plástico transparente
el de mayor vigor y largo de guía principal como así mismo el mayor porcentaje de
floración, no logrando ser significativo sobre la producción en número y peso de
frutos por planta, ocurriendo lo mismo en lo que respecta a sólidos solubles. Según
los resultados, el mulch plástico causó un estímulo inicial del crecimiento que resultó
en una mayor precocidad y producción, especialmente en el plástico transparente
obteniendo un aumento del rendimiento por hectárea del orden del 240%, y un
adelanto de 30 días en la obtención del 80% de la producción total, además de un
incremento en los sólidos solubles (no significativo), no ocurriendo así sobre los otros
mulch y testigo.
En cuanto al buen crecimiento vegetativo, también fue corroborado por Munguia
y col. (1998), quién observó que el índice de área foliar, la longitud del sarmiento, la
materia seca total, la producción de fruta y los valores en grados Brix eran
significativamente más altos en tratamientos con mulch plástico que en el control. El
mismo autor menciona, que la concentración más alta de solutos disueltos en terreno
cubiertos con mulch, fue lo que contribuyó con los aumentos en el crecimiento
vegetal y rendimiento de frutos.
La mayor precocidad en la producción de melones con mulch plástico
transparente fue asociado por Leron y col (1972) a un mayor crecimiento vegetativo
inicial.
En cuanto a la calidad, Lee-JongNam y col (1997), al evaluar el efecto del
acolchado en la calidad de un ensayo con melón y distintos acolchados (negro, claro
y películas reflectoras), determinó que los frutos del tratamiento negro fueron los más
altos en sólidos solubles (15,2 º Brix) y que el rendimiento comerciable era 17% más
alto que el control.
Por otro lado, la mejora en la sanidad del producto que se obtiene en un cultivo
con acolchado plástico, se debe a que la lámina mantiene aislado del suelo los frutos
(Robledo y Martín, 1988). Gracias a ello, el mulch plástico reduce la incidencia de
enfermedades fungosas especialmente Botrytis en frutilla (Villagrán, 1991).
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De esta forma los mulch plásticos han probado ser particularmente efectivos en
la prevención de podredumbres del fruto, fundamentalmente causadas por Fusarium
sp., Alternaria sp., Aspergillus sp. y Penicilium sp. (Mimbela-Leyva, citado por
Izquierdo y Menendez, 1980).
2.4 Generalidades del melón
2.4.1 Aspectos generales
El melón (Cucumis melo L.) es una planta cucurbitácea, cuyo lugar de origen no
está precisamente definido, ya que algunas fuentes sugieren Africa, y otras
mencionan el oeste de Asia (Zapata y col, 1989).
Su consumo es principalmente en fresco, utilizándose también en la producción
de dulces (Lorente, 1997).
El melón, por su origen de climas templados, cálidos y luminosos, suele
presentar en condiciones normales de cultivo una vegetación exuberante, con tallos
poco consistentes y tiernos, que adquieren su mayor desarrollo en las estaciones
secas y calurosas (Zapata y col, 1989).
2.4.2 Descripción biológica
La planta desarrolla unas raíces abundantes y rastreras, con un crecimiento
rápido entre los 30-40 cm del suelo, donde alcanzan su mayor densidad. Algunas
veces superan el metro de profundidad. Es extremadamente polimorfa, con un tallo
herbáceo que suele ser velloso, pudiendo ser rastrero o trepador, ayudado por sus
zarcillos (Zapata y col, 1989).
Las hojas, normalmente vellosas, son de tamaño y forma muy variados: enteras,
venifornes, pentagonales o lobuladas (Zapata y col, 1989).
Pueden presentar flores monoicas, andromonoicas y ginomonoicas en algunas
raras variedades. La mayor parte de las variedades cultivadas pertenece al grupo de
las andromonoicas (Zapata y col, 1989).
Las ramas fructíferas pueden alargarse y dar numerosas flores masculinas y una
o dos flores femeninas. La planta produce muchas más flores masculinas que
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femeninas, y la proporción de flores masculinas, femeninas o hermafroditas varía,
especialmente con las condiciones del clima (luz y temperatura). El fruto es más o
menos globular o pepónide, que pertenece al tipo baya (Zapata y col, 1989).
Los frutos alcanzan su madurez, en condiciones favorables de cultivo, a los 45
días de su fecundación, presentando un tamaño muy variable que depende de la
variedad. En cuanto a la forma, puede ser: esférica, deprimida, oblonga, ovoidea u
oval, dependiendo de las condiciones de cultivo (Zapata y col, 1989).
Una vez maduro el melón, su superficie puede estar cubierta de unas
prominencias salientes que reciben el nombre de “verrugas” (o escritos), o bien por
líneas grisáceas de tejidos leñosos que imitan a una red. Antes de madurar la
superficie del fruto es de color verde, adquiriendo, conforme madura, un color pardo
o verde amarillento, que puede presentarse de forma uniforme o moteada. La carne
puede tener distintas coloraciones: blanca, verde, amarilla, anaranjada o roja (Zapata
y col, 1989).
2.4.3 Exigencias medioambientales
El melón requiere calor para su cultivo y una humedad no excesiva, pues de lo
contrario su desarrollo no es normal, no madurando bien los frutos y perdiendo
calidad en regiones húmedas y con poca insolación (Zapata y col, 1989).
El desarrollo vegetativo de la planta queda detenido cuando la temperatura del
aire es inferior a 13 °C, helándose a 1 °C. En cuanto a temperaturas óptimas, las
ideales son: 28 °C a 32 °C para la germinación, de 20 °C a 23 °C para la floración y
de 25 °C a 30 °C para el desarrollo (Zapata y col, 1989). Según Volosky (1974), la
madurez necesita 2500 – 3000 días grado, sobre un umbral de 10 ºC.
En el primer desarrollo de la planta, la humedad relativa debe ser del 65-75%, en
la floración del 60-70% y en la fructificación del 55-65% (Zapata y col, 1989).
Las plantas de melón necesitan bastante agua en el período de crecimiento y
durante la maduración de los frutos. Estas necesidades están ligadas al clima local y
a la insolación. La falta de agua en el cultivo da lugar a menores rendimientos, tanto
en cantidad como en calidad. También es muy importante la cantidad de horas de
luz, necesitando un mínimo de 15 horas al día, aumentando la calidad y producción si
la iluminación es de más horas (Zapata y col, 1989).
17
Los rayos solares estimulan la producción de frutos dulces, sabrosos y firmes
(Giaconi y Escaff, 1995).
La temperatura del suelo ac nivel de las raíces durante el período de crecimiento
del melón debe ser superior a los 10 °C, siendo preferible una mayor temperatura,
puesto que la absorción de agua por parte de las raíces aumenta al hacerlo aquélla
(Zapata y col, 1989). Según Veschambre y Zuang (1976), la temperatura del suelo en
los procesos de crecimiento y de absorción radicular son más activos entre 15 y 20ºC
para el melón, y con temperaturas de 10ºC o menores en el suelo, la absorción de
agua es escasa.
En cuanto a suelos, aun sin ser muy exigente, el melón da mejores resultados
cuando es profundo, mullido, bien aireado, bien drenado, consistente y no muy ácido
(el pH ideal se sitúa entre 6 y 7); tolerando suelos ligeramente calcáreos. Si es
exigente en cuanto a la capacidad de retención de agua por parte del suelo, ya que
los encharcamientos producen podredumbres en los frutos, por lo que es necesario
que el suelo tenga un buen drenaje (Zapata y col, 1989).
El rendimiento del cultivo ya puede afectarse en suelos sobre 2 dS/m de
conductividad eléctrica (Giaconi y Escaff, 1995).
18
3. MATERIALES Y METODOS
3.1 Materiales
3.1.1 Ubicación del ensayo
El ensayo se realizó en la Estación Experimental Canchones del Departamento
de Agricultura del Desierto de la Universidad Arturo Prat, ubicado en la región de
Tarapacá, a 980 m.s.n.m. y a 20° 26,542” Latitud Sur y 69° 32,139” Longitud Oeste,
al sureste de la ciudad de Iquique.
3.1.2 Descripción edafoclimática
El clima se clasifica como desértico normal. Presenta diferentes rasgos como
ausencia casi absoluta de precipitaciones, una baja humedad relativa que fluctúa
entre un 20 y 30% (Rodríguez, 1989), temperaturas que alcanzan los 36°C en verano
y menos de 0°C en invierno, y una amplia oscilación térmica entre el día y la noche
(Lanino, 1995). Con suelos de textura media a gruesa, formados por estratas,
impregnados de sales solubles predominando los cloruros y sulfato, con una
conductividad eléctrica en terrenos vírgenes con más de 50 dS/m CORFO (1982), y
que al lixiviarlo cambia a 2 ó 5 dS/m, además posee un pH 7,6 – 8, clasificándolo
como suelo salino sódico (CORFO, 1975).
3.1.3 Mulch plástico
Se utilizaron tres tipos de mulch plásticos (sin antiUV y no reciclables); dos
polietileno de baja densidad (PEBD) de 40 µ de espesor uno negro y otro
anaranjado, y polietileno transparente de 100 µ.
3.1.4 Especie y cultivar
Para este ensayo se utilizaron semillas de melón (Cucumis melo L.) variedad
Galia; híbrido reticulado muy precoz de origen israelí, con un peso medio del fruto
entre 850 y 1900 gr. El color de la cubierta es normalmente naranja, sin manchas y
con punteados de mediana intensidad. La textura de la carne es media, con color
verde claro en la zona externa y blanco-naranja en la interna. La forma del fruto es,
generalmente, redonda, siendo, a veces, alargada. Tiene un débil acostillamiento, sin
19
apenas rugosidad y escriturado. La separación del pedúnculo es fácil o de dificultad
media. Franco y col (1993) mencionan, que la semilla de melón Galia (Revigal) tiene
una capacidad para germinar de forma aceptable hasta niveles salinos de 7,8 dS/m,
y la de la plántula de desarrollarse de una forma equilibrada en condiciones salinas
de hasta 7 dS/m.
3.2 Métodos
3.2.1 Descripción y manejo del ensayo
El ensayo se realizó sobre una superficie de 400 m2, de 20 hileras de 20 m de
largo con aproximadamente 0,6 m de ancho, y una separación de 1,5 m entre hilera.
La densidad de población fue equivalente a 26.400 plantas por hectárea.
Preparación del suelo
Para la preparación del suelo, primero se realizó la formación de los 20 surcos
(de 20 m de largo) con un subsolador, a una profundidad de 0,3 m y un ancho de 60
cm, además de un distanciamiento entre ellos de 1,5 m aproximadamente. En
segundo lugar se limpiaron los surcos de raíces de malezas y rastrojos de cultivos
anteriores. Debido a la falta de materia orgánica y de otros compuestos deficitarios
en estos suelos, se aplicó al voleo dentro de cada surco un equivalente a 11,5 ton
ha -1 de estiércol fermentado de caprino, conjuntamente una dosis de 45 kg ha -1 de
P2O5 como superfosfato triple y además sulfato de calcio o yeso agrícola
correspondiente a 20 ton ha -1. Seguidamente en cada surco se pasó un
motocultivador para mezclar todos estos abonos. En seguida se extendieron las
cintas de riego a lo largo del surco y se sujetaron.
Colocación del plástico
Preparado el suelo y colocada la cinta de riego, se extendieron 20 metros de
plásticos PEBD y convencional de un ancho de 1,2 m por todo el largo del surco y
sobre la manguera con gotero integral, todas estas películas plásticas se sujetaron
dentro del perímetro del surco con el mismo suelo del terreno (Anexo 3).
Inmediatamente después se procedió a perforar el polietileno con un cilindro de lata
de 7 cm y finalmente se regó durante una semana con 40 minutos de riego al día
para lixiviar las sales del suelo.
20
Siembra
Luego del proceso de lixiviación de sales, se realizó la siembra desde el 16 hasta
el 18 de enero. Se colocaron dos semillas en forma diagonal a 2 cm del gotero y a
una profundidad de igual medida, con un distanciamiento entre ellos de 0,5 m sobre
la hilera.
Riego
El cultivo se regó a partir de mangueras con gotero integral, con un caudal de 2
L/h por gotero. Se ubicó esta maguera dentro de cada surco, afirmada en su extremo
con una estaca para evitar movimientos. La cantidad de agua aplicada en el ensayo
se calculó en función de la demanda hídrica del tratamiento sin mulch, considerando
la evaporación de bandeja y el estado fenológico del cultivo, en resumen, la cantidad
de agua aplicada al cultivo se pueden observar en el Anexo 1.
Fertilización
Para la fertilización se utilizó urea, nitrato de potasio y fosfato monoamónico,
aplicados en dosis diarias mediante fertirrigación (fertilización a través del sistema de
riego), sumando en total hasta la última cosecha un equivalente a 188 unidades ha -1
de N, 149 unidades ha -1 de K2O y 25 unidades ha -1 de P2O5, además 13,6 lts ha -1
de ácido fosfórico, ello según las experiencias realizadas por Lanino1, en la E.E.
Canchones.
Tratamientos fitosanitarios
Diez días después de la siembra se aplicó a todo el terreno por medio del riego
los fungicidas Captan (1,5 kg ha -1) y Benlate (0,375 kg ha -1) para el control de la
podredumbre del cuello o mal del pie. Luego a causa de la aparición de gusanos
noctuideos (Agrotis spp.), 12 días después de la siembra, se aplicó con bomba de
espalda el insecticida Monitor 600 EC, con una dosis de 375 cc/375 lts de agua/ha,
junto a una dosis de humectante adherente, Extravón, 113 cc/375 lts de agua/ha.
1 Lanino, M. Ing. Agrónomo. Académico Departamento Agricultura del Desierto. UNAP. Iquique-Chile.
21
Para la arañita bimaculada (Thetranychus urticae), 21 días después de la
siembra, se aplicó el acaricida Vertimec EC con bomba de espalda, con una dosis de
469 cc/375 lts de agua/ha.
Luego, debido a las inesperadas precipitaciones ocurridas 60 días después de la
siembra, en la E.E. Canchones, el cultivo sufrió de una excesiva humedad en el
follaje, por ello se previno de la aparición de hongos con Captan y Benlate en dosis
de 3 kg ha -1 y 1,5 kg ha -1 por el riego, respectivamente, y por el follaje, con bomba
de espalda, los mismo fungicidas en dosis cada uno de 500 gr/375 lts de agua/ha.
En la cosecha, la aparición de un tipo de gorgojo perforando los frutos, obligó a
tomar nuevas medidas en contra de los insectos, para ello se utilizaron dos dosis de
Anasec EC, con bomba de espalda, de 499 cc/375 lts de agua/ha.
Control de malezas
Los controles de maleza se realizaron a partir de la observación de la incidencia
y abundancia de la maleza sólo en las hileras sin mulch, hubo tres
desmalezamientos, a los 15, 35 y a los 71 días después de la siembra, no así en las
demás hileras. Todos los controles se realizaron de forma manual con palas y
azadón.
Cosecha
Los frutos fueron cosechados cuando se desprendían fácilmente del pedúnculo
de la planta. La cosecha se extendió desde el 30 de marzo hasta el 23 de abril.
3.2.2 Tratamientos
Los tratamientos correspondieron a dos mulch de polietileno de baja densidad,
uno convencional y un testigo sin mulch.
Tratamiento 1: Sin mulch plástico (testigo).
Tratamiento 2: PEBD naranjo, 40 µ, sin aditivos.
Tratamiento 3: Polietileno transparente de 100µ, sin aditivos.
Tratamiento 4: PEBD Negro, 40 µ, sin aditivos.
22
3.2.3 Diseño experimental
Las mediciones se realizaron en tres plantas dentro de los 10 m centrales de
cada hilera, así los primeros 5 m y últimos 5 m de cada hilera, al igual que la primera
y última hilera, no se consideraron por el efecto borde. La unidad experimental
consistió en una planta. El ensayo tuvo un diseño experimental completamente
aleatorizado, como se observa en la Figura 1.
Bombade agua 20 mts
5 mts 10 mts
Hilera 1
Hilera 2
Hilera 3
Hilera 4
Hilera 5
Hilera 6
Hilera 7
Hilera 8
Hilera 9
Hilera 10
Hilera 11
Hilera 12
Hilera 13
Hilera 14
Hilera 15
Hilera 16
Hilera 17
Hilera 18
Hilera 19
Hilera 20Norte
Debido al efecto borde, no se tomaron en considerac
Mulch plástico color an Mulch plástico color ne Mulch plástico transp Testigo
5 mts
Sur
ión las hileras 1 y 20
aranjadogro
arente
Figura 1. Representación esquemática de la ubicación de los distintos
tratamientos.
23
3.2.4 Variables evaluadas en los tratamientos
Temperatura del suelo
La temperatura del suelo fue medida en 12 repeticiones por cada tratamiento con
un termómetro digital portátil, a 5 y 10 cm de profundidad, dónde el desarrollo
radicular, según Lanino2 (com. per.), es más abundante para el melón. Antes de
comenzar las mediciones se determinó dentro de un día, y cada una hora, las
variaciones de la temperatura máxima y mínima del suelo, por ello, los muestreos se
realizaron a las 9:00 y 15:00 hrs. una vez por semana.
Humedad volumétrica del suelo
La humedad volumétrica del suelo se determinó con un medidor de humedad del
suelo, Theta Probe, en 15 repeticiones por cada tratamiento durante todo el periodo
de cultivo, a las 9:00 y 15:00 antes del riego y una vez por semana.
Salinidad del suelo
La salinidad del suelo se determinó mediante la conductividad eléctrica del
extracto de saturación en 10 muestras de suelo por cada tratamiento, después de la
cosecha, con un conductivímetro portátil HORIBA B-173. Estas muestras fueron
extraídas con un barreno justo bajo el gotero a 20 cm de profundidad.
Precocidad de cosecha
Para obtener la precocidad del fruto de melón en cada tratamiento, se determinó
la fecha de cosecha de 10 repeticiones cuando el fruto maduro se desprendiera sin
dificultad del pedúnculo.
Rendimiento y calidad
El rendimiento se determinó a partir del peso de frutos maduros con primera
categoría de 15 repeticiones en cada tratamiento. Para la caracterización de los
frutos se utilizaron las siguientes categorías:
2 Lanino, M. Ing. Agrónomo. Académico Departamento Agricultura del Desierto. UNAP. Iquique-Chile.
24
Primera: Fruto sano, sin daños en su corteza.
Segunda: Fruto sano, con daño evidente en su corteza causado por agentes
biológicos o mecánicos.
Desecho: Fruto sin valor comercial por heridas o hendiduras causados por
agentes biológicos o mecánicos.
La calidad de los frutos en los tratamientos se midió a partir del contenido de
azúcar de la pulpa. Los frutos fueron divididos en seis partes y a cada parte se
midieron los sólidos solubles con un refractómetro portátil, obteniendo así un
promedio en grados Brix para cada fruto. La riqueza mínima en azúcar exigida al
fruto se estableció en 8º Brix según Zapata y col (1989).
Control de maleza
Al final del cultivo se determinó la cantidad de malezas de 12 repeticiones
encontradas en una superficie de 20 x 20 cm sobre el suelo. Para ello se sacó a ras
de suelo toda la maleza de esa superficie, que luego fue pesada en su estado fresco
y después llevada a estufa a 70°C para obtener su peso seco.
3.2.5 Análisis estadístico
Se realizó un análisis de varianza para determinar si existían diferencias entre
los tratamientos, al presentarse diferencias significativas la separación de los
promedios se efectuó mediante la prueba de rango múltiple de Bonferroni, con un
95% de confianza.
25
4. PRESENTACION Y DISCUSION DE RESULTADOS
4.1 Influencia del acolchado sobre la temperatura del suelo
4.1.1 Evolución de la temperatura mínima del suelo a las 9:00 hrs
Se puede observar en el Cuadro 1 que la temperatura mínima del suelo a
principios de febrero es significativamente mayor en los mulch transparente y
anaranjado, que el mulch negro, y en último lugar el testigo, el mayor
comportamiento se debió a la alta transmisividad a la radiación solar de los dos
primeros mulch en relación al negro. García (2000) menciona, en un ensayo con
brócoli, que el mulch transparente es el de mayor transmisividad con un 94,7%, el
anaranjado con 42,66% y el negro con un 11%. Por ello, la mayor temperatura
durante el día recibida por los mulch transparente y anaranjado se reflejó en una
mayor temperatura mínima del suelo al día siguiente. Las diferencias en acumulación
de calor durante el día se explican por la distinta transmisividad de las láminas de
polietileno según Robledo y Martín (1988).
Cuadro 1. Temperatura promedio del suelo a 5 cm. de profundidad, medida a las
9:00 horas, temporada 2001.
Temperatura
(ºC)
Tratamientos Fecha
03-Feb
23-Feb
04- Mar
11-Mar
17- Mar
24-Mar
31-Mar
07-Abr
15-Abr
24-Abr
Transparente 26,0 b 25,1 c 24,0 c 24,4 b 24,0 b 21,2 b 20,9 b 21,0 b 19,6 b 18,1 b
Anaranjado 25,6 b 24,4 b 23,1 b 24,4 b 23,8 b 21,0 b 20,4 b 20,9 b 19,5 b 17,9 b
Negro 25,0 c 24,1 b 23,5 bc 24,2 b 23,9 b 21,3 b 20,6 b 20,9 b 19,5 b 18,2 b
Testigo 22,5 a 20,0 a 20,5 a 22,3 a 22,6 a 19,2 a 19,1 a 19,2 a 17,3 a 16,5 a
Tratamientos con distinta letra son estadísticamente diferentes de acuerdo a la prueba de
Bonferroni (p ≤0,05)
26
En la segunda y en la tercera fecha del Cuadro 1, el mulch negro iguala al mulch
anaranjado significativamente. La pérdida de la capacidad de retención de calor en
este último podría haber sucedido a causa de roturas encontradas en algunas
porciones de las hileras (Anexo 3), debido a la débil resistencia del plástico a estas
condiciones ambientales, esta disminución de energía para el mulch anaranjado, es
también ayudado por una gran variación de la temperatura a los 5 cm de
profundidad. A medida que la profundidad es menor, las oscilaciones entre
temperaturas máximas y mínimas son mayores en el suelo (Honorato, 1994).
En seguida, desde la cuarta fecha en adelante, la temperatura del suelo empieza
a presentar claras semejanzas entre los mulch plásticos sin diferenciar, ya que
significativamente los mulch plásticos claros comienzan a experimentar una
reducción de la transmisividad de los rayos solares hacia el suelo, debido a la
cobertura del follaje sobre el plástico y, en menor medida, el polvo o arena que es
acumulada sobre estos, así, los mulch claros van siendo cada vez más similares a
las características ópticas del mulch negro, con una menor transmisividad de calor
hacia el suelo durante el día (Robledo y Martín, 1988).
Según Rodríguez (1997), las diferencias en la temperatura del suelo de los
plásticos sobre el testigo, se debería al efecto de barrera que produce el polietileno al
paso de las radiaciones infrarrojas emitidas por el suelo hacia la atmósfera, de este
modo el calor es desprendido del suelo lentamente en comparación a un suelo
desnudo. Los polietilenos, además, permiten una mayor conservación de la humedad
del suelo, la que durante el proceso de condensación nocturna estaría aportando
energía extra y contribuyendo al alza de la temperatura del suelo.
Por otro lado, a los 10 cm de profundidad (Cuadro 2) se observa una situación
similar al Cuadro 1, en él se visualiza una disminución de la temperatura del suelo
desde principios de febrero hasta finales de abril por efecto de la disminución de la
temperatura ambiental (Anexo 2). En la primera semana de febrero, se observan
diferencias significativas de los cuatro tratamientos, siendo el de mayor temperatura
el transparente, luego el anaranjado, más distante el negro y por último el testigo.
Luego a finales de febrero el transparente y el anaranjado presentan similitudes
significativas por su capacidad calorífica sobre el suelo, mientras el mulch negro y el
testigo siguen siendo diferentes a los otros tratamientos, el primero por su
incapacidad a acumular calor en el día, y el otro, por no poseer una barrera que
impida el traslado de las radiaciones de onda larga hacia el ambiente. A principios de
marzo se van estrechando significativamente las capacidades de los tratamientos en
27
diferenciarse por una mayor temperatura mínima del suelo, siendo siempre superior
el mulch plástico transparente, seguido del anaranjado y negro, y luego el testigo. Ya
desde la cuarta fecha en adelante se observa la misma situación explicada en el
Cuadro 1.
Se puede ver que las temperaturas mínimas del suelo entre los 5 y 10 cm de
profundidad no presentaron mayores diferencias, siendo más estable, la temperatura
registrada a los 10 cm de profundidad y conveniente para mediciones posteriores.
Cuadro 2. Temperatura promedio del suelo a 10 cm. de profundidad, medida a las
9:00 horas, temporada 2001.
Temperatura
(ºC)
Tratamientos Fecha
03-Feb
23-Feb
04- Mar
11-Mar
17- Mar
24-Mar
31-Mar
07-Abr
15-Abr
24-Abr
Transparente 28,0 c 26,5 b 25,6 b 25,6 b 24,9 b 23,0 b 22,2 b 22,2 b 21,6 b 19,9 b
Anaranjado 27,4 b 26,0 b 25,4 bc 25,6 b 24,9 b 22,9 b 22,0 b 22,0 b 21,6 b 19,6 b
Negro 25,9 d 25,3 c 25,0 c 25,4 b 24,7 b 22,9 b 22,0 b 22,0 b 21,5 b 19,8 b
Testigo 24,2 a 22,8 a 22,9 a 23,7 a 23,4 a 21,0 a 19,8 a 20,4 a 19,6 a 18,2 a
Tratamientos con distinta letra son estadísticamente diferentes de acuerdo a la prueba de
Bonferroni (p ≤0,05).
4.1.2 Evolución de la temperatura máxima del suelo a las 15:00 hrs
Según los resultados presentados en los Cuadros 3 y 4, existe una disminución
de la temperatura del suelo a medida que avanza el cultivo, igual situación a la
explicada en los Cuadros 1 y 2. La temperatura máxima del suelo a las 15:00 hrs
para los distintos tratamientos con polietilenos presentaron diferencias significativas
ante el testigo, los mulch plástico transparente y anaranjado mostraron las mayores
temperaturas a principios de febrero, mientras que para el mulch negro fue difícil
aumentar la temperatura del suelo debido a su baja transmisividad o capacidad
óptica a los rayos solares, así también el testigo sujeto totalmente al enfriamiento del
medio ambiente. El suelo acolchado siempre estará a mayor temperatura que el
desnudo (Acevedo, 1979).
28
La temperatura del suelo luego bajó bruscamente en los siguientes meses
debido al creciente follaje del cultivo. En algunas fechas los tres mulch plástico fueron
significativamente iguales en la temperatura del suelo a causa de la inusual
nubosidad que cubrió el desierto algunos días, originada por las intensas tormentas
del invierno cordillerano altiplánico (Ene-Feb-Mar/2001), así también, a mediados de
marzo las temperaturas fueron bajas, a 5 y 10 cm de profundidad, debido a una
llovizna caída sobre la mayor parte de la Pampa del Tamarugal.
Cuadro 3. Temperatura promedio del suelo a 5 cm. de profundidad, medida a las
15:00 horas, temporada 2001.
Temperatura
(ºC)
Tratamientos Fecha
03-Feb
24- Feb
03- Mar
10-Mar
16- Mar 23- Mar 30-
Mar 06- Abr 14- Abr 23-Abr
Transparente 36,2 d 31,4 b 30,1 b 29,9 b 26,8 b 29,5 b 29,0 b 27,7 c 29,8 b 28,2 b
Anaranjado 33,8 b 30,7 bc 29,8 b 29,5 b 27,0 b 28,3 ab 28,0 b 27,3 bc 28,6 bc 27,4 b
Negro 32,7 c 29,8 c 29,3 b 29,0 b 26,6 b 28,3 ab 27,7 b 26,5 ab 28,2 c 27,4 b
Testigo 31,1 a 27,8 a 27,6 a 27,6 a 25,6 a 27,1 a 26,0 a 25,4 a 26,4 a 25,8 a
Tratamientos con distinta letra son estadísticamente diferentes de acuerdo a la prueba de
Bonferroni (p ≤0,05).
Cuadro 4. Temperatura promedio del suelo a 10 cm. de profundidad, medida a las
15:00 horas, temporada 2001.
Temperatura
(ºC)
Tratamientos Fecha
03-Feb
24- Feb
03- Mar
10- Mar
16- Mar
23- Mar
30-Mar 06- Abr 14-
Abr 23-Abr
Transparente 33,0 b 30,7 b 29,1 b 28,6 b 26,9 b 28,1 b 27,4 b 26,7 b 28,2 c 26,2 b
Anaranjado 32,9 b 30,0 b 28,9 b 28,2 bc 27,1 b 27,9 bc 26,8 b 26,3 bc 26,8 b 25,5 b
Negro 31,5 c 28,9 c 28,5 b 27,7 c 26,8 b 27,3 c 26,4 b 25,6 c 26,9 b 25,7 b
Testigo 30,3 a 27,1 a 27,0 a 26,7 a 25,7 a 26,2 a 24,7 a 24,3 a 25,2 a 24,2 a
Tratamientos con distinta letra son estadísticamente diferentes de acuerdo a la prueba de
Bonferroni (p ≤0,05).
29
Por otro lado, para aquellos días donde los cielos estuvieron despejados, el
mulch anaranjado se asemejó significativamente al mulch negro a los 5 y 10 cm de
profundidad. Mientras el mulch transparente superó significativamente la temperatura
del suelo al compararlo con el mulch negro. Esta semejanza de la temperatura del
suelo de los mulch anaranjado y negro, y que llegó incluso a ser similar al testigo
para el caso del mulch negro, se debió a las roturas que sufrieron estos plásticos
(PEBD) normalmente utilizados como mulch, con la consecuente pérdida de energía
calórica desde el suelo, prolongándose esto desde los 42 días después de su
instalación. No ocurriendo así con el transparente, ya que éste tuvo roturas sólo al
final de la cosecha, por su espesor (100 µ,) con más del doble que los demás. Ibarra
y col (1997) mencionan que algunos estudios sugieren suficiente un espesor de 37,5
µ tanto en el plástico negro como en el transparente, para cubrir un ciclo vegetativo
hasta de siete meses.
4.2 Influencia del acolchado sobre la humedad del suelo
Según los resultados obtenidos de la humedad volumétrica del suelo a las 9:00
hr, tal como se observa en el Cuadro 5, existió un predominio del testigo sobre los
mulch plástico desde principios de marzo hasta inicios de abril, excluyendo la cuarta
fecha por una menor irrigación en los tratamientos a causa de un accidente en el
sistema de riego. Esta disposición muestra volúmenes de agua significativamente
mayores en el testigo que en los mulch plásticos, estos resultados son totalmente
opuestos a las observaciones realizadas por varios autores, como Volosky (1978)
quién afirma que los mulch plástico conservan la humedad del suelo, Alvarado y
Castillo (1999), y Renquist, citado por García (2000), señalan que existe una
economía del agua al utilizar mulch plástico.
La diferencia de humedad entre el tratamiento testigo y los mulch plástico podría
haberse debido al mayor consumo de agua de éstos últimos influenciados por la
mayor temperatura del suelo. De acuerdo a esto Kramer (1989) menciona efectos
directos de la influencia de la temperatura sobre la absorción de agua. Esta situación
es equivalente a la planteada por Zapata y col (1989) quienes mencionan que
durante el período de crecimiento del melón, al aumentar la temperatura del suelo
aumenta también la absorción de agua por las raíces.
A finales de febrero (Cuadro 5) no se observaron diferencias significativas entre
los tratamientos, pues se cree que el cultivo empieza desde éste momento a
aumentar su consumo de agua, y por consiguiente, desde la segunda fecha en
30
adelante hay una mayor absorción. Desde mediados de abril en adelante no se
observan diferencias entre los tratamientos con mulch y testigo, debido al menor
consumo hídrico del cultivo (etapa de cosecha).
Cuadro 5. Humedad volumétrica promedio del suelo, determinada a las 9:00 hrs,
previo al riego, temporada 2001.
Humedad volumétrica del suelo (%)
Tratamientos Fecha
24-Feb 12-Mar 18-Mar 25-Mar 30-Mar 06-Abr 14-Abr 25-Abr
Testigo 16,0 a 14,8 a 16,7 a 10,2 a 15,5 a 16,0 a 14,8 a 14,2 a
Anaranjado 15,3 a 11,8 b 14,0 b 7,6 a 12,8 b 13,2 b 14,7 a 13,6 ab
Transparente 14,2 a 11,9 b 13,6 b 8,4 a 11,9 b 12,5 b 13,5 a 11,9 ab
Negro 14,0 a 10,7 b 13,9 b 7,5 a 10,8 b 12,3 b 13,1 a 10,7 b
Tratamientos con distinta letra son estadísticamente diferentes de acuerdo a la prueba de
Bonferroni (p ≤0,05).
La humedad volumétrica del suelo registrada a las 15:00 hrs, que se observa en
el Cuadro 6, es similar a la del Cuadro 5. Prácticamente desde principios de marzo
hasta principios de abril se observaron diferencias significativas entre el testigo y
algunos mulch plásticos, debido posiblemente a una mayor absorción en los
tratamientos con mulch por la mayor temperatura del suelo, ajustándose a la etapa
de mayor uso consuntivo del cultivo, en el período de mayor cuaja de frutos. Desde la
sexta hasta la séptima semana el aumento de la humedad volumétrica del suelo
ocurrida paulatinamente para los cuatro tratamientos se debió a la disminución de la
demanda hídrica del cultivo, al entrar en la etapa de maduración y cosecha, según
Avidan (1994) el consumo de agua disminuye durante ésta etapa del cultivo. En la
octava y novena semana todos los tratamientos son significativamente iguales,
debido a la menor actividad del cultivo.
Una excepción del contenido de humedad del suelo con respecto a los mulch
plástico lo estableció el plástico anaranjado, el cual desde la quinta hasta la séptima
fecha fue estadísticamente igual al testigo, quizás por el enfriamiento o pérdida de
energía calórica, a causa de las roturas experimentadas por el plástico.
31
Cuadro 6. Humedad volumétrica promedio del suelo, determinada a las 15:00 hrs,
previo al riego, temporada 2001.
Humedad volumétrica del suelo (%)
Tratamientos Fecha
23-Feb 04-Mar 11-Mar 17-Mar 25-Mar 31-Mar 08-Abr 15-Abr 24-Abr
Testigo 16,2 a 14,4 a 15,0 a 14,5 a 14,2 a 15,5 a 21,2 a 18,6 a 16,8 a
Anaranjado 15,1ab 11,1 b 11,1 b 10,7 b 10,8ab 12,7ab 19,5 ab 19,4 a 16,7 a
Transparente 12,9bc 11,9 ab 11,0 b 10,4 b 10,3 b 11,2 b 17,0 b 16,7 a 15,7 a
Negro 12,6 c 11,5 b 11,0 b 11,1 b 9,9 b 11,0 b 17,5 b 18,1 a 13,9 a
Tratamientos con distinta letra son estadísticamente diferentes de acuerdo a la prueba de
Bonferroni (p ≤0,05).
4.3 Influencia del acolchado sobre la salinidad del suelo
Debido a la alta concentración de sales en los suelos de la Pampa del
Tamarugal, resulta de gran importancia conocer el efecto del mulch de polietileno
sobre la conductividad eléctrica del suelo.
La conductividad eléctrica del suelo en los cuatro tratamientos (transparente,
anaranjado, negro y testigo), mediante el extracto de saturación de suelo (Figura 2),
no presentó diferencias significativas entre ellos, es decir, que el mulch de polietileno
no influyó en la salinidad del suelo. Los bajos valores de salinidad registrados para
los cuatro tratamientos es el resultado de la cantidad adicional de agua aplicada en el
riego para la lixiviación de sales, correspondiente aproximadamente a la mitad de la
cantidad de agua aplicada al cultivo.
Lo interesante de los resultados es que el mulch plástico no produjo una
variación de la conductividad eléctrica del suelo, por consiguiente cualquier método
que beneficie a cualquier cultivo en su crecimiento, sin perjuicio a aumentar o
acumular sales en el suelo, es una condición muy favorable a la hora de buscar
técnicas para desarrollar una mejor agricultura en la Pampa del Tamarugal.
32
Según Arenas (com.per.)3, la medición de la conductividad eléctrica del suelo a
distintas profundidades y etapas del cultivo, podría reflejar otra perspectiva de la
influencia del mulch de polietileno sobre la dinámica de las sales en el suelo.
a
aa
a
0,0000
0,1000
0,2000
0,3000
0,4000
0,5000
0,6000
0,7000
0,8000
Testigo Anaranjado Transparente Negro
Tratamientos
Cond
uctiv
idad
Elé
ctric
a (d
S/m
)
Figura 2. Conductividad eléctrica promedio del suelo en cada tratamiento.
Tratamientos con letras iguales significa que no hay diferencias de acuerdo a la
prueba de Bonferroni (p ≤0,05).
4.4 Influencia del acolchado sobre el control de maleza
De acuerdo a la Figura 3, los mulch plásticos fueron significativamente un buen
control de malezas durante todo el periodo de cultivo en comparación con un suelo
descubierto y con control manual (testigo). Los resultados mostraron que los tres
mulch plásticos controlaron por igual la parte aérea de las malezas.
3 Arenas, J. Ing. Agrónomo M.Sc. Académico Departamento Agricultura del Desierto. UNAP. Iquique-Chile
33
a
b
bb
0,0
0,5
1,0
1,5
2,0
2,5
3,0
Testigo Anaranjado Transparente Negro
Tratamientos
Peso
sec
o de
la m
alez
a (T
on/H
a)
Figura 3. Peso seco promedio de la parte aérea de la maleza presente en cada
tratamiento. Tratamientos con distinta letra son estadísticamente diferentes de
acuerdo a la prueba de Bonferroni (p ≤0,05).
Al observar la Figura 3, el mulch transparente es estadísticamente igual al mulch
negro y al anaranjado, lo cual es contrario con lo planteado por Robledo y Martín
(1988), quien menciona, que la desventaja del mulch transparente en comparación a
los demás mulch, es favorecer el crecimiento de las malas hierbas, levantando y
rompiendo algunas veces el mulch. Esto también es ratificado por García (2000),
quién al utilizar mulch transparente y anaranjado de 25 µ comprobó que estos son
significativamente mayores en malezas que los mulch oscuros.
La razón del menor crecimiento de malezas en el mulch transparente se debió
principalmente a la elevada radiación solar en la Pampa del Tamarugal (con una
máxima de 900 W/m2) 4, la cual afectó fuertemente en un principio las plantas bajo el
plástico, dejándolas sin alternativa por la elevada temperatura del suelo.
Además, el mayor espesor (100 µ) del mulch transparente impidió un
rompimiento del plástico por parte de las malezas, ayudando de éste modo a un
continuo control del crecimiento de éstas. Por otro lado, el mulch anaranjado aún
siendo significativamente semejante a los otros mulch, tuvo una mayor cantidad de
malezas debido a la débil resistencia del plástico en soportar el calor seco de la
4 Registros de Estación Metereológica E.E. Canchones
34
Pampa del Tamarugal, rompiéndose continuamente por el levantamiento de las
malezas.
4.5 Influencia del acolchado sobre el peso de frutos
El peso promedio de frutos con categoría 1, observado en la Figura 4, presentó
diferencias significativas entre los tratamientos, siendo mayor los tratamientos con
mulch plástico transparente y anaranjado, y menor el mulch plástico negro y testigo.
El mayor peso de frutos en los tratamientos con mulch se debió a la protección que
proporcionó el plástico a los frutos, según Robledo y Martín (1988) los frutos mejoran
su calidad y presentación con mulch plástico, al no estar en contacto directo el fruto
con el suelo, así mismo, el menor peso obtenido en el testigo (Figura 4) se debió a
los daños ocasionados por insectos u hongos en el fruto (Anexo 3), además, se
observa en la Figura 5, que el testigo presenta un mayor porcentaje de desechos y
frutos con segunda categoría en comparación con los tratamientos con mulch.
ab
c
bc
a
0
100
200
300
400
500
600
700
800
900
Testigo Anaranjado Transparente Negro
Tratamientos
Peso
(gr)
Figura 4. Peso promedio de frutos con categoría 1 en cada tratamiento. Tratamientos
con distinta letra son estadísticamente diferentes de acuerdo a la prueba de
Bonferroni (p ≤0,05).
35
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
Testigo Anaranjado Transparente Negro
Tratamientos
Porc
enta
je (%
)
Primera
Segunda
Desecho
Figura 5. Distribución porcentual de frutos por categoría en cada tratamiento.
El rendimiento total de frutos obtenido en el ensayo fue equivalente a 25 Ton/ha
en el transparente, 17 Ton/ha en el anaranjado, 12 Ton/ha en el negro y 7 Ton/ha en
el testigo. Este mayor rendimiento obtenido por los mulch plástico transparente y
anaranjado se debió quizás a la mayor temperatura del suelo producida por la
radiación solar, especialmente durante el primer mes del cultivo, y en segundo lugar,
a la menor competencia de malezas. El cultivo con mulch plástico negro tuvo un
menor peso quizás por la menor temperatura del suelo.
El mayor rendimiento registrado es muy diferente a lo enunciado por Rodríguez
(1997) y, Gabriel y col (1994), quiénes al utilizar mulch plásticos claros, no
encontraron diferencias significativas de rendimiento entre el control y los mulch en
distintas variedades de melón. Asimismo García (2000), al evaluar seis tipos de
mulch plástico de polietileno sobre brócoli, no encontró diferencias significativas de
rendimiento en relación al testigo.
Sin embargo, Délano (1997) al trabajar con poroto verde cubierto por túnel
menciona que los mulch anaranjado, negro y transparente superaron en más de un
40% el rendimiento obtenido con respecto a un suelo desnudo, pero, no encontrando
diferencias significativas entre los mulch.
36
El aumento de la temperatura del suelo hasta un cierto umbral resulta en un
mayor desarrollo radical, que a su vez, se expresa en mayor rendimiento y una
producción más precoz y de mejor calidad, pero si la temperatura excede dicho
umbral los efectos térmicos del acolchado pueden perjudicarlo (CTIFL, citado por
García 2000). Las plantas de este ensayo no presentaron daño alguno por efecto del
aumento de la temperatura del suelo en los tratamientos con mulch plástico
transparente y anaranjado.
Para Alvarez (1982), los rendimientos en melón (variedad Pinonet) con siembra
directa fueron mucho mayores en mulch plástico claro que sin mulch, registrándose
un peso promedio, por 10 plantas, de 36,64 kg y 42,64 kg para terrenos sin mulch y
mulch claro, respectivamente, siendo aún mayor el tratamiento con mulch claro y
trasplante, resultando en promedio 57,74 kg. Además el número de fruta/10 plantas
aumentó de 22,75 (control) a 26,25 con acolchado y a 36,25 con acolchado más
trasplante, pero el peso individual de frutos no se afectó.
Asimismo, Farias y Orozco, (1997) experimentando con un cultivo de sandías,
concluyeron que el plástico transparente produjo rendimientos comerciales más altos
que en suelos sin plástico. Las temperaturas máximas de suelo con mulch
transparente alcanzaron 38,5 ºC a 10 cm de profundidad. Igualmente, Bravo y Ripoll
(1985), demostraron en el Valle de Curacaví que el mejor comportamiento de las
plantas de melón bajo cubierta plástica (túnel y túnel más mulch) se explica por las
condiciones de temperatura más favorables tanto en el aire como en el suelo, en
comparación al cultivo al aire libre.
4.6 Influencia del acolchado sobre la precocidad
Se puede observar, en la Figura 6, diferencias significativas entre los
tratamientos, siendo el de menor precocidad el testigo y los de mayor precocidad los
tres mulch plásticos. El mulch plástico transparente obtuvo significativamente la
mayor precocidad con 14 días promedio en comparación al testigo, luego se
encontraría el mulch anaranjado con 12 días, y el mulch negro con 11 días promedio.
Estos valores se encuentran dentro del rango de precocidad, dependiendo del
cultivo, de 8 – 21 días en relación al testigo (Escobar, 1990).
Buclón, citado por Rodríguez (1997), trabajando en melón con filmes de
polietileno de distinto color (transparente, gris humo y negro), obtuvo adelanto de
cosecha al usar sólo filmes de tipo transparente y gris. Lo mismo fue observado por
37
Barra (2000), quien en un ensayo con lechugas concluyó que la cosecha con mulch
de polietileno naranjo se produjo una semana antes que en plástico negro y dos
semanas antes que el testigo. Estos resultados de precocidad conseguidos por los
mulch plásticos son principalmente objeto de la influencia de la mayor temperatura
del suelo lograda. Así también es afirmado por Villagrán (1991) quién menciona que
el aumento en la temperatura del suelo permite una producción precoz.
b
b
b
a
70
75
80
85
90
95
Testigo Anaranjado Transparente Negro
Tratamientos
Perio
do s
iem
bra
a co
sech
a (d
ías)
Figura 6. Precocidad de cosecha promedio de los frutos para cada tratamiento.
Tratamientos con la misma letra son iguales estadísticamente de acuerdo a la prueba
de Bonferroni (p ≤0,05).
4.7 Influencia del acolchado en los sólidos solubles
La calidad interna de los melones en cada tratamiento se cuantificó en base a los
sólidos solubles presentes en los frutos de melón. Según la Figura 7, no existen
diferencias significativas entre los tratamientos en cuanto al grado de azúcar (ºBrix)
de los frutos, estando todos por sobre los 8º Brix, correspondiendo al límite inferior
para la obtención de una buena calidad.
Asimismo, es confirmado por Farias y Orozco (1997), quienes al experimentar
con sandías, notaron que los sólidos solubles totales no mostraron modificaciones
por el color del mulch. Así también, Sarooshi (1982), determinó que los tratamientos
con plástico (mulch plástico claro, túnel más mulch claro, túnel más mulch negro y
túnel perforado, y otros) no afectaron el contenido de grados Brix sobre el melón.
38
aa
a
a
0
2
4
6
8
10
12
14
Testigo Anaranjado Transparente Negro
Tratamientos
Sólid
os S
olub
les
(ºBr
ix)
Figura 7. Sólidos solubles promedio para cada tratamiento. Tratamientos con letras
iguales significa que no hay diferencias de acuerdo a la prueba de Bonferroni
(p ≤0,05).
39
5. CONCLUSION
De los tratamientos evaluados, es posible concluir, que existe un efecto del
mulch de polietileno sobre el cultivo del melón (Cucumis melo L.) variedad Galia, en
la Pampa del Tamarugal.
Se determinó una influencia del mulch de polietileno sobre el aumento de la
temperatura del suelo, con un efecto mayor en el mulch transparente.
Existió una diferencia de humedad volumétrica del suelo entre los tratamientos
con mulch y el testigo.
Los mulch de polietileno no influyeron en la salinidad del suelo.
Los mulch de polietileno tuvieron un efecto positivo sobre el control del desarrollo
de malezas.
Los mulch plásticos transparente y anaranjado presentaron un mayor peso de
frutos con primera categoría, respecto al testigo.
Los mulch de polietileno tuvieron un efecto sobre la precocidad de cosecha,
siendo el mulch transparente el de mayor precocidad.
El uso de mulch de polietileno no influyó en la calidad del fruto de melón en
cuanto a sólidos solubles, sin embargo, proporcionó una mayor calidad externa del
fruto.
Los mulch de polietileno de baja densidad (PEBD) presentaron una baja
durabilidad en la Pampa del Tamarugal, por lo cual se recomienda la utilización de
PEBD de mayor espesor o con aditivos antiUV.
40
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