Universidad de Puerto RicoRecinto Universitario de Mayagüez
Facultad de Artes y CienciasDepartamento de Estudios Hispánicos
La problemática existencialista en Delfia cada tarde de Edgardo Sanabria Santaliz
Por
Nicole M. Justiniano Valle
En cumplimiento parcial de los requisitos para el curso
ESPA 4491-4492
en el
Departamento de Estudios Hispánicos
de la
Universidad de Puerto Rico
Recinto Universitario de Mayagüez
Aprobado por:
___________________________________ ___________________________Alfredo Morales Nieves, Ph.D. Fecha
Profesor del curso
Índice
Trasfondo 1
Objetivos 1
Teoría existencialista 2
Marco teόrico 2
Estudio de la antología Delfia cada tarde 2
“Delfia cada tarde” 2 “Las visiones de Marina y apoteosis” 4
“Las cuatro parientas” 5 “Antes del último día” 6
“Hernando, Hernando” 7
“Pasear” 7
“Ni la blancura de las cosas” 8
“La consumación” 9
Conclusión 11
Bibliografía 12
i
Trasfondo
La generación del 70 en la literatura puertorriqueña inició cambios profundos en la búsqueda de
representar la memoria histórica. Además se buscaba explicar la condición colonial en que vivía Puerto
Rico desde su descubrimiento. Según Mario Cancel la preocupación central de la generación del 70 es
la superficialidad del mundo mediático que separa a los seres humanos de su historia, de su realidad
social y en consecuencia de su deber esencial. Según Donald L. Shaw la narrativa del 70 trae
innovaciones técnicas como: el abandono de la estructura lineal, ordenada y lógica; tendencia a
subvertir el tiempo cronológico lineal; abandono de escenarios realistas; reemplazo del narrador
omniscientes por narradores múltiples o ambiguos; mayor empleo de elementos simbólicos; humor
satírico, humor trágico, humor lúdico y el erotismo. Además se reemplazan estructuras con la
evolución espiritual de los personajes (Agosto, 554).
Edgardo Sanabria Santaliz es un cuentista, ensayista, poeta, novelista y sacerdote puertorriqueño
perteneciente a la generación del 70. Sus relatos se caracterizan por el espacio familiar, las creencias
religiosas y su lenguaje es un instrumento para ofrecer un toque sobrenatural.
Objetivos
En este trabajo se estudiará y analizará la primera antología de cuentos de Edgardo Sanabria
Santaliz titulada Delfia cada tarde, ya que ésta prácticamente no ha sido estudiada. Dentro de la
antología se pueden encontrar distintos temas como: la homosexualidad, el cuestionamiento del fin de
la existencia del hombre, la herejía, la sexualidad, la infidelidad, los vicios y la premonición. Con este
trabajo se pretende identificar que en Delfia cada tarde los personajes sustituyen su vacío existencial
con falsos valores. Se establecerá el vacío existencial de los personajes utilizando como método la
teoría existencialista y con ello se aportará una nueva crítica y se ofrecerá una nueva perspectiva a lo
ya estudiado.
Teoría existencialista
Antes de analizar los cuentos hay que saber en que se basa la teoría existencialista y cual es su
origen. El existencialismo es una expresión de la problemática del hombre moderno; es una reacción
contra nuestra época y una consecuencia de ella. Nietzsche establece los siguientes rasgos
existencialistas: concepción de la vida como dolor, lucha, destrucción, crueldad, incertidumbre y error;
idea del hombre como creador de sus propios valores, de su propia vida y responsable de su existencia
personal; rechazo de todo concepto de lo absoluto; preocupación por el sentimiento e anomia del
hombre moderno y su conducta conformista y colectivista y el concepto de la angustia. (Riestra, 231-
237)
Marco teόrico
Para Sartre el hombre no posee una esencia “a priori”. El hombre es un nada en proceso de ser
algo, pero sin nunca lograrlo. Se le concibe siempre en un proceso de ser, y por tanto, potencialmente
en crisis. Además es un ser que se mueve hacia la muerte. (Riestra, 241).
Según Heidegger existen dos tipos de existencia la existencia autentica y la existencia inauténtica.
La existencia inauténtica se caracteriza por tres condiciones fundamentales: la charlatanería, la
curiosidad y la ambigüedad. Estas tres características manifiestan un cuarto modo de ser el cual
Heidegger denomina decadencia o caída.
Kierkegaard establece que hay diversas formas de disimular el vacío existencial como por ejemplo
convirtiéndose en un ser estético, un hombre inauténtico, hombre serio, hombre ético o un narcisista
masoquista o egoísta.
Estudio
El primer cuento a ser analizado es “Delfia cada tarde” el cual le da título a la antología de cuentos.
El personaje principal es una mujer llamada Delfia. Esta es una mujer obesa que pasa su vida sentada
en una butaca frente al televisor viendo telenovelas y leyendo revistas. El inicio del cuento presenta el
cuestionamiento si Delfia estaba ¿sustituyendo una carencia personal?, ¿ambicionando algo
inalcanzable? o ¿sufría una crisis nerviosa? Esta tiene un sentido de vaciedad y trata de sustituir ese
vacío existencial con falsos valores. Algunos de los falsos valores que sustituyen su vacío son: el
alcohol, la comida, los cigarrillos, las telenovelas, las revistas y un breve romance. Sus amigos la
describen diciendo que se pasaba:
[…] frente al aparato de televisión, engullendo millares de entremeses… empapándote
con lecturas de fotonovelas… triturando con los pies descalzos las copas de licor
dispersas a medio tomar por el suelo. El aire se hallaba irrespirable, ensombrecido por la
humarada incesante de los cigarrillos que chupabas desde la alborada […] (14-18)
En esta etapa Delfia se encuentra en lo que se llama “fase preexistencial” 1 en la cual las vidas están
llenas de creencias y valores prestados o inauténticos. Al Marcial llegar a su vida, Delfia deja a un lado
la vida sin sentido en la que vivía. Esto lo podemos apreciar cuando en el cuento la describen diciendo
lo siguiente:
Estabas hermosa de nuevo. Restableciste el uso de vestidos y pantalones que torneaban a
gusto tus caderas […] y ya apenas encendías el televisor. (16)
Al descubrir que su novio era homosexual y que su noviazgo era un fiasco, vuelve a tener una vida
sin sentido. Vuelve a llenar su vida de aquellos falsos valores, los toma como suyos hasta el punto de
vivir o morir por ellos. En este punto Delfia se encuentra en lo que se denomina “momento
existencial”2 en el cual el individuo está en la búsqueda de la autenticidad existencial. Luego de esto el
individuo se limita a vivir como un ente biológico, se mantiene enajenado de todo y todos. La angustia
y la desesperación que siente el individuo al buscarle sentido y razón a su existencia dan margen a
varias posibilidades. (Riestra, 261)
1 Lo que un niño es en nuestra cultura puede concebirse como una expresión de lo que son sus padres y la sociedad. Podríamos concluir que la existencia del joven, sus valores y creencias, son prestados y, por tanto, inauténticos. Esta fase es la fase preexistencial (Riestra, 259).
2 Durante el periodo de la pubertad, el individuo empieza a atravesar un periodo de autoconciencia existencial. Comienza a preguntarse por su propio ser, por la razón de su vida, de sus creencias y valores (Riestra, 259).
Delfia llega hasta el punto del suicidio al tomarse un frasco de medicamentos. Esto es como
resultado de esa búsqueda de una razón de su existencia. Además hay suicidio psicológico3, ya que
Delfia se olvida del mundo a su alrededor y espera su muerte. No conforme con eso esta va ayudando a
su muerte con las grandes cantidades de comida, el cigarrillo y el alcohol. Al encontrarse tan
desesperada, decide suicidarse.
En el cuento “Las visiones de Marina y apoteosis” el personaje principal es Marina. Esta era virgen
y le avergonzaba la desnudes. Ella tiene una visión donde aparecen dieciséis querubines y su difunto
esposo que le dice:
Pero también es cierto que nunca me supiste comprender, nunca, aun conociendo la
insondable profundidad de mi gran amor. Jamás dejaste que contemplara tu cuerpo, ni
que tocara aunque fuera un solo dedo de una de tus manos perlinas. Pero te perdono
porque soy ahora todo alma y gozo de la faculta de apreciar la tuya con claridad suma,
algo incomprensible para ti, dueña aun de mi cuerpo que ignora la capacidad que
tienen sus ojos de focalizar interioridades. […] Absuélvete pues, absuélvete y olvida…
(24).
Cada vez que Marina tenía visiones de su difunto esposo se desmayaba. En este cuento el falso
valor es la religiosidad de Marina y el creerse santa. Esta le dice a la monja sor Angelina:
¿A cuánto del suelo estaba levitando? Por Dios, no se lo diga a nadie, que nadie lo sepa,
ni siquiera al señor párroco. Es que no quiero que me canonicen. No quiero pasarme la
muerte tendida en una urna de cristal que todos manchen con los dedos señalando,
curioseando mi cuerpo incorruptible hasta el final de los tiempos. (27)
Marina tuvo un total de 33 visiones, 33 vahídos y 33 tazones de leche caliente. El pueblo la
ensalzaba y la creía una santa. Podemos apreciar en este cuento que el personaje de Marina disimula su
sentimiento de enajenación por medio del narcisismo masoquista. Marina es lo que se denomina una
3 El individuo acepta lo absurdo de la existencia y se limita a vivir como un ente biológico. Decide no decidir. Se mantiene al margen de todo, enajenado de sí mismo, de su sociedad y de su universo y espera pacientemente su muerte biológica. (Riestra, 260).
narcisista masoquista o narcisista egoísta, ya que esta organiza todo el universo a su alrededor. Esta no
permite el desarrollo de la individualidad de los demás; es cruel, fanática y su motivación principal es
el poder. Desea ser Dios y termina por lo general destruyéndose a sí misma. (Riestra, 260-61)
También podemos apreciar el suicidio psicológico ya que Marina se atormentaba con las visiones
de los querubines y de su difunto esposo, lo que le ocasionaba vahídos , hasta el punto de enajenarse de
todo y todos y mantenerse encerrada en su cuarto como si fuera un santuario esperando su muerte
biológica .
En el cuento “Las cuatro parientas” hay cuatro mujeres que están en una sesión de espiritismo
invocando la presencia de Pepín, quien había fallecido hace dieciocho años atrás. El espiritismo es el
falso valor que colma la credulidad de las cuatro parientas (Vega, 294). Estas se aferran a este falso
valor para saber si Pepín estaba con Cristo o sufre en el infierno. Viven encerradas en sus mundos
personales, regulados por una religiosidad enfermiza que les impide desarrollar una vida auténtica
(Galarce, 263)4.
Podemos apreciar como las cuatro parientas sufren angustias y desesperación y llegan al punto de
buscar el espiritismo para saciar su curiosidad. En este momento las cuatro parientas se encuentran en
el “momento existencial” donde están en busca de la autenticidad existencial. Ese falso valor llena su
credulidad por las acciones de Cheíto.
Y fue Cheíto quien puso punto final a los rezos cuando el espanto lo hizo tirar de las
cortinas que cedieron y derribaron el reloj eléctrico de pared, la lámpara de porcelana
mate, la mesilla atiborrada de figurines manufacturados de Hong Kong y el chinero con
toda la vajilla de cristal de la casa. Las cuatro parientas se pusieron de pie y corrieron a
sus alcobas para meterse en los cauchos y arroparse hasta la cabeza… (40)
Es Cheíto quien culmina con la curiosidad de las cuatro parientas y terminan creyendo en el falso
valor que es el espiritismo al creer que Pepín había reaccionado molesto a sus llamados.
4 El artículo “Edgardo Sanabria Santaliz: la escritura como exorcismo” de Carmen J. Galarce es parte del libro Narradores puertorriqueños del 70: guía biobibliográfica.
Otro de los cuentos es “Antes del último día” donde un sacerdote llamado padre Castillo acosa
sexualmente a un joven que se dedicaba a afeitar a los ancianos del convento. Aquí el falso valor es la
religiosidad. El padre Castillo se escuda tras la religiosidad para esconder su homosexualidad. Se
puede apreciar muy claramente la homosexualidad del padre cuando el barberito narra lo siguiente:
[…] agarrado al rosario de sor Prudencia, para rasurar a este quinto viejo escasamente
rejuvenecido, enflaquecido, y desplazándose a sus anchas dentro de la sotana inflada que
cubre la silla como una negra flor desmesurada de la cual sobresale en estos momentos
una mano semejando un pistilo y se posa indistintamente (pero sin asomo de duda) sobre
la mía, que sin querer le corta la mejilla al desprenderse la navaja. Pero la careta persiste
sonriendo a pesar de que la sangre fluye y gotea del mentón, alzándose de plano ante
mis ojos con los labios temblorosos entreabiertos… (51).
El padre Castillo es lo que se denomina un hombre serio. Este se escuda tras una profesión en este
caso de sacerdote comprometiéndose y asumiendo responsabilidades ante la sociedad.
El barberito es lo que se le denomina el hombre ético. Éste obedece fielmente los reglamentos,
realiza eficazmente su labor, complace a todos no difiere ni asume posiciones contradictorias a las
normas comúnmente aceptadas. Se encuentra en una existencia inauténtica donde está presente el
conformismo, la norma y la mediocridad y la insinceridad. (Riestra, 260). Muy claramente el barberito
muestra su conformidad diciendo que el padre quería que:
[…] haga lo que según él debo hacer aunque yo no quisiera, me parece tan irrazonable y
grotesco todo y quería decírselo y decirle además que no sé una maldita cosa de
barbería, que afeito a los viejos porque me lo han pedido las monjas y en última
instancia viene a ser una caridad tan válida como venir a tocarles guitarra o fumar sus
cigarrillos o contarles un chiste. (50)
La furiosa carrera del joven al final del cuento tiene un claro sentido de huida, pero también de
búsqueda. (Vega, 294). Éste va en busca de respuestas porque se supone que los sacerdotes son la
representación de Dios en la Tierra y están para protegernos y en éste caso fue todo lo contrario.
Además simboliza una huida de la realidad.
El cuento “Hernando, Hernando” es muy peculiar ya que trata de dos hermanos que se enamoran de
la misma mujer llamada Malén. Hernando se suicida según Rafa por problemas de narcóticos. Antes de
morir Hernando, Rafa y Malén le confiesan que están juntos, pero esto no pareció importarle a
Hernando. A su abuela le pareció extraño el que Rafa y Malén vivieran juntos pero no comentó nada.
El protagonista descubre, sorpresivamente, al final del cuento, que, en el amor de su mujer, es un
mero sustituto de su hermano muerto, pues èsta a quien ama en verdad es al difunto, su antiguo novio.
(Vega, 294). Muy detalladamente dice:
Y al poco rato, adormecido ya, sin preocuparme que hubiese dejado abiertas puertas y
ventanas haciendo posible que entrara abuela de nuevo por la madrugada, y diera con
nosotros durmiendo desnudos allí, sin remedio marido y mujer ya, sentí en la oreja el
cosquilleo imprevisto de un beso y, en seguida, el inacabable de un nombre repetido por
Malén mientras se revolcaba buscando el hueco del sueño pasado en el colchón:
Hernando, Hernando (59).
Podemos ver como Hernando se convierte en un ser existente inauténtico que se conforma con
estar junto a Malén y no le preocupa coexistir. De este modo llega a una decadencia.
El cuento “Pasear” al parecer ante una primera lectura es un simple cuento de un chofer de autobús
que lleva a pasear a los niños de un orfanato a la playa donde ocurre un fatídico accidente por éste
estar ebrio y es llevado a la cárcel. Después de una segunda y una tercera lectura podemos ver que hay
algo más dentro de éste cuento. Por medio del personaje Pipo podemos ver el vacío existencial, el
falso valor y las consecuencias.
Pipo parecía muy a gusto y contento con el trabajo que hacía pero es a simple vista apreciable su
vacío existencial al aferrarse al falso valor que en éste caso es el alcohol. Los niños describen a Pipo
cuando regresó por ellos, de la siguiente manera:
Al regresar traía una botella marrón en la mano izquierda. Su cuerpo exudaba alborozo e
incluso imitaba un tanto el baile de los cangrejos yéndose un poco de lado al avanzar.
Luego los vistió trabajosamente, canturreando tonadas abaritonadas que iban plagando
el covachón de arbustos de chillonas reverberaciones y penetradores tufos, envolventes
como ventarrones de huracán. (66)
En el cuento podemos apreciar que Pipo pasa por “fase preexistencial” donde se aferra a falsos
valores en este caso al alcohol. Este se cuestiona su existencia y entonces entra al “momento
existencial”.
Además de la situación de Pipo está la de los cinco niños del orfanato. Los protagonistas se resisten
a ver lo que los asedia, los vemos encerrados en sus mundos privados, afirmados de sus plegarias que la
realidad se encarga de interrumpir a través de una serie de incidentes que rompen con la inocencia y el
precario equilibrio que puedan tener en la existencia banal que llevan. El mundo real está afuera,
siempre acechante y dispuesto a destruir la trivialidad de sus vidas (Galarce, 265).
Pipo es lo que se denomina el hombre serio porque trata de ocultar su vaciedad comprometiéndose
con un oficio y asumiendo una responsabilidad en su vida. Pipo no llega a la etapa de suicidio físico
pero si sufre las consecuencias de sus actos al ser encarcelado por provocar un accidente donde resulta
herida una señora que iba cruzando la calle.
Los niños se encuentran en la “fase preexistencial”. En esta fase los niños son una expresión de lo
que son sus padres y la sociedad. En éste cuento los niños no tienen padres, ya que viven en un
orfanato, pero toman como ejemplo a la señorita. . Ellos no toman ningún falso valor a pesar de tener
un vacío existencial. Estos toman los valores que le brinda el personaje de la señorita y los hacen suyos,
por medio de la autoconciencia.
En “Ni la blancura de las cosas” podemos ver como por aferrarse a un falso valor se llega hasta la
muerte. Don Ponce el esposo de Lucila tenía un negocio donde había una sala de baile y arrendaba su
cuarto para que las parejas intimaran. En el cuento se narra que para Lucila:
Que Ponce subiera una regularmente no le importaba tanto a pesar de seguir adorándolo
como cuando novios. Pero que arrendara la pieza a las parejitas que intimaban en la
pista de baile le pareció un acto espantoso que por el hecho de ser referido en tales
circunstancias enardecía su indignación hasta el punto de apremiarla a olvidar que le
llevaba a su lado casi muerto. Podía imaginarse a las mujeres trepando los escalones
interceptados por costales de azúcar y a los hombres palpando nalgas, estimulando el
avance para empacharse de roces y de fiebres en el cuadrángulo angosto donde se
alojaba luego su esposo (90).
Además de esto le era infiel a su esposa. El falso valor en este cuento es la infidelidad. Don Ponce
trata de sustituir un vacío existencial el cual no pudo llenar su esposa, por eso la abandona y busca
diversas mujeres para lograr un existencia auténtica.
Don Ponce es lo que se llama un hombre estético ya que trata de esconder lo absurdo de su
existencia convirtiéndose en un Don Juan, el cual busca continuas aventuras sin comprometerse a nada.
Se convierte en el adolescente perpetuo, en el charlatán, que es ambiguo e incoherente. Dedica su vida
al hedonismo, al placer de los sentidos. Pero existencialmente está vacío y no puede escapar del
sentimiento profundo de absurdidez e impotencia que corroe su interioridad (Riestra, 260). Como
consecuencia de sus acciones es asesinado.
El cuento “La consumación” que en muchos aspectos se parece a “Purificación en la calle del
Cristo” de René Marqués nos narra la vida de dos hermanas que pasan su vida encerradas dentro de su
hogar y viven aferradas a la religiosidad. Mitabeja era la que mas enajenada de todo estaba. En el
cuento se le describe de la siguiente manera:
[…] Mitabeja, eternamente recluida en la sola habitación utilizable de la segunda planta.
El esqueleto rugoso de la Mitabeja yacía encajonado en la mecedora de pajilla
estropeada que ocupaba un rincón del cuarto. La octogenaria se hallaba cercada por una
enrevesada aglomeración de velones continuamente encendidos… Cientos de estampitas
y de laminas sagradas atestaban las paredes , ojos piadosos fijando sus miradas en el
centro abigarrado de la habitación , manos de Sagrados Corazones y beatos desnutridos
extendidas en actitudes de bendiciones lánguidas , femeninas; y un mundo de azucenas
medio marchitas anegando los rincones sobrantes, dispersando su aroma, confundido
con el perfume del incienso, por todo el ámbito.
Doña Cecilia hablaba con un hombre llamado Miguel y esta le ofrecía café o limonada. Por lo
tanto no estaba completamente enajenada del mundo. Además ella mientras esperaba por el cartero y la
correspondencia […]leía su devocionario sentada en su butacón de mimbre , transfigurada por los
jirones de tonalidades que lanzaba el vidrio sobre su cuerpo, infundiéndole la apariencia de una extraña
imagen sagrada(73) .Un día le llegó una carta donde le ordenaba el municipio desalojar su hogar.
Cecilia fue la que le da las malas noticias a su hermanastra Mitabeja. La casa pasa a convertirse en la
metáfora de una intimidad deformada por los valores que la sociedad impone. (Galarce, 264)
Al conocer la forma de vida de ambas, podemos reconocer que al falso valor que se aferran es la
religiosidad. Mitabeja es la que más se aferra a la religiosidad entonces se convierte en una “narcisista
masoquista” por su fanatismo. Ésta termina destruyéndose a sí misma, no sin antes destruir todo a su
alrededor. Esto lo vemos materializado al final del cuento donde dice:
Después salió de allí sin interrogar siquiera a su hermanastra, porque sabía cuál iba a ser
la resolución que esta tomaría pero prefería que no se la revelara para poder hacerse la
ilusión de que todo andaba bien…Las cenizas de la casa comenzaron a esparcirse la
madrugada siguiente. Ardió como una pira sagrada durante el resto de la noche. (75)
Podemos inferir que Mitabeja incendió la casa antes que el gobierno las desalojara. Por lo tanto
Mitabeja pasa por el momento de vaciedad o “momento existencial” donde rechaza los valores que
impone la sociedad y llega al punto de un suicidio físico incendiando su casa.
Conclusión
Los cuentos de la antología Delfia cada tarde tienen distintas temáticas como por ejemplo: la
homosexualidad, la infidelidad, la sexualidad, la herejía, la religiosidad y la premonición, etc. Estos
cuentos tienen en común que sus personajes tienen un vacío existencial que lo sustituyen con falsos
valores. Por medio de la teoría existencialista se pudo establecer que los personajes sustituyen ese
vacío existencial con falsos valores como: el alcohol, las telenovelas, las revistas, la religiosidad, el
cigarrillo, la comida y el amor. Es apreciable a través de las vidas de los personajes como por ejemplo
la vida de Delfia quien tenía un vacío existencial que fue sustituyendo con un breve romance, con el
alcohol, el cigarrillo, la comida, las telenovelas y las revistas.
A través de dicho análisis pudimos observar como los personajes van pasando por distintas etapas
como por ejemplo la “fase preexistencial”, el “momento existencial” y la “autoconciencia.” Estos a su
vez, como resultado de haber pasado por estas distintas fases tienen una existencia inauténtica que
pretenden disimular. El hombre entonces para disimular su existencia inauténtica se convierte en un
hombre estético, hombre serio, hombre ético o un narcisista egoísta o narcisista masoquista o un ser
inauténtico llegando hasta el punto del suicidio psicológico o incluso el suicidio físico. Un ejemplo de
ello es el personaje de Marina que por su religiosidad se convierte en una narcisista egoísta y
masoquista al creerse una santidad y se atormenta con las visiones de su difunto esposo hasta que
finalmente muere.
A través de estos cuentos Edgardo Sanabria Santaliz nos deja ver claramente el gran problema de la
sociedad al no saber la razón de su existencia. Por medio de los cuentos y sus personajes, pretende
llevar un mensaje claro y conciso de que el ser humano no debe obsesionarse por saber cuál es la razón
de su existencia, sino que debe aceptar que existe y vivir la vida con valores auténticos. Nos deja claro
que si el ser humano se obsesiona por saber el porqué de su existencia y llena su vida de falsos valores
puede dar como resultado consecuencias negativas o nefastas para el ser humano.
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