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Ardissone, DianaLa Corte Suprema de Justicia de la Nación / Diana Ardissone y Clara Klix ; ilustrado
por Xavier Verstraeten. - 1a ed. - Buenos Aires : Corte Suprema de Justicia de la Nación,2008.152 p. ; 30x25 cm.
Traducido por: Nicolás Meyer
ISBN 978-950-9825-85-7
1. Historia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. I. Klix, Clara II. Verstraeten,Xavier, ilus. III. Meyer, Nicolás, trad. IV. TítuloCDD 347.098 2
Fecha de catalogación: 10/03/2008
LA CORTE SUPREMADE JUSTICIA DE LA NACIÓN
Ediciones Verstraeten
Dirección EditorialXAVIER VERSTRAETEN
Dirección de Arte y DiagramaciónVIRGINIA PIÑÓN
Asistente de FotografíaVIRGINIA VERSTRAETEN
Compilación de Fotografías HistóricasADOLFO LUCAS BRODARIC
Traducción al InglésNICOLÁS MEYER
ImpresiónLATINGRÁFICA
Agradecemos la colaboración de: Sociedad Central de Arquitectos: Magdalena García, Alicia Sirvent, Ricardo GasallaArchivo General de la Nación: Mónica Scordamaglia, José Luis Scarlercio, Leonardo MarascoMuseo de la Ciudad: Marta Orgueira
EDICIONESVERSTRAETENediciones@verstraeten.com.arwww.verstraeten.com.ar(5411) 4826-4386
Copyright de la edición: Corte Suprema de Justicia de la NaciónCopyright de las fotografías: Xavier VerstraetenTodos los derechos reservados de acuerdo con las convenciones internacionales de derechos de autor. Prohibida su reproducción y/o utilización total o parcial en cualquier forma o por cualquier medio, electrónico, químico, mecánico, óptico, de grabación o de fotocopia, sin previo permiso por escrito del editor.
Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723
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EL PALACIO DE JUSTICIA
EL BARRIO DE “TRIBUNALES”. ORÍGENES Y EVOLUCIÓN
Del “Hueco de Zamudio” al Parque de Artillería
La Estación del Parque. El primer ferrocarril argentino
El Palacio Miró y la Plaza General Lavalle
Las grandes construcciones
El Palacio de Justicia, una obra arquitectónica paradigmáticaLa larga historia de su construcción
El arquitecto Maillart
LA ARQUITECTURA
El exterior
El estilo
10.
11.
11.
14.
15.
16.
20.
24.
32.
32.
34.
40.
40.
45.
53.
57.
57.
63.
64.
67.
70.
73.
ÍNDICE
El interior
La estatua de la Justicia o de la Equidad
El Salón de los Pasos Perdidos
La Sala de Audiencias de la planta baja
LA CORTE SUPREMA Y SUS DEPENDENCIAS
El Patio de Honor
El Salón de Té
El Salón de Embajadores
La Sala de Acuerdos
La Sala de Audiencias
El Archivo General y la Biblioteca
- 9 -
LA CORTE SUPREMA
La Corte Suprema
Jueces y miembros de la Corte. Su elección
Composición de la Corte Suprema
Los conjueces
Sesiones de la Corte
Órganos auxiliares para el despacho de losasuntos del Pleno
Dependencias de la Corte Suprema
Publicidad de los actos de la Corte
76.
76.
78.
86.
89.
90.
90.
92.
97.
97.
98.
101.
101.
104.
108.
116.
Centro de Información Judicial (CIJ)
El Consejo de la Magistratura y el Juradode Enjuiciamiento
Relaciones institucionales
Visitantes ilustres
Presidentes de la República y Ministros de laCorte Suprema
Composición actual de la Corte Suprema
Traducción al inglés
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EL PALACIO DE JUSTICIA
EL BARRIO DE “TRIBUNALES”.ORÍGENES Y EVOLUCIÓN
Del “Hueco de Zamudio” alParque de Artillería
La actual Plaza Lavalle, que se originó en un sector de
una vasta extensión del llamado “Hueco de
Zamudio”, se halla en la jurisdicción del barrio San
Nicolás, constituido por tres manzanas circunscriptas
por la avenida Córdoba y las calles Lavalle, Libertad y
Talcahuano.
Es importante recordar que, según el trazado dispues-
to por el fundador Juan de Garay en 1580, la calle
Libertad era el límite oeste de “La Trinidad”, que
separaba la ciudad de las grandes quintas. Por ella
corría uno de los arroyos más importantes, el llamado
“Tercero del Medio”, que se formaba en los alrededo-
res de la Plaza Congreso hasta desembocar por la
actual cortada Tres Sargentos hasta el Río de la Plata.
Este arroyo, que canalizaba el agua en las lluvias, con-
tribuía al aislamiento del lugar.
La zona, considerada uno de los tres arrabales que
tenía Buenos Aires -los otros dos eran los actuales San
Telmo y Constitución-, era desolada y servía de refu-
gio a malvivientes que amedrentaban a quienes se atre-
vían a cruzarla de noche. Fue conocida como el
“Barrio Recio”.
Cuando en 1794 la ciudad fue dividida en veinte
barrios, la Plaza Lavalle quedó comprendida en el N°
19. En ese sector, según plano catastral de 1782, apa-
recen asignadas ocho manzanas de terreno al Alcalde
de Primer Voto del Cabildo, don Ambrosio Nicolás
Zamudio, quien no atendió convenientemente a estas
tierras, de modo que se convirtieron en un “hueco”,
como se denominaba a fracciones que por distintas
causas eran solares vacíos en estado de abandono. Estas
tierras bajas y anegadizas, donde se había formado una
laguna, se utilizaban como plaza para carretas que
transportaban leñas y frutos.
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La extensión, que incluía otras zonas que llegaban
hasta la actual calle Sarmiento, perteneció a Zamudio
hasta el año 1801, fecha en que pasó a manos de don
Felipe de Arguibel. Cuando éste murió, la Junta
Provisional de Gobierno compró el terreno a sus here-
deros. En él se instaló una fábrica de armas en la man-
zana comprendida entre Libertad, Lavalle, Tucumán y
Cerrito, y en otra -Tucumán, Uruguay, Lavalle y
Talcahuano-, en 1822, el Parque de Artillería, arsenal
y taller del Ejército. Entre ambas quedó un espacio
vacío que fue utilizado como Plaza de Armas para
ejercicios militares y retretas. A partir de entonces, el
lugar se fue conociendo como “Plaza del Parque”,
nombre que se extendió también al barrio -el “Barrio
del Parque”-.
Aunque ya en 1811 había quedado en manos del
gobierno de la Primera Junta, el predio se escrituró en
1818. Poco a poco se fueron construyendo viviendas
para los soldados, se instalaron comercios y en 1827,
por iniciativa de don Santiago Wilde, se diseñó un jar-
dín público a la usanza europea -el Vauxhall-, con su
pérgola y una banda de música, pista de baile, confite-
ría y hasta un pequeño zoológico. Conducidos por
carruajes que se estacionaban en la actual calle
Uruguay, los porteños comenzaron a frecuentar el
atractivo espacio de reciente creación.
El barrio siguió creciendo, se instalaron otros comer-
cios y se construyeron nuevas viviendas, esta vez para
los empleados del parque de diversiones. Sin embargo,
el acceso se tornaba dificultoso, las inundaciones eran
ARRIBA: La Plaza del Parque en 1867 (Foto A.G.N.)
PÁGINA 13: Claraboya de vidrios circulares con inscripciones alusivas al Derecho y la Justicia
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frecuentes y, paulatinamente, el interés por el parque
fue decayendo hasta que sus dueños decidieron cerrar-
lo. Cuando, con posterioridad a su desaparición, se
puso en venta la manzana comprendida entre las calles
Uruguay, Viamonte, Paraná y Córdoba, vecinos que
permanecieron en el lugar compraron algunos lotes.
La Estación del ParqueEl primer ferrocarril argentino
En 1857 se construyó la estación del primer ferroca-
rril argentino, a la que se llamó Estación del Parque, y
desde la manzana comprendida por las calles
Tucumán, Libertad, Viamonte y Cerrito, partió la céle-
bre locomotora “La Porteña” hacia la zona que hoy
conocemos como barrio de Floresta.
El llamado “Ferrocarril del Oeste” dio lugar enseguida
a la urbanización de la “Plaza del Parque”, que se con-
virtió luego en un paseo público ornamentado con
plantas y árboles.
Nacía entonces allí el primer ferrocarril del país y con
él, nuevas necesidades como la de acarrear agua para su
funcionamiento, ocasión que supo aprovechar el vecinda-
rio para tener cañerías mucho antes que los demás habi-
tantes de Buenos Aires. En documentos de la época, es
posible encontrar referencias como ésta: “La Plaza del
Parque, paseo público recientemente creado, y al cual
fluye mucha parte de la población, continúa mejorándo-
se...”* En un intercambio de notas entre los vecinos y
el municipio se advierte la contribución que aquellos
Estación del Parque, Ferrocarril del Oeste, 1857 (Foto A.G.N.)
* Memoria Municipal correspondiente a 1858
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realizaban para tales mejoras, con especial interés en la
plantación de árboles de diferentes especies. Una
comisión estaba presidida por Mariano Miró quien, pos-
teriormente, inauguraría su casa frente a la plaza.
Así, el creciente número de vecinos comenzó a ver en
poco tiempo calles empedradas e iluminadas con faro-
les a gas, zanjones limpios, plazas con bancos y cami-
nos nuevos. Nada quedaba ya del hueco de Zamudio.
El Palacio Miró y la Plaza General Lavalle
Se sucedieron además otras transformaciones: la aris-
tocracia porteña comenzó a edificar en la zona, impul-
sada quizás por la construcción del palacio de Mariano
Miró, diseñado por arquitectos italianos. Inaugurada en
1868, la mansión era semicircular y contaba, en la plan-
Parque de Artillería c. 1864 (Foto A.G.N.)
ta baja, con una galería perimetral. En el piso superior
se hallaba un magnífico mirador vidriado de tres plan-
tas. Las columnas ubicadas a ambos lados del portón
de acceso remataban con bustos romanos.
Podemos decir que en 1864, el Paseo del Parque se
hallaba en su apogeo. Pero, el Parque de Artillería, que
había sido un importante elemento urbanizador, con el
tiempo se fue convirtiendo en un lugar donde se habí-
an instalado casas de tolerancia que provocaban fre-
cuentes quejas, testimoniadas en notas enviadas a la
Municipalidad.
El 17 de septiembre de 1878, el paseo pasó a llamar-
se “Plaza General Lavalle”. Un decreto del Poder
Ejecutivo determinó el retiro del ferrocarril de la zona
y la Estación del Parque fue definitivamente clausura-
da en 1883. A su vez, el Intendente Torcuato de Alvear
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anuló el arroyo Tercero del Medio que bajaba por la
actual Libertad. En 1885 se adoquinaron las calles que
rodeaban la plaza y dos años después, a instancias de
una Comisión presidida por Bartolomé Mitre, se inau-
guró en su centro, a pocos metros del palacio Miró, la
estatua del general Juan Lavalle -obra del escultor
Pedro Costa-, que se yergue sobre una columna dórica.
La viuda de Mariano Miró, doña Felisa Dorrego,
sobrina del general fusilado en Navarro por orden de
Lavalle, mandó entonces a cerrar la entrada principal
del palacio y las ventanas que daban a la plaza. Y así
permanecieron, lo que indujo a que durante mucho
tiempo se creyera que la casa había sido abandonada
por sus habitantes.
En 1889 la plaza quedó perfectamente arreglada, con
extraordinarios ejemplares de árboles como aguaribays,
ficus y ceibos, algunos de los cuales aún hoy se pueden
admirar.
En 1890 tuvo lugar la llamada “Revolución del
Parque”(1). Tiempo después, el Palacio Miró, que
había quedado en ruinas como consecuencia de esos
acontecimientos, cambió de dueños y recuperó su anti-
guo esplendor. Allí se recibió como huésped al presi-
dente de Brasil en 1900 y se agasajó a la Infanta Isabel
con una fiesta en su honor durante la conmemoración
del Centenario. La residencia sería demolida en 1937.
1. La “Revolución del Parque”
Miguel Juárez Celman había sucedido en la presidencia de la Nación al general Julio Argentino Roca. Algunas medidas económico-financieras que se tomaron
durante su mandato desembocarían en una crisis de graves consecuencias. Además, determinadas actitudes políticas del Presidente desencadenaron la reacción del
Partido Unión Cívica de la Juventud. Aristóbulo del Valle decidió entonces la sublevación del Regimiento 10 de Infantería para la madrugada del 26 de julio
de 1890. Leandro N. Alem y su “estado mayor” se ubicaron en una casa situada en el Parque. Civiles y militares habían instalado sus cantones en todos los
edificios particulares que rodeaban la actual Plaza Lavalle, incluido, naturalmente, el Palacio Miró. Al día siguiente, grupos de civiles armados, que llevaban
como distintivo boinas blancas adquiridas en un negocio cercano al Parque de Artillería, se enfrentaron a las fuerzas del gobierno. Luego de dos días de lucha
encarnizada, la revolución fracasó. Sin embargo, Juárez Celman terminó presentando su renuncia al Congreso el 5 de agosto y el doctor Carlos Pellegrini asu-
mió la presidencia de la Nación.
La carga de dolor y muerte de los enfrentamientos
civiles de la Revolución del 90 indujo a las autoridades
a hacer desaparecer el parque de artillería para que no
quedaran rastros del escenario de los trágicos aconte-
cimientos, como consecuencia de los cuales la plaza
también había quedado deteriorada. Allí se levantarían
el Palacio de Justicia y el Teatro Colón.
Las grandes construcciones
Era la época de las construcciones monumentales de
hospitales, escuelas y edificios públicos en toda la ciu-
dad. En su libro El Centenario, el escritor Horacio Salas
señala : “Y esa ciudad era de reciente edificación. A partir de la
primera presidencia de Roca (1880-1886), se construyó un
cúmulo de edificios públicos importantes: desde la remodelación de
la Casa de Gobierno, para la que por otra parte existía un proyec-
to de actualización que nunca se llevó a cabo, hasta el palacio de las
Aguas Corrientes ubicado en la manzana comprendida por
Córdoba, Riobamba, Viamonte y Ayacucho. Una ciudad donde
también se habían edificado la Bolsa de Comercio, la Escuela de
Medicina (actual Facultad de Ciencias Económicas), el
Departamento de Policía, la Intendencia Municipal, el Colegio
Roca, el Avellaneda, el Instituto Libre de Segunda Enseñanza -actual
ILSE-, los hospitales Francés, Español e Italiano, el hospicio de las
Mercedes, el hospital Rawson, importantes iglesias, el club Francés, el
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Revolución del 26 de julio de 1890, también llamada Revolución del Parque.Vista de la Plaza del Parque, esq. Libertad (Foto A.G.N.)
El Palacio Miró, inaugurado en 1868 (Foto A.G.N.)
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Grandes construcciones de la época
ARRIBA: Hospital Italiano (izquierda)y Hospital Español (derecha)
ABAJO: Escuela de Medicina, hoy Facultad de Ciencias Económicas (izquierda)y Escuela Presidente Roca (derecha)
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Proyecto original del Teatro Colón del Arq. Francisco Tamburini (Foto S.C.A.)
Alemán y el Español y el suntuoso edificio del Jockey Club [de la
calle Florida], entre muchas otras grandes construcciones.
En 1910 los grandes palacios contaban pocos años, en ningún
caso más de treinta, y puede dar una idea de la magnitud del
impulso edilicio saber que ese año se abrió el concurso para levan-
tar el edificio del Centro Naval de Córdoba y Florida; que la
actual cancillería(...) había sido terminada dos años antes; que la
actual sede de la Nunciatura Apostólica en avenida Alvear y
Montevideo (...) se inauguró en 1909 ; que el Círculo Militar
(...) se concluiría en 1912, lo mismo que la embajada de
Francia, y que -aunque los proyectos eran muy anteriores- el
Teatro Colón se había terminado en 1908; que el Congreso
Nacional se hallaba en los tramos finales y que el monumental
Palacio de los Tribunales se encontraba en construcción, aunque no
se terminaría completamente hasta 1942”.
Para volver al barrio, consignaremos que en 1903, sobre
las ruinas de una antigua barraca situada en la calle
Libertad entre Tucumán y Lavalle, en la que había fun-
cionado el circo italiano de Giuseppe Chiarini y por el
que habían pasado figuras como Pepe Podestá, Frank
Brown y Scotti y se había representado el Moreira, se
construyó la que hoy es la Escuela Presidente Roca, otro
costoso edificio ornamentado con vitrales, boiseries,
columnas, pilastras, arquitrabe, friso, escalinatas de már-
mol y esculturas. La escuela lleva el nombre de Roca,
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Segunda sede de la Corte Suprema, hoy Banco Central (Foto A.G.N.)
durante cuya primera presidencia se creó el Consejo
Nacional de Educación y se promulgó la Ley 1420
que establecía la obligatoriedad de la educación prima-
ria y gratuita.
En 1903 el Parque de Artillería fue demolido y en 1908
terminó la construcción de los importantes edificios
públicos que se encuentran frente a la plaza. Además, su
perímetro se fue poblando de ornamentación ecléctica
francesa. En 1912 se abrió la calle Tucumán.
El Palacio de Justicia, una obraarquitectónica paradigmática
La larga historia de su construcción
Pero ¿cuándo se había creado la Corte Suprema?
¿dónde había funcionado? ¿En qué momento se deci-
dió construir el Palacio de Justicia?
En 1863, apenas Bartolomé Mitre había asumido la
presidencia de la Nación, consciente de que una repú-
blica sólo puede funcionar si cuenta con un Poder
Judicial, promulgó la ley N° 27, por la que se estable-
cía la Corte Suprema de Justicia de la Nación, com-
puesta por cinco Ministros y un Procurador General.
La Corte funcionó, en un primer momento, en un
antiguo edificio de la calle Bolívar; posteriormente y
durante muchos años, en la calle San Martín 273,
actual sede del Banco Central; la Cámara Civil lo haría
en el Cabildo de la Revolución de Mayo y los jueces
del crimen se instalaron en dependencias del
Departamento de Policía inaugurado en 1889.
Mientras la Justicia carecía de un espacio propio y
común, el Parlamento seguía de cerca el problema, y un
grupo de diputados presentó el proyecto de ley por el
cual se construiría un edificio capaz de albergarla en el
terreno fiscal ubicado en la manzana de Talcahuano,
Lavalle, Uruguay y Tucumán.
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Proyecto del Palacio de Tribunales realizado por el Arq. Francisco Tamburini (Foto S.C.A.)
El gobierno nacional encargó al arquitecto Francisco
Tamburini que activara los planos y presupuestos
destinados a la construcción del Palacio de Justicia
en los terrenos que ocupaba el Parque de Artillería.
Finalmente, durante la segunda presidencia de Julio
A. Roca, cuyo Ministro de Justicia e Instrucción
Pública era Juan Ramón Fernández, el 24 de julio de
1902 se promulgó la Ley N° 4087, que facultaba al
Poder Ejecutivo para adoptar los planos que el
arquitecto Norbert Maillart había elaborado en
Francia en 1889. Con algunas modificaciones pro-
puestas por la Inspección General de Arquitectura
del Ministerio de Obras Públicas, esos planos se
aprobaron por decreto del 25 de noviembre de 1902.
(El texto de la ley que autoriza su construcción se
reproduce en un recuadro)
El 30 de diciembre de 1903 se produjo el traspaso del
parque de artillería por parte del representante del
Ministerio de Guerra, Comandante Martín
Rodríguez, al del Ministerio de Justicia e Instrucción
Pública, ante el escribano mayor de gobierno, Dr.
Enrique Garrido. Su destino sería la construcción del
Palacio de Justicia. Al realizarse la demolición y las
obras preliminares, se halló un pozo donde se encon-
traron armas, sables corvos, fusiles y hasta un cañón
utilizado en la guerra del Paraguay.
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El Senado y la Cámara de Diputados de la Nación Argentina.... sancionan con fuerza de ley:
Art. 1°- El Poder Ejecutivo mandará construir, de acuerdo con las disposiciones de la ley de Obras Públicas, el edificio para
los Tribunales federales y ordinarios de la capital de la República, en la manzana de terreno comprendida entre las calles
Talcahuano, Uruguay, Lavalle y Tucumán, sobre las siguientes bases:
a) los proponentes presentarán los planos, presupuestos y especificaciones dentro del plazo que fije el Poder Ejecutivo, el cual acep-
tará la propuesta más ventajosa o rechazará todas y llamará a nueva licitación.
En el caso de aceptación de los planos, presupuestos y especificaciones de un proyecto, el Poder Ejecutivo podrá distribuir en pre-
mios, a los dos que sigan en mérito al aceptado, una suma que no exceda de quince mil pesos moneda nacional.
Si fuesen aceptados los planos y demás especificaciones de un proyecto, pero se rechazare el presupuesto de construcción de la obra,
el Poder Ejecutivo podrá premiar al autor del mejor proyecto con una cantidad no mayor de veinte mil pesos moneda nacional,
quedando los planos y demás especificaciones de propiedad del Estado.
En este último caso, la nueva licitación para la construcción de la obra deberá llamarse con sujeción al proyecto adquirido.
El Poder Ejecutivo, si lo creyese conveniente, podrá también solicitar propuestas para la construcción de la casa de justicia, por
los planos del ingeniero señor Maillart;
b) el constructor deberá entregar la obra concluida dentro del plazo que se fije en el contrato, el que no podrá exceder de tres años;
c) el precio se abonará trimestralmente por cuotas no menores de diez por ciento anual, comprendida la amortización acumula-
tiva y el interés, que no será mayor del seis por ciento.
Las anualidades empezarán a contarse un mes después del día de la entrega del edificio.
Art. 2°-El Poder Ejecutivo podrá invertir en la construcción de la obra hasta la suma de cuatro millones de pesos moneda
nacional.
Art. 3°-Para atender al pago del costo de esta obra y de sus intereses destínanse los siguientes recursos: a) las cantidades que
desde la ocupación del edificio se economicen en las partidas que el presupuesto asigna para alquileres de las diversas reparticio-
nes de la administración de justicia que se enumeran, formándose con su total una sola partida con este destino: Cámara de
Apelación en lo Comercial, Criminal y Correccional- Juzgado en lo Civil, Defensores de menores y Registro de mandatos-
Juzgados del Crimen y Correccionales- Médicos de Tribunales- Archivo de los Tribunales.
LEY QUE AUTORIZA LA CONSTRUCCIÓNDEL PALACIO DE TRIBUNALES
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b) los alquileres que se ahorrarán por ocupación del antiguo Cabildo y la casa de la Suprema Corte con sus oficinas públicas,
que actualmente ocupan locales alquilados;
c) los alquileres que deberán pagar las Escribanías de registro ocupando el nuevo edificio;
d) el producido de las oficinas del Registro de la propiedad, hipotecas, embargos e inhibiciones, que administrará el Estado por su
cuenta desde el 1° de enero de 1903, afectándose especialmente su producido, que deberá depositarse a la orden del Ministerio
de Justicia, al pago de la obra;
e) el producido del Boletín Oficial y del Boletín Judicial, desde la promulgación de la presente ley, depositándose en la forma
establecida en el inciso anterior.
Art. 4°-Derógase toda ley que se oponga a la presente.
Art. 5°-Comuníquese al Poder Ejecutivo.
Dada en la sala de sesiones del Congreso Argentino, en Buenos Aires, a veinticuatro de julio de mil novecientos dos.
Registrada bajo el número 4087.División de Justicia.
Buenos Aires, julio 31 de 1902.
Téngase por ley de la nación, cúmplase, comuníquese, publíquese y dése al Registro Nacional.
N. Quirno CostaAdolfo Labougle
Secretario del Senado
Benito VillanuevaAlejandro Sorondo
Secretario de la Cámara de Diputados
ROCAJ.R. Fernández
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El arquitecto Maillart
El arquitecto francés Norbert Maillart, egresado de la
Escuela de Bellas Artes de París y autor de los planos
del edificio del Correo y del proyecto del Colegio
Nacional de Buenos Aires, fue quien proyectó y diri-
gió la obra durante cuatro años. Maillart diseñó ade-
más muchos de los muebles que hoy se encuentran en
numerosos despachos del Palacio de Justicia, así como
el estrado y los bancos de la gran Sala de Audiencias
de la Corte Suprema. El arquitecto italiano Virgilio
Colombo tuvo a su cargo la decoración de los interio-
res del Palacio.
La piedra fundamental fue colocada el 24 de mayo de
1904, en una ceremonia presidida por Roca y su
ministro Joaquín V. González a cargo de Justicia e
Instrucción Pública, pero los trabajos se iniciaron casi
un año después, durante la presidencia de Manuel
Quintana, en abril de 1905, una vez aprobada la últi-
ma modificación de los planos que se siguieron en la
construcción, a cuyo cargo estuvo la empresa “J.
Bernasconi y Cía.”.
Una parte del edificio se inauguró para la celebración
del Centenario de la Revolución de Mayo, siendo pre-
sidente José Figueroa Alcorta, pues la Conferencia
Panamericana eligió como sede el salón de los Pasos
Otras obras del Arq. Maillart
IZQUIERDA: Palacio del Correo Central poco antes de su inauguración (Colección particular)
DERECHA: Colegio Nacional de Buenos Aires
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Perdidos. En 1912 se instaló la Corte Suprema y gra-
dualmente lo fueron haciendo también los distintos
tribunales. Pero ese año se rescindió el contrato de
Maillart como director de obras y los trabajos se
paralizaron a principios de 1914, a causa de cuestio-
nes administrativas.
En 1915, durante el mandato de Victorino de la Plaza,
sobrevinieron algunas objeciones y también se rescin-
dió el contrato de adjudicación con la empresa “J.
Bernasconi”. La construcción pasó entonces a manos
de la Dirección General de Arquitectura, lo que impli-
có una temporaria suspensión de las obras y, posterior-
mente, ciertas modificaciones al proyecto original. Se
incluían, entre otras, la transformación de las mansar-
das en oficinas, con su techo de pizarra sustituido por
tejas esmaltadas, la supresión de la cúpula y de la esca-
lera de honor, cuya finalidad era conducir hasta la
Corte Suprema, atravesando el espacio ocupado
actualmente por la estatua de la Justicia o la Equidad,
pues era imposible respetar la amplitud requerida.
Tampoco se pudieron construir las escaleras que daban
a las calles Tucumán y Lavalle.
Debido a estas enmiendas, el edificio aumentó su
altura en un metro ochenta y cinco. Como dato de
interés, cabe señalar que los portones de la fachada
principal -calle Talcahuano- fueron colocados
muchos años después, a partir de los estudios realiza-
dos en 1973.
Pero fue recién en 1942, durante la presidencia de
Ramón Castillo, cuando concluyó la obra con la inau-
guración de la Sala de Audiencias de la Corte
Suprema, ocasión en que el Gobierno de Santa Fe
donó una réplica del “Cristo de los Constituyentes”,
denominado así porque, según la tradición, ante la
imagen original -que se encuentra en el Convento de
San Francisco, en Santa Fe- se juró en 1853 la
Constitución Nacional.
Arq. Norbert Maillart en 1908 (Foto A.G.N.)
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Proyecto del Arq. Maillart para el Palacio de Justicia (Archivo Museo de la Ciudad)
Acto de colocación de la piedra fundamental del Palacio deTribunales en 1904 (Archivo Museo de la Ciudad)
y su medalla conmemorativa
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ARRIBA: El Palacio de Tribunales en construcción (Archivo Museo de la Ciudad)
ABAJO: Vista del Palacio desde la plaza Lavalle en 1929 (Foto A.G.N.)
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PÁGINA 28: Palacio de Justicia, esquina de Tucumán y Uruguay, 1929 (arriba) (Foto A.G.N.)y Hall de las estatuas en el piso 6˚, colocadas a título de
ensayo decorativo en 1923 (abajo) (Foto A.G.N.)
ARRIBA: La plaza Lavalle en 1918 mientras nevaba en Buenos Aires (Foto A.G.N.)
PÁGINAS 30-31: Vista actual del Palacio desde la Plaza Lavalle
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LA ARQUITECTURA
El exterior
El Palacio de Justicia constituye lo que se denomina un
edificio “exento”, sin linderos y con cuatro frentes; el
principal da sobre la calle Talcahuano y los restantes,
sobre Lavalle, Tucumán y Uruguay. El trazado de las
líneas municipales definitivas y la ya mencionada aper-
tura de la calle Tucumán en 1912 disminuyeron el
volumen acordado originalmente al inmueble.
En cuanto a su ubicación respecto de otros centros de
poder, conviene recordar que Buenos Aires tuvo, como
París, su proyecto de establecer ejes compositivos y
abrir diagonales. Así, desde el fuerte original de los
Virreyes, sobre la barranca que mira al Río de la Plata,
luego sede del Gobierno Nacional -la Casa Rosada-, se
abrió la Avenida de Mayo en 1894 para vincular al
Poder Ejecutivo con la sede del Poder Legislativo, el
Congreso Nacional, construido en 1906 y ubicado
hacia el oeste de la ciudad en la manzana comprendi-
da entre la Av. Rivadavia, Combate de los Pozos,
Hipólito Yrigoyen y la Av. Entre Ríos. Dos diagonales
partían de la Plaza de Mayo y debían unir la Casa
Rosada con la sede del Poder Judicial en el extremo de
una de ellas -Diagonal Norte, en la Plaza Lavalle-, en
tanto que la otra remataba con la sede del Gobierno
local o Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires -
edificio que nunca se llevó a cabo, en la intersección de
las avenidas Independencia y 9 de Julio, conocida
como Diagonal Sur-. El Palacio de Tribunales quedó
enfrentando un gran espacio verde, remate del sector
norte de la Av. Roque Sáenz Peña, hoy paseo peatonal
desde su intersección con la avenida 9 de Julio.
La fuerte axialidad del edificio frente a la Plaza
Lavalle, acentuada en su entrada principal por la impo-
nente escalinata y la simetría del frente, son rasgos
ARRIBA: El Intendente Joaquín de Anchorena,uno de los propulsores de las diagonales
(Archivo Museo de la Ciudad)
PÁGINA 33: Uno de los proyectos urbanísticos del Arq. JosephBouvard para la división de las diagonales,
hacia comienzos del siglo XX
- 33 -
- 34 -
compositivos propios del academicismo y de la idea
escultórica de colocar grandes edificios o monumen-
tos como remate de las avenidas. Esta concepción
arquitectónica se trasladó de Europa, en particular de
París y Roma, ciudades que emplearon este recurso en
sus ampliaciones urbanas.
El estilo
Suele decirse que el Palacio de Tribunales es de estilo
ecléctico, tendencia ligada al academicismo, escuela
arquitectónica a la que pertenecía Norbert Maillart y
asociada a la concepción del liberalismo, que favorecía
la libre combinación de diversos estilos en detrimento
de la unidad. La arquitectura de fines del siglo XIX
permitía, como es posible advertir en el Palacio de
Justicia, la curiosa combinación del barroquismo de
los siglos XVII y XVIII, caracterizado por los excesos
ornamentales, con el neogótico propio del “revival”
inglés, italiano y alemán del siglo XIX que justifica la
multiplicidad de arbotantes, capiteles y ojivas. Pero
también se acudía -y era una elección particular de los
arquitectos franceses de la época- al neoclasicismo, que
proporcionaba a los edificios volumen, gusto por la
simetría y la suntuosidad y una ornamentación interna
y externa materializada en balaustradas y bóvedas,
columnas, esculturas y escalinatas. El tipo de construc-
ción y los materiales empleados -bronces, cerámicas,
ARRIBA: Detalle de la fachada de la calle Uruguay
PÁGINA 35: Galería del 4˚ piso sobre la calle Talcahuano
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mármoles, maderas talladas, vitrales, frescos y pizarras,
entre otros- dan al Palacio de Justicia el aspecto monu-
mental requerido por la concepción de la época para la
finalidad que debía cumplir. La monumentalidad defi-
niría, además, la arquitectura académica de nuestro
país hasta mediados del siglo XX.
Muchos especialistas llegan a considerarlo como una
de las obras arquitectónicas más paradigmáticas e inte-
resantes de nuestro patrimonio, aunque no falten opi-
niones adversas que objetan su estilo excesivamente
severo, solemne y poco funcional.
Fue declarado Monumento Histórico Nacional de la
República Argentina por la Comisión Nacional de
Museos, Monumentos y Sitios Históricos, dependien-
te de la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la
Nación, por decreto n° 349 del año 1999. Goza de
protección oficial -el Estado contribuye a su sosteni-
miento desde el punto de vista económico- y cualquier
intervención que se desee realizar en el edificio requie-
re la consulta a esta Comisión.
El criterio estético, proclive a lo majestuoso, que se
manifestó en la construcción de suntuosos y monu-
mentales edificios públicos y privados, propio, por
otra parte, del eclecticismo arquitectónico de la
“Belle Époque”, relegó la concepción arquitectónica
funcional que se impondría después de la Primera
Guerra Mundial. Esa sería también la razón por la
que, a pesar de la voluntad original de hacerlo, no se
logró centralizar en el palacio todo lo concerniente a
la Justicia.
PÁGINA 36: Coronamiento con las tablas de la ley en la parte superior de lafachada del Palacio
ARRIBA: Escudo Nacional en la puerta principal
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Este predominio de lo estético se manifiesta en cierto
ordenamiento de los elementos de su fachada princi-
pal, la que corresponde a la puerta de Talcahuano 550.
Presenta un basamento continuo en todo su perímetro
realizado en piedra caliza clara, y sobre él, colocados a
manera de estratos, dos pares de pisos con ventanas,
uno enmarcado con molduras de símil piedra, y otro
con columnas. Remata todo el conjunto una mansarda
apoyada sobre un quinto nivel de ventanas. Este siste-
ma repite el orden de una columna que concibe al edi-
ficio como tal, compuesto por una base, un fuste y un
coronamiento o capitel. Maillart empleó este recurso
también en el Palacio del Correo Central.
Así, en su composición exterior, particularmente en
esta fachada, se observan con nitidez dos partes: una,
que constituye una suerte de núcleo correspondiente
a los espacios de la Corte Suprema, con grandes aber-
turas, enormes pilares y esculturas, y otra, conforma-
da por despachos y oficinas. La parte central, salien-
te, está compuesta por cuatro pisos encabezados por
cinco bóvedas de arco de medio punto con ovas en
cuya decoración se advierten motivos vinculados con
la justicia. Grandes columnas con pilastras adosadas
sirven para separar entre sí las bóvedas sobre las cua-
les, pequeñas columnas estriadas tienen un valor
meramente decorativo y forman un nuevo piso. Un
ancho entablamento ornamentado se une a este sec-
tor. Corresponde mencionar como elementos decora-
tivos, los coronamientos con las Tablas de la Ley a
cuyos lados se encuentran representaciones de figuras
humanas. Se observa también una definida balaustra-
da y ventanas de estilo italiano y, como ornamenta-
ción en símil piedra, medallones en relieve de influen-
cia egipcia, los símbolos del poder romano represen-
tados por hachas rodeadas de haces de varas, el escu-
do nacional en la parte central, y la balanza de la
Justicia. A ambos lados del acceso, sobre las seis gran-
des columnas que lo flanquean, es posible ver masca-
rones con cara de león.
El uso del revoque de símil piedra en interiores y
exteriores como remedo de los sillares verdaderos de
piedra, característico del neoclásico, es destacado en
este edificio, que tiene una superficie de 68.530 m2.
El interior
La estatua de la Justicia o de la Equidad
Una vez dentro del Palacio, en la pared frontal del ves-
tíbulo -cuyas columnas se elevan hasta una cúpula que
permite el ingreso de la luz exterior a través de una
claraboya- se encuentra, en una bóveda iluminada y
sobre un elevado pedestal, la célebre estatua de la
Justicia o la Equidad. Representa a una figura femeni-
na de pie con los brazos extendidos hacia adelante,
cubierta por una túnica con pliegues, ceñida en la cin-
tura, que desciende hasta sus tobillos. Sobre su cabe-
za, en una especie de toca se insinúa el dibujo de una
balanza. Se trata de una réplica de la primera fundi-
ción que el Dr. Carlos Delcasse, amigo y asesor letra-
do del escultor argentino Rogelio Yrurtia (1879-
1950), mandó realizar en 1936. Esta réplica de
PÁGINAS 38-39: Hachas rodeadas de haces de varas, símbolos del poder romano.Detalle de la fachada sobre la calle Uruguay
PÁGINA 41: Estatua de la Justicia o de la Equidad en el hall principal del Palacio
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ARRIBA: Puerta art déco en el hall de entrada
PÁGINA 43: Uno de los accesos principales del Palacio
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bronce, que preside el acceso al Palacio de
Tribunales, fue entronizada en 1959 mientras
presidía la Corte Suprema el doctor Raúl Orgaz.
Hasta entonces y desde 1943 el nicho, cuya cons-
trucción se inició en esa fecha con el fin de albergar-
la, estuvo ocupado por el busto del General San
Martín que, como veremos, se exhibe hoy en el Hall
o Patio de Honor del cuarto piso.
La estatua de la Justicia o de la Equidad mide 3,85
metros de altura y pesa 1800 kilos. La original en yeso
se encuentra en el “Museo Casa de Yrurtia” en el
barrio porteño de Belgrano.
PÁGINA 44 Y ARRIBA: Orden gigante de columnas corintias que vincula los pisos del Palacioy detalle de los capiteles
El Salón de los Pasos Perdidos
Avanzamos, siempre por la planta baja, hacia el hall
central o Salón de los Pasos Perdidos, corazón del edi-
ficio al que se vuelcan los pisos principales. Las arca-
das superiores dan al patio que corresponde a la clara-
boya del cielorraso de la Sala de Audiencias de la plan-
ta baja de la que nos ocuparemos más adelante. El hall
central está delimitado por grandes pilares cuadrangu-
lares que lo separan de los pasillos que lo rodean y
soportan arcadas ornamentadas con rosetones. Dos
grandes cornisas en los cuatro perímetros que ocultan el
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tercer piso toman su altura y, a partir de ellas, surge el
balconeo de los pisos cuarto, quinto y sexto. Esos tres
pisos están unidos por un orden gigante de semicolum-
nas corintias. En las arcadas de los pasillos perimetrales
pueden verse los escudos de las provincias argentinas
realizados en mosaicos pequeños. Una gran claraboya de
ladrillos de vidrio prismáticos circulares de origen belga
sobre una estructura de perfiles de hierro abarca todo el
cielorraso de este hall y permite el paso de la luz natu-
ral. Desde la gran cornisa perimetral del sexto piso hasta
la claraboya, el séptimo está marcado por ventanas cir-
culares. Podemos decir que, de alguna manera, el sépti-
mo piso participa también de este espacio central unifi-
cador que permite apreciar todos los niveles, por tratar-
se de un eje de composición, característico de la concep-
ción arquitectónica de la Escuela de Bellas Artes de
París, que pasa por la mitad del edificio.
El otro eje, el de los accesos laterales, que va desde el
de la calle Lavalle al de Tucumán, se halla desplazado.
Si ingresamos en cualquiera de los dos halls de este eje
transversal, veremos que se trata de recintos alargados
que vinculan espacialmente todos los pisos del palacio,
con un orden gigante desde la planta baja hasta el ter-
cero; pilares de base cuadrangular, entre el cuarto y el
quinto; columnas corintias y una baranda, en el sexto ;
y en el séptimo, ventanas circulares. Vigas ornamenta-
das soportan la claraboya. A medida que nos acerca-
mos a cualquiera de los dos accesos laterales, encontra-
mos grandes puertas de hierro y bronce con motivos
florales, dos enormes apliques de los mismos materia-
les ubicados a ambos lados de la entrada, rosetones en
el cielorraso con ornamentaciones de balanzas y una
central, con una espada en la parte superior de las
paredes laterales. La entrada de la calle Lavalle, aunque
simétrica respecto de la de Tucumán, pone de relieve el
desnivel del edificio pues la escalinata de acceso es más
alta y empinada.
ARRIBA: Ornamentación en símil piedra que decora variossectores del Palacio
PÁGINA 47: Eje del acceso lateral que va desde la calle Lavallea la calle Tucumán
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PÁGINA 48: Cielorraso con casetones sobre el Salón de los Pasos Perdidos
ARRIBA: Amplias claraboyas de vidrios circulares permiten el paso de la luz en diversos sectores del Palacio
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ARRIBA Y PÁGINA 51: Escudos de las provincias argentinas que se exhiben enlos pasillos perimetrales del Salón de los Pasos Perdidos
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La Sala de Audiencias de la planta baja
Volvamos al hall central desde el que se accede a la Sala
de Audiencias de la planta baja. Se trata de un recinto
rectangular de doble altura que jerarquiza el sector del
estrado a través de un piso sobreelevado y de una arcada
que marca la separación entre el espacio destinado a los
magistrados y el del público. Durante las audiencias, los
asistentes pueden ocupar también las bateas, especie de
palcos altos que se encuentran en los laterales de la sala
y a los que se accede por el tercer piso.
El espacio central se ensancha a cada costado, separado
de los espacios anexos con dos niveles -el del primer piso
y el de la planta baja- por cuatro columnas corintias, dos
a cada lado. Contra las paredes pueden verse pilastras
que culminan también en capiteles corintios. La unión
entre el cielorraso y las paredes está marcado por una
gran cornisa. El cielorraso contiene una enorme clara-
boya con grandes vitrales por la que penetra la luz natu-
ral, mientras que el de los anexos se halla ornamentado
con guardas. Tanto los bancos de la parte central de la
sala como los de las bateas son de cedro con ornamen-
taciones de hojas. La baranda que separa los sectores del
estrado y del público es de madera, así como todas las
paredes y el piso, de roble con guardas geométricas. En
la parte posterior del estrado, la puerta con la leyenda
“Afianzar la Justicia”, tiene dos vitrales estilo art déco en
las hojas laterales. Representan a dos figuras femeninas
con el mentón sobre sus manos, apoyadas a su vez sobre
el pomo de una espada. En la parte superior de la puer-
ta, vitrales de estilo muy diferenciado del de los otros
representan el escudo nacional. Siempre en el estrado, el
sitial del presidente deja ver en la parte superior de su
respaldo una balanza tallada en madera. Una gran araña
de bronce de doce brazos ilumina la zona y contra las
paredes, ubicados en diferentes sectores de la sala, se
hallan apliques de bronce con tulipas de vidrio esmeri-
lado. El acceso a la sala se destaca gracias a la boiserie que
se eleva y lo corona con un frontis al igual que en los
accesos laterales del estrado. En la entrada principal,
PÁGINA 52: Sala de Audiencias de la planta baja
ARRIBA: Libro de los Cuatro Evangelios para las ceremonias de juramento delos ministros de la Corte Suprema
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ARRIBA: Galerías interiores comunican las distintas dependencias del edificio
PÁGINA 55: Escalera de mármol en uno de los accesos principales
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una traba de visuales de madera cumple la doble fun-
ción de distribuir al público hacia ambos lados de la
sala y evitar la eventual distracción del tribunal.
Cabe destacar que en esta sala se llevó a cabo, en
1985, el Juicio a las Juntas militares durante el
gobierno del Dr. Raúl Alfonsín.
LA CORTE SUPREMA Y SUSDEPENDENCIAS
El Patio de Honor
En el cuarto piso se encuentra el Patio de Honor de la
Corte Suprema. Su extraordinaria acústica permitió, en
otros tiempos, la realización de numerosos conciertos.
Rodeado de monumentales columnas clásicas de capi-
teles corintios que forman una loggia, este imponente
espacio de mármol de Carrara está cubierto por un
cielorraso abovedado en casetonado como otros recin-
tos del palacio. Una claraboya construida con vitrales
de origen francés, blancos y de colores lo ilumina. Por
encima de las columnas, la galería superior perimetral
remata en una balaustrada.
Un busto del General San Martín, obra del célebre escul-
tor argentino Luis César Perlotti, preside este Patio de
Honor. Una placa conmemora el centenario de la crea-
ción del Poder Judicial y se exhibe también una réplica de
la bandera de los Andes entronizada en 1991. A ambos
lados del busto, placas de mármol de Carrara recuerdan,
mediante la inscripción en bronce de sus nombres, a inte-
grantes de la Convención Constituyente de 1860.
Otras similares, ubicadas a los costados de la entrada
de la Sala de Audiencias -de la que el Patio de Honor
constituye la antesala-, evocan a los miembros ya falle-
cidos de la Corte Suprema desde su creación en 1863
y a los de la Procuración General de la Nación.
PÁGINA 56: Patio de Honor, imponente espacio de mármol,antesala de las dependencias de la Corte Suprema
ARRIBA: Placa de mármol de Carrara con los nombres de losconstituyentes de 1860
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PÁGINAS 58-59: Una claraboya de vitrales franceses permite el paso de la luz
PÁGINA 60: Busto del General José de San Martín que preside el Patio de Honor
ARRIBA: Detalle de la balaustrada que rodea al Patio de Honor y desu cielorraso con casetones y rosetón
El Salón de Té
Este salón rectangular, de estilo inglés, forma parte de
las dependencias de la Corte Suprema de Justicia reser-
vadas al uso exclusivo de los miembros del alto tribu-
nal -las otras son el Salón de Embajadores y la Sala de
Acuerdos-. Hasta hace unos años, solían reunirse allí
los ministros a la hora del té, para comentar los acon-
tecimientos de la jornada, costumbre que se fue per-
diendo con el tiempo.
En sus paredes, revestidas de una boiserie a modo de
zócalo alto, se exhiben óleos que representan a
Ministros de la Corte ya fallecidos, cuadros que han
sido donados por sus familias.
Las aberturas son de madera, como las de todos
estos salones, en este caso con vidrios esmerilados de
dibujos geométricos. Del cielorraso, que presenta
cuatro rosetones en los vértices con diseños de corte
vegetal y una guarda con motivos geométricos cur-
vos, pende una araña de bronce de varios brazos y
tulipas de vidrio.
El Salón de Embajadores
Contiguo al Salón de Té, se halla el Salón de
Embajadores, ámbito reservado a visitas oficiales de
diferente índole, nacionales y extranjeras, que son reci-
bidas allí por el Presidente y los Ministros de la Corte
Suprema.
El cielorraso es liso y el sobrio revestimiento de made-
ra de las paredes, con pilastras muy planas de fuste
estriado y capitel jónico, destaca la nobleza del recin-
to. El piso de parquet de roble presenta una guarda cer-
cana al perímetro que recorre todo el ambiente. De
estilo francés, este salón cuadrado posee una araña de
bronce con caireles de cristal de Murano de más de
cien años. La condecoración San Raimundo de
Peñafort, que el gobierno español entregó al Dr.
Miguel Ángel Berçaitz, presidente de la Corte entre
1973 y 1976, se exhibe en este salón, así como el busto
de bronce “Cabeza de Mujer” del escultor argentino
José de Luca y “Alma doliente”, otro busto en bronce
de Pedro Zonza Briano, sobre sendos dressoirs de made-
ra y mármol ubicados en la pared del frente.
De las paredes laterales cuelgan dos óleos : “Valle de
Belén” de Rodrigo Bonome, primer premio del Salón
Nacional de 1952 y “Paisaje” de A. Escobedo. En el
141° aniversario del fallecimiento del General San
Martín, en 1991, el ejército argentino donó una répli-
ca del sable corvo que también es posible apreciar en
una vitrina de este salón.
La Sala de Acuerdos
En la Sala de Acuerdos se reúnen los jueces del Tribunal
bajo la dirección del Presidente del cuerpo para firmar
los proyectos de fallos copiados en papel oficial y tratar
aquellos casos que demandan sentencia. Las sesiones son
reservadas y cuentan, en la primera parte, con la presen-
cia de los Secretarios de la Corte.
En las paredes del salón se observan dieciséis retratos al
óleo de diferentes presidentes del alto tribunal. Se desta-
ca también un retrato del General Bartolomé Mitre,
durante cuyo mandato presidencial, en 1863, se creó la
Corte Suprema.
Una mesa de madera sostiene el ejemplar de “Los cua-
tro Evangelios”, impreso en nuestro país en 1944, sobre
el que, en la ceremonia de asunción, pueden prestar jura-
mento los Ministros que así lo desean.
Los rosetones del cielorraso se encuentran en la mitad de
los lados y unen la guarda perimetral con una central en
forma de óvalo, ambas caracterizadas por sus motivos
florales. Junto a la puerta que da a la loggia, puede verse
un reloj inglés de 1890, donado por el Ente Nacional de
Administración de Bienes Ferroviarios (ENABIEF,
actual ONABE), en 1997. Contra la pared de enfrente,
se hallan siete sillas de madera tallada, en la parte supe-
rior de cuyo respaldo se advierte una representación de
la balanza de la justicia. Alrededor de la mesa de made-
ra de diez lados, los sillones giratorios de respaldo curvo
son de cuero rojizo capitonné con brazos y patas de made-
ra. La boiserie abarca la mitad de las paredes, con sectores
de bibliotecas que contienen los Anales de la Legislación
argentina y de la estadounidense. La araña, del mismo
estilo que la del Salón de Té, es de bronce con numero-
sos brazos y tulipas. Una escalinata de cinco peldaños
salva el desnivel del estrado de la Sala de Audiencias, a la
que se accede por una puerta ubicada en la parte supe-
rior de esta pequeña escalera.
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La Sala de Audiencias
Recordemos que la construcción del Palacio de Justicia
finalizó en 1942, momento en que fue inaugurada la
Sala de Audiencias de la Corte Suprema. De estilo
neoclásico simplificado, este recinto se asemeja a los de
las cortes europeas, incluso en los armarios de madera
destinados a guardar togas.
Este ambiente rectangular es el más ornamentado de
todo el Palacio de Justicia y probablemente el más sig-
nificativo. Posee dos niveles y ciertos detalles, como
el de la altura de las ventanas, que contribuyen a
reforzar su dimensión. El cielorraso curvo, cubierto
por bóvedas semicilíndricas de cañón corrido, marca
netamente la existencia de tres sectores: el del estra-
do, el del público y el del acceso. Esos sectores se
hallan marcados, además, mediante las pilastras, la
ornamentación de las paredes y el nivel del estrado.
La zona central del cielorraso es la más trabajada
debido a la presencia de los casetones, cuadrados en
los que queda dividido, con ornamentaciones de tipo
vegetal.
El aprovechamiento de la cornisa para colocar ilumi-
nación artificial contribuye a jerarquizarlo. Las pare-
des se hallan revestidas hasta la mitad de su altura con
boiserie de madera de cedro y están ornamentadas con
pilastras y semicolumnas. El marco de la puerta de
acceso a la sala se ve realzado por un frontis sostenido
por ménsulas curvas y es de carácter clásico. Los aven-
tanamientos, de doble altura con una reja metálica
externa con adornos florales, incorporada a la hoja de
la puerta, permiten el acceso a la loggia exterior de
grandes columnas dóricas revestidas en símil piedra.
El piso es de parquet de roble con una guarda en el
perímetro y en los bordes del estrado. Su unión con
las paredes es de mármol de tipo boticcino de color
beige mientras que el de la pared es de mármol más
claro. El recinto posee apliques de bronce de siete bra-
zos cada uno con diseños de follaje y tulipas esféricas
de vidrio esmerilado.
El estrado presenta dos niveles: uno, más alto, destina-
do a los Ministros que lo presiden y otro, más bajo,
donde se desarrollan las audiencias. Nueve sitiales
tallados se encuentran ubicados contra el estrado. El
del centro, correspondiente al Presidente de la Corte
Suprema, tiene en la parte superior de su respaldo el
escudo nacional. Podemos observar también, en la
parte central del frente del estrado, nuevamente el
escudo nacional; a la izquierda, el símbolo de la balan-
za y a la derecha, las tablas de la Ley con un motivo
romano en el centro. Obra del escultor Luis César
Perlotti, junto al estrado del alto tribunal se halla un
busto del primer Presidente de la Corte Suprema, doc-
tor Francisco de las Carreras.
El “Cristo de los Constituyentes” está colocado enci-
ma del sitial ocupado por el Presidente de la Corte. En
esta sala de ceremonias, se celebran audiencias públicas
y prestan juramento los Ministros de la Corte. Situada
sobre el acceso principal del Palacio, está orientada
como las dependencias de la Corte hacia la Plaza
Lavalle. Desde el interior, se accede a ella a través del
Patio de Honor.
PÁGINAS 68-69: Mesa de diez lados de la Sala de Acuerdos
PÁGINA 71: Sala de Audiencias de la Corte Suprema
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El Archivo General y la Biblioteca
El origen del Archivo General del Poder Judicial de la
Nación se remonta a 1880, año en que se promulgó la
ley 1029 por la que el municipio de la ciudad de
Buenos Aires fue declarado Capital de la República
Argentina. A raíz de ello, el 6 de diciembre de 1881 se
dictó la ley 1144 que creó y reglamentó el Archivo
General de los Tribunales de la Capital Federal.Aunque
durante muchos años el Archivo dependió del Poder
Ejecutivo Nacional, en 1968 pasó a depender de la
Secretaría de Superintendencia de la Corte Suprema.
Volvió entonces a su lugar originario, el Poder Judicial,
el único que tiene jurisdicción sobre el Archivo, a tra-
vés del Consejo de la Magistratura.
Su acervo documental está constituido exclusivamente
por documentos sustanciados ante ese Poder: expe-
dientes judiciales de todos los fueros de la Capital
Federal, documentación de la Corte Suprema de
Justicia y Registro de Juicios Universales.
La Biblioteca de la Corte Suprema, ubicada en el
séptimo piso del Palacio de Justicia, cuenta con alre-
dedor de 110.000 volúmenes correspondientes a
obras de doctrina, 500 títulos de revistas nacionales
e internacionales y una considerable hemeroteca.
Hasta 1951, la Biblioteca Central “Dr. Roberto
Repetto”, denominada así en homenaje a quien fue
presidente de la Corte durante los años treinta, fun-
cionaba en el cuarto piso y sólo podía ser consulta-
da por ministros y jueces. En ese año, gracias a la
gestión del entonces presidente de la Corte, doctor
Tomás Darío Casares, tras un cuidadoso procesa-
miento de su fondo bibliográfico, las puertas de la
Biblioteca se abrieron al público. Actualmente, quie-
nes la visitan pueden acceder con facilidad a la edi-
ción oficial de los fallos de la Corte y a textos inter-
nacionales así como a obras y publicaciones periódi-
cas de filosofía, historia y economía política, debido
a que la Biblioteca se especializa en Derecho y
Ciencias Sociales.
Para el capítulo El Palacio de Justicia. La arquitectura. La Corte Suprema y sus dependencias se contó con el asesoramiento de losarquitectos Carlos Sussini y Rodolfo Gassó
PÁGINA 72: Biblioteca de la Corte Suprema
PÁGINAS 74-75: Sala de lectura de la Biblioteca de la Corte Suprema
- 77 -
La Corte Suprema
La Corte Suprema de Justicia de la Nación es el más
alto tribunal de la República. Órgano máximo de uno de
los tres poderes de nuestro sistema de gobierno repre-
sentativo, republicano y federal, su misión consiste en
asegurar la supremacía de la Constitución, ser su intér-
prete final, custodiar los derechos y garantías en ella
enunciados y participar en el gobierno de la República.
Por ser la Argentina un estado federal, existen en el
país tribunales nacionales y tribunales provinciales
(Art. 5 de la CN).
Están a cargo del Poder Judicial de la Nación y, como
instancia final, de la Corte Suprema el ejercicio de la
función jurisdiccional para resolver los conflictos sus-
citados entre ciudadanos o entre éstos y el Estado, la
interpretación y sistematización de todo el ordena-
miento jurídico y el control de constitucionalidad de
las normas y actos estatales.
La Corte es un órgano de gobierno cuya competen-
cia consiste en el control de constitucionalidad y
LA CORTE SUPREMA
cuyos actos son los fallos institucionales. Asimismo,
la función de control político que desempeña es la de
un poder llamado a equilibrar el sistema político.
Tiene como fin garantizar la eficacia en el logro del
bien común, la legitimidad y juridicidad de la actua-
ción estatal y la activa defensa de los derechos huma-
nos. Esta función, que exige una absoluta indepen-
dencia y firmeza institucional, implica una gran res-
ponsabilidad ante las partes y ante el conjunto de la
sociedad.
Además de los supuestos previstos en los artículos 116
y 117 de la Constitución Nacional, el Tribunal actúa
en los siguientes ámbitos: recursos directos por apela-
ción denegada; quejas por retardo de justicia; cuestio-
nes de competencia, conflictos entre jueces y supuestos
de privación de justicia; avocaciones; recurso de recon-
sideración, aclaratoria y reposición de sus propias deci-
siones; recursos de apelación de las sanciones discipli-
narias aplicadas a los magistrados por el Consejo de la
Magistratura, por cuestiones relacionadas con la eficaz
prestación del servicio de justicia.
PÁGINA 76: Estrado donde se ubican los ministros de la Corte para presidir las ceremonias quese desarrollan en la Sala de Audiencias
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Jueces y miembros de la Corte Su elección
Los ministros de la Corte no son elegidos por el
voto popular. Lo mismo sucede con los demás jue-
ces -nacionales y federales de primera y segunda ins-
tancia- pero de acuerdo con la reforma constitucio-
nal de 1994, el presidente de la Nación elige a uno
de los magistrados que integran la terna propuesta
por el Consejo de la Magistratura. El hecho de que
la elección de los jueces permanezca ajena a las con-
tiendas electorales asegura el cumplimiento del obje-
tivo de la Corte Suprema de resguardar los derechos
de los ciudadanos según lo establece la Constitución
Nacional, con independencia de los otros poderes
del gobierno federal.
La designación de los magistrados de la Corte es una
atribución que le corresponde al presidente de la
Nación con acuerdo del Senado por dos tercios de sus
miembros presentes, en sesión pública convocada al
efecto, de conformidad con el art. 99, inc. 4, de la
Constitución Nacional. Esta facultad ha sido regla-
mentada por medio del decreto 222/03 del Poder
Ejecutivo de la Nación, que establece ciertos criterios
para la selección del candidato propuesto. Entre ellos,
dispone atender a las circunstancias relativas a la com-
posición general de la Corte en cuanto a diversidades
de género, especialidades profesionales e integración
regional y federal, así como también a los requisitos
atinentes a la integridad moral e idoneidad técnica y el
compromiso con la democracia y la defensa de los
derechos humanos que deben reunir los postulantes.
ARRIBA: Simbolo de la justicia tallado en un sitial del estrado
PÁGINA 79: Biblioteca en un despacho de uno de los ministros de la Corte
PÁGINAS 80-81: Despacho de uno de los ministros ubicado, como todos, en el 4° piso
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El artículo 110 de nuestra Constitución consigna que
los jueces de la Corte conservan su empleo mientras
dure su buena conducta. El sistema constitucional
argentino consagra, como garantías de la independen-
cia del Poder Judicial -y por consiguiente, de la seguri-
dad jurídica del pueblo de la República- la inamovili-
dad de los jueces y la irreductibilidad de sus remune-
raciones. Sin embargo, la reforma constitucional de
1994 introdujo una modificación al art. 99 de la CN,
por la cual será necesario un nuevo acuerdo para los
magistrados -ya sean de la Corte Suprema o de tribu-
nales inferiores- una vez que cumplan la edad de
setenta y cinco años. Dicho nombramiento se hará
por cinco años y podrá ser repetido indefinidamente.
Para ser juez de la Corte se requiere ser abogado, con
un mínimo de ocho años de ejercicio en la profesión,
una edad mínima de 30 años, y las demás calidades
necesarias para ser senador (art. 111 CN), a las que se
añaden las condiciones establecidas por el decreto
222/03 ya mencionado. Deben publicarse el nombre
y los antecedentes de quien se considere idóneo para la
cobertura de la vacante en un plazo máximo de 30 días
de producida, en el Boletín Oficial y en por lo menos
dos diarios de circulación nacional durante tres días,
así como en la página oficial del Ministerio de Justicia,
Seguridad y Derechos Humanos. El postulante debe
ARRIBA: Placa conmemorativa de la creación del Poder Judicial
PÁGINA 83: Biblioteca ubicada en una de las vocalías del 4º piso
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presentar una declaración jurada de sus bienes en los
términos indicados en la ley de Ética de la Función
Pública (ley 25.188). Pondrá también de
manifiesto ciertos aspectos de su desem-
peño profesional con las limitaciones
que imponen las normas de ética
vigentes. Todos los ciudadanos se
encuentran facultados para presentar
observaciones respecto de los candi-
datos, así como las organizaciones no
gubernamentales, las asociaciones profesio-
nales, entidades académicas y de derechos humanos,
quienes las hacen llegar al Ministerio de Justicia y pue-
den ser abordadas en la audiencia pública que se lleva
a cabo en el Senado luego de la propuesta formulada
por el Poder Ejecutivo.
En cuanto a su remoción, de acuerdo con el art. 53
de la CN, es la Cámara de Diputados la que ejerce el
derecho de acusar ante el Senado a los miembros de
la Corte Suprema por causas de mal desempeño, por
la comisión de delitos en el ejercicio de sus funciones
o por crímenes comunes, por voto de la mayoría de
dos terceras partes de sus miembros presentes. A su
vez, el art. 59 de la CN establece que corresponde al
Senado juzgar en juicio público a los acusados por la
Cámara de Diputados. El fallo requiere también de
dos tercios de la mayoría de los miembros presentes
y tiene como único efecto la destitución del acusado
al que puede declarar incapaz de ocupar empleo algu-
no de honor, de confianza o a sueldo en la Nación
(art. 60 de la CN).
El presidente de la Corte y el vicepresidente
serán elegidos por mayoría absoluta de
votos de los ministros del Tribunal y
durarán tres años en el ejercicio de sus
funciones (art. 79 del Reglamento
para la Justicia Nacional).
Cabe destacar que el presidente de la
Corte integra la línea de sucesión presi-
dencial en caso de acefalía. Asimismo, presi-
dirá la Cámara de Senadores en los casos en que la
Cámara de Diputados formule acusación en juicio
político al presidente de la República.
Composición de la Corte Suprema
En lo que respecta a la composición y residencia de la
Corte, la Constitución Nacional de 1853 dispuso, en
su artículo 91, que el Poder Judicial de la Nación sería
ejercido por una Corte Suprema de Justicia compuesta
de nueve jueces y dos fiscales. Posteriormente, la refor-
ma de 1860 suprimió la residencia obligatoria en la
Capital, como también lo referente a la cantidad de
jueces, para que el Congreso fijara el número que con-
siderara adecuado.
En 1862, la Ley Orgánica de la Justicia Federal -Ley
N°27- determinó que la Corte estaría integrada por
cinco ministros y un procurador general.
PÁGINAS 84-85: Despacho presidencial
ARRIBA: Dr. Antonio Bermejo, legislador, ministro de Instrucción Pública, ministro ypresidente de la Corte Suprema de Justicia (1903-1929)
PÁGINA 87: Antiguo reloj en el despacho presidencial
- 89 -
En el año 1960, por ley del Congreso de la Nación, se
llevó a siete el número de jueces, hasta que en 1966 se
volvió a la composición anterior de cinco jueces y un
procurador general, integración que se mantuvo hasta
1990, cuando se elevó nuevamente el número a nueve
(ley N° 23.774).
La ley 26.183, aprobada en ambas Cámaras y promul-
gada el 15 de diciembre de 2006, dispone la reduc-
ción del número de jueces de la Corte Suprema a
cinco.
La nueva norma establece la reducción transitoria a
siete del número de jueces que integran el Tribunal. A
partir de esa reducción, las decisiones se adoptarán por
el voto mayoritario de cuatro de sus miembros.
Posteriormente, al producirse una vacante definitiva, la
Corte contará transitoriamente con seis ministros,
período en el cual, las decisiones se adoptarán por el
voto mayoritario de cuatro de ellos. Una vez produci-
da una nueva vacante definitiva, el número de jueces se
reducirá a cinco y las decisiones se adoptarán por el
voto de la mayoría absoluta de sus miembros.
Los conjueces
El número de magistrados numerarios -propietarios- es
el mismo que el del Pleno del tribunal. En el ámbito de
la justicia argentina, los supernumerarios -suplentes- se
denominan “conjueces”. El reglamento para la justicia
nacional, que en su art. 22 establece el mecanismo
para reemplazar a los ministros de la Corte en caso de
excusación, recusación, licencia o vacancia, señala que
en tales situaciones, el tribunal: “...se integrará, hasta el
PÁGINA 88: Puerta de entrada a una vocalía del 4° piso
ARRIBA: Hall de acceso a las dependencias de la Corte
- 90 -
número legal para fallar, mediante sorteo entre los presidentes de las
cámaras nacionales de apelaciones en lo federal de la Capital Federal
y los de las cámaras federales con asiento en las provincias”.
Agrega que si el tribunal no pudiera integrarse median-
te ese procedimiento, se realizará un sorteo entre una
lista de conjueces, hasta completar el número legal para
fallar. Los conjueces de la CSJN son designados por el
Poder Ejecutivo con acuerdo del Senado y permanecen
por tres años.
Sesiones de la Corte
La Corte carece de Salas, sus decisiones se adoptan por
el voto de la mayoría absoluta de los jueces que la inte-
gran. Sus sesiones se conocen con el nombre de
“Acuerdos”, y desde 1990 tienen lugar una vez a la
semana.
Puede también reunirse en Acuerdos extraordinarios,
cuando es convocada por su presidente o si lo dispone
la mayoría del tribunal. También, por Acordada N°
30/07, se dispuso que se realicen audiencias públicas
convocadas en ciertas causas que tramitan ante la Corte.
Órganos auxiliares para el despacho de losasuntos del Pleno
La Corte tiene Secretarías Judiciales que intervienen en
el trámite de los expedientes, en función de la materia:
civil, comercial, penal, contencioso administrativo, tri-
butario y bancario, laboral y de derechos humanos, y
originarios.
Con la finalidad de profundizar la transparencia de los
trámites que se cumplen en esta instancia, por
Acordada N° 35/2003 la Corte dispuso el carácter
público de todos los registros llevados por las
Secretarías intervinientes y por las mesas de entradas
sobre la circulación de causas.
ARRIBA: Detalle decorativo del Patio de Honor
PÁGINA 91: Ornamentación en símil piedra en la antesala de la Corte
PÁGINAS 94-95: Arcos de medio punto y balaustradas en el 6° piso
- 92 -
• Vocalía Dr. Ricardo Luis Lorenzetti - Presidente *
• Vocalía Dra. Elena I. Highton de Nolasco - Vicepresidenta
• Vocalía Dr. Carlos S. Fayt
• Vocalía Dr. Enrique Santiago Petracchi
• Vocalía Dr. Juan Carlos Maqueda
• Vocalía Dr. E. Raúl Zaffaroni
• Vocalía Dra. Carmen María Argibay
SECRETARÍAS JUDICIALES
Secretaría Judicial Nro. 1 Civil y Comercial
Mesa de Entradas
Ujiería de la Corte
Secretaría Judicial N° 2 Civil y Previsional
Secretaría Judicial N° 3 Penal
Secretaría Judicial N° 4 Contencioso Administrativo
Secretaría Judicial N° 5 Asuntos Institucionales
Secretaría Judicial N° 6 Laboral y Derechos Humanos
Secretaría Judicial N° 7 Asuntos tributarios, aduaneros y bancarios
Secretaría de Juicios Originarios
Secretaría Especial (Causa: Embajada de Israel)
Secretaría de Jurisprudencia
* Oficina de base de datos de menores
Of. de atención para casos de violencia doméstica
Of. de fortalecimiento institucional
DEPENDENCIAS DE LA CORTE SUPREMA DEJUSTICIA DE LA NACIÓN
- 93 -
Oficina de Copias
Oficina de Derecho Comparado
Biblioteca Central y Dirección de Bibliotecas
Dirección de Prensa, Ceremonial y Comunicaciones
Administración General
Obra Social del Poder Judicial de la Nación
Dirección de Administración
Dirección General Pericial
Cuerpo Médico Forense - Morgue Judicial
Cuerpo de Peritos Tasadores
Cuerpo de Peritos Contadores
Cuerpo de Peritos Calígrafos
Asesoría Jurídica
Subdirección de Infraestructura
Oficina de Matrícula
Subdirección de Seguridad
Dirección de Sistemas
Dirección de Recursos Humanos
Dto. de Medicina Preventiva y Laboral
Unidad de Auditoría Interna
Dirección de Gestión Interna y Habilitación
Mayordomía
Choferes
Dirección de Despacho
- 97 -
Publicidad de los actos de la Corte
En el contexto de la reformulación de su política
comunicacional, en el año 2004, por Acordadas 1 y 2,
la Corte estableció ciertas medidas tendientes a satis-
facer el principio de la publicidad de los actos de
gobierno y posibilitar a la ciudadanía el ejercicio del
derecho al control de dichos actos.
En la primera de ellas, decidió que se debe publicar en
su página web, entre otras informaciones, la nómina
completa de sus autoridades, los actos administrativos
relativos al personal y los de llamado y adjudicación en
los procedimientos de licitaciones públicas, privadas,
concursos de precios y compras directas. En la segun-
da, se dispuso que las sentencias de la Corte -disponi-
bles, como se ha dicho, en Internet de manera libre y
gratuita- estarán precedidas de una nómina que con-
tendrá el nombre del caso, seguida de otras informa-
ciones, como profesionales intervinientes y tribunal de
origen.
Además, la Acordada 7/2004 estableció que, a fin de
asegurar la bilateralidad de las entrevistas peticionadas
por los litigantes, éstas deben llevarse a cabo con la
presencia de la contraparte.
Centro de Información Judicial (CIJ)
Por Acordada Nº 17/06, la Corte Suprema dispuso la
creación del Centro de Información Judicial. Entre sus
objetivos se incluye el de promover la difusión de las
decisiones judiciales con el objeto de permitir a la
comunidad una comprensión más acabada del queha-
cer judicial. Entre otras acciones, el CIJ asistirá a los
magistrados y responsables de prensa en las tareas de
difusión e información que ellos estimen necesarias,
estructurando equipos de emergencia comunicacional
para atender situaciones de crisis.
La Corte dispuso asimismo establecer una red nacional
on line y la ampliación de su página web para favorecer
el acceso de los jueces a los fallos y a la documentación
jurídica de la biblioteca y demás dependencias del
Tribunal.
Con el concepto de que la administración de justicia es
un servicio al ciudadano y teniendo en cuenta las reco-
mendaciones efectuadas en la Conferencia Nacional de
PÁGINA 96: El Patio de Honor desde la Sala de Audiencias
ARRIBA: Dr. Francisco de las Carreras, primer presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación
- 98 -
Jueces -Santa Fe, marzo/ abril de 2006- y en el
Segundo Congreso Iberoamericano de Capacitación
Judicial realizado en Mar del Plata -2 al 4 de noviem-
bre de 2006-, el Centro se propone, a través de esta
Página, ofrecer información veraz y comprensible, ten-
diente a facilitar el diálogo entre la ciudadanía y el
Poder Judicial.
En esa línea, el sitio del CIJ busca contribuir a mejorar
las relaciones entre la Justicia y la sociedad, así como el
perfil público del Poder Judicial, respondiendo a las
demandas de mayor transparencia como emisor respon-
sable de las posiciones oficiales y como receptor de las
inquietudes y propuestas de la sociedad civil. Se consti-
tuye así como un lugar de referencia al que la ciudada-
nía pueda recurrir en busca de información confiable.
El Consejo de la Magistratura y el Juradode Enjuiciamiento
La reforma constitucional de 1994 incorporó dos nue-
vos organismos: el Consejo de la Magistratura y el Jurado
de Enjuiciamiento. Al primero se le encomendó la admi-
nistración del Poder Judicial, la selección mediante con-
cursos públicos de los postulantes a las magistraturas
inferiores y el ejercicio de funciones disciplinarias que
pueden llevar a la acusación de los magistrados ante el
Jurado de Enjuiciamiento, integrado por legisladores,
magistrados y abogados de la matrícula federal.
El art. 114 de la Constitución Nacional dispone que
“...el Consejo será integrado periódicamente de modo que se procu-
re el equilibrio entre la representación de los órganos políticos resul-
tantes de la elección popular, de los jueces de todas las instancias y
de los abogados de la matrícula federal. Será integrado, asimismo,
por otras personas del ámbito académico y científico, en el número
y la forma que indique la ley”.
Por su parte, el art. 115 establece que los jueces de
los tribunales inferiores de la Nación serán removi-
dos por las causales expresadas en el art. 53, por un
jurado de enjuiciamiento. Agrega que su fallo será
irrecurrible y no tendrá más efecto que destituir al
acusado.
Cabe destacar que el funcionamiento e integración de
estos organismos fueron reglamentados por una ley del
Congreso de la Nación del 10 de diciembre de 1997,
luego reformada el 24 de febrero de 2006. El decreto
207/06 promulgó la nueva ley con el número
26.080/06.
En lo que concierne al Consejo de la Magistratura,
entre otras modificaciones, se redujo la cantidad de
miembros, de veinte a trece, para agilizar su funciona-
miento y los acuerdos necesarios para la toma de deci-
siones. Está conformado por cuatro legisladores del
oficialismo y dos de la oposición, tres jueces, dos abo-
gados, un académico y un representante del Poder
Ejecutivo.
La composición de este Consejo, que selecciona y
acusa a los jueces, como se dijo, ha sido diseñada para
asegurar el equilibrio previsto por la Constitución
entre “la representación de los órganos políticos resultantes de
elección popular” y la representación de los sectores, por
lo cual corresponden siete consejeros para la primera
y seis para estos últimos. A partir de la reforma se
fusionaron, además, las comisiones de Disciplina y
PÁGINA 99: Detalles decorativos en simil piedra con simbolos de la ley y la justicia
- 100 -
IZQUIERDA: Detalle de mosaicos italianos
DERECHA: Antiguo farol de bronces y tulipas decora una de las paredes del Patio de Honor
- 101 -
Acusación, con participación de los jueces en esta
nueva comisión unificada, y se estableció que las
investigaciones deberán ser resueltas en un plazo
máximo de tres años.
El Jurado de Enjuiciamiento es el cuerpo que decide la
remoción o la permanencia de los jueces que son acu-
sados por el Consejo. Dado que se consideró que no se
justificaba tener un Jurado permanente con la misma
composición durante cuatro años, se optó por un sis-
tema de formación de listas y sorteos semestrales para
su integración. Este órgano se compone de siete miem-
bros. Se mantiene la regla de que la remoción requiere
el voto de las dos terceras partes de los miembros del
jurado, o sea cinco.
Entre las funciones de la Oficina de Administración y
Financiera del Consejo de la Magistratura se encuentran
las de elaborar el anteproyecto de presupuesto del Poder
Judicial de la Nación, de conformidad con la ley de
autarquía financiera y elevarlo a su presidente; ejecutar el
presupuesto anual del PJ, así como dirigir la Oficina de
Arquitectura Judicial, llevar las estadísticas, proponer al
Pleno del Consejo la adquisición, construcción y venta
de bienes muebles e inmuebles, entre otras. En su ámbi-
to funciona la Escuela Judicial a fin de atender a la for-
mación y el perfeccionamiento de los funcionarios.
Relaciones institucionales
La Corte participa actualmente en diversos proyec-
tos, en colaboración con otros poderes del Estado,
organizaciones no gubernamentales y organismos
internacionales, orientados a mejorar la calidad en el
funcionamiento de los tribunales en lo que respecta a
su gestión y sobre todo, a facilitar el acceso del ciu-
dadano a la administración de justicia.
También se ha autorizado la intervención de Amigos
del Tribunal (Amicus Curiae) en aquellas causas en trá-
mite ante la Corte en las que se debatan cuestiones de
trascendencia colectiva o de interés general. Su presen-
tación deberá realizarse con la única finalidad de expre-
sar una opinión fundada sobre el objeto del litigio.
A fines de 2004, la Corte Suprema de Justicia decidió
colocarse bajo el control de un organismo externo.
Para ello, se firmó un convenio por el cual toda su acti-
vidad presupuestaria, económica, financiera y patrimo-
nial quedó bajo el control de la Auditoría General de
la Nación (AGN).
Para permitir su seguimiento externo, la Corte ratificó
su propósito de que los actos de administración que
son de su competencia -de acuerdo con el artículo 113
de la Constitución Nacional- sean auditados por este
organismo, con el fin de asegurar de ese modo la
corrección de los procedimientos.
Similar determinación fue adoptada por el Consejo de
la Magistratura y, en octubre de 2005, se firmó tam-
bién un convenio para someter la gestión administra-
tiva y presupuestaria del Consejo al control de la
AGN. El contrato suscripto establece que la AGN
realizará “auditorías externas de la gestión presupuestaria, eco-
nómica, financiera, patrimonial, técnica y normativa de la
Administración del Poder Judicial de la Nación”.
Estos acuerdos representan un paso significativo para
avanzar hacia una mayor apertura y alcanzar la trans-
parencia y la credibilidad que deben caracterizar al
Poder Judicial.
Visitantes ilustres
En los últimos años visitaron esta Corte Suprema des-
tacadas personalidades internacionales:
En 1995: el señor Presidente de la República de
Polonia, Lech Walesa; la señora Presidenta de la
- 102 -
República de Irlanda, doctora M. Robinson; el señor
Presidente de la República de Italia, doctor Oscar
Luiggi Scalfaro; el señor Presidente de la República
Oriental del Uruguay, doctor Julio María Sanguinetti;
el señor Presidente de la República del Paraguay, doc-
tor Juan Carlos Wasmosy, entre otros.
En 1996: el señor Presidente de la República
Federativa del Brasil, don Fernando Henrique
Cardozo; el señor Presidente de la República de Chile,
don Eduardo Frei Ruiz-Tagle; el señor Presidente de
los Estados Unidos Mexicanos, doctor Ernesto
Zedillo Ponce de León, entre otros.
En 1997: el señor Presidente de la República de
Finlandia, don Martti Ahtisaari; el señor Presidente de
la Fundación Nobel, Barón Stig Ramel; el señor
Presidente de la República de Hungría, don Arpad
Göncz; el señor Presidente del Gobierno de España,
don José María Aznar, entre otros.
En 1998: el señor Presidente del Consejo de Ministros
de la República de Italia, Prof. Romano Prodi; el señor
Presidente del Senado de Francia, doctor René
Monory, entre otros.
Entre los años 2001 y 2004: el señor Presidente de Italia,
Carlo Azeglio Chiampi; el señor Presidente de Costa
Rica, Miguel Angel Echeverría; el señor Presidente de la
República Dominicana, Rafael H. Mejía Domínguez; el
señor Presidente de la Suprema Corte de Justicia de los
Estados Unidos Mexicanos, don Genaro David Góngora
Pimentel; el señor Vicepresidente y Consejero General
del Banco Mundial, doctor Ko-Yung-Tung; el señor
Presidente del Senado de la República Checa, don Peter
Pithart; el señor Patriarca Supremo de la Iglesia Armenia,
Karekin II, entre otros.
En 2005: el señor Embajador de la Federación de
Rusia, Yuri P. Korchagin; algunos integrantes de la
Sociedad Interamericana de Prensa; el señor
Embajador de la República Oriental del Uruguay, don
Francisco Carlos Bustillo Bonasso, entre otros.
En 2006: la señora Presidenta del Supremo Tribunal
Federal del Brasil, Ellen Gracie Northfleet; la señora
Presidenta de la República de Chile, Michelle
Bachelet; Su Majestad la Reina Beatrix de los Países
Bajos; la Presidenta de la Corte Suprema de Justicia de
Canadá, señora Beverley McLachlin; algunos inte-
grantes de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos; la doctora María Zavala Balladares,
Presidenta de la Corte Superior de Lima, Perú; auto-
ridades del Foro de Estudios sobre la Administración
de Justicia -FORES-; el señor Presidente de la
Fundación del Tribunal Constitucional de la
República de Chile, doctor José Luis Cea Egaña; el
señor Cardenal Jorge Bergoglio, Arzobispo de Buenos
Aires y Cardenal Primado de Argentina y presidente
de la Conferencia Episcopal Argentina; el señor
Embajador de Estados Unidos, Earl Anthony
Wayne; el señor Jefe de Gobierno de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, Licenciado Jorge
Telerman; el señor Presidente de la Corte
Constitucional de Turquía, H. Tülay Tugcu; una dele-
gación de la Comisión de Justicia del Parlamento
Federal Alemán; el doctor Carrera Domenech,
Letrado del Servicio de Relaciones Internacionales del
Consejo General del Poder Judicial Español; el
Director General de la Oficina de Asuntos
Legislativos del Consejo de Estado de la República
Popular China, señor Cao Kangtai; el doctor
Francisco Távara Córdoba, Jefe de la Oficina de
Control de la Magistratura y Vocal Supremo titular de
la Corte Suprema de Justicia de Perú.
- 104 -
PRESIDENTES DE LA REPÚBLICA Y MINISTROS DE LA CORTE SUPREMA
FECHAMINISTROS DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA NACIÓN
PRESIDENTE DELA REPÚBLICA
Bartolomé MitreFrancisco de las
Carreras1863-1870
Salvador M.del Carril1863-1877
FranciscoDelgado1863-1875
OnésimoLeguizamón1877-1882
Manuel D. Pizarro1882-1883
Federico Ibarguren1884-1890
Saturnino M.Laspiur
1876-18781879-1885
Calixto S.de la Torre1886-1892
Salustiano J. Zavalía1887-1889Luis V. Varela1889-1899
Uladislao Frías1878-1890
Abel Bazán1890-1903
Luis Sáenz Peña1890-1892
Benjamín Paz1892-1902
Antonio Bermejo1903-1929
Cornelio MoyanoGacitúa
1905-1910
Dámaso E. Palacio1910-1923
Mauricio P.Daract
1901-1915
Enrique H. Martínez1899-1900
Nicanor Gonzálezdel Solar1901-1924
Octavio Bunge1892-1910
Juan E. Torrent1892-1901
Benjamín Victorica1887-1892
José Barros Pazos1863-1877
José BenjamínGorostiaga1865-1868
Domingo F. Sarmiento
Marcelino Ugarte1870-1872
José Domínguez1872-1887
Benito Carrasco1868-1871José BenjamínGorostiaga1871-1887
Nicolás Avellaneda
Julio A. Roca
Miguel Juárez Celman
Carlos Pellegrini
Luis Sáenz Peña
José E. Uriburu
Julio A. Roca
Manuel Quintana
José Figueroa Alcorta
1862
1 2 3 4 5
1868
1874
1880
1886
1890
1892
1895
1898
1904
1906
- 105 -
FECHA
MINISTROS DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA NACIÓNPRESIDENTE DELA REPÚBLICA
Roque Sáenz Peña
Miguel Laurencena1924-1928
Antonio Sagarna1928-1947
Luis R. Longhi1947-1955
Justo L. AlvarezRodríguez1947-1949
Atilio Pessagno1949-1955
Felipe S. Pérez 1947-1955
Roberto Repetto1923-1947
Luis Linares1932-1944
Benito A. NazarAnchorena1934-1947
Julián V. Pera1930-1935
Juan B. Terán1935-1938
Francisco RamosMejía
1938-1947
Tomás D. Casares1944 -1955
Ricardo GuidoLavalle
1927-1933
Lucas LópezCabanillas1910-1914
Victorinode la Plaza
José Figueroa Alcorta1915-1931
Ramón Méndez1919-1927
Hipólito Yrigoyen
Marcelo T. de Alvear
Hipólito Yrigoyen
José F. Uriburude facto
Agustín P. Justo
Roberto M. Ortiz
Ramón S. Castillo
Arturo Rawsonde facto
Pedro P. Ramírezde facto
Edelmiro J. Farrelde facto
1910
1 2 3 4 5
1914
1916
1922
1928
1930
1932
1938
1942
1943
1943
1944
Rodolfo G.Valenzuela1947-1955
Juan D. Perón1946
Juan D. Perón1952
- 106 -
FECHA
MINISTROS DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA NACIÓNPRESIDENTE DELA REPÚBLICA
Eduardo Lonardide facto
Eduardo A. OrtizBasualdo1966-1973
Roberto E. Chute1966-1973
José F. Bidau1962-1964
Ernesto A. CorvalánNanclares1973-1975
Héctor Masnatta1973-1976
AgustínDíaz Bialet1973-1976
Manuel Arauz Castex1973-1975
Miguel A. Berçaitz 1973-1976
Pablo A. Ramella1975-1976
Ricardo E. G. Levene1975-1976
Marco AurelioRisolía
1966-1973
Carlos Herrera1955-1958
Jorge Vera Vallejo1955-1956
Alfredo Orgaz1955-1960
Esteban Imaz1960-1966
AristóbuloAráoz de Lamadrid1958-1966
Guillermo A. Borda1966-1967José F. Bidau1967-1970
Horacio H. Heredia1976-1978Elías P.
Guastavino1978-1983
Adolfo Gabrielli1976-1983
Alejandro R.Caride
1976-1977Emilio M. Daireaux
1977-1980César Black1980-1982
Federico VidelaEscalada1976
Pedro J. Frías 1976-1981
Abelardo Rossi1976-1983
Luis C. Cabral1966-1973
La ley 16.895 resta-blece los 5 cargos
Luis M. BoffiBoggero
1958-1966
Julio C.Oyhanarte1958-1962
La ley 15.721 creó 2cargos más:
6.Ricardo Colombres(1960-1966)
7.Pedro Aberastury(1960-1966)
Manuel Argañaráz1955-1958
Enrique V. Galli1955-1958
José M. Guido
Arturo Frondizi
Carlos J. ZavalaRodríguez1964-1966
Amílcar A. Mercader1965-1966
Arturo U. Illia
Juan Carlos Onganíade facto
Roberto M. Levingstonde facto
MargaritaArgúas
1970-1973
Alejandro A. Lanussede facto
Héctor J. Cámpora
Raúl Lastiri
Juan D. Perón
María Estela Martínezde Perón
Jorge R. Videlade facto
1955
1 2 3 4 5
1962
Pedro E. Aramburude facto
Benjamín VillegasBasavilbaso1956-1964
1955
1958
1963
1966
1970
1971
1973
1973
1973
1974
1976
- 107 -
FECHAMINISTROS DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA NACIÓN
PRESIDENTE DELA REPÚBLICA
1
1 2 3 4 5 6 7 8 9
2 3 4 5
Carlos A. Renom1982-1983Leopoldo F. Galtieri
de facto
1982
Reynaldo B. Bignonede facto
Raúl R. Alfonsín
Carlos S.Menem
Fernando de la Rúa *
Eduardo Duhalde
NéstorKirchner
La ley 26.183 reduce a cinco el número de jueces de la Corte Suprema
1982
1983
1989
1999
2002
2003
2006
Roberto Violade facto
1981
Julio J. Martínez Vivot
1983
Genaro R. Carrió1983-1985
Jorge A. Bacqué1985-1990
José S. Caballero1983-1989
EduardoMolinéO´Connor1990 - 2004
Julio C.Oyhanarte1990- 1991
AugustoBelluscio1983- 2005
AntonioBoggiano1991-2006
EugenioRaúl
Zaffaroni2003
GuillermoA. F. López1993-2003
Juan CarlosMaqueda2002
ElenaHighton deNolasco2004
Carmen M.Argibay2005
RicardoLuis
Lorenzetti2005
GustavoBossert
1993-2002
AdolfoVázquez1995-2004
Carlos S.Fayt1983
Enrique S.Petracchi1983
JulioNazareno1990-2003
MarianoCavagnaMartínez1990-1993
RodolfoBarra
1990-1993
RicardoLevene1990
Augusto C. Belluscio1983-2005
Carlos S. Fayt1983
Enrique S. Petracchi1983
Emilio P. Gnecco1983
La ley 23.774 aumenta a 9 el número de Miembros del Alto Tribunal (1990)
* Durante la presidencia del Dr. Fernando de la Rúa no se produjeron nombramientos de ministros de la Corte Suprema