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LA BOCA DE DIOS
Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de
pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la
boca de Dios. Mateo 4:4
DoctrinaAdvertencia
Fuego consumidorBeso
1.- LA DOCTRINA:
Escuchad, cielos, y hablaré; Y oiga la tierra los dichos de mi boca.
Goteará como la lluvia mi enseñanza; Destilará como el rocío mi razonamiento; Como la llovizna sobre la grama, Y como las gotas sobre la hierba; Deuteronomio
32:1-2
También vemos el caso del rey Nabucodonosor. El había sido
engrandecido por Dios. Lo había convertido en el hombre más
poderoso de la tierra. Pero se negó a darle gloria a Dios, creía que todo lo que hacia era para él y para la gloria de él, y el Señor le envía un espíritu
de locura, que lo deja comiendo hierva con las bestias,
totalmente despojado de su habilidad para razonar. Estuvo así
por siete años hasta que descendió sobre él un rocío que manaba de la boca de Dios, lo
empapa y en esos minutos recupera su lucidez y le pide perdón al Señor, le dice yo
entiendo que eres TU quien quita y pone reyes….
Daniel 2:21 El muda los tiempos y las
edades; quita reyes, y pone reyes; da la
sabiduría a los sabios, y la ciencia a los
entendidos.
2.-ADVERTENCIA
Más Josías no se retiró, sino que se disfrazó para darle batalla, y no atendió a las
palabras de Necao, que eran de boca de Dios; y vino a darle la
batalla en el campo de Meguido. 2 crónicas 35:22
Josias no entendió lo que le dijo Dios y se fue a la
batalla, disfrazado, y esto le causo la muerte y fue el final de su
reino.- Esto nos enseña que no debemos entrar con disfraz a una batalla espiritual. Lo tremendo es que hay ocasiones en las cuales Dios decide utilizar no solo a un
mundano,
sino al rey de los mundanos, al faraón en persona para advertirnos acerca de algo. En el caso de Necao, Faraón en tiempos del rey Josías, el trato de
advertirle al rey. Le dijo que no se metiera en el asunto, que su pelea no
era con él, y que Dios, asombrosamente, estaba de su
parte. Naturalmente,
el rey Josías, quien para entonces lo hallamos sudando calentura
ajena, ignoró la advertencia. Fue a la guerra. Se disfrazó y se fue. Y
ahí pereció. Esta palabra de “disfraz” nos habla de hacer teatro, de hipocresía. Y Dios
aborrece lo que no es recto. Por el contrario “ama la verdad en lo
íntimo”.
Cuando Jesús anduvo en la tierra, a los pecadores los perdonaba y los dejaba ir en paz. Pero a los fariseos los reprendió fuertemente.
En tiempos de Roboam, hijo de Salomón, nieto de David, el templo
estaba lleno de escudos de oro. Pero los escudos se habían perdido.
Entonces Roboam mandó a hacer otros escudos, para fingir que aun los
tenia, solo que estos no eran de oro, sino de bronce. Fingió. El escudo
representa nuestra fe.
Y la Biblia habla de la fe fingida. Luego vemos
que cambió el oro por el bronce. El oro que
tipifica lo bueno de Dios por el bronce que nos
habla del juicio de Dios.
La medicina es buena, pero no sabe
bien. La advertencia de Dios es:”No finjas”. De la
boca de Dios ha salido una advertencia.
3.- FUEGO CONSUMIDOR:
Humo subió de su nariz, Y de su boca fuego
consumidor; Carbones fueron por él
encendidos. 2 Samuel 22:9
En cierta ocasión, en medio de la atmósfera de adoración, se levantó
una profecía: “El hacha esta puesta en el árbol”—había advertido el Espíritu, con el fin de llevar al
arrepentimiento a muchos. Esa misma noche llegaron a buscarme una pareja de jóvenes. El varón se
acercó a mí y me confesó que estaba en fornicación con su novia,
y que estaba constreñido de arrepentimiento. Por el
contrario, la muchacha estaba indignada, y se negó a confesar la verdad y a arrepentirse. Más
bien se miraba furiosa con el muchacho.
Lamentablemente, solo unos días después murió de una
forma terrible.
El Espíritu Santo había advertido, pero al negarse a
escuchar ella desató la ira de Dios. El libro de proverbios también dice:
“El que reprendido endurece la cerviz (es decir la voluntad) será quebrantado y no habrá para él
medicina”.
4.- BESOS QUE
ENCIENDEN:
Cantares 1:2 ¡OH, si él me besara con besos
de su boca! Porque mejores son tus
amores que el vino.
Cuando uno investiga la palabra “beso” encontramos
que nos habla de unirse a alguien. Los besos tienden a
unir, a ligar a las personas. Pero el beso de Dios trae fuego. No un fuego consumidor, sino un
fuego que enciende,
que nos enseña a amar todo lo que viene de EL, trae pasión.
Jesús dijo que “él no había venido a apagar al pábulo que humea”.
Un beso de Dios puede encender a quien esta por apagarse, puede
convertir en antorcha al más tibio de los creyentes. Absalón, el padre
de la paz,
el preferido y mimado, era un hijo rebelde, que quiso
levantarse contra David, su padre. – Lo traiciono, quiso ser
rey.-Pero David su padre lo mando a llamar y lo restauró con un beso. El beso de Dios también trae restauración.