GUÍA SEAL DESUPERVIVENCIA100 consejos prácticos para sobrevivir
en la naturaleza y hacer frente a
cualquier desastre
Clint Emerson, Navy SEAL retirado
Ilustraciones de Ted Slampyak
Traducción del inglés:
Gonzalo Quesada
Nota para los lectores
Los recursos descritos en las páginas que siguen se llaman «prác-ticos» con motivo. Muchos me los han inspirado las misiones y entrenamientos de personal de las Fuerzas Especiales, soldados que habitualmente llevaban al límite su resistencia, precisión e ingenio bajo condiciones en las que sus vidas peligraban. Pero, al contrario que mi anterior guía, un manual que tenía la intención de exponer a los civiles un sombrío mundo de operaciones especiales lleno de subterfugios, vigilancia e infiltración, esta edición de supervivencia se enfoca en los actos que salvarán vidas, la tuya y las de los que te rodean. Los recursos de este libro tienen la intención de ayudarte a superar diferentes situaciones letales, desde perderse en el mar o verse atrapado en la mira telescópica de un tirador o entre los col-millos de un jabalí salvaje.
Aun así, algunos de estos recursos son extremadamente peligro-sos y muchos solo deberían ponerse en práctica en las situaciones más extremas. Todos requieren de la aplicación del sentido común; la necesidad de emplearlos en cualquier situación depende mucho del contexto. Una cricotirotomía (ver página 252) solo debería prac-ticarla alguien sin preparación en el caso de que un trauma masivo haya inutilizado las vías aéreas superiores de una víctima, si otros intentos invasivos de devolverle la respiración han fallado y un ope-rador de emergencias ha decidido que los beneficios superan a los riesgos. Un intento torpe podría provocar un trauma en la columna o la laceración de una vena o arteria importantes, consecuencias de las que hasta la persona más bienintencionada podría ser respon-
vi
sable. Encender una hoguera con la batería de un móvil para hacer señales (ver página 68) solo debería realizarse en situaciones extre-mas, así como intentar desbaratar un ataque de piratas (ver página 102) o detener a un pirata aéreo (ver página 174) son valerosas intervenciones con un factor de riesgo extremadamente alto.
El autor y el editor niegan cualquier responsabilidad ante cualquier perjuicio que pudiera resultar por el uso, adecuado o no, de la infor-mación contenida en este libro. La meta del libro no es abrir la veda para actos letales, sino entretener al tiempo que impartir un conoci-miento que podría resultar útil en casos de emergencia extrema.
Sé letal en espíritu pero no en acción. Respeta los derechos de los demás y las leyes. Que el más fuerte sobreviva.
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ÍNDICE
Introducción xiii
1.ª PARTE: PREPARACIÓN PERSONAL 1
001. A prueba de crisis 2
002. Organizar un equipo UDI personal 6
003. Entrenarse para sobrevivir 8
004. Preparar una mochila para el vehículo 10
2.ª PARTE: ORIENTACIÓN 13
005. Orientación por el entorno 14
006. Orientación por el sol 16
007. Orientación por las estrellas 18
008. Orientación magnética 20
3.ª PARTE: SOBREVIVIR EN LA NATURALEZA 23
009. UDI mínimos, entorno de jungla 24
010. Recoger agua en un bosque tropical 28
011. Encender una hoguera en un bosque tropical 30
012. Buscar y pescar comida de supervivencia en un bosque tropical 32
013. Construir una hamaca de bambú 34
014. Huir del ataque de un jabalí salvaje 36
015. UDI mínimos, entorno helado 38
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016. Recoger agua potable en entornos helados 42
017. Encender una hoguera en entornos helados 44
018. Localizar comida de supervivencia en entornos helados 46
019. Construir un refugio adecuado para entornos helados 48
020. Evitar la hipotermia 50
021. UDI mínimos, entorno desértico 52
022. Localizar agua potable en un desierto árido 56
023. Encender una hoguera con luz solar 58
024. Cazar y buscar comida de supervivencia en el desierto 60
025. Construir un refugio fresco en el desierto 62
026. UDI mínimos, entorno de humedal 64
027. Filtrar agua de un pantano 66
028. Encender una hoguera con un teléfono móvil 68
029. Encontrar comida en un humedal 70
030. Construir un lecho elevado en un humedal 72
031. UDI mínimos, entorno montañoso 74
032. Purificar agua de montaña 76
033. Encender una hoguera con madera húmeda 78
034. Encontrar comida en la montaña 80
035. Construir un refugio de montaña eficiente 82
036. Técnicas de escalada de emergencia 84
037. Sobrevivir al ataque de un oso 86
038. Cruzar rápidos de modo seguro 90
039. UDI mínimos, entorno marino 92
040. Convertir agua de mar en agua potable 94
041. Aumenta tus reservas de comida estando a la deriva 96
042. Improvisar flotadores 98
043. Sobrevivir al ataque de un tiburón 100
044. Defender un barco contra piratas 102
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4.ª PARTE: DEFENDER TUS DOMINIOS 105
045. Reforzar la seguridad de tu hogar 106
046. Identificar a un intruso 110
047. Organizar una mesita de noche táctica 112
048. Utilizar una linterna como herramienta táctica 114
049. Construir un armero oculto improvisado 116
050. Sobrevivir a allanamientos 118
051. Registrar tu casa 122
052. Detener y controlar a un allanador 124
053. Fabricarte y utilizar esposas improvisadas 126
054. Controlar a un detenido 130
055. Huir de un asalto a tu coche 132
056. Acceder a tu vehículo cuando está cerrado 136
5.ª PARTE: ASEGURAR ESPACIOS PÚBLICOS 139
057. Crear un cerrojo improvisado 140
058. Bloquear puertas que se abren hacia dentro 142
059. Bloquear puertas que se abren hacia fuera 144
060. Tratar con una amenaza de bomba 146
061. Eludir ataques informáticos 148
062. Detectar a un terrorista decidido 150
063. Emboscar a un tirador activo 154
6.ª PARTE: NEUTRALIZAR AMENAZAS PARA LA SEGURIDAD PÚBLICA 157
064. Ser más listo que un carterista 158
065. Contrarrestar a un ladrón de bolsos 160
066. Adelantarse a un secuestrador virtual 162
xi
067. Evitar y sobrevivir a un secuestro exprés 164
068. Resistirse a un intento de secuestro 166
069. Identificar un arma oculta 168
070. Identificar a un terrorista suicida 170
071. Dejar inconsciente a un atacante 172
072. Neutralizar a un pirata aéreo 174
7.ª PARTE: SOBREVIVIR A DESASTRES NATURALES 179
073. Huir de un tsunami 180
074. Sobrevivir a un alud 182
075. Sobrevivir a un terremoto 184
076. Sobrevivir a una tormenta de nieve 188
077. Sobrevivir a tornados y huracanes 192
078. Sobrevivir a un hundimiento del terreno 196
079. Escapar de un vehículo sumergido en el agua 198
080. Sobrevivir a un descarrilamiento ferroviario 200
081. Escapar de un incendio en un rascacielos 204
082. Escapar de tumultos y disturbios 208
083. Sobrevivir a una pandemia 210
084. Sobrevivir a una estampida humana 212
085. Huir de un tiroteo en un estadio o una sala de espectáculos 214
086. Sobrevivir a un ataque terrorista 218
087. Sobrevivir a un cautiverio largo 220
8.ª PARTE: PEDIR AYUDA 223
088. Pedir ayuda de día 224
089. Pedir ayuda de noche 226
090. Pedir ayuda con un teléfono inteligente 228
091. Dejar un rastro de ADN 230
xii
9.ª PARTE: PROCEDIMIENTOS MÉDICOS DE EMERGENCIA 233
092. Evaluación primaria 234
093. Detener una hemorragia 238
094. Tratar heridas de bala 240
095. Taponar una herida aspirante de pecho 242
096. Tratar objetos extraños clavados 244
097. Suturar un corte 246
098. Tratar quemaduras menores 248
099. Entablillar fracturas de huesos 250
100. Practicar una cricotirotomía 252
Sobre el autor 255
xiii
INTRODUCCIÓN
La supervivencia no es lo que era. Si echamos la vista unos cientos de años atrás, vivir era más difícil, pero el entorno era algo cono-cido. Aunque nuestros antepasados podían morir por enfermeda-des, desastres naturales o ataques de tropas, conocían su entorno. Probablemente no habían viajado muy lejos desde su nacimiento hasta la vejez, pero comprendían los riesgos a los que se enfrenta-ban y se preparaban para aquellos que podían controlar.
Ahora, a menudo nos sentimos tranquilizados por una falsa sensación de seguridad, una despreocupación facilona nacida de una serie de supuestos sobre el mundo moderno. Los trenes llegan a tiempo (o se retrasan predeciblemente), frenamos en los semáfo-ros en rojo, planeamos viajes de aventura y viajamos libremente por el mundo. Si algo sale mal, acudimos a los diminutos orde-nadores que llevamos en el bolsillo y encontramos la respuesta que buscamos o solicitamos la ayuda que necesitamos. Pero las mismas ventajas que tan eficientemente nos dirigen la vida, como los fantásticos equipos para hacer todavía más cómoda nuestra exploración de la naturaleza, los coches que nos llevan a nuestras oficinas, los ordenadores que buscan nuestras preguntas y calcu-lan complejos algoritmos, los aviones que nos catapultan miles de metros por el aire hasta nuestros destinos, embotan nuestros recursos para la supervivencia y nos vuelven vulnerables ante los depredadores.
Cambiando la perspectiva, resulta que nuestras ventajas modernas empiezan a parecer más agujeros para nuestra seguridad cada vez.
Quizá lo peor de todo sea que estas ventajas son un arma de doble filo. Nuestra confianza en aparatos y máquinas automáticos, «inteligentes» y que trabajan en red también nos ha vuelto más dependientes, menos inteligentes; incapaces de orientarnos en nues-tras propias ciudades sin la ayuda de antenas de telefonía o de saté-lites que localizan nuestra posición desde el espacio exterior, y no digamos ya abrirnos paso en terrenos desconocidos.
xiv
Si tiene lugar un suceso catastrófico, ¿habrás adquirido los cono-cimientos y tomado las precauciones necesarios para sobrevivir? ¿Cómo es la supervivencia en una época en que las fronteras son un coladero y las amenazas variadas, siempre cambiantes y, a veces, imposibles de conocer?
Una sociedad cada vez más global e interconectada exige un nuevo prototipo de supervivencia. Un plan que nos vuelva a procu-rar un arsenal de recursos olvidados, que nos enseñe a orientarnos en un paisaje donde no existen los carteles con los nombres de las calles o no hay señales de satélite, al tiempo que nos prepare para las amenazas más recientes y actualizadas que surgen en nuestros entornos urbanos; desde pandemias veloces a timos facilitados por las redes sociales.
Un nuevo plan para la supervivencia entiende que la línea entre guerra y paz puede romperse en un instante, no a manos de una horda asesina, sino por un solo individuo que pone en práctica sus ilusas fantasías de un autoproclamado orden mundial. Este plan comprende que, para sobrevivir a un ataque así, todos los ciudadanos deben estar preparados para luchar. Y también entiende que, aun-que a veces parezca que hemos domesticado el mundo natural que nos rodea, la madre naturaleza todavía tiene el poder de sorprendernos.
Te lo dice un Navy SEAL retirado con veinte años de servicio en operaciones especiales y extensa experiencia en identificar y asegu-rar agujeros de seguridad: los únicos elementos de crisis bajo nues-tro control son nuestra propia preparación y respuesta. Un auténtico guerrero está preparado para luchar en cualquier entorno terrestre, protegiendo a sus seres queridos de amenazas tan variadas como heridas de bala o allanadores. Y ya se trate de una crisis médica, provocada por el hombre, natural, urbana o rural, el conocimiento y la previsión pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Solo los que saben prosperan.El mundo no se va a volver más seguro. Prepárate para defender
lo tuyo.
2 A prueba de crisis
001 A prueba de crisis
La supervivencia no es solo cuestión de tener las herramientas ade-cuadas o seguir el entrenamiento físico más estricto que conozcas. Más allá del músculo, la fuerza y un equipo de preparación para cri-sis, el elemento más importante en el entrenamiento de superviven-cia comienza adoptando una mentalidad proactiva de prevención.
La mayoría de los civiles que viven en las sociedades modernas relativamente pacíficas viven sus días en un abotargamiento pasivo, dando por hecho que lo peor que puede ocurrir es una fecha de entrega incumplida, una multa de aparcamiento, una discusión con un ser querido. El terreno bajo sus pies es sólido. El único riesgo que entrañan la película del sábado por la noche o un encuentro depor-tivo es que la última escena superheróica los decepcione o que su equipo favorito pierda. Pero, como hemos descubierto, los sofistica-dos centros urbanos no son inmunes a la amenaza de los conflictos globales ni a la impredecible amenaza provocada por lobos soli-tarios cuyos siniestros planes pueden pasar desapercibidos incluso para sus familiares y amigos más íntimos.
Una mentalidad de supervivencia rechaza la llamada de la pasivi-dad y se prepara para un abanico de posibilidades indeseables, sea cual sea su naturaleza y allá donde ocurran, sea en la cima de una montaña o en el cine de tu barrio. Una mentalidad de supervivencia no es paranoica sino realista. Y comienza con una estrategia de múl-tiples facetas ante la conciencia y respuestas a crisis de todas clases, compuesta de la conciencia de la situación, conciencia personal y cultural, técnicas activas de reducción de amenazas y adopción de una mentalidad ofensiva, no defensiva.
Conciencia de la situación. Ya estés viajando o en tu casa, reduce tu vulnerabilidad ante las amenazas adoptando conciencia de la situación como una filosofía personal. Mira más allá de la burbuja de un metro en la que viven la mayoría de los civiles mientras desfi-lan por su entorno. Mira hacia arriba, hacia abajo, ignora tu móvil.
N.º 001.
ERLP:
A prueba de crisis
nunca des por hecho que no te pasara a ti.
CONOP: adoptar ropa, herramientas y mentalidad que favorezcan la supervivencia en una crisis.
Gafas de sol
Pelo recogido
Sin collares
El mínimo de joyas posibles
Llave de esposas
Teléfono móvil
Teléfono móvil
Correa con mosquetones
Correa con mosquetones
Bolsa en bandolera
Zapatos con cordones
Zapatos planos o de tacón bajo
Capas
Manga larga
Pantalones
Zapatos cerrados
Billete de 100 euros y tarjeta de crédito
Cartera falsa
Pistola oculta
Navaja no plegada
Bolso de asa corta
Cuchilla
Cuchilla
001 A prueba de crisis
La supervivencia no es solo cuestión de tener las herramientas ade-cuadas o seguir el entrenamiento físico más estricto que conozcas. Más allá del músculo, la fuerza y un equipo de preparación para cri-sis, el elemento más importante en el entrenamiento de superviven-cia comienza adoptando una mentalidad proactiva de prevención.
La mayoría de los civiles que viven en las sociedades modernas relativamente pacíficas viven sus días en un abotargamiento pasivo, dando por hecho que lo peor que puede ocurrir es una fecha de entrega incumplida, una multa de aparcamiento, una discusión con un ser querido. El terreno bajo sus pies es sólido. El único riesgo que entrañan la película del sábado por la noche o un encuentro depor-tivo es que la última escena superheróica los decepcione o que su equipo favorito pierda. Pero, como hemos descubierto, los sofistica-dos centros urbanos no son inmunes a la amenaza de los conflictos globales ni a la impredecible amenaza provocada por lobos soli-tarios cuyos siniestros planes pueden pasar desapercibidos incluso para sus familiares y amigos más íntimos.
Una mentalidad de supervivencia rechaza la llamada de la pasivi-dad y se prepara para un abanico de posibilidades indeseables, sea cual sea su naturaleza y allá donde ocurran, sea en la cima de una montaña o en el cine de tu barrio. Una mentalidad de supervivencia no es paranoica sino realista. Y comienza con una estrategia de múl-tiples facetas ante la conciencia y respuestas a crisis de todas clases, compuesta de la conciencia de la situación, conciencia personal y cultural, técnicas activas de reducción de amenazas y adopción de una mentalidad ofensiva, no defensiva.
Conciencia de la situación. Ya estés viajando o en tu casa, reduce tu vulnerabilidad ante las amenazas adoptando conciencia de la situación como una filosofía personal. Mira más allá de la burbuja de un metro en la que viven la mayoría de los civiles mientras desfi-lan por su entorno. Mira hacia arriba, hacia abajo, ignora tu móvil.
N.º 001.
ERLP:
A prueba de crisis
nunca des por hecho que no te pasara a ti.
CONOP: adoptar ropa, herramientas y mentalidad que favorezcan la supervivencia en una crisis.
Gafas de sol
Pelo recogido
Sin collares
El mínimo de joyas posibles
Llave de esposas
Teléfono móvil
Teléfono móvil
Correa con mosquetones
Correa con mosquetones
Bolsa en bandolera
Zapatos con cordones
Zapatos planos o de tacón bajo
Capas
Manga larga
Pantalones
Zapatos cerrados
Billete de 100 euros y tarjeta de crédito
Cartera falsa
Pistola oculta
Navaja no plegada
Bolso de asa corta
Cuchilla
Cuchilla
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4 A prueba de crisis
Oriéntate en tu entorno, permanece atento a amenazas en potencia que puedas localizar a tu alrededor, y toma decisiones por adelan-tado sobre tu posible respuesta ante tales amenazas según las ves. Fija umbrales para respuestas defensivas u ofensivas. Si el hombre que parece estar siguiéndome se cruza a mi acera, me meteré en la próxima tienda para llamar a la policía y pedir ayuda a los transeún-tes. Prever las salidas en lugares públicos cerrados. Prever situacio-nes de riesgo y pensar en respuestas a eventuales crisis te permitirá actuar sin dudas cuando ocurra una emergencia. Si explota el caos, te abrirás paso a un lugar seguro mientras otros todavía están pen-sando cómo responder.
Atención personal y cultural. Combina atención personal con atención cultural para reducir las probabilidades de ser etiquetado como una víctima en potencia. La atención personal implica estudiar tu aspecto y comportamiento desde la perspectiva de un depreda-dor. ¿Qué comunica tu aspecto a los ladrones o delincuentes vio-lentos? Mostrar marcas y logos caros solo atrae la atención sobre ti como un objetivo potencialmente lucrativo; opta por ropa y acceso-rios genéricos. No importa cuál sea el escenario, te beneficiarás de ser la persona gris, una figura que pasa desapercibida en diferentes contextos. La atención cultural implica estudiar tu aspecto y com-portamiento ante las costumbres prevalentes de cualquier entorno. En los viajes, la aversión por la ostentación debe combinarse con la preferencia por la asimilación. Los turistas y viajeros son fácilmente señalados como objetivos obvios para diferentes delitos, timos y robos. Alterar tu aspecto habitual para mezclarte entre la gente es una manera sencilla de reducir la atención.
Reducción de amenazas. Las mujeres que quieran protegerse de depredadores pueden empezar con unas medidas muy sencillas para disminuir las posibilidades de ser señaladas. El pelo largo es mejor llevarlo recogido en un moño antes que suelto o en coleta, para evitar que los depredadores tengan un asidero al que agarrarse. Los collares y las identificaciones con cordones también le podrían ser útiles a un depredador que quiera agarrarte. Lleva pantalones; los depredadores prefieren fijarse en mujeres que llevan falda y vestidos, y los panta-lones te ofrecen movilidad y protección máximas en cualquier crisis.
A prueba de crisis 5
Mentalidad ofensiva. Cuando se trata de supervivencia, la «defensa propia» es una asociación natural. Pero, en la mayoría de los escenarios de una crisis, una mentalidad defensiva no te servirá de mucho. Si se ha cruzado el umbral de la crisis y ha llegado el momento de actuar, es hora de que cambies esa mentalidad y pases a modo ofensivo. Al enfrentarte con adversarios violentos, debes igualar o superar el nivel de agresión que se te presenta. Asume el peor escenario posible, por ejemplo, que tu agresor conoce artes marciales o que maneja muy bien su arma, y lucha con todo lo que tengas. Tu vida depende de ello.
Este espíritu de oposición agresiva es igual de aplicable a los desastres naturales o a la supervivencia en la naturaleza. En cual-quier escenario de crisis o desastre, tu meta es alejarte agresivamente del peligro lo más rápida y eficientemente posible, conservando el control de tus emociones y evitando que la histeria se apodere de ti. El instinto de luchar o huir es poderoso, pero debe combinarse con un pensamiento lúcido para obtener una respuesta óptima.
Nota. Cada recurso presentado en este libro está dividido en sus partes más importantes o «procedimientos» (PRO), introducido por un «concepto de la operación» (CONOP) y, más adelante, resumido por un «ERLP» (en resumen, lo primero) que detalla los puntos cla-ves del recurso.
6 Organizar un equipo UDI personal
002 Organizar un equipo UDI personal
La supervivencia es un juego de adaptabilidad y muchos de los recursos de este libro se concentran en herramientas improvisadas creadas en el último minuto a partir de materiales disponibles. Pero un equipo pequeño bien escogido sirve de mucho. Todo el mundo debe organizar su propio UDI (útiles diarios imprescindibles) para el entorno y sus hábitos personales, pero tanto si quieres mejorar tu equipo u organizártelo desde el principio, deberías considerar bási-cos unos cuantos objetos pequeños y ligeros (ver ilustración).
Un parche a prueba de balas, ya sea personalizado o hecho para encajar en diferentes tamaños de bolsas, puede transformar tu bolsa en un escudo rápido contra un atacante armado. Una linterna pequeña tiene incontables usos, desde herramienta para la orientación hasta aparato para hacer señales (ver página 48). Un bolígrafo de cuerpo metálico funciona de maravilla para escribir y (cuando se lo clavas a un oponente en el ojo o en el cuello) como arma de autodefensa. Un rollo de monedas se puede envolver en un pañuelo y convertirse en una herramienta para romper huesos. El mismo pañuelo puede uti-lizarse como torniquete, mientras que un tubo de pegamento súper fuerte puede utilizarse para hacer suturas improvisadas (ver página 246). Un par de cordones de Kevlar, puestos en los zapatos –o no–, se puede utilizar para serrar metal. Y unas tijeras médicas pueden cor-tar tela o cables.
En combinación con las armas que podría llevar encima un civil, un bote pequeño de espray de pimienta es un medio no letal de autodefensa.
Un GPS es una ayuda a la hora de orientarse si el servicio de telefonía móvil queda interrumpido durante un desastre natural o urbano, y un mapa en papel añade una capa extra de seguridad si ambos aparatos no funcionan o te los roban.
Si es posible, reacomoda las correas de bolsos o bolsas con mos-quetones; una correa desmontable puede ser de gran ayuda durante una crisis (ver página 200), igual que una cuerda de nailon tubular (ver página 10).
N.º 002.
ERLP:
Organizar
un equipo UDI personal
solo identificas la despreocupacion cuando sus consecuencias ya han tenido lugar.
CONOP: reunir utiles diarios imprescindibles que favorezcan la seguridad y supervivencia.
Llavero con led, cortacristales, silbato y llaves
Rollo de monedas
PañueloGPS
Espray de pimienta
Barritas energéticas
Linterna pequeña
Tres metros de nailon tubular de dos
centímetros de grosor
Botella de agua
Tijeras médicas
Mosquetones(dos)
Mapa
Caja metálica con tiritas, súper
pegamento, cordones de Kevlar,
mechero
Bolígrafo metálico
Parche a prueba de balas
002 Organizar un equipo UDI personal
La supervivencia es un juego de adaptabilidad y muchos de los recursos de este libro se concentran en herramientas improvisadas creadas en el último minuto a partir de materiales disponibles. Pero un equipo pequeño bien escogido sirve de mucho. Todo el mundo debe organizar su propio UDI (útiles diarios imprescindibles) para el entorno y sus hábitos personales, pero tanto si quieres mejorar tu equipo u organizártelo desde el principio, deberías considerar bási-cos unos cuantos objetos pequeños y ligeros (ver ilustración).
Un parche a prueba de balas, ya sea personalizado o hecho para encajar en diferentes tamaños de bolsas, puede transformar tu bolsa en un escudo rápido contra un atacante armado. Una linterna pequeña tiene incontables usos, desde herramienta para la orientación hasta aparato para hacer señales (ver página 48). Un bolígrafo de cuerpo metálico funciona de maravilla para escribir y (cuando se lo clavas a un oponente en el ojo o en el cuello) como arma de autodefensa. Un rollo de monedas se puede envolver en un pañuelo y convertirse en una herramienta para romper huesos. El mismo pañuelo puede uti-lizarse como torniquete, mientras que un tubo de pegamento súper fuerte puede utilizarse para hacer suturas improvisadas (ver página 246). Un par de cordones de Kevlar, puestos en los zapatos –o no–, se puede utilizar para serrar metal. Y unas tijeras médicas pueden cor-tar tela o cables.
En combinación con las armas que podría llevar encima un civil, un bote pequeño de espray de pimienta es un medio no letal de autodefensa.
Un GPS es una ayuda a la hora de orientarse si el servicio de telefonía móvil queda interrumpido durante un desastre natural o urbano, y un mapa en papel añade una capa extra de seguridad si ambos aparatos no funcionan o te los roban.
Si es posible, reacomoda las correas de bolsos o bolsas con mos-quetones; una correa desmontable puede ser de gran ayuda durante una crisis (ver página 200), igual que una cuerda de nailon tubular (ver página 10).
N.º 002.
ERLP:
Organizar
un equipo UDI personal
solo identificas la despreocupacion cuando sus consecuencias ya han tenido lugar.
CONOP: reunir utiles diarios imprescindibles que favorezcan la seguridad y supervivencia.
Llavero con led, cortacristales, silbato y llaves
Rollo de monedas
PañueloGPS
Espray de pimienta
Barritas energéticas
Linterna pequeña
Tres metros de nailon tubular de dos
centímetros de grosor
Botella de agua
Tijeras médicas
Mosquetones(dos)
Mapa
Caja metálica con tiritas, súper
pegamento, cordones de Kevlar,
mechero
Bolígrafo metálico
Parche a prueba de balas
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8 Entrenarse para sobrevivir
003 Entrenarse para sobrevivir
Si no tienes el estado físico necesario para salir de apuros, los recur-sos de este libro no te servirán de gran cosa. Estés saliendo de un edificio en llamas o dejando inconsciente a un atacante peligroso, tendrás que superar la crisis inicial y luego salir corriendo o arras-trándote hasta un lugar seguro a cierta distancia. Como poco, ten-drías que poder empujar, tirar y levantar tu propio peso. Lo ideal sería que tuvieses la fuerza de levantar tu propio peso mientras ade-más llevas a un ser querido hasta un lugar seguro.
La fuerza corporal y la resistencia cardiovascular son dos pasos de una tabla de ejercicios funcional y firme que te dará la fortaleza inicial para salir de una crisis y, luego, la resistencia que necesitarás para ponerte fuera de peligro. Una tabla de ejercicios basada en car-gar, empujar, golpear y tirar de un cuerpo pesado será lo más pare-cido a un escenario de supervivencia real.
Trabaja las partes de la tabla en intervalos de treinta segundos, empezando con «carreras cortas con saco» (ver ilustración). Se tra-bajan el torso y las piernas e, inevitablemente, será más una marcha forzada que una carrera corta auténtica. Continúa con «golpes al saco en el suelo», que hacen trabajar la fuerza de brazos y espalda al tiempo que desarrollan la fuerza rotacional del torso. Fija las pier-nas en posición durante el ejercicio de «arrastre de saco», tirando de la cuerda con una mano sobre otra para acercarte el saco. Cambia de lado cada diez repeticiones o treinta segundos durante el «levan-tamiento de saco». Repite el ejercicio de «golpes», esta vez dejando que la fuerza rotacional salga de las rodillas al tiempo que empujas el saco por el suelo.
Acaba la serie de intervalos con una carrera corta de 200 o 500 metros a toda velocidad. Descansa de treinta segundos a un minuto y luego repite la tabla hasta cinco veces.
N.º 003.
ERLP:
Entrenarse para
sobrevivir
entrena como si tu vida dependiese de ello.
CONOP: ejercicios funcionales que mejoraran tu actuacion en una crisis.
PRO 2: golpes al saco en el suelo.
PRO 1: carreras cortas con saco.
PRO 3: arrastre de saco.
PRO 4: levantamiento de saco (I/D).
PRO 5: golpes al saco en el suelo (rodillas).
carrera corta.
003 Entrenarse para sobrevivir
Si no tienes el estado físico necesario para salir de apuros, los recur-sos de este libro no te servirán de gran cosa. Estés saliendo de un edificio en llamas o dejando inconsciente a un atacante peligroso, tendrás que superar la crisis inicial y luego salir corriendo o arras-trándote hasta un lugar seguro a cierta distancia. Como poco, ten-drías que poder empujar, tirar y levantar tu propio peso. Lo ideal sería que tuvieses la fuerza de levantar tu propio peso mientras ade-más llevas a un ser querido hasta un lugar seguro.
La fuerza corporal y la resistencia cardiovascular son dos pasos de una tabla de ejercicios funcional y firme que te dará la fortaleza inicial para salir de una crisis y, luego, la resistencia que necesitarás para ponerte fuera de peligro. Una tabla de ejercicios basada en car-gar, empujar, golpear y tirar de un cuerpo pesado será lo más pare-cido a un escenario de supervivencia real.
Trabaja las partes de la tabla en intervalos de treinta segundos, empezando con «carreras cortas con saco» (ver ilustración). Se tra-bajan el torso y las piernas e, inevitablemente, será más una marcha forzada que una carrera corta auténtica. Continúa con «golpes al saco en el suelo», que hacen trabajar la fuerza de brazos y espalda al tiempo que desarrollan la fuerza rotacional del torso. Fija las pier-nas en posición durante el ejercicio de «arrastre de saco», tirando de la cuerda con una mano sobre otra para acercarte el saco. Cambia de lado cada diez repeticiones o treinta segundos durante el «levan-tamiento de saco». Repite el ejercicio de «golpes», esta vez dejando que la fuerza rotacional salga de las rodillas al tiempo que empujas el saco por el suelo.
Acaba la serie de intervalos con una carrera corta de 200 o 500 metros a toda velocidad. Descansa de treinta segundos a un minuto y luego repite la tabla hasta cinco veces.
N.º 003.
ERLP:
Entrenarse para
sobrevivir
entrena como si tu vida dependiese de ello.
CONOP: ejercicios funcionales que mejoraran tu actuacion en una crisis.
PRO 2: golpes al saco en el suelo.
PRO 1: carreras cortas con saco.
PRO 3: arrastre de saco.
PRO 4: levantamiento de saco (I/D).
PRO 5: golpes al saco en el suelo (rodillas).
carrera corta.
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10 Preparar una mochila para el vehículo
004 Preparar una mochila para el vehículo
Un sótano lleno de suministros de emergencia es un punto de par-tida excelente para prepararse para un desastre, pero el maletero del coche es un recurso que no se utiliza. Las crisis son impredecibles y una respuesta ágil debería estar adaptada a circunstancias móvi-les. Oculta una mochila debajo o junto a la rueda de repuesto para superar no solo un pinchazo, sino también la caída imprevista a un socavón (ver página 184) o un paseo inesperado a bajas temperatu-ras en busca de ayuda. Mete en tu mochila objetos importantes para la supervivencia y la autodefensa, lo que puede incluir (aunque no se limite a) estos objetos:
Mosquetones. Para atar equipamiento en un entorno marítimo, col-gar comida en las montañas o improvisar un cinturón de seguridad.
Cuchilla oculta. Un arma no detectable puede ser una herramienta muy poderosa.
Cinta adhesiva. Para entablillar un hueso roto (ver página 250) o improvisar una brújula magnética (ver página 20).
Cuerda elástica. Para salir de una situación peliaguda.
Botiquín de primeros auxilios. Para detener temporalmente una hemorragia en caso de colisión.
Bengalas, pistola de bengalas, bocina, silbato. La capacidad de pedir ayuda puede sacarte de un grave apuro.
Preparar una mochila para el vehículo 11
N.º 004.
ERLP:
Preparar una mochila
para el vehiculo
nunca salgas de casa sin tu mochila equipada.
CONOP: almacenar equipamiento para la supervivencia cuando estes lejos de casa.
Mosquetones
MultiherramientaCuerda tubular
de nailonBotiquín de
primeros auxiliosRopa de abrigo
Pistola con munición de bengalas
PistolaMunición
Pañuelo
Hamaca
LinternaCuchillo de
hoja fija
Cinta adhesiva
Mochila para tres días
Mechero
Luces químicas
Cuchilla oculta
SilbatoBocina
Purificador de agua
Bolsa de agua
GPSCuerda elásticaBotellas de plásticoComida preparada
Vaso plegable Cuchara-tenedor
Saco de dormir
‘
‘
12 Preparar una mochila parael vehículo
Linterna, mechero. Una linterna grande tiene muchos usos, y un mechero asegura que nunca te quedarás sin fuego.
Comida y agua. Mantén suministro de agua y comida para tres días para estar preparado para un largo viaje en caso de crisis urbana a gran escala o desastre natural.
Dispositivo GPS de mano. Complementa tu teléfono móvil y/o GPS integrado por si ambos sistemas fallan.
Multiherramienta. Corta cables, afloja tornillos o sierra metal con la misma herramienta.
Pistola, munición, cuchillo de hoja fija. Ármate en caso de que las cosas salgan mal.
Saco de dormir, hamaca, chubasquero. Aumenta tu comodidad y resistencia en condiciones de supervivencia.
Capas de abrigo. Un coche se puede averiar en cualquier parte y tener la calefacción conectada toda la noche es la mejor manera de agotar la batería.