UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL “LISANDRO ALVARADO”
FRECUENCIA DE VICTIMIZACIÓN POR VIOLENCIA URBANA Y
FACTORES ASOCIADOS EN LA PARROQUIA UNIÓN.
BARQUISIMETO, ESTADO LARA. 2003-2004
CLARITZA ALVAREZ
BARQUISIMETO, 2004
UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL “LISANDRO ALVARADO” DECANATO DE MEDICINA
MAESTRÍA EN SALUD PÚBLICA
FRECUENCIA DE VICTIMIZACIÓN POR VIOLENCIA URBANA Y
FACTORES ASOCIADOS EN LA PARROQUIA UNIÓN.
BARQUISIMETO, ESTADO LARA. 2003-2004
Trabajo de grado para optar al título de
Magister Scientiarum
Por: CLARITZA ALVAREZ
BARQUISIMETO, 2004
FRECUENCIA DE VICTIMIZACIÓN POR VIOLENCIA URBANA Y
FACTORES ASOCIADOS EN LA PARROQUIA UNIÓN.
BARQUISIMETO, ESTADO LARA. 2003-2004
Por: CLARITZA ALVAREZ
Trabajo de Grado Aprobado
___________________________ ___________________________ Damelis Daza Mariálida Mujica Tutora Jurado
___________________________ María Elena Dávila
Jurado
Barquisimeto, Febrero de 2004
DEDICATORIA
A Dios Todopoderoso.
A los habitantes de la Parroquia Unión.
A mis compañeros de maestría, Ronny, Guillermina y Elidia, por compartir sus
conocimientos.
A mis grandes amigos: Jesús, Claro e Isvelia, por brindarme siempre su apoyo y su
linda amistad.
A mis seres queridos, fuente de amor e inspiración para el logro de tan anhelada
meta.
AGRADECIMIENTO
A la Dirección de Postgrado de la Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado”.
A mi tutora y asesora, por su paciencia y dedicación.
A mi familia, por su apoyo incondicional.
A mis profesores de maestría, por sus conocimientos.
ÍNDICE
Pág.
DEDICATORIA
AGRADECIMIENTO
INDICE DE CUADROS
INDICE DE GRÁFICOS
RESUMEN
INTRODUCCIÓN
v
vii
viii
x
xi
1
CAPITULO
I. EL PROBLEMA
Planteamiento del Problema
Objetivos
General
Específicos
Justificación e Importancia
Alcance y Limitaciones
II. MARCO TEÓRICO
Antecedentes
Bases Teóricas
Operacionalización de Variables
Definición de Términos
III. MARCO METODOLÓGICO
Tipo de Investigación
Población y muestra
Técnicas e Instrumentos de Recolección de Datos
Análisis y Tabulación de Datos
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9
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IV. ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS
V. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Conclusiones
Recomendaciones
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
ANEXOS
A. Curriculum Vitae
B. Operacionalización de las variables
C. Instrumento de recolección de datos
D. Mapa de la Parroquia Unión
E. Fórmula para muestreo aleatorio simple
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INDICE DE CUADROS
Cuadro Pág.
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10
Distribución de la población mayores de 15 años según género en los barrios seleccionados. Parroquia Unión, Barquisimeto, Estado Lara. 2003. Distribución de la población según sexo y edad. Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003. Distribución de la población según el número de veces que ha sido
víctima de un delito. Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara.
Año 2003.
Distribución de la población victimizada según el tipo de delito. Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003. Distribución de la población victimizada según el lugar donde ocurrió el hecho. Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003. Diferencia de media de la edad de las victimas y sexo. Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003. Distribución de la población según sexo y si ha sido víctima de robo con violencia. Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003. Distribución de la población según Estrato Social y si ha sido víctima de algún delito durante el último año. Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003. Distribución de la población según Nivel de Instrucción y si ha sido
víctima de algún delito durante el último año. Parroquia Unión.
Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003.
Distribución de la población según Ocupación y si ha sido víctima de algún delito durante el último año. Parroquia Unión. Barquisimeto,
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Estado Lara. Año 2003. Distribución de la población victimizada según el día de la semana en que ocurrió el hecho. Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003. Distribución de la población victimizada según el momento del día en que ocurrió el hecho. Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003. Distribución de la población victimizada según el mes del año en que ocurrió el hecho. Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003. Distribución de la población según Procedencia y si ha sido víctima de algún delito durante el último año. Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003. Distribución de la población según propiedad de algún tipo de arma. Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003. Distribución de la población según tipo de arma que posee. Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003. Distribución de la población según Propiedad de algún arma y si ha sido víctima de algún delito durante el último año. Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003. Distribución de la población victimizada según si sufrió alguna lesión, agresión o amenaza con algún tipo de arma. Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003. Distribución de la población victimizada según tipo de arma utilizada en el hecho. Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003. Distribución de la población según consumo de bebidas alcohólicas y si ha sido víctima de algún delito en el año 2003. Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003. Distribución de la población victimizada según si el delincuente estaba bajo la influencia del alcohol. Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003.
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Distribución de la población victimizada según denuncia del hecho. Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003. Distribución de la población victimizada según motivos por los cuales no denunció el hecho. Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003.
54
INDICE DE GRÁFICOS
Gráfico Pág.
1 2 3
Frecuencia de Victimización por Delito. Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003 Distribución de la población según sexo y si ha sido víctima de delito. Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003. Distribución de la población victimizada según edad y sexo. Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003.
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UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL “LISANDRO ALVARADO” DECANATO DE MEDICINA
DIRECCION DE POSTGRADO MAESTRIA EN SALUD PUBLICA
FRECUENCIA DE VICTIMIZACIÓN POR VIOLENCIA URBANA Y
FACTORES ASOCIADOS EN LA PARROQUIA UNION.
BARQUISIMETO, ESTADO LARA. 2003 - 2004
Autora: Claritza Álvarez Tutora: Damelis Daza
RESUMEN
Se diseñó una investigación analítica de prevalencia con el objeto de determinar la frecuencia de victimización por violencia urbana y factores asociados en la Parroquia Unión, Barquisimeto, 2003-2004. Para la obtención de la muestra se utilizó un muestreo bietápico, en primer lugar se escogieron los barrios a través de un muestreo aleatorio simple quedando seleccionados 16 de un total de 23, posteriormente se seleccionaron 400 individuos que conformaron las unidades de análisis, ambos muestreos se realizaron con un nivel de confianza de 95% y un error de 5%. Como instrumento de recolección de datos se utilizó una entrevista estructurada. Entre los hallazgos se encontró una frecuencia de victimización de 61.3%. El delito más frecuente fue el robo con violencia (65.7%); el lugar donde ocurrieron los hechos más frecuentemente fue la vía pública. En cuanto al sexo, se evidenció que tanto los hombres como las mujeres fueron víctimas, siendo la proporción de hombres ligeramente mayor a las de las mujeres. Las diferencias de edad de las victimas en ambos sexos es de 6 años; siendo la edad promedio en los hombres de 38,39 ± 10.91 y las de las mujeres de 32.79 ± 10.86. En cuanto al porte de arma 16.25% de la población estudiada eran propietarios de algún tipo de arma, la más utilizada (93.8%) fue el arma de fuego. Las personas propietarias de armas tienen 1.28 veces mayor riesgo de ser victimas (p = 0.01) Se observó un aumento del riesgo de ser victima en la personas consumidoras de alcohol RP (2.08) con una probabilidad de ocurrencia de 0.001. Se puede concluir que la frecuencia de victimización y sus expresiones podría estar relacionadas, hasta cierto punto con las variables demográficas y conductuales de las personas.
Palabras Clave: Victimización, Violencia Urbana, Víctima, Factores de Riesgo.
INTRODUCCIÓN
La violencia constituye, hoy día, una de las realidades más preocupantes,
cobrando la atención de numerosos investigadores sociales y el esfuerzo de diversos
organismos en la búsqueda de las causas de las diferentes formas de manifestarse los
efectos de quienes la padecen.
El mundo actual ha sido calificado como violento; la violencia está presente en
la cotidianidad. El recrudecimiento de las condiciones de vida, por efectos de la crisis
económica, estimula mayores niveles de agresividad de la ciudadanía. La
criminalidad, el desempleo, el hambre, el miedo, la impotencia, son realidades que
conllevan a situaciones violentas.
En la actualidad, la violencia constituye un problema de Salud Pública, sobre
toda aquella violencia que se desarrolla en los entornos públicos de las grandes
ciudades, “violencia urbana”, que conlleva a un ascenso de las tasas de mortalidad,
morbilidad y discapacidad por esta causa.
Debido al incremento importante que ha tenido este problema en los últimos
años, se han utilizados diversos indicadores para medir su magnitud real, entre los
cuales se puede mencionar, los estudios de victimización, que constituye una
herramienta fundamental para el estudio de aquellos hechos, que por diversos
motivos, no son denunciados a las autoridades, contribuyendo a aumentar la cifra
oculta de los delitos, lo que repercute en forma negativa en la toma de decisiones
oportunas y eficiente, para la prevención y control de la violencia urbana.
Es por ello que en esta investigación se estudió la frecuencia de victimización,
como indicador de la magnitud de la violencia urbana en la Parroquia Unión. Se
espera que este trabajo sirva como marco de referencia a las autoridades locales tanto
del sector salud como del sector político, así como a la población en general, a tomar
medidas de prevención a todos los niveles que lleven a controlar este problema que
está generando enormes costos y causando profundo malestar en la sociedad.
CAPÍTULO I
EL PROBLEMA
Planteamiento del Problema
Las muertes y traumatismos ocurridos por causas violentas vienen aumentando
en la región de las América a pasos alarmantes. La violencia, por el número de
víctimas y la magnitud de las secuelas que produce ha adquirido carácter endémico y
se ha convertido en un problema de salud pública en varios países. La mortalidad por
causas asociadas a la violencia es responsable de una proporción creciente de la
mortalidad general y de porcentaje significativo de años de vida potencialmente
perdidos.
Pero no sólo las muertes y las lesiones producidas por hechos violentos
presentan este incremento, otros hechos de esta índole como los robos, hurtos,
secuestros, violaciones, daño a la propiedad privada, entre otros, han sufrido un
incremento importante en los últimos años, convirtiéndose en uno de los principales
problemas para la mayoría de los habitantes de las grandes urbes. Según Carvajal
(2003), 61% de la población urbana en el mundo ha sido víctima de un acto
delictivo.
Estudiar el fenómeno de la violencia no es una tarea sencilla, ya que en su
génesis están implicados múltiples factores que determinan o al menos favorecen su
desarrollo, por lo que no resulta fácil obtener una comprensión que interprete el
fenómeno en su totalidad; es por ello que numerosos investigadores han estudiado la
violencia desde diferentes perspectivas, lo que ha permitido tener una visión más
amplia de la problemática que ella implica para los diferentes sectores que componen
la sociedad.
Como se sabe el mismo término “VIOLENCIA” es sumamente amplio y es
utilizado para referirse a una gran variedad de situaciones. Es por ello que dada sus
múltiples manifestaciones se puede tipificar en función de la persona que la sufre:
violencia contra los niños, jóvenes, ancianos, mujeres y hombres; según la naturaleza
de la agresión: en violencia física, psicológica y sexual, en el ámbito donde ocurre:
violencia doméstica, laboral, según los motivos: violencia política, social, cultural, y
finalmente la que se produce en los entornos públicos de las grandes ciudades,
denominada violencia urbana.
En Venezuela, este último tipo de violencia, exhibe un importante incremento
convirtiéndola para la población, en un problema que adquiere expresiones cada vez
más patológicas; Sanjuán (2002) refiere que para el año de 1989, 35% de la población
consideraba como principal problema del país el costo de la vida y sólo 4% de los
ciudadanos consideraban como problema la delincuencia. En el año 1993, la
población consideraba que su principal problema y el de su familia era el alto costo
de la vida (41%), seguido por la delincuencia (15%) y el desempleo (12%). Pero en el
año 2001 estos porcentajes varían de una forma importante, puesto que el problema
de la delincuencia, pasa a ocupar el primer lugar (36%) de importancia para el
ciudadano seguido del desempleo con 33%.
Es importante señalar que Venezuela para el año 2001 ocupó el quinto lugar
entre los países más violentos del mundo, presentó 28,32 eventos criminales por cada
100.000 habitantes superado por Colombia (71,47) Sudáfrica (34,78) México (31,56)
y Rusia (30,12). Hecho que concuerda con lo percibido por la población y las cifras
registradas que tienen bases reales.
No obstante, como refiere Sanjuán (2003), en el Informe Anual sobre la
Seguridad Ciudadana, durante el período 2001 – 2002, el incremento de la
criminalidad, tanto en los delitos contra las personas como en los delitos contra la
propiedad se incrementan. El número total de delitos registrados en el año 2002,
presenta un aumento de 16% respecto al año 2001, pasando la tasa de 938 por
100.000 habitantes en 2001 a 1.138 en 2002. Los homicidios, presentan un
incremento de 21%, ya que en el año 2001 fueron conocidos 7.960 homicidios,
mientras que en el 2002, el número total de muertes registradas ascendió a 9.617.
También mostraron un importante incremento en este año, otros delitos efectuados
con recurso a la violencia, tales como los robos que presentaron una tasa para 2001 y
2002 de 135 y 168 por 100.000 hab. respectivamente; los robos de autos de 131 y
174 por 100.000 hab. y las lesiones personales de 114 a 131 por 100.000 hab. Al
evaluar estos datos, es evidente que la delincuencia se ha convertido en uno de los
principales problema del país para la mayoría de la población.
A medida que este problema ha ido aumentando, también lo ha hecho la
conciencia de su impacto en diversas áreas de la vida social y en especial en el área
de la salud. La violencia, ante todo, tiene un impacto decisivo en las condiciones de
vida de las personas, debido a que atenta contra la integridad física de ésta y su
supervivencia, al tiempo que menoscaba la calidad de vida y produce un deterioro de
las relaciones sociales.
Al respecto la Organización Panamericana de la Salud (OPS) (1999) plantea
que la violencia, sobre todo aquella que no concluye con la muerte, altera
directamente ese “estado de completo bienestar físico, mental y social” de las
víctimas. Es por ello que la violencia en cualquiera de sus expresiones es productora
de enfermedad, por esto la violencia urbana ha adquirido un sitial relevante como
problema de salud pública.
A pesar de lo importante del problema, hay muy pocas estadísticas confiables,
tanto en el ámbito nacional como en el local, de las múltiples expresiones de
violencia. Los pocos análisis a los que se tiene acceso provienen de fuentes no
gubernamentales, en tanto que en el sector oficial la información recopilada es más
bien dispersa sin interpretaciones científicas y no permite una comprensión cabal del
fenómeno.
No obstante, existen indicadores que permiten medir la intensidad del problema,
tales como la tasa de homicidio que es el indicador más utilizado para determinar los
niveles de violencia en una ciudad o país, ya que constituye el acto de violencia más
grave; el otro indicador es el número de años saludables perdidos por violencia
(AVISA), que mide no solo las muertes sino también la discapacidad y morbilidad
por violencia, pero su cálculo es complejo y costoso (Buvinic y Morrison, 2000).Sin
embargo, estos indicadores reflejan solo parte del problema, dejando a un lado otros
delitos que no son registrados convirtiéndose en la llamada cifras ocultas, que no es
más que el número de delitos cometidos pero no denunciados, y por tanto no
registrados en los datos oficiales, lo que permite ver de manera parcial el problema y
por tanto llevará, en el mejor de los casos, a combatirlo de también de forma parcial
(Sayeg , 2002).
Es por ello que es necesario la utilización de otros indicadores que
complementen a los anteriores, como por ejemplo, los estudios de victimización.
Estos estudios permiten obtener información sobre el número y tipo de delito
cometido en un periodo de tiempo específico, estimar las cifras ocultas, que no son
reportadas antes las autoridades policiales y además se pueden estudiar las
características de las víctimas y los víctimarios.
Es por ello que resulta cada vez más importante realizar investigaciones
utilizando este tipo de indicador, pues permite tener una mayor visión del problema lo
que se traduce en un mejor control y prevención de éste.
Por todo lo anteriormente expuesto y tomando en cuenta la importancia de
utilizar este tipo de indicador para medir la magnitud del problema, pues no existe
suficiente información sobre los niveles de victimización por violencia urbana en la
Parroquia Unión de Barquisimeto, que sugiera la gravedad de ella, surgieron las
siguientes interrogantes ¿Cuál es la frecuencia de victimización por violencia urbana?
¿cuáles son los factores asociados a la violencia urbana en esta parroquia?. Para dar
respuestas a estas interrogantes, se diseño una investigación de prevalencia
elaborándose los siguientes objetivos.
Objetivo General
Determinar la frecuencia de victimización por violencia urbana y factores
asociados en la Parroquia Unión, Barquisimeto. 2003.
Objetivos Específicos
§ Determinar la frecuencia de victimización según el tipo de delito: Robo,
Atraco, Amenazas, Agresiones, Hurto.
§ Determinar la frecuencia con que una persona ha sido víctima de un delito en
los últimos 12 meses.
§ Determinar los factores de riesgo asociados a la víctima: edad, sexo,
ocupación, nivel de instrucción, estrato socioeconómico, consumo lícito de drogas,
porte de armas.
§ Determinar la frecuencia de victimización según el lugar de residencia.
§ Determinar la frecuencia de victimización según: Día del mes, Mes del año,
Hora del día en que ocurrió el hecho.
§ Determinar el lugar donde se produjo el hecho de violencia: Calle, Trabajo,
Vivienda, Transporte Público, otros.
Justificación e Importancia
En Venezuela a pesar que la violencia constituye unos de los principales
problemas de salud pública, las estadísticas existentes sobre hechos delictivos son
poco confiables, puesto que las cifras oficiales sobre la cantidad y características de
los hechos delictivos difieren de una institución a otra o están incompletas. Es por
ello que se hace necesario establecer estrategias que permitan cuantificar la magnitud
del problema, como la aplicación de la encuesta de victimización, ya que con este
procedimiento se reduce el subregistro mantenidos por la policía y el sector salud, lo
que favorecería el control y prevención de los hechos delictivos.
Por otra parte sus resultados serán de utilidad a todos los organismos
responsables de la seguridad de la población, pues proporcionarán información que
facilitará acciones destinadas a:
- Elaborar un plan de sensibilización y motivación de la población y su
participación en las iniciativas comunitarias para poner en marcha las políticas de
prevención.
- Incentivar la unión de las fuerzas vivas de las ciudades y la búsqueda de
métodos comunes que permitan mejorar las condiciones de vida y evitar la
marginalización.
- Creación de programas de atención a las víctimas.
Alcance y Limitaciones
Esta investigación representa un marco referencial para el estudio de la
victimización y factores asociados en población en riesgo. Su delimitación geográfica
se circunscribió al Municipio Iribarren, específicamente la Parroquia Unión del
Estado Lara. Sus resultados servirán a otros investigadores para elaboración de
estudios similares.
CAPITULO II
MARCO TEÓRICO
Antecedentes
Podría afirmarse que la violencia siempre ha formado parte de la experiencia
humana. Su efecto se puede ver, bajo diversas formas en todas parte del Mundo.
Cada año, más de 1,6 millones de personas pierden la vida y muchas más sufren
lesiones no mortales como resultado de la violencia en sus diferentes expresiones,
Krug y col. (2003)
Diferentes estudios han permitido un análisis de la violencia urbana,
observándose que en las últimas décadas, este fenómeno ha experimentado un
ascenso importante, expandiéndose hacia toda las regiones del mundo, siendo mayor
su incremento en la región de las Américas. Al respecto el Banco Interamericano de
Desarrollo ( BID) citado por Carrión (2003) en un estudio realizado sobre violencia
en América Latina, arrojó los siguientes resultados: cada año cerca de 140.000
latinoamericanos son asesinados, 54 familias son robadas por minuto y 28 millones
de familias son sujetas de hurto o robo por año. La destrucción y transferencia de
recursos es de aproximadamente 14.2% del Producto Interno Bruto (PIB)
latinoamericano. Para tener una idea comparativa de lo que estas cifras significan, se
señala que “la violencia, medida por cualquiera de estos indicadores, es cinco veces
más alta en esta región que en el resto del mundo”. O sea, que América Latina se ha
convertido en el continente mas violento del mundo. En Venezuela se confirma este
hecho, ya que, según Briceño, citado por Hernández (2002), refiere que desde
principios de los noventa “el país se ha ubicado entre los niveles medios-altos de
criminalidad en el continente, similar a los que registran México y Brasil”.
En la actualidad, los enfoques adoptados al estudio de la violencia urbana, a
través de la encuesta de victimización, han tenido una gran trascendencia, puesto que
a través de ésta, se pueden tener información sobre la proporción de población que ha
sido víctima por cualquier hecho delictivo (robo, hurtos, agresiones, secuestros y
homicidios entre otros) y los factores asociados a la víctima de índole socio-
demográfico (edad, sexo, ocupación estratos socioeconómicos) y conductuales
(tabáquicos, alcohólicos, tenencia de arma) que hacen más susceptible al individuo
de ser victimizados
En este orden de ideas, los datos disponibles susceptibles de comparación en
diversas partes del mundo, tanto a nivel oficial como a nivel de opinión pública,
señalan que América Latina, incluida Venezuela, registra las tasas de victimización
más altas en el mundo. Al respecto Gaviria y Pagés (1999) realizaron un estudio en
conjunto con el BID encontrando que en 1998 todos los países latinoamericanos
presentaban tasas de victimización superiores a 25%; la mayoría se situó entre 30 y
40% y cinco de ellos, Guatemala, El Salvador, Venezuela, México y Ecuador,
alcanzaban entre 40 y 60%. Por otra parte, Cruz (1999), en un estudio realizado
sobre victimización por violencia urbana y factores de riesgo donde se compara los
niveles de victimización en siete ciudades de Ibero América, en una muestra de
10821, encontró que Caracas, Salvador de Bahía, y Cali registraron altos niveles de
victimización global (30.6%, 29% y 27%, respectivamente) el resto de las ciudades
presentaron menores tasas.
Cuando se estudia el índice de victimización, se debe tomar en cuenta, los
diferentes tipos de delitos, para saber cual de ellos es el que tiene mayor implicación
en el incremento de este índice, además que su frecuencia varía según el país. Así se
puede observar en el estudio realizado por Cruz (ob. cit), quien encontró, que la
frecuencia del robo a mano armada, en siete ciudades de Ibero América, varía entre
6,9% en Santiago de Chile y 22% en Bahía (Brasil). Además, encontró que en otros
tipos de violencia como la amenaza de agresión, muerte y agresión y heridas por arma
de fuego o arma blanca, las tasas de victimización oscilan entre 10.6% y 38.5 %. Por
otra parte, Ruiz (2003) en un informe realizado para el Instituto Ciudadano de
Estudios sobre la Inseguridad en México, refiere que la proporción de personas
adultas que fueron víctimas de un asalto violento, por regla general a mano armada,
llegó durante el año 2000 a 78 % en América Latina, en África a 42 % y en Asia a
11%. En la parte occidental de la Unión Europea el porcentaje fue 10 % y en EEUU
de sólo 7%. Así mismo refiere que en el robo a vivienda, en África está en primer
lugar con una tasa de victimización del 83%, en América Latina con 57%; en Asia
con 44%; en EEUU con 24 % y Europa con 20%.
En la mayoría de los estudios de victimización se investigan variables de tipo
demográficas, entre las que se mencionan la edad y el sexo, las cuales constituyen
las variables más importante en la predicción del riesgo de victimización. En estos
estudios, se ha demostrado que los hechos de violencia afectan a todos los grupos de
edades y ambos sexos, sin embargo el grupo de edad más afectado es el grupo de 15
a 45 años y el sexo masculino. Al respecto Krug y col. (2003) en el Informe Mundial
sobre Violencia y Salud, refieren que las tasas más altas de homicidios en el mundo
correspondieron a los hombres de 15 a 29 años de edad (19,4 por 100.000 hab.)
seguido de cerca por los de 30 a 44 años ( 18,7 por 100.000). Por otra parte, en la
investigación realizada por el Instituto Ciudadano de Estudios sobre la Inseguridad en
México (2001) acerca de la tendencia de los principales delitos y factores que inciden
en la victimización en México, encontraron que 64,2% de las víctimas por cualquier
delito fueron hombres y el grupo de edad más afectado fue el de 18-45 años con
70,5 %.
Otras de las variables demográficas que aparecen asociada con la victimización,
son el nivel socio económico y el lugar donde reside la víctima. Investigaciones han
demostrado que en las zonas de mayor nivel socioeconómico, existen mayores tasas
de robos y hurtos, así como mayor riesgo de sufrir lesiones personales, mientras en la
zona de menor nivel, se presentan las mayores tasas de homicidio. Al respecto
Akerman, citado por Cruz (ob. cit), encontró que en Sao Paulo, Brasil los robos
predominan en áreas donde son mejores las condiciones de vida y en cambio los
homicidios ocurren en áreas periféricas de baja extracción económica. Así mismo
Vegas y col (2003) en una investigación realizada en 12 regiones del estado de
Jalisco, México, donde el objetivo era describir las variaciones regionales de la
mortalidad por homicidios en ese estado, durante el trienio 1989-1991, 1994-1996 y
1999-2000, encontraron que las tasas más altas por homicidios correspondieron a
regiones periféricas del estado consideradas entre las más pobres, y que los
municipios ubicados en el estrato de bienestar más bajo, presentan un exceso de
mortalidad por homicidios estadísticamente significativo.
Por otra parte, en un estudio realizado por el Ministerio de Justicia de Seguridad
Pública, y Consejo Nacional de Seguridad (2000), a través de una encuesta de
opinión sobre la seguridad social y delincuencia, en San Salvador, aplicada a una
muestra de 2364 ciudadanos habitantes de las zonas urbanas y rurales de 38
municipios, encontraron que en la clase alta, el porcentaje de victimización por robo
es de 25%, mientras que en la clase media baja es de 22%.
Entre otras variables a estudiar, se encuentran las variables conductuales: como
el consumo de alcohol y la tenencia de armas (arma de fuego, arma blanca) quienes
aumentan la probabilidad en las personas de ser víctimas de algún hecho violento.
Al respecto, estudio hecho por el Instituto Universitario de Opinión Pública (2001) en
El Salvador realizó un estudio con el fin de identificar actitudes, normas y valores de
la población en torno a la violencia y el uso de arma de fuego, realizado a una
muestra de 2400 personas adultas, encontraron que las personas que intentaron usar
un arma de fuego para defenderse específicamente de un asalto o robo a mano
armada, murieron en una relación 48 veces más alta que quienes no intentaron
defenderse del asalto. Cruz (ob.cit), encontró en el estudio realizado sobre
victimización y factores de riesgo, que en Cali y Salvador Bahía, las víctimas más
frecuentes de la violencia eran hombres jóvenes que consumían alcohol con
frecuencia y que poseían un arma de fuego.
Otro aspecto importante en el estudio de la victimización por violencia urbana
es lo relacionado al tiempo y lugar de ocurrencia, variables de suma importancia para
conocer la tendencia del fenómeno y las áreas de mayor riesgo. Diversas
investigaciones han demostrado que los delitos se cometen más frecuentemente los
fines de semana entre el mediodía y la medianoche. Hecho que se evidencia en el
estudio realizado por Daza (1998) sobre mortalidad y morbilidad por hechos violento
en el Municipio Irribarren, encontrando que la mayor frecuencia de lesionados por
algún hecho violento fue durante los días sábados y domingos (23% y 25.1%
respectivamente), así mismo encontró que la mayor proporción de lesiones
intencionales no fatales ocurrieron durante las 9:00 y 11:00 de la noche (25,5%) y
entre 12:00 y 3:00 de la madrugada (18,8%). Por otra parte, en un estudio realizado
por el Consejo Nacional de Seguridad Pública y el Ministerio de Seguridad Pública
y Justicia de El Salvador (2002) sobre la percepción de la seguridad ciudadana a nivel
Nacional, Municipal y Zonal, encontraron que el mayor número de delitos se produce
durante las 6:00 de la mañana y 6:00 a 8:00 de la noche horas que coincidían con el
mayor movimiento de las personas.
Con relación al lugar de ocurrencia, se ha evidenciado en diferentes estudios,
que la mayor proporción de delitos ocurre en las calles, transporte público y en la
propia vivienda. En la encuesta sobre victimización realizada por el Instituto
Regional de las Naciones Unidas (UNICRI) (1997) en la ciudad de Buenos Aires,
encontraron que 68,45 % de los delitos ocurren en la calle, 18,6% en el sitio de
trabajo y 9,4% en la vivienda. Por otra parte, el Consejo Nacional de Seguridad
Pública y el Ministerio de Seguridad Pública y Justicia de El Salvador (ob.cit),
evidenciaron, que 17.1% de los delitos ocurrieron en las viviendas, 18,7% en el
transporte público y 28,3% en el centro del ciudad.
Es importante señalar que cuando ocurre un delito son muy pocos los que son
denunciados. Según Alvazzi (2000), en un estudio realizado sobre victimización
criminal en Latino América, encontró que sólo una pequeña porción de los delitos
fueron denunciados a la policía, así mismo evidenció que el índice de denuncia varía
según el país, encontrándose que los mayores índices de denuncia correspondió a
Argentina y Panamá y los menores porcentajes ocurrieron en Bolivia, Brasil,
Colombia y Costa Rica. Por otra parte, el Instituto Ciudadano de Estudios sobre la
Inseguridad en México (2002) en la segunda encuesta de inseguridad realizada en la
ciudad de México a una muestra de 34.174 hogares, hallaron que 82% de los delitos
no fueron denunciados y entre los motivos referido por las personas con mayor
frecuencia fueron la pérdida de tiempo (43%) y la desconfianza en las autoridades
(16%).
Los estudios citados demuestran la asociación existente entre los factores
victimológicos y el hecho de ser víctima. De allí que los resultados de estas
investigaciones servirán de base para fundamentar los hallazgos encontrados en el
presente estudio.
Bases Teóricas
La violencia es un fenómeno complejo, que se puede analizar desde distintas
perspectivas, por lo que su definición puede ser muy amplia y demasiado restringida.
El fenómeno de la violencia es complejo y multifacético. No hay una, sino muchas
variedades de violencia de allí nace el problema de definirla. (Buvinic y Morrisson
2000)
Las definiciones de mayor uso incorporan las dimensiones de cuan intencional
es la conducta, así como la gravedad de su consecuencia. Una de las definiciones más
aceptada es la de Rosenberg, citado por Concha (2003), el cual la define como
La amenaza o uso intencional de la fuerza, la coerción o el poder, bien sea físico, psicológico o sexual, contra una persona, grupo o comunidades, o contra sí mismo, y produce o tiene alta probabilidad de producir daño en la integridad física, psíquica, sexual, en la personalidad y aun en la libertad de movimiento de la víctima, con un fin que puede ser predeterminado o no.
Como se puede ver esta definición se distinguen tres componentes básicos: la
intencionalidad, la generación de daño y el fin perseguido.
Franco (2001) la define como “toda forma de interacción humana en la cual
mediante la fuerza, se produce daño al otro para la consecución de un fin”. En este
concepto se pueden apreciar tres características esenciales, es decir que para la
consecución de un fin se recurre a la fuerza y se produce daño al otro. Es entonces, la
violencia, una relación de fuerza en cualquier de sus modalidades e intensidades,
fuerza que daña el funcionamiento orgánico o psicoemocional, que hiere o golpea,
mata o presiona, suprime derechos o limita su ejercicio.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como “El uso
intencional de la fuerza o poder físico, de hecho o como amenaza, contra uno mismo,
otra persona o grupos o comunidad, que cause o tenga mucha probabilidad de causar
lesiones, muerte, daños psicológicos, trastorno de desarrollo o privaciones”. Esta
definición vincula la intención con la comisión del acto mismo, independientemente
de la consecuencia que se produce. Krug (ob.cit)
Las definiciones revisadas, permiten señalar que el fenómeno de la violencia es
complejo y multifacético. En su génesis están implicados múltiples factores que
determinan o al menos favorecen su desarrollo; entre estos factores se pueden
mencionar los de origen biológico, genéticos, psicológicos, políticos,
socioeconómicos; estos últimos, si se quiere, son los que más peso tienen en su
origen, ya que las condiciones de hacinamiento, la desnutrición, el desempleo y
deterioro de la familia que imponen la desigualdad y la pobreza, propician en gran
medida, el desarrollo de patrones de conducta agresiva para la resolución de
conflictos familiares y comunitarios. Las frustraciones derivadas de la lucha por la
supervivencia en situaciones de inseguridad y marginalidad, constituyen factores
facilitadores de comportamientos violento (OPS, 1998).
Por lo anteriormente dicho, no resulta fácil obtener una comprensión que
interprete el fenómeno en su totalidad, e incluso resulta complicado pretender
definirlas en todas sus dimensiones. No obstante, dadas sus múltiples y diversas
manifestaciones se puede decir, que no existen una, sino múltiples violencias,
diferenciadas por los actores y sus fines, por el tipo de víctima escogida y por las
modalidades, intensidades, escenarios y contexto donde se desarrollan. Tomando en
cuenta lo anteriormente se puede tipificar la violencia en función de:
§ Sus motivos y fines ( políticas, sociales, culturales, religiosas)
§ Las víctimas de la violencia(mujeres, niños, adolescentes, ancianos)
§ La naturaleza del acto violento (físicos, psicológica, sexual)
§ El escenario y contexto ( doméstica, laboral, urbana)
§ El perpetrador o víctimario (pandilla, agente de estado, guerrilla)
Además de lo anteriormente expuesto, la violencia se puede estudiar de una
manera más general, tomando en cuenta la característica de los que cometen el acto
de violencia, pudiéndose clasificar en tres categorías generales. Krug (ob.cit)
§ La violencia autoinflingida: esta comprende el comportamiento suicida y el
automaltrato.
§ La violencia colectiva: es la violencia inflingida por grupos grandes, como el
estado, contingentes políticos organizados, tropas irregulares y organizaciones
terroristas.
§ La violencia interpersonal: es aquella impuesta por otro individuo o números
pequeños de individuos. En esta se toma en cuenta la violencia familiar o de pareja,
en la que se incluye, el maltrato de los menores, de la pareja y de las personas
mayores. Así mismo la violencia interpersonal, incluye aquella que se produce
entre personas que no guardan parentesco y que pueden conocerse o no y que ocurre
en las áreas urbanas, sobre todo aquellas donde existe gran cantidad de población.
Esta violencia toma en cuenta los actos delictivos contra la propiedad y la persona.
En este tipo de violencia, se produce una confrontación de individuos y surge,
debido a las desigualdades e injusticias entre las diferentes sociedades, que generan
frustración, marginan a la población, perpetúan los conflictos, lesionan la integridad
familiar e impulsan a los individuos al delito.
Es este tipo de violencia la que exhibe mayor crecimiento y adquiere
expresiones cada vez más patológicas en los diferentes países de la región, es por
ello, que en este estudio sólo se tomará en cuenta los aspectos relacionados a la
violencia urbana.
Según Cruz (ob.cit), la violencia urbana es aquella ejercida en el marco de las
relaciones dinámicas mediatizadas por la convivencia urbana, cuya expresión más
frecuente es el robo a mano armada, las amenazas, las agresiones, los golpes,
secuestros y el homicidio. Estos hechos de violencia presentan múltiples escenarios
tales como: calles, parques y otros espacios abiertos, con un grupo de varios actores,
tales como pandillas, bandas y grupos que realizan la “violencia callejera”.
A pesar de que la violencia siempre ha estado presente en la historia de
América latina, pues violenta fue la conquista, violento el esclavismo, violenta la
independencia, violentos los procesos de apropiación de las tierras y de expropiación
de los excedentes, ésta tenía una connotación más de tipo político y económico. Sin
embargo en la actualidad se habla de un proceso distinto y singular cuando se habla
de la violencia urbana. Una violencia que se puede calificar de social, por expresar
conflictos sociales y económicos porque genera un sentimiento de privación, que
produce frustración y estrés, que conlleva a conductas violentas; pero no de política,
pues no tiene una vocación de poder. Una violencia que no tiene su campo
privilegiado de acción en las zonas rurales, sino en las ciudades y, sobre todo, en las
zonas pobres, segregadas y excluidas de las grandes ciudades, donde a veces se
trasladan prácticas rurales a la vida urbana. (Briceño,2002).
La conceptualización de la violencia urbana lleva implícita los términos
víctima, víctimario y victimización que son necesarios conocer para explicar las
dimensiones del problema. Víctima según la definición de la Organización de las
Naciones Unidas (ONU) referida por Bascuñana (2003), es
Aquella persona que de forma individual o colectiva han sufrido un perjuicio, especialmente, un ataque a su integridad física o mental, un sufrimiento moral o una perdida material, o un ataque grave de sus derechos fundamentales, en acciones u omisiones que infringen las leyes penales vigentes de un estado.
Mientras que víctimario, según Muraro (2002), “es aquel que produce el daño,
sufrimiento o padecimiento de la víctima”. Y victimización es “el acto en el cual una
persona es objeto del uso de la fuerza, que le produce un daño físico o psicológico”,
Cruz (ob.cit).
Es importante acotar que durante mucho tiempo la criminología no le dio mayor
importancia a las víctimas, su interés básicamente giró alrededor del autor del delito y
del fenómeno delincuencial. En la actualidad se acepta que la víctima desempeña un
papel relevante en la dinámica de la acción delictiva, ya que su conducta descuidada y
provocativa, pueden inducir a la comisión del delito. Fajardo y col (2003).
Existen diferentes categorizaciones de las víctimas, Clemente, (1998) propone
la siguiente clasificación de víctima:
§ No participante: son aquellas víctimas que no contribuyen y que por lo general se
resisten a la consecución del delito.
§ Latentes: aquellas personas que sufren una predisposición especial para ser
víctimas de delitos.
§ Provocativas: son las personas que crean ambientes idóneos o incitan a la
realización de un delito.
§ Participantes: como lo indica claramente la expresión contribuyen al delito.
§ Falsas: son las que afirman haber sido víctimas de un delito aún siendo
conscientes de que no lo son.
Por otra parte, Landrove (1998) propone otra clasificación basada en los
criterios clasificatorios más generalizado que se construyen sobre las relaciones entre
el víctimario y la víctima, con especial vulnerabilidad sobre esta última.
Según esta clasificación se puede hablar de víctima:
§ No participante: suelen ser víctimas anónimas que nada aportan al
desencadenamiento de la conducta delictiva, dentro de esta clasificación se
encuentran las víctimas accidentales que son aquellas colocada por el azar en el
camino del delincuente.
§ Participantes: son aquellas que desempeñan un cierto papel en la génesis del
delito, hay una intervención voluntaria o no de la víctima en la dinámica criminal, en
otras palabras facilitan la realización del delito y omiten las precauciones más
elementales.
§ Víctimas especialmente vulnerables: son aquellos sujetos que en función de
circunstancia de muy diversa naturaleza, ofrecen más predisposición victimógena, es
decir son más vulnerables.
§ Falsas víctimas: son aquellas personas que por diversas razones (ánimo de lucro,
venganza, senilidad, auto exculpación o simplemente deseo de llamar la atención
denuncian un delito que nunca existió.
Conceptualizado el término de víctima y estudiados sus diferentes categorías, es
importante señalar las circunstancias o factores que hacen que una persona sea más
vulnerable a cualquier hecho delictivo, éstos son los denominados factores
victimógenos o sea las condiciones o situaciones de un individuo que lo hacen
proclive a convertirse en víctima lo que puede producir la victimización. Fajardo y
col (ob.cit)
Según este autor los factores victimógenos pueden ser de origen endógenos
(edad, sexo, factores biológicos y psicológicos) y exógenos que se refiere al estado
civil, familia, profesión, escolaridad y el ambiente donde vive la víctima.
No obstante, la Salud Pública para el estudio de la victimización, da mayor
importancia a los factores de índole demográfico y conductuales. En tal sentido y
para efecto de este estudio, se hará referencia a los factores propuestos en el enfoque
de la Salud Pùblica.
Dentro de los factores demográficos, la edad, constituye la variable más
importante en la predicción de la victimización por violencia, puesto que juega un
papel decisivo en el elevado número de delitos. Las personas jóvenes
correspondiente al grupo de edad de15 a 24 son las mayores víctimas de la violencia
criminal sobre todo aquella, que termina con la muerte. En importante resaltar que
en esta etapa de la vida, los jóvenes se encuentran en una fase de definición de su
identidad y son por lo tanto más vulnerables a sufrir de algún hecho violento, pues
deben sistemáticamente demostrar que ya no son niños, sino hombres, incluso a costa
del riesgo de morir o matar (Cruz,1999; Zubillaga y Briceño, 2001).
Otras de los factores que aparecen asociados con la victimización por violencia
urbana es el sexo. A pesar que la mujer es con frecuencia víctima de una serie de
delitos cuya etiología responde a factores culturales, que la facilitan, tanto en los
ámbitos familiares, social o laboral; son los hombres las mayores víctimas de la
violencia criminal. Esto puede entenderse pues son los hombres a quienes en la
construcción cultural de su masculinidad les corresponde el rol de osados y valientes
y la conducta de evitación del conflicto, es identificada claramente como un rasgo
femenino, que ningún hombre debiera imitar, si desea seguir siendo considerado
como tal. Zubillaga y Briceño ( 2001).
El nivel socioeconómico y la comunidad donde reside la víctima son otro de los
factores a estudiar. Estos dos factores juegan papel importante en el tipo de
victimización, puesto que ser de un estrato socioeconómico bajo y vivir en barrio de
baja extracción económica, implica un mayor riesgo de ocurrencia de homicidios y de
robos con violencia, mientras que en los estratos medios y altos este tipo de delito, es
menos frecuente, predominando los robos sin violencia y secuestros. Cruz ( ob.cit)
La otra categoría de factores relacionados con la victimización son los de
carácter conductual, como son el consumo de drogas, el de alcohol y la tenencia de
armas. Por lo general estas variables se han asociado más con el perpetrador de la
violencia que con la víctima, sin embargo, en el análisis del problema de la
victimización, se han encontrado ciertas conexiones entre las víctimas y estas
variables. Según Guerrero (1997) la posesión de un arma de fuego se asocia con un
riesgo de morir 2,7 veces mayor para quienes poseen el arma.
Es importante resaltar que para el estudio de la victimización se hace necesario
analizar el comportamiento de los diferentes delito según la variable tiempo, esto con
la finalidad de medir su tendencia e intensificar los planes de prevención y vigilancia,
pues algunos hechos delictivos aumentan su frecuencia durante ciertas épocas del
año, pudiendo presentar a su vez un comportamiento diferencial por mes, días u
horas. En este aspecto la mayoría de los hechos delictivos ocurren más
frecuentemente los fines de semanas, y durante las horas donde hay mayor
movilización de personas. Daza (ob.cit)
Igualmente en el análisis de la victimización el lugar de la ocurrencia de los
hechos es de suma importancia para observar su distribución según áreas
geográficas y elaborar mapas de riesgo con la finalidad de diseñar planes de
seguridad en esas zonas.
Para el estudio de la victimización por violencia urbana existen muchos
indicadores, un de ello es la tasa de homicidio, que es la más usada para determinar
los niveles de violencia de una ciudad o país, ya que constituye el acto de violencia
junto con los suicidios, de mayor gravedad y visibilidad pública, y tiende a ser mejor
registrada. No obstante, es un indicador que sólo mide las muertes por hechos
violentos, y deja aquellos hechos donde no ocurre la muerte pero producen daño
físico, psicológico e intimidaciones.
Es por ello, que es importante utilizar otras medidas que complementen a la
anterior. Como por ejemplo el índice de victimización, a través de la encuesta de
victimización, la cual es una herramienta que permite obtener datos, cuyo subregistro,
es menor al mantenido por los datos de la policía y el sector salud. A través de esta
encuesta se pueden obtener porcentaje de población que ha sido víctima de crímenes
violentos, así como de robos a mano armada, amenazas de agresión, extorsión,
heridas por armas de fuego o arma blanca, etc. Este tipo de índice permite medir el
impacto de las acciones policiales o judiciales por que se puede comparar el índice
antes y después (Mayra Buvinic y Andres Morrison 2000) Por otra parte, la
utilización de este tipo de encuestas permite una aproximación a la cifra oculta, de la
delincuencia y al conocimiento de las víctimas que no presentan la denuncia, además
es un medio para la información sobre la delincuencia de una región..
Los aspectos teóricos sobre victimización expuestos anteriormente fundamentan
que la violencia urbana que se desarrolla en los entornos públicos de las grandes
ciudades, va en ascenso, y cada día son más las personas afectadas en cada lugar y a
cada hora, por lo que se deben elaborar planes de control y prevención.
Operacionalización de la Variable
En esta investigación se estudia la frecuencia de victimización por violencia
urbana y factores de riesgos en la parroquia Unión. Se entiende por Victimización el
acto en el cual una persona es objeto del uso de la fuerza que le produce un daño
físico o psicológico. Cruz (ob.cit). (Anexo B)
Definición de Términos
§ Riesgo de victimización: es el riesgo a convertirse en víctima, teniendo en cuenta
las variables demográficas como edad, sexo, ocupación.
§ Frecuencia y distribución de los delitos: determinar los delitos más frecuentes,
robo, hurto, atraco, lesiones, homicidios, terminología que debe ser definida
claramente para una mejor comprensión de la victimización:
§ Robo con Violencia: se entiende como robo con violencia a los hechos con
intención de robo con amenaza o ejercicio de violencia, contra una persona (el
arrebato, es incluido, en esta categoría).
§ Robo de vehículo: se entiende por robo de vehículo a una persona en el que le es
sustraído un vehículo automotor (automóvil, camión, camioneta), sin contacto con
el agresor.
§ Vandalismo sobre vehículo automotor: se define como el hecho en el que se daña
el vehículo de la víctima, sin intención de robo y sin contacto con el agresor.
§ Robo de motocicleta o bicicleta: se define como el hecho en el que le es sustraído
una moto, o bicicleta a una persona, sin contacto con el agresor.
§ Robo o hurto en vivienda: se define como el hecho en el que alguien entró en la
casa de una persona, sin violentar o amenazar alguien y robó o trató de robar algo.
§ Robo o hurtos personales: se define como el hecho, en que la persona le es
sustraído algo, sin contacto con el agresor o contacto mínimo (ejemplo, el
carterismo).
§ Lesiones o amenazas: se define como el hecho, en que la persona fue atacada o
amenazada, sin intención de robo.
§ Delitos contra la propiedad: se define como el delito contra la propiedad a
aquellas personas, que han sido víctima de al menos uno de los siguientes delitos:
hurto o robo de vivienda, robo de vehículos automotores, motos y/o bicicletas,
robo de objeto de vehículo automotor, robo con violencia y hurtos personales.
CAPÍTULO III
MARCO METODOLÓGICO
Tipo de Investigación
El presente estudio es una investigación observacional, analítica de prevalencia
dirigida a determinar la frecuencia de victimización por violencia urbana y factores
asociados en la Parroquia Unión de Barquisimeto, Estado Lara, tomando en cuenta
las variables demográficas de la población. Según Evans (1994), los estudios de
prevalencia permiten identificar la magnitud y la distribución de una enfermedad,
otros daños a la salud y de factores de riego de la población.
Población y Muestra
Población
La población de referencia que se utilizó para generalizar los resultados estuvo
representada por 114.238 habitantes de 15 y 64 años, de ambos sexos, que residen
en los barrios y en las urbanizaciones de la Parroquia Unión. Los datos de población
fueron obtenidos del Censo (2001) del Instituto Nacional de Estadísticas del Estado
Lara (INE).
Muestra
El cálculo del tamaño de la muestra se realizó en dos etapas debido a lo extenso
del área, con la finalidad de controlar mejor la recogida de los datos.
En primer lugar, se seleccionaron los barrios y urbanizaciones que formarían
parte de la muestra y que conforman las unidades primarias de muestreo, para esto se
utilizó el mapa actualizado (Anexo D). Se enumeraron en el mapa los 23 barrios y a
través de un muestreo aleatorio simple, se seleccionaron 16. Una vez seleccionadas
estas unidades se procedió a la segunda etapa que correspondió a la selección de la
muestra de individuos que conformarían la unidad de análisis de la investigación.
Para su cálculo esto se tomó en cuenta el total de habitantes de los barrios
seleccionados (59.573 habitantes, correspondiendo a un subconjunto de la población
de referencia), extrayéndose una muestra de 400 individuos. Para calcular el tamaño
de la muestra en ambos casos, se trabajó con el paquete estadístico Glaxo-Wellcome,
Versión 1.1 con un error de 5%, un nivel de confianza de 95% y un porcentaje de
estimación inicial de victimización de 30%.
Una vez seleccionada la muestra se procedió a determinar número de personas a
encuestar en cada barrio utilizando la formula de muestreo aleatorio simple.
Terminada esta fase se distribuyó la población por sexo a través del método
distributivo, tomando en consideración el porcentaje de hombres y mujeres (49% y
51% respectivamente) a nivel nacional. Este método consistió en aplicar estos
porcentajes al total de personas muestreadas en cada barrio y de esta forma se obtuvo
el número de personas por sexo.
Una vez realizados los cálculos correspondientes la población quedó distribuida
como se señala en el siguiente cuadro.
Cuadro 1
Distribución de la población mayores de 15 años según género en los barrios
seleccionados. Parroquia Unión, Barquisimeto, Estado Lara. 2003.
BARRIOS n ni Mas. Fem. La Vega 853 7 3 4
Barrio Lindo 700 5 2 3
La Peña 1.828 12 6 6
El Trompillo 3.345 22 11 11
Brisas del Trompillo 2.055 14 7 7
Las Delicias 6.091 41 20 21
El Carmen 6.614 44 22 22
Bolívar 6.093 41 20 21
San José 14.359 96 48 48
Altos de Jalisco 4.258 29 14 15
Colinas de San Lorenzo 1.970 13 6 7
Las Veritas 1.780 12 6 6
La Victoria 6.247 42 21 21
Cerro Gordo 1.178 8 4 4
El Triunfo 815 5 2 3
San Lorenzo 1.387 9 4 5
TOTAL N =59.573 nh = 400 196 204
Procedimiento
En primer lugar, se buscó el mapa de la Parroquia Unión en la oficina de
catastro de la Alcaldía de Iribarren. Una vez obtenido, se procedió a demarcar los
barrios. Se realizó un muestreo en dos etapas. En primer lugar se seleccionaron las
unidades primarias de muestreo (barrios) a través de un muestreo aleatorio simple
seleccionándose 16 barrios de un total de 23. Posteriormente se calculó la muestra de
las unidades de análisis quedando conformada por 400 personas. Finalizada esta etapa
se diseño un instrumento que constaba de tres partes. La primera de identificación
de la Institución y los datos demográficos. La II parte: Graffar modificado y la III
parte: correspondiente a 16 ítemes relacionados a la frecuencia de victimización. Una
vez elaborado el instrumento, se sometió a juicio expertos para su validación, una
vez aprobado, se procedió a su aplicación a 54 personas de iguales características a
la población a estudiar.
Finalizada esta etapa, se aplicó el instrumento a las personas que cumplieron con
el criterio de estudio (edad) en cada uno de los barrios seleccionados, hasta completar
el tamaño de la muestra.
Una vez recogida la información, se procesó en el paquete SPSS, Versión 11.5
para Windows, se presentó en cuadros y gráficos. Se analizaron en base a
promedios, desviación estándar, porcentajes, diferencias de medias, Chi2, la razón de
prevalencia (PR) y limites de confianza. Finalmente se elaboraron las conclusiones y
recomendaciones.
Técnicas e Instrumentos de Recolección de Datos
La técnica utilizada fue la entrevista. Para el diseño del instrumento, se tomó en
cuenta las diferentes características de las personas a estudiar, así como el tiempo a
emplear para la aplicación de la entrevista. Ésta quedó estructurada de la siguiente
manera:
I Parte: Identificación de la Institución y los datos demográficos: En relación con
estos últimos se utilizó como variables demográficas, la edad, el sexo, la ocupación y
el grado de instrucción.
II Parte: Graffar modificado según Méndez Castellano el cual permitió clasificar a la
población según estrato socio-económico. Este método consiste en la construcción
de un índice compuesto por cuatro variables: profesión del jefe del hogar, nivel de
instrucción de la esposa o compañera del jefe o jefa del hogar, principal fuente de
ingreso del hogar y condición de la vivienda. Cada una de estas variables esta
conformada por cinco ítemes a los cuales se les ha asignado una ponderación
decreciente, la suma de los ítemes determina, de acuerdo a la escala diseñada, la
distribución de los hogares en cinco estratos socioeconómicos
§ Alta : Estrato I.- entre 4 y 6 puntos.
§ Media Alta: Estrato II.- Entre 7 y 9 puntos.
§ Media Baja: Estrato III. -Entre 10 y 12 puntos.
§ Obrera: Estrato IV.- Entre 13 y 15 puntos.
§ Marginal: Estrato V.- Entre 16 y 20 puntos.
III Parte: Corresponde a 16 ítemes con respuesta dicotómicas, múltiples y de
completación relacionadas con el estudio.
Una vez diseñado el instrumento, fue revisado por tres expertos en diseños de
instrumentos, con la finalidad de determinar de forma independiente si las preguntas
cumplían con los objetivos del estudio, la claridad de redacción y la tendenciosidad o
sesgo en la formulación de los ítemes. Terminada la revisión se realizaron las
correcciones sugeridas por los expertos, para mejorar la redacción de algunos de ellos
y eliminar aquellas preguntas que no formaban parte de los objetivos y el
ordenamiento de otras. Cabe resaltar que antes de la validación por expertos, el
instrumento tenía 19 ítemes quedando luego de sus correcciones con 18 preguntas.
Posteriormente se decidió realizar la aplicación del instrumento a una muestra
de 54 personas con características similares a la de la población a estudiar, tomando
en cuenta lo sugerido por Ruiz (2002) en cuanto a la selección del número de
individuos “se debe seleccionar una muestra de sujetos cuyo tamaño sea como
mínimo, equivalente al doble del número de ítemes incluido en el instrumento”. Por
lo que se decidió seleccionar tres sujetos por cada ítem. La finalidad de esta prueba
fue determinar la comprensión del instrumento, el tiempo de aplicación y la
calibración del encuestador. Finalizada esta fase se hicieron las correcciones, que
consistieron en la reestructuración del orden de los ítemes del 10 al 17, se eliminaron
los ítemes 12 y 18. La versión definitiva del instrumento quedó conformada por 16
ítemes (Anexo C)
Para la aplicación del instrumento se visitó a las unidades primarias seleccionadas,
iniciando el recorrido en el extremo norte del barrio, después, caminando alrededor
de éste en el sentido de las agujas de reloj, se visitaron las viviendas. Al llegar a una
vivienda se solicitaba a una persona que cumpliera con el criterio de selección (edad
entre 15 años y 64), se le explicaba el motivo de la visita y se solicitaba permiso para
la aplicación del instrumento, en caso de no aceptar ser entrevistado se pasaba a la
siguiente vivienda. El procedimiento se repitió hasta completar la muestra para cada
barrio, tomando en cuenta la cantidad de hombres y mujeres que debieron ser
encuestados en cada uno de ellos. Los instrumentos se aplicaron en hora de la mañana
preferiblemente y los fines de semana.
Análisis y tabulación de la información
Una vez recolectada la información, fue procesada con el paquete estadístico
SPSS versión 11.5 para Windows y presentada en cuadros y gráficos estadísticos,
analizada en base a promedios, desviación estándar, porcentaje y diferencias de
medaias. Se utilizó Chi², la razón de prevalencia (PR), limites de confianza y se
consideró como prueba significativa una p ≤ 0,05.
CAPITULO IV
ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS
Cuadro 2
Distribución de la población según sexo y edad. Parroquia Unión. Barquisimeto,
Estado Lara. Año 2003.
Masculino Femenino Total Edad
(años) N % N % N %
15-24
25-34
35-44
45-54
55-64
32
34
65
47
16
16.5
17.5
33.5
24.2
8.2
49
59
45
43
10
23.8
28.6
21.8
20.9
4.9
81
93
110
90
26
20.3
23.3
27.5
22.5
6.5
Total 194 100.0 206 100.0 400 100.0
Al estudiar la distribución de la población encuestada, se evidencia un
predominio del sexo femenino con relación al masculino. Por otra parte se puede
observar que el grupo de edad predominante fue el de 35 a 44 años de edad (27.5%)
seguido del grupo de 25 a 34 años de edad (23.7%). Al analizar las dos variables en
conjunto se puede apreciar que en las personas de menor edad (15 a 34 años)
predomina el sexo femenino 52.4%, mientras que a partir de los 35 años de edad
predominan las personas del sexo masculino.
Gráfico 1. Frecuencia de Victimización por Delito. Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003
Se evidencia que de la población estudiada, 61,3% personas fueron víctimas de
un delito, mientras que 38.8% no lo fueron. Los resultados muestran la importancia
del fenómeno de victimización, tal como ha sido reportado por diferentes autores. Al
respecto Gaviria y Pagés (ob. cit), encontraron que para 1998, todos los países
latinoamericanos presentaban tasas de victimización superiores 25%, Venezuela
estaba entre los países que presentaron los mayores índices (entre 40 y 60%). Al
comparar estos valores con el reportado en este estudio, se puede evidenciar que es
mayor que el reportado para 1998, lo que sugiere la tendencia al ascenso del
fenómeno. Esta cifra compone un claro indicador del alcance y magnitud de la crisis
que tiene la situación de inseguridad en el país y por ende en el estado Lara.
SI61%
NO39%
Cuadro 3
Distribución de la población según el número de veces que ha sido víctima de un
delito. Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003.
VECES QUE LE HA
OCURRIDO N %
Una vez 175 71.4
Dos veces 54 22.0
Tres veces 9 3.7
Cuatro o más 7 2.9
Total 245 100.0
Se evidencia que el mayor porcentaje de personas (71.4%) ha sido víctima de
algún delito una vez, mientras que 22% ha sido víctima dos veces. La probabilidad de
ser víctima de algún delito depende de múltiples factores, entre ellos se pueden
mencionar las características de las personas y de la zona donde vive o frecuenta el
individuo. Es decir, que la probabilidad de ser víctima de un delito está relacionada
con la edad y sexo de la persona, como se ha sugerido en otras investigaciones,
también con el hecho de residir o frecuentar zonas de alta incidencia de delitos, con
alumbrado público insuficiente, con alto índice de consumo y venta de drogas y
vigilancia policial deficiente, entre otros.
Cuadro 4
Distribución de la población victimizada según el tipo de delito. Parroquia Unión.
Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003.
Tipo de delito N %
Robo con violencia 161 65.7
Hurto personal 29 11.8
Robo de motocicleta/ bicicleta 23 9.3
Robo de automóvil con violencia 19 7.7
Vandalismo en el hogar o vehículo 18 7.3
Robo de vivienda sin violencia 13 5.3
Robo a vivienda con violencia 7 2.8
Robo de objeto de vehículo 6 2.4
Lesiones o ataques 5 2.0
Robo de automóvil sin violencia 4 1.6
Tentativa de robo de vivienda 2 0.8
Otros 2 0.8
n = 245
En este cuadro se señalan los diferentes delitos que convierten en víctima a una
persona, donde 65.7% son robos con violencia, hurto personal 11.8% y robo de
motocicleta / bicicleta 9.3%. El robo con violencia constituye el delito cuya reducción
presenta mayores dificultades, pues no existen medidas realmente efectivas de
protección contra éste y es el hecho delictivo que más se ha incrementado en los
últimos años según reporta de Sanjuán (2003) en el Informe Anual sobre la
Seguridad Ciudadana, en Venezuela, durante el período 2001 – 2002, quien señala
que los robos con violencia mostraron un importante incremento en el 2002, con una
tasa para 2001 y 2002 de 135 y 168 por 100.000 hab. respectivamente.
Cuadro 5
Distribución de la población victimizada según el lugar donde ocurrió el hecho.
Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003.
LUGAR DONDE
OCURRIO EL HECHO N %
Vía Pública 114 46.5
Lugar de Trabajo 23 9.4
Transporte Público 92 37.5
Vivienda 47 19.1
Centro Comercial 12 4.8
n = 245
En los estudios de victimización es importante resaltar el lugar del hecho;
muchos de estos lugares conforman la cotidianidad del individuo y al mismo tiempo
representan un factor de riesgo para ser víctima. Como se evidencia en este estudio,
46.5% de los delitos ocurrieron en la vía pública, seguido del transporte público
(37.5%) y la vivienda (19.1%). Estos hallazgos son comparables con los encontrados
en la investigación realizada por el Consejo Nacional de Seguridad Pública y el
Ministerio de Seguridad Pública y Justicia de El Salvador (ob.cit) donde observaron
que 17.1% de los delitos ocurrieron en las viviendas, 18,7% en el transporte público y
28,3% en el centro de la ciudad.
Chi2 = 1.608 p >0.05 PR = 1 Lc -0.87 - 1.18 Gráfico 2. Distribución de la población según sexo y si ha sido víctima de delito. Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003.
En diversos estudios sobre la victimización se ha demostrado que el sexo es un
factor fundamental para ser víctima, siendo los hombres los de mayor riesgo, en esta
investigación se observó en ambos grupos un predominio importante de las víctimas,
siendo la proporción en hombres ligeramente mayor a las de las mujeres, con una
razón hombre/ mujer de 1:0,9. A pesar de la ligera diferencia encontrada en la
proporción de personas victimizadas en ambos sexos, éstas no fueron
estadísticamente significativas (p >0,05).
Al calcular la razón de prevalencia (PR) se evidenció que no existe asociación
entre ser víctima y el sexo. Estos hallazgos pueden tener su explicación en que la
mujer, en la actualidad, adopta estilos de vida similares a los de los hombres, además,
se ha incorporado más a las actividades laborales, por lo que tiene que estar más
tiempo fuera de su hogar y tiene mayor contacto con la calle, lo que implica mayor
riesgo para este tipo de sucesos. Pudiera deberse también a que en los lugares donde
los niveles de afectación por violencia son muy altos, las diferencias entre víctimas en
cuanto al sexo no llegan a ser importantes y por lo tanto la probabilidad de sufrir una
agresión es casi igual para hombres y mujeres.
58,3
41,7
64,4
35,6
0
10
20
30
40
50
60
70
%
Femenino Masculino
Sexo
SI NO
Gráfico 3. Distribución de la población victimizada según edad y sexo. Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003.
Entre los factores de riesgo para ser víctima de un delito, se encuentran la edad y
el sexo. Como se evidencia en el gráfico, la probabilidad o proporción de víctimas
aumenta con la edad en los hombres, mientras que en las mujeres, a medida que
aumenta la edad, disminuye la probabilidad de ser víctima. Esto difiere de lo
reportado por Cruz (ob.cit) quien encontró que la probabilidad de ser víctima de
cualquier hecho de violencia urbana desciende con la edad, independientemente del
sexo.
0102030405060708090
100
15-24 25-34 35-44 45-54 55-64
Edad
%
Masculino Femenino
Cuadro 6
Diferencia de medias de edad de las víctimas según sexo. Parroquia Unión.
Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003.
Sexo Víctima N Promedio de
Edad Desviación estándar
p
Masculino
Femenino
SI
NO
SI
NO
125
69
120
86
38,39
36,80
32,79
36,52
10.91
14.55
10.86
13.34
0.428
0.0001
Total 400 36,03 12.30
Estos resultados confirman los hallazgos del gráfico 2. Se puede decir que la
mayor frecuencia de victimización en los hombres, ocurre en personas que tienen
alrededor de 38,39 años de edad, lo cual tiene una diferencia de cuatro años con
respecto al promedio de edad de los hombres no víctimas; sin embargo no se observó
diferencia estadísticamente significativa (p = 0.428). Con respecto a las mujeres, el
promedio de edad entre las víctimas y no víctimas difiere en promedio 6 años,
presentando las víctimas un promedio de edad alrededor de 32.79 años, mientras que
el de las no víctimas estuvo alrededor de 36.52 años; siendo estas diferencias
estadísticamente significativas con una probabilidad de ocurrencia de 0.0001. Es
importante resaltar que la diferencia de edad promedio de las víctimas en ambos sexo
es de 6 años, mientras que las no víctimas los promedios de edad son similares.
Cuadro 7
Distribución de la población según sexo y victimización por robo con violencia.
Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003.
Victimización por robo con violencia
Si No
Total
Sexo
N % N % N % Femenino 89 74.2 31 25.8 120 100
Masculino 72 57.6 53 42.4 125 100
Total 161 65.7 84 34.3 245 100
Chi² 7.458 p = 0.006 PR = 1.29 LC = 1.07 - 1.55 Al analizar la distribución de la población según el sexo y victimización por
robo con violencia, se observa que 74.2% de las mujeres han sido víctimas, mientras
que entre los hombres 57.6 % lo han sido. Las diferencias encontradas son
estadísticamente significativas (p = 0.006). Por otra parte se puede evidenciar las
mujeres tienen 1.29 veces más riesgo de ser víctima por este tipo de delito que los
hombres, lo que pudiera ser explicado por la constitución física (basados
principalmente en aspectos de fortaleza) de la mujer que la hace más vulnerable.
Cuadro 8
Distribución de la población según Estrato Social y si ha sido víctima de algún delito
durante el último año. Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003.
Víctima de algún delito en el
año 2003
SI NO Total
Estrato Social
N % N % N % Media Alta
Media Baja
Obrera
Marginal
34
114
87
10
63.0
67.5
54.7
55.6
20
55
72
8
37.0
32.5
45.3
44.4
54
169
159
18
100
100
100
100
Total 245 61.3 155 38.8 400 100
Chi² = 5.914 p = .116
Muchos estudios han evidenciado que el estrato socioeconómico juega papel
fundamental en la génesis de la victimización. En el presente estudio se evidencia
que en todos los estratos, predominaron las personas victimizadas. Cuando se analiza
cada estrato por separado, se observa en la clase media baja el porcentaje de
victimización fue 67.5%, mientras que en la media alta fue 63% y en la clase obrera
y marginal de 54.7% y 55.6% respectivamente. Se puede evidenciar al relacionar la
variable clase social y la victimización en las clases sociales obrera y marginal el
porcentaje de víctimas es menor, sin embargo estas diferencias no son
estadísticamente significativas (p = 0.116). No obstante, los resultados difieren de los
encontrados por Cruz (ob.cit) en su estudio sobre victimización y factores de riesgo
en siete ciudades de Iberoamérica, donde refiere que en Caracas y San Salvador los
hechos delictivos se presentaron con mayor frecuencia en los estratos más bajos.
Cuadro 9
Distribución de la población según Nivel de Instrucción y si ha sido víctima de algún
delito durante el último año. Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003.
Víctima de algún delito en el
año 2003
SI NO Total
Nivel de Instrucción
N % N % N % Universitario
Sec. Completa o Técnico superior
Sec. Incompleta o Técnico Medio
Primaria o alfabeta
26
94
63
62
60.5
74.0
58.9
52.1
17
33
44
57
39.5
26.0
41.1
47.9
43
127
107
119
100
100
100
100
Total 245 61.9 151 38.1 400 100
Chi² = 13.197 p = .004
En el presente estudio se evidencia que en todos los niveles de instrucción,
predominaron las personas victimizadas. Cuando se analiza cada nivel por separado
se observa que las personas con secundaria completa o técnico superior tuvo una
frecuencia de victimización de 74.0%, mientras que en los Universitarios fue 60.5%
y los que tenían secundaria incompleta o primaria fue de 58.9% y 52.1%
respectivamente. Se puede evidenciar al relacionar las variables nivel de instrucción y
victimización, que en las personas con menor nivel de instrucción la proporción de
víctima disminuye, siendo estas diferencias estadísticamente significativas
(p = 0.004). Estos resultados difieren de los encontrados por el Ministerio de Justicia
de Seguridad Pública, y Consejo Nacional de Seguridad (2000), quienes reportan que
los hechos delictivos disminuyen a medida que las víctimas tienen más año de
educación formal, además encontraron que las personas lesionadas por algún hecho
delictivo, era tres veces mayor en el caso de las personas que no tenían ningún nivel
de instrucción.
Cuadro 10
Distribución de la población según Ocupación y si ha sido víctima de algún delito
durante el último año. Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003.
Víctima de algún delito en el año
2003
SI NO Total
Ocupación
N % N % N % Profesionales y técnicos Empleados sin profesión
universitaria Comerciantes y vendedores
Obreros especializados Obreros no especializados Amas de casa y Jubilados
Estudiantes
29 44
49 42 32 20 29
65.9 72.1
67.1 75.0 80.4 31.7 68.0
15 17
24 14 21 43 21
34.1 27.9
32.9 25.0 39.6 68.3 42.0
44 61
73 58 53 63 50
100 100
100 100 100 100 100
Total 245 61.3 155 38.8 400 100 Chi² = 32.313 p = .0001
La ocupación es otra variable asociada a la frecuencia de víctimización. En este
estudio se evidenció que en todas las ocupaciones, a excepción de las amas de casa y
jubilados, predominaron las personas victimizadas. Las diferencias encontradas al
discriminar las víctimas según ocupación fueron estadísticamente significativas,
presentándose con una probabilidad de ocurrencia de 0.001. Estos hallazgos son
similares a los encontrados por el Instituto Ciudadano de Estudios Sobre la
Inseguridad en México (ICESI) en estudio realizado sobre tendencia de los
principales delitos y factores que inciden sobre la victimización en México, donde
refieren que la probabilidad de ser víctima de un delito puede presentarse en
cualquier tipo de ocupación, el sólo hecho de tener un empleo remunerado,
incrementa la posibilidad de ser víctima al compararlos con aquellos que no tienen
empleo o no perciben ingreso, como es el caso de las amas de casa y jubilados. Por
otra parte estos últimos tienen menor probabilidad de ser víctima porque son personas
que permanecen más tiempo en el hogar.
Cuadro 11
Distribución de la población victimizada según el día de la semana en que ocurrió el
hecho. Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003.
Día de la semana
N %
Lunes 74 30.2
Martes 51 20.8
Miércoles 18 7.3
Jueves 24 9.8
Viernes 97 35.6
Sábado 37 15.1
Domingo 24 9.8
n = 245
Diversas investigaciones han demostrado que los delitos se cometen más
frecuentemente los fines de semana. En este estudio se evidenció que la mayor
proporción de hechos ocurre los días viernes (35.6%), seguido del día lunes (30.2%)
y el martes (20.8%). Hecho que difiere con los encontrados por Daza (ob.cit) en el
estudio realizado sobre mortalidad y morbilidad por hechos violentos en el
Municipio Irribarren, donde se evidenció que la mayor frecuencia de lesionados por
algún hecho violento fue los días sábados y domingos (23% y 25.1%
respectivamente).
Cuadro 12
Distribución de la población victimizada según el momento del día en que ocurrió el
hecho. Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003.
Momento del Día
N %
Mañana 53 21.6
Tarde 60 24.4
Noche 119 48.5
Madrugada 23 9.3
n = 245
En diversas investigaciones sobre victimización se ha encontrado que la mayoría
de los delitos se cometen en horas de la noche. En este estudio se evidencia que
48.5% de éstos ocurren en la noche, 24.4% en la tarde y 21.6% en la mañana, los
resultados son similares a los encontrados por el Consejo Nacional de Seguridad
Pública y el Ministerio de Seguridad Pública y Justicia de El Salvador (2002) en un
estudio realizado sobre la percepción de la seguridad ciudadana a nivel Nacional,
Municipal y Zonal, evidenciando que el mayor número de delitos se produce durante
las 6:00 de la mañana y entre las 6:00 y 8:00 de la noche, horas que coincidían con
el mayor movimiento de las personas.
Cuadro 13
Distribución de la población victimizada según el mes del año en que ocurrió el
hecho. Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003.
Mes del Año N %
Enero 31 12.6
Febrero 18 7.3
Marzo 15 6.1
Abril 56 22.8
Mayo 25 10.2
Junio 18 7.3
Julio 36 14.7
Agosto 49 20
Septiembre 19 7.8
Octubre 18 7.3
Noviembre 25 10.2
Diciembre 11 4.5
n = 245
Al determinar el mes de ocurrencia de los hechos delictivos se observa que la
mayor frecuencia fue durante los meses de abril y julio (22.8% y 14.7%
respectivamente).
Cuadro 14
Distribución de la población según Procedencia y si ha sido víctima de algún delito
durante el último año. Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003.
Víctima de algún delito en el año 2003
SI NO
Total
Procedencia
N % N % N %
San José
El Triunfo
Barrio Bolívar
Barrio El Carmen
Las Delicias
Las Veritas
La Victoria
Brisas del Trompillo
El Trompillo
La Peña
La Vega
Barrio Lindo
Cerro Gordo
San Lorenzo
Colinas de San Lorenzo
Altos de Jalisco
61
4
30
29
24
10
23
8
15
7
3
0
3
6
9
13
63.5
66.7
71.4
64.4
58.5
83.3
56.1
57.1
71.4
63.6
42.9
0
37.5
66.7
69.2
44.8
35
2
12
16
17
2
18
6
6
4
4
5
5
3
4
16
36.5
33.3
28.6
35.6
41.5
16.7
43.9
42.9
28.6
36.4
57.1
100
62.5
33.3
30.8
55.2
96
6
42
45
41
12
41
14
21
11
7
5
8
9
13
29
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
Total 245 61.3 155 38.8 400 100
Del total de personas estudiadas en cada uno de los barrios, sólo en Barrio Lindo
100% de las personas no han sido víctimas de hechos delictivos.
Cuadro 15
Distribución de la población según propiedad de algún tipo de arma. Parroquia
Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003.
Propietario de algún arma
N %
Si 65 16.25
No 335 83.75
Total 400 100.00
En este estudio se evidencia que 83.75% de las personas estudiadas no posee
ningún tipo de armas. Estos resultados pueden ser comparados con los resultados
obtenidos en un estudio realizado por Alvazzi (2000) sobre victimización criminal en
Latino América donde encontró que la frecuencia de propietarios de arma en
América Latina fue 19.1%, en Brasil 12,5%, en Panamá 12.8%, encontrándose la
mayor frecuencia en Paraguay 31.9%.
El porte de armas es uno de los factores asociados a la victimización pues hace
más vulnerable a la persona que la posee, sin embargo las personas en su mayoría la
adquieren para defenderse o protegerse de algún delito. Sin embargo, los análisis
permiten decir que esa forma de respuesta constituye una “normalización” del uso de
la violencia como forma de resolver conflictos y de autodefensa.
Cuadro 16
Distribución de la población según tipo de arma que posee. Parroquia Unión.
Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003.
Tipo de arma que posee N %
Arma de fuego 61 93.8
Arma Blanca 2 3.7
Otro tipo 2 3.7
Total 65 100.00
Se evidencia que las 65 personas que poseen algún tipo de arma, 93.8% posee
arma de fuego, 3.7% posee un arma blanca y 3.7% otro tipo de arma. La afición por
las armas de fuego por parte de un sector muy importante de la población es
producto, en buena parte, de las condiciones históricas de socialización y cultura que
han permitido ver en ellas un instrumento normal de defensa. Las armas son un
componente importante de una especie de ética social de la violencia (Instituto
Universitario de Opinión Pública, 2001)
Cuadro 17
Distribución de la población según Propiedad de algún arma y si ha sido víctima de
algún delito durante el último año. Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año
2003.
Víctima de algún delito en el
año 2003
SI NO Total
Propietario de algún arma
N % N % N % SI
NO
49
196
75.4
58.7
16
138
24.6
41.3
65
335
100
100
Total 245 61.3 155 38.8 400 100
PR = 1.28 LC = 1.09 – 1.52 Chi² = 6.404 p = .011
Al relacionar la propiedad de arma y la victimización, se evidencia que entre
aquellas personas que poseen armas 75.4 % han sido víctimas, mientras que entre
quienes no la poseen 58.7 % han sido víctimas. Las diferencias encontradas son
estadísticamente significativas y ocurren con una probabilidad de 0.011. Por otra
parte se evidencia que aquellas personas que posee algún tipo de arma, tienen 1,28
veces mayor riesgo de ser víctimas, que aquellas que no las poseen. Estos resultados
coinciden con los encontrados por Cruz (ob.cit) en el estudio realizado sobre
victimización y factores de riesgo en Cali y Salvador Bahía, evidenciando que las
víctimas más frecuentes de la violencia eran personas que posee un arma de fuego.
Cuadro 18
Distribución de la población victimizada según si sufrió alguna lesión, agresión o
amenaza con algún tipo de arma. Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año
2003.
Sufrió alguna lesión, agresión o amenaza
N %
SI
NO
203
42
82.9
17.1
Total 245 100
Entre 245 personas víctimas de algún delito, se observó que 82.9% sufrió
alguna lesión, agresión o amenaza. Cabe resaltar que en este estudio el tipo de delito
más frecuente es el robo con violencia, por lo que se puede inferir, que el alto
porcentaje de personas lesionadas, agredidas o amenazadas sea debido a ésto
Cuadro 19
Distribución de la población victimizada según tipo de arma utilizada en el hecho.
Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003.
Tipo de arma N %
Arma de fuego
Arma blanca
Objeto contuso
Arma de fuego y arma blanca
147
53
2
1
72.4
26.1
1.0
0.5
Total 203 100.0
n = 203
Al distribuir a la población que ha sido víctima de algún delito, según el tipo de
arma que fue utilizada, se evidencia que la más utilizada fue el arma de fuego
(72.4%), seguido del arma blanca (26.1%). Estos resultados pueden ser comparados
con los encontrados por Instituto Universitario de Opinión Pública (ob.cit), donde
refieren cerca del 70 % de los asaltos y robos a mano armada que reporta la Policía
Nacional Civil del Salvador se han cometido utilizando armas de fuego.
Cuadro 20
Distribución de la población según consumo de bebidas alcohólicas y si ha sido
víctima de algún delito en el año 2003. Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara.
Año 2003.
Víctima de algún delito en el año 2003
SI NO
Total *
Consume bebidas
alcohólicas N % N % N %
SI 187 77.3 55 22.7 242 100
NO 58 37.2 98 62.8 156 100
Total 245 61.6 153 38.4 398 100
Chi² 64.433 p = .000 Phi .402 p = .0001 PR = 2.08 ; LC = 1.68 – 2.58 * Dos no responden.
Al analizar la distribución de la población según el consumo de alcohol, se
evidencia que 242 ( 60.8%) son consumidora de alcohol. Al relacionar esta variable
y la victimización, se observa que de aquellas personas que consumen bebidas
alcohólicas 77.3% han sido víctimas, mientras que entre las que no consumen 37.2%
lo han sido. Las diferencias encontradas son estadísticamente significativas
(p=0.001).
Por otra parte se puede evidenciar que el consumo de bebidas alcohólicas
representa un factor de riesgo para ser víctima de algún delito puesto que se encontró
que aquellas personas que consumen alcohol tienen 2.08 veces mayor riesgo de ser
víctima. Estos hallazgos pueden ser comparados con los encontrados por Cruz (ob.cit)
quien refiere que en las personas que consumen alcohol es mayor la frecuencia de
victimización, por lo que concluye que el alcohol no solo esta asociado con el
ejercicio de la violencia, sino también con la posibilidad de ser víctima de una acción
violenta.
Además se ha demostrado que el consumo de alcohol es una variable
conductual y, por lo tanto sujeta a modificación, lo que tiene implicación para las
actividades preventivas que puedan emprenderse con objeto de solucionar el
problema.
Cuadro 21
Distribución de la población victimizada según si el delincuente estaba bajo la
influencia del alcohol. Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003.
Influencia de alcohol/ droga N %
Si
No
No responde
201
29
15
82.04
11.86
6.12
Total 245 100
En cuanto a la opinión de las víctimas, 82.04% manifestó que el delincuente
presumiblemente estaba bajo la influencia de alguna droga o alcohol. El consumo de
alcohol y de drogas es otro elemento importante en las manifestaciones violentas y
delictivas de cualquier sociedad.
Cuadro 22
Distribución de la población victimizada según denuncia del hecho. Parroquia Unión.
Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003.
Denunció el Hecho
N %
Si 143 58.4
No 102 41.6
Total 245 100.00
En este estudio 58.4% de las víctimas denunciaron el hecho. La denuncia del
delito, por parte de la víctima depende de varios aspectos fundamentales entre los
cuales se citan: el valor que tenga el objeto robado, la gravedad de la lesión o
agresión, si el agresor es conocido o no, y por último, del grado de confianza que
tenga sobre el sistema jurídico procesal .
Cuadro 23
Distribución de la población victimizada según motivos por los cuales no denunció el
hecho. Parroquia Unión. Barquisimeto, Estado Lara. Año 2003.
Motivos N %
Policía no hace nada 63 61.7
Pérdida de tiempo 27 26.4
Lo perdido no se recupera 5 4.9
Los ladrones eran conocidos 3 2.9
Los ladrones eran desconocidos
3 2.9
Sólo fue un susto 1 0.9
Total 102 100.0
El motivo más frecuente para no denunciar los hechos, según lo refiere la
víctima, es que la policía no hace nada (61.7%) seguido de la pérdida de tiempo
26.4%. Hecho que sugiere los motivos explicados en el cuadro anterior.
CAPITULO V
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Conclusiones
Desde el punto de vista demográfico, la población de la Parroquia Unión de
Barquisimeto, se caracteriza por ser una población relativamente joven, puesto que la
mayor proporción (50,8%) de personas tenían una edad entre 25 a 44 años. La
frecuencia de victimización en la población fue de 61.3%; de las personas
victimizadas 71,4% fueron víctimas en una oportunidad. El delito más frecuente fue
el robo con violencia. El lugar de mayor ocurrencia fue la vía y en el transporte
público.
Al analizar la variable demográfica sexos y la frecuencia de victimización se
observó que tanto en hombres como mujeres predominaron las víctimas, siendo la
proporción de hombres ligeramente mayor a las de las mujeres, con una razón de
1/0,9. Al analizar la edad y el sexo de las víctimas se puede concluir que a medida
que aumenta la edad en los hombres, aumenta la proporción de víctimas, a diferencia
de las mujeres que a medida que aumenta la edad, disminuye la frecuencia de
victimización, estas diferencias son estadísticamente significativas (p = 0.001). Las
diferencias en edad de las víctimas, en ambos sexos, es de 6 años; siendo la edad
promedio en los hombres de 38,39 ± 10.91 y de las mujeres de 32.79 ± 10.86.
Cuando se relaciona la frecuencia robo con violencia y sexo, se observa que las
mujeres tienen 1.29 veces más riesgo de ser víctima por este delito que los hombres,
siendo las diferencias encontradas estadísticamente significativas (p = 0.001)
En cuanto a la a la clase social se evidenció que en todo los estratos
predominaron las personas victimizadas, sin embargo se encontró que en las clases
obrera y marginal, la proporción de víctima es menor, sin embargo estas diferencias
no fueron estadísticamente significativas. Cuando se analiza el nivel de instrucción y
la frecuencia de victimización, se observa que en las personas que tienen un menor
nivel de instrucción la proporción de víctima es menor, estas diferencias se presentan
con una probabilidad de ocurrencia de 0,004, lo que la hace estadísticamente
significativa. Con relación a la ocupación se observó en todas éstas, a excepción de
las amas de casa y jubilados, un predominio de las personas victimizadas, siendo
estas diferencias estadísticamente significativas (p = 0.001).
Cuando se analizan las variables tiempo se observa que los hechos delictivos
tienen su mayor ocurrencia los días viernes, los lunes y durante la noche. En cuanto
el mes su mayor frecuencia se presentó en los meses de abril y julio. En cuanto a la
procedencia de la víctima, sólo en cuatro de los 16 barrios estudiados la proporción
de víctima fue menor a la proporción de personas que no han sido víctima.
Cuando se analizan las variables conductuales, entre las cuales se puede
mencionar el porte de arma se evidencia que de la población estudiada 16.25% eran
propietarios de un arma y la más utilizada (93.8%) era arma de fuego. Cuando se
relaciona el porte de arma con la frecuencia de victimización se puede observar que
las personas que son propietarias de armas tienen 1.28 veces mayor riesgo de ser
víctimas que las personas que no la poseen, existiendo diferencias significativas
(p = 0.01) Por otra parte se evidenció que 82.9 % de las personas victimizadas
sufrieron alguna lesión agresión o amenaza con un arma y la más utilizada fue el
arma de fuego (72.4%).
En cuanto al consumo de bebidas alcohólicas otra de las variable conductual
analizada en el presente estudio, se evidenció que 60.5% de la población es
consumidora. Cuando se relaciona el consumo con la frecuencia de victimización se
evidencia que las personas que ocnsumen alcohol tienen 2,08 veces mayor riesgo de
ser víctimas que las que no consumen alcohol, con una probabilidad de ocurrencia de
0.001 lo que indica que es estadísticamente significativa.
Según la opinión de la víctima 82.04% de los víctimarios se encontraban bajo
efectos del alcoholo droga. Un alto porcentaje de las personas que fueron víctimas de
algún hecho delictivo, lo denunciaron ante las autoridades policiales.
Para finalizar se puede decir que los actos de violencia notificados por las
personas varía en la mayor parte de los barrios estudiados, que la frecuencia de
victimización y sus expresiones podría estar relacionadas, hasta cierto punto con las
características de las víctimas, sin embargo en este estudio, los resultados indican que
la edad, el sexo, el porte de arma y el consumo de alcohol (esta última en mayor
proporción) son las variables que están más claramente asociadas a la victimización.
Recomendaciones
Según los resultados de este estudio se puede recomendar:
A la Dirección Regional de Salud:
§ Diseñar e implementar sistema de vigilancia epidemiológica sobre hechos
delictivos en conjunto con otros sectores del estado ( policía, fiscalía del estado,
medicina legal y organizaciones no gubernamentales con el fin de reducir los
subregistro de los delitos, evitar la distorsión de la información y mejorar los
registros de las víctimas de la violencia; esto contribuirá a la toma de decisiones
de manera interinstitucional y sistemática de los delitos, hecho fundamental para
su prevención y control.
§ Diseñar e implementar programas para reducir el abuso de consumo de drogas y
alcohol en la población.
A los Organismos de seguridad del Estado (policía, , guardia nacional , PTJ)
§ Realizar programas voluntarios para recuperar las armas en manos de la
población civil.
§ Crear la policía comunitaria, para que trabaje en conjunto con las comunidades
desarrollando las estrategias necesarias en la prevención del crimen y la
violencia,
§ Realizar patrullaje constante en las zonas consideradas como de riesgo para la
delincuencia.
§ Capacitar al funcionario policial, basado en los principios de ética, honestidad y
respeto al ciudadano, para que tengan una mejor relación con las comunidades
Al Sistema Judicial:
§ Incorporar actividades de prevención de hechos delictivos en proyectos de
reforma judicial sectorial.
§ Hacer que se cumplan la leyes o regulaciones que limiten la venta de alcohol
durantes ciertas hora y días.
§ Realizar reformas al sistema judicial con el fin de reducir los niveles de
impunidad, agilizar los procesos judiciales y recuperar la confianza en la
población
§ Realizar acuerdos nacionales e internacionales para controlar la disponibilidad de
arma
Ministerio de la Familia y Ministerio de Educación, Cultura y Deportes
§ Crear e implementar programa de atención dirigido a las víctimas y grupo
familia.
§ Diseñar y aplicar programas educativos que enseñen habilidades para resolver
conflictos en las comunidades.
§ Crear programas educativos de nivel técnico, que reduzcan la tasa de deserción
escolar y mejorar las oportunidades para entrar al mercado laboral .
A la sociedad civil
§ Capacitarse para cooperar y monitorear las actividades de prevención sobre
hechos delictivos, que se realicen en conjunto con los organismos de seguridad
del Estado.
§ Apoyar al sector privado a las iniciativas para prevenir la violencia.
§ Fomentar en la población la necesidad de realizar las denuncias de los hechos
delictivos, con la finalidad de mejorar los registros y tener una visón más amplia
del problema para tomar las medidas oportunas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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ANEXOS
ANEXO “A”
CURRICULUM VITAE
Nombres y Apellidos: Claritza Mercedes Alvarez Gómez
Cédula de Identidad: V 4.732.829
Profesión: Médico Cirujano
Habitación: Calle 19A Nro. 30-49 entre Carreras 30 y 31. Barquisimeto-Edo. Lara.
Teléfono: (0251) 231.98.39 ; (0414) 518.95.40
E mail: [email protected]
Estudios realizados
Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado” (U.C.L.A.). Título Obtenido: Médico Cirujano
Cursos Curso de Ampliación de Conocimientos en Salud Pública. Julio 2000
Experiencia laboral
• Médico Rural. Ambulatorio Rural Tipo II “Río Claro”, Edo. Lara. Coordinador Médico. Sistema Integral de Atención al Paciente. SIAP. Fundacarvajal. El Tocuyo, Distrito Morán.
• Médico Residente. Ambulatorio Urbano Tipo II “Laura Labellarte”.
• Médico de Atención Integral. Ambulatorio Urbano Tipo II “Dr. Ramón E. Gualdrón”.
Investigaciones realizadas § “Prácticas alimentarias utilizadas durante la diarrea aguda en niños menores de un año”
en el Área de Influencia del Ambulatorio Urbano Tipo II. San Francisco. Barquisimeto, Edo. Lara.
§ Nivel de Conocimiento sobre enfermedades diarreicas en Madres ó Representantes de Niños menores de 1 año de la Comunidad de San Francisco.
ANEXO B
OPERACIONALIZACIÓN DE VARIABLES
Objetivo General: Determinar la frecuencia de victimización por violencia urbana y factores asociados en la Parroquia Unión
VARIABLE DEFINICIÓN
DIMENSIÓN INDICADORES ITEMES
Frecuencia de
victimización por violencia urbana
Victimización es el acto en el cual una persona es objeto del uso de la fuerza que le produce un daño físico o psicológico.
Violencia Urbana
Número de veces que ha sido víctima Tipo de delito: robo, amenaza, hurto, atraco. Lugar de procedencia de las víctimas. Sitio de ocurrencia del delito: calle, transporte público Momento del día en que ocurrió el delito Mes del año en que ocurrió el delito Día de la semana en que ocurrió el delito
1 – 2
3 – 4 – 5
6 – 7
Factores demográficos
Edad Sexo Ocupación Estrato socioeconómico Nivel de instrucción
Parte I
Datos demográficos
Factores Asociados en la Parroquia
Unión
Son los elementos que, relacionados entre sí, influyen para que una persona sea víctima o no.
Factores conductuales
Porte de armas Consumo lícito de drogas
8 – 9 – 13 – 14
10 – 15 - 16
76
ANEXO C
UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL “LISANDRO ALVARADO” DECANATO DE MEDICINA
DEPARTAMENTO DE MEDICINA PREVENTIVA Y SOCIAL SECCION DE EPIDEMIOLOGIA Y BIOESTADÍSTICA
Entrevista N° _______________
Entrevistador:_______________________
PARTE I: Datos demográficos
Edad Sexo 1. M 2. F Ocupación:
_____________________________________
Grado de Instrucción: __________________ Dirección: ___________________________ ________________________________________________________________________ PARTE II: Estratificación Social A) Profesión del jefe de familia:
C) Ingresos
1. Universitaria (Director, alta posición gerencial, oficial FAN, congresante , productor mayorista.
1. Fortuna heredada o adquirida
2. Técnico superiores, medianos comerciantes o productores
2. Ganancia, Beneficio u Honorario profesionales
3. Empleado sin profesión universitaria, vendedor ,maestro pequeño comerciante
3. Sueldo mensual
4. Obrero Especializado(operario de maquinas, electricista, mecánico, etc.
4. Salario semanal (por día, tarea o destajo)
5. Obrero no Especializado (buhonero, jornalero, barrendero, doméstica, etc.
5. Ayudas o Donaciones de origen público o privado
B) Nivel de Instrucción de la esposa o compañera del jefe del hogar
D) Vivienda
1. Universitaria 1. Optima condiciones sanitaria, ambiente de lujo y espaciosa
2. E. Secundaria Completa o técnica superior
2. Optima condiciones sanitaria, sin lujo excesivo y espaciosa
3. E. Secundaria Incompleta o técnica inferior
3. Buenas condicionen sanitarias, espacio reducido
4. Primaria o alfabeta 4. Deficiencias sanitarias, ambientes espaciosos o reducidos
5. Analfabeta 5. Rancho o vivienda con espacios insuficientes y condiciones sanitarias inadecuadas
77
sanitarias inadecuadas
78
PARTE III Victimización A continuación le voy a leer una serie de preguntas, para que las conteste con la mayor sinceridad posible:
1. En los últimos 12 meses usted ha sido victima de algún hecho delictivo
1. Si ( ) 2. No ( ) pase a la pregunta 13
6. Señale el mes en que ocurrió el hecho _________________________________. (en caso de haber ocurrido en varias oportuni- dades mencione el mes del último hecho)
2. Diga el número de veces que le ha ocurrido 1. una vez. ( ) 2. dos veces( ) 3. tres veces( ) 4. cuatro o mas( )
7. En que momento del día ocurrió el hecho 1. En la mañana ( ) 2. En la tarde( ) 3. En la Noche( ) 4. De Madrugada( )
8. Durante el suceso usted sufrió alguna lesión, agresión o amenaza con algún tipo de
arma. 1. Si ( ) 2. No ( ) pase a la pregunta 10
9. Diga el tipo de arma: 1. Arma de fuego( ) 2. Arma blanca( )
3. Objeto contuso( ) 4. Otros ( ) especifique _____________
3. Mencione el tipo de delito: (en caso de haber ocurrido en varias oportunidades mencione el último hecho)
1. Hurto personal ( ) 2. Lesiones o ataques ( ) 3. Robo con violencia ( ) 4. Robos a vivienda con violencia ( ) 5. Robos de vivienda sin violencia( ) 6. Tentativa de robo de vivienda ( ) 7. Robos de automóvil con violencia( ) 8. Robos de automóvil sin violencia( ) 9. Robo de objeto del vehículo ( ) 10. Robo de motocicleta / bicicleta ( ) 11. Vandalismo en su hogar o vehículo ( ) 12. Secuestros. ( ) 13. Otros ( ) especifique__________
10. ¿ Considera usted que el o los delincuente(s) estaban bajo la influencia de alguna droga o alcohol.
1. Si ( ) 2. No ( ) 3. No responde ( )
11.Usted denuncio el hecho ante las autoridades policiales? 1. Si ( ) 2. No ( ) 3. No responde ( )
4. Diga el o los lugar (s) donde ocurrió el hecho: 1. Vía pública ( ) 2. Lugar de trabajo( ) 3. Transporte público ( ) 4. Vivienda ( ) 5. Centro comercial ( ) 6. Otros ( )
Especifique___________________
12.En caso de ser negativa la respuesta anterior, Podría decir cual fue el motivo.
5. indique el día de la semana en que ocurrió el hecho 1. Lunes ( ) 2. Martes ( ) 3. Miércoles ( ) 4. Jueves ( ) 5. Viernes ( ) 6. Sábado ( ) 7. Domingo ( ) (en caso de haber ocurrido en varias oportunidades
13. Es usted propietario de algún tipo de arma 1. Si ( ) 2. No ( ) pase a pregunta 15 3. No responde( ) pase a pregunta 15
79
mencione el del último.
80
... Continuación
14. Diga el tipo:
1. Arma de fuego( ) 2. Arma blanca( )
3. Objeto contuso( ) 4. Otros ( ) especifique _____________
16¿Cuando ocurrió el delito estaba usted bajo los efectos del alcohol?
1. Si ( ) 2. No ( ) 3. No responde ( )
(solo debe ser contestada por las personas que hayan sido victima)
15¿Usted consume bebidas alcohólicas? 1. Si ( )
2. No ( ) 3. No responde ( )
81
ANEXO D
MAPA DE LA PARROQUIA UNIÓN
82
ANEXO E
FORMULA DE MUESTREO ALEATORIO SIMPLE
ni = NhNn
.
ni = Tamaño de la muestra de cada barrio
n = Población de cada barrio
N = Población total de todos los barrios
Nh = Tamaño total de muestra