Download - Epistemología y Educacion
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Universidad del Salvador
Maestra en Educacin
Materiales de la Ctedra: Epistemologa y Educacin
Dr. Pablo Narvaja
Lic. Juan Jos Canavessi
Problemas sobre el conocimiento
Introduccin
Qu es la teora del conocimiento?
La Teora del conocimiento es una de las ramas ms antiguas de la filosofa.
Actualmente tiene, adems, importantes vnculos con otras disciplinas, como la
psicologa cognitiva, la lgica, la filosofa del lenguaje o la inteligencia artificial, para
citar slo unas pocas.
Aclaremos los trminos Gnoseologa y Epistemologa. Desde un punto de vista
etimolgico, ambos podran tomarse como sinnimos de Teora del conocimiento. Sin
embargo, epistemologa ha sido tradicionalmente una expresin ms usual para
referirse a un tipo especial de teora del conocimiento: la teora del conocimiento
cientfico, o filosofa de la ciencia. Por ejemplo, a la filosofa de la ciencia le preocupan
preguntas tales como: qu requisitos debe cumplir una teora para ser catalogada como
cientfica, o cmo conviene proceder a la hora de contrastar una hiptesis con la
realidad. Por gnoseologa, o teora del conocimiento a secas, en cambio,
tradicionalmente se ha entendido una disciplina que se ocupa bsicamente del llamado
conocimiento ordinario o de sentido comn y del conocimiento en general. Pese a lo
dicho, una rpida revisin de la bibliografa existente muestra que cada vez es ms
comn el uso de estos trminos de manera laxa, donde el contexto decide si nos estamos
refiriendo exclusivamente al conocimiento ordinario, exclusivamente al conocimiento
cientfico, o indistintamente a ambos.
Nosotros utilizaremos Gnoseologa para referirnos a la teora general del
conocimiento y Epistemologa para referirnos a un tipo especial de conocimientos, los
conocimientos cientficos. De esta forma, enmarcamos la ciencia dentro de un conjunto
ms amplio de conocimientos y no corremos el riesgo de pensar que la ciencia es el
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verdadero conocimiento y los dems conocimientos no son realmente tales, cayendo en
un reduccionismo cientificista. Por tanto, la Gnoseologa abarca la Epistemologa,
siendo esta ltima el campo de estudio y reflexin de un tipo especial de conocimientos,
regidos por ciertas metodologas y validado por determinados criterios, aunque
dependiente de una concepcin general del conocimiento que es campo de la
Gnoseologa.
Las preguntas propias de la gnoseologa, desde el inicio de la filosofa son:
Qu significa decir que poseemos conocimiento sobre el mundo que nos rodea?
Qu es conocer?
Cmo es posible el conocimiento?
Es cierto que poseemos dicho conocimiento? Podemos realmente estar seguros de
ello?
Cmo conocemos?
Cules son los alcances y lmites del conocimiento?
Cules son las condiciones que influyen en el conocimiento?
Cmo proceder para responder a estas preguntas?
Segn el modo ms habitual de entender lo que debe ser nuestra disciplina, la filosofa
tiene una manera peculiar de responder a estas preguntas, que difiere de la respuesta que
aportan las diversas ciencias. Sin embargo no puede referirse al conocimiento sin tener
en cuenta los aportes de las diversas disciplinas que otrora estuvieron enmarcadas
dentro del universo filosfico y que a partir de la modernidad fueron cobrando
autonoma y delimitando campos especficos de anlisis.
Extracto de: Luis Villoro, Creer, Saber, Conocer. Mxico, Siglo XXI, 1982
Este libro trata de responder a la pregunta qu es conocimiento? Pero esa pregunta
puede tener sentidos diferentes que obligan a respuestas distintas. El conocimiento es
un proceso psquico que acontece en la mente de un hombre; es tambin un producto
colectivo, social, que comparten muchos individuos. Puedo interrogar por las
relaciones de ese proceso con otros hechos psquicos y sociales, por su insercin en
determinadas cadenas causales de acontecimientos que lo expliquen. A la pregunta se
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respondera poniendo a la luz la gnesis, el desarrollo y las consecuencias del
conocimiento. sa es tarea de diferentes ciencias. A la fisiologa y a la psicologa
correspondera determinar los principios que explicaran el conjunto de procesos
causales que originan el conocimiento, desde la sensacin a la inferencia, as como su
funcin en la estructura de la personalidad. A las ciencias sociales interesara
descubrir los condicionamientos sociales de los conocimientos compartidos y analizar
las funciones que cumplen en el mantenimiento o transformacin de las estructuras
sociales. En cualquier caso, las ciencias intentarn responder fraguando teoras que
den razn de las causas, funciones, resultados de ciertos hechos. Y qu tiene que ver
la filosofa con causas y efectos de hechos? se es asunto del conocimiento emprico y
cuando la filosofa ha do suplirlo slo ha engendrado caricaturas de ciencia.
Pero la pregunta puede tener un segundo sentido. Puede ya no a la gnesis, sino a la
justificacin y validez del conocimiento, querer decir: en qu condiciones algo puede
calificarse de conocimiento? Entonces intentar responder analizando las notas que
permiten distinguir el conocimiento de las creencias que no lo son. Mi anlisis me
llevar a conceptos correlacionados: creencia, justificacin, verdad, entre otros. Ya no
me importar descubrir las causas y consecuencias del conocimiento sino las
condiciones en que un pretendido saber est justificado o no, es verdadero o falso,
corresponde o no a la realidad. Para ello no tendr que observar ni medir relaciones
causales entre hechos reales, tendr que analizar conceptos. Y sa s es tarea de la
reflexin filosfica.
Porque la filosofa no es una ciencia. La filosofa no descubre nuevos hechos ni
propone leyes que expliquen su comportamiento. La filosofa analiza, clarifica,
sistematiza conceptos. Al hacerlo, pone en cuestin las creencias recibidas, reordena
nuestros saberes y puede reformar nuestros marcos conceptuales. El anlisis de los
conceptos epistmicos es tarea de la filosofa, la explicacin de los hechos de
conocimiento, asunto de la ciencia; la pregunta por la verdad y justificacin de
nuestras creencias compete a la filosofa, la pregunta por su gnesis y resultados, a la
ciencia.
La teora del conocimiento ha sufrido de la continua confusin entre ambos gneros de
preguntas. "Psicologismo", "sociologismo" podran llamarse a los dos aspectos de esa
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confusin. El primero ha sido el ms frecuente. A lo largo de la historia de la filosofa,
las autnticas cuestiones filosficas se han mezclado con explicaciones ingenuas acerca
de la adquisicin y desarrollo de nuestros procesos de conocimiento. Muchas obras de
teora del conocimiento son una mezcla de anlisis conceptual con psicologa
especulativa precientfica. Esa confusin fue responsable del planteamiento de muchos
falsos problemas filosficos. El tratamiento de la percepcin es un ejemplo. Desde la
teora de los eidola de los antiguos griegos hasta el sensualismo de Condillac, pasando
por las especies de los escolsticos y las "ideas sensibles" de los empiristas, los
filsofos se empearon en ofrecer explicaciones del origen de la percepcin, que la
fisiologa y la psicologa experimental arrumbaran definitivamente. Pero la confusin
no se detiene en ese campo. La gnesis de las ideas generales es otro tema que enfrent
empiristas y racionalistas, durante ms de dos siglos, en polmicas interminables. El
genuino problema filosfico sobre la validez a priori de ciertos conocimientos se
confundi a menudo con el problema psicolgico del origen, innato o adquirido, de las
ideas. Una confusin semejante revela, en ms recientes, el problema de la
"constitucin" de los objetos de conocimiento. Puede entenderse en dos sentidos: como
pregunta por las condiciones de la objetividad y como indaga de los procesos genticos
que conducen a la formacin de objeto en la mente. La primera es una cuestin clsica
de la filosofa, la segunda compete a una psicologa gentica. No faltan investigaciones
filosficas importantes donde los dos planos se entremezclan y confunden.
Si la confusin psicologista fue predominante en siglos pasados, la sociologista suele
serlo en algunos autores contemporneos. El problema del condicionamiento social de
las creencias no puede suplantar el de su justificacin. Ambos responden a preguntas
distintas. El hecho de que un conocimiento est determinado histricamente no permite
concluir su falsedad, ni siquiera su carencia de objetividad; ni su verdad es tampoco
garanta de que carezca de condicionamiento social. La reflexin filosfica no puede
remplazar los resultados de una sociologa del conocimiento de base emprica.
Todo esto no quiere decir que los planteamientos filosficos y cientficos sobre el
conocimiento no se requieran mutuamente. Pero slo si no se confunden, si permanecen
separados sus preguntas y sus mtodos, pueden ser de utilidad recproca.
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El anlisis filosfico requiere conocer las interpretaciones sobre el conocimiento a las
que han llegado algunas ramas de la psicologa y de la sociologa. Muchos conceptos
epistmicos tratados tradicionalmente por la filosofa forman parte de teoras
psicolgicas destinadas a explicar hechos observables. El filsofo no puede realizar un
anlisis de esas nociones sin contrastarlo con las definiciones que proponen los
psiclogos. Se trata de conceptos que tienen en la actualidad un estatus fronterizo. No
llegan a ser an conceptos cientficos, porque forman parte de teoras que no alcanzan
una sistematizacin completa y no reciben en ellas una definicin precisa. Las nociones
de creencia, conducta, "actitud", "intencin", razn, motivo,
conocimiento, informacin, etc., suelen ser incorporadas a las teoras
psicolgicas con el significado vago que tienen en el lenguaje ordinario. En este
estadio, en que las teoras psicolgicas estn an insuficientemente estructuradas, el
anlisis filosfico puede servir para alcanzar una precisin y sistematizacin de los
conceptos epistmicos, que facilite su incorporacin a una teora cientfica. Cmo
determinar, por ejemplo, en una teora psicolgica, las relaciones entre creencias y
actitudes afectivas, entre saber y accin, si no se precisan antes esos conceptos? El
anlisis filosfico puede ayudar a lograr la precisin requerida.
Otro concepto fronterizo suministra un ejemplo ms de la necesidad de relacin entre
el anlisis filosfico y las interpretaciones cientficas: el concepto de ideologa. Si no se
ha llegado a una teora sociolgica precisa de la ideologa es, en gran medida, por la
ambigedad de ese concepto. Con todo, su utilizacin en estudios histricos y sociales
ha resultado provechosa. El anlisis de los distintos sentidos de "ideologa", su
definicin precisa y la determinacin de sus relaciones con los conceptos epistmicos
fundamentales es un paso previo, indispensable, para la formulacin de una teora de
la ideologa que pueda tener pretensiones de explicar los hechos.
En todos esos casos, el anlisis de los conceptos epistmicos puede servir, a la vez, al
mejor planteamiento de problemas filosficos tradicionales y al adelanto en la
formulacin de teoras cientficas sistemticas.
CONOCIMIENTO, material de la ctedra sobre la base de Corts Morat, Jordi y
Martnez Riu, Antoni: Diccionario de filosofa en CD-ROM, Barcelona, Editorial
Herder, 1996.
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(del latn cognoscere, llegar a conocer, saber, que a su vez remite al griego
gignoskein, saber, reconocer).
Desde lo psicolgico, conocimiento es el trmino final del proceso psicolgico por el
cual la mente humana capta un objeto. En este sentido, es una representacin que
supone un proceso de conocimiento.
Desde la Filosofa, conocimiento es la relacin que se establece entre un sujeto y un
objeto, mediante la cual el sujeto capta mentalmente (aprehensin) la realidad del
objeto. El proceso del conocimiento, as entendido, constituye el objeto de estudio de la
teora del conocimiento. En la filosofa actual, se prefiere definir el conocimiento como
saber proposicional o un saber que, analizando el uso de las palabras conocer o
saber. Conocer, en este caso, consiste en saber que un enunciado es verdadero o falso.
En este marco, un punto de partida tradicional para la reflexin filosfica sobre el
conocimiento es el concepto de conocimiento que se deriva del dilogo Teeteto de
Platn:
Conocimiento es un creencia verdadera justificada.
En este enunciado, para que exista conocimiento, es necesario que se cumplan las tres
condiciones siguientes: S sabe que p si y slo si es verdad que p, S cree que p y,
adems, S est justificado en creer que p.
Es decir, en un lenguaje corriente, para saber algo, es necesario que ello sea verdad, que
lo creamos y que tengamos razones para creerlo. De ah el concepto de conocimiento
como una creencia verdadera justificada.
La condicin de creencia
Conocer algo implica, en primer lugar, creer aquello que se conoce. La inversa no es
cierta, sin embargo. Creer algo no basta para conocer.
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Creer que p debe ser entendido aqu en el sentido de aceptar el enunciado p, y por
ende estar convencidos de su verdad. Este es, por otra parte, el uso ms corriente del
verbo creer.
En sentido usual, consideramos muchas veces creer de manera llana, a veces significa
justamente que no sabemos algo, que dudamos sobre algo.
Al hablar de conocimiento se habla de un tipo de creencias, las que gozan de certeza (es
decir que el sujeto experimenta algn grado de seguridad en lo que cree), algn grado de
verdad y poseen alguna forma de justificacin.
La condicin de verdad
Parece claro que no hay ningn uso del verbo saber segn el cual alguien sabe que p
cuando p es falsa. As pues, conocer algo implica que eso que se conoce es verdad. Si
descubrimos que creamos algo falso no decimos yo saba que p, pero estaba
equivocado, sino, ms bien: bueno, yo crea que era as, pero me equivoqu.
Qu queremos decir cuando afirmamos que p es verdadero?
El concepto de verdad es muy complejo. Hay diversas teoras, las principales son:
La verdad como correspondencia (incluye las deflacionarias o teoras semnticas)
La verdad como coherencia
La teora pragmtica de la verdad
Correspondencia
Bsicamente, las teoras de la correspondencia afirman que una proposicin (o creencia)
verdadera es aquella que se corresponde con los hechos, esto es, que representa la
realidad tal como es.
La proposicin de que hay un campo ante m es verdadera siempre y cuando haya en la
realidad un campo ante m; ms an, decimos que es verdadera en virtud del hecho de
que realmente hay un campo ante m. Las cosas, o los hechos, son como la proposicin
dice que son.
Tradicionalmente, las teoras correspondentistas de la verdad van de la mano con
posiciones realistas en terreno metafsico. Qu es una posicin realista? Dicho muy
rpidamente, la idea es que las cosas en el mundo (el mundo externo a la conciencia)
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son como son independientemente de lo que pensemos de ellas, esto es,
independientemente de cmo entendamos que son.
As, dado que para una teora correspondentista la verdad de nuestras creencias depende
de cmo sean realmente las cosas, y dado que las cosas son como son
independientemente de lo que pensemos de ellas (tesis realista), se sigue que la verdad
de nuestras creencias no es dependiente de la mente. Implica un realismo
epistemolgico que sostiene que podemos conocer la realidad ms o menos como la
realidad es.
Las teoras deflacionarias sobre la verdad pertenecen tambin al conjunto de las teoras
que sostienen la verdad como correspondencia: para estas teoras deflacionarias
(tambin llamadas minimalistas) el concepto de verdad queda recogido por la siguiente
equivalencia: p es verdadera si y slo si p. Esta equivalencia se conoce con el nombre
de bicondicional T (por Truth verdad en ingls). As, por ejemplo, la oracin la
nieve es blanca es verdadera si y slo si la nieve es blanca; la oracin la Tierra gira
alrededor del sol es verdadera si y slo si la Tierra gira alrededor del sol. Algunos
filsofos piensan que este bicondicional captura la idea esencial de la teora de la
correspondencia: del lado izquierdo del si y slo si encontramos una referencia al
lenguaje (o a nuestras creencias) y del lado derecho una referencia al mundo, a cmo
son las cosas. Pero la teora minimal se abstiene de sacar tal conclusin: segn stas, no
hay por qu pensar que un bicondicional T establece una relacin entre mundo y
lenguaje. Lo nico que podemos decir con seguridad a partir de dicho bicondicional es
que el predicado ser verdadero cumple la funcin de permitir el llamado ascenso
semntico: gracias a l podemos pasar de hablar de ciertos hechos (en el lado derecho)
a hablar de las oraciones mismas que describen estos hechos (en el lado izquierdo). Se
trata de una teora en que la verdad permanece dentro del universo semntico del
lenguaje.
Coherencia.
La idea central es que una proposicin o creencia (o nuestro portador de verdad
favorito) es verdadera si y slo si es coherente con todo el sistema de creencias o
proposiciones previamente aceptadas.
Una definicin coherentista de la verdad no debe confundirse con una prueba para saber
si una proposicin es o no verdadera. De acuerdo con esta posicin, la coherencia con
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otras proposiciones no es un criterio de verdad, sino que es aquello en lo que la verdad
de una proposicin consiste.
Pragmatismo
Segn estas teoras, los enunciados (oraciones, proposiciones, creencias, etc.)
verdaderos son aquellos que funcionan en la prctica, en el sentido que permiten al
sujeto que acepta dichos enunciados una interaccin exitosa con el medio que lo rodea.
Para dar un ejemplo sencillo, si creo que hoy es lunes me comportar de cierta manera y
tendr ciertas expectativas acerca del comportamiento de los dems; cuando afirmo que
mi creencia es verdadera lo que hago es expresar de un modo sucinto y sencillo la idea
de que el mundo satisface las expectativas generadas por dicha creencia.
La condicin de justificacin
Intuitivamente, pareciera que no estamos dispuestos a hablar de conocimiento si
advertimos que las creencias que un sujeto tiene son verdaderas puramente por
casualidad. En otras palabras, esta condicin evita que cuente como conocimiento un
acierto casual. Si bien parece obvio que si un sujeto acierta con una creencia verdadera
por azar no conoce, no es fcil decir qu ms se necesita para hablar de conocimiento.
El requisito de justificacin es sin dudas el ms problemtico y discutido de los tres.
Porque, qu se entiende exactamente por justificar una creencia?
En su formulacin ms general, justificar p es estar en condiciones de ofrecer buenas
razones para creer en p.
Pero, nuevamente, qu se entiende por buenas razones?
Algunos filsofos consideran que para hablar de justificacin debemos poder construir
un argumento, en el cual las premisas actan como justificacin de nuestra creencia en
la conclusin. Una obvia dificultad aqu consiste en cmo justificar a su vez las
premisas. Una respuesta natural es la de decir que debemos repetimos la operacin y
construir nuevos argumentos que tengan a las viejas premisas como conclusin. Pero
dnde se fundan esas premisas? Se puede ir al infinito (A se funda en B, B en C, C en
D etc.). En ese caso, o nada est fundado o hay que llegar a algn cimiento que no
necesite fundamentacin: o bien en la experiencia o bien en lo que es considerado
evidente y que no necesita demostracin. De ah de conoce como fundamentismo esta
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forma de sostener el conocimiento. Otras teoras sostienen una fundamentacin
circular (en que A se funda en B, B en C, C en D, D en A). En ese caso, no hay un
fundamento sino sostienen que el conocimiento no puede fundarse sobre una premisa
sino que todas se sostienen en tanto sistema. Se trata del coherentismo.
Otra dicotoma importante que aparece a la hora de hablar de justificacin es la de
internalismo vs. externalismo: si la justificacin es la evidencia subjetiva o algn
elemento externo.
Es bueno destacar que en general tambin podremos encontrar posiciones intermedias a
las dicotomas mencionadas.
Ahora bien, otra pregunta importante que podemos formular en este punto es:
Cun estricta debe ser la justificacin?
Algunos filsofos han argumentado que las buenas razones que necesitamos para
adoptar justificadamente una creencia no deben dejar margen de duda sobre su verdad.
As, la justificacin bien entendida debe garantizar la verdad de la creencia en cuestin.
Esto da lugar a la idea de conocimiento como certeza. Si no tenemos certeza, no
debemos, en rigor, hablar de conocimiento.
Otros han defendido la idea de que las buenas razones para aceptar p son aquellas que
eliminan las dudas razonables sobre la verdad o falsedad de p; una justificacin para
p, en este sentido, no garantiza plenamente la verdad de p. Pero tampoco necesitamos
nada ms fuerte: el conocimiento humano es falible.
Conocer y saber
Conocer puede distinguirse de saber y, en sentido estricto debe hacerse. En este
supuesto, conocer indica un contacto consciente con el objeto conocido a travs de la
experiencia y, en concreto, de la percepcin, en oposicin a saber que es un
conocimiento por conceptos e ideas. Saber es, as, exclusivo y propio del hombre,
mientras que tanto los hombres como los animales conocen. Se conocen cosas; se sabe
verdades o proposiciones verdaderas. Conocer es, adems, un proceso perceptivo
directo e inmediato, que se justifica por s mismo; saber, en cambio, es un proceso
indirecto, mediato e inferencial, esto es, apoyado en razones.
La distincin de Russell entre conocimiento directo (knowledge by acquaintance), o
conocimiento de cosas, y conocimiento proposicional (knowledge by description), o
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conocimiento de verdades, ayuda a precisar qu es lo que realmente conocemos en
uno y otro caso:
La palabra conocer se usa en dos sentidos diferentes: 1 En la primera acepcin es
aplicable a la clase de conocimiento que se opone al error, en cuyo sentido es verdad lo
que conocemos. As se aplica a nuestras creencias y convicciones, es decir, a lo que
denominamos juicios. En este sentido de la palabra sabemos que algo es el caso. Esta
clase de conocimiento puede ser denominada conocimiento de verdades. 2 En la
segunda acepcin de la palabra conocer, se aplica al conocimiento de las cosas, que
podemos denominar conocimiento directo. En este sentido conocemos los datos de los
sentidos. (Esta distincin corresponde aproximadamente a la que existe entre savoir y
connaitre en francs, o entre wissen y kennen en alemn).
As la proposicin que pareca un axioma, una vez restablecida, se convierte en la
siguiente: No podemos enunciar un juicio verdadero sobre la existencia de algo si no
lo conocemos directamente. Lo cual no es en modo alguno un axioma, sino, al
contrario, una palpable falsedad. No tengo el honor de conocer directamente al
emperador de China, pero juzgo, con razn, que existe. Se puede decir, naturalmente,
que lo juzgo as porque otros lo han conocido directamente. Pero sera una
observacin irrelevante, porque si el principio fuese verdadero, no podra saber que
otros tienen un conocimiento directo de l. Es ms: no hay razn alguna para que no
conozca la existencia de algo que nadie haya conocido de un modo directo. Este punto
es importante y exige una explicacin.
Si conozco directamente que algo existe, este conocimiento directo me proporciona el
conocimiento de que algo existe. Pero no es verdad, recprocamente, que para que
pueda saber que algo determinado existe, yo o alguien deba haber conocido
directamente la cosa. Lo que ocurre, cuando enuncio un juicio verdadero sin
conocimiento directo, es que la cosa me es conocida por descripcin o referencia
[conocimiento proposicional], y que, en virtud de algn principio general, la existencia
de la cosa correspondiente a esta descripcin puede ser inferida de algo que conozco
directamente (Bertrand Russell: Los problemas de la filosofa, Barcelona, Labor,
Barcelona 1978, 5 ed., p. 43-45).
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CONOCIMIENTO, en Ferrater Mora, Jos: Diccionario de Filosofa, Barcelona,
Ariel, 1 ed. 1994.
Preguntas como: "Qu es el conocimiento?", "En qu se funda el conocimiento?",
"Cmo es posible el conocimiento?", etc., pertenecen a una disciplina filosfica
llamada de varios modos: "teora del conocimiento", "crtica del conocimiento",
"gnoseologia", "epistemologa". No nos ocuparemos aqu del significado de los diversos
nombres de esta disciplina; remitimos para ello al artculo GNOSEOLOGA. De
momento la llamaremos "teora del conocimiento" y usaremos los trminos
'gnoseolgico' y 'epistemolgico' como adjetivos. Las preguntas antes formuladas, no
obstante su generalidad (o quizs a causa de ella), no agotan los problemas que se
suscitan en la teora del conocimiento. En el curso de la presente exposicin
examinaremos algunas cuestiones ms especficamente ().
El problema y los problemas del conocimiento han sido tratados por casi todos los
filsofos, pero la importancia que ha adquirido la teora del conocimiento como
"disciplina filosfica" especial es asunto relativamente reciente.
Los griegos introdujeron en la literatura filosfica, y con un sentido preciso, los
trminos que nos sirven todava para designar nuestra disciplina: los vocablos gnosis
("conocimiento") y episteme ("saber", traducido a veces asimismo por "ciencia"). Con
frecuencia trataron problemas gnoseolgicos, pero solieron subordinarlos a cuestiones
luego llamadas "ontolgicas". La pregunta: "Qu es el conocimiento?" fue a menudo
formulada entre los griegos en estrecha relacin con la pregunta: "Qu es realidad?"
Algo parecido sucedi con muchos filsofos medievales. En modo alguno quiere decir
esto que los filsofos aludidos no trataran el problema del conocimiento con detalle: no
se puede decir que, por ejemplo, los escpticos o San Agustn no dedicaran muchos
esfuerzos a esclarecer la posibilidad (o imposibilidad) del conocimiento y los tipos de
conocimiento. Sin embargo, es plausible sostener que slo en la poca moderna (con
varios autores renacentistas interesados por el mtodo y con Descartes, Malebranche,
Leibniz, Locke, Berkeley, Hume y otros) el problema del conocimiento se convierte a
menudo en problema central si bien no nico en el pensamiento filosfico. La
constante preocupacin de los autores aludidos y citados por el "mtodo" y por la
"estructura del conocimiento" es en este respecto muy reveladora. Pero todava no se
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conceba el estudio del conocimiento como pudiendo dar impulso a una "disciplina
filosfica especial". Desde Kant, en cambio, el problema del conocimiento comenz a
ser objeto de "la teora del conocimiento". La filosofa de Kant no puede reducirse,
como lo han pretendido algunos neokantianos, a teora del conocimiento. Pero es
indudable que esta teora ocupa un lugar muy destacado en el pensamiento de dicho
filsofo. Desde Kant, adems, se ha manifestado con frecuencia en el pensamiento
filosfico moderno y contemporneo una cierta "epistemofilia", que contrasta con la
"ontofilia" de los griegos y de muchos autores medievales. En vista de ello, algunos
autores han llegado a la conclusin de que la teora del conocimiento es la disciplina
filosfica central. Otros han intentado mostrar que es una disciplina independiente, o
relativamente independiente. Las cosas, sin embargo, no son tan claras como se
pretende. Es probable que, como ha indicado repetidamente Nicolai Hartmann, los
problemas gnoseolgicos se hallen estrechamente coimplicados (o complicados) con
problemas ontolgicos (y viceversa). Es casi seguro que muchos problemas
epistemolgicos se hallan estrechamente relacionados con cuestiones lgicas. En todo
caso, puede seguirse reconociendo a la teora del conocimiento un puesto destacado sin
por ello separarla de otras disciplinas filosficas. En el presente artculo trataremos de
los siguientes aspectos del problema del conocimiento: la descripcin del fenmeno del
conocimiento o fenomenologa del conocimiento; la cuestin de la posibilidad del
conocimiento; la cuestin del fundamento del conocimiento; la cuestin de las formas
posibles del conocimiento.
Fenomenologa del conocimiento
Entendiendo el trmino 'fenomenologa' en un sentido muy general, como "pura
descripcin de lo que aparece", la fenomenologa del conocimiento se propone describir
el proceso del conocer como tal, es decir, independientemente de, y previamente a,
cualesquiera interpretaciones del conocimiento y cualesquiera explicaciones que puedan
darse de las causas del conocer. Por tanto, la fenomenologa del conocimiento no es una
descripcin gentica y de hecho, sino "pura". Lo nico que tal fenomenologa aspira a
poner en claro es lo que significa ser objeto de conocimiento, ser sujeto cognoscente,
aprehender el objeto, etc., etc. Un resultado de tal fenomenologa parece obvio: conocer
es lo que tiene lugar cuando un sujeto (llamado "cognoscente") aprehende un objeto
(llamado "objeto de conocimiento" y, para abreviar, simplemente "objeto"). Sin
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embargo, el resultado no es ni obvio ni tampoco simple. Por lo pronto, la pura
descripcin del conocimiento o, si se quiere, del conocer, pone de relieve la
indispensable coexistencia, co-presencia y, en cierto modo, co-operacin, de dos
elementos que no son admitidos, o no son admitidos con el mismo grado de necesidad,
por todas las filosofas. Algunas filosofas insisten en el primado del objeto (realismo en
general); otras, en el primado del sujeto (idealismo en general); otras, en la equiparacin
"neutral" del sujeto y objeto. La fenomenologa del conocimiento no reduce ni tampoco
equipara: reconoce la necesidad del sujeto y del objeto sin precisar en qu consiste cada
uno de ellos, es decir, sin detenerse en averiguar la naturaleza de cada uno de ellos o de
cualquier supuesta realidad previa a ellos o consistente en la fusin de ellos. Conocer es,
pues, fenomenolgicamente hablando, "aprehender", es decir, el acto por el cual un
sujeto aprehende un objeto. El objeto debe ser, pues, por lo menos gnoseolgicamente,
trascendente al sujeto, pues de lo contrario no habra "aprehensin" de algo exterior: el
sujeto se "aprehendera" de algn modo a s mismo. Decir que el objeto es trascendente
al sujeto no significa, sin embargo, todava decir que hay una realidad independiente de
todo sujeto: la fenomenologa del conocimiento, decamos, no adopta por lo pronto
ninguna posicin idealista, pero tampoco realista. Al aprehender el objeto ste est de
alguna manera "en" el sujeto. No est en l, sin embargo, ni fsica ni metafsicamente:
est en l slo 'representativamente". Por eso decir que el su jeto aprehende el objeto
equivale a decir que lo representa. Cuando lo representa tal como el objeto es, el sujeto
tiene un conocimiento verdadero (si bien posiblemente parcial) del objeto; cuando no lo
representa tal como es, el sujeto tiene un conocimiento falso del objeto. El sujeto y el
objeto de que aqu se habla son, pues, "el sujeto gnoseolgico" y el "objeto
gnoseolgica", no los sujetos y objetos "reales", "fsicos" o "metafsicos". Por eso el
tema de la fenomenologa del conocimiento es la descripcin del acto cognoscitivo
como acto de conocimiento vlido, no la explicacin gentica de dicho acto o su
interpretacin metafsica. Sin embargo, aunque la fenomenologa del conocimiento
aspira a "poner entre parntesis" la mayor parte de los problemas del conocimiento, ya
dentro de ella surgen algunos que no pueden ser ni solucionados ni siquiera aclarados
por medio de una pura descripcin. Por lo pronto, hay el problema del significado de
'aprehender'. Se puede "aprehender" de muy diversas maneras un objeto. As, por
ejemplo, hay una cierta aprehensin y aprehensin cognoscitiva, o parcialmente
cognoscitiva de un objeto cuando se procede a usarlo para ciertos fines. No puede
descartarse sin ms este aspecto de la aprehensin de objetos por cuanto un estudio a
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fondo del conocimiento requiere tener en cuenta muy diversos modos de "capturar"
objetos. Sin embargo, es caracterstico de la fenomenologa del conocimiento el
limitarse a destacar la aprehensin como fundamento de un enunciar o decir algo acerca
del objeto. Por este motivo la aprehensin de que aqu se habla es una representacin
que proporciona el fundamento para enunciados. En segundo lugar, hay el problema de
cul sea la naturaleza de "lo aprehendido" o del objeto en cuanto aprehendido. No puede
ser el objeto como tal objeto, pero entonces hay que admitir que el objeto se desdobla en
dos: el objeto mismo en cuanto tal y el objeto en cuanto representado o representable.
La clsica doctrina de las "especies" especies sensibles, especies intelectuales
constituy un esfuerzo con vistas a dilucidar el problema del objeto en cuanto
representado o representable. Han sido asimismo esfuerzos en esta direccin las
diversas teoras gnoseolgicas (y a menudo psicolgicas y hasta metafsicas) acerca de
la naturaleza de las "ideas" teoras desarrolladas por la mayor parte de autores
racionalistas y empiristas modernos. Tambin han sido esfuerzos en esta direccin los
intentos de concebir la aprehensin representativa del objeto desde el punto de vista
causal (como ha sucedido en las llamadas "teoras causales de la percepcin").
Finalmente, hay el problema de la proporcin de elementos sensibles, intelectuales,
emotivos, etc., etc. en la representacin de los objetos por el sujeto. De acuerdo con los
elementos que se supongan predominar se proponen muy diversas teoras del
conocimiento. Puede verse, pues, que tan pronto como se va un poco lejos en la
fenomenologa del conocimiento se suscitan cuestiones que podran llamarse
"metafenomenolgicas".
Posibilidad del conocimiento
A la pregunta "Es posible el conocimiento?", se han dado respuestas radicales. Una es
el escepticismo, segn el cual el conocimiento no es posible. Ello parece ser una
contradiccin, pues se afirma a la vez que se conoce algo, es decir, que nada es
cognoscible. Sin embargo, el escepticismo es a menudo una "actitud" en la cual no se
formulan proposiciones, sino que se establecen, por as decirlo, "reglas de conducta
intelectual". Otra es el dogmatismo, segn el cual el conocimiento es posible; ms aun:
las cosas se conocen tal como se ofrecen al sujeto. Las respuestas radicales no son las
ms frecuentes en la historia de la teora del conocimiento. Lo ms comn es adoptar
variantes del escepticismo o del dogmatismo: por ejemplo, un escepticismo moderado o
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un dogmatismo moderado, que muchas veces coinciden. En efecto, en las formas
moderadas de escepticismo o de dogmatismo se suele afirmar que el conocimiento es
posible, pero no de un modo absoluto, sino slo relativamente. Los escpticos
moderados suelen mantener que hay lmites en el conocimiento. Los dogmticos
moderados suelen sostener que el conocimiento es posible, pero slo dentro de ciertos
supuestos. Tanto los lmites como los supuestos se determinan por medio de una previa
"reflexin crtica" sobre el conocimiento. Los escpticos moderados usan con
frecuencia un lenguaje psicolgico o, en todo caso, tienden a examinar las condiciones
"concretas" del conocimiento. As, por ejemplo, los lmites de que se habla son lmites
dados por la estructura psicolgica del sujeto cognoscente, por las ilusiones de los
sentidos, la influencia de los temperamentos, los modos de pensar debidos a la poca o a
las condiciones sociales, etc., etc. Cuando lo que resulta es slo un conocimiento
probable, el escepticismo moderado adopta la tesis llamada "probabilismo". Los
dogmticos moderados, en cambio, usan un lenguaje predominantemente "crtico-
racional": lo que tratan de averiguar no son los lmites concretos del conocimiento, sino
sus lmites "abstractos", es decir, los lmites establecidos por supuestos, finalidades,
etc., etc. Es fcil ver que mientras los escpticos moderados se ocupan
predominantemente de la cuestin del origen del conocimiento, los dogmticos
moderados se interesan especialmente por el problema de la validez del conocimiento.
Los autores que no se han adherido ni al escepticismo ni al dogmatismo radicales y que,
por otro lado, no se han contentado con adoptar una posicin moderada, estimada como
"meramente eclctica", han intentado descubrir un fundamento para el conocimiento
que fuese independiente de cualesquiera lmites, supuestos, etc., etc. Tal ocurri con
Descartes, al proponer el Cogito, ergo sum y con Kant, al establecer lo que puede
llamarse el "plano trascendental". En el primer caso, conocer es partir de una
proposicin evidente (que es a la vez resultado de una intuicin bsica). En el segundo
caso, conocer es sobre todo "constituir", es decir, constituir el objeto en cuanto objeto
de conocimiento. Nos hemos referido con ms detalle a estos puntos en los artculos
dedicados a los autores mencionados y a varios conceptos fundamentales, por lo que no
estimamos necesario volver sobre ellos.
Fundamento del conocimiento
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Una vez admitido que el conocimiento (total o parcial, ilimitado o limitado,
incondicionado o condicionado, etc.) es posible, queda todava el problema de los
fundamentos de tal posibilidad. Algunos autores han sostenido que el fundamento de la
posibilidad del conocimiento es siempre "la realidad" o, como a veces se dice, "las
cosas mismas". Sin embargo, la expresin la realidad' no es en modo alguno unvoca.
Por lo pronto, se ha hablado de "realidad sensible" a diferencia de una, efectiva o
supuesta, "realidad inteligible". No es lo mismo decir que el fundamento del
conocimiento se halla en la realidad sensible (en las impresiones, percepciones
sensibles, etc.), como han hecho muchos empiristas, que decir que tal fundamento se
halla en la realidad inteligible (en las "ideas", en sentido ms o menos platnico), como
han hecho muchos racionalistas (especialmente los que han sido al mismo tiempo
"realistas" en la teora de los universales). Por otro lado, aun adoptndose una posicin
empirista o raciona lista al respecto, hay muchas maneras de presentar, elaborar o
defender la correspondiente posicin. As, por ejemplo, el empirismo llamado a menudo
"radical" propone que no slo el conocimiento de la realidad sensible est fundado en
impresiones, sino que lo est tambin el conocimiento de realidades (o cuasi-realidades)
no sensibles, tales como los nmeros, figuras geomtricas y, en general, todas las
"ideas" y todas las "abstracciones". Pero el empirismo "radical" no es ni mucho menos
la nica forma aceptada, o aceptable, de empirismo. Puede adoptarse un empirismo a
veces llamado "moderado" que a menudo coincide con el racionalismo tambin
llamado "moderado", tal como sucede, por ejemplo, en Locke, segn el cual el
fundamento del conocimiento se halla en las impresiones sensibles, pero stas slo
proporcionan la base primaria del conocer una base sobre la cual se montan las ideas
generales. Puede adoptar se un empirismo que a veces se ha llamado "total": es el
empirismo que rehusa atenerse a las impresiones sensibles por considerar que stas son
slo una parte, y no la ms importan te, de la "experiencia". La "experiencia" no es
nicamente para este empirismo experiencia sensible: puede ser tambin experiencia
"intelectual", o experiencia "histrica", o experiencia "interior", o todas esas cosas a un
tiempo. Puede adoptarse asimismo un empirismo que no deriva de las impresiones
sensibles el conocimiento de las estructuras lgicas y matemticas justamente porque
estima que tales estructuras no son ni empricas ni tampoco racionales: son estructuras
puramente formales, sin contenido. Tal ocurre con Hume y diversas formas de
positivismo lgico. Puede abrazarse tambin un empirismo que parte del material dado
a las impresiones sensibles, pero admite la posibilidad de abstraer de ellas "formas"; es
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el empirismo de sesgo aristotlico y los derivados del mismo. En cuanto al llamado
grosso modo "racionalismo", ha adoptado asimismo muy diversas formas de acuerdo
con el significado que se haya dado a expresiones tales como 'realidad inteligible',
ideas', 'formas', 'razones', etc., etc. No es lo mismo, en efecto, un racionalismo que parte
de lo inteligible como tal para considerar lo sensible como reflejo de lo inteligible, que
un racionalismo para el cual el conocimiento se funda en la razn, pero en donde sta no
es una realidad inteligible, sino un conjunto de supuestos o "evidencias", una serie de
"verdades eternas", etc., etc. Las posiciones empiristas y racionalistas, y sus mltiples
variantes, son slo dos de las posiciones fundamentales adoptadas en la cuestin del
fundamento del conocimiento. Otras dos posiciones capitales son las conocidas con los
nombres de "realismo" e "idealismo". Nos hemos referido a ellas con ms detalle en los
artculos correspondientes. Indiquemos aqu nicamente que lo caracterstico de cada
una de estas posiciones es la insistencia respectiva en tomar un punto de partida en el
"objeto" o en el "sujeto". Aun as, no es fcil esclarecer el significado propio de
'realismo' y de 'idealismo' en virtud de los muchos sentidos que adquieren dentro de
estas posiciones los trminos 'objeto' y 'sujeto'. S, por ejemplo, en lo que toca al
"sujeto", la naturaleza de la posicin adoptada depende en gran parte de si el sujeto en
cuestin es entendido como sujeto psicolgico, como sujeto trascendental en el sentido
kantiano, como sujeto metafsico, etc. En algunos casos el partir del sujeto puede dar
lugar a un subjetivismo, y hasta a un solipsismo. Pero en otros casos el trmino 'sujeto'
designa ms bien una serie de condiciones del conocimiento como tal, que no son
precisamente "subjetivas". Por eso cuando se habla, por ejemplo, de idealismo, no es lo
mismo entenderlo en sentido subjetivista u objetivista, crtico, lgico, etc., etc. En otros
casos, el partir del objeto puede dar lugar a lo que se ha llamado "realismo fotogrfico",
pero en muchas ocasiones el admitir que el fundamento del conocimiento se halla en el
objeto no equivale a hacer del sujeto un mero "reflejo" del objeto. No todas las actitudes
adoptadas en el problema que nos ocupa pueden clasificarse en posiciones como las
reseadas. En rigor, todas estas posiciones tienen en comn el dar de algn modo el
conocimiento por supuesto. Adems, casi todas tienden a concebir el conocimiento no
slo como una actividad intelectual, sino tambin como una actividad fundada en
motivos intelectuales, aislados, o aislables, con respecto a cualesquiera otros motivos.
En cambio, ciertas posiciones, especialmente desarrolladas en la poca contempornea,
pero precedidas por ciertas corrientes (entre las cuales cabe mencionar a Nietzsche y a
Dilthey), han intentado preguntarse por el fundamento del conocimiento en distinto
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sentido: en funcin de una ms amplia "experiencia". Como resultado de ello la teora
del conocimiento no ha consistido ya en una "filosofa de la conciencia" como
"conciencia cognoscente". Ejemplos de estos intentos los tenemos en varios autores:
pragmatistas (Dewey, James), existencialistas (Sartre) y otros no fcilmente
clasificables, como Ortega y Gasset, Heidegger, Gilles-Gaston Granger, etc.
Nos limitaremos a subrayar aqu la doctrina de Ortega en la cual el conocimiento es
examinado como un saber: el "saber a qu atenerse". Se niega con ello que el
conocimiento sea connatural y consustancial al hombre, es decir, que el hombre sea
ltimamente "un ser pensante". Esto no equivale a defender una teora "irracionalista"
del conocimiento; equivale a no dar el conocimiento por supuesto y a preguntarse por el
modo como "se funda".
Formas del conocimiento
Nos hemos referido ya al conocimiento como conocimiento sensible y conocimiento
inteligible. En muchos casos se admite que ambas formas de conocimiento son
intuitivas, pero a veces se establece, o propone, que el conocimiento intuitivo es distinto
de todas las dems formas de conocimiento. Tal ocurre especialmente cuando la
intuicin es entendida como un acceso a la realidad absoluta. Puede hablarse asimismo
de conocimiento inmediato, equivalente a una intuicin o aprehensin directa del objeto
conocido o cognoscible; y de un conocimiento mediato, equivalente a una serie de
inferencias y razonamientos. Otras formas de conocimiento de que se ha hablado con
frecuencia son el conocimiento a priori y el conocimiento a posteriori. () Puede
asimismo hablarse de conocimiento de acuerdo con el tipo de realidad que se trate de
conocer. En este caso vuelve a hablarse de conocimiento sensible y conocimiento
inteligible (o a veces intelectual), pero hay otras clasificaciones posibles. As, por
ejemplo, puede hablarse de una diferencia entre el conocimiento de la realidad y el
conocimiento del valor. A la vez, este ltimo conocimiento puede ser de tipo intelectual
o de tipo emotivo. Tambin puede hablarse de conocimiento por contacto o presencia
directa y conocimiento por descripcin del objeto que se propone conocer. Estos dos
tipos de conocimiento coinciden a veces respectivamente con el conocimiento
inmediato y mediato, pero no se identifican siempre con ellos. En efecto, la mediatez
del conocimiento que supone la inferencia es muy distinta de la mediatez que supone la
descripcin. Algunos autores han distinguido entre "conocer que" y "conocer como";
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otros han considerado el "conocer que" como un caso especial del "conocer como".
Puede asimismo distinguirse entre conocer algo y conocer que algo es esto o aquello. En
general, un anlisis de los diversos contextos en los cuales se usan 'conocer' (y 'saber')
puede hacer comprender aspectos del problema del conocimiento no siempre puestos de
relieve por las teoras del conocimiento "tradicionales". Finalmente, puede hablarse de
tipos de conocimiento de acuerdo con ciertas divisiones introducidas en la realidad
misma y en el modo de considerarla. As, por ejemplo, se ha propuesto a veces que el
conocimiento de la Naturaleza y de los objetos naturales tiene que seguir por caminos
distintos (y emplear, por tanto, conceptos distintos) de los seguidos por el conocimiento
del hombre y de los "objetos humanos" (acciones, valoraciones, experiencias
individuales e histricas, etc.). El problema de las formas de conocimiento se halla en
este caso relacionado con el problema de la clasificacin de los saberes a que nos hemos
referido en el artculo clasificacin de las ciencias.
CONOCIMIENTO CIENTFICO, material de la ctedra sobre la base de Corts
Morat, Jordi y Martnez Riu, Antoni: Diccionario de filosofa en CD-ROM,
Barcelona, Editorial Herder, 1996.
Se denomina as al producido por la actividad humana que llamamos ciencia. Sus
principales caractersticas se definen diciendo que se trata de un conocimiento racional,
metdico, objetivo, verificable y sistemtico, que se formula en leyes y teoras, y es
comunicable y abierto a la crtica y a la eliminacin de errores.
Como conocimiento racional y objetivo que es, se realiza segn enunciados
descriptivos, que se refieren a hechos del mundo material, que pueden ser verdaderos o
falsos, y cuya verdad es controlable y demostrable; en calidad de conocimiento obtenido
con un mtodo, es una actividad que planifica sus objetivos que intenta conseguir con
los mejores medios y, por ello, somete a prueba experimental, contrastndolos con los
hechos, sus enunciados principales.
El saber cientfico no se reduce al mero conocimiento de hechos, sino que va ms all
de los mismos, porque es tambin saber sistemtico que se construye a partir de
hiptesis, que se someten a contrastacin, y que pueden convertirse en leyes y teoras,
con las que se obtienen explicaciones y predicciones.
Como saber comunicable que es, se trata de un conocimiento pblico que ha de poder
precisar la manera como se ha obtenido, de modo que cualquiera pueda acceder al
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mismo por iguales o parecidos medios, y en ningn momento se recurra a supuestos o
recursos secretos y ocultos. Se orienta, por lo mismo, a obtener un consenso universal
sobre la verdad de sus enunciados, pero no excluye ni la crtica fundamentada o la
revisin de los errores que contiene, ni la afirmacin de que el conocimiento cientfico
es provisional.
En el momento actual, hay tres maneras fundamentales de ver el conocimiento
cientfico como un todo:
- el enfoque subjetivo, el tradicional, que sostiene que la ciencia es un conjunto de
enunciados, cuya verdad los cientficos, como individuos aislados, defienden y
justifican;
- el enfoque consensual, segn el cual el saber cientfico est formado por el conjunto de
teoras que la comunidad cientfica acepta como cientficas;
- y el enfoque objetivista, que considera que los enunciados, leyes y teoras cientficos
son, ciertamente, un producto de la actividad humana, pero que, una vez formulados,
poseen su propia vida autnoma como si constituyeran un mundo propio (un tercer
mundo).
Veamos cmo lo explica Chalmers:
Segn el enfoque subjetivo, el conocimiento cientfico es un conjunto de clases
especiales de creencias que mantienen los cientficos. Una creencia sera cientfica, y
por tanto sera considerada parte del conocimiento cientfico, si el individuo puede
convencerse de que est justificada. El tipo de justificacin exigido o permitido
depender de los detalles de la teora epistemolgica que se adopte. Por ejemplo, un
inductivista extremo exigir que todo el conocimiento se derive, en ltima instancia, de
los resultados de las experiencias sensoriales directas, mientras que un filsofo influido
por Descartes o Kant podra considerar posible que un individuo justifique algn
conocimiento mediante la introspeccin y un razonamiento cuidadoso. Sea cuales
fueren los detalles de la postura epistemolgica que adopte, la principal caracterstica
del enfoque subjetivo sigue siendo el hecho de que el conocimiento cientfico se
construye a base de conjuntos de creencias que el individuo puede justificar del alguna
manera. [...] Desde el punto de vista subjetivista, el estudio detallado de la ciencia y de
su desarrollo supondr los siguientes tipos de preguntas. Cul es la naturaleza de las
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experiencias perceptuales? Qu tipo de cambio psicolgico tiene lugar en un
individuo cuando abandona una teora y adopta otra? Qu tipos de razones o causas
son efectivas o deberan ser efectivas a la hora de producirse un cambio? Qu
convenci a Galileo de que Coprnico tena razn? Por qu fue cada vez ms fcil que
la gente creyera que la tierra se mova a medida que avanzaba el siglo XVII?
Segn el segundo punto de vista, el enfoque consensual de la ciencia, las creencias de
los cientficos estn subordinadas a las de un tipo especial de comunidad, la comunidad
cientfica. El conocimiento cientfico comprende aquellas teoras aceptadas por la
comunidad. [...] El enfoque consensual se presta fcilmente a una interpretacin
relativista. Las cuestiones que interesan al enfoque consensual de la ciencia sern algo
distintas de las que interesan a los subjetivistas y tendern a considerar importantes
para el estudio de las teoras cientficas [...] cuestiones como las siguientes: Cules
han sido las normas que las comunidades cientficas pasadas han exigido de las teoras
cientficas? Qu razones o causas son efectivas o deberan ser efectivas a la hora de
producirse un cambio en las teoras o normas de una comunidad? En qu tipos de
circunstancias se puede alcanzar el consenso? Cules son las importantes diferencias
que hay entre las comunidades que han alcanzado un consenso con relacin a sus
respectivos campos y las que no lo han logrado? Cules fueron las principales causas
del cambio de consenso concerniente a la naturaleza del universo que constituy la
revolucin copernicana?
Desde el tercer punto de vista, el objetivista, constituye un error considerar que el
conocimiento cientfico es un conjunto de creencias, ya sean individuales o colectivas.
Las teoras cientficas tienen una existencia autnoma independiente de la opinin
consensual o individual, a pesar de que la participacin de los cientficos como
individuos y de las comunidades de los cientficos sea necesaria para generar y
desarrollar esas teoras. La ciencia es un proceso sin sujeto. Las teoras cientficas
mantienen ciertas relaciones entre s y con los datos disponibles, tienen ciertas
consecuencias, las teoras son coherentes o incoherentes, consecuentes o
inconsistentes, etc., y poseen propiedades independientemente de que los cientficos o
las comunidades de cientficos sean conscientes de ellas o no. [...] El enfoque
objetivista lleva a preguntas del siguiente tipo: Cmo se relaciona esta teora con los
datos disponibles? Es coherente esta teora y proporciona predicciones nuevas?
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Cul es la relacin entre la teora de Newton y la de Einstein? Hay algn sentido en
el que se pueda decir que la ciencia progresa? (Chalmers, Alan: Qu es esa cosa
llamada ciencia? Una valoracin de la naturaleza y el estatuto de la ciencia y sus
mtodos, Madrid, Siglo Veintiuno, 1982, p. 145-148).
GLOSARIO de CONCEPTOS y ESCUELAS TERICAS, material de la ctedra
sobre la base de Corts Morat, Jordi y Martnez Riu, Antoni: Diccionario de
filosofa en CD-ROM, Barcelona, Editorial Herder, 1996.
saber
(del latn scire, de donde procede scientia, ciencia)
Sinnimo de conocimiento, cuando se entiende ste como saber que. Cuando decimos
que alguien (S) sabe que p pretendemos normalmente decir que S cree que p, es
verdad que p y S tiene razones para creer que p. Cuando se cumplen todas estas
condiciones, entendemos que S sabe que p. Sin embargo, el saber humano, la misma
ciencia incluida, puede entenderse mejor como una creencia racional.
creer / saber
Oposicin relevante en teora del conocimiento que permite reconocer las propiedades
caractersticas de saber y de creencia e interpretar el primero en funcin de la segunda.
Podemos creer sin saber, pero no podemos saber sin creer, de modo que, cuando
sabemos, tambin creemos. La creencia es un elemento subjetivo del conocer, y
podemos creer sin razones o sin estar justificados a ello, mientras que saber implica
creer y tener razones para hacerlo.
Intuitivamente, tenemos muy clara la diferencia entre creer y saber. Saber es algo
ms que simplemente creer, incluso que creer despus de haber valorado la
situacin. Creer algo que es verdadero, despus de haberlo valorado, nos aproxima al
saber, pero no nos lo pone an al alcance de la mano. Para llegar a saber, partiendo
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del creer, necesitamos alguna justificacin racional de nuestro creer, pero no una
justificacin cualquiera. Si las razones por las que creemos no estn bien conectadas
con la verdad de lo que se cree, no podemos decir que sabemos. El filsofo y lgico
ingls Bertrand Russell, uno de los ms grandes pensadores modernos y gran experto
en problemas de la racionalidad, imaginaba el siguiente caso: Piero le pregunta a
Pino: Qu hora es?. Pino mira por la ventana y ve que el reloj del campanario
seala las ocho. Le dice, pues, a Piero: Son las ocho. Supongamos que en aquel
momento sean realmente las ocho, pero que el reloj del campanario, sin saberlo Piero
ni Pino, est roto y est sealando ininterrumpidamente las ocho desde hace un mes.
Podemos decir que Pino y Piero saben que son las ocho? Desde luego que no! Y sin
embargo creen algo que es verdad (porque, por casualidad, son precisamente las ocho)
y tienen buenos y fundados motivos para creerlo (los relojes de los campanarios
acostumbran a sealar la hora exacta). Qu les falta para que podamos decir que
poseen un conocimiento verdadero? Por qu no nos atrevemos a decir que saben
que son las ocho? Lo que falta, dicho a la llana, es la conexin precisa entre lo que
creen y lo que es verdad. Lo que creen (que son las ocho) y lo que es verdad (son las
ocho) coincide, pero slo por un capricho del azar. Y creo que todos estamos de
acuerdo en que el capricho no es una cola para pegar lo que creemos y lo que
efectivamente es verdad. Una coincidencia afortunada no es suficiente para
transformar en verdadero saber una creencia acertada (Massimo Piattelli: Las ganas
de estudiar, Barcelona, Crtica, 1992, p. 283).
Racional
(del latn ratio, clculo y, en sentido derivado, razn, explicacin, justificacin,
argumentacin, teora)
Que posee razn o, mejor, que ajusta sus creencias, sus decisiones y su conducta a lo
que se considera que est de acuerdo con las normas tericas y prcticas de la razn. Se
habla, as, de racionalidad terica y prctica. Sinnimos de racional son, por ejemplo,
lgico, coherente, fundamentado en razones; razonable es trmino que se
aplica mejor a la manera como alguien es racional: la racionalidad es la estrategia; la
razonabilidad, la tctica.
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Racionalidad
(del latn ratio, clculo y, en sentido derivado, razn, explicacin, justificacin,
argumentacin, teora)
Capacidad humana que se manifiesta en las creencias, las decisiones y las conductas que
se consideran acordes con la razn, o simplemente racionales. Algo es conforme a la
razn si se adecua a la funcin primaria del entendimiento humano, que es el
conocimiento o el saber, o a la obtencin de los diversos fines que el hombre se propone
en sus actuaciones y, sobre todo, de su fin ltimo. En el primer caso se habla de
racionalidad en las creencias o de racionalidad terica y, en el segundo, de racionalidad
prctica. En el aspecto terico, la racionalidad se entiende, no tanto como la capacidad
de pensar o de ser racional, sino ms bien como el mtodo con que se consigue obtener
un mximo de creencias racionales verdaderas reduciendo al mnimo el nmero de
creencias errneas. La racionalidad coincide, en este caso, con la llamada creencia
racional que consiste sustancialmente en tener y mantener opiniones o creencias
justificadas, esto es, apoyadas en razones. Una creencia est tericamente justificada si
a) se fundamenta en una deduccin o es una verdad analtica,
b) se apoya en pruebas concluyentes: la propia experiencia, el conocimiento cientfico,
la autoridad fiable, o el testimonio de los dems,
c) si, adems de ser un enunciado de a) o de b), es consistente con otras creencias
racionales.
La racionalidad terica exige sostener como verdadera aquella opinin que creemos que
es fundadamente verdadera, rechazar la que creemos falsa o no fundada en razones y
abstenernos de opinar en aquello que no sabemos si es verdadero o falso, no habiendo
razones para sostener ms lo uno que lo otro.
La insistencia en que la racionalidad es un mtodo, ms que una facultad, pone de
relieve no slo que la sustancia de la racionalidad consiste en la decisin o el saber
tomar decisiones, sino tambin que las creencias, las decisiones y las conductas
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humanas pueden ser y pueden no ser racionales. En este sentido, el hombre no es,
pues, propiamente el animal racional, sino el animal que es racional o irracional.
Adems de la racionalidad terica en general (individual), existe la racionalidad
cientfica en particular (colectiva). La ciencia no es la nica creencia racional, pero es la
ms racional de las creencias y modelo de toda creencia. Aunque entre los
epistemlogos se discute acerca del fundamento en que se apoya la racionalidad de la
ciencia, esto es, de la justificacin del conocimiento, a las razones en que se apoya el
conocimiento cientfico se las denomina contexto de justificacin de las hiptesis. Las
tres clases de justificaciones fundamentales de las hiptesis cientficas son el
inductivismo, el deductivismo y el abductivismo.
La racionalidad prctica, entendida tambin como mtodo o estrategia, es el
razonamiento prctico con que se sabe determinar los fines adecuados y los medios
adecuados. No es, por consiguiente, una mera discusin acerca de qu medios son los
ms tiles para obtener los fines propuestos, sino tambin la consideracin reflexiva
acerca de qu tipos de fines se propone el sujeto humano, cmo se subordinan o
restringen los fines entre s y respecto del fin ltimo o superior, que es innegablemente
la felicidad del individuo, o si acaso son mutuamente inconsistentes. De la racionalidad
prctica, en general, trata la tica.
Caracterstica intrnseca de la racionalidad es la revisin crtica y constante de las
propias creencias racionales y de las conductas o actitudes basadas en ellas. Segn una
larga tradicin que ya empieza en Aristteles, la racionalidad prctica supone, y
depende de, la terica.
En general, se entiende que alguien es racional si basa sus creencias, sus decisiones y su
conducta en buenas razones. Y a esta teora de la racionalidad se la llama teora de la
eleccin racional. Se la acusa, no obstante, de ser una racionalidad instrumental, esto
es, limitada a escoger los medios adecuados para los fines queridos. Frente a ella, se
propone una racionalidad completa, integral.
Verdad
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(del latn veritas, que traduce el griego altheia, compuesto de negacin y la raz del
verbo lanthano, estar oculto; por tanto lo que est patente)
Es la conformidad entre lo que se dice, piensa o cree y la realidad, lo que es o lo que
sucede. As se ha entendido tradicionalmente la verdad interpretada como
correspondencia, o coincidencia, entre la mente y la realidad o los enunciados y los
hechos. En sentido estricto es la correspondencia de una proposicin o enunciado con
los hechos. Por ello decimos que un enunciado es verdadero si describe los hechos
como son y que es falso si no los describe como son. En consecuencia, la verdad es,
ante todo, una propiedad del discurso declarativo; lo verdadero o lo falso pertenece a los
enunciados o proposiciones y no a los hechos. Es, pues, un concepto puramente
epistemolgico. As lo ha entendido fundamentalmente la tradicin, desde Aristteles,
para quien la verdad consiste en afirmar lo que es y en negar lo que no es, y la
Escolstica medieval, que la define como la adecuacin entre el entendimiento y las
cosas (Toms de Aquino), hasta los lgicos modernos, entre ellos Tarski, que ha
aceptado este concepto de verdad como correspondencia y lo ha liberado de todas las
connotaciones metafsicas, construyendo la denominada teora semntica de la verdad.
Sin embargo, no todos los enunciados verdaderos lo son por su correspondencia con los
hechos. Maana llover o no llover nada tiene que ver con la realidad y, sin
embargo, es un enunciado verdadero: es una verdad lgica. Esto ltimo hace plausible
la denominada teora de la coherencia de la verdad. La teora de la adecuacin o
correspondencia debe complementarse con la de la coherencia, y an con la teora
pragmtica de la verdad.
No siempre se ha dado al concepto de verdad esta consideracin simplemente
epistemolgica Las distintas acepciones de verdad a lo largo de la tradicin filosfica
occidental se deben a influencias de la tradicin bblica y de la primera filosofa griega.
En los comienzos de esta ltima, aparece ya en el poema de Parmnides, la nocin de
verdad (altheia) opuesta a la de simple opinin (doxa), como ligada a la del ser (on) y a
la del decir (logos), de modo que el pensar y el ser han de ser lo mismo. La idea de
verdad como relacin simtrica de coincidencia se presenta por vez primera
explcitamente en Platn, aunque este autor no desarrolla ninguna teora especfica al
respecto. Segn Platn, el discurso (logos) que manifiesta la realidad es verdadero.
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Aristteles interpreta esta relacin como el juicio que une o separa lo que en la realidad
est unido o separado, es decir, el juicio que expresa la realidad tal como es; son los
comienzos de la llamada teora de la coincidencia o correspondencia. En el Nuevo
Testamento la verdad se refiere ante todo a la fiabilidad o fidelidad de Dios, a la
palabra de Dios, al Evangelio y, sobre todo, a Jesucristo en quien se sustantiva: Dios o
Jesucristo son la Verdad. El neoplatonismo unir los dos caminos: el griego y el
bblico, de modo que, para Agustn de Hipona, la verdad es tanto el nous (la
inteligencia) neoplatnico como el logos (la Palabra) del Nuevo Testamento. Con ello la
verdad adquiere un rango ontolgico: es algo que la mente descubre; existen la Verdad
(Dios), las verdades eternas (las ideas de la mente divina) y la verdad que el alma
conoce, adentrndose en s misma, por cierta iluminacin interior. La Edad Media hace
de la verdad uno de los trascendentales del ser, una de las propiedades que todo ente
tiene: lo que es, por el mero hecho de ser, es verdadero, esto es, inteligible, siendo Dios
la razn ltima de la verdad o inteligibilidad de todo ente. Con Guillermo de Occam y el
nominalismo de la crisis de la Escolstica, los trascendentales medievales se convierten
en meros nombres o conceptos, con lo que empieza a hablarse simplemente de la verdad
epistemolgica y de la verdad lgica.
Con la filosofa moderna, la verdad pierde su status ontolgico y pasa a ser
definitivamente una cuestin epistemolgica: en Descartes, la verdad se convierte en el
problema de la certeza, o de la evidencia, si bien Dios contina siendo todava el
garante de este criterio de certeza, de la misma forma que Leibniz habla an del
entendimiento divino como fuente de las verdades eternas. En cambio, para otros
empiristas y racionalistas, como Hobbes, Spinoza y Locke, la verdad es slo propiedad
del enunciado. En Kant, la verdad es trascendental en un nuevo sentido, esto es, se
refiere a las condiciones a priori, existentes en el sujeto humano, que hacen posible la
concordancia del entendimiento con su objeto. Debido a la revolucin copernicana de
los planteamientos kantianos, la verdad es la conformidad de la experiencia con los
conceptos puros del entendimiento o categoras. El concepto kantiano de verdad es
interpretado dialcticamente en el idealismo alemn como relacin de identidad del
sujeto, el entendimiento, con el objeto, la idea. Hegel hace del todo, de la idea, sujeto
y objeto a la vez, el portador histrico de la verdad. La izquierda hegeliana, por obra
de Feuerbach y Marx, sobre todo, invierte el idealismo hegeliano, de modo que la
verdad es la existencia, o el hombre, y as deja de ser una cuestin de la teora para
serlo de la praxis. El carcter histrico de la verdad es puesto de relieve principalmente
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por el existencialismo de Heidegger, quien tambin da a la verdad una condicin
ontolgica, al considerarla propiedad del ser y no de la mente, y por la denominada
filosofa hermenutica; que la verdad tenga una interpretacin histrica lleva a la
cuestin no slo del carcter relativo de lo verdadero, y por tanto a la definicin de qu
es verdad, qu significa que un enunciado sea verdadero, sino tambin a la cuestin del
criterio de verdad: cmo sabemos que un enunciado es verdadero. El neopositivismo
sustituye la cuestin de la verdad por la del sentido y la verificacin de un enunciado; la
verdad o el sentido de un enunciado consisten en su verificabilidad. Karl R. Popper, que
hablando de las teoras cientficas prefiere referirse al concepto de verosimilitud, o
proximidad a la verdad, ms que al de verdad, acepta la nocin tradicional de verdad
como correspondencia, sobre todo en la versin que de ella da la teora semntica de la
verdad, de Tarski.
La teora de la verdad desarrollada por Tarski (1935) precisa la definicin de verdad en
un sentido tradicional, el de verdad como correspondencia, y las condiciones formales
que ha de cumplir un lenguaje para contener tal definicin. Define, pues, verdad
respecto de un lenguaje. Segn esta teora, que mantiene los principios de la tradicin
clsica occidental, iniciada por Aristteles, verdadero es una propiedad
(metalingstica) de toda proposicin que describa (en un lenguaje objeto) un hecho tal
como ste es en el mundo real. Se llama semntica porque verdad o verdadero
son trminos semnticos, cuyo significado slo puede explicarse mediante un
metalenguaje; un metalenguaje puede relacionar expresiones lingsticas con hechos,
mientras que un lenguaje objeto slo puede hablar de sus propias expresiones
lingsticas o de los hechos, pero no relacionar unas con otros, so pena de caer en
antinomias y paradojas. Establece (por la llamada convencin T o equivalencia T
[Truth =verdad]) que una teora de la verdad para un lenguaje L ha de poder formular el
siguiente teorema: X es una proposicin verdadera en L si y slo si p; donde p sea
reemplazada por cualquier oracin del lenguaje a que se refiere la palabra "verdadero" y
X sea reemplazada por un "nombre" de esta oracin. As, en el clsico ejemplo de
Tarski "La nieve es blanca" es verdadero en castellano si y slo si la nieve es blanca,
se enuncian todas las condiciones que nos permiten decir que el enunciado La nieve es
blanca es verdadero:
1) Hay lenguaje objeto ("La nieve es blanca"); del cual se dice
2) en metalenguaje si es o no verdadero y en qu condiciones: es verdadero en
castellano si y slo si la nieve es blanca.
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Si llamamos "X" a "La nieve es blanca" (lenguaje objeto, que tambin podra ser, por
ejemplo, en alemn, "Der Schnee ist weiss") y "p" a su traduccin al metalenguaje (la
nieve es blanca) y aadiendo la conectiva si y slo si, tambin del metalenguaje,
podemos escribir de forma generalizada: X es verdadero si y slo p; o bien, X
corresponde a los hechos si y slo si p; expresiones que describen formalmente las
condiciones necesarias y suficientes para que P sea verdadero.
El comentario de Karl R. Popper a esta teora pone de relieve que verdad, para Tarski,
como para el mismo Popper, es una propiedad del enunciado, no de un hecho
psicolgico, como un juicio o una creencia y tiene, por lo mismo, un valor objetivo, no
subjetivo:
La clave para la rehabilitacin de la teora de la correspondencia viene dada por una
observacin muy simple y obvia que hizo el propio Tarski. A saber, si deseo hablar
acerca de la correspondencia entre un enunciado, E, y un hecho, H, tengo que recurrir
a un lenguaje en el que pueda hablar acerca de ambos: enunciados del tipo de E y
hechos del tipo de H. Aunque esto parece terriblemente trivial, resulta ser decisivo.
Significa que el lenguaje en el que hablamos para explicar la correspondencia ha de
tener los medios necesarios para referirse a enunciados y describir hechos. Si
disponemos de un lenguaje dotado de ambos medios, de modo que pueda referirse a
enunciados y describir hechos, entonces en dicho lenguaje -el metalenguaje- podremos
hablar sobre la correspondencia entre enunciados y hechos sin ninguna dificultad,
como vamos a ver.
Un metalenguaje es un lenguaje en el que podemos hablar acerca de otro lenguaje. Por
ejemplo, una gramtica alemana escrita en castellano utiliza este idioma como
metalenguaje para hablar sobre el alemn. El lenguaje sobre el que hablamos
valindonos del metalenguaje (en este caso el castellano) se suele denominar el
lenguaje objeto (en este caso el alemn). Lo tpico del metalenguaje es que contiene
nombres (metalingsticos) de las palabras y enunciados del lenguaje objeto, as como
predicados (metalingsticos), como nombre (del lenguaje objeto), verbo (del
lenguaje objeto) o enunciado (del lenguaje objeto). Para que un metalenguaje sea
suficiente para nuestros propsitos ha de contener tambin, como seala Tarski, los
mtodos usuales necesarios para hablar, por lo menos, acerca de los hechos de que
puede hablar el lenguaje objeto.
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Esto es lo que ocurre cuando utilizamos el castellano como metalenguaje para hablar
acerca del alemn (como lenguaje objeto sobre el que investigamos).
Por ejemplo, hemos de poder decir en el metalenguaje castellano cosas tales como:
Las palabras alemanas Das Gras ist grn constituyen un enunciado en alemn.
Por otro lado, hemos de poder describir en nuestro metalenguaje (castellano) el hecho
que describe el enunciado alemn Das Gras ist grn. Describimos ese hecho en
castellano diciendo, sencillamente, que la hierba es verde.
Ahora podemos formular en el metalenguaje un enunciado sobre la correspondencia
con los hechos de un enunciado del lenguaje objeto del modo siguiente. Podemos hacer
la afirmacin: El enunciado alemn Das Gras ist grn corresponde a los hechos si, y
slo si, la hierba es verde. (o: ...slo si de hecho la hierba es verde).
Aunque sea algo trivial, es importante constatar lo siguiente: en nuestra afirmacin, las
palabras Das Gras ist grn, entrecomilladas, funcionan como un nombre
metalingstico (es decir, castellano) del enunciado alemn; por otro lado, las palabras
castellanas la hierba es verde aparecen en nuestra anterior afirmacin sin ningn
tipo de comillas: no funcionan como nombres de un enunciado, sino simplemente como
descripcin de un hecho (o de un hecho supuesto).
Esto posibilita que nuestra afirmacin exprese una relacin entre un enunciado
(alemn) y un hecho. (El hecho no es ni alemn ni castellano, aunque evidentemente se
describe o se habla sobre l en nuestro metalenguaje que es el castellano: el hecho no
es lingstico, sino del mundo real, si bien es obvio que precisamos un lenguaje si
queremos hablar sobre l). Lo que dice nuestra afirmacin metalingstica es que
determinado enunciado (alemn) corresponde a determinado hecho (un hecho no
lingstico, un hecho del mundo real) en condiciones enunciadas con precisin.
Naturalmente, podemos reemplazar el lenguaje objeto alemn por cualquier otro -
incluso por el castellano-. Por tanto, podemos hacer la afirmacin metalingstica:
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El enunciado castellano La hierba es verde corresponde a los hechos si, y slo si, la
hierba es verde.
Esto parece an ms trivial, pero difcilmente se puede negar, como tampoco se puede
negar que expresa en qu condiciones un enunciado corresponde a los hechos.
Hablando en general, sea E el nombre (metalingstico) de un enunciado del
lenguaje objeto y sea h la abreviatura de una expresin del metalenguaje que
describa el hecho (supuesto) H que describe E. Entonces podemos hacer la siguiente
afirmacin metalingstica: Un enunciado E del lenguaje objeto corresponde a los
hechos si, y slo si, h, (O... si de hecho h).
Ntese que mientras que aqu E es el nombre metalingstico de un enunciado, h
no es un nombre, sino una abreviatura de una expresin del metalenguaje que describe
un hecho determinado (el hecho que podemos denominar H).
Podemos decir ahora que lo que hizo Tarski fue descubrir que para hablar sobre la
correspondencia entre un enunciado E y un hecho H precisamos un lenguaje (un
metalenguaje) en el que podamos hablar sobre el enunciado E y enunciar el hecho H.
(Hablamos sobre el primero utilizando el nombre E y sobre el segundo, mediante la
expresin metalingstica h que enuncia o describe H.)
La importancia de este descubrimiento estriba en disipar toda duda acerca de la
significatividad de hablar sobre la correspondencia de un enunciado con un hecho o
hechos.
Una vez hecho esto, podemos sustituir, naturalmente, las palabras corresponde a los
hechos por las palabras es verdadero.
Aparte de esto, Tarski introdujo un mtodo para definir la verdad (en el sentido de la
teora de la correspondencia) en cualquier sistema formalizado consistente. Pero no
creo que sea ste el logro fundamental. Su mayor xito es haber rehabilitado la
posibilidad de hablar acerca de la correspondencia (y de la verdad). Dicho sea de
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paso, mostr bajo qu circunstancias puede desembocar en paradoja esa forma de
hablar y de qu modo podemos evitarlas; tambin mostr de qu manera podemos
evitar las paradojas y cmo las evitamos de hecho, cuando hablamos en el lenguaje
ordinario acerca de la verdad (Popper, Kart: Conocimiento objetivo, Madrid, Tecnos,
1974, p. 284-286).
En la actualidad, las principales explicaciones sobre el sentido de la verdad se deben a la
teora de la correspondencia o teora semntica de la verdad, ya explicada, como as
tambin a la teora de la coherencia y la teora pragmtica de la verdad.
La teora de la coherencia alude a la teora de la verdad, principalmente mantenida en
las ciencias formales y en los sistemas axiomticos, segn la cual una proposicin o
enunciado es verdadero cuando es compatible con un conjunto coherente de
proposiciones o enunciados, o deducible de los axiomas. As, por ejemplo, la verdad del
teorema de Pitgoras reside en primer trmino, no en su aplicabilidad a la realidad, sino
en el hecho de ser una consecuencia deductiva de los axiomas y postulados de Euclides;
referido a otro conjunto de axiomas podra ser falso o vaco de significado. Se trata de
un caso concreto de aplicacin de las propiedades de consistencia (el conjunto de
axiomas no lleva lgicamente a una contradiccin) y completud (toda proposicin o
teorema del sistema es deducible de sus axiomas), que exhiben paradigmticamente los
sistemas axiomticos. Cuando este criterio de verdad se aplica a otros mbitos, no
meramente formales, el conjunto de enunciados aludido es el conjunto de los
enunciados que se consideran verdaderos.
Por su parte, la teora pragmtica sobre la verdad, se engloba dentro de otra teora
epistemolgica ms general, el pragmatismo, iniciado por Charles Sanders Peirce
(1839-1914), segn el cual el significado de un concepto o de un enunciado se ve en la
prctica. De acuerdo con estos principios, y ms bien debido a una formulacin de
William James (1842-1910), se la define como propiedad de toda proposicin o
enunciado -James habla ms bien de creencias- que en la prctica funciona, resulta o
tiene consecuencias tiles. Esta utilidad no debe entenderse en un sentido meramente
tecnolgico o prctico de alcance inmediato, sino en un sentido mucho ms amplio.
Para Peirce un enunciado es verdadero si y slo si es aceptado por todo aquel que tiene
suficiente informacin sobre lo que afirma. Para James, una creencia es verdadera si se
muestra til para quien la cree:
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Para ser verdadera, una experiencia perceptual o conceptual debe conformarse con la
realidad [...]. Por conformidad el humanismo [pragmatismo] entiende tomar en
cuenta de tal modo que se obtenga algn resultado satisfactorio intelectual y
prcticamente. Tomar en cuenta y ser satisfactorio son trminos que no admiten
definicin, dado que son tantos los modos en que estos requerimientos pueden
desarrollarse prcticamente (James, William: El significado de la verdad, Madrid,
Aguilar, 1980, 5 ed., p. 116).
Ideas verdaderas son las que podemos asimilar, hacer vlidas, corroborar y verificar;
ideas falsas son las que no. sta es la diferencia prctica que supone para nosotros
tener ideas verdaderas; ste es, por lo mismo, el significado de la verdad, pues ello es
todo lo que es conocido de la verdad () La verdad para nosotros es simplemente un
nombre colectivo para los procesos de verificacin, igual que la salud, la riqueza, la
fuerza, etctera, son nombres para otros procesos conectados con la vida, y tambin
proseguidos porque su prosecucin retribuye. La verdad se hace lo mismo que se hacen
la salud, la riqueza y la fuerza en el curso de la experiencia (James, William:
Pragmatismo, Buenos Aires, Aguilar, 1973, 5 ed., p. 157 y 169).
En todas estas teoras se mantiene la idea bsica de que la verdad consiste en una
relacin, difiriendo slo en la determinacin de los trminos de dicha relacin: relacin
de una proposicin con los hechos; relacin de una proposicin con un conjunto
establecido de proposiciones y relacin de una proposicin con la prctica, la accin o
la utilidad.
Subjetivo / objetivo
(del latn medieval esse subiectivum y esse obiectivum, el ser que es sujeto y el ser
que es objeto)
Aunque en su origen el ser subjetivo haca referencia a lo que era sujeto y el ser objetivo
a lo que slo era objeto, la posterior elaboracin de este par de opuestos implica que lo
subjetivo es lo que es del sujeto, y se fundamenta en l, y lo objetivo lo que es del
objeto, y se fundamenta en l. Lo subjetivo tiene a menudo la connotacin peyorativa de
falto de fundamento y arbitrario. Psicolgicamente, subjetivo equivale a contenido de
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conciencia, en cuanto distinto, en una interpretacin realista, de lo que es exterior a ella
y existe como objeto o cosa. Epistemolgicamente, lo subjetivo, a diferencia de lo
objetivo, es lo que no se funda en razones objetivas ni tiene en cuenta la mediacin de la
intersubjetividad. As, una opinin es subjetiva si es mera creencia, pero es objetiva si
es creencia racional, esto es, si se apoya en razones fundadas e implica
intersubjetividad.
Subjetivismo
En general, actitud que supone que toda afirmacin slo es verdadera para el sujeto que
la pronuncia, en la misma lnea, por ejemplo, que la tesis relativista y subjetivista a la
vez de los sofistas, y en especial de Protgoras, que sostenan que el hombre es la
medida de todas las cosas (doctrina del homo mensura). Como teora
epistemolgica, supone que slo conocemos nuestros propios hechos mentales, sin
poder nunca ir ms all de las representaciones subjetivas. El solipsismo es el desarrollo
consecuente de este subjetivismo epistemolgico, que tambin puede denominarse
fenomenismo.
Subjetividad
(del latn subiectivus, que se refiere al sujeto)
En general, condicin de lo subjetivo, en el sentido etimolgico de lo que pertenece al
individuo o es inherente al sujeto humano. No obstante, en filosofa se utiliza
preferentemente como sinnimo de autoconciencia o conciencia de s mismo, por
la que el hombre se percibe como una unidad siempre idntica y diferenciable respecto
de los dems seres u objetos del mundo. Mediante esta conciencia de s el hombre es
sujeto en un mundo de objetos; el objeto es o existe sin ms, mientras que el sujeto
establece de un modo consciente relaciones y finalidades. La filosofa moderna aparece
con el establecimiento, por parte de Descartes, de toda la certeza del pensar sobre la
propia subjetividad. Pero aunque, para el racionalismo, esta idea de subjetividad,
entendida como identidad de conciencia consigo mismo, es el fundamento absoluto de
todo saber, para sistemas filosficos posteriores, este concepto parece ms bien vaco,
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de modo que, de cara a la verdad y al saber, aun los datos inmediatos de la conciencia
deben interpretarse en una relacin de intersubjetividad con los dems.
Objetividad
Carcter de lo que es objetivo. Esta nocin puede entenderse de diversas maneras:
1) De manera ms general, es la referencia al objeto, en oposicin a lo que es
meramente subjetivo. En la distincin objetividad-subjetividad se entiende que, con la
objetividad, se juzga de las cosas segn propiedades que realmente les pertenecen y, con
la subjetividad, se juzga de las cosas desde el modo como stas nos afectan. En
contextos generales de teora del conocimiento, la objetividad se refiere sobre todo al
hecho de disponer de razones comprobables y discutibles por todos, en las que se apoya
una creencia que se considera verdadera; en filosofa de la ciencia, la objetividad es,
junto con la racionalidad y el carcter metdico, una de las principales caractersticas de
la ciencia o del conocimiento cientfico. Expresa el ideal de la investigacin cientfica,
en tanto reconocimiento pblico de los hechos como cientficos llevado a cabo por la
comu