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Directores de medios de comunicación destacan la ética como columna vertebral del periodismo en el foro 'Conversaciones' Viernes, 22 de enero del 2016

Un total de 14 directores de medios de comunicación y periodistas han participado en el foro

organizado en el marco de la IV edición de 'Conversaciones', organizada por la Facultad de

Comunicación de la Universidad de Navarra, que se celebrará el próximo 26 de enero en

Madrid. El periodista norteamericano Paul Steiger, fundador de ProPublica, será el encargado

de dar la lección magistral.

MADRID, 22 (EUROPA PRESS)

Un total de 14 directores de medios de comunicación y periodistas han participado en el foro

organizado en el marco de la IV edición de 'Conversaciones', organizada por la Facultad de

Comunicación de la Universidad de Navarra, que se celebrará el próximo 26 de enero en

Madrid. El periodista norteamericano Paul Steiger, fundador de ProPublica, será el encargado

de dar la lección magistral.

Además, esta edición cuenta con el análisis de cuatro directores de periódicos (Antonio Caño,

de El País, Bieito Rubido, de ABC, David Jiménez, de El Mundo, y Manuel Rico, de InfoLibre), el

director de Radio Nacional de España, Alfonso Nasarre, los directores de Informativos de

Mediaset, Juan Pedro Valentín, Antena 3, Gloria Lomana, y Telemadrid, Agustín de Grado, la

periodista Ana Rosa Quintana, responsables de agencias informativas como Pablo A. Iglesias,

de Servimedia, y Rodrigo Ponce de León, de Colpisa, la periodista Pilar Velasco, de la Cadena

SER, y Jordi Pérez Colomé, de El Español.

Con sus opiniones, los ponentes revisan el presente y el futuro del periodismo con una visión

realista y optimista, destacando la calidad profesional del gremio y subrayando algunas

lagunas éticas que, entienden, son propias de periodistas y medios no alineados con la buena

praxis, que acaban comprometiendo la credibilidad del periodismo de calidad, según informan

los organizadores.

En este sentido, los profesionales destacan que la ética es la columna vertebral de su trabajo,

que su oficio consiste exclusivamente en contar hechos contrastados, que urge más

transparencia por parte de los propios medios, y que la falta de estabilidad económica en los

grandes grupos de comunicación en España no pueden comprometer nunca la responsabilidad

social de los informadores, que se deben exclusivamente a la sociedad.

La IV edición de 'Conversaciones' tendrá lugar el próximo martes 26 de enero a las 19,00 horas

en la Fundación Rafael del Pino. Con este foro y con el movimiento #CelebratingJournalism, la

Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra quiere fomentar el debate periodístico

entre los profesionales, nacionales e internacionales, del sector.

Todas las ediciones de 'Conversaciones' han contado con ponentes de reconocido prestigio

como el director del Oxford Institute for the Study of Journalism, David Levy, la exdirectora de

The New York Times, Jill Abramsom, y el fotógrafo de guerra James Nachtwey, a los que se han

unido más de setenta periodistas españoles.

El fundador de ProPublica analizará el periodismo como servicio público en la IV edición de 'Conversaciones Con' 19/01/16

El fundador de ProPublica analizará en Madrid el periodismo como servicio público MADRID, 19 Ene. 2016 (EUROPA PRESS) - El fundador de ProPublica y exdirector de información del Wall Street Journal, Paul Steiger, hablará el próximo martes 26 de enero en Madrid sobre el periodismo de investigación como servicio público en el marco de la cuarta edición de 'Conversaciones Con', un espacio que tiene como objetivo reflexionar y celebrar la misión del periodismo en la sociedad. El evento, organizado por la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, se c ... El evento, organizado por la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, se celebrará el próximo martes 26 de enero a las 19.00 horas en la Fundación Rafael del Pino. Las personas interesadas en asistir pueden inscribirse en la web 'www.conversacionescon.es'.

A la reflexión del fundador de ProPublica se sumarán las de una veintena de periodistas españoles como Antonio Caño, David Jiménez, Bieito Rubido, Ana Rosa Quintana, Rodrigo Ponce de León, Agustín de Grado, Manuel Rico, Pablo A. Iglesias, Miguel Ángel Jimeno, Pilar Velasco, Jordi Pérez Colomé y Alfonso Nasarre. Según la decana de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, Mónica Herrero, "la presencia de Steiger supone acercarse al periodismo de investigación como ejemplo eficaz de ayuda y soporte de la democracia". Paul Steiger (Nueva York, 1942) comenzó su carrera periodística con 23 años en la redacción del Wall Street Journal, en San Francisco. Posteriormente, trabajó durante 15 años en Los Ángeles Times, y en 1983 regresó al WSJ, donde fue director de la redacción de noticias en una etapa en la que el periódico ganó 16 Premios Pulitzer.

En 2008 funda ProPublica, una agencia de noticias sin ánimo de lucro especializada en reportajes de investigación, gracias a los 10 millones de dólares que aportaron los filántropos Herbert y Marion Sandler. ProPublica no tiene ánimo de lucro y casi todos sus reportajes están disponibles bajo licencias Creative Commons. Para darles mayor difusión, suelen publicarlos en los grandes diarios o en alguno de los más de 100 medios con los que tienen acuerdos. Un año después de su fundación (2009), ProPublica ya había publicado 139 reportajes, en su mayoría en colaboración con grandes medios, y en 2010 los becarios tenían un sueldo mensual de 2.800 dólares. A día de hoy cuenta con 45 periodistas en su

redacción. "Si quieres calidad, hay que pagar por ella", defiende Steiger. En 2010, ProPublica se convirtió en el primer medio digital en lograr un Pulitzer por un reportaje sobre las prácticas de eutanasia en Nueva Orleans, realizadas en los hospitales tras el Huracán Katrina. En 2011, obtuvo un segundo Pulitzer por una serie de reportajes sobre banqueros de Wall Street que se habían enriquecido a costa de sus clientes y sus compañías. Con el movimiento 'Conversaciones con' (#CelebratingJournalism), la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra quiere fomentar el debate periodístico entre los profesionales nacionales e internacionales del sector. En las anteriores ediciones de 'Conversaciones Con' han participado ponentes como el director del Oxford Institute for the Study of Journalism, David Levy, la exdirectora de The New York Times, Jill Abramsom, y el fotógrafo de guerra James Nachtwey, a los que se han unido más de setenta periodistas españoles.

El fundador de ProPublica analizará el periodismo como servicio público en la IV edición de 'Conversaciones Con' 19/01/16

MADRID, 19 Ene. 2016 (EUROPA PRESS) - El fundador de ProPublica y exdirector de información del Wall Street Journal, Paul Steiger, hablará el próximo martes 26 de enero en Madrid sobre el periodismo de investigación como servicio público en el marco de la cuarta edición de 'Conversaciones Con', un espacio que tiene como objetivo reflexionar y celebrar la misión del periodismo en la sociedad. El evento, organizado por la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, se celebrará el próximo martes 26 de enero a las 19.00 horas en la Fundación Rafael del Pino. Las personas interesadas en asistir pueden inscribirse en la web 'www.conversacionescon.es'.

A la reflexión del fundador de ProPublica se sumarán las de una veintena de periodistas españoles como Antonio Caño, David Jiménez, Bieito Rubido, Ana Rosa Quintana, Rodrigo Ponce de León, Agustín de Grado, Manuel Rico, Pablo A. Iglesias, Miguel Ángel Jimeno, Pilar Velasco, Jordi Pérez Colomé y Alfonso Nasarre.

Según la decana de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, Mónica Herrero, "la presencia de Steiger supone acercarse al periodismo de investigación como ejemplo eficaz de ayuda y soporte de la democracia". Paul Steiger (Nueva York, 1942) comenzó su carrera periodística con 23 años en la redacción del Wall Street Journal, en San Francisco. Posteriormente, trabajó durante 15 años en Los Ángeles Times, y en 1983 regresó al WSJ, donde fue director de la redacción de noticias en una etapa en la que el periódico ganó 16 Premios Pulitzer.

En 2008 funda ProPublica, una agencia de noticias sin ánimo de lucro especializada en reportajes de investigación, gracias a los 10 millones de dólares que aportaron los filántropos Herbert y Marion Sandler. ProPublica no tiene ánimo de lucro y casi todos sus reportajes están disponibles bajo licencias Creative Commons. Para darles mayor difusión, suelen publicarlos en los grandes diarios o en alguno de los más de 100 medios con los que tienen acuerdos. Un año después de su fundación (2009), ProPublica ya había publicado 139 reportajes, en su mayoría en colaboración con grandes medios, y en 2010 los becarios tenían un sueldo mensual de 2.800 dólares. A día de hoy cuenta con 45 periodistas en su redacción. "Si quieres calidad, hay que pagar por ella", defiende Steiger. En 2010, ProPublica se convirtió en el primer medio digital en lograr un Pulitzer por un reportaje sobre las prácticas de eutanasia en Nueva Orleans, realizadas en los hospitales tras el Huracán Katrina. En 2011, obtuvo un segundo Pulitzer por una serie de reportajes sobre banqueros de Wall Street que se habían enriquecido a costa de sus clientes y sus compañías. Con el movimiento 'Conversaciones con' (#CelebratingJournalism), la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra quiere fomentar el debate periodístico entre los profesionales nacionales e internacionales del sector. En las anteriores ediciones de 'Conversaciones Con' han participado ponentes como el director del Oxford Institute for the Study of Journalism, David Levy, la exdirectora de The New York Times, Jill Abramsom, y el fotógrafo de guerra James Nachtwey, a los que se han unido más de setenta periodistas españoles.

El fundador de ProPublica analizará el periodismo como servicio público en la IV edición de 'Conversaciones Con' El fundador de ProPublica y exdirector de información del Wall Street Journal, Paul Steiger, hablará el próximo martes 26 de enero en Madrid sobre el periodismo de investigación como servicio público en el marco de la cuarta edición de 'Conversaciones Con', un espacio que tiene como objetivo reflexionar y celebrar la misión del periodismo en la sociedad.

19/01/16

MADRID, 19 Ene. 2016 (EUROPA PRESS) - El fundador de ProPublica y exdirector de información del Wall Street Journal, Paul Steiger, hablará el próximo martes 26 de enero en Madrid sobre el periodismo de investigación como servicio público en el marco de la cuarta edición de 'Conversaciones Con', un espacio que tiene como objetivo reflexionar y celebrar la misión del periodismo en la sociedad. El evento, organizado por la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, se celebrará el próximo martes 26 de enero a las 19.00 horas en la Fundación Rafael del Pino. Las personas interesadas en asistir pueden inscribirse en la web 'www.conversacionescon.es'.

A la reflexión del fundador de ProPublica se sumarán las de una veintena de periodistas españoles como Antonio Caño, David Jiménez, Bieito Rubido, Ana Rosa Quintana, Rodrigo Ponce de León, Agustín de Grado, Manuel Rico, Pablo A. Iglesias, Miguel Ángel Jimeno, Pilar Velasco, Jordi Pérez Colomé y Alfonso Nasarre. Según la decana de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, Mónica Herrero, "la presencia de Steiger supone acercarse al periodismo de investigación como ejemplo eficaz de ayuda y soporte de la democracia". Paul Steiger (Nueva York, 1942) comenzó su carrera periodística con 23 años en la redacción del Wall Street Journal, en San Francisco. Posteriormente, trabajó durante 15 años en Los Ángeles Times, y en 1983 regresó al WSJ, donde fue director de la redacción de noticias en una etapa en la que el periódico ganó 16 Premios Pulitzer.

En 2008 funda ProPublica, una agencia de noticias sin ánimo de lucro especializada en reportajes de investigación, gracias a los 10 millones de dólares que aportaron los filántropos Herbert y Marion Sandler. ProPublica no tiene ánimo de lucro y casi todos sus reportajes están disponibles bajo licencias Creative Commons. Para darles mayor

difusión, suelen publicarlos en los grandes diarios o en alguno de los más de 100 medios con los que tienen acuerdos. Un año después de su fundación (2009), ProPublica ya había publicado 139 reportajes, en su mayoría en colaboración con grandes medios, y en 2010 los becarios tenían un sueldo mensual de 2.800 dólares. A día de hoy cuenta con 45 periodistas en su redacción. "Si quieres calidad, hay que pagar por ella", defiende Steiger. En 2010, ProPublica se convirtió en el primer medio digital en lograr un Pulitzer por un reportaje sobre las prácticas de eutanasia en Nueva Orleans, realizadas en los hospitales tras el Huracán Katrina. En 2011, obtuvo un segundo Pulitzer por una serie de reportajes sobre banqueros de Wall Street que se habían enriquecido a costa de sus clientes y sus compañías. Con el movimiento 'Conversaciones con' (#CelebratingJournalism), la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra quiere fomentar el debate periodístico entre los profesionales nacionales e internacionales del sector. En las anteriores ediciones de 'Conversaciones Con' han participado ponentes como el director del Oxford Institute for the Study of Journalism, David Levy, la exdirectora de The New York Times, Jill Abramsom, y el fotógrafo de guerra James Nachtwey, a los que se han unido más de setenta periodistas españoles.

El fundador de ProPublica analizará el periodismo como servicio público en la IV edición de 'Conversaciones Con' 19/01/16

MADRID, 19 Ene. 2016 (EUROPA PRESS) - El fundador de ProPublica y exdirector de información del Wall Street Journal, Paul Steiger, hablará el próximo martes 26 de enero en Madrid sobre el periodismo de investigación como servicio público en el marco de la cuarta edición de 'Conversaciones Con', un espacio que tiene como objetivo reflexionar y celebrar la misión del periodismo en la sociedad. El evento, organizado por la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, se celebrará el próximo martes 26 de enero a las 19.00 horas en la Fundación Rafael del Pino. Las personas interesadas en asistir pueden inscribirse en la web 'www.conversacionescon.es'.

A la reflexión del fundador de ProPublica se sumarán las de una veintena de periodistas españoles como Antonio Caño, David Jiménez, Bieito Rubido, Ana Rosa Quintana, Rodrigo Ponce de León, Agustín de Grado, Manuel Rico, Pablo A. Iglesias, Miguel Ángel Jimeno, Pilar Velasco, Jordi Pérez Colomé y Alfonso Nasarre. Según la decana de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, Mónica Herrero, "la presencia de Steiger supone acercarse al periodismo de investigación como ejemplo eficaz de ayuda y soporte de la democracia". Paul Steiger (Nueva York, 1942) comenzó su carrera periodística con 23 años en la redacción del Wall Street Journal, en San Francisco. Posteriormente, trabajó durante 15 años en Los Ángeles Times, y en 1983 regresó al WSJ, donde fue director de la redacción de noticias en una etapa en la que el periódico ganó 16 Premios Pulitzer.

En 2008 funda ProPublica, una agencia de noticias sin ánimo de lucro especializada en reportajes de investigación, gracias a los 10 millones de dólares que aportaron los filántropos Herbert y Marion Sandler. ProPublica no tiene ánimo de lucro y casi todos sus reportajes están disponibles bajo licencias Creative Commons. Para darles mayor difusión, suelen publicarlos en los grandes diarios o en alguno de los más de 100 medios con los que tienen acuerdos. Un año después de su fundación (2009), ProPublica ya había publicado 139 reportajes, en su mayoría en colaboración con grandes medios, y en 2010 los becarios tenían un sueldo mensual de 2.800 dólares. A día de hoy cuenta con 45 periodistas en su redacción. "Si quieres calidad, hay que pagar por ella", defiende Steiger.

En 2010, ProPublica se convirtió en el primer medio digital en lograr un Pulitzer por un reportaje sobre las prácticas de eutanasia en Nueva Orleans, realizadas en los hospitales tras el Huracán Katrina. En 2011, obtuvo un segundo Pulitzer por una serie de reportajes sobre banqueros de Wall Street que se habían enriquecido a costa de sus clientes y sus compañías. Con el movimiento 'Conversaciones con' (#CelebratingJournalism), la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra quiere fomentar el debate periodístico entre los profesionales nacionales e internacionales del sector. En las anteriores ediciones de 'Conversaciones Con' han participado ponentes como el director del Oxford Institute for the Study of Journalism, David Levy, la exdirectora de The New York Times, Jill Abramsom, y el fotógrafo de guerra James Nachtwey, a los que se han unido más de setenta periodistas españoles.

El fundador de ProPublica analizará el periodismo como servicio público en la IV edición de 'Conversaciones Con' 19/01/16

MADRID, 19 Ene. 2016 (EUROPA PRESS) - El fundador de ProPublica y exdirector de información del Wall Street Journal, Paul Steiger, hablará el próximo martes 26 de enero en Madrid sobre el periodismo de investigación como servicio público en el marco de la cuarta edición de 'Conversaciones Con', un espacio que tiene como objetivo reflexionar y celebrar la misión del periodismo en la sociedad. El evento, organizado por la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, se celebrará el próximo martes 26 de enero a las 19.00 horas en la Fundación Rafael del Pino. Las personas interesadas en asistir pueden inscribirse en la web 'www.conversacionescon.es'.

A la reflexión del fundador de ProPublica se sumarán las de una veintena de periodistas españoles como Antonio Caño, David Jiménez, Bieito Rubido, Ana Rosa Quintana, Rodrigo Ponce de León, Agustín de Grado, Manuel Rico, Pablo A. Iglesias, Miguel Ángel Jimeno, Pilar Velasco, Jordi Pérez Colomé y Alfonso Nasarre.

Según la decana de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, Mónica Herrero, "la presencia de Steiger supone acercarse al periodismo de investigación como ejemplo eficaz de ayuda y soporte de la democracia". Paul Steiger (Nueva York, 1942) comenzó su carrera periodística con 23 años en la redacción del Wall Street Journal, en San Francisco. Posteriormente, trabajó durante 15 años en Los Ángeles Times, y en 1983 regresó al WSJ, donde fue director de la redacción de noticias en una etapa en la que el periódico ganó 16 Premios Pulitzer.

En 2008 funda ProPublica, una agencia de noticias sin ánimo de lucro especializada en reportajes de investigación, gracias a los 10 millones de dólares que aportaron los filántropos Herbert y Marion Sandler. ProPublica no tiene ánimo de lucro y casi todos sus reportajes están disponibles bajo licencias Creative Commons. Para darles mayor difusión, suelen publicarlos en los grandes diarios o en alguno de los más de 100 medios con los que tienen acuerdos. Un año después de su fundación (2009), ProPublica ya había publicado 139 reportajes, en su mayoría en colaboración con grandes medios, y en 2010 los becarios tenían un sueldo mensual de 2.800 dólares. A día de hoy cuenta con 45 periodistas en su redacción. "Si quieres calidad, hay que pagar por ella", defiende Steiger. En 2010, ProPublica se convirtió en el primer medio digital en lograr un Pulitzer por un reportaje sobre las prácticas de eutanasia en Nueva Orleans, realizadas en los hospitales tras el Huracán Katrina. En 2011, obtuvo un segundo Pulitzer por una serie de reportajes sobre banqueros de Wall Street que se habían enriquecido a costa de sus clientes y sus compañías. Con el movimiento 'Conversaciones con' (#CelebratingJournalism), la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra quiere fomentar el debate periodístico entre los profesionales nacionales e internacionales del sector. En las anteriores ediciones de 'Conversaciones Con' han participado ponentes como el director del Oxford Institute for the Study of Journalism, David Levy, la exdirectora de The New York Times, Jill Abramsom, y el fotógrafo de guerra James Nachtwey, a los que se han unido más de setenta periodistas españoles.

Paul Steiger propone "creatividad" en el periodismo ante la cultura de lo gratuito

MADRID, 26 Ene. 2016 (EUROPA PRESS)

El fundador de ProPublica e icono del periodismo de investigación, Paul Steiger, ha animado a los medios de comunicación españoles a buscar maneras "creativas" de obtener rentabilidad ante la cultura de acceder gratuitamente a los contenidos periodísticos.

"Hay que buscar maneras de dar apoyo y conseguir fondos para los nuevos modelos, ya sea a través de una agencia sin ánimo del lucro, como nosotros, u otras maneras creativas para obtener rentabilidad. Existen recursos para hacerlo", ha subrayado durante un encuentro con la prensa española.

Steiger ha viajado a España para participar en la cuarta edición de 'Conversaciones Con', un foro organizado por la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, que tiene como objetivo reflexionar y celebrar la misión del periodismo en la sociedad. Su ponencia magistral tendrá lugar este martes 26 de enero a las 19,00 horas en la Fundación Rafael del Pino.

Paul Steiger (Nueva York, 1942) comenzó su carrera periodística con 23 años en la redacción del Wall Street Journal, en San Francisco. Posteriormente, trabajó durante 15

años en Los Ángeles Times, y en 1983 regresó al WSJ, donde fue director de la redacción de noticias en una etapa en la que el periódico ganó 16 Premios Pulitzer.

Con su larga experiencia, Steiger fundó ProPublica en 2008 gracias a los 10 millones de dólares que aportaron los filántropos Herbert y Marion Sandler. Casi todos sus reportajes están disponibles bajo licencias Creative Commons y para darles mayor difusión, suelen publicarlos en los grandes diarios o en alguno de los más de 100 medios con los que tienen acuerdos.

Un año después de su fundación (2009), esta agencia ya había publicado 139 reportajes de investigación, en su mayoría en colaboración con grandes medios, y en 2010 los becarios tenían un sueldo mensual de 2.800 dólares. A día de hoy cuenta con 45 periodistas en su redacción.

200.000 DÓLARES AL AÑO El fundador de ProPublica ha revelado que ha llegado a firmar un contrato con uno de sus periodistas por 200.000 dólares anuales y ha aclarado que no se trata de derrochar el dinero de sus donantes sino que se basan en el "precio del mercado". "En la competencia le habían ofrecido más dinero", explica.

Sobre la época actual del periodismo, ha destacado los "grandes y rápidos cambios" que se están produciendo aunque no se atreve a predecir si en el futuro mirará a este tiempo como una "época dorada" del periodismo. Lo que sí asegura es que se trata de un momento de "grandes oportunidades", sobre todo para los jóvenes.

A su juicio, en la actualidad, los periodistas que lo tienen más difícil son aquellos que ya llevan unos años en la profesión, quieren promocionar y ganar un sueldo mayor porque aún están pagando los estudios de sus hijos y que "están siendo despedidos".

Ante esta situación, anima a los periodistas a ser "positivos" y "creativos" y, precisamente, a esa creatividad es a la que recurren los reporteros de ProPublica. Concretamente, Steiger ha recordado algunas historias publicadas tras años de trabajo como el reportaje sobre la puntuación de los cirujanos estadounidenses y otro sobre el abuso de unos instrumentos financieros, con el que ganaron el Premio Pulitzer.

EL FORO CONVERSACIONES Con el movimiento 'Conversaciones con' (#CelebratingJournalism), la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra quiere fomentar el debate periodístico entre los profesionales nacionales e internacionales del sector. En las anteriores ediciones de 'Conversaciones Con' han participado ponentes como el director del Oxford Institute for the Study of Journalism, David Levy, la exdirectora de The New York Times, Jill Abramsom, y el fotógrafo de guerra James Nachtwey, a los que se h n unido más de setenta periodistas españoles.

En esta ocasión, el foro cuenta con el análisis de cuatro directores de periódicos (Antonio Caño, de El País; Bieito Rubido, de ABC; David Jiménez, de El Mundo, y Manuel Rico, de InfoLibre), el director de Radio Nacional de España, Alfonso Nasarre;

los directores de Informativos de Mediaset, Juan Pedro Valentín, Antena 3, Gloria Lomana, y Telemadrid, Agustín de Grado; la periodista Ana Rosa Quintana; responsables de agencias informativas como Pablo A. Iglesias, de Servimedia, y Rodrigo Ponce de León, de Colpisa; la periodista Pilar Velasco, de la Cadena SER; y Jordi Pérez Colomé, de El Español.

Steiger: No creo que Obama odie más a los periodistas que otros presidentes

26 ene 2016

"No creo que el presidente (Barack) Obama odie más a los periodistas que otros presidentes", afirma en una entrevista con Efe el veterano periodista estadounidense Paul Steiger, fundador del Propublica, web dedica a la investigación periodística.

Quien fuera durante 16 años director de la biblia financiera, The Wall Street Journal, aclara inmediatamente que la tecnología ha puesto en manos de la Administración actual la capacidad de perseguir con más eficacia a los funcionarios que filtran documentos a la prensa.

Eso explicaría que el actual ocupante de la Casablanca tenga el récord de todas las presidencias norteamericanas en la persecución legal de funcionarios por facilitar documentos a los periodistas.

Al frente de uno de los principales centros de investigaciones periodísticas de Estados Unidos desde la creación en 2008 de Propública como ente sin ánimo de lucro, Steiger subraya la importancia para el bien de la comunidad que tiene esa labor de especialización informativa.

Recuerda que es un cometido costoso y que muchos de los medios estadounidenses lo han dejado por falta de recursos para desvelar los abusos de poder, la incompetencia gubernamental o los fraudes empresariales.

Antes de ofrecer una conferencia en Madrid dentro del ciclo "conversacionescon" de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra en la Fundación Rafael del Pino, Steiger reflexiona sobre el auge de las nuevas tecnologías y cómo han transformado el periodismo.

Admite, con cierto punto de nostalgia, que no cree que los diarios sobrevivan más de diez años en sus ediciones impresas diarias.

Pero no duda, con optimismo, que tienen un brillante futuro, igual los sitios web nuevos como Buzzfeed o Vice, como las cabeceras tradicionales como The New York Times o The Wall Street Journal, rotativo que dejó al cumplir la edad de jubilación con 65 años.

El cambio de ruta profesional coincidió con la adquisición de la editora del diario financiero Dow Jones por el magnate australiano Rupert Murcdoh y la oferta para crear

Propublica del matrimonio de financieros Herbert y Marion Sandler, quienes con sus donaciones filantrópicas avalaron la solvencia económica del proyecto.

Hoy, más volcado en asesoramiento y búsqueda de patrocinios, Steiger recomienda a quien quiera emprender una aventura parecida que ensanche la base de donantes y filántropos comprometidos en el proyecto para garantizar la independencia.

Con una exitosa carrera profesional jalonada por 16 premios Pulizter en The Journal, cómo el dice, y otros dos con Propublica, Steiger considera que la respuesta de la prensa estadounidense frente a las investigaciones de los contactos en la Administración de los periodistas ha surtido efecto.

"Hemos tenido éxito en la respuesta con las críticas al fiscal general (entonces Eric Holder) por el manejo de los listados de las conversaciones de reporteros y editores de AP. Dijeron que no harían determinadas cosas, pero quien sabe lo que hará el próximo presidente", explica Steiger.

Por si acaso, en la redacción de Propublica, hay ocho o nueve reporteros de plantilla capaces "ir a la web oscura para determinado tipo de comunicaciones".

Ese cometido incluye "la habilidad de invitar a determinadas personas que quieren proporcionarnos determinada información para que sea de modo confidencial, con vías de comunicación que no pueden ser monitorizadas con la tecnología actualmente disponible".

Así pues, a la desconfianza tradicional a los políticos en sus declaraciones, se une el aumento de la capacidad de protección de las fuentes en un ámbito profesional en el siempre es recomendable la encriptación de las comunicaciones.

Steiger también ha dedicado capacidad y tiempo, -entre 2005 y 2011 presidió el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ)-, a velar por la seguridad de los colegas en países donde es una labor arriesgada y en los conflictos armados.

El reportero Daniel Pearl fue brutalmente asesinado en 2002 cuando trabajaba en Pakistan para The Wall Street Journal que entonces dirigía Steiger, quien al ser preguntado por los secuestros de periodistas admite que los intercambios de prisioneros o el pago de rescates son "enigmas" que no tienen repuesta.

Como responsable de un diario de gran repercusión y un centro de excelencia en la investigación periodística comparte el criterio de desaconsejar adentrarse en territorios tan peligrosos como las zonas bajo control de grupos terroristas como Estado Islámico.

Aunque admite que así ganan los grupos armados que impiden el trabajo de los periodistas aconseja "encontrar maneras de informar lo más seguras que se pueda".

Elogia el esfuerzo del CPJ para asesorar a los periodistas pero destaca que muchos profesionales independientes que hacen el trabajo más arriesgado no tienen "la cobertura de quien trabaja en El país o The New York Times".

Paul Steiger: “Vivimos tiempos interesantes para el periodismo de investigación” 26 enero, 2016 Miquel Pellicer

Paul Steiger / FOTO: Álvaro Garcia Fuentes

¿Dónde encaja el periodismo de investigación en el panorama actual de los medios de comunicación y el negocio digital? Paul Steiger, fundador y presidente de ProPublica, invitado principal en la IV Edición de ‘Conversaciones con’, ha tratado de responder esta cuestión este martes en Madrid.

Steiger ha esbozado los cambios de los periódicos y de los medios impresos en un panorama actual en el que “con un portátil y una conexión a Internet se puede hacer periodismo”. Tenemos que aprovechar este momento, ha dicho Steiger que considera que “ya ha quedado atrás la época dorada en la que el sector era muy rentable, muy estable y gratificante”. El sector periodístico “no es tan rentable como antes”, ha afirmado el ex director de Wall Street Journal (WSJ) en la jornada realizada por la Universidad de Navarra y la Fundación Rafael del Pino.

“Ahora mismo hay un surgimiento de profesionales que son excelentes periodistas y además son muy hábiles manejando herramientas informáticas”, ha afirmado el veterano periodista que estará una semana en España para conocer la realidad periodística actual. La consolidación de las redes sociales ha potenciado el trabajo de ProPublica y su difusión exponencial en todo el mundo, haciendo que este medio sea todo un referente a nivel global.

El periodismo de investigación, un bien público

ProPublica sólo tiene que cubrir sus costes, no ganar más para tener beneficios. En este sentido, el periodismo de investigación és un bien público, igual que es el servicio de Bomberos o la Policía”. Y es que para Steiger “una corrupción que no se denuncia es una corrupción que no se ataja y la sociedad sufre”. Así, ha explicado un ejemplo de los primeros meses de Pro Publica pudieron demostrar que las agencias que daban licencias a las enfermeras tardaban seis años en retirar las enfermeras que habían demostrado malas prácticas o malos tratos. El artículo que descubrió esto se publicó en Los Angeles

Times y al día siguiente, se resolvió este problema. “No sólo se beneficiaron los afectados sino cualquier persona que usaba los hospitales en California.”

Steiger ha puesto como ejemplo también medios que están invirtiendo en periodismo de investigación: Vice, BuzzFeed, Business Insider, The Huffington Post. En Estados Unidos es fácil dar fondos a una fundación y cada vez más es más habitual a escala global “llevar a cabo Periodismo de Investigación sin ánimo de lucro” como el de ProPublica. El modelo de ProPublica, en este sentido que el medio sea rentable sin tener que obtener beneficios más allá de la rentabilidad”.

ProPublica, fundado en 2008, es un medio que según Steiger “nunca nunca nunca se ha visto condicionada por los donantes”. “Para que esto funcione como un medio no sectario esto no debe estar en manos de los inversores”, dijo Steiger. Los miembros del consejo de ProPublica pueden “sugerir historias e ideas a los directivos pero nunca a los reporteros directamente para que no se sientan condicionados ni presionados”.

Los peligros del periodismo de investigación

El periodismo de investigación no es un camino fácil, ni por tiempo ni por reacciones: en algunos países los periodistas que investigan están sujetos a recibir condenas por hacer su trabajo. “A menudo los gobiernos son parte investigada y toman medidas contra estas investigaciones, en países de Europa o América Latina”. También en otros países hay leyes contra la blasfemia, como arma religiosa ante la libertad de prensa. Steiger ha citado la película Spotlight, la investigación de los abusos contra menores por parte de algunos sacerdotes en la diócesis de Boston. La investigación fue llevada a cabo por The Boston Globe y ha sido el ejemplo por intentar defender la libertad más allá de las creencias religiosas.

En grado máximo, Steiger también ha explicado el peligro que tienen los periodistas de investigación, más allá de los tribunales: asesinatos o torturas.

Lo cierto, para el ex director de WSJ es que “vivimos en tiempos interesantes para el periodismo de investigación. No es una maldición ciertamente. Tenemos instintos y recursos que son muy útiles para nuestras sociedades. Nosotros como periodistas somos

capacez y debemos explicar la realidad contando historias. Contar historias es parte de la genética de nuestra Humanidad. Son tiempos para los audaces, para los que se atreven a evolucionar. Aquellos que tengan miedo y se queden quietos, no van a sobrevivir”.

La entrevista de Sean Penn al Chapo

“Me encanta Sean Penn como actor y apoyo que pueda ejercer como periodista”, ha dicho Steiger, “aunque no estoy seguro que lo contrataría como hizo Rolling Stone. No tengo ninguna objeción”. El presidente de ProPublica ha explicado que esta cuestión sobre la entrevista de Sean Penn al Chapo Guzmán ha creado mucha controversia en España.

Para Steiger en ProPublica intentan mezclar jóvenes entusiastas con periodistas experimentados, intentando siempre que este medio de comunicación de periodismo de investigación tenga un modelo atractivo para buenos periodistas. ProPublica colabora con las grandes cabeceras de Estados Unidos, ha afirmado el periodista neoyorquino, explicando las relaciones con los otros medios norteamericanos, que afirma que la mayoría de los temas investigados tienen que ver con análisis de datos y no tanto por” sobres anónimos” que se dejan en la redacción.

Sobre Jeff Bezos y Donald Trump

El veterano periodista ha respondido diferentes cuestiones y los asistentes le han preguntado sobre política y periodismo. Sobre Jeff Bezos, propietario de The

Washington Post, cree que “se trata de una persona cuyas empresas son innovadoras. Es un tipo muy inteligente y que aportará mucho al periodismo de Estados Unidos”.

En relación a Donald Trump, ha sido muy claro: “No quiero a Trump al lado del botón nuclear”. Ha afirmado conocer al candidato republicano: “es tal cual aparece en la televisión y piensa lo primero que se le cruza por la cabeza. Hace unos meses hubiera dicho que no tenía ninguna posibilidad de ser candidato a la presidencia de los Estados Unidos pero ahora no lo tengo nada claro”. Y es que Steiger, preguntado sobre su orientación ideológica, ha afirmado que ha votado tanto a demócratas como republicanos, en función de la persona, no del partido.

Steiger ha dado toda una lección de periodismo para contextualizar el momento actual de la profesión. Son tiempos audaces y Steiger lo ha puesto de relieve y ha explicado su amplia experiencia.

Paul Steiger propone "creatividad" en el periodismo ante la cultura de lo gratuito El fundador de ProPublica e icono del periodismo de investigación, Paul Steiger, ha animado a

los medios de comunicación españoles a buscar maneras "creativas" de obtener rentabilidad

ante la cultura de acceder gratuitamente a los contenidos periodísticos.

MADRID, 26 Ene. 2016 (EUROPA PRESS)

El fundador de ProPublica e icono del periodismo de investigación, Paul Steiger, ha animado a los medios de comunicación españoles a buscar maneras "creativas" de obtener rentabilidad ante la cultura de acceder gratuitamente a los contenidos periodísticos.

"Hay que buscar maneras de dar apoyo y conseguir fondos para los nuevos modelos, ya sea a través de una agencia sin ánimo del lucro, como nosotros, u otras maneras creativas para obtener rentabilidad. Existen recursos para hacerlo", ha subrayado durante un encuentro con la prensa española.

Steiger ha viajado a España para participar en la cuarta edición de 'Conversaciones Con', un foro organizado por la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, que tiene como objetivo reflexionar y celebrar la misión del periodismo en la sociedad. Su ponencia magistral tendrá lugar este martes 26 de enero a las 19,00 horas en la Fundación Rafael del Pino.

Paul Steiger (Nueva York, 1942) comenzó su carrera periodística con 23 años en la redacción del Wall Street Journal, en San Francisco. Posteriormente, trabajó durante 15 años en Los Ángeles Times, y en 1983 regresó al WSJ, donde fue director de la redacción de noticias en una etapa en la que el periódico ganó 16 Premios Pulitzer.

Con su larga experiencia, Steiger fundó ProPublica en 2008 gracias a los 10 millones de dólares que aportaron los filántropos Herbert y Marion Sandler. Casi todos sus reportajes están disponibles bajo licencias Creative Commons y para darles mayor difusión, suelen publicarlos en los grandes diarios o en alguno de los más de 100 medios con los que tienen acuerdos.

Un año después de su fundación (2009), esta agencia ya había publicado 139 reportajes de investigación, en su mayoría en colaboración con grandes medios, y en 2010 los becarios tenían un sueldo mensual de 2.800 dólares. A día de hoy cuenta con 45 periodistas en su redacción.

200.000 DÓLARES AL AÑO

El fundador de ProPublica ha revelado que ha llegado a firmar un contrato con uno de sus periodistas por 200.000 dólares anuales y ha aclarado que no se trata de derrochar el dinero de sus donantes sino que se basan en el "precio del mercado". "En la competencia le habían ofrecido más dinero", explica.

Sobre la época actual del periodismo, ha destacado los "grandes y rápidos cambios" que se están produciendo aunque no se atreve a predecir si en el futuro mirará a este tiempo como una "época dorada" del periodismo. Lo que sí asegura es que se trata de un momento de "grandes oportunidades", sobre todo para los jóvenes.

A su juicio, en la actualidad, los periodistas que lo tienen más difícil son aquellos que ya llevan unos años en la profesión, quieren promocionar y ganar un sueldo mayor porque aún están pagando los estudios de sus hijos y que "están siendo despedidos".

Ante esta situación, anima a los periodistas a ser "positivos" y "creativos" y, precisamente, a esa creatividad es a la que recurren los reporteros de ProPublica. Concretamente, Steiger ha recordado algunas historias publicadas tras años de trabajo como el reportaje sobre la puntuación de los cirujanos estadounidenses y otro sobre el abuso de unos instrumentos financieros, con el que ganaron el Premio Pulitzer.

EL FORO CONVERSACIONES Con el movimiento 'Conversaciones con' (#CelebratingJournalism), la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra quiere fomentar el debate periodístico entre los profesionales nacionales e internacionales del sector. En las anteriores ediciones de 'Conversaciones Con' han participado ponentes como el director del Oxford Institute for the Study of Journalism, David Levy, la exdirectora de The New York Times, Jill Abramsom, y el fotógrafo de guerra James Nachtwey, a los que se h n unido más de setenta periodistas españoles.

En esta ocasión, el foro cuenta con el análisis de cuatro directores de periódicos (Antonio Caño, de El País; Bieito Rubido, de ABC; David Jiménez, de El Mundo, y Manuel Rico, de InfoLibre), el director de Radio Nacional de España, Alfonso Nasarre; los directores de Informativos de Mediaset, Juan Pedro Valentín, Antena 3, Gloria Lomana, y Telemadrid, Agustín de Grado; la periodista Ana Rosa Quintana; responsables de agencias informativas como Pablo A. Iglesias, de Servimedia, y Rodrigo Ponce de León, de Colpisa; la periodista Pilar Velasco, de la Cadena SER; y Jordi Pérez Colomé, de El Español.

Paul Steiger propone “creatividad” en el periodismo ante la cultura de lo gratuito

El fundador de Propublica sostiene que estamos en un momento de "grandes oportunidades", sobre todo para los periodistas jóvenes

El exdirector de 'The Wall Street Journal' participa en un foro organizado por la Universidad de Navarra

Actualizada 26/01/2016

El fundador de Propública, Paul Steiger. IL

El fundador de ProPublica e icono del periodismo de investigación, Paul Steiger, ha animado a los medios de comunicación españoles a buscar maneras "creativas" de obtener rentabilidad ante la cultura de acceder gratuitamente a los contenidos periodísticos. "Hay que buscar maneras de dar apoyo y conseguir fondos para los nuevos modelos, ya sea a través de una agencia sin ánimo del lucro, como nosotros, u otras maneras creativas para obtener rentabilidad. Existen recursos para hacerlo", ha subrayado durante un encuentro con la prensa española, informa Europa Press. Steiger ha viajado a España para participar en la cuarta edición de Conversaciones Con,

un foro organizado por la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, que tiene como objetivo reflexionar y celebrar la misión del periodismo en la sociedad. Su ponencia magistral tendrá lugar este martes 26 de enero a las 19.00 horas en la Fundación Rafael del Pino. Paul Steiger (Nueva York, 1942) comenzó su carrera periodística con 23 años en la redacción del Wall Street Journal, en San Francisco. Posteriormente, trabajó durante 15 años en Los Ángeles Times, y en 1983 regresó al WSJ, donde fue director de la redacción de noticias en una etapa en la que el periódico ganó dieciséis Premios Pulitzer. Con su larga experiencia, Steiger fundó ProPublica en 2008 gracias a los 10 millones de dólares que aportaron los filántropos Herbert y Marion Sandler. Casi todos sus reportajes están disponibles bajo licencias Creative Commons y para darles mayor difusión, suelen publicarlos en los grandes diarios o en alguno de los más de 100 medios con los que tienen acuerdos. Un año después de su fundación (2009), esta agencia ya había publicado 139 reportajes de investigación, en su mayoría en colaboración con grandes medios, y en 2010 los becarios tenían un sueldo mensual de 2.800 dólares. A día de hoy cuenta con 45 periodistas en su redacción. 200.000 dólares al año El fundador de ProPublica ha revelado que ha llegado a firmar un contrato con uno de sus periodistas por 200.000 dólares anuales y ha aclarado que no se trata de derrochar el dinero de sus donantes sino que se basan en el "precio del mercado". "En la competencia le habían ofrecido más dinero", explica. Sobre la época actual del periodismo, ha destacado los "grandes y rápidos cambios" que se están produciendo aunque no se atreve a predecir si en el futuro mirará a este tiempo como una "época dorada" del periodismo. Lo que sí asegura es que se trata de un momento de "grandes oportunidades", sobre todo para los jóvenes. A su juicio, en la actualidad, los periodistas que lo tienen más difícil son aquellos que ya llevan unos años en la profesión, quieren promocionar y ganar un sueldo mayor porque aún están pagando los estudios de sus hijos y que "están siendo despedidos". Ante esta situación, anima a los periodistas a ser "positivos" y "creativos" y, precisamente, a esa creatividad es a la que recurren los reporteros de ProPublica. Concretamente, Steiger ha recordado algunas historias publicadas tras años de trabajo como el reportaje sobre la puntuación de los cirujanos estadounidenses y otro sobre el abuso de unos instrumentos financieros, con el que ganaron el Premio Pulitzer.

El foro Conversaciones Con el movimiento Conversaciones con (#CelebratingJournalism), la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra quiere fomentar el debate periodístico entre los profesionales nacionales e internacionales del sector. En las anteriores ediciones de Conversaciones Con han participado ponentes como el director del Oxford Institute for the Study of Journalism, David Levy, la exdirectora de The New York

Times, Jill Abramsom, y el fotógrafo de guerra James Nachtwey, a los que se han unido más de setenta periodistas españoles. En esta ocasión, el foro cuenta con el análisis de cuatro directores de periódicos (Antonio Caño, de El País; Bieito Rubido, de ABC; David Jiménez, de El Mundo, y Manuel Rico, de infoLibre), el director de Radio Nacional de España, Alfonso Nasarre; los directores de informativos de Mediaset, Juan Pedro Valentín, Antena 3, Gloria Lomana, y Telemadrid, Agustín de Grado; la periodista Ana Rosa Quintana; responsables de agencias informativas como Pablo A. Iglesias, de Servimedia, y Rodrigo Ponce de León, de Colpisa; la periodista Pilar Velasco, de la Cadena Ser; y Jordi Pérez Colomé, de El Español.

IGNACIO GIL Paul Steiger en un momento de la entrevista con ABC

RAFA IBARRA

MADRID

La combinación de técnicas basadas en la óptica y la genómica han produ-cido una nueva tecnología con un po-tencial que de momento parece limi-tado, pero a la que los expertos augu-ran un futuro muy prometedor. Se trata de la optogenética, tecnolo-gía de reciente desarrollo que ha hecho que en apenas cinco años miles de grupos en todo el mundo la hayan empezado a usar para in-vestigar funciones cere-brales como el sueño, el apetito, la toma de decisio-nes, la percepción del tiem-po o la formación de recuer-dos, así como entender los mecanismos de enfermeda-des como la epilepsia, el parkinson, la depresión e in-cluso formas de ceguera. Los pioneros, Edward Boyden, Karl Deisseroth y Gero Mie-senböck, acaban de recibir el Premio Fundación BBVA Fronteras del Cono-cimiento en Biomedicina.

Desde hace tiempo se sabe que la función cerebral depende de las interaccio-nes de grupos específicos de neuronas interconectadas, en cierto modo similar a los circuitos electrónicos y que para comprender la función de los circuitos cerebrales haría falta una tecnología que permitiese controlar selectivamente neuronas individuales sin afectar la actividad de otras neuro-nas. Y eso es precisamen-te lo que hace la optogené-tica, que permite controlar la actividad de las neuronas deseadas simplemente con luz de una longitud de onda adecuada.

Para entenderlo, un ejem-plo. En la película «Men in Black» los protagonistas em-pleaban un haz de luz para borrar la memoria de las personas. Y esto, que parecía en su momento im-posible, ya se ha logrado, o casi. Algu-nos investigadores ya han logrado bo-rrar recuerdos específicos en ratones haciendo uso de la optogenética.

«Si imaginamos que el cerebro es

como un ordenador, la optogenética es como un teclado que nos permite enviarle instrucciones muy precisas. Es una herramienta que nos permite un control exquisito del cerebro», se-ñaló Edward Boyden, del Instituto Tec-nológico de Massachusetts (EE.UU.).

Karl Deisseroth, de la Universidad de Stanford (EE.UU.), señaló que «la principal aplicación de la optogenéti-ca es la investigación básica, la com-prensión de cómo funciona el cere-bro». Ese conocimiento hará posible «todos los avances en la clínica», dijo Deisseroth, quien quiso dejar claro que «hoy por hoy nadie está usando esta

técnica directamente para tratar pacientes».

En este sentido, el otro galardonado, Gero Miesen-böck, de la Universidad de Oxford (Reino Unido), re-cordó cómo tuvo la idea

que dio lugar a la optoge-nética: «Investigaba enton-ces cómo visualizar la acti-vidad de las neuronas usan-do proteínas sensibles a la luz; una tarde me vino la idea: ¿no sería increíble no solo leer la actividad del cerebro, sino también poder contro-lar su actividad? Es que, en Biología, para entender un sistema necesitas poder controlarlo de forma pre-cisa, y eso había sido im-posible en Neurociencia».

Proteínas activas Miesenböck tuvo su idea a finales de los 90, y tardó años en hacerla realidad. Su trabajo con proteínas sen-sibles a la luz resultó clave, porque la optogenética se basa en insertar en las neu-ronas deseadas este tipo de

proteínas: cuando el siste-ma recibe luz las proteí-nas se activan, y al hacer-lo inciden sobre el estado de la neurona. La acción

puede disparar la señal eléctrica que se propagará por el circuito neuronal, o inhibirla. el reconocimien-to de la técnica tardaría en llegar. Ninguno de los tra-bajos de la optogenética fue publicado con facilidad. Mie-senböck recuerda que los revisores de su artículo «no

se dieron cuenta en absoluto del po-tencial», y lo achaca a que «las técni-cas innovadoras tardan tiempo en ca-lar». El tiempo les dio la razón. Como afirman los galardonados, el primer objetivo es conocer mejor el cerebro. Y en ello trabajan.

Los pioneros en optogenética, premio BBVA en Biomedicina∑ Esta técnica permite

controlar simplemente con luz la actividad de las neuronas

ALEJANDRO CARRA

MADRID

De 1991 a 2007 fue el jefe de informa-ciones del prestigioso «The Wall Street Journal», y en ese tiempo su redacción ganó 16 Pulitzer. Con esta trayectoria, no tenía ya nada que demostrar. Pero tras jubilarse, decidió fundar en 2008 ProPublica, una agencia de noticias sin ánimo de lucro especializada en reportajes de investigación con la que que ya ha ganado dos Pulitzer. Esta semana ha estado en Madrid partici-pando en la cuarta edición de «Con-versaciones con...», un encuentro or-ganizado por la Facultad de Comuni-cación de la Universidad de Navarra y la fundación Rafael del Pino. —¿El periodismo es un negocio o un servicio público? —Ambos. En el caso de grandes me-dios es un negocio pero cumpliendo un servicio social con sus reportajes. Nuestro trabajo como periodistas con-siste en desvelar situaciones que se deben conocer y cambiar. Esto fue lo que se hizo en la época dorada del pe-riodismo, a principios del siglo XX, con el comienzo del control del poder por parte de los periódicos; y también en los 60 y 70, cuando gracias a las in-formaciones sobre la lucha por los de-rechos civiles de los afroamericanos se promulgaron leyes o la guerra de Vietnam se acortó. —¿Y ahora, cumplimos esa misión? —Investigar es muy caro. Hay que dedicar periodistas incluso duran-te años a seguir una información que puede terminar siendo un pozo seco después de haberte gastado me-dio millón de dólares. Con la llega-da de internet ha disminuido la ti-rada de todos los periódicos y eso ha encarecido mucho los costes de

distribución, obligando a todos a re-ducir gastos. —¿Entonces, la investigación ya no tiene cabida en los medios? —¡No! Investigar es costoso pero está en la esencia de los grandes diarios. Hay que buscar nuevas fórmulas. Es-tamos viendo cómo empresas digita-les se unen a medios tradicionales para sacar grandes historias, como ha pasado con BuzzFeed y la BBC, que han sacado a la luz el escándalo del tenis y las apuestas. Por otro lado, las nuevas tecnologías nos han dado unas capacidades para investigar impen-sables hace años. Lo hemos visto con nuestro trabajo sobre la cirugía en Estados Unidos. Analizamos miles de datos durante tres años para po-ner a disposición del público una in-formación que les permitiese evaluar la calidad del cirujano en cuyas ma-nos se iban a poner. Y hemos trans-formado el panorama médico. —¿Pero cómo se financia eso? —En cada país es diferente. En EE.UU. la cultura de las donaciones está muy arraigada y yo encontré dos mecenas que pusieron 10 millones de dólares para que ProPublica cubriese el vacío que se estaba produciendo en el perio-dismo con la investigación. Pero tam-bién se puede ir a pequeñas donacio-nes que financien etapa a etapa una investigación. Hay que buscar cómo conseguir cobrar por los contenidos en las ediciones online o buscar fon-dos privados o públicos. Se trata de no perder la actitud positiva. De pensar cómo salir del laberinto, y no de la-mentar que es muy complejo. El ser humano tiene un gen social que hace que ante las adversidades nos unamos. Y el periodismo de investigación es una gran herramienta para que la so-ciedad supere todos los obstáculos.

«Investigar está en la esencia de los diarios»Paul Steiger Exjefe en «The Wall Street Journal»

Edward Boyden

Instituto

Massachusetts

Karl Deisseroth

Universidad de

Stanford

Gero Miesenböck

Universidad de

Oxford

abc.es/conocer MIÉRCOLES, 27 DE ENERO DE 2016 ABC44 SOCIEDAD

EL MUNDO. MIÉRCOLES 27 DE ENERO DE 2016

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OPINIÓN i

HOY QUIERO hablar del pasado, que tantas imágenes nos devuelve. No me refiero a la nostalgia del pasado, porque la nostalgia es una emoción que se manifiesta desde el pre-sente. El presente está inflado de pasado, y el futuro también. En el futuro todo es pasa-do menos el instante que le da la espalda.

Vivir es acumular pasado y no tener pa-sado es como no tener vida. En cambio, re-cordar es vivir marcha atrás. Con todas es-tas premisas, el tiempo se me aparece con-vertido en una medida de angustia.

Lo han dicho muchos escritores con dis-tintas palabras: el pasado da sentido al presente. Yo se lo leí a Pla, y Pla debió de leérselo a Proust o a Montaigne, y Mon-

taigne a Plutarco o a Confucio, y así inde-finidamente. Tarde o temprano, todos los que escribimos damos la vara con el pasa-do. Es ley de vida, como nacer y morir, o como morir y nacer, que es lo mismo pero con suma y sigue.

El pasado es un territorio sensible en el

que dormitan los recuerdos a la espera de ser rescatados. Volver la vista atrás es ir en busca de esos recuerdos, acercarlos a la luz y darles un halo de vida. En mis largas noches de insomnio yo he practicado bas-tante gimnasia mental con los recuerdos. No hay que esperar a conciliar el sueño. Basta con recrear determinadas escenas, perfilar fisonomías o acariciar lejanas sen-

saciones. Como ejercicio resulta distraído y como fantasía, excitante. Hay gente que cuenta corderitos para dormirse y hay gen-te, como yo, que sale de noche a coleccio-nar recuerdos.

Pero todos los recuerdos producen la misma emoción. Algunos brotan espontá-neamente ante la irrupción de un olor co-nocido que se presenta sin haber hecho na-da por atraerlo. Yo he vivido ese trance y reconozco que no es fácil. Algunos recuer-dos pueden ser apetecibles, pero aún gus-tándote, su aparición resulta profunda-mente desestabilizadora. Cuando eso suce-de, la taquicardia está asegurada.

Una vez, hace ya muchos lustros, un aceite de baño abofeteó mi rostro con tal intensidad que me devolvió cuatro años atrás, en mitad de una travesía marítima. La potencia evocadora de aquel aceite me dejó KO.

Si mi memoria no exagera (que a lo me-jor sí), aquella conmoción sensorial pare-cía sacada de una película de terror, pues me revolvió el cuerpo, haciéndome sentir

que le había dado la vuelta como a un cal-cetín. La pituitaria tiene mucha memoria, aproximadamente la misma que tiene el aparato auditivo, capaz de almacenar un sinfín de melodías y voces. También mis ojos han hecho acopio de muchas imáge-nes aunque a veces me han traicionado mostrándome paisajes que ya estaban guardados en la recámara.

Algunos domingos, cuando no hay nadie en casa, juego a recordar viejas canciones, a ver si me emociono. Es como hacer cru-cigramas. Pongo la música a más volumen del que podría permitirme si no estuviera sola en casa.

De pronto, tras una serie de baladas in-sípidas, una llamarada prende a la altura del esternón y el vértigo empieza a correr por mis venas . Eu daría minha vida, para te esquecer, eu daría minha vida para nao maís te ver. Se disparan las pulsaciones. Aún no he cumplido veinte años y vuelvo al pasado: Barcelona, plaza Lesseps, Nos-tre Mon. Eu daría minha vida para te es-quecer. Todo mi cuerpo es memoria.

Mi cuerpo es memoria

ZOOM

CARMEN RIGALT

DIDAC MANRESA

8 El Ayuntamiento del pueblo gerundense de Bre-da, gobernado por ERC, declaró ayer por unanimi-dad al Rey persona non

grata en la loca-lidad. Votaron a favor todos los concejales, per-

tenecientes a ERC, CiU, Tots per Breda y la CUP. El texto de la absurda moción dice que «la Monarquía re-presenta unos valores ale-jados de la igualdad entre ciudadanos».

Breda declara a Felipe VI ‘persona non grata’

APOSTOLOS MANGOURAS

8 El Tribunal Supremo condenó ayer a dos años de prisión al capitán del Prestige por un delito con-tra el medio ambiente en su modalidad de daños catas-tróficos. Eleva así la pena de nueve meses que le había impuesto la Audiencia Provincial de La Coruña por un delito de desobe-diencia. Mangouras, ya oc-togenario, no tendrá que ingresar en la cárcel.

El Supremo eleva a dos años la condena por el ‘Prestige’

VOX POPULI

MARINA LITVINENKO

7 La viuda de Alexandre Litvinenko se muestra dis-puesta a llegar hasta el fi-nal para esclacerer el ase-sinato de su marido, des-pués de que un juez britá-nico dictaminara que el presidente de Rusia, Vladi-mir Putin, «probablemen-te» aprobó su envenena-miento. En una entrevista con este periódico dice que pretende llevar el caso al Tribunal Europeo y acu-sa a Putin de comportarse como un «zar viejo».

Lucha por esclarecer el asesinato de su marido

GERO MIESENBÖCK

7 El catedrático de la Uni-versidad de Oxford ha sido galardonado, junto a los también neurocientíficos Edward Boyden y Karl Deisseroth, en la octava edi-ción de los prestigiosos pre-mios concedidos por la Fun-dación BBVA, en la modali-dad de Biomedicina, por impulsar y desarrollar la op-togenética, que utiliza la luz para el estudio del funcio-namiento del cerebro y su modificación con una preci-sión sin precedentes.

Premio Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA

JORDI AMAT

7 El escritor catalán, espe-cialista en la historia inte-lectual de España de la se-gunda mitad del siglo XX, ha sido galardonado con el XXVIII Premio Comillas de Historia, Biografía y Me-morias 2016 por su obra La primavera de Múnich, Es-peranza y fracaso de una transición democrática. El jurado ha destacado la mi-nuciosa investigación del autor de un episodio clave de la oposición democráti-ca al régimen de Franco.

Gana el Premio Comillas 2016 de Historia

7 El periodista, editor jefe de The Wall Street Journal hasta 2007 y fundador de Propublica, un medio no-lu-crativo dedicado al periodis-mo de investigación que ya cuenta con dos Pulitzer, di-jo ayer en Madrid que «la transparencia de los pode-res públicos –empresariales y políticos– puede ser falsa sin buen periodismo». Stei-ger pronunció una confe-rencia en la Fundación Ra-fael del Pino, invitado por la Universidad de Navarra.

Una prensa fuerte para vigilar al poder político

PAUL STEIGER

El PP ha perdido la iniciativa Sr. Director: Una amplia mayoría de espa-ñoles piensa que la mejor op-ción es una gran coalición frente a los partidos antisiste-ma y separatistas. Hasta aho-ra, Mariano Rajoy no ha podi-do ni siquiera escenificar un entendimiento de mínimos con ninguna otra fuerza polí-tica, pero acaba de mantener unas conversaciones prelimi-nares con Ciudadanos. El PP podría llegar a un acuerdo de mínimos con el partido de Ri-vera y emplazar al PSOE a su-marse a dichas conversacio-nes. El PP recuperaría así la

iniciativa política. Jesús de Ramón-Laca. Madrid.

Votos y apoyos racionales Sr. Director: «Aunque me pusiera a dispa-rar a los ciudadanos en el cen-tro de la ciudad no perdería votos», ha presumido el pre-candidato republicano a la presidencia de EEUU, que li-dera los sondeos. Aquí en Es-paña, Rajoy, en contra de lo que prometió, devaluó las pensiones y precarizó la sani-dad, educación y empleo. Sin embargo, no sólo ha sido el que más votos recibió el 20-D, sino que, a pesar de no atre-

verse siquiera a dar la cara por lo que ha hecho, los son-deos anuncian que seguirá siendo el más votado si se re-piten las elecciones. En cam-bio, cuando Zapatero rompió sus promesas, casi la mitad de sus votantes se abstuvieron y votaron después a los partidos emergentes. ¿Cuál de los dos grupos de votantes ha demos-trado ser más razonable? Ja-vier Sanz. Madrid.

Elogio de la sanidad pública Sr. Director: El 6 de diciembre, mi esposa sufrió de forma repentina un ictus. Después de estar hasta

el día 23 del mismo mes en el hospital Fundación Alcorcón, le dieron de alta sin secuelas de ningún tipo. Esta situación se puede calificar de milagro-sa, pero fue debido a la rápida y profesional actuación del 112, cuyos efectivos llegaron en escasos 10 minutos, y al trato recibido desde el primer minuto hasta el último por to-do el equipo médico de neuro-logía, que no escatimaron es-fuerzos y atenciones de forma continuada. Además, el equi-po de enfermería y auxiliares tuvo un comportamiento muy profesional y humano. Tene-mos una sanidad pública de un nivel altísimo. Amador Ca-no. Móstoles (Madrid).

Nativos andrajosos Sr. Director: «Desaseado, andrajoso, desa-liñado y roto». Son las pala-bras que completan la defini-ción de zarrapastroso. Es así como ha designado la RAE el uso del español en el mundo. El auge de las tan conocidas redes sociales y los smartpho-nes, ya no parece suponer un problema a la hora de hablar bien, sin embargo, para ser una de las lenguas más utili-zadas en todo el mundo, el prestigio y el reconocimiento que se le da en la propia co-munidad de hispanohablan-tes está cuánto menos, infra-

valorado. ¿De qué nos asom-bramos si tenemos como prioridad aumentar el gran listado de idiomas en nuestro currículum, más que mejorar el idioma materno? Social media en vez de medios de comunicación de ámbito so-cial o animal print haciendo alusión al estampado leopar-do tan de moda en los años 80, son la causa del declive del español. No nos preocu-pamos de crear palabras nue-vas, sino de aprender angli-cismos cada vez más trendy, pero recuerden, para ser unos buenos it boy o it girl vuestro target debe ser lo su-ficiente cool. Carlos Álvarez. Alcorcón (Madrid).

CARTAS AL DIRECTOR Los textos pueden enviarse por correo electrónico a [email protected] o por correo postal a la Avenida de San Luis, 25. 28033, Madrid. No excederán de 20 líneas y EL MUNDO se reserva el derecho a refundirlos. No se devolverán originales. Las cartas deben incluir el número del DNI y la dirección del remitente. EL MUNDO podrá dar contestación a las cartas dentro de la misma sección.

INTERACTIVAS

CULTURAS Y SOCIEDAD48 Miércoles 27.01.16 LA VERDAD

Paul Steiger, que tuteló las investigaciones que lograron 18 premios Pulitzer, reivindica un reporterismo capaz de cambiar la sociedad

:: BORJA ROBERT MADRID. En 2011, el trabajo de sus reporteros provocó una investiga-ción federal sobre productos finan-cieros ilícitos en Estados Unidos por la que se impusieron multas de más de 400 millones de dólares. El fraude, que retrasó el estallido de la burbuja inmobiliaria y agravó sus efectos en la economía global, se contó en una serie de reportajes bautizada como ‘La máquina de ha-cer dinero de Wall Street’ y en una canción-parodia inspirada en los musicales de Broadway. La inves-tigación logró el primer Premio Pu-litzer de periodismo a un trabajo publicado solo en digital. Pero para Paul Steiger, director y fundador de ProPublica, el medio sin ánimo de lucro que la divulgó, era el deci-moctavo de estos galardones que se gestaba bajo su tutela; la mayo-ría, en su etapa de jefe de informa-ción del ‘Wall Street Journal’.

Steiger, de 74 años y una de las fi-guras clave del periodismo de inves-tigación en Estados Unidos, visitó ayer Madrid invitado por la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra y la Fundación Rafael del Pino dentro de su ciclo ‘Conversacio-nes con’ para explicar los entresijos de su último proyecto profesional: ProPublica. Una agencia de noticias

financiada por donaciones, especia-lizada en investigaciones periodísti-cas complejas y en aprovechar las nue-vas tecnologías para contar las histo-rias que descubren sus reporteros. Un proyecto único nacido en 2007 que gestiona unos 10 millones de dólares –unos 9,2 millones de euros– al año con la ambición de seguir las pistas de una exclusiva durante meses.

«No es una tarea fácil», afirmó Stei-ger. «A veces tenemos que dedicar una gran cantidad de tiempo a una historia que luego no lleva a ningu-na parte; en la jerga del mundo del petróleo lo llaman perforar un pozo seco». En ProPublica, explicó, divi-den a sus reporteros en pequeños equi-pos liderados por un editor con la ex-periencia para identificar qué inves-tigaciones tienen más opciones de llegar a buen puerto. Cuando han avanzado lo suficiente, todos los tra-bajadores participan en una evalua-ción de temas que se celebra cada se-mana. «De esta forma la tasa de fra-casos ha sido más pequeña de la que esperábamos», reconoció Steiger, que desde 2012 ya no dirige informativa-mente la agencia, aunque ejerce de su presidente ejecutivo.

Interés público Durante sus cinco años en primera línea consiguió dos Pulitzer. Uno por descubrir el fraude de los productos financieros y otro por una investiga-ción sobre las eutanasias que lleva-ron a cabo médicos de Nueva Orleans tras la catástrofe del huracán Katri-na. El lema de ProPublica es ‘perio-dismo de interés público’. Al interés general, más que a la actualidad, de-dican sus esfuerzos, inspirados por el

reporterismo estadounidense de los años 60 y 70, el predilecto de Steiger. «No solo por lo que contaron, sino por todo lo que lograron cambiar en su sociedad en esos años de lucha por los derechos civiles», afirmó. Uno de sus proyectos más ambiciosos, que supuso tres años de trabajo, fue crear una base de datos con todos los ciru-janos de Estados Unidos y evaluar la calidad de sus intervenciones frente a las del resto de sus colegas. «Tuvi-mos que recopilar millones de datos, pero ha cambiado la forma en la que los ciudadanos piensan en sus ciru-gías», recalcó Steiger. «Ahora, cual-

quiera puede entrar en internet y ver qué tal es un cirujano cualquiera».

Según Steiger, lo novedoso de Pro-Publica son su estatus jurídico y su forma de financiación, pero lo que hacen en la redacción es el buen re-porterismo de siempre. «En el pe-riodismo no hay nada más impor-tante que ser preciso e imparcial», explicó. «Enseñamos a nuestros re-dactores a esforzarse por recopilar todos los puntos de vista y a verifi-car cada dato y cada declaración. No se nos puede escapar una explica-ción, sobre todo si es de alguien de quien vamos a hablar mal».

Paul Steiger, director y fundador de ProPublica. :: ÓSCAR DEL POZO

:: J. A. G. MADRID. La comunidad tecno-lógica y científica está de luto. Marvin Minsky ha dicho adiós a los 88 años después de sufrir una hemorragia cerebral el pasado do-mingo, aunque su muerte no se hizo pública hasta ayer, que lo confirmó el Instituto Tecnológi-co de Massachusetts (MIT).

Considerado como uno de los pioneros en la investigación de la inteligencia artificial, es el co-fundador del proyecto para esta materia en el MIT, que años más tarde pasaría a ser el Laboratorio de Inteligencia Artificial y Cien-cias de la Computación (CSAIL). A mitad de la década de los años 50, Minsky acuñó por primera vez el término ‘inteligencia arti-ficial’, que llega hasta la actuali-dad. Junto con la ayuda de John

McCarthy, am-bos científicos fundaron el CSAIL en 1959.

Neoyorqui-no de naci-miento, Mar-vin Minsky fue un convencido del poderío de las máquinas frente a los hombres. Sus

trabajos permitieron crear el or-denador personal y sentó las ba-ses de internet.

Pocos años después de empe-zar a construir el concepto de in-teligencia artificial, Minsky re-cibió en 1969 el Premio AM Tu-ring, la mayor distinción en el campo de la computación.

El MIT ya ha anunciado que a lo largo de este 2016, el que fuera uno de sus miembros más destacados, recibirá un home-naje por todos sus logros y des-cubrimientos.

El mundo de la tecnología pierde a Marvin Minsky, padre de la inteligencia artificial

:: B. R. MADRID. Los tres padres de una técnica revolucionaria para estu-diar el cerebro de los humanos re-cibieron ayer el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimien-to en la categoría de Biomedicina. Edward Boyden, Karl Deisseroth y Gero Miesenbröck, fundadores de la optogenética, han obtenido el galardón por abrir con sus inves-tigaciones el camino para una com-prensión profunda de los mecanis-mos que rigen los comportamien-tos, la psicomotricidad, la memo-ria, las emociones e incluso algu-nas enfermedades mentales.

La optogenética es una discipli-na aún en la infancia que, median-

te el uso de unas proteínas sensi-bles a la luz que se pueden activar a distancia, permite a los investi-gadores actuar de forma extrema-damente precisa sobre grupos re-ducidos de células. Esto, aplicado al cerebro y sus neuronas, abre las puertas a una exploración del ór-gano más desconocido del cuerpo humano con una resolución im-pensable hace apenas unos años. «Es un sistema de comunicación inalámbrica con las células del ce-rebro», explicó Miesenbröck du-rante una conversación telefónica tras anunciarse el premio.

Si se entiende el cerebro como un circuito extremadamente com-plejo, afirmó Boyden, la optogené-

tica es la técnica que permite acti-var y desactivar regiones muy con-cretas y ver cómo circula la infor-mación tras los cambios. Como uno de sus fundadores, reconoció que durante varios años se les hizo poco caso porque «la técnica, sencilla-mente, parecía demasiado buena para ser cierta». Ahora, miles de grupos de investigación en todo el mundo la utilizan para desentra-ñar los misterios del cerebro.

La optogenética, además, seña-ló Miesenbröck, determinó de for-ma definitiva que las emociones, los pensamientos y los actos hu-manos nacen todos en las interac-ciones neuronales del cerebro. «Es la fuente de nuestra conciencia», afirmó. Aunque en humanos no se ha usado aún con estos propósitos, ya son decenas los experimentos con animales que han demostrado que es posible alterar su compor-tamiento mediante esta técnica.

Premio a los pioneros en estudiar el cerebro con luz

«En el periodismo no hay nada más importante que ser preciso e imparcial»

Marvin Minsky.

sociedad, cultura y ocio | 31La Opinión Miércoles, 27 de enero de 2016

Natalia Vaquero (Epipress) MADRID

Los periódicos locales que cui-dan la información de proximidad sin olvidar la global resisten y resis-tirán mejor que los de ámbito na-cional que se nutren de informacio-nes poco trabajadas los embates de las crisis económicas y tecnológi-cas pero deben adaptarse lo más pronto posible a los retos y oportu-nidades que ofrece internet, reco-mendó ayer Paul Steiger (Nueva York, 1942), director de la redac-ción de noticias en The Wall Street Journal desde 1991 hasta 2007, cuando con 65 años renunció a convertirse en un jubilado al uso y se subió sin pensárselo dos veces al tren de las nuevas tecnologías para fundar ProPublica, una agencia di-gital sin ánimo de lucro dedicada al periodismo de investigación y pa-trocinada principalmente por el matrimonio de multimillonarios estadounidenses Herbert y Marion Sandler.

Steiger, que también trabajó du-rante 17 años en Los Angeles Times, expuso ayer su particular visión del periodismo en un foro patrocinado por la Universidad de Navarra y la Fundación Rafael del Pino, donde animó a las nuevas generaciones de periodistas a echar mano de la crea-tividad y de la picardía para indagar hasta el fondo en esas noticias que los poderes fácticos tratan de ocul-tar. Steiger calmó a los que ven con pesimismo el futuro del periodismo porque es un oficio que brinda en la actualidad “tremendas oportunida-des a los jóvenes a través de inter-net” y a los jubilados, que como él, lo practican por puro placer.

“Lo más importante es abordar los problemas que interesan a la gente y que esa gente sienta que con ello se persigue el bien común”, continuó el veterano periodista que logró para The Wall Street Journal 16 premios Pulitzer y que en tan so-lo ocho años ha conseguido ya uno de estos preciados galardones para ProPublica, agencia en la que me-dio centenar de periodistas, docu-mentalistas y expertos informáticos dedican hasta tres años de su traba-jo a destapar un escándalo.

La aventura es “fascinante” pe-ro también cara, ardua y muy labo-riosa, reconoció encantado de su actual trabajo Paul Steiger, muy agradecido a los donantes que le garantizan la independencia infor-mativa para no tener que depender de los volátiles ingresos de la publi-cidad. ProPublica ofrece sus conte-nidos gratis bajo licencias Creative Commons y para darles mayor di-fusión suele publicarlos en los

grandes diarios o en alguno de los más de 100 medios de comunica-ción con los que tiene acuerdos. La publicación recibe cada año del matrimonio Sandler 7,3 millones de euros, a los que suma las dona-ciones de otros patrocinadores me-nos desprendidos pero igualmente hartos de los abusos políticos y empresariales.

Para Steiger, internet fue todo un descubrimiento en el que se su-mergió tras su jubilación y del que se ha convertido en uno de los má-ximos defensores. Eso sí, no para contar cualquier ocurrencia, sino para elaborar reportajes de calidad que devuelvan a los medios de co-municación el prestigio de la edad de oro que identifica con la época de la Guerra de Vietnam. “Quere-mos volver al periodismo tradi-cional de servicio público”, pro-clamó el veterano reportero, muy pesimista con el futuro de los pe-riódicos impresos pero tremenda-mente optimista con el del perio-dismo.

Con ProPublica, Steiger exhibe la alternativa de las fundaciones

con capital filantrópico ante la de-creciente rentabilidad de los perió-dicos impresos, azotados por la caída de la publicidad y de la ven-ta de ejemplares.

“Hay que buscar maneras de dar apoyo y conseguir fondos para los nuevos modelos de periodismo, ya sea a través de una agencia sin áni-mo del lucro, como nosotros, u otras maneras creativas para obte-ner rentabilidad”, manifestó, con-vencido de que para acabar con la cultura del todo gratis en España hay que ofrecer a los lectores noti-cias de interés tratadas con calidad periodística.

Un año después de la fundación en 2008 de ProPublica, esta agen-cia ya había publicado 139 repor-tajes de investigación, en su mayo-ría en colaboración con grandes medios de comunicación, y en 2010 los becarios tenían un suel-do mensual de 2.800 dólares al mes. “Si quieres calidad hay que pagar por ella”, es el lema de Stei-ger, quien asegura no obstante que los sueldos de sus redactores se ajustan siempre al precio del

mercado y no malgasta nunca las donaciones que recibe. Redacto-res e informáticos reciben el mis-mo trato en un modelo en el que todos colaboran por sacar ade-lante noticias de indiscutible rele-vancia social.

En 2010 recibió el Pulitzer por un reportaje en el que se denun-ciaban las decisiones de un grupo de médicos que atendían a pacien-tes terminales víctimas del hura-cán Katrina que dejó devastada la ciudad de Nueva Orleans. La re-dactora que firmó el trabajo de-mostró que se administraron dosis letales de analgésicos a estos pa-cientes para liberar camas en los atestados hospitales.

El periodismo tiene que descu-brir y denunciar comportamientos nocivos para tratar de ponerles re-medio, siempre al servicio de los ciudadanos.” Nosotros lo hacemos de forma no partidista y no ideoló-gica, adscribiéndonos a los más es-trictos estándares de imparcialidad periodística”, concluyó Steiger al dar la receta del éxito de su agen-cia digital sin ánimo de lucro.

Paul Steiger | Explora con ProPublica un periodismo sin ánimo de lucro financiado por filántropos

“Queremos volver al periodismo tradicional de servicio público”“Los periódicos locales resistirán la crisis mejor que los nacionales“

Paul Steiger. | PACO CAMPOS / EFE

Presentación de la obra. | X. Á.

Redacción A CORUÑA

El Consorcio de Santiago y Alvarellos Editora acaban de publicar la primera edición en gallego de Historias de Compos-tela del autor pontevedrés Xosé Filgueira Valverde, en colabora-ción con la Secretaría Xeral de Política Lingüística, responsable de la traducción de la obra. His-torias de Compostela es una de las obras fundamentales de Xo-sé Filgueira Valverde.

Son un total de 17 crónicas en las que el autor repasa la Compostela medieval, el Após-tol y sus tradiciones, las fiestas de la ciudad en el Barroco y el Camino de Santiago. Fue en 1970, en la editorial composte-lana Bibliófilos Gallegos, co-fundada en 1949 por el propio autor, donde estas crónicas vie-ron la luz como libro.

Redacción A CORUÑA

Desde su apertura, el restau-rante Culler de Pau, en la costa de O Grove, siempre destacó por la calidad del producto, pro-cedente de una red de producto-res locales que ayer fueron en-salzados por el chef del estable-cimiento, Javier Olleros, en uno de los showcookings del foro Madrid Fusión. En él, Olleros compartió fogones con Santia-go Pérez, de la Finca Los Cuer-vos, en la demostración “Raíces comestibles” .

No fue la única presencia ga-llega. Los seis chefs españoles que optan a cocinero revelación del año prepararon ayer sus pla-tos para intentar convencer al jurado. La premisa era “la revo-lución en lata” y los productos eran, conservas de Cuca.

El chef gallego Javier Olleros ensalza los productos locales en Madrid Fusión

Publicada la primera edición en gallego de 17 crónicas de Xosé Filgueira Valverde

En los textos el autor repasa la Compostela medieval, el Apóstol y sus tradiciones

Miércoles, 27 de enero de 2016 Sociedad, Cultura y Ocio LA NUEVA ESPAÑA|65

Natalia VAQUERO (Epipress) Madrid

Los periódicos locales que

cuidan la información de proxi-midad sin olvidar la global resis-ten y resistirán mejor que los de ámbito nacional que se nutren de informaciones poco trabaja-das los embates de las crisis eco-nómicas y tecnológicas, pero deben adaptarse lo más pronto posible a los retos y oportunida-des que ofrece internet, reco-mendó ayer Paul Steiger (Nueva York, 1942), director de la re-dacción de noticias en “The Wall Street Journal” desde 1991 hasta 2007, cuando con 65 años renunció a convertirse en un ju-bilado al uso y se subió sin pen-sárselo dos veces al tren de las nuevas tecnologías para fundar ProPublica, una agencia digital sin ánimo de lucro dedicada al periodismo de investigación y patrocinada principalmente por el matrimonio de multimillona-rios estadounidenses Herbert y Marion Sandler.

Steiger, que también trabajó durante 17 años en “Los Ange-les Times”, expuso ayer su par-ticular visión del periodismo en un foro patrocinado por la Uni-versidad de Navarra y la Funda-ción Rafael del Pino, donde ani-mó a las nuevas generaciones de periodistas a echar mano de la creatividad y de la picardía para indagar hasta el fondo en esas noticias que los poderes fácti-cos tratan de ocultar. Steiger cal-mó a los que ven con pesimismo el futuro del periodismo porque es un oficio que brinda en la ac-tualidad “tremendas oportunida-des a los jóvenes a través de in-ternet” y a los jubilados, que co-mo él, lo practican por puro placer.

“Lo más importante es abor-dar los problemas que interesan a la gente y que esa gente sienta que con ello se persigue el bien común”, continuó el veterano periodista que logró para “The Wall Street Journal” 16 premios “Pulitzer” y que en tan sólo

ocho años ha conseguido ya uno de estos preciados galardones para ProPublica, agencia en la que medio centenar de periodis-tas, documentalistas y expertos informáticos dedican hasta tres años de su trabajo a destapar un escándalo.

La aventura es “fascinante”, pero también cara, ardua y muy laboriosa, reconoció encantado de su actual trabajo Paul Steiger, muy agradecido a los donantes que le garantizan la independen-cia informativa para no tener que depender de los volátiles in-gresos de la publicidad. ProPu-blica ofrece sus contenidos gra-tis bajo licencias Creative Commons y para darles mayor difusión suele publicarlos en los grandes diarios o en alguno de los más de 100 medios de comu-nicación con los que tiene acuer-dos. La publicación recibe cada año del matrimonio Sandler 7,3 millones de euros, a los que su-ma las donaciones de otros pa-trocinadores menos desprendi-dos pero igualmente hartos de los abusos políticos y empresa-riales.

Para Steiger, internet fue todo un descubrimiento en el que se sumergió tras su jubilación y del que se ha convertido en uno de los máximos defensores. Eso sí, no para contar cualquier ocu-rrencia, sino para elaborar re-portajes de calidad que devuel-van a los medios de comunica-ción el prestigio de la edad de oro que identifica con la época de la Guerra de Vietnam. “Que-remos volver al periodismo tra-dicional de servicio público”, proclamó el veterano reportero, muy pesimista con el futuro de los periódicos impresos, pero tremendamente optimista con el del periodismo.

Con ProPublica, Steiger exhi-be la alternativa de las funda-ciones con capital filantrópico ante la decreciente rentabilidad de los periódicos impresos, azo-tados por la caída de la publici-dad y de la venta de ejemplares.

“Hay que buscar maneras de dar apoyo y conseguir fondos

para los nuevos modelos de pe-riodismo, ya sea a través de una agencia sin ánimo del lucro, co-mo nosotros, u otras maneras creativas para obtener rentabili-dad”, manifestó, convencido de que para acabar con la cultura del todo gratis en España hay que ofrecer a los lectores noti-cias de interés tratadas con cali-dad periodística.

Un año después de la funda-ción en 2008 de ProPublica, es-ta agencia ya había publicado 139 reportajes de investigación, en su mayoría en colaboración con grandes medios de comuni-cación, y en 2010 los becarios tenían un sueldo mensual de 2.800 dólares al mes. “Si quieres calidad hay que pagar por ella”, es el lema de Steiger, quien ase-gura no obstante que los sueldos de sus redactores se ajustan siempre al precio del mercado y no malgasta nunca las donacio-nes que recibe. Redactores e in-formáticos reciben el mismo tra-to en un modelo en el que todos colaboran por sacar adelante no-ticias de indiscutible relevancia social.

En 2010 recibió el “Pulitzer” por un reportaje en el que se de-nunciaban las decisiones de un grupo de médicos que atendían a pacientes terminales víctimas del huracán “Katrina”, que dejó devastada la ciudad de Nueva Orleans. La redactora que fir-mó el trabajo demostró que se administraron dosis letales de analgésicos a estos pacientes para liberar camas en los atesta-dos hospitales.

El periodismo tiene que des-cubrir y denunciar comporta-mientos nocivos para tratar de ponerles remedio, siempre al servicio de los ciudadanos. “Nosotros lo hacemos de forma no partidista y no ideológica, adscribiéndonos a los más es-trictos estándares de imparciali-dad periodística”, concluyó Steiger al dar la receta del éxito de su agencia digital sin ánimo de lucro.

PAUL STEIGER | Explora con ProPublica un periodismo sin ánimo de lucro financiado por filántropos

“Queremos volver al periodismo tradicional de servicio público”“Los periódicos locales resistirán la crisis mejor que los nacionales”

Paul Steiger. | PACO CAMPOS / EFE

“Si quieres información de calidad tienes que pagar por ella

45Miércoles 27.01.16 IDEAL CULTURAS

Paul Steiger, que tuteló las investigaciones que lograron 18 premios Pulitzer, reivindica un reporterismo capaz de cambiar la sociedad

:: BORJA ROBERT MADRID. En 2011, el trabajo de sus reporteros provocó una investiga-ción federal sobre productos finan-cieros ilícitos en Estados Unidos por la que se impusieron multas de más de 400 millones de dólares. El fraude, que retrasó el estallido de la burbuja inmobiliaria y agravó sus efectos en la economía global, se contó en una serie de reportajes bautizada como ‘La máquina de ha-cer dinero de Wall Street’ y en una canción parodia inspirada en los musicales de Broadway. La inves-tigación logró el primer Premio Pu-litzer de periodismo a un trabajo publicado solo en digital. Pero para Paul Steiger, director y fundador de ProPublica, el medio sin ánimo de lucro que la divulgó, era el decimoc-tavo de estos galardones que se ges-taba bajo su tutela; la mayoría, en su etapa de jefe de información del ‘Wall Street Journal’.

Steiger, de 74 años y una de las fi-guras clave del periodismo de inves-tigación en Estados Unidos, visitó ayer Madrid invitado por la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra y la Fundación Rafael del Pino dentro de su ciclo ‘Conversacio-nes con’ para explicar los entresijos de su último proyecto profesional: ProPublica. Una agencia de noticias

financiada por donaciones, especia-lizada en investigaciones periodísti-cas complejas y en aprovechar las nue-vas tecnologías para contar las histo-rias que descubren sus reporteros. Un proyecto único nacido en 2007 que gestiona unos 10 millones de dólares –unos 9,2 millones de euros– al año y con la ambición de seguir las pistas de una exclusiva durante meses.

«No es una tarea fácil», afirmó Steiger. «A veces tenemos que dedi-car una gran cantidad de tiempo a una historia que luego no lleva a nin-guna parte; en la jerga del mundo del petróleo lo llaman perforar un pozo seco». En ProPublica, explicó, dividen a sus reporteros en peque-ños equipos liderados por un editor con la experiencia para identificar qué investigaciones tienen más op-ciones de llegar a buen puerto. Cuan-do han avanzado lo suficiente, to-dos los trabajadores participan en una evaluación de temas que se ce-lebra cada semana. «De esta forma la tasa de fracasos ha sido más pe-queña de la que esperábamos», re-conoció Steiger, que desde 2012 ya no dirige informativamente la agen-cia, aunque ejerce de su presidente ejecutivo. Durante sus cinco años en primera línea consiguió dos Pu-litzer. Uno por descubrir el fraude de los productos financieros y otro por una investigación sobre las eu-tanasias que llevaron a cabo médi-cos de Nueva Orleans tras la catás-trofe del huracán Katrina.

El lema de ProPublica es ‘periodis-mo de interés público’. Al interés ge-neral, más que a la actualidad, dedi-can sus esfuerzos, inspirados por el reporterismo estadounidense de los

años 60 y 70, el predilecto de Steiger. «No solo por lo que contaron, sino por todo lo que lograron cambiar en su sociedad en esos años de lucha por los derechos civiles o de la guerra de Vietnam», afirmó. Uno de sus pro-yectos más ambiciosos, que supuso tres años de trabajo, fue crear una base de datos con todos los cirujanos de Estados Unidos y evaluar la cali-dad de sus intervenciones frente a las del resto de sus colegas. «Tuvimos que recopilar millones de datos, pero ha cambiado la forma en la que los ciudadanos piensan en sus cirugías», recalcó Steiger. «Ahora, cualquiera

puede entrar en Internet y ver qué tal es un cirujano cualquiera».

Según Steiger, lo novedoso de Pro-Publica son su estatus jurídico y su forma de financiación, pero lo que hacen en la redacción es el buen re-porterismo de siempre. «En el pe-riodismo no hay nada más impor-tante que ser preciso e imparcial», explicó. «Enseñamos a nuestros re-dactores a esforzarse por recopilar todos los puntos de vista y a verifi-car cada dato y cada declaración. No se nos puede escapar una explica-ción, sobre todo si es de alguien de quien vamos a hablar mal».

Pau Steiger, director y fundador de ProPublica, ayer en Madrid. :: ÓSCAR DEL POZO

:: J. A. G. MADRID. La comunidad tecno-lógica y científica está de luto. Marvin Minsky ha dicho adiós a los 88 años después de sufrir una hemorragia cerebral el pasado do-mingo, aunque su muerte no se hizo pública hasta ayer, que lo confirmó el Instituto Tecnológi-co de Massachusetts (MIT).

Considerado como uno de los pioneros en la investigación de la inteligencia artificial es el co-fundador del Proyecto para la In-teligencia Artificial en el MIT, que años más tarde pasaría a ser el Laboratorio de Inteligencia Ar-tificial y Ciencias de la Compu-tación (CSAIL). A mitad de la dé-cada de los años 50, Minsky acu-ñó por primera vez el término ‘inteligencia artificial’ que llega hasta la actualidad. Junto con la

ayuda de John McCarthy, am-bos científicos fundaron el CSAIL en 1959.

Neoyorqui-no de naci-miento, Mar-vin Minsky ha sido un con-vencido del po-derío de las má-quinas frente a

los hombres. Sus trabajos permi-tieron crear el ordenador perso-nal y sentó las bases de Internet.

Pocos años después de empe-zar a construir el concepto de in-teligencia artificial, Minsky re-cibió en 1969 el Premio AM Tu-ring, la mayor distinción en el campo de la computación.

El MIT ya ha anunciado que a lo largo de este 2016, el que fuera uno de sus miembros más destacados, recibirá un home-naje por todos sus logros y des-cubrimientos.

El mundo de la tecnología pierde a Marvin Minsky, padre de la inteligencia artificial

:: B. R. MADRID. Los tres padres de una técnica revolucionaria para estu-diar el cerebro de los humanos re-cibieron ayer el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimien-to en la categoría de Biomedicina. Edward Boyden, Karl Deisseroth y Gero Miesenböck, fundadores de la optogenética, han obtenido el galardón por abrir con sus investi-gaciones el camino para una com-prensión profunda de los mecanis-mos que rigen los comportamien-tos, la psicomotricidad, la memo-ria, las emociones e incluso algu-nas enfermedades mentales.

La optogenética es una discipli-na aún en la infancia que, median-

te el uso de unas proteínas sensi-bles a la luz que se pueden activar a distancia, permite a los investi-gadores actuar de forma extrema-damente precisa sobre grupos re-ducidos de células. Esto, aplicado al cerebro y sus neuronas, abre las puertas a una exploración del ór-gano más desconocido del cuerpo humano con una resolución im-pensable hace apenas unos años. «Es un sistema de comunicación inalámbrica con las células del ce-rebro», explicó Miesenbröck du-rante una conversación telefóni-ca tras anunciarse el premio.

Si se entiende el cerebro como un circuito extremadamente com-plejo, afirmó Boyden, la optoge-

nética es la técnica que permite ac-tivar y desactivar regiones muy concretas y ver cómo circula la in-formación tras los cambios. Como uno de sus fundadores, reconoció que durante varios años se les hizo poco caso porque «la técnica, sen-cillamente, parecía demasiado bue-na para ser cierta». Ahora, miles de grupos de investigación en todo el mundo la utilizan para desentra-ñar los misterios del cerebro.

La optogenética, además, señaló Miesenbröck, determinó de forma definitiva que las emociones, los pensamientos y los actos humanos nacen todos en las interacciones neuronales del cerebro. «Es la fuen-te de nuestra conciencia», afirmó. Aunque en humanos no se ha usa-do aún con estos propósitos, ya son decenas los experimentos con ani-males que han demostrado que es posible alterar su comportamiento mediante esta técnica.

Premio a los pioneros de estudiar el cerebro con luz

«En el periodismo no hay nada más importante que ser preciso e imparcial»

Marvin Minsky.

Paul Steiger propone "creatividad" para ser rentables

E.PRESS. MADRID

El fundador de ProPublica e icono del periodismo de investigación participa en 'Conversaciones Con' de la UN

27/01/2016 a las 06:00

El veterano periodista estadounidense Paul Steiger, fundador del ProPublica, durante una

entrevista. EFE

El fundador de ProPublica e icono del periodismo de investigación, Paul Steiger, animó a los

medios de comunicación españoles a buscar maneras "creativas" de obtener rentabilidad

ante la cultura de acceder gratuitamente a los contenidos periodísticos.

"Hay que buscar maneras de dar apoyo y conseguir fondos para los nuevos modelos, ya sea a

través de una agencia sin ánimo del lucro, como nosotros, u otras maneras creativas para

obtener rentabilidad. Existen recursos para hacerlo", subrayó durante un encuentro con la

prensa española.

Steiger ha viajado a España para participar en la cuarta edición de 'Conversaciones Con', un

foro organizado por la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, que tiene

como objetivo reflexionar y celebrar la misión del periodismo en la sociedad. Su ponencia

magistral tendrá lugar este martes 26 de enero a las 19,00 horas en la Fundación Rafael del

Pino.

Paul Steiger (Nueva York, 1942) comenzó su carrera periodística con 23 años en la redacción

del Wall Street Journal, en San Francisco. Posteriormente, trabajó durante 15 años en Los

Ángeles Times, y en 1983 regresó al WSJ, donde fue director de la redacción de noticias en una

etapa en la que el periódico ganó 16 Premios Pulitzer.

Con su larga experiencia, Steiger fundó ProPublica en 2008 gracias a los 10 millones de dólares

que aportaron los filántropos Herbert y Marion Sandler. Casi todos sus reportajes están

disponibles bajo licencias Creative Commons y para darles mayor difusión, suelen publicarlos

en los grandes diarios o en alguno de los más de 100 medios con los que tienen acuerdos.

Un año después de su fundación (2009), esta agencia ya había publicado 139 reportajes de

investigación, en su mayoría en colaboración con grandes medios, y en 2010 los becarios

tenían un sueldo mensual de 2.800 dólares. A día de hoy cuenta con 45 periodistas en su

redacción.

200.000 DÓLARES AL AÑO

El fundador de ProPublica reveló que ha llegado a firmar un contrato con uno de sus

periodistas por 200.000 dólares anuales y aclaró que no se trata de derrochar el dinero de sus

donantes sino que se basan en el "precio del mercado". "En la competencia le habían ofrecido

más dinero", explicó.

Sobre la época actual del periodismo, destacó los "grandes y rápidos cambios" que se están

produciendo aunque no se atreve a predecir si en el futuro mirará a este tiempo como una

"época dorada" del periodismo. Lo que sí aseguró es que se trata de un momento de "grandes

oportunidades", sobre todo para los jóvenes.

A su juicio, en la actualidad, los periodistas que lo tienen más difícil son aquellos que ya llevan

unos años en la profesión, quieren promocionar y ganar un sueldo mayor porque aún están

pagando los estudios de sus hijos y que "están siendo despedidos".

Ante esta situación, animó a los periodistas a ser "positivos" y "creativos" y, precisamente, a

esa creatividad es a la que recurren los reporteros de ProPublica. Concretamente, Steiger

recordó algunas historias publicadas tras años de trabajo como el reportaje sobre la

puntuación de los cirujanos estadounidenses y otro sobre el abuso de unos instrumentos

financieros, con el que ganaron el Premio Pulitzer.

EL FORO CONVERSACIONES

Con el movimiento 'Conversaciones con' (#CelebratingJournalism), la Facultad de

Comunicación de la Universidad de Navarra quiere fomentar el debate periodístico entre los

profesionales nacionales e internacionales del sector. En las anteriores ediciones de

'Conversaciones Con' han participado ponentes como el director del Oxford Institute for the

Study of Journalism, David Levy, la exdirectora de The New York Times, Jill Abramsom, y el

fotógrafo de guerra James Nachtwey, a los que se han unido más de setenta periodistas

españoles.

En esta ocasión, el foro cuenta con el análisis de cuatro directores de periódicos (Antonio

Caño, de El País; Bieito Rubido, de ABC; David Jiménez, de El Mundo, y Manuel Rico, de

InfoLibre), el director de Radio Nacional de España, Alfonso Nasarre; los directores de

Informativos de Mediaset, Juan Pedro Valentín, Antena 3, Gloria Lomana, y Telemadrid,

Agustín de Grado; la periodista Ana Rosa Quintana; responsables de agencias informativas

como Pablo A. Iglesias, de Servimedia, y Rodrigo Ponce de León, de Colpisa; la periodista Pilar

Velasco, de la Cadena SER; y Jordi Pérez Colomé, de El Español.

El admirable caso de Paul Steiger: la esperanza del periodismo de investigación 27 enero 2016

Carlos Salas

Para aquellos que no están familiarizados con la industria de la prensa, voy a resumir dónde estamos ahora y por qué.

Cada mañana, la mayoría de ustedes se levanta, enciende el móvil, la tablet o el portátil, y suelta cosas como: “Oh, Dios mío: ese político es un ladrón”, “Jesús: esa empresa está traficando con información confidencial”; “Madre mía, ese hospital está lleno de médicos corruptos”.

La mayor parte de esas informaciones proceden de periodistas de investigación. Ustedes en el fondo se sienten reconfortados porque saben que hay alguien que les cubre las espaldas en lo que refiere a sus derechos civiles. Mientras ustedes duermen, un grupo de periodistas va revisando las basuras y publicando escándados, denunciando

corrupciones, y escribiendo sobre comisionistas. Pero eso es caro: hacer periodismo de investigación es muy caro porque los periodistas tienen que rastrear historias durante días, semanas, meses y a veces, años.

Sin embargo, me gustaría centrarme en un gesto que han tenido ustedes esta mañana. Se han enterado de todas las noticias sin pagar nada. Les ha salido gratis. Ni siquiera han ido al kiosco a comprar un periódico. Y ahora se me ocurre una pregunta: ¿Quién va a pagar a los periodistas de investigación? ¿Quién paga todos esos gastos si al final ustedes están consumiendo noticias de forma gratuita?

En este momento, muchos de ustedes dirán: “Espera un momento. Esta mañana, cuando encendí mi móvil y leí las noticias, había anuncios. Mira”. Y entonces me enseñan la pantalla llena de anuncios. Y yo digo: ¿en serio? ¿Han visto los anuncios? Lo dudo.

Yo creo que esta mañana, antes de leer las noticias, ustedes buscaron el aspa que están en alguna parte de sus pantallas, la presionaron y así hicieron desaparecer los anuncios. A ustedes no les gustan los anuncios.

De modo que mi pregunta sigue estando en pie. ¿Cómo se puede sostener el periodismo de investigación?

He aquí la foto de este problema. Por un lado, tenemos a los medios digitales que muestran anuncios que nadie quiere mirar. Y si los miran, estamos hablando de que los medios obtienen ingresos que se miden en céntimos. Créanme. Céntimos.

Y por otro lado, tenemos a los viejos medios de papel que están en declive porque cada vez va menos gente a los kioscos. Es decir, los medios obtienen muy poco dinero de su soporte digital; y obtienen cada vez menos dinero de sus soportes de papel.

¿Es posible sobrevivir así? ¿Es posible dar la batalla frente a los abusos, denunciar la corrupción, sacar a la luz los errores? ¿Es posible hacerlo sin dinero? ¿Sin anuncios? ¿Es posible hacer periodismo de investigación?

Afortunadamente, en España hay buenos periodistas de investigación, hay buenos medios de papel que saben investigar y buenos medios de internet. Pero ¿hasta cuándo? ¿Tendrán suficiente dinero con ese modelo económico?

Uno de las fórmulas más llamativas para hacer periodismo de investigación con buenos recursos se puso en marcha en EEUU hace ocho años. Un grupo de altruistas pusieron 10 millones de dólares para lanzar Propublica. Nombraron a Paul Steiger responsable del proyecto. Paul, ex director editorial de The Wall Street Journal, se acababa de jubilar con 65 años, y por eso le insistieron en que hiciera periodismo de investigación.

Paul reunió a un grupo de periodistas sagaces y les dio todos los medios y el tiempo para investigar. “No ha habido un reportaje que se haya quedado sin fondos para continuar”, dice ufano Paul Steiger. Los periodistas de Paul han sacado innumerables escándalos que han dado la vuelta al país: desde las extrañas muertes ocurridas en hospitales de Nueva Orleans durante el huracán Katrina, hasta los manejos de un grupo de financieros de Chicago con derivados.

La fórmula de Paul es original porque colabora con grandes cabeceras como The

Washington Post, The New York Times y la BBC, a las que cede sus investigaciones. Eso les da mucha más visibilidad porque con la catapulta que suponen esos medios, las historias de Propublica se hacen famosas y aumenta el número de norteamericanos donantes del periodismo de investigación. Lo ven como una causa civil.

Para hacer ese periodismo, Paul combina periodistas con tecnólogos. “Pero los tecnólogos tienen que saber de periodismo”, dice Steiger. Incluso lo llama periodista tecnológico. ¿Qué hacen? Usar todas las herramientas tecnológicas de última moda para rastrear y manejar una inmensa cantidad de datos. Por ejemplo, Paul y su equipo consiguieron que el gobierno federal, gracias a la Ley de Libertad de Información, les suministrara los expedientes de los médicos del país y sus resultados con pacientes.

Propublica elaboró una aplicación donde cada estadounidense podía comprobar, antes de ir a un médico, si el facultativo está por encima de la media de resultados eficaces… o por debajo. Esta información en manos del pueblo permite que todos tomen decisiones más acertadas y desde luego, saca los colores a los malos médicos.

Las investigaciones de Propublica les han hecho ganar muchos galardones, entre ellos, el Pulitzer. Para un periodista, trabajar en Propublica es un honor hasta el punto de que periodistas de Propublica que ganan 200.000 dólares al año, han recibido ofertas para irse a otros medios, y no lo han hecho. Por cierto, un periodista joven recién entrado a Propublica –vamos, de prácticas, como diríamos aquí–, gana 50.000 dólares al año. Ejem.

Gracias a la Universidad de Navarra Paul Steiger ha estado estos días en España y ha dado una conferencia en la Fundación Rafael del Pino, donde tuve el honor de hacer la presentación. Parte de este texto que están ustedes leyendo lo utilicé para dicha presentación.

Al final, me quedé con la sensación de que a pesar de la crisis del periodismo, se puede seguir haciendo buen periodismo de investigación, y que no es extraño que el modelo de Propublica basado en una fundación altruista, surja a España. Desde luego, casos de corrupción no nos faltan.

(Foto de Álvaro García Fuentes).

Periodismo de investigación: un bien público, pero no gratuito ACEPRENSA 27.ENE.2016

Las sociedades democráticas se alegran de que existan medios independientes que saquen a la luz los desmanes de los poderosos. Pero pocos están dispuestos a pagar por ese servicio. El periodista norteamericano Paul Steiger, fundador de ProPublica, habló sobre esta contradicción en el foro de debate sobre el periodismo “Conversaciones con”, organizado por la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra el 26 de enero.

La revolución digital ha cambiado el panorama de los medios informativos, observó Steiger en su conferencia en la Fundación Rafael del Pino, en Madrid. Es cierto que, por un lado, ha traído nuevas oportunidades: antes hacía falta una inversión enorme para comenzar un medio; ahora, Internet ha bajado la barrera de entrada y cualquiera puede convertirse en editor con un ordenador y poco más.

Pero Internet también ha traído la cultura del todo gratis, que ha puesto en crisis el modelo de negocio en que se basaba hasta ahora el periodismo. El primer perdedor ha sido la prensa escrita. Steiger citó unos datos difundidos por su colega Richard Tofel, actual presidente de ProPublica: en EE.UU. solo queda un periódico que venda, de media, algo más de un millón de ejemplares al día: The Wall Street Journal. El siguiente que más ejemplares vende es The New York Times (528.000). El resto, está por debajo del medio millón.

El futuro es digital

Los editores tienen claro que el futuro es digital. El reto es encontrar un modelo de negocio estable: no es fácil descubrir cómo hacer que la publicidad sea rentable, y solo unas pocas cabeceras tienen posibilidad de cobrar a suficientes lectores por acceso.

A falta de una solución, los medios tradicionales reducen plantilla; sobreviven, pero la calidad se resiente. También hay menos recursos para el periodismo de investigación. Casi todos coinciden en que es necesario. Pero si los lectores no pagan por la información, ¿quién lo hace?

Aquí está la aportación de ProPublica, una agencia de noticias sin ánimo de lucro especializada en reportajes de investigación y financiada principalmente con donaciones. “El periodismo de investigación es un bien público: beneficia también a los que no pagan”, declaró Steiger.

ProPublica colabora con otros medios para dar a conocer los fraudes que destapa. Lo habitual es que se asocie para un proyecto determinado, como han hecho la BBC y Buzzfeed en el escándalo de los amaños sobre partidos de tenis. En el caso de ProPublica, sus reporteros comparten borradores con los del otro periódico. Además, los abogados de estos medios –no lo redactores– pueden preguntarles por sus fuentes.

¿Recibe ProPublica presión de sus donantes? La respuesta de Steiger es contundente: no, en absoluto. Los administradores y los donantes pueden sugerir temas a los editores, nunca a los redactores. Y los editores no están obligados a seguir sus pistas: en estos ocho años, solo lo han hecho una vez, “porque el tema era verdaderamente interesante”. Su política de no agradar a sus donantes les ha jugado alguna mala pasada, como en el caso de un demócrata entusiasta que se disgustó mucho por un reportaje sobre corruptelas de su partido en California. “Dejó de dar, pero luego volvió”.

Cuidar las historias

ProPublica se ha hecho famoso por la calidad de sus investigaciones periodísticas. Con dos premios Pulitzer a sus espaldas, el nivel de exigencia está muy alto. Sin embargo, las exclusivas no son toda la verdad: en ProPublica, se empiezan muchas historias, pero no todas llegan a buen puerto.

En el encuentro con los medios celebrado antes de su conferencia, Steiger lo explicó con una imagen tomada de la industria petrolera: “Empiezas a perforar un pozo, y al final descubres que es un pozo seco”. Los reporteros dedican mucho tiempo a buscar información. Pero si no da fruto, la historia se abandona y se empieza otra nueva.

Para encontrar una buena historia hace falta trabajarla y cuidarla mucho. En ProPublica, los redactores trabajan en pequeños equipos, supervisados por un jefe de redacción. Cuando una historia va por buen camino, se incorpora a una lista de temas que se revisa cada semana en una reunión con los redactores. La primera vez que se habla de un tema en esa reunión, cualquiera puede sugerir enfoques, pistas informativas, posibles problemas que pueden surgir… De esta forma, toda la redacción se implica en las historias. “Este método ha hecho que nos encontremos con menos pozos secos de los que esperábamos”.

Steiger citó como ejemplos de historias cuidadas dos investigaciones. Una, publicada este verano, fue un proyecto de tres años –con aplicación incluida– para puntuar la calidad de los cirujanos estadounidenses. La otra fue una serie de reportajes sobre prácticas financieras abusivas, con la que ProPublica ganó su segundo Premio Pulitzer.

El buen periodismo logra cambios sociales

La solvencia económica de ProPublica permite pagar bien a sus periodistas, aunque se mueven dentro del precio de mercado. Con uno de sus periodistas más experimentados firmaron un contrato de 200.000 dólares anuales; es mucho, pero la competencia le ofrecía más. En cambio, a algunos de los más jóvenes que hubieran aceptado trabajar por 35.000 dólares anuales en una empresa, cobran 50.000 en ProPublica.

De todos modos, no todo es cuestión de dinero. A los periodistas presentes en el encuentro en el ISEM, Steiger les recordó que para encontrar información valiosa hay que ser “creativos”. Las nuevas herramientas digitales han traído nuevas oportunidades. Pero también hace falta garra periodística. En este sentido, elogió a los periodistas que en la década 1960 veían la segregación racial y la contaban: “El buen periodismo transformó en leyes la lucha por los derechos civiles”.

56 EL MUNDO. JUEVES 28 DE ENERO DE 2016

COMUNICACIÓN

PÚBLICA MOVIMIENTOS

MARCOS LÓPEZ, EL HOMBRE DE TVE EN RÍO

La hasta ahora corresponsal en Brasil y el responsable de informar sobre la Casa Real dejan la cadena

EDUARDO FERNÁNDEZ MADRID Marcos López vuelve a la primera línea de La 1. El ex presentador del telediario, según ha podido saber EL MUNDO, es el profesional de la cadena pública elegido para relevar a María Oña en la corresponsalía de Río de Janeiro (Brasil), una pla-za en activo desde 2014 y clave de cara a los Juegos Olímpicos del próximo verano.

López forma parte del equipo del Canal 24 Horas, en concreto del pro-grama Zoom Music. En el futuro, su labor no quedará reducida a la que cumple en la cadena todonoticias. Según fuentes consultadas por este diario, el movimiento está provocado por la salida de Oña, con la intención de participar participar en un pro-yecto vinculado al BBVA. Distintas fuentes de la corporación también dan por segura la marcha, rumbo a esa misma entidad financiera, de Luis Lianes, titular de la información referente a la Casa Real.

López podrá explotar su especiali-dad en deportes –ha conducido for-matos de esa área, como Estudio Es-tadio, y ya ha cubierto entre otras ci-tas Pekín 2008 y Londres 2012–. Desde que la cadena pública le apar-tara de la presentación de los infor-mativos, el periodista siempre ha en-trado en las quinielas cuando se em-prendían movimientos en las corresponsalías. De hecho, estuvo a punto de asumir la de Río, el que se entendía como su destino natural

una vez fuera del telediario. Sin em-bargo, López recaló en La 2, para fi-nalmente llegar al Canal 24 horas.

El periodista presentó entre 2010 y 2012 el noticiario de fin de semana. A comienzos de 2013, pasó a la edi-ción nocturna, pero en 2014 la aban-donó por decisión del entonces di-rector de Informativos, Julio Somoa-no, que prefirió apostar por Ana Blanco como presentadora única.

PABLO RODRÍGUEZ MADRID Su mirada denota cansancio por las horas de un lado para otro y, al mismo tiempo, muestra una chis-pa de juventud insospechada en alguien de 73 años y con una larga trayectoria a sus espaldas. La son-risa no se le borra bajo ningún concepto: una firma de uno de sus libros por aquí, una foto con un grupo de estudiantes por allá. Sus acompañantes confirman que toda la jornada de Paul Steiger, ex jefe de redacción de The Wall Street Journal y creador de ProPublica, ha sido así en su visita en Madrid.

El foro Conversaciones con…, celebrado en el salón de la Fun-dación Juan Pino y promovido por la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, ha traído a uno de los gurús del pe-riodismo de investigación a la ca-pital española. El tema de este año: la ética periodística. Y quién mejor que uno de los fundadores de una corporación periodística sin ánimo de lucro para abande-rarlo.

– ¿Es posible implantar el mode-lo de ProPublica en España a pe-sar de las diferencias en la cultura periodística?

– No sólo periodística, hay una diferencia cultural en general en-tre nosotros. La cultura de las do-naciones está bastante extendida en Estados Unidos, pero esa tradi-ción ahora mismo no existe en Es-

paña, pero podría implantarse en cualquier momento.

Desde su posición de jefe de re-dacción de The Wall Street Jour-nal, Steiger vivió ese proceso de transformación a lo digital en el que los medios de comunicación llevan años inmersos. «Hay que tratar de reinventarse continua-mente», confirma. Él consiguió ha-cerlo en 2008 dejando atrás esa

etapa para ponerse al frente de un medio puramente digital como ProPublica.

– ¿Los periódicos podrán sobre-vivir?

– El periódico impreso y su dis-tribución van a morir. No sabría decir en cuánto tiempo, pero los recursos económicos y la tecnolo-gía juegan en su contra. La próxi-ma gran crisis que haya en Esta-

dos Unidos hará que algunas ca-beceras se impriman solamente los domingos, los jueves y domin-gos, o viernes y domingos, por ejemplo. Las estructuras no se pueden asumir porque necesitas las mismas para dos millones de ejemplares que para 500.000.

Al final de la respuesta se detie-ne y señala el teléfono móvil con el que se está grabando esta entrevis-

ta: «Éste es el futuro para la información y para el entretenimiento, y nadie sabe usarlo tan bien co-mo los jóvenes». No le ca-be ninguna duda de cuál es el rumbo que debe to-mar el periodismo en los próximos años: la mezcla entre tecnología y juven-tud, pese a las dificultades para ejercer la profesión en un sector golpeado por la crisis. «Primero, porque no tienen unas responsa-bilidades familiares que les impidan meterse de lleno en esta profesión y porque están en ese mo-mento de hacer lo que sea para entrar en ella. Con la aparición de internet, tie-nen además la facilidad de crear su propia start up de noticias en el que poder poner en marcha su historia sin necesidad de una gran cantidad de dinero para crear un me-dio como era necesario en épocas anteriores. También es cierto que hay muchas dificultades, pero ahí está la oportuni-dad para desarrollar un nuevo formato que pueda funcionar», responde.

Han pasado casi nueve años desde que Paul Stei-ger abandonara la redac-ción de The Wall Street Journal, que cayó en ma-nos de News Corpora-tion, la empresa del mag-nate Rupert Murdoch, pe-ro en las conversaciones con sus compañeros de profesión aún sigue apa-reciendo su antiguo pe-riódico.

– ¿Ha notado el cambio en The Wall Street Jour-nal desde la llegada de Murdoch?

– De la gente que es-tamos en ProPublica, unos cuantos hemos tra-bajado allí y todos tene-mos visiones distintas.

Yo creo que no ha cambiado tan-to y que muchos de los cambios han sido positivos. Todavía sigue siendo uno de los mejores perió-dicos del mundo. Mi amigo y presidente de ProPublica Dick [Richard] Tofel, que también es-tuvo conmigo en mi etapa del Journal, piensa que se está ale-jando de lo que es lo correcto. Yo no opino como él.

«EL MÓVIL ES EL FUTURO PARA LA INFORMACIÓN»

Creador de ‘ProPublica’. El ex jefe de redacción de ‘The Wall Street Journal’ («todavía sigue siendo uno de los mejores periódicos del mundo») abandera la transformación digital desde la corporación periodística sin ánimo de lucro de referencia

PAUL STEIGER

EFE

«LA CULTURA DE LAS DONACIONES ESTÁ BASTANTE EXTENDIDA EN EEUU, PERO ESA TRADICIÓN AHORA NO EXISTE EN ESPAÑA»

«LA PRÓXIMA GRAN CRISIS QUE HAYA EN EEUU HARÁ QUE ALGUNAS CABECERAS SE IMPRIMAN SÓLO LOS DOMINGOS»

El periodista Marcos López. RTVE

EL MUNDO. JUEVES 28 DE ENERO DE 2016

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OPINIÓN i

POR ESAS casualidades que tiene la vida, el martes coincidió la detención de 24 miembros de la «organización criminal» –según el juez– montada por políticos del PP en Valencia para lucrarse con comisiones ilegales con la presen-cia en Madrid del veterano periodista estadou-nidense Paul Steiger, antiguo director editorial

de The Wall Street Journal y fundador de la agencia Propublica, invitado por la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra. Estos dos hechos tienen que ver porque el desmantelamiento de esa «organización crimi-nal» es una consecuencia del periodismo de in-vestigación. Fue este periódico el que destapó el escándalo, en noviembre de 2014, y tras su descubrimiento siguió aportando pruebas que

han terminado con esas detenciones e imputa-ciones. Y Steiger es uno de los más genuinos representantes del periodismo de investigación. Tan es así que, cuando en 2007 se jubiló del Journal al cumplir 65 años, unas fundaciones de empresarios y mecenas de Estados Unidos reunieron 10 millones de dólares y le encarga-

ron la creación de una agencia de noticias de-dicada a la investigación periodística. Entre esos benefactores están las fundaciones Knight, Ford, el Pew Charitable Trust o la Open Society Foundations de George Soros.

Steiger contrató a los periodistas –y personal del mundo tecnológico, como expertos en big data–. Fundó algo así como el paraíso del ofi-cio: periodistas muy bien pagados –hasta

200.000 dólares anuales–, que tienen todo el tiempo del mundo para desarrollar sus investi-gaciones. Como Propublica no tiene ánimo de lucro, tampoco tiene la presión de los benefi-cios, aunque como en todos los sitios, también aquí tengan que lidiar con intereses de los po-derosos.

Recuerdo que cuando a finales de la década pasada las caídas de las ediciones impresas de los periódicos en Estados Unidos ponía en se-rio peligro a algunas de las empresas informa-tivas señeras del país, el Senado convocó una sesión del subcomité de Comunicaciones con destacados periodistas para analizar el futuro de la profesión. Los políticos sabían que la de-mocracia norteamericana no podía permitirse el perder esa función de control del poder que siempre ha ejercido el periodismo.

Pero esta columna no trata directamente so-bre el periodismo y su futuro, sino sobre el pre-sente de la democracia en España. En Estados Unidos, la sociedad civil, al menos una parte de ella, es capaz de movilizarse con iniciati-vas para que los políticos no se queden sin contrapoderes que los controlen. Y a la pro-

pia clase política le interesa conocer, qué le pasa a la prensa.

Todo esto es defender la calidad democrá-tica de un país y nos sitúa ante el espejo de nuestras propias penurias. Porque es imposi-ble aspirar al sobresaliente cuando ni siquiera se aprueba una asignatura. El ejemplo lo tene-mos estos días. No se entiende que 39 días des-pués de unas elecciones en las que los ciudada-nos han exigido acuerdos a los políticos para formar un Gobierno, ni un solo partido haya propuesto un programa concreto con una hoja de ruta para iniciar una negociación.

En cambio, sí somos perfectamente cons-cientes de los encontronazos tuiteros de Sán-chez e Iglesias. Y conocemos por boca de Ra-joy que el líder socialista no quiere hablar con él. Y que Podemos quiere una vicepresidencia y la mitad de los ministerios de un hipotético Ejecutivo con el PSOE, mientras que Rajoy ofrece a los socialistas el cambalache del apo-yo en los gobiernos regionales para conseguir el central. Todavía nos queda un trecho para ser una democracia con todas las de la ley. @vicentelozano

La calidad de la democracia

LA TIERRA MEDIA

VICENTE LOZANO

MATTEO RENZI

8 Los Museos Capitalinos de Roma, que competen al Gobierno italiano, del que es primer ministro, taparon las estatuas antiguas desnu-

das en la visita del presidente iraní Hassan Rohani. Aunque

su oficina negó haber toma-do esta decisión, por acción o por omisión, es responsa-ble de un acto que, más que a un gesto hospitalario, su-puso un exceso de celo pa-ra no ofender a Rohani.

Tapar las estatuas desnudas no es un gesto hospitalario

DAVID CAMERON

8 El primer ministro britá-nico se refirió ayer a los re-fugiados que malviven en Calais como un «manojo de inmigrantes» durante un debate en la Cá-mara de los Co-munes. Came-ron es reinci-dente porque hace unos meses los llamó «plaga de gente». Los líderes políticos deben ser especialmente responsables al tratar un asunto tan delicado como el de los refugiados.

Palabras vejatorias contra los refugiados

VOX POPULI

IGNACIO OSBORNE

7 Será el nuevo presiden-te del Instituto de la Em-presa Familiar por los pró-ximos dos años, después de que la Junta Directiva de la organización le pro-pusiera ayer en sustitución de Javier Moll. El nombra-miento deberá ser ratifica-do por la Asamblea Gene-ral. Ignacio Osborne, inge-niero de ICAI, es conseje-ro delegado de Osborne y es también miembro del Consejo Empresarial de la Competitividad.

Nuevo presidente del Instituto de Empresa Familiar

SAM EMAMINEJAD

7 Un equipo de investiga-dores de la Universidad de Stanford, encabezados por él, han ideado un dispositi-vo de vigilancia de la salud basado en un sistema de sensores que se pega a la piel y que detecta los cam-bios en la composición del sudor. En el futuro, este tipo de biosensor portátil podría ser capaz de alertar a los atletas y los pacientes de la fatiga, la deshidratación, el sobrecalentamiento y otros problemas de salud.

Un dispositivo que detectará patologías a partir del sudor

TOMÁS MARCO

7 La ópera El caballero de la triste figura, con música y libreto del compositor so-bre textos de Miguel de Cervantes, es una extraor-dinaria pieza que condensa el clásico cervantino en sie-te escenas teatrales. Los Teatros del Canal, en Ma-drid, albergan esta repre-sentación que supone el re-greso de la ópera de cáma-ra de Marco. La música co-rre a cargo de Manuel Co-ves. Una joya que mezcla ópera, literatura y teatro.

Regresa con una joya de ópera con sello cervantino

7 La tenista británica afin-cada en Gijón se ha con-vertido en la revelación del torneo de Melbourne, pri-mer Gran Slam de la tem-porada, al clasificarse para la semifinales en su prime-ra aparición en el campeo-nato. Es la primera vez des-de 1997 que hay dos britá-nicos semifinalistas del tor-neo, ya que Andy Murray lo ha conseguido en el cua-dro masculino. Konta está entrenada por el español Juan Carril.

Revelación en el primer Gran Slam de la temporada

JOHANNA KONTA

El reparto que dictan las urnas Sr. Director: El reparto político, el reparto del poder, se genera en las elecciones. En las últimas, ha resultado un reparto que si lo tradujéramos en 14 carteras ministeriales resultarían: 5 pa-ra el PP, 4 para el PSOE, 2 pa-ra Podemos, 2 para Ciudada-nos y 1 para Podemos Catalu-ña. Los españoles tenemos a estos organismos políticos pa-ra que nos gobiernen, les pa-gamos para ello y ellos debe-rían dar solución a la gober-nanza. Designen a sus representantes, seleccionen un programa de Gobierno

que sea la intersección, aque-llo en lo que todos coinciden, de los distintos programas. Nombren un jefe de ese Go-bierno entre Vds. o nombren a un tercero de consenso y pónganse a trabajar, pactando y acordando. Es su obligación. Ya lo hemos dicho: gobiernen con ese equilibrio de fuerzas, sin descartar a nadie. Manuel Martínez de Azcoitia. Gijón.

Rajoy y la corrupción Sr. Director: Señor Rajoy: Usted es una persona honrada y me consta que ha perdido cientos de mi-les de euros por dedicarse a la

política en lugar de ejercer co-mo registrador, pero esto no le exonera de sus responsabi-lidades como presidente del PP por todos los casos de co-rrupción que afectan a su par-tido. Ha fallado in eligendo e in vigilando y por lo tanto de-be penar la vergüenza que es-tamos pasando ahora todos los valencianos con la corrup-ción. Si usted deja ahora la política, la historia le recorda-rá como el presidente que sa-có a España de la crisis, pero si usted se queda y esto impi-de la gran coalición que usted recomienda, es posible que la historia no sea tan benévola con su persona. Pedro Mo-rante. Elche.

El libro del ex gobernador Sr. Director: El que desgraciadamente fue-ra Gobernador del Banco de España en la etapa en la que fueron saqueadas las cajas de ahorros por sus propios gesto-res (la casta política y la Igle-sia en el caso de Córdoba), es decir, el máximo responsable de que eso ocurriera; ha escri-to ahora un libro disparando a todos lados, menos a su cabe-za. ¡Qué cara! Por supuesto que sus superiores tienen cul-pa, claro que sí. Ya sé que es-tamos en una dictadura de partidos pura y dura y que us-ted recibía órdenes. Pero si

uno es honrado, antes de obe-decer una orden injusta con-tra el interés público, uno de-ja el cargo y denuncia. ¿Por qué declaró secretas las actas de inspección de la etapa del cura Castillejo presidente du-rante 40 años de la anterior Cajasur de la Iglesia Católica, que nos dejó un agujerillo de 3.000 millones de euros? ¿Por qué unos se sientan en el ban-quillo, y otros con más delitos, no? Espero su respuesta. Ra-fael Bueno. Córdoba.

Flexibilidad y productividad Sr. Director: Según un estudio de un cate-

drático de economía zarago-zano, la flexibilidad laboral y la reducción en el tiempo de comer, son dos firmes apues-tas para lograr un mayor ren-dimiento en el trabajo, ade-más de facilitar la concilia-ción. Porque, escuece un pelín comprobar como traba-jando en nuestro país más horas que en las naciones eu-ropeas más avanzadas, resul-tamos menos productivos. Con ella, el trabajador se or-ganizaría su propio horario, aunque conllevaría ineludi-blemente potenciar el trabajo por objetivos, desterrando el mal hábito de hacer más ho-ras que un reloj. Paloma Azon. Zaragoza.

CARTAS AL DIRECTOR Los textos pueden enviarse por correo electrónico a [email protected] o por correo postal a la Avenida de San Luis, 25. 28033, Madrid. No excederán de 20 líneas y EL MUNDO se reserva el derecho a refundirlos. No se devolverán originales. Las cartas deben incluir el número del DNI y la dirección del remitente. EL MUNDO podrá dar contestación a las cartas dentro de la misma sección.

INTERACTIVAS

El Mundo Pg. 4 28/01/16

juan
Texto escrito a máquina
Jot Down 01/03/2016

8 febrero, 2016 by stolpersteinblog

El activista del

periodismo comprometido

HISTORIA 67

Por María Jiménez

Tras una carrera en la que encadenó varias décadas de éxito, el periodista Paul

Steiger llegó a la edad de jubilación con posibilidades de vivir un placentero retiro.

Sin embargo, decidió prestar su último servicio y fundó Propublica, un medio sin

ánimo de lucro dedicado al periodismo de investigación.

Por aquellos meses el mundo estaba asistiendo, quizá sin saberlo, a los primeros

compases de la yihad. Los atentados del 11 de septiembre habían echado abajo los

pilares del orden establecido y el Gobierno de Estados Unidos, con el apoyo de sus

aliados, había iniciado la “guerra contra el terrorismo”, que implicaba destruir las bases

de Al Qaeda en un polvorín tan lejano y tan inmenso como Afganistán.

En medio de aquel escenario, el periodista de The Wall Street Journal Daniel Pearl

aterrizó en la ciudad pakistaní de Karachi, cerca de la frontera afgana. Pearl pretendía

reconstruir los pasos de Richard Reid, apodado por los medios como “el terrorista

bomba” después de que intentara explosionar un avión de pasajeros que volaba entre

París y Miami con un artefacto escondido en su zapato. El reportero, curtido en países

de África y Asia, sospechaba que Reid podía tener conexiones con el temido servicio

secreto pakistaní. Había conseguido un nombre, Sheik Gilani, un líder espiritual que

podría darle alguna clave sobre el caso. Acordaron una cita el 23 de enero de 2002. Ese

día desapareció.

El de Pearl fue uno de los primeros secuestros emitidos casi en directo que mantuvo en

vilo a medio planeta. Sus captores enviaron fotografías del reportero con un periódico

de aquellos días para demostrar su veracidad. Mientras tanto, sus compañeros del WSJ

mantenían la esperanza de volver a verlo sano y salvo. La idea se esfumó de un plumazo

el 21 de febrero, cuando sus verdugos hicieron público un vídeo de 3 minutos y 36

segundos en el que mostraban su cuerpo despedazado.

El pasado 26 de febrero Steiger pronunció una conferencia en Madrid ante el abarrotado

auditorio de la Fundación Rafael del Pino, en Madrid.

Preguntado por cuál había sido el momento más difícil de su carrera, Paul Steiger bajó

la voz, entornó la cabeza y confesó sin vacilar que “el asesinato de Daniel Pearl”. Por

entonces Steiger era su jefe en el Wall Street Journal. Tras conocer la noticia declaró a

la CNN que tenía “roto el corazón”. “El asesinato de periodistas por hacer su trabajo es

un crimen contra la humanidad”, sentenció el pasado 26 de enero ante el abarrotado

auditorio de la Fundación Rafael del Pino, en Madrid.

Un palmarés de 16 premios Pulitzer

Con 74 años, el pelo canoso y los ojos frecuentemente achinados gracias a su sonrisa,

Paul Steiger podría estar disfrutando de un apacible retiro. Su currículo se lo habría

permitido: se incorporó a la redacción de The Wall Street Journal con 23 años; trabajó

durante 15 años como redactor de economía en Los Ángeles Times; regresó al WSJ

como especialista en finanzas y permaneció allí 26 años, siendo los últimos 16

responsable de la redacción. Bajo su tutela el periódico acumuló un palmarés de 16

premios Pulitzer, la mitad de los logrados en toda su historia.

Uno de ellos fue especialmente aplaudido. Se lo concedieron por la cobertura de los

atentados del 11 de septiembre, que los periodistas del WSJ pudieron ver casi en directo

desde las ventanas de su redacción, ubicada a unos metros del World Trade Center.

Esa mañana Steiger estaba reunido desde primera hora con Jim Pensiero, uno de sus

subordinados inmediatos. Poco antes de las nueve de la mañana vieron desde su ventana

cómo tres de los pisos más altos de la torre norte estaban envueltos en llamas.

“¿Tenemos otro lugar donde hacer el periódico si nos evacúan?”, preguntó Steiger.

Pensiero, un experto en producción de sistemas, recordó que había ayudado a sus padres

a montar un centro de rehabilitación a cincuenta millas al suroeste de Manhanttan.

Apenas había algún material de oficina y dudaba de que aquella idea descabellada

pudiera hacerse realidad. Minutos después el segundo avión se empotró en la torre sur y

Steiger puso en marcha un improvisado plan para asegurarse de que su periódico estaría

en la calle al día siguiente.

“Steiger es siempre muy claro al pedir un nivel de excelencia un escalón por encima de

lo que tú crees que puedes dar –explicó en Poynter, un medio especializado en

periodismo, su asistente de edición, Cathy Panagoulias–. Así que el 11-S cientos de

periodistas alrededor del mundo hicimos lo que sabemos que él quería al nivel de un

escalón por encima de lo que creíamos posible”.

Después del impacto del segundo avión, Steiger y Pensiero se pusieron en marcha. El

jefe pidió a sus empleados que se desplazaran a la que aquel día sería su oficina y

ordenó a Pensiero que avisara vía email a los responsables de sección y a la dirección

del periódico en Washington. Cuando acababa de enviar el mensaje, llegó la orden de

evacuar el edificio.

En la inesperada redacción al suroeste de Manhanttan se gestó la edición de un

periódico que años después se estudiaría en facultades de Periodismo: sus creadores se

comunicaron por email en medio del caos de las telecomunicaciones; Steiger impuso su

criterio de titular, por primera vez en la historia del diario, a seis columnas; y una de sus

historias de portada fue la crónica en primera persona de uno de los suyos, el redactor

de internacional John Bussey, que más tarde escribiría un libro sobre su peripecia.

El éxito de aquel trabajo comandado por Steiger fue comparado con “las operaciones de

guerra más exitosas”.

Con 68 años, el veterano periodista Paul Steiger se lanzó a fundar Propublica, un medio

sin ánimo de lucro dedicado al periodismo de investigación. MANUEL CASTELLS

Propublica, su último servicio

Sin embargo, lo que trajo a Paul Steiger a Madrid el pasado 26 de enero, a la última

edición de Conversaciones con, no fue ninguna de las hazañas que vivió en su etapa en

el WSJ, sino el último servicio que el aclamado periodista ha decidido dedicar a la

profesión: Propublica.

En 2008 Steiger encontró lo más parecido a la horma de su zapato. Se trataba de la

Fundación Sandler, creada por un matrimonio que se había hecho multimillonario

gracias a un novedoso sistema de préstamos a grandes empresas y que estaba dispuesto

a financiar proyectos sin ánimo de lucro de “organizaciones estratégicas y líderes

excepcionales que persigan mejorar los derechos, las oportunidades y el bienestar de los

otros, especialmente de los más vulnerables y desfavorecidos”, según reza en su página

web.

En este esquema encajaba a la perfección Propublica, un medio dedicado a los

reportajes de investigación que rompía con algunas de las máximas que entonces, y

también ahora, sustentan el mainstream de la profesión: es un medio digital –“la prensa

escrita seguramente va a desaparecer”, aseguró Steiger–; sus contenidos están cocinados

a fuego lento, con investigaciones que pueden alargarse hasta dos años –“no tenemos

que ganar dinero para los inversores, sólo sustentarnos”–; una plantilla con sueldos más

que dignos –Steiger relató que querían contratar a un reportero experto en finanzas y

llegaron a un acuerdo por 200.000 dólares porque “teníamos que pagar lo que paga el

mercado si queríamos tener a los mejores–; y alianzas con grandes medios como The

New York Times que, lejos de ser competencia, se convierten en aliados en su particular

cruzada por sacar a la luz las verdades más incómodas. Todo, con una convicción por

bandera: “El periodismo de investigación es un bien público”.

Paul Steiger, con alumnos y profesores de la Facultad de Comunicación de la

Universidad de Navarra, después de la sesión que impartió el 27 de enero. MANUEL

CASTELLS

En su declaración de principios, Propublica asegura que persigue “estimular el cambio

positivo”; que “destapa prácticas despreciables para motivar su reforma”; que trabajan

lejos de ideologías, “adhiriéndose a estándares estrictos de la imparcialidad

periodística”; que “indaga en las funciones críticas de las empresas y los gobiernos”

para, de alguna manera, eliminar los abusos y las injusticias a golpe de reportaje,

elevando a sus autores a la categoría de cuasi héroes del siglo XXI. Con este

planteamiento descubrieron una trama para practicar la eutanasia a enfermos

hospitalizados tras el huracán Katrina, o desenmascararon a banqueros de Wall Street

que se habían hecho de oro a costa de sus clientes y compañías. Todo ello les ha valido

unas vitrinas cada vez más abarrotadas de premios y, según cuenta Steiger, unas

convicciones cada vez más fueres.

“Los periodistas –aseguró en Madrid– somos los contadores de las historias que

llevaban el conocimiento de sus predecesores. La pasión por contar y escuchar historias

forma parte de la genética del ser humano. Siempre tendremos un papel para hacerlo”.

Paul Steiger | ProPublica

"El periódico es aún bonito, pero ya no

necesario"

Con estructura de organización sin ánimo de lucro, ProPublica se dedica

al periodismo de investigación y lleva dos Pulitzer en siete años de vida.

Steiger nos cuenta el secreto.

Ilustración de Paul Steiger sobre un retrato realizado por Moeh Atitar. Javier Muñoz

Antonio Villarreal @bajoelbillete 06.02.2016

Exclusivas, portadas, ventas, lectores... todo eso está muy bien, pero para un periodista

de verdad no hay nada comparable a lograr que las cosas cambien, y a ser posible, para

bien. Ese periodismo en grado cero, independiente de ventas o audiencias, es lo que

Paul Steiger buscaba al fundar ProPublica en 2008, y los múltiples reconocimientos

recibidos desde entonces -incluyendo dos Pulitzer- señalan que algo hizo bien.

A medio camino entre un medio y una fundación sin ánimo de lucro, ProPublica ha

abierto un camino exitoso pero, seamos francos, difícil de reproducir en otros países.

Más que un modelo de negocio es un ejemplo inspirador. Que se mira, pero no se toca.

Si un alto cargo del gobierno le ofreciera una filtración interesada para dañar a

otra persona, ¿utilizaría la información y la publicaría, o publicaría el intento de

filtración?

Depende. En primer lugar, trataría de que apareciera el nombre de este político, porque

a veces no puedes. Si la información fuera importante y útil, entonces la sacaríamos. Si

veo que la información es engañosa, tendenciosa... dependería de a qué acuerdo llegara

con el político antes de empezar a hablar, porque a veces estás atado de manos. Siempre

recomiendo a mis reporteros que los eviten. Mencionaría que hay alguien tratando de

difundir esa información. No sé si quiere que me extienda más en la respuesta.

Adelante.

Me recuerda a una situación que tuvimos en el Wall Street Journal, donde la industria

del tabaco estaba tratando de desacreditar a un filtrador. Vinieron con un dossier que le

dejaba bastante mal y nuestra reportera Alix M. Freedman dijo: "No voy a coger esta

información a menos que pueda decir de dónde vino". Me volví loco. "¿Cómo no

puedes hacerlo? Es información legítima", le dije, y me contestó que porque era una

parte importante de la historia que estaban tratando de ocultar. Finalmente

reconsideraron y llegaron a un acuerdo para poder revelar de dónde vino la información.

Creo que no podía dar nombres, pero dijo que venía de la industria del tabaco. Y

cambiaba totalmente el contexto de la historia.

¿Cree que el periodismo está pasando de las filtraciones al análisis de datos como

el que hacen en ProPublica, o que siempre harán falta expertos en esto?

Necesitas ambos. Mi lema es "lo único constante es el cambio". Estamos en un proceso

en el que estamos encontrando más periodistas que pueden programar, además de

escribir y reportear. Para las operaciones con datos más complicadas necesitas

especialistas, pero incluso ellos piensan más como periodistas. Creo que es un cambio

muy importante y que las herramientas de datos que ahora tenemos son

tan fundamentales para la práctica del periodismo como el telégrafo, la fotografía o la

radio. Todos los avances tecnológicos, salvo la imprenta.

“Las herramientas de datos que ahora tenemos son tan fundamentales para la práctica del periodismo como el telégrafo, la fotografía o la radio.”

O sea, para usted el periodismo de datos no es una especialización, sino una

evolución.

Ahora podemos probar cosas que antes sólo podíamos sugerir. Recuerdo cuando era

reportero y pensaba que había identificado una tendencia. ¿Qué podía hacer? Encontrar

un par de anécdotas que apoyaran esa tendencia, o a un experto que dijera que le parecía

bien, o a un académico que aportara estadísticas, pero al final era algo impresionista,

inductivo pero no definitivo. Ahora podemos hacer cosas como la que hicimos en

colaboración con el Washington Post, en la que probamos estadísticamente que dos

presidentes, George W. Bush y Barack Obama, uno republicano y otro demócrata,

estaban favoreciendo a los blancos sobre las minorías al conceder indultos. Sin la

habilidad de crear una base de datos y hacer múltiples análisis de regresión con ella,

todo lo que habríamos tenido son dos fuentes que no querrían ser citadas y quizá un par

de ejemplos. Es una situación totalmente transformadora. Todavía necesitas los

ejemplos y las anécdotas, porque enganchan al lector, pero ahora puedes demostrar las

cosas.

El periodista Paul Steiger. Moeh Atitar

Igual que cualquier nueva revista que intenta imitar a The Economist o The New

Yorker acaba fracasando, ¿pasa lo mismo a cualquiera que trate de imitar su

modelo?

Lo que veo en EEUU son revistas que una vez fueron muy exitosas, como Time o

Newsweek, pasándolo mal para adaptarse y tratando de imitar a The Economist, porque

lo ven como un modelo exitoso, periodística y económicamente. Es posible en otros

contextos hacer narrativas estilo New Yorker que funcionen. Por ejemplo, uno de

nuestros reporteros hizo una pieza maravillosa que publicó el propio New Yorker, otro

en colaboración con otro del Marshall Project, o sea, dos organizaciones digitales,

hicieron otra cuyo título era Una Historia Increíble de Violación, algo explosivo para

nuestros lectores, creo que tuvimos 600.000 visitas y aún tiene tres o cuatro mil lectores

al día. Lo único que hemos hecho que supere eso son apps de datos, y era una historia

muy estilo New Yorker, que la gente la está leyendo en una página web.

Me refería a que, en lugar de inspirarse en ejemplos exitosos como ProPublica,

muchos nuevos medios intentan copiarlos, sin tener en cuenta sus particularidades

o contextos. Por ejemplo, en España no tenemos esa cultura filantrópica de la

donación millonaria.

Absolutamente. Y es una época maravillosa para estar haciendo esas cosas, porque

ahora la economía mundial está como está, movediza. Pero le daré un ejemplo de cómo

funciona la creatividad. BuzzFeed nos robó a uno de nuestros mejores periodistas, Mark

Schoofs. Le pagábamos mucho dinero pero ellos le ofrecieron más. Lo que fue enorme

es que le dijeron que podía contratar a seis reporteros y un pequeño equipo de datos para

hacer periodismo de investigación, pero orientado a su audiencia. Es decir, millenials,

urbanitas y con estudios. Primero estaba molesto pero luego pensé: "Un momento,

nosotros existimos para ayudar a recuperar el periodismo de investigación, que fue

arrasado por el colapso del modelo de negocio de los periódicos en Estados Unidos". Y

yo no soy un millenial urbanita, no leo BuzzFeed a diario, pero leí un par de historias

que sacaron y que eran maravillosas. Hace poco pregunté a Mark cuántos periodistas

eran ya y me dijo que 20. Y lo que intentan hacer es restaurar en un entorno digital lo

que el entorno digital destruyó.

[Steiger estuvo hace unos días en España, concretamente en Madrid y Pamplona,

invitado por la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra y la Fundación

Rafael del Pino. Antes de volver a Nueva York, donde reside, tuvo la amabilidad de

conceder más de una hora de su tiempo a EL ESPAÑOL. Pese a su indudable apertura

de miras, sorprende ver a un periodista de 73 años mostrarse tan entusiasmado con

nuevos medios como BuzzFeed].

Su teoría es que BuzzFeed está imitando a los periódicos de papel.

Antes de internet, usted recibía en casa un paquete que contenía cosas que usted quería

y cosas que le daban igual, y por eso tiraba algunos suplementos a la basura. Y luego

había cosas que a veces leía y a veces no. Era un dispositivo maravilloso, y si su

principal razón para leerlo era saber qué pasaba en los mercados financieros, luego

podía engancharse a una historia de investigación, y eso ya hacía que el lector estuviera

complacido, que renovara su suscripción y aumentaran las cuotas que el periódico pedía

a los anunciantes. Lo que hizo la web fue proclamar: "Si le interesa la economía, le

daremos un pack digital con más énfasis en la economía". De repente el periódico se

volvió un objeto bonito, no necesario. Y lo que BuzzFeed ha hecho es decir: "Vamos a

empaquetar todo junto, aunque sabemos que el lector que quiere deportes puede ir a

ESPN o la que quiera moda puede ir a un millón de blogs de moda, y nos gastaremos

mucho dinero en periodismo de investigación al que muchos nunca llegarán". Están

haciendo lo que dijo Ben Smith, su director, crear un apego cultural a la marca

BuzzFeed que hará que un número de millenials urbanitas educados entren por su

página principal, algo que la gente ya no hace. La investigación del tenis, por ejemplo,

es un historión y exactamente el tipo de historia que sus lectores quieren leer, porque

ellos apuestan online, juegan al tenis... es justo su punto óptimo.

¿Cómo mide usted el éxito de una historia en ProPublica, donde no les importan

las audiencias y dicen velar sólo por el interés público?

Cuando empezamos, le dije a nuestro equipo: "No quiero ser la mayor página web, la

que más páginas vistas tenga". Entiéndame, quiero tener visitas, pero la misión de

ProPublica es poner el foco en los abusos de poder por el interés del público y

empoderar al público para que puedan cambiar las cosas. Cambio, esa es la clave.

¿Cómo lo haces? Hay gente con formación en negocios, otros en la academia, que

quieren medir y cuantificar la capacidad de cambio, pero no creo que se pueda hacer

porque hay diferentes gradientes. Lo hacemos nosotros, y esto fue idea de nuestro

presidente, Dick Tofel, la persona más inteligente con la que he trabajado. Con cada

gran proyecto que empezamos, crea una base de datos y anota todo el impacto, grande o

pequeño, historias de seguimiento, lo que sacan otros medios, cambios en la legislación,

debates parlamentarios... Es decir, los resultados de nuestro reporterismo. Y lo hace él

mismo, sin delegar en nadie.

No siempre los resultados son inmediatos.

Está el caso, por ejemplo, en el que investigamos a la agencia pública que otorga

permisos a las enfermeras en California. Estuvieron seis años sin revocar la licencia de

una enfermera que pegaba a sus pacientes. La historia salió y el gobernador fulminó a la

directiva de la agencia y los reemplazó por otros, les encargó solucionar el problema.

Eso es lo ideal, ser decisivos, pero siempre hay que volver y ver si lo que tratabas de

conseguir al final, que es mejorar el cuidado de las enfermeras, se ha cumplido. No era

sólo cuestión de librarse de enfermeras criminales.

Ese es un tema, parece que a veces los periodistas celebramos lograr que un

político corrupto dimita, aunque las leyes que permiten esa corrupción sigan

siendo las mismas. Se pone otro peón, con otro nombre y otra cara, y sigue el

juego.

Sí, pero déjeme que le apriete un poco en esto. Los seres humanos fuimos expulsados

del jardín del Edén, estamos sujetos a lo bueno y a lo malo. Si puedes librarte de alguien

que se porta mal, sí, puede que sea reemplazado por otro que se portará mal, pero al

menos, has castigado a alguien, eso primero. En segundo lugar, mandas una señal a otro

político que esté pensando en portarse mal. Alguien está vigilando. No podemos aspirar

a ser dioses y transformar las almas de los malvados. Usted es más joven que yo y

aspira a obtener el mejor resultado, y lleva razón, pero yo diría que lo más importante es

obtener un resultado, aunque no sea el mejor.

¿Existiría ProPublica sin una FOIA -Ley de Acceso a la Información- sólida como

la que hay en Estados Unidos?

Tenemos muchas ventajas en EEUU, tenemos la FOIA o tenemos la Comisión Nacional

del Mercado de Valores que obliga a las empresas a revelar mucha información. Pero,

¿sabe? A veces uno tiene que encontrar otras formas de llegar a los sitios, porque las

agencias emplean exenciones a la FOIA o redactan alguna excusa para no dar una parte

crucial de la información... es una gran ayuda, pero hace muchísimos años, una mujer

muy sabia me dijo: "Usa lo que tengas para obtener lo que puedas". Así que tenemos

estas herramientas, pero si no las tuviéramos usaríamos otra cosa. Si alguien me hubiera

dicho que ganaríamos un Pulitzer escribiendo de obligaciones de deuda colateralizadas

diría que está loco, el 90% de los periodistas no sabe ni qué es esto, pero es una pieza

crucial para explicar por qué la crisis de 2008 fue tan mala y cómo gente lista, en

algunos casos legalmente, pudo robar a la gente manipulando estos valores. Y no había

documentos oficiales porque estos títulos estaban dirigidos a inversores muy

sofisticados. Nuestros chicos tuvieron que encontrar gente que hablara, y nadie hablaba

porque querían seguir trabajando en el sector bancario. Trabajaron y trabajaron a lo

largo de nueve meses hasta que lograron descifrar el código y que alguien les pasara los

documentos. Como dijo esta señora, usa lo que tengas y obtén lo que puedas.

“Si alguien me hubiera dicho que ganaríamos un Pulitzer escribiendo de

obligaciones de deuda colateralizadas diría que está loco, el 90% de los

periodistas no sabe ni qué es esto.”

Hoy en día, los periodistas jóvenes tiene que pasar por sitios donde les van a pedir

sacar muchas noticias y no van a pedirles que desarrollen su habilidad para

investigar, entonces, ¿cómo fichan ustedes periodistas de investigación, es decir,

qué tipo de talento buscan?

Es difícil y no toda apuesta es exitosa, pero para mí merece la pena apostar, porque es

muy valioso tener en la redacción una dinámica de diversidad. ¿Qué hacemos?

Encontramos jóvenes prometedores, por ejemplo, una que acaba de dejarnos. Era una

estrella en Harvard, la mejor de su clase, y entró como becaria. Buena escritora, visión

noticiosa, sentido común, sacó buenas historias pero conforme pasaba el tiempo, tanto

nosotros como ella vimos que no era una periodista pura de investigación, ella quería

hacer otras cosas y ejercitar su talento narrativo. Se marchó a The Guardian, donde está

haciendo un buen trabajo. Por la misma época, contratamos a un chico muy joven

llamado Paul Kiel, estaba en un sitio online, TPM (Talking Points Memo), sacando una

historia al día y cobrando bastante poco. Vimos una investigación que él destapó sobre

el despido por parte de la administración Bush de abogados del estado. No fue un

escándalo enorme, pero puso el foco en el problema. Así que le contratamos, y de

inmediato hizo historias muy buenas. Cuando Sarah Palin fue nombrada vicepresidenta

de McCain, nos pidió ir a Alaska y decidimos que no podíamos permitírnoslo. Pues

llamando por teléfono consiguió información que otros periodistas, estando en Alaska,

no consiguieron. Esto era 2008, y en 2015, se ha convertido en una superestrella del

periodismo de investigación. Esto no ocurrió de la noche a la mañana, es un proceso de

aprendizaje, y cuando una apuesta sale tan bien como esta, dan ganas de... [Mira hacia

arriba] ¡Dar gracias a Dios!

El periodista Paul Steiger. Moeh Atitar

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juan
Texto escrito a máquina
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