dossier ajuar funerario - editorial páginas de espuma
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Fernando Iwasaki
Ajuar funerario El comic Ilustraciones de Beñat Olea | Guion Imanol Ortiz
Editorial Páginas de Espuma91 522 72 51 || [email protected] Información: www.paginasdeespuma.com
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Los Sesenta Mil hijos de Ajuar funerario Juan Casamayor Cuando en el año 2004 publiqué Ajuar funerario nunca llegué a imaginar que tenía entre manos un clásico. Un clásico era Poe, o era Lovecraft, o era Shelley. ¿Un libro de microrrelatos de terror y humor podía ser un clásico? Ni por asomo. Tres lustros después el libro tiene el “ajuar” de más de 60.000 ejemplares vendidos, ha tenido más de sesenta mil lectores (diez ediciones en librerías, licitaciones en distintos países latinoamericanos). Es nuestro long seller. Es un clásico contemporáneo no sólo de la minificción sino también de la literatura fantástica en español. Más allá de las cifras es un libro que ha aportado momentos maravillosos a sus lectores y, sobre todo, a las decenas de miles de jóvenes que lo han leído. Como La isla del tesoro o Los tigres de Mompracem, Ajuar funerario es un libro perfecto para iniciar a alguien en la lectura o renganchar a ese adolescente reticente con ella. Más que nunca podemos recordar algunas palabras que resumían su espíritu aquella primavera de 2004: “Ajuar funerario es un homenaje a la literatura de terror y a la microrrativa, porque Fernando Iwasaki ha logrado concentrar en diez o doce líneas todo el escalofrío, la náusea y el desasosiego del género. ¿Es posible que los fantasmas, las pesadillas, los ritos y las supersticiones nos puedan seguir asustando en pleno siglo XXI? Si tiene hijos, insomnios o hipotecas, mejor no lea Ajuar funerario”. Y por encima de la literatura, está su autor, el amigo. Fernando se ha convertido en un amigo tras todos estos años. Hemos visto crecer a nuestros hijos. Hemos compartido aventuras en ambas orillas. Me ha enseñado lo que es la ciencia fricción o que existen las palabras primas. Ha escrito junto a Andrés Neuman y Mario Cuenca Sandoval una canción beatle con mi nombre. El amigo de Sevilla que vino de Japón pasando por Perú. Ahora, todos estos años después, con las ilustraciones de Beñat Olea y el guion de Imanol Ortiz, rendimos un terrorífico homenaje a este libro imprescindible y a este autor único con su versión en cómic para seguir disfrutando de esos niños, difuntos y monstruos que pueblan la vida de los lectores, que viven en nosotros mismos. Una fantástica selección de dieciocho microcuentos, en representación de los cien que tiene el libro. Para morirse de miedo.
Biografía Fernando Iwasaki (Lima, 1961), es doctor en Historia de América por la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla y profesor de las facultades de Comunicación y Relaciones Internacionales de la Universidad Loyola Andalucía. Como narrador es autor de las novelas Neguijón (2005) y Libro de mal amor (2001), y de los libros de cuentos España, aparta de mí estos premios (2009), Helarte de amar (2006), Ajuar funerario (2004), Un milagro informal (2003), Inquisiciones Peruanas (1994), A Troya, Helena (1993) y Tres noches de corbata (1987). Su obra narrativa ha sido traducida al inglés, ruso, francés, italiano, checo, japonés y coreano. Como historiador es autor de Republicanos (2008), Extremo Oriente y Perú en el siglo XVI (1992) y Nación peruana: entelequia o utopía
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(1988); y ha publicado ensayos como Nueva Corónica del Extremo Occidente (2016), Mínimo común literario (2014), Arte de introducir (2011), Mi poncho es un kimono flamenco (2005), entre otros, además de compilaciones de crónicas y artículos como Somos libros, seámoslo siempre (2014), Desleídos y Efervescentes (2013) o El sentimiento trágico de la Liga (1995), por citar algunos títulos. Imanol Ortiz López Guionista y director de diversos cortometrajes (Expreso nocturno, Peter Pan, Moda), actualmente desarrolla varios proyectos de película para intentar realizar su ópera prima antes de sufrir de vista cansada. Mientras tanto, compagina su soltería con la creación de obras de microteatro, la realización de webseries y la escritura de un ensayo sobre villanos televisivos. Cansado de ser feliz, Báez. Beñat Olea Irureta Ya de niño fue abducido por los cómics, la animación japonesa y el género del terror. Tras licenciarse en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco, viaja a Barcelona para especializarse en ilustración y sacia sus necesidades creativas dibujando cuentos, portadas de revistas, cómic y hasta videojuegos. @btoleaart
Entrevista 1. En el 2019 se cumplen los quince años de Ajuar funerario . Por derecho propio y por cifras de reediciones y lectores se ha convertido en un long seller, en un clásico de la minificción. ¿Cómo se lleva este “ajuar”? Me siento muy afortunado por la maravillosa acogida que los lectores le han dedicado a mi Ajuar funerario, pues jamás se me pasó por la cabeza semejante buenaventura editorial. Por eso mismo no puedo dejar de agradecer a los institutos de secundaria
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que lo recomiendan, a los clubes de lectura que lo incluyen en sus programas, a los profesores de español que lo utilizan en sus clases y a los estudiosos de la minificción que lo han considerado digno de formar parte de un canon del género en nuestra lengua. Creo que sin la intervención de estos factores la suerte de Ajuar funerario habría sido muy diferente. 2. Ahora su universo, con todos sus habitantes y atmósferas, adquieren un rostro distinto posiblemente al que imaginó. ¿Cómo dialoga estéticamente Fernando Iwasaki con este nuevo registro que Beñat Olea ha ilustrado? Soy un dibujante frustrado, porque nunca cultivé mi vocación por el dibujo. Lo disfruto, por supuesto, como sabe cualquiera que conozca mi admiración por Fernando Vicente, ilustrador de todas las portadas de mis libros en Páginas de Espuma. Ahora el cómic me ha permitido descubrir el talento de Beñat Olea y me considerado privilegiado porque sus dibujos y tintas le hayan dado forma a las criaturas de Ajuar funerario. Y que conste que no he intervenido en ninguna parte del proceso, porque Beñat era quien debía darle forma y color a las tramas y palabras del libro. ¡No puedo estar más contento y satisfecho con el resultado! 3. Hay una selección de dieciocho textos realizada por Imanol Ortiz López, autor del guion, muy representativa del libro original. ¿Es de este modo el cómic un buen embajador de Ajuar funerario? Por supuesto. Y quiero agregar que Imanol ha tenido la clarividencia de elegir muchos micros que yo jamás leo en público y que gracias a las viñetas de Beñat y a los guiones preparados por Imanol, han adquirido una personalidad rotunda y poderosa incluso para mí. 4. ¿Por qué nos dan tanto miedo los niños? Porque siempre los asociamos con la inocencia, la debilidad y la mansedumbre. Sin embargo, en las historias de miedo los niños no sólo pueden ser objeto de terror sino sujetos terroríficos, como Demian en La profecía, las mellizas de El resplandor o la niña de cabellera hirsuta que trepa por un pozo en The Ring. Reconozco el efecto bienhechor del cine en este aspecto, pues la narrativa literaria se ha enriquecido gracias a la propuesta aterradora de los niños malignos de las películas. 5. ¿En ocasiones Fernando Iwasaki ve muertos? Por desgracia sí, en los tanatorios. Estoy en una edad muy mala: la edad en la que vemos cómo fallecen los padres, los maestros, muchas figuras que admiramos cuando éramos jóvenes y sobre todo algunos amigos. Me haría ilusión verlos en cualquier formato, a pesar de su situación en el registro civil. 6. ¿Qué monstruo hay en Fernando Iwasaki, si lo hay? Un monstruo de compañía que teme perder la memoria devorada por el mismo alzheimer que ha carcomido la de mi madre. Sería una pesadilla convertirme en un monstruo dócil que requiere atenciones porque ya no recuerda quién fue. Me gustaría contar con alguien que me prometa matar al zombi que me habita si alguna vez me llegara a devorar.