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DOCUMENTOS OCASiONALES ISSN 1692-9187 Universidad Nacional de Colombia Sede Leticia Director Germán Palacio Castañeda DIVISIÓN DE EXTENSIÓN CULTURAL [email protected] Coordinador Jair Montaña C. Diagramación Adriana Cendales G. Leticia 2004

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DOCUMENTOS OCASiONALESISSN 1692-9187

Universidad Nacional de ColombiaSede Leticia

DirectorGermán Palacio Castañeda

DIVISIÓN DE EXTENSIÓN [email protected]

CoordinadorJair Montaña C.

DiagramaciónAdriana Cendales G.

Leticia 2004

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ín()iceInicios 3

Leticia: "Pasajera en trance¡ pasajera en tránsito perpetuo /I

Leticia; una ciUDaDDe múltiples fronteras 4Leticia ~ Tabatinga: oos en una ~ una en oos S¿Entre la selva lo urbano o entre lo urbano la selva? 7La frontera fluvial 8Detalles sobre Leticia 9

El ritmo que [[eva ~ trae el rlo a la ciUDaD;o sobre la Leticia fluvial...............................................10

Dime a qué velociDaD anDas ~ te oiré quién eres: sobre [os ritmos en tierra firme................... 131 13

11................................................................................................................................................................................................................................. 14

111............................................................................................................................................................................................................................... 1 S

IV 17

La población leticiana: un mosaico De bistorias en ires ~ .venires............................................................18Una ciUDaDmultiétn1ca 18¿Y quiénes son los blancos} quiénes los mestizos} cuáles son los colonos} se trata Decolonoso Deforáneos? 20Las poblaciones fluctuantes 21

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"Mujeres ~ merca~o inMgena con-senti~o/l: entre el consentimiento~ la imposición

[ M :X' ,,- • /1 ." JI f[ 23E ercauo 1l1u1eena:un espaclO con-sentluo uctuante .A manera oe crónica: El resquebrajamiento oel programa.....................................................................................23La evolución oel mercaoo en los meses siguientes........................................................................................................2SLa oimensión informal ~ cotioiana oel mercaoo............................................................................................................2S

¿Otro espacio mu[tiétnico? 26Sobre [as mujeres ~ sus relaciones 28

¿Y los bombres? 30Entre gustos no ba~ Diseustos: asistentes ~ consumiDores 31Los prODuctoS: una competencia entre [o focal nacional; [o reeiona[ internacional~ [o naciona[ 33

A maner~ ~e final

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36

Anexo 1.................................................................................................................................................................................................................. 38Anexo 1................................................................................................................................................................................................................... 39Anexo 3 ··..···......................................................................................................................................................................................................41

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Bib[iografla 42

ín~ice ~e Grá~cas

Gráfica 1. Proce~encia ~e los ~ las ven~e~oras al Merca~o Inbíoena 27Gráfica 2. Ganancias espera~as por mujeres ~ hombres ~...............34

ín~ice ~e Tablas

Tabla 1. Número ~e ven~e~ores presentes 3urante 16 eventos ~el mercaao 28Tabla 2. Porcentaje ~el valor ~e los pro~uctos traj~os por mujeres ~ hombres 34

ín3ice 3e fotografjas'

Fotoorafja. 1: Leticia ¡frontera con el do Amazonas) -Barrio Victoria Regia 4Fotografja. 2: Barrio Porvenir 7Fotografla. 3: Puerto ~e Leticia.................................................................................................................................................10Fotografja. 4: Local ~e Coincas IIMujeres ~ merca~o inbígena con-senti~oll 23Fotoorafía. 5: Merca~o inajgena en la "esquina ~e la a~uana" 7:30 a.m 2SFotoorafja. 6: Mercaao inbígena lIesquina ~e la aauana" 32Fotografla 7: Doña Laura en la esquina ~e la a~uana 3S

1 Fotos tomadas por Diana Rosas

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Inicios

Inicios

Los capítulos que se presentan a continuaciónhacen parte de mi monografía de pregrado paraacceder al título de antropóloga, Zoom etnográfico- Un acercamiento a la Amazonia desde la ciudady 10 femenino-o Este trabajo se desarrolló entre losaños 2001 y 2002, en los cuales tuve laoportunidad de pasar siete meses en Leticiallevando a cabo el trabajo de campo y a la vez miprimera experienci~ etnográfica.

Esta experiencia de campo, en una primerainstancia, me llevó a confrontarme con el proyectode investigación que había formulado, yprogresivamente con el proceso mismo deconstruir la experiencia etnográfica, a partir delrelacionamiento y descubrimiento de una otredadtanto personal, como espacial, temporal y humana.Ese proceso de asombro fue generando unconjunto de nuevas preguntas de investigación,lejanas ya, a aquellas que habían servido de puntode partida.

Estas nuevas preguntas, ahora giraban en torno ala indagación sobre el proceso mismo deconstrucción de la etnografía, de acuerdo con larealidad en la cual me estaba viendo inmersa:espacialmente en Leticia, una ciudad trifronteriza,donde el país y la co10mbianidad seexperimentaban de otra manera, donde la historiaresponde a trayectorias y dinámicas lejanas y aveces marginales a las corrientes hegemónicas quepredominan en el centro andino del país.Temporalmente, a una región donde el tiempo esmodelado por una continua combinación decalores intensos y lluvias húmedas, y donde a lavez los ritmos de la ciudad están ligados con elcontinuo ir y venir de gentes y corrientes humanasque transitan la ciudad constantemente,imprimiéndole un ritmo acorde con su forma demovilización, con los intereses que demandan susvisitas, y con los servicios que ofrece la ciudad.

Humana y socialmente, con un espacio donde seencuentran en un persistente proceso denegociación hegemonías nacionales originarias delas zonas andina y caribeña, con etnias indígenasde la Amazonia colombiana, peruana y brasilera, ya la vez con poblaciones brasileras y peruanas.

Así, en medio de este descubrimiento, mipropuesta hace un esfuerzo por plasmar elproceso de concientización sobre la realidad queestoy experimentando, y a la vez de lascircunstancias que me rodean y van haciendorelevantes determinados espacios, personas,eventos y situaciones que terminan por ser elobjeto de la aproximación etnográfica. Siguiendoese proceso de aprehensión, la propuesta terminapor explorar en la escritura misma ese continuoproceso de cambio y movimiento que permea yatraviesa la realidad experimentada.

A continuación el lector encontrará dos capítulos -Leticia: "pasajera en trance, pasajera en tránsitoperpetuo ..." y Mujeres y mercado indígena con-sentido": entre el consentimiento y la imposición-del texto original en los cuales trato de caracterizarLeticia y sus variadas facetas por un lado, así comola relación que existe entre la ciudad y las mujeresindígenas de sus alrededores, por otro lado.Aquellos capítulos que escapan a este texto, seadentran, por un lado en el bosquejo que hedelineado brevemente en esta introducción, y porotro, en los espacios más íntimos de las personascon las cuales tuve la oportunidad de acercarme,así como a los diálogos y contenidos mismo de lasrelaciones que en conjunto construimos.

Esta, entonces, no es más que una propuesta paraacercarse a una primera experimentación de laAmazonia, desde la ciudad y 10 femenino.

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Leticia: pasajera el1 trál1sito

Letic1a: ((pasajera en trance,

pasajera en tránsito perpetu.o ../'(Tol11a()o ()e la Canción ()e cbarl;9 García PaJajera en trance.'

Estar en Letida, a más de implicar estar en la esa medida comprender una región en una"p.m", como dicen algunos bogotanos residentes perspectiva amplia donde se interceptan,en Letida, o punta (sur oriental) del mapa de combinan y yuxtaponen trayectorias históricas,Colombia, en un sentido geográfico y gráfico, es a culturales y lingüisticas de distintos países -en estela vez ampliar la forma de asimilar el país y caso de Colombia, Brasil y Perú- generandoexperimentarlo de otra manera. Simultáneamente particulares y contrastantes fenómenos sociales yes entender el carácter ambiguo, disuelto y fluido culturales, en el momento de emprender unque adquieren las fronteras creadas por los estados análisis de este tipo.nacionales en el corazón de Latinoamérica, y en

Leticia¡ una ciu~a~ ()e múltiples fronterasLeticia es una ciudad viajera, dondeel movimiento individual y colectivopredomina, ya sea este consciente oinconsciente!. Es un espacio tanfluctuante como las pequeñas casasflotantes, dispuestas en el río y en elpuerto, que sirven como terminalesy bombas de gasolina fluviales. Talvez por eso, uno termina poracostumbrarse a que la ciudad le déla espalda al río, porque al interiorde ella corren tantas corrientes quees como si uno estuviera en él. Suscalles son atravesadas diariamentepor poblaciones que vienen y vanpor distintas razones, desdedistintos orígenes y con variadosobjetivos. Fácilmente se convierteen un espado de contornos difusos, donde elcaminar, o "bicicletear" por una calle 10 puedellevar a uno a otra ciudad, que sigue siendo la

misma, pero que se transforma enTabatinga, y entonces deja de estaruno en Colombiá y se encuentra ya enel Brasil, a pesar de que los vallenatossigan sonando a todo timbal.Igualmente este trasegar lo puedellevar ~ uno a encontrarse con lafrontera entre lo urbano, que prontopuede terminar convirtiéndose enselva, por medio de una trocha que sinmayores matices disuelve lo uno en lootro. En el lenguaje también sedisuelven las front~ras entre el españoly sus distintas versiones regionales, elportugués, el ticuna, el uitoto, el yagua,el cocama, el bora, el yukuna. Así quese va pasando deÍ español "cachaco","paisa", "o pita", "costeño" o peruano,

al portugués; fundiéndose unos y otros en distintos"degradés" dependiendo' det hablante.Simultáneamente, estas lenguas se ven matizadaspor las tonalidades e influencias provenientes delas distintas lenguas indígenas que predominan enesta región. Creando entre todas unasdeterminadas características que permitirían decirque existe un español amazónico.A continuación entonces exploraremos algunas deestas distintas dimensiones en que se percibe yvive esta ciudad de frontera considerada por unoscomo paradójica (Guerrero, 1984) y por otros comoasombrara y upeciaf (Grisales, 2000: 188).

L "'"f1otogral1a 1.

Leticia (frontera con el rloAmazonas)

1 En efecto considero que el viaje se manifiesta y experimenta envarias' formas. Unos tipos de viajes están ligados al desplazamientode un lugar a otro. ya sean grandes o pequeilas distancias, eimplican el traslado consciente del cuerpo y el cambio de espaciofisico. Por otro lado pienso que elementos como la televisión, y másexactamente la T.v por cable, generan otro tipo de viaje mental, quehay que tener en cuenta en este caso, ya que este es un medioextendido en Leticia y Tabatlnga. Finalmente considero Importantetambién poner atención a los estados alterados da conciencia que sealcanzan por medio del alcohol, de los pslcotróplcos y también de ladanza, ya que son generadores de otras formas de viaje y, a la. vez,hacen parte de la cotidianidad de estas ciudades. Llamo la atenciónsobre estas distintas perspectivas del viaje y por ende delmovimiento, ya que son elementos que modelan parte de lassubjetividades individuales y colectivas, produciendo a su vez ciertotipo de comportamientos y formas de relacionarse con el mundo. .

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Leticia: pa.lajera el1 t.rál1.lito

Leticja ~ Tabatjnoa: ~os en una ~ una en ~os

La frontera física entre Brasil y Colombia sedifumina a través de la Avenida Internacional oAvenida Amizade, volviéndose visible por mediode los anuncios en portugués de los diferenteslocales, y con los policías acostados que sirvenpara ampliar la avenida y despistar al visitante. Estafrontera desafía la idea :habitual que se tiene y seexperimenta en otros lugares del país (por ejemploIpiales y Cúcuta) y del mundo, a la vez queconstituye una representación física de la forma encómo se vive a diario, el paso de un país a otro, eneste lugar del planeta. Su transitoriedad no tieneninguna mediación, es abierta y está a merced deun continuo y fluido movimiento que no marcaritos de paso. El paso simplemente está demarcadopor un mojón mugriento y disimulado que dice"Brasil", una estación de policía del ladocolombiano, y un anuncio, del lado brasilero, quereza "Bemvil1dos á BrasiA" -esta valla para el mes deagosto del 2002 fue remplazada por la propagandapolitica de un candidato brasileño al senado-o Elbarrio que se expande enseguida se denomina

Bam'o Colombia, sirviendo como una especie deicono mnemotécnico para recordar que Aquíempieza Colombia, nombre con el que se bautizó elperiódico que realizaron los jóvenes del barrio enun proyecto comunitario rea1izado en conjuntoentre las Naciones Unidas y la CTA (ComunidadTerapéutica Amazónica).

Las diferencias se hacen más evidentes quizás en elmanejo espacial de las dos dudades. Tabatinga seproyecta a partir de una Avenida principal, laAvenida Amizade, desplegándose, hacia sus ladosen calles perpendiculares entre si, que terminánpor fundirse con el paisaje rural en sus confines, obien con el tío en el sentido contrario. Por elcontrario, Leticia se despliega a partir de su centro,erigido bajo la tradicional cuadrícula española, quepara algunos personajes de la elite leticianaconstituye uno 'de los pocos reductos de"planificación y cultura", como se puede notar porla siguiente expresión del alcalde Juan CarlosVelázquez, respondiendo a-Iá"pregunta:

({-¿C6mo ve usted Leticia en 20 años?En 20,años una ciudad que al menos esté planificada, su futuro esté planificado, que nocrezca en desorden. Una ciudad, que al menos lo que nos dejaron, que fueron las cuadrasespañolas, lo que ven en el centro de Ledcia es cuadra española, contimlen, no se pierdan(.. .J."

ASÍ, Leticia gira en torno a un parque central,conocido como Plaza Santander, nominación queantes de 1968 correspondía al que hoyes el parqueFrancisco de Orellana. Mientras que Tabatinga giraen torno a una gran avenida, a partir de la cual sedespliega el comercio, haciendo difuso, para losherederos de la tradición hispánica, el centropolitico y administrativo de la ciudad.

Estas mutuas particularidades están directamenterelacionadas con el proceso de conquista ycolonización a que ha estado sujeta esta región a lolargo de su historia, desde los tiempos de laconquista europea, que en este caso estárelacionada con los imperios español y portugués(Zárate 2001: 236-241, 245-255); Y luego con ladefinición y desarrollo de los respectivos estados

(Imani, Notimani n08, Canoa Encantada n052002).

nacionales, Colombia, Brasil y Pero (Grisales2000:59,73,119; POT 2000).

L1 fundación de Tabatinga está registrada para1766 y obedece a la consolidación de la expansiónlusitana sobre la región amazónica (Zárate 2001:249). En ese sentido fue erigida como fuertemilitar, a través del cual se buscaba defender yconsolidar la frontera entre las avanzadas españolay portuguesa. En la actualidad conserva muchoénfasis como ciudad de frontera y por tanto comoun punto estratégico, militarmente, en el ejeTabatinga-Apaporis, sobre el cual se despliega lafrontera entre Colombia y Brasil (pOT 2000). Dealú que mucho del ritmo de su vida dependa detritmo que impone la influencia y preponderanciade lo militar sobre la dudad. De hecho su

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LeLicia: "a.<ajera el1 Lral1sil.o

predominio se despliega, arquitectonlcamente, envarios establecimientos. La población militar oaquella relacionada con la vida de los militares espreponderante sobre la ciudad, así como losdineros que llegan a ella. Son quizás estascaracterísticas las que han cohibido un'a mayorpreponderancia de la ciudad dentro de la región -anivel administrativo, político e incluso económico-. va quc oent-ro de la pers¡)('cfi"a d ~ I paí~, no hf1

, ¡ ',í 1 ,I{ :.1 ( uu pues tu de lruntera en e! AltoSolimoes, nombre con e! cual se reconoce estaparte del Amazonas. Sin embargo esta perspectivatiende a verse transformada por la postulación, deesta ciudad, a convertirse en capital del estado de!Alto Solimoes, una vez que se divida e! estado dela Amazonia brasilera.

La otra cara de la ciudad, es decir Leticia, fuefundada como puesto militar peruano en 1867, ysu nombre responde a una invocación, de!Ingeniero de la Comisión Manue! Charón, por suenamorada Lcticia Smith (POT 2000). Sudesarrollo está ligado con el deseo de expansión ydominio sobre las fronteras por parte de losnacientes estados de! siglo XIX. En 1928, yaentrado el siglo XX, se ratificó el Tratado SalomónLozano que acredita el Trapecio Amazónico comoparte de la nación colombiana. Éste pasadefinitivamente a manos colombianas en 1930,cuando se decidió promover una comisión decolonización dirigida por e! corone! Luis FAcevedo. Así la ciudad mantiene su carácter decu~todia fronteriza, y por tanto militar, pero ahoracomo representante de la nación colombiana. Sinembargo, los poderes locales, apoyados por losloretanos2, viéndose atacados y traicionados por e!gobierno central peruano, deciden retomar e!poder sobre Lcticia, desencadenando la toma quetuvo lugar e! 10 de septiembre de 1932 (Donadio1995: 177-178). Según Grisales (2000: 119), estasguerras amazónicas se asocian con "(. . .) un intentode e>..paflsión de los niveles centrales halia las pe1iferiasJemicofloádas, por temor al despr!Joo al ~feflivo control delleniton'o por parte de estados velillOS (. .. )':Así que en su forma de ordenar e! espacio estaciudad es representativa de una adecuaciónarquitectónica de! clásico y difundido modelocolonial -erigido en cuadrícula, sobre la base de

2 Loreto, es el nombre del estado de la Amazonia peruana, cuyacapital es Iquitos, El poderío de este estado en gran medida se debea la época de la caucheria. que permitió la expansión y consolidaciónde un poder local con fuerte incidencia en toda ia región delAmazonas, y en cierta forma también dentro del Estado peruano.

una plaza central-, adaptado a su vez a lasrealidades militares, comerciales y de puerto fluvialy aéreo, que regían y rigen aún hoy las actividadesque se llevan a cabo en su vida cotidiana.Simultáneamente la arquitectura desarrollada porlas poblaciones exógenas recién instaladas, se fueadaptando, paulatinamente, a las condicionesmismas que exigía e! medio, en cuestión demat "riales, clima, humedad, costos, etc (1'OT2000).

Es entonces, a partir de estas disímiles ycoincidentes circunstancias -en algunos casos- queestas dos ciudades surgieron y se consolidaroncomo puntos estratégicos de las fronterasnacionales. Y fue por caprichos históricos ygeográficos, mediados por las necesidades de suspoblaciones, que se fueron convirtiendo en unasola ciudad, regida en un mismo espacio por leyesde dos estados diferentes, que determinan, desdesu centro, e! acontecer fronterizo de dos ciudadesy de una región que desconocen en sucotidianidad.

Ambas sufren en su planeación y desarrollo losdesangres de la corrupción, al mismo tiempo queésta las moldea, debido en parte, a su mutuacondición marginal dentro de! respectivo marconacional de cada una. Así, por ejemplo, todoaquello que es "visible" en Tabatinga, las escuelaspúblicas, la avenida, e! alumbrado, a parte deconstituir la envidia de los leticianos, es también lacara visible de las inversiones. Por e! contrarioaspectos como e! alcantarillado, que son las partes"no visibles", tienen un mínimo desarrollo einversión, sirviendo más bien de vía de escape de!dinero.

Por su parte Leticia, a pesar de que cuenta conalcantarillado -lo cual es motivo de envidia para lostabatingueces-, carece de un normal cumplimientoen el área de los servicios públicos, sobre todo deluz y por tanto de agua, ya que los mediosnecesarios para su óptimo funcionamiento son laúltima prioridad en los gastos públicos que tiendena verse comprometidos de antemano.Así, este tipo de realidades, que tendrían que ser laopción aventajada en una ciudad, hacen parte deuna cotidianidad y un comportamiento esperadopor parte de las administraciones. Este es atacadocon ironía en las conversaciones cotidianas, y sóloen casos extremos se rechaza abiertamente por la

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le!,;c;,,: IItI''''jera el1 !'rál1.,ilo

sociedad, como ocurrió con los cortes de energíaen J ,cLiciaa finales del mes de noviembre de 2001,cuando se presentó una fuerte manifestación encontra del gerente de la empresa, en la cual seatacaron las instalaciones y se vilipendió al gerente.be día las consignas que gritaba la gente eranfuertes, agresivas, demandando el despido delfuncionario, quien tuvo que salir custodiado deledificio. Incluso en un momento se llegó a cantarel himno de la Internacional Socialista, lo cual fuesorprendente para una ciudad que se muestra másbien conservadora. Sin embargo, al indagar sobreestas man.ifestaciones, éstas resultaron sermotivadas, en gran parte, por líderes reconocidospor su trabajo con políticos tradicionales, que seencargan de incentivar a la gente. Lo cual, segúnalgunos, era de esperarse ya que se avecinabantiempos electorales, y las condicionesadministrativas estaban tambaleándose por lapróxima destitución del Alcalde John AlexBenjumea. En efecto para ese momento ya sepreparaban las posibles candidaturas a la alcaldía,cuyas elecciones fueron el 15 de enero de 2002, asícomo también se empezaban a insinuar lascandidaturas al Senado y a la Cámara, que seríanen marzo de ese mismo año.Las carencias o prohibiciones de una ciudad paracon su población, son subsanadas por la otra, de

¿Entre la selva lo urbano} o entre lo urbano la selva?

En las noches se acallan los sonidos característicosde la ciudad en sus límites, pero se despiertan lossonidos de la selva que disimulada se mantieneviva, rodeándola incansablemente. Entonces sedespliega un olor a monte que cambia según lastemporadas, y que se siente ahí donde lo urbano sedescuida, dando paso a su despliegue. Leticia esuna cuidad curiosa, la selva no la desampara ni denoche ni de día, así ella quiera imponerse sobre lassutiles leyes que rigen lo natural.

En su centro, la selva se pierde qwzas, pero allídonde llegan las poblaciones menos favorecidascon la esperanza de un mejor porvenir, cooúenzael despliegue de edificaciones que se rigen por laimprovisación y la adaptación rápida a lascondiciones sociales, econóoúcas y ambientales,creando así un estilo arquitectónico que caracteriza

tal manera (lue un día de ley seca en una, noimplica en realidad el acatamiento de la orden,pues al "otro lado de la frontera" se puede ir atomar. Si en una hay racionamiento de luz, en laotra se va a pasar el rato; si en Colombia no van apasar el mundial de fútbol por T~V,en Bni~il sí; siel pollo y las verdur.as que llegan a Tabatinga noson buenas, las que traen a Leticia si y por ello sonpreferibles para muchos; si Leticia carece de unmirador, Tabatinga no; si ésta no tiene unapresencia uruversitaria, Leticia sí; si en una no dancréditos en la otra sí, etc, etc. Así en ese juego demutuas carencias y compensaciones, de ir y venirdiario, estas dos ciudades se vuelven una sola,como una moneda con dos caras, 0, como eloúsmo Alcalde Juan Carlos Velázquez lo expresórefuiéndose al progreso de Leticia, éstas "son dosciudades totalmente siamesas" (Imani, CanoaEncantada nOS 2002).

Estas paradójicas soluciones a las limitaciones, ensu faceta cotidiana, generan la sensación de uncomportaoúento siempre mediado por laalternativa, dando pie a múltiples posibilidades detransacciones (licitas e ilícitas) que pueden verse,favorecidas por esta curiosa situación de frontera'amazónica.

Fotografia 2. Barrio Porvenir

barrios periféricos como el Umarizal, la NuevaEsperanza, la Unión, Victoria Regia, Porvenir,Once de Noviembre, entre otros. Éstos en susconstrucciones, responden a necesidadesapreoúantes y concretas que no pueden esperar la"planeación" del crecinúento de la ciudad. Laspoblaciones que llevan a cabo este "performance"urbano tienen distin.tas y variadas' procedenciasnacionales, internacionales, étnicas, y por tanto

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Lel.icÍll: pa.,ajera eH I.ráH.,itn

culturales, politicas, económicas y religiosas, queue una u otra forma quedan impresas en laadaptación espacial que realizan y en la formacomo éstas se adornan.

Estos barrios, en su mayoría, gozan a medias de lasprerrogativas urbanas denominadas "serviciospúblicos", reaf1rmándose como el eslabón entre lourbano y lo rural, teniendo en cuenta que lo ruralen esta zona es la selva. En esa medida cumplen elrol de servir como transición entre dos paisajesopuestos. Por ejemplo permitiendo pasar deconstrucciones pesadas, duras, fabricadas enconcreto o "material", como comúrunente se ledenomina; hacia construcciones en madera, contecho de zinc o de carana según el presupuesto,más blandas y adaptables al ambiente de selvahúmeda tropical en el cual están ubicadas. Estosbarrios "periferiféricos", tanto en Leticia como enTabatinga, abundan en pequeñas tiendas llenas delos abarrotes necesarios, combinando productosbrasileros, colombianos y peruanos. En ellos el

, espacio público se convierte en espacio domésticosirviendo de escenario para charlas, partidos defútbol, bailes improvisados, juegos de niños,coqueteos y tendederos de ropas, que se recrean

La frontera fluvjal

Por dos mil pesos, o dos reales -moneda brasileracon la cual se puede pagar en las dos ciudadesindiferentemente de si el costo sea en pesos o enreales, y cuyo cambio se cobra al uno por uno;cosa que por el contrario no sucede con los solesque son la moneda peruana-, un bote se encarga depasarlo a uno, de Leticia o Tabatinga, a SantaRosa. Y en ese rápido transcurso, de menos decinco minutos, se encuentra uno en la ribera surdel río Amazonas, y al mismo tiempo en el Perú.Éste es un pequeílo poblado, que como la mayoríade los poblados ribereños peruanos, se encuentrainscrito a la Municipalidad Provincial Distrital delYavarí (ubicada hacia el oriente), cuya capital esIslandia; o bien, a la Municipalidad Ramón Castilloliderada por Caballo Cocha (para las poblacionesque quedan hacia el occidente).Siguiendo la ruta hacia el occidente, laspoblaciones riberanas del área son de nacionalidadperuana y colombiana. Las primeras tienden aidentif1carse como comunidades campesinas,mientras que las segundas pertenecen a losdistintos Resguardos Indígenas que se extienden a

continuamente al compás de los ritmos de moda,ya sean éstos vallenatos colombianos, forrós obregas brasileros, o tecnocumbias peruanas.Disimuladamente las calles, de pavimentadas sevan transformando en caminos destapados, paraterminar convertidas en trochas difusas, algunasveces difíciles de seguir.

Así las periferias de Leticia y Tabatinga amenazanla estabilidad, rigidez, concreción, seguridad -en laprestación de servicios públicos y a la vez enmateria de "seguridad ciudadana"-, en que buscanestructurarse estas ciudades "al estilo de lasgrandes capitales" -expresión utilizada por elAlcalde Juan Carlos Velázquez- según los deseosde las elites. Igualmente son las encargadas deatenuar la frontera entre lo urbano y lo rural, entrela ciudad y la selva, entre lo planificado,desarrollado y lo no planificado, ni desarrollado.Desaf1ando así la idea de desarrollo montada sobrela base de modelos exógenos a la realidadamazónica, a pesar de que sus pobladores anhelenalgún día tener acceso una casa en "material", yaque ésta es una forma de adaptarse a lo que se hadifundido como idea de progreso y desarrollo.

lo largo del Trapecio Amazónico. En éstas espredominante la población indígena de diferentesetnias, entre las cuales predominan Ticunas,Yaguas y Cocamas. Se puede decir que en ambasriberas predomina, lo que Gow (1999) hadenominado población de sangre mixta, paraexplicar las dinámicas de interrelación matrimonialy de cambio que se está generando de maneraparcialmente generalizada en la Amazonia, a partirde las alianzas matrimoniales interétnicas (entreindígenas de orígenes diferentes, así como entremestizos e¡,indígenas, blancos e indígenas, y en estecaso con orígenes nacionales y regionales a vecesdiferentes) y de la inevitable interrelación con lasdinámicas del mercado y el sistema capitalista.

Así, el río en este caso, sirve. de frontera entre laspoblaciones colombianas, que se ubican en elcos tado norte, y las peruanas, que se ubican en elcostado sur, a lo largo del Trapecio. El parcialaislamiento de centros urbanos, poli tica yeconómicamente más poderosos, como Iquitos o

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Lelicia; ¡Ja,lajera el1 trál1.1ilo

Manaos (capitales de la Amazonia peruana ybrasilera respectivamente), escinde la frontera,creando esl rech;ls relaciones entre las poblacionesriberanas; )' a la vez, las hace a éstas másdependientes de Lcticia, que se convierte en el ejecentral de mercado, donde se sale a vender laproducción pesquera o agrícola de la cual dependela mayor parte de la población. En efecto, Leticiajuega un rol preponderante en la comercializacióndel pescado para las poblaciones de pescadoresperuanos y brasileros, llegando a comercializar casi11.000 toneladas de pescado en el año 2000. Esteproducto en un 80%, proviene del Alto Solimoes yPutlunayo, aguas brasileñas, y en un 15 % de aguasperuanas, mientras que un 5% pertenece a aguascolombianas. Gran parte de esta produccióncorresponde a grandes bagres (pescados de cuero),cuyo consumo es muy bajo en las poblacionesindígenas de las riberas (Zárate, Ocho a & Wood,2001). Según un programa de televisión sobreLcticia, editado en el canal 11 en el mes de julio2002, tres vuelos diarios salen con destino aBogotá, con el fin de abastecer de pescado elinterior del país.

Para las poblaciones ribereñas, sean estas peruanaso colombianas, dentro de su imaginario, Leticiarepresenta una ciudad de posibilidades, sorprendepor la cantidad de cosas que hay para comprar(como ropa, utensilios, herramientas, útilesescolares), y a la vez por su tamaño ycaracterísticas urbanas. Eso nos daba a entender,por ejemplo, el señor Antonio Arimuya, uno de los"curiosos" o médicos tradicionales de PuertoAlegría -poblado peruano ubicada a 20 minutos deLeticia, que cuenta con una población de 550habitantes y que se reconoce como una"comunidad campesina" de 2.5 kms de extensión,fundada en 1930 y cuyas entradas económicas sebasan en la pesca artesanal y los puestos públicos-,cuando evocaba con alegría y picardía sus viajes aLeticia, para mostrarnos que conocía el lugar dedonde nosotros proveníamos3•

Detalles sobre Leticia

Viniendo en avión desde Bogotá, y luego de volarpor casi una hora sobre un paisaje selvático, donde

J Aqui me refiero a "nosotros". ya que fue una salida de campo quese llevó a cabo con los estudiantes de la maestría en EstudiosAmazónicos. con los profesores Juan Alvaro Echeverri y LigiaSimonian.

sólo se ven transitar sinuosos ríos, sin casi ningúnrastro de población humana, salvo escasas yremolas humaredas; sorprende de nuevo advertiruna población humana, con característicasurbanas, desplegándose al costado de un inmensorío, el Amazonas, en medio de la selva. Sereconocen en Leticia los rasgos de una ciudadcolombiana de tierra caliente, pero concaracterísticas no reconocibles, que sólo despuésde un. tiempo se logran desglosar y reconocercomo propias de la selva húmeda tropical.

Leticia cuenta con 21.462 habitantes4 que juntocon la población de Tabatinga, pueden alcanzar los50.000, aunque hay quienes dicen que llegan a60.000. En términos político administrativos,Leticia es capital del Departamento del Amazonasy a la vez de su Municipio. Éste último se extiendesobre 5.968 km2, de los cuales la mitad delterritorio es el conocido Parque Nacional NaturalAmacayacu (PNNA), y la otra parte está divididoen 16 Resguardos Indígenas y el área de expansiónurbana en mención. Así que, más allá de ser unartilugio poético, la presencia de la selva,distribuida como territorio entre los ResguardosIndígenas y el PNNA, rodea, o mejor circunscribeal casco urbano de tal manera que éste se velimitado en sus posibilidades de expansión, anteuna demanda cada vez más apremiante (pOT2000).

Como cabecera departamental y municipal, ocupaun lugar privilegiado dentro de la región y encomparación a otros poblados urbanos comoCaballo Cacha, Islandia, o incluso la mismaTabatinga. El sector público es el más fuertedentro de la econotTÚa, el mayor generador deempleo, a pesar incluso del recorte presupuestal enalgunos sectores como la Gobernación, en 1999(Grisales 2000: 174), y a aquellos otros que leesperan con los nuevos vientos políticos quetienden hacia la efectiva reducción del estado. Estacondición la convierte en un ente "ordenadordeflujosde seroicios, información, bienestar, imágenes, documentos,mercandas y formas de comunicación hacia los demáscorregimientos" (Grisales 2000: 158). Al mismotiempo, 'Ordena por el dinamismo en la producción, eltransportey los seroicios (.. .)", a distintas poblaciones,entre ellas a buena parte de las comunidades

• A su vez el Municipio cuenta con 39.651 habitantes. según losdatos recogidos en el POT 2000.

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Lclicit" "",;ajera el1 I.rál1~iln

indígenas al administrar los recursos destinadospara sus resguardos (Grisales 2000: 159).

De esta manera atrae tanto a indígenas como acolonos, comerciantes, funcionarios, profesionales,estudiosos, investigadores, nacionales y extranjerosque llegan por distintas razones e intereses, ya seade manera continua o fluctuante, a este puerto quese convierte en una suerte de umbral y pasoobligado para entrar o salir hacia el mundoindígena, hacia la selva y hacia todo lo que estoslIIúversos representan en la actualidad.

Por el lado comercial, a pesar de estar ubicada enla orilla del río más grande del mundo sucentralidad comercial dentro de la región noobedece exactamente a su producción de pescado,sino más bien a la comercialización del producidopor pescadores brasileros y peruanos. Así seconvierte en un polo de transporte ycomercialización hacia el interior de Colombia,para poblaciones que no alcanzan a llegar apuertos como Manaos o Iquitos, y a la vez en unente generador de riqueza.

En cierta forma Leticia también es el principalmercado de productos agrícolas, que en su mayoríason peruanos. En efecto estas poblacionesperuanas surten a Leticia de cebollas, pimentones,papayas, pepinos, carambolos, naranjas, castañas,ají, yuca, plátanos, y en general de todo 10 que seproduce en la región, bien sea propio oimplantado, ya que tienen un mayor énfasis en laproducción agrícola si se las compara con lapoblación lcticiana. Así mismo productos como elarroz y la papa -<:entrales dentro de la dieta delcolombiano venido del interior-, provienen deIquitos y Huancayo, Perú, respectivamente.La ciudad se extiende hacia el sur por la AvenidaInternacional o Amizade, que luego de haber sido

una trocha por la cual se comunicaban estos dospoblados, una vez que cambiaron el río como víade comunicación, se convirtió en el eje jerárquicode desarrollo para las dos. La carrera 11, paralela aésta también ha sido un polo importante dedesarrollo. Hacia el norte, lentamente se ha idoconsolidando la Vía Tarapacá, como el segundoeje. En la ciudad, ésta mantiene el nombre deAvenida Vázquez Cobo hasta cruzar el aeropuerto(pOT 2000). La consolidación de estos ejes estáestrechamente relacionada con el crecimiento de laciudad, y por tanto con las distintas oleadasmigracionales que han marcado su adecuación ytransformación. Esto se puede destacar de loexpuesto en el POT (2000), en donde se distingueuna oleada de urbanización importante a partir dela implementación de la Avenida Internacional yde la carera 11, así como con la adecuación de laVía Tarapacá, hacia el norte. Para la década entre1970 y 1980, se reconoce una nueva oleada queincrementa la población urbana en la zona suroriental hacia la frontera -lo que corresponde alBarrio Colombia-, y hacia la zona norte. Parafinales de la década de 1980 y principios de 1990,se habla de una nueva Leticia, que ha 'bcperimentadoun desarrollo inusitado y sin ninguna planeación" (pOT2000). Es para este momento que se hace evidenteel desequilibrio entre la demanda y la oferta, conrespecto al área de los servicios públicos.

Establecido el carácter de la ciudad y destacadoalgunas de sus características más evidentes en laconformación de su espacio y de su razón de ser,es posible entonces trasladarnos a la dimensión enla cual se desarrollan, o mejor circulan, losdistintos moradores, visitantes y viajeros enLeticia, imprimiendo con su movilidad un ritmo yun carácter a la dinámica social y cultural de laciudad.

El ritmo que lleva ~ trae el RÍO a la ciu()a(), o sobre la Leticia fluvialEl río se encarga de llevar y traer todos los díasgente de un lado para otro. De alú que el puerto seconvierta en un lugar estratégico para comprenderel discurrir de la ciudad, porque, al mismo tiempoque enmarca las dinámicas de partida y llegada delas poblaciones, va generando una forma de ser deltiempo que se moldea de acuerdo a estos flujos yreflujos. Simultáneamente imprime un carácterespacial diferente, al convertirse en el umbral

entre un espacio terrestre y uno acuático, queamplía el dominio de lo terrestre dependiendo delas fluctuaciones estacionales de subidas y bajadasdel río. El puerto genera una dinámica social ycultural de transacciones entre los momentos dellegada, espera y partida de múltiples y variadaspersonas, con objetivos múltiples y diferentes.

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FOlOgrafiaS. Puerto de Leticia

El puerto recibe con vallenatos a todo volumen, olos últimos éxitos brasileros, baladas, salsa,merengue e incluso rancheras. Se convierte en unlugar de movimiento y detención: un lugar deLránsito, donde siempre hay tiempo para unacerveza, para los juegos de cartas y dominó ue lusmartneros de las pequet'1as embarcacionescomerciales, para charlas íntimas, para tomar unasiesta en cualquier rincón, para esperar que llegueel bote, que pare la lluvia, que llegue el momentode partir, que llegue la persona l}Uese espera, quese pueda enviar e! encargo, o que llegue la personaque lo trae. En fin para abandonar la mirada atodo lo que pasa y acontece alrededor, y sentir queel tiempo está fluyendo simplemente, sin angustias,ya que todo se va acomodando a lo que vatrayendo, dejando o llevándose elrío.

b un lugar ue agitación y decalma, que expresa un tipo deviaje característico de la región, e!cual a su \'eZ modela toda unaforma de ser de! tiempo. Es unViaje que específicamenteenvuelve a los habitantes deJ .cucia y ele las "comunidades"ljUe conforman esta zona delTrapecio Amazónico -tantoperuanos como colombianos queviven en la ribera del río-oImplica un desplazarniento por e!río, en "peque-peque", que sonbotes con un motor pequeño,que en su funcionamiento vahaciendo un ruido como e! de sunombre repetido rápidamentevanas veces. Este tipo ele embarcacionespertenecen por lo general a los pescadoresartesanales, y también a la gente que requiere de unmedio de transporte, pero que no tiene lacapacidad de gasto para la gran inversión quesupone un motor de mayor capacidad. Por logeneral todas las comunidades indígenas y decampesinos cuentan para su movilización de unbote con "pel}Ue-peque". Los desplazamientos deesta población, por tanto, están condicionados porlas características de viaje que imprime este tipo demotores de menor velocidad, lo cual hace que lasdistancias sean atravesadas en tiempos más largos.En estos se va al ritmo calmo y constante del río,siempre cerca a las orillas, para poder recoger a

cualquier persona que necesite transportarse. Enestas embarcaciones se viaja expuesto al rayo delsol, pues no tienen techo, de ahí que las sombrillassirvan de parasol. Y bueno, cuando se está enépoca de lluvias el andar por el río se convierte enuna experiencia más bien adversa. El río en unióncon la lluvia se pueden convertir en unaexperiencia tremenda, tan tremenda como son losaguaceros amazónicos.Esta. forma de ser del viaje, del movimiento,siempre en relación con el río, con unadeterminada velocidad, modelan una manera deser y de concebir el tiempo que se imprime en losaspectos sociales y en la forma misma de afrontary asumir el mundo. No en vano, cuando serelacionan los foráneos de la zona con los

habitantes, y se dan desencuentrosde horarios en las reunionesplaneadas se recuerda "queestamos en tiempo leticiano olenticiano", o "en lenticia".

Esta expresión se usacomúnmente, de manera un pocoirónica, para dar explicación a lasdemoras de los oriundos paraatender en un restaurante, porejemplo, o cuando alguien haquedado de llegar y no llega ollega mucho después, cuando hanquedado de entregar algo o traeralgo, etc. A mi modo de ver éstaes una expresión de lacaracterización que se hace deltiempo de los oriundos, o "tiempoindio" como lo caracterizaRosaldo (1992: 108), en contraste

.íll tiempo del citadino, o del que viene del interior\iel país, donde existe un tiempo más plegado alblanejo y a los iconos occidentales ligados a ladisciplina a través de los relojes. Al mismo tiempoes expresión de una confrontación entre grupossociales (foráneos vs oriundos). y así mismo de lasrelaciones de poder que median las vinculacionesentre unos y otros. En este caso no me quieroreferir a este como "tiempo indio", ya que en

,? realidad la expresión no se refiere sólo a laspersonas de origen indígena, sino a toda lapoblación nativa, por decirlo de alguna manera.Bajo esta expresión se asume que se trata de untiempo más lento. Aunque vale la penapreguntarse: ¿Más lento con respecto a qué?

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Lclicia: lJa,'lljcra Cfl lrá".~ilD

El deseo o la necesidad de trasladarse hacia Leticia,o uesde Leticia, hacia cualquier otro poblado, oentre poblados, implica tener disposición detiempo. Primero para alistar el viaje, luego la carga,si es que se va a ir a vender, o los papeles si es auna diligencia. También requiere de dinero parapagar el transporte, por tanto tenerlo o pedirloprestado. Tiempo para esperar que éste llegue, quepare a recogerlo a la orilla de su poblado y que lopueda llevar. Luego el tiempo que dura e! viaje ensí mismo, e! cual puede variar si va vacía laembarcación y se recoge entonces más gente por elcamino, o si bien la embarcación se tropieza controncos o ramas que impidan el fluidodesenvolvimiento, etc, etc. Finalmente la llegada, ladesembarcada, y e! tiempo que se gasta en cumplirlos objetivos. Esto también tiene suscomplicaciones cuando se trata de diligencias quehacen necesaria la relación con la burocracia, quees verdaderamente incierta. Y por último la mismapaciencia se requiere para emprender el regreso.

Este breve esbozo de los pasos que implican estostraslados, dan pie para sugerir las múltiplescontingencias a que se está sujeto en el proceso, ya las cuales las personas tienen que hacer frente.En gran medida se depende del curso de lanaturaleza (el clima, el río) y de las voluntadeshumanas, las dos a cual más de inciertas, o másque inciertas, ingobernables. Ante estas situacionesla gente reacciona con paciencia y frescura, sin lasensación de fatalismo en que reacciona el citadinoal estar siempre programado en su tiempo' parapoder cumplir cualquier deber, impuesto por elsistema dentro del cual vivimos. Para ellos esasensación y relación con el tiempo es diferente. Esun tiempo moldeable, donde las cosas se vanacomodando a lo que se presenta, de tal maneraque si no se pudo viajar hoy, se viajará mañana.Así el desenvolvimiento de los sucesos quedansiempre vinculados con el movimiento del río: lagente llega cuando puede llegar, y así mismo se va.No hay afán. Es lo que debe ser, como se dicecomúnmente: "hay que fluir con el río".

Creo que esta actitud hacia el tiempo se puedetambién percibir en la forma como se encausa elcomportamiento cotidiano. Así el acicalarse llevatiempo, pero éste es un elemento muy importante

para la mayoría de V1aJeros que salen a Leticia.Como se puede notar por la atención que prestan asu cabello, a su ropa, a los accesorios, al maquillaje,los zapatos; elementos que quizás pueden pasardesapercibidos, pero que son resaltados tambiénen sus comentarios, ya que esto también haceparte de los preparativos del viaje. Poruendoatención en estos detalles se advierte unadedicación cuidadosa de tiempo en cada uno deellos. Y en efecto la gente siempre estáesmeradamente presentada, de acuerdo con lasrespectivas necesidades y objetivos del viaje.

Otro elemento en el cual se puede notar la relacióncon el tiempo, es en la atención que se le presta alas comidas. Ellas juegan un elemento centralcuando se está en Leticia. La hora de desayunar oalmorzar, es un momento especial al cual se dedicatiempo. Éste nunca se omite, a menos que seagrande la necesidad. Así con cuidado se escoge enqué lugar de la plaza o de! pueblo hacerlo; porejemplo, acicalando los alimentos con el ají propio,si es que se trajo, o con e! que haya,acompañándolo con e! casabe traído. Luegoingiriendo los alimentos. Ésto se hace con ciertoritmo: sentado, concentrado, hasta con ciertadedicación. Igualmente de la comida se dedica untiempo para e! "reposo", digamos, en e! cual seconversa, se hacen bromas. Por lo general larelación que se establece con la forma cómo sellevan a cabo estas actividades cuando se está en laciudad, puede llegar a ser indicativa de la maneraen la cual se están acompasando las costumbresque hay alrededor de estas actividades en suslugares de origen, con respecto a la forma en comoestos se viven en la ciudad, ya sea en una fonda,restaurante o en medio de una reuruón ofrecidapor alguna de las instituciones. Las comidas son laoportunidad para consumir las comidas propiasde! uruverso de la ciudad, de lo que representa e!"mundo blanco", de alguna forma; pero ala vez esla oporturudad de hacerlo a su propio ritmo. Enúltimas viene a ser el punto de encuentro con laalteridad y el medio para incorporarla. Así el ríotrae y lleva a Leticia, mezclando allí lo uno con lootro.

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LcLicia: lJa.<ajcra CI1lrál1.,iw

Dime a qué velocii)ai) ani)as ~ te i)iré quién eres: sohre los ritmos

en tierra firmeLeticia es recorrida por sus habitantes y visitantes, apie, en bicicleta, en moto, y/o en carro. Estosdistintos medios de transporte sonsimultáneamente indicativos de la capacidadadtluisiLiva y de gasto de la población, expresión delos ritmos y velocidades en los cuales se atraviesa y

Una dimensión de Leticia se puede percibir a travésde la cultura motorizada, de! continuo y persistenteronroneo mecánico de las motos, que en su ruidopodría compararse con e! orgánico de los loros quetodos los días al atardecer se desplazan hacia losárboles de la Plaza Santander, donde vienen a pasarla noche. Las motos, por el contrario no llegan auna determinada hora, sino que continuamenteatraviesan Leticia y Tabatinga, en disonantesvelocidades que despliegan su volumen de acuerdocon la potencia de sus motores, convirtiéndose enparte de la "musicalidad" de la ciudad. Éste, enefecto, es uno de los sonidos más cotidianos deLeticia en cualquier punto. Aquí abundan lasmotos, en tamaílos, colores, marcas y estilos detodo tipo. Sin embargo, e! hecho de tener una motoes un accesorio que adquiere un valor diferencial deacuerdo al género de! poseedor. La moto en unhombre ensalza los valores de virilidad exigidos ynecesarios para conquistar mujeres. Un hombrecon moto representa un hombre deseable para lasmujeres jóvenes y solteras que abundan paseándosepor las calles. Las anécdotas sobre motos sonvarias, por ejemplo están aquellas de personas quese han llevado una moto equivocada debido alparecido entre éstas y las llaves que las hacenfuncionar, sin embargo sobresalen aquellas en quelas motos juegan un rol central en los cortejos.

Un hombre en moto puede parar a recoger a unajoven que va andando bajo el ardiente sol, o cuandollueve, o puede ofrecerse a llevarla si esta va muycargada. En realidad no importa las distancias quehaya necesidad de atravesar, en moto son máscortas, y esta disculpa permite hacer las preguntasnecesarias, para luego arreglar una cita y continuare! ilirteo. La moto permite que la mujer abrace alhombre por detrás cuando este emprende altasvelocidades, cae en un hueco, o si está lloviendo y

construye la ciudad continuamente, y,simultáneamente juegan como reflejo de toda unaserie de valores culturales que permiten identificarlos distintos sectores sociales, así como lassubsecuentes discriminaciones, rivalidades, pugnasy conciliaciones existentes entre unos y otros.

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hace frío. Una moto implica acomodarse y sentirsecerca, al mismo tiempo que se hace unademostración de virilidad con la potencia,velocidad, fortaleza, destreza con que se maneje e!aparato, sin importar la marca de este.

A esto contribuyen algunos hombres ¡avenesadornándose con gafas oscuras, camisas quepermitan ver su musculatura, cuando la tienen; o sison funcionarios, con camisas de cierto corte, concolores pasteles y pantalones aplanchados, bienpeinados (incluso engominados) y afeitados,dirigiéndose hacia los colegios brasileros justo a lahora de salida para "cazar" señoritas que caenencantadas por estos artilugios masculinos. Estasson actividades clandestinas, que por lo generalllevan a cabo hombres solteros, en su mayoríaforáneos y algunos de ellos desempeñan cargospúblicos en Leticia.

Obviamente también existe la dimensión cotidianaen que las motos permiten e! transporte de laspersonas que van vestidas simplemente con suschanclas de colores, pantaloneta o pantalón, yendoa hacer de afán alguna vuelta, a comprar lo que hizofalta para e! almuerzo, a recoger a los hijos o a laesposa al medio día. Las motos alcanzan a albergaruna capacidad de carga de hasta cinco y seispersonas, repartidas admirablemente en e! pequeñoespacio ofrecido, encaramadas unas encima deotras, por delante y por detrás, cargando ademáscon las maletas de! colegio y los paquetes delmercado.

En una mujer, la moto crea otros imaginarios yestatus. Quizás lo que más llama la atención es vercómo las mujeres ya maduras, entre casadas,comprometidas y solteras, muchas de ellaslaboralmente activas en cargos administrativos,

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LeLida: ¡laMjera eH LráH.lilo

empres;¡riales, públicos y secretariales, lo que lasubica dentro de cierto estatus socioeconómico, sedeslizan suave y ligeramente en sus motos al saljrdel trabajo a la hora del almuerzo, una vez hasonado la sirena de bomberos a las 12 p.m. Ellasvan derechas, con su milada esconilida detrás desus gafas oscuras, dándose un aire engreído yelegante (]ue hace juego con sus vestimentas delmismo tipo. De esta manera llaman la atención delos hombres que disimulados las voltean a mirar,analiticamente, al pasar.

La Avenida Vázquez Coba que conduce alAeropuerto Internacional del mismo nombre,result;¡ entre las seis y ocho de la noche una curiosaruta de paseo nocturno en el cual parejas mixtas, osólo de muchachas o de muchachos, se desplaza enlas motos, ya sean propias o prestadas. Mientras se'recorre una y otra vez la avenida, de un lado a otro,se da tiempo a la visita motorizada de novios, alcotilleo entre amigas o amigos, al flirteo entrejóvenes, en una calle que simultáneamente sirve decircuito de ejercicio. Es ésta la avenida escogida, yaque es menos transitada que la Internacional, por lotanto las motos pueden ir a la velocidad querequieren estas actividades, aunque obviamentetambién se presentan los casos de extremavelocidad. Al contrario la Internacional o Amizade

La bicicleta no es un medio de transporte tanextendido en Lcticia en comparación con la moto.De hecho sólo es utilizada por algunas personas delos Resguardos de las vías Tarapacá y los Lagos,que han podido acceder a una (por lo general desegunda mano), uno que otro trabajador que notiene la capacidad de ingreso ni de gasto para unamoto, algunos estudiantes de los colegios, lapoblación infantil, y uno(a) que otro(a) habitantejoven velúdo de las capitales del interior del país adesempeñar algún trabajo o estudio, y depeniliendode la profesión, cargo o tarea que venga adesarrollar. Igualmente es el transporte extenilidoJcntro de la comunidad universitaria, conformada.por estudiantes, p;¡santes, uno que otro profesor (lamayoría venidos de Bogotá, Manizales y Medellin),y uno que otro trabajador.Durante siete meses rodé por Leticia, Tabatinga y lacarretera o Vía TarapacáS, atravesando una y otra

5 'La llamada carretera Leticia- Tarapacá se extiende 22 Km., desde elcasco urbano de Leticia. conformando un eje lineal en sentido

-como se prefiera- donde se enfrentan la velocidadde las motos y bicicletas, pone de manifiesto elpoder que las primeras pueden alcanzar sobre lassegundas, a cualquier hora del día. Esta actitud escomprensible en la medida que al fin de al caboestas dos avenidas son las únicas calles en querealmente los vehículos de motor pueden alcanzarcierta velocidad, a pesar de su lamentable estado enalgunos transectos, lo cual no implica que aquellosque .vamos en bicicleta o a pie no continuemoscorriendo peligro. Pero bueno es entendible, al fin yal cabo los transportes de motor no tienen sentidosi no se pueden emprender altas velocidades,' dehecho en gran parte ese es el mensaje transmitidopor las propagandas. Y pues, para ser sincera lamoto genera cierto poder y deseo, es como otraforma de percibir y andar sobre el mundo:velozmente a la intemperie, dando la impresión deir a la velocidad del viento, y sin hacer mayoresfuerzo físico. Así que tal vez como Sartreplanteaba que Nueva-York era una ciudad para serrecorrida en auto, se puede decir que Leticia yTabatinga son ciudades, que más que ser hechaspara ser recorridas en moto, son acordes al ritmode la moto. Ella permite recorrer en buen tiempolas distancias, que no son tan grandes en estasciudades, y al mismo tiempo refrescar el calor pormedio del viento que genera su velocidad.

II

vez estas rutas e itinerarios, a distintas horas del díay de la noche. Convirtiéndose por tanto en unmedio, no sólo de transporte, sino también depercepción, apropiación del espacio y en un itemidentitario. Yo era reconocida y autorreferenciadapor mi bicicleta. La gente me decía que me habíavisto porque había visto mi bicicleta, otrosreconocían mi llegada por el ruido del freno, otrossabían donde había estado pues la habían vistoparqueada en algún lugar, etc. Y así recibía variadoscomentarios de mi andar por la ciudad y loskilómetros, dependiendo de mi bicicleta.

Incluso recibía, con cierta frecuencia, ofertas poruna familia amiga de los kilómetros y por otra delbarrio la Esperanza, para comprar mi bicicletacuando me devolviera a Bogotá. Ambas la queríanpara sus hijas.

noroccidental. A lo largo de la carretera se encuentran terrenosdestinados a la colonización bordeando el Resguardo IndígenaTikuna-Uitoto Km.6 y Km.11 (...).' (Murillo 2001: 13)

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LeUcia: tIQ,"ljera el1 Lrál1.<ilo

De hecho la bicicleta, qwzas por el crecienteaumento de la población estudiantil universitaria, seha vuelto más común para la población leticiana,dejando de ser un transporte exclusivo de las clasespopulares o de bajos ingresos. En la expansión deluso de este medio, se puede notar unayuxtaposición entre las corrientes de las capitalesdel interior del país, donde el uso de la bicicleta seha impulsado como un medio de transportealternativo a las necesidades masivas de traslado.Así su uso dentro de Lcticia, por parte de unapoblación que llega con cierto prestigio por venirde la capital, o del interior, paradójicamentedisminuye las distinciones sociales, aunque seamínimamente.El ritmo de recorrido que impone la bicicleta, vaacorde con el esfuerzo y la capacidad física, así quepuede ser lento o rápido, sin lograr alcanzar lavelocidad de una moto. En la bicicleta también serecibe viento, pero simultáneamente se transpira.Así (lue una vez que uno se baja de la bicicleta seacaba la sensación de frescura y lo invade a uno uncalor muy fuerte que se plasma en líquidoscorporales, conocidos como sudor. Es quizás porestos factores que no es deseable y acogida comomedio de transporte generalizado entre los y lasleticianas, que manejan determinados estatus, ya seapor el trabajo que desempeñan, o por el lugar queocupan dentro de la sociedad por su dinero,prestigio, procedencia, poder, etc.

El estar en bicicleta advierte sobre los peligros quese corre con respecto a otros medios de transportecomo motos, autos, micras y camiones. En esesentido el descuido de estos medios hacia lasbicicletas se puede interpretar también como unaexpresión de las distancias sociales que existenentre los distintos sectores que componen lasociedad leticiana. Dentro de la ciudad la bicicletano representa prestigios en la medida que esutilizada por un sector que no tiene los medioseconómicos para acceder a una moto, como se dijoanteriormente, que no ocupa posiciones influyentesde poder. En las manifestaciones de agresividad

Los automotores se distinguen en tres tipos, yarcferenciados: autos, micro s y camiones. Losprimeros son bienes que identifican cierta clasesocial, cierto poder económico y ciertas

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como pitos, gritos/insultos, sobrepasas aceleradasque asustan a las bicicletas, también se expresa unaespecie de competencia por el espacio público de lacalle. Al mismo tiempo se manifiesta una ciertaprepotencia hacia las bicicletas ya que éstas norepresentan ningún tipo de amenaza en 'términos deseguridad, poder, econooúa, etc.

Esta situación se agrava en las carreteras, sobretodQ en la Vía Tarapacá, donde además las motos,carros, micras y camiones abusan de la velocidad,llegando incluso a atentar en contra de la vida depeatones y ciclistas. Un ejemplo fatal de este abusose evidencia en el trágico accidente ocurrido ellunes 10 de octubre de 2001 a las 4 de la tarde,cuando un camión de Terpel arroyó la bicicleta enque iban Lady, una niña indígena eocama-Uitotodel Km.6, Ysu tío. Este siniestro accidente puso enevidencia no sólo la actitud irresponsable que losautomotores mantienen en la vía con respecto a lospeatones y ciclistas que transitan en ella -teniendoen cuenta que mucha gente de los Resguardos sedesplaza continliamente a pie y en bicicleta en ella-,sino también las discriminaciones sociales queexisten en esta ciudad, donde el hecho dentro de lacomunidad leticiana no pasó de ser un simpleaccidente en el cual no se penalizó ni a la compañía,ni al conductor, ni a la gobernación con respecto asus responsabilidades penales frente al hecho. Elaccidente simplemente, luego de una larga antesalaburocrática, fue "subsanado" con unaindemnización de 6 millones de pesos para lafamilia de la finada, que iban a ser empleados en laconstrucción y arreglos de una casa "en material",la cual a su vez iba a ser financiada en parte poruno de los senadores elegidos en las elecciones demarzo del 2002.Quizás el hecho de que la población universitariahaya extendido y cotidianizado su uso, hadisminuido la discriminación hacia este tipo detransporte, e incluso se podría considerar que haextendido su uso, aunque sea tímidamente y pordeporte, en otros sectores de la sociedad leticiana.

III

características culturales, dependiendo de la marca,el modelo, etc. Así, aunque sea absurdo encontrarcarros de último modelo en una ciudad que notiene grandes vías y no ofrece sino dos carreteras

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LcLiciu: IJU.<ajcrac~ Lrá~.~ilo

pavimentadas de no más de 11 kilómetros enmediocre estado, se encuentran jeeps, burbujas,carros último modelo que al entrar en ellos, aíslantotalmente el ambiente, por medio de vidriospolarizados, aJre acondicionado, etc, creandoespacios, que luego de andar continuamente a pie,en bicicleta o moto, adquieren una aura devirtualidad, al aislar tan abruptamente el calor, lahumedad y e! ruido de la ciudad. Simultáneamenteexisten carros de características más cercanas a lasnecesidades del medio, en los cuales se aprovechael viento y no se queda aislado. Algunos de estos nocuentan con vidrios, o éstos se utilizan abajo paragenerar aire acondicionado natural. El uso de éstoses más generalizado dentro de funcionariospúblicos, negociantes no tan influyentes,profesores. Las velocidades de estos carros varíandependiendo de la persona que conduce, el día y lahora. Cuando éstos son cpnducidos por jóvenes,por lo general van a una alta velocidaddemostrando ataques de temeridad y dedfío. Enesas circunstancias aprovechan para coquetear conlas jóvenes transeúntes y asustar a los demás. Lamayoría de este tipo de carros son traídos desdeBogotá y fueron introducidos al mercado haciafinales de la dé~ada de 1990. Su recientecomercialización está relacionada con e!narcotráfico y con e! cambio de Intendencia aDepartamento que experimentó e! Amazonas.

Los micras o camionetas volkswagen, por su parte,juegan el importante papel de transporte público,trasladando a la agente de un lugar a otros. Sirven ala vez como mediadores entre la ciudad y losResguardos, los barrios marginales como e!Umarizal, Victoria Regia, y hacia sectores deTabatinga como la Fera y la Comara. Se ubican endos puntos de! centro de Leticia, dependiendo de laruta que lleven y están organizados como empresaprivada. Sus recorridos, su hora de partida y dellegada, funcionan como marcadores temporales enel transcurrir de la ciudad, ya que una gran parte dela población depende de ellos para movilizarse. Lagente que lraen de los kilómetros, dependiendo de!día, viene para hacer vueltas, vender productos enel mercado y comprar remesa. El paradero quedaen e! Parque Orellana, ubicado entre las calles 7° y8°, donde tienen lugar las plazas de mercado Qaplaza Municipal, la de San Francisco y e! Mercado[ndígena de los sábados), e! puerto y el centro deLcticia. Tienen la capacidad de albergar unas 20personas, que viajan acompañadas en muchas

ocasiones de cargas, paquetes, mercados, niños.Dentro de la ciudad no van a altas velocidades, quea veces sí alcanzan en la carretera. Por lo generalsus conductores son hombres maduros y viejos,reconocidos ya entre los viajeros. Un pasaje puedecostar entre 1.000 y 3.000 pesos dependiendo delrecorrido. Su ventilación depende de la velocidadque alcance el auto y por lo general vanambientadas por las tonadas populares de moda(vallenatos, forró s, bregas, baladas, salsa) quetransmiten las emisoras de radio locales, comoOndas del Amazonas, la Emisora de la Policía, etc.Por medio de ellos se llevan a cabo gran parte delos viajes urbanos que tienen lugar en esta ciudad,entre las 6 a.m y las 7 p.m., sirviendo de enlaceentre los distintos mundos que se enlrecruzan enLeticia.

Los camiones, por el contrario, aunque no muyabundantes, se acercan a un imaginario del terror.Primero por su tamaño y segundo por la velocidada la que transitan, factores estos dos que unidosconstituyen una amenaza para motos, bicicletas,andantes e incluso autos. Su presencia está asociadacon las pocas industrias presentes en Leticia, degasolina, gaseosas y construcción. Sus conductoresson hombres, y como es común en estos casos,ignoran la presencia de otras personas y medios detransporte en las calles y carreteras, lo cual seagudiza en Leticia, por la estrechez de las carreteras.

Por último se encuentran los taxis. Estos sonconducidos en su mayoría por hombres y una queotra mujer. En su deambular cotidiano estánestrechamente relacionados con otro acontecer quedetermina la vida cotidiana de Leticia: la llegada ysalida de aviones, desde y hacia Bogotá. En efectopor lo menos cioco vuelos comerciales llegan desdeel interior semanalmente, variando en su horariodependiendo de sí es fin de semana o no. Esteevento es determinante para la ciudad, debido engran parte, al tamaño de la ciudad y a las fuertesrelaciones de dependencia cultural, económica,política y demás que se tienen con la capital. Loshorarios de llegada de los aviones son anunciadospor el desfile de taxis en la avenida V ázquez Coba,hacia el Aeropuerto Internacional, al cual enrealidad sólo llegan vuelos comerciales nacionalesprovenientes de la capital, aunque hay un continuoflujo de vuelos de carga nacionales einternacionales. Los taxis, por tanto, dependeneconómicamente del flujo turístico, y en menor

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Leticia: /1a.\lIjera en Lrál1~jLo

medida de la población leticiana que no tiene carroo moto para transportarse. Las breves distancias dela ciudad hacen que la carrera cueste una buenacantidad de dinero, no por la distancia, sino por elgasto de gasolina que implica, el cual es uno de los

Otro de los ritmos de desplazamiento que seadvierte en Lcticia es el de los peatones. El centrode LeLicia en gran medida se recorre a pie, ya queen realidad las distancias son pequeñas. Así que lagente que vive en las zonas aledañas al centro,cuando tiene que hacer alguna diligencia o comprase desplaza de esta manera. La gente que se puedeconsiderar como transeúnte, es una poblaciónmixta en la cual se combinan personas de Leticia,como también todas aquellas que llegan al centropor alguno de los otros medios de transporte(micro, taxi, mototaxi, bote). Las personas quecarecen de los medios de transporte anteriormentedescritos, se desplazan de esta manera, tanto en elcentro de LeLicia, como en sus alrededores y en lasafueras. Y las distancias que en moto, carro obicicleta, son breves, a pie se convierten en unabuena jornada de caminata. El espacio desde laperspectiva del andante se transforma, si secompara con el espacio recorrido en otro medio detransporte. De hecho los otros medios en los quese rueda, generan una sensación de dominio sobreel espacio, que varía cuando éste es traspasado aIJlC.

Esta es una situación no muy deseada por quien yase ha acostumbrado a los otros medios detransporte, lo cual genera cierto tipo de distanciasocial entre quienes caminan, no tanto porque loprefieran sino porque no tienen otra opción, yquienes utilizan bicicletas y automotores.

Este distanciamiento se agudiza cuando laspersonas van descalzas, lo cual es común en estaciudad, sobre todo con las personas que rondan bsplazas y que vienen de los kilómetros o del río, yque están acostumbradas a andar sin ningún tipo de'"protección" en los pies, a pesar de andar por otrostipos de ambientes, a veces incluso más riesgosos ydifíciles. Este tipo de pies están perfectamente bienformados para enfrentar cualquier adversidad delsuelo, de hecho tienen una estructura firme yabierta que garantiza el equilibrio de todo el cuerpo,la piel cs delicada pero a la vez resistente.

bienes más preciados en la Amazonia en generaló•

Una vez cobradas a los usuarios sumasexorbitantes, aprovechan la velocidad para levantarvientos, sustos yagua, cuando hay charcos a lolargo de la avenida V ázquez Coba.

IVPor eso, y también porque qUizas no tienenzapatos, es que algunas personas no se preocupanpor venir calzadas al pueblo. De hecho, casi ni seinmutan, a pesar de que esta situación seaobservada por los "citadinos" como un factor devictimización y distancia social. Estas actitudes seexpresan también en la forma como se evitansituaciones en que pueda haber proximidad entreestas distancias sociales. De ahí que ver a gentecaminando por las avenidas principales no sea tancomún como en el centro. En estas avenidas, sobretodo en la V ázquez Coba, las elites leticianas evitanir a pie, y al contrario enfatizan el uso de los otrosmedios.

Obviamente el evitar las caminatas estáestrechamente ligado con el sol y el calor, factoresambientales que son determinantes en lasescogencias y preferencias, y a los cuales laspersonas que carecen de estos medios estánacostumbradas a enfrentar sin mayores objecioncs,salvo cuando están en la capacidad de optar por losotros medios.

Así los transeúntes en esta ciudad de la selvahúmeda tropical presentan matices diferentes aaquellos que se pueden observar en las capitales delinterior del país. Esta pequeña capitaldepartamental, donde los carros son un objetotodavía un poco exótico cercano a un artículo delujo generador de prestigio, donde no existensemáforos, donde los andenes a veces se hunden enlos charcos o no existen en algunas calles, parecieraser democrática en el uso de su espacio públicodestinado a la circulación. Sin embargo, las distintasvelocidades en que se atraviesa la ciudad de acuerdocon la ubicación social de los viajantes, susnecesidades y objetivos, cambia las reglas de lademocracia advirtiendo distancias sociales ypatrones culturales de comportamiento en loscuales se expresa el prestigio, el <,:ortejo, las

e Según lo reporta Grisales. gran parte de la gasolina que se utiliza enLelicia proviene del Perú (2000:147).

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Leticia: p"",ljcrtl eH I,ráH~ilo

diferencias de género y las distancias y fronterasculturales en la forma como se da la apropiación delespacio, el manejo del tiempo y simultáneamente lamanera como ~e establece la relación con los

demás. Teniendo en cuenta estas caractenstlcas,veamos entonces quiénes son las personas quemoran y se movilizan a través de Leticia.

La población leticiana: un mosaico ~e múltiples bistorias en ires '!J veniresComo lo digo en el primer capítulo de la tésis,todo viaje lleva implícito una pregunta del viajante,pero quizás como en ninguna otra ciudad, todacharla que se emprenda con cuakluier persona, yasea ésta blanca, indígena, mestiza, extranjera,bogotana, paísa, costCl'ía u apila, tarde o tempranodesemboca en las razones que motivaron el viajehacia Leticia, o hacia la región. Esto convierte el

UI1a cju~a~ mulLiéLnica

Comúnmente tendemos a pensar que laspoblaciones indígenas son los habitantesancestrale~ de las selvas húmedas tropicales, y queademás éstos habitan, aislados, en lo profundo deellas. Sin embargo, ya adentrándose en lasintimidades de la región y descubriendo que eltérmino indígena es una nominación genérica queesconde la diversidad existente entre las distintasetnias en términos de orígenes, costumbres,trayectorias históricas y formas de enfrentar la viday el día a día; se hacen más visibles, en estapequeña ciudad, la variedad de etnias que lahabitan y las distintas trayectorias a que han estadosujetas unas y otras, de manera diferencial, y enrelación con las distintas dinámicas de la región.

Los habitante~ ance:-trales de la zona queconforma el Trapecio Amazónico, parecen habersido por un lado Omaguas, Yurimagua, Ibanoma yAziuar; y por el otro Ticunas, Yagua, Peba,Cuamare, Cauachi y Mayoruma. Los primerosparecen haber poblado las várzeas (riberas de! ríosujetas a inundaciones periódicas), y los segundos,las zonas de tierra firme. Al parecer, estasdistinciones limitrofes llegaron a ser cruciales, enépocas prehispánicas determinando zonas defronteras interétnicas, que identificaban limites'territoriales, cuando no se daba e! "mlltrol simultálleoo mmplelllelltario" mediado por el intercambioillterétnico (Zárate 2000: 233-236). Este paisajeétnico empezó a verse transformado a lo largo delos siglos :A'VI,XVIl Y XVIII, debido a las

viaje, el traslado, en una característica a la que casinadie escapa en esta zona del pais, y pone enevidencia distintos eventos históricos (del país y/ode la región), que han determinado la vidaindividual y familiar de muchos, y por lo tanto elacontecer de la ciudad y de la región en suconjunto.

avanzadas española y portuguesa, en las cuales seindujo el desplazamiento de otros grupos haciae~ta región (Zárate 2000:242), modificando paraSiempre su panorama.

En lo que siguió de la historia, ya durante laconsolidación de los nacientes estados nacionales,tres hechos fundamentales determinaron el rumbode las poblaciones indígenas y de la forma cómohan poblado lo que hoy hace parte del Municipiode Leticia y su zona urbana. La lucha por laexpansión de los estados nacionales -colombiano yperuano-, la extracción del caucho y el subsecuenteconflicto entre Colombia y Perú en 1932, dieronpaso a un cambio definitivo en el panorama étnicode las regiones ubicadas entre el Caquetá y e!Putumayo, en la Amazonia nororiental. Lasdinámicas que se dieron cita en este territorioforzaron a las poblaciones indígenas originarias, adesplazarse hacia la Amazonia peruana, bajo lacondición de esclavos; ya fuera en caminatasinterminables donde carecían de comida, aguapotable y se veían obligados a llevar pesadascargas, o bien encerrados en jaulas y transportadosen barco. Este proceso de migración forzada sesostuvo hasta la década de 1940 cuando finalmentefueron desterrados del territorio colombiano lostratantes peruanos del caucho. Algunas de estasfamilias fueron ubicadas por sus patrones en laboca de! río Ampicayu (Perú), un afluente al nortedel río Amazonas, donde se vieron obligadas acontinuar trabajando hasta la década de 1970,".ualldo la 5illamos expulsó filialmente a los .-apatacesdelárea" (Giovanna Micarelli, comunicación personal,2002). Sin embargo, hacia la década de 1950 unas

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Lel icia: IJa,,,,jera eH trállsilo

pocas familias retomaron su ruta hacia Colombia,ahora con dirección a Leticia, donde se asentaronen las áreas periféricas. Con el paso de los aúos,éstas fueron atrayendo a los familiares que habíanquedado en el Perú, dando paso a su reubicaciónen (erritorio colombiano.

Así a las comunidades Ticuna, quienes luego de ladesaparición de los Omagua quedaron comohabitantes ancestrales del Trapecio Amazónico yen general de las riberas del Amazonas,traspasando los límites creados por los estadosnacionales (Brasil, Perú y Colombia), se unieron enla convivencia Andoques, Ocainas, Uitotos Muina-Munü, Muinane, Nonuya, Bora y Miraña. Estaselnias pertenecen a lo que se denomina comoGenle de Centro, cuyo lugar de origen son lasregiones cercadas por los ríos Putumayo, Caquetá,Caraparaná, Igaraparaná y Cahuinarí, en el actualDepartamenlo del Amazonas. Esta fue una de lasZOmlS más azotadas por el boom cauchero, y enparticular por el régimen del terror impuesto por laCasa Arana (Giovanna Micarelli, comunicaciónpersonal, 2002). Durante el boom cauchero fueronsometidas al desplazamiento forzado, tambiéndebido a los inicios y posteriores procesos decolonización en el piedemonte y en la planicie(Augusto Gómez, comunicación personal, 2002).De esta manera Leticia, se convirtió en un lugar deconvergencia donde reinician su vida en laperiferia de la zona urbana. A éstas se aunarontambién Cocamas y Yaguas, de origen peruano yen relación con otras dinámicas y ofertas (Grisales2000), así como Yukunas y Matapís; dando pie a laconformación de lo que hoy ha terminado pordenominarse t'OmulIidadeJ multimétllicas, que a su vezhacen parte de un Resguardo multiétllúv.El poblamiento del Resguardo Ticuna-Uitoto Km.6 y 11, organizado a lo largo de la Vía Tarapacá, esel resultado viviente de esta articulación yadaptación de las poblaciones, y es a través dealgunos de sus habitantes con los cuales nosrelacionaremos en los siguientes capítulos. Loscinco poblados de este Resguard07 se fueronformando a partir de los asentamientos dispersos

7 San José Km.6, Moniya Amena km. 9.8, Ciudad Jitoma Km.7 yNimaira Naimeki Ibiri, Muina-Murui, Km.11. Multiétnico Tacana yCasiya Naira. están afiliados a este Resguardo. Desde enero del2001, el Multiétnico Tacana quedó territorialmente por fuera delResguardo. debido a la decisión adoptada por las autoridades delKm.6 y 11. en respuesta a los problemas internos que se presentaronal interior de la comunidad a partir del año 1999. (Murillo 2001: 15).Para una mayor profundización sobre el conflicto que se' presentó enel Mutiétnico Tacana. ver Grisales (2000: 149-151).

que se fueron organizando en el área, entre lasdécadas de 1940 y 1950. En el año de 1986 fuereconocido por el Incara, mediante resoluciónejecutiva, dejando asignada un área de 7.500hectáreas (Comité transitorio de Proyectos de laComunidad de San José K.111.6, 2001). Esteterritorio no está al margen del conflicto entredistintas políticas y acciones de colonización,reserva y conservación; combinadas con lasdinámicas sociales que buscan salidas efectivas asus problemáticas. Todas juntas han convertido elárea en un espacio donde simultáneamentecoexisten fincas de recreo y de producción,establecimientos públicos de diversión, haciendas,fincas destinadas a la conservación y territoriosindígenas en proceso de urbanización. Como es desuponer, sus actividades, en menor o mayormedida, están estrechamente relacionadas con laoferta y la demanda que genera la ciudad. Asímismo ésta se convierte, en muchos de sus barriosperiféricos, en un espacio multiétnico, albergandolos distintos sectores de estas poblaciones que noencuentran ya espacio y habitación en los distintospoblados de los Resguardos. Poco a poco, de unay otra forma la ciudad va modelando la vida de lascomunidades y éstas a su vez van moldeando lavida de la ciudad, hasta tal punto que Leticia nosería la que es, sino llevara impresa la huella de lasdistintas poblaciones indígenas.

Sutilmente, estas dinámicas, mostradas a grandesrasgos, son retomadas en delgados y frágiles hilosdentro de las historias personales de cada persona,dando, en distintas charlas, puntadas aisladas delos varios sucesos relacionados con losdesplazamientos y las motivaciones del traslado.Así, a través de las distintas historias se percibeuna historia regional, nacional y transnacional,construida sobre la base del desplazamiento depoblaciones humanas, que en su mismo peregrinarhan extendido sus redes parentales, de tal maneraque su mantenimiento exige el continuar en esetrasegar, manteniendo así viva la dinámica delmovimiento y por tanto de la región en suconjunto.

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Lel.icia: I"'''''iera eH lrál1.\ilo

¿Y quiél1es .son los blancos, quiénes los mestizos?,¿5e trata más bien c>ecomerciantes que ()e cólol1os?¡ ¿sepuwen nominalizar como foráneos? .

Estas son algunas de las preguntas que uno se hacecuando se trata de explicar quiénes son lospobladores de Leticia, cuando no son indigenas. Yla verdad es que son tantos los orígenes, lasprocedencias, los acentos, los colores que es difícilsaber qué madeja tomar, para comenzar a explicareste entramado. Quizá la mejor forma de empezarsea indicando las distintas oleadas de poblamientoque han motivado el traslado de gente hacia Leticia,para luego ir haciendo un esbozo de la poblaciónque hace parte de las dinámicas de la ciudad.Como otras zonas de Colombia, Leticia, desde sucambio de nacionalidad, fue promulgada comozona de colonización a través de la ley 135 dereforma urbana (pOT 2000). Para este casoparticular es necesario tener en cuenta que supoblamiento ha estado ligado con las dinámicasurbanas que empezaron a consolidarse yestructurarse hacia 1930 (POT 2000). Las distintasoleadas 11llgratorias que ha recibido Leticia, tantodel interior del país, como de peruanos y brasileñoshan estado estrechamente relacionadas con losdistintos auges económicos que se han presentadol'l1 el área. El primero de ellos, estuvo ligado c~n lasextracciones de caucho, pieles y maderas. Hacia ladécada de 1no se reconoció un nuevo ciclo, ligado;11 narcotráfico, fenómeno este que influencióbaslante la vida 1cticiana, ya CJuela ciudad '~erminójÚlJlúlldo parte de 1111 extellJO t'O"edorpor donde un sedor dela pohlaáón .remI/lidia/izaba mermdeando /a pasta de "0''(/''

(Grisalcs 2000:146). A partir de los cambiosgenerados por la Constitución de 1991 y elsubsecuente cambio de Intendencia aDepartamento, una tercera oleada rnigracional segeneró. Ésta atrajo migran tes nacionales, algunosrevestidos del halo de funcionarios públicos, asícomo también una nueva oleada de poblacionesindígenas en busca de servicios como educación,salud y financiación para proyectos (POT 2000).De acuerdo con el PRORADAM (1979), losmigrantes de esta región, relacionados con eldesarrollo de núcleos urbanos tienden a setcomerciantes y negociantes, más que trabajadoresde la tierra, que se han visto desempleados en otrasciudades o regiones del país, y que con anterioridadhan buscado suerte en otros lugares. Por 10 generaltienden a vincularse a la ciudad y a la región, através de negocios como hoteles, bares, tiendas,farmacias, tures, taxis, restaurantes, residencias.

Otros llegan a fortalecer el área comercial, en estecaso la relacionada con el pescado, y también loscultivos ilícitos; y finalmente están quienes terminanpor vincularse con la política consolidando una elitede poder dentro de la región, que permita acomodarlas cosas de acuerdo con sus intereses particulares.Finalmente vale la pena tener en cuenta aquellospequeños grupos de profesionales que vienen adesempeñar cargos públicos o privados dentro de laciudad, y cuya estadia tiende a ser de carácter,temporal. Estas poblaciones que en muchasocasiones vienen por períodos de tiempoestipulados en sus contratos, en algunas ocasionesterminan quedándose en la región y pasando a serparte de sus oleadas poblacionales.Estos son, a grandes rasgos los' lineamien'tosinstitucionales, por decirlo de alguna manera,dentro de los cuales se considera que se ha dado elproceso de poblamiento de Leticia y su municipio.La verdad es que no existe un estudio detallado quepermita entrever las distintas motivaciones, lasinfluencias culturales de cada una, y la forma cómohan entrado en interacción las distintas corrientes.Lo cierto es que en la dimensión de lasconversaciones personales, las motivaciones deltraslado están relacionadas con historias de desamoro de amor, la búsqueda de Un mejor futuro(económico, emocional, [aniiliar, profesional), lacasualidad y en otros la huida (de desamores, porejemplo, de situaciones difíciles, etc).En Leticia se encuentra gente procedente de la zonaandina del país, en especial de los departamentosdel Huila, Tolima, Antioquia, Caldas,Cundinamarca, Valle del Cauca, Santanderes yrepresentantes de los departamentos del Caribe.Igualmente se encuentran personas procedentes delPerú, y del Brasil, ampliando así el marco deposibilidades. Como se podrá deducir, conformanuna población diversa y heterogénea racial, étnica,regional y culturalmente. Por lo general esta gentetiende a estar relacionada con lo que dentro de lazona se denomina la "cultura blanca", a pesar deque en muchos casos son mestizos que inclusopueden ser descendientes de quienes en épocasrecientes también se consideraron indígenas en suslugares de origen; de am que sea paradójica la formacomo se tiende a caracterizar al "blanco" dentro dela región (Useche [1989], tomado de Chaves1999:357).

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Lelicia: pa:;ajera eH lráH.~itD

Las poblacioncs fluctuantes

Dentro de esta población se pueden ubicaratjuellos grupos vinculados con la investigación,como profesores, estudiantes, investigadores,funcionarios públicos y ahora también de lasONG. Esta población fluctuante comienza agenerar lazos con la región, mediados también porperíodos de visitas, a pesar de no morar de maneradefinitiva en la zona. Por lo general vienen comorepresentantes del estado, o bien de nuevastransnacionales que buscan garantizar laprotección de estos territorios y de sus pobladoresancestrales. Estas redes se encuentran ligadas conla academia nacional e internacional, el desarrollode la ciencia, y desde otra perspectiva, con políticasde desarrollo, reivindicación de derechos ymodernización de la región. Predominan dentro deesta gama, personas del interior del país, aunquehay una relevante presencia de extranjeroseuropeos y también norteamericanos.

Así, queriéndolo o no, todos terminamos porencontrarnos en Leticia, generando conciente oinconcientemente una poslclon hacia lasdiferencias étnicas, regionales, nacionales einternacionales que se experimentan a diario en laciudad. Como se xpone en el primer capítulo de latésis (Rosas, 2002) -Los meandros que condujeron aI/liellOS illiúOJ-, las características de esta ciudadabren una infinita gama de posibilidades, cuandode llevar a cabo un análisis socio cultural se trata.De la breve caracterización de las distintaspoblaciones que se entrecruzan en Leticia, sedestaca una variada gama de motivaciones que hanllevado a construir y caracterizar la ciudad, desdesu nacimiento hasta la actUalidad, por unadinámica de movilidad social ligada con causascomo el desarraigo, el exilio, el escape, la custodiamilitar, el comercio, el turismo, la exploración, elviaje, la transformación. Elementos estos, quemezclados entre sí, afincan en el espacio unaidentidad ligada a los idearios de hoteles, puertos,aeropuertos, mercados (lícitos o ilícitos). Es decir,de zonas o ambientes permeados por el tránsitocontinuo, en los cuales se recrean y entrecruzanprácticas regionales y locales demovilidad y residencia, que obedecen a dinámicasfamiliares, económicas, emocionales, políticas,

Por último vale la pena tener en cuenta a losexploradores y turistas, cuyas dinámicas de viaje serelacionan con ideologías cercanas con el mercadode lo exótico y lo alternativo. Éstos llegan a estastierras atraídos por la idea de un medio ambienteprístino y de sociedades tradicionalu. Sus prácticas demovimiento y traslado ayudan a reproducir estosimaginarios, que son aprovechados en algunoscasos por las poblaciones indígenas.Estas poblaciones a pesar, o quizás por su mismacondición fluctuante, generan influencias,dinámicas y procesos que de una u otra forma, conmayor o menor razón, van dirigiendo el curso de laciudad y simultáneamente de la región. Algunospersonajes representantes de estas poblacionesllegan a tener influencia en la toma de decisiones yen lamanera como se recrea y reconstruye el tejidode lo social.

******financieras, que a su vez implican redes deintercambios económicos, familiares, solidarios.SirÍlUltáneamente éstas se ven imbuidas en redesmás amplias de carácter nacional e internacionalque responden a dinámicas similares, pero que a suvez van acordes a intereses globales, políticos y,económicos (Clifford 1999:46).

Una vez palpada y descubierta Leticia como unaciudad caracterizada por el movimiento constante-en ella y a través de ella- de distintos gruposhumanos, y teniendo claro que esta exploraciónetnográfica busca dar cuenta de ese movimiento, ode fragmentos de éste, a continuación focalizaré laatención en un espacio donde se puede notar -ensu acontecer cotidiano- el movimiento constantede personas, productos y relaciones: el MercadoIndígena. De esta manera exploraré cómo en él semanifiesta un aspecto de la movilidad quecaracteriza la ciudad y la región, a través de laspersonas que asisten a él como vendedoras yvendedores, de aquellos que nos acercamos comocompradores, y de los circuitos de movilidadnecesarios para llev;ar a cabo una jornada demercado. Demos pues paso al Mercado Indígena"con- sentido".

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