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Nº 375/6-XI-2003 SEMANARIO CATÓLICO DE INFORMACIÓN EDIC. NACIONAL Robert Spaemann Dios, el hombre y la libertad

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Nº 375/6-XI-2003 SEMANARIO CATÓLICO DE INFORMACIÓN EDIC. NACIONAL

Robert Spaemann

Dios, el hombre

y la libertad

SUMARIO

Etapa II - Número 375Edición Nacional

Edita:

Fundación San Agustín.Arzobispado de Madrid

Delegado episcopal: Alfonso Simón Muñoz

Redacción: Calle de la Pasa, 3.

28005 Madrid.

Téls: 913651813/913667864

Fax: 913651188

Dirección de Internet:http://www.alfayomega.es

E-Mail: [email protected]

Director: Miguel Ángel Velasco Puente

Redactor Jefe: José Francisco Serrano Oceja

Director de Arte: Francisco Flores Domínguez

Redactores: Anabel Llamas Palacios,

Ricardo Benjumea Vega,

Juan Luis Vázquez,

Carmen María Imbert Paredes,

Jesús Colina Díez (Roma)

Secretaría de Redacción:Rut de los Silos Antón

Documentación:María Pazos Carretero

Elena de la Cueva Terrer

Internet: Beatriz Jaso Ollo

-Imprime y Distribuye: Diario ABC, S.L.-

Depósito legal: M-41.048-1995.

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Entrevista con el filósofo y teólogo Robert Spaemann:Dios, la libertad, la realidad.Filosofía y teología.La frontera de la ciencia: el hombre.Dios no es dominable

V Congreso Católicos y Vida pública.Entrevista con Alfonso Coronel de Palma:

Si la fe se reduce a algo privado,no genera cultura

3-7

14

18-19

ΩΩAA

ΩΩAA

Ante la beatificaciónde BonifaciaRodríguezy de Juan Zegrí:En el taller de Nazaret

...y además

8 La foto

9 Criterios

10 Cartas

11 Ver, oír y contarlo

Iglesia en Madrid

12 Fiesta de la Almudena:

La fe que sale a la calle.

13 La voz del cardenal arzobispo

12-13 Aquí y ahora

Escribe Alfredo Amestoy: La sal de

de la vida y la dulzura de la muerte

15 El Día del Señor

16-17 Raíces

Maestros del Museo Lázaro Galdiano

Mundo

20 La lucha contra el sida,

responsabilidad de todos.

21 Los riesgos

de una supuesta tolerancia

22-23 La vida

24-25 El pequealfa

Desde la fe

26 «Hermano de nuestro Dios»:

Una proyección muy esperada.

27 Hacia una nueva cultura.

28 Teatro y cine.

29 Libros.

30 Radio y Televisión.

Con ojos de mujer.

31 No es verdad.

32 Contraportada

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había doctorado en Filosofía. Estudié Filo-sofía y, como materias complementarias, Ro-manística, Historia y Teología. En 1962, mehabilité para enseñar Filosofía y Pedagogía.El mismo año obtuve una Cátedra en Stutt-gart. Más tarde, sucedí a Gadamer en Hei-delberg. Finalmente, fui, durante 20 años,profesor de Filosofía en München.

Siempre me interesa comprender có-mo encuentra alguien su camino hacia lafilosofía. ¿De qué forma lo encontró us-ted? ¿Cómo consiguió armonizar la teo-logía y la filosofía? ¿Por qué no se hizoteólogo?

También se podría plantear la preguntaa la inversa: ¿por qué razón debiera habersido teólogo? Pero usted no deja de tenerrazón. En realidad, estuve pensando duran-te mucho tiempo en la posibilidad de ser te-ólogo. Sin embargo, quedé enganchado a lafilosofía. Ya en mi época de Bachillerato,comencé a orientar mi interés en este senti-do. Leía yo entonces las obras de Platón.Me influyó mucho cierto profesor de Colo-nia, que enseñaba alemán, griego y latín. Enrealidad, representó para mí la primera ima-gen del filósofo. Era un hombre que consi-guió inmunizar a toda nuestra clase contra laideología nazi. En aquel tiempo, tuve la oca-sión de leer principalmente a Platón y a Kier-kegaard. Fueron esos dos autores los pri-meros que estudié en el campo filosófico.

¿Me equivoco al ver que en su filosofíaha asumido la tesis central que estableceque el hombre ha sido instalado en la tras-cendencia?

Bueno, cada filósofo elabora su pensa-miento a partir de determinadas experien-cias básicas. La filosofía no comienza de lanada, sino que cada planteamiento se ali-menta de experiencias. Naturalmente, tam-bién esto vale en mi caso. Si tales experien-cias previas están marcadas por lo religio-so, no puede evitarse que sean visibles dealgún modo en la propia filosofía. Pero estole ocurre a todo filósofo, pues incluso el so-lipsista, partidario de aquella frase de Hu-me: «Nunca damos un paso más allá de no-sotros mismos», también ha realizado, deuna forma muy ostensible, determinadas ex-periencias fundamentales. Tales experien-cias básicas, en mi opinión, surgen de vi-vencias incompletas. Si usted habla de tras-cendencia en lo que respecta a mi filosofía,puedo decirle que con ese término no pien-so, en principio, en nada religioso. Más bienpienso que el hombre está llamado a descu-brirse a sí mismo en el otro; es decir, estásituado en el mundo de manera que puedecaptar al otro, al mundo o a sí mismo comorealidades extrasubjetivas. Yo no vivo soloen mi propia concha ni en el mundo de misconstrucciones mentales, es decir, en unarealidad virtual. En lugar de eso, yo diríaque la apertura a la realidad es constitutivapara la razón. Esto es lo que, en primer tér-mino, entiendo por trascendencia.

Pero si esos pensamientos se prolon-gan en dirección a una ética filosófica, sellega a la convicción de que el hombre noes capaz de autonomía moral, sino quedebe recurrir a algo que está fuera de élmismo. ¿No estaría en tal caso esa tras-cendencia orientada más decididamentehacia la trascendencia teológica?

No, puesto que en primer lugar se tratadel otro como otro, es decir, del otro como

Nació usted en Berlín en 1927 y secrió en Colonia. Estudió en Müns-ter, München, París y en el Fribur-

go suizo. ¿En qué entorno creció?Soy berlinés, pero mis padres se marcha-

ron de Berlín cuando yo sólo tenía tres años.Mi padre era historiador del arte y colabo-rador de los Cuadernos socialistas mensua-les. Nos mudamos a Colonia, y la época quemás marcó mi carácter fue precisamente ésa.La época nazi y todo lo que pasaba, digá-moslo así, en el otro bando fue impactantepara mí. Mi vida transcurrió normalmente.Primero fui corrector de pruebas en la edi-torial Kohlhammer, de Stuttgart. Antes me

Entrevista con el filósofo y teólogo Robert Spaemann

Dios, la libertad,la realidad

Nueva Revista, la publicación de Política, Cultura y Arte que preside y editaAntonio Fontán y que dirige Rafael Llano, publicó, en su número de julio–agosto,una interesantísima entrevista de Wolfgang Küpper al prestigioso catedrático deFilosofía Robert Spaemann. Fue emitida en el canal de radio alemán Alpha (DerBildungskanal des Bayerische Rundfunks), el 22 de diciembre de 2000; el profesorJosé María Barrio Maestre la ha traducido al castellano. Alfa y Omega agradece aNueva Revista la gentileza de permitirnos su publicación:

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real. Yo no soy solamente mi idea o mi cons-trucción mental de mí mismo. Supongamosque estamos navegando por el mar, y surgeen el lejano horizonte otro barco, o un avióndiminuto, tan minúsculo que parece casi noexistir; sin embargo, razonablemente uno seda cuenta de que allá hay hombres, cada unocon su propio mundo interior. La ética con-siste justamente en tomar nota práctica deesa realidad.

¿Cómo ve usted lo que afirman los fi-lósofos analíticos y empiristas: en con-creto, la negación completa de la tras-cendencia y su marginación del discursofilosófico? Dicen que, aun cuando a al-guien le pudiera personalmente ayudarla idea de la trascendencia, se le podríaresponder que, a pesar de ello, tal idea nojuega papel alguno en el trabajo científi-co, ya que hay que proceder de manerapuramente empírica y decididamente ra-cional. ¿Cómo delimita usted su filosofíafrente a esta actitud?

Yo diría que sólo están procediendo demanera empírica y no racional. Empíricossí lo son en realidad: quienes están muy le-jos son empíricamente muy pequeños, pe-ro como ser racional sé que son igual degrandes que yo. Esta afirmación no es unaafirmación empírica: esto lo sé de antemano,pero puedo posteriormente verificarlo demodo empírico: según me voy acercando aellos, se me antojan más grandes. Pero aúnsigue siendo verdad que se diferencian demí. Mire, si usted tiene dolores, eso nuncaserá empírico para mí, porque son sus do-

lores y no los míos. Su dolor de muelas nome duele a mí. Si usted me lo cuenta, o yome hago cargo de que usted tiene dolor demuelas, y si me tomo igualmente en serioel dolor de muelas de otra persona que elmío propio, aunque para mí no sea empírico,entonces estoy actuando como un ser res-ponsable y racional, un ser que trasciende,que asimila como propio algo ajeno a sí mis-mo. Yo diría que los empiristas partidarios dela mencionada frase de Hume reducen larealidad a lo que puede percibirse inmedia-tamente por los sentidos. Esto no es racionalni responsable.

Naturalmente, los empiristas saben, yal mismo tiempo se lo echan en cara a losteólogos, que, con su concepto de Dios, és-tos abren un vacío teórico y lo utilizan,por así decirlo, únicamente como tablade salvación. ¿Qué dice al respecto?

En primer término, deseo subrayar quelas reflexiones que he hecho anteriormenteno incluyen el concepto de Dios. La reali-dad del dolor o de la alegría del prójimo tam-bién puede ser real si soy un ateo. Alguienpuede decir que para él eso no existe, y ase-gurar: Para mí sólo existe lo que vivo y ex-perimento. Entonces yo diría: una personaque fuese consecuente con ese planteamientoresultaría tan amoral que sería preferible notener nada que ver con ella. Si no puedo re-presentar nada real para él, y si el mundosólo se le antoja un sueño, entonces se ex-cluye deliberadamente de la sociedad hu-mana. Yo diría que la afirmación de la ra-zón, básicamente, es la afirmación del mun-

do desde el punto de vista de la ley natural.Cualquier persona normal, de la calle, pien-sa así, gracias a Dios.

Un origen divino

Usted diría, entonces, que la razón delhombre podría tener un origen divino...

Sí. Incluso pienso que estamos finalmenteabocados a una alternativa: o se afirma queesa posición natural ante el mundo en la quelo otro y el otro son reales nos ha de llevar,en último término, a reconocer la existen-cia de Dios, precisamente en la experienciadel otro; o bien se destruye esa actitud na-tural desde la posición atea. Quizás deberíaexplicar esto con más detalle. Cierto que elhombre es un ser natural: también él es ani-mal o, aquilatando más, un mamífero. Igual-mente podemos asumir que el hombre surgióen un determinado momento de la historia delos vivientes. En el desarrollo natural de lavida, no obstante, cada ser vivo es el centrode su propio mundo; se puede afirmar que sepropaga y quizás, incluso, son los propiosgenes lo realmente egoísta. Pero el egoís-mo es, en todo caso, lo que la razón ve enprimer término. La cuestión es cómo se hapodido llegar a esto. ¿Se introduce en elhombre la razón súbitamente desde fuera?Aristóteles así lo estableció. Pero si quere-mos pensar en la razón como un productode la evolución, y en la evolución como unproceso tras el cual se encontraría ya la razón–a saber, una razón divina–, entonces nosencontramos ante un enigma. Estamos antela cuestión de cómo puede surgir de repen-

Filosofía y TeologíaYo me he pronunciado

reiteradamente sobre asuntosteológicos, y existe también unacierta rama de mis trabajosfilosóficos que van en la direcciónde la Filosofía de la religión; pero,en general, es cierto que ambasmaterias discurren juntas en mitrabajo. No se presentancontrapuestas ni por separado, perotampoco discurren en el sentido dealgo correlativo, como si mifilosofía, por así decirlo, fuera elreflejo de convicciones teológicas.El hecho de que los nombramientosque he tenido, con excepción delúltimo para Múnich, fueran paracátedras que, tanto en Zürich comoen Heidelberg o en Hamburgo,nunca fueron ocupadas porcatólicos, muestra que lapercepción que mis colegas teníande mi persona no fue ciertamente lade un filósofo con una improntadestacadamente teológica. En todocaso, yo había decididomanifestarme como católico yasumir una actitud consecuente enlos círculos o ámbitos respectivos,independientemente de mis trabajose inquietudes filosóficas; pero jamásmezclé, en la práctica, ambas cosas.

te, en un proceso evolutivo, algo que ya nopuede explicarse en modo alguno de formaevolutiva.

¿Entonces sería ésta una cuestión quehabría que dejar abierta?

Sí.

O a la que puede intentarse una res-puesta, como la que ofrecen, por ejem-plo, los escritos de la Revelación conteni-dos en la Biblia. ¿Pueden constituir estosescritos para usted una ayuda como filó-sofo?

No creo que en este caso haya que recu-rrir a los escritos de la Revelación. Desdela Antigüedad griega existe una teología lla-mada natural. Esto quiere decir que la ideade Dios no llegó al mundo desde el principioa través de los escritos bíblicos. Tales escri-tos, por el contrario, enlazan con una tal con-ciencia natural de Dios. Basta recordar có-mo, en el libro de los Hechos de los Após-toles, Pablo expone en el Areópago de Ate-nas un discurso sobre Cristo a los gentiles.Comienza enlazando con lo que los griegosya sabían: «Yo os hablo de Aquel de quienvuestros poetas dijeron: En él vivimos, nosmovemos y existimos». Pablo presupone quela gente tenía una idea clara de aquello queles hablaba. Después anuncia: «Y ese Diosse ha revelado...» Entonces, por primera vez,empieza la auténtica historia de la Revela-ción. Pero esto ya no quieren escucharlo losgriegos, y le despiden. Por tanto, si la idea deDios no existiera desde antes en el hombre,entonces los escritos de la Revelación cae-rían en el vacío, puesto que estarían hablandode la revelación de un ser del que nadie sa-bría lo que realmente significa.

Existen, sin embargo, filósofos que aesa cuestión de la noción de Dios respon-den simplemente negando su posibilidad,o dejándola en suspenso, al sostener quesobre ella nada puede decirse, ya que noexisten puntos de apoyo racionales quepudieran inducir a hablar de ese Dios.¿Es para usted aceptable esta tesis, o seinclinaría por otra respuesta?

Estoy persuadido de la opinión contra-ria. En todo caso, creo que el discurso ra-cional para llegar a la idea de Dios presentahoy un camino distinto del que se daba en laEdad Media y en la Antigüedad. Las pruebasmedievales de la existencia de Dios –porejemplo, las famosas vías de Tomás de Aqui-no– albergan un supuesto tácito: presupo-nen todas la racionalidad, la inteligibilidaddel mundo. Dan por sentado que el mundoposee una estructura racional que, por ejem-plo, establece que nada sucede sin una cau-sa suficiente. Sin embargo, este supuesto hasido cuestionado en la Modernidad, en cier-to modo por Kant, pero sobre todo porNietzsche. Por eso Nietzsche es un pensadortan importante e interesante, ya que ha se-ñalado que tal pensamiento de la racionali-dad del mundo, es decir, la idea de que elmundo es accesible a la razón, posee un fun-damento teológico. La Edad Media no lohabía visto todavía de ese modo. Había afir-mado que cada hombre puede darse cuentade que el mundo es accesible a la razón yque de tal racionalidad del mundo puede de-ducirse la existencia de una razón original, ycon ello la de un creador. Ahora bien, Nietzs-che dice que esa idea de la racionalidad del

mundo constituye ya de por sí un pensa-miento teológico. Después de Nietzsche to-da esta cuestión se ha reiterado. Tome us-ted como representante actual de esta ten-dencia a Michel Foucault, a quien cabe situaren esa línea, y que dijo en una ocasión: «Notenemos derecho a creer que el mundo pue-da proporcionarnos un semblante legible».Pero si el mundo no nos proporciona unafaz inteligible, entonces el discurso racio-nal, pensándolo bien, no tiene sitio en elmundo de ninguna manera. Esto quiere de-cir que, cuando los hombres mantienen undiálogo racional, sólo entonces imaginanque lo hacen racionalmente. Lo mismo pien-sa Foucault cuando afirma que todo diálogoconstituye un juego de poder. Según eso,cada cual intenta ser más fuerte que el otro.El pensamiento de que la razón sea un in-

termediario por el cual podemos informarnosde la realidad, de modo que uno pueda real-mente comprender lo que el otro piensa, esrechazado por Foucault. Estas ideas tam-bién las rechaza Nietzsche, con el argumentode que tal teoría es exclusivamente teológi-ca. Hay un pasaje de Nietzsche que dice losiguiente: también los racionalistas, los li-brepensadores del siglo XIX, recibían susluces de la fe de Platón, que igualmente erala de los cristianos, es decir, que Dios es laverdad y que la verdad tiene origen divino.Por el contrario, Nietzsche opina que eso esuna fe de la que hemos de despedirnos. Así,Nietzsche no sólo niega la idea de Dios, si-no también la idea de la razón. Por eso te-nemos que renunciar, según él, a la idea deDios y, al mismo tiempo, a la de la causali-dad, la persona, e incluso a la idea de las co-

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La idea de Dios

Se gesta la conciencia de realidad en la temprana infancia; en el contacto con la madre, se produce laconciencia de lo otro. Para el niño muy pequeño, el otro no es real como tal otro; pero llega un

momento en que el niño empieza a salir hacia fuera. Por ejemplo, cuando observa que la madre lloraporque padece dolores; entonces el niño los padece con ella. Se da cuenta, así, de que la madre no essólo un ingrediente de su propio mundo, sino que es real para ella misma. En este punto se me ocurre quetambién los animales dependen de su pareja y se cuidan de sus crías. Existe ese sentimiento depertenencia natural. Ahora bien, la pegatina que en ocasiones puede leerse en un camión: Piensa en tumujer, ¡conduce con prudencia!, apela al hombre como ser racional. Despierta en su conciencia que elotro no es sólo una parte del propio mundo, sino que, además, yo soy parte del mundo del otro. Estoquiere decir que un conductor no sólo debe preocuparse por su mujer, sino que también debe velar por símismo, pues a su vez él es importante para su mujer. Éste es un pensamiento que un animal no puedetener. Si me pregunta por qué sucede esto, ¿qué puedo responder? Quizás entra en juego aquí la idea deDios. Para Emmanuel Levinas, esta experiencia del otro supone una experiencia implícita de Dios. Sinembargo, hay un largo camino en esta argumentación, y además habría que ir mucho más al fondo –loque en todo caso ahora no podríamos hacer– para mostrar lo que esto tiene que ver con la idea de Dios.

Ilustración de Le NouvelObservateur

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sas, puesto que las cosas son para él repre-sentaciones antropomórficas, representanunidades que en modo alguno existen en larealidad.

Pero volvamos a su pregunta sobre laaccesibilidad de la idea de Dios. Me pa-rece que, en nuestros días, no podemosconocer cómo se comporta la estructuraracional del mundo y de la realidad delmodo en que se hacía en la Edad Mediapara alcanzar la idea de Dios. En lugar deesto, tenemos que considerar hoy una re-lación recíprocamente condicionada.Nietzsche afirma: «La imagen que tene-mos de nosotros mismos es una ilusiónsistemática». Todo lo que nos dice la ra-zón, todo lo que nos dice el lenguaje,constituye una ilusión sistemática. Hoyestamos, en mi opinión, ante la situaciónsiguiente: o nos tomamos en serio comopersonas y nos creemos que, efectiva-mente, somos seres libres en el mundo,lo que por otra parte implica la idea deDios, o, a la vez que anulamos esta idea,borramos también con ella la idea delhombre. Esto último es lo que pensabaNietzsche, pensamiento que, con seguri-dad, tiene una consecuencia cierta. De ahíque, en mi opinión, hoy hemos de tenerincluso más claro que en la Edad Media yque en la Antigüedad, que sobre la acep-tación de la idea de Dios gravita un pun-to de opción que no se nos presenta sim-plemente como la conclusión de una prue-ba racional. No obstante, ésta es una op-ción que lo es tanto para la razón comopara poder tomarnos en serio a nosotrosmismos.

Eclipse de la libertad

Dicha opción sobre el concepto depersona, ¿podría actuar asimismo comocorrectivo? ¿Podría llegar a ser nece-saria en función de este papel?

¿Qué entiende usted por correctivo?¿Correctivo de qué?

¿Necesita el hombre un criterio co-rrector contra el abuso de su libertad?¿Necesita la idea de Dios como correc-

tivo para confrontar con ella su auto-posición como persona?

Bien. Se puede considerar en el senti-do de que ha de corregirse un determina-do concepto de libertad. Ante todo, pien-so que el eclipse de la idea de Dios su-pondría al mismo tiempo el de la idea dela libertad. Por eso pienso que no se tratatanto de un corregir la idea de libertad,como de fundamentarla. También puedeusted ver cómo se niega la idea de libertaden el materialismo moderno. De acuerdocon él, el hombre no es libre. Lo más sor-prendente de esto es que quienes discu-ten la libertad del hombre en el campo dela teoría, de la ontología y de la ciencia, enla práctica proclaman con énfasis esa li-bertad, al tiempo que reclaman para sí unaautonomía ilimitada y una ilimitada au-torrealización, si bien insisten por otrolado en que el hombre no es libre. Por elcontrario, me parece que la idea de Dioses la que funda la idea de libertad, es de-cir, la que conduce a ella y a que el hom-bre se reconozca como un ser libre y res-ponsable. Así, la libertad se impregna almismo tiempo de un determinado conte-nido. Esa libertad no se realiza de modoque el hombre desarrolle simplemente suinclinación natural al dominio del entor-no, a la autorrealización, etc., a costa detodos los demás. En lugar de esto, sabeque reconocer la libertad del otro consti-tuye un momento integrador de la propialibertad. Creo que esto está asentado pre-

La frontera de la ciencia:el hombre

Nunca ha funcionado tratar de poner simplesfronteras a la ciencia. En todo caso, ha de

reconocerse que la moderna ciencia natural nopuede evolucionar ni desarrollarse sin la técnica. Esdecir, hoy ya no se da la ciencia por un lado, y, porotro, la técnica, como aplicación de la ciencia. Másbien sucede que es la técnica la que decide lo quecientíficamente sea posible. Dentro de estas técnicasse encuentran algunas de las que no podemosresponder. Esto afecta, por ejemplo, a losexperimentos con embriones. Piense en los médicosque actuaron en los campos de concentración; lohicieron al servicio de la ciencia. Han realizadoinvestigaciones de congelación de presos, y despuésaseguraron que eso sería de utilidad para laHumanidad, pues así se obtendrían determinadosconocimientos. Esto también es cierto. Sin embargo,tales conocimientos han sido logrados a un precioque no deberíamos estar dispuestos a pagar.

Esto quiere decir que la idea de que a la ciencia leestá permitido todo, con tal de conseguir másavances en el conocimiento, es funesta. En reiteradosprogramas de la Radio bávara se recogía a gente de lacalle para hacer con ellos el siguiente experimento: alas personas seleccionadas se les explicaba que, enuna cabina frente a ellos, estaba sentado alguien quetenía que memorizar una serie de palabras en unorden determinado. Cada vez que se equivocabarecibía una descarga eléctrica. Se les decía que,científicamente hablando, tal castigo con descargaseléctricas servía para acelerar el proceso deaprendizaje. Naturalmente, todo ello no era más queuna ficción, cosa que la gente reclutada en la calledesconocía. Se les explicaba que, para realizar esaprueba, había que contar con colaboradoresindependientes, neutrales. Sólo tendrían que apretarel botón cuando el hombre de la cabina respondierade forma equivocada. Las descargas eléctricasaumentarían cada vez más y el hombre de la cabinagritaría también con más fuerza cada vez que lasrecibiese. Cierto que todo esto era fingido. Pero lagente que estaba fuera oía realmente los gritos sinsaber que eran fingidos. En todo caso, la gentecolaboró: ellos apretaban el botón y eran ejecutoresde lo que se les decía. Esa obediencia no era unaobediencia al Estado o a la Iglesia, sino una sumisióna la Ciencia. Se les insistía en que el experimento eramuy importante para las futuras generaciones. Conesta razón se dejaron convencer e intimidar. Piensoque tendríamos que llegar finalmente a un punto enel que no hagamos ya determinadas cosas, pero noporque ello lo pueda prohibir la Ciencia –la cienciano prohíbe nada–, sino porque no lo queremos comohombres. Hemos que tener el valor de reiterar que noqueremos disponer de determinadas posibilidades.Aquí ya entra en juego la política.

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cisamente en la idea de Dios.

¿No residirá también ahí la clave dela crisis de la posmodernidad? Habla-mos de la crisis de la idea de Dios quehoy se detecta. ¿Es ésa la clave de quehayamos llegado a tal crisis de la pos-modernidad, y por qué nos peleamostanto sobre esto, y discutimos a veceshasta perder el sentido de la medida?

Bueno, ¿qué es lo que se entiende porcrisis de la posmodernidad? La posmo-dernidad es ella misma la crisis.

¿Cabe pensar que una ayuda, unasalida al problema estribaría en que laciencia renuncie a esa pretensión de do-minio y de totalidad?¿Cómo podemossalir de este dilema?

En la actualidad, ésta es la cuestiónmás difícil. Puede decirse que la crecien-te falta de objetividad, la sustitución dela realidad por su simulación, el intentode comprender la vida partiendo de su si-mulación, constituye aún un proceso na-tural. Desde el principio, el hombre se es-fuerza por afianzarse en un mundo que lees hostil, y, como ha señalado Gehlen,frente a él se ve con pocos recursos. Deahí que trate de desarrollar instrumentosde dominio. Esto es, en cierto modo, ne-cesario y razonable. Pero, en mi opinión,hoy hemos llegado a un punto en el queese desarrollo natural cambia brusca-mente: ya no constituye un instrumentopara la liberación del hombre, sino que seconvierte en un proceso en el que el hom-bre mismo se vuelve tan poco objetivoque ya no queda posibilidad alguna de li-bertad. Se pregunta qué podría hacerse ental situación. Creo que sólo unas pocascosas pueden seguir ayudándonos.

¿Qué papel juegan aquí las Iglesias?Si volvemos a referirnos a la idea deDios, ¿son precisamente ellas las com-petentes, en el sentido amplio de la pa-labra? ¿Nos ofrecen un apoyo concretoen este campo?

Es evidente que las Iglesias juegan unpapel público de extensa eficacia, que,naturalmente, no es despreciable. Las ma-nifestaciones de las Iglesias son habi-tualmente del tipo de aquellas que mues-tran ciertos límites, es decir, lo que a loshombres les está permitido hacer. Yo creoque el concepto de límite, en este con-texto, es realmente importante. Piensoque el respeto constituye un concepto fun-damental de lo ético. Hay determinadasacciones que, sencillamente, hay que omi-tir. La concreción de lo que no se debehacer se produce, entre otros factores, através de las Iglesias. De todos modos,su influencia ha retrocedido, por lo queno debemos basar nuestra actuación sóloen ellas. Y no debemos hacerlo así por-que las personas que nada tienen que vercon una Iglesia podrían argüir la obje-ción siguiente: «Muy bien, para vosotroseso es válido, pero vuestras creenciascristianas no las podéis imponer a los de-más». Ahora bien, si los cristianos con-viven en un contexto esclavista o racista,y dicen que ese régimen es injusto, se-gún eso podrían recibir la siguiente con-testación: «Pues bien, por mi parte esopuede valer para vosotros los cristianos,

y podéis entonces dejar en libertad a vues-tros esclavos, pero, por favor, dejad enpaz a los demás con vuestras ideas». Loscristianos tendrían que responder enton-ces: «No, no hablamos aquí en nombrede la Revelación; nuestra idea de los de-rechos humanos es válida para todos. No-sotros lucharemos contra los negreros,aunque los negreros no sean cristianos y

su conciencia les permita tener esclavos.Nosotros afirmamos que, en este sentido,el negrero debe abandonar su convicción,su falsa conciencia, y dejar libres a susesclavos». Por esta razón, entiendo queel testimonio, la convicción y la necesidadde esas limitaciones debe no solamenteser transmitida por las Iglesias.

Dios no es dominable

En los últimos siglos, es decir, en la historia de la modernidad, se hipertrofia la tendencia humana aldominio, al control de la naturaleza. Puede decirse que el estar en el mundo del hombre está guiado

por dos polos; por una parte, el hombre tiene que afirmarse en el mundo: tiene que sobrevivir, y para ello,ha de dominar su medio, su entorno, en un determinado grado. Por otra parte, el hombre también quiereencontrarse en el mundo como en su propia casa: quiere ser comprendido como parte del mundo.

En realidad, se trata de dos tendencias opuestas. Si la pretensión de controlar el mundo y someterlo anuestras representaciones se orienta al dominio de la naturaleza, entonces el hombre mismo también seconvierte en objeto de ese dominio. Hoy ya hemos llegado a esto: el pensamiento del dominio de lanaturaleza por el hombre se convierte en la idea de la dominación del hombre sobre el hombre hastallegar a la propia estructura genética. Pero entonces, ¿quién es el dominador? De este modo, el dominiosoberano lo ejercen instancias completamente abstractas como, por ejemplo, la Ciencia, la Técnica, laSociedad. En un mundo así entendido, naturalmente, no hay espacio para la idea de Dios, pues Dios enmodo alguno es algo dominable. El hecho de que el hombre y el mundo puedan pensarse juntos comounidad, como ligados el uno con el otro, como cercanos, sin que el hombre quede subsumidonaturalísticamente como un objeto entre objetos, implica, en mi opinión, la idea de la creación, en la quea la vez somos partes de la naturaleza y también seres racionales que están por encima de ella.

LA FOTOΩΩ8

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a celebración de los 25 años de Pontificado deJuan Pablo II ha sido una ocasión propicia paravolver la vista atrás, a los años jóvenes de KarolWojtyla. La televisión vaticana ha elaborado una fil-mación en la que aparecen fotos, inéditas hastaahora, de Karol Wojtyla, como éstas que ofrece-mos en esta página. Se le ve jugando al fútbol y

haciendo montañismo. Que Juan Pablo II, en sus años jóve-nes, fue un deportista, ya era sabido; como era bien conocidosu amor al deporte, a la montaña, a la oración al aire libre. Sonfotos que, a la vista de las condiciones físicas actuales del Papa,hacen pensar todavía mucho más en el enorme sacrificio y enel admirable ejemplo y testimonio que está dando de acepta-ción del sufrimiento y de la decadencia física.

Hasta el momento, el marha devuelto los cadáveresde 34 seres humanos quebuscaban un horizonte asu vida en la emigración.El obispo de Asidonia-Je-

rez, monseñor Juan del Río Martín, haemitido un comunicado que los obis-pos de Andalucía han hecho suyo, enel que se lee: «Los cuerpos sin vida esparcidos en lasplayas de El Puerto de Santa María yRota nos hacen dirigir la voz a la opi-nión pública, rogando a todos los cris-tianos y hombres y mujeres de buenavoluntad que no seamos insensiblesante la gran tragedia que está supo-

niendo el paso de inmigrantes por elEstrecho de Gibraltar».No podemos vivir de espaldas a estarealidad de cada día, como si fuera unasimple película, pues esto está ocu-rriendo a las puertas de nuestras casas,aunque no nos lo queremos creer. Esoscadáveres no son simple materia: sonlos restos de unas personas sujetos dedignidad y de derechos inalienables.Como criaturas de Dios estaban lla-

mados a disfrutar una vida,a tener un país, a desarro-llarse en un trabajo y conuna familia. Sin embargo, to-do eso les es negado comoconsecuencia de unos siste-mas económicos injustos queprovocan estos desequilibriosNorte-Sur, en los que los pa-íses ricos aparecen como pa-raísos de bienestar cuya con-quista obliga a jugarse la vi-da en manos de mafias sinescrúpulos, repulsivos trafi-cantes de seres humanos enel siglo XXI».

L

H

Fotos inéditas hasta ahora

No es una película

¿Quiere ser de veras feliz? ¿Le interesa re-almente su vida?

Si es así, seguramente no se pregun-tará a cuento de qué viene eso de publicar en nues-tras páginas de portada de hoy una entrevista concuestiones tan densas como los temas de filosofíay de teología de que nos habla Spaemann… Cosasque a muy pocos pueden interesar, cuestiones deespecialistas: a quien piense de este modo le in-vitamos a tomarse en serio algo tan elemental, ¡ytan decisivo!, como la pregunta de Jesús que re-cogen los evangelios, dirigida hasta el más senci-llo y pequeño de sus oyentes: «¿De qué te sirve ga-nar el mundo entero si te pierdes a ti mismo?; y¿qué puedes dar a cambio de tu vida?» Prescindirde tales preguntas es lo más habitual hoy en nues-tra sociedad, pero no por eso se convierten enasunto de especialistas. Más bien el hecho de noplanteárselas está haciendo proliferar cada vezmás el recurso a los especialistas que a menudo,curiosamente, se han especializado en buscar res-puestas que ignoran esas preguntas tabú. Es laproliferación del sinsentido –¿o quizás del senti-do más crasamente materialista de la vida?–: másy más especialistas que, al final, multiplican los pa-cientes de sí mismos. Nada tiene de extraño quehoy sobreabunde de todo, menos de aquello quenos permite vivir sabiendo quiénes somos verda-deramente y a dónde vamos, que nos permite vi-vir con libertad.

Las cuestiones que aborda Spaemann no son,desde luego, para dejarlas de lado, sino todo locontrario. Se trata de presupuestos básicos parafuncionar en la vida, como por ejemplo que, sinDios, no hay hombre y no hay libertad… Olvi-darlo, sólo genera hombres y mujeres enfermos,que acaban por creerse que es moderno y avan-zado defender y alentar las aberraciones y los des-manes más antiguos y retrógrados que existen, dedonde vienen todos esos ma-les y sufrimientos sin fin delos que luego se lamentan,sin descubrir que, en reali-dad, sólo lo eternamente ver-dadero es lo más actual, lomás moderno y lo más avan-zado, porque, en lugar de as-fixiarnos, nos hace libres yfelices de veras.

No es ajena la reflexiónprecedente al acontecimien-to religioso y cultural quetendrá lugar la próxima se-mana, y del que informamosen estas mismas páginas: elCongreso Católicos y vidapública, que en ésta su quin-ta edición se pregunta: ¿Qué cultura? Porque novale cualquier cultura, sino la del hombre que re-conoce la verdad de la realidad y no se autoenga-ña inventándosela a capricho. No otra cosa nosdescubre la fe católica que la realidad tal y comoes, y de tal modo que podemos mirarla de frentesin tener que censurar absolutamente nada: ni eldolor, ni las enfermedades, ni la muerte…, por-que hemos conocido a Quien es el sentido y elsignificado de todo.

A la fe se la intenta recluir en las sacristías, yen la conciencia privada, y con ello es a la pro-pia vida a la que se recluye en las mazmorrasde la soledad y del silencio más desesperantes,tratando de anestesiarla con la falsa realidad vir-

tual, calificada de mo-derna y de avanzada, pe-ro que sólo sabe repetiraberraciones tan viejascomo el hombre mismodesde su primera caída,al comienzo de los tiem-pos.

Lo nuevo, lo verda-deramente digno delhombre que quiere vivircon los ojos y la menteabiertos, no es encerrarseen sus propios límitesque le dejan vacío, sinsentido, abocado a la na-da, sino dejarse invadirpor el Misterio mismo

que llena la realidad entera. Pretender vivir co-mo si Dios no existiera, que es el empeño ob-sesivo de la cultura del todo da igual que hoyquiere dominarlo todo, conduce directamente ala aniquilación de lo humano. Lo dijo muy grá-ficamente Dostoievski en Los hermanos Kara-mazov: «Si Dios no existe, todo está permitido;y si todo está permitido, la vida es imposible».

CRITERIOS 6-XI-2003 ΩΩ9 AA

La paz, don de DiosHaber dado prioridad al

diálogo interreligioso comofactor de cohesión social enEuropa e instrumento de paz enel área mediterránea significareconocer la importancia de lareligión para la tutela de la vidahumana y para la promoción dela paz. Las religiones dignas deeste nombre no son simplesproyecciones de los deseos delhombre.

Vuestra Conferenciacomporta la búsqueda denuevas soluciones para losproblemas ligados al respeto dela vida, al derecho de familia, ala inmigración, que deben serconsiderados en unaperspectiva europea y en elcontexto del diálogo con lospaíses del área mediterránea.

La deseada cohesión socialexigirá aún más esa solidaridadfraterna que deriva de laconciencia de ser una solafamilia de personas, llamadas aconstruir un mundo más justo yfraterno.

Europa, nacida del encuentrode diferentes culturas con elmensaje cristiano, ve, a causade la inmigración, cómo crecela presencia de diferentestradiciones culturales yreligiosas. La garantía y lapromoción de la libertadreligiosa constituyen un test delrespeto de los demás derechoscon una adecuada disciplinajurídica para las diferentesconfesiones religiosas, comogarantía de su respectivaidentidad y de su libertad.

La cohesión social y la pazno pueden alcanzarsecancelando las peculiaridadesreligiosas de todo pueblo.

A pesar de los fracasos en lasiniciativas de paz, es necesarioseguir esperando. El diálogo atodos los niveles –económico,político, cultural, religioso– darásus frutos. La confianza de loscreyentes no sólo se fundamentaen los recursos humanos, sinotambién en Dios omnipotente ymisericordioso. Él es la luz queilumina a todo hombre. Todoslos creyentes saben que la pazes don de Dios y que tiene en Élsu auténtico manantial.

Con estas convicciones, quesé que vosotros compartís, osdeseo pleno éxito a laConferencia, e invoco sobretodos la bendición de Diosomnipotente.

Juan Pablo II del Discurso a los ministros

de la Unión Europea

Lo viejo, lo nuevo… y lo de siempre

CARTASΩΩ10

6-XI-2003AA

Juan Pablo II, infatigable, al servicio de la Iglesia

Yo estaba allí, en la Plaza de San Pedro, cuando pronun-ció estas palabras: «Señor, Tú lo sabes todo; Tú sabes

que te amo». Vi a un hombre mayor, adolorido, sumido enuna profunda oración. Sonreía y se esforzaba por dar sumejor cara al público expectante, que lo admiraba y dese-aba aplaudir veinticinco años de entrega, de amor infatiga-ble a Jesucristo y a las almas; veinticinco años a la cabeza dela Iglesia. No hay lugar a dudas que Juan Pablo II está mal fí-sicamente (¿por qué negarlo?) Su enfermedad nos entristece.Pero de aquí a exigir su retirada… ¿Cómo se le puede exigira un hombre que renuncie al amor primero; que renuncie aun cuarto de siglo de donación incondicional de sí mismo,a la llamada irrevocable de Cristo a apacentar sus ovejas?

Al respecto, me viene a la mente la película La vita bella(La vida es bella). Guido se sacrifica por Dora y Josué, ymuere fusilado. ¿Fue acaso un fracaso su muerte? ¿Se le po-día exigir, a un amor tal, abandonar lo que más quería?

Juan Pablo II nunca dirá No a Cristo. Ni la enfermedad,

ni las dificultades lograrán separarle un solo milímetro de lamisión encomendada. Juan Pablo II seguirá infatigable, alservicio de la Iglesia, mientras se lo pida su Maestro: «Tú, sí-gueme».

Borja GonzálezRoma

Casar las piezas, o vida de fe

Aveces, en la vida de cada uno, ocurre que hay mucho porhacer y, además, no se sabe por dónde empezar. Un

buen día comenzamos a trabajar con ilusión, sin ver el avan-

ce ni, por supuesto, el fin.Alguien que me está leyendo quizás piensa: «¡Trabajar así

es de locos!» En parte tiene razón, pero en parte no, porquelo importante en toda empresa educativa, ya sea familia,colegio, clubes etc., es tener un proyecto, saber qué metasqueremos alcanzar.

Pues sí, es comienzo de curso y, aunque algo avanzado,podemos estar trabajando a destajo y acabar agotados, conla sola diferencia de que, si tenemos un buen proyecto, a pe-sar de no ver resultados clamorosos, una mañana, al levan-tarnos, descubrimos que van casando las piezas, y es que de-trás de un trabajo constante, hecho con alegría, hay unamano poderosa que va uniendo todos los esfuerzos de nues-tra existencia en una armonía silenciosa.

Marisa Díaz-PinésMadrid

La marquesinobasura

Hace ya bastante que decidí no escandalizarme de na-da, para evitar que a alguno más le valiera que le atasen

una piedra de molino y lo arrojasen al mar; sin embargo,no quiero renunciar a mi libertad de caminar por mi ciu-dad sin necesidad de sentirme incómoda, herida en mi dig-nidad de mujer, mejor, en mi dignidad de ser humano.

Hablamos mucho de telebasura, pero nuestras calles es-tán plagadas de marquesinobasura, son nuestro primer saludomatutino.

Nos preguntamos por el origen de la violencia y olvida-mos que su principal fuente es la insatisfacción. A diario seofrecen falsos paraísos, dejando a un lado la frustración queva a generar.

María de la Soledad Cosmen GarcíaMadrid

Una vida llena y luminosa

Nadie puede negar que Juan Pablo II es un luchador in-fatigable por su causa elegida, la causa de Dios y

de los hombres. Respondía firme que seguiría hasta el fi-nal en la cruz de sumisión. Y así lo ha-ce. Incansable en sutarea, ha surcadoocéanos y continen-tes para conocer me-jor a los hombres ysembrarles la semi-lla del amor.

Ha viajado y estáviajando por todaslas culturas y rinco-nes para proclamar,como su Maestro yseguidores, que yano hay judíos nigentiles, enseñandoel misterio de launiversalidad re-dentora.

Se ha desplazadopara interceder porlos marginados y losemigrantes, para de-nunciar las guerras,

para demandar la libertad de los perseguidos. Al exigir porlos menesterosos no le ha quebrado la voz ante los pode-rosos de turno. Ha buscado el acercamiento entre todas lasreligiones. Y si ha tenido que confesar alguna vieja culpa oincomprensión por parte de una Iglesia santa, pero inte-grada por humanos, la ha confesado ejerciendo la virtudcristiana de la humildad…Y, en medio de su interminable lu-cha, perdonó dadivosamente a su agresor. Es testimoniodel trabajo por la dignidad del hombre tantas veces ultra-jado… En la hora actual, y en la sociedad que nos suceda,su figura histórica resplandecerá como una luz fulgurante pa-ra los que quieran mirar algo.

Emilio Esteban HanzaAlmería

Las cartas dirigidas a esta sección deberán ir firmadas y con DNI, y tener una extensión máxima de 20 líneas. Alfa y Omega se reserva el derecho de resumir su contenido

Escribe el filósofo y artista Hans Thomas,en el último número de la revista NuestroTiempo: «La sociedad le debe a la familia

cada nueva generación de ciudadanos aptos.El presupuesto de la satisfacción en el es-fuerzo es la confianza en sí mismo y la con-vicción del logro, y ambas cosas constituyenla experiencia principal de ser apreciado,aceptado y también –esperemos– de ser que-rido como persona.

En el seno de la familia, los indivi-duos no son apreciados por lo querinden. En la familia sonvalorados porque existen.Y eso, por el papel pre-ponderante de las ma-dres, que aman porigual a los hijos, conindependencia de sucapacidad productiva.Por tanto, quien inten-ta avasallar elprincipio

del servicio a la familia quiebra la rama en laque se funda la sociedad productiva. El des-crédito de la maternidad en la consideraciónsocial –promovido decididamente desde ins-tancias estatales– constituye una desolado-ra prueba del predominio de los valores eco-nómicos en la jerarquía axiológica hoy do-minante. Entre mis amistades hay una fa-milia con diez hijos. La madre estaba yaharta de las sonrisas compasivas cuando con-

testó a la pregunta de qué hacía di-ciendo que ella eraama de casa y madre.Inmediatamente sor-prendió declarandoque era una em-

presaria de clasemedia. Ra-

ma:

producción de patrimonio humano. Inno-vación: management by everybody (ges-tión por parte de todos)».

Jovepress.com

En la página web Jovepress.com, dedi-cada a información sobre el llamado mundojoven, leemos el siguiente titular: «Los jó-venes actuales viven como si quisieran mo-rir pronto», según ha declarado la psicólogaMéndez Romero, quien hace las siguien-tes declaraciones: «La velocidad al mane-jar autos, fumar en exceso y consumir drogasy alcohol, sin importar las consecuencias,son muestra de su afirmación. La imagenpromovida por los medios de comunicaciónen torno a una vejez plena de soledad y aban-dono, ha contribuido a que los jóvenes ten-gan miedo de envejecer y, de manera in-consciente, vivan como si quisieran morirlo antes posible. Curiosamente y al mismotiempo, hay quienes desean vivir muchosaños, pero jamás ser viejos. Los ancianosson como el espejo en que los jóvenes es-quivan fijarse, y por eso nadie quiere estarcerca de ellos. Hasta los profesionales de lasalud prefieren no tratarlos».

El País

El diario del grupo PRISA publicaba, elmiércoles 29 de octubre, la noticia de que«el 65% de la población de entre 18 y 34años vive en el hogar familiar». Leemos enel texto, firmado por Marta Aguirrego-mezcorta: «El 64,2% de la población entre18 y 34 años vive en el hogar familiar, segúnel informe del Observatorio Joven de Vi-vienda, elaborado por el Consejo de la Ju-ventud de España. El esfuerzo para compraruna vivienda de 100 metros cuadrados en elmercado libre le supondría a un joven conempleo dedicar el 56,8% de su salario y 11años de su sueldo sin incluir gastos finan-cieros. La proporción de jóvenes que soncabeza de familia se sitúa en el 17,7%. Elacceso a la vivienda por parte de los jóveneses uno de los problemas más sangrantes quesufre la juventud, señaló ayer el Presidentedel Consejo de la Juventud en España, DavidOrtiz, en la presentación del informe El ac-ceso de los y las jóvenes a la vivienda librey protegida. El precio de la vivienda libre

ha subido cuatro veces más que el sueldomedio de un joven (unos 12.251 euros

anuales) en el último trimestre. El gas-to medio de un hogar es de 20.061 eu-

ros al año.Mientras que a los chicos acceder

a una vivienda libre les supondríadestinar el 53,7% de su sueldo,a ellas les costaría 9,4 puntosporcentuales más (el 63,1% desu salario), debido a que susueldo medio es 2.000 eurosanuales menor que el de loshombres, según el estudio».

José Francisco [email protected]

VER, OÍR Y CONTARLO 6-XI-2003 ΩΩ11 AA

La imprescindible familia

En el año 714, en tiempos de la conquis-ta de España por los musulmanes, cuan-do Madrid aún se llamaba Magerit, ma-

nos cristianas escondieron la imagen de San-ta María de la Vega en su Concepción Ad-mirable, para evitar cualquier tipo deprofanación. 370 años después, pasado elpeligro, Alfonso VI de Castilla decide em-prender su búsqueda para poder recuperar-la; para ello se organiza una novena que fi-naliza con una procesión encabezada por elpropio rey. A su paso por la muralla, se de-rrumban unas piedras y queda al descubier-to la imagen oculta durante tantos años; di-ce la tradición que, junto a ella, aparecierondos velas encendidas, que estuvieron cus-todiando la imagen durante casi cuatro si-glos. Era el 9 de noviembre de 1085; desdeentonces, la imagen de la Virgen –que pron-to vio cambiado su nombre por el de SantaMaría la Real de la Almudena– fue pere-

grinando por distintas iglesias de la capital:la iglesia de Santa María, el convento de lasBernardas, la cripta de la Almudena –dondese intentó derribar durante la guerra civil,sin éxito–, de nuevo el convento de las Ber-nardas, y la colegiata de San Isidro. Final-mente, el 10 de junio de 1993, recibió suubicación definitiva en la catedral de la Al-mudena; cinco díasdespués, el PapaJuan Pablo II inau-guraba y consagrabala nueva catedral, de-dicada a ella, dondelos fieles acuden confrecuencia a venerarsu imagen. No es ra-ro encontrar, a cual-quier hora del día,varios fieles rezandoante el altar lateral dela catedral presididopor su imagen. El ca-riño de los madrileños por su Patrona tam-bién les lleva a rezar el Rosario frente al lu-gar junto a la antigua muralla árabe dondeapareció la imagen hace ya casi mil años;hasta la tuna acude allí de vez en cuando acantar canciones en honor de la Virgen.

En los últimos años, las celebraciones enhonor de la Virgen de la Almudena congre-gan a numerosos madrileños, de casta o deadopción, que salen a la calle para saludar y

suplicar su intercesión a su Patrona. La par-ticipación de la juventud es especialmentecelebrada, con la Vigilia de oración organi-zada la víspera de la Fiesta; en ella, la cate-dral se llena –literalmente– de jóvenes reu-nidos junto al cardenal arzobispo de Madridpara reforzar su deseo de seguir a Jesucris-to. Este año, la Vigilia de oración tendrá lu-

gar el sábado día 8, alas 20,30 h. Al día si-guiente, a las 11,30 h.,la celebración de laEucaristía y la poste-rior procesión con laimagen hasta la cate-dral reunirá, como estradicional, a numero-sos fieles en la PlazaMayor. En esta cele-bración, el señor alcal-de de Madrid renova-rá el Voto de la Villa.Durante todo el día,

aquellos que lo deseen podrán depositar susflores en la gran ofrenda floral que tendrálugar ante la fachada de la catedral que da ala calle Bailén.

Esta Fiesta de Santa María de la Almu-dena constituirá, una vez más, una esplén-dida ocasión para los fieles madrileños deexpresar públicamente su fe.

Juan Luis Vázquez

IGLESIA EN MADRIDΩΩ12

6-XI-2003AA

El domingo 9 de noviembre, Fiesta de Santa María la Real de la Almudena

La fe que sale a la calle

La Fiesta de Santa María la Real de la Almudenaconstituirá, una vezmás, una espléndidaocasión para los fielesmadrileños de expresarpúblicamente su fe

Iniciativas y convocatorias

La Facultad de TeologíaSan Dámaso, de Madrid,

ha organizado una Sesiónconmemorativa del XL Ani-versario de la Constituciónconciliar SacrosanctumConcilium, sobre la Sagra-da Liturgia. En ella, el pro-fesor François Boespflug,de la Facultad de Teologíade Estrasburgo, ofrecerá laconferencia Arte y liturgia:el problema del arte cris-tiano del siglo XXI a la luzde la Constitución «Sacro-sanctum Concilium». Laponencia será presentadapor el profesor ManuelGonzález López-Corps y fi-nalizará con la oración deVísperas solemnes, presi-didas por el cardenal arzo-bispo de Madrid, don An-tonio María Rouco Varela.Todo ello tendrá lugar eljueves 4 de diciembre, alas 19 h., en la Facultad deTeología San Dámaso.

Seis movimientos y aso-ciaciones apostólicas

pertenecientes al Consejo

Diocesano de Laicos, deMadrid, se turnan cada pri-mer jueves de mes para di-rigir la adoración al Santí-simo Sacramento, con laintención de pedir por eléxito del proyecto Vivien-das Jubileo 2000 –ante-riormente se hizo bajo elnombre de Casa diocesa-na de los pobres–, que pre-tende la edificación de 120viviendas de integraciónsocial para personas nece-sitadas y con dificultades.Esta iniciativa tiene lugarlos primeros jueves demes, a las 19,15 h., en eltemplo eucarístico de SanMartín, en Madrid (calleDesengaño, 26).

La Provincia eclesiásticade Madrid sigue vivien-

do con júbilo las ordena-ciones sacerdotales de loscandidatos al sacerdocio enlas tres diócesis que la com-ponen. El 25 de octubrefueron ordenados en la ca-tedral de Alcalá de Hena-res siete nuevos diáconos,

que se convertirán en pres-bíteros en el próximo mesde mayo, en fecha aún porconfirmar. La diócesis deGetafe celebró las ordena-ciones de ocho diáconos ysiete sacerdotes el pasado12 de octubre, Fiesta de laVirgen del Pilar. En la dió-cesis de Madrid, del Semi-nario Conciliar se ordena-rán catorce diáconos el 19de junio, y veinticuatropresbíteros el 8 de mayo; yel Seminario RedemptorisMater celebrará la ordena-ción de nueve nuevos diá-conos el 6 de diciembre,que se ordenarán de pres-bíteros el 16 de mayo de2004. Desde Alfa y Ome-ga felicitamos a todos aque-llos que, durante este cur-so, han recibido el sacra-mento del Orden sacerdo-tal, y agradecemos a Diosestos frutos vocacionales,al tiempo que hemos decontinuar pidiendo al Due-ño de la mies que envíeobreros a su mies.

De uno de los más famosos filósofosdel siglo XX ha salido una de las con-cepciones del hombre y de su destino

final más desesperadas y sombrías que ha-ya conocido la Historia: la de ser un ser pa-ra la muerte. ¡Expresión elocuente de una delas corrientes más poderosas de la culturade nuestro tiempo, que el Santo Padre ca-racterizaría certeramente como cultura dela muerte! Entre un deseo de vida, a vecessentido y expresado desenfrenadamente, yafirmado a costa de quien sea y de lo quesea, y el sentimiento de un fatalismo derro-tista ante el poder de la muerte, se debatendesesperadamente muchos de nuestros con-temporáneos. Una buena prueba de ello loofrecen, por un lado, las tendencias de laBiomedicina, que recurre sin escrúpulo al-guno a la manipulación del ser humano enlas fases más inermes de su existencia, porlas vías de las técnicas de la reproducciónartificial, sin retroceder, si es preciso, ante sueliminación; y, por otro, esa plaga de las en-fermedades depresivas que no conoce ba-rreras de edad, estados de vida, profesionesy prestigios sociales.

En el trasfondo de esa actitud frente a lavida y a la muerte, reducida a un ámbito pu-ramente intramundano, desesperanzada ytan difundida actualmente, opera lo que elConcilio Vaticano II ha definido como elenigma de la condición humana, que lateen el interior de cada hombre. Merece la pe-na recordar el texto conciliar de la Gaudiumet spes: «Ante la muerte, el enigma de lacondición humana alcanza su culmen. Elhombre no sólo es atormentado por el do-lor y la progresiva disolución del cuerpo, si-no también, y aún más, por el temor de laextinción perpetua. Juzga certeramente por

instinto de su corazón cuando aborrece y re-chaza la ruina total y la desaparición defi-nitiva de su persona. La semilla de eterni-dad que lleva en sí, al ser irreductible a lasola materia, se rebela contra la muerte».

¿Quién puede sacar al hombre de este ca-llejón oscuro de la muerte? ¿Y cómo se lavence en su raíz? Creyendo y esperando lavida eterna, creyendo y esperando en Jesu-cristo que da la vida eterna (véase Ecclesiain Europa, 21). No, no hay instrumental hu-mano que sea capaz de asegurar una pro-longación sine die de la existencia del hom-bre sobre la tierra, y, mucho menos, pro-porcionar una vida perdurable, una vida defrescura imperecedera. ¡No es lo mismo vi-da prorrogada sin límites de tiempo y vidaperdurable! El tiempo y sus ritmos termina-rán siempre por devorar la vida terrena. Esmás, la temporalidad, la sujeción de la vidaal tiempo, hacen imposible que ésta puedaser vivida en este mundo plena y veraz-mente. ¡La felicidad sin sombras ni ocasosno es de este mundo!

Vocación de eternidad

La fe cristiana ofrece la respuesta lumi-nosa e íntegra al interrogante de la muerte entodas sus facetas: «Dios llamó y llama alhombre –afirma la Gaudium et spes– paraque se adhiera a Él con toda su naturaleza, enla perpetua comunión de la incorruptible vi-da divina. Cristo resucitado a la vida ha con-seguido esta victoria, liberando con su muer-te al hombre de la muerte». La vida del Re-sucitado puede y debe ser ya nuestra vida:«Los que por el bautismo nos incorporamosa Cristo –escribe san Pablo a los Romanos–,fuimos incorporados a su muerte. Por el bau-

tismo fuimos sepultados con Él en la muer-te, para que, así como Cristo fue despertadode entre los muertos por la gloria del Padre,así también nosotros andemos una vida nue-va». El hombre tiene vocación intrínseca deeternidad. La ruptura con Dios por el peca-do desde el principio le ha impedido e im-pide realizarla. La reconciliación con Diospor Jesucristo crucificado y resucitado le hadevuelto la posibilidad de recuperarla so-breabundantemente. El hombre que cree enÉl y se incorpora a Él por la Palabra y lossacramentos recibe la Gracia, la semilla deuna vida nueva que fructificará para siempreen la eternidad de Dios: una vida que inclu-ye una tal felicidad que ni el ojo vio, ni eloído oyó lo que Dios tiene preparado paralos que le aman.

La fiesta de Todos los Santos nos ha per-mitido asomarnos a ese horizonte de felici-dad infinita de la que gozan ya todos los queen el curso de la peregrinación terrena, cre-yendo y esperando en Cristo, aprendierona amar como Cristo nos amó: los pobres, lossufridos, los que lloran, los que tienen ham-bre y sed de justicia, los misericordiosos,los limpios de corazón, los que trabajan porla paz, los perseguidos por causa del Evan-gelio... Y la Conmemoración de todos losfieles difuntos nos ha invitado a afianzarnuestra esperanza de que todos ellos –porlos que suplicamos al Señor– y nosotros–¡todos sus hijos!– seremos acogidos en sugloria después de nuestra muerte, y un día, eldía de su manifestación final en Gloria yMajestad, nuestros cuerpos resucitarán conÉl: Se transformarán en cuerpos gloriososcomo el suyo.

No es extraño que ante esta perspectivade la vida eterna, anticipada, saboreada ya enla oscuridad de las noches de este mundo,presentida y participada en el misterio delamor pascual del corazón de Cristo, santaTeresa de Jesús pudiese exclamar: «Vivo sinvivir mí/ y tan alta vida espero/ que mueroporque no muero».

Pidámosle a Nuestra Señora de La Al-mudena, cuya fiesta celebramos el próximodomingo con toda la solemnidad acostum-brada, Virgen asumpta al cielo en cuerpo yalma, Madre del Salvador, que nos ayude aasimilar más y más el Evangelio de la vida,fuente y fundamento de nuestra esperanza, yque nos impulse a ser sus testigos, cada vezmás convincentes, para nuestros hermanos,especialmente los más desesperados y afli-gidos.

+Antonio Mª Rouco Varela

IGLESIA EN MADRID 6-XI-2003 ΩΩ13 AA

La vida eterna. La creemos y la esperamos: éste es el título de la exhortaciónpastoral que, con motivo de la solemnidad de Todos los santos y la Conmemoración de todos los fieles difuntos ha escrito nuestro cardenal arzobispo, y en la que dice:

La voz del cardenal arzobispo

El hombre, semillade eternidad

AQUÍ Y AHORAΩΩ12

6-XI-2003AA

¿Hacia una muerte incolora, inodora e insípida?

La sal de la vida y la dulzura de la muerte

La llamada sociedad civil persigue unaesterilización general que va a marcar alo divino y a lo humano, urbi et orbi, a la

ciudad secular y al mundo global del sigloXXI.

El asunto no es baladí, puesto que siem-pre nos habíamos afanado en poner colo-res a la vida; rechazábamos lo insípido, has-ta llamar a las penalidades disgustos y sin-sabores, y, en cuanto a la importancia delolor, pregunten a la gente entrada en añosqué recuerdos de su infancia permanecenen su memoria… Nos dirán que determi-nados olores, que priman sobre voces e imá-genes de personas y lugares. Y son los olo-res los que nos devuelven recuerdos y ponenen marcha la llamada memoria anterorre-trógrada.

Pues como estamos en la cultura del ino-doro –a pesar de vivir rodeados de basura–,se ha declarado la guerra a todos los olores,privándonos no sólo de referentes, impor-

tantes incluso para la atracción entre los se-xos, sino de señales de alarma. Ya, con cier-tos fuegos y hornos, no sabemos si algo es-tá quemándose, porque no olemos a cha-musquina.

Los olores eran, además, eficaces indi-cadores socioeconómicos. En París todo elmundo descubría en qué casa había una por-tera española por el olor al repollo que inun-daba la escalera y llegaba hasta la calle. Y enInglaterra, Winston Churchill tenía, ademásde observadores…, olfateadores que anali-zaban la salud de los ciudadanos, no sólo lafísica sino también la financiera, según losolores que detectaban en los lavabos públi-cos de Londres.

Lejos de la escatología (en su segundaacepción del Diccionario), esta cuestión quepone en valor –como dirían los franceses,a los que ahora vamos a referirnos– el sen-tido del olfato, es fundamental en la fisio-logía del gusto y, desde Brillat Savarin, ennuestro país vecino llámase faisandaje a laconservación del faisán y de la caza el tiem-po necesario para que se inicie su procesode descomposición hasta alcanzar lo queMichel de Montaigne llamaba «la alteraciónde la senteur», o sea, la aparición de un pe-culiar aroma que coincide con un color ver-de en el abdomen del animal.

Menos literariamente que Savarin o Mon-taigne, los españoles siempre dijimos, enromán paladino, que «la perdiz… en la na-riz», recomendando que no se guisase hastadespués de que nos avise el olor.

Entre la alquimia y la filosofía

O sea, que no nos aventajan tanto nues-tros vecinos, ilustrados y librepensadores,porque a lo mejor también nuestra olla po-drida es anterior al por pourri francés. Peroquizás ambos potajes constituyen un elogiode lo podrido, tan convincente como el elo-gio de la locura que hizo Erasmo.

Bien es cierto que en la Europa medie-val y renacentista la putrefacción gozaba degran predicamento por influencia de la al-quimia y del hermetismo trasvasado a la ico-nografía gótica. En el mismo pórtico de No-tre-Dame, de París, figura la imagen delcuervo, símbolo del color negro, y la mujerque lo tiene sobre sus rodillas representa laPutrefacción.

Fulcanelli, en El misterio de las cate-drales, documenta la relevancia que se dió ala putrefacción tanto en la religión, comopensamiento o como forma, en la filosofía oen el arte. Se habla de las cuatro putrefac-ciones filosóficas, pasando por la negrurahasta la fijación del azufre, y de procesosfísicos y químicos, que Fulcanelli reprodu-ce de escritos anónimos:

«Si la materia no es corrompida y morti-ficada no podréis extraer nuestros princi-

En este mundo global toma cuerpo un pacto,cada vez más extendido, en aras de la con-vivencia, de la coexistencia, de la cohabi-tación –vaya usted a saber–, basado en la…corrección. Todo debe ser económica, so-cial y políticamente correcto. Esta últimautopía, en pos no ya de un paraíso sino de unlimbo, nos conduce a una neutralidad talque exige, en cuanto hacemos o decimos,bajar la intensidad y reducir la definición.Los mensajes que emitimos, los compromi-sos que adquirimos, hasta los alimentos queconsumimos, so pretexto de ser más higié-nicos, saludables y digeribles, al ser máslights, están consiguiendo que todo lo quenos rodea sea cada vez más incoloro, másinodoro e insípido

pios y nuestros elementos. Algunos filósofoshan observado también que es necesario quese advierta cierta acidez y que tenga ciertoolor de sepulcro. Philalèthe dice que tieneque parecer como ojos de pescado, es de-cir, pequeñas burbujas en la superficie, ydar la sensación de que produce espuma,pues esto es señal de que la materia fermentay bulle. Esta fermentación es muy larga, yhay que tener mucha paciencia, puesto quese realiza por nuestro fuego secreto, que esel único agente que es capaz de abrir, subli-mar y pudrir».

La pez negra, como el ala de cuervo, es elanuncio de que la masa está muerta y ca-rente de forma… «Entonces se manifiestala humedad en color de azogue negro y he-diondo, el cual era anteriormente seco, blan-do, oloroso, ardiente. Este cuerpo queda pri-vado de su alma, que ha perdido, y de suresplandor, y de la maravillosa luminosidadque tenía, y es ahora negro y afeado».

No hubo discusión, en los siglos XVI yXVII, de teólogos y filósofos en torno a laconclusión de Gaston de Claves: que laputrefacción se declara cuando aparecela negrura conforme a naturaleza, y que,«por esta putrefacción, se hace la sepa-ración de lo impuro». «Ahora bien –seprecisa–, los signos de una buena y ver-dadera putrefacción son una negrura muynegra y muy profunda, un olor hediondo,malo e infecto, llamado por los filósofosroxicum et venenum, olor que no es sen-sible para el olfato, sino sólo para el en-tendimiento».

La interrupción de la post-muerte

Ya en los años sesenta del siglo XX, se le-vantaron voces, como la de Eugenio Can-saliet, en contra de la cremación y en de-fensa de «la necesidad ineluctable de la pu-trefacción fecunda del cuerpo, como de otramateria, a fin de que prosiga en ella la vi-da, bajo la apariencia engañosa de la muer-te y de la nada». Esta tesis venía avalada porotros trabajos de los célebres médicos toxi-cólogos doctores Orfila y Devergie, sobre«la lenta y progresiva descomposición delcuerpo humano en la fetidez, y la intensaproliferación de los vibriones», cuyo de-senlace describieron así:

«El olor disminuye gradualmente y, porfin, llega una época en que todas las partesblandas extendidas en el suelo no formanmás que un detritus cenagoso, negruzco yde un olor que tiene algo de aromático».

Canseliet, basándose en otras investi-gaciones, añade que, en esta transforma-ción del hedor en perfume, hay que obser-var la semejanza con la explicada por otrasautoridades desde los más viejos maestros,como Morien o Raimundo Lulio, que pre-cisaron cómo «al olor infecto (odor teter)de la disolución oscura sucede el perfumemás suave que puede imaginarse, propiode la vida y del calor (quia et vita propiusest et caloris)».

Estas evidencias, que a muchos les pue-den parecer clarividencias, nos alertan so-bre la posibilidad de si, además de inte-rrumpir hoy la vida con el aborto y la euta-nasia, no estaremos también interrumpiendola muerte, o un tiempo que puede ser vitalpara que pueda finalizar el período que po-dríamos llamar postmortal (como al del em-barazo llamamos prenatal).

El culto a la muerte y el respeto a nuestrosdespojos, que ahora tratamos de obviar, fa-cilitaban contemplaciones sutiles como, porejemplo, la percepción de aromas descono-cidos e indescriptibles. Nos referimos al co-nocido olor de santidad, efluvio que emananalgunos difuntos y fenómenos que se tienenen cuenta en las causas de beatificación.

Este hecho no era ni es frecuente, perotampoco excepcional, y recuerdo haberlovisto reflejado en algunas esquelas mortuo-rias de las que se publican en los periódi-cos. Sobre el olor de santidad se ha escritomucho, pero al tratarse de algo tan subjetivo,y difícil de constatar, pocas veces se ha des-crito con precisión.

Quien más se ha aproximado quizás seael académico don José López Rubio, quelo investigó a fondo y lo trata en el libroque dedicó a santa Teresa de Ávila: Unolor bueno, era el olor que despedía laSanta después de morir. Los físicos y tes-tigos que la velaban no hablaron de santi-dad, pero dijeron que el cadáver olía «azamboas, a limones, a cidras, a naranjasy a jazmines... A unas flores que se lla-man junquillos… Que el estoraque y ben-juí, alfalía y almizcle y ámbar se quedabanmuy atrás… Diferentes a los buenos olo-res que hay en el mundo».

Es decir, que el olor de santidad no esalgo imperceptible. Y puede ser compren-sible y asumible, hoy que tanto se valoralo intanglible. Hay incluso descreídos que

hablan de guardametas de fútbol en esta-do de gracia, para enfatizar un alto grado deinspiración. Y nada menos que el positi-vista don José Borrell se refería con fre-cuencia al halo que debía tener un candi-dato político.

Del halo y de la aureola a exhalar olorde santidad no hay más que un paso.

A lo mejor estamos en el buen camino,que nos ha de conducir de nuevo… aFrancia.

Alfredo Amestoy

AQUÍ Y AHORA 6-XI-2003 ΩΩ13 AA

Un olor bueno, era el olor que despedíala Santa de Ávila después de morir.Los físicos y testigos que la velabanno hablaron de santidad,pero dijeron que el cadáverolía «a zamboas, a limones, a cidras,a naranjas y a jazmines...»

TESTIMONIOΩΩ14

6-XI-2003AA

acerca de la santificación del trabajo ma-nual, Bonifacia decide acoger en su taller,las tardes de los días festivos, a varias jóve-nes con las que desempeña una callada laborde formación humana y espiritual. En 1874,fundará, junto al padre Butiñá, la Congre-gación de las Siervas de San José, con el finde recoger, en el que llama Taller Nazaret, alas niñas huérfanas y abandonadas.

A los tres meses de la fundación, Boni-facia verá tambalearse la obra apenas co-menzada; el padre Butiñá tendrá que exi-liarse debido a la expulsión de los jesuitas denuestro país. Pocos años después, en 1882,Bonifacia será destituida como Superiorade la Congregación por sus propias Herma-nas. Acepta todo con fortaleza y silencio.

Un año más tarde, funda en Zamora unasegunda casa, en la que permanecerá hasta sumuerte, en 1905. Bonifacia la denomina Co-legio de las Desamparadas; allí acoge a jó-venes sin porvenir y criadas desacomoda-das, todas ellas pobres y, muchas de ellas,huérfanas. Será el ámbito donde muchas deellas conocen por primera vez lo más pare-cido a un hogar familiar.

Se cuenta en Zamora que, cuando murióBonifacia, toda la ciudad se llenó de estanoticia: «Ha muerto una santa». Murió conla misma sencillez y normalidad con la quevivió.

Solía decir: «Para estar unidos con Diosno hay mejor cosa que andar siempre en supresencia»; la que caminó toda su vida enpresencia del Señor estará presente también,dentro de tres días, en la ceremonia de subeatificación, intercediendo por sus Her-manas y por todos los abandonados de latierra.

Alfa y Omega

Nazaret. Pocas palabras como ésta evo-can con tanta claridad la santidad quele alcanza a uno en medio del trabajo

y de la vida familiar, en el discurrir humildede las horas gastadas en la más pura coti-dianeidad. Nazaret fue también para Boni-facia Rodríguez Castro la meta hacia la queorientó su vida. La fundadora de las Siervasde San José, cuya ceremonia de beatifica-ción tendrá lugar en Roma el próximo do-mingo, encontró en la vida de la SagradaFamilia el modelo que quería para sus ca-sas-taller, en las que ofrecía a las mujerespobres, sin trabajo, la posibilidad de salir dela miseria, también de la espiritual. «Medi-tando con el silencio interior los pasajes bí-blicos relativos a Nazaret –señala monse-ñor Casimiro López Llorente, obispo de Za-mora, ciudad donde murió Bonifacia–, elladescubre el valor que tiene lo pequeño, losencillo y lo cotidiano para vivir el segui-miento de Jesús y su Evangelio. La vidaoculta, silenciosa, humilde y pobre de Na-zaret es el ámbito elegido por Dios para la fey para el encuentro con Él, el lugar para laentrega total a Dios en obediencia a su lla-mada y para la contemplación en el silen-cio. Nazaret es también, y sobre todo para

Bonifacia, el hogar y taller de trabajo de Je-sús, María y José, lugar de oración, de ado-ración y de entrega recíproca en el amor. Esen la pequeñez de Nazaret donde Dios seencarna, crece y se fortalece en sabiduría yen gracia, en el seno de una familia trabaja-dora en medio de su pueblo. Y Nazaret es, fi-nalmente, lugar de la donación libre y gra-tuita de Dios a los hombres en Cristo, y lugarde su acogida agradecida. Allí comienza lasalvación de una manera callada y humilde.Allí adquiere valor santificador la vida or-dinaria y el trabajo. De esta fuente bebe Bo-nifacia Rodríguez, de aquí arranca el cami-no que recorre hacia Dios y hacia los her-manos».

De Nazaret a la Cruz

Bonifacia Rodríguez nació en Salaman-ca el 6 de junio de 1837. Hija de un sastre,que murió cuando ella tenía 15 años, em-pieza bien pronto a ganarse la vida comocordonera. Acude con frecuencia, junto a sumadre, a la cercana iglesia de la Clerecía,donde conoce, en 1870, al jesuita padre Fran-cisco Butiñá, que se convierte en su directorespiritual. Por la predicación del sacerdote

Ante la beatificación de Bonifacia Rodríguez y de Juan Zegrí

En el taller de Nazaret

BonifaciaRodríguez, al frente de uno de sus talleres

También será beatificado el sacerdote granadinoJuan Zegrí Juan Zegrí nació en Granada, el 11 de octubre de

1831. Después de cursar sus estudios, fue ordenadosacerdote en Granada, el 2 de junio de 1855.Impactado por los problemas sociales y por lasnecesidades de los más desfavorecidos, se sintióllamado a fundar una Congregación religiosa paraliberar a los seres humanos de sus esclavitudes y, bajola protección de Santa María de la Merced. En 1978comenzarían su andadura las Hermanas Mercedariasde la Caridad. Destaca el lema que dejó para laposteridad: «Todo para bien de la Humanidad enDios, por Dios y para Dios»; su carisma fue unservicio de caridad, en orden a la plena liberación delos hombres y a la misión de «curar llagas, remediarmales, calmar pesares, desterrar necesidades, enjugarlágrimas; no dejar en España y, si fuera posible, entodo el mundo, a un solo ser abandonado, afligido,desamparado, sin educación religiosa y sin recursos».

EL DÍA DEL SEÑOR 6-XI-2003 ΩΩ15 AA

Sorprendente. A simple vista parece queCristo abandonó la dulzura que supone-mos inseparable de la caridad. ¿Dónde

quedó la paciencia para amonestar con la pa-labra? ¿Es que el Señor prefirió vencer antesque convencer? ¿O es que asumió el princi-pio de que vale más un gesto, que cien pala-bras? A pesar de todo, sigue resultando sor-prendente el comportamiento de Jesús. Peroantes de entretenernos en el análisis aisladode un gesto ciertamente duro, analicemos enlos motivos.

Dos hechos muy importantes confluyenen esta anécdota evangélica que Jesús con-vierte en lección de principios. Primera: eltemplo había sido invadido por intereses hu-manos que desbordaron con creces los lími-tes de lo correcto. Habían convertido en mer-cado el lugar santo, la casa del Padre. Se-gunda: la mentalidad de los guardianes deltemplo, destacados referentes de la religio-sidad y de la cultura del pueblo de Israel, noencontraba en ello anomalía alguna. Más to-davía: al conocer la intervención de Jesu-cristo, indudablemente airado y con gesto deautoridad, le piden cuentas: «¿Qué signosnos muestras para obrar así?»

La escena puede interpretarse como signo de situa-ciones semejantes o análogas muy próximas a nosotros.En nuestros días hay claras muestras de una progresivatergiversación, de valores y de finalidades que repercu-ten contra la identidad de personas e instituciones. Paraofrecer sacrificios en el templo era necesario disponer deanimales; esto supuso que los comerciantes fueran cre-ciendo hasta convertir el templo en mercado, hasta po-ner el templo al servicio de los negocios, en lugar deponer las actividades humanas al servicio de lo que eltemplo significa. ¿No ocurre lo mismo en el caso delaborto y de la manipulación de embriones, en menoscabode su propia identidad personal, para servir a intereses deotras personas más fuertes que no atienden a la dignidadesencial de todas las personas humanas desde su con-cepción hasta su muerte natural? La Palabra de Diosnos enseña que la persona está llamada a ser templo vi-vo de Dios y morada del Espíritu Santo. Esta reflexiónpodría aplicarse también a ciertos comportamientos que,

poco a poco, van instrumentalizando lugares y accio-nes sagradas, al servicio de intereses ajenos a su identi-dad.

Las palabras de Jesús son tajantes: «Quitad esto deaquí». Esta intervención radical y con autoridad es in-terpretada por sus discípulos como un valor distintivo desu condición mesiánica y de su rectitud de intención y deacción: «Se acordaron de lo que está escrito: El celo detu casa me devora.

Además de la enseñanza inconfundible de Jesús, es-te hecho le dio ocasión para anunciar el Reino y el finalde la obra redentora: «Destruid este templo y en tres dí-as lo levantaré»... «Él hablaba del templo de su cuer-po», que tras la destrucción sacrificial fue glorificadodefinitiva e irreversiblemente en la resurrección.

+ Santiago García Aracilobispo de Jaén

El espíritu humano, más libre de la esclavitud de las cosas, puede ser elevado con mayor facilidad al culto mismo y a la contemplación del Creador.Más todavía, con el impulso de la gracia se dispone a reconocer al Verbo de Dios, que antes de hacerse carne para salvarlo todo y recapitular todo

en Él, estaba en el mundo como luz verdadera que ilumina a todo hombre. Es cierto que el progreso actual de las ciencias y de la técnica, las cuales,debido a su método, no pueden penetrar hasta las íntimas esencias de las cosas, puede favorecer cierto fenomenismo y agnosticismo cuando elmétodo de investigación usado por estas disciplinas se considera sin razón como la regla suprema para hallar toda la verdad. Es más, hay el peligro deque el hombre, confiado con exceso en los inventos actuales, crea que se basta a sí mismo y deje de buscar ya cosas más altas. Sin embargo, estaslamentables consecuencias no son efectos necesarios de la cultura contemporánea ni deben hacernos caer en la tentación de no reconocer los valorespositivos de ésta.

La Iglesia recuerda a todos que la cultura debe estar subordinada a la perfección integral de la persona humana, al bien de la comunidad y de lasociedad humana entera. Por lo cual es preciso cultivar el espíritu de tal manera que se promueva la capacidad de admiración, de intuición, decontemplación y de formarse un juicio personal, así como el poder cultivar el sentido religioso, moral y social. Porque la cultura, por dimanarinmediatamente de la naturaleza racional y social del hombre, tiene siempre necesidad de una justa libertad para desarrollarse y de una legítimaautonomía en el obrar según sus propios principios. Tiene, por tanto, derecho al respeto y goza de una cierta inviolabilidad, quedando evidentementea salvo los derechos de la persona y de la sociedad, particular o mundial, dentro de los límites del bien común.

Constitución Gaudium et spes, 57.59

Esto ha dicho el Concilio

Fiesta de la Dedicación de la Basílica de Letrán

Al servicio del negocioEvangelio

En aquel tiempo se acercaba laPascua de los judíos, y Jesús subió

a Jerusalén. Y encontró en el temploa los vendedores de bueyes, ovejas ypalomas, y a los cambistas sentados;y, haciendo un azote de cordeles, losechó a todos del templo, ovejas ybueyes; y a los cambistas lesesparció las monedas y les volcó lasmesas; y a los que vendían palomasles dijo: «Quitad esto de aquí: noconvirtáis en un mercado la casa demi Padre».

Sus discípulos se acordaron de loque está escrito: El celo de tu casame devora.

Entonces intervinieron los judíosy le preguntaron: «¿Qué signos nosmuestras para obrar así?»

Jesús contestó: «Destruid estetemplo, y en tres días lo levantaré».

Los judíos replicaron: «Cuarentay seis años ha costado construir estetemplo, ¿y tú lo vas a levantar en tresdías?»

Pero Él hablaba del templo de sucuerpo. Y cuando resucitó de entrelos muertos, los discípulos seacordaron de que lo había dicho, ydieron fe a la Escritura y a la Palabraque había dicho Jesús.

Juan 4,19-24

a Coruña, la ciudad pormuchos denoninada Elbalcón del Atlántico,tiene, desde hace algu-nas semanas, un nue-vo motivo para ser vi-sitada. No sólo podránser contemplados la to-rre de Hércules, el

Castillo de San Antón, la Domus, la Casade los Peces o el obelisco Milenium, entreotros muchos lugares atractivos, porque laFundación Pedro Barrié de la Maza, situadaen la calle Cantón Grande, número 9, ofre-ce, hasta el próximo día 7 de enero, una im-portante selección de pinturas de grandesmaestros del arte, procedentes de la Funda-ción Lázaro Galdiano de Madrid.

Bajo el título Grandes Maestros del Mu-seo Lázaro Galdiano, se muestran cincuen-ta y tres obras de los mejores artistas de lapintura europea fechadas entre los siglosXV y XIX, entre los que predomina la pin-tura española, con una especial presencia dedon Francisco de Goya y Lucientes, pintordel que se muestran cuatro de sus obras: ElAquellarre, el boceto de La era, el de Laiglesia de San Fernando de Torreros, y LaMagdalena, atribución tradicional recien-temente recuperada.

En conjunto, la exposición ofrece al pú-blico una selección de obras de grandes

RAÍCESΩΩ16

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La Fundación Pedro Barrié de la Maza presenta:

Grandes maestrosdel Museo

Lázaro GaldianoLa Coruña contará, hasta el próximo 7 de enero del 2004, con la magníficaexposición Grandes Maestros del Museo Lázaro Galdiano, una selección de obrasde la importante colección Lázaro Galdiano, de Madrid, que van desde el siglo XVhasta el XIX. Cincuenta y tres obras entre las que destacan cuatro de Franciscode Goya, además de otras de El Bosco, El Greco, Carreño de Miranda,Los Madrazo, Velázquez…

L

maestros, empezando por los primitivos es-pañoles, como Juan de Sevilla, Maestro deAstorga, Maestro del Parral, Maestro deManzanillo y otros. Además, se puede con-templar un misterioso rostro de adolescente,obra del taller de Leonardo da Vinci. La pin-tura gótico-flamenca está representada porgrandes nombres, como Gerard David,Adriaen Isenbrandt, El Bosco, con su fa-moso San Juan, Lucas Cranach, el pintor dela Reforma, por retratos reales de mano deVan Orley o Antonio Moro, así como el lien-zo atribuido a Orazio Samachini El bautis-mo de Cristo.

La pintura holandesa está representadapor artistas como Teniers, Brueguel, o Roe-pel, y la inglesa por artistas como Lely, Rey-nolds y Constable.

La exposición cuenta con obras de pin-tores españoles, como El Greco, SánchezCoello, Murillo, el estudio Cabeza demuchacha atribuido a Velázquez, el re-trato de una dama con guardainfante atri-buido a Carreño de Miranda, el retratode María Gabriela de Saboya, de Miguel

Jacinto Meléndez o La tienda de Paret,obra cumbre del rococó español. Ade-más, Mengs, Camarón, Esteve, Bayeu,Gonzáez Velázquez, Vicente López, LosMadrazo, Lameyer y los Lucas, padre ehijo, son otros pintores presentes en laexposición.

A. Llamas Palacios

RAÍCES 6-XI-2003 ΩΩ17 AA

Datos de interésDónde: Fundación Pedro Barrié de la Maza.Calle Cantón Grande, número 9, La CoruñaCuándo: Del 14 de octubre de 2003 al 7 de enero de 2004Horarios: De martes a viernes: de 17:30 a 21:30 h. Fines desemana y festivos: de 12 a 14 h., y de 17:30 a 20:30 h.Entrada gratuitaOrganización: Fundación Pedro Barrié de la Maza, encolaboración con la Fundación Lázaro Galdiano.Más información: www.fbarrie.org

En la página anterior, arriba, ElCalvario, de Lucas Cranach (sigloXVI); debajo, La era, deFrancisco de Goya (siglo XVIII); asu derecha, Tríptico de laAdoración de los pastores, deMaestro de Ávila; sobre estaslíneas, tabla central del Trípticode la Virgen con el Niño y ánge-les músicos, de Juan Hispalense(siglo XV); a su derecha, Cabezade muchacha, atribuido a DiegoVelázquez

titud político-ideológica en un momento de-terminado

El problema de un cine, novelística,pintura…, unas artes mayores o menoresde inspiración católica, ¿es un problemade creatividad? ¿La fe hoy ya no es fuen-te de creatividad?

Si nosotros somos un páramo, y no vivi-mos en plenitud nuestra fe, nuestras mani-festaciones son un páramo. Si no hay una in-teracción conjunta de lo que creemos con loque hacemos, si nuestras obras no respon-den al sentido único de las cosas, todo se noshace difícil. Nadie pone en duda lo que hacíala Madre Teresa de Calcuta con los desfavo-recidos, eso era una manifestación de la cul-tura católica, una manifestación de la cultu-ra del Hombre, de plenitud. Puede haber mu-chos parámetros culturales, pero uno másunitario que del que hablamos no se da.

Muchas novedades

¿Cómo salvará la belleza el mundo? Fundamentalmente no teniendo miedo

alguno a predicar la Buena Nueva, sin im-ponerla nunca. Todo hombre tiene capaci-dad para alcanzar la belleza, la verdad y elbien; no como absoluto, indiscutiblemente;no somos dioses, no podemos tener una con-cepción totalitaria de la belleza, nunca.

Por eso son tan importantes las manifes-taciones de orden cultural. El gran debate esqué cultura queremos: ¿una en la que diga-mos que todo es igual, que todo da lo mismo?

En España, la fe ¿genera cultura?

La fe bien entendida allá, donde seproduce, genera cultura, nos lo ha re-

cordado en muchas ocasiones Juan Pablo II.Considero que eso no se hace extensivo aEspaña, donde se ve limitada esa fe que setraduce en cultura. A este problema se une elconstante del laicismo, que viene siempre acomprometer la fe como a un acto puramenteprivatista, reducido al culto privado y al en-torno de la Iglesia, lo que puede hasta im-poner la prohibición de que la fe tenga ex-presiones de vida; por eso cada vez es másdifícil que la fe se pueda hacer cultura, por-que existe una cultura dominante que im-pone que nuestra fe se quede en el ámbitode lo privado y no pueda tener ninguna ex-tensión de tipo cultural.

¿Cuáles son los efectos de una culturacontra la vida? Ó ¿cuál es la contribuciónde los cristianos a la superación de unacultura de la muerte?

No se piensa en el rostro del otro, el otro,en cuanto no es útil, no es productivo. Si re-úne unos cánones que la sociedad occidentalimpone, el otro no sirve. A la persona no se lereconoce el valor que tiene por sí misma, si-no por lo que hace, en tanto en cuanto sirvea un modelo social; éste es el principal pro-blema de la cultura de la muerte: el otro no estan yo como yo; el otro tan sólo es yo cuan-do entran en él una serie de factores que la so-ciedad va imponiendo. Yo creo que es unode los temas más graves hoy en día: es gravepensar en Derecho abortivo. Son miles demuertos en la sociedad occidental que se pro-ducen, y esos muertos no claman en nuestraconciencia día a día. Simplemente se piensaen que se acepte mejor el no nacimiento delconcebido porque tiene defectos, porque esun enfermo físico o psíquico. De hecho, és-ta es una argumentación válida en la sociedadoccidental. ¿Qué diferencia hay entre esto ylo que proponía Hitler? Es sorprenderte pen-sar en cómo el sujeto que, en un momentodeterminado, no interesa, porque no produceo no paga altos impuestos, o porque no obe-dece a los estándares que nosotros tenemos,termina como en un área muerta de carga so-cial, de número más que de persona.

¿En qué sentido entiende Juan Pablo IIsi existe una cultura católica, y cuáles se-rían los principios?

Juan Pablo II ha recogido la tradiciónmás genuina de la Iglesia, que se fundamentaen la presencia de Cristo en el misterio dela Encarnación, en el que la fe se hace viday adquiere la misma importancia vivida en elámbito privado y espiritual como en el pú-blico, donde las obras reflejan esa fe; lo unosin lo otro no tienen sentido. La fe vivida enplenitud tiene que tener todas sus manifes-taciones, porque no hace distinto al hombre,lo hace mejor; no queda en el recinto de lapersona, sino que se expande y extiende atodos los ámbitos de nuestra actuación. JuanPablo II, insistentemente, no deja de decirlo que en el Magisterio es unánime: el mis-terio de la Encarnación.

¿Es posible ser católico postmoderno,y cómo?

Es posible y factible en todos los tiem-pos. El Papa nos ha dicho que se puede serprofundamente moderno y profundamentecatólico. Si lo moderno tiene una luz que démucho sentido a las actuaciones, segura-mente vendrá lo católico. No solamente esposible, sino que es bueno, necesario, y másen la etapa que nos toca vivir, donde haymucho que decir.

En España, un pensamiento ha iden-tificado la cultura con la izquierda, y seha identificado una cultura atávica conla derecha, precisamente por el hecho deser católica, o por tener una predilecciónpor la impregnación católica ¿Cómo esposible superar esta dialéctica de identi-ficaciones?

En primer lugar, estas identificacioneshay que superarlas con la verdad, sin la ma-nipulación de la Historia y de los juicios. Sibuscamos la realidad de las cosas, veríamosque estos tópicos no juegan de manera tanclara y tan rotunda; nos encontraríamos gran-des sorpresas de que no es así. Yo creo queesa dicotomía se va a superar porque las ma-nifestaciones de cultura católica no tendránque ir unidas a las culturas partocráticas oideológicas respectivas. Yo creo que la di-cotomía que me planteas se va a superar porel propio hecho de que las manifestacionesde cultura católica seguramente van a rom-per modelos ya casi caducos, dejando atrásesos lastres que tienen poco sentido. En otrospaíses de la Europa occidental, esto no esasí. No se confunde lo católico con una ac-

ESPAÑAΩΩ18

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V Congreso Católicos y Vida pública: habla don AlfonsoCoronel de Palma, Presidente de la Fundación San Pablo-CEU

«Si la fe se reduce a algo privado,

no genera cultura»

Cartel oficialdel V Congreso

Católicosy vida pública

Yo digo qué es lo bueno, lo bello, el bien;yo, como poder del mundo, digo lo que es ylo que no es. ¿O reivindicar una sociedad enla que todo hombre tiene una capacidad na-tural para poder alcanzar y poder participar departe de ese bien, de parte de esa belleza,que es objetiva, es real, que no depende de unpoder, de una moda, ni de nadie que puedadecir cómo tiene que ser, porque todos esta-mos llamados a alcanzarla? Yo creo que és-ta es la respuesta a qué cultura queremos.

La cultura de no hay cultura, y, por tan-to, hacemos lo que digo yo, dueño del mun-do mediático y de los poderes políticos, ysabe Dios si de mano de los financieros; lacultura ¿es ese interés de convencer a la gen-te para que consuma más, gaste más y seenriquezcan más?; ¿que los hombres sonbienes productivos y que, en todo caso, sonun recurso económico?; ¿es manifestar quela vida o la muerte dependen de que alguienlo decida?; ¿es la manifestación constantedel rostro más violento del hombre?, ¿el en-salzamiento de lo más pervertido que hayen nosotros?, ¿el hedonismo, el placer?

No: la cultura es reivindicar que el mun-do no es nuestro, que somos unos grandesusufructuarios del mundo, que el mundo hasido creado para el gozo del hombre, perotambién para que nuestro gozo sea el gozodel Creador; es reivindicar que el hombrede buena voluntad tiene derecho y capacidadde alcanzar, tanto o más que cualquier po-deroso del mundo.

¿Qué diferencia a este V Congreso Ca-tólicos y vida pública de los anteriores?

¿Qué espera de él?Hay muchas novedades. La primera es

que hace real algo de lo que muchas veceshablamos, pero que luego no se produce:es integrar la familia, en plenitud, en uncongreso. Este año tenemos nuestro Con-greso para niños y adolescentes. No se tra-ta de hacer una guardería; es un congresoparticipativo, con sus manifestaciones cul-turales. Es muy importante lo que podamostransmitir a nuestros hijos y adolescentes, siles podemos enseñar la belleza del mundo,o el horror ante ella; si les podemos hacerservidores de los hombres, o hacer que sesirvan de los hombres; convencerles de queel hombre es un ser útil porque produce muya favor nuestro, o de que el hombre debede estar siempre al servicio de otro hom-bre, porque el Hijo de Dios se hizo hombrepara servirnos a nosotros. Conviene empe-zar a enseñarles, desde que son pequeños, yorganizar actividades.

Es un comienzo, en este Congreso, queva a tener actividades preciosas, no sólopara niños y adolescentes, sino que losmayores se sorprenderán; el suyo será uncongreso participativo, real. Esta novedadestá inserta en un Congreso que sigueplanteando lo mismo: la manifestación delo católico en la vida pública; es reiterar,viendo el rostro cansado, y sin embargomás verdaderamente joven que nunca, delSanto Padre en el «No tengáis miedo…Abrid las puertas a Cristo». Es bueno queexista y se consolide un congreso así, yque la gente sepa dejar a un lado las legí-

timas particularidades para unirse en lomás importante. Esta esperanza se tiene yse sigue manifestando en este Congreso,que va dando, gracias a Dios, poquito apoco, frutos.

Siguen sin producirse manifestaciones,dejamos a nuestros hijos un desierto lle-no de limitaciones. Este Congreso es unllamamiento a la reflexión: qué estamoshaciendo cada uno en nuestro ámbito paramanifestar la fe y hacerla viva en el obrar.Esto se puede hacer aplicable al artista, alperiodista, al economista…, a cualquierempleado, a miles de personas. Si esteCongreso sirve para llamar a algunos co-razones y para que la gente sepa que, alfinal, la manifestación cultural es la suya yno la de otros, es nuestra esperanza, aligual que el conseguir un no a aquellasculturas de la muerte, de la violencia, de lautilización del hombre, de la manipula-ción del mismo para cualquier fin. Tene-mos que construir una cultura en la que elhombre adquiera toda su dignidad, dondela palabra persona vuelva a resonar contoda su fuerza y donde todos aquellos quequieran utilizar para múltiples fines alhombre, como un número, se encuentrencon un no convincente.

Se va proyectar también, por primera vezen España, una película de Zanussi, Herma-no de nuestro Dios. Una interesante apuestapor la cultura.

José Francisco Serrano

ESPAÑA 6-XI-2003 ΩΩ19 AA

Don AlfonsoCoronel

de Palma,Presidente de la FundaciónUniversitaria

San Pablo-CEU

MUNDOΩΩ20

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La comunidad internacional hace bienen coordinar sus esfuerzos «paraabordar los desafíos que acarrea esta

epidemia, y otras enfermedades que pue-den prevenirse, como la malaria, el có-lera y la tuberculosis», dijo el cardenalHummes, al comienzo de su intervenciónen la sesión especial de las Naciones Uni-das sobre el sida. En el caso del sida, «seestima que más de 70 millones de perso-nas morirán a causa de esta enfermedaden los próximos 20 años», la mayoría ciu-dadanos de países del África subsaharia-na.

«Permítanme –añadió el cardenal– lla-mar su atención sobre uno de los gruposmás vulnerables: 3,8 millones, de los 19millones de personas que murieron a cau-sa del sida el año pasado, eran niños me-nores de 15 años. Durante las últimas dosdécadas, ha dejado huérfanos a más de 14millones, más de 11 millones de los cua-les se encuentran en África del Sub-Sa-

hara. Y, de acuerdo con un cálculo, para elaño 2010, solo en África habrá 40 millo-nes de huérfanos a causa del sida, el 95%de los cuales será portador del virus».

Deben continuar las investigaciones,pero debe ponerse cuidado, además, enque no primen los intereses económicos:«Desafortunadamente, el costo del trata-miento médico es elevado, y a menudoestá más allá del alcance, no sólo de lospobres, sino también de la clase media.Este problema económico se agrava porcuestiones legales, tales como interpre-taciones contenciosas del derecho a lapropiedad intelectual. Mi Delegación sesiente alentada por el acuerdo de la Or-ganización Mundial del Comercio, quese logró el 30 de agosto de 2003, y quehará que sea más fácil para los Estadosmás pobres importar medicamentos ge-néricos más económicos, fabricados se-gún licencia obligatoria. Nos atrevemos aesperar que pronto aparezcan expresio-nes más concretas de voluntad política yvalentía moral como ésta».

Para convertir este sueño en realidad,será necesario que se involucre la «co-munidad internacional entera. En efecto,mientras que hay sólo unos pocos inver-sores en las firmas farmacéuticas quepueden proveer los medicamentosque estos jóvenes pacientes desespera-damente necesitan, todos nosotros, co-mo individuos y como comunidad, debe-mos ser inversores en la noble causa deproteger a los niños y a los jóvenes de lainfección del sida, y de rescatar a quienesya son portadores del virus, porque son elfuturo de la raza humana».

Alfa y Omega

«El sida ha sido, y continúa siendo, una de las mayores tragedias de nuestrotiempo. No es sólo un problema sanitario de enorme magnitud, sino que tambiénes una cuestión social, económica y política; y, como mi Delegación ya hasubrayado muchas veces aquí y en otros lugares, también es una cuestión moral,debido a que las causas de la epidemia claramente reflejan una crisis de valoresgrave». El cardenal Claudio Hummes, arzobispo de Sao Paulo, representó a laSanta Sede en la Sesión Plenaria de la ONU sobre el sida, celebrada recientementeen Nueva York. En nombre de la Iglesia católica, pidió voluntad política a lospaíses ricos para que secunden iniciativas que pongan a disposición de los ciudadanos de los países pobres medicamentos contra el sidaa bajo coste, y señaló, como víctimas principales de la enfermedad, a los niños y a los habitantes del África subsahariana

«La Iglesia atiende a un 25% de las víctimas del sida»

La Iglesia tiene mucho que decir en la lucha contra el sida. «Mi Delegación secomplace en notar –dijo el cardenal Hummes en la ONU– que el 12% de

quienes atienden a pacientes del VIH/sida son organismos de la Iglesia católica, yel 13% de la ayuda global a los afectados por la epidemia proviene deorganizaciones no gubernamentales católicas. La Santa Sede, gracias a susinstituciones en el mundo entero, provee el 25% de la atención total que se da alas víctimas de VIH/sida». Para el final de 2003 –informó–, «la Santa Sede habrálogrado su objetivo de tener instituciones y programas en funcionamiento en todoslos países del África del Sub-Sahara», y de comenzar otros nuevos enIberoamérica y Asia. La prioridad, por regiones, es el África subsahariana. Sepresta, además, «especial atención a los problemas de estigma y discriminaciónque acompañan a esta enfermedad, al acceso a tratamiento y atención, a laeducación sobre un comportamiento sexual responsable, incluidas la abstinenciay la fidelidad matrimonial, y a la atención de los huérfanos a causa del VIH/sida».

La Santa Sede, en la sesión especial de las Naciones Unidas sobre el sida:

La lucha contra el sida,responsabilidad de todos

MUNDO 6-XI-2003ΩΩ21 AA

La cumbre de Ministros de Interior, celebra-da en Roma el pasado 30 de octubre, tratóde El diálogo interreligioso: factor de co-

hesión social en Europa e instrumento de paz enel área mediterránea. Los ministros, junto condiversos líderes religiosos europeos, debatie-ron sobre la conveniencia de incluir una men-ción a las raíces judeocristianas –no sólo cris-tianas– en la Constitución europea, a la que ca-bría añadir otra al Islam. Este nuevo protago-nismo político de la religión no se debe, sinembargo, al intento de comprender mejor el pa-pel de la fe de los ciudadanos europeos en lavida pública, sino más bien al intento de de-sactivar el cóctel explosivo entre fundamenta-lismo islámico y terrorismo que estalló el 11de septiembre de 2001. El encuentro concluyócon dos propuestas: la redacción de una Cartaeuropea para el diálogo interreligioso, y unForo europeo para el diálogo interreligioso en-tre los gobiernos europeos y las religiones. Se-rán presentadas al Consejo de Ministros de Jus-ticia e Interior de la Unión Europea.

Los representantes religiosos que intervi-nieron en la Conferencia fueron el arzobispode Toledo, monseñor Cañizares; un obispo an-glicano; otro obispo ortodoxo; la Vicepresi-denta del Consejo Central de los Judíos de Ale-mania; y el Rector de la mezquita de París. Fueprecisamente Knobloch una de las voces quese alzó con más fuerza para destacar la impor-tancia de «la mención de las raíces [religiosas]y de Dios en la Constitución» europea. El Rec-tor de la mezquita de París, Dalil Boubakeur,tras recordar que el Islam es la segunda reli-gión de Europa (con 17 millones de practican-tes), reconoció que éste atraviesa un períododifícil: «Su imagen está marcada por el terro-rismo, el fundamentalismo», subrayó, denun-ciando la «politización de la religión».

Al día siguiente, la Conferencia fue reci-bida en el Vaticano por Juan Pablo II, quien

entregó a los participantes un discurso en elque, en el nuevo contexto europeo, multicul-tural y multirreligioso, provocado por la in-migración, abogó por el «diálogo intercultu-ral e interreligioso» que permita esperar enun futuro «de unidad en la diversidad». Éste esel espíritu –reconoció– que vivieron los líde-res religiosos del mundo en el encuentro porla paz de Asís. Este diálogo –añadió– «no ex-cluye un adecuado reconocimiento, inclusolegislativo, de las específicas tradiciones re-ligiosas en las que se arraiga todo pueblo, ycon las que, con frecuencia, se identifica demanera peculiar. El reconocimiento del pa-trimonio específico religioso de una sociedadexige el reconocimiento de los símbolos quelo cualifican», dijo en referencia implícita aldebate surgido en Italia tras la sentencia deun juez –después congelada– que, a peticiónde un fundamentalista islámico (sin el apoyode la comunidad islámica del país), retiró elCrucifijo de una escuela pública. «Si, en nom-bre de una incorrecta interpretación del prin-cipio de igualdad, se renunciara a expresaresta tradición religiosa y los valores cultura-les ligados, la fragmentación de las sociedadesmultiétnicas y multiculturales actuales podríatransformarse fácilmente en un factor de ines-tabilidad y, por tanto, de conflicto», advirtió elPapa.

El arzobispo primado de España, monseñorCañizares, subrayó que la religión está ligada ín-timamente a la paz y no puede legitimar nuncael terrorismo. Esta convicción –aclaró después–se basa en «el reconocimiento de Dios Crea-dor, Padre de todos, que ama al hombre y que esfuente de la dignidad inviolable de los seres hu-manos, que merecen un respeto absoluto por elhecho de ser hombres, criaturas de Dios, ama-das por Él».

J.C. Roma

Habla el Papa

«Rezad el Rosarioen familia»

Con el mes de octubre se conclu-ye el Año del Rosario. Estoy pro-

fundamente agradecido a Dios poreste tiempo de gracia, en el que to-da la comunidad eclesial ha podidoprofundizar en el valor y la impor-tancia del Rosario, como oracióncristológica y contemplativa.

Durante este año, he queridoconfiar al pueblo de Dios dos gran-des intenciones de oración: la paz yla familia. El siglo XXI, nacido bajoel signo de la gran reconciliaciónjubilar, ha heredado por desgracianumerosos y duraderos polvorinesde guerra y de violencia. Ante es-tas preocupantes situaciones, recitarel Rosario no es un repliegue en elensimismamiento, sino, más bien,una consciente opción de fe: con-templando el rostro de Cristo, nues-tra Paz y nuestra reconciliación,queremos implorar de Dios el donde la paz, por intercesión de MaríaSantísima.

¡La familia! Debería ser precisa-mente el núcleo familiar el primerambiente en el que la paz de Cristoes acogida, cultivada y custodiada.En nuestros días, sin embargo, sinla oración se hace cada vez más di-fícil para la familia realizar su vo-cación. Por este motivo sería ver-daderamente útil recuperar la bellacostumbre de rezar el Rosario encasa, como sucedía en las genera-ciones pasadas. «La familia que re-za unida permanece unida».

Deseo que todos los creyentes,junto con la Virgen, emprendan condecisión el camino de la santidad,teniendo la mirada fija en Jesús ymeditando con el Rosario los mis-terios de la salvación. Éste será elfruto más precioso de este año de-dicado a la oración del Rosario.

(29-X-2003)

Roma: Conferencia sobre diálogo interreligioso

Los riesgos de unasupuesta tolerancia

MonseñorCañizares,arzobispo

Primado de España (a la

izquierda), en la Conferencia

sobre diálogointerreligioso

Juan Pablo II, al reci-bir a la Conferenciade los Ministros deInterior de la UniónEuropea sobre el diá-logo interreligiosocelebrada en Roma,denunció la corrup-ción de la religiónque justifica la vio-lencia, y salió al pa-so de la supuesta to-lerancia que lleva arenunciar a los valo-res fundamentales deuna sociedad

Ha muerto el padre Carlos Valverde

Ha muerto, a los 81 años de edad, enSalamanca, el padre Carlos

Valverde Mucientes, de la Compañía deJesús, el pasado día 4, fiesta de suPatrono, san Carlos Borromeo. Fueenterrado en Salamanca el pasado día5. El padre Valverde era colaborador deAlfa y Omega desde sus comienzos, fuetoda su vida un ejemplar sacerdote y unhombre íntegro, cuya extraordinariacultura y preparación teológica yfilosófica fue un auténtico magisteriopara generaciones de estudiantes.Mucho más honda e influyente todavía

ha sido la profunda huella espiritual que su dirección espiritual ha dejado en infinidad dejóvenes, matrimonios y religiosos. Sacerdote desde el año 1953, fue catedrático de Historia de laFilosofía (1958-1992) y Decano (1964-1968) de la Facultad de Filosofía de la UniversidadPontificia Comillas, de Madrid, de la que, al fallecer, era catedrático emérito. Dirigió revistascomo Sillar, Pensamiento y de entre sus importantes y numerosas obras escritas, figuran Losorígenes del marxismo (BAC); El materialismo dialéctico (Espasa); Antropología filosófica (Edicep),Ética y política, por señalar algunas de las más notables. La Iglesia y la cultura española van aechar mucho de menos la profundidad de su pensamiento cristiano, su humanidad y su talantelleno de mesura y de equilibrio, que tanto bien hicieron en encuentros, cursos, conferencias y,sobre todo, en su relación con jóvenes universitarios. Alfa y Omega siente profundamente sumuerte y comparte plenamente su esperanza segura y firme en la resurrección, mientras dagracias a Dios por su ejemplar vida y Le encomienda su alma privilegiada.

Se disparan las rupturas matrimoniales

En los últimos 10años las rupturas

matrimoniales enEspaña se hanincrementado en un72%: de 66.777rupturas acaecidas en1992, han pasado enel año 2002 a115.049. Esto suponeque cada 4 minutosse rompe unmatrimonio enEspaña. Son datos delInstituto de PolíticaFamiliar (IPF). SuPresidente, don

Eduardo Hertfelder, los ha destacado al presentar el informe Evolución de la familia en España2003, al que pertenece este gráfico. Cuatro millones de españoles –más de un millón de ellos,niños– se han visto directamente afectados por esta tremenda realidad: las rupturasmatrimoniales crecen a ritmo mucho más acelerado que las bodas. El ritmo del crecimiento delos matrimonios es del 7%; el de separaciones es del 26%. Los matrimonios duran cada vezmenos: el 52% de los que se separan no han alcanzado los 10 años de convivencia; y un 69,3%se separan antes de los 15 años de matrimonio. Desde la entrada en vigor de la Ley del Divorcioen 1981, ha habido 900.000 separaciones y 600.000 divorcios. El IPF considera que, ante estarealidad, urge una reorientación de la política familiar, una profundización en la política deconciliación entre la vida familiar y laboral, y una política de vivienda adecuada. Cuando unafamilia se rompe, toda la sociedad se rompe. Sin duda, la pérdida de aprecio al matrimonio comosacramento tiene no poco que ver en esta crisis.

Meditaciones de un trapense

Saber esperar. Meditaciones de un trapense es el título de un CDque acaba de editar San Pablo: se trata de una bella

musicalización, a cargo de Alberto Ramos, de alguno de losescritos escogidos del Beato Rafael Arnáiz, que a los 27 añosmurió en la trapa de San Isidro de Dueñas (Palencia). La cultura, laliteratura, la pintura y el arte caracterizan a este gran testigo denuestro tiempo, pero sobre todo su impresionante espiritualidad ysantidad. El autor de este CD ha logrado plasmar musicalmente,desde una afinidad y semejanza de espíritu, la apasionada vivenciadel Misterio que caracterizó la vida escondida del HermanoRafael.

LA VIDAΩΩ22

6-XI-2003AA

NombresEl arzobispo de Valencia, monseñor Agustín García-

Gasco, al presidir la apertura de curso de los cen-tros universitarios de la Fundación Edetania, hamanifestado su deseo de que, el próximo curso,Edetania se transforme en la Universidad Católicade Valencia. El Consejero de Educación de la Ge-neralidad de Valencia, don Esteban González Pons,manifestó que la Generalidad Valencia aprobaráeste proyecto.

El próximo 11 de noviembre, a las 11 horas, será pre-sentado en el Hotel Eurobuilding, de Madrid (callePadre Damián, 23), el DVD titulado José María Es-crivá, enamorado de Dios, apasionado por la vi-da. Intervendrán en el acto doña Isabel Azcárraga,don Gustavo Entrala, Director General de la pro-ductora, y don José Carlos Martín de la Hoz, Di-rector de la Oficina para las Causas de los Santosde la Prelatura del Opus Dei en España.

Don Manuel María Bru, Asesor Religioso de la Cade-na COPE, don José Luis Restán, Director del áreasocio-religiosa de la misma, y don Víctor Corti-zo, Director de programación de Cadena 100, hanconstituido la Delegación española en la X Con-ferencia de Radios cristianas europeas, que acabade celebrarse en Bratislava bajo el lema Europa dela solidaridad, y que ha abordado el tema de lasradios cristianas al servicio de las nuevas solidari-dades en Europa.

Don Luigi Giussani, fundador de Comunión y Libera-ción, acaba de publicar un libro titulado Teologíaprotestante americana, que ha sido editado porMarietti. Es una incursión en la vida espiritual delprotestantismo americano, de Niehbur a Cox.

El doctor Aquilino Polaino es el nuevo Director delDepartamento de Psicología de la Facultad de Hu-manidades y Ciencias de la comunicación de laUniversidad San Pablo-CEU, de Madrid. Es doctoren Medicina, diplomado en Psicología clínica, li-cenciado en Filosofía.

Monseñor Foley, Presidente del Consejo Pontificio pa-ra las Comunicaciones Sociales, ha hablado enBruselas, con motivo del L Aniversario de la Fede-ración mundial de publicistas. El título de su dis-curso ha sido: Un buen hombre es el mejor anun-cio. Convencido de que la publicidad afecta pro-fundamente a la moral y los valores de la socie-dad, advirtió la necesidad de subrayar que ser esmejor que tener, y exhortó a los publicistas a «nohumillar nunca a los pobres, ni siquiera de formano deliberada; toda persona merece respeto, y elbien común también. Daos cuenta de vuestro po-der y utilizadlo con responsabilidad».

El 12 de noviembre, a las 20 h., en el Consejo Superiorde Investigaciones Científicas, en Madrid (calle Se-rrano, 117), será presentado el libro Las Funda-ciones, de santa Teresa de Jesús, en edición facsímily versión paleográfica del autógrafo conservadoen el Real Monasterio de San Lorenzo de El Esco-rial. Presidirá el acto S.A.R. la Infanta doña Mar-garita, duquesa de Soria; pronunciará una confe-rencia doña Asunción Aguirrezábal de Antoñanzassobre Teresa de Jesús, mujer escritora.

Tesoros bibliográficos y mapas medievales es el títulode la exposición que, desde mañana 7 hasta el 16de noviembre, tendrá lugar en la Casa de Cantabria,en Madrid (calle Pío Baroja, s/n, planta baja). Estáorganizada por el editor don Manuel Moleiro. El díade la inauguración habrá una conferencia, a las19 h., a cargo del doctor Ramón Gonzálvez, ca-nónigo archivero de la Santa Iglesia Primada deToledo; el 12 de noviembre, a la misma hora, eldoctor Carlos Miranda García-Tejedor hablará so-bre La iconografía del Beato de Gerona.

Nuevo arzobispo castrense

La Nunciatura Apostólica en España ha comunicado a la ConferenciaEpiscopal Española que el Papa Juan Pablo II ha aceptado la renuncia

del arzobispo castrense, presentada por monseñor José Manuel EstepaLlaurens, quien cumplió 75 años de edad el 1 de enero de 2001, y queha nombrado nuevo arzobispo castrense al hasta ahora obispo deOsma-Soria, monseñor Francisco Pérez González. El nuevo arzobispo castrense ha afirmado, en declaraciones a Alfa yOmega, que este nuevo ministerio «supone para mí cumplir elministerio que Jesucristo me ha encomendado en la Iglesia, que es el depastorear el pueblo de Dios, y, específicamente ahora, enseñar yconducir a los miembros de las Fuerzas Armadas en España, enconformidad con los Acuerdos firmados por la Iglesia y el Estadoespañol en 1979, que encomienda al arzobispo castrense atender a

todos los católicos que pertenecen a las Fuerzas Armadas y a la Guardia Civil».Monseñor Francisco Pérez ha afirmado que «la misión de los militares en España es necesaria para

defender al indefenso y al que pueda verse atacado; lo que hace el Ejército es posibilitar ese derechofundamental en la experiencia humana que es el derecho a defenderse. Fuera de nuestras fronteras, elEjército va a sembrar la paz en aquellos ambientes donde hay conflictos o situaciones de hondo caladoterrorista, para que la violencia, la destrucción y el terror no puedan quebrar el derecho del serhumano a vivir en paz».

Uno de los fenómenos que afectan más directamente al Ejército y a la Guardia Civil es elterrorismo; a este respecto, el nuevo arzobispo castrense ha afirmado que «la Iglesia lo condena de lamisma forma que condena el aborto, la eutanasia y todo aquello que vaya en contra de la vida. Es tangrave una bomba lapa como un aborto, o como una inyección letal aplicada a un anciano. La Iglesiadefenderá siempre la vida y condenará aquello que vaya contra la propia dignidad humana, como dejóbien claro la Instrucción pastoral sobre el terrorismo, publicada por la Conferencia Episcopal ennoviembre de 2002» .

Monseñor Francisco Pérez compatibilizará su labor como arzobispo castrense con la de Directorde las Obras Misionales Pontificias, tarea que desempeña desde febrero de 2001.

LA VIDA 6-XI-2003 ΩΩ23 AA

Libros

El jesuita padre Tomás Morales, fundador delos Institutos seculares Cruzados y

Cruzadas de Santa María,del movimientomatrimonial Hogares deSanta María y delmovimiento apostólicojuvenil Milicia de SantaMaría, fue, sin duda, unode los sacerdotes quemayor influencia espiritualha tenido en sucesivasgeneraciones de jóvenes

españoles. Sus experiencias y planteamientoseducativos, pioneros en tantos aspectos,adquieren, cuando acaba de celebrarse lagozosa memoria de su figura con ocasión delIX aniversario de su muerte, perfiles delmayor interés y actualidad. Los dejó porescrito en sus libros Forja de hombres yLaicos en marcha, pilares fundamentales enla formación de un laicado responsable. Enestas páginas, que ahora acaba de reeditar, ensegunda edición, Ediciones Encuentro, ypreparadas por B. Gazapo, con el título Horade los Laicos, el padre Morales reflexiona yhace reflexionar sobre la grandeza de lavocación cristiana del seglar comprometidoen las realidades temporales, en la familia, enla amistad, en la enseñanza, en la cultura yen el trabajo. Se trata de una vigorosareflexión de carácter teórico-práctico sobre lavocación y misión de los laicos en la Iglesia.El padre Morales la escribió cuando tenía 75años y una dilatada experiencia apostólicacon los jóvenes. Sabía muy bien de lo quehablaba y escribía.

La editorial italiana Marietti acaba deeditar este precioso libro de 195 páginas,

bajo el título Mio caro padre, en el queMaría Romana deGasperi escribe susrecuerdos sobre su padre,el gran Alcide de Gasperi,uno de los padres de lanueva Europa. Cuando,en nuestros días, tanraquíticamente se quierehurtar a la Constitucióneuropea sus raícescristianas, de la que De

Gasperi fue, a un tiempo, testigo e impulsorconvencido, estas páginas, cuya traducciónal castellano es altamente deseable,adquieren especial actualidad e interés. Setrata de una larga carta a un padre muyquerido, y de un intenso viaje en lamemoria, a la búsqueda precisamente delas raíces más profundas del gran cristianoque fue De Gasperi. Es un retorno a lasfuentes de la espiritualidad sobre la cual sebasó el amplio y concretísimo compromisosocial y político, desde la fe vivida a fondo,del gran estadista trentino. Hay también enel libro un anexo con interesantestestimonios, de los Papas Juan XXIII y PabloVI, entre otras personalidades.

M.A.V.WWWWWWWWWWWWAcaba de nacer la agencia católica de noticias Veritas, un proyecto de la Universidad Ca-

tólica San Antonio, de Murcia, que dirigirá Inma Álvarez. Su objetivo es abrir un cauce deentrada a la sociedad de noticias de carácter religioso e informaciones relacionadas con ins-tituciones y grupos católicos españoles. Para acceder a sus informaciones, ofrecen a quien lodesee un servicio de suscripción gratuita.

http://www.agenciaveritas.com

La dirección de la semana

El chiste de la semanaMingote, en El Semanal

RTVE Música

El sello discográfico RTVEMúsica acaba de editar un CD

con un recital de poemascantados, de santa Teresa de Jesús,san Juan de la Cruz y la Beata Anade San Bartolomé, sobre músicapopular española del siglo XVI,interpretados por la mezzosoprano Sonnia Laura-RivasCaballero y el vihuelista OctavioLafourcade. El libreto con elestudio de los poemas ha sidorealizado por la especialista enestudios teresianos Belén Yuste.Esta producción discográfica fuepresentada en el Auditorio de SanFrancisco, en Ávila, en un actopresidido por el Alcalde de laciudad y por el Director de RadioNacional de España.

EL PEQUEALFAΩΩ24

6-XI-2003AA

Texto: A. Llamas Palacios. Ilustraciones: Elena de la Cueva

¡¡JJuugguueemmooss aa LLaa OOccaa!!Recorta por la línea de puntos y tendrás un estupendo tablero de La Oca. Podéis jugar con vuestros amigos, en familia, y también pueden su-

marse todos los niños que vayan a participar en el Congreso Infantil de Católicos y Vida Pública, ya que tendrán muchos momentos para jugar y disfrutar con sus compañeros

EL PEQUEALFA 6-XI-2003 ΩΩ25 AA

Más de un centenar de niños participarán, los próximos días 14,15 y 16 de noviembre, a un Congreso infantil que tendrá lugar en

Madrid, en la Universidad San Pablo-CEU. Seguro que os estáis pre-guntando… ¿y de qué trata? Pues está organizado de forma paralela alquinto Congreso de adultos Católicos y Vida pública, y en este Congresola gente mayor hablará sobre la cultura de nuestro tiempo y la formaen que los cristianos pueden contribuir para construir una cultura me-jor para el hombre. Esto mismo, pero adaptado a los más pequeños, se-rá de lo que podrán hablar, jugar y pensar los niños en su propio Con-greso. Para ello, contarán con todo tipo de actividades: desde núme-ros de magia, y mucha diversión con el grupo Pim-Pim Chas-Chas,actuación de títeres con el grupo Valivan, el tren de la cultura, música

y danzas con Bufanuvols, teatro con Patricia López y su compañía Plot Point, con la Vida de Zaqueo… Para todos aquellos que no puedan acudir, os ofrecemos aquí compartir con los niños del Congreso El dadodel amor. ¿Qué es esto? Pues una iniciativa del movimiento Focolar, que consiste en construir este mismo da-do, o elaborar uno nuevo pero con los mismos mensajes, y así lanzarlo todas las mañanas al aire. Aquelpropósito que salga será lo que los niños intentarán cumplir cada día. ¡No olvidéis que para que podáisasistir vuestros padres tienen que estar inscritos en el Congreso!

¡Por fin, el jurado de Alfa y Omegaha fallado los Premios del concurso

que iniciamos en septiembre: La foto delverano!

Primer Premio:Pablo Velasco, de Madrid, por la es-

tupenda foto del trofeo que obtuvo trasuna dura jornada de pesca en el Medi-terráneo.

Segundo Premio: Marina Lavilla Camprovín, de Lo-

groño, por esa graciosa foto que, concariño, hemos titulado Pili y Mili.

¡Enhorabuena a los ganadores!Recordamos que el Primer Premio

estaba dotado con una estupenda cá-mara de fotos digital Astra Pix490,con reproductor MP3, 1,3 MegaPi-xels, Flash, Slot para CF-Card, Pan-talla LCD, Modo Automático, Fun-ción Vídeo. Más un lote de librosvalorados en 90 euros, cedidos porla editorial Palabra. El Segundo Pre-mio, con un lote de libros valora-dos en 80 euros, cedido por la edi-torial Palabra.

El Pequealfa quiere agradecera todos los participantes, que hansido muchísimos, la ilusión y elcariño con el que nos han man-dado todas sus fotos. ¡Seleccio-nar a los ganadores ha sido parael jurado una tarea realmentedifícil, pues había muchísimas foto-grafías donde elegir, a cada cual másbonita y original!

GGaannaaddoorreess ddeell ccoonnccuurrssoo LLaa ffoottoo ddeell vveerraannoo

Finalista: Mina Núñez,

de Cacabelos (León)Finalista: familia Bienes,

de Madrid

Finalista: Juan

José Sánchez,

de Huétor-Vega

(Granada)

Finalista: JavierGonzález, de Sevilla

Segundo Premio: MarinaLavilla, de Logroño

Primer Premio: Pablo Velasco, de Madrid

Recorta por el borde

del dibujo UUnn CCoonnggrreessoo ppaarraa llooss nniiññoossUUnn CCoonnggrreessoo ppaarraa llooss nniiññooss

La escasa permeabilidad que tenemos enEspaña hacia las producciones cinema-tográficas de terceros países –es decir,

hacia películas no americanas ni españolas–ha impedido que disfrutemos de la filmo-grafía de muchos directores de gran catego-ría, de los que apenas conocemos un diezpor ciento de su obra. Si eso es así de manerageneral, es mucho más evidente cuando serefiere a directores o películas que se rela-

cionan con la tradición cristiana. Es el casode títulos como La séptima morada, deMartha Meszaros, sobre la filósofa judía car-melita Edith Stein; Cristina, hija de Lav-rans, de Liv Ullman, adaptación de la grannovela de Sigrid Unset; y una interminablelista que nos proporciona un inevitable sen-timiento de frustración.

En esta ocasión, no nos quedamos en unquejoso lamento, ya que el próximo día 15 denoviembre, en el marco del Congreso Cató-licos y Vida pública, vamos a poder disfrutarde la proyección en España de Hermano denuestro Dios, del director polaco KrzysztofZanussi (Varsovia, 1939), la única películacuyos diálogos están escritos por KarolWojtyla, y cuyo guión es una adaptación desu obra teatral. La proyección será presen-tada por el propio cineasta, en el Aula Án-gel Herrera, de la Fundación Pablo VI.

En 1997, Zanussi dirigió la película, cu-yo guión adaptado co-rrió a cargo de Boles-law Taborski. En ellase cuenta la vida delpintor polaco AlbertChmielowski (1845-1916), que decidió de-dicar su vida a ayudara los mendigos, con-virtiéndose en el santoHermano Albert, fun-dador de los francis-canos albertinos y quefue canonizado por elpropio Juan Pablo IIen noviembre de1989. El Papa pudover en privado la co-pia en inglés –subtitu-lada en italiano–, y de-partió largamente conZanussi recordandoviejos tiempos. Alacabar la velada, Za-nussi hizo la siguientedeclaración pública:«Las convicciones presentadas en esta pelí-cula sorprenderán a los que sólo conocen alPapa a través de la prensa occidental, quehabitualmente intenta encasillarle en este-reotipos conservadores. Quizá la razón estéen que los polacos le conocemos mejor. Sihubiera que etiquetar al Papa, que no lo ne-cesita en absoluto, él es ciertamente más deizquierdas que de derechas. Pero de todasformas, a alguien que vive según el Evan-gelio, ¿cómo habría que etiquetarlo?»

Años antes, Krzysztof Zanussi había lle-vado a la pantalla la propia vida del Wojty-la joven, recreando el ambiente literario yestudiantil de la época y reflejando la duravida de la Polonia de los años treinta. Es-trenada en 1981, se llamó De un país lejano,y fue el actor Cezary Morawski quien en-

carnó al personaje del Papa. El argumento dela película arranca en las Navidades de 1926,con un Karol niño que celebra las fiestasjunto a su padre. Años después, entran losnazis, y tendrá que refugiarse en la casa de suamigo Wyszynski. Después de esa pelícu-la, ya nadie se atrevería a filmar otra con se-mejantes protagonistas. Pero la relación deZanussi con Juan Pablo II no había hechomás que empezar.

Zanussi fue también amigo del granmaestro del cine religioso Andréi Tarkovski.Mantuvo con él breves pero intensos en-cuentros, a lo largo de los años ochenta.Cuando Andréi tuvo que trasladarse a Paríspara seguir un tratamiento oncológico, enenero de 1986, Zanussi pudo gestionar paraél un apartamento en esa ciudad, e intervinoactivamente en la formación de los comitésque, en diversos países europeos, allegabanfondos para dar cobertura financiera al tra-

tamiento médico deTarkovski.

El cineasta Krzys-tof Zanussi recibióel Premio RobertBresson 2003, demanos del cardenalPaul Poupard, Presi-dente del ConsejoPontificio de la Cul-tura, en el marco delpasado Festival deCine de Venecia. Elgalardón, que ha lle-gado a su cuarta edi-ción, está organiza-do en colaboracióncon la Bienal de Ve-necia, y es asignadotodos los años por ladirección del Festi-val Tertio Millennio,después de haber es-cuchado el parecerdel Consejo Pontifi-cio para las Comu-

nicaciones Sociales y del Consejo Pontificiode la Cultura. El objetivo de la iniciativa,como explica el reglamento, es «premiar aldirector de cine que haya dado un testimoniosignificativo de sinceridad e intensidad enel difícil camino de búsqueda del significa-do espiritual para nuestra vida». Para Za-nussi, «ser un director de cine católico com-plica la vida; es más, a veces constituye ungrave obstáculo. Hubiera preferido recibireste Premio a la edad de Manoel de Olivei-ra (director de cine portugués galardonado elaño pasado, que hoy tiene 93 años), pero nolo considero como un beso de adiós, sinocomo una invitación a seguir haciendo ci-ne».

Juan Orellana

DESDE LA FEΩΩ26

6-XI-2003AA

El director de cine Krzystof Zanussi estrena en Madrid una película escrita por el Papa

Una proyecciónmuy esperada

«Las conviccionespresentadas en estapelícula sorprenderán a los que sólo conocen al Papa a través de la prensa occidental,que habitualmenteintenta encasillarleen estereotiposconservadores.¿Cómo habría que etiquetar a alguien que vive según el Evangelio?

Fotograma del film deZanussi De unpaís lejano

El campo de la cultura parece ser una delas pocas áreas del territorio social don-de reina un cierto sosiego. La política

nos divide, la cultura hace que nos encon-tremos. La economía nos enfrenta, mientrasque en el ámbito del arte y del pensamientonos alegramos de que otros hagan bien lascosas. Parece que en los envases del super-mercado cultural podría fijarse la consabidapegatina: Todo el mundo es bueno.

No quisiera sembrar cizaña en este pa-norama tan bucólico, pero lo cierto es que es-ta prolongada concordia me resulta sospe-chosa. Sobre todo cuando los panoramasque, por ejemplo, nos pintan los medios decomunicación ofrecen casi siempre idénticospaisajes. Son siempre los mismos quienesaparecen diciendo o haciendo cosas seme-jantes en las páginas de los suplementos cul-turales. Otros, en cambio, quedan ocultospor el velo de la ignorancia; y muchas vecessus creaciones son más interesante y rom-pedoras que las de la cultura oficial.

Como se demostró en los últimos añosde la difunta Unión Soviética, nada se per-sigue con más saña que la cultura inoficial,cuando resulta que sus representantes ni seintegran ni se callan. Alzar la voz y deciralgo que no está previsto en el guión resul-ta peligroso. No suele perdonarse.

Todo lo cual abona el convencimiento deque la neutralidad de la cultura es un mito in-teresado. Porque en la creación de bellezay en el desvelamiento de la verdad se refle-jan y se cultivan las diversas concepcionesdel hombre, del mundo y de Dios que, porfortuna, no pueden conciliarse pacíficamenteen la versión autorizada. De ahí que la pre-

gunta clave sea: ¿Qué cultura? –porque noda lo mismo una que otra–. A este interro-gante se intentará responder en el Simposiode la Universidad San Pablo-CEU, que ten-drá lugar a mediados de noviembre. A míme parece una cuestión decisiva, sobre todosi –como espero– los que intervengan enesas jornadas tienen la valentía de decir lo

que piensan y la lucidez de pensar el hondónde los muchos enigmas que rodean a las mu-jeres y los hombres de nuestro tiempo.

Hay otra cultura que no tiene la obliga-ción de mimetizarse con esa continua cere-monia de la transgresión programada –nopocas veces de escasa calidad– que recibetoda suerte de patrocinios públicos y priva-dos. La hoguera de las vanidades ha de sercontinuamente alimentada. Primero le arro-jamos todo lo que tenemos. Después nosacabamos arrojando nosotros mismos a ella,

para aplacar su voracidad y eliminar nuestropropio vacío.

Hay, lo digo de una vez, una cultura cris-tiana que, en lugar de envilecer a la persona,trata de llevar hacia la luz lo mejor que deella surge. No es edificación confesional nipropaganda eclesiástica. Es la autenticidadde quien no admite que se cierren por ordensuperior las puertas del espíritu, ésas quesegún Kierkegaard han de abrirse hacia afue-ra.

Es la cultura que crea y anticipa, que setoma de una vez por todas la libertad de in-novar a golpe de verdad y de amor, siempremás fecundos que la máscara y el resenti-miento. A esta nueva cultura, hecha de dig-nidad y de audacia, hay que darle voz, paraque no quede ahogada por el estrépito de laprepotencia y la confusión.

La capacidad de descubrir y valorar lonuevo procede de la interna energía vitalque supera lo ya conocido o tenido, paraadentrarse en zonas que no están sometidasal poder impersonal de una opinión públi-ca comercializada y manipulada, sino queconstituyen una expresión de nuestra capa-cidad inventiva. El logro de esta creativi-dad depende de que el hombre y la mujerse conciban a sí mismos como proyecto. Lavirtualidad de inauguración humana incideprimariamente en la propia persona. La cul-tura no es una feria de ocurrencias, ni unaexposición de antigüedades: es un modo deser en el que, como dijo Juan Ramón, la «li-bertad de lo bien arraigado se abre a la se-guridad del infinito vuelo».

Alejandro Llano

DESDE LA FE 6-XI-2003 ΩΩ27 AA

En vísperas de la celebración del V

Congreso Católicos y Vida públi-

ca, que tendrá lugar del 14 al 16

de noviembre en la Universidad

San Pablo-CEU, de Madrid, el Di-

rector del Instituto de Antropología

y Ética de la Universidad de Na-

varra reflexiona, para Alfa y Ome-

ga, sobre la necesidad de apostar

por la cultura cristiana, frente al

vacío de la cultura oficial cimen-

tada sobre la mera transgresión

Hacia una nueva cultura

Monumento a san AlbertoMagno en laUniversidad de Colonia

«A esta nueva cultura, hecha de dignidad y de audacia, hay que darle voz, para que no quedeahogada por el estrépitode la prepotencia y de la confusión»

Son cada vez más las películas españolasque giran en torno a la inmadurez e irres-ponsabilidad de los treintañeros, en cuan-

to a relaciones de pareja se refiere. Recor-demos Marta y alrededores, o, en versióncómica, El otro lado de la cama. En este sen-tido, En la ciudad, de Cesc Gay, es proba-blemente el título más conseguido. La pelí-cula describe las vidas afectivas de un grupode amigos. Algunos, ya casados con hijos;otros, con rolletes; y algunos, disponibles.Pero todos viven instalados en la mentira: lamujer que engaña al marido, el marido a lamujer, la esposa que tiene un lío con unaamiga de la adolescencia, el profesor que seacuesta con su alumna quinceañera…, y to-do, desde un sustrato triste, desesperanzado,y muy amargo a pesar de lo hilarante –porpatéticas- de algunas situaciones.

Cesc Gay muestra un panorama que ob-

viamente denuncia, ya que nadie alcanza lafelicidad en el film, pero no propone alter-nativas, al no existir ningún personaje que sesalve. La mentira en la que todos viven –cu-ya mayor expresión es el aborto que Irene(Mónica López) se provoca sin consultarcon su marido– se corresponde con una in-comunicación radical entre las parejas yuna absoluta falta de libertad, a la hora deponer los problemas sobre la mesa. Porejemplo, Mario (Eduard Fernández) sabeque su mujer le engaña desde hace tiempocon un colega de profesión, pero nunca seatreve a decírselo y hablar con ella: «Mequiero mantener al margen», declara conuna falsa indolencia. Más sangrante es lode Sofía, que oculta sus fracasos amorososa sus mejores amigas, inventando toda suer-te de ficciones y fantasías. Todos sufren,pero ninguno mueve su libertad en la di-rección correcta.

Cinematográficamente, la película tieneuna realización excelente, sostenida por bue-nos actores que equilibran una película co-ral, y un guión muy trabajado del directory de Tomas Aragay. La idea se le ocurrió aCesc Gay cuando, en una cena de amigos,una de las invitadas comenzó a llorar, se fueal baño y regresó más calmada. Pensandosobre ese suceso, el cineasta tejió la historiade En la ciudad. En el fondo, la película ha-ce el boceto de una sociedad donde las per-sonas viven de espaldas a sus propias exi-gencias de verdad, de justicia, de bien... ¿Ca-be mayor alienación que ésa?

J.O.

DESDE LA FEΩΩ28

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Una radiografía de la parejadel siglo XXI

Se estrena una película española que pasósin pena ni gloria por el Festival de SanSebastián, a pesar de exhibir una calidadmuy superior a la del promedio. Se trata de En la ciudad, del director catalán Cesc Gay.La película carece de propuestas satisfactorias,pero al menos tiene la valentía de describirsin hipocresía cómo es la realidad presentepara muchas parejas que padecen la ausenciade verdaderas razones para estar juntos

Dos fotogramasde, En la ciudad

DESDE LA FE 6-XI-2003 ΩΩ29 AA

Punto de vista

Un testigo singular

Estamos celebrando el nacimiento de unhijo singular de Madrid que, sin duda, es

hijo predilecto de la Iglesia en España. Setrata de Manuel Aparici Navarro, uncatólico que, primero como seglar ydespués como sacerdote, amó con pasióncontagiosa a Jesucristo, a su Iglesia y aEspaña, recorriendo constantemente loscuatro puntos cardinales de nuestrageografía para sembrar el amor a suNombre. Lideró la asociación juvenilcatólica más numerosa de toda la Historia,que en el año 1936 ofreció una pléyadevaliente de siete mil mártires en nuestropaís: la juventud de Acción Católica.

Nace en Madrid el 11 de diciembre de1902 y muere en la misma ciudad el 28 deagosto de 1964. Después de vivir apartadode Dios hasta los 27 años, en que seproduce su conversión, se entrega comoseglar comprometido al servicio de losdemás hasta los 49 años, edad a la quesiente la vocación sacerdotal, ingresa en elseminario, poco después.

Su etapa como Presidente nacionalseglar de los jóvenes de Acción Católica, de1933 a 1941, coincide con los años másduros y crueles de la historia de España. Élla asume con profundo sentido cristiano;padece toda clase de persecuciones ydificultades; jamás se arredra, visita todoslos rincones de España enardeciendo a lajuventud y poniéndola en contacto conCristo y su Iglesia, entusiasmándola en sucompromiso de unir fe y vida. Promueve laformación humana y cristiana de lajuventud, con escuelas nocturnas, cursillosde capacitación, catequesis, marchas yperegrinaciones, todo como medio paralanzarse a la santidad y el apostolado. Alterminar la guerra civil, reorganiza toda laestructura de Acción Católica, organizacursillos de formación y tandas deEjercicios espirituales, se pone al serviciode los presos en las cárceles, ayuda a viudasy huérfanos…, y culmina su obra con unrevolucionario método de evangelización:los Cursillos de cristiandad, que extiendecomo un reguero de pólvora por todaEspaña. En este combate por la fe, cae conun infarto y su posterior postración, con loque coronó su donación y su heroicoejemplo de santidad y apostolado.

Manuel Aparici Navarro sigue siendo unindicador vivo y genial de la persona deJesucristo como único Camino, Verdad yVida para todos los seres humanos. Suentrega y su valor son estímulos impagablespara reconstruir el mundo con los valoresque jamás perecen, actualizando lo que elPapa nos dijo en su última visita a España:que «se puede ser moderno yprofundamente fiel a Jesucristo»; y que «eldistintivo de los cristianos es dar testimonio,audaz y valiente, de Jesucristo, muerto yresucitado por nuestra salvación».

José Díaz Rincón

L I B R O S

Tiene razón, mucha razón, toda la razón y algo más que la ra-zón, don Vicente Cárcel, historiador de la Iglesia y divul-gador de la Historia, cuando con ira et studio señala, en el

pórtico de este libro, que «durante esos diecieséis años –desde1965 hasta 1982– ocurrieron una serie de acontecimientos quefueron construyendo rápidamente la España democrática que hoytenemos. Y en ellos, el protagonismo de la Iglesia fue indiscu-tido –y hoy debiera ser indiscutible–, si bien asistimos a un si-lencio que impresiona y asusta porque, en numerosos congresos,debates, conferencias y reuniones, así como en programas de ra-dio y TV y en publicaciones –tanto científicas como divulgati-vas– dedicados al tema en estos últimos años, se oculta o nose valora justamente la aportación de los católicos».

Añade, como presupuesto de confirmación de su tesis, que,«para la Iglesia, la Transición comenzó el 8 de diciembre de1965 –día de la clausura del Concilio Vaticano II– y terminó aprimeros de noviembre de 1982, cuando Juan Pablo II realizó suprimer Viaje apostólico a España, pocos días después de la vic-toria del PSOE en las elecciones políticas». Más allá de la sig-nificatividad de las fechas, don Vicente pretende, una vez más,recordar algunos momentos de la historia de la Iglesia en Españaque parecen sometidos a permanente amnesia social.

Respecto al método utilizado en el libro, debemos destacar lainnegable estela que esta nueva aportación editorial tiene de laobra de este autor Pablo VI y España, incluídos los dobletes deintertextualidad. Hay dos perspectivas de acercamiento y com-prensión que se conjugan a lo largo de estas páginas: una ex-trínseca, volcada en la contribución de la Iglesia, desde su es-pecífica misión, a la construcción de un orden, y de una socie-dad, en la que sus principios respondan al designio de Dios pa-ra este momento histórico; y otra perspectiva intrínseca al propiodesarrollo y evolución de la vida de la Iglesia, centrada en losprocesos de renovación y cambio. Si bien es cierto que el criteriodel conflicto de la Iglesia, o de los hombres de Iglesia, con lospolíticos está subordinado a su naturaleza y a su misión, quedaríacercenada su historia con la mera enumeración de casus belli conun régimen que, sinceramente, respetaba, y algo más, la natu-raleza de la Iglesia y el ejercicio de sus funciones.

Otra cuestión, no menos peliaguda, es el criterio interno deanálisis de los procesos de renovación eclesial y de cambio en

la comunidad de fe. Creo que aquí no se ha superado aún una etapa de fascinación eclesiásticapor algunas acciones que fueron más acontecimientos significativos como síntesis de perío-dos históricos, que avanzadillas en la consecución de una auténtica renovación de la Iglesiaen España. Me refiero, para probablemente escándalo de algunos, por ejemplo, a la lectura queaún hoy se hace de la Asamblea Conjunta, o de algunos casos y cosas como la crisis del apos-tolado seglar –que esperemos no imposibilite, en razón de una mal asimilada herencia, el futuroCongreso Nacional sobre Apostolado Seglar–, o, para concretar aún más, el pontificado enMadrid de monseñor Casimiro Morcillo y algunas de sus accciones y relaciones, como el de-sencuentro con don Miguel Benzo. Don Vicente Cárcel ha emprendido, con éste y con su tam-bién recientísimo libro de Planeta Testimonio Breve historia de la Iglesia en España, un enco-miable esfuerzo de reivinidicación de la verdad histórica que debe ser acogido con agrado, y le-ído, gustado y meditado con placer. Pese a que ya va siendo hora de explicar y contar la Historiadesde todos sus ángulos, quizá como respuesta a un ruego, una petición, de las nuevas gene-raciones que no vivieron aquellos apasionados años...

José Francisco Serrano

¿Qué Iglesia en España y qué transición?Título: La Iglesia y la transición españolaAutor: Vicente Cárcel OrtíEditorial: Edicep

Título: Breve historia de la Iglesia en EspañaAutor: Vicente Cárcel OrtíEditorial: Planeta + Testimonio

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Gentes

Radio y Televisión Con ojos de mujer

Gracias, santa Teresita

Gracias, santa Teresita, por la conmovedora visita que estás haciendo a nues-tro país, a nuestras parroquias, catedrales y conventos de tus Hermanas car-

melitas. Parece mentira, pero cuando veneramos tus restos en esa urna rodeadade cristal, nos sorprendes con tu gracia y consigues que nos dé un vuelco el co-

razón. Seguramente, en ese mo-mento de veneración, apelas a laparte más pura, más inocente, máslimpia, más pequeña de nuestraalma, y nos recuerdas que, en rea-lidad y para con Dios, todos so-mos niños, niños que lo que dese-an es estar en los brazos de su pa-dre, al calor de su amor, y olvi-darse de todo lo demás.

Enséñanos, Teresita, a dejarnosmecer por nuestro Padre Dios; así,en la máxima sencillez, como túlo hiciste, sin complicaciones, y,por ello, tan cerca de Dios. Nos complicamos tanto los sereshumanos cuando crecemos... Siqueremos entender en profundi-dad a santa Teresa del Niño Jesús,nos bastaría contemplar a un re-

cién nacido en los brazos de su madre. Ahí está seguro, ahí no necesita nadamás; haga lo que haga y esté donde esté su mamá, él está tranquilo, porque sien-te el amor. Lo mismo nos pasa a nosotros con Dios, nos enseñó santa Teresita:en sus brazos no hay nada que temer, sólo dejarse amar tiernamente por Él.

¡Qué privilegiados, nosotros, los cristianos, que adoramos a un Dios que só-lo se ocupa de amarnos, a un Dios siempre deseoso de encontrar un poco de ni-ño en nosotros, de inocencia, de ternura, de pureza, para poder entrar y llenarnoshasta rebosar! Y ¡qué necios también, de tener tantas veces el corazón y el almacerrados a este amor, con la llave del sentido común, o de la seriedad, o de losrespetos humanos, o, en definitiva, de cualquier buena excusa para pertrechar-nos en nuestros castillos interiores llenos de recovecos y pasadizos para per-derse. Santa Teresita comprendió que Dios no necesita castillos, y le hizo una ca-baña casera en su mullido corazón.

Georgina Trías

Gustavo Bueno, filósofo

Eduardo Torres-Dulce,fiscal y crítico de cine

Jesús Ballesteros, director del Grupo Bioética y Sociedad

La otra China

China es un monstruo que siempre tiene los zapatos sucios de tanto meterseen el barro. Avanza hacia el futuro con la lentitud del que posee una pa-

ciencia anquilosada y no hace otra cosa que demorarse. Sí, porque Chinaprorroga los cambios ineludibles mientras agiliza los que le vienen bien pa-ra lavar su imagen exterior. Lo cuento por la noticia que, en estos días, he vis-to en algún medio de comunicación: «China da un paso hacia la flexibiliza-ción del control estatal sobre la industria televisiva». El tema hace alusión aque el Gobierno comunista ha permitido a un grupo de ocho compañías pri-vadas producir series de televisión sin estar obligadas a asociarse con empresasdel Estado. La fuente es el prestigioso Financial Times, y la medida huele aesa propaganda calculada que le hace falta al país para aparecer en el exte-rior como la gran superpotencia del nuevo milenio. Pero China no puedellevar adelante medidas de este tenor, sencillamente porque no existe en la pan-za del monstruo el entramado de libertades propio de un Estado de Dere-cho.

Las zancadas de China están siendo, hasta la fecha, exclusivamente eco-nómicas. Cada año, el nivel de vida asciende un diez por ciento. Pero lacompulsión por el crecimiento hacia una economía de mercado sigue lastradapor los mandamientos deshuesados de la filosofía comunista, que dejan al serhumano inerme frente a la todopoderosa burocracia estatal. Quizá la rémo-ra más elocuente es la confrontación invisible entre una sociedad desencan-tada y un Gobierno encerrado en su esqueleto de dogmas. El pueblo chino hasufrido la desastrosa revolución cultural de Mao, en la que la consigna capitalera acabar con el pasado: la cultura, las costumbres, los hábitos sociales,etc. Se dilapidó todo fragmento de antigüedad y desaparecieron pinturas y mu-cho legado escrito.

En el viaje que el periodista Paul Theroux hizo, a mediados de los noventa,por los cuatro costados de China, y que relata en su famoso En el gallo de hie-rro, cuenta cómo los jóvenes estudiantes se reúnen por las noches, más alláde los horarios habituales, para hablar de democracia, de arte y de los valo-res esenciales con los que se debe contar en la China del futuro. Ese desajusteentre el monstruo y el común de los mortales aparece de forma visible en elcine que nos está llegando desde allí. No hay más que ver Together, unaobra magistral que aún sigue en cartel, para darse cuenta del peso de la familiay de la necesidad del padre en la educación de los hijos para asomarse a esaChina más real e invisible que está alejada de la versión oficial que arenga consus desahogos económicos y su propaganda.

Javier Alonso Sandoica

Cada sociedad tiene los famosos que se merece. Si es posible, los padres deben ir al cine con loshijos. Así, habrá momentos para hablar de lo que seha visto y para hablar de cosas más profundas.Pienso que el cine es un instrumento perfecto deunión en las familias.

La ley no puede tratar al embrión como un ama-sijo de células.

DESDE LA FE 6-XI-2003 ΩΩ31 AA

Lo que ha ocurrido en Barcelona con lanauseabunda exposición de las blasfemiasen el título, que, naturalmente, yo no voy arepetir, no es más que una consecuencia dela confusión y del cacao mental a la que eltodo vale lleva inexorablemente. Si elbasurero televisivo de todas las cadenas sinexcepción sigue haciendo estragos cada díamayores, sin que nadie responsable le pongacoto, porque eso, además de políticamenteincorrecto, es muy incómodo y hacetrabajar, nada tiene de particular que, luego,los descerebrados de turno blasfemen ohagan lo que les dé la gana. Ante semejanteintolerable provocación, lo primero que hayque hacer –y lo primero que yo hago comocristiano– es recordar las palabras de Cristoen la Cruz: «Padre, perdónalos porque nosaben lo que hacen»; y cumplido, con todasinceridad de corazón, este religioso deberde cristiano, lo que inmediatamente despuésme tengo que poner a hacer, y lo que hago,es usar todos los medios a mi disposiciónpara que los que no saben lo que hacen, loaprendan; y, obviamente, exigir justicia. Esmuy de agradecer que las institucionesfinanciadoras de tal exposición –aunque notodas, porque yo al menos no he visto que ElPaís lo haya hecho– emitan comunicados enlos que piden disculpas e, inteligentemente,se desmarquen de tan nauseabunda comopoco rentable iniciativa; pero con eso nobasta. Lo que yo tengo que exigir, y exijo, esque los delincuentes paguen por el delitoque han cometido. Escudarse en la libertadde expresión para montar y promover –enexposiciones como en programas detelevisión– abyecciones semejantes, escomo si yo me acojo al derecho a la libertadpara ir allí y quemarles el chiringuito. Nobasta con cambiarle el título a la exposiciónde marras. Hay que boicotearla y cerrarla,porque ya está visto lo que son capaces dedar de sí semejantes mal nacidos, bajo eleufemismo insorportable de la cultura de latransgresión. ¡Qué transgredan en su casa!

Ha fallecido recientemente el escritor JuanPerucho, Premio Nacional de las LetrasEspañolas y Medalla de Oro de la ciudad deBarcelona. La necrológica publicada en La

Vanguardia bajo la señal de la cruz, en la quese informa que ha muerto «habiendo recibidolos Santos Sacramentos», lleva debajo otrasdos esquelas, una del Presidente y delGobierno de la Generalidad de Cataluña, queexpresan su dolor, y otra del Alcalde y de laCorporación Municipal de Barcelona, quehacen otro tanto. De estas dos últimasesquelas ha desaparecido la cruz de Cristo.¡Hay muchas maneras, muy despreciables, deintentar quitar la cruz de Cristo en nuestrasociedad, pero algunas son más cobardes ymás intolerables que otras; y, por cierto, másinjustas con la memoria del fallecido queescribió en su artículo de despedida a suslectores de La Vanguardia, el pasado 7 dejulio: «En torn de Déu, como en torre vetusta,he donat voltes». Me parece que no hace faltasaber demasiado catalán para entenderlo...

Y ya que hablo de la muerte, quizás seabueno recordar que, contra todos los tópicosque, con ocasión de la Conmemoración detodos los fieles difuntos, he tenido que leer yescuchar un año más en los medios decomunicación, no es verdad que el 2 denoviembre se celebre la muerte. Lo que secelebra es justamente lo contrario: el pasode los seres mortales de esta vida a la Vidacon mayúscula; eso es lo que se celebra,porque, francamente, lo otro no sería paracelebrar. Lo que se celebra y se proclama esla fe en la vida perdurable. Nadie celebra loque no existe, ni reza por quien ha dejado deexistir. Juan Pablo II acaba de decir, en elÁngelus del día en que la Iglesia recuerda alos fieles difuntos: «La muerte no tiene laúltima palabra». Ya me hago cargo de queesto no es fácil de entender para quien,como Carmen Rigalt en El Mundo, escribeque «Juan Pablo II, como el mayordomo deLady Di, o Julián Muñoz, es un producto deconsumo», o se cree que la Iglesia escuestión de bailar la lambada. Yacomprendo también que no es fácil deentender para los que tratan de convertir aun diario como El País en agente de ventasde un Hans Küng preocupado, como otroque sé yo, por ¡mi libro, mi libro!

Gonzalo de Berceo

Punto de vista

¿Seguridad, o vergüenza?La idea inicial del muro de separación en

Israel fue de la izquierda israelí, y coincidíacon la llamada línea verde: se decía que erabueno que los dos pueblos destinados aconvivir vivieran separados por algún tiempo,antes de comportarse como buenos vecinos.Más tarde, la derecha la acogió, aunquecambiando radicalmente su sentido; en juniode 2002 comenzó su construcción para lograrel aislamiento total de Cisjordania; se proyectóuna longitud de unos 600 kilómetros, de losque sólo 140 están construidos. Las obras separaron por decisión política. Lo grave es queSharon ha decidido ahora continuarlas contraviento y marea, incluso frente a la oposición desu fiel aliado. Para Israel, es un cierre deseguridad, única manera de impedir larealización de más ataques suicidas. Para lospalestinos es una reedición del Muro de laVergüenza, que trata de fragmentar el futuroestado palestino, y legalizar importantesasentamientos ilegales, sepultandodefinitivamente la ya moribunda Hoja de ruta.¿Quién tiene la razón?

Sharon ha emprendido una obra faraónicacuyo presupuesto inicial –de 500 millones deeuros– ya está agotado, y cuyas previsionesfuturas –un suplemento de mil millones– se niegaa pagar Bush, amenazando con descontarlo de laayuda ordinaria. Las consecuencias económicaspara la maltrecha economía palestina seránigualmente nefastas, aunque difíciles de calcular;por de pronto, se expropian sin indemnizaciónmuchos terrenos árabes; a veces se dividenpoblaciones y, con frecuencia, explotacionesagrícolas, cuya rentabilidad quedairremisiblemente afectada. Únanse a ello losobstáculos que el Muro representa para lacomunicación y el tránsito de las personas. Haypueblos cuyos habitantes ya no pueden ir atrabajar sus propias tierras, ni llevar sus enfermosal hospital, ni sus hijos al centro docente; losescasos puestos abiertos están sujetos a unrégimen arbitrario, cambiante cada día.

Me parece a todas luces desproporcionadoel costo que va a suponer el muro deCisjordania, aun dando por supuesto que logreel fin de los atentados suicidas (que está todavíapor demostrar). Se incrementará en el otro ladola humillación de un pueblo encerrado ahoraentre bloques de cemento. Se continuaránsembrando semillas de odio entre las jóvenesgeneraciones palestinas, cuyos horizontesvitales se ven cada vez más empequeñecidos.Se habrán causado daños materiales y morales,que nadie reparará, a miles de familias del todoempobrecidas. Mientras tanto la Hoja de rutarecibirá el tiro de gracia y, en una eventualmesa de conversaciones, Israel podrá presentarla política de hechos consumados, desoyendolas razonables voces de la Unión Europa, yponiendo en aprieto al fiel amigonorteamericano. ¿Servirá ello para la paz entreisraelíes y palestinos?

Gabriel García Cantero

Mingote, en ABC

Mientras el legado material(el espiritual es eterno) deJuan Ramón Jiménez,uno de los más grandespoetas españoles, langui-dece, y su casa y sus re-cuerdos exhiben ruinasmorales, ante la incuria delos irresponsables y un si-lencio ominoso, apenas ro-to por algunas voces ami-gas de clamar en los desier-tos, la degradación audiovi-sual disfruta su triunfomasivo y obsceno. Es la másperfecta expresión de los des-manes que provoca el impe-rio cultural de las masas y suindigencia intelectual y mo-ral, la quintaesencia de la de-rrota del pensamiento a ma-nos de la banal ley de los gran-des números.

Al menos, cabría esperarque los mercaderes de la de-gradación tributaran con su si-lencio el homenaje a la exce-lencia escarnecida. Pero, al pa-recer, aspiran a añadir a su culpael oprobio de la justificación yla transferencia de su responsa-bilidad a una audiencia malfor-mada y cautiva. Tal vez ignorenque, al invocar la soberanía delpúblico, implícitamente recono-cen el agravio infligido a la inte-ligencia y al decoro. Frente a lascríticas recibidas, con todo tibias yminoritarias, responden, añadien-do indigencia a la indigencia, quees el público el que quiere ver estetipo de espacios, y que la obliga-ción de las televisiones comercia-les es responder a las demandas de su pú-blico. Así habla un sofista y un mercaderque trafica con mercancía averiada, un ten-dero de los alimentos del alma.

En el fondo, sus justificaciones albergan

un explícito reconocimien-to de culpa, pues si los programas no cons-tituyeran una agresión a la dignidad humana,no habría necesidad de transferir la respon-sabilidad a la voluntad del público, sino queencontrarían su justificación en sí mismos.

Pero, además, entrañan la más burda de lasfalacias, pues las presuntas necesidades delpúblico son inducidas por los programado-res.

Ortega y Gasset denunció la rebelión delas masas contra toda excelencia y contralos criterios de valor, la antigua rebeldía delos mediocres contra los mejores, la morbo-sa extensión de la democracia más allá delámbito de la política. Hoy se ha consumadoel fenómeno y se han agravado sus perfilespatológicos. Quienes debieran ser minoríasselectas halagan a las masas por un puñadode monedas. Pero habrá que recordarles elcrimen de lesa cultura en el que incurren.

Quien siembra incultura co-secha incultura. Pero él esel responsable de la simien-te y de la cosecha.

Nos obsesionamos por lasalud del cuerpo y olvida-mos la del espíritu. Em-prendemos cruzadas con-tra el tabaco, analizamoslos alimentos que ingeri-mos y el aire que respira-mos. Y está bien. Perodespreciamos el estado delos alimentos del alma.Al menos, cabría exigirel dictamen de las auto-ridades sanitarias quenos advierta que la con-templación de ciertosprogramas puede per-judicar gravemente a lasalud del alma y pro-vocar cáncer de espíri-tu o enfermedades car-diovasculares de la in-teligencia. Pero, al pa-recer, sólo lo corporales objetivo y para loespiritual todo es re-lativo.

Una cosa hay queagradecer a los em-presarios de la de-gradación y editoresde la basura: que nodefiendan el valorde sus afrentas a lainteligencia y que,reconociendo pu-dorosamente la ab-yección, se escu-den tras el vere-dicto de las ma-sas. Pero que nose engañen: elveredicto es in-ducido y falaz.

Ni siquiera la televisión es necesaria. NiPlatón, ni Miguel Ángel ni Mozart la cono-cieron, y la fatal carencia no les impidió en-noblecer el género humano.

Ignacio Sánchez Cámara

ΩΩAA

La degradación de las masas

La firma de don Ignacio Sánchez Cámara emerge habitualmente en la prensanacional abordando los más variados asuntos relacionados con la vida política y cultural. Ahora acaba de publicar De la rebelión a la degradación de las masas(Ediciones Áltera), una colección de artículos que sontodo un homenaje.

Alfa y Omega agradece la especial colaboración de: