diferentes ritos aymaras

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  • Hans van den Berg

    Abstract. - The feast of the dead which the Aymara indians ofPeru, Bolivia, and Chile celebrate on the 2nd of Novembercontains a whole series of elements which are not Christian: theconstruction of an altar in the home, feeding the spirits of thedead, songs and music performed by children and youth, nightgames during a long vigil service, dances in the hills performedby adolescents, ritual battles, banquets in the cemetery, etc. Allthis in sorne way is related to agriculture. Since pre-Colurnbiantimes the Aymara attempt to contact the dead at this time of theyear. It is a crucial time for agriculture: the end of the dryseason, which is the season for planting, and the beginning ofthe rainy season, which is the season of growth. The dead areoffered a banquet so that they might intervene before the lordsof the rain in favor of the living. There is apure co-incidencebetween the ancient Aymara and Andean celebration of thedead and the Christian commemoration of the dead, whosedate the Abbot of Cluny, Odilon, established to the 2nd ofNovember in the year 998. {South Amerca, Petu, Bolivia,Chile, Aymara indians, rituals oi the dead}

    -Hans van den Berg, O. S. A.; en Lovaina, Nimega y Utrechtcurs sucesivamente estudios de Teologa, Historia de lasReligiones, Lenguas Orientales, Fenomenologa de la Reli-gin; desde 1976 Profesor de la Universidad Catlica Boliviana(Cochabamba), desde 1977 Director del Departamento deTeologa y Ciencias Religiosas; ha realizado investigacionesetnogrficas de campo entre los Aymaras. - Es autor de:Material bibliogrfico para el estudio de los Aymaras, Calla-wayas, Chipayas, Urus [5 tomos] (Cochabamba 1980, 1984,1988), Diccionario religioso aymara (Iquitos 1985); es autor denumerosos artculos sobre las culturas bolivianas.

    Una de las caractersticas ms importantes de lareligiosidad autctona de los Aymaras! es el grannmero de ritos que ejecutan. Podemos mencio-nar, en primer lugar, aquellos ritos que marcan losdistintos momentos cruciales del ciclo vital: naci-miento, matrimonio, muerte; y los que estnrelacionados con otros acontecimientos del hogar:el primer corte de pelo de un nio, la construccinde una nueva casa, la enfermedad y los viajes quese hacen. No menos importantes son los ritos queacompaan las actividades econmicas: el barbe-cho, la siembra, la cosecha, la crianza de losanimales, la caza y la pesca; y los que tienen porobjetivo conseguir un tiempo favorable para laslabores agrcolas: ritos para conseguir lluvia o para

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    evitar la granizada, la helada o las lluvias excesi-vas. Varios de estos ritos son ejecutados hoy en daen fiestas cristianas: p. ej. el rito para obtener unabuena cosecha en la fiesta de la Candelaria o enCarnaval; el rito para agradecer por la cosecha enla fiesta de Pentecosts.

    Aunque haya un gran nmero de ocasionesdiferentes en que los Aymaras ejecutan sus ritos yuna amplia posibilidad de improvisacin, podemosdescubrir una estructura bsica que subyace aprcticamente todos los ritos.

    Esta estructura es, por decirlo as, una proyec-cin en el mundo religioso, del comportamientosocial que encontramos en uno de los fenmenosculturales ms caractersticos de los Andes, asaber: el de la solicitud y de la prestacin de ayuda,o sea el fenmeno social de la colaboracin mutuaque se realiza en base al principio de la reciproci-dad.

    Demos un ejemplo sencillo. Cuando un cam-pesino quiere la cooperacin de uno o variosmiembros de su comunidad para la realizacin dealguna labor agrcola o de alguna obra, p. ej. laconstruccin de una casa, se acerca a la casa de lapersona, cuya colaboracin quiere solicitar, pidepermiso de entrar destocndose al mismo tiemposu sombrero, manifestacin de respeto por lapersona en cuya casa est entrando. Con algunaspalabras pide disculpa por venir a molestar ypresenta a continuacin su solicitud de ayuda parael trabajo que quiere realizar. Subraya esta solici-tud ofreciendo al dueo de casa algn presentesencillo, generalmente algunos productos agrco-las. En caso de que un campesino busque lacolaboracin de muchos compaeros, p. ej. parahacer en un solo da su cosecha de papas, va decasa en casa con un jarro de alcohol y un vasito:

    Los Aymaras forman uno de los pueblos autctonos msgrandes del continente americano. Actualmente hay ms omenos 1.500.000 Aymaras, que viven en el sur del Per,principalmente en el departamento de Puno, en la parteandina de Bolivia, en especial en los departamentos de LaPaz, Oruro y Potos, y en el norte de Chile.

    La celebracin de los difuntos entre los campesinosaymaras del Altiplano

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    despus de haber explicado el motivo de su visita,ofrece una copita de alcohol. Si el dueo de la casao la persona a quien se ha dirigido el solicitante,acepta el presente o el vasito con alcohol, general-mente de forma silenciosa, significa que se com-promete a colaborar. Una vez hecho el trato, sesientan, conversan y mascan coca. Finalmente, sedespiden, reiterndose de un lado la solicitud y delotro lado el compromiso de ayuda.

    Podemos resumir lo que acabamos de descri-bir en el siguiente esquema:

    Solicidud de ayudaintroduccin se pide permiso de entrar en

    contactomanifestacin de reverenciase pide disculpas por la molestia

    acto central presentacin de la solicitudofrecimiento de presentescompromiso de ayuda

    intercambio conversacinmascar coca (eventualmente comery beber)

    despedida reiteracin de solicitud y decompromiso

    Es sta la estructura que podemos encontraren los ritos. Con los seres sobrenaturales y con losdifuntos se trata como con los humanos, cada vezque 'se necesite de su colaboracin y ayuda. Paraentrar en contacto con ellos, hay que pedirlespermiso, lisinsha (dicencia-), como dicen los mis-mos campesinos, y al hacer esto hay que mostrarlesel debido respeto. Antes de pedirles cualquieracooperacin, hay que ofrecer disculpas, porque lapresentacin de una solicitud puede molestarles ocausar su indignacin. Luego, se formula la solici-tud en una sencilla oracin improvisada, seguidamuchas veces por la recitacin de algunas oracio-nes cristianas.

    La parte central del rito consiste en el ofreci-miento de dones, del kariu cario, como dicenlos Aymaras: alcohol y una ofrenda compuesta,llamada misa 2, cuyos ingredientes deben ser delagrado especial de los seres sobrenaturales, aquienes uno se dirige. Tambin se pueden ofrecercomidas y bebidas. Al quemar o enterrar laofrenda, el campesino supone que los seres sobre-naturales la consumen y acceden a atender lasolicitud.

    Luego, los participantes en el rito se sientan amascar coca y tomar alcohol. Este acto es conside-

    2 Para detalles sobre la ofrenda compuesta, ver Girault 1972:237-436.

    Hans van den Berg

    rada como una comunicacin tanto entre elloscomo entre ellos y los seres sobrenaturales.

    Finalmente, se despiden formulando nueva-mente una oracin o con las palabras estereotipa-das: suma hurakipan,

  • La celebracin de los difuntos entre los campesinos aymaras del Altiplano

    fallecido en el curso del ao que empez con laltima celebracin de los difuntos- y que se llama

    'lIl comnmente machaq alma, . Elsegundo ao se habla de taypi alma epxeta", , es decir a medio camino de la detres aos. Por ltimo, la celebracin del tercer ao

    {, es llamada tukut alma apxata 7, , que ha llegado alfinal del perodo en que debe ser atendida enforma especial.

    Los das en que dura la fiesta, que sonnormalmente dos o tres, pueden recibir tambindiferentes nombres: jiwirinakan (almanakan) ju-tap uru, el da de la llegada de las almas (de losdifuntos); c'elluru ; el da de la libacin, es decirel da de la visita al cementerio y de la aspersin delos sepulcros; alma tispachuru 9, el da de ladespedida de las almas.

    Aunque son los difuntos que estn en el centrode la atencin durante los primeros das denoviembre, siendo los principales destinatarios delos ritos, hay una vaga idea de que tambin lossantos como colectividad tienen su fiesta en estosdas. Al respecto Cale ha registrado varias obser-vaciones de sus informantes. La noche de lasVsperas de Todos Santos es tambin para Dios ylas Estatuas (1969: 271). Todos Santos es la fiestade todos los santos y vrgenes (1969: 270), detodos los santos general en toda la Repblica(1969: 269). Para los protestantes se trata solamen-te de los apstoles, que son considerados :Creemos nosotros Todos Santos que es dade los santos como ser apstoles. Ellos sonevanglicos (1969: 271).

    5 No est de todo claro, cules de las almas de los que hanfallecido desde la ltima celebracin de los difuntos, sonatendidas durante la nueva fiesta. Cale (1969: 274), p. ej.,dice primero: Mi informante catlico dijo que las almas delos que han muerto recientemente no regresan para TodosSantos. Si una persona muere dos das antes de TodosSantos, el alma no vendr. Si una persona muere unasemana antes de Todos Santos, la negada del alma esdudosa.s Pero, ms adelante la misma autora restringe lallegada a las almas de las personas que han fallecido durantelos primeros meses despus de la ltima fiesta de TodosSantos: Si la persona muere en noviembre, diciembre oenero, el primer aniversario es celebrado en el siguienteTodos Santos; si la persona muere en el perodo de febrero aTodos Santos, el aniversario es diferido un ao hasta elsiguiente ao (1969: 276).

    6 Ver Alb 1971-1974: XA-388. Taypi: medio.7 Ver Alb 1971-1974: XA-388. Tukua: terminar.8 Ver Alb 1971-1974: XA-1119.9 Ver Tschopik 1968: 177; Cale 1969: 274; Valda 1972: 147;INDICEP 1974a: 6.

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    En cuanto a las mismas almas que soncelebradas, tenemos que hacer algunas distincio-nes. Ya hemos dicho que se trata principalmentede las almas de las personas que han fallecidodurante los ltimos tres aos, las llamadas machaqalmanaka, . Estas almas se dividenen varias categoras. En primer lugar se distingueentre las almas de los nios fallecidos, llamadasgeneralmente ,y las almas de los adultosmuertos. En segundo lugar, se hace una divisinentre las y las . Las primeras trabajan para Dios enel cielo (Ochoa 1974: 2); las otras estn penandoen los volcanes (Ochoa 1974: 2), estn vagandopor los cerros, o estn en el infierno (Allen1972: 26). Con respecto a estas ltimas dijo uninformante de Oporto y Fernndez: no importaque stos estn condenados, siempre vienen avisitar a los suyos (1981: 13).

    Pero, se celebra tambin, sea en forma msgeneral y no tan individual, a las llamadas nayraalmanaka, , es decir a las almas de laspersonas que han fallecido hace ms que tres aos.Se las llama, a veces, o

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    nen un cadver caliente> 12. Cuando se hace unacelebracin grande, se nombra o elige, a veces, deentre los parientes cercanos a una persona que

    -{..debeorganizar y dirigir la fiesta. A esta persona sela llama eh 'amak preste, , es decir: el que tiene la responsabilidadprincipal de atender el alma del difunto (verBuechler and Buechler 1971: 83-84). Participantambin los miembros de la familia extensa, loscompadres, comadres y ahijados, y luego, en lascomunidades, los comunarios, en especial cuandotienen relaciones de ayn (forma de colaboracinmutua muy difundida en los Andes) con losdeudos, y en los barrios de las ciudades, losvecinos. Luego, encontramos tambin a nios yjvenes, que vienen a rezar y cantar; los ltimos, aveces, disfrazados como viajeros o viejitos. Final-mente, se presentan tambin los pobres de lacomunidad o del barrio, que por motivo de estafiesta son atendidos de modo especial 13.

    Hay muchos motivos para celebrar a los" difuntos. En primer lugar, la conviccin es general,

    que a comienzos de noviembre las almas vienen asu casa para visitar a sus familiares 14. Los aymarasmanifiestan esta conviccin con expresiones, aveces, muy curiosas y claras. Todas las personasque han fallecido o que han muerto suelen regresarpara el da de todos los santos por ser su da(Ochoa 1974: 2). Segn uno de los informantes deCale (1969: 270), Todos Santos es el nico daporque el Dios le ampara para que el esprituvenga a sus distintos lugares; ese da las almastienen libertad de venir. Dios les da un dafranco. Como a toda persona que viene de visita auna casa, tambin a estos visitantes hay queinvitarles bien, es ms, hay que convidarles lo msque se pueda, porque son visitantes muy especia-les. En primer lugar, porque son necesitados,como los pobres: dicen que el alma sufre durante

    12 funt'u: calor; amaya: cadver; sufijo ni: posesivo (verValda 1973: 143; Barstow 1979: 229). Ochoa (1974: 4) dauna interpretacin un poco diferente de esta expresin: Aestas personas que celebran los tres aos a las almas sellaman junt'unis, porque dicen que cuando llega el alma semantiene el calor del hogar.

    13 Buechler (1980: 83) interpreta la atencin de los pobres dela siguiente manera: Tanto los difuntos como los pobres sintierra se encuentran alejados de la corriente principal de lavida de la comunidad. Durante Todos Santos ambos gruposentran en el centro.

    14 Hace algunos aos, cuando visit una comunidad campesinael da antes de Todos Santos, un campesino me pregunt:Ser siempre verdad, padre, que maana a las doce lleganlas almas? Yo reaccion con otra pregunta: Y por quentonces ests preparando t'ant'awawas? El me contestlacnicamente: Por si acaso, padre.

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    los tres primeros aos, tanto de comida como deropa (Ochoa 1974: 4). Estas almas de las perso-nas muertas necesitan de vveres para mantenersefuertes. Tambin necesitan de otras cosas, comoropa, a fin de seguir luchando por ir al cielo otrabajar para Dios (Ochoa 1976: 14). Allen(1972: 26) anot: Al parecer las almas son gran-des andarines y necesitan provisiones para elviaje. Necesitan tambin ayuda para alcanzar susalvacin, es decir para encontrar su definitivatranquilidad, que, a 10 mejor, se haga realidaddespus de los tres aos en que se les atiende demodo especial. Por eso, se hace rezar por susalvacin. Dice Tschopik (1968: 177) al respecto:El principal objeto de estos aniversarios fnebres ~parece ser asegurarles a las almas que son recorda-das, asegurar su viaje al cielo y evitar que vuelvan amolestar a los vivos.

    Visitantes especiales lo son tambin, porquepueden molestar y hacer dao a los vivos, enparticular a sus familiares. Si no se les trata biendurante los primeros aos despus de morir,regresan a la tierra para infligir el infortunio en susfamiliares que an viven. Para evitar esta maldi-cin, los parientes deben recordarles a las almas ydarles de comer el da de Todos Santos (Carter yMamani 1982: 345). El castigo o la maldicin quelas almas pueden infligir, se refiere, de modoespecial, en el caso del campo, a los daos quepueden sufrir las semillas que se han colocado en latierra, y a una mala cosecha en el prximo ao.Pero, al ser atendidas bien, las almas tambinpueden favorecer el buen crecimiento de lasplantas. Barstow dice muy acertadamente al res-pecto: Coincidiendo ms o menos con el final dela siembra, Todos Santos y el Da de los Difuntosson claramente ritos de cultivo. Por medio dedones directos a las almas y de intercambios entrelos humanos, se expresa la fe de que se consigue labenevolencia de las almas. Con este apoyo sobre-natural se puede esperar una cosecha abundante(1979: 229). Las almas intervendrn ante Dios, lossantos y los seres sobrenaturales autctonos enfavor de los hombres.

    2. Los distintos momentos de la celebracin delos difuntos

    2.1 El mes de octubre

    Tradicionalmente el mes de octubre ha sidoconsiderado como : todo elmes de octubre debe ser dedicado a rememorar alos difuntos (INDICEP 1974a: 3). En varias

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    zonas los parientes de los difuntos que son espera-dos para la fiesta de comienzos de noviembre, sevisten de luto durante este mes. Adems, duranteeste mes no se pueden celebrar actividades socialesque distraigan la atencin de las familias o de lascomunidades, tales como matrimonios, bautizos,etc., porque constituyen una falta de respeto a losmuertos y pueden acarrear castigos por parte de las-alrnas. (INDICEP 1974a: 3). Un chequeo delibros de bautismo y de matrimonio en variasparroquias del Altiplano me ha enseado que estasupuesta prohibicin no es acatada en formageneral, aunque he podido constatar que enespecial el nmero de matrimonios es considera-blemente menor en este mes.

    Los das lunes de este mes son consideradoscomo los das ms apropiados para celebrar a losdifuntos 15.

    Rigoberto Paredes hace mencin de unacuriosa celebracin de los difuntos en el curso delmes de octubre. Aqu citaremos solamente lodescrito por este autor: en la parte interpretativade nuestro estudio hablaremos sobre el contenidode este texto. Los indios practican la conmemo-racin de sus difuntos en dos ocasiones: la primeraen octubre, presidida por un prroco. La fiesta escosteada por los indios destinados al efecto, queson los amaya huereninekes'", es decir, que tienenla vara de autoridad para festejar a los muertos.Estos se encargan de pagar las misas dedicadas alos difuntos, en general, y antes que se celebren,ellos se constituyen a primera hora del da seala-do, en el lugar del cementerio donde est la fosacomn y extraen de ella una media docena decrneos, que son luego adornados, con pan de oroo plata 17, o con papeles dorados y puestos en lacapilla en lugar adecuado y preferente. Durante eloficio de la misa las calaveras reciben especialesatenciones del oficiante y terminada ella" S

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    2.2 Preparacin prxima a la fiesta

    Durante la ltima semana antes de la fiesta todaslas familias que van a recibir a las almas, se dedicana la preparacin de las comidas que ofrecern a losvisitantes del ms all. Entre las cosas que sepreparan, se destacan figuras de harina de trigo, dequinua, de cebada o de caihua, que forman elalimento ms tpico de la celebracin de losdifuntos. Se las llama, en forma general, k'ispias(k'ispia: amasar con una mano) cuando tienenforma de galletas, y muk'uas19 o thaxtis20,cuando son una especie de panes. Estas figuras depan tienen distintas formas, cada una con su propiosimbolismo. En primer lugar, encontramos figurasantropomorfas. Representan a las almas de losdifuntos que van a ser convidados. Se las llamat'ant'awawas, , si representan anios, y t'ant'a achachis, , sirepresentan a adultos. Con frecuencia llevan caraspintadas y, a veces, tambin el nombre o losiniciales del difunto. Igualmente, hay figuras hu-manas con mscaras que representan bailarines yfiguras picarescas en que se ponen en relieve losgenitales masculinos o femeninos (Alb1971-1974: Difuntos), que expresan el deseo defecundidad que tienen los humanos, deseo que, enel contexto de esta fiesta, se transpone tambin a lafecundidad de la tierra.

    Un segundo grupo de panes forman las figuraszoomorfas: llamas, ovejas, perros, aves, etc. Pue-den representar el rebao del difunto, pero tam-bin pueden servir, simblicamente, como mediode transporte para el alma, en particular losauqunidos, el caballo o el guila. La llama sirvetambin para llevar las ofrendas alimenticiashacia el pas de los muertos (Buechler1980: 81).

    Por ltimo, un tercer grupo forman las figurasvarias: coronas para el justo (Alb 1971-1974:Difuntos), escaleras, para que el alma puedasubir al cielo fcilmente (INDICEP 1974b: 4)21;

    19 Mukutha. Mascar el mayz para chicha, echandol.e espeso, yno como aguaca (Bertonio 161211I: 224). Muk'us.Comer pito (maz, cebada o quinua tostada y molidafinamente) u otra cosa molida y seca (Cotari, Meja yCarrasco 1978: 234). En el dpto. de Oruro se usa la palabramuk'ua, en especial, para pan de quinua (ver lNDICEP1974b: 4). Este pan se amasa con las dos manos.

    20 Thaxti es una palabra que se usa para pan duro. En Bertonio(161211I:347) encontramos: Ttskhtte. Vna medida rasa dechuo, o de mayz, Su: En el sur del Per se usa tambin lapalabra thuxtu (ver Ochoa 1974: 1-2).

    21 Buechler (1980: 80) dice: para las almas para subir delpurgatorio.

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    una balsa para cruzar el lago de los muertos; unaluna y ~str~Has que deben alumbrar y ~uiar alalma; un sol, que significa la vida para el difunto(INDICEP 1974b: 4),

    En el cuarto principal de la casa los familiaresconstruyen una especie de altar domstico, llama-do comnmente ,cubierto con un mantelouna sbana (negra o morada, cuando el difunto esadulto, y blanca, cuando es nio o joven), sobre elcual el alma del difunto se encontrar durante suvisita a la casa22. Esta puede tenerdiferentes formas. La forma ms sencilla es unamesa grande que se coloca contra la pared delcuarto y sobre la cual se alistan todas las cosas quese quiere ofrecer al alma, adems de la foto deldifunto y, a veces, algo de la ropa que le hapertenecido en vida. Una forma ms complicadaencontramos, cuando se construye sobre la mesauna especie de escaparate de dos o tres peldaos,que puede llegar hasta la tumbada del cuarto. Eneste caso se coloca en el nivel superior la foto deldifunto o un cuadro con su nombre y la fecha de sufallecimiento, o tambin alguna figura antropo-morfa de pan que le representa, Con frecuencia secoloca en este nivel tambin un crucifijo, quepuede ser de pan o de dulces, pero tambin de otromaterial. Esta cruz puede encontrarse tambin enel nivel inmediatamente inferior. A los brazos de lacruz se cuelgan a menudo pequeas coronas depapel. Al lado del crucifijo se colocan escaleras depan o tambin figuras antropomorfas de pan. Elnivel inferior, que hasta cierto punto es el msimportante, es llamado con frecuencia . Sobre este nivel se colocan todos los ali-mentos que se han preparado para el alma, o seael alma manq'a, . Se trata,generalmente, de todo aquello que al difunto le ha

    22 Oporto y Fernndez (1981: 12) llaman esta

  • La celebracin de los difuntos entre los campesinos aymaras del Altiplano

    gustado comer en su vida. Junto con estos manja-res se encuentran diferentes bebidas, pero tambinotras cosas que tienen un simbolismo especial:plantas maduras de cebolla (tuxuru), cuyos talloshuecos servirn de recipiente para que el almalleve agua al otro mundo (Alb 1971-1974:Difuntos); flores de retama, para ahuyentar a losespritus malignos23 y huevos quebrados, conobjeto de que las almas paguen sus deudas moralescon dicha materia que en el preciso momento seconvierte en oro (Valda 1973: 146). Adems, lamesa es adornada con pequeas coronas fnebresde papel negro o morado, con flores y velas.Finalmente, se construye sobre la un arcoo una especie de carpa, usando caas de azcar,que son considerados como el bastn de peregri-no que necesita el alma en su travesa al ms all(Alb 1971-1974: Difuntos). La carpa hace pensaren aquella carpa que se construye por motivo de unmatrimonio y debajo de la cual se sientan losnovios con sus padrinos para recibir los regalos desus familiares y amigos.

    2.3 Ceremonias en la casa del difunto

    Segn la conviccin general, las almas llegan a suscasas el da 1 de noviembre a las 12 horas del da.Su llegada se manifiesta de distintas maneras: porla aparicin de moscas que se acercan a la ,o de una mariposa nocturna, llamada amaykita,considerada como smbolo de la muerte (cf.amaya: cadver): la amaykita es una mariposanocturna que abunda bastante en la poca deTodos Santos. En las casas en que en estos das haytumba para un machaq alma, cuando entra una deestas amaykitas dentro del cuarto con la tumba, lagente dice el alma ha venido (Alb 1971-1974:XA-0243). Ciertos vientecillos o sonidos que seobservan en este momento, igualmente son inter-pretados como indicadores de la llegada de lasalmas (ver Ochoa 1976: 15).

    Inmediatamente despus de haber constatadola llegada de las almas, los familiares encienden lasvelas que se han colocado sobre la . SegnOporto y Fernndez (1981: 13): en algunas regio-nes se acostumbra a anunciar la con el estallido de una dinamita, seal que ala vez significa el momento de empezar a rezar ycantar por los muertos.

    Los familiares del difunto se renen alrededorde la y se le da la bienvenida, invitndole

    23 Spartium }unceum L. De Lucca (1983: 835) da comonombre aymara: Inca pankara.

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    al mismo tiempo a disfrutar de los manjares que sele han preparado: Aqu est tu casa, puedencomer lo que deseen. Bien hecho que han ido apedir bendicin de Dios. Recurdense siempre desu familia (Ochoa 1974: 2). Todos formulan susoraciones, a menudo siguiendo las indicaciones delos dueos de casa: el pariente ms cercano delms insigne de los difuntos, toma la palabra y sedirige personalmente a los asistentes:

  • 162tilda de ingrato, perezoso y cobarde para afrontarla dificultad de la vida humana (Valda 1973: 150).A continuacin, se encarga al alma intervenir anteDios en favor de los suyos: para que Dios lesbendiga, de modo que haya proteccin contra lasdesgracias, prosperidad y bienestar en la familia,buena cosecha de las chacras, fecundidad en elganado, buena suerte en el comercio. Luego, eltisiti ora por el alma misma, pronunciando algunasoraciones cristianas. Despus le hace la promesade que el prxima ao ser atendido todavamejor, si haya conseguido para su familia lo quenecesita. Finalmente, concluye este contacto conel alma con palabras como las siguientes: Conesta oracin que ests alimentado y saciado hastael prximo ao (Ochoa 1974: 3).

    El tercer momento de la actuacin del risiri esun nuevo dilogo breve con el doliente o ladolienta. Citemos nuevamente a Valda (1973:149), para dar un ejemplo de tal dilogo:

    Rezador: A/masti ucaoracin catuspan.

    Doliente: Catusiq panay.

    El alma que se agarreesta oracin.

    Que se agarre no ms.

    Junto con los rezadores se presentan, amenudo, pequeos grupos de nios o jvenes quevienen a cantar por las almas. Los cantos especia-les de la fiesta de los difuntos, llamados (ver Oporto y Fernndez 1981: 18), estn inspira-dos en los villancicos y tienen generalmente uncontenido marcadamente cristiano, aunque de tipocristianismo popular. Demos el siguiente ejemplode tal , registrado por Oporto y Fernn-dez en 1980 en el cementerio de Alto Lima, en elAlto de La Paz, en que se hace una referenciainteresante a la siembra y a las lluvias que seesperan (Oporto y Fernndez 1981: 18-19):

    Luriya anjiJa/uriya anji/aanji/a wawaju/uray wawa

    kimsa ka/waryu paskatukhasti

    kantt'asiwaq 'och t'asisawa

    si/uyanji/a/uriya anji/a

    khitis awkimasarakiristamasan jusiysawa sasinasra

    Angel de gloriangel de gloriacriatura de ngelflor de criatura

    cuando cruces los trescalvarios

    cantando (vas a ir)vas a cruzar

    ngel del cielongel de gloria

    quin es tu padre?si te pregunta (diciendo)le dices que es San Jos

    khitis taykamasarakiristamatu/uris mamawa sasinasata

    quin es tu madre?se te pregunta (diciendo)le dices que la madre

    Dolores

    Hans van den Berg

    si/uy anji/a/uriya anji/a

    ngel del cielongel de gloria

    si te pre8unta, ~a quhas venido?

    le dices que he venido aplantar

    le dices que he venido aregar

    Kunlrus jutta sarakiri-stama

    ayruriw jutta

    qarpiriw jutta sasinasiit

    si/uyanjila ngel del cieloliriya anjila ngel de gloria(para otro ejemplo, ver INDICEP 1974a: 5-6).

    Fuera de los rezadores y de los grupos decantantes se presentan tambin grupos de msicos,que tocan con preferencia el pinkillu, un aerfanocuyo sonido claro, segn la conviccin general,atrae la lluvia: La msica del pnkillu atrae lalluvia; es una forma de andecha y as no ofende alos muertos cuya cooperacin es imprescindiblepara hacer fructificar los sembrados (Harris1983: 144). Valda (1973: 147) se equivoca, cuandodice que en esta fiesta se toca la tarka, porque esteinstrumento musical, ms bien, obstaculiza lallegada de las lluvias y puede perjudicar el normalcrecimiento de las plantas. Buechler (1980: 41)anota acertadamente al respecto: Entre el final dela poca seca y el comienzo de la poca de lluvias,un perodo en que la lluvia cae irregularmente, latarka ... estaba estrictamente prohibida, porquesu sonido podra daar las plantas recientementesembradas.

    Todos los participantes en estos ritos dedifuntos reciben como por sus ora-ciones, sus cantos o su msica algo de los alimentospreparados para esta ocasin y colocados sobre la de las almas. He puesto la palabrarecompensa entre comillas, porque en el fondo nose trata de recibir algo como un pago o unaremuneracin por un servicio prestado. No serecibe los alimentos en retribucin por las oracio-nes, por los cantos o por la msica, sino paraayudar a los familiares a alimentar a sus difuntos,porque las almas se alimentan por medio de laspersonas que consumen lo preparado para ellos:Dicen que el alma se lleva todo lo que ponenencima de la tmbola por intermedio del resiri(Ochoa 1974: 3). Por eso, se puede decir tambinque, segn el concepto de los Aymaras, losrezadores, por ms que consuman, no se hartan,porque son las almas que sacan el valor nutritivo delas comidas que son consumidas: los resiris llevansolamente el bagazo de los vveres y comidas,porque en realidad el alma y el sabor de los vveresse los lleva el alma; por eso los vveres que recogeel resiri no le hacen ningn provecho (Ocho a1974: 3).

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  • La celebracin de los difuntos entre los campesinos aymaras del Altiplano

    Las almas no solamente se nutren por mediode los rezadores, sino tambin por medio de lasmoscas. Ya hemos observado que las almas sehacen presentes por medio de estos insectos,incorporndose, por decirlo as, en ellos: lasalmas son llevadas por las moscas, es por eso que seven las moscas en las comidas o platos puestos en latmbola (Ochoa 1974: 2). Si entra una mosca yse acerca al alimento, la familia no la espanta, sinoque la consideran como seal de que el alma estcomiendo y beneficindose del alimento (Allen1972: 26).

    Las almas forman parte de la comunidad delos vivos y pueden intervenir positivamente enfavor de los suyos, garantizndoles prosperidad,bienestar, buenas cosechas. Por eso, cuando se lesalimenta en su fiesta, no solamente es porque sonhambrientas que necesitan de comida, sino tam-bin para por su ayuda, por su colabo-racin. La que se da a los rezadores,en el fondo es una recompensa que se da a lasalmas, su parte de la cosecha del ao. Uno de losinformantes de Allen lo expres de la siguientemanera: El da de difuntos puede considerarseen general como el da de cosecha para almas(Allen 1972: 27).

    Durante la noche y generalmente hasta lamadrugada se realiza el velorio o el alma wilaa(forma aymarizada del verbo -velar- ). Este tiempolargo se llena principalmente con la realizacin devarios juegos, algunos de los cuales han llegado aser caractersticos para esta fiesta.

    En primer lugar tenemos el juego llamado(aymara: tawa). Es un juego antiqusimo, yamencionado en la obra Fedro, o de la belleza(274d) de Platn y posiblemente de origen egipcio,que lleg a ser popular en toda Europa y que fueintroducido en Amrica por los Espaoles. En uncampo de tierra removida o sobre un piso de tierrafirme humedecida se traza una raya y desde ciertadistancia se arroja un astrgalo de buey, decarnero o de llama, comnmente llamado taba,hacia la parte que queda al otro lado de la raya. Laposicin en que queda el hueso en el campo o sobreel piso determina la suerte. El hueso tiene cuatropartes: una parte ms o menos cncava y en formade S, que se llama carne; una parte ms plana,contraria a la carne, llamada culo; una parte quetiene un hoyo o concavidad, que se llama chuca y laparte opuesta a esta ltima, llamada taba. Se gana,si al caer el hueso queda hacia arriba el ladollamado carne; se pierde si es el culo, y no hayjuego si es la chuca o la taba (datos de ParedesCandia 1966: 94).

    Puede ser que este juego haya tenido algn

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    antecedente en la cultura aymara prehispnica, yaque en el antiguo vocabulario aymara de Bertonio(1612/11: 42) encontramos varias palabras relacio-nadas con el juego de la taba: Ccanccallu; Huessocon que juegan ala tagua. Ccanccallutha. Jugarla.Ccanccallusitha: Idern (en 1612/1: 441, Bertoniotiene Ccancalla en vez de Ccenceltuy; Chunca;Tagua de madera para jugar. Chuncasitha, Pisca-sitha; jugar a la tagua, que aca es de madera.Chuncaasitha, Marccaasitha. Perder a este juego.Chuncajasitha. Vencer (1612/11: 92).

    Un segundo juego se llama palama. Estejuego consiste en hacer un pequeo hoyuelo en elsuelo, de unos veinticinco centmetros de dime-tro. Al centro clavan un hueso a manera de un clavogrande o estaca, para que sirva de seal. Desdecierta distancia los jugadores deben arrojar peque-as piedras .... Las piedras que el jugador logrameter en el hoyo, se cuentan como tantos en favor(Paredes Candia 1966: 106-107)24. No est de todoclaro, si este juego es de origen prehispnico o queha sido introducido por los Espaoles. ParedesCandia (1966: 106) lo considera como un juegooriginal de los antiguos charcas del actual departa-mente de Chuquisaca, mientras que NatanielAguirre en su famosa novela Juan de la Rosarelaciona la palama con el palamallo espaol (verAguirre 1943: 25).

    Finalmente, tenemos un tercer juego, llamadotantos. Se extiende sobre el piso una manta, y losjugadores deben arrojar doce granos de maz,quemados por una de sus caras, sobre la manta. Elprimero que logra hacer caer los doce granos dellado ennegrecido sobre la manta, es el ganador(ver Costas 1967/11:290). Sobre el origen de estejuego lastimosamente no hemos podido encontrardatos.

    Cada uno de estos juegos populares ha sidointegrado en el culto de los difuntos. Se los practicadurante el velorio que se hace despus de la muertede una persona, durante las ceremonias de losocho das y en la fiesta de los difuntos a comienzosde noviembre. En el caso de la taba, las personasque participan en el juego deben apostar, obliga-toriamente, una suma de dinero; los que pierdendeben pagar la suma indicada y, despus de tresjugadas, todos se ponen de pie para dar unaoracin al y entregar el dinero reunido aldoliente, quien, con esta suma, podr comprar msbebida o realizar cualquier otro gasto necesario(INDICEP 1974a: 4). En cuanto a la palama y lostantos, cada vencedor es obligado a pronunciar

    24 Para variantes de este juego, ver Costas 1967/11: 152-153;Kessel 1978-1979: 84.

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    unas oraciones especiales en favor de las almas queestn de visita. Al mismo tiempo, estos juegossirven para divertir a las almas que estn presentes,mientras que el vuelo de los objetos que se usan -el astrgalo, las piedritas y los granos de maz -,simboliza el vuelo de las almas al ms all o sirvepara que las almas encuentren ms fcilmente elcamino a su destino.

    En la madrugada todos se renen nuevamentecerca de la y pronuncian sus oraciones.Las almas reciben su desayuno y despus la es desmantelada para ser trasladada alcementerio. Los llamados estumbadores- reci-ben una parte de las comidas que se han prepara-do.

    2.4 Ceremonias en la iglesia

    Aunque en el primer da de la fiesta de los difuntoslas casas particulares forman el centro principal delas ceremonias, pueden haber tambin celebracio-nes en las iglesias o capillas. Sin embargo, nohemos podido recoger mucha informacin al res-pecto: los datos que hemos encontrado, se refierencasi todos a la regin Carangas (dpto. de Oruro)-norte de Chile.

    Van Kessei observ en Cultane, norte deChile, una ceremonia que puede ser comparadacon la que present Paredes (1963) como una delas costumbres del mes de octubre: un culto de losdifuntos centrado alrededor de algunos crneosexcavados de la fosa comn del cementerio. Setrata claramente de una ceremonia comunitaria enhonor del llamado , la totalidad delos antepasados de la comunidad. En la tarde delda 10 de noviembre la comunidad se rene en eltemplo. Los funcionarios del culto y los pasantes(fabriquero, mayordomo, cantor, alfreces y sa-cristn) dirigen el culto. El cantor es el celebranteprincipal y segn sus indicaciones se coloca, en elcentro del templo, una mesita cubierta con unpao negro, sobre la cual se exponen las calaverasdel . Se enciende una vela, que nodeja de arder hasta el da siguiente. A continua-cin, cada santo del templo recibe tambin su vela.... El cantor ejecuta sus responsos y reza elrosario. Las otras autoridades colocan coca sobrela mesa del ; en seguida lo hacentambin los dems asistentes al culto. Esta es todala ceremonia (Kessel 1978-1979: 90).

    Diferentes son las observaciones que hizoMonast en el pueblo de Corque, provincia Caran-gas del dpto. de Oruro. Segn est autor, alatardecer del da primero de noviembre las almas

    Hans van den Berg

    se trasladan de sus casas a la iglesia o la capilla,donde permanecern hasta ms o menos la media-noche, Los deudos les acompaan y transportanla tumba - altar de panes - de la casa a la iglesia,para celebrar all en el lugar santo el velatorio ....Se instala la tumba, religiosamente cubierta con lospanes-hombre o los panes-beb, en un rincn de laiglesia; las gentes se agrupan en su alrededor.Velarn durante cuatro o cinco horas, sentados enel suelo o en los bancos, masticando coca, conver-sando e incluso bebiendo (Monast 1972: 30-31).En este caso no se trata de una ceremoniacomunitaria propiamente dicho, sino de la conti-nuacin de la celebracin familiar fuera de lacasa.

    Vale la pena mencionar aqu tambin lo queRouma observ a comienzos de nuestro siglo en elpueblo de Caaviri, provincia Aroma del dpto. deLa Paz: una visita a la iglesia del pueblo mepermiti observar la notable ingenuidad de lasmanifestaciones religiosas. Al pie del altar seencontraba una fila de muecas toscamente talla-das en madera y vestidas con trapos. El indio quenos acompaaba y que cumpla el oficio desacristn, nos dijo que eran santos. Delante decada una de estas muecas haba a manera deofrendas una cantidad de confites expuestos sobreun papel y delante de algunas privilegiadas botellascon chicha y aguardiente (Rouma 1933: 129).Aunque no hemos podido constatar, si se conocentambin en otras regiones tales muecas de made-ra, podemos preguntar si no cumplen la mismafuncin que las figuras antropomorfas de pan quehemos descrito ms arriba. De todos modos,dudamos que aqu se trate efectivamente deimgenes de santos; ms bien, basndonos en elhecho de que se colocan confites, y bebidas delantede estas muecas - algo que, segn nuestroconocimiento, no se hace delante de las imgenesde los santos -, pensamos que tambin este tipo demuecas prefiguran las almas de los difuntos.

    Una ltima costumbre encontramos nueva-mente en el departamento de Oruro. Temprano enla maana del da 2 de noviembre los responsablesde las campanas se renen al pie de la torre de laiglesia para rendir homenaje al tuti mal1ku, elespritu de latorre, considerado como uno de losms importantes espritus protectores de la comu-nidad campesina, y a las campanas que se encuen-tran en la torre. Les piden, al mismo tiempo,realizar con eficacia el trabajo que ese da lesencargarn, a saber: intervenir en favor de lasalmas. Durante el da los parientes de los difuntosse presentan a uno de los responsables de lascampanas y le dan los nombres de los difuntos,

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  • La celebracin de los difuntos entre los campesinos aymaras del Altiplano

    para quienes le piden tocar las campanas. Elresponsable grita el nombre del difunto: , al mismo tiempo que toca la campana con unsonido triste (INDICEP 1974a: 6). Los respons-ables, como otros rezadores, reciben alimento ybebidas de los parientes de los difuntos.

    En la misma maana del da 2 de noviembre secelebran tambin misas de almas en los pueblosprincipales, donde haya un sacerdote.

    2.5 La qhachwa

    Costas Arguedas, en su obra sobre las costumbresde los indgenas de Yamparez (dpto. Chuquisa-ca), antiguos Aymaras actualmente quechua-hab-lantes, despus de haber descrito lo que se hace enlas casas durante el velorio de la noche del primeroal dos de noviembre, dice: Mientras esto ocurreen el rancho, los mozos y las imillas [mozas] bailany beben en la cima de una colina (1950: 84).

    Se trata aqu de una antigua danza autctona,llamada la qhachwa, ya mencionada en Bertonio(1612/11:32): Cahuatha. Baylar vn rueda degente tomandose de las manos. Aunque slo enpocos lugares se ejecuta esta danza en la mismafiesta de los difuntos, la mencionamos aqu,porque nos presenta un indicio de que los ritos ycelebraciones de este momento importante del aohan de ver directamente con la fertilidad.

    La danza qhachwa puede ser ejecutada duran-te un largo perodo del ao, pero siempre dentrode la poca del crecimiento de los cultivos. Carter yMamani, que nos informan sobre la cultura aymarade la provincia Ingavi del dpto. de La Paz, dicenque esta danza es celebrada todos los aos entreel da de Todos los Santos y el comienzo de laCuaresma (1982: 195), mientras que los espososBuechler, que realizaron investigaciones en laprovincia Omasuyos del mismo departamento,indican que la'qhachwa se baila por primera vez enla fiesta de San Andrs (30 de noviembre) y quepuede ser repetida hasta cinco veces en fechasespecficas: Concepcin (8 de dic.), Santa Luca(13 de dic.), Santa Brbara (entre Santa Luca yNavidad)25 y en Navidad (Buechler and Buechler1971: 78).

    Los ejecutores de esta danza son siemprepersonas jvenes que no han contrado todavamatrimonio. Bandelier dice en un manuscrito decomienzos de nuestro siglo: slo participa genteno casada: muchachos y muchachas de edad nbil

    25 La fiesta de Santa Brbara se celebra, ms bien, el 4 dediciembre.

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    (ms: 258). Carter y Mamani (1982: 195) especifi-can la edad, hablando de jvenes de 18 a 20 aosy de chicas de 18 a 25 aos. Buechler, por sulado, indica que hasta adolescentes toman parte enesta danza: La kachua no es un rito de paso, yaque sus participantes no necesariamente han llega-do a la edad de la pubertad. Es ms, muchachos ymuchachas participan durante todo el perodo dela adolescencia (Buechler 1980: 145, nota 5).

    La qhachwa es un baile nocturn026. A unadeterminada hora de la noche suben a una colinaprimero los jvenes, acompaados por tocadoresde flautas, y ms o menos una hora ms tarde lasjvenes, llevando comidas y bebidas. En un lugartradicionalmente usado para la qhachwa se en-cuentran los dos grupos. Hasta la madrugada sedivierten all, bailando, cantando, comiendo ybebiendo. Ejecutan diferentes-bailes, de los cualesel ms importante es la propia qhachwa, queconsta de varias figuras. A eso de las cuatro de lamadrugada los bailarines escuchan cuidadosamen-te para poder or el cantar del gallo. Esto marca elcomienzo de la verdadera q"achwa. Los bailarinesse separan en dos grupos formados en lo posiblepor el mismo nmero de personas y divididos porsexo. Para cada uno se elige un gua varn, cuyaprimera responsabilidad es arreglar su grupo enuna formacin ovalada, con los hombres de unlado y las mujeres del otro. A una indicacin de losguas las chicas comienzan a cantar los cantos de laq"achwa - es decir cantos de coqueteo y cortejo.En cada rueda todos estn cogidos de la mano. Losdos grupos en formacin dando vueltas se acercan,y al encontrarse forman un pequeo pasillo deparejas del mismo sexo. Despus que hayanbailado esta figura varias veces, la msica cambia,y comienza con otra figura. Los hombres formanuna fila larga y hacen unos arcos levantando lasmanos y tomando las de su compaero. Las mu-jeres tambin, agarradas de la mano, serpenteanentre los arcos hasta que, al llegar al final, ellastambin forman los arcos a travs de los cualesserpentean los hombres. A continuacin la msicacambia otra vez, y comienza una tercera figura dela q'ecbwe, filas que serpentean tomndose de lasmanos. A continuacin viene una cuarta q"achwa:las parejas se turnan para bailar tres danzas,mientras el resto del grupo las rodea, las mujeres aun lado, los hombres al otro. De dos en dos loshombres avanzan hasta el centro del campo, ycomienzan a regatear por las mujeres que desean

    26 Los esposos Buechler (1971: 76), como nicos, presentaneste baile como una baile diurno.

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    (Carter y Mamani 1982: 196-197; - ver tambinBuechler and Buechler 1971: 76-78).

    Ms o menos a las seis de la maana termina laqhachwa y todos retornan a sus casas.

    Bandelier, basndose en un texto del cronistaCobo y en expresiones de uno de sus informantes,insina que la qhachwa originalmente haya sidouna danza de guerra (ver Bandelier, ms: 258). Eltexto de Cobo, que cita Bandelier, reza as: Otrosbailes tienen en representacin de sus guerras, yhcenlos los varones con sus armas en las manos.El baile llamado cachua es muy principal, y no lohacan antiguamente sino en fiestas muy grandes;es una rueda corro de hombres y mujeres asidosde las manos, los cuales bailan andando al rede-dor (Cobo 1956/IV: 265). El informante deBandelier afirm que la qhachwa antiguamentedebe haber sido una danza de guerra, ya que lasmujeres exhortan a los hombres a ir a la guerra yles reprenden su cobarda (ms: 258). Dudamos, siBandelier tenga razn con su interpretacin. Enprimer lugar, el texto de Cobo, que ha sido tomadode una parte de su crnica, en que presenta ms omenos al azar, es decir sin ordenarlas por tipos opor caractersticas que tienen, las muchas danzasantiguas de los Andes (ver Cobo 1956/IV:261-266), no est de ninguna manera claro, que laqhachwa pertenece a los bailes que representan lasguerras. Ms bien, parece que no, porque el autorindica claramente que las danzas de guerra sonejecutadas por varones armados, mientras que laqhachwa es un baile en que participan hombres ymujeres. Yen cuanto a la sugerencia del informan-te, la exhortacin y el reproche de parte de lasmujeres no necesariamente han de ver con unaguerra verdadera, sino que pueden formar parte delas coplas que ellas cantan por motivo de laqhachwa y en que tratan de provocar y desafiar alos jvenes con insultos, afrentas y reconvencio-nes, echndoles en cara que no valen para nada,que son temerosos, cobardes, etc. Lo que, s,podemos afirmar, es que en la qhachwa se trata deun medir fuerzas, no en plan de guerra, sino enrelacin con el acercamiento de los sexos y enltima instancia con la fecundidad humana. Laschicas desafan a los jvenes y stos reaccionan conotras coplas,. igualmente provocativas. Y en losmismos bailes jvenes y chicas se agarran y tratande hacerse caer, mostrando as sus fuerzas. Elmedir fuerzas hacen tambin los jvenes entre s.Durante el regateo por las mujeres, las chicas seescapan y se esconden, y los jvenes empiezan aacusarse mutuamente de haberse llevado su chica.Enojados llegan al t'inq "u, un acto de habilidadpara probar la fuerza, en la que juega el prestigio

    Hans .van den Berg

    de cada joven (Carter yMamani 1982: 197).Todoesto, finalmente, puede desembocar en la realiza-cin de matrimonios burlescos, lo que indica queefectivamente la qhachwa es una especie de rito defecundidad.

    Pero hay ms, en la misma qhachwa nosolamente se simboliza la fecundidad humana, sinotambin la fertilidad de la tierra, de modo que esterito nocturno llega a ser tambin un rito de lalluvia, como ya observ el mismo informante deBandelier (ver ms: 258), o un rito de fertilidad,como dice Buechler (1980: 99): La kachua tienetodas las caractersticas de un rito de fertilidad.Esto se desprende de varios detalles de esta fiestajuvenil. En las coplas se hace continuamentealusin al florecimiento de los campos. Los msi-cos tocan el pinkillu, aerfono que, segn hemosvisto, debe atraer la lluvia, o la tarka, en caso deque las lluvias sean ya excesivas. En Compi (prov.Omasuyos, dpto. La Paz), los participantes, des-pus de haber regresado a su comunidad, colocanguirnaldas de pan y de frutas alrededor de loscuellos de la mxima autoridad de la comunidad yde la persona encargada de prevenir la cada degranizadas durante la poca del crecimiento de lasplantas (ver Buechler and Buechler 1971: 78;Buechler 1980: 99). Adems, los mismos campesi-nos interpretan la qhachwa como una danza quegarantiza ~I florecimiento de sus campos, al decirque cuando se baila la qhachwa, las floresflorecen de alegra (Buechler and Buechler1971: 93).

    Podemos decir, como conclusin, que laqhachwa es un encuentro de adolescentes y jve-nes, en que stos despliegan sus fuerzas en formacompetitiva para despertar y fortalecer la fecundi-dad humana y, as, influir positivamente en lafertilidad de la tierra y garantizar la misma.

    2.6 Las ceremonias en el cementerio

    En la maana del 2 de noviernbre/" las almas setrasladan al cementerio, generalmente bajo la for-ma de moscas o de un viento (ver Monast 1972:31; INDICEP 1974a: 6), para unirse por unas ho-ras con sus cadveres que yacen en los sepulcros.Los familiares trasladan las que el daanterior han construdo en sus casas y que han des-mantelado en la madrugada, al cementerio y las re-

    27 Las comunidades campesinas que entierran sus muertos enel cementerio de un pueblo, tienen generalmente la visita alcementerio el da 3 de noviembre. El 2 de noviembre elcementerio es visitado por los vecinos del pueblo.

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  • La celebracin de los difuntos entre los campesinos aymaras del Altiplano

    construyen all encima de los sepulcros, colocandosobre las mismas una gran cantidad de comidas.

    En el cementerio se repite prcticamente todoaquello que se ha hecho en las casas desde elmomento de la llegada de las almas hasta elamanecer.

    En un ambiente verdaderamente festivo loscomunarios se renen en el cementerio. Lasfamilias que festejan a uno o varios difuntos seagrupan alrededor de sus sepulcros, para rezar ypara recibir y convidar a los rezadores, paraagasajar a los nios que vienen a cantar, y parahablar de las actividades que realizara en vida eldifunto, comentando sus gustos y travesuras, oaventuras sentimentales (Oporto y Fernndez1981: 14). Con frecuencia se juega tambin en elcementerio la taba. Generalmente hay un conjun-to de msicos, que toca el pinkillu, para atraer lalluvia", y en los cantos de los nios nuevamente sehace alusin al florecimiento de los campos, comoen el siguiente ejemplo:

    Flora, folorayArura, arurayGloria folorayGloria aruray

    Maya calvarior pursin

    Flor, florpalabra, palabraflor gloriosapalabra gloriosa

    Cuando llegas al primerCalvario

    que se encuentra en elprimer lugar

    hermano, t rezarsflor, flor

    Cuando llegas al segundocalvario

    (Buechler 1980: 85)29,

    Todos los participantes en esta celebracin sehartan con las comidas preparadas y tratan deconsumir todo lo que se ha trado: no deberegresar ningn manjar del Cementerio porque delo contrario vuelven las penas al hogar (Valda1973: 147). El Aymara Ochoa expresa la mismaconviccin de la siguiente manera: Dicen que nohay que hacerse sobrar ninguna clase de comidas nivveres que hayan sido preparados para las almas;y si lo olvidan dar al resiri o intencionalmente sehacen quedar algunos vveres preparados paratodos los santos, entonces traer muchas desgra-cias. Dicen que se quedan las tristezas del alma(Ochoa 1974: 3).

    Todos los que visitan el cementerio, en

    maya lugaranquiwa

    lila ristasitaFoloray, foloray

    Paya calvarior pursin

    28 Girault registr varias melodas de esta fiesta, que han sidopublicadas por los esposos d'Harcourt (1959: 119-124).

    29 Calvario se refiere aqu a los sepulcros que se encuentran enel cementerio. Los nios se trasladan, cantando, de sepulcroa sepulcro.

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    especial los familiares de los difuntos y los rezado-res, hacen libaciones sobre los sepulcros en home-naje a las almas.

    A una determinada hora de la tarde se realizael alma tispachu, la despedida de las almas. Enalgunas regiones se tiene la costumbre de realizarsolemnemente el despacho del , esdecir de las almas de los antepasados remotos,considerados como los fundadores de la comuni-dad. Los comunarios se renen junto con lasautoridades alrededor de la tumba principal ocomn del cementerio o del llamado Calvario: elcantor despacha al cantndole suresponso de despedida (Kessel 1978-1979: 90).

    Las familias particulares invitan para la despe-dida de sus almas a un rezador especial, conside-rado como experto en hacer rezos. Este risiriformula una serie de oraciones o sea responsosque son consideradas las oraciones ms completasy poderosas para beneficiar al alma (Ochoa1974: 3).

    Finalmente, todos se despiden de la tumba ydel panten realizando un abrazo de buena hora yperdn de pecados (Ochoa 1976: 16).

    2.7 El tinku

    En los extremos del espacio geogrfico ocupadoactualmente por los Aymaras, a saber: en laprovincia Huancan del dpto. de Puno y en elnorte del dpto. de Potos''", se realiza en la fiesta delos difuntos, concretamente el 2 de noviembre, unencuentro armado entre grupos antagnicos. Esteencuentro comnmente es conocido como el tinku,substantivo derivado del verbo tinkua, 31.Ya en el vocabulario de Bertonio de 1612 este ver-bo est directamente relacionado con encuentros

    30 Ver Gorbak, Lischetti y Muoz 1962: 258; Harris 1983: 142.- Antes se conoca este encuentro armado por motivo de lafiesta de los difuntos tambin en otras partes del territorioaymara, segn consta del siguiente pasaje del manuscrito deBandelier: Nuestra llegada a Patacamaya coincidi con unacontecimiento extraordinario: la fundicin de una campa-na por los indios .... Despus de la fundicin tuvo lugar laorga usual y, ya que dos grupos de indios, los de lacomunidad de Iquiaca y los de la estancia de Beln tomabanparte, estall una pelea general, en que fueron matados unhombre y una mujer de Beln. Se esperaban ms matanzas,porque los mismos partidos tienen la costumbre de encon-trarse el da de Todas las Almas en el campo abierto parauna batalla general (ms: 176-177). Patacamaya queda en laprovincia Aroma del dpto. de La Paz.

    31 En el diccionario de Torres Rubio de 1616 (1966: 175)encontramos simplemente: Tincuiie. Caer. El modernodiccionario de Cotari, Meja y Carrasco (1978: 363) tiene:Tinkua. Caerse tropezando en algo.

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    armados: Tincutha. Encontrarse los exercitos, obandos contrarios en la guerra, o en los juegosvenir a la batalla, cornencar la pelea, y cosassemejantes (16121II: 350). El mismo significadoencontramos en un moderno dicconario del que-chua de Cochabamba: Tinkuy. Combatir o guer-rar dos o ms grupos entre s (Herrero y Snchez1983: 447).

    Este encuentro armado, que parece ser deorigen aymara (ver Gorbak, Lischetti y Muoz1962: 298), pero que se conoce tambin en zonasquechuasf, no solamente es realizado en la fiestade los difuntos, sino tambin en otras fiestas, comoSan Sebastin (20 de enero), Candelaria (2 defebrero), Carnaval [', Santa Cruz (3 de mayo) yenfiestas patronales.

    El tinku se realiza siempre entre gruposantagnicos o entre individuos que representan aestos grupos. Pueden ser grupos formados pordiferentes ayllus34, generalmente enemistados porlitigios sobre senderos, como en el caso de loslaymis y jukumanis del norte de Potos, o, como enel caso del tinku de la fiesta de los difuntos, gruposformados por miembros de las mitades de unmismo ayllu35

    El tinku se desarrolla normalmente de lasiguiente manera. Los dos grupos toman posicinen una especie de planicie, manteniendo unadistancia de aproximadamente treinta metros en-tre s. Todos los participantes estn armados consencillas armas tradicionales: la q'utewe, unahonda para lanzar piedras: el liwi, una boleadoraformada por tres bolas unidas con una cuerda; y elwichi wichi, otra arma arrojadiza con una solapedra ". El combate, que puede durar bastante

    32 Para Bolivia y Per, ver Gorbak, Lischetti y Muoz 1962:255-261. Para Ecuador, ver Hartmann 1971/1972.

    33 Con excepcin del norte de Potos: El Carnaval ... es lanica fiesta del ao donde est prohibido pelear y no searman batallas rituales (Harris 1983: 143).

    34 Cotari, Meja y Carrasco (1978: 45) definen ay/lu de lasiguiente manera: Un conjunto de familias establecidas enun lugar y vinculadas entre s por un tronco comnsanguneo.

    35 Con respecto al norte de Potos, dice Harris (1983: 142): lapelea de Todos los Santos est particularmente asociada conla oposicin de las mitades dentro de la etnia misma. Estasmitades no son tanto clases matrimoniales en la actualidad,sino ms bien afiliaciones derivadas de la propiedad de latierra. En la provincia Huancan del dpto. de Punoluchan las parcialidades de la (Checa) y las de la (Kupl) (Gorbak, Lischetti y Muoz 1962: 258,296).

    36 Bertonio menciona ya estas armas: Korahua. Honda paratiran> (1612/Il: 57); Liui. Cordel de tres ramales con vnasbolillas al cabo (1612/Il: 195); Vichi vichi. Vna piedraatada a vn cordel para tirar al modo de Liui (1612/I1: 384)..

    Hans van den Berg

    tiempo, consiste en tirar piedras hacia el grupoopositor. Despus de un primer tiempo de pelea semantiene un descanso, para atender a los heridos ypara recobrar fuerzas, tomando alcohol y mascan-do coca. El segundo tiempo termina, generalmen-te, con un acercamiento de los dos grupos, paraentrar en un combate cuerpo a cuerpo. Para estapelea los participantes llevan guantes fortalecidoscon fierro. El encuentro termina, cuando uno delos grupos se rinde, declarndose vencedor elotro.

    Ya hemos indicado, que el tinku puederealizarse tambin entre individuos que represen-tan al ayllu o a la mitad del ayllu, a que pertenecen.Pueden enfrentarse con hondas o tambin consogas, flagelndose mutuamente las pantorrillas.Bertonio registr para este ltimo tipo de pelea lossiguientes verbos: Chahuatha. Sacudir con soga,latigo, y otras cosas assi (16121II: 68). Chahuasi-a. Un juego barbaro, que se sacuden unos a otroslos mozos divididos en vandos, y se lastiman muybien, y en cada pueblo tienen dia sealado paraesto. Chahuasia. La soga de nervivos con que sesacuden (16121II: 68)37.

    La realizacin del tinku, que no solamentetiene por objetivo que uno de los grupos encombate salga vencedor del campo de batalla, sinotambin que haya muertos, segn la conviccin delos mismos campesinos, est directamente relacio-nada con la agricultura, ms concretamente con laobtencin de una buena cosecha y as de prosperi-dad. Citemos algunos testimonios:Cuando un partido avanza, significa esto para ellos que hanganado la cosecha, qu las papas que han sembrado estnbendecidas (Alencastre et Dumzil 1953: 29).

    Tal vez esta sangre derramada constituye una ofrenda, para quelas cosechas sean abundantes y haya harto maz (Hartmann1971/1972: 130).Cuando hay muertos va a haber buen ao para los dos bandos;va a ser un regular ao si no hay muertos (Gorbak, Lischetti yMuoz 1962: 290).

    37 De Lucca (1983: 96) registra estos verbos como vocablos deuso comn en la provincia Chucuito del dpto. de Puno:Chawaa. Lucha o pelea ceremonial que anualmente serealiza entre comunidades y que consiste en que loscontendores se paran frente a frente y se van dando latigazosen las pantorrillas hasta que uno de ellos se rinde.Chawasia. Castigarse mutuamente con un ltigo en laspantorrillas. No est claro, si efectivamente estos verboscon el significado indicado estn todava en uso en laprovincia de Chucuito: hemos poddo comprobar que DeLucca en cuanto al aymara de esta provincia se basaexclusivamente en el vocabulario de Bertonio de 1612. En elaymara moderno del sur del Per encontramos los verbos:chawaa, escoger cereales, y ch'axwaa, reir, meter bulla,guerrar (ver Bttner y Condori 1984: 27,44).

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  • La celebracin de los difuntos entre los campesinos aymaras del Altiplano

    A estos testimonios registrados podemos aa-dir, que, cuando en el ao 1982hubo una tremendasequa en el norte de Potos (y otras partes deBolivia), muchos campesinos comentaban que sela deba, sin duda, a que en los tinkus del aoanterior no se haba derramado suficiente san-gre.

    Hablando de la qhachwa, ya hemos observadoque el medir fuerzas en forma competitiva tiene surepercusin o su efecto sobre la naturaleza y sobrelos cultivos que estn desarrollndose: las lluviasllegarn a tiempo y sern suficientes para poderesperar una buena cosecha. En el tinku ese medirfuerzas toma una forma mucho ms fuerte an:aqu el hombre despliega cuanto ms energaposible, lo que le es posible justamente porque seencuentra frente a un verdadero enemigo. Y estedesplegamiento de fuerzas es como la culminacinde todos sus esfuerzos para garantizar su subsisten-cia. Desde su profunda conviccin, basada en suexperiencia diaria, de que la tierra no da as noms, es capaz y est dispuesto hasta derramar susangre para favorecer el crecimiento y la madura-cin de las plantas. Este derramamiento de sangrees un verdadero sacrificio en el doble sentido de lapalabra: acto de abnegacin por excelencia yofrenda - como otra wilancha (sacrificio sangrien-to que los Aymaras hacen con frecuencia en susritos) - a los seres sobrenaturales que puedenayudar al hombre a encontrar lo que necesita yanhela.

    2.8 Final de la fiesta

    Una vez despedidas las almas, los deudos y losdems comunarios se entregan a una fiesta de baileque puede durar varios das y que se caracterizaprincipalmente por una gran manifestacin dealegra, de jovialidad y de hilaridad, algo quellam ya la atencin de un observador extranjerodel siglo pasado: la fiesta es inaugurada poralgunos indios disfrazados como viejos, que hacensubir al mximo la hilaridad de los espectadorescon sus muy cmicos saltos, torsiones y movimien-tos de cabeza, de las manos y de todo el cuerpo,con sus chistes, alocuciones y humoradas. . ..Ningn payaso hubiera podido hacerlo mejor. ...Durante toda la fiesta reina una alegra revoltosa,una alegra hasta el cansancio (Nusser 1887:124-125).

    Son en especial los adolescentes y jvenes quese disfrazan como viejos y viejas para distraer a losadultos: Chicos vestidos con ponchos viejos,llevando mscaras y con bastones torcidos en las

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    manos, representan a hombres ancianos. Chicosmayores y jvenes visten faldas que un da perte-necan a mujeres que han fallecido. Sus rostrosestn escondidos detrs de mantas negras. Imitanindecentemente el comportamiento femenino. Laschicas visten su mejor ropa y llevan muecas yhasta bebs, que han prestado de sus hermanasmayores (Buechler 1980: 86).

    Hay personas disfrazadas como cura y sacris-tn, que administran matrimonios bufos y bautizosde muecas de pan.

    A veces se llega a realizar una especie dejusticia popular, en que se revelan las fallas y hastalos pequeos crmenes de los comunarios, perosiempre en un ambiente de cordialidad y decompaerismo. En este contexto se inventantambin con frecuencia los apodos.

    Esta fiesta de divertimiento y de regocijo, quese realiza poco antes de la poca de lluvias, escomo un anticipo de la fiesta de Carnaval: laalegra que se manifiesta antes de tener seguridadsobre el resultado que va a tener la siembra, escomo una proyeccin de la alegra que esperanpoder manifestar en la fiesta de Carnaval, cuandolos campos que ahora parecen muertos todava, sepresentarn verdes y vivos.

    3. El trasfondo histrico de la fiesta de losduntos y su significado

    Como ha podido constatar el lector al leer laspginas anteriores, la fiesta de los difuntos, talcomo se la celebra hasta el da de hoy en casi todosambientes aymaras, es una totalidad bastantecompleja, compuesta de muchos elementos. Encuanto al trasfondo histrico de esta totalidad,podemos hacer varias preguntas. Se trata de unafiesta que ya exista en los Andes antes de lacristianizacin, y que, en cuanto al momento enque se la celebraba, coincida con la conmemora-cin cristiana de todos los difuntos? O ha sidointroducida esta fiesta por los primeros evangeliza-dores, para luego ser penetrada por elementos dela religiosidad autctona de los Aymaras? Ya queen la actualidad esta fiesta de los difuntos contieneaparentemente tanto elementos autctonos comoelementos cristianos, podemos preguntar tambin,cules son los elementos autctonos y cules loscristianos.

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    3.1 La conmemoracin de los difuntos en elcristianismo

    En el Imperio Romano el mes de febrero era elmes de los difuntos38. En especial durante los das13 al 22 de este mes se celebraban los llamados-parentalia-, los sacrificios fnebres para los pa-rientes difuntos. Era como la celebracin delaniversario de todos los difuntos de una familia. Elda 22 de febrero se reunan todos los familiaresalrededor de la tumba de los difuntos para realizarun banquete fnebre. Ponan sobre la mesa losalimentos como oblacin hecha al difunto, puescrean que su sombra estaba presente, y hasta ledisponan un puesto de honor en una -cathedra-,que era una silla vaca. A la hora misteriosa de latarde - pues la comida se tena siempre por la tar-de -, lo llamaban por su nombre y le invitaban atomar parte en su sacrificio y mantener con ellos,por la comida y bebida, una comunin de mesa yoblacin (Meer 1965: 636).

    Los ciudadanos romanos que se convirtieronal cristianismo, al principio seguan practicandoestos .parentalia., y la Iglesia no se lo prohibi. Sinembargo, ya desde el siglo 11 el sacrificio por lassombras iba a ser sustitudo por la Eucarista ensufragio de los difuntos y la alimentacin de lasombra por un dar de comer a los pobres. Adems,en vez de la celebracin tradicional del aniversarioen el 22 de febrero, los cristianos optaron porcelebrar este aniversario en el da mismo de ladefuncin, llamado comnmente ies natalis-.

    La situacin cambi considerablemente, cuan-do gracias al famoso edicto de tolerancia del em-perador Constantino, de 313, grandes masas degente sencilla empezaron a entrar en la Iglesia.Fuertemente aferradas a sus costumbres ancestra-les, seguan practicndoles tambin una vez con-vertidas al cristianismo. Y una de estas costumbresfue precisamente la celebracin de los -parentalia-el 22 de febrero. En Roma se trat de cristianizaresta fiesta, invitando a la comunidad cristiana de laciudad a celebrar en esta fecha la conmemoracindel fundador de la comunidad: ya en el ao 354 secelebraba all la fiesta .Natale Petri de Cathedra-.

    Pero, la costumbre antigua no se dej erradi-car. Es ms, en el curso del siglo IV la prctica deesta costumbre tom ms y ms la forma de unexceso, caracterizndose la fiesta de los difuntospor grandes borracheras y disoluciones. Pero pocoa poco se iba a escuchar voces de protesta contra

    38 Para esta parte nos basarnos principalmente en los siguien-tes estudios: Andresen 1971; Meer 1965: 633-669 (Losbanquetes funerarios).

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    estas prcticas, y fue Ambrosio de Miln elprimero para prohibir claramente las comidasfunerarias, seguido pronto por algunos otros obis-pos del norte de Italia.

    En el norte de Africa, donde la costumbreestaba ms arraigada que en cualquier otra parte,Agustn de Hipona tom una posicin ms mode-rada. En una carta al obispo Aurelio de Cartagodel ao 392 propone que se permita tenercomidas y bebidas sobre las tumbas, a condicin deque se hagan con moderacin y se las mire comolimosna para 'los pobres que acuden all espont-neamente o sean expresamente invitados (Meer1965: 657)39.

    A pesar de los esfuerzos de muchos obispos dehacerse perder las costumbres nocristianas encuanto al culto de los muertos y de hacer entendera los feligreses que slo se puede ayudar a las almaspor medio de la Eucarista de los difuntos, de laoracin y de las buenas obras, particularmente dela limosna para los pobres, muchos cristianosseguan llevando comidas a los sepulcros en eltradicional 22 de febrero. De una prohibicin delsegundo concilio de Tours resulta que en el ao 567haba todava cristianos, que, en la fiesta de laCtedra de San Pedro, tomaban despus de la misala comida que haban puesto sobre la tumba de losdifuntos. Slo que no lo hacan pblicamente, sinoen secreto (Meer 1965: 669).

    Sin embargo, esta costumbre en algn mo-mento desapareci definitivamente. En el siglo VIse empieza a elaborar una liturgia especial de losdifuntos, y en el siglo VII el obispo Isidoro deSevilla instituye una eucarista especial por lasalmas del Purgatorio al da siguiente de Penteco-sts. Finalmente, en el ao 998, el abad Odiln deCluny instituye la conmemoracin de todos losdifuntos el da 2 de noviembre, da despus deTodos Santos, que ya fue fiesta general a partir delsiglo IX. En el siglo XIV esa conmemoracin delos difuntos el da 2 de noviembre, que se caracte-

    39 El texto de San Agustn reza corno sigue: Estas embriague-ses y festines desenfrenados en los sepulcros los tiene elpueblo indocto por honor de los mrtires y hasta por aliviode los muertos. Por eso parece que podernos desterrar talvergenza y torpeza con mayor facilidad si deducimos de laEscritura la prohibicin, y si no son suntuosas las oblacioneshechas en favor de los muertos, ya que es de suponer que detodos modos les servirn de sufragio. En este caso, sinsoberbia y con solicitud podernos repartirlas a cuantos laspiden, y no venderlas. Si alguien quiere ofrecer por motivoreligioso algn dinero, distribyase all mismo a los pobres.Con esta solucin no quedar en olvido la memoria de losfinados, lo que pudiera producirles hondo pesar, y la Iglesiacelebrar que tal memoria se celebre con piedad y pureza(Carta 22).

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  • La celebracin de los difuntos entre los campesinos aymaras del Altiplano

    riza por la Eucarista en sufragio de las almas y lavisita a los cementerios, se hace general en toda laIglesia. Esto significa que los evangelizadoresespaoles del siglo XVI conocan esta conmemo-racin del 2 de noviembre y la introdujeron enAmrica.

    3.2 La fiesta de los difuntos de los Andes

    Sin embargo, esa conmemoracin de los difuntosel da 2 de noviembre coincida perfectamente conla fiesta que se celebraba tradicionalmente enhonor de los difuntos en los Andes en el mes denoviembre. Guamn Poma de Ayala, ese relatorfidedigno de las costumbres ancestrales de loshabitantes de esta regin, dice en su famosa obra(1980/1: 231): NOVIEMBRE / Aya MarcayQuilla (mes de llevar difuntos): Este mes fue elmes de los defuntos, aya quiere dezir defunto, es lafiesta de los defuntos.

    Noviembre I Ayarmaicai Quilla Ila fiesta de los difuntos

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    Esta fiesta tena sus caractersticas peculiares,presentadas en forma sencilla y sucinta por elmismo Guamn Poma: En este mes sacan losdefuntos de sus bbedas que llaman pucullo y ledan de comer y de ueuer y le bisten de sus bestidosrricos y le ponen plumas en la cauesa y cantan ydansan con ellos. Y le pone en unas andas y andancon ellas en casa en casa y por las calles y por laplasa y despus tornan a metella en sus pucullos,dndole sus comidas y bagilla al prencipal, de platay de oro y al pobre, de barro. Y le dan sus carnerosy rropa y lo entierra con ellas y gasta en esta fiestamuy mucho (Guamn Poma 1980/1: 231).

    La Iglesia tom pronto posicin contra estascostumbres, que los indgenas aparentemente tra-taban de seguir practicando en combinacin con laconmemoracin de los difuntos del cristianismo.Los siguientes cnones del Primer Concilio Limen-se de 1567 nos dan una impresin de la preocupa-cin pastoral de los obispos del siglo XVI conrespecto a esta fiesta:

    canon 36parte 1

    canon 42parte 1

    canon 106parte 2

    Asimismo se eviten comidas o convites,aunque sea en el cementerio

    Que no se hagan farsas ni juegos profanosen la iglesia ni en el cementerio

    Que en las ofrendas por los difuntos,especialmente el da de las nimas despusde Todos Santos, no se permita a los indiosofrecer cosas cocidas o asadas, ni se docasin para su error, que piensan que lasnimas comen de aquello

    Con precepto, que ninguna se atreva adesenterrar los cuerpos de los indios difun-tos aunque sean infieles, ni a desbaratar sussepulcros (Tercer Concilio Limense1982: 140, 141, 174, 176).

    canon 113parte 2

    Encontramos en estos cnones, en especial,tres elementos contra los cuales la Iglesia se opone:el desentierro de cadveres, el dar de comer a lasalmas de los difuntos, y los juegos. Esto nos indica,que aqu se trata claramente de elementos autcto-nos.

    La prohibicin de parte de la Iglesia de lasprcticas tradicionales en relacin con los difuntosno ha surtido mucho efecto. A lo largo de los sigloslos aymaras han seguido dando a la fiesta del 2 denoviembre un contenido y una forma propios. Estose desprende de la descripcin que hemos dado dela fiesta; se lo desprende tambin de algunostestimonios interesantes del pasado. Citemos pri-mero al cronista agustino Antonio de la Calancha,que escribi en su obra de 1638: A sus difuntosan despus de bautizados les ofrecan, o cadaao, o cada mes cntaros de chicha i comidas,

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    cantndoles tonadas lamentosas, i as son tanpuntuales en azer el todos Santos en el da de laconmemoracin de los fieles difuntos. 1 muchoscrean que los difuntos andavan solitarios i vagospor este mundo, padeciendo anbre, sed, fro, calori cansancios, i que esas son las fantasmas queandan pidiendo socorro a sus parientes o familias.. . . I as el da de los finados ofrecen con grangusto sobre sus sepulturas comidas, creyendo quelas comen en la otra vida (Calancha 1976: 855,856).

    Una curiosa descripcin de la fiesta, tal comose la celebraba en la ciudad de Potos a finales delsiglo XVIII, hizo Pedro Vicente Caete yDomnguez:

    En el mes de Noviembre que celebra la Yglesia laconmemoracin pia de los Difuntos tienen los Yndios lasmayores borracheras y Fiestas. Como se entierran en la Yglesiade la Misericordia los Yndios pobres, y en los hospitales todoslos enfermos que han muerto all: no s por que principio, seempean los Deudos, y Paisanos vivos, assi de los Mitarios,como de los Yanaconas, y criollos, a desenterrar los huesos paratrasladarlos a las Parroquias donde ellos se hallan empadrona-dos, o a otras, que se les antoja.

    A este fin concurren a los lugares del entierro, llevandopor oblacin Cntaros de chicha, y unos castilletes vestidos decigarros al toque de cajas con numeroso acompaamiento dehombres y mujeres de la misma Casta.

    Encienden sus luces, y se pasan todo el da, y la noche engrandes lamentaciones recordando la memoria, y costumbresde los Difuntos, y a medida que los doloridos van aumentandosu embriagus crece el exceso de los alaridos, y demsconsiguiente a la privacin del sentido.

    Pagan al Parroco, o Prelado de la Yglesia el estipendio dedoze pesos entablado, como por tarifa, por el desentierro ydobles. Al da siguiente de las exequias cargan con una porcinde huezos, muchos todava no disueltos, que forman unespectculo horrible y asqueroso, a quien los mira, y losconducen por las calles en comitiva con mucho rudo de cajasentre la confucin, que produce la borrachera, y la mescla deambos sexos. As continuan hasta llegar a la Yglesia, donde seresan las oraciones Ecclesiasticas al costo de crecidas Limosnas,que pagan los Alfareces de estas ridiculas festividades; desuerte que estos infelices idiotas consumen mucha parte de susjornales en tales funciones, que ellos consideran llenas dereligiosidad y debocin (Archivo General de Indias 1694,folio 275; - publicado por Helmer 1952).

    No podemos negar, que la fiesta de losdifuntos, tal como se la celebraba actualmente,contiene elementos cristianos. Sin embargo, eltrasfondo religioso autctono est tambin clara-mente presente, y tal vez en una forma ms fuerteque el trasfondo cristiano. As lo insinan tambinpersonas muy vinculadas con la cultura aymara,como p. ej. los integrantes de INDICEP, que hanhecho estudios serios sobre la realidad aymara deldpto. de Oruro: Como ocurre en la mayora de lasmanifestaciones religiosas aymaras, la fiesta de contiene algunos elementos de la

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    religin cristiana, ms en la forma que en el fondo,pero en su esencia expresa valores de la religinnativa (INDICEP 1974a: 3).

    3.3 El significado de la fiesta de los difuntos

    Cul, empero, es esa esencia? Varios autores hantratado de sealarla, interpretando los diferentesritos y costumbres de esta fiesta. Indicaremosbrevemente las diferentes interpretaciones, para,luego, intentar de llegar a una visin de conjuntode esta fiesta.

    Algunos autores ven en esta fiesta principal-mente una manifestacin de las relaciones queexisten entre los vivos y los muertos, relacionesque en esta oportunidad son cultivadas en unaforma ms intensificada. Monast, que interpreta lafiesta de los difuntos en un modo muy negativo,hablando de la fiesta del temor ... , la fiesta delos llantos y las lamentaciones (1972: 29), presen-ta estas relaciones como preocupantes para losvivos: el indio llora, se abisma en una penatumultuosa, para probar a las almas que no lasolvida y que no las olvidar jams. Pero que, porfavor, ino vengan a atormentar a los vivos! Segnpiensa, todas estas almas estn coaligadas contra lpara vigilarlo, espiarlo y castigarlo a la menorinfraccin, a la menor falta de consideracin, Y l,ipobre de l! Hace lo imposible para intentarsatisfacer a estos seres exigentes, a esos jueces dehielo, sin estar nunca seguro de haberlo logrado(Monast 1972: 29). Al contrario, el Aymara Ochoanos da una idea ms positiva de estas relaciones yenfatiza la reciprocidad que existe entre los vivos ylos muertos: Todos los ritos y ceremonias que seofrecen a las almas tienen mucho que ver con lasformas de vivir humano, pues por medio de losritos se une la persona que vive con los quemueren. Hay una manera de seguir manteniendolos lazos familiares entre los que se van y los que sequedan. Para el Aymara, el alma que se va al cielo,no abandona por completo a su familia, sino quetiene que recordar y, hasta cierto punto, trabajarpor el bien de su familia. Esto se demuestra con laidea que se mantiene entre los Aymaras, en elsentido de que las almas piden de Dios Padre, lasbendiciones y otras clemencias en bien de sufamilia que est en la tierra. Por su parte, los queestn vivos tienen que retribuir con los ofrecimien-tos y ritos que se le brinda al alma (Ochoa 1976:17-18).

    Otros autores enfocan esta fiesta ms desde lafuncin social que tiene o que puede tener. Asdicen Oporto y Fernndez (1981: 19), que esta

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  • La celebracin de los difuntos entre los campesinos aymaras del Altiplano

    festividad permite y cumple una funcin social,pues permite relacionar a familiares y amigos deldifunto. Buechler, que analiza en su obra detal-ladamente la interaccin social de las fiestasaymaras, revela la dinmica social de la fiesta delos difuntos, que se manifiesta en que la fiestaempieza a nivel familiar para extenderse ms y msa nivel comunitario y volver finalmente al nivelfamiliar: Tal como se desarrolla, la fiesta uneprogresivamente segmentos de redes de relacionesms amplios, empezando con los parientes mscercanos, hasta que envuelva toda la comunidadantes de retornar a nivel de seccin (Buechler1980: 80).

    Una tercera interpretacin de la fiesta de losdifuntos se basa en la actuacin de los nios,adolescentes y jvenes. Su presencia y su partici-pacin activa nos demuestran que Todos Santosve en la muerte la posibilidad de la continuacin ode la renovacin de la vida (Buechler andBuechler 1971: 85).

    Finalmente, encontramos la idea .de que estafiesta marca un momento importante dentro delciclo agrcola anual y que ha de ver directamentecon las expectativas que tiene el hombre del campocon respecto a sus actividades agrcolas. As dicenAlb, Greaves y Sandval (1983: 59): TodosSantos en el campo representa lo que podrallamarse el Ao Nuevo Andino ", con una cele-bracin de la muerte y del retorno a la vida,precisamente en el momento en que empieza laprincipal siembra anual y la estacin de lluvias. Asu vez, dice Harris (1983: 142, 144): Todos losSantos para los laymi es un festival de primavera,que seala el tiempo de la siembra y la plantacin yel comienzo de las lluvias .... En Todos Santos,los muertos son integrados al ciclo agrcola.

    Los autores que acabamos de citar, se limitana estas observaciones escuetas. Ya que personal-mente estamos convencidos de que efectivamentela fiesta de los difuntos ha de ver todo con laagricultura, trataremos de profundizar la idea queestos ltimos autores nos han alcanzado.

    La muerte es algo negativo, algo que asusta,que choca; algo que perjudica, que perturba latranquilidad y rompe el equilibrio siempre frgilque existe en el hogar y en la comunidad. La vida

    40 En una nota estos autores dicen lo siguiente: SegnMauricio Mamani, en comunicacin personal, en el campoaymara sigue llamndose al principio deAgosto: sera tal vez porque es el momento en que, acabadala cosecha, se intensifica la preparacin de terrenos para lasiembra. Todos Santos sera entonces slo un nuevo hitoimportante dentro de la fase inicial del ao (Alb, Greavesy Sandval 1983: 59, nota 4 a pie de pgina).

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    puede ser dura, pero es mejor que la muerte. Poreso, hay que cuidarla, protegerla y conservarla.Pero esta vida est siempre en peligro, estcontnuamente amenazada por la muerte. Laenfermedad, la pobreza y la miseria, el hambre,todos estos fenmenos o realidades, que el hombredel Altiplano siempre ha conocido, son comoanticipos de la muerte. Ellas, las ms de las veces,son causadas por la falta de alimentos. Y sta, a suvez, se debe a una mala cosecha. Finalmente, lamala cosecha, casi siempre, es causada por lasequa, por la falta de lluvias.

    Ahora bien, el momento crucial del aoagrcola es el paso de la poca de la siembra a lapoca del crecimiento de los cultivos, que, almismo tiempo, es el paso de la poca seca a lapoca de lluvias. En este momento, que cae ms omenos a finales de octubre y comienzos de noviem-bre, la expectativa del campesino crece al mximo,pero tambin su preocupacin. Que en este mo-mento tan crucial y crtico toma contacto con losdifuntos, no puede sorprender. En los ritos de lasiembra ha tomado contacto con la Pachamama, lamadre tierra, con los achachilas, los protectorespor excelencia del pueblo aymara, y con todos losseres sobrenaturales, de quienes puede esperarayuda. Ahora, en un esfuerzo ms, toma contactocon sus antepasados, con aquellos que, al igual quel, han experimentado la dureza de la vida y hanconocido personalmente las contnuas amenazasde esta vida. Pero, parece que, de otro lado,tambin los difuntos estn tomando contacto conlos vivos: sus huesos muertos se vuelven ms secosan en esta poca del ao y piden ayuda. Loscampos secos recin sembrados y los huesos secosse asocian: en el momento ms seco del ao tantolas semillas, puestas en la tierra, como los difuntos,puestos en la misma tierra, reclaman atencin. Elcampesino anhela ansiosamente la llegada de laslluvias, para que la semilla sea atendida debida-mente y no se muera en el campo. Una impresio-nante interpretacin de este anhelo encontramosya en la obra de Guamn Poma, cuando habla delmes de noviembre:

    Noviembre: mes de llevar difuntos.

    Que en este mes ay gran falta de agua del cielo como de lasasecyas. Se secan de tanto calor y sol que ay y anc se llama estemes chacra carpay (mes de regar las sementeras),yaco uanay quilla (mes de escasez de agua).

    En este mes los Yngas mandaua hazer prociciones y peniten-cias en todo el rreyno deziendo:

    Con caras de muerto, lloroso,caras de muerto, tiernos.Tus nios de pecho,Te imploran.

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    Envanos tu agua, tu lluviaa nosotros tus pobrecitos.Dios, Seor poderoso, creador del hombre,que vives en lo alto,mranos a tus pobres.

    Deste manera llorando, pedan agua del cielo (Guamn Poma1980: 1058).

    y la atencin que reclaman los difuntos, no es,por decirlo as, egosta, ms bien est en funcin dela ayuda que quieren prestar a los vivos: bienatendidos, pueden colaborar en la consecucin deuna buena cosecha. As lo expres un campesinoaymara de Isluga, norte de Chile: Siempre hayque darle comidita, pisarita [un guiso de quinuacocida y papas] o ... lo que estamos comiendo, alo mejor, estamos tirando una wilanchita .... Ahest el abuelito ahora, conforme; le tiro carnecita.. . .y entonces est bueno el abuelito pues! No seolvida ms! La papa, tremendas chaparas [papasextraordinariamente grandes]! Cuando cosecho,cosecho harto bien! (Martnez 1976: 268). Cartery Mamani expresan la misma conviccin de lasiguiente manera: La obra de un alma resentidase percibe fcilmente en una cosecha pobre .... Elalma que recibe buen trato, por el contrario, puedetraer buena suerte - abundantes cosechas, anima-les fecundos y hasta la afluencia econmica(Carter y Mamani 1982: 346). Es esta conviccin,que se manifiesta en uno de los momentos mscuriosos de la fiesta de los difuntos: el desentierrode esqueletos y de calaveras y las ceremonias quese hacen con stos. Hay que agasajar y convidar alos difuntos lo mejor que se pueda, como si fuerangrandes autoridades o invitados muy especiales: entiempos pasados recomponan los esqueletos, selos vesta y se los llevaba en andas, haciendo unasolemne procesin con ellos; todava en algunaszonas se honra a las calaveras, pero, en todaspartes se sigue dando a las almas la mejor comida yla mejor bebida. Y todo esto, para que se quedencontentos y satisfechos y por eso colaboren enconseguir la lluvia y la buena cosecha.

    As, el esfuerzo de dar la mejor atencin a losdifuntos, combinado en algunas partes todava conun desplegamiento de fuerzas en la qhachwa o eltinku, les da motivo a los campesinos de reafirmaren esta fiesta la vida, a nivel familiar y a nivelcomunitario. De ah, la presencia de los nios, elbautizo de los t'ent'ewswes, las expresiones sexua-les en las figuras antropomorfas de pan y en laspantomimias, los matrimonios bufos y el canto delos adolescentes: Si te preguntan por qu hasvenido, contesta que has venido para regar lasflores (Buechler 1980: 84). Las flores, smbolo dela vida, smbolo de la cosecha: las flores silvestres

    Hans van den Berg

    que proclaman la primavera y el comienzo de laslluvias son colocadas en el techo para dar labienvenida al muerto (Harris 1983: 141). En elnorte de Potos se llama este gesto: wayllura,caricia, demostracin de cario (De Lucca1983: 457), cario, de que se espera que seaagradecido por los muertos, para que los vivospuedan seguir afirmando la vida.

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