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BRASIL RUNNING ADVENTURE RACE 2010

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Brasil running adventure race 2010

Era lunes 3 de mayo y me acosté muy tarde. Ese día había comenzado con los preparativos propios de la carrera!Temprano en la mañana, fui a CDAG a realizarme exámenes médicos. Luego, fui a la tienda The North Face, a buscar una mochila, zapatos y ropa. También fui a La Rocalla, donde compré unas pastillas para purificar agua, bolsas impermeables y repelentes.

Era un poco más tarde en el día y tuve que pasar a la farmacia para comprar algunas cosas que me pedían para el botiquín, como; gasas, curitas, solución salina, pastillas para la fiebre, para el dolor de cuerpo e infección intestinal.

Un poco de tiempo después, pasé a la casa de Ronald porque me iba a a prestar una mochila mediana; yo sólo tenía una grande y otra muy pequeña!

Más o menos a las diez de la noche; estaba regresando a mi casa. Tenía hambre y cené un pan con huevo. Al instante, fui a la sala y coloqué todo lo que tenía para comenzar a armar mi maletín, que por cierto, no podía pesar más de 20Kg. Le di vuelta a todo, hasta que finalmente, a las tres de la mañana me acosté!

un día antes… le di vuelta a todo, hasta que a las tres de la mañana me acosté!

Me tomó un poco de tiempo levantarme. Pero bien, lo logré y empecé a desayunar; mientras tanto, me percaté de que no llevaba cámara. Así que, llamé a mi hermana para que me prestara la suya y me puse en camino hacia su casa para ir a traerla.

El tiempo estaba justo, de la casa de mi hermana, directo al aeropuerto, tenía que estar ahí alrededor de las 11:30 A.M.

Debía abordar y en ese momento, sentí una sensación tranquila; finalmente había llegado la hora!

Estaba concretizando un sueño que comenzó la última semana de diciembre de 2009. Era el objetivo que descubrí mientras navegaba por internet en busca de una prueba que fuera distinta a las que había hecho anteriormente en el desierto y la nieve.

Eran las 12:30 P.M., despegamos en TACA con rumbo hacia El Salvador. La verdad, un vuelo súper corto; en 40 minutos estábamos aterrizando.

Más tarde a las 2:45 P.M., tomé el siguiente vuelo con destino a Lima, Perú. Para ese entonces, sí fueron más de cuatro horas de vuelo, pero tuve suerte de que no se ocuparan los otros asientos de mi fila. Por lo tanto, aproveché; me acosté y dormí por poquitos.

En un momento, sirvieron la comida, que la verdad, lo peor; pasta con

martes, 4 de mayo

salsa blanca; seca, tiesa y sin sabor. Al llegar a Lima, busqué un restaurante en el aeropuerto, rápidamente identifiqué uno en el que ofrecían ceviche. Me atrajo y ordené uno de curvina y camarón. Estaba buenísimo; tenía un poco de ají, un chile local, además de elote que en esta región lo llaman choclo y camote. Lo acompañé con un pisco sour!

Caminé un poco y mientras recorría las tiendas, vi una cámara de vídeo bastante pequeña que me llamó la atención, principalmente porque nunca he documentado una carrera en este formato. Ésta, podía ser la primera ocasión!

La compré y me fui a la puerta de abordaje, donde por cierto me estaban esperando con cara de pocos amigos; sólo yo faltaba! No sé cuál era la prisa.

El avión despegó a las 9:30 P.M., íbamos en dirección Río de Janeiro, Brasil. Esta vez, iba bien comido, así que sólo pedí un copa de vino; vi una película y dormí por etapas hasta llegar a las 4:45 A.M.

Pasé migración y busqué la aerolínea GOL, que era la que debía tomar en cuatro horas. Ubiqué la sala de espera y ahí cerca, saqué mi colchón inflable, me puse una chumpa liviana, me coloqué el maletín a la espalda y la mochila frente a mi; literalmente me tiré al suelo a dormir. Me acordé entonces de la película “La Terminal”, aquella en la que Tom Hanks vive en un aeropuerto.

A las dos horas, me desperté y fui a buscar algún lugar donde desayunar. Encontré un restaurante con bonita vista hacia los aviones y pedí un par de tostadas con huevo estrellado, capuchino y jugo de naranja, muy rico!

llegó la hora de partir; se estaBa concretizando el sueño

Estaba en la sala de abordaje y puse a cargar la cámara que había comprado, fui a llenar mi pachón con agua, y al instante, nos llamaron para abordar. De pronto, cuando el avión retrocedía, me di cuenta que en el momento en el que desconecté el cargador, me distraje y olvidé llevar conmigo el pachón! Ah! Qué cólera. No sólo estaba aprendiendo a tomar agua pura! Bueno, ni modo!

El viaje continuaba y después de un poco más de hora y media de vuelo, llegamos a Brasilia. Acá, tuvimos que esperar de nuevo un par de horas para despegar a la 1:35 P.M., hacia Fortaleza. Era la última etapa de vuelo hacia mi destino final. Eeeeh!

Llegamos a las cuatro de la tarde. Al salir, había una persona con un letrero que decía Mr. Sagastume; supuse que ese era yo. Levanté la mano y me sonreí con la señorita que portaba el letrero, ella respondió de igual forma con una sonrisa, haciendo cara de interrogación; es usted? Entonces le confirmé con otra sonrisa, que sí Mr. Sagastume soy yo!

Me llevaron al hotel Praiano Palace, que queda frente al mar, muy cerca de un mercado de artesanías instalado en la playa.

Luego, salí a buscar una memoria externa para la cámara de vídeo. Fue un poco difícil encontrarla; caminé muchas cuadras hasta que la obtuve. Aunque por otro lado, pensaba que por lo menos la caminata me servía de algo de entrenamiento.

De regreso al hotel, pasé a comer un sándwich muy rico, con carpaccio y un vinito. Al regresar a la habitación, había un brasileño buena onda, instalado; Paulo, era con quien iba a compartir cuarto.

mr. sagastume arriBó a Brasil

martes, 4 de mayo

De aquí en adelante, hay tres horas de diferencia con Guatemala.

Me levanté a las 8:15 A.M., dormí bien! Me bañé; la regadera muy buena; 100 puntos. Bajé a desayunar y estando ahí, observaba a unos brasileños que estaban cerca; tenían pulseras de Brasil, sandalias, playeras, gorras, todo con la identificación de su país, todo su atuendo era Brasil! Me hizo reflexionar acerca de Guatemala, cuestionarme respecto a qué es lo que tenemos que hacer, para que prevalezca el orgullo por lo nuestro. La verdad, siento envidia por los países con fuerte identidad nacional!

Después de esto, salí a buscar un supermercado, donde compré unas galletas, manías japonesas, ciruelas, dulces de guayaba, barras de granola y líquido. Hacía mucho calor. Me sentía como en el puerto! Mucha humedad. La verdad, no me mata este clima.

Al regresar al hotel a las 10:00 A.M., vi que ya estaban cargando el bus; así que, subí por mi equipaje, al baño y a las 10:20, salimos!

En el trayecto, iba pensando en algo que cuando estaba en Canadá, me dijo Tamara: que no vengo de vacaciones. Vengo a sacarme el jugo, a darlo todo! Después me recupero. La mayor satisfacción es entregarse de lleno, con TODO!

También recordé que me dijo que no socializara antes de la carrera, para

no crearme imágenes sobre las experiencias que los otros corredores han tenido; ya que luego se pueden convertir en bloqueos mentales.

Me repito constantemente que soy bueno y que nadie me va a intimidar. Que el primer lugar lo voy a pelear con todo y que me voy a parar en el podio con la bandera de Guatemala.

Alrededor de las 12:45 P.M., hicimos una parada técnica en una gasolinera (pipi stop). El paisaje es igual al tramo entre El Rancho y Teculután; medio plano, arbustos, cactus, piedras, terreno arenoso, hasta vi un par de garrobos.

Reiniciamos el viaje, iba un poco aburrido, el paisaje cambió un poquito; ahora parece como cuando uno pasa por Escuintla; se miran más cocales y algunos árboles con mangos, aunque siempre muy plano.

Después de más de cuatro horas de viaje sin parar, el reloj marcaba las 4:45 P.M., finalmente nos detuvimos en un mini pueblito, en una caseta azul, de metal (de las de pepsi), compré una botella de agua.

Fueron 15 minutos de pausa y salimos nuevamente. Le pregunté entonces al chofer, cuánto faltaba y me dijo que como una hora más. A las 6:20 P.M. por fin llegamos! Nos instalaron en el hotel Sesc Praia en Luis Correia; es cómodo y limpio. Cumple con lo más importante.

A las ocho, cenamos. Había arroz blanco, pescado con salsa de camarones y pudín de maracuyá. Al terminar de comer, Franck, el organizador, dio las palabras de bienvenida. Finalizó señalando que había corredores de dos nacionalidades; Francia y Brasil y una pequeña presencia de Guatemala con un corredor. Yeeee! Ese soy yo! Mr. Sagastume!

Ahora, a dormir.

Jueves, 6 de mayo

me repito constantemente que soy Bueno… que el primer lugar lo voy a pelear con todo!

Desperté a la 1:07 A.M. pensando en la carrera y los competidores. La verdad, sí me da cierta perturbación no hacer un buen papel; son juegos sicológicos con los que me desafía mi mente. Ayer me comentaban que uno de los corredores por Francia, es un marroquí, Karim Mosta, que está muy bien entrenado. Platiqué con otro francés, quien me contó que había terminado el Marathon Des Sables en el top 50 y mi compañero de cuarto, fue el primer brasileño que comenzó a hacer carreras de aventura; hasta el momento ha hecho más de 50. Siempre fue el navegador! A todo esto me refería cuando decía que es mejor no enterarse de nada sobre los otros participantes, sino hasta después de la carrera.

A las 7:10 A.M., fuimos a desayunar. Después regresé al cuarto a descansar un poco. Ah!, más tarde, pasó Karim, el marroquí y platiqué un momento con él; tiene 56 años y su especialidad son las trayectos por etapas; con ésta, suma 141 competencias en su vida y cree que no hay alguien más en el mundo que haya hecho tantas carreras como él. Ha participado 22 veces en el Marathon Des Sables y su mejor puesto fue el 6º. lugar que obtuvo en el 2008. Este año, hace 20 días, terminó en la posición 46. Ja, ja,ja,ja,ja,ja!

A las 11:00 A.M., me cambié y salí a correr; fui en dirección de unas dunas que miraba al fondo, desde el hotel. Me tardé aproximadamente 35 minutos en llegar. Cuando las comencé a subir, me di cuenta que son muy firmes. Al llegar arriba, comencé a hacer intervalos de 30 segundos, buscando regresar; llegué al hotel después de 36 repeticiones.

Tomé una ducha con agua fría de más o menos 10 minutos. Sin embargo, 30 minutos después, seguía sudando increíblemente. Almorzamos y me fui a descansar.

Dormí un buen lapso. Como a las 4:00 P.M. empecé a empacar mi mochila, guardé la comida y las cosas obligatorias, luego le coloqué el número a la camisa.

A las 6:00 P.M. fui a la charla previa a la primera etapa. Franck explicó que a las 3:30 A.M. debíamos llevar las cosas al bus, a las 4:00 desayunaríamos y a las 4:30 salíamos. Son 45 minutos desde donde estábamos, hasta el lugar de salida.

También nos informó, que durante la primera etapa del día, no darán agua, puesto que solamente se trata de 14 Kms. Por lo tanto, nosotros debemos llevar abastecimiento para sobrellevar este recorrido, que, sobre todo por el exceso de arena absorbe mucha fuerza extra.

Luego, al llegar a la meta de esta primera parte, un barco tendrá todas las cosas y nos llevará a la siguiente isla, donde la salida está prevista para las 10:00 A.M. Nos darán agua en el Km. 8 y el 15; ahí habrá una puerta y quien no la pase antes de las 3:00 P.M. lo llevarán en barco a la meta.

Básicamente, eso fue todo, terminó la charla y las 7:20 cenamos. Luego, a dormir!

Son las 9:30 y no me duermo. Le doy vuelta y vuelta al día de mañana. En la primera etapa vamos a ver cómo se perfila la carrera. Toy ahuevado!... Tururu! Tengo mucha inquietud de saber cómo fue la preparación contra el resultado!

viernes, 7 de mayo

tengo mucha inquietud por saBer cómo fue la preparación contra el resultado.

sabado, 8 de mayo

merd! … cinco, cuatro, tres, dos, uno… vamonooos!

A las 2:28 A.M., me despertó un rayo y escuché que llovía muy fuerte! Ya no me pude dormir. Di vueltas y vueltas, hasta que a las 3:20 A.M., me levanté y empecé a arreglarme. De repente, se fue la luz.

Salí a dejar las cosas al bus y luego, fui al restaurante a desayunar. A las 4:30 A.M., nos subimos al bus; fueron aproximadamente 45 minutos de traslado; me dormí en todo el camino.

Al llegar, observé que había unas grandes banderolas, donde sin tanto protocolo, nos alineamos y Franck nos deseó suerte en francés: merd! Y, cinco, cuatro, tres, dos, uno… vamonoooos!

Desde el principio controlé a los punteros y me moví con ellos. A los ocho minutos, nos perdimos!... Ja,ja,ja,ja,ja. Íbamos muy a la izquierda, al corregir el rumbo, rápidamente ubiqué las banderillas y me apoderé de la punta de la carrera. Junto con el francés Mahmoud, nos fuimos buscando las marcas en medio de las dunas.

Más adelante, se nos unió Karim; los tres nos fuimos por las dunas y luego entramos en un área de arbustos que recorrimos más o menos por 25 minutos, hasta llegar a la meta en 1h 31m, en tercer lugar!

Estaba muy contento porque finalmente tenía una idea de cómo estaba el nivel y dónde me ubicaba.

Esperamos a los demás competidores y, a las 8:40 A.M., salimos en un barco hacia el siguiente punto de partida de la segunda etapa de ese día. El trayecto fue muy agradable, duró como 35 minutos. Al llegar a la población, esperamos un poco para que armaran la salida, hasta que nos llamaron.

Tener una segunda carrera el mismo día, es muy duro, pero ni modo, no hay más que hacerle ganas! Por cierto, el calor se puso más fuerte.

Corre y va de nuevo. En sus marcas, listos… Fuera! Salí de nuevo en la punta. En un instante, tres nos separamos en la delantera; el brasileño Decio, Karim y yo. Había mucha arena suelta y correr era muy complicado.

Nos movíamos juntos, pero como a los 30 minutos, bajé el paso y se fueron. El calor me estaba matando. De pronto, alcancé a Karim, que al igual que yo caminaba y corría; aunque un poco después, se separó de nuevo.

Al llegar al primer puesto de control, estaba muerto. Karim salió justo cuando yo entré. Me tomé una Coca Cola, pero estaba aguado y medio mareado. Bruno, que estaba encargado del puesto, me hizo el favor de llenar la bolsa de agua de mi mochila, porque no podía levantarme de la silla. No esperé más tiempo que lo que me tardé en hacer ese par de cosas para iniciar nuevamente; suave, pero trotando, aunque fuera despacio, lo que no quería, era caminar.

Durante el recorrido, al pasar por una casa, me ofrecieron una rodaja grande de mango; me la comí con unas ganas increíbles, literalmente se me hizo agua la boca. La temperatura era un infierno y la arena suave que absorbe toda la energía, hacía la carrera súper difícil!

Me recuperé un poco y llegué al siguiente puesto de control. De nuevo, encontré a Karim que iba saliendo. Me apresuré a tomarme una soda de naranja y salí para los últimos siete kilómetros.

Como al primer kilómetro, había un tramo donde el agua llegaba como hasta una cuarta debajo de la rodilla. Al salir a los 50 metros otro y otro y cada vez más profundos. Hubo uno en el que el agua me llegó a la cintura. Corríamos en estos espacios, rodeados de cualquier cantidad de agua, que era transparente, pero color café, como el color del Ron Zacapa! Y, sólo arbustos de no más de 2Mts. De alto.

Repentinamente, sorpresa! Karim perdido. En ese momento, identifiqué dónde seguía la ruta y lo llamé. Me pareció mala onda dejarlo perdido! Además, podía pagarlo más adelante.

Seguimos juntos y como a los 25 minutos, llegamos a la meta! Estaba muy contento; en las dos primera etapas había terminado en 3er. Lugar!

Había una pequeña laguna detrás de la casa, tienda, restaurante, campamento o algo así; ahí permanecí sumergido más o menos media hora. Estupendo… El agua hizo que me sintiera muy bien.

El barco que nos había llevado en la mañana, estaba estacionado en el muelle. Más tarde, pedí un pescado a las brasas, arroz y frijoles blancos. Recuperé mi maletín, tomé una ducha y luego nos pusimos a platicar con todos sobre cómo nos había ido, cuando de repente, Alain (de 65 años) se desmayó. El doctor lo atendió rápidamente y le colocaron suero.

Eran las 8:00 P.M., armé mi carpa, coloqué mi colchón inflable y a descansar! Claro, duré como 10 minutos. Era un horno la tienda de campaña, estaba bañado en sudor! Fui a la casa y pregunté si todavía tenían una hamaca para prestarme. Me la instalaron y la verdad, mucho mejor! Me acosté sólo en calzoncillo y luego, comenzaron los mosquitos. Ah!, qué fregadera pues!

Volví una vez más a la casa, esta vez, para preguntar si me prestaban una sábana y, por supuesto, muy amablemente me proporcionaron una. Ya sentía que me preguntaban que si también quería un ventilador y pollito. Je,je,je,je,je. Pero les hubiera dicho que no, porque la brisa estaba buena y además, había comido pescado… Ji,ji,ji,ji…

sabado, 8 de mayo

mi cuello y brazos ardían.Finalmente, después de una hora de playa, llegamos a un punto donde

nos desviaban. Me dieron medio litro de agua y me dijeron que faltaban tres kilómetros más de dunas hacia la meta. Que… qué?!... Sí, de dunas!

Caminé y vi que los de atrás se acercaban; entonces comencé a trotar y a caminar. De pronto, pude distinguir a lo lejos, entre las dunas, la banderola de meta; decidí no seguir las marcas, e irme en línea recta.

Entre las dunas había pequeños lagos, en los que me tiraba al agua para refrescarme un poco. Sentía increíble; agua dulce y fría, me sumergía completamente bajo el agua. Así seguí hasta llegar a la meta, nueve minutos detrás de Karim, que arribó primero y justo después de él, Decio y Acacio.

Al terminar, inmediatamente me metí al agua! Tomé suficiente líquido y me preparé una bolsa de comida deshidratada que tardé en comer más o menos media hora, porque no me apetecía, pero como sabía que me hacía bien consumirla; cucharada a cucharada la terminé.

Alrededor de las 11:45 A.M., nos dirigimos en el barco hacia el lugar donde nos íbamos a quedar. Saqué mi colchón inflable y descansé!

En el trayecto, el piloto del barco tuvo la brillante idea de tomar un atajo y se perdió. Esta confusión, nos tomó cerca de una hora más de camino, hasta que finalmente llegamos a las 3:00 P.M.

La luz del sol está muy fuerte y el paisaje se parece a Monterrico; mucho calor, humedad, mangle y arena. El pueblo en el que estamos, se llama Tutoia.

Tuvimos que caminar como 800 Mts., cargando nuestras cosas hasta el hotel. Subí a la habitación, que seguimos compartiendo con Paulo y el aire acondicionado tardó más de media hora en enfriar un poco.

Desarmé mi tienda de campaña y me cambié. Como suelo hacerlo antes de cada carrera, me unté manteca vegetal en los pies, en medios de las piernas y en las axilas. Esto sirve para no escaldarse, yo la uso en lugar de la vaselina.

Desayunamos entonces a las 5:00 A.M., para que pronto, a las 6:00 A.M., saliera el barco hacia la Isla de Caju. Nos transportamos como media hora de camino, hasta llegar a un lugar donde literalmente había nada… nada, nada, nada. Solamente una bandera que marcaba la salida.

Nos bajamos y a los cinco minutos; en sus marcas, listos… Fuera! Salí de primero, me siguieron Mahmoud, Karim, Decio y Acacio, corrimos como seis kilómetros en la playa, hasta llegar a un terreno como de dos kilómetros, con monte de baja altura, agua hasta la rodilla y arbustos.

Karim y los brasileños, iban al frente, unos 50 metros. Súbitamente, se desorientaron y los alcancé, seguí con Karim y entramos en un área donde había arbustos más grandes, tanto así, que pasábamos por debajo de ellos. Al salir, entramos en un humedal como de 300 metros, con agua que llegaba una cuarta arriba de la rodilla y zacate de 2Mts. de alto.

Al atravesarnos esta parte, caímos de nuevo en las dunas y un kilómetro más allá, a la playa. En ese momento, íbamos los cuatro juntos nuevamente. La playa era muy plana y firme; empezamos a trotar, pero me empecé a quedar. Nos habían dicho que eran como 4Kms., que se convirtieron en ocho.

Karim y Decio se alejaron, Acacio y yo, detrás de ellos. Me di la vuelta para ver hacia atrás y, a lo lejos, reconocí a otros corredores. No podía bajar el paso. Acacio se alejó un poco. Como estrategia, decidí trazarme metas entre los postes de luz; trotaba entre tres postes y luego caminaba uno, volvía a trotar y así continuamente aumente la distancia de trote y reduje la caminada. Fue interminable; el calor muy sofocante y sentía que

domingo, 9 de mayo

no podía BaJar el paso!la levantada a las 4:30 a.m.!

Sonó la alarma a las 3:40 A.M.! Me levanté relativamente rápido, porque me dio miedo volverme a dormir. Empecé a preparar mis cosas. La noche antes de subir al cuarto, vi que vendían cocos y pedí cuatro; llené una botella de un litro y medio con el agua y la coloqué en la refrigeradora. Así que, esa mañana, llené mi bolsa de agua, con agua de coco. Cerré mi equipaje y bajé de una vez.

Había un par de pick ups en los que cargamos las cosas. Traté de desayunar, pero no tenía hambre, para nada. Me sentía mal del estómago y sólo tomé un par de jugos de alguna fruta rara de las amazonas. Me serví café y tampoco lo pude beber.

Eran las 5:00 A.M. y nos subimos unos Toyotas que en la palangana les ponen sillas. Había “muchos” de estos carros, todos marca Toyota.

Nos trasladamos hacia la playa donde darían el banderazo de salida. Al estar ahí, tuvimos que esperar un poco para que verificaran la señalización y en lugar de que empezáramos a las 5:30, lo hicimos a las 5:53.

Arrancamos la etapa reina de la competencia; los 72 Kms. Estaba recién aclarando y ya hacía calor! Esta vez, me coloqué detrás de Karim, quien salió por la izquierda y en dos minutos, ya íbamos de nuevo los cuatro de siempre; dos brasileños, un marroquí y, claro, el chapín! Eeeeh!

Para variar, el recorrido inició entre dunas. Al salir de ellas, había un camino con arena muy suave; duro de correr. Más o menos en una hora, nos adentramos en una calle ancha de terracería, con un poco de tránsito vehicular. Este tramo, nos habían dicho que debíamos seguirlo durante 27 Kilómetros… Ja!

Se me ocurrió que, con un gancho, podía colocar mis zapatos en la salida de aire caliente del aire acondicionado y así, tener tenis secos después de tres días de andar con los pies mojados. Funcionó muy bien!

Aproximadamente a las 5:30 P.M., salí a caminar un poco. Es casi como estar en nuestros pueblos pequeños de la costa; limpio, con una pequeña plaza y la gente afuera platicando. Por ser domingo, casi todo estaba cerrado; aunque, encontré un lugar donde me compré un helado de vainilla y chocolate.

A las 7:00 P.M., sirvieron la cena. Una hora después, Franck dio la explicación de la carrera de mañana! Me regresé al cuarto y como a las 10:30 P.M., me acosté pensando que el día siguiente era la gran etapa de la carrera; los 72kms!

lunes, 10 de mayo

arrancamos la etapa reina de la competencia; 72Kms.!

Corríamos los cuatro y de repente, se quedaron los dos brasileños. Yo seguí con Karim, quien después de un tiempo, me dijo que no fuera a correr a su paso, porque aunque fuera solamente 1Km. por hora más rápido que el mío, podía pagar las consecuencias más adelante. Bajé un poquito y él se fue.

Empecé a sentirme un poco sin fuerza y bajé aún más el paso. Me alcanzaron y rebasaron los dos brasileños. Luego, se me unieron los franceses Jean de 50 años y Pierre, de 57.

Me fui con Pierre mientras me recuperaba. Sin demora, lo dejé y fui tras Jean, que se nos había alejado unos 100 Mts., lo alcancé y trabajamos juntos hasta llegar al primer puesto de control en el Km. 14.

Compré una Coca Cola que me hizo sentir muy bien! Como a los 20 minutos, hasta pude dejar a Jean.

El camino era eterno; arbustos de dos metros y arena, terreno ondulado y el calor que salía del suelo, que se sentía como si estuviera corriendo en una plancha hirviendo. En el horizonte se avistaba como vapor, del calor que salía de la tierra.

Pasé por un lugar donde había un pequeño balneario. Tuve que voltear la mirada para otro lado, porque ya me lanzaba al agua con todo y ropa! Sólo porque tenía los zapatos secos no lo hice.

Adelante, había una tienda, donde compré dos botellas de agua fría. Un poco después, al final de una subida, logré divisar a Decio a lo lejos. Empecé a luchar por acercarme poco a poco, hasta que lo topé en el siguiente puesto de control, en Paulino Neves, Km. 31!

Ahí, me dieron dos bananos que me tragué en vez de comer. Llené la bolsa de agua y me tomé otra Coca Cola. Refresqué mi cabeza con agua y nos dieron un poco de hielo para colocar dentro de las bolsas de agua. Antes de salir, preparé medio litro de Nestum trigo-miel. Me hizo súper bien!

Comenzamos los dos juntos y al salir del pueblo, una gran planicie con algunas vacas que nos miraban al pasar y donde por supuesto, encontramos agua, nada más que a mojar los zapatos de nuevo.

Al fondo, dunas! Esta parte, la caminamos, puesto que Decio no se sentía bien y me pidió que siguiéramos juntos. Al salir de las dunas, nos dirigimos hacia la playa, que estaba como a 2 kilómetros más adelante.

lunes 10 de mayo lunes, 10 de mayo

De pronto, oh! Sorpresa, Jean se nos pegó. Nos fuimos los tres y cuando él comenzó a acelerar, le hice señas a Decio de que no lo podíamos dejar ir y comenzamos a correr. Al encontrar la playa, lo dejamos.

Corrimos sin parar hasta el siguiente puesto de control, en el Km. 57. Decio me propuso que descansáramos un poco y nos alcanzó Jean. Al salir, le comenté que quería sacarle el lodo a mis calcetines, porque sentía que ya se me estaba haciendo una ampolla. Cuando paré en la orilla del mar a limpiar mis zapatos, nos pasó Jean y apretó el paso. Se nos empezó a ir, pero poco a poco, nos fuimos aproximando. Él corría un buen tramo y luego caminaba un poco. Nosotros no caminamos, ni un paso; nos acercamos cada vez más y más, hasta llegarle.

Al momento, lo dejamos de nuevo. De ahí, nos fuimos kilómetros y kilómetros de playa. Cuando faltaban como cinco kilómetros, Decio me dijo que se iba adelantar para ir al baño y apresuró el paso, se fue y no paró! Era mentira, sólo para dejarme.

Me pareció una mala pasada, porque al salir a la playa cuando él me pidió que nos fuéramos juntos, yo estaba fuerte y lo pude haber dejado. Ni modo! Por buena onda. Así se aprende!

A lo lejos, logré ver Cabure, el pueblo donde estaba la meta. Me aproximé poco a poco, hasta llegar. Decio había entrado unos minutos antes. Yo logré la cuarta posición, con 7 horas y 40 minutos. Me sentía totalmente satisfecho con la etapa!

Entré al hotel y me quité los zapatos, me tiré a la piscina. Tenía una ampolla enorme en el centro de la planta del pie derecho, era tan grande, que al dar el paso, sentía cómo se movía el líquido dentro de ella; medía cuatro dedos de largo, por dos de ancho. Ja!

Almorcé y me fui duchar al cuarto. Me tiré en la cama a descansar, con los pies para arriba!

Me duelen las rodillas y me salieron tres ampollas además de la ultra grande. Además, hasta hoy, llevo cuatro uñas y media que se van a caer, porque cuando sale ampolla por debajo de la uña, la levanta y se cae.

A las 7:30 P.M., nos sentamos todos a cenar, Franck nos explicó un poco sobre cómo iba a estar la siguiente etapa. Presentó a un grupo de ocho brasileños más, que se integraban para hacer las últimas dos etapas de la carrera, que suman 60 kilómetros y que son en el desierto de Lençois (que significa sábana en portugués).

Me quedé platicando con un pequeño grupo de franceses, en el que estaba Pierre, quien narró un poco sobre su participación en las carreras de aventura. Increíble la experiencia que tiene. Nos contó que comenzó como a los 37 años, en la primera carrera de aventura que organizaron los franceses; el Raid Gauloise de Nueva Zelanda, en 1989!

Estuvimos de acuerdo en que todo está en la motivación y en el deseo de alcanzar lo que nos propongamos. Me fui a la cama, con muchas ideas e imágenes en la cabeza. Mínimo, unos 20 años más de aventura. Así de fácil!

lunes, 10 de mayo

cangrejos, pájaros y detalles de la naturaleza que por lo general, cuando se vive en una ciudad, se nos olvida apreciar. Lo que ha llamado mucho mi atención, es que en las dunas, siempre hay burritos, ovejas y ganado. Una cosa interesante que aprendí, es que existe una diferencia entre los burritos y los anos o los asnos (realmente me causó confusión la palabra, es anos o asnos? O serán bueyes, ja,ja,ja,ja,ja, saber. Ay güey! Qué poco leído!)

Pero bueno, los burritos originales tienen una cruz. Por esta razón, eran considerados animales sagrados. Son de color gris y tienen una franja de pelo café, que va de la cabeza a la cola y otra, que baja de la espalda hacia las patas delanteras. Así se forma la cruz. Los demás son anos o asnos!

Cenamos a las 7:30 y Franck nos reunió para explicarnos la etapa de mañana. Al final, hizo énfasis en que desde hace diez años, no permiten hacer ningún tipo de evento en este desierto, por lo que en primera instancia, debíamos aprovechar la oportunidad que teníamos de poder entrar ahí. Aparte, la solicitud de no dejar basura en el camino.

Regresé a mi cuarto y preparé la mochila para dos días, porque a diferencia del resto de etapas, en la siguiente noche, no íbamos a tener acceso a nuestro equipaje. Metí la comida de pasado mañana, una pantaloneta y mi cepillo de dientes para pasar el día después de la llegada. Me acosté temprano; otra vez me esperaba la madrugada para despertarme a las 3:30 A.M.!

La etapa larga, estaba programada para dos días, así que hoy, fue tranquilo; para descansar y recuperarse. Desayuné y luego me acosté en la hamaca. Llegó Karim y platicamos un poco más de sus aventuras; me contó que de las 22 ocasiones que ha corrido el Marathon Des Sables, siete veces corrió con su perro, hasta que una culebra lo picó y lo mató. Donde lo enterró, sembró un árbol de manzanas.

Luego, vimos algunas fotos que han tomado los reporteros y Pierre puso un DVD con relatos de sus participaciones en diferentes carreras. La verdad, los dos son una leyenda en este tipo de aventuras.

Más tarde, arreglé un poco el equipo para el día siguiente y me la tomé tranquilo, cero sol. Al medio día, nos reunimos siete y fuimos a comer a una champita a la orilla del mar; en una hielera de duroport, tenían los pescados que acababan de atrapar. Pedimos un róbalo de unas seis libras para todos; lo sirvieron con arroz blanco y ensalada. De tomar, yo pedí una caipiriña!

Al final de la tarde, salí a caminar tranquilo un par de kilómetros a la orilla del mar, sí, también fui hacia unas dunas. Ja! Como que no hubiera tenido suficiente, además de que los 60 kilómetros que hacen falta de la carrera, son sólo de dunas; el desierto de Lençois Maranhense!

Pero la pasé muy rico caminando sin camisa, sintiendo el viento, viendo

martes, 11 de mayo

la pasé muy rico caminando sin camisa, sintiendo el viento, viendo cangreJos, páJaros y detalles de la naturaleza.

inicia el desierto de lençois maranhenses!

miercoles, 12 de mayo

seguir adelante, era la fuerza de voluntad de no parar y seguir… y seguir… y seguir. No podía dejar que Jean se fuera. Además, en ese momento ya no miraba los punteros; sabía que me estaban poniendo tiempo encima!

Poco a poco, me sentí mejor y alcancé de nuevo a Jean. Nos fuimos juntos y, gradualmente, nos acercamos a otro manto verde; de lejos, logré distinguir una casa y se la señalé!

Entramos en una especie de oasis en medio del desierto. Otra vez arbustos y mucha agua; grandes humedales con plantas dentro del agua y, de pronto, como que el desierto desapareció. Pasamos por debajo de unos árboles, hasta que finalmente, divisamos las banderolas de Tendao! En unos minutos, llegamos a la meta!

Yo estaba mal. Me dolían las piernas y tenía dolor en una ampolla en el pie derecho, principalmente, porque a la llegada había tropezado con un tronco y justo me había golpeado el dedo en el que sentía la ampolla. Por supuesto, no pudo ser en alguno de los otros nueve dedos que no me dolían tanto!

Me instalé en una hamaca y me tendí a descansar. Pregunté si me podían hacer una limonada y me prepararon un pichel. Me quedé descansando el resto de la tarde. Sólo fui a la laguna más cercana a bañarme y a lavar mis zapatos, gorra y camisa. Todos los que fueron arribando, estaban bastante golpeados por la etapa.

Como a las 7:30 P.M., sirvieron la cena; me senté con los franceses, nos matábamos de la risa de las tonterías que contábamos, mientras recordábamos las anécdotas que estábamos viviendo en esta aventura.

Reflexioné un poco acerca del por qué estaba yo y toda esta gente acá; todos “sufriendo” las inclemencias de la experiencia. Teníamos ampollas, uñas por caerse, dolores musculares, manos y pies inflamados, entre otros distintos síntomas que le daban suficiente tarea al doctor que debía atender un corredor tras otro.

Sin embargo, a pesar de todo eso, TODOS pagamos por venir acá. Nos reímos, estamos en medio de un desierto acampando bajo las estrellas y viviendo un sueño que cada uno de nosotros escogió por motivos diferentes, pero que al final, es la razón principal para estar aquí y sin la menor duda; lo estamos disfrutando mucho!

Nos colocaron hamacas y alrededor de las 8:30 P.M., nos dormimos; claro, quedamos como sardinas, uno a la par del otro!

Eran las 3:25 A.M., se levantó Paulo y me desperté yo. Me bañé y fui al restaurante a desayunar. De nuevo, con muy poca hambre, sólo me comí un pedazo pequeño de pan y literalmente, un bocado de una especie de pastel de queso, además de una taza de café.

A las 4:00 nos subimos todos a cinco lanchas que nos llevaron al punto de partida, no muy lejano de Cabure. Esperamos un poco a que hubiera más luz y nos tomamos unas fotos. Primero, todos los brasileños; que eran los cinco de la distancia larga, más los ocho que se sumaron a esta etapa. Luego, los franceses, que eran como 16 también y de una vez, el guatemalteco! Que era Mr. Sagastume… Eeeh!

Aclaró un poco más el día y dieron la salida. Me fui con el grupo puntero, empezamos a correr en un camino con mucha arena suave. Los dos brasileños aceleraron el paso y se adelantaron con Karim y Mahmoud, que había ganado la primera etapa. Yo, me quedé unos 80 metros atrás de ellos, hasta llegar al primer puesto de control, en el Km. 6. Ahí, los alcancé y salí de nuevo con ellos. Dos kilómetros más adelante, comenzaron las dunas; me mantuve con el grupo unos ocho kilómetros, hasta que bajé mi paso y se alejaron un poco.

Empecé a perder energía, no tenía fuerza en las piernas y no me sentía bien; bajé más el paso. Me di cuenta que Jean venía a lo lejos, detrás de mí. El calor y la falta de energía, me llevaban mal. Calculé que tenía que hacer 1hora 20 minutos para los 10 kilómetros, hasta el siguiente puesto. Sin embargo, transcurrió ese tiempo y no miraba ninguna zona verde, se me terminó el agua de la bolsa y me quedé con una botella de medio litro. Después de 40 minutos, finalmente vi un manto verde entre las dunas blancas. Me tardé como unos 20 minutos más, antes de llegar.

Con una hora de retraso de acuerdo con lo proyectado, llegué al puesto de control del Km. 17. Ahí, compré un coco y dos coca colas; necesitaba azúcar, me sentía como endeble, sin energía. Al salir de la cabaña, apareció Jean. Empecé a caminar y cuando menos lo imaginé, ya estaba detrás de mí. Decidí esperarlo y me preguntó que cómo iba y le dije que con poca energía. Me dio una barra energética y cuando llegamos a una bajada, se fue; yo seguí trotando suave.

El agua de coco, las gaseosas y la barra, se me revolvieron en el estómago con la corrida. Sentía nausea. En realidad, es en estas circunstancias donde se prueba lo que trato de explicar; en estas carreras, la condición física no importa tanto. En ese instante, lo único que me motivaba para

Jueves, 13 de mayo

Hoy, finalmente, nos comenzamos a levantar más tarde; 4:30 A.M. En realidad, dormí muy bien en la hamaca, no sé si no los sentí o si

efectivamente, no molestaron ni los mosquitos. No tenía mucho que preparar; me lavé la boca y fui a desayunar. Pero, esta vez, no comí lo que nos sirvieron, comí Nestum y granola con pasas que yo traje, eso sí me lo comí todo!

A las 6:00 A.M., el último banderazo de salida! Creí que por ser el último día lo íbamos a tomar un poquito más tranquilo, pero la tranquilidad sólo duró como 100 metros. A ese término, pasaron duro hacia adelante los brasileños, los siguieron Karim y Mahmoud y de plano, yo no me quería quedar atrás y sin pensarlo, a correr con ganas!

Nos separamos rápido del resto del grupo, a los tres kilómetros, aparecieron las dunas; nos quedaban los últimos 17 kilómetros de desierto. Karim empezó a adelantarse, lo secundaron los brasileños, después el francés y luego yo.

Las dunas eran grandes y los lagos entre ellas, mucho más grandes que los del día anterior. Caminábamos hacia arriba y corríamos hacia abajo y en lo plano. Repentinamente, Mahmoud se quedó y lo pasé. Alcancé a los brasileños, pasamos el puesto de control en el Km.10 y seguimos. Más adelante, en una laguna, advertí que los brasileños bajaron el paso y yo mantuve el que traíamos. Los rebasé y así, encontré a Karim; quien para variar, buscaba las marcas, (mi gordo, ya no mira bien) la que correspondía la tenía enfrente y no la miraba. Al unírmele, le indiqué por dónde era y lo seguí.

El calor estaba muy fuerte y, aunque nos habían dicho que debíamos desinfectar el agua, decidí tomar de las lagunas. En algunas, hasta me tiraba de cabeza para refrescarme.

A lo lejos, vi que se terminaba el desierto y que tenía a Karim a la vista. Volví la mirada y me di cuenta de que Mahmoud se había recuperado;

el último Banderazo de salida

Jueves, 13 de mayo

gran sonrisa, contando cómo se los había llevado el río con el calor, las dunas y el cansancio. Unos, incluso, comentaban que pasar por las lagunas los había matado, porque los pies se enterraban en el fondo aguado y arenoso y esto exigía el doble de esfuerzo para moverse, con el agua hasta arriba de la rodilla.

Qué buena experiencia! Estoy muy contento!Esperamos que llegara el resto de competidores y, a las 2:30

P.M., nos subimos todos en cinco carros, de estos toyotas con techo y sillas en la palangana; iniciamos el recorrido, hasta asomarnos a la calle asfaltada, donde nos iba a esperar el bus que nos llevaría a San Luis.

El camino fue increíble, pasamos por lagunas con el agua hasta la mitad del carro! Por eso, todos tienen el escape arribe de la cabina. Definitivamente, acá no entra un carro normal de doble tracción.

Después de una hora con treinta minutos de viaje, salimos a la ruta. Nos trasladamos al bus, en el que nos esperaban cuatro horas más de camino para llegar a San Luis Correia. Finalmente llegamos al hotel; cenamos y a dormir!

Qué gran satisfacción la que siento!

había rebasado a los brasileños y venía detrás de mí, como a 200 metros.

Dejamos atrás el desierto, y entramos a un camino típico de la región; pequeños arbustos y arena muy suave, hasta llegar a una calle adoquinada, en el pueblo de Santo Amaro. Tuve que acelerar muchísimo más el paso y correr más duro de lo que había pensado, porque Mahmoud estaba muy cerca, tratando de alcanzarme. La calle se sintió eterna; un cruce a la derecha, otro a la izquierda y así, sentía que en cada uno de los cruces, iba a estar la meta.

Finalmente, llegué a la plaza principal, donde nos esperaban con cohetes. Obtuve el segundo lugar. Quedé más que satisfecho!

El calor era cruel, totalmente extremo. Yo estaba muerto; di todo, toda la fuerza y energía que me quedaba! La satisfacción que tenía, era increíble; no sé cómo describir ese placer de entregarse de lleno, con corazón y cuerpo a algo que queremos hacer y que por esa dedicación, lo logramos. Simplemente, lo máximo esa sensación de logro y alcance!

Me tiré en la grama, debajo de un carro, buscando la sombra. Entonces, empezaron a llegar los otros corredores; todos, con una

Brasil running adventure race 2010

viernes, 14 de mayo

que ser específicos para la carrera que escogiera hacer; le da mucha importancia al entreno y al monitoreo del ritmo cardíaco. Me contó que, hoy por hoy, su pulso en reposo, es de 36. Yo ando por 48 pulsaciones!

Me recomendó para comenzar, que baje 15 libras (8Kgs.) Me explicó que si multiplico esas 15 libras por cada paso en el esfuerzo que acababa de realizar, eran dos millones 850 mil libras (1,425 toneladas) de peso que me podía haber ahorrado! Me dejó mucho en qué pensar y me motivé para empezar a entrenar mejor y por supuesto, para tener mejores resultados.

Pierre, “la leyenda”, 57años y terminó en 6º. lugar! También me dio varios consejos, entre ellos, que entrene más relajado;

de tres a cuatro veces por semana y una vez al mes, un fondo de unos 100 kilómetros mínimo, sin parar, ni caminar.

Me alegró poder compartir con todos. Unos se pusieron a bailar y todos la pasamos bien. Por mi parte, me agradó la integración que se dio en el grupo; todos vivimos y sufrimos al máximo esta experiencia, que definitivamente se centra en el gozo de poder hacer lo que nos gusta; el deporte extremo! Esa sensación de llevar el cuerpo al límite y un poco más allá.

Todos estamos en la misma sincronía; buscamos vivir este tipo de experiencias que luego, cuando nos juntamos, podemos compartir, con un grupo de gente que hace lo mismo. Por ejemplo, Olivier, súper simpático, un caso! Comentamos cuando veníamos en el bus, de mi participación en el Marathon Des Sables y resultó, que él también participó el mismo año que yo. Terminó en el puesto 50 de la edición XVII.

Compartimos y nos reímos de muchas anécdotas de esa carrera. Esto, y lo que he comentado en las líneas anteriores, describe la razón que me mueve a participar en este tipo de eventos!

Me levanté “tarde”, a las 6:45 A.M. Bajé a desayunar, platiqué con los corredores y luego, salimos a caminar un poco. Es un pueblo bonito; el hotel donde nos quedamos está en el casco antiguo de la ciudad, tiene calles empedradas y las fachadas de las casas son muy coloridas y con un trabajo de hierro forjado muy especial.

Como a las 11:30 A.M., nos reunimos con Franck, para estudiar las posibilidades de hacer una carrera de estas en Guatemala! Tenemos un paraíso y lo debemos explotar!

Almorzamos una pizza con Pierre y Jean. Luego, regresamos al hotel, Pierre me prestó su computadora para copiar algunas fotos que los reporteros le habían dado. Me tardé en escoger las que me interesaban, principalmente, para poder mostrar y compartir.

Me preparé para la ceremonia de clausura. Luego, a las 5:30 P.M., nos juntamos todos en el lobby del hotel para que nos trasladaran al instituto de turismo. En un salón de este edificio, colocaron sillas y una pantalla, donde nos presentaron una serie de fotos y vídeos de la carrera. Después de eso, la premiación. Primero, la categoría femenina y seguido, la masculina; para la que consideraron los primeros cinco puestos.

En 5º. Lugar, quedó Jean. A mí, me llamaron en cuarta posición. Eeeeh! Pasé con mi bandera de Guatemala; me aplaudieron muy animadamente. Me sentí muy orgulloso de llevar la bandera de mi Guatemala a esta prueba tan dura y demostrar que los guatemaltecos sabemos hacer bien las cosas!

En tercer lugar Decio, segundo Acacio y el primero, Karim!Al finalizar, nos movimos hacia un patio, donde había un grupo folklórico

con trajes muy vistosos. La música, con un ritmo increíble, que terminó por contagiarnos a todos hasta invitarnos a bailar.

Posteriormente, nos habían organizado una cena en un restaurante frente a una plaza. Compartimos, tomamos fotos y claro, un par de caipiriñas, que no podían faltar por ser la bebida oficial del país.

Pude conversar por un buen rato con los veteranos, que en realidad, de veteranos no tienen nada; Alain 65 años, me comentó que hasta los 55, él corría los 42 kilómetros en menos de tres horas. Me dio varios consejos que puedo seguir, para mejorar. Por cierto, cuando me preguntó mi edad, se rió y me advirtió que no me preocupara porque fácil, tengo 30 años más de carrera!

Me dijo que soy muy fuerte mentalmente y que los entrenos tienen

completamente satisfecho!

Que me dejó?Aprendí que la edad no importa. La pasión por lo que hagamos, es el motor que nos hace vivir y seguir realizando lo que soñamos!

Debemos comenzar por buscar un sueño que nos guste y nos motive a luchar, para poder realizarlo. Es importante que esté fuera de nuestra zona de confort, para que no sea fácil alcanzarlo y que realmente represente el reto que nos lleve a dar el paso extra más allá.

La satisfacción de lograr algo por lo que se sufrió, es mayor!El paso donde la gran mayoría se queda en esta búsqueda de la

realización de sueños, no es en encontrar el sueño, sino en que nunca se da el paso para que suceda la realidad!

Ejemplo:

1. establecer objetivo: Encontré una carrera en internet que me gustó!

2. tomar acción: Escribí al organizador para informarme más y luego me inscribí! Inscribirse es como pagar un compromiso que me lleva a entrenar con

esfuerzo, perseverancia y dedicación; día tras día hasta el momento de salir hacia la carrera!

3. muy importante vivir el camino intensamente hacia el objetivo: La carrera en sí, fue corta comparada con los días de la preparación.

Por eso, esa etapa previa, la disfruté minuto a minuto; sabía que la competencia era una pieza más del proceso y que iba a durar poco tiempo. Tenía que aprovechar al máximo la experiencia, que incluye TODO, “lo bueno y malo”, antes, durante y después; todo es parte del paquete! Las ampollas, reírnos, la pérdida de uñas, compartir, conocer gente con la misma pasión, todo fue parte de esta invaluable experiencia.

4. realización y ejemplo para otros: De ahora en adelante es un sueño que se hizo realidad. Voy de

regreso con historias que luego compartiré con familia, amigos y otros corredores en el futuro! Me hace sentir bien y estoy feliz de poder vivir mi vida plena e intensamente!ANEXO

Análisis de la experiencia

Tabla General de Posiciones

ATLETA ETAPA 1 ETAPA 2 ETAPA 3 ETAPA 4 ETAPA 5 ETAPA 6 TOTALMinutos por Km.

KARIM MOSTA 1:32 3:06 2:39 6:21 5:28 3:29 22:35:00 7:08

ACACIO ALVES 1:34 3:35 2:41 6:20 5:37 3:47 23:34:00 7:27

DECIO RIBEIRO 1:33 2:52 2:44 7:35 5:27 3:47 23:58:00 7:34

JUAN CARLOS SAGASTUME 1:33 3:06 2:47 7:41 6:03 3:33 24:43:00 7:48

JEAN VERCAMBRE 1:35 3:34 2:55 7:49 6:03 3:48 25:44:00 8:07

Participaron más de 38 atletas de diferentes nacionalidades, entre las que se encontraba además de Guatemala, Francia, Brasil, Argentina, Italia, Polonia y Australia.

Brasil running adventure race 2010