desde hoy hasta el día del bautismo del señor, la comunidad cristiana es invitada a vivir un...
TRANSCRIPT
Desde hoy hasta el día del Bautismo del Señor, la comunidad cristiana es invitada a vivir un "tiempo fuerte", el misterio unitario y progresivo del Adviento, la Navidad y la Epifanía del Señor Jesús.
Tanto las palabras del profeta Isaías como las de Pablo como, sobre todo, las de Jesús, nos invitan a estar despiertos y atentos, preparados en todo momento.
porque la venida del Señor a nuestra vida sucede en el momento más inesperado:
"Velen y estén preparados, porque no saben qué día va a venir su Señor".
Nuestra actitud de Adviento debe ser la atención, la vigilancia y la espera activa.
Los que están dormidos o distraídos, satisfechos de las cosas de este mundo, no esperan a ningún salvador y corren el peligro de perder otra vez la ocasión: la cercanía del Señor.
Dormidos o distraídos, satisfechos de las cosas de este mundo.
Pablo habla de algunos factores que embotan nuestra mente y no nos dejan estar atentos a lo principal: la búsqueda del placer a toda costa….
….. y las contiendas fraternas.
Los cristianos centramos nuestra esperanza en una Persona viva, presente ya desde hace dos mil años en nuestra historia: Cristo Jesús.
No nos va a salvar la política.
Ni la economía, ni los adelantos de la ciencia y la técnica.
Es Cristo Jesús el que da sentido a nuestra vida y la abre a sus verdaderos valores, no sólo los que aplaude este mundo.
Las imágenes y comparaciones con las que Jesús nos estimula a esta espera son preocupantes y pueden sonar a amenaza del mal que nos puede suceder si no estamos atentos: el diluvio en tiempos de Noé o la irrupción de un ladrón a la hora menos pensada.
Sin perder la confianza, escuché-mosle, que nos habla muy en serio.
Texto entresacado de: J. Aldazabal