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PRIMERA EDITORIAL Bajo el contexto del eslogan que caracteriza el quehacer de la Sociedad de Historia y
scribir y sincerar las razones fundamentales que sostienen la revista que en estos momentos usted está a ad-portas de leer. Se trata de una publicación que ha nacido fuera de los cánones académicos de las disciplinas oficiales que estudian la historia nacional, y que ha puesto en valor a las voces disidentes que con gran creatividad analítica han buscado desentrañar la memoria perdida e intencionalmente olvidada por los saberes formales de la academia. Desde su primer número, humilde y de bajísimo presupuesto, el Boletín Histórico ha invitado a todos los defensores de la memoria local a ser parte de sus páginas, con ningún otro propósito que el de difundir una mirada extraoficial, que devuelva al pueblo el conocimiento de su historia; empoderándolo del territorio que habita y de su pasado. En numerosas ocasiones, los artículos publicados en el Boletín Histórico han desmentido o puesto en duda la historiografía oficial, abriendo el debate de la verdad única en la historia; aquella verdad que tan fieramente defiende el gremio de historiadores licenciados. En estos casos, la invitación es y siempre ha sido de iniciar un debate ciudadano, de cara al pueblo, donde se puedan discutir las evidencias, permitiendo que cada cual se forme su propio juicio. Hay algunos investigadores, historiadores o licenciados en historia que gustan del debate intelectual; en el cual ven, no tan solo la oportunidad de difundir sus investigaciones, sino que también como un proceso de retroalimentación con quienes ejercen igual labor. Sin embargo, hay otros que han resuelto la fácil determinación de ignorar, denostar e incluso injuriar a quienes hemos decidido hacer de nuestras vidas, un aporte para la comunidad. No obstante aquello, el Boletín Histórico continuará su labor, la cual no es otra que la de entregar a la sociedad el conocimiento de su propia historia. El Boletín Histórico, pertenece a la Sociedad de Historia y Geografía de Chile organización de derecho privado que se caracteriza por su independencia de las grandes instituciones académicas que resguardan el conocimiento oficial de la historia nacional e internacional. Y es en esta línea, que seguirá trabajando para permitir que toda disidencia cuente con un espacio para divulgar sus investigaciones, invitando a la academia a debatir en sus páginas las evidencias que puedan refutar los hallazgos que, desde el territorio y la memoria colectiva, han de encontrar siempre un espacio en nuestra revista. El presente volumen del Boletín Histórico ha de marcar una nueva estrategia comunicacional para la revista y para la organización que le da vida; incluyendo una presentación externa y una portada que exprese su propio discurso, a través del cual esperamos incentivar a las nuevas generaciones de lectores e investigadores
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profesionales o autodidactas que quieran hacer de este, su propio espacio de difusión y discusión del conocimiento. El camino no es ni ha sido fácil, particularmente cuando la desfachatez de pseudo-profesionales llega al extremo de injuriar públicamente a organizaciones como la nuestra, que con un centésimo de los recursos con los que ellos cuentan, hemos de realizar actividades más potentes que las de sus propios departamentos de organismos estatales o incluso municipales. O cuando la brutalidad humana llega al punto de ofrecer en las redes sociales la opción de quemar nuestra revista, declaraciones que nos trasladan a un oscuro pasado en nuestra América, donde la cultura, los libros y el saber eran censurados cuando no cumplían los parámetros del El pecado de estar fuera de la academia, y la de exponer abiertamente a los
como se nos ha dicho en variadas oportunidades no ha desmoralizado nunca a esta corporación, ni a los investigadores que periódicamente aquí publican. Por esto, y sin más que agregar, les invito a disfrutar
Andrés González Valencia Censor y Director del Comité Editorial
Sociedad de Historia y Geografía de Chile www.boletinhistoricoshgchile.com
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PRESENTACIÓN
Experiencia Pedagógica del Taller Jóvenes Arqueólogos.
En mi labor como docente de la asignatura de Historia y Geografía en el Colegio Aconcagua de Quilpué, debo agradecer a la Sociedad Histórica de Chile por la realización del taller de jóvenes arqueólogos, que más que un proyecto educativo, fue un verdadero proyecto social, ya que permitió a nuestros jóvenes acercarse a su historia local, valorarla e identificarse con ella.
A través del taller estos mismos jóvenes que viven concentrados en el presente y que no demuestran interés por mirar hacia el pasado, jóvenes que no creen, ni se identifican con las instituciones dominantes, lograron descubrir un mundo nuevo en cuanto a la disciplina, más allá de la crónica, la fuente escrita tradicional y el relato, se pusieron en contacto con la historia misma. Esta iniciativa pretendía acercar a los niños al patrimonio de su comuna, además de enseñarles en el aula el marco teórico para su conocimiento, les permitió conocer en terreno los vestigios pertenecientes a un pasado histórico latente.
Se agradece la democratización del conocimiento, el acercar a los niños la historia de su propia comunidad, que paradójicamente les es al mismo tiempo tan ajena, una historia escrita por estudiosos e investigadores que escriben para ellos mismos o para eruditos en la materia, pero que no es escriben con la finalidad de que trascienda a un público más joven y que logre sensibilizar a las nuevas generaciones respecto al deseo investigar y conservar nuestra riqueza patrimonial.
Para los niños se dificulta la comprensión de la historia, principalmente si se le presenta como hechos aislados, como acontecimientos desconectados y que no tienen ninguna relación con su vida, porque es difícil para ellos entender lo que está muy alejado en el espacio y en el tiempo. Por lo tanto es de vital importancia enfocar la enseñanza de la historia de una forma no tradicional, sacarlos del aula para vivirla y hacerlos comprender que la historia es mucho más que memorizar datos, nombres, y fechas, sin llegar a una reflexión. Es tiempo ya de eliminar prácticas superficiales de nuestra disciplina y comprender que nuestros niños son demasiado valiosos como para perder sus mejores años insistiendo que aprendan cosas insignificantes que en nada contribuyen al desarrollo humano de este país.
El taller jóvenes arqueólogos otorgó la oportunidad de convertir los bienes patrimoniales en un recurso al servicio de la enseñanza de la historia, una herramienta que ayudó a los alumnos a representar su realidad presente evocando el pasado, y proyectarse hacia el futuro. No debemos olvidar que una vez que la memoria se recupera es un proceso que no tiene marcha atrás.
Además del taller han sido muchas experiencias de las cuales mis alumnos han podido participar durante este año organizadas por la Sociedad, diferentes actividades como charlas temáticas que a medida que avanzamos en los contenidos en el colegio vamos complementando con la exposición de los expertos miembros
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de la Sociedad Histórica de Chile y que transforman la materia en algo atrayente para seguir profundizando y ampliando el conocimiento de los niños. También se realizó el primer concurso de historia estudiantil que ha ganado una de mis alumnas, de lo cual me siento muy orgullosa debido al interés que está creciendo en ella por la historia de nuestro país, y que gracias al boletín de la sociedad podrá publicar por primera vez el fruto de su investigación, oportunidades que muy pocas veces se dan para difundir el trabajo de estudiantes que no encuentran cabida en un mundo tan cerrado como el de las publicaciones históricas, de ahí la importancia de este boletín como plataforma para futuras promesas.
Finalmente debo destacar a la Sociedad Histórica de Chile, que sin ningún interés más de que el de difundir el conocimiento y el amor por una disciplina tan hermosa como lo es la historia, ha dedicado tiempo y esfuerzo al acercar a los jóvenes al conocimiento y valoración patrimonial. Lo que ustedes han logrado traspasar a estos alumnos durante todo este año trabajando con ellos, se perpetuará en el tiempo y esa recompensa es la que debe motivarnos a seguir apoyando y fomentando este tipo de actividades.
Marcela Cifuentes Figueroa Profesora de Historia y Geografía
Magister en Currículum y Evaluación
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Boletín Histórico de la Sociedad de Historia y Geografía de Chile
Año V N° XVIII ISSN 0719-7616
www.boletinhistoricoshgchile.com www.shgchile.com
APORTES DE LA ARQUEOBOTÁNICA A LA ARQUEOLOGÍA EN CHILE.
ESTUDIOS ANTRACOLÓGICOS Y XILOLÓGICOS.
María Eugenia Solari*
RESUMEN
El estudio que se presenta propone relevar el rol de la antracología como puente
interdisciplinario entre la arqueología y las ciencias naturales, posibilitando nuevos
diálogos para la comprensión de la relación entre las comunidades humanas y sus
ecosistemas. Se exponen los resultados obtenidos del análisis de los carbones
vegetales de cuatro sitios arqueológicos, provenientes de espacios geográficos,
cronologías y usos diversos. En este contexto se presenta el análisis arqueobotánico
de sitios domésticos (Santa Julia), rituales (Labranza y Millahuillin), y de incendios
históricos (Catedral de Santiago). A su vez, complementan estas investigaciones los
análisis de maderas sin carbonizar, provenientes de los sitios Millahuillin 1 y
Catedral de Santiago, aproximándonos de este modo al patrimonio botánico y
cultural de Chile1.
Palabras claves: arqueobotánica, antracología, xilología, sitios arqueológicos, Chile.
ABSTRACT
The present study proposes to emphasize the role of charcoal analysis as an
interdisciplinary bridge between archaeology and natural science, enabling new
dialogues for the understanding of the relation between human communities and
their ecosystems. The results obtained from the analysis of vegetable charcoal
from 4 different archaeological sites coming from different geographical
* Doctor. Académica Instituto de Estudios Antropológicos. Laboratorio de Arqueobotánica e Historia Ambiental. Universidad Austral de Chile. Valdivia. Correo electrónico: [email protected] 1 Una síntesis de este trabajo fue expuesto en el Simposio: Estado actual de la Arqueología. III Jornadas de la Sociedad de Historia y Geografía (Concon, octubre 2016).
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María Eugenia Solari
spaces, chronologies and use, are exposed. In this context
the archaeobotanical analysis of domestic sites (Santa Julia), ritual sites (Labranza
and Millahuillin) and historical fire (Cathedral of Santiago) is presented. These
investigations are completed with an analysis of non-burnt wood coming
from the site Millahuillin 1 and Cathedral of Santiago, thus approaching the
botanical and cultural heritage of Chile.
Keyswords: archaeobotany, charcoal analysis, xylology, archaeological sites, Chile.
1. Introducción
La antracología o el estudio de los carbones vegetales se desarrolla desde hace una
treintena de años en Europa, mientras que en América del Sur estos estudios se
suceden en Chile, Argentina, Brasil y Uruguay respectivamente, a partir de los años
Este trabajo resume y discute, las problemáticas y las respuestas que las disciplinas
arqueobotánicas, como son la antracología y la xilología, deben entregar en relación
a los últimos sitios arqueológicos estudiados.
Lo que nos convoca gira en torno a una pregunta central para el ejercicio
arqueológico actual: ¿Cómo dialogan las diferentes disciplinas de las ciencias
naturales y sociales, para reconstruir el patrimonio natural pasado, los modelos de
uso del bosque holocénico y las identidades ecosistémicas, en relación con las
prácticas culturales?
A su vez, se intenta explicar la necesaria complementariedad y los puentes que
deben establecerse entre los métodos de las ciencias naturales y de la arqueología,
respondiendo a la insoslayable perspectiva inter-transdisciplinaria que estos
estudios ecosistémicos e híbridos deben conformar. Pero, lo que los reúne en
definitiva es la comprensión del sitio arqueológico y las preguntas no pueden si no
estar definidas de manera conjunta por todas las disciplinas que participan de estos
estudios.
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Aportes de la arqueobotánica a la arqueología en Chile. Estudios antracológicos y
xilológicos.
Los temas recurrentes en los sitios analizados tienen que ver con:
• Perspectiva paleo-ecológica: Percepción y cambios en el paisaje vegetal.
• Imágenes arqueobotánicas: estructuras combustión, espacios rituales
(funebria), análisis de madera de obra etc.
• Interrogantes: ¿Existen diferencias en el estudio de maderas y carbones,
asociados a espacios rituales, domésticos, industriales?
• Relaciones: entre espectros antracológicos, xilológicos y de otras disciplinas
paleo-arqueobotánicas (palinología, carpología estudio de fitolitos,
almidones)
2. Material y métodos:
El estudio de las maderas carbonizadas procedentes de sitios arqueológicos,
corresponden a residuos productos de una combustión incompleta y poseen una
doble perspectiva en su interpretación:
Paleo-ecológica, para interpretar transformaciones de la vegetación del sitio mismo.
Los factores que producen estos cambios pueden ser tanto antrópicos (explotación,
erosión, tala, roce, plantación etc.), como naturales (climático volcánicos,
erosivos...).
Arqueobotánica se ocupará de una cierta selección antrópica del combustible y
madera de construcción, a partir del estudio de los restos carbonizados, que son
recuperados en el sitio.
El método empleado por la antracología implica:
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María Eugenia Solari
Construcción de la colección de referencia, tomando en cuenta la ecología de
las especies, el diámetro de las muestras, constitución de un herbario, la(s)
estación (es) de colecta de las muestras. Un ejemplo de esta metodología fue
la efectuada en el sitio Santa Julia y su entorno.
Análisis de anatomía de madera: existen problemas de identificación de
especies en algunas familias, además de posibilidades de hibridación de
especies. En el caso del sitio Catedral de Santiago, la presencia de una
cupresácea cf. Alerce, muestra los problemas de identificación a los cuales
podemos enfrentarnos, dada su similitud anatómica con el ciprés de la
cordillera (carbonizado).
Muestreo: ¿cuántos fragmentos para qué interpretaciones?. Carbones
dispersos/ concentrados en estructuras de combustión. El sitio Labranza
muestra la exigua cantidad de carbones en las quemas rituales y la necesidad
de complementar por tanto con otros antecedentes su estudio.
Descripción de fenómenos exógenos: vitrificación de muestras, elementos
intrusivos (p.e. análisis de cristales de sal), resultado de incendios que sufrió
el sitio. El sitio Santa Julia posee fragmentos vitrificados, además de algunos
con pátinas, que imposibilitan, en ambos casos su identificación.
3. Sitio Santa Julia. Antracología de un sitio doméstico paleoindio (Los Vilos,
Pleistoceno Final)2
A pesar de la importancia de los recursos florísticos en el establecimiento y
mantención de los primeros asentamientos humanos durante el pleistoceno final,
no existen estudios antracológicos previos para el Norte semi-árido del país. La
problemática antracológica del sitio Santa Julia (Los Vilos), tiene relación con la
recolección de especies leñosas, como combustible y se asocia a resultados
2 Excavación arqueológica efectuada por Donald Jackson y equipo. Proyecto Fondecyt 1030585.
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Aportes de la arqueobotánica a la arqueología en Chile. Estudios antracológicos y
xilológicos.
palinológicos3 y carpológicos4, que muestran la presencia de un mosaico de especies
en las que si bien predominan taxones higrófilos en relictos pantanosos, no se niega
la presencia de condiciones de sequedad hacia fines del Pleistoceno5. Esta aridez en
ciertos espacios justifica plenamente los resultados antracológicos en los niveles 37
(arqueológico) y las muestras del nivel 38 (paleontológico).
En efecto, los carbones identificados presentan una especie dominante (331/380),
propia del norte semi-árido actual, el Guayacán, Palo Santo (Porlieria chilensis
Johnston)6. Se trata de un arbusto siempreverde de hasta 5m de altura,
perteneciente a la familia de las Zygophyllaceae, que crece en la actualidad en las
laderas asoleadas de cerros y valles del interior, entre la IV y VI región, dentro de la
Región del Matorral y Bosque Esclerófilo. Su madera posee una de las densidades
más pesadas dentro de las especies nativas y es usada para artesanía, a la vez que
como leña y carbón7 8
Otros taxones presentes esporádicamente en el espectro antracológico (capa 37)
como Pouteria splendens (1), Myrtaceae (3), Baccharis sp.(1), Cassia sp (1), se
encuentran en la actualidad en el entorno del sitio. Mientras que los fragmentos no
identificados corresponden a carbones de una epífita perteneciente posiblemente a
asociaciones boscosas húmedas. Estas asociaciones en posibles espacios pantanosos
próximos al sitio, son reconocidos por los estudios palinológicos y carpológicos
efectuados. También se identificó una angiosperma a poros difusos, similar a
Maytenus boaria (maitén) y fragmentos en mal estado o vitrificados, situaciones que
impiden su determinación (indeterminables).
3 MALDONADO A. et al. Early Holocene climate change and the human occupations of the semiarid coast of northern Chile. Journal of Quaternary Science: 2010, 25 (6), p. 985-988. 4 PLANELLA M.T. y MCROSTIE V. Manejo de la Información arqueobotánica y desafíos teóricos: una mirada propositiva desde el sitio paleoindio : Archila, Giovanetti y Lema (comp.) Arqueobotánica y Teoría Arqueológica. Discusiones en Suramerica. Uniandes-Ceso, Argentina, 2007, p. 231-249. 5 ORTEGA C. 2006. En Planella M.T. y Mc Rostie V. Idem 6 RALLO M. et al. Características macro y microscópicas del Guayacán. En: Maderas. Ciencia y tecnología, vol. 9, n°1, 2007. 7 HOFFMANN A. Flora Silvestre de Chile. Zona araucana. Santiago: Ed. F. C. Gay., 1982. 8 GAJARDO R. La Vegetación Natural de Chile. Clasificación y Distribución Geográfica. Santiago: Editorial Universitaria, 1994.
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María Eugenia Solari
En resumen, los carbones y restos de maderas del sitio Santa Julia dan cuenta de
una ocupación breve como sitio de habitación9, con la presencia de sólo una
estructura de combustión reconocida y central, con el uso casi exclusivo de una
especie, Porlieria chilensis y por la presencia muy efímera de algunos taxones como
cortejo (Myrtaceae, Baccharis, Angiosperma sin determinación, epífita, entre otras).
Las características micro y macroscópicas de los carbones permitieron identificar
ciertos fenómenos como son la presencia de madera sin carbonizar, que no es
frecuente en sitios arqueológicos, ya que necesita de condiciones especiales de
conservación (sequedad absoluta o condiciones anaeróbicas), a la vez que se
observan en algunas muestras carbonizadas concreciones o pátinas ferruginosas,
que pueden ser producto de su depósito en espacios húmedos.
La factibilidad de reconstruir paleo-ecológicamente el tipo de vegetación existente
en el momento del asentamiento no es posible y sólo se puede reconocer que los
taxones identificados pertenecen al bosque húmedo, a la vez que a las asociaciones
del bosque mediterráneo septentrional.
4. Antracología en complejo fúnebre Pitren. Sitio Labranza 10
Se presentan los resultados antracológicos obtenidos en el salvataje arqueológico
realizado en el sitio arqueológico Villa JMC 01 Labranza (comuna de Temuco, IX
región de la Araucanía). Los carbones analizados se encuentran asociados a un
complejo fúnebre adscrito al período Pitrén, con un fechado absoluto de 1.060±40
AP (rasgo 15).
El carácter de este sitio, asociado a la funebria pitrén, permite plantear interrogantes
principalmente arqueobotánicas, relacionadas con la posible presencia/ ausencia de
determinadas especies, que han sido etno-botánicamente clasificadas dentro de una
esfera ritual en períodos históricos más recientes y en diferentes espacios de la
9 JACKSON D. et al. Initial Occupation of the Pacific Coast of Chile during Late Pleistocene Times. Current Anthropology. 2007. 48 (5), p. 725-731. 10 Salvataje arqueológico. Responsables Doina Munita y Rodrigo Mera (arqueólogos)
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Aportes de la arqueobotánica a la arqueología en Chile. Estudios antracológicos y
xilológicos.
región sur de Chile (p.e. roble, canelo, laurel). A su vez, el contexto socio-ambiental
en el que se inserta introduce otras interrogantes complementarias como son:
¿Todos los carbones provienen de fuegos rituales o existe un aporte desde
otros contextos de combustión, como pueden ser los incendios naturales?
¿La regularidad anatómica en algunas muestras son un parámetro importante
para determinar la mono-especificidad de éstas?
¿La leña usada proviene de madera seca o verde?
Es el tipo de suelo donde se produce la combustión el que aporta elementos
exógenos a los carbones, como son pátinas y concreciones, o se trata de
aportes relacionados con el rito mortuorio?
El análisis de macro-restos leñosos carbonizados del sitio Pitrén provenientes de los
rasgos 15, 19, 30 y 45 corresponden a concentraciones de carbones, interpretadas
como quemas rituales, dada su asociación directa a las tumbas (ofrendas y/o restos
bioantropológicos) [11]
Su número muy reducido de carbones, sus características macroscópicas y su
mono-especificidad a nivel de la determinación anatómica, concuerda con que
efectivamente se trata de quemas puntuales y pequeñas, donde el material
combustible utilizado involucra a fragmentos de roble/raulí o maqui o una
proteacea. Si bien estos tres taxones presentes en Labranza no corresponden a las
especies asociada a los rituales más recientes, si se relacionan estructuralmente con
un mismo patrón de quemas pequeñas (en estructuras de combustión), que se
encuentran presentes en los sitios kuel (montículos ceremoniales), de los valles de
Puren y Lumaco y que son reproducidas en la actualidad en sus rituales, en estos
mismos espacios12
11 MUNITA D. et al. Funebria mapuche en tiempos coloniales, información etnohistórica y el relato arqueológico del sitio Millahuillín 1. Segundo Congreso Internacional Los Pueblos Indígenas de América Latina, siglos XIX-XXI Avances, perspectivas y retos Santa Rosa (La Pampa), Argentina 20 a 24 de septiembre de 2016. Resumen extendido pag. 1 12 SOLARI, M.E. Analysis of wood charcoal remains from kuel and domestic sites in Puren, Lumaco and Pucon (Araucanian Region, Chile). En: The Composite Polity: Patriarchy and Anti-Colonialism. Alemania: Springer Press, 2013.
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María Eugenia Solari
En definitiva, el análisis de los carbones correspondientes al período Pitren
(1060+/- 40 AP.) del sitio Labranza, presenta una clara tendencia a la combustión
mono-específica de especies en quemas menores de carácter ritual, asociadas a
entierros. Las especies que se reiteran son: roble y/o raulí, maqui, avellano, Berberis
sp. y una proteacea. Si bien no se puede inferir si esas especies poseen un carácter
simbólico específico para estos grupos Pitrén, el cortejo de taxones usados es
claramente exiguo y no refleja la variedad de especies pertenecientes al bosque
templado de la Ecoregión Valdiviana, en el cual se inserta el sitio. Se puede
hipotetizar que estas quemas menores, al igual que las presentes en los sitios Kuel
de la región, necesitan del aporte de poca materia prima y por tanto es usada la que
se encuentra disponible.
Tanto maqui, como avellano y Berberis son especies que poseen frutos comestibles,
resta efectuar el análisis carpológico de las posibles semillas que acompañan estas
quemas, para intentar establecer la presencia de otras especies y proponer
elementos de estacionalidad que pueden ser asociados a los rituales mortuorios.
5. Ritual mortuorio en la sociedad mapuche histórica: Sitio Millahuillin 1
(Cuenca del Río Cruces, Máfil) 13.
menos 200 años, asociado a un área de actividades domésticas, probablemente
relacionadas con la esfera ritual. Los fechados absolutos (TL y 14C), además de la
cronología relativa, demuestran una ocupación desde, al menos, el siglo XV hasta el 14]
5.1 Identificación de maderas carbonizadas Unidad M12, sitio Huillimallin.
El análisis de las muestras de madera carbonizada de la estructura fúnebre M12
arrojó como especie única a Nothofagus obliqua (roble). Todos los fragmentos
13 Salvataje. Doina Munita y Rodrigo Mera (arqueólogos responsables) 14 MUNITA et al. D. Idem.
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Aportes de la arqueobotánica a la arqueología en Chile. Estudios antracológicos y
xilológicos.
estudiados presentan una anatomía muy similar correspondiente a la estructura de
individuo adulto cuyos anillos de crecimiento presentan curvaturas no
pronunciadas (casi rectilíneas), por tanto provenientes de un árbol con un calibre
importante15.
Dado que la estructura carbonizada se encuentra fragmentada es imposible llegar a
establecer las dimensiones que poseía, pero seguramente podría acercarse al calibre
de la estructura fúnebre en su conjunto. Aun así, lo anterior no permite confirmar
si los fragmentos analizados anatómic
posiblemente de un mismo individuo.
Munita et al
refieren a "canoas" funerarias, generalizando un tipo de contenedor dentro de la
variabilidad de las estructuras vegetales. Las evidencias de Millahuillín-1, sumadas a
referencias etnohistóricas dan cuenta del uso de tablones bajo y por sobre los
difuntos, lo que sugiere otras formas de uso de los árboles, además de diversas 16]
Por su parte, la identificación anatómica sólo permite confirmar que se trata de un
roble pellín o "apellinado", que se puede describir como tal a partir de la disposición
de sus anillos (radio de curvatura), a la vez que por la talla de los elementos
anatómicos (vasos), que son similares en todas las muestras.
Gran parte de los fragmentos analizados poseen estructuras anatómicas semi-
vitrificadas (semi-fusionadas)17, características que pueden ser producto de
múltiples factores, entre los cuales se encuentra el tipo de sedimento en el cual fue
15 La apreciación del calibre de la madera que está en el origen del fragmento de madera carbonizada se efectúa gracias a la observación de la curvatura de los anillos de crecimiento ( é de Rennes (Francia), 20 - 21 de junio 2001. 16 MUNITA D. et al Ibid. pag. 2 17 Vitrificación o fusión: la vitrificación de los carbones se traduce en una fusión de los elementos anatómicos de la madera, que conduce a una homogenización de la estructura y a la imposibilidad de identificar anatómicamente el carbón cuando el proceso alcanza un grado último. (Conclusiones de - 21 de junio 2001).
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María Eugenia Solari
depositada la madera o la carbonización de un individuo que no fue sometido
previamente a un proceso lento de secado de su madera.
A su vez, solamente en la muestra "nudo" (rasgo 1, M12), se observan fisuras en la
madera carbonizada que permiten pensar que la madera "sufrió" una
carbonización traumática, rápida y fuerte de madera verde, evidenciada por grietas
(fisuras)18.
También, fueron analizados cuatro fragmentos de madera que se encontraban
asociados, cada uno de ellos, a aros de cobre. Difícilmente en los sitios del sur de
Chile se preserva la madera, salvo en condiciones especiales como son los espacios
anaeróbicos. Por ello es importante el análisis de estos micro-fragmentos. Todos
ellos poseen estructuras anatómicas similares, con pátinas y concreciones en sus
superficies de color amarillento y en partes rojizo, que pueden ser producto
principalmente del tipo de sedimento húmedo en el cual fueron depositados. Dos
de las muestras poseen adosadas pequeños fragmentos de cobre.
El análisis de estas cuatro muestras de madera arrojó como especie única a Persea
lingue (R. et P.) Nees (lingue), perteneciente a la familia de las lauráceas.
Los caracteres físico-mecánicos de su
excelente calidad para mueblería y construcciones, de color amarillo claro o rojizo,
es liviana, pero compacta, fácil de tr
un gran contenido en taninos[19]
la madera es además moderadamente pesada, de gran resistencia mecánica,
sobresaliendo especialmente por su elasticidad, pues se tuerce y agrieta poco con
[20]
18 Para Thery-Parisot, las fisuras o grietas presentes en los carbones no poseen una sola causa y pueden ser debidas a la anatomía de la madera, al grado y rapidez del secado de la misma, las temperaturas de la carbonización y la rapidez en el proceso de combustión, entre otros factores (en . 19 MUNITA D. Ibid, pag 2 20 MUNITA D. et al Idem
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Aportes de la arqueobotánica a la arqueología en Chile. Estudios antracológicos y
xilológicos.
6. Sitio catedral de Santiago, incendio año 1769 21
La identificación de muestras semi-carbonizadas provenientes del incendio de la
antigua catedral de Santiago, del siglo XVIII (1769), corresponden a material
constructivo como son sus tablas, vigas y palos menores.
sur de la antigua catedral, al interior de la actual iglesia El Sagrario
Sobre este piso había claras evidencias de un incendio, tanto por
los restos de maderos quemados, como por una cantidad
considerable de tejas fragmentadas y quemadas, que indicaban el
colapso de una techumbre por un siniestro. Esto se correlacionó
directamente con el incendio que sufrió la antigua catedral en 1769 y
que la destruyó completamente, cuando aún estaba en construcción
[22].
La problemática que los investigadores del proyecto desean dilucidar, a partir del
estudio antracológico, tiene que ver con la procedencia de madera de obra, ya sea
local o procedente del sur de Chile, para esta antigua catedral. Estas interrogantes se
sustentan en que existen descripciones de maderas traídas a mediados del siglo
XVIII para la construcción o reparación de la catedral, entre las cuales está el alerce
y, a la vez, cuentan con otro listado de las maderas que posteriormente fueron
traídas, desde Valdivia, para la reconstrucción de la catedral a inicios del siglo XIX
(Libro de Fábrica). A su vez, son descritas en los documentos las maderas para obras
menores como son chilca-romero, para la quincha, enchilcar, quema de hornadas
de cal etc.
El análisis de fragmentos de estas tablas y vigas, justifica un posible traslado de
determinadas especies arbóreas mayores (cf Fitzroya cupressoides: alerce,
Nothofagus obliqua: roble) desde el sur de Chile, mientras que otras, asociadas
21 Arqueóloga Claudia Prado y equipo, sitio Antigua Catedral de Santiago, proyecto Fondecyt 1110481 22 Claudia Prado. Informe actividades de arqueología. Primer año Fondecyt 1110481.
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María Eugenia Solari
probablemente a la construcción en quincha, provienen de especies arbustivas
menores de la zona central mediterránea, correspondientes al matorral ribereño de
ríos y esteros (Salix chilensis = sauce, Baccharis sp = chilca, Acacia caven= espino).
El alerce es una de las tres especies de la familia de las cupresáceas (Austrocedrus
chilensis, Pilgerodendron uviferae), todas ellas poseen características anatómicas
muy similares. Por ello, la presencia de alerce entre los fragmentos analizados al
microscopio, debe ser confirmado ya que su identificación se sustentó,
principalmente, en características externas, macroscópicas, de partes de las
muestras que no se encuentran totalmente carbonizadas. Estos fragmentos poseen
un duramen de color café-rojizo oscuro, propio de la especie.
7. A modo de reflexión
El aporte de estos estudios antracológicos y xilológicos permite dar cuenta de la
relación entre la arqueología y diferentes perspectivas que surgen desde las ciencias
biológicas, como son los estudios anatómicos y ecológicos de las especies leñosas,
sus áreas de dispersión, sus usos y características físico-mecánicas asociadas. Del
mismo modo que demuestran una amplia dispersión de los sitios, tanto cronológica,
desde el pleistoceno final (sitio Santa Julia) hasta el siglo XVIII (sitio Catedral de
Santiago), como geográfica, abarcando desde el norte semi-árido (Los Vilos) hasta la
región de los Ríos.
Cada uno de los análisis trata de responder las interrogantes de la arqueobotánica en
conjunto con las de los equipos de arqueólogos que sustentan estas investigaciones;
las cuales atañen a espacios de análisis y períodos muy diferentes.
En el caso del sitio Santa Julia se trataba de confirmar la posible presencia de
formaciones de bosque templado durante el pleistoceno final, de manera
complementaria se encontró asentada en el lugar una especie del bosque
mediterráneo cálido (guayacán).
16
Aportes de la arqueobotánica a la arqueología en Chile. Estudios antracológicos y
xilológicos.
El sitio Labranza vino a confirmar la presencia de áreas reducidas de combustión
ritual, monoespecíficas, en la funebria pitren. Esta situación es muy similar a lo
existente en los sitios Kuel de períodos posteriores en la Araucanía.
Durante el período colonial en Huillimallin, para los entierros con maderas
asociadas, se necesitaba responder si se trataba de estructuras trolof (canoas) o
solamente correspondían a tablas de madera, en la parte superior e inferior de la
tumba. El análisis anatómico de estas maderas demostró que se trata de una sola
solo individuo (árbol). Estos resultados, junto con el análisis arqueológico y de
archivos que describen el período histórico del sitio, permitieron adelantar que se
trataría de tablas de madera de un solo árbol.
Por último el sitio Catedral de Santiago (siglo XVIII), da cuenta del uso de madera de
obra tanto local como proveniente del sur de Chile, lo que se ve corroborado por los
documentos históricos que consignan la compra de este material para la
construcción o reparación de sus estructuras.
Bibliografía
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Boletín Histórico de la Sociedad de Historia y Geografía de Chile
Año V N° XVIII ISSN 0719-7616
www.boletinhistoricoshgchile.com www.shgchile.com
LAS FUNDACIONES PIADOSAS DE LA PARROQUIA SANTA ANA Y DEL
CONVENTO FRANCISCANO MÁXIMO NUESTRA SEÑORA DEL
SOCORRO DE SANTIAGO DE CHILE 1766 -1809
Richard Fairlie López (*)
RESUMEN
La religiosidad criolla chilena de fines del siglo XVIII estuvo ligada en su esencia a
las costumbres religiosas hispanas trasplantadas a nuestro continente. La Iglesia
Católica desde su llegada a Chile, estableció su organización, doctrina y prácticas que
fueron asumidas rápidamente por la clase dirigente y con algún resquemor por los
nativos. Siendo más aceptada por los mestizos. Una de las prácticas religiosas fue la
fundación piadosa relacionada con el grupo social más alto. Los testadores con el fin
de salvar sus almas, creaban capellanías invirtiendo dineros en misas, novenas y
otras acciones piadosas y sociales y cuyos montos eran obtenidos por medio de los
censos que bordeaban el 5 % de interés anual. Esta variable religiosa ha sido poco
estudiada y equivocadamente.
Palabras claves: convento, parroquia, capellanía, censo
ABSTRACT
Chilean Creole religiosity of the late eighteenth century was linked in its essence
Hispanic religious customs transplanted to our continent. The Catholic Church
since his arrival in Chile, established its organization, doctrine and practices that
were taken quickly by the ruling class and with some bitterness by the natives. It is
more accepted by the mestizos. One of the religious practices was the pious
Docente e Investigador Universidad de Playa Ancha, campus San Felipe. Correo electrónico:
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Richard Fairlie López
foundation related to the highest social group. Testators in order to save their souls,
created capellanias, investing money in Masses, novenas and other pious and social
actions and the amounts of which were obtained through censos lining the 5%
annual interest. This religious variable that has been little studied and wrongly.
Key words: convent, parish, capellania, censo
Presentación.
En los albores del Cristianismo se creía firmemente en la oración por los difuntos
como una necesidad y un acto eficaz y también se depositaba plena confianza en la
misa por difuntos. Desde luego San Agustín había recomendado rezar oraciones, dar
limosnas para que las almas sufrientes en el purgatorio pudieran salir de ese lugar y
se encaminaran al cielo y por sobre todo se ofreciera la misa por estas almas. El
término «purgatorio» se afianzó en los concilios ecuménicos medievales1. Para la
Iglesia Católica, la misa era y es la oración por excelencia que por ser el sacrificio de
Jesucristo, tenía y posee más eficacia para rescatar almas del purgatorio y mayor
que otras formas.
A mediados de la edad Media hispana, para la salvación del alma había surgido la
fundación piadosa, pues existen registros documentados de obras piadosas desde
1389. La fundación piadosa como una de las tantas obras pías fue conocida durante
el siglo XIV y se prodigaron en la modernidad. Luego el Concilio de Trento (1545-
1563) determinó que las buenas acciones de los fieles como las donaciones y las
fundaciones piadosas surtían efecto y por tanto debían realizarse, y más aún para la
salvación del alma. Además, socialmente considerando el fortalecimiento del
prestigio del fundador y la preservación de su memoria2. El Concilio señaló también
1 Como el resto de los sufragios, según la creencia de la Comunión de los Santos, permite a los miembros de la Iglesia Militante, los bautizados vivos, contribuir a los de la Iglesia Purgante, también llamados "benditas almas del Purgatorio" para que por fin lleguen a la Iglesia Triunfante que goza de Dios y de los santos. 2 Algunos estudiosos y familias interesadas por su genealogía, más tarde a fines del siglo XX, le dieron mayor connotación social, consecuencia de otra mentalidad. Sin preocuparse por las almas benditas o por la reposición de las fundaciones. Aunque el auge fundacional siguió su propio camino espiritual en la parroquia de santa Ana lo cual contradice el supuesto olvido en que habría caído la obra piadosa conocida como fundación pía. No obstante el fenecimiento natural sufrido al
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Las fundaciones piadosas de la Parroquia Santa Ana y del convento franciscano
máximo Nuestra Señora del Socorro de Santiago de Chile 1766 -1809
practicar la caridad o la limosna, las cuales podían conseguir la ansiada salvación.
Sin dudar de la oración que se convirtió en el pilar de la nueva espiritualidad
moderna y avalada por la fijación del dogma, difundiéndose a través de catecismos
y lecturas piadosas. Más aun el teólogo de la escuela de Salamanca Tomás de
Mercado indicaba que la capellanía no era una compra de bienes espirituales, ya que
la misa no tenía precio, lo que se pagaba era la obligación de decirla por una
intención específica, por un tiempo fijo y en un lugar determinado3.
En la fundación piadosa a censo, el prestamista al dar el dinero, adquiría el derecho
a percibir unos intereses, que correspondían al 5% del «principal» del censal, hasta
que en España hacia 1750, se redujo al 3%; este descenso, determinando
posteriormente su desaparición. Con el transcurso del tiempo las obras pías en
general fueron cuestionadas, especialmente las capellanías, por los monarcas y
algunos funcionarios de la Corona hispana durante el siglo XVIII hasta su
prohibición en 1763. Continuando las ya establecidas, desaparecieron con la
desamortización de Godoy en 1789. Algunas subsistieron hasta después de 1834.
En Chile, las prácticas religiosas se presentaron en una gran variedad de acciones y
ritos, representaciones en las cuales lo privado y lo público se entremezclaron de
manera muy singular. Ella remite al ámbito íntimo de una persona, de una
generación y de una clase social. Más aun tratándose de la preparación para la
muerte a fines del tiempo colonial, fue una de las acciones personales más
conscientes pues permitía planificar con tiempo la salvación del alma, creencia
asumida para satisfacer parte de la pena personal por los pecados cometidos y que
habían sido perdonados mediante el sacramento de la reconciliación o el acto de
contrición perfecta4. Para esto se asumió la práctica de fundar una obra pía para
rogar por las almas de los fieles pudientes que podían sostenerla, conocida como
fundación piadosa. El resto de esta pena se pagaba en esta vida con la penitencia y
decaer las rentas por las amortizaciones y por el descenso del valor de la moneda ante las constantes devaluaciones del peso en la época republicana. 3 También fue economista del siglo XVI, con influencia del pensamiento tomista 4 El acto de contrición perfecta para os casos que no tuvieran acceso al sacramento de la reconciliación, permitiría al bautizado encomendarse a Dios y su misericordia con el fin de pasar solo por el Purgatorio y llegar al cielo.
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Richard Fairlie López
las buenas obras, como ayunos, misas, sacrificios, acciones, limosnas, e indulgencias
ganadas.
La fundación piadosa comprendía la capellanía, el censo y la obra piadosa
propiamente. En este estudio se utilizarán indistintamente los conceptos de
fundación piadosa y capellanía en el sentido de un servicio religioso sostenido con
dinero de un testador o fundador de una obra que ofrecía beneficios económicos y
religiosos a todos los involucrados en una escritura pública donde se determinaba
también el censo.
La capellanía fue una práctica de carácter legal por la cual testadores indicaban los
montos y acciones religiosas siendo la más recurrente las misas para salvar sus
almas. Esto para abreviar su paso por el Purgatorio con una renta anual y de carácter
permanente en el tiempo. Por lo mismo y según las creencias y los criterios
jurídicos y religiosos hubo diversas combinaciones de fundaciones piadosas debido
a sus especiales características e interrelaciones de los concurrentes5 [5]. Se podían
establecer en conventos, parroquias y hasta en hospitales.
Para este estudio, la parroquia Santa Ana canónicamente fue uno de los distritos
parroquiales desde la primera época colonial, en el siglo XVII, extendiéndose
geográficamente y con el transcurso del tiempo sus límites variaron. También fue, y
es, su templo, casa parroquial y plazoleta homónima, situadas en la esquina de las
calles Catedral y San Martín los cuales conforman un conjunto religioso que tiene
su origen en los albores de Santiago de Chile.
Uno de los templos de Santa Ana para el período estudiado fue construido bajo la
gestión del presbítero Vicente Aldunate Guerrero. En 1802 cuando el clérigo llegó a
la parroquia ya pertenecía al casco urbano, histórico y tradicional más antiguo de la
capital chilena. Cobijando y atendiendo pastoralmente a un sinnúmero de feligreses.
Las obras del nuevo templo comenzaron en 1806 y que fue consagrada cuarenta y
ocho años más tarde, sin que aún estuviera terminada. Después de la parroquia de
5 Los concurrentes fueron el testador, los albaceas, el patrón, el capellán, el monto de dinero, el censo definido, y si el testador era clérigo o lego es decir seglar. Ver también los artículos citados en las fuentes bibliográficas de Estanislao Frías F. y Guillermo de la Cuadra. Así se explica, entre otros factores, las dotaciones de las capellanías, pues puede que el monto se deba al capital faltante para la congrua y no al menor o mayor afecto o desprendimiento económico del fundador. Por esto mismo se hace necesario contextualizar las fundaciones para su análisis.
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Las fundaciones piadosas de la Parroquia Santa Ana y del convento franciscano
máximo Nuestra Señora del Socorro de Santiago de Chile 1766 -1809
El Sagrario, anexa a la catedral, compitió con otras no menos importantes para la
sociedad santiaguina de siempre como San Francisco de Asís en la Alameda y Santo
Domingo vecinas a pocas cuadras, junto a la de agustinos y mercedarios.
En relación a los franciscanos, el lugar sagrado católico más antiguo en la ciudad de
Santiago de Chile., junto con el solar de la catedral, era el convento Nuestra Señora
del Socorro Máximo junto al templo de San Francisco de Asís, el cual fue siempre
reconocido por las diversas clases sociales y grupos étnicos del reino de Chile. Así,
la clase dirigente y alta de la segunda mitad del siglo XVI, había fundado obras pías
como capillas y fundaciones, de las primeras una muy conocida fue La Soledad,
siendo creada una cofradía en la cual participó un escribano colonial muy relevante
don Diego Rutal y de las primeras fundaciones piadosas creadas fue la de la esposa
de Pedro de Valdivia, doña Marina Salinas de Gaete. El convento emplazado en el
lado sur del brazo sur del río Mapocho, a cien metros de la calle del Rey (actual calle
Estado). En términos de arquitectura el templo y el convento fue una construcción
tosca, hecha de piedra y adobe, piedra que fue extraída del cerro Santa Lucía
principalmente, y cuyo edificio predominó en gran parte del período colonial, tanto
el templo como el convento. En medio del convento y sus corredores de madera;
un patio central que cobijaba árboles y animales diversos al estilo franciscano.
En cuanto a lo que nos ocupa en este estudio, hacia 1720, los franciscanos habían
registrado oficialmente la manera de recibir limosnas y donaciones que
comprometían a los fieles que se las entregaban. Así quedó establecido el Modo de
Hacer la Protestacion que Manda la Constitucion que se Haga a Quien nos Dexare
Alguna Limosna, o Impusiere Alguna Capellania (sic)6 [6]. En el documento debían
registrar las misas y los sufragios claramente así como el capital y los réditos que
surgirían. Ambas partes firmaban; los frailes, Padre Guardíán del convento y los
padres-hermanos Discretos del mismo por un lado y el fiel otorgante por el otro.
6 Convento Máximo Nuestra Señora del Socorro, Formulario, (en adelante CMF) número 27, p. 55 rojo
43
Richard Fairlie López
Además hicieron un formato de Licencia Para Vender un Senso (sic)7. Y también
una Patente Para que un Convento de Monjas tome un Senso (sic)8.
No obstante los fieles pudientes que deseaban establecer una obra piadosa se
encontraron con la negativa monárquica, durante el siglo XVIII, tanto en España
como en Indias. De manera que la autoridad real, en un documento guardado en el
convento franciscano Máximo de Santiago de Chile, declaraba lo siguiente:
Real cedula fecha en Aranjuez a 27 de Abril de 1784 mui concerniente a la
antesedente sobre que los tribunales eclesiasticos no se introduscan en el
conocimiento de las testamentarias ha sin textados, ni sus inicidencias refierese a
otra de 15 de Noviembre 781, Y determina, no se permita en las Yndias que los
tribunales, eclesiasticos tomen conocimiento sobre Validacion, ó nulidad de
testamentos, hacer inventario, ni deposito de bienes que dexaren los testadores
aunque ellos, y sus herederos sean clerigos, o huvieren instituido a su Alma y obras
pias por tocar a la Justicia Real: Quelo mismo se observe en los de sin textados de
clerigos, y en los de Legos cuias herencias corresponder a ecleciasticos (sic)9.
Sin embargo, las autoridades civiles y religiosas no aplicaron la ordenanza real y los
feligreses desconociendo aquella norma monárquica fundaban obras piadosas de
todo tipo: eclesiástica y de legos.
No obstante, los estudios acerca del papel del crédito eclesiástico en la economía
colonial, al cual estaban se unían las capellanías y censos, han enfrentado algunas
dificultades al definir y destacar la forma como operaban, especialmente el
funcionamiento de los censos. Así se distinguen:
1. El desconocimiento jurídico de la figura del censo y de sus tres formas:
enfitéutico, reservativo y consignativo. Cada una con características propias
han hecho variar su papel en la economía. Esto se debe a que el censo es una
figura jurídica arcaica la cual suprimida en la mayoría de las legislaciones
modernas, se hace muy poco conocida en la actualidad o se ignora lisa y
llanamente. Además que en los documentos de constitución de un censo casi 7 ídem, p 73 rojo 8 Idem, p 75 rojo 9 Idem, p 193
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Las fundaciones piadosas de la Parroquia Santa Ana y del convento franciscano
máximo Nuestra Señora del Socorro de Santiago de Chile 1766 -1809
nunca se especificaba el tipo de censo que se trataba e incluso los términos
utilizados en ellos variaban de acuerdo a la época. Esto dificulta naturalmente
el criterio a utilizar en cualquier investigación.
2. La consideración de todos los instrumentos que arrojaban algún ingreso:
censo, capellanías, depósitos irregulares y obras pías entre otras como un
solo tipo, es decir como empréstitos a interés. Incluso se ha confundido el
censo con la hipoteca y con el arrendamiento. En parte estas dificultades se
deben al tipo documental que utilizaron los investigadores para fundamentar
sus apreciaciones. La mayoría de ellos incluyen el ítem
cuentas globales que manejaban los conventos, algunas parroquias y demás
entidades prestamistas y no en las escrituras de censo que están depositados
en los fondos notariales. Efectivamente, solo se tenía acceso a un tipo de
información donde se consignaba principalmente el nombre del prestatario,
la cantidad prestada y la fecha, entre otros datos, pero no las especificidades
del contrato que se establecía entre las partes, ni en el origen del mismo. Los
expedientes documentan diversos procesos que generaron los cobros de
intereses y la redención de los mismos censos. Los beneficios espirituales y
los intereses económicos implicados en su constitución, contribuyeron en el
período de estudio a su instalación en la tradición social del país y
continuaron luego de la independencia nacional.
La capellanía de una fundación piadosa poseía carácter público, al vincularse los
bienes raíces a la fundación, sobre todo en las casas, haciendas e hijuelas que se
acensuaban por dinero obtenido de su principal, o capital. Trascendían al ámbito
público en la medida en que eran salvados esos bienes raíces por sus propietarios,
ofreciendo el patrón un monto fijo de dinero a los posibles interesados en un medio
en el cual faltaba circulante, o simplemente se entregaban a remate.
Aún no se sabe el modo en que las fundaciones piadosas incidieron entre diversas
condicionantes para influir en el ánimo de los testadores. El peso mayor lo tuvieron
de todos modos los factores espirituales pues los fundadores conocían con detalles
las capellanías de legos, las consideraciones pastorales y litúrgicas de misas y
novenas. Así las misas rezadas, cantadas y/o gregorianas eran definidas en los
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Richard Fairlie López
testamentos. También la fundación de una capellanía servía para facilitar el acceso
al culto a una población definida. Esto repercutía en el nombramiento de los
patrones y en las atribuciones que se les asignaba en cada caso.
Una capellanía también comprendía diversos elementos: las almas en cuyo favor se
establecía la fundación, el orden en que debían ser ayudadas, quien las celebraría si
el capellán nombrado, o un párroco o presbítero definido y el orden de sucesión de
estos mismos clérigos, la renta que entregaría la fundación y la jurisdicción a la cual
estaría subordinada fuera civil o eclesiástica.
Algunas veces las fundaciones surgieron por una contingencia muy válida y
concreta, como la intención de un deudo de optar al orden sagrado, pues para
ingresar al clero secular el aspirante debía poseer rentas suficientes para su
manutención, cuyo monto mínimo se había definido, y de este modo el goce de un
censo se consideraba en la suma. Existieron casos en que el mismo fundador solía
designarse como primer patrón, pero no todos los que en vida fundaban por sí
mismos se autodestinaban al cargo.
Otros detalles que comprendían las capellanías, que se registran relativamente, pues
en algunas fundaciones surgen claramente y en otras simplemente no están, son el
lugar (templo parroquial, capilla, convento o santuario), la fecha (relacionada con el
fundador, o en festividades definidas o públicas). También el reparto de la renta
anual u otras obras pías anejas a la fundación (aceite para alguna lámpara en especial
por ejemplo del Santísimo, o de alguna advocación mariana, o santo, flores, cera u
otros adornos), el origen de la renta o las anualidades (esto es bienes vinculados o
capitales prestados, puestos en censos o hipotecas).
El papel de la Iglesia y de sus miembros como elemento determinante y
configurativo de la sociedad durante el Antiguo Régimen lo fue también en la
sociedad chilena desde 1541. Transcurrido el tiempo, la religiosidad con todos sus
rasgos de suntuosidad, pompa, milagros y misticismo continuó siendo un pilar
básico y consustancial al pueblo chileno. La gran consideración hacia la Iglesia, no
sólo como institución divina, sino como elemento de orden social y la adhesión con
que contaba la mayoría del clero, fue esencial para que presidiera el quehacer
cotidiano incluyendo la muerte y la salvación de las almas.
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Las fundaciones piadosas de la Parroquia Santa Ana y del convento franciscano
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El respeto por la trascendencia y la costumbre suavizaba y ensalzaba todo aquello
que se relacionara con la Iglesia católica y sus momentos litúrgicos. Se utilizaba
frecuentemente la religión como refugio ante la adversidad o como remedio para
escapar a la condenación eterna y asegurarse la salvación y también como respuesta
a la vida cotidiana y colectiva que generalmente llevaban los habitantes del reino.
En este marco no es difícil comprender el papel de las fundaciones testamentarias
las cuales eran recibidas por clérigos del orden secular y/o regular a la cabecera de
los moribundos. Además el ambiente de piedad, tal vez de superstición o de
remordimientos de avaricia, contribuyó a esta modalidad de salvar las almas.
A fines del siglo XVIII e inicios del siglo XIX, en Santiago de Chile, existían laicos
poseedores de cuantiosos bienes que confiaban en este tipo de sufragios duraderos
sin herederos, lógicamente, destinasen su patrimonio a fines piadosos. Las rentas
producidas por los capitales iniciales procedentes de donaciones, compra-ventas y
permutas de bienes rústicos y urbanos, complementaban el sostenimiento del clero,
a censo. El fundador, o quien
poseyere el capital inicial, se comprometía a cancelar perpetuamente un monto,
que representaba el interés de una suma que en algunos casos, jamás había
entregado. Generalmente según los tiempos y la zonas servían a los postulantes al
sacerdocio, los cuales recién ordenados pasaban a usufructuar como sotacuras de
los beneficios de un censo10.
Frecuentemente el censo se caracterizó por ser un contrato de préstamo a interés
generalmente de un 5%. Este fue una de las más importantes formas de crédito en el
Antiguo Régimen. Su mecanismo era simple, consistía en prestar una cantidad de
dinero en metálico, que se concedía con una garantía hipotecaria sobre
determinados bienes.
Las obras pías establecidas por seglares estaban encaminadas principalmente a
conseguir su propia salvación, dedicando la mayor parte de sus bienes a misas,
10 El sotacura o teniente de cura corresponde al actual vicario cooperador del párroco, Es el sacerdote recién ordenado que es destinado a una parroquia a cooperar con el párroco y su comunidad parroquial.
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Richard Fairlie López
normalmente sólo dejaban a la Iglesia algo de sus haciendas. En cambio los
eclesiásticos legaban todos sus bienes con intención de beneficiar a la Iglesia y al
clero dependiente de ella, aunque la salvación de su alma ocupaba un lugar
primordial. En la mayor parte de las fundaciones aparecen los mismos
componentes: diversas cantidades para beneficencia, en especial para el hospital y
pobres de la parroquia; misas, a veces en forma de capellanías y diversas funciones
religiosas, como doblas, sermones y maitines.
La compleja naturaleza de capellanías y censos, además de sus mutuas
implicaciones, dieron lugar a gran cantidad de juicios, los cuales muchas veces,
involucraron a varias generaciones de familias propietarias chilenas, por lo mismo
de poca utilidad son los diccionarios o anales que intentan definir las capellanías y
censos.
Podían existir algunas personas a las cuales reparar por esto se incluían en una lista
de beneficiarios, de las capellanías, logrando descargar la conciencia del testador
tanto por iniciativa propia como por indicaciones del confesor. Si no deseaba
nombrarlas por discreción o por olvido involuntario se incluían señalándolas como
almas a las cuales se estaba obligado en caridad y justicia.
La capellanía fue un importante elemento de status social, pues unida al prestigio
del testador y de la familia respectiva, estaba el goce de las calidades de patrono y
capellán por algunos de sus miembros. Esto se unía al honor de serlo y a los montos
que otorgaban las rentas y derechos respectivos, así como la facultad de sucesión en
otros. Se vinculaba a la discreción del mismo testador y a la intención de asegurar
una piadosa renta para el futuro espiritual de la propia alma o la de un deudo, en el
que estaba presente el amor paterno, materno y/o filial según el caso y el cariño. El
grupo social alto practicaba la religiosidad como una acción familiar sobresaliente,
caracterizándose por recurrentes fundaciones piadosas. Patrocinando capellanías,
obras pías y fiestas religiosas, extendiendo sus posibilidades de control social y
cultural dentro de uno de los lugares y ambientes con gran importancia social y
política del país como lo era la parroquia, imagen amable de la institución Iglesia
Católica.
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Las fundaciones piadosas de la Parroquia Santa Ana y del convento franciscano
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No obstante, la Iglesia, en todos los países donde se encontraba a fines del siglo
XVIII e inicios del siglo XIX, no funcionaba de propietaria sino como
administradora de los bienes y propiedades
transcurso de los años, y cuando la persona cuyos bienes estaban hipotecados a
alguna O
tierras y bienes pasaban a ser propiedad del acreedor, siendo rematadas o
absorbidas por Iglesias parroquiales, Conventos, Cofradías, etc. en una Lógica
operación comercial según normas aún vigentes de la vida financiera del país (sic)11.
El usufructo de los bienes en obras pías se colocaban a censo, esto es a préstamo a
interés, con el fin de aumentar el capital inicial, pero siempre conservando la
intención primaria del legatario concedente de la propiedad o bien12. También entre
otros factores, las dotaciones de las capellanías podían cubrir el monto del capital
faltante para la congrua y en algunos casos podría explicar el afecto mayor o menor
o desprendimiento económico del fundador. Existían ´fundaciones que aportaban al
decoro, mantenimiento y presencia de capillas y enterramientos familiares, en
conventos, en haciendas y en algunas parroquias.
En cuanto a preeminencia era el convento Nuestra Señora del Socorro Máximo,
franciscano, de Santiago de Chile un lugar asiduo para fundaciones. Registro de éstas
se habían iniciado antes del siglo XVIII. También hubo en la catedral de Santiago de
Chile y en lagunas parroquias antiguas.
Para este estudio de historia económica y eclesiástica y en particular la conventual y
parroquial, los documentos acerca de las rentas de las fundaciones y obras pías
establecidas en el convento franciscano Máximo y la parroquia de Santa Ana para
fines del período colonial, han permitido conocer la vida espiritual de algunos de
sus fieles. Aproximándose, también, a una parte del sostenimiento financiero de un
convento y de una parroquia y de uno de sus servicios más conocidos: la misa por
las almas de personas. Así, las fuentes utilizadas en este estudio son primarias 11 SUAREZ DE PAREDES, Niria. Consideraciones Históricas sobre Formas Asociativas de Carácter Financiero Vinculadas a la Actividad Agraria: El Caso de la Cofradía de San Pedro Parroquia El Sagrario del Estado Mérida. 1850-1900, (Venezuela). En: Presente y Pasado, Revista de Historia, año 8, vol. 8, no. 16, julio-diciembre 2003, p 72-73 12 ídem, p 73
49
Richard Fairlie López
preferentemente, y también secundarias. Bajo el concepto de «obras pías» o
«fundaciones testamentarias» se verifica respuestas a un doble enfoque: por un
lado evidencia la mentalidad católica coetánea a las costumbres que se sostenían y
otras que se incorporaban; e invita a estudiar la etiología del comportamiento
dominante en los sectores sociales cercanos al convento y a la parroquia.
Las fuentes primarias comprenden siete piezas documentales. Para la parroquia
Santa Ana; Copias Fundaciones Testamento y Otros 1811 (sic) archivador (en el
lomo: 1811), (en adelante CFTO) el cual otorga información testamentaria, y que
comprende copias notariales, decretos oficiales del arzobispado de Santiago de Chile
a los curas rectores acerca de las diversas obras establecidas y en proceso, según los
años de ejercicios de los diversos curatos y administraciones parroquiales.
Inventario de las Fundaciones Pías de la Parroquia de Santa Ana de Santiago de
Chile 1918 (en adelante IFPPSA). Además, Boletín Eclesiástico (en adelante BE)
impreso de la Iglesia Católica chilena que refiere a diversas materias y que en este
caso de estudio se cita según los años que correspondieren a los registros de las
fundaciones piadosas y/o a sus menciones. Y para el convento franciscano Nuestra
Señora del Socorro las siguientes piezas documentales: Entradas 1776-834 (en
adelante CME), Formulario (ya mencionado), Gastos 1776-814 (en adelante CMG)
Fundaciones Pías (en adelante CMFP). En cuanto a las fuentes secundarias son
diversas y en menor cantidad, existiendo más extranjeras que chilenas.
Con todo para esta presentación de fundaciones pías del convento franciscano de
Nuestra Señora del Socorro y la parroquia Santa Ana de la ciudad de Santiago de
Chile en las postrimerías del tiempo colonial se consideraron cuatro criterios
metodológicos, primero: la praxis económica colonial en Chile. Segundo criterio; el
patronato monárquico que regulaba las relaciones Estado-Iglesia. Tercer criterio;
funcionamiento de los censos como empréstitos a interés los cuales abarcaron
diversos tipos de planteamiento primigenio, intención, ingreso y su posterior
evolución financiera en el mismo período en un contexto monárquico adverso.
Haciendo hincapié en las especificidades del testamento cuando así lo consignare el
fundador y el origen del mismo. Cuarto criterio; un acercamiento a la espiritualidad
de una parte de la feligresía.
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Las fundaciones piadosas de la Parroquia Santa Ana y del convento franciscano
máximo Nuestra Señora del Socorro de Santiago de Chile 1766 -1809
DESARROLLO
Generalmente el testador destacaba las misas por su alma junto a la conmemoración
de algún santo o santa, indicando los días del año en que debían celebrarse. Daba
realce a fiestas públicas unidas a las devociones del fundador y novenas.
Efectivamente ocurrió con Nuestra Señora del Socorro, La Soledad, San Francisco
de Asís y Santa Clara, surgiendo cofradías bajo algunas de estas advocaciones.
Así el 2 de agosto de 1777, el convento franciscano mencionado recibía por misas
rezadas y cantadas la suma de $ 129 distribuidas en un peso por una misa
conventual, $ 100 entregados por el Conde la Conquista por otras tantas MiSsas
(sic)13, $ 16 por doce misas rezadas y una misa cantada por don Santiago Santibáñez
y $ 12 de la limosna de las calles. Más 248 pesos distribuidos en varias misas
rezadas y cantadas y a nombre de varias personas En 4 de agosto $ 41 y 2 reales que
entregó don Joseph Calbo por su capellanía, en 5 de agosto $ 8 de una misa cantada
y cuatro rezadas por Juan Joseph Astorga y en 7 del mismo mes: a de hauer treinta y
quatro pesos por un Clave que dio el Conde la Conquista al Convento por otras
tantas MiSsas rezadas con las que se concluieron, las dosientas, y sinquenta que
sic)14.
La cancelación de una capellanía se hacía con dinero o en especies, y en algunos
casos servicios. Al convento franciscano Nuestra Señora del Socorro Máximo en
1777, por ejemplo durante el mes de septiembre, se canceló por concepto de
fundación piadosa o capellanía el total de 217 p. y 1 real, aportados por don Pedro
García, don Agustín del Castillo, doña Manuela Idalgo, don Thomas Iraguirre, don
Juan Antonio Caldera y don Miguel Baquedano15. Siendo en los casos de los fieles
Iraguirre ($ 35, 6 reales) su aporte en géneros y Baquedano ($ 40) en dinero
co
Dulces Doña Maria Loreto Morales por su Capellania (sic)16.
13 14 Ídem, f 14 15 Ídem, fs. 15-15v 16 Ídem, f 15v
51
Richard Fairlie López
Para una equivalencia de los productos entregados y el valor financiero por el
servicio religioso de una misa. Frecuentemente una misa rezada valía un peso, y la
cantada cuatro pesos, rara vez valían un poco más, dependiendo de quien la pagaba.
Se puede revisar en octubre 11 de 1777, en casos que no presentaban fundaciones o
capellanías sino solo misas por la ocasión e int
quatro rezadas por Doña Maria Mercedes Varda (sic)17
veynte pesos en ocho arrobas de Vino que dio Don Santiago Gormas por su
Capellania18.
En 18 de octubre de 1777, treinta y seis pesos, cinco reales en velas, aportó por su
capellanía, don Manuel Sanrroque. En 22 de la misma fecha, veinticuatro pesos de
los y sinco rreales en genero
que dio Alexo Muños por su Capellania (sic)19.
Solo en este mes de octubre recibieron los hermanos franciscanos por concepto de
capellanías la suma de $ 465 y 5 reales.
El convento franciscano de Alameda recibía permanentemente los aportes debidos
por las capellanías establecidas. Y de las más diversas formas siendo conmutadas
por dinero cuando correspondiere. Así en diciembre de 1777, día 18:
En dicho a de haver dies y siete pesos que dio en Varias ocaciones en tabaco D.
Matheo Dias por
En dicho a de haver ochenta y tres pesos Seis rreales que dio Antonio Gamboa por
su Capellania los quarenta en acarreo de Trigo, y lo demas en Cien Carneros a tres
rreales y medio Cada uno sic)20.
Al día siguiente: En dicho a de haver dies y siete pesos que dio Lorenzo Aguilar en
unas Puertas para las Celdas nuevas por su Capellania (sic)21. En 26 de diciembre,
17 Ídem 18 Ídem 19 Ídem, f 16 20 Ídem, f 18 21 Ídem
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Las fundaciones piadosas de la Parroquia Santa Ana y del convento franciscano
máximo Nuestra Señora del Socorro de Santiago de Chile 1766 -1809
veinte pesos en velas que Cayetana Fuentes en varias ocasiones, dio al convento por
su capellanía también.
Luego en 5 de enero de 1778:
En dicho a de haver dosientos pesos en Vino, Graza, y Charqui que dio D. Gabriel
Ovalle por su C sic)22.
Además no faltó quien aportaba a nombre de un fundador:
En 10 a de haver sinquenta pesos que dio D. Agustin Ynfante por la Capellania de D.
En 30 a de haver quatro pesos seis reales en Nueses y Aves, que dio Doña Francisca
(sic)23.
En febrero del mismo año:
En 17 a de haver quarenta pesos en Veinte arrobas de Vino que dio por su Capellania
D. Miguel de la Rosa
En 21 a de haver dose pesos, tres rreales dieron en Cal, los herederos de D.
Francisco Zarate
En dicho a de haver ciento y ochenta y sinco pesos, tres reales en Vino a quatro
pesos la arroba que dio Doña Maria Poso (sic)24.
En el mismo convento franciscano también se registraron nombres de fundadores y
procesos financieros y desarrollo económico como el de la fundación del Maestre
de Campo Don Joseph Sarauia (sic) que cancelaba una escritura de 200 pesos de
principal y réditos de 20 pesos desde 1766, 21 de diciembre, es decir el 10 % de
censo y la situación era la siguiente:
22 Idem 23 Idem, fs 18-18v 24 idem f 19
53
Richard Fairlie López
La qual carga sobre dos solares que tiene y posee en la calle abajo de las Matadas, sus
bienes hauidos y por hauer y de mancomun con su mujer. Esta Capellania pagaua
Rosa Miranda y Cargaba sobre sus Casas en la Calle baja de San Diego. Hauiendola
Redimido se le dio el dinero el dicho Don Joseph Sarauia con las condiciones arriba
mencionadas.
Tiene pagado Don Joseph Zarabia este año de 66 Con 20 Cargas de leña; y para que
conste Aguila
Tiene pagada Esta Capellania Don Joseph Sarabia en grassa á 3 pesos por este año de
67 Aguila
Tiene pagado dicho Señor este año de 68 en grassa; y para que conste Aguila
Tiene dado Don Joseph Sarabia en ge(ne)ros lo que constare por mis resiuos y para
que conste lo firme oi 19. de Julio de 1774. al Libro 3° fs. 257 (firma) Frai Francisco
Aurrecoechea (sic)25.
También en otro caso en el cual era frecuente que adelantara el pago de su
capellanía: tiene satisfecha su Capellania Don Andres de Rojas en graza, y generos
de tienda, con docientos pessos asta el año 746, ynclusive. cuio plaso el 23 de
Noviembre y para que conste lo firme en 5 de Mayo de 745 años Gallegos (sic)26.
Igualmente este fiel adelantó su aporte de 1747, siendo registrado e1 año anterior,
como cancelado27. Inclusive aportando algunas telas para los sirvientes del
convento. Así, en 2 de junio de 1747 el encargado franciscano registraba y firmaba
que: Tiene dados don Andres de Rojas 41 pesos en 8 baras y tercia de paño para los
criados. Mas 52 pesos en 17 baras 30 libras de greda a 3 pesos botija y para que
conste lo firme Rios (sic)28.
Pero se evidenció que no siempre se entregaba la misma cantidad así: Tiene dados
Don Andres de Rojas Ciento y quatro pesos en graza Costillares, y Charqui y Cinco
25 CMFP, f 349 26 Idem, f 224 27 Idem 28 Idem
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Las fundaciones piadosas de la Parroquia Santa Ana y del convento franciscano
máximo Nuestra Señora del Socorro de Santiago de Chile 1766 -1809
baras de paño para los crehados del Convento, y para que Conste lo firme En 28 de
Julio de 748 años frai Teuan (sic)29.
Luego, sin fecha pero se supone que es después de 1748, se registró lo que sigue: A
dado el dicho Señor nouenta y Tres pesos Siete rreales y medio en grasa y para que
Conste lo firme frai Teuan (sic)30.
En otro caso, se reconocía una fundación establecida por varias personas
consanguíneas, y al parecer enfrentando la confusión de haber se cancelado o no se
aclaraban los pagos con otro grupo de personas que si los habían realizado. Así el
encargado del registro de las fundaciones pías del convento franciscano escribió: La
CaSsa de Don Juan Duran paga una Capellania de prinsipal de 100 pesos y de reditos
5; la qual Capellania impucieron los herederos de Doña Josepha Ureta. Y haviendo
Comparesido los herederos del dicho Don Juan Duran con los resiuos de mis
antesesores, hallamos tener pagada la dicha Capellania hasta el año de 66, que se
cumple por Septiembre y para que Conste lo firme en 28 de Marzo de 67 años Fray
Agustin del Aguila (sic)31.
En 5 de octubre de 1778, continuaba pagándose esta capellanía por los herederos de
Durán. Aunque se hubiera cancelado de modo irregular, previamente, pues solo se
registran los años 1770 y 1774-7532.
El aporte del censo solo en dinero se evidenció mucho mejor en la parroquia de
Santa Ana. Hubo capellanías que servían para una compensación discreta como lo
era para el caso de indígenas de encomiendas posiblemente atropellados en sus
derechos y calidad de vida al instituirse en beneficio de sus almas algunas misas de
fundaciones. Así, en 1756, 29 de julio don Miguel de Ayala reconocía para la
Comunidad de Indios, sin indicar su zona, 10 misas anuales y sin encontrarse
29 Ídem 30 ídem 31 Ídem, f 358 32 Ídem
55
Richard Fairlie López
constancia auténtica, con un capital de $ 600. Censo al 4 % total su interés era de 24
pesos33.
Pasarían más de treinta años, cuando en 1792, 5 de julio, doña Magdalena
Diamantina estableció que se dijeran 5 misas rezadas anualmente por su alma, con
limosna acostumbrada. Y más tarde, en 15 de octubre de 1805, el presbítero Juan M.
Losano pagó 71 pesos y 1 real por el 4 % anual intereses del capital de $ 1778 y 1 ¼
reales equivalentes a $ 1788,15. Interesante obra pía pues sin haber ingresado
legalmente, se cancelaba su interés que se llamó 4 % alcabala 71 pesos y 1 real
anualmente34.
En algunas escrituras de fundación se indicaba el reparto de la renta anual u otras
obras pías anejas a la fundación (aceite para alguna lámpara en especial por ejemplo
del Santísimo, o de alguna advocación mariana, o santo, flores, cera u otros adornos)
y el origen de la renta o las anualidades (esto es bienes vinculados o capitales
prestados, puestos en censos o hipotecas). Así, también, se beneficiaba en 17 de
febrero de 1794, cuando don Pedro Nolasco Castro y su esposa doña Dolores
Ramírez reconocían en una escritura pública que en su chacra en calle Las Delicias o
La Cañada (actual Alameda B. O´Higgins) al poniente un censo establecido de 500
pesos al 4 % de réditos, por doña Bernarda Aldunate para que se celebrara una misa
todos los días 26 de cada mes en honor de Santa Ana, en su altar mayor.
En la chacra mencionada tenía otras capellanías que no se nombran. Incluso el
censo que se menciona en este estudio es finalmente a favor de los curas de la
parroquia Santa Ana, pidiendo que se orara por su alma y la de otros parientes
suyos. Como capellanes quedó nombrado el cura párroco y en su defecto el teniente
cura. Si ninguno de los capellanes mencionados hiciera las misas, debía, la máxima
autoridad eclesiástica de Santiago de Chile debía cubrir dichas intenciones de la
fundadora con otro sacerdote. Aunque hubo veces que:
Público y notorio se hacía también cuando el patrón y el capellán entraban en
conflicto y la desavencia terminaba en los tribunales civiles o eclesiásticos, o entre
aspirantes a alguno de los dos cargos, situaciones de las más temidas por los
33 IFPPSA, p. 3-4; BE tomo V, f 38 34 IFPPSA, p. 28-30
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Las fundaciones piadosas de la Parroquia Santa Ana y del convento franciscano
máximo Nuestra Señora del Socorro de Santiago de Chile 1766 -1809
fundadores, según expresan en sus mandatos testamentarios, llegando a inhabilitar
o poner una multa al posible litigante futuro35.
Otra dedicación de don Paulino Travi fue un monto menor que dejó al altar de
Nuestra Señora de la Luz por el mismo tiempo.
El patronazgo de fundación piadosa se relacionaba con el nombramiento del patrón,
las normas de reemplazo, los derechos y obligaciones, y los emolumentos
establecidos para el. Se permitía la cesión de un patronazgo en administración. Los
patrones o patronos de una fundación gozaban de algunos beneficios propios del
cargo, concedidos por la autoridad eclesiástica en agradecimiento por la misma
fundación, o por haberla ayudado a realizar, entre otros motivos. Se permitía la
cesión de un patronazgo en administración solo con la anuencia del prelado, si no
estaba de modo definitivo establecido en sus atribuciones. El patrón en cualquier
caso estaba obligado a cubrir todas las necesidades de la fundación a la cual
estuviera adscrito. Según un estudioso:
El fundador tenía la facultad, entre otras, de fijar las reglas y requisitos de la
sucesión, y las atribuciones de los patronos, señalándolas en la carta si la fundaba
por sí mismo, o en su testamento si ordenaba su institución. Otra opción era
simplemente delegarla en los albaceas. En todos los casos correspondía al obispo su
aceptación36.
Por tanto el patronazgo no fue un requisito obligado y entre los testadores de
fundaciones pías en la parroquia Santa Ana prácticamente no lo establecieron. Si, en
cuanto a los capellanes que debían servir la obra piadosa. No obstante no existía
prohibición de que el capellán ejerciera el patronazgo más aun cuando no estaba
claramente establecido. Pues como debía realizar las misas y debían cubrirse sus
gastos generalmente poseía el patronazgo.
35 MUÑOZ CORREA, Juan Guillermo. Los Patronos de Capellanías, Nombramientos y Atribuciones. En: Lo público y lo privado en la historia americana. 2000, Fundación Mario Góngora, (Horacio Aránguiz editor), Santiago de Chile, p. 72-73 36 Idem p 6
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Richard Fairlie López
En cuanto a otros detalles, estos se registraron con alguna relatividad en la escritura
de fundación pía, pues en algunas fundaciones surgían claramente y en otras
simplemente no se consignaron, son el lugar (templo parroquial, capilla o santuario)
y la fecha para conmemorar (relacionada con el fundador, o en festividades
definidas o públicas). Como en el caso de doña Bernarda Aldunate que se le
reconocía en 1794, 19 de febrero, el establecimiento de una misa rezada los 26 de
cada mes rezando la novena de Santa Ana limosna de dos pesos por el alma de ella
(total 12 misas anuales)37. Con un capital de $ 500 en el escrito se registran 25 pesos
sus intereses pero en realidad debían ser 20 pesos38. También en 1799, 9 de octubre,
don Mariano Zeballos en una de las cláusulas de su testamento:
Item es mi boluntad legar como desde luego lega a Doña Francisca Javiera Carrera
viuda de Don Manuel Lastra la casa de mi abitación y dominio sin menaje ni
aderezo alguno, para que despues de mis dias la lleve y gose como suya propia
con los gravámenes siguientes de que ha de hacer reconocimiento en forma a saber
dos mil pesos de senso principal a fabor de la festividad que se hace en la Parroquia
de mi Señora Santa Ana de esta Ciudad en cada un año en el Domingo de
Cuasimodo, en que prosecionalmente sale el Santísimo Sacraminto, para aucilio de
los enfermos, funcion que deberá costearse con el rédito anual de un cinco por
ciento re que se selebran los jueves en
honor y gloria del Santisimo Sacramento y en beneficio de mi alma (sic)39.
La capellanía también comprometía a las personas que no habían cancelado alguna
deuda, o que habían realizado un fraude o un abuso, sin poder reparar por causa de
su muerte o por estar inubicables de manera que el testador los consignaba en
escritura pública. Además, satisfaciendo conscientemente a su fundador la salvación
del alma, servía para hacer justicia dejando no solo el alma por beneficiaria de las
acciones jurídico-religiosas, sino del que se transformaba en deudor. De esta
manera, en 1804, 24 de mayo, don Paulino Travi estableció en su testamento la
fundación de la Novena y fiesta de Nuestra Señora de la Luz y la mantención
perpetua con aceite para la lámpara de su altar. Esto se cubriría con los montos de
los arriendos de sus casas, designando en la sexta cláusula: esta carga al heredero de 37 CFTO, fs 3-4; BE, tomo III, f 551 38 IFPPSA, p. 1-3 39 BE, tomo V, f 529; IFPPSA, p. 126-127
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Las fundaciones piadosas de la Parroquia Santa Ana y del convento franciscano
máximo Nuestra Señora del Socorro de Santiago de Chile 1766 -1809
a y acabada que sea la
descendencia Legitima del Sr. Aeta a la cual llama al goce del Mayorazgo, a los hijos
y descendencia de don Antonio Garfias, abogado de la Real Audiencia y después de
estinguida ésta a la Parroquia de Santa Ana (sic)40.
Así las personas que quedaron comprometidas fueron acreedores del señor Travi,
los cuales hipotecaron esas casas para cumplir con la fundación. En tanto, en la
cláusula décimo tercera se lee:
Item, declaro que asi mismo sigo causa contra don Joaquin Ureta por cobranza de
pesos que me esta mandada satisfacer, según consta de autos, i es mi voluntad que
recaudada que sea se divida su importancia imponiéndose la mitad por mis albaceas
en finca segura a favor de la Esclavonia de Nuestro Amo i Señor Sacramentado que
se benera en la misma Iglesia Parroquial de mi Señora Santa Ana para que sirva de
fondo, i la otra mitad se imponga tambien por mis albaceas son las mismas
seguridades para que con sus réditos se costee el Novenario i fiesta del Santo
Patriarca San Joaquín anualmente en la misma Iglesia Parroquial de mi Señora Santa
Ana (sic)41.
Luego en el codicilo, fechado en 4 de junio de 1804, en la primera cláusula
rédito una misa en los dias 19 de cada mes en honor del Señor San José (sic)42.
Finalmente, en 1809, 16 de junio, don Lorenzo Molina vendió de una casa para una
cofradía conocida como Esclavonía del Santísimo Sacramento de la parroquia santa
Ana en $ 1800. De este monto se reconocían 100 pesos de una antigua imposición
de censo al 4 % interés anual que tenía esa propiedad. Por tanto, la fábrica de la
parroquia recibía 4 pesos43.
40 IFPPSA, p 90 41 Idem, p 91 42 Idem, p. 91-92 43 Idem, p 60; BE, tomo V, f 133
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Richard Fairlie López
A MODO DE CONCLUSION
En el último período del reino de Chile, 1766-1809 la religiosidad se expresaba en
diferentes lugares y en diferentes formas según la clase social y el sector geográfico.
En este aprendizaje cultural y religioso, considerando naturaleza, pasado y espíritu,
por cierto también, los feligreses adquirieron otro principio a un valor todavía más
relevante: el significado. Determinados objetos, lugares en el templo, ritos cultuales,
liturgias y manifestaciones generalmente tangibles y particularmente vivenciadas
de modo personal fueron ejemplos para sus contemporáneos y muy significativas
para sus seguidores en el futuro inmediato.
La parroquia y el convento fueron legitimados como centros religiosos y sociales,
en el Antiguo Régimen, como exclusivo de comunidades de fieles que dentro de la
Iglesia católica se sentían identificados con sus valores cristianos y católicos. Y en el
caso del convento franciscano especialmente los valores que sostenían sus frailes y
los ritos del mismo convento los vivieran con dificultad o no, poseyéndolos como
principios de su brújula espiritual.
Por entonces, el convento Máximo y sus frailes seguían siendo referentes
imprescindibles para la feligresía, siendo tanta su confianza que los aportes en
especies para cubrir sus fundaciones, eran muy común en el período estudiado,
además del poco circulante que había todavía en el reino chileno, igualmente todo
aquel que podía y poseía dinero sonante y contante también lo entregaba para
cubrir sus réditos de los capitales definidos. En tanto la parroquia otorgaba garantías
en cuanto a expresar su religiosidad y la documentación que permitía las
fundaciones también eran cubiertas con los réditos que surgían de capitales y
propiedades acensuadas.
Además satisfacían el fin religioso por el cual cumplían las intenciones del dueño
del dinero prestado o invertido según el caso de la fundación que se tratare. Hubo
un equilibrio desde la perspectiva de la salvación de las almas y la aplicación de
diversas formas religiosas deseadas por los fundadores de aquellas obras pías y la
posterior evolución financiera. La conexión fue que prestándose el dinero de
fundaciones seguían las indicaciones de sus fundadores en un incipiente sistema
crediticio.
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Las fundaciones piadosas de la Parroquia Santa Ana y del convento franciscano
máximo Nuestra Señora del Socorro de Santiago de Chile 1766 -1809
De este modo en el convento la tradición de los testadores se centraron
especialmente en establecer misas y sufragios por sus almas. En cambio en la
parroquia los fundadores se vincularon especialmente con los ritos y novenas,
imágenes religiosas y devociones que sostenían en su cotidianeidad.
Los fundadores de obras piadosas también fueron conscientes en su tiempo del
legado social y religioso efectuado. Memoria cambiante, selectiva, diversa, incluso
contradictoria y relativa a las situaciones, intereses e interrelaciones de aquel
pasado y presente que tuvo en el período mencionado. Memoria que plasmaba su
propia tradición, creándola y recreándola a pesar de la prohibición de la Corona en
cuanto a crear nuevas fundaciones en la segunda mitad del siglo XVIII y del férreo
control que deseaba el gobierno monárquico de las ya existentes. Se evidencian
diversas obras y fundaciones piadosas en Santiago de Chile y, en algunos
fundadores la creación de nuevas, por ejemplo la novena de Nuestra Señora de la
Luz por la cual un solo fundador entregó un monto que nadie más que él aportó.
La creencia y su intensidad determinaron en muchos casos la temporalidad de la
capellanía, la inclinación y elevado monto que ofrecían sus fundadores. En
cualquier caso, el dinero haciéndose productivo, por el carácter mismo de las
fundaciones, pretendía que éstas además se prolongaran perpetuamente. De esta
manera, se evidenciaron las ganancias debido a que las rentas cubrían los gastos
anuales y permanecía el capital inicial. Todo se mezcló, lo espiritual y lo financiero,
lo privado y lo público.
Por esto mismo, las misas que formaron la columna espiritual por antonomasia de
la Iglesia, sostenían la religiosidad, la pastoral y los vínculos sociales de envergadura
ya que se deseaba mantener la catolicidad siempre y en todo lugar. De este modo, la
espiritualidad de la capellanía se centró alrededor de las misas las cuales debían ser
rezadas según los fundadores, cantadas y también en algunos casos se celebraran
por otras almas. Manteniendo diversas obras piadosas que también se creía,
aportaban al alma del fundador, sosteniendo acciones de caridad cristiana lo cual a
su vez ubicaban en mejor posición a la Iglesia en la sociedad, proyectándola con
firmeza y absoluta presencia. En fin, las fundaciones podrían contribuir
61
Richard Fairlie López
indirectamente a otros católicos, atrayéndolos a fundar capellanías las cuales
expresarían la confianza en la Iglesia y en establecer formas de vida y costumbre
religiosa para un linaje. En cualquier caso lo fundamental para los que creían en el
cielo y la vida eterna era poner su alma a resguardo desde este mundo.
Así las obras pías constituyeron parte de la sociedad, la cultura y la memoria
religiosa del convento de Nuestra Señora del Socorro y de la parroquia Santa Ana.
Los feligreses frecuentaron las misas y otros eventos significativos en sus
respectivos templos, se observaron, se comunicaron y se informaron tarde o
temprano de las mencionadas fundaciones. En tanto, los discursos de la Iglesia
significaban la evidencia palpable de ideas, valores e intereses, compartidos en
mayor o menor grado por los fieles de ésta.
Aunque hubo un caso de fundaciones pías en parroquia Santa Ana, la Esclavonía
que recibió una propiedad directamente. Si había de vender el inmueble, debía
hacerlo con la anuencia de las autoridades eclesiásticas situación que no ocurrió en
el período de estudio. Si se hubiera vendido se debía trasladar el censo a otra
propiedad del fundador. Efectivamente la Esclavonía del Santísimo Sacramento
funcionó como todas las cofradías, asociaciones religiosas, desarrollando obras
sociales como el sostenimiento de la escuela parroquial en el transcurso del siglo
XIX, por de pronto para el periodo estudiado debía aportar al culto en la parroquia y
alentar la vida pastoral de los cofrades y feligreses en general.
Con todo, las fundaciones se convertían por tanto, en algo significativo,
fundamental para los testadores de las obras pías y ejemplo para las comunidades
conventual y parroquial respectivamente y que podía traspasarse desde lo
meramente religioso al ámbito cotidiano del barrio, y/o de la comunidad más
amplia donde estaba inserto el convento y la parroquia. Evidenciando comunidades
católicas fuertes y ejemplares en la espontaneidad y eficaz en la preservación de las
acciones y costumbres religiosas.
La verdadera naturaleza de la inversión material en una acción sublime como es la
salvación del alma conformaba parte de la memoria de la misma comunidad
católica. Sin duda que la memoria religiosa determinó los referentes en que los
fundadores de obras pías y la misma comunidad parroquial fijaron sus discursos
62
Las fundaciones piadosas de la Parroquia Santa Ana y del convento franciscano
máximo Nuestra Señora del Socorro de Santiago de Chile 1766 -1809
identitarios, sacralizó lo que desearon y profundizó los mismos contenidos. Por
entonces, aquella memoria religiosa compartida y el discurso de la autoridad
eclesiástica tendían a impulsar la creencia católica, revistiéndola casi de un carácter
mítico y totémico, erigiéndose como una especie de fortaleza autodefensiva.
El lenguaje y la imaginería de la religión fueron siempre recursos inagotables de
pastoral pues expresaban, y expresan, la creencia de la Iglesia, más todavía en
relación a la salvación de las almas como realidad permanente. Las imágenes
vinculadas a rostros familiares, amigables junto a situaciones que se mantenían
vivas en sus memorias producían emociones y sentimientos significativos. Así la
devoción al Santísimo Sacramento en ambas comunidades, el convento y la
parroquia resultaba relevante tanto así que en la parroquia Santa Ana se formó
rápidamente a fines del siglo XVIII la archicofradía o Esclavonía que fue su nombre
original.
En el caso conventual, la devoción a san Francisco de Asís, Santa Clara y los demás
santos franciscanos debieron ser de un trato cordial y doméstico para muchos
fieles. Para los parroquianos de Santa Ana, debió resultar de trato familiar la
devoción a la Virgen del Carmen o de la de Nuestra Señora de la Luz junto a Santa
Ana, San Joaquín y San José y más aún creando una cofradía para el Santísimo
Sacramento otorgaban una intencionalidad propia de una pastoral y un discurso
definido por la misma Iglesia.
Siendo las necesidades, reales o percibidas como tales, de la feligresía del templo
franciscano y de la de la parroquia debieron ser acordes con el discurso católico que
determinaba la misma Iglesia. Afirmando con su doctrina y su quehacer pastoral la
misma herencia histórica, una memoria religiosa elaborada colectivamente y que
deseaba conservar sin permitir el olvido. Efectivamente al orar por las almas se
realizaban todas las acciones conducentes a la salvación del alma, total y
permanente en el cielo. Los fundadores de obras pías y el caudal de los capitales
iniciales otorgado fueron, ambos, ejemplos para los que conocieron directamente
esos montos, e indirectamente por otros fieles y ciudadanos que fueron informados
de las acciones religiosas que conllevaban y con mayor razón las actividades y
63
Richard Fairlie López
funciones sociales de aquellas. Su fluidez fue natural y sus intereses pudieron
complementar mejor a la fábrica de la parroquia, en algunos períodos, y también a
sus párrocos.
Así, el beneficio económico que percibían tanto el convento franciscano como la
parroquia Sata Ana fue notorio, especialmente en el caso franciscano pues la
cantidad mayúscula de especies contribuía al relato sobre fieles que donaban
cantidades importantes para la salvación personal de su alma o de almas de otros,
estimulando a fieles que aun no habían realizado una fundación o de invertir en
misas o fiestas religiosas de modo puntual es decir sin fundaciones, tanto para pedir
por sus difuntos como por hacer gratuitamente donaciones para misas de días
especiales como por ejemplo la Virgen de los Dolores o de la Virgen de Copacabana
que sostenía una cofradía. Todo lo cual permitía interrogantes y situaciones nuevas
que activaban los recuerdos. Así la memoria ha sido fundamental para la Iglesia
pues si no existiera no habría por consiguiente vínculo social lo cual llevaría a la
inexistencia de una identidad individual o colectiva, esto es no habría sociedad. De
modo que en cuanto a las fundaciones, cada fundador profundizaba más y más su
apego irrestricto a la Iglesia y a la salvación de sus almas, estimulando con su
ejemplo a otros fieles a realizar algo similar.
Las capellanías de la parroquia Santa Ana se sirvieron de censos para crear la renta
del capellán. El censo era una institución de origen antiguo y que tenía varias
formas. Una de éstas era el censo consignativo el cual comprendía un contrato en el
que el censualista o acreedor daba un capital, el principal, a un censatario o deudor
y éste se comprometía a dar una renta o interés al censualista, a la vez que
hipotecaba una propiedad. Fue un medio de crédito o de una inversión, según se
refiriera al censatario o al censualista. Los dos casos más interesantes fueron la
fundación de doña Magdalena Diamantina de 1792, por la cual pagaba sus réditos, ya
en 1805 un presbítero y el otro fue el don Paulino Travi en 1804, que ató
económicamente a varias personas a su capellanía. Siendo uno de ellos un
arrendatario, deudor suyo y a un pariente de éste por una causa que seguía en su
contra.
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Las fundaciones piadosas de la Parroquia Santa Ana y del convento franciscano
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El procedimiento se distinguía del préstamo con interés, que estaba mal visto por
considerarse una forma de usura, reconociéndose como una compra-venta más que
un préstamo. El censualista compraba del censatario el derecho a recibir una renta,
mientras que el censatario tenía el derecho a utilizar la propiedad hipotecada.
Después del contrato de censo, el censatario perdía el derecho a la propiedad
censada, equivalente al valor del censo. Efectivamente, este fue el caso de la
archicofradía del Santísimo Sacramento que se benefició de la venta de una casa por
1800 pesos realizada por Lorenzo Molina, de los cuales se reconocían 100 que ya se
habían impuesto a censo desde antes de la venta, a un 4 % lo cual resultaba en 4
pesos anuales. Esto ocurría en la mayoría de las capellanías en las que su principal
era una casa o propiedad, así el fundador habiendo impuesto un censo sobre aquella
casa o propiedad, si alguien la compraba éste, el comprador debía reconocerlo. Este
fue el caso mencionado, en la venta se hizo reconocer dicho censo y el beneficiario
de la casa, la archicofradía lo reconoció; comenzó a cancelar los 100 pesos de censo.
El censo consignativo era conocido como censo «redimible y al quitar», lo cual
significó que, si el censatario pagaba el principal al censualista, se liberaba del pago
de la renta y su casa quedaba libre de ese censo. El censo era un medio muy
apropiado para que las donaciones destinadas a capellanías u otras obras pías se
perpetuaran a través de la renta, ya que se basaba en el valor real de una propiedad
que en principio tenía un valor perpetuo. Por esto las diversas maneras de asumir
un censo daban gran flexibilidad para hacer operaciones financieras las cuales
cubrieron diversas necesidades particulares y del convento y de la parroquia
tratados. Inclusive la forma de aportar los intereses de sus capellanías.
Cada fundador en la parroquia Santa Ana instituyó la forma de cumplir sus
intenciones. Las obligaciones y cargas religiosas fueron registradas como se
mencionó en el texto. Así se señaló la fundación, el templo parroquial, y el altar y/o
devoción a la cual se contribuía. En el período estudiado en ninguna se menciona
capellán específico, suponiendo que cada testador confiaba a los padres
franciscanos y al párroco respectivamente el encargo de cumplir con todos los
requerimientos espirituales de cada testamento. De todas las fundaciones piadosas
del período tratadas, solo una no tenía carga. Pero lo más seguro es que el párroco
65
Richard Fairlie López
tuvo siempre presente a su benefactor en alguna misa especial como se mencionó el
caso de don Lorenzo Molina más arriba.
De modo que en las dos situaciones la venta y lo que se heredaba: la casa misma, la
obligación material fue pagar la renta de la capellanía, sin tener que desembolsar
ninguna cantidad de dinero. Si se vendía la casa, el nuevo dueño debía reconocer el
censo y dar la renta al capellán, o podría redimir el censo dando el principal al que
tuviera derecho a ese censo, que en el caso de una capellanía era el patrón de la
misma. Y como estaba en manos de una organización religiosa de la misma
parroquia donde se desarrollaban sus labores sociales y religiosas, quedaba todo en
manos del administrador de la archicofradía y el párroco. Con el tiempo la
archicofradía de la Esclavonía del Santísimo Sacramento se orientó, además de sus
funciones y objetivos espirituales, a la concesión de censos, pues se estableció
como una segura institución prestamista. De esta manera la actividad censuataria
tenía su dinámica propia por la cual todos sus participantes debían cumplir.
En las otras fundaciones piadosas estudiadas, las cargas eran el cumplimiento de
realizar las misas, novenas y fiestas religiosas bastante definidas o fábrica
parroquial. En el caso de una de estas tres, Don Paulino Travi dejó el arriendo de sus
casas para cancelar la Novena y fiesta de Nuestra Señora de la Luz. Aparte, el dinero
que debía el señor Ureta debía dividirse en dos mitades; una invertirla en finca
segura a favor de la Esclavonía del Santísimo Sacramento y la otra mitad haciendo
producir réditos con los cuales se cancelaba la Novena y fiesta de San Joaquín y
todos los 19 del año se celebrare a San José, esto es durante doce veces 19. Y si
desaparecía la devoción a Nuestra Señora de la Luz, los montos debían reorientarse
en una advocación y fiesta mariana similar como efectivamente estableció su
traslado a la Pura y Limpia Concepción de María Santísima.
Los intereses, sin injerencia de ninguna institución monárquica, fueron percibidos y
administrados directamente por los frailes franciscanos y el párroco
respectivamente en sus lugares de culto, sin considerar la casa de valor de 1700
pesos, vendida, y cedida su propiedad a la archicofradía del Santísimo Sacramento
en el caso de la parroquia Santa Ana.
66
Las fundaciones piadosas de la Parroquia Santa Ana y del convento franciscano
máximo Nuestra Señora del Socorro de Santiago de Chile 1766 -1809
Desde la perspectiva pastoral y religiosa, los seglares o laicos fundadores conocían
demasiado bien de devoción a santos y mártires y del cumplimiento de los
mandamientos de Dios y de la Iglesia considerando la liturgia y ritos. Les resultaba
natural determinar cantidades y calidades de las misas, las novenas y otros eventos
religiosos dentro del templo. Se sentían partícipes a su modo con la Iglesia de
entonces y en el contexto que se vivía, aportando riqueza material lo cual
evidenciaba su nivel socioeconómico generalmente alto.
Bibliografía.
Fuentes primarias
Copias Fundaciones Testamento y otros 1811 (de la parroquia de Santa Ana)
(en el lomo: 1811)
Inventario de las Fundaciones Pías de la Parroquia de Santa Ana de Santiago
de Chile 1918
Convento Máximo Fundaciones pías
Convento Máximo Entradas 1776-834
Convento Máximo Formulario número 27
Convento Máximo Gastos 1776-814
Fuente Impresa
Boletín Eclesiástico (del Arzobispado de Santiago de Chile)
Fuentes secundarias (Utilizadas y/o consultadas)
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americana. 2000, Fundación Mario Góngora, Santiago de Chile
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68
Boletín Histórico de la Sociedad de Historia y Geografía de Chile
Año V N° XVIII ISSN 0719-7616
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QUILLOTA EN LA GUERRA CIVIL DE 1851
Ariany Alcota Godoy - Andrés González Valencia
RESUMEN
La participación de Quillota en la Guerra Civil de 1851, si bien es considerablemente
menor a la de otros pueblos de la región, como Petorca o La Ligua; hemos querido
ilustrar como esta importante plaza, pasa a ser parte de un muro defensivo de la
metrópoli de Santiago ante la rápida avanzada de la revolución del norte.
El breve pasaje de Quillota en este relato, es sólo el primer acercamiento a un
estudio mucho más grande respecto de esta importante revolución que
desestabilizó a la política interna de Chile a mediados del siglo XIX; la cual fue
rápidamente controlada por el gobierno de Manuel Montt, destacado petorquino
que debió ver como en su pueblo natal, chilenos contra chilenos no dudaron en
aniquilarse mutuamente por el deseo de poder de unos pocos.
Palabras Claves: Quillota, Petorca, Guerra Civil, Revolución, 1851, Manuel Montt.
ABSTRACT
This is a look at the participation of Quillota's Department in the Civil War of 1851,
although it was considerably smaller than the other towns of the region, like
Petorca or La Ligua. We wanted to illustrate how this important place happened to
be part of a defensive wall of the metropolis of Santiago in the face of the rapid
progress of the revolution occurring in the north.
Licenciada en Turismo y Cultura de la Universidad de Valparaíso. Relacionadora Pública de la Sociedad de Historia y Geografía de Chile. Correo electrónico: alcotag @gmail.com Licenciado en Turismo y Cultura de la Universidad de Valparaíso. Censor y Director del Comité Editorial de la Sociedad de Historia y Geografía de Chile. Correo electrónico: [email protected]
69
Ariany Alcota Godoy Andrés González Valencia
Quillota's brief passage in this account is only the first step of a much larger study of
this important revolution that destabilized Chile's internal politics in the mid-
nineteenth century. This was quickly controlled by Manuel Montt's government, a
prominent citizen of Petorca. Montt should have seen how in his hometown,
Chileans did not hesitate to annihilate fellow Chileans as a result of the desire of a
few for power.
Keywords: Quillota, Petorca, Civil War, Revolution, 1851, Manuel Montt.
Antecedentes Generales
La Guerra Civil de 1851 tuvo por objeto derrocar el gobierno del presidente Manuel
Montt y derogar la Constitución de 1833 elaborada por don Mariano Egaña la
cual estableció un gobierno presidencialista y monopartidista.
Siguiendo lo establecido por esta constitución, para 1851 en Concepción se
alzaba la candidatura presidencial de don José María de la Cruz Prieto, en contra de
la candidatura de don Manuel Montt. Pero tras perder su posibilidad de postular al
sillón presidencial, De la Cruz acusó de fraude electoral y desconoció la elección
que posicionaba a Montt por sobre él.
No tardaron en sumarse otros grupos revolucionarios, donde destacan los
alzamientos de localidades tan distantes como Coquimbo,
Aconcagua, Concepción y el Maule, las que darían paso a las llamadas Revolución
del Norte y Revolución del Sur; ambas con un enorme deseo por invadir Santiago y
tomarse el poder por la fuerza.
Para nuestro caso de estudio, sólo nos centraremos en los acontecimientos de la
revolución del norte, que tiene como icono a la ciudad de Petorca, en un importante
enfrentamiento que pone a Quillota en breves pasajes de la historia, antes y después
de la Batalla del 14 de octubre de 1851.
70
Quillota en la Guerra Civil de 1851.
Revolución del Norte y la Batalla de Petorca 1
El 1 de octubre se inicia la Campaña de invasión a Santiago desde la llamada
en la
Provincia de Limarí, IV Región de Coquimbo.
Con una fuerza de no más de 500 soldados, la división invasora de La Serena, inició
una marcha hacia el sur, con la idea de ingresar a la provincia de Aconcagua por la
costa, tomando el camino hacia Illapel, la Mostaza y Quilimarí.
Pero el gobierno de Montt, tras enterarse de esta ofensiva revolucionaria, desde
Valparaíso, el gobierno envía una división de 450 soldados de línea, que
desembarcó en Papudo el día 6 de octubre. A los pocos días se reuniría en el pueblo
de Quilimari con las fuerzas cívicas de Los Ángeles, Putaendo y Petorca, formando
un pequeño ejército de 942 hombres, comandado por el Coronel Juan Vidaurre.
El ejército revolucionario, tras detenerse brevemente en el sector de La Mostaza (9
de octubre), logran descubrir que las fuerzas gubernistas ya estaban apostadas en
Quilimarí, impidiendo su avance por la costa y obligándolos a repensar su
estrategia.
El Coronel Arteaga, de las fuerzas revolucionarias, era el más deseoso de enfrentar
la batalla en Quilimarí, pero tras discutirse con los otros jefes, se resuelve cambiar la
ruta a Santiago desviándose hacia el oriente por el cajón de Las Vacas, tomando el
camino que circula entre Tilama, Pedegua, Hierro Viejo y Petorca, para tomar dos
rutas hacia San Felipe (Por las cuestas de Cultunco-Los Angeles, y por el camino
viejo que va por Alicahue)
El día 10 de octubre, tras descubrir la dirección que había tomado el enemigo,
Vidaurre dirigió a sus tropas por el camino transversal que, pasando por Huaquén,
Longotoma y Marmalicán, conduce directamente a la Villa de Petorca, con la
decidida misión de detener allí a la avanzada revolucionaria.
1 VICUÑA MACKENNA, Benjamín. Historia de los diez años de la administración de don Manuel Montt. Santiago: Imprenta Chilena, 1862. Resumen de antecedentes presentados por el autor entre las paginas. 202 - 256.
71
Ariany Alcota Godoy Andrés González Valencia
El 13 de octubre Vidaurre ya se encuentra en los alrededores de Pedegua, donde el
ejército revolucionario había alojado el día anterior. Al alba del día 14, Vidaurre se
adelantó con una pequeña vanguardia, alcanzando su enemigo a la salida de la Villa
de Petorca.
Los revolucionarios, forzados a aceptar el combate La Batalla de Petorca, 14 de
octubre de 1851 no tuvieron tiempo de reflexionar sobre las excelentes posiciones
defensivas que tenían a mano, provocando un caos inicial que sentenció el
resultado del combate.
En Petorca, la derrota rebelde fue completa, arrojando un resultado de 30 muertos,
42 heridos y un total de 364 prisioneros entre soldados y oficiales2. Para las fuerzas
gobernistas, 200 de los soldados prisioneros engrosaron las filas del ejército leal,
mientras que sus bajas en Petorca ascendieron escasamente a 5 muertos y 20
heridos.
El Rol de Quillota en este Escenario
Iniciada la marcha de la revolución hacia Santiago, el gobierno no sólo dispuso de
una fuerza que fuera capaz de interceptarlos, sino que también puso en guardia a
todas las plazas importantes de la actual Región de Valparaíso.
Como bien sabemos, este movimiento ofensivo fue finalmente interceptado en el
pueblo de Petorca el 14 de octubre por las fuerzas cívicas de Los Ángeles,
Putaendo y Petorca, comandado por el coronel Juan Vidaurre.
A eso de las 8 de la mañana, en todo el valle central del país se sabía que un
enfrentamiento en el Valle de Petorca se libraba con tesón, ante lo cual todas las
plazas de armas circundantes sólo aguardaban obtener noticias positivas de un
triunfo de los sublevados para dar la orden de formar sus líneas de defensa.
2 EL ARAUCANO. Año 22, N° 1.293. Santiago, Sábado 18 de octubre de 1851. Boletín de noticias N°24 del Norte.
72
Quillota en la Guerra Civil de 1851.
Así, plazas como las de Quillota, La Ligua, San Felipe y Los Andes, tomaron todas las
precauciones del caso para defender o apoyar en la defensa de otra plaza en caso de
un triunfo revolucionario en el norte; por esta razón, hemos rescatado un
importante registro de los primeros movimientos militares en Quillota, durante el
mismo día de la Batalla en Petorca.
Poco después de las 9 de la mañana del 14 de octubre de 1851, y aun en pleno
desarrollo de la Batalla en Petorca, el Comandante de Armas de Quillota el señor
Ramón Dueñas reportaba el pronto arribo del Teniente Coronel Dávila, que en
cuya persona caería la responsabilidad de dirigir la defensa del valle y entrar al
apoyo de las autoridades de San Felipe, en caso de un triunfo de la revolución en
Petorca3.
Este día, Quillota recibe de la Ligua, dos cañones de montaña listos y con todo su
juego de armas completo, municiones y metrallas, balas, etc. Estaban acuartelados
cerca de 250 hombres del batallón cívico, a la espera de la caballería y del arribo del
señor Dávila4.
El teniente coronel Dávila llega a Quillota a las 10 de la mañana del 14 de octubre;
mismo día de la Batalla de Petorca, la cual fue finalmente abatida por Vidaurre
dando un respiro a los valles interiores de la actual Región de Valparaíso, quienes no
bajaron el estado de alerta en protección del gobierno de don Manuel Montt5.
Los Prisioneros de Petorca
De los documentos presentados por el Coronel Vidaurre a la máxima autoridad del
país, se rescata la siguiente afirmación respecto de los prisioneros de Petorca:
de los 300 y mas prisioneros de la clase de tropa, se destinaron 200 á engrosar las
3 EL ARAUCANO. Año 22, N° 1.292. Santiago, Juéves 16 de octubre de 1851. Antecedentes rescatados de la Nota transcrita en este periódico escrita por la Comandancia de Armas de Quillota. 4 Ibídem. 5 Ibídem.
73
Ariany Alcota Godoy Andrés González Valencia
6 De esta manera, la cuestión era ahora, el destino de
los otros cien que aún permanecían detenidos.
Días después de la Batalla de Petorca, las fuerzas de Quillota tuvieron la misión de ir
en busca de estos prisioneros militares, para trasladarlos a Quillota y
posteriormente al puerto de Valparaíso.
Pero poco antes de la intervención de las fuerzas quillotanas; tras el triunfo en
Petorca, los líderes gobernistas decidieron armar uno de sus centros de operaciones
en el pueblo de La Ligua, hacia donde partieron el día 16 de octubre,7 trasladando
durante 3 días a todos los prisioneros a pie8 por la Cuesta del Pobre, hacia Valle
Hermoso, para llegar finalmente a La Ligua durante la mañana del día 199.
Allí permanecieron los prisioneros hasta la llegada de las fuerzas de Quillota,
quienes arribaron a La Ligua durante la tarde del día 22 de octubre10. El día siguiente
23 de octubre durante la mañana11, la gran escolta quillotana, emprende su
marcha hacia aquella plaza, donde nuevamente se les obliga a los prisioneros a
marcha a pie por la extensa ruta hacia Quillota12.
Benjamín Vicuña Mackenna (1862) entrega dos datos respecto de esta marcha,
asegurando que consiguieron fugarse de la gran escolta, los señores: Mayor Pozo,
Mayor Comella, Teniente Chavot y otro oficial que no especifica su nombre; y así
mismo, asegura que desde la Ligua se les envió a Quillota, haciendo parte de la
jornada a pie y el resto en una carreta que les facilitó un apiadado hacendado del
distrito13. Milton Godoy (1999-2000) agrega a estos datos, los nombres de los
señores Miguel Alvarez y José María Sepúlveda como parte de los fugados de esta
travesía14.
6 ARRIAGADA ALJARO, Eduardo. Documentos relativos a la revolución de 1851, segunda parte. Academia de Historia Militar, 2016, p. 42. 7 VICUÑA MACKENNA, Benjamín. Ob. Cit. p. 247. 8 DEL POZO A., José. Benjamín: Una vida del siglo XIX. RIL Editores, 2013, p. 89. 9 GODOY O., Milton. Petorca y la guerra civil de 1851 a través de la correspondencia de Manuel Montt. En: Valles, Revista de Estudios Regionales, N°5 y 6 1999-2000, CERPAC La Ligua, Chile, p. 9. 10 Arriagada Aljaro, Eduardo: Ob. Cit. Pág. 22. 11 GODOY O., Milton. Ob. Cit. p. 18-19. 12 VICUÑA MACKENNA, Benjamín. Ob. Cit. p. 247. 13 Ibídem. 14 GODOY O., Milton. Ob. Cit. p. 18-19.
74
Quillota en la Guerra Civil de 1851.
Después de permanecer algunos días en inmundas prisiones y de soportar villanas
vejaciones en Quillota15, a principios del mes de noviembre fueron transportados al 16 en Valparaíso, que habría hecho de cárcel ambulante
durante la revolución17, misma embarcación que posteriormente (diciembre) les
desterraría hacia el archipiélago de Juan Fernández18.
El Orden Público en el Departamento de Quillota
En Quillota, siguiendo la tendencia de las principales ciudades del país, y por el
temor que existe de una posible fuga de los prisioneros de guerra de la cárcel de
Quillota y tras conocerse popularmente los numerosos destrozos y fechorías
realizadas por pequeños grupos de rebeldes y prófugos de las campañas del norte
los vecinos de la ciudad decidieron organizar una fuerza pública que pretendía
rechazar cualquier acto de anarquía en la ciudad, procurando recuperar la paz de la
población. Así al menos queda explícito en la proclama pública que remiten a los
diarios nacionales que dice19:
patriotismo a la obra santa de pacificacion que hoi sostiene la República
contra sus enemigos, se reunieron el sabado 8 del corriente (noviembre de
1851) i acordaron levantar una compañia del órden, con el fin de guardar la
propiedad i las leyes.
Las guardias del órden se van estableciendo en todo el pais porque ya son
conocidos los fines opositores, robar apoderándose por asalto del fruto del
trabajo ajeno.
15 DEL POZO A., José. Ob. Cit. p. 89. 16 ARCHIVO NACIONAL DE CHILE, Fondo Ministerio del Interior, Vol. N°284, N°1790, S/P. Correspondencia de la Intendencia y Comandancia General de Armas de Valparaíso 1851. 17 VICUÑA MACKENNA, Benjamín. Ob. Cit. p. 247. 18 ARCHIVO NACIONAL DE CHILE, Fondo Ministerio del Interior, Vol. N°284, N°1911, S/P. Correspondencia de la Intendencia y Comandancia General de Armas de Valparaíso 1851. 19 EL ARAUCANO. Año 22, N° 1.303. Santiago, Mártes 11 de noviembre de 1851. Antecedentes recogidos de la proclama pública que realizaron los vecinos de Quillota y otros pueblos en el periódico El Araucano.
75
Ariany Alcota Godoy Andrés González Valencia
La Guardia del órden i los Nacionales son unos mismos, porque unos i otros
viven del trabajo, que no puede existir sin la paz, las leyes i la autoridad
El día 9 de noviembre, sólo un día después de la reunión vecinal de Quillota, el
propio gobernador de esta plaza Don Ramón Bueras informa al Ministro del
Interior respecto de diversos conflictos ocurridos en este departamento durante los
días recientes: "en la hacienda de Colliguay i lugares adyacentes en el Departamento
de Casablanca hai gente reunida en forma de Montonera, i que en Curauma hai otra;
que ambas fuerzas se comunican por medio de ajentes los cuales enganchan gentes
de Valparaiso y la llevan a ambos puntos". En el oficio, denuncia explícitamente a
un joven residente de la Quebrada Alvarado, enunciando: "un tal Escobar que fue o
es sargento de uno de los cuerpos civicos de infanteria de Valparaiso"20.
Bibliografía Consultada
ARCHIVO NACIONAL DE CHILE, Fondo Ministerio del Interior, Vol. N°284.
ARRIAGADA ALJARO, Eduardo. Documentos relativos a la revolución de
1851, segunda parte. Academia de Historia Militar, 2016.
DEL POZO A. José. Benjamín: Una vida del siglo XIX. RIL Editores, 2013.
EL ARAUCANO. Año 22, N° 1.292, 1293, 1303.
VALLES, Revista de Estudios Regionales, N°5 y 6 1999-2000. CERPAC La
Ligua, Chile.
VICUÑA MACKENNA, Benjamín. Historia de los diez años de la
administración de don Manuel Montt, Santiago. Imprenta Chilena 1862.
20 ARCHIVO NACIONAL DE CHILE, Fondo Ministerio del Interior, Revolución de 1851. Vo.284. (Provincia de Valparaíso). Oficio de don Ramón Bueras al Ministro del Interior, Gobierno Departamental de Quillota. 9 de Noviembre de 1851. S/P. En De la "regeneración del pueblo" a la huelga general: génesis y evolución histórica del movimiento popular en Chile (1810-1890) por Sergio Grez Toso. RIL Editores, 2007.
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Año V N° XVIII ISSN 0719-7616
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CONFIGURACIONES DE UN ESPACIO IMPERIAL: CUYO Y MENDOZA
DESDE FINALES DEL PERIODO INCAICO A FINALES DEL SIGLO XVII.
Margarita Gascón
RESUMEN
Cuyo en general y Mendoza en particular conformaron el extremo sur del
Qollasuyu en el Tawantinsuyu. A la altura de los 30º de latitud sur, en Mendoza, se
encuentran elementos incaicos como son la capacocha del Cerro Aconcagua, el
Qhapac ñan o Camino del Inca y los tambos. Estos elementos, entre los más
notables, confirman que Cuyo se hallaba dentro del espacio imperial inca, con su eje
articulador en el sentido norte- sur dado por el Qhapac ñan. A finales del siglo XVI
y en respuesta a las necesidades de España de protección de Chile y de la periferia
austral del virreinato del Perú, Cuyo se articuló a otro espacio imperial: el
hispanoamericano. Este espacio imperial tenía ahora un eje en sentido este-oeste
que unía a Mendoza (y a su vez la convertía en nexo entre) el puerto de Buenos
Aires y Santiago de Chile. Este eje en sentido este-oeste surgió en 1580 con la
expedición de Alonso de Sotomayor. El artículo se refiere a cómo se configuraron
los espacios imperiales, pasando del incaico con su eje articulador norte-sur al
espacio colonial con su eje este-oeste en función de darle a Santiago de Chile una
comunicación atlántica, y qué significaron los cambios localmente en el
corregimiento de Cuyo del Reino de Chile.
Palabras claves: Siglo XVII, Ruta de Sotomayor, Cuyo, Mendoza colonial, Qhapac
Ñan.
CONICET-Mendoza. Master y Doctora en Histria University of Otawa, Canadá. Licenciada en Historia, Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza. Correo electrónico: [email protected]
77
Margarita Gascón
ABSTRACT.
Mendoza and Cuyo in general of the in particular formed the southern end of
Qollasuyu in the Tawantinsuyu. At the height of 30 degrees south latitude, in
Mendoza, are incaicos elements such as capacocha of Aconcagua, the Qhapac ñan or
Inca Trail and dairy farms. These elements, among the most notable confirm that
Cuyo was within the Inca imperial space, with its linchpin in the north- south
direction given by the Qhapac ñan. In the late sixteenth century and in response to
the needs of protection Spain Chile and the southern periphery of the Viceroyalty
of Peru, Cuyo another imperial space was articulated: the Spanish American. This
imperial space now had an axis east-west linking Mendoza (and in turn became
nexus) the port of Buenos Aires and Santiago de Chile. This axis east-west emerged
in 1580 with the expedition of Alonso de Sotomayor. The article refers to how the
imperial spaces, from Inca with its linchpin north-south to colonial space with its
east-west axis in terms of giving Santiago de Chile an Atlantic communication, and
what meant the changes locally were configured the village of Cuyo of the Kingdom
of Chile.
Keywords: Century XVII, Route of Sotomayor, Cuyo, colonial Mendoza, Qhapaq
Ñan.
Configuraciones del espacio imperial
La articulación norte-sur del espacio imperial inca siguió el eje del Qhapac ñan o
Camino del Inca (ver Mapa UNO). Se trata de un eje esencialmente andino, que
corre paralelo a la cordillera de los Andes en ambas vertientes, y que comunicó y
movilizó personas, productos, bienes, tecnologías e ideas1. Cuando se produjo la
irrupción de los españoles en Cuyo sobre el siglo XVI, fueron los mismos nativos
1 GLAVE, M. Trajinantes. Caminos indígenas en la sociedad colonial. Siglo XVI-XVII. Lima: IAA, 1989. HYSLOP, John. Qhapac ñan. El sistema vial inkaico. Lima: Instituto Andino de Estudios Arqueológicos, 1992. LUMBRERAS, Luis. Proyecto Qhapac ñan. Informe de campaña. Lima: Instituto Nacional de Cultura, 2002-2004. OTS, María José y CAHIZA, Pablo. Caracterización de la frontera suroriental del Tawantinsuyu (Sur de San Juan, Norte y Centro de Mendoza). Siglos XV y XVI, En: Margarita Gascón y María José Oits (eds.) Fronteras y periferias en Arqueología e Historia. Buenos Aires: Dunken, 2013, p. 30-62.
78
Configuraciones de un espacio imperial: Cuyo y Mendoza desde finales del periodo
incaico a finales del siglo XVII.
quienes guiaron a los recién llegados a través de esos territorios, utilizando este eje
precolombino de circulación ya que los españoles carecían de información sobre los
recursos naturales vitales (agua, pastos, leña) y sobre las rutas adecuadas.
El eje andino, el Qhapac ñan, fue en efecto la ruta que siguió Francisco de Villagra o
Villagrán, uno de los conquistadores de Chile. Esta ruta permitía bajar desde el Alto
Perú hasta el centro de Chile, sin atravesar el desierto de Atacama, y utilizando
alguno de los pasos en la cordillera de los Andes ubicados en el noroeste argentino.
Es interesante que, en el caso de Villagrán, él y sus hombres necesitaran pasar a
Chile con refuerzos militares para la guerra en la Araucanía y que buscasen en Cuyo
el paso más conveniente. Resaltamos que hubo una razón imperial en ese primer
uso y reconocimiento por parte de los españoles de esta ancestral ruta
precolombina que había articulado a Cuyo al incario.
Qhapac ñan o Camino del Inca: El noroeste argentino y Cuyo
El recorrido norte-sur de esta ruta que habían hecho Villarán con sus soldados
sostuvo el derecho de los principales habitantes de la provincia de Córdoba del
79
Margarita Gascón
Tucumán para apropiarse de los nativos de Cuyo (huarpes) en concepto de
encomiendas. Los de Córdoba decían que ellos tenían derecho a los indígenas
cuyanos por haber sido Cuyo un territorio descubierto por Francisco de Villagrán
en 1551 cuando llevaba soldados para la frontera araucana. Pero en Santiago de
Chile, el argumento de los cordobeses era ignorado y ellos ingresaban a Cuyo para
extraer huarpes mientras acusaban a los cordobeses de llevarse indígenas
ilegalmente.
Mientras no se resolvía el pleito por la jurisdicción de Cuyo, en 1551 (diez años antes
de la fundación oficial de Mendoza por el enviado del gobernador de Chile), el
capitán Juan de las Cuevas recibió una encomienda de huarpes en Uspallata. La
corona finalmente puso fin al conflicto cuando convalidó el derecho de los de
Santiago sobre los recursos naturales y humanos de Cuyo. Rápidamente, desde
Santiago se procedió a la fundación de Mendoza en 1561 y de San Juan al año
siguiente, preservando con estas fundaciones los derechos sobre territorios que
ahora administrativamente indisputables pasaron a denominarse como
Corregimiento de Cuyo del Reino de Chile2.
Para estas fechas, la exploración española del Valle de Huentota (norte de
Mendoza), del Valle de Uco y de los pasos cordilleranos hacia Santiago de Chile
habían avanzado (Actas Capitulares de Mendoza, Tomo I, 1945: 55-56; Ots y Cahiza.
2013). Se sabía de la existencia de los pasos del Portillo de los Piuquenes y del Cajón
del Maipo en Uco, que conectan a Mendoza con el valle del Maipo3. Según una
el paso de Uco es mucho más peligroso que el de Aconcagua
Uspallata/Juncal/ Cristo Redentor) y el paso en Xaurúa (seguramente el paso del
aunque malo, es mejor que el de Uco para llevar ganados
2 GASCÓN, Margarita. Naturaleza e Imperio. Araucanía, Patagonia, Pampas, 1598-1740. Buenos Aires: Dunken, 2007. GASCÓN, Margarita. Periferias imperiales y fronteras coloniales. Buenos Aires: Dunken, 2011. 3 ESPEJO, Juan Luis. La Provincia de Cuyo del Reino de Chile. Tomo I. Santiago de Chile: Universitaria, 1954, p. 187. GASCÓN, Margarita. Naturaleza e Imperio. Araucanía, Patagonia, Pampas, 1598-1740. Buenos Aires: Dunken, 2007. VALENZUELA-MÁRQUEZ, Jaime [en línea]. La cordillera de los Andes como espacio de circulaciones y mestizajes: un expediente sobre Chile central y Cuyo a fines del siglo XVIII. Nuevo Mundo-Mundos Nuevos: 2007. http://nuevomundo.revues.org/7102.
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Configuraciones de un espacio imperial: Cuyo y Mendoza desde finales del periodo
incaico a finales del siglo XVII.
cordilleranos en Uco tuvieron una ventaja adicional en el siglo XVII porque, en la
vertiente occidental de los Andes, en el valle del Aconcagua donde desemboca la
ruta que cruza la cordillera por Uspallata, una de las principales familias de Santiago
de Chile era su dueña y se aprovechaban de la situación para cobrar derecho de paso
y de pasturas. Las protestas de quienes usaban este paso argumentando que se
trataba de una ruta de libre circulación no prosperaron. De este modo, quienes
traficaban ganado preferían los pasos en Uco que desembocaban en zonas donde no
tenían que pagarle a nadie por derecho de tránsito o por pasturas4.
Sobre fines del siglo XVI los gobernadores de Chile también tenían interés en Uco y
sus pasos ya que querían una vertiente atlántica para Santiago, vía Buenos Aires.
Visionariamente así lo había visto el gobernador Pedro García Oñez de Loyola,
quien moriría en la Gran Rebelión Araucana de 1598-99. Su muerte en la batalla de
Curalaba cambió no solamente estos planes sino todo el curso de la evolución
colonial de la región. Para este momento colonial, desde y hacia España se utilizaba
la ruta de Tierra Firme pues se debía llegar al puerto atlántico de Buenos Aires
cerrado como puerto. Su limitado movimiento a raíz de esta condición fue
compensado durante todo el siglo XVII con el más descarado contrabando5.
Quienes ingresaban al virreinato del Perú por Buenos Aires se dirigían a Córdoba
por el Camino Real que unía al Alto Perú con Buenos Aires. En Córdoba, una ruta
torcía hacia el oeste para ingresar a Cuyo por San Juan. La idea de Oñez de Loyola
era abrir una ruta que aprovechase al paso del Portillo en Uco y siguiese el curso del
río Tunuyán para dirigirse a las pampas y dar con Buenos Aires. Estas ideas
tuvieron eco en la fundación de San Luis sobre finales del siglo XVI que
efectivamente permitía una vertiente atlántica para Santiago más fácil de alcanzar
que si se seguía la ruta tradicional por Córdoba. La revuelta de los araucanos a fines
de 1598 y principios de 1599, como dijimos, acabó con la vida del gobernador Oñez
4 GASCÓN, Margarita. Comerciantes y redes mercantiles del siglo XVII en la frontera sur del virreinato del Perú. En: Anuario de Estudios Americanos, 57:2, Sevilla, 2000, p. 421. 5 MOUTOUKIAS, Zacarías. Contrabando y Control Colonial en el Siglo XVII: Buenos Aires, el Atlántico y el Espacio Peruano. Buenos Aires: CEAL, 1988.
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Margarita Gascón
de Loyola y con la presencia de los españoles en la Araucanía. Otras modificaciones
en el esquema defensivo le siguieron y eso modificaría a su vez la articulación de los
espacios imperiales, afectando a Cuyo.
Llegada a España la noticia de la rebelión indígena en el sur de Chile, la Junta de
Guerra pidió enviar, de manera urgente, un ejército profesional cuyos gastos se
pagarían con ducados transferidos desde las cajas peruanas. La lógica de los
consejeros fue que, si el ataque hubiese sido de los ingleses o de los holandeses, en
lugar de haber sido de los araucanos rebeldes, las consecuencias hubiesen sido
irremediables. Una vez en Chile, los enemigos de España podían atacar a Lima y
Potosí, navegando por el Pacífico sur. El Consejo conocía la debilidad del flanco del
Pacífico desde hacía veinte años, cuando en 1578 Francis Drake pulverizó la certeza
de dominio absoluto español sobre el Mar del Sur. Los ataques de Drake hicieron
que nadie en España dudara en la importancia de proteger la entrada al Estrecho de
Magallanes y en asegurar la exclusiva navegabilidad de las rutas del Pacífico, desde
Perú a México, y las rutas de la plata potosina y del galeón de Manila.
Para efectivizar tal defensa del espacio imperial donde se encontraban estas rutas,
España decidió primeramente fortificar el Estrecho y nombró gobernador de Chile
al General Alonso de Sotomayor. Este experimentado militar acompañaría a
Sarmiento de Gamboa en la fortificación del Estrecho. El plan de la corona cambió,
con consecuencias decisivas para la articulación imperial donde quedarían Cuyo,
Mendoza y Chile central. La travesía del Atlántico estuvo llena de complicaciones,
deserciones y pestes. En medio de agrias disputas entre Gamboa y su segundo,
Sotomayor decidió desembarcar en Buenos Aires y llegar a Chile por alguna ruta
terrestre. Era 1580 cuando Alonso de Sotomayor entró en Santiago tras abrir una
ruta que conectaba Chile (Santiago y Mendoza) con España, vía San Juan, Córdoba,
Santa Fe y Buenos Aires6.
6 GASCÓN, Margarita. Comerciantes y redes mercantiles del siglo XVII en la frontera sur del virreinato del Perú. En: Anuario de Estudios Americanos, 57:2, Sevilla, 2000. GASCÓN, Margarita. Naturaleza e Imperio. Araucanía, Patagonia, Pampas, 1598-1740. Buenos Aires: Dunken, 2007. GASCÓN, Margarita. Periferias imperiales y fronteras coloniales. Buenos Aires: Dunken, 2011.
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Configuraciones de un espacio imperial: Cuyo y Mendoza desde finales del periodo
incaico a finales del siglo XVII.
Con el correr del siglo XVII otra ruta comenzó a ser la más frecuentada. Era la ruta
que había vislumbrado Oñez de Loyola. Partía del sur de Buenos Aires y de
Córdoba, ingresando a Cuyo no por el norte, por San Juan, sino por el este, por San
Luis. Siguiendo el curso del río Tunuyán, atravesaba el Valle de Uco para cruzar la
cordillera por el paso del Portillo de los Piuquenes. En 1604 esta fue la ruta que usó
el gobernador Alonso de Rivera cuando, partiendo desde Santiago, fue a hacerse
cargo del gobierno de la provincia de Córdoba de Tucumán; y fue la ruta que usó en
1664 el gobernador Francisco de Meneses, quien venía desde Buenos Aires rumbo a
Santiago de Chile. Tomó posesión de su cargo en San Luis Hacia finales del siglo
XVII, esta ruta estaba poblada, aunque tímidamente, nuevamente tal como lo había
concebido Oñez de Loyola un siglo antes. En efecto, en 1683 se ubicaban poblados
en el río Tunuyán, en San Luis y en el sur de Córdoba7.
La presencia de pobladores españoles en San Luis había sido impulsada, en primera
instancia y como en el resto de las poblaciones, para justificar el acceso a las
594, fueron tres poderosos vecinos de Santiago de
Chile: Andrés de Fuenzalida, Francisco de Quiroga y Andrés de Toro Mazote,
quienes nunca residieron en San Luis pero reclamaron encomiendas. El 11 de agosto
de 1618 otro vecino de Santiago, el capitán Juan Ortiz de Urbina, recibió también
una encomienda en San Luis8. Poco después las tierras fueron apreciadas a medida
que se consolidaba ésta como la principal ruta ganadera desde las pampas a Chile. A
partir de la década de 1630 las mercedes en San Luis fueron bienvenidas pues eran
útiles tanto para civiles como para jesuitas para hacer las estancias del ganado
arreado desde las pampas con destino en Santiago. Los jesuitas ocuparon vastas
7 CAMPOS HARRIETT, Fernando. Alonso de Rivera. Gobernador de Chile. Santiago de Chile: Universitaria, 1987, p. 181. OLIVARES, Miguel de. Historia militar, civil y sagrada de Chile. Tomo XXVI. Santiago de Chile: Elzeveriana, 1961, p. 59. 8 ESPEJO, Juan Luis. La Provincia de Cuyo del Reino de Chile. Tomo I. Santiago de Chile: Universitaria, 1954, p. 130.
83
Margarita Gascón
9.
La ruta por San Luis fue asimismo atractiva porque escapaba del control de las
autoridades de Mendoza y de la aduana de Córdoba. Para el siglo XVII eso implicaba
la posibilidad de traficar esclavos. Las evidencias son fragmentarias pero sugestivas.
En 1643 se encontraba en San Luis el comerciante chileno Luis Toro y Mazote,
quien tenía propiedades en Mendoza. Iba a Córdoba, según afirmaba, para vender
vinos, lo cual le permitía encubrir el verdadero motivo de su viaje: comprar
esclavos10.
Durante el siglo XVIII los correos entre Buenos Aires y Chile iban por esta ruta
Aires con La Carlota y Río Cuarto en el sur de Córdoba, pasando desde allí a Las
Achiras y a San Luis. Cuando se alcanzaba al río Tunuyán se tenía un corredor
fluvial que guiaba hacia Uco para cruzar la cordillera con dirección a Santiago por el
paso del Portillo de los Piuquenes. Esta ruta por San Luis mantuvo a Cuyo del reino
de Chile dentro de una red comercial ganadera que fue intensa y constante durante
todo el periodo colonial y hasta avanzado el siglo XIX.
Conclusión
Analizamos la pertenencia de Cuyo a dos espacios imperiales diferentes. Primero
fue el incaico, con eje andino que unía a Cuyo con el noroeste argentino. Luego el
espacio imperial colonial, con eje este-oeste, unió a Cuyo con Santiago de Chile y
Buenos Aires vía Córdoba primero y luego vía San Luis. A la llegada de los
españoles, Cuyo se encontraba en espacio imperial incaico, cuyo eje norte-sur era el
Qhapac ñan. Precisamente, siguiendo este ancestral camino, los españoles
penetraron en Cuyo.
9 GASCÓN, Margarita. Naturaleza e Imperio. Araucanía, Patagonia, Pampas, 1598-1740. Buenos Aires: Dunken, 2007. 10 GASCÓN, Margarita. Naturaleza e Imperio. Araucanía, Patagonia, Pampas, 1598-1740. Buenos Aires: Dunken, 2007, p. 87.
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Configuraciones de un espacio imperial: Cuyo y Mendoza desde finales del periodo
incaico a finales del siglo XVII.
A finales del siglo XVI y dadas las necesidades imperiales españolas tras los ataques
de Drake, cambió el eje de la articulación del espacio colonial donde se encontraba
Cuyo, dándole ahora importancia a las rutas que conducían con mayor rapidez a
Buenos Aires y al Atlántico para conectarse con la metrópolis. Primero fue vía San
Juan-Córdoba que fue abierta en 1580 por Alonso de Sotomayor. Sin embargo, se
avizoraba otra ruta, por Uco, que aprovechaba el paso del Portillo de los Piuquenes,
el río Tunuyán y llegaba a San Luis antes de lanzarse a las pampas para alcanzar el
puerto de Buenos Aires. Esta ruta había sido avizoraba por el gobernador chileno
Oñez de Loyola a finales del siglo XVI.
Un siglo después, en el siglo XVIII, esta era una ruta que se utilizaba
preferentemente para el tráfico comercial, mayormente del ganado bonaerense
conducido a Santiago y a la Araucanía. De este modo, las necesidades imperiales de
defensa del sur del virreinato peruano y la sostenida circulación de bienes hicieron
que esta ruta se volviese el principal eje de la articulación de Cuyo al espacio
imperial.
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Configuraciones de un espacio imperial: Cuyo y Mendoza desde finales del periodo
incaico a finales del siglo XVII.
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Boletín Histórico de la Sociedad de Historia y Geografía de Chile
Año V N° XVIII ISSN 0719-7616
www.boletinhistoricoshgchile.com www.shgchile.com
GUERRA CIVIL DE 1891: CAUSAS Y DESARROLLO.
Rosario Meza Martínez
Ganadora Primer Lugar, Medalla Listón Rojo
Premio Nacional Estudiantil de Historia y Geografía - 2016
George Santayana, - 1905.
RESUMEN.
El gobierno de Balmaceda (1886-
llevado a cabo de forma pacífica, si no por una guerra civil, que, hasta hace unos
años, dividió generaciones de familias; en la cual, el Congreso se levantó en armas
contra el presidente, contando con el apoyo de la Armada y este para defenderse
con el apoyo del Ejército.
El primer combate de la Guerra Civil fue el combate de Zapiga (23 de enero de 1891),
el cual desencadeno la campaña en el Norte. Posteriormente, los combates más
importantes en el Norte fueron el de Dolores (15 de febrero), el combate de Huara
(17 de febrero), el combate de la Aduana de Iquique (19 de febrero), la batalla de
Pozo Almonte (7 de marzo) y los combates navales de Caldera y Calderillas (en uno
de estos dos combates fue hundido el buque de guerra Blanco Encalada). La guerra
finalizo con los combates de Concón (21 de agosto) y Placilla (28 de agosto), en
donde, las tropas Presidenciales, fueron definitivamente derrotadas por las tropas
Congresistas.
Alumna de primer año medio, Colegio Aconcagua de Quilpué.
89
Rosario Meza Martínez
El presidente Balmaceda se refugió en la embajada Argentina en Chile, en donde
espero hasta finalizar su mandato oficialmente (18 de septiembre), al día siguiente se
acostó en su cama perfectamente vestido y se disparó en la cabeza. Así finaliza esta
trágica guerra civil, en la cual se derramo sangre chilena en tierra chilena.
Introducción.
El propósito de esta investigación es resumir de forma simple la Guerra Civil de
1891, para aquellos lectores recién entrados en esta materia.
Hay distintas causas para que se halla llevado esta trágica guerra, pero la principal
causa son los recursos producidos por el salitre.
La incorporación de las provincias de Tarapacá y Antofagasta y del territorio de
Arica (en un comienzo de manera transitoria), los que concentraban casi la totalidad
de los yacimientos salitreros del planeta, durante la Guerra del Pacifico. A partir de
ese momento la economía nacional tuvo un giro a la exportación del denominado
oro blanco que ero que opacaría todo lo conocido 1
El Estado no invirtió en esta nueva área de la economía, solo se limita a cobrar
impuestos por la exportación del mineral quedando la explotación de este en manos
de privados extranjeros, principalmente ingleses. El presidente Balmaceda quería
nacionalizar el salitre, de manera que las ganancias de este mineral fuesen para el
Estado; este dinero iba a ser ocupado en obras públicas y mejorar la producción del
país, pero muchos inversionistas de las salitreras eran senadores y diputados del
Congreso Nacional, y al nacionalizarse el salitre estos perderían sus ingresos. Como
consecuencia, estos se sublevaron contra el presidente con el apoyo de la Armada
Nacional, dejando al presidente el Ejército para defenderse.
En enero de 1891, el Congreso no aprobó las leyes de presupuesto para ese año,
presionando así al presidente, pero este no hizo caso a la presión y siguió
1 PINTO, Julio y SALAZAR, Gabriel. Historia Contemporánea de Chile. Volúmenes I al V. Lom Ediciones: Santiago de Chile, p. 1999-2002.
90
Guerra civil de 1891: causas y desarrollo.
gobernando con las leyes del año anterior, los congresistas, tacharon a Balmaceda de
autoritario y declararon que, si Balmaceda no cedía el cargo, lo obligarían mediante
la fuerza. Balmaceda no cedió. Así, el 7 de enero de 1891, dio inicio a la Guerra Civil,
que termino con la muerte del último presidente liberal y el inicio de los gobiernos
parlamentarios en Chile.
1.- Balmaceda y su gobierno.
José Manuel Balmaceda
Nació el 19 de julio de 1840 en Bucalemu, en una familia acaudalada. Sus padres
fueron Manuel José Balmaceda y María Encarnación Fernández. Estudio con Los
Padres Franceses y termino su educación en el Seminario Conciliar. Entro a
temprana edad a la política y, con tan solo 24 años, fue electo diputado.
Siempre mostro entusiasmo por la doctrina liberal y milito en el Club de la
Reforma, en donde demostró ser un gran orador. Durante el periodo del presidente
Aníbal Pinto ejerció en la Cámara de Diputados, pero su verdadera participación
política empieza con el gobierno de Domingo Santa María, en donde este primero lo
nombro Ministro de Relaciones Exteriores y después Ministro de Interior y
Defensa, para finalmente convertirse en el sucesor de Santa María.
Su gobierno:
José Manuel Balmaceda tenía 46 años cuando asumió a la presidencia el 18 de
septiembre de 1886, tenía sus ideas muy claras y eso se puede reflejar en su
programa de gobierno, que comprendía los siguientes pasos:
Buscar la paz de los espíritus católicos agitados por la secularización de las
costumbres sociales, mediante un entendimiento con la Santa Sede que
regularizara las relaciones suspendidas durante el anterior gobierno;
Acercar a los distintos sectores del liberalismo, puliendo sus diferencias y
otorgándoles responsabilidades gubernativas, de manera que pudiese concretar
91
Rosario Meza Martínez
su sueño de unificar a la gran familia liberal y asegurar la continuidad de las
administraciones inspiradas en dicha filosofía política;
Aprovechar los ingresos derivados de la exportación del salitre, guano y de los
minerales de rendimiento aduanero, en un vasto plan de obras públicas y
ferrocarriles, en construcciones y dotaciones educacionales, en activar los
planes de colonización de la Araucanía, ya pacificada por su antecesor, y en
incrementar la escuadra nacional, como asimismo el equipo del ejercito;
Nacionalizar la industria salitrera que estaba en manos capitales extranjeras,
especialmente inglesas. Adquirir para el Estado los mantos aun en poder de
otros particulares y también ferrocarriles destinado al transporte de dicho
nitrato;
Lograr la conversión metálica suprimiendo las autorizaciones de emisión de
papel moneda otorgadas a los bancos privados y creando un banco del Estado
como regulador de la función monetaria;
Estimular e intensificar la actividad agrícola para abastecer todo el consumo
interno, importando exclusivamente aquellas maquinarias o elementos que no
pudiesen fabricarse en el país, como así también las cepas, semillas y
reproductores destinados a elevar la calidad y rendimiento agropecuario;
Acelerar el crecimiento de la industria fabril en todos sus rubros, de manera de
abastecer satisfactoriamente el mercado interno, eliminando la internación de
artículos que se puedan elaborar en el país y sin permitir los monopolios
industriales, para la cual se estimularía la creación de factorías paralelas en cada
especialidad;
Y, entre otras aspiraciones, propiciar las reformas constitucionales tendientes a
una efectiva independencia de los poderes Ejecutivos, Legislativos y Judiciales,
sin que ello le quitase responsabilidades y cooperación al progreso general2.
Muchos puntos del programa del presidente se pudieron lograr a pesar de la
incomprensión de su propio partido político y los otros problemas que se encontró
a lo largo de su gobierno.
2 PINTO LAGARRIGUE, Fernando. Programa de gobierno de Balmaceda. P. 13.
92
Guerra civil de 1891: causas y desarrollo.
Durante su gobierno, a diferencia de sus antecesores que encontraron cierta
estabilidad política, tuvo que cambiar su gabinete muchas veces (catorce en total).
Ello debido a las exigencias del Congreso y a su sueño de unificar a los partidos
liberales, dándoles oportunidades de tomar parte directamente en el gobierno.
Durante su administración se encontró con dos grandes problemas: la epidemia de
cólera aparecida en ese mismo año y que se cobró 30.000 vidas, y la guerra civil,
que se produjo ocho meses antes de que terminase su mandato, donde murieron
aproximadamente 10.000 chilenos, entre ellos, él mismo.
2.- El inicio del conflicto.
Antes de revisar lo que fue el inicio del conflicto, hay que echar un vistazo a las
causas. Hubo diferentes causas para que el Congreso no estuviese de acuerdo con el
Presidente Balmaceda, estas son las principales:
La nacionalización del salitre: tras la Guerra del Pacifico, Chile se hizo con
todo el salitre del Norte, pero el 55% se los dio a los ingleses, el 30% se los
repartieron naciones como Alemania y Francia y el 15% restante se lo quedo, el
problema era que la mayor parte de ese 15% era de privados y muy poco (por no
decir nada) del Estado. De los privados, la gran parte era de John Thomas North,
Congreso (de las persona que lo conformaban) y al nacionalizarse el salitre estos
perderían sus inversiones, por lo tanto, North apoyo financieramente la Guerra
Civil, defendiendo así sus intereses propios en el Norte del país.
La unificación de los liberales: los liberales no se quería unificar debido a
intereses propios (como en el caso del salitre).
Conflicto entre conservadores y radicales: estos dos caminos ideológicos
siempre se han peleado, desde Diego Portales que es así, por lo tanto Balmaceda
no los incluía en la participación del gobierno.
Oposición desde siempre de los conservadores: Balmaceda siempre conto
con la desaprobación de los conservadores (desde que era Ministro de Interior).
93
Rosario Meza Martínez
Carlos Walker Martínez (Diputado conservador) jactaba
apoyaban más fuerte en sacar a Balmaceda de la presidencia.
Desaprobación del Parlamento para ocupar el dinero producido por el
salitre.
Ya visto las principales causas de la desaprobación del Congreso, podemos trabajar
en lo que fue el inicio del conflicto que tanta sangre derramo y a tantas familias
separo.
Primero hay que entender que la llamada oposición (congresistas) no estaba en
contra del avance, si no de la forma en que se realizaba, les molestaba la política
presidencialista de Balmaceda y el hecho de que este fortaleciese y agrandase el
Estado, quitándole poder al Congreso (Parlamento).
Balmaceda siempre supo de la desaprobación de los conservadores y radicales (y
más tarde los nacionales), pero en 1890, los liberales le empezaron a abandonar
(como ya se dijo, para defender sus intereses propios en el salitre, principal causa de
la desaprobación hacia Balmaceda). Pero todo empieza cuando Julio Zeguers,
diputado liberal y amigo de Balmaceda, le abandona, apoyando la Guerra Civil, este
da un discurso en el Congreso en el que dice:
extremas circunstancias, el presidente esta demente y por el bien del país hay que
La Cámara apoyó esta moción.
Las dos herramientas del Congreso para presionar al presidente, son hacer que
cambie de gabinete y dejarlo sin recursos. La primera la hacen variadas veces,
causando que el presidente Balmaceda cambe catorce veces su gabinete,
provocando una inestabilidad ministerial. La segunda se hace en enero de 1891, no
aceptando las leyes de presupuesto para ese año, Balmaceda decreta que se
ocuparan las del año anterior. Al no ceder Balmaceda, el Congreso llama al gobierno
94
Guerra civil de 1891: causas y desarrollo.
Balmaceda termina cerrando el Congreso Nacional, clausura los lugares de reunión
y encarcela a la oposición. Los congresistas firman un acta en el que se declara que
el presidente debe abandonar el cargo o habrá sublevación, el presidente se niega. El
Congreso se traslada a Iquique con el apoyo de la Armada, en donde se aseguran las
riquezas salitreras y forman un gobierno provisional.
Así, el 7 de enero del año 1891, se da inicio a la Guerra Civil, en la cual murieron
10.000 hombres.
3.- Campaña del Norte y Masacre de las Cañas.
Al dividirse las Fuerzas Armadas, los bandos quedaron con los congresistas y la
Armada por un lado y a los balmacedistas y al Ejército por el otro.
La mayoría de los combates se produjeron en el Norte, para finalizar la Guerra Civil
con los combates de Concón y Placilla. Ahora se hablara de los primeros.
1.- Combate de Zapiga, 21 de enero de 18913:
Primer enfrentamiento armado de la guerra civil. En las inmediaciones de Zapiga se
encontraron las fuerzas gobiernistas (balmacedistas) comandadas por el teniente
coronel Marco A. Valenzuela y las de los congresistas dirigidas por Estanislao del
Canto. Estos últimos salieron de Pisagua con una columna de infantes navales de un
centenar de hombres, con cañones y ametralladoras. De Iquique salió un
destacamento de 60 infantes de la 4° de línea, una compañía de granaderos y 25
artilleros sin cañón para enfrentarse con las fuerzas del Congreso. El combate duró
media hora, Del Canto se retiró a Pisagua ante la presión, y el destacamento de
Valenzuela a Negreiros.
2.- Combate de Alto Hospicio:
Debido a la sublevación de la guarnición de Pisagua, que se declaró partidaria del
bando revolucionario, el intendente de Tarapacá ordenó la recuperación del puerto.
3 Batallas de la campaña del Norte [En línea]. http://patrimoniochileno.cl/arts/248-batallas-de-la-guerra-civil-de-1891.html
95
Rosario Meza Martínez
La defensa de Pisagua quedó a cargo de Estanislao del Canto. Durante el ataque, que
se libró en una zona vecina del Alto Hospicio, los partidarios del gobierno fingieron
rendirse, engaño en que cayeron los revolucionarios, que fueron apresados. Cuando
ambos grupos entraron en Pisagua, los ciudadanos se percataron del truco
gobiernista y los desarmaron. Sin embargo, la victoria fue parcial, pues los
revolucionarios tuvieron que abandonar Pisagua ante la inminente llegada de un
segundo cuerpo balmacedista, que entró en la ciudad el 27 de enero.
3.- Combate y toma de Pisagua, 6 de febrero 1891:
Los revolucionarios, encabezados por el coronel Estanilao del Canto Artigas,
contaban con el apoyo de los buques de la escuadra insurrecta Cachapoal,
Amazonas, O'Higgins y el blindado Cochrane. Por su parte, las fuerzas del gobierno
balmacedista se hallaban en Pisagua, a cargo del teniente coronel Manuel A.
Valenzuela. Los barcos surtos frente al puerto comenzaron un cañoneo a las 6 de la
mañana, luego se desembarcó a 200 hombres en el sector de Playa Blanca al mando
de Manuel Aguirre y otros tantos fueron desembarcados en Punta Pichalo al mando
del mayor Julio Moraga. De las fuerzas gobiernistas, la caballería pudo escapar, pero
los demás se rindieron luego de combatir, con un balance de 12 muertos, 29 heridos
y 176 prisioneros. Quedaron en poder de las tropas revolucionarias seis cañones y
160 fusiles. Las fuerzas opositoras a José Manuel Balmaceda tuvieron sólo 8
muertos y diez heridos.
4.- Batalla de Dolores, 15 de febrero de 1891:
Combate que tuvo lugar en el cerro Dolores (el mismo escenario de la batalla
durante la Guerra del Pacífico). Las tropas gobiernistas, dirigidas por el coronel
Eulogio Robles Pinochet, se enfrentaron a las revolucionarias de Estanislao del
Canto. Terminó con la derrota balmacedista.
5.- Combate de Huara, 17 de febrero de 1891:
Episodio bélico que marcó el inicio de la campaña del norte después de la toma de
Pisagua. En él las tropas que defendían el gobierno de José Manuel Balmaceda, unos
900 soldados al mando del coronel Eulogio Robles, se enfrentaron con el ejército
96
Guerra civil de 1891: causas y desarrollo.
congresista formado por unos 1.200 hombres, al mando del coronel Estanislao del
Canto, en la estación de Huara, en la vía férrea que iba de Pisagua a Iquique. El
combate tuvo una duración de 3 horas y en él las fuerzas gobiernistas
(balmacedistas) lograron derrotar a las parlamentarias (congresistas), las cuales
debieron escapar del lugar, dejando abandonados a sus heridos. A pesar de esta
victoria, el ejército de Robles no fue capaz de mantener el control de Iquique y
terminó perdiendo todo el norte del país.
6.- Combate de la Aduana de Iquique, 19 de febrero de 1891:
Los revolucionarios, comandados por Vicente Merino Jarpa, se habían hecho
fuertes en Iquique y habían ocupado el edificio de la aduana. El gobierno ordenó a
José María Soto Pereira que retornara a la ciudad, pero este contaba solo con un
destacamento de 150 hombres, de los cuales 120 murieron en la batalla. Los
congresistas recibieron apoyo de los buques Esmeralda y Blanco Encalada, que
cañonearon a los balmacedistas. Estos últimos, vencidos, acordaron con los
revolucionarios el abandono del lugar, lo cual se llevó a cabo con todos los honores
de rigor.
7.- Batalla de Pozo Almonte, 7 de marzo:
El coronel Estanislao del Canto comandaba a 1.700 soldados revolucionarios, que se
enfrentaron a 1.200 hombres de las fuerzas gobiernistas, al mando del coronel
Eulogio Robles. Estas últimas se encontraban desplegadas en las lomas al sur de la
localidad de Pozo Almonte, A las 7 de la mañana los insurrectos iniciaron fuego de
artillería. En el transcurso de este combate el coronel Robles resultó herido. A
mediodía, las tropas del gobierno se dispersaron; 500 soldados se evadieron del
escenario de batalla, y otros se quedaron renovando los combates y arrasando a la
población. El desenlace dio como resultado 400 muertos para el bando del gobierno
y 397 en el revolucionario. Como resultado de este enfrentamiento, el presidente
Balmaceda perdió la región de Tarapacá, donde se realizaban las operaciones de los
sublevados y funcionaba la Junta de Gobierno revolucionaria (Iquique).
97
Rosario Meza Martínez
8.- Combate Naval de Caldera, 23 de abril:
Enfrentamiento marítimo. Las fuerzas navales del presidente de la República
contaban con el apoyo de dos torpederas, la Almirante Lynch y la Almirante
Condell, que se enfrentaron al blindado Blanco Encalada. Los comandantes de
aquéllas, Alberto Fuentes y Carlos E. Moraga, respectivamente, decidieron el ataque.
El Blanco Encalada recibió un impacto definitivo en su costado derecho, producto
de uno de los torpedos disparados por la Lynch, e hizo agua en pocos minutos. Pese
a que los revolucionarios fueron derrotados y sufrieron numerosas bajas, el
presidente de la cámara de diputados, Ramón Barros Luco, que se encontraba a
bordo del Blanco Encalada, fue uno de los que logró escapar.
9.- Combate de Vallenar, 7 de julio de 1891:
Las fuerzas del Congreso, opositoras a Balmaceda, habían dejado un piquete de
caballería en Vallenar. El 27 de junio, 168 soldados del regimiento Coquimbo,
dirigidos por el comandante gobiernista Villalobos, ocupó Vallenar sin oposición,
tres días después esta ciudad fue recuperada por los congresistas. El 7 de julio, el
comandante Almarza trató de sorprender al enemigo y cortarle el paso, siendo
repelido por una descarga de fusilería. La guarnición parapetada en los edificios se
retiró en busca de socorro. Hubo 13 muertos y 23 heridos de ambos bandos.
Masacre de las Cañas:
En la noche del 19 de agosto de 1891, 70 jóvenes de la alta sociedad y 20 artesanos
Martínez, el grupo planeaba destruir el puente Maipo (que servía como línea
telegráfica), para evitar la organización de las tropas balmacedistas, en eso entraron
sorpresivamente fuerzas presidencialistas y fusilaron a la mayor parte sin juicio
previo.
4.- Concón y Placilla.
Famosos son estos combates que decidieron el fin de la Guerra Civil, más bien son
los más conocidos y esto es debido a las cosas que pasaron en ellos. Estos son los
dos últimos combates que ocurrieron en la Guerra Civil.
98
Guerra civil de 1891: causas y desarrollo.
Después que los congresistas se tomaran el Norte, fijaron la mira en la zona centro,
primero se trasladaron tropas a Concón, y el 21 de agosto de 1891 se produjo la
batalla en dicha localidad.
El combate inicio a las 7:30 a.m. con los disparos de la Batería Hurtado de la 1°
Brigada del Ejército Constitucional (congresista), esta dispara los primeros
cañonazos sobre la Infantería Presidencial.
Tan sorpresivo fue el inicio de los cañoneos, que las tropas balmacedistas no fueron
capaces de responder el fuego hasta las 8:30 a.m. En la confusión, el 1° Brigada cruzo
el rio Aconcagua por Concón Bajo, abriendo fuego sobre el regimiento San
Fernando a eso de las 11:30 a.m., hora en la que se da inicio formal de la Batalla de
Concón.
El combate se prolongó tenazmente, las tropas congresistas habían hecho retroceder
a los balmacedistas, haciendo imposible la huida hacia Viña del Mar.
A las 15: 30 p.m., ya habían pasado largas horas de combate, el cansancio era
ejército Congresista celebro su victoria, mientras que el ejército balmacedista,
empezó su lenta y desordenada marcha hacia los valles de las tierras interiores.
El 28 de agosto de 1891, a eso de las 7:30, los ejércitos congresistas y balmacedistas
no se habían visto aun, ya estando en los cerros del pueblito de Placilla, el Coronel
Fuentes hace disparar cuatro cañonazos las colinas frente ellos.
En ese instante, unos de los tiros estallo en la cumbre del cerro donde estaba el
ejército congresista, estos aún no habían sido vistos, pero pensando que sí, las
baterías constitucionales situadas en la cumbre contestaron sin demora el tiro de las
contrarias, con el resultado que desde luego hicieron perder el tino a los artilleros
balmacedistas.
99
Rosario Meza Martínez
y definitiva batalla de la 4
Después de una hora de puro cañoneo, los congresistas lograron romper el flanco
izquierdo de la defensa balmacedista, dejando entrar de inmediato a la caballería,
esto desalentó rápidamente a las tropas presidenciales, permitiendo que las tropas
revolucionarias rompieran rápidamente las defensas de las tropas de Balmaceda.
Durante un momento se produjo una lucha cuerpo a cuerpo, porque muy pronto las
tropas Presidenciales soltarían las armas e iniciarían su última retirada del campo
de batalla. A las 11:00 a.m. ya había terminado la batalla, destruyendo la última
esperanza del presidente.
En la batalla de Placilla morirían los generales balmacedistas Barbosa y José Miguel
Alcérreca, además de 1.115 soldados, registrándose 2.500 heridos. Los
revolucionarios registraron 2.070 muertes.5
5.- Fin de la Guerra Civil y muerte de Balmaceda.
A las 7 de la tarde del 28 de agosto, Balmaceda se enteró, mediante telegrama, del
resultado final de la batalla de Placilla. No le quedaba otra que entregar el mando a
otra persona, a un oficial de alta graduación y sobrado prestigio que pudiese
conserva el orden, evitando las posibles represalias que seguramente se
producirían. Para esto eligió al General Manuel Baquedano.
En la madrugada del 29 de agosto Balmaceda había aceptado la oferta de la legación
estadounidense para acoger a su familia en dicho recinto, él se dirigido a la legación
argentina, aceptando la invitación de José Evaristo Uriburu, penitenciario de dicho
país.
Lamentablemente la presencia de Baquedano no fue suficiente para mantener el
orden. Ese mismo día varios grupos dirigidos por revolucionarios excitados con la
4 GONZÁLEZ VALENCIA, Andrés. Entre Concón y Placilla, hitos más importantes entre la historia entre batallas. Editorial Cadquitipay: 2015, p. 84. 5 Ibid.
100
Guerra civil de 1891: causas y desarrollo.
victoria saquearon y destruyeron las residencias de los más conocidos
balmacedistas.
El 31 de agosto entro a Santiago Jorge Montt (protagonista de guerra en la Armada
congresista) con parte del ejército revolucionario y asumió el mando mientras
llegaba el gobierno provisional de Iquique, Baquedano se fue silenciosamente, sin
ser notado.
En la legislación argentina, Balmaceda escribió varias cartas, en ellas reflejaba sus
deseos de suicidio, escribía a su esposa y a los pocos amigos que le habían sido
fieles, también escribió un testamento político, que no se va a poder transcribir (por
cosa de espacio).
El ex presidente José Manuel Balmaceda decidió quietarse la vida, espero hasta que
terminase su mandato de forma oficial (el 18 de septiembre de 1891), se vistió con su
mejor ropa, se acostó en su cama y se pegó un tiro en la sien, terminando así su
vida. En la mañana del 19 de septiembre se encontró su cadáver recostado en su
cama.
de sangre chilena en la propia patria, terminada con la muerte de un presidente y
10.000 personas chilenas en suelo nacional.
Ex -Presidente José Manuel Balmaceda (1840- 1891)
Después de la batallad de Placilla.
101
Rosario Meza Martínez
Conclusion.
La Guerra Civil de 1891 marco el fin y el inicio de una nueva era, lamentablemente
no se puede decir que llevada a cabo mediante el uso de la razon, se derramo sangre
de serca de 10.000 chilenos en suelo chileno y provoco lo que años despues seria
uraron hasta 1925, en ese año
el presidente Arturo Alessandri Palma llego al poder y dio termino al regimen
parlamentario, promulganda la Constitucion en la que se reestableceria el sistema
de gobierno presidencial.
Si analizamos bien, las ideas de Balmaceda, en su mayoria, eran buenas, pero el pais
y la mentalidad de aquellos que lo dirigian no estaban preparadas para afrontar
semejante cambio.
Una de las cosas que hizo Balmaceda fue crear el Ministerio e Obras Publicas, que
sigue hoy en dia. Otro puede ser la creacion del Banco Estado, no fue creado en su
mandato pero la idea en principio fue suya, este se creo en un mandato posterior y
sigue hoy en dia. Estos y otros ejemplos mas son legados de la Guerra Civil, que
perduran en el tiempo y nos recuerdan que hace 125 años hubo una persona que
penso en el futuro y no lo dejaron preparar al pais de los problemas que mas tarde
vendrias a perturbar su paz y estabilidad.
Bibliografia:
Batallas de la campaña del Norte. [En línea]
http://patrimoniochileno.cl/arts/248-batallas-de-la-guerra-civil-de-
1891.html
https://www.youtube.com/watch?v=wUIUYYmJOM8
GONZÁLEZ VALENCIA, Andrés. Entre Concon y Placilla, hitos mas
importantes entre batallas. Editorial Cadquitipay.
MARTÍNEZ BUSCH, Jorge. Capitan Prat: El acorazado olvidado.
102
Guerra civil de 1891: causas y desarrollo.
Masacre de las Cañas. [En línea] http://www.archivonacional.cl/616/w3-
article-8088.html
PINTO LAGARRIGUE, Fernando. Balmaceda y los gobiernos seudos-
parlamentarios.
PINTO, Julio y SALAZAR, Gabriel. Historia Contemporánea de Chile.
Volúmenes I al V. Lom Ediciones: Santiago de Chile, 1999-2002.
Sobre la republica parlamentaria. [En línea]
http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-3537.html
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Boletín Histórico de la Sociedad de Historia y Geografía de Chile
Año V N° XVIII ISSN 0719-7616
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GONZALO PORTOCARRERO MAISCH, RACISMO Y MESTIZAJE Y OTROS
ENSAYOS. (FONDO EDITORIAL DEL CONGRESO DEL PERÚ, LIMA, EDICIÓN 2007)
Juan José Magán Joaquín
El libro Racismo y mestizaje y otros ensayos del sociólogo peruano Gonzalo
Portocarrero Maisch publicado el año 2007 es una recopilación de textos que ya
habían sido presentados anteriormente como artículos individuales o como parte
de un libro. Luego de su lectura, he pensado dividir esta reseña en dos partes. La
primera parte, que la conforman tres subtítulos llamados: La dominación total, La
cuestión racial: espejismo y realidad y Respuestas al sufrimiento en la cultura
peruana fueron escritos en los años 1984 y 1990-1991. Los ensayos pertenecientes a
en los de arriba, y el resentimiento y el 1
sobre el otro -el diferente-
obsesión por el logro económico presentada como una respuesta del mundo
de mestizaje que no signifique integración forzada y mutiladora, sino apertura e
los años 1991, 1995 y 2004. El primero, Sacaojos: crisis social y fantasmas coloniales
s en el que circula
, El fundamento invisible: función y lugar de las ideas
racistas en la República Aristocrática ntar la
Bachiller en Ciencias de la Comunicación, Universidad Nacional del Santa de Perú. Distrito de Nuevo Chimbote, provincia de Santa, departamento de Áncash. Correo electrónico: [email protected] 1 Todas las comillas que pertenecen a este trabajo son citas del libro que se está reseñando a menos que se aclare lo contrario.
líderes de Sendero Luminoso. pp. 9, 10 y 11. (Portocarrero, 2007).
105
Juan José Magán Joaquín
hipótesis de que el racismo científico (1850 1950) fue la ideología del moderno
l
tercer y último texto: Perú, el país de las memorias heridas: entre el (auto)desprecio
2
PRIMERA PARTE
La dominación total
En el primer ensayo de esta parte, se analiza la dominación desde el punto de vista
de los dominados. Nos parece de considerable importancia que el libro empiece con
este ensayo porque es necesario entender el proceso del racismo también desde el
punto de vista de los que lo sufren. Como dice Jessica Benjamin:
dominados, tanto como su desamparada suerte, podemos esperar
responder la pregunta central: ¿Cómo se ancla la dominación en los
corazones de aque 3
Para la realización de este análisis, Portocarrero utiliza el libro Basta, una colección
de 23 testimonios de empleadas domésticas de la Sierra Sur, específicamente de la
ciudad del Cusco. Es importante de la reflexión que hace este artículo porque
realidad, tanto del Perú profundo como del Perú mestizo y urbano y, sobre todo, la
a relación -étnica
2
esplendor, tal como lo pretenden las historias oficiales elaboradas desde la perspectiva de los
el
tiene el poder de liberarse de lo que ha sido, de todo lo que la ha ligado, de todo lo que la ha
3 Jessica Benjamin, The Bonds of love, PantheonBooks, New York. P. 84. (Citado por Bruce, 2013)
106
Bibliografía Comentada.
y de clase-, entre los patrones y sus sirvientes del hogar en la clase media urbana y
andina. 4
En Castigo sin culpa, culpa sin castigo se desarrollan los antecedentes históricos
culturales de un patrón de interacción social que ya se h
caso, españoles e indios, es el elemento de análisis. Lo que Portocarrero pretende
en
instrumento de la voluntad del dominador, en máquina de trabajo que explotar y en
Bartolomé de las Casas, Juan Ginés de Sepúlveda, Miguel Estete, Francisco de Xerez,
Felipe Guamán Poma de Ayala, entre otros; reconstruye el escenario de la conquista
del imperio Inca poniendo especial atención al encuentro entre las huestes de
Pizarro y Atahualpa en la ciudad de Cajamarca. 5 Es muy sugerente el título del
ensayo ya que de esta forma se podría resumir la actitud de este encuentro: por un
lado, un castigo al que fueron sometidos los indios sin saber siquiera su culpa:
adorar a dioses diferentes al del español y un estilo de vida distante del imaginario
occidental; y por otro tenemos la culpa de los españoles, personajes que,
principalmente respondiendo a su deseo de codicia, hicieron de los indígenas sus
siervos. 6
En Los fantasmas de la clase media se brindan los resultados de una encuesta
realizada en tres universidades que albergan a los grupos más consolidados social y
económicamente en el país. La decisión del autor en hacer una encuesta surge de la
necesidad de responder a un rumor que corría en los ochenta, donde se
argumentaba la inminente invasión de barrios residenciales por parte de gente
4 Dos estudios complementarios para observar esta relación entre patrones y sirvientes y la dominación a partid de esta realidad, los encontramos en los ensayos del gran historiador peruano Alberto Flores Galindo República sin ciudadanos (1988) y La tradición autoritaria. Violencia y democracia en el Perú (1986). 5 Para un trabajo que funge como continuación de este ensayo donde se parte del análisis de un cuadro llamado El triunfo del evangelio el cual plasma el encuentro entre Atahualpa y Pizarrover: El relato de la providencia y la producción del siervo colonial en Profetas del odio. Raíces culturales y líderes de Sendero Luminoso (Portocarrero, op.cit. p.1). 6 Jorge
107
Juan José Magán Joaquín
los sectores medios. En los barrios residenciales las ventanas se enrejan, las casas se
za, el asumir al
otro como un potencial agresor, se convierte en la norma en el trato de los
que los prejuicios son generalmente más de clase que étnicos y que están
fundamentados en lo estético y lo ético-cultural. Es importante compartir aquí el
7 Además,
es necesario resaltar el tema del resentimiento de la clase media, descendiente de la
cultural criolla, quien mantiene un sentimiento de culpa de herencia colonial por el
conflicto entre la fallida intención de asimilar al indio en el proyecto nacional y al
mismo tiempo rechazar lo indígena. 8
La cuestión racial: espejismo y realidad
La realidad de los deseos es el ensayo que inaugura este capítulo. Valiéndose de
apoyo en el psicoanálisis 9 se realizó una investigación que dio lugar a una 10 Se examinaron un total de 386
sueños de niños y niñas que tenían entre 12 y 14 años de edad y que pertenecían a
sectores sociales muy diversos. Entre otras cosas, los sueños nos cuentan: hazañas,
más comunes en los niños de clase media; parientes agredidos, generalmente en
niñas de sectores pobres; catástrofes; viajes y paseos; la idea de ser agredido; el
momento en que el cielo es el otro, donde la vivencia de agrado es la resultante del
encuentro con alguien; y episodios donde el bien es el dinero. De esta forma se
analiza el imagino colectivo de la muestra y se llega a la siguiente conclusión:
7 Ver: La utopía del blanqueamiento y la lucha por el mestizaje en Sombras coloniales y globalización en el Perú de hoy. (Portocarrero, editor. 2013) 8 Para un mejor desarrollo de la fantasía colonial y el sentimiento de culpa de la clase media, entre otros, ver: Guillermo Nugent, El laberinto de la choledad, UPC. Lima. 2012. 9 ue considerado para Freud como la vía más franca para conocer la vida interior de los individuos. Tras sus huellas puede postularse que el análisis de las fantasías más comunes es un camino directo para construir las aspiraciones y valores de un colectivo, 10 El Perú desde la escuela. Instituto de Apoyo Agrario, Lima, 1989.
108
Bibliografía Comentada.
juicios de valor muchas veces oculto pero casi siempre presente. Pocas
veces se le exteriorizapero está ahí y de vez en cuando se expresa
como una incertidumbre sobre el destino del país y, con menos
frecuencia, como un pesimismo total. En lo personal implica un
La cuestión racial: espejismo y realidad muestra los resultados de una investigación
realizada entre 1985 y 1990 a estudiantes de quinto de secundaria de diversos
sectores sociales y en distintas regiones del país. Se les pidió a estos jóvenes dar sus
impresiones sobre un par de dibujos 11 de dos personajes con características
fenotípicas y sociales diferentes con el objetivo de evaluar sus consideraciones. Las
respectivamente, de admiración y de odio. 12 Los valores de lo blanco y el
resentimiento hacia éstos son parte de la idiosincrasia que se desprende de estos
result
étnico-cultural que fractura la sociedad peruana, es un hecho que este sigue
subsistiendo y se reproduce con cada nueva generación, con el aprendizaje de que
hay gente superior y otra i
Las (sin)razones de la violencia es un ensayo que no presenta resultados de
encuestas o investigaciones previas pero cuyo valor destaca en responder a las
causas que hemos explicado anteriormente. A partir de la reflexión del concepto del 13 Portocarrero esgrime las
razones por las que en la actualidad se mantienen una serie de discursos que
11https://www.facebook.com/207356039447540/photos/a.207551379428006.1073741827.207356039447540/580130585503415/?type=3&theater 12 En el Perú, este encuentro entre dos personas y sus juicios inmediatos es desarrollado por Walter
Cholear en Lima (1999)y Sin prójimos ni espejos (2002).
13 características tales como: el colapso de la crítica, el pseudoconsenso generalizado, la despolitización de la sociedad, el repliegue a lo privado, la apatía o falta de ilusiones lo que ocasiona el consumismo, entre otros aspectos.
109
Juan José Magán Joaquín
perduran en el tiempo. Lo primero aquí es una reflexión sobre la violencia. Dice el
sociólogo peruano
esto su trabajo pretende desligarse de esa suerte de marca que todos compartimos.
Desde esta idea de no concebir la violencia como un esencialismo en el ser humano,
explica las (sin) razones de la violencia. 14 Teniendo en cuenta estos argumentos,
explica cómo el machismo, el discurso racista y el fundamentalismo han colaborado
a esta situación. El machismo: que alienta a la impulsividad, devalúa la tolerancia y
la razón, promueve el deseo como la ley, lo que a su vez destruye la sociabilidad. El
y que ha llevado a lo que Serge Gruzinski
el instrumento per se para acelerar el progreso.
Respuestas al sufrimiento en la cultura peruana
El silencio, la queja y la acción parte desde la perspectiva del sufrimiento como
parte de la condición humana. Un sufrimiento que tiene raíces antiguas y que es
analizado también como un tema religioso. 15 Presentando dos casos -el de Asunta y
el de Fortunata- analiza formas distintas de manejar su destino. El primero es la
rechos. Sin embargo, ambas
comparten la permanencia en la opresión y la pobreza. Del mismo modo, y para
reforzar esta idea donde el sufrimiento será bien recompensado, por medio de un
conocido cuento de José María Arguedas -El sueño del pongo-, explica la
14 Con el fin de enriquecer el tema del concepto de violencia, cito aquí algunas consideraciones.
dos tipos de violencia objetiva: la violencia simbólica presente en el lenguaje y la violencia sistémica propia del funcionamiento homogeneizador de l
La violencia en los Andes. Historia de un concepto (Siglo XVI-XVII) del historiador Eduardo Torres Arancivia, donde encontramos el desarrollo de este concepto y una valiosa bibliografía al respecto. 15 Para profundizar en este rastreo del sufrimiento como concepto religioso revisar El Jesús Nazareno de Huamanga y los Cristos Peruanos. (Portocarrero, op. cit. p.1)
110
Bibliografía Comentada.
religiosidad andina y la idea de un dios terrible y castigador cuyos actos dadores de
estas impiedades tendrán su reconocimiento después de la muerte. Para terminar,
16 por medio del análisis de algunos de sus poemas y con el mismo tenor, nos
demuestra esta constante en la letra de huaynos y de valses peruanos. Un último
ensayo cierra esta primera parte: Las últimas reflexiones de José María Arguedas. 17
Según Portocarrero -y compartimos la idea-la obra de Arguedas es muy
significativa para rastrear el mestizaje de nuestra cultura respetando una tradición
impostergable. El libro que le sirve para esta reflexión es El zorro de arriba y el
zorro de abajo. 18 De su análisis de desprenden las ideas del cambio cultural y las
formas en que lo andino sobrevive a las imposiciones occidentales; las formas en las
que se demuestran la democracia, la igualdad y la fraternidad en el mundo
arguediano; y la violencia, 19 que nuevamente aparece, sin dar tregua, en el contexto
de su muerte, muerte por demás trágica y asignada a la desvalorización de la obra de
ahora estoy otra vez a las puertas del suicidio. Porque nuevamente me siento
SEGUNDA PARTE
16 sufrimiento es justamente el que caracteriza la cosmovisión andina. 17 El autor destaca en Arguedas -y también en Alberto Flores Galindo- una especie de
sociedad y la vida debería tener como una de sus raíces lo arcaico, el archéde la tradición, los milenios de historia que se ven solo como pasado pero que permanecen en nuestra inconsciente y
(Portocarrero, op. cit. p.1) 18 Esta novela es la última que escribió Arguedas. Fue publicada de forma póstuma y no es sólo un documento literario sino también es una suerte de testamento ya que los sentimientos previos a su deceso son plasmados en forma de diarios. 19 Este gran escritor peruano, después de algunos intentos fallidos, se suicidó en 1969, atormentado por una depresión que ya le había causado muchos estragos. Arguedas había perdido todas las
speranzas con
111
Juan José Magán Joaquín
Sacaojos: crisis social y fantasmas coloniales
En el contexto de la guerra interna ocasionada por el terrorismo en el Perú desde
los años ochenta, entre los meses de noviembre y diciembre de 1989, empieza a
muestra los temores y las angustias a las que se veían expuestos los pobladores de
las clases populares. 20 ¿Quiénes son los sacaojos? Son personas generalmente de
nacionalidad extranjeras que van acompañas de personas de raza negra y quienes se
llevan a los niños para quitarles los ojos. Además, en muchos casos, dejan dinero
por los miembros extraíd
tienen su asidero en el pisktakoo nakaq, 21 seres andinos que cumplían la misma
función en el contexto serrano y cuya creencia está difundida en todo el país. De
este modo, nuevamente, Portocarrero nos demuestra que el análisis del imaginario
es un camino acertado cuando buscamos un perfil de nuestra sociedad. Somos
y Gasset. El temor y la ansiedad se apoderaron de la población y en especial de las
madres, quienes hicieron lo necesario para cuidar de sus hijos. El miedo a lo blanco
surge nuevamente, los prejuicios hacia ellos y el odio ya demostrado párrafos
arribas se mantiene incólume, y ahora el blanco también es extranjero. Nuestra
mentalidad se ve atrapada por una imagen donde el diferente, el otro, es el
El fundamento invisible: función y lugar de las ideas racistas en la República
Aristocrática
20
21 Efraín Morote en su obra El nakaq casi del mismo color del rostro. Tiene, pendiente de un cinturón ancho y fuerte, un afilado cuchillo de larga hoja. Espera a los viajeros nocturnos, a los transeúntes o a quien desacierte pasar por
112
Bibliografía Comentada.
En este ensayo Portocarrero quiere explicar el fundamento de las ideas racistas en
la República Aristocrática 22 en el Perú. Durante este período, las ideas sobre el
racismo y la definición del mismo están fundamentadas en el racismo científico,
corriente que se desarrolló en Europa desde mediados del siglo XIX. Clemente
Palma, uno de los intelectuales a favor de esta corriente toma las ideas de Le Bon,
quien difunde las ideas de que las razas tiene un porvenir según su biología y que
ocumento que nos muestra a plenitud su pensamiento. Es curioso que
este intelectual, de orígenes negros, despotricara contras los negros, los chinos y los
indios hasta el punto de abogar por la migración de personas de raza pura para
conseguir nuestro desarrollo fundados en su superioridad genética. Durante el siglo
XX se desarrollan estas y otras ideas, y nuestros intelectuales están en permanentes
conflictos pues no se deciden cuál es la mejor forma de asumir a nuestros indios. 23
La generación del 900, la generación del centenario, los indigenistas, los indianistas,
y desde el ámbito social y político, trataron de liderar el porvenir de la población
indígena, pero todas mantuvieron un sesgo paternalista y algunas veces de
reconocimiento de lo milenario inca, pero de reticencia a lo indio. 24
Quiero utilizar el último ensayo Perú, el país de las memorias heridas: entre el
(auto)desprecio y la amargura para cerrar esta reseña ya que permanece en mi
mente como un breve resumen de lo que significa el racismo para nosotros y lo que
deberíamos de tomar en cuenta para superarlo. El discurso racista se funda en
25 No podemos seguir convirtiendo a otros peruanos, miembros de esta
colecti 26 No debemos de regresar mucho en el
22 Este término es acuñado por el historiador peruano Jorge Basadre y se refiere a la etapa entre los años 1895 y 1919. A pesar que Portocarrero menciona a la República Aristocrática en el título, su ensayo toma un tiempo más prolongado: desde 1895 hasta 1968, tiempo del Estado Oligárquico. 23 Al respecto, ver: El racismo silencioso y la superioridad de los intelectuales en el Perú de Marisol de la Cadena. 24Ver: Incas sí, indios no: apuntes para el estudio del nacionalismo criollo en el Perú de Cecilia Méndez. 25Agamben toma este concepto romano para denominar a las personas que nos parecen sin derechos. 26 tienden a producir versiones icónicas de unas poblaciones eminentemente dignas de ser lloradas y de oras cuya péBruce, op. cit. p.2)
113
Juan José Magán Joaquín
tiempo para recordar lo que pasó durante los años 80 en nuestro país: tras años de
masacres recién caímos en la cuenta de que Sendero Luminoso estaba derramando
la sangre de muchos peruanos en las alturas cuando éste llegó a Lima. Necesitamos
con el statu quo y realizar una transformación radical de nuestra realidad. Es
necesario encontrar formas de discrepar a diario, pero hacerlo con ideas y
argumentos y no con violencia.
El libro del sociólogo Gonzalo Portocarrero se encamina, en ese sentido, a entender
los recorridos que hemos tenido que pasar para llegar a este momento. Leer a otros
intelectuales que han estudiado el racismo en el Perú es igual de importante: Nelson
Manrique, Cecilia Méndez, Marisol de la Cadena, Jorge Bruce, Walter Twanama,
Juan Carlos Callirgos, Guillermo Nugent, etc. Para terminar esta humilde reseña,
concluyo con las palabras de Jorge Basadre, citado por Portocarrero:
hombres de estudio en sus distintos campos para que la conviertan en plan.
Toda la clave del futuro está allí: que el Perú se escape del peligro de no ser
sino una charca, de volverse un páramo, o de convertirse en una fogata. Que
Bibliografía
BRUCE, Jorge. ¿Sabes con quién estás hablando? Psicoanálisis, poder y
subjetividad. Lima: Universidad San Martín de Porres, 2012
DE LA CADENA, Marisol. El racismo silencioso y la superioridad de los
intelectuales en el Perú. En: Racismo y Etnicidad. Serie Diversidad
Cultural 5, Octubre, 2014, pp. 54-97.
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identidad y utopía en los Andes. Lima: Sur, 2005.
HERNÁNDEZ, Max. En los márgenes de nuestra memoria histórica.
Lima: Universidad San Martín de Porres, 2012.
114
Bibliografía Comentada.
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PORTOCARRERO, Gonzalo. Racismo y mestizaje y otros ensayos. Lima:
Fondo Editorial del Congreso del Perú, 2007.
PORTOCARRERO, Gonzalo. Sombras coloniales y globalización en el
Perú de hoy. Lima: Red para el desarrollo de las Ciencias Sociales en el
Perú, 2013.
PORTOCARRERO, Gonzalo. Profetas del odio. Lima: Pontificia
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115
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INVITACION
PROGRAMA de las fiestas relijiosas i de regocijo público en celebridad del XI
aniversario de la Batalla de Yungai, que tendrán lugar en el barrio de este mismo
nombre en los dias 19, 20 i 21 del presente mes.
Dia 19.
Al rayar el sol los vecinos de Yungai, enalborarán en las puertas de calle de sus casas
el pabellon nacional. Al anochecer, iluminarán el fróntis de estas, i a la misma hora
se encontrará estacionada en la plataforma de la plaza de Portales una banda de
música. A las ocho i media darán principio los fuegos de artificio.
Dia 20.
Al rayar el sol, salva de artillería en la Fortaleza de Hidalgo. A las nueve i media de la
mañana, misa en accion de gracias en la que pronunciará discurso el Presbítero D.
Buenaventura Durán. Un caballero aficionado i los alumnos del Colejio Normal
oficiarán la misa, bajo la direccion de su profesor D. A. Desjardin.
A las cinco de la tarde, parada militar en la plaza de la Independencia, compuesta de
la Artillería, de las seis compañías de granaderos de los cuerpos cívicos, del batallon
Yungai i del Escuadron núm. 9. A las cinco i media se pondrá en marcha la columna
para la plaza de Portales, de cuyo punto se dirijirá a las seis a la Alameda de
Matucana para hacer honores i descargas correspondientes al entonar el Te Deum
en la Iglesia nueva del Salvador. Concluida esta ceremonia, se pondrá la columna en
marcha, haciendo su retirada por la cancha de Carrera.
Al anochecer, iluminacion jeneral; i a la misma hora se situará en la plataforma de la
plaza de Portales una banda de música.
117
Materiales de nuestro Archivo y Biblioteca
A las ocho i media se elevará un globo con fuegos artificiales.
Dia 21.
Diversiones públicas i carrera de cuatro caballos en la cancha de
Yungai, establecida en la calle de Agustinas, con un premio al que ganare; con lo que
quedarán terminadas las funciones.
Para evitar desórdenes se previene, que en los citados dias no se podrá galopar por
las calles de Yungai.
Desde las tres i media de la tarde, del dia 20 la jente de a pié i los carruajes lijeros
que se dirijan a Yungai, se verificarán su ida i vuelta por las calles de Santa Ana i de
la Compañía; por las calles de las Rosas i Agustinas los caretones i carretas,
quedando las demas espeditas para la jente de a caballo.
118
Boletín Histórico de la Sociedad de Historia y Geografía de Chile
Año V N° XVIII ISSN 0719-7616
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OBJETOS CIENTIFICOS EXTRAIDOS DEL PERÚ I SU DESTINO.
Universidad de Chile.- Santiago, agosto 3 de 1881.- Señor Ministro.- En
cumplimiento de la órden que US. se sirvió darnos al transcribirnos por oficio núm.
526 el supremo decreto de 22 de marzo de 1881, hemos recibido, enviado por la
Intendencia jeneral del ejército, con fecha 13 de junio del corriente año, setenta i
cuatro cajones, i mas tarde, con fecha 21 del mismo mes, ochenta bultos dirijidos a la
Universidad, sin catálogo ni indicacion alguna de los objetos que contenían.
Conforme tambien a lo dispuesto en el citado decreto, procedimos inmediatamente
a la apertura de dichos cajones, i a formar, en cuanto lo permitieron el tiempo i la
multitud de objetos que de ellos se sacaban, una clasificacion de ellos.
Estos objetos son:
1ª Instrumentos i aparatos para la enseñanza de la Física i de la Química, i una
colección de muestras para la Química orgánica i Farmacia;
2ª Preparaciones anatómicas;
3ª Objetos de Historia natural; i
4ª Libros.
Debemos advertir a US. que uno de estos cajones vino abierto, de tal manera que
fué menester mandar recojer los objetos que contenía, en la estacion misma del
ferrocarril.
Hallamos tambien en dos cajones, uno grande i otro menor, entre otros objetos, una
coleccion jeolójica de rocas.
Habiéndonos oficiado el señor intendente de Valparaiso con el objeto de que
dejáramos en esa ciudad cuatro cajones con muestras mineralójicas destinadas por
el jeneral Lagos desde Lima al museo mineralójico que se proponen formar en el
Liceo de Valparaiso, pedimos al señor intendente guardase esos cajones hasta que el
supremo gobierno resolviese lo mas conveniente.
En la espaciosa rotunda del palacio universitario i en el antiguo salon de minería se
colocaron todos estos objetos agrupados convenientemente, i nos cumple la honra
de dar a US. la siguiente razon de cada uno de los mencionados grupos de objetos.
119
Materiales de nuestro Archivo y Biblioteca
1ª Instrumentos i apararos de Física i Química.- Los mas i casi en su totalidad
vienen quebrados, deteriorados o inutilizados; se ve que son de antigua
construccion. El infrascrito comisionado, profesor de Física, logró armar algunos de
ellos, cuya especificacion, junto con los que no se han podido armar, se encontrará
en la lista adjunta núm. 1. De estos podrán servir, si US. lo tiene a bien, unos para el
laboratorio de Física de la Universidad, otros para el del Instituto o para la Escuela
normar de preceptores; en los demas, la compostura costaria mas que pedirlos
nuevos a Europa o hacerlos construir en el pais.
Conviene hacer presente que no 82 encontraron entre estos objetos, como lo
demuestra la citada lista, balanzas, termómetros, barómetros, microscopios, ni otros
instrumentos que pudieran servir para observaciones u operaciones de precision en
los laboratorios u observatorios meteorolójicos.
2ª Preparaciones i objetos anatómicos.- Los hemos puesto al cuidado e inspeccion
del profesor de Patolojía jeneral, señor don Francisco Puelma Tupper, quien ha
tenido la bondad de examinar en qué estado se hallan i darnos una reseña de ellos
en la lista núm. 2, que acompañamos a US.
3ª Objetos de Historia natural.- Constan de diez grandes volúmenes de herbarios,
algunas muestras de peces, lagartos disecados, pequeños esqueletos de aves i
mamíferos, i de un cajon i medio de pequeñas muestras mineralójicas: todo lo cual
podria, si US. lo tiene a bien, hallar su lugar en el Museo Nacional, poniéndose a
disposicion del benemérito jefe de ese establecimiento.
4ª Libros.- Se encontraron mas de diez mil volúmenes entre obras de diversos
tamaños i folletos en los cajones remitidos por la intendencia jeneral del ejército. Al
tiempo de sacar estos libros de los cajones (algunos vinieron en mui mal estado,
rotos i abiertos,) los separamos en cinco grupos i los colocamos en la misma rotunda
del palacio universitario, donde se encuentran actualmente. Se ha hecho esta
operacion con las puertas cerradas, con la ayuda de un solo empleado exprofeso i
ocupando solamente sirvientes de la seccion universitaria.
Los cinco grupos en que clasificamos este tan crecido número de obras son los
siguientes:
1ª Obras de historia, literatura i estadística;
2ª Obras de ciencias físicas, matemáticas, de historia natural i de medicina;
3ª Obras de jurisprudencia;
120
Objetos cientificos extraidos del Perú i su destino.
4ª Obras de teolojía i ciencias sagradas.
Careciendo de los conocimientos i tiempo necesarios para hacer el exámen prolijo i
formar los catálogos de tantas obras i de tan variada naturaleza, solicitamos la
cooperacion para hacer el de la 1ª i 2ª categoría de obras, del erudito bibliófilo don
Diego Barros Arana; para los de la 3ª nos prestó sus servicios el licenciado en leyes i
distinguido abogado don Enrique Cueto; para las obras teolójicas acudimos al
Ilustrisimo señor Obispo de Martyrópolis, quien vió y examinó personalmente esas
obras i nos ha favorecido enviando para la formación del catálogo del señor
presbítero Cruz.
Son suma prolijidad i esmero consagró muchos dias el señor Barros Arana al
exámen de las obras históricas, literarias i de ciencias, recorriéndolas una a una i
fijándose en la edicion i méritos de ellas. Acompañamos la lista núm. 3 que, con
ayuda del infrascrito comisionado, profesor de Física, i del empleado señor Yáñez
se ha hecho.
Esta lista comprende todas las obras de mas mérito i utilidad que se encontraron
completas; las demas están truncas o en jeneral son de mui poco valor. En la citada
lista núm. 3 se encuentran algunas obras de estadística que podrian ser colocadas en
la biblioteca de la Oficina de estadística; otras, como el gran viaje al polo sur de la
espedicion americana, en la Oficina hidrográfica; i las meteorolójicas i de física
especiales, en la Oficina de Metorolojía i en la pequeña biblioteca de Física del
laboratorio de la Universidad. Las demas servirian para aumentar las tres
bibliotecas, Nacional, Universitaria i del Instituto. En cuanto a los libros teolójicos,
si tal fuera el parecer de US. podrían ser aprovechados colocándolos en la biblioteca
del Seminario de esta ciudad.
Últimamente i con fecha 19 de julio del corriente año recibimos del jefe de la
estacion del ferrocarril de Valparaiso, señor G. Walker, veintinueve cajones
dirijidos tambien a la Universidad, indicando que en ellos se hallaban instrumentos
astronómicos. Uno de estos cajones llegó quebrado, abierto, i varios otros
estropeados. Exijiendo estos objetos cuidados i conocimientos especiales tanto para
sacarlos como para montarlos i transportarlos al Observatorio, hemos guardado
estos cajones cerrados hasta recibir órdenes de US. respecto a lo que debemos hacer
con ellos.
121
Materiales de nuestro Archivo y Biblioteca
Entre tanto, esta coleccion de instrumentos astronómicos, encajonada como los
demas objetos arriba espresados, libros, coleccion anatómica, instrumentos de
Física i Química i objetos de Historia natural, se hallan colocados, como acabamos
de decir a US., en la rotunda del palacio, en el salon inmediato a ella i en el salon
anatómico, de la Universidad, i guardados con la misma escrupulosidad que todos
los gabinetes i colecciones universitarias, bajo el inmediato cuidado i empeño del
rector, profesores i pro-rector de este establecimiento.
Es cuanto tenemos que decir a US. en desempeño de nuestra comision.- Ignacio
Domeyko.- Luis L. Zegers.- Al señor Ministro de instruccion publica.
---ooOoo---
Santiago, agosto 11 de 1881.- He recibido el oficio de Uds. de 3 del actual, en que dan
cuenta del como Uds. han cumplido la comision que se les confirió por decreto de
22 de marzo próximo pasado.
Dando las gracias a Uds. i a los caballeros que los han ausiliado en la tarea de
clasificar los libros, instrumentos i aparatos que con este propósito entregó a Uds.
aquel decreto, considero oportuno indicarles el destino a que el gobierno ha
consignado esos objetos, para que Uds. se sirvan enviarlos a su direccion:
Los instrumentos i aparatos de Física i Química, al laboratorio de Física de la
Universidad i al del Instituto Nacional;
Las preparaciones i útiles anatómicos, al Museo anatómico de la Universidad;
Los objetos de Historia natural i los libros sobre este ramo de la ciencia, al Museo
Nacional;
Los libros sobre viajes, a la Oficina hidrográfica;
Las obras de Meteorolojía i de Física especiales, a la oficina metorolójica i a la
biblioteca de Física del laboratorio de la Universidad; i
Todos los libros restantes, inclusos los de teolojía, a la Biblioteca Nacional.- Dios
guarde a Uds. M. Garcia de la Huerta.- A don Ignacio Domeyko i don Luis L. Zegers.
Extraído de los Anales de la Universidad de Chile tomo LIX, 1881.
122
Revista de la Mar Año I N° I
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PRESENTACIÓN
El mar, la infinidad del océano, ha atraído durante siglos a la humanidad. En él se
pueden encontrar riquezas, parajes desconocidos, míticos paisajes, un nuevo
porvenir, un futuro añorado o la simple aventura, todas pasiones y sentimientos
que mueven al aventurero a adentrase en sus aguas y a escribir un pasaje en la larga
historia de la humanidad.
Los viajes de los antiguos navegantes marcaron el curso de los descubrimientos, las
flotas definieron muchas veces el destino de conflictos bélicos o movilizaron
grandes masas de personas de un lugar a otro, las alimentaron o sus aguas sirvieron
para investigar más a fondo un hábitat inhóspito para los seres terrestres. De todos
estos temas es posible hablar cuando tratamos de la mar y es el objetivo de esta
revista, órgano de comunicación de la Academia Americana de Historia Naval,
Marítima y Oceánica que se ha creado al amparo de la Sociedad de Historia y
Geografía de Chile y cuyo fin primordial, es propiciar el debate e investigación de la
historia y aquellos aspectos relativos al mar, desde una mirada profesional, libre de
resentimientos, objetiva y respetuosa que permita el debate de alto contenido, algo
que se merece esta materia.
Hasta hoy, las Academias de Historia Naval en los diversos países del continente, se
esfuerzan en convertirse en círculos cerrados, con una mirada sesgada y ajena al
debate profesional de las materias referidas a la historia marítima en todas sus
vertientes, por lo cual notando esta falencia, hemos decidido formar esta nueva
organización, reflexiva y cuyo centro sea el respeto y la investigación seria de los
más diversos tópicos referidos al mar o al océano, que puedan ser de interés para
nuestros investigadores.
Este es el primer número de nuestra revista, el cual comienza con una portada
ilustrada con un viejo dibujo de la Armada española del siglo XVI de autoría de
Rafael Monleón y Torres, el cual pertenece a la colección de dibujos, grabados y
fotografías que se recolectan entre 1863 y 1900 y que mantiene a disposición de los
investigadores, la Biblioteca Hispana de la península Ibérica.
123
Tras esta presentación se suceden nuestros dos primeros artículos, uno enviado
desde Venezuela y otro desde Chile. El primero de autoría de Edgar E. Blanco
Carrero referido a la influencia de la Gran Guerra del 14 sobre el mar en su país,
Venezuela; por mientras el segundo es del chileno Ricardo Andrés Loyola y nos
invita a revisar los antiguos registros indianos y conocer un poco más de las
aventuras marinas y terrestres de un antiguo navegante peninsular, conocido como
Hernando Lamero de Gallegos.
Esto que hacemos, como Academia Americana de Historia Naval, Marítima y
Oceánica, es un aporte hacia la creación de una comunidad profesional, que dejando
de lado sus propios intereses, muchas veces nacionalistas, nos permita a todos como
iguales habitantes de un continente, poder debatir y comentar los diversos aspectos
de nuestra historia marítima con altura de miras, respeto, solidaridad y amplia
calidad científica, la cual sólo se logra con el diálogo y buen entendimiento entre
nosotros, colegas historiadores.
Academia Americana de Historia Naval, Marítima y Oceánica www.shgchile.com/acahistonav
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Revista de la Mar Año I N° I
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TEORÍA Y PRAXIS DE LA GUERRA EN EL MAR ENTRE 1914-1918
Y SU INFLUENCIA EN VENEZUELA.
Edgar E. Blanco Carrero Venezuela
RESUMEN
El objeto del presente ensayo es examinar cómo las diferentes teorías sobre la
guerra en el mar condicionaron las operaciones navales durante el período de la
Primera Guerra Mundial y cómo estas se manifestaron en Venezuela antes, durante
y después del citado conflicto bélico. Para tal fin se hará, en primer lugar, una
análisis de las diferentes teorías que estuvieron en boga, en segundo lugar, cómo la
praxis de la guerra en el mar obligó a revisar la teoría y, en tercer lugar, se
examinará cómo la teoría y praxis de la guerra en el mar se manifestaron en
Venezuela. Como de demostrará, a pesar de que la praxis de la guerra en el mar
condicionó el pensamiento estratégico naval que se expresaría en el tipo de guerra
desarrollado en la Segunda Guerra Mundial, en Venezuela se hizo muy poco para
estar a la altura de una circunstancias determinada por el hecho de ser el primer
productor mundial de combustibles fósiles.
Palabras claves: Teoría, praxis, guerra naval, poder marítimo y naval, Primera
Guerra Mundial
ABSTRACT
The purpose of this essay is to examine how the different theories of war at sea
conditioned naval operations during the period of World War I and how they were
manifested in Venezuela before, during and after the aforementioned war. To this
end, an analysis of the different theories that were in vogue will be done first, and
secondly, how the praxis of war at sea forced to revise the theory and, thirdly, how
the theory And praxis of war at sea were manifested in Venezuela. As will prove,
although the praxis of war at sea conditioned strategic naval thinking that would be
125
Edgar E. Blanco Carrero
expressed in the type of war developed in World War II, Venezuela did very little
to live up to a circumstance Determined by the fact that it is the world's leading
producer of fossil fuels.
Keywords: Theory, praxis, naval warfare, maritime and naval power, World War I
Introducción.
La guerra en el mar entre los años 1914 y 1918 estuvo marcada por diferentes
escuelas de pensamiento que definieron la naturaleza de los enfrentamientos que
en ese conflicto se presentaron. Estas escuelas estuvieron representadas
especialmente por la mahaniana, por la Jeune Ecole y otra intermedia, seguida
principalmente por Francia e Italia que buscaba un equilibrio entre las necesidades
derivadas del comercio marítimo y su ubicación geográfica. Por ello, nos hemos
establecido como objetivo examinar la teoría y la praxis de la guerra en el mar en el
período antes indicado para determinar cómo el pensar se correspondió con la
realidad y cómo esta forma de pensar y hacer influyó en Venezuela, porque
investigaciones recientes plasmadas en el libro Historia de la Marina de Guerra de
126
Teoría y praxis de la guerra en el mar entre 1914-1918 y su influencia en Venezuela.
Venezuela: Vida y legado del CC Ramón Díaz, se ha demostrado que estas escuelas
de pensamiento estuvieron de alguna manera presentes en nuestro país aunque su
impacto en el desarrollo del poder marítimo y naval venezolano no fue significativo
desde el punto de vista político. Para tal fin vamos a indicar, en primer lugar, cuáles
fueron las escuelas que influyeron desde un ángulo teórico, en segundo lugar, cómo
ésta teoría se reflejó en la praxis desde la perspectiva de las operaciones navales y
por ultimo indicaremos cómo esta teoría y praxis influyó en el pensar y hacer
venezolano en la guerra en el mar considerando como punto pivote el combate
naval de Río Hacha.
1. La teoría de la guerra naval.
Hubo tres escuelas de pensamiento en el ámbito naval que marcaron la praxis de la
guerra en el mar entre los años 1914 y 1918. La primera fue considerada como
navalista pura y estuvo representada por el pensamiento de Alfred Mahan y Julian
Corbett. La segunda, era una escuela que podríamos denominar continentalista pura
estuvo representada por lo que se denominó la Jeune Ecole, y la tercera que
podríamos denominar como mixta que consideraba ambos aspectos geográficos
como una totalidad y estuvo representada por pensadores que reflexionaron sobre
la guerra en el mar a partir de sus experiencias en la guerra como Castex, Wegener,
Gross y Sechi. A continuación vamos a describir y analizar cada una de estas
escuelas de pensamiento.
a. Escuela navalista pura.
Esta escuela se originó gracias al pensamiento de Alfred Mahan quien gracias al
concepto de poder naval entendido modernamente como la capacidad de un Estado
de auto-organizarse hacia el mar (Blanco, 2004) generó una forma de hacer, basada
en un método histórico, que sería seguida por algunos de los principales
contendientes de la guerra, es decir, el Reino Unido, Alemania, Japón y Estados
Unidos. De acuerdo con esta escuela la capacidad de autoorganización suponía el
control del comercio marítimo a escala global y para ello era necesario que el Estado
dispusiese de una fuerza naval que protegiera su tráfico marítimo y, a su vez, en
127
Edgar E. Blanco Carrero
caso de conflicto, destruyera la fuerza naval adversaria, en un combate decisivo, de
modo que el tráfico marítimo enemigo estuviera a su merced (Ibíd.)1. Este último
concepto estuvo enmarcado en lo que denominó dominio del mar (o comando del
mar) que tendría importantes consecuencias en la planificación de la guerra por
parte de los Estados que estuvieron necesitados de mantener una importante
proyección marítima.
Esta forma de pensar generó un importante proceso de crecimiento y
estandarización de las principales marinas de guerra de todo el mundo. En
Venezuela, el concepto de poder naval fue introducido por R. Díaz en el año 1908,
dentro del marco de un proceso de desarrollo naval iniciado por Cipriano Castro2,
pero a diferencia de Mahan que describió una situación que se estaba produciendo
en su país después de la guerra de secesión, en Venezuela, si seguimos los textos que
aparecieron sobre Tsushima a partir de una traducción de un trabajo realizado por
Rudolf von Labres3, podemos señalar dos aspectos a tener en consideración: en
primer lugar, este pensador estuvo interesado en cómo desarrollar un poder naval
siguiendo al respecto las pautas establecidas por Mahan (1906:399)4. En segundo
lugar, el análisis de la batalla de Tsushima, realizado por este autor austrohúngaro,
nos indica que una concepción de la guerra basada en una batalla decisiva invitaba a
examinar la estructura de la fuerza naval encargada de aplicar ese concepto y
obligaba a estructurar una industria que facilitase el esfuerzo de desarrollo para
crear las condiciones de posibilidad de librar eficazmente una acción decisiva en el
mar como lo habían hecho los japoneses frente a los rusos en la citada batalla naval.
La solución a estos dos problemas fue pensada por Sir John Fisher, Primer Lord del
Almirantazgo británico mediante la estandarización y el desarrollo de un poder que
fuese capaz de enfrentar a la segunda y tercera armada más poderosa del mundo
(Two power estándar). Esta práctica sería seguida por Alemania, EE.UU. y Japón,
más no otros países como Francia, Austria-Hungría, Italia y Rusia, debido a
1 Ver también: Mahan (1890/2011)
2 Ver al respecto: Blanco (Rivero-Blanco, 2013).
3 Este autor austriaco elaboró un libro en el año 1903 denominado Politik und Seekrieg que llamó la atención
de los pensadores españoles después de su desastrosa guerra contra EE.UU, en el año 1898. Después, este
libro sería usado por los rusos para recompones su fuerza naval después de su derrota frente a los japoneses en
el año 1905. 4 Este trabajo fue obtenido gracias a las investigaciones realizadas por Ramón Rivero-Blanco.
128
Teoría y praxis de la guerra en el mar entre 1914-1918 y su influencia en Venezuela.
consideraciones basadas en la geografía, que también afectarían el pensamiento
naval británico y alemán durante la guerra iniciada en el año 1914. A tal efecto es
conveniente destacar el pensamiento desarrollado por el escritor inglés Julian
Corbett y el almirante alemán Wolfgang Wegener.
Corbett expresó en el año 1911 que la idea mahaniana de la batalla decisiva era
correcta en un 90 % de posibilidades, por lo que su esfuerzo se dirigió el 10 % para
dar respuesta por intermedio de un método filosófico al por qué un poder naval
puede embarcarse en un conflicto limitado en tierra y a pesar de sus fortalezas,
estas necesariamente no servirán en ciertos momentos y lugares, marcando la
diferencia entre una paz victoriosa y desengancharse de un conflicto como
aconteció en el caso estadounidense a propósito de Vietnam. La importancia del
pensamiento de Corbett estriba en el hecho que a pesar de no considerar la
importancia de otros desarrollos tecnológicos (como el submarino y las aeronaves),
epistémicamente intentó considerar aspectos geográficos, logísticos y técnicos
tomados de la obra de otro pensador de la guerra, Jomini siguiendo una
aproximación hermenéutica basada en los aspectos políticos y morales de la guerra
por intermedio del pensamiento de Clausewitz (Widén, 2012)5. De este esfuerzo
concluyó que materialmente era imposible alcanzar el dominio del mar, que la
guerra debería tener un alcance limitado en función de la incapacidad de alcanzar
ese dominio en términos absolutos, que una batalla decisiva no sólo era poco
probable, también podría ser muy costosa de acuerdo con la naturaleza y el fin de la
guerra y consideró dos aspectos derivados de estas afirmaciones, es decir, el
concepto de fleet in being y el tema de las comunicaciones marítimas en lo
concerniente al concepto de dominio del mar y la forma de alcanzarlo (Ibíd.).
En este sentido, estimó que como era imposible obtener el comando del mar, el
tema central de la estrategia en el mar era alcanzar una importante libertad de
maniobra sólo posible a través de las operaciones de bloqueo y del control de las
aguas en que mayormente se desarrollaban las operaciones para mantener abiertas
las líneas de comunicaciones. Esto no se observó en las operaciones navales que
condujeron a Gallipoli si nos atenemos a la resistencia que realizaron las fuerzas
germano-turcas en el mar y a las condiciones político-morales que obligaron al
5 Ver también: Corbett (1911/2005).
129
Edgar E. Blanco Carrero
Reino Unido y a Francia a aceptar el alto número de pérdidas sufridas antes y
durante el desembarco. Sin embargo, ello se observó claramente cuando se realizó
el bloqueo a las costas de Venezuela en el año 1902, por el interés de impedir una
respuesta naval como la que había realizado la marina de guerra venezolana en el
combate naval de Río Hacha.
Wegener, por su parte, fue un oficial alemán que combatió en la gran guerra. De su
experiencia del primer año comenzó a publicar en el año 1915 artículos críticos
sobre la conducción de la guerra siendo oficial de estado mayor de la primera
escuadra de batalla del almirante von Hipper6. En estos ensayos predica la
necesidad de alejarse de una estrategia continental para ganar la guerra y enfocarse
en concepto de guerra naval más integral que se alejara de los conceptos de batalla
decisiva, en Alemania seguida bajo el enfoque de la teoría del riesgo calculado, la
defensa de las aguas alemanas que encerraba al país a un enfoque costero y seguir
una orientación basada en cómo usar la geografía para abrirse a los océanos del
mundo. Posteriormente en su principal obra, La Estrategia Naval en la Guerra
Mundial realizada en el año 1929, insiste en los postulados enunciados previamente.
La importancia de su pensamiento basado en una concepción geográfica es que se le
atribuyó una marcada influencia en el proceso decisorio que condujo a la invasión
de Dinamarca y Noruega en el año 1940. Lo que si es cierto, es que la decisión hasta
donde se conoce, estuvo condicionada a dos consideraciones: en primer lugar,
limitar el alcance de un posible bloqueo naval inglés7 y, en segundo lugar, según
Lambert, extender el radio de acción de los U-Boot (Till, 1994:106)8. En todo caso, lo
relevante para nosotros los venezolanos es que con la política marítima iniciada en
el año 1903 se buscó solucionar infructuosamente el riesgo de un bloqueo
intentando desarrollar al efecto una marina de alta mar, pero la visión
continentalista subyacente en la crítica de Wegener no fue resuelta por Alemania en
6 Ver al respecto: http://www.familiewegener.de/wolfgang.htm
7 Sobre esta discusión, ver al respecto: Clemmesen (2010).
8 Lambert expresó que los orígenes de la Batalla del Atlántico estuvo relacionado con la poca atención que le
dio el Almirantazgo británico a la amenaza submarina en el año 1939 a pesar de los indicios que manejaron
los diplomáticos británicos en Berlín antes de la guerra. al efecto agregó “A more direct warning came in
April 1939; the Foreign Office advised First Sea Lord Admiral backhouse to read Admiral Wegener’s The
Naval Strategy of the World War, then spoken of as Hitler’s Naval Bible. The british naval attaché in Berlin
considered the book offered a clear warning that operations against Trondheim and Bergen would not be
imposible” (Ibíd.). Ver también: Castex (1938).
130
Teoría y praxis de la guerra en el mar entre 1914-1918 y su influencia en Venezuela.
el año 1940 y quizás explica su pertinencia actual para un país con alta dependencia
de las comunicaciones marítimas.
De estos tres pensadores, sólo Corbett y Wegener vivieron la gran guerra, pero sólo
Wegener pudo reflexionar profundamente sobre esos acontecimientos desde el
punto de vista naval por la desaparición física del pensador inglés en el año 1922.
No obstante ello, la consideración geográfica presente en el pensamiento de estos
autores contribuyó de alguna u otra forma a pensar la guerra en el mar desde una
perspectiva costera, por lo que vamos a examinar esta línea de pensamiento.
b. Escuela continentalista pura.
La segunda escuela de pensamiento fue de origen francés y se denominó Jeune
Ecole. Esta escuela reconocida como continentalista preconizaba, de forma realista
y particularista, que los grandes desarrollos tecnológicos alcanzados a finales del
siglo XIX permitían que pequeñas embarcaciones pudiesen producir grandes daños
a buques de grandes dimensiones por lo que era excesivamente costoso para un
Estado plantearse un proceso de desarrollo naval cuyos resultados pudieran ser
destruidos por un efectivo sistema de defensa marítima compuesto por artillería de
costa, minas anti-buques, submarinos9 y lanchas torpederas10. Los promotores de
esta concepción de la guerra naval fueron primeramente el Almirante Aube, quien
elaboró un análisis de fondo del carácter cambiante del contexto internacional y los
medios disponibles en La Guerre maritime et les ports français, el Comandante Z y
H. Montéchant (Coutau-Bégarie, 1999:514). Para estos autores, los nuevos medios
navales funcionaban como igualadores de potencia que combinados con la guerra
de corso podían obligar a poder naval como el inglés a dispersar sus fuerzas.
Esta escuela tendría una gran resistencia en las principales potencias marítimas de
portancia de la fuerza organizada
9 A pesar de existir antecedentes que se remontan al siglo XV en Corea y su defensa frente al Japón y en el
siglo XIX en la guerra de secesión estadounidense, el submarino, en su nueva concepción, tendría su bautismo
de fuego en el año 1914, por lo que antes de la guerra, las discusiones que se plantearon fueron teóricas y
jurídicas en función de sus potencialidades. 10
El empleo de lanchas torpederas fue favorablemente considerado por Colomb en sus escritos y en las
conferencias dictadas en ese período (Castex, 1938:59).
131
Edgar E. Blanco Carrero
y de la batalla de la cual depende su suerte, y profesa la extraña creencia de que el
objetivo primordial en el mar no es, como en tierra, la destrucción del ejército
-66). Además, agregó que es una forma de
ofensivamente, por medio de bombardeos y huyendo en seguida, bombardeos en
los cuales se cifra una esperanza de una forma muy infantil, en los que se hace caso
omiso de la existencia de la flota enemiga; y defensivamente, constituirá la
De acuerdo con este criterio, el tráfico marítimo se subordinaba a la defensa del
territorio. Esta concepción de la guerra naval no fue asumida oficialmente por
ningún país, no obstante, hay que hacer algunas precisiones: en primer lugar,
algunas marinas como la italiana, la francesa, la japonesa, la rusa, la alemana y la
británica experimentaron con estas nuevas ideas teniendo en consideración su
geografía y sus enemigos potenciales. En segundo lugar, los países limitados para
construir una armada como la de cualquier país de Europa, consideraron esta
manera de hacer la guerra. En el caso venezolano, a fines del siglo XIX, se
adquirieron dos embarcaciones torpederas que participaron eficazmente en el
combate de Río Hacha (Bracho en Rivero-Blanco, 2013) y después del año 1902, se
implantó un sistema de artillería de defensa de costa (Hernández y Nieves-Croes
en Farage, 2011), pero, gracias a investigaciones realizadas por Rivero-Blanco,
Nieves-Croes y Bracho Palma, desde los años cincuenta del siglo XIX, pensadores
venezolanos comenzaron a reflexionar sobre la defensa naval del territorio.
Si bien, los estudios estratégicos navales de este período están en proceso de
elaboración por un destacado grupo de profesionales, es conveniente mencionar
que en el período guzmancista se concibió un plan de defensa naval del territorio
que evidencia que con la salida a la luz de las primeras ideas acerca de la defensa
costera, la clase dirigente venezolana se interesó por ellas y para inicios de los años
noventa de ese siglo hubo un proyecto de adquisición de medios navales de acuerdo
con esas características. Ello explica, en primer lugar, la adquisición de los dos
torpederos que participarían en el combate de Río Hacha que ya señalamos y, en
132
Teoría y praxis de la guerra en el mar entre 1914-1918 y su influencia en Venezuela.
segundo lugar, el esfuerzo emprendido por Delgado Chalbaud y Ramón Díaz para
tratar de hacer que la Marina de Guerra venezolana dejara de ser una marina
costera.
c. La escuela de pensamiento mixto.
La tercera escuela de pensamiento surgió como consecuencia de una práctica
consuetudinaria que sería sistematizada por Castex (1937), Sechi (1906) y Gross
(1929). Esta escuela que puede ser considerada como mixta, representaba un punto
intermedio entre la concepción navalista pura y continentalista pura a partir de la
influencia que ejerce el mar sobre la tierra y la tierra sobre el mar, con lo cual el
apoyo naval a tierra, la perturbación del tráfico marítimo adversario, la defensa de
costa y la disposición de una importante fuerza naval que le permitiera al país
diseñar maniobras navales de naturaleza estratégica para disponer de una gran
capacidad de negociación, fueron sus ideas predominantes. En este contexto, para
los tres autores antes mencionados, a pesar de la relación mar-tierra, el elemento
principal de la guerra en el mar es el buque, por su capacidad de permanencia, su
adaptabilidad y su capacidad para aplicar la fuerza graduada. Sin embargo, a pesar
de la categorización, cada uno de los autores mencionados (todos veteranos de
guerra), tuvo una orientación que en cierta forma los diferenciaba como
indicaremos a continuación.
Castex (I, 1938), siguiendo un método sintético basado en una concepción histórica
y realista, se interesó por el equilibrio entre el mar y la tierra con foco en la
concepción de una maniobra estratégica en el mar entendido como la acción para
crear una situación favorable que posibilite el objetivo de la guerra. Este pensador,
asumió una concepción dualista de la guerra en el mar a partir de la consideración
de la guerra entre fuerzas organizadas con la guerra contra las comunicaciones
marítimas, teniendo en cuenta el desarrollo de la aviación bajo el criterio de que el
valor del espacio cambia en función de los medios disponibles. En este sentido
concluyó luego de un examen exhaustivo de la historia que, en primer lugar, la
misión de la fuerza organizada en el mar no se reduce a la búsqueda de la batalla
decisiva, en segundo lugar, no es necesario provocar esta batalla y, en tercer lugar, la
133
Edgar E. Blanco Carrero
batalla en sí misma rara vez produce resultados decisivos (Coutau-Bégarie,
1999:549-550).
Otro de los aspectos que es importante destacar del pensamiento de este autor es
relacionado que aquellos elementos que contribuyen al crecimiento de un poder
marítimo y naval y aquellos que lo condicionan (Castex II, 1938). A este conjunto de
aspectos los denominó servidumbres y las clasificó en positivas y negativas. Las
positivas son todas aquellas que favorecen o ayudan al desarrollo del poder del
ajenas a la estrategia naval, pero que, no obstante ello, merecen ser consideradas
G. Sechi, se enfocó por el equilibrio entre mar y tierra con énfasis en las
operaciones conjuntas y en la guerra de costas debido a que la amenaza que
consideró su país, Italia, se encontraba en el mar adriático, es decir, el imperio
austrohúngaro. Por tal motivo, el foco de atención del pensamiento estratégico
italiano estuvo centrado, en primer lugar, en las operaciones de bloqueo, como
modo de asegurar el uso del mar en lo concerniente al tráfico marítimo y la
realización de operaciones de apoyo a tierra, en segundo lugar, mediante la
diplomacia naval para mostrar con la fuerza sus intereses frente a sus aliados sobre
todo en relación con el imperio otomano y, en tercer lugar, la guerrilla naval con el
empleo de los torpederos (MAS), aeronaves y medios de asalto, que le permitiría
alcanzar notables éxitos sobre todo al final de la guerra (Ramoino, 2010:09). La
importancia del pensamiento de este autor radicó en el hecho que en los albores del
siglo XX concibió una marina de guerra equilibrada en contraposición al
pensamiento dominante centrado en el desarrollo de una flota capaz de mostrar
bandera en los mares del mundo. Un hecho que los venezolanos pudieron apreciar
en el año 1903 con la participación de ese país en el bloqueo. Después de la guerra,
su preocupación se dirigió a colocar a Italia dentro del marco de limitaciones
establecidas en el Tratado de Washington que en la práctica representó el aumento
del estatus de su país en relación a los otros poderes navales, es decir, Reino Unido,
EE.UU., Japón y Francia.
134
Teoría y praxis de la guerra en el mar entre 1914-1918 y su influencia en Venezuela.
Gross, seguidor del pensamiento de Corbett según Castex (1938) y Coutau-Bégarie
(1999), se interesó por un equilibrio entre el mar y la tierra focalizado en el ataque al
tráfico marítimo. La orientación de su pensamiento estuvo enmarcada en la
posición desventajosa de su país, el exitoso papel que desempeñó el submarino en
la pasada guerra, la consideración del mar como condición de posibilidad para el
bienestar de su país y la derrota de 1918 que obligó a su país a ingeniárselas para
mantener una adecuada presencia en los espacios marítimos a pesar de sus
limitaciones. Este oficial alemán, después de la guerra, realizó una reflexión sobre
los errores y aciertos de las operaciones navales alemanas durante la pasada guerra
en su obra Doctrina de la guerra marítima según las enseñanzas de la Guerra
Mundial. Allí comenzó afirmando que el objetivo de la guerra naval no es el
dominio del mar sino el dominio de las comunicaciones marítimas, agregando
además que la naturaleza de la guerra tenía un alcance limitado (1929:40). Como
sario no tiene
posibilidad de atacar eficazmente las - comunicaciones económicas y militares, ni
el autor a partir del criterio que, el grado de dependencia de una nación de las líneas
de comunicaciones marítimas constituye el núcleo fundamental para decidir la
forma en que se conducirá la guerra en el mar. Como los Estados europeos se había
hecho cada vez más dependientes del mar, Alemania debió, según su criterio, haber
hecho un esfuerzo mayor en destruir la propiedad pública y privada enemiga
-57). En este contexto consideró un error, en primer lugar, no
desarrollar antes de la guerra una escuadra capaz de perturbar el comercio (Ibíd.:
163), en segundo lugar, que la fuerza naval del pacífico comandada por el Almirante
Graf Spee se dedicara a la objetivación militar de otros intereses estratégicos que no
fuesen el comercio de la Entente y, en tercer lugar, que la Hochseeflotte confinada
en el mar del Norte no hubiese hecho presión a la Grand Fleet británica para apoyar
a los buques alemanes en la etapa crítica de agosto a diciembre de 1914. Para el
pensador alemá
de las cualidades de los marinos alemanes si la guerra de corso se hubiera extendido
(Ibíd.:168). Como se sabe, el desarrollo de los
135
Edgar E. Blanco Carrero
submarinos llevarían la guerra de corso a nuevas circunstancias modificando con
ello todo el pensamiento naval, pero Alemania perdería dos años para explotar de
forma efectiva esa nueva arma.
Con la excepción de Sechi que tuvo posteriormente una importante participación
en la política italiana antes del advenimiento del fascismo, la obra teórica de Castex
y de Gross11 fue consecuencia de sus reflexiones de una guerra en la que
participaron de alguna u otra manera como oficiales de estado mayor (al igual que
Wegener). Sechi participó en la denominada guerra di porto, la forma en que los
italianos desarrollaron la guerra en el Adriático, Castex participó en las fuerzas
navales francesas destacadas en el mar Mediterráneo y Gross estuvo a las ordenes
de Hipper en el mar del Norte. Estas reflexiones fueron producto del hecho que la
teoría fue desbordada por los acontecimientos, tal como veremos a continuación.
Estas tres escuelas de pensamiento trascendieron la Primera Guerra Mundial a
pesar de la revisión realizada por Castex, Wegener, Gross y Fioravanzo (en tanto
que sucesor de Sechi y Bernotti) sobre todo en el teatro de operaciones del Pacífico
entre 1941 y 1945, donde el pensamiento de Mahan fue predominante, pero como
proceso de revisión a posteriori, es decir, lo que se puso en práctica en la Segunda
Guerra Mundial a partir de la reflexión realizada es de destacar dos aspectos que
revolucionarían la guerra en el mar: en primer lugar, la rudeltaktik desarrollada por
Karl Dönitz en su obra Die U-Bootwaffe que pasó desapercibida, según Coutau-
Bégarie (1999:519), en el mundo naval en el momento de su publicación12 y el
Tratado Naval de Washington de 1922 que favoreció el desarrollo del portaaviones,
un arma que los japoneses lograron conocer sus ventajas al estallido de la guerra en
el año 1914 y los británicos a propósito de Jutlandia. Estos dos hechos nos permiten
explorar la proxis de las operaciones en la Gran Guerra.
11
Este oficial alemán también estuvo a las órdenes de Hipper, por lo que tuvo una importante experiencia de
combate. 12
Al parecer fue publicada en el año 1940 según:
http://www.booklooker.de/B%FCcher/Angebote/titel=Die+U-
Bootwaffe&autor=Karl+D%F6nitz&sortOrder=preis_total aunque Coutau-Bégarie señala que fue en el año
1939.
136
Teoría y praxis de la guerra en el mar entre 1914-1918 y su influencia en Venezuela.
2. La praxis de la guerra en el mar: 1914-1918.
La guerra en el mar en el año 1914 sufrió los mismos avatares de la guerra terrestre.
De una imagen operacional concebida como una guerra de movimientos terminó
después de las batallas de las Malvinas y Coronel en el sur de Suramérica que
significaron el sacrificio de hombres y buques británicos y alemanes, en una guerra
de posiciones caracterizada por la ejecución de operaciones de bloqueo y
contrabloqueo que expresaron el inmovilismo en ese escenario de operaciones (De
la Sierra, 1984). Así pues, vamos a hacer un examen de cómo conceptos claves de la
teoría se expresaron en la práctica de la guerra en el mar, esto es: en primer lugar, el
concepto de dominio del mar y su relación con las acciones de bloqueo y la batalla
decisiva, en segundo lugar, el ataque a las líneas de comunicaciones marítimas, en
tercer lugar, el apoyo naval a tierra, en cuarto lugar, la guerrilla naval y, por último
vamos a valorar cómo funcionó la visión continentalista, navalista pura y mixta.
En lo que se refiere a la aplicación del concepto mahaniano del dominio del mar que
nos lleva a la acción de bloqueo y al combate decisivo es de destacar, que en la Gran
Guerra se aplicaron operaciones de bloqueo (a distancia) y contrabloqueo en el mar
del Norte en la relación Reino Unido y Alemania, en el mar Báltico contra los rusos,
en el mar Adriático contra los austrohúngaros, en el mar Mediterráneo oriental
contra los turcos y el mar Negro contra los rusos. Todas estas operaciones limitaron
las operaciones navales de los países afectados, pero no la impidieron en un 100 %
por lo que el 10 % indicado y estudiado por Corbett obligó a pensar más en un
control que facilite el uso del mar por ser más realista en términos de medios y
necesidades. Con respecto al concepto de batalla decisiva, ésta se puso en práctica
intencionalmente por el Reino Unido contra Alemania, primeramente en Dogger
Bank y posteriormente en Jutlandia en el año 1916, pero a pesar de las graves
pérdidas sufridas por ambos bandos, especialmente por los anglosajones, en el resto
de la guerra no se planteó un combate de esa naturaleza, por lo que, como señaló
Castex, en el mar, un combate decisivo no es necesario porque históricamente ha
sido escaso.
En relación con la lucha contra el tráfico marítimo es de mencionar que estás se
enfocaron en el ataque a los puertos enemigos y al tráfico marítimo propiamente
137
Edgar E. Blanco Carrero
dicho. El primero ejecutado principalmente por la marina alemana con buques y
dirigibles y turca únicamente con buques, contra puertos británicos y rusos y, el
segundo realizado con el empleo de minas, buques corsarios y submarinos. Las
minas usadas de manera ofensiva produjeron importantes daños, pero sólo
limitaron el uso del mar desde la perspectiva del tráfico marítimo así como de las
operaciones navales. Los buques corsarios principalmente alemanes operaron hasta
principios del año 1915. Aquí son de destacar las acciones realizadas por el SMS 13
apoyo logístico venezolano a partir de la instrumentación del ettappendienst
(Blanco en Rivero-Blanco, 2013). Por otra parte, los puntos de discrepancia de
Wegener y Gross, con respecto a la forma en que condujo la guerra en el mar se
produjo por el hecho que la escuadra del extremo oriente de von Spee no fue usada
para perturbar el tráfico marítimo y aligerar así la presión en el mar del Norte. Las
acciones contra el tráfico marítimo realizadas con submarinos lograron por poco
que Alemania ganara la guerra por el daño que produjo al Reino Unido, pero ello
significó la entrada en guerra de Estados Unidos trayendo como consecuencia que la
estadística de hundimientos se inclinara en contra de ese país centroeuropeo. Para
que se tenga una idea de la efectividad del arma submarina en esa guerra, se
hundieron alrededor de 7,5 millones de toneladas netas de buques de la entente. En
la guerra contra el tráfico marítimo, el Reino Unido, Francia y EE.UU se vieron
forzados a rescatar la practicas de convoy utilizadas originalmente por la liga
hanseática en el siglo XIII y por España en el siglo XVI para defenderse de los
piratas (De la Sierra, 1984). De esta última dio cuenta T. Campanella en su Civitas
solis, poetica idea Reipublicae philosophicae (Blanco, 2004).
El apoyo naval a tierra fue realizado por todos los contendientes, tanto desde el
punto de vista estratégico como el caso alemán para aligerar la presión sobre el
frente occidental en los años 1915 y 191614, como desde la perspectiva estratégico-
13
Sobre las acciones del SMS “Karlsruhe”, en un reportaje especial del año 1914 se relata las vivencias del
cónsul venezolano, el Doctor Navarrete Serrano, a bordo primeramente del vapor “Bahía Blanca”, después en
el vapor “van Dyck” y posteriormente del vapor “Asunción”, antes que fuese echado a pique el segundo por
el crucero alemán el 26OCT1914. Información obtenida gracias a la colaboración de Alfredo Schael. 14
Desde el punto de vista estratégico es de destacar también que en septiembre del año 1918 Alemania
intentó usar su flota para aligerar de nuevo la presión en el frente occidental y la negativa de la marinería en
salir de puerto fue el detonante de la revolución y del fin de la guerra. en las acciones antirevolucionarias
realizadas por las fuerzas armadas alemanas participaría el venezolano Carlos Meyer Baldó (Blanco, 2014)
138
Teoría y praxis de la guerra en el mar entre 1914-1918 y su influencia en Venezuela.
operacional realizada especialmente por el Reino Unido y Francia en Gallipoli y
Salónica (esta última con la participación italiana) (Blanco, 2014)15, Japón en
Tsingtao (Maita, 2011), Rusia en el mar Báltico y Negro y Austria-Hungría en el
Adriático. En este tipo de operaciones es que se observa la relación recíproca de la
tierra y el mar, según Castex y también por qué no Wegener y Gross. La diferencia
entre estos pensadores es que mientras el francés partía del concepto de operación
que al final de cuentas va a definir el empleo de la fuerza organizada, los alemanes
consideraban la relación existente entre producción y guerra que conecta
estratégicamente la guerra con la política. Desde esta perspectiva, para los
pensadores navales alemanes, su objeto estaba relacionado en cómo el apoyo a
tierra favorecía las operaciones navales para garantizar el uso del mar y para Castex,
dependía del concepto de maniobra. Por supuesto que Castex también consideraría
la necesidad de proteger el tráfico marítimo, como ya indicamos, pero el logos
empleado por este autor partió de una manera más flexible de la relación medios-
fines a diferencia de los pensadores germanos que la experiencia de la guerra
submarina condicionaron su pensamiento estratégico por la desventajosa ubicación
geográfica de su país con respecto a sus enemigos. En Venezuela, históricamente y
de forma más acentuada durante el período gomecista, se usó a la Armada como un
medio para favorecer las operaciones en tierra, pero dada la alta dependencia de sus
comunicaciones marítimas sólo en el año 2007 se trató de generar la inquietud a
nivel de la Escuela de Guerra Conjunta de cómo desde tierra se puede apoyar las
operaciones navales para limitar las posibilidades de un bloqueo naval en nuevas
condiciones, pero sin resultados prácticos desde el mismo momento que la Armada
adoptó, en concordancia con las directrices proveniente de la clase dirigente del
país, el concepto de guerra popular de resistencia abandonando, en consecuencia,
sus funciones inherentes en caso de un hipotético conflicto.
Con respecto al accionar de los beligerantes bajo la concepción de la Jeune Ecole, es
posible afirmar que la marina alemana aprovechó el éxito en el empleo de los
submarinos e intensificó su uso a gran escala, primeramente contra los buques de
guerra y posteriormente contra el tráfico marítimo de sus adversarios. Las minas
usadas de manera defensiva fueron usadas ampliamente por todos los beligerantes
15
En estas operaciones anfibias participaría el venezolano Ismael Urdaneta (Ibíd.)
139
Edgar E. Blanco Carrero
obligando a instrumentar los bloqueos navales a distancia prudencial. La artillería
de defensa de costa fue poco efectiva en las operaciones por su carácter fijo, ello se
mostró patentemente en los bombardeos a las costas de Inglaterra y en Gallipoli. El
empleo de lanchas torpederas merece una mención aparte, además de otro tipo de
operaciones clandestinas realizadas en el mar Adriático. En lo que concierne a las
lanchas torpederas italianas, estas en dos acciones espectaculares penetraron
primeramente en el puerto de Trieste y hundieron al acorazado Wien y
posteriormente al Szent Istvan (Blanco, 2012 y Rivero-Blanco, 2014).
En lo que respecta a acciones clandestinas fueron hundidos por acciones de sabotaje
los acorazados italianos Benedetto Brin y Leonardo da Vinci (De la Sierra, 1984) y
dos oficiales de la marina italiana lograron hundir al acorazado Viribus Uniti en el
puerto de Pola con un torpedo italiano autopropulsado (Ibíd.). A pesar de lo
significativo de estas acciones, es posible afirmar que ellas fueron posibles dentro de
un marco operacional más complejo signado por las acciones de bloqueo y
contrabloqueo realizadas por fuerzas organizadas. En este sentido, la crítica
realizada por Castex mantuvo su vigencia hasta que los chinos en fecha reciente
consideraron el empleo masivo de lanchas torpederas (proyecto C-14) en una
posible acción anfibia contra sus costas. Esta concepción de la guerra es una
evolución a posteriori de la Jeune Ecole y se diferencia es que su forma de acción
está concebida bajo la idea del enjambre. Irán ha sido el país que ha perfeccionado
está táctica sin abandonar el desarrollo de su flota de alta mar.
Como se puede observar de lo reseñado, la praxis desbordó la teoría debido a que la
guerra al final de cuentas resultó ser un asunto de producción y destrucción que
tuvo graves consecuencias si se considera, en primer lugar, las importantes pérdidas
navales sufridas por los países de la Entente, sólo mitigadas por la entrada en guerra
de EE.UU que alteró la estadística de hundimientos y, en segundo lugar, el
agotamiento que impulsó a los marineros de las flotas, rusa, austrohúngara y
alemana a que tomaran parte decisiva en los procesos revolucionarios que vivieron
esos países obligándolos a abandonar la guerra. Así pues, hasta que se consolidó la
comunidad internacional como hoy día se conoce a partir del reconocimiento de los
Estados las guerras se podían perder en el mar pero se ganaban en tierra. Después
que se consolidó la comunidad internacional, ha cambiado la formula, las guerras
140
Teoría y praxis de la guerra en el mar entre 1914-1918 y su influencia en Venezuela.
entre Estados se pierden y se ganan en el mar, las revoluciones podrían ganar en
tierra.
3. Influencia de la teoría y praxis de la guerra naval en Venezuela.
Como indicamos ya, el pensamiento naval puro venezolano formal tuvo de la mano
de Ramón Díaz sus orígenes a pesar de las preocupaciones de varios pensadores que
desde mediados del siglo XIX plantearon proyectos sobre la defensa naval del
territorio. Si bien el pensamiento a finales del siglo XIX tuvo, al parecer, una fuerte
influencia de la Jeune Ecole, si se tiene presente la disponibilidad de dos torpederos
en el combate naval de Río, Hacha, el pensamiento naval de inicios del siglo XX fue
mahaniano. Pero en nuestro caso estaba orientado a desarrollar un poder naval
amparado en los desarrollos tecnológicos en la construcción de buques y en las
técnicas de navegación como trataron de realizar Cipriano Castro y Román Delgado
Chalbaud (Bracho, 2010). Como se sabe, este esfuerzo se detuvo cuando después del
golpe de abril de 1913, Juan Vicente Gómez se estableció firmemente en el poder y
rigió los destinos del país hasta el año de su muerte en el año 1935 evitando por
todos los medios el desarrollo de cualquier institución que amenazara su dictadura.
Como consecuencia de este hecho, la transición tecnológica en el ámbito marítimo
en Venezuela se extendió hasta el año 1938, cuando la clase dirigente, luego de
percatarse, en primer lugar, de la incapacidad de capturar al Falke en el año 1929, y,
en segundo lugar, de las causas y consecuencias de los recientes conflictos acaecidos
en la región como la guerra por el cuadrilátero de Leticia y la guerra del Chaco,
comenzó a preocuparse del estado de las fuerzas militares y navales en relación con
los países vecinos16. De ahí se explica las preocupaciones por modernizar la marina
de guerra y los proyectos de defensa naval desarrollados con la ayuda italiana
(Blanco, 2012 y Rivero-Blanco, 2014). Pero en ese momento, en nuestro país
entraron en la palestra pública dos visiones del poder marítimo y del poder naval: la
visión mahaniana y la propugnada por la Jeune Ecole, ambas dentro de un contexto
en que el país se había hecho importante por la producción petrolera y se estaba
haciendo cada vez más dependiente de las comunicaciones marítimas que hizo que
16
Ver al respecto: Blanco (Farage, 2011).
141
Edgar E. Blanco Carrero
el país se inclinara por un tiempo en lo que hemos denominado escuela de
pensamiento mixto.
Desde la perspectiva tecnológica, la Marina de Guerra de Venezuela entre 1835 y
1935 fue fiel reflejo de la situación de transición tecnológica que afectó la guerra en
el mar desde el inicio de la era del vapor y del acero. En Venezuela, si tomamos en
consideración, en primer lugar, las políticas adoptadas para desarrollar un poder en
el mar, en segundo lugar, la implantación de una infraestructura que marcó el inicio
del desarrollo del poder marítimo venezolano, en tercer lugar, las armas utilizadas
por los marinos venezolanos entre 1899 y 1938 y, en cuarto lugar, la divulgación de
reflexiones relacionada con la política marítima que debería practicarse en el país
para aumentar la efectividad del desarrollo marítimo venezolano realizadas por
Díaz, podemos afirmar que al menos un sector de la sociedad venezolana estuvo a la
par de las tendencias mundiales. Ha faltado que la política, como expresión de la
sociedad, sea su fiel reflejo y no de una parcialidad que a todo lo largo del siglo XX y
principios del XXI nos ha colocado como un país dependiente. En este sentido, la
parcialidad política que ha afectado el desarrollo del poder naval venezolano se ha
evidenciado en el monopolio de los sistemas de armas que en el pasado como en el
presente, con la excepción de los torpederos veteranos de Río Hacha y los medios
navales adquiridos entre los años cincuenta y ochenta del siglo pasado, lo ha tenido
el ejército.
mar caribe y el Atlántico meridional, Venezuela no tuvo otra participación en la
guerra que la presencia de unos voluntarios que actuaron de forma representativa
en ese conflicto (Blanco, 2014), por lo que, en cierta forma, fueron válidas las
preocupaciones de Ramón Díaz en lo concerniente a la necesidad de formar al
oficial naval venezolano para estar a la altura de un nuevo tipo de guerra que nos
afectaría de manera directa y categórica entre los años 1942 y 1944.
Si podemos hacer una conclusión general de todo lo expuesto, los dogmatismos, así
como nos lo ha indicado Kuhn (2004), han impedido el desarrollo del conocimiento
y así como un general alemán expresó que los errores en una guerra se corrigen en
142
Teoría y praxis de la guerra en el mar entre 1914-1918 y su influencia en Venezuela.
la próxima, los extremos teóricos prevalecientes antes de la guerra del 14 fueron
convergiendo a un punto de equilibrio en lo que concierne a la teoría y a la praxis.
Lástima que Venezuela, a cien años del estallido de la Gran Guerra, esté sumergida
en un extremismo en lo que concierne al poder naval.
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www.boletinhistoricoshgchile.com www.shgchile.com
HERNANDO LAMERO DE GALLEGOS, NAVEGANTE Y ESTANCIERO.
Ricardo Andrés Loyola
Chile
RESUMEN.
Muchas personas cruzaron el Atlántico, autorizados por la Casa de Contratación,
con destino a América, evidenciando en sus presentaciones distintos motivos,
algunos muy mundanos, para llegar a las Indias. Algunos como Hernando Lamero
de Gallegos quisieron prestar ayuda y ampliar sus conocimientos personales en la
navegación, aprovechando lo indómito y misteriosos del territorio, sirviendo al Rey
en estas tierras y aportando con su sabiduría en las expediciones y derroteros
costeros que se iban delineando poco a poco. La misión autoimpuesta de Lamero
fue esa y con esto logró una serie de elogios que se concretaron en la merced de
tierras en el valle de Longotoma, tierras que nunca conoció ni tuvo la oportunidad
de gozar, ya que la lejanía y la edad le impidieron. El presente trabajo trata acerca de
esta dualidad de mostrar al hombre navegante y a quien fue uno de los primeros
dueños de lo que hoy se conoce como el valle de Petorca en toda su extensión.
Palabras claves: Navegante, Pacífico, Petorca, Longotoma, Agustinos.
ABSTRACT.
Many people crossed the Atlantic, authorized by the House of Hiring, to America,
evidencing in their presentations various motives, some very mundane, to reach
the Indies. Some like Hernando Lamero de Gallegos wanted to help and expand
their personal knowledge in navigation, taking advantage of the indomitable and
mysterious of the territory, serving the King in these lands and contributing with
his wisdom in the expeditions and coastal paths that were gradually delineating .
Lamero's self-imposed mission was this, and with this he achieved a series of
accolades that took the form of land grants in the Longotoma Valley, lands that he Abogado, Licenciado en Ciencias Jurídicas, Universidad de Valparaíso. Presidente Sociedad de Historia y Geografía de Chile. Correo electrónico: [email protected]
145
Ricardo Andrés Loyola
never knew or had the opportunity to enjoy, as distance and age prevented him.
The present work is about this duality of showing the navigator man and who was
one of the first owners of what is now known as the valley of Petorca in all its
extension.
Keywords.
Navigator, Pacific, Petorca, Longotoma, Augustinians.
Hernando el navegante.
Las motivaciones del ser humano en cuanto a dejar su lugar de asiento permanente,
donde mantiene sus relaciones y su hábitat son diversas según el caso y las
circunstancias, sin embargo muchas veces se resumen en la búsqueda de nuevos
horizontes, la codicia o simplemente la aventura. Quizás esto último es lo que más
motive a navegantes, como es el caso de Hernando Lamero o Hernando Gallego o
Hernando Lamero de Gallegos, cualquiera sea su denominación.
Nuestro personaje, nace en la provincia de La Coruña1 en España, siendo de
ascendencia noble, llevando la calidad de hijodalgo, tal como lo señalan sus
conocidos y él personalmente en las solicitudes que eleva a Virreyes y al
mismísimo monarca hispano. Desde niño se embarcó en diversos navíos buscando
la aventura de los marineros, figurando en las naos que iban a las Indias como
maestre, por ejemplo después de haber estado en Nueva Cádiz, de la isla Margarita,
los registros lo sitúan en Sevilla en 1536 reclamando en un pleito sobre la venta de
una navío.2
Sin embargo la aventura de conocer lo motivó a dirigirse al mar del sur y colaborar
con la empresa real de explora y conocer cada recodo de la costa austral, por donde
tantos peligros de avizoraban y tantas naves extranjeras podían entrar al conocer
más que el hispano esas tierras olvidadas y dejadas al arbitrio de los navegantes que 1 MURGIA Manuel. Galicia sus momentos y artes su naturaleza e historia España. Parte Primera. Barcelona: 1888, p. 326. 2 JAUDENES GARCÍA, José. El piloto Hernando Lamero Gallegos de Andrade. En Revista General de Marina. Ministerio de Marina Octubre 1959. Madrid, p. 473 y siguientes.
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Hernando Lamero de Gallegos, navegante y estanciero.
osados se internaban. Es así que ya en la América del Sur, le toca ser parte de las
exploraciones hacia Magallanes mandadas a formar por el virrey Antonio de
Mendoza en 1557, allí se embarca en la nace San Luis como piloto a cargo del capitán
Ladrillero zarpando el 17 de noviembre de aquel año desde Valdivia. En este viaje la
embarcación, dirigida por Lamero logra hacer con el Estrecho y navegar por él hasta
llegar a la punta de la Posesión el 9 de agosto de 1558, desvaneciendo la creencia de
la imposibilidad de navegar por el Estrecho de Magallanes hacia el oeste. Tras el
viaje, el 9 de enero de 1559 regresa a Valdivia con menos de la cuarta parte de la
dotación3.
Tras este viaje, se puso al servicio del Gobernador del Perú, el licenciado don Lope
(o López) García de Castro, embarcándose en la misión de descubrir las islas de
cual habiendo navegado por dos meses sin ver tierra, descubrió la parte sur de la isla
de veinte islas de grande grandeza y fertilidad, y algunas de más de cuatrocientas
4.
Su tripulación dejaba testimonio que Lamero, siguiendo las órdenes de Alvaro de
Mendaña, quien iba a cargo de la exploración, saltó a tierra y recorrió la isla hasta
cerca de dieciséis o dieciocho leguas, camino en el cual también tuvo que pelear con
una serie de indígenas que lo combatieron; también se cuenta que recorrió en
bergantín la costa y otras islas cercanas5; oficiaba como jefe del bergantín don Pedro
Ortega y Hernando Lamero como piloto, llevando una dotación de 30 hombres,
quienes descubren las islas La Galera, Buenavista, San Dimas, Flores, Gudalcanal,
San Jorge, San Marcos, San Jerónimo, estando de regreso tras un mes y medio de
navegación en Santa Isabel.
3 Ibid. 4 Ibid. 5 Colección de Documentos Inéditos para la Historia de Chile. Tomo XXV. Imprenta Elzeviriana. Santiago de Chile: 1901, p. 316 y siguientes.
147
Ricardo Andrés Loyola
Nota aparte merece su travesía a pie por la isla mayor, ya que junto con las
peripecias de combate con algunos grupos de indígenas, pudo finalmente mantener
una cierta relación con algunos, intercambiando presentes y comida, en esa
convivencia los naturales le habrían ofrecido el plato típico de la isla consistente en
un cuarto de brazo de un muchacho, con mano y todo, lo cual significó una sorpresa
desagradable para los hispanos, quienes en ese acto y en presencia de los indígenas
días con tranquilidad en la isla, siendo visitados con frecuencia por los nativos, en
esas comunicaciones uno de los jefes, que había intimado con los hispanos y que se
encontraba enemistado con los otros tabiquis, les comentó que en una reunión de
los jefes de la tribu se había acordado capturar al General Mendaña para luego
comérselo, situación que los puso en alerta ante un probable ataque que finalmente
no se realizó6.
Tras esta misión, Juan Fernández reconocido piloto y compañero de Lamero en una
serie de viajes7, resalta que tras la misión de Mendaña, nuestro personaje se radicó
en Chile y estando en el puerto de Santiago (que algunos refieren directamente
como Valparaíso), habría aprestado un navío para volver al Callao, el cual fue
tomado por sorpresa por el capitán ingles Francisco Drake, quien finalmente quemó
8. Ante la pérdida y fugaz
ataque, Lamero requirió de las autoridades se le proporcionase un navío con el cual
dar aviso al Perú de la entrada del intimidante corsario, mas no tuvo una respuesta
inmediata de las autoridades sino días después, cuando se le otorga un pequeño
barco con el cual dio aviso a toda la costa norte de la amenaza. El citado auxilio lo
consiguió de parte del Gobernador de Chile, don Rodrigo de Quiroga quien con
fecha 16 de enero de 1579 expide una orden por la cual manda a Lamero dar aviso al
6 JAUDENES GARCÍA, José. Ob. Cit. 7 Respecto a la conjunción con este piloto existe una controversia en el análisis de fuentes, respecto a una cierta navegación común por Oceanía y la Patagonia Oriental, la cual se acentúa con las citas
e la cual existen varias hipótesis al respecto. Para todo lo anterior se recomienda revisar a Martin Fernández de Navarrete. Colección de los Viages y
. XIII y 220. 8 Colección de Documentos Inéditos para la Historia de Chile. Ob. Cit.
148
Hernando Lamero de Gallegos, navegante y estanciero.
sumas de pesos de oro, las cuales conforme al mismo Lamero ascendieron a la suma
que oscilaba entre 24.000 y 200.000 pesos9. Quiroga finalmente le ordena a
Lamero ir al puerto de la Ligua, que debiese ser en la actualidad Papudo, y
embarcase allí con los marineros y gente que lleve, obligándose a dar aviso por
todos los puertos hasta la ciudad de Los Reyes y entregar en ellos los despachos del
gobernador al Virrey. Así también le dio facultad para que si se topaba con algún
ión, lo acometiese y
tomase, estando todas las personas que iban a bordo del barco sometidas a las
órdenes de Lamero, a quien se le otorga el título de caudillo para lo conveniente en
caso de guerra y con esto tiene facultad para armar el dicho barco, tomar caballos e
indios y todo bastimento que fuese necesario, impidiendo a cualquier persona que
embargase la labor bajo pena de mil pesos de oro para la Cámara de Su Majestad.
Finalmente ordena que se pueda tomar las tablas y clavos que sean necesarios para
el empavezamiento del barco, obteniendo los materiales de donde fuera a cuenta y
razón del gobernador y su caja10.
Es así entonces que asume el viaje en 1579 hacia el Perú alertando a las costas, mas
su alerta fue bastante criticada, puesto que al final de todo, las advertencias que dio
Lamero al Virrey Francisco de Toledo respecto de Drake fueron erróneas, tras lo
cual la decisión del Virrey de perseguir al corsario en comitiva al mando de Pedro
de Sarmiento hacia Panamá, fue una empresa infundada y con resultados más que
negativos11.
Sin embargo y pese a las críticas hacia 1579 y llegando ante el Virrey Francisco de
Toledo, fueron solicitados sus servicios para una nueva armada que creó el
gobernante, con el fin que se descubriese definitivamente el Estrecho de
Magallanes, aguardando allí la llegada del corsario inglés. Para esta misión Lamero
fue nombrado piloto mayor con órdenes que si faltaba general o almirante de la
dicha armada, el piloto mayor ocupara el cargo vacante.
9 WAGNER, Henry. world. P. 389. 10 Colección de Documentos Inéditos para la Historia de Chile. Ob. Cit. 11 WAGNER, Henry. Ob. Cit.
149
Ricardo Andrés Loyola
El citado viaje fue todo un éxito y en varias jornadas se descubrieron nuevo hitos
geográficos claves para detener las invasiones o la presencia de los enemigos en las
costas hispanas, en una de ellas, la del 11 de diciembre de 1579, se reconoce la boca
del Estrecho de Magallanes descubriendo y dando nombre a la Punta de Nuestra
Señora de la Peña de Francia, Cabo Santiago, Ancón de los Arrecifes, Islas de San
Buenaventura y de Lobos, Canal de San Blas, Monte de la Vera Cruz, Isla se Huyó el
Indio, Ensenada de Nuestra Señora de Guadalupe, Islas de San Martín del Pasaje y
de San Francisco, Puntas de Clara y de Arrecifes, Canal de Santa Clara y Punta de
Farallón, terminando esta jornada la nochebuena de ese año extenuados y casi sin
alimentos12.
Obviamente tras esto se sucedieron una serie de jornadas y más descubrimientos,
cuya enunciación haría demasiado lato este trabajo que sólo desea mostrar los dos
roles que asumió este personaje en la historia nacional. Tras esta misión vuelve a
Chile justo en el momento en que se encontraban alzados los indios de Vadivia,
Osorno y Villarrica, los que habían matado al capitán Gaspar Viera y sus
acompañantes. Las autoridades de Valdivia al ver recalar en el puerto la nave de
Lamero, le pidieron les socorriese con su gente a lo cual el piloto mayor accedió,
desembarcándose con su gente y poniendo sus pasos tras la búsqueda del capitán
Martín Gallegos, al cual halló en huida, siendo incitado por Lamero y su gente a que
retomara el combate aunando las fuerzas, con lo cual pudieron pacificar a los
sublevados.
Reunido un cuerpo de mayor envergadura y alentados por la reciente victoria,
avanzaron casi cinco leguas desde Valdivia, encontrándose con la resistencia
indígena en el valle de Cuchi, donde tuvieron que enfrentarlos saliendo victoriosos
los hispanos. Luego de esto nuestro navegante guio a sus hombres al fuerte donde
había encontrado la muerte el capitán Gaspar Viera, en este lugar se juntó con el
capitán Joan Ortiz Pacheco, con quien tras un fuerte combate logro hacerse del
fuerte. Tras esto siguió sus correrías hasta la vega de Parpalen donde nuevamente se
enfrentó a los indígenas obteniendo una nueva victoria que lo hizo avanzar a la isla
de Nieto de Gaete en donde se tenían noticias que habían más de dos mil indios en
12 JAUDENES GARCÍA, José. Ob. Cit.
150
Hernando Lamero de Gallegos, navegante y estanciero.
guerra recogidos, a los cuales con el grueso de gente que llevaba y que enganchó en
su camino, logró hacer frente de manera positiva13.
Tras estas proezas finalmente continuó su viaje por mar hacia el Callao,
sucediéndole un temporal en plena navegación, lo que le hizo acercarse a tierra en
el paraje de Quedico en la provincia de Arauco. Al acercarse a tierra quiso
desembarcar, mas de buenas a primeras los indígenas habitantes del sector le
señalaron que se resistirían a lo cual Lamero les señaló que eran ingleses luteranos y
que los invitaban a bordo del barco; es así como subió, según el relato de Juan
Fernández a 6 capitanes y 2 caciques, los más belicosos de Arauco quienes fueron
conducidos como prisioneros a el Callao. Miguel Hernández Calera, por su parte,
también conocedor de esta osadía señala números dispares en el embarque de
indios, ya que no sólo se trataría de esta cantidad sino que de 14 indios más que
acompañaban a los capitanes y caciques14.
Ya hacia el año 1583, conforme rezan los documentos de la Contaduría Real y la Real
Hacienda, el virrey Martín Enríquez le nombró capitán de infantería, siéndole
encargado el galeón denominado San Francisco, para que con su gente fuese a Tierra
Firme con plata y oro del Rey y de algunos particulares. En este viaje llevó por
general a don Pedro de Mercado de Peñalosa, en un segundo fue por general Martín
García de Loyola, el mismo que sería gobernador de Chile y en otro con don
Francisco de Mendoza Manrique.
Durante esta última aventura fue tres veces de aviso con una saltía al reino de Tierra
Firme a evitar la entrada de los ingleses y para que se guardase el reino y toda la
costa del Perú al tanto y sobre aviso de las incursiones de los corsarios. Con esta
misma misión navegó con la armada del Rey a las costas de México y Nicaragua
donde pasó grandes necesidades, pero también realizando importantes
descubrimientos de nuevos puertos especialmente en Nicaragua. El capitán Gaspar
Sánchez de Piazuela cuenta en sus informaciones sobre Lamero, que estando
navegando en Tiguantepeque el navio a las órdenes de nuestro personaje comenzó a 13 Colección de Documentos Inéditos para la Historia de Chile. Ob. Cit. 14 Todas estas citas aparecen claramente en la obra citada Colección de Documentos Inéditos para la Historia de Chile. Tomo XXV.
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Ricardo Andrés Loyola
abrirse por lo que arribó al puerto de Sonsonate donde le pidió a las justicias y
autoridades un nuevo barco, contando incluso que le ofreció a un tal Alejandro de
Niza comprarle un navío que tenía en el puerto al precio de dos mil pesos al
contado y lo demás en fianzas de su propio peculio. Esta información es
corroborada por Francisco Manrique de Lara, caballero del hábito de Santiago y
factor de la Real Hacienda de Su Majestad, quien manifiesta que Lamero siguió al
corsario inglés Tomas Dens por el Caribe, trabajando en conjunto con el capitán
Cristóbal de Cardenas en esta misión15.
De todas sus peripecias navales quedó un gran legado de sabiduría y conocimiento
de los derroteros de las costas del sur y centro de América, pero especialmente de
las de la zona austral, lo que quedó plasmado en la carta dibujada por el padre
Coronelli en Venecia hacia 1696, la cual dedicó a Pietro Foscarini. En esta carta
destaca la gran nitidez y la mejorada situación de la isla Diego Ramírez, a la vez que
en el caso de nuestra investigación, al costado izquierdo y en el margen inferior el
orden de Su Majestad, el Rey de España, refiere que hacia el sur se dejan ver islas
más profunda. Dadas las fechas y pese al nombre propio que ocupa el autor de la
carta geográfica, es posible concluir que aquellas islas situadas al sur de Diego
Ramírez fueron vistas y anunciadas por nuestro Hernando Lamero y no por quien 16.
Ya casi finalizado el siglo XVI, nuestro navegante, si bien no se retira del todo, se
asienta un tiempo en la ciudad de Lima, luego en Cuzco y finalmente en Piura a 72
leguas de Trujillo en Perú, desde donde sigue realizando labores más como
mercader que como marinero de la armada real, así encontramos algunos actos
jurídicos bajo el siguiente tenor17:
15 Colección de Documentos Inéditos para la Historia de Chile. Ob. Cit. 16 BERGOÑO, José. [En línea]. Un enigma de la historia antartica: El descubrimiento de las islas Shetland del Sur. Biblioteca Virtual Universal www.biblioteca.org.ar/libros/156784.pdf. [Consulta: 18 de octubre de 2016]. 17 Catálogo de Protocolos de Escribanos de Lima, Archivo General de la Nación del Perú.
152
Hernando Lamero de Gallegos, navegante y estanciero.
FECHA CONTRATO
21/03/1584 Venta de una mulata. Joan de Soto, residente en Lima, en nombre
de Hernando Lamero Gallegos, vende a Ana Vásquez de Cepeda
una mulata nombrada Juana en cierta cantidad de pesos.
13/07/1590 Poder. Isabel Lamero de Andrade, natural de Chile, da poder a su
padre el almirante Hernando Lamero Gallegos de Andrade y
otros, residentes en Lima, para desposarla con Martín Sánchez de
Gallegos.
10/05/1593 Venta de una esclava. María de Caceres, soltera, residente en Lima
da en venta a Hernando Lamero Gallegos de Andrade, residente
en Lima, una esclava negra llamada Catalina de Tierra Mandinga
de 25 años, en 400 pesos.
23/10/1593 Recibo. Luis de Sanmillan, con poder de Pedro de León, vecino de
Panamá, recibe del almirante Hernando Lamero Gallegos de
Andrada, vecino de esta ciudad, cantidad de pesos por obligación
pendiente.
09/04/1598 Recibo. Martín Sánchez de Solís, residente en Lima, recibe de
Simón Núñez, dueño de recua, en nombre del almirante
Hernando Lamero Gallegos de Andrade, vecino del Cusco,
cantidad de pesos para llevar a España y comprar ciertas
mercaderías.
02/05/1601 Poder. Álvaro Ruiz de Nabamuel, secretario, da poder al General
Hernando Lamero Gallegos de Andrada y a Sebastián Rodrígues,
maestre del navío Nuestra Señora de las Mercedes para pedir,
demandar y cobrar a cualesquier personas.
153
Ricardo Andrés Loyola
Hernando el estanciero.
Lejos de la actividad naval, de la guerra y con los años encima, Hernando Lamero se
asienta en el Perú, primero en Lima, luego en Cusco y Piura al final. Sin embargo y
sin perjuicio de ser de ascendencia hijodalgo de nuestro personaje vivía
modestamente y sólo reconocen sus conocidos y el mismo, que gozaba del tributos
de unos indios en la ciudad de Piura y Paita, el cual obtenía en plata y especies tales
como trigo, maíz y aves respecto de los indios de Lajas, Elrán y Sonda, quienes hacia
1580 tributaron para su encomendero la siguiente razón:
- En plata 116 pesos y 2 tonines
- En trigo 29 fanegas y media
- En maíz 27 fanegas y 75 alumbres
- 18 aves
A lo anterior debía restarse los gastos de la tasa y lo asignado a la correspondiente
doctrina, llegando a calcular en pesos no más o mucho menos de doscientos pesos,
tal como atestigua el mismo Lamero y sus conocidos18.
Hacia el año 1606, nuestro navegante residía en Cusco, en compañía de su mujer,
doña Ana de Prado y Canales, hija del conquistador y capitán Pedro González de
Prado, con quien tuvo dos hijas: Ana de Gallegos quien se desposó con don Antonio
de Raya y Zambra e Isabel Lamero de Andrade quien se desposó con Martín
Sánchez de Gallegos, este último natural Lima mientras ella lo era de Chile19.
Lamero se retiró al Perú, a descansar sus últimos días alejado de la mar y de la
merced que el 18 de marzo de 1591 le diera don Alonso de Sotomayor y que
confirmara sucesivamente Quiñones y García Ramón y Rivera, por medio de la cual
y gracias a sus distinguidos servicios se le otorgó toda la hacienda de Longotoma o lo
que es lo mismo, el valle de Petorca, situado en la parte más septentrional de la zona
central de Chile.
18 Colección de Documentos Inéditos para la Historia de Chile. Ob. Cit. 19 Es del caso hacer notar que para la Congregación Agustina y su historia, Hernando Lamero solo tuvo una hija, Ana de Gallegos, por lo cual creemos que Isabel sería hija natural sólo de Lamero y no proveniente del matrimonio.
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Hernando Lamero de Gallegos, navegante y estanciero.
Este interesante y fértil valle, sin embargo no fue tomado en cuenta por el
navegante, nunca ocupó sus frutos ni lo hizo producir, solamente se contentó con
mantenerlo a salvo, libre y de todos reconocido como de su derecho y dominio. La
única gran disposición que había hecho de gran envergadura en ese vastísimo
territorio fue respecto a que los productos de la hacienda de Longotoma se
r y Padre Fray Domingo 20. Se trataba de un religioso franciscano que llegó a ser Provincial en la
Orden en Chile y amigo íntimo de Lamero, antes que los agustinos.
e
toca al valle de Longotoma de que hay algunos compradores; digo que por ahora, ni
de aquí adelante no hay que tratar de ello: sino que Vuestra Paternidad, como
siempre, lo ampare... . . . y, como otras veces he dicho, lo procedido se sirva vuestra
Paternidad darlo de limosna para hábitos; que yo tengo intento de, en bajando á
Lima, venido que sea el Virrey, dar una vuelta á ese Reino y besar á Vuestra
Paternidad las manos, ...... Las desgracias sucedidas me llegan al alma y el mal suceso
de ese Reino que es nuestra patria: Dios se sirva de apiadarse de ella. Y á Vuestra
Paternidad nos guarde mil años. Del Cuzco, Noviembre 12 de 1603 años. De Vuestra 21.
Conforme a sus palabras queda clara la profunda creencia en la Fe Católica que
profesaba el navegante, dirigida en la persona y en la orden de su amigo franciscano,
mas parece que al cabo de tres años las cosas fueron cambiando y del gusto por la
orden de San Francisco pasó a la de San Agustín, ya que el 6 de agosto de 1606,
Lamero compareció ante el Definitorio de la Provincia, reunido en Cusco, con el fin
de fundar una capellanía en bien de su alma y la de sus padres, dando de dotación
todo el valle de Longotoma, con lo cual su obra, en cuanto a la fe se extendía más
allá que al beneficio de una sola persona, sino que ahora ampararía a toda una orden
con consecuencias, algunas nefastas y otras muy favorables.
20 MATURANA, Víctor. Historia de los Agustinos en Chile. Tomo Primero. Santiago: 1904, p. 155 y siguientes. 21 Ibíd.
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Ricardo Andrés Loyola
Al fundar la capellanía, el navegante señaló
término de la Ciudad de Santiago, en el valle de la Ligua, e junto á la boca del río de
él, hácia la playa de la mar, camino del rio Choapa, sale un estero que se llama
Longotoma y en la parte que el General Gonzalo de los Ríos hizo un ingenio para
sacar plata; atento que el dicho Almirante ha servido á Su Majestad, según de suso se
refiere, túvelo por bien y le hago merced de todas las tierras que en el dicho sitio
estuvieren vacas, que se entiende, en el dicho estero de Longotoma, hácia la playa
de la mar, hácia el dicho río de Choapa, de de la boca del dicho estero hasta su 22. Del texto queda de manifiesto que entrega toda
la hacienda desde el nacimiento del valle en lo que hoy se conoce como Sobrante
hasta la playa que forma la desembocadura del río Petorca, una extensión vastísima
de oriente a poniente y que de anchura limita al norte con Choapa y al sur con La
Ligua.
El traspaso del referido título a favor del Convento de San Agustín de Santiago, por
el cual quedaba constituida y dotada la capellanía se realizó el 10 de agosto de 1606
en la ciudad de Cusco, mas esto no fue lo único que realizo Lamero a favor de los
agustinos, cuatro años más tarde donó al mismo Convento cincuenta cuadras de
tierras que se había reservado en las riberas del mar, traspasando de esta forma en
toda su extensión el valle a de Petorca a favor del Convento.
De esta forma, nuestro ilustre navegante se vio favorecido en tierras en la
gobernación que ayudó a conocer en su extremo más austral, mas nunca usó de
estas en su propio beneficio, sino sólo el espiritual en base al sentido de las
capellanías, o en ayuda de otro como era el caso de su colaboración con el Fray
Franciscano; en suma no conoció mas aquella vez que se embarcó en el puerto de
La Ligua (Papudo), aunque sea la costa de sus tierras, cuando fue ordenado advertir
a los demás puertos del norte y al Virrey de la presencia del capitán Drake.
Finalmente la comunidad agustina, fundó en Longotoma (que es lo mismo para la
época que el valle de Petorca), el octavo Convento de la orden que se tituló San
Nicolás del Valle, del cual sólo en mayo de 1608 el Padre Domingo Soto pudo tomar
22 Ibíd.
156
Hernando Lamero de Gallegos, navegante y estanciero.
posesión a nombre de dicho convento sólo de una pequeña parte del valle,
suscitándose hasta 1615 los esfuerzos de los Padres Juan de los Ríos y Pedro de
Valdivia por arrancar de la tenencia a usurpadores que se decían poseedores de
dichas tierras. Los problemas, sin embargo se fueron sucediendo uno tras a otro
para la comunidad, ya que a los problemas de los inquilinos se sumó los de su
vecino más al sur, el dueño de la hacienda del Ingenio en La Ligua, don Gonzalo de
los Ríos que siempre tuvo ansias de incorporar en sus dominios su par de Petorca,
una vez solucionado o pacificado lo anterior, se sucedió la fundación en tierras
agustinas de Santa Ana de Briviesca, poblado que tuvo idénticos problemas que San
Rafael de Rozas y cuyos pormenores merecen un estudio particular y especializado.
Conclusión.
En suma, Hernando Lamero de Gallegos y Andrade pasó a las Indias Occidentales
en busca de aventuras y conocimiento, como intrépido navegante quiso ser parte y
en primera persona, de las proezas de los nuevos descubrimientos y del bautizo de
nuevos puertos, fiordos y otros accidentes ubicados en el extremo más austral del
mundo hasta ese entonces conocido. Sus aventuras y lealtad para con la Corona
hispánica dieron los frutos necesarios y las recompensas en tierras como fue el caso
de Longotoma, la cual sin perjuicio de no haberla aprovechado personalmente, fue
el vehículo por el cual realizó las obras que le engrandecieron su espíritu y creencia.
Su carrera de navegante la vivió de principio a fin, desde niño hasta ya una
avanzada edad, mas su etapa de estanciero la dedicó al regocijo de su alma y
espíritu, entregando finalmente su máxima posesión en tierras chilenas a la
comunidad agustina, quien no exenta de problemas pudo establecer en esta un
convento e iglesia, cuyos resabios aún son apreciables a simple vista en el valle y
cuya estela de juicios especialmente por la fundación de la ciudad de Santa Ana de
Briviesca trajo consigo una estela casi interminable de juicios que se sucedieron
hasta muy avanzado el siglo XIX. Quizás fueron las consecuencias perniciosas de la
dación en capellanía de Lamero, algo que nunca avizoró y que marcó la tenencia de
la tierra en el terruño primitivo de nuestro navegante.
157
Ricardo Andrés Loyola
Bibliografía.
BARROS ARANA, Dieego. Historia Jeneral de Chile. Tomo I y II. Santiago
1884.
BERGOÑO, José. Un enigma de la historia antartica: El descubrimiento de las
Biblioteca Virtual Universal
[www.biblioteca.org.ar/libros/156784.pdf].
Catálogo de Protocolos de Escribanos de Lima, Archivo General de la Nación
del Perú.
Colección de Documentos Inéditos para la Historia de Chile. Tomo XXV.
Imprenta Elzeviriana. Santiago de Chile. 1901
ENCINA, Francisco A. Historia de Chile. Tomo II. Segunda Edición. Editorial
Nascimiento. 1948.
FERNÁNDEZ DE NAVARRETE, Martin. Colección de los Viages y
LOYOLA, Ricardo Andrés. De Capellanis et Census. Editorial Cadquitipay.
2016.
MATURANA, Víctor
Santiago. 1904.
MURGUIA, Manuel. Galicia sus momentos y artes su naturaleza e historia
España. Parte Primera. Barcelona. 1888.
Revista General de Marina. Ministerio de Marina Octubre 1959. Madrid.
WAGNER,
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