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Violación sexual contra mujeres durante el conflicto armado interno Sede Central 3a. Avenida 2-23 zona 1 Ciudad de Guatemala, Guatemala Centro América Teléfonos: (502) 22304851 (502) 22306049 [email protected] Sede Regional en el Departamento de Chimaltenango 5a. Calle 1-11 zona 1, Chimaltenango Teléfono: (502) 78391170 2a avenida 01-11 zona 3, Colonia Bran Ciudad Guatemala, Guatemala Centroamérica. Teléfonos: 2232-1430 / 2253-6071 [email protected] www.ecapguatemala.org “Las mujeres fueron objeto de violencia sexual por parte de agentes del Estado el día de la masacre y que sobrevivieron a la misma, continúan padeciendo por dicha agresión. La Violación sexual fue una práctica del Estado, ejecutada en el contexto de las masacres, dirigidas a destruir la dignidad de las mujeres a nivel cultural, social, familiar e individual…La impunidad en la que permanecen estos hechos ha impedido que las mujeres participen en los procesos de Justicia” Derechos Humanos de las Mujeres Derechos Humanos de las Mujeres Fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre el caso de Plan Sanchéz. Abril 2004.

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Derechos humanos de las mujeresDerechos humanos de las mujeres

Violación sexual contra mujeresdurante el conflicto armado interno

Sede Central3a. Avenida 2-23 zona 1

Ciudad de Guatemala, Guatemala Centro AméricaTeléfonos: (502) 22304851 (502) 22306049

[email protected] Regional en el Departamento de Chimaltenango

5a. Calle 1-11 zona 1, ChimaltenangoTeléfono: (502) 78391170

2a avenida 01-11 zona 3, Colonia BranCiudad Guatemala,

Guatemala Centroamérica.Teléfonos: 2232-1430 / 2253-6071

[email protected]

Derechos humanos de las mujeres“Las mujeres fueron objeto de violencia sexual por partede agentes del Estado el día de la masacre y quesobrevivieron a la misma, continúan padeciendo por dichaagresión. La Violación sexual fue una práctica del Estado,ejecutada en el contexto de las masacres, dirigidas adestruir la dignidad de las mujeres a nivel cultural, social,familiar e individual…La impunidad en la que permanecenestos hechos ha impedido que las mujeres participen enlos procesos de Justicia”

DerechosHumanos

de lasMujeres

DerechosHumanos

de lasMujeres

Fallo de la Corte Interamericana deDerechos Humanos sobre el caso de Plan

Sanchéz. Abril 2004.

Derechos humanos de las mujeres

PresentaciónLa Alianza “Mujeres Rompiendo el silencio” integradopor la Unión Nacional de Mujeres de Guatemala -UNAMG- y el Equipo de Estudios Comunitarios y AcciónPsicosocial -ECAP- , presenta este documentodenominado “Derechos Humanos de las mujeres,que proporciona un esbozo de cómo a las mujeresse nos convierte en víctimas de la violencia, de lapobreza, de la discriminación, de las formas dedominación: la opresión de género, el racismo y laexclusión. Creemos que el contenido de este materialaporta insumos que permitirán que las mujeressobrevivientes de violencia sexual durante el conflictoarmado, puedan pasar de ser víctimas a considerarse sujetas de derecho para asumir roles protagónicosen la transformación de sus proyectos de vida.

Mujeres Rompiendo el Si lencio.Violación Sexual contra mujeresdurante el conflicto armado interno.ECAP y UNAMG. Segunda edición2009. Guatemala.

ECAP y UNAMG. Rompiendo El Silencio.Justicia Para Las Mujeres Víctimas DeViolencia Sexual Durante El ConflictoArmado En Guatemala. F&G Editores.Guatemala. 2006.

ECAP y UNAMG. Tejidos que lleva elalma: Memoria de las mujeres mayassobrevivientes de violación sexualdurante el conflicto armado. F&GEditores. Guatemala. 2009.

Lee otras de nuestras publicaciones:

Derechos humanos de las mujeres

Créditos

Derechos humanos de las mujeresSegunda Edición: Guatemala, 2011Créditos: Equipo Comunitario de Acción

Psicosocial, ECAP Unión Nacional de Mujeres guatemaltecas, UNAMG.

Impreso en: Comunica

Índice¡En el centro de nuestras vidas!- Identidades asignadas de género- Identidades optadas o elegidas

Valorando nuestras fortalezas y experiencias

Transformando los roles y estereotipos que nos discriminan

ECAP-UNAMG

¿Quiénes somos?

A finales del año 2002,feministas individuales, unaorganización de salud mental-ECAP-, y una organización demujeres -UNAMG- iniciamos elproyecto “De víctimas deviolación sexual durante elconflicto armado a actoras decambio: la lucha de lasmujeres por la justicia” a travésdel cual nos hemos propuestog e n e r a r p r o c e s o s d ed e n u n c i a , s a n a c i ó npsicosocial y empoderamientode las mujeres sobrevivientescomo sujetas de cambio, a finde lograr la justicia y la pazcon igualdad de género enGuatemala.

En el 2008 el Consorcio “Actorasde Cambio” se desarticuló,pero en el 2009 ECAP y UNAMGestablecieron una nuevaalianza “Mujeres Rompiendo elSilencio” a la cual se sumóMujeres Transformando elMundo. Esta alianza continúaimpulsando procesos deacompañamiento psicosocial,empoderamiento de lasmujeres y acciones de accesoa la justicia como lo fue el ITribunal de Conciencia contrala Violencia Sexual hacia lasMujeres durante el ConflictoArmado Interno realizado el 4y 5 de marzo del 2010.

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Derechos humanos de las mujeres

Las personas tenemos muchasidentidades. Las identidades sonformas de ser que aprendemos porpertenecer a un grupo, por ejemplo sermujer, ser indígena, ser joven, etc. Conestas identidades nos relacionamos conlos demás.

Y en función de estas identidades, lasociedad nos asigna cualidades,funciones y roles. La sociedad nos dicecómo debemos ser, como mujeres ocomo hombres. Por ejemplo, por sermujeres, nos han hecho creer quesomos débiles e incapaces porquetoda la vida nos dijeron que no valíamosnada.

Con la educación que recibimospensamos que solamente “servimospara la casa” y que somos “lloronas”. Eso no es así, pero así lo aprendemos.

Hemos aprendido a ser SUBORDINADAS.Y esto que aprendemos hace que loshombres tengan más poder y másderechos que nosotras las mujeres.

¡En el centro de nuestras vidas!1

1 Extractos de la memoria del Taller: UNAMG. “Identidad de las mujeres. “ Guatemala 2 y 3 de Marzo 2005.

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Pero estas identidades no son escritasen piedra. Nosotras podemos ircambiándolas en función de lo quequeremos ser. Nosotras podemosdecidir qué forma de ser, de pensar yde actuar queremos tener. Podemosromper con los roles que nos asignanlas culturas y las sociedades.

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Esta tarea no es fácil. Toma tiempo.Son procesos de cambios sociales muylargos porque son ideas enraizadasdesde hace siglos en la mente de loshombres y las mujeres. Muchos ymuchas todavía piensan que estasituación es normal. Por lo tanto, nosenfrentamos a resistencias muy fuertes.

Cuando no queremos cumplircon lo que la sociedad nosobliga a ser, la sociedad noscastiga y nos sanciona. Sonprocesos de cambio muylargos, porque estas resistenciasson producto de relaciones depoder entre mujeres y hombres,en donde los hombres no tieneninterés en cambiar y compartirel poder con las mujeres. Loshombres tienen miedo deperder su poder, y por esop iensan que que remossolamente darle vuelta a latortilla.

Sin embargo, esa no es nuestrapropuesta. Queremos construirun mundo donde todas y todostengan los mismos derechos,donde las mujeres ya noseamos discriminadas por sermujeres , donde seamosvaloradas por las capacidadesque tenemos y por lo quehacemos, y donde tengamoslas mismas oportunidades paradesarrollarnos.

Derechos humanos de las mujeres

piensa que no es decente que lasmujeres estén en espacios públicos,pero si fomenta la participación de loshombres en estos espacios. Desigualesporque todo lo que somos y hacemoslas mujeres no es valorado igual y notiene el mismo peso o reconocimiento. Por ejemplo: “el trabajo domésticorealizado por las mujeres no esreconocido por la sociedad”.Asimismo, una mujer que toma lapalabra en una asamblea comunitariano tiene el mismo reconocimiento quecuando un hombre habla.

Además, la tarea principal de lasmujeres en la sociedad es de “servir alos otros”, y por lo tanto es serdependiente y subordinada a los otros.

Mientras que las funciones de loshombres es desarrollarse comopersonas en el mundo público. En estesentido es importante ver que los rolesy el estatus (posición) que nos asignala sociedad es desigual.

No nos dan las mismas oportunidadespara desarrollarnos. A las mujeres, nosenseñan a estar encerradas en la casa,a ser dependientes, y se nos impideque decidamos lo que queremos sery hacer. A los hombres, se les enseñaa ser libres y a tomar sus propiasdecisiones.

Sin embargo, es importante darsecuenta que desde hace siglos muchasmujeres se rebelan contra estasd e s i g u a l d a d e s , y c o n t r a l adiscriminación que sufren. No aceptanesta situación y luchan contra la ideaque es natural. Esta desigualdad noes natural. Es la sociedad que lo haido construyendo e imponiendo desdehace mucho tiempo.

Es una construcción social. Por lo cual,se puede cambiar a través de nuestrocompromiso de transformar lasituación, luchar por nuestros derechos,y conseguir un trato justo para lasmujeres en todos los ámbitos de lavida: familiar, política, social, culturaly económica.

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Las identidades nos hacen únicascomo personas y al mismo tiempo nospermiten compartir identidades conotras mujeres que tienen similaresidentidades.

Hemos hablado de dos tipos deidentidades:

1. Identidades asignadas de género:Son aquellas formas de ser que los otros(familia, escuela, medios de comunicación,iglesia) nos imponen sólo por el hecho deser mujeres.

Sólo porque tenemos órganos sexualesfemeninos. Por ejemplo: cuando se nos vela vagina y se declara que nacimos niñas,se piensa que solo por tener vagina, yasomos mujeres y tenemos que cumplir conroles de servicio como: Ser ama de casa,madre, esposa, etc. Solamente por eso,los otros piensan que no somos capaces yque somos débiles.

Esos roles son de servicio a los demás, desubordinación y de dar placer a los otros,no toman en cuenta lo que queremos odecidimos nosotras: si queremos estudiar,o si no queremos quedar embarazadas oel número de hijos que queremos tener,etc.

Hemos aprendido con esas identidadesque es “normal” que las mujeres sirvamosa los demás y que los demás nos puedandecir qué tenemos que hacer, sin quecuente nuestra opinión o nuestra decisión.

Derechos humanos de las mujeres

Se vuelven cadenas en las quetenemos que encajar o ajustarnostodas y de las que no podemos salir.E j e m p l o : “ s i u n a m u j e r e sindependiente en una comunidad, nodepende de un hombre para tenerdinero y sale a trabajar fuera, dicenque es una cualquiera”. Se juzga aesta mujer que decide lo que quierehacer de su vida; a través de la idea(o estereotipo) que una mujer debeser dependiente, y debe quedarse encasa a hacer las tareas domésticas.De igual manera, cuando un padreasume responsablemente el cuidadode sus hijos e hijas, los vecinos le criticanpor dejarse mandar por su mujer.Por ser mujeres o por ser hombres, lasociedad nos obliga a cumplir ciertasfunciones o actividades en lasociedad.

Estas funciones o actividades que senos da por tener un sexo determinadose l laman “roles de género”.

Es decir, que la sociedad en que vivimospiensa que las mujeres debemosobedecer lo que otros nos digan y quesomos propiedad de alguien. No nosconsideran como personas al igual quea los hombres. A eso se le llama opresiónde género. Y eso es lo que forma lasidentidades asignadas de género quenos victimizan. Nos dicen que nopodemos, que no debemos, que nohablemos, que no denunciemos, que noprotestemos, que no nos organicemos,etc.

No se valora lo que pensamos, hacemosy queremos. Y nosotras lo vamosinteriorizando, lo vamos creyendo. Poreso nos sentimos incapaces, inútiles, ynunca tomamos decisiones por nosotrasmismas.

Se nos convierte en víctimas de laviolencia, de la pobreza, de ladiscriminación, etc. Víctimas porquehemos aprendido a ser pasivas, y a nodecidir lo que queremos para nuestrasvidas. Dejamos que los otros decidan pornosotras. Cuando somos víctimas nossentimos inferiores a los demás, tristes, noconocemos nuestros derechos, no noscuidamos, no nos informamos, etc.

Como mujeres vivimos tres formas dedominación: la opresión de género, elracismo y la exclusión de clase. Laopresión de género ya dijimos que esporque somos mujeres que se nosdiscrimina, violenta y excluye; el racismoes porque somos indígenas.

Si somos mujeres indígenas, se cruza laopresión de género y la opresión étnica. Se nos discrimina por doble razón. Sisomos mujeres indígenas pobres, es aúnpeor la violencia y la exclusión que vivimosconsiderando que son triples las razonespor las que nos discriminan.

Cuando luchamos conscientemente encontra de estas opresiones de género,etnia y clase, dejamos de sentirnos comovíctimas. Nos sentimos como personasdignas, que merecen respeto, comosujetas que transformamos.

2. Identidades elegidas “sujetas”:Son identidades que escogemos a partirde un proceso de reflexión en dondehacemos y decimos lo que queremos ser. Es la capacidad de expresar, de sentir yvivir desde los sentimientos profundoscomo mujeres, con libertad.

Por tener un cuerpo diferente, se nosasignan diferentes tareas desde quenacemos. Por tener una vagina y lacapacidad de dar a luz, se nos obligaa asumir las tareas de la casa, y se nosimpide estudiar, aprender a tomardecisiones, a hablar en público, y adesarrollarnos.

En cambio, a los hombres, desde que nacen, se les dice que deben tomardecisiones por el bien de la comunidady del país, que deben mandar, quedeben ir a trabajar fuera.

Estas tareas no solamente sondiferentes, sino que son opuestas ydesiguales. Opuestas porque todo loque se considera adecuado para unhombre no lo es para una mujer. Así,la sociedad piensa que no esadecuado para un hombre cuidar asus hijos e hijas, mientras que obliga al a s m u j e r e s a a s u m i r e s t aresponsabilidad. Asimismo, la sociedad

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Derechos humanos de las mujeres

Empezamos a elegir identidades desujetas cuando tomamos concienciade nuestra opresión y luchamos todoslos días contra ella.Es el haber sido víctimas y convertirnosen sujetas de nuestra vida en lafamilia y en la comunidad. Sabernoscapaces, valorizadas y sentirnos libres.En el proyecto2 iniciado por ECAP yUNAMG quisimos vivir juntas unproceso en el que tomemosconciencia que hemos sido víctimasde violencia y discriminación.

Pero lo importante no es quedarseallí, sino luchar como sujetas denuestras propias vidas junto a lasmujeres que han sido sobrevivientesde la violencia sexual durante elconflicto armado. Como “sujetas”tenemos que hacer respetar nuestrosderechos, optar por ser protagonistas,decidir lo que queremos ser y lo quequeremos hacer.

A LOS HOMBRES, DESDE NIÑOS LES DICEN QUE:

Deben ser fuertes y durosDeben mandarDeben ser independientesDeben ser seguros de sí mismosDeben estudiarDeben llevar dinero a la casaNo deben ser cariñososNo deben llorarNo deben de hacer mandados

Es por eso que en la nueva alianza“Mujeres rompiendo el silencio” entreECAP y UNAMG, y a la que se hasumado Mujeres Transformando elMundo (MTM), y las mujeressobrevivientes de violencia sexualdurante el conflicto armado hemosemprendido la lucha por la justicia ypretendemos construir alternativasque posibiliten el acceso a la misma.

El problema de estas ideas sobre las mujeres es que no corresponden a la realidad yademás, nos hacen ver como personas inferiores. Estas ideas son falsas, porque notoman en cuenta las capacidades reales que tenemos como mujeres.

Además, son ideas que nos disminuyen y que nos humillan, porque no nos dan el mismovalor y poder que a los hombres. Son ideas utilizadas por toda la sociedad parajustificar y promover la discriminación contra nosotras y para obligarnos a quedarnosen la casa.

Estas ideas se llaman “estereotipos de género”. Los estereotipos son prejuicios ocreencias que la sociedad tiene sobre lo que debe ser una mujer y lo que debe serun hombre.

Se vuelven obligaciones y reglas que se tienen que cumplir. Se vuelven modelos quese tienen que seguir, y a través de ellos se juzga o critica a las mujeres y a los hombres.

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2 “De víctimas de violación sexual durante el conflicto armado interno a actoras de cambio: la lucha de las mujeres por la justicia”

Derechos humanos de las mujeres

En nuestras comunidades las mujereshemos sido educadas como seresobedientes y sin derechos. No se nosconsidera con la misma capacidadque los hombres. Muchas veces lasociedad, nuestros esposos, nuestrafamilia nos dice que solamente“servimos para la casa”.

Es como si no fuéramos personas.Se nos menosprecia por ser mujeres,y todo lo que hacemos no se valoraigual a lo que hacen los hombres.Nadie valora el t rabajo quedesempeñamos para contribuir aldesarrollo de la familia y de lacomunidad.

Nosotras lavamos, vamos a buscaragua, preparamos la comida parala familia, cuidamos a los animalitos,sembramos y cosechamos. Tambiénpreparamos la comida cuando hayreuniones en la comunidad,

3 UNAMG. Taller: “Valorando nuestras fortalezas y experiencias”. Guatemala 3 y 4de Mayo 2005.

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Valorando nuestras fortalezas y experiencias3

cuidamos a los enfermos y hacemosde comadrona cuando no hayservicios de salud en la comunidad.

Todo este trabajo que hacemos esindispensable para el bienestar de“los otros”. Sin embargo, nunca esreconocido por nuestros esposos, nipor las autor idades de lacomunidad, ni por el Estado.

Al oír todo el día que no servimospara nada, acabamos creyéndolo. Lo interiorizamos. Nos sentimosincapaces de hacer las cosas,inútiles y tristes.

Transformando los roles y estereotipos quenos discriminan

Las mujeres y los hombres nacemos con un sexo diferente. Y por tenerun sexo diferente, la sociedad nos da menos valor, y poder a las mujeres. ¿Por qué por tener vagina y pechos, la sociedad piensa que solamentesomos buenas para la casa?, ¿Por qué a los hombres se les considerasuperiores?

Porque tenemos cuerpos diferentes, la sociedad construye unadesigualdad muy grande entre mujeres y hombres.Muchas ideas que se dicen en nuestra familia, en la escuela,en la comunidad y en la iglesia, nos hacen creer desdeniñas, que por ser mujeres somos menos fuertes, menosinteligentes y más l loronas que los hombres.

DESDE NIÑAS NOS DICEN QUE LAS MUJERES:

Debemos cuidar a otrosDebemos ser madresDebemos ser obedientesDebemos ser calladasDebemos ser bonitasDebemos trabajar en la casaDebemos ser aguantadoras

Derechos humanos de las mujeres

4 Carolina Cabarrús, Dorotea Gómez, LigiaGonzález. “…Y nos saltamos las trancas. Loscambios en la vida de las mujeres refugiadasretronadas guatemaltecas” Consejería enProyectos. Guatemala, mayo 2000. P. 47 5 Ibíd. Págs. 23 y 46

Para convertirnos en “sujetas decambio o transformación”, esi m p o r t a n t e q u e n o sencontremos con nosotrasmismas, valorando las grandescapacidades y experiencias quet e n e m o s c o m o m u j e r e s .

Entre más conozcamosnuestras fortalezas ys a b e r e s c o m omujeres vamos a ir

a d q u i r i e n d om a y o rs e g u r i d a d ,

c o n f i a n z a yre speto paranosotras mismas.E n t r e m á slogremos hacer loque decidamos,n o s d a r e m o s

cuenta que si podemos. Entremás logremos hacer lo quedecidamos, nos daremos cuentaque si podemos. Entre mástomemos conciencia de quet e n e m o s d e r e c h o s , m á sp o d r e m o s l u c h a r p a r adefenderlos.

Cómo lo recuerdan las mujeres refugiadas retornadasguatemaltecas:

“Como estábamos organizadas, pudimos aprendermuchas cosas. (…). Nos capacitamos bastante. Ahorasabemos que tenemos iguales derechos que loshombres. Que toda la familia debe compartir el trabajoen el campo y en la casa. Aprendimos que lo quehacemos en la casa es trabajo y vale. Ahora yasabemos que nadie tiene derecho a hacernos daño,y que si el hombre nos maltrata podemos denunciarlo.(…).

Cuando los hombres se den cuenta de nuestracapacidad y nuestra fuerza, tendrán que aceptarnosy respetarnos. Y las instituciones que llegan a lacomunidad nos buscarán, nos reconocerán y nostomarán en cuenta”5.

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Nos sentimos solas y tenemos miedo detodo, de decir las cosas, de tomardecisiones, de hablar en público.Acabamos aprendiendo a callar, a nodeci r nuest ra opin ión y a serdependientes.

Hasta juzgamos a las otras mujeres através de esta misma mirada. Nor e c o n o c e m o s l a sexperiencias ni creemosen las capacidades delas mujeres que nosrodean: a nuestramadre, a nuestrasvecinas, a nuestrasc o m p a ñ e r a s d etrabajo y amigas.Muchas veces, porn u e s t r o s p r o p i o scomentar ios , no lesc r e e m o s , l a sdespreciamos.

Pero todo puede cambiar. Podemospasar de ser víctimas pasivas a ser sujetasde nuestras propias vidas. Podemosdecidir lo que queremos hacer y lo quequeremos ser sin que importe lo que “losotros” piensan.

“Recordemos siempre que el trabajo quehacemos en la casa es muy importante. Sinese trabajo seríamos todavía más pobres ynuestras hijas e hijos crecerían solitos comoárboles que han sido olvidados por los pájaros. Por nuestro trabajo, nuestros maridos puedensalir a ganar algo y participar en lacooperativa. Nuestro trabajo vale mucho yqueremos que todos y todas en la comunidadlo valoren y lo reconozcan.”

Mujeres refugiadas retornadas guatemaltecas4

Como sujetas debemosr e s c a t a r n u e s t r a sexper ienc ias , va lo rarnuestras capacidades, ytomar conciencia quetenemos derechos para irconstruyendo confianza yseguridad en nosotras. Escon esta confianza quepodremos tomar decisionessobre nuestras propias vidas,decidir lo que queremos sery lo que queremos hacer, yhacer respetar es tasdecisiones por “los otros”.

Valorar los conocimientos, lasfortalezas y experiencias queposeen las mujeres en su conjuntoes importante para reconocer quetodas valemos y que todas tenemoscapacidades.

Eso nos permitirá tejer relaciones desolidaridad entre nosotras. Juntaspodemos darnos más fuerza y valorpara enfrentar y solucionar nuestrosproblemas.