depÓsitos de cobre sedimentario del grupo...
TRANSCRIPT
0
DEPÓSITOS DE COBRE SEDIMENTARIO DEL
GRUPO NEUQUÉN
Minas Yaraví Norte, La Cuprosa, La Barrosa y La Nuestra
Barda González – Sierra Barrosa
Departamento Confluencia - Provincia del Neuquén
República Argentina
- Consultora Minera R.B. -
INFORME GEOLÓGICO (Relevamiento de Prospección)
Mayo de 2008
ÍNDICE
1
RESUMEN
3
INTRODUCCIÓN
4
Ubicación del área de estudio
4
Alcance técnico del trabajo
4
Metodología de trabajo
6
CONTEXTO GEOLÓGICO REGIONAL
6
Síntesis geológica regional
6
Geología del área de estudio
7
Antecedentes de los depósitos sedimentarios cupríferos del Neuquén
10
RELEVAMIENTO GEOLÓGICO: ÁREA BARDA GONZÁLEZ – SIERRA
BARROSA
16
Caracterización geológica-estratigráfica de los yacimientos cupríferos de
Barda González y Sierra Barrosa
16
MINA YARAVÍ NORTE
27
Datos generales 27
Tipología del yacimiento 27
Datos cuantitativos del nivel mineralizado 34
MINA LA CUPROSA
35
Datos generales 35
Tipología del yacimiento 35
Datos cuantitativos del nivel mineralizado 41
2
Recomendaciones para las labores de exploración y muestro 41
MINA LA BARROSA
42
Datos generales 42
Tipología del yacimiento 43
Datos cuantitativos del nivel mineralizado 45
Recomendaciones para las labores de exploración y muestro 45
MINA LA NUESTRA
46
Datos generales 46
Tipología del yacimiento 46
Datos cuantitativos del nivel mineralizado 48
Recomendaciones para las labores de exploración y muestro 48
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES GENERALES
49
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA 52
ANEXOS
I. Mapa geológico de la Mina Yaraví Norte.
II. Mapa de recursos mineros de la Mina Yaraví Norte.
III. Mapa geológico de la Mina La Cuprosa.
IV. Mapa de recursos mineros de las Minas La Cuprosa y La Barrosa.
V. Mapa geológico de la Mina La Barrosa.
VI. Mapa geológico de la Mina La Nuestra.
VII. Mapa de recursos mineros de la Mina La Nuestra.
RESUMEN
3
El presente informe corresponde a un estudio de relevamiento de prospección geológica
realizado en el área de Barda González y Sierra Barrosa Oeste, Departamento Confluencia,
Provincia del Neuquén, República Argentina; por pedido de AMA RESOURCES INC.
(Miami, Florida, U.S.A.). El objetivo de dicho relevamiento consiste en la descripción y
caracterización estratigráfica y minera de los yacimientos de cobre sedimentario alojado en
rocas del Cretácico Superior de la Cuenca Neuquina (Minas Yaraví Norte, La Cuprosa, La
Barrosa y La Nuestra). De acuerdo a los resultados obtenidos, se establece que la
mineralización dominante en este distrito se compone de malaquita [Cu2CO3 x (OH)2],
existiendo a manera de mineral de mena asociado pequeñas proporciones de azurita
[Cu3(CO3)2 x (OH)2] y calcantita [CuSO4 x 5H2O]. Dicha mineralización se presenta
dispersa dentro de la fábrica de granos que conforma la ganga o roca mineralizada, ya sea
rellenado los intersticios o espacios porales de la roca o a manera de recubrimiento
(encostramiento) de los granos minerales (detritos o clastos). Los niveles mineralizados
corresponden a depósitos de relleno de canales y barras fluviales, existiendo una marcada
relación entre litofacies y mineralización. Los sectores mineralizados de interés coinciden
espacialmente con la distribución y orientación de las fajas de canales amalgamados que
integran la Formación Portezuelo, principalmente en aquellos niveles situados el tramo
medio-superior de la mencionada unidad. El volumen total inferido de roca mineralizada
para las cuatro minas estudiadas ascendería a la suma de 200.573 m3, mientras el volumen
total supuesto de roca mineralizada sería del orden de los 312.018 m3. Considerando
ambos volúmenes, las reservas probables totales serían de 512.591 m3. Se propone para la
primer fase del programa de exploración la ejecución de 34 perforaciones (290 m lineales
totales) y 31 calicatas, generando un volumen total de roca a remover del orden de los 74
m3. Los resultados obtenidos en esta fase delinearan las futuras acciones a seguir para el
futuro desarrollo del proyecto.
INTRODUCCIÓN
Ubicación del área de estudio
Las minas Yaraví Norte, La Cuprosa, La Barrosa y La Nuestra, comprenden un
conjunto de minas de cobre sedimentario ubicadas sobre el faldeo nororiental de Barda
González y sudoccidental de Sierra Barrosa, Departamento Confluencia, Provincia del
4
Neuquén, República Argentina (Figura Nº 1). El centro poblacional más cercano lo
constituyen las localidades de Plaza Huincul y Cutral-Có, aglomerado poblacional de
aproximadamente 50.000 habitantes y dotadas de todos los servicios básicos primarios.
El acceso a las minas se realiza a través de la Ruta Nacional Nº 22 hasta el ingreso
del camino petrolero que comunica los yacimientos hidrocarburíferos de Challacó con el
yacimiento de Baguales Norte, intersección ubicada a 22,80 km al este de la ciudad de
Plaza Huincul. A partir del ingreso al camino petrolero se avanza en dirección norte a lo
largo de 21,40 km, punto en el cual se llega a la intersección con la huella minera (sobre
mano izquierda) que comunica, tras un recorrido de 1,10 km, con las minas La Barrosa, La
Cuprosa y La Nuestra. El acceso a la mina Yaraví Norte se realiza también a través del
mismo camino petrolero, avanzando en este caso desde su intersección con la Ruta 22,
17,60 km hacia el norte hasta llegar a la intersección con el camino que comunica al
yacimiento petrolero de Aguada Toledo (Sierra Barrosa) con la localidad de Plaza Huincul.
A partir de dicha intersección se avanza hacia el este a lo largo de 4,20 km, punto a partir
del cual se ingresa en dirección norte a una huella en buen estado de conservación,
arribándose a la mina Yaraví Norte tras un recorrido final de 1,50 km.
Alcance técnico del trabajo
El trabajo aquí desarrollado corresponde a un relevamiento geológico de
prospección, siendo sus objetivos principales el levantamiento y ejecución de un mapa
geológico de superficie de cada yacimiento minero analizado; levantamiento de perfiles
estratigráficos de detalle; y el relevamiento, descripción y caracterización estratigráfica y
litofacial de la secuencia sedimentaria y de sus niveles mineralizados. Finalmente, se
sugieren las labores y trabajos a realizar para la etapa de exploración de los yacimientos,
tareas que posibilitarán calificar y cuantificar las reservas existentes y establecer su
viabilidad económica de explotación.
5
Metodología de trabajo
Figu
ra N
º 1. M
apa
de u
bica
ción
.
6
El trabajo se desarrolló en sucesivos viajes de campo, tareas que involucraron el
relevamiento geológico de superficie, identificación de las unidades aflorantes, medición e
identificación de estructuras y volcamiento de los datos recogidos sobre planos
topográficos pre-elaborados de las pertenencias mineras. El levantamiento de los perfiles
estratigráficos se efectuó a través de una vara graduada (“vara de Jacob”), utilizándose
como apoyo de georeferencia un GPS Garmin e-trex Vista CX.
CONTEXTO GEOLÓGICO
Síntesis geológica regional
El sitio en el cual se ubican las minas Yaraví Norte, La Cuprosa, La Barrosa y La
Nuestra, corresponde al sector extraandino de la Cuenca Neuquina; cubeta sedimentaria
ubicada entre los 30° y 40° de latitud sur cubriendo un área de aproximadamente 120.000
km2 (Figura Nº 2). Su relleno sedimentario se conforma por una secuencia cíclica marino-
continental de 6.000 a 7.000 metros de espesor, desarrollada principalmente durante gran
parte de la era Mesozoica (Yrigoyen, 1991, Gulisano y Pleimling, 1995).
La denominada región extraandina se ubica hacia el este de la faja plegada y corrida
que conforma el cordón andino, abarcando el área geomorfologicamente conocida bajo el
nombre de Mesetas Patagónicas Neuquinas (Holmberg, 1978) o Planicies de la Patagonia
Central (Méndez et al., 1995). La misma se caracteriza por el desarrollo de extensas
superficies mesetiformes escalonadas, asociadas a una densa red de cursos efímeros y
cuencas endorreicas de régimen pluvial. En general, esta región presenta un clima
continental frío de tipo semiárido, con precipitaciones medias anuales inferiores a los 200
mm. La vegetación local se encuentra comprendida dentro de la denominada Estepa
Patagónica, compuesta principalmente por plantas xerófilas de escaso follaje y hojas
pequeñas.
Desde el punto de vista de la estructura de subsuelo, la denominada “Dorsal o Falla
de Huincul” (de Ferrariis, 1947; Ploszkiewicz et al., 1984) conforma el principal elemento
estructural y de carácter regional de este sector. Esta estructura ha sido interpretada como
un relieve basamental positivo controlado a partir de una extensa falla de rumbo de
carácter dextrógiro, la cual atraviesa la región centro-oriental del Neuquén en sentido Este-
Oeste controlando la deformación que afecta a la secuencia sedimentaria (Ramos, 1978;
Orchuela et al., 1981). En este sentido, la región analizada se caracteriza por la presencia
7
de una serie de homoclinales de escaso buzamiento y suaves pliegues anticlinales y
sinclinales de gran radio (Ramos, 1978), con valores de inclinación (buzamiento regional)
de la secuencia menores a los 5º en dirección E-NE (Danderfer y Vera, 1992).
Figura Nº 2. Mapa de ubicación de la Cuenca Neuquina
Geología del área de estudio
Barda González y Sierra Barrosa integran parte de un conjunto de extensas
superficies peneplanizadas, limitadas arealmente por resaltos topográficos asociados a
sistemas de fallas de rumbo E-O y relacionadas a la acción ejercida en el área por la Dorsal
de Huincul. Las mencionadas superficies peneplanizadas corresponderían a extensos
planos erosivos clasificados por González Díaz y Ferrer (1986) como "planicies
estructurales por arrasamiento”, cuyo desarrollo respondería a la erosión de la cubierta
sedimentaria superior hasta el nivel de un manto resistente de extenso desarrollo areal;
correspondiente en la mayoría de los casos, a unidades psamíticas del Cretácico Superior.
Los actuales mecanismos modeladores del relieve se relacionan a la acción de la
erosión retrogradante y fenómenos de remoción en masa (Danderfer y Vera, 1992), a los
que se asocia una densa red de cañadones de cursos efímeros, los cuales vierten sus aguas
hacia el Lago Los Barreales o hacia las cuencas endorreicas de Bajo Baguales y Challacó
(Figura Nº 3).
8
Figura Nº 3. Vista general del área. Toma fotográfica efectuada desde el sector de la Mina Yaraví Norte hacia el Bajo de Baguales Norte y Sierra Barrosa. Sobre el primer resalto topográfico del fondo (señalado por la flecha), se ubican las minas La Cuprosa, La Barrosa y La Nuestra.
Estratigráficamente los afloramientos de mayor distribución en el área se
encuentran conformados por las unidades formacionales del Grupo Neuquén, secuencia
sedimentaria continental desarrollada durante el Cretácico Superior en el lapso
Cenomaniano - Campaniano Medio, aproximadamente entre los 99,6 y 76 millones de años
(Legarreta y Gulisano, 1989).
El Grupo Neuquén se encuentra integrado litoestratigráficamente por siete
formaciones y tres subrgrupos (Figura Nº 4), conformando una cíclica alternancia de
niveles psefíticos, psamíticos y pelíticos de origen fluvial, con intercalaciones de episodios
eólicos y lacustres someros (Cazau y Uliana, 1973). La potencia máxima de la secuencia
ha sido estimada por estos últimos autores en el orden de los 1.200 m de espesor,
encontrándose comprendida entre las discordancias Miránica Principal y Huantráiquica
(Leanza y Hugo, 1997).
9
Figura Nº 4. Cuadro litoestratigráfico del Grupo Neuquén.
De acuerdo a Garrido (2000), sedimentológicamente los términos psefíticos
(paraconglomerados y ortoconglomerados polimícticos de granulometría fina a media) se
presentan subordinados a los cuerpos psamíticos y pelíticos. Entre estos últimos, las
psamitas se presentan moderadamente litificadas a friables, con un predominio de
componentes cuarcíticos y cuarzolíticos y, en forma subordinada, cuarzo-feldespáticos y
cuarzo-micáceos. En el caso de los mantos pelíticos presentan también escasa litificación,
estando compuestos principalmente por fangolitas macizas de coloración rojiza, morada
y/o gris-verdosa.
En general los afloramientos del área de Barda González y Sierra Barrosa
comprenden, con la sola excepción de la Formación Candeleros, la casi totalidad de las
unidades del Grupo Neuquén; siendo cubiertas en distintas cotas de terrazas, por depósitos
clásticos pleistocenos y holocenos de escasa potencia (menor a 2,00 m de espesor).
A los fines del interés minero relacionado a los mantos cupríferos del área, la
unidad de mayor interés corresponde a la Formación Portezuelo (Turoniano alto –
Coniaciano?); unidad caracterizada por el predominio de niveles psamíticos amalgamados
10
y genéticamente relacionados depósitos fluviales de moderada energía, asociados a la
acción de ríos meandrosos de carga arenosa dominante (Garrido, 2000).
Antecedentes de los depósitos sedimentarios cupríferos del Neuquén
La primer mención sobre la presencia de mineralización de cobre en sedimentitas
continentales cretácicas del Neuquén extraandino corresponde a Rassmuss (1923), quien
observó en la región de Chihuidos Norte – Sierra de Huantraico, mantos de areniscas
impregnadas con malaquita [Cu2CO3 x (OH)2] y azurita [Cu3(CO3)2 x (OH)2].
Posteriormente Wichmann (1927) vuelve a citar la presencia de areniscas impregnadas con
cobre en la región de Añelo, sobre la margen izquierda del río Neuquén, niveles que
corresponderían a la actual Formación Portezuelo del Grupo Neuquén (Cretácico
Superior).
Los primeros estudios detallados de las areniscas cupríferas del territorio neuquino
fueron desarrollados por Fernández Aguilar (1945). En este informe, el citado autor
describe la litología y yacencia de las manifestaciones cupríferas ubicadas en Barda
González (entre otras), destacando el desarrollo de la mineralización (malaquita) en forma
de nódulos e impregnaciones irregulares, distribuida en horizontes de hasta 8 metros de
espesor. De acuerdo a los análisis realizados por este autor, los valores máximos
(puntuales) de la mineralización, arrojan valores comprendidos entre 3,00% y 4,32% de
Cu. Posteriormente, Angelelli (1950) efectúa una breve síntesis de la información existente
hasta ese momento sobre el conocimiento de las areniscas cupríferas del Neuquén.
Un nuevo estudio detallado de estas mineralizaciones fue efectuado por Granero
Hernández y Schmid (1956), a través de un relevamiento llevado adelante por la ex
Dirección General de Fabricaciones Militares. Estos autores describen para el área de
Barda González una mineralización de cobre consistente en impregnaciones esporádicas de
malaquita [Cu2CO3 x (OH)2] con delgadas “guías de calcosina” [Cu2S], exhibiendo
potencias comprendidas desde unos pocos centímetros a 1,50 m, alcanzando
excepcionalmente valores de hasta 7,00 m de espesor. La ley media establecida por estos
autores para los yacimientos de Barda González es de 1,00% a 1,68% de Cu, teniendo en
todos los casos reducidos volúmenes explotables de rocas mineralizadas.
En la región de Balsa Huitrín, fuera del área de interés de este informe, Soto et al.
(1968) ejecutan un breve estudio de las areniscas cupríferas del Cretácico Inferior y
Cretácico Superior bajo, determinando la presencia de mineralizaciones de cobre
compuestas por malaquita [Cu2CO3 x (OH)2] y azurita [Cu3(CO3)2 x (OH)2] asociadas, en
11
menor proporción, a calcantita [CuSO4 x 5H2O], cuprita [Cu2O], calcosina [Cu2S], y
hematita [Fe2O3]. De acuerdo a estos autores, se observa una íntima relación entre la
mineralización y la presencia de restos carbonosos, existiendo en todos los casos una
concentración media menor al 0,2 % de Cu.
Promediando la década del setenta, Reinoso (1975 a y b) realiza un nuevo
relevamiento de carácter regional sobre las areniscas cupríferas cretácicas del Neuquén,
trabajo en el cual propone para estos yacimientos una génesis relacionada a la acción de
ciclos biostáticos y rhexistáticos que actúan sobre la liberación, movilización y re-
precipitación de los cationes de Cu. Igual modelo es propuesto también por Ramos (1975),
caracterizándolos a su vez como yacimientos de tipo estratoligado asociados a
paleocauces; opinión que luego es compartida por Brodtkorbt (1978) en su síntesis sobre
los yacimientos metalíferos de la provincia del Neuquén y por Danieli y Giusiano (1992)
para los yacimientos cupríferos del Departamento Confluencia.
Finalmente, Lyons (1999) realiza un completo informe sobre la geología e historia
de los yacimientos de areniscas cupríferas del Neuquén; estableciendo un modelo genético
relacionado a procesos singenéticos o diplogenéticos. En este modelo, la circulación de los
fluidos mineralizantes y la consiguiente mineralización de los cuerpos sedimentarios
receptivos se ve favorecida por la elevación del orógeno andino, factor que posibilitó la
generación de una extensa superficie o zona de lixiviación de Cu (cobre), U (uranio) y V
(vanadio) cuya fuente o roca madre correspondería a la secuencia volcano-sedimentaria
que conforma el denominado Grupo Choiyoi (Permo-Triásico).
Tanto Lyons (1999) como Dirección General de Minería de la Provincia del
Neuquén (2003, Informe Inédito), presentan una serie de antecedentes y datos de referidos
a labores de exploración y explotación realizadas en la zona de Barda González, cuya
cercanía a las minas relevadas en este informe hace necesario destacarlos para su
consideración.
Entre los antecedentes de mayor relevancia debe destacarse los incipientes trabajos
de explotación efectuadas durante la década del ´70 por la firma Sapag Hnos. en la Mina
Barda González, cuyas labores consistieron en la ejecución de calicatas y trincheras de
hasta 2,50 m de profundidad y longitudes máximas del orden de los 50 m (Figura Nº 5).
12
Figura Nº 5. Antiguas labores desarrolladas en la Mina Barda González.
De acuerdo al informe de la Dirección General de Minería (2003), la producción de
este yacimiento alcanzó unas pocas miles de toneladas de roca mineralizada, de las cuales
algunos cientos de toneladas fueron transportadas para su procesamiento a la ciudad de
Chos Malal (distante 320 km del yacimiento); resultando antieconómico debido a los
elevados costos del transporte y al alto consumo de ácido sulfúrico utilizado para su
procesamiento metalúrgico.
En este sentido, el mismo informe señala que los análisis realizados en las muestras
tomadas en el área de Barda González por firma Minera Polimet S.A. (entre los años 1994
y 1998), y cuyos estudios fueron realizados en los laboratorios de NAD (Spokane) y
Dawson Metallurgical Laboratories Inc. (Salt Lake City, USA), indicaron un alto consumo
de ácido sulfúrico en la lixiviación del mineral de cobre. De acuerdo a los valores
preliminares obtenidos, dicho consumo se situaba entre 7 y 9 libras de ácido por libra de
cobre, con una recuperación del mismo del orden del 85 a 90%. Estos altos valores en
consumo de ácido sulfúrico, se debería al elevado contenido de cemento carbonático
(calcita) presente en el sedimento.
Las exploraciones llevadas adelante en el área durante el periodo 1994-1998,
completó un total de 9.434 metros de sondaje (por circulación reversa), ejecutada en 163
pozos (Lyons, 1999). Dichas labores permitieron calcular en la zona abarcada por los
sondajes un recurso estimado en 35.500.000 toneladas de roca mineralizada, con un
13
contenido medio de 0,368% de cobre y una ley de corte de 0,15% de Cu. Asimismo,
ensayos realizados en las muestras provenientes de los últimos 80 pozos perforados,
indicaron la presencia de plata con valores comprendidos entre 0,1 y 5,6 ppm de Ag, factor
que valoriza la potencialidad de estas menas (Lyons, 1999).
Entre los años 1994-2002 las firmas MIM y Río Tinto realizaron en la zona de
Barda González nuevas labores de sondaje con aire reversa y diamantina, corroborando las
reservas calculadas por Polimet S.A. y sin lograr una ampliación significativa de las
mismas que justificaran continuar con los trabajos exploratorios, factor que indujo al
desistimiento de los derechos de exploración de los cuales eran titulares las mencionadas
empresas (Informe Dirección General de Minería, 2003).
Es importante señalar además algunas de las características principales de la
mineralización de este yacimiento (Mina Barda González), a los fines de poder establecer
ciertos paralelismo o comparaciones con las minas analizadas en este trabajo. De acuerdo a
las observaciones de campo efectuadas, la roca mineralizada se conforma de areniscas
cuarzolíticas de granulometría media y moderadamente seleccionada, presentando
esporádicos lentes de areniscas gruesas y conglomerados finos de escaso desarrollo (Figura
Nº 6). En general, estos cuerpos psamíticos corresponden a depósitos de canales
amalgamados pertenecientes a la Formación Portezuelo (Grupo Neuquén), conformando
estratoformas de geometría tabular con extensiones laterales del orden de la centena de
metros y espesores comprendidos entre 5 y 25 metros.
La mineralización dominante corresponde a malaquita [Cu2CO3 x (OH)2], la cual se
distribuye de manera más o menos uniforme a lo largo del manto arenoso (Figura Nº 7),
rellenado el espacio poral de la roca y/o recubriendo los clastos. En general, tiende a
observarse un control de la estructura interna de la roca en la distribución de la
mineralización, existiendo una mayor concentración de mineral de cobre a lo largo de los
planos de estratificación.
14
Figura Nº 6. Vista general de los mantos arenosos mineralizados.
Figura Nº 7. Distribución uniforme de la mineralización de cobre (malaquita) en la
arenisca. Vista en corte fresco.
La presencia de malaquita distribuida de manera uniforme dentro del manto rocoso
imprime en la arenisca un característico color verdoso, el cual se torna claramente visible
Areniscas mineralizadas
Lentes conglomerádicos
15
en corte fresco. En algunos sectores, puede observarse la presencia de concreciones
ferruginosas o férrico-magnesianas con alto contenido en mineral de cobre (malaquita),
conformando cuerpos irregulares a ligeramente esferoidales de hasta 0,50 m de diámetro
(Figura Nº 8). Lyons (1999) hace alusión a estas concentraciones anómalas al señalar que
leyes en cobre obtenidas en muestras con valores de 4% Cu a 16% Cu, constituyen casos
puntuales y no son representativas del conjunto.
Figura Nº 8. Concentración de malaquita asociada a concreciones férrico-magnesianas.
Finalmente es de destacar la presencia de mineral de uranio en este yacimiento,
cuyas características macroscópicas permiten asignarlo tentativamente a carnotita
[(VO4)2K2(UO2)2 x nH2O]. Dicha mineralización se presenta en forma de pequeños
“granos” de color amarillo intenso, concentrados en forma de máculas (Figura Nº 9). A
diferencia de la mineralización de cobre, el mineral de uranio se distribuye a lo largo de
pequeñas fracturas y diaclasas del cuerpo rocoso.
A manera de resumen debemos señalar que de acuerdo a Danieli y Giusiano (1992),
la ley media para los yacimientos de cobre sedimentario del área de Barda González es del
orden del 0,5% Cu; caracterizando los Recursos Identificados como subeconómicos y los
Recursos Potenciales como económicos-marginales o subeconómicos. En este mismo
sentido, Lyons (1999) señala que de las más de 20.000 muestras tomadas en los programas
de exploración llevados adelante por distintas empresas mineras, han mostrado
16
sistemáticamente que el contenido de cobre presente en los niveles mineralizado del área
de Barda González excepcionalmente llegaron al orden del 1% de Cu. Sin embargo en
opinión de este último autor, si bien los resultados expuestos indican una baja ley de estos
recursos, no por ello su explotación debe considerarse antieconómica.
Figura Nº 9. Mineral de uranio (carnotita?).
RELEVAMIENTO GEOLÓGICO
ÁREA BARDA GONZÁLEZ – SIERRA BARROSA OESTE
Caracterización geológica-estratigráfica de los yacimientos cupríferos de Barda
González y Sierra Barrosa
17
Los mantos psamíticos mineralizados del área de Barda González y Sierra Barrosa
Oeste se desarrollan dentro de los niveles pertenecientes a la Formación Portezuelo del
Grupo Neuquén (Cretácico Superior). Si bien la mineralización se distribuye en forma
disímil a lo largo de toda esta secuencia, los niveles de mayor interés se ubican en el tramo
medio-superior de dicha unidad.
De acuerdo a las observaciones efectuadas dentro del área relevada, se han
reconocido para la Formación Portezuelo dos grandes grupos de depósitos fluviales: 1)
depósitos de canales y 2) depósitos de intercanales; desarrollándose dentro del primer
grupo los niveles mineralizados de mayor interés potencial.
El análisis sedimentario ha permitido identificar para toda esta secuencia ocho (8)
tipos de litofacies, cuyas características se exponen a continuación:
Facies 1: Conglomerados finos arenosos macizos o con estratificación cruda:
Esta facies se compone por lentes de depósitos conglomerádicos arenosos de granulometría
fina, macizos o con estratificación cruda y coloración ocre oscura (Figura Nº 10). El
espesor de estos depósitos raramente supera los 20 cm y su extensión larteral es del orden
de los 1,50 m a 6,00 m. Conforme a sus atributos sedimentológicos, esta litofacies es
interpretada como depósitos ocasionados por flujos unidireccionales de mediana a alta
energía.
Facies 2: Areniscas gruesas mal seleccionadas con intraclastos pelíticos:
Corresponden a depósitos lentiformes compuestos por areniscas cuarzolíticas mal
seleccionadas, de granulomentría gruesa a mediana y clastos subangulosos a
subredondeados (Figura Nº 11). En general se presentan macizos (sin estructura interna),
con espesores menores a los 25 cm y extensión lateral del orden de la unidad a la decena de
metros. Los colores dominantes en estos depósitos son el amarillo grisáceo a gris oscuro,
presentando además una íntima asociación con la facies 1. Esta facies es también atribuida
a depósitos de flujos unidireccionales de mediana a alta energía.
18
Figura Nº 10. Facies 1: Conglomerados finos arenosos macizos o con estratificación cruda.
Figura Nº 11. Facies 2: Areniscas gruesas mal seleccionadas con intraclastos pelíticos.
Facies 3: Areniscas medianas con estratificación cruzada:
19
Esta facies corresponden a depósitos de areniscas cuarzolíticas bien seleccionadas, de
granulomentría mediana a fina, de clastos subredondeados a redondeados y caracterizados
por la presencia de estratificación cruzada planar dispuestas en sets de 0,30 a 0,70 m y
cosets de hasta 3,00 m (Figura Nº 12). Se desarrolla en cuerpos tabulares o subtabulares,
acuñados lateralmente, con espesores comprendidos ente los 0,50 m y 3,00 m de potencia y
extensión lateral del orden de la centena de metros. Los colores dominantes en estos
depósitos son el amarillo claro o gris amarillento, tornándose marcadamente verdosa fuerte
ante la presencia de mineralización de cobre. Esta facies es atribuida a depósitos de
corrientes unidireccionales de bajo régimen de flujo.
Figura Nº 12. Facies 3: Areniscas medianas con estratificación cruzada.
Facies 4: Areniscas medianas con estratificación en artesa:
Esta facies se compone de areniscas cuarzolíticas moderadamente seleccionadas, de
granulomentría mediana a fina, de clastos subredondeados a redondeados y caracterizados
por la presencia de estratificación cruzada en artesas, conformando sets de 0,20 a 0,50 m y
cosets de hasta 0,60 m (Figura Nº 13). Se desarrolla en cuerpos subtabulares, acuñados
lateralmente, con espesores menore a los 0,50 de potencia y extensión lateral menor a la
decena de metros. Los colores dominantes en estos depósitos son el amarillo claro o gris
amarillento, presentando un íntima asociación con la facies 3. Esta facies es atribuida a
depósitos de corrientes unidireccionales de bajo régimen de flujo.
20
Figura Nº 13. Facies 4: Areniscas medianas con estratificación en artesa (parte superior).
Facies 5: Areniscas medianas con estratificación horizontal:
Estos depósitos se conforma de areniscas cuarzolíticas moderada a bien seleccionadas, de
granulomentría mediana, de clastos subredondeados a redondeados y caracterizados por la
presencia de estratificación horizontal (Figura Nº 14). Se desarrolla en cuerpos tabulares de
poco espesor (menor a los 0,50 m), acuñados lateralmente, alcanzando extensiónes
laterales del orden de la decena a la centena de metros. Los colores dominantes en estos
depósitos son el gris amarillento o gris oscuro, según sea su asociación con otras facies.
Esta facies es atribuida a depósitos de corrientes unidireccionales de alto régimen de flujo.
Facies 6: Areniscas finas macizas:
La facies 6 se compone de areniscas cuarzolíticas macizas, friables, bien seleccionadas, de
granulomentría fina y de clastos subredondeados a redondeados. Se desarrolla en cuerpos
tabulares, acuñados lateralmente, con espesores de hasta 3,50 m y extensiónes laterales del
orden de las decenas a la centena de metros. El color dominante en estos depósitos es el
amarillo claro, presentándo una íntima asociación con las facies 7 y 8 (Figura Nº 15). Esta
facies es atribuida a depósitos de origen tractivo de flujos variados.
21
Figura Nº 14. Facies 5: Areniscas medianas con estratificación horizontal (vista en planta).
Se destaca la presencia de estructuras biogénicas.
Facies 7: Limonitas arenosas laminadas:
Estos depósitos se componen de limolitas arenosas verde-amarillentas, laminadas,
desarrolladas en cuerpos subtabulares acuñados lateralmente, con espesores comprendidos
entre los 1,20 m y 2,50 m (Figura Nº 16). Presentan una íntima asociación con las facies 6
y 8 (Figura Nº 15). Se atribuye a esta facies a la acción de corrientes de bajo régimen de
flujo y/o decantación en cuerpos de aguas estancos.
Facies 8: Fangolitas macizas:
Esta facies de compone de fangolitas rojizas macizas, desarrolladas en cuerpos tabulares de
extenso desarrollo areal. Sus espesores varían entre 1,50 m a 6,00 m, con extensiones
laterales de varias centenas de metros. Presentan una íntima asociación con las facies 6 y 7
(Figura Nº 15), atribuyéndose su origen a la decantación de partículas limo-arcillosas en
cuerpos de aguas estancos.
22
Figura Nº 15. Asociación de facies 6, 7 y 8.
Figura Nº 16. Facies 7: Limonitas arenosas laminadas.
Respecto a los cuerpos sedimentarios identificados, se han reconocido tres
litosomos principales:
Facies 6
Facies 7
Facies 8
23
I) Depósitos de planicie de inundación:
Corresponden a cuerpos tabulares de gran extensión areal, conformados por depósitos de
las facies 7 y 8 (limonitas arenosas laminadas y fangolitas macizas) y, ocasionalmente, por
intercalaciones de delgados cuerpos areniscosos de la facies 5 (Figura Nº 17). En general,
corresponden a sedimentitas originadas por aportes de flujos de desbordes e inundación
(avenidas mantiformes y abanicos de explayamiento) sobre las áreas deprimidas de
intercanales (overbank medio-distal y flood basin).
Figura Nº 17. Depósitos de planicie de inundación.
II) Depósitos de albardón:
Se encuentran conformados mayormente por depósitos de la facies 6 (areniscas finas
macizas) y asociados en menor medida a la facies 7 (limolitas arenosas laminadas) (Figura
Nº 18). Constituyen cuerpos tabulares de moderado desarrollo y marcado acuñamiento
lateral, encontrándose asociados a la depositación del exceso de carga sedimentaria
transportada por el cauce fluvial.
Depósitos de planicie de inundación
24
Figura Nº 18. Depósitos de albardón.
III) Depósitos de canales amalgamados:
Los cuerpos de canales amalgamados constituyen los litosomos de mayor complejidad,
conformandose por una asociación de las facies 1 (conglomerados finos arenosos macizos
o con estratificación cruda), 2 (areniscas gruesas mal seleccionadas con intraclastos
pelíticos), 3 (areniscas medianas con estratificación cruzada), 4 (areniscas medianas con
estratificación en artesa) y 5 (areniscas medianas con estratificación horizontal). Se trata de
un conjunto de cuerpos canaliformes asociados, conformado en conjunto estratoformas de
geometría tabular de 3,00 m a 12,00 m de espesor y extensión lateral de hasta 300 m
(Figura Nº 19). Estos cuerpos psamíticos de canales amalgamados conforman los
principales niveles mineralizados de interés en el área de Barda González y Sierra Barrosa,
razón por la cual daremos aquí especial atenciónl. En este sentido, la interpretación de los
cuerpos permite reconocer internamente una serie de macroformas sedimentarias
compuestas por los siguientes elementos (Figura Nº 19):
a) canales principales: macroforma lenticular en media-caña, conformada por una
secuencia granodecreciente integrada por la facies 1, 2, 3 y 4. En el caso de las facies 1 y 2
constituyen los depósitos residuales de fondo de canal, mientras la facies 4 conforma los
depósitos de thalweg. La facies 3 correspondería a depósitos originados por formas de
lecho transversales (barras), constituyendo más del 75% del espesor total de estos cuerpos.
25
b) Barras de acreción lateral: macorformas amalgamadas lateralmente a los depósitos de
relleno de canales. Se caracterizan por el desarrollo de una marcada estratificación
Figu
ra N
º 19.
Inte
rpre
taci
ón d
e lo
s cue
rpos
can
aliz
ados
.
26
inclinada de moderado a bajo ángulo, conformando individualmente pequeños cuerpos de
geometría ligeramente sigmoide. Su formación se encuentra relacionada a la descarga y
depositación de sedimento sobre la cara interna del meandro en un río sinuoso.
c) Mantos de desbordes: macroformas tabulares a subtabulares conformadas por un
predominio de depósitos de la facies 5. En general estos cuerpos pueden exhibir una
extensa distribución areal, interdigitando con los depósitos de planicie de inundación. Su
origen se relaciona a eventos de credidas y desbordes ocasionados por avenidas caudales
excepcionales.
d) Chutes: pequeños cuerpos canaliformes, menores a los 1,50 m de sección, íntimamente
relacionados a los cuerpos de mantos de desbordes. Su origen se relaciona al flujo de
corrientes parcialmente canalizadas sobre el tope de barras, ocurridas durante eventos de
inundación o desbordes.
Tal como se ya se mencionara, los niveles correspondientes a depósitos de canales
amalgamados conforman los niveles mineralizados de mayor interés en el área. De acuerdo
las medidas de paleocorrientes obtenidas durante los trabajos de campo, las mismas
indican un flujo general orientada en sentido Noroeste (las mediciones individuales varían
entre 255º y 5º), coincidiendo con lo indicado por Garrido (2000) para los depósitos de la
Formación Portezuelo en el área de Sierra Barrosa.
En lineas generales podemos decir, en coincidencia con lo expresado por otros
autores (Ramos, 1975; Danieli y Giusiano, 1992), que existe un marcado control de la
mineralización en función de la distribución de las litofacies. En este sentido, las fajas de
canales arenosos que caracterizan a la Formación Portezuelo, constituirían los niveles de
mayor importancia minera para la exploración y búsqueda de la mineralización de cobre.
MINA YARAVÍ NORTE
Datos generales
Expediente: 1135/94
Sustancia explotable: Cobre (1º Categoría).
27
Superficie: 51 hectáreas
Ubicación: Provincia del Neuquén. Departamento Confluencia. Sección V. Lotes 8 y 9.
Tipología del yacimiento
El perfil litoestratigráfico de la Mina Yaraví Norte, se encuentra conformado por
secuencia sedimentaria escasamente deformada de aproximadamente 50 m de espesor
correspondiente al tramo medio-superior de la Formación Portezuelo (Figuras Nº 20, 21 y
22). Dentro del mismo se reconocen 10 niveles, entiendose por tales a una sucesión de
estratos o capas amalgamadas o interestratificadas litológicamente similares, limitadas en
base y techo por sucesiones de capas de otra litología.
La mineralización se encuentra presente en casi todos los niveles psamíticos del
perfil, no obstante el horizonte mineralizado de potencial interés lo conforma el Nivel VII
(Figura Nº 20). Los niveles III y IX presentan una mineralización puntual y dispersa,
conformada principalmente por delgados horizontes (menores a los 10 mm de espesor) y/o
venillas de malaquita [Cu2CO3 x (OH)2] de escasa continuidad y nulo interés minero
(Figura Nº 23).
En el caso del Nivel VII la mineralización, compuesta en su casi totalidad (de
acuerdo a los observaciones macrospcópicas) por malaquita, se presenta uniformemente
distribuida; ya sea a manera de relleno del espacio intersticial de la roca o como finas
coberturas o encostramiento de los granos minerales (Figura Nº 24). El nivel X ofrece
similares características, no obstante por encontrarse sobre el límite sur de la pertenencia
minera, su distribución areal dentro de la mina es muy reducida (Mapa I y II, anexo).
Los afloramientos del nivel VII presentan en superficie una coloración amarillenta
grisácea a ocre, sin embargo en corte fresco se resalta notablemente la presencia de mineral
de cobre a través de un marcado color verde intenso (Figura Nº 24). El seguimiento lateral
de los afloramientos del Nivel VII, pertenecientes genéticamente a depósitos de canales
amalgamados, permiten observar una continuidad en la mineralización en sentido Este-
Oeste (perpendicular al eje los canales) de aproximadamente 200 m, prolongándose en
sentido Norte-Sur (paralelo al eje de los canales) a lo largo de toda la sección visible del
afloramiento (aproximadamente 90 m). En este mismo sentido, su espesor total varía
dentro de la zona de interés entre los 4,0 m y 7,0 m de potencia. Dentro de este mismo
sector, se presentan tres juegos de diaclasas orientadas en dirección N 2º, N 39º y N 125º y
de buzamiento cercano a la vertical (Figura Nº 25), no presentando ningún tipo de control
particular en la mineralización
28
Figura Nº 20. Perfil litoestratigráfico de la Mina Yarabí Norte (transeca A-A’ Mapa I).
29
Figu
ra N
º 21.
Vis
ta g
ener
al d
e la
secu
enci
a en
la m
ina
Yar
aví N
orte
. Niv
eles
I a
VII
. To
ma
foto
gráf
ica
efec
tuad
a de
sde
el m
ojón
257
6 ha
cia
el su
r.
30
Figu
ra N
º 22.
Vis
ta g
ener
al d
e la
secu
enci
a en
la m
ina
Yar
aví N
orte
. Niv
eles
VII
a X
. To
ma
foto
gráf
ica
efec
tuad
a de
sde
prox
imid
ades
de
la la
bor l
egal
hac
ia e
l sur
este
.
31
Figura Nº 23. Impregnaciones de malaquita en Niveles III y IX. Mina Yaraví Norte.
Figura Nº 24. Mineralización de malaquita del Nivel VII. Mina Yaraví Norte.
De esta manera, es posible circunscribir la mineralización en la mina Yaraví Norte
dentro de la faja de canales que conforma el Nivel VII, dispuesta en orientación Norte-Sur
32
(aproximadamente coincidente con la dirección de las paleocorrientes), y limitados
lateralmente por el cambio facial existente al pasar de depósitos de canales principales a
depósitos de desbordes y albardón (Mapa II, anexo).
Figura Nº 25. Juego de diaclasas observadas en el Nivel VII. Mina Yaraví Norte.
Las antiguas labores efectuadas (realizadas dentro del área interés) han consistido
en la ejecución de calicatas, perforaciones y canaletas (Mapa I, anexo). En este sentido, se
destaca la reciente ejecución de dos canaletas de muestreo de 100 m de longitud por 0,20
m de ancho y 0,10 m de profundidad (Figura Nº 26), cuya fecha de ejecución dataría del
mes de octubre del año 2007. Las mismas han sido ejecutadas a pedido del actual titular de
la mina para la extracción de muestras y ensayos de laboratorio. Los resultados de los
análisis efectuados arrojaron valores preliminares de 2,56% en contenido de Cu, del cual
un 99% correspondería a cobre soluble (A&Smetalúrgica S.A., 2007). Asimismo, el citado
informe consigna que el cobre es fácilmente soluble en solución ácida, llegando a
obtenerse a pH 2 una recuperación de Cu en solución de 99%, con un consumo de ácido
del orden de 60 gr/ton. Estos valores (2,56% en contenido de Cu) está muy por encima de
la ley media mencionada para estos yacimientos (ver Antecedentes), lo cual debería ser
certificado con un nuevo programa de muestreo y análisis.
33
Figura Nº 26. Canaletas de muestreo en proximidades del mojón 2514. Mina Yaraví Norte.
Respecto a las perforaciones halladas dentro de la pertenencia minera o próxima a
sus límites, podrían corresponder a sondeos realizados previamente por antiguos titulares
de la mina (ver Antecedentes). A continuación se listan las perforaciones encontradas y sus
ubicaciones (ver Mapa I, anexo, sin referenciar coordenadas de acuerdo a mapa base):
Pozo Nº 1: 5700326.4765 - 2501540.9013
Pozo Nº 2: 5700326.4756 - 2501545.7241
Pozo Nº 3: 5700394.3304 - 2501473.394
Pozo Nº 4: 5700409.7465 - 2501485.4541
Pozo Nº 5: 5700563.9404 - 2501432.43
Pozo Nº 6: 5700144.5768 - 2501333.488
Pozo Nº 7: 5700412.8652 2501285.3041
Datos cuantitativos del nivel mineralizado
De acuerdo al área de interés identificada para la Mina Yaraví Norte (Mapa II,
anexo), los cálculos de volúmenes inferidos de roca mineralizada aflorante, considerando
un espesor medio del manto de 5,50 m, es del orden de los 179.589 m3 (método por relleno
de figuras geométricas). Si asumimos la continuidad del nivel mineralizado por debajo de
los niveles suprayacentes VIII, IX y X, así como por debajo la fina cubierta de suelo
34
moderno, los volúmenes supuestos de roca mineralizada alcanzaría los 196.754 m3. De
esta manera, si sumamos ambos volúmenes (inferidos + supuestos) obtendríamos un valor
total de reservas probables de 376.343 m3 (roca mineralizada). Asimismo, si consideramos
que la superficie total de la pertenencia minera es de 51 hectáreas, el área mineralizada de
interés abarca un 13,41% de la misma (68.426 m2 = 6,843 hectáreas).
Recomendaciones para las labores de exploración
Sobre la base de las particularidades de yacencia del nivel mineralizado (potencia,
longitud lateral, exposición areal, espesor de la tapada, etc.), así como sus características en
la distribución de la mineralización, se propone para las labores de exploración y muestreo
la ejecución de 34 perforaciones combinadas (sondeos con método de aire-reversa y
extracción de testigos con diamantina) distribuidas de acuerdo a una grilla de perforación
de 50 x 50 m (ver Mapa II, anexo).
Los sondeos deberán hacerse hasta atravesar el espesor total del Nivel VII (llegando
al contacto con el nivel VI). En este sentido, debe considerarse que de acuerdo a los
espesores medidos en el afloramiento, el nivel mineralizado posee una potencia de 4,00 m
(extremo noroeste de la zona de interés) a 7,00 m (extremo noreste de la zona de interés).
Asimismo, en dirección sur, la potencia de tapada aumenta paulatinamente hasta
aproximadamente los 10 m de espesor. En este último caso, se propone alcanzar el
horizonte mineralizado (Nivel VII) a través de perforación con aire reversa y, una vez
alcanzado dicho nivel, proceder a la extracción de la columna de testigo mediante el uso de
diamantina. La longitud total de los sondeos a realizar (considerando el espesor de tapada)
ha sido calculada en el orden de los 290 m lineales.
Finalmente, debe destacarse que la ejecución de las labores de exploración y
muestreo a través de sondeos, provocará un bajo impacto visual sobre el terreno.
35
Labor Legal
A
A`
2513
2514
2562
2561
2515
A
2576
N
Listado de coordenadas POSGAR 94de mojones encontrados
2576
2561
2515
2514
2513 5700147.246
5700311.051
5700156.818
5700570.1225700735.546
2501442.000
2501472.5572501352.851
2501803.708
2501577.069
Referencias
2513 Mojón Minero
Huella
Cauce pluvial
Referencias Geológicas
NIVEL I
NIVEL II
NIVEL II
NIVEL IV, V, VI
NIVEL VII
NIVEL VIII
NIVEL IX
NIVEL X
CUBIERTA MODERNA
For
mac
ión
Por
tezu
elo
(par
cial)
(S
ubgr
upo
Río
Neu
quén
, Gru
po N
euqu
én)
Cre
tácic
o S
uper
ior
Canaleta de muestreo
Perforación
MIN
A SA
N LO
RENZO
MINA EL TRONO
Provincia del NeuquénDepartamento Confluencia
Plano geológicoMina Yaraví Norte
Neuquén 20 de mayo de 2008
Escala: 1:100Equidistancia: 1.00 m
Base topográfica correspondiente a relevamiento planialtimétricodel Agrim. Laureano N. Cuccioli (5 de agosto de 2007)Consultora Minera R.B.
MAPA Nº I
MINA LA CUPROSA
Datos generales
36
Expediente: 4281/67
Sustancia explotable: Cobre (1º Categoría).
Superficie: 42 hectáreas.
Ubicación: Provincia del Neuquén. Departamento Confluencia. Sección V. Lotes 4 y 5.
Tipología y características del yacimiento
Debido a que la zona mineralizada de interés de la Mina La Cuprosa coincide por
superposición con la zona de interés de la Mina La Barrosa (Figura Nº 27), se presenta la
estratigrafía de ambas minas en forma conjunta. En este sentido, los perfiles
litoestratigráficos de la Figura Nº 28 corresponden al sector sur y norte de la Mina La
Barrosa, este último coincidente e integrado con el extremo noroccidental de la Mina La
Cuprosa (ver Mapas III y V, anexos). Cabe agregar que el mapa base planialtimétrico de la
Mina La Cuprosa sobre el cual se volcaron los datos geológicos de campo, abarca
únicamente el citado extremo noroccidental (Mapa III, anexo).
Figura Nº 27. Ubicación y distribución de las minas La Barrosa, La Cuprosa y La Nuestra.
37
Figura Nº 28. Perfiles litoestratigráficos correlacionados del sector sur de la Mina La Nuestra (sección A-A’) y norte de las Minas La Nuestra y La Cuprosa (Sección B-B’).
38
El perfil de la sección B-B’ ha sido iniciado en proximidades del mojón 3035
perteneciente al extremo norte de la Mina La Barrosa (Figura Nº 29) y concluido sobre el
cerrillo de cota 710.00, dentro de la pertenencia de la Mina La Cuprosa (Figura Nº 30).
Figura Nº 29. Extremo noroccidental de la Mina La Barrosa. En primer plano,
afloramientos de la F. Portezuelo. Sobre el fondo del Cañadón aflora la F. Cerro Lisandro.
Figura Nº 30. Cerrillo de cota 710.00, Mina La Cuprosa.
En primer plano, niveles mineralizados de la Formación Portezuelo.
Al igual que sucede en toda la región, los niveles psamíticos de la Formación
Portezuelo se presentan mineralizados en Cu en mayor o menor grado (Figura Nº 28),
tratándose en la mayoría de los casos de impregnaciones de malaquita [Cu2CO3 x (OH)2]
distribuidas en forma de finas láminas o venillas (Figura Nº 31). A lo largo del perfil
Nivel VII
Nivel VIII
Nivel IX
39
realizado en este sector, se han observado la presencia de restos óseos (fósiles)
pertenecientes tentativamente a fragmentos de huesos de dinosaurios (Figura Nº 32), factor
que debe ser considerado durante la elaboración de los informes de impacto ambiental.
Figura Nº 31. Delgados niveles con impregnaciones de malaquita.
Para el área específica de la Mina La Cuprosa, el sector mineralizado de mayor
interés se encuentra ubicado en proximidades del cerrillo de cota 710.00 (Figura Nº 30),
con especial énfasis en el denominado Nivel VII y, en menor grado, en el Nivel IX.
El Nivel VII se compone por una secuencia psamítica de 3,00 m a 3,50 m de
espesor integrada por las facies 1, 2, 3, 4 y 5; pertenecientes en su conjunto a depósitos de
canales amalgamados. Debe destacarse que en este caso la mineralización se desarrolla
únicamente sobre parte superior del Nivel VII, abarcando los últimos 1,50 m a 1,00 m
finales del manto. En líneas generales, considerando el modo de distribución de la
mineralización, podemos a su vez distinguir dentro de este nivel dos sectores bien
diferenciados: un sector norte y un sector sur, tomando como punto de referencia el cerrillo
de cota 710.00 (ver Mapa IV, anexo).
40
Figura Nº 31. Restos óseos atribuidos a fragmentos de huesos de dinosaurios.
El sector norte se caracteriza por el desarrollo de una mineralización dispersa,
presentada en forma de cuerpos concrecionales de 2,00 cm a 40,00 cm de diámetro (Figura
Nº 32). Estos cuerpos se componen por un núcleo ferro-magnesiano rodeados por bandas
concéntricas de malaquita [Cu2CO3 x (OH)2], claramente destacables por su color verde
intenso (Figura Nº 33). En general, el resto del manto arenoso que contiene estas
concreciones carece a simple vista de mineralización de cobre, restándole potenciabilidad a
este sector.
El sector sur se caracteriza por presentar una distribución más homogénea de la
mineralización, pero concentrada únicamente (como ya se adelantara) sobre los 1,00 m a
1,50 m superiores del Nivel VII. Al igual que en el resto de los casos, la mineralización
dominante se compone por malaquita [Cu2CO3 x (OH)2], observándose concentraciones
menores de azurita [Cu3(CO3)2 x (OH)2]. Esta mineralización, se distribuye rellenando los
poros intersticiales de la roca o a manera de encostramiento de los granos minerales
variando, a simple vista, su concentración a lo largo de toda el área de interés.
Al igual de lo que sucede para el caso de la Mina Yaraví Norte, la mineralización se
encuentra concentrada dentro de las facies de fajas de canales, desapareciendo por
completo al pasar lateralmente a facies de albardón y/o planicie de inundación.
41
Figura Nº 32. Concreciones cupríferas. Sector Norte, Nivel VII. Mina La Cuprosa.
Figura Nº 33. Cuerpos concrecionales de núcleo ferro-magnesiano rodeado por bandas de malaquita y limonita.
42
Referencias
Huella
Cauce pluvial
Labores
N
Provincia del NeuquénDepartamento Confluencia
Plano geológico (parcial) Mina La Cuprosa
Neuquén, 20 de mayo de 2008
Escala: 1:1000Equidistancia: 1.00 m
Base topográfica correspondiente a relevamiento planialtimétricodel Agrim. Juan C. Oringo (noviembre de 2007)Consultora Minera R.B.
5702
650
5702
250
5702
300
5702
650
5702
250
5702
300
5702
350
5702
400
5702
450
5702
500
5702
550
5702
600
2505350 2 0 0 25056002 0 400 2505700
2505350 2505550 25056002505400 25055002505450 2505650 2505700 2505750 2505800 25059002505850
Referencias Geológicas
NIVEL IX
NIVEL VIII
NIVEL VII
NIVEL VI
CUBIERTA MODERNA
For
mac
ión
Por
tezu
elo
(par
cial
) (S
ubgr
upo
Río
Neu
quén
, Gru
po N
euqu
én)
Cre
táci
co S
uper
ior
Cerrillo
MAPA Nº III
B´
B
43
La Cuprosa
La C
upro
sa
2505300 2505400 250570025056002505500
5702
700
5702
600
5702
500
5702
400
5702
300
5702
200
5702
100
5702
000
5701
900
5701
800
5702
700
5702
600
5702
500
5702
400
5702
300
5702
200
5702
100
5702
000
5701
900
5701
800
A A´
B
B´
Provincia del NeuquénDepartamento Confluencia
Plano geológico Mina La Barrosa
Neuquén, 20 de mayo de 2008
Escala: 1:2000Equidistancia: 2.00 m
Base topográfica correspondiente a relevamiento planialtimétricodel A.I.A. Diego A. Oringo (abril de 2008)Consultora Minera R.B.
MAPA Nº V
2505800
NIVEL I
NIVEL II
NIVEL III
NIVEL IV
NIVEL V
NIVEL VI
NIVEL VII
Referencias Geológicas
CUBIERTA MODERNA
For
mac
ión
Por
tezu
elo
(par
cial
) (S
ubgr
upo
Río
Neu
quén
, Gru
po N
euqu
én)
Cre
táci
co S
uper
ior
N
Referencias
Huella
Cauce pluvial
44
712.00
710.00706.00
708.00
710.00
712 .0 0
704.00702.00700 .00
698.00698.00698.00
696.00690.0 0
692.00
694.00
682.00
684.00
686 .00
688. 00
5702
000
5701
850
5701
550
5701
700
2505500 2506100
2505950250580025056502505500 2506100 2506250 2506400
Provincia del NeuquénDepartamento Confluencia
Plano geológico Mina La Nuestra
Neuquén, 20 de mayo de 2008
Escala: 1:2000Equidistancia: 2.00 m
Base topográfica correspondiente a relevamiento planialtimétricodel A.I.A. Diego A. Oringo (abril de 2008)Consultora Minera R.B.
MAPA Nº VI
NIVEL II
NIVEL III
NIVEL VII (semicubierto)
Referencias Geológicas
CUBIERTA MODERNA
Form
ació
n P
orte
zuel
o (p
arci
al)
(S
ubgr
upo
Río
Neu
quén
)
(Gru
po N
euqu
én)
Cre
táci
co S
uper
ior
Referencias
Huella
Cauce pluvial
45
En lo referente al Nivel IX, éste presenta una notable mineralización de cobre
compuesta por un grupo bandas más o menos continuas de malaquita [Cu2CO3 x (OH)2] y
calcantita [CuSO4 x 5H2O], pero concentradas a lo largo de un espesor del manto menor a
los 0,25 m. Esta mineralización es posible apreciarla en el delgado manto arenoso (Nivel
IX) que corona el cerrillo de cota 710.00 (Figura Nº 30). Si bien este nivel constituye un
manto mineralizado de potencial interés, la escasa distribución areal de esta mineralización
resta importancia a la misma.
Conforme a lo descripto, se ha limitado como área de interés a una superficie de
45.000 m2 (200 m en sentido norte-sur por 225 m en sentido este-oeste; ver Mapa IV,
anexo). Esta superficie cubre a los denominados sectores norte y sur, debiéndose recordar
que solo este último es el que ofrece mayores perspectivas para la exploración.
Datos cuantitativos del nivel mineralizado
De acuerdo al área de interés identificada para la Mina La Cuprosa (Mapa IV,
anexo), los cálculos de volúmenes inferidos de roca mineralizada aflorante en el
denominado Sector Sur, considerando un espesor medio del manto de 1,25 m, es del orden
de los 20.984 m3 (método por relleno de figuras geométricas). Si asumimos la continuidad
del nivel mineralizado por debajo de la cubierta sedimentaria moderna situada hacia el
este, los volúmenes supuestos de roca mineralizada alcanzaría los 19.252 m3. De esta
manera, si sumamos ambos volúmenes (inferidos + supuestos) obtendríamos un valor total
de reservas probables (roca mineralizada) de 40.146 m3.
Recomendaciones para las labores de exploración y muestro
Sobre la base de las particularidades de yacencia del nivel mineralizado (espesor
medio, longitud, exposición, etc.), así como sus características petrológicas (litología,
estructuras, facies, cohesión, etc.); se propone para las labores de exploración y muestreo
la ejecución de 18 calicatas con dimensiones de 0,60 m de ancho por 2,00 m de largo por la
profundidad del manto, cuyo espesor medio estimado es del orden de los 1,50 m.
Las dimensiones de las calicatas planteadas obedecen a las características técnicas
de la maquinaria de trabajo considerada para labores propuestas, cuya elección responde a
la cuantificación de factores tales como costo-beneficio, versatilidad de trabajo y
minimización del impacto producido sobre el terreno. En este sentido se consideró también
la fácil accesibilidad de maquinaria pesada al yacimiento, su escaso relieve topográfico, la
horizontalidad del manto mineralizado, su reducido espesor (1,50 m promedio) y su
exposición en superficie con escasa cubierta sedimentaria moderna.
46
El equipo necesario para el desarrollo de las labores consta de una retroexcavadora
tipo John Dheere modelo 310 o 510 (o similar), montada sobre ruedas (sin oruga), y
motocompresor con martillo neumático tipo Sullair, con capacidad de trabajo para dos
martillos neumáticos.
La ejecución de las calicatas deben realizarse siguiendo el trazado de las transectas
propuestas en el Mapa Nº IV (anexo), consistentes en tres (3) trazas paralelas de 250 m de
longitud y orientación Sureste-Noroeste. La separación entre cada traza es 50 m y constará
cada una de ellas con cinco (6) calicatas distantes 50 m entre sí. La superficie de muestreo
propuesta es del orden de los 25.000 m2, cubriendo el área mineralizada de mayor interés
en el yacimiento.
La toma de muestras a ser realizada se ejecutará siguiendo un muestreo en canaleta,
la cual consistirá en dos extracciones por calicata, una en sentido horizontal y en otra en
vertical, de cuyo volumen total por muestra se procederá a su cuarteo siguiendo los
estándares y procedimientos recomendados para este tipo de técnicas operativas. Respecto
al material removido durante la ejecución de las calicatas, podrá ser reutilizado para el
relleno de las labores a los fines de mitigar el impacto producido sobre el terreno.
Debido a la importancia que representa la toma de muestras en la fiabilidad y
certeza de los análisis y resultados obtenidos en laboratorio, de cuyos valores dependerá la
evaluación y consideración final para la explotación del yacimiento, se recomienda que
dicha tarea sea ejecutada bajo la estricta supervisión de profesionales competentes en el
tema.
MINA LA BARROSA
Datos generales
Expediente: 4854/69
Sustancia explotable: Cobre (1º Categoría).
Superficie: 18 hectáreas.
Ubicación: Provincia del Neuquén. Departamento Confluencia. Sección V. Lote 5.
Tipología y características del yacimiento
La mayor parte de la superficie de la Mina La Barrosa se encuentra cubierta por la
presencia de horizontes edáficos y depósitos aluviales y eólicos modernos de poco espesor,
siendo la potencia de cobertura del orden de los pocos centímetros al metro (Figura Nº 34).
47
Esta situación se observa con mayor desarrollo en los sectores sur en centro de la
pertenencia, área en las cuales no se han detectado niveles mineralizados de interés
potencial (Mapa IV y V, anexo). En este mismo sentido, el sector norte de la pertenencia es
el que ofrece los mejores afloramientos y conforma el área de interés minero; sin embargo
por tratarse del área de superposición (y de interés potencial) compartida con la Mina La
Cuprosa, se remite al lector a la descripción efectuada sobre la misma en páginas 36-41 del
presente informe.
Figura Nº 34. Vista general de la Mina La Barrosa, imagen tomada desde el mojón 3033 (vértice suroeste) hacia el nor-noreste. Obsérvese el grado de cobertura que presentan los afloramientos.
El perfil de la sección A-A` (Figura Nº 28), pertenece a los afloramientos ubicados
a lo largo del pequeño cañadón que recorre el sector sur de la pertenencia minera (Figura
Nº 35; ver también Mapa V, anexo). En general, los afloramientos del área se componen
por niveles de areniscas cuarzolíticas con estratificación cruzada y lentes gravosos,
correspondientes mayormente a depósitos de canales y barras fluviales (Figura Nº 36).
48
Figura Nº 35. Vista general del cañadón que atraviesa el sector sur de la Mina La Barrosa.
Figura Nº 36. Depósitos de barras fluviales (areniscas con estratificación cruzada). Mina
La Barrosa
El nivel III del perfil de la sección A-A` (Figura Nº 28) ofrece en sus depósitos
basales una ligera mineralización de cobre (malaquita), claramente controlada por la
49
estratificación del manto. En este sentido, la mineralización tiende a seguir la orientación
de las caras de avalancha del entrecruzamiento (Figura Nº 37). Sin embargo, el escaso
desarrollo en espesor y área de dicha mineralización, resta a la misma todo interés desde el
punto de vista minero.
Figura Nº 37. Mineralización de cobre según el sentido de las caras de la estratificación cruzada. Mina La Barrosa.
Datos cuantitativos del nivel mineralizado
Por superposición de la superficie mineralizada de interés para la Mina La Barrosa
con el área mineralizada de la Mina La Cuprosa, se remite al lector a la lectura de las
consideraciones efectuadas en página 41 del presente informe.
Recomendaciones para las labores de exploración y muestreo
Por superposición de la superficie mineralizada de interés para la Mina La Barrosa
con el área mineralizada de la Mina La Cuprosa, corresponde aplicar las mismas
consideraciones efectuadas en páginas 41 y 42 del presente informe.
MINA LA NUESTRA
Datos generales
Expediente: 5742/69
50
Sustancia explotable: Cobre (1º Categoría).
Superficie: 27 hectáreas
Ubicación: Provincia del Neuquén. Departamento Confluencia. Sección (sin datos). Lote
(sin datos).
Tipología y características del yacimiento
La casi totalidad de la superficie de la Mina La Nuestra se encuentra cubierta por
niveles edáficos y depósitos eólicos y aluviales modernos (Figura Nº 38), factor que
dificulta la identificación de los horizontes y su correspondiente mapeo. Las mejores
exposiciones de la secuencia sedimentaria en este sector se ubican sobre el cañadón que
atraviesa la pertenencia minera en sentido sureste-noroeste (ver Mapa VI, anexo),
correspondiendo al mismo cauce efímero que atraviesa aguas abajo al sector sur de la Mina
La Barrosa (Figura Nº 35).
Figura Nº 38. Vista general de la Mina La Nuestra, imagen tomada desde su vértice
noreste. Obsérvese el grado de cobertura que presentan los afloramientos.
Debido a la proximidad de la Mina La Nuestra respecto a sus pares de La Cuprosa y
La Barrosa, se ha seguido y correlacionado litoestratigráficamente los niveles expuestos o
parcialmente expuestos, con la secuencia de los perfiles de la Figura Nº 28. En este orden,
el nivel mineralizado de potencial interés correspondería parcialmente con el Nivel VII,
exhibiendo en este caso características propias y distintivas respecto a lo observado en las
otras dos minas.
51
El nivel mineralizado de la Mina La Nuestra solo se exhibe de manera más o menos
completa sobre la pared del ya mencionado cañadón, conformándose por paquetes
areniscas cuarzolíticas finas las que alcanzan en conjunto los 4,00 a 5,00 mts de espesor.
(Figura Nº 39). Estos horizontes mineralizados se presentan macizos o con estratificación
cruzada u horizontal, correspondientes facialmente a depósitos de canales y barras
fluviales.
Figura Nº 39. Niveles mineralizados de la Mina La Nuestra.
La mineralización se compone de malaquita [Cu2CO3 x (OH)2] uniformemente
distribuida en los horizontes psamíticos, rellenando los espacios porales y/o recubriendo la
superficie de los granos de a roca. En general, el espesor medio de la mineralización de
interés potencial es del orden de los 4,50 m.
Datos cuantitativos del nivel mineralizado
Debido a la gran superficie de cubierta moderna que presenta el área de la Mina La
Nuestra (ver Mapa VI, anexo), solo es posible calcular para la Mina La Nuestra volúmenes
supuestos de roca mineralizada, cuyo valor es del orden de los 96.012 m3. En este sentido
los volúmenes han sido calculados mediante la prolongación por correlación del nivel
mineralizado desde su sector aflorante hasta las exposiciones del mismo existentes fuera
del área de la mina, considerando para éste un espesor medio de 4,50 m.
Horizontes mineralizados
52
Recomendaciones para las labores de exploración y muestreo
Siguiendo el análisis y consideraciones efectuadas oportunamente para el caso de la
Mina La Cuprosa y sobre la base de la yacencia y características petrológicas del nivel
mineralizado; se propone para el desarrollo de las tareas de exploración y muestreo de la
Mina La Nuestra, la realización de 12 calicatas con dimensiones de 0,60 m de ancho por
2,00 m de largo y 1,50 m de profundidad.
En este caso, el espesor del nivel mineralizado (con una potencia media del orden
de los 4,50 m) y su relieve de exposición, condiciona la forma de realización de las labores
propuestas. Debido a ello, se propone la ejecución de las calicatas en forma escalonada
(Figura Nº 40), a los fines de cubrir el espesor total del manto cuprífero de interés. Las
mismas deberán realizarse siguiendo el trazado de las transectas I y II exhibidas en el
Mapa VII (anexo), consistentes en dos (2) trazas paralelas de 50 m de longitud y
orientación Este-Oeste. La separación entre cada traza es 100 m y constará cada una de
ellas con cinco (5) calicatas distantes 50 m entre sí. Una tercer transecta es propuesta
siguiendo el eje del cañadón en el sector de los afloramientos del nivel mineralizado,
procediéndose en este caso a efectuar una labor consistente en el despeje y abertura de un
frente sobre la pared septentrional del mismo a los fines de exponer la roca mineralizada en
su totalidad. Las dimensiones de estas labores se calculan en un frente de 20 m de largo por
2,00 m de altura con una remoción mínima de material, ya que en este caso se aprovecharía
el resalto ocasionado por cauce del cañadón.
Al igual que lo sugerido para las labores de la Mina La Cuprosa, el material
resultante de la ejecución de las calicatas podrá ser dispuesto nuevamente en las
excavaciones resultantes de las labores, a los fines de minimizar el impacto producido
sobre el terreno. Asimismo, la toma de muestras se ejecutará conforme a un muestreo en
canaleta sobre las paredes de la calicata, realizándose dos extracciones por cada labor, una
en sentido vertical y otra en sentido horizontal.
El equipo necesario para el desarrollo de estas labores es el mismo al propuesto
para la Mina La Cuprosa, consistente en una retroexcavadora tipo John Dheere modelo 310
o 510 (o similar), montada sobre ruedas (sin oruga), y un motocompresor con martillo
neumático tipo Sullair, con capacidad de trabajo para dos martillos neumáticos.
53
Figura Nº 40. Modelo de ejecución de calicatas en forma escalonada.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES GENERALES
Como corolario final del relevamiento geológico de prospección efectuado en el
área de Barda González Oeste y Sierra Barrosa, se concluye que la mineralización de cobre
existente en las Minas Yaraví Norte, La Cuprosa, La Barrosa y la Nuestra, se compone
principalmente de malaquita [Cu2CO3 x (OH)2], existiendo a manera de mineral de mena
asociado pequeñas proporciones de azurita [Cu3(CO3)2 x (OH)2] y calcantita [CuSO4 x
5H2O].
En general, la mineralización se presenta dispersa dentro de la fábrica de granos
que conforma la ganga o roca mineralizada, ya sea rellenado los intersticios o espacios
porales de la roca o a manera de recubrimiento (encostramiento) de los granos minerales
(detritos o clástos). Respecto a las características petrológicas de la roca mineralizada, se
trata en todos los casos de areniscas cuarzolíticas de granulometría media a media-gruesa,
pudiendo presentar esporádicos lentes gravosos de reducidas dimensiones. Estos niveles
presentan una cementación irregular en carbonato de calcio, pudiendo variar desde
areniscas ligeramente friables a marcadamente cementadas, correspondiendo en estos
últimos casos a los sectores concrecionados (generalmente reducidos arealmente).
Desde un punto de vista litofacial, los niveles mineralizados corresponden a
depósitos de relleno de canales y barras fluviales, existiendo una marcada relación entre
litofacies y mineralización. En este sentido, los sectores mineralizados de interés coinciden
espacialmente con la distribución y orientación de las fajas de canales amalgamados que
integran la Formación Portezuelo, principalmente en aquellos niveles situados el tramo
medio-superior de la mencionada unidad.
Respecto a los volúmenes de roca mineralizada calculados, se debe diferenciar en
volúmenes inferidos (calculados sobre la base de los datos geológico-mineros tomados a
partir del afloramiento) y volúmenes supuestos (calculados sobre la base de asumir la
54
continuidad del banco mineralizado cubierto en función de la distribución de facies). De
esta manera, los volúmenes obtenidos son:
Mina Yaraví Norte:
Volumen inferido de roca mineralizada: 179.589 m3
Volumen supuesto de roca mineralizada: 196.754 m3
Volumen total de reservas probables (v.r.m. inferido + v.r.m. supuesto): 376.343 m3
Minas La Cuprosa – La Barrosa:
Volumen inferido de roca mineralizada: 20.984 m3
Volumen supuesto de roca mineralizada: 19.252 m3
Volumen total de reservas probables (v.r.m. inferido + v.r.m. supuesto): 40.146 m3.
Mina La Nuestra:
Volumen inferido de roca mineralizada: no calculado.
Volumen supuesto de roca mineralizada: 96.012 m3
De esta manera, el volumen total inferido de roca mineralizada de todas las minas
estudiadas en este informe ascendería a la suma de 200.573 m3, mientras el volumen total
supuesto de roca mineralizada sería del orden de los 312.018 m3. Considerando ambos
volúmenes, las reservas probables totales serían de 512.591 m3. Asimismo considerando la
superficie mineralizada de interés de las cuatro minas, cuya sumatoria es de 122.596 m2,
representaría una superficie útil total de las pertenencias mineras del orden del 8,88%.
Debe considerarse que los valores aportados son de carácter especulativo,
calculados sobre la base los indicios aportados a través de los datos recolectados en
superficie. Solo a través del desarrollo de un ajustado programa de exploración y muestreo
podrán obtenerse valores confiables de reservas totales.
Aún cuando los resultados de exploraciones anteriores indican que se tratarían de
yacimientos de baja Ley (del orden del 0,5% a 1% Cu), deberá considerarse otros aspectos
potenciales para la toma de decisiones referidas a la continuidad de los futuros trabajos de
exploración. En este sentido, deberá analizarse los volúmenes de roca mineralizada
existentes, precio de mercado, costos de transporte y procesamiento (ajustados a la
tecnología actual), uso y destino del material procesado, etc.
Para el desarrollo de los trabajos de exploración se propone la ejecución de labores
combinadas de perforaciones (Mina Yaraví Norte) y ejecución de calicatas (Minas La
Cuprosa, La Barrosa y La Nuestra); labores que han sido diagramadas en función de las
características geológico-mineras de cada yacimiento y bajo la premisa de generar el
55
menor impacto posible sobre el terreno. De esta manera, la primer fase del programa de
exploración consta de 34 perforaciones (290 m lineales totales) y un volumen total de roca
a remover del orden de los 74 m3. Los resultados obtenidos en esta fase delinearan las
futuras acciones a seguir para el futuro desarrollo del proyecto.
Debe tenerse en cuenta que el plan de exploración propuesto es un programa de
mínima (de menor costo). Un programa mayor incluiría la ejecución de sondeos en todas
las pertenencias, labores que darían mayor precisión a los cálculos de reservas, aunque los
costos serían asimismo sumamente mayores. En este sentido, queda a criterio de la
empresa la elección y alcance de los futuros trabajos de exploración a desarrollar. Debe
considerarse asimismo que debido a que existen en el país muy pocas empresas de
servicios mineros con equipo y logística suficiente como para emprender un programa de
perforaciones, debe solicitarse sus servicios con una anticipación mínima de seis (6) meses.
Finalmente, previo a toda acción o decisión referido a la continuidad de los trabajos
de exploración, se recomienda establecer contacto con la Gerencia Técnica de la Empresa
Río Tinto. Debe recordarse que la citada empresa ya ha ejecutado en algunas de estas
minas tareas de exploración, contando con datos analíticos de muestras y cálculos de
reservas existentes. En este sentido y conforme a lo manifestado por el Jefe Técnico de Río
Tinto (Argentina), Lic. Gustavo Zulligeer, existe la predisposición por parte de la citada
empresa a los fines de llevar adelante las conversaciones de rigor para el tratamiento del
tema.
Bibliografía consultada
A&Smetalúrgica S.A., 2007. Pruebas de lixiviación y precipitación de cobre de arenas de
Mina Yaraví Norte, Provincia del Neuquén, Argentina. Informe de Resultados: 21 pp.
Santiago de Chile.
Angelelli, V., 1950. Recursos Minerales de la República Argentina. I Yacimientos
Metalíferos. Revista del Instituto Nacional de Investigación de las Ciencias Naturales,
Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”. Ciencias Geológicas,
Tomo II: 543 pp. Buenos Aires.
Brodtkorbt, M. K., 1978. Génesis de yacimientos. En: 7º Congreso Geológico Argentino.
Relatorio, Geología y Recursos Naturales del Neuquén: 251-263. Buenos Aires.
56
Danderfer, J. C. y Vera, P., 1992. Geología. En: Geología y Recursos Minerales del
Departamento Confluencia. Provincia del Neuquén, República Argentina. Cartas
Geológicas y de Recursos Minerales de la Provincia del Neuquén Escala 1:200.000.
Dirección Provincial de Minería- Servicio Geológico Neuquino, Boletín Nº 1: 23-43.
Zapala.
Danieli, J. C. y Giusiano, A., 1992. Recursos Minerales. En: Geología y Recursos
Minerales del Departamento Confluencia. Provincia del Neuquén, República Argentina.
Cartas Geológicas y de Recursos Minerales de la Provincia del Neuquén Escala 1:200.000.
Dirección Provincial de Minería- Servicio Geológico Neuquino, Boletín Nº 1: 47-68.
Zapala.
de Ferrariis, I. C., 1947. Edad del arco o dorsal antigua del Neuquén oriental, de acuerdo
con la estratigrafía de la zona inmediata. Revista de la Sociedad Argentina de Geología 2
(3): 256-283.
Dirección General de Minería, 2003. Los depósitos de cobre en areniscas de Barda
González, Departamento Confluencia, Provincia del Neuquén. Informe Inédito: 10 pp.
Zapala.
Fernández Aguilar, R., 1945. Los yacimientos de areniscas cupríferas del Neuquén.
Dirección de Minas, Geología e Hidrología, Boletín Nº 58, 27 pp. Buenos Aires.
Garrido, A. C., 2000. Estudio estratigráfico y reconstrucción paleoambiental de las
secuencias fosilíferas continentales del Cretácico Superior en las inmediaciones de Plaza
Huincul, provincia del Neuquén. Escuela de Geología de la Facultad de Ciencias Exactas,
Físicas y Naturales. Universidad Nacional de Córdoba. Trabajo Final para el Título de
Grado. 78 pp. Inédita.
González Díaz, E. F. y Ferrer, J. A., 1986. Geomorfología de la Provincia del Neuquén.
Consejo Federal de Inversiones (C.F.I.), Informe Inédito, 112 pp. Buenos Aires.
Granero Hernández, A. y J. A. Schmid, 1956. Estudio geológico-económico de las
areniscas cupríferas de la zona de Plaza Huincul. Dirección General de Fabricaciones
Militares, Informe Inédito, 93 pp. Buenos Aires.
57
Gulisano, C. A. y A. R. Pleimling, 1995. Field Guide: The Jurassic of the Neuquén Basin.
A) Neuquén province. Revista de la Asociación Geológica Argentina, Serie E 2: 1-111.
Buenos Aires.
Holmberg, E., 1978. Rasgos Geomorfológicos. En: Geología y Recursos Naturales del
Neuquén. 7° Congreso Geológico Argentino. Relatorio: 119-128. Neuquén.
Leanza, H. A. y C. A. Hugo, 1997. Hoja Geológica 3969-III Picún Leufú. Provincias del
Neuquén y Río Negro. Servicio Geológico Minero Argentino, Boletín N° 218: 135 pp.
Buenos Aires.
Legarreta, L. y C. A. Gulisano, 1989. Análisis estratigráfico secuencial de la Cuenca
Neuquina (Triásico superior - Terciario inferior). En: Chebli, G. y L. Spalletti (Eds.),
Cuencas Sedimentarias Argentinas. 10° Congreso Geológico Argentino. Serie Correlación
Geológica 6: 221-243. Buenos Aires.
Lyons, W. A., 1999. Las areniscas cupríferas del Neuquén. En: E. O. Zappettini (ed.),
Recursos Minerales de la República Argentina. Instituto de Geología y Recursos Minerales
– SEGEMAR. Anales 35: 1149-1158. Buenos Aires.
Méndez, V., J. C. Zanettini y E. O. Zappettini, 1995. Geología y metalogénesis del
Orógeno Andino Central. Dirección Nacional del Servicio Geológico. Anales 23: 190 pp.
Buenos Aires.
Orchuela, I. A., J. V. Ploszkiewicz y R. F. Viñez, 1981. Reinterpretación estructural de la
denominada "Dorsal Neuquina". 8° Congreso Geológico Argentino 3: 281-293. Buenos
Aires.
Ploszkiewicz, J. V., I. A. Orchuela, J. C. Villard y R. F. Viñes, 1984. Compresión y
desplazamiento lateral en la zona de falla Huincul. Estructuras asociadas, Provincia del
Neuquén. 9° Congreso Geológico Argentino 2: 163-169. Buenos Aires.
58
Ramos, V. A., 1975. Los ciclos sedimentarios y biorhexistacia en el control de las
manifestaciones cupríferas del Neuquén Extraandino, Argentina. 2º Congreso Ibero-
Americano de Geología Económica, Actas 5: 373-394. Buenos Aires.
Ramos, V. A., 1978. Estructura. En: Geología y Recursos Naturales del Neuquén. 7°
Congreso Geológico Argentino. Relatorio, Geología y Recursos Naturales del Neuquén:
99-118. Neuquén.
Rassmuss, J., 1923. Breves apuntes geológicos sobre la parte del Territorio del Neuquén
entre Auca Mahuida el Tromen. Dirección General de Minas, Geología e Hidrología,
Boletín Nº 6 – Serie F: 15-20. Buenos Aires.
Reinoso, M. S., 1975a Sedimentología y metalogénesis cuprífera de los sedimentos del
Cretácico medio y superior continental del Neuquén extraandino. Comisión Nacional de
Energía Atómica. Informe Inédito, 28 pp. Buenos Aires.
Reinoso, M. S., 1975b. Tipología para las mineralizaciones de cobre asociadas a rocas
sedimentarias. 6º Congreso Geológico Argentino, Actas 3:145-163. Buenos Aires.
Soto, A., C. A. Salaberry y E. Núñez, 1968. Plan Cordillerano, Informe Final: Zona “Río
Neuquén – Areniscas Cupríferas”. Área de Reserva Nº 43 A, Provincia de Neuquén,
República Argentina. Dirección General de Fabricaciones Militares, Informe: 15 pp.
Buenos Aires.
Wichmann, R., 1927. Los Estratos con Dinosaurios y su techo en el este del Territorio de
Neuquén. Dirección General de Minas, Geología e Hidrología, Publicación N° 32: 17 pp.
Buenos Aires.
Yrigoyen, M. R., 1991. Hydrocarbon resources of Argentina. Petrotecnia, Special Issue
13° World Petroleoum Congress: 38-54. Buenos Aires.