de todo el mundo - multimedia.opusdei.org · hijo de dios vivo», y la solemne afirmación del...

16
El Santo Padre Benedicto XVI, precedido por la Cruz, se asomó a la loggia exterior de la basílica para saludar a la multitud e impartir la bendición apostólica «Urbi et Orbi» (a la ciudad y al mundo). Antes de la bendición, el nuevo Pontífice diri- gió estas palabras a los fieles: «Queridos hermanos y hermanas: después del gran Papa Juan Pablo II, los cardenales me han De todo el mundo De todo el mundo OFICINA DE INFORMACIÓN DE LA PRELATURA DEL OPUS DEI EN MÉXICO Extremadura No. 7 • Col. Insurgentes Mixcoac • Del. B. Juárez • 03920 México, D.F. • Tel / Fax: 5563 9548 / 5611 1824 • www.opusdei.org.mx • info@opusdei.org.mx Número especial, junio 2005. EL PRELADO DEL OPUS DEI CON UNA FAMILIA. Annuntio vobis gaudium magnum; habemus Papam: Eminentissimum ac Reverendissimum Dominum, Dominum Josephum Sanctæ Romanæ Ecclesiæ Cardinalem Ratzinger qui sibi nomen imposuit Benedictum XVI. Os anuncio con gran alegría: tenemos Papa. El eminentísimo y reverendísimo señor, señor Joseph Cardenal, de la Santa Iglesia Romana, Ratzinger que ha tomado el nombre de Benedicto XVI. Benedicto XVI, 264 sucesor de Pedro El martes 19 de abril a las 18:43 hrs., después de aparecer la fumata blanca, el cardenal protodiácono, Jorge Arturo Medina Estévez, dio el anuncio al mundo desde la loggia de la Bendición de la basílica vaticana, con estas palabras: elegido, a mí, un sencillo y humilde obrero de la viña del Señor. Me consuela el hecho de que el Señor sabe trabajar y actuar incluso con herra- mientas insuficientes y sobre todo me confío a vuestras oraciones. En la alegría del Señor Resucitado, confiados en su ayuda permanen- te, prosigamos. El Señor nos ayudará y María, su Madre Santísima, estará a nuestro lado. Gracias». FOTOGRAFÍA: AGENCIA EFE.

Upload: ngonhi

Post on 02-Nov-2018

222 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: De todo el mundo - multimedia.opusdei.org · Hijo de Dios vivo», y la solemne afirmación del Señor: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. ... para que sea

El Santo Padre Benedicto XVI, precedido por laCruz, se asomó a la loggia exterior de la basílicapara saludar a la multitud e impartir la bendiciónapostólica «Urbi et Orbi» (a la ciudad y al mundo).

Antes de la bendición, el nuevo Pontífice diri-gió estas palabras a los fieles:

«Queridos hermanos y hermanas: después delgran Papa Juan Pablo II, los cardenales me han

De todo el mundoDe todo el mundoOFICINA DE INFORMACIÓN DE LA PRELATURA DEL OPUS DEI EN MÉXICO

Extremadura No. 7 • Col. Insurgentes Mixcoac • Del. B. Juárez • 03920 México, D.F. • Tel / Fax: 5563 9548 / 5611 1824 • www.opusdei.org.mx • [email protected]

Número especial, junio 2005.

EL PRELADO DEL OPUS DEI CON UNA FAMILIA.

Annuntio vobis gaudium magnum; habemus Papam: Eminentissimum acReverendissimum Dominum, Dominum Josephum Sanctæ Romanæ EcclesiæCardinalem Ratzinger qui sibi nomen imposuit Benedictum XVI.

Os anuncio con gran alegría: tenemos Papa. El eminentísimo y reverendísimo señor, señor Joseph Cardenal, de la SantaIglesia Romana, Ratzinger que ha tomado el nombre de Benedicto XVI.

Benedicto XVI, 264 sucesor de Pedro

El martes 19 de abril a las 18:43 hrs., después de aparecer

la fumata blanca, el cardenal protodiácono, Jorge Arturo

Medina Estévez, dio el anuncioal mundo desde la loggia de

la Bendición de la basílica vaticana, con estas palabras:

elegido, a mí, un sencillo y humilde obrero de laviña del Señor. Me consuela el hecho de que elSeñor sabe trabajar y actuar incluso con herra-mientas insuficientes y sobre todo me confíoa vuestras oraciones. En la alegría del SeñorResucitado, confiados en su ayuda permanen-te, prosigamos. El Señor nos ayudará y María,su Madre Santísima, estará a nuestro lado.Gracias».

FOTOGRAFÍA: AGENCIA EFE.

Page 2: De todo el mundo - multimedia.opusdei.org · Hijo de Dios vivo», y la solemne afirmación del Señor: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. ... para que sea

2 D E T O D O E L M U N D O

Venerados hermanos cardenales; amadísimoshermanos y hermanas en Cristo; todos voso-tros, hombres y mujeres de buena voluntad:

¡Gracia y paz en abundancia a todos vosotros! En miespíritu conviven en estos momentos dos sentimientosopuestos. Por una parte, un sentimiento de incapacidady de turbación humana por la responsabilidad con res-pecto a la Iglesia universal, como Sucesor del apóstolPedro en esta Sede de Roma, que ayer me fue confiada.Por otra, siento viva en mí una profunda gratitud aDios, que, como cantamos en la sagrada liturgia, noabandona nunca a su rebaño, sino que lo conduce a tra-vés de las vicisitudes de los tiempos, bajo la guía de losque Él mismo ha escogido como vicarios de su Hijo yha constituido pastores.

Amadísimos hermanos, esta íntima gratitud por eldon de la misericordia divina prevalece en mi corazón,

a pesar de todo. Y lo considerocomo una gracia especial que meha obtenido mi venerado prede-cesor Juan Pablo II. Me parecesentir su mano fuerte que estre-cha la mía; me parece ver sus ojossonrientes y escuchar sus pala-bras, dirigidas en este momentoparticularmente a mí: «¡No ten-gas miedo!».

La muerte del Santo PadreJuan Pablo II y los días sucesi-vos han sido para la Iglesia ypara el mundo entero un tiempoextraordinario de gracia. El grandolor por su fallecimiento y lasensación de vacío que ha dejadoen todos se han mitigado graciasa la acción de Cristo resucitado,que se ha manifestado durantemuchos días en la multitudinariaoleada de fe, de amor y de solida-ridad espiritual que culminó ensus exequias solemnes.

Podemos decir que el funeral de Juan Pablo II fueuna experiencia realmente extraordinaria, en la que, dealguna manera, se percibió el poder de Dios que, a tra-vés de su Iglesia, quiere formar con todos los pueblosuna gran familia mediante la fuerza unificadora de laVerdad y del Amor. En la hora de la muerte, configu-rado con su Maestro y Señor, Juan Pablo II coronó sulargo y fecundo pontificado, confirmando en la fe alpueblo cristiano, congregándolo en torno a sí yhaciendo que toda la familia humana se sintiera másunida. ¿Cómo no sentirse apoyados por este testimo-nio? ¿Cómo no experimentar el impulso que brota deeste acontecimiento de gracia?

¡TÚ ERES PEDRO!

Contra todas mis previsiones, la divina Providencia,a través del voto de los venerados padres cardenales,me ha llamado a suceder a este gran Papa. En estos

Pido a Dios la unidad y la paz para la familia humana

Homilía

Mensaje pronunciado por Benedicto XVI al término de la Eucaristíaque concelebró junto conel colegio cardenalicio al día siguiente de suelección. En sus palabras,el Papa subrayó especialmente el valor de la Eucaristía y el ecumenismo, y citóa los jóvenes para el

Encuentro de Coloniaprevisto para el mes de agosto.

FOTO

GR

AFÍ

A: A

GEN

CIA

EFE.

Page 3: De todo el mundo - multimedia.opusdei.org · Hijo de Dios vivo», y la solemne afirmación del Señor: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. ... para que sea

D E T O D O E L M U N D O 3

momentos vuelvo a pensar en lo que sucedió en laregión de Cesarea de Filipo hace dos mil años. Me pare-ce escuchar las palabras de Pedro: «Tú eres el Cristo, elHijo de Dios vivo», y la solemne afirmación del Señor:«Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia.(...) A ti te daré las llaves del reino de los cielos».

¡Tú eres el Cristo! ¡Tú eres Pedro! Me parece reviviresa misma escena evangélica; yo, Sucesor de Pedro, repi-to con estremecimiento las estremecedoras palabras delpescador de Galilea y vuelvo a escuchar con íntima emo-ción la consoladora promesa del divino Maestro. Si esenorme el peso de la responsabilidad que cae sobre misdébiles hombros, sin duda es inmensa la fuerza divinacon la que puedo contar: «Tú eres Pedro, y sobre estapiedra edificaré mi Iglesia». Al escogerme como Obispode Roma, el Señor ha querido que sea su vicario, ha que-rido que sea la «piedra» en la que todos puedan apo-yarse con seguridad. A Él le pido que supla la pobrezade mis fuerzas, para que sea valiente y fiel pastor de surebaño, siempre dócil a las inspiraciones de su Espíritu.

Me dispongo a iniciar este ministerio peculiar, elministerio «petrino» al servicio de la Iglesia universal,abandonándome humildemente en las manos de laProvidencia de Dios. Ante todo, renuevo a Cristo miadhesión total y confiada: In Te, Domine, speravi; nonconfundar in aeternum!

A vosotros, venerados hermanos cardenales, con es-píritu agradecido por la confianza que me habéis mani-festado, os pido que me sostengáis con la oración y con lacolaboración constante, activa y sabia. A todos loshermanos en el episcopado les pido también que meacompañen con la oración y con el consejo, para que puedaser verdaderamente el «Siervo de los siervos de Dios».

Como Pedro y los demás Apóstoles constituyeron porvoluntad del Señor un único Colegio apostólico, delmismo modo el Sucesor de Pedro y los obispos, sucesoresde los Apóstoles, tienen que estar muy unidos entre sí,como reafirmó con fuerza el Concilio. Esta comunióncolegial, aunque sean diversas las responsabilidades y lasfunciones del Romano Pontífice y de los obispos, está alservicio de la Iglesia y de la unidad en la fe de todos loscreyentes, de la que depende en gran medida la eficaciade la acción evangelizadora en el mundo contemporáneo.

Por tanto, quiero proseguir por esta senda, por laque han avanzado mis venerados predecesores, preo-cupado únicamente de proclamar al mundo entero lapresencia viva de Cristo.

Tengo ante mis ojos, en particular, el testimonio delPapa Juan Pablo II. Deja una Iglesia más valiente, máslibre, más joven. Una Iglesia que, según su doctrina ysu ejemplo, mira con serenidad al pasado y no tienemiedo al futuro. Con el gran jubileo ha entrado en elnuevo milenio, llevando en las manos el Evangelio,aplicado al mundo actual a través de la autorizadarelectura del Concilio Vaticano II. El Papa Juan Pablo IIpresentó con acierto ese concilio como «brújula» paraorientarse en el vasto océano del tercer milenio.También en su testamento espiritual anotó: «Estoy con-vencido de que durante mucho tiempo aún las nuevasgeneraciones podrán recurrir a las riquezas que esteConcilio del siglo XX nos ha regalado».

Por eso, también yo, al disponerme para el serviciodel Sucesor de Pedro, quiero reafirmar con fuerza midecidida voluntad de proseguir en el compromiso deaplicación del Concilio Vaticano II, a ejemplo de mispredecesores y en continuidad fiel con la tradición dedos mil años de la Iglesia. Este año se celebrará el cua-dragésimo aniversario de la clausura de la asambleaconciliar (8 de diciembre de 1965). Los documentosconciliares no han perdido su actualidad con el paso delos años; al contrario, sus enseñanzas se revelan parti-cularmente pertinentes ante las nuevas instancias de laIglesia y de la actual sociedad globalizada.

LA EUCARISTÍA, CORAZÓN DE LA VIDA CRISTIANA

Mi pontificado inicia, de manera particularmentesignificativa, mientras la Iglesia vive el Año especialdedicado a la Eucaristía. ¿Cómo no percibir en estacoincidencia providencial un elemento que debe carac-terizar el ministerio al que he sido llamado? LaEucaristía, corazón de la vida cristiana y manantial dela misión evangelizadora de la Iglesia, no puede menosde constituir siempre el centro y la fuente del serviciopetrino que me ha sido confiado.

La Eucaristía hace presente constantemente a Cristoresucitado, que se sigue entregando a nosotros, llamándo-nos a participar en la mesa de su Cuerpo y su Sangre. Dela comunión plena con Él brota cada uno de los elementosde la vida de la Iglesia, en primer lugar la comunión entretodos los fieles, el compromiso de anuncio y de testimo-nio del Evangelio, y el ardor de la caridad hacia todos,especialmente hacia los pobres y los pequeños.

Por tanto, en este año se deberá celebrar de un modosingular la solemnidad del Corpus Christi. Además,en agosto, la Eucaristía será el centro de la Jornada

Page 4: De todo el mundo - multimedia.opusdei.org · Hijo de Dios vivo», y la solemne afirmación del Señor: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. ... para que sea

4 D E T O D O E L M U N D O

mundial de la juventud en Colonia y, en octubre, de laAsamblea ordinaria del Sínodo de los obispos, cuyotema será: «La Eucaristía, fuente y cumbre de la vida yde la misión de la Iglesia». Pido a todos que en los pró-ximos meses intensifiquen su amor y su devoción aJesús Eucaristía y que expresen con valentía y claridadsu fe en la presencia real del Señor, sobre todo con cele-braciones solemnes y correctas.

Se lo pido de manera especial a los sacerdotes, en losque pienso en este momento con gran afecto. El sacer-docio ministerial nació en el Cenáculo, junto con laEucaristía, como tantas veces subrayó mi venerado pre-decesor Juan Pablo II. «La existencia sacerdotal ha detener, por un título especial, “forma eucarística”», escri-bió en su última Carta con ocasión del Jueves Santo. Aeste objetivo contribuye mucho, ante todo, la devotacelebración diaria del sacrificio eucarístico, centro de lavida y de la misión de todo sacerdote.

Alimentados y sostenidos por la Eucaristía, los cató-licos no pueden menos de sentirse impulsados a laplena unidad que Cristo deseó tan ardientemente en elCenáculo. El Sucesor de Pedro sabe que tiene quehacerse cargo de modo muy particular de este supremodeseo del divino Maestro, pues a él se le ha confiado lamisión de confirmar a los hermanos.

CONVERSIÓN INTERIOR Y ECUMENISMO

Por tanto, con plena conciencia, al inicio de su minis-terio en la Iglesia de Roma que Pedro regó con su sangre,su actual Sucesor asume como compromiso prioritariotrabajar con el máximo empeño en el restablecimiento dela unidad plena y visible de todos los discípulos de Cristo.Esta es su voluntad y este es su apremiante deber. Es cons-ciente de que para ello no bastan las manifestaciones debuenos sentimientos. Hacen falta gestos concretos quepenetren en los espíritus y sacudan las conciencias, impul-sando a cada uno a la conversión interior, que es el fun-damento de todo progreso en el camino del ecumenismo.

El diálogo teológico es muy necesario. También esindispensable investigar las causas históricas de algu-nas decisiones tomadas en el pasado. Pero lo másurgente es la «purificación de la memoria», tantas vecesrecordada por Juan Pablo II, la única que puede dispo-ner los espíritus para acoger la verdad plena de Cristo.Ante Él, juez supremo de todo ser vivo, debe ponersecada uno, consciente de que un día deberá rendirlecuentas de lo que ha hecho u omitido por el gran biende la unidad plena y visible de todos sus discípulos.

El actual Sucesor de Pedro se deja interpelar en pri-mera persona por esa exigencia y está dispuesto ahacer todo lo posible para promover la causa priori-taria del ecumenismo. Siguiendo las huellas de suspredecesores, está plenamente decidido a impulsartoda iniciativa que pueda parecer oportuna parafomentar los contactos y el entendimiento con losrepresentantes de las diferentes Iglesias y comunida-des eclesiales. Más aún, a ellos les dirige, también enesta ocasión, el saludo más cordial en Cristo, únicoSeñor de todos.

En este momento, vuelvo con la memoria a la inol-vidable experiencia que hemos vivido todos con oca-sión de la muerte y las exequias del llorado Juan PabloII. En torno a sus restos mortales, depositados en la tie-rra desnuda, se reunieron jefes de naciones, personasde todas las clases sociales, y especialmente jóvenes, enun inolvidable abrazo de afecto y admiración. Elmundo entero con confianza dirigió a él su mirada. Amuchos les pareció que esa intensa participación,difundida hasta los confines del planeta por los mediosde comunicación social, era como una petición comúnde ayuda dirigida al Papa por la humanidad actual,que, turbada por incertidumbres y temores, se planteainterrogantes sobre su futuro.

La Iglesia de hoy debe reavivar en sí misma la con-ciencia de su deber de volver a proponer al mundo lavoz de Aquel que dijo: «Yo soy la luz del mundo; el queme siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá laluz de la vida». Al iniciar su ministerio, el nuevo Papa

FOTO

GR

AFÍ

A: A

GEN

CIA

EFE.

Page 5: De todo el mundo - multimedia.opusdei.org · Hijo de Dios vivo», y la solemne afirmación del Señor: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. ... para que sea

D E T O D O E L M U N D O 5

sabe que su misión es hacer que resplandezca ante loshombres y las mujeres de hoy la luz de Cristo: no su pro-pia luz, sino la de Cristo.

Con esta conciencia me dirijo a todos, también a los segui-dores de otras religiones o a los que simplemente buscan unarespuesta al interrogante fundamental de la existencia huma-na y todavía no la han encontrado. Me dirijo a todos con sen-cillez y afecto, para asegurarles que la Iglesia quiere seguirmanteniendo con ellos un diálogo abierto y sincero, enbusca del verdadero bien del hombre y de la sociedad.

Pido a Dios la unidad y la paz para la familia huma-na y reafirmo la disponibilidad de todos los católicos acolaborar en el auténtico desarrollo social, respetuoso dela dignidad de todo ser humano.

No escatimaré esfuerzos ni empeño para proseguir el pro-metedor diálogo entablado por mis venerados predecesorescon las diferentes culturas, para que de la comprensión recí-proca nazcan las condiciones de un futuro mejor para todos.

Pienso de modo especial en los jóvenes. A ellos, que fue-ron los interlocutores privilegiados del Papa Juan Pablo II,va mi afectuoso abrazo, a la espera de encontrarme conellos, si Dios quiere, en Colonia, con ocasión de la próximaJornada mundial de la juventud. Queridos jóvenes, que soisel futuro y la esperanza de la Iglesia y de la humanidad,seguiré dialogando con vosotros, escuchando vuestrasexpectativas para ayudaros a conocer cada vez con mayorprofundidad a Cristo vivo, que es eternamente joven.

Mane nobiscum, Domine! ¡Quédate con nosotros, Señor!Esta invocación, que constituye el tema principal de la cartaapostólica de Juan Pablo II para el Año de la Eucaristía, es laoración que brota de modo espontáneo de mi corazón,mientras me dispongo a iniciar el ministerio al que me hallamado Cristo. Como Pedro, también yo le renuevo mipromesa de fidelidad incondicional. Sólo a Él quiero servirdedicándome totalmente al servicio de su Iglesia.

Para poder cumplir esta promesa, invoco la maternaintercesión de María Santísima, en cuyas manos pongo elpresente y el futuro de mi persona y de la Iglesia. Queintercedan también con su oración los santos apóstolesPedro y Pablo y todos los santos. Con estos sentimientos,os imparto mi afectuosa bendición a vosotros, veneradoshermanos cardenales, a cada uno de los que participanen este rito y a cuantos lo siguen mediante la televisión yla radio.

Publicado en www.vatican.va, 20/IV/05

de grandísima alegríaEs un momento

Declaración de Mons. Javier Echevarría, prelado del Opus Dei, al conocer la elección

del Papa Benedicto XVI.

Es un momento de grandísima alegría paratoda la Iglesia. Los católicos de todo elmundo agradecen a Dios este don de unnuevo Papa, Benedicto XVI: al Sucesor de

Pedro vuelven a dirigir su mirada de hijos, en élencuentran luz y serenidad.

En mi nombre, y seguro de expresar los senti-mientos de los hombres y mujeres que componen laPrelatura del Opus Dei, aseguro a Benedicto XVIplena adhesión a su persona y a sus enseñanzas:profunda comunión. El nuevo Papa conoce bien lamisión de la Prelatura y sabe que puede contar conel empeño alegre de los sacerdotes y de los laicosque la integran para servir a la Iglesia, que era laúnica ambición de san Josemaría Escrivá deBalaguer. Junto a la adhesión, deseo transmitirletambién mi profundo afecto filial, que se une a laoración y al cariño de todos los fieles del Opus Dei.

En estos días de espera confiada, se ha habladomucho acerca de la elevada responsabilidad delRomano Pontífice, de la necesidad que la Iglesiatiene de su ministerio, del peso de la tarea que repo-sa sobre sus hombros. Todo eso es cierto, pero esta-mos comprobando también en estas horas que elPapa, además de con la ayuda de Dios, cuenta con laoración y el afecto de todos los católicos y de muchí-simas otras personas de buena voluntad.

Las circunstancias que han rodeado el falleci-miento de Juan Pablo II y la elección de BenedictoXVI han sido una manifestación imponente de fepor parte de millones de personas y una impresio-nante expresión de unidad: en la tristeza primero,por la ausencia del queridísimo Juan Pablo II, y en laalegría después por el don de un nuevo Papa. ¡QueJuan Pablo II proteja a su sucesor en este tiempo denueva primavera!

Pienso, además, es obvio decirlo, en la maravi-llosa continuidad de la Iglesia, que ha quedado biende manifiesto con el júbilo del Pueblo de Dios antela elección del nuevo Sucesor de Pedro.

Publicado en www.opusdei.org, 19/IV/05

Page 6: De todo el mundo - multimedia.opusdei.org · Hijo de Dios vivo», y la solemne afirmación del Señor: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. ... para que sea

6 D E T O D O E L M U N D O

Gracias, Dios mío, por el amor al Papa quehas puesto en mi corazón.

Camino, 573

Tu más grande amor, tu mayor estima, tu máshonda veneración, tu obediencia más rendida, tumayor afecto ha de ser también para el Vice–Cristoen la tierra, para el Papa. Hemos de pensar loscatólicos que, después de Dios y de nuestra Madrela Virgen Santísima, en la jerarquía del amor y dela autoridad, viene el Santo Padre.

Forja, 135

Católico, Apostólico, ¡Romano! —Me gusta queseas muy romano. Y que tengas deseos de hacer tu«romería», «videre Petrum», para ver a Pedro.

Camino, 520

Para tantos momentos de la historia, que eldiablo se encarga de repetir, me parecía unaconsideración muy acertada aquella que meescribías sobre lealtad: «llevo todo el día enel corazón, en la cabeza y en los labios una jacu-latoria: ¡Roma!».

Surco, 344

Cada día has de crecer en lealtad a la Iglesia,al Papa, a la Santa Sede... Con un amor siempremás ¡teológico!

Surco, 353

Acoge la palabra del Papa, con una adhesiónreligiosa, humilde, interna y eficaz: ¡hazle eco!

Forja, 133

a Jesús por María!¡Todos, con Pedro,

Textos de san Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei.

SAN JOSEMARÍA

ESCRIVÁ DE BALAGUER

CON EL PAPA PAULO VIEN LA INAUGURACIÓN

DEL CENTRO ELIS(OBRA CORPORATIVA

DEL OPUS DEI), EL 21 DE NOVIEMBRE DE 1965,EN ROMA.

Page 7: De todo el mundo - multimedia.opusdei.org · Hijo de Dios vivo», y la solemne afirmación del Señor: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. ... para que sea

D E T O D O E L M U N D O 7

Que la consideración diaria del duro pesoque grava sobre el Papa y sobre los obispos, teurja a venerarles, a quererles con verdaderoafecto, a ayudarles con tu oración.

Forja, 136

La fidelidad al Romano Pontífice implica unaobligación clara y determinada: la de conocer elpensamiento del Papa, manifestado en Encíclicaso en otros documentos, haciendo cuanto esté denuestra parte para que todos los católicos atien-dan al magisterio del Padre Santo, y acomoden aesas enseñanzas su actuación en la vida.

Forja, 633

Nuestra Santa Madre la Iglesia, en magnífi-ca extensión de amor, va esparciendo la semi-lla del Evangelio por todo el mundo. DesdeRoma a la periferia. Al colaborar tú en esa expansión, por el orbeentero, lleva la periferia al Papa, para que latierra toda sea un solo rebaño y un solo Pastor:¡un solo apostolado!

Forja, 638

Ofrece la oración, la expiación y la acciónpor esta finalidad: «ut sint unum!» —para quetodos los cristianos tengamos una mismavoluntad, un mismo corazón, un mismo espí-ritu: para que «omnes cum Petro ad Iesum perMariam!» —que todos, bien unidos al Papa,vayamos a Jesús, por María.

Forja, 647

María edifica continuamente la Iglesia, laaúna, la mantiene compacta. Es difícil teneruna auténtica devoción a la Virgen, y no sen-tirse más vinculados a los demás miembrosdel Cuerpo Místico, más unidos también a sucabeza visible, el Papa. Por eso me gusta repe-tir: omnes cum Petro ad Iesum per Mariam!,¡todos, con Pedro, a Jesús por María! Y, al reco-nocernos parte de la Iglesia e invitados a sen-tirnos hermanos en la fe, descubrimos conmayor hondura la fraternidad que nos une a lahumanidad entera: porque la Iglesia ha sidoenviada por Cristo a todas las gentes y a todoslos pueblos.

Es Cristo que Pasa, 139

Esta Iglesia Católica es romana. Yo saboreoesta palabra: ¡romana! Me siento romano, por-que romano quiere decir universal, católico;porque me lleva a querer tiernamente al Papa,il dolce Cristo in terra como gustaba repetirSanta Catalina de Siena, a quien tengo poramiga amadísima.

Amar a la Iglesia, 28

Contribuimos a hacer más evidente esaapostolicidad, a los ojos de todos, manifestan-do con exquisita fidelidad la unión con elPapa, que es unión con Pedro. El amor alRomano Pontífice ha de ser en nosotros unhermosa pasión, porque en él vemos aCristo.

Amar a la Iglesia, 30

SAN JOSEMARÍA ESCRIVÁ

Y MONS. ÁLVARO DEL

PORTILLO, SU PRIMER

SUCESOR, AL FINALIZAR

UNA AUDIENCIA CON EL

BEATO JUAN XXIII EN

EL VATICANO, EL 5 DE

MARZO DE 1960.

Page 8: De todo el mundo - multimedia.opusdei.org · Hijo de Dios vivo», y la solemne afirmación del Señor: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. ... para que sea

8 D E T O D O E L M U N D O

¡Hasta pronto!¡Hasta pronto!

JUAN PABLO II18/V/1920 – 2/IV/2005

Page 9: De todo el mundo - multimedia.opusdei.org · Hijo de Dios vivo», y la solemne afirmación del Señor: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. ... para que sea

D E T O D O E L M U N D O 9

Juan Pablo II, un Papa mexicanoReflexión del Cardenal Norberto Rivera Carrera,

Arzobispo Primado de México

México, como ningúnotro país, debe teneren su corazón alPapa Juan Pablo II.

México, que en sus calles y plazasaclamó al Pontífice con una mezclade júbilo y lágrimas. México,quien con el corazón en la mano ledijo: «Tú eres mexicano».

Juan Pablo II besó el suelo denuestra patria y desde ese primermomento, nos abrió su corazón.Juan Pablo II encomendó su pon-tificado a la Virgen de Guadalupey a ella, como a nadie, tuvo en sumente y predicación al encomen-darle la evangelización del conti-nente americano.

En cinco ocasiones lo tuvimos co-mo huésped distinguido. Recorrióvarios estados de la República Mexi-cana; se reunió con indígenas, perso-nas privadas de su libertad, enfer-mos, padres de familia, intelectua-les, académicos, literatos, jóvenes,estudiantes y políticos. Juan PabloII se entregó a todos, buscando launión de todos.

Durante el Jubileo del año 2000,el Papa concedió un día especialpara celebrar con México la cano-nización de Cristóbal Magallanes ysus 24 compañeros mártires, Maríade Jesús Sacramentado Venegas yel Padre Yermo y Parres. Luego, enel corazón espiritual de nuestropaís, elevó a los altares a San JuanDiego y beatificó a los dos fiscalesindígenas mártires de Cajonos,Oaxaca.

México reza por Juan Pablo II.México llora por Juan Pablo II.Durante su pontificado, tuvieronlugar importantes reformas cons-titucionales por parte del Estadomexicano que permitieron a todas

las iglesias tener una personalidadjurídica. Durante su pontificado,tuvo el cuidado al designar comonuncios apostólicos a los mejoreshombres de la Santa Sede. Durantesu pontificado, los mexicanos nosunimos en la fe para afrontar tiem-pos difíciles siguiendo su ejemplode fortaleza y constancia.

Juan Pablo II siempre tuvo ensu mente y en su corazón cada rin-cón de nuestra patria y las necesi-dades de los fieles, y preocupadopor la mejor funcionalidad denuestra Santa Iglesia, nombró adignos pastores sobre prelaturas,obispados y arzobispados.

En el mes de octubre, ya nopudo visitarnos una vez más como

él hubiera querido, con motivo delCongreso Eucarístico Internacionalque tuvo lugar en Guadalajara,Jalisco, y cuya consecuencia aún seextiende durante todo el presenteaño que fue declarado como el Añode la Eucaristía, mismo que enri-queció con un gran regalo paratoda la humanidad: la indulgenciaplenaria.

Hace pocos días, Juan Pablo IImostró una vez más su amor a lahumanidad al confirmar que cual-quier suma económica que serecaudara por la venta de su másreciente libro: «Memoria e Identi-dad», sería destinada a obraspersonales de caridad. Este amorfue fundado en su personalidadpor gracia del Espíritu, que lepermitió vivir las crisis másseveras del siglo XX, para deellas aprender en carne propiasobre el dolor y miserias huma-nas, y ser ejemplo de consuelo;fue perseguido, y siempre dioaliento a los perseguidos; sufrióun atentado y fue ejemplo deperdón, sufrió enfermedad y fuemodelo de entereza.

No dejemos en el aire, en losrecuerdos y quimeras todas susenseñanzas. Ahora, más que nunca,debemos tener presentes sus pala-bras cuando se despidió de Méxicoparafraseando el Evangelio: «Mevoy pero me quedo hasta el final delos tiempos»; ahora, más que siem-pre, debemos sentir que está connosotros el Papa Amigo, el poeta yliterato, el pastor incansable, elperegrino del mundo, el Vicariode Cristo.

Publicado en www.cem.org.mx, 2/IV/05

FOTO

GRA

FÍA

: AG

ENC

IAEF

E.

Page 10: De todo el mundo - multimedia.opusdei.org · Hijo de Dios vivo», y la solemne afirmación del Señor: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. ... para que sea

1 0 D E T O D O E L M U N D O

Estos pensamientos venían a mi cabezacon vigor repetitivo en la noche delsábado 2 de abril. Me parecía que todala jornada era un sucederse de signos depenetrante elocuencia. Por la mañananos llegaron las palabras entrecortadas

que dirigía a los jóvenes, su último mensaje: «Os hebuscado, ahora venís junto a mí y os doy las gracias».Como se dijo en algunos de los programas de televi-sión en Italia, el 2 de abril ha sido una improvisada eimprevista «jornada mundial de la juventud». Ya porla noche, 100 mil personas rezaban a la Virgen por elPapa, mientras expiraba. La Virgen acogía benévola-mente la oración de los hijos por su padre. «SantaMaría, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadoresahora y en la hora de nuestra muerte». Parece que JuanPablo II falleció al terminar las oraciones de la Plaza, yque el «Amén» fue su palabra de adiós. Antes, a lasocho, Mons. Estanislao Dziwisz celebró la Santa Misadel Domingo de la Misericordia. ¿Hay alguna palabramás consoladora que podamos pronunciar junto allecho de muerte de una persona amada? LaMisericordia de Dios Padre, que siempre te ha acompa-ñado, te espera en el Cielo, morada definitiva del Amor.

Ante mis ojos, la jornada del 2 de abril aparecíadensa de simbolismo, coincidencias imposibles deprever, imposibles de organizar. Sólo la Providenciade Dios, rico en misericordia, puede reunir la oraciónde miles de hijos por su padre, ante la Virgen María,en vísperas de la fiesta universal de la Misericordia.

Todas esas circunstancias nos interpelan, no sólocon el lenguaje de las palabras, tampoco con la expre-sividad de las emociones, sino con la belleza de lossímbolos, que imprimen una huella indeleble en elalma. La liturgia que se celebrará en las exequias deJuan Pablo II trae a nuestros labios una hermosa ora-ción, en el prefacio de la misa de difuntos, que nosconfirma en «la esperanza de nuestra feliz resurrec-ción». ¡Con qué claridad siente ahora la Iglesia que,«aunque la certeza de morir nos entristece, nos con-suela la promesa de la futura inmortalidad!» ¡Quénatural nos resulta imaginarnos al Papa en la presen-cia de la Trinidad Santísima, vivo ya para siempre,porque sabemos que «la vida de los que en Ti creemos,Señor, no termina, se transforma; y, al deshacersenuestra morada terrenal, adquirimos una mansióneterna en el cielo»!

Por Mons. Javier Echevarría, prelado del Opus Dei

Juan Pablo II nos ha hablado de muchasmaneras. Con encíclicas, homilías,

discursos, cartas y libros. De palabra, porescrito, con imágenes. Ha empleado

también el lenguaje de los símbolos, congestos elocuentes, cargados de sentido.

Todas esas acciones brotaban del fondo deun alma íntimamente unida a Jesucristo y

por eso llevaban consigo la fuerza comunicativa de la Palabra de Dios.

En la casa del Padre

MONS. JAVIER ECHEVARRÍA.

Page 11: De todo el mundo - multimedia.opusdei.org · Hijo de Dios vivo», y la solemne afirmación del Señor: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. ... para que sea

Juan Pablo II se ha caracterizado por sus muchascualidades y facetas, y no faltarán en estas horas quie-nes enaltezcan su papel en la historia de la Iglesia y dela humanidad, sus virtudes humanas y sobrenatura-les, sus talentos. Para mí —como para innumerableshombres y mujeres en todo el mundo—, el Papa hasido, antes que nada, un padre. En su persona hemosexperimentado de modo muy intenso que la Iglesiaestá unida por los lazos de comunión propios de unafamilia; que el Papa es un padre para los católicos delos más diversos países, que es principio y fundamen-to de unidad en la Iglesia, fuente de fraternidad entretodos los hombres, promotor de la paz.

Me atrevería a decir que Juan Pablo II ha represen-tado de modo excelso el papel principal de su vida, elpapel de padre, la función de vicario de Cristo.Imagen, con toda su personalidad; y símbolo vivoentre nosotros. Ojalá sepamos entender y secundartodo lo que Dios nos pide, de modo tan claro y cerca-no, y acertemos a hacer de la Iglesia, como Juan PabloII nos ha reclamado, «casa y escuela de la comunión».

Se acumulan hoy los motivos de agradecimiento. ADios por el don de este Papa. A Juan Pablo II por sufidelidad fuerte y dulce; a tantas personas —eminen-tes o desconocidas— que han sido sus colaboradoresen estos casi ventisiete años; especialmente a quienesle han cuidado con amor filial hasta el último momen-to: a Mons. Dziwisz —don Estanislao—, fiel asistentede toda una vida; a esas religiosas cuyos nombres noaparecen en los periódicos; a Polonia, que ha regalado

a la Iglesia este hijo ilustre; a los médicos; a los perio-distas que nos están contando, con emoción comparti-da, estos momentos difíciles y únicos... No hay espacioaquí para una lista, pero es de justicia expresar almenos de modo genérico la gratitud de los hijos de laIglesia hacia aquellas personas que han estado siemprecerca y han servido fielmente a este siervo bueno y lealque el Señor ha recibido con un abrazo en el Cielo.

Juan Pablo II ha repetido con frecuencia, tambiéncuando le pedían que no se gastara tanto físicamente,estas palabras: «después de un Papa viene otro». Piensoque esa expresión manifestaba su conciencia de estar depaso en este mundo, como todos, pero también su cer-teza de no haber sido puesto por el Espíritu Santo en lasede de Pedro para ser aclamado como hombre, sinopara esforzarse en que los hombres aclamen a Dios.

En estos días los católicos rezamos ya por el próximoPapa, sea quien sea. Ya le queremos con toda el alma, aunantes de conocerlo. Y rogamos a nuestro queridísimo JuanPablo II que interceda ante Dios por su sucesor. Me vienena la memoria unas palabras de san Josemaría Escrivá deBalaguer: «Para tantos momentos de la historia, me pare-cía una consideración muy acertada aquella que me escri-bías sobre la lealtad: llevo todo el día en el corazón, en lacabeza y en los labios una jaculatoria: ¡Roma!». Un nom-bre de ciudad, una oración, un lazo de unión para todoslos católicos, para todos los hombres de buena voluntad.

Publicado en «El Universal», Ciudad de México, 4/IV/05

D E T O D O E L M U N D O 1 1

S.S. JUAN PABLO II CON MONS. JAVIER

ECHEVARRÍA, PRELADO

DEL OPUS DEI.

Page 12: De todo el mundo - multimedia.opusdei.org · Hijo de Dios vivo», y la solemne afirmación del Señor: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. ... para que sea

1 2 D E T O D O E L M U N D O

Reunidos en el Aula PabloVI del Vaticano, cuatromil universitarios escu-charon el mensaje que el

Papa dirigió a los participantesen la 38ª edición del encuentroUNIV, cuyo tema de estudio fue«Proyectar la cultura: el lenguajede la música». El mensaje del Papa,leído por el arzobispo Mons.Leonardo Sandri, Sustituto de laSecretaría de Estado, fue escuchadoen un clima de intensa unión conel Santo Padre. Mons. JavierEchevarría, Prelado del Opus Dei,estuvo presente en el acto.

«La música, como todos los len-guajes artísticos —escribe el SantoPadre en el mensaje—, acerca al serhumano a Dios. Pero, al mismotiempo, el arte puede transmitir aveces un concepto del ser humano,del amor, de la felicidad, que nocorresponde a la verdad del designiode Dios». Juan Pablo II continúa: «ostoca a vosotros, queridísimos jóve-

nes, renovar los lenguajes del arte yde la cultura y ser valientes para noaceptar comportamientos y diversio-nes caracterizados por los excesos yel ruido».

Como es recordado en lasmuchas actividades de formaciónpromovidas por la Prelatura delOpus Dei bajo la guía del ObispoPrelado –escribe el Santo Padre–,«la vocación de los fieles laicos esla santidad, animando cristiana-mente las realidades temporales».Juan Pablo II escribe: «Tambiénpara vosotros, queridos estudian-tes y profesores universitarios,como le gustaba repetir a sanJosemaría, el trabajo y el estudiodeben ser una “continua oración,con las mismas palabras entraña-

bles, pero cada día con música dis-tinta. Es misión muy nuestra trans-formar la prosa de esta vida enendecasílabos, en poesía heroica”».

El mensaje del Papa concluyeasí: «Que María Santísima os ayudea encontrar a su Hijo Jesús en laliturgia de esta Semana Santa, y enlos sacramentos de la Penitencia yde la Eucaristía. La Virgen Madre deDios, Mujer Eucarística, conduzca acada uno de vosotros al encuentrocon Cristo». El mensaje completo deJuan Pablo II está disponible enwww.vatican.va

Minutos antes de la lectura delmensaje del Papa, los jóvenes asis-tieron a la proyección de la filma-ción del encuentro que tuvo Juan

En su último mensaje a los participantes delUNIV, Juan Pablo IIanimó a los jóvenes arenovar el lenguaje de la música para que seaarte y no sólo ruido.

una nueva culturaConstructores de

JUAN PABLO II EN EL CONGRESO UNIV DE 1980.

Page 13: De todo el mundo - multimedia.opusdei.org · Hijo de Dios vivo», y la solemne afirmación del Señor: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. ... para que sea

Pablo II con los participantes en elUNIV de 1985.

En su breve discurso, la presi-dente del UNIV 2005, la keniataJennifer Wamuyu Gitahi, abogadode la High Court de Kenia, afirmó:«Nos hemos propuesto llevar atodos los jóvenes de nuestra edadla alegría y la sonrisa del Papa, talcomo de nuevo lo hemos visto conconmoción en las imágenes delUNIV de hace veinte años, cuandomuchos de nosotros aún éramosniños». Y añadió: «Queremos ser suvoz, para ofrecer a miles de amigosnuestros, en la universidad, en laescuela y en todas partes, el estímu-lo a no tener miedo de buscar elrostro de Cristo».

¿QUÉ ES EL UNIV?Los encuentros UNIV, organiza-

dos por el Istituto per la CooperazioneUniversitaria (ICU), nacieron en1968 con la inspiración y el alientode san Josemaría Escrivá, fundadordel Opus Dei. Desde entonces, los

participantes han sido recibidos todoslos años por el Pontífice, primeroPablo VI, después Juan Pablo II.

Los participantes, estudiantesuniversitarios procedentes de trein-ta universidades italianas y más dedoscientas de todo el mundo, refle-xionan durante una semana sobreel tema propuesto por el ICU conocasión de diferentes actividades

culturales que tienen lugar envarios puntos de Roma: conferen-cias, coloquios, exposiciones, deba-tes, grupos de estudio, mesasredondas. La lista de temas de las37 ediciones precedentes y másinformacion general se puedeencontrar en www.icu.it/univ

La Prelatura del Opus Dei orga-niza actividades de formacióncristiana como complemento alprograma general. El encuentroUNIV constituye también unaoportunidad de conocer la ciudadde Roma siguiendo las huellas de lahistoria de la Iglesia desde susprimeros siglos.

Publicado en www.opusdei.org.mx, 21/III/05

D E T O D O E L M U N D O 1 3

S.S. JUAN PABLO II SALUDANDO

A LOS PARTICIPANTES DEL CONGRESO

UNIV EN EL AULA PAULO VI.

JUAN PABLO II CON UNA

PARTICIPANTE

DEL CONGRESO

UNIV DE 1989.

Page 14: De todo el mundo - multimedia.opusdei.org · Hijo de Dios vivo», y la solemne afirmación del Señor: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. ... para que sea

Espero que esta Pascua pueda ser tiempode resurrección para todos los seres huma-nos. Que sea signo de renacimiento de todolo que a lo largo de la vida tendemos a olvi-dar: amor, paz, esperanza, generosidad, grati-tud, donación al prójimo...

Infelizmente perdemos nuestro Papa,pastor y padre; pero, por encima de todo,tenemos que considerarle como gran hijo deDios que cumplió su proyecto.

Confieso que, al ver a Juan Pablo II, pudesentir su lado más que humano: donación, coo-peración, diálogo, pero sin olvidar sus flaque-zas, sus dolores y sus momentos de tristeza.

Rezo para que en este momento en que elmundo acompaña atento una nueva etapa de laIglesia, todos podamos ser agentes de paz, men-sajeros de esperanza y continuadores del amor.

Que Nuestra Señora Madre de Diospueda interceder por el Papa en el cielo.

Que el Espíritu Santo pueda derramarsus dones sobre nuestros cardenales queestarán indicando un nuevo hombre comonuestro padre espiritual.

Que Dios pueda siempre acogernos conlos brazos abiertos. Amén.

T. C., Brasil, 5 de abril de 2004

Querido Santo Padre:

Sabemos que estás en el Cielo. Tu vidasanta ha repercutido en todo el mundo y tuprimer milagro es lograr que tanta genteestemos rezando desde los últimos días detu vida. Tu parecido con la vida de nuestroSeñor es evidente: tuviste tu vida pública, tupasión y ahora esa resurrección gloriosagozando de Dios en el Cielo. Te queremos.

Sabes, en 1981, estuve contigo en Romaen el cortile de San Dámaso, con aquellosuniversitarios gritones de 400 universidadesdel mundo que reunió el UNIV. Estuvedurante más de una hora a un metro de ti,enfrente de ti y pude besarte la mano derecha(la del anillo), te dije que era del Opus Dei, yme bendijiste en la frente haciéndome luegoun cariño en la nariz.

Sabes, ha sido el momento que más me heemocionado en la vida: ¡no daba crédito!Siempre hemos estado al pendiente de ti, porla Iglesia Universal y por tu sucesor.¡Alabanza a Dios porque ya te tiene con Él!

H. C., México, 8 de abril de 2005

1 4 D E T O D O E L M U N D O

Universitarios gritones

Mensajeros de esperanza

Nuestro Papa, pastor y padreTestimonios con motivo del fallecimiento de S.S. Juan Pablo II

Page 15: De todo el mundo - multimedia.opusdei.org · Hijo de Dios vivo», y la solemne afirmación del Señor: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. ... para que sea

D E T O D O E L M U N D O 1 5

Encuentrosque marcaron mi vida

La edad que ilusiona más en la vida yque está llena de proyectos es la juventud yfue a los ocho años cuando conocí a una per-sona que me ayudó a definir mi proyecto devida. Esa tarde estaba con mi familia sobre laacera de una de las avenidas más transitadasde Guadalajara para ver pasar a Juan PabloII en su trayecto hacia la Basílica de NuestraSeñora de Zapopan. Cientos de familiasvecinas a ese lugar se habían congregadotambién; la espera duró más de cuatro horas,pero valió la pena, aunque fuera para ver,por unos cuantos segundos, pasar el autobúsdescapotado que transportaba al Papa.

Años más tarde —en mayo de 1990—, eseencuentro se repitió, ahora con motivo de lasegunda visita de Su Santidad a nuestropaís. El lugar fue la jornada con los jóvenes—cerca de un millón— en San Juan de losLagos. A partir de este momento, nació en míel deseo de «seguir la huella del Papa» a lolargo del mundo.

En 1993 como universitario y en 1997 comoprofesor, asistí al Congreso InternacionalUNIV en Roma que tuvo lugar en SemanaSanta; ahí pude conocer la sede de Pedroy tuvimos una semana muy especialcompartiendo con el Papa los oficios yotras actividades de carácter cultural eintelectual.

En 1998 tuve la oportunidad de estar enuno de los momentos más impactantes de mivida: la visita de Juan Pablo II a la isla deCuba. En compañía de varios alumnos uni-versitarios compartimos la alegría del pue-blo cubano de recibir al Papa.

Luego siguieron los viajes cuarto y quin-to del Papa a México que también fueronmuy significativos. Varios de mis alumnos yfamiliares fueron acercándose más a Dios araíz de estos encuentros.

Regresé a Roma en octubre del 2002 y enSemana Santa de 2004 —también con variosalumnos— para mostrarle nuestro agradeci-miento y cariño al Santo Padre.

Definitivamente todos esos encuentros—que no fueron pocos— marcaron mi vida yla de muchas personas queridas y cercanas amí. Ahora que este gran hombre se ha mar-chado a la casa de Dios Padre es poco elagradecimiento que se le pueda brindar enunas cuantas líneas, ojalá lo podamos hacercon obras y con el apoyo que tanto requiereBenedicto XVI.

J. Ch., México, 24 de abril de 2005

¡Hasta pronto!

Page 16: De todo el mundo - multimedia.opusdei.org · Hijo de Dios vivo», y la solemne afirmación del Señor: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. ... para que sea

Lo invitamos a suscribirse al servicio de novedades vía Internet en: www.opusdei.org.mx

Me es bien conocida la vasta difusión de laObra creada y dirigida después durantelargos años, con la ayuda de Dios, porMonseñor Josemaría Escrivá de Balaguer,

y quiero rendir honor al compromiso de santidad y detestimonio evangélico que irradia, tanto mediante el tratopersonal como por medio de múltiples iniciativas de pro-moción social entre los hombres de nuestro tiempo.

Carta a Mons. Álvaro del Portillo, noviembre de 1978

Realmente es un gran ideal el vuestro, que desde loscomienzos se ha anticipado a la teología del laicado,que caracterizó después a la Iglesia del Concilio y delposconcilio. Tal es el mensaje y la espiritualidad del OpusDei: vivir unidos a Dios en medio del mundo, en cual-quier situación, cada uno luchando para ser mejor con laayuda de la gracia, y dando a conocer a Jesucristo con eltestimonio de la propia vida. ¿Hay algo más bello y másapasionante que este ideal? Vosotros, insertos y mez-clados en esta humanidad alegre y dolorosa, queréis

amarla, iluminarla, salvarla. ¡Benditos seáis y siempreanimosos en este vuestro intento!

Audiencia en Castelgandolfo a fieles del Opus Dei, agosto de 1979

Con sobrenatural intuición, el Beato Josemaría predi-có incansablemente la llamada universal a la santidad yal apostolado. Cristo convoca a todos a santificarse en larealidad de la vida cotidiana; por ello, el trabajo es tam-bién medio de santificación personal y de apostoladocuando se vive en unión con Jesucristo, pues el Hijo deDios, al encarnarse, se ha unido en cierto modo a toda larealidad del hombre y a toda la creación (cfr. Dominum etvivificantem, 50).

Homilía en la Misa de beatificación de Josemaría Escrivá (17/V/1992)

(...) Elevar el mundo hacia Dios y transformarlodesde dentro: he aquí el ideal que el santo Fundador osindica, queridos hermanos y hermanas que hoy os ale-gráis por su elevación a la gloria de los altares. Él con-tinúa recordándoos la necesidad de no dejaros atemo-rizar ante una cultura materialista, que amenaza condisolver la identidad más genuina de los discípulos deCristo. Le gustaba reiterar con vigor que la fe cristianase opone al conformismo y a la inercia interior.

Siguiendo sus huellas, difundid en la sociedad, sindistinción de raza, clase, cultura o edad, la concienciade que todos estamos llamados a la santidad. Esforzaospor ser santos vosotros mismos en primer lugar, culti-vando un estilo evangélico de humildad y servicio, deabandono en la Providencia y de escucha constante dela voz del Espíritu. De este modo, seréis «sal de la tie-rra» (cfr. Mt 5, 13) y brillará «vuestra luz delante de loshombres, para que vean vuestras buenas obras y glori-fiquen a vuestro Padre que está en los cielos» (Mt 5, 16).

Homilía en la Misa de canonización de JosemaríaEscrivá de Balaguer (6/X/2002)

Publicado en www.opusdei.org, 5/VIII/04

El Opus Dei es, para Juan Pablo II, una «nueva propuesta de santificación y de apostolado,mediante el ejercicio del ordinario trabajo profesional». Recogemos breves párrafos de

algunos discursos en los que el Papa describió el mensaje del Opus Dei.

Vivir buscando la santidad

ORDENACIÓN EPISCOPAL DE MONS. ÁLVARO DEL PORTILLO, PRIMER PRELADO DEL OPUS DEI, EN LA BASÍLICA DE SAN PEDRO, EL 6 DE ENERO DE 1991.