de immundo jean clair

Upload: sin-titulo

Post on 19-Jul-2015

746 views

Category:

Documents


3 download

TRANSCRIPT

  • 5/17/2018 DE IMMUNDO Jean Clair

    1/17

    Jean Clair

    DEIMMUNDOApofa t i smo y a po ca ta sta sis e n e l a rte d e ho y

    T r ad u cc i6 n d eSANTIAGO E. ESPINOSA

  • 5/17/2018 DE IMMUNDO Jean Clair

    2/17

    CAPiTULO I

    Al principio, en el primer vistazo echado a la reproducci6n talcomo se encuentra en un libro consagrado a la obra de este artista ',se duda de comprender. 0 bien, quiza ya se ha comprendido, perohemos rechazado aceptar 10 que el ojo acaba de ver. Es un rostro.Esta enteramente cubierto por una materia amarilla y parda que nodeja duda alguna sobre su naturaleza. La cabeza del hombre que haposada para el documento se ha enterrado bajo un derrumbamien-to fecal, un emplaste excrementicio. No es la mascarilla de belleza,verde y viscosa, como se ve, en las revistas ferneninas, que cubre elrostro de aquellas que buscan una belleza eterna, es una mascara deinfamia que suscita en nosotros el horror. El principio capital delcuerpo se ha vuelto a n u s mun d i. EI rostro se ha vuelto una cloaca. Es10 que descubre Dante, en el canto XVIII del Infiemo, cuando pene-tra la bolgia* de los aduladores.

    1 David Nebreda ,Awopor tra i ts , Paris: Leo Scheer, 2000. [Hay edici6n castellana,Autorretratos, Salamanca: Universidad de Salamanca, 2002.]

    * En l aDi v il la c om ed i a, cada una de las fosas circulares y concentricas que cons-ti tuyen eloctavo circulo del inf ierno de Dante, y en sent ido f igurado lugar dondeesta el mal, donde se sufren las afrentas del inf ierno, lugar don de reinan la confu-si6n y el desorden, [N. de l T. ]

    11

  • 5/17/2018 DE IMMUNDO Jean Clair

    3/17

    EI juego de las mascaras habia sido uno de los mas graciosos queel arte de la pintura nos haya ofrecido. Mascaras amablemente colo-readas de los elegantes que representaban el engafio en el sigloXVII, pequefias mascaras negras de Pietro Longhi, grandes masca-ras blanc as, ya mas inquietantes, de los Polichinelas de Giandome-nico Tiepolo. No eludian el cara a cara, el encuentro de si.y del pro-jimo. En el juego de los equivocos, dejaban pasar el soplo de la vida.(Pero aqui? En esta mascara fecal que recubre el rostro y asfixia alportador, (de que cara a cara infernal se trata? .

    Q u i no n ha l uo g o i l S a nt o Vuolto (eaqui no es el sitio de la masca-ra sagrada, del Santo Rostro): es en este verso de Dante, para nodejar a nuestro gufa, en el que piensa Primo Levi cuando atraviesalas puertas de Auschwitz. Aqui; pronto comprendera, es el sitio endonde los hombres son considerados como Dreck , montoncitos demierda, decfan los nazis'.

    rras, portar cabellos largos hace el aspecto de los guerreros esparta-nos mas terribles a la vista del enemigo. El pelo devuelve al hombrehacia la animalidad pura, hacia la vida oscura e independiente de los6rganos. El hecho de cortarse los cabellos, de afeitarse, da ritmo, alcontrario, a las diferentes etapas de socializacion del hombre, acom-pafia a los ritos de su maduraci6n, a la entrada a la vida adulta. Essabida la relaci6n que une el kouros al keiro, el hecho de cortarse loscabellos'. Ho rr eo , e re , es el hecho de que el pelo se erice por el golpedel susto 0 del sufrimiento, es la horripilacion. La palabra misma,horror, esta en parte vinculada con el pelo. He aqui, did Plotino,la fealdad absoluta-"La mujer, ella tambien, debe depilarse y conservar el pubis lampi-

    fio, de suerte que no recuerde nada de la naturaleza animal de susexo. Como las modelos de las revistas de moda, las Venus antiguastienen el sexo afeitado.

    Lo inmundo, asf, considerado como la categoria privilegiada delarte de hoy.La porqueria y 10 informe, (no esprecisamente a 10 que se refiere

    Platen cuando pregunta al joven Socrates, en el Parmenides, si conci-be una idea para estas cosas grotescas que son el pelo, el lodo, lamugre, 0 cualquier otra cosa, la mas despreciada y mas vil? ElIas nopueden tocar nuestros ojos, no mas que nuestras manos. Si esto ocu-rre, es porque no hay idea en estas cosas, no hay forma en ellas, nohay forma separada para representar 10 hirsuto y 10 sucio'.Horror de 10 informe, horror del residuo, horror del pelo y de losolores que eso puede esconder, horror de un elemento organico, de

    una entidad viviente que escapa a nuestro control. Durante las gue-

    El pelo crece sobre el cadaver, se ensortija, se enreda, como losgusanos que vemos hormiguear sobre los yacentes que la espiri tuali-dad de finales del siglo XV habia multiplicado. El cabello continuasu crecimiento despues de que hemos muerto. Y cuando la carne sedescompone, el permanece, sedoso y flexible. Maupassant, con Lacabellera, ha escrito uno de los relatos mas perturbadores sobre lamelena femenina.En general, no obstante, este cabello, que insiste allado del cada-

    ver y mucho tiempo despues que el, nos da ganas de vomitar. Uncabello sobre la lengua, un cabello en la sopa, un pelo en la mano per-turban siempre la c1aridad del mundo.

    1 En la pelicula de Claude Lanzmann, Shoah, un tes tigo menta que en Treblin-ka, cuando se trata de desenterrar a los mil lones de cadaveres para hacer los desapa-recer quemandolos, los responsables SS animan a los detenidos encargados de tall abor diciendoles que eso no eran cuerpos, sino Dreck, deyecciones, excrementos,porqueria, mierda.2 Plat6n, Parmenides , 130 d.

    1 Cf Jean-Pierre Vernant, La belle mort er Ie cadavre outrage, L 'i n di vi d u, l am o rt , l 'a m ou r. S oi -m s me e t l 'a u tr e e n G re ce a n ci en n e, Paris : Gall imard, 1989, p. 65 sq .[Hay edici6n castellana, E I i nd nn d uo , f a m u er te y e l a m or e n { a a n ti gu a G r ec ia , Barce-lona: Paid6s, 2001.]2 Plotino, Eneada , I, 6.

    12 13

  • 5/17/2018 DE IMMUNDO Jean Clair

    4/17

    Pero Platen no habla solamente del pelo, y del retroceso que sus-cita en nosotros. Dice que es tambien la mugre, la suciedad, el man-cillamiento, la porquerfa, el residuo, ellodo, toda esta categoria quela pornografia conternporanea, sea literaria, cinernatografica, 0 sim-plernente popular en los sex-shops de nuestras ciudades, se sima tanprecisamente en los anaqueles bajo la nibrica hard c rad . Es todo 10que empuja al hombre hacia la orilla negra de la descornposicion, dela podredumbre, del bullidero, de la peste.Un dialogo de Platen introduce asf a otra reflexion, En L a R ep ll -

    blica, disertando sobre la naturaleza tripartita del alma humana, y enparticular sobre los conflictos de la razon y del thymes, es decir, delcorazon, entendido como deseo, arran que irreflexivo, pulsion, nosdeja oir que el horror es precisamente 10 que es deseable. Leoncio,hijo de Aglaion, volviendo del Pi reo, al exterior de los muros de laciudad, se dio cuenta de que unos cadaveres yacian cerca del ejecu-tor publico; a la vez deseaba mirar, y a la vez, al contrario, estabaindignado y se daba la vuelta. Luchando contra sf mismo, ense-guida, dice Socrates, se habria cubierto el rostro, pero decididamen-te domina do por el deseo, habria abierto ampliamente los ojos. Y ,finalmente , e l apostrofa a los ojos, a sus propios ojos exorbitados,iguales a los de las potencias diabolicas: Esto es para ustedes, dice,genios del mal, hartense de este bello espectaculo. IUn bello espectaculo para los ojos, entonces, el de los cadaveres

    apilados: (el horror seria tambien una categoria estetica? (Tendrf-amos hambre y sed de la abyeccion, como las tenemos de otros pla-ceres?

    Ahora bien, privar a la muerte de sepultura, es el ultraje absoluto.Antfgona rechaza la orden de Creonte de no enterrar a Polinices.Para obedecer el deber sagrado impuesto por los dioses, pero tam-bien dictado por leyes no escritas, esparce polvo sobre su cadaver. Poreste acto de piedad, sera condenada a muerte y enterrada viva en latumba de los Labdacidas, de los que descendia.

    1 P l aton, Republica , libro IV , 439 c-440 a.

    14

    Estas leyes no escritas son tambien inmemoriales: desde que elhombre aparecio, el hombre entierra a sus muertos. Data del Homosapiens la aparicion de las primeras sepulturas.Esto vale para todas las religiones. El infierno, ellugar del horror

    eterno, es para los judios la gehena, geenna, cuyo nombre viene delvalle de Ben Hinnom, donde se veian los cadaveres que no habiansido amortajados cerca de [erusalen destruida. El infierno seria ellugar en el que los muertos no son decentemente enterrados.

    Cuando un artista como Andres Serrano hurta al mortuorio foto-grafias de cadaveres para exponerlas en galerias de arte', (serfa unmoderno Leoncio?Estos cadaveres, dice Platen, son apilados fuera del recinto de la

    ciudad. En ella reinan la ley y la belleza. Afuera de estos muros reinael mundo de los cadaveres y de los verdugos. La vision de estos car-neros no esta hecha para el hombre pio, ni para el ciudadano de laRepublica.Pero esto, estos cuerpos cuya vista ahorramos a los ciudadanos,

    este alejamiento de los lugares en donde se comete el crimen, aunquesea en nombre de la justicia -esta justicia de la que el propio Socra-tes se volvera vfctima-, estos apilamientos de cadaveres fuera de losmuros, en lugares proximos no obstante prohibidos , nos recuerdadecididamente, en nuestra historia reciente, algo a 1 0 que nos volve-mos de espaldas. Los campos de la muerte fueron, ellos tambien, edi-ficados fuera de las ciudades , no lejos, pero 10 suficiente como paraque el pueblo no tuviera demasiada conciencia de los crfmenes quealli se cumplian. Dachau en las puertas de Munich, Buchenwald enlas puertas de Weimar, eran tambien lugares aparte en donde seamontonaban los cadaveres de los que ya no eran considerados comoparte del Volkskorper, el cuerpo del pueblo del nuevo Estado nacio-nal- socialista.

    1 Algunas fueron expues tas en el marco del centenario de la bienal de Venecia ,en 1995.

    15

    -------

  • 5/17/2018 DE IMMUNDO Jean Clair

    5/17

    Buchenwald, la selva de las hayas, Dachau, el Fontainebleau delos pintores en Baviera, ejemplos de un locus silvaticus tan pr6ximo ala ciudad. EI hombre salvaje 1 0 mas pr6ximo del hombre civilizado.La naturaleza en las puertas de la cultura.Lleg6 el dia en que los cadaveres desbordaron, se volvieron dema-

    siado numerosos para que pudieran quemarse 'tedos. Hizo faltaentonces apilarlos a la vista de todos y, a prop6sito de los campos, sevino a hablar de gehena, sin saber demasiado 1 0 que significabaesta palabra en cuanto al debido respeto al cadaver.

    Exponer al muerto y ya no disimular el cadaver, colmar la miradacuando aspira alhorror, hartar los ojos cuando se quieren genios delmal, seria hacer que el infierno, que la gehena entren en el coraz6nde la ciudad. Este mal , cuya imagen son un os cadaveres desterradosy mantenidos lejos, (se podria decir que esta en nosotros, en el cora-z6n de la ciudad, que es parte de nuestra civilidad, de nuestra cultu-ra? (0 bien consistiria, con el ultimo de los cinismos, suprimiendola frontera, en negar que el mal existe?Partamos de esta hip6tesis, que intentaremos verificar: ni mas ni

    menos que como sucede con la muerte, el mal no existe para la mira-da del hombre conternporaneo. Creyendo haber adquirido un dere-cho perpetuo a la salud, se cree al mismo tiempo vue I to potencial-mente inmortal. EI cadaver que deja detras suyo no esentonces nada.Ni cadaver ni despojo. Nada que 1 0 mire de nuevo, para con quientener miramientos. Nada, pues. Ya no hay siquiera el pequefio restode carne, el Erdenrest, del que hablaba Goethe, al que el alma estabaaun vinculada, y que los angeles, los mas cumplidos entre ellos, por-taban con penal .

    De hecho, diciendo esto, citando a Plat6n, recogiendo los recuer-dos de una historia reciente, busco alejarme, creo, por la escritura y

    1 "UIlS b le ib t e in E rd en re st / Z u t ra ge n p ei nl ic h (

  • 5/17/2018 DE IMMUNDO Jean Clair

    6/17

    el hecho. El autor se llama David Nebreda. Nacio en Madrid en1954. Sus fotos han sido expuestas en algunas galerias de vanguardia.En la mayor fa ,e l se representa de pie, de cara 0de perfil. Desnudo lamayor de las veces, y sin envoltura cloacal, aparece caquexico, masdemacrado que los prisioneros que los americanos fotografiaroncuando liberaron Dachau y Buchenwald.En una de las fotos, en sobreirnpresion, en primer plano, vemos

    un frasco de haloperidol, con su liquidito verde fosforescente comoun anis 0 una absenta. Nebreda ha sido hospitalizado en multiplesocasiones, a menu do por largos periodos, con un diagnostico, bienincierto sin duda, de esquizofrenia paranoica. Como Daniel-PaulSchreber, si se quiere.La mayoria de las fotografias muestran rastros de automutilacion,

    efectuadas eon una navajilla de afeitar, eon un cuchillo, con tijeras,quemaduras de cigarri llo, laceraciones de fuetes claveteados. Algu-nas puestas en escena, en ocasiones halos luminosos, aureolas, hacenpensar claramente en extasis religiosos , en la tradicion del arte espa-fiol. El artista no se ha contentado con el hacer todo desnudo, sinoque ha probado las neeesidades de resaltes , de retoques, de arrepen-timientos ... Lo informe puesto en forma. El iinico material que uti-liza, dice, en la toma de sus fotos a color es la ceniza, asi como solotres materiales organicos: la sangre, laorina, los excrementos solidos.

    El hombre es inteligente, eultivado. Se expresa con refinamiento.Parece tener una clara conciencia de 1 0 que significa su recorrido.

    (C6mo hacer comprensibles las sensaciones que me producenmi sangre y mis excrementos? Sentimientos primarios de recono-cimiento, de plenitud, de alegria , de ternura, de lejana identif ica-cion, de arnor. Los he tornado y guardado; los he tocado, rnaneja-do, he cubierto mi rostro y mi cuerpo con ellos. Los he introdu-cido en mi boca y han sido secretamente conservados hasta el diade mi sacrificio .. . 1

    1 D. Nebreda, Au topor tra it s , op . c i t. , p. 163.

    18

    Reconocimiento, alegria, ternura, identificacion: estamosaqui en el registro del amor materna y en el tiempo de los primerosinstantes de la vida, cuando toear, oler, probar los propios excremen-tos, era poner los primeros limites entre el cuerpo y 1 0 que no es micuerpo. Pero aqui, la separacion, el don, no tienen lugar. Nada esdado a la madre. Todo es guardado. Hasta el dia de mi sacrificio.cCual sacrificio? cPor que dios terrible y lejano? Narcisismo prima-rio. Retencion. Regresion, Que importan las palabras.

    19

  • 5/17/2018 DE IMMUNDO Jean Clair

    7/17

    CAPITULO II

    Fue una exposicion importante, hace unos cuantos afios, la quellevaba por titulo Post-human. Como alli no se trataba de un arte des-tinado a maquinas inteligentes, a robots, a droides 0 a organismosgeneticamente modificados, parece que los autores hayan mas bienquerido hablar de un arte pre-humane, es decir, de la posibilidad deun arte que ya no se dirigiria a 1 0 que, en el hombre, constituye subios -su vida inteligente y reflexiva que Ie distingue entre todos losprimates-, sino mas bien, para retomar la vieja expresi6n de Aris-toteles, a la vida como zoe, la vida desnuda, el aqui abajo biologico',que le conduce en efecto a la zoologia de las criaturas organizadas,pero tambien de los seres alogicos, aloga, animales privados de logos.

    Una exposicion del mismo orden hizo mucho ruido estos ulti-mos afios, Sensation, presentada en la Royal Academy de Londres,a fines de 1977, luego en el Brooklyn Museum de Nueva York, en1999. En vista de las obras expuestas, fue precedida en este lugarpor una advertencia puesta por el Departamento de la salud publi-----.-----

    1 EI Pet i t Robert da de la palabra coprofilia esta definicion rninimalista: Sedicede organismos (sobre todo bacterias) que viven en los excrementos .

    21

  • 5/17/2018 DE IMMUNDO Jean Clair

    8/17

    ca: T he c on te nt s o f t hi s e xh ib it io n m a y c au se s ho k, v om it in g, c on fu si on ,p an ic , e up ho ria , a nd a nx ie ty. If yo u s uffe r fr om h ig h b lo od p re ss ur e, n er -v ou s d is or de r, o r p a lp ita ti on s, y ou s ho uld c on su lt yo ur d oc to r b efo re v ie -w in g th is exhibi t ion. IEn el afio 2000, el T u rn e r P r iz e, el Gran Premio de las Artes en

    Gran Bretafia, fue atribuido al artista Tracey Armin por su propiacama, maculada de orina, cubierta de condones usados, de pruebasde embarazo, de ropa interior sucia y de botellas de vodka, cama enla que habria pasado una semana en un estado de depresion conse-cutiva a una ruptura. La obra fue aplaudida por los responsables dela Tate Gallery por su valor realista.

    Hace ya diez afios, se habia abierto una exposicion, en 1993, en elWhitney Museum of American Art de Nueva York, que ofrecia unaprimera vision de conjunto sobre este m o vim ie nt o:A bJ ec tA rt. R ep ul-s io n a n d D es ir e.

    Abj icere, es lanzar lejos de sf, es desechar*. De aqui la idea de reba-jar, de bajo, de des echo, de residuo. El arte de la abyeccion seria elestado de un arte bajo, 0 incluso de un arte del residuo, un arte delresto cuando todo ha sido desechado. Mejor que la t a bu la r a sa de lavanguardia que pretendia qui tar la mesa del festin de los siglos, el artede la abyeccion se interesa en 1 0 que el cuerpo exuda cuando esta can-sado, deja escapar cuando esta herido, 0 simplemente desecha cuandola comida ha sido digerida. Abjicere es tambien renunciar, en el senti-do de renunciar a toda autoridad, abandonar, vender a bajo precio, sedeshacer. Resurniendo, es todo 1 0 que se refiere al abarimiento asicomo al rebajamiento, todo 1 0 que cubre el campo de la degradacion,~Puede tal arte existir? Y si existe, ccomo admitirlo en el sene de unaexposicion destinada a un publico? Un arte que pone en escena supropio abandono, un abandono que va hasta el aflojarniento de los

    1 EI con ten ido de es ra expo ici6n puede provocar cheque, naus eas , con fus ion,panico, euforia 0 angustia. Si s ufre de hipertension, de des6rdenes nerviosos 0 pro-bl emas cardi acos , debe r ia consulrar a su medico antes de ent ra r.

    * En frances se conserva aqul l a rai z l at inaj et te r ( lanzar ) y rejetter (desechar/recha-zar). [N . d el T ]

    22

    esffnteres, ~hace otra cosa que despachar, llevando esto a cabo, elsigno de la muerte clfnica?

    ~Por que se ha vuelto cormin entre los artistas de este fin de siglousar en sus obras materiales como los cabellos, los pelos, los trozos deufias cortadas, pero ademas las secreciones y los humores, la sangre,la saliva, los mocos, la orina, el esperma, la sanie, la pus, los excre-mentos? EI denominador cormin de todos estos insolitos productoses que son materiales organicos y desechos directos del cuerpo.Citemos, un poco al azar, algunos ejemplos.Robert Gober usa cera de abeja y pelos humanos. Andres Serrano,

    sangre y esperma. Marc Quinn ejecuta su busto con su propia sangrecongelada. Chris Ofili se sirve de excrementos animales. En losmeses que precedieron a su rnuerte, persiguiendo 1 0 que el l lamabaregresiones, Gerard Gasiorowski, mucho antes que ellos, no usabamas que sus propias heces, la parte liquida para hacer un jugo pardo,la parte deshidratada para hacer galleti tas de bosta que amontonababajo su tienda de ultimo de los mohicanos. Gina Pane, al final de losafios 1970, trepaba desc1aza una escalera cuyos peldafios estabanhechos de espadas afiladas. Se dejaba tambien recubrir el rostro conel contenido de un cubo Ileno de gusanos de cebo.EI artista britanico Franz West ha, mas recienternente, fundido

    cagarrutas humanas en bronce, tratadas a gran escala, para disponer-los, imaginamos, en medio de los greens londinenses. En la bienconocida ambivalencia, el excremento es oro, la escultura prefiereaqui, en esta alquimia de ma te r ia p r im a que pre t en de dar forma a 1 0informe y permanencia al transite, la ambivalencia de otro materialnoble y durable: 1 0 que deja escapar el oio de bronce.Una de las obras mas recientes por inscribirse en esta vena es la del

    artista belga Wim Delevoye, que fue mostrada en el museo de Artecontemporaneo de Lyon el verano de 2003. Titulada Cloaca, consis-tia en una bomba y diversos aparatos de molienda que recogian ydigerian los residuos de cocina producidos por restaurantes lione-ses, para hacer una pasta parda igual al excremento humano. Con-

    23

  • 5/17/2018 DE IMMUNDO Jean Clair

    9/17

    trariamente , no obstante, a la presentaci6n burlesca del catalogo enel que podia leerse y huele, apesta y se tira pedos, la obra no des-pedia olor. Esta ausencia de solicitaci6n de la olfaccion habria debi-do bastar para convencer al artista, que no dudaba en convocar gran-des nombres, de Di6genes a Lucien Febvre, en evocar el carnaval, laCuaresma y los proverbios de Bruegel, que una obra que no huele nise tira pedos no nos sumerge en la animalidad de la cloaca de la queel hombre apenas ha salido, sino sobre todo en el universo esterili-zado dellaboratorio.

    Fascinacion por el exterior del cuerpo, por sus productos de super-ficie, por sus humores intern os, por sus secreciones y por sus excre-ciones. De la pintura como arte de las superficies. Pero tambien, ental caso, pintura de sus profundidades. Nos internamos en los intes-tinos, las mucosas, los rectos ... Una artista como Mona Hatoum rea-liza asi videos que no son otra cosa que endoscopias'. No se trata deciencia. No nos ensefia nada de la exploraci6n del cuerpo humanoque no sepamos ya, y a menudo mejor, por la imagineria medica. ~Setrata de arte? Estos videos no son demasiado impresionantes. Subelleza es menos cautivadora que, por ejemplo, la de los desolladosgrabados por Gautier d'Agoty. Ni arte ni ciencia: ~con que se esta tra-tando? ~Cual es la naturaleza de la fascinaci6n que se expresa aquicon el nombre de obra de arte?

    Sangre, esperma y orina de nuevo en los accionistas vieneses.Seran los primeros, desde principios de los alios 1960, en hacer usode una violencia actual, vinculada a la herida y a la automutilaci6n.Seencuentra en Valie Export, en Orlan. Carnes hinchadas, laceradas,hendidas, cortadas con navajas de afeitar ... Complacencia aun enprovo car y en mostrar la experiencia del dolor, hasta el peligro mor-tal, en Chris Burden. Y luego, el paso al acto: si la castraci6n deRudolf Schwarzkogler parece venir de una tenaz leyenda -pero sus

    1 Por ejernplo Corps etranger, 1994, colecci6n del Museo nacional de arte moder-no, Centro Georges-Pompidou.

    24

    acciones, en su desarrollo y en su ritual, parecen desacreditarlo--,bien real es su suicidio en 1969, bajo la influencia, habia confiado,del Teatro de la crueldad de Antonin Artaud',En todos, siempre, queda la fascinacion por el cadaver, en las fotos

    subrepticiamente tomadas en los mortuorios. He citado a Serrano.Tarnbien estuvo Jeffrey Silverthorne ...Igual de poco soportables, la obras vinculadas a la fascinaci6n de

    la teratologia, a 10 monstruoso biologico, a 10 patol6gico: Jake yDinos Chapman, Robert Mapplethorpe, J . P . Witkin.De un orden diferente, a causa de la profunda empatia que ellas

    delatan con sus temas, son las fotos tomadas por la artista norteame-ricana Nancy Burson en Montefiore Medical Center for CraniofacialDisorders. Son retratos de nifios afectados por malformaciones facia-les y desordenes neurologicos severos como la progeria que, en unoscuantos afios, hace de un bebe un viejo ... Aunque presentadas abu-s ivamente como obras de arte, estas fotos se inscriben en la tradi-ci6n que ilustraban, cuarenta 0 cincuenta alios antes, una LisetteModel 0 una Diane Arbus.

    [arnas la obra de arte ha sido tan cinica y le ha gustado tantorozar la escatologia, la suciedad y la porqueria. Jamas tampoco -rasgo mas desconcertante aun->- esta obra habra sido tan queridapor las instituciones, como en el hermoso tiempo del arte oficial.Mas inquietante que su fabricacion es la recepci6n de estos objetos.Directores de museo, responsables de las grandes manifestacionesinternacionales, criticas de revistas y magazines, todo un establish-men t del gusto parece aplaudir este arte de la abyecci6n. Todo ocu-rre como si, de la exposici6n de estos cuerpos entregados al horror,otro cuerpo, el cuerpo social, sacase una necesidad y, quizas, lascondiciones mismas de su cohesion, Todo ocurre como si la unidad

    1Rudolf Schwartzkogler se lanz6 de laventana de su depar tamento el20 de juniode 1969, en un momento de depresi6n. La leyenda de su automutilaci6n parecenacida de un art iculo publicado en la prensa norte americana en 1972.

    25

  • 5/17/2018 DE IMMUNDO Jean Clair

    10/17

    del socius, antiguamente asumida por 10 religioso y 10 politico, yporque se ha vuelto imposible de mantener ni en el orden de 10 reli-gioso ni solo en el orden de 10 politico, encontrara en adelante sucimiento en la manifestaci6n publica de una escatologta aceptada ycelebrada.Aquf es donde podemos recuperar ti ti lmente la expresi6n de Gior-

    gio Agamben de una biopolitica' que establece la autoridad de unpoder sobre individuos sustraidos a la ciudadania, privados de suhabea s co r pu s , para ya no ser mas que los cuerpos desnudos de ungrupo que opera en secreto, la secta, la comuna 0 el partido.Exhibicion de una vida desnuda de los organos, de una fisiologfa

    en estado puro, exaltaci6n del residuo bio16gico, fascinaci6n por lamuerte bajo el aspecto del cadaver: no se esta lejos de un carnaval,con todo 10 que acompafia esta inversion regular, ritual y pasajera deun orden social. Arlequin, el viejo Hallequin medieval, otro demo-nio subido de los Infiernos, vuelve aqui a agitar su mesn ie* .(Cual puede ser el senti do de tal fiesta en una sociedad de la que

    los dioses han desertado? (Puede ser el hombre, por sf solo, el obje-to de un carnaval, gustar de estas mortificaciones y de estas ceremo-nias fecales, como si no se dirigieran mas que a el? Vuelta a los excre-ta, al bafio primitivo de las heces. Placer turbio por las letrinas y fas-cinaci6n ambigua por los chalets de necesidad. Una infancia del arte,acaso, bafiandose en sus pafiales sucios.

    Hay, por otra parte, una larga historia de la mierda en el arte.La escatologia esta en el corazon de la obra de Salvador Dali. En

    L e Je u lu gubre , en particular, en 1929, figura en primer plano unhombre viejo cuyo calzon esta sucio. Georges Bataille analizara hol-gadamente la obra , viendo en ella la representaci6n de un complejo

    1 Giorgio Agamben, H om o s ac er . Le p o uu o tr s ou o er a in e t l a v ie n u e, Paris: Le Seuil ,1997. [Hay edici6n castellana, H om o s a ce r: El p o de r s ob er an o y l a n ud a v id a, Valencia:Pre- texros, 1999.]

    * En frances antiguo, la rnesnie es el meson de una familia, una especie dehueste de ernparenrados. [N d el T ]

    26

    de castracion 1. Hans Bellver, por su parte, ha grabado una muy bellaplancha en la que vemos una joven chica acuclil lada defecando sobreel rostro de un hombre aparentemente convulso de placer.Mucho antes de ellos , explorador de Dada, Arthur Cravan, desde

    los aiios 1910, se habia reclamado de sus entrafias y solo de elIas:Comere mi rnierda, habia orgullosamente proclamado, acto de feen la caIidad superior de su defecaciorr '. Esta supremacia del cuerpo,afirmada tan precozmente en la exaltaci6n de sus funciones natura-les, podria servir de exergo a 10 que ha seguido en el siglo.El uso inmediato del excremento como objeto productor de gozo

    en sf es un gesto de otra naturaleza aunque su utilizacion mediati-ce otros fines, usar por ejemplo excremento como sucedaneo de unpigmento. Se dice que Picasso, a alguien que le preguntara: Maes-tro, (que haria usted si estuviera en prision sin nada?, habria res-pondido: Pintaria con mi mierda. Pero esto es todavia dar formaa 10 informe. El excremento utilizado como un color es un pig-mento entre otros, un poco inhabitual, sin duda. Ademas tiene su scaracteristicas: colorado como un ocre, untuoso como un aceite,con una buena capacidad cubriente, y relativamente estable. Laorina fue tambien utilizada con frecuencia en la fabricacion de cier-tos colores y en las patinas de los bronces. El orin de ciertas vacas,alimentadas con cierta hierba, daba antafio un amarillo radiante yestable.Recordemos tambien las palabras, quizas ap6crifas, de Cezanne:

    La pintura es como la mierda, se huele, no se explica. Tercerrecuerdo al fin en este registro. Rembrandt habria dicho: Aparten-se, el olor de la pintura no es sano.Pintar es una cocina, en donde los residuos se suelen reutilizar.

    rII

    Entramos en un registro diferente, a principios de los afios S O , 'cuando el artis ta italiano Piero Manzoni propone, a los afic ionados

    1 En la revista Documents , n O 7, diciembre de 1929 .2 Arhtur Cravan, Notes en VW,Nueva York, 1942-1943 .

    27

  • 5/17/2018 DE IMMUNDO Jean Clair

    11/17

    de la vanguardia del momento, suMe rd a d 'a rt is ta conservada en lata.En edici6n limitada y numerada en noventa ejemplares, valiendo ensu origen su peso en oro, estos excrementos manufacturados se ven-den hoy mas caros que el metal precioso'. Aquf no hay ya elabora-ci6n a partir del excremento, por minima que sea,sino un uso inme-diato del excremento.Joseph Beuys, en los afios 70, fue tarnbien el charnan invitado por

    todos los museos de Europa, celebrando un ritual que usaba comomateriales grasa y fieltro, es decir, de nuevo, producciones organicase informes, pastosas 0hebrosas, fundentes 0hirsutas, la secreci6n deltejido conjuntivo y los cabellos. Su personaje, vuelto un mito de lavanguardia, aparece como la calca pura en la epoca actual del his-trionismo cinico de la Antiguedad. Hasta la elecci6n de sus acceso-rios, la vara del pastor, la capa de fieltro y, sobre el hombro, la alfor-ja, la kibisis, igual al zurr6n de Hermes, que son los mismos de losgrandes cinicos griegos, Antfstenes y Di6genes.Una tercera figura de este movimiento reciente que, a la k al la s ch e-

    matta, a la bella forma de los tiempos antiguos, la ha sustituido por1 0 informe, y por los colores del arco iris de la paleta, por los pardosde los excreta, podria ser la artista franco-americana Louise Bourge-ois. Bruja de una magia blanca consagrada al cuerpo femenino y a losmisterios del sexo en sus desbordamientos extremos como la histe-ria, propone, en obras como Prec ious Liquids , expuesta en Venecia en1992,conservados en frascos de vidrio -porque a 1 0 que chorrea yno tiene forma hay que darle un continente-, desde la saliva alesperma, y desde la orina a la sangre, los diversos humores del cuer-po humano.

    Pero es sin duda Marcel Duchamp, aqui como en otras partes,quien parece elp rim us in te r p ar es .La celebridad que ha logrado su Gioconda bigotuda no reside

    demasiado en la calidad de su provocacion, que se inscribe como1 La est imac i6n osc il a ent re 25,000 y 32,000 d6lares (junio de 2003).

    28

    mucho en la tradici6n de las bromas de colegio'. Ella no ha sorpren-dido tanto a los espiritus mas que en tanto que apuntaba a una obse-si6n en el corazon de nuestros contemporaneos, que es la de cuestio-nar laidentidad sexual. Ducharnp estaria as! en el origen de los gen-der s tudi e s, como 1 0 ha estado en el de tantos aspectos de la sensibili-dad actual. Haciendo del sexo de la mujer el barbudo dellenguajepopular, Duchamp subrayaba de manera sorprendente el juego depalabras que la identidad sexual de Monna Lisa designa, 0 sea laMadona -abreviada en Monnasi-->, cuando, mal ortografiado enfrances, como es usual, se vuelve mona li sa , en otros terrninos, en ita-liano vulgar, un cofio gastado, rallado, usado -fantasma al quedara cuerpo proponiendo, de hecho, unos afios mas tarde una Gio -conda afeuada, 0 sea, la imagen restaurada en el estado primitivo quehabia pintado Leonardo.Y solo la leyenda encriptada que corre sobre la reproduccion, L.

    H O. 0. Q . . , igual a las inscripciones misteriosas de los FliegendeBlatter de los que Sigmund Freud sacara una ensefianza", esta en con-diciones de asegurarnos la identidad sexual de esta ambigua figura.Ella nos afirma que lanaturaleza de lamujer eshisterica, y que lahis-teria es una enfermedad ardiente, el efecto de un calor interno, quees pariente del ardor amoroso. Como 1 0 escribia Jacques Ferrand ensu E nfe rm ed ad d e a mo r 0 me lancol ia e ro t ic a a principios del siglo XVII,que cita Michel Foucault, la mujer esta mas a menudo loca de amorque el hombre, pero sabe disimularlo: En que su semblante espare-cido a alambiques cuidadosamente sentados sobre torretas, sin quese yeael fuego por fuera, pero si midis bajo elalambique, y poneis lamano sobre el corazon de las damas, encontrareis en ambos lugaresun gran brasero.s"

    1 Cf . Andre Chastel, E ll lu s tr e I nc omp r is e. M o n a (sic) Lisa, Paris : Gal limard, 1988.2 Ma Donna = Menna, Mi s enora. Monna es la j ovcn casada,* En frances, l as s iglas producen fonet icarnente El la t iene calor en e l culm). [N .

    de l T. ]3 C f. Sigmund Freud, Le travail du reve, en Eimcrpretat iol l des rev ll s ,Paris : PUF,

    1973, p. 426.4 Jacques Ferrand, De fa ma la di e d 'a m ou r o u m e la nc ol ie e ro ti qu e, Paris , 1623, p. 164;

    29

  • 5/17/2018 DE IMMUNDO Jean Clair

    12/17

    Marcel Duchamp es de nuevo el primero, en 1954, en usar sus pro-pios pelos de barba para incorporarlos al molde de yeso de su rerratode perfil, W ith m y to ng ue in m y c he ek I.A esta mascara mortuoria mos-rrada en vida, incorpora los elementos que marcan lapermanencia dela vida, y la marca de la identidad sexual del individuo.Sobre todo en 1917, en el Sa16n de los independientes, pretende

    exponer un envio titulado Fountain --0sea, un simple urinario, fir-mado y fechado R. Mutt, 1917.Mucho mas tarde, en 1964, fabri-cara un ready-made a partir de una fotografia de su propia familia, suspadres, sus hermanos y hermanas, dando al recortado del documen-to la forma redondeada particular de un bacin sanitario.Inscribir las efigies de su propia familia en el interior de un uri-

    nario es recordar el i nt er u ri na m e t fe ce s n as ci mu r. Hacerlo a proposi-to de un t od o h ec ho que, mas queotra cosa, ponia en tela de juiciotanto la filiaci6n de su creador como su reputaci6n, su renombreen tanto que artista, en el mismo movimiento mear en su familia yglorificar un urinario, era perseguir una inspiraci6n escato16gica ymortificante que Duchamp ha manifestado a menudo. Recordemos,entre veinte ejemplos, en sus retruecanos y Mo r ce au x mo is es , el ana-grama que se aplica tan bien a esta obra: Ruiner, uriners [Arrui-nar, orinar].Innumerables escritos han sido consagrados al urinario de

    Duchamp. Retengamos aqui que el pi16n de loza, volteado a 90grados, aparece a primera vista como la perversa parodia de la con-cha que trae a Afrodita, nacida de la espuma marina y del esperma

    citado por Michel Foucault, Histoire de La folie a L'age classique, Paris: Gallimard,1972, p. 299. [Hay edici6n castellana, Historia de L a l oc ur a e n L a e po e a c la si ca , 2 vol.,Mexico: FCE, 1996.]1EI arte popular usa, desde hace mucho tiempo, esos art ificios: marionetas, t ite-

    res, rnufiecas, personajes de pesebre se adorn an a menudo con verdaderos cabellos ypelos.2 De un sarcasmo parecido, bajo lamisma influencia de un sacer que Roger Cai-

    l lo is vaa defin ir en 1939 (ef infra, p.51 sq), Georges Bataille, en Le b le u d u c ie l (Paris,Pauvert [1935],1957), establecera la ecuaci6n: Uriner: buriner [Orinar: burilar).[Hay edici6n castellana, E I a zu l de l c i el o , Barcelona: Tusquets, 2004.]

    30

    del dios. De la Belleza no quedan, bajo el chorro de orina, mas queruinas,Pero sustituir la simiente divina por el residuo del cuerpo huma-

    no, es avanzar que la generaci6n ya no es el hecho de Eros, sino quese ha vuelto a la cloaca primitiva. El mancillamiento del chorro y laespuma de la orina son la injuria hecha a la venustidad.Viviendo en los Estados Unidos, en un pais en donde urinario se

    dice fountain, y sus bordes redondeados se dicen l ips, como los labiosdel sexo femenino, Duchamp, con su cinismo habitual, no deiara decomentar: No se tiene mas que como hembra al mingitorio, y de ellose vive.Inspirados por la misma necesidad de rebajamiento de la mujer

    nacen en el palabras como fosita de alivio, 0 bien: Oh! d ou ch e itagain y O h! d o s hi t a ga in . Un poeta del otro siglo, Charles Baude-laire, ~no habia ya tratado a George Sand de letrina?En 1912, el mismo afio en el que Duchamp ernprendia la fabri-

    caci6n de La m ariee m ise a u n p a r s es c el ib a ta ir es , mime, obra maes-tra de un cinico erotismo, Freud reflexionaba sobre el rebajamien-to sexual del objeto amoroso: En la medida en que se llena la con-dici6n del rebajamiento la sensu alidad puede manifestarse libre-, 1mente, alcanzar logros sexuales y un alto grado de placer Habiaafiadido, ignorando que un artista en su tiempo habia queridohacer de un meadero no solamente 1arepresentaci6n simb6lica delsexo femenino, sino inc1uso una obra de arte para exponer en unmuseo:

    Ante todo los componentes pulsionales coprofilicos se hanrevelado incompatibles con las exigencias esteticas de nuestracivilizacion, verdaderamente desde que, pasando al estadio deponerse en pie, hemos educado sobre el suelo nuestro organa olfa-tivo; despues una buena parte de los impulsos sadicosque perte-

    1 S. Freud, Sur Ieplus general des rabai ssements de la vie amoureuse , La viesexuelle, Paris: PUF, 1969, p. 59. [Hay edici6n castellana, Ensayos sobre v id a s ex ua l yL a t eo r ia d e l as neurosis, Madrid: Alianza, 2003. ]

    31

  • 5/17/2018 DE IMMUNDO Jean Clair

    13/17

    necen a la vida amorosa. [ .. .] Los procesos fundamentales queprocuran la excitaci6n amorosa permanecen sin cambios. Loexcrementicio esta demasiado intima e inseparablemente ligado a1 0 sexual, la situaci6n de los 6rganos genitales -inter urinasetfaces=- sigue siendo el factor deterrninante inmutable.1

    Hay confusion, en efecto, en este mingitorio que es la mujer segtinlas palabras de Marcel Ducharnp, en esta cloaca primitiva de la esfe-ra anal y de la esfera genital que es ella a sus oios , confusion de secre-ciones que dan la vida y de secreciones muertas, una equivalencia deldon y de la excrecion.Rebajamiento de la mujer, pero rebajamiento mas general aun

    de toda produccion humana que no sea, inmediata, la de su propioorganismo. Yo no soy mas que un respiradero, dira Duchamp,(Para que hacer del arte una empresa penosa, cuando el simplehecho de respirar hace de nosotros artistas? (Para que detenerseen el placer olfativo de la terebentina, cuando los olores s u i g ene r isestan siempre disponibles/P El esfuerzo que ha fundado la cultura-esta lenta y dificil educacion de las pulsiones libidinales-, 1 0niega Duchamp en provecho de las satisfacciones inmediatas de lavida desnuda.En su esbozo de una economia minima de las pulsiones, en otras

    palabras , de las producciones inmediatas de placer que crean las fun-ciones del cuerpo, estableceria asi la lista de las pequefias energfasgastadas como [ ... ] la crecida de los cabell os, de los pelos y de lasufias , la caida de la orina y de los excrementos. [ ... ] el estiramiento,el bostezo, el estornudo, el escupir ordinario y de sangre. Los v6mi-tos, la eyaculacion [.. .] , etc. 3

    1 Ibid, pp. 64-65.2 Cf Andre Breton, en su P ha re d e l a m a r ne , en 1934: La delectacion en el color

    a base de placer olfativo es tan mise rable como la de lec tac ion en el trazo, a base deplacer manual. Le s u rr e al isme e t la peinture, Paris: Gall imard, 1965, p . 90.

    3 Citado en A. Breton, An th ol o gi e d e l 'h umo u r n o ir , Pads : La Sagi tt ai re , 1940, p .225. [Hay edicion castellana, A n to lo gi a d el h um o r n eg ro , Barcelona: Anagrama, 2002.]

    32

    Era definir una estetica del estercolero, y es quizas su ultimapalabra.(Para que esforzarse por ser un moderno Leonardo y pintar la Gio-

    conda, si la simple crecida de los cabellos, de los pelos, de las ufiasbasta para hacer una obra, y de todo individuo un ser unico? JederMensch is t e in K i in s tl er (etodo hombre es un artista), proclarnaraJoseph Beuys, su mejor discipulo.

    Pero el urinario invierte al mismo tiempo la significaci6n delmuseo. Si el museo, segiin las tesis de Walter Benjamin, es esta ins-titucion que transforma 1 0 cultual en cultural -el objeto de cuItoarcaico vuelto obra de arte-, presentar a cambio un orinal en lassalas de un museo, es autorizarse la potencia profanatoria de la insti-tucion para, de un objeto de uso, si no de alivio, hacer una obra dearte, y de este lugar consagrado no hace mucho a las musas, hacer unespacio vecino de los banos publicos, del puteus 0 dellupanar33, enuna palabra, el turbio lugar en que el museo de arte moderno se haconvertido.Rebajamiento simultaneo del sexo fernenino y de la obra de arte

    en un sumidero, nihilismo de un desagrado del que todas las for-mas, segun el dicho popular, son de la naturaleza. Desague genera-lizado de valores. El chorra de orina apaga el aura.

    1 La tradic i6n surr ealista, Michel Leiris por e jempio, en E a g d'homme (Paris:Gal limard , 1939) , se regocijara viendo al museo como un lupanar, [Hay edici6n cas-tellana, E da d d el h om br e, Pampiona: Laetoli , 2005.]

    33

  • 5/17/2018 DE IMMUNDO Jean Clair

    14/17

    CAPITULO II I

    (Que sabemos exactamente de las excreciones del cuerpo, de 10que se deja detras de uno sin preocuparse demasiado? Pelo y sucie-dad, el residuo, la mierda, son la cara repugnante de la humanidad.La mierda es rechazo, gasto. Ella cae, se expande. a bien, se enrollapesadamente sobre ella misma, como una serpiente, este lejano ani-mal, repugnante, inquietante. No tiene forma. (C6mo pensar lamierda?

    Supongamos que la modernidad sea este episodio del pensamien-to occidental que comienza con la Ilustraci6n, digamos hacia 1740, yque finaliza hacia 1980, cuando el termino de postmodernidadacaba por imponerse.En la historia de nuestra percepci6n olfativa, la modernidad seria

    entonces el comienzo de la gran desodorizacion, para retomar laspalabras de Alain Corbin, que hace del hombre moderno un ser vuel-to muy sensible a las fragancias fuertes. Los fi16sofos de 1aIlustra-ci6n no son solamente los que e1evan la vista y el oido, los mas inte-lectuales de nuestros senti dos, hasta rea1izar, por ejemplo en arqui-tectura, e1ideal de pan6ptico a 10Ledoux y a 10Bentham; 0 bien, en

    35

  • 5/17/2018 DE IMMUNDO Jean Clair

    15/17

    rmisica , despues de los sutiles acordes de la viola de gamba y del cla-vecfn, la ordenanza perfecta de la orquesta sinfonica moderna. Sontambien los que van, con el mismo movimiento, a reprimir el olfatocomo el mas animal de los senti dos, hasta volverse intolerantes a 10que atin ayer el individuo soportaba: la proximidad de los oloresexcremenciales de las letrinas, de las emanaciones putridas de lasfosas, de las m6rbidas pestes de los cadaveres. En la misma vidasocial, en la que se despliegan los perfumes, los de origen animalcomo el almizcle son en adelante proscritos en provecho de los 010-res vegetales, el agua de rosas, el iazrnin, la lavanda ...Esta modificaci6n en el orden antropo16gico encuentra quizas

    su ejemplo mas sorprendente en la suerte desde ahora reservada alos olores excrementicios. A falta de poder pensar la mierda,conviene aislarla, para permitir que el pensamiento, justamente, seejerza mejor en otra parte: El Iugar de la defecacion se especifica,se individualiza. Por el proyecto de privatizacion del residuo, tien-de a volverse el del mon6logo interior. Los unicos water-closet a lainglesa instalados en Versalles estan reservados al Rey y a MariaAntonieta.!El tratamiento de los cadaveres confirma esta evolucion, Se cie-

    rran los cementerios ad patres y a d s an ct os que se encontraban en elrecinto de la ciudad. En 10sucesivo seran enterrados fuera.

    Poco menos de doscientos cincuenta afios mas tarde, la sensibil i-dad post-moderna presenciaria otra conmocion de la sensibilidadolfativa, como acarreada por un movimiento de balanceo, que seesfuerza esta vez por ponernos en contacto, de nuevo, con 10excre-menticio. En el momenta mismo en que la vida cotidiana, el habitus ,los usos y costumbres habrian llevado el ideal higienico de la Ilus-tracion hasta su punto extremo, parece que sea de esta extremidadmisma, y por una inversi6n que hace no mucho habriamos llamadodialectic a, que se Iepide a su actividad mas refinada y mas espiritual,

    1 Alain Corbin, Le m ia sm e e t L a jonquille, Pari s: Flammarion, 1986, p . 99. [Hayedici6n castellana, El perfume 0 el miasma. E l o l fa t o y e l imag inar i o soc ia l , s i g l o sXVI I Iy XIX, Mexico: FCE, 1987.]

    36

    su arte, l lama do desde ahora ya no bello sino plastico, sumergirde nuevo al individuo en el bafio fecal del que se habra apartado.El hombre se debe presentar a la vista con la cabeza al rape como

    un militar 0 un monjecillo budista , larnpifio e igual al kouros arcaico.Y se Ie pide a su compafiera, aparte de esos rasgos infantiles del ros-tro que se observan en las modelos de revista -los ojos muy separa-dos-, 10que se pedia a las mujeres de los Antiguos: que sean 1isasydepi1adas como nifias imptiberes, iguales a los agalma, a las efigies demarmol que celebran su belleza. Lo mas lejos de la animalidad.El trecho no parece haber sido nunca tan grande entre, por una

    parte, 1amujer presentada como un ideal infantil y e1hombre pre-sentado como una figura arcaica y,por la otra, las producciones de 10que nos es propuesto como arte y que provienen de la categoria de10repugnante.La ideologia contemporanea proclama un cuerpo llamado de buen

    grado y ostensib1emente liberado. ~Que puede ser 1aliberaci6n deun cuerpo si no un cuerpo que se libera del hecho de ser un cuerpo?Esta vo1untad de 1iberaci6n que no puede comprenderse mas que entanto que 1iberaci6n de sf mismo, liberaci6n de su corporeidad decuerpo, de su pesadez, de su espesor, de su visceralidad de cuerpo, seemparienta extrafiamente con una mistica religiosa que, heretica alos ojos del dogma cristiano, pretendia negar, ella tarnbien, la reali-dad fisica del cuerpo. Las tecnicas uti lizadas son ademas identicas:maceraciones, dietas, ayunos, ejercicios fisicos agotadores, tonsuras,afeitados, desprecio y a menu do odio por las funciones naturales, etc.Como reacci6n a esta ascesis que se ejerce en nombre del cuerpo

    liberado, parece que se haya, por oposici6n, confiado a 10que llama-mos arte, concebido como practica de divergencia, distancia conrespecto a la norma, comportamiento aberrante, e1cuidado de recor-darnos, pero en un marco limitado y ritualizado -las exposicionesde vanguardia, las galerias, los museos-, las funciones primeras delcuerpo y, si es posible , las mas primitivas. Si el pelo, los olores y loshumores son en la vida cotidiana obsesivamente rechazados, flore-cen aqui, en estos momentos particulares que son las manifestacio-nes de arte, de la manera mas visible.

    37

  • 5/17/2018 DE IMMUNDO Jean Clair

    16/17

    Si el arte ha tenido durante mucho tiempo por emblema el ojo ysu poder -0 sea, la vision, la reflexion, pero tambien la puesta a dis-tancia-, parece entonces volver en adelante al estado primitivo pre-lcgico del efecto-refleio, igual al de los organismos primitivos, a lareaccion protoplasrnica de la amiba, al re tiro del animalcule 0 delcaracol. Ya no se mira el mundo, se reacciona a su contacto. Ya no esla vista, el mas intelectual de nuestros senti dos, la que se veria hon-rada, gratificada, colmada de la manera mas alta por las produccio-nes artisticas, seria el olfato, el mas animal de nuestros sentidos, elque seria solicitado por ellas, como el perro que ventea los restos desus congeneres. Oler, tocar, inc1uso ingerir el excremento, 10 que hayde mas primitivo, de mas arcaico y de mas oscuro en nosotros, al arteIe pediriamos darnos de nuevo su sensacion. La nausea nos volverialucidos. Hariamos en el arte actual no el aprendizaje de ese disgustootrora pacientemente inculcado al cno que fuimos. Volveriamos a laposicion primitiva del primate, rebajado hacia el suelo, el organaolfativo otra vez vecino de los organos genitales.

    La Ilustracion habia tenido por ideal cultivar el gusto, 10 que dis-t ingue al hombre civil izado del salvaje. EI gusto es la facultad, escri-bt a Kant, de juzgar un obieto 0 un modo de representacion por lasatisfaccion 0 el displacer, de una manera completamente desintere-sada. Se llama bello al objeto de esta satisfaccion.! Hoy es el disgus-to 10 que tendriamos que aprender. 0 mas bien, es el lo que deberfa-mos desaprender.

    (No se tiene el habito de enternecerse, escribia Lou Andreas-Salome, en vista de los desbordamientos de ternura infantil sobreel cuerpo de los padres, y de dejar hacer sin reserva, mientras queel territorio anal es sefialado de entrada de juego, en letras mayus-culas, por el primer ipuai! del que debemos impregnarnos? Loque augura para cada uno la historia tan significativa y tan rica en

    1Immanuel Kant, Cr it ic a d e l j u i c io , 1790,Primera parte.

    38

    prolongamientos relacionales de la primera prohibici6n. La cons-tricci6n de la abstenci6n pulsional y de la limpieza se vuelven porello el punto de partida del aprendizaje del disgusto, del disgustopor excelencia que no podra iarnas desaparecer por completo, nide laeducaci6n ni de la forma personal que tornara nuestra vida.l

    EI arte de vanguardia, en una epoca en la que la constriccion cor-poral y la represion de las pulsiones se han vuelto mas fuertes que enninguna otra, ~rendria por meta dar el cambio, y hacernos creer, enbreves momentos de transporte estetico, que esa primera prohibi-cion lanzada sobre el don fecal hecho a los padres puede por finlevantarse, y que puede inc1uso, contrariamente a 10 que dice LouAndreas-Salome, desparecer por completo?

    Desde los Antiguos, la experiencia del stercus esta vinculada alnacimiento de la cultura . Nuestra posicion ontologica frente al con-cepto de la Belleza es en principio una posicion escatologica.La civilizacion, si se Ie cree a Freud, heredero puro de Goethe,esta sometida a un doble movimiento. Es movida por una impul-sion a sujetar ese resto de tierra, este Erdenres t del que habla elFaus to , tan duro de llevar, a partir del cual fabricar objetos y valo-res socialmente utiles. Es la mente la que se construye un cuerpo, es is t d er G eist , d er sic h de n K iirpe r ba ut ... Al mismo tiempo, lacivilizacion no deja de ser motivada por la necesidad de un masgoce, que nunca es reducible a la dimension de 10 util, Esta toma-da, asi, entre la realidad de los excreta y la necesidad de los res iduosque vienen de la produccion de las riquezas, ellas mismas nacidasde la triada orden-limpieza-belleza, fruto de nuestra educacion, esdecir, de la represion de los instintos. Asi, el residuo se encuentra

    1 Lou Andreas-Salome, (5 4 na l" u n d " se xu a l? , en Imago 4 (5), 1916; t r . f ro I. Hil-denbrand, Eamo u r d u n a rc is si sm e . T im e s p sy ch an a ly ti qu e s, Paris: Gallimard, 1980, p.91-92. [Hay edici6n castellana, El n ar ci si sm o c omo d o bl e d ir ec ci 6n , Barcelona: Tus-quets, 1982.]

    39

  • 5/17/2018 DE IMMUNDO Jean Clair

    17/17

    sublimado en una ganancia de placer, un enriquecimiento, delcual la obra de arte seria la imagen mas noble. El alto grado decivilizaci6n de la cultura romana se mide tanto con la construe-ci6n de una c lo a ca m a x im a necesaria para deshacerse de las por-querias, como con la belleza de las proporciones de un acueductoque lleva el agua necesaria para lavarse. De los barros del esterco-lario ha nacido el tesoro de la cultura37.Tesoro siempre fragil, siempre por conquistar. La llegada de laFounta in de Duchamp, a este respecto, reduce el oro a lodo. Ella nos

    vuelve a poner literalmente la nariz, el organo olfativo, hacia elsuelo y hacia la cloaca. El hombre es llevado a su primer aspecto zoo-l6gico. Lo anal y 10sexual son otra vez, como en la vida del neonato,confundidos. Si, como dice Freud de nuevo, la anatomia es el desti-n038, el destino de la mujer, en la que el aparato genital es tan veci-no de la cloaca, es ser, por su anatomia, considerada por el hombrecomo un vertedero en el que se mezclan los flujos de las funciones deexcrecion y los humores venidos de la esfera genital. Lou Andreas-Salome, mas sensible que Freud a este destino, llegara a adelantarque el aparato genital femenino no es mas que una parte puesta enalquiler de la cloaca39. Dim asimismo del placer femenino, en tantoque se refugia en este organo, que actua de alguna manera comovecino de pasillo con el trastero destinado a las cosas vueltas inuti-lizables, rechazadas, a los residuos del cuerpo-tu.

    Freud, sin embargo, testimoniaba su inquietud por distinguir, enla sociedad de su tiempo, los sintomas del borrado de 10que llamo elSuperyo social, ese Kul tur -Uber ich, este ideal del Yo que la sociedadcultivada nos ha impuesto y cuya representacion mas alta seria el

    1 S. Freud, La ma l ai se d a n s la cul ture (1930), en ( E uv r es c om p le te s , vol. 18,1926-1930, Paris: PUF., 1994. [Hay edici6n castellana, El malestar ell l a c u lt u ra , Madrid:Alianza, 2006.]

    2 La v ie s e xu e ll e, o p . c u ., p. 65 .3 L.Andreas-Salome, E am o ur d u n ar ci ss is me .o p. c it ., p. 107.4 Ibtd., p. 108.

    40

    Arte. S610el ha permitido, canalizando y domesticando las pulsio-nes, en particular dominando los instintos de 10er6tico anal y ure-tral, fundar una civilizaci6n. A medida que se acercaba la guerra yque ascendian las intolerancias, aquel manifestaba una vis i6n cadavez mas sornbria del destino de la civil izaci6n:

    Conciliar las reivindicaciones de la pulsi6n sexual con las exi-gencias de la civi lizaci6n, escribia desde 1910, es una cosa com-pletamente imposible. [ .. . ] La renuncia , e l sufrimiento, asi como,en un porvenir muy lejano, la amenaza de ver apagarse el generohumano, como consecuencia del desarrollo de la civilizaci6n, no

    d . 1pue en evitarse.

    El derrumbamiento de este Superyo colectivo, como se constataen este principio de siglo, verificaria asi el pesimismo absoluto delult imo sabio que, con elpadre del psicoanalisis, engendr6la filosofiade la Ilustracion.

    1 S. Freud, Contribution a la psychologie de la vie amoureuse, La v i e s e xue ll e ,op . cit., p. 65 .

    41