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CURSO 2008‐2009
DEPARTAMENTO DE PERSONALIDAD, EVALUACIÓN Y TRATAMIENTO PSICOLÓGICOS
FACULTAD DE PSICOLOGÍA
PRÁCTICAS de TEORÍAS DE LA PERSONALIDAD
www.asignatura.us.es/personalidad
Volumen I
Instrucciones generales y descripción de las pruebas
PROFESORADO Dra. Mª Ángeles Antuña Bellerín Dr. Francisco Javier Cano García
Dr. Jesús García Martínez Mª Carmen Orellana Ramírez
Universidad de Sevilla Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológicos
Licenciatura en Psicología Teorías de la Personalidad
Curso 2008‐2009
Prácticas – Volumen I
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1. Objetivos de las prácticas. Las prácticas de Teorías de la Personalidad están destinadas fundamentalmente a mostrar a los futuros profesionales de la Psicología (los actuales estudiantes) cómo es posible valorar a la persona desde diferentes niveles o bajo diferentes enfoques. Se trata de que el alumno aprenda a utilizar múltiples metodologías para acercarse a un mismo objeto de estudio: la personalidad. Los objetivos generales de estas prácticas serán:
1) Conocer diversas formas de evaluación de la personalidad. 2) Aprender a valorar las ventajas e inconvenientes de cada enfoque de evaluación. 3) Adoptar una actitud crítica que aproxime a un marco de trabajo multinivel,
utilizando una amplia gama de enfoques teóricos y distintas técnicas de evaluación.
4) Asentar los fundamentos de interpretación de distintas técnicas de medida de la personalidad.
Las competencias que se entrenarán se relacionan con: 1) Saber valorar y utilizar diferentes pruebas diagnósticas en Psicología. 2) Conocer datos sobre evaluación y teoría psicológicas. 3) Saber aplicar un método de evaluación en función del tipo de datos disponibles. 4) Saber sintetizar y analizar la información. 5) Obtener conclusiones aplicadas a partir de datos de la evaluación psicológica. 6) Respetar la diversidad teórica de la Psicología. 7) Valorar la metodología científica y sus diversas manifestaciones. 8) Valorar el trabajo de otros profesionales (otros alumnos).
El diseño de estas prácticas trata de ser coherente con el temario teórico de la
asignatura. Por ello se ha elegido una práctica para cada uno de los dominios de la personalidad que se desarrollan en profundidad en la parte teórica. En concreto, las áreas e instrumentos de evaluación de la personalidad escogidos son:
1) Dominio de los rasgos o disposiciones personales: Inventario de los Cinco Factores
NEO‐FFI (Costa y McCrae, 1992). 2) Dominio de adaptaciones características: Análisis de Afanes Personales (Emmons,
1989) 3) Dominio identitario: Técnica de Rejilla (Feixas y Cornejo, 1996). Para conseguir los objetivos planteados, el método consistirá en la evaluación de la
personalidad de una persona utilizando los distintos instrumentos mencionados. Con los resultados de esa evaluación se presentará un informe psicológico del perfil de personalidad.
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Prácticas – Volumen I
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Pueden evaluar a un compañero o compañera, a un familiar o a otra persona, pero
en cualquier caso todas las pruebas deben ser administradas al mismo sujeto. El diseño de las prácticas es activo; se espera que el alumno/a haya realizado la tarea
y, por tanto, se pedirán ejemplos o clarificaciones sobre el propio caso o un caso trabajado en el aula durante las mismas. La idea es que se aprenda a interpretar resultados psicológicos durante la realización de las prácticas.
Se han programado cuatro sesiones (semanas dos, tres, cuatro y cinco del
cuatrimestre) durante las cuáles se entrenará y supervisará la administración y corrección de las pruebas, así como la interpretación general de resultados. Además, hay programadas otras dos sesiones (semanas cinco y seis del cuatrimestre) en las que se resolverán dudas sobre la interpretación de resultados, basadas tanto en los resultados obtenidos por los alumnos como en un caso modelo. Durante la octava semana se efectuará una tutoría masiva; es decir, las clases estarán dedicadas a resolver dudas de interpretación y a planificar la presentación del informe final de los dos casos. Además, hay una hora programada de tutoría concertada en pequeños grupos para atender de modo más específico los interrogantes que surjan durante el proceso de elaboración del informe de caso.
Durante la semana doce del cuatrimestre se debe entregar el informe de caso. Se
recuerda que de no presentar el informe en ese período no se podrá hacer ni después, ni para las convocatorias de septiembre y/o diciembre. Dicho de otra forma el informe de caso sólo se puede presentar hasta la semana doce del cuatrimestre con independencia de que se concurra o no a la convocatoria de junio. 2. Algunas instrucciones generales.
A la hora de contestar a los distintos instrumentos, hay que tener en cuenta las
siguientes consideraciones. • “No existen contestaciones buenas ni malas: esto no es una prueba de inteligencia o
habilidad, sino simplemente una apreciación de su modo habitual de actuar” • “Trabaje rápidamente: es preferible su primera reacción, la espontánea, y no una
contestación largamente meditada y pensada” • “Conteste a todas las preguntas sin omitir ninguna” • “Si tiene dudas ante una pregunta, decídase por la respuesta que se acerque más a su
modo de ser” • “Si no entiende una pregunta, solicite una aclaración al evaluador” • “En lo posible, intente responder a cada frase con independencia” • “Cuando haga su elección no se deje influir por sus respuestas anteriores”
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• “Es importante que responda de acuerdo a sus ideas actuales, y no de acuerdo a cómo creería que debería pensar, o como crea que nosotros queremos que piense”
Todo el material necesario para la realización de las prácticas se dejará en fotocopias
y se subirá a la web de la asignatura. El material consta de: 1) Instrucciones de aplicación de las pruebas. 2) Ítems y protocolos pormenorizados de recogida de datos. 3) Hojas de respuesta y/o registro de datos. 4) Instrucciones para la interpretación de los resultados: baremos (si se requiere) y
claves de corrección.
El material estará dividido en dos volúmenes. En el primero se exponen los objetivos e instrucciones generales de las prácticas, y una explicación sucinta de cada prueba y de cómo interpretarla. En el segundo aparecen los ítems que componen cada test, los baremos de los mismos (cuando se requiera), la descripción de los procesos de recogida de datos, las hojas de respuesta y registro de datos. Este segundo volumen se entregará totalmente cumplimentado a los profesores de la asignatura, por lo que puedes hacerle una fotocopia si deseas conservarlo.
En las hojas de respuesta y registro de datos de cada prueba aparecerá un recuadro
como el que se muestra a continuación:
CÓDIGO (iniciales): SEXO: EDAD: TFNO.: FECHA EVAL.: ESTADO CIVIL: NIVEL ESTUDIOS: PROFESIÓN:
Es imprescindible cumplimentar dicho recuadro, así que se recomienda hacerlo antes
de empezar a contestar cada prueba. El código corresponderá al grupo teórico al que se asiste seguido de todas las iniciales
del nombre de la persona evaluada. Por ejemplo:
Si Juana Mª Atienza Lluch es evaluada por alguien que asiste al grupo A2, su código es A2JMAL.
Si Carlos Fernández Ladrón de Guevara es evaluado por alguien asiste al grupo F1, su código es F1CFLG.
Si Ana Pla Mas es evaluada por alguien que asiste al grupo C2, su código es C2APM.
Además, deberán completarse los datos requeridos acerca del sexo, edad, estado
civil, profesión y estudios de la persona a quien se aplica la prueba. Se solicitan estos datos para facilitar el tratamiento estadístico y la comprensión final de los datos de personalidad.
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Por supuesto, la confidencialidad será absoluta, pues los datos se recogen exclusivamente con fines docentes y de investigación. Para ello el alumno/a debe entregar una copia firmada de consentimiento informado por la persona evaluada, disponible en el volumen II.
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INSTRUMENTO 1
Inventario NEO‐FFI de Cinco Factores (Costa y McCrae, 1992) (Dominio disposicional, modelo pentafactorial)
1. Objetivos de la práctica.
En esta práctica se va a trabajar con el Modelo de los Cinco Grandes. Cada estudiante
debe administrar, corregir e interpretar el cuestionario y valorar la personalidad a través de los cinco grandes metarrasgos y de los componentes de éstos.
Los objetivos específicos de la práctica son:
1) Estudiar los resultados de la prueba. 2) Se estudiarán las diferentes entre el análisis procedente de los grandes factores y el
procedente de los componentes de éstos. 3) Se compararán las diferencias entre el modelo de tres y cinco rasgos a la hora de
evaluar la personalidad. 4) Se comprobará la adecuación de los ítems de cada prueba para evaluar la dimensión
de personalidad que pretenden medir. 5) Se discutirá acerca de la conveniencia de utilizar el método psicométrico para evaluar
rasgos.
La prueba que se va a utilizar es el inventario abreviado de cinco factores (NEO‐FFI) de Costa y McCrae.
Ficha técnica Título: Inventario NEO reducido de Cinco Factores. Autores: Costa Jr., P.T. y McCrae, R.R. (1992) Adaptación: TEA Ediciones. Ítems: 60. Se contestan mediante una escala likert de cinco puntos Administración: Individual y colectiva. Duración: De 10 a 20 minutos. Significación: Valora de forma global los cinco rasgos contemplados en el modelo
pentafactorial. La versión reducida (NEO‐FFI) no contempla las facetas que componen los factores, sino que valora éstos de modo global. Cada rasgo está compuesto por 12 ítems.
Valoración: Neuroticismo (N). Ajuste vs. Desajuste emocional. En el extremo alto: a) tendencia a experimentar sentimientos negativos; b) susceptibilidad a la perturbación (aunque no la perturbación en sí misma); c) peor afrontamiento del estrés; d) menor capacidad de control de los impulsos. En el extremo bajo
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las descripciones serían al contrario: estabilidad emocional, mayor capacidad para soportar estrés y mejor autocontrol.
Extraversión (E). Mide la cantidad e intensidad de las relaciones
interpersonales. Tendencia a la sociabilidad, la actividad y el gregarismo. En el extremo alto: a) sociabilidad; b) gregarismo; c) tendencia a ser asertivo, activo y hablador; d) gusto por la excitación y la estimulación; e) tendencia a experimentar emociones positivas (alegría, optimismo); f) animados, enérgicos y emprendedores. El extremo bajo es la carencia de extraversión (por ejemplo, el introvertido es más reservado que hosco; no optimista, más que pesimista).
Apertura (Ap). Mide la amplitud y variedad de los intereses, así como la intensidad de la vida emotiva. Las personas abiertas tienden a estar interesadas tanto por su experiencia interior como por el mundo exterior. Experimentan todas sus emociones de forma intensa y están abiertos a ideas nuevas y no convencionales. En el extremo alto: a) integración activa de información; b) sensibilidad estética; c) atención a la vida interior; d) preferencia por la variedad; e) curiosidad intelectual; f) independencia de juicio. No es un componente de la inteligencia, aunque se asocia con la creatividad. En el extremo bajo tienden a ser conservadores y convencionales y su respuesta emocional es apagada y poco intensa. La gama de intereses es más reducida. La dimensión no predice la utilidad social del sujeto (sirve o no para integrarse en la sociedad o en un papel social determinado). Amabilidad (A). Mide la calidad de las relaciones interpersonales. En el extremo alto: a) amables y altruistas; b) dispuestas a ayudar; c) cree que los demás son igual que ellos (no son suspicaces). En el extremo bajo: a) egocentrismo; b) suspicacia; c) oposicionismo (personas no cooperadoras). Un extremo no es más deseable que el otro, el polo bajo fomenta una actitud crítica y escéptica, mientras que el alto fomenta la cooperación. Ningún polo predice ventajas en salud mental. Responsabilidad (R). Asociado con la autoorganización, planificación y ejecución de las tareas. En el extremo alto los sujetos son: a) voluntariosos y trabajadores; b) fiables y puntuales; c) decididos; d) se asocian a un alto rendimiento, aunque e) pueden ser excesivamente pulcros y críticos. En el extremo bajo son menos rigurosos, aunque no necesariamente indolentes. Eso sí, luchan menos por alcanzar sus metas y son más hedonistas.
Distorsión (D). Este factor ha sido tomado de otro instrumento de Cinco Grandes, el BFQ de
Caprara et al. (1995), para compensar su ausencia en el NEO‐FFI. Mide la
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actitud del evaluado ante la prueba. A más puntuación mayor es la probabilidad de sesgos de respuesta hacia la deseabilidad social.
Bases teóricas: Enfoque léxico de cinco factores. Claves de corrección: Sume la puntuación de los siguientes ítems
Directamente Invirtiendo1 Neuroticismo 1, 13, 19, 25, 31, 37, 43, 61 7, 49, 55, 67 Extraversión 2, 8, 14, 26, 38, 56, 62 20, 32, 44, 50, 68 Apertura 3, 15, 21, 33, 39, 57, 63, 9, 27, 45, 51, 69 Amabilidad 4, 28, 34, 46, 52, 58 10, 16, 22, 40, 64, 70 Responsabilidad 11, 17, 23, 29, 35, 41, 47, 53 5, 59, 65, 71 Distorsión 6, 12, 18, 24, 30, 36, 42, 48, 54, 60, 66, 72 2. Para saber más:
Caprara, G. V.; Barbaranelli, C y Borgogni, L. (1995). BFQ cuestionario "Big Five (adaptación española, José Bermúdez). Madrid: TEA.
Costa, P. T. y McCrae, R. R. (1999). Inventario de personalidad NEO revisado (NEO PI‐R) / Inventario NEO reducido de cinco factores (NEO‐FFI): manual profesional. Madrid: TEA, 1999.
McCrae, R. T. y Costa, P. T. (1997). Personality trait structure as a human universal. American Psychologist, 52, 590‐516.
1 Inversión: 0 es 4, 1 es 3, 2 es 2, 3 es 1, 4 es 0
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3. Baremos:
Baremos Mujeres Baremos Varones
PC N E Ap Am R D N E Ap Am R D PC
Muy alto
99 33‐48
45‐48
43‐48
46‐48
47‐48 35‐48 30‐48
46‐48
44‐48
46‐48
48 33‐48 99
Muy alto
98 31‐32
44 42 45 ‐ 34 28‐29
45 42‐43
45 ‐ ‐ 98
97 30 ‐ 41 44 46 33 27 44 41 44 47 32 9796 ‐ 43 40 43 ‐ 32 ‐ 43 40 43 ‐ 31 96
95 27‐29
42 39 42 45 31 25‐26
41‐42
39 41‐42
45‐46 30 95
90 25‐26
41 37‐38
40‐41
43‐44 29‐30 23‐24
40 37‐38
39‐40
44 29 90
85 23‐24
39‐40
36 39 42 28 21‐22
38‐39
35‐36
38 42‐43 28 85
80 22 38 35 38 41 27 20 37 34 37 41 27 80
Alto
75 20‐21
37 34 37 40 27 18‐19
‐ ‐ 36 40 26 75
Alto 70 19 ‐ 33 ‐ 39 26 17 36 33 35 39 25 7065 18 36 32 36 ‐ 25 16 35 32 ‐ 38 ‐ 6560 17 35 ‐ ‐ 38 24 16 34 31 34 ‐ 24 6055 . ‐ 31 35 37 23 ‐ 33 30 ‐ 37 23 55
Medio 50 16 34 30 34 ‐ ‐ 14 32 ‐ 33 36 22 50 Medio
Bajo
45 15 33 29 ‐ 36 22 13 31 29 32 ‐ 21 45
Bajo 40 14 32 ‐ 33 ‐ 21 12 30 28 ‐ 35 ‐ 4035 13 ‐ 28 32 35 ‐ ‐ ‐ 27 31 ‐ 20 3530 ‐ 31 27 31 34 20 11 29 26 30 34 19 30
Muy bajo
25 12 30 26 ‐ ‐ 19 10 28 25 29 33 18 25
Muy bajo
20 11 28‐29
25 30 33 18 9 26‐27
24 28 32 17 20
15 9‐10 27 23‐24
28‐29
31‐32 17 8 25 23 26‐27
30‐31 16 15
10 7‐8 25‐26
21‐22
27 29‐30 16 5‐7 23‐24
20‐22
24‐25
28‐29 15‐16 10
5 6 23‐24
19‐20
25‐26
27‐28 15 3‐4 20‐22
18‐19
22‐23
26‐27 13‐14 5
4 5 22 18 ‐ ‐ 14 2 19 17 21 25 ‐ 4
3 4 21 ‐ 24 26 ‐ 1 ‐ 15‐16
20 23‐24 ‐ 3
2 2 20 17 22‐23
24‐25 13 0 17‐18
14 18‐19
21‐22 12 2
1 0‐1 0‐19 0‐16 0‐21 0‐23 0‐12 ‐ 0‐16 0‐13 0‐17 0‐20 0‐11 1
X 16,5 33,3 29,6 33,8 36,6 22,5 14,7 31,8 29,1 32,4 36,2 22,4 X DT 6,9 5,8 6,1 5,2 5,32 ‐ 6,9 6,51 6,5 5,9 5,9 ‐ DT
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INSTRUMENTO 2
Análisis de Afanes Personales (Emmons, 1989) (Dominio de Adaptaciones Características)
1. Objetivos.
En ésta parte de la práctica no se va utilizar ningún reactivo, test o inventario. La prueba consiste en valorar cuales son los intereses habituales de la persona y para ello se va a utilizar un protocolo de recogida de datos que es adaptable a múltiples situaciones.
El objetivo básico es entender cómo los intereses cotidianos de la persona regulan su
conducta. Para ello se hará una búsqueda de datos relacionados con estos objetivos, se analizarán sus contenidos y se vincularán éstos con los resultados de otros dominios de la personalidad.
Un afán es una tarea que una persona tiende a realizar, es decir, que la lleva a cabo
habitualmente y, por tanto, se esfuerza en ella. Es, por tanto, una meta. Las metas son una de las variables que más directamente están relacionadas con la motivación voluntaria y son uno de los muchos constructos psicológicos que se incluyen en el nivel de adaptaciones características. Para entender porque las metas son tan importantes como elemento básico de la investigación motivacional en personalidad, es necesario hacer un poco de historia
Después de décadas de desinterés, la motivación vuelve a ser uno de los grandes
asuntos de la Psicología de la Personalidad. La motivación fue el tema al que más esfuerzos dedicaron los pioneros del área (Murray, Lewin, también Allport), pero durante el período de predominio de los acercamientos conductuales y cognitivos perdió mucha de su relevancia anterior, hasta el punto que se llegó a dudar de su utilidad científica (Palafox y Vila, 1990). El auge del cognitivismo tuvo una repercusión paradójica en la evolución del interés sobre la motivación. El cognitivismo es un modelo de corte racionalista y procesual que está más centrado en el cómo pensamos que en el por qué pensamos. Ya que el por qué no era importante, la investigación cognitivista acabó con las teorías de reducción de la tensión, las teorías tradicionales de la motivación (Pervin, 1996). Esta era un tema demasiado poco pertinente en la investigación cognitivista, la meta (el objeto anhelado o el significado del mismo) parecía algo demasiado etéreo y poco operativo y fue abandonándose. Sin embargo, los estudios se centraron en analizar no la meta, sino el análisis cognitivo que se hace de la misma (a esas alturas, naturalmente, la meta era ya sólo mera contingencia, refuerzo o castigo) y, de retruque, terminaron haciendo algunas de las contribuciones más importantes al estudio de la motivación, que han cristalizado en la actual teoría de las metas.
Naturalmente, el punto de partida de esa revitalización es la consideración de que el
ser humano no necesita motivación, sino que está motivado de entrada (Kelly, 1955), en el
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sentido de que trata de anticipar su propia realidad y vive en un mundo de expectativas que deben ser comprobadas. También influyó la constatación de que los seres humanos están predispuestos a la exploración y a la mejora, lo que les hace buscar lo novedoso más que alejarse de la tensión (Deci y Ryan, 1991). El ser humano está preparado para dirigirse hacia algún punto, el problema radica en explicar como tiene lugar ese proceso intencional para el que se está predispuesto.
Ahora la motivación vuelve a ser uno de los objetos de estudio que mejor definen la Psicología de la Personalidad. Es uno de los niveles más pertinentes de estudio, porque si el rasgo es capaz de dar cuenta de la estructura de la personalidad, la motivación lo hace de su dinámica y, a diferencia del rasgo, da una explicación más contextual, propositiva y centrada en objetivos de la conducta humana, ya que se ocupa de lo que la persona trata de hacer. La investigación actual trata de explicar el aspecto holístico de la motivación, las relaciones entre motivos, emociones, cogniciones y conductas (Emmons, 1997). Se considera que la motivación ocupa un nivel intermedio entre los aspectos más básicos de la personalidad, como los rasgos, y los grandes sistemas de significado, como las teorías de vida o las narrativas (McAdams, 1995).
El modelo teórico básico asume que la vida del ser humano está organizada alrededor de sus metas (Carver y Scheier, 1996; Emmons, 1997; Pervin, 1996). Las metas que alguien se propone le proporcionan vigor para moverse hacia ellas, dirigen su conducta y dan significado a su vida (Baumeister, 1989). Lo que se intenta explicar es el mecanismo que hace que se pase del pensamiento (o del deseo) a la acción. En resumen, se supone que: a) la conducta es intencional; b) el contenido de las metas responde a una diferencia individual; c) el modo de alcanzar la meta también está regulado por diferencias individuales; d) las metas influyen en otros aspectos de la dinámica de la personalidad. La idea de meta puede servir para proporcionar una terminología común a varios procesos de la personalidad y para conectar la Psicología de la Personalidad con otros ámbitos de la Psicología.
Los trabajos empíricos realizados dentro del marco de las teorías de las metas se han centrado en tres aspectos: a) el vínculo entre afectos y metas, ya que el gradiente de acercamiento a la meta se vincula con la valencia del afecto (Higgins, 1987; Pervin, 1983); b) el vínculo entre metas y la salud y el bienestar, el gradiente de bienestar aumenta a medida que las metas planteadas son concretas, alcanzables y armónicas entre sí (Emmons, 1986; 1993; Palys y Little, 1983); c) el sistema de metas es fragmentario y específico, es decir, las personas distinguen diversas áreas en sus vidas y seleccionan metas distintas para cada área, así como estrategias específicas para alcanzar cada meta en cada situación (Cantor, 1990; Pervin, 1983).
Son muchas las propuestas específicas de trabajo dentro de la teoría de la meta. Los patrones comunes de estas propuestas son su énfasis en la cognición y en la propositividad del ser humano, pero manteniendo la importancia los afectos y la conducta manifiesta. Igualmente, cabe destacar el análisis de la motivación en contextos cotidianos y con una
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visión longitudinal. El patrón de explicación es idiotético, combina leyes generales con patrones idiográficos del contenido motivacional. Son tres las formulaciones más importantes:
1) Afanes personales (Emmons, 1986; 1997). Son patrones coherentes de trabajo para alcanzar una meta, representan lo que una persona trata de hacer de modo general. Son metas que la persona trata de alcanzar en multitud de contextos, tanto desde el punto de vista de la consecución como de la evitación. Una parte importante de las diferencias individuales se constituye a partir del peso diferencial de los afanes positivos (a conseguir) frente a los negativos (a evitar). Los patrones de afanes son puramente idiográficos, aunque pueden construirse categorías comunes. Ocupan, dentro de los constructos relacionados con la motivación, una posición jerárquica intermedia entre los motivos globales (filiación, capacidad, poder) y los planes o conductas específicas dirigidas a metas. Se han desarrollado trabajos que conectan los afanes personales con medidas de bienestar subjetivo, con los rasgos, con las emociones y con el conflicto entre metas. En esta práctica nos centraremos en esta propuesta.
2) Proyectos personales (Little, 1989; Palys y Little, 1993). Los proyectos personales son
conjuntos de acciones que reflejan aspectos cognitivos, afectivos y meramente conductuales, relevantes para cada persona y que están dirigidas a conseguir una meta personal. El aspecto personal, individual, es la clave para entender estos proyectos. Abarcan desde metas muy concretas y cotidianas a puros desiderata vitales, pero que se encuentran organizados en una compleja red interrelaciones. Estos proyectos pueden ser iniciados por uno mismo o por terceros, pero terminan volviéndose siempre personales. Igualmente, su realización puede ser individual o compartida y pueden afectar a aspectos menores o fundamentales de nuestra vida. Se han realizado investigaciones sobre la relación entre proyectos personales y rasgos, por un lado, y entre proyectos y satisfacción personal, por otro.
3) Tareas vitales (Cantor, 1990, 1994). Las tareas vitales no son más (ni menos) que un
mecanismo de conversión del pensamiento en acción. En ese proceso de conversión hay que tener en cuenta tres variables: a) la primera de ellas es el esquema, entendido como organización temática de información; b) la segunda es la propia tarea vital, que es la concreción de una meta global en una serie de tareas específicas de las que las personas se ocupan en un tiempo y contexto concretos; c) la tercera son las estrategias cognitivas, son las formas en que se trabaja con las tareas vitales activadas en cada momento y que involucran procesos como la valoración de la situación, la planificación de tareas y la autorregulación de la conducta. Las personas centran sus esfuerzos en resolver las tareas vitales que tienen planteadas en cada momento, aunque la naturaleza de la tarea varía en función del contexto y del punto del ciclo vital en que la persona se encuentre. Al igual que las otras variables propuestas (afanes, proyectos) son puramente idiográficas. La investigación aplicada
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está centrada en las cuestiones resolutivas: cómo usar competencias cognitivas para resolver problemas, la importancia de la discriminación de metas y contextos, el desarrollo de planes eficaces y estrategias de afrontamiento, etc.
2. Descripción de las variables utilizadas en esta práctica.
Por un lado están los afanes, estos son de naturaleza idiosincrásica. Así que cada persona tendrá los suyos.
Esto sí, los afanes se valorarán según una serie de criterios que serán comunes para
todas las personas. Estos criterios, que se valorarán todos de 0 a 10, son
1. IMPORTANCIA. es el grado de importancia que la persona cree que ese afán tiene en su vida. Dos o más afanes pueden tener perfectamente el mismo grado de importancia para vd.
2. FELICIDAD. El grado con que se sentiría feliz si logrará alcanzar (cumplir) ese afán. 3. INFELICIDAD El grado en que se sentiría infeliz si fracasará en alcanzar (conseguir)
ese afán. 4. AMBIVALENCIA A veces conseguir algo supone tanto felicidad como infelicidad.
Por ejemplo, alguien puede estar feliz porque le ascienden a puesto de mucha importancia en su trabajo, pero al mismo tiempo está muy preocupado por las cargas de ese puesto y por la pérdida de tiempo libre que le va a suponer. Si el afán es ambivalente para la persona, debe indicarlo dándole un valor. 0 supone que no es ambivalente.
5. LOGROS DEL PASADO Indica cuánto éxito ha tenido en alcanzar sus afanes en los últimos 12 meses
6. PROBABILIDAD DE ÉXITO. Es una estimación de la probabilidad de alcanzar el éxito (logar la meta) en el futuro (puede avanzar en el futuro tanto como quiera).
7. OPORTUNIDAD. Valora en qué medida las circunstancias de la vida le permitirán tener éxito en ese afán. Las circunstancias pueden incluir su situación personal, los recursos de que dispone, la implicación de otras personas.
8. ESFUERZO. Estima el esfuerzo o energía que decida a alcanzar ese afán. 9. DIFICULTAD. Indica lo difícil que le resulta alcanzar el éxito en cada uno de sus
afanes. 10. DESEABILIDAD SOCIAL. Estima el grado con qué sus afanes son deseables a nivel
social (por ejemplo, si les gustan a otras personas, si en general la gente está interesados en ellos). Pudiera ocurrir que vd. esté muy interesado en algo a lo que los demás no le dan ninguna importancia. 0 indicaría que vd. cree que los demás no tienen ningún interés en alcanzar ese afán, 10 que casi toda la gente está interesada en conseguirlo.
11. CLARIDAD. Podría ocurrir que, a pesar de que se quiere alcanzar cierta meta, no se tenga muy claro en qué consiste. Por ejemplo, su afán podría ser tener éxito en el trabajo, pero igual no sabe convertir eso en cuestiones prácticas como cuantía del
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sueldo, nivel de responsabilidad, cantidad de tiempo libre, etc. 0 indicaría que no es capaz en absoluto de definir concretamente el afán, 10 que tiene una definición perfecta de en qué consiste ese afán.
12. PROGRESO. Valora la cantidad de progreso que ha tenido en alcanzar sus afanes desde que empezó a estar interesado en ellos.
13. APOYO. Indica qué grado de impacto o de contribución se cree que tienen las personas importantes para ayudar a conseguir o en impedir que se alcance el afán. Se valora con un 0 si cree que alguien importante para vd. le frena completamente o le impide avanzar hacia su meta. Se valora con un 10 si alguien importante para vd. le ayuda muchísimo a conseguirla. 5 supone que no recibe especiales apoyos ni inconvenientes por parte de nadie para alcanzar ese afán.
A continuación, se pregunta por cuáles son los motivos que cada persona tiene para definir su afán como importante como importante. Los cuatro motivos no son necesariamente excluyentes entre sí, sino que puede que un afán en concreto esté afectado por los cuatros motivos o por dos o tres de ellos.
A. ATRIBUCIÓN EXTRÍNSECA. La persona se esfuerza en alcanzar ese afán porque
alguien quiere que lo haga, porque piensa qué debe hacerlo (hay una obligación moral o algo parecido) o porque conseguirá algo si lo hace. Es decir, se esfuerza en ese afán para conseguir algún tipo de recompensa, premio, elogio o aprobación por ello. 0 supone que no hay ningún premio esperado como punto de partida para ese afán, 10 que está absolutamente relacionado con alcanzar el premio asociado al afán.
B. ATRIBUCIÓN INTERIOR. La persona se esfuerza en alcanzar ese afán porque de no hacerlo se sentiría culpable, avergonzada o ansiosa. El afán no es importante por lo que otros puedan pensar o por alcanzar un premio, sino porque cree que lo es. 0 supone que no hay ninguna apreciación personal en la importancia de ese afán, 10 que está absolutamente fundamentado en apreciaciones personales.
C. ATRIBUCIÓN POR IDENTIFICACIÓN. Cabe también la posibilidad de que se tenga un afán porque se considera personalmente importante, pero que ese afán lo haya aprendido de otras personas (sus padres, maestros, etc.). Aunque con el tiempo lo haya transformado en una preocupación personalmente importante, esa meta procede de lo que otros le dijeron que era conveniente o adecuado. 0 indica que en ese afán no hay ninguna influencia de otros, 10 indica que hay mucha influencia de otros y que además es muy importante para vd.
D. ATRIBUCIÓN INTRINSECA. La persona se esfuerza en alcanzar un afán simplemente porque es divertido o agradable para ella, la razón fundamental para llevarlo a cabo es se encuentra a gusto haciendo eso. No se trata de que sea personalmente importante alcanzar esa meta, sino que la simple realización de la actividad es agradable y por eso se lleva a cabo. 0 indica que no encuentra ninguna satisfacción en hacer la actividad (con independencia de que de hacerlo
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se derive conseguir una meta que si podría ser muy relevante). 10 indica que la realización de esa actividad le supone un gran disfrute.
Para finalizar la práctica, hay un pequeño inventario de satisfacción personal (ver página
11 del volumen 2 de prácticas). Son cinco preguntas que se contestan según una escala de intervalo de 7 puntos y sirve para saber si la persona evaluada está más o menos satisfecha con su vida. El inventario no tiene baremos y se va a utilizar de un modo meramente racional. Entenderemos que puntuaciones superiores a 20 (5X4) indican un nivel aceptable de satisfacción vital. Cuanto más altas sean, mayor satisfacción indicarán. Si el valor está por debajo de 20, se entenderá que la persona no está satisfecha. También se puede estudiar en que aspectos de su vida está más realizada atendiendo por separado a las respuestas a cada ítem.
Este inventario se analiza asociándolo a resultados del protocolo de afanes personales y
permite ver si la persona está o no satisfecha con el grado de consecución de sus metas.
3. Para saber más:
Emmons, R. A. (1989). The personal strivings approach to personalitity. En L. A. Pervin (ed.). Goal concepts in personality and social psychology, pp. 87‐126. Hillsdale, NJ: Erlbaum.
Referencias. Baumeister, R.F. (1989). The problem of life’s meaning. En D. Buss y N. Cantor (Eds.)
Personality Psychology: Recent trends and emerging directions, pgs. 138‐148. Nueva York. Springer‐Verlag.
Cantor, N. (1990). From thought to behavior: “Having” and “doing” in the study of personality and congnition. American Psychologist, 45, 735‐750.
Cantor, N. (1994). Life task problem solving: Situational affordances and personal needs. Personality and Social Psychology Bulletin, 20, 235‐243.
Carver, C.S. y Scheier, M. F. (1996). Perspectives on personality. 3rd edition. Nueva York. Allyn and Bacon. (Edición en castellano: Teorías de la personalidad. Mexico. Prentice Hall. 1998).
Deci, E.L. y Ryan, R.M. (1991). A motivational approach to self: Integration in Personality. Nebraska Symposium of Motivation, 38, 237‐288.
Emmons, R.A. (1986). Personal strivings: An approach to personality and subjective well‐being. Journal of Personality and Social Psychology, 51, 1058‐1068.
Emmons, R.A. (1997). Motives and life goals. En R. Hogan, J. Johnson y S. Briggs (Eds.). Handbook of Personality, pgs. 458‐512. San Diego, Ca. Academic Press.
Higgins, E.T. (1987). Self‐discrepancy: A theory relating self and affect. Psychological Review, 94, 319‐340.
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Kelly, G. A. (1955). Psychology of personal constructs. Nueva York. Norton (Reimpresión en Routledge and Kegan Paul, Londres,1991).
Little B. R. (1989). Personal projects analysis: Trivial pursuits, magnificent obsessions and the search of the coherence. En D. M. Buss y N. Cantor, N. (Eds.). Personality psychology. Recent trends and emerging directions. Nueva York. Springer‐Verlag.
McAdams, D. P. (1995). What we know when we know a person? Journal of Personality, 63 (3), 365‐396.
Palys, T.S. y Little, B.R. (1983). Perceived life satisfaction and the organization of personal project systems. Journal of Personality and Social Psychology, 44, 1221‐1230.
Pervin, L.A. (1983). The stasis and flow of behavior: Toward a theory of goals. En M. Page (Ed.). Personality: Current theory and research, pgs. 1‐53. Lincoln. University of Nebraska Press.
Pervin, L. A. (1996). The science of personality. Nueva York. John Wiley and sons (Edición en castellano: La ciencia de la personalidad. Madrid. McGraw‐Hill. 1998).
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INSTRUMENTO 3
Técnica de la Rejilla (Feixas y Cornejo, 1996) Dominio identitario. Teoría de Constructos Personales (Kelly, 1955)
1. Descripción de la técnica.
La rejilla es una entrevista muy peculiar que se basa en los principios de la Psicología de los Constructos Personales. Un constructo es una descripción de un fenómeno o experiencia y supone una discriminación de ese fenómeno sobre el fondo general indiferenciado de la experiencia. Por ejemplo, los Inuiks son capaces de diferenciar decenas de variedades de hielo o nieve que para nosotros son exactamente lo mismo, de manera que su construcción del hielo es mucho más compleja que la que tenemos nosotros. Otro ejemplo sería la aparición de las categorías de género: en un principio sólo todos los ejemplares de una misma especie parecen similares, pero enseguida las personas aprendemos a discriminarlos en términos de sus diferencias sexuales (macho‐hembra), pero después podemos hacer otra diferenciación (por ejemplo en términos de su orientación sexual, hetero‐homosexual) y después podemos diferenciarlos a partir de la aceptación de la naturaleza sexual de su cuerpo (sexualmente egosintónico‐transexual). Los constructos son bipolares, es decir discriminan el fenómeno entre dos extremos personalmente contrapuestos que lo definen, por ejemplo, bueno‐malo. Esto supone que los fenómenos buenos se contraponen a los malos, por lo que es posible discriminar entre ellos. Pero la configuración de los constructos es personal, de modo que alguien podría utilizar el constructo bueno‐listo como forma de representar la experiencia. Lo fundamental es que esos constructos son personales, es decir, cada persona los crea de un modo individual y, aunque las personas de una misma cultura suelen tener constructos semejantes, también hay diferencias grandísimas en los constructos que cada uno de nosotros utilizamos para dar sentido a una misma experiencia. Cada persona dispone de un número limitado de constructos que aplica a diferentes campos de experiencia, pero es posible hacer saltar un constructo de un campo a otro. Algunos constructos son muy detallados (elaborados) mientras que otros son más generalizados. Igualmente hay constructos rígidos o flexibles. El análisis de constructos se puede hacer a través de la entrevista de la rejilla y permite entender el mundo personal del sujeto y elaborar una serie de hipótesis sobre cómo enfocar el estudio de la persona, adecuándolo a la perspectiva vital de cada evaluado en concreto.
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La palabra rejilla hace referencia al formato que tiene la salida de la entrevista que adopta la forma de una cuadrícula (rejilla) donde se cruzan preguntas y respuestas. Sólo que preguntas y respuestas son muy peculiares. Lógicamente, no existe un formato general de rejilla, puesto que la utilidad de la técnica consiste en captar la idiosincrasia de cada construcción personal. La técnica se usa para profundizar en aspectos de la identidad personal relacionados bien con la construcción de la personalidad (identidad básica del sujeto), la construcción de los problemas (y la rejilla se convierte entonces en una gran ayuda para orientar el proceso terapéutico captando la elaboración precisa de la naturaleza del problema para el cliente), la orientación vocacional (captando los elementos profesionales que se adecuan mejor a la identidad del interesado) o la construcción personal de una organización (por lo que es también un instrumento adecuado para la orientación de cambios en ámbitos organizativos). En cualquier caso, en nuestra práctica vamos a utilizar la rejilla de análisis de la personalidad no patológica que se está utilizando en uno de los proyectos más desarrollados de investigación con la rejilla, el Proyecto Multicéntrico Dilema (www.usal.es/~tcp/contenido.htm). 2. Procedimiento de evaluación con la técnica de rejilla.
2.1. Diseño de la rejilla.
2.1.1. Elección de elementos.
Denominamos elementos a aquellas cosas o personas que las personas construimos. Elementos pueden ser:
Personas importantes o relevantes en la vida de la persona (tanto en un sentido positivo como negativo). Se las identifica: ¿quién es tu mejor amigo? Agustín. Cuando preguntemos lo haremos por Agustín.
Aspectos del yo (yo ahora, yo antes del problema, yo cuando se manifiesta el problema, yo dentro de 6 meses, yo ideal, yo que debería ser, yo a evitar...).
Meta‐referencias (cómo yo veo a mi mujer, cómo mi madre me ve a mí). Síntomas (la fobia, el dolor).
No conviene mezclar elementos que supongan dominios diferentes de la experiencia. Por ejemplo, si estoy estudiando las relaciones familiares, no tendría mucho sentido incluir las relaciones con el jefe, si hay evidencia de que estas no están afectadas.
El evaluado debe identificar a las personas que cumplen los diferentes papeles que se prescriben en la rejilla. Todos los papeles (elementos) deben corresponder a personas con las que haya tenido o tenga relaciones estrechas o, al menos, relevantes. Cuando se hagan
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las preguntas se preguntará por las personas, no por los papeles. Por ejemplo, si Carlos cumple el papel del elemento pareja las preguntas que tengan que ver con la pareja serán: ‐ ¿En que os parecéis Carlos y tú?
Para hacer todavía más operativa la selección de elementos se debe tener en cuenta
lo siguiente:
Yo ahora: la persona evaluada. Yo antes: la persona evaluada antes de la transición más importante que haya tenido
en su vida. Se debe indicar cuál ha sido esa transición y preguntar por tú antes de…. Yo dentro de 6 meses: este elemento es la atribución que hace la persona sobre su
futuro inmediato (cómo considera el sujeto evaluado que estará dentro de 6 meses). Madre: madre de la persona evaluada. Padre: padre de la persona evaluada. Pareja: la pareja actual de la persona evaluada. Si ahora no tiene pareja, la última que
haya tenido. Si nunca ha tenido pareja, el hombre o la mujer por la que se hayan sentido más atraídos dentro de su experiencia proximal (amigos, compañeros de clase, conocidos) aunque no hayan llegado a salir con ellos. No valen actores, actrices, modelos o personajes populares.
Hijo/Hermano: elegir al familiar más relevante excepto el padre y la madre, siguiendo este orden: a) hijos si los hay; b) hermanos si se tienen; c) otro familiar relevante si no hay ni hijos ni hermanos.
Personas significativas 1, 2, 3: la persona evaluada debe elegir a tres personas que hayan sido relevantes en su experiencia, pueden ser familiares o no, pueden haber tenido tanto una influencia positiva como negativa. Debe indicar quiénes son y la relación que tienen con él o ella.
Hombre agradable: el varón más agradable que haya conocido la persona evaluada. Hombre desagradable: el varón más desagradable que haya conocido la persona
evaluada. Mujer desagradable: la mujer más desagradable que haya conocido la persona
evaluada. Mujer agradable: la mujer más agradable que haya conocido la persona evaluada. Yo ideal: cómo le gustaría ser a la persona evaluada.
Ninguna persona puede desempeñar dos roles; en el caso de coincidencias es el evaluado quien debe elegir siguiendo los indicadores del nombre del elemento. Por ejemplo, si su padre fuera el hombre más desagradable que ha conocido, el padre debería seguir desempeñando el papel de padre, y debería elegir para hombre desagradable al segundo varón más desagradable que haya conocido. Otro ejemplo, si marca como persona significativa 1 a la mujer más agradable que ha conocido, ésta debe desempeñar el papel de mujer agradable, y el sujeto debería buscar a otra persona relevante en su vida para el papel
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de persona significativa 1, naturalmente redefiniendo el motivo de la relevancia de esta segunda persona. 2.1.2. Generar un protocolo de diadas a comparar. Una vez elegidos los elementos que van a constituir una rejilla es necesario generar un protocolo de comparaciones que se aplicará según estos criterios:
Los elementos más relevantes deben aparecer más veces. Todos los elementos deben aparecer al menos una vez dentro de una
comparación. No se deben incluir en las comparaciones los elementos idealizables (yo ideal,
pareja ideal) puesto que no se tiene experiencia de los mismos y las respuestas dependen de nuestra experiencia.
Debéis pensar en al menos 19 comparaciones diádicas (15 elementos + 4 comparaciones adicionales) ya que muchas de las comparaciones no generan constructos. Las comparaciones se presentarán a la persona evaluada en el orden preestablecido por el evaluador, de manera que en la generación del listado es donde os jugáis la pertinencia de vuestra evaluación. Recordad los criterios para elegir las díadas: a) los elementos más relevantes deben aparecer más veces (Yo es el elemento más relevante en vuestra evaluación); b) los elementos más importantes se deben presentar antes (por tanto Yo, pero debéis de tener alguna información preliminar para saber si la pareja es más relevante, o el padre, etc.); c) todos los elementos deben aparecer en alguna díada al menos una vez; d) los elementos idealizados (yo ideal en vuestro caso) no se presentan en las díadas, ya que se trata de información no experiencial.
Por ejemplo, las tres primeras díadas podrían ser:
Yo‐Pareja. Yo‐Yo antes de llegar a Sevilla. Pareja‐Madre.
2.1.3. Realizar las preguntas para cada diada. Para cada una de las comparaciones del listado se realizan dos preguntas. La primera
es la pregunta de semejanza, que sigue el formato: (Evaluador).‐ ¿En que os parecéis tú y tu padre? (Evaluado).‐ Los dos somos cabezones.
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(Evaluador).‐ ¿Qué es lo contrario para ti de ser cabezón? (Evaluado).‐ MMMhhhh. Ser flexible. La segunda pregunta es la de diferencia. (Evaluador).‐ ¿En que sois diferentes tú y tu padre? (Evaluado).‐ Yo soy más vivo. (Evaluador).‐ ¿Entonces qué es tu padre, si tu eres vivo y tu padre es lo contrario? (Evaluado).‐ Pasivo. Con esta comparación hemos obtenido dos constructos: Cabezón‐Flexible y Vivo‐Pasivo. Habitualmente muchas comparaciones no generan constructos (no se parecen en nada, no se me ocurre nada, son completamente iguales, etc.). Eso es completamente esperable ya que las personas solemos utilizar los mismos constructos para entender diferentes fenómenos. Igualmente, si un constructo se repite, sólo se usará una vez (la primera que se utilizó), anotando simplemente que es un constructo repetido. La administración de la rejilla concluye cuando los constructos tienden a repetirse o no se generan nuevos constructos. Los constructos centrados en diferencias físicas o demasiado específicos no suelen ser útiles para el análisis psicológico. Por ejemplo, las diferencias rubio‐moreno o le gusta la música clásica‐prefiere el rock no son demasiado informativas, a menos que la exploración esté centrada en esos ámbitos. Igualmente hay que tener en cuenta las respuestas demasiado globales: (Evaluado).‐ Nos diferenciamos por el carácter (no sabemos en qué consiste el carácter). (Evaluador).‐ Muy bien. ¿Me puedes decir cuál es el aspecto principal de tu carácter y cuál el de tu pareja? (Evaluado).‐ Yo soy más extrovertido y ella es más reservada (ésta respuesta sí es útil).
También es necesario definir las respuestas que aparentemente se sobreentienden: (Evaluado).‐ Mi madre y yo somos buena gente. (Evaluador).‐ De acuerdo. ¿Me puedes concretar qué significa para ti ser buena gente? (Evaluado).‐ Ser honrado y respetuoso.
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No basta con quedarse con la etiqueta verbal. Tenemos que entender lo que la persona quiere decir con ello: (Evaluado).‐ Carlos es un “menysfot” (si alguno de ustedes es capaz de entender qué es eso, premio). Para las personas que usan el constructo (habitualmente catalanohablantes), está clarísimo y es una definición muy precisa: se trata de la dejación de las funciones sociales esperadas de una persona. Una rejilla útil deben tener como mínimo 10 elementos y 10 constructos. Las rejillas ideales suelen tener una forma de 12 a 15 X 12 a 15, siendo válido cualquier valor dentro de ese intervalo. Para hacer más metódica la exploración, no debéis buscar el agotamiento del sistema sino que tenéis que trabajar como si fuera una rejilla de investigación. En las rejillas de investigación la exploración se detiene cuando se obtienen tantos constructos como elementos, en vuestro caso 15 constructos, porque la rejilla tiene 15 elementos. Esto es así porque matemáticamente las matrices iguales son más fácilmente comparables que las de diferente tamaño.
Recuerda que cuando un constructo se repite, se anota como repetición, no como un constructo distinto.
Si dos constructos se parecen debes indagar si son dos cosas distintas o simplemente distintas etiquetas para lo mismo. Por ejemplo: En la díada tercera el sujeto genera el constructo responsable‐desinteresado y en la díada octava se genera el constructo desinteresado‐preocupado. Debes preguntar si la idea de desinteresado es la misma. Si el sujeto responde que son dos cosas distintas, debes entender cuál es la diferencia. Por ejemplo, el primer desinterés tiene que ver con la irresponsabilidad y la informalidad en las tareas, pero el segundo tiene que ver con no obsesionarse con los problemas. Una vez entendida la diferencia, debes preguntar por la etiqueta más adecuada (por ejemplo si obsesionado‐despreocupado sería mejor para el segundo), pero si la persona insiste en usar las que ya dio, entonces se usan esas clarificando cuál es un desinterés y cuál es otro. 2.1.4. Completar la rejilla. Una vez obtenidos todos los constructos, éstos se listan en las filas de la rejilla y los elementos en las columnas y se puntúan. Se adjunta un protocolo usual de rejilla para personas no sintomáticas, el que se está utilizando en la investigación del Proyecto Dilema. En ese protocolo el momento en el pasado es un momento que el evaluado considere
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relevante en su vida y que supuso algún cambio significativo. Las personas significativas 1, 2 y 3 son tres personas relevantes que el evaluado elige libremente. 2.2. Puntuación de la rejilla. El sistema de puntuación usa siempre un intervalo impar, para que la puntuación central del mismo sea el punto medio. El intervalo más utilizado es el de 7, dónde 4 es el punto medio. Las puntuaciones se establecen según un criterio formal. 1, 2 y 3 se refieren al polo del constructo que está escrito a la izquierda, y 5, 6 y 7 al polo que está escrito a la derecha. Cuanto más se aproximen a los extremos (1 ó 7) la persona es más extrema para el polo correspondiente; 2 y 6 corresponden con ser bastante como describe el polo; y 3 y 5 un poco como describe el polo. Por ejemplo, el constructo es Listo‐Hábil y hay que calificar al evaluado (Yo), su padre y la persona significativa 2 (Alberto, un maestro que tuvo en el instituto): Listo‐Hábil. Yo 3; Padre 7; Alberto 6. Lo que significa que el evaluado es un poco listo, mientras que su padre es muy hábil y Alberto bastante hábil. Por tanto, la rejilla quedará terminada cuando se hayan dado 825 puntuaciones (15 elementos X 15 constructos). Los constructos se presentan en el orden en que los generó la persona (el primero que apareció es el primero que se presenta, después el segundo en aparecer y así sucesivamente) y tal como los generó, es decir, si el constructo es aburrido‐alegre, entonces 1 representa el máximo de aburrido y 7 el máximo de alegre, pero si el constructo es alegre‐aburrido, 1 es el máximo de alegre y 7 el máximo de aburrido. 2.3. Corrección de la rejilla. La rejilla se corrige mediante un programa basado en el análisis de correspondencias simples (Record 4.0). Puedes descargar una versión demo del mismo en el portal http://www.terapiacognitiva.net/record/record.htm. La versión demo permite corregir 5 rejillas antes de tener que pagar por su uso. Una vez abierto el programa debes rellenar la rejilla creando un fichero de datos. Los elementos se deben escribir en LETRAS MAYÚSCULAS y los constructos en letras minúsculas, el polo izquierdo en el lado izquierdo de la pantalla y el derecho en el derecho. Igualmente, debes rellenar todas las celdas de la rejilla con el valor que tengan de 1 a 7. Vigila que la
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pantalla esté completamente desplazada hacia arriba, si no es así podrías empezar a rellenar la rejilla por un constructo que no sea el primero y te daría error.
Una vez rellena la rejilla debes guardarla con un nombre (sin alterar la ruta por defecto del programa: Archivos de programa/Record) y cerrar.
A continuación debes elegir la opción Ejecutar análisis y eligiendo Sí en la pregunta siguiente (correlación mínima del dilema implicativo).
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Finalmente debes grabar todos los resultados y guardarlos en la carpeta por defecto. Recuerda que debes adjuntar los archivos .dat y .res en la tarea correspondiente preparada en la plataforma.
A la hora de imprimir abre con Word el archivo con la extensión .res y elige la letra courier new con paso 8 y configura la página para el formato apaisado. Esto te dará la mejor visualización posible de los resultados. 2.4. Interpretación de la rejilla. El programa Record genera multitud de datos útiles.
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1. Ejes de significado: el programa siempre genera cinco. Representan las ideas (constructos) globales que el evaluado utiliza para explicar su mundo personal. Cada eje está definido por los elementos y constructos que mejor lo definen en términos de contribución absoluta y relativa.
2. Porcentaje de varianza explicado por los ejes: indica qué proporción de varianza explica cada eje y, por tanto, la relevancia de cada uno sobre el total del sistema de constructos. Las interpretaciones se deben hacer sobre un número de ejes que expliquen, al menos, el 75% de la varianza.
3. Contribución relativa: grado en que un eje genera el significado de un elemento/constructo.
4. Contribución absoluta: grado en que el constructo/elemento genera el significado del eje.
5. Grado de semejanza entre elementos/constructos: se deduce por las correlaciones entre los mismos (o por las tablas de distancias).
6. Polarización total: mide el grado de rigidez del sistema 7. Polarización de un elemento/constructo: mide el grado de relevancia de un
elemento/constructo dentro del sistema. 8. Autodefinición y discrepancia: polos de los constructos que caracterizan lo que la
persona es y lo que no le gusta ser (en qué aspectos está próximo o lejos de su yo ideal).
9. Correlaciones yo‐ideal, yo‐otros, ideal‐otros: otros es un elemento‐contenedor elaborado automáticamente el programa con los valores de todos los elementos no ligados al yo. Entre las tres correlaciones proporcionan una medida idiográfica de la autoestima.
10. Dilemas: son las contradicciones inherentes al sistema, aspectos disfuncionales del mismo. Normalmente se conceptualizan como los focos del problema. Un dilema es la afirmación simultánea de dos polos contrapuestos o la negación simultánea de ambos. Por ejemplo, el evaluado plantea que es una persona flexible (frente a rígida) y que es infeliz (frente a dichoso). Si intenta ser dichoso se volverá rígido (porque desde su punto de vista, los rígidos son dichosos), pero si se hace rígido, dejará de ser flexible y prefiere serlo. Por tanto, cualquier elección es inoportuna porque conlleva cambios que vive como inaceptables.
11. Conflictos: son contradicciones entre tríos de constructos. Se conceptualizan igual que los dilemas.
Para saber más:
Feixas, G. y Cornejo, J. M. (1996). Manual de la técnica de rejilla mediante el programa record 2.0. Barcelona: Paidós.
Kelly, G. A. (2001). Psicología de los constructos personales. Textos escogidos y compilados por Brendan Maher. Barcelona: Paidós.