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CURSO DE ESOTERISMO PRÁCTICO

Escribe: GUSTAVO FERNÁNDEZ

“Siempre se debe avanzar, siempre se debe sembrar y dejar a los demás que recojan la cosecha”. Cagliostro

LA SABIDURÍA DE LA KABBALLAH

Más allá de especulaciones basadas en un conocimiento superficial del tema, si tuviéramos que resumir en un par de líneas la razón de ser de la Kabballah (o Cábala, para simplificar, de aquí en más) diríamos que es un sistema lógico para comprender las relaciones causa-efecto espirituales en la naturaleza, así como de los planos que desde la


Mente Cósmica dimanan hasta incidir en la materia inanimada. Dicho de otra forma, el viejo planteo de cómo lo espiritual puede actuar sobre lo material — siendo que, por definición y aunque parezca un juego de palabras, lo “espiritual” es, obviamente, lo opuesto a lo “material”— se resuelve al comprender el sistema operativo cabalístico.

Según la Cábala, tanto la humanidad como un todo, como cada individuo en

particular, deben alcanzar un objetivo principalísimo: comprender la meta y el programa de la creación en su totalidad. En todas las generaciones existen personas que por medio de un constante trabajo sobre sí mismas han alcanzado un nivel espiritual. En otras palabras, llegaron a la cima de la escalera. Esa metafórica Escala de Jacob.

Todos los objetos materiales — desde el micro al macrocosmos— y sus acciones

están controlados por las fuerzas espirituales que permean todo nuestro universo. Podríamos visualizarlo como si todo este universo descansara sobre una red tejida por estas fuerzas.

Podemos imaginar esta gran variedad de fuerzas espirituales como dos sistemas

iguales e interconectados. La única diferencia consiste en que el primer sistema proviene de la Mente Cósmica, bajando a través de los planos hasta que alcanza el nuestro. El segundo surge de nuestro mundo, ascendiendo según reglas ya desarrolladas y operativas en el primer sistema.

El primer sistema recibe en la Cábala el nombre de El Orden de la Creación de

los Mundos y Espíritu. El segundo es llamado Comprensión o los Pasos de la Profecía y Espíritu. El segundo sistema supone que quienes deseen llegar a la cima deberán actuar según las leyes del primer sistema, que es exactamente lo que estudia la Cábala. Sin embargo, en el mundo espiritual el principal factor de descubrimiento y comprensión no es el tiempo sino la pureza de espíritu, pensamiento y deseo.

En el mundo material existen muchas fuerzas y fenómenos que no percibimos

directamente. Por ejemplo, la electricidad, las ondas magnéticas, etc. El efecto de sus acciones y sus nombres resultan familiares aun para los niños. Aunque nuestro conocimiento de electricidad sea limitado, hemos aprendido a usar este fenómeno para satisfacer nuestras necesidades.

De igual modo, todos los nombres de la Cábala parecen dar una noción real

(material) de un objeto espiritual. Pero si reflexionamos acerca de ello, veremos que no sólo de los objetos espirituales no tenemos idea. No tenemos idea de la propia Conciencia Cósmica, así como no tenemos idea real de ningún objeto, ni siquiera de los que tocamos con nuestras propias manos.

La verdad es que no percibimos al objeto en sí mismo, sino más bien nuestra

reacción a sus acciones e influencia. Estas reacciones nos dan lo que parece ser conocimiento, aunque el objeto en sí mismo permanece oculto. Más aún, ¡no podemos ni siquiera comprendernos a nosotros mismos! Acciones y reacciones es todo lo que sabemos sobre nosotros mismos. O, para ponerlo en la forma admirable que lo han referido los orientales, el mundo físico es, en realidad, Maya (“ilusión”).

La ciencia como instrumento de investigación acerca del mundo se divide en dos

partes: el estudio de las propiedades de la materia y el estudio de su forma. En otras


palabras, no hay nada en el universo que no se componga de materia y forma. Por ejemplo, si consideramos una mesa como una combinación de materia y forma, entonces la materia es la madera y la figura de la mesa es la portadora de la forma. Otro ejemplo: la palabra mentiroso, en el que la materia es el cuerpo del hombre que porta la forma, la mentira.

La parte de la ciencia que trata del estudio de la materia se basa en experimentos.

Sobre la base de estos experimentos científicos se extraen conclusiones. Sin embargo, la parte de la ciencia que estudia las formas sin conexión con la materia, en particular aquellas formas que nunca han estado ligadas a la materia (por ejemplo, una ideología política) no puede basarse en experimentos. Esto es así porque en nuestro mundo no existe nada que sea forma sin materia.

La separación entre materia y forma sólo es posible en nuestra imaginación. Por

lo tanto, todas nuestras conclusiones en este caso se basan sobre premisas teóricas. El campo entero de la más elevada Filosofía pertenece a esta categoría de la ciencia y la humanidad muchas veces ha padecido a causa de sus infundadas conclusiones. La mayor parte de los científicos contemporáneos han dado la espalda a este método de estudio, absolutamente carente de certeza en la validez de sus conclusiones.

Al explorar el mundo espiritual, el propio ser humano descubre que en realidad

sus mismísimos sentimientos son sólo deseos de arriba para que sienta de esa manera. Lo siente como un objeto de existencia separada y no como una parte del Creador, mientras que todo el mundo circundante es sólo una ilusión de la acción de fuerzas espirituales sobre nosotros.

Al haberse elevado al nivel espiritual del objeto estudiado, el Kabbalista recibe

en sí mismo todas sus cualidades. Percibe por lo tanto en su interior un entendimiento completo y puede tratar prácticamente con los distintos tipos de formas antes de su encarnación material. ¡Como si estuviera observando todas nuestras ilusiones desde el exterior!


Primer Sefira: La corona o Kheter INTRODUCCIÓN

La creación es el mayor misterio al que el ser humano está llamado a descifrar, porque si bien es cierto forma parte integrante de esta manifestación, según la Cábala tiene la posibilidad de superarla, ya que su origen proviene de aquel o aquello que se mantiene tras el velo de la existencia. De hecho el ser humano es el único ser que pertenece a esta creación y al mismo tiempo, su componente espiritual existía antes de la manifestación de ésta, es decir la preexiste.

Por ello puede llegar más lejos que nadie en su camino de evolución. El espíritu

humano es revestido de un cuerpo material para que a través de su acción en el mundo tridimensional pueda llevarse a cabo la labor de evolución de la manifestación completa y volver a su origen. La divinidad después de haber involucionado hasta llegar a sus criaturas más densas, evoluciona a través del espíritu humano. No obstante, los vehículos de que se reviste el humano forman un ego que lo ata a lo material, dificultando este proceso.

La Conciencia Cósmica, aquello que está más allá de nuestra comprensión,

decide hacer una creación, y difícilmente podremos determinar por qué tomó esta decisión, simplemente debemos aceptar esta realidad, y aunque se pueda especular mucho al respecto, la tradición cabalista reconoce que es imposible llegar a este último conocimiento. Se acepta que eso está vedado a nuestra realidad; tratar de explorarlo es lo mismo que intentar conocer a Dios/a en su esencia. El ser humano mas bien puede conocer todos los secretos de la obra de Él (o Ella), es decir, su creación pero ir más allá está fuera de sus posibilidades: en todo caso esto ya es una tarea magnífica y propia de Dioses.

Pues bien, aceptamos que Dios/a decide crear una manifestación y he aquí su

gran y maravilloso misterio. Él crea, con lo que otorga una parte de sí mismo a esta manifestación, por formarse, pero al mismo tiempo se mantiene incólume, e inalterable, crea, pero no se involucra en esta creación, Dios/a está en la creación, pero la creación no es Dios/a. Pero, ¿Cómo realiza este prodigio?. La Cábala plantea que desde su realidad (la única y verdadera), llamada la existencia negativa, trasciende a una nueva realidad ficticia llamada La Existencia o Existencia Positiva, en la cual se concibe y conforma la manifestación. Dios, en esencia, se mantiene aislado de esta creación, a través de tres velos, llamados por la Cábala: EIN, EIN SOPH y EIN SOPH AUR (Negatividad; Lo ilimitado y la Luz ilimitada; respectivamente). Estos tres velos permiten que Dios/a se exprese en la creación, y al mismo tiempo se mantiene incólume y aparte de ella. Los tres velos, son denominados como Pargot o “Cortina Cósmica” y a partir de ella la creación comienza a manifestarse.

La divinidad proyecta a través de estos tres velos una parte de su realidad y la

plasma en el primer estado de manifestación o existencia positiva, que es conocida como “CORONA” (Kether). A partir de este punto toda la Existencia positiva, se


expresa instantáneamente y la Cábala la ordena en diez emanaciones llamadas Esferas, siendo la primera, la ya mencionada “CORONA”.

Si bien es cierto que las enseñanzas de la Cábala han establecido un orden de

relación y jerarquía de estas diez esferas, esto no es nada más que para fines didácticos y de comprensión, ya que nuestra capacidad de intelectualizar este conocimiento es limitado. Las esferas surgen en forma instantánea, en otras palabras en el mismo momento, por lo que no existe ninguna superior o por encima de la otra, todas son emanaciones divinas de igual magnitud e importancia. La única diferencia es que se manifiestan en diversa forma. Pero para fines didácticos de la enseñanza de la Cábala se ha establecido un orden, una jerarquía que determina de esta manera las relaciones de las esferas en distintas estructuras de estudio, de las cuales la más universal y conocida es, sin duda, “EL ÁRBOL DE LA VIDA”.

Kether, la Corona, está colocada a la Cabeza del pilar del Medio, y más allá de

ÉL, hacia atrás, están los velos negativos de la Existencia. Es el primer manifiesto, representa la cristalización primaria de la manifestación,

de aquello que antes era inmanifiesto, y por lo tanto, incognoscible para nosotros, de cualidades diferentes.

Respecto a la raíz de la que surge la Corona, no sabemos nada, pero sí podemos

saber algo con respecto a la Corona misma. En la Corona no hay forma, sino ser puro; podríamos decir que es una latencia

sólo un grado más acá de la no existencia. Estos conceptos tienen que ser necesariamente vagos y no estamos capacitados para darle la nitidez que debieran tener, pero es suficiente que reconozcamos grados de devenir, y que la cruda diferenciación y el Ser y no ser, no representan los hechos.

Con la existencia manifestada aparecen los pares de opuestos, pero en la Corona

misma no hay semejante división, manifestándose recién cuando se produce la emanación de Chokmah y Binah.

La Corona Kether, es la cúspide de la creación y por lo tanto es el pináculo del

conocimiento del Ser humano y más allá de ella se encuentra lo incongnoscible. La Corona es lo más denso del sistema de vidas superiores que la mente humana

no puede siquiera atisbar. Acercarnos a ella y dar conformidad a los anhelos de entendimiento del estudiante es una empresa de Dioses. Sin embargo, los estados alterados de consciencia posibilitan una tenue aproximación.

Lo que es necesario tener en cuenta, es que Dios Manifestado (La Corona,

Kether) tiene otra clase de vida, absolutamente desconocida para el ser humano, que los cabalistas llaman la Existencia Negativa.

Vale decir, la existencia negativa es la Causa y Razón primera que tiene Dios

manifestado para realizar su Creación y Él mismo ha considerado necesario y bueno velar sus orígenes, sus razones y sus causas.


Aunque indirectamente se deja entrever en todas las escuelas iniciáticas de

Oriente y de Occidente, de ayer, de hoy y de mañana, que los triples velos de la Existencia negativa pueden ser develados en su propia obra.

Por lo tanto, en la Corona no hay forma, sino que ser puro, no hay pares de

opuestos, no existe aquí ni el bien ni el mal, dualidad producida por la limitación de las formas.

La Corona representa La Suprema Creación que existía antes de que hubiera

ningún reflejo de sí mismo. No existen aquí ni dioses, ni demonios. Por tanto, Dios/a esta sobre el bien y el mal, y cualquier otra polaridad. Éstas aparecen por el desequilibrio de las formas.

Cuando hablamos de Kether (La Corona) debemos recordar que no queremos

significar una persona, sino un estado de existencia muy incomprensible aun para los seres humanos.

No podemos definir a Kether; sólo podemos referirnos a su existencia. LOS CUATRO MUNDOS

Hasta ahora hemos considerado a Kether en Atziluth, esto es, en su esencia primaria; ahora, en cambio, debemos considerar a Kether tal como aparece en los otros tres reinos que determinan los cabalistas.

Los cuatro mundos son cuatro niveles de manifestación en base a los cuales está

construida la creación: El primero de ellos es el Plano Divino o también llamado Atziluth (Espíritu Puro). Posteriormente viene el Plano de la Creación o Briah. Le sigue en tercer término el Plano de la Formación o Yetzirah y finalmente termina el Plano de la materia o Assiah.

Estos cuatro mundos se pueden relacionar de diversas formas con el Árbol de la

Vida, pero básicamente podemos encontrar dos criterios de relación: 1. Cada mundo involucra un Árbol de la Vida completo, por lo tanto, cada

esfera posee cuatro aspectos, de acuerdo a estos cuatro planos. 2. El Árbol de la Vida se puede dividir en los cuatro mundos o planos.

ATZILUTH: Mundo Arquetípico, Mundo divino o Mundo de las Emanaciones.

Este mundo corresponde al plano divino, en el que Dios/a mismo/a plasma su esencia en las diez emanaciones (esferas).

Por esta razón Dios/a tiene un nombre distinto en cada una de ellas. En este nivel

la creación es esencialmente divina, y por ello está libre de toda mácula y es una sola. No existe en este nivel arquetípico la dualidad, y aunque es difícil comprenderlo, Dios/a


es uno/a solo/a y completo/a, pero se puede reflejar en estos diez estados de manifestación divina. Es en este plano superior de los arquetipos que se encuentra reflejado/a el ADAM KADMON, el ser humano superior y divino.

Al respecto, Leo Schaya expresa: “Ahora bien, la imagen de Dios por

excelencia es el hombre, cuyo único ser integral incluye todas las realidades cósmicas y sus arquetipos increados.

No hay otra criatura que, exprese la

totalidad de los Sephirot tan sintéticamente y al mismo tiempo tan explícitamente como el hombre”.

Según la tradición cabalística el ser humano “celestial” preexistía a la creación

formal del Universo en todas sus dimensiones. Este Adam Kadmon u “Hombre Celestial” está directamente relacionado con esta expresión divina a través de las esferas atzilúticas. Y es misión del ser humano conocer la creación para nuevamente trascender a esta existencia que es una con Dios/a mismo/a.

Este mundo de las emanaciones o arquetípica esta relacionado con la chispa

divina que posee cada ser humano, y que se mantiene incólume e inalterable en el Alma de Dios/a mismo/a. Los cabalistas llaman a esta esencia Chaia y difícilmente podremos tomar consciencia de ella mientras tengamos esta forma humana, ya que ella se mantiene inalterable en el mundo Atziluth y no se involucra ni se contamina con los otros mundos de manifestación en donde existe dualidad o multidiversidad. A pesar de esto, esta “chispa Divina o mónada” permite la expresión de las otras formas de manifestación del ser humano. Esta esencia divina se llama YECHIDAH según Rabbi Azariel. BRIAH: Mundo Arcangélico o Mundo de la Creación.

El mundo de la “Creación” es aquel que está encargado, por decirlo así, de realizar la creación propiamente tal. En este mundo se delegan las facultades correspondientes por parte del mundo divino o de Atziluth, para que se comience a desarrollar la creación como algo aparentemente aparte o distinto de Dios/a o la Divinidad. El mundo Arquetípico no debe realizar este trabajo, ya que si lo hiciera dejaría de ser divino, se alejaría de la unidad superior, y arquetípica, para comenzar a dar origen de la manifestación divina pero fuera del seno de su total esplendor.

Es interesante observar que si bien es cierto, Atziluth no puede mezclarse con la

creación de una manifestación, porque de esta manera perdería su condición de sublime, divino y arquetípico, también es verdad que este nuevo mundo está subordinado al arquetípico o divino, ya que este último es el directo progenitor, aunque en verdad y en rigor, todos los mundos derivan de un sólo origen, y es sólo una expresión jerárquica de esta fuerza o luz divina.

Si consideramos a este segundo mundo desde el punto de vista de un Árbol de la

Vida completo, tenemos que a cada esfera le corresponde una INTELIGENCIA, la cual ha sido delegada por la divinidad misma para producir y guiar las fuerzas de la


creación y para que finalmente se produzca como debe ser, planificada y orientada por la divinidad misma.

La concepción de estas inteligencias individuales como cuerpo completo según

el Árbol de la Vida, constituyen “El Demiurgo”, es decir “El Creador” propiamente tal, aquella energía inteligente se agrupa, forma y organiza las energías divinas y da como resultado la creación propiamente tal.

Los antiguos conceptos gnósticos aceptaban que esta poderosa inteligencia

Superior era el Padre o Real Creador de esta manifestación, pero detrás de él se encontraba la divinidad propiamente tal. La “diferenciación de género” o “sexual” que hace de Dios un Él, se manifiesta en este plano o “cielo”, pero no es esencial a la naturaleza divina.

El nivel del mundo de la creación está comandado por las inteligencias

superiores llamadas arcángeles, de los cuales hay un representante de acuerdo a la expresión de las energías divinas en cada esfera, de igual manera que en el mundo arquetípico, cada emanación o esfera correspondía a una representación de la divinidad.

Estos arcángeles en realidad, son una sola inteligencia de Creación, que para

fines didácticos la dividimos, de acuerdo a las características que cada esfera representa. En este plano, la esfera de la Corona se manifiesta a través del Arcángel.

METATRON, llamado el Príncipe de las Fases1. Y se le puede imaginar o visualizar como un poderoso pilar radiante de luminosa luz. YETZIRAH: Mundo de los coros Angélicos o mundo de la formación.

El tercer mundo de la formación u Olam ha’ Yetzirah, es aquel que proviene del mundo de la Creación. Siendo aquí, las energías menos sutiles, se acercan más a la materia densa; también se multiplican y diversifican. Se transforman en una infinidad de inteligencias que permiten el funcionamiento de lo creado.

Podríamos decir, que el mundo de la Creación es un representante de las ideas en

la manifestación, y este mundo de la formación es el producto de él en un grado más bajo y representa a las formas que así se producen y que permite se sustente toda la creación.

El mundo de la formación posee todos los elementos (fuerzas y formas) que

establece la Creación, en donde una vez más se involucra otro grado, al mundo de la acción de la materia o de la realización (Olam ha Assiah).

1 En el Medioevo aún se consideraba a Metatron un ángel, mientras en el Cercano Oriente se lo señalaba como un “ángel ascendido a arcángel”. Empero, los “arcángeles” o “ángeles primigenios” lo son no en razón de su funcionalidad sino por su esencialidad, es decir, son Arquetípicos, dioses arquetípicos en un sentido nórdico. Metatron, que como el resto de las legiones angelicales “deviene de”, es decir, “emana de” — es hijo de, nace de— los dioses arquetípicos y no deja de ser, en alguna manera, un advenedizo.


Al analizar este mundo de la formación como un Árbol de la Vida completo,

vemos que se pierde la característica de inteligencias únicas regentes de cada una de las emanaciones Divinas (Esferas). Aquí se manifiestan las legiones, ejércitos o miríadas de ángeles.

Ellos son los representantes del mundo de la formación. De tal manera que nos

comenzamos a adentrar en los campos de estudio de algunas disciplinas científicas, específicamente aquellas que estudian el cosmos la naturaleza y cómo funciona. Los científicos actualmente no aceptan cabalmente la idea o el supuesto de que detrás de cada energía natural en el universo existen inteligencias que las guían. Sin embargo, ya existen ciertos atisbos que finalmente les harán llegar a estas conclusiones; por lo pronto se están planteando hipótesis que llevan finalmente a las conclusiones de que estas energías medibles del cosmos, actúan en forma ordenada y como si siguieran un propósito. Esto que recién la ciencia ortodoxa comienza siquiera a considerar, la Cábala ya lo conoce desde hace mucho tiempo, y a estas inteligencias justamente es a las que denomina ángeles.

Estos ángeles actúan en tropel o en grandes grupos, ya que son incontables las distintas energías y mecanismos que existen en esta creación y que permiten que ésta se mantenga, y le insuflan la vida para que funcione adecuadamente. ASSIAH: Mundo de la materia o mundo de la acción.

Finalmente ingresamos al cuarto plano de manifestación denominado Mundo de la acción (Olam ha’ Assiah), el último paso o descenso de la Creación. Se mantiene todo lo logrado hasta el mundo de la formación, simplemente se trasciende a la forma física, y se logra la completa realización de toda la manifestación divina. Por esta última razón, es que si bien es cierto, todos los mundos son de igual importancia para lograr el objetivo, es en este último donde se logra la completa culminación de la manifestación de Dios/a. A partir de este mundo material, es que nuevamente comenzará el ascenso a la Divinidad o el retorno de Él.

Es en este mundo donde finalmente se logra la culminación de la gran Obra de

Dios/a, por ello el nombre de “Realización”, y por ello su importancia, porque toda obra debe necesariamente ser llevada a la materia y no quedarse en simples ideas, sueños, anhelos o deseos, porque de otra forma no se puede decir que se haya realizado realmente.

Alexander Safran dice en sus propias palabras: “Nuestro mundo es inferior al de

los otros tres, desde el punto de vista de la espiritualidad, pero al mismo tiempo es superior a ellos porque contiene la suma de la voluntad que el Creador ha desarrollado, y continúa desarrollando, en su obra de la creación.”

El mundo de la acción es, en efecto, el mundo de la elección, de la libre

iniciativa, de la transformación y de la consumación, El hombre es capaz de descubrir en él las intenciones del Dios/a y de hacerse una idea de su voluntad.


“Mediante la Emanación, la Creación y la Transformación, Dios ha establecido

algo que antes no existía; por la acción que ha reservado al hombre. Dios exige a éste, ‘que termine’ su obra.”

“El hombre que es la única criatura capaz de elevarse hasta el Creador a través

de todos los mundos, que es el único, que puede hacer que todos los mundos se eleven hasta el Creador, y sin embargo, es el que más alejado se halla de la fuente primitiva de la creación. Y es que el hombre contiene en sí, la quintaesencia de los cuatro mundos superpuestos; los reúne en sí como si fueran cuatro plantas de una misma cosa”. CONCLUSIÓN

Cada esfera tiene asociada una virtud, en el caso de la Corona es Realización. Toda obra además de comenzar aquí, debe terminar en ella. Todo debe ser ofrendado a la divinidad, debe ser efectuado en nombre de la vida Una. No bastan las buenas intenciones, es necesario realizar obras. Esto es lo que da sabiduría, es la única manera de aprender y obtener autoridad en las distintas manifestaciones de la Vida.

Por lo tanto, es un decreto divino que todo ser espiritual que encarna en este

plano de manifestación es un ave de paso, es un peregrino del espacio y el tiempo, que está en tránsito y que tiene una misión que cumplir en la tierra.

Sin embargo, inmersos en el egoísmo y orgullo propios de los seres humanos, la

tan pretendida misión adquiere ribetes fantasiosos de estrellato, fama y fortuna, y sólo a partir de ahí, la proyección de ayuda a los demás y hacia el planeta.

Sin embargo, la misión es simple, natural y evidente para quien tiene los ojos y

los oídos dispuestos a escuchar el llamado del ser espiritual: Crecer, Desarrollarse, Evolucionar.

CHOKMAH, LA SEGUNDA SEPHIRA Título: Chokmah, la Sabiduría. Grafismo Hebreo: Kaph, Mem, Hei. Imagen Mágica: Una figura masculina, con barba. Situación en el Árbol: Al frente de la Columna de la Misericordia o la Piedad, en el triángulo supremo. Títulos que se le dan Chokmah: El poder de Yetzirah, Abba, El Padre Supremo, El Yod del Tetragrammaton. (El comienzo es un punto de luminosidad, simbolizado en la letra “I”, yod, es la primer salida del Ein Sof. El comienzo del movimiento creativo). Nombre de Dios: Jehovah. Arcángel: Ratziel. Orden de Ángeles: Auphanim, ruedas. Chakra Mundano: Mazloth, el Zodíaco. Experiencia Espiritual: La visión de Dios, cara a cara.


Virtud: Devoción. Vicio: ------- Correspondencia en el Microcosmos: El lado izquierdo de la cara. Símbolos: El Falo, El Yod del Tetragrammaton, (tetragrama), El Menhir, La Torre, El Cetro del poder. La línea recta. Cartas del Tarot: Los cuatro Dos. Dos de Bastos: Dominio. Dos de Copas: Amor. Dos de Espadas: La Paz restablecida. Dos de Pentáculos: El cambio armónico. Color en Atziluth: Celeste puro. Color en Briah: Gris. Color en Yetzirah: Gris Perla, iridiscente. Color en Assiah: Blanco con manchas rojas, azules y amarillas. Representa al dos. Observaciones: La imagen mágica es la de un varón barbudo, barbudo para indicar madurez, el padre que demostró su virilidad, no el varón virgen no experimentado.

Sin embargo no debe pensarse que Chokmah es un símbolo fálico o sexual y nada más. Es un símbolo dinámico y positivo, pues la virilidad es una forma de la fuerza dinámica, así como la feminidad es una fuerza estática, como veremos en la siguiente Sephira.

Debemos también ver la palabra creadora que dijo “Hágase la luz”, como el

lingam de Shiva y el falo que las bacantes adoraban. Las dos columnas, la positiva bajo Chokmah, y la negativa bajo Binah,

corresponden respectivamente a Idá y Pingalá de los sistemas del Yoga. Estas dos corrientes magnéticas, que corren en el aura paralelas a la columna

vertebral, se llaman las corrientes del Sol y de la Luna. En una encarnación masculina trabajamos predominantemente con la corriente

del Sol, el fertilizador; en un encarnación femenina, con las fuerzas lunares. En los actos mágicos, el hombre o la mujer debe trabajar con el tipo de fuerza

contrario al de su vehículo físico, para complementar el principio de polaridad. Debemos aprender a conocer cuándo podemos funcionar como Chokmah y

engendrar actos en el mundo, y cuándo funcionaríamos mejor como Binah, y hacer que nuestro medio ambiente nos fertilice para que seamos productivos...

Este concepto nos da la clave de otros de los muchos conceptos del Árbol, la

relativa polaridad de los Sephira. BINAH, TERCERA SEPHIRA


Título: Binah, el entendimiento. Grafía Hebrea: Bet, Yod, Nun, Hei. Imagen Mágica: Una mujer madura, una matrona. Situación en el Árbol: Al frente de la Columna de la Severidad en el Triángulo Supremo. Títulos que se le da a Binah: Madre, Aima, (en realidad en hebreo madre se dice Ima), la madre fértil brillante, Khorsia, El trono, Marah, El gran Mar. Nombre de Dios: Jehovah Elohim. Arcángel: Tzaphkiel. Orden de Ángeles: Aralim, Los Tronos. Chakra Mundano: Shabbatai, Saturno. Experiencia Espiritual: La visión de la Aflicción. Virtud: El silencio. Vicio: La avaricia. Correspondencia en el Microcosmos: El lado derecho de la cara. Símbolos: La túnica Externa que cubre, El Cáliz o la Copa, El Kteis, El Yonis. Cartas del Tarot: Los cuatro Tres. Tres de Bastos: La fuerza establecida. Tres de Copas: La abundancia. Tres de Espadas: El Dolor. Tres de Pentáculos: Las obras materiales. Color en Atziluth: Carmesí. Color en Briah: Negro. Color en Yetzirah: Marrón oscuro. Color en Assiah: Gris con manchas rosadas. Representa al Tres. Observaciones: Binah representa la potencia femenina del universo, tal como Chokmah, la potencia masculina. Son Negativo y Positivo, Forma y Fuerza.

Cada cual encabeza su columna: Chokmah, frente a la columna de la Misericordia o Piedad, y Binah frente a la columna de la Severidad.

Binah es por supuesto la Madre de Todo lo que Vive, es el vientre arquetípico a

través del cual la vida llega a manifestarse. Es apertura y limitación, atadura y constricción, la forma controla a la vida, la frustra, sin embargo le permite organizarse.

El significado de los nombres hebreos de los sephirot dos y tres corresponden a

la Sabiduría, y al Entendimiento y estos se equilibran curiosamente uno contra el otro. La Sabiduría sugiere a nuestras mentes la idea de conocimiento acumulado, y el Entendimiento nos trasmite la idea de penetrar en el significado de aquél.

Estos dos Sephirot basales de la Tríada Suprema, se refieren especialmente

como el Padre y la Madre, y sus imágenes mágicas, son el varón barbudo y la matrona, representando así, no a la atracción sexual de Netzach y Yesod, que se representan como la doncella y el mancebo, sino los seres maduros que se unieron y reprodujeron.


CHESED, CUARTA SEPHIRA Título: Chesed, la Misericordia. Grafía Hebrea: Chet, Samech, Daleth. Imagen Mágica: Un rey poderoso, coronado y entronizado. Situación en el Árbol: En el centro de la Columna de la Misericordia. Títulos que se le da a Chesed: El Amor, La Majestad. Nombre de Dios: El. Arcángel: Tzadkiel. Orden de Ángeles: Chasmalim, Los Brillantes. Chakra Mundano: Tzedek, Júpiter. Experiencia Espiritual: La visión del Amor. Virtud: La obediencia. Vicio: El Fanatismo, la Hipocresía, la Tiranía, la Glotonería. Correspondencia en el Microcosmos: El brazo izquierdo. Símbolos: La Figura Sólida, La Pirámide, El Tetraedro, La Esfera, El Cetro, El Cayado. Cartas del Tarot: Los cuatro Cuatros. Cuatro de Bastos: La obra perfeccionada. Cuatro de Copas: El goce. Cuatro de Espadas: El descanso de la contienda. Cuatro de Pentáculos: El poder terreno. Color en Atziluth: Violeta oscuro. Color en Briah: El azul. Color en Yetzirah: Púrpura oscuro. Color en Assiah: Azul oscuro, Amarillo con manchas. Representa al Tres. Observaciones: Chesed, es el universo manifiesto, representa la formulación de la idea arquetípica, la concreción de lo abstracto. Cuando en nuestra mente se formula el principio abstracto que forma la raíz de una nueva actividad, operamos en la esfera de Chesed. Toda la creativa labor del mundo la realizan así las mentes que trabajan en términos de Chesed, el Rey sentado en su Trono, sosteniendo su cetro y el orbe, gobernando y guiando a su pueblo.

La imagen mágica que representa es justamente un poderoso rey entronizado y coronado, porque está sentado en un reino de paz, sin salir en su carro hacia la guerra, como lo sostiene la imagen mágica de Gueburah.

Los demás títulos de Chesed (La Majestad, El Amor), producen este concepto

del rey benigno, el padre de su pueblo; y la situación de Chesed, en el centro de la columna de la Misericordia, da idea de estabilidad, y ley ordenada y misericordiosa, gobernado para el bien de los gobernados.

Los Chasmalim o Brillantes, exaltan la idea del esplendor de Guedulah, (ojo no

confundir con Gueburah) que es el título alternativo que se usa para Chesed. El chakra Mundano asignado a Chesed (Júpiter, el gran benéfico de la

Astrología), confirma toda la cadena de asociaciones.


Tenemos que sacrificar gran parte de nuestra independencia y nuestro egoísmo, a

fin de participar, en las amenidades de la vida social organizada. En el lado microcósmico, o subjetivo, hallamos que la obediencia es la virtud

asignada a esta esfera de la experiencia. Nótese que los vicios asignados a Chesed, son todos vicios sociales.

GUEBURAH, QUINTA SEPHIRA Título: Gueburah, la Fortaleza, la Severidad. Grafía Hebrea: Guimel, Beth, Vau, Resh, Hei. Imagen Mágica: Un guerrero poderoso en su carro. Situación en el Árbol: En el centro de la Columna de la Severidad. Títulos que se le da a Gueburah: Din: Justicia, Pachad: Temor. Nombre de Dios: Elhoim Guebor. Arcángel: Khamael. Orden de ángeles: Seraphim, Serpientes de Fuego. Chakra Mundano: Madim, Marte. Experiencia Espiritual: La visión del Poder. Virtud: La Energía, La Valentía. Vicio: Crueldad, Destrucción. Correspondencia en el Microcosmos: El brazo derecho. Símbolos: El Pentágono, La espada, La Lanza, El azote, La cadena, La Rosa Tudor de cinco pétalos. Cartas del Tarot: Los cuatro Cincos. Cinco de Bastos: La contienda. Cinco de Copas: Pérdida en el Placer. Cinco de Espadas: Derrota. Cinco de Pentáculos: Trastornos Terrenos. Color en Atziluth: Anaranjado. Color en Briah: Rojo Escarlata. Color en Yetzirah: Escarlata Brillante. Color en Assiah: Rojo con manchas negras. Observaciones: Gueburah, que tiene como títulos a la Justicia y al Temor, es uno de los más complicados de entender de todos los Sephirot, y por lo tanto el más importante. Muchos se inclinarían a considerar a Gueburah como el aspecto malo del Árbol de la Vida; en realidad, tiene sin embargo simplemente las connotaciones — benéficas y maléficas— del planeta Marte en Astrología.

Chesed, es el rey en su trono, en tiempos de paz; Gueburah, es el rey en su carro que sale a guerrear, que impone nuestro respeto.


Gueburah, ocupa la posición central de la Columna de la Severidad, por lo tanto,

representa el aspecto catabólico o demoledor de la fuerza. Recuérdese que catabolismo es el aspecto metabólico que se ocupa de la liberación de la fuerza en la actividad.

Por lo tanto Gueburah, El Señor del Temor, de la Severidad, el Destructor, es tan

necesario para el equilibrio del Árbol, como Chesed, El Señor del Amor, etc... Si observamos la Vida, vemos que su principio vital es el ritmo, no la

estabilidad. Gueburah es el elemento dinámico de la vida que conduce a través de los obstáculos y sobre éstos. Es el mejor amigo que podemos tener si somos honestos. La sinceridad, no tiene que temer las actividades de aquél.

Es el más dinámico y vigoroso de todos los Sephirot, pero también el más

disciplinado y controlador. Pelea sin malignidad, es clemente con los débiles, no sale a destruir la ley sino a

procurar que se la cumpla adecuadamente. Cuando un alma está en estado de evolución en el que el único modo de

aprender es mediante la experiencia, Gueburah procura que ella no se decepcione cuando ella ande por allí buscándose problemas, Gueburah, es el gran iniciador de los engreídos.

TIPHERETH, SEXTA SEPHIRA Título: Tiphereth, La Belleza. Grafía Hebrea: Tau, Pé, Aleph, Resh, Tau. Imagen Mágica: Un rey majestuoso, Un Niño, Un dios que fue sacrificado. Situación en el Árbol: En el centro de la Columna del Equilibrio. Títulos que se le da a Tiphereth: Zoar Anpin, El Semblante Menor, Melekh, El Rey, El Hijo, El Hombre, Adam. Nombre de Dios: Tetragrammatron Aloah Va Daath. Arcángel: Raphael. Orden de Ángeles: Malchim, Reyes. Chakra Mundano: Shemesh, El Sol. Experiencia Espiritual: La Visión de la Armonía de las Cosas, Misterios de la Crucifixión. Virtud: Devoción a la Gran Obra. Vicio: Orgullo. Correspondencia en el Microcosmos: El Pecho. Símbolos: La Rosa Cruz, La Cruz del Calvario, La Pirámide Trunca, El Cubo. Cartas del Tarot: Los cuatro Seis. Seis de Bastos: La Victoria. Seis de Copas: La Alegría. Seis de Espadas: Triunfo Ganado. Seis de Pentáculos: Triunfo Material.


Color en Atziluth: Rosado Claro. Color en Briah: Amarillo. Color en Yetzirah: Color salmón, muy vivo. Color en Assiah: Ámbar dorado. Observaciones: Tiphereth, nunca debe ser considerado como un factor aislado, sino como un vínculo, un punto de enfoque, un centro de transición o transmutación.

La Columna Central, se relaciona siempre con la conciencia; en Tiphereth, encontramos el Lugar de la Encarnación.

Es el ápice funcional de la Segunda Tríada del Árbol, cuyos ángulos de la base

son Geburah, y Gedulah (Chesed), ésta que emana de la Primera, de los Tres Supremos, forma la individualidad evolutiva, o el alma espiritual.

A Tiphereth, los cabalistas la llaman Shemesh, o la Esfera del Sol, y es

interesante notar que todos los dioses solares son dioses que curan, y todos los dioses que curan son dioses solares, hecho este que nos induce a pensar, que el sol es el punto central de nuestra existencia.

Sin el sol no habría sistema solar, la luz solar representa un papel importante en

el metabolismo, en el proceso biológico de las criaturas vivas, y toda la nutrición de los vegetales depende de él.

El símbolo del sol en el reino mineral es el oro, puro y precioso, que todas las

naciones convinieron en llamar el metal y reconocerlo el metal más valioso y la unidad básica de intercambio. El oro como la base del dinero, es el representante objetivo, de la fuerza vital exteriorizada, pues en verdad, el dinero es vida, y la vida es dinero, pues sin dinero no podemos tener plenitud de vida.

El oro que respalda los billetes es un símbolo de la energía humana, y sólo se

gana gastando esa energía. Este dios Sol es más que fuente de vida, es también quien cura cuando la vida

anda mal. También se la llama la Inteligencia Mediadora. Un mediador es esencialmente

un vínculo conector, un intermediario. En consecuencia, en su posición central debe considerarse como un conmutador de dos direcciones, media entre el micro y el macrocosmos, “como es arriba es abajo”.


NETZACH, SÉPTIMA SEPHIRA Título: Netzach, La Victoria. Grafía Hebrea: Nun, Tzaddik, Cheth. Imagen Mágica: Una bella mujer desnuda. Situación en el Árbol: Al pie de la Columna de la Misericordia. Títulos que se le da a Tiphereth: La Firmeza. Nombre de Dios: Jehova Tzaboath, El Señor de la Huestes. Arcángel: Haniel. Orden de Ángeles: Elohim, Dioses. Chakra Mundano: Nogah, Venus. Experiencia Espiritual: La Visión de la Belleza Triunfante. Virtud: El Desinterés. Vicio: La Incontinencia, La Lujuria. Correspondencia en el Microcosmos: Región Lumbar, Caderas, y Piernas. Símbolos: La Lámpara, y La Guirnalda. La Rosa. Cartas del Tarot: Los cuatro Sietes. Siete de Bastos: El Valor. Siete de Copas: El Triunfo Ilusorio. Siete de Espadas: El Esfuerzo Inestable. Siete de Pentáculos: El Triunfo Incumplido. Color en Atziluth: Ámbar. Color en Briah: Esmeralda. Color en Yetzirah: Verde Amarillento Brillante. Color en Assiah: Oliva, con Manchas Doradas. Observaciones: A Netzach, La Esfera de Venus, se la entiende mejor en contraste con Hod, la Esfera de Mercurio, ya que la primera representa los instintos, y las emociones que aquellos suscitan, y Hod representa a la mente concreta.

El factor de Netzach que está en nosotros es la base de nuestros instintos, cada uno de los cuales, en su esencia no intelectualizada, suscita los reflejos adecuados, tal como los labios de un infante succionará todo lo que se coloque entre ellos.

Los seres de Netzach, los Elohim, no son tanto inteligencias cuanto

encarnaciones de ideas, para darles su nombre, son las influencias formativas por las que la fuerza creadora se expresa en la Naturaleza.

Es importantísimo que comprendamos que estos Sephirot inferiores del Plano de

la Ilusión están densamente poblados por las formas del pensamiento, que todo lo que la imaginación humana fue capaz de concebir, y aunque la forma bajo la cual el dios es representado sea pura imaginación, la fuerza asociada con esa forma es real y activa a la vez.

Esto explica muchísimas cosas de la religión organizada que son muy reales para

el creyente, pero muy desconcertantes, para el incrédulo, que no puede explicarlas ni disculparlas con explicaciones.


En Netzach, tenemos la forma más tenue de estas cosas, y las mismas perciben

más las “contemplaciones de la fe” que los “ojos del intelecto”. Desde el punto de vista de la personalidad, Tiphereth, representa a la conciencia

superior, consciente de las cosas espirituales, Netzach, representa a los instintos, y Hod, al intelecto, Yesod, representa al quinto elemento, El Éter, y Malkuth a los cuatro elementos, que son el aspecto sutil de la materia, que sería todo lo que el intelecto humano promedio puede comprender, que es en realidad la naturaleza de la materia densa.

En cuanto a los símbolos asignados a Netzach, La Lámpara, es el arma mágica

que se usa en las operaciones del Elemento Fuego, y éste se asocia con la energía abrasadora existente en el corazón de la Naturaleza.

El Chakra Mundano, es el planeta Venus, y la imagen mágica es, bastante

adecuadamente, una bella mujer desnuda. La experiencia espiritual asignada a esta Esfera es la Visión de la Belleza

Triunfante. Los vicios son los evidentes, propios del maltrato del amor, la incontinencia y la

lujuria.

HOD, OCTAVA SEPHIRA Título: Hod, Gloria. Grafía Hebrea: Hei, Vau, Daleth. Imagen Mágica: Un hermafrodita. Situación en el Árbol: Al pie de la Columna de la Severidad. Nombre de Dios: Elohim Tzaboath, El Dios de las Huestes. Árcangel: Michael. Orden de Ángeles: Beni Elohim, Hijos de Dios. Chakra Mundano: Kokab, Mercurio. Experiencia Espiritual: La Visión del Esplendor. Virtud: Veracidad. Vicio: Falsía, Falta de Honradez. Correspondencia en el Microcosmos: Región Lumbar, Piernas. Símbolos: Nombres y versículos, y el Mandil. Cartas del Tarot: Los cuatro Ochos. Ocho de Bastos: Celeridad. Ocho de Copas: Triunfo abandonado. Ocho de Espadas: Fuerza Reducida. Ocho de Pentáculos: Prudencia. Color en Atziluth: Púrupura Violácea. Color en Briah: Anaranjado. Color en Yetzirah: Color Bermejo. Color en Assiah: Negro amarillento, con manchas blancas.


Observaciones: Netzach y Hod, representan los aspectos de la fuerza y la forma de la conciencia astral, respectivamente.

Hod es especialmente La Esfera de La Magia, porque es la esfera de la formulación de las formas, pues para el mago la mente es la que formula las formas, y su voluntad, es la que establece el vínculo con las fuerzas naturales, de la esfera de Netzach, para que las anime.

La capacidad mágica de nuestra mente es la que nos pone en contacto con las

fuerzas de la Esfera Hod-Mercurio-Toth. Si en nuestra naturaleza no hay Venus, si no hay capacidad para responder al

llamado del amor, jamás se nos abrirán las puertas de la Esfera de Netzach y jamás recibiremos la iniciación de ésta. De igual modo si no tenemos capacidad mágica, que es el trabajo, de la imaginación intelectual, la Esfera de Hod será para nosotros un libro cerrado.

Sólo podemos obrar en una Esfera, si recibimos la Iniciación de esa Esfera, la

cual en el lenguaje de los misterios, confiere sus poderes. La ceremonia de Iniciación y las Enseñanzas que deben recibirse en diversos

grados, están sencillamente indicadas, para volver consciente lo que antes era subconsciente, y poner bajo el control de la voluntad, dirigida por la inteligencia superior, las evolucionadas capacidades de reacción.

Nótese que los tres Sephirot, de la Columna Negativa del Árbol, tienen la

palabra "Elohim" como parte del nombre de Dios. Tetragrammaton Elohim en Binah, Elohim Guebor, en Gueburah, y Elohim Tzabaoth, en Hod.

Tzabaoth, significa, hueste o ejército, esto nos muestra nuevamente la naturaleza

animada de la fuerza de Hod, asimismo al ser representada por el Arcángel Michael, pisoteando una serpiente y hendiéndola con una espada.

Esta serpiente que el Arcángel pisa, es la fuerza primitiva, la serpiente fálica de

los freudianos, y este jeroglífico nos enseña que la "prudencia" restrictiva de Hod, reduce a la fuerza primitiva y le impide que se desborde de sus fronteras.

En cuanto a los Símbolos, Los Nombres, son Fórmulas Filosóficas, son las

Palabras de Poder, éstas se construyen con el valor numérico de cualquiera que sea el alfabeto sagrado que se use. Estas consonantes, cuando se las reemplaza con números, dan una cifra, las que pueden ser tratadas matemáticamente de muchos modos.

Los versículos son frases mántricas, y un mantram es una fuerza sonora, que

cuando se repite una y otra vez, trabaja sobre la mente como una forma especial de autosugestión.


YESOD, NOVENA SEPHIRA Título: Yesod, El Cimiento. Grafía Hebrea: Yod, Samech, Vau, Daleth. Imagen Mágica: Un bello hombre desnudo muy fuerte. Situación en el Árbol: Hacia la base de la Columna del Equilibrio. Nombre de Dios: Shaddai el Chai, El Todopoderoso Dios Vivo. Arcángel: Gabriel. Orden de Ángeles: Kerubim, Los Fuertes. Chakra Mundano: Levanah, La Luna. Experiencia Espiritual: Visión de la Maquinaria del Universo. Virtud: Independencia. Vicio: Ocio. Correspondencia en el Microcosmos: Los Órganos de la Reproducción. Símbolos: Los Perfumes, y Las Sandalias. Cartas del Tarot: Los cuatro Nueves. Nueve de Bastos: Gran Fortaleza. Nueve de Copas: Felicidad Material. Nueve de Espadas: Desesperación y Crueldad. Nueve de Pentáculos: Ganancias Materiales. Color en Atziluth: Indigo. Color en Briah: Violeta. Color en Yetzirah: Púrupura muy oscuro. Color en Assiah: Limón, con manchas azules. Observaciones: En Yesod, tenemos dos conjuntos simbólicos aparentemente incongruentes, por un lado tenemos el concepto del cimiento del Universo, tal como lo expresa la bella imagen de un bello hombre desnudo muy fuerte, en el nombre de Dios, y de los Kerubim, los ángeles fuertes, y por otro, el simbolismo de la Luna que es muy fluídica, en continuo estado de flujo y reflujo, bajo la presidencia de Gabriel, el Arcángel del elemento Agua.

Si comparamos al reino de la tierra con un gran barco, entonces Yesod, sería la

sala de máquinas, ¿cómo se concilian los elementos en conflicto?, lo esclarece la naturaleza de la Experiencia Espiritual, que es descripta como la Visión de la Maquinaria del Universo.

Yesod con relación al Éter Astral, y éste con La Luz Astral: Para explicar una

sensación nerviosa, debemos proponer una sustancia que sea intermedia entre la mente y la materia; para entender un movimiento deliberado, necesitamos de igual modo la existencia de tal sustancia, o sea, la que posea la energía para mantener y recibir la impresión del pensamiento e influir sobre la posición en el espacio, de las posiciones atómicas de la materia. Estas son las propiedades que asignamos a nuestro Éter astral hipotético, adelantando los mismos argumentos para justificar este procedimiento en defensa de similares procedimientos del Éter en la Física.

Si al Árbol de la Vida se lo considera una totalidad, se verá claramente el trabajo de las tríadas.


Los tres Supremos tienen sus correlativos en un arco inferior, en Chesed,

Geburah, y Tiphereth. Quien haya tenido experiencia sobre cabalismo práctico, sabe que Tiphereth, es para nosotros Kheter, mientras tenemos nuestro tabernáculo en nuestra casa de carne, pues ningún hombre puede mirar el rostro de Dios y vivir.

Netzach, Hod, y Yesod, forman la tríada Inferior, cubiertos por Tiphereth como

el Yo Inferior es cubierto por el Yo Superior. De hecho podría decirse que los cuatro Sephirot Inferiores forman la

Personalidad. La Triada Superior, Chesed, Gueburah y Tiphereth, forman la Individualidad, o

el Yo Superior. Los tres Supremos corresponden a la Chispa Divina. Yesod es también la Esfera de la Luna, por lo tanto para entender su significado

debemos conocer el modo en que la luna es considerada en Ocultismo. La Luna y La Tierra, según la teoría oculta, comparten un solo doble etérico,

aunque sus dos cuerpos físicos estén separados, por lo anterior se ve que Yesod-Luna está siempre en estado de flujo y reflujo; un ejemplo de esto serían las mareas. Los mapas de estas mareas, fueron mantenidos siempre en secreto, y algunos de ellos son por demás complejos.

Yesod es esencialmente de la Esfera de la Luna, y como tal la preside Diana; la

Luna, en realidad tiene asignada tres diosas: Diana, Selene o Luna propiamente dicha, y Hécate, siendo esta última la diosa de la hechicería, los encantamientos, y presidiendo los partos.

Es significativo que a Yesod se le atribuya los Perfumes y las Sandalias, ambas

cosas representan importantísimo papel en las operaciones mágicas. Las sandalias se usan siempre en la labor ceremonial, para pisar el círculo

mágico, y los perfumes representan el lado etérico de las operaciones ceremoniales, su valor psicológico es bien conocido, y el uso del mismo es el modo más eficaz de actuar sobre las emociones, y en consecuencia, de cambiar el foco de conciencia.

MALKUTH, DÉCIMA SEPHIRA Título: Malkuth, El Cimiento. Grafía Hebrea: Men, Lameth, Vau, Tau.. Imagen Mágica: Una mujer joven, coronda, y entronizada. Situación en el Árbol: En la base de la Columna del Equilibrio. Títulos que se le da a Malkuth: La Puerta, La Puerta de la Muerte, La Puerta de las Lágrimas, La Puerta de la Justicia, La Puerta de los hijos de los Poderosos, La Puerta de la Oración, La Reina, Kallah, La Novia, La Virgen. Nombre de Dios: Adonai Malekh o Adonai La Aretz.


Arcángel: Sandalphon. Orden de Ángeles: Ashim, Almas de Fuego. Chakra Mundano: Cholem ha Yesodoth, Esfera de los Elementos. Experiencia Espiritual: Visión del Santo Ángel de la Guarda. Virtud: Discriminación. Vicio: Avaricia, Inercia. Correspondencia en el Microcosmos: Los Pies, El Ano. Símbolos: Altar de Doble Cubo, La Cruz de los Brazos Iguales. El Círculo Mágico, El Triángulo del Arte. Cartas del Tarot: Los cuatro Dieces. Diez de Bastos: Opresión. Diez de Copas: Triunfo. Diez de Espadas: Ruina, Diez de Pantáculos: Riqueza. Color en Atziluth: Amarillo. Color en Yetzirah: Limón, Oliva, Bermejo, Negro con manchas doradas. Color en Briah: Limón, Oliva, Bermejo, y Negro. Color en Assiah: Negro, con rayas Amarillas. Observaciones: Se observará que la conformación del Árbol corresponde naturalmente a tres triángulos funcionales, pero que Malkuth, no participa en tal triángulo, es el único Sephira que se presenta en parcelados cromatismos, pues se divide en cuatro sectores, que se asignan a los cuatro elementos, Tierra, Aire, Fuego y Agua.

Malkuth, es la Esfera de la Tierra, también significa el alma de la Tierra, es

decir, es aspecto psíquico, sutil de la materia. De modo parecido ocurre con los cuatro elementos, estos no son los

mencionados arriba, como los conocen los físicos, sino como los cuatro estados en que la materia puede existir.

En Malkuth, se logra la estabilidad; la virtud de Malkuth radica en su inercia, los

otros Sephirot son móviles en grados variables. Lo que nuestros sentidos perciben son los fenómenos atribuibles a actividades de

diferentes tipos de fuerzas, organizadas y combinadas. La naturaleza de la materia ha de entenderse conociendo sólo la naturaleza de estas fuerzas.

Malkuth es el nadir de la evolución. Pero no se lo debe considerar como el

postrer abismo de lo que no es espiritual, sino como la boya que es la señal de una regata de yates.

Cuando consideramos al Árbol microcósmico, el cuerpo físico, es Malkuth, el

doble etérico Yesod, el cuerpo astromental es Hod y Netzach, y la mente superior es Tiphereth.


¿Y qué es una operación en el plano de Malkuth?. Es sencillamente acción en el

plano físico. Todo el problema de Malkuth es un problema de canales y vínculos conectores, el resto del trabajo lo realiza la mente en los planos más sutiles.

Las funciones de Malkuth, de formas concretas, finalmente se vuelven tangibles.

Todas las Luces, es decir las emanaciones de los demás Sephirot, se vuelven iluminadas, visibles, cuando se reflejan desde los aspectos concretos de Malkuth.

La Guematría o Numerología Hebrea Introducción

En hebreo, cada letra posee un valor numérico. La Guematría es el cálculo de la equivalencia numérica de las letras, palabras o frases, y sobre esta base lograr un aumento de la comprensión de la interrelación entre los diferentes conceptos y explorar la relación entre palabras e ideas.

Presentamos aquí una introducción básica a la Guematría, comentando

diferentes sistemas para la identificación de la equivalencia numérica de cada letra y cómo estas letras se pueden calcular de acuerdo al valor-palabra implícito de sus nombres.

Se asume en estas técnicas que la equivalencia numérica no es una coincidencia.

De momento que el mundo fue creado a través del "habla" de Dios, cada letra representa una fuerza creativa diferente. Por lo tanto, la equivalencia numérica de dos palabras revelan una conexión interna entre los potenciales creativos de cada una.

Hay cuatro modos de calcular la equivalencia de las letras individuales:

? Valor Absoluto ? Valor Ordinal ? Valor Reducido ? Valor Integral Reducido

El Tikunei Zohar explica que el concepto de valor reducido se relaciona con el mundo espiritual de Ietzirá. Sobre esta base, se puede establecer una relación entre estas cuatro formas de cálculo, los cuatro reinos espirituales y las cuatro letras del nombre de Dios:

Letra Forma de Cálculo Mundo iud Valor Absoluto Atziluth hei Valor Ordinal Beriá vav Valor Reducido Ietzirá hei Valor Integral Reducido Asiá


Cuadro de correspondencias de las letras hebreas

Letra

Hebrea

Nombre de la Letra

Valor Absoluto

Valor Ordinal

Valor Reducido

Alef 1 o 1000 1 1

Bet 2 2 2

Guimel 3 3 3

Dalet 4 4 4

Hei 5 5 5

Vav 6 6 6

Zain 7 7 7

Jet 8 8 8

Tet 9 9 9

Iud 10 10 1


Kaf 20 11 2

Lamed 30 12 3

Mem 40 13 4

Fuente de los gráficos de las letras hebreas: http://www.thaisyjosef.com.

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