cultura, tradición vs principios del reino sobrenatural

Cultura, Tradición vs.

P r i n c i p i o s d e l R e i n o S o b r e n a t u r a l

Cultura, Tradición vs.

P r i n c i p i o s d e l R e i n o S o b r e n a t u r a l

Jesús Losa

CULTURA, TRADICIÓN VS. PRINCIPIOS DEL REINO SOBRENATURAL

Edición publicada por Liderazgo 21. 2014 Sta Cruz de Tenerife, España.

© 2014 Liderazgo 21

Citas bíblicas tomadas de la Santa Biblia, revisión 1960 © So-ciedades Bíblicas Unidas

Contactos: [email protected]

Tel. (34) 656 949 069/ 687 686 650

Autor: Jesús Losa Borja

Editor: José Carmona Santiago

Depósito Legal: TF: 23-2015Prohibida la reproducción total o parcial sin el permiso del autor.

Imprime: Publidisa

Agradecimientos

Como cualquier logro o éxito en la vida es el re-sultado del trabajo en equipo y tengo mucho a quien agradecer.

Gracias a mi apóstol y padre espiritual, el Dr. Guillermo Maldonado, por sus enseñanzas, prédicas, ejemplo e impartición sobre mi vida.

Gracias a mi amada esposa e hijos por su in-sistencia, por sus: "¿cuándo vas a escribir el libro?"

Gracias a la iglesia por su hambre y demanda de la Palabra de Dios que me mantiene en una bús-queda constante.

Como no, gracias a mi amigo José Carmona, por hacer mi trabajo tan fácil y pelear él con todos los obstáculos, gracias José por sacar eco a mis pa-labras, por ordenar mis ideas de forma magistral y hacer posible que este "nuestro" libro salga a la luz.

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Contenido

Prólogo 09

Introducción 11

Tema 1. Los principios del Reino 13

Tema 2. La Gloria de Dios 27

Tema 3. Vivir en la Gloria. 43

Tema 4. Lo primero por recuperar 53

Tema 5. Los sustitutos del Reino 63

Tema 6. ¿Gobernados o Bendecidos? 77

Tema 7. Si a la bendición, no al gobierno 93

Tema 8. Viviendo en el Reino 103

Tema 9. Las primicias en el Antiguo Testamento 121

Tema 10. Las primicias en el Nuevo Testamento 137

Tema 11. La Ley de la siembra 147

Bibliografía Usada 161

Acerca del autor 163

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Prólogo

Los principios de Dios son inmutables y siem-pre funcionan. Mas que conocimiento, es la revela-ción la que nos abre la voluntad de Dios para nues-tras vidas.

Lo considero un honor y un privilegio siempre que uno de mis hijos espirituales me pide que le es-criba un prólogo. Me alegra ver como mis hijos toman de la unción que Dios me ha dado para escribir libros llenos de impartición, producto de la vivencia en el tema del que escriben.

El Apóstol Jesús Losa, mi hijo espiritual, quien pastorea el Centro Cristiano Vino Nuevo El Rey Jesús en Madrid, España, escribe con el fin de ser instru-mento para que multitudes tengan un encuentro so-brenatural con la revelación del evangelio del Reino y con la gloria de Dios.

Este libro, “Los Principios del Reino Sobrena-tural”, guiará al lector a entender que nada en nuestra

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vida cambiará para bien hasta que no entremos en una relación personal con Dios, que experimentos y nos sometamos a Sus principios eternos. Jesucristo es el único camino al Padre, nuestro ejemplo y es, además, el resplandor de la gloria de Dios.

El Apóstol Losa explica que la gloria de Dios es el ambiente donde el ser humano haya la plenitud de Dios, ya que en ella están todos los recursos necesa-rios para nuestras vidas. Al leer este libro el Espíritu Santo le hará saber la necesidad de una transforma-ción sobrenatural de la mente y del corazón para así poder vivir conforme a “los principios del Reino”, que llevara al lector a dimensiones mayores en Dios, sa-biendo que el que experimenta Su gloria jamás volve-rá a ser el mismo.

Apóstol Guillermo MaldonadoMinisterio Internacional El Rey Jesús

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Introducción

Los creyentes, que aman a Dios y a su Pala-bra, quieren experimentar las promesas declaradas en la Biblia. Sin embargo, en muchas ocasiones, es como si hicieran filas en los supermercados peleando por el producto deseado, esa "promesa es para mi", "yo vi esa bendición primero", etc. Pero me pregun-to: ¿Cuánto tiempo tarda en llegar a casa dichas pro-mesas? ¿Cómo se puede hacer para materializarlas? ¿Son para todos sus hijos las promesas? ¿Basta con pedirlas? No dudamos de la veracidad del legado pro-metido ni del poder de Dios para cumplirlo; sino más bien, nuestro propósito es demostrar, a la luz de la Palabra de Dios, cuáles son los principios que susten-tan lo prometido por Dios.

Mientras nuestro enfoque esté centrado en los dones, en las cosas o nuestras necesidades, como dice el refrán: un árbol no nos permite ver el bosque. La verdadera prioridad de los hijos e hijas de Dios hace que se concentren en la persona de Dios, en otras palabras, debemos amar más al Dador que al

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regalo. Jesús Dijo: de “no me buscáis a mi (mis ense-ñanzas, mi relación con Dios, lo que soy y represento) sino porque tuvisteis hambre y os di de comer (las necesidades). Por supuesto que Dios quiere bendecirnos y que indiscutiblemente todo es por su gracia y favor, por eso mismo es la necesidad de escribir este libro para que entienda que hay que entrar en el reino de Dios y vivir de los recursos inagotables y sobrenatura-les que en el hay. Los principios del reino de Dios es su carácter revelado es lo único que traerá bendicio-nes permanentes a su vida, no tendrá más que hacer interminables filas para recibir una bendición, no ten-drá que vivir con migajas cuando hay panes enteros recién horneados en la mesa del Señor, diga ¡NO! a la mezquindad y la escasez. Quien vive sustentado por los principios de Dios, las bendiciones le persiguen, ya que son el resultado de vivir en los fundamentos correctos. La gracia de Dios te válida y capacita para entrar en el Reino, sus principios te mantienen en él de manera exitosa. Si vive los principios del reino de Dios escritos en su Palabra, todas estas bendiciones te alcanza-rán, las bendiciones del Rey, las bendiciones de su Reino sobrenatural.

Apóstol Jesús LosaVino Nuevo Madrid

Tema 1

Los Principios de Dios

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Los Principios del Reino

Principios

A fin de repetir unos resultados deseados, los investigadores buscan qué tipos de principios sostienen dichos resultados; es decir, qué elementos se tienen que dar para conseguir los resultados deseados, pero a su vez, que lo puedan conseguir no por azar sino por lógica. En resumidas cuentas, los principios son lo que hacen que las cosas sucedan siempre, da igual el tiempo, lugar o persona que lo ponga en práctica.

Seguro que se estará preguntando, ¿qué es un principio? Según Carmona (2014, p.113):

Por principio se entiende, según su etimología

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Cultura, Tradición vs. Principios del Reino Sobrenatural

lati na (principum), el punto inicial, el origen de las cosas. Es la causa que produce un efecto determinado (De Concepto, 2013). Responde a la lógica de causa-efecto, es decir, las acciones que hacen que sucedan las cosas o los efectos.

Hasta que la humanidad no comenzó a preguntarse el porqué de las cosas, las verdades

estaban fundamentadas en mitos o tradiciones, pero a medida que se fue buscando el funcionamiento de la vida, se fueron descubriendo

que existen principios o leyes universales, que permiten ser observadas, las cuales dan fundamento para llegar a la verdad.

Así pues, si pretendemos obtener resultados extraordinarios es imprescindible orientar nuestras vidas en principios. Para ello es menester que aceptemos el desafío de abandonar las ideas que se fundamentan en la tradición, a fin de que podamos vivir acorde a la verdad y no según a la subjetividad de unos cuantos. Antes de ahondar en el tema, tenga presente que los principios no se rompen; nos rompemos nosotros. Si tiene dudas, haga la prueba.

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Suelte un vaso de vidrio y pretenda que se quede suspendido en el aire. Seguro que el principio de la gravedad se estará riendo, usted podrá argumentar que no lo sabía, que no tiene capacidad, que es de una cultura determinada y mil cosas más. Pero lo principios son principios, no se rompen, no se alteran; son inmutables.

Por lo tanto, estimado lector/a, si desea vivir una vida extraordinaria, comience a orientar sus hábitos, estilo, cultura y demás en principios.

¿Qué son los principios de Dios?

Tras ver qué es un principio, en cuanto al Creador podemos decir que los principios de Dios son la revelación de su carácter, lo que Él es en esencia, las bases o columnas en las que Él se sujeta. A través de los principios, la humanidad ha recibido la revelación de Dios.

De modo que si observamos las obras de la naturaleza, hallaremos principios que revelan que detrás de todo hay un Creador. Sin embargo, que exista un Hacedor, no significa que conozcamos quién es. De ahí que Dios se revelase de manera especial a

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través de profetas, símbolos, tipos, etc. Y que, llegado el cumplimiento del tiempo, se reveló en la Persona de su Hijo la cumbre de la revelación de Dios para la humanidad.

Así que, los principios de Dios revelan quién es Él. Cabe resaltar que Yavé ha diseñado los principios, pero que, a su vez, son la base que lo sujeta.

Los principios de Dios son inmutables, nunca cambian siempre funcionan

Sin entrar en cuestiones teológicas, es menester recordar que Yavé es inmutable. En pocas palabras, en Él no hay sombra de variación, por lo que entendemos que no cambia. En el supuesto de que Dios abandonara sus principios, sería una contingencia o fatalidad en su esencia. Por lo que dichas premisas en lógica se reducen a un absurdo. Además, si Dios cambiara sus principios, dejaría de ser el dios que conocemos, ya que lo que conocemos de Dios tiene que ver con su naturaleza, es decir, como Él se comporta. Por lo tanto, si cambia sus principios cambia Él.

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La Biblia dice:

Yo Jehová no cambio (Mal. 3:6). Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos (Heb 13:8).

Por lo que podemos concluir que los principios de Dios son inmutables, ya que son las leyes que dan origen a los resultados que Él ha diseñado para los seres humanos.

¿Por qué Dios nos revela sus principios?

A través de la Biblia podemos descubrir que hay:

1. Leyes para ser cumplidas. 2. Mandamientos para ser obedecidos. 3. Promesas para ser creídas. 4. Pactos para ser hechos. 5. Estrategias para ser ejecutadas.

Sin embargo, cuando la Biblia habla de principios, lo hace con la finalidad de que caminemos en ellos. A través de las páginas de la Sagrada Escritura tenemos el manual de Dios para sus hijos/

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as, a fin de que podamos orientar todas nuestras acciones acorde a lo revelado en su Palabra. En reiteradas ocasiones, el Señor advirtió que para vivir es imprescindible caminar en sus principios, ya que es de la única forma de obtener los resultados de Dios.

La humanidad debe tener presente que toda conducta que no está fundamentada en los principios de Dios están fuera de Él, esto es, caminar en sus principios es caminar en Dios; fuera de sus principios es estar fuera de Yavé. Da igual lo que usted ore, ayune, ofrende, etc., si no sujeta su vida los principios revelados por el Creador, usted está fuera de la jurisdicción de la bendición.

Otro principio; otro “dios”

Desde que el hombre fue expulsado del Edén y perdió la relación con Dios, en toda la historia de la humanidad, el ser humano tiene necesidad de Dios. Pero a medida que la humanidad ha pretendido vivir en independencia y rebeldía a su Creador, rechazando los principios revelados por Él, ha tenido que cambiar a otros dioses, porque de lo contrario no podrían vivir tranquilos. Es lógico, Yavé no cambia; si quieres otros

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principios, cambias de "dios". Toda orientación de vida que no se sujeta a los principios revelados por Jehová, ha llevado al hombre y a la mujer a inventarse dioses que les permita vivir bajo otros principios. Así, aparecen en la historia de la humanidad ciento de dioses, los cuales potencian comportamientos rechazados y prohibidos por Jehová Dios. Por ejemplo:

1. Afrodita o Venus, la diosa del amor, sexo, perversión, manipulación, etc.

2. Baco o Dionisio, dios del vino y de la danza, inspirador del delirio y el éxtasis.

En otras palabras, no puedes seguir a Dios y cambiar sus principios. Al cambiar estos fundamentos, cambias de Dios. Si usted anda a su manera, se convierte en su propio dios, al mismo tiempo que se convierte en el artífice de su propia vida, creando sus normas, valores, etc. Por lo tanto, está fuera del territorio de Dios. Cuando no te riges por las leyes de Dios, es decirle a Yavé “no me sirve lo que tú dices, ni lo que tú eres; yo voy a elegir la mejor forma de como guiar mi vida.”

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“Jehová”, el dios becerro

El libro de Éxodo nos relata la triste historia de cómo el pueblo de Israel en cierta ocasión cambió de principio, pero se negaron a ponerle otro nombre. Del mismo modo que cambiaron de Dios pero querían seguir usando el mismo nombre de Jehová.

Entonces todo el pueblo apartó los zarcillos de oro que tenían en sus orejas, y los trajeron a Aarón; y él los tomó de las manos de ellos, y le dio forma con buril, e hizo de ello un becerro de fundición. Entonces dijeron: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto.

Y viendo esto Aarón, edificó un altar delante del becerro; y pregonó Aarón, y dijo: Mañana será fiesta para Jehová (Éxo 32:2-5).

El pueblo de Israel, al hacerse una imagen nueva y un cambio de principios cambiaron de dios, “estos son nuestros dioses dijeron”. Pero lo más

gracioso es que era fiesta para Jehová.

Por más que nos aferremos en declarar, gritar y confesar que

Jehová es nuestro Dios, los principios revelan a

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quién de verdad servimos y amamos. Hay personas que roban, adulteran, matan y demás porque forma parte de su sistema de valores. Por lo que dichos valores son los principios en los que sostienen sus vidas. Por ejemplo, para un talibán morir inmolado, asesinando a miles de infieles es un valor sumamente apreciado, por lo que dicha conducta no es un acto reflejo, un error o un simple fallo, sino que es una orientación de vida.

Al fin y el cabo, lo que fundamenta tus comportamientos es la base de tus valores. Nos autoengañamos si creemos que Jehová puede ser nuestro Dios viviendo fuera de sus principios.

Las promesas están condicionadas por los principios Hay gente que reclama y declara promesas que nunca le vienen a sus vidas. No importan cuanto ores, ayunes o cuanto vengas a la iglesia. Al fin y al cabo, todo lo que se declara no se materializa y el

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motivo principal es la falta de vivir una vida basada o fundamentada en principios. Es necesario tener claro que todas las cosas del Reino de Dios están conectadas a los principios que el Rey Soberano ha establecido.

Si los principios de Dios no son el fundamento de nuestras vidas, no importa cuántas cosas declaremos o confesemos, puesto que sus promesas están

basadas en sus principios. Para reclamar las promesas de Dios en su Palabra es imprescindible vivir bajo los principios de Él, de lo contrario estaremos destinados al fracaso.

Es de vital importancia entender las palabras de Jesús cuando dijo:

Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos (Mat 16:19).

Nótese que el término “llaves” está en plural, lo que denota que existe más de una. El texto bíblico nos dice: que en el reino hay llaves que abren y cierran. Estas llaves significan los principios del Reino por los cuales podemos atar y desatar las bendiciones de Dios. A través de las mismas se pueden abrir las

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puertas del cielo para materializar las bendiciones celestiales aquí en la tierra. En otras palabras, Dios nos ha dado principios o llaves para que a través de ellas activemos una bendición.

Todo en el Reino tiene que ver con principios. De la misma forma que en una casa se pueden tener muchos electrodomésticos, los cuales tienen la promesa del fabricante que van a funcionar, si se intenta que funcione y no se logra, puede pensar que esas promesas no son reales. Con toda razón se puede sentir engañado/a. Pero para que todo electrodoméstico funciones, es imprescindible el uso de la energía eléctrica, de lo contrario el propósito por la cual se creó el artefacto y que materializa la promesa del fabricante se verán frustrada.

Le pregunto: ¿Es un problema del electrodoméstico? ¡No! categóricamente, no. Simplemente las promesas del fabricante quedan anuladas por la falta de conexión a la fuente que le provee la energía.

De la misma manera, la falta de conexión con la Fuente del Reino, que es la mismísima persona del Rey, hace inútil todas las promesas que registran la Sagrada

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Escritura. A medida que vivimos bajo los principios de Dios, estamos conectados a la Fuente que abre las puertas a las bendiciones. Es absurdo pretender materializar promesas cuando no se viven los principios que marca el Rey. Para reclamar las promesas se tiene que vivir en los principios del Reino.

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Acerca del autor

Jesús Losa es una de las voces que Dios está levantando en España, a través de un llamado apostólico está enfocado en la transformación de una generación por medio del poder sobrenatural de Dios. Es pastor y fundador de la Iglesia Vino Nuevo Madrid. En 2014 ha sido comisionado como após-tol de la Red Apostólica del Dr. Guillermo Maldona-do. El apóstol Losa vive en Madrid junto a su esposa Mº Jesús y sus hijos Manuel, Rebeca, Lidia y Adán.

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