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2009-1 N.G. 375 Invierno 2009 - Número Especial CUATRONUEVOS CONGREGANTES Carlos Cueto, Carlos Interián,Mathew Lieser y JoséA. López.

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2009-1

N.G. 375 Invierno 2009 - Número Especial

CUATRONUEVOS CONGREGANTES

Carlos Cueto, Carlos Interián,Mathew Lieser y JoséA. López.

ARCHDIOCESE OF MIAMI The Most Reverend Felipe J. Estévez, STD

Auxiliary Bishop of Miami

4 de diciembre de 2008

Rev. Amando Llorente S.J. Juan Pablo II Retreat House 720 NE 27th Street Miami, Florida 33137

Querido Padre Llorente,

Agradezco mucho su invitación personal de celebrar la misa de las bodas de oro de su tan rico sacerdocio.

Me regocijo que los fieles de la Arquidiócesis, miembros de la Compañía y los amigos de la Agrupación no sólo de la Arquidiócesis de Miami, sino de tantas partes de la “Iglesia en América” se unan a Ud. en gratitud al Señor por los beneficios recibidos a través de su servicio sacerdotal de medio siglo.

Su disponibilidad a hacerse cercano a través del sacramento del perdón nos ha permitido a tantos encontrar la misericordia del Buen Pastor literalmente en cualquier momento y a cualquier hora. Sus sabias orientaciones y consejos han ayudado a una multitud de fieles en el camino de la santidad y el apostolado.

Sería incontable la lista de personas que se han renovado con el encuentro personal de Cristo a través de los ejercicios espirituales que usted ha guiado. Son tan numerosos los que gracias a la conversión de vida ganan, como diría San Francisco Javier, almas para Cristo y para su amada Esposa la Iglesia. No sólo ha impartido innumerables veces los ejercicios, sino que nos ha acompañado en Miami y en muchas otras ciudades en el después con desmedida generosidad. Padre Llorente Ud. es testigo de una rica y fiel paternidad. Somos tantos sus hijos espirituales que en este día ¡estamos de gozo!

Que oportuno que esta gran celebración de sus bodas de oro sacerdotales tenga lugar en torno a la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. Todos conocemos su tierno y viril amor a la Madre del Señor. El camino mariano ha sido una mediación fecunda en su tan fecundo apostolado en la Iglesia y en la Compañía.

Con mi más profundo agradecimiento y la admiración de los fieles de la Arquidiócesis de Miami,

Mons. Felipe de Jesus Estévez Obispo titular de Kearney y Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Miami

9401 Biscayne Boulevard ‘Miami Shores, Florida 33 138-2970 ‘Telephone (305) 762-1091 • Fax (305) 758-2027

Aprovechando la ocasión del 60 aniversario de la ordenación sacerdotal de nuestro queridísimo Padre Director, el Comité Organizador a cargo de preparar nuestras actividades anuales del fin de semana de la Inmaculada decidió preparar una “Fiesta Familiar” especial e invitar a todos los Agrupados a que compartieran con nosotros tan señalada ocasión. Además quisimos felicitar al Padre Llorente por sus 90 años de vida y agradecerle todo lo que él ha hecho y sigue haciendo por nosotros sus hijos Agrupados.

El Comité se reúne por tradición en casa de David y Teresita Cabarrocas. Los matrimonios Agrupados que suelen formar este grupo son, además de los Cabarrocas, Javier y Magaly Casas;

David y Liz Prada; Rogerio y Ana Plasencia; Pablito y Maggie Carreño; Alfonso y Carlotica Ledo; Carlos y OfitaGarcía; Jorge y María Bustamante; y Mariano y Tahí Pérez También participan Conchita Bustamante y Lucía Salas; y este año por primera vez contamos con la acertada participación de Pablito López Villalta.

El Colegio de Belén nos ofreció su cooperación en todo lo posible y gracias a la colaboración del Agrupado P. Marcelino García, SJ y su secretaria ejecutiva, la Sra. Carola Calderín, todo nos fue más fácil y logramos mantener el costo de la fiesta a niveles módicos.

La idea con que comenzamos los planes de esta fiesta en octubre del año pasado era de solo invitar a los Agrupados y sus familias. Así se hizo y se enviaron las invitaciones a sólo Agrupados. Nuestros cálculos eran que podríamos contar con la asistencia de unas 270 personas a todo tirar. Nunca nos imaginamos que la “noticia” se regaría por todos lados, tan rápido, y que tanta gente quería hacer acto de presencia en la misa y

almuerzo para compartir con el P. Llorente un día tan significativo para él y todos nosotros. Poco menos de 450 personas enviaron sus cheques para garantizar su puesto causándonos un problema muy agradable: conseguir más carpas, más mesas, mas sillas, más comida. Tanto fue el gentío que confirmó su participación que fue necesario preparar dos misas para ese día. Una en el Salón de Actos de la Residencia Jesús Maestro y otra en el Salón Loyola. Además, Ana Plasencia y un grupo de esposas de Agrupados jóvenes, ayudadas por “teenagers” hijos o nietos de Agrupados, ofrecieron el cuidado de niños pequeños para que sus padres pudieran disfrutar del almuerzo con tranquilidad.

Todo comenzó con las misas a la una de la tarde, hora llorentina. El P. Llorente concelebró en la Residencia Jesús Maestro junto a a los Agrupados P.P. Ernesto Fernández Travieso y José A. Rubio; y en el Salón Loyola el P. Nelson García concelebró junto al Agrupado P. Rafael Juantorena. Inmediatamente después de las Misas nos congregamos en el Patio de la Casa de Miami mientras se asignaban las mesas. El almuerzo comenzó a eso de las dos de la tarde y llegada las 6:00 PM casi nadie se había ido. Poco antes de la rifa tradicional que el P. Llorente dirige con tanto ánimo, los niños le presentaron un “cake” y un “pergamino” de felicitación firmado por todos ellos.

El P. estaba muy emocionado y, como broche de oro para terminar la fiesta, recibió la gratísima sorpresa de una Tuna española que le cantó todos sus cantos favoritos. Sobra decir que el P. se unió a losmuchachos de laTuna y dirigió al coro con gran alegría y entusiasmo.

En nombre del P. Llorente y el Consejo General de la ACU queremos agradecer el magnífico trabajo hecho por el Comité Organizador, la colaboración del Colegio de Belén y la valiosa ayuda tan acertada del P. Marcelino y de Carola Calderín.

CELEBRANDO EN LA ACU LOS 60AÑOS DE SACERDOCIO DEL P. LLORENTE.

Javier F. Casas y Pablo J. Carreño, ACU-Miami

Parte del Comité Organizador con el P. Llorente.

Ofita García, Ana Plasencia, Tahí Pérez y María

“TODO ESTABA PREVISTO” Reseña de la Homilía del P. Nelson García, SJ.

Lo que cada vez siento como más providencial de estos años de vida de la ACU, es la visión del P. Felipe Rey de Castro para tener entre nosotros hoy al P. Llorente. La amistad y las conversaciones largas y serias del P. Rey con el P. Llorente mientras estaba en el magisterio del Colegio de Belén de Marianao y luego en

la Casa de Ejercicios del Calvario, fueron profundizando en conocimiento y estima del flamante y “adelantado” maestrillo que se sintió atraído y comprometido con el Colegio. Basta oír a Raoul García-Vidal cuando nombraron al P. Llorente, estudiando teología, capellán de los cubanos, sin ser sacerdote, cuando participaban en las Olimpíadas de Inglaterra, donde había exalumnos de Belén.

El P. Llorente ordenado sacerdote el 8 de Septiembre de 1948, regresaría a Cuba destinado a Belén como Prefecto, pero recibió otra encomienda para ser Director de la Casa de Ejercicios del Calvario. Se sintió confundido ante este nuevo reto, pero optimista y dispuesto ante la responsabilidad que le pondría en contacto providencialmente con la ACU. El P. Llorente acompañaba al P. Rey en algunas tandas de agrupados hasta que le entregó

varios grupos de la Agrupación que probaban y preparaban al talentoso predicador de Ejercicios. Algo intuía el P. Rey que oteaba el futuro. Ya había una amistad incoada con la Agrupación y un contacto personal con el Dr. Jorge Casteleiro, presidente de la fundación de la Casa de Ejercicios y también presidente de la ACU. Una amistad seria y comprometida abría caminos a la providencia de Dios.

El 2 de Febrero de 1952 el P. Llorente hacía sus Últimos Votos y el cuarto Voto al Papa en la Capilla del Noviciado- Juniorado del Calvario. Como era costumbre tuvo su padrino de Votos que fue el Dr. Casteleiro. Esta Misa era solemne y muy privada antes del Concilio Vaticano II. El P. Rey de Castro quiso asistir con un buen grupo de unos 30 agrupados y se ofreció a predicar, aunque no era la costumbre. Eso le correspondía al P. Provincial o al Superior de la casa. El P. Rey se impuso y cumplió su propósito. Aquello significaba una excepción especial en aquella época. Diez días después, el 12 de Febrero, la Agrupación recibe la triste noticia del fallecimiento del P. Felipe Rey de Castro, S.J. Su corazón había dejado de latir., El fundador había muerto. ¿Cómo sobrevivir ante tal perdida?

El Consejo General de la ACU se reunió, el P. Provincial P. Ramón Calvo, SJ, intervino, la decisión parecía clara, y el P. Llorente era escogido como su nuevo director. El P. Llorente dice que nunca había sentido una moción interior tan clara que sustituiría al P. Rey, cuando el P. Olano de la Iglesia de Reina le comunicó la noticia de la muerte del fundador de la Agrupación. Tal parecía que todo estaba previsto. El 2 de Marzo el P. Llorente fue formalmente presentado como el Nuevo Director de la ACU. Sus palabras muestran su disposición al mayor servicio para gloria de Dios: “Me han confundido ustedes, porque todo al que he estrechado la mano y abrazado hasta ahora, ha tenido una frase para responder a mi saludo: Padre, incondicional a sus órdenes. Esto dice mucho. Por eso yo tengo que contestar a todos ustedes: Agrupados, incondicional a sus órdenes. Incondicional, porque desde este momento es la voluntad de Dios que mis oraciones sean sólo para ustedes; que mi sacerdocio sea sólo para ustedes; que mis pensamientos sean sólo para ustedes; que mis ilusiones sean sólo para ustedes; que mi trabajo, mi salud, mi vida sean sólo para ustedes. ¡Quién tuviera la dicha de poderla entregar toda en esta trinchera de la Agrupación Católica Universitaria como hizo el P. Rey de Castro, en esta avanzada del ejército de Cristo Rey!” Con sus 34 años de edad el P. Amando Llorente le daba nuevos bríos y retos espirituales y sociales a la Agrupación. Ni la expulsión de Cuba, ni sus mártires, ni la reunificación de los agrupados después de la dispersión, ni las carencias económicas en el destierro, fueron impedimento para que la ACU continuara su obra como congregación mariana y de servicio al Jefe y Maestro. En el exilio el P. Llorente estuvo recorriendo los Estados Unidos para contactar y visitar a los agrupados, consiguiendo becas en diferentes universidades, unificando grupos por ciudades diversas, buscando casa y residencia en Miami, dando Ejercicios Espirituales en lugares diferentes, construyendo la Casa Juan Pablo II y ahora la Residencia Jesús Maestro.

La placa afuera de la Capilla de la ACU da testimonio de la incondicionalidad y entrega de un jesuita curtido que nos honra con su fidelidad leonesa, su amor a la Iglesia y a la Compañía de Jesús y su servicio total a los agrupados y sus familias. Ahora también podemos manifestar nuestro agradecimiento por sus 56 años de servicio en la Agrupación, 60 años de sacerdocio y90 años de edad, sin habernos faltado, ni fallado nunca. Laus Deo, P. Amando.

RESEÑAS DE LAHOMILÍA DEL P. LLORENTE

Queridísima familia agrupacional, esta misa está dedicada de un modo especial a dar gracias a Dios por haberme hecho sacerdote hace más de 60 años y de haber podido ser felicísimo sacerdote durante todo ese tiempo; y como cuando San Pablo hablaba de celebrar la acción de gracias se refería a la Eucaristía pues vamos a celebrar esta misa para dar gracias y ya que desde el Antiguo Testamento se decía: ¿Qué haré para

dar gracia a Dios por un favor muy grande que seme ha concedido y contesta la Biblia: “Alzaré la copa del Señor y pronunciaré su Nombre”; eso era un símbolo de la copa que vamos a levantar hoy con la sangre de Cristo que es el sello de la Alianza entre Dios y los hombres y que es la tarea propia del sacerdote, ser, el mediador entre Dios y los hombres.

Naturalmente debemos hablar hoy sobre tantas cosas pero voy solo a relatar algunas de mis experiencias vividas como sacerdote y ver cómo Dios, que es tan bueno, que al que le da un poco Él le da muchísimo. Nunca sentí tan vivamente lo que me había ocurrido a mí cuando recibí el Sacramento del Orden y estando todavía con las manos juntas ya que nos amarran las manos con una cinta para que el obispo nos las unja. Yo andaba por ahí con la cinta puesta cuando un compañero viene y me dice que quería recibir mi primera absolución y se arrodilla y se confiesa y cuando levanto la mano y digo ”Yo te perdono” seme paralizó la voz y caí en cuenta de quien puede perdonar pecados sino es Dios”; ¡Me ha hecho Dios!; ¡Era el sacerdocio!; ¿Cómo es posible?. Quedé impresionadísimo con aquello. Desde entonces tantas veces he tenido que hacer de Dios porque imagínense, en estos 60 años cuántas veces hemos hecho

hijos de Dios, a cuántos he bautizado. Ustedes no se pueden imaginar qué alegría siente uno cuando bautiza y vive lo que es la verdad de que se te ha hecho instrumento para que la vida divina circule por esa alma y se haga Templo del Espíritu Santo; estás haciendo “Hijos de Dios”.Aunque siempre he estado entre gente tan buena, de vez en cuando, he tenido el privilegio de poder abrazar algún Hijo Pródigo es un privilegio, participar de una conversión, y cuando uno ve que aquella persona que había estado tanto tiempo amarrado al pecado se vuelve a Dios y que le puedes decir “Vete en paz, todo nuevo, todo abierto para empezar horizontes sin límite, este es tu momento. ¡El poder dar como sacerdote ese consuelo es un regalo tan grande!

Con personas como ustedes me tocó vivir la tragedia cubana en el momento demás dolor en el momento demás sangre, en el momento demás soledad, en el momento demás pobreza, en el momento de la aparente desesperación y poder estar con cada uno dándole ánimo ya que Dios está contigo, y sembrando esperanza, sembrando confianza; ¡Qué vocación tan bonita!, ¡Qué maravilla! En esto se habla de nada de dinero, de documentos, de testigos; todo es de Dios y nada más y el sacerdote como testigo de todas las maravillas que hace Dios con los hombres para mantenerlos hijos suyos siempre. Diría que siempre ha estado Dios con uno, que Dios está metido en la empresa y yo, animado con esa confianza me he atrevido a añadir a esas jaculatorias de “Jesús, José y María asistidme en mi agonía”, y me he permitido añadir: “Jesús José y María permitidme trabajar un tiempo en vuestra compañía”. Cuando uno ve que está trabajando con Dios muchas cosas ocurren como en el siguiente ejemplo: un domingo, después de un bautizo en la Agrupación, de momento llega un joven que había hecho los Ejercicios hacía unos meses y me dice que su padre está agonizando en el hospital y no quiere recibir a ningún sacerdote, y le dije vete al hospital que tan pronto termine el bautizo voy para al allá y me presento como algo casual. Llegando a la habitación entro sin invitación al cuarto y le digo al enfermo: “Oiga qué buen hijo tiene Usted” a lo que él me contesta “Mire mi hijo será muy bueno pero yo no me confieso” y yo le dije que no venía a nada de eso y él diciendo improperios de todos los curas termina diciendo: “Yo no me he encontrado un cura que se sepa una oración a la Virgen que yo siempre rezo, y le pregunto y ¿Cual es esa oración? Y me contesta: “El Acordaos de San Bernardo” y da la “casualidad”

de que en el bautizo se había repartido unas estampitas que tenían el Acordaos y yo la tenía en el bolsillo y le dije: ¿Quién le ha dicho a usted que los curan no rezan el Acordaos? Mire yo llevo esta estampita siempre y sacándomela del bolsillo se la enseño. Inmediatamente se confesó con lágrimas en los ojos; ese señor moría unas pocas horas después, y ustedes dirán, ¡cómo la Virgen y Jesucristo pudieron utilizar ese instrumento tan bonito!

Otra aventurita fue cuando un día el P. Martínez Márquez me llama al Colegio de Belén y me enseña una carta del Vaticano pidiendo un informe objetivo de lo que estaba pasando en la Sierra Maestra y le dije, yo voy, era Noviembre de 1958. El me dice no, porque te van amatar y le contesté ¿Qué quiere, que maten a otro? Pues si matan a alguien que me maten a mi, pero lo que quiero es que si a mí me matan Usted diga que fui a la Sierra para cumplir una misión del Vaticano, no por algo político. Llegué a la Sierra mediante la ayuda de una familia quienes me facilitaron un bello caballo y un estupendo guía y pudimos cumplir nuestra misión. Pero cuando bajé de la Sierra, llegando a Bayamo, nos detuvieron unos soldados y yo traía unas cartas de Sorí Marín y otros para gente de La Habana, estaban escondidas debajo de los pies y cubiertas por los calcetines. Los soldados nos hicieron quitar la ropa y hasta los zapatos y pensé, me matan aquí mismo, pero no me pidieron los calcetines y así no pasó nada.

Una anécdota interesante es que yo no conocía a mi hermano que estaba en Alaska ya que él se había marchado cuando yo tenía 12 años y él era el mayor de nueve hermanos. Pero tuve la suerte de dar unos Ejercicios en Nueva York al Presidente Prío Socarrás y, enterado de que yo tenía un hermano en Alaska a quien no conocía me dijo, Padre no sé cómo agradecerle esto y pensaba darle una limosna para su hermano pero que se la lleve Usted. ¡Qué bonito!, era lo que yo quería pues tenía gran ilusión de conocerle; éramos los dos sacerdotes de la familia y no nos conocíamos porque en aquellos tiempos era como cuando San Francisco Javier se fue a la India y el Japón dejando la familia; hay que hacer actos heroicos, eso es el sacerdocio.

Llegué a Alaska en Febrero y la temperatura estaba de 40 bajo cero y me encuentro al primer misionero jesuita americano que había sido ingeniero en las minas de oro y allí, conociendo a los esquimales, le vino la vocación y se hizo misionero para ir de vuelta a Alaska. Le dije, vengo a ver ami hermano y me dice que ya no hay comunicación ni más salidas para esa zona, pero resulta que había un piloto que tenía su avión personal y me dijo, yo lo llevo a donde está su hermano, yo lo conozco y yo le dije pues no me voy de aquí sin verlo. El avión era muy pequeño, parecía que solamente había espacio para una persona pero allí me metí y el piloto me dijo “sujete esa correa del ala” y viéndome tan decidido me dice, “Usted es más valiente que su hermano” y yo le dije, “lo que pasa es que mi hermano ya se ha caído en uno de estos aviones” y él me contestó “yo me caigo todas las semanas.”Al mes de haber llegado a La Habana me enteré que ese piloto se había matado en un accidente. Pero yo me había sentido en aquel avión muy orgulloso, como una hazaña. Allí no había más que noche, soledad y nieve. Al final de aquel vuelo que hice en Alaska me salieron a recibir cuatro monjitas misioneras vestidas de esquimal y atendiendo niños esquimales; nunca tuve mejor ejemplo de humildad y cuando me despido del misionero americano me dice, “mañana vas a estar en Nueva York y te podrás dar un baño¡” Cómo atreverme a quejarme de algo en la vida después de haber visto a esas monjas y a esos misioneros!

Otro evento queme sucedió aquí en la Florida cuando iba manejando por Gaynesville a visitar a los jóvenes de la ACU, siendo de noche y sin darme cuenta me metí en dirección contraria y viendo que viene tráfico de frente me tiro a un jardín y las cuatro ruedas se me entierran en el fango; al poco llegan cuatro carros de la policía y me dicen “pero padre, ¿qué es esto? ¡Aquí pudieron haber muerto muchas personas!” Los cuatro policías cargaron el carro y lo sacaron y me despidieron diciéndome “Father pray for us”. Si uno no es un buen sacerdote dónde se mete cuando me tratan de esa manera. Yo gracias a Dios conocí a la Madre Teresa pero nunca le pude besar las manos porque cuando iba a hacerlo me decía “You are a Priest, Father”.

Estamos aquí hoy para pedir ser sacerdote, ser mediador entre Dios y lo hombres. Gran sacerdote es Jesucristo, para ser sacerdote hay que ser muy amigo de Dios y muy amigo de los hombres y Cristo que es el Sumo Sacerdote es tan amigo de Dios que es Dios y tan amigo de los hombres que es hombre; en Él se fundieron Dios y los hombres en un abrazo y todo el que quiera ser sacerdote que sea mediador y entonces yo le pido a ustedes que en esta misa den gracias a Dios y pidan para que yo me haga más amigo de Dios y más amigo de ustedes.

NUEVOS CONGREGANTES Pablo J. Carreño , ACU-Miami

“... aquí está Carlos Cueto, muy conocido en la arquidiócesis de Miami por su celo apostólico y por su trabajo y ejemplo de vida; un Carlos Interián que desde el primer momento que entró aquí se sintió que estaba en familia y que aquí encontraba los ideales que él buscaba. Él es un dentista magnífico siempre

al servicio de los que lo necesiten; también t e n e m o s u n A m e r i c a n o c o n nosotros que quiero que sepan que ya ha sido admitido al noviciado de la Compañía de Jesús en la provincia de C h i c a g o , h a b l a español como nosotros porque estuvo en Guatemala como voluntario por tres años trabajando con los pobres. Allí se entusiasmó con la

cultura hispana y después conoció a la Agrupación a través de dos amigos Agrupados en Ohio.

Tenemos aquí también a un joven que es nieto de Agrupado; familia de Agrupado: es hijo de Tony López quien es profesor de Teología en el Seminario Mayor San Vicente de Paúl en Boynton

Beach, Florida.

Tony nos dice que los exámenes y ensayos sobre la Virgen que han hecho estos nuevos Congregantes son de una profundidad que van más allá de lo que conocen sus estudiantes del seminario...” P. Amando Llorente, SJ, durante la misa del Pase.

Como todos los años, se otorgaron los premios “José Ma. Rouco” y “Enrique Baloyra” a dos de los aspirantes. El primero, que lleva el nombre de uno de nuestros fundadores, se le entrega al Aspirante que, en la opinión del Consejo, escribe el mejor ensayo sobre la Virgen; y el segundo, otorgado en memoria de

nuestro inolvidable “Quique”, al Aspirante que ha resaltado por su constancia y dedicación durante el período de aspirantado.

Mathew Lieser fue el ganador del premio “José Ma. Rouco” y José A. López el de “Enrique Baloyra.” Los ganadores recibieron sus premios de manos de Ramón Domínguez, yerno de José Ma. Rouco.

Carlos Cueto

José A. López

Mathew Lieser y José A. López junto a Ramón Domínguez quien hizo la

presentación de los premios.

Carlos Interián

Mathew Lieser

Los nuevos congregantes con sus padrinos El P. Llorente bendiciendo las medallas de los nuevos Congregantes

José A. López con su padre y padrino Antonio López Villalta

Carlos Cueto con su padrino David Cabarrocas.

Carlos Interián con su padrino Rogerio Plasencia. Mathew Lieser con su padrino Kyle Shinseki

“ESTO VIR” - 50AÑOS DE CONSAGRACIÓN. Luís Fernández Rocha, ACU-Miami

Han pasado 50 años y aunque han ido muy rápido, consideremos que muchos de los que pasamos a congregantes aún no teníamos 20 años, que nuestro Padre Director apenas tenia 40, llevaba solamente 6 años al frente de la ACU y sólo tenía 10 años de ordenado. El autor del Salmo 89, cuando describe la fragilidad del ser humano, afirma que la vida pasa muy rápida aunque uno viva 70 años y el más robusto hasta 80; en su caso, Padre Llorente, tendríamos que añadir y el más que robusto hasta 90. Felicidades Padre y gracias por dedicarnos su vida y su sacerdocio. En usted quiero también agradecerle a las decenas de sacerdotes y hermanos de la Compañía de Jesús que, en mi caso particular, por más de 60 años y con un amor incondicional me han indicado el camino a seguir. Entre ellos tengo que recordar muy especialmente al Padre Francisco Barbeito, aquel gallego de 24 quilates que no le cabía el corazón en el pecho.

Es difícil poder describir lo que nosotros encontrábamos en la ACU al final de los años cincuenta. Los ejercicios espirituales, las múltiples oportunidades de formación; desde los círculos de aspirantes hasta el círculo de ascética los miércoles en la azotea de San Miguel y Mazón y que luego se extendía en el café de Infanta y San José en lo que llamábamos el postcirculo. Quizás el patio de la Agrupación con sus tertulias nos marcó nuestras vidas de una manera indeleble. Allí encontrábamos hombres, algunos de ellos profesionales ya consagrados, de una talla intelectual y espiritual que nosotros ni sospechábamos que existieran. Todo este contorno creó una mística que se desbordaba en una intensa y extensa actividad apostólica.

La situación nacional era difícil. La inestabilidad social y la Universidad Nacional cerrada, además de la falta de garantías civiles, llevaron a la lucha armada y a la resistencia cívica. En aquel ambiente muchos de nosotros nos involucramos en aquella gesta. El 28 de diciembre de 1958, tres semanas justas después de nuestro pase a congregante, cuatro de los nuestros son asesinados en las cercanías de Guajaibón, provincia de Pinar del Río. Uno de ellos, Julián Martínez Inclán, formó parte de este grupo que hoy celebra 50 años de congregantes. Hablaba con Tony García Crews y Manolo Hidalgo, ambos compañeros de July en Belén y en este pase, todos coincidimos que lo más que resaltaba en él era su sencillez y espíritu de servicio. El nombre de los otro tres eran,

Ramón Pérez, José Ignacio Martí y mi entrañable Javier Calvo, indudablemente uno de los hombres demás talento que he conocido. Éstos fueron los primeros mártires de la ACU.

Con el cambio de gobierno la ACU se lanza aún con más ahínco a sus actividades apostólicas. Los Comandos Rurales en que los agrupados convivíamos con campesinos a fin de ayudarlos e instruirlos en todas sus necesidades; también la participación en la política universitaria. Muy pronto comienza a enlutarse la nación, nos expulsan, o usando la palabra de moda, nos depuran de la Universidad por el solo hecho de ser opositores. Igual suerte corren otros ya profesionales que trabajaban en entidades gubernamentales. La persecución abierta nos empuja a la lucha clandestina. La prisión de muchos y el martirio de cinco agrupados son testigos de aquellos tiempos. Carlos Rodríguez Santana, otro miembro de este grupo que hoy celebra 50 años, fue un regalo de la Virgen a la ACU. Carlos, a mediados del 60, sale a los campamentos de Guatemala y muere en un accidente; su número 2506 da nombre a la brigada que luego desembarca en Bahía de Cochinos. Luego la diáspora, el exilio, la desolación en muchos casos la penuria, la lucha por la supervivencia en una sociedad distinta a la nuestra.

Cincuenta años después queda mucho por hacer y creo que la labor es ahora más difícil porque el enemigo es más sutil. El relativismo lleva a la sistemática erosión de nuestras sociedades. Tenemos que ser contraculturales. Se cuestiona lo incuestionable: el derecho a la vida y los lazos familiares. Nuestra misión no ha terminado. Valoremos las extraordinarias gracias que Dios nos ha dado. Pidamos a nuestra Madre que por su intercesión Dios nos conceda la sabiduría para discernir no ya lo bueno o lo malo, sino lo que más le agrada al Señor, nuestro Dios que no es más que el “Magis” de Ignacio y pidamos a los mártires de la Agrupación triunfante que nos den la fortaleza para poner los medios eficaces.

Luís Fernández Rocha

Juan M. Salvat, Luís Fernández Rocha, Manuel Hidalgo y Tony García Crews

HOMILIA DEL P. LLORENTE EN LAMISA DEL PASE Queridísimos Agrupados, qué momento mas maravilloso de celebración, de amor, de gratitud a nuestra patrona María Inmaculada. Podríamos decir, como en la expresión de San Pablo, que en Jesucristo “vivimos, nos movemos y somos”; también en la Virgen estamos abrazados, protegidos, animados y amados por la que es “Vida, Dulzura y Esperanza Nuestra” y es hoy nuestra fiesta que es la de la Virgen, Madre de todos nosotros y a Ella nos hemos consagrado voluntaria, libre y generosísimamente.

A medida que pasan los años vamos todos viendo la acertada inspiración que tuvo Felipe Rey de Castro cuando tuvo aquella idea maravillosa de educar a los universitarios para que cuando fuesen profesionales fueran profesionales católicos no solo siendo exitosos en sus carreras sino que al decir que son cristianos sepan por qué lo son, en qué consiste, cómo son, cómo lo viven y que hacen.

Queridos agrupados, estoy asistiendo a la muerte de los primeros que respondieron al llamado del P. Rey de Castro, los fundadores de la Agrupación; éstos que mueren son hombres extraordinarios. Les digo que están muriendo agrupados héroes. Cristianísimos, ejemplares, apoyo y sostén de la mayoría de las instituciones católicas que funcionan y amigos íntimos, completamente leales de cualquier sacerdote que esté trabajando en su parroquia que diga “quiero ami lado a alguien de confianza plena”.

Estamos en el Jubileo de la Diócesis de Miami y este año el Arzobispo lo ha querido celebrar premiando a esas personas que se han distinguido en el servicio de la Iglesia y tuvieron que escoger tres agrupados: David Cabarrocas, Pablito Carreño y Javier Casas. Pudieron haber escogido 50 porque todos ustedes donde están defienden, apoyan, aglutinan, inspiran,

en una palabra están sirviendo. Hoy, en el momento que nos toca vivir todos sabemos cómo está el mundo, cómo está el ambiente; ¿A qué nos enfrentamos? Son momentos difíciles, pero esto es sólo un estímulo para nosotros no es un temor. Si no hubiese habido un Castillo de Pamplona rodeado por miles de soldados franceses no hubiera un Ignacio de Loyola.

Estamos hechos para luchar ante los retos sin acobardarnos, sintiendo que esto es lo nuestro, diciendo que para esto Dios nos escogió, esto es lo que hemos anhelado tanto; nada puede asustarnos. Esta es nuestra vocación y hoy venimos a vivirla; que Dios nos bendice eso está a la vista; que la Virgen nos quiere, también está a la vista. Tenemos aquí delante cuatro muchachos que van a pasar hoy a Congregante, que si yo fuera a hablar de ellos esto se haría muy largo. Hoy pasarán a Congregante Carlos Cueto, Carlos Interián, Mathew Lieser y José A. López.

Hoy Jesucristo nos invita a ser sus amigos. A esto estamos llamados nosotros, a ser amigos, a ser íntimos de Cristo. ¿Quién conoce a Jesucristo como nosotros? ¿Quién vive tan cerca de Jesucristo como nosotros? ¿Quién sirve a lo Jesucristo como nosotros? ¿Quién siente el cariño, el calor, la Maternidad de María como nosotros? ¿Quién tiene la oportunidad?

Esto es un privilegio y hoy tenemos que venir a dar gracias por ese privilegio y caer en la cuenta que al que más se le dio más se le va a pedir. A nosotros se nos tiene que pedir mucho porque se nos ha dado mucho. Conservemos nuestra Agrupación como algo que es nuestro Cenáculo donde el Espíritu Santo se comunica con nosotros; donde la Virgen le pide a Dios que venga más Espíritu sobre nosotros y de donde tenemos que salir para enfrentarnos a cualquier dificultad.

Gumersindo Danger José Ma. Lasa, ACU NY-NJ Ramón Domínguez, ACU-Washington

TRES DIAS DEEFIESTA AGRUPACIONAL Javier Casas, ACU-Miami

Este año nuestras celebraciones tradicionales del fin de semana de la Inmaculada fueron muy especiales ya que la Virgen nos regaló este año dos nuevos Aspirantes y cuatro Congregantes. También tuvimos la gran dicha de celebrar los 60/90 del P. Llorente; 60 años como Sacerdote y 90 como Cristiano.

El viernes tuvimos el Pase de los dos Aspirantes, Miguel J. Massens y Félix Cáceres, y el sábado 6 de diciembre nos dimos cita para compartir en familia la segunda etapa de este bello fin de semana que fue la Consagración de los cuatro nuevos Congregantes. A eso de las 11:00am nos reunimos a los pies de nuestra Virgen para de allí desfilar al toque de

campanas entonando el Salve Regina hasta llegar al Salón Loyola donde se llevó a cabo la Misa del Pase. Este año desfilaban al frente de la procesión Jorge Hidalgo, Presidente de la Casa de Puerto Rico, con la bandera y Jesús León, nuestro Presidente General, con el “Libro de la Congregación”. El salón quedó abarrotado de punta a cabo entre el gran número de Agrupados presentes, los cuatro que pasaron con sus padrinos y familiares allegados, y el grupo que hoy celebró sus Bodas de Oro como congregantes en la ACU.

Los Nuevos Aspirantes: Felix Cáceres y Miguel J.

Massens

Alberto Hidalgo, Juan Falcón, Jorge Rodríguez Maine

y Juan Rodríguez Jomolca

P. Pedro Suárez, P. José A. Rubio, Marc Pugliese y Ramonín Barcia

Antonio García Crews, P. Nelson García, Manuel Hidalgo y Francisco Gil.

David Cabarrocas, Carlos Cueto, Alfredo Recio, Cesar Baró, Yoyi Betancourt,

Julio Bordas y Quitico Arango

Ramonín Barcia, Rogerio Plasencia, Roberto Vich y Carlos Interián

Jorge Bernal, Javier Casas, Gumersindo Danger y Jorge Hidalgo

Benny Díaz, Manny Antón, Amaro Taquechel y Cesar Baró

Antonio García Crews, Luís Fernández Rocha, Juan Falcón, Manuel Salvat, Manolo Hidalgo

y Juan Rodriguez Jomolca

Luís Sanchez, Julio Ruiz, Carlos Interián y José A. López

Virginia y Franciso Brú con Cuca Ambrós

Mario Ambrós y Ramón Boza Jesús Velasco y Sra.

Silvita y Silvia Ordoñez Andrés y Ani Manrara con Carmelina Manrara

Ivan Ospina y Sra.

Betty y Jorge González Karla Adán con sus padres Teresita y Juan

Willy y Norma Cueto con su nieta

Willy Cueto, Jr. y Sra. Margarita Massesn con Raúl San José y Sra. Julio Villafañe y Sra.

Annette y Manny Antón Roberto y Carmen Rosa Borbolla Amaro y Julita Taquechel

Pancho y Maggie Roza Miguelito Font y Sra. Antonio Carasa y Sra.

Alina y Ramonín Barcia Jorge y Saidí Barrinaga Reynaldo Madiedo y Sra. con Juan de Zárraga

Rina y Aramís Álvarez Ray Cacicedo y Sra. Alfredo Recio y Sra.

Carlos y Ofita García, Pablito y Maggie Carreño con Julio González

Roni y Gloria Ramos con Salvador Miranda

Francine Gónzalez con Bertica y Carlos Alvarez.

Elizabeth Prada con Rosa García Montes Rogerio Plasencia y David Prada José Carlos Blanco y Sra.

Mané Zárraga y JesúsMorejón con sus esposas María Luísa y Alberto C. López DulceMa. Jané con sus padres Dulce y Juan

La vda. deArmando Zaldivar con Raquel Huerta

Carlos y Daisy Gonzalez Rafael y Silvia Portuondo con Esteban y Carmen Prellezo

Los niños le presentan el “cake” al P. Llorente

Cartulina de felicitación que los niños con los le prepararon y entregaron al P. Llorente

El P. Llorentecon los muchachos de la Tuna.

Maggie Carreño con su nieto Javier y Julio Portuondo

Mercy y Mike Herold David y Teresita Cabarrocas

Antonio y Celeste López Villalta con su hijo José

Lourdes y Pablo López Villalta Clemente González con Benny Rodriguez y Sra.

El P. Llorente entonando todos los cantos tradicionales al frente de la Tuna y dirigiendo a todos los presente en un coro muy animado.

EL ALMUERZO DEL DOMINGO

Margarita Massens y su hija con el P. Llorente.

La familia Massens con el P. Llorente: Manuel, Margarita (hija), Margarita

y Miguel.

Los San José, los Cueto, los Massens, los López Villalta, Jorge Bustamante, y

Alfredo Recio con el P. Llorente.

Julio González Portuondo, Carlos González y Luís Cutié.

P. Llorente, Jorge Bustamante y Margarita Massens

Jorge Bernal con los PP. José A. Rubio y Rafael Juantorena

Rogerio y Mayra Plasencia con Carlos e Isabel Interián

Tete y Cuqui Mestre Julio y Elda Ruíz

Javier y Magaly Casas Hugo Fernández y Sra. Carlos Cueto y Sra. con la esposa de Hugo Fernández

Javier y Magaly Casas Hugo Fernández y Sra. Carlos Cueto y Sra. con la esposa de Hugo Fernández

Kyle Shinseki, Matt Lieser y Jesús León

Salvador Juncadella, Josefina y Pablo A. Carreño, Agustín de Goytisolo

Luís y Alicia Fernández Rocha

Jorge Bernal con sus hijos y nieto. Jorge y Alberto Arango Alberto Arango con Lalito Tomé y Sra.

De espalda: Tony Garrido y Pablo Pérez Hería con sus esposas junto a Francisco

Frank y Sigrid Bango con Luís y Luz María Cutié

Francisco Vigíl, José Ma. Rodriguez y Francisco Larrea con sus esposas

MISA EN LA RESIDENCIA JESÚS MAESTRO

MISA EN EL SALÓN LOYOLA

PP. Ernesto Fernández Travieso, Amando Llorente y José A. Rubio

Chelo León El nuevo Congregante Mathew Lieser

Vista del Salón de Actos Carmita Riera y la Coral Cubana Vista del Salón de Actos

PP. Rafael Juantorena y Nelson García Kyle Shinseki Jorge Hidalgo

P. Rafaél Juantorena Vista del Salón Loyola Vista del Salón Loyola

El P. Llorente dando comienzo a la Misa El Libro de la Congregación. PP. Rafael Juantorena, Nelson García, FrankPermuy, Ernesto FernándezTravieso,

Amando Llorente, Pedro Suarez, Marcelino Garcia y José A. Rubio.

Los concelebrantes y Jesús León a los pies de la Virgen dando comienzo a la procesión

Jorge Hidalgo y Jesús León al frente de la procesión

Todos juntos caminando hacia el Salón Loyola entonando el Salve Regina.

Benny Díaz, Jesús León y Alfredo Recio.

P. Llorente, Carlitón Bravo y Jesús León.

AntonioGarcía Crews, P. Nelson García con Raúl Álvarez Cabarga

Alberto Armengol, Juan Jané y Eduardo González del Valle

Miguel J. Massens, José A. López, Matt Lieser y JJ Wood.

El nuevo Aspirante Miguel J. Massens con su padre, Miguelito Massens.

MISA DEL PASE DE NUESTROS NUEVOS CONGREGANTES

P. AMANDO LLORENTE, SJ.

¡60AÑOS DE SACERDOCIO ! ¡56 AÑOS AL SERVICIO DE LAAGRUPACIÓN!

GRACIAS POR SU CARIÑO, SU DEDICACIÓNY SU INCONDICIONALIDAD.

LOSAGRUPADOS