critica de teatro/ el mundo

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21 DIARIO DE VALLADOLID. DOMINGO 25 DE MAYO DE 2014 CULTURA Alicia Soto baila en el Museo Nacional de Escultura, en el estreno de ‘Estudio 2: Silencio’. / REPORTAJE GRÁFICO: PABLO REQUEJO / PHOTOGENIC J. T. / Valladolid Flanqueada por la Banda de Corne- tas y Tambores ‘Sagrada Lanzada’ de Valladolid salió Alicia Soto al claustro del Colegio de San Grego- rio. Vestida de blanco, como una Do- lorosa de Juan de Juni sin policro- mar, la bailarina y coreógrafa avan- zó lentamente, en soledad, hasta el centro del patio. Ni un murmullo en- tre las piedras centenarias. La responsable de Hojarasca Dan- za estrenó ayer el segundo Estudio de su Cartografía del cuerpo en un espacio arquitectónico, titulado Si- lencio. Un proyecto, desarrollado en colaboración con el FIAR de Portu- gal (Centro de Creación de Rua de Palmela), con el que la artista indaga en la influencia que ejerce un esce- nario concreto, con los ecos de su pa- sado y de su presente, sobre el len- guaje de su cuerpo. Comenzó entonces Soto su danza de cautiverio, tormento, muerte y re- surrección al ritmo de los tambores de la ‘Sagrada Lanzada’, primero, y de sus cornetas después, que se en- contraban en una planta superior. Girando, arrodillándose, alzando los brazos al cielo... Un paso viviente. Con su vestido alzado, cubriéndo- se el rostro como con un sudario, pa- recía el capullo de un gusano de se- da listo para la transformación, para el renacer. De ahí resurgió alegre, sin el gesto áspero del inicio, para corre- tear entre los músicos y elevarse so- bre sus hombros. «Hay un pájaro blanco en mi corazón que quiere sa- lir, pero yo soy tan dura con él que le digo: ‘quédate ahí dentro’. No dejo que nadie te vea», proclamó –un tex- to de Dolores de Matos, directora de FIAR y asesora en el montaje–. El TAC se despide hoy con la en- trega de premios. En estos días se ha disfrutado de arriesgadas puestas en escena, sentidos montajes y medidas coreografías, de espectáculos com- prometidos con la memoria, de acró- batas y clowns. Se ha visto un teatro que mueve a la risa, pero también ‘otro’ que ha dado risa. Y es que ese ‘no todo vale’ parece difícil de defen- der con tanta propuesta. TAC La bailarina Alicia Soto estrena en San Gregorio ‘Estudio 2: Silencio’ Tormento y resurrección de una ‘Dolorosa’ En ese popurrí que es el TAC, donde la mayoría de los espec- táculos aunque se representen en la calle, no son de calle, y otros son de sala, en alguna que otra edición hay una grata sor- presa, como sucede este año con Salt, magistral trabajo, no de calle, representado en la Sa- la Negra del LAVA. Diría más bien que Salt, basado en Carta al viento, del Premio Nobel An- tonio Tabuchi, es una rara joya teatral de esas que aparecen muy de vez en cuando. Cuenta con la soberbia, sabia y concienzuda adaptación escé- nica y dirección de Eugenio Barba, el actor y brillante músi- co Jean Ferslev, más la indiscu- tiblemente genial interpretación de Roberta Carreri, una de las más veteranas actrices del Odin Teatret de Dinamarca. A estas alturas está claro que Eugenio Barba es uno de los más grandes teóricos del siglo XX, creador del teatro de la an- tropología, y aunque es cierto que rezuma un cierto tufillo re- ligioso, todos sus espectáculos son excepcionales, algunos los hemos visto aquí, en la despare- cida Muestra Internacional de Teatro, y lo son porque se tra- bajan minuciosamente, y nunca se dan por cerrados, como esta joya, Salt, en la que Barba, Ca- rreri y Ferslev seguirán investi- gando a pesar del rotundo éxi- to de cada función. Es impresionante lo que con- sigue Roberta Carreri con la voz, con el gesto y su cuerpo que se retuerce, se agita con una pasión, fuerza y entrega inaudita en el círculo de sal que son las islas que recorre a la búsqueda de su amor desapare- cido. En esa hermosa carta escrita en la distancia, el cuerpo y la voz de Roberta Carreri se sacri- fican en el círculo mágico de la sal, la chispa de la vida. Antes del viaje iniciático escanciará un gran chorro de agua sobre la palangana, para purificarse. Tan entrañable carta de la novela de Tabuchi Se está ha- ciendo cada vez más tarde no solamente la escuchamos, sino que la sentimos en el cuerpo, en esos increíbles matices de voz de la intérprete. Sentimos amor apasionado, goce o sufrimiento en nuestro interior, porque pe- netra en nuestros huesos, nos cala, como esa lluvia de sal, fi- nal de esta sublime e irrepetible ceremonia teatral. Carta escrita en la distancia TARDES DE TEATRO C.TOQUERO Los actores de Immaginario en el Campo Grande. Alicia Sanz, al fondo, representando ‘El desconcierto’. Floch, a vueltas con el circo El Foro de las Artes de Calle, Teatro y Circo concluyó ayer con la conferencia ‘El circo en transformación’, a cargo de Yo- hann Floch, coordinador de Fresh Arts Coalition Europe. Floch destacó que, en la actua- lidad, todas las formas circen- ses conviven, «combinándose el repertorio más tradicional, más familiar, basado en las ha- bilidades de los artistas, con propuestas más realistas, con tramas y personajes que propo- nen reflexiones sociales, y tam- bién con nuevas tecnologías». Han surgido, así, dos co- rrientes circenses básicas. «La primera, el circo urbano, co- necta los proyectos circenses con fórmulas más de la calle, como el graffiti o el rap»,expli- có Floch. El circo al margen es la segunda tendencias, que pro- pone montajes difícilmente clasificables como ‘circo’, «pues son performances en las que la disciplina circense no es más que una herramienta a dis- posición del artista».

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Crítica de Carlos Toquero

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21DIARIO DE VALLADOLID. DOMINGO 25 DE MAYO DE 2014

CULTURA

Alicia Soto baila en el Museo Nacional de Escultura, en el estreno de ‘Estudio 2: Silencio’. / REPORTAJE GRÁFICO: PABLO REQUEJO / PHOTOGENIC

J. T. / Valladolid Flanqueada por la Banda de Corne-tas y Tambores ‘Sagrada Lanzada’ de Valladolid salió Alicia Soto al claustro del Colegio de San Grego-rio. Vestida de blanco, como una Do-lorosa de Juan de Juni sin policro-mar, la bailarina y coreógrafa avan-zó lentamente, en soledad, hasta el centro del patio. Ni un murmullo en-tre las piedras centenarias.

La responsable de Hojarasca Dan-za estrenó ayer el segundo Estudio de su Cartografía del cuerpo en un espacio arquitectónico, titulado Si-lencio. Un proyecto, desarrollado en colaboración con el FIAR de Portu-gal (Centro de Creación de Rua de Palmela), con el que la artista indaga en la influencia que ejerce un esce-nario concreto, con los ecos de su pa-sado y de su presente, sobre el len-guaje de su cuerpo.

Comenzó entonces Soto su danza de cautiverio, tormento, muerte y re-surrección al ritmo de los tambores de la ‘Sagrada Lanzada’, primero, y de sus cornetas después, que se en-

contraban en una planta superior. Girando, arrodillándose, alzando los brazos al cielo... Un paso viviente.

Con su vestido alzado, cubriéndo-se el rostro como con un sudario, pa-recía el capullo de un gusano de se-da listo para la transformación, para el renacer. De ahí resurgió alegre, sin el gesto áspero del inicio, para corre-tear entre los músicos y elevarse so-bre sus hombros. «Hay un pájaro blanco en mi corazón que quiere sa-lir, pero yo soy tan dura con él que le digo: ‘quédate ahí dentro’. No dejo que nadie te vea», proclamó –un tex-to de Dolores de Matos, directora de FIAR y asesora en el montaje–.

El TAC se despide hoy con la en-trega de premios. En estos días se ha disfrutado de arriesgadas puestas en escena, sentidos montajes y medidas coreografías, de espectáculos com-prometidos con la memoria, de acró-batas y clowns. Se ha visto un teatro que mueve a la risa, pero también ‘otro’ que ha dado risa. Y es que ese ‘no todo vale’ parece difícil de defen-der con tanta propuesta.

TAC La bailarina Alicia Soto estrena en San Gregorio ‘Estudio 2: Silencio’

Tormento y resurrección de una ‘Dolorosa’

En ese popurrí que es el TAC, donde la mayoría de los espec-táculos aunque se representen en la calle, no son de calle, y otros son de sala, en alguna que otra edición hay una grata sor-presa, como sucede este año con Salt, magistral trabajo, no de calle, representado en la Sa-la Negra del LAVA. Diría más bien que Salt, basado en Carta al viento, del Premio Nobel An-tonio Tabuchi, es una rara joya teatral de esas que aparecen muy de vez en cuando.

Cuenta con la soberbia, sabia y concienzuda adaptación escé-nica y dirección de Eugenio Barba, el actor y brillante músi-co Jean Ferslev, más la indiscu-tiblemente genial interpretación de Roberta Carreri, una de las más veteranas actrices del Odin Teatret de Dinamarca.

A estas alturas está claro que Eugenio Barba es uno de los más grandes teóricos del siglo XX, creador del teatro de la an-tropología, y aunque es cierto que rezuma un cierto tufillo re-ligioso, todos sus espectáculos son excepcionales, algunos los hemos visto aquí, en la despare-cida Muestra Internacional de Teatro, y lo son porque se tra-bajan minuciosamente, y nunca se dan por cerrados, como esta joya, Salt, en la que Barba, Ca-rreri y Ferslev seguirán investi-gando a pesar del rotundo éxi-to de cada función.

Es impresionante lo que con-sigue Roberta Carreri con la voz, con el gesto y su cuerpo que se retuerce, se agita con una pasión, fuerza y entrega inaudita en el círculo de sal que son las islas que recorre a la búsqueda de su amor desapare-cido.

En esa hermosa carta escrita en la distancia, el cuerpo y la voz de Roberta Carreri se sacri-fican en el círculo mágico de la sal, la chispa de la vida. Antes del viaje iniciático escanciará un gran chorro de agua sobre la palangana, para purificarse.

Tan entrañable carta de la novela de Tabuchi Se está ha-ciendo cada vez más tarde no solamente la escuchamos, sino que la sentimos en el cuerpo, en esos increíbles matices de voz de la intérprete. Sentimos amor apasionado, goce o sufrimiento en nuestro interior, porque pe-netra en nuestros huesos, nos cala, como esa lluvia de sal, fi-nal de esta sublime e irrepetible ceremonia teatral.

Carta escrita en la distancia

TARDES DE TEATRO

C.TOQUERO

Los actores de Immaginario en el Campo Grande.

Alicia Sanz, al fondo, representando ‘El desconcierto’.

Floch, a vueltas con el circoEl Foro de las Artes de Calle, Teatro y Circo concluyó ayer con la conferencia ‘El circo en transformación’, a cargo de Yo-hann Floch, coordinador de Fresh Arts Coalition Europe. Floch destacó que, en la actua-lidad, todas las formas circen-ses conviven, «combinándose el repertorio más tradicional, más familiar, basado en las ha-bilidades de los artistas, con propuestas más realistas, con tramas y personajes que propo-nen reflexiones sociales, y tam-

bién con nuevas tecnologías». Han surgido, así, dos co-

rrientes circenses básicas. «La primera, el circo urbano, co-necta los proyectos circenses con fórmulas más de la calle, como el graffiti o el rap»,expli-có Floch. El circo al margen es la segunda tendencias, que pro-pone montajes difícilmente clasificables como ‘circo’, «pues son performances en las que la disciplina circense no es más que una herramienta a dis-posición del artista».