cristologÍa joÁnica. problema literario teolÓgico

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  • 7/28/2019 CRISTOLOGA JONICA. PROBLEMA LITERARIO TEOLGICO

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    ORGENES DE LA CRISTOLOGIA DEL CUARTO EVANGELIO

    El problema de la unidad literaria y teolgica

    P. Csar Carbullanca Nez1

    Universidad Catlica del MauleTalca/Chile

    Resumen

    El artculo pretende iluminar la discusin en torno de la unidad literaria y teolgica del cuarto evangelio. De modo msprovocativo, debemos buscar una o varias cristologas en el evangelio de Juan? Esta pesquisa entrega una miradacomplexiva de la respuesta dada por los defensores de la teora los estratos a la cuestin de la unidad literaria y teolgicadel evangelio de Juan, colocando en evidencia que la cuestin literaria est unida a una distinta la cristologa propuesta

    por estos autores para los materiales ms tempranos o posteriores del cuarto evangelio. Las soluciones dadas por losautores van desde la existencia de tradiciones o un Vorlage, como recurso a un Grundschrift o Semeia quelle y algunassoluciones hibridas a esta cuestin literario-teolgica; paralelamente ests propuestas literarias muestran diversascristologas, asi p.e., la figura de un Jess como Theios aner, Hijo de Dios o un profeta mosaico humano de cortenacionalista. La teora de los estratos ha recibido desde sus inicios, una serie de objeciones de diverso tipo, calificndolacomo insuficiente y arbitraria, argumentando la necesidad de buscar una nueva sntesis de los estudios jonicos.

    Palabras claves

    Evangelio de Juan- teora de los estratos-cristologa-unidad literaria

    1.0 INTRODUCCIN

    La investigacin de la cristologa jonica no puede evitar plantearse la cuestin de la unidad literaria de laobra en vista de dar cuenta apropiadamente de la imagen de Cristo que pretendi entregar el evangelista; deun modo ms provocativo uno puede preguntar al atender a los comentarios en uso del cuarto evangeliotenemos que hablar de la cristologa o de las cristologas del cuarto evangelio?, dependiendo de la respuestadada a esta cuestin, la presentacin oficial que dan los comentaristas acerca de la cristologa jonica se

    distancia harto unas de otras, de tal manera, que la confusin que presenta dicha situacin est lejos dedisiparse.

    El estudio de la unidad literaria del cuarto evangelio ha encontrado dificultades desde hace tiempo p.e. paraexplicar el orden del evangelio, asi por ejemplo: 4, 5, 6, 7, 1-24; la escena de 7,53-8,11 y la inserciones 15-17luego de 14, 31-36 y 12, 44-50, interrumpen el orden de la narracin. Otras anomalas que hablan en contra dela supuesta unidad literaria y teolgica se presentan en los textos con una escatologa futurista: 5, 28; 6,39.44b, 54; 12, 48 y las referencias al bautismo y cena del Seor en 3, 5; 6, 51-58; 19, 34b.En la historia de los estudios jonicos la respuesta a la formacin del evangelio jonico se ha concentrado enlas soluciones que apuntan a una unidad en el origen, ya sea por el recurso a un Grundschrift, unZeichenevangelium, o por el recurso a la unidad en el final, en donde el origen del evangelio se encontrarantradiciones de diverso origen. Asi, entonces, algunos autores que detectan estas anomalas, postulan la

    existencia de una fuente semeia y otra de discursos como explicacin de stas; en cambio, otrosinvestigadores prefieren hablar de un evangelio jonico primitivo para dar cuenta de la relativa unidad de laobra2.

    1 El artculo es parte del proyecto Fondecyt de iniciacin N 11085038 : El profeta escatolgico: estudio de los orgenes de lacristologa del cuarto evangelio desde la tradicin de 11QMelq2 Para una visin general cf. R. KYSAR, The Gospel of John in Current research, Vol 9 ReStRe (1983) 4, 314-321; R.SCHNACKENBURG,Das Johannesevangelium I-IV, Verlag Herder, Freiburg 1979. Versin en castellano, id, El evangelio segn San

    Juan, Herder, Barcelona, 1987, 13-19.95-108; J. ASHTON, Introduction. The Problem of John, 7-25, en J. ASHTON (ed),Interpretation of John, T&T Clark, 21997, 20; H. J. KUHN, Christologie und Wunder. Untersuchungen zu Joh 1, 35-51 , Verlag FriedrichPustet, Regensburg, 1988, 68.

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    El artculo pretende entregar una mirada complexiva de la respuesta dada por los defensores de la teora losestratos a la cuestin de la unidad literaria del cuarto evangelio vinculando la propuesta de estos autores conla supuesta cristologa que mostrara cada uno de estos estratos del cuarto evangelio. En la primera parte deste, estudiaremos el problema de la unidad literaria y formacin del evangelio de acuerdo a los autores que

    postulan la existencia de tradiciones o un Vorlage, centrndonos particularmente en los relatos de Jn 1, 19-34y 6, 1-15; en un segundo momento, desarrollaremos las opiniones de quienes la exponen como recurso a unGrundschrift o Semeia quelle. En un tercer punto, presentaremos algunas soluciones hibridas a esta cuestin ycomo est dicho, en cada uno de estos puntos, explicitaremos el tipo de cristologa, que los autores postulan

    para este escrito o las fases subsiguientes. En un cuarto punto, presentamos algunas reacciones y objecionesargumentadas en contra de la teora de los estratos y finalmente entregamos algunas conclusiones que sedesprenden de estas reflexiones.

    2.0 EL PROBLEMA DE LA UNIDAD LITERARIA Y TEOLGICA

    En los siguientes apartados presentaremos las diversas soluciones propuestas a la cuestin planteada por launidad literaria y teolgica del cuarto evangelio. Esta presentacin no pretende ser exhaustiva sino ms bien

    pretende exponer ante el pblico de habla castellana la discusin cientfica acerca del cuarto evangelio y las

    posturas que presentan.

    2.1. La existencia de tradiciones o un Vorlage

    R. Bultmann no habla de Grundschrift, ya que l cree distinguir la existencia de diversas fuentes pre-jonicasentre las que enumer, un himno, una fuente de discursos, una fuente semeia y un relato de la pasin. Por otrolado, en relacin con la historia de la redaccin, Bultmann sostiene que el evangelista habra escrito elevangelio tomando tradiciones y fuentes que encontr, su obra habra sido completada por un redaccineclesial, desde este punto de vista su propuesta mezcla elementos tanto desde el punto de vista genticocomo de tradiciones orales.

    Bultmann discrimina tanto la teologa como el estilo de la fuente semea y el del evangelista en base a queidentifica a ste con el estilo de los discursos3. Bultmann introduce el texto de 1, 19-34 sealando que se tratade la interpolacin de un redactor, en cambio el texto base proviene del evangelista. Para Bultmann consideraque l (evangelista) es caracterstico que Jess es el profeta (ver 6,14; 4, 19. 44; 7, 52; 9,17) y que el tituloel profeta y el Cristo estn coordinados4. No obstante considera que posee un valor preponderante elevangelio. Bultmann postular la existencia de una fuente semeia, la cual describe a Jess como un theiosaner. Esta fuente comenzara en 1, 35. Seala Bultmann a pie de pgina que el Jess jonico no ser

    presentado como profeta sino comoQe,oj a;nQrw,poj (el conoce eventos lejanos 11, 411-14; l sabe su futurodestino 2, 19. 21; 3, 14; 6, 64; 13, 1.38; 18, 4; 19, 28, como el de los otros 13, 36;16,2) cuyo admirable saberno remite no corresponde a un don de Dios, sino sobre su personal divinidad 5 . Y aade la idea de laomnisciencia pertenece tambin la caracterstica mitolgica (auspragung) de la idea de la revelacin, y suservicio es colocado en el interior del evangelio de Juan en funcin del motivo del theios aner6. Msespecficamente, Bultmann cree que la cristologa jonica muestra a Jess como emisario divino tal como lo

    presentan los escritos gnsticos.

    En relacin a los relatos de 1, 19-34, seala que el redactor ha introducido la cita de Is 40, 3 de acuerdo a latradicin sinptica, y los vv. 33-34 son adscritos por Bultmann al evangelista. En relacin al v. 21, el relato

    juega con el presupuesto de una figura mesinica como Elas (6, 4; 7, 40). Seala Bultmann en relacin al v.

    3 Cf. R. BULTMANN,Das Evangelium des Johannes, Vandenhoeck & Ruprecht, Gttingen, 161959, 68.4 R. BULTMANN, Das Evangelium des Johannes, 58. Una exposicin crtica en D.M. SMYTH Jr. Composition and Order of FourthGospel. BultmannLiterary theory, Yale University Press, 1956.5 R. BULTMANN,Das Evangelium, 71.6 Ibidem; J. BECKER, Wunder und Christologie, NTS 16(1970), 130-148.

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    21 que la espera de un profeta en el judasmo no es atestiguada ms bien corresponde a una expectativacristiana, e indica quizs est pensada en una figura, la que en principio es atestiguada no en el judasmoortodoxo, sino al contrario en crculos hertico-sincretistas7. En el v. 34 Jess es en su persona todo lo que elBautista ha negado: Mesas, Elas, el profeta este es el hijo de Dios. En el siguiente texto, del primerllamado de los discpulos (1, 35-51), es esencialmente una unidad propia del evangelista quien ha utilizadouna fuente escrita. El autor sostiene que tal como indica 1, 35-51 Jess se muestra como un theiosantrophos8

    En resumen, pareciera que Bultmann sostiene la idea que en los materiales ms antiguos pertenecen atradiciones sueltas, a una fuente semeia o a una fuente de discursos. En lo referente a los materiales

    pertenecientes al ciclo del bautista, la figura de Jess se presenta como un profeta, pero que este es moduladopor el evangelista teniendo en cuenta la figura del Theios aner y del mito gnstico del salvador. En estaprimera fase de elaboracin, Bultmann no habla de Grundschrift sino que, contrariamente a los defensores dela teora de los estratos, Bultmann piensa que la unidad del evangelio es obtenida al final de su evolucin y noal comienzo. Da la impresin en todo esto, que el redactor eclesistico ha insertado glosas en la escatologa ysacramentologa del evangelista.

    Uno de los primeros crticos del trabajo de Bultmann, surgi de las propias filas del maestro, E. Ksemann(1957) en su libro Testament of Jesus, (1966), comprende el evangelio de Juan como escrito docetista9.

    Ksemann ve la figura de Jess en el evangelio como la de un taumaturgo, salvador del mundo, y el sercelestial preexistente10. El mensaje de todo el evangelio es la gloria, as como lo menciona 1, 14. Ksemannen un comienzo est de acuerdo con la existencia de una fuente semeia y describe a esta como una fuente queexpresa una cristologa del theios aner. Las historias de milagros sirven a la cristologa docetista queKsemann cree profesar el evangelista. Para este autor la cuestin de las seales en Juan no puede serexplicado por la falta de fidelidad a la tradicin. l tom la tradicin libremente y selecciona aquel materialque estaba ms de acuerdo a su teologa de la gloria. Otro discpulo de Bultmann, G. Bornkamm en suartculoZur interpretation des Johannesevangelium, (1967) seala que con seguridad se puede reconocer enla historia de milagros una tradicin preformada, importantes razones habla de las seales de Jess. Laimagen del Cristo joanico de la tradicin existente en muchos aspectos corresponde a la imagen de un Dioscaminando sobre la tierra, sin embargo esto no significa que se deba responsabilizar a toda la tradicin de estacristologa, para descargar al evangelista de esto y hacer a l slo un crtico de esta tradicin11. Bornkammseala los elementos de la tradicin prejoanica en el evangelio tampoco son simplemente como lamentables

    restos de la tierra, los cuales el evangelista no ha podido expulsar12. Ms bien es necesario comprender queambas visiones la del Jess terrenal y la crtica hecha a esta imagen pueden provenir de una misma raz.Bornkamm afirma el carcter altamente dialctico del cuarto evangelio. En directa reaccin a Ksemann,sostiene Bornkamm la necesidad de determinar con ms precisin todava el fondo religioso-histrico delcuarto evangelio13 criticando la postura de Ksemann quien sostena como suelo del cuarto evangelio elambiente de entusiasmo helenstico14. Para G. Bornkamm hay que buscar las categoras del cuartoevangelio en la escatologa del judasmo posterior.15Adems este autor ha realizado un interesante paralelodel tema de los emisarios divinos con el envo de parclito el que muy probablemente se puede relacionar conlos enviados divinos segn lo comprendieron los grupos heterodoxos judos.7 BULTMANN,Das Evangelium, 62.8 R. BULTMANN,Das Evangelium, 75.9Cf. E. KSEMANN, The Testament of Jesus, Fortress Press, Philadelphia, 1968, 24; version en castellano El Testamento de Jess,

    Sgueme, Salamanca,1983; E. KSEMANN, Aufbau und Anliegen des johanneischen Prologs, 155-180, en E. KSEMANN (ed),Exegetische Versuche und Besinnungen, Vandenhoeck & Ruprecht, Gttingen 61970; W. A. MEEKS, The Man from Heaven in JohannineSectarianism, JBL 91 (1972), 44-72. Meeks desarrolla el tema de arriba/abajo en el evangelio de Juan in one sense what is happening inthe Johannine dialogues is the combination of familiar patterns from Jewish tradition-above all the picture of the apostolic prophet, thatof the heavenly Wisdom that seeks a home among men only to be rejected, and perhaps, that of the angel who beats Yahwehs name.10 Cf. E. KSEMANN,El testamento de Jess, 127.11 G. BORNKAMM,Zur interpretation des Johannesevangeliums,Eine auseinandersetzung mit Erst Ksemanns, EvTh 28(1968), 2012 G.BORNKAMM,Zur interpretation des Johannesevangeliums, 2013 G. BORNKAMM,El parclito en el evangelio de Juan, 256, en id,Estudios sobre el Nuevo Testamento, Sgueme, Salamanca 1983.14 Ibdem.15 Ibdem.

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    A su vez, E. Henchen en Das Johannesevangelium, (1955; 1980) sostiene, no un Grundschrift, pero si unVorlage, un tipo de evangelio de Marcos ampliado16. El autor afirma que de la unidad literaria del cuartoevangelio no es ninguna unidad estilstica17, y en relacin con la cristologa jonica Henchen se pregunta

    por el sentido que tendra que el evangelista hubiese adoptado un escrito o una tradicin con una distintateologa. La tradicin del evangelista depende de una tradicin oral (Vorlage) que se remonta al tiempo delevangelio de Marcos18 y que presenta a Jess como theios aner. En esta Vorlage, los milagros no sonentendidos como prueba de su divinidad de Jess sino como seales, indicaciones de algo completamentedistinto. El evangelista estaba convencido por completo de la objetividad de milagros, presente en su Vorlage.ste corrige pero sin que por esto niegue la tradicin del theios aner 19. Piensa Henchen que el autor delcuarto evangelio bien pudo mejorar un evangelio escrito lo que Bultmann nombra como semeia Quelle bien

    pudo haber sido este evangelio, es decir, un tipo de evangelio de Marcos ampliado. Los pedazos sinpticospresentes en el cuarto evangelio pueden provenir de este evangelio. En Johanneische probleme20, Henchenseala que el evangelista ha encontrado su Vorlage en una forma estable que se puede comprobar en loscontactos sinpticos, el cual ha utilizado con libertad; el relato de la multiplicacin de los panes -y en generalde los milagros-, est en funcin de la demostracin del poder divino de Jess.

    Un tanto variada la propuesta de J. L. Martyn, History & Theology21, (1968; 1977; 1979) subraya dosaspectos; el primero en relacin con el escrito base, ste se refiere a un sermn y de modo especial steestudia, no el origen, sino contextualiza la situacin los diversos relatos en la historia de las disputascristolgicas entre cristianos y judos presente en los textos. Elsitz im Lebem de la cristologa del profeta o el

    Mesas como Moiss es el conflicto con las autoridades judas. Importante estudio por varios motivos:sostiene en esta obra y en el artculo Glimpses into the History22(1977) la teora de la formacin por estratosdel cuarto evangelio. Elprimer periodo, que comienza antes de la guerra juda, un primer estrato se encuentraen 1, 35-49 que consiste en un primitivo sermn, el cual debe haber estado en los orgenes de la comunidad

    jonica. Las aporas encontradas en este texto Martyn las explica como el trabajo editorial del mismoevangelista.23En relacin a los vv. 35-49 sostiene Martyn que con algn nivel de probabilidad estamos en

    presencia de un primitivo estrato como una tradicin anterior al esfuerzo literario del evangelista y como unano-sinptica forma de la percopa. La comunidad posee una expectacin mesinica, histrica-salvifica la cualtiene su cumplimiento en Jess de Nazaret. l es el profeta mosaico, el escatolgico Elas, el esperadoMesas24. A esto aade Martyn otros materiales como: elementos de una narracin de la pasin resurreccin yun primitivo estrato de un nmero de historias de milagros. El periodo medo, lo caracteriza sealando que

    parte del grupo es nacido como una comunidad separada por la experiencia de dos mayores traumas: laexcomunin y el martirio. En el primer trauma, las autoridades introducen las birka ha Minin en el servicio de

    la sinagoga de manera en funcin de identificar y excomulgar a estos que confiesan a Jess como Mesas. Lacausa de la expulsin es la incompatibilidad de la cristologa alta con la confesin de un Dios.25.A este perodo

    pertenece los numerosos debates midrsicos presente en el evangelio. El segundo trauma, las autoridades noslo excomulgadas, sino que lleva a estos a juicio y esta ejecucin como Massithin. Durante este periodo, latradicional expectativa histrico-salvifica es ahora significativamente alterada por el modelo dualistaarriba/abajo26. El mesas viene a su mundo como el extrao venido de arriba. Siguiendo la propuesta de W.

    16 E. HENCHEN,Das Johannesevangelium. Ein Kommentar, J.C.B. Mohr, Tbingen, 1980, 303; E. HENCHEN,Aus der Literaturzum Johannesevangelium 1929-1956, ThR 23(1955)4, 295-335; id,17 E. HENCHEN,Johanneische probleme, ZThK 56(1959), 52.18 Cf. E. HENCHEN,Johanneiche probleme, 21.19 E. HENCHEN,Das Johannesevangelium, 107.20

    Cf. E. HENCHEN,Johanneische probleme, 52.21Cf. L. MARTYN, The History & Theology in the fourth Gospel, New York 1968; revisada: Nashville 1979; J. L. MARTYN, TheGospel of John in Christian History. Essays for Interpreters, Paulist Press, Eugen-Oregon, 1978, 9-54.22 Cf. L. MARTYN, Glimpses into the History of the Johannine Community. From its Origin through the Period of Its Life in Which the

    Fourth Gospel was Composed, 149-175, en M. De JONGE (ed.) L evangile de Jean. Sources, rdaction, thologie, Leuven UniversityPress, 1977; J. ASHTON (ed),Interpretation of John, 20.23 Cf. L. MARTYN, Glimpses into the History, 153.24 L. MARTYN, Glimpses into the History, 155.25 Cf. M. MENKEN,The Christology of the Fourth Gospel: A survey of recent research , 295, en Martinus de Boer (ed) From Jesus to

    John. Essays on Jesus and New Testament Christology in Honour of Marinus de Jonge.26 Cf. L. MARTYN, Glimpses into the History, 155.

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    Meeks, Martyn cree que el Mesas no es otro que sofia-logos a travs de quien Dios cre todo27. El ltimoperiodo, el movimiento hacia la firme-social y teolgica configuracin. Establece el contexto histrico de lacristologa del profeta como Moiss como respuesta al conflicto surgido entre la comunidad jonica con lasinagoga juda y establece una relacin entre esta expectativa y la teora de las seales que desarrolla el cuartoevangelio. Este ltimo punto expresara la idea que el profeta como Moiss realizara nuevamente las sealesrealizadas por Moiss en la primera liberacin (ver Gn 49, 11; Zac 9, 9; Mc 11, 7).

    Esta teora tambin es seguida por R. Brown28 y J. Painter29, si bien ampliada a cinco fases (!) quienessiguiendo la teora de los estratos o fases la explican del siguiente modo: la fase 1 o pre-evanglica (50-80d.C.), aunque ste no postule un Grundschrift sino a tradiciones que circulan oralmente. Durante variasdcadas dentro de la comunidad jonica, el material fue seleccionado y desarrollado en historias y discursosque son el modelo del cuarto evangelio. Brown de acuerdo con Martyn seala que en los orgenes del grupo

    jonico hay una cristologa baja que reconoce a Jess como mesas (Jn 1, 35). Sostiene que la cristologa dela pre-existencia surgi en el segundo estadio, Jess habra sido interpretado segn estas ideas30 . Cuyos

    portadores seran discpulos de Juan el Bautista. Brown crtica a Martyn que no da ninguna explicacin delpaso de una cristologa baja del Mesas, a otra alta, de la pre-existencia. A Juicio de Brown este paso de una aotra se explica por la integracin a la comunidad jonica de grupos samaritanos (Jn 4) portadores de unacristologa del profeta escatolgico como Moiss (Dt 18, 15.18)31, y de una concepcin anti-templo, enquienes sera muy lgico y normal referirse a los adversarios como los judos. A juicio de Brown, Juanhabra mantenido la terminologa de una cristologa ms baja y ms antigua atribuyndole nuevossignificados32. La segunda fase corresponde a la poca en que los relatos se transmiten oralmente. Duranteeste perodo tambin se escribe 1 Jn. La Expulsin de la sinagoga ya ha tenido lugar pero quedan las huellasde este conflicto. La tercera fase, es la primera redaccin del cuarto evangelio. El material fue organizado poralguien (el evangelista) en forma escrita, probablemente en griego. Este fue el evangelio base formado porsignos milagrosos, y discursos explicatorios que tenemos hoy. Estos escritos primitivos estn interesados envarios ttulos judos, que pueden ser atribuidos a Jess: cordero de Dios (1,36), rabbi (1,38), Messiah (1, 41).Durante esta primitiva etapa (2 & 3) la comunidad es probablemente juda y todava capaz de alabar a Dios enla sinagoga. La fase cuarta, es la segunda edicin del cuarto evangelio. Un segundo ensayo es escrito (por elmismo evangelista), quizs por encontrar nuevos problemas que ha surgido en la comunidad el lugar deJuan Bautista y sus discpulos, la comunidad jonica no es bienvenida en la sinagoga, la admisin desamaritanos y gentiles en la comunidad, la ruptura de los cristianos con la sinagoga, etc. Este ltimo conflictose aprecia por el uso retrico del apelativo judos en las narraciones. Una ltima fase, despus de la muertedel discpulo amado, una edicin final por alguien que puede no haber sido el evangelista pero que fue un

    discpulo cercano, el captulo 21 pertenece a esta etapa. Seala R. Brown que el defecto principal de estasteoras de la redaccin consiste en que caen en la tentacin de querer reconstruir demasiado exactamente lahistoria de la redaccin. La propuesta de R. Brown mantiene conscientemente el orden actual del evangelio,ste es asumido como un riesgo, debido a que segn lo seala el autor el reordenamiento corre un riesgomayor.

    En su cristologa del Nuevo Testamento, O. Cullmann sita esta esperanza mesinica en el contexto deldesarrollo de la profeca en el Judasmo tardo. Seala Cullmann que lo mismo que todos los profetas hananunciado la misma verdad divina, hubo tambin uno y el mismo profeta, el cual se encarn en formasucesiva en diferentes hombres. As est presente la visin, est en base siempre a la aparicin del mismo

    profeta; l ha tomado cada vez una distinta forma33. Este presupuesto est a la base de una serie de textosneotestamentarios y a partir de ese se comprende la pregunta dirigida a Jess en Jn 1, 21. O. Cullmann,

    27 Cf. L. MARTYN, Glimpses into the History, 165.28 Cf. R. BROWN, Comentario del evangelio segn san Juan, Cristiandad, Madrid, 1970; R. BROWN, La comunidad del discpuloamado. Salamanca 1991; id, An Introduction to New Testament, Paulist Press, New York,1994,196-213; SCHNACKENBURG,

    Evangelio, 13-14. El autor sostiene que ste no fundamenta suficientemente tal teora.29 Cf. J.PAINTER, The Quest for the Messiah. History, Literature and Theology of the Johannine Community, T&T Clark, Scotland,1991, 45.30 R. BROWN,La comunidad del discpulo amado, 32.31 Cf. R. BROWN,La comunidad del discpulo amado, 44.32 Cf. R. BROWN,La comunidad del discpulo amado, 52.33

    O. CULLMANN,Die Christologie des neuen Testaments, J.C. Mohr (P. Siebeck), Tbingen,21958, 17.

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    Johannine circle, (1976), critica la solucin de R. Brown to go too far y sostiene fundamentalmente dosmomentos, el primero, el evangelista hizo uso de tradiciones, no fuentes, de diverso origen y desarroll laobra tal como la conocemos hoy. En un momento posterior un redactor o un grupo de redactores revisaron ycompletaron la obra. Cullmann advierte contra el intento de diseccionar diversos estratos o fuentes ya quela lgica moderna y los modos de pensar del hombre moderno no son necesariamente los mismos que estosdel cristianismo del siglo I, de tal modo que ms que construir una idea sobre otra, el primitivo cristianismodebi ms bien presentar la misma verdad desde diferentes perspectivas. Cullmann estudia la relacin entre lacomunidad jonica (ver Jn 4) y el grupo helenista de Hch 7 encontrando que la cristologa de ambos gruposest basada en la idea de que Moiss es el prototipo de Jess segn el texto de Dt 18, 15.18.

    2.2 El recurso a un Grundschrift o Semeia Quelle

    Diversos autores explican esta teora por el recurso a un Grundschrift, el primero en formular dicha teora fueJ. Wellhausen, Erweiterungen und nderungen in vierten Evangelium (1907) quien distingue un estrato(Grundschrift), es decir, un evangelio annimo formado de relatos de milagros34. Otro autor, importante que semueve en esta lnea es W. Wilkens (1958)35. ste autor entiende su propuesta como resultado de una crticaliteraria que sigue los pasos de la propuesta por Wellhausen y propone en la introduccin de su libro que lacrtica literaria al cuarto evangelio no solo tiene lugar una crtica de las fuentes sino tambin una historia de suformacin36. En este contexto la crtica de las fuentes representa un caso especial37. Al considerar la posicinde Bultmann acerca de la existencia de fuentes seala no es seguro, que el evangelista haya tenido ante sifuentes escritas38. Wilkens cree que la historia de la formacin del cuarto evangelio ha transcurrido bajo lamano de una y la misma persona. Este proceso de formacin consiste en una ampliacin de un escrito base(Ausbau eines johanneischen Grundschrift), diferenciado por tres fases en la historia de la formacin. Elevangelista mismo en un principio escribi un Grundevangelium, tipo sinptico; un evangelio de base oevangelio de seales, el cual contena solo narraciones . Una primera seccin de cuatro signos en galilea;otras seales realizadas en Jerusaln y un relato de la pasin. Esto muestra que para Wilckens elGrundevangelium fue un Zeichenevangelium, el cual tiene como cristologa demostrar que Jess es el mesashijo de Dios. Por esto, est interesado en demostrar que ste escrito base comienza con el testimonio delevangelista en 1, 19-3439y termina con el texto de 20, 30. Wilckens inicia su anlisis por 20,30s sealandoque este versculo trata solamente de las obras de Jess bajo el punto de vista de las seales para que el lectorcrea que Jess es el Cristo, el hijo de Dios. Los discursos no son seales; en 12, 3 ocurre lo mismo, slo sehabla de seales y no de discursos. Con esto se afirma que los discursos no estuvieron unidos a las sealesoriginariamente. El discurso del pan de vida ignora la historia de la multiplicacin (6,30); y lo mismo puede

    decirse del discurso del juicio (5,17), el cual en opinin de Wilckens no est unido orgnicamente a laprimera seal en Jerusaln40similar opinin afirma el autor de cap. 10. Sostiene que una crtica observacindel cuarto evangelio conduce desde varios lados a suponer, que el cuarto evangelio un originarioGrundevangelium jonico una y otra vez ha completado y ampliado. El evangelio de las seales forma elfundamento, el cual fue completado por los discursos

    34Sobre la lnea de Wellhausen se colocan E. Schwarz (1907-1908); F. Spitta (1910); E. Hirsch (1936). Hirsch distingue un evangelio

    primitivo compuesto sobre la base de varias fuentes tradicionales y redactor que aade y hace varios comentarios al texto. W. Bacon(1910 y 1936) propone tres fases o etapas en la gnesis del cuarto evangelio: un relato de discursos y seales, ligado a la fiesta hebraica;la elaboracin del aadido del prlogo y de la pasin, muerte y resurreccin precedido de Jn 15-16;la redaccin final, y Jn 13-14.21armonizado con los sinpticos

    35Cf. W. WILCKENS, Enstehungsgeschichte zum johannesevangeliums , evangelischer Verlag Ag, Zollikon, Switzerland 1958. Larecensin J. ROBINSON, Recent research in the Fourth Gospel, JBL LXXVIII (1959)242-252; H. THYEN, Aus der Literatur zum

    Johannesevangelium, ThR 39(1974)4, 308s; un trabajo posterior de Wilckens, Zeichern und Werke. Ein Beitrag zur Theologie des 4.Evangeliums in Erzlungs-und redestoff ( AThANT 55) Zrich 1969; la recensin de FORTNA, Wilhem WILKENSS FurtherContribution to Johannine Studies, JBL LXXXIX (1970), 457-462; C. DEKKER, Grundschrift und redaktion im Johannesevangelium,

    NTS 13(1966)1, 66-80;36 Enstehungsgeschichte, XI37 Ibidem.38 Enstehungsgeschichte, 6.39 Cf. W. WILCKENS,Enstehungsgeschichte, 33.40 Enstehungsgeschichte, 31.

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    El cap. 8 no muestra ninguna conclusin. El discurso del buen pastor cap. 10 no est unido orgnicamente conla sanacin del ciego de nacimiento (cap.9). Es importante notar el criterio que sirve a Wilckens paradiscriminar entre un escrito y otro. Existe una falta de unidad orgnica entre uno y otro, el Grundschrift esnarrativo en cambio las ampliaciones fueron realizadas mediante discursos. stos y las seales no muestranuna particular relacin de firmeza. El relato del 1, 19-34 pertenece al Grundschrift y describe los hechosocurridos en la primera jornada, los versculos incluidos son: 1, 6-7a.c.19-21.25-26.27.31.33-34.28.35-42.43a.b.

    Para otros autores como M. E. Boismard-A. Lamouille (1961-1977) 41 esta hiptesis es altamente compleja. Elevangelio de Juan sera desarrollado en cuatro etapas sucesivas pero al interior de una misma escuela

    jonica: un evangelio arcaico (Juan I=Doc C) que va de Juan Bautista al relato de la aparicin del resucitado,en el cual son relatados cinco milagros galileos seales, sin discursos. En este escrito se presenta unacristologa de tipo mosaico-proftica42. En esta fase, el evangelio primitivo es ampliado por un autor quellama Jn II y que compone su primera redaccin evanglica (Jn II, A) igualmente en Palestina. El mismoautor hace una segunda edicin (Jn II, B) de este evangelio palestinense, lo cierra y transforma el material,aade material proveniente de los evangelios sinpticos. Un tercer autor (Jn III), autor integra en el evangelio(Jn II, B) los pasajes paralelos de Jn II, A y algunas logia del ambiente jonico. En esta fase y de atribuirse alorden actual de los captulos quinto y sexto, invertido respecto del original, este autor introduce algunasglosas teolgicas y tiende a esfumar la polmica anti judaica tpica del estado de Jn II-B. El documento C esdatado alrededor de los aos 50, Jn II, A en los aos 60-65, Jn II, B una treintena de aos ms tarde y Jn II en

    los primeros aos del siglo II. M. Boismard habla por consiguiente de tres redactores y cuatro etapas.

    En relato de Jn 1, 19-36 est formado por dos relatos paralelos X e Y, fusionados hbilmente por el redactor.43

    En donde el texto Y es una relectura del texto X. En relacin al vv. 31-32 pertenece al relato X, en el primerrelato Dios acta en el misterio, en el segundo en cambio Dios acta de una manera mucho ms ostensible: lrevela al Bautista que el Espritu debe designar al Mesas. En el primer texto, en definitiva el texto Y explicitaesto que era implcito en el texto X44. Bultmann sostena que en udati Juan viene a bautizar en agua vv.31.33, mientras Jess bautiza el fuego. Boismard sostiene que estilo es jonico y tiene su paralelo en Jn 9, 37y que evoca evidentemente Is 11, 2; 42,1 45 Jess es el Mesas anunciado por el profeta Isaas. ParaBoismard la frmula este es el verdadero profeta y este es el Cristo (ver 6, 14; 7,41.52; 11, 27) son

    paralelas. Lo mismo vale para el episodio de la embajada de Jerusaln y Juan el bautista que presenta a Jessel cordero de Dios46. Para Boismard el texto de Jn 1, 45-49 supone como background el tema de Jess como

    profeta, a diferencia de Bultmann y otros despus de l que ven en conocimiento sobrenatural de Jess, un

    signo de la imagen de un Theos anthroopos. Boismard seala que tal conocimiento sobrenatural es lacaracterstica del profeta (2Sam 12, 1-7)47. John II toma de su fuente el tema de Jess como el profeta similara Moiss pero lo enriquece con nuevos elementos: Jess es mucho ms que Moiss. Desde un punto de vistametodolgico, Boismard utiliza 1 Jn para realizar su trabajo de comprobacin del estilo jonico, constatandoen el texto de 1, 19-34 la presencia del estilo de la 1 Jn (1Jn 5,11; 1,8-10) en este relato.48

    Para Boismard el captulo 3 es una relectura del captulo 12 y los vv. 19b-21 al parecer estn fuertementeinfluenciados por una cierta concepcin qumrnica del juicio49. Boismard encuentra dos ediciones

    41 Cf. M. E. BOISMARD, Moses or Jesus. An Essay in Johannine Christology, Leuven University Press, Leuven, 1993; M. E.BOISMARD,Les tradition Johanniques, Revue Biblique LXX (1963),5-42; M. E. BOISMARD,L evolution du theme eschatologiquedans les traditions johanniques, Revue Biblique 4(1961),507-524; F. NEYRINCK, Lvangile de Jean. Examen critique du commentairede M.-. Boismard et A. Lamouille. EpTh LIII(1977), 363-478.42

    Cf. M. E. BOISMARD,Moses or Jesus. An Essay in Johannine Christology, Leuven University Press, Leuven, 1993.43 Cf. M. E. BOISMARD,Les tradition Johanniques Concertant Le Baptiste, ReBiblique LXX(19963), 9.44 M. E. BOISMARD,Les tradition Johanniques, 22.45 M. E. BOISMARD,Les tradition Johanniques, 11.46 Cf. M. E. BOISMARD,Moses or Jesus, 29.47 M. E. BOISMARD, Mose or Jesus, 27; O. BETZ, Aus Nazaret kann etwas Gut kommen ? im, BETZ, O (ed), Das Problem desWunders bei Flavius Josephus (Josephus Studien. Untersuchungen zu Josephus dem antiken Judentum und dem NeuenTestamentsVandenhoeck&Ruprecht, Gttingen 1974). Sostiene Betz que de acuerdo a los textos de Qumrn, uno de los principales donesdel Espritu otorgados al Mesas es el don del conocimiento.48 Cf. BOISMARD,Les traditions Johanniques, 24.49 M. E. BOISMARD,Evolution du Thme eschatologique, 515.

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    diferentes de un mismo discurso: 12, 46-30; y 3, 16-19a; 5, 30b-32. 37; 8,14-18; 5, 26-30a y 5, 19-25. Losversculos 19-25 seran una relectura de vv. 26-30.algo similar dice de Jn 5, 19-25 es una relectura de Jn 5,26-30 y representa un estado posterior de desarrollo de la tradicin jonica. 50, de acuerdo a esto sealaBoismard que el evangelio de Juan en su forma actual no constituye un todo homogneo. Es el compuesto decouches redaccionales de pocas diferentes perceptible sobre todo gracias a los dobletes que contiene51.Estos dobletes no son tradiciones independientes unas de otras sino que representas relecturas.

    Este autor recalca el papel de Moiss en la cristologa jonica Boismard habla de evolution of christology.Para el Documento C, Jess es presentado como el profeta similar a Moiss (1, 19-21.26.31-32.29; 43-49).John II desarrolla el tema agregando el episodio de la multiplicacin de los panes 6, 1-15, que desarrolla ycorrige la cristologa del profeta mosaico; en l se remite a los textos de 2 Re 4, 42-44 y en la conclusin a Dt18, 18. El autor de John II es el que por primera vez aplica el ttulo en positivo sentido a Jess 52. El ttulotiene un sabor samaritano que incluye cierto desprecio por los judos, esto. John II, A lo corrige aadiendo elttulo Cristo. Para Boismard, John II, A est en el origen de la doble confesin de 7, 40-42. En relacin con laescatologa se constata una evolucin de la escatologa anloga al pensamiento de Pablo. La escatologafutura es anloga a la que encontramos en los sinpticos mientras que la escatologa realizada en la referida ala vida de la comunidad de la Iglesia post-pascual.

    Algunos autores este recurso a un escrito fundamental se identifica como la teora de la semeia Qulle, como esel caso de R. Nordsieck53 y G. Richter54 (1963-1977). Estos autores llaman a este Grundschrift judeo-

    cristiano: Grundevangelium o Zeichenevangelium, el redactor, el cual es identificado con el evangelista,hace una discusin crtica y una negacin de la cristologa del profeta mosaico, entendido en sentido humano-nacionalista55, de este Grundevangelium (Ablehnung ihrer Christologie). Para una serie de autores quedefienden esta hiptesis como R. Fortna, P. Borgen, y R. Kysar, p.e. el texto Jn 6, 1-15, refleja una tipologamosaica que muestra una insuficiente aproximacin al misterio de Cristo69. Para Fortna la tipologa mosaicaes aplicada por la fuente semeia, pero el evangelista ha cambiado esta imagen, sealando algunas objeciones.La designacin de Jess como profeta como Moiss es ambigua como todo titulo mesinico, puede serentendido polticamente o como 4E dira un modo terreno70. De modo semejante G. Richter seala que el

    profeta escatolgico sera entendido en trmino humanos, en cambio en los discursos se presentara entrminos divinos. Para Richter: la visin que el Mesas slo es hombre est completamente de acuerdo conDt 18,15.1871, en cambio para el evangelista, Jess ha bajado desde los cielos. Esta correccin consiste enuna demostracin y defensa del origen divino y de la filiacin divina de Jess. Un redactor posterior el cualllama redactor antidocetista56, inserta glosas aqu y all de acuerdo a su perspectiva teolgica. Por tanto

    Richter discrimina tres autores, el autor del Grundschrift, el cual comprende a Jess como Mesas profetaprometido sobre la base de seales y otros hechos mesinicos. El primer redactor (evangelista), critica lacristologa del Grundschrift y propone la cristologa del origen divino y la divinidad de Jess y finalmente unredactor antidocetista, del cual provienen glosas y aadidos parenticos, en este caso Richter discrimina unode otro por los contenidos teolgicos.

    En el artculo titulado Zur den Tauferzhlungen Mk 1, 9-11 und John 1,32-34, Richter se pregunta en relacinal pasaje perteneciente al Grundschrift de Jn 1, 32-34, cul es la especifica imagen del mesas en este

    50 Cf. M. E. BOISMARD,Evolution du Thme eschatologique, 519.51 M. E. BOISMARD,Evolution du Thme eschatologique, 523.52 M. E. BOISMARD,Moses or Jesus, 12953Cf. R. NORDSIECK, Johannes. zur frage nach Verfasser und Enstehung des vierten Evangeliums. Ein neuer Versuch,,

    Neukirche,Vluyn,1998, 75- 8054 La produccin de este autor se desarrolla desde el ao 1963 a 1977; G. RICHTER, Studien zum Johannesevangelium, Verlag Fr. PustetRegensburg, 1977,149-198; G. RICHTER, Die Fleischwerdung des Logos im Johannesevangelium, NT 14(1972)1, 269; G. RICHTER,Studien zum Johannesevangelium, Verlag Fr. Pustet Regensburg, 1977,149-198; id, Der Vater und Gott Jesu und seiner Bruder in Joh20,17. Ein Beitrag zur Christologie des Johannesevangeliums, MThZ 24(1973)2, 95-114;id, Zum sogenannten Taufetext Joh 3,5,MThZ 26(1975)2, 101-125; id,Zur sogenannten Semeia-Quelle des Johannesevangeliums, MThZ 25(1974)64-73;id,Blut und Wasseraus durchbohrten Seite Jesu, MThZ 21(1970) 1, 1-21; id, Grundschrift und redaktion im Johannesevangelium, NTS 13(1966), 66-80.55

    Para una aproximacin al tema del hombre como ngel Cf. C. CARBULLANCA N., Orgenes de la cristologa del cuarto evangelio.Un estudio a partir de la tradicin de 11QMelquisedec Teologa y Vida vol. l n3 2009, 567-597; C. CARBULLANCA N., Laentronizacin del hombre en tradiciones apocalpticas judas, Estudos de Religiao 23 (2009) 36,153-178.

    .56

    G. RICHTER, Studien zum Johannesevangelium, 149-198

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    episodio? En este relato aparece citado el texto de Is 42,1 que habla del elegido de Dios, es importante estadesignacin ya que el trmino del elegido de Dios como caracterstica del mesas aparece en NT slo aqu:el Grundscrift compara a Jess con el siervo del deuteroIsaas57(Is 42,1). Richter comprende esto, no sobreel AT sino sobre el judasmo contemporneo. En efecto, la designacin de elegido de Dios para designar almesas se encuentra en la apocalptica juda contempornea al Jess histrico. La especifica imagen delmesas, cuyo rasgo el Grundschrift describe o busca sealar es el Profeta como Moiss, el profeta prometido

    por Moiss (Dt 18,15.18)58 .

    En esta misma lnea debemos mencionar a R. Fortna, The Gospel of Signs, (1970) quien pretende reconstruirlos textos de la fuente de los signos. Para lo cual enumera tres criterios: ideolgico, estilstico y contextual. Deestos tres criterios, el autor desestima los dos primeros y prioriza el tercero. Nosotros subrayaremos que el

    primer criterio es esencial para discriminar los aspectos iniciales de la cristologa jonica. Para el autor, elprincipal ttulo cristolgico en el evangelio de Juan es el ttulo Mesas, sin embargo hace notar Fortna queexiste poqusima evidencia que refleje la expectativa de que el Mesas realizara milagros. Una posiblerespuesta al silogismo: Jess hizo milagros, luego Jess es el Mesas, es la afirmacin que Jess es el profetaescatolgico como Moiss (cf. 4, 19; 6, 14) que como el antitipo de Moiss deba presentar una serie demilagros para acreditarse como tal. Fortna no est convencido de que la figura de Moiss est en la base delos relatos de milagros, ms bien postula los milagros de Jess que presenta el cuarto evangelio estndiseados sobre el modelo de milagros realizados por diversos hroes del Antiguo Testamento como Elas,Eliseo e incluso Jos. Estos primitivos hroes fueron considerados en algunos crculos judos prximos al

    helenismo como hombres divinos. Por esto, Juan se esfuerza en base a esta relacin por demostrar que Jesses un theios aner. Por consiguiente, Fortna sostiene que la expectativa del profeta escatolgico est ya

    presente en esta fuente pero que estara en funcin de su cristologa del theios aner.

    Fortna enumera diversos textos del evangelio que presentan una relacin con el profeta escatolgico en lafigura de Elas (ver Jn 4, 50; 6, 9; 9, 7), en relacin a Moiss sostiene Fortna que al menos los textos de Jn 6,14s es necesario referirlo a la fuente, no obstante que en general sostiene que es preciso considerar estarelacin (Moiss-Jess) como redaccin del evangelista59. En relacin al texto de 1, 19-34 seala Fortna que

    pertenece a una tradicin pre-jonica especficamente tradiciones del bautista. Los vv. 29-31 es unacreacin del evangelista imitando elementos pre-jonicos como joanicos60 y los vv. 32-34, el v. 32 refleja lamano de Juan y el v. 33 es una construccin jonica; y el giro el visto y he testimoniado parece unareiteracin jonica, la seccin est caracteriza por dobletes que son explicables como expansionesteolgicas. En el captulo cuatro, Fortna reconstruye los pasajes de la fuente (4, 4.5. 6. 7. 9. 16. 17. 18. 19.

    25. 26. 28. 29. 30. 40. 42), en relacin a 6, 67-71 l piensa que el evangelista utiliz una forma de la historiapre-jonica y seala yo creo que Juan us una distintiva tradicin aqu, pero que sta ha sidoconsiderablemente reescrita por l. Fortna piensa que el relato de 6, 1-25 estaba en la fuente semeia y latipologa mosaica pertenece a ella. La aclamacin de Jess como profeta, es autentica como una respuesta almilagro, pero ahora es nada menos que expresin del malentendido de la muchedumbre. La tipologamosaica es aplicada por la fuente, pero el evangelista cambia esto, sealando algunas objeciones. Ladesignacin de Jess como profeta como Moiss es ambigua como todo titulo mesinico, puede ser entendido

    polticamente o como 4E dira un modo terreno61, esto es subrayado por la insercin del v. 15. Sin latipologa mosaica difcilmente el evangelista podra haber hecho estas afirmaciones. El captulo 21 loconsidera como un apndice post-junico.

    57G. RICHTER, Grundschrift und redaktion, 54.

    58

    Ibdem59 Cf. R. FORTNA, The Gospel of Signs, Cambridge University Press, Cambridge, 1970, 232; id The Fourth Gospel and its Predecessor,Fortress Press, Philadelphia, 1988; para una evaluacin de esta teora cf. G. van BELLE, The signs Source in the Fourth Gospel.

    Historical survey and critical evaluation of the semeia hypothesis (BEThL CXVI) Leuven, 1994.60 R. FORTNA, The Gospel of Signs, 176.61 FORTNA; The Fourth Gospel, 88; P. BORGEN, John 6: Tradition, Interpretation and Composition, en Martinus C. de Boer (ed)

    From Jesus to John. Essays on Jesus and New Testament Christology in Honour of martinus de Jonge, JSOT Press, Scheffield, 1993,278-279. Borgen tambin contrapone la relacin terrestre-celestial then verse verses are to be seen precisely as a restament of thecrowds view that the feeding miracle correspond to the manna miracle and thus legitimated Jesus as a prophet like Jesus (vv.14-15). Intheir view, since Jesus had already legitimated himself as a prophet by the feeding miracle, they now needed another sign which woulddemonstrate that he was one sent by the Father, that is, the son of man (vv.27-29); R. KYSAR, John Maverick Gospel,Wesminter J.Knox Press, London, 31976, 51-52.

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    Otro autor que contina la lnea de R. Fortna en cuanto al desarrolla de semeia Quelle, para interpretar lacristologa del cuarto evangelio, es W. Nicol62quien sigue la perspectiva abierta por E. Schweizer y E.Ruckstuhl en vista de analizar los diversos estratos presente en el cuarto evangelio de acuerdo a los siguientescriterios: de forma, estilo y aporas existentes en los relatos. Para nuestra investigacin es relevante que Nicolsostenga que la cristologa de la fuente semeia est basada en la triada: Milagros-Profeta escatolgico-Mesas.Es decir siguiendo la misma lnea que R. Fortna, pero sostiene que Fortna ha ido demasiado lejos en sureconstruccin de una fuente semeia63. Nicol piensa que los milagros son conectados al Mesas va el

    profeta (p. 62). Adems Nicol seala que la relacin entre la fuente de los signos y el resto del evangelio esde integracin, solucin que est de acuerdo con nuestra hiptesis. En efecto Nicol sostiene que Juan adoptala teologa de la fuente de signos. Ahora bien, existe un elemento sorprendente en el evangelio de Juan. Lafuente de los Signos y Juan contienen las ms claras referencias al profeta escatolgico, pero paradjicamenteel evangelio tiene como ttulo cristolgico principal a Jess como el Mesas no al profeta escatolgico. Esto seexplica porque para la expectativa juda el enviado final deba ser legitimado mediante signos. Y concluye

    Nicol que aunque la esperanza de un profeta escatolgico como Elas o Moiss y el Mesas no se identifican,la posibilidad de tal identificacin es evidente al Judasmo pues se piensa que el tiempo de la primeraliberacin y la persona de Moiss fueron comprendidos tipolgicamente a la del tiempo mesinico y la Mesasmismo.

    De madera similar, J. Becker, acepta la semeia Quelle en Das evangelium nach johannes (1979/1981), eidentifica la cristologa de esta fuente con la del profeta de los ltimos tiempos. Posteriormente esta reflexin

    cristolgica el evangelio se habra ampliado por obra del evangelista a una cristologa alta de la pre-existencia o del enviado la cual habra reformulado estos temas. J. Becker sostiene en Wunder undChristologie (1970)64que la semeia Quelle est constituida por un Grundstock, el cual en su primera partedescribe la actividad de Galilea comenzando con 1,19s y continua con la llamada de los discpulos en 1, 35slas bodas de Can, la sanacin de la hija del rey, la multiplicacin de los panes y la caminata de Jess en elmar pertenecen a este mismo perodo. A este mismo Grundstuck pertenece el dilogo con la samaritana.Becker se pregunta por los criterios para distinguir el material de la semeia Quelle y enumera: el dualismo

    jonico no tiene ningn lugar en la fuente semeia; el Jess de la fuente semeia nunca habla en el estilo de losdiscursos de revelacin; se busca intilmente afirmaciones escatolgicas en la fuente semeia, o bien la

    presencia del Hijo de Dios como escatologa crisis presente ha entendido o se puede reconocer unaescatologa presentista en la fuente semeia.; la cristologa de la fuente semeia es en general no interesada en latpico esquema jonico del camino, como es ms claro en Jn 16, 28.

    2.3. Soluciones hibridas

    En este contexto de soluciones a la unidad literaria y teolgica del cuarto evangelio, el comentario alevangelio de Juan de R. Schnackenburg, Das Johannesevangelium, (1979-1980), pudiera clasificarse comouna solucin hibrida. La razn est en que para este autor, el evangelio de Juan no se ha organizado sobreestratos literarios diferentes e independientes el cual luego ha sido reunido por un redactor(es), sino queesencialmente es la obra de un evangelista, el cual se apoya en mltiples tradiciones que crecen y maduranlentamente (auf mancherlei Tradition sttze und sein Ev langsam wachsen und reifen liess )65, sin tener unaconclusin final. Sin embargo admite tres etapas (p. 48): materiales existentes-la obra del evangelista-redactorfinal. El autor afirma que probablemente se puede afirmar la existencia de una fuente escrita de signos. Elautor acepta adems, con algn grado de confianza la existencia de un Grundschrifto un john. Grund-evangelium el cual fue un material de tradiciones independientes que tuvo a su disposicin. Por otra parte

    adjudica a la cuenta de la redaccin del redactor final el captulo 21, adems de glosas y aadidos. El autorsostiene que en la apocalptica juda existe la idea del ascenso de figuras como Enoch, Elas, Isaas y Baruc

    pero la correspondiente idea de un descenso falta (den Gedanken des Auftiegs (ascensio) reich zurEntfaltungaber der entsprechende Gedanke des Abstiegs fehlt). Reconoce, no obstante, que existen otrastradiciones sobre la sabidura, en donde sta desciende a la tierra. En relacin con la cristologa

    62 Cf. W. NICOL, The semeia in the Fourth Gospel. Tradition and Redaction, E.J. Brill, Leiden, 1972.63 Cf. W. NICOL, The semeia, 5.64 Cf. J.BECKER, Wunder und Christologie, NTS16(1970)2, 135.65 Cf. R. SCHNACKENBURGDas Johannesevangelium I-IV, Verlag Herder, Freiburg 1979, 59.

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    Schnackenburg sostiene que el titulo predilecto del cuarto evangelio es Cristo. Adems seala que eltrminoevrco,menoj que aparece en (1, 9. 15. 27. 29; 3, 31; 6, 14. 35; 9, 30; 11, 27) est referido al profetaescatolgico procede del evangelista que se apoya en tradiciones judas: El evangelista est fuertementeinteresado en el ttulo mesinico el profeta (ver Jn 6, 14. 35; 11, 27; 12, 13) 66. Esto lleva a suponer que deacuerdo a Schnackenburg este material est asociado a la cristologa de la pre-existencia argumento quenosotros tambin afirmaremos a partir del estudio de 11QMelq. En esta misma perspectiva hibrida, H. Thyendefiende una posicin similar a la de Schnackenburg. Para este autor, en relacin al texto de Jn 13 seala quelas soldaduras literarias muestras sin excepcin no el uso de fuentes heterogneas sino la crticareinterpretacin de un homogneo Grundschriftpor un redactor67lo mismo que en relacin a Jn 21; para esteinvestigador no se trata de una interpolacin en una fuente escrita, sino ampliacin de una tradicin de lacena o del discpulo amado en la que el redactor ha introducido glosas y aadidos. Para H. Thyen el relato deJn 1, 19-351 seala que l pensaba que el v. 43 era una interpolacin y sealaba que el autor de Jn 21habainterpolado el sinptico verso 43. El responsable de este verso no es el autor de un cualquier estrato sino queel propio evangelista. Thyen cambia de opinin y afirma que con propiedad se debe hablar como editor alredactor del captulo 21. En un comienzo, Thyen era de la idea que el cuarto evangelio era independiente de latradicin sinptica, donde slo el redactor eclesistico conoca esta tradicin; pero por influjo de los trabajosde F. Neirynck y M. Sabbe lleg a la conviccin que no slo el presunto redactor eclesistico, sino que elmismo evangelista conoci los evangelios sinpticos68. Thyen no sigue la teora de las fuentes ni la de teorade los estratos, sealando al respecto: a mi me parece es mucho ms probable que Juan, no slo conocifuera de Biblia juda, tradiciones, annimas, si es posible slo oralmente transmitidas, semejantes a la de los

    sinpticos, las que ha utilizado como fuentes; especialmente juega intertextualmente con el texto transmitidoen su forma redaccional veterotestamentario lo mismo con los evangelios sinpticos 69 de tal manera que losevangelios sinpticos son entendidos por Thyen como el pretexto y el evangelio dentro de la teora delintertextualidad.

    Para Thyen la cristologa jonica no est basada en la idea del theios aner, sino que el sobrenaturalconocimiento de Jess (ver Jn 1,3. 42.47; 4, 16s) se explican a partir de la indivisible unidad del Padre y elHijo70. Esto tambin se aprecia en pasaje del buen pastor que conoce a sus ovejas (10, 3.14.27) y en losnumerosos comentarios del narrador y con la introduccin de la escena del discpulo amado (13, 23; 1,18). H.Thyen comprende el evangelio de Juan como un texto desde un punto de vista literario como altamente

    potico y busca interpretarlo siempre como un todo no reducible a sus partes. No obstante esto, el autorsostiene la existencia de un Grundschrift 71. As, Thyen, diferencia al autor del Grundschrift del autor delcaptulo 21, al cual Thyen llama el evangelista72. Con un alto grado de seguridad se puede afirmar que el autor

    del Jn 21 y el editor de nuestro evangelio de Juan ha reelaborado una Vorlage escrita por toda clase decambios de lugar en el texto, as como por numerosas re-interpretaciones desde actuales intereses73 y msadelante yo sostengo que autor de Juan 21, a la vez por el redactor de los captulos 1-20, son extensivos alGrundschrift74. El Grundschrift no conoce la idea de una huida de los discpulos. Thyen afirma la existenciade un cierto acento antidocetista en el Grundschrift. En todo caso empero este fuerte acento del origen terrenode de Jess y el que desde el resultante obligacin notorio de ese ingenuo docetismo diferencia elGrundschrift, el cual, el dualismo de dos niveles la paradoja del Dios hecho hombre no admite, sino lanaturaleza sobre el origen humano slo como mala comprensin presenta (Jn 6, 41 s).75 Thyen no dice queel Grundschrift fue docetista sino ha tenido el peligro en esta direccin.

    66 Cf. R. SCHNACKENBURG,Das Johannesevangelium, 24-25.67 Ibdem68 M. THYEN,Das Johannesevangelium, Mohr Siebeck,Tbingen, 2006, 139.69

    M. THYEN,Das Johannesevangelium, 4.70 M. THYEN, Das Johannesevangelium, 136.71 Cf. H. THYEN,Aus der Literatur zum Johannesevangelium, ThR 39(1974)4, 308s; id, Entwicklungen der Johanneischen Theologieund Kirche im Spiegel von Joh 21 und der Lieblingsjngertexte des Evangeliums, 259-299, en M. de Jonge,L evangile de Jean. Sources,rdaction, thologie. Leuven University Press, Leuven, 1977; id, Das Johannesevangelium, Mohr Siebeck,Tbingen, 2006; la visincrtica a Thyen cf. D. MOODY SMITH,John among the Gospels. Second Edition, University South Carolina Press,Columbia, 2001, 167-169.72 Cf. H. THYEN,Entwicklungen, 288.73 Ibdem74 H. THYEN,Jesus und Jnger, den Jesus liebte, 261.75 H. THYEN,Entwicklungen, 276.

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    3.0. CRTICAS Y OBJECIONES

    Como ya hemos comentado las crticas a la teora de los estratos, una vez que Bultmann la propuso, no se

    hicieron esperar. Estas vinieron de distintas partes y apuntaron al aspecto teolgico y metodolgico de sta.Sin duda, la crtica ms aguda e inesperada en cierto modo, fue realizada por Ksemann y radica en queconsidera innecesario el recurso a fuentes para explicar la cristologa jonica, asi lo afirma Smith, E.Ksemann en realidad ha preguntado si la teora de las fuentes es necesaria....76. Para Ksemann el carctersuperfluo de la teora radica en el equivocado punto de partida teolgico que muestra la teora. En cambio

    para otros autores, la crtica a la teora de los estratos ha estado dirigida a la cuestin metodolgica que laacompaa. Diversos autores sostienen una insuficiente teora o conjunto de criterios lingsticos y teolgicosque permitan, de manera objetiva y no arbitraria, discriminar estratos o fuentes. Los autores constatan unaargumentacin circular para legitimar supuestos estratos en base a caractersticas lingsticas o de contenidoteolgico. En este sentido D. Smith siguiendo a otros autores ha criticado cidamente la metodologa seguida

    por Bultmann. Segn Smith las caractersticas de estilo son dichas para indicar slo diferencias de contenidoes decir, material narrativo o discursos- ms bien que reales diferencias de estilo77. Es decir, siguiendo lacrtica de otros autores, las diferencias de estilo son arbitrariamente colocadas para justificar supuestasdiferencias de contenido.

    La crtica a la metodologa en autores como E. Ruckstuhl se dirige a demostrar la unidad literaria del cuartoevangelio, precisamente en base a criterios estilsticos. ste crtica a Bultmann, justamente la falta de un setde criterios de orden lingstico y estilsticos para discriminar fuentes. E. Schweizer78 ha seguido la mismalnea abierta por Ruckstuhl, al indicar en su obra, la unidad de estilo del cuarto evangelio, sosteniendo porconsiguiente que la divisin de fuentes sobre esta caracterstica parece imposible. Las caractersticasesgrimidas por Schweizer se encuentran dispersas en todo el evangelio. El autor no niega que en algunoscasos el redactor final haya integrado elementos tardos como el prlogo, o que 6, 51c-58 pertenezca a latradicin de la comunidad. No obstante la advertencia dada a E. Ruckstuhl seala sin embargo permanecemuy improbable para m una fuente escrita fuera del prlogo y de la historia de milagros Segn Schweizer es

    probable que el evangelista haya utilizado fuentes, algunas veces sin esenciales cambios, otras, ms o menosfuerte elaboradoras, con todo una nueva obra ha sido elaborada. En relacin a la divisin entre discursos ynarraciones Schweizer indica que no existen diferencias de estilo (108). Abundando en esta critica a la

    teora, seala H. M. Teeple hay una necesidad para el establecimiento de una metodologa antes que muchosacuerdos sean alcanzados79. La cuestin por los criterios metodolgicos que permiten una discriminacin defuentes y estratos se constata como improbable y poco eficaz.

    Si desde un punto de vista lingstico sostienen los autores una insuficiente teora o conjunto de criterioslingsticos y teolgicosque ayuden de modo objetivo a discriminar estratos o fuentes, desde un punto devista ms bien literario, afirman el carcter superfluo, innecesario de dicha teora. Algunos autores como B.Lindars esgrimen opiniones crticas a una teora de estratos o fuentes. ste autor cuestiona la metodologa desource-criticism80. A su juicio la teora presupone demasiado simple y rgidamente una distincin entre elevangelista y su dos principales fuentes 81. De manera similar, O. Cullmann,Johannine circle, (1976), criticala solucin de R. Brown to go too far82 y sostiene fundamentalmente dos momentos, el primero, elevangelista hizo uso de tradiciones, no fuentes, de diverso origen y desarroll la obra tal como la conocemos

    76D.M. SMITH, The source of the Gospel of John: An Assessment of the present State of the Problem, NTS 10 (1964), 2, 346.77

    Ya en la primeras obras se aprecia la actitud crtica al trabajo de Bultmann cf.W. WILCKENS, Enstehungs, 4-5; SMITH, The sources,339; Cf. H. CONZELMANN, Grundriss der Theologie des Neuen Testaments, Mohr Siebeck, Tbingen, 61997, 361. D.M. SMYTH, Lateologa del vangelio di Giovanni (Cambridge 1998)78 Cf. E. RUCKSTUHL ,EGO EIMI Die religionsgeschichte Erkunft und theologische Bedeutung der Johanneischen Bildenreden(1939).79 H. TEEPLE,Methodology in source analysis of the fourth Gospel, JBL 81(1962), 279.80 B. LINDARS,Behind the Fourth Gospel, SPCK, London, 1971, 27.81 B. LINDARS,Behind, 22-23.82 O. CULLMANN,Johannine circle, SCM Press, London 1976, 4.

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    slo en las partes asignadas a la llamada fuente semeia o del Grundschrift.96 Como conclusin seala elevangelista mismo y no slo la semeia Quelle o la vorlage tiene a Jess como el profeta escatolgico comoMoiss.

    4.0 ALGUNAS CONCLUSIONES

    En la investigacin actual, existe una actitud crtica frente a la teora de los estratos, hasta el punto quepareciera que el recurso a criterios estilsticos, de vocabulario y teolgicos no slo resulta insuficiente sinoque tambin se muestra innecesario a la hora de formular la unidad y formacin de la cristologa jonica. A laluz de lo dicho, la situacin postula la necesidad de buscar un nuevo punto de partida, un contexto msamplios u otro tipo de criterios hermenuticos que ayude a comprender la totalidad de la obra jonica. Asi p.e.el estudio del trasfondo ideolgico de grupos marginales del judasmo tardo, es decir, grupos apocalpticos,samaritanos o esenios otorga conceptos literarios y teolgicos que suministran una funcin heurstica paradistinguir qu se entiende por texto religioso, cmo se genera ste dentro de una comunidad que comparte unamatriz ideolgica comn. Es importante hacer notar que la cuestin sobre el trasfondo y la teora de losestratos son dos cuestiones distintas y que se justifican independientemente; sin embargo Thyen aportasugerentes luces por medio de la categoria de la intertextualidad del cuarto evangelio.

    En el mbito de la crtica literaria, se reconoce un avance metodolgico en cuanto que la nueva crtica literariase muestra ms cauta a la hora de esbozar una teora y por otro las ampliaciones o relecturas, que proponenlos diversos autores, estn orientadas por la idea que tales aadidos o ampliaciones tuvieron un determinadofin literario o teologa, perdiendo el carcter arbitrario de la antigua crtica. Adems dentro de los elementosmetodolgicos integrados en esta nueva crtica, R. Schnackenburg97 enumera: la incorporacin de 1Jn, la cualse utiliza como clave hermenutica para comprender las ideas e intenciones del redactor; y la indicacin dediferencias conceptuales entre el evangelista y la redaccin. A esto, habra que aadir que el concepto de textoque utiliza la teora de los estratos es inadecuada ya que el texto religioso, segn se aprecia en los textos deQumrn, no pertenece a un autor sino a una comunidad, el cual es elaborado por mltiples manos y asume elcarcter de intertexto, el cual ms bien tiene como autor a la propia comunidad que se comprende a la luz deestos escritos.

    Como lo hemos mostrado en nuestro estudio, diversos autores como E. Henchen, G. Richter y J. Becker, la

    naturaleza de la primera fase es comprendida de diferente manera, en algunos casos se trata de tradicionessueltas y orales o un Vorlage, un sermn, un Grundschrift o un Grundevangelium. Finalmente otros,establecen una cierta relacin entre la fuente semeia y un Grundschrift o Grundevangelium. En algunos casos,esta relacin va desde la idea que este Grundevangelium habra sido algo as como un Zeichenevangelium oun Grundstuck como en el caso de Becker. En cuanto a los contenidos cristolgicos del Grundschrift, lamayora de estos autores L. Boismard; G. Richter, L. Martyn; R. Brown sostiene que en la primera etapa,tradiciones orales o un Grundevangelium contena una cristologa del profeta escatolgico como Moiss.Otros pocos, como W. Wilckens tienden a sealar que los materiales pertenecientes a este Grundevangeliumtienen como cristologa al mesas Hijo de Dios, apoyndose en los textos de Jn 1,19-34; 20, 30. En cambio, enautores como Fortna, Richter, Borgen prevalece la idea que la tipologa mosaica que utiliza el Grundschrift,est referida a la figura del profeta escatolgico entendido como un ser humano de tipo nacionalista distinta ala que presenta los discursos. En algunos casos como Borgen se establece la polaridad profeta escatolgico(ser humano)-Hijo del hombre (origen divino). A nuestro juicio injustificadamente, ya que el origen humano o

    divino del profeta no se identifica con la cuestin de la naturaleza de ese enviado. En estudios realizados enotros lugares, hemos demostrado que dicha la conviccin de un hombre entronizado y de un profeta mesasfueron expectativas presentes en movimientos marginales como el enoquismo y esenismo del siglo II y I a. C.Al contrario de lo que piensa G. Richter, el estatuto divino del hombre y del profeta escatolgico estacreditado en los textos apocalpticos y en Qumrn. Nuestra investigacin ha demostrado que estas creencias

    96 J. P. MIRANDA, Die Sendung Jesu im vierten Evangelium.Religions-und theologiegeschichtliche Untersuchungen zu denSendungformelnVerlag katholisches bibelwerk, Stuttgart 1977, 13; E. HAENCHEN, Der Vater, der Mich Gesandt Hat, NTS 9(1962),208-216.

    97 Cf. SCHNACKENBURG,Evangelio, 99.

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    encontradas en la literatura de Qumrn ofrecen datos suficientemente claros para afirmar que en el cambio deera, se crea que figuras del pasado o ngeles seran enviados a la tierra con la misin de realizar el juiciodivino en los ltimos tiempos. El material narrativo y los discursos revelan una misma cristologa, lasdiferencias de estilo son evidentes pero stas se explican porque el evangelista bien pudo haber tenido en su

    poder tradiciones tipo sinpticas pero que han tenido la cristologa del profeta escatolgico comocaracterstica particular. Como lo sealan diversos autores como R. Fortna, P. Borgen, los relatos del ciclo deJuan el Bautista y de la multiplicacin de los panes muestran contactos con los relatos sinpticos sin embargonos parece que no se identifica con stos. A partir del estudio que hemos realizado acerca de los orgenes de lacristologa jonica desde la tradicin de 11QMelq nos atrevemos a lanzar la siguiente pregunta cmo se

    puede postular la existencia de pretendidas estratos cuando estos rasgos teolgicos esparcidos en diferentespartes del evangelio provienen ntegros de una misma matriz ideolgica? El supuesto de estas teoras radicaen el arbitraria hiptesis, de la existencia de diferentes cristologas subyacentes a travs del evangelio jonico.Los textos de 11QMelq, 4Q521; 4 Q377 colocan en cuestin la necesidad de un supuesto Grundschrift o

    fasespara explicar la unidad literaria y teolgica del cuarto evangelio. En estos textos encontramos diferentesaspectos de la expectativa del profeta escatolgico presentados simultaneamente, segn estos autores, en elcuarto evangelio como estratos.

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