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ISSN digital en trámite Órgano de difusión científica de la Subdivisión de Medicina Familiar División de Estudios de Posgrado, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México Aten. Fam. Volumen 27 no. 2 abril-junio, 2020 Malestar Psicológico, relación con la familia y motivo de consulta en mujeres de Arequipa, Perú Apoyo social y percepción de los padres en adolescentes fumadores y no fumadores Artículos originales Clasificación del deterioro cognitivo en adultos mayores con diabetes mellitus tipo 2 Úlceras por presión en pacientes en un Hospital General de Zona Dolor neuropático y su asociación con el índice de gravedad de insomnio en pacientes con diabetes mellitus tipo 2 www.fmposgrado.unam.mx ■ www.revistas.unam.mx Registrada en: LATINDEX, www.latindex.org PERIÓDICA, www.dgbiblio.unam.mx IRESIE, www.iisue.unam.mx/iresie BIBLIOTECA CGT-IBT-UNAM, biblioteca.ibt.unam.mx MEDIGRAPHIC, www.medigraphic.com DOI: http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p Coronavirus COVID 19

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issn digitalen trámite

Órgano de difusión científica de la Subdivisión de Medicina FamiliarDivisión de Estudios de Posgrado, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México

Aten. Fam. Volumen 27 no. 2 abril-junio, 2020

• Malestar Psicológico, relación con la familia y motivo de consulta en mujeres de Arequipa, Perú

• Apoyo social y percepción de los padres en adolescentes fumadores y no fumadores

Artículos originales• Clasificación del deterioro cognitivo en adultos mayores con diabetes mellitus tipo 2

• Úlceras por presión en pacientes en un Hospital General de Zona

• Dolor neuropático y su asociación con el índice de gravedad de insomnio en pacientes con diabetes mellitus tipo 2

www.fmposgrado.unam.mx ■ www.revistas.unam.mxRegistrada en: latindex, www.latindex.org

periódica, www.dgbiblio.unam.mx ■ iresie, www.iisue.unam.mx/iresieBiBlioteca cgt-iBt-unam, biblioteca.ibt.unam.mx ■ medigraphic, www.medigraphic.com

doi: http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p

Coronaviruscovid 19

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Universidad nacional aUtónoma de méxico

Dr. Enrique Luis Graue WiechersRector

FacUltad de medicina

Dr. Germán Enrique Fajardo DolciDirector

Dra. Irene Durante MontielSecretaria general

Dr. José Halabe CheremJefe de la División de Estudios de Posgrado

Dra. Rosalinda Guevara GuzmánJefa de la División de Investigación

Dra. María de los Ángeles Fernández AltunaSecretaria de Servicios Escolares

Dra. Alicia Hamui SuttonSecretaria de Educación Médica

Dr. Alberto Lifshitz GuinzbergSecretario de Enseñanza Clínicae Internado Médico

división de estUdios de Posgrado

Dr. José Halabe CheremJefe de la División

Dr. Rogelio Chavolla MagañaSecretario académico

Dr. Gerhard Heinze MartinJefe de la Subdivisión de Especializaciones Médicas

Dr. Juan José Mazón RamírezJefe de la Subdivisión de Medicina Familiar

Dr. Julio Cacho SalazarJefe de la Subdivisión de Graduadosy Educación Continua

atención Familiar

Dr. Juan José Mazón RamírezFundador

Dr. Geovani López OrtizEditor responsable

Mtra. Lilia Aurora Arévalo RamírezEditora técnica

Dr. Raúl Ariza AndracaDr. Eduardo López OrtizDra. Indira Mendiola PastranaCoeditores

dg David Cortés ÁlvarezDiseñador

Libia Brenda Castro RojanoAsistente editorial

Comité EditorialDra. Verónica Casado Vicente (España)Dr. Javier Domínguez del Olmo (México)Dr. Carlo Alberto Frati Munari (México)Dr. Carlos Roberto Jaen (Estados Unidos) Dr. Eduardo López Ortiz (México)Dr. Javier Santacruz Varela (México)Dr. José Saura Llamas (España)

Traducción y corrección de estilo en inglésLic. Patricia A. Arévalo Ramírez

Atención Familiarvol. 27, no. 2abril-junio de 2020issn digital: en trámite

Publicación trimestral de la Universidad Nacional Autónoma de México,Ciudad Universitaria, delegación Coyoacán, c.p. 04510, Ciudad de México, a través de la Subdivisión de Medicina Familiar, División de Estudios de Posgradode la Facultad de Medicina, Unidad de Posgrado, edificio G, segundo nivel, Circuito de Posgrados, Centro Cultural Universitario, Ciudad Universitaria, delegación Coyoacán, c.p. 04510, Ciudad de México

Editor responsable:Dr. Geovani López Ortiz

Número de certificado de reservade derechos al uso exclusivo del título:04-2003-121914243800-203Certificado de licitud de título: 11938Certificado de licitud de contenido: 8342

Para consultarse en internet:http://www.revistas.unam.mx/index.php/atencion_familiarhttp://www.fmposgrado.unam.mxdoi: http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p

Cualquier comentario o información se agradecerá a: [email protected]. 55 56 23 72 74

Las opiniones expresadas en los artículos firmados que se publican en Atención Fa-miliar son responsabilidad de sus autores

Los artículos contenidos en esta publica-ción pueden reproducirse citando la fuente.

El Comité Editorial se reserva el derecho de realizar las adecuaciones pertinentes a los artículos.

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Editorial • Cambios en el abordaje diagnóstiCo de Covid-19 en China

Eduardo López Ortiz, Juan José Mazón Ramírez

artículos originalEs• ClasifiCaCión del deterioro Cognitivo en adultos mayores Con diabetes mellitus tipo 2

Ana Cristian Ramos Domínguez, Eduardo Vilchis Chaparro, Gilberto Espinoza Anrubio, María Elena Chaparro Anaya

• ÚlCeras por presión en paCientes en un hospital general de Zona Kandy Aracely Parra Carlo, Angélica María Martínez Contreras, Guadalupe Ortega Vélez, Juan Carlos Vázquez Bustamante,Rafael Iván Ayala, Joan Dautt Silva, Alfonso Magaña Méndez

• dolor neuropátiCo y su asoCiaCión Con el índiCe de gravedad de insomnio en paCientes Con diabetes mellitus tipo 2Laura Patricia Flores Ayala, Ana Laura Guerrero Morales, Imer Guillermo Herrera Olvera

• malestar psiCológiCo, relaCión Con la familia y motivo de Consulta en mujeres de arequipa, perÚ

José Jessid Capaquira Morales, Walter L. Arias Gallegos, Agueda Muñoz del Carpio Toia, Renzo Rivera C.

• apoyo soCial y perCepCión de los padres en adolesCentes fumadores y no fumadores

Everardo Villar Aguirre, Jehú Arturo Tamayo Calderón

rEportE dE caso• rotura espontánea de vesíCula biliar sana, reporte de Caso y revisión de literatura

Víctor Gómez Recillas, Laura A. Montes Rangel, Cinthia A. Vázquez Reyes, Laura Mejía Domínguez, Esaú Núñez Aguilar

• dolor abdominal autolimitado

Jorge Teruel Ríos, Mariano Leal Hernández, Marta Pérez Valencia, Yasmina Bautista Mártir, Alberto Kramer Ramos

idEntifiquE El caso• paCiente Con epoC

Libia E. Corona Caloca

carta al Editor• abordaje integral del adulto mayor: una mirada desde la atenCión primaria

Daniela M. Perilla Orozco, Adalberto D. Pantoja Molina, Jorge A. Sánchez Duque

Órgano de difusión científica de la Subdivisión de Medicina FamiliarDivisión de Estudios de Posgrado, Facultad de Medicina, unam

Aten. Fam. Volumen 27 no. 2 abril-junio, 2020

www.fmposgrado.unam.mxwww.revistas.unam.mx

Contenido

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Editorial• Changes in diagnostiC approaCh of Covid-19 in China

Eduardo López Ortiz, Juan José Mazón Ramírez

original articlEs• Cognitive impairment ClassifiCation in the elderly with type 2 diabetes mellitus

Ana Cristian Ramos Domínguez, Eduardo Vilchis Chaparro, Gilberto Espinoza Anrubio, María Elena Chaparro Anaya

• pressure ulCers in patients at a general Zone hospital Kandy Aracely Parra Carlo, Angélica María Martínez Contreras, Guadalupe Ortega Vélez, Juan Carlos Vázquez Bustamante,Rafael Iván Ayala, Joan Dautt Silva, Alfonso Magaña Méndez

• neuropathiC pain and its assoCiation with the severity rate of insomnia in patients with type 2 diabetes mellitus Laura Patricia Flores Ayala, Ana Laura Guerrero Morales, Imer Guillermo Herrera Olvera

• psyChologiCal distress, family relationship and reasons for Consultation of women from arequipa, peru

José Jessid Capaquira Morales, Walter L. Arias Gallegos, Agueda Muñoz del Carpio Toia, Renzo Rivera C.

• soCial support and parental perCeption in smoking and non-smoking adolesCents

Everardo Villar Aguirre, Jehú Arturo Tamayo Calderón

casE rEport• spontaneous healthy gallbladder perforation, Case report and literature review

Víctor Gómez Recillas, Laura A. Montes Rangel, Cinthia A. Vázquez Reyes, Laura Mejía Domínguez, Esaú Núñez Aguilar

• self-limiting abdominal pain

Jorge Teruel Ríos, Mariano Leal Hernández, Marta Pérez Valencia, Yasmina Bautista Mártir, Alberto Kramer Ramos

idEntify a casE• a patient with gold

Libia E. Corona Caloca

lEttEr to thE Editor• a Comprehensive approaCh to the elderly: a view from primary Care

Daniela M. Perilla Orozco, Adalberto D. Pantoja Molina, Jorge A. Sánchez Duque

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Editorial

Cuando reflexionamos sobre el papel que tiene la interconectividad entre las naciones, entendemos cómo un conglomerado de infecciones propiciadas por SARS-Cov-2 se convirtió en un evento de magnitud internacional.1

La capacidad de comunicación ha funcionado como estrategia primaria ante una pandemia que sigue demostrando su capacidad de dispersión. La comunicación rápida de resultados desde distintas disciplinas de la ciencia ha ayudado a que haya respuestas locales y globales ante el brote.2,3

Actualmente, la situación en China es complicada, escasean los insumos para realizar los exámenes diagnósticos, los laboratorios están al límite de sus capacidades y el tiempo de demora entre la toma de muestras y el resultado de laboratorio impacta negativamente en el aislamiento y tratamiento oportuno.4

Por lo anterior se ha propuesto que, para hacer el proceso de detección, diagnóstico y tratamiento más efectivo, se permita confirmar los casos de covid-19 con la sospecha clínica más el hallazgo de patrones típicos identificados en la tomografía de tórax.5,6 Esto representa un claro ejemplo del papel protagónico que tienen los médicos de atención primaria, ya que con su experiencia y criterio clínico ayudarían no solo a la identificación de una amenaza mundial, sino a la instauración del manejo de soporte que permitiría poner menos vidas en riesgo.

Cambios en el abordaje diagnóstico de Covid-19 en China

Changes in Diagnostic Approach of covid-19 in China

Eduardo López Ortiz,* Juan José Mazón Ramírez*

*Subdivisión de Medicina Familiar, División de Estu-dios de Posgrado, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México.

Sugerencia de citación: López Ortiz E, Mazón Ramírez JJ. Cambios en el abordaje diagnóstico de covid-19 en Chi-na. Aten Fam. 2020;27-(2)59-60. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75199

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López Ortiz E y col.Aten Fam. 2020;27-(2)59-60. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75199

Esta estrategia responde a una ne-cesidad respecto del abordaje inicial que busca confirmar los casos por alguna técnica de laboratorio, sin embargo, China ha tomado decisiones importantes para la contención del brote, ante eventos como el desabasto de insumos y falta de recursos humanos.

La situación de la pandemia pone en perspectiva lo complejo de la relación entre política y ciencia; el pasado siete de febrero se reportó la muerte del Dr. Li Wenliang, médico oftalmólogo que trató de alertar de manera temprana sobre el brote con comportamiento al de sars en 2003 y cuyas autoridades respondieron con censura; su muerte se califica como una consecuencia del autoritarismo y la falta de independencia en el discurso que desde la academia, como desde otros sectores, se debería de garantizar.7, 8

Una vez identificada la gravedad del brote en el mundo, se han tomado medidas sin precedentes, entre las que destacan: cuarentena en ciudades con millones de habitantes, cierre de fron-teras, cancelación de vuelos y eventos internacionales, quema de dinero en efectivo, desinfecciones masivas en las calles, toma de temperatura en puntos de entrada a diferentes localidades y aisla-miento sin derecho a desembarcar, entre otros. En este contexto, las colaboracio-nes entre academia, industria, sociedad

civil y la Organización Mundial de la Salud (oms) han contenido la dispersión del virus a otros territorios.9-11

El brote ha afectado hasta el 5 de mayo de 2020 a las 12:00 del día a 190 países, existen 3689419 casos en todo el mundo y 255286 víctimas fatales.12

Desde la revista Atención Familiar invitamos al personal de salud a no con-tribuir con la difusión de información no validada; el personal de salud de primera atención es la primera línea de defensa que tenemos como sociedad, por eso la importancia de su capacitación, actualización y manejo crítico de la información.12 Es importante consultar los recursos de información tanto de la Secretaria de Salud como de la oms para poder transmitirla de forma eficiente al público.13

Referencias1. Li Q, Guan X, Wu P, Wang X, Zhou L, Tong Y, et

al. Early Transmission Dynamics in Wuhan, Chi-na, of Novel Coronavirus-Infected Pneumonia. N Engl J Med. 2020;1-9. [Internet] [Citado 2020 Feb 17]. Disponible en: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/31995857

2. Read, Jonathan M., et al. "Novel coronavirus 2019-nCoV: early estimation of epidemiological parameters and epidemic predictions." medRxiv (2020).

3. Letko, Michael C., and Vincent Munster. "Functional assessment of cell entry and re-ceptor usage for lineage B β-coronaviruses, including 2019-nCoV." bioRxiv (2020). DOI:10.1101/2020.01.22.915660.

4. Wee S-L. As Deaths Mount, China Tries to Speed Up Coronavirus Testing - The New York Times

[Internet]. 2020 [Citado 2020 Feb 17]. Dispo-nible en: https://www.nytimes.com/2020/02/09/world/asia/china-coronavirus-tests.html

5. Kanne JP. Chest CT Findings in 2019 Novel Coro-navirus (2019-nCoV) Infections from Wuhan, China: Key Points for the Radiologist. Radiology. 4;(8):200241. [Internet]. [Citado 2020 Feb 4] Disponible en: http://pubs.rsna.org/doi/10.1148/radiol.2020200241

6. Chung M, Bernheim A, Mei X, Zhang N, Huang M, Zeng X, et al. CT Imaging Features of 2019 Novel Coronavirus (2019-nCoV). Radiology. 2020;200230. [Internet]. [Citado 2020 Feb 17] Disponible en: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pub-med/32017661

7. Xiong Y. Wuhan hospital announces death of whistleblower doctor Li Wenliang - CNN [Inter-net]. 2020 [Citado 2020 Feb 17]. disponible en: https://edition.cnn.com/2020/02/06/asia/li-wen-liang-coronavirus-whistleblower-doctor-dies-intl/index.html

8. Cohen J. New coronavirus threat galvanizes scien-tists. Science. 2020;367(6477):492-3.

9. Rambaut A. Virological [Internet]. [Citado 2020 Feb 1]. Disponible en: http://virological.org/

10. Engineering JHWS of. Coronavirus 2019-nCoV [Internet]. 2020 [Citado 2020 Feb 1]. Disponible en: https://gisanddata.maps.arcgis.com/apps/opsdashboard/index.html#/bda-7594740fd40299423467b48e9ecf6

11. WHO. Novel Coronavirus (2019-nCov) Situa-tion Report 20. REPORT. p. 7. [Internet]. 2020 [Citado 2020 Feb 9]. Disponible en: https://www.who.int/docs/default-source/coronaviru-se/situation-reports/20200209-sitrep-20-ncov.pdf?sfvrsn=6f80d1b9_4

12. 12. [LIVE] Coronavirus Pandemic: Real Time Counter, World Map, News Royla Stats [Internet]. [citado el 5 de mayo de 2020]. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=NMre6IAAAiU

13. Secretaría de Salud S. Nuevo Coronavirus 2019 nCoV, Comunicado Técnico Diario | Secretaría de Salud | Gobierno | gob.mx [Internet]. 2020 [Ci-tado 2020 Feb 1]. Disponible en: https://www.gob.mx/salud/documentos/nuevo-coronavirus-2019-ncov-comunicado-tecnico-diario

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Resumen Objetivo: clasificar el deterioro cognitivo en adultos mayores con diabetes mellitus tipo 2 (dm2) adscritos a una Unidad de Medicina Familiar (umf) de la Ciudad de México. Métodos: estudio transversal realizado de marzo a junio de 2018. Se inclu-yeron 139 pacientes con dm2, de ambos sexos, mayores de 60 años, sin diagnóstico de demencia o deterioro cognitivo. Se utilizó el cuestionario Mini Mental de Folstein para clasificar el grado de deterioro cognitivo. Resultados: en deterioro cognitivo mo-derado, el sexo femenino representó 7.2% (n=10%). Los adultos mayores que tuvieron de seis a diez años de diagnóstico de dm2 reportaron 5% de deterioro cognitivo leve (n=7) y aquellos con más de diez años de diagnóstico representaron 5.8% (n=8). La hipertensión arterial sistémica fue la comorbilidad mayormente asociada a dm2 para desarrollar deterioro cognitivo grave en 4% (n=6). Conclusiones: el sexo femenino fue el más afectado, con mayor porcentaje en deterioro cognitivo leve y moderado, los factores asociados a mayor riesgo de presentarlo fueron más de seis años de evolución del diagnóstico de dm2 y su asociación con hipertensión arterial sistémica.

Palabras clave: diabetes mellitus tipo 2, deterioro cognitivo, adulto mayor

Artículo original

Recibido: 31/07/2019Aceptado: 24/11/2019

*Hospital General de Zona con Unidad de Medicina Familiar no. 8. Instituto Mexicano del Seguro Social**Centro Médico Nacional Siglo xxi. Instituto Mexi-cano del Seguro Social.***Unidad de Medicina Familiar no. 140. Instituto Mexicano del Seguro Social.

Correspondencia:Eduardo Vilchis [email protected]

Clasificación del deterioro cognitivo en adultos mayores con diabetes mellitus tipo 2

Cognitive Impairment Classification in the Elderly with Type 2 Diabetes Mellitus

Ana Cristian Ramos Domínguez,* Eduardo Vilchis Chaparro,** Gilberto Espinoza Anrubio,* María Elena Chaparro Anaya***

Sugerencia de citación: Ramos Domínguez AC, Vilchis Chaparro E, Espinoza Anrubio G, Chaparro Anaya ME. Clasificación del deterioro cognitivo en adultos mayores con diabetes mellitus tipo 2. Aten Fam. 2020;27(2):61-65.http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75200

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SummaryObjective: to classify cognitive im-pairment in the elderly with type 2 diabetes mellitus (dm2) attending to a Family Medicine Unit (fmu) in Mexico City. Methods: cross-sectional study conducted from March to June 2018. 139 patients with dm2, both genders, 60 years old or over with no diagnosis of dementia or cognitive impairment were included. Folstein’s Mini Mental questionnaire was used to classify the degree of cognitive impairment. Results: in moderate cognitive impairment, wo-men accounted for 7.2% (n=10). The elderly who had been diagnosed with dm2 for six to ten years reported 5% of mild cognitive impairment (n=7) and those with a diagnosis more than ten years represented 5.8% (n=8). Systemic high blood pressure was the comorbidity most associated with dm2 to develop se-vere cognitive impairment at 4% (n=6). Conclusions: the most affected and the highest percentage in mild and moderate cognitive impairment, were women; the factors associated with the increased risk of developing it were more than six years of evolution of the dm2 diagnosis and its association with systemic arteria hypertension.

Keywords: Diabetes Mellitus Type 2, Cognition Disorders, Elderly

IntroducciónLa dm2 es un problema de salud públi-ca de gran impacto. La Organización Mundial de la Salud (oms) reporta que para el año 2030 habrá 522 millones de personas con dm2 en el mundo.1 Aproxi-madamente 62 millones de personas que padecen esta enfermedad se encuentran en América Latina;2 su prevalencia en México en adultos mayores de 60 años

fue de 24.3%, de acuerdo con la Encues-ta Nacional de Salud (Ensanut) 2016.3

La Federación Internacional de Diabetes (fid) estimó que, en todo el mundo, hasta 193 millones de adultos desconocen que actualmente padecen dm2.4 En México, esta enfermedad ocupa una de las primeras causas de mortalidad.5

El deterioro cognitivo leve se en-cuentra entre las alteraciones habituales del envejecimiento, así como la demencia temprana. El deterioro cognitivo debe ser confirmado mediante pruebas que permiten evaluar y tener como referente a un grupo de personas con la misma edad y nivel de escolarización, con el propósito de evitar sesgos en su diagnóstico.6

La Ensanut 2016 no reportó datos para prevalencia de deterioro cognitivo, sin embargo, en 2012, éste fue de 7.3%, siendo mayor en mujeres, adultos ma-yores, individuos con menor grado de escolaridad y residentes de áreas rurales. 7

Un adulto mayor con dm2 tiene mayor probabilidad de presentar dete-rioro cognitivo, debido a los cambios estructurales y funcionales en el sistema nervioso central producto del proceso de envejecimiento, así como de la pérdida de volumen y adelgazamiento de la cor-teza frontal, disminución del volumen neuronal no uniforme, cambios sinápti-cos, disminución en número y tamaño en las extensiones dendríticas de las células piramidales, disminución en neurotrans-misores como la acetilcolina, entre otros factores que impactan en el desarrollo y agudización de este problema.8-10

Se han desarrollado múltiples esca-las para el diagnóstico y clasificación del deterioro cognitivo, una de ellas es el cuestionario Mini Mental de Folstein que está validado para la población mexicana de adultos mayores, presenta una sensi-

bilidad de 89% y especificidad de 66%. Consta de una serie de preguntas agru-padas en diferentes categorías relevantes de la función cognitiva, incluidas la orientación temporo-espacial, atención, memoria reciente y de fijación, cálculo, capacidad de abstracción, lenguaje y pra-xis (denominación, repetición, lectura, orden, grafismo y copia).11,12

La identificación oportuna del deterioro cognitivo en pacientes con dm2 puede prolongar la independen-cia funcional y conservar la calidad de vida del paciente y de su familia, esto podría evitar la sobrecarga del cuidador y disminuir el riesgo que se institucio-nalizace al paciente, con un impacto secundario de un menor costo para las instituciones de salud.

Debido a la interrelación entre los factores señalados en el surgimiento y agudización del deterioro cognitivo, el objetivo del presente estudio fue clasificar este deterioro en adultos mayores que presentan dm2.

Métodos Se realizó un estudio transversal durante el periodo comprendido del 1 de mar-zo al 30 junio de 2018, en el Hospital General de Zona con Medicina Familiar (hgz) no. 8 de la Ciudad de México. Previa autorización del comité de ética e investigación de la institución y firma de consentimiento informado por el pa-ciente y alguno de sus familiares, debido a que el grupo de estudio pertenece a una población vulnerable. Participaron 139 pacientes con dm2, de ambos sexos, mayores de 60 años, derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro So-cial (imss) que acudieron a la consulta externa de medicina familiar durante el periodo de estudio; los criterios de exclusión fueron pacientes que no sabían

Ramos Domínguez AC y cols.Aten Fam. 2020;27(2):61-65. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75200

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Deterioro cognitivo en adultos mayores con dm2Aten Fam. 2020;27(2):61-65. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75200

leer ni escribir, con déficit auditivo o visual no corregidos y que presentaran trastornos psiquiátricos o demencias previamente diagnosticadas. Se realizó cálculo de tamaño de muestra para estimar una proporción en poblaciones infinitas y se realizó muestreo no proba-bilístico por conveniencia.

En todos los pacientes se obtuvieron datos sociodemográficos y antecedentes patológicos. El instrumento utilizado fue el cuestionario Mini Mental de Folstein, que determina el grado de deterioro cognitivo y está validado en adultos ma-yores (alfa de Cronbach de 0.856);12,13

evalúa la orientación temporal y espacial, atención, memoria reciente y de fijación, cálculo, capacidad de abstracción, len-guaje y praxis incluyendo denominación, repetición, lectura, orden, grafismo y copia. De acuerdo con los puntajes ob-tenidos se puede clasificar a los pacientes con deterioro cognitivo leve (19-23 pun-tos), moderado (14-18 puntos) y grave (menor de 14 puntos).14-15

Se realizó análisis descriptivo me-diante cálculo de medidas de tendencia central y dispersión para las variables cuantitativas. Para la descripción de las variables cualitativas se calcularon frecuencias y porcentajes. El análisis de los datos se realizó con el programa spss v. 24.

Resultados Se estudiaron 139 pacientes, 56.8% del sexo femenino (n=79) y 43.2%, mascu-lino (n=60). La media de edad fue de 70.07± 6.69 años, mínimo 60 años y máximo 88 años. 54.7% de los pacientes tenía entre 60 y 70 años (n=76), mientras que 45.3% de ellos era mayor de 71 años (n=63).

La prevalencia global del deterioro cognitivo evaluado por el cuestionario

Mini Mental en esta población fue de 63.3% en estado cognitivo normal (n=88), mientras que el restante 36.7% se distribuyó en deterioro cognitivo leve, moderado y grave (n=51), este último se presentó en 5% de la población analizada (n=7), ver figura 1.

Al respecto de la distribución por sexo, 10.1% de mujeres (n=14) y 7.9% de hombres (n=11) manifestaron un de-terioro cognitivo leve, mientras que 7.2% de mujeres (n=10) y 6.5% de hombres (n=9) presentaron un deterioro cognitivo moderado; en 2.2% de mujeres (n=3) y 2.9% de hombres (n=4) este deterioro fue severo, ver figura 2.

La figura 3 muestra la prevalencia de deterioro cognitivo en relación con los años de diagnóstico de dm2. 2.20% de los pacientes con seis a diez años de diagnóstico de dm2 presentó deterioro cognitivo grave, 4.30%, deterioro cogni-tivo moderado y 5%, deterioro cognitivo leve. Se muestra también la distribución de deterioro cognitivo para los pacientes con menos de cinco años y aquellos que tuvieron más de diez años de diagnóstico de dm2.

Al evaluar la presencia de comor-bilidades en los pacientes con dm2 y la

prevalencia de deterioro cognitivo por cada una de ellas, la comorbilidad más frecuente fue la hipertensión arterial sistémica (has). Se encontró la coexis-tencia de dm2, has y deterioro cognitivo grave en 4% de la población estudiada, figura 4.

DiscusiónEn el presente estudio se reportó una relación entre has y dm2, se ha señalado que ambas enfermedades son factores asociados al desarrollo de deterioro cognitivo.16

Tal como se reporta en otras in-vestigaciones, existe mayor deterioro cognitivo en relación con los años de evolución de dm2;17 en la población de estudio se presentó 4.30% de dete-rioro cognitivo moderado y 2.20% de deterioro severo a partir de seis años de diagnóstico de dm2.

Es de gran relevancia analizar el de-terioro cognitivo en adultos mayores en el primer nivel de atención, debido a que este grupo etario es un sector vulnerable y demanda un porcentaje importante de la atención médica que se otorga al público. El cuestionario referido se puede aplicar en la consulta de medicina familiar

Estadocognitivo normal

Deteriorocognitivo moderado

Deteriorocognitivo leve

Deteriorocognitivo grave

Grado de deterioro cognitivo

63.3%

18%13.7%

5%

Por

cent

aje

de d

eter

ioro

cog

nitiv

o

Figura 1. Grado de deterioro cognitivo en el adulto mayor con dm2

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Estadocognitivo normal

Deteriorocognitivo moderado

Deteriorocognitivo leve

Deteriorocognitivo grave

Años de diagnóstico de dm2

Menosde un año

De 1 a 5 años De 6 a 10 años Más de 10 años

2.20%

15.10%

25.20%

20.90%

0.70%

5.00% 5.00% 5.80%2.20%

4.30%6.50%

0.70% 2.20% 1.40%

Por

cent

aje

de d

eter

ioro

cog

nitiv

o Figura 3. Diagnóstico de dm2 y deterioro cognitivo en adultos mayores

Estadocognitivo normal

Deteriorocognitivo moderado

Deteriorocognitivo leve

Deteriorocognitivo grave

Comorbilidades asociadas a dm2

has epoc ar Osteoartrosiserc Retinopatíadiabética

43.60%

4.00% 3.00%3.00%5.00%

3.00%

15.80%

1.00% 2.00%

11.90%

2.00% 1.00%4.00%

1.00%

Por

cent

aje

de d

eter

ioro

cog

nitiv

o

Figura 4. Deterioro cognitivo y comorbilidades en pacientes adultos mayores con dm2

Ramos Domínguez AC y cols.Aten Fam. 2020;27(2):61-65. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75200

Estadocognitivo normal

Deteriorocognitivo moderado

Deteriorocognitivo leve

Deteriorocognitivo grave

Femenino

Sexo

Masculino

37.4%

25.9%

10%7.9%7.2%

2.2%

6.5%2.9%

Por

cent

aje

de d

eter

ioro

cog

nitiv

o

Figura 2. Deterioro cognitivo por sexo en adultos mayores con dm2

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para detectar algún grado de deterioro cognitivo y, a partir de ello, establecer intervenciones basadas en redes de apoyo como la familia.

El deterioro cognitivo, en sus dife-rentes grados, es una entidad presente en una cantidad importante de pacientes con dm2. Es importante la identificación temprana del deterioro cognitivo para prevenir su progresión y mejorar la cali-dad de vida de los pacientes.6,9-11

Dentro de las limitaciones de este estudio se reconoce el tipo de muestreo, debido a que se entrevistó a pacientes que acudían al Servicio de Consulta Externa de Medicina Familiar a conveniencia del entrevistador; esto puede generar sesgos de selección que impactarían en la obten-ción de resultados para hacer inferencias más amplias. Otra de las limitaciones fue el diseño del estudio, el cual no permite seguir la evolución de los pacientes para determinar qué otros efectos pueden influir en un mayor deterioro cognitivo y tampoco, determinar si son efectivas las estrategias preventivas que pudieran proponerse.

Conclusiones El mayor porcentaje de deterioro leve y moderado se presentó en el sexo femeni-no, los factores asociados a un incremento en el riesgo de presentarlo fueron tener más de seis años de evolución de dm2 con has como comorbilidad.

Se debe realizar un seguimiento in-tegral de la función cognitiva en adultos mayores y poner especial cuidado en aquellos que presentan dm2 y comorbi-lidades asociadas, a fin de evitar futuras complicaciones que tengan impacto sobre su calidad y esperanza de vida.

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Deterioro cognitivo en adultos mayores con dm2Aten Fam. 2020;27(2):61-65. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75200

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Artículo original

ResumenObjetivo: determinar la prevalencia de úlceras por presión en pacientes en el Hospital General de Zona no. 30 del Instituto Mexicano del Seguro Social, en Baja California, México. Metodología: se realizó un estudio transversal, mediante la revisión y recolección de datos de los pacientes con reporte de úlceras por presión en el registro de la Clínica de Heridas. Los datos fueron analiza-dos mediante estadística descriptiva, se utilizó el programa spss v. 21; se obtuvieron medidas de tendencia central, porcentajes y frecuencias. Resultados: se encontraron 470 casos de úlceras por presión. Predominó el sexo femenino y la mayoría de casos se registraron en pacientes >70 años. El servicio de Medicina Interna tuvo el mayor número de casos, 79.15% (n=372). La localización anatómica más frecuente fue en la región sacra 58.94% (n=277). El grado de severidad más co-mún fue el grado ii en 61.06% de pacientes (n=287). El rango de estancia hospitalaria con mayor número de casos fue de dos a siete días con 37.87% casos reportados (n=178). Conclusiones: las úlceras por presión afectaron con mayor frecuencia a personas de la tercera edad. Su localización y grado de severidad son complicaciones recurrentes en este tipo de padecimientos. La prevención y las estrategias de identificación temprana deben ser implementadas para disminuir su incidencia.

Palabras clave: úlceras por presión, prevalencia, geriatría, estancia hospitalaria

Úlceras por presión en pacientes en un Hospital General de Zona

Pressure Ulcers in patients at a General Zone Hospital

Kandy Aracely Parra Carlo,* Angélica María Martínez Contreras,** Guadalupe Ortega Vélez,* Juan Carlos Vázquez Bustamante,**

Rafael Iván Ayala,*** Joan Dautt Silva,** Alfonso Magaña Méndez**

Recibido: 31/07/2019Aceptado: 24/11/2019

*Unidad de Medicina Familiar no. 28. Instituto Mexicano del Seguro Social, Mexicali, México.**Hospital General de Zona no. 30. Instituto Mexicano del Seguro Social.***Facultad de Medicina Mexicali, Universidad Autónoma de Baja California. Mexicali. México.

Correspondencia:Angélica María Martínez [email protected]

Sugerencia de citación: Parra Carlo KA, Martínez Contreras AM, Ortega Vélez G, Vázquez Bustamante JC, Iván Ayala R, Dautt Silva J, Magaña Méndez A. Úlceras por presión en un Hospital General de Zona de Baja California, México. Aten Fam. 2020;27(2):66-70. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75201

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Úlceras por presiónAten Fam. 2020;27(2):66-70. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75201

SummaryObjective: to determine the prevalence of pressure ulcers in patients at a General Hospital Zone no. 30 of the Mexican Institute of Social Security (imss) in Baja California, Mexico. Methods: cross-sectional study, by reviewing and collecting data of patients with pressure ulcer reported in the Wound Clinic reg-istry. The program spss v. 21 was used to analyze data by descriptive statistics; central trend measures, percentages and frequencies were obtained. Re-sults: 470 cases of pressure ulcers were found. Women predominated and the majority of cases were patients over 70 years. The Internal Medicine service had the highest number of cases, 79.15% (n=372). The most common anatomi-cal location was in the sacral region 58.94% (n=277). The most common severity degree was grade ii in 61.06% of patients (n=287). The hospital stay range with the highest number of cases was two to seven days with 37.87% of the reported cases (n=178). Conclu-sions: The elderly were the most often affected patients with pressure ulcers. Its location and severity degree are recurrent complications in this type of condition. Prevention and early identification strat-egies should be implemented to decrease their incidence.

Keywords: Presure Ulcer, Prevalence, Geriatrics, Length of Stay

IntroducciónLas úlceras por presión constituyen uno de los principales problemas de salud pública en el mundo, por su incidencia, prevalencia e impacto, producen desgas-te físico, emocional, social y económico en pacientes y cuidadores. Este tipo de lesión se presenta en personas postra-

das en sus hogares o cuando se brinda atención hospitalaria en pacientes con enfermedades de alta complejidad.1-4

Existen graves afectaciones en el estado de salud y la calidad de vida de los pacientes que presentan úlceras por presión, se limitan las capacidades de autocuidado y existen graves consecuen-cias socioeconómicas para el paciente y familiares; esta condición clínica es responsable de hospitalizaciones pro-longadas, pronósticos desfavorables, disminución de la esperanza de vida; mayor consumo de insumos y tiempo de personal de salud, lo que incrementa los costos para los sistemas de salud.1-4

El National Institute for Health and Care Excellence (nice) del Reino Unido, en los últimos siete años, reportó una prevalencia en descenso de las úlceras por presión: mientras que en 2012 fue de 6.8%, en 2018 solo alcanzó 3.8%. En Estados Unidos reportan un rango de 5 a 15% de estas lesiones, con un costo anual aproximado a los once mil millones de dólares.5-8 En México estas cifras varían de 3 a 17% en pacientes hospitalizados, porcentaje que se incrementa hasta 40% en pacientes geriátricos y 50% en pacientes que requieren atención en las unidades de cuidados intensivos. En Europa se reportan prevalencias de 18 a 20%, mientras que en otros países de América sus prevalencias oscilan de 10 a 23%.4

Las úlceras de presión, también llamadas de decúbito, se definen como lesiones de origen isquémico que dañan la piel y los tejidos subyacentes y son producidas por presión prolongada o fricción entre una superficie externa y un plano cartilaginoso.1

Los procesos fisiopatológicos im-plicados en su etiología son variados, pero confluyen en la isquemia tisular,

muerte celular y ulceración. Los compo-nentes de este proceso pueden separarse en causas directas e indirectas. Dentro de las primeras se encuentran: presión, cortes, fricción, inmovilidad, pérdida de la sensibilidad y múltiples patologías; mientras que en las causas indirectas destacan: movilidad reducida, nutrición deficiente, diabetes, enfermedad renal crónica, falla cardíaca, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, incon-tinencia, enfermedades mentales y envejecimiento de la piel.9 Por su severi-dad, se clasifican en cuatro grados, según el panel europeo de úlceras por presión.6

En el desarrollo de las úlceras por presión la prevención tiene un papel importante, se estima que hasta 95-98% de éstas son evitables.7 La aplicación de medidas preventivas, como la movili-zación, nutrición y cuidados de la piel, además de una adecuada identificación de los factores de riesgo, disminuyen su tasa de incidencia.10-12

Dado el contexto señalado, el ob-jetivo de este estudio fue determinar la prevalencia de úlceras por presión en el Hospital General de Zona (hgz) no. 30 del Instituto Mexicano del Seguro Social (imss) en Mexicali, Baja Califor-nia, México.

MétodosSe realizó un estudio de tipo transversal, para el cual se extrajo la información de expedientes clínicos y de la base de datos de todos los pacientes pertenecientes a la Clínica de Heridas, que presentaron úlceras por presión en el hgz no. 30.

Para el estudio se decidió considerar a toda la población. Se establecieron como criterios de inclusión expedientes clínicos de pacientes mayores de quince años, de ambos sexos, que hubieran desarrollado úlceras por presión durante

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su internamiento, atendidos en la Clí-nica de Heridas, de enero a diciembre de 2016.

Las variables analizadas fueron edad, sexo, el servicio por especialidad médica, sitio anatómico de localización de la úlcera, estadificación de las úlceras por presión, comorbilidades asociadas, días de estancia hospitalaria e inicio de la úlcera intra o extrahospitalaria. Se excluyeron los expedientes con datos incompletos.

Esta investigación fue realiza-da siguiendo los lineamientos de la Declaración de Helsinki, así como el Reglamento de la Ley General de Sa-

lud en materia de Investigación de los Estados Unidos Mexicanos. Se contó con la autorización del Comité Local de Investigación y Ética en Investiga-ción en Salud, con número de registro R-2016-201-90.

El análisis estadístico se realizó con el programa spss v. 21, se utilizó estadís-tica descriptiva con medidas de tendencia central y de dispersión para variables cuantitativas; frecuencias absolutas y porcentajes para variables cualitativas.

ResultadosEl número de pacientes que estuvo hospitalizado en el año 2016 en el hgz

no. 30 fue de 13 890. Se realizó una búsqueda exhaustiva de la prevalencia de úlceras por presión en pacientes presentadas en este periodo y se encontró un total de 470 casos que cumplieron con los criterios de inclusión (3.38%). De los casos referidos, 54.04% fueron mujeres (n=254) y 45.96% fueron hombres (n=216).

En cuanto a su desarrollo, 291 casos fueron extrahospitalarios (61.91%) y 179 intrahospitalarios (38.09%). Con una estimación de 2 411 pacientes postrados, en riesgo; por lo que se estima una prevalencia hospitalaria de úlceras por presión en 7.24%.

Rangos de edad (años)

20-30 31-40 41-50 51-60 61-70 71-80 ≥81

1.70

30.00%

25.00%

20.00%

15.00%

10.00%

5.00%

0.00%

19.36

4.68

26.60

10.0012.34

25.32

Pre

vale

ncia

Figura 1. Distribución de prevalencia por grupos de edad

Localización

Sacro Cadera Trócanter Talón Omóplato Otros

68.59

11.55

9.75 18

.75

56.25

100.0

0

16.44

63.01

58.33

41.67

61.45

12.33

8.22

10.11

100.0

80.0

60.0

40.0

20.0

0.0

Por

cent

aje

Figura 2. Porcentaje de distribución acorde al grado de lesiones y localización anatómica

I

III

II

IV12.50

31.33

12.50

6.02

1.20

Parra Carlo KA y cols.Aten Fam. 2020;27(2):66-70. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75201

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Se categorizó a los pacientes por décadas, con una mayor prevalencia en el grupo de 71 a 80 años, seguido por el de mayores de 81 años; los pacientes que presentaron una menor prevalencia se ubicaron en el grupo de 20 a 30 años. La media global de edad fue 68.84 años (de± 16.11), el rango fue de 22 a 101 años. En la figura 1, se muestra la dis-tribución por edades.

La distribución de la prevalencia de las úlceras por presión de acuerdo al servicio de hospitalización fue: me-dicina interna con 79.15%, cirugía con 16.81% y ortopedia con 4.04%. Mientras que la distribución anatómica de mayor frecuencia fueron sacro con 58.94% y talón con 17.66%; el por-centaje restante se distribuyó en otros lugares. De acuerdo con la gravedad de la lesión, 61.06% de casos se ubicó en grado ii; la localización anatómica de úlceras, en orden de frecuencia, fue: el sacro con 58.94% (n=277), talón con 17.66% (n=83), cadera con 3.40%

(n=16), omóplato con 2.55% (n=12) y trocánter con 1.70% (n=8), el porcen-taje restante fue categorizado en otras zonas (n=74). En la figura 2 se muestran los porcentajes de los casos en relación con el lugar y grado de severidad donde se presentó la úlcera por presión.

Los diagnósticos de ingreso aso-ciados a las úlceras por presión fueron, en su mayoría, de etiología neurológica con 37.87%. Los demás ingresos fueron: debido a patologías metabólicas con 17.23%, gastrointestinales con 13.4%, infecciosas con 12.13%, respiratorias con 11.7% y circulatorias con 3.62%. La mayoría de los pacientes tuvo una hos-pitalización corta, entre dos a siete días.

Discusión En todo el mundo, las úlceras por pre-sión componen un indicador de calidad de cuidado relacionado con la práctica médica y calidad asistencial; representan un enorme cargo financiero para los servicios de salud debido al aumento

de costos y recursos sanitarios. El mal cuidado de las úlceras por presión dete-riora la calidad de vida del paciente lo cual provoca un impacto en él y en su núcleo familiar.13

Los resultados presentados en este estudio muestran una prevalencia de 7.24%, este valor es menor al reportado en otros estudios a nivel global.10,11 En México, el reporte en las instituciones de salud oscila entre 4.5 y 23%.8,14-16 Estu-dios de prevalencia realizados también en México identifican que en el sexo femenino se presenta una mayor preva-lencia de úlceras por presión, mientras que el rango de edad más común fue el de 71 a 80 años,17 estos datos coinciden con nuestros resultados, por tal motivo, es fundamental sensibilizar más al per-sonal de salud y familiares sobre estos factores de riesgo para el desarrollo de úlceras por presión.17-20

Respecto a la distribución por ser-vicios de hospitalización, se ha descrito una mayor frecuencia en pacientes hospi-talizados en el servicio de cirugía general con 52.8%,21 esto contrasta con nuestros resultados en los que el servicio de me-dicina interna presentó cerca de 80%.

En cuanto a las regiones anatómi-cas afectadas, los datos de la presente investigación se correlacionan con lo publicado en Latinoamérica, donde la mayor prevalencia es en la región sacro-coccígea,19,22 mientras que otros estudios han reportado un predominio en isquion y talón.20,22

En cuanto al grado de gravedad de las lesiones producidas por úlceras por presión, se determinó que la mayoría de ellas se encontraba en un estadio grado ii, en otros estudios el estadio grado I ha sido el más representativo.23 Respec-to al tiempo de estancia hospitalaria, la mayor proporción de casos estuvo entre

Fig. 3. Distribución de pacientes con base en díasde estancia hospitalaria

20.64%

16.81%

59.79%

2.77%

2-7 días 8-14 días 15-30 días ≥ 31 días

Úlceras por presiónAten Fam. 2020;27(2):66-70. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75201

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dos y siete días, esto coincide con otro estudio realizado en México.21 Es muy importante que se analicen los costos institucionales que esto conlleva, de-bido al gasto que representa para las instituciones de salud el cuidado de un padecimiento que en principio puede ser prevenible.

Comparamos nuestros resultados con los presentados por centros médicos de tercer nivel, en los que de igual mane-ra se observa una etiología neurológica, sin embargo, la comparación etiológica entre publicaciones es compleja debido a la variedad y diferentes grados de es-pecificidad de diagnósticos reportados.24

Las medidas de prevención de-ben estar dirigidas principalmente a pacientes ancianos, con limitaciones funcionales y que presenten lesiones provocadas por patologías neurológicas, ya que esto, en su conjunto, interviene negativamente en el desarrollo y agudi-zación de úlceras por presión. 24-27

Se reconoce como debilidad de este estudio el número de pacientes analiza-dos, los cuales estuvieron circunscritos a un solo hgz, por lo que los resultados expuestos no pueden ser generalizados.

ConclusionesLa prevalencia de úlceras por presión fue menor que la reportada en otros estudios y afectó con mayor frecuen-cia a personas de la tercera edad, su localización y grado de severidad son complicaciones recurrentes en este tipo de padecimientos. A pesar de ser un problema de salud pública, es posible disminuir la tasa de prevalencia median-te técnicas de prevención. Es importante hacer énfasis en el desarrollo de protoco-los de prevención, su implementación, así como mejores sistemas de reporte para su manejo y tratamiento.

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Artículo original

Resumen Objetivo: determinar la asociación entre dolor neuropático y el índice de gravedad de insomnio en pacientes de 55 a 75 años con diabetes mellitus tipo 2 (dm2). Métodos: estudio transversal analítico. Participaron 309 pacientes con dm2 de la Unidad de Medicina Familiar (umf) no. 75 del Instituto Mexicano del Seguro Social (imss), en Nezahualcóyotl, Estado de México. Se aplicaron los cuestionarios Leeds Assessment of Neuropathic Symptoms and Signs (lanss) para evaluar la presencia de dolor neuropático (monofilamento) e Insomnia Severity Index (isi) para evaluación de la naturaleza, gravedad e impacto del insomnio. Resultados: se detectó dolor neu-ropático en 50.8% de los casos, en 36.9% se asoció con insomnio subclínico, mientras que en 35.7% se relacionó con insomnio clínico (moderado); en aquellos pacientes que presentaron dolor neuropático y descontrol glucémico (50.2%), se detectó un grado leve y moderado de insomnio (p<0.05). Conclusiones: más de la mitad de los pacientes con dm2 presentaron dolor neuropá-tico en conjunto con un grado de insomnio, estos hallazgos son importantes para promover la exploración física mediante monofilamento y determinar la calidad de sueño en esta población, con la finalidad de evitar múltiples complicaciones a largo plazo.

Palabras clave: dolor neuropático, diabetes mellitus tipo 2, insomnio

Dolor neuropático y su asociación con el índice de gravedad de insomnio en pacientes con diabetes mellitus tipo 2

Neuropathic Pain and its Association with the Severity Rate of Insomnia in Patients with Type 2 Diabetes Mellitus

Laura Patricia Flores Ayala,* Ana Laura Guerrero Morales,* Imer Guillermo Herrera Olvera*

Recibido: 06/01/2020Aceptado: 11/02/2020

*Unidad de Medicina Familiar no. 75, Instituto Mexicano del Seguro Social.

Correspondencia:Laura Patricia Flores [email protected]

Sugerencia de citación: Flores Ayala LP, Guerrero Morales AL, Herrera Olvera IG. Dolor neuropático y su asociación con el índice de gravedad de insomnio en pacientes con diabetes mellitus tipo 2. Aten Fam. 2020;27(2):71-75. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75204

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SummaryObjective: to determine the association between neuropathic pain and the seve-rity rate of insomnia in patients between 55 to 75 years with type 2 diabetes mellitus (dm2). Methods: analytical cross-sectional study. 309 patients with dm2 of the Family Medicine Unit (fmu) no. 75 of the Mexican Institute of Social Security (imss) participated in Neza-hualcóyotl, State of Mexico. The Leeds Assessment of Neuropathic Symptoms and Signs (lanss) questionnaires were applied to assess the presence of neu-ropathic pain (monofilament) and the Insomnia Severity Index (isi) for assessment of the nature, severity and impact of insomnia. Results: neuro-pathic pain was detected in 50.8% of cases, in 36.9% it was associated with subclinical insomnia, while in 35.7% it was linked to clinical (moderate) insom-nia; in patients who had neuropathic pain and glycemic disorder (50.2%), a mild and moderate degree of insomnia was detected (p<0.05). Conclusions: more than half of the patients with dm2, had neuropathic pain with some degree of insomnia. These findings are impor-tant to promote physical examination by monofilament and determine the quality of sleep of this population, in order to avoid multiple complications in the long term.

Keywords: Neuropathic Pain, Diabetes Mellitus, Type 2, Insomnia

Introducción El dolor neuropático es un tema de sa-lud prioritario, aproximadamente entre 5 y 10% de la población general padece esta complicación.1 En América Latina, quince de cada cien pacientes asiste a consulta por esta entidad, la cual se

relaciona con neuropatía diabética en una parte importante de la población que padece diabetes mellitus tipo 2 (dm2),2 se ha establecido que existe una prevalencia mayor en mujeres (65%) en comparación con hombres (32%).3

Desde hace décadas, se ha señalado la necesidad de realizar una búsqueda in-tencionada para la detección del dolor neuropático como parte rutinaria de la práctica médica, con la finalidad de evitar la presencia de dolor crónico a largo plazo.4

Por otra parte, el insomnio se presenta en 18.8% de la población mexicana,5 lo que lo ubica como el trastorno de sueño más común a nivel nacional, esto conlleva grandes reper-cusiones negativas en la salud y calidad de vida de las personas que lo padecen.6 La privación del sueño puede propiciar cambios en el metabolismo y se ha rela-cionado con el incremento en la ingesta de calorías, lo cual puede desencadenar obesidad y dm2.7,8

Se ha calculado que para el año 2045, cerca de 628 millones de personas presentarán dm2,9 su prevalencia tendrá un incremento en personas mayores de edad.10 Debido a este escenario y a la interrelación del dolor neuropático, el insomnio y la dm2, estas entidades de-ben ser tomadas en cuenta en el entorno médico familiar para una detección oportuna. Dado este contexto, el obje-tivo del presente estudio fue determinar la asociación del dolor neuropático y el índice de gravedad del insomnio en pacientes con dm2.

Métodos Estudio transversal analítico que se llevó a cabo en la Unidad de Medicina Familiar (umf) no. 75 del Instituto Mexicano del Seguro Social (imss), en Nezahualcóyotl,

Estado de México, de septiembre 2018 a febrero de 2019. Se realizó un mues-treo probabilístico aleatorio simple, con cálculo del tamaño de muestra de 309 pacientes con dm2, los cuales aceptaron participar previa firma de consentimien-to informado. Los datos obtenidos se analizaron con el paquete estadístico spss v. 22. Para relacionar la presencia de dolor neuropático con el insomnio se utilizó χ2 de Pearson, con una escala de significancia de p<0.05 y un intervalo de confianza de 95%. El presente estudio in-cluyó pacientes con diagnóstico de dm2, de ambos sexos, adscritos a la umf no. 75. Se excluyeron pacientes con tiempo de evolución menor a cinco años, con manejo antihistamínico y neuralgia post herpética. Fueron eliminados los pacien-tes que no llenaron adecuadamente los instrumentos de investigación. Se recaba-ron datos de los seleccionados como edad, género, escolaridad, ocupación, estado civil, tiempo de evolución de diabetes y glucosa capilar. Para evaluar la presencia de dolor neuropático se aplicó la escala de dolor Leeds Assessment of Neuropathic Symptoms and Signs (lanss),11 que incluye cinco preguntas de dos opciones (sí y no) y un elemento de examen de valoración sensorial (monofilamento), obteniendo un puntaje de corte de 24 puntos en total, >12 puntos es dolor neuropático y <12 puntos no es dolor neuropático; este instrumento cuenta con alfa de Cronbach de 0.80, y ha sido validado para la población latina. Para evaluar la naturaleza, gravedad y el impac-to del insomnio en adultos, se manejó la escala de índice de gravedad del insomnio (isi)12 que consta de siete ítems, emplea una escala tipo Likert de 5 puntos, con un punto de corte de 28 puntos en total. La puntuación se valora en: 1. ausencia de insomnio clínico (0-7 puntos), 2. in-

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Dolor neuropático e insomnio en pacientes con dm2Aten Fam. 2020;27-(2):71-75. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75204

somnio subclínico (8-14), 3. insomnio moderado (15-21) 4. insomnio grave (22-28 puntos); este instrumento cuenta con alfa de Cronbach 0.87 y ha sido va-lidado para población latina. La presente investigación fue aprobada y autorizada por el Comité de Ética en Investigación y por el Comité Local de Investigación en Salud de la región 1401-8 imss, con registro R-2019-1401-044.

Resultados Se evaluaron 309 pacientes, con rango de edad de 55 a 75 años, con una media de 65 años, el grupo etario predominan-te fue de mayores de 70 años (37.8%), el tiempo de evolución de dm2 fue de trece años en promedio. Las caracterís-ticas sociodemográficas de predominio se pueden observar en la tabla 1.

Del total de pacientes diabéticos (n=309), 50.8% fue calificado con dolor neuropático, 54.5% de estos mostró descontrol glucémico; 49.2% de los pacientes no presentó dolor neuropá-tico, 54.5% de ellos tuvo un adecuado control glucémico.

En cuanto a la asociación del control glucémico con el grado de severidad del insomnio, se reportaron en pacientes con un adecuado control las siguientes cifras: ausencia de insomnio clínico 44.8% (n=69), subclínico 36.4% (n=56), insomnio moderado 14.3% (n=22), insomnio grave 4.5% (n=7).

Por otro lado, en el caso de los pacientes que no tuvieron control glucé-mico, se presentó: ausencia de insomnio clínico 31.6% (n=49), insomnio subclí-nico 34.8% (n=54), insomnio moderado 30.3% (n=47) y, finalmente, grave 3.2% (n=5).

Al aplicar los cuestionarios de lanss e isi se observó una asociación estadísti-camente significativa (p<0.05), figura 1.

CaracterísticasHombres Mujeres Global

(n=98)31.7%

(n=211)68.3%

(n=309)100%

Edad (años)

50 a 59 años 21 (6.8%) 59 (19.1%) 80 (25.9%)

60 a 69 años 33 (10.7%) 79 (25.6%) 112 (36.3%)

> 70 años 44 (14.2%) 73 (23.6%) 117 (37.8%)

Escolaridad

Sabe leer/escribir 7 (7.1%) 24 (11.4%) 31 (10%)

Primaria 45 (45.9%) 119 (56.4%) 164 (53.1%)

Secundaria 27 (27.6%) 53 (25.1%) 80 (25.9%)

Nivel medio superior 12 (12.2%) 9 (4.3%) 21 (6.8%)

Licenciatura 7 (7.1%) 6 (2.8%) 13 (4.2%)

Ocupación

No labora/pensionado 43 (43.9%) 22 (10.4%) 65 (21%)

Obrero 35 (35.7%) 23 (10.9%) 58 (18.8%)

Comerciante 8 (8.2%) 14 (6.6%) 22 (7.1%)

Labores domésticas 12 (12.2%) 152 (72%) 164 (53.1%)

Estado civil

Soltero (a) 6 (6.1%) 24 (11.4%) 30 (9.7%)

Casado (a) 70 (71.4%) 113 (53.6%) 183 (59.2%)

Unión libre 5 (5.1%) 10 (4.7%) 15 (4.9%)

Divorciado (a) 6 (6.1%) 8 (3.8%) 14 (4.5%)

Viudo (a) 11 (11.2%) 56 (26.5%) 67 (21.7%)

Control glucémico (Controlados) 51 (16.5%) 103 (33.3%) 154 (49.8%)

Control glucémico (Descontrolados) 47 (15.2%) 108 (33.3%) 155 (50.2%)

Tabla 1. Características sociodemográficas y clínicas de pacientes con dm2

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Discusión En este estudio, la edad promedio fue de 70 años, con 68.3% en mujeres, otras investigaciones se han enfocado en estos grupos etarios debido a la manifestación de síntomas y comorbilidades propias de la edad.13 En cuanto a escolaridad, más de la mitad tenía educación básica (primaria), cifras parecidas al estudio de Pentzek y cols.14 Este contexto señala que la población más vulnerable de padecer las complicaciones referidas en el presen-te trabajo son mujeres con escolaridad básica, sin embargo, se requiere hacer más investigaciones para dimensionar el impacto de estas observaciones.

Se ha reportado que entre 40 y 60% de las personas que padecen dm2 pre-sentan dolor neuropático,15 estos valores coinciden con el presente estudio, en el que 50.8% de los participantes manifes-tó presentar esta entidad; son necesarios estudios que estratifiquen por grupos de edad y sexo para determinar la inciden-cia y prevalencia en estas variables en la población mexicana.

Se determinó que más de la mitad de los pacientes reportaron una glucosa

mayor a 130mg/dl (50.2%), datos pare-cidos a otros estudios; debido a esto es importante que los médicos familiares y de primera atención diseñen estrategias para controlar en mayor grado, o deter-minar de manera integral, qué factores influyen sustancialmente en el control glucémico.16,17

El hallazgo de insomnio en esta población fue de 35.6%; un estudio en el que se utilizó el mismo instrumento ocupado en esta investigación, para valorar la gravedad del insomnio, iden-tificó que en pacientes con dm2, 55.2% presentaba trastornos de sueño.18 Es im-portante analizar los resultados de estas investigaciones y generar estrategias de detección oportuna de complicaciones secundarias a la dm2, debido al impacto combinado de las entidades señaladas.

Finalmente, en esta investigación se encontró la relación del dolor neu-ropático con algún grado de severidad de insomnio, en ella se pone de ma-nifiesto que las personas que tuvieron dolor neuropático presentan insomnio subclínico (36.9%) e insomnio mode-rado (35.7%), dato similar al estudio

de Ferini,19 quien menciona que la gravedad del trastorno de sueño es equivalente a la intensidad del dolor, el autor reporta una relación bidirec-cional, por medio de la cual se deben tratar estas complicaciones de manera integral. Barone y cols.20 destacan que la somnolencia diurna afecta de 35 a 40% de la población con problemas neuropáticos.

El porcentaje de descontrol glucé-mico y su asociación con el insomnio en este estudio (50.2%) fue inferior a lo presentado por Oda y cols.,21 quie-nes reportan 62.2% de los pacientes con valores de HbA1c >7.0%, com-binado con mala calidad del sueño; si bien en este estudio no se determina-ron valores de HbA1c, los valores de glucosa capilar pueden ser indicativo de descontrol glucémico por lo que su influencia en la calidad de sueño tiene que ser valorada por los médicos de primer contacto.

La utilización de los instrumentos lanss e isi validados al español para la detección de dolor neuropático y del in-somnio, respectivamente, son de mucha

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Con dolor neuropático Sin dolor neuropático

Ausencia deinsomnio clínico

Insomnio subclínico

Insomnio moderado

Insomnio grave

56.6

34.236.9 35.7

8.520.4

100908070605040302010

0

Por

cent

aje

70.7

Figura 1. Dolor neuropático y gravedad del insomnio en pacientes con dm2

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utilidad, puesto que tienen la ventaja de que pueden aplicarse de forma rápida en el consultorio de medicina familiar. Se señala como una limitación de este estudio la falta de asociación con varia-bles de importancia clínica como edad, tiempo de evolución de dm2 y la falta de conocimiento para poder relacionar el impacto de la dm2 sobre el insomnio y viceversa.

Conclusiones En esta investigación se determinó una asociación significativa entre el dolor neuropático con el insomnio subclínico y moderado en pacientes con dm2, de este modo, se alude a que un descontrol glucémico ocasiona dolor neuropático y éste último puede tener una influencia directa en la manifestación directa en algún trastorno de sueño. Estos hallaz-gos son especialmente trascendentes en esta población, ya que es elemental que se apliquen estos cuestionarios dentro de la consulta de primer nivel de atención, por su rapidez y sensibi-lidad diagnóstica, ante la sospecha de síntomas neuropáticos y trastorno del sueño. Es por ello que se debe de con-cientizar a la población, por parte del médico familiar, para impulsar que se generen prácticas saludables que incidan en mantener un estilo de vida adecua-do y conservar un apropiado control glucémico, con el fin de evitar compli-caciones a largo plazo y de disminuir la prevalencia del dolor neuropático y trastornos de sueño.

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Dolor neuropático e insomnio en pacientes con dm2Aten Fam. 2020;27-(2):71-75. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75204

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SummaryObjective: to analyze the association between psychological distress, family relationships and reasons for consultation of women who attended a health center in the city of Arequipa, Peru. Method: cross-sectional study, 134 women from different socioeconomic strata participated. The Kessler Psychological Distress Scale and a sociodemographic data sheet were applied. Results: It was determined that 30.6% of the sample suffered from psychological distress, which was associa-ted with educational level, socioeconomic level, perception of family relationships and headaches. Conclusions: psychological distress may be conditioned by psychosocial variables such as family, education and socioeconomic status; this has an impact on the physical health of affected people.

Keywords: Psychological Distress, Women, Mental Health, Family

Psychological Distress, Family Relationship and Reasons for Consultation of Women from Arequipa, Peru

Malestar Psicológico, relación con la familia y motivo de consulta en mujeres de Arequipa, Perú

José Jessid Capaquira Morales,* Walter L. Arias Gallegos,** Agueda Muñoz del Carpio Toia,* Renzo Rivera C.**

Received: 17/10/2019Accepted: 21/01/2020

*Escuela Profesional de Medicina de la Universidad Católica de Santa María, Arequipa, Perú**Universidad Católica San Pablo, Arequipa, Perú

Correspondence:Walter L. Arias [email protected]

Suggested citation: Capaquira Morales JJ, Arias Gallegos WL, Muñoz del Carpio Toia A, Rivera C. R. Malestar Psicológico, relación con la familia y motivo de consulta en mujeres de Arequipa, Perú. Aten Fam. 2020;27(2):76-80. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75680

Original Article

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ResumenObjetivo: analizar la asociación entre malestar psicológico, relaciones familia-res y el motivo de consulta de mujeres que acudieron a un centro de salud en la ciudad de Arequipa, Perú. Método: estudio transversal, participaron 134 mujeres de diferentes estratos socioeco-nómicos a las que se les aplicó la escala de Malestar de Kessler y una ficha de datos sociodemográficos. Resultados: Se determinó que 30.6% de la muestra presentó malestar psicológico, asociado al nivel educativo, nivel socioeconómico, percepción de las relaciones familiares y padecimiento de cefaleas. Conclusiones: el malestar psicológico puede estar condi-cionado por variables psicosociales como la familia, la educación y el estatus so-cioeconómico, esto tiene un impacto en la salud física de las personas afectadas.

Palabras clave: malestar psicológico, mujeres, salud mental, familia

Introduction Psychological distress is a clinical entity that refers to a set of cognitive, emotio-nal and behavioral manifestations that are characterized by their short course, rapid evolution and good prognosis.1

It is a non-diagnostic construct, that has great preventive value, because psychological distress alludes to phases that prelude the appearance of mental disorders or clinically significant symp-toms. The conceptual core of which focuses primarily on depression, but encompasses symptoms such as anxiety, stress, anger, somatization, hopelessness and emotional exhaustion.2 Hence, it has some relevance in the field of preventive health and primary family care, because psychological distress is a predictor of various mood disorders and

its evaluation constitutes a screening assessment of mental health.3

Among the causes of psychological distress, there are various factors, some are social such as migration and living conditions, others are socioeconomic and occupational aspects.4,5 In this con-text, it has been reported that sex and educational level are factors associated with psychological distress, that con-dition is more frequent in women and people with a low level of education.6

Other studies have linked psycholo-gical distress with substance use and lack of social support,4 as well as low academic performance in students and lack of motivation in studies.7 It has also been noted psychological distress is more frequent during adolescence and during certain vital situations such as pregnancy.8, 9

On the other hand, psychological distress in men has been associated with family, economic, psychological and health factors, such as muscle pain, insomnia, nightmares and changes in behavior.10

Women have high risk of suffering psychological distress, which is usually the prelude to more serious psycho-pathological symptoms, and, in relation to various social and family pressures.11

It has been determined family plays an important role as a source of support against the appearance of manifestations of psychological distress. Therefore, fa-mily intervention is necessary at different levels, which could include counseling, evaluation of family functionality, and family therapy.12,13

Psychological discomfort in women has been related to age,11,12 low level of schooling,6 academic overload and poor family relationships,14 and high risk preg-nancy, when the woman does not have

support from their couples.6,11,12,14,15 The incidence of this condition in average women was 36%;14 while in pregnant women, the figure raised to 62%9 and the problem usually manifests itself as anxiety and depression.

Psychological discomfort is associa-ted with emotional disturbances,16 eating disorders or impulse control problems,2 psychophysiological disorders such as asthma and respiratory diseases, muscle pain and sleep disorders, among others, are also involved in its development.10,12 For that reason, this study tries to analyze the association between psychological distress, family relationships and the reasons for consultation of women who attended a health center in the city of Arequipa, Peru.

MethodCross-sectional study.17 The sample included 134 women who went to a health center in the city of Arequipa, they were selected through a non-proba-bility sampling and the quota sampling technique.18 For data collection, a so-ciodemographic file was used, which contained the following information: age, educational level, occupation, socioeconomic status, origin (rural or urban), marital status and the perception of the relationship with the family, the latter was assessed by means of a simple question that offered three alternative responses (poor, regular and good).

In addition, the Kessler Psycholo-gical Discomfort Scale was applied,19 this screening instrument consists of ten items of non-specific manifestations of psychological distress related to depres-sion. Its Latin American version was validated in Argentina by Brenlla and Aranguren,6 who ratified its one-dimen-sional structure and reported adequate

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reliability indices and a cut-off point of 24.5, to discriminate between those who have or do not have psychological distress. The version used in this investi-gation was validated in Arequipa by Arias et al.,2 and it has adequate reliability indi-ces, such as Cronbach’s alpha (∝=0.901) and McDonald’s Omega (ω=0.899). An exploratory factor analysis indicated that the scale had an underlying factor to the psychological distress construct, with adequate goodness of fit indexes.

The authorities of the health center gave permission to carry out this study and the Ethics Committee of the Catho-lic University of Santa María approved its execution. The sample of women was examined in the general medicine office in a health center, the purposes of the study were explained to them and the research instruments were applied. All women voluntarily participated and signed the informed consent; all of them agreed to use their data for research purposes.

For statistical analysis, the spss software v. 21 was used. Descriptive and inferential statistical tests were conducted depending on the level of measurement of the variables and the normality of the data. Student’s t-test, analysis of variance, Pearson’s correlation coefficient and χ2 were applied.

ResultsThe average age of the evaluated women was 34 years (± 11.77), range from 18 to 70 years. Regarding the educational attainment, 2.2% was illiterate, 17.2% had primary education, 57.5% had se-condary education, 17.9% had technical training and 5.2% had professional training. In reference to socioeconomic status, 5.2% was in low, 90.3% in middle and 4.5% in upper class. According to

Capaquira Morales JJ, et al.Aten Fam. 2020;27(2):76-80. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75680

their origin, 23.9% came from rural areas and 76.1% from urban areas. In relation to marital status, 14.9% were single, 19.4% married, 1.5%, divorced, 3%, wi-dowed, 5.2%, separated and 56% lived in union. Concerning their occupation, 61.2% were housewives, 23.1%, worked independently, 2.9% were merchants, 6.7%, students, while 6.1% stated that they had other occupations. Perception

of family relationship was poor in 3% of the cases, fair in 50% and good in 47% of the women. Likewise, psychological distress had a mean of 22.36 (± 6.03), range from 12 to 43. Taking the cut-off point of 24.5 reported by Brenlla et al.,6 it was found that 69.4% of the sample did not present psychological discomfort, while that 30.6% suffered from it.

Figure 1. Reasons for consultation

16.4

0.7

0.7

0.7

0.7

0.7

0.7

0.7

15.7

2.2

1.5

5.2

1.5

1.5

0.7

9.7

7.5

8.2

0.7

13.4

1.5

3.7

0.7

0.7

0.7

0.7

1.5

0.7

Cold

Vaginal bleeding

Suture removal

Burn

std

Sight

Family planning

Myalgia

Low back pain

Emotional lability

Umbilical herniation

Constipation

Epistaxis

Instep pain

Bone-ache

Joint pain

Abdominal pain

Dental

Foot contusion

Postnatal care

Pronatal care

Medical control

Blood pressure

Headache

Fatigue

Cancer

Knee pain

Allergy

0.0 5.0 10.0 15.0 20.0%

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The most frequent reasons for con-sultation were cold (16.4%), prenatal control (15.7%), dental care (13.4%), fa-mily planning (9.7%), headache (8.2%), abdominal pain (7.5%), medical control (5.2%), and low back pain (3.7%), see figure 1.

Data analysis revealed there were no significant differences in psychological distress depending on the place of origin, marital status or occupation. However, there were significant differences based on educational level, socioeconomic status and perception of the family re-lationship. In this context, the analysis of variance and the Bonferroni post-hoc test showed that women with secondary or technical education have higher levels of psychological distress than those with professional studies (F= 3,001; df= 133; p= 0.021). Women with high socioeco-nomic status presented less psychological distress compared to women with low so-cioeconomic status (F= 3,830; df= 133; p= 0.024). While women who had bad family relationship had greater psycholo-gical distress than those who had regular family relationship. Besides, both groups reported having greater psychological distress compared to women who repor-ted a good level (F= 30,379; df= 133; p= 0.000). Additionally, age was signi-ficantly correlated with psychological distress (r= 0.176; p= 0.042).

Finally, when crossing variables between the reasons for consultation and psychological distress as a catego-rical variable (with or without distress), it was determined there is a significant association between headaches with psychological distress, see table 1.

Discussion Psychological distress is characterized by its reactive nature in the face of certain

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Table 1. Data crossing: psychological distressand reasons for consultation

Reasonsfor consultation

DiagnosisTotalWithout psychological

distress Frequency (%)With psychological

distress Frequency (%)

Allergy 1 (100%) 0 (0%) 1

Knee pain 1 (100%) 0 (0%) 1

Cancer 1 (100%) 0 (0%) 1

Fatigue 0 (0%) 2 (100%) 2

Headache 3 (27.3%) 8 (72.7%) 11

Blood pressure 0 (0%) 1 (100%) 1

Medical control 6 (87.5%) 1 (14.3%) 7

Prenatal care 15 (71.4%) 6 (28.6%) 21

Postnatal care 2 (100%) 0 (0%) 2

Foot contusion 1 (100%) 0 (0%) 1

Dental 16 (88.9%) 2 (11.1%) 18

Abdominal pain 8 (80%) 2 (20%) 10

Joint pain 2 (100%) 0 (0%) 2

Bone-ache 2 (100%) 0 (0%) 2

Instep pain 1 (100%) 0 (0%) 1

Constipation 0 (0%) 1 (100%) 1

Umbilical herniation 0 (0%) 1 (100%) 1

Emotional lability 0 (0%) 1 (100%) 1

Low back pain 2 (40%) 3 (60%) 5

Myalgia 1 (100%) 0 (0%) 1

Family planning 8 (61.5%) 5 (38.5%) 13

Sight 2 (100%) 0 (0%) 2

std 2 (66.7%) 1 (33.3%) 3

Burn 0 (0%) 1 (100%) 1

Suture removal 0 (0%) 1 (100%) 1

Vaginal bleeding 1 (100%) 0 (0%) 1

Cold 18 (69.4%) 4 (30.6%) 22

x2= 44.909; gl= 27; p= 0.017

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stressful events, emotional disturbances that accompany it, and ego-dystonic experimentation of its clinical manifesta-tions.1 In this sense, psychological distress has been associated with various psycho-logical disorders,2,16 medical illnesses and psychophysiological disorders.10,12 This study indicates psychological distress is associated with headaches reported by the evaluated women as their reason for consultation.Which is consistent with the fact that headache is one of the re-current psychosomatic manifestations in anxiety and mood disorders, two of the most frequent symptoms in the female population of the city of Arequipa.20

Educational attainment was associa-ted with psychological distress. Women with secondary and technical studies are those who have higher scores on psycho-logical distress, compared to women with university studies. These results are similar to those reported by Brenlla and Aranguren.6 Moreover, low socioecono-mic status is related to high psychological distress and viceversa. Herrera and Rivera14 reported socioeconomic status is associated with psychological distress significantly in women studying nursing in Chile.

Regarding family, negative percep-tion of family relationship is related to high psychological distress, which is con-sistent with other studies that indicate family support and family functionality are important predictors of psychological distress or that they are associated.4,14 That highlights the importance of the family approach in medical care.21

New studies must overcome the limitations of this research. In that way, it is required a probabilistic and more representative selection of sample, as well

as the inclusion of other variables related to psychological distress. Taking into consideration, perception of family re-lationship was evaluated by a qualitative question; it is necessary to conduct more studies focused on the use of instruments validated for the study population, which can evaluate other components involved in family relationship.

ConclusionsPsychological distress may be conditio-ned by psychosocial variables such as family, education and socioeconomic sta-tus. Therefore, it is important to analyze all those components, which characterize individuals, through a biopsychosocial approach, typical of family medicine and primary care.

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ResumenObjetivo: analizar la asociación entre malestar psicológico, relaciones familiares y el motivo de consulta de mujeres que acudieron a un centro de salud en la ciudad de Arequipa, Perú. Método: estudio transversal, participaron 134 mujeres de diferentes estratos socioeconómicos a las que se les aplicó la escala de Malestar de Kessler y una ficha de datos sociodemográficos. Resultados: Se determinó que 30.6% de la muestra presentó malestar psicológico, asociado al nivel educativo, nivel socioeconómico, percepción de las relaciones familiares y padecimiento de cefaleas. Con-clusiones: el malestar psicológico puede estar condicionado por variables psicosociales como la familia, la educación y el estatus socioeconómico, esto tiene un impacto en la salud física de las personas afectadas.

Palabras clave: malestar psicológico, mujeres, salud mental, familia

Malestar Psicológico, relación con la familia y motivo de consulta en mujeres de Arequipa, Perú

Psychological Distress, Family Relationship and Reasons for Consultation of Women from Arequipa, Peru

José Jessid Capaquira Morales,* Walter L. Arias Gallegos,** Agueda Muñoz del Carpio Toia,* Renzo Rivera C.**

Artículo original

Recibido: 17/10/2019Aceptado: 21/01/2020

*Escuela Profesional de Medicina de la Universidad Católica de Santa María, Arequipa, Perú.**Universidad Católica San Pablo, Arequipa, Perú.

Correspondencia:Walter L. Arias [email protected]

Sugerencia de citación: Capaquira Morales JJ, Arias Gallegos WL, Muñoz del Carpio Toia A, Rivera C. R. Malestar Psicológico, rela-ción con la familia y motivo de consulta en mujeres de Arequipa (Perú). Aten Fam. 2020;27(2):81-85. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75203

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SummaryObjective: to analyze the association between psychological distress, family relationships and reasons for consulta-tion of women who attended a health center in the city of Arequipa, Peru. Method: cross-sectional study, 134 wo-men from different socioeconomic strata participated. The Kessler Psychological Distress Scale and a sociodemographic data sheet were applied. Results: It was determined that 30.6% of the sample suffered from psychological distress, which was associated with educational level, socioeconomic level, perception of family relationships and headaches. Conclusions: psychological distress may be conditioned by psychosocial variables such as family, education and socioeco-nomic status; this has an impact on the physical health of affected people.

Keywords: Psychological Distress, Women, Mental Health, Family

IntroducciónEl malestar psicológico es una entidad clínica que hace referencia a un conjunto de manifestaciones cognitivas, emocio-nales y conductuales que se caracterizan por su curso breve, rápida evolución y buen pronóstico.1 Se trata de un cons-tructo no diagnóstico, pero de gran valor preventivo porque alude a fases que preludian la aparición de trastornos men-tales o de sintomatología clínicamente significativa, cuyo núcleo conceptual se concentra primordialmente en la depresión, pero abarca síntomas como ansiedad, estrés, ira, somatizaciones, desesperanza y desgaste emocional.2 De ahí que tenga cierta relevancia en el cam-po de la salud preventiva y la atención familiar primaria, porque el malestar

psicológico es un predictor de diversos desórdenes anímicos y su evaluación constituye una valoración de tamizaje de la salud mental.3

Dentro de las causas que condicio-nan el malestar psicológico, se tienen diversos factores, algunos de índole social como la migración y condiciones de vida, o aspectos socioeconómicos y laborales.4,5 En este contexto, se ha reportado que el sexo y el nivel educativo son factores asociados al malestar psicológico; este pa-decimiento es más frecuente en mujeres y personas con un grado de instrucción bajo.6 Otros estudios han relacionado el malestar psicológico con el consumo de sustancias y la falta de apoyo social,4 así como con el bajo rendimiento académico en estudiantes y la falta de motivación en los estudios.7 También se ha señalado que es más frecuente durante la adolescencia y durante ciertas situaciones vitales como el embarazo.8, 9

Por otra parte, el malestar psicoló-gico en varones se ha asociado a factores familiares, económicos, psicológicos y de salud, como dolores musculares, insomnio, pesadillas y cambios en la conducta.10

Las mujeres tienen mayor riesgo de padecer malestar psicológico, que suele ser la antesala de cuadros psicopatológi-cos más graves y, en relación con diversas presiones sociales y familiares,11 se ha determinado que la familia cumple un rol importante como fuente de apoyo ante la aparición de las manifestaciones del malestar psicológico, por lo que la intervención familiar es necesaria en di-ferentes niveles; ésta podría comprender consejería, evaluación de la funcionali-dad familiar y terapia familiar.12,13

Se ha relacionado el malestar psico-lógico en mujeres con la edad,11,12 bajo grado de escolaridad,6 sobrecarga acadé-

mica y pobres relaciones familiares14 y durante la gestación, cuando el embarazo es de alto riesgo o la mujer no cuenta con apoyo de parte de la pareja.6,11,12,14,15 Se ha reportado una incidencia de este padecimiento en mujeres, en general, de 36%;14 mientras que en mujeres gestan-tes, la cifra asciende hasta 62%9 y suele manifestarse como ansiedad y depresión.

El malestar psicológico no solo se asocia a alteraciones emocionales,16 trastornos alimentarios o control de los impulsos,2 también intervienen en su desarrollo trastornos psicofisiológicos como asma y enfermedades respiratorias, dolores musculares y trastornos del sue-ño, entre otros.10,12 Por tal razón, en el presente estudio se analiza la asociación entre malestar psicológico, relaciones familiares y el motivo de consulta de mujeres que asistieron a un centro de salud en la ciudad de Arequipa, Perú.

MétodosEstudio transversal,17 participaron 134 mujeres que acudieron a un centro de salud de la ciudad de Arequipa, fueron seleccionadas mediante un muestreo no probabilístico y la técnica de muestreo por cuotas.18 Para la recolección de datos se empleó una ficha sociodemográfica que contenía la siguiente información: edad, grado de instrucción, ocupación, estatus socioeconómico, procedencia (ru-ral o urbana), estado civil y la percepción de la relación con la familia, esta última fue valorada mediante una pregunta simple que ofrecía tres alternativas de respuesta (mala, regular y buena). Se aplicó la Escala de Malestar Psicológico de Kessler,19 este instrumento de tamizaje consta de diez ítems de manifestaciones no específicas de malestar psicológico relacionadas con depresión. La versión latinoamericana fue validada en Argen-

Capaquira Morales JJ y cols. Aten Fam. 2020;27-(2):81-85. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75203

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Malestar psicológico y relación familiar en mujeresAten Fam. 2020;27-(2):81-85. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75203

tina por Brenlla y Aranguren,6 quienes ratificaron su estructura unidimensio-nal y reportaron adecuados índices de confiabilidad y un punto de corte de 24.5, para discriminar entre quienes presentan o no malestar psicológico. La versión empleada en esta investigación fue validada en Arequipa por Arias y cols.2 y se determinaron índices adecua-dos de confiabilidad calculados con la prueba alfa de Cronbach (∝=0.901) y el coeficiente omega (ω=0.899). Se realizó análisis factorial exploratorio que arrojó un factor subyacente al constructo de malestar psicológico, con adecuados índices de bondad de ajuste.

Se contó con el permiso de las autoridades del centro de salud para la realización del estudio y el comité de ética de la Universidad Católica de Santa María aprobó su ejecución. Las mujeres evaluadas fueron atendidas en el consultorio de medicina general en un centro de salud, se les explicó los fines del estudio y se les aplicaron los instrumentos de investigación. Todas las mujeres participaron voluntariamente y firmaron el consentimiento informado, todas accedieron a que sus datos fueran empleados con fines de investigación.

Para el análisis estadístico se usó el programa spss v. 21 y se aplicaron prue-bas de estadística descriptiva e inferencial en función del nivel de medición de las variables y de la normalidad de los datos. Se aplicó la prueba t de Student, análisis de varianza, coeficiente de correlación de Pearson y χ2.

ResultadosLas mujeres evaluadas tuvieron una edad media de 34 años (±11.77), rango de 18 a 70 años. Respecto al grado de instrucción, 2.2% era analfabeta, 17.2% señaló tener estudios primarios, 57.5%

tenía estudios secundarios, 17.9% tenía formación técnica y 5.2%, formación profesional. En cuanto al estatus so-cioeconómico, 5.2% se ubicó en bajo, 90.3%, en clase media y 4.5%, en clase alta; según su procedencia, 23.9% provenía del ámbito rural y 76.1%, del urbano. Respecto al estado civil, 14.9% señaló estar soltera, 19.4% estaba casa-da, 1.5%, divorciada, 3%, viuda, 5.2%, separada y 56% vivía en unión libre.

En cuanto a la ocupación, 61.2% era ama de casa, 23.1%, trabajaba de modo independiente, 2.9% era comerciante, 6.7%, estudiante, mientras que 6.1% manifestó que tenía otras ocupaciones. La percepción de la relación con la fami-lia fue mala en 3% de los casos, regular en 50% y buena en 47% de las mujeres. Asimismo, el malestar psicológico tuvo una media de 22.36 (±6.03), rango de 12 a 43. Tomando el punto de corte

Figura 1. Motivos de consulta

16.4

0.7

0.7

0.7

0.7

0.7

0.7

0.7

15.7

2.2

1.5

5.2

1.5

1.5

0.7

9.7

7.5

8.2

0.7

13.4

1.5

3.7

0.7

0.7

0.7

0.7

1.5

0.7

Resfrío

Sangrado vaginal

Retiro de puntos

Quemadura

its

Vista

Planificación familiar

Mialgia

Lumbalgia

Labilidad emocional

Hiernación umbilical

Estreñimiento

Epistaxis

Dolor de empeine

Dolor de huesos

Dolor articular

Dolor abdominal

Dental

Contusión de pie

Control postnatal

Control prenatal

Control médico

Presión arterial

Cefalea

Cansancio

Cáncer

Dolor de rodilla

Alergia

0.0 5.0 10.0 15.0 20.0%

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de 24.5 reportado por Brenlla y cols.,6 se obtuvo que 69.4% de la muestra no presentó malestar psicológico, mientras que 30.6% manifestó padecerlo.

Los motivos de consulta más fre-cuentes fueron resfriado (16.4%), control prenatal (15.7%), atención dental (13.4%), planificación familiar (9.7%), cefalea (8.2%), dolor abdominal (7.5%), control médico (5.2%) y lum-balgia (3.7%), ver figura 1.

El análisis de datos reveló que no existían diferencias significativas en el malestar psicológico en función del lugar de procedencia, ni del estado civil o la ocupación, pero sí en función del grado de instrucción, el estatus socioeconómi-co y la percepción de la relación con la familia. En este contexto, el análisis de varianza y la prueba post-hoc de Bon-ferroni mostraron que las mujeres con educación secundaria y técnica tienen niveles más altos de malestar psicológico que las que contaban con estudios pro-fesionales (F=3.001; gl=133; p=0.021); las mujeres con estatus socioeconómico alto presentaron menor malestar psico-lógico en comparación con las mujeres de nivel socioeconómico bajo (F= 3.830; gl= 133; p= 0.024); mientras que las mujeres con una relación familiar mala tuvieron mayor malestar psicológico que las que tenían una relación regular con su familia, ambos grupos manifestaron tener mayor malestar psicológico en comparación con las mujeres que seña-laron tener una relación buena con su familia (F= 30.379; gl= 133; p= 0.000). La edad se correlacionó de forma signi-ficativa con el malestar psicológico (r= 0.176; p= 0.042).

Finalmente, al hacer el cruce de va-riables entre el motivo de consulta con el malestar psicológico como variable cate-górica (con o sin malestar), se determinó

que existe una asociación significativa entre el padecimiento de cefaleas con malestar psicológico, ver tabla 1.

DiscusiónEl malestar psicológico se caracteriza por su naturaleza reactiva ante ciertos eventos estresantes, las alteraciones emocionales que le acompañan y la experimentación egodistónica de sus manifestaciones clí-

nicas.1 En ese sentido, se ha relacionado el malestar psicológico con diversos trastornos psicológicos,2,16 enfermedades médicas y desórdenes psicofisiológi-cos.10,12 El presente estudio indica que el malestar psicológico se asocia con las cefaleas que refieren las mujeres evaluadas como motivo de consulta, lo cual es consistente con el hecho de que la cefalea es una de las manifestaciones

Tabla 1. Cruce de datos: malestar psicológicoy motivo de consulta

Motivo de consultaDiagnóstico

TotalSin malestar Frecuencia (%)

Con malestar Frecuencia (%)

Alergia 1 (100%) 0 (0%) 1

Dolor de rodilla 1 (100%) 0 (0%) 1

Cáncer 1 (100%) 0 (0%) 1

Cansancio 0 (0%) 2 (100%) 2

Cefalea 3 (27.3%) 8 (72.7%) 11

Presión arterial 0 (0%) 1 (100%) 1

Control médico 6 (87.5%) 1 (14.3%) 7

Control prenatal 15 (71.4%) 6 (28.6%) 21

Control postnatal 2 (100%) 0 (0%) 2

Contusión de pie 1 (100%) 0 (0%) 1

Dental 16 (88.9%) 2 (11.1%) 18

Dolor abdominal 8 (80%) 2 (20%) 10

Dolor articular 2 (100%) 0 (0%) 2

Dolor de huesos 2 (100%) 0 (0%) 2

Dolor de empeine 1 (100%) 0 (0%) 1

Estreñimiento 0 (0%) 1 (100%) 1

Herniación umbilical 0 (0%) 1 (100%) 1

Labilidad emocional 0 (0%) 1 (100%) 1

Lumbalgia 2 (40%) 3 (60%) 5

Mialgia 1 (100%) 0 (0%) 1

Planificación familiar 8 (61.5%) 5 (38.5%) 13

Vista 2 (100%) 0 (0%) 2

its 2 (66.7%) 1 (33.3%) 3

Quemadura 0 (0%) 1 (100%) 1

Retiro de puntos 0 (0%) 1 (100%) 1

Sangrado vaginal 1 (100%) 0 (0%) 1

Resfrío 18 (69.4%) 4 (30.6%) 22

x2= 44.909; gl= 27; p= 0.017

Capaquira Morales JJ y cols. Aten Fam. 2020;27-(2):81-85. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75203

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psicosomáticas recurrentes en los trastor-nos de ansiedad y del estado de ánimo, dos de los cuadros más frecuentes en la población femenina de la ciudad de Arequipa.20

Se encontró que el grado educati-vo es una variable asociada al malestar psicológico; las mujeres con estudios secundarios y técnicos son quienes tienen puntajes más altos en malestar psicológico, en comparación con las mujeres que tienen estudios universita-rios. Estos resultados son semejantes a los reportados por Brenlla y Aranguren.6 Se determinó también que mientras más bajo era el estatus socioeconómico mayor era el malestar psicológico, y mientras más alto era el estatus socioeconómico, los niveles de malestar psicológico eran más bajos. Herrera y Rivera14 reportaron que el estatus socioeconómico se asocia con el malestar psicológico de manera significativa en mujeres que estudian enfermería en Chile.

Respecto a la familia, mientras más negativa es la percepción de la relación familiar, el malestar psicológico es mayor, lo cual es consistente con otros estudios que señalan que el apoyo familiar y la funcionalidad familiar son predictores importantes del malestar psicológico o que se encuentran asociados a éste.4,14 Esto pone de manifiesto la importancia del abordaje familiar en la atención médica.21

Nuevos estudios deberán superar las limitaciones del presente trabajo de investigación, a través de una selección probabilística y más representativa de la muestra, así como de la indagación de otras variables relacionadas con el malestar psicológico, además de las aquí

expuestas; asimismo, se reconoce que la percepción de la relación con la familia fue evaluada mediante una pregunta cualitativa, se requieren más estudios centrados en analizar dicha relación me-diante el uso de instrumentos validados para la población de estudio, los cuales puedan evaluar otros componentes in-volucrados en esa relación.

ConclusionesSe determinó que el malestar psicológico puede estar condicionado por variables psicosociales como la familia, la edu-cación y el estatus socioeconómico, es importante analizar todos estos compo-nentes que caracterizan a los individuos mediante un abordaje biopsicosocial propio de la medicina familiar y la aten-ción primaria.

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Original Article

SummaryObjective: to evaluate the association between functional social support and perception of one’s relationship with one’s parents in smoking and non-smoking adolescents. Methods: Analytical cross-sectional study conducted at the Family Medicine Unit (fmu) no. 64 of the Mexican Institute of Social Security (imss) from March to May of 2018; there were 250 adolescent participants ranging from thirteen to seventeen years of age, they answered the Argentina scale of perception of their relationship with their parents and a questionnaire of functional social support from Duke-unc. A descriptive statistical analysis was carried out, with frequency and related variables calculated by means of χ2.Results: the relationship between function social support and being a smoker or non-smoker was reported to have a χ2 of 0.733 with a p=0.392; the association of the perception of one’s relationship with one’s father or mother related to being a smoker or non-smoker registered a χ2 of 2.147 y 3.129 respectively, with a value of p >0.05 for both cases. Conclusions: there is not a statistically significant relationship between functional social support and the perception of one’s relationship with their parents as related to smoking in the evaluated adolescents.

Keywords: Social Support, Perception, Smoking, AdolescentsReceived: 23/06/2019Accepted: 24/11/2019

*Unidad de Medicina Familiar no. 64. Instituto Mexicano del Seguro Social.

Correspondence:Everardo Villar [email protected]

Social Support and Parental Perception in Smoking and Non-smoking Adolescents

Apoyo social y percepción de los padres en adolescentes fumadores y no fumadores

Everardo Villar Aguirre,* Jehú Arturo Tamayo Calderón*

Suggested citation: Villar Aguirre E, Tamayo Calderón JA. Apoyo social y percepción de los padres en adolescentes fumadores y no fumadores. Aten Fam. 2020;27(2):86-90. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75681

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Social Support, Perception and Smoking in AdolescentsAten Fam. 2020;27(2):86-90. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75681

ResumenObjetivo: evaluar la asociación entre el apoyo social funcional y la percepción de la relación con sus padres en adolescentes fumadores y no fumadores. Métodos: estudio transversal analítico realizado en la Unidad de Medicina Familiar (umf) no. 64 del Instituto Mexicano del Seguro Social (imss) de marzo a mayo de 2018; participaron 250 adolescentes de trece a diecisiete años de edad, contestaron la escala argentina de percepción de la relación con los padres y el cuestionario de apoyo social funcional Duke-unc. Se realizó estadística descriptiva, cálculo de frecuencias y relación de variables mediante χ2. Resultados: la relación entre apoyo social funcional y ser o no fumador reportó una χ2 de 0.733 con una p=0.392; la asociación percepción de la relación con el padre o la madre con ser o no fumador registró una χ2 de 2.147 y 3.129 respectivamente, con un valor de p>0.05 para ambos casos. Conclusiones: no existe una relación estadísticamente significativa entre el apoyo social funcio-nal y la percepción de la relación con sus padres con el tabaquismo en los adoles-centes evaluados.

Palabras claves: apoyo social, percep-ción, tabaquismo, adolescentes

Introduction Smoking is a health problem; diverse cardiovascular and respiratory illnesses are associated with the consumption of cigarettes.1 It is estimated that 22% of adolescents above the age of fifteen are habitual smokers and smoking is calcu-lated to begin at thirteen years of age.2

Worldwide, up to 40% of adoles-cents are said to have consumed tobacco at least once.3 It is reported that smoking on a weekly basis represents a higher risk

of developing a permanent smoking ha-bit (or of 1.83).4 In Mexico, up to 38% of adolescents have consumed tobacco at least once, and it is estimated that 11.5% will continue to do so until they are adults;5 in Mexico City, these figures are more worrying as close to half of adolescents were shown to have smoked cigarettes and it is estimated that 41.8% of said population will continue with this habit.6

During adolescence identity crises are experienced that can make one pre-disposed to tobacco consumption, so family involvement is important7. Proper family function can regulate the crises ex-perienced by adolescents;8 for this reason, it is fundamental to study the perception that they have about the other members of their family and to determine their relationship to tobacco use9. It is known that if parents and adolescents perceive each other in a negative way, there is more probability that the latter will engage in high-risk addictive behaviors, smoking being among them. Reports exist that show a negative association between perception and family support with frequency in tobacco consump-tion;10 other authors have concluded that when adolescents perceive their parents to be not understanding of them, a considerable risk exits for smoking (or of 2.39). For this reason it is necessary to study distinct variables involved and their association with the development of smoking habits.11

On the other hand, social support, contemplated as the support webs outside the adolescent’s family nucleus, are able to function as compensators in the face of a variety of social stressors; if these compensators are absent there can be health repercussions, for example, the de-velopment of addictions.12 Some authors

minimize support webs outside of the family and insist that parents are the main social circle who provides said support needed to avoid risky behavior.13 There are publications that conclude that there could be a positive relationship between social support and quitting smoking;14 in the same way, other sources determine that social support permits a better adap-tive answer to stopping a smoking habit.15

With the previous facts in mind, the objective of the current study was to eva-luate the association between functional social support and the perception of the relationship with parents in smoking and non-smoking adolescents.

MethodsAnalytical cross-sectional study carried out at the fmu no. 64 in the State of Mexico, from March 1st to May 31st, 2018. Adolescents were selected between thirteen and sixteen years of age who attended to the mentioned fmu. The calculation formula was used of a sam-ple size of two proportions; the sample size obtained was of 250 participants, to assure a confidence level of 95% it was adjusted for losses to 10%. The calculated group of adolescents who were smokers was of 150; to prevent absence of respon-se bias or losses it was done with 131. A non-probability sampling by convenience was done.

It was carried out with authori-zation of the Clinical Coordination of Education and Investigation of Health of the fmu 64 and of the committee of local ethics. The criteria of eligibility to participate in the study were: to be bet-ween thirteen and sixteen years of age, to be right-holders of the fmu 64 and to have the to have the consent and assent read and signed from both parents and adolescents. The criteria of exclusion

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were: being illiterate, coming from a disintegrated or separated family, suffe-ring from a chronic-degenerative illness, being in therapy for quitting smoking, having some psychiatric illness or con-suming any drug other than tobacco.

Previous to the collection of data, five test surveys were conducted for quality control, error correction and standardization of procedures. Partici-pants were surveyed in the waiting area during morning and afternoon shifts; sociodemographic data was collected (gender, age, education level, being or not being a smoker) and they took both the Duke-unc (alfa of Cronbach of 0.90)questionnaire about functional social support and the argentina scale of perception of the relationship one has with their parents (alfa of Cronbach of 0.73).

The statistical analysis was under-taken with Excel 2016 and the program

spss v.25; for the sociodemographic data, a descriptive statistic was applied with a calculation of frequency, percentage and measurements of central tendency. The association of independent variables (social support and the perception of one’s relationship with their parents) with dependent variables (being or not being a smoker) was carried out with the test χ2 with a significance level of 5% (p <0.05).

Results Among 250 participants there were no losses or withdrawals of informed con-sent. The median age was 15.23 years old and the age groups with a greater number of participants were seventeen and thirteen years old. The sample was composed of 119 subjects of male gender and 131 participants of female gender. As for education level, 128 ado-lescents had finished high school. The

prevalence of tobacco use was 52.4%, see table 1. The results were separated into two groups; smokers and non-smokers.

Upon relating functional social sup-port with being or not being a smoker, the χ2 obtained result was of 0.733 with a p=0.392.

Upon associating the variable of the perception of one’s relationship with their father with being a smoker or non-smoker, a value of χ2 of 2.147 was registered with a p=0.342. When linking the perception of one’s relationship with one’s mother with being or not being a smoker, a value of χ2 of 3.129 was obtai-ned with a value of p=0.209, see table 3.

Upon determining the level of functional social support in the 131 smoking adolescents, 107 showed high-functioning social support and 24 showed low-functioning social support. Of the 119 non-smoking subjects in the study, 92 of them showed high-functio-

Table 1. Socio demographic data of adolescent population

F= Frequency, %=Percentage

Group

Age Smokers Non-smokers Total

F % F % F %

13 14 5.6 38 15.2 52 20.8

14 14 5.6 17 6.8 31 12.4

15 29 11.6 19 7.6 48 19.2

16 32 12.8 13 5.2 45 18

17 42 16.8 32 12.8 74 29.6

Total 131 52.4 119 47.6 250 100

Gender

Male 69 27.6 50 20 119 47.6

Female 62 24.8 69 27.6 131 52.4

Total 131 52.4 119 47.6 250 100

EducationLevel

Elementary 6 2.4 9 3.6 15 6

Middle School 47 18.8 60 24 107 42.8

High School 78 31.2 50 20 128 51.2

Total 131 52.4 119 47.6 250 100

Villar Aguirre E, et al. Aten Fam. 2020;27(2):86-90. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75681

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Table 2. Functional social support in adolescent population

χ2= 0.733 with p= 0.392 F= Frequency, %=Percentage

Social Support

Group High-functioningSocial Support

Low-functioningSocial Support Total

F % F % F %

Smokers 107 42.8 24 9.6 131 52.4

Non-smokers 92 36.8 27 10.8 119 47.6

Total 199 79.6 51 20.4 250 100

Table 3. Perception of one’s relationship with one’s parents in adolescents

Father: χ2= 2.147, p= 0.342. Mother: χ2= 3.129, p= 0.209 F= Frequency, %=Percentage

Perception

Father

Group Acceptance Pathological Control Extreme Autonomy Total

F % F % F % F %

Smokers 38 15.2 85 34.0 8 3.2 131 52.4

Non-smokers 43 17.2 72 28.8 4 1.6 119 47.6

Total 81 32.4 157 62.8 12 4.8 250 100

Mother

Smokers 38 15.20 88 34.0 5 2.00 131 52.40

Non Smokers 46 18.40 67 26.8 6 2.40 119 47.60

Total 84 33.6 155 62 11 4.4 250 100

Acceptance

ExtremeAutonomy

Pathological Control

SmokersFatherPerception of one’s relationship with one’s parents

MotherNon Smokers Smokers Non Smokers

3843

3846

85

72

85

67

84 5 6

Freq

uenc

y

Figure 1. Perception of one’s relationship with one’s parents in adolescents

10

0

20

30

40

50

60

70

80

90

Social Support, Perception and Smoking in AdolescentsAten Fam. 2020;27(2):86-90. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75681

ning social support and 27 reported low-functioning social support.

In respect to the perception of one’s relationship with one’s father, of the 131 smoking adolescents, 38 participants referred to perceiving their father with acceptance, 85 iden-tified with pathological control and 8 with extreme autonomy; as for the group of non-smokers, of the 119 adolescents belonging to this group, 43 participants referred to perceiving their father with acceptance, 72 identified with pathological control and 4 with extreme autonomy. In the case of the perception of one’s relationship with one’s mother, in the smoking group, 38 adolescents mentioned perceiving their mother with acceptance, 88 identified with pathological control and 5, with extreme autonomy; as for the group of non-smokers, 46 participants referred to perceiving their mother with accep-tance, 67 identified with pathological control and 6, with extreme autonomy, see figure 1.

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DiscussionThe participants’ predominant factors of age and gender were seventeen years of age and female gender, respectively; in the group of smokers, the predominate factors were of seventeen years of age and male gender. Adolescents of male gender were more disposed to being smokers in comparison with women; this is distinct from the result reported by Cabrera et al.,3 and Silva et al.,16 but similar to what was mentioned by Nazarzadeh et al.17

This could be due to sociocultural factors related to the places were the research was carried out.

The level of functional social support for both groups was high. Upon relating functional social support with being or not being a smoker, the value p indicated that an association did not exist. That an adolescent is or is not a smoker is a situation that presents itself indepen-dently from the level of functional social support that he or she perceives in their surroundings.

The perception of one’s relations-hip with both parents in both groups was pathological control, followed by acceptance, and, in last place, extreme au-tonomy. Upon relating the perception of one’s relationship with one’s father with being or not being a smoker, the value of χ2 established that no association existed. In the same way, upon analyzing the perception of one’s relationship with one’s mother with being or not being a smoker an insignificant value of χ2 was obtained, indicating no association. It was shown that an adolescent being or not being a smoker likewise does not depend on their perception of their relationship with their parents; Trujillo Guerrero et al.,18 men-tion that said variables tend to not have a significant association, although their study was undertaken particularly related

to alcohol consumption; nevertheless, Kim et al.,19 established that pathological control by the parents is associated with a lower probability of smoking, a situation contrary to what was reported in the current study.

It is recognized that a limitation of this study was the type of sample, which could generate bias at the moment of collecting information and carrying out broader statistical inferences.

Conclusions For the adolescents who were analyzed from the fmu no. 64, functional social support and the perception of their relationship with their parents did not influence their decision to begin a smo-king habit; thus it is important to inquire about other social and family-related de-termining factors that could be involved in this phenomenon.

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15. Webb Hooper M, Baker EA, McNutt MD. Asso-ciations between coping, affect, and social support among low-income African American smokers. AddictBehav.38(11): 2736-40[Internet]. 2013 [Cited 2017 Jun 09]. Available in: http://dx.doi.org/10.1016/j.addbeh.2013.07.005

16. Silva Junior VF da S, Bispo LD, Valença Neto P da F, Casotti CA. Prevalencia, perceción y factores aso-ciados a la experiencia de tabaco entre adolescentes escolares. RevEnfermUFPE. 2014;8(12): 4188-95.

17. Nazarzadeh M, Bidel Z, Ayubi E, Bahrami A, Jafari F, Mohammadpoorasl A, et al. Smoking status in Iranian male adolescents: A cross-sectional study and a meta-analysis. AddictBehav [online]. 2013 [Cited 09 junio 2017];38(6):2214–8. Available in: http://dx.doi.org/10.1016/j.addbeh.2013.01.018

18. TrujilloGuerrero TJ, VázquezCruz E, CórdovaSo-riano JA. Percepción de la funcionalidad familiar y el consumo de alcohol en adolescentes. Atención Fam. 20;23(3):100-3 [Internet]. 2016 [cited 2017 Jun 09]. Available in: http://linkinghub.elsevier.com/retrieve/pii/S140588711630133X

19. Kim HHS, Chun JS. Analyzing Multilevel Factors Underlying Adolescent Smoking Be-haviors: The Roles of Friendship Network, Family Relations, and School Environment.JSchHealth.2018;88(6):434-43.

Villar Aguirre E, et al. Aten Fam. 2020;27(2):86-90. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75681

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Artículo original

Resumen:Objetivo: evaluar la asociación entre el apoyo social funcional y la percepción de la relación con sus padres en adolescentes fumadores y no fumadores. Métodos: estudio transversal analítico rea-lizado en la Unidad de Medicina Familiar (umf) no. 64 del Instituto Mexicano del Seguro Social (imss) de marzo a mayo de 2018; participaron 250 adolescentes de trece a diecisiete años de edad, contestaron la escala argentina de percepción de la relación con los padres y el cuestionario de apoyo social funcional Duke-unc. Se realizó estadística descriptiva, cálculo de frecuencias y relación de variables mediante χ2. Resultados: la relación entre apoyo social funcional y ser o no fumador reportó una χ2de 0.733 con una p=0.392; la asociación percepción de la relación con el padre o la madre con ser o no fumador registró una χ2 de 2.147 y 3.129 respectivamente, con un valor de p>0.05 para ambos casos. Conclusiones: no existe una relación estadísticamente significativa entre el apoyo social funcional y la percepción de la relación con sus padres con el tabaquismo en los adolescentes evaluados.

Palabras claves: apoyo social, percepción, tabaquismo, adolescentes

Apoyo social y percepción de los padres en adolescentes fumadores y no fumadores

Social Support and Parental Perception in Smoking and Non-smoking Adolescents

Everardo Villar Aguirre,* Jehú Arturo Tamayo Calderón*

Recibido: 23/06/2019Aceptado: 24/11/2019

*Unidad de Medicina Familiar no. 64. Instituto Mexicano del Seguro Social.

Correspondencia:Everardo Villar [email protected]

Sugerencia de citación: Villar Aguirre E, Jehú Arturo Tamxayo Calderón JA. Apoyo social y percepción de los padres en adolescentes fumadores y no fumadores. Aten Fam. 2020;27(2):91-95. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75202

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SummaryObjective: to evaluate the association between functional social support and perception of one’s relationship with one’s parents in smoking and non-smoking adolescents. Methods: Analytical cross-sectional study conducted at the Family Medicine Unit (fmu) no. 64 of the Mexi-can Institute of Social Security (imss) from March to May of 2018; there were 250 adolescent participants ranging from thirteen to seventeen years of age, they an-swered the Argentina scale of perception of their relationship with their parents and a questionnaire of functional social support from Duke-unc. A descriptive statistical analysis was carried out, with frequency and related variables calculated by means of χ2. Results: the relationship between function social support and being a smoker or non-smoker was repor-ted to have a χ2 of 0.733 with a p=0.392; the association of the perception of one’s relationship with one’s father or mother related to being a smoker or non-smoker registered a χ2 of 2.147 y 3.129 respecti-vely, with a value of p >0.05 for both cases. Conclusions: there is not a statistically significant relationship between functio-nal social support and the perception of one’s relationship with their parents as related to smoking in the evaluated adolescents.

Keywords: Social Support, Perception, Smoking, Adolescents

Introducción El tabaquismo es un problema de salud, diversos padecimientos cardiovasculares y respiratorios están asociados con el con-sumo de cigarros.1 Se estima que 22% de los adolescentes mayores de quince años son fumadores habituales y se calcula una edad de inicio a los trece años.2

En el mundo, hasta 40% de los ado-lescentes refieren haber consumido tabaco al menos una vez.3 Se ha reportado que fumar semanalmente representa mayor riesgo para desarrollar tabaquismo per-manente (or de 1.83).4 En México, hasta 38% de los adolescentes ha consumido tabaco alguna vez, y se estima que 11.5% lo continuará haciendo en edad adulta;5 en la Ciudad de México, esas cifras son más preocupantes, cerca de la mitad de los adolescentes manifestó haber consu-mido cigarro y se estima que 41.8% de esa población continuará con ese hábito.6

Durante la adolescencia se experi-mentan crisis de identidad que pueden predisponer al consumo de tabaco, por lo que la participación de la familia es importante7. El adecuado funcionamien-to familiar puede modular las crisis que experimenten los adolescentes,8 por eso es fundamental estudiar la percepción que tienen éstos de los integrantes de su familia y determinar su relación con el consumo de tabaco9. Se sabe que si padres y adolescentes se perciben entre ellos de forma negativa, hay probabilidad de que adopten conductas de alto riesgo para adicciones, entre ellas el tabaquismo. Existen reportes que informan una asocia-ción negativa entre percepción y apoyo familiar con la frecuencia en el consumo de tabaco;10 otros autores han concluido que cuando los adolescentes perciben a sus padres como poco compresivos, existe un riesgo considerable para tabaquismo (or de 2.39). Por lo que es necesario es-tudiar las distintas variables involucradas y su asociación con desarrollo de hábitos tabáquicos.11

Por otra parte, el apoyo social, contemplado como las redes de apoyo ex-ternas al núcleo familiar de un adolescente, pueden fungir como compensadores ante diversos estresores sociales; de estar ausen-

tes dichos compensadores puede haber repercusiones en la salud, por ejemplo, desarrollar adicciones.12 Algunos autores minimizan las redes de apoyo externas a la familia e insisten en que los padres son el círculo social principal del cual proviene dicho apoyo para evitar conductas de ries-go.13 Existen publicaciones que concluyen que pudiera existir una respuesta positiva entre apoyo social y dejar de fumar;14 de manera similar, otras fuentes determinan que el apoyo social permite una mejor respuesta adaptativa para interrumpir el tabaquismo.15

Dados estos antecedentes, el objetivo del presente estudio fue evaluar la asocia-ción entre el apoyo social funcional y la percepción de la relación con los padres en adolescentes fumadores y no fumadores.

MétodosEstudio transversal analítico realizado en la umf no. 64 del Estado de México, del 1 de marzo al 31 de mayo de 2018. Se seleccionaron adolescentes de entre trece y diecisiete años de edad adscritos a la umf referida. Se utilizó fórmula para cálculo de tamaño de muestra de dos proporciones, la muestra obtenida fue de 250 participantes, para asegurar un nivel de confianza de 95% se ajustó a pérdidas a 10%. El grupo de adolescentes sí fuma-dores calculado fue de 125, para prevenir sesgos de ausencia de respuesta o pérdidas se trabajó con 131. Se realizó muestreo no probabilístico por conveniencia.

Se contó con las autorizaciones de la Coordinación Clínica de Educación e Investigación en Salud de la umf 64 y del comité de ética local; fueron considera-dos como criterios de inclusión: edad de trece a diecisiete años de edad, ser dere-chohabiente de la umf 64, haber leído y firmado el consentimiento-asentimiento informado por padres y adolescentes res-

Villar Aguirre E, y cols.Aten Fam. 2020;27(2):91-95. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75202

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Apoyo social, percepción y tabaquismo en adolescentesAten Fam. 2020;27(2):91-95. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75202

pectivamente. Los criterios de exclusión fueron: ser analfabeta, proceder de una familia desintegrada o interrumpida, padecer alguna enfermedad crónico-degenerativa, estar en terapia para dejar de fumar, tener algún padecimiento psi-quiátrico y consumir una droga distinta al tabaco.

Previo a la recolección de datos, se realizaron cinco encuestas piloto para control de calidad, corrección de errores y estandarización de procedimientos. Los participantes fueron encuestados en la sala de espera de consulta externa en los turnos matutino y vespertino; se reca-baron datos sociodemográficos (género, edad, grado de escolaridad, ser fuma-dor), se aplicó el cuestionario de apoyo social funcional de Duke-unc (alfa de Cronbach de 0.90) y escala argentina de percepción de la relación con los padres (alfa de Cronbach de 0.73).

El análisis estadístico se realizó me-diante Excel 2016 y el programa spss v. 25; para los datos sociodemográficos se aplicó estadística descriptiva con cálculo de frecuencia, porcentaje y medidas de tendencia central. La asociación de variables independientes (apoyo social y percepción de la relación con los padres) con variables dependientes (ser y no ser fumador) se realizó con la prueba χ2 con un nivel de significancia de 5% (p <0.05).

Resultados De 250 participantes no se presentaron pérdidas ni retiros de consentimiento in-formado. La media de edad fue de 15.23 años, los grupos de edad con mayor nú-mero de participantes fueron diecisiete y trece años; la muestra se compuso de 119 sujetos del género masculino y 131 parti-cipantes del género femenino; en cuanto a la escolaridad, 128 adolescentes tenían estudios de preparatoria. La prevalencia

de tabaquismo fue de 52.4%, ver tabla 1. Se separaron los resultados en dos grupos: fumadores y no fumadores.

Al relacionar el apoyo social funcio-nal con ser o no fumador, la ×2 obtuvo un resultado de 0.733 con una p=0.392.

Al asociar la variable de percepción de la relación con el padre con ser o no fumador, se registró un valor de ×2 de 2.147 con una p=0.342. Al momento de vincular la percepción de la relación con la madre con el ser o no ser fumador, se obtuvo un valor de ×2 de 3.129 con un valor de p=0.209, ver tabla 3.

Al determinar el grado de apoyo social funcional en los 131 adolescentes fumadores, 107 mostraron apoyo social funcional alto y 24, bajo. En cuanto a los 119 sujetos de estudio no fumadores, 92 de ellos mostraron un apoyo social funcional alto y 27 reportaron un apoyo social funcional bajo.

Respecto a la percepción de la rela-ción con el padre, de los 131 adolescentes fumadores, 38 participantes refirieron percibir al padre con aceptación, 85 se identificaron con control patológico y 8, con autonomía extrema; en cuanto al grupo de no fumadores, de los 119 ado-lescentes que conformaban este grupo, 43 participantes refirieron percibir al padre con aceptación, 72 se identificaron con control patológico y 4 con autonomía extrema. En el caso de percepción de la relación con la madre, en el grupo de fumadores, 38 adolescentes mencionaron percibir a la madre con aceptación, 88 se identificaron con control patológico y 5, con autonomía extrema; en cuanto al grupo de no fumadores, 46 participantes refirieron percibir a la madre con acep-tación, 67 se identificaron con control patológico y 6, con autonomía extrema, ver figura 1.

Tabla 1. Datos sociodemográficos en adolescentes

F= Frecuencia, %=Porcentaje

Grupo

Edad Fumadores No fumadores Total

F % F % F %

13 14 5.6 38 15.2 52 20.8

14 14 5.6 17 6.8 31 12.4

15 29 11.6 19 7.6 48 19.2

16 32 12.8 13 5.2 45 18

17 42 16.8 32 12.8 74 29.6

Total 131 52.4 119 47.6 250 100

Género

Masculino 69 27.6 50 20 119 47.6

Femenino 62 24.8 69 27.6 131 52.4

Total 131 52.4 119 47.6 250 100

Escolaridad

Primaria 6 2.4 9 3.6 15 6

Secundaria 47 18.8 60 24 107 42.8

Preparatoria 78 31.2 50 20 128 51.2

Total 131 52.4 119 47.6 250 100

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Aceptación

Autonomíaextrema

Controlpatológico

Sí fumadoresPadre

Percepción de relación con los padresMadre

No fumadores Sí fumadores No fumadores

3843

3846

85

72

85

67

84 5 6

Frec

uenc

ia

Figura 1. Percepción de relación con los padres en adolescentes

10

0

20

30

40

50

60

70

80

90

Tabla 2. Apoyo social funcional de adolescentes

χ2= 0.733 con p= 0.392 F= Frecuencia, %=Porcentaje

Apoyo social

Grupo Apoyo socialfuncional alto

Apoyo socialfuncional bajo Total

F % F % F %

Fumadores 107 42.8 24 9.6 131 52.4

No fumadores 92 36.8 27 10.8 119 47.6

Total 199 79.6 51 20.4 250 100

Tabla 3. Percepción de relación con los padres en adolescentes

Percepción

Padre

Grupo Aceptación Control patológico Autonomía Extrema Total

F % F % F % F %

Fumadores 38 15.2 85 34.0 8 3.2 131 52.4

No fumadores 43 17.2 72 28.8 4 1.6 119 47.6

Total 81 32.4 157 62.8 12 4.8 250 100

Madre

Fumadores 38 15.20 88 34.0 5 2.00 131 52.40

No fumadores 46 18.40 67 26.8 6 2.40 119 47.60

Total 84 33.6 155 62 11 4.4 250 100

Padre: χ2= 2.147, p= 0.342. Madre: χ2= 3.129, p= 0.209 F= Frecuencia, %=Porcentaje

Villar Aguirre E, y cols.Aten Fam. 2020;27(2):91-95. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75202

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Discusión La edad y género predominantes de los participantes fueron diecisiete años y género femenino respectivamente; en el grupo de fumadores, predominaron los adolescentes de diecisiete años y el género masculino; los adolescentes del género masculino fueron más propensos a ser fu-madores en comparación con las mujeres, este es un resultado distinto a lo reportado por Cabrera y cols.3 y Silva y cols.,16 pero similar a lo mencionado por Nazarzadeh y cols.17 Esto puede deberse a factores so-cioculturales propios de los lugares donde se realizaron estas investigaciones.

El grado de apoyo social funcional para ambos grupos fue alto. Al relacionar el apoyo social funcional con ser o no fumador, el valor p indicó que no existe asociación. Que un adolescente sea o no fumador, es una situación que se presenta independientemente del grado de apoyo social funcional que éste perciba de su entorno.

La percepción de la relación con ambos padres en los dos grupos fue con-trol patológico, seguido de aceptación y en último lugar autonomía extrema. Al relacionar la percepción de la relación con el padre con el ser o no fumador, el valor de χ2 estableció que no existía asociación. De forma similar, al analizar la percepción de la relación con la madre con el ser o no fumador se obtuvo un valor de χ2 no significativa, indicando no asociación. Se mostró que ser o no fumador en los adolescentes tampoco depende del tipo de percepción de la relación con sus padres, Trujillo Guerrero y cols.18 mencionan que dichas variables no suelen tener asociación significativa, aunque su estudio fue realizado particu-larmente en el consumo de alcohol; sin embargo, Kim y cols.19 afirmaron que un control patológico por los padres se

asocia con menor probabilidad de fumar, situación contraria a la reportada en el presente estudio.

Se reconoce como limitación de este estudio el tipo de muestreo, el cual puede generar sesgos al momento de recabar la información y realizar inferencias esta-dísticas más amplias.

Conclusiones Para los adolescentes de la umf no. 64 analizados, el apoyo social funcional y la percepción de la relación con los padres no influyen para que se inicie el hábito tabáquico, por lo que es importante indagar en otras determinantes sociales y familiares que pudieran estar involu-cradas con este fenómeno.

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18. Trujillo Guerrero TJ, Vázquez Cruz E, Córdo-va Soriano JA. Percepción de la funcionalidad familiar y el consumo de alcohol en adolescen-tes. Atención Fam. 20;23(3):100-3 [Internet]. 2016 [Citado 2017 Jun 09]. Disponible en: http://linkinghub.elsevier.com/retrieve/pii/S140588711630133X

19. Kim HHS, Chun JS. Analyzing Multilevel Fac-tors Underlying Adolescent Smoking Behaviors: The Roles of Friendship Network, Family Rela-tions, and School Environment. J Sch Health. 2018;88(6):434-43.

Apoyo social, percepción y tabaquismo en adolescentesAten Fam. 2020;27(2):91-95. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75202

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Case Report

SummarySpontaneous gallbladder perforation is a rare medical condition and it is primarily related to acalculous cholecystitis; however, it has a high mortality rate compared to deaths caused by cal-culous cholecystitis, which only represents 1%. Clinical and paraclinical data are not specific, so it is important to provide a timely diagnosis and immediate treatment to avoid complications and to improve patients’ prognosis.

Keywords: Gallbladder, Acalculous Cholecystitis, Cholecystectomy

ResumenLa perforación espontánea de la vesícula biliar es una entidad poco común y está relacionada principalmente con la colecistitis alitiásica; sin embargo, tiene una alta tasa de mortalidad en comparación con las muertes causadas por colecistitis litiásica, que solo representan 1%. Los datos clínicos y paraclínicos no son específicos, por lo que el diagnóstico oportuno es importante para proporcionar un tratamiento inmediato y evitar complicaciones con el propósito de mejorar el pronóstico del paciente.

Palabras clave: vesícula biliar, colecistitis alitiásica, colecistectomía

Spontaneous Healthy Gallbladder Perforation, Case Report and Literature Review

Rotura espontánea de vesícula biliar sana, reporte de caso y revisión de literatura

Víctor Gómez Recillas,* Laura A. Montes Rangel,** Cinthia A. Vázquez Reyes,*** Laura Mejía Domínguez,* Esaú Núñez Aguilar*

Received: 01/14/2020Accepted: 02/11/2020

*Departamento de Cirugía del Hospital General de Zona 53, In-stituto Mexicano del Seguro Social.**Unidad de Medicina Familiar no. 70 Instituto Mexicano del Seguro Social.***Práctica privada, Mro Services.

Correspondence:Víctor Gómez [email protected]

Suggested citation: Gómez Recillas V, Montes Rangel LA, Vázquez Reyes CA, Mejía Domínguez L, Núñez Aguilar E. Rotura es-pontánea de vesícula biliar sana, reporte de caso y revisión de literatura. Aten.Fam. 2020;27(2):96-99. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75682

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Spontaneous Gallbladder PerforationAten.Fam. 2020;27(2):96-99. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75682

IntroductionSpontaneous gallbladder perforation is a rare illness (3 to 10%), usually found as a complication of acute acalculous cho-lecystitis, yet has a high mortality rate of up to 42%.1-5 It is considered a diagnos-tic challenge because the pathogenesis is not well known, clinical evolution may be confused with uncomplicated acute cholecystitis data, there are no pathognomonic clinical data, blood tests show no difference or any specific data leading to an accurate diagnosis and even the information obtained through different imaging techniques do not always provides concrete data, so the diagnosis is accurate only until surgery. Early diagnosis and manage-ment are crucial to patients’ prognosis, which can become fatal if not detected in a timely manner.

Below is the case of a patient who went to the emergency room with a clinical picture of pain and with image studies compatible with a liver hemato-ma, however, because of its unfavorable evolution laparoscopy was performed that concluded in cholecystectomy by seemingly healthy gallbladder perfo-ration.

Case ReportFemale patient of 46 years, with no apparent important medical history, fasting of only eight hours, with clinical picture of sudden pain, located in the right hypochondrium of moderate or mild intensity to 3 of 10, on the visual analog scale (vas), with ten days of evolution, initiated after a pool dive, ac-companied by nausea without vomiting. She was examined in a private medical unit, where image studies were perfor-med, an abdominal cat that reported subcapsular hematoma. She was mana-

Table 1

Day Clinical Evolution Blood Tests Evolution Imaging Evolution

1

Pain. Mild in the righthypochondriumJaundice. Little noticeableNo nausea and vomitingNo fever

Complete Blood Count (cbc): leukocytes 10500neutrophils 75%hemoglobin 12Liver functionTotal Bilirubin 2.1Direct bilirubin 1.7Indirect bilirubin 0.4

Abdominal cat: normal gallbladder Subcapsular hematoma of 3x5 cmright liver lobe

2

Pain. Mild in the righthypochondriumJaundice: Little noticeableNo nausea and vomitingNo fever

Complete Blood Count (cbc): leukocytes 10500neutrophils 75%hemoglobin 11Liver functionTotal bilirubin 2.1Direct bilirubin 1.7Indirect bilirubin 0.4

Abdominal cat: normal gallbladder Subcapsular hematoma of 4x5 cmright liver lobe

3

Pain. Mild in the righthypochondriumJaundice: Little noticeableNo nausea and vomitingNo fever

Complete Blood Count (cbc): leukocytes 11000neutrophils 80%hemoglobin 11Total bilirubin 1.5Direct bilirubin 0.5Indirect bilirubin 1.0

Abdominal cat: normal gallbladder Subcapsular hematoma of 4x5 cmright liver lobe

ged symptomatically and released due to improvement after 48 hours, however pain persisted so she returned to the hospital five days after her hospital dis-charge. At her admission, new studies were conducted including a new cat that reported subcapsular hematoma (figure 1), her gallbladder was reported normal (figure 2). Blood tests showed high leukocytosis and bilirubin; and af-ter three days there was no improvement (table 1), so it was decided to perform diagnostic-therapeutic laparoscopy finding a non-inflamed gallbladder, with rupture in the bottom, without gallstones (lithos), the encapsulated bile (biloma) of approximately 100cc (figure 3) wrapped by omentum, for which cholecystectomy and bile drainage were performed without eventualities; the evolution was satisfactory and the patient was discharged after 48 hours of the surgery.

DiscussionThe first gallbladder perforation report was described by Duncan in 1840.1, 2 In 1890 Courvoisier described 499 cases of gallbladder perforation, of which 169 showed as cholecysto cutaneous fistula.3 It is most common in men and the average age is 60 years.4,6,7

While there is no specific cause, there are a number of factors that predispose to this pathology, inclu-ding systemic diseases such as type 2 diabetes mellitus (dm2), atherosclero-tic heart disease, systemic high blood pressure (since they are factors for the development of peripheral angiopathy), infections (enteric fever), corticosteroid therapy; in younger patients, immune commitment may be associated to hemodynamic instability and critical illnesses.6, 7

Based on its origin it can be clas-sified in: spontaneous, iatrogenic and

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traumatic;8 and based on the findings, in type I, ii and iii, the most common are the first two in patients under 50 years.1,2,4,6,9

Type I: Acute perforation of the free gallbladder (no adhesions) with generalized biliary peritonitis

Type ii: Subacute perforation with pericholecystic abscess with localized peritonitis

Type iii: Chronic perforation with cholecystoenteric fistula formation

The most common anatomical site is the bottom (40.5%),1,2,5 as it is the least vascularized area,4,5 combined with vascular and ischemic changes, which are crucial for the perforation pathogenesis; it can also occur in the neck in relation to impacted lithos or infection.5

The explanation that underpin gallbladder perforation in acalculous cholecystitis is the presence of peripheral angiopathy that triggers disorders such as coronary atherosclerosis and capillary injury, this decreases resistance in the gallbladder and its terminal segment. The terminal blood vessels of the he-patic artery that are responsible for the irrigation of the gallbladder are likely to develop embolism and ischemia, causing necrosis and perforation of the vesicular wall.7

The most common mechanism involves obstruction of the cystic duct, by increasing the intraluminal pressure of the bile duct, which causes gallbladder distension, vascular involvement, ische-mia, necrosis and perforation. Bloat-free gallbladder perforation is related to infec-tion of the Rokitansky-Aschoff’s sinuses with subsequent necrosis and rupture.4

Figure 1. Abdominal cat. Subcapsular collection

Figure 3. Gallbladder Perforation

Figure 2. Abdominal cat. Gallbladder

Gómez Recillas V. et al.Aten.Fam. 2020;27(2):96-99. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75682

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Immersion in water results in a redistribution of blood flow caused by external hydrostatic pressure from the water, causing it to increase at the central level and decrease in other peripheral areas, such as the skin and intestines, including the gallbladder, which gene-rates ischemia.10

Initially, it may occur with data resembling acute cholecystitis; there are no classic or pathological symptoms of gallbladder perforation, so diagnosis is a challenge.2,4,6,7

Perforation usually develops du-ring cholecystitis (one to two days, even weeks later). It has been noted that perforation should be suspected in patients with acute cholecystitis that deteriorate rapidly; once vesicular perforation has been instituted there may be peritoneal irritation data.1,4,5 It is suggested that when the perforation occurs at the bottom there is less chance of it being covered by omentum, so bile drains into the peritoneal cavity, on the other hand, when drilling occurs at a site other than the bottom, it is easily sealed by omentum or intestine, so it will remain limited to the right upper quadrant with formation of perichole-cystic fluid.1,4

Since it is an unusual medical condition and has clinical similarities with uncomplicated acute cholecysti-tis, diagnosis is a challenge; in addition to the clinical course, medical history and physical examination, it is im-portant to highlight the need of using imaging techniques for clarification of diagnosis.

Ultrasound is the initial examina-tion, however, sometimes it does not

show perforation due to increased in-testinal gas; it shows data such as edema and vesicular wall thickening.2-4,7

A cat has increased sensitivity and shows a clearer gallbladder with thick walls and collections.2-4,9

The unique radiological sign of the vesicular rupture is called the “hole sign”, in which the wall defect can be observed, however, it is not always evident.1,2,5

Due to clinical and even imaging similarities with cholecystitis, the diag-nosis is not accurate until the patient undergoes a surgery.

Management will always be surgical through cholecystectomy, however, it will depend on the general condition of the patient; when it comes to a critical patient minimally invasive procedures are chosen, such as percutaneous co-llection drainage, antibiotic handling and a plan for definitive surgery, once the patient is stable. In clinically stable patients laparoscopic cholecystectomy is used, but in case of difficulty it can become an open surgery.2 The main complication is abdominal sepsis that subsequently ends in septic shock, so it is important to intentionally seeking systemic inflammatory response data.6

ConclusionA perforated acalculous cholecystitis was found so it was decided to do a laparoscopic examination due to the cli-nical evolution of the patient. It is likely that vesicular perforation may have been related to the pool submersion by the redistribution of blood flow.

Perforated acalculous cholecystitis is a difficult medical condition to diagnose

in patients without prior pathology; sce-narios such as the case described should be taken into account to avoid multiple life-threatening complications.

References 1. Arróniz M Á, Gutiérrez C A, Rosas H R, Martínez

J A, Palacios A C. ¿Hay factores clínicos y/o bio-químicos con los que se pueda presumir diagnósti-co preoperatorio de perforación de vesícula biliar? Cirujano general. 2011;33(1):26-31.

2. Srinivasan D, Sherigar S, Thimmappa D. Gall bladder perforation in acalculous cholecystitis. Oncology, Gastroenterology and Hepatology Re-ports. Sep. 2014,1;3(3):1.

3. Jayasinghe G, Adam J, Abdul-Aal Y. Unusual pre-sentation of gallbladder perforation. International Journal of Surgery Case Reports. 2016;18:42-4.

4. Sen S, Parui U K. Spontaneous Gall Bladder Perforation: A rare clinical entity, a diagnostic and surgical challenge. Surg Med Open Acc J. 2018;1(1):1-4.

5. Goel P, Jain V, Manchanda V, Sengar M, Gupta CR, Mohta A. Spontaneous biliary perforations: an uncommon yet important entity in children. Journal of clinical and diagnostic research: JCDR. 2013;7(6):1201.

6. Bolívar Rodríguez MA, Cázarez Aguilar MA, Guadrón Llanos CO, Fierro López R, Detrell B, Alejandro G, Valdespino García B. Ruptura in-trahepática de vesícula biliar por piocolecisto pre-sentándose como absceso hepático: reporte de un caso. Revista Mexicana de Cirugía Endoscópica. 2016;17(1):43-6.

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10. Güeita Rodríguez J, Hoyas Ávila S, Palacios Ceña D, Molina Rueda F. Efectos de la inmer-sión vertical en el agua sobre el sistema nervio-so: revisión sistemática. Revista de Neurología. 2019;68(5):181-9.

Spontaneous Gallbladder PerforationAten.Fam. 2020;27(2):96-99. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75682

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Reporte de caso

ResumenLa perforación espontánea de la vesícula biliar es una entidad poco común y está relacionada principalmente con la colecistitis alitiásica; sin embargo, tiene una alta tasa de mortalidad en comparación con las muertes causadas por colecistitis litiásica, que solo representan 1%. Los datos clínicos y paraclínicos no son específicos, por lo que el diagnóstico oportuno es importante para proporcionar un tratamiento inmediato y evitar complicaciones con el propósito de mejorar el pronóstico del paciente.

Palabras clave: vesícula biliar, colecistitis alitiásica, colecistectomía

SummarySpontaneous gallbladder perforation is a rare medical condition and it is primarily related to acalculous cholecystitis; however, it has a high mortality rate compared to deaths caused by cal-culous cholecystitis, which only represents 1%. Clinical and paraclinical data are not specific, so it is important to provide a timely diagnosis and immediate treatment to avoid complications and to improve patients’ prognosis.

Keywords: Gallbladder, Acalculous Cholecystitis, Cholecystectomy

Rotura espontánea de vesícula biliar sana, reporte de caso y revisión de literatura

Spontaneous Healthy Gallbladder Perforation, Case Report and Literature Review

Víctor Gómez Recillas,* Laura A. Montes Rangel,** Cinthia A. Vázquez Reyes,*** Laura Mejía Domínguez,* Esaú Núñez Aguilar*

Recibido: 14/01/2020Aceptado: 11/02/2020

*Departamento de Cirugía del Hos-pital General de Zona 53, Instituto Mexicano del Seguro Social.**Unidad de Medicina Familiar no. 70 Instituto Mexicano del Seguro Social.***Práctica privada, Mro Services.

Correspondencia:Víctor Gómez [email protected]

Sugerencia de citación: Gómez Recillas V, Montes Rangel LA, Vázquez Reyes CA, Mejía Domínguez L, Núñez Aguilar E. Rotura es-pontánea de vesícula biliar sana, reporte de caso y revisión de literatura. Aten Fam. 2020;27(2):100-103. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75207

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Rotura espontánea de vesícula biliarAten Fam. 2020;27(2):100-103. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75207

IntroducciónLa perforación espontánea de vesícula biliar es una entidad poco común (3 a 10%), usualmente encontrada como complicación de colecistitis aguda ali-tiásica, pese a ello presenta una elevada mortalidad de hasta 42%.1-5 Se considera un reto diagnóstico porque: la patogé-nesis no es bien conocida, la evolución clínica puede confundirse con datos de colecistitis aguda no complicada, no existen datos clínicos patognomónicos, los estudios de laboratorio no muestran diferencia o algún dato específico que conduzca a un diagnóstico preciso e incluso los datos obtenidos mediante las diferentes técnicas de imagen no siem-pre aportan datos concretos, por ello el diagnóstico es certero solo hasta el evento quirúrgico. El diagnóstico y manejo temprano son cruciales para el pronóstico de los pacientes, que puede llegar a ser mortal si no se detecta oportunamente.

A continuación se presenta el caso de una paciente que se acudió a urgencias con cuadro clínico de dolor y con estudios de imagen compatibles con un hematoma hepático, sin embargo, por su evolución poco favorable se realizó laparoscopia que concluyó en colecistectomía por perfo-ración de vesícula aparentemente sana.

Reporte de casoPaciente femenina de 46 años, sin antece-dentes de importancia aparentes, ayuno de solo ocho horas, con cuadro clínico de dolor súbito, localizado en hipocon-drio derecho de intensidad moderada a 3 de 10, o leve, en la escala análoga visual (eva), con diez días de evolución, iniciado posterior a sumersión en alber-ca, acompañado de náusea sin vómito. Fue valorada en una unidad médica privada, donde se realizaron estudios de imagen, una tomografía abdominal

que reportó hematoma subscapular. Fue manejada sintomáticamente y se le egresó por mejoría a las 48 horas, sin embargo, el dolor persistió por lo que acudió a la unidad hospitalaria cinco días después de su egreso. A su ingreso se realizaron nuevos estudios incluyendo una nueva tomografía que reportó hematoma subs-capular (figura 1), su vesícula biliar se reportaba normal (figura 2). Los estudios de laboratorio mostraron leucocitosis y bilirrubinas elevadas; no presentó mejoría durante tres días (tabla 1), por lo que se decidió realizar laparoscopia diagnóstico-terapéutica encontrando vesícula no inflamada, con ruptura en el fondo, sin litos, la bilis encapsulada (bilioma) de 100cc aproximadamente (figura 3) envuelta por epiplón, por lo cual se realizó colecistectomía y drenaje de bilis sin eventualidades; la evolución fue satisfactoria y la paciente egresó 48 horas después del evento quirúrgico.

DiscusiónEl primer reporte de perforación vesicular fue descrito por Duncan en 1840. 1,2 En 1890 Courvoisier describió 499 casos de perforación vesicular, de los cuales 169 se manifestaron como fístula colecisto-cutánea.3 Es más común en varones y la edad promedio es de 60 años.4, 6, 7

Si bien no hay una causa específica, existen diversos factores que predispo-nen a esta patología, entre ellos destacan enfermedades sistémicas como la diabe-tes mellitus tipo 2 (dm2), enfermedad cardíaca ateroesclerótica, hipertensión arterial sistémica (ya que son factores para el desarrollo de angiopatía periféri-ca), infecciones (fiebre entérica), terapia con corticoesteroide; en pacientes más jóvenes, el inmunocompromiso puede asociarse a inestabilidad hemodinámica y enfermedades críticas. 6, 7

Con base en su origen se pueden clasificar en: espontánea, iatrogénica y

Tabla 1

Día Evolución clínica Evolución laboratorios Evolución Radiológica

1

Dolor. Leve en hipocondrio derecho Ictericia: poco perceptible Náusea y vómito: ausente Fiebre: ausente

Biometría Hemática (bh): • leucocitos 10500 • neutrófilos 75% • hemoglobina 12 Funcionamiento hepático (pfh) Bilirrubina total 2.1 • bilirrubina directa 1.7 • bilirrubina indirecta 0.4

Tomografía simple y contrastada de abdomen (tac): • vesícula normal • hematoma subscapular de

3x5 cm lóbulo hepático derecho

2

Dolor: leve en hipocondrio derecho Ictericia: poco perceptibleNáusea y vómito: ausente Fiebre: ausente

Biometría Hemática (bh): • leucocitos 10500 • neutrófilos 75% • hemoglobina 11 Funcionamiento hepático (pfh) Bilirrubina total 2.1 • bilirrubina directa 1.7 • bilirrubina indirecta 0.4

Tomografía simple y contrastada de abdomen (tac):• vesícula normal• hematoma subscapular de

4x5 cm lóbulo hepático derecho

3

Dolor: leve en hipocondrio derecho Ictericia: ausente Náusea y vómito: ausente Fiebre: ausente

Biometría Hemática (bh): • leucocitos 11000 • neutrófilos 80% • hemoglobina 11Funcionamiento hepático (pfh) Bilirrubina total 1.5 • bilirrubina directa 0.5 • bilirrubina indirecta1.0

Tomografía simple y contrastada de abdomen (tac): • vesícula normal • hematoma subscapular de

4x5 cm lóbulo hepático derecho

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traumática;8 y con base en los hallazgos, en tipo I, ii y iii, las más comunes son las primeras dos en pacientes menores de 50 años.1,2,4,6,9

Tipo I: Perforación aguda de la vesícula biliar libre (sin adherencias) con peritonitis biliar generalizada

Tipo ii: Perforación subaguda con absceso pericolecístico con peritonitis localizada

Tipo iii: Perforación crónica con formación de fístula colecistoentérica

El sitio anatómico más común es el fondo (40.5%),1,2,5 ya que es la zona menos vascularizada,4,5 aunado a los cambios vasculares e isquémicos, los cuales son cruciales para la patogénesis de la perforación; también puede ocu-rrir en el cuello en relación con litos impactados o infección.5

La explicación que sustenta la perforación de la vesícula en colecistitis alitiásica es la presencia de angiopatía periférica que desencadena desórdenes como ateroesclerosis coronaria y lesión de los capilares, esto disminuye la re-sistencia en la vesícula biliar y en su segmento terminal. Los vasos sanguí-neos terminales de la arteria hepática que son responsables de la irrigación de la vesícula biliar son propensos a presentar embolia e isquemia, lo que ocasiona necrosis y perforación de la pared vesicular.7

El mecanismo más común implica la obstrucción del conducto cístico, por aumento de la presión intralu-minal del conducto colédoco, lo que ocasiona distensión de la vesícula bi-liar, compromiso vascular, isquemia, necrosis y perforación. La perforación sin distensión de la vesícula biliar está relacionada con infección de los senos de Rokitansky-Aschoff con posterior necrosis y ruptura.4

Figura 1. Tomografía abdominal. Colección subcapsular

Figura 3. Vesícula biliar perforada

Figura 2. Tomografía abdominal. Vesícula biliar

Gómez Recillas V. y cols.Aten Fam. 2020;27(2):100-103. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75207

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La inmersión en agua produce una redistribución del flujo sanguíneo provocado por la presión hidrostática externa del agua, haciendo que aumente a nivel central y disminuya en otras zonas periféricas, como la piel y los intestinos, incluyendo la vesícula biliar, lo que genera isquemia.10

Inicialmente, puede presentarse con datos que se asemejan a la colecis-titis aguda; no hay síntomas clásicos o patognomónicos de la perforación de vesícula biliar, por lo que el diagnóstico es un desafío.2,4,6,7

La perforación suele desarrollarse en el curso de colecistitis (uno a dos días, incluso semanas después). Se ha señalado que la perforación debe sospecharse en aquellos pacientes con colecistitis aguda que se deterioran rápi-damente; una vez que se ha instaurado la perforación vesicular puede haber datos de irritación peritoneal.1,4,5 Se sugiere que cuando la perforación ocurre en el fondo existe menor posibilidad de que sea cubierta por epiplón, por lo que la bilis drena dentro de la cavidad peritoneal, en cambio, cuando la per-foración ocurre en un sitio diferente al fondo, es fácilmente sellada por epiplón o intestino, por lo que se mantendrá limitada al cuadrante superior derecho con formación de un plastrón o líquido pericolecísitco.1,4

Ya que se trata de una entidad poco habitual y presenta similitudes clínicas con la colecistitis aguda no complicada, el diagnóstico es un reto; además del curso clínico, antecedentes y explora-ción física, es importante destacar la necesidad de utilizar técnicas de imagen para el esclarecimiento del diagnóstico.

El ultrasonido es el examen inicial, sin embargo, en ocasiones no muestra la perforación debido al aumento de gas

intestinal; muestra datos como edema y engrosamiento de la pared vesicular.2-4 ,7

La tomografía axial computarizada tiene mayor sensibilidad y muestra con mejor claridad la vesícula biliar con paredes gruesas y colecciones.2-4,9

El signo radiológico único de la ruptura vesicular recibe el nombre de “signo del agujero” (hole sign), en el que se observa el defecto de pared, sin embargo, no siempre es evidente.1,2,5

Debido a las similitudes clínicas e incluso imagenológicas con colecistitis, el diagnóstico no es preciso sino hasta que el paciente es intervenido.

El manejo siempre será quirúrgico por medio de colecistectomía, sin em-bargo, dependerá del estado general del paciente; cuando se trata de un paciente crítico se eligen procedimientos míni-mamente invasivos, como el drenaje percutáneo de la colección, manejo con antibiótico y un plan para una cirugía definitiva, una vez que el paciente esté estable. En pacientes clínicamente estables se utiliza la colecistectomía la-paroscópica, pero en caso de dificultad puede convertirse en una cirugía abierta.2

La principal complicación es la sepsis abdominal que posteriormente concluye en choque séptico, por lo que es impor-tante buscar intencionadamente datos de respuesta inflamatoria sistémica.6

Conclusión Se tomó la decisión de hacer una explo-ración laparoscópica por la evolución clínica de la paciente, se encontró una colecistitis alitiásica perforada. Es probable que la perforación vesicular pudiera haber tenido relación con la sumersión en la alberca por la redistri-bución de flujo sanguíneo.

La colecistitis alitiásica perforada es una entidad difícil de diagnosticar en

pacientes sin patología previa; escena-rios como el caso descrito se deben de tomar en cuenta para evitar múltiples complicaciones que pongan en riesgo la vida del paciente.

Referencias 1. Arróniz M Á, Gutiérrez C A, Rosas H R, Martí-

nez J A, Palacios A C. ¿Hay factores clínicos y/o bioquímicos con los que se pueda presumir diag-nóstico preoperatorio de perforación de vesícula biliar? Cirujano general. 2011;33(1):26-31.

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ResumenEl dolor abdominal es un síntoma inespecífico y puede tener un origen sensitivo, visceral o sistémi-co. La evaluación del paciente con dolor abdominal puede ser un reto debido a hallazgos clínicos no concluyentes, lo que conduce a un diagnóstico incorrecto. En el presente escrito se aborda el caso de una paciente femenina de 77 años que presentaba dolor abdominal difuso, persistente, de largo tiempo de evolución, sin respuesta a tratamiento. Después de múltiples visitas médicas se detecta una masa no específica en hemiabdomen inferior izquierdo; estudios histopatológicos refieren la presencia de cáncer de endometrio.

Palabras clave: dolor abdominal, epigastralgia, cáncer de endometrio.

Reporte de caso

Dolor abdominal autolimitado

Self-limiting Abdominal Pain

Jorge Teruel Ríos,* Mariano Leal Hernández,* Marta Pérez Valencia,* Yasmina Bautista Mártir,* Alberto Kramer Ramos*

Recibido: 10/02/2018Aprobado: 10/10/2019

*Centro de Salud de San Andrés, MurciaCorrespondencia:Mariano Leal Herná[email protected]

Sugerencia de citación: Teruel Ríos J, Leal Hernández M, Pérez Valencia M, Bautista Mártir Y, Kramer Ramos A. Dolor abdominal autolimitado. Aten Fam. 2020;27(2):104-106. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75206

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SummaryAbdominal pain is a nonspecific symp-tom and may have a sensitive, visceral or systemic origin. Evaluation of the patient with abdominal pain may be a challenge due to inconclusive clinical findings, leading to an incorrect diagnosis. This writing addresses the case of a 77-year-old female patient with persistent, long-evolving diffuse abdominal pain, with no response to treatment. After many medical visits, a non-specific mass is detected in the lower left hemi abdo-men; histopathological studies refer to the presence of endometrial cancer.

Keywords: Abdominal Pain, Epigastric Pain, Endometrial Cancer

AntecedentesEl dolor se define como una experiencia localizada y desagradable que refleja la existencia de un daño tisular presente o inmediato. El término ‘dolor abdominal autolimitado’ se aplica a aquellos pacien-tes que presentan dolor abdominal de comienzo gradual o súbito, sin una causa conocida en el momento de su evaluación y que desaparece de forma espontánea sin medidas terapéuticas especiales. La ma-yoría de los expertos coinciden en señalar las dificultades que comporta establecer un diagnóstico etiológico correcto en una situación de este tipo. Por tal motivo, solo 60% de los casos subsidiarios de ingreso se diagnostica correctamente. El dolor abdominal debe ser considerado, por tan-to, como un auténtico desafío clínico. Su evaluación requiere de un conocimiento básico de los posibles mecanismos res-ponsables del dolor, así como del amplio espectro de entidades clínicas implicadas en su etiopatogenia, los patrones típicos de presentación y también de aquellas causas inusuales o de aquellos factores

que con frecuencia conducen a errores de diagnóstico, como el caso que se expone a continuación.1-9

El presente caso se trata de una mujer de 77 años, hipertensa, en tra-tamiento con indapamida 2.5 mg cada 24 horas, sin síndrome constitucional y sin alergias medicamentosas, que acude a su médico familiar por dolor abdomi-nal difuso y epigastralgia. Exploración física sin hallazgos, se le diagnostica dolor abdominal inespecífico y se le da tratamiento con omeprazol 20 mg cada doce horas y dieta blanda. Ante la persistencia de síntomas, acude cinco días después a su servicio hospitalario de urgencias y tras estudios analíticos y exploración física no concluyente se le diagnostica síndrome ansioso depresivo y se le da tratamiento me-diante analgesia y benzodiacepinas. Una semana después, ante una mejoría mínima, acude de nuevo a su médico familiar y se añade al tratamiento un comprimido de sertralina 50 mg cada mañana. Tres meses después, acude de nuevo a su médico familiar porque “no

se encuentra bien”, presenta persistencia de dolor abdominal y tras detectar una masa no específica en hemiabdomen inferior izquierdo se le deriva de nuevo a urgencias hospitalarias, tras las carac-terísticas del dolor y reporte de amilasa de 1299 UI/L (rango normal 30-118), la paciente es ingresada al hospital, se le diagnostica pancreatitis aguda y se le da tratamiento acorde. En dicho ingreso y entre las pruebas complementarias realizadas destacan:

Ecografía abdominal: hígado de tamaño y ecoestructura dentro de la normalidad, con imagen quística, con calcificaciones parietales en segmento 6 de unos 3 cm, sugestiva de quiste hidatídico (sin poder descartar otras opciones). Vía biliar de calibre nor-mal. Vesícula con imágenes de litiasis. Páncreas no valorable. Bazo de tamaño y ecoestructura normal. Riñones de tamaño y ecoestructura normal, sin dila-tación de sus sistemas excretores, grosor corticomedular normal. Vejiga no valo-rable. Sin ascitis. Se visualiza gran masa sólida heterogénea polilobulada con

Dolor abdominal autolimitadoAten Fam. 2020;27(2):104-106. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75206

Figura 1. Imagen del tac abdomino-pélvico

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probable origen anexial izquierdo y con extensión hasta epigastrio. Sin poder descartar conglomerado adenopático.

tac abdominopélvico: hígado de tamaño y atenuación normal, sin lesiones ocupantes de espacio ni dila-tación de vías biliares. Masa de origen suprarrenal derecho, de morfología redonda, de aproximadamente 4 cm de diámetro, parcialmente calcificada con contenido hipodenso, en íntimo contacto con extremo caudal de brazo suprarrenal, probablemente compatible con mielolipoma. Vesícula con signos inflamatorios, edema perivesicular y a nivel de surco pancreatoduodenal. Pán-creas de tamaño y atenuación normal, sin signos inflamatorios, sin presencia de colecciones ni otras anomalías. A nivel de hipogastrio y pelvis se observa masa de aproximadamente 16 cm de diámetro, de probable origen anexial izquierdo, de atenuación en partes blandas, hete-rogénea con áreas de necrosis avascular, rodeada de ascitis lobulada en su porción craneal y sin solución de continuidad, con cuerpo de útero al que desplaza levemente hacia la derecha (figura 1). Se observan grandes adenopatías que se ex-tienden por nivel ilíaco y retroperitoneal formando aglomerados, hasta nivel infra-rrenal. Interpretación: edema vesicular, masa suprarrenal derecha, compatible con mielolipoma. Neoplasia de ovario izquierdo, aspecto maligno, con disemi-nación linfática y ascitis (peritumoral).

rmn pélvica: masas pélvicas gigantes con partes blandas heterogéneas y áreas de necrosis central, la de mayor tamaño de localización derecha sin solución de continuidad con cuerpo uterino, lo que muestra distorsión de la cavidad endo-metrial. Pequeño mioma en segmento anterior de cuerpo uterino. Adenopatías ilíacas bilaterales de tamaño patológico.

Masa izquierda de probable origen ane-xial. Cérvix normal. Suelo pélvico sin anomalías. Interpretación: masa gigante de probable origen endometrial uterino y ovario izquierdo con ascitis y adeno-patías ilíacas.

Biopsia endometrial: adenocarci-noma de alto grado, más compatible con adenocarcinoma seroso de endometrio (tipo ii).

Resultados inmunohistoquími-cos: ki-67 superior a 80-90% en algunas zonas; positividad para p16 y p53; nega-tividad para receptor de progesterona.

Con el diagnóstico de adenocarci-noma seroso de alto grado de probable origen endometrial T3a N1 M0, estadio iiic se decide en comité de tumores empezar con quimioterapia adyuvante (carboplatino-paclitaxel).

A la paciente se le dio seguimiento en servicio de oncología médica, mejo-ró inicialmente de su sintomatología y presentó buen estado general; fue inter-venida quirúrgicamente de ese tumor primario cinco meses después y presentó una evolución satisfactoria.

DiscusiónEl carcinoma de endometrio en nume-rosas ocasiones presenta dificultades para un diagnóstico temprano, y cuando se diagnostica, éste se presenta en una fase ya avanzada.1-9 Cuando surge la sintomatología, suele aparecer sangrado en la postmenopausia (síntoma más fre-cuente), leucorrea, dificultad o dolor al orinar, dolor durante el coito, dolor en la zona pélvica. El primer síntoma del cán-cer de endometrio en 90% de los casos es sangrado anormal.  El carcinoma de endometrio es la cuarta causa de cáncer en la mujer, después de mama, pulmón y colon, en países desarrollados, y presenta una alta tasa de supervivencia.

El de la paciente referida es un caso relativamente atípico por la forma de inicio y por no presentar sangrado vagi-nal postmenopáusico como síntoma de alerta, esto dificultó el diagnostico, el cual se realizó de forma incidental tras el ingreso hospitalario por pancreatitis. La paciente llegó a diagnosticarse, de forma previa, con síndrome ansioso depresivo; este escenario obliga a tener siempre presente, ante el diagnóstico diferencial del dolor abdominal que no mejora, la necesidad de descartar patología abdo-minal potencialmente grave como el carcinoma endometrial.

Referencias1. Pakish JB, Lu KH, Sun CC, Burzawa JK, Greis-

inger A, Smith FA, Fellman B, Urbauer DL, Soli-man PT. Endometrial Cancer Associated Symp-toms: A Case-Control Study. J Womens Health (Larchmt). 2016;25:1187-1192.

2. Gauthier T, Siegerth F, Monteil J, Jammet I, Saidi N, Tubiana Mathieu N, Aubard Y. Follow-up of endometrial cancer. Bull Cancer. 2014;101:741-7.

3. Donovan KA, Boyington AR, Judson PL, Wyman JF. Bladder and bowel symptoms in cervical and endometrial cancer survivors. Psychooncology. 2014;23:672-8.

4. Hubbard JL, Holcombe JK. Cancer of the endo-metrium. Semin Oncol Nurs. 1990;6:206-13.

5. Bohiltea RE, Sajin M, Furtunescu F, Bohîlțea LC, Mihart A, Baros A, Anca AF. Clinical and patho-logical correlations in endometrial pathology. J Med Life. 2015;8:552-62.

6. Gungor T, Cetinkaya N, Yalcin H, Zergeroglu S, Erkaya S. Clinicopathologic characteristics and treatment features of women with the incidental diagnosis of endometrial adenocarcinoma during infertility follow-up in Ankara, Turkey. Taiwan J Obstet Gynecol. 2016;55:309-13.

7. Brandner P, Neis KJ. Diagnosis of endometrial cancer and its precursors. Contrib Gynecol Ob-stet. 2000;20:27-40.

8. Lacey JV Jr, Leitzmann MF, Chang SC, Mouw T, Hollenbeck AR, Schatzkin A, Brinton LA. Endometrial cancer and menopausal hormone therapy in the National Institutes of Health-AARP Diet and Health Study cohort. Cancer. 2007;109:1303-11.

9. Khunnarong J, Tangjitgamol S, Srijaipracha-roen S. Other Gynecologic Pathology in En-dometrial Cancer Patients. Asian Pac J Cancer Prev.2016;17:713-7.

Teruel Ríos J. y cols. Aten Fam. 2020;27(2):104-106. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75206

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Identifique el caso

Paciente con epoC

A Patient With gold

Libia E. Corona Caloca*

Respuesta: López Padilla SO, Domínguez Carrillo LG. Eritema pernio.Aten. Fam. 2020;27(1):55-56. http://dx.doi.org/10.22201facmed.14058871p.2020.1.72285

Se trata de una paciente mujer de 58 años de edad que ingresó por presentar cuadro clínico de ocho días de evolución caracterizado por exacerbación de los síntomas de epoc (aumento de la frecuencia de la tos, aumento del esputo, cambios en las características del esputo y empeoramiento de la disnea). De acuerdo con la guía gold 2019 podemos clasificar a la paciente dentro del grupo gold A, por presentar cat de 0 puntos y mmrc de 2 puntos. El tratamiento que se inició corresponde con lo establecido en la guía gold, con lama en monoterapia o laba + lama o laba + ics en caso de ser muy sintomático, con mmrc >20. Si en esta paciente se hubiera encontrado eosinofilia podría beneficiarse de corticoides inhalados + laba.

De acuerdo con la clasificación de Anthoni-sen, el tratamiento antibiótico intrahospitalario está indicado en esta paciente, la cual se clasificó en Anthonisen I. Los agentes infecciosos que cau-san exacerbaciones de epoc más comúnmente son los virus y en segundo lugar, las bacterias como Haemophilus influenzae, S. Pneumoniae, Mora-xella Catarrhalis, Chlamydophila pneumoniae, Pseudomonas aeruginosa; aunque lo anterior depende de la prevalencia local.

Referencias1. Global Initiative for Chronic Obstructive Lung Disease (GOLD). GOLD 2019. Global strategy for the diagnosis,

management, and prevention of chronic obstructive pulmonary disease, (2019 Report).2. González del Catillo J., et al. Manejo integral del paciente con exacerbación aguda de la enfermedad pulmonar. Rev

Esp Quimioter. 2018; 31(5): 461-484.

*Hospital General de Zona no. 1 Ignacio García Téllez.

Correspondencia:[email protected]

Sugerencia de citación: Corona Caloca LE. Paciente con epoc. Aten Fam. 2020;27-(2):107-108. http://dx.doi.org/10.22201/ facmed.14058871P.2020.2.75208

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Identifique el caso

*Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Coahuila, Unidad Torreón.**Departamento de Dermatología del Instituto Nacional de Pediatría.

Nuevo caso

Andrea Medellín Ortega,* Diana Morales Olvera,** María Teresa García Romero**

Paciente masculino de doce años de edad quien presenta dermatosis localizada en la cara que afecta región malar, nariz y mentón; se caracteriza por la presencia de pápulas milimétricas eritematosas lisas y confluentes.

Al interrogatorio, la madre del paciente refiere que estas lesiones apa-recieron a los cuatro años, sin embargo eran escasas. Han aumentado en número y tamaño al entrar a la adolescencia. Como antecedente, el paciente presenta trastornos del aprendizaje con dificultad para terminar la primaria. El resto de la exploración física revela máculas hipo-crómicas ovaladas en espalda.

Dadas las características del pacien-te, ¿cuál es su impresión diagnóstica y qué tratamiento prescribiría en función de la evidencia? Ver figura.

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El mundo enfrenta en este momento una transición demográfica sin precedentes, con un aumento de la población de la tercera edad, lo que acarrea un incremento en los requerimientos de atención en salud. Se estima que para el año 2050, uno de cada cinco habitantes de Estados Unidos tendrá 65 años o más.1,2

La población geriátrica (>60 años en países no desarrollados, >65 años en países desarrolla-dos)3 tiene mayor número de comorbilidades, cambios psicológicos asociados a la edad y mayor predisposición a condiciones iatrogénicas que la población joven, por lo que su evaluación tiene características específicas en comparación con otros grupos etarios; ésta se denomina Valoración Geriátrica Integral (vgi).1,2 La vgi se diferencia de la evaluación médica estándar porque no solo se centra en la patología del anciano, sino que busca tener un conocimiento más profundo del paciente y de su entorno global, es decir, de aquello que tiene impacto y trascendencia en su persona.4,5

La vgi se realiza a partir de instrumentos de tamiz clínico que permiten establecer diagnósticos presuntivos, estos deben ser corroborados posteriormente, a través de criterios clínicos específicos;3 su aplicación ofrece un cuidado médico basado en metas que facilita prolongar la vida del paciente, mantener su independencia, disminuir su sufrimiento, mejorar su calidad de vida y maximizar el tiempo con la familia y amigos.2

Carta al editor

Abordaje integral del adulto mayor: una mirada desde la atención primaria

A Comprehensive Approach to the Elderly: a View from Primary Care

Daniela M. Perilla Orozco,* Adalberto D. Pantoja Molina,* Jorge A. Sánchez Duque**

*Departamento de Medicina Social y Salud Familiar, Facultad de Cien-cias de la Salud, Universidad del Cauca, Popayán, Cauca, Colombia.**Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad Tecnológica de Pereira, Pereira, Risaralda, Colombia.

Correspondencia:Jorge A. Sánchez [email protected]

Sugerencia de citación: Perilla Orozco DM, Pantoja Molina AD, Sánchez Duque JA. Abordaje integral del adulto mayor: una mirada desde la atención primaria. Aten Fam. 2020;27-(2):109-110. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75205

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Perilla Orozc o DM y cols.Aten Fam. 2020;27-(2):109-110. http://dx.doi.org/10.22201/facmed.14058871p.2020.2.75205

La evaluación geriátrica requiere del abordaje multidisciplinario de componentes físicos, cognitivos, psico-lógicos y socioeconómicos, así como el tamizaje y evaluación de síndromes ge-riátricos, puesto que estos condicionan las conductas y la evolución de distintas comorbilidades en los pacientes.1,2 Los síndromes geriátricos son el resultado de la interacción entre los cambios fisioló-gicos asociados a la edad, enfermedades crónicas y estresores funcionales de cada individuo.1 Cada día se describen nue-vos síndromes geriátricos, sin embargo, aquellos de mayor importancia clínica reciben el nombre de I-12, y se encuen-tran descritos en la tabla.1-3

El médico de familia juega un papel fundamental en la atención primaria del adulto mayor,6 debido a que éste es el responsable de las estrategias preventivas coordinadas, las cuales deben tener una valoración de múltiples factores como edad, esperanza de vida, comorbilida-des, estado funcional previo, riesgos y beneficios de tamizaje o tratamiento.4

La evidencia actual sugiere que se debe promover la realización de reformas en atención primaria, liderada por el médico de familia, así como la confor-mación de equipos multidisciplinarios de atención integral del paciente mayor para su abordaje y seguimiento.6 La aten-ción médica continua representa un pilar fundamental del manejo médico, el cual debe extenderse más allá de la relación entre salud y enfermedad, para generar mejores desenlaces clínicos, como la disminución en días de hospitalización y en la tasa de readmisiones.6 Por esta razón, se espera que estas estrategias sean incluidas de forma protocolaria e imple-mentadas en las diferentes instituciones y servicios donde se manejan pacientes geriátricos.4,5

La aplicación de la vgi ha mostrado beneficios en tasas de mortalidad me-nores, menos días de hospitalización, disminución de costos, mayor calidad y esperanza de vida.4,5 Al realizar la vgi se debe atender y dar seguimiento, en caso de requerirlo, a nuevas complica-

ciones, por lo que los planes de cuidado y manejo de adultos mayores deben ser modificados.2

Referencias1. Carlson C, Merel SE, Yukawa M. Geriatric syn-

dromes and geriatric assessment for the generalist. Medical Clinics. 2015;99(2):263-279.

2. Tatum III PE, Talebreza S, Ross JS. Geriatric As-sessment: An Office-Based Approach. Am fam physician. 2018;97(12):776-784.

3. Reyes Morales H, Doubova SV, García González JJ, Espinosa Aguilar A, Jiménez Uribe R, Peña Val-dovinos A, et al. Guía para la evaluación geron-tológica integral. Rev Med Inst Mex Seguro Soc. 2009;47(3):291-306.

4. Tazkarji B, Lam R, Lee S, Meiyappan S. Approach to preventive care in the elderly. Can Fam Physi-cian. 2016;62(9):717-721.

5. Parker S, McCue P, Phelps K, McCleod A, Arora S, Nockels K, et al. What is comprehensive geriatric assessment (CGA)? An umbrella review. Age Age-ing. 2017;47(1):149-155.

6. Worrall G, Knight J. Continuity of care for older patients in family practice: how important is it? Can Fam Physician. 2006;52(6):754-758.

Fuentes de financiamiento: el presente trabajo fue autofinanciado.Conflicto de intereses: los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses. Responsabilidades éticas: Protección de personas y animales: los autores declaran que para esta investiga-ción no se realizaron experimentos en seres humanos ni en animales.Confidencialidad de los datos: los autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.Derecho a la privacidad y consenti-miento informado: los autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.

Tabla. Síndromes geriátricos de mayor importancia clínica

Syndrome Síndrome

1 Immobility Inmovilidad

2 Instability Inestabilidad y caídas(seguridad en casa)

3 Incontinence Incontinencia urinaria y fecal

4 Intellectual Demencia, síndrome confusional agudo, deterioro cognitivo progresivo

5 Infection Infecciones

6 Inanition Desnutrición o pérdida de peso

7 Impairment of vision and hearing Alteraciones en la vista y audición

8 Irritable colon Estreñimiento, impactación fecal

9 Isolation Depresión, insomnio

10 Inmune deficiency Inmunodeficiencias,estado de inmunización

11 Impotence Impotencia, alteraciones sexuales

12 Iatrogenesis Iatrogenia (Polifarmacia)

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Instrucciones para los autoresAtención Familiar es el órgano de difusión científica de la Subdivisión de Medicina Familiar, División de Estudios de Posgrado, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México, unam. Con una pe-riodicidad trimestral, publica textos dirigidos a la comunidad médica, en particular, a los médicos especialistas en Medicina Familiar; los textos deben estar basados en investigacio-nes originales y análisis de temas correspon-dientes al primer nivel de atención en salud.Asimismo, hace extensiva la invitación a publicar a otros especialistas, como pueden ser los médicos de los campos de Geriatría, Pediatría, Medicina Interna, y a otros espe-cialistas de la salud que aborden temas de prevención y promoción, siempre y cuando sean tratados desde un punto de vista gene-ralista y se apeguen a las características que adelante se señalan.

I. RequisitosLos artículos propuestos deben cumplir con las siguientes características:• Ser artículos originales e inéditos que no

estén postulados para publicarse simultá-neamente en otra revista

• Prepararse de acuerdo con el modelo del Comité Internacional de Editores de Pu-blicaciones médicas (icmje por sus siglas en inglés) que puede ser revisado en [www.icmje.org]

• Escritos en idioma español o inglés

II. Formato1. Carátula•Título. 15 palabras como límite. No utilice

abreviaturas• Título corto: 8 palabras como límite• Autores: incluir apellido paterno, materno,

nombre, iniciales del siguiente nombre de todos los autores, así como el nombre y la localización del departamento o institución de su filiación

• Correspondencia: incluya dirección, teléfo-no y correo electrónico del autor responsa-ble de la publicación

2. Resumen• Extensión aproximada: 200 palabras• En español, inglés y portugués• Organizar de acuerdo con: objetivo, diseño,

métodos, resultados y conclusiones• No utilizar abreviaturas ni citar referencias• Palabras clave en español, inglés y portugés• Los términos deberán corresponder a las

palabras publicadas en el Medical Subject Headings de Index Medicus

3. Investigación• Describir las guías éticas seguidas para los

estudios realizados en humanos o animales. Citar la aprobación de los comités institu-cionales de investigación y ética

• Describir los métodos estadísticos utilizados• Omitir nombres, iniciales o números de

expediente de los pacientes estudiados• Identificar drogas y químicos utilizados por

su nombre genérico

4. Referencias• Citar las referencias de acuerdo con el orden

de aparición en el texto, utilizando números arábigos en forma consecutiva

• Las abreviaturas de las publicaciones deben ser las oficiales y estar de acuerdo con las utilizadas en el Index Medicus

ArtículoApellidos del autor e iniciales del nombre, cada autor se separa por una coma y espacio. Título del artículo: subtítulo. Nombre de la publicación abreviado. Año de publicación; Volumen (número): págs.

Piazza M, Fiestas F. Prevalencia anual de trastornos y uso de servicios de salud mental en el Perú: resultados del Estudio mundial de salud mental, 2005. Med Exp Salud Pública. 2014;31(1):30-8.

Sólo la primera palabra del título y los nom-bres propios van en mayúscula. Se enlistan sólo los primeros seis autores; si son más se usa el término et al. Si la publicación tiene folios continuos en todos sus números, se puede omitir el mes y el número.

Organización como autorDivisión Técnica de Información Estadísti-ca en Salud. El imss en cifras. La salud de los adolescentes. Rev Med Inst Mex Seguro Soc. 2008;46(1):91-100.

Número con suplementoVillalpando S, Shamha-Levy T, Rojas R, Aguilar-Salinas CA. Trends for type 2 Dia-betes and other cardiovascular risk factor in Mexico from 1993-2006. Salud Pública Méx. 2012;52(Supl 1):S72-9.

LibroApellido del autor/editor/o compilador, Ini-ciales. Título del libro. Número de edición

[de no ser la primera]. Lugar de publicación: Editorial; año.

Hernández TI, Hamui SL, Navarro GAM, Valencia IY. Comunicación médico-pacien-te en Medicina Familiar. México: Editorial Prado/Universidad Nacional Autónoma de México; 2013.

Nota: sólo la primera palabra del título y los nombres propios van con mayúscula.

Capítulo de libroApellido del autor. Iniciales del nombre. Título del capítulo. En: Apellido del editor, editor. Título del libro. Número de edición [de no ser la primera]. Lugar de publicación: Editorial; año. Páginas del capítulo.

Ruiz HB, Reyes MH, Estrada OC, Sán-chez LL, Pedrote NB, Vargas AL, et al. La medicina familiar en el Instituto Mexicano del Seguro Social: fortalezas y debilidades actuales. En: García PC, Onofre LM, Váz-quez F, editores. La medicina familiar en los albores del siglo XXI. Temas y debates. México: IMSS; 2006. 43-55.

Artículos en InternetApellido del autor Iniciales del nombre. Título del artículo. Nombre abreviado de la publicación digital [Internet]. Año de publi-cación mes día;Volumen Número: [citado Año Mes Día]. Disponible en: url.

Méndez Sánchez M, Andrade Palos P, Peñaloza Gómez R. Prácticas parentales y capacidades y dificultades en preado-lescentes. Revista Intercontinental de Psicología y Educación [Internet] 2013: [citado 2014 Dic 11] 15(1);99-118. Dispo-nible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=80225697007

Libro o monografía en InternetOrganización Panamericana de la Sa-lud. Campus virtual de Salud Pública. Tipos de recursos educativos [Internet] [citado 2011 Jun 12]. Disponible en: http://devserver.paho.org/virtualcampus/drupal/?q=node/17

Sitio de InternetNombre del sitio [Internet]; Lugar de publicación; Nombre del Autor, Editor u Organización que lo publica. [Actualizado Año Mes Día; citado Año Mes Día]. Dispo-nible en: url.Nota: para cualquier otro caso no referido aquí favor de consultar la Librería Nacional

Instrucciones para los autores

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de Medicina de los Institutos Nacionales de Sa-lud (EU) en el siguiente vínculo: [http://www.nlm.nih.gov/bsd/uniform_requirements.html]

5. Tablas• Revisar que la información contenida en las

tablas no se repita con el texto o las figuras• Numeradas de acuerdo con su orden de

aparición en el texto• El título de cada tabla debe por sí solo expli-

car su contenido y permitir correlacionarlo con el texto acotado

6. Figuras• Están consideradas como tales las fotogra-

fías, dibujos, gráficas y esquemas• Citar las referencias, cuadros y figuras

consecutivamente y conforme aparezcan en el texto

• Adjuntar los valores de gráficas y esquemas en archivo Excel

7. FotografíasDeben ser de excelente calidad, en formato digital ( jpg o tiff ), con resolución mínima de 300 dpi y tamaño de 15 cm como mínimo; preferentemente a color.

8. Agradecimientos• Incluirlos si el artículo lo requiere• Extensión aproximada: 2 renglones

III. Extensión de manuscritos• Artículos originales hasta 3000 palabras

en total• Artículo de revisión 1500 palabras• Caso clínico 2 000 palabras• Temas de interés 1500 palabras• Identifique el caso 500 palabras• Cartas al editor 500 palabras• Comunicaciones cortas 1000 palabras

IV. Procedimiento para la selección de artículosLos textos recibidos se someterán a dictamen por pares académicos bajo la modalidad de doble ciego, a fin de garantizar una selección imparcial de los artículos publicados.Una vez hecho el dictamen se informará al autor y se continuará el proceso de acuerdo con el resultado:• El artículo fue aceptado y se publicará con

modificaciones mínimas o de estilo• El artículo es susceptible de ser publicado

si se realizan los cambios que señalen los

dictaminadores y/o el editor, con la fina-lidad de completar o aclarar el proceso metodológico de la investigación

• El artículo es rechazado, en cuyo caso se harán las explicaciones u observaciones pertinentes a su autor

De existir controversias entre los dicta-minadores respecto a la publicación, los miembros del Comité determinarán el resultado final.

V. Envío de artículosEl responsable de la publicación deberá en-viar su artículo con todas las especificaciones antes señaladas con:• Carta de transferencia de derechos a favor

de Atención Familiar firmada por todos los autores del artículo

(www.fmposgrado.unam.mx)• Adendum del comité de ética (copia de la

aprobación por el comité de ética corres-pondiente)

También deberá confirmar que tiene el per-miso escrito de todas las personas a las que se ofrezca reconocimiento y sean mencionadas en el artículo.

Instructions for AuthorsAtención Familiar is the organ of scientific diffusion of the Family Medicine Subdivi-sion, Division of Graduate Studies, Faculty of Medicine, of the National Autonomous University of Mexico, unam. With a quar-terly periodicity, the texts are addressed to the medical community, in particular to Family Physicians; all texts should be based on original research and analysis of issues relevant to the primary care level.Also, it does extend the invitation to pub-lish to other specialists, such as doctors in the fields of Geriatrics, Pediatrics, Internal medicine, and other health specialists that may address issues of prevention and pro-motion, provided that they are treated from a general point of view and adhere to the characteristics which are further described.

I. RequirementsThe proposed articles must comply with the following characteristics:• Original and unpublished articles that are

not postulated to be published simultane-ously in another magazine

• Prepared according to the model of the In-ternational Committee of Medical Journal Editors (icmje) that can be revised at [www.icmje.org].

II. Format1. Cover• Title. Limit: 15 words. Do not use ab-

breviations• Short title: Limit: 8 words• Authors: include first and second names,

initials, if the case, names of all authors, as well as the name and location of the department or institution of their filiation

• Correspondence: include address, tele-phone number and email address of the author responsible for the publication

2. Summary• Length: 200 words approximately• In Spanish, English and Portuguese

• Organize according to objective, design, methods, results and conclusions

• Do not use abbreviations or cite references• Key words in Spanish, English and Portuguese• The terms must correspond to the words

published in the medical subject head-ings from index medicus

3. Research• Describe the ethical followed guidelines

of studies in humans or animals. Quote approval of the institutional research and ethics committees

• Describe the statistical methods used• Omit names, initials, or file numbers of the

studied patients• Identify drugs or chemicals used by their

generic name

4. References• Quote references according to their order

of appearance in the text, using Arabic numbers consecutively

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• If using abbreviations, they should be the official ones and according to the index medicus

ArticleLast name and initials of the author’s name -each author’s name should be separated by a comma and space-. Article title: subtitle. Name of the publication abbreviated. Year of publication; Volume (number): pp.

Piazza M, Fiestas F. Prevalencia anual de trastornos y uso de servicios de salud mental en el Perú: resultados del Estudio mundial de salud mental, 2005. Med Exp Salud Pública. 2014;31(1):30-8.

In Spanish, only the first word of the title and proper names are capitalized. Only six authors are listed: if there are more the et al term is used. If the publication has continu-ous numbering in all their numbers, you can omit the month and the number.

Organization as authorDivisión Técnica de Información Estadísti-ca en Salud. El imss en cifras. La salud de los adolescentes. Rev Med Inst Mex Seguro Soc. 2008;46(1):91-100.

Supplement numberVillalpando S, Shamha-Levy T, Rojas R, Aguilar-Salinas CA. Trends for type 2 Dia-betes and other cardiovascular risk factor in Mexico from 1993-2006. Salud Pública Méx. 2012;52(Supl 1):S72-9.

BookAuthor’s last name/editor/ or compiler, Ini-tials, Book title. Number of edition [if it is not the first]. Place of publication: Editorial or Publisher; year.

Hernández TI, Hamui SL, Navarro GAM, Valencia IY. Comunicación médico-pacien-te en Medicina Familiar. México: Editorial Prado/Universidad Nacional Autónoma de México; 2013.

note: in Spanish, only the first word of the title and proper nouns are capitalized.

Chapter of a bookAuthor’s last name, First name Initials. Title of the chapter. In: Last name of the editor, editor. Title of the book. Number of editions [if it is not the first edition]. Place of publica-tion: Publisher; year. Pages of the chapter.

Ruiz HB, Reyes MH, Estrada OC, Sán-chez LL, Pedrote NB, Vargas AL, et al. La medicina familiar en el Instituto Mexicano del Seguro Social: fortalezas y debilidades

actuales. En: García PC, Onofre LM, Váz-quez F, editores. La medicina familiar en los albores del siglo XXI. Temas y debates. México: IMSS; 2006. 43-55.

Articles on the InternetAuthor’s last name first name initial. Title of the article. Abbreviated name of the digital publication [Internet]. Year, month, day of publication; Volume number: [approximate number of windows]. Available at: url.

Méndez Sánchez M, Andrade Palos P, Peñaloza Gómez R. Prácticas parentales y capacidades y dificultades en preado-lescentes. Revista Intercontinental de Psicología y Educación [Internet] 2013: [citado 2014 Dic 11] 15(1);99-118. Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=80225697007

Book or monograph on the InternetOrganización Panamericana de la Salud. Campus virtual de Salud Pública. Ti-pos de recursos educativos [Internet] [citado 2011 Jun 12]. Disponible en: http://devserver.paho.org/virtualcampus/drupal/?q=node/17

Web siteName of the Web site [Internet]; Place of publication; Author’s name, Publisher or Organization that publishes it. [Updated Date Year Month Day; quoted Year Month Day. Available at: url.

Note: for any other cases not mentioned here please consult the National Library of Medicine-National Institutes of Health (US) at the following link: [http://www.nlm.nih.gov/bsd/uniform_requirements.html]

5. Charts• Check that the included information in

the charts will not be repeated in the texts or pictures

• Numbered according to their order of ap-pearance in the text

• The title of each chart must, by itself, ex-plain its contents and allow correlating it with the enclosed text

6. Figures• These are photographs, drawings, graphs,

and diagrams• Quote references, tables and figures con-

secutively as they appear in the text• Enclose graphs and diagram’s values in

Excel file

7. PicturesThey must be of excellent quality, in digital format (jpg or tif ), with a minimum resolu-tion of 300 dpi and minimum size of 15 cm; preferably color.

8. Acknowledgements• Include them (if the article requires it)• Approximate length: 2 lines

III. Length of manuscripts• Original articles up to 3 000 words• Reviewed article 1500 words• Clinic report 2 000 words• Topics of interest 1500 words• Identify the case 500 words• Letters to the editor 500 words• Short communications 1000 words

IV. Procedure for the selectionof articlesThe received texts will undergo opinion by academic peers in the form of double-blind, in order to ensure a fair selection of the published articles.Once they reach an opinion, the author will be informed and the process will continue according to the result:• The article was accepted and it will be

published with minimal modifications or style modifications

• The article is likely to be published if changes are made according to the review-ers and/or editor, in order to complete or clarify the methodological research process

• The article was rejected; in this case the author will receive the relevant explanations or observations

If there is controversy between reviewers regarding the publication, members of the Committee will determine the final outcome.

V. Assignment of copyrightThe owner of the investigation should write to [email protected] to request the following forms:• Copyright transfer letter in favor of Aten-

ción Familiar• No conflict of interest form• Ethics committee addendum (copy of the

approval by the ethics committee con-cerned); which must be completed and signed by all authors of the article

Authors should also confirm that they have written permission from all persons who provide recognition and are mentioned in the article.

Page 60: Coronavirus covid 19 - fmposgrado.unam.mx · Dr. Javier Santacruz Varela (México) Dr. José Saura Llamas (España) Traducción y corrección de estilo en inglés Lic. Patricia A

Scientific Journal of the Subdivisión de Medicina FamiliarDivisión de Estudios de Posgrado, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México

Aten. Fam. Volume 27 no. 2 april-june, 2020

@revatenfamiliar

Original ArticlesPsychological Distress, Family Relationshipand Reasons for Consultation of Women fromArequipa, Peru

Social Support and Parental Perception in Smoking and Non-smoking Adolescents

Cognitive Impairment Classification in the Elderly with Type 2 Diabetes Mellitus

Pressure Ulcers in patients at a General Zone Hospital

Neuropathic Pain and its Association with the Severity Rate of Insomnia in Patients with Type 2 Diabetes Mellitus

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