contribución al conocimiento del patrimonio de moreno
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Contribución al conocimiento del
Patrimonio de Moreno.
César Eduardo Schreiber.
Año 2010
Mu ni cip alid ad de Moreno
En el año del Bicentenario de Mayo.
1810-2010
In ten den t e Municipal
Don Andrés Arregui .
S e cr et a r i o de R el a c i on es In s t it u ci on a les ,
Culturales y Deportivas .
Don Carlos Coppolaro .
Subsecretar io de Relaciones
In s tit u ci on a l es , Culturales y Deportivas .
D o n H é c t or Lafalcé.
Dir e c t or G en era l de Museos
D o n C és a r Ed uard o Schreiber.
Contribución al Conocimiento d e l
P a t r i m o n i o d e M o r e n o .
César Eduardo Schreiber
Año 2010
INTRODUCCIÓN:
El presente libro tiene el propósito de ofrecer material de consulta sobre
diversos temas de interés local y regional relacionados con las
cara cter ís ticas de la na tura leza y el desarrollo h uman o en la región.
Creemos que la preservación del ambiente cultural y natura l depende
de su conocimiento y consecuente valoración. Esperamos contribuir a
ello a través de esta obra de divulgación en la cual nos dedicamos a
resaltar con preferen cia, datos que logren ofrecer una visión más
diversificada del en torn o. La h is tor ia de la comunidad y el marco na tura l
en que aquella se desarrolla, son elementos inseparab les en n uestra
concepción del terruñ o.
Ag radecemos al Sr. In tenden te Municipal, Don An drés Arregui, la
oportun idad de reedita r es te libro, ampliad o, mejorado y con n uevo
título, en ocas ión del Bicen tenario de Mayo y del 150º aniversa rio de la
Fundación de Moren o.
Lo ded ico a mi familia y amigos. A mis compañ eros de la Secretaría
de Rela cion es Ins titucion ales, Cultura les y Deportivas, en especia l de
los Museos Municipales de Moren o.
ÍNDICE :
Capítulo 1. Moreno. Su nombre y población.........................pág. 6
Cap ítulo 2. Historia Períod o Colonial ...................................pág. 15
Capítulo 3. Historia del siglo XIX hasta la
Creación del Partido................................................. .......pág. 38
Capítulo 4. Síntesis historia de las localidades....................pág. 6 4
Capítulo 5. Geología y paleontología de Moreno................pág. 83
Capítulo 6. Naturaleza y Ecología de Moreno...................pág. 131
Capítulo 7. Fauna local........................................... .........pág. 167
Capítulo 8. Flora local........................................... .........pág. 201
Capítulo 9. Elementos del Patrimonio de Moreno.................pág.227
Bibliografía y datos del autor.......... ....................... ......pág. 265
CAPÍTULO I
Sumario:
Origen de la Comunidad de Moreno.
Situación geográfica y demografía.
Origen de la primera Comunidad y del Partido de Moreno.
El Partido de Moreno lleva ésta
denominación en homenaje al Dr.
Mariano Moreno, Secretario de la
Primera Junta de Mayo. Se origina al ser
nombrada así la estación ferroviaria,
inaugurada por la Sociedad del Camino
de Hierro de Buenos Aires al Oeste, el
día jueves 12 de abril de
1860.Inicialmente, el Ferrocarril del
Oeste, estuvo formado por capitales
nacionales. Poco tiempo después, la
empresa será adquirida por las
compañías inglesas que, en 1864,
construyeran el Ferrocarril al Sud y, en
1865, el Ferrocarril del Norte.
El acto inaugural de la estación es el hito fundacional de nuestro Distrito. Sin
embargo, existe cierta confusión respecto de las fechas en cada aniversario de
Moreno (12 de abril -llegada del ferrocarril- ó 25 de octubre- creación del
Partido).
El Partido de Moreno fue creado por el gobierno de la provincia de Buenos
Aires, cuatro años después de la llegada del ferrocarril, sobre la base del
pueblo surgido alrededor de la estación. A partir de ello estas tierras se
independizan de la jurisdicción de Luján a la que habían pertenecido desde 1755,
integrando su cartel IV.
El Proyecto de División de la campaña al Interior del río Salado, presentado
por el Gobernador Mariano Saavedra, dio origen a la ley provincial Nª 422 en
1864. Además de Moreno, prescindiendo de otros tres Partidos ya desaparecidos,
también se originan: General Las Heras, Mercedes, Merlo y Suipacha.
El origen del Partido y su denominación, obedecen a la preexistencia del pueblo
de Moreno. Así queda expresado en el artículo 1º del Decreto Reglamentario de
dicha Ley, aprobado el 24 de febrero de 1865, mediante el cual se les impone
nombre a los ocho nuevos Partidos, expresando que los de Moreno y Merlo se
ubicarán «...donde ya existen estos pueblos».
La confusión respecto del significado entre: Fundación de Moreno y creación
del Partido de Moreno, comienza en la década de 1960, cuando se produce el
Centenario de ambos acontecimientos. Hasta entonces, cada año, y durante el
primer siglo de existencia de Moreno, se había festejado el 12 de abril de 1860.
La fecha 25 de Octubre de 1864, como la de creación del Partido era
prácticamente desconocida. Incluso, si nos atenemos al resumen histórico del
pueblo de Moreno que figura en la placa ubicada en el muro del patio del
palacio municipal desde 1934, veremos que en su texto, tendencioso y cargado de
inexactitudes, que la fecha de creación del Partido es errónea. Desde el punto de
vista institucional, la creación del Partido de Moreno, el 25 de Octubre de 1864,
es la fecha más resaltante de nuestra cronología. Sin embargo, desde punto de
vista del origen histórico de la comunidad, lo es la inauguración de la
estación Moreno, el 12 de abril de 1860. En el capítulo dedicado a Historia se
encuentran más datos sobre este tema.
Situación Geográfica:
Moreno se encuentra ubicado en la región nordeste de la Provincia de Buenos
Aires, a una distancia de treinta y siete kilómetros al oeste de la Capital Federal y
a noventa y dos kilómetros de la ciudad de La Plata, capital de la Provincia de
Buenos Aires. Integra el área denominada «Gran Buenos Aires», conglomerado
urbano que rodea la Ciudad de Buenos Aires, siendo nuestro partido su último
límite hacia el oeste, formando parte del segundo semi-anillo territorial o
segunda corona.
Las significativas áreas rurales que aún se conservan en las localidades de
Cuartel V y Francisco Álvarez, se hallan en el límite exterior del Partido.
En conjunto, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires,
integran el Área Metropolitana.
Superficie y ubicación en las cartas:
La superficie del Partido de Moreno es de 186,13 km2. La ubicación aproximada
de su centro geográfico se ubica aproximadamente a 34º, 35' de latitud sur y 58º,
48' de longitud oeste.
Límites de Moreno:
Hacia el Norte, Moreno limita con los nuevos Partidos de San Miguel y José C.
Paz; hacia el Este, con los Partidos de Ituzaingó y Merlo; hacia el Sur, con Merlo y
Marcos Paz y hacia el Oeste con General Rodríguez y Pilar.
Rutas y líneas ferroviarias:
El Partido está surcado en dirección este-oeste por las vías del ferrocarril
FE.ME.SA Sarmiento, con tres estaciones: Paso del Rey, Moreno y Francisco Álvarez,
y una parada: La Reja.
Por el territorio se extienden varias rutas nacionales y provinciales:
rutas nº 5, nº 7, (Acceso Oeste) 23, 24, 25 y 197.
Localidades del Partido:
El Partido de Moreno se encuentra dividido en 6 localidades, las cuales a su vez
se dividen en barrios. El barrio pasa a constituir la mínima unidad de
organización social desde la perspectiva geofísica- social. Es importante tener en
cuenta el carácter que distingue la formación y delimitación de los barrios. Si bien
muchos de estos han surgido como resultado de loteos y fraccionamientos de
tierra que los demarcan, es notorio que en última instancia, sean los propios
vecinos quiénes definen y legitiman con su sentido de pertenencia, sus límites
reales.
Las seis localidades del Partido y su superficie:
(Superficie en hectáreas)
Moreno: 3.660 Has.
Trujui: 2.427 Has.
Fco. Álvarez: 3.276 Has.
La Reja: 3.526 Has.
Cuartel V: 4.197 Has.
Paso del Rey: 1.514 Has.
Población:
De acuerdo con las cifras definitivas de la Dirección General de Estadísticas para
el Censo 2001, el total de la población del Partido era de 380.503 habitantes, de
los cuales 192.111 eran mujeres y 188.392 varones. La proyección para el año
2010, o sea la población actual, según la misma fuente, se calcula en un total de
459.827 habitantes.
Distribución de la Población de Moreno:
La población del Partido no se distribuye en forma homogénea sobre el
territorio, siendo la localidad de Moreno la de mayor concentración (39.2%),
seguida por la de Trujui (24.9%), Paso del Rey (11%), Cuartel V (10%), La
Reja (8.8%) y Francisco Álvarez (6.2%).
La mayor cantidad de habitantes por cada vivienda, se encuentra en las
localidades de Trujui y Cuartel V, las que también concentran la población de
menores recursos.
Evolución de la población de Moreno:
La población de Moreno creció muy lentamente durante el transcurso de las
primeras décadas desde su fundación, con la llegada del ferrocarril e inauguración
de la estación, el 12 de abril de 1860. En cuarenta y ocho años (1864-1912), sólo
alcanzó a duplicarse.
Sin embargo, en el período de 56 años que va de 1914 a 1970, la población
aumentó veinticinco veces su número.
La inmigración de origen europea fue el factor principal del crecimiento
demográfico hasta fines del siglo XIX. Los extranjeros representaban el
37,1% del total en 1895, con predominio de italianos, españoles, franceses e
irlandeses. Este porcentaje va en disminución y para 1914, representaban el 31%.
Finalmente, en 1960 sólo representaban el 15,9%.
El crecimiento demográfico más importante de Moreno comienza en la década
de 1920, y los nuevos pobladores ahora serán originarios de otras provincias
argentinas y de países limítrofes, ya que nuestro territorio ha sido uno de los
polos de atracción de las migraciones internas que caracterizan a esos años. En el
año 2001, la población nacida en nuestra provincia representaba el 60,6%. Los
habitantes nacidos en otras provincias el 33,9%, y los nacidos en otros países el
5,5% del total.
El mayor crecimiento para Moreno, del 392%, se dio en el período 1947-1960,
coincidiendo con la primera fase de la «gran explosión demográfica» del Área
Metropolitana. En la actualidad y desde los últimos treinta años, el incremento se
ha desacelerado. En el período 1980-1991, había sido del 48% y en el último
período intercensal, 1991-2001, fue del 32%. A pesar de ello, este porcentaje, si
se considera la media correspondiente al Gran Buenos Aires (9.2%), sigue siendo
elevado.
Si bien el fenómeno poblacional de nuestro distrito ha tenido las mismas
características generales que el resto del Gran Buenos Aires, existen dos
condiciones que explicarían la atracción migratoria de Moreno. Por un lado, la
baja densidad poblacional del territorio que, en el año 2001, con 2.113,9
habitantes por kilómetro cuadrado, seguía siendo una de las menores del Gran
Bs. Aires. Otra razón es el hecho que, desde la época de los grandes loteos,
nuestro Partido ofreció precios más bajos para la adquisición de terrenos, lo cual
favoreció la instalación de las capas más populares de la población. También son
conocidas las irregularidades cometidas en el pasado, durante los loteos masivos y
los problemas acarreados por la ocupación del espacio sin planificación urbana.
La atracción demográfica que ejerció el Partido de Moreno, por lo tanto, no
obedeció históricamente a las posibilidades laborales, que siempre fueron escasas
en el lugar, si no a la facilidad para la adquisición de tierra para vivienda. La
oferta de trabajo fue generada en las zonas industriales del Área Metropolitana y
sectores como el de la construcción, el comercio y la prestación de servicios en la
Capital Federal. Ello explica de alguna manera el origen del seudónimo «ciudad
dormitorio» que tuvo Moreno en el pasado. Esta situación comenzó a modificarse
desde el inicio de la Dictadura en 1976, como consecuencia del llamado proceso de
desindustrialización y se acentuó en las décadas posteriores. Hacia fines del
milenio, la desocupación alcanzó los niveles más altos. Desde entonces, el Estado
hubo de generar políticas para contenerla. Respecto del ámbito local, es a partir
del año 1995 que el Municipio adopta como propias la problemática del empleo y
el desarrollo económico del Partido, generando por primera vez en la historia de
la administración municipal, áreas específicas que desde entonces vienen
desarrollaron diversas estrategias con estos fines.
Moreno quedó incluido en el Gran Buenos Aires en el año 1947. El Gran Buenos
Aires es una extensa área urbana que ha crecido rodeando a la Capital Federal. Su
extensión se reconoce por conformar un inmenso espacio de tierras de edificación
continua, en el que parece no poder distinguirse límites políticos.
Aún se discute sobre la correcta definición de «Gran Buenos Aires» ya que para
algunos incluye el territorio de la Capital Federal y, para otros, sólo a los Partidos
de la Provincia de Buenos Aires que la rodean.
Hasta el censo de 1991, los Partidos que integraban el Gran Buenos Aires eran
diecinueve pero, en 1994, el de Esteban Echeverría se subdividió en los Partidos
de Esteban Echeverría y Ezeiza; el Partido de General Sarmiento se dividió en tres:
Malvinas Argentinas, San Miguel y José C. Paz, y el de Morón en: Morón, Ituzaingó
y Hurlingham.
Por lo tanto, en la actualidad, el Gran Buenos Aires está conformado por un
total de 24 Partidos y existen varios proyectos para la subdivisión de otros,
incluyendo el nuestro.
CAPÍTULO II
Sumario:
Los tiempos prehistóricos.
Los pueblos originales de la región.
Las tierras del actual Partido de Moreno en la etapa colonial.
El primer asentamiento humano en la región:
Puede afirmarse que nuestro
Partido, así como el resto de
América, ha sido poblado muy
recientemente por el hombre.
Incluso los aborígenes, concebidos
como “naturales de estas tierras”
por los españoles, no son sino
descendientes de inmigrantes
prehistóricos, en especial
procedentes de Asia y Oceanía,
que llegaron a conquistar con
anterioridad al «descubrimiento
oficial» un continente absolutamente despojado de seres humanos hasta fines del
Pleistoceno.
Entre 12.300 y 8.500 años atrás, se produce el primer poblamiento humano en la
provincia de Buenos Aires. Los restos de sus más antiguos habitantes han sido
hallados en los mismos yacimientos que los grandes mamíferos que se
extinguieron en aquellos tiempos. Sus huesos e industria se han hallado mezclados
con los del megaterio, glosoterio, toxodonte, etc. Hasta es probable que la llegada
de esos primeros grupos
humanos, contribuyeran a su
extinción, ya que ambos
fenómenos son coincidentes en
el tiempo y varios hallazgos
han aportado pruebas de que
los cazaban para alimentarse.
Esta teoría fue planteada
primero, a fines del siglo XIX,
por el sabio Florentino
Ameghino. Investigaciones
sistemáticas realizadas en los
últimos treinta años, ya no
dejan lugar a dudas sobre esto.
Los Querandíes:
Algunas comunidades aborígenes
americanas, como los Incas, Mayas y Aztecas
formaron verdaderos imperios. Otras, como
en el caso de los grupos pampeanos
nómades, dedicados principalmente a la
caza y la recolección, fueron resultado de la
adaptación a un medio diferente que no
debe considerarse de menor importancia. A
este último caso pertenecían los
Querandíes, aborígenes que halla el
español en la zona norte de Buenos Aires. El
primero en tratarlos fue Sebastián Gaboto,
en 1527, quien tuvo con ellos una relación
pacífica. No ocurrió lo mismo con las
posteriores expediciones. Durante las
primeras semanas de la llegada de Mendoza, los indígenas proveyeron de
alimentos a sus hambrientos soldados, pero debido al mal trato a que fueron
sometidos cuando el alimento comenzó a escasear, comenzaron los primeros
enfrentamientos. Con la gente de Don Juan de Garay, en la segunda y definitiva
fundación, la violencia alcanzó su mayor grado, muriendo miles de indígenas.
Algunos autores coinciden en destacar que la resistencia de los pueblos originales
en esta zona, dada su condición nómada, no fue tanto consecuencia de la
ocupación de la tierra por los españoles, sino de los atropellos cometidos por estos
últimos. La actitud exterminadora del conquistador en estas regiones, a la que
llegó inicialmente ávido de riquezas en metales preciosos, no condice con el
espíritu colonizador o
cristianizador con que se
pretendió justificar
tiempo después.
Un integrante de la
expedición de Mendoza,
Ulrico Schmidl, es el que
aporta la mayor cantidad
de datos sobre los
Querandíes. De sus
relatos, así como del poema histórico «La Argentina» del poeta Martín del Barco
Centenera, se rescata información hasta 1541, año en que la primera Buenos Aires
es despoblada por orden de Irala.
Algunos elementos de la toponimia local recuerdan acontecimientos bélicos y la
presencia indígena en estas tierras. El nombre del río Luján, se dice, fue impuesto
en recuerdo a un capitán del grupo de Mendoza, Pedro Luján, quien fuera muerto
por los Querandíes en inmediaciones de ese curso de agua, en el paraje «del árbol
solo», lugar que hoy constituye el centro de la ciudad de Luján. Otro caso es el
nombre del arroyo La Choza de cuya confluencia con el Durazno se origina el río de
la Reconquista.
La nación querandí, al decir de los
conquistadores, ocupó un área que va
desde el sur de Santa Fe, por el norte,
hasta el pié de las Sierras Grandes, hacia
el oeste y toda el área norte de la
Provincia de Buenos Aires hasta el río
Salado por el sur. Los cronistas dicen que
se trata de gente robusta y de tez morena,
vivían formando grupos organizados y
obedecían a jefes y caciques. Contaban
con notables poblaciones. Parece que sólo
en las cercanías de Buenos Aires existió
una que reunía alrededor de tres mil
personas. Sus chozas estaban construidas
con ramas, hierbas y cueros de los
animales que cazaban, especialmente el
«venado pampeano» y el «Coypo», mal
llamado “nutria” por los europeos.
Levantaban sus campamentos en las proximidades de los cursos de agua y
lagunas. Esta gente también se alimentaban de peces que atrapaban con redes, y
con el pescado hacían harina. También, de acuerdo con los versos escritos por el
poeta Martín Del Barco Centenera, practicaban la agricultura, sembrando y
cosechando maíz.
Posteriormente a la primera fundación de Buenos Aires, los Querandíes
recurrieron al ganado cimarrón. Cazaban, domesticaban y se alimentaban del
caballo. Aprendieron a jinetear hábilmente aquellos equinos que, abandonados
por los españoles, se reprodujeron extraordinariamente en la llanura. Según
Garay, en tiempos de la repoblación, apenas cuarenta años después de Mendoza,
el ganado cimarrón ascendía a cien mil cabezas.
Para la caza y la guerra, los Querandíes, utilizaban la flecha, el dardo, la bola
perdida, la piedra de honda, la lanza y las boleadoras. Algunas de estas armas
evidencian que tenían algún tipo de intercambio con la gente de las sierras, pues
las rocas con que están fabricadas algunas de ellas no son originarias de esta
región.
Los elementos de cerámica son de una labor rústica, apenas decorados con
motivos geométricos incisos, especialmente en los bordes de ollas y otros
recipientes. Hemos hallado restos de esta cerámica, dispuesta superficialmente en
las barrancas del río Reconquista, en la zona de la presa Ing. Roggero y hasta la
ciudad de Paso del Rey.
Ulrico Schmidl dice que los hombres andaban desnudos, como los Charrúas, salvo
en determinadas ocasiones en que se cubrían con un cuero, mientras que sus
mujeres utilizaban un pequeño paño de algodón para cubrir su zona genital.
En su Historia argentina del descubrimiento, población y conquista de las
provincias del Río de la Plata, Rui Díaz de Guzmán narra: «...en los llanos que van
continuando a Buenos Aires, a donde hay desde la boca de este río otras 20
leguas: es toda aquella tierra muy llana; los campos tan anchurosos y dilatados,
que no hay en todos ellos un árbol: es de poca agua, y de mucha caza de venados,
avestruces y gran suma de perdices, aunque de pocos naturales; los que hay son
belicosos, grandes corredores y alentados, que llaman Querandís: no son
labradores, y se sustentan de sola caza y pesca; y así no tienen pueblos fundados
ni lugares ciertos, más de cuanto les ofrece la comodidad de andar de ordinario
esquilmando los campos. Estos corren desde Cabo Blanco, hasta el Río de las
Conchas, que dista de Buenos Aires cinco leguas arriba, y toma más de otras
sesenta la tierra adentro hasta la Cordillera, que va desde la mar bojeando hacia
al Norte, entrando por la gobernación de Tucumán. Estos indios fueron repartidos
con los demás de la comarca, a los vecinos de la Trinidad, puerto de Buenos
Aires...»
Desde fines del siglo XIX se han excavado yacimientos arqueológicos, con
elementos de la industria querandí en Flores, Barracas al Sur, Puente Chico, Río De
La Matanza, Río De La Reconquista, Quilmes, Arroyo del Gato, La Plata y Moreno, y
grandes paraderos en Chascomús, Lobos, Punta Indio, San Miguel del Monte, Río
Luján, etc. Estos restos fragmentarios de cerámica y los huesos de los animales que
comían, son prácticamente todo lo que queda de aquella «gran nación», al decir
de los conquistadores, que según Ibarra Grasso, fueron totalmente exterminados a
manos de los encomenderos hacia 1650. Algunos autores tratan de suavizar el
triste final de esta nación mencionando la posibilidad de que se mezclaran con
otros pueblos indígenas. Así mismo, la disminución de sus poblaciones tuvo que
ser consecuencia, en gran parte, de las enfermedades traídas por los españoles. En
1605, se desató la primera epidemia de viruela, introducida por tropas que
arribaron de España al mando de Don Antonio Mosquera. Las crónicas dicen que
los más castigados fueron los esclavos negros y los trabajadores indígenas por
carecer de defensas en sus organismos.
Otro acontecimiento que puede poner fecha a la desaparición de este grupo
indígena, tal vez lo constituya la fracasada organización de la Reducción Jesuítica
«San Francisco Javier», inaugurada el 23 de Mayo de 1711. Estaba ubicada a dos
cuadras de la iglesia de Luján, siendo abandonada por los indígenas a los pocos
meses a causa de declararse otra epidemia de viruela. Aunque es posible que
estos ya no fueran Querandíes puros sino grupos influenciados por la
auraucanización de la pampa, proceso derivado de la presión española sobre los
aborígenes de la región de Chile que, corridos hacia este lado de la cordillera,
invadieron el actual territorio argentino.
La llegada de los españoles a esta región.
El 2 de febrero de 1536, llega Don Pedro de Mendoza a estas tierras y procede a
erigir un asiento fortificado al que denominó: Puerto de Nuestra Señora de Santa
María del Buen Ayre. Las buenas relaciones con los indios comienzan a
deteriorarse. Apenas transcurridos tres meses de la llegada de Mendoza, el 24 de
mayo, en la festividad de San Juan, Buenos Aires es sitiada y atacada por miles de
indígenas en represalia por los malos tratos a los que fueron sometidos. El asedio
tuvo terribles consecuencias para los pobladores, ya que estos se vieron
imposibilitados por completo de obtener alimentos y padecieron los espantosos
rigores del hambre. Al respecto, recuerda Schmidl, un soldado bávaro de la
expedición y primer cronista de Buenos Aires: «La gente no tenía con que comer y
se moría de hambre. La situación fue tan terrible, y el hambre tan desastrosa que
no bastaron ratas ni ratones, ni víboras y otras sabandijas; tuvimos que comer
hasta los zapatos y cueros...»
Schmidl agrega que se produjeron casos de canibalismo entre los infortunados
pobladores: «...tres españoles fueron ahorcados por haber sacrificado y comido un
caballo a escondidas. Ni bien se los había ajusticiado, y cada cual se fue a su casa
y se hizo la noche, aconteció que en la misma noche otros españoles cortaron los
muslos y unos pedazos de carne del cuerpo y los llevaron a su alojamiento y los
comieron. También ha ocurrido entonces que un español se ha comido a su
hermano que estaba muerto». El sitiamiento sobre la población fue rematado por
el incendio que los indígenas provocaron arrojando sobre las viviendas una lluvia
de flechas ardientes.
Los españoles se refugiaron en los barcos para salvar sus vidas. Cuando creían
todo perdido llegó una flota de tres bergantines al mando de don Juan de Ayolas,
gente de la expedición de Mendoza, que habían zarpado tiempo atrás, hacia el
Alto Paraná, en busca de alimentos. Veinte días después, el 15 de junio, se
produce otro cruento combate entre trescientos hombres de Mendoza, que se
dirigían al Delta en busca de alimentos y los indios. Estos últimos son rechazados,
muriendo 38 españoles, entre ellos el Capitán Don Pedro de Luján. A este combate
se lo denominó «Corpus Christi» porque en ese día se celebraba la festividad
religiosa citada. Los terribles acontecimientos de aquella primera fundación de
Buenos Aires también fueron relatados más tarde por una mujer que formaba
parte de la expedición.
El 2 de julio de 1556, desde Asunción, doña Isabel Guevara dirige una carta a la
Princesa Gobernadora, doña Juana, «exponiendo los trabajos hechos en el
descubrimiento y conquista del Río de La Plata, por las mujeres para ayudar a los
hombres y pidiendo repartimiento de tierras para su marido». Doña Isabel nos
cuenta cómo arribaron, ella y otras mujeres, al puerto de Buenos Aires con mil
quinientos hombres y relata sobre el hambre diezmó a los expedicionarios:
«...Vinieron los hombres con tanta flaqueza que todos los trabajos cargaban las
pobres mujeres, ansi en lavarles las ropas, como en curarles, hacerles de comer lo
poco que tenían, alimpiarles, hacer centinela, rondar los fuegos, armar ballestas
cuando algunas veces los indios venían a dar guerra...levantar los soldados...dar
alarma por el campo, a voces, sargenteando y poniendo en orden los soldados,
porque en este tiempo, como las mujeres nos sustentábamos con poca comida, no
habíamos caído con tanta flaqueza como los hombres. Bien creerá V.A que fue
tanta la solicitud que tuvieron las mujeres que, si no fuera por ellas, todos fueran
acabados: y si no fuera por la honra de los hombres, muchas cosas más escribiera
con verdad y lo diera a ellos por testigos.»
Mientras la sufrida Bs. Aires apenas lograba subsistir, Juan Salazar Espinosa, el
15 de agosto de 1537, funda un nuevo reducto junto al río Paraguay, al que
denominó Nuestra Sra. Santa María de la Asunción.
Este poblado habría de convertirse en poco tiempo más en el principal centro de
la conquista en la región del río De La Plata. Al desaparecer Ayolas, Don Domingo
Martínez de Irala resolvió concentrar en Asunción a todos los sobrevivientes de la
expedición de Mendoza, para organizar desde allí una nueva expedición a la
«Sierra de la Plata»
Más o menos por el mes de Mayo de 1541 y siguiendo sus órdenes, la ciudad y
puerto de Bs. Aires fue abandonada, pese a las protestas de sus habitantes que
tanto esfuerzos realizaran para sostenerla. Un testigo recuerda las instancias
dramáticas de ese éxodo forzado que culminó con un segundo incendio de la
ciudad: «...quemaron la nao que estaba en tierra por fortaleza y la iglesia y casas
de madera, a pesar del clamor de los pobladores...»
Al partir, Irala dejó dentro de una calabaza forrada en cuero y sepultada al pié
de una cruz un documento que contenía advertencias útiles para los navegantes
que arribasen al lugar, dándoles la ubicación de Asunción y otros datos de
provecho, entre los cuales se encontraba el siguiente, verdadero testimonio de los
constantes peligros enfrentados por los pobladores de la primera Bs. Aires: «...Si
hicieren pueblo hanlo de cercar palizada o cerca por manera que no puedan
quemarlo de noche el enemigo y no los coman los tigres, que hay muchos.»
Así se abre un extenso periodo en el cual nuestra zona retorna a su estado
original. Los indios recuperan su hegemonía, quizás enorgullecidos de haber
triunfado sobre el invasor español. Pero, como veremos, la enorme importancia
estratégica que representaba el control de la embocadura del Río de la Plata hará
que retornen. Ésta vez mejor preparados ya advertidos de la gran combatividad de
los grupos indígenas de la región.
El primer propietario español de estas tierras.
El 11 de junio de 1580, el General Juan de Garay, funda, en forma definitiva, la
Ciudad de la Trinidad y Puerto de Santa María de los Buenos Aires. Realiza la
fundación por encargo del licenciado Don Juan Torres de Vera y Aragón, quien se
constituye en sucesor del Adelantado Juan Ortiz de Zárate, al casarse con su hija
mestiza, Juana de Zárate, quien residía en Charcas y era única heredera
testamentaria al morir su padre en 1576. Luego de su casamiento con Doña Juana,
Torres de Vera y Aragón, quien hasta ese momento había sido Oidor de Charcas, se
ve imposibilitado de salir del Perú, al surgir un pleito originado en las intr igas de
los numerosos candidatos de su consorte. Por ello, Torres de Vera, nombra a Juan
de Garay como su representante en la región del Río de la Plata y le encarga
«poblar en el puerto de Buenos Aires una ciudad, intitulándola del nombre que le
pareciere».
Al repartir las tierras cercanas a Buenos Aires, el 24 de Octubre, Garay destina a
Juan Torres de Vera las mejores. Estas se encontraban ubicadas en el Valle del
Corpus Christi, dispuestas entre el río Luján y el río Reconquista, zona en que hoy
se encuentra el partido de Moreno. De ese modo, Don Juan Torres de Vera y
Aragón se convierte en el primer propietario español en nuestro Partido, aunque
probablemente jamás las llegó a conocer este sitio.
Transcribimos a continuación el documento del reparto de las tierras en nuestra
zona, por parte de Juan de Garay, sacado a la luz por Pedro de Ángelis, en 1836:
«Otro sí, señalo para el Señor Adelantado Juan de Torres de Vera el valle de
Corpus Christi, que por otro nombre se llama el río de Luján, la tier ra firme de
dicho valle, hacia la parte de Santa Fe otro pedazo de tierra, y ha de tener por el
riachuelo, arriba de la tierra firme, 3000 varas de frente, y por el riachuelo abajo
por los anegadizos, hasta frontera de las casas de los guaranís, y ha de ir
confrontando con el riachuelo, y por la tierra adentro correr hacia el río de las
Canoas, y para donde estuviere dado otra suerte, hacia la parte de los anegadizos,
luego por el riachuelo arriba, 3000 varas de frente, al capitán Alonso de Vera.»
A diferencia de otras regiones del Imperio Español en América, en este área
carente de metales preciosos, a pesar que el puerto de Buenos Aires servía de
embarcadero de la plata de Potosí, el premio que pagó los esfuerzos de la
conquista y la lucha contra el indio fueron las «suertes de estancias», llamadas así
porque el otorgamiento de los campos se echaba a la suerte.
La tierra era valorada de acuerdo a la existencia de agua, características que
posibilitaran la defensa contra los indios y límites naturales que facilitaran el
manejo del ganado salvaje.
Es el accidente natural el que posibilita la existencia y el asentamiento. Un
ejemplo de ello fueron las «rinconadas» (tierras que quedan limitadas al
encontrarse dos cursos de agua) y que permitían el rodeo del ganado cimarrón.
El 20 de abril de 1582, en una carta que envió en esta fecha Don Juan de Garay,
al referirse a la acción que había desplegado hasta entonces, informó que en total
había fundado Bs. Aires con 64 pobladores, cincuenta y tres de estos eran criollos,
entre los cuales se cuenta Ana Díaz, la única mujer cuyo nombre figura entre los
integrantes de la expedición.
Garay es muerto a manos de los indios en marzo de 1583. Regresaba embarcado
desde Santa Fe cuando es sorprendido una noche en que, por exceso de confianza,
decidió descansar en tierra, a la altura de la desembocadura del río Baradero. Tres
años más tarde, la población de Buenos Aires se componía de apenas cincuenta
soldados, sin embargo, este minúsculo grupo pudo asegurar su continuidad.
Desde la llegada de Garay, el territorio de Moreno perteneció a la jurisdicción
del Cabildo de Buenos Aires, hasta el año 1755, en que fue creado el Cabildo de
Luján.
La llegada del ferrocarril el 12 de abril de 1860 marca el nacimiento del pueblo
de Moreno, alrededor de la estación. El pueblo y estación Mariano Moreno,
fundado por el Ferrocarril del Oeste, será parte de Luján hasta el 25 de octubre de
1864 en que es elevado a la categoría de Partido.
Origen del Camino Real del Oeste.
El Gobernador Rodrigo Ortiz de Zárate logra «abrir y descubrir a principios de
l586», como lo informó al Rey el 6 de Septiembre de 1587, «el camino derecho de
aquí a Córdoba», seguramente sobre la base de alguna rastrillada indígena. Este
camino, que atravesaba las actuales tierras de Moreno, tuvo distintas
denominaciones a lo largo de los siglos: Camino Real, o de los Reinos de Arriba,
Camino General del Oeste, o De Los Correos. Para diferenciar a este camino del
«camino viejo» que hoy seguiría el recorrido de la ruta Nac. Nº 8, también se lo
denominó «camino nuevo».
Su trayecto por nuestra zona, estaría representado actualmente por tramos de la
Avda. Gaona y Ruta Nac. Nº 5 (ex ruta Nº7). No era un camino recto y parejo como
los que actualmente conocemos. Su recorrido torcía a cada paso para esquivar los
accidentes naturales que se presentaban. Los obstáculos más importantes lo
constituían las zonas anegadizas, los ríos y arroyos.
Hasta la construcción del puente de Márquez, en 1773, el cruce del río De Las
Conchas se realizaba utilizando aquellos sitios en que el lecho del río presentaba
afloramiento de «toscas», que al ser más resistentes a la erosión hídrica formaban
pasos o vados de poca profundidad.
El más conocido de estos, en lo que hoy es Moreno, fue el «Paso del Rey» que
estuvo ubicado aguas arriba del puente ferroviario en cuyas inmediaciones, en
1988 se colocó un monolito que lo recuerda, al cumplirse el cincuentenario de la
ciudad de Paso del Rey. Dicho vado es el sitio histórico más antiguo de nuestro
Partido. (Ver el capítulo dedicado a los sitios históricos)
Acontecimientos del siglo XVII.
Algunas actas del Cabildo nos dan una idea del desarrollo de algunas
actividades y acontecimientos en nuestras tierras durante el siglo XVII. En 1607, el
13 de agosto, ante la escasez de alimentos en Bs. Aires, el Cabildo ordena a «las
chacras del Río de las Conchas» (así se denominó al río «De la Reconquista» hasta
1954) que vendan su trigo para abastecimiento de la ciudad. Como vemos, se
iniciaba para aquellos años la explotación de la tierra, y aunque se encuentran
referencias a la agricultura (trigo), adquirieron importancia las «vaquerías» que no
eran otra cosa que cacerías del ganado cimarrón.
Principalmente los caballos y vacunos, reproducidos enormemente en la llanura
pampeana, fueron la base de la economía regional y el sostenimiento de las
primeras poblaciones.
Un censo de 1611 nos revela que entonces, existían diecinueve chacareros a
orillas del río De Las Conchas, «donde se recogía y cosechaba trigo». La agricultura
era dificultosa debido la inexistencia de cercos que, cuando existían, eran
construidos con vegetación espinosa que no alcanzaba a impedir que el ganado
arruinara los sembradíos. Por ese motivo, en 1618, el Cabildo de Buenos Aires
ordena que: «los ganados sean arrojados a la margen exterior del río De Las
Conchas, conservándose en las chacras solamente los animales necesarios para los
trabajos».
El cumplimiento de estas disposiciones en la campaña de Buenos Aires será
vigilado por los Alcaldes de Hermandad, siendo éstos los responsables de la
aplicación de la Justicia y la preservación del orden en los territorios de la región.
Monseñor Presas, dice que durante la primera
quincena del mes de mayo de 1630, se produce el
Milagro de la Virgen de Luján, en las tierras de la
Estancia de Rosendo, hoy partido de Pilar. La
carreta permanece inmóvil hasta que bajan el
cajón de la Virgen. Esta imagen quedará entonces
en dicha estancia donde será venerada y dará con
el tiempo origen al fenómeno de fe.
En 1663, el Gobernador José Martínez de
Salazar, dio orden para que cuantos bajasen del
norte, no tomaran otro camino que éste. Trataba
de evitar de esta forma el contrabando que
frecuentemente se hacía por el camino viejo.
(Ruta Nº8)
En 1658, pasa por éstas tierras rumbo a Perú el viajero, Acarete du Biscay quien,
años más tarde, publica su «Relación de un viaje al Río de la Plata». Con
referencia a su paso por esta zona nos deja el siguiente relato: «Desde Buenos
Aires hasta el río Luján y aun más lejos, hasta el río Arrecifes, en treinta leguas
pasé por varias poblaciones y estancias cultivadas por españoles, pero más allá
del Arrecife, hasta el río Saladillo, no vi ninguna. Haré observar de paso que estos
ríos, como todos los demás de las provincias de Buenos Aires, Paraguay y Tucumán
que desembocan en el Río de la Plata, son vadeables a caballo; pero cuando las
lluvias u otro accidente los hace crecer, el viajero las debe atravesar a nado o bien
colocarse sobre un bulto por el estilo de una balsa, que un salvaje arrastra hasta
el otro lado. Yo no sabía nadar, así que me vi obligado a hacer uso de este
expediente dos o tres veces, cuando no pude hallar un vado. El sistema fue así: mi
indio mató un toro salvaje, le quitó el cuero, lo rellenó de paja y lo ató con tientos
del mismo cuero, formando un gran bulto, sobre el cual me coloqué con mi
equipaje; el indio pasó nadando, arrastrándome tras él por medio de una cuerda
atada al bulto, y luego repasó el río e hizo pasar nadando los caballos y mulas
hasta donde yo estaba».
Una fortaleza española.
En el mes de Noviembre de 1671, el Gobernador José Martínez de Salazar había
comenzado la construcción de una fortaleza en las inmediaciones del río Luján,
para la defensa y seguridad contra los indios Pampas y «otra cualquier invasión
enemiga». La razón principal fue que por aquellos años merodeaba por el Río de
la Plata una flota de corsarios franceses y Salazar, previendo un posible ataque, y
para evitar que estos cortaran los suministros de la ciudad, arma un plan
defensivo. Para la construcción de la fortaleza había bajado quinientos indios de
las Misiones Jesuíticas que trabajaron durante cuatro meses en los movimientos de
tierra necesarios para la edificación de la fortaleza que Salazar denominó, «Santa
María de la Concepción del Río Luján».
Esta construcción fue suspendida al pasar el peligro. Aún pueden observarse tres
de las cinco elevaciones de tierra que levantaron, en el actual Partido de Pilar, que
son allí conocidas como «los cerrillos», cuya presencia constituyó un gran misterio
durante muchos años para los investigadores.
En el año 1986 tuvimos la oportunidad de realizar un relevamiento de este sitio
que, desgraciadamente, se encuentra desprotegido y a punto de perderse. Las vías
han atravesado al medio este conjunto de elevaciones. Del lado norte se ha
quitado tierra para construcciones de carreteras y el propietario de un campo, al
sur de las vías, en el que se encuentran dos de las elevaciones, les ha pasado el
arado, por lo que éstas casi han desaparecido, a pesar de los grandes esfuerzos
del, ex director de Cultura del Partido de Pilar, Don José Sánchez, fallecido hace
unos años, a quien Pilar se le debe un merecido reconocimiento por su trabajo en
este y otros temas relacionados con la preservación de su patrimonio.
Las Tolderías y los intentos de establecer reducciones.
El Dr. Gregorio Suárez Cordero, Cura de la Catedral de Buenos Aires, quien
recorrió esta zona, escribió en 1673 a la Reina Gobernadora de España,
informándole sobre la existencia de dos toldos de indios Pampas. Dos años más
tarde el Gobernador Andrés de Robles intentó fundar una reducción para estos
indios pero ello no se concretó. Recién el 23 de mayo de 1711 se efectuó la
inauguración de una reducción indígena llamada «San Francisco Javier». Estaba
ubicada a dos cuadras de la primera Capilla de la Virgen de Luján, la cual había
sido habilitada en 1685. Lamentablemente esta reducción tuvo poca vida ya que a
los pocos meses los indios fueron atacados por la viruela y se dispersaron.
Acontecimientos del siglo XVIII.
El pueblo de Merlo.
Otro polo de desarrollo poblacional en la zona se origina a partir de 1730,
cuando el escribano Francisco de Merlo levanta a cierta distancia del río de Las
Conchas, una capilla en honor de la Virgen de Nuestra Señora del Camino. Por
aquellos años, Merlo había adquirido extensos campos que hoy comprenderían la
totalidad del Partido de Moreno, Merlo y Marcos Paz.
Originado alrededor de la capilla, el pueblo de Merlo, tendrá influencia sobre
los pobladores de las actuales tierras de Moreno, que constituían el cuartel IV de
Luján, debido a su proximidad. Ello ha quedado registrado por un pedido que los
feligreses realizan a las autoridades del Cabildo de dicha jurisdicción en 1731, que
por vivir en las cercanías del río de las Conchas, junto a la Capilla de Merlo, de
«Nuestra Señora del Camino», piden ser agregados al curato de la Matanza. Sin
embargo, el Cabildo no hace lugar el pedido, entre otros motivos porque la Capilla
del Camino (Merlo) no es la iglesia definitiva, y que una vez que los feligreses
construyan su propia iglesia distará lejos de los actuales pretendientes. Don
Francisco de Merlo formaliza ante el Cabildo de Bs.Aires la fundación de su Villa
alrededor de la capilla en 1738, donde ya existían para entonces algunas
viviendas y montes de frutales.
El 19 de noviembre de 1740 se produce un gran malón de indios Pampas
Serranos, llegando hasta tres leguas de la capilla. Cuatro esclavos muertos durante
este ataque son enterrados en ella. Merlo coloca entonces un cañón para la
defensa del pueblo que luego sirvió como mojón a las tierras de los Padres del
Hospicio de San Ramón de las Conchas que estaba situado en Lago del Bosque, en
inmediaciones del actual puente carretero, desconociéndose su paradero actual.
El 3 de abril de 1758 muere en Bs. Aires don Francisco de Merlo y sus extensas
propiedades pasan por herencia a la Orden de los Mercedarios. Con el transcurso
del tiempo las primeras suertes de estancias, de enormes extensiones, irán
cambiando de propietarios y con la subdivisión de las mismas en fracciones cada
vez más pequeñas hubo una mayor concentración de los pobladores.
Los relatos del jesuita Falkner nos brindan una idea aproximada sobre la
cantidad de ganado que llegó a deambular por esta llanura: «...andan de un lugar
a otro contra el viento (los caballos cimarrones), y en un viaje que hice al interior
el año 1744, hallándome en estas llanuras durante tres semanas, era su número
tan excesivo que durante quince días me rodearon por completo. Algunas veces
pasaron por donde yo estaba en grandes tropillas a todo escape, durante dos o
tres horas sin cortarse; y durante todo este tiempo, a duras penas pudimos yo y los
cuatro indios que entonces me acompañaban librarnos de que nos atropellasen e
hiciesen mil pedazos».
La Villa de Luján:
El 15 de Octubre de 1755, se establecen los límites de la Villa de Luján a que
pertenecían estas tierras, y se dice de ellos: «...desde el Río de Las Conchas hasta
el Río Areco, y limitando por las fronteras con los infieles y el Río de la Plata.» Dos
días después, por auto del Gobernador José de Andonaegui se erige a pedido del
vecindario de Luján, encabezado por Lezica, con el título de «Villa» a la población
de Luján. El 7 de enero de 1756 comienza a funcionar el Cabildo de Luján.
En 1766, el Cabildo otorga jurisdicciones de carácter permanente a los «Alcaldes
de Hermandad», quienes desde 1606 vigilaban la extensa campaña. Serán estos
los responsables de la aplicación de la Justicia y la preservación del orden en los
territorios de esta región.
Ganado y perros salvajes:
El 2 de Octubre de 1767, cruzan el río «De las Conchas» un grupo de Jesuitas
expulsados, rumbo a Buenos Aires. Con ellos se encontraba el Jesuita polaco
Florián Paucke, quien describiera en su libro «Desde acá y para allá», un
acontecimiento vivido por él algunos años antes en estas tierras, narrándolo del
siguiente modo: «...Cruzamos el río
De Las Conchas en cuya región vimos
manadas de perros cimarrones que
suelen alimentarse de terneros y
potrillos en el campo; ellos viven en
pleno campo, en cuevas debajo de la
tierra; según los agujeros por los
cuales un campo muy ancho está
minado, se puede deducir cuantos
miles de perros viven. No les falta
alimento alguno, porque sobre este
campo pacen tantos miles de
ganado astudo y caballos, en parte manso, en parte arisco; si no fuere esto,
ningún ser humano podría viajar por este camino sin peligro de ser desgarrado
por los perros. Pero, como son perseguidos, se asustan y tienen miedo; en cuanto
ven a alguien a caballo, emprenden pronto la huida y buscan sus agujeros».
La gran cantidad de perros salvajes, debe haberse originado en el abandono de
los domesticados por los indios y españoles y multiplicados por un efecto
secundario de las vaquerías, cuando era común extraer del animal solamente el
cuero, dejando el resto abandonado en el campo. La existencia tan notable de
perros salvajes en esta área, pudo perfectamente dar origen al nombre del actual
arroyo De los Perros en nuestro Partido.
El puente de Márquez.
En 1770, el Cabildo de Luján
escribe un ruego a la Virgen
debido a la gran sequía que
imperaba en esos momentos. Lo
mismo sucede en 1773, donde
además se menciona la existencia
de una plaga de langostas. Don
Pablo Márquez no desaprovechó
la ocasión de la seca de ese año y
construyó un puente sobre el río
De Las Conchas, que vino a facilitar el cruce del río por el Camino Real. Aquel
puente de madera de ñandubay, de 25 metros de largo adquirirá gran
importancia histórica. En la década de 1920 el Gobierno Provincial reemplazó
aquel viejo puente de madera con otro de hierro y cemento que en 1988
también fue demolido con las obras llevadas a cabo por Autopistas del Oeste.
Entre 1771 y 1773, Concolorcorvo, natural del Cuzco, realiza un extenso viaje,
desde Buenos Aires a Lima. El relato atribuido a Don Calixto Bustamante «El
Lazarillo de ciegos caminantes», contiene testimonios de lo que observa en nuestra
zona: «La salida de Buenos Aires tiene dos rutas, ambas de carretas, para llegar a
Luján: la una, que es la más común, está al Oeste, que se dice por la capilla de
Merlo, y la otra a la banda del Este, que llaman de las Conchas, por un riachuelo
de este nombre que baña mucho territorio. Este camino es deleitoso y fértil en más
de ocho leguas, con quintas y árboles frutales, en que abunda mucho el durazno.
También hay muchos sembrados de trigo y maíz, por lo que de día se pastorean los
ganados y de noche se
encierran en corrales, que se
hacen de estacas altas que
clavan a la distancia del
ancho del cuero de un toro,
con que guarnecen la
estacada, siendo estos
corrales comunes en toda la
jurisdicción de Buenos Aires,
por la escasez de madera y
ninguna piedra. Pasado el
riachuelo, que nunca puede
tener mucha profundidad, por extenderse en la campaña, causando en tiempo de
avenidas muchos atolladeros y bañados, que incomodan y atrasan las jornadas, se
encuentra un monte poco espeso de árboles, que llaman Tala, y se dilata por el
espacio de dos leguas. El dueño tiene su casa dentro del propio monte, cerca del
camino real, en una ensenada muy agradable, y le hallé en su patio rajando leña,
sin más vestido que unos andrajosos calzones. Dijo que tenía 85 años y su mujer
igual edad, ambos españoles y con porción de hijos y nietos que se mantenían del
producto de la leña de aquel monte, a donde la iban a comprar los carreteros de
Buenos Aires. Esta familia se compone toda de españoles criollos, y me dijeron que
cerca de su casa (así dicen cuando sólo dista cuatro o cinco leguas) me dijeron,
vuelvo a decir, vivía un gallego que tenía 110 años y que sólo en la vista había
experimentado alguna intercadencia. Todo el país de Buenos Aires y su jurisdicción
es sanísimo, y creo que las dos tercias partes de los que mueren son de caídas de
caballos y cornadas de toros, que los estropean, y como no hay buenos cirujanos ni
medicamentos, son éstas las principales enfermedades que padecen y de que
mueren. Lo demás del territorio, como sucede en todo el camino de la capilla del
Merlo, es campana de pastos, con infinidad de cardos, que sirven de leña e
incomodan y aniquilan al ganado menor. Por esta ruta hay a Luján 18 leguas, y
porque hay de rodeo cuatro y eximirse de los bañados de las Conchas siempre se
elige aquel camino, que es el de los correos. Luján tiene título de villa, con poco
más a menos sesenta vecinos, entre los cuales apenas hay dos capaces de
administrar justicia, y así regularmente echan mano, para alcaldes, de los
residentes del pago de Areco. Su jurisdicción es de 18 leguas, que se cuentan
desde el río de las Conchas hasta el de Areco. A la entrada de Luján hay un
riachuelo de este nombre, que en tiempo de avenidas cubre algunas veces el
puente».
En 1776, el Rey Carlos III, aprueba la creación del Hospicio Mercedario,
levantado al lado de la Capilla de Merlo y un año después, Juan Antonio Peña,
escritura a favor del Hospicio de San Ramón de las Conchas la estancia que luego
fue del Estado (1821).
En 1778, el 23 de Septiembre a las 4 de la tarde, nació Mariano Moreno. Hijo de
Manuel Moreno Argumosa y de Doña Ana María Valle, fue bautizado el 25 del
mismo mes, a las 6 de la tarde, en la Parroquia de San Nicolás, por el cura rector,
Dr. Hipólito Ortega.
El 20 de Octubre de 1778, el Cabildo de Luján eleva al Virrey Don Juan José de
Vértiz, la siguiente solicitud: «Excelentísimo Señor Virrey: El Cabildo, Justicia y
Regimiento de la Villa de Luján suplica a Vuestra Excelencia se sirva concederle
licencia, para sacar del campo cien toros, para hacer las corridas que se
acostumbran, en obsequio a nuestra Madre y Señora de Luján, como Patrona de
ella; respecto de andar el ganado en la campaña y todos los criaderos de esta
jurisdicción lo llevan a bien; pues en el día nos protege con especialidad,
preservándonos de la contagiosa peste que inunda la campaña, mostrándonos que
esta Villa disfruta no solamente el que no se muera nadie, sino que cuantos vienen
de afuera recuperan la salud, por lo cual esperamos de la benignidad de V.E. nos
conceda esta gracia, a que quedaremos eternamente agradecidos».
En 1779, el Cabildo de Luján, pide al Vicario de la capilla de Nuestra Señora de
Luján, un novenario de misas para el exterminio de la peste que asolaba estas
regiones.
En 1780, el 28 de Agosto, se produce un gran malón. De él da cuenta el cura
Cayetano Róo. El número de indios era de más de dos mil y cometieron atrocidades
por toda la campaña hasta muy cerca del pueblo de Luján, sin entrar en él, ya que
se desorientaron por la presencia de una densa niebla que se propagó en sus
inmediaciones. El religioso atribuye este fenómeno a la milagrosa Virgen.
En el transcurso del año siguiente se rezan novenarios de misas implorando a la
Virgen «para que traiga el agua que tanto necesitan los campos», lo hacen en tres
oportunidades, debido a la gran sequía que asolaba estas tierras. Exactamente
tres años después, los indios entran en esta jurisdicción del lado del fortín de
Navarro, antes de ponerse el sol y mataron catorce hombres que fueron llevados a
enterrar a la iglesia de Luján.
1784: 17 de Mayo. Durante su «Itinerario de Buenos-Aires a Córdoba», José
Sourryère de Souillac, primer astrónomo de la tercera partida demarcadora de
límites en Santa Cruz de la Sierra. Escribe lo siguiente: «Limbo del sol, y estrellas,
alturas meridianas aparentes, limbo superior, del sol 36º 06’ 20’’. De todo lo cual
se deduce, 34º 36’ 42’’ 5 de latitud austral, para la dicha ciudad de Buenos Aires.
De Buenos Aires para la puente del Río de las Conchas, que dista seis y media
leguas de la capital, caminé por el rumbo del O 22º 30’ SO de la aguja, cuya
variación era de 17º 28’. El origen del Río de las Conchas dista de la puente (que
llaman de Márquez) 12 leguas. Se forma este río de varios arroyos, y entra en el de
la Plata, a cuatro y media leguas: corre como NNE SSO. La puente está construida
sin arte, y con troncos de árboles: tiene de largo 23 pies, y de ancho 10, y pueden
pasar en ella carros, carretas, etc. De esta puente caminé para la Villa de Luján, la
cual demora al o 3º SO, a la distancia de 8 leguas cortas.»
En 1788, el 22 de Mayo, el Prior del convento de predicadores de Buenos Aires,
Fray Francisco Javier Leyra, testifica que: «...en ocasión de una terrible y general
seca, como último recurso, se sacó en procesión el bello simulacro de la Virgen de
Luján; por la tarde empezó a arreciar el viento y al tiempo de terminar el acto, se
entoldó el cielo de nubes y empezó a llover, desarrollándose un temporal que duró
varios días.»
En el mismo año, el Virrey de Bs. Aires, Marqués de Loreto, escribe una carta a D.
Porlier, Presidente del Consejo de Indias, dando cuenta del hallazgo del esqueleto
del Megaterio en las orillas del río Luján, en el transcurso del año anterior, por
parte de Fray Manuel Torres, y de su envío a Madrid, para el Real Gabinete de
Historia Natural.
Luján hacia fines del siglo XVIII.
En 1794, el viajero austro-húngaro, sabio naturalista, Tadeo Haenke, pasa por
estas tierras y escribe: «Al romper el día salimos para Luján. Es bonita población
que tiene iglesia parroquial de buena y curiosa arquitectura con su media naranja
y buena torre que se descubre a más de tres leguas antes de llegar al pueblo. Hay
algunos buenos edificios y la casa del Cabildo, cuando esté concluida será
magnífica.
Las calles no guardan simetría en sus alineamientos y así éstas como la plaza
están sin empedrar. Las mujeres son muy hermosas, afables y de buen trato, y
visten con mucha decencia al estilo de Buenos Aires.
La Parroquia de la ciudad está erigida en Curato, cuya jurisdicción se extiende
formando un cuadro de doce leguas de largo; según las noticias allí adquiridas,
tiene cuarenta vecinos. Desde Luján se pasa a Buenos Aires, distantes dieciséis
leguas de buen camino y poblado. A las diez leguas se encuentra el puente de las
Conchas, sólido y de buena madera, y seis más allá, la hermosa ciudad de Buenos
Aires».
1796: jueves 17 de marzo: Félix de Azara, en su
Diario de un reconocimiento de las guardias y
fortines que guarnecen la línea de frontera de
Buenos Aires para ensancharla, narra el itinerario
de su viaje que lo lleva de paso por estas tierras:
«El 14 marcharon las carretas con los víveres de la
tropa y peonada; y el comandante Azara, los
facultativos Cervino, Insiarte, Pérez y Echague
salieron de Buenos Aires este día 17 de marzo. A
las doce pasaron por el paso o puente de Márquez,
que está en el arroyo de las Conchas, que desagua
en el Paraná en el pueblo de su nombre. Este paso
dista de la capital 7 leguas, tiene de anchura unas
20 varas, y no necesitaría de puente si no fuese
fangoso. Prosiguieron la marcha, y a la noche
llegaron a la villa de Luján, y reputaron haber
andado este día 50 y media millas por el Sur 86º
50’ Oeste corregido».
CAPÍTULO III
Sumario:
Acontecimientos del siglo XIX.
La llegada del ferrocarril y la Fundación de Moreno.
La Creación del Partido. Los Intendentes.
Acontecimientos del siglo XIX:
El 16 de Agosto de 1805, nace en Santiago
del Estero, Don Amancio Alcorta. A los
veinticinco años, tras una breve participación
en el gobierno de aquella provincia, se instala
en Buenos Aires. Fundamentalmente fue
hombre de negocios y músico. En 1836 vive en
la calle Florida y explota tierras del Estado en
lo que hoy es Moreno, en sociedad con Juan
Crisóstomo Bravo Rueda. Este último se ocupó
de gestionar la compra de esos campos ante el
Estado, en 1839, pero el Gobierno Provincial no
aceptó la propuesta.
Finalmente, en 1858, ya como único ocupante
de las tierras, Amancio Alcorta logra la compra
y escrituración de las mismas, a pesar de que se trataba de tierras públicas
reservadas al ferrocarril, por Ley del de Enero de 1854, la cual tenía la finalidad
de incentivar la extensión de vías férreas hacia el interior. (Schreiber. C.E. 1993).
El 12 de abril de 1860, el Ferrocarril del Oeste inaugurará la estación Moreno
dentro de su estancia. Alcorta fracciona nueve manzanas a su alrededor y comienza
a vender los terrenos. Muere dos años más tarde.
Para profundizar sobre la controvertida adquisición de la estancia de Amancio
Alcorta, sugerimos la lectura del libro: «Alcorta la elite y la herencia recibida»
Javier Salcedo (1995).
Acontecimientos durante las invasiones inglesas.
Desde el 25 de junio de 1806, cuando el desembarco del general Carr Beresford
en las playas de Quilmes, estas tierras son escenario de la resistencia a la primera
invasión inglesa. Beresford se instala en el Fuerte en lugar del virrey Sobremonte,
que había huido hacia Córdoba, según declaró, para organizar un ejército y salvar
parte del tesoro a su cargo. Sin embargo, yendo de camino a Córdoba, el virrey,
entregó dicho tesoro ante la primera intimación de los ingleses. Santiago Liniers,
que era el encargado del fuerte de Ensenada pasó a Montevideo y, con la ayuda
del gobernador Ruiz Huidobro, organiza la reconquista.
Liniers se embarca en Colonia y el 4 de agosto desembarca en el puerto del río
De las Conchas.
Cinco días antes del desembarco de Liniers, el 30 de Julio de l806, Olavarría,
Pueyrredón y Martín Rodríguez se encuentran en Luján donde organizan un ejército
con los pobladores de nuestra región y el cuerpo de Blandengues de la Guardia de
Luján. Antes de emprender la marcha hacia la reunión en las chacras de Perdriel,
se cantó una misa. Este ejército pasó por Moreno. Atravesó los campos de Francisco
Álvarez y, transitando el antiguo Camino a San Fernando, recorrió toda la
extensión del actual Cuartel V.
El 12 de septiembre resultarán victoriosos con la rendición de Beresford en la plaza
de Retiro que luego pasó a denominarse Plaza de la Victoria.
En 1808, doña María Bartola Márquez, ante testigos, vendió a su hijo Francisco
Álvarez, un campo. Francisco Álvarez seguirá adquiriendo
tierras en la zona y su hijo, del mismo nombre, fundará en
ellas la estancia «La Estrella», primera grasería de la zona.
En 1810, la Primera Junta determina al Puente de
Márquez, como punto de reunión para la formación del
Ejército Expedicionario al Alto Perú, que estaría formado
por los regimientos de Patricios, Arribeños, Pardos y
Morenos.
El Camino Real al Oeste a principios del siglo XIX.
El Camino del Oeste, que fue el más transitado de los que se dirigían al interior,
partía por aquellos años de la plaza Mayor; luego de la Ranchería, (de los Jesuitas
más tarde); partió luego, del Hueco de Lorea (hoy Plaza del Congreso) y después,
del Hueco de las Salinas (Plaza Once). Salía por la calle La Plata (Rivadavia) y
seguía por el Camino Real (Federación, en tiempos de Rosas, hoy Rivadavia), el
camino se encontraba lleno de zanjas, pantanos y pozos.
Más al oeste se encontraba la pulpería «El Caballito», más allá Flores, Morón y
el río de Las Conchas. Este se cruzaba por el Puente de Márquez, donde había que
pagar el derecho de pontazgo. En 1811 la concesión pertenecía a Don Francisco
Antonio Herrero, desde Enero a Octubre, y a partir del veinticinco de ese mes a Don
José Reibaud, quien lo mantiene hasta l8l5.
Dado el mal estado del puente de Márquez, el Director Supremo, Carlos María de
Alvear comisionó al Maestro Mayor de Obras del Estado, para que realizare una
inspección del mismo a efectos de que examine la posibilidad de mantenerlo para
su uso, sin riesgo para el público y menciona, el mismo Alvear, que los vecinos del
Puente solicitan el traslado del mismo al punto denominado Paso del Rey por
cuanto es mayor la firmeza del piso y servirá para ahorrar camino. Sin embargo el
puente fue refaccionado en el mismo lugar.
El derecho de pontazgo fue eliminado por iniciativa del primer Juez de Paz de
Moreno a fines de la década de 1860. El camino se extendía a la altura de la
actual Gaona pero, al llegar a las inmediaciones del cementerio actual, torcía
hasta aproximadamente el trazado de la ruta 7 y vías del ferrocarril donde, desde
1880, se encontraba ubicada la pulpería La Reja.
Acontecimientos relacionados con las Campañas Libertadoras:
El 24 de Septiembre de 1812, el Coronel Domingo French con sus tropas del
Regimiento 3, escribe al cura Vicario de Luján, un oficio desde los campos de la
Cañada de Álvarez, acordando un acto de jura de banderas que se llevó a cabo en
el día siguiente; luego del mismo se celebró una misa a la que asistió toda la
Villa.
En el mes de Mayo se leyó en la sesión del
Cabildo de Luján, la nota que le fuera enviada por
el Gral. Belgrano, acompañando a dos banderas
enemigas capturadas en la Batalla de Salta, para
ser colocadas ante la Virgen.
El 11 de Septiembre de 1815, las tropas del
Coronel Domingo French se encuentran acampadas
en el Puente de Márquez. Éste envía un mensaje al
cura Vicario de Luján para acordar la realización de
una misa antes de proseguir su marcha al Perú.
El 9 de Septiembre de 1818, el General San Martín visitó la Villa de Luján. Luego
de su victoria en Maipú, y en su viaje de Chile a Buenos Aires, con el propósito de
arbitrar recursos para proseguir su campaña al Alto Perú. Tenía en esos momentos
cuarenta años y allí pudo contemplar los trofeos de la Batalla de Salta enviados
por Belgrano desde Jujuy en 1813.
El 16 de Junio de 1820, las guarniciones establecidas en el Puente de Márquez,
conjuntamente con las de Quilmes, San Isidro y Buenos Aires, proclaman la
autoridad de Soler como Gobernador de Buenos Aires, haciéndolo reconocer por el
Cabildo de Luján.
El 1 de Octubre del mismo año, Juan Manual de Rosas acampa con sus tropas en
el Puente de Márquez durante la sublevación de Pagola, con el fin de auxiliar a
Dorrego y respondiendo al llamado del Gobernador Martín Rodríguez. Por esta
acción y otras que realizará durante esa década, le otorgarán el título de
Restaurador de las Leyes el 25 de Enero de 1830.
El 5 de Diciembre del mismo año, Manuel Dorrego pasa por estas tierras y visita el
Santuario de Luján donde hace celebrar una misa a la que asistió casi toda la
tropa.
El 13 de Diciembre de 1821, Por Decreto del
gobernador Martín Rodríguez y su ministro
Bernardino Rivadavia, pasan a propiedad del
Estado todas las tierras que habían pertenecido
a la Orden de los Padres Mercedarios que
abarcaban gran parte del territorio del actual
Partido de Moreno y Merlo. Por lo tanto, con
dicha expropiación queda clara la pertenencia
de las tierras al Estado Provincial que
escriturará Amancio Alcorta a su nombre en
1858, pese a las protestas del Fiscal del Estado.
Alcorta, quien se encontraba explotando estas
tierras desde 1836, afirmaba que se las había
comprado a la Orden de la Merced, pero como
vemos, las mismas habían sido expropiadas a
ésta Orden quince años antes de su llegada a Buenos Aires.
La supresión de los Cabildos y Creación de los Juzgados de Paz en la campaña
bonaerense.
El 21 de diciembre de 1821 la Honorable Junta de Representantes de Buenos
Aires sancionaba la ley suprimiendo los Cabildos y creaba, para continuar con las
funciones judiciales de estos organismos, la Justicia ordinaria de la Capital y la
Campaña, y los Juzgados de Paz en cada Parroquia. En el período 1822/1854 el
Juez de Paz bonaerense se constituyó en el eje del partido a su mando, recayendo
en él atribuciones de variada índole: política, militar, social, económica, judicial,
etc., y su desempeño estaba acorde con: «...la atención que le prestaban o a la
calidad de los asuntos encargados, o bien el grado de preparación jurídica de la
persona que ocupaba el cargo en la campaña...» y ello implica, según A. F. Molle,
que el Juez de Paz, al ser el eje y centro de una comunidad, estaba investido de
una amplia gama de funciones y una competencia casi indeterminable o en todo
caso determinable en algunos de los tantos aspectos.
A través de la múltiple y variada documentación se comprueba la actuación del
Juez de Paz en las más diversas cuestiones. Desde los asuntos de poca monta,
pasando por la aprehensión de vagos y mal entretenidos, siguiendo como notario,
actuando como agente electoral, protegiendo la seguridad pública, etc. En el
ejercicio de tamaño poder, se registran excesos que han quedado inscriptos en la
literatura gauchesca.
El 5 de Diciembre de 1823, el General San Martín
vuelve a pasar por el Camino Real al Oeste. Ya
había asegurado la libertad de Chile y Perú. Estaba
enfermo y triste. Su esposa agonizaba y él se dirige
a Buenos Aires.
El 4 de Mayo de 1826, el Puente de Márquez sirve
de límite a la Capital de la República «siendo el
territorio de ésta, desde el puerto de las Conchas, hasta el puente llamado de
Márquez, y de éste, tirando una línea paralela del Río de La Plata, hasta dar con el
de Santiago».
El Primer paleontólogo argentino.
En 1828, el Dr. Francisco Javier Muñiz (1795-187l) decide instalarse en Luján
como médico militar y de policía, contrayendo matrimonio con doña Ramona
Bastarté. Ya hemos mencionado que el Partido de Luján era más extenso y
comprendía las actuales tierras de Moreno. Toda esta región, rica en depósitos
fosilíferos, hace que Muñiz se entregue durante dos décadas a la tarea de sacar a
luz todo un mundo extraño enterrado en las barrancas de los ríos Luján y De las
Conchas (hoy de la Reconquista). Gran
observador de los fenómenos de la naturaleza,
publica una excelente monografía sobre el
Ñandú o avestruz pampeano, donde además de
describir magistralmente a este animal, se
extiende sobre los hábitos del gaucho y otros
detalles de la vida campera de entonces.
Finalmente, en 1847 termina su interesante
obra Apuntes Topográficos del territorio y
adyacencias del centro de la Provincia de
Buenos Aires, con datos sobre geología,
geografía, etnología y ecología locales.
Sus observaciones acerca de la vaca ñata son utilizadas por el insigne naturalista
Carlos Darwin, quien le expresa su admiración por su obra científica y las
condiciones precarias dentro de las cuales debió realizarla. Tras permanecer veinte
años en Luján, los más fecundos de su existencia, retorna a Buenos Aires. Poco
después vuelve a la cátedra de la Facultad de Medicina, como profesor en partos,
enfermedades de mujeres y medicina legal. En 1859, mientras asiste a los heridos
en la batalla de Cepeda es gravemente lesionado por un soldado.
Septuagenario, acuerda voluntariamente poner al servicio de la Nación su
enorme experiencia de médico militar a fin de aprovecharla en la guerra del
Paraguay, renunciando a todo sueldo, a pesar de su pobreza, gesto que el
gobierno rechaza en esta última parte. Su concurso es inestimable tanto en el
frente de batalla, como en los hospitales de Corrientes.
Retirado ya del ejercicio profesional y de toda actividad, presta su concurso en la
campaña contra la fiebre amarilla, muriendo él mismo al contraer esta
enfermedad, el 8 de abril de 1871.
Enfrentamiento entre Lavalle y Rosas:
El camino general del oeste fue utilizado para el desplazamiento para los
ejércitos en la etapa revolucionaria y durante las luchas interinas que se
generarán a partir de la declaración de la independencia. El puente de Márquez
será un punto estratégico de importancia, dado que era el único paso seguro para
franquear el río De la Reconquista en cualquier época. Es por ello que en sus
inmediaciones se desarrollaron importantes acontecimientos bélicos.
El 26 de Abril de 1829, combaten las tropas del Gral. Lavalle contra las de Rosas
y López en estas tierras. Lavalle, después de sorprender una guardia que
custodiaba el paso del río de
Las Conchas, atacó con 1.400
soldados de caballería, 500
infantes y cuatro piezas de
artillería de campaña. Desde
las seis hasta las diez de la
mañana se combatió
encarnizadamente. En las
cargas que llevaron López por
la izquierda y Rosas por la derecha, arrollaron y
dispersaron a los veteranos que emprendieron la
retirada hacia Morón a las cuatro de la tarde. Hubo más de ciento cincuenta
muertos que fueron enterrados, según es fama, en una fosa común en las
inmediaciones del puente de Márquez. También se dice que en la década de los
años setenta, con las obras para la construcción de la Avenida Gaona este sitio
quedó al descubierto pero se desconoce su ubicación exacta. Aparentemente el
enterratorio estaría del lado de Ituzaingó.
Un año después, Juan Manuel de Rosas ordena que los pobladores de la zona
debían entregar al Gobierno las corazas y otros desechos de guerra abandonados
durante el transcurso del combate.
Darwin pasa por nuestras tierras:
El 28 de Septiembre de 1833, el naturalista Carlos
Darwin, pasa por estas tierras y según el Padre Presas,
debió hacer noche en la Villa de Luján, conociendo al Dr.
Francisco Javier Muñiz, médico de Luján que, desde 1828,
se dedicaba a la extracción de fósiles y otros estudios
científicos en las tierras que hoy forman el Partido de
Moreno, y que por aquellos tiempos pertenecían a la Villa
de Luján. Lo cierto es que a partir de estos años se
establece comunicación por correspondencia entre ambos.
Francisco Javier Muñiz actuó como corresponsal de Darwin en el Río de La Plata.
El 23 de Abril de 1839, luego de ser liberado de su encierro en Luján por orden
de Juan Manuel de Rosas, el Gral. José María Paz, pasa por el Camino Real rumbo
a Buenos Aires.
De este mismo año data la mensura realizada por Don Feliciano Chiclana, sobre
los terrenos del Estado, confiscados en 1821 a la Orden de la Merced, situados en
la margen exterior del río de Las Conchas, por ser solicitados en compra por sus
pobladores. Ello no es otorgado por el Gobierno en esa oportunidad. Entre los
solicitantes figuraba Juan Crisóstomo Bravo Rueda, socio de Amancio Alcorta.
En 1840, Lavalle levanta su campamento instalado en la Capilla de Merlo y en
Lago del Bosque; no se decide a atacar Buenos Aires, cuya caída parecía
inminente; en Navarro había rechazado al tercer Regimiento de Caballería
comandado por el Coronel Lorea y en la Guardia del Monte puso en fuga las
milicias concentradas por Vicente González. Finalmente, Lavalle se dirige al
interior para apoyar a la Coalición Unitaria del Norte.
El 2 de Mayo de 1841, Juan Manuel de Rosas avisa al tropero, Don Juan José
Arenas, para que pase su hacienda que se halla en el Puente de Márquez «al otro
lado de la Villa de Luján, en la estancia de la Virgen».
En 1844, el Dr. Francisco Javier Muñiz, descubre en las barrancas del río de las
Conchas, probablemente en las actuales tierras de Moreno, el esqueleto casi
completo del primer «tigre dientes de sable» de Buenos Aires. Este hallazgo lo
publicará al año siguiente en la Gaceta Mercantil.
En 1847, Don Juan Rosalio Casco queda como dueño absoluto de la estancia que
había poseído con su socio Eugenio Antonio Muñoz.
Esta estancia llegó a reunir 2.100 varas frente al río y una legua de fondo. Lindaba
hacia el sur con las tierras que comprará en 1858 Amancio Alcorta. Su límite común
estaría representada por la línea que actualmente dibuja la ruta provincial Nº25
comunicando a Moreno con Pilar.
Enfrentamientos de 1852 entre las fuerzas de Urquiza y Rosas.
En los últimos días de enero se producen combates entre las fuerzas de Urquiza
al mando del Ejército Grande y las del Gobernador Juan Manuel de Rosas, en los
campos de Álvarez y Puente de Márquez. Urquiza establece su cuartel general en
la estancia La Tradición de la familia Álvarez. Desde allí Urquiza despliega sus
52.000 hombres hacia la batalla final de Caseros del 3 de febrero.
En la localidad de Francisco Álvarez, en 1934, fue instalado un monolito que
recuerda a los caídos durante los sucesos bélicos de 1829 y 1852. Este monumento
hubo de ser reconstruido luego de su destrucción al ser embestido, en marzo de
2008, durante un accidente de tránsito.
INICIOS Y EVOLUCION DEL FERROCARRIL
FUNDACIÓN DE MORENO
El 9 de Enero de 1854, es otorgada por el Gobierno de la Provincia de Buenos
Aires, la concesión a la Sociedad Anónima del Camino Ferrocarril al Oeste. Según
Astolfi-Mignone: «las primeras concesiones fueron otorgadas con liberalidad, a fin
de estimular la iniciativa privada. Para vencer el escepticismo de los accionistas, el
Estado acordaba a las compañías la propiedad de las tierras adyacentes». (Hist.
Arg. 5º edic. pág 459).
Recordemos que la estancia de Alcorta ocupaba tierras que el Gobernador Martín
Rodríguez había expropiado a los Mercedarios en 1821.
El 20 de Agosto de 1857, se promulga la ley 1711, por la cual se autorizaba la
prolongación del ferrocarril desde Flores hasta el río de Las Conchas.
El 29 del mismo mes, se inaugura oficialmente el ferrocarril o camino de hierro
al oeste, entre la plaza Del Parque (actual plaza Lavalle y Floresta, pasando por la
plaza «11 de Septiembre» (hoy plaza Miserere) y el pueblo de Flores.
La línea había sido tendida por la «Sociedad del camino de hierro de Buenos
Aires al Oeste», integrada por un grupo de hacendados porteños que formaban
parte de la clase dirigente de la época.
Al acto inaugural asistieron más de 30.000 espectadores; según testimonio de
Pastor Obligado, testigo ocular del acontecimiento, esta gente representaba la
tercera parte de la población de la ciudad. La Porteña partió a las 13,40 hs.,
comandada por el maquinista italiano Alonso Corazzi. El viaje hasta Floresta que
transportó al Gobernador Alsina, Mitre, Sarmiento, Vélez Sarsfield y otras
destacadas personalidades, tuvo un recorrido de l0 Km. y se realizó en 35 minutos.
En la primera quincena de funcionamiento, el ferrocarril del Oeste había
transportado más de 7.000 pasajeros.
El 19 de Febrero de 1858, el gobernador Alsina, otorga título de propiedad a
don Amancio Alcorta, sobre los campos que ocupaba desde 1836. A estos campos
se dirigía el Ferrocarril por ser tierras del Estado causando sorpresa la venta que
hace el Gobierno. El día 11 de Agosto se realiza la mensura de la estancia «Paso
del Rey» de Alcorta.
El 11 de Diciembre de 1859, es habilitada la estación de Merlo y se encuentran
en construcción, el puente sobre el río y el edificio para la estación de Moreno.
Según Juan Carlos Ocampo, cuando las vías llegan a Merlo, «...tuercen su recorrido
para esquivarlo».
Nosotros pensamos que el rumbo que adquirieran las vías se vería justificado en
el propósito de las autoridades del Ferrocarril, de atravesar tierras del Estado para
obtener así mayores ventajas sin advertir que el año anterior el Gobierno de la
Provincia de Buenos Aires había otorgado escritura a favor de Amancio Alcorta.
Las quejas presentadas por el Fiscal de Estado ante la escrituración a favor de
Alcorta no tuvieron eco en el gobierno.
FUNDACIÓN DE MORENO
El 12 de Abril de 1860, se inaugura oficialmente la
estación de Moreno. Asiste al acto el Gobernador Felipe
Lavallol, encabezando la comitiva que fue transportada
desde la Estación Del Parque por dos formaciones de
trenes. La primera de éstas fue tirada por la locomotora
«La Constitución» y la segunda por «La Porteña». En esa
oportunidad el gobernador participó de la primera
comunicación telegráfica en el país, desde la estación Del
Parque a Moreno. El discurso estuvo a cargo del General
Lucio V. Mansilla. El primer jefe de estación fue Don
Felipe Vicenter quien se hizo cargo ese mismo día. La
comitiva se retiró y los empleados del F.C.O quedaron
como únicos habitantes del lugar.
Amancio Alcorta habría cedido cuatro manzanas para las instalaciones de la
estación, así como una lonja de tierra de casi 26 metros de ancho, por toda la
extensión de su campo.
Veamos lo expresado en el libro «Historia de los Ferrocarriles Argentinos» del
historiador Raúl Scalabrini Ortiz. Refiriéndose a la traslación del dominio de la
tierra, en las Págs. 35 y 36, refiere lo siguiente: «...tenemos pocos datos concretos
sobre la traslación de dominio de la tierra. Pero puede decirse en general que la
tierra fiscal y en su mayoría lo era sobre la línea del Oeste en 1854, pasando los
límites de Luján, fue adquirida a precios meramente «nominales».
Mr. Thomas J. Hutchinson, cónsul británico en Rosario, nos da algunos datos en su
«Buenos Aires and Argentine Gleanings», publicada en Londres en 1865: «...El
señor Alcorta, compró a pequeña distancia de la estación Moreno (1858) una
fracción de tierra de dos leguas y media que pagó de 5 a 6 libras por cuadra.
Después que la estación fue erigida en su propiedad, dividió la tierra en lotes,
realizándola (su venta) de 275 a 315 libras por cuadra.»
Como ya mencionáramos, las tierras del actual Partido de Moreno, pertenecieron
desde 1755 hasta 1864 a la jurisdicción de Luján. Esta zona correspondía al
Cuartel IV de aquel Partido y estaba a cargo de un Alcalde. Cada Cuartel, dividido
en manzanas, se encontraba a cargo de los Tenientes de Alcalde.
En 1859, el Alcalde Máximo Del Río, dirige un censo ganadero en este Cuartel,
apareciendo en la información que le remiten los Tenientes de Alcalde, los
nombres de cuarenta y tres productores.
Con el primer loteo de las tierras ubicadas alrededor de la flamante estación de
Moreno, en la estancia «Paso del Rey» de Don Amancio Alcorta, comienza a
desarrollarse la población. Formando parte del Partido de Luján, la comunidad
crecerá notablemente dada su condición de terminal. Las actividades que surgen,
están relacionadas con la atención de las necesidades de los pasajeros del
ferrocarril y la carga y descarga de productos. Como consecuencia surge del lado
norte de la estación la plaza De las Carretas.
Se instalan posadas y pulperías para atender el importante «turismo» generado
en la novedad de los paseos en tren que se habían convertido en moda por
aquellos años.
Muchos visitantes, en especial relacionados con la familia Alcorta que produce el
loteo, comprarán terrenos con la intención de edificar sus casas de descanso. Otros,
se establecerán de forma permanente gracias a las facilidades de transporte y
comunicación ofrecidas por el ferrocarril. Así surgirá, en medio de la campaña
bonaerense, en tierras de Luján, una comunidad con características atípicas. Su
origen y desarrollo tendrá una gran influencia de la Ciudad de Buenos Aires y
crecerá mirando hacia ella.
SITUACIÓN DEL PAÍS EN LOS AÑOS EN QUE SURGE MORENO.
Moreno nace dentro de un período histórico del país que se había iniciado con la
derrota de Rosas en Caseros. El ascenso al gobierno del Gral. Urquiza y la creación
de la Confederación Argentina. La casi inmediata división del país en dos por la
segregación de la Provincia de Buenos Aires que no quería perder sus privilegios
ante las otras provincias y luego el desplazamiento de Urquiza y la disolución de
la Confederación como consecuencia de la derrota, o más bien, del retiro de
Urquiza en Pavón (1861).
A partir de este momento la provincia de Buenos Aires dirigida por Mitre,
recupera su hegemonía. Comienza la llamada Organización Nacional en forma
irreversible, cerrando este período la capitalización de la Ciudad de Buenos Aires
como cabeza de la República Argentina durante el gobierno de Nicolás Avellaneda.
Otro aspecto institucional importante derivado de la sanción de la Constitución de
l853, lo constituyó el establecimiento de gobiernos nacionales regulares, aunque
derivados de un sistema elitista, no democrático, ya que los pueblos carecían de
los derechos políticos reales, garantidos.
Habiendo sido un período de desarrollo económico en el que hubo ciertos
cambios productivos, en especial dirigido al servicio de la demanda inglesa de
productos, debe señalarse la existencia de contradicciones económico-sociales. Las
mismas resultaban de la disputa de dos tendencias: Una, renovadora y progresista
que impulsaba a un rápido y pleno desarrollo capitalista del país, propugnada por
los nacionalistas acaudillados por Mitre, y otra, que impulsaban los autonomistas
dirigidos por Valentín Alsina, la cual expresaba el más cerrado provincialismo
bonaerense y pretendía seguir aferrado al sistema colonial que lo había
beneficiado hasta ese momento.
La inauguración del ferrocarril en Buenos Aires es una consecuencia de las casi
obsesivas ideas de progreso de aquella dirigencia y, de algún modo, el tipo de
colonización a partir de la extensión de las vías será impuesto por Buenos Aires.
La aparición del ferrocarril, como otros adelantos, marcaba el paso de Buenos
Aires, de su condición de Gran Aldea, a tener los primeros atributos de la ciudad
moderna.
LA CREACIÓN DEL PARTIDO DE MORENO:
La situación de aquella pequeña comunidad, que se iba desarrollando alrededor
de la estación Moreno, en la entonces jurisdicción de Luján, era muy particular.
Esta población poseía una especie de cordón umbilical de acero. Su madre fue la
Ciudad de Buenos Aires y aún lo sigue siendo en muchos aspectos. Desde su origen
tuvo un carácter aporteñado, de espaldas y al mismo tiempo, dentro de un ámbito
rural.
Su crecimiento durante los años en que fue terminal del Ferrocarril del Oeste,
marcaba un abismo con respecto al esquema tradicional de vida en la antigua
Villa de Luján. Por otra parte la gran distancia que la separaba de esta última,
dificultaba el gobierno y otros aspectos como el religioso, judicial, etc.
Esta situación era general en la Campaña Bonaerense que se encontraba
dividida en Partidos de grandes extensiones, cuyas poblaciones habían ido
aumentando lentamente haciendo dificultosa su organización y gobierno para un
solo Juez de Paz, aún asistido por los Alcaldes y Tenientes de Alcalde. Estos son los
fundamentos que originan la Ley que establece la división de los Partidos de la
Campaña al interior del Salado. (24/10/1864).
En Mayo de 1862, fallece Don Amancio Alcorta, quien había vivido en su casa de
la calle Florida en Bs. Aires, donde hoy se encuentra las galerías Pacífico. Dos
años habían pasado desde la llegada del ferrocarril y el inicio de la venta de
terrenos alrededor de la estación Mariano Moreno.
La historia que llega hasta nuestros días, en lo referente a la etapa fundacional
de Moreno, lo tuvo a Amancio Alcorta como principal protagonista. Pero esa
versión de la historia fue instalada inicialmente por sus descendientes y
empleados (Tobal). Otros, la han reproducido hasta nuestra época basándose en
un memorial presentado por Santiago Alcorta a la Municipalidad de Moreno en
1911. En este escrito Santiago dice que, cinco meses después de la muerte de su
padre, se reunía con un pequeño grupo de vecinos en el salón de la estación para
organizar la construcción de la iglesia. En la época de ese memorial Santiago
Alcorta contaba con setenta y tres años de edad. En el citado escrito atribuye a su
familia y a él mismo la iniciativa de casi todas las obras del pueblo de Moreno. La
mayor parte de sus afirmaciones han resultado imposibles de comprobar, por lo
cual las consideramos de dudoso valor testimonial.
En base al mismo escrito, supone J. C. Ocampo, en su libro Orígenes Históricos de
la Ciudad y Partido de Moreno, Pág. 92, que en aquella reunión, Santiago Alcorta,
estaba informado de la división de la Campaña que proyectaba el Gobierno de la
Provincia de Buenos Aires, y afirma también, que Alcorta se hace eco, en esa
ocasión, de los deseos del vecindario de obtener la separación de la jurisdicción
del Partido de Luján. Sin embargo más adelante dice: «No poseemos
documentación alguna al respecto, exceptuando el memorial presentado por
Santiago Alcorta a la Municipalidad».
Nosotros no vemos que de la lectura de ese memorial, trascripto en forma textual
en el capítulo IV de su libro, surja ni la primera, ni la segunda afirmación.
El 25 de Octubre de 1864, habiendo sido
enviado el proyecto de división de la Campaña al
interior del Salado, por parte del Depto. Ejecutivo
provincial, el Senado aprueba el proyecto de ley,
quedando la provincia dividida en cuarenta y
cinco Partidos.
El 24 de Febrero de 1865, el gobernador
Mariano Saavedra y su ministro de gobierno Pablo
Cárdenas, firman el decreto que establece los
nombres de los ocho nuevos Partidos creados, con
sus nombres y límites. De esta forma, surgen por
Decreto entre otros, los Partidos de Moreno, Las
Heras, Suipacha, Merlo, Chacabuco y Ramallo.
La superficie designada del nuevo Partido era mucho mayor que en la
actualidad, hasta que en 1878 y 1889, se crearon los Partidos de General
Rodríguez y General Sarmiento, quitándose tierras a Moreno para crear los
espacios de aquellos.
Con la creación del Partido de Moreno en parte de las tierras de las antiguas
jurisdicciones de Luján y Pilar, la comunidad que se había formado alrededor de la
estación se independiza del primero, al cual había pertenecido desde 1755. Los
habitantes de las propiedades rurales del antiguo Cuartel IV, tendrán en Moreno
su nuevo gobierno, cambiando el centro político de la zona al instalarse el Juzgado
de Paz.
El primer Juez de Paz designado en Moreno fue Don Pedro Martínez Melo. A su
cargo estuvo la responsabilidad de organizar la administración y las elecciones
para el nombramiento de la primera Comisión Municipal, instalando la
Municipalidad el 1º de Enero de l866. El edificio donde funcionó la Municipalidad
fue donado por el Gobierno de la Provincia de Buenos
Aires el 25 de Octubre de 1865.
El Juez de Paz, en esos tiempos era el Presidente de
la Comisión Municipal, hasta que, en 1884 se separan
estas dos funciones. Más tarde, a partir del 28 de
Octubre de 1890, cuando se promulga la Ley Orgánica
de las Municipalidades se establece que éstas
tendrían un Departamento Ejecutivo, presidido por
una sola persona con el título de «Intendente» y otro
Departamento Deliberativo denominado «Concejo
Deliberativo».
En notable síntesis aparecida en la «Guía Patrimonial de Moreno» publicada por
la edit. Gran Buenos Aires, en 1989, el Prof. Juan Carlos Ocampo escribe sobre
Martínez Melo y su Gobierno, afirmando lo siguiente: «A Martínez Melo se le
deben todas las primeras obras de envergadura, entre ellas la primera partida de
Policía, la escuela de varones, los puentes y caminos vecinales y la declaración de
las tierras de agricultura o de «pan llevar», para defenderlas de la depredación
del ganado.
Defensor de la ley, estuvo a punto de perder la vida -según tradición- por defender
los registros de votantes en unas elecciones. Heroico fue su comportamiento en la
epidemia del cólera y jamás abandonó su puesto.
Don Pedro Martínez Melo rindió su vida a los 39 años en 1871 y se le dedicó una
lápida, que aún se conserva en la iglesia parroquial».
PRESIDENTES DE LA CORPORACIÓN MUNICIPAL,
JUECES DE PAZ E INTENDENTES DE MORENO
A partir de Don Pedro Martínez Melo,
el Poder Ejecutivo Municipal estuvo a
cargo de las siguientes personas:
Jueces de Paz y Presidentes de la
Municipalidad.
Pedro Martínez Melo. (1865-1868)
Emilio Carranza. (1869)
Antonio Bauza. (1870)
Adolfo Rojas. (1871-1874)
Cipriano Noguera (1875-1877)
Dámaso Sánchez. (1878-1879)
Carlos Herrero (1880-1883)
Juan Rosalio Casco (1884)
Presidentes de la Municipalidad.
Carlos Herrero. (1875-1886)
Ignacio Maldonado. (1887-1889)
Intendentes.
Mariano J Machado. (1890-1892)
Juan Rosalio Casco. (1893)
Benito Corvalán (1893-1894)
Emilio Gnecco (1894-1895)
Joaquín Prieto. (1895-1896)
Ernesto Arano. (1897-1898)
Juan Francisco Aguilar. (1899-1900)
Pedro Diana. (1900-190l)
Carlos Herrero. (190l-1902) (*)
Juan Francisco Aguilar. (1902-1903)
Cosme Leiva. (1903-1904)
Guillermo Barnes. (1904-1906)
Manuel Gascón. (1906) (*)
Eduardo Gnecco. (1907-1909)
Benito Corvalán. (1909)
Emilio F. Gnecco. (1910-1914)
Juan P Sánchez. (1914-1916)
Emilio F. Gnecco (1916-1917)
José María Micheo. (1917-1918) (*)
Ángel Pagano. (1918-1920)
Manuel Balbi. (1920-1921)
Graciano Meoqui. (1921-1924)
Andrés Dasso. (1924)
Dalmiro Rodríguez. (1924) Conf.
Andrés Dasso. (1924-1925)
Graciano Meoqui. (1925-1928)
José S. Dastugue. (1928-1929)
Dr. Martín Insusarry. (1929-1930) (*)
Valentín Luis. (1930-1931) (*)
Francisco Piovano. (1931) (*)
Sec. a/c Valentín Luis. (1931(hasta Dic. (*)
Arturo Álvarez Insúa. (1931-1932) (*)
Enrique Victorica. (1932-1933)
Nemesio Álvarez. (1933-1934)
Dr. Juan Silva Riestra. (1934)
Nemesio Álvarez. (1934-1935)
Hugo Mac Gregor. (1935)Pres.H.C.D
Arturo Álvarez Insúa. (1935-1936)
Saúl Pérez (Sec. a/c (9-10-1935)
José M. Inchaurregui. (1936)
Dr. Jorge Leyro Díaz. (1936-1938)
Dr. Jorge Leyro Díaz. (1938-1939)
Bartolomé Tavella. (1939-1940)
Bartolomé Tavella. (1940)
Eduardo E. Cuneo. (1940-1941) (*)
Coronel Julio Sosa. (1941)
Tte. 1º Luis Tiscornia. (1941-1942) (*)
Eduardo A. Bossi. (1942-1943)
Coronel Julio Sosa. (1943-1945) (*)
Esterino Franzoni. (1945) (*)
Rolando C. Balzaretti. (Sec. a/c) 1945 (*)
Manuel R. Balbi. (1945-1946) (*)
Arturo L.G.Petrolini. (1946-1947) (*)
Pedro Luis Furne (1947) (*)
Mayor Julio Bercetche. (1947) (*)
Francisco Basso. (1947-1948) (*)
Dr. Alberto A. Vera. (1948-1955)
Arq. Felix V. Cirio. (1956-1958) (*)
Dr. Carlos Odeón. (1958-1962)
Alfredo R. Gozaini. (1962-1963) (*)
Vice Com Jorge C. Peuser. (1963) (*)
Cnel. Waldino Juárez. (1963) (*)
Enrique Rodríguez. (1963-1966)
Tte. Cnel Joel F Damo. (1966) (*)
Arq. Eduardo Galeazzi. (interino. 1966)
Vicecom. Luis M Riviere. (1966-1967) (*)
Mariano Garófalo. (1967) (*)
Comte. Augusto S. Dodero. (1967-1968) (*)
Comodoro Luis E. Brandan. (1968-197l) (*)
Roberto R. Rovelli. (1971) (*)
Cap. Fgta José Gregorio. (1971-1973) (*)
Luis Tulissi. (1973-1976)
Mayor Juan C. Luscher. (1976) (*)
Comodoro Egidio Eyherabide. (1976-1977) (*)
Jorge F. Vidal. (Interino)(1977).
Comodoro Jorge Luis Testa. (1977-1980) (*)
Cont. Julio A. Asseff. (1980-1983) (*)
Eduardo A. Bossi. (interino. oct. 1981.)
Héctor Francisco Ibáñez. (1983-1986)
Héctor F Lombardi.Interino (A/C) (1986-1987)
Héctor F Lombardi. (1987-1991)
Julio Antonio Asseff. (1991-1995)
Lic. Mariano F. West. (1995-1999)
Lic. Mariano F. West. (1999-2002)
Andrés Arregui.(Interino desde 7/1/02
a 11/12/03)
Andrés Arregui. (Desde 11/12/03)
Los Intendentes que llevan la marca (*) no han sido electos por el voto popular.
Se excluye de marca a los Intendentes Interinos.
Teniendo en cuenta el total de períodos de gobierno, en el lapso de 146 años
desde su creación como Partido de Moreno, el promedio de tiempo de mandato es
de apenas un año y cuatro meses.
Esto se debe a las numerosas intervenciones provinciales, conflictos internos
durante los períodos democráticos, e intervenciones de gobiernos militares.
El listado publicado fue facilitado por el Sr. Saturnino Frías en 1983 y desde
entonces ha sido corregido y ampliado por el autor.
Inauguración del Palacio Municipal,
31 de marzo de 1912.
CAPÍTULO IV
Sumario:
Síntesis histórica de las localidades
del Partido de Moreno.
FRANCISO ÁLVAREZ.
La localidad surge a partir de la habilitación de la estación, el 23/1/1923, la cual
había sido solicitada al ferrocarril desde 1913 por Don Nemesio Álvarez,
ofreciendo en aquella oportunidad la donación de los espacios neces arios para su
instalación.
Haciendo centro en la est ación, Álvarez encargó la delineación de la traza del
pueblo, teniendo como ejemplo diseños urbanísticos de las villas de los
alrededores de París, en acuerdo a las normas locales para la fundación de
nuevos pueblos.
La forma del casco céntrico, bien conservado al sur de la estación, consiste en
espacios públicos amplios, calles paralelas formando semi anillos concéntricos,
siendo la que rodea la plaza el más pequeño, y la avenida Semana de Mayo el
más exterior y extensa, unidas por diagonales, a modo de rayos, lo que le da el
aspecto pintoresco que caracteriza a esta la localidad.
Luego de solicitar al Ministerio de Obras Públicas de la Provincia de Buenos Aires
la aprobación de su proyecto, ello es otorgado el 27 de octubre de 1928. Por el
mismo decreto y de acuerdo con el pedido de Nemesio Álvarez, se le impone al
pueblo el nombre de su padre, Francisco Álvarez, quien
había fallecido en 1901.
En 1931 se efectúa el primer loteo del trazado
figurado en el proyecto y al año siguiente se traslada
allí la Escuela Nº10, a una propiedad del mismo
Nemesio Álvarez. Siguiendo con las obras del pueblo,
se funda el club Social y Deportivo Francisco Álvarez, en 1938; en 1939 la Sociedad
de Fomento cuyas actividades merecerían un capítulo aparte. En 1940 se instala el
Destacamento Policial. En ese mismo año se
produce el fallecimiento de Don Nemesio y dos
años más tarde se impone su nombre a la avenida
principal. Otro homenaje que se le hizo al
fundador, en 1979, consistió en la colocación de un
busto con su imagen en la plaza.
El crecimiento demográfico más importante de la
localidad se produce a partir del fallecimiento de
Doña Sara Trueba, esposa del fundador, acontecida
en el año 1974, lo que trajo como consecuencia la
subdivisión y venta de las mismas por parte de sus
herederos. Así surgen nuevos barrios en la periferia
del antiguo casco del pueblo.
PASO DEL REY
La denominación de esta localidad proviene del nombre del vado natural
llamado popularmente «Paso del Rey», el que fuera utilizado con preferencia,
según es fama, desde la época colonial, para cruzar el río De las Conchas en el
tránsito por el Camino Real del Oeste. Existieron varios sitios como este en el río,
los cuales se caracterizan por la poca profundidad de las aguas y por no ser
cenagosos, debido a que su lecho presenta afloramientos de toscas, las que
resisten mejor la erosión hídrica que el resto del curso y suelen distinguirse por
formar pequeños rápidos. Este vado se encontraba ubicado dentro en los límites de
la estancia de Don Juan Rosalio Casco, a poco más de cien metros, al sur, del
actual puente ferroviario.
La ciudad tiene como fecha de fundación el 15 de Diciembre de 1938, en
oportunidad de inaugurarse la parada ferroviaria.
Según Orlando Williams (1939), su abuelo materno Amancio Alcorta denominó
“Paso del Rey” a su estancia y posteriormente, en 1942, a instancias de Don
Enrique Udaondo, así se nombrará la parada ferroviaria del Km. 33,646.
Desde la época colonial y hasta la
segunda parte del siglo XIX, el vado
conocido como “Paso del Rey” fue
de vital importancia para la
comunicación entre los pobladores
de los campos de este lado del río
con el antiguo pueblo y capilla de
Merlo. Aún cuando la construcción
del puente de Márquez, en 1773,
tuvo como consecuencia el
corrimiento del camino principal
hacia el norte, donde la actual
avenida Gaona. Un testimonio
extraordinario de ello es la imagen
tomada por Don Antonio Pozzo,
fotógrafo oficial del Ferrocarril del
Oeste, quien a principios de la
década de 1870 se ocupó de
fotografiar la estación de Moreno,
su plaza principal y el puente ferroviario construido en 1859. En esta última
fotografía, más allá del puente, se observa un camino que desciende hasta el nivel
de las aguas del río.
Es probable que al ser construido el puente carretero en sus inmediaciones con la
finalidad de unir los pueblos de Moreno y Merlo (1871), el vado fue cada vez
menos utilizado, hasta perder totalmente su
aspecto, lo que justifica que en el cincuentenario
de la localidad en 1988, al ser consultados por
nosotros, ni los vecinos más antiguos lo
recordaran. (Ver capítulo sobre patrimonio). En
1859, se produce un hecho que gravitará
particularmente en el origen de la comunidad
de Paso del Rey. En aquel año es construido el
Molino Harinero Moreno. Los socios de la
empresa son: Amancio Alcorta, el arquitecto
Víctor Davout, autor del diseño del puente
ferroviario, y el empresario molinero Pascual
Fournot. Esta Sociedad no durará mucho tiempo
debido al fallecimiento de Alcorta. Habiendo adquirido Fournot las partes de sus
socios en 1864, el molino pasará por remate a manos de Don Mateo Castaño. En
1886, el molino será propiedad de Don Eduardo Zimmermann, quien instalará el
mítico tranvía a caballo que uniera el molino con la estación de Moreno. Luego el
molino pasará a manos de Don Bernardo Chihigaren, quien lo mantuvo en
funcionamiento hasta el incendio del año 1914. Tres años más tarde, Chihigaren
vende las instalaciones a Tersillo Zóccola, Justo González, Isidoro de Miguel y
Amadeo Regules. Estos fundarán sobre las ruinas del molino harinero la fábrica
textil “La Industrial”.
Chihigaren no venderá de inmediato toda la propiedad, sino que conservará la
hermosa casa que había construido en terrenos aledaños al antiguo molino hasta
1923, año en que es adquirida por Don Tersillo Zóccola. De las actividades de la
fábrica textil “La Industrial” surge el primer poblado estable. Con la instalación de
esta empresa también se afincan familias relacionadas con sus propietarios, las
cuales integraban el personal necesario para poner la fábrica en funcionamiento.
Varias familias que aún viven en la zona descienden de aquel grupo inicial de
jornaleros. Visca, Santagostino, Barale, Llano, Monasterio, Cabañas, Bo, etc., son
algunos de los pioneros de esta comunidad, a los que Don Tersillo Zóccola
facilitaba vivienda en las mismas instalaciones de la fábrica y que más tarde
edificaron sus propias casas en Paso del Rey y Moreno.
La fábrica textil “La Industrial” tuvo rápido un crecimiento y cinco años más tarde
contaba con alrededor de doscientos empleados, llegando a más de quinientos
una década más tarde. Ni el incendio del año 1924, que prácticamente la destruyó
por completo, logró frenar su progreso.
En 1923 Tersillo Zóccola había apadrinado a la primera escuela, la Nº9, que
funcionó en la esquina de ruta 5 y Asconapé. Luego de la habilitación de la parada
ferroviaria, solicitada por el conjunto de los pobladores se realizó, el 15 de
diciembre de 1946, un importante remate de tierras. Con los años se fue
generando alrededor de la estación una importante actividad comercial,
destacándose por su importancia la empresa de Nine Hnos.
Dentro de los límites de esta localidad, se encuentra el Barrio Villa Zapiola que es
uno de los más antiguos del distrito. Est a población surge a partir del 12 de agosto
de 1912, cuando José Alfredo Falbo, un martillero de la zona, realiza un remate de
tierras, organizando las primeras obras de infraestructura, como el puente que hoy
lleva su nombre y permite el cruce del río hacia Merlo y Moreno. Un constructor
amigo de Falbo, don José María Cortéz, invirtió en la villa construyendo viviendas
de estilo, muchas de las cuales aún se conservan, contribuyendo así a la fisonomía
de est e hermoso barrio. Falbo pensó unir a Moreno y Merlo con una línea de
tranvías a caballo que saldría de la Estación de Moreno, siguiendo
aproximadamente el recorrido actual de Gaona. Este proyecto no llegó a
concretarse. El nombre de la localidad lo impuso en homenaje al General de la
Independencia, José Matías Zapiola.
LA REJA
El nombre de esta localidad tiene su origen en una pulpería que tenía esa
denominación y cuyo propietario, Don José Meda, de origen español, instaló en
1880. Este comercio estaba ubicado en proximidades de la intersección de la actual
ruta Nac. Nº5 (ex ruta nº7) y la avenida Alfonsina Storni, frente a la parada
ferroviaria. Su nombre se refiere a la reja que solían poseer estos comercios sobre
el mostrador, con el fin de proteger al pulpero de los malhechores o de la agresión
de algún parroquiano ebrio.
Las pulperías cumplieron una importante función en la llanura pampeana, tanto
desde el punto de vista s ocial como económico. Sirvió como cobijo a los hombres
de nuestros campos, sació su sed y su hambre, los reunió y comunicó en la
inmensidad de la campaña.
La subdivisión y venta de tierras de las estancias de Alcorta, a fines del siglo XIX,
y de Álvarez, en el siglo XX, posibilitarán en esta zona el establecimiento de
pequeños productores agrícolas y casas quinta de descanso. Entre los primeros se
dest acó Juan Matías Pastorini, propietario de la granja «los Perales», quien, en
1939, organizó la Sociedad de Fomento que obtuvo la parada ferroviaria
inaugurada el 19 de Enero de 1941, y posteriormente la Escuela Nº 7, el
Destacamento de la Policía Caminera, la Estafeta de Correos, etc.
TRUJ UI.
La localidad de Trujui ocupa el segundo lugar
en cantidad de habitantes del distrito, después
de la localidad de Moreno. Surge en torno al
cruce de la Rut a Nº 23 y la Avda. Julio
Argentino Roca, sitio que también es conocido
desde tiempo atrás con el nombre de «Cruce a
Castelar».
Trujui, es una palabra de origen araucano que
significa «lugar despejado»,
«ondulado». Se ha creído por años, que este
nombre se originó como consecuencia de las
características topográficas locales. Lo mismo
que Mariló, cuya traducción es « muchas
lomas».
En realidad, la denominación «Trujui» proviene
de un campo del Partido de Lincoln en cuyas tierras existía una zona de médanos
que habían sido habit adas por la toldería de un cacique conocido con ese nombre.
En ese campo de Lincoln, el Dr. Francisco Arrechavala fundó, en 1905, un haras
modelo, para la cría de caballos de carrera al que llamó Trujui.
Tiempo después, por escritura del 13 de Septiembre de 1919, el Dr. Juan Francisco
Arrechavala, adquirió en nuestra zona, una franja de terreno de la estancia «La
Luz» a la sucesión de Norberto Quirno, en proximidades del cruce a Castelar, con
frente a la Ruta nº 23, en tierras hoy compartidas por los Partidos de Moreno y San
Miguel. En 1923 adquirió
también, parte de la estancia
«Sans Souci», lindante con la
anterior, llegando a poseer en
total unas 296 hectáreas en ese
lugar. En 1924, el Dr. Arrechavala
decide trasladar su haras «Trujui»
del Partido de Lincoln, a sus tierras
de esta zona, con lo cual introduce
la denominación «Trujui» a la
toponimia local. Ese mismo año
hizo levantar su chalet de estilo renacentista español, cubierto de mayólica,
parque, jardines con árboles, etc.
En 1946, Arrechavala vendió el chalet del haras que utilizaba como residencia, con
cuarenta hectáreas de parque, a un extranjero de apellido Grown, pas ando luego a
pertenecer a un directivo de la Compañía «Italo Argentina de Electricidad».
Finalmente la casa fue adquirida por la Congregación de Hermanas de la
Compañía de María, donde actualmente funciona su establecimiento religioso que
lleva el nombre de «Villa Lestonnac» en homenaje a su fundadora. Esta propiedad
se encuentra hoy en nuestra jurisdicción.
A partir del 19 de Abril de 1942, la firma inmobiliaria «Ungaro y Barbará S.A »
efectuó el trazado y primer loteo de tierras, divididas en 174 quintas de 1.200 a
2.500 m2 cada una, en la zona denominada hoy Barrio Trujui, destinada a
construir quintas de descanso.
El 18 de Octubre de 1942, a las 14, 30 hs, la misma firma inmobiliaria tuvo a cargo
la venta de otra fracción del «Haras Trujui» fraccionando la misma en otras 195
quintas. En esa época se origina la pavimentación de las calles interiores y de la
Avenida Julio Argentino Roca. Por loteos sucesivos, el último realizado por la firma
Kanmar S. A, en 1973, se formó el trazado completo de la actual localidad. Es
importante destacar el gran crecimiento de su centro comercial, el cual se
concentra principalmente en el cruce de la avenida Roca y la ruta Nº23, y se
extiende a lo largo de estas arterias.
Muchas de las primeras obras que permitieron el desarrollo local se originaron
en el fomentismo y fue importante la actividad de la Cooperativa Pucará.
Actualmente Trujui posee una Delegación Municipal, Registro Civil, Comisaría y
Oficina de Correos, etc.
CUARTEL V
Cuartel V es una localidad de reciente desarrollo urbano. El primer loteo barrial
se produjo en 1949. Su nombre se refiere a la antigua y aún vigente nomenclatura
catastral, según la cual, cada Partido se encuentra dividido en cuarteles. (Moreno
está int egrado por seis cuart eles, t ambién denominados circunscripciones, que a su
vez se dividen en secciones, quintas, fracciones, manzanas, parcelas.) Cuando fue
creado, el Partido de Moreno sólo estaba dividido en cuatro cuarteles pero, en
octubre de 1889, al reducirse su extensión original para crearse el Partido de
General Sarmiento, (antiguo cuartel II de Moreno), se reestructura su división
interna, dando origen a la circunscripciones o cuarteles V y VI.
En aquellos tiempos, la zona de Cuartel V, era una gran extensión de tierras
dedicadas principalmente a la ganadería. Los únicos caminos que las surcaban
eran el histórico camino a San Fernando y el que unía Moreno con Pilar.
La mayor parte de los habitantes del actual cuartel V, en la época de la creación
del Partido de Moreno, procedían del Partido de Pilar. De acuerdo con el plano del
ejido levantado por Adolfo Sourdeaux en 1866, entre otros vecinos se encontraban
la familia Aguilar, los herederos de Martín Arnaes, Casco, Maldonado, Reyes,
Rodríguez, y daban en esa zona los fondos de las estancias de Malaver, Torrillas,
Guerra y Coronel. El hacendado más importante fue Don Juan Francisco Aguilar,
quien tuvo gran actuación local, ya que fue intendente de Moreno en dos
oportunidades (1899-1900 y 1902-1903) y además Concejal y Pres idente del H.C.D,
Consejero Escolar y miembro de la Comisión Administradora del Hospital Mariano
y Luciano De la Vega.
Los doce barrios que integran
Cuartel V, se conectan a la
extensión de la ruta 197 y a la
Avenida Derqui. En su
intersección se encuentra el
conocido cruce Derqui, que
cual puede considerarse como
centro urbano principal, dada
su concentración poblacional y
su antigüedad, ya que el
barrio Mayor del Pino fue el
primero en surgir en la
localidad, al iniciarse el
remate de las tierras de
Aguilar en 1949.
CAPÍTULO V
Sumario:
Historia de las investigaciones
geo paleontológicas en la región.
Historia de los animales de la región.
Hallazgos paleontológicos en la
región de Moreno.
Ensayo sobre estratigrafía de los sedimentos
superficiales de la región.
GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA DE LA REGIÓN DE MORENO
INTRODUCCIÓN
Damos a conocer aquí la información reunida en el transcurso de dos décadas de
actividades geo-paleontológicas en la cuenca del río De la Reconquista.
Presentamos un esquema estratigráfico, básico y perfectible, que permita
interpretar la geología superficial y su contenido en restos de organismos fósiles.
Los fósiles recolectados en esta zona han sido entregados a la jurisdicción donde
los halláramos por lo que nuestra colección está algo dispersa. Su mayor parte se
encuentra en el Museo Municipal
«Francisco Javier Muñiz» del Partido de Moreno pues es aquí donde hemos
realizado lo principal de nuestra recolección. Otras instituciones del área que
poseen fósiles extraídos por nosotros son: el Museo Municipal de Marcos Paz, el
Museo Municipal «Bernardo Irigoyen» de General Rodríguez y la Municipalidad de
Pilar. Nuestra colección ha cumplimentado lo establecido por Ley 25.347 de
«Protección del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico» de la República
Argentina, habiendo sido declarada en el Centro de Registro, dependiente de la
Dirección Provincial de Patrimonio Cultural de la Ciudad de La Plata.
Con el presente trabajo tratamos de ofrecer un material de divulgación que
satisfaga la inquietud general sobre estos temas y en especial del ámbito
educativo regional, ya que el área de estudio comprende ocho Partidos ubicados al
oeste del Área Metropolitana y los datos son aplicables a gran parte del territorio
norte de la provincia.
Nuestra introducción a estos temas ha sido alentada desde el año1984 por
personal técnico y profesional del Museo de Ciencias Naturales de La Plata, en
particular por los técnicos Sr. Omar Molina, Sr. Víctor Melemenis y los Doctores
Pedro Bondesio y Eduardo Pedro Tonni. Especialmente a este último tenemos aquí
la oportunidad de agradecer su invariable generosidad facilitándonos bibliografía,
orientándonos desinteresadamente en el desarrollo de esta tarea y aún en la
lectura de los borradores del presente trabajo durante su prolongada elaboración.
Respecto de esto último, deseamos aclarar que las consideraciones vertidas aquí,
sea en lo referente a las correlaciones estratigráficas, que no han podido discutirse
frente a los perfiles, así como las inferencias e hipótesis figuradas al final del
escrito son de nuestra exclusiva responsabilidad.
La Paleontología (Gr. Palaios, viejo). Es una ciencia que estudia las épocas
geológicas pasadas, principalmente por medio de los fósiles. (Weisz P.B. 1978)
«...La cort ez a t errestre es un inmens o archivo natural, y s us rocas representan las
páginas donde ha quedado documentada la gran mayoría de los acontecimientos
ocurridos en el pasado geológico. Fósil viene del latín fodere (cavar, excavar),
fossilis (obtener excavando), y aunque es un término estrictamente paleontológico,
se utiliza también en expresiones tales como: arenas fósiles, suelos fósiles,
etcétera.
Denominamos fósil a todo resto o impresión de un organismo que vivió en épocas
geológicas pasadas, así como a cualquier otro indicio de su existencia que se haya
conservado en la corteza terrestre.» (Camacho H.H. 1966).
Desde los primeros años de la conquista de América los europeos debieron
observar osamentas fósiles en los terrenos sedimentarios. Obviamente,
influenciados por las creencias y desconocimiento de la época, no supieron
interpretar el verdadero significado de los restos que se le presentaban a cada
paso. Recordemos que desde la antigüedad, en Europa y Asia est os hallaz gos
dieron origen a las leyendas sobre dragones, gigantes cíclopes como Polifemo, etc.
Posiblemente algunas observaciones de fósiles en el Plata daten de la época
fundacional. En 1580, la denominación de «riachuelo de las conchas» al actual río
de la Reconquista, se decidió, según el diario de Aguirre, dada la notable
«multitud de conchas que realmente se crían a sus orillas».
Pensamos que atribuir esa observación a organismos como la almeja de agua
dulce del género Diplodon, y aún a caracoles de agua del género Ampullar ia
actualmente existente en todos los cursos de agua de la región, sería un error de
interpretación. Los moluscos que la gente de Garay habría observado serían
acumulaciones de conchas fósiles de origen marino, residuos de los avances del
mar sobre el continente, los cuales se registraron en el Pleistoceno Tardío y
Recient e. Estos depósitos representan al Querandinense y Platense Marino de
Frenguelli (1957). El primero y más antiguo (8 a 10 mil años) es considerado como
depósitos de lagunas costeras y albuferas, y el segundo (3 a 4 mil años) como una
verdadera ingres ión marina (Fidalgo.1978). En condiciones normales, las almejas
de agua dulce del género Diplodon sp., desarrollan su vida enclavadas en el limo
del lecho de los cursos de agua y lagunas de toda la cuenca del Plata, lo cual hace
poco frecuent e su visualización. No imaginamos que diferencias notables podrían
haber existido entre la presencia de estos organismos en nuestro río respecto de
otros cursos de agua del nordeste de Buenos Aires como el río Luján, Matanza, etc.,
en los que se desarrollan ahora como lo hicieran desde siglos atrás.
Creemos entonces en la posibilidad de que las conchas expuestas en las orillas de
la cuenca baja a que hace referencia Garay fueran fósiles de origen marino y/o
estuarial.
La presencia de estos bancos ya ha sido señalada por Florentino Ameghino, quien
menciona que fueron muy explotados durante el siglo XIX y utilizados en la
construcción de edificios. En Moreno, según lo afirmó el mismo autor, los depósitos
se extendían río arriba hasta las cercanías de puente de Márquez.
Nosotros tenemos evidencias de que estas «conchillas» fueron utilizadas en la
mezcla de mortero en antiguas construcciones como el tajamar del molino harinero
«Moreno» (1858) y la casa de Alcorta (1836), entre otras, así como en forma de
granza para revestimiento de los senderos de la plaza principal de este pueblo (a
partir de la década de 1860). Una excavación practicada en este último lugar nos
ha permitido observar varias capas que superan los treinta centímetros de espesor,
hoy cubiertas por el humus y otros materiales que posteriormente fueron
adoptados para mejorar los senderos. Sin embargo, la primera noticia concreta de
la existencia de restos de grandes vert ebrados fósiles en el Plata y en particular
del gliptodonte, la debemos al Jes uita Tomás Falkner, quien descubrió un
caparazón en 1760 a orillas del Carcarañá.
Cuadro Bioestratigráfico
del Cenozoico.
En nuestra zona, el más famoso hallazgo de aquel siglo se debe al dominico fray
Manuel De Torres, criollo, que en su población natal de la Villa de Luján, descubrió
en 1787 un esqueleto complet o de Megaterio (las tierras del actual Partido de
Moreno pertenecieron a Luján desde 1755 a 1864). Desenterradas las piezas
ós eas, reconstruyó el esqueleto y lo hizo dibujar. A pedido del Virrey Loreto, las
piezas fueron embaladas y remitidas a Madrid acompañadas de un cuaderno con
su descripción. Este ejemplar fue estudiado por Cuvier. La actuación del Padre
Torres sorprende hoy por lo adecuada, teniendo en cuenta la época en que se
produjo, tanto al recabar la mayor cantidad de información sobre el yacimiento,
como en el manejo y transporte de los huesos que hoy aún son exhibidos en
perfecto estado en el Museo de Historia Natural de Madrid.
En Noviembre de 1797, se produjo otro hallazgo de Megaterio en la isla Mart ín
García por parte del cura del entonces partido de Las Víboras. (Echazú Lezica.
1990).
De la actividad del Dr. Francisco Javier
Muñiz (1795-1871), surgirán los primeros
estudios paleontológicos realizados por un
argentino, muchos de los cuales los produjo
en nuestra zona. Este sabio patriota que a la
edad de doce años fue herido en una pierna
combatiendo a los ingleses en la defensa de
Buenos Aires, est udió en el Colegio San
Carlos, siendo discípulo del canónigo José L.
Benegas quien lo inicia en los secretos de la
física y de las ciencias naturales. Luego
ingresa en el Instituto Médico Militar,
recibiendo su diploma de médico en 1821. Enseguida es nombrado médico
segundo en la Guarnición de Patagones. En 1825 se lo designa médico cirujano en
el Cantón de Chascomús. De la laguna de aquella localidad y de los ríos cercanos,
extrae y arma los restos de un Gliptodonte y descubre por primera vez su Dasypus
giganteus.
En 1828 contrae matrimonio y se instala en Luján, como médico de policía, y
luego se le designa como cirujano del Regimiento 2º de Caballería con asiento en
la Villa, de la cual las tierras de Moreno constituían su Cuartel IV. Aquí res idió
veinte años y realizó la mayor parte de sus investigaciones paleontológicas. Desde
1830 a 1840, vive en una casa contigua al Cabildo que aún se conserva y forma
parte del Complejo Museográfico «Enrique Udaondo».
En 1833 inicia su relación con Charles Darwin, quien, según J. A. Presas, visita la
Villa el 28 de Septiembre donde debe pasar la noche. Más tarde Muñiz se
constituirá en s u corresponsal. La información obtenida por Darwin a través de
Muñiz no debe haber contribuido poco a la construcción de sus ideas que
sobre su teoría de la evolución. También se destacó Muñiz en sus trabajos como
etnógrafo y geólogo. Entre sus escritos, publicados por la Gaceta Mercantil,
destacamos uno de 1845 dedicado al Tigre Fósil Smilodon bonaerens is (Muñiz), su
principal hallazgo y el más satisfactorio para el estudioso, realiz ado el año
anterior probablemente en las barrancas del río De La Reconquista, en nuestro
actual Distrito. Dicho esqueleto se encontraría hoy en el Museo Argentino de
Ciencias Nat urales de Parque Centenario.
Cuando Muñiz publica este hallazgo no conocía que esta especie ya había sido
descubierta con anterioridad por Peter Lund
en las cavernas de Brasil pocos años antes.
Muñiz también halló el primer «oso fósil»
(Arctotherium) y el Lestodon, piezas que se
hallan depositadas en Europa. El hecho de
que estos se encuentren hoy en e l viejo
continente se explica como consecuencia de
que en Junio de l84l, Muñiz envía los
numerosos restos fósiles que había colectado
hasta ese momento, ordenados en once cajones, al Gobernador de la provincia de
Buenos Aires Don Juan Manuel de Rosas, con una nota en la que expresaba su
satisfacción de presentarle la rica colección que había formado durante largos
años de excavaciones en Luján: «Me asiste la satisfacción de presentar a VE. todos
los fósiles que poseía, y hasta las reliquias de tres especies últimamente
encontradas. Muchas partes de una misma especie van duplicadas, y aún
triplicadas; con el objeto de que comparadas, se pueda averiguar lo que era el
animal en las diferentes épocas de su vida.
Nada me queda, Exmo. Sr., de cuanto pude reunir en mi penosa y constante tarea.
Este fue, empero mi propósito desde que intenté cavar la tierra con mis manos, en
la esperanza de que ella correspondiera a mis afanes con algún descubrimiento
digno de la aceptación de VE.». Nosotros suponemos que Muñiz esperaba que
estos fueran depositados en el único
Museo entonces existente, pero Don
Juan Manuel de Rosas responde a la
generosidad de Muñiz , obs equiando
la primera gran colección de fósiles,
formada y estudiada por un
argentino, al almirante Dupotet de la
marina francesa, durante las
gestiones del conflictivo bloqueo
anglo-francés, yendo a parar
finalmente a museos de Francia e
Inglaterra.
Darwin expresa su particular aprecio por el sabio argentino en una carta escrita el
26 de Febrero de 1847, en uno de cuyos párrafos dice lo siguiente: «No puedo
adecuadamente expresar cuanto admiro el continuado celo de Ud., colocado, como
está, sin los medios de proseguir sus est udios científicos y sin que nadie simpat ice
con U d., en los progresos de la Historia Natural». Es también Muñiz, quien ensaya
los primeros estudios de la naturaleza, de valor «ecológico», figurados en sus
Apuntes Topográficos, escrito en 1847, en donde relaciona los factores físicos con
los seres vivos.
En el prólogo de la obra «Vida y Escritos
del coronel Francisco J. Muñiz», enviado al
editor don Félix Lajouane con fecha 20 de
enero de 1886, Florentino Ameghino
reconoce: «...y los recuerdos de sus
hallazgos, vueltos populares en Luján, no
contribuyeron poco a que me lanzara tras él
a las mismas investigaciones.» Y más
adelante agrega: «Mis descripciones
demostrando que los mamíferos extinguidos
quedaron sepultados en el barro de
antiguas lagunas parecen copiadas de
Muñiz. Es que ambos, aunque con cuarenta
años de intervalo, hemos escrito sobre el
terreno, con el cuerpo del delito a la vista,
que da siempre una idea distinta de la que s e hace el sabio que todo lo estudia
desde el bufete.»
«Esto demuestra que Muñiz, como observador exacto y de penetración, pudo ser
rival de Darwin, y como hombre de ciencia t uvo los conocimientos que se podían
adquirir en el país entonces, y aún más. Sólo dedicaba a la ciencia las horas que
substraía a las necesidades de la lucha por la vida, contrariado por el medio en
que vivía, que no lo comprendía.»
El 24 de Octubre de 1990, nuest ro Partido realizó su homenaje. Fue aprobada la
Ordenanza Municipal Nº 2736 mediante la cual se creó el Parque Ecológico y
Museo de Historia Natural «Francisco Javier Muñiz», Museo paleontológico de
sitio, y al imponerle su nombre hemos revalorizando a este personaje de gran
trascendencia en la historia nacional y local.
Luego de Muñiz, las actividades en investigación geo-paleontológicas en est a
zona, estuvieron protagonizadas por los hermanos Juan, Florentino y Carlos
Ameghino. Especialmente Florentino Ameghino (1854-1911), alcanzará gran
celebridad. El gran sabio nos ha dejado en sus obras (179 títulos) varios
testimonios de su actividad en las tierras del actual Partido de Moreno, donde
formó parte de su colección.
Transcribimos un párrafo de la pág.153 de su obra «La Antigüedad del Hombre
en el Plata», publicada en 1880, donde dice:
«A partir de esa época (1877), hemos recogido tres esqueletos completos de
grandes mamíferos extinguidos. Uno, perteneciente al Scelidotherium
leptocephalum, lo encontramos a orillas del río De las Conchas».
Otra cita de Pág. 149: «En el río De las Co n ch as, part icularmente cerca de
Moreno, también existen yacimient os fos ilíf eros de importancia, de los que hemos
recogido es quelet os casi enteros».
Otras personas, pertenecientes a Instituciones, ya en el siglo XX, han
desarrollado investigaciones en la región. El más reconocido en el país e
internacionalmente, principalmente por sus estudios sobre vertebrados
mesozoicos, es sin dudas el Dr. José F Bonaparte, quien hasta hace poco tiempo se
desempeñaba en el Museo Argentino de Ciencias Naturales «Bernardino
Rivadavia». Bonaparte comenzó su actividad en el Partido de Mercedes, la antigua
Guardia de Luján, iniciando la colección del Museo «Carlos Ameghino». También
éste fue el marco de desarrollo de la valiosa actividad de su ex-director, el Sr.
Jorge Petrocelli.
En Luján ha sido muy importante la labor desarrollada por el investigador Sr.
José Antonio Mignone, quien reunió una colección de aproximadamente tres mil
piezas (Scarnato 1968) cuyo estado y existencia actual se desconoce y fue quien
más trabajó para recuperar las casas de Ameghino con la finalidad de formar allí
un museo paleontológico. Pero, si bien la casa de la calle Las Heras nº 466 fue
salvada de la destrucción y declarada monumento histórico, el Museo no fue
organizado, permaneciendo intacta la centenaria deuda de los lujaneros con sus
hombres de ciencia y su justificada tradición de «Cuna de la Paleontología».
Mignone fue fundador del Centro de Investigaciones Geológicas, Paleontológicas
y Antropológicas «Francisco Javier Muñiz» y reconocido por su actividad por
científicos de la talla de Carlos Rusconi, quien fuera discípulo de Carlos Ameghino.
El investigador José Antonio Mignone falleció el 5 de mayo de 1981.
En el Museo Municipal del Partido de Merlo, en las décadas de 1970-1980, existió
una pequeña colección de fósiles iniciada por el Sr. Ramón Segura, colaborando
con él otros vecinos de la localidad, como el Prof. Guillermo C. Jofre, quien es
poseedor de una importante colección. En esos años el Museo estaba dirigido por
un maestro de escuela, Don Juan Fortuna, quien formara una rica colección
entomológica. De nuestras visitas al museo en aquella época, recordamos un
cráneo de oso extinguido del género Arctotherium, recolectado en el Arroyo Torres,
afluente del río De La Reconquista en ese Partido, así como un fémur de
Stegomastodon sp., la porción de un caparazón de Panochthus y un cráneo de tigre
«dientes de sable».
Entre los más destacados investigadores de la región se encuentra el
mastozoólogo, Sr. Elio Massoia, fallecido recientemente, quien se desempeñó en
los últimos años de su carrera en el Museo Nacional «B. Rivadavia» y que en la
localidad de San Miguel, fundó la Asociación para la Protección de la Naturaleza
que publica periódicamente una revista.
En Moreno, la existencia de fósiles era conocida desde fines de la década de
1960. Según comentarios de entonces, las excavaciones para la construcción de la
presa Ing. Roggero pusieron al descubierto caparazones de grandes animales cuyo
destino desconocemos. La tradición oral presenta dos versiones. Algunas personas
dicen que los restos fueron remitidos al Museo de Ciencias Naturales de La Plata y
otras, que fueron destruidos por la maquinaria.
Esta fue la primera noticia que recibiéramos sobre fósiles en la zona y que nos
impulsó más tarde a buscarlos. Desde el año 1984, con la colaboración de muchas
personas a las que no podemos nombrar aquí por razones de espacio, hemos
formado una colección que, en su parte principal, es exhibida al público en el
Museo Histórico Municipal “Amancio Alcorta”.
La creación del Parque Ecológico y Museo de Historia Natural «Francisco Javier
Muñiz», el 24 de octubre de 1990, por Ordenanza 2736/90, durante la Intendencia
de Héctor F. Lombardi, fue un paso adelante en el desarrollo de esta actividad. Se
originó al reconsiderarse un viejo proyecto de Museo de Ciencias Naturales que
presentáramos en 1985, durante el gobierno del Dr. Héctor Francisco Ibáñez.
Entonces pasó a integrar el proyecto turístico desarrollado por la Secretaría de
Planeamiento que estuviera a cargo del Arq. Alejandro Micieli. Su instalación se
fundamentó en la necesidad de recuperar las canteras de tosca, de las cuales
habíamos extraído fósiles desde setiembre de 1984. Las tosqueras habían sido
abandonadas al prohibirse la actividad extractiva en todo el Partido y se habían
convertido en un basural. Por otra parte, la instalación del Museo en ese lugar,
permitía la preservación de unas sesenta hect áreas de humedal y la oportunidad
de exponer los fósiles en su contexto geológico natural. Pasaron quince años desde
la primera presentación del proyecto, avalado por 2500 vecinos. Varios de ellos,
generosos colaboradores en nuestra tarea ya no estaban con nos ot ros, pero fueron
recordados aquel día en que, con austeridad y gran emoción, el Parque y Mus eo al
fin comenzó a funcionar.
La inauguración del Parque y Museo, el día 21
de Mayo de 1999, fue una de las obras
concretadas por el Intendente Lic. Mariano F.
West, que contribuyeron decididamente al
desarrollo turístico del área integrada por el
Parque Los Robles, la presa Roggero y el lago.
Esta dilatada espera permitió la maduración del
proyecto cuya primera etapa se concretó a través
del Programa Municipal de Empleo «Barrios
Bonaerenses» con la colaboración de particulares
y Entidades de bien público. Al acto inaugural
asistió la Sra. Lidia Berta Muñoz, viuda del
Ingeniero Carlos Roggero, quien descubrió un
friso en homenaje al Dr. Francisco Javier Muñiz,
realizado por los escultores Pablo y Marta Ibarra.
La visita al Parque y Museo contempla la exposición de un acuario con peces del
río De la Reconquista. El recorrido se realiza mediante senderos elevados para el
avistamiento de fauna y flora silvestres, exposición de restos fósiles en una sala de
Paleontología y en los mismos yacimientos, donde pueden observarse la geología
superficial de la zona. Casi toda el área del Parque constituye un humedal y
también es posible recorrer sectores donde se preserva el pastizal pampeano y un
talar.
Geología General de la
Provincia de Buenos Aires.
El territorio de la Provincia de Buenos Aires está constituido por una dilatada
llanura, de la que surgen dos cordones serranos, de diferente constitución
geológica y distinta edad, que se elevan a poca altura. 524 metros tiene la mayor
elevación de la sierra de Tandil (Cerro La Juanita) y 1.247 metros tiene la mayor
elevación de la sierra De La Ventana (cerro Los Tres Picos).
La llanura bonaerense que se extiende prácticamente por todo el territorio hasta
el río Colorado, en el sur, constituye una superficie llana, de escaso relieve, en
ocasiones parcialmente ondulada, monótona, exenta de rasgos fisiográficos
importantes.
La costa de la provincia es regular en su recorrido y su forma es curva, larga y
vasta, desde la ciudad de Buenos Aires hasta Bahía Blanca. Esta ribera atlánt ica
ascendió de las profundidades en tiempos recientes.
En el subsuelo de todo el territorio provincial, existen rocas de edad precámbrica
(más de 570 millones de años), a profundidades variables. Estas rocas afloran en
tres sectores de la provincia: En las Sierras de la Ventana, Tandil y la isla Martín
García.
En las sierras de Tandil (sierras septentrionales), se encuentran las rocas más
antiguas del territorio nacional, con edades entre 2.200 y 1.800 millones de años,
que se explotan utilizándose comúnmente como «piedra partida» en la
construcción. Son las piedras que podemos observar entre los durmientes de las
vías ferroviarias en Moreno (rocas granitoides).
En las Sierras de la Ventana, (sierras australes) afloran rocas graníticas muy
deformadas, con edades de 575 millones de años.
En el sistema de Tandilia se depositaron sedimentos marinos (Formación Punta
Mogotes) y más tarde, sobre estos, los elementos de la Formación La Tinta, de gran
importancia económica por la aplicación que tienen sus rocas para la construcción
y obras viales (cuarcita), dolomías que se utilizan en la siderurgia, calizas para la
industria de la construcción y arcillas cerámicas y refract ar ias . Est as elevaciones
(Tandil-Ventana-Martín García) det erminan elementos de relieve negativo entre
ellas. Son las regiones depresivas de la provincia, que constituyen cuencas
sedimentarias.
Cinco son las cuencas sedimentarias dispuestas alr ededor de es tas elevaciones,
circundadas por fallas: Cuenca del Colorado, Cuenca del Salado, Cuenca de
Laboulage, Cuenca de Macachín y
Sub-cuenca de Rosario.
Moreno, igual que toda el área
metropolitana, se encuentra ubicado
sobre uno de los elementos positivos
del relieve de la provincia; se trata
del Umbral de Martín García, que
ocupa el área sur de la provincia de
Entre Ríos, sud-oeste de Uruguay y
el ángulo nordeste de Buenos Aires
como también el tramo terminal de
los ríos Paraná y Uruguay, y todo el
Río de la Plata, con afloramient o de
rocas en la Isla Martín García.
Este elemento positivo posee una
tendencia ascendente desde muy
antiguo, estando su constitución íntimamente ligada con el borde uruguayo del
es cudo precámbrico brasileño. Aunque separado del mismo por fracturas que
remontan los tramos inferiores de los ríos Paraná y Uruguay.
En la región cercana a la ciudad de Buenos Aires pareciera que la fragment ación
del borde del es cudo uruguayo-brasileño está relacionada con las existentes más
al norte, que provocan los notables codos de los ríos antes cit ados y la
consiguiente subdivisión en bloques de la provincia de Entre Ríos (Padula, l972).
Una fractura hipotética como ésta puede limitar el Umbral de Martín García y
vincularse a las fallas de los ríos que desembocan en los ríos Paraná y De la Plata,
que en esta área estaría representada en su manifestación superficial por el río D e
La Reconquista.
De este modo, la topografía de Moreno queda definida por el desarrollo de la
cuenca, ocupando la mayor parte de las tierras del partido (91%) la depres ión o
valle que se ha formado en el transcurso de los tiempos geológicos. En el subsuelo
de la zona, las rocas de Macizo Cristalino ascienden hasta muy poca profundidad,
(alrededor de 200 metros). Sobre estas rocas, de una antigüedad de 600 millones
de años (isla Martín García, J.C.M.Turner .1975), se apoyan directamente,
sedimentos cenozoicos (menos de 70 millones de años) de la Formación Olivos y
hacia arriba, sedimentos de la Formación Paraná, Formación Puelches y
finalmente, hasta la superficie, el Grupo Pampa, compuesto por un Miembro
Inferior o Ensenadense y otro Miembro Superior o Bonaerense.
Los sedimentos aflorantes en la llanura en que se sitúa el Partido de Moreno, como
todos los correspondientes a la región de los alrededores de la ciudad de Buenos
Aires, se denominan genéricamente « pampeanos» y están const it uidos por una
fracción de limo dominante, arena y arcilla, subordinadas. Su nombre vulgar es el
de «loess» o «limos loessoides», conteniendo lentes de toscas. El color por lo
general es castaño-rojizo o amarillento, pero también puede presentar un tono
verdoso, etc.
Los afloramientos naturales (ríos y arroyos) y excavaciones artificiales
(tosqueras, pozos negros, zanjas), permiten observar la conformación geológica
más superficial y casi todos estos sediment os contienen restos de organismos
fosilizados.
En algunos puntos del lecho del río Reconquista, los sedimentos que se
encuentran a la vista podrían tener una antigüedad superior a los 700 mil años,
pero por lo común, las capas de terrenos expuestos en las barrancas del río y sus
arroyos son más modernas. A quí pueden encontrarse depósitos de la Formación
Luján, (Fidalgo, et al.1973) que representan la fase terminal del Pleistoceno
Las Eras
Geológicas
Según Weisz
superior y en relación con ellos, los sedimentos eólicos más modernos de la
Formación La Postrera (Fidalgo et al.1973).
Desde el punto de vista geo-morfológico, Moreno se encuentra incluido en la
zona considerada como Pampa Ondulada, «que se extiende entre el Arroyo del
Medio y la Bahía de Samborombón, incluyendo la totalidad de las cuencas de
drenaje que desaguan hacia el río y delta del Paraná, el río De La Plata, así como
la cuenca del río Samborombón. (Fidalgo, 1983).
Los ríos y arroyos de esta zona tienen cauces bien definidos y sus valles están
bien desarrollados. Estas características son las que inciden en forma directa en e l
as pecto general del paisaje, que es específicamente ondulado (la ondulación s e
not a especialmente si se trans it a en forma perpendicular a los cauces de los ríos,
de NO a SE.).
Los valores máximos de las elevaciones del terreno en Moreno no superan los 32
metros sobre el nivel del mar y los puntos más bajos son de aproximadamente 5
metros sobre el mismo nivel, a la altura de la desembocadura del arroyo Las
Catonas. Estas diferencias de altura no son siempre apreciables a simple vista en
el paisaje pues la urbanización del área y la forestación no lo permiten. Un
ejemplo notable lo brinda el transitar por la calle Dastugue, desde Paso del Rey
hacia Villa Zapiola. A mitad del trayecto, al cruzar el arroyo Sambrizzi, entonces
desde el puente puede verse el barrio La Quebrada a considerable altura. De
menor importancia, pero distinguible también, es el desnivel de la Avda. Alcorta
desde Paso del Rey a Moreno, que se quiebra en las proximidades de la calle El
Carpintero.
De los datos figurados en los planos de relevamiento planialtimétrico realizado
el 3/11/1963 por la Dirección de Hidráulica de la Pcia. de Buenos Aires, levantado
con anterioridad a las numerosas obras que modificaron los cursos de agua y sus
inmediaciones, sabemos que el valle del río De la Reconquista es estrecho a la
altura de la confluencia de los arroyos El Durazno y La Horqueta, donde hoy se
encuentra ubicado el «lago» la presa Ing. Roggero.
La serie de terrazas alcanza en poca distancia alturas relativamente elevadas
(22,50 a sólo 400 metros del lecho). Dicha circunstancia resultó decisiva para la
elección del emplazamiento de la presa. El remate de la barranca a la altura de la
confluencia de los arroyos antes mencionados se encuentra a cota 16,70 y el pelo
de agua a 11,37. Esto quiere decir que en estos sitios las diferencias de nivel del
terreno llegan a superar los once metros de altura.
Siguiendo el río desde la presa Ing. Roggero, aguas abajo, puede verse como
disminuyen los niveles del pelo de agua al tiempo que el valle inmediato se
profundiza y ensancha. En el sector del paraje El Manantial, distante apenas 1
Km., de la presa, la cota 16,70 metros, que antes se encontraba en el remate de la
barranca en la unión de los arroyos antes mencionados, ya se ha alejado más de
800 metros del río, intermediando una amplia planicie de inundación. La barranca
aquí se encuentra a 15 metros y el pelo de agua a cota 11,26 metros. A partir del
Balneario Cascallares, 1400 metros, río abajo, la barranca desciende a cota 14
metros y el pelo de agua está a cota 10 metros. A la altura de los frigoríficos y
mataderos de la Avda. Del Cañón, distante 2.500 metros, la barranca está a una
altura aproximada a 13 metros y el pelo de agua aprox. 8 metros. Desde este
último punto hasta el puente del ferrocarril Sarmiento distan alrededor de 4000
metros. En inmediaciones del puente, las barrancas están a 9 metros y el pelo de
agua a 6,35 metros. Por fin, en los límites del sector más recorrido por nosotros,
diremos que el pelo de agua a la altura del arroyo Las Catonas, 3 Km. río abajo de
la Autopista G aona, posee una altura de 4 metros, siendo la altura de sus
barrancas de 7 metros. De todos estos datos se puede inferir como el valle del río
De la Reconquista se ensancha y profundiza progresivamente hacia el río De La
Plata.
Con las obras de canalización realizadas a f ines de la década de 1990 se han
modificado estos niveles. En algunos casos se elevaron las barrancas y en otros se
produjo el ensanchamiento o profundización del cauce.
Los datos que mencionamos han sido obtenidos de los planos carta topográficos
elaborados por el I.G.M y los elaborados por la Municipalidad de Moreno,
levantados por el Agrimensor Amato Luis – Secretaría de Planeamiento.1990.
Historia de los animales de la región:
El origen y composición de las faunas fósiles de nuestra zona son consecuencia
de grandes eventos sucedidos con anterioridad al Cuaternario, incluso a escala
planetaria. De las publicaciones surgidas con el Simposio «Evolución de los
vertebrados Cenozoicos» de 1986 y otra literatura, hemos extraído algunos datos
que permiten explicarlos con cierta aproximación.
Cione A.L., cita que América del Sur podría haberse separado de África hace 127
m.a. (Norton, 1982). Este momento estaría remitido al Cretácico inferior, donde
según R.Furon (1966), la costa atlánticaestá bordeada de depósitos continentales,
salobres y lagunares, denominadas areniscas abigarradas que son exactamente
comparables a las areniscas sublitorales presentes en la co sta atlántica africana.
Estas document arían el nacimiento del Océano Atlántico y el fin de la unión África-
América del Sur.
Siguiendo a Cione, «…Habitualmente se sostiene que durante la mayor parte
del Cenozoico fue un continente isla (previamente habría estado conectado con
América del Norte, en el Cretácico tardío (Bonaparte, 1984). Sin embargo, cuando
hay registro, (mamíferos, vegetales) se percibe que tuvo, al menos en parte del
Terciario, también una suerte compartida con la Antártida. El pasaje de Drake s e
habría abierto recién en el Mioceno Temprano (aprox. 23.5 m.a; Barrer y Burrel,
1977).»
La surrección de la cordillera de los Andes se produjo a finales del Cretácico (65
m.a) y en el mismo Paleoceno. Esta actividad orogénica también se conoce en
América del Norte. Ello produjo una unión temporal entre las Américas, unión
rigurosamente demostrada por los intercambios de faunas y floras que se
produjeron en esta época.
En el Paleoceno superior, la unión había terminado y la fauna del continente
sudamericano va a evolucionar completamente aislada del resto del mundo
durante la mayor parte del Cenozoico, es decir entre
66.4 y aprox. 3 Ma.
Sin embargo, se suponen algunas
migraciones más durante esa Era,
tal vez con Norteamérica, Antártida
y África, ocurridas en el Oligoceno
(aprox. 23 millones de años a.d.p),
momento en que aparecen en
estecontinente los primeros
primates y los roedores
histricognatos y aún otras especies,
sin embargo estos episodios no
modificaron el general ais lamiento
de América del Sur.
Raymond Furon, cit ando a G. Simpson, en su análisis de origen de las faunas
sudamericanas, dice que éste se encontraba confundido por la presencia en
América del Sur de monos plat ir r incos y roedores histricognatos. En cuanto a los
monos platirrincos, nadie conoce con certidumbre su origen. A estos inmigrantes se
los conoció como los «viejos saltadores de islas», en alusión al medio de dispersión
que habrían usado para arribar a nuestro continente. Actualmente se discute si
arribaron de América del Norte o de África.
Promediando el siglo XX, científicos como el propio G. Simps on, cons ideraba n
que durante el Mesozoico, Sudamérica estuvo despojado de mamíferos primitivos.
Ello suponía que todos los mamíferos existentes aquí, al iniciarse el período
Terciario, provenían exclusivamente de Norteamérica. Estas ideas fueron discutidas
por científicos argentinos, (Reig,1962,1968,1981) y desde entonces se ha ido
probando que durante el Mesozoico, ambos continentes compartían una
mastofauna similar, con preponderancia de formas marsupiales y los placentarios
como un componente menor (Pascual.1986). Los Marsupiales parecen haber
cumplido roles ecológicos muy importantes, diversos y bien distintivos en las
comunidades de mamíferos del Cenozoico. Es más, de acuerdo al registro,
diferenciaron tipos ecológicos tan o más extremos que aquellos en Australia (v.
Pas cual and Carlini, 1985). A lo largo de los sesenta y tres millones de años del
Cenozoico, en América del Sur se desarrollaron múltiples episodios ecológicos que
determinaron diversificación de las especies, extinciones, dominancia o
decrecimiento de asociaciones faunísticas, las que estuvieron integradas
principalmente, entre otros, por: Marsupiales que adquirieron variadas formas
adaptativas; representantes de los xenartros herbívoros como los armadillos,
Gliptodontes y Megaterios; el Orden Litopterna con su familia Macraucheniidae; el
Orden Notoungulata con su familia Toxodontidae; el Orden Rodentia con varias
familias, etc.
Cione expresa: «…Durante gran parte de los tiempos terciarios las condiciones
fisiográficas del extremo austral de América del Sur eran bastante uniformes, sin
desarrollo de grandes relieves y con extensas áreas llanas qu e ocasionalmente
eran ocupadas por mares epicontinentales. Los vient os húmedos del Pacífico no
hallaban barreras efectivas en el sur y los vientos del Atlántico penetraban
profundamente en el norte.
Estas condiciones comienzan a cambiar radicalmente en el Mioceno medio, con el
desarrollo de la fase orogénica Quechua. Autores diversos le atribuyen substancial
importancia como factor generador de fracturas, cuencas intermontanas y comienzo
de ascenso. Sin embargo, el ascenso principal y que ocasionó el aspecto actual de
la Cordillera y de las Sierras Pampeanas es posterior (Plio-Pleistoceno, Fase
Diaguita).»
Existen pruebas que durante el Cretácico y casi todo el Terciario las temperaturas
fueron más elevadas y uniformes, pero hacia la segunda mitad del terciario
comenzaron a descender en todo el planeta, tal vez como consecuencia de la
modificación del relieve.
No será sino hasta el establecimiento del puente plio-pleistoceno (hace 3 m.a
según Marshall et al., 1983), ubicado a la altura de Panamá, que ingresará desde
Norteamérica una fauna hasta entonces desconocida en América del Sur,
ocurriendo lo propio en la dirección contraria. Es el denominado Gran Intercambio
Biótico Americano.
Los primeros representantes de la fauna norteamericana que ingresaron a
nuestra región son los Hurones (Fam. Mustelidae) y los Pecaríes (Fam.
Tayass uidae) , cuyos restos se encuentran en la Formación Chapadmalal. La
radiación de los musté lidos traería como consecuencia la declinación de los
Marsupiales, que hasta ese momento desempeñaban el rol de pequeños a
medianos carnívoros y omnívoros, desplazándolos al competir con ellos.
Según estudios más actualizados, (comunicación personal del Dr. Prof. Eduardo
Pedro Tonni), el arribo masivo de la fauna inmigrante se produce durant e e l inicio
de la Edad Ensenadense, que
abarca entre 1,8 m.a y 500 mil
años antes del presente, es decir
durante el Pleistoceno inferior.
Los inmigrantes son: Caballos,
Llamas y Guanacos, Felinos,
Mastodontes, Osos, roedores
cricétidos, cánidos, Tapires,
Ciervos. Zorrinos y Hurones. Estos
se suman a los autóctonos en ese
momento como: Megat erios,
G lipt odont e s, Armadillos,
Toxodont es, Macrauchenia, etc. Sus
restos fósiles son hallados en los
sedimentos pertenecientes a la
Edad Ensenadense, (Peistoceno
inferior y medio), y Edad Lujanense
(Pleistoceno superior), abarcando esta última Edad desde 130 mil hasta cerca de
8,5 mil años antes del presente, con el inicio del Holoceno inferior. Los fósiles
hallados en Moreno y sus alrededores son representativos de esta última etapa.
Afloramientos más antiguos en la provincia de Buenos Aires pueden observarse
hacia el sector sur de la misma, especialmente en la costa atlántica, en los
tradicionales yacimientos desde y al sur de Mar del Plata, aflorando en los
acantilados y en las barrancas de ríos y arroyos que en esa región desembocan en
el mar.
La finalización del Pleistoceno superior coincide con la última y catastrófica
extinción masiva. La desaparición de la megafauna cuaternaria que afectó a todo
el mundo, aquí actuó indiscriminadamente tanto a grandes mamíferos nativos
como Gliptodontes, Megaterios, Toxodontes, Macrauquénidos, etc., como aquellas
familias que habían ingresado desde otros continentes como el «tigre dientes de
sable», Mast odont es , Équidos, etc. En el mundo se extinguieron 100 géneros de
grandes mamíferos, de los cuales 45 pertenecían a América del Sur, el más alt o
porcent aje de todo el mundo. Pascual, 1966, está de acuerdo con Martin respecto
de que este especial caso de extinción no admite como causas naturales ninguna
de las que operaron en otras reconocidas extinciones. Este autor destaca un hecho
muy sugestivo: una intensidad mayor de la extinción ocurrió en aquellos
continentes invadidos por el hombre más que en aquellos donde se produjo el
origen del hombre.
La antigüedad de algunos sedimentos que afloran en nuestra zona comprende
esta etapa de extinción masiva, dejando de registrarse bruscamente es t as es pecies
al término de la deposición del Miembro Guerrero de la Formación Luján, cuando
ya se había iniciado la sedimentación de la Formación La Postrera. Sin embargo se
supone que excepcionalmente algunas especies, muy disminuidas en su efectivo,
alcanzaron a sobrevivir en contados puntos de América del Sur hasta los tiempos
históricos, incluso poco antes del arribo de Colón.
Formación de yacimientos de fósiles en la zona.
Los fósiles en este sector del nordeste la provincia de Buenos Aires se presentan
en abundancia y diversidad. Se encuentran incluidos en masas sedimentarias
formadas en el pasado geológico principalmente por la acumulación de materiales
provenientes de la meteorización de las vecindades. A lo largo del tiempo, grandes
eventos han ido transformando la superficie terrestre. Como resultado de
permanentes proceso de erosión y depositación, los puntos elevados son dest ruidos
y las depresiones colmadas con esos materiales. El agua y su energía han jugado
un rol importante en la formación de estos depósitos. Sin embargo, la materia
prima de este material procede originalmente del noroeste y oeste del país, desde
donde ha sido transportado por el viento, formando extensos mantos de loes sobre
la llanura pampeana.
Un depósito sedimentario, en diferentes tiempos, pudo haber s uf r ido
destrucciones parciales y redepositaciones, perdiéndose parte de su contenido
fósil, el que también pudo haber sido fragmentario desde el origen.
A la muerte de un animal, sus despojos se desintegran por ef ect o de los factores
climáticos, químicos y debido a la acción de otros animales, incorporándose en
pequeñas partículas al suelo. Algunos rest os, sin embargo, quedan a sal v o de
dicho proceso destructivo cuando son cubiertos a tiempo por s edimentos
integrados por las partículas transportadas por el agua y los vientos. Esto puede
ocurrir en el lecho de los ríos de corriente lenta, en las depresiones de la llanura,
en el lecho de lagunas o charcos, en las playas, estuarios, etc. Si el resto orgánico
permanece protegido por la masa sedimentaria durante un tiempo relativamente
prolongado y las condiciones físicas y químicas del sedimento son adecuadas,
puede iniciarse el proceso de fosilización, mediante el cual la materia orgánica es
reemplazada, molécula a molécula, por alguna sustancia inorgánica presente en el
agua contenida en los terrenos. La sustancia que más interviene en la fosilización
en esta zona es el carbonato de calcio.
Muy grande es el número de animales que deben haber muerto en el transcurso
de los tiempos geológicos. Si comparamos dicha magnitud con el de los fósiles
conservados en los terrenos sedimentarios, se comprende lo excepcional que
resulta la conservación de un hueso. Los científicos de todo el mundo han quedado
sorprendidos respecto de la importancia de los yaci mientos de esta llanura en la
que, de tanto en tanto, suelen aparecer grandes esqueletos perfectamente
conservados, con todos sus elementos en la posición de muerte.
En las barrancas del río y arroyos, o en excavaciones artificiales suelen
distinguirse estratos diferenciables por su textura, disposición y coloración. Estos
integran una secuencia, no siempre continua, en la cual, un estrato inferior es más
antiguo que el superior. Cada uno representa un espacio de tiempo.
Principalmente el estudio del contenido en fósiles de estos estratos ha permitido a
los investigadores un conocimiento cada vez más profundo del desarrollo de la
vida en este lugar desde épocas remotas, así como la recreación de su ambiente
físico. De sedimentos correspondientes a la Edad Lujanense, en nuestra área, se
han extraído alrededor de medio centenar de especies de vertebrados e
invertebrados. La cronología del Cenozoico argentino ha sido basada en los
mamíferos fósiles debido a la frecuente presencia de esta clase de vertebrados en
todos los estratos.
Un ensayo sobre la Estratigrafía del río de la
Reconquista y áreas vecinas.
Recorriendo los cauces de los arroyos y del río De la Reconquista, desde el
puente la ruta provincial Nº 6 hasta la desembocadura de su afluente, el arroyo
Las Catonas, ubicada unos tres mil metros aguas abajo de la Autopista Gaona,
existe una distancia aproximada de 30 Km. El tramo comprende gran parte de la
cuenca alta y un sector de la cuenca media que se inicia a la altura de la Ciudad de
Paso del Rey. En este transcurso el río sirve de límite a los Partidos de Marcos Paz,
Gral. Rodríguez, Merlo, Moreno, Ituzaingó y San Miguel. Los sedimentos
encauzados en el río y sus afluentes, constituyen perfiles con particularidades que
nos permiten clasificarlos, a efectos de su descripción, en tres sectores a nuestro
criterio bien diferenciados:
Sector I:
Se extiende a lo largo de unos 10 Km., desde la Ruta Nº 6, por los arroyos El D
urazno y La Choza, hasta la presa Ing. Carlos Roggero donde ambos confluyen
para formar el cauce principal del río De la Reconquista. (Ver mapa: sector 1).
A demás de los sediment os encauzados en los arroyos, hemos incluido en éste
sector, afloramientos producidos por excavaciones artificiales realizadas durant e la
construcción de la presa Ing. Roggero y los correspondientes a las «tosqueras»
cercanas, or iginadas de la explotación de «tosca» con fines comerciales por parte
de una empresa privada.
Así mismo, hemos realizado observaciones en otras dos presas menores,
construidas sobre los arroyos El Durazno y La Choza, las cuales complementan el
plan regulador de aguas.
Sedimentos encauzados en los arroyos del primer sector, aguas arriba de la presa
Ing. Roggero:
Por lo general, los arroyos El Durazno, La Choza, La Eulalia y La Horqueta, así
como otros cursos de agua menores excavan su lecho sobre sedimentos limo-
arenosos castaños rojizos del Pampeano Superior o piso Bonaerense de Ameghino
(1889), Bonaerense de Frenguelli (1957), o Formación Buenos Aires de varios
autores. Apoyados sobre estos, se distinguen, por tramos, los pert enecient es a la
Formación Luján, representada por dos de sus Miembros: Guerrero y Río Salado
(Fidalgo et al. 1973), denominados también Lujanense y Platense por Frenguelli
(1957).
El Miembro Guerrero se encuentra formando los típicos lentes de coloración
verde-amarillenta que en algunos puntos puede ser castaño oscuro. Por lo común
su espesor máximo es menor a 0,80 Metros., y su extensión horizontal es de unos
pocos metros. Sin embargo, en algunos puntos, su espesor supera 1,20 Metros. (ver
cuadro Sector 1, perfil A, capa «c») y se extiende algunos cientos de metros. En e l
arroyo El Durazno es donde está mejor representado. Incluso, en algunos sitios
donde las barrancas poseen escasa altura y el cauce es más ancho, puede
distinguirse que el lecho está excavado en el Miembro Guerrero sin atravesarlo
totalmente.
En límite de su base, suele disponerse una delgada capa de color castaño oscuro,
con un espesor de 0,03 a 0,10 Metros., integrada por tosquillas y otros clastos algo
rodados, siendo el tamaño de estos desde arena gruesa hasta 0,01 Metros. Esta
delgada capa contiene principalmente restos de peces y de roedores como
Reithrodon auritus.
Los fósiles recolectados del Miembro Guerrero en el sector 1 son: Megat heriu m
sp., Mylodon sp., Glyptodon sp., Panochthus tuberculatus, Toxodon sp.
El Miembro Río Salado de la Formación Luján (Fidalgo et al. 1973) se apoya sobre
el anteriormente mencionado, o directamente sobre el Bonaerense. De escaso
desarrollo, se manifiesta esporádicamente como un limo-arcillo so pulverulento,
de color gris ceniciento en seco, negro en húmedo, que figura con la letra «b» en el
esquema del perfil A. Contiene restos de moluscos de agua dulce de los géneros
Heleobia, Biomphalaria y Pomacea. Su espesor no pasa de 0,60 Metros., pero en
algunas áreas su continuidad a lo largo de las barrancas es muy notable.
Sedimentos del sector: I, expuestos mediante excavaciones artificiales:
A los datos estratigráficos de los sedimentos encauzados en este sector podemos
sumar los perfiles de las terrazas próximas. En efecto, éstos han quedado a la vista
en varios grupos de excavaciones realizadas durante la construcción de la presa
Ing. Roggero, la mayoría hoy cubiertas por las aguas embalsadas.
Así mismo, existen otras cavas en los alrededores de las dos presas menores,
ubicadas 5 Km. aguas arriba, sobre los arroyos El Durazno y La Choza
respectivamente. Por otro lado, en inmediaciones de la barranca izquierda del
arroyo La Choza (a distancia entre 0 a 450 Metros. del cauce), existen tres canteras
de «tosca», ubicadas a 2, 2,6 y 3,5 Km. al NO de las compuertas de presa Ing.
Roggero, sobre tres lomas consecutivas.
Todas estas excavaciones, dependiendo de su profundidad y ubicación, han dejado
al descubierto debajo el Miembro Superior de los Sedimentos Pampeanos o
Bonaerense, al Miembro Inferior o Ensenadense de Frenguelli (1957). Este último
se presenta con afloramientos de hasta 1,5 Metros., faltando confirmar su
antigüedad en base al contenido de fósiles que son muy escasos y poco
representativos de la Edad Ensenadense (ver Perfil B del Sector 1, capa: d).
En cuanto a las canteras, las dos más cercanas a la presa se encuentran situadas
en el territorio del Parque y Museo «F.J.Muñiz». Fueron excavadas sobre dos lomas
planas altas de 21 y 22,5 Metros. s.n.m, estando separadas entre s í por u n bajo
elongado de aproximadamente 17,5 Metros. s.n.m. La tercera y más alejada, ya
dentro del Partido de Gral. Rodríguez, se encuentra separada de la precedente por
un valle en medio del cual corre la Cañada de Álvarez en el sector de su
confluencia con el arroyo La Choza.
Las características de los sedimentos expuestos y su disposición en los perfiles en
los tres grupos de excavaciones han resultando idénticos. En las tres tosqueras, así
mismo, se disponen sedimentos más modernos correspondientes a la Formación La
Postrera.
El espesor del Bonaerense en el mismo Museo es de dos metros aproximadamente
(ver Perfil B del Sector 1, capa c). Puede observarse en el perfil levantado que su
porción inferior es de carácter más limoso, distinguiéndose paleocauces definidos
con o sin tosquillas rodadas, de pequeño diámetro, pero principalmente por capas
superpuestas de limos finos con notoria y muy fina estratificación.
Ello indica que en el proceso de su formación intervinieron significativamente las
aguas, probablemente durante una etapa de clima húmedo (Frenguelli, 1957).
Así mismo, hacia la base del Bonaerense, se presentan ocasionalmente
abundantes diamictons de 0,01 a 0,02 Metros. de diámetro mayor, distribuidos
regularmente, cuyo color castaño-rojizo más intenso que el de la masa que las
contiene. En cambio, la porción más superficial del Bonaerense, de típico aspecto
loessiforme descrito por los autores, se manifiesta escasamente, probablement e
decapitado, en part e por acción antrópica. Se trata de un limo arcillo-arenoso de
coloración castaño rojizo en húmedo a castaño amarillento, algo rosado en seco,
minado de pequeños orificios formados por raíces de plantas, con abundantes
toscas de variadas formas: muñecos, planchas, venas, etc., con carbonato de calcio
disperso en toda su masa, formando diques, etc.
Hacia la base suelen presentarse lentes integrados por limos de coloración
verde-grisácea a amarillenta, los cuales se fragmentan, cuando secos, en cuerpos
poliédricos de pequeñas dimensiones (0,01 a 0,02 Metros.). Algunos de estos
cuerpos poliédricos poseen coloración castaño rosada y los hay que presentan en
sus caras finas películas o cutanes de color castaño a negro con brillo metálico.
Los fósiles hallados en el Bonaerense, especialmente en su porción inferior, son
los siguientes: Tolypeutes cf. T.matacus, Eutatus seguini, Chaetophractus villosus,
Panochthus tuberculatus, Glyptodon clavipes, Sclerocalyptus ornatus, Smilodon
populator, Arctotherium s.p, Stegomastodon sp, Microcavia australis, Microcavia
robusta, Reithrodon s.p, Reithrodon auritus, Lagostomus s.p, Lagostomus maximus,
Pediolagus c.f, Pediolagus salinicola, Ctenomys s.p, Equus (Amerhippus)s.p, Lama
guanicoe , Lama gracilis y Glossotherium sp.
El contacto con el supuesto Ensenadense es bien notorio. La superficie de este
últ imo es accidentada formando depresiones rellenas por el Bonaerense. El
primero se levanta hacia la terraza alta, llegando su límite superior en las
excavaciones a cota 19,5 Metros., o sea, a menos de 3 metros de profundidad
desde el nivel general de la terraza alta. Pero siguiéndolo en dirección al arroyo
por los antiguos zanjones de drenaje de las cavas, pronto se hunde hast a
des aparecer en los cortes unos doscientos metros antes de la barranca del arroyo
La Choza, pasando a estar compuestos los perfiles únicamente por la Formación
Buenos Aires y otras más modernas.
En profundidad, el supuesto Ensenadense está integrado aquí por limos
arcillosos castaño grisáceos a rojizos, con la mayor parte de su masa dividida en
cuerpos con forma poliédrica, cuyas facetas presentan cutanes o películas muy
finas de color negro o castaño oscuro. El aspecto general es masivo y en relación
con los cuerpos poliédricos, a veces muy carbonatados, en los frentes erosionados
cobra aspecto conglomerádico.
En general, el Ensenadense posee una gran proporción de clastos de tosca de
variadas formas y tamaños. En esta zona, la proximidad del límite superior del
Ensenadense está bien definido por una capa de concentración carbonática con un
espesor de aproximadamente 1 o más Metros., cuyos clastos de tosca se disponen
formando «placas», «diques» o divisiones carbonáticas, rellenos con un limo
castaño claro en seco. Est a composición le da al conjunto forma de enrejado muy
apretado horizontalmente y un aspecto groseramente estratiforme. Su coloración
general es mucho más clara en las superficies expuestas y posee gran compacidad.
Esto determina una marcada diferenciación entre el Miembro Inferior y el Miembro
Superior. Este límite lo interpretamos como una discordancia erosiva desarrollada
sobre un horizonte K de un suelo decapitado, probablement e idéntico a la ya
señalada como alternativa en la bibliografía. (Tonni y Fidalgo, 1981).
Más arriba, sobre el Bonaerense, luego de una discordancia de erosión, se
presenta otro estrato de 0,80 a 1,20 Metros. de espesor (ver Perfil B del Sect or 1,
capa: b). Se trata de un sedimento eólico constituido por una arena muy fina, casi
impalpable, de color castaño claro a blanquecino en el frente de los cortes secos,
debido a que se encuentra impregnado de carbonato de calcio pulverulent o. Pero,
en el interior de la masa húmeda es más oscuro y algo rojiz o. Posee clastos de
«tosca» que recuerdan los «muñecos» del Bonaerense, de hasta 0,10 metros de
diámetro máximo, los cuales se encuentran prácticamente sueltos en el sedimento
que es muy friable. Antes del contacto con la tierra negra vegetal, en sus últimos
0,30 Metros., esta capa adquiere un tinte castaño rojizo es homogéneo,
encontrándose desprovisto de carbonato de calcio y clastos de «tosca». En el sector
inferior suelen distinguirse paleocauces y se han hallado es cas os restos de
mamíferos pertenecientes a especies extinguidas: Glyptodon clavipes y
Sclerocalypthus sp.
En la parte superior se han recolectado sólo especies actualmente vivientes
como: Chaetoprhactus villosus, Lagostomus maximus, cáscaras de huevo de Rhea, y
restos de Amphibia. Por su ubicación y demás características descriptas en la
bibliografía existente, consideramos que este sedimento es asignable a la
Formación La Postrera (Tonni y Fidalgo et al. 1973), Cordobense y Platense eólico
de Frenguelli (1957).
Sector: II
El segundo sector de unos 10 Km. de extensión a lo largo del río, va desde la
presa Ing. Roggero, hasta las proximidades del puente carret ero de la Ruta
Nacional Nº 5, (ex 7).
Diferenciamos este sector en base al notable afloramiento, en toda su extensión,
de sedimentos comparables a los descriptos por Ameghino para su «Pampean o
medio» o «Belgranense continental» (1880). Es en estos sedimentos en que aquí,
por lo general, el río excava su cauce.
Dichos sedimentos se disponen desde la base de la barranca con un espesor
visible de aproximadamente 2 Metros. Están constituidos por limos loessoides,
bastante compactos hacia la base, verde-grisáceos o verde-amarillentos, castaño
rojizos hacia el techo, con lentes areno- arcillosos.
En general, desde el remate de la barranca a la base, este sector se presenta de
la siguiente manera:
a. Tierra negra vegetal.
b. Según el sitio en que se analice este nivel (Perfiles: sector 2. capa: a) el mismo
puede manifestarse alternadamente con dos tipos de sedimentos de dif erentes
características:
1º) Limo arcillo-arenoso, castaño-amarillento, que presenta granulación
homogénea, constituida por tosquillas no rodadas, en general de menos de un
centímetro de diámetro, y aún formando masas de mayor tamaño, ramificadas,
cuyos límites imprecisos se funden en el sedimento general de aspecto masivo, sin
estratificación. La fracción de sedimento que sirve de matriz a los clastos es
pulverulenta. Semejante a la considerada como Formación La Postrera del Sector 1.
El espesor general es de pocos centímetros a 1 Metros. Su desarrollo es mayor en
el trayecto que va desde el manantial, 800 metros río abajo de la presa Ing.
Roggero, hasta más allá del recreo de Cascallares, especialmente a la altura del
antiguo rancho de Molina Campos, volviendo a aparecer a la altura de la antigua
estancia La Porteña. Restos hallados: Fragmento de cerámica rústica (tipo
Querandí). Caparazones de un bivalvo que actualmente no se encuentra en la
localidad, con ambas valvas en posición natural.
2º) Limo limo-arcilloso pulverulento, de color gris ceniciento en seco, negro en
húmedo. Contiene restos fragmentarios de moluscos de agua dulce de los géneros
Heleobia, Biomphalaria y Pomacea. Por sus características se trataría de un
remanente muy escaso del Miembro Río Salado de la Formación Luján.
c. Limo arcillo-arenoso, verde amarillento, a veces bastante plástico. Se lo
encuentra formando lentes. Con todas las características descriptas para el
Miembro Guerrero de la Formación Luján (Fidalgo et al. 1973). Los fósiles hallados
en este sedimento son: Doedicurus sp. Toxodon sp. Lama sp. Lestodon sp.
Megatherium sp. Panochthus tuberculatus, Mylodon sp. Stegomastodon sp. etc.
Espesor: de pocos centímetros a 1 Mt. (Perfiles: sector 2. capa b).
d. Limo arcillo-arenoso de coloración castaño rojiza, tonalidad ésta última
evidente aún en seco. En algunos s ect ores se distingue estratificado en capitas de 1
mm y aún más finas, que pueden alternar entre el castaño oscuro y el castaño
claro, algo rosado. En la masa general pueden verse líneas curvas definiendo
antiguas depresiones que semejan paleocauces, con pocas tosquillas rodadas en
los teóricos lechos.
Hacia el límite superior del sedimento pueden presentarse clastos de «tosca»
muy dura, formando placas y diques de un centímetro de espesor. Asignamos con
reservas este sedimento a La Chumbiada (Dillon y Rabassa 1985) (mapa: sector
2.c)
En el límite de La Chumbiada con el sedimento inmediato inferior, sólo en
algunos puntos, hemos comprobado la presencia de una capa mal definida,
formando manchones aquí y allá, cuya coloración negra es notable, ocupando un
espesor de aprox. 30ctms. Aquí, la superficie de los huecos dejados por supuestas
raíces está recubierta por una película de color negro intenso, hasta con brillo
metálico azulado, así como las grietas y clastos de todo tipo contenidos en la
masa. Se trataría de remanentes de un suelo enterrado.
e. Limo arcillo arenoso, castaño rojizo a amarillento, su coloración se distingue del
supra e infra yacentes en que es algo más claro, principalmente debido a su
contenido de «tosca» y carbonato de calcio en la masa general. Los clastos de
«tosca» se presentan formando muñecos, venas, diques y capas, con apariencia
general de típico enrejado y con las demás características descriptas por los
autores que se han ocupado de describir la Formación Buenos Aires o Bonaerense.
Los fósiles recolectados son los siguientes: Lagostomus sp. y Stegomastodon
platensis. (mapa: sector 2.e)
f. El sedimento limo arenoso que continúa debajo del Bonaerense, a primera vista
se confunde con este, pero su coloración pardo rojiza es más encendida y su
compacidad es menor. Este limo loessoide se rompe o disgrega por la acción del
agua en bloques poliédricos cuyas caras presentan superficies más o menos
planas. Contiene clastos de «tosca» de coloración pardo obscura a negra,
formando cilindros, o rellenando grietas. Pueden observarse en su masa, de tanto
en tanto, lentes verde- amarillentos de menos de un metro de espesor mayor,
integrados por cuerpos de formas poliédricas de tamaño relativamente pequeño.
En el tercio inferior, la masa presenta abundantes impresiones y restos de
Ciperáceas u otro tipo de vegetación palustre. Muchas veces estos vestigios
adoptan forma tubular, de variado diámetro, exteriormente recubierta de una fina
película de «tosca» castaño clara. Interiormente los restos de vegetación son de
color negro. Estos elementos en conjunto parecen una trama de raigones,
tubérculos u otros órganos de vegetación junciforme, enclavados en el limo de un
lecho que se hubiera secado. Un solo tubo o conjunto ramificado, pueden atravesar
gran parte del espesor del sedimento y aún proyectarse al infrayacente, de
coloración verde grisáceo a amarillento. Esto último sólo puede observarse cuando
a ambos no los separa la capa de tosquillas descripta como 2.g.
En esta capa los restos de vertebrados suelen encontrarse algo rodados e
impregnados con una fina capa de «tosca», aunque también llegan a presentarse
incluidos al menos parcialmente en masas muy duras. Aquí se observan posibles
coprolitos, icnitas. Notable concentración de materia orgánica.
Los restos de vertebrados fósiles, nunca articulados, hallados en esta capa de
aprox. 1 metros de espesor, que por razones prácticas denominaremos
Belgranense Continental - Nivel Superior, son: Lagostomus sp. Mylodontidae
indet., Morenelaphus sp. Panochthus sp. Glyptodon sp. Doedicurus sp. La mayoría
de los fósiles contenidos en este sedimento, pertenecen a los mismos géneros y
especies que los estratos inferiores inmediatos, de donde, en ocasiones, parecen
haber sido arrancados.
g. Lente de tosquillas rodadas, de presencia esporádica a lo largo de todo este
sector, de aprox. 20 a 40 ctms. de espesor. Contiene infinidad de Littoridina sp.. Su
tamización dio abundantes fósiles: Didelphidae indet., Mylodont idae indet.,
Eut at us seguini, Chaetophractus villosus, Doedicurus clavicaudatus, Glyptodon sp.,
Reithrodon s.p, Reithrodon auritus, Calomys c.f, Calomys laucha, Akodon s.p,
Akodon az arae, H olochilus magnus, Microcavia s . p , Lagost omus s p ,
Stegomastodon sp y Cervidae indet. Además contienen restos de peces, quelonios,
anfibios, ofidios, lacértidos y aves. (mapa: sector 2.g ) h. Limo areno arcilloso,
compacto, a veces muy plástico, verde amarillento a verde grisáceo. Contiene
similares especies de vertebrados que la capa f, pero en mayor abundancia. Sin
restos articulados. En algunos sectores de este nivel existen concentraciones de
fósiles fragmentarios, entre los que aparecen, de vez en cuando, impresiones del
caparaz ón un bivalvo, de posible origen salobre o del litoral marino, en una matriz
arcillo arenosa, a veces muy compacta, cuya coloración vira al castaño (curva de los
ciervos). El tercio inferior de este sedimento puede presentarse conteniendo gran
cantidad de tosquillas algo rodadas que le dan una compacidad mayor. Con los
trabajos de canalización del río hemos podido dist inguir que, al menos en algunos
sectores, se apoya sobre un sedimento castaño oscuro algo rojizo muy homogéneo
y compacto cuyo cont enido fósil estamos tratando de determinar actualmente.
Denominamos al sedimento gris verdoso como Nivel Inferior del Belgranense
Continental de Ameghino (1889). Su contenido en fósiles es el siguiente: Mylodon
sp., Lestodon sp., Pampatherium typum, Eutatus seguini, Panochthus tuberculatus,
Glyptodon sp., Dusicyon sp., Smilodon populator, Sclerocalyptus ornatus,
Reithrodon auritus, Microcavia australis, Ctenomys sp, Myocastor coypus, La g ost o
mus sp , To xo d o n sp , Eq ui d a e i n d et, La ma g ua n ico e, Morenelaphus c.f,
Morenelaphus brachyceros. (Mapa: sector 2.h)
Sector: III
El tercer sector comprende desde las proximidades del puente de la ruta Nac.Nº5
(ex Nº7) en la localidad de Paso del Rey, hasta la desembocadura del arroyo Las
Catonas, río abajo del sitio histórico del Puente de Márquez (Autopista Gaona).
El miembro La Chumbiada (perfil: sec.3 nivel: d) y la Formación Buenos Aires,
(mapa: sec.3 nivel: e) aparecen por lo general formando la mayor parte de la
barranca. Los sedimentos que representarían el «Belgranense Continental»
descrito para el sector II, no afloran en el perfil.
Las barrancas de aproximadamente 4 metros, presentan mayor presencia de los
sedimentos más modernos de la Formación Luján, principalmente sus Miembros
Río Salado (mapa: sec.3b) y Miembro Guerrero (mapa: sec.3d), éste último
pudiendo presentar lentes de dos o tres metros de espesor que se proyectan hacia
abajo hasta formar el lecho del río, conteniendo: Toxodon sp.; Equus (Amerhippus)
sp.; Glyptodon sp.
A veces, apoyado en el anterior, o directamente sobre el Bonaerense, se
encuentra un sedimento de coloración castaño-amarillenta a gris verdosa, el cual
nos parece asignable a la Formación La Postrera (Hidalgo et al. l973.) (Mapa: sec.
3.c). En este sedimento, en especial del yacimiento de la desembocadura del
arroyo Sambrizzi en la localidad de Paso del Rey, se determinó una fauna asociada
a cuevas de Ctenomys sp. Dichos elementos, no se han podido conservar en el
Museo de Moreno, encontrándose en manos de particulares. La canalización y
limpieza de las barrancas en toda la extensión del río ha puesto al descubierto
perfiles que se encontraban totalmente ocultos por la vegetación y los residuos
urbanos e industriales. No obstante, aún no hemos podido observarlos
detenidamente.
Conclusiones:
Los datos obtenidos permiten inferir que la antigüedad de los sedimentos
portadores de fósiles, encauzados en el río y sus arroyos afluentes, poseen una
antigüedad que los remite al Pleistoceno Superior, Edad Lujanense (desde 130 mil
a 8,5 mil años antes del presente). Aquellos sedimentos de aspecto
conglomerádico observados en la base de las excavaciones artificiales de la zona
de la presa Ing. Roggero y en otros sectores del Partido, podrían remitirse al techo
del Pleistoceno Medio, Edad Ensenadense (más de 500 mil años a.d.p).
En general, los sedimentos encauzados en el río y sus afluentes, posteriores a la
depositación de la Formación Buenos Aires, presentan menor importancia que en
otros ríos de la región como el Arrecifes, Luján y Matanza. Ello tal vez se deba, al
menos en parte, a un proceso erosivo de origen antrópico.
El Bonaerense o Formación Buenos Aires, en las inmediaciones de los cauces de
la cuenca alta, está representado casi exclusivamente por sedimentos de su
porción basal, correspondiente a una etapa más húmeda (en el sentido de
Frenguelli 1957). La porción superior, destacada por poseer caract eríst icas del
típico loess, está menos representada.
El afloramiento de sedimentos comparables al Belgranense Continental de
Ameghino (1889), hacia la base de las barrancas del cauce principal, es una
particularidad bien característica del curso medio del río De la Reconquista.
Ubicado, en la barranca, inmediatamente por debajo de la Formación Buenos
Aires, este complejo sedimentario está representado típicamente por tres estratos
que promedian dos metros de espesor, dispuestos del siguiente modo: un estrato
superior castaño rojizo, otro infer ior , verde grisáceo, pudiendo presentarse
intercalada entre ambos, una capa de tosquillas, de pocos centímetros hasta un
metro de espesor, mayoritariamente compuesta por pequeños clastos rodados de
tosca y/o caparazones de Littoridina sp., en una matriz limo arenosa o areno
limosa generalmente grisácea. Manifestaciones similares e incompletas de este
conjunto sedimentario sólo las hemos podido observar en contados sitios del río
Luján a la altura del puente de la Ruta Nº 5 (ex 7). Para nosotros, la forma en que
se presenta este «paquete sediment ario» debería considerarse típico o
característico del Belgranense Continental ideado por Ameghino en 1889.
El análisis del contenido de vertebrados fósiles en estos sedimentos los hace
inseparables de la Edad Lujanense - Pleistoceno Superior -, sin embargo por sus
características especiales: ubicación, contenido fósil y desarrollo local merecen la
dedicación de estudios más profundos.
Sobre el Belgranense Continental:
Con relación al conjunto de estratos bien diferenciados en la cuenca media del
río De La Reconquista que relacionamos en el presente trabajo con el Belgranens e
Continental de Florentino Ameghino (1889), queremos decir, siguiendo en parte el
criterio de este autor, que su depositación es consecuencia de un descenso
temporario de las tierras emergidas hasta entonces. Ello, en primer lugar,
determinó un cierto avance del las aguas del mar y el estuario del Plata sobre el
continente (tal vez sobredimensionado por Ameghino), dejando como testimonio al
culminar su retroceso, fósiles y otros materiales provenientes de los mencionados
ambientes acuáticos. La influencia del incremento del nivel de aguas del estuario
Del Plata se extendió tierra adentro, a lo largo de los cursos de agua como los ríos
De la Reconquista, Luján y Arrecifes. En ef ecto, e l levant amiento de las aguas en
las desembocaduras debió provocar el estancamiento de estos cursos y la
ampliación de su superficie y volumen formándose, grandes lagos en cuyos lechos
se depositaron materiales y fósiles de origen continental. Ameghino consideraba
que estos sedimentos limitaban con el pampeano inferior.
Joaquín Frenguelli, (1957) toca este tema en su trabajo sobre el Neozoico. Con
referencia a estos estratos dice: «...se trata de un corto ciclo sedimentario,
representado es pecialmente por capas lent iculares de limos loessiformes pardos o
gris-verduscos. Son los sedimentos que Ameghino dist inguiera como Bonaerens e i
n f er io r (Inf rabonaerense o Prebonaerense). Ellos indican que la fase de clima
seco y de estepa creadora del loess bonaerense fue precedida por una corta fase
de clima más húmedo. Como sustitución lateral del Bonaerense, a lo largo de la
costa del estuario, observamos además los sedimentos conocidos bajo el nombre
de Belgranense».
Con ésta última denominación Frenguelli se refiere a los sedimentos de origen
esencialmente marino que se disponen formando un cordón cercano y más o
menos paralelo a la costa actual. Para Frenguelli estos sedimentos corresponden
sólo a «una facies costanera del Piso Bonaerense». En lo que respecta a la
ubicación de los depósitos correspondientes al Belgranense Continental, dice:
«Ellos indican que la fase de clima seco y de estepa creadora del loess bonaerense
fue precedida por una corta fase de clima más húmedo». De esto se deduce que
Frenguelli también consideraba a estos sedimentos como formando parte del
límite con el pampeano inferior.
En la actualidad no se encuentra perfectamente establecida la posición
estratigráfica del Bonaerense inferior o Belgranense Continental de Ameghino,con
el cual había creado su teórico Pampeano Medio. Los principales investigadores en
la actualidad afirman (Por ej. El Dr. E. Tonni en com. pers.), que en realidad no se
ubican en la base del Pampeano Superior sino que se disponen en forma de cuña
en éste último. Es decir que se tratarían de sediment os interbonaerenses. Durante
nuestras observaciones en oportunidad de la canalización del río De la
Reconquista y especialmente en las excavaciones realizadas en 1998 para la
construcción de las bases de los nuevos puentes sobre este río, no hemos podido
determinar paleontológicamente la existencia del pampeano inferior o
Ensenadense por debajo del Belgranense Continental, éste último con su fauna de
edad Lujanense .
Respecto del Belgranense Continental, desde el punto de vista sedimentológico-
mineralógico ya se ha dicho que no existen características que permitan
diferenciarlos. (Fidalgo, De Francesco y Pascual, 1975). Su contenido en
vertebrados fósiles lo remite al Bonaerense.
En 1965, Rosendo Pascual et. al., establecen una Edad-mamífero Lujanense,
posterior a la Edad-mamífero Ensenadense (ambas Formaciones con fósiles
característicos). El Belgranense Continental y sus fósiles, y aún la idealización del
Pampeano Medio de Ameghino quedan desestimados y absorbidos al Bonaerense.
Sin embargo, debe considerarse la posibilidad de que dichos sedimentos y su
contenido fósil no fueran suficientemente estudiados. Quizás ello fue debido a la
escasez de buenos afloramientos o a otras razones.
En el terreno de la hipótesis, entendida este término como la suposición de de
una cosa, sea posible o imposible, para sacar de ella una consecuencia, prevemos
que un análisis especializado del conjunto sedimentario del Belgranense
Continental, tal como se presenta aflorando en el río De la Reconquista podría
llevar a la consideración de otorgarle al menos la categoría de «Formación»,
integrada por dos miembros.
Este corto período sedimentario está en Moreno expresado por dos y hasta tres
estratos macroscópicamente diferenciables, con asociaciones faunísticas
dimensionables, ligadas a cambios ambientales de importancia regional. Este
período comenzaría con una etapa más fría con exceso de precipitaciones
(depositación de limos loessiformes verde-grisáceos) coincidente con el inicio de
un incremento del nivel del mar y del estuario. En ese tiempo las aguas de los
cursos superiores de los ríos del nordeste aún escurren hacia la desembocadura
pues la precipitación pluvial es abundante y el incremento del nivel de agua del
estuario apenas se inicia. Las aguas que corrían hacia el estuario comenzarían
gradualmente a estancarse pero nunca hasta formar las lagunas o lagos previstas
en la literatura, sino que se trataría de ríos salidos de madre ocupando extensas
áreas de la llanura circundante, tal vez conectando varias cuencas. Luego se inicia
una etapa en que el nivel del mar y el estuario comienzan a descender, al tiempo
que vuelven las condiciones climáticas reinantes con anterioridad a la iniciación de
este período.
Durante el inicio de este proceso hubo un momento de estancamiento de las aguas
de los ríos ensanchados. Esa instancia de equilibrio coincide con la depos it ación de
carácter lacustre, o mejor, de una planicie inundada con escaso escurrimiento
hídrico que dejó como vestigio una capa de hasta un metro de espesor de
tosquillas y Littoridinas sp., perfectamente conservadas. Ciertos depósitos
relacionados con este nivel presentan en Moreno impresiones de moluscos que
corresponderían a un ambiente de aguas salobres. Ello puede dar idea de la
extensión del fenómeno del avance de las aguas del estuario sobre el continente.
La continuación del descenso fue desecando aquellos cuerpos de agua dejando al
descubierto los depósitos que en parte fueron arrasados.
Los remanentes pronto comienzan a ser cubiertos por limos loessiformes castaño-
rojizos provenientes de la reanudación de la depositación del Bonaerense que en
realidad ya se había iniciado con anterioridad, sin encontrar aquí las condiciones
que le son ampliamente características. Pues el territorio donde se desarrolló el
Belgranense Continental no dio lugar de inmediato a la estepa creadora del loess
bonaerense, sino que en ese territorio, en proceso de desecación, hubieron de
ocurrir pasajes en los cuales el ambiente netamente acuático pasó a un ambiente
aún húmedo a nivel del suelo, con cursos de agua resolviéndose en meandros
inestables y formando extensas áreas con profusa vegetación higrófila,
testimoniada según creemos por la enorme cantidad de restos vegetales que se
encuentran en su miembro superior castaño rojizo. A lgunos de los meandros
abandonados que aún se conservan en el área de la antigua estancia La Porteña
parecen corresponder a este momento. Por fin culmina este corto pero significativo
período sedimentario cuyo límite superior se encuentra expresado en el contacto
con la Formación Buenos Aires, continuando la depositación de ést a en la
sequedad general, ahora sí ya transformada el área en estepa formadora del
típico loess pampeano.
En resumen, los sedimentos que afloran parcialmente formando la base del
cauce del sector medio de la cuenca del río De la Reconquista corresponderían en
parte al Belgranense Continental de Ameghino pero no los consideramos como
elementos que definan el límite con el Ensenadense más antiguo. Lo ubicamos en
una etapa temprana del Bonaerense, dado que su ubicación y contenido fósil lo
hacen inseparable de ésta última Edad. Este conjunto sedimentario, tal como se
presenta en la cuenca media de nuestro río, representaría muy bien el borde o
límite interior de aquel ciclo sedimentario interbonaerense.
Hallazgo de un ejemplar
de Glyptodon reticulatus.
Durante el mes de Setiembre de
2003 se realizaron trabajos de rescate
de restos fósiles de un Gliptodonte
en las barrancas del río De la
Reconquista a la altura del puente
Márquez. Esta pieza quedó a la vista
como consecuencia de los trabajos de
canalización realizados durante el año 1998 por el UNI.REC. Fue avistada por
primera vez el año anterior, cuando dos vecinos de este Partido, los Sres. Adrián
Barrios y Alberto Defelipe, realizaban una excursión en canoa. Luego de informar
el hallazgo al Museo “Bernardino Rivadavia” de Parque Centenario, fueron
remitidos por la institución nacional
al Museo “Francisco Javier Muñíz”.
Inmediatamente se llevaron a cabo
los preparativos para la extracción,
la cual resultó sumamente
dificultosa debido a que la mayor
parte del ejemplar se encontraba
bajo el agua. A pesar de ello se
rescató en buen estado una
considerable porción del caparazón
que cubría a estos animales , casi
todo el cráneo, así como otras partes del esqueleto interno cuya mayor parte no se
conservó.
Tras las primeras observaciones
pudo determinarse que el
animal prehistórico totalmente
extinguido durante el
Pleistoceno superior, pertenece
al género y especie: Glyptodon
reticulatus. Su antigüedad
ronda los 8.500 a 10.000 mil
años.
Hallazgo de un cráneo de
Mastodonte en el barrio
Cascallares.
Un cráneo de un Mastodonte
(Stegomastodon platensis) sp., fue
hallado, en febrero del año 2000,
en la finca de la familia Barrientos
ubicada a 60 metros del río, en el
Barrio Cascallares. El fósil fue
reconocido durante la construcción
de los cimientos para la ampliación
de la vivienda por un integrante de
la familia, hoy casado y con hijos,
que participó de niño en los
trabajos que realizáramos en el
yacimiento “el manantial” en Mayo
de 1984.
Secuencia de trabajos técnicos para la extracción de dos gliptodontes, hallados
por el Sr. Jorge Arapey, en su domicilio en la calle Agustoni nº 680, del barrio del
mismo nombre, en el Partido de Pilar, el 27 de diciembre de 1989.
La extracción la realizamos a modo de
colaboración para el Partido de Pilar,
solicitada por el entonces Director de
Cultura de ese Partido Sr. José Sánchez.
La situación de los fósiles requería su
urgente extracción. El yacimiento que
visitáramos en 1990, cuyo contenido,
curiosamente, había sido considerados
en un acta notarial labrada en los días
de su descubrimiento como «dos huevos
gigantes de una nidada compuesta por
varios más», ya llevaban expuestos
treinta meses y habían estado sufriendo
un progresivo deterioro. Este problema
se debía no tanto a la acción de los
agentes atmosféricos como a la
depredación efectuada por las
numerosas personas que visitaron el
lugar durante ese tiempo.
Realizamos el trabajo de extracción en el
transcurso de los días 22 al 29 de mayo de 1992
con métodos tradicionales. Se trataba de dos
ejemplares incompletos de Gliptodonte, uno
seguramente perteneciente al género
Sclerocalyptus.
El yacimiento se ubica a 15 metros sobre el nivel
del mar, en una lomada baja, ubicada tres
kilómetros al sudeste del río Luján, cuyas
barrancas se encuentran en la cota de 5 metros.
Entre ambos puntos se extiende una amplia
planicie de inundación. Los restos se
encontraban incluidos en un sedimento castaño
rojizo a amarillento, característico de la
Formación Buenos Aires. El punto más
elevado de los ejemplares se ubica a 0,95
metros desde el nivel general del terreno y
profundizan hasta 2,5 metros. El límite
inferior del sedimento que contiene los
ejemplares está definido por el desarrollo
de un sedimento mucho más compacto, el
cual se rompen formas poliédricas, y
presenta mayor proporción de «toscas»
dividiendo cuerpos poliédricos de un
sedimento castaño rojizo algo más claro
que el que envuelve a los restos fósiles.
Ambos ejemplares fueron transportados al
Museo de Moreno para su preparación que
no pudo ser concluida debido a nuestro
alejamiento temporario de esta Institución,
por lo que fueron reintegrados poco
tiempo después al Partido de Pilar sin la terminación del trabajo. Hasta donde
sabemos, hoy permanecen depositados en un sector de la Municipalidad en las
mismas condiciones.
CAPÍTULO VI
Sumario:
Introducción a la Ecología de Moreno.
Factores ecológicos.
Poblaciones, comunidades y ecosis temas.
ECOLOGÍA DE MORENO
In troducción:
El presente capítulo persigue el objetivo de divulgar conocimientos sobre la
naturaleza que nos rodea y señalar, hasta donde nos ha sido posible, aquellos
fenómenos locales y regionales que constituyen buenos ejemplos a la hora de
enseñar conceptos básicos de Ecología, o que son objeto de su estudio. De poco
sirve, a mi entender, la simple enumeración de especies animales y vegetales que
pueblan nuestro distrito y aún los vecinos Partidos del oeste del área
metropolitana sin relacionarlos con los mecanismos básicos de sus asociaciones.
Comprender la relaciones de los individuos como integrantes de poblaciones,
comunidades y ecosistemas nos permite apreciar la extraordinaria la trama de la
naturaleza misma, donde cada ser, vivo o inanimado, desempeña un rol que
permite la existencia del todo. Siempre nos ha llamado la atención, con desagrado
por cierto, la escasez de material pedagógico para el reconocimiento e
int erpret ación de fenómenos que se desarrollan en el entorno inmediato a los
habitantes de nuestras ciudades. Ello nos resulta más inexplicable aún, si tenemos
en cuenta la extraordinaria riqueza natural que nos rodea, su fácil observación y
experimentación.
Los primeros estudios ecológicos a nivel local fueron inaugurados por el Dr.
Francisco Javier Muñiz desde 1828, cuando éste sabio se establece en Luján. Es él
quien primero estudia y establece relaciones entre los diversos factores físicos
como el viento, la temperatura, etc., incluyendo la influencia de estos factores en el
comportamiento humano.
Como sociedad, nuestra particular idiosincrasia respecto de la naturaleza, en el
pasado y tal vez aún en el presente, queda muy bien expresada por Germán
Burmeister en su Viaje por los Estados del Plata, donde luego de recorrer nuestras
tierras con finalidades de estudio entre 1856 y 1860, escribe extrañado: «...para el
criollo, todo animal es un bicho, y todo vegetal es un yuyo.»
La Ecología puede definirse como la ciencia que se ocupa del estudio de las
relaciones recíprocas entre los organismos y de éstos con el medio. Por ello, trata
de explicar estructuras en las cuales un acontecimiento tiene, por lo general,
muchas causas y muchas consecuencias.
Los estudios ecológicos pueden revelar causas estructurales del deterioro del
medio ambiente y advertir sobre posibles desastres. Pero estos estudios no pueden
de resolver por sí mismos ninguno de los grandes problemas. Ello depende
principalmente de la conciencia general de la comunidad y las decisiones políticas.
La Ecología estudia los individuos y sus poblaciones en relación con su ambiente,
incluyendo investigaciones s obre las adaptaciones de los organismos a su hábitat y
respuestas frente a los distintos factores del medio, etc. También investiga las
interrelaciones entre los organismos de diferentes poblaciones y con el medio
físico.
Una de las condiciones para iniciar estudios ecológicos en un área dada es tener
un buen registro y clasificación de las especies que la habitan. Recordemos que los
individuos de una misma especie forman poblaciones; las poblaciones forman
comunidades; las comunidades (poblaciones de animales y vegetales relacionadas
con un medio físico) forman ecosistemas. La reunión de ecosistemas constituye los
biomas que son ecosistemas muy grandes. El conjunto de los biomas de nuestro
planeta forma la biosfera.
La biosfera no es una capa continua de materia viva, sino que está formada por
individuos pertenecientes a unas 2.000.000 de especies. En conjunt o, la mas a de
todos los seres vivos dist r ibuidos homogéneamente sobre la tierra, formaría una
capa de sólo un centímetro de
espesor.
La materia, viva o inerte, es
atravesada por un flujo constante de
energía, que le da movimiento. Esto
es así, tanto para los átomos
individualmente como para los demás
complejos sistemas vivientes. Esta
característica de movimiento de la
materia es de gran importancia para
poder entender el concepto de
evolución. Ha sido el movimiento lo
que permitió la progresiva
complicación de la materia. La
materia del universo se organiza así
en una larga cadena de complejidad
crecient e, en la cual: « cada nivel de complejidad proporciona los elementos de
construcción a partir de los cuales se forma el nivel superior, de mayor
complejidad». Partículas elementales, átomos, moléculas, protoplasma, célula,
tejido, órgano, sistema de órganos, organismo, población, comunidad, ecosistema,
bioma, biosfera.
La Ecología se relaciona con los niveles de organización que se encuentran por
encima de los organismos, es decir: población- comunidad-ecosistema-bioma-
biosfera.
El Clima de Moreno:
El clima es determinante para la vida. Puede ser muy diferente en distintos
lugares del planeta Tierra. El principal factor que produce variedad climática en el
mundo, modificado por numerosos factores secundarios, es la latitud que
determina la temperatura. Los países más cálidos se sitúan en las inmediaciones
del ecuador y los más fríos, alrededor de los polos. Entre estos existe una gama de
temperaturas intermedias. Como factor importante de la sequedad o humedad del
clima, interviene la caracterización de los continentes, siendo en general más seco
el interior de las grandes masas continentales que la periferia de los mismos, con
excepciones notables en las que el régimen de vientos juega un papel importante.
Se ha definido toda una gama de climas teniendo en cuenta la variación de
temperaturas y la repartición de las precipitaciones a lo largo del año.
El Clima de Moreno está en el contexto de una región amplia con características
similares en toda su extensión. La región climática a que pert enece Moreno, de
acuerdo a la clasificación de Köppen, corresponde a una zona de clima templado y
húmedo, determinando una fauna y flora que resultan características.
La temperatura media del mes más caluroso es superior a los 22ºc y la del mes
más frío es inferior a los 10ºc. Vivimos en una latitud en que las cuatro estaciones
se diferencian marcadamente, pero el clima no llega a ser riguroso.
La precipitación media anual supera apenas los 1.000 mm. Los vientos dominantes
que provienen del sector sur son moderados, con excepción de los meses de
Octubre y Noviembre en que las ráfagas son más fuertes.
Nuestro clima está influenciado por varios factores. Su posición en el continente
hace que se vea especialmente determinado por su cercanía al Océano Atlántico.
La provincia de Buenos Aires es un saliente continental sobre el Océano que hacia
el nordeste limita con el Río De La Plata, considerado a los efectos climáticos,
como un verdadero mar interior.
Otro factor climático importante es su relieve de llanura, solo interrumpida en la
provincia de Bs. Aires, por las Sierras Australes y Septentrionales (Ventana y
Tandilia), al sudeste y sur.
La mitad nord-oriental y oriental de la provincia ofrece una superficie
uniformemente verde y húmeda casi todo el año.
Sólo cuando los inviernos son muy fríos o durante sequías estivales prolongadas,
el tapiz vegetal interrumpe su actividad y esta superficie se torna seca y de tono
amarillento.
La circulación regional de la atmósfera es otro importante factor climático,
predominando las masas de aire que se desplazan en dirección NE-SO y viceversa,
a lo largo de todo el año. Esta circulación se debe a la actividad del anticiclón
semipermanente del Atlántico Sur. Al des plaz ars e este sist ema durante el invierno,
hacia el norte, la presión sub antártica disminuye y se aleja la acción del anticiclón
del Atlántico. La posición del territorio bonaerense queda en el paso de las masas
de aire frío del SO.
Tanto en invierno como en verano, en los niveles bajos de la atmósfera de la
provincia, circulan masas de aire físicamente distintas, especialmente en los meses
más cálidos, de lo que resultan abundantes precipitaciones.
En enero aumenta la frecuencia de los vientos del Este y Nord Este, dis minuyend o
los del Sudoeste. En el mes de Julio, aumenta la frecuencia de los vientos del
Sudoeste y Oeste y disminuyen los del Este y Nordeste.
La lucha por sobrevivir a los tiempos desfavorables:
Cada especie solo puede vivir dentro de un cierto intervalo de temperatura.
Fuera de este intervalo, muere de calor o de frío. Dentro de estos márgenes, existe
una temperatura óptima para las funciones del organismo.
La vida es más difícil cuanto más se aproxima la temperatura a los valores
letales. Al llegar a estos límites las funciones de los organismos pueden ser
suspendidas sin que por ello mueran, y el organismo entra en estado de vida
latente. Un ejemplo a menudo citado es el de los osos y demás organismos que
hibernan. Otros hacen lo mismo para resistir las épocas de secas.
En nuestra zona, al llegar el invierno los reptiles utilizan similares estrategias para
escapar a las bajas temperaturas del aire.
- El Lagarto overo (Tupinambis teguixin) excava una cueva, con frecuencia
enfrentada a algún charco de agua. De apenas unos cincuenta cent ímetros de
profundidad, la cueva termina en una cámara que se v a ensanchando en la
medida que otros ejemplares irrumpen y se hacen espacio. A menudo la
concurrencia es numerosa. En una de est as hemos contado la cantidad de 18
ejemplares de todas las edad es. Al ser molestados, la temperatura era de 10ºC,
los lagartos huyeron precipitadamente hacia el agua, zambulléndose con una
agilidad sorprendente para un animal de sangre fría en esa época del año. En
realidad sus cuerpos bajo la tierra adquieren la temperatura de ésta, por lo
regular unos grados más alta que la del aire. Si no se los molesta, allí permanecen
abrigados durante todo el invierno.
- Algunas culebras locales suelen aprovechar los numerosos hormigueros de la
hormiga negra (Acromyrex sp.) Se introducen en estos hasta llegar a las cámaras
donde los insectos cultivan los hongos de que se alimentan. La fermentación del
material vegetal cortado y acarreado por las hormigas , que const it uye el sustrato
para el crecimiento de los hongos, produce calor. Este microclima asegura la
supervivencia de las culebras durante la estación más fría. En el desarrollo de
ciertos trabajos de investigación del INTA se han hallado más de cuarenta
serpientes sólo en uno de estos hormigueros.
- L as dos es pecies de tort uga acuát ica, (Prhynops s p. e Hyromedusa sp.) que viven
en la cuenca del río Reconquist a, mantienen sus cuerpos bajo el agua durante la
etapa fría del año, para lo cual excavan cuevas en las barrancas y también se
ocultan en sitios de poca profundidad donde la resaca y las plantas acuáticas
forman una especie de manto que la s prot ege de las heladas. Aprovechan la
circunstancia de que, en invierno, la temperatura del agua es superior a la del aire
y el abrigo de la materia vegetal. Con buen tiempo suelen asolearse pero no se
alimentan durante toda la época desfavorable.
- Los anfibios, recurren a estrategias similares para escapar a las elevadas
temperaturas del verano. Al carecer de mecanis mos internos de regulación de la
temperatura, han desarrolla do est rat egias de supervivencia aprovechando los
recursos que les brinda el medio físico y los microambientes creados por otros
organismos. El sapo común (Bufo arenarum) busca cobijo en los pastizales, en cuyo
suelo forma un hoyo del t amaño de su cuerpo, quedando su dorso a nivel del suelo
circundante, apenas cubierto por la vegetación y el polvo que se acumula encima.
- Las aves son de los organismos más exit os os en la región. Su movilidad y gran
adapt ación a los diversos ambientes contribuyen a ello. En Moreno, casi la mitad
de las aves que pueden observarse durante todo el año son migratorias,
procedentes del dominio Mes opot ámico o del Patagónico s egún la época. La
migración est acional puede considerarse como una estrategia para sobrevivir a los
tiempos desfavorables. Son ejemplos de aves migratorias el cisne de cuello negro,
el ganso salvaje, las varias especies de golondrinas, el churr inche , la tijereta.
Playeros y chorlos que migran desde el hemisferio norte, para lo cual deben
trasladarse en algunos casos distancias superiores a los 10.000 Kms., etc.
En cuanto a las aves que
residen de forma permanente o
tienen poca movilidad, éstas se
encuentran mejor adaptadas a
las condiciones ecológicas de la
región, valiéndose para ello de
mudas de plumaje, cambios
alimentarios, etc.
- La influencia del ambiente cultural, tanto citadino como rural de la región, ha
favorecido la presencia de algunas especies y perjudicado la existencia de otras .
En el primer caso, los residuos domiciliarios, ciertas áreas de fin de semana,
huertas y otras formas de explotación agropecuaria, la forestación de casi toda el
área del gran Buenos Aires, la presencia del espejo de agua de la presa Ing.
Roggero, entre otros factores, han producido como consecuencia el incremento de
las poblaciones y ampliación del hábitat. Entre las aves peri-domésticas que hoy
abundan y son residentes permanentes, existen varios casos. Las dos especies de
zorzal (colorado y mandioca) que hacia la mitad del siglo XX eran raros en la zona,
debido al crecimiento urbanístico del Gran Buenos Aires y su forestación,
actualmente es una de las aves más comunes. Lo mismo ocurre, debido a la
explosión agrícola con la paloma picazuro y la cotorra común.
En la naturaleza la temperatura es una magnitud que varía más en el aire que
en el agua o el suelo. En general, a causa de las propiedades del protoplasma de
las células que componen el cuerpo de todo ser viviente, estos no podrían vivir sino
entre 0ºC y 50ºC. Existen sin embargo animales que pueden soportar temperaturas
excepcionales, y esto de forma permanente. En las aguas termales, por ejemplo,
vive una flora y fauna que soportan perfectamente temperaturas muy elevadas.
En la Antártida hay ácaros que soportan temperaturas muy bajas en la noche,
recuperando su actividad en el día. En las aguas polares próximas a 0ºC vive una
importante y variada fauna, alimentada por algas microscópicas.
En los ejemplos anteriores hemos citado animales Poiquilotermos, denominados
comúnmente «animales de sangre fría», los cuales experimentan los mismos
cambios térmicos que ocurren a su alrededor ya que no poseen mecanismos
reguladores de la temperatura corporal. También hemos hecho ref erencia a
organismos homeotermos que, por el contrario, son animales de s angre caliente.
Mamíferos autóctonos como el Coipo (mal llamado Nutria), las Comadrejas (overa
y colorada), el Zorrino, etc., y las aves, pueden vivir e incluso reproducirse a bajas
temperaturas. Los vertebrados homeotermos, conservan una temperatura
constante gracias a un metabolismo muy elevado y a un aislamiento térmico eficaz
por medio de una piel o un plumaje espeso y una capa de grasa subcutánea.
La Comadreja overa está muy
habituada a vivir en la ciudad.
Instala su madriguera en lo
hueco de los árboles, y casi
diríamos que tiene preferencia
por los ejemplares de Paraíso
que se encuentran enfermos en
gran número debido a su edad o
la poda irracional de muchos
años. Algunos ejemplares de
Paraíso tienen más de cien años.
En las noches heladas del
invierno, con temperat uras de -
2ºC la Comadreja parece sentirse
tan dispuesta a iniciar sus correrías como a los 28ºC de las tórridas noches de
verano, demostrando su adaptabilidad.
Los organismos emplean mecanismos especiales para acomodarse a est e est ad o
de cosas. Algunas especies animales suelen migrar a un medio más favorable, o se
dan fenómenos de hibernación y estivación. Ya hemos mencionado algunos casos
de migración relacionadas con los cambios estacionales.
Los vegetales también tratan de resolver, cada uno a s u manera, el problema de
las est aciones desfavorables. Algunos vegetales como el
Clavel del aire (Tillandsia sp.) crecen sobre otras plantas y no
tienen raíces en el suelo. (Esto puede favorecerlos porque se
ubican al abrigo de otras plantas, alejados de la influencia
del suelo y sus cambios de humedad o temperatura, etc.)
Otros subsisten gracias a tallos rastreros o poco elevados.
Exist en plant as que conservan sus brotes en medio de la
vegetación seca del año precedente, justo en la superficie del
suelo y son protegidos por las hojas muertas.
El vinagrillo o Macachín, pertenece a aquel tipo de vegetales que pierden todo
su aparato vegetativo visible y conservan sus brotes en tubérculos, bulbos o
rizomas protegidos en la profundidad del suelo, alejados del frío.
Los pterófitos son plantas anuales, que mueren a principios de la estación
desfavorable, sólo subsisten entonces sus semillas o sus esporas que germinarán
cuando las condiciones vuelvan a ser favorables. Este es el caso de muchas plantas
florales.
Por último mencionaremos a los hidrófilos que comprenden todas las plantas
acuáticas que forman una categoría muy homogénea. Algunas se desarrollan en la
época invernal y son reemplazadas por otras que viven mejor en la época estival
(primavera-verano), conservándose de un año a otro gracias a sus semillas.
La distribución de las especies vegetales entre estos diferentes tipos se denomin a
espectro biológico y es muy característico del clima templado y húmedo de nuestra
región.
La humedad es un factor ecológico fundamental. El mundo viviente, durante una
gran parte de su historia no se componía sino de especies acuáticas. Cuand o
conquistaron el medio terrestre los organismos que lo poblaron no pudieron
prescindir, en mayor o menor grado, del agua. Los seres vivos están compuest os en
gran parte de agua y la reproducción de casi todos tiene que realizarse en un
medio acuático. Todos los animales terrestres necesitan reponer agua para
compens ar las pérdidas que sufren por la transpiración y la excreción. Muchos
beben, algunos pueden absorber agua líquida o en vapor, a través de sus
tegumentos, como la mayoría de los batracios, ciertos insectos y ácaros. En las
regiones desérticas, muchos animales no beben jamás y se hidratan gracias al
agua que contienen sus alimentos.
El agua es indispensable y cuando abunda, constituye ambientes muy ricos y
productivos como en el lago «San Francisco» de la presa Ing. Roggero. Cuando el
agua está presente, es fácil ver que las especies se distribuyen de acuerdo a sus
preferencias. Así en nuestra región podemos encontrar que existen:
Organismos acuáticos que viven permanentemente en el agua. (Por ejemplo: entre
los vegetales acuáticos encontramos Elodea densa, un alga del género Chara, Cola
de zorro, etc. Entre los animales: peces, crustáceos como el Camarón, moluscos
como Caracoles (Ampullaria) y Almejas (Diplodon), entre otras especies.
Organismos higrófilos que no pueden vivir sino en medios muy húmedos. Por
ejemplo: Entre la vegetación cercana a las costas de los ríos y el «lago» San
Francisco, encontramos Totora (Typha dominguensis), Juncos (Scirpus californicus),
Sagitaria (Sagittaria montevidiensis), etc. a las que podemos agregar las plantas
flotantes como Salvinia, Repollito de agua (Pistia stratiotes), Lentejas de agua de
varias especies, etc. Entre los animales: ranas, sapos, etc.
Organismos mesófilos que tienen necesidades moderadas de agua o de humedad
atmosférica, en general, soportan grandes variaciones de humedad y son los más
frecuentes en las regiones templadas. (Por ejemplo: los pastizales compuestos
principalmente de gramíneas cuya humedad depende principalment e de las
lluvias.)
Organismos xerófilos que bus can medios s ecos; tienen frecuentemente
adaptaciones particulares. Forman las poblaciones de las zonas desérticas, pero se
las puede encontrar en microclimas como dunas.
En Moreno no existe naturalmente es te tipo
de ambientes. Sin embargo, pueden obs ervarse
ejemplares de diversas especies típicas de las
zonas áridas y semiáridas del país (cactus y
árboles) introducidas por el hombre. Tal vez,
algunos géneros como Opuntia u otras
cactiformes, consideradas naturales de la
región, representen remanentes de etapas del
pasado prehistórico de clima semi árido y frío, o
tenga re lación con el fenómeno de alternancia
climática del Pleistoceno superior, que va desde
el clima templado-húmedo al seco-frío, también registrado en tiempos históricos.
En este sentido se han encontrado pruebas de la existencia de una etapa
denominada «pequeña edad de hielo», que afectó el norte de Buenos Aires, entre
1450 y 1850, imperando en este período un clima más frío y seco. Al finaliz ar esta
etapa el clima se hizo más templado y húmedo.
Los factores hidrográficos:
Los factores hidrográficos son los caracteres físicos y químicos del agua. El agua
es uno de los elementos más abundantes en la superficie de nuestro planeta y
sirve de medio de vida a un inmenso número de especies.
Aunque los océanos contienen la mayor parte del agua, los ríos, lagos, lagunas y
charcos, constituyen también medios ricos de vida.
Las propiedades físicas y químicas del agua son importantes para los organismos
que las pueblan.
El agua tiene un calor específico muy elevado, por eso, las grandes masas de
agua son reguladores de la temperatura, formando un medio muy estable, más
que el aire, en el que las variaciones son muy rápidas. El agua tarda más tiempo
en calentarse y en enfriarse.
La viscosidad del agua es variable según la temperatura, pero es suficientemente
viscosa, como para impedir que los pequeños organismos caigan muy rápidamente
al fondo. Muchos de estos presentan expansiones o largos apéndices que
aumentan su flotabilidad. Los movimientos de las masas de agua (mareas,
corrientes, olas, etc.), determinan, lo mismo que las aguas tranquilas, una flora y
fauna diferentes.
En el fondo de las aguas dulces y
tranquilas como en la mayor parte de
la laguna de la presa Ing. Roggero, se
forman sedimentos. Estos cuerpo s de
agua s on r icos en vegetación y su
fauna es bastante variada. En cambio,
en las aguas en movimiento, que
someten su lecho a una erosión
intensa, la vegetación es escasa, el
oxígeno dis uelto es abundante. Su
fauna es muy especializada con peces
musculosos como la trucha en el sur
argentino, capaz de vencer nadando la
fuerte corriente. Existen también
animales provistos de órganos de
fijación que evitan ser arrastrados.
La velocidad de escurrimiento del río
Reconquista debiera permitir comparaciones entre los ambiente lotico (de aguas
en movimiento) y lentico (de aguas quietas) representado este último por la
laguna que forma la presa. Pero, en general estas comparaciones no puede
realizarse debido a grandes desórdenes ambientales que han alterado su
composición biótica, principalmente la contaminación, hasta el punto de haberse
invertido la condición natural según la cual, un río debiera ver incrementada
gradualmente la diversidad de peces desde sus fuentes a su desembocadura. El
lago de la presa viene a representar un extraordinario ámbito de resistencia de la
fauna ictícola ante las modificaciones del medio impuestas por el desarrollo
humano.
La flora y fauna acuáticas tienen tanta necesidad de respiración como los
organismos terrestres, y por eso los gases disueltos como el oxígeno tienen gran
importancia. Una trucha tiene necesidad de mucho oxígeno y no puede vivir sino
en aguas frías y muy batidas (en el agua fría el oxígeno disuelto es más soluble y
el movimiento de batido del agua permite la incorporación de oxígeno desde la
atmósfera.) En cambio, un pez autóctono de nuestro río como la tararira, puede
contentarse en aguas tranquilas y calientes con muy poco oxígeno disuelto, a poca
profundidad.
El agua se considera «dulce» cuando tiene menos de 0, 5 gramos de sales por
cada litro. El agua de mar posee una concentración en sal bastante const ant e, con
una media de 35 gr./l, de sales disueltas. También existen aguas s alobres que se
forman en circunstancias especiales (estuarios, ríos, lagunas donde el agua marina
es dulcificada por las lluvias o la llegada de aguas dulces, etc.), la salinidad en
estos casos presenta una concentración intermedia, a menudo variable, con una
fauna especialmente adaptada.
Muchos organismos animales, moluscos y crustáceos, tienen necesidad de calcio
para fabricar su concha o caparazón. El agua es «dura» cuando contiene más de 25
mg de calcio por litro, y se denomina «blanda» si contiene menos de 9 mg por
litro. La proporción de calcio determina la existencia o no, de organismos con
caparazón en determinadas aguas.
El río De la Reconquista:
La Cuenca del Río Reconquista: limita al Noroeste, con el sector hídrico
perteneciente a la cuenca del Río Luján y otros cursos menores, y hacia el Sudeste,
con la porción media e inferior del Río La Matanza. La superficie total de la cuenca
abarca 167.000 hectáreas, incluyendo casi en su totalidad a los Partidos de
Ituz aingó y Morón (96%), Moreno (9l%) y parcialmente a los siguientes Partidos:
Luján (l9%), General Rodríguez (8l%), José C. Paz , San Miguel y Malvinas
Argent inas (54%), Tigre (l5%), General Las Heras (39%), Merlo (59%), Tres de
Febrero(63%), General San Martín (70%), San Isidro (73%), Vicente López
(10%) y Marcos Paz (29%).
La cuenca principal adopta una forma rectangular en dirección sudeste-nordeste.
El cauce primitivo tiene una longitud de 82 Km y un caudal medio de 3 metros
cúbicos por segundo, equivalente a 69.000 litros de escurr imient o diario en
condiciones normales.
El río recibe las aguas de l34 afluentes, algunos de aportes muy escasos e
intermitentes, que recorren sumados un total de 606 Km.
El cauce principal del Reconquista se origina en la confluencia de los arroyos El
Durazno y La Choza, punto que sirve de límite, junto al arroyo La Horqueta, a los
Partidos de Moreno, Merlo, Marcos Paz y General Rodríguez, en cuyas
inmediaciones se encuentra emplazada la Presa Ing. Roggero desde l97l.
Todos los ríos del Nordeste de la Provincia de Buenos Aires, que desembocan en el
Paraná y río De La Plata, tienen el mismo origen geológico.
Estos se han formado como consecuencia de procesos que comienzan con la
fract ura y elevación del bloque mes opot ámico en la Era Terciaria. Estos fenómenos
que dan también origen a los ríos Paraná y De La Plata, determinan una serie de
fallas dispuestas hacia la zona del Delta. En profundidad, estos bloques
fracturados y hundidos, forman escalonamientos que determinan el relieve actual.
Al principio, sobre los sedimentos cenozoicos que recubren estas placas, el agua
discurría lentamente, ocupando grandes extensiones, hacia la zona de la actual
desembocadura, pero con el paso del tiempo, durante las etapas de erosión, el
continuo desgaste provocado por el escurrimiento de las aguas, estos valles fueron
madurando, profundizándose, hasta tener la apariencia actual.
El fondo y las barrancas del actual del río Reconquista están constituidos en su
mayor parte por sedimentos pampeanos cuya antigüedad máxima puede tener
alrededor de 700.000 años. La corriente erosiona y arrastra lentamente estos
sedimentos profundizando el cauce. Teniendo en consideración la antigüedad
relativa de dichos sedimentos, podemos afirmar que el actual río Reconquista es
de origen relativamente reciente.
La luz como factor ecológico:
La luz es un factor ecológico menos importante que la temperatura y la humedad
para los animales y son varias las especies que han sido criadas durante varias
generaciones en una oscuridad total, sin sufrir por ello. Ocurre lo mismo con
muchos hongos y bacterias. Sin embargo la luz es absolutamente indispensable
para el mundo vivo ya que le aporta toda la energía que utiliza, originada por la
fotosíntesis de las plantas verdes.
Las plantas con clorofila son los únicos organismos (aparte de algunas bacterias)
capaces de realizar la síntesis de su propia sustancia a partir de agua, sales
minerales y gas carbónico, gracias a la energía de los rayos luminosos que ellas
transforman en energía química.
La longitud de onda puede ser percibida por algunos animales que están
provistos de sistemas foto receptores, es decir que poseen visión en colores, que
juega un gran papel en su comportamiento. (Búsqueda del alimento-
reconocimiento sexual, etc.)
La radiación del sol y la cantidad de energía remanente luego de procesos y
transformaciones que sufre aquella al llegar a la tierra, donde parte es reflejada,
absorbida, irradiada a su vez por la tierra y la atmósfera, interviene en procesos
como la evaporación, fotosíntesis, calentamiento del aire y suelo, etc.
Existen mediciones de la radiación solar en la vecina localidad de San Miguel,
virtualmente la misma que para Moreno, que dan para la zona una radiación
(promedio de los años l957 a l959) de l24
Kilocalorías por centímetro cuadrado.
Entre los mamíferos, la visión de colores, sólo se ha desarrollado bien en los
primates; los otros grupos de mamíferos sólo pueden ver en blanco y negro.
Además de los primates, otros organismos también pueden ver en colores, por
ejemplo: los artrópodos. (Insectos y arácnidos).
Se sabe desde hace mucho tiempo que existen «plantas de sol», que no pueden
prosperar si no es a plena claridad, que se marchitan cuando crecen debajo de un
árbol o algún objeto que les dé
sombra. También exist en « plantas de
sombra», que no pueden vivir si no al
abrigo de un bosque y desaparecen
cuando se hace una tala. Ejemplo:
«oreja de ratón» (Dichondra sp.) Muchos animales prefieren la luz y
eso se traduce en foto tactismo
positivo (se mueven hacia la luz),
como es el caso de los insectos
nocturnos atraídos por la iluminación
de las lámparas. Las cucarachas, en
cambio, recorren la habitación oscura y corren a esconderse en cuanto se enciende
la luz, evidenciando foto tactismo negativo.
Es determinante la duración de luz que presenta el día. La alternancia de los
días y las noches tiene consecuencias de gran importancia biológica. Muchos
organismos se mantienen activos durante el día o la noche exclusivamente.
En el ecuador, los días tienen la misma duración a lo largo de todo el año; en las
regiones templadas como la nuestra, el día es más largo que la noche en veran o
(aprox. 14 horas). Por el contrario, en invierno, la noche es más larga que el día
(unas trece horas). Este fenómeno
llamado fotoperiodo es el que
regula el ciclo vit al de muchas
especies: Determina la
reproducción de muchos mamíferos
y pájaros. Entre estos últimos el
tero común es uno de los pájaros
que primero s e reproducen
promediando e l invierno durante el
mes de agost o. También produce
cambios en el plumaje y la
migración en muchos pájaros. La
aparición de flores en muchas
plant as s uperiores según sea, en días largos (flores de la época estival), o en días
cortos (flores de la época invernal). Otras flores son indiferentes a la duración del
día y aparecen otros factores.
Factores ecológicos secundarios:
El viento tiene menos importancia ecológica que la temperatura, la luz o la
humedad. Sin embargo, tiene una acción indirecta, activando la evaporación,
aumentando la sequedad; o cuando es violento, enfriando el medio por circulación
del aire.
Vientos muy fuertes como los de las regiones australes impiden el desarrollo de
los árboles aunque la temperatura y la humedad lo permitan. En nuestra latitud
los vientos son más suaves pero hasta una brisa de apenas 12 km., por hora, basta
para impedir el vuelo de un mosquito.
Muchos vegetales poseen órganos en sus semillas que le ayudan a ser
diseminados por el aire gracias al viento. Ejemplos locales de ello son: las semillas
de las cortaderas, de árboles de origen exótico como el Arce, el Fresno, etc.
Otro factor secundario es la presión atmos fér ica que actúa de manera positiva
sobre la actividad de los insectos, cuando desciende.
El suelo tiene propiedades físicas y químicas que producen acción ecológica
especialmente sobre los seres que están más estrechamente ligados a él.
Dependen de estos fact or es en es pecial las plantas que arraigan en el suelo. De
su est ruct ura, compos ición
química y sustancias que
circulan por el suelo, como
gases, agua, sust ancias
minerales y materias orgánicas. Según la inclinación del
terreno, algunos organismos
prefieren suelos planos o, por el
contrario inclinados, influyendo
esto además en la circulación
del agua.
Un suelo más o menos
profundo, tiene gran
importancia para los vegetales. Los árboles de gran desarrollo radicular no
pueden vivir en un suelo poco profundo. Este es el motivo por el cual muchos
ejemplares de la zona, especialmente los exóticos, sean derribados por las
tormentas antes de su completo desarrollo, el cual nunca alcanzan como en su
lugar de origen. En Moreno, ello ocurre frecuentemente cuando sopla un viento de
relativa violencia y caen eucaliptos y pinos, dejando a la vista una especie de
contorta pues las raíces, que al no poder profundizar en los terrenos subyacentes
más duros, se expanden lateralmente aunque pierden estabilidad cuando el suelo
se humedece en demasía.
Una característica importante tanto para los vegetales como para los animales
cavadores es la granulometría, dependiendo los organismos del grosor de los
elementos del suelo proveniente de la fragmentación cada vez más avanzada de la
roca madre, que forma el sustrato.
Las condiciones del suelo dependen en gran medida de los factores climáticos de
la superficie, pero se deben señalar algunos aspectos importantes que lo
caracterizan desde el punto de vista ecológico.
La oscuridad se hace presente a poco de profundizar el suelo, ofreciendo refugio
a las especies que escapan a la luz. Ejemplos de organismos que viven bajo el
suelo son: La culebra ciega (Typhlops sp.), varias especies de lombrices, arácnidos,
insectos, crustáceos, etc. Por otra parte, cuando se profundiza en el suelo, la
temperatura es más estable. También con la profundización, la proporción de
oxígeno baja, aumentando la cantidad de dióxido de carbono, existiendo
preferencias por estas condiciones, por parte de algunas bacterias y lombrices.
La humedad del suelo es una
característica importante, sobre
todo para las plantas que deben
desarrollarse. Depende de varios
factores como el régimen de
lluvias, profundidad de la napa
freática y también de su
composición física y química,
además de su finura, su riqueza en
materia orgánica, etc.
Existen suelos «secos» y suelos
«húmedos» que no tienen la
misma flora y en los cuales no
pueden realizarse los mismos cultivos.
La fauna del suelo es muy sensible a los cambios de humedad y no puede
soportar una sequedad demas iado fuerte, por ejemplo: las lombrices, que así
mismo se ahogan si el suelo se satura de agua, lo mismo que muchas larvas de
insectos como la Isoca (escarabajo).
El balance de agua, está directamente relacionado con la vegetación existente en
la región. Para la estimación del mismo se tiene en cuenta las precipitaciones, la
evapotranspiración, el escurrimiento superficial y profundo (estos dos últimos
representan el exceso de agua) y la capacidad del suelo de conservar agua.
En Moreno, los suelos se saturan de humedad a partir del mes de abril, y en el mes
de noviembre, como cons ecuencia de la evapotranspiración, comienza a disminuir.
Durante el mes de Febrero, que es el mes más seco del año en todo el territorio
provincial, estas condiciones de saturación están ausentes, para insinuarse
nuevamente en el mes de Marzo.
Las mediciones del almacenaje de agua en el suelo, a un metro de profundidad
en Moreno, expresan que en los meses de Agosto y Septiembre, el suelo se
encuentra saturado con exceso de agua de hasta 25 mm.
En los meses de julio, octubre y Noviembre se encuentran saturados con poco o
sin exceso de agua. En Diciembre la humedad del suelo se encuentra entre el
100% y el 75% de su capacidad, para reducirse aún más en Enero el 75% y 50%,
igual que en Marzo y, finalmente en el mes de Febrero, el mes más seco, la
humedad del suelo se encuentra entre un 25% y 50% de su capacidad.
Las sustancias minerales presentes en el suelo resultan imprescindibles para la
nutrición de las plantas. Circulan sobre todo en el suelo bajo forma de iones
disueltos en agua. Es posible hallar unos cuarenta elementos químicos. Algunos
iones son perjudiciales para las plantas, otros por el contrario les son
indispensables.
La acidez o alcalinidad pueden variar. Los suelos calcáreos y los salados tienen
un pH alcalino, del orden de 8 a 9, en otros casos como en las turberas, el pH es
muy ácido y puede descender hasta 4.
En nuestra zona, los suelos corresponden en su mayor parte a los de praderas o
brunizem y los que ocupan menor superficie son los aluviales o de zonas
deprimidas y anegadizas. Intercalados entre estos se encuentran los transicionales
o integrados.
Los suelos de pradera desarrollados a partir de materiales loésicos y limos
pampianos son profundos, bien evolucionados. La cubierta vegetal constituye en
general una pradera de pastos tiernos. El suelo tiene un horizonte superficial o
capa arable, rico en materia orgánica de color oscuro, ácido, franco con buena
estructura y de hasta 35 centímetros de espesor. Luego de una capa de transición,
aparece un subsuelo potente, denso, pardo oscuro, limo-arcilloso con estructura o
bloques que se prolonga más allá de 1,20 metros, débilmente alcalino.
Estos suelos se adaptan especialmente a cultivos que se conforman con poca
profundidad de suelo útil, como cereales, oleaginosas y forrajeras, ya que el
subsuelo (sobre todo cuando se compone de sedimentos correspondientes al
Pampeano Inferior) ofrece algún obstáculo para la penetración de las raíces. La
escasez de fosfatos hace neces ario, en determinadas circunstancias, recurrir a la
fertilización.
La vida al interior de la población.
Los factores bióticos intra específicos son los que quedan remitidos dentro de una
misma especie y su población.
La especie, es un grupo natural de organismos cuyos miembros comparten el
mismo código genético, estando por ello estrechamente relacionados entre sí, por
lo que tienen en común una serie básica de características estructurales y
funcionales. Sólo los individuos de una misma especie son inter fecundos.
La población, ent onces, es una as ociación localiz ada geográficamente y
relativamente estable de animales miembros de la misma especie.
La gente que vive en un país, los zorzales colorados de la ciudad de Moreno, los
lagart os overos del Parque Muñiz, etc. constituyen diferentes poblaciones. El
hábit at es el lugar donde una población vive.
El conjunto de todas las poblaciones de distintas especies que viven en
determinado lugar constituye una comunidad. Se puede estudiar como comunidad
a un bosque, una parte o claro del bosque o un sólo árbol o tronco.
Ecosistema es una comunidad de especies diferentes que interactúan entre sí, y
con los factores físicos y químicos que constituyen su ambiente no vivo.
Como en el caso de la comunidad, el tamaño de un ecosistema es arbitrario.
Podemos decir que una laguna pampeana constituye un ecosistema. También lo es
un bosque, etc. Se diferencia del concepto de comunidad en que, en el ecosistema
se consideran los factores físicos o abióticos como el suelo, la humedad, la
salinidad, la presión atmosférica, la temperatura, etc.
El conocimiento de los factores demográficos de una población permite estudiar
su estructura y evolución. Luego de un período de crecimiento, una población, llega
a estar en equilibro con las posibilidades del medio. Su efectivo (totalidad de
ejemplares) es estable. En realidad el efectivo sufre fluctuaciones bajo la
influencia de los factores del medio en general.
Para que una población sea de efectivo constante, basta con que los nacimientos
compensen las muertes, al menos estadísticamente, es decir, que la tasa de
natalidad sea igual a la de mortalidad. Según las variaciones del total de
individuos, una población puede ser de efectivo constante, creciente, o decreciente.
En algunos casos es fácil medir el total de individuos de una población. Por
ejemplo: la población de pingüinos de una pequeña isla del mar austral, o la
población de animales sedentarios que viven en un territorio bien delimitado. Pero
lo más frecuente es que sea imposible contabilizar el total de una población
cuando esta ocupa un territorio muy extenso, con límites imprecisos. Para
posibilitar estas mediciones se han desarrollado diferentes métodos. Conociendo
la cantidad de individuos de una especie, en un área dada, es posible hacer
proyecciones de estimación del total de la población. Cuando todos los individuos
no son accesibles, es posible utilizar el método de marcajes y recapturas, etc.
Las poblaciones se distribuyen espacialmente en forma regular, al azar o
formando agregados o agrupamientos.
La proporción de sexos en una población puede ser un problema para su
estabilidad. Este problema no se presenta en la mayoría de las plantas superiores
y ciertos animales que son hermafroditas. Pero, en general, los animales se
reproducen por mecanismo sexuado biparental, y como además los machos pueden
fecundar a varias hembras, es el número de estas, más que el número total de
adultos (machos y hembras) el que tendrá mayor importancia para el crecimiento
de la población. Hay especies que forman parejas y pueden permanecer unidas
indefinidamente, pero esto no es frecuente. En consecuencia, la proporción de
sexos es un factor demográfico que puede llegar a ser importante. Lo que interesa
para la vida de una población son sus posibilidades de reproducción. Por otra
parte, una hembra no puede reproducirse toda su vida. Por ejemplo: Una oveja no
puede comenzar a reproducirse si no ha cumplido un año, y su período reproduct or
dura aproximadamente, seis o siete años. Sólo durante su período reproductor
puede participar en el crecimiento del rebaño. La duración de estos periodos varía
mucho según las especies y con frecuencia no hay período de senilidad. La fisonomía de las poblaciones y toda su biología dependen, en gran parte, de
la fecundidad de la especie. Una pareja de ovejas tiene como media, un cordero al
año, mientras que el paramecio se divide en dos cada seis horas. Ciertas especies
son muy poco fecundas: Una pareja de albatros no tiene más que una cría cada
dos años. Lo mismo ocurre con el elefante o la ballena. Esta débil fecundidad es
atributo de las especies que prodigan muchos cuidados a s us cr ías , como los
pájaros, los mamíferos, y de manera en general en las especies vivíparas. Por el
contrario, existen especies que son muy fecundas. Los insectos ponen
frecuentemente varios cientos de huevos; muchos peces como los arenques y
bacalaos ponen millones. Los gusanos parásitos son grandes máquinas de
reproducción que fabrican, en muchos casos, cientos de millones de huevos a lo
largo de su vida. Esta inmensa fertilidad se da en organismos en los que los
huevos son abandonados sin ningún cuidado; apenas salidos del huevo, e incluso
apenas puest os , constituyen las presas de otras especies o mueren fácilmente a la
intemperie o parasitados por especies minúsculas.
En cuanto a los parásitos internos, tienen a veces un ciclo tan complicado, en el
que pasan por dos o más huéspedes, que la probabilidad para un huevo de
recorrerlo con éxito en su totalidad es ínfima. Se necesita entonces una enorme
fecundidad para compensar la pérdida de todos los gérmenes que desaparecen.
Los Factores etológicos son factores del comportamiento y están ligados al sexo, al
efecto de grupo y la competición.
En algunas especies los machos se comportan de manera diferente que las
hembras. En este caso se puede observar, una separación momentánea de los dos
sexos, de tal forma que parece que se trata de poblaciones de especies distintas.
En el caso del mosquito común, las hembras son las únicas que se alimentan de
sangre siendo atraídas por los animales. En una habitación con mosquitos, los
machos son muy pocos en proporción a las hembras o no existen. Parecería
entonces que en esta especie los machos son menos numerosos, sin embargo en
otros sitios los hay en abundancia.
Algunos murciélagos se resguardan durante el día en árboles diferentes, según
sean machos o hembras, sobre todo si éstas tienen cría.
También es el caso de los ritos nupciales, a veces complicadísimos entre las aves,
insectos, peces y mamíferos que contribuyen al reconocimiento del otro sexo.
Grassé dice que se da el nombre de efecto de grupo, a las modificaciones
morfológicas y de comportamiento que se produce en animales de la misma
especie cuando están agrupados. En este aspecto se dan casos frecuentes en
pájaros y mamíferos, cuando una población no puede vivir y reproducirse si no es
suficientemente numerosa.
Un auténtico efecto de grupo es el que se da en muchas especies de langostas
que presentan una forma solitaria y una forma agrupada (mangas), cambios que
afectan la morfología, el apetito, la velocidad del crecimiento, la fecundidad y la
reacción a los factores del medio. La tendencia de la Mojarra así como ocurre en
otras peces, a formar cardúmenes; las aves como la Torcaza, que vuelan agrupadas
en bandadas, es un fenómeno mediante el cual cada individuo obtiene mayor
posibilidad de supervivencia ante el posible ataque de los depredadores.
Pero también ocurre, que dichas poblaciones lleguen a un punto de saturación
del medio en que viven y entonces se produce una regulación del efectivo de la
población. La mortalidad aumenta, la fecundidad disminuye, el espacio y el
alimento son objeto de competición porque son insuficientes para todos. De aquí
se deriva una lucha abierta entre los individuos de la población, que a veces llega
al canibalismo, fenómeno muy común de observarse en los peces del río
Reconquista cuando se los encierra en un acuario. Así las poblaciones tienen
menos crías y éstas incluso son devoradas por los adultos hambrientos. Estos
fenómenos son muy frecuentes. La competición es un factor muy importante en la
limit ación de efectivos de las poblaciones cuando los adultos, solos o en parejas,
defienden su territorio, como muchos pájaros y mamíferos, luchando si es preciso.
El churrinche, un hermoso ave
migratoria que nos visita en pareja, en
e l período est ival para reproducirse, no
tolera a otras parejas que nidifiquen a
menos de setecientos metros,
asegurándose de un territorio suficient e
para cubrir sus necesidades.
Este hecho había impresionado
fuertemente a Darwin, que vio en él la
expresión más evidente de la lucha por
la vida, una de las bases de su teoría de
la evolución. Los efectos del medio y de
la competición desempeñan un papel
fundamental en la selección de los
mejor adaptados.
El nicho ecológico de una especie es el modo total de vida o su función en un
ecosistema. Es como «la profesión» de un organismo. El término nicho ecológico
incluye todas las condiciones físicas, químicas y biológicas que una especie
necesita para vivir y reproducirse en un ecosistema.
Existen especies llamadas generalistas porque tienen un nicho amplio. Pueden
vivir en muchos lugares diferentes, ingerir gran variedad de alimentos y tolerar
una amplia gama de condiciones ambient ales. Las moscas, cucarachas, los seres
humanos, etc., son buenos ejemplos de ello.
Otras especies son especialistas porque poseen nichos ecológicos estrechos.
Pueden vivir sólo en un tipo de hábitat, tolerar sólo un reducido margen de climas
y otras condiciones ambientales. Incluso en lo ref erente a la alimentación.
El carau es un ave de relación acuática de
nuestra z ona que se aliment a casi
exclusivamente de moluscos acuáticos. El
junco requiere de un sustrato saturado de
agua. Las tortugas acuáticas autóctonas de
la zona no pueden abandonar por mucho
tiempo el agua. Estas especies tan
especializadas son las que corren más
riesgos de desaparecer ante las
modificaciones de su hábitat producidas por
el hombre o por la naturaleza. La extinción
de los dinosaurios fue, aparentemente,
debida a cambios en las condiciones del
medio, a tal punto que estos organismos no
pudieron resistirlos dada su gran
especialización. El clima reinante en el planeta era más uniforme y cálido. Al
descender la temperatura los dinosaurios no pudieron adaptarse a las nuevas
condiciones del medio.
Las poblaciones de especies diferentes también se encuentran relacionadas entre
sí. Así mismo, una especie puede modificar el medio físico en que se desarrolla y
determinar condiciones de vida para otra. Un árbol en medio de la llanura crea
condiciones diferentes, debido especialmente a la sombra que proyecta. Se
comprueba que ciertas plantas se desarrollan mejor, bajo su sombra, que otras,
que sí lo hacen en el resto de la llanura. Incluso existen plantas que sólo crecerán
bajo a la sombra aquel árbol y no en la llanura a su alrededor.
A la sombra de un añoso Tala que existe en el Parque y Mus eo Francisco Javier
Muñiz, hemos determinado 8 especies vegetales que no existen en el campo
circundante. Con su simple presencia, el árbol ha modificado la pradera, ha creado
un microclima, más o menos favorable a ciertas especies.
Todo ser vivo modifica algo su medio, tanto física como químicamente. Otro
ejemplo de esto lo constituyen los pinos que fijan dunas, etc.
Los animales provocan menos modificaciones que las plantas. Las principales se
manifiestan con relación al suelo. Por ejemplo: las lombrices (puede haber
300.000 por hectárea en los campos abiertos y 3.000.000 por Ha en las huertas),
son capaces de remover hasta 100 toneladas de tierra por hectárea al año.
También existen otros animales cavadores, desde las hormigas hasta los lagartos
overos. Los efectos del ganado sobre el suelo son nefastos al pisotearlo,
favoreciendo la erosión causada por el viento y las aguas.
Las plantas verdes aportan oxígeno a la atmósfera, pero también existen plantas
que liberan sustancias, sobre todo, por las raíces, con características tóxicas para
los vegetales más próximos. El ejemplo más notable es el de los hongos que
expelen antibióticos y que inhiben el crecimiento de ciertas bacterias. Los
antibióticos son sustancias bastante simples que han podido sintetizar en el
laboratorio, lo que resulta más cómodo que extraerlas de cultivos de mohos. Puede
darse el caso de que dos especies distintas pueden hallarse próximas sin que
ninguna influencie, de manera alguna, el crecimiento y densidad de la otra. Esta
situación se designa con el nombre de neutralismo
Pero es muy difícil en la naturaleza estar seguro que las poblaciones son
absolutamente independientes.
La explotación abarca los casos en los que las relaciones entre dos especies son
favorables para una y desfavorables para la otra, es decir, parasitismo y
depredación. Ésta última es la forma más obvia de interacción de las especies en
las cadenas y redes alimentarias. Un organismo de una especie, denominado
predador, se alimenta de partes o de todo un organis mo de otra especie, la presa.
Pero no vive en o sobre ésta. Los dos tipos de organismos involucrados, por
ejemplo, un carancho y un cuis, mantienen una relación depredador-presa. El
mismo concepto se puede aplicar a la relación herbívoro-planta.
En el caso del parasitismo, el parásito vive en o sobre la presa o huésped, del
cual se alimenta. La existencia del parásito o depredador depende del hués ped o
presa; el huésped o presa es inhibido. El parásito siempre es de menor tamaño
que el huésped, al que debilita gradualmente. El parásito puede o no matar a su
huésped. Este es el caso de la garrapata en la comadreja o la sanguijuela que se
adhiere las branquias de la tararira.
Entre los parásitos se pueden distinguir los endoparásitos que viven en el
interior del huésped, alimentándose de sus sustancias o de sus humores, o del
contenido del tubo digestivo. Por otra parte existen los ectoparásitos que viven en
general sobre la piel y tienen bastante movilidad para poder pasar de un huésped
a ot ro. Sin embargo los insectos hematófagos (que se alimentan de sangre como
los mosquitos) pueden ser considerados más como depredadores que como
auténticos parásitos, a pesar de su tamaño.
Un carácter propio del parásito es su especificidad. Un parásito, por lo general,
cuanto más se adapta a su papel y más merece este nombre, más se limita a la
estricta explotación de un grupo sistemático, llegando incluso a limitarse a una
sola especie.
Hay casos de organismos llamados parasitoides, ya que no es fácil calificar de
parásitos, por ejemplo a las avispas que se desarrollan sobre o dentro de presas
que han matado o paralizado sus padres para ellos.
En Moreno hemos observado
muchas veces a la avispa
vulgarmente conocida como de
«San Jorge». De coloración
rojiza, en nuestra zona excava en
el suelo una cueva de unos 20
cent ímetros de profundidad, la
cual termina en una pequeña
cámara. En las proximidades de
estas cuevas siempre existen
árboles de corteza caediza,
galpones o viejas construcciones donde seguro podrá hallar, preferentemente, una
especie de araña de gran tamaño denominada: Arañón de los troncos (Polybetes
pythagorica), aunque en el ejemplo de la fotografía que acompaña este texto se
trata de una araña lobo. Con velocidad, la avispa ataca a la araña y le inyecta una
sustancia que la paraliza. Luego, con gran esfuerzo, la avispa arrastra a su presa, a
veces decenas de metros sorteando obstáculos, hasta la cueva. Una vez allí
depositará un huevo s obre su víctima, la cual permanecerá paralizada. Al hacer
eclosión el huevo, saldrá una larva que se alimentará de la araña que ha sido
conservada viva con este propósito. En casos de mutualismo o simbiosis dos
especies participantes se benefician en común. Se trata de una interacción positiva.
En situación ideal, dos especies consiguen una asociación tan beneficiosa que no
pueden vivir aisladamente.
Existe un ave local, el picabuey, que se posa sobre el ganado para arrojarse
sobre los pequeños organismos que dejan al descubierto las pezuñas de las vacas
en su desplazamiento, pero también se alimenta de los parásitos localizados en la
piel del cuadrúpedo, lo cual resulta beneficioso para ambos.
Las plantas de la familia de las leguminosas, así como muchos árboles, poseen
raíces deformadas por nudosidades en las que hay bacterias fijadoras de
nitrógeno que les proveen de nitratos obtenidos a partir del oxígeno del aire; a
cambio, las bacterias reciben glúcidos de la planta. Este fenómeno se puede
observar en el sistema radicular del trébol.
- Otro ejemplo de mutualismo muy accesible a la observación lo constituye la
abeja y ciertas flores. Cuando la primera se alimenta, recoge el polen y en su
recorrido va polinizando las flores femeninas cuando se introduce en ellas.
Mencionamos especialmente, por haberla observado muchas veces, la relación
entre las aves de relación acuática como patos, garzas, etc., y los peces . A quellas ,
al recorrer diferentes cuerpos de agua, aún temporarios y de escasa importancia,
trasladan adheridos en sus patas y plumaje, huevos de peces. Este fenómeno es
especialmente notable luego de las grandes lluvias cuando se forman
anegamientos de poca profundidad, sin
comunicación con el río o los arroyos. Estos
pequeños charcos pronto se pueblan de
pequeños peces, entre los cuales la «madrecita
de agua» (Cnesterodon sp.) está siempre
presente. En la mayoría de los ecosistemas, cada organismo enfrenta la competición con
individuos de su misma especie o con otras especies, por uno o más recursos
limitados que necesita (como alimento, luz solar, agua, suelo, nutrientes o
espacio). Esta competición sucede porque los nichos se sobreponen. Por ejemplo,
cuando dos especies de pájaros coexisten en un mismo territorio y ambos se
alimentan de semillas de determinado árbol, hacen nidos en los huecos y utilizan
los mismos recursos que les ofrece el medio, se dice que ocupan el mismo nicho
ecológico. En estos casos se genera una competición en la que una de las aves
terminará desplazando a la otra.
Es lógico que dos especies diferentes tengan que competir para apropiarse de lo
que necesitan, especialmente la morada y el alimento. Los vegetales ext ienden lo
más posible sus raíces para captar agua y minerales, pero sobre todo crecen en
altura para recibir directamente la luz solar. En el bosque, los árboles crecen para
sobrepasar a los otros y con ello adquieren una forma distinta a la que tendrían de
estar en el medio de la llanura. Las especies que crecen lentamente pronto son
eliminadas por las demás a menos que se trate de plantas que prefieren vivir a la
sombra.
Las plantas con clorofila utilizan la energía solar y únicamente sustancias
minerales para construir los compuestos orgánicos que necesitan. Ciertas bacterias,
poco abundantes, también utilizan un método similar.
Pero todos los demás organismos dependen de otras especies para llevar a cabo
la síntesis de su propia materia viva y procurarse energía. Algunos como los
hongos utilizan únicamente los desechos orgánicos, más o menos descompuestos,
de los seres muertos. Se alimentan así, los vegetales desprovistos de clorofila. Las
bacterias y hongos, y en general los organismos animales, a los que se denomina
con el nombre de saprófitos.
La mayoría de los animales obtiene su alimentación por parasitismo o
depredación. En los animales, los regímenes alimenticios son variados. No hay
especie que no pueda ser comida por otra. La alimentación puede variar con la
edad, por ejemplo, los insectos de metamorfosis completa pueden ser carnívoros
durante toda su vida larvaria y vegetarianos en el estado adulto y viceversa.
En los pájaros solamente, los hay que comen semillas, como el jilguero; néctar
como los colibríes; insectos como los pájaros carpinteros; moluscos como el
caracolero; peces como el
biguá o e l martín pescador;
reptiles como el chimango;
batracios como las garzas y
cigüeñas; pequeños
mamíferos como los
halcones y aves rapaces
nocturnas; carroñas o
excrementos como los
caranchos y gaviotas.
Algunas especies tienen
un régimen alimenticio muy amplio. Por ejemplo, los patos pueden comer
pequeños animales acuáticos, moluscos, renacuajos, gusanos, insectos, pero
también hojas, semillas o raíces de plantas acuáticas. Est as especies poco
exigentes en la alimentación son llamadas eurífagas o polífagas.
Otras por el contrario, llamadas estenófagas, tienen un régimen alimentario muy
estricto.
El ejemplo más notorio en nuestra zona son aves como el Carau, ya mencionado,
cuyo único alimento son caracoles y excepcionalmente almejas. Este tipo de
especies tienen un nicho ecológico especialmente limitado, semejante al de un
parásito específico. La alimentación de una especie tiene mucha importancia. La
calidad y cantidad de alimentos influye en gran medida sobre los factores
demográficos de sus poblaciones, tanto como los factores abióticos. Los individuos
bien alimentados tienen, en general, una longevidad y una fecundidad mayores
que los individuos mal alimentados.
CAPÍTULO VII
Sumario:
Fauna del área.
Mamíferos. Aves. Reptiles. Anfibios. Peces. Artrópodos.
Flamencos en el Parque Ecológico y
Museo «Francisco Javier Muñiz»
FAUNA DEL AREA.
El área metropolitana, ocupando el sector nordeste de la provincia de Buenos
Aires, está incluido en el Dominio Pampásico, en los límites con el Dominio
Subtropical (Ringuelet l955 y l96l). De tal forma, coexisten elencos faunísticos
representantes de ambos dominios, con cierta tendencia de los tipos subtropicales.
No puede obviarse que la fauna silvestre está condicionada por las profundas
modificaciones ambientales originadas en la actividad humana en la región.
Desde antiguo, la continua presión sobre la fauna ha tenido como principal
consecuencia un empobrecimiento de la diversidad de especies y efectivo de sus
poblaciones.
Contaminación, modificación del hábitat, ocupación del espacio territorial por
asentamientos urbanos, introducción de especies exóticas, etc., han producido
efectos negativos. Sin embargo, la profusa forestación del área, la construcción de
lagunas artificiales, entre otros cambios producidos por el asentamiento humano,
han contribuido a la ampliación del hábitat de muchas especies, siendo las aves
quienes han aprovechado mejor estos cambios.
Fauna que habitaba nuestra zona en el siglo XV.
Puma (Felis concolor)
Gatos salvajes
(Felis colocolo y
F.geoffroyi)
Yaguareté (Felis onca)
Venado Pampeano
(Ozotoceros bezoarticus)
Zorro
(Ducicyon sp)
Peludo
(Chaetophractus villosus)
Mulita
(Dasypus sp)
Vizcacha
(Lagostomus maximus)
Ñandú (Rhea
americana)
La época de la llegada del español a estas tierras marca el inicio de una
importante transformación en los ambientes silvestres en el área. La introducción
de voluntaria o involuntaria de fauna exótica como caballos, vacunos, etc., así
como de sus parásitos, de las especies vegetales traídas por los europeos y la
implementación de técnicas de laboreo como el arado y el alambrado, fueron
modificando la composición y características de los ambientes ecológicos
autóctonos. La consecuencia de ello fue la disminución y desaparición de muchas
especies locales.
Algunos Mamíferos que actualmente habitan el área:
ROEDORES:
Clase MAMMALIA Subclase THERIA
Infraclase EUTHERIA
Orden LAGOMORPHA
Familia LEPORIDAE Género Lepus
Especie L. europaeus Pallas
Nombre vulgar: «Liebre europea»
Orden RODENTIA
Suborden MYOMORPHA
Familia MURIDAE Género Mus
Especie M. musculus
Nombre vulgar: «Laucha»
Suborden MYOMORPHA
Familia MURIDAE Género Rattus
Especie R. norvegicus
Nombre vulgar: «Rata parda»
Suborden MYOMORPHA
Familia CRICETIDAE
Género Holochilus Brandt
Especie H. brasiliensis balnearum (Thomas)
Nombre vulgar: «Rata colorada»
Suborden MYOMORPHA
Familia CRICETIDAE
Género Calomys Waterhouse
Especie C. musculinus
Nombre vulgar: «laucha de campo»
Familia CRICETIDAE
Género Akodon Meyer
Especie A. sp
Nombre vulgar: «ratón de campo»
Suborden MYOMORPHA
Familia CRICETIDAE
Género Oligorysomys
Especie O. sp
Suborden MYOMORPHA
Familia CRICETIDAE
Género Reithrodon Waterhouse
Especie R. sp
Suborden MYOMORPHA
Familia CAVIIDAE
Subfamilia CAVIINAE
Género Cavia
Especie C. aperea pamparum Thomas
Nombre vulgar: «Cuis grande»
Suborden HYSTRICOMORPHA
Familia MYOCASTORIDAE
Género Myocastor (Kerr)
Especie M. coypus bonariensis
Nombre vulgar: «Coipo o falsa
nutria»
Suborden HYSTRICOMORPHA
Familia HYDROCHOERIDAE
Género Hydrochoeris
Especie H. hydrochoeris
(un solo registro, esqueleto y cuero)
Nombre vulgar: «Carpincho»
Cuis grande
Coypo o falsa nutria
MARSUPIALES:
Orden MARSUPIALIA
Superfamilia DIDELPHOIDEA
Familia DIDELPHIDAE
Subfamilia DIDELPHINAE
Género Didelphis
Especie D. albiventris
Nombre vulgar: «Comadreja overa»
Familia DIDELPHIDAE
Subfamilia DIDELPHINAE
Género Lutreolina
Especie L. crassicaudata paranalis
Nombre vulgar: «Comadreja colorada»
Clase MAMMALIA
Orden CARNIVORA
Suborden FISSIPEDA
Familia MUSTELIDAE
Subfamilia MEFITINAE
Género Conepatus
Especie C.chinga
Nombre vulgar: «Zorrino»
Subfamilia GALICTINAE
Género Galictis
Especie G. cuja huronax
Nombre vulgar: «Hurón»
MURCIÉLAGOS:
Clase MAMMALIA
Orden QUIRÓPTEROS
Familia MOLOSSIDAE
Género Eumops
Especie E. bonariensis
Género Zhizonops
Especie Z. brasiliensis
Familia VESPERTILIONIDAE
Género Mylotis
Especie M. levis
Género Eptesicus
Especie E. brasiliensis
Género Histiotus
Especie H. montanus
Género Lasiurus
Especie L. borealis
Género Lasiurus
Especie L. cinereus
LAS AVES:
Hemos reconocido alrededor de 160 especies de aves en toda el área al sur de
las vías del ferrocarril que atraviesa el Partido de Moreno, hasta las inmediaciones
de la presa Ing. Roggero. De entre todas estas especies, poco más de la mitad son
residentes permanentes del área. El resto está compuesto por visitantes estivales
que migran del norte y visitantes invernales que provienen del sur.
Otros autores han registrado más de 180 especies en la zona. Ello se debe a que
han incluido avistamientos excepcionales. En los casos de aves como el
Sobrepuesto, el Loro Barranquero, el Cardenal amarillo, el Cardenal común, etc.,
incluidos en el presente trabajo, las hemos agregamos sólo después de confirmar
su recurrencia a lo largo de por lo menos tres años. La visita excepcional de
especies como: el Jote de cabeza roja, el Federal, el Cardenal e inclusive el
Federal, etc., puede ser consecuencia de modificaciones en los factores físicos
(tormentas, exceso de lluvia e inundaciones, temperaturas no habituales, incendios
intencionales en la mesopotamia y la zona del Delta, etc.) y de la gran movilidad
de estos organismos. Un factor de importancia que influencia estos avistamientos,
es que la nuestra es un área de transición entre los dominios pampeano y
mesopotámico.
Las aves que hemos observado en esta área habitan los ambientes acuáticos,
arboledas y arbustos. Las menos, ocupan áreas abiertas de pastizales. Desde el
punto de vista ornitológico, esta zona integra la región neotropical, Dominio
Chaqueño, Provincia Pampeana, con ingresiones de especies de la Provincia
Mesopotámica y Del Dominio Patagónico.
En general, las aves son los vertebrados que más éxito han tenido si nos
referimos al incremento de su diversidad y efectivo. La creciente forestación de la
región ha influido necesariamente, posibilitando el ingreso de especies que
antiguamente no se registraban o cuya presencia era escasa.
En cuanto a las aves de relación acuática, la permanencia del llamado «lago» de
la presa Ing. Roggero, constituye el principal soporte de diversas y numerosas
aves que allí se detiene para descansar y alimentarse durante sus migraciones
estacionales o que se establecen para reproducirse.
Clase AVES
Especies presen tes en la zona sur del Partido de Moreno. Los dibujos
fueron extraídos de: “Guía para la identifica ción de las Aves de Argentina y
Uruguay” T.Narosky-D. Yzurieta.
Orden TINAMIFORMES
Familia TINAMIDAE
Género Nothura
Especie N. maculosa
Nombre vulgar: “Perdíz
chica”
Avistaje: frecuente
Orden PODICIPEDIFORMES
Familia PODICIPEDIDAE
Género Podiceps
Especie P. rolland
Nombre vulgar: “Macá común”
Avistaje: frecuente
Género Podilymbus
Especie P. podiceps
Nombre vulgar: “Macá pico
grueso”
Avistaje: frecuente
Género Podiceps
Especie P. major
Nombre vulgar: “Huala”
Avistaje: esporádico
Orden PELECANIFORMES
Familia PHALACROCORACIDAE
Género Phalacrocorax
Especie P. olivaceus
Nombre vulgar: “Biguá”
Avisaje: muy frecuente
Orden ARDEIFORMES
Familia ARDEIDAE
Género Ardea
Especie A. cocoi
Nombre vulgar: “Garza mora”
Avistaje: frecuente
Género Tigrisoma
Especie T. lineatum
Nombre vulgar: “Hocó colorado”
Avistaje: frecuente
Género Syrigma
Especie S. sibilatrix
Nombre vulgar: “Chiflón”
Avistaje: frecuente
Género Egretta
Especie E. alba
Nombre vulgar: “Garza blanca”
Avistaje: frecuente
Género Egretta
Especie E. thula
Nombre vulgar: “Garcita blanca”
Avistaje: frecuente
Género Bubulcus
Especie B. ibis
Nombre vulgar: “Garcita bueyera”
Avistaje: frecuente
Género Ixobrychus
Especie I. involucris
Nombre vulgar: “Mirasol común”
Avistaje: poco frecuente
Género Butorides
Especie B. striatus
Nombre vulgar: “Garcita azulada”
Avistaje: poco frecuente
Género Nycticorax
Especie N. nycticorax
Nombre vulgar: “Garza bruja”
Avistaje: poco frecuente
Familia CICONIIDAE
Género Ciconia
Especie C. americana
Nombre vulgar: “Cigüeña americana”
Avistaje: frecuente
Familia THRESKIORNITHIDAE
Género Plegadis
Especie P. chihi
Nombre vulgar: “Cuervillo de la
cañada”
Avistaje: frecuente
Género Platalea
Especie P. ajaja
Nombre vulgar: “Espátula rosada”
Avistaje: frecuente
Orden PHOENICOPTERIFORMES
Familia PHOENICOPTERIDAE
Género Phoenicopterus
Especie P. chilensis
Nombre vulgar: “Flamenco austral”
Avistaje: frecuente
Orden ANSERIFORMES
Familia ANHIMIDAE
Género Chauna
Especie Ch. torquata
Nombre vulgar: “Chajá”
Avistaje: poco frecuente
Familia ANATIDAE
Género Dendrocygna
Especie D. viduata
Nombre vulgar: “Sirirí pampa”
Avistaje: frecuente
Género Coscoroba
Especie C. Coscoroba
Nombre vulgar: “Ganso
salvaje”
Avistaje: frecuente
Género Cygnus
Especie C. melancoryphus
Nombre : “Cisne de cuello negro”
Avistaje: frecuente
Género Anas
Especie A. sibilatrix
Nombre vulgar: “Pato overo”
Avistaje: frecuente
Género Anas
Especie A. georgica
Nombre vulgar: “Pato maicero”
Avistaje: frecuente
Género Anas
Especie A. flavirostris
Nombre vulgar: “Pato barcino”
Avistaje: frecuente
Género Anas
Especie A. platalea
Nombre vulgar: “Pato cuchara”
Avistaje: frecuente
Género Anas
Especie A. cyanoptera
Nombre vulgar: “Pato colorado”
Avistaje: frecuente
Género Anas
Especie A. bahamensis
Nombre: “Pato gargantilla”
Avistaje: frecuente
Género Anas
Especie A. versicolor
Nombre: “Pato capuchino”
Avistaje: frecuente estival
Género Netta
Especie N. peposaca
Nombre: “Pato picazo”
Avistaje: frecuente estival
Género Heteronetta
Especie H. atracapilla
Nombre: “Pato cabeza negra”
Avistaje: raro
Género Oxyura
Especie O. vittata
Nombre: “Pato zambullidor chico”
Avistaje: frecuente
Orden FALCONIFORMES
Familia CATHARTIDAE
Género Coragyps
Especie C. atratus
Nombre vulgar: “Jote negro”
Avistaje: raro
Familia ACCIPITRIDAE
Género Geranoaetus
Especie G. melanoleucus
Nombre vulgar: “Aguila mora”
Avistaje: raro
Género Elanus
Especie E. leucurus
Nombre vulgar: “Milano blanco”
Avistaje: frecuente
Género Parabuteo
Especie P. unicinctus
Nombre vulgar: “Gavilán mixto”
Avistaje: frecuente
Género Rostrhamus
Especie R. sociabilis
Nombre vulgar: “Caracolero”
Avistaje: frecuente
Género Circus
Especie C. buffoni
Nombre vulgar: “Gavilán planeador”
Avistaje: poco frecuente
Género Circus
Especie C. cinereus
Nombre vulgar: “Gavilán ceniciento”
Avistaje: frecuente
Género Buteo
Especie B. magnirostris
Nombre vulgar: “Taguató común”
Avistaje: frecuente
Género Buteo
Especie B. albicaudatus
Nombre vulgar: “Aguilucho cabeza negra”
Avistaje: poco frecuente
Familia FALCONIDAE
Género Polyborus
Especie P. plancus
Nombre vulgar: “Carancho común”
Avistaje: muy frecuente
Género Milvango
Especie M. chimango
Nombre vulgar: “Chimango”
Avistaje: muy frecuente
Orden GRUIFORMES
Familia ARAMIDAE
Género Aramus
Especie A. guarauna
Nombre vulgar: “Carau”
Avistaje: frecuente
Familia RALLIDAE
Género Rallus
Especie R. sanguinolentus
Nombre vulgar: “Gallineta común”
Avistaje: poco frecuente
Género Fulica
Especie F. armillata
Nombre vulgar: “Gallareta ligas rojas”
Avistaje: frecuente
Género Fulica
Especie F. leucoptera
Nombre vulgar: “Gallareta chica”
Avistaje: muy frecuente
Género Fulica
Especie F. rufifrons
Nombre: “Gallareta escudete rojo”
Avistaje: frecuente
Género Gallinula
Especie G. chloropus
Nombre vulgar: “Polla negra”
Avistaje: frecuente
Orden CHARADRIIFORMES
Familia JACANIDAE
Género Jacana
Especie J. jacana
Nombre vulgar: “Gallito de agua”
Avistaje: frecuente
Familia ROSTRATTULIDAE
Género Nycticryphes
Especie N. semicollaris
Nombre vulgar: “Aguatero”
Avistaje: poco frecuente
Familia RECURVIROSTRIDAE
Género Himantopus
Especie H. melanurus
Nombre vulgar: “Tero real”
Avistaje: frecuente
Familia CHARADRIIDAE
Género Vanellus
Especie V. chilensis
Nombre vulgar: “Teru-Teru común”
Avistaje: muy frecuente
Género Charadrius
Especie Ch. collaris
Nombre vulgar: “Chorlito de collar”
Avistaje: poco frecuente
Género Tringa
Especie T. solitaria
Nombre vulgar: “Pitotoi solitario”
Avistaje: poco frecuente
Género Gallinago
Especie G. gallinago
Nombre vulgar: “Becasina común”
Avistaje: poco frecuente
Familia LARIDAE
Género Larus
Especie L. dominicanus
Nombre vulgar: “Gaviota cocinera”
Avistaje: frecuente
Género Larus
Especie L. maculipennis
Nombre: “Gaviota capucho café”
Avistaje: frecuente
Orden COLUMBIFORMES
Familia COLUMBIDAE
Género Columba
Especie C. picazuro
Nombre: “Picazuró o paloma turca”
Avistaje: muy frecuente
Género Columba
Especie C. livia
Nombre vulgar: “Paloma casera”
Avistaje: frecuente
Género Zenaida
Especie Z. auriculata
Nombre vulgar: “Torcaza”
Avistaje: muy frecuente
Género Columbina
Especie C. picui
Nombre vulgar: “Torcacita”
Avistaje: frecuente
Género Leptotila
Especie L. verreauxi
Nombre vulgar: “Yeruti común”
Avistaje: frecuente
Orden PSITTACIFORMES
Familia PSITTACIDAE
Género Cyanoliseus
Especie C. patagonus
Nombre vulgar: “Loro barranquero”
Avistaje: excepcional
Género Myiopsitta
Especie M. monacha
Nombre vulgar: “Cotorra”
Avistaje: muy frecuente
Orden CUCULIFORMES
Familia CUCULIDAE
Género Coccyzus
Especie C. melacoryphus
Nombre vulgar: “Cuclillo pico negro”
Avistaje: poco frecuente
Género Guira
Especie G. guira
Nombre vulgar: “Pirincho”
Avistaje: muy frecuente
Orden STRIGIFORMES
Familia TYTONIDAE
Género Tyto
Especie T. alba
Nombre: “Lechuza de campanario”
Avistaje: frecuente
Familia STRIGIDAE
Género Asio
Especie A. clamator
Nombre vulgar: “Lechuzón orejudo”
Avistaje: poco frecuente
Género Athene
Especie A. cunicularia
Nombre vulgar: “Lechucita pampa”
Avistaje: frecuente
Género Asio
Especie A. flammeus
Nombre vulgar: “Lechuzón campestre”
Avistaje: poco frecuente
Orden CAPRIMULGIFORMES
Familia CAPRIMULGIDAE
Género Caprimulgus
Especie C. longirostris
Nombre vulgar: “Atajacaminos ñañarca”
Avistaje: frecuente
Género Podager
Especie P. nacunda
Nombre vulgar: “Ñacundá“
Avistaje: frecuente
Género Hydropsalis
Especie H. brasiliana
Nombre: “Atajacaminos tijereta”
Avistaje: frecuente
Orden TROCHILIFORMES
Familia TROCHILIDAE
Género Chlorostibon
Especie Ch. aureoventris
Nombre vulgar: “Picaflor verde común”
Avistaje: frecuente
Género: Leucochloris
Especie: L. albicollis
Nombre vulgar: “Picaflor garganta
blanca”
Avistaje: poco frecuente
Orden CORACIIFORMES
Familia ALCEDINIDAE
Género Ceryle
Especie C. torquata
Nombre vulgar: “Martín pescador grande”
Avistaje: poco frecuente
Género Chloroceryle
Especie Ch. americana
Nombre vulgar: “Martín pescador chico”
Avistaje: poco frecuente
Orden PICIFORMES
Familia PICIDAE
Género Colaptes
Especie C. campestris
Nombre vulgar: “Carpintero campestre”
Avistaje: frecuente
Género Colaptes
Especie C. melanolaimus
Nombre vulgar: “Carpintero real común”
Avistaje: frecuente
Orden PASSERIFORMES
Familia FURNARIIDAE
Género Geositta
Especie G. cunicularia
Nombre vulgar: “Caminera común”
Avistaje: frecuente
Género Furnarius
Especie F. rufus
Nombre vulgar: “Hornero común”
Avistaje: muy frecuente
Género Cranioleuca
Especie C. sulphurifera
Nombre vulgar: “Curutié pardo”
Avistaje: poco frecuente
Género Phleocryotes
Especie P. melanops
Nombre vulgar: “Junquero”
Avistaje: frecuente
Género Anumbius
Especie A. annumbi
Nombre vulgar: “Leñatero”
Avistaje: frecuente
Género Asthenes
Especie A. pyrrholeuca
Nombre: “Canastero chaqueño”
Avistaje: frecuente
Género Asthenes
Especie A. hudsoni
Nombre vulgar: “Espartillero pampeano”
Avistaje: frecuente
Género Synallaxis
Especie S. albescens
Nombre vulgar: “Pijuí cola parda”
Avistaje: poco frecuente
Familia TYRANNIDAE
Género Xolmis
Especie X. irupero
Nombre vulgar: “Monjita blanca”
Avistaje: poco frecuente
Género Lessonia
Especie L. rufa
Nombre vulgar: “Sobrepuesto”
Avistaje: un avistaje en bandada de 20
individuos.
Género Hymenops
Especie H. perspicillata
Nombre vulgar: “Pico de plata”
Avistaje: frecuente
Género Knipolegus
Especie K. aterrimus
Nombre vulgar: “Viudita común”
Avistaje: frecuente
Género Fluvicola
Especie F. pica
Nombre vulgar: “Viudita blanca”
Avistaje: poco frecuente
Género Serpophaga
Especie S. nigricans
Nombre vulgar: “Piojito gris”
Avistaje: frecuente
Género Tachuris
Especie T. rubrigastra
Nombre vulgar: “Siete colores de laguna”
Avistaje: frecuente
Género Machetornis
Especie M. rixosus
Nombre vulgar: “Picabuey”
Avistaje: frecuente
Género Satrapa
Especie S. icterophrys
Nombre vulgar: “Amarillo”
Avistaje: frecuente
Género Pitangus
Especie P. sulphuratus
Nombre vulgar: “Benteveo común”
Avistaje: frecuente
Género Tyrannus
Especie T. melancholicus
Nombre vulgar: “Suirirí real”
Avistaje: poco frecuente
Género Tyrannus
Especie T. savana
Nombre vulgar: “Tijereta”
Avistaje: frecuente
Género Muscipipra
Especie M. vetula
Nombre vulgar: “Tontilo gris”
Avistaje: poco frecuente
Género Pyrocephalus
Especie P. rubinus
Nombre vulgar: “Churrinche”
Avistaje: frecuente estival
Género Pseudocolopterix
Especie P. flaviventris
Nombre vulgar: “Doradito pardo”
Avistaje: poco frecuente
Género Serpophaga
Especie S. subcristata
Nombre vulgar: “Piojito común”
Avistaje: frecuente
Familia HIRUNDINIDAE
Género Progne
Especie P. modesta
Nombre vulgar: “Golondrina negra”
Avistaje: poco frecuente
Género: Progne
Especie: P. chalybea
Nombre vulgar: “Golondrina doméstica”
Avistaje: frecuente
Género Phaeoprogne
Especie P. tapera
Nombre: “Golondrina parda grande”
Avistaje: frecuente
Género Notiochelidon
Especie N. cyanoleuca
Nombre: “Golondrina barranquera”
Avistaje: frecuente
Género Stelgidopteryx
Especie S. fucata
Nombre vulgar: “Golondrina cabeza rojiza”
Avistaje: frecuente
Familia TROGLODYTIDAE
Género Troglodytes
Especie T. aedon
Nombre vulgar: “Ratona común”
Avistaje: muy frecuente
Género: Cistothorus
Especie: C.platensis
Nombre vulgar: “Ratona aperdizada”
Avistaje: muy poco frecuente
Familia MIMIDAE
Género Mimus
Especie M. triurus
Nombre vulgar: “Calandria real”
Avistaje: frecuente
Género Mimus
Especie M. saturninus
Nombre vulgar: “Calandria grande”
Avistaje: frecuente
Familia TURDIDAE
Género Turdus
Especie T. rufiventris
Nombre vulgar: “Zorzal colorado”
Avistaje: frecuente
Familia MOTACILLIDAE
Género Anthus
Especie A. furcatus
Nombre vulgar: “Cachirla uña corta”
Avistaje: frecuente
Género Anthus
Especie A. corredera
Nombre vulgar: “Cachirla común”
Avistaje: frecuente
Género Anthus
Especie A. chii
Nombre vulgar: “Cachirla chica”
Avistaje: frecuente
Familia SYLVIIDAE
Género Polioptila
Especie P. dumicola
Nombre vulgar: “Tacuarita azul”
Avistaje: frecuente
Familia PLOCEIDAE
Género Passer
Especie P. domesticus
Nombre vulgar: “Gorrión”
Avistaje: frecuente
Familia EMBERIZIDAE
Género Gubernatrix
Especie G. cristata
Nombre vulgar: “Cardenal amarillo”
Avistaje: poco frecuente
Género: Sporophila
Especie: S. collaris
Nombre vulgar: “Dominó”
Avistaje: poco frecuente
Género Sporophila
Especie S. plumbea
Nombre vulgar: “Corbatita común”
Avistaje: frecuente
Género Sicalis
Especie S. luteola
Nombre vulgar: “Misto”
Avistaje: muy frecuente
Especie S. flaveola
Nombre vulgar: “Jilguero dorado”
Avistaje: muy frecuente
Género Zonotrichia
Especie Z. capensis
Nombre vulgar: “Chingolo común”
Avistaje: muy frecuente
Género Donacospiza
Especie D. albifrons
Nombre vulgar: “Pajerito canela”
Avistaje: poco frecuente
Familia FRINGILLIDAE
Género Carduelis
Especie C. magellanica
Nombre: “Cabecita negra común”
Avistaje: frecuente
Familia ICTERIDAE
Género Icterus
Especie I. cayanensis
Nombre vulgar: “Boyerito”
Avistaje: poco frecuente
Género Molothrus
Especie M. rufoaxillaris
Nombre vulgar: “Tordo pico corto”
Avistaje: frecuente
Especie M. bonariensis
Nombre: “Tordo renegrido”
Avistaje: frecuente
Género Molothrus
Especie M. badius
Nombre vulgar: “Músico”
Avistaje: frecuente
Género Agelaius
Especie A. ruficapillus
Nombre vulgar: “Varrillero común”
Avistaje: frecuente
Género Agelaius
Especie A. thilius
Nombre: “Varrillero ala amarilla”
Avistaje: frecuente
Género Sturnella
Especie S. superciliaris
Nombre vulgar: “Pecho colorado”
Avistaje: frecuen
Garza Mora.
Es la más grande de las garzas,
llegando a medir un metro y
medio de altura.
LOS REPTILES:
Tortugas.
Entre las tortugas se distinguen dos especies autóctonas, ambas acuáticas:
Tortuga de Río:
(Hydromedusa tectifera)
Tortuga de Laguna:
(Phrynops hilarii).
Ambas especies poseen una
voracidad notable en la época estival
pero en el invierno su metabolismo
disminuye, entrando en estado de
letargo y no se alimentan.
Su alimento consiste de peces y otros organismos acuáticos que normalmente
cazan bajo el agua.
La tortuga de laguna puede observarse con frecuencia en las aguas del río De la
Reconquista y sus arroyos afluentes. En el arroyo La Choza, aguas arriba de la
Presa Ing. Marín, hemos observado una población de esta especie que superaba
los doscientos individuos. Fue un espectáculo realmente asombroso verlas juntas,
calentándose al sol, a veces trepadas unas sobre otras, formando pilas de cuatro o
cinco ejemplares. Al detectar mi presencia todas se arrojaron al agua en tumulto,
batiendo la superficie del curso
de agua que por unos instantes
abandonó su tranquilidad
habitual.
En cambio, la tortuga de río
tiene un temperamento más
tímido y pasa más tiempo bajo
la superficie, lo que hace menos
frecuente su visualización. Su
aparición suele darse cuando
muerde los anzuelos de los
pescadores, tragando tanto la
carnada que es muy difícil de
extraer dado su largo cuello, lo cual provoca a menudo su muerte.
Ocasionalmente pueden observarse otras dos especies de tortugas que no son
propias de la región: la tortuga terrestre común y la «tigre de agua», de hábitos
acuáticos, ambas introducidas en las ciudades como mascotas y luego
trasplantadas a estos ambientes.
Lagartos.
El Lagarto overo (Tupinambis teguixin), es un reptil característico de nuestra
zona. Existen poblaciones importantes en toda la cuenca alta del río,
especialmente en la periferia del Parque Los Robles, donde hace diez años hemos
observado los ejemplares más grandes. Uno de ellos, que solía ocultarse en la
alcantarilla cercana al ingreso
del Parque, medía un metro y
medio de largo.
En invierno se reúnen en
cuevas poco profundas que
excavan cerca de algún espejo
de agua y es frecuente hallar
en uno de estos refugios
invernales una docena o más
individuos que al ser
molestados se zambullen en el
agua. Una vez sumergidos
pueden permanecer varios
minutos sin salir a respirar.
Actualmente los perros
abandonados y hambrientos, y
el hombre que los caza, son
sus principales enemigos.
Sufren gran persecución que
terminará por hacerlos desaparecer de nuestra zona si no se toman medidas
efectivas para evitarlo.
Ocasionalmente puede verse también el Lagarto Verde (Teius cyanogaster) y
Lagartijas de pequeño tamaño, que habitan entre las piedras de las vías, y un
lagarto ápodo del género Ophiodes, que suele confundirse con las serpientes.
Serpientes.
Entre las culebras (jamás hemos visto víboras -venenosas- en la zona), las más
frecuentes de observarse son: Liophis anomalus, de coloración llamativa con líneas
rojas y amarillas, fondo negro y castaño. Sigue en importancia una Culebra Verde
(Philodryas patagoniensis), la cual suele aproximarse al metro de largo. También
hemos observado algunos ejemplares de la Falsa Yarará (Lystrophis dorbignyi).
La disminución de las poblaciones de culebras es una consecuencia de las
modificaciones del hábitat y de algunas pautas culturales perniciosas, ya que
mucha gente acostumbra a matarlas cada vez que encuentra una, no importa la
clase de serpiente de que se trate. Este procedimiento es totalmente injustificado
ya que las serpientes que habitan nuestra zona son inofensivas.
De todos modos se deben tener precaución al toparse con cualquier ofidio si uno
no sabe reconocerlos. Aún así los venenosos no atacan sin provocación o por
accidente.
ANFIBIOS
Esta clase de animales de sangre fría es la más perjudicada por los cambios
ambientales ocasionados por los seres humanos.
Familia de las ranas:
(Leptodactylidae)
Existen cinco especies de
ranas del género
Leptodactylus:(L.gracilis-
L.mystacinus-L.podicinus-
L.ocellatus y L.latinasus.)
Los Escuerzos pertenecen a
la familia de las ranas y son
muy escasos en nuestra
zona. Los que hemos
observado pertenecen a una sola especie (Ceratophrys ornata).
Familia de los sapos: (Bufonidae )
Está representada por dos
especies: el Sapo Común (Bufo
arenarum) y (Bufo granulosus).
Este último con dos subespecies:
(B. granulosus d’orbigny y B.
granulosus fernandezae), la
primera de las cuales representa a
pequeños sapos que excavan
apretadas cuevas de hasta 50 ctms
de profundidad.
Familia de « ranitas de zarzal»: (Hylidae)
Está representada por tres especies: (Hyla pulchella pulchella), (Hyla
squalirostris) y (Ololygon (Hyla) x-signata eringiophila). De todas las ranitas de
zarzal, la más frecuente es la primera cuya coloración puede variar del marrón
claro al verde o gris.
Los peces del río De la Reconquista:
El río De La Reconquista está integrando ictiológicamente el dominio Paranense
de la subregión Brasílica (Ringuelet, l975). Esta subregión se extiende por gran
parte de Sudamérica y presenta la ictiofauna de agua dulce más diversa y rica del
mundo.
Las condiciones de contaminación en el río Reconquista y en la casi totalidad de
sus afluentes han disminuido la diversidad y el número de individuos de las
especies originales. Por desgracia, esta lamentable circunstancia se adelantó a los
estudios científicos de los peces que habitan la cuenca y por lo tanto nunca
podremos conocer con certeza cómo se componían las comunidades ictícolas que
habitaban la cuenca con anterioridad a su moderna polución.
Existen muy pocas referencias científicas sobre los peces que habitan y habitaron
la cuenca del Reconquista: el ictiólogo argentino H. L. López menciona como
antecedente el registro de una mojarra del género Astyanax dado a conocer en
1973 en las comunicaciones del Museo «Bernardino Rivadavia» (Szidat, 1973). En
1990, López dio a conocer la primera lista de peces para el río Reconquista sobre
la base del estudio de peces colectados en el año 1974. La lista está conformada
por nueve especies de peces Characiformes y Siluriformes. Posteriormente, la
reciente monografía de peces continentales de la República Argentina publicada
por el ictiólogo C. Menni (2004) en su apartado sobre los peces del río De la
Reconquista reproduce prácticamente la información proporcionada por López
(1990) pero actualizando la nomenclatura taxonómica de algunas de las especies.
Según la tradición oral, hasta aproximadamente 1930, en el río Reconquista
podían pescarse pequeños Dorados (Salminus brasiliensis) y Bogas (Leporinus
obtusidens). Recuerdo que en la década de 1960 existían especies de palometa, de
unos tres o cuatro centímetros de largo, que posiblemente se tratara de ejemplares
juveniles de Pacú y Pirañas, los cuales posteriormente han desaparecido del
registro.
El único arroyo que aún mantiene condiciones aceptables es El Durazno, en la
cuenca alta. La permanencia de agua formando el lago de la presa Ingeniero
Roggero, desde agosto de 1992, ha generado el desarrollo de un ecosistema muy
rico. En numerosas oportunidades se han sembrado alevinos de pejerrey, por
iniciativas de la Municipalidad de Moreno y el Club de Caza y Pesca de Moreno.
A continuación se detalla una lista de especies registradas para la cuenca del río
Reconquista. Se consideraron las especies reportadas por López (1990), más
aquellas que he visto y clasificado personalmente. Durante el corriente año
(2010), tuve la posibilidad de contar con la generosa contribución del Lic. Sergio
Bogan, de la Fundación de Historia Natural «Félix de Azara», quien revisó nuestra
lista sistemática y aportó valiosas sugerencias que nos permitieron corregirla y
actualizarla.
Clase ACTINOPTERYGII
División TELEOSTEI Serie OTOPHYSI
Orden CHARACIFORMES
Familia ACESTRORHYNCHIDAE
Género Acestrorhynchus Eigenmann y
Kennedy, 1903
Especie A. pantaneiro (Menezes, 1990)
Nombre vulgar «Dientudo paraguayo»
Familia CHARACIDAE
Subfamilia Incertae sedis
Género Oligosarcus Günther, 1864
Especie Oligosarcus. sp
Nombre vulgar: «Dientudo»
Subfamilia CYNOPOTAMINAE
Género Cynopotamus Valenciennes, 1849
Especie Cynopotamus sp.
Nombre vulgar: «Dientudo jorobado»
Subfamilia: TETRAGONOPTERINAE
Tribu TETRADONOPTERINI
Género Astyanax Baird y Girard, 1854
Especie A. eigenmanniorum (Cope, 1894)
Nombre vulgar: «Mojarra»
Género Bryconamericus Eigenmann, 1907
Especie B. iheringii (Boulenger, 1887) Nombre vulgar: «Mojarra»
Subfamilia CHEIRODONTINAE
Género Cheirodon Girard, 1855
Especie C. interruptus (Jenyns, 1842)
Nombre vulgar: «Mojarra»
Familia CHARACIDAE
Subfamilia Glandulocaudinae
Género Pseudocorynopoma
Especie P. doriae (Perugia, 1891)
Nombre vulgar «Mojarra de velo»
Familia CURIMATIDAE
Subfamilia CURIMATINAE
Género Cyphocharax Fowler (1906) Especie C. voga (Hensel, 1870)
Nombre vulgar: «Sabalito»
Familia ERYTHRINIDAE
Género Hoplias Gill, 1903
Especie H. malabaricus (Bloch, 1794) Nombre vulgar: «Tararira»
Orden SILURIFORMES
Familia HEPTAPTERIDAE
Género Heptapterus Bleeker, 1858
Especie H. mustelinus (Valenciennes, 1840)
Nombre vulgar: «Bagre anguila»
Género Pimelodella Eigenmann y Eigenmann, 1888
Especie P. laticeps (Eigenmann, 1917)
Nombre vulgar: «Bagre cantor»
Género Rhamdia Eigenmann y Eigenmann,1888
Especie R. quelen (Quoy & Gaimard, 1824)
Nombre vulgar: «Bagre sapo»
Familia PIMELODIDAE
Género Parapimelodus La Monte, 1933
Especie P. valenciennesi (Lütken, 1874)
Nombre vulgar: «Bagre misionero o Porteñito»
Género Pimelodus Lacepede, 1803
Especie P. maculatus (Lacepede, 1803)
Nombre vulgar «Bagre amarillo»
Familia CALLICHTHYDAE
Género Callichthys Scopoli, 1777
Especie C. callichthys (Linné, 1758)
Nombre vulgar: «Cascarudo»
Género Corydoras Lacepede,1803
Especie C. paleatus (Jenyns, 1842)
Nombre vulgar: «Coridora o limpia fondo»
Familia LORICARIIDAE
Subfamilia HYPOPTOPOMATINAE
Género Otocinclus Cope, 1871
Especie Otocinclus sp.
Nombre vulgar: «Limpia vidrios»
Subfamilia LORICARIINAE
Género Loricariichthys Bleeker, 1862
Especie L. anus (Valenciennes, 1836)
Nombre vulgar: «Vieja del agua»
Subfamilia HYPOSTOMINAE
Género Hypostomus Lacepède, 1803
Especie H. commersonni (Valenciennes, 1836)
Nombre vulgar: «Vieja del agua»
Género Ancistrus Kner, 1854
Especie A. cirrhosus (Valenciennes, 1840)
Nombre vulgar: «Vieja manchada»
Serie ATHERINOMORPHA
Orden CYPRINODONTIFORMES
Familia RIVULIDAE
Género Austolebias Costa, 1998
Especie Austrolebias sp.
Nombre vulgar: «Cinolebia o pavito»
Familia ANABLEPIDAE
Género Jenynsia Günther, 1866
Especie Jenynsia sp.
Nombre vulgar: «Madrecita de agua»
Género Cnesterodon Garman, 1895
Especie C. decemmaculatus (Hensel, 1868)
Nombre vulgar: «Madrecita de agua»
Género Phalloceros Eigenmann, 1907
Especie P. caudimaculatus (Hensel, 1868)
Nombre vulgar: «Madrecita de agua»
Orden ATHERINIFORMES
Familia ATHERINOPSIDAE
Género Odontesthes Evermann y Kendall,
1906
Especie O. bonariensis (Cuvier y Valenciennes, 1835)
Nombre vulgar: «Pejerrey»
Serie PERCOMORPHA
Orden SYNBRANCHIFORMES
Familia SYNBRANCHIDAE
Género Synbranchus Bloch, 1795
Especie S. marmoratus Bloch,1795
Nombre vulgar: «Anguila»
Orden PERCIFORMES Familia CICHLIDAE
Género Australoheros Rícan y Kullander, 2006
Especie A. facetum (Jenyns, 1842)
Nombre vulgar: «Chanchita»
Género Crenicichla Heckel, 1840
Especie Crenicichla sp.
Nombre vulgar: «Cabeza amarga»
Género Gymnogeophagus Ribeiro, 1918
Especie G. meridionalis Reis y Malabarba, 1988
Nombre vulgar: «Siete colores»
La presa Ing. Roggero mantiene, desde 1992, un lago en forma permanente
que en condiciones normales ocupa una superficie de 250 hectáreas, al que se ha
denominado «Lago San Francisco», aunque desde el punto de vista ecológico se
comporta como una laguna pampeana.
Este espejo de agua cumple desde entonces un rol determinante para la
conservación, entre otros muchos organismos, de las especies ictícolas.
Por una parte, se ha conectado a un corredor que a lo largo del año parecen
transitar las aves de relación acuática del dominio pampeano y mesopotámico.
Durante los incendios del Delta y sur de Entre Ríos, en el año 2008, este lago
sirvió de refugio a miles de aves. Por otra parte, el lago interviene en el
mejoramiento de la calidad de agua que llega desde río arriba, a través del arroyo
La Choza, el cual transporta una importante carga de efluentes orgánicos e
inorgánicos procedentes de la producción agropecuaria en general, y en especial
de los aportes de la planta industrial y sistema de tratamiento de efluentes
cloacales de General Rodríguez. Este Partido, en los últimos treinta años, se ha
constituido en el principal foco de contaminación de la cuenca alta. Hasta cierto
punto, el lago de la presa hace las veces de una gigantesca planta de tratamiento
de esas aguas cargadas de materia orgánica. Devuelve, presa abajo, agua de
mejor calidad que las recibidas por el mencionado arroyo.
La muerte de alrededor de varios millones de peces (unas 70 toneladas) en el
río de la Reconquista en el transcurso del mes de Agosto de 1992, fue consecuencia
del vaciamiento del «lago» de la presa Ing. Roggero. Al eliminarse abruptamente
el ecosistema de la laguna, los peces no pudieron soportar las condiciones del río.
Otras mortandades, frecuentes en ríos de la llanura, pueden producirse en los
períodos de secas, al reducirse el caudal de los cursos de agua, sobre todo en los
meses de verano con altas temperaturas, al disminuir la cantidad de oxígeno
disuelto y el volumen de las aguas. Este fenómeno natural debe ser de antigua
data, ya que algunas especies manifiestan adaptaciones especiales para resistir
las épocas desfavorables.
ALGUNOS ARTRÓPODOS DE LA ZONA:
Orden Odonatos
Libélula o “Alguacil”
Orden Ortópteros
Cucaracha, maboretá, langosta
Orden Coleópteros
Escarabajos.
Mariquita
Gorgojo
Bicho moro Carábido
Orden Himenópteros:
Abejas, abejorros, avispas.
Orden Lepidópteros:
Mariposas, polillas,etc.
Mariposa Bandera Nacional
Morpho catenarius argentinus.
Depositaba sus huevos
únicamente sobre las hojas del
Coronillo (Scutia buxiflora) de las
cuales se alimentaban luego las
larvas. La desaparición de este
árbol, en la región, selló la suerte
de esta especie.
Según F. Bourquin, en 1952,
aún se observaban algunos
ejemplares en la isla Martín
García.
Era una bella mariposa de
12 ctms., de envergadura.
Su nombre se debe a la
coloración de sus alas.
Mosquito común (Culex sp.)
Orden Dípteros:
Moscas, moscardones, mosquitos, etc.
Artrópodos quelicerados:
Arañas, alacranes, etc.
Arañón de los troncos
(Polybetes pythagorica)
CAPÍTULO VIII
Sumario:
Flora de la región.
Especies de los humedales, pastizales y arboledas.
FLORA DE LA REGIÓN:
En el mapa fitogeográfico de la provincia de Buenos Aires, elaborado por A.
Cabrera, esta región está clasificada integrando el distrito oriental de la Provincia
Pampeana, en opinión de otros autores, influenciada por el distrito de los talares
de la Provincia del Espinal.
Esto se puede observar en la región de la cuenca alta del río de La Reconquista,
donde son frecuentes asociaciones de Talas (Celtis tala) y Espinillos (Acacia caven).
Tal asociación es la típica de nuestro Partido de Moreno, aunque muy disminuida
por causas humanas. En la zona de la presa Ing. Roggero, es posible observar
Talas y Espinillos. Sin embargo, la forestación con árboles exóticos ha reemplazado
los ambientes silvestres hasta el punto de perder su aspecto original. Algunos de
estos árboles se han vuelto invasores.
Un caso muy destacado es el de la Acacia negra (Gleditsia triacantos), de origen
norteamericano, que forma extensos montes, casi impenetrables aquí como en las
orillas del río Luján, en Pilar. También en Marcos Paz y General Rodríguez, donde
pueden ser observados transitando la ruta Nº6.
Prescindiendo de las áreas cultivadas o dedicadas a la ganadería en forma
intensiva, dentro del distrito Pampeano Oriental pueden distinguirse las siguientes
comunidades:
El Pastizal:
Esta comunidad es la que cubre los campos altos. Son los pastizales de los
suelos arcillo-arenosos ligeramente ácidos. En algún momento, la mayor parte de
estos terrenos, han sido sometidos al arado y por lo tanto han sido muy
modificados. Quedan relictos junto a las vías férreas y en campos poco
pastoreados.
La vegetación está formada por gramíneas cespitosas de medio a un metro de
altura. Las matas están más o menos próximas entre sí, de acuerdo a la fertilidad
del suelo, a la humedad y el pastoreo, y entre ellas crecen numerosas especies de
hierbas más bajas.
La cobertura del suelo oscila entre el 50% y el l00%, según las estaciones del
año. A fines del invierno y principio de la primavera es máxima, reduciéndose
durante el estío y otoño, época durante la cual la vegetación semeja una
verdadera estepa.
Son centenares las especies vegetales del pastizal que pueblan los terrenos
baldíos del área urbana, como las vías del ferrocarril y las zonas rurales de
Moreno. Muchas de estas fueron introducidas por el hombre.
Los arbustos son escasos, si bien a veces pueden formar manchones o sociedades
muy destacadas como en el caso de la «chilca» o «espanta colono», muy invasora
en el área del Parque Los Robles.
Algunas especies características de los pastizales de Moreno:
Los Humedales:
En las zonas húmedas se pueden encontrar asociaciones denominadas
genéricamente “juncales” cuando esta es la especie más resaltante del conjunto.
Existen charcos y espejos de agua de cierta permanencia, donde además de
destacarse el junco (Scirpus californicus) crecen la “sagitaria” (Sagitaria
montevidensis), el “duraznillo de agua” (Solanum gaucophyllum), la “Lagunilla”
(Alternanthera sp.), etc.
Cuando el componente dominante es la “totora” (Typha dominguensis) al
conjunto se le denomina “totoral”. Podemos ver que el Totoral no requiere zonas
inundadas pero si suelos muy húmedos, en especial los de las cercanías de los
arroyos de la cuenca alta del Reconquista y nacientes del arroyo Las Catonas y
otros sectores donde la tierra se mantiene muy húmeda como en algunos zanjeos.
Otra comunidad es el “cardal”, en que se destaca la «carda» (Eryngium
eberneum) de las zonas inundables, con largos períodos de sequías. En los
“duraznillares” se destaca el «duraznillo» (Solanum glaucophyllum) cuya presencia
es dominante en todos los sitios poco profundos de la laguna de la presa Ing.
Roggero.
Formando parte del humedal suelen observarse praderas de ciperáceas. Estas
praderas se desarrollan en sectores denominados «bajos», donde el suelo se
mantiene húmedo y verde durante todo el año. Se distribuyen dado marco al río en
casi toda su extensión, sus arroyos tributarios y el lago de la presa, aquí formando
un anillo. Es una franja de dimensiones variables aunque más extensa en las
nacientes de los arroyos. Las praderas constituyen una franja de transición entre el
pastizal y la vegetación palustre y acuática. Esta comunidad está formada por
hierbas rizomatosas graminiformes de menos de medio metro de altura. Aquí
distinguimos Scirpus chilensis que es una ciperácea de tallos triquetros,
Helechoaris bonariensis que es un junco en miniatura, la paja mansa, etc.
Algunas especies de los humedales de la zona:
Las arboledas:
La casi totalidad de árboles de la actual llanura pampeana es producto de la
forestación, de importante desarrollo en toda el Área Metropolitana. El antiguo
aspecto de la llanura se conoce por descripciones de viajeros naturalistas como
Humboldt quien, respecto de la llanura pampeana, expresa: «...llena el alma del
sentimiento de lo infinito».
Los árboles que se encontraban en esta zona a la llegada de los españoles,
aunque nunca muy numerosos, se hallaban formando galería en las márgenes del
río y los arroyos, en las áreas de suelo húmedo, en los médanos enterrados bajo el
suelo, formados los avances del mar que sufrió la zona en los últimos diez mil
años. También salpicando aquí y allá, la inmensa llanura.
Nuestra jurisdicción se encuentra en gran medida dentro de la depresión que
forma la cuenca del río Reconquista (91 %), con vastas áreas inundables y
humedales, hoy disminuidos por la sobreexplotación de los acuíferos y zanjeos.
La proximidad y conexión de nuestra zona con el Delta, a través del río, y la
influencia del dominio mesopotámico, parecen coincidir con los datos conservados
en el archivo de indias, los cuales nos dicen que, a la llegada de los españoles,
existían en nuestro territorio bosques en galería de cierta extensión.
Opinamos que las antiguas observaciones de viajeros del período hispano, como
aquel que describió en 1691 : «... de Buenos Aires a Córdoba se extiende una
llanura de más de 200 leguas, en la que no se ve un solo árbol», se refieren a
generalidades fitogeográficas que para nuestra zona en particular, carecen de
validez.
Entre otras especies se encontraban: «Tala», «Sombra de toro», «Sauce criollo»,
«Espinillo», «Coronillo», «Ceibo», «Ombú» y «Cina Cina», aunque con referencia a
estos dos últimos, actualmente se discute su origen argentino y aún americano.
También existen pruebas de la existencia de «Algarrobo blanco» (Prosopis alba),
que es característico de toda la Provincia del Espinal y llegó hasta los alrededores
de la ciudad de Buenos Aires, donde fueron destruidos, quedando aislados algunos
viejos ejemplares en Campo de Mayo y San Isidro. La destrucción de aquella
arboleda se habría debido a la necesidad de los pobladores de proveerse de
madera, en los primeros años de Buenos Aires.
Esto queda probado a través de Actas del Cabildo de Bs. Aires que datan de
1590, cuyas disposiciones intentaban evitar la desaparición de los pocos
algarrobos que había «en el ejido de esta ciudad, hacia el Riachuelo de los
navíos». Para la misma época otras disposiciones intentaban lograr la
conservación de los sauces de las costas de los ríos interiores.
En cercanías y dentro del partido de Moreno existe hoy una variada arboleda, en
su mayor parte compuesta por árboles exóticos (aprox.90%). Inicialmente fueron
plantadas para obtener sombra, madera, abastecimiento de frutos y como
“rompevientos”. Se ubicaron en las inmediaciones de los cascos y puestos de
estancias, así como en los bordes de algunos caminos. Aún pueden observarse, en
algunos sitios, estas formaciones arbóreas, solitarias como islas, en las zonas
rurales, donde la agrupación de árboles muy antiguos suelen indicar los sitios que
habitaran aquellos viejos pobladores.
Guillermo Enrique Hudson, quien vivió durante su niñez en la estancia
«Veinticinco Ombúes» (actual Parque Ecológico G. E. Hudson) de Florencio Varela,
describe en su libro: «Allá Lejos y Hace Tiempo», las arboledas de la campaña
bonaerense hacia mediados del siglo pasado. Habla de los álamos de lombardía
que se encontraban plantados en fila, sauce colorado (sauce criollo), acacias
negras, (Gleditsia), membrilleros, cerezos, durazneros, moreras, acacia blanca,
paraísos, ombúes, etc. Puede verse que ya en aquellos años las especies exóticas
eran mayoría.
Otra forma de plantación, esta vez involuntaria, en que muchas especies
vegetales exóticas fueron introducidas desde Europa, consistió en el transporte de
semillas adheridas en el pelaje del ganado importado o en diversos elementos
introducidos, y aún mezclado con otras plantas y frutos para consumo y cultivo.
Germán Burmesiter, en su obra «Un viaje por los Estados Del Plata» realizado a
fines de la década de 1850, describe la vegetación originada en los bordes de los
caminos, en el trayecto de Bs Aires a Santa Fe y Córdoba, la que contrastaba con la
vegetación autóctona de esos lugares, ubicada unos metros más allá del camino,
atribuyendo este cambio a la germinación de semillas que iban cayendo de las
carretas, al transporte del ganado, etc.
Muchas de estas especies vegetales posteriormente se transformaron en plagas.
El proceso de colonización modificó la naturaleza autóctona de estas tierras. En el
siglo XVIII, Francisco de Merlo, menciona un monte de frutales ubicado a la vera
de la capilla del pueblo que hoy lleva su nombre. Recordamos también que la
introducción de eucaliptos de varias especies, comenzó en el año 1858, por
iniciativa de Sarmiento.
En 1874, el vecino Juan Pernín, quien poseía tierras a orillas del río De Las
Conchas, en inmediaciones del puente ferroviario, plantó las filas de casuarinas
que aún pueden observarse en galería al río. Aquí y allá, a nuestro alrededor,
podemos encontrar algunos ejemplares muy antiguos que suelen pasar
inadvertidos, aún cuando se encuentran localizados en sitios muy frecuentados.
Como ejemplo citamos los cipreses del patio del jardín de infantes aledaño a la
Escuela Nº 24. Dicho predio constituyó el primer cementerio de Moreno y estos
árboles fueron donados en ocasión de su inauguración por don Emilio Corbiere, el
1º de Enero de 1866.
Otro ejemplo lo constituye un grupo de Paraísos de más de ciento veinte años de
antigüedad que se hallan en los terrenos de la estación de Moreno, en el sector de
la antigua casa del jefe de la misma, los cuales, sin duda datan de la fundación de
este pueblo. En proximidades del antiguo casco de la estancia de Alcorta se
conserva un aguaribay seguramente plantado por integrantes de la familia
Alcorta, procedentes de Santiago del Estero, por motivos sentimentales.
Los árboles silvestres de nuestra zona.
Se trata de especies que se encontraban en nuestra zona hacia la época de la
conquista, en las proximidades de los cursos de agua. La gradual transformación
del ambiente ha disminuido sus poblaciones hasta desaparecer como el caso del
coronillo. Ejemplares de algarrobo blanco sólo se conservaron en Campo de Mayo
y San Isidro. En Moreno está siendo reintroducido desde 1997.
En cuanto a los Talas, existen algunos ejemplares, muy viejos, en el Parque y
Museo “F. J. Muñiz”, formando un bosquecillo que se encuentra protegido desde
1997. Sus semillas son digeridas y transportadas por las aves, por lo cual esta
especie se expande hacia el parque “Los Robles” y a todos aquellos espacios que
resulten propicios para su propagación. Las especies arbóreas como el tala sólo
requieren de un ámbito estable donde desarrollarse, pero ello está limitado en la
actualidad por las actividades humanas. Lo que más afecta a las especies silvestres
es el uso ilegal del espacio público y el consecuente uso de recursos naturales para
beneficio particular. Un caso de este tipo gravedad lo el desarrollo del cultivo de
la soja. En dicho parque, a salvo del arado, es donde los pequeños talas forman
sotobosque, al abrigo de los árboles más grandes.
Plantas trepadoras y epífitas que se encuentran en las arboledas.
CAPÍTULO IX
Sumario:
Valoración y composición del
Patrimonio.
Algunos elementos del Patrimonio
Histórico Cultural.
VALORACIÓN DEL PATRIMONIO DE MORENO:
Es necesario un relevamiento permanente de los bienes culturales y naturales de
Moreno. Tomar nota de estos recursos para luego intentar estrategias de
conservación y preservación. En los últimos sesenta años, a la par del crecimiento
poblacional y económico, en especial del desarrollo comercial, se ha dado una
importante disminución de nuestro patrimonio tangible más antiguo. Por lo
general sólo se han realizado esfuerzos aislados para conciliar las exigencias del
progreso urbano con la necesidad de salvaguardar valores de nuestro ambiente
natural y humano.
Según las Normas de Quito: «...La defensa y valoración del patrimonio
monumental y artístico no contraviene, teórica ni prácticamente, una política de
regulación urbanística científicamente desarrollada. Lejos de ello, debe constituir
el complemento de la misma». Ocurre a diario que, quienes tienen el poder para
decidir sobre si un edificio de valor histórico, arquitectónico o un área natural
merecen ser conservados, carecen de interés para posibilitarlo, y quienes
construyen o manejan negocios que modifican el ambiente cultural y natural, por
lo general, no están dispuestos a realizar ningún sacrificio económico para evitar
las consecuencias negativas de sus obras.
En el año 1988, luego de participar en el Segundo Encuentro de Directore de
Museos de la Provincia de Buenos Aires y ante la creación de la Comisión
Provincial del Patrimonio Cultural Provincial, se organizaron reuniones a nivel
local en las que participaron la entonces Directora Provincial de Museos,
Monumentos y Sitios Históricos, representantes del Departamentos Ejecutivo y
Deliberativo Municipal y asociaciones no gubernamentales. Estas reuniones dieron
origen a la Ordenanza Nº 2.365/88, redactada originalmente por nosotros y,
posteriormente, modificada en el ámbito del Honorable Concejo Deliberante. Por
medio de esta norma se declara responsable y protector de los bienes culturales y
reservas naturales existentes en el Partido de Moreno al Gobierno Municipal,
creándose la Comisión de Promoción Cultural, Investigación y Preservación del
Patrimonio de Moreno que debía presidir el Intendente Municipal y estaría
integrada además, por un representante del H.C.D y uno por cada una de las
Entidades no gubernamentales interesadas en participar en dicha Comisión.
Sin embargo, pasaron doce años hasta que, en 1995, con el cambio de
autoridades en el municipio, la Comisión comenzó a funcionar. A partir d entonces
estuvo integrada por quince instituciones entre las cuales participaron activamente
el Honorable Concejo Deliberante, el Departamento Ejecutivo Municipal, Sociedad
de Arquitectos de Moreno, Asociación de Abogados de Moreno, Sociedad Española
de Socorros Mutuos, Sociedad Unión Francesa de Socorros Mutuos, Sociedad Unión
Italiana de Socorros Mutuos, Centro Vasco, Centro Tradicionalista Las Espuelas,
Museo del Círculo Criollo El Rodeo, Asociación de Periodistas de Moreno, Instituto
Moreniano, Instituto Belgraniano, Museo Molina Campos y Museo Amancio
Alcorta, y personas especialmente invitadas a participar debido a sus
conocimientos sobre la temática.
La comisión sirvió como asesora del municipio en diversos temas relacionados
con la historia local y presentó proyectos de ordenanza que tenían el objetivo de
proteger y revalorizar elementos del patrimonio local. Fue una experiencia de
cinco años que nos permitió comprender hasta qué punto no basta con decretar de
interés histórico tal o cual edificio o monumento. Ni esto, ni colocar una placa en
su frente pueden asegurar por sí mismos la conservación del Bien. Para el año
2001, la Comisión dejó de funcionar. Condicionada por la situación socio
económica reinante en el país y más aún, desanimada por las limitaciones
jurídicas que impidieron, en varios casos, contribuir a frenar la pérdida o deterioro
de varios elementos del patrimonio artístico, monumental e histórico
arquitectónico locales, en especial del dominio privado.
Citaremos aquí algunas consideraciones extraídas de Endere, M.L e Iturburu, M.S.
(CONICET-INCUAPA), en su escrito: «Competencias Municipales en relación al
patrimonio cultural. Nuevos enfoques y desafíos»: «Si bien la Constitución
Nacional establece la tutela del Estado en relación con el patrimonio cultural, sólo
define responsabilidades de la Nación y de las provincias.». «La Constitución
Nacional dedica unas pocas líneas a los gobiernos locales. Desde su sanción en
1853 hasta la reforma de 1994, se limitó a establecer la obligatoriedad de las
provincias de asegurar el «régimen municipal". Esta expresión tan ambigua generó
décadas de controversias respecto de la naturaleza del municipio, hasta que en
1989 la Corte Suprema de Justicia de la Nación la definió al establecer que los
municipios son autónomos. A ello contribuyó el paulatino reconocimiento de la
autonomía municipal en las constituciones provinciales que e fueron reformando
en el último período democrático.
Art. 123: «Cada provincia dicta su propia Constitución, conforme a lo dispuesto
en el artículo 5 asegurando la autonomía municipal y reglando su alcance y
contenido en el orden institucional, político, administrativo, económico y
financiero».
Ahora bien, la jurisprudencia surgida desde la reforma de la Constitución Nacional
permite afirmar (que) esta declaración de autonomía municipal fue más una
enunciación de principios y una aspiración de los constituyentes –lo que no es
poco- que una prescripción de cumplimiento obligatorio. A pesar de las amenazas
de la intervención federal en caso de no reconocer la autonomía, la realidad es
que cuatro provincias aún no la consagraron (Buenos Aires, Entre Ríos, Mendoza y
Santa Fe).
En los últimos quince años el interés y la preocupación de la ciudadanía y el
Estado Municipal respecto de la preservación del patrimonio cultural se ha
manifestado como nunca antes. Varias obras de recuperación de espacios públicos
y edificios emblemáticos como el viejo hospital o la conservación de elementos
históricos en la obra de construcción de la nueva estación así lo evidencian.
Es importante tomar conciencia de la importancia que tiene dinamizar los bienes
culturales por cuanto ellos determinan la identidad del lugar. Consolidan la
conciencia local, crean lazos de arraigo a la propia comunidad permitiendo la
elaboración de un perfil cultural propio, otorgan elementos auténticos para poner
en marcha mecanismos de desarrollo identificados con la realidad de la población.
Estos permiten que la comunidad protagonice y participe de la realidad,
transformándola a partir de un estado armónico entre el hombre y su medio.
Contribuye a preservar la cultura nacional, popular y local y valoriza el medio
ambiente humano y natural.
Así mismo debe tener en cuenta que los criterios tradicionales para la valoración
del Patrimonio Cultural y Natural, sobre todo aquellos que se refiere a los ámbitos
de lo histórico o arquitectónico son muy limitados y no cubren la necesidad de
considerar a todos los bienes representativos de la comunidad. Los objetos
testimoniales de la historia deben representar todos los períodos del desarrollo de
la comunidad morenense. En el caso de los edificios o conjunto de ellos, se debe
valorar también su entorno inmediato, tenerse en cuenta la arquitectura popular,
las viviendas características de los sectores sociales marginados, edificios de las
estaciones de trenes, industrias, comercios, etc. El objetivo principal debe ser
preservar aquellos elementos testimoniales de la historia social que permitan
representar ampliamente a todos los sectores y con ello iniciar un camino rumbo a
la integración cultural de la comunidad.
El patrimonio natural de Moreno está constituido por la variedad de paisajes que
conforman la flora y fauna de su territorio. El principal determinante es el río De la
Reconquista, ya que el mismo define un amplio valle dentro del cual se encuentra
ubicado el 91% del Distrito. Son aquellos elementos de la naturaleza que
caracterizan nuestra región y tienen un valor relevante desde el punto de vista
estético, científico y medioambiental. El patrimonio natural lo constituye la
existencia del paisaje pampeano con sus ambientes como el humedal, el pastizal y
las especies arbóreas autóctonas.
El patrimonio cultural está formado por los bienes culturales que la historia le ha
legado a un pueblo y por aquellos que en el presente se crean y a los que la
sociedad les otorga una especial importancia histórica, científica, simbólica o
estética. Es la herencia recibida de los antepasados, y que viene a ser el testimonio
de su existencia, de su visión de mundo, de sus formas de vida y de su manera de
ser, y es también el legado que se deja a las generaciones futuras. Comprende los
objetos arqueológicos, históricos, artísticos, etnográficos, tecnológicos, religiosos y
aquellos de origen artesanal o folklórico que constituyen colecciones importantes
para las ciencias, la historia del arte y la conservación de la diversidad cultural del
país. Entre ellos cabe mencionar las obras de arte, libros manuscritos, documentos,
artefactos históricos, grabaciones, fotografías, películas, documentos
audiovisuales, artesanías y otros objetos de carácter arqueológico, histórico,
científico y artístico. Lo principal de estos objetos se encuentra principalmente en
museos, archivos y bibliotecas del Estado.
También está constituido por los lugares, sitios, edificaciones, obras de ingeniería,
centros industriales, conjuntos arquitectónicos, zonas típicas y monumentos de
interés o valor relevante desde el punto de vista arquitectónico, arqueológico, geo-
paleontológico, histórico, artístico o científico, reconocidos y registrados como
tales. Estos bienes culturales inmuebles son obras o producciones humanas que no
pueden ser trasladadas de un lugar a otro, ya sea porque son estructuras (Por
ejemplo, un edificio), o porque están en inseparable relación con el terreno (por
ejemplo, un sitio arqueológico). La identificación del patrimonio arquitectónico y
urbano de Moreno aún necesita de mayores estudios. Sólo una pequeña parte de
él goza de protección legal, mediante la aplicación de la legislación de
Monumentos y Sitios Nacionales y son aquellos lugares o edificios de dominio
público.
El patrimonio intangible está constituido por aquella parte invisible que reside
en el espíritu mismo de las culturas. El patrimonio cultural no se limita a las
creaciones materiales. Existen sociedades que han concentrado su saber y sus
técnicas, así como la memoria de sus antepasados, en la tradición oral. La noción
de patrimonio intangible o inmaterial prácticamente coincide con la de cultura,
entendida en sentido amplio como «el conjunto de rasgos distintivos, espirituales y
materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan una sociedad o un grupo
social» y que, «más allá de las artes y de las letras», engloba los «modos de vida,
los derechos fundamentales del ser humano, los sistemas de valores, las
tradiciones y las creencias». A esta definición hay que añadir lo que explica su
naturaleza dinámica, la capacidad de transformación que la anima, y los
intercambios interculturales en que participa. Se trata de la poesía, los ritos, los
modos de vida, la medicina tradicional, la religiosidad popular y las tecnologías
tradicionales de nuestra tierra. Integran la cultura popular las diferentes lenguas,
los modismos regionales y locales, la música y los instrumentos musicales
tradicionales, las danzas religiosas y los bailes festivos, los trajes que identifican a
cada región de la Argentina, la cocina, los mitos y leyendas; las adivinanzas y
canciones de cuna; los cantos de amor y villancicos; los dichos, juegos infantiles y
creencias mágicas.
ALGUNOS ELEMENTOS
DEL PATRIMONIO HISTÓRICO CULTURAL.
Museo y Archivo Histórico Municipal
«Amancio Alcorta».
Consta del conjunto de dos casas que pertenecieron a la familia Alcorta. La
construcción más antigua, que recuerda el estilo colonial, data de la década de
1830, época en que Amancio Alcorta se llegara a Buenos Aires procedente de
Santiago del Estero. El edificio más grande es de estilo neoclásico italiano. Su
construcción habría sido iniciada en la década de 1860. Se trata del único
Monumento Nacional del Partido, declarado por decreto-ley nº 8505 del 31 de
Diciembre de 1969. El casco de la antigua estancia «Paso del Rey» de Don Amancio
Alcorta era conocido con el nombre de «monte Alcorta» o «quinta de Alcorta» y
ocupaba una superficie de unas diez hectáreas, arboladas profusamente con
diversas especies forestales.
En 1966 se produjo el loteo y remate de esa propiedad. En Setiembre, los Sres.
Rafael Amancio, Pedro Santiago, Jorge Diego Alcorta y María Adela Alcorta de
Waldorp se dirigieron a la Municipalidad con el fin de comunicar que en
oportunidad de vender a la firma inmobiliaria Viamonte S.C.A la «Quinta Alcorta»,
establecieron como condición de venta que no sería demolida la casa-habitación
de Don Amancio Alcorta (la más pequeña de las casas y la más antigua) y a dejar
un lote de terreno que la comprenda, y que sería destinada al Museo de Moreno
con la denominación de «Museo Histórico Municipal Amancio Alcorta»,
suscribiéndose la escritura respectiva ante el escribano de la Ciudad de Buenos
Aires, don Rodolfo Deheza el 24 de Mayo de 1966.
Por otra parte, los dueños de la empresa inmobiliaria que realizó el remate,
Sres. Benito Sánchez Fages y los doctores Mario Biondi y Norberto P. Tavasci, se
dirigen a la Municipalidad, el 5 de Octubre, a efectos de comunicar que,
ampliando la donación establecida como condición de la venta, la sociedad
inmobiliaria, por voluntad unánime de sus componentes, deciden hacer formal
donación al Municipio de la casa restante con el fin de no destruir el conjunto de
edificios que pertenecieron a la familia Alcorta. De esta manera -según
expresaron- el Museo de la Ciudad de Moreno contaría con mayor amplitud para
sus instalaciones y se conservaría ese conjunto de casas de gran importancia
histórica. Donaban además, 400 m2 de terreno, que exceden a lo que corresponde
a las reservas fiscales, incluyendo una plazoleta con el añoso ombú de la estancia,
recientemente destruido por una tormenta eléctrica y el paso de los años.
Luego de varias reparaciones efectuadas a los edificios, se produjo en 1967 la
habilitación de las primeras salas de exposición del Museo y acto de traspaso de
propiedad de los donantes a la Municipalidad de Moreno.
En 1969 por Decreto Nº 8505 del Poder Ejecutivo Nacional, el conjunto edilicio es
declarado Monumento Histórico Nacional, siendo el único que posee Moreno.
Las colecciones iniciales del Museo fueron formadas por el Prof. Juan Carlos
Ocampo, historiador local. Desde 1964 y hasta 1968, el museo funcionó en un
antiguo edificio que se encontraba ubicado hacia los fondos del Palacio Municipal.
Museo de Arte Biográfico «Florencio Molina Campos».
Este museo es de carácter privado y depende de la
Fundación homónima, responsable de los bienes que
alberga. Fue inaugurado en el año 1979. Su temática
gira en torno a la vida y obra del más representativo
de nuestros pintores tradicionalistas. Se exhiben
numerosas obras originales y reproducciones.
El edificio fue construido por la iniciativa de la
señora Elvira Ponce Aguirre de Molina Campos, ya
fallecida. Originalmente sus colecciones fueron
formadas por obras pertenecientes a "Elvirita" y en
especial por medio centenar de cuadros procedentes
de EE:UU, a partir del legado de un coleccionista admirador de la obra de
Florencio Molina Campos, llamado Edward Larocque Tinker. En 1972, la Fundación
Tinker entrega al embajador argentino en Washington, 42 cuadros coleccionados
por aquel, destinados a ser custodiados en el Museo Histórico Municipal de
Moreno. Se realizó la ceremonia para la entrega oficial,
en el Centro para las Relaciones Interamericanas y la
Srta. Martha Muse se refirió a la compra que había hecho
especialmente es señor Tinker, para donarla
expresamente a la Argentina. Medió en las gestiones de
repatriación de las obras, nuestro cónsul general en
Nueva York, señor Rafael M. Vázquez.
Sobre estos acontecimientos,
hasta el día de hoy, no hemos
podido hallar explicación sobre
cómo estas obras pasaron a pertenecer al ámbito privado.
Más aún, tememos por la integridad de esta colección,
dados los conflictos legales del año 1997, a partir de los
cuales el Museo permanece cerrado al público en general,
siendo abierto sólo en ocasiones especiales.
Museo del Círculo Criollo «El Rodeo».
Pertenece al Círculo Criollo «El Rodeo» de Puente Márquez. En él se exhiben
objetos y documentos sanmartinianos; imágenes religiosas; elementos
gauchescos; armas; vehículos antiguos, etc. Posee dos salas de exposición. La
colección fue formada por Don Rodolfo «Fito» Binaghi (f), a lo largo de toda una
vida dedicada al tradicionalismo y a su institución.
Museo Municipal de Bellas Artes «Manuel Belgrano».
El Museo Municipal de Artes Plásticas
«Manuel Belgrano» fue creado el 21 de
Diciembre de 1981, por Decreto Nº 1135, por
iniciativa de la entonces Directora de Cultura,
la Dra. Adelina García. Sin embargo en
aquellos tiempos no se construyó ni asignó
sede alguna y la colección deambuló durante
muchos años por distintos sectores de la
Municipalidad. En 1992, la Dirección del Museo
Histórico Amancio Alcorta rescató la obra con el
fin de conservarla y exponerla en esa sede
hasta tanto se construyera el Museo de Arte.
Allí fueron depositadas y expuestas
periódicamente durante quince años. Será recién el día 20 de Junio de 2007, por
iniciativa del Intendente Don Andrés Arregui,
que se creará su sede definitiva.
Producto de la inversión oficial, el edificio
posee dos plantas con dos salas de
exposición superpuestas que cubren una
superficie de más de doscientos metros
cuadrados. Además el lugar cuenta con un
parque donde se exhiben esculturas.
El patrimonio artístico que integra la
colección en la actualidad es de
aproximadamente 160 obras. Las piezas más
antiguas datan de los inicios de la década de
1960, cuando comenzara a formarse la colección. Consiste principalmente de
pinturas, grabados y esculturas que fueron incorporadas a lo largo del tiempo
mediante donaciones de los propios artistas, y adquisiciones del Municipio, a
través de la organización de concursos que contemplaban la adquisición de las
obras premiadas. En los últimos años, numerosas piezas fueron incorporadas
gracias a la colaboración de la Asociación Amigos del Museo.
La colección se caracteriza por representar, diversos estilos y técnicas,
correspondientes a las últimas décadas. La importancia de la colección trasciende
el ámbito local y en algunos casos, reviste interés regional e internacional.
Parque Ecológico y Museo de Historia Natural
«Francisco Javier Muñiz»
Esta institución fue creada por
Ordenanza del 24 de Octubre de 1990,
sobre la base de la colección
paleontológica formada desde 1984,
a través de numerosos trabajos de
recolección de fósiles en la zona.
Actualmente y desde aquellos años, la
colección del Museo Muñiz ocupa
parte de las instalaciones del Museo
Amancio Alcorta, a la espera de la
construcción de un edificio adecuado en su sede definitiva, inaugurada por el
Intendente Lic. Mariano F. West, el 21 de Mayo de 1999, en tierras del perilago de
la presa Ing. Roggero. Este proyecto posibilitó la recuperación de las antiguas
tosqueras donde los fósiles afloran a la vista del visitante, con una antigüedad que
se remonta al Pleistoceno medio. En el Parque Ecológico y Museo cuya, superficie
es de aproximadamente cincuenta hectáreas, funciona un acuario y se exponen
fósiles en los mismos yacimientos en que aparecen, rodeados de un marco natural
de extraordinario valor natural, científico y educativo. La conservación de este
espacio hoy permite un acercamiento a los distintos ambientes ecológicos,
especialmente al humedal de gran potencial biótico. El Museo puede recorrerse a
pié por un sendero de interpretación especialmente dispuesto.
EDIFICIOS PÚBLICOS DE VALOR HISTÓRICO-ARQUITECTÓNICO
Palacio Municipal de 1912.
Edificio ubicado frente a la plaza
principal, actualmente utilizado por
algunas dependencias municipales,
donde funciona el salón de sesiones
del Honorable Concejo Deliberante.
Fue construido durante el gobierno
del Intendente Emilio Gnecco para el
centenario de la Revolución de Mayo,
pero fue inaugurado en 1912. Se trata
de un edificio de hermosas líneas
arquitectónicas del romanticismo
francés, obra del constructor Adolfo
Forcella.
Teatro Municipal «Leopoldo Marechal».
Este teatro fue inaugurado en el año 1986 sobre la base de la antigua sede del
salón social de la Unión Francesa de
Socorros Mutuos que data del 25 de
Diciembre de 1904. Durante muchos
años el salón fue utilizado como biógrafo
y teatro. Es por ello que, durante casi
todo el siglo XX se lo conoció como Cine
Teatro París. Desde la década de 1960
funcionaron allí el Juzgado de Paz,
comercios y oficinas municipales. La
compra del edificio y su
acondicionamiento por parte de la
Municipalidad posibilitó contar con una sala apta para el desarrollo de varias
actividades, principalmente la teatral, que ha sido uno de los aspectos de mayor
crecimiento en el espectro cultural local de las últimas décadas.
Catedral de Moreno. Parroquia
«Nuestra Señora del Rosario».
Es la iglesia más antigua de Moreno. Se encuentra
ubicada frente a la plaza principal de la ciudad. La
piedra fundamental de este edificio fue colocada,
en 1863, por el Gobernador Mariano Saavedra. Su
construcción, de estilo neoclásico, fue modificada en
la década de 1960, en especial los sectores anexos
laterales, a los que se les dio aspecto colonial
español. Su primer cura párroco fue el Rvdo. Padre
Natalio Arellano. La inauguración se llevó a cabo el
5 de Noviembre de 1865. Al crearse el obispado
Merlo-Moreno, el 13 de mayo de 1997, y designarse
obispo al presbítero Padre Fernando María
Bargalló, la antigua iglesia fue elevada a la
categoría de catedral.
Edificio del Hospital «Mariano y Luciano De La Vega»
-año 1912-
Hermoso ejemplo de la arquitectura sanitarista
de la época, está ubicado en la intersección de las
Avdas. Del Libertador Gral. San Martín y Florencio
Molina Campos. La Municipalidad de Moreno, a
través del Instituto de Desarrollo Urbano y
Ambiental Regional (IDUAR), se encuentra
realizando trabajos de restauración con el fin de
devolverle sus características originales. Es el
principal ejemplo de recuperación del patrimonio
histórico-arquitectónico en la región.
El Hospital Municipal de Moreno fue inaugurado
el día 31 de Marzo del año 1912. Aquel día
también fue inaugurado el Palacio Municipal
(edificio del actual salón de reuniones del H.C.D), cuya ceremonia se realizó en
primer lugar y desde allí partió hacia el hospital la comitiva, a pié, acompañados
por la música de una banda y gran cantidad de público.
El viejo Hospital fue posible gracias al legado realizado por don Mariano De La
Vega, de destacada actuación política en nuestro medio, quien, al fallecer el 3 de
noviembre de 1903, deja expreso en la cláusula undécima de su testamento que,
una vez fallecido su hermano Luciano, sus propiedades en Moreno serían vendidas
en remate público y con el producto deberá ser construido un Hospital de Caridad,
el que llevará su nombre. Luciano De La Vega fallece al año siguiente, el 23 de
septiembre de 1904, y a partir de allí comenzarán las tramitaciones para comenzar
con la obra.
La piedra fundamental fue colocada el 25 de Marzo de 1909. El hospital
comienza a funcionar luego de su inauguración, tres años más tarde. El edificio
contaba con dos pabellones de enfermedades comunes, uno de operaciones, uno
de administración y el correspondiente a la cocina. La ejecución de lo obra del
hospital tuvo un responsable de calidad profesional y humana extraordinarias, sin
cuya participación los deseos de los donantes quizás se hubieran frustrado. Fue su
albacea testamentario Don Eusebio E. Giménez quien, además de contar con el
asesoramiento de los destacados profesionales como los Dres. Julio Méndez y
Nicolás Repeto, llevó adelante esta obra de tal manera cuyos resultados, se diría,
superaron las expectativas de los propios donantes.
Estación de Moreno.
La estación de Moreno fue
inaugurada el día 12 de Abril
de 1860, hecho que dio
origen al primer pueblo a su
alrededor ante las ventajas
del transporte ferroviario. En
realidad el actual edificio,
designado recientemente
como Monumento Histórico
Municipal, data de la década
de los años 1870. El mismo
día de su inauguración, desde
sus instalaciones se efectuó la primera comunicación telegráfica en el país,
realizada por el Gobernador Felipe Lavallol, en conexión con la estación cabecera
Del Parque. Fue designada como monumento de interés municipal en 1993.
Casa y Taller del pintor Alberto Bruzzone.
El pintor Alberto Bruzzone (1907-1994) vivió
junto a su familia en la actual Ciudad de Paso
del Rey de éste Partido, entre 1948 y 1954,
habitando la casa- taller que él mismo
construyera, con frente a la calle Graham Bell,
muy cerca del río en el Barrio «La Quebrada».
En los muros de la propiedad aún se
conservan frescos realizados por el artista.
Capilla Nuestra Señora de Guadalupe.
Obra del destacado arquitecto Claudio Caveri, este templo fue inaugurada en el
año 1967. Su estilo particular proviene del movimiento denominado «casas
blancas», difundido por Caveri desde su establecimiento en la localidad de Trujui
en el año 1958, cuando funda, junto con otras personas, la Comunidad Madre
Tierra. El casablanquismo es un estilo de construcción que se caracteriza por la
utilización de materiales sencillos que rompe con los esquemas rígidos del
racionalismo, dando como resultado construcciones de diseño atípicas.
Estatua del Dr. Mariano Moreno
Se encuentra instalada en el centro de la plaza
principal de la ciudad de Moreno. Se trata de una
verdadera obra de arte confeccionada por el escultor
florentino Pietro Costa de Florencia, en mármol de
Carrara. Fue el primer homenaje al prócer de Mayo en
el país, realizándose sobre la base de las
descripciones de Manuel Moreno, hermano de
Mariano. Su inauguración contó con el padrinazgo del
Dr. Nicolás Avellaneda en ejercicio de la Presidencia
de la República, el 15 de abril de 1877.
Estatua del General San Martín
La estatua del Libertador Gral. Don José de San Martín, es un homenaje del
Partido de Moreno al prócer, ideada en ocasión de los festejos del centenario de
su muerte en 1950. La Comisión de Homenaje al Libertador Gral. San Martín,
presidida por el intendente Dr. Alberto Vera, firmó con el escultor que ganara el
concurso, un convenio mediante el cual la obra debía ser entregada en octubre de
ese mismo año, sin embargo por diversas dificultades, entre estas la decisión de
aumentar el tamaño de la escultura de la obra se retrasó, inaugurándose por fin el
día 10 de abril de 1955. La estatua fue realizada por el escultor español Tomás de
Castro, de conformidad a las normas del Instituto
San Martiniano. Representa al Gral. San Martín
sentado sobre una roca de la cordillera,
estudiando los planos de guerra que se había
trazado para el paso del los Andes. La fundición
en bronce fue realizada en los talleres de
Humberto Radaelli en la calle Tucumán 3544 de
la Ciudad de Buenos Aires, realizando el
transporte de los moldes, la empresa local de José
D. Sanchotena. El proyecto de emplazamiento de
la obra fue del entonces director de Parques,
Plazas y Urbanismo, el Sr. Francisco Lavecchia.
El acto inaugural fue un gran acontecimiento, publicado en casi todos los diarios
del país. Participaron, en representación del Presidente Juan Domingo Perón, su
edecán, Vicecomodoro E. F. Mac Loughlin y el Gobernador de la Provincia de
Buenos Aires, Carlos Aloé. El acto fue multitudinario. Luego de los discursos hubo
un gran desfile. El Dr. Vera entrega al Gobernador un talero y un cuchillo con
mango de oro y plata como obsequio para el Presidente Perón.
Estatua de la «Libertad»
Se halla ubicada en el centro de la plaza
principal del pueblo de Francisco Álvarez.
Originalmente ocupó el mismo lugar y aún
el mismo pedestal en que se encuentra
emplazada la estatua del Dr. Mariano
Moreno desde 1877.
La representación de «la Libertad» en el
país, tal como se ve hoy en la estatua de la
Plaza de Francisco Álvarez, se inicia desde
1856 y 1857, años en que se realizaron
obras para la remodelación de la entonces
Plaza Victoria (hoy Plaza de Mayo),
apareciendo por primera vez dicha
alegoría en forma de escultura. Estas obras
estuvieron a cargo del famoso ingeniero y
pintor Prilidiano Pueyrredón. La
decoración de la Pirámide de Mayo, que
data de 1814, se encargó al escultor francés Joseph Dubourdieu, quien esculpió la
famosa estatua que corona la Pirámide, realizándose varias reproducciones más o
menos idénticas, entre las que, probablemente, se encuentra la de Moreno dada
su contemporaneidad. La estatua de la Libertad de Francisco Álvarez es el primer
monumento que tuvo nuestro Partido. Fue instalado en la plaza de Moreno al ser
declararla plaza pública por el Gobernador Mariano Acosta, tras un largo litigio
por su propiedad entre la Municipalidad y la Empresa Ferrocarril del Oeste.
Al ser reemplazada por la del Dr. Moreno, la estatua a la Libertad, fue
depositada por largo tiempo (entre 1877 y 1912) en el antiguo edificio de la
Municipalidad sobre la Avda. del Libertador. En 1912, con la inauguración del
Palacio Municipal que hoy ocupa el Salón de Sesiones del H.C.D, fue ubicada en su
patio interior. (Aproximadamente donde se encuentra plantado el ejemplar de
tilo). Por el año 1932, fue nuevamene trasladada, esta vez a la actual Plaza
Libertad, permaneciendo en el mismo sitio del monumento al Gral. San Martín
hasta que éste fue erigido, en la época del Intendente Dr. Vera. (1955). A partir de
ese momento fue depositada en la Inspección General y hacia los inicios de la
década de los años de 1960, por Ordenanza del H.C.D se decidió su
emplazamiento en la localidad de Francisco Álvarez.
Monolito de Álvarez
El monolito, ubicado a un costado de la ruta Nº5 (ex Nº7) a la entrada del
pueblo de Francisco Álvarez, fue instalado en 1934 por iniciativa de Don Enrique
Udaondo, historiador y fundador del Museo de Luján. Es un homenaje de la
provincia de Buenos Aires a los caídos durante los enfrentamientos dados en los
campos de Álvarez. En 1829 combatieron los ejércitos de Rosas y López contra
Lavalle, y en 1852, acontecen en nuestro Partido los primeros escarceos entre el
Ejército Grande de Justo José de Urquiza y
las fuerzas de Don Juan Manuel de Rosas,
en los días previos a Caseros. En las
inmediaciones de este sitio aún se
conserva el casco de la estancia «La
Tradición» de la familia Álvarez, hoy
dentro del country del mismo nombre,
donde Urquiza instaló su cuartel general.
En el año 2008, el monolito de la
imagen que acompañamos a estas líneas
fue reemplazado por otra construcción,
debido a que el original fue destruido
durante un accidente de tránsito. Si bien la
estructura del nuevo monolito no es la
misma, tampoco su forma y dimensiones,
la placa de mármol con la leyenda es la
original y fue amurada luego de ser
restaurada en el Museo Histórico
"Amancio Alcorta".
Monolito que recuerda el vado «Paso del Rey».
Señala la ubicación del Sitio Histórico más antiguo del Partido: El «Paso del
Rey», vado natural que fuera utilizado por las carretas, correos, etc., para cruzar el
río cuando aún no existía el Puente de Márquez. Este punto indica el recorrido
primitivo del Camino Real al Oeste. Su nombre dio origen a la estancia «Paso del
Rey», de Don Amancio Alcorta y a la actual Ciudad.
Fue un vado natural, un sitio del río cuyo lecho se mantenía elevado respecto al
rest o, debido a presentar allí rocas llamadas «toscas» que al ser más resistentes a
la erosión hídrica determinaron sectores de aguas poco profundas. Estos « bancos
de t os cas » facilitaron el cruce del río, sobre todo a las carretas que trans it aban el
ant iguo «Camino Real», descubierto por Don Rodrigo Ortiz de Zárate en 1586.
Existen desde varios siglos y quizás milenios atrás, numerosos sectores a lo
largo de todo el curso del río Reconquista
con estas características, pero quizás
debido a la facilidad de su acceso o por
encont rarse en la dirección en que el
antiguo camino hallaba terrenos menos
accidentados, este vado fue utilizado con
preferencia figurando desde aquellas
lejanas épocas como «paso del Rey».
Mucha gent e cree que su nombre
obedece a que este «paso» fue utilizado
por algún Rey, lo cual es imposible ya que
ningún Rey español vino a la Argentina
hasta la visita del Rey Juan Carlos de
Borbón. En realidad el origen de la
denominación parece ajustarse a lo propuesto por el Prof. Juan Carlos Ocampo
cuando dice: «Todo aquello que era oficial recibía el nombre de real, porque
jurídicamente pertenecía al Rey de España y no a España...».
En el transcurso de los siglos XVII y XVIII el cruce del río por el Camino Real
(Camino General del Oeste) se realizó por el «paso del Rey». Su utilización fue
mermando a partir de 1773, cuando Don Ambrosio Márquez const ruye e l hist ór ico
« Puente de Márquez» . D urant e e l transcurso del siglo XIX su utilidad será cada vez
menor, aunque adquirirá importancia vecinal, sobre todo a partir de la segunda
mitad de siglo, para la comunicación entre los habitantes de Merlo y Moreno.
Existe un documento que parece confirmar lo anterior. En 1863, vecinos de
nuestro pueblo solicitan al Juez de Paz de Luján que ordene la apertura de la calle
que conduce al Río de las Conchas (De la Reconquista, desde 1954) que estaba
cerrado con alambrado del terreno de Don Juan Pernín, explicando que ese era el
único paso próximo a este pueblo.
Para los inicios del presente siglo el paso del Rey había desaparecido
físicamente, sin embargo algunas personas conservaban recuerdo de él. En una
carta que Santiago Alcorta dirige al Honorable Concejo Deliberante de Moreno en
1911 dice: «...este paso sirvió siempre, hasta que la Empresa Del Molino levantó el
tajamar que lo ha cubierto,...»
Cómo fue ubicado el sitio donde se encontraba el vado.
Pensábamos que cualquiera fuese el motivo de la desaparición del vado, debían
quedar indicios de su localización. Pero resultaba muy difícil hacer buenas
observaciones de las barrancas en esa zona, pues estas se hallaban
permanentemente cubiertas de vegetación y desechos arrojados por la población,
las industrias y la bajante luego de cada inundación.
Creíamos que el paso debía encontrarse a unos 150 metros. al sur-oeste del
puente ferroviario, pero lo que más alentó esta idea fue hallar en el Museo y
Archivo Histórico Municipal «Amancio Alcorta» una fotografía del puente que data
del siglo XIX (probablemente de 1870 o años anteriores), tomada por el fotógrafo
Antonio Pozzo, fotógrafo oficial del Ferrocarril del Oest e. Est a fotografía, fue
tomada desde el lado de Merlo, desde el sector comprendido al norte de las vías
donde actualmente se encuentra el puente carretero de la ruta. Para establecer la
posición del fotógrafo y al carecer la imagen de otros puntos de referencia, nos
valimos de la incidencia de los rayos solares sobre la estructura del puente.
En la imagen puede observarse nítidamente, en segundo plano, por entre las
bases del puente, en la margen del río que
queda a la izquierda de la fotografía, un
camino que baja suavemente hasta el mismo
nivel de las aguas. ¿Se trataría del histórico
«paso del Rey»?. Observada la fotografía con
una lupa binocular de diez aumentos se
distinguieron pastos (probablemente Poa sp.)
bordeando el paso, y más allá una persona
de pié en la orilla del río que tal vez se
encontraba pescando.
La comparación del tamaño de los pastos, de idénticas especies que los que
aparecen en el sitio en que se encontraba el fotógrafo, nos permitió estimar con
aproximación la distancia que separa ambos puntos, la cual debe ser de unos 140
metros.
La oportunidad de observar, limpias, las barrancas de este sitio, con el fin de
realizar mejores observaciones, se dio a mediados del año 1988, cuando por orden
del Gobierno Provincial se realizaron trabajos para la limpieza del río con
maquinarias de dragado.
Este fue un trabajo necesario pero, lament ablemente , fue acompañado de ot ra
tarea que consistió en arrancar todos los árboles que se encontraban formando
galería en las márgenes, en la errónea creencia que estos podían contribuir a las
inundaciones. El daño provocado al medio ambiente en esta oportunidad fue
realmente importante y de consecuencias en el tiempo que aún no han sido
evaluadas.
Al mismo tiempo que la máquina raspaba las barrancas en ese sitio, registramos
dos perfiles estratigráficos sobre ambas márgenes, definiéndose dos antiguas
depresiones, enfrentadas, que se hallaban rellenas de sedimentación en cuya
composición se hallaban materiales modernos. Revisando la naturaleza del
relleno, este se compone de una mezcla de limo negruzco a pardo oscuro, con
presencia de tosquillas que han sido rodadas. En la masa de este s ediment o se
hallaron partes de esqueletos de caballos actuales, vacas, porcinos y en mayor
proporción, huesos de oveja. Esta mezcla que se depositó desde el mismo nivel del
agua (la profundidad normal del río en ese punto era de 20 centímetros). Además
de los restos orgánicos de los animales antes mencionados, todos de origen
doméstico, el depósito contiene fragmentos de ladrillos, alambres oxidados,
herraduras, vidrio, etc., todos elementos, así mismo, provenientes del periodo
posterior a la conquista, lo cual nos indica su moderna formación. Del lado de
Moreno, la masa se encuentra fijada por las miles de raíces que se extienden
desde los cercanos ejemplares de Casuarinas, que fueran plantados por Juan
Pernín en el año 1884. Del lado de Merlo, se advierte que el depósito similar, ha
sufrido en mayor grado los efectos de la erosión hídrica, por lo cual ha sido
parcialmente arrasado, formando el río en este lugar un pequeño recodo.
De acuerdo a los datos obtenidos en los planos de relevamiento planialtimétrico,
hoja 4, elaborado por la Dirección de Geodesia Provincial, la altura sobre el nivel
del mar, de los terrenos en el remate de las barrancas del sitio es de 10, 31 metros
del lado de Moreno y 10, 74 metros del lado de Merlo, y el cauce se encuentra a
6,35 metros, es decir que la altura total de las barrancas en este lugar es de
aproximadamente 4 metros.
El depósito del lado de Moreno se dispone entre la Avda. Alcorta y la calle Las
Barrancas. Del lado de Merlo se observa paralelo al Camino de la Ribera, entre las
calles Cachimayo y Campillo. El eje del río en este tramo tiene una orientación
general suroeste-nordeste, describiendo una pequeña curva inmediatamente
después que sus aguas cruzan el sitio dirigiéndose luego, cas i en línea recta rumbo
a un precario puente peatonal que se hallaba a 73 metros del depósito y que en
1998 fue reemplazado por otro nuevo. Siguiendo aguas abajo desde este último
punto, a 45,80 metros, se encuentra emplazado el puente del ferrocarril que fuera
const ruido en 1859. Pocos metros más allá, el río alcanza al puente carretero de
ruta 7, tras lo cual describe una curva hacia la izquierda perdiéndose de vista.
En cuanto al río y la escasa profundidad de sus aguas en el sitio donde se
hallaba ubicado el vado, son claramente visibles los afloramientos de «toscas» en
su lecho. Las toscas que afloran se encuentran, probablemente, en sedimentos
asignables al Pampeano medio.
El ancho del cauce en esta porción del río es de 11 metros. Los depósitos que
figuran en el dibujo Nº2 con el Nº5, no se disponen definiendo una línea
perpendicular al eje del río, sino que uniendo los extremos norte de ambas
márgenes y los sectores al sur, ambas líneas forman una franja que se dispone en
un ángulo de 70° con respecto al eje del río, resultando su disposición casi
paralela a las vías del ferrocarril. En el corte estratigráfico, la capa Nº1,
corresponde al humus. La capa Nº2 se ha originado cuando el río corría a un nivel
más elevado y está compuesta por materiales acarreados por el mismo río, aunque
sin elementos que puedan atribuirse a años posteriores a la Conquista.
La capa Nº3, es un sedimento muy antiguo de coloración verde amarillenta,
correspondiente al Miembro Guerrero de la Formación Luján. Ello lo confirmamos
al hallar en esta, una mandíbula casi completa de Toxodon sp. Los sedimentos a
partir del Nº4 son parte, como el anterior, de la Formación Pampeana.
El relleno que en el dibujo lleva el Nº5 tiene 20 metros de extensión a lo largo
del río, del lado de Merlo y 24 metros del lado de Moreno. No se ha podido
conocer la extensión de los rellenos hacia las afueras del río.
Descartamos la posibilidad de que el paso haya desaparecido como cons ecuencia
de la construcción del tajamar del molino harinero que fundara A. Alcorta como se
ha dicho, ya que éste se encontraba río arriba. (Donde actualmente se encuentra la
Fábrica conocida como Zóccola). La causa no ha sido ese tajamar, ni otro que
pudiera haberse construido río abajo del sitio; el proceso ha sido más natural.
La minuciosa observación del contenido de los depósitos enfrentados y algunos
datos históricos obtenidos de la bibliografía existente, nos sugieren que fueron
otras las causas que produjeron su desaparición.
Por algún motivo, el paso dejó de ser utilizado (señalamos anteriormente
algunas razones). Como consecuencia de ello, desde el punto de vista físico, la
depresión formada por el camino, que descendía hasta el río, fue invadida por los
materiales acarreados por el este, especialmente durante las bajantes posteriores
a las grandes lluvias. Estos materiales sirvieron de soporte al crecimiento de la
veget ación, contribuyendo la misma a retener mejor las partículas en cada avenida
de agua, colaborando a su fijación el desarrollo radicular de las numerosas
Casuarinas plantadas por Pernín.
Desde el comienzo de este proceso de sedimentación hasta nuestros días, el
lecho del río ha descendido por erosión hídrica unos 40 centímetros, quedando
ahora esa distancia entre el lecho y la base de los depósitos. Este proceso ha sido
lo suficientemente lento y gradual como para pasar desapercibido, además, la
construcción del puente carretero de madera habilitado en 1871, del lado nort e de
las vías hará que este primitivo paso quedara pronto en el olvido.
Es muy probable que la fotografía en
que se ve un camino que baja hasta el río,
(fotografía de Antonio Pozzo) sea un
testimonio único de la antigua existencia
del denominado «Paso del Rey». En sus
inmediaciones ha sido colocado un
monolito y una placa recordando y
destacando este sitio histórico, el día 15 de Diciembre de 1988, en ocasión de
cumplirse el cincuentenario de la localidad de Paso del Rey. El nombre que hoy
lleva esta localidad conserva al elemento más antiguo de la toponimia local.
(*) Nuevas observaciones de este perfil, en ocasión de los trabajos de canalización
y rectificación del río, llevadas a cabo durante el mes de noviembre de 1999, nos
ha permitido comprobar una vez más la presencia de dichos depósitos, pero dichos
trabajos los han reducido hasta casi desaparecer del lado de Merlo. Así mismo,
han sido modificadas las medidas del ancho y profundidad del cauce.
Lugar Histórico Nacional: Puente de Márquez.
El puente original ya no existe, pero el gran significado histórico que posee el
lugar en que se hallaba emplazado le valió ser designado como Lugar Histórico
Nacional el 18/11/1964 mediante Decreto Nº 9292/64, firmado por el Presidente
Arturo Illia y su Ministro, Carlos Alconada Aramburú.
El primitivo puente fue construido por don Pablo Márquez en 1773, en tierras de
su propiedad y estuvo confeccionado, según las crónicas, con madera de
Ñandubay, poseyendo una
longitud de 27 metros. Su
construcción produjo el
desplaz amient o del Camino
Real al Oeste, el cual, hasta
ese momento salvaba el río De
Las Conchas atravesando un
vado cercano a la actual
estación ferroviaria de Paso
del Rey. Por el camino y este
puente transitaron personajes
de la etapa colonial y en sus cercanías se desarrollaron importantes
acontecimientos. Fue utilizado por los ejércitos patriotas en sus campañas
libertadoras. Fue entrada y salida obligada para el tránsito de carretas, arreos,
provenientes del interior al puerto de Bs. Aires. La empresa Autopistas del Oeste
prometió la construcción de un monumento evocativo en ese lugar, lo cual es de
interés común a los Partidos de Moreno e Ituzaingó.
Balneario Recreo Crespi.
Fue un balneario y recreo muy frecuentado a mediados del siglo XX. Aún en la
actualidad, en los días de alta temperatura del verano, algunos bañistas suelen
refrescarse en las aguas del río, pese a los carteles que advierten sobre la
prohibición de hacerlo. Sobre la margen del lado de Merlo, enfrentado a este
recreo, se encuentra el balneario y recreo Río Alegre.
Del antiguo recreo Crespi aún se conservan algunas instalaciones en desuso. La
atracción en aquellos años era la añosa y fresca arboleda. Los bañistas
acostumbraban a arrojarse a «la hoya» desde una plataforma de raigones de
eucalipto, a unos cuatro metros sobre el agua.
Área del puente, dique y molino de Cascallares.
Sitio de extensa trayectoria turística. En sus inmediaciones existió el Molino
Harinero que fundó en la década de 1870, don Antonio Cascallares, propietario de
las tierras del lado de Merlo. Los recreos y camping situados en la margen de
Moreno constituyeron el centro turístico más importante del Distrito durante
décadas y en la actualidad siguen funcionando.
Área ribereña de la antigua estancia «La Porteña»
Sector del río de unos 2 km de extensión, de impresionante belleza por los
meandros que describe y la centenaria arboleda que formó parte del cas co de la
estancia homónima. Originalmente dicho establecimiento perteneció a don Tomás
Rodríguez y posteriormente a don Adolfo Rojas, destacado vecino que ocupó cargos
en el distrito. El casco de la estancia, destruido al ser abandonado en 1985, fue
considerado como una obra arquitectónica resaltante.
Los sedimentos portadores de fósiles pertenecientes al «bonarense antiguo»
afloran en las barrancas del río en este área son de una particular importancia
científica.
El Manantial:
Se trata de una fuente de la que fluye agua permanentemente. Su existencia
data de alrededor de sesenta años cuando un habitante de origen italiano, que
habría sido arrendatario de esos campos (hoy camping del Club de Caza y Pes ca)
capt a esta especie de pozo artesiano de escasa potencia. En la actualidad fluyen
aproximadamente seis mil litros de agua por hora, según el nivel de la napa
freática de la cual proviene,
recargada por las lluvias.
Antiguamente era habitual que
la gent e llegue al lugar a cargar
agua en bidones para beber, en
es pecial de la Capital Federal. El
agua es de buena calidad pero
no posee las propiedades
minerales extraordinarias que
algunos pretenden. Simplemente
es agua de la primera napa. Antes del desequilibrio por sobre explotación de este
acuífero había otros manantiales similares a lo largo del río.
En sus inmediaciones, el 26 de mayo de 1984, fueron hallados importantes restos
de animales prehistóricos. Entre ellos se destacan partes del esqueleto de Lestodon
armatus, el cual debió medir más de cuatro metros de largo.
Fábrica textil «La Industrial», ex Molino Harinero «M oreno» (1859)
La antigua fábrica textil «La Industrial» fue construida sobre la base del Molino
Harinero Moreno, de Bernardo Chihigaren, que antes fue de Mateo Castaño, y que
originalmente fundaran dos franceses, Davout y Fournot, quienes se habían
asociado con Amancio Alcorta en 1858.
La empresa textil que comienza a funcionar en 1917, fue fundada por Tersillo
Zóccola, Amadeo Regúlez y Justo González, quienes eran cuñados entre s í. E st a
empresa dio trabajo a cientos de personas, muchos de los cuales establecieron
viviendas en sus inmediaciones, dando origen a la comunidad de la actual Ciudad
de Paso del Rey.
El Molino: El río De la Reconquista
proporcionó las condiciones
necesarias para la instalación de
molinos harineros que ut iliz aban
energía hídrica durante el siglo
XIX. Algunos continuaron
funcionaron con este tipo de
energía hasta principios del siglo
XX, pero no tardaron en
reemplazarla por vapor o
electricidad. En el Museo Histór ico
Municipal de Moreno, se conserva
un motor a vapor fabricado en
Hamburgo en 1888 que fue
adoptado como fuente de energía
complementaria, durante los
períodos de seca, en el Molino
Harinero Moreno.
Durante el siglo XIX, también funcionaban otros Molinos en la zona. Amancio
Alcorta, dueño de la estancia del Paso del Rey, aceptó en 1859 la oferta de los
franceses, para implantar a orillas del río de las Conchas, un molino harinero. Eran
ellos, Víctor Davout, autor del puente ferroviario de la primera estación de Moreno
(demolida en 1872), y de la subdivisión de las tierras aledañas a ellas; y Pascual
Fournot, de larga experiencia en el ramo y propietario de molinos, como el de
Luján y del Barrio de Constitución de Buenos Aires. Alcorta entregó como aporte a
la Sociedad, un terreno de 200 varas frente al río por 250 de fondo, limitado por
uno de sus lados con las tierras de Juan Rosalío Casco, hoy diagonal «La
Industr ia», de Paso del Rey. Las ventajas de este molino en su momento fueron las
de ser el primero en la zona sobre el río y la de poseer, según Halbach: “...una
caída de agua poderosa y el derecho de elevar el tajamar actual hasta los mismos
bordes del río, lo que hacía que en tiempo en que otros establecimientos análogos
han estado parados, éste ha funcionado sin interrupción». Para evitar riesgos, los
tres socios fundadores habían establecido que la sociedad funcionaría dos años
más a partir del fallecimiento de uno de ellos, cláusula que se cumplió al morir
Amancio Alcorta el 3 de mayo de 1862. El molino queda al fin en manos de Fournot
al comprar los derechos de las otras dos partes, pasando posteriormente a su
pretendiente en el primer remate, Mateo Castaño, quien, desde 1868 a 1871, fue
socio de su hermana Leonarda C. de Lebrero, en la explotación, bajo la firma de
«Mateo Castaño y Cía.», de un molino a vapor y panadería instalados en Florida
242. En 1886 los herederos de Castaño vendieron el molino Moreno a Eduardo
Zimmermann, miembro de una familia de reconocida actividad comercial quien
interviniera en la vida política de Moreno donde ocupó cargos de importancia,
entre ellos fue síndico municipal en 1888 y Juez de Paz en 1891.
En 1886 Zimmermann vendió el molino a Bernardo Chihigaren; en 1888 se
reinvirtió la venta hasta 1892 en que quedó el establecimiento en manos del
segundo solamente. Zimmermann dotó al Molino de un elemento de comunicación
fundamental para su tráfico, como fue el recordado tranvía a caballo que uniera la
planta con la estación de Moreno.
En 1901, Chihigaren vendió la mitad de sus derechos a su concuñado Salvador
Levalle, su socio desde entonces hasta 1908, año en que quedó a su solo cargo.
El último poseedor del Molino fue Bernardo Chihigaren, considerado luego como
uno de los pioneros en la industria de la harina. Emigrado a la Argentina, donde
se convirtió en empresario de molinos harineros, llegó a poseer tres
establecimientos ubicados en Bragado, Capital Federal y en Moreno.
El Molino Moreno tuvo un grave incendio el viernes 8 de mayo de 1914,
destruyendo los galpones y las existencias de trigo y harina que había en sus
almacenes. Pudieron salvar parte de las máquinas y del edificio y el origen del
siniestro se retribuyó a las consecuencias de un rayo o de un cortocircuito.
Otro de los inconvenientes sufridos fue la voladura del tajamar por manos
anónimas y la prohibición oficial de reconstruirlo. Chihigaren, atado al lugar por
razones de afecto, conservó la casa quinta, pero en 1917 vendió las instalaciones
del Molino a la firma Zóccola, González y De Miguel y Cía., quienes pensaban
instalar una fábrica textil que comenzaría a funcionar a fines de ese año. En 1918
la escritura de venta fue hecha a favor de Tersillo Zóccola, Justo González, Isidoro
de Miguel y Amadeo Regules; es e mis mo año De Miguel vendió su parte a sus
socios.
El tajamar del Molino Moreno fue una obra de ingeniería de gran solidez,
construido conjuntamente con los edificios principales, alrededor de 1859 a 1860.
Según el agrimensor Adolfo Sourdeaux, en un informe de 1866, el tajamar se
componía “...de una muralla compacta con una compuerta cuyo piso se encontraba
a una altura de 1,90 Mts”. Al serles concedidos a los fundadores la licencia de
construcción, se les otorgó el privilegio de elevarlo de acuerdo con sus necesidades
futuras. Formaba este tajamar un gran espejo de agua y por un canal de
desviación, producía con gran fuerza una corriente que impulsaba las maquinarias.
Estuvo en total uso hasta principios de siglo en que fue volado con explosivos por
manos «anónimas». Cuando su propietario quiso reconstruirlo, el Minist er io de
obras Públicas de la Provincia se dirigió al intendente de Moreno, Emilio F.
Gnecco, manifestando: «Habiéndose presentado a este Ministerio varios
propietarios del partido de Moreno y ribereños sobre el Río de las Conchas,
pidiendo autorización para destruir los restos de un tajamar del molino de
propiedad del Señor Bernardino Chihigaren, me dirijo al Señor Intendente,
pidiendo quiera hacer saber al mencionado Señor, que debe abstenerse de
reconstruir el tajamar de su molino, sin correspondiente autorización del Poder
Ejecutivo». Al pie de esta nota, el Intendente Gnecco anotó: «Moreno, Febrero 26
de 1913. Sin prejuicio de la jurisdicción de la Municipalidad y sin reconocer al
Ministerio lo que se atribuye sobre el asunto que motiva la presente comunicación,
dése conocimiento de ella al interesado a los efectos que viese conveniente».
Al instalarse la fábrica textil «La Industria», se intentó reconstruir el tajamar
para e l movimiento de las máquinas, pero no obtuvieron autorización.
Los restos de la muralla fueron utilizados en 1946 para rellenar la diagonal «La
Industria». Como prueba de su solidez, debieron utilizarse 40 kilos de dinamita
para desmenuzar los grandes bloques.
El lago formado por el tajamar, sirvió de diversión a las familias propietarias, en
especial a la de Chihigaren y ocasionalmente a la de Alcorta. Un familiar nuestro
se ahogó allí en 1905. Un bote servía para dar cortos paseos y acceder al islote
que se elevaba en su centro. Grandes sauces llorones le servían de marco. De un
inventario para su remate realizado luego del fallecimiento de Alcorta, se conoce
que el molino estuvo dotado en la época de su fundación, además del citado y
fundamental tajamar, de un gran galpón con cuatro pares de moledoras,
cernidores, limpiadoras y todo lo necesario para el servicio de la maquinaria.
Tenía además una casa habitación de material con cuatro piezas, horno,
caballeriza y un palomar con cuarto en la parte inferior, un gallinero de madera y
un corral del mismo material, con piso de ladrillos, para la crianza de cerdos.
A efectos de reunir más información, dado que los datos obtenidos hasta aquí
resultaban insuficientes para definir la ubicación exacta del tajamar volado con
explosivos en dos oportunidades y las características originales del molino
incendiado, se decidió aprovechar la oportunidad de efectuarse en el año 1998, la
canalización y rectificación del río De la Reconquista. Las obras favorecerían la
búsqueda de vestigios del tajamar conservados in situ. Pensábamos que en la
profundidad de las aguas, la voladura no habría afectado completamente la base
del tajamar debido a la amortiguación que debió producir el agua en el momento
de la explosión. En efecto, siguiendo los trabajos de excavación realizada por
maquinaria a lo largo de un trayecto de unos cien metros, la pala chocó con los
fundamentos y parte de los muros del tajamar, totalmente sumergidas. Tales
restos se encontraban en la posición original, es decir atravesando el río y
profundamente enclavados bajo del nivel actual del lecho, de lo que se desprende
que para su construcción el curso de agua debió ser desviado. Con maquinaria
pesada se extrajo con el mayor cuidado un tramo de 3 metros de largo por 1,20
metros de alto, por cuarenta y cinco cent ímetros de espesor que fue cargada en
un camión y depositado en el parque del Museo «Amancio Alcorta» donde hoy se
expone. Dicho muro consta, desde la bas e , de una capa de 0,30 mts., de cimientos,
de una argamasa muy s ólida constituida de cal, arena y tosquillas rodadas
similares a las que arrastra el río en la actualidad. Los 0.90 mts. de altura
restantes, fueron construidos con ladrillos, bien cocidos, dispuestos cruzados,
angostos de 0,035 a 0.040 mts., 0,15 mts. de ancho por 0,28 mts de largo, muy
característicos de las construcciones del siglo XIX en la zona. Los ladrillos fueron
pegados por una mezcla de mortero compuesta por los mismos materiales que la
base aunque algo más fina.
A partir de la determinación de la ubicación exacta del tajamar pudo inferirse la
posición donde quedaría dispuesto el inicio del canal al interior del molino, el cual
se encuentra hacia el extremo sur de la actual fábrica textil. Posteriormente, hemos
podido ingresar al sitio en compañía del actual propietario de las instalaciones y,
en efecto, recorriendo el predio de la actual fábrica textil, a unos cincuenta metros
de la barranca se distingue, algo colmado por materiales depositados por el
tiempo, una depresión o cauce abandonado por las aguas que viene del río y va
hasta el sector visiblemente más antiguo de edificios de la planta textil.
El hecho de que la embocadura del canal no se manifieste en la margen
izquierda del río se comprende si se tienen en cuenta los procesos de cambio que
deben haber ocurridos en la geografía del sitio a través de casi cien años desde
que funcionara por última vez el molino harinero. Este sector del río sufrió decenas
de inundaciones, obras para la contención de los desbordes, depositación de
sedimentos y residuos provenientes del crecimiento de la ciudad y la instalación de
varias industrias ubicadas aguas arriba. La observación del interior de la
construcción hacia la cual se dirige e l canal, y que se encuentra absorbida por el
conjunt o de nuevas construcciones realizadas a lo largo del siglo XX reveló, bajo
nivel del piso, un sistema de drenaje de aguas que lo recorre. No se pudieron
realizar hasta el momento mejores observaciones debido a que el recinto es hoy
utilizado como depósito de materiales en desuso que impiden una buena
visualización.
Del sistema observado y por comparación con los sistemas empleados en otros
molinos de la época, se desprende que el aprovechamiento de la energía
hidráulica del Molino Harinero Moreno consistía en elevar el nivel de las aguas
por medio del tajamar, desviando el agua embalsada hacia el edificio del molino
por medio de un canal artificial o chif le que, de acuerdo con el trabajo del Prof.
Carlos Ramírez S. Valdivia. «El molino harinero artesanal» publicado en Chile en
2003, debía poseer una inclinación no menor a los 30º y así obtener que la
energía hidráulica se transforme en suficiente energía cinética para producir el
movimiento de rotación de los rodesnos en la turbina. El rodesno es una pieza de
madera dura con forma de hélice con paletas, atravesada en su centro por un eje
vertical que transmite el movimiento giratorio a la piedra molar (el Molino Moreno
poseía cuatro de estos juegos de molares). Bajo cada piedra molar móvil existía
otra fija. La fuerza del agua era regulada por medio de una compuerta de madera
que desvía el excedente de agua a través de otro canal denominado ladrón. Una
vez utilizada el agua ésta regresaba río abajo del tajamar. En cuanto al aspecto
edilicio, y teniendo en cuenta la simultaneidad de las obras de construcción
mencionada por Sourdeaux en 1866, existe completa concordancia de los
materiales utilizados en el recinto del molino con los observados en la construcción
del tajamar. Ello permite inferir que dicha construcción de unos 200 M2, en su
parte principal corresponde al edificio del molino harinero de 1859, luego
modificado e integrado conjuntamente con otros edificios más modernos a la
fábrica textil.
Predio en el que el pintor Florencio Molina Campos
construyera su rancho «Los Estribos».
El rancho «Los Estribos» fue construido por Don Florencio Molina Campos, a
partir del año 1934. El edificio fue levantado con postes de teléfonos en desuso, al
estilo de las cabañas canadienses. Lo
ayudaron en esta tarea un carpintero local
apellidado Suchi y sus dos hijos,
acompañados por un amigo de estos: Don
Jorge Lascalea.
Según datos que nos ha brindado éste
último, el rancho tenía una planta
rectangular de aproximadamente 10 x 20
Mts. El piso era de ladrillos asentados en
barro. Las paredes de troncos de palmera,
asegurados con tarugos hechos con palos de
escoba, para la colocación de los cuales se
perforaba los troncos con una mecha y agujereadora de mano que Don Jorge aún
conserva.
Los techos, contra lo que se ha dicho en algunas publicaciones, no era de paja
sino de chapas de aluminio. Era a dos agua y en la juntura de éstas, en la
cumbrera del lado posterior (que es el lado que se ve en la foto que adjunto) se
construyó con ladrillo, un hogar a leña con chimenea, adosado exteriormente.
Se dice que en 1940 amplían estas construcciones con un edificio de dos plantas,
cuya habitación superior poseía ventanas que le permitían visualizar los cuat ro
punt os cardinales y que ésa habitación constituyó su estudio.
En 1945 el rancho se incendia totalmente y será reemplazado por otro edificio de
materiales más duraderos. Las edificios que hoy se distinguen en el predio, así
como el embarcadero que puede verse en el río, fueron reemplazando aquellas
viejas construcciones y fueron realizadas por los propietarios que adquieren las
instalaciones en la década de los años 60’, pasando a denominarse la propiedad
como «El Gallo Rojo».
El solar donde se encontraba el rancho fue declarado Sitio de Interés Histórico
Municipal por medio de la Ordenanza Nº 566 del año 2000. Años más tarde fue
adquirido por la Municipalidad de Moreno. En la actualidad se han elaborado
proyectos para su reconstrucción.
El busto de Evita que se encuentra en el patio
del edificio municipal, fue inaugurado el 26 de
julio de 1953, al cumplirse el primer aniversario
del fallecimiento de la Sra. Eva Duarte de
Perón. Fue instalado en la plazoleta del
boulevard Evita, esquina Avda. del Libertador
Gral. San Martín.
Durante el golpe de estado de 1955, el busto
fue arrancado de su base y arrastrado por las
calles. El recordado vecino Alberto Jué lo
rescató y protegió en su domicilio hasta 1996,
año en que fue instalado en su actual
ubicación.
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Datos del Autor:
César Eduardo Schreiber
D edicado a la Mus eología des de 1983, al sigu iente año se inició com o
Subdire ct or ad- honore n del Muse o H ist ór ico «A m ancio A lcort a» . En base a la
colección de fósiles locales f orm ada por el aut o r, la Municipalidad de Moreno f undó ,
en 1990, e l Parque E cológico y Mus e o Municipal de Hist or ia Nat ural, baut iz ándolo
con el nom bre « Francis co Javier Muñiz». Por su labor ha sido reconocido por la
Com is ión de Cultura del Part ido de Marcos Paz; Cer tificado de H onor, dist inguido en
la vida cult ural de Moreno por sus investigaciones científicas por la revista La
Pas are la; mención com o «Visitante Dest acado» otorgada m ediante decreto de la
Municipalidad de Pilar; Prem io «Vicenta Castro Cam bó n» ot orgado en el rubro
investigación; plaquet a por su cont ribució n a la cu ltura mediante la publicación del
libro « Contr ibució n al Conocim ient o de la N at urale za y el H om bre de Moreno» ,
ot orgado por la Sociedad Española de Socor ros Mut uos de Moreno . Mención
Es pecia l de la Fundaci ón Sin A nest es ia , oyentes por la libre e xpres ión , por su
program a radial «El Mojón Perdido» Centro Cult ural San Mar tín . Cap. Fed. Miem bro
Adherent e del Centro Inte rnaciona l para la Cons ervació n del Pat r im onio. Manz ana
de las Luces . Bs .A s. Nombrado Socio H onorario de la Sociedad E s pañola de
Socor ros Mut uos. Plaquet a de re conocim ient o por su aporte cult ural a la
Comuna. Colegio de Arquite ct os de la Provincia de Bs. Aires. Prem io «Dr. Aldo Merciadri»
al Servidor D est acado . Prem io « Molina Cam pos » ot orgado por el Club Rot ary
hom ónim o de Moreno, por su pe rm anente act it ud de s ervicio a la Comunidad. Ha
dict ado num eros as char l as , curs os y conf e rencias . C om o autor de
publicacione s de divu lgación, sus es cr it os más conocidos son: « Cont ribución al
conocim ient o del Paso del Rey» (1988), « Contr ibució n al Conocim ient o de la
Nat uralez a y el H om bre de la Re gión - Moreno. Pcia. de Bs.As» (1993), «H ist or ia,
Ecología y Medio A m biente de Moreno» (1997) y «Paleont ología y G eología de
Moreno» (2003).
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