configuración del maestro como sujeto político, desde una
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Configuración del Maestro Como Sujeto Político, Desde Una Praxis Ético Liberadora:
Una Apuesta Por Una Educación en Contexto
Angélica María Morales Llantén, [email protected]
Diana Marcela Ortiz Duran, [email protected]
Trabajo de Grado presentado para optar al título de Magíster en Educación: Desarrollo
Humano
Asesor: Carlos Adolfo Rengifo Castañeda, Doctor (PhD) en Filosofía
Universidad de San Buenaventura Colombia
Facultad de Educación
Maestría en Educación: Desarrollo Humano
Santiago de Cali, Colombia
2017
Citar/How to cite (Morales & Ortiz 2017)
Referencia/Reference
Estilo/Style:
APA 6th ed. (2010)
Morales, A.M.., & Ortiz, D. M. (2017). Configuración del Maestro Como
Sujeto Político, Desde Una Praxis Ético Liberadora: Una Apuesta
Por Una Educación en Contexto, Maestría en Educación
Desarrollo Humano. Universidad de San Buenaventura Colombia,
Facultad de Educación, Santiago de Cali.
Maestría en Educación: Desarrollo Humano, Cohorte XIV
Línea de investigación: sociedad- humanidad- educación.
Campo: educación sociedad desarrollo.
Bibliotecas Universidad de San Buenaventura
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Agradecimientos
Agradezco a Dios por haberme guiado a lo largo de este proceso, por ser mi fortaleza
en los momentos de debilidad, por brindarme sabiduría, experiencia y felicidad.
A mi familia en especial a mi esposo Oscar, mis hijos Santiago y Tomas y mis
hermanos Víctor Manuel, Gabriela, Claudia y Viviana por la paciencia, el amor incondicional
durante el transcurso de esta maestría y la motivación que me brindaron en momentos en los
que necesitaba.
A los profesores que hicieron parte de este camino, porque posibilitaron el diálogo e
hicieron posible abrir mi mente a nuevas ideas.
Al asesor Carlos Rengifo porque sus interlocuciones alrededor del asunto de
indagación me permitieron construir sentido.
A mi compañera de obra de conocimiento Diana por la paciencia, el respeto y la
motivación para la culminación de nuestra obra.
Angélica María Morales Llantén
Agradecimientos
Agradezco al universo por brindarme sus colores y el poder vivir para pensar asuntos
que configuran mi ser.
A mi madre Tránsito por su amor incondicional, por su compañía, y el apoyo que me
brindó estos dos años y medio.
A mi familia porque siempre me animan a seguir adelante y alcanzar mis metas.
A mis profesores porque sus diálogos al interior de la maestría me permitieron asumir
postura y reconocer al otro.
Al asesor Carlos Rengifo porque el constante diálogo y el apoyo permitió culminar esta
obra.
A mi compañera Angélica, porque juntas recorrimos este camino pensándonos en
nuestra configuración como maestras.
Diana Marcela Ortiz Duran
Tabla de contenido
Resumen ........................................................................................................................................... 6
1. Autoecobiografía .......................................................................................................................... 8
1.1 Autoecobiografía de Angélica María Morales Llantén ................................................. 9
1.2 Autoecobiografía de Diana Marcela Ortiz Duran ....................................................... 11
2. Contexto Epistémico .................................................................................................................. 16
2.1. El Maestro: una Mirada Histórica .............................................................................. 19
3. Lógica de Marco ......................................................................................................................... 30
3.1. Consideraciones al asunto del pensamiento y la filosofía latinoamericana según los
aportes de Augusto Salazar Bondy ............................................................................................. 30
3.2. Consideraciones para una apuesta filosófica y pedagógica a partir de los
presupuestos conceptuales de Leopoldo Zea .............................................................................. 33
3.3. Salazar Bondy y Zea encuentros en torno al maestro como sujeto político. .............. 38
3.4. Consideraciones en torno a la praxis educativa, mirada desde Paulo Freire ............. 42
3.5. Tensiones, desafíos y posturas de un maestro como Sujeto Político ......................... 49
4. Metódica ..................................................................................................................................... 54
5. Política de Comunicación ........................................................................................................... 57
5.1. Durante la construcción de la obra ............................................................................. 57
5.2. Después de la construcción de la obra ....................................................................... 57
Referencias bibliográficas .............................................................................................................. 58
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 6
Resumen
Esta obra de conocimiento pretende comprender las condiciones que posibilitan que el maestro
se configure como sujeto político desde una praxis ético liberadora. Para tal efecto se dará cuenta
de las acciones del maestro que permiten construir lo social y lo político de otras maneras
(Martínez y Cubides, 2012), y cómo desde su práctica pedagógica y educativa, se configuran
nuevas relaciones y praxis transformadoras de la realidad.
En este sentido, se considera de gran relevancia, que el maestro incida en la construcción de una
nueva sociedad, de sujetos que puedan ser instituyentes; pero para lograr esto el maestro mismo
debe constituirse como un sujeto político, comprender las condiciones que permiten esta
configuración del maestro, apostándole a una educación en contexto; es el propósito de la obra
de conocimiento.
Palabras clave: Maestro, Sujeto Político, Praxis Liberadora.
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 7
Abstract
This knowledge work aims to comprehend the conditions to allow the maestro forms himself
like a political subject since an ethical liberator praxis. To this end, it will realize of maestro’s
actions to allow to build social and political in other ways (Martinez & Cubides, 2012), and
since his pedagogical and educational practices, how new relations and praxis shifters of the
reality are configured.
Along these lines, is considered of great importance, the maestro influences in the construction
of a new society, subjects to can be instituted; in doing so, the maestro must be constituted by
himself like a political subject, understand the conditions to allow this maestro’s form, stakes
for education in context; this is the purpose of the knowledge work.
Keywords: Maestro, Political Subject, Liberator Praxis.
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 8
1. Autoecobiografía
Las Autoecobiografías de las investigadoras tienen su punto de encuentro en el hecho de
que las dos trabajan como maestras; una en el sector rural y otra en el sector urbano.
Posteriormente el pertenecer al programa “Todos a Aprender”, genera algunas reflexiones
sobre la práctica pedagógica y social del maestro, siendo estas las semillas del interés por el
asunto a indagar.
Sin embargo, el interés por el tema de indagación surge, mientras cursamos el primer
ciclo de la Maestría en Educación: Desarrollo Humano, donde se abordó la cuestión del sujeto,
y su constitución como sujeto político, entendido este como lo menciona Martínez (2006): “un
sujeto libre, reflexivo y crítico” (p. 122). El analizar este tema nos hizo pensar en nuestra
propia configuración de sujetos políticos y la de nuestro gremio y en cómo esta permea de una
u otra manera la práctica en el aula.
Decíamos antes que el hecho de ser tutoras del “Programa Todos a Aprender”, influyó
en la idea de indagación puesto que tenemos contacto directo con muchos docentes y
escuchamos sus experiencias, esto nos permitió que pensáramos en nuestra propia experiencia
como docentes y nos viéramos reflejadas en ellos, sobre todo en lo que respecta a la parte
didáctica de la enseñanza; luego las reflexiones al interior de la maestría permitieron que
miráramos otro asunto pertinente y este fue en cuanto a la configuración del maestro como
sujeto político. Nos parece que, aunque se ha hablado del tema y hay investigaciones sobre él,
queremos presentar nuestra voz teniendo en cuenta que en este momento las condiciones
sociales y políticas son diferentes a cuando se realizaron estas, de ahí que consideremos que el
asunto se debe abordar desde otra perspectiva y en otro contexto.
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 9
A continuación, se presentan las autoecobiografías de las dos investigadoras.
1.1 Autoecobiografía de Angélica María Morales Llantén
A partir de nuestro asunto de indagación sobre las condiciones que configuran al
maestro como sujeto político desde una praxis liberadora; centraré esta autoecobiografía en
aquellos hechos que se convirtieron en acontecimientos relevantes y generaron en mí una
carga de sentido que lleva hacia lo propuesto.
No tengo que retroceder muchos años atrás, porque de alguna manera nuestro objeto de
estudio es el maestro con lo cual me identifico, porque es mi profesión actual. Empecé a
ejercer desde muy joven como docente de básica primaria de una escuela rural, sin experiencia
alguna y como una oportunidad que no me esperaba. Jamás en mi proyecto de vida estaba
establecido ser maestra, lo cual fue el primer desafío que afronté por la oportunidad que se me
presentó y no la desaproveché por las garantías que en su momento me ofrecía. Pero cuando
hice una práctica por una semana en una escuela vecina para conocer como era el proceso de
enseñanza y aprendizaje, el contacto directo con los estudiantes que llegaban a diario con
ganas de aprender, y más que eso compartir con esa maestra que aún guardaba ante ellos un
gran valor y era la esperanza que motivaba a establecer una buena calidad de vida a futuro, fue
quizás lo más significativo que movió mi forma de pensar y concebir este “oficio”.
Por ello, al iniciar este proceso, además de dedicarme a cumplir con los lineamientos
establecidos, también reflejé mis virtudes y pasiones con el fin de mejorar la calidad de vida
de esos individuos que a diario llegaban a nuestras escuelas. Me veía reflejada en ellos porque
en algún tiempo era yo la que estaba del otro lado y la idea era no cometer los errores que
consideraba se cometieron tanto de mi parte como la de las personas de las que dependía mi
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 10
proceso de formación, por eso más que trabajar, satisfacer mis necesidades económicas y
ganas de salir adelante, se convirtió en una puerta que me permitiría entrar en la vida de esos
estudiantes, pero consideraba que necesitaba mucho más.
Por dichas razones, me vi conducida a iniciar un proceso de formación académica; sin
embargo, aunque no fue una voluntad o elección racional el deseo de ser maestra en un inicio,
en el proceso de desenvolvimiento se fue configurando en mí esa pretensión, pero las
vicisitudes, el desempeño en mi labor, el contexto actual latinoamericano me invitó a
pensarme el maestro contemporáneo.
Por otra parte, continué con mi preparación académica a nivel disciplinar, y otra
situación que me llevó a cuestionarme aún más acerca del verdadero rol del maestro y cómo
actualmente sigue siendo un actor pasivo y poco propositivo, reflexivo y crítico con su
accionar, fue cuando tomé una comisión con el Ministerio de Educación (MEN) para
pertenecer como docente tutor del “Programa Todos Aprender”, para realizar
acompañamientos a los docentes de los establecimientos educativos con bajos niveles
académicos en las áreas de lenguaje y matemáticas. Fue y ha sido un gran desafío porque me
llevó a cambiar algunas concepciones acerca de la verdadera vocación docente que no
consistía solo en trasmitir conocimientos, sino a exigirme a un nivel más amplio, porque ahora
era yo la que iba a entrar a apoyar y reorientar procesos adecuados de prácticas de aula in situ
entre pares (docentes – docente tutor) con el único fin de transformar la educación de este
país.
Por esta razón, desde esta última experiencia e ingresar al campo universitario, mientras
cursaba el primer ciclo de la maestría en educación desarrollo humano, donde se abordó la
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 11
cuestión del sujeto, y su constitución como sujeto político, entendido este como lo menciona
Martínez (2006): “un sujeto libre, reflexivo y crítico” (p. 122); analizar este tema me hizo
pensar en nuestra propia configuración de sujetos políticos y la de nuestro gremio, en cómo
esta se permea de una u otra forma en las prácticas.
Considerando que, como tutora he conocido diferentes prácticas de enseñanza, donde en
la mayoría de casos no se ven cambios significativos, esto se evidencia en la desmotivación de
los estudiantes que juegan un papel de individuos pasivos. Es necesario indagar más a fondo
sobre las condiciones que posibiliten que se configure un sujeto político en los docentes, así
mismo desde la praxis ético liberadora permita que él mismo y el estudiante se recree y
reinvente para convertirse en un sujeto instituyente. De esa manera, es fundamental centrar
nuestro esfuerzo en contribuir con nuevas propuestas saliendo de los parámetros establecidos
desde nuestra función social.
Lo descrito anteriormente, propició en mí el deseo de potenciar las habilidades
intelectuales y personales desde mi práctica, así como proyectar lo bueno y valioso de la
educación, además de indagar sobre el accionar del maestro y su configuración como sujetos
políticos desde su praxis liberadora.
1.2 Autoecobiografía de Diana Marcela Ortiz Duran
Teniendo en cuenta que nuestro interés de indagación es sobre las condiciones que
configuran al maestro como un sujeto ético político en clave de liberación, quiero dar a
conocer mi autoecobiografía en relación con este asunto de conocimiento.
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 12
Desde pequeña me interesó la profesión de maestra; en un principio se trataba de un
juego de niños, pero al crecer este deseo continuó, de ahí que decidiera realizar mi bachillerato
pedagógico y luego el ciclo complementario en la Normal Superior Farallones de Cali,
institución formadora de maestros.
Terminando mis estudios de bachillerato pasa algo que a simple vista puede parecer sin
importancia, pero que analizándolo a partir de la filosofía del acontecimiento lo puedo situar
en la categoría de acontecimiento vital. Llegó a la Normal un profesor llamado William
Rodríguez Sánchez, el cual nos iba a orientar en las áreas que tenían que ver con Pedagogía.
La visión del profesor permitía que como estudiantes pudiéramos expresar nuestros puntos de
vista, a cuestionar certezas, a analizar que no hay una verdad absoluta, que cada uno construye
su verdad y nos permitió posicionarnos como sujetos políticos, allí empecé a configurar otra
mirada, pues por mi crianza y creencias religiosas mi visión era muy dogmática e instituida.
Mirando en retrospectiva considero que el profesor William cumplía las condiciones
para decir que estaba configurado como sujeto ético político en clave de liberación.
Ahora bien, podría preguntarme ¿Por qué ubico la relación que construí con el profesor
William como mi acontecimiento? Tal interrogante conduce probablemente al suceso o la
singularidad que me marcó y me permitió generar una nueva forma de actuar, cambiar de
paradigma. Sin embargo, entiendo perfectamente cuando se habla que el acontecimiento se
mantiene y está en el tiempo aión, ya que hasta cuatro años después que se manifestara el
acontecimiento, pude romper definitivamente con el paradigma religioso que traía, y
configurar una nueva manera de pensar que me permitió ser más instituyente. Retomo uno de
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 13
mis sueños, el cual era continuar con mi carrera como docente, concurso por una plaza en el
año 2007 y empiezo a laborar como maestra de básica primaria en el año 2008.
Fui nombrada en el municipio de Calima Darién, en el centro del Valle, allí trabajé por
cuatro años y siempre con los primeros grados, primero, segundo y tercero, donde me esforcé
por darle a los niños y niñas una educación diferente, a pesar de respetar cosas como el
currículo y los lineamientos del ente regulador de la educación en Colombia, el Ministerio de
Educación Nacional. Continué mis estudios de Licenciatura en Pedagogía Infantil, en la
Universidad del Tolima. Elegí esta licenciatura porque los primeros años de la vida de un niño
son vitales para su formación, además considero que la infancia es la época donde se
desarrolla su capacidad crítica, donde se pueden dar las bases para formar un sujeto político.
En el aula de clase, siempre trato de innovar, porque siempre me ha preocupado el hecho
que los docentes repitan y repitan las mismas prácticas educativas, sin pensar muchas veces en
el ser humano, en el sujeto que está allí. Pienso que los docentes caemos en el error de pensar
que los estudiantes están allí solo para adquirir conocimientos, pero poco nos interesamos por
la humanidad de ese sujeto, que día a día va la escuela, a veces sin el interés de aprender, sino
enfrentado a múltiples situaciones que también hacen parte de su ser, y que influyen en lo que
ese individuo llegará a ser.
Es preciso aclarar que en este momento mis circunstancias laborales han cambiado, pues
a finales del año 2012, entré a un programa del Ministerio de Educación Nacional llamado
“Todos A aprender”, el cual centra su atención en los docentes. Para realizar este programa me
trasladé del municipio de Calima el Darién a trabajar en el municipio de Florida en el mismo
departamento del Valle.
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 14
Allí las condiciones de trabajo con los estudiantes son muy diferentes, pues la población
con la que trabajan los docentes es considerada vulnerable, debido a flagelos como la
violencia común, grupos armados al margen de la ley, desplazamiento, entre otros.
Cuando inicié mi trabajo allí, me surgieron muchas inquietudes en cuanto a cómo se
están formando estos estudiantes, pues observé que los docentes, aclaro no todos, se estaban
dedicando a solo trabajar la parte cognitiva de los educandos, pero poco se está haciendo por
construir sujeto político, entendido este como lo menciona Martínez (2006): “un actor y un
autor de su propio proyecto de vida, alguien capaz de construirlo, vivirlo y ejecutarlo” (p.143),
y volví a rememorar las conversaciones que tenía con el profesor William, en las cuales se
hacía énfasis en que como maestros tenemos una responsabilidad muy grande con respecto a
la persona en formación, y esa responsabilidad se debe ver traducida en la clase de persona
que va a salir de nuestras aulas de clase, en el contacto con el otro, y en cómo le permito tener
voz a ese sujeto, no importa su edad.
Tengo que aclarar que esta inquietud que en mí surgía, no le encontraba un nombre
definido, hasta que inicié mi camino por la Maestría en Educación: Desarrollo Humano,
Cohorte XIV, en el primer seminario visto, llamado reconocimiento en perspectiva histórica
de la educación y del pensamiento pedagógico, en él, se leyeron algunos documentos que
fueron de mucho interés para la idea de indagación, porque remitían al ser político y lo que
significa, y las tensiones entre lo constituido y lo constituyente. Fue allí cuando pensé es eso,
eso es lo que toda mi vida me ha molestado, he sentido estas tensiones, pues la mayor parte de
mi vida, lo pasé dentro de un sistema instituido, lleno de normas, las cuales había que seguir al
pie de la letra, y si se osaba por ser instituyente, el resultado era la exclusión, y parte de estos
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 15
cuestionamientos los retomé en Florida al observar la clase la formación que le dan los
docentes a los estudiantes, ante esto me realizo los siguientes cuestionamientos: ¿Cuál es el
papel del docente en la construcción de sujeto político en la población de Florida Valle? ¿Lo
está haciendo? Pero aún más importante si lo está haciendo, también pienso que el maestro
poco aporta a esa formación como sujeto político, pues él mismo no se ha configurado como
tal, su praxis consiste en seguir fielmente el currículo, pero poco se encuentra una praxis
liberadora, por lo tanto, si el maestro no se ha configurado como sujeto político es muy difícil
que pueda aportar a la formación de otros sujetos en este sentido.
Y aquí entra el tema de la responsabilidad, siempre el ser docente me ha parecido que
conlleva una carga ética, la cual está relacionada con el hecho de que interactuamos
directamente con seres humanos, y en nosotros está ayudar a formar sujetos políticos que
configuren realidades instituyentes en palabras de Martínez (2006):
Esa es la tarea en la que la educación, y en particular los sujetos protagonistas de la
misma, los educadores, tenemos un amplio desafío: en el diseño, la formulación y la ejecución
de un proyecto político pedagógico, y en especial en la formación de sujetos políticos, que, en
condición de actores y autores, sean capaces de construirlo, ejecutarlo y vivirlo. (p. 143)
En estos momentos, defino mi interés de indagación por las condiciones de
configuración del maestro como sujeto ético político, y como esta se puede visibilizar desde
una praxis liberadora.
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 16
2. Contexto Epistémico
Entendiendo el contexto epistémico como las condiciones de posibilidad de todo saber
se realiza una revisión bibliográfica que permite situar el asunto de indagación de una manera
histórica además de conocer que se ha dicho en cuanto al maestro como sujeto político y sus
condiciones de configuración.
A continuación, se presenta cada uno de los artículos que se consideraron relevantes, se
presenta el título, el autor, fecha de publicación y una breve descripción de lo encontrado en
él.
Título: La figura del maestro como sujeto político: el lugar de los
colectivos y redes pedagógicas en su agenciamiento.
Autor: María Cristina Martínez
Fecha publicación: Febrero de 2006
En este artículo la autora plantea que las redes y los colectivos son los que configuran al
maestro como sujeto político; esto es necesario ya que el sistema ve al maestro como un
sujeto mínimo, como tuercas o tornillos de un engranaje, como seres con subjetividades
que no generan relaciones ni crean entramados.
Por lo tanto, es necesario un sujeto que citando la autora a Hugo Zemmelman “tenga
voluntad de acción y de construir proyectos alternativos” capaz de hacer crítica, de
cuestionar.
La autora parte de que para poder crear los colectivos primero se debe construir
subjetividad, para así si pensar en acciones colectivas, teniendo en cuenta que el aula es un
escenario político y es desde allí donde se debe potenciar.
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 17
Título: El maestro como sujeto político: dilemas entre los imaginarios y
su formación.
Autor: Ana María León Rodríguez
Fecha publicación: 2013
En este artículo a diferencia del anterior se relaciona el ser sujeto político con la práctica
pedagógica. Para la autora son claves la formación inicial y la investigación como lo que
permite posicionar el saber del docente y a este como experto de la enseñanza.
Es de anotar que la autora habla de práctica pedagógica, es decir en la relación maestro
estudiante, pero en el ámbito de la enseñanza y el aprendizaje, no en el contexto de la
praxis liberadora que trasciende o va más allá del enseñar y aprender
Título: La configuración histórica del maestro público en Colombia:
entre opresión y subalternidad, 1870-2002
Autores: Oscar De Jesús Saldarriaga Vélez y Claudia María Vargas
Aldana
Fecha publicación: 2014
En este artículo se aclara que un sujeto político es un sujeto de saber, un sujeto público, un
sujeto de lo social, hacen un análisis a partir de los dos escalafones docentes, el decreto
2277 y el 1278, mostrando que el escalafón pauta un modo de ser maestro, marca
subjetividad. También se centra en analizar el marco político de estos dos escalafones.
Título: Trazos de una historia: la configuración del maestro como
sujeto político, social y de saber, Bogotá 1945-1957
Autor: Claudia María Vargas Aldana
Fecha publicación: 2013
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 18
En este documento hace referencia sobre la historicidad del sujeto maestro ubicándolo en
un lugar y tiempo específico; igualmente hace reflexión sobre las tensiones que se han
constituido en el sistema educativo en Colombia. En este capítulo trata sobre la
configuración del maestro donde este ha dependido de distintas fuerzas ejercidas desde la
iglesia, el estado, las diferentes luchas políticas entre otras, este documento aún continúa en
proceso de lectura.
Hasta aquí va el rastreo que se realizó sobre el maestro como sujeto político. Otra
categoría que también fue rastreada fue la de política, la cual se consideró de vital
importancia, porque para entender bien la cuestión del maestro como político, es necesario
analizar que se ha dicho sobre política.
Título: Identificación y Subjetivación.
Autor: Jacques Ranciere
Fecha publicación:
En este texto el autor explica cómo lo político es un proceso de emancipación, es la
verificación de la igualdad de cualquier hablante con cualquier otro.
También hace referencia sobre del proceso de subjetivación, entendiéndose este como la
formación de un uno que no es un yo o uno mismo, sino que es la relación de un yo o de
uno mismo con un otro. Para el autor el lugar del sujeto político es un intervalo o una falla,
un ser entre los nombres, las identidades o las culturas.
En cuanto a la categoría de praxis liberadora se analizó lo concerniente al autor Freire
en su texto Cartas a quien pretende enseñar, escrito en el año de 1991.
En el texto el autor muestra la escuela democrática como aquella que comprende el
enseñar y aprender de un modo diferente. Muestra también que el maestro debe tener la
disposición a la pelea justa, lucida por la defensa de sus derechos. Analiza que el espacio de
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 19
la escuela no es un espacio neutro, siendo así el maestro tiene que preguntarse ¿qué ideología
tiene? ¿Cuál es su concepción política?
Con respecto a la praxis el autor menciona que es algo muy serio, ya que como
docentes se participa en la formación del educando y se les ayuda o se perjudica; todo
depende de cómo el maestro asuma su práctica; por lo tanto, es necesario reconocer la
importancia de la profesión docente; convencidos de la dignidad y la importancia de la tarea
como docentes.
Lo anterior remite a que la educación es un acto político, el hecho de ser docentes los
hace políticos y al hacer educación hacemos política, de allí que la tarea de ser docente exija
compromiso y actitud en favor de la superación de las injusticias sociales.
En esta obra de conocimiento se hablara del maestro, palabra de origen latino que
deriva de magister o magis que significa más entendido este como la persona con los
conocimientos necesarios para la enseñanza de contenidos de diversas materias pero no se
debe quedar solo en eso, de hacerlo solo sería un docente, el maestro es una persona que
además de guiar el proceso de enseñanza aprendizaje, incide en la construcción de una nueva
sociedad, reflexionando sobre la realidad y construyendo sobre ella, es un sujeto que no se
define solo en la praxis sino también en la teoría y en la relación dialéctica de los dos se
configura.
2.1. El Maestro: una Mirada Histórica
Uno de los primeros avances en esta obra de conocimiento es pensar y reconstruir la
historia del sujeto llamado Maestro. Esto es importante porque permite mirar cómo ha sido
concebido en las diferentes épocas y su configuración como actor político tanto a nivel
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 20
mundial como a nivel nacional, haciendo mayor énfasis en el contexto latinoamericano en la
actualidad.
Teniendo en cuenta que el eje de problematización de esta obra son las condiciones que
posibilitan que el maestro se configure como un sujeto ético político en clave de liberación,
resulta adecuado y pertinente situar al mismo en la escena de Occidente, considerando que la
historia latinoamericana no está desligada de este escenario geográfico.
Conforme a lo mencionado, este recorrido tiene como punto de inicio en el siglo VIII
a.C, donde el mito es fuente de explicación de todas las cosas: los dioses eran vistos como
origen de conocimiento. En esta época, los niños y jóvenes eran conducidos a la escuela por
un esclavo el cual les daba algunas lecciones; sin embargo, la escuela como es conocida hoy
en día no existía, la instrucción recibida por los jóvenes era dada por un adulto, en una
relación que podía convertirse en sexual (Jaramillo, 2002, p. 2).
Era muy importante que el pueblo fuera educado a partir de las gestas heroicas, de allí
que poemas como La Odisea y La Ilíada tengan fines educativos.
De la cosmovisión del mito, se pasa al logos, esto sucede en el siglo VII a.C. En esta
época la naturaleza juega un papel principal pues es considerada fuente y origen de todas las
cosas. Así mismo se trataba de explicar la realidad utilizando la razón, lo cual dio origen a lo
que hoy se conoce como filosofía, donde el hombre se pregunta el porqué de las cosas
alejándose de una causa divina. En esta época existía el pedagogo el cual era un esclavo casi
siempre extranjero, mientras que el maestro de escuela era un hombre griego libre que podía
ejercer varios oficios.
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 21
En esta etapa se consideraba que la educación debía ser gradual, según las aptitudes de
los alumnos. También aparecen los sofistas, los cuales enseñaban, desde un nivel superior,
todo lo que no se dictaba en la escuela elemental: geometría, física, astronomía, artes,
medicina, oratoria y filosofía.
Cabe señalar que el maestro como tal aparece en la segunda etapa de la educación
griega, la cual comienza cuando los niños tenían siete años y el pedagogo lo acompañaba a las
diversas escuelas, allí el maestro le daba una instrucción de tipo elemental: lectura, escritura y
cálculo (Jaramillo, 2002, p. 5).
Continuando la exploración histórica se llega a los siglos VI –IV a.C donde la
cosmovisión nuevamente vuelve a cambiar: ya la naturaleza no toma el lugar principal sino el
hombre, dando origen a la Era Antropocéntrica, conocida también como la de los filósofos
clásicos: Sócrates, Platón y Aristóteles, todos ellos considerados maestros. Cada uno de estos
tenía una concepción diferente de la educación, la cual se mencionará brevemente:
Para Sócrates la pedagogía es una mayéutica espiritual, que busca ayudar al alumno a
desenterrar los tesoros escondidos en las profundidades del espíritu. Este método consiste en
utilizar preguntas para poder sacar del alumno lo que está atrapado o escondido.
Para Platón la educación juega un papel esencial. Según el filósofo para ser un
gobernante es necesario recibir desde la infancia una esmerada educación, para ello desarrolló
un plan de enseñanza en el cual estableció estudios gramaticales y de lírica para la primera
etapa y de aritmética, geometría y astronomía para la segunda.
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 22
Con Aristóteles se plantea el principio educativo de la enseñanza intuitiva: donde los
sentidos eran muy importantes y constituían la base de la inteligencia, además de darle gran
importancia a la virtud.
Hasta aquí se ha tratado de dar una ruta histórica muy breve de la educación en la cultura
occidental en la Grecia antigua. En este punto es importante hacer un paréntesis y mirar
también cómo se trató el asunto educativo en Roma, heredera en muchos aspectos de la cultura
griega.
Aunque para los griegos era muy importante la educación, en Roma la situación fue
distinta, durante la República los maestros sufrían desprecio y no eran muy apreciados, no
cobraban salario, pues no tenían derecho a ello, y por consiguiente menos a la protesta. Esta
situación cambiaría y los maestros serían reconocidos públicamente, ejerciendo su papel de
sabio e influenciando sobre el educando. Por ende, en la época romana se establece de manera
mucho más clara el papel maestro-alumno (González, 1993, p. 137).
Pero así como pasó el imperio griego, pasaría el imperio romano y se empieza otro
periodo de la historia: la Edad Media, comprendida entre los siglos V –XV d.C, una época
donde se pasaría de lo antropocéntrico a lo teocéntrico y Dios sería la medida de todas las
cosas. Siendo así, es lógico que la educación y la instrucción estuvieran a cargo de la iglesia,
por lo general los maestros eran monjes o escolásticos, los cuales cumplen el rol de
neutralizadores, es decir, la iglesia ostentaba el máximo poder y era portadora del
conocimiento y no se quería que nadie arrebatara este poder a la iglesia.
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 23
En esta época el maestro asume un rol pasivo, de simple transmisor de conocimientos,
de transmitir lo que la iglesia permitía, y aunque él era el eje de la educación se podría
preguntar: ¿era considerado sujeto político? De un modo un tanto sucinto podría responderse
que no, pues su labor era vigilada constantemente por la iglesia, es decir, era un ser instituido
por completo.
Luego de la época antigua, se da inicio al Renacimiento, comprendido entre los siglos
XV-XVI d.C., considerado como un tiempo de transición entre la Edad Media a la Edad
Moderna, donde se dieron una serie de cambios políticos, económicos, sociales e intelectuales.
Surge la confianza en el ser humano y su creatividad, considerando al mundo como el reino
del hombre, el cual solo podía ser dominado mediante el conocimiento de las ciencias. Desde
esa visión se expresaba la necesidad de construir una nueva mirada del universo y de la
historia. Aparece el concepto de Humanismo inspirado por estudio de los clásicos griegos y
latinos. Con este surge el concepto de hombre universal e individualista que se distingue por
sus talentos, su vitalidad y curiosidad que lo lleva a la busca de continentes y de la verdad
científica. El propósito de la educación era propiciar incesantemente la plenitud humana, sin
distinción de la posición económica y social del educando, para hacer de éste un miembro útil
a su colectividad a cambio de vivir personalmente satisfecho (clubensayos.com, 2012).
Posterior al renacimiento se hace posible una nueva época conocida como la
Modernidad, la cual comprende los siglos XVI –XVIII d.C. La cosmovisión del momento
continuaba dejando en el centro al hombre, donde el maestro toma otra connotación
convirtiéndose en paidocéntrica (niño centro y no el maestro). Esto permitió la modernización
de los programas educativos, donde el edificio escolar se interesó más por la marginación, la
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 24
guerra, los vicios sociales, entre otros temas que quizás no tenían mayor relevancia en las
épocas anteriores. Por esto se tildó al maestro de Pedagogo Social. Sin embargo, lo anterior no
impidió que se continuara con métodos nefastos y dañinos, como la escuela manejada por
religiosos cristianos que aprovecharon para difundir su ideología dominante (González, 1993,
p. 138).
En la época actual el maestro adquiere mayor protagonismo, con la creación de escuelas
como sinónimo de progreso. En este tiempo se fundaron las primeras Escuelas Normales que
propulsaron un tipo de maestro conservador de las buenas costumbres y guardas del orden
social. Pedagogos como Rousseau, Pestalozzi, Dewey, Majón, Freire, Freinet, entre otros
fueron muy importantes (González, 1993, p. 141), pues innovaron en el ámbito educativo.
Hasta aquí el recorrido histórico a nivel mundial de como se ha visto el maestro en las
diferentes épocas. Es preciso ahora mirar, en nuestro contexto, cuál ha sido la mirada que se le
ha dado a las condiciones que posibilitan la configuración del maestro como sujeto ético
político.
A nivel mundial y latinoamericano el magisterio ha ido ganando reconocimiento y se ha
constituido como un importante actor gremial y político (Bocanegra, 2008, p. 105). Es
importante mirar si esta misma situación se da a nivel del país.
Por lo tanto, en este punto es necesario centrarse en el siglo XIX, es decir, en la época
moderna del país, donde culturalmente al maestro le han sido asignados ciertos roles. El
maestro es visto como un apóstol y funcionario, una persona que debe estar llena de virtudes,
el cual sigue las reglas que la sociedad le impone.
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 25
Lo dicho anteriormente permite entender que el maestro era visto como la persona
idónea para dar ejemplo, alguien dispuesto a sacrificarse por los demás. Sigue imperando el
discurso eclesiástico donde la salvación se alcanza a través del sacrificio; es obvio que en esta
visión el docente sencillamente sigue órdenes, es un sujeto instituido completamente y, por lo
tanto, no se piensa como sujeto político.
De ahí que el maestro como sujeto se encuentre inmerso en relaciones de poder muy
complejas pues es vigilado por curas, quienes supervisan que el docente guarde la moral;
además de esto es examinado públicamente para saber si tiene los conocimientos idóneos para
ejercer su oficio.
Por lo tanto, como afirma Álvarez (1991), No es posible pensar que el maestro sea un
hombre de prestigio, un líder de la comunidad o un intelectual. No hay tal constancia histórica,
lo que tenemos para el siglo XIX es un Encargo y unos dispositivos para controlar a quienes lo
asumen. No hay otra manera de ser maestro. Su destino es ser vigilado. (p. 11)
Teniendo en cuenta el rol que asumía el maestro del siglo XIX, es menester cuestionarse
sobre si la situación ha cambiado o si aún en el siglo XXI sigue siendo un sujeto alienado, ya
no por la iglesia, pero sí por las disposiciones y lineamientos establecidos por el gobierno de
turno, que rigen su labor; como resultado no se evidencia la participación activa del maestro
ante las prácticas adecuadas y contextualizadas que debe liderar. Por consiguiente, no hay una
configuración como sujeto político y su praxis no genera procesos de liberación.
En este punto del documento cabe anotar lo que menciona Bocanegra (2008), respecto al
maestro del siglo XIX:
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 26
Los maestros precarios en su formación académica y en su condición social, sin
identidad profesional y menos gremial, sometidos al vaivén de los acontecimientos políticos y
la confrontación militar no tuvieron como reaccionar, o actuar respecto a las posiciones
encontradas. (p. 8)
Esta falta de organización se prolonga por algunos años más, hasta que por fin los
docentes empiezan a organizarse; es así qué ocurre el primer congreso pedagógico en 1917,
donde los maestros logran agremiarse y se adoptan importantes resoluciones, es decir, ya los
docentes forman un colectivo, y empiezan a tener una conciencia más clara de su rol como
actor social.
Recientemente el movimiento pedagógico en Colombia es otra muestra de la
organización de los maestros a nivel Colectivo. Este surge en 1982, y algo muy importante es
que fue gestado a través de su organización sindical FECODE. (Federación Colombiana de
educadores) Este se dio en respuesta a políticas estatales que querían reducir al maestro a un
simple administrador de currículo, lo que lleva a que las universidades se unan y empiecen a
investigar sobre este rol impuesto al maestro, a la vez que lo empoderan para enfrentar las
políticas.
Se busca con el movimiento pedagógico, la recuperación del maestro como trabajador de
la cultura y en su proyección social al interior de toda comunidad. Por lo tanto, la lucha por
una pedagogía y una educación democrática debe estar articulada a la lucha sindical y política
que adelanta el magisterio por mejores reivindicaciones y por una educación al servicio del
pueblo (Valencia, 2006, p. 104).
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 27
Es así como se da una conciencia más clara del maestro como actor social y político.
Es importante tener en cuenta el recorrido histórico de la constitución de maestro como
sujeto político en Colombia. Sin embargo, es preciso dar paso al análisis acerca de cuáles son
las condiciones actuales del maestro en cuanto a su rol social y político. Hoy los docentes
siguen agremiados sindicalmente en uno de los mayores sindicatos, FECODE; sin embargo,
los acontecimientos recientes al interior de este, dan cuenta de una profunda crisis de la
organización de los docentes como colectivo, además a nivel individual el maestro se ve solo
como un educador, pero no es consciente del gran papel que le asiste como sujeto político y de
lo que ello implica. La anterior afirmación se hace con base en la experiencia de las autoras
como maestras y ahora en su papel de tutoras del Programa para la Excelencia Académica
(PTA) , lo cual ha permitido conocer más de cerca esta realidad, donde no se permite ni las
más mínimas posibilidades de ser sujetos críticos, libres y reflexivos, siendo un individuo
instituido, es decir un maestro que poco propone, que sencillamente se dedica a seguir
instrucciones y a cumplir fielmente con su deber, que poco o nada hace para transformar la
sociedad que lo rodea. De ahí que su práctica no sea ético liberadora.
Por consiguiente, lo anterior hace pensar que preguntarse por las condiciones de
configuración del maestro como sujeto ético político es un asunto muy vigente, sobre todo en
las condiciones actuales donde es necesaria una transformación social.
Ahora bien, para lograr un buen análisis respecto a dicha configuración del maestro, se
podría tomar como referencia (en primera instancia) a un autor que moviliza en cuanto a sus
pensamientos, es el caso de Freire. La idea es buscar puntos de encuentro y también de
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 28
desencuentro que permitan construir formas nuevas de pensar sobre la configuración del
maestro como sujeto político.
Freire (1965) en su texto Educación como práctica de la libertad, señala que: Toda la
tarea de educar sólo es auténticamente humanista en la medida en que procure la integración
del individuo a su realidad nacional, en la medida en que pierda el miedo a la libertad: en la
medida en que pueda crear en el educando un proceso de recreación, de búsqueda, de
independencia y, a la vez, de solidaridad. (p. 1)
Para que el maestro logre tener una praxis liberadora que sea reflejo de su configuración
como sujeto político y que tome en cuenta el contexto, es necesario que él sea una persona
autónoma y libre, para que así su práctica se convierta en reflejo de estas cualidades, se piense
la realidad actual, reflexione sobre las experiencias construidas por sí mismo y la relación que
establece con el entorno, para que sea posible conocer, construir conocimiento y vincularse de
forma activa en su labor.
Para Freire (1965) la educación “es praxis, reflexión y acción del hombre sobre el
mundo para transformarlo” (p. 3), por lo tanto, el maestro como uno de los actores principales
del acto educativo no puede ser pasivo, debe ser un sujeto político que actúe sobre su realidad
para transformarla, buscando siempre educar en contexto atendiendo a la realidad nacional
actual, la cual exige grandes dosis de creación, y es el maestro el más indicado para generar
estos procesos de creatividad que conduzcan a la liberación, en donde el estudiante deje de ser
visto como un objeto que solo aprende y el maestro como aquel que posibilita que comprenda
lo que conozca, sino que cuestione, apropie y reinvente dichos aprendizajes convirtiéndolo en
un sujeto igualmente activo, buscando contribuir a una mejor sociedad.
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 29
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 30
3. Lógica de Marco
3.1. Consideraciones al asunto del pensamiento y la filosofía latinoamericana según los
aportes de Augusto Salazar Bondy
Con el fin de contextualizar esta obra de conocimiento en Latinoamérica, la cual gira en
torno a la configuración del maestro como sujeto político desde una praxis ético – liberadora:
una apuesta por una educación en contexto, es necesario traer al diálogo al filósofo peruano
Salazar (1968) con su libro ¿Existe una filosofía de nuestra América? Se considera necesario
incluir algunas afirmaciones de este autor con el fin de contextualizar el asunto de conocimiento,
y de realizar el rastreo que posibilitará encontrar razones sobre las condiciones que hacen posible
que el maestro se configure como sujeto político en esta época.
Sin embargo, se debe aclarar que en este texto se hará una descripción a la luz de algunos
aportes que sirven de provocación en relación con una postura sobre el filosofar en
Latinoamérica; y así tener un acercamiento a este mismo contexto, para ello se hará referencia
al de América Latina, con el fin de indagar las condiciones que posibilitan la configuración del
maestro como un sujeto político.
Tal aproximación de carácter descriptivo se realizará teniendo como fuente primaria el
texto titulado ¿Existe una filosofía de nuestra América? de Salazar (1968) donde no se detiene
a analizar el problema del pensamiento filosófico en toda América, sino que se enfoca
específicamente en el contexto hispanoamericano. Para esto resalta posturas de algunos
filósofos de diferentes épocas sobre conceptos claves como originalidad, autenticidad y
peculiaridad de la filosofía americana, las cuales llevarán a conclusiones que a su vez conducirán
a una posterior confrontación con la problemática que se aborda en la obra de conocimiento.
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 31
Salazar (1968) pone en duda la existencia de una filosofía en América, afincando su
argumento en pensamientos, ideas y conceptos de diferentes enfoques de la conquista española
y sus colonizadores, donde a pesar de existir unos rasgos culturales característicos de los
habitantes de estas tierras, no es posible tener una cultura propia sino adoctrinada por los
conquistadores y la combinación de las diferentes culturas.
Salazar Bondy (1968) dice: El proceso del pensamiento filosófico hispanoamericano
comienza con la introducción de las corrientes predominantes en la España de la época de la
conquista, dentro del marco del sistema político y eclesiástico oficial de educación y con la
finalidad principal de formar a los súbditos del Nuevo Mundo de acuerdo con las ideas y los
valores sancionados por el Estado y la Iglesia. Se traen a América y se propagan en nuestros
países aquellas doctrinas que armonizan con los propósitos de dominación política y espiritual
que persiguen los órganos del poder temporal y espiritual de la península. (p. 3)
A partir de lo anterior, se sitúa en una cierta incertidumbre la posibilidad de existir una
filosofía propia, la cual a su vez imposibilitaría el hecho de que haya sido construida antes de la
invasión española. En su momento pudieron existir algunos aportes, pero estos fueron
reconstruidos o manipulados por las diferentes posturas, corrientes y demás que fueron
introducidas por los conquistadores, dependiendo de lo que pretendieron ilustrar.
De igual manera, sostiene que el continente americano ha sido manipulado por
ideologías, traídas por los occidentales; “iluminaron el medio americano con su coloración
espiritual propia, se refractaron en él, adquiriendo una dirección distinguible de la original”
(Salazar, 1968, p. 10). En este caso, se hacen notar los rasgos negativos que fueron
implementados por los conquistadores para asegurar el dominio de los nativos, igualmente los
destinos de la política las cuales fueron diseñadas según las pautas de los diferentes sistemas a
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 32
través del tiempo, en el mismo proceso de construcción y evolución de nuestras republicas hasta
la actualidad.
Por consiguiente se retoma el trinomio de conceptos utilizados por Salazar B (1968) como
originalidad, autenticidad y peculiaridad, además como fueron entendidas por él; Originalidad
comprendida como el aporte de ideas y planteamientos nuevos, en relación a cosas anteriores;
Autenticidad como un producto filosófico que no ha sido falseado o equivocado, y Peculiaridad
que consistía en la presencia de rasgos históricos-culturales diferenciales, que dan carácter
distinto a un producto espiritual; ya sea filosófico o de otra índole, así como individual o local
(Mora, 2009). Por lo tanto, lo más importante para Salazar consistía en la no repetición más que
todo de los aportes espirituales, pero desde la conquista de América se inició de cero y no se
tuvo en cuenta la tradición de los pueblos indígenas.
Por lo tanto, Salazar (1968) suscitó un debate donde toma las más importantes
interpretaciones de otros filósofos latinoamericanos y de allí recoge las diferentes posturas de
algunos que argumentan la existencia o no de una filosofía hispanoamericana.
En América se ha incurrido en la alienación de pensamientos, en un principio española y
actualmente estadounidense, no se opta por centrar esfuerzos en una cultura propia,
desvirtuando lo original. Salazar (1968) expresa:
Recordemos ahora que, en consonancia con ellas, nuestra filosofía fue un pensamiento
originalmente impuesto por el conquistador europeo de acuerdo a los intereses de la corona y la
Iglesia española. Más adelante ha sido un pensamiento de clase dirigente o de élites oligarquías
refinadas y ha correspondido generalmente a olas de influencia económico-política extranjera.
En todos estos casos operan el subdesarrollo y la dominación. (p. 36)
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 33
Sin embargo, al ser impuesto se debe pensar en cambiar la concepción desde el mismo
sujeto latinoamericano y este se lograría desde la filosofía misma.
También el filósofo Risieri Frondizi invita a la prudencia, a valorar el pensamiento actual
y evitar no caer en el deseo de encontrar resultados positivos donde los hechos no lo demuestran,
más que pensar en que si hay o no filosofía, es más bien empezar a pensar filosóficamente, hacer
filosofía desde el momento y época que se esté, por lo tanto, el origen Iberoamericano llegará
por añadidura. En muchos artículos de Frondizi, principalmente el titulado: “¿Hay una filosofía
Iberoamericana?”, se defiende la postura de Salazar (1968).
Para lograr algo de autenticidad, Salazar (1968) propone que se debe superar el
subdesarrollo, desde el momento que esto se logre se dará el cambio, también se debe convertir
la conciencia lúcida de todos los individuos donde se reconozcan a sí mismos, donde pueda
desarraigar lo instituido durante muchos años de generación tras generación, dejando a un lado
la negatividad histórica en la que se está sumido, liberarse de todos los prejuicios instaurados,
empezar a sumergirse en las raíces históricas de la comunidad, encontrar los valores que allí se
develan para que se conviertan en la fuente de energía a un movimiento transformador de todos
los países Americanos, que logre romper las cadenas que los mantienen sujetos a los centros de
poder.
3.2. Consideraciones para una apuesta filosófica y pedagógica a partir de los presupuestos
conceptuales de Leopoldo Zea
Se pretende abordar los planteamientos conceptuales de Zea (1969), expuestos en su
libro la filosofía americana como filosofía sin más, en relación con el debate acerca de la
existencia de la filosofía latinoamericana, reflexión que remite a pensar si hay un pensamiento
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 34
auténtico latinoamericano, lo cual, de ser así, da pistas en cuanto a las condiciones que
posibiliten la configuración del maestro como un sujeto político.
Antes de entrar en los planteamientos de Zea conviene recordar que el debate referente a
la existencia o no de una filosofía latinoamericana fue iniciado por Salazar (1968), filósofo
peruano que en su escrito ¿existe una filosofía de nuestra américa?, puso en duda la existencia
de una filosofía latinoamericana hasta que no se lograra vencer el subdesarrollo y la
dependencia económica de América latina.
Como ya se ha señalado en el capítulo anterior, Salazar colocó en duda la existencia de
una filosofía en América, sustentando que ésta se ha resignificado, tomando pensamientos,
ideas y conceptos de diferentes enfoques de la conquista española y sus colonizadores, donde
a pesar de existir unos rasgos culturales característicos de los habitantes de estas tierras, no es
posible tener una cultura propia sino adoctrinada por los conquistadores y la combinación de
las diferentes culturas. Esta postura motivó a Zea (1969) a mostrar la existencia de un
pensamiento auténticamente latino que es necesario tomar en cuenta
En respuesta a lo planteado por Salazar Bondy (1968), Zea (1969) considera que el
problema de la filosofía latinoamericana parte de la pregunta por el hombre, de allí que, el
interrogante “qué clase de hombres somos” (p. 2) cobre relevancia, pues al ser colonizados la
idea que se tiene de hombre es la que proviene de la colonia o de Europa, situación que llevó a
los latinos a tener que reivindicar su propia condición de hombres, ya que el hecho de ser
considerados sub hombres por los europeos tiene consecuencias nefastas. Una de ellas es la
negación de tener el verbo (la palabra), entonces desde el mismo comienzo de acceso a la
historia universal el hombre americano es obligado a adaptarse a arquetipos no propios, lo que
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 35
trae como resultado una fuerte cultura imitativa. Por lo tanto, ese primer filosofar en
Latinoamérica es un preguntarse por el Hombre, por reivindicar esa condición. De allí que
Zea (1969) expresara:
El latinoamericano en su afán justificar su pretensión, la de ser Hombre, no un hombre,
se empeñará en someterse al modelo de esta supuesta única forma de lo humano, recortando,
destruyendo, lo que sobrase en la calca, pegando, parchando, aunque nada tuviese que ver con
su personalidad lo que faltase de ella. Recortando lo propio, añadiendo, pero sin asimilar lo
extraño. (p. 6)
Así pues, si la pregunta es por el hombre, ¿cuál es la esencia de este hombre? El autor
contesta diciendo: “la libertad creadora” (Zea, 1972, p. 8), condición que es innata por el
hecho de ser hombres pero que se nutre de la emancipación mental, es decir la ruptura con la
cultura colonial en que se había formado América. Otro de los rasgos constitutivos del hombre
es que se define en y por su historia, respecto a esto el autor manifiesta que la dialéctica
histórica se dirigirá a la conservación del pasado, a la esperanza en el presente o bien al
cambio en el futuro (1976), es decir América Latina posee una historia y esta debe ser dotada
de sentido, pues es esa historia la que permite que el hombre latinoamericano resignifique el
universo de valores en el cual manifiesta su ser.
En ese orden de ideas el hombre del que habla Zea (1972) es un hombre que comprende
su pasado y este le permite tener una idea clara de sí mismo, es decir, afirma su identidad
como latinoamericano, primero en forma local; comprenderse como chileno, argentino, etc. y
luego en forma global como latinoamericanos.
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 36
Avanzando en la discusión, Zea (1969) agrega que para que la filosofía sea original es
necesario que se reflexione y se piense sobre la realidad, de hacer esto es que surgen los
grandes sistemas filosóficos. El autor plantea que uno de los problemas de Latinoamérica
precisamente es que no se piensa sobre sus problemas: “En Latinoamérica la política no
derivara teóricamente del pensamiento filosófico, sino más bien, buscando justificación se
refugiara en una determinada doctrina filosófica” (p. 15), es decir Latinoamérica si quiere
emanciparse de manera política debe procurar pensar en su realidad, partir de su contexto.
Para Zea (1969) la originalidad del pensamiento, y, por ende, de la filosofía se logra si se
dan las siguientes condiciones:
No caer en la imitación o repetición de problemas ajenos a nuestra realidad: el autor
hace mucho énfasis en pensarse la realidad, los problemas propios de Latinoamérica:
“tendremos que partir necesariamente de nosotros mismos, tendremos que partir de
nuestras circunstancias, de nuestros límites, de nuestro ser americanos” (p. 20). Para el
autor no se hace filosofía, sino que se está inmerso en repetir otros modelos filosóficos
(Zea, 1972). Por lo tanto, para hacer Filosofía Latinoamérica se deben resolver
problemas que sus circunstancias lo reclamen.
Aunque Zea (1977) habla de adaptación, el propone que el asunto pasa más por
asimilar que por adaptar, ¿Qué es asimilar para el autor? Comprender el pasado y
apropiarlo como instrumento para enfrentar los problemas de su propia realidad; por lo
tanto, no se trata de empezar de cero sino tomar las cosas que sirvan del pasado de tal
manera que permitan construir desde la realidad. Como lo expresa el autor “el pasado
que, quiérase o no, es parte de la realidad de esta América y, con la cual habrá de
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 37
contarse si ha de lograrse el anhelado cambio” (p. 7), como bien lo expresa en otro de
sus textos: “aún no hemos sido lo suficientemente capaces de asimilar nuestro pasado y
hacerlo nuestro” (Zea, 1972, p. 7), ¿pero de qué sirve asimilarlo? Además de permitir
construir realidad, hace posible la emancipación pues hace que el pasado se asuma
como experiencia de tal forma que no se vuelva a repetir.
Hay que partir “sin más de lo que somos” es decir de la realidad del hombre americano
como lo expresa el autor: “Seguimos buscando al hombre por encima de sí mismos, de
nuestra propia realidad, de lo que somos, de lo que hemos sido y de lo que podemos
seguir siendo” (Zea, 1969, p. 53). Porque cuando se hace esto el hombre puede
desajenarse, puede dejar de ser instrumento, medio para otros fines pues está partiendo
del conocerse a sí mismo y a los demás, y de la reflexión que haga de su realidad y de
sus problemas.
Para lograr esto el autor plantea en otro de sus textos: América latina largo viaje hacia sí
misma que se necesita un cambio de espíritu en cuanto al propio pasado, a la cultura más
propia, (Zea, 1977, p. 18) reconocerse en ese pasado doloroso e ir asumiendo identidad, tal
como lo diría Martí (1891):
¿En qué patria puede tener un hombre más orgullo que en nuestras Republicas dolorosas
de América, levantadas entre las masas mudas de indios, el ruido de pelea, del libro con el
cirial, sobre los brazos sangrientos de un centenar de apóstoles? De factores tan
descompuestos, jamás, en menos tiempo histórico se han creado naciones tan adelantadas y
compactas.
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 38
Es verdad, la identidad cultural americana es complicada pero esos mismos elementos la
convierten en original, y de allí es que hay que partir de lo que se es, de lo que es singular,
“del hombre sin más, en sus múltiples expresiones” (Zea, 1977, p. 18).
Al comienzo se dijo que lo que se pretendía era mostrar los planteamientos de Zea en
cuanto a si existe una filosofía americana, pregunta que a su vez remite a la existencia o no de
un pensamiento americano auténtico, en conclusión, Zea (1969) a este cuestionamiento dice:
“¿es posible una filosofía de nuestra América? No solo es posible, sino que lo ha sido o lo es”
(p. 61) y resalta desde donde debe partir esta filosofía y para quien es: “filosofía sin más del
hombre y para el hombre en donde quiera que este se encuentre” (p. 62). Por lo tanto, el
hombre latinoamericano en tanto hombre tiene la capacidad de crear como cualquier ser
humano, no necesita copiar, puede aprender de su historia, de sus circunstancias y expresar
“sin más de lo que es” (p. 62) su pensamiento.
3.3. Salazar Bondy y Zea encuentros en torno al maestro como sujeto político.
A partir del debate planteado por los filósofos latinoamericanos Salazar (1968) y Zea
(1969) en cuanto a la existencia o no de una filosofía latinoamericana lo cual remite a si existe
o no un pensamiento autentico latinoamericano, se proponen algunas consideraciones
relacionadas con lo que posibilita la configuración del maestro como sujeto político.
Aunque Salazar (1968) enfoca su discurso en la no existencia de la filosofía
latinoamericana porque América se encuentra sumida en la dependencia y adoctrinada por
otros pueblos, él plantea un trinomio de conceptos: originalidad, autenticidad y peculiaridad,
los cuales si se dan los tres permitirían que exista una filosofía autentica Latinoamericana. De
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 39
los tres criterios señalados por Salazar (1968), es el último el que, para efectos de la presente
Obra de Conocimiento, tributa de manera adecuada el poder pensar en el maestro como sujeto
Político; pues tal condición en el maestro no sería posible sin esta peculiaridad, como se verá a
continuación.
Para Salazar (1968) la peculiaridad se define como: “la presencia de rasgos históricos-
culturales, que dan carácter distinto a un producto espiritual ya sea filosófico o de otra índole,
así como individual o local” (Mora, 2009, p. 85). Se considera que este concepto permite
visualizar un maestro “peculiar”, es decir un sujeto que piensa su contexto, que actúa sobre su
realidad e indaga sobre sus raíces encontrando valores propios de su cultura, posibilitando la
reflexión en los demás; dejando a un lado prácticas que alienan a la inautenticidad desde
contextos y épocas diferentes. Se encuentran hoy maestros que en vez de ser “peculiares” son
sometidos por el sistema o sencillamente por prácticas totalmente descontextualizadas, un
maestro que no tiene un filosofar propio, entendiéndose filosofar como un pensarse, un
construir.
Cabe señalar que para el propósito de esta obra, mostrar las condiciones que hacen
posible la configuración del maestro como sujeto político, los planteamientos de Salazar
(1968) no son muy pertinentes porque al negar la existencia de una filosofía auténticamente
latinoamericana cierra la posibilidad a mostrar un maestro activo, reflexivo y crítico, que
tenga un pensamiento original, sin embargo se considera que su concepto de peculiaridad
aporta en cuanto muestra una condición de un maestro empoderado como sujeto político.
Ahora bien, Zea en su respuesta a Salazar, ofrece desde la filosofía argumentos que permiten
abordar la discusión sobre la configuración del maestro como sujeto político.
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 40
A diferencia de Salazar (1968), Zea (1969) plantea que si existe una filosofía
latinoamericana y que ésta nace de preguntarse “qué clase de hombres somos” (p. 2). La
respuesta de esta pregunta permite la reivindicación del hombre latinoamericano. Si este
argumento se traslada al ámbito del maestro, este también se pregunta por la clase de hombres
que forma. Esta es una de las preguntas claves en la educación y así mismo permite que él
reflexione sobre la clase de hombre que es.
Así también la pregunta: ¿qué clase de hombres somos? puede acompañarse por otras
que son igual de importantes como: ¿qué clase de maestros somos? Así como la respuesta a la
primera permite reivindicar al hombre, la respuesta a esta segunda pregunta permite
comprender la esencia del maestro y como se configura como sujeto político en un contexto
determinado.
La esencia del hombre que plantea Zea (1969) está en la “libertad creadora”. Esta es una
de las características que el maestro debe tener, debe ejercer en su práctica la libertad y con
ella innovar y crear, además debe ser un emancipado mentalmente, es decir, así como se
espera que América rompa con la cultura colonial en la que fue formada, el maestro debe
romper con esquemas y paradigmas del sistema, los cuales impiden muchas veces su libertad
creadora.
Avanzando en la discusión es importante detenerse sobre las condiciones que según el
autor hacen posible la originalidad del pensamiento y de la filosofía, las cuales se considera
permiten una reflexión sobre la realidad del maestro latinoamericano.
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 41
Las condiciones que plantea Zea (1969) son: No caer en la imitación o repetición de
problemas ajenos a la realidad, asimilar el pasado y partir “sin más que lo que somos” (p. 53).
En estas condiciones se encuentran indicios o pistas de lo que posibilita que el maestro se
configure como sujeto político.
Teniendo en cuenta lo anterior se analiza como El sistema educativo colombiano no es
auténtico, es copia de otros y el maestro muchas veces sin pensarlo reproduce estas prácticas
descontextualizadas. Es tarea del maestro pensar en su realidad y en los problemas que
enfrenta en su entorno, pues nadie mejor que él para solucionarlos partiendo de su contexto.
En cuanto a asimilar el pasado, la única forma en la que el docente pueda llegar a
comprenderse, es mirando hacia atrás, esto le permitirá construir desde su realidad y además le
permite reafirmar su identidad como Maestro.
Todas estas transformaciones, ¿de dónde deben partir? Zea (1969) responde: “sin más de
lo que somos” (p. 53) es decir la realidad, lo que se es en el momento. A diferencia de Salazar
que planteaba que era necesario salir del subdesarrollo y la dependencia para lograr un
pensamiento autentico latinoamericano, Zea (1969) menciona que hay que partir desde donde
se está; de igual manera el maestro debe partir de su realidad, aunque esté sometido, el partir
sin más de lo que es le permitirá una verdadera emancipación, permitiéndole no ser más
instrumento si no un actor activo dentro de la sociedad.
Como se dijo al principio estos son algunos planteamientos de Zea y Salazar que se
considera son pertinentes en torno a la configuración del maestro como sujeto político. El
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 42
debate de los dos autores permite contextualizar las condiciones del maestro Latinoamericano
buscando que se afirme como sujeto político.
3.4. Consideraciones en torno a la praxis educativa, mirada desde Paulo Freire
Es pertinente retomar los planteamientos que desde la pedagogía nos ofrece Freire
(1965) el cual permite vislumbrar cuales son las condiciones que permiten que el maestro se
configure como sujeto político.
Para el autor la educación constituye una fuerza posibilitadora de cambio, pero para
lograrlo debe ser liberada de todos los rasgos alienantes, es decir una educación para la
libertad, una educación para el hombre sujeto, no para el hombre objeto (cfr. Freire, 1965, p.
1).
Este hombre sujeto es una persona concienciada, es decir, es una “liberación de la
conciencia con vistas a su posterior integración en su realidad nacional, como sujeto de su
historia y de la historia” (Freire, 1965, p. 6). Se podría decir que con este término el autor
expresa la idea de un sujeto político pues la persona “concienciada” comprende realista y
correctamente su ubicación en la naturaleza y en la sociedad, analiza críticamente causas y
consecuencias estableciendo comparaciones con otras posibilidades y situaciones, lo que
resulta en una acción eficaz y transformadora. El tomar conciencia es lo que permite que el
individuo asuma la praxis de la libertad que va dirigida hacia la realidad la cual no teme, sino
que busca transformarla (Freire, 1965, p. 6).
Para lograr lo anteriormente descrito, se precisa una educación alejada de la concepción
tradicional que el autor denomina “educación bancaria” pues esta deposita los contenidos del
programa educativo en la mente del educando. En esta concepción de educación el educador
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 43
siempre es el que posee la verdad, es el sujeto del proceso mientras que el educando es
considerado objeto, dando como resultado un sujeto pasivo y de adaptación (Freire, 1965, p.
7).
El esquema educativo que concibe el autor y que supera la educación bancaria es una
donde se habla del “educador educando con un educando educador” (Freire, 1965, p. 7), es
decir que los dos se educan entre sí, mediatizados por el mundo, en una relación dialéctica
constante. Es una educación problematizadora, crítica, liberadora, siempre con una postura
reflexiva, transformadora, que no se da en la mera palabra si no que exige la acción (Freire,
1965, p. 7).
Antes de continuar es preciso aclarar que Freire escribió para un contexto determinado:
la sociedad brasileña. Se trata de traer sus pensamientos a colación y analizar si son o no
pertinentes para el asunto de indagación a saber: las condiciones que permiten que el maestro
se configure como sujeto político.
Así pues, el autor en su obra la educación como práctica de la libertad da un bosquejo de
la sociedad brasileña en la cual resalta que está en transición, es decir están viviendo el paso
de una época a otra; en el caso particular es la transición de una sociedad cerrada en la cual se
busca mantener los privilegios de las clases dominantes mediante prácticas que buscan
mantener alienada a la gente. Es una sociedad en donde no se permite la participación ni hay
una verdadera democracia. Freire menciona que se está pasando de este tipo de sociedad a una
que intenta y busca el cambio (Freire, 1965, pp. 11–15).
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 44
Agregando a lo anterior para Freire (1965): El Hombre es un ser de relaciones y no solo
de contactos, no solo está en el mundo sino con el mundo. De su apertura a la realidad, de
donde surge el ser de relaciones que es, resulta esto que llamamos estar con el mundo. (p. 11)
En este orden de ideas, el hombre es capaz de trascender a diferencia de la especie
animal, lo hace porque reconoce su yo de su no yo, pero también porque es capaz de discernir
porque existe y no solo vive. Al respecto, el Freire (1965) explica que “existir se da cuando se
transciende, cuando se discierne, cuando se dialoga, cuando se critica, cosas que no suceden
en el vivir”. (p. 11)
Cuando el hombre discierne porque existe descubre su temporalidad: “comprende el
ayer, reconoce el hoy y descubre el mañana” (Freire, 1965, p. 11), esto hace que se impregne
de un sentido consecuente que le confiere la capacidad de crear y de intervenir en la realidad
para transformarla.
El autor reflexiona sobre lo que pasa con el hombre moderno el cual es ahogado en la
masificación y dirigido por fuerzas externas a él como la publicidad organizada. Esto tiene
como consecuencia que se renuncie a la capacidad de decidir y no se tomen decisiones
propias; este hombre es alienado por una élite que le muestra lo que quiere que vea, que busca
proyectos de vida copiados de otras partes, que se deja convencer con ayudas asistencialistas,
lo que hace de éste un ser pasivo no dejando lugar para la conciencia crítica (Freire, 1965, p.
21).
Es oportuno en este momento preguntar: ¿Qué permite que el hombre transcienda, que
llegue a ser un sujeto integrado? ¿Cómo se logra que el sujeto transforme la realidad? El autor
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 45
menciona que la educación juega un papel muy importante en este proceso, pero no cualquier
educación: se necesita una que permita la reflexión sobre sí mismo, el diálogo con los otros y
orienta al hombre a ser responsable social y políticamente (Freire, 1965, pp. 7-10).
Lo dicho anteriormente es clave porque ahonda en una cuestión vital sobre la formación
que imparten los maestros y da pistas sobre una de las condiciones que configura al maestro
como sujeto político. Éste debe formar al ciudadano, pero, ¿qué clase de ciudadano? Se espera
que sea un ciudadano crítico y reflexivo. Por crítico se entiende una persona que pueda tomar
postura, y por reflexivo que analice su realidad para tomar conciencia, pero también para
actuar sobre ella y transformarla.
En párrafos anteriores se mostró cómo Freire escribió pensando en los problemas de su
sociedad en este caso la brasileña. De la misma manera esta obra se escribe pensando en los
maestros y los desafíos de mostrarse como sujeto político en la sociedad latinoamericana
(centrados particularmente en el contexto colombiano). Por ello, es propio detenerse aquí un
momento y presentar a grandes rasgos como es esta sociedad colombiana1.
Por su parte, desde el contexto colombiano se observa mucha desigualdad social. Existe
una gran brecha entre lo rural y lo urbano y una alta concentración de la riqueza, es decir el
país es manejado por las élites las cuales se perpetúan en el poder. Indicadores como el Gini y
el indicador 2de desarrollo humano muestran que la situación en vez de mejorar tiende a
1 Aunque la obra se refiere al maestro en un contexto latinoamericano, en este capítulo nos centramos en las
condiciones de la sociedad actual colombiana. 2 Estos índices son utilizados para medir el nivel de desigualdad y pobreza de un país y la distribución de la
riqueza.
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 46
empeorar, pues el 20% del ingreso del país está en manos del 1% de la población (López,
2016).
¿Cómo afecta esta desigualdad a la educación? Aunque en el país la educación pública
inicial es gratuita (de transición a grado once) y hay programas de acceso a la educación
superior tales como “Ser Pilo Paga”, esto no garantiza que la educación brindada sea una que
propicie la formación de un sujeto crítico. Tampoco todos acceden a ella, todavía hay un gran
porcentaje de niños en las edades de 5 a 16 años que no asiste a clase. Según la Revista
Portafolio (2015) el porcentaje es del 20,3%.
En una sociedad tan desigual y con tantas problemáticas sociales es significativa la
importancia que tiene el maestro como agente de cambio, como generador de prácticas que
permitan que sus estudiantes reflexionen sobre el papel que asumen en la sociedad, este
maestro debe conocer su contexto y desde allí generar una educación emancipadora,
entendiéndose esta como aquella que le brinda al individuo la posibilidad de pensarse su
realidad de manera diferente y no solo pensársela si no transformarla. Es aquella que
desestabiliza al individuo, porque le muestra la realidad, que le permite al hombre
comprenderse en su “temporalidad” (Freire, 1965, p. 11), y de allí pasar a la acción.
Se necesita que el maestro se piense como protagonista de su labor educativa, pero
aceptando la implicación política de ser maestro, es decir se debe superar la visión de que este
solo es implementador del currículo (Freire, 1993). En el contexto colombiano el Ministerio
de Educación Nacional es muy eficaz diseñando capacitaciones para que los maestros mejoren
su enseñanza. Dichas capacitaciones centran su atención en mejorar el resultado de pruebas
externas tales como las Pruebas Saber (3º, 5º y 9º) y Saber 11 pero, ¿y el ser social del
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 47
maestro? Este es descuidado o no es tomado en cuenta, pues se quiere que el statu quo siga
igual, de allí que se le presenten al maestro trampas ideológicas, que lo envuelven y lo alejan
de su tarea en materia social, como es la conciencia crítica de la responsabilidad social y
política en cuanto miembros de una sociedad civil (Freire, 1993, p. 20).
En este punto cabe preguntarse: ¿en dónde y en qué momento de la práctica educativa el
maestro se asume como sujeto político?, es de entender que lo debe hacer siempre, pero sobre
todo este empoderamiento como sujeto político se debe demostrar en la intimidad del salón de
clase, en la relación con el educando, pues como lo menciona Freire (1993): “la práctica
educativa por el contrario es algo muy serio, participamos en la formación de niños,
adolescentes o adultos, participamos en su formación.” (p. 52). Aquí el autor expresa algo muy
importante y con lo que se está de acuerdo: la práctica educativa está relacionada con la
formación, entonces es allí en la práctica que el maestro demuestra su configuración como
sujeto político. Cabe entonces preguntarse ¿formación en qué? ¿En los contenidos académicos
del currículo? ¿En formar el carácter?
La respuesta a la anterior pregunta la da el mismo autor cuando expresa que lo que se
busca es la formación del educando como sujeto crítico que debe luchar constantemente por la
libertad (Freire, 1993, p. 97), sí ,es en la práctica y en la formación de ciudadanos críticos
donde el maestro se configura como sujeto político, pues su praxis no puede ser neutral,
“como educador soy un político” (p. 64) entendiendo lo político como lo público, como un
construir entre sujetos, que se va dando por la pregunta, la crítica y el debate, es decir en el
diálogo.
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 48
No cabe duda de que la labor del maestro va mucho más allá de la enseñanza, su
quehacer es social, de lucha por la libertad tanto la de él, como la de sus educandos, tal como
lo dijo Freire (1993):
Los educadores precisan convencerse de que no son meros docentes, nosotros somos
militantes políticos porque somos maestras y maestros, nuestra tarea no se agota en la
enseñanza de la matemática, de la geografía, […] nuestra tarea exige nuestro compromiso y
nuestra actitud en favor de la superación de las injusticias sociales. (p. 88)
En este tema no hay neutralidad, el maestro debe tener muy claro: la educación en favor
de quienes, la educación para que y en contra de que, debe estar seguro de su sueño político
(Freire, 1993, p. 64), y esto debe verse reflejado en su praxis.
Hay otro aspecto entre tantos que llama la atención en la obra de Freire (1993) y que está
relacionado con la configuración del maestro como sujeto político y es la importancia que él le
da al contexto y la identidad cultural de los sujetos, para el autor: “la identidad de los sujetos
tiene que ver con las cuestiones fundamentales del plan de estudios” (p. 103), es decir el
maestro, como ya se ha dicho tantas veces, debe ir más allá del ámbito de la enseñanza y
trascender en su práctica de tal manera que entienda cómo el contexto y la identidad de los
educandos los condiciona e influye sobre el modo de actuar y los valores que tiene una
persona (p. 118).
En cuanto a lo anterior, muchas veces el maestro pierde de vista la importancia del
contexto de los educandos, lo que resulta en que su práctica educativa esté bastante alejada de
la realidad y por lo tanto no permita construir una escuela verdaderamente democrática en
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 49
donde la ciudadanía y el sujeto se forma a través del diálogo “buscando en un contexto
histórico la razón de ser de las cosas” (Freire, 1993, p. 122).
Esta recapitulación del pensamiento de Freire permite analizar aspectos muy concretos
de las condiciones que debe tener un maestro para su configuración como sujeto político,
mucho de lo planteado por el autor está vigente para nuestro país y Latinoamérica. Es preciso
cambiar el paradigma del maestro administrador del currículo, a uno que se configure en su
práctica como sujeto político, un sujeto que se reconozca en su historia, que se apropie de su
contexto, que esté seguro de su sueño político y luche por él.
3.5. Tensiones, desafíos y posturas de un maestro como Sujeto Político
El diálogo propuesto anteriormente da las bases conceptuales para pensar las
condiciones que posibilitan que el maestro se configure como sujeto político en clave de
liberación, es una invitación al maestro a pensar su praxis en vínculo con la peculiaridad, es
decir, tomar la singularidad del contexto. Esto se hace cuando él mismo conoce su realidad y
la problematiza. Al hacerlo, puede ayudar a los educandos a que hagan lo mismo.
Zea (1969), uno de los autores trabajados en esta obra, plantea un interrogante que
permite pensar en otra de las condiciones que debe cumplir el maestro para su configuración
como sujeto político. Él pregunta: “¿Qué clase de hombres somos?” (p. 2). Por lo tanto, él
debe conocerse, reivindicar su propia condición de hombre, lo que le permitirá guiar su praxis
al reconocerse en otros, comprendiendo a sus educandos desde su realidad.
La concepción de hombre propuesta por Zea (1976) se define en y por su historia. Esta
historia permite que el hombre latinoamericano resignifique su existencia. Trayendo estos
planteamientos al ámbito del maestro, el también como ser histórico debe conocer su pasado,
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 50
reflexionar sobre este en el presente para que esto permita el cambio del futuro. Se trata de
asimilar el pasado, lo que permite que se construya realidad haciendo posible la emancipación,
al asumir el pasado como experiencia y evitando los errores de este.
Un maestro que se configura como sujeto político es un sujeto que tiene muy clara su
identidad, es decir, se asume como maestro, no como un simple docente. La palabra “maestro”
lleva una carga de significado más profunda que la palabra “docente”: la primera implica
reconocer el compromiso ético-político que conlleva el acto educativo, mientras que la
segunda puede verse sólo como un transmisor de conocimientos.
Otra característica de este maestro es la originalidad de su pensamiento: “tendremos que
partir necesariamente de nosotros mismos, tendremos que partir de nuestras circunstancias, de
nuestros límites, de nuestro ser americanos” (Zea, 1969, p. 20). Hoy en día en el contexto
colombiano, lastimosamente, muchos de los maestros aceptan de forma pasiva todos los
lineamientos y reglas establecidas por el gobierno de turno, sin pensarse en si estas son
pertinentes a su contexto.
A manera de ejemplo, uno de los programas bandera del Ministerio de Educación
Nacional, durante los años 2011 – 2018, ha sido el programa “Todos a aprender” PTA, el cual
busca la excelencia docente y académica. Este programa dotó a la mayoría de establecimientos
públicos educativos de un material que fue elaborado fuera del contexto, de la realidad
colombiana. Los textos de lenguaje son traídos de Chile y los de matemática de Canadá,
incluso con una mala traducción.
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 51
Con este ejemplo se pretende mostrar la poca contextualización que se hace de los
problemas educativos colombianos. Lo ideal sería que este material se construyera desde este
contexto, que fuera el maestro el que desde su salón de clase lo hiciera pensándose su realidad
y lo mejor para sus estudiantes.
Otro de los autores referenciados en esta obra, es el pedagogo brasileño Freire. Este
concuerda con Zea (1969) en la importancia que tiene para la liberación el partir desde donde
se está, sin buscar un estado ideal. Los dos autores enfatizan en la importancia de partir de lo
que se es. Zea (1969) lo expresa como “sin más de lo que somos” (p. 53); Freire (1969)
menciona que:
La pedagogía del oprimido como pedagogía humanista y liberadora tendrá dos
momentos distintos pero interrelacionados. El primero, en el cual los oprimidos van
descubriendo el mundo de la opresión y se van comprometiendo, en la praxis, con su
transformación y, en que una vez transformada la realidad opresora, deja de ser la del
oprimido y pasa a ser la pedagogía de los hombres en proceso de permanente liberación. (p.
35)
Se ha evidenciado que la realidad latinoamericana es alienante y por lo tanto dificulta el
empoderamiento del maestro como sujeto político. Sin embargo, esto no debe ser limitante
para construir el camino que nos lleve a prácticas ético-liberadoras puestas en contexto en
dialogo con educandos que transformen su realidad.
Para volver al asunto de indagación es preciso recordar la pregunta que guía esta
investigación, ¿cuáles son las condiciones que posibilitan la configuración del maestro como
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 52
sujeto político, en clave de liberación? La respuesta no se da en un maestro como sujeto
político en cuanto a acción proselitista, sujeto de acción política, que habita en la polis y se
configura en ella, es una forma de ser maestro en contextos “peculiares”, con situaciones
específicas que a su vez definen su modo de ser, es un sujeto que se configura en su realidad
en una relación dialéctica con su entorno.
El maestro configurado como sujeto político realiza procesos reflexivos que le permiten
conocerse e ir al encuentro del otro, es allí, donde construye nuevas realidades pues a partir de
la reflexión de su praxis busca maneras de transformar la realidad, configurándose así en
condiciones ético políticas, ejerciendo cada vez más una práctica liberadora.
La interpretación realizada de los pensamientos de los tres autores anteriormente
referenciados permite afirmar que un maestro configurado como sujeto político se pregunta
por el hombre, toda praxis pedagógica y teoría educativa debe ir precedida de una teoría
antropológica, por consiguiente el maestro latinoamericano debe pensar en el hombre que está
formando, un sujeto que todavía esta alienado por un sistema que no le interesa formar un
sujeto crítico y reflexivo, más bien su interés es por personas instituidas, de ahí la importancia
que el mismo se reconozca en su esencia, y en su condición de alienado.
Ahora bien, se debe reconocer que en todo país existen unas políticas públicas que
implícitamente configuran un modo de ser maestro, en el contexto colombiano estas políticas
públicas son emanadas por parte del Ministerio de Educación Nacional, el cual las reglamenta
a partir de leyes, decretos, lineamientos.
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 53
Buen ejemplo de ello es la definición de educador dada por la Ley 115 de 1994 en ella
se nos dice: “es el orientador en los establecimientos educativos, de un proceso de formación,
enseñanza y aprendizaje de los educandos, acorde con las expectativas sociales, culturales
éticas y morales de la familia y la sociedad” (Ley 115; artículo 104, p. 84). Cabe anotar que el
educador colombiano debe cumplir con las expectativas de la sociedad y de las políticas
públicas, es decir el Estado configura un ser maestro obediente, formador de un ciudadano
pasivo, oprimido por un estado al que no le conviene que sea instituyente y configure otras
realidades.
¿Qué hacer ante esta realidad? Un maestro configurado como sujeto político, juega con
el sistema, no renuncia a sus sueños políticos, más bien allí en la intimidad de su aula de clase,
donde ocurre el encuentro más importante del acto educativo, crea nuevos horizontes de
sentido que permitan transformar su realidad y la de sus educandos.
En conclusión, se invita al maestro latinoamericano a pensar que hay otra manera de
hacer las cosas. A pesar de las ideologías dominantes, que ven en la educación una forma de
seguir perpetuando el statu quo y de cumplir exigencias que se hacen a nivel político y
económico. Hay que tener esperanza y no perder el espíritu de lucha por una educación más
contextualizada y más formativa a nivel social.
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 54
4. Metódica
La obra de conocimiento se empezó a construir partiendo de la autoecobiografia de las
dos investigadoras. Como tutoras del Programa “Todos a Aprender” tienen un contacto directo
con muchos maestros y escuchan sus experiencias, esto les permitió pensar en su propia
práctica educativa y se vieron reflejadas en ellos, sobre todo en lo que respecta a la parte
didáctica de la enseñanza. Luego las reflexiones al interior de la Maestría permitieron mirar
otro asunto pertinente, y este fue en cuanto a la configuración del maestro como Sujeto
Político. A las investigadoras les parece que, aunque se ha hablado del tema y hay
investigaciones sobre él, quieren presentar su voz teniendo en cuenta que en este momento las
condiciones sociales y políticas son diferentes.
Se definió el asunto de indagación con una pregunta: ¿Cuáles son las condiciones que
hacen posible la configuración de un maestro ético político en clave de liberación? Este
cuestionamiento guio el camino de investigación; para tal efecto:
Primero, se realizó un estado del arte, que permitió rastrear lo que se había dicho en
otras investigaciones al respecto, Lo segundo fue hacer un ejercicio hermenéutico para lo
cual se utilizaron los textos de los autores invitados al dialogo a saber Augusto Salazar Bondy
y Leopoldo Zea , a partir de la lectura ,compresión e interpretación de sus pensamientos ,se
pudo situar la obra en un contexto latinoamericano analizando desde sus diferentes posturas
la existencia o no de una filosofía y un pensamiento auténticamente latinoamericano, la
interpretación realizada de los textos permitió que lo planteado por los autores pudiera ser
analizado buscando las condiciones que posibilitan la configuración del maestro como sujeto
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 55
político desde una praxis ético liberadora, este proceso de comprensión e interpretación
también se realizó con Paulo Freire pero referido a la praxis educativa y la función social del
maestro.
¿Por qué se dice que es un ejercicio hermenéutico? Porque no se trata de traer a
colación solo el pensamiento de los autores, sino crear horizontes de sentido respecto al asunto
de indagación, así como la conversación permite comprender al otro, para comprender un
texto, también hay que entrar en conversación con él, respondiendo a las preguntas que este
haga, y poder leer más allá del texto, leer el contexto (De Santiago, 2012, p. 155).
Beuchot (2007) menciona una característica de la hermenéutica como es la
interpretación de textos, además dice que no solo se refiere al texto escrito si no como lo
explica Gadamer al dialogo como texto, este es más abierto que el escrito pues la conversación
nunca se sabe dónde irá a parar. (p.8).
En ese orden de ideas en la obra se interpretaron textos como ya se mencionó, sin
embargo, se considera que con los autores trabajados se propició una conversación que da pie
a la interpretación que se hace de sus pensamientos y al hacerlo se genera una aplicación es
decir de la conversación en sentido figurado tenida con los autores resulta la propuesta en este
caso relacionada con las condiciones que configuran al maestro como sujeto político.
El autor también clarifica en qué casos interviene la hermenéutica al respecto dice: No
basta sólo con entender, muchas veces entendemos algo y no comprendemos su cabal
significado ni su porqué. En esos casos es cuando interviene la hermenéutica, para buscar la
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 56
comprensión además del entendimiento; y, sobre todo, se necesita más cuando hay más
sentidos en lo que se está tratando de comprender (Beuchot,2007, p.11).
Al respecto en la obra se buscó comprender, el contexto latinoamericano y relacionar
esa comprensión con el asunto de indagación, porque se buscó crear otros horizontes de
sentido respecto a las condiciones que hacen posible que el maestro se configure como sujeto
político.
Beuchot es claro en identificar los tres elementos que permiten la interpretación de un
texto estos son: “el texto (con el significado que encierra y vehicula), el autor y el intérprete”
(2000, p.2), el papel del lector es descifrar el contenido significativo que le dio el autor, sin
perder de vista que él también le da y le otorga significado, es ahí donde entra en juego la
subjetividad, en palabras del autor: “La hermenéutica, pues, en cierta manera,
Descontextualiza para recontextualizar, llega a la contextuación después de una labor
elucidatoria y hasta analítica” (Beuchot, 2000.p.2).
Por lo tanto, en la obra se le otorgo significado a los textos interpretados, los cuales
como ya se ha mencionado permitieron comprender el contexto latinoamericano en relación
con el asunto de indagación, es decir se creó a partir del significado dado a los textos.
Como conclusión se puede afirmar sobre la metódica de la obra de conocimiento que
se trabajó a partir del círculo hermenéutico en clave de la configuración de la subjetividad
política del maestro latinoamericano como praxis ético política transformadora de contextos.
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 57
5. Política de Comunicación
La política de comunicación de la presente obra, se divide en dos momentos
5.1. Durante la construcción de la obra
Socialización de los avances con los compañeros y docentes en los talleres de línea.
Participación en los grupos de investigación de la universidad, buscando con ello vincular
otras voces en este proceso.
5.2. Después de la construcción de la obra
Conformar círculos investigativos en nuestro lugar de trabajo donde se pueda reflexionar
en torno a la obra.
Usar nuestra obra como insumo en clases universitarias.
Realizar una pasantía nacional o internacional para mostrar en ámbitos académicos los
resultados de la obra. A este respecto ya hay contactos muy consolidados con la
universidad Católica de Cuyo, de la Ciudad de San Juan Argentina, a realizarse del 21 de
abril al 19 de mayo de 2017, con un cronograma de trabajo establecido en el cual se da
cuenta de las apuestas epistemológicas planteadas en la obra, tales como escribir un
artículo académico publicable en revista indexada.
CONFIGURACIÓN DEL MAESTRO COMO SUJETO POLITICO … 58
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