El cabo del Ejército español Sa-muel Guzmán, de 30 años, fuecondenado ayer a una multa de1.260 euros por haber abusadosexualmente de la soldado fran-cesa S. S. durante la Nochebue-na de 2006 en el destacamentode la OTAN enMostar (Bosnia),con la atenuante de embria-guez. Además, el militar debe-

rá indemnizar a su víctima con2.000 euros por daños morales.

Durante el juicio, celebradoen la Audiencia Nacional portratarse de un delito cometidoen el extranjero, Guzmán negóconocer a la víctima.

La soldado francesa, sin em-bargo, dijo que el cabo había ju-gado con ella una partida de bi-llar un mes antes en el bar deldestacamento francés. Luego re-

lató la agresión y cómo golpeó almilitar español para poder verlela cara. También testificó el sol-dado francés Raoul Holtzer, quepresenció la fuga del cabo espa-ñol y aclaró que le había vistodías antes mirando los nombresque figuraban en el exterior delas habitaciones. Ambos recono-cieron al cabo sin ninguna du-da, aunque éste para camuflarsu aspecto, se afeitó la perilla.

Condenado el cabo que abusóde una soldado francesa en BosniaJOSÉ YOLDI, Madrid

26 DE SEPTIEMBRE DE 2008

EL PAÍS PÁG. 19

MADRID.–ElcabodelEjército de Tierra Sa-muel Guzmán tendráque pagar una multade 1.620 euros por ha-berle tocado el pechoa una militar francesaen Mostar (Bosnia),durante la Nochebue-na de 2006.

Así lo decidió ayerel Juzgado CentralPenal de la AudienciaNacional, que consi-dera que el soldado

español cometió undelito de abusos se-xuales sobre la militarfrancesa, para la queademás se ha decreta-do una indemniza-ción de 12.000 euros.

«Me desperté cuan-do noté que me estabatocando el pecho. Al

abrir losojos,quitórá-pidamentelamano.Élestaba en el suelo ymetió la cabeza deba-jo de mi cama paraque no le viese la cara,pero le di puñetazosporque quería ver surostro costara lo quecostara», declaró en la

Audiencia SabrinaSahli, la militar de 25años afectada, infor-ma Europa Press.

El cabo, de 30 añosyquenoseráapartadodel Ejército, se decla-ró inocente durante eljuicio. Alegó queaquella noche fuearrestado por interve-nir en una pelea y que,trasel toquedequeda,sólosaliódesuhabita-ción para ir al baño.

Multado por tocar elpecho a una militar

26 DE SEPTIEMBRE DE 2008

EL MUNDO PÁG. 16

La Audiencia multa con 1.620 euros a un cabo español por abusos sexuales

MADRID- El juez titular del Juzgado Central Penal de la Audiencia Nacional, José María Vázquez Honrubia, condenó ayer a un cabo del Ejército es-pañol a una multa de 1.620 euros por un delito de abusos sexuales contra una militar francesa. Los hechos se produ-jeron durante la Nochebuena de 2006 en la base militar de Mostar (Bosnia). El magistrado de la Audiencia, además, de-cretó una indemnización para la víctima de 2.000 euros, bas-tante inferior a las medidas que pidió el fi scal: 12.000 euros de indemnización más un año y medio de cárcel, informa Ep.

«Me desperté cuando noté que me estaba tocando el pe-cho y al abrir los ojos quitó rá-pidamente la mano», relató al juez la militar francesa Sabrina Sahli, de 25 años. A continua-ción, Sahli retiró al cabo espa-

ñol «insultándole y dándole puñetazos», por lo que el agre-sor, borracho, salió corriendo.

Además, la militar aseguró que conocía al cabo porque «un mes y medio antes» habían jugado dos partidas de billar en el «Bar Bonaparte». Sin embar-go, el agresor, Samuel Guzmán, un cabo del Ejército de Tierra de 30 años, lo negó durante el juicio declarándose inocente. Lo único que afi rmó fue su es-tado de embriaguez aquella noche, pero negó haber ido hasta el cuarto de la víctima.

Al día siguiente de los hechos el agresor se había afeitado la perilla para evitar su reconoci-miento, según la militar. El detonante de la sentencia fue la declaración de un testigo, un compañero de Sahli, Raúl Hor-tez, quien, tras oír los gritos de la víctima, se levantó de la cama y pudo ver al español abandonar el barracón «dando tumbos».

A pesar de los 1.620 euros de multa que debe abonar el cabo (3 euros durante 18 meses), la condena no apartará al espa-ñol del Ejército, actualmente destinado en Burgos.

S. Suárez

El agresor tocó el pecho a una militar francesa en la base de Mostar (Bosnia)

26 DE SEPTIEMBRE DE 2008

LA RAZÓN PÁG. 24

FECHA Nº DE PÁGINA

3026/09/08

OC. MOE.

FECHA: 26-09-08 PAG:

MEDIO: INFORMACIÓN El juez multa con 1.620 euros a un cabo por abusos sexuales a una militar francesa

EUROPA PRESS. MADRID El juez titular del Juzgado Central Penal de la Audiencia Nacional, José María Vázquez Honrubia, condenó ayer a un cabo del Ejército español a una multa de 1.620 euros por un delito de abusos sexuales cometidos en la base militar de Mostar (Bosnia) durante la Nochebuena de 2006 contra una militar francesa para la que el magistrado decretó además una indemnización de 2.000 euros. Esta pena es considerablemente menor a la solicitada por el fiscal, Pedro Martínez, quien pidió un año y medio de cárcel para él y una indemnización de 12.000 euros para la víctima. La víctima declaró que le tocó un pecho mientras dormía en la Nochebuena de 2006 y el condenado sólo admite que había bebido.

Hay tipos para los que la presun-ción de inocencia no es un dere-cho, sino un despilfarro. Ya sesabe que se les debe considerarinocentes hasta que no se de-muestra su culpabilidad, pero locierto es que por más intentosque hagamos, sólo acertamos averlos con las manos en la masa.

Un cabo del Ejército español,S. G. M., de 30 años, destinadoenMostar (Bosnia), decidió cele-brar la Nochebuena de 2006 portodo lo alto y sobre las cinco dela madrugada se introdujo en lacamareta de la soldado S. S. delcontingente francésmientras és-ta dormía. Se recostó en el suelojunto a la cama e introdujo lamano bajo las sábanas y el pija-ma y le tocó los pechos hastaque ella se despertó sobresalta-da. La mujer, de 25 años, vio alsicalíptico macho hispánico, alque identificó porque le habíaconocido un mes antes en el Bo-naparte, el bar del destacamen-to francés, jugando al billar, y legolpeó para que la dejara.

El cabo olvidó al instante suardor guerrero y salió corriendocon el rabo entre las piernas,mientras ella le perseguía al gri-

to de “cerdos españoles”, lanzán-dole piedras. El alboroto alertó aotro soldado francés que presen-ció la poco decorosa retirada dellúbrico militar español.

Por lamañana, la francesa de-nunció los hechos al mando dela Guardia Civil e indicó que elagresor llevaba una perilla ca-racterística y que parecía ebrio.Tanto ella como su compañeroidentificaron al cabo sin ningúngénero de dudas en sendas rue-das de reconocimiento.

El caso es que, como los ma-los estudiantes que siempre ale-gan que el profesor les tiene ma-nía para justificar sus suspen-sos, el ardiente cabo admite quehabía bebido, pero niega la ma-yor, ya que sostiene que no cono-ce de nada a la soldado. Un inten-to tan vano como tratar de ense-ñar a volar a una lombriz.

Y ello es así porque el cabotrató de cambiar su aspecto y aldía siguiente se afeitó la perilla.La explicación que ofreció sobresumaniobra depilatoria es anto-lógica: se la quitó por tradiciónfamiliar, ya que su padre tam-bién lo hace cada 25 de diciem-bre.

Además, la amnesia que pade-ce respecto a la soldado no dejade ser sospechosa, puesto que elmes anterior la había invitado a

jugar al billar en el Bonaparte,junto con un brigadier francés.

Seguramente alguien pensa-rá que pudo tratarse de un im-pulso incontrolado, debido a loseñalado de la fecha, estar tanlejos de casa y con prolongadaabstinencia, pero, por el contra-rio, todo indica que se trató deuna acción premeditada, puestoque varios días antes el cabo ha-bía sido sorprendido de madru-gada, con una linterna, mirandolos nombres que figuraban enlas puertas de los dormitoriosdel campamento francés.

La expresión del deseo incon-trolado le va a suponer al caboun juicio por abusos sexuales es-te mismo mes en la AudienciaNacional, ya que se trata de undelito atribuido a un ciudadanoespañol cometido en el extranje-ro. La fiscalía le pide año y me-dio de prisión, aunque previsi-blemente no ingresará en la cár-cel, salvo que cometa otros deli-tos.

Lo destacable no es sólo queel tipo sea un acosador, o un ne-cio, por pensar que la mujer nose iba a despertar a pesar de susmanoseos, sino que por esosma-noseos la fiscalía pide 12.000 eu-ros por daños morales para lavíctima. No es que no se los me-rezca, que seguro que sí. Lo que

lo hace aún peor es que ese dine-ro no lo va a pagar el cabo luju-rioso, sino todos los españoles,ya que, al ser insolvente, el Esta-

do tiene que responder por él.En casos así dan ganas de recla-mar la vuelta de los trabajos for-zados.

Enseñar a volar a una lombrizLa Audiencia Nacional juzga a un cabo español por abusarde una militar francesa en Mostar

ANÁLISIS

José Yoldi

Un legionario español en Mostar. / uly martín

15 DE SEPTIEMBRE DE 2008

EL PAÍS PÁG. 14

El cabo del Ejército español Sa-muel Guzmán, de 30 años, fuecondenado ayer a una multa de1.260 euros por haber abusadosexualmente de la soldado fran-cesa S. S. durante la Nochebue-na de 2006 en el destacamentode la OTAN enMostar (Bosnia),con la atenuante de embria-guez. Además, el militar debe-

rá indemnizar a su víctima con2.000 euros por daños morales.

Durante el juicio, celebradoen la Audiencia Nacional portratarse de un delito cometidoen el extranjero, Guzmán negóconocer a la víctima.

La soldado francesa, sin em-bargo, dijo que el cabo había ju-gado con ella una partida de bi-llar un mes antes en el bar deldestacamento francés. Luego re-

lató la agresión y cómo golpeó almilitar español para poder verlela cara. También testificó el sol-dado francés Raoul Holtzer, quepresenció la fuga del cabo espa-ñol y aclaró que le había vistodías antes mirando los nombresque figuraban en el exterior delas habitaciones. Ambos recono-cieron al cabo sin ninguna du-da, aunque éste para camuflarsu aspecto, se afeitó la perilla.

Condenado el cabo que abusóde una soldado francesa en BosniaJOSÉ YOLDI, Madrid

26 DE SEPTIEMBRE DE 2008

EL PAÍS PÁG. 19

MADRID.–ElcabodelEjército de Tierra Sa-muel Guzmán tendráque pagar una multade 1.620 euros por ha-berle tocado el pechoa una militar francesaen Mostar (Bosnia),durante la Nochebue-na de 2006.

Así lo decidió ayerel Juzgado CentralPenal de la AudienciaNacional, que consi-dera que el soldado

español cometió undelito de abusos se-xuales sobre la militarfrancesa, para la queademás se ha decreta-do una indemniza-ción de 12.000 euros.

«Me desperté cuan-do noté que me estabatocando el pecho. Al

abrir losojos,quitórá-pidamentelamano.Élestaba en el suelo ymetió la cabeza deba-jo de mi cama paraque no le viese la cara,pero le di puñetazosporque quería ver surostro costara lo quecostara», declaró en la

Audiencia SabrinaSahli, la militar de 25años afectada, infor-ma Europa Press.

El cabo, de 30 añosyquenoseráapartadodel Ejército, se decla-ró inocente durante eljuicio. Alegó queaquella noche fuearrestado por interve-nir en una pelea y que,trasel toquedequeda,sólosaliódesuhabita-ción para ir al baño.

Multado por tocar elpecho a una militar

26 DE SEPTIEMBRE DE 2008

EL MUNDO PÁG. 16

La Audiencia multa con 1.620 euros a un cabo español por abusos sexuales

MADRID- El juez titular del Juzgado Central Penal de la Audiencia Nacional, José María Vázquez Honrubia, condenó ayer a un cabo del Ejército es-pañol a una multa de 1.620 euros por un delito de abusos sexuales contra una militar francesa. Los hechos se produ-jeron durante la Nochebuena de 2006 en la base militar de Mostar (Bosnia). El magistrado de la Audiencia, además, de-cretó una indemnización para la víctima de 2.000 euros, bas-tante inferior a las medidas que pidió el fi scal: 12.000 euros de indemnización más un año y medio de cárcel, informa Ep.

«Me desperté cuando noté que me estaba tocando el pe-cho y al abrir los ojos quitó rá-pidamente la mano», relató al juez la militar francesa Sabrina Sahli, de 25 años. A continua-ción, Sahli retiró al cabo espa-

ñol «insultándole y dándole puñetazos», por lo que el agre-sor, borracho, salió corriendo.

Además, la militar aseguró que conocía al cabo porque «un mes y medio antes» habían jugado dos partidas de billar en el «Bar Bonaparte». Sin embar-go, el agresor, Samuel Guzmán, un cabo del Ejército de Tierra de 30 años, lo negó durante el juicio declarándose inocente. Lo único que afi rmó fue su es-tado de embriaguez aquella noche, pero negó haber ido hasta el cuarto de la víctima.

Al día siguiente de los hechos el agresor se había afeitado la perilla para evitar su reconoci-miento, según la militar. El detonante de la sentencia fue la declaración de un testigo, un compañero de Sahli, Raúl Hor-tez, quien, tras oír los gritos de la víctima, se levantó de la cama y pudo ver al español abandonar el barracón «dando tumbos».

A pesar de los 1.620 euros de multa que debe abonar el cabo (3 euros durante 18 meses), la condena no apartará al espa-ñol del Ejército, actualmente destinado en Burgos.

S. Suárez

El agresor tocó el pecho a una militar francesa en la base de Mostar (Bosnia)

26 DE SEPTIEMBRE DE 2008

LA RAZÓN PÁG. 24

FECHA Nº DE PÁGINA

3026/09/08

OC. MOE.

FECHA: 26-09-08 PAG:

MEDIO: INFORMACIÓN El juez multa con 1.620 euros a un cabo por abusos sexuales a una militar francesa

EUROPA PRESS. MADRID El juez titular del Juzgado Central Penal de la Audiencia Nacional, José María Vázquez Honrubia, condenó ayer a un cabo del Ejército español a una multa de 1.620 euros por un delito de abusos sexuales cometidos en la base militar de Mostar (Bosnia) durante la Nochebuena de 2006 contra una militar francesa para la que el magistrado decretó además una indemnización de 2.000 euros. Esta pena es considerablemente menor a la solicitada por el fiscal, Pedro Martínez, quien pidió un año y medio de cárcel para él y una indemnización de 12.000 euros para la víctima. La víctima declaró que le tocó un pecho mientras dormía en la Nochebuena de 2006 y el condenado sólo admite que había bebido.

Hay tipos para los que la presun-ción de inocencia no es un dere-cho, sino un despilfarro. Ya sesabe que se les debe considerarinocentes hasta que no se de-muestra su culpabilidad, pero locierto es que por más intentosque hagamos, sólo acertamos averlos con las manos en la masa.

Un cabo del Ejército español,S. G. M., de 30 años, destinadoenMostar (Bosnia), decidió cele-brar la Nochebuena de 2006 portodo lo alto y sobre las cinco dela madrugada se introdujo en lacamareta de la soldado S. S. delcontingente francésmientras és-ta dormía. Se recostó en el suelojunto a la cama e introdujo lamano bajo las sábanas y el pija-ma y le tocó los pechos hastaque ella se despertó sobresalta-da. La mujer, de 25 años, vio alsicalíptico macho hispánico, alque identificó porque le habíaconocido un mes antes en el Bo-naparte, el bar del destacamen-to francés, jugando al billar, y legolpeó para que la dejara.

El cabo olvidó al instante suardor guerrero y salió corriendocon el rabo entre las piernas,mientras ella le perseguía al gri-

to de “cerdos españoles”, lanzán-dole piedras. El alboroto alertó aotro soldado francés que presen-ció la poco decorosa retirada dellúbrico militar español.

Por lamañana, la francesa de-nunció los hechos al mando dela Guardia Civil e indicó que elagresor llevaba una perilla ca-racterística y que parecía ebrio.Tanto ella como su compañeroidentificaron al cabo sin ningúngénero de dudas en sendas rue-das de reconocimiento.

El caso es que, como los ma-los estudiantes que siempre ale-gan que el profesor les tiene ma-nía para justificar sus suspen-sos, el ardiente cabo admite quehabía bebido, pero niega la ma-yor, ya que sostiene que no cono-ce de nada a la soldado. Un inten-to tan vano como tratar de ense-ñar a volar a una lombriz.

Y ello es así porque el cabotrató de cambiar su aspecto y aldía siguiente se afeitó la perilla.La explicación que ofreció sobresumaniobra depilatoria es anto-lógica: se la quitó por tradiciónfamiliar, ya que su padre tam-bién lo hace cada 25 de diciem-bre.

Además, la amnesia que pade-ce respecto a la soldado no dejade ser sospechosa, puesto que elmes anterior la había invitado a

jugar al billar en el Bonaparte,junto con un brigadier francés.

Seguramente alguien pensa-rá que pudo tratarse de un im-pulso incontrolado, debido a loseñalado de la fecha, estar tanlejos de casa y con prolongadaabstinencia, pero, por el contra-rio, todo indica que se trató deuna acción premeditada, puestoque varios días antes el cabo ha-bía sido sorprendido de madru-gada, con una linterna, mirandolos nombres que figuraban enlas puertas de los dormitoriosdel campamento francés.

La expresión del deseo incon-trolado le va a suponer al caboun juicio por abusos sexuales es-te mismo mes en la AudienciaNacional, ya que se trata de undelito atribuido a un ciudadanoespañol cometido en el extranje-ro. La fiscalía le pide año y me-dio de prisión, aunque previsi-blemente no ingresará en la cár-cel, salvo que cometa otros deli-tos.

Lo destacable no es sólo queel tipo sea un acosador, o un ne-cio, por pensar que la mujer nose iba a despertar a pesar de susmanoseos, sino que por esosma-noseos la fiscalía pide 12.000 eu-ros por daños morales para lavíctima. No es que no se los me-rezca, que seguro que sí. Lo que

lo hace aún peor es que ese dine-ro no lo va a pagar el cabo luju-rioso, sino todos los españoles,ya que, al ser insolvente, el Esta-

do tiene que responder por él.En casos así dan ganas de recla-mar la vuelta de los trabajos for-zados.

Enseñar a volar a una lombrizLa Audiencia Nacional juzga a un cabo español por abusarde una militar francesa en Mostar

ANÁLISIS

José Yoldi

Un legionario español en Mostar. / uly martín

15 DE SEPTIEMBRE DE 2008

EL PAÍS PÁG. 14

“He sido traicionado de nue-vo”, dijo ayer Hasan Nuhano-vic, intérprete de los cascosazulesholandeses en Srebreni-ca durante la guerra de Bos-nia, al comprobar que los jue-ces eximían de toda responsa-bilidad civil al Estado holan-dés por la muerte de sus pa-dres y su hermano menor. En1995, cuando él trabajaba paralas tropas de Holanda, Srebre-nica fue escenario de lamatan-za de 8.000 hombres musul-manes a manos de las tropasdel general serbobosnio RatkoMladic.

Según el tribunal, los cascosazules estaban a las órdenesde Naciones Unidas y no delGobierno holandés. Una sen-tencia anterior holandesa yasancionó la inmunidad de lalabor de la ONU. La familia deRizo Mustafic, un electricistade la base militar holandesaasesinado en Srebrenica, tam-poco recibirá una compensa-ción.

Tanto Nuhanovic como losparientes de Mustafic piensanapelar la decisión del tribunal,queha tardado seis años en ce-rrar el caso, pero sus abogadosno tienendemasiadas esperan-zas. “Es un caso demasiado po-lítico”, dijo la letrada LiesbethZegveld. El problema de fondoradica en que una posible sen-tencia contraria aHolanda, o acualquier otro país que envíetropas a misiones internacio-nales, podría derivar en un re-guero de demandas en casossimilares al de Srebrenica.

Criminales buscadosLadecisiónde los jueces holan-deses coincidió con la visita aSerbia del fiscal jefe del Tribu-nal Penal Internacional parala antigua Yugoslavia (TPIY),Serge Brammertz, que buscael apoyodeBelgrado para dete-ner a los dos fugitivosde la gue-rra de los Balcanes que aún fal-tan por entregar a la justicia.Además de Mladic, sigue hui-do el serbocroata Goran Haz-dic, inculpado por crímenescontra civiles croatas entre1991 y 1995.

La actividad de los tribuna-les internacionales con sedeen Holanda tuvo ayer tambiénotro protagonista. Se trata dela Corte Penal Internacional(CPI), cuyo Fondo para las Víc-timas pidió a la comunidad in-ternacional 10 millones de eu-ros “para ayudar a 1,7millonesde víctimas de la violenciasexual en los países donde laCPI tiene jurisdicción”. En con-creto, se trata de Uganda, Re-públicaDemocrática de Congoy República Central Africana,“donde mujeres como Esther[unamadre congoleña] han su-frido violaciones y necesitanrecuperar la dignidad y el cora-je”, en palabras de SimoneVeil, presidenta del Fondo.

Holanda niegacompensacionespor la matanzade Srebrenica

ISABEL FERRER, La Haya

11 DE SEPTIEMBRE DE 2008

EL PAÍS PÁG. 4

Un juez rechaza demandar a Holanda comoresponsable de la masacre de SrebrenicaEl tribunal argumenta que los soldados holandeses que fracasaron a la hora de proteger a losciviles de la matanza estaban bajo mandato de Naciones Unidas y no a las órdenes de su país

MARIETTE LE ROUXFrance Presse / EL MUNDO

LA HAYA.– Un tribunal rechazóayer la demanda de dos supervi-vientes de la masacre perpetrada en1995 en Srebrenica (Bosnia) exi-giendo que se reconociera al Esta-do holandés como responsable de lamuerte de sus familiares. «La quere-lla ha sido rechazada», anunció eljuez Hans Hofhuis, del distrito deLa Haya. «El Estado no puede serconsiderado responsable de la ac-tuación del Dutchbat», un batallónperteneciente a los cascos azules.

En una audiencia civil celebradael 16 de junio, dos familias acusa-ron a los cascos azules de Holandaencargados de proteger el enclavede Srebrenica de haber dejado a losrefugiados musulmanes en manosde las fuerzas serbobosnias, violan-do así varias leyes nacionales e in-ternacionales.

«La actuación reprochada al Dut-chbat debe ser atribuida exclusiva-mente a Naciones Unidas, como ar-gumentaba la defensa del Estadoholandés», estimó el tribunal.

«No podemos perseguir [judicial-mente] a la ONU porque goza de in-munidad», lamentaba después antela prensa la abogada de los deman-dantes, Me Liesbeth Zegveld, recor-dando una sentencia anterior deltribunal de la Haya. El 10 de julio,éste se declaró incompetente parajuzgar las querellas contra Nacio-nes Unidas planteadas por supervi-vientes del genocidio de Srebrenica,estimando que «la inmunidad abso-luta de la ONU es la norma y la nor-ma ha de ser respetada».

De este modo, los familiares delas víctimas se quedan sin derecho arecibir una indemnización por partede Holanda, que se hubiera deriva-do de la responsabilidad civil que sele reclamaba. Ambos demandantesrecurrirán la decisión del juzgado,

que puede ser apelada en un tribu-nal de segunda instancia.

La decisión de ayer «carece dejusticia», se quejaba uno de ellos,Hasan Nuhanovic. «He sido traicio-nado muchas veces, la primera hace13 años, por miembros del Dut-chbat», contó a los periodistas.

Nuhanovic trabajaba como tra-ductor para las tropas holandesas.Perdió a sus padres y su hermanopequeño en la matanza, después deque fueran «expulsados» de la basemilitar holandesa de Potocari, quesupuestamente debía proteger a losciviles que huían de las fuerzas ser-bias de Bosnia en 1995. El intérpre-

te explicó durante el proceso cómotuvo que traducir la orden de desa-lojo de la base para su familia. Sumadre y su padre lloraron, pero suhermano, que entonces tenía 20años, dijo: «Hasan, deja de mendi-gar por nuestras vidas». «Mi familiase marchó contra su voluntad y fueasesinada», señalaba ayer. Los sol-dados holandeses «enviaron a mi fa-milia a la muerte».

La segunda querella fue inter-puesta por Mehida, Damir et AlmaMustafic, viuda e hijos de otro desa-parecido, Rizo Mustafic, electricis-ta en la base militar de Potocari. Suabogada argumentó el 16 de junio

que el batallón holandés bajo man-dato de la ONU actuó «contra» sumisión de protección de civiles. «Lagestión de los soldados holandesesdebe ser imputada al Estado holan-dés», aseguró, pues éste tenía «ple-nos poderes» sobre ellos.

Tanto el TPIY como la Corte In-ternacional de Justicia han hechoconstar en sentencias firmes que enSrebrenica se produjo el delito degenocidio. En 2002, un informe en-cargado por el Gobierno holandés,entonces encabezado por el laboris-ta Wim Kok, concluyó que los mili-tares holandeses no pudieron hacernada para evitar la masacre.

Un forense de la Comisión Internacional de Personas Desaparecidas trabaja en una fosa común de Kamenica, el martes. / AP

Una polémicaque hizo caerel Gobiernode Wim Kok

M. L. R.France Presse / EL MUNDO

LA HAYA.– La inacción de lossoldados holandeses en la «zo-na segura» decretada en Sre-brenica durante la guerra deBosnia levantó una tremendapolémica mundial e incluso hi-zo caer el Gobierno de WimKok en 2002. Estas son las cla-ves de lo sucedido:

e Unas tropas mal armadas: Elenclave de Srebrenica (este deBosnia) se encontraba bajo laprotección de Naciones Unidashasta que el 11 de julio de 1995fue invadido por las fuerzas ser-bo-bosnias comandadas por elgeneral Ratko Mladic. Débil-mente armados, los cascos azu-les holandeses, a cargo de la zo-na protegida, no resistieron elembate.

e Un genocidio perpetrado antelos propios militares: Los mili-tares serbios separaron a unos8.000 varones musulmanes, en-tre ellos niños y los ejecutaron,en la peor masacre que ha teni-do lugar en Europa desde la Se-gunda Guerra Mundial. La ma-tanza fue calificada de genoci-dio por el Tribunal Penal Inter-nacional para la Antigua Yu-goslavia y por la Corte PenalInternacional.

e «Misión imposible»: En 2002,el Gobierno holandés dimitiódos semanas antes de concluirla legislatura tras la publicaciónde una investigación sobre lamasacre que estableció que lossoldados fueron enviados auna «misión imposible».

e Sin excusas: El Gobierno, sinembargo, rechazó presentar ex-cusas, argumentando que sustropas estaban bajo mandato dela ONU y que fueron los serbiosde Bosnia los responsables dela masacre.

11 DE SEPTIEMBRE DE 2008

EL MUNDO PÁG. 25

Radovan Karadzic, acusado delgenocidio de Srebrenica (más de8.000 muertos) ante el TribunalPenal Internacional para la anti-gua Yugoslavia (TPIY), será pro-cesado como si se hubiera decla-rado inocente. Así lo decidióayer, reglamento en mano, eljuez escocés Iain Bonomy, des-pués de que el ex líder políticoserbobosnio rechazara pronun-ciarse sobre su responsabilidaden los 11 cargos que se le impu-tan, que también incluyen críme-nes de guerra y contra la huma-nidad por el asedio de Sarajevo.

Aunque la fecha de apertura

del juicio está por determinar,Karadzic fue más explícito en sucalificación del propio Tribunal:“No representa a la comunidadinternacional, sino a la OTAN”.

Karadzic dijo que si él “habíadejado de usar una identidad fal-sa, todas las partes deberían ha-cer lo mismo”. Dispuesto a de-fenderse a sí mismo con ayudalegal externa, el que fuera presi-dente de la República serbia deBosnia asegura que, tras con-cluir la guerra en 1995, pactó suinmunidad con EE UU a cambiode desaparecer. Aunque Was-hington ha negado la existenciade dicho trato, parece que Kara-dzic desea apoyarse ahí para ar-mar su defensa.

Mientras ello ocurra, dedicasus apariciones a negar la com-petencia del TPIY y a mostrar susentido del humor. Durante lasegunda comparecencia deayer, lo último pudo comprobar-se en dos ocasiones. En la prime-ra, trató de bromear con la salasobre su situación. “Si usted nose pronuncia sobre el cargo degenocidio, ni tampoco acerca delos otros 10, yo le declaro, en sunombre, inocente para que pue-da empezar el juicio”, dijo eljuez Bonomy. “Preferiría oír eseveredicto al final, y no al princi-pio del juicio”, respondió Karad-zic. La mirada fulminante delpresidente de la sala no pareciódisuadirle, porque momentos

después protagonizó otra esce-na burlona. “¿Puedo tomarle lapalabra?”, preguntó, cuando sehabía despejado la ruta jurídica

del proceso. “¿Qué palabra?”,contestó Bonomy. “La de que nosoy culpable”, insistió Karadzic.“Eso lo veremos en su momen-to”, masculló su interlocutor,dando por concluida la partemás curiosa de la sesión.

Los roces subsiguientes seprodujeron entre la fiscalía delTPIY y el propio juez del caso.“Supongo que no hablará usteden serio”, le dijo Bonomy al acu-sador Alan Tieger, cuando ésteanunció que esperaba presentarel nuevo y más compacto pliegode cargos a finales de septiem-bre. La intención de los fiscaleses evitar retrasos como los deljuicio del ex presidente serbioMilosevic, que murió de un in-farto sin haber sido sentenciadotras cuatro años de proceso. Es-te juez tiene fama de expedito,la nueva fecha le pareció tardíay así lo hizo saber al fiscal. El 17de septiembre habrá otra vistapreliminar con todas las partes.

Karadzic acusa a La Hayade ser un tribunal de la OTAN

Radovan Karadzic.

ISABEL FERRERLa Haya

28 DE AGOSTO DE 2008

EL PAÍS 8

Karadzic se niega a declararseinocente o culpable ante La HayaEl ex presidente serbobosnio acusa a la OTAN de querer liquidarlo y niegala legitimidad del TPIY para procesarlo por crímenes contra la Humanidad

ALBERT SEGURAEspecial para EL MUNDO

LA HAYA (HOLANDA).– RadovanKaradzic tuvo que tragarse ayer subilis y volver a su celda de la cárcelde La Haya sin poder disparar todala artillería que había preparado pa-ra su segunda comparecencia anteel Tribunal Penal Internacional pa-ra la Antigua Yugoslavia (TPIY). Eljuez británico Iain Bonomy lo mar-có muy de cerca y, casi sin dejarlehablar, le impidió que volviera aconvertir la vista preliminar en uncirco y a descargar su ira contra lacomunidad internacional, como hi-zo el 31 de julio. Aún así, no pudoevitar que el ex líder serbobosnioacusara a la OTAN de estar inten-tando matarle.

Desafiante y combativo, el carni-cero de Sarajevo volvió a rechazardeclararse culpable o inocente, asíque La Haya comenzará su juiciocomo si hubiese clamado su inocen-cia. «Preferiría escuchar que se medeclarara no culpable al final deljuicio y no al principio», se permitióbromear al juez, tras ser informadode que se presentará una declara-ción de inocencia en su nombre.

Pero Bonomy no le siguió el jue-go, a diferencia de su predecesor,el holandés Alphons Orie, que enla primera aparición de Karadzicen La Haya llegó a ironizar sobresu supuesto abogado «defensor in-visible» e incluso le dio unos minu-tos para explayarse evocando susupuesto pacto de inmunidad con

EEUU. «Éste tribunal no represen-ta a la comunidad internacional,sino a la OTAN, cuyo objetivo es li-quidarme», respondió ayer Ka-radzic cuando Bonomy le pregun-tó si se declaraba culpable o ino-cente de los 11 cargos de genoci-dio y crímenes de guerra y contrala humanidad que pesan sobre él.También tildó al TPIY de «sistemajudicial corrupto».

«Yo he dejado de usar una identi-dad falsa y creo que todas las partesdeberían hacer lo mismo», protestó.Pero el magistrado no le consintióque fuera más allá y Karadzic, que

le pidió la palabra sin éxito, tuvoque guardar sus apuntes repletos deataques en su maletín negro y de-sordenado. Repitió también el trajeoscuro y la camisa blanca de haceun mes, pero eligió una corbata ma-rrón de rombos. Y su pelo, más lar-go, recupera poco a poco el peinadoque lucía justo antes de transfor-marse en el gurú new age DraganDavic, cuando tras la guerra de Bos-nia, y aunque La Haya ya había pe-dido su cabeza, seguía paseándoseimpune por Pale, sin que los 60.000soldados de la OTAN lo arrestaran.

El próximo cara a cara del su-puesto cerebro de la matanza deSrebrenica con la Justicia interna-cional se ha fijado para el 17 de sep-tiembre. Bonomy, con los magistra-dos Patrick Robinson y Michèle Pi-card, analizará entonces las mocio-nes presentadas por la fiscalía y porel ex caudillo serbobosnio, que re-clama que el ex mediador de paz es-tadounidense, Richard Holbrooke,y la ex secretaria de Estado, Made-leine Albright, comparezcan anteLa Haya. Karadzic, que se defiendea él mismo siguiendo la estrategiade su mentor Slobodan Milosevic dedilatar al máximo el juicio, justificósu negativa a declararse inocente oculpable alegando que aún no haformado su equipo de asesores jurí-dicos y que prefiere esperar a que lafiscalía del TPIY presente, en la últi-ma semana de septiembre, su actade acusación definitiva, que debesustituir a la actual, del año 2000.

Radovan Karadzic. / EFE

30 DE AGOSTO DE 2008

EL MUNDO 25

15 DE JULIO

DE 2008 LIBERTAD DIGITAL WEB

MUERTO EN BOSNIA

La familia del teniente Hormigo denuncia el "trato denigrante" dado por Defensa El teniente Santiago Hormigo Ledesma de 32 años murió el pasado 19 de junio en un accidente de helicóptero en Bosnia cuyas causas todavía se desconocen. Su familia que pidió velar el cuerpo en la intimidad y sin funerales de Estado ha calificado el trato dado por el Ministerio de Defensa de “denigrante”. Así lo publica El Mundo. La Aume ha solicitado una aclaración.

• Fallecen los dos soldados españoles y dos alemanes del helicóptero estrellado en Bosnia

(Libertad Digital) La familia del teniente Santiago Hormigo ha denunciado mediante una información

publicada este lunes en El Mundo los problemas para que el Ministerio de Defensa les entregara los restos

mortales y dicen que recibieron un “trato denigrante”.

El cuerpo del teniente Hormigo debía llega el viernes por la tarde. La familia del militar había comunicado

a Defensa que renunciaban a los funerales de Estado y a los homenajes y que preferían velar el cuerpo

de Santiago en la intimidad. La idea era recoger el féretro del teniente y tras la recepción y la autopsia,

trasladarlo a Miguelturra, el pueblo de Ciudad Real donde residía el teniente con su familia.

Clara, su mujer, se quedaría en casa para preparar el velatorio y la incineración previsto para el sábado.

El padre de Santiago junto con otros familiares se trasladaron a Madrid con un autobús facilitado desde la

base de Almagro (Ciudad Real) en donde trabajaba el teniente. Enseguida los planes cambiaron.

Durante el viaje a la capital les avisaron que el avión que trasladaba los restos del teniente y del sargento

Joaquín López Moreno –también fallecido en el accidente- había salido con retraso desde Sarajevo. Les

reservaron, entonces, una habitación de hotel.

Los féretros no llegaron hasta las 23.00horas. En ese momento y con el acercamiento del superior del

teniente fallecido, el coronel Méndez de Mingo, para darles el pésame surgieron los primeros roces.

“Hubo unas palabras más que tensas”, dice la información de El Mundo.

Los familiares después de las largas horas de espera apenas pudieron ver los féretros. Una vez concluida

la autopsia hubo otro encontronazo. Un oficial les comunicó “de muy malas maneras” que no podrían

llevarse a Santiago esa noche porque necesitaban la orden de un juez para trasladar un cuerpo de una

comunidad autónoma a otra.

Resignados les citaron para las 10.00 de la mañana del sábado. El juez no apareció hasta las 11.30

horas. Tuvieron, además, que esperar a que terminara el funeral de Estado del sargento López Moreno.

Finalizado emprendieron camino para Miguelturra. La familia y el círculo íntimo de Santiago apenas

tuvieron tiempo para velar el cuerpo.

La Asociación Unificada de Militares Españoles, AUME, ha manifestado su “malestar y preocupación por

los hechos denunciados por la familia”. Ha pedido que se “investiguen los hechos y que se depuren

responsabilidades”.

Lafamiliadel teniente fallecidoenBosniaenjuniodenunciael«tratodenigrante»deDefensaEstuvo horas esperando el cuerpo de Santiago Hormigo, tras haber rechazado el funeral de Estado

ROBERTO BENITOMADRID.– Cuando, el pasado 19 dejunio, Clara recibió la llamada quenunca hubiera querido recibir, tuvola entereza suficiente como paraaguantar el teléfono entre sus manosy hacer una sola petición: que le de-volvieran el cuerpo de Santiago, sumarido, cuanto antes.

El teniente Santiago Hormigo Le-desma, de 32 años, casado con Claray padre de dos hijos, acababa de fa-llecer en Bosnia, después de que elhelicóptero que pilotaba se estrellarasúbitamente por causas aún desco-nocidas. Había «dado su vida por Es-paña», pero Clara dijo que no queríahonores, ni homenajes oficiales, nifunerales de Estado. Sólo quería ve-lar a su marido con su familia y susamigos e incinerarlo en la intimidad.

Lo relata la familia de Santiago,sus tíos, su padre, su suegro, que han

podido aceptar y callar con lo que lesha tocado vivir, pero que no han que-rido. Todos ellos dicen que tuvieronmuchos problemas para que el Ejér-cito les entregara los restos mortalesdel teniente, que recibieron un «tratodenigrante», que a los retrasos se su-maron las malas palabras y las infor-maciones a medias y que, al final, es-tuvieron a punto de no poder velar elcuerpo antes de la incineración.

La sorpresa en la cúpula militar yen el Ministerio de Defensa ante ladecisión de Clara debió ser mayús-cula. Era la primera vez en muchotiempo que la familia de un fallecidoen misiones en el exterior rechazabaseguir el protocolo de homenaje. Lafotografía del funeral de Estado fueanómala. El féretro con los restos delsargento Joaquín López Moreno, fa-llecido en el mismo accidente, apare-cía solo en la ceremonia, rodeado

por una delegación de mandos mili-tares y autoridades de Defensa derango muy inferior al habitual.

Eso ocurrió el sábado por la ma-ñana. Dos días antes, la noche deljueves, a Clara le habían aseguradodesde Defensa que los trámites paradevolverle los restos de su marido seharían con rapidez. Estaba previstoque los féretros de los dos fallecidosllegaran a la base de Torrejón, enMadrid, el viernes por la tarde. Trasla recepción y la obligada autopsia,le prometieron que le entregarían elcuerpo de su marido sin problemas.

Creyendo que todo iría bien, laviuda se quedó en Miguelturra, elpueblo de Ciudad Real en el que vi-vía Santiago con su familia, cerca dela base de Almagro, en la que estabadestinado. Allí podría descansar ypreparar el velatorio y la incinera-ción, previstos para el sábado.

A Madrid se marcharon el padrey el suegro de Santiago, sus tíos yotros familiares. Según cuentan, elviaje lo organizó el jefe de la base deAlmagro, el teniente coronel PedroMéndez de Mingo, el superior delteniente fallecido. Partieron en unautobús hacia la capital el viernespor la tarde, tres horas antes de queel avión con los féretros saliera deSarajevo con destino a España.

El plan inicial era ir directamentea la base de Torrejón, recibir a pie depista los féretros, desplazarse al hos-pital militar Gómez Ulla, esperar aque finalizara la autopsia y regresardespués a Miguelturra. Si todo salíasegún lo previsto, podrían haber es-tado de nuevo en Ciudad Real el sá-bado de madrugada.

Las cosas, sin embargo, se torcie-ron desde el comienzo. A pesar deque no pensaban hacer noche en

14 DE JULIO DE 2008

EL MUNDO 19

Madrid, porque no iban a asistir alfuneral de Estado, durante el viajeles dijeron que el avión procedentede Sarajevo se había retrasado y queles iban a llevar a un hotel.

Fue el comienzo de una larga no-che. Los cuerpos llegaron a Torre-jón en torno a las 23.00 horas. Allíhubo unas palabras algo más quetensas entre los familiares de San-tiago y el teniente coronel De Min-go, cuando éste se acercó a darles elpésame. En la base, alejados delavión que traía a los dos fallecidos,apenas vieron los féretros.

«Malas maneras»Lo peor estaba por llegar. Cuando,ya de madrugada, estaban esperan-do en el Gómez Ulla que finalizarala autopsia y les entregaran el cuer-po, un oficial les comunicó, «conmuy malas maneras», que no po-drían llevarse a Santiago esa noche.Según les dijo, el traslado de unosrestos mortales de una región a otrasólo puede hacerse con la autoriza-ción de un juez, y a esas horas no ha-bía ninguno despierto.

Preguntado por cómo era aquelloposible, el oficial les dijo: «Es que es-to no ocurre todos los días». En efec-to, no es usual que una familia noquiera participar en un funeral deEstado, y ni el encargado del viajede las familias, ni sus superiores ninadie en Defensa lo había previsto.

Les citaron a las 10.00 horas delsábado, pero el juez no apareció porallí hasta las 11.30. Al final, los res-tos mortales de Santiago no partie-ron hacia Ciudad Real hasta que nohubo terminado el funeral de Esta-do. Y, después de esperar toda unanoche por un trámite burocrático,salió sin que el juez lo hubiera auto-rizado. Alguien dio el permiso,mientras los familiares esperaban lafirma del magistrado.

En Miguelturra, Clara llevaba ho-ras esperando, viendo cómo esas úl-timas horas en las que quería despe-dirse de Santiago se estaban esfu-mando. El velatorio sólo pudo duraruna hora. Los familiares desplaza-dos a Madrid casi no llegan a la inci-neración y a muchos amigos de San-tiago no les dio tiempo. Y dos díasantes, cuando recibió aquella llama-da, Clara sólo había pedido una co-sa: que le devolvieran el cuerpo desu marido cuanto antes.

14 DE JULIO DE 2008

EL MUNDO 19

El féretro con los restos de Joaquín López Moreno, en el funeral de Estado en el que no quiso participar la familia de Santiago Hormigo, el otro fallecido en Bosnia. / J. MARTÍNEZ

Lafamiliadel teniente fallecidoenBosniaenjuniodenunciael«tratodenigrante»deDefensaEstuvo horas esperando el cuerpo de Santiago Hormigo, tras haber rechazado el funeral de Estado

ROBERTO BENITOMADRID.– Cuando, el pasado 19 dejunio, Clara recibió la llamada quenunca hubiera querido recibir, tuvola entereza suficiente como paraaguantar el teléfono entre sus manosy hacer una sola petición: que le de-volvieran el cuerpo de Santiago, sumarido, cuanto antes.

El teniente Santiago Hormigo Le-desma, de 32 años, casado con Claray padre de dos hijos, acababa de fa-llecer en Bosnia, después de que elhelicóptero que pilotaba se estrellarasúbitamente por causas aún desco-nocidas. Había «dado su vida por Es-paña», pero Clara dijo que no queríahonores, ni homenajes oficiales, nifunerales de Estado. Sólo quería ve-lar a su marido con su familia y susamigos e incinerarlo en la intimidad.

Lo relata la familia de Santiago,sus tíos, su padre, su suegro, que han

podido aceptar y callar con lo que lesha tocado vivir, pero que no han que-rido. Todos ellos dicen que tuvieronmuchos problemas para que el Ejér-cito les entregara los restos mortalesdel teniente, que recibieron un «tratodenigrante», que a los retrasos se su-maron las malas palabras y las infor-maciones a medias y que, al final, es-tuvieron a punto de no poder velar elcuerpo antes de la incineración.

La sorpresa en la cúpula militar yen el Ministerio de Defensa ante ladecisión de Clara debió ser mayús-cula. Era la primera vez en muchotiempo que la familia de un fallecidoen misiones en el exterior rechazabaseguir el protocolo de homenaje. Lafotografía del funeral de Estado fueanómala. El féretro con los restos delsargento Joaquín López Moreno, fa-llecido en el mismo accidente, apare-cía solo en la ceremonia, rodeado

por una delegación de mandos mili-tares y autoridades de Defensa derango muy inferior al habitual.

Eso ocurrió el sábado por la ma-ñana. Dos días antes, la noche deljueves, a Clara le habían aseguradodesde Defensa que los trámites paradevolverle los restos de su marido seharían con rapidez. Estaba previstoque los féretros de los dos fallecidosllegaran a la base de Torrejón, enMadrid, el viernes por la tarde. Trasla recepción y la obligada autopsia,le prometieron que le entregarían elcuerpo de su marido sin problemas.

Creyendo que todo iría bien, laviuda se quedó en Miguelturra, elpueblo de Ciudad Real en el que vi-vía Santiago con su familia, cerca dela base de Almagro, en la que estabadestinado. Allí podría descansar ypreparar el velatorio y la incinera-ción, previstos para el sábado.

A Madrid se marcharon el padrey el suegro de Santiago, sus tíos yotros familiares. Según cuentan, elviaje lo organizó el jefe de la base deAlmagro, el teniente coronel PedroMéndez de Mingo, el superior delteniente fallecido. Partieron en unautobús hacia la capital el viernespor la tarde, tres horas antes de queel avión con los féretros saliera deSarajevo con destino a España.

El plan inicial era ir directamentea la base de Torrejón, recibir a pie depista los féretros, desplazarse al hos-pital militar Gómez Ulla, esperar aque finalizara la autopsia y regresardespués a Miguelturra. Si todo salíasegún lo previsto, podrían haber es-tado de nuevo en Ciudad Real el sá-bado de madrugada.

Las cosas, sin embargo, se torcie-ron desde el comienzo. A pesar deque no pensaban hacer noche en

Madrid, porque no iban a asistir alfuneral de Estado, durante el viajeles dijeron que el avión procedentede Sarajevo se había retrasado y queles iban a llevar a un hotel.

Fue el comienzo de una larga no-che. Los cuerpos llegaron a Torre-jón en torno a las 23.00 horas. Allíhubo unas palabras algo más quetensas entre los familiares de San-tiago y el teniente coronel De Min-go, cuando éste se acercó a darles elpésame. En la base, alejados delavión que traía a los dos fallecidos,apenas vieron los féretros.

«Malas maneras»Lo peor estaba por llegar. Cuando,ya de madrugada, estaban esperan-do en el Gómez Ulla que finalizarala autopsia y les entregaran el cuer-po, un oficial les comunicó, «conmuy malas maneras», que no po-drían llevarse a Santiago esa noche.Según les dijo, el traslado de unosrestos mortales de una región a otrasólo puede hacerse con la autoriza-ción de un juez, y a esas horas no ha-bía ninguno despierto.

Preguntado por cómo era aquelloposible, el oficial les dijo: «Es que es-to no ocurre todos los días». En efec-to, no es usual que una familia noquiera participar en un funeral deEstado, y ni el encargado del viajede las familias, ni sus superiores ninadie en Defensa lo había previsto.

Les citaron a las 10.00 horas delsábado, pero el juez no apareció porallí hasta las 11.30. Al final, los res-tos mortales de Santiago no partie-ron hacia Ciudad Real hasta que nohubo terminado el funeral de Esta-do. Y, después de esperar toda unanoche por un trámite burocrático,salió sin que el juez lo hubiera auto-rizado. Alguien dio el permiso,mientras los familiares esperaban lafirma del magistrado.

En Miguelturra, Clara llevaba ho-ras esperando, viendo cómo esas úl-timas horas en las que quería despe-dirse de Santiago se estaban esfu-mando. El velatorio sólo pudo duraruna hora. Los familiares desplaza-dos a Madrid casi no llegan a la inci-neración y a muchos amigos de San-tiago no les dio tiempo. Y dos díasantes, cuando recibió aquella llama-da, Clara sólo había pedido una co-sa: que le devolvieran el cuerpo desu marido cuanto antes.

14 DE JULIO DE 2008

EL MUNDO 19

12 DE JULIO DE 2008 EL PAÍS WEB

Srebrenica entierra a otras 307 víctimas del genocidio

30.000 bosnios conmemoran el 13º aniversario de la matanza

ISABEL FERRER - La Haya - 12/07/2008

Unas 30.000 personas, en su mayoría familiares de las víctimas, asistieron ayer en

Srebrenica al entierro de los restos de 307 hombres musulmanes asesinados en 1995

por el Ejército serbobosnio del general Ratko Mladic. El acto marcó el 13º aniversario

de una matanza (más de 8.000 varones fueron asesinados) calificada de genocidio por

el Tribunal Internacional de Justicia de la ONU. Las pruebas de ADN desvelaron la

identidad de los muertos. De edades comprendidas entre 18 y 84 años, fueron

arrojados en su día a fosas comunes.

Bosnia-HerzegovinaCapital:

Sarajevo. Gobierno:

República. Población:

4.025.476 (2004) SerbiaCapital:

Belgrado. Gobierno:

República. Población:

11.206.847

La ceremonia se repite cada vez que los asesinados consiguen ser identificados, y estuvo

marcada también por la decisión de la justicia holandesa de no admitir a trámite una

demanda contra Naciones Unidas presentada por los supervivientes. Según las Madres

de Srebrenica, grupo que incluye a unas 6.000 familiares, el organismo internacional es

responsable de los errores cometidos por los cascos azules holandeses que no

protegieron a los civiles. Para el Juzgado de Primera instancia de La Haya, que adujo

no tener competencia en un caso de esta índole, la inmunidad es un principio inherente

a la labor de la ONU y forma parte de su Carta fundacional. "Sin ella estaría a merced

de los tribunales nacionales y no podría ejercer sus funciones con libertad", reza la

sentencia, emitida el jueves. Los jueces sí aceptaron una demanda civil en términos

similares contra el Estado holandés.

ABCLA HAYA. Un tribunal regio-nal de La Haya dictaminó ayerque la Organización de Nacio-nes Unidas (ONU) tiene inmu-nidad ante la demanda presen-tada por los familiares de lasvíctimas del genocidio de Sre-brenica durante la guerra deBosnia en 1995.

La inmunidad se basa en unfallo en el que los jueces se de-clararon «sin competencia» pa-ra tramitar demandas contrala ONU. De este modo, se anali-zó el artículo 105 de la Carta delas Naciones Unidas y lo con-trastaron con convenciones co-mo la de Genocidio o la Conven-

ción Europea de Derechos Hu-manos y Libertades Funda-mentales sin encontrar lugarpara hacer una excepción a esainmunidad en dicho caso.

La demanda, presentadapor la organización Madres deSrebrenica contra el Estado ho-landés y la ONU, había recla-mado indemnizaciones por nohaber protegido a los 7.000 mu-sulmanes varones asesinadostras el ataque serbobosnio, des-pués de que soldados holande-ses de la ONU le entregaran alos serbios ese enclave dondelos musulmanes habían busca-do protección de los «cascosazules».

LaHaya otorga inmunidad alaONU frente a la denunciapor lamasacre de Srebrenica

11 DE JULIO DE 2008

ABC 28

ANIVERSARIO DE UNA MASACRE.Trece años después de la matanza de 8.000 varo-nes musulmanes en un área segura decretada porla ONU durante la guerra de Bosnia, los supervi-vientes de aquella tragedia han plantando cara a

aquellos que fracasaron en su misión de proteger-los. Seis mil víctimas presentaron el año pasadouna querella contra la ONU y el Gobierno holan-dés, cuyos soldados estaban encargados de custo-diar el enclave para acabar asistiendo impotentes a

la más salvaje de las limpiezas étnicas. Se trata dela primera demanda judicial contra la organizacióny la primera que cuestiona hasta dónde se puederesponsabilizar a las tropas de Naciones Unidasdel fracaso a la hora de proteger a una población.

Las Madres deSrebrenica juzgan

a los árbitros de la pazLa querella contra la ONU de unaorganización que agrupa a 6.000

víctimas del genocidio cuestiona lainmunidad de los ‘cascos azules’

FÁTIMA RUIZMADRID.– Srebenica ya no es unpueblo. Es un sinónimo del horrorque se creyó enterrado enAuschwitz y sin embargo resucitóen los 90 en un sangriento remakebalcánico al que Europa asistió ató-nita. Srebrenica también es sinóni-mo de impotencia. La imagen deunos cuantos cascos azules dispa-rando al aire para dispersar a cien-tos de civiles arremolinados en tor-no y pidiendo ayuda ante el inmi-nente asalto serbio.

O la del criminal de guerra RatkoMladic obligando a brindar con cer-veza al coronel Tom Karremans, je-fe del batallón holandés de NacionesUnidas, tras informarle de que él ysus 400 hombres eran prisioneros.«Karremans tenía la cara paralizadade miedo», cuenta la escritora croataSlavenka Drakulic en su libro Nomatarían ni una mosca.

Poco después se desataría unamasacre de cuya magnitud advirtióel propio Mladic a su compinche Ra-dovan Karadzic y por extensión almundo entero: «La gente no es co-mo una piedra o una llave en el bol-sillo, que se pueden mover de un si-tio a otro así como así. No podemoshacer que sólo haya serbios en unaparte del país y expulsar a los demássin sufrimiento. Eso es genocidio».

En el caso de Srebrenica el sufri-miento es inabarcable. Dejó 8.000muertos –todos varones, algunos ni-ños, y todos musulmanes– y muchasmás vidas rotas. El 11 de julio secumplen 13 años de la mayor ma-tanza en Europa desde la SegundaGuerra Mundial. Y sus supervivien-

tes se niegan a cerrarla en falso. Seismil de ellos, reunidos en la organiza-ción Madres de Srebrenica, denun-ciaron el año pasado al Gobierno ho-landés y a la propia ONU por no im-pedir la masacre en el área seguraque la propia organización había de-cretado. «Son miembros de una ge-neración perdida», explica a ELMUNDO Semir Guzin, uno de losabogados del equipo bosnio-holan-dés que ha preparado la querella du-rante siete años. «Quizá los niñospuedan emprender una nueva vida,pero la de los adultos está arruinadapara siempre».

Desafío a ‘Goliat’El tiempo no ha podido borrar la pe-sadilla que cada año se revive a mi-tad de julio: «¿Qué se le puede decira una mujer que se planta ante tí y tedice que ha perdido a cuatro hijos ya 36 miembros de su familia?», sepregunta el letrado. No es fácil com-batir imágenes recurrentes como laque asalta a Munira Subasic: un be-bé al que un soldado degolló en bra-zos de su madre. Lo contaba al Spie-gel en la sede del tribunal que estu-dia la demanda. El suyo es sólo uncaso en un océano de tragedia quelos militares de la ONU presencia-ron casi como espectadores.

«Semanas antes, días antes, ho-ras antes del asalto los civiles insis-tieron a los cascos azules que teníaninformación sobre la toma inminen-te del enclave y pidieron defenderlocon las armas que se les habían con-fiscado», describe Guzin. «La res-puesta fue que todo estaba bajo con-

trol, pero cuando llegaron las fuer-zas serbobosnias nadie hizo nada».

La demanda, sobre la que podríahaber una primera sentencia el pró-ximo jueves, puede tener enorme re-percusión para el trabajo de los sol-dados de la ONU, al poner en tela dejuicio su inmunidad. «Lo que quere-mos lograr es que Naciones Unidasasuma las consecuencias de las mi-siones en las que se embarca. No sepuede decir: ‘Teníamos un mandatoy no lo cumplimos; lo siento, la pró-xima vez lo haremos mejor’. O ‘losiento, tenemos inmunidad’».

Cuestionar la prerrogativa basede las misiones de la ONU puede po-ner obstáculos a futuros desplie-

gues. «Por supuesto», exclamaGuzin. «Debe ser así. Debe decírselea la ONU: ‘Si nos van a defender así,por favor, no nos defiendan’».

Las Madres de Srebrenica no lotienen fácil en este desafío al Goliatde un Gobierno y una organizaciónmundial. «Es difícil demandar a unEstado ante sus tribunales; tememosinterferencias políticas», advierte elletrado. Puede imaginarse lo que sig-nificará para las futuras relacionesinternacionales de Holanda. En lospróximos 100 años todos los paísesde Europa recordarán que es respon-sable del genocidio de SrebRenica».

Responsable, entre otras cosas,de abortar el ataque aéreo lanzado

por la OTAN para disuadir del asal-tro a las tropas serbobosnias. «En elmomento crítico, el ministro de De-fensa holandés lanzó una llamadahistérica: ‘¡Volved atrás, tenemossoldados sobre el terreno!’», aseguraGuzin. «Lo único que pensaban lospolíticos era en cómo proteger a suspropios hombres. ¿Cuántos fueronheridos en combate? Ni uno sÓlo».

El mea culpa holandés, que llevóa la caída del Gobierno de Wim Koken 2002, no es suficiente para unasvíctamas que se sienten «olvidadas»:«Miles de personas pagaron un altí-simo precio por la inacción de esastropas. El mundo no necesita másmisiones como la de Srebrenica».

Una superviviente del genocidio de Srebrenica lee los nombres de las víctimas en el memorial de Potocari. / REUTERS

07 DE JULIO DE 2008

EL MUNDO 30

F. R.MADRID.– Se trata de una quere-lla contra el olvido. Necesaria pa-ra que coagulada la sangre, co-mience a cicatrizar también lamemoria. «Esas madres están tra-tando de hallar un cierre a estatragedia, una vía para que alguienpague finalmente por aquelloscrímenes», explica Sven Alkalaj,ministro bosnio de Exteriores.

Los forenses siguen arrancán-dole a la tierra cuerpos desmem-brados. Trece años después de lamasacre continúa en marcha lalenta tarea de asignarles dueñoen la enorme fosa común que ya-ce bajo el área de Srebrenica.

Un trabajo ejecutado en silen-

cio mientras Europa vuelve la ca-beza hacia otra parte. «Miles depersonas murieron, aún se estándesenterrando sus cadáveres, lasmadres buscan todavía a sus hi-jos y hermanos...», dice Alkalaj,recordando que el Tribunal PenalInternacional sentenció que enSrebrenica hubo genocidio y queSerbia fue responsable por no uti-lizar todos los medios a su alcan-ce para impedir que ocurriera.

«Desde entonces no se ha he-cho nada. La decisión se ha que-dado en la estantería acumulan-do polvo. Srebrenica se ha con-vertido en un símbolo del genoci-dio en Bosnia, pero las víctimasno han obtenido satisfacción».

No una compensación o una sa-tisfacción individual, aclara elministro, sino «una resoluciónque garantice que el genocidio ylos crímenes no pueden quedarsin castigo». La sensación, sinembargo, es que «no se ha paga-do ningún precio».

La falta de culpables estancaun proceso de reconciliación queavanza, aunque lentamente. «Lavida sigue», exclama el ministro.«Para empezar, cuando se viaja aBosnia no se reconoce quién esserbio, bosnio o croata. Todos ha-blamos más o menos la mismalengua, nos comunicamos sin te-ner en cuenta el background étni-co y continúa el intercambio eco-

nómico». Existen otras heridasabiertas: la situación de los refu-giados y la impunidad de los cri-minales de guerra abren las car-nes de los supervivientes de aque-

lla guerra, que convirtió a anti-guos vecinos en enemigos entre1992 y 1995.

«Algunas zonas del país sonmás étnicamente puras que elresto y no representan la situa-ción que había antes de la guerra,lo que significa que el retorno delos refugiados no se ha llevado acabo tal y como se estableció enDayton. Hay que respetar el dere-cho a regresar», afirma Alkalaj.

En cuanto a los criminales deguerra, advierte de que «nadie de-be escapar a la justicia» y cita elejemplo de los tribunales bosnios,«que han juzgado a criminales detodos los grupos étnicos». La coo-peración con Serbia, dice, ha me-jorado, como muestra la entregaa La Haya de Stojan Zupljanin,uno de los cuatro presuntos cri-minales de la guerra de Bosniamás buscados. «Pero aún quedanMladic y Karadzic».

SVEN ALKALAJ / Ministro de Exteriores bosnio

«No se ha pagado ningún precio por el genocidio»

ANTONIO HEREDIA

07 DE JULIO DE 2008

EL MUNDO 30

FÁTIMA RUIZEnviada especial

BELGRADO.– Sólo las bombas queapuntaban a Milosevic alteraron laplacidez del sueño eterno que hace30 años duerme el mariscal Tito. Elmenos comunista de los comunistasde la Guerra Fría reposa en un inver-nadero por el que se filtran los rayosde sol del techo acristalado ilumi-nando una tumba sin más inscrip-ción que su nombre. La Casa de lasFlores guarda la memoria de un lí-der sui generis, que no quiso meter asu pueblo en el corsé soviético –aun-que le colocó uno propio– y le permi-tió ciertas libertades que otros nopodían soñar en el Telón de Acero.

Embellecida por la lejanía, mu-chos ex yugoslavos miran con nos-talgia una época de certidumbres yrelativo desahogo económico de laque se han ido evaporando los colo-res más oscuros. El nacionalismo pa-ranoico que brotó del desmembra-miento del país en los 90 y la transi-ción a un capitalismo poco amablecon los más humildes han hecho quemuchos de los que se criaron a lospechos de aquel régimen –y algunosde los más jóvenes, que sólo han pro-bado el amargor del que les ha toca-do vivir–, se vuelvan hacia él para mi-tificarlo. Lo mismo ocurre en ciertossectores de Alemania del este, dondese reeditan productos de la era co-munista en desuso, y en zonas de laURSS azotadas por la crisis tras larapiña oligarca. Cualquier tiempopasado fue mejor, dice una parte deserbios, eslovenos, croatas.... «Unas150.000 personas visitan la tumba deTito al año, la mitad procedentes dela antigua Yugoslavia», apunta el en-cargado del museo. «Y en los últimoscinco años ese número ha ido cre-ciendo». El libro de condolencias pa-ra el héroe de la II Guerra Mundialque cohesionó al país bajo su cetroestá recorrido de nombres proceden-tes de Sarajevo, Zagreb o Skopje y es

buen ejemplo de los tiempos que co-rren. «Hola viejo, levántate ahoraque te necesitamos», escribe ZbutanVuckovic. «Compañero Tito, si pu-diera ver el caos que hay aquí... DeTriglav a Djevdjelija, seis banderasestatales», bromea Milosav Mocitz,

un serbio que firma con escrituratemblorosa y se refiere a dos ciuda-des en los extremos norte (hoy Eslo-venia) y sur (Macedonia) del antiguoestado comunista. «Ninguno de losque escriben critica lo que pasa hoy,pero si todos alaban lo de antes es

que algo no funciona», dice el guar-da. Desde un sable de Stalin hastauna piedra lunar, el recinto guardamás de 220.000 regalos que recibióTito, el líder que supo torear a Orien-te y Occidente, y combinó el comu-nismo con ciertos placeres demasia-

do frívolos para la austeridad soviéti-ca. Sobre una mesa yace su popularlibro de cocina con las recetas ofreci-das a la infinidad de estrellas ho-llywoodienses y políticas. Su funeralcruzó en 1980 a este y oeste, políticay espectáculo, África y Europa...

En otra habitación se exhiben lasestafetas que cada año los jóvenestransportaban por toda Yugoslaviahasta entregarlas al mariscal el 25 demayo por su cumpleaños. Entoncesse tardaban dos meses en recorrer elterritorio. «Esas carreras de relevosacabaron en 1987. Empezó a sentirseuna disolución futura», explica elcustodio de la tumba. «Los eslovenosno querían seguir ya esas tradicio-nes, la juventud empezó a ridiculi-zarlas». Ahora, sin embargo, es lapoblación de la primera de las repú-blicas en independizarse (1991) laque más visita el sepulcro. «De Eslo-venia vienen sobre todo para AñoNuevo y para el aniversario de mayo.Muchos dicen que la era de Tito eramejor que ésta».

«No se trata de yugonostalgia»,explica un funcionario que no quieredar su nombre. «Lo que hay es nos-talgia financiera. En esa época connuestros salarios podíamos comprardos coches, una casa para las vaca-ciones, viajar donde queríamos...»,señala, describiendo un régimen quecombinaba mano dura y blanda. «Elpasaporte yugoslavo no necesitabavisado en Europa más que para laEspaña de Franco», señala Mirka.«Es curioso que la gente hablara dedictadura entonces y que esto sea lademocracia». En una tienda de dis-cos de Belgrado, un mostrador exhi-be un nutrido ramillete de revivals delos 80. Retromanía es el significativonombre. «Mucha gente viene a com-prarlos», dice su encargada. «La ma-yoría son de mediana edad, que vi-vieron aquello, pero también hay jó-venes que buscan discos de yugo-pop o se los bajan de internet».

ANIVERSARIO DE UNA MASACRE / La mitificación del pasado

‘Yugonostalgia’ contralos tiempos difíciles

La dureza de la transición en las antiguas repúblicasyugoslavas pone de moda en Serbia la figura

de Tito y los recopilatorios musicales de los ochenta

Tito, rodeado de políticos y miembros del Ejército entre los que se halla el ex presidente croata Tudjman (abajo a la dcha.). / REUTERS

07 DE JULIO DE 2008

EL MUNDO 31