concentración y contemplación

30

Upload: ediciones-dharma

Post on 20-Mar-2016

226 views

Category:

Documents


2 download

DESCRIPTION

 

TRANSCRIPT

Page 1: Concentración y Contemplación
Page 2: Concentración y Contemplación

En todas las escuelas budistas el maestro desempeña un papel importante. Sinembargo, en el budismo de la tradición indo-tibetana se le concede una impor-tancia especial y extraordinaria, tan importante que algunos eruditos occidenta-les lo denominan simplemente “lamaísmo”. De la misma manera que cualquierrelación humana presenta aspectos positivos y sus problemas, la relación maes-tro-discípulo es también un tema delicado, no sólo para los occidentales, sinotambién para los tibetanos.

Con objeto de establecer las bases para una mejor comprensión de este rasgotan peculiar, quisiera en primer lugar explicar su trasfondo histórico. Hasta 1959Tíbet era un país muy aislado y alrededor del 90% de todos sus habitantes eranbudistas. Las personas nacían en un entorno completamente marcado por el Bu-dismo y, a diferencia de los occidentales, no decidían ser budistas en un deter-minado momento. Debido a la fuerte vinculación que había entre la política y lareligión, la destacada posición de las grandes universidades-monasterio y el re-celoso aislamiento que había frente al mundo exterior, las ideas y puntos de vis-ta de fuera apenas pudieron arraigar en Tíbet hasta el S. XVII como muy pron-to. Así, la variante tibetana del Budismo, por un lado, pudo mantenerse pura pe-ro, por otro, la falta de aire fresco llevó a menudo a la rigidez y a la consolida-ción del poder. Esto dificultó la discusión abierta, lo cual aún hoy sigue ocu-rriendo, así como también una adaptación a la época del Budismo tibetano, engeneral, y de la relación maestro discípulo, en particular. En mi opinión, cosasparecidas han ocurrido también en Occidente. En la sociedad budista, las perso-nas que habían recibido la ordenación gozaban de alta consideración. En Tíbetéstas gozaban de excelentes recursos para estudiar y practicar el Budismo, cosaque no ocurría con los laicos interesados, a quienes en su mayoría se les priva-ba de esta posibilidad; los tántricos constituían una excepción. Los tibetanos en-traban desde muy jóvenes en un monasterio y a partir de ahí se veían sometidosa una estricta disciplina. La tradición tenía una destacada importancia, las cosasse manejaban como se habían manejado desde hacía generaciones y se daba por

1. La relación maestro-discípulo

Page 3: Concentración y Contemplación

sentado que así se seguiría haciendo en las generaciones posteriores. Así pues,la mayoría de los tibetanos no tenían ninguna necesidad especial de pensar so-bre un tema controvertido o de sacudir los cimientos del sistema. Las dificulta-des en la relación maestro-discípulo no constituían ningún tema, lo cual no sig-nifica que no las hubiera.

Partiendo de esta situación, en los años sesenta llegaron los primeros lamastibetanos a Occidente y con ello el Budismo tibetano. Aquí entraron en contactocon personas que venían de un contexto cultural completamente diferente y conun fuerte sentido del individuo y de sus derechos; también con valores socialesque justo en ese momento sufrían un profundo cambio, personas que hablabanuna lengua extranjera y con un comportamiento social diferente. Del otro lado,los discípulos occidentales mostraban un gran interés por el Budismo, interésque con frecuencia estaba teñido de romanticismo. De esta forma, fueron to-mando las costumbres y tradiciones tibetanas, en muchos casos sin pensarlo de-masiado y a menudo rechazando sin piedad los propios valores y tradiciones, asus padres y maestros. Y además de todo esto querían, y quieren, ver resultadosrápidos. No es difícil entender que en tal situación tuvieran que surgir conflictosy malas interpretaciones.

A todo esto hay que añadir que en Tíbet el Lam Rim fue enseñado sobre to-do a monjes, todos con experiencia en el sistema tántrico. El Lam Rim sin tan-tra no existía prácticamente en Tíbet, todo lo contrario que en Occidente. Aquíhay muchas personas que prefieren no adentrarse en el tantra. Éstas pueden es-cuchar y practicar el Lam Rim, pero en lo que concierne especialmente al temade la relación maestro-discípulo han de ser conscientes de que éste procede porcompleto del sistema tántrico. Desligar este ámbito de su propia lógica e im-plantarlo sin más reflexión en la vida cotidiana “normal” puede llevar a proble-mas de comprensión. Con la lógica tántrica ocurre algo similar a una cadena: ca-da uno de sus miembros están estrechamente trabados, la cadena como algocompleto depende de la existencia de todos y cada uno de sus miembros. Si re-tiro un miembro de la cadena, en primer lugar, ésta se rompe y, en segundo lu-gar, el miembro deja de “funcionar” como lo hacía dentro de ella. Puesto que larelación maestro discípulo es un tema delicado, especialmente para los occiden-tales, en mi opinión no hay ninguna necesidad de que un principiante comiencesiguiendo la teoría tántrica que hay de fondo, ya que si partimos de falsas ideas,ya sea en relación a uno mismo o en relación al maestro, la decepción está ya ca-si programada de antemano, porque la base es errónea.

Pero no sin razón, el maestro tiene una gran importancia en el Budismo. Siqueremos aprender una habilidad como la costura o la carpintería necesitamosde alguien que nos muestre lo que tenemos que hacer. Tanto más es así si que-remos hacer “una formación para la mente”, por decirlo de este modo. Y la prác-

50 Concentración y Contemplación

Page 4: Concentración y Contemplación

La relación maestro-discípulo 51

tica budista no es realmente otra cosa, pudiendo suceder que las consecuenciasde los errores que cometa en dicho entrenamiento mental sean más graves quelos errores que cometa en el plano material. Un dicho tibetano dice: los malossastres cortan mal un paño exquisito y una vez cortado por mal sitio el desastreya no se puede evitar, el valioso paño está arruinado. Lo más precioso que po-seemos como seres humanos son nuestro cuerpo y nuestra mente, ya que a par-tir de esta base podemos alcanzar una meta que es importante para todas nues-tras existencias posteriores. Por eso, no deberíamos simplemente dar alas a laimaginación y lanzarnos a practicar de un modo irreflexivo, es mejor practicarbajo la guía de una persona que conoce el camino y que ya ha acumulado expe-riencias. Si queremos practicar el Budismo, si queremos llevar la teoría a la prác-tica tenemos que trabajar con un maestro. Sin embargo, no podemos perder devista que no tiene sentido obligarse a sí mismo a hacer este trabajo. Esto tieneque venir por propio deseo y voluntad. El contento y la libertad son condicionesbásicas para el éxito. Decidirse por un maestro debería venir tras una profundareflexión y es importante que nosotros mismos estemos convencidos de que es-ta colaboración es efectiva y provechosa.

Cómo he de tomar al maestro: ¿Cómo he de generar la actitud mental correctahacia él o ella? Soy un ser ordinario, probablemente veo también en mi maestroa un ser ordinario y esto es totalmente correcto. En el Budismo se parte de la ideade que sólo se pueden reconocer en otros seres las cualidades que uno mismo harealizado. Por eso, en un principio lo más razonable y honrado en mi caso esconsiderar al maestro como un amigo espiritual. Llamo amigo espiritual a aquelde quien puedo aprender, a quien me apoya en el camino espiritual, y por tantoa quién respeto y a quien estoy unido en amistad. S.S. el Dalai Lama dijo anteuna audiencia de tibetanos y occidentales que para escuchar una enseñanza bu-dista no hay que entrar necesariamente en una relación maestro discípulo. En lasgrandes universidades tibetanas teníamos sistemas similares. Discutíamos ex-tensamente sobre temas filosóficos con compañeros que considerábamos avan-zados sin tomarles de inmediato como maestros.

En un primer momento, realmente lo más aconsejable es considerar al maes-tro como un amigo del darma, escucharle, discutir con él sobre lo escuchado yreflexionar sobre ello. Hasta no haberse consolidado esta relación no es reco-mendable pasar a las demás etapas, de las que hablaré más adelante.

Lo que deberíamos evitar por encima de todo es glorificar al maestro y olvi-dar que él o ella también es una persona. Seguramente tiene cualidades, inclu-so algunas que no podemos percibir, de ahí que no debamos menospreciarlo ofaltarle al respeto. Sin embargo, al principio él es para nosotros una persona a laque respetamos y apreciamos, alguien con quien podemos comunicarnos con to-da normalidad a un nivel “ordinario”. Los occidentales no tienen necesidad de

Page 5: Concentración y Contemplación

adoptar tan pronto ni tampoco de manera irreflexiva los modales tradicionales ti-betanos de muestra de respeto. Si he escuchado conferencias de un maestro du-rante un tiempo, puedo hacerme una idea de si él o ella es un maestro, alguienen quien, como decimos los tibetanos, me puedo apoyar o no. En ese caso, yomismo puedo tomar la decisión. Una vez que he tomado como maestro a él o aella, seguirá siendo mi maestro para siempre, si aplico los criterios del tantra.Algo más adelante se retomará este aspecto.

Las enseñanzas que encontramos en los comentarios tibetanos son algo máscomplicadas. Gampopa en su Lam Rim “Ornamento de Joyas para la Libera-ción” distingue cuatro tipos diferentes de maestros: el maestro como ser ordina-rio, el maestro como bodisatva, el maestro como nirmanakaya y el maestro co-mo sambogakaya. A qué maestro encuentro y cómo lo percibo es algo que de-pende de mi estado de desarrollo espiritual. Como principiante, por ejemplo, estotalmente imposible reconocer a un maestro altamente realizado. Hasta no ha-ber eliminado algunas obstrucciones mediante la práctica, no podré ver al maes-tro como un bodisatva o como un buda.

En el Budismo Mahayana diferenciamos cinco senderos, el primero de loscuales es denominado “sendero de la acumulación”. En este camino realizamos,entre otras cosas, la suprema mente de la Iluminación. En él, el discípulo no pue-de reconocer a un maestro que sea el nirmanakaya (cuerpo de emanación) de unbuda hasta no haber realizado la bodichita.

No obstante, puedo hacer otra división según el camino que desee seguir. Así,puedo tomar al maestro según el Vinaya, es decir, según las reglas de la disci-plina ética, que constituyen la base del Hinayana y del Mahayana, pero tambiénsegún el camino del bodisatva o según el método tántrico. Aquí hay notables di-ferencias, pues en el vinaya el maestro es considerado experto erudito y buenamigo, en el camino del bodisatva hay que considerar al maestro al menos comoun bodisatva y en el tantra hay que verle como un buda real.

Como se ha dicho, al principio puede sonar extraño que haya que conceder almaestro la misma estima que a un buda, sobre todo cuando la mayoría de losmaestros no tienen ninguna necesidad personal de sentir un reconocimiento es-pecial. Uno de los principios budistas es no ir pregonando a los cuatro vientoslas propias facultades y cualidades y esto es así tanto para el maestro como pa-ra el discípulo. El ejemplo tradicional es una luz dentro de un recipiente, el in-terior está iluminado pero por fuera no se puede ver mucho. Es decir, interior-mente debemos irradiar luz, pero hacia fuera no hay que alardear de ello, si nose abrirán las puertas al egoísmo y al orgullo. Pero, como más adelante veremosen este capítulo, es posible y, en parte, es indispensable ver al maestro como bu-da, a pesar de que al principio nos cueste imaginar algo así.

Con objeto de evitar malas interpretaciones, quisiera dar una breve explica-

52 Concentración y Contemplación

Page 6: Concentración y Contemplación

La relación maestro-discípulo 53

ción sobre las distintas denominaciones en tibetano con las que se suele traduciren Occidente la palabra “maestro”.

La palabra “lama” se compone de dos sílabas. “LA” significa alto, lo más ele-vado; “MA” significa bueno, positivo, lleno de cualidades. Lama designa pues auna persona que posee las cualidades más elevadas o una persona con cualida-des superiores a las mías. A esto se le llama en sánscrito “guru”. En el siguientetexto a veces emplearemos, por ejemplo, la expresión maestro como expresiónespañola correspondiente a la de lama.

La palabra “tulku” (sprul-sku) designa una reencarnación oficialmente reco-nocida. No todos los tulkus son maestros ni todos los maestros son tulkus. Untulku que no da enseñanzas no es un maestro, ya que sin discípulos no existenmaestros. Sin embargo sigue siendo un tulku.

La palabra “kempo” (mkhen-po) denomina a un abad que desempeña un car-go oficial en un monasterio. No todos los kempos son maestros.

La expresión “drupön” (sgrub-dpon) denomina a un maestro de meditaciónque puede dirigir retiros y posee buenos conocimientos sobre el ritual. No tieneque ser necesariamente un maestro o lama.

Rimpoché es una denominación honorífica. A los tulkus se le llama “Rimpo-ché”, pero también a un lama que goza de alta consideración se le puede llamarRimpoché. Hay rimpochés que no son maestros.

¿Cuándo surge una relación maestro-discípulo?

Surge cuando por ambas partes existe una auténtica voluntad de aceptar alotro, ya sea como maestro ya como discípulo. Si yo me siento en el trono con laintención de aceptar a todos mis oyentes como discípulos, esto por sí solo nobasta. Si los oyentes no tienen la intención de aceptarme como maestro y escu-char de mí enseñanzas budistas, aunque por fuera parezca que hay una relaciónmaestro-discípulo en realidad no ocurre absolutamente nada. Y al contrario: sitodos los oyentes quisieran aceptarme como maestro pero yo no les considerasediscípulos, tampoco habría ninguna base. Por tanto tiene que haber por ambaspartes una motivación suficiente, si no un perro también podría ser mi discípu-lo. Naturalmente que no lo es, por muy fuerte que fuera mi motivación de con-siderarle discípulo.

Siempre hay oyentes que, después de haber escuchado mis enseñanzas mepreguntan si los acepto como discípulos, pero esta pregunta viene demasiado tar-de. Nuestra comprensión tibetana es muy diferente a la occidental, la relaciónmaestro-discípulo ha surgido hace ya tiempo, cuando ellos (los discípulos) es-cucharon con la motivación adecuada y yo (como maestro) enseñé con la co-

Page 7: Concentración y Contemplación

rrespondiente motivación. No es necesario hacer ningún pacto verbal adicionalpara que surja la relación maestro discípulo.

¿Qué sucede en una relación maestro discípulo que funciona?

La práctica budista tiene lugar principalmente en la mente. Está encaminadaa la experiencia, la adquisición de conocimiento teórico tiene una importanciasólo secundaria. El maestro no intenta otra cosa que a partir de su conocimientoy a partir de su experiencia entrar en contacto con el continuo mental del discí-pulo. Este contacto sucede a un nivel mucho más sutil que cuando se lee un li-bro, por ejemplo. No es que durante la enseñanza el discípulo llegue a tener unaexperiencia muy especial en relación con el contenido, sino que la explicaciónoral en sí es mucho más valiosa que la escrita, porque es directa y llega a todasla personas.

La experiencia que surge de leer una instrucción de meditación queda en unplano relativamente superficial, falta lo que, psicológicamente, quizás se podríadenominar inspiración o, tradicionalmente, “bendición”. Por ejemplo en Tíbet,es tradición que el maestro recite una página y el discípulo la repita palabra porpalabra. Hasta que eso no sucede el discípulo no practica la lectura de esa pági-na. Cuando yo era niño e intentaba leer una página que no aún había escuchadode mi maestro, ésta me parecía muy extraña y no la leía tan fluidamente.

Pondré otro ejemplo. En el estudio de la filosofía el maestro da un comenta-rio a cada una de las palabras. Si leo un texto que mi maestro no me ha explica-do, por supuesto puedo entender su contenido, pero no tengo la misma expe-riencia interna profunda. Sobre todo en una instrucción de meditación hay mu-cho que no se puede codificar. Es simplemente una cuestión de experiencia y decomunicación a muchos niveles entre una persona y otra. Esta es también la ra-zón por la que especialmente en la práctica tántrica hay tantísimos comentariosy explicaciones que no están escritos, la llamada transmisión oral o “enseñanzassusurradas” al oído.

La relación maestro-discípulo no se da sólo en el plano físico, sino en lo queen un artículo anterior he llamado “el trasfondo”. Este trasfondo es indepen-diente de la presencia física de una persona. Tal vez podríamos describirlo de lasiguiente manera. Pasamos de un nivel más bien burdo de la conciencia, en elque se desarrolla la comunicación diaria, a un nivel más sutil de la conciencia.(Aquí no me estoy refiriendo a la conciencia muy sutil, la cual sólo se activa pormedio de prácticas de meditación especiales). El trasfondo se encuentra, por ex-presarlo de algún modo, entre la conciencia cotidiana y la conciencia más sutil.El maestro y el discípulo pueden comunicarse a este nivel sin que haya signosexternos. Partiendo de la enseñanza de la reencarnación es probable que el dis-cípulo ya haya trabajado varias veces con un maestro. Este tesoro de experien-

54 Concentración y Contemplación

Page 8: Concentración y Contemplación

La relación maestro-discípulo 55

cia y conocimiento comunes hay que volver a activarlo en la relación maestro-discípulo. Cuando durante la enseñanza el maestro intenta conectar con el con-tinuo mental del discípulo, intenta acercarse justo a este nivel. Si por parte deldiscípulo hay confianza, apertura y el deseo de corazón de progresar en el dar-ma, entonces surge la auténtica relación maestro-discípulo.

No es tan importante que un maestro permanezca o no en este mundo. Mu-chos de mis maestros de los que he recibido muchas y beneficiosas enseñanzashan dejado sus cuerpos. Sin embargo, no digo por eso que él fue mi maestro, si-no que es mi maestro. La única diferencia es que ya no puedo recibir de él nin-guna enseñanza visible, y mientras en mi corazón haya confianza y apertura ha-cia mis maestros seguiré recibiendo de ellos un apoyo continuo. Esto es lo úni-co que cuenta, pues de esta manera estoy recibiendo energía e impresiones posi-tivas que me dan apoyo y confianza para seguir practicando.

Este modelo de pensamiento es algo extraño para los occidentales, que pare-cen considerar la relación maestro-discípulo más como una relación matrimo-nial. De ahí, que cuando están hartos o el maestro ha muerto, dicen “él fue mimaestro”. En el caso de un matrimonio existe la posibilidad de la separación, pe-ro en la relación maestro-discípulo no, ya que se trata de una relación espiritual.La visión que está detrás de la afirmación “él fue mi maestro” es totalmente erró-nea. Si alguien una vez fue mi maestro ya no puedo deshacer esto, tanto si sigoescuchando enseñanzas de él como si no. He suscrito un contrato irrescindible,por así decirlo.

Si tengo varios lamas es inevitable que reciba diferentes explicaciones. Talesdiferencias pueden venir de la terminología o también de la metodología, al finy al cabo cada lama tiene su propia experiencia y teoría de la que parte. Es bue-no poder ver todas estas explicaciones como una guía para la práctica. Si creoque hay contradicciones debería quedarme con la que me parezca más aceptableo bien consultarlo con un maestro de mi confianza.

En algunos textos se dice que se debe consultar cualquier detalle con el maes-tro. Esto sólo se refiere a aquellos discípulos que realmente confían cien por cienen su propio maestro y no sólo durante un mes o un año. Sin esa base de con-fianza, ese modo de actuar no tiene sentido. Así pues, para nosotros no es nece-sario ir a comunicarle cualquier insignificancia. Yo mismo tengo que poder sa-ber y decidir si una acción es positiva o negativa, a los lamas sólo se les deberíaconsultar cuestiones importantes relativas a la práctica.

Tanto en Tíbet como en Occidente a veces tengo la impresión de que las entre-vistas con el lama sólo sirven para obtener una aprobación psicológica y así rele-gar al maestro la responsabilidad de una decisión necesaria. De esta manera, unose siente más seguro, pues tal lama lo ha dicho así. Los tibetanos, por ejemplo,siempre dicen: “el Dalai Lama ha dicho esto y aquello, por eso lo hacemos así”.

Page 9: Concentración y Contemplación

Pero si luego algo de lo que ha dicho el Dalai Lama no les viene bien lo pasan poralto calladamente y hacen lo que quieren. Esto es naturalmente algo muy humano,pero desde el punto de vista espiritual no nos hace avanzar. Al lama se le consul-tan exclusivamente cuestiones de darma. Si se tiene problemas psicológicos lo me-jor es ir a alguien que ha recibido una formación en ese ámbito.

Algunos discípulos desarrollan un fuerte apego a su “lama preferido”, se afe-rran a él y rechazan a todos los demás lamas. Sólo lo que mi lama dice es lo im-portante, todo lo demás es secundario. Esto llega hasta tal punto que incluso den-tro de un centro tienen lugar luchas partidistas entre los seguidores de dos lamas.Aparte del hecho de que una concepción como esa daña la imagen del Budismo,al ser una idea fuertemente dualista, pues el apego es un engaño, constituye unobstáculo a la propia práctica. Además de todo eso también impide que podamoscrear una conexión correcta y sana con otros maestros. Todos los lamas de losque hemos recibido hasta ahora enseñanzas son nuestros maestros directos.Hacer una división entre lamas principales y secundarios tiene poco sentido.Cualquier maestro es importante. Algunos lamas cuyas enseñanzas han favo-recido de manera especial nuestro progreso interior tienen mayor influenciasobre nosotros, razón por la que hacia ellos sentimos un mayor agradecimien-to que hacia otros. El lama que “nos ha despertado”, como decimos nosotros,es nuestro lama raíz. El punto decisivo es si realmente nos han hecho avanzar,si la relación, digámoslo así, supone un impulso al propio desarrollo.

¿Qué cualidades debería poseer un maestro?

Como ya he explicado extensamente, necesitamos el contacto con un maes-tro espiritual cualificado y con una vasta experiencia para poder avanzar ennuestra práctica.

La pregunta que nos tenemos que hacer ahora es la de quién es un lama cua-lificado. Tsongkapa dice que quien no se ha liberado a sí mismo no puede libe-rar a otros. Quien él mismo no está a salvo, no puede salvar a otros. Así, si unmaestro sólo conoce un determinado tema de meditación, entonces tan sólo po-drá enseñar a sus discípulos esa meditación. Por mucha confianza, devoción einterés que tenga el discípulo, si el maestro sólo puede enseñar la técnica de larespiración, el discípulo no podrá aprender otra cosa que la técnica de la respi-ración. Un lama cualificado, a mi entender, ha de conocer el Lam Rim y habermeditado en él; además tiene que tener un conocimiento variado y amplio sobrelas meditaciones del Lam Rim. Ha de ser capaz de guiar al discípulo en el ca-mino. No basta con que el maestro posea algunos objetos rituales, domine de-terminadas meditaciones o sepa recitar de memoria un par de textos.

Lógicamente, un maestro cualificado que pueda transmitir todo el Lam Rimcompleto tiene también sus “temas preferidos”, ya sea, por ejemplo, el de la or-

56 Concentración y Contemplación

Page 10: Concentración y Contemplación

La relación maestro-discípulo 57

denación de monje o monja, la bodichita o las enseñanzas tántricas. Aquí es eldiscípulo con un interés específico el que tiene el deber de encontrar a un maes-tro apropiado para ello. Por tanto, es recomendable informarse y hacerse unaopinión propia.

Ahora quisiera comentar cuáles son los requisitos necesarios de un maestrodesde tres puntos de vista: desde el punto de vista del vinaya, desde el prajña-paramitayana, es decir, del Mahayana en general, y desde el punto de vista deltantrayana.

Un maestro del vinaya, la obra que incluye las reglas para monjas y monjes,en primer lugar, ha de mantener sus propios votos, observar una disciplina éticacorrecta y tener un profundo conocimiento del vinaya, es decir, ha de conocerexactamente las reglas monásticas, saber cómo se realiza la confesión de faltasdos veces por semana o cómo se celebra un retiro de verano. Además, ha de te-ner compasión con los enfermos y debe tener un “séquito puro”, lo cual signifi-ca que las personas que le rodean deben formar un grupo armonioso. Asimismo,se espera de él que ayude con ofrendas materiales a otros seres necesitados.

En el Mahayanasutralamkara de Maitreya, un comentario clásico budista, seenumeran en total diez cualidades que el maestro debería poseer para poder en-señar correctamente las tres etapas del Lam Rim:

El maestro tiene que estar subyugado, lo que significa que conoce y aplica lasreglas de la ética.

Ha de estar pacificado por medio de la meditación, es decir, su mente tieneque estar orientada hacia dentro. Su concentración ha de ser firme y estable. Hade ser capaz de alcanzar shine.

Ha de estar en extremo pacificado por medio de la sabiduría, es decir, que me-diante el poder de su meditación es capaz de experimentar la vacuidad y por surealización ha superado el apego al ego.

Ha de poseer cualidades superiores a la de los discípulos, es decir, tiene quesaber más, ya que si tiene mejores cualidades que el discípulo éstas se transmiti-rán a él. El ejemplo clásico de esto son las barritas de incienso y un trozo de ma-dera corriente, si se las coloca una al lado de la otra, con el tiempo la madera seimpregnará del olor de la barra de incienso.

Ha de poner todo su esfuerzo en ayudar a sus discípulos.Tiene que poseer un amplio conocimiento de la literatura canónica.

En principio, estos seis puntos son las cualidades más importantes del maes-tro. Junto a ello, debería tener cuatro cualidades más:

Ha de ser un buen orador. Esto no significa que pueda hablar durante seis ho-ras ininterrumpidamente, sino que tiene que saber qué decir en qué situación aquién. Un maestro que habla horas y horas de tantra a una audiencia que no quie-

Page 11: Concentración y Contemplación

re saber nada sobre tantra poco beneficiará a los discípulos. En algunos textostambién se dice que su voz tiene que ser “melodiosa”. Esta expresión se puedeexplicar muy bien con el siguiente ejemplo. Buda Sakyamuni dio diferentes en-señanzas sobre la vacuidad. Una vez dijo a un grupo de oyentes que la vacuidadde la persona no existe, otra vez dijo delante de otro grupo que sí. A menudo, seencuentran estas aparentes contradicciones. Esto es así, porque las enseñanzasfueron dadas en un determinado momento con un fin determinado y a una deter-minada audiencia, de ahí que existan diferencias textuales e interpretativas sobrela vacuidad. A esta facultad de adaptarse a las necesidades de los oyentes se le de-nomina “voz melodiosa”.

Además el maestro debe ser amable, mostrar interés por otros seres, por susdeseos, sufrimientos y necesidades.

El maestro debería tomar esta tarea con alegría. Si alguien tiene un problema,el maestro debería esforzarse en apoyar a esta persona.

El maestro no debería desanimarse ante posibles fracasos, por el contrario hade disfrutar trabajando con los seres, ha de sentir regocijo. En tibetano se dice li-teralmente acerca de este punto: “Ha de renunciar a la pena”.

¿Cómo comportarme si percibo fallos en el maestro?

Esta pregunta no es fácil de contestar. A menudo, en los comentarios tibetanos,por un lado se habla de la “realización por medio de la palabra del maestro”. Es-to significa que se alcanza la realización ateniéndose fielmente a aquello que di-ce el maestro, lo que parece dar a entender que no es posible objetar nada en con-tra de una afirmación del maestro. Sin embargo, todo tiene sus límites. Las pala-bras del maestro no son sagradas, son siempre recomendaciones que él da desdesu propia experiencia y esto no significa necesariamente que su experiencia ten-ga que adecuarse a mis condiciones. En el vinaya se dice que no se tiene que se-guir la palabra del maestro cuando ésta no es acorde con el darma. Este criteriollega a su máxima expresión en la afirmación: “Un lama que obstaculiza mi prác-tica de darma no es un buen lama, ¡al menos no para mí!”. Sin embargo, es posi-ble que sí cumpla esa función para otras personas. Si a un practicante con expe-riencia, que, por ejemplo, realiza las cuatro sesiones al día, el maestro le quiereapartar de ello, el discípulo no debería aceptar esa instrucción sin cuestionarla, si-no que incluso, si es necesario, debería rechazarla. Ello no quiere decir que ac-tuemos de manera arbitraria y caprichosa con los consejos del maestro, pero síque la atención y la autorreflexión son importantes. A veces sucede que la rela-ción no es realmente compatible, pero a menudo simplemente lo que tenemos quetener en cuenta es que siempre hemos de adaptar nuestra práctica a nuestro nivelfísico y mental. Una práctica demasiado intensa, con la que lo que se pretende esobtener rápidos resultados, puede acabar también arruinándose. Por eso es im-portante practicar siempre dentro de las propias posibilidades.

58 Concentración y Contemplación

Page 12: Concentración y Contemplación

La relación maestro-discípulo 59

¿Qué hago en el caso de que no haya afinidad con el maestro? En primer lu-gar, es importante no faltarle al respeto, no criticar al maestro, no digamos yaagredirle directamente. No porque ello pueda ser desagradable para él, sino de-bido a las repercusiones destructivas que tendrá sobre mi mente. Siempre es me-jor adoptar una actitud neutral. Si no podemos seguir una recomendación delmaestro, se lo deberíamos explicar con amabilidad y respeto. La última instan-cia para llegar a nuestra decisión tiene que ser siempre el darma y no “el rostrodel maestro”, como decía Gueshe Potowa.

También es importante no olvidar nunca que el maestro puede tener fallos. Encaso de descubrirlos en mi maestro, tengo que diferenciar con cuidado entre mispropias expectativas y las limitaciones reales de éste. En los comentarios se di-ce muchas veces que el maestro adopta una “apariencia ordinaria”. Su Santidadel Dalai Lama explicó también una vez lo que esto significa. Todos los seres or-dinarios tienen engaños como el apego, el odio y la ignorancia, por eso todos losmaestros que han tomado una apariencia ordinaria, tienen también fallos. Co-meten fallos porque son seres humanos. No obstante, concentrarse demasiado enlos fallos del maestro no es algo muy bueno. No porque esto repercuta en elmaestro, sino porque, como ya se ha mencionado, concentrarse en un rasgo ne-gativo desencadena en la propia mente emociones perturbadoras como el odio ola ira. Debido a esto, el poder de los propios engaños se vuelve más fuerte. Asípues, concentrarme en los fallos de los demás no trae ningún beneficio a mi pro-greso mental. Ello no significa que se deba reprimir la percepción o que tenga-mos que negar la existencia de rasgos negativos en el maestro; simplemente noenfocamos la mente en ello.

Pondré un ejemplo de esto. Tagdra Rimpoché fue el último regente del Tíbet.Aunque me cuesta entender muchas de sus actuaciones políticas, se trata de unode los maestros más importantes de mis maestros. Por eso, siento hacia él ungran respeto. Mi devoción hacia él no cambia porque yo no entienda sus activi-dades mundanas. Para mí lo importante son las preciosas enseñanzas que él nosdio a mí y a mis maestros. Para mi desarrollo espiritual sus actividades munda-nas son irrelevantes. No estoy ciego, percibo realmente los fallos, pero éstos noafectan a mi práctica, no son un obstáculo a mi espiritualidad.

¿Qué buenas cualidades debería tener un discípulo?

Hasta ahora nos hemos detenido extensamente en las cualidades que debendistinguir a un maestro. Como sabemos no hay ningún maestro sin discípulo, porlo que es lógico que también las cualidades que caracterizan a un buen discípu-lo sean importantes. Los textos aquí coinciden bastante. Por ejemplo, en losCuatrocientas Estrofas de Aryadeva se dice que un discípulo tiene que ser im-parcial, se puede decir también “honesto”, tiene que tener una mente pura y as-

Page 13: Concentración y Contemplación

60 Concentración y Contemplación

pirar al darma. Alguien que esté en la búsqueda espiritual ha de tener un gran in-terés en el darma, pues en caso contrario no habrá progreso. En el darma hay unenorme tesoro de conocimiento que hay que descubrir. Este tesoro no se revelapor sí solo, sino que el discípulo tiene que poner un esfuerzo activo, de ahí quetambién se exija del discípulo afán y aplicación. El discípulo necesita tener una“mente pura”, lo cual tiene dos interpretaciones. Por un lado, el discípulo nece-sita de una estabilidad emocional para la práctica del darma, si no él o ella nopodrán practicar con claridad y con calma. Por otro, significa que el discípulotiene que poseer un determinado grado de inteligencia, en caso contrario él o ellano podrá diferenciar las enseñanzas correctas de las falsas.

En todo esto es muy importante que el discípulo no olvide su sano sentido co-mún. De esta manera, desde el principio se podrán evitar muchos problemas, porejemplo, expectativas exageradas sobre el maestro, proyectar los propios deseos ynecesidades sobre él o idealizar el tiempo en el que transcurrirá el propio progre-so, y con ello la tendencia a dejar “hervir” emociones fuertes. Entonces seguro queestaré a salvo de ver al maestro como aquel que puede resolver todos mis proble-mas de golpe. El maestro no es, por ejemplo, mi psicólogo, mi vidente o mi ase-sor empresarial. La relación maestro-discípulo es una relación espiritual de darmay por tanto no es está ahí para alcanzar metas a corto plazo. ¡Mi meta es la Ilumi-nación, la budeidad! Hay maestros que en claro desconocimiento de las diferen-cias culturales, dan consejos a personas con problemas psicológicos que tienen untrasfondo cultural muy marcado. Esto puede ir bien, pero no necesariamente. Co-nozco personalmente algunos casos en los que los problemas, después de eso, seagravaron. Deberíamos tener presente que ya sólo haciendo un análisis sincero so-bre uno mismo o mediante una conversación crítica con amigos que tienen expe-riencia en el darma, es posible eliminar algunos obstáculos a la práctica.

¿Cómo aceptar correctamente al maestro beneficia al discípulo?

En los textos tradicionales se enumeran ocho puntos al respecto:

1. Cuando un maestro me explica determinadas cosas me he vuelto más sa-bio en ese tema, gracias a la bondad y a la ayuda del lama he alcanzado un de-terminado conocimiento

Si acepto continuamente al maestro, también estaré continuamente recibien-do más explicaciones, ayuda y apoyo. Cuanto más apoyo espiritual reciba tantomás rápido podré corregir mis factores mentales no virtuosos. Corrigiendo cons-tantemente la propia mente, cuya base está en el trabajo con el maestro, me voyacercando a la budeidad. Hasta la budeidad hay un camino largo, que lleva va-rios eones. Si ahora encuentro el camino correcto y al maestro adecuado y leacepto de manera correcta, en cierta manera la budeidad está a mi alcance. Pa-

Page 14: Concentración y Contemplación

La relación maestro-discípulo 61

dampa Sangye, un maestro de la tradición Chöd, dice: “Si eres guiado por el la-ma puedes llegar a cualquier sitio que desees. La recompensa del guía es hon-rarle y respetarle”. Nagaryuna dice: “Quien cae desde el pico de una elevadamontaña se despeñará aunque no lo quiera. Quien recibe enseñanzas de un maes-tro, aunque no quiera ser liberado, aún así será liberado”. Esto puede parecerexagerado a los occidentales, pero muestra muy claramente lo importante que espara Nagaryuna el maestro. Incluso no aspirando (conscientemente) a la Ilumi-nación, si me apoyo de manera correcta en un maestro, la alcanzaré.

2. Los budas se alegranCuando aceptamos a nuestro maestro de manera correcta, todos los budas y

bodisatvas se alegran. Aquí, por un lado, se quiere decir, que los maestros, queson representantes de los budas, se alegran, ya que los discípulos avanzan en elcamino a la budeidad. Por otro lado, el deseo más profundo de todos los budasy bodisatvas es que ningún ser experimente sufrimiento y que, por el contrario,nunca pueda estar alejados del sufrimiento. Ellos tomaron el compromiso depensar en el bien de los seres y ayudarles a cada instante. Puesto que nosotroscomo seres ordinarios no somos capaces de percibir las emanaciones de un bu-da como el sambogakaya, éstos, si quieren entrar en contacto con nosotros, hande elegir el camino a través de los lamas. Si el discípulo es capaz de aceptar co-rrectamente a su maestro, ¿por qué no deberían alegrarse los budas? Pues conello se pone la base para un trabajo que traerá sus resultados y los discípulos ha-brán dado un gran paso en la dirección correcta.

3. No caeré bajo la influencia de demonios obstaculizadores ni de malosamigos

Los obstáculos pueden surgir bajo diferentes formas. En tibetano se les per-sonifica como “dü”, “demonios obstaculizadores” (tib.: bdud, sanscr.: mâra). Daigual que consideremos estos “demonios” como seres individuales o como esta-dos mentales, sea como sea siempre producen engaño y confusión. Sin embar-go, si tenemos devoción y confianza en el maestro, ello actuará como protecciónhacia fuera y hacia dentro. Es una protección hacia fuera, porque, cuando acep-tamos a un maestro y nos sentimos comprometidos con él, nos esforzamos máspor mantener la disciplina ética. Es una protección hacia dentro, porque me-diante las enseñanzas del lama aprendemos cómo poder reconocer y superarnuestros conceptos. Muchos obstáculos surgen a partir de los conceptos. Parailustrarlo, quisiera contar una historia típica tibetana. Cuando Milarepa medita-ba en su cueva le visitaban demonios y espíritus. Aunque hablaba con esos se-res, permanecía en estado de quietud mental sobre la “naturaleza de la mente”,sin ser perturbado ni por un solo momento. Nada podía perjudicar su meditación,

Page 15: Concentración y Contemplación

pues había penetrado en su mente y en las reacciones de ésta hasta sus últimasconsecuencias.

Otro obstáculo y, a la vez, uno de los mayores “escollos” a lo largo de lapráctica de la meditación es, por ejemplo, el deseo de tener lo antes posible un“signo” de realización personal, ya sea un sueño significativo o una visión.Los antiguos maestros kadampas dicen: “Ningún signo es el rey de los signos”.Debemos seguir trabajando tranquilamente sin aspirar a tener experienciassensacionales, lo cual naturalmente no significa que no debamos aspirar a labudeidad. Las esperanzas y temores son graves obstáculos a la práctica. En uncomentario se dice: “No te preocupes por la budeidad, no te preocupes por caeren los infiernos, simplemente continúa”. Nos debemos concentrar en nuestroproblema actual, que es la lucha con nuestros factores mentales aflictivos,nuestros engaños. Lo que tenga que venir vendrá por si solo, así que ahora notengo que preocuparme de ello.

4. Todos los engaños y conductas erróneas cesarán por sí solosEn el fondo, los maestros de darma no son otra cosa que una guía para poder

relacionarme con los factores mentales aflictivos como el odio, la ira, el apegoy similares, de modo que no pueda surgir de ahí más comportamiento negativo.Se considera un comportamiento “negativo” cuando éste conduce no a resulta-dos de felicidad, sino de sufrimiento. Si aplico las enseñanzas y las integro en mivida, en primer lugar, los engaños se van reduciendo y luego son totalmente eli-minados. Cuando estamos con el maestro, hablamos más a menudo de la prácti-ca, hacemos preguntas y así corregimos nuestros factores mentales negativos. Sicarecemos de un maestro no hay nadie que nos de una respuesta fiable, debidoa lo cual nuestro progreso interior inevitablemente se estancará. Un ejemplo: eldisfrute del alcohol en sí mismo no es una acción negativa, pero si alguien ha to-mado un voto en este sentido y aún así luego bebe alcohol se trata de una in-fracción de la regla. Puede ser que la persona en cuestión de vez en cuando rom-pa sus votos y sólo en la presencia del lama deje de experimentar el deseo de dis-frutar del alcohol. Es decir, debido al contacto con el lama, le sigue correcta-mente, lo que tiene una influencia positiva en su comportamiento.

5. Aumentan las experiencias y las realizaciones de los distintos niveles ysenderos

Cuando aceptamos correctamente al maestro, cada vez realizamos más ac-ciones positivas, ya que entramos cada vez más en contacto con el darma y todala “atmósfera” se orienta cada vez más al darma. En tiempos de Atisha, sus dosasistentes personales Dromtönpa y A-me Jangchub Rinchen, una vez compara-ban sus progresos con el de Gönpawa, que también era un gran maestro kadam-

62 Concentración y Contemplación

Page 16: Concentración y Contemplación

La relación maestro-discípulo 63

pa. Gönpawa había meditado todo el tiempo en su habitación y en las cuevas,mientras que sus asistentes habían trabajado la mayor parte del tiempo para Atis-ha. A pesar de que éstos habían tenido poco tiempo para meditar, su progreso ha-bía sido grande.

En el Budismo tibetano también es común que los discípulos imiten la voz yla apariencia externa de su maestro, al menos durante la recitación. Esto a vecesparece algo arrogante, como si los discípulos quisieran ser tan importantes ygrandes como el maestro, pero la razón de este comportamiento es que de estamanera se recibe una bendición especial. Por eso, visualizar la imagen del pro-pio lama es una puerta a través de la cual entra la bendición del cuerpo e imitarsu voz es la puerta de entrada a la bendición de la palabra. Practicar según su ins-trucción es la puerta a la bendición de la mente. Lógicamente, al hacer esto nose trata de imitar simplemente la voz y la postura del lama, sino de avanzar ennuestro progreso y desarrollar la fe. Es evidente que visualizar a mi lama ya noes una experiencia tan intensa como la experiencia inmediata, pero su imagen ysu impresión permanece, con lo que puedo intentar apoyarme en esto y practicarsegún su deseo. Yo mismo me emociono siempre mucho cuando pienso en milama; tener presente su imagen o sus enseñanzas y recordar su bondad es algoque me puede hacer llorar.

6. No seré abandonado por el maestro en ninguna de mis existenciasSi una persona se ha habituado en esta vida a realizar determinadas acciones,

en la próxima existencia tendrá la tendencia a actuar de manera similar. Esto esasí tanto para acciones positivas como negativas. Tomar correctamente al maes-tro actúa como causa kármica para que también encontremos buenos maestrosen la próxima existencia. Esto responde a la ley del karma. Si en esta vida fué-ramos un carnicero y en la siguiente vida volviéramos a nacer como ser huma-no tendríamos la misma tendencia a matar animales, tal vez como cazador. Asípues, si en esta existencia aceptamos correctamente a un buen maestro, tendre-mos la misma tendencia en la próxima vida.

7. No caeré en los reinos de existencia inferioresGracias a las instrucciones de mi maestro y practicando de acuerdo con ellas

tengo la posibilidad de desarrollar un gran poder mental. Éste me protege de acu-mular karma negativo, lo cual podría dar lugar a un renacimiento en los reinosde existencia inferiores. Además, la acumulación de mérito en relación al maes-tro es mucho más poderosa que en relación a cualquier otro objeto. Esto no tie-ne que ver con la superstición. Es sólo que el lama es el mejor objeto de mérito,porque cualquier acción virtuosa hacia él deja su huella hasta en las capas mássutiles de la conciencia. Hacer postraciones delante del propio maestro, por

Page 17: Concentración y Contemplación

64 Concentración y Contemplación

ejemplo, crea más mérito que hacerlas delante de una estatua de Buda. Tambiénlas acciones negativas son purificadas mucho más rápidamente, por lo que lógi-camente se eliminan causas para renacer en los reinos inferiores de existencia.

8. Alcanzaré sin esfuerzo todas las metas temporales y últimasEl octavo punto es un resumen de los anteriores. Por medio de la práctica dis-

minuyen los engaños y podemos realizar las metas a corto y también a largo pla-zo. Aceptar correctamente al maestro es la raíz de todas las cualidades munda-nas y supramundanas.

Las ocho desventajas de no aceptar a ningún maestro son, lógicamente, elopuesto exacto a las ventajas que se derivan de aceptar correctamente al maes-tro. No es necesario profundizar mucho en ello.

El siguiente punto trata en detalle las ocho consecuencias con las que ha decontar un discípulo, si acepta incorrectamente a su maestro. ¿Qué se debe hacercomo discípulo ante estas desventajas, que, en cierto modo, presentan un esce-nario de horror? Precisamente en el “culto” Occidente, donde las personas dantanto valor a su libertad y a su propia responsabilidad, las ochos desventajas quese van a describir, en el peor de los casos, pueden llevar a una reacción de re-chazo o de temor. Hay que enfatizar que el Lam Rim, por mucho carácter uni-versal que tenga, fue escrito bajo otras circunstancias culturales y por tanto a ve-ces con una orientación didáctica diferente. Este tema precisa actualmente deuna amplia discusión, ¡aunque no por ello hace falta trastocar toda nuestra con-cepción dejándonos llevar por el espíritu de la época!

¿Qué desventajas trae al discípuloaceptar al maestro de manera incorrecta?

1. Si desprecio al maestro es como si despreciara a todos los budasSi desprecio al maestro estoy despreciando a todos los budas, ya que los la-

mas representan a los budas. Supongamos que enviamos a un representante denuestra organización a otra o bien a otro país, donde es recibido con todos loshonores, esto sería una señal de que nuestra organización goza de respeto. Sinuestro representante fuera despreciado, estarían dando a entender que no lesimportamos. Nuestro enviado es tratado como representante de toda la organi-zación. Lo mismo ocurre con el maestro, él enseña el darma en representaciónde todos los budas. Para nosotros sería naturalmente más fácil mostrar respeto acualquier maestro si el lama fuera siempre una persona de rango elevado comoel Dalai Lama o el Karmapa. Sin embargo, también un maestro que carece deuna posición elevada en la jerarquía tiene la misma dignidad que uno de alto ran-

Page 18: Concentración y Contemplación

La relación maestro-discípulo 65

go. En cualquier caso, el maestro es el representante del Buda y el origen de loslamas es posiblemente (como veremos) el Buda, por eso, se menosprecia a losbudas cuando se menosprecia al lama.

2. Cualquier momento de odio hacia el lama destruye las raíces de accionesvirtuosas realizadas en un eón

Si me enfado con el lama estoy creando con ello karma negativo, de la mis-ma manera que cualquier momento de odio o ira produce un efecto negativo.Puesto que la relación con el lama es mucho más estrecha y mucho más intensaque con otra persona, el efecto en mi mente será también más fuerte. Dependodel lama en muchas cosas, mi meta más elevada, alcanzar la budeidad, dependede sus enseñanzas y de mi práctica.

Por eso, se dice que el odio destruye las raíces de las acciones virtuosas de uneón, lo cual, si se piensa detenidamente, es mucho. Al igual que si me apoyo co-rrectamente en el lama, surge un karma virtuoso muy fuerte (es decir, un karmade felicidad), también en el caso contrario, si siento ira u odio hacia el lama, sur-ge mucho karma negativo (es decir, un karma de sufrimiento). Con todo, el dis-cípulo tiene una buena razón para tranquilizarse, pues según la concepción bu-dista tradicional, para que realmente se trate de un momento negativo de odiotienen que intervenir varios factores kármicos relevantes, entre los cuales está elsentir satisfacción por lo que se ha pensado.

3. Aunque el practicante se apoye en los mantras no alcanzará los resultadossupremos

Ni siquiera se alcanzará la budeidad “apoyándose en los mantras”, es decir,realizando prácticas tántricas, a no ser que uno se apoye correctamente en elmaestro. En el Budismo tibetano los caminos tántricos son considerados los másrápidos, se dice que por medio de este camino un discípulo puede alcanzar la bu-deidad en una vida. Sin embargo, incluso los métodos más efectivos pierden sufuerza si el discípulo no se apoya en el maestro y por el contrario, lo desprecia.Si hemos entendido por qué hay que considerar al maestro como un buda, de locual seguiré hablando más adelante, entonces entenderemos también por qué sinel maestro ni siquiera con ayuda de mantras se alcanzará la budeidad.

4. Todo el esfuerzo que ponga el practicante en entender el significado de lostantras equivaldrá a obtener existencias de extremo sufrimiento

Por mucho que se intente obtener realizaciones en la práctica tántrica, no sealcanzará la budeidad, sino lo contrario, un extremo sufrimiento. La base de es-ta realización es la confianza o fe en el maestro. Él es necesario para la prácticatántrica en muchos sentidos. Si faltan los fundamentos de la práctica tántrica, co-mo son hablar con el maestro sobre las prácticas preliminares que se realizarán,

Page 19: Concentración y Contemplación

o la iniciación y los comentarios a ella y la guía y el consejo del maestro, alguienque se estime como practicante se estará moviendo sobre “hielo resbaladizo”,como resultado de lo cual pueden sobrevenir problemas psíquicos y físicos.

5. Las buenas cualidades que aún no han surgido no surgirán y las que ya lohan hecho irán deteriorándose

¿Cómo es posible desarrollar cualidades que nos lleven a la Iluminación sidespreciamos a aquellos que representan tales cualidades? Se llama buda a aquelque ha realizado todas las cualidades y ha superado todo el sufrimiento. Si des-preciamos a quien representa estas cualidades frente a nosotros, con seguridadque jamás realizaremos dichas cualidades, sino que más bien avanzaremos en ladirección contraria.

6. En esta vida tendrás que soportar enfermedades y otras cosas indeseadasEn el peor de los casos, puede suceder que circunstancias kármicas, cuyos

orígenes desconocemos y que ahora maduran, sean desencadenadas a raíz decontinuos pensamientos muy negativos de odio hacia el maestro, y debido a elloa esta persona le sobrevenga una enfermedad grave y una gran desgracia. Hay,por ejemplo, una historia budista con carácter simbólico que describe un casollamativo de “causa y efecto”. El erudito indio Budajñana se encontró duranteuna gran enseñanza a su maestro, el Mahasida Saukarika. Realmente tendría quehaberse levantado para ir a saludarle, pero hizo como si no le hubiera visto y mástarde siguió afirmando no haberle visto. Como consecuencia le vino una enfer-medad en los ojos y se quedó ciego.

7. En las próximas existencias vagarás sin fin en reinos de existencia desafor-tunados

Los reinos de existencia desafortunados se refieren a los infiernos, es decir,estados de sufrimiento extremo. Para ejemplificarlo, en tiempo pasados se con-taba la siguiente historia. Una vez el bodisatva Vajrapani quiso saber cual era laconsecuencia de despreciar al maestro, a lo que Buda respondió: “Si lo digo, elmundo y los dioses se horrorizarán de lo horrible que es”.

Sin embargo, también podemos considerar el estado infernal como un estadode la mente que lleva consigo sus síntomas corporales. Entonces se ve claro queaquí y ahora el desprecio y el odio provocan en nosotros un estado infernal. Pa-ra evitar continuos sentimientos de odio y sus consecuencias kármicas, el discí-pulo debería poner todo su esfuerzo en comprender las catastróficas consecuen-cias de sus proyecciones y poner la dirección en el lado contrario. Es aconseja-ble hablar con amigos espirituales experimentados, así como reflexionar sobre lavacuidad y, si es preciso, contactar con un terapeuta.

En cualquier caso, está claro que el odio hacia el maestro, a quien reconozco

66 Concentración y Contemplación

Page 20: Concentración y Contemplación

La relación maestro-discípulo 67

como Buda, y que para mí representa todo lo que hay que realizar, no me va asacar del samsara, por el contrario, me atará más fuertemente a él, y probable-mente no a los reinos afortunados, sino más bien a los reinos caracterizados porel sufrimiento.

8. En todas las existencias te verás abandonado por el maestroAun renaciendo en un reino superior iré a parar a un lugar muy remoto, don-

de no tendré la posibilidad de encontrar a maestros budistas, ni de escuchar susenseñanzas ni practicar. Esto sucede de nuevo debido a la ley del karma. Unatendencia que se tiene en esta vida, continúa en la siguiente, a no ser que se co-rrija con los antídotos correspondientes. Si en esta vida carezco de interés en unarelación maestro-discípulo y no hago gran esfuerzo por practicar el darma, en lapróxima vida esto no será muy diferente o, expresado de otra manera, si no estápuesta la causa no puede experimentarse el resultado. En esta vida pongo la ba-se para la próxima y las demás vidas, de no poner ningún fundamento para la re-lación maestro-discípulo, no podrá desarrollarse ninguna.

La manera de percibir al maestro

Para abordar estas explicaciones hemos de recordar de nuevo la situación enla que se enseñaba el Lam Rim en Tíbet, es decir, en un contexto marcado com-pletamente por el Budismo tántrico. Esta es la razón de por qué muchas de lasenseñanzas sobre el tema de la relación maestro-discípulo parten de la “visión pu-ra”. En la mayoría de los casos, ninguno de nosotros somos capaces de mantenerla visión pura continuamente todo el tiempo. Para la mayoría de los principian-tes, esto es algo que sobrepasa su capacidad. Pero, por otro lado, también es bue-no y recomendable que los principiantes conozcan el camino completo hacia labudeidad aunque no puedan transformarlo enseguida absolutamente todo.

En el pasado cuando en la India y en Tíbet se vivía bajo otras circunstanciasculturales y con otras condiciones mentales, por supuesto que era adecuado versiempre al maestro como Buda. Pero Buda dio sus enseñanzas para todos los se-res. Su Santidad ha dicho con frecuencia que Occidente tiene que desarrollar supropio budismo occidental, adaptado a las condiciones de la persona occidental.

El desarrollo de la confianza como base

Si me quiero apoyar en un maestro hay dos puntos importantes a considerar:1) el desarrollo de la confianza o fe, que es la base de todo lo demás y 2) gene-rar aprecio recordando su bondad. Aquí comienza en realidad la meditación ensí sobre la relación maestro-discípulo. Aunque están las ocho ventajas y desven-tajas de aceptar al maestro correcta o incorrectamente, sin embargo, en los tex-tos no hay instrucciones sobre cómo meditar en ello.

Page 21: Concentración y Contemplación

Para poder desarrollar confianza o fe tengo que ser consciente de las cualida-des de la enseñanza y del maestro. Reconozco que el maestro es quien me trans-mite la enseñanza tan preciosa y además lo hace de tal modo que la pueda en-tender. Revisando lo que he aprendido, en el mejor de los casos, reconoceré queel maestro transmite la enseñanza sin errores. A partir de ahí surge la gratitud, ladevoción y la fe. La fe o confianza es lo más importante de todo. Sin una con-fianza básica, el progreso carece de base. En un sutra se dice: “La fe precede atodas las buenas cualidades, ella las engendra al igual que una madre, nutre to-das las cualidades y hace que éstas se desarrollen”. Una vez un tibetano pidió aAtisha una enseñanza, pero no recibió respuesta. Volvió a preguntar, esta vez enun tono bastante más alto. Entonces Atisha dijo: “Tengo buen oído, te escuchoperfectamente. Esta es mi enseñanza: ¡FE!, ¡FE!, ¡FE!”. Esto quiere decir que sinla fe o confianza es imposible recibir una enseñanza que sea de beneficio.

Cuando alcanzamos la confianza y la devoción podemos adentrarnos en lapráctica de ver al maestro como Buda. Sobre esto quisiera comentar algunos as-pectos: cuándo tiene sentido y cuándo es necesario ver al maestro como Buda ycómo llegar a esta percepción.

Por qué ver al maestro cómo Buda

En el tantra se ve al maestro como Buda. La condición para practicar el tantrasiempre es recibir la transmisión de un maestro realizado por medio de una graniniciación completa (wang). Con esta iniciación nos introducimos en el sistematántrico. Aquí, el maestro y el discípulo, mediante el poder de la visualización, segeneran como deidad. Su identidad es la de la deidad, dependiendo la estabilidadde dicha visualización, naturalmente, de la capacidad individual de cada persona.Tras la iniciación, tanto el maestro como el discípulo regresan al estado ordinario(“pretántrico”). También durante el tiempo en el que no meditamos mantenemosel convencimiento de que actuamos como la deidad. Mi entorno, que ahora per-cibo en el estado de la deidad, según esto, es también un entorno puro. Lo que nosignifica que tenga que transformar el lugar en el que vivo en un mandala o en unpalacio. Su sentido es más bien que todas las personas, cosas y fenómenos queme rodean los veo como puros (purificados por la vacuidad). Partiendo de esta ló-gica, consideramos al maestro como buda, ¿y cómo no podría serlo?

En el sistema tántrico hay dos tipos de maestros, el absoluto y el relativo. Ellama absoluto, Buda Vajradara, es la inseparabilidad de gozo y vacuidad. A pe-sar de ser representado en tangkas o en estatuas, en realidad no hay que verlocomo a una persona, sino como un estado de la mente. El maestro relativo, porel contrario, es nuestro propio maestro vajra, cuya tarea es llevarnos al maestroabsoluto. Y aquí tenemos otra razón más para ver al maestro relativo como bu-da: el maestro tántrico que nos concede la cuarta transmisión de poder en una

68 Concentración y Contemplación

Page 22: Concentración y Contemplación

La relación maestro-discípulo 69

iniciación, la que nos conducirá finalmente a la budeidad, necesariamente tieneque ser un buda.

Independientemente de si queremos practicar tantra o no, siempre hay venta-jas en el hecho de ver al maestro como buda. Puesto que existe una relación en-tre la cualidad del maestro y el estado que quiero (y puedo) alcanzar, el maestrotiene que estar más avanzado en su desarrollo que yo. Si me considero un prac-ticante mahayana o un bodisatva en potencia, no me queda casi ninguna otra po-sibilidad que buscar un maestro en quien pueda sentir la confianza de que es unbodisatva altamente realizado y a partir de ahí intentar orientarme por la cuali-dad que pueda reconocer. Sin embargo, aún se exige más. Independientementede las cualidades reconocibles del maestro, he de ser capaz de venerar de cora-zón como buda a aquellos maestros de quienes reciba enseñanzas Mahayana. Só-lo si puedo generar tal actitud interna, podré comprender las más elevadas ense-ñanzas y prácticas del Mahayana y obtener los resultados correspondientes.

Por qué es posible considerarle como tal

Nosotros, los tibetanos, creemos que los maestros son realmente budas. Laexplicación que encontramos para esto en el Lam Rim es que Vajradara explicóque el maestro es Buda. También Buda Sakyamuni al final de su vida dijo: “Noviviré por más tiempo bajo esta forma, ahora tengo que morir. Después de mimuerte apareceré como una persona corriente, como maestro, y os ayudaré”. Ci-tas como esta no se han transmitido sólo en uno o dos sitios, sino que se en-cuentran tanto en textos de tantra como de sutra. Por esa razón, es probable queentre mis maestros por lo menos haya uno que sea un buda. El mayor deseo detodos los budas es ayudar a los seres, ¿entonces por qué no también a mí?

No obstante, los tibetanos también vemos a nuestros maestros adoptar com-portamientos que, a primera vista, nos parecen negativos. En estos casos, deci-mos que el maestro nos quiere hacer creer que ha sucedido esa acción cuando enrealidad no ha sido así. En principio, hay dos maneras de ver una acción. Aque-llos que no tienen la visión pura la ven como una realidad, percibiéndola segúnesto como una acción negativa. Los que pueden mantener la visión pura, por unlado, comprenden que la percepción de una acción depende de múltiples facto-res y condiciones y, por otro, se concentran en sus propias acciones. Para ellosel maestro es un objeto de veneración y no se preocupan por sus posibles erro-res. De esta manera, es posible ver al maestro como buda. También pensamosque los maestros (y otras personas), debido al poder de su deseo y al mérito acu-mulado, pueden ponerse en contacto con el poder de un buda o bodisatva. El ori-gen de una reencarnación no tiene que ser siempre un buda, también puede serun ser ordinario, cuyo deseo de ayudar a los seres es tan fuerte que él o ella sevuelve a reencarnar como ser humano para continuar su trabajo. Cuando el ori-

Page 23: Concentración y Contemplación

70 Concentración y Contemplación

gen es un buda, todas sus acciones son como una ilusión, la persona da la im-presión de que actúa positiva o negativamente, sin embargo sus acciones ya noestán supeditadas a la ley del karma. En este caso, no es necesario que la perso-na reencarnada sepa que su origen es un buda, ya que lo que continúa de unaexistencia a la otra es la conciencia más sutil. Este razonamiento puede tambiénayudar a entender por qué es posible que el maestro sea un buda.

No obstante, tales reflexiones en la práctica son difíciles de aceptar para mu-chos occidentales. Realmente, el problema no es esforzarse por alcanzar una vi-sión pura, sino que precisamente con este argumento se puedan justificar las ac-ciones negativas y, en parte, interesadas, de maestros y colaboradores. Una vez,el Dalai Lama en un encuentro que hubo entre maestros de darma, tras habérse-le comentado este problema, dejó muy claro que en tales casos es el propio sen-tido común el que tiene que marcar la pauta a la hora de hacer una valoración.Y es éste siempre el que ha de decirle a uno que, a ser posible, no se debería per-mitir dejar que surja el enfado en la mente, pero que desde luego también hayque hacer algo con medios apropiados.

El maestro lleva a cabo las actividades de todos los budas

El maestro nos transmite el darma y con ello nos muestra el camino a la bu-deidad. Un buda, si pudiéramos percibirle, no haría algo diferente. Él asume latarea de un buda y realiza sus actividades. Esto es así especialmente en el tantraen el contexto de la iniciación a la cuarta transmisión de poder, en la que el maes-tro es visto como Vajradara.

Aún hoy los budas y bodisatvas siguen actuando por el beneficio de los seres; la propia percepción es incierta

El Buda acumuló tanto mérito, tantas perfecciones que no puede hacer otracosa que mostrarlo. Recorrió todo el proceso de perfeccionamiento hasta llegara la budeidad movido sólo por una razón: poder ser del máximo beneficio posi-ble a los seres. Se puede decir que el trabajo real de un buda no empieza hastadespués de alcanzar la budeidad. Puesto que un buda no puede trabajar en con-tacto directo con nosotros, sino que tiene que tomar una forma que también po-damos percibir, elige hacerlo por medio del maestro. El darma nos llega me-diante el maestro. Así pues, necesariamente hemos de ver al maestro como el re-presentante del Buda.

Valorar si el maestro ha alcanzado la budeidad o si se encuentra en el nivelde un buda no es tarea nuestra. En primer lugar, es algo que no nos correspon-de, por otro lado, no es posible juzgar correctamente del todo las cualidades in-teriores de otra persona. Ya nos es bastante difícil valorar nuestro propio estado

Page 24: Concentración y Contemplación

La relación maestro-discípulo 71

de desarrollo ¿cómo vamos a poder valorar el de los demás? En este sentido, nopodemos confiar por completo en lo que percibimos.

También la manera en cómo percibimos al maestro depende en gran medidade nuestra visión subjetiva. Si un amigo dice o hace algo, nuestra opinión es to-talmente diferente a si hiciera lo mismo un enemigo. Todo lo que hace el ene-migo, de antemano se juzga negativamente, pero en el caso de mi amigo o de miamiga incluso fallos evidentes los suelo ver como algo muy bueno simplementeporque él es mi amigo. La percepción de una persona está muy influenciada porla actitud que tenemos frente a esa persona. ¿Estaremos pues en condiciones devalorar correctamente las cualidades de un lama, cuando éstas probablementesuperan con mucho las nuestras?

Repito, si un buda quiere ayudar a los seres, en general adoptando la formade maestro puede hacerlo mejor que no mostrándose como tal. Un maestro co-nocido reúne una gran cantidad de discípulos, cuanto más conocido es tantosmás personas le seguirán. Esto son por supuesto planteamientos puramente mun-danos, pero ¿sería una mentira afirmar que no es así? Un maestro al que nadieescucha cuando da una enseñanza no puede ayudar a los seres. Además, el maes-tro seguramente tiene también cualidades que no se ven a primera vista, que in-cluso no se pueden describir. Es posible que el maestro ni siquiera sepa de estascualidades, pero cuando un buda actúa por medio de un maestro es realmente po-sible que lo haga por medio de mi maestro.

Generar respeto recordando su bondad

La bondad del maestro supera a la del Buda

En el Lam Rim decimos que nuestro lama es más bondadoso que los budas,en general, y que Buda Sakyamuni, en particular. En este mundo se han mani-festado Budas en muchas ocasiones, pero debido a nuestro mal karma no tuvi-mos la oportunidad de llegar a ser sus discípulos ni de practicar. Por eso los lla-mados budas del pasado ya no tienen mucha influencia en mi desarrollo. Han di-fundido la enseñanza y han llevado a numerosos seres a la Iluminación, peronosotros quizás no estábamos entre sus discípulos. En nuestro eón enseñó BudaSakyamuni, pero, suponiendo que nos hubiéramos encontrado con él, en aquelmomento no pudimos alcanzar la Iluminación. Sólo es con nuestro maestro conquien podemos empezar a aspirar a la budeidad; él nos enseña el darma y nosmuestra el camino para acabar con el sufrimiento.

Los lamas actúan como los budas pero son mucho más bondadosos con nos-otros. Los budas anteriores aparecieron en una buena época, cuando los alumnos

Page 25: Concentración y Contemplación

podían aprender mejor y alcanzar realizaciones más rápidamente. Algunos dis-cípulos de Buda Sakyamuni alcanzaron la Iluminación mientras él daba su pri-mera enseñanza. Nuestra época, por el contrario, es llamada una época de dege-neración y los obstáculos son mucho más grandes que antes.

¿Por qué se dice que nuestro maestro es más bondadoso que los budas engeneral y que Buda Sakyamuni en particular? La leyenda cuenta acerca de unrey indio que tenía mil hijos. Cada uno de ellos dirigió al Buda de entonces eldeseo de manifestarse en su próxima existencia como un buda determinado,para así ayudar a los seres. El último de los hijos fue luego Buda Sakyamuni.Él deseó expresamente aparecer en una mala época para ayudar a la gente y lohizo tomando todo el sufrimiento de los seres, aquel del que sus hermanos aúnno se habían ocupado. Sin embargo, Buda Sakyamuni no nos puede ayudar demanera inmediata. Tampoco los muchos eruditos indios y tibetanos, ni seressantos como Padmasambhava, Marpa, Milarepa, Tsongkapa que vinieron trasél, nos pueden ayudar. Para nosotros tienen menos importancia que el propiomaestro. Ningún buda del pasado, ningún gran erudito de la India ni del Tíbetconsiguió salvarme del samsara. Aquel que no desiste y que siempre lo inten-ta es mi propio maestro.

La bondad de dar enseñanzas

El maestro se comporta al igual que un médico que va ver a un paciente quese ha envenenado. Le da algo para que expulse de nuevo el veneno y si es nece-sario un antídoto. El médico salva así la vida del paciente. El maestro se ocupade apartarnos del mal karma, por ejemplo, haciéndolo confesar o purificándolo.Nos enseña a cambiar nuestro comportamiento, de modo que no acumulemosmás mal karma. Al médico le estaríamos agradecidos por salvarnos la vida, igualde agradecidos deberíamos estar al maestro por salvarnos del samsara.

Nuestra existencia se puede comparar con una cárcel: el karma nos arroja unay otra vez a la existencia cíclica, de la cual es muy difícil escapar. El maestro in-tenta liberarnos de esta cárcel y con ese fin nos enseña métodos distintos. Prac-ticar y adiestrarse es algo que tenemos que hacer nosotros mismos. El maestrono lo puede hacer por nosotros, Buda no lo puede hacer por nosotros, nadie lopuede hacer por nosotros, sólo es posible con el esfuerzo de uno mismo.

En épocas pasadas era necesario poner un gran tesón y pasar penalidades pa-ra obtener extensas enseñanzas. Antes de que Atisha llegara a Tíbet había unatransmisión completa de toda la enseñanza. Todos los lamas conocían cada unode los temas, si bien para recibir las enseñanzas completas los discípulos debíanacudir a cada uno de los diferentes maestros. Gracias a la bondad de Atisha te-nemos todo lo esencial resumido de manera compacta bajo la forma del Lam

72 Concentración y Contemplación

Page 26: Concentración y Contemplación

La relación maestro-discípulo 73

Rim, que es fácil de entender y de practicar. Podemos aprender de un maestrotodo el camino gradual hasta llegar a la Iluminación.

Pero sólo con la mera lectura no basta. Los pasos a seguir son, escuchar en-señanzas, acumular experiencias por medio de la práctica, exponer nuestras ex-periencias al lama y ser corregidos por él. Solamente de esta manera puede po-nerse en marcha un progreso interior. Tenemos maestros excelentes, podemosaprender mucho de ellos y deberíamos empezar a practicar ahora. El ahora esmuy importante. Ahora el maestro nos da una enseñanza, esta enseñanza es es-pecial para nosotros, hasta ahora nunca la ha dado así y jamás la volverá a darde la misma manera. Por eso ahora es el momento de empezar a practicar.

La bondad de inspirar el continuo mental del discípulo

La inspiración es como una corriente interna que va del maestro al discípulo.Si practicamos Budismo no sólo debemos tener en cuenta la literatura y haceruna meditación analítica o de emplazamiento sobre ello, a la vez tenemos quehacer súplicas a los lamas y desarrollar confianza en ellos. Mediante esta com-binación puede tener lugar un verdadero avance cualitativo. Puede ocurrir tam-bién que en la meditación sintamos de repente un sentimiento de afecto muyfuerte hacia los lamas o hacia una deidad de meditación, o bien que alcancemosuna comprensión intuitiva del significado de la vacuidad. Estos hechos son unaseñal de que el practicante ha obtenido la inspiración del lama.

A veces el recuerdo de la bondad del maestro de repente nos hace llorar, locual no es llorar de pena, sino de alegría y emoción. También es una buena se-ñal en el sentido de que se recibe la inspiración del lama. O también puede pa-sar que durante la práctica diaria de repente nos acordemos de determinadas co-sas que por lo general nunca recordamos, se nos aclaran cosas sin que hayamoshecho un esfuerzo especial para ello. Pero la inspiración a veces también llegade una manera muy distinta y que jamás esperaríamos. Una vez estaba Naropasentado meditando. Su maestro Tilopa se acercó y le arrojó a la cara sin más unpuñado de barro, lo cual le produjo un efecto parecido al de una conmoción.Después de esto, Naropa pudo meditar ininterrumpidamente durante siete días ysiete noches, todo ese tiempo con el barro en la cara. Sólo alguien que tenga ab-soluta confianza en el lama puede recibir inspiración con un tratamiento de cho-que, otro seguramente tendría problemas para respirar.

La bondad de apoyar materialmente al discípulo

Aquí no se trata necesariamente de grandes acciones humanitarias, ofreceruna taza de té entra igualmente dentro de este apartado. Una de las acciones másimportantes del bodisatva consiste en apoyar económicamente a los seres, hacer

Page 27: Concentración y Contemplación

regalos a gente necesitada, aunque sólo sea la taza de té mencionada (en el casode que no se tuvieran). Sin embargo, lo importante siempre es una actitud men-tal de amor genuino.

Al huir de Tíbet estuve viviendo en la India, allí teníamos muchos problemasy poco dinero, así que algunos días no había buena comida. Entonces iba inme-diatamente a casa de Kyabje Dorje Chang, donde siempre había algo bueno pa-ra mí. Él ya lo sabía y cuando yo llegaba sólo decía: “¿De nuevo nada decentepara comer?”. Nosotros, los seres humanos, estamos fuertemente atados por elapego a lo material y a las apariencias externas, por eso, deberíamos desarrollarla devoción al lama, incluso por acciones tan pequeñas como ésta.

Cómo aceptar correctamente al maestro con el comportamiento

El último punto del capítulo la relación maestro-discípulo trata el tema de có-mo aceptar correctamente al maestro con el comportamiento externo. Aquí seenumeran tres posibilidades: hacer ofrecimientos, el cuidado del cuerpo y la pro-pia práctica. El tercer punto es seguramente el más importante. Naturalmenteconlleva mucho mérito hacer ofrecimientos al maestro, lo cual no tiene que seralgo extraordinario, puede consistir también en servirle la mencionada taza de téo también ayudándole en sus proyectos sociales. Ayudar a los seres crea una grancantidad de mérito, tanto más sucede con el maestro porque todo lo que haga-mos hacia él o ella tiene una gran repercusión en nuestra mente.

La ofrenda del cuidado del cuerpo es una costumbre más bien india. Lavar,ungir y dar masajes a personas veneradas era visto como algo natural.

La ofrenda de la propia práctica consiste en actuar y practicar según la palabradel lama. Milarepa dijo sobre esto: “No tengo nada material que ofrecer al lama,mi ofrecimiento consiste en la realización que he obtenido siguiendo sus pala-bras”. Otra cita apunta en el mismo sentido: “Renuncia a todos los ofrecimientosmateriales al lama, el único y mejor ofrecimiento es practicar según su palabra.

Así, con una motivación pura, aceptando al maestro correctamente en la men-te y en el comportamiento, podemos realizar incluso los dos cuerpos de un Bu-da: el rupakaya y el darmakaya. La acumulación de mérito que surge, por ejem-plo, de hacer ofrecimientos, lleva al cuerpo de la forma de un buda. La acumu-lación de sabiduría, que conseguimos por medio de la meditación y de practicarsiguiendo las instrucciones del maestro, conduce al darmakaya, al cuerpo de laverdad de un buda.

Resumen

Resumiendo de nuevo. Es importante que reflexionemos una y otra vez en labondad que nos muestra el maestro dándonos enseñanzas. Podemos pensar algo

74 Concentración y Contemplación

Page 28: Concentración y Contemplación

La relación maestro-discípulo 75

así. ¿Qué se ha producido en mi propia mente gracias a las enseñanzas? ¿Hancambiado mis acciones por dentro y por fuera? ¿Pude corregir mi actitud me-diante la enseñanza del lama? Puede ser muy provechoso comparar nuestro es-tado interior después de la enseñanza con el de antes de la enseñanza. ¿He reci-bido algún consejo de las enseñanzas del maestro que haya sido especialmenteimportante para mí? Si durante una enseñanza reconocemos claramente nuestrosdefectos podremos eliminarlos o por lo menos hacer el intento por debilitarlosen el futuro. Antes simplemente habíamos ignorado nuestros defectos, pero aho-ra ponemos más cuidado y atención. Tal vez, debido a la enseñanza de mi lama,me he vuelto más apacible, me puedo concentrar mejor y a partir de estos pro-gresos puedo desarrollar devoción y fe. También he conseguido claridad en de-terminadas meditaciones. He aprendido algo nuevo y lo que ya conocía lo he en-tendido mejor. Ciertamente, hay muchas cosas que he oído ya cientos de vecessin comprenderlas realmente. En la meditación analítica sobre la bondad delmaestro contemplamos ciertos aspectos, como, por ejemplo, sus actividades ex-ternas, como son su amabilidad al conversar o la ayuda económica que presta aotros. Si imaginamos detenidamente cada uno de estos aspectos, automática-mente surgirá en nosotros el deseo de responder a esta bondad. La mejor mane-ra de hacerlo es practicar lo mejor que podamos según la palabra de Buda. Es-tudiar, aprender, practicar y meditar correctamente son la mejor respuesta a labondad de nuestros maestros.

Nosotros afirmamos ser budistas e incluso practicantes mahayana o tántricos.Todo esto depende sólo del maestro. Primero hemos recibido una introducción alBudismo de un lama determinado y otras enseñanzas, luego más tarde tambiéniniciaciones, comentarios y muchas bendiciones para la práctica. Todo esto fue al-go que el maestro hizo para nosotros. Si no tenemos maestro no podemos tomarningún voto, sin votos tal vez nos cueste mantener las reglas y si no mantenemoslas reglas acumularemos con seguridad muchas más acciones negativas. De estamanera, analizamos las ventajas y desventajas que se derivan de aceptar de mo-do correcto o incorrecto al maestro. Luego, se reflexiona sobre la bondad del la-ma y se desarrolla devoción y confianza. En la práctica diaria no es obligado se-guir este orden, también podemos variarlo, pues siempre es importante no actuarhaciendo muchos planes, sino desarrollar una práctica viva y flexible.

Como Patrül Rimpoché dice en su Lam Rim, el discípulo puede aprenderde su maestro incluso en la vida cotidiana. A menudo decimos que las biogra-fías de los grandes maestros son la práctica para los practicantes futuros. Aun-que no les podemos seguir en todos los aspectos sí podemos hacerlos en algu-nos y los podemos tomar como ejemplo. En Amdo, una región de Tíbet, co-nozco a un erudito que me hablo del estilo tan especial que tenía su maestro.Cuando se le preguntaba algo no respondía, sino que dejaba que el discípulo

Page 29: Concentración y Contemplación

76 Concentración y Contemplación

se respondiera a sí mismo su pregunta. Según él, los discípulos no deben es-perar que el maestro les responda todas las preguntas, sino que ellos mismoshan de trabajar con la solución. Este consejo de un maestro anciano me im-presionó profundamente.

Page 30: Concentración y Contemplación

Aunque basado en enseñanzas centenariasde los lamas tibetanos, Concentración yContemplación está escrito desde una

perspectiva actual, tan rigurosa con el pasado y latradición como libre de influencias culturales, yabierto a las necesidades y situaciones del mundocontemporáneo.

Un comentario a las enseñanzas del caminogradual (lam rim), expuesto con una actitud críti-ca frente a ciertos aspectos prescindibles que pro-ceden de las adherencias de la cultura tibetana alas enseñanzas genuinas del darma budista.

Aun teniendo en cuenta la necesidad de pre-sentar las enseñanzas budistas de la tradición tibe-tana sobre la meditación y el cultivo de la mente auna nueva generación de practicantes occidenta-les, la práctica del darma siempre tiene que co-rresponderse con el desarrollo de la propia mentepara poder extraer el mayor beneficio posible.

De un modo sencillo y preciso el autor nos ilus-tra sobre cuál es el sentido de la vida y cómo ha-cerla significativa y cómo alcanzar una concienciagenuina así como la suprema iluminación. Además,entre muchas otras, responde a las preguntas de¿por qué es valiosa nuestra existencia?, ¿cómo de-be ser una relación sana entre maestro y discípulo?¿cómo vivir con atención?, ¿qué es un buda?, ¿có-mo funciona el karma?, ¿cómo puedo desarrollarcompasión y sabiduría?, y ¿qué es el tantra?

Loden Sherap DagyabKyabgön Rimpoché, na-cido en 1940 en el este delTíbet, fue entronizado a laedad de 6 años como IXKyabgön de Dagyab y estu-dió filosofía budista en launiversidad monástica deDrepung. En 1959 huyó a laIndia con el séquito personaldel Dalai Lama. Desde 1967vive con su familia en Bonn,donde trabaja como tibetólo-go en la Universidad y esmaestro budista.

9 788496 478039

ISBN: 84-96478-03-3