comprensiÓn de la masculinidad para implementar polÍticas mÁs eficaces contra la violencia hacia...

7/21/2019 COMPRENSIN DE LA MASCULINIDAD PARA IMPLEMENTAR POLTICAS MS EFICACES CONTRA LA VIOLENCIA HACIA

1/12

175

REVISTA VENEZOLANA DE ESTUDIOS DE LA MUJER - JULI O - DICIEMBRE 2012. VOL. 17/N39. pp. 175-186

RRRRRESUMENESUMENESUMENESUMENESUMEN

El objetivo del siguiente estudio es proponeralgunas tesis para una comprensin msamplia de la problemtica masculina, conel fin de apoyar los esfuerzos institucionales

por controlar y erradicar la violencia degnero. Recurriendo a la filosofa feminista

y a una perspectiva de gnero ampliada ,as como a investigaciones y experienciascon hombres, hemos hecho un abordajems profundo de los fundamentos del

sistema patriarcal como fuente generadorade los conflictos genricos, revelando unaserie de factores hasta ahora no abordados,que nos permiten comprender de un mejormodo las formas complejas en que los hombresconstruyen su masculinidad y generansituaciones de violencia.

Palabras clavePalabras clavePalabras clavePalabras clavePalabras clave: Problemtica masculina,construccin de la masculinidad, perspectivade gnero ampliada, violencia de gnero.

AAAAABSTRACTBSTRACTBSTRACTBSTRACTBSTRACT

The aim of this study is to propose sometheses to a broader understanding of theissue male, to support institutional effortsto control and eradicate gender violence.Drawing on feminist philosophy and a gender

perspective enlarged, as well as researchand experiences with men, we have madea deeper approach to the foundations ofthe patriarchal system as a source of genericconflict, revealing a number of factors so

far not addressed that allow us to betterunderstand how the complex ways in whichmen construct their masculinity and generate

violence.

Key words:Key words:Key words:Key words:Key words: Problematic male constructionof masculinity, gender enlarged violence.

CCCCCOOOOO MMMMMPPPPPRRRRREEEEEN SNSN SNSN SIIIIIN DN DN DN DN DE LE LE LE LE LA MA MA MA MA MAAAAA SSSSSCUCUCUCUCULLLLLIIIIINNNNNIIIIIDDDDDAAAAAD PD PD PD PD PAAAAARRRRRAAAAAIIIIIMMMMMPPPPPLLLLLEEEEE MMMMMEEEEENNNNN TTTTTAAAAAR PR PR PR PR POOOOOLLLLL TTTTTIIIIICCCCCAAAAAS MS MS MS MS M S ES ES ES ES EF IFIF IFIF ICCCCCAAAAACCCCCEEEEE S CS CS CS CS COOOOONNNNNTTTTT RRRRRAAAAALA VIOLENCIA HACIA LAS MUJERESLA VIOLENCIA HACIA LAS MUJERESLA VIOLENCIA HACIA LAS MUJERESLA VIOLENCIA HACIA LAS MUJERESLA VIOLENCIA HACIA LAS MUJERES

Antonio Boscn Leal.1

[email protected]

UNIVERSIDAD DEL ZULIA

Fecha de recepcin: 25 de junio de 2012Fecha de aceptacin: 22 de julio de 2012

1 Profesor Titular adscrito a la Unidad Acadmica Filosofa de la Ciencia del Departamentode Ciencias Humanas, de la Facultad Experimental de Ciencias de la Universidad del

Zulia.


2/12

I

REVISTA VENEZOLANA DE ESTUDIOS DE LA MUJER - JUL IO - DICIEMBRE 2012. VOL. 17/N39. pp. 175-186

Con la aplicacin de la perspectiva de gnero por parte de las feministas,se comenz a establecer las pautas para el estudio de la problemtica delos hombres, en relacin con la de las mujeres. Recordemos que de losEstudios de la Mujer derivaron los Estudios de Masculinidad, que en laactualidad han tenido un desarrollo muy significativo. Pero la mayorade estos estudios se han enfocado en la problemtica de la violencia masculina 2,especficamente en la violencia del hombre contra la mujer, la cual haterminado denominndose violencia de gnero; es decir que han tratadoel tema de la violencia de gnero bsicamente en el mbito de las relacionesintergnero, especficamente del hombre hacia la mujer.

La razn de ello es que la violencia contra la mujer es el tipo de violenciade gnero ms grave en la actualidad, y el que ms atencin ha requeridodesde el punto de vista terico e institucional. Sin embargo, a todos nosinquieta que, a pesar del conjunto de investigaciones, de leyes y de campaasde concienciacin implementadas en las ltimas dcadas en contra de dichaclase de violencia, la misma no ha parecido disminuir. Incluso, el trabajoque se ha venido realizando en varios pases latinoamericanos, con gruposde hombres dirigidos por varones profeministas y antipatriacales opuestosa la violencia y promotores de programas de desaprendizaje y reeducacinmasculina, ha resultado igualmente insuficiente.

Preocupados por tal situacin y luego de haber realizado numerososestudios durante veinte aos, desde nuestra posicin como filsofos feministas,creemos que an falta mucho por estudiar de este asunto. Hay aspectosque apenas hoy se estn revelando y sobre los cuales aqu queremos llamarla atencin, ya que consideramos pueden darnos claves importantes parala implementacin de polticas ms efectivas en contra de esa clase devi ol en ci a.

El carcter multifactorial y multilateral de la construccin de la masculinidadEl carcter multifactorial y multilateral de la construccin de la masculinidadEl carcter multifactorial y multilateral de la construccin de la masculinidadEl carcter multifactorial y multilateral de la construccin de la masculinidadEl carcter multifactorial y multilateral de la construccin de la masculinidady de la vio lencia de gneroy de la violen ci a de g ner oy de la vio lencia de gneroy de la violen ci a de g ner oy de la violencia de gn ero

La comprensin bsica a la que nos han conducido nuestras investigaciones

(Boscn, 2006a, 2006b, 2007a, 2007b, 2008 y 2009) es que la construccin

2 Los Estudios de Masculinidad tambin se han centrado en el anlisis de la violencia masculina,pero sin dejar de abordar, desde sus inicios, otros temas como la sexualidad y la reproduccin,la paternidad responsable, la salud y la educacin de los hombres.

176

ntroduccinntroduccinntroduccinntroduccinntroduccin


3/12

COMPRENSIN DE LA MASCULINIDAD PARA IMPLEMENTAR POLTICAS ...Anto nio Bosc n L eal

de la identidad de gnero obedece a mltiples factores de carcter multilateral,y qu e este ca rcter mu lt if ac to rial y mult il at er al cond ic iona ta mb i n eldesarrollo de la violencia de gnero que en el caso de los hombres es unfactor determinante en la construccin de su identidad-, de la cual sabemosque la violencia contra la mujer constituye una de sus expresiones mspa t ti ca s.

La fuente de esto est en el sistema patriarcal, el cual, como se sabe,establece distintas formas de desigualdad, comenzando por la instituidaentre hombres y mujeres, y entre los propios hombres. Ello nos ha llevadoa sostener en otra parte (Boscn, 2007a), que el patriarcado no es sloun sistema sexista sino tambin homofbico 3, ya que no slo instaura unestado de desigualdad entre hombres y mujeres, sino tambin la lucha y

la separacin afectiva entre los pocos machos que logran controlar y accederal poder y el resto de los hombres. Muchos de estos hombres, por no interesarseen el poder, y algunos hasta por oponerse al mismo, resultan fuertementediscriminados. As reconocemos que el patriarcado no slo rechaza el intersde ciertos hombres por desarrollar otras formas de masculinidad distintasa las hegemnicas, sino que manifiesta una aversin particular hacia aquelloshombres que manifiestan pblicamente oposiciones o negaciones haciastas.

En sntesis, la discriminacin y la violencia masculina, fundadas enlas relaciones de poder de signo patriarcal, no se ejercen -y creemos quenunca se han ejercido- en forma unilateral, es decir, del hombre hacia las

mujeres. Y esto porque el dominio que un macho establece sobre las mujeresse basa al mismo tiempo en el control y dominio sobre otros machos, enlo cual no dejan de participar algunas mujeres con una consciencia alienadapor la misma ideologa patriarcal .

TTTTTrrrrres tes tes tes tes tesis pesis pesis pesis pesis paaaaarrrrra ua ua ua ua unnnnna ca ca ca ca cooooommmmmppppprrrrreeeeennnnnsisisisis in mn mn mn mn ms as as as as ammmmmppppplllll ia de lia de lia de lia de lia de la va va va va vi oi oi oi oi olelelelelencia de gncia de gncia de gncia de gncia de gn enen enenerrrrrooooo

La primera tesis a la que hemos llegado como resultado de nuestrasinvestigaciones es que detrs de cada acto de violencia perpetrado por elhombre contra la mujer, subyace un conflicto del hombre con otros hombresy, sobre todo, un confli cto del hombre consig o mi smo. Pero este confli cto

intragenrico (entre hombres) se extiende en forma inevitable hacia las3 Entendemos la homofobia en un sentido amplio, como la aversin por parte de un hombre

de mentalidad patriarcal hacia cualquier clase de expresin afectiva o emocional, o deempata y solidaridad, hacia otros hombres. (Ver el estudio de Alfonso Hernndez Rodrguez,La masculinidad, poder o dolor?, 2002. (htpp://www2.udg.mx/laventana/libr2/Alfonso.html)

177


4/12

178


mujeres, por el hecho de que el patriarcado es un sistema que, como yadijimos, se sustenta no slo de la rivalidad y competencia de los machosentre s, buscando prevalecer los ms astutos y poderosos, sino tambindel uso que los machos hacen de las mujeres, y del convencimiento y presinque ejercen sobre las mismas para que terminen apoyando este sistemade injusticia y desigualdad, sobre todo al conducirlas a no buscar ligarsecon hombres no dispuestos a aceptar o someterse a las reglas del juegopatriarcal . Tenemos entonc es que la viol enci a de los hombres mach ista sest fundamentada en el establecimiento de un sistema de manipulacinde las mujeres, por intermedio de las cuales buscan controlar la vida deotros hombres. Tambin podemos decir que la disputa y discriminacinentre los hombres se cumple al mismo tiempo que, o est implicada con,

el sometimiento de las mujeres, lo cual termina produciendo entre estasmujeres as condicionadas sentimientos de rivalidad, cuando, por ejemplo,luchan por conquistar la exclusividad de un macho para aprovecharse desu poder, no teniendo consciencia de que con tales actitudes, inculcadaspor la misma ideolog a patriarcal, arr uinan la vida de muc hos hombres, y,lo que es peor, terminan perjudicando la vida de sus propias congneres.

Reconozcamos, pues, que en esa rivalidad entre los hombres machistas,orientada hacia la consecucin del poder, que los conduce a librar fuertesbatallas entre s, la mayor agresividad la vierten hacia las mujeres, pero,al mismo tiempo, con el apoyo de algunas mujeres de mentalidad machista,la vuelcan tambin hacia los hombres fsica, social y polticamente msdbiles, hacindolo de un modo particularmente cruel hacia aquellos quepor no seguir el modelo de masculinidad patriarcal tienden a asumir conductasconsideradas convencionalmente como femeninas.

La segunda tesis es que el sistema patriarcal no es slo una ideologaproducto de la mentalidad de los machos poderosos, s ino tambin un sistemamaterial, ya que para su mantenimiento siempre requiere del apoyo enalgn sistema de produccin que establece una distribucin desigual dela riqueza. Y es aqu donde debemos reconocer el carcter multifactorialdel asunto: la violencia que ejercen los hombres de mentalidad patriarcalse fundamenta no slo en razones referidas al sexo, sino tambin en razoneseconmicas y polticas (estrechamente relacionadas con fenmenos comola corrupcin, la usura, el enriquecimiento ilcito, etc.), que propician o

favorecen la violencia masculina.Es decir, que en la violencia ejercida por los hombres de mentalidad

patriarcal se conjugan acciones irracionales relacionadas con la construccindel gnero con acciones injustas de orden econmico y poltico. Por ello,


5/12

179


no debemos separar los conflictos en torno al gnero, de los conflictosde orden material, y sepamos reconocer que cuando un hombre ha violentadoa una mujer, lo ha hecho, efectivamente, por cuestiones relacionadas conel gnero, pero pensemos ta mbin que esa violencia (de gnero) pudo habersido disparada por un factor econmico sobre el cual el hombre machistay violento as ienta su forma de vivir.4

La tercera tesis plantea, en virtud de lo so stenido hasta ac, la necesidadde otorgarle un carcter ms amplio a lo que suele denominarse violenciade gnero, para abarcar no slo la violencia ejercida por un hombre haciala mujer (violencia intergnero), sino tambin la que ejerce un hombrecontra otro -por ser considerado afeminado, tmido, pequeo, menos fuerte,nada mujeriego, etc.- (violencia intragnero); una mujer contra otra -por

rivalizar por la exclusividad de un hombre- (violencia intragnero); unhombre o una mujer hacia s mismos -suicidarse por asuntos sentimentales,o pasar por operaciones quirrgicas terribles buscando que su fsico se amoldeal modelo genrico que la cultura hedonista le ha hecho construir en sumente- (violencia autognero); hacia sus hijos (mujeres u hombres quemaltratan o matan a sus hijos por vengarse o herir a sus parejas) y otrosfamiliares, hacia los animales y hacia la naturaleza.

Por supuesto que el nfasis siempre hay que ponerlo en el tratamientoy def ensa de los ms desval idos social, poltica y legalme nte, entre los cua lesestn, en primer lugar, las mujeres, y luego, por nmero de incidencia,los nios y nias, y las personas de orientacin homosexual y los transgneros

e intersexuales. La violencia intragnero tambin debe ser discutida y tratadaa pesar de que, hasta ahora, no se considere algo prioritario, ya que sepi ensa que, en el caso de los hombres, el los ti enen mane ras pe rsonal es -no loables- de resolver sus conflictos, como caerse a puetazos. Del mismomodo, aunque se sostenga que no genera un verdadero conflicto social porqueslo tiene repercusiones para el individuo que la padece, la violencia contras mismo, por cuestiones de gnero (como ciertos casos de bulimia, anorexia,de transformaciones corporales, etc.), debe ser motivo de preocupacindada su creciente incidencia en la actualidad.

4 Tenemos, entonces, que en muchas situaciones de violencia ejercidas por hombres no esfcil distinguir aquellos casos que son realmente el resultado de intenciones tipificadascomo delincuenciales, de aquellos que obedecen a razones de gnero, en las cuales sedeben incluir los factores materiales.


6/12

180


Qu es violencia de gnero?Qu es violencia de gnero?Qu es violencia de gnero?Qu es violencia de gnero?Qu es violencia de gnero?

Jos Ma nu el Salas (2 010) de fi ne , en forma ac er ta da , la vi ol en ci a degnero como un asunto derivado bsicamente del estilo de vida desarrolladopor los hombres de menta lidad patriarcal a lo lar go de la histori a. Es de cir,no es un asunto que ejerzan todos los hombres, sino bsicamente los quese han hecho con el poder o que buscan el poder. Para Salas, la violenciade gnero, si bien tiene una impronta masculina, no slo se dirige hacialas mujeres, sino tambin a otros hombres (independientemente de su orientacinsexual), a los nios/as y adolescentes, a las y los ancianos, a la naturalezay tambin a el los mismos. Por nuestra parte consideramos que la violenciade gnero mayormente expresada, es la ejercida por un hombre de mentalidadpatriarcal hacia todas las mujeres y hacia los hombres fsica y socialmente

ms dbiles y a los considerados menos hombres.

Muchas feministas suelen denominar como violencia de gnero nicamentea la ejercida por el hombre contra la mujer; mientras que la que dirige lamujer hacia el hombre la califican como violencia conyugal, por obedecera razones distintas. Del mismo modo, la violencia que dirige un hombrecontra sus hijos/as u otros familiares, se suele denominar violencia domstica,por la misma razn. En estas cuestiones en torno al gnero, las feministasno suelen tomar en cuenta la violencia que ejercen algunos hombres contraotros, ni algunas mujeres contra otras, quizs porque consideren a las primerascomo producto de causas materiales, y a las segundas, de conflictos de ordentemperamental.

Sin embargo, no hay una justificacin real para designar nicamentea la violencia del hombre hacia la mujer como violencia de gnero. Creemosque la razn de ello est en la forma restringida o simplista como se hacaracterizado al sistema patriarcal, que es la fuente de origen de la violenciade gnero.

Todava la mayora de las feministas, que no han tomado en cuentalos aportes dados por los grupos de reflexin masculinos profeministas,siguen considerando al patriarcado como un sistema netamente sexista.No se ha tomado en cuenta que el patriarcado es un sistema que no slose apoya en la discriminacin hacia la mujer sino tambin en la discriminacinde los hombres entre s, los cuales luchan unos contra otros por el acceso

al poder. En tal sentido, an no reconocen que la discriminacin de lamujer se instituye sobre la base de la rivalidad entre los machos, entrelos cuales es imposible, bajo tales condiciones, establecer algn lazo afectivo.Esto nos lleva a encontrar en el patriarcado un carcter ms amplio: adems


7/12

181


de ser sexista es homofbico, y lo es a la vez; es decir, que no puede ser deuna manera si no lo es de la otra. Si el sexismo se asienta sobre una basehomofbica, y viceversa, entonces, detrs de un caso de mujer maltratadapo r un homb re ma ch ista , de be su by ac er un conf li ct o en tr e ese ho mb recon otro/s, dentro de una relacin ideologizada (patriarcal) que envuelvea los dos (o a cierto sector del colectivo masculino) con esa mujer. Ciertamente,no habra violencia de gnero si en un conflicto entre hombres no mediala figura de la mujer que comparte una relacin ideologizada (en el sentidosimblico de dominio patriarcal, y no necesariamente sexual) con ambos.En ese caso se tratara de un conflicto generado por causas materiales deotro orden y no por razones de gnero.

No es violencia de gnero la dirigida por una mujer maltratada, psicol-

gicamente afectada, contra un hombre o contra otra mujer, cuando dichaviolencia constituya una reaccin generada por la misma situacin de opresinpatriarcal en la que se ha visto envuelta y atrapada aquella. Pero s es violenciade gnero la que pueda ejercer una mujer contra un hombre o contra otramujer o un hombre contra otro- cuando ha sido originada por razonesque han obedecido a los imperativos de la ideologa patriarcal arraigadaen su mente por un proceso inevitable de enculturacin, y con lo cualtermina favoreciendo al estatus de superioridad de algn hombre con elque est implicada, y desfavoreciendo la situacin de sus propias congneres.En este ltimo caso habr un atenuante para la mujer, en virtud de queella ha ejercido ese acto de violencia bajo los efectos de una alienacin,cuyos fundamentos estn en el sistema patriarcal, un sistema en cuya construcciny sost enimie nto el la no ha part ic ipado si no po r razone s basa das en unafalta de consciencia.

Tambin ser violencia de gnero cuando, en otro caso, una madre maltratea su hijo/a por querer herir al padre, pero no lo ser si la violencia de lamadre obedece a causas temperamentales o por no saber ser una buenamadre.

La violencia de gnero tambin la puede llegar a ejercer una personacon mentalidad patriarcal sin importar su orientacin sexual, por ejemplo,hombres o mujeres que, a pesar de gustarles los encuentros sexuales homosexuales,manifiestan ideas y acciones homofbicas5y hasta sexistas .

5 En el caso de las relaciones entre personas del mismo sexo, el conflicto que se puedapresentar para calificarlo como violencia intragnero, debe contener el mismo carcter ideolgico,para justificar una relacin de dominio de signo patriarcal, cuya particularidad estara enla no mediacin en la relacin de una persona del sexo opuesto, la cual es excluida pordiscriminacin de gnero.


8/12

182


Cruces de violenciasCruces de violenciasCruces de violenciasCruces de violenciasCruces de violencias

As como la violencia de gnero no se manifiesta en forma unidireccional(del hombre hacia la mujer), tampoco en la vida cotidiana y en la prcticanos confrontamos a situaciones nicas de violencia de gnero, ni a unejercicio previsible o unifactorial de tal clase de violencia.

Pensemos en muchas familias en las que no slo hay demostracionesde violencia del esposo hacia la esposa, sino tambin de los padres haciasus hijos/as, de hermanos a hermanas, de hermanos a hermanos, de abuelos/as a nietos/as o viceversa6. Qu no decir de los encuentros violentos quepadecemos todos los das en la escuela, en el trabajo, en la calle, en formaseparada o en forma paralela.

Conclusiones:Conclusiones:Conclusiones:Conclusiones:Conclusiones:

La violencia de gnero no se manifiesta en forma unidireccional (delhombre hacia la mujer); tampoco en la vida cotidiana y en la prcticanos confrontamos a situaciones nicas de esta clase de violencia, ni a unejercicio previsible o unifactorial de la misma.

El tema de la violencia de gnero, es un asunto que hoy requiere noslo de una atencin ms amplia dada la comprensin actual de su complejidad,sino incluso de un enfrentamiento organizado nutrido por los aportes yexigencias de los diversos grupos emergentes (destacando, adems de las

mujeres, los nios/as y adolecentes, los diversos sexuales, los/as pacientescon enfermedades de trasmisin sexual, entre otros), las y los cuales noshan hecho reconocer que son numerosos los mecanismos y estrategias quese han de implementar para su erradicacin y control.

Cuando se analiza la violencia de gnero hay que tener en cuenta que(puesto que el patriarcado se sustenta de los conflictos intergenricos,intragenricos y autogenricos), en cualquier acto de violencia del hombrecontra la mujer, hay implcito un conflicto invisibilizado del hombre violentocon otros hombres, detrs del cual pueden ocultarse tambin conflictosentre mujeres, y, con mucha probabilidad, conflictos del hombre -y de lamujer- consigo mismos. Del mismo modo, es necesario tener presente que

6 La cuestin se complica si, adems, tenemos presente convivencias ms amplias comolas que suelen suceder en las familias latinoamericanas que propician un nmero mayorde encuentros entre miembros cercanos y lejanos. En este caso tenemos que contar laviolencia disimulada o aceptada como natural, que en ocasiones se ejerce entre primos,entre tos y sobrinas, etc.


9/12

183


la violencia de gnero tambin la puede llegar a ejercer una persona conmentalidad patriarcal sin importar su orientacin sexual, por ejemplo, hombreso mujeres que, a pesar de tener una orientacin homosexual, manifiestanuna mentalidad sexista y hasta homofbica.

Cualquier propuesta de polticas contra la violencia de gnero, debecomenzar por atender los casos ms graves y urgentes que son los ejercidospor los hombres mac histas contra las mujere s. Sin embargo, hay que trabajaral mismo tiempo los conflictos subyacentes (entre hombres, entre mujeres,de los hombres y las mujeres consigo mismos/as, de stos/as hacia los/asnios/as y ancianos/as, hacia los animales y la naturaleza). Tal como lopl ante a Jos Manuel Salas (2010), esta si tuac in nos impe le a promoverpolticas de atencin y de reeducacin, no slo individuales , sino bsicamente

de carcter colectivo, dirigidas a los diferentes grupos sociales como lafamilia, la escuela, las empresas, as como campaas generales orientadashacia la ciudadana en contra de la violencia de gnero.

El asunto es que los problemas de violencia contra las mujeres no seresolvern del todo hasta tanto no se atiendan al mismo tiempo los conflictosintragnericos y los autogenricos. Es decir, que la violencia ejercida porun hombre contra su mujer, debe ser atendida al mismo tiempo que losconflictos que ese mismo hombre pueda presentar con otros hombres yconsigo mismo, adems de los que tenga con todo ser vivo.

Las fallas en las polticas de intervencin actuales estn, a nuestromodo de ver, en atacar el asunto de la violencia del hombre contra la mujerdesde una perspectiva de gnero restringida, proponiendo intervencionessuperficiales, individuales, unilaterales.

En las dos ltimas dcadas se han venido realizando trabajos muy significativoscon grupos de hombres (tanto con hombres violentos como con aquellosque se consideran potencialmente violentos), pero sacados fuera de su contexto,en ambientes especiales, por lo que su impacto en el colectivo masculino,familiar y laboral ha sido nfimo. Adems, todava los gobiernos no muestranpreocupacin ni inters por desarrollar polticas que fomenten la investigaciny el trabajo ms amplio con hombres en sus contextos.

Por otra parte, muchos de estos grupos de reflexin masculinos tambin

mantienen una visin restringida, semejante a la que an siguen proponiendoalgunos grupos feministas, al dedicarse nicamente a perseguir objetivoscomo: tratar y controlar al hombre violento, y proteger a la mujer violentada;o trabajar con hombres para prevenir actos de violencia, hacerlos mejorespa dres y esposos . Es de ci r, en el tratam iento de la violenc ia de gnero ,


10/12

184


siguen privilegiando la relacin conyugal, y cuanto ms la de los padreshacia sus hijos. Pero an no se abordan, por ejemplo, los conflictos entrehermanos/as, los de los/as hijos/as con sus amigos/as, los de los/as jvenescon sus pares, los de stos/as con las nuevas Tecnologas de Informaciny de Comunicacin (TIC s), etc.

Por ltimo, tal como lo sostiene Gloria Comesaa (2004), se siguehaciendo un uso meramente descriptivo de la teora de gnero, desligndolade los postulados crticos y polticos de la filosofa feminista, lo cual haconducido a tratar las cuestiones de gnero, bsicamente como una construccinconflictiva de identidades, separndola de sus implicaciones econmicasy polticas, asumiendo el esfuerzo contra la violencia de gnero, como unamera lucha cultural, educativa e ideolgica, con lo cual se obvia la realidad

de que el patriarcado se asienta sobre unas bases materiales y econmicas,cuya erradicacin amerita de medidas radicales y polticas. Por este ladovemos como, hasta ahora, se siguen acentuando los conflictos universales,unilaterales y unifactoriales, sin tener presente sus expresiones particulares,multifactoriales y multilaterales, y sin tomar en cuenta aspectos como laetnia y la clase social.

As mismo, se ha acentuado el carcter de vctima de la mujer y elviolento del hombre, no reconociendo que existen, aunque en menor cuanta,hombres que tambin sufren discriminacin y violencia de otros hombresy de algunas mujeres, por el simple hecho de desarrol lar una masculinidadno machista.

Referencias bibliogrficasReferencias bibliogrficasReferencias bibliogrficasReferencias bibliogrficasReferencias bibliogrficas

Boscn Leal, Antonio (2006a) Propuestas crticas para un anlisis mscomprensivo de la problemtica masculina. Revi sta Utopay Pra xis Latin oamericana . Ao 11. No. 33. Abril-Junio. LUZ.Maracaibo. Venezuela. Pp.69-86

___________(2006b) Propuestas crticas para una concepcin no tradicionalde la masculinidad.Revista OPCIN. Ao 22. No 51. Diciembre.Facultad Experimental de Ciencias. LUZ. Maracaibo. Venezuela.Pp. 26-49

___________ (2007a) Algunas consideraciones crticas sobre la aplicacinde la metodologa de gnero al estudio de las masculinidades.Revista Venezolana de Estudios de la Mujer. Enero-Junio. Vol.


11/12

185

12. No. 28. Centro de Estudios de la Mujer. UCV. Caracas.Venezuela. Pp. 143.158

__________ (2007b)El Feminis mo como movimiento de liberacin de mujeresy de varones. Libro de la Serie Ediciones del Vice RectoradoAcadmico. LUZ. Maracaibo. Venezuela.

__________ (2008) Las nuevas masculinidades positivas.Revista Utopay Praxis Latinoamericana. Vol. 13. No. 41. Junio. LUZ. Maracaibo.Venezuela.

___________ (2009) Anlisis comparativo de los ritos de iniciacin masculinaregistrados en dos l iceos de Maracaibo ( Venezuela), en Semiticasdel Rito. Coleccin de Semitica Latinoamericana No, 6. Mayo.

LUZ-Laboratorio de Investigaciones Semiticas y Antropolgicas.Maracaibo.

FACIO, Alda (1992) Cuando el Gnero suena cambios trae. Metodologapara el anlisis de g nero del fenmeno legal .Ed. Gaia. Centrode las Mujeres. Caracas, en conjuncin con la Mediateca delas Mujeres. Fondo Editorial La Escarcha Azul, Mrida.

Comesaa Santalices, Gloria (2004) La ineludible metodologa de gnero.En Revista Venezolana de Cie ncias Sociales . Enero-junio. Vol.8. No. 1. Universidad Nacional Experimental Rafael Mara Baralt.Vice Rectorado Acadmico, Cabimas, Venezuela.

Hernndez Rodrguez, Alfonso (2002) La masculinidad, poder o dolor?,(htpp://www2.udg.mx/laventana/libr2/Alfonso.html) (Recuperadoel 14-09-2007)

Salas, Jos Manuel (2010) Violencia de gnero y masculinidad InstituoWEM. Costa Rica. http://www.engagingmen.net/files/resources/2010/EME/violencia_genero_masc.pdf. (Recuperado el 12-03-2012)



12/12

186

comprensiÓn de la masculinidad para implementar polÍticas mÁs eficaces contra la violencia hacia...

Documents