como presupuestar un trabajo fotografico

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Inspiración Fecha de publicación Enero 2014 Autor: Iaio Atamian Publicado por Blog del Fotógrafo www.blogdelfotografo.com Versión 1.0 ©Copyright 2014 Blog del Fotógrafo Todos los Derechos Reservados Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada o transmitida bajo ninguna forma, electrónica, mecánica ni ningún otro modo sin el previo y explícito consentimiento del Editor. Las imágenes que ilustran este libro son propiedad del autor del libro o de sus respectivos autores que las han compartido bajo licencia Creative Commons. Aviso: La información contenida en este libro es el resultado de la experiencia, conocimiento y opinión personal del autor. El autor no se responsabiliza del uso o mal uso de la información contenida en este documento.

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Cómo Presupuestar Un Trabajo Fotográfico

Aprende a valorar y presupuestar debidamente tus trabajos fotográficos

© 2014 – Titular de derechos de edición, comercialización y distribución: Blog del Fotógrafo

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Introducción

Un gran dilema se le presenta a todo fotógrafo que se está iniciando en el

mundo de la fotografía profesional a la hora de presupuestar sus primeros

trabajos.

¿Te has preguntado cuánto debes cobrar por tu trabajo como fotógrafo, cómo

cotizar un evento o incluso cuál es el precio de una fotografía?

Si estás empezando a dar tus primeros pasos como profesional y no tienes ni la

más remota idea de cuánto cobrar por cubrir una fiesta, un desfile u evento, hoy

es tu día de suerte.

Ponerle precio a tu trabajo no es una tarea sencilla. En esta guía te

enseñaremos cuáles son los principales aspectos que no puedes dejar de tener

en cuenta a la hora de preparar un presupuesto para tus clientes.

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¿Qué es un presupuesto?

Un presupuesto puede definirse como el cálculo anticipado de los ingresos y

gastos de cualquier actividad económica en un determinado periodo de tiempo,

aunque el término en la práctica, debe ir mucho más allá.

Un presupuesto no es sólo una hoja de papel con un montón de importes que

dan una suma final a pagar. Un presupuesto bien preparado es un plan de

acción y el mismo debe servirte como una guía para el cumplimiento de los

objetivos pautados con el cliente, con la particularidad que debes expresar cada

componente de éste en valores monetarios.

Si quieres realizar un buen presupuesto no sólo debes contemplar las horas

que te tomará llevarlo a cabo y los costes y gastos, sino que además deberás

expresar el esfuerzo, la experiencia, la dificultad, y todas aquellas condiciones

que de presentarse, puedan hacer variar las presunciones iniciales.

Ten en cuenta que todo lo que no hayas previsto a la hora de realizar el

presupuesto, es muy probable que termine acotando tus márgenes de

ganancia.

¿Por qué es tan difícil realizar un presupuesto?

Realizar un presupuesto no es una tarea sencilla, ya que como su nombre

indica, debes suponer anticipadamente cuánto tardarás en realizarlo, qué

recursos necesitaras para llevarlo a cabo, cuáles serán sus costes, lo que

esperas ganar y cualquier otra variable que pueda llegar a tomar relevancia a la

hora de ponerle un valor monetario a tu esfuerzo.

Además de tener en cuenta muchas variables a la vez, y de lograr traducirlas

en euros, también debes negociar los términos del presupuesto con tu posible

cliente, con todas las dificultades que ello acarrea: el cliente siempre querrá

pagar menos por tu trabajo, mientras que tú querrás sacarle el mayor provecho

posible.

Es por esto que el proceso de presupuestación incluye, además, una etapa de

negociación con el cliente. Este momento es muy importante, ya que de dicha

negociación, surgirán los derechos y obligaciones de cada una de las partes:

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Tu derecho a cobrar el trabajo realizado, la propiedad intelectual, etc. y

la correspondiente obligación de entregar el producto final en los

términos convenidos, y

la obligación del cliente a pagar por los servicios contratados y su

derecho a obtener la efectiva prestación del servicio y la recepción del

material.

Ten en cuenta que si en los primeros contactos con el cliente, éste ya da

indicios de ser excesivamente exigente o muy complicado, deberás tenerlo en

cuenta a la hora de preparar el presupuesto. En algunos casos, si se presenta

demasiado complicado y consideras que puede transformarse en un verdadero

problema, quizás lo recomendable es no tomar el trabajo a fin de evitar futuros

dolores de cabeza.

¿Qué debo tener en cuenta a la hora de elaborar

un presupuesto como fotógrafo?

Es imposible que tengas en cuenta todas y cada una de las variables que

pueden llegar a influir en la determinación de un presupuesto fotográfico, ya

que algunas de éstas las podrás controlar, como el tiempo que demoras en

retocar las fotografías, pero otras no, como por ejemplo, un corte de luz que

dure toda una sesión.

Deberás concentrarte en optimizar al máximo las variables controlables para

poder así trabajar con un menor margen de error.

Aquí te dejo una serie de factores a los que deberás prestar mayor atención:

1) El tiempo

El tiempo es la variable más importante a la hora de realizar un presupuesto ya

que, al fin y al cabo, el tiempo consumido es uno de los mayores costes de un

fotógrafo, sobre todo porque no es posible recuperarlo.

Para calcular el tiempo que un determinado trabajo puede llegar a demandarte,

deberás realizar la mejor estimación posible del tiempo que te demandarán

cada una de las tareas a realizar:

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Tareas de pre-producción: debes tener en cuenta todo el tiempo que

te requerirán las reuniones con el cliente para discutir los términos del

trabajo a realizar, las pruebas que deban realizarse, la búsqueda de

lugares, los castings, las llamadas, los intercambios de correos

electrónicos y todo lo que pueda llegar a consumir de tu tiempo.

Tareas de producción: todas aquellas tareas que deberás realizar

durante lo que dure el evento, sesión o trabajo, es decir, el tiempo que

necesitarás para llevar a cabo la producción fotográfica.

Tareas de post-producción: también deberás tener en cuenta todo el

tiempo que gastes en tareas de edición y retoque, las reuniones con el

cliente, la entrega del material en su correspondiente soporte y todo lo

relacionado con el cumplimiento de lo pautado en el presupuesto.

Sé prudente a la hora de llevar a cabo este análisis ya que, como te dije

anteriormente, si presupuestas de menos, es poco probable que el cliente

acceda a reconocerte el error inicial en la estimación y terminarás por pagarlo

tú. No estaría mal que estimes un poco de más a fin de cubrir posibles sucesos

inesperados.

El tiempo es fundamental no sólo para calcular tus ingresos, multiplicando la

cantidad de horas necesarias por el valor que hayas definido para tu hora de

trabajo, sino que además te será útil en el momento de calcular tus costos.

Después de todo, “el tiempo es dinero”.

Fotografía de Gunnar Ries bajo licencia Creative Commons

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2) Los gastos

Son todos aquellos “costes” que están directamente relacionados con el trabajo

que estés presupuestando y que son necesarios para poder llevarlo a cabo.

Pueden ser desde horas de estudio, la contratación de asistentes, de modelos,

el vestuario, maquillaje, traslados y el soporte de entrega de las fotos, hasta la

amortización producto del desgaste de la cámara.

Ten en cuenta que ningún trabajo es igual a otro, por lo que el análisis de todos

los gastos relacionados es fundamental. Si no tienes una real dimensión de

cuáles serán los gastos necesarios para realizar un determinado trabajo, es

muy probable que estos no se vean reflejados en el presupuesto y por lo tanto,

terminen saliendo de tu bolsillo.

Lo ideal es que trabajes con alguna planilla de cálculo (hoja de Excel) donde

puedas ir, uno a uno, registrando todos los gastos con su correspondiente

importe para luego, al finalizar, y luego de revisarlo varias veces, trasladarlos al

presupuesto final.

3) El equipo

La calidad del equipo con el que contemos para realizar un trabajo influirá en el

precio del mismo. Si bien es cierto que para ser un gran fotógrafo no se

necesita tener el mejor equipo sino desarrollar el ojo fotográfico, cuanto mejor

sea el equipo mayor será el coste producto de su utilización.

Este concepto se conoce como amortización y podría definirse como el coste

del desgaste del equipo que se utilizó para obtener ingresos.

Para calcular la amortización del desgaste puedes utilizar la siguiente fórmula:

Costo del equipo x Cantidad de disparos de la producción

Vida útil del equipo

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Ejemplo:

Equipo fotográfico comprado por 2.000 euros x 400 fotos que se tomarán

durante el evento, todo dividido por…

…la vida útil de equipo, pongamos 150.000 disparos

Resultado: 5,33 euros

4) Otros gastos

Son todos aquellos gastos que no están directamente relacionados con el

trabajo que estés presupuestando, pero que deberás tener en cuenta ya que sí

están relacionados con tu actividad:

Los seguros del equipo fotográfico

El mantenimiento

Los impuestos sobre tus ingresos

El mantenimiento de tu sitio o página web en Internet

El software de edición, entre muchos otros.

Trabajar como fotógrafo tiene muchos otros gastos fijos y variables que, más

allá de que no estén explícitamente dentro del presupuesto, debes de tenerlos

en cuenta en el momento de calcular tus honorarios, ya que al fin y al cabo,

terminarás pagándolos con éstos.

Más adelante te enseñaremos dos formas para que calcules los honorarios

mínimos que deberás cobrar por tu trabajo si no quieres perder dinero.

5) Los derechos

Otra de las cuestiones fundamentales que deberás definir junto con tu cliente

en las negociaciones previas serán los derechos que recaen sobre las

fotografías que le entregues como producto final de tu trabajo.

El importe final del presupuesto depende de qué derechos estás dispuesto a

ceder y cuáles no. Cuantos mayores sean los derechos que no trasmitas,

menores serán tus honorarios.

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Deberás evaluar qué derechos deseas ceder:

1. Reproducción: si serán reproducidas en otros soportes como pueden

ser libros, revistas, catálogos, etc.

2. Distribución: derecho a vender tu obra a un tercero.

3. Comunicación pública: exhibición pública de tu trabajo fuera del

ámbito doméstico.

4. Participación: se establece un porcentaje en concepto de comisión de

los ingresos por futuras ventas.

5. Edición: cualquier tipo de modificación que pueda derivar en otra obra

que la entregada, como puede ser, recortarla, pasar a blanco y negro,

etc.

Este tema probablemente sea objeto de un artículo futuro o guía ya que

también genera mucha incertidumbre entre los fotógrafos.

6) Términos y condiciones

Como te dije anteriormente, el cliente siempre querrá pagar lo menos posible y

exigirá el mejor servicio, incluso si no ha pagado por él. Es por esto que debes

asegurarte que el presupuesto sea claro respecto de lo acordado con el cliente,

ya sea con un buen detalle o bien mediante alguna nota donde se haga

referencia a las condiciones de contratación.

Es muy importante que en el momento de la aceptación del presupuesto, tanto

tú como el cliente, hayáis entendido perfectamente todos los términos de

contratación y qué es lo que cada una de las partes espera del trabajo. Si se

presentara algún malentendido, más vale que sea lo antes posible y no una vez

le estés entregando las fotografías finales y no haya posibilidad de volver atrás.

7) El evento

No todos los clientes son iguales y no todos los eventos son iguales. No es lo

mismo cubrir una boda de 100 invitados que una con 500. Si bien ambos son el

mismo tipo de evento, uno de mayores dimensiones requerirá mucho más

trabajo de tu parte para poder realizar tu trabajo como tu cliente lo espera. Nada

tiene que ver aquí la discriminación, ya que como te comenté anteriormente,

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ningún trabajo es igual al otro y cuanto más complejo es un trabajo, mayor

deberían ser tus honorarios.

Charla con tu cliente para conocer las características del evento: si se hará en

un salón para 500 personas o en uno para 100, cuánta gente habrá, qué quiere

que se fotografíe, cuánto durará, etc. Una vez conozcas estos detalles tendrás

una idea de la dimensión y dificultad del trabajo y así también del tamaño de tus

honorarios.

Fotografía de Ryan G. Smith bajo licencia Creative Commons

8) El cliente

Como decíamos anteriormente, no todos los clientes son iguales. Nuevamente,

realizar un trabajo para un cliente no muy exigente, flexible y bien predispuesto,

no es lo mismo que realizarlo para uno exigente y testarudo. El tipo de cliente

puede aumentar o disminuir la dificultad y exigencia de un trabajo haciendo

variar el total de tus honorarios.

Más allá de que unos jugosos honorarios puedan hacer que toleres a un cliente

muy exigente, piénsalo bien ya que puede provocarte más de un dolor de

cabeza.

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Te recomiendo que leas el siguiente artículo si quieres algunas ideas de

quiénes pueden ser tus primeros clientes: Como iniciarse en la fotografía de

moda.

9) Tu experiencia y reputación

A medida que vayas adquiriendo experiencia y logres hacerte renombre entre

tus colegas y clientes, podrás incrementar el valor de tus honorarios.

Puede que en un principio tu falta de experiencia y de reputación parezca una

desventaja respecto a otros fotógrafos, pero yo prefiero que veas esto como

una oportunidad. Si estás iniciándote en el mundo de la fotografía profesional,

seguramente aceptarás trabajar por menos dinero con tal de adquirir

experiencia y es allí donde puedes comenzar a crear tu marca.

Si trabajas duro y te preocupas por aprender y capacitarte constantemente, con

esfuerzo, humildad y sacrificio, podrás hacer de tu nombre una reconocida

marca en el mundo de la fotografía profesional. El camino no es fácil, pero

tampoco imposible.

“El talento no sale barato”

10) Los aspectos legales

El presupuesto no sólo debe tener en cuenta los costes de producción y los

operativos (gastos), los honorarios y la cesión de derechos respecto de las

imágenes, sino que, por tratarse de una actividad profesional, y al estar éstas

reguladas por normas y leyes, deberás adecuarte a éstas.

Por tu trabajo debes emitir la correspondiente factura al cliente, por lo que

también tienes que tener en cuenta los impuestos e incluirlos en el presupuesto.

11) Tus honorarios

El total de tus honorarios será de acuerdo a todas las variables que te

comentamos anteriormente. Podrás incrementar o disminuir tus honorarios

según la dificultad del trabajo, el tipo de cliente, el tipo de evento, tu experiencia

y reputación, el tiempo que deberás dedicarle, la cesión o no de derechos, los

términos y condiciones, etc. Es decir, que para calcular cuánto quieres ganar

por realizar un trabajo, primero debes conocer todo acerca de éste. ¿Difícil no?

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No te preocupes, aquí te dejo una forma muy práctica, para que conozcas cuál

es el valor mínimo de lo que deberías cobrar por una hora de trabajo:

Este método consiste en definir cuánto es el dinero que necesitas por mes,

tanto para cubrir tus gastos (comida, alquiler, ocio, etc.), como también para

poder ahorrar y, una vez sumado todo, dividirlo por la cantidad de horas que

puedas efectivamente trabajar para llegar al valor de tu hora mínimo para poder

subsistir como fotógrafo. Eso si quieres vivir exclusivamente de esta actividad

claro.

Aquí te dejo un ejemplo:

Gastos mensuales: 850 euros

Ahorros: 250 euros

TOTAL 1000 euros

Horas laborables efectivas al mes: 168 horas (8 horas x 21 días)

RESULTADO

Valor recomendado de la hora 6 euros (1000 euros / 168 Horas)

Cuidado, en este ejemplo damos por hecho que el fotógrafo tendrá trabajo

todos los días del mes, 8 horas al día. Esto no siempre es posible, así que las

cifras del cálculo tendrán que ajustarse a las horas que uno trabaje de forma

efectiva como fotógrafo al mes.

Otra cosa, hemos calculado todo sin tener en cuenta el pago de IVA,

impuestos, etc. Eso habría que añadirlo al cálculo igualmente.

Una vez hayas calculado cuál es el valor mínimo de tu hora de trabajo, tendrás

una referencia para cotizar cualquiera de tus trabajos. Podrás incrementar dicho

valor a medida que adquieras más experiencia, seas más reconocido o tengas

sobre demanda de clientes.

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Recuerda que son muchas las variables que deberás analizar para establecer

el importe final por tus honorarios, pero nunca deberán ser menores al total que

acabamos de calcular ya que si no, no podrás cubrir tus gastos mensuales.

Puedes también pedir consejo a tus colegas y consultarles cuánto cobran ellos

o cuánto cobrarían por realizar un determinado trabajo. Como te comenté

anteriormente, el mercado manda y está en ti aprender a dominarlo.

12) El precio final

El precio de un trabajo, como te he comentado, puede variar mucho según las

circunstancias de cada caso, pero más allá de ello, el mercado es quien define

los precios, no tú.

Tú cobraras tus honorarios

de acuerdo a lo que un

fotógrafo con tu

experiencia y reputación

cobra aproximadamente

en el mercado. Es muy

difícil que puedas fijar los

precios ya que la

competencia es cada vez

mayor. Si cobras

demasiado, el cliente

podrá encontrar en otro

fotógrafo de similares

características una

alternativa.

Aquí es donde tu reputación, experiencia y honestidad harán la diferencia e

inclinarán al cliente a aceptar tu presupuesto. Utiliza el presupuesto como un

arma contra tus competidores. Cuanto más profesional y responsable seas,

mayores serán tus posibilidades de éxito.

Fotografía de 401(K) 2013 bajo licencia Creative Commons

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Pasos para realizar un presupuesto

Hay muchas formas de realizar un presupuesto, probablemente haya tantas

como fotógrafos profesionales en el mercado, lo importante es que analices la

mayor cantidad de variables posibles para que no te tomen por sorpresa.

Aquí te dejo una serie de pasos para que puedas ordenar en tu cabeza todo el

proceso y así comprenderlo mejor:

1. Investiga el mercado: tómate tu tiempo para averiguar todo lo que

puedas acerca de: cuánto cobran los colegas de tu zona por realizar un

determinado trabajo, pídeles consejos, compara tus trabajos con los de

ellos, evalúa las calidades y los servicios que ofrecen y busca

diferenciarte.

2. Conoce al cliente: presta atención a su personalidad, si es muy

exigente o no, si está dispuesto a pagar más por un servicio de mejor

calidad, cuáles son sus expectativas e inquietudes, así podrás hacerte

una idea de si será un cliente complicado o no y puedas presupuestar en

consecuencia.

3. Dimensiona el evento: pregúntale a tu cliente, qué tipo de evento, en

dónde se va a realizar, cuántas personas habrá, cuál será su duración,

cuánto gastará en su organización, y cualquier otro dato que pueda

llegar a darte una idea de cuáles serán los recursos que necesitarás

para poder llevarlo a cabo.

4. Evalúa el tiempo: recuerda que no sólo deberás tomar en cuenta el

tiempo de trabajo en el evento en sí, sino además todo el tiempo

invertido en tareas de pre y pos producción. Es fundamental que sepas

cuánto tiempo vas a dedicarle al trabajo en su totalidad, no sólo al

tiempo que estarás haciendo fotos, ten en cuenta todo el tiempo que te

demandará, desde traslados, reuniones, hasta la edición y la entrega

final al cliente. Una vez calculado el tiempo total, multiplícalo por el valor

de tu hora.

5. No subestimes tus gastos: si no realizas un presupuesto de gastos

realista, si se presentaran desvíos respecto a lo previsto, es muy

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probable que debas afrontarlos con el dinero de tus ganancias. Para

asegurarte de minimizar los desvíos producto de variaciones en los

precios, puedes aclarar al pie del presupuesto la vigencia de los valores

del mismo y así, evitar que queden muy desactualizados.

6. Ponte a sumar: una vez hayas calculado la cantidad de horas que le

dedicarás al trabajo, y los costes y gastos en que incurrirás para poder

llevarlo a cabo, estarás en condiciones de presentarle al cliente un

importe final.

7. Repasa todo nuevamente: cuando hayas determinado el importe final

del presupuesto, vuelve a repasar todo el proceso y a evaluar todas las

variables con el fin de evitar que algún error termine en manos del

cliente. Lo mejor para hacer esta tarea es dejar el presupuesto reposar

un rato, un día incluso o así, y al día siguiente lo vuelves a revisar.

Para que puedas preparar

un presupuesto justo tanto

para ti como para tu cliente,

debes conocer el trabajo a

realizar y cómo vas a

realizarlo. Incluye en un

párrafo de informe una

descripción detallada de

cómo será llevado a cabo

junto con los aspectos más

importantes del mismo, así

ambas partes, sabrán qué

esperar de éste.

Un presupuesto puede variar mucho de un trabajo a otro a pesar de que se

traten de trabajos aparentemente similares, por lo que es importante que

acompañes además del informe, las condiciones generales de contratación y

una vez que el cliente lo apruebe, ambas partes lo firmen.

Fotografía de Sarah Smith-Sell bajo licencia Creative Commons

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Para finalizar, ten en cuenta los siguientes 12

consejos

1. No hagas descuentos: es preferible que trabajes gratis a que hagas un

descuento, en la medida de lo posible. Si lo haces, tu cliente percibirá

que en realidad el valor de tu trabajo era menor al original y el cliente

igualmente te seguirá exigiendo como si hubiera pagado la tarifa

completa.

2. El presupuesto como marca: intenta utilizar el presupuesto no sólo

como un importe a pagar sino como tu marca personal. Hazlo

profesional, detallado, aclara todos los aspectos importantes para que

no queden dudas de cómo se va a realizar el trabajo. Si el cliente acepta

las condiciones, luego no podrá reclamar otras.

3. Se profesional: Para que seas un profesional no basta con que luzcas

como uno, debes actuar y trabajar como tal. Cuida todos y cada uno de

los aspectos y detalles de tu trabajo, ya que si tu cliente está satisfecho,

te recomendará a muchos otros. Piensa en ti mismo como una marca. A

medida que tu marca crezca, también aumentarán tus trabajos y tus

ingresos.

4. Sé organizado: asegúrate de llevar un registro organizado del día y la

hora y de todos los aspectos incluidos en el presupuesto. Pocas cosas

dañarán más tu imagen que no respetar tus propios presupuestos. Anota

los datos de contacto del cliente por si llegas a tener alguna urgencia.

5. Lleva un registro de clientes: el trato con el cliente es uno de los

aspectos que harán que te destaques del resto de tus competidores.

Anota todos los datos de tu cliente, los trabajos que hayas realizado

para él, los contratos, las notas, los pagos, etc. Tener la “historia clínica”

de tu cliente puede hacer que se sienta más cómodo trabajando contigo

que con otro fotógrafo, además da imagen de mayor profesionalismo.

6. Cuida el trato: ten el debido cuidado de que tus clientes no sientan que

sólo serán un número al final de un presupuesto, sé amable, cordial y

respetuoso siempre. Una vez finalizado el trabajo puedes agradecer

mediante una carta por haber confiado en ti o solicitando sugerencias.

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7. Llamada de último momento: muchas veces puede pasar que, a pesar

de haber detallado todo en el presupuesto, el cliente se haya olvidado de

comentarte algún pequeño detalle, o bien, hayan cambiado las

circunstancias pautadas en la contratación. Entrega junto con el

presupuesto unas tarjetas de contacto y unos días antes del evento, haz

una llamada para ver si todo sigue como planeado. Aprovecha también

la llamada para confirmar el evento y despejar las últimas dudas.

8. Valórate a ti mismo: no regales tu tiempo salvo que la retribución no

sea en dinero sino en experiencia o imagen. Tampoco trabajes por poco

dinero ya que terminarás desmotivado y sin ganas. Ten cuidado de no

cobrar honorarios demasiado caros para evitar que tus clientes vayas a

buscar otros presupuestos por ahí.

9. Ten cuidado con los tiempos: ten en cuenta, en el momento de

presupuestar un trabajo, los otros trabajos que estés realizando al

mismo tiempo o que vayas a realizar próximos a éste. Si se te llegaran a

solapar muchos trabajos en el tiempo, es posible que no llegues a

cumplir con los tiempos de entrega establecidos.

10. Balance final: un trabajo no termina con la entrega de las fotos. Una

vez hayas entregado el material, tómate tu tiempo para comparar todos

los aspectos presupuestados, con los que realmente ocurrieron en el

momento de llevarlo a la práctica. Así tendrás una idea de cuánto fue el

desvió, si lo hubo, y las causas del mismo para así poder corregirlo en

los futuros trabajos y conocer si cobraste poco o demasiado por

realizarlo.

11. Respeta las formas: el presupuesto no es sólo un importe a pagar por

el cliente, sino que en él se ven reflejadas todas las condiciones del

trabajo a realizar. Es muy importante que sea en papel o por correo

electrónico ya que deja constancia del mismo. Nunca pases precios

estimados, o presupuestos por teléfono ya que éstos no dejan rastros.

12. Tu nombre siempre: en todas las hojas o mails que le envíes a tu

cliente con tus presupuestos, siempre debe estar tu nombre o logo junto

con tus datos de contacto. De ese modo, si quieren recomendarte o

volver a contratarte tendrán a mano tus datos.

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Conclusión

No hay nada más gratificante que el que la gente quiera confiarte importantes

eventos en sus vidas y encima accedan a pagarte por ello. No importa si eres

fotógrafo amateur. El paso de “aficionado” a “profesional” no sucede de la

noche a la mañana. Con el tiempo llega un momento en que necesitas

empezar a “valorar” tus trabajos.

La guía que acabas de leer (no serás de los que empiezan leyendo la

conclusión ¿no? ;) ) pretende ayudarte a concebir tu primer presupuesto. Al

principio te costará hacer uno, pero en cuanto lo tengas, los siguientes te

resultarán más fáciles y en ellos incluso podrás reutilizar los elementos que

hayas preparado para el primer presupuesto.

Recuerda, si cobras por hacer fotografía, no dejes de sentirla como pasión

también.

Gracias.

[FIN]

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