comité editorial - boletingeoecon.files.wordpress.com · trabajo de un geógrafo anglosajón,...
TRANSCRIPT
Número 3 – Año 2017 – Versión digital. Edición Cuatrimestral
https://boletingeoecon.wordpress.com/
Comité Editorial
Omar Horacio GejoDirector
Ana Laura BerardiSecretaria de Redacción
Comité Académico
Jorge Osvaldo Morina (UNLu – Centro Humboldt)
Ana María Liberali (UBA – UNMDP – Centro Humboldt)
Zeno Soares Crocetti (UFILA – Brasil)
Índice
Globalización vs. Regionalización…..…………………………………………………………….. 2
Omar Horacio Gejo – Ana María Liberali
Algunos marcos conceptuales para aplicar en geografía económica……………………………………………………………………..…………….…………………………..…..16
Ana María Liberali
Reformas borbónicas y crecimiento de la fachada atlántica americana a fines delsiglo XVIII ……………………………………………………………………………………………………..37
Aníbal Gejo
A Gênese do Seminário Nacional de Geografia Econômica e Social........…….……….50
Breno Viotto – Zeno Crocetti
Presentación del Observatorio de Comercio Internacional (OCI)………………..……..54
Gustavo Gabriel Alves
Primeras jornadas “Argentina como Geografía” (AG) ……..……….……………………57
Omar Horacio Gejo – Alan Rebottaro
II Congreso de Geografía Económica “La Nueva Geografía del capitalismo”
…………………………………………………………………………………………………………………..78
Colectivo GeoEcon
Michael Roberts y “La larga depresión”: algunos comentarios al respecto…………83
Diego Solimeno – Alan Rebottaro
Anexo Estadístico……………………………………………………………………………………….. 92
Principales exportadores mundiales de mercancías 2015: una breve aproximación…………………………………………………………………………………………………………..…….. 93Exportaciones mundiales de mercancías por regiones y países seleccionados (1989-
2015)……………………………………………………………………………………………………..……..97
Número 3 – Año 2017 – Versión digital
https://boletingeoecon.wordpress.com
2
GLOBALIZACIÓN versus REGIONALIZACIÓN.
Prof. Omar Horacio Gejo
Lic. Ana María Liberali
VERSIÓN EN ESPAÑOL DEL ORIGINAL EN INGLESPRESENTADO EN EL XIX INTERNATIONAL
CONGRESSMOF HISTORICAL SCIENCESAT THE UNIVERSITY OF OSLO, NORWAY
6-13 August, 2000
Abstract: Due to its imposing presence over the last few yearsand being the subject matter of almostevery relevant discussion, not taking into account the level of formality of the former, the conceptof globalisation has turned into a supreme idea in which its explanatory and descriptive capacityhave achieved an absolute consensus including not only its supporters but also those who areagainst it. However, beyond all discourse maelstrom brought about by this phenomenon, it isconvenient to maintain a "healthy prudence", that is a preservative scepticism so as to avoid beingcarried away by the fierce forces generated by context imposition, which tends to produce "thought-killers", vacuous consensus which leads to the so-called statu quo.
Introducción
Por su presencia avasallante en los últimos tiempos, y siendo el epicentro de casi
cualquier discusión importante -más allá del grado de formalidad de las mismas-, el término
globalización ha devenido casi en un concepto supremo, cuya capacidad descriptiva y
explicativa ha logrado un consenso extraordinario, abarcando éste, en un apabullante
abanico, tanto a la amplia mayoría convalidadora como a la variopinta minoría
impugnadora.
Universidad de Buenos Aires - Vicepresidente Centro Humboldt Universidad de Buenos Aires - Presidente Centro Humboldt
Globalización vs. Regionalización
3
Sin embargo, más allá de toda la vorágine discursiva desatada detrás de este
fenómeno, conviene mantener una sana prudencia, un preservador escepticismo, para no
dejarse arrastrar por las fuerzas centrípetas generadas por toda imposición de contexto, que
suelen obrar como imponentes aplanadoras del pensamiento, y forjadoras, así, de consensos
vacuos, consentidores en todos los casos del statu quo.
La Globalización: ¿una vuelta a la Geografía?
El sentido central del enseñoreo del “novedoso” concepto no ha sido –ni es- otro
que el de destacar la aparición de un nuevo tiempo, que presentaría, lógicamente,
sustanciales diferencias con todo lo vivido anteriormente. En resumidas cuentas, la
globalización implicaría estar en presencia de un mundo diferente, distinto en muchos
sentidos, claro.1
Sobre la aparición del término hay, por supuesto, diversas opiniones. Algunos se
remontan hasta los años 60; otros identifican a la década del 70. La mayoría, empero,
asiente que la década del 80 ha sido el momento en que decisivamente echó a correr, para
transformarse en un cauce eficaz de ciertas controversias significativas, quedando los años
90 signados ya por la abundante fraseología desprendida de su simple enunciación, que
todo lo abarca, todo lo termina comprimiendo y aplastando. 2
Pero la masividad del consentimiento de su existencia como tal ha sido acompañado
por una extremada dificultad para lograr un acuerdo acerca de los significados de los que él
es portador. Es decir, si frente a la aceptación de su realidad casi no hay disidencias, frente
a sus implicancias la cuestión es mucho menos clara, quedando al descubierto, así, su
1 “El mundo, atraviesa una etapa de grandes cambios, que generan una conmoción generalizada. Laaceleración del ritmo de la revolución tecnológica, que está detrás del proceso de globalización de laeconomía, tiene una magnitud de tales características que arrastra en su torbellino a todos los países, incluso alos Estados Unidos... En el escenario internacional de principios del siglo XXI, Estados Unidos no es ya unpoder entre otros, sino que emerge con una fuerza excepcional, a veces amenazante, siempre estremecedora,que se nutre del determinismo tecnológico y de la globalización económica que caracterizan a esta etapa de lahistoria mundial” (Carlos Menem, en Ámbito Financiero, 24 de mayo de 2000; p.16).2 “Debe recordarse que el concepto de globalización es sorprendentemente joven. La gente piensa que comotodo el mundo habla de ello se trata de algo muy antiguo, pero no es cierto... Un rasgo de la globalización esla misma globalización del concepto. En los últimos dos años he podido visitar cerca de 40 países y no heencontrado ninguno en el que no se hable del tema. Hace diez años ni se conocía la palabra” (AnthonyGiddens, en diario La Capital de Mar del Plata, 14/05/00; p.5.
Gejo – Liberali
4
escasa consistencia, basamento paradójico, no obstante, pues, de aquel primer extendido
acuerdo.
Específicamente para la Geografía, la irrupción fulgurante de estas discusiones le ha
permitido cobrar cierta figuración en el firmamento de las ciencias, tras haberse reimpuesto
plenamente la dimensión espacial como una instancia necesaria –por no decir decisiva- para
el análisis –o el estudio- del desarrollo, de la evolución de las sociedades.
Durante varias décadas habíamos asistido a un sustancial dominio de los enfoques
sociológicos de la realidad. Los análisis de las organizaciones sociales, resultaban una
fenomenal abstracción, de la que tendía a sustraerse la materialidad última sobre la que se
desenvolvían las relaciones sociales.3
Esta etapa, probablemente abierta durante los años 60, comenzaba así a cerrarse -
por lo menos formalmente-, cuando en los años 90 la cuestión espacial o territorial se
reinstaló con fuerza, reapareciendo entonces la necesidad de la inevitable contextualización
geográfica de los hechos o sucesos.
En este sentido, la globalización ha sido el vehículo mediante el cual la Geografía
ha encontrado una brecha por la que su discurso ha vuelto a hacerse necesario en el intento
de comprender la evolución de la realidad.4
Los alcances
Al respecto, el concepto de globalización, evidentemente, reúne una serie de
implicancias que en gran medida recogen una innegable impronta geográfica.
3 “Una interesante visión al respecto nos la da Theotonio dos Santos, 1998: “hasta los años 30, en Argentinao en Brasil, por ejemplo, teníamos un movimiento obrero sin mucha conciencia latinoamericana, tenía unaformación más europea. Pero después de los años 30 el movimiento obrero va ganando una dimensiónprofundamente latinoamericana que fue ignorada y hasta atacada por las formaciones socialistas obrerasanteriores, que no comprendieron que la latinoamericaneidad era parte de la afirmación de la clase obrera deesta región, porque tú no puedes afirmarte como clase si no estás dentro de tu nación o de tu realidad socialinmediata. Un sector de la izquierda muy grande ha vivido esta enajenación de lo real, de las formas concretasdel movimiento histórico, con una visión de una humanidad abstracta, que no tiene contenidos culturalessociales concretos”, pp. 61-62.4 Que los nombres de Confines y Periferias correspondan a revistas de Ciencias Sociales, reflejan enArgentina claramente este hecho. En el nro 5 de la revista Periferias, por ejemplo, puede observarse que eltrabajo de un geógrafo anglosajón, David Harvey, encabeza la conmemoración del 150 aniversario delManifiesto Comunista. El título de este trabajo es por demás elocuente: “la Geografía del Manifiesto”.
Globalización vs. Regionalización
5
La primera de ellas es, tal vez, la de mayor amplitud por el grado de aquiescencia
que ha alcanzado, y además porque es el soporte de la estructura de argumentos que
informan esta “renovación” conceptual.
La distancia ha constituido históricamente uno de los más poderosos mecanismos
diferenciadores. Lo distante ha presupuesto lo distinto. Las concepciones contrapuestas de
Oriente y Occidente, por ejemplo, están sustentadas precisamente en eso. De la misma
forma, la menos filosófica, más material, pero asimismo también dicotómica confrontación
Norte-Sur, lleva en sí similar marca en el orillo.
La revolución de las comunicaciones –sobre todo de las telecomunicaciones-, ha
implicado la dramática reducción de las distancias en el campo de la transmisión de la
información. La instanteneidad se volvió, en cierta medida, una realidad. Y con ella, ha
quedado planteada la posibilidad de la “unificación” del mundo. Aquella idea de la aldea
global adquiere hoy algo más que visos de verosimilitud.
Detrás de estas imágenes se mueve la contundente idea del mundo reducido –
empequeñecido-, y de la ausencia casi absoluta del factor geográfico, esto es, entendido
éste como la mediación de la distancia y de las diferencias como entorpecedoras y
distorsionadoras de la circulación. Sin embargo, al mismo tiempo, el estrechamiento
dramático de las viejas distancias habría hecho del globo terráqueo un lugar; un lugar
sumamente interrelacionado –diríamos-, lo que obligaría al reconocimiento formal de los
lugares; todos activos, todos influyentes.5
Un segundo fenómeno que acompaña ineluctablemente a la mención de la
globalización es aquello de que estamos en presencia de una nueva era en la economía, o
mejor dicho, de una “nueva economía”, directamente.
5 Muchos de los desarrollos tecnológicos del período de posguerra han mejorado tecnologías existentes. Lasmejoras acumulativas en la tecnología del transporte ha continuado, reduciendo el tiempo y el costo de losmovimientos de materiales, productos y de personas. Por ejemplo, la evolución del avión a reacción hacia elturbohélice acortó dramáticamente las distancias globales: Nueva York está ahora más cerca de Tokyo entérminos de tiempo de viaje de lo que estuvo de Chicago en la segunda mitad del siglo XIX. Asimismo, lallegada de la tecnología satelital a principios de los 60, expandió el alcance geográfico de las comunicaciones.Sin embargo, un rasgo fundamental del período posterior a la segunda guerra mundial ha sido el desarrollo y(desde finales de los 60) la amplia difusión de nuevas tecnologías basadas en la revolución microelectrónica yen particular lo que se considera la más importante y nueva tecnología genérica: la tecnología de información.Esto define un nuevo paradigma tecno-económico, dado que la introducción de las tecnologías de informacióntiene tales efectos de penetración en la economía que cambia el estilo de producción y de gestión a través delsistema”(Banco Mundial, 1994).
Gejo – Liberali
6
Esto implicaría abandonar, supuestamente, la prehistoria económica, configurada
por ciclos, discontinuidades, crisis, etc.
Por el contrario, esta economía, inspirada en los “felices” años 90 de la economía
norteamericana, se caracterizaría por su constante crecimiento. Éste sería una consecuencia
de haberse alcanzado un umbral que implicaría liberarse de un conjunto de vetustas
ataduras que imponían un determinismo secuencial a la economía. El hipotético alza
constante de la productividad, el abatimiento de la inflación, y la reducción del desempleo a
mínimos que nos retrotraerían casi a los dorados años 60, parecerían demostrar, para los
apologistas globalizadores, la existencia de una nueva realidad, la de la expansión ilimitada.
Un tercer elemento que une su existencia al despliegue de la idea de globalización, es el
surgimiento de una categoría de economías o países muy promisorios, desde el punto de
vista de las expectativas económicas acerca de su futuro. Nos estamos refiriendo a los
“mercados emergentes”.
Por mercados emergentes debe entenderse, al desgajamiento parcial, a una
diferenciación de lo que antes se conocía como Periferia o Mundo Subdesarrollado.
Resultan ser un puñado de países con determinadas condiciones para producir casi un
mágico despegue de su situación de postergación, a poco que recibieran un pequeño shock
de inversiones externas, que obrarían a modo de disparador.
Esta concepción de los procesos macro-socioeconómicos implica un decidido adiós
al subdesarrollo, y a las tradicionales formas de analizarlo y/o encararlo en pos de su
superación. Con ello, aquella otrora situación conflictiva, que en su versión más álgida,
emergía como necesaria contrapartida de la instauración misma del mercado mundial,
ahora, en los nuevos tiempos, este último resulta la condición suficiente para generar sin
traumas la transformación de cualquier estructura socioeconómica, por problemática que
esta fuera. 6
Un cuarto elemento, un casi obligado colofón a los tres que le precedieron, lo
constituye el que el proceso a que nos estamos refiriendo adquiere un carácter muy
peculiar. Y es muy peculiar porque es el elemento necesario y decisivo que suele cerrar
cualquier discusión, por honda que la cuestión sea. Nos referimos a identificar a la
6 Desde ya, también la utilización del término mercado emergente denota la pérdida en gran medida de lasperspectivas desarrollistas más alineadas con la posibilidad de inversión extranjera directa en un espacioperiférico, y el predominio de la inversión financiera como el mecanismo de contacto centro-periferia.
Globalización vs. Regionalización
7
globalización como una supuesta coronación histórica, adquiriendo entonces el rango de
fenómeno inevitable.7 De esta forma, la globalización constituye, primero, un desemboque
histórico natural. En segundo lugar, que este destino es bueno o malo es una cuestión nimia,
ya que estamos en presencia precisamente de eso, el destino, el resultado fatal de múltiples
determinaciones que escapan al control de los hombres.
El contexto
Indudablemente, este conjunto de ideas se han fraguado a partir de determinado
marco; esto es, como todo lo que existe, no se podría haber generado en el vacío.
Un primer hecho significativo, conformador del gran telón de fondo de la
explicitación de la globalización es, sin duda, el acentuado cambio tecnológico al que
venimos asistiendo, y al que ya nos hemos referido.
En algunos casos se llegó a hablar lisa y llanamente de revolución científico-técnica,
una forma de rotular, abarcativamente, de alguna manera, una trama de variaciones
tecnológicas que combinadas generaban una transformación productiva primero, y social
después.
Es en este cuadro que pulularon numerosas descripciones sobre una nueva sociedad,
cuyos perfiles no estaban todavía totalmente consolidados, y que, por ende, alcanzaba a
despuntar como una paulatina confrontación negativa, por la oposición, con aquella que
estaba dejando de ser. Era la sociedad industrial la que se extinguía; era la sociedad post-
industrial la que despuntaba. La expansión del sector servicios en desmedro,
hipotéticamente, del sector industrial, parecía uno de los rasgos esenciales de este proceso
en cierne. Enfrentábamos, entonces, el paso del reino material al inmaterial, de los bienes o
productos a los servicios, de las máquinas al know how. La sociedad de la información se
abría paso. Obviamente, un exabrupto ‘sociológico’, tal como apuntáramos. O, si se nos
permite, una desviación sociologizante.
7 “Yo creo que hay que regular algunos aspectos de la globalización, pero no pienso que sea reversible. Nohay más que observar el fenómeno de internet. En principio era un proyecto del Pentágono, un proyecto de la‘Guerra Fría’. Y ahora existe en todo el mundo. Sencillamente no puedes dar marcha atrás a todo eso , tienesque adaptarte a ello. Hay que comprender las oportunidades que genera pero también regular lo que produce(Anthony Giddens, op. cit.).
Gejo – Liberali
8
A la misma hornada pertenece aquella otra descripción que hacía de las relaciones
intrafábrica el origen de casi todos los cambios de la sociedad actual. La decadencia del
viejo sistema de producción en masa, individualizado a partir de la experiencia automotriz
norteamericana, daba paso a la octava maravilla de la organización fabril, el sistema just in
time, proveniente de la reciente y exitosa reconstrucción del poderío industrial nipón.
Demás está aclarar que esta era otra abstracción sociológica, probablemente en
grado sumo, en escala micro-sociológica, que hacía del taller la sociedad mundial.
Evidentemente, todas estas interpretaciones responden a un sesgado análisis, que
bien podría catalogarse como determinismo tecnológico.
Desde ya que no se puede negar el cambio tecnológico, así como Heráclito nos ha
legado desde la historia la imposibilidad de negar al cambio mismo, pero otra muy distinta
es someterse a las ciegas fuerzas de la imposición tecnológica. La tecnología y el cambio
técnico deben ser analizados a la luz de la organización social y no al revés. Es decir, el
proceso tecnológico tiene una indudable factura social y a esto último debemos remitirnos.
Un segundo fenómeno que ha marcado esta época ha sido el fin de los llamados
“años de oro” del capitalismo. Nos referimos a la salida del período de reconstrucción
vertiginosa de la posguerra. Los llamados 30, 25 o aún, quizá, 20 “gloriosos” años que
mostraron a las viejas zonas centrales adquiriendo impulso sostenido, y encontrando picos
de aumento de largo plazo inusitados en Alemania y -sobre todo-, en Japón.
La enorme destrucción de la segunda guerra había incubado la posibilidad de un
verdadero “milagro” de posguerra. A este milagro de posguerra contribuyeron, también, las
terapias keynesianas, las conocidas políticas de demanda, que resultaron populares desde
los traumáticos años 30, y que se sistematizaron luego de la segunda guerra mundial.
Durante casi 2 décadas y teniendo a favor el punto de partida que había dejado la segunda
conflagración mundial, la economía conoció un período de casi un cuarto de siglo de
“gloria”.
Pero hacia fines de los años 60, se comenzaron a acumular los problemas. La
economía comienza a detenerse, la acumulación de capital encuentra límites y los déficits
presupuestarios se abultan; los estallidos inflacionarios forman un paisaje reconocible en el
horizonte y los derrumbes de las monedas constituyeron un elemento imprescindible de las
contradicciones internas y externas de esas situaciones durante los 70.
Globalización vs. Regionalización
9
A partir de allí se abrirá paso un conjunto de lineamientos que en teoría se oponen
absolutamente. La economía insufladora de la demanda será reemplazada por el –
ofertismo-, un enfoque que privilegiaba el desbastamiento de costos, que impondrá una
reducción efectiva del ingreso de los trabajadores y subsidiará al capital.
La política adquirirá, crecientemente, un carácter más nítido de clase. El
“ofertismo” representará, entonces, una ofensiva del capital sobre los trabajadores, que se
valdrá para ello también de la herramienta tecnológica.
Finalmente, el tercer elemento que dará forma definitiva al macro-contexto que
estamos describiendo, es un acontecimiento mayúsculo. Nos referimos al desmoronamiento
del Orden de Posguerra.
Este período, que abarcó la segunda mitad de siglo, estuvo signado por un
determinado equilibrio de clases, partidos, estados y naciones.
La “Caída del Muro” puso fin a ese estado de cosas. Los grandes espacios
socialistas, marginalmente insertos en el mercado mundial, se hallan en diferentes estadios
de un proceso inconcluso de absorción por parte del capitalismo.
Este proceso, de una envergadura (política, social, económica) excepcional, impuso
una modificación del statu quo sancionado tras la segunda guerra mundial.
Europa y Asia constituyen, así, las dos grandes áreas del planeta incursas en este
proceso. Habiendo estado en la frontera caliente de la guerra fría, hoy son el epicentro
donde se desarrolla la ofensiva restauradora capitalista.
La repercusión de estos hechos es muy grande. En Occidente se asiste desde hace un
tiempo importante a la insistente ofensiva del capital sobre los trabajadores. El conjunto de
derechos y garantías que hacen a la reproducción de la fuerza de trabajo ha sido puesto en
el centro del ataque. La política social de la burguesía ha perdido, entonces, completamente
los “cuidados” y “sutilezas” de la inmediata posguerra. De la contención social y política de
los trabajadores en los marcos de lo que se ha conocido genéricamente como Estado de
Bienestar, se ha pasado a una sistemática acción depredadora de los “privilegios” o
“derechos adquiridos” por las masas.
Sea en Europa Occidental, en América del Norte o en Japón, esta política de
“guerra” tiene un nombre. Pero también en América Latina, África o Asia este ataque
recibe la misma denominación: flexibilización. Detrás de esta caracterización no
Gejo – Liberali
10
encontramos otra cosa que la “necesaria” y “natural” adecuación de la fuerza de trabajo
(paraguaya, sudafricana, surcoreana, alemana, norteamericana, japonesa, etc.) a las
necesidades del momento: los imperativos del cambio tecnológico y de la competitividad
mercantil mundial, es decir, los mecanismos articuladores del sometimiento de los
trabajadores a sus respectivas burguesías.
Esta formidable –sobre todo por lo abarcativa- ofensiva, ha contado con un
inigualable aliado en el desmoronamiento de los regímenes socialistas. La profundidad de
una va de la mano de la magnitud de la crisis de la otra.
Al mismo tiempo, la nueva situación internacional imponía un realineamiento entre
las principales potencias capitalistas. El vacío dejado por la desintegración del bloque
oriental, uno de los sustentadores del orden geopolítico de posguerra, precipitó las
tendencias a los choques, a la confrontación económico-comercial entre EEUU, Europa
Occidental y Japón. Estos enfrentamientos ya se venían anticipando desde comienzos de los
años 70 cuando el dólar norteamericano comienza un proceso devaluatorio, modificándose
gran parte de la arquitectura sistémica monetaria con la que se había funcionado tras la
segunda guerra mundial.
La expresión real
La globalización está expresando, pues, diversas cosas. Pero en todos los casos
estamos en presencia de una expresión ideológica (pro-mercado), impregnada de una fuerte
textura geográfica.
Así, la reducción dramática de la distancia, llevada hasta el límite, es la llave
maestra que da paso al reino de la perpetua circulación, en el que la fricción del espacio ha
virtualmente desaparecido.
El mercado, entonces, puede mostrar allí en toda su magnitud los efectos benéficos,
equilibrantes, los que surgen del intercambio extendido continuo.
Por supuesto que este dominio omnímodo de la circulación, este circulacionismo,
supedita las constantes referencias geográficas a un inexpresivo acompañamiento de los
acontecimientos, transformando estas representaciones en una insípida y estéril
Globalización vs. Regionalización
11
geografización, que, en verdad y en esencia, es la más acabada muestra de rotunda
negación de la geografía misma.8
La vuelta de la región: ¿el redescubrimiento de la Geografía?
Ortodoxos y heterodoxos, unidos
Pero a poco de andar, en el transitado camino de la globalización han ido
apareciendo algunas manifestaciones generadoras de una súbita perturbación.
El dominio de la circulación continua, de la desaparición de los obstáculos, de la
reducción de las diferenciaciones, se ha visto conmovido por las crecientes e insoslayables
expresiones de supervivencia de condiciones que contradicen -en los hechos- los supuestos
centrales de la globalización.
Así es como a la par de la imposición de las ideas de la globalización fue
consolidándose también la noción de región.
De pronto, entonces, frente a la abstracción mundial por excelencia (globalización),
se constataba la existencia de áreas con un conjunto de características que las dotaban
internamente de cierta homogeneidad; y que esta última las identificaba a su vez como
heterogéneas respecto del resto del espacio mundial. Además, claro está, estas
“heterogeneidades homogéneas”, necesariamente implicaban influencias decisivas, cuando
no representaban abiertamente discontinuidades, en el fenómeno de la circulación.
Con el correr de los años 90, y tras la furia obnubiladora globalizante, se inicia un
movimiento opuesto, el que a su manera también redescubrirá la geografía.
Tempranamente, una inobjetable fuente, conservadora y europea como pocas, The
Economist, dará toda una lección de apología de la geografía y, al mismo tiempo, hará una
denuncia de los límites insalvables de los enfoques circulacionistas en boga. 9
8 “la naturaleza es –para la observación pensante- unidad dentro de la multiplicidad, unión de lo múltiple enforma y mezcla, suma de los sujetos y cosas naturales y de las fuerzas naturales como un todo vivo. Elresultado más importante de la investigación física –realizada con sentido- es, por eso, la siguiente: reconocerla unidad en la multiplicidad, desde lo individual abarcar todo lo que en la última era nos ofrecen losdescubrimientos, aislar las particularidades analíticamente y no ser derrotados por su masa. Teniendo encuenta el destino superior del ser humano comprender el espíritu de la naturaleza que yace escondido bajo elenvoltorio de la apariencia. Por este camino nuestra vocación traspasa la estrecha frontera del mundo de lossentidos y podemos así lograr el dominio, por medio de las ideas, de la materia cruda del punto de vistaempírico, entendiendo a la naturaleza”.(Humboldt: “Cosmos”, Berlín).
Gejo – Liberali
12
Desde una perspectiva tal vez diferente, el economista norteamericano Paul
Krugman también ha hecho una profesión de fe en la geografía, y ha enfatizado la
necesidad de contemplar el marco material del desenvolvimiento de los acontecimientos
económicos, que analizados al margen de esa encarnadura comportan un esfuerzo vano,
fútil, cuando no directamente mistificador, constituyéndose, entonces, en el epifenómeno de
la desembozada ideología vulgar de los adoradores del mercado.10
Lo interesante de este rescate de la geografía es que esta revalorización de la
distancia como fenómeno posicional, y de la región como un hecho referido a la vigencia
de la diferenciadora de los sitios, nos remite, sin embargo, a una situación discutible.
Por ejemplo, resulta patético encontrar a connotados miembros del liberalismo más
acérrimo, haciendo una serie de piruetas verbales para finalmente recurrir al antiquísimo
expediente de la distancia, erigida otra vez como un factor crucial de lo económico. Y todo
esto, luego de haber abogado por la inevitabilidad de la globalización y por la
irrefutabilidad de los incrementos cuanti-cualitativos del arsenal tecnológico, pretendidos
generadores de una nueva historia, para que nos terminen transportando y nos retrotraigan
casi a la Prehistoria, o por lo menos –digamos-, a la Edad Media. 11
9 “Las personas no son máquinas pensantes (absorben al menos tanta información a través de la vista, el olfatoy los sentimientos, como de los símbolos abstractos, y el mundo no es inmaterial: la realidad virtual no es talrealidad. El peso sobre la humanidad del tiempo y del espacio, del terruño y de la historia –en suma, de lageografía-, es mayor que el que probablemente pueda levantar jamás cualquier tecnología terrícola (TheEconomist Newspaper, agosto de 1994).10 De este autor se puede consultar: “De vuelta a la Economía de la Gran Depresión” (1999).11 Por liberalismo acérrimo debe entenderse conservadorismo u ortodoxia. A continuación veremos dosejemplos:“El primer punto que uno debería mencionar es que el incremento del comercio con los socios delMERCOSUR, que por la forma en que se ha gestado se lo califica de ‘desvío’ (en contraposición con‘creación’) de comercio, es un fenómeno que de todos modos se hubiera dado en los años recientes de haberseguido políticas unilaterales. Ello es así porque en un mundo en donde los costos de transporte ycomunicación son todavía altos, la apertura tiene que favorecer necesariamente el comercio con los vecinos,es decir, la integración comercial regional. El hecho de que “la geografía importa” en la determinación delcomercio, tira rápidamente por la borda otras propuestas de integración sea con el NAFTA o con losmarcianos. El punto central es que Brasil no puede ser ignorado en la política comercial de laArgentina”(Fernando Navajas, en Ámbito Financiero, 23/03/00).“No cabe duda de que parte de los problemas más profundos de la Argentina obedecen a la gran distancia quesepara al país de los mercados centrales de Europa y los Estados Unidos. Si la Argentina estuviera ubicada enEuropa Occidental, sus problemas de retraso comercial y tecnológico ya se habrían superado. El problema,por supuesto, es cómo sobreponerse a esa distancia física. En este sentido, los avances en la tecnología de lainformación dan a la Argentina una ventaja especial y de enorme importancia. Ahora que la comunicacióninstantánea es posible, las economías más distantes de los mercados centrales pueden ser muy competitivas enlas áreas de alta tecnología” (Jeffrey Sachs, en Clarín 9/01/00; p. 7).
Globalización vs. Regionalización
13
Pero no sólo para el pensamiento conservador el echar mano del factor geográfico
constituye la vuelta a un arcaísmo conceptual. Aun para los keynesianos o neo-keynesianos,
el redescubrimiento de la geografía comporta una peligrosa encrucijada, ya que también
puede ser el puente de plata para hundirse -hasta encajarse- en el fango de las pesadas
herencias del pasado.
Es así como el fenómeno regional es planteado muchas veces como una
contradicción en el macro contexto de la globalización. Algo así como una especie de
rémora de la historia.
En forma más matizada, algunos otros analistas, cuanto menos, ubican a la
regionalización como una estación intermedia –y, tal vez, una circunstancia no meramente
pasajera- en el predestinado viaje hacia la globalización definitiva.
En este sentido, la región reaparece aquí como un fenómeno del pasado, como un
hecho en gran medida “naturalizado” –es decir, con una fuerte carga del conjunto de
condiciones naturales básicas que distinguen, como punto de partida, a cualquier región- y,
por lo tanto, como una resistencia frente a los procesos actuantes, por caso, el tan
comentado de la globalización, es decir, el de la efectiva destrucción de la distancia física
como elemento engendrador de realidades diferentes.
Redescubriendo a Bujarin
Sin embargo, y muy a su pesar, lo que algunos, sin ambages, reconocen como “la
hora de la regionalización” (Tokatlian, 2000), no significa el retorno a una criatura del
pasado, que representaría una especie de intrusión de la historia en el futuro. Muy por el
contrario, es un fenómeno resultante de fenómenos claramente actuantes en el presente, y
que no implican una contradicción formal de la globalización; mucho menos, desde ya, una
resistencia temporaria al destino manifiesto del fin de las distancias.
Frente a esto, afirmamos que la regionalización es una clara manifestación de la
imposibilidad de la globalización –en los términos en que ésta es planteada-, ya que aquella
responde a la fractura del mercado mundial producto de las pugnas de los monopolios, y de
sus estados apadrinadores, por supuesto.
Gejo – Liberali
14
Es decir, el planteo de la globalización nos remite a la superada discusión de
principios de siglo acerca de la posibilidad de una integración absoluta del mercado
mundial bajo la égida, lógicamente, de un poder político geográficamente situado –lo que
se ha conocido como el “ultraimperialismo”- 12 y a la taxativa denuncia de su imposibilidad
fáctica, contenida en la magistral refutación geográfica de Nikolai Bujarin.13
BIBLIOGRAFÍA
BANCO MUNDIAL: “Globalización, Producción Internacional Integrada y Economía Mundial” Cap. 3, en WorldInvestment Report. 1994.
BUJARIN, Nikolai: “El Imperialismo y la Economía Mundial”, Ediciones Pasado y Presente. Buenos Aires. 1971.EL ECONOMISTA: “La Geografía aun sigue teniendo importancia. Las fuerzas del globalismo están siendo
contrarrestadas por la vecindad”, Buenos Aires, 5/08/94.DOS SANTOS, Theotonio: “La Teoría de la Dependencia y el Sistema Mundial”, en Herramienta Nro 8. Buenos Aires.
Primavera-Verano 1998/99.GIDDENS, Anthony: “La Reconstrucción del Estado”, en diario La Capital, Mar del Plata, 14/05/00.HARVEY, David: “La Geografía del Manifiesto”, en Periferias Nro 5, Buenos Aires, 1998.KRUGMAN, Paul: “De Vuelta a la Economía de la Gran Depresión”. Edit. Norma. Buenos Aires. 1999.MENEM, Carlos: “La Gobernabilidad es el Principal Desafío”, en diario Ámbito Financiero, Buenos Aires, 24/05/00.NAVAJAS, Fernando: “Nada puede reemplazar al MERCOSUR”, en Ámbito Financiero, Buenos Aires, 23/03/00.PARRINI, Carl: “La Era del Ultraimperialismo”, en Periferias Nro 6, Buenos Aires, 1999.SACHS, Jeffrey: “Argentina: la gran ilusión”, en diario Clarín, Buenos Aires, 9/01/00.TOKATLIAN, Juan Gabriel: “La Hora de la Regionalización”, en diario La Nación, Buenos Aires, 18/12/99.von HUMBOLDT, Alexander: “Cosmos”. Berlín.
Anexo
Después de un cierto período donde la descripción social abjuró de la
correspondiente contextualización material última, es decir, la necesaria geografización de
los hechos sociales, estamos asistiendo a una fabulosa ofensiva de una supuesta innovación
cognoscitiva-interpretativa implicada en una abusiva utilización de la fraseología
geográfica. La globalización es, en este sentido, una especie de megacontexto, un gran
telón de fondo, imprescindible para la comprensión de cualquier suceso, que a través de
aquélla encuentra, así, un nuevo significado.
La globalización, sin embargo, supone un impulso declarado hacia la máxima
reducción posible de las distancias imponiéndose con esto una tendencia irrefrenable a la
disolución de las diferencias, fruto ineluctable de la presencia tangible de aquéllas. En otras
12 La versión clásica del “ultraimperialismo” corresponde a Karl Kautsky, a comienzos de siglo. Pero se hanobservado continuas recreaciones de este enfoque. Puede consultarse, por ejemplo, a Carl Parrini, 1999.13 Nos referimos a su conocida obra “El Imperialismo y la Economía Mundial”, 1971.
Globalización vs. Regionalización
15
palabras, la globalización como fenómeno implica, tal vez, la suposición de la máxima
abstracción posible, alejándose al infinito el plano concreto, objetivo, de construcción de la
realidad.
Así, de la pretendida geografización se cae en lo opuesto, la negación de la
geografía, entendida ésta como la instancia concreta del desenvolvimiento de la realidad.
Particularmente interesante, dentro del imperio de la uniformidad, que no sería otra
cosa que la consecuencia de la globalización, es el fenómeno de regionalización. Este
hecho, que parece presidir la evolución de las últimas décadas, representado usualmente en
la tendencia a la conformación de los grandes mercados comunes, implica, a priori, una
relativización de la preeminencia absoluta de aquélla. Pero, aún más que eso, el fenómeno
regional, o la vuelta con firmeza al mismo, es un ariete excepcional para la crítica visceral
de las representaciones ideológicas que conforman al nuevo paradigma dominante del
análisis de la realidad, la globalización.
Número 3 – Año 2017 – Versión digital
https://boletingeoecon.wordpress.com
16
Algunos marcos conceptuales para aplicar en Geografía Económica
Ana María Liberali*
Resumen
El presente artículo tiene como objetivo la enunciación de marcos conceptuales
destinados a su aplicación tanto en la enseñanza como en las investigaciones referentes a la
Geografía Económica.
Existe a nivel mundial y, desde ya en la Argentina, una tendencia a considerar que esta
disciplina sólo puede ser desarrollada a partir de meras estadísticas que, si bien son
imprescindibles en una primera etapa de todo conocimiento científico, no deben carecer de un
marco conceptual que les dé sentido.
Y si bien en este caso no se hace un desarrollo analítico de tales conceptos, se ponen
sobre el tablero formas no convencionales de interpretar la realidad que tienen en común la
adscripción a la teoría marxista.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA – MARCOS CONCEPTUALES - MARXISMO
Abstract
The present paper has as objective the enunciation of conceptual frameworks destined to its
application both in the teaching as in the investigations referring to the Economic Geography.
* Universidad Nacional de Mar del Plata. Co-directora del Grupo de Estudios RegionalesDeán Funes 3360 – Mar del Plata – [email protected]
Algunos marcos conceptuales para aplicar en geografía económica
17
There is a tendency at world level and, from Argentina, to consider that this discipline can
only be developed from mere statistics that, although they are essential in an early stage of all
scientific knowledge, should not lack a conceptual framework that makes sense.
And although in this case an analytical development of such concepts is not done,
unconventional forms of interpreting the reality that have in common the ascription to Marxist
theory are put on the board.
ECONOMIC GEOGRAPHY - CONCEPTUAL FRAMEWORKS - MARXISM
Introducción
El presente artículo tiene como objetivo la enunciación de marcos conceptuales
destinados a su aplicación tanto en la enseñanza como en las investigaciones referentes a la
Geografía Económica.
Existe a nivel mundial y, desde ya en la Argentina, una tendencia a considerar que esta
disciplina sólo puede ser desarrollada a partir de meras estadísticas que, si bien son
imprescindibles en una primera etapa de todo conocimiento científico, no deben carecer de un
marco conceptual que les dé sentido.
Y si bien en este caso no se hace un desarrollo analítico de tales conceptos, se ponen
sobre el tablero formas no convencionales de interpretar la realidad que tienen en común la
adscripción a la teoría marxista.
Los temas a considerar serán el proceso social de producción según Carlos Marx, la
formación social y la formación espacial según Horacio Sormani, las relaciones centro-
periferia según la CEPAL, los modos de producción según Marx y Ernest Laclau, y la
supuesta dicotomía urbano-rural según Henrie Lefebvre.
1. El proceso social de producción
“El entorno material que rodea (al hombre) no es algo directamente dado desde toda
una eternidad y constantemente igual a sí mismo sino el producto de la industria y del estado
social, en el sentido de que es un producto histórico, el resultado de la actividad de toda una
Liberali
18
serie de generaciones, cada una de las cuales se encarama sobre los hombros de la anterior,
sigue desarrollando su industria y su intercambio y modifica su organización social con
arreglo a las nuevas necesidades” (Marx, La Ideología Alemana, 1959).
Parecería que la contaminación fuera un fenómeno que el “hombre” como ser biótico,
uno más del ecosistema global, generara sobre la naturaleza prístina sólo por maldad
intrínseca, como fiel descendiente de Caín. Se despoja así al “hombre” de la sociedad, aquel
contexto en el cual le toca vivir y que lo modifica y condiciona a su antojo, por más que
intente, a veces, evadirse. Sin embargo, el lugar social que se ocupará no está desligado del
económico, y por ende, tampoco del “ambiente natural” del cual se podrá disponer. Es así
como los aspectos socio-económicos son en sí mismos inseparables de los físico-ecológicos.
Cada sociedad tiene una organización interna que permite lograr a algunos de sus
miembros, los objetivos más trascendentes e imprescindibles, los de la subsistencia; mientras
que a otros, les otorga beneficios materiales muy superiores, como hiperconsumo de bienes
suntuarios. Así es como una sociedad, a partir del desarrollo de determinado modo de
producción, hace uso y abuso de los elementos provenientes de la naturaleza que tiene a su
alcance. Por lo tanto, la contaminación de la naturaleza o del medio, del ambiente, del hábitat
o como se lo prefiera denominar, dependerá de las necesidades de lograr beneficios
económicos inmediatos a menores costos, por parte de quienes hegemonizan los medios de
producción.
Si bien podría llegarse a la conclusión, de que por estar presentes en la corteza
terrestre, todos contaminamos, los beneficios, las responsabilidades y los costos, serán
diferentes, tanto como las desigualdades socio-económicas. Habrá entonces quienes
concentrarán los beneficios y otros que sólo pagarán los costos.
Las manifestaciones geográficas no son más que un espejo de las socio-económicas,
cumpliéndose la misma lógica territorial con absoluta prolijidad.
2. La formación social y la formación espacial
(…) “en el presente estadio del desarrollo capitalista, la influencia de sus
determinaciones sobre las formaciones sociales periféricas no sólo se expresa en particulares
relaciones económicas, sociales o políticas, sino que trae aparejada una exacerbación del
Algunos marcos conceptuales para aplicar en geografía económica
19
carácter desigual y combinado que se manifiesta en formas de organización del espacio muy
peculiares que difieren frecuentemente de los modelos tradicionales” (Sormani, 2009).
Horacio Sormani hace mención a tres formaciones: social, espacial
y regional. El concepto de formación está haciendo referencia al sentido histórico, dinámico,
cambiante, tanto del espacio como de la sociedad y, por ende, de la región.
FORMACIÓN SOCIAL
FORMACIÓN ESPACIAL
FORMACIÓN REGIONAL
Define a la formación social, como la totalidad que expresa la forma en que, en cada
momento histórico, la sociedad humana ha logrado transformar la naturaleza.
En la organización del espacio se ven reflejadas las relaciones de clase de la sociedad
instalada en un determinado territorio, sea en el arreglo de los mismos objetos espaciales
(catedrales, hospitales, cárceles, fábricas, viviendas, etc.) o en el conjunto de los mismos,
desde las áreas residenciales urbanas hasta los usos del espacio agrícola, las redes de
transporte y la estructura misma del espacio nacional.
ESPACIO SOCIAL: relaciones H_H
“(…) el modo como los hombres producen sus medios de vida depende, ante todo, de
la naturaleza misma de los medios de vida con que se encuentran y que se trata de
reproducir”
(…) Es “un determinado modo de vida de los mismos. Tal y como los individuos
manifiestan su vida, así son. Lo que coincide, por consiguiente, con su producción, tanto con
lo que producen como con el modo como producen. Lo que los individuos son, depende, por
tanto, de las condiciones materiales de su producción” (Marx, K.; La Ideología Alemana,
1959).
PRIMERA NATURALEZA
SER HUMANO + NATURALEZA= MATERIA SOCIAL APROPIADA
SER HUMANO + HOMBRES
Liberali
20
Los factores naturales no llegan a ser esenciales en tanto elementos constituyentes del
mundo social, a menos que el hombre los incorpore al ámbito de su práctica productiva.
Los mares o tierras bajas que representaban obstáculos para la práctica humana,
actualmente son vías de comunicación y tierras de apropiación agropecuaria, industrial o
residencial.
El ESPACIO SOCIAL es también “UNA SEGUNDA NATURALEZA”
Las condiciones naturales operan del mismo modo
que las capacidades fisiológicas.
DIVISIÓN SOCIAL TERRITORIAL DEL TRABAJO
PROCESO DE SEDENTARIZACIÓN HUMANA
Está condicionado por el medio natural
ASENTAMIENTO HUMANO
Producto del proceso de sedentarización
Se vincula con su actividad productiva
Es el resultado de la división social territorial del trabajo
Unidad dialéctica de relaciones humanas y naturales
Por lo tanto, el ASENTAMIENTO HUMANO está determinado por la
CONJUNCIÓN DE UN SITIO, que es elegido por su aptitud para establecer una residencia
permanente, con aquel otro sitio que brinda las mejores condiciones para el desarrollo de una
actividad productiva.
ASENTAMIENTO HUMANO _ DISTANCIA DIARIA _ LUGAR DE
TRABAJO
El ASENTAMIENTO HUMANO está determinado por la producción material. Y por
ser un HECHO SOCIAL implica ser HISTÓRICO, es decir, dinámico, cambiante.
Algunos marcos conceptuales para aplicar en geografía económica
21
La DIVISIÓN DEL TRABAJO
implica
DIFERENCIACIÓN ESPACIAL DEL PROCESO PRODUCTIVO
que implica
ASIGNACIÓN DE ROLES A LAS ÁREAS Y REGIONES
que implica
PROCESO DE SEDENTARIZACIÓN HUMANA
que implica
FORMACIÓN DE ASENTAMIENTOS
La FORMACIÓN ESPACIAL es el patrón que en cada etapa histórica asume la
organización territorial de los asentamientos.
La estructura general de los asentamientos puede ser DISPERSA o
CONCENTRADA.
Y la estructura interna responderá a los diferentes modos de producción:
-fábrica/taller: síntesis del conjunto de relaciones propias del modo de producción
capitalista;
- “chacra”/explotación agrícola: síntesis de los rasgos comunes a la explotación
mercantil simple;
- “estancia”/explotación ganadera: unidad productiva típica del capitalismo agrario.
Los USOS DEL ESPACIO se modifican históricamente por CAMBIOS DE
PRODUCCIÓN o CAMBIOS TECNOLÓGICOS.
El contacto entre sí de los DIVERSOS ASENTAMIENTOS implica el SOPORTE
para el cambio, la circulación de mercancías, y otras formas de comunicación social.
Liberali
22
MOMENTOS ESTRUCTURALES MODIFICADOS HISTÓRICAMENTE
DOMINIO TERRITORIAL:
Es el territorio ocupado efectivamente por una FORMACIÓN SOCIAL que ha
establecido su asiento; y organizado su vida colectiva y defensa.
FORMACIÓN ESPACIAL:
Es el patrón de usos del espacio.
FORMACIÓN SOCIAL + FORMACIÓN ESPACIAL =
=UNIDAD DIALÉCTICA=
=MUDABLE Y CONTRADICTORIA
FORMACIÓN ESPACIAL:
- contradicción entre su carácter natural e histórico: ambos planos de la realidad
que deben captarse en forma conjunta.
AL CAMBIAR LA FORMACIÓN SOCIAL como consecuencia de la práctica
revolucionaria de las masas, la FORMACIÓN ESPACIAL asociada se torna obsoleta pero
algunos elementos no desaparecen totalmente, sino que aun degradados, se reintegran con
otros roles.
REGIÓN: es el conjunto relativamente homogéneo de relaciones sociales de
producción, localizado, asociado a un tipo específico de producción, sea éste agrario,
industrial, forestal o minero que se cumple acorde con un dado patrón de división social
territorial del trabajo más elementos superestructurales.
La REGIÓN es el PRODUCTO
DE LA DIVISIÓN SOCIAL TERRITORIAL DEL TRABAJO
La FORMACIÓN ESPACIAL
es la totalidad que expresa las relaciones entre la sociedad humana y el espacio
La NATURALEZA HISTÓRICAMENTE MODIFICADA
es el medio natural de su práctica productiva
que se organiza con ciertas normas históricamente mudables
Algunos marcos conceptuales para aplicar en geografía económica
23
RELACIÓN HOMBRE-NATURALEZA
RELACIÓN ENTRE HOMBRES
La NATURALEZA O AMBIENTE NATURAL es el presupuesto de toda actividad
humana, objeto de la producción material mediada y transformada por la actividad social, por
lo tanto, mudable en el presente y en el futuro.
El ENTORNO MATERIAL (NATURALEZA) NO ES CONSTANTEMENTE IGUAL,
sino el RESULTADO DE LA ACTIVIDAD DE TODA UNA SERIE DE GENERACIONES
El MODO DE ORGANIZACIÓN DEL ESPACIO denota CARÁCTER HISTÓRICO
que asume la NATURALEZA MEDIATIZADA por la SOCIEDAD
El ESPACIO es el producto material organizado en función de una actividad estructurada a
partir de un conjunto de relaciones sociales dentro de las cuales se inserta, adquiriendo UNA
FORMA, UNA FUNCIÓN, UNA SIGNIFICACIÓN SOCIAL.
La NATURALEZA SOCIAL tiene distinto carácter en cada etapa histórica. Las fuerzas
productivas de la sociedad (incluidas las naturales), se desarrollan a distinto ritmo (lucha de
clases).
La organización del ESPACIO URBANO O RURAL expresa el carácter de la
FORMACIÓN SOCIAL HISTÓRICA asentada en un determinado TERRITORIO, que va
asignando ROLES a los ASENTAMIENTOS y REGIONES en términos de un ESQUEMA
DE DIVISIÓN SOCIAL TERRITORIAL DEL TRABAJO.
CARÁCTER DUAL DE LA PRODUCCIÓN MATERIAL
LA ESPECIALIZACIÓN DEL PROCESO PRODUCTIVO
genera CONTRADICCIÓN DE INTERESES
Liberali
24
Las CONDICIONES NATURALES constituyen el soporte físico de una compleja estructura
convertida no solo en VALOR DE USO sino también en un VALOR DE CAMBIO
(mercancía).
La FORMACIÓN ESPACIAL es el patrón de organización territorial, apropiado al proceso
productivo.
SATISFACCIÓN DE LAS NECESIDADES
PRODUCCIÓN (Y DISTRIBUCIÓN)
Y CAMBIO
Son ARTICULACIONES de una TOTALIDAD
MODO DE PRODUCCIÓN DOMINANTE
SEGUNDA NATURALEZA: - nueva dimensión como soporte y como escenario.
ESTRUCTURA ECONÓMICA: - fundamento y razón de ser de la sociedad.
SUPERESTRUCTURA: -relaciones de dominación, jurídicas, políticas, etc. que también
toma al ESPACIO como escenario de estas actividades= consolidación de un dominio
territorial cuyos recursos utiliza en su provecho y defiende (diplomacia y guerras), y
mantener su usufructo o pretendiendo la anexión de otros territorios y grupos sociales a
fin de promover la expansión de sus fuerzas productivas.
CAMBIOS EN LAS ASIGNACIONES DE ROLES REGIONALES obligan a
MODIFICAR o READAPTAR las ESTRUCTURAS PREEXISTENTES.
La MODELACIÓN DEL ESPACIO permite identificar FORMAS DE DOMINACIÓN
o EXPLOTACIÓN (COLONIALISMO INTERNO).
ESPACIO:
Condición originaria
Naturaleza transformada
Lugar de paso de los flujos
Subordinación no siempre lograda: naturaleza adaptada a prácticas humanas ajenas a
ese espacio (SUPERESTRUCTURAL)
Las FORMAS que asume la
ORGANIZACIÓN ESPACIAL DE LA SOCIEDAD deben ligarse al MODO DE
PRODUCCIÓN DOMINANTE dentro de una dada FORMACIÓN SOCIAL.
Algunos marcos conceptuales para aplicar en geografía económica
25
SISTEMA REGIONAL
ESTRUCTURA INTERNA DE LAS DIFERENTES REGIONES
CADA ETAPA HISTÓRICA
TERRITORIO OCUPADO EFECTIVAMENTE POR UNA FORMACIÓN SOCIAL
FORMACIÓN ESPACIAL (patrón de usos del espacio)
DOMINIO TERRITORIAL (puede o no coincidir con el espacio nacional)
FORMACIÓN: - designa algún tipo de desarrollo, y proceso, y también el resultado o
producto de ese proceso en la medida que constituye el resultado de acumulaciones del
pasado.
FORMACIÓN ESPACIAL: CONTINENTE de un CONTENIDO, de una SUSTANCIA=
LA SOCIEDAD HUMANA que DETERMINÓ su ESTRUCTURA.
Liberali
26
FORMACIÓN ESPACIAL: se puede observar en mapas.
“En el presente estadio de desarrollo del capitalismo, la influencia de sus
determinaciones sobre la configuración de las formaciones sociales históricas semi-
coloniales, neocoloniales o dependientes no se limita a las relaciones económico-sociales y
político-ideológicas, sino que trae aparejada una exacerbación de su carácter desigual y
combinado que se expresa en formas de organización del espacio muy particulares, que
difieren de los modelos tradicionales. Este tipo de desarrollo se extiende y ahonda,
generalizándose, no sólo entre los países en los sectores productivos, entre la agricultura y la
industria; entre los diferentes asentamientos humanos y entre las regiones, y en el seno de las
clases sociales, limitando desde el interior de las formaciones sociales históricas las
posibilidades de su crecimiento dentro del marco impuesto por el modo de producción
capitalista.
Las disparidades naturales fueron las determinantes del intercambio primitivo y
tuvieron la virtud de ampliar los límites del medio ambiente humano al favorecer,
consiguientemente, el aumento de sus necesidades y su nivel de satisfacción. Pero la
posibilidad del intercambio, cuando éste implica un desplazamiento de personas y de
artículos por la superficie terrestre, también está condicionado por las condiciones naturales
que aparecen entorpeciendo o facilitando tales movimientos, pero exigiendo siempre la
utilización de diferentes dosis de energía humana y de medios materiales para llevarlos a
cabo. El grado de adelanto de las fuerzas productivas determinará, finalmente, si un
accidente geográfico o el simple desplazamiento por el territorio es o no viable y en qué
condiciones. Actualmente es dable reconocer que la moderna tecnología ha transformado
ciertos obstáculos naturales en vías; al facilitar los desplazamientos ha ido reduciendo la
importancia de las diferenciaciones naturales como determinantes de la división del trabajo.
Si la división del trabajo dentro de la sociedad tiende a asignar a diversos organismos
o grupos roles precisos dentro del proceso productivo, lo mismo ocurre en el plano territorial
con las diversas áreas y regiones y, del mismo modo, la producción material se va
diferenciando espacialmente. Así, la división social territorial del trabajo constituye una
forma específica, un momento de la división del trabajo dentro de la sociedad humana en su
conjunto, acarreando no solo una especialización del proceso productivo sino una
contradicción de intereses y un antagonismo entre los diversos grupos y clases sociales y
entre las diferentes áreas y regiones.
Algunos marcos conceptuales para aplicar en geografía económica
27
Las “condiciones apropiadas” del medio natural son la base de sustentación para el
proceso de sedentarización del hombre. Pero esas “condiciones apropiadas” estarán dadas,
tanto por los caracteres cualitativos y cuantitativos de los recursos naturales existentes en un
sitio dado como por el grado de desarrollo de las fuerzas productivas que permitan
aprovecharlos. Es decir, que serán las condiciones naturales originarias junto con las
condiciones sociales históricamente logradas y apropiadas, las que permitieran a la
comunidad asentarse, adaptando o recreando el territorio a las nuevas necesidades.
Las condiciones naturales que en un momento impusieron una determinación casi
absoluta para la elección de un asentamiento, se convierten con el tiempo en el mero soporte
físico de una compleja estructura producida por el hombre y convertida no solo en un valor
de uso sino también en un valor de cambio, en una mercancía.
El patrón que, en cada etapa asume la organización territorial de esos asentamientos
constituye uno de los elementos de la FORMACIÓN ESPACIAL.
Con la división social territorial del trabajo aparece la circulación y el cambio en el
espacio.
Los usos del espacio se modifican históricamente aun cuando no sea siempre fácil
reconocer esos cambios, ya que pueden poseer un carácter cualitativo, en función del grado
de adaptación y de modelado del espacio que el hombre haya logrado en cada momento de su
desarrollo, y del tipo de relaciones sociales imperantes que permitieron apropiarse de nuevas
fuerzas productivas, utilizándolas en su provecho. Con la diferenciación espacial de la
producción, hay espacios que se asignan a las relaciones de cambio y circulación: puertos,
carreteras, etc.” (Sormani, H., op. cit.).
2.1. Los Momentos Superestructurales
La actividad económica enderezada a la producción de medios materiales constituye la
base que da coherencia y significado al edificio social y la que representa el mayor nexo entre
el hombre y la naturaleza.
La producción une:
- CONDICIONES GEOGRÁFICAS
- POTENCIAL NATURAL
- ACUMULACIONES CULTURALES DEL PASADO
- TERRITORIO
Liberali
28
Pero sobre la estructura económica de la sociedad, que es su fundamento y razón de
ser se eleva un edificio jurídico y político: la SUPERESTRUCTURA DE LA SOCIEDAD.
Ésta tiene que ver con la génesis de las formaciones sociales y la correspondiente
apropiación de una porción de la superficie terrestre y la consolidación de un dominio
territorial cuyos recursos utiliza en su provecho por todos los medios posibles (la diplomacia,
la guerra).
FORMACIÓN SOCIAL
FORMACIÓN ESPACIAL
UNIDAD DIALÉCTICA por lo tanto mudable y contradictoria,
que expresa las condiciones de desarrollo del proceso de humanización
de la naturaleza.
PERIFERIA CAPITALISTA
Desarrollo desigual y combinado
ENTRE PAÍSES
AL INTERIOR DE CADA PAÍS
DENTRO DE LOS SECTORES PRODUCTIVOS
ENTRE LA AGRICULTURA Y LA INDUSTRIA
ENTRE LOS DIFERENTES ASENTAMIENTOS HUMANOS
ENTRE LAS REGIONES
ENTRE LA CIUDAD Y EL CAMPO
EN EL SENO DE LAS CLASES SOCIALES
3. Las relaciones centro-periferia
Si bien durante más de medio siglo, la CEPAL ha sido la principal fuente mundial de
información y análisis sobre la realidad económica y social de América Latina y el Caribe, y a
través de los diferentes decenios pueden marcarse cuatro rasgos, como el enfoque histórico-
estructuralista, la inserción internacional, el análisis de los condicionantes estructurales
internos (del crecimiento y del progreso técnico, y de las relaciones entre éstos, el empleo y la
Algunos marcos conceptuales para aplicar en geografía económica
29
distribución del ingreso), y el análisis de las necesidades y posibilidades de acción estatal, la
riqueza del método cepalino reside en haberse basado en la oposición entre “centro” y
“periferia”. A partir de la abstracción teórica generada por Prebisch, el método sirvió para
afirmar que la inserción de América Latina en la economía mundial era a nivel de periferia,
produciendo bienes y servicios con una demanda internacional poco dinámica, y a la vez
importadora de bienes y servicios con una demanda interna en rápida expansión y asimiladora
de patrones de consumo y tecnologías adecuadas para el centro, pero inadecuadas para la
disponibilidad de recursos y los niveles de ingreso de la periferia; además del modo singular
de industrialización, con sus consecuentes diferencias en la forma de introducir el progreso
técnico y crecer, así como la absorción de la fuerza de trabajo y la distribución del ingreso.
A modo de ejemplo de lo que se ha enunciado precedentemente, podríamos considerar
la existencia de periferias de periferias. Un caso paradigmático es el del área algodonera del
Chaco que constituye una periferia dentro del mapa provincial, siendo a la vez el Nordeste en
su conjunto, una periferia de la región pampeana, que a la vez pertenece a un país
latinoamericano periférico a nivel mundial.
4. Los modos de producción
Modo de producción es, según la teoría marxista, el conjunto de las fuerzas
productivas y las relaciones que las personas de una determinada sociedad establecen entre sí
para producir los bienes necesarios para su desarrollo. El término fue utilizado por primera
vez en el folleto inédito La ideología Alemana de Karl Marx y Friedrich Engels.
Este modo de producción no debe considerarse solamente en el sentido de la
reproducción de la existencia física de los individuos. Es más bien, un determinado modo de
la actividad de estos individuos, un determinado modo de manifestar su vida, un determinado
modo de vida… Los individuos son tal y como manifiestan su vida. Lo que son coincide, por
consiguiente, con su producción, tanto con lo que producen como con el modo de cómo
producen. Lo que los individuos son depende, por tanto, de las condiciones materiales de su
producción. Esta producción sólo aparece al multiplicarse la población, y presupone, a su vez,
un trato entre los individuos. La forma de este intercambio se halla condicionada, a su vez,
por la producción (Karl Marx y Friedrich Engels, La ideología alemana, 1845).
Liberali
30
Las relaciones de producción que las personas establecen entre sí se expresan,
jurídicamente, en determinadas relaciones de propiedad de los medios de producción.
4.1. Los distintos modos de producción en la teoría marxista
Marx ha propuesto, a modo de esquema, la siguiente sucesión de modos de producción
a través de la historia:
4.1.1. Comunismo primitivo
Por comunismo primitivo, comunidad primitiva, o modo de producción primitivo, se
entiende, en la teoría marxista, una etapa del desarrollo de las formaciones económico-
sociales, de los medios de producción (la tierra y las herramientas rudimentarias) y la
distribución igualitaria de los productos. Es el primero de los modos de producción que Marx
definió como estadios de la evolución de la historia económica.
En el comunismo primitivo los seres humanos estaban organizados en grupos
dedicados a la caza, la pesca y recolección. La actividad productiva humana se basaba en la
cooperación simple. Para Marx, este tipo de asociación cooperativa era una necesidad
inexorable debido al desamparo en que se encontraba el individuo aislado en la naturaleza.
Como consecuencia de su modo de vida, el humano primitivo no concebía la posibilidad de la
propiedad privada de la tierra y de los demás medios de producción; solo algunos
instrumentos y bienes le pertenecían en propiedad personal.
El desarrollo primitivo de las fuerzas productivas no creaba excedente alguno después
de cubrir las necesidades más perentorias, por lo tanto, era imposible la acumulación de
bienes. Como el desarrollo de las fuerzas productivas era insuficiente para que el trabajo
excedentario de unas personas liberara a otras de la necesidad de trabajar, también era
imposible la explotación. Al ser una sociedad basada en el autoconsumo, todas sus relaciones
sociales eran comunitarias, y al no ser una sociedad dividida en clases sociales no era
necesario ninguna clase de Estado para su regulación. Este modo de producción fue
sustituido, dependiendo del lugar o de la época, bien por el modo de producción esclavista o
bien por el modo de producción feudal, ya fuera por desarrollo propio o como resultado de la
conquista. La división del trabajo se hacía de acuerdo a la edad y al sexo, lo cual significa que
los niños y las mujeres realizaban trabajos que su estado físico les permitiera.
Esta forma de vida corresponde al periodo que los prehistoriadores han denominado
Paleolítico, y no fue sino con el desarrollo de la agricultura y la ganadería, realizado durante
Algunos marcos conceptuales para aplicar en geografía económica
31
el Neolítico que permitió una primera especialización y división social del trabajo. Este es el
caso de los pueblos originarios antes de la opresión ejercida por el hombre blanco.
4.1.2. Modo de producción esclavista
El modo de producción esclavista es propio de un nivel de desarrollo de las fuerzas
productivas netamente preindustrial. El capital es escaso, no habiendo incentivos para la
inversión aunque se amasen inmensas fortunas (se acumulan objetos de lujo, propiedades
inmuebles y esclavos, no interesando los bienes de producción como maquinaria). Tierra y
trabajo son las fuerzas productivas fundamentales.
En el modo de producción esclavista, la fuerza de trabajo está sometida a esclavitud,
es decir: no es propiedad de los trabajadores que por tanto no tienen que ser retribuidos (los
proletarios del modo de producción capitalista poseen al menos su fuerza de trabajo y han de
ser retribuidos con el salario). La reproducción de la fuerza de trabajo queda así como
responsabilidad del propietario del esclavo, que por su propio interés alimenta e incluso
incentiva a la reproducción biológica.
Las relaciones sociales están basadas en la propiedad y el derecho, que convierten a
unas personas en libres y otras en esclavas. El interés en la mejora de la producción
corresponde únicamente al propietario, pues el esclavo no se beneficia ni se perjudica
directamente por una mejor o peor cosecha.
No hay que confundir modo de producción esclavista con esclavitud, que continuó
existiendo y hoy en día reaparece en algunos lugares del mundo. Por otro lado, hay que dejar
claro que distintos modos de producción pueden coexistir al mismo tiempo combinándose en
una formación económico-social concreta.
4.1.3. Modo de producción asiático
En el concepto de despotismo oriental Marx establece que la comunidad misma
representa la primera gran fuerza productiva. Las condiciones objetivas impusieron la unidad
de las comunidades para empresas comunes como las canalizaciones de agua, las vías de
comunicación e intercambio o la guerra para asegurar un territorio para la subsistencia. Esta
unidad en la medida en que se perpetró y se hizo indispensable, apareció distinta y por encima
de las muchas comunidades, convirtiéndose como tal en el verdadero propietario de todo. La
unidad suprema terminó encarnada en el déspota (Faraón, Emperador, Zar, Inca, Rey,
tlatoani), gran padre de numerosas comunidades, al que se liga de una u otra manera con la
Liberali
32
divinidad. De esta manera la unidad suprema sistematiza la apropiación del plusproducto, que
toma la forma de tributo o de trabajos colectivos para el déspota y la élite.
4.1.4. Modo de producción feudal
Se trata de un modo de producción característico de la Europa medieval, en que la
actividad central era la agropecuaria con nuevas técnicas y con una relación de servidumbre
hacia los Señores Feudales, quienes eran dueños de las tierras.
Los siervos conceden al Señor trabajo gratuito, retribuciones en especie, que él
muchas veces elige, oro o plata. Esto provoca una mayor acuñación de moneda y el fluir del
comercio. Aparecen las primeras grandes fortunas y los Señores hacen ostentación de sus
bienes.
El crecimiento de las tierras labradas es obra en su mayor parte de los campesinos y no
tanto de los Señores. Conforme éstos se habitúan a recibir las retribuciones en moneda o
especie, van abandonando el deseo de acrecentar los latifundios en beneficio de cederlos en
arriendo. El Señor controla muchas veces la venta de materiales y aperos de labranza a sus
campesinos, lo que le garantiza un control importante sobre los siervos. Los campesinos
exigirán, y obtendrán muchas veces, la fijación de una retribución arbitraria al Señor, que
consistirá en una aportación fija y otras variables en función de los resultados de las cosechas
del año.
A partir del siglo X los excedentes facilitan el comercio más allá de las fronteras del
señorío. Las actividades comerciales permiten que surja una incipiente burguesía, los
mercaderes, que en su origen eran campesinos que aprovechaban los tiempos en los que no
era necesario el trabajo de la tierra para comerciar, y que deberán realizar su trabajo pagando
igualmente una parte de sus beneficios en forma de tributos a los Señores. El lujo al que
aspiran los Señores con el incremento de las rentas, favorece la aparición cada vez más
frecuente de artesanos.
4.1.5. Modo de producción capitalista
El modo de producción capitalista es uno de los que Marx definió como estadios de la
evolución de la historia económica caracterizados por un determinado nivel de desarrollo de
las fuerzas productivas y una forma particular de relaciones de producción.
La definición marxista del modo de producción capitalista se centra en el
establecimiento de unas relaciones de producción basadas socialmente en la existencia de
Algunos marcos conceptuales para aplicar en geografía económica
33
proletarios que no poseen medios de producción ya que pertenecen a los capitalistas, con los
que realizan un contrato de trabajo, mediante el cual venden su fuerza de trabajo, que es la
única propiedad que tienen, a cambio de un salario, como única manera de conseguir los
medios necesarios para su subsistencia. Es el capitalista el que organiza la producción, que en
su aspecto técnico está determinada por un nivel de desarrollo económico propio de la época
industrial, en que el capital ha adquirido el predominio sobre la tierra, que era la fuerza
productiva dominante en los modos de producción anteriores (esclavismo y feudalismo).
La clave de la concepción marxista del capitalismo está en los conceptos de alienación
(el hecho de que el proceso y el producto del trabajo devienen ajenos al trabajador); y de
plusvalía, o sea, el valor incorporado por el trabajador asalariado al producto que excede en
valor al que representa el salario (teoría del valor-trabajo). En esa diferencia de valor estriba
para Marx el beneficio del capitalista, puesto que es éste el que realiza el valor de lo
producido mediante la venta en el mercado, que genera un precio que ha de ser superior al
costo de producción si es que la actividad económica ha sido exitosa.
La apariencia libre del contrato entre capitalistas y trabajador (que según la teoría
liberal habría de ser individual y sin interferencias de negociación colectiva de sindicatos o
legislación protectora del Estado) apenas enmascara la presión a la que está sometido éste por
la existencia de un ejército industrial de reserva, que es como Marx denomina a los
desempleados que están dispuestos a sustituirle. No es original de Marx, sino de Ricardo y
otros pensadores liberales, la idea de que el funcionamiento libre del mercado somete a los
salarios a una ley de bronce que impide que asciendan más allá del límite de la subsistencia.
Los proletarios deben de cuidar ellos mismos de la reproducción de la fuerza de trabajo.
La crítica marxista al capitalismo sostiene que este modo de producción contiene
contradicciones inherentes que provocan las crisis cíclicas. Karl Marx, en su obra El Capital,
fundamenta esta opinión aduciendo que cada vez es más difícil para el capitalista valorizar su
capital. Las relaciones de competencia a las que está sujeto el capitalista, obligan a éste a
implementar de manera constante y creciente nueva y mejor maquinaria para incrementar la
productividad del trabajo y, de esta forma, vender sus mercancías a precio más bajo que sus
competidores directos. De este modo, disminuye el componente "trabajo vivo" (la
contratación de trabajadores) dando lugar a lo que Marx denomina "ejercito industrial de
reserva" es decir, una considerable parte de la clase obrera que queda a la espera de un
trabajo. Esta espera forzosa que impone el capitalismo a la clase obrera, hace que este
"ejercito industrial de reserva" se convierta, por un lado, en una importante masa de pobres e
Liberali
34
indigentes, y, por otro lado, en causa de la imposibilidad de que el salario ascienda
rápidamente (debido al excedente de oferta de fuerza de trabajo).
Este es el caso de la agricultura en los países periféricos, donde tanto el ejército
industrial de reserva como la posibilidad de que la fuerza de trabajo sea reemplazada por la
maquinaria, sostienen al salario en valores de mínima subsistencia, por lo cual ingresa en el
proceso todo el grupo familiar. Por otra parte, tanto por agotamiento de los suelos sobre-
explotados como por la variación de los precios en el mercado, hacen que los dueños de los
medios de producción, utilicen agrotóxicos para sostener los márgenes de ganancias.
4.2. Modos de producción según Laclau
Para Ernest Laclau, los modos de producción se definen a partir de cinco preguntas
básicas:
¿Qué se produce?
¿Dónde se produce?
¿Cómo se produce?
¿Quién produce?
¿Para quién se produce?
¿Qué se produce?, estaría refiriéndose al producto central generado, que puede ser
tanto de carácter agropecuario como forestal, pesquero o minero.
¿Dónde se produce?, determinaría el espacio geográfico o territorio.
¿Cómo se produce?, haciendo referencia a cuestiones tecnológicas, que puede ser con
una alta participación de mano de obra con técnicas tradicionales muy rudimentarias, o bien
con tecnología de última generación.
¿Quién produce?, presentándose aquí una doble significación. Por un lado, las
empresas o productores individuales que administran y comercializan, y por otro, los
trabajadores que llevan a cabo la tarea específica en el campo.
¿Para quién se produce?, buscando definir los mercados, que podrían ser tanto de
carácter nacional como internacional.
5. De lo rural a lo urbano
La separación entre el espacio rural y el urbano depende exclusivamente de
delimitaciones arbitrarias, basadas en el tamaño de los municipios o en la participación
Algunos marcos conceptuales para aplicar en geografía económica
35
porcentual de la población en actividades primarias. Sin embargo, podríamos diferenciar esos
espacios, a partir del valor de la tierra cuando se trata de la expansión de un centro urbano.
Pero en cuanto a los hábitos, actitudes, valores y demandas, como en cuanto a las
estructuras y relaciones de producción, no podemos establecer diferencias en la actualidad.
Mientras que la sociedad industrial se definió como un proceso civilizatorio, uno de
cuyos elementos fundamentales fue la urbanización, lo rural nunca se ha definido, quedando
como residuo de lo que aún no es urbano.
Cuando Henri Lefebvre habla de la urbanización del mundo campesino, quiere decir
que lo urbano ya no está únicamente en las ciudades; y ese proceso que se veía como de
colonización cultural, es en realidad la extensión del núcleo civilizatorio –capitalista e
industrial de los siglos XIX y XX a la totalidad del territorio social.
La urbanización es un proceso indisociable de la revolución industrial y el capitalismo,
de forma que únicamente allí donde las formas de intercambio y de relación no sean de tipo
capitalista, podríamos hablar tal vez de cultura rural, es decir preindustrial, y en ese sentido,
pre-capitalista. Pero según Lefebvre, allí donde triunfan el intercambio de mercancías, el
dinero, la economía monetaria y el individualismo, la comunidad se disuelve, es reemplazada
por la exterioridad recíproca de los individuos y el “libre contrato de trabajo”.
En realidad, esta tesis es de Marx, quien en el Manifiesto Comunista afirma que el
capitalismo “ha sometido el campo a la ciudad”. Y no solo por el mero efecto de la
concentración demográfica, sino también por la ruptura de las relaciones sociales y de
producción tradicionales. Por lo tanto, ¿cuál es el sentido de hablar hoy en día de lo rural y lo
urbano como categorías con vida propia?
Por lo tanto, no mantendremos en este trabajo las ficciones epistemológicas de
geografía rural y geografía urbana, como meras nominaciones al tamaño demográfico. La
dicotomía no nos sirve, y si bien pueden existir gradaciones, no es sencillo determinarlas, y
tampoco necesario. Ya el aislamiento informacional casi no existe, tanto por los medios de
comunicación masivos como por las redes de telefonía e internet.
Lefebvre es consciente de que este proceso en absoluto deja fuera a los supuestos
rurales: "¿El campo?: ya no es más -nada más- que 'los alrededores' de la ciudad, su horizonte,
su límite.” ¿Y las gentes de la aldea? Desde su punto de vista ya no trabajan para los señores
terratenientes. Ahora producen para la ciudad, para el mercado urbano. Y si bien saben que
los negociantes de trigo o madera los explotan, no obstante, encuentran en el mercado el
Liberali
36
camino de la libertad. Información, cultura, poder de decisión, son en suma los elementos
claves en el proceso de urbanización.
Sin conclusiones
Por tratarse de un ensayo donde solamente se enuncian diversas teorías, este trabajo
carece de conclusiones. Simplemente se invita a docentes e investigadores a aplicar estos
marcos conceptuales a la enseñanza y a la investigación en Geografía Económica.
BIBLIOGRAFÍA
LACLAU, Ernest (1969) "Modos de producción, sistemas económicos y población excedente.
Aproximación histórica a los casos argentino y chileno", Revista Latinoamericana de Sociología,
Buenos Aires, No 2
LEFEBVRE, Henri (1969), El derecho a la ciudad, Península, Barcelona
----------------------- (1972), La revolución urbana, Alianza, Madrid
----------------------- (1975), De lo rural a lo urbano, Península, Barcelona
MARX, Karl (1973) “El Capital”. Tomo I. Editorial Cartago. Buenos Aires.
---------------- (1959) “La Ideología Alemana”. Pueblos Unidos. Montevideo.
SORMANI. Horacio (1977) “Formación Social y Formación Espacial. Hacia una dialéctica de los
asentamientos humanos” en Estudios Sociales Centroamericanos, Nro 17, San José de Costa
Rica.
--------------------------- (2009) “Teoría de las Formaciones Espaciales: un aporte metodológico”, en
Liberali, A. y Gejo, O. (directores) La Argentina como Geografía. Políticas Macroeconómicas y
Sistema Regional (1990-2005). Universidad Nacional de Mar del Plata/ Centro de Estudios
Alexander von Humboldt/ Unión Geográfica de América Latina/ Red Latinoamericana de
Estudios Geográficos de la UGI. Buenos Aires, Argentina; pp.27-58.
www.cepal.org.ar
Número 3 – Año 2017 – Versión digital
https://boletingeoecon.wordpress.com
37
Reformas borbónicas y crecimiento de la fachada atlántica americana a
fines del siglo XVIII
Aníbal Gejo
La España del siglo XVIII: entre la reforma ¿y la revolución?
En la segunda mitad del siglo XVIII la decadencia del Antiguo Régimen era evidente
ante las nuevas fuerzas económicas y sociales desarrolladas al amparo de la expansión
capitalista, concentradas fundamentalmente en las regiones del norte de Europa,
particularmente en las islas Británicas que tras la revolución industrial se aprestaban a
convertirse en el “taller del mundo”. En el extremo occidental del Viejo Mundo las
monarquías de la península ibérica, pioneras de la expansión atlántica, se hallaban al margen
de estos nuevos desarrollos. En España, el más extenso de los reinos ibéricos, una base
fuertemente rural relativamente atrasada y dominada por las fuerzas tradicionales del Antiguo
Régimen, se muestra impermeable al avance de las nuevas fuerzas económicas y sociales.
Sin embargo, en el transcurso del siglo XVIII la península ibérica se transforma. Su
población crece sostenidamente. El siglo XVIII es un periodo de marcada expansión
demográfica. El avance demográfico y el crecimiento de las ciudades impulsan el desarrollo
agrícola: lentamente se abandonan los métodos de producción tradicionales; se utilizan nuevas
técnicas agrícolas (por ejemplo, la construcción de canales de riego); se producen nuevas
roturaciones (mediante el cercado de las tierras comunales). Impulsada por una naciente
burguesía rural se consolida una agricultura mercantil orientada a la venta de cosechas en los
crecientes mercados urbanos. No obstante, el progreso agrícola se concentra casi
exclusivamente en el norte de la península. En la árida meseta central (Castilla-La Mancha) y
en las extensas llanuras del sur (Extremadura y Andalucía) el latifundio y el atraso siguen
dominando en el campo español; particularmente en el fértil valle del Guadalquivir, frente a la
Gejo A.
38
miseria de los campesinos sin tierra se alzan las enormes fincas pertenecientes a una nobleza
rural y a una Iglesia que continúan aferradas a las costumbres antiguas y a los viejos
privilegios que supone un estilo de vida señorial.
La expansión del comercio es más vigorosa aun. Son también las provincias del norte
de la península (las tierras cantábricas, el País Vasco y fundamentalmente Cataluña) las que
encabezan el desarrollo mercantil. En torno a los prósperos puertos de Barcelona, Mataró,
Santander, Gijón y La Coruña, pequeños astilleros arman flotas comerciales que pasan
rápidamente de la navegación de cabotaje y del comercio mediterráneo al tráfico con
América. Los inmensos capitales acumulados en el tráfico marítimo se invierten en una
incipiente producción industrial; los comerciantes adquieren innovaciones técnicas, importan
maquinarias, acopian materias primas (lana, algodón, lino, etc.), construyen talleres de
manufactura. Hacia fines del siglo XVIII una “pequeña revolución industrial”1florece en
ese norte próspero y mercantil de la península ibérica; particularmente en Cataluña se
multiplican las industrias textiles algodoneras vinculadas a la provisión de los mercados
coloniales. La península ibérica repite los mismos patrones de desarrollo industrial que siguen
en el mismo periodo otras regiones europeas: como sucede en los alrededores de los grandes
puertos coloniales del norte de Europa como Liverpool y Bristol en las islas Británicas, Le
Havre o Burdeos en Francia, son los comerciantes del norte español, enriquecidos en el trafico
de ultramar, los que organizan e impulsan las nuevas fuerzas productivas relacionadas con la
industrialización capitalista.
Las provincias del norte español progresan aceleradamente en el siglo XVIII. El
desarrollo del capitalismo en la península profundiza los desequilibrios regionales: en ese
norte mercantil y crecientemente industrializado se fortalece un regionalismo orgulloso y
receloso del centralismo de Madrid, la capital imperial que situada en la meseta central se
presenta como la emisaria de las empobrecidas provincias del sur; el centralismo de Madrid –
por momentos prepotente- pretende ahogar las aspiraciones autonomistas de las nuevas
fuerzas económicas y sociales que se desenvuelven a lo largo de la costa cantábrica y
fundamentalmente en Cataluña.
En esas provincias del norte español, estrechamente vinculadas al desarrollo mercantil
y marítimo de fines del siglo XVIII, surge y prospera una burguesía urbana -activa y
emprendedora- integrada por hombres de negocios (financistas, comerciantes, armadores,
fabricantes, etc.) y profesionales liberales, principalmente hombres de leyes (la abogacía es
1 Vilar, Pierre: Historia de España, Barcelona, Editorial Critica, 2002.
Reformas borbónicas y crecimiento de la fachada atlántica
39
una de las pocas profesiones urbanas socialmente respetables hacia finales del siglo XVIII).
Estas clases medias ascendentes se muestran receptivas a la influencia del Iluminismo,
sistema de ideas que representa fielmente sus aspiraciones políticas y económicas. La filosofía
racionalista e individualista difundida desde mediados del siglo XVIII por Europa y sus
territorios de ultramar por la gran Enciclopedia de los franceses Denis Diderot y Jean
D’Alembert, coincide con la visión que estas clases medias se han forjado de si mismas: su
ascenso económico y social es interpretado como el triunfo del talento y el esfuerzo individual
sobre el privilegio hereditario propio de una aristocracia decadente. Gerentes de casas
mercantiles, capitanes de la industria, financistas, “hombres nuevos” en una sociedad todavía
dominada por una base a la vez rural y señorial, su ascenso es el de la nueva riqueza mercantil
y manufacturera.
En esas prósperas comunidades mercantiles del norte español florecen las primeras
sociedades ilustradas, que luego se extienden por toda la península difundiendo el espíritu
enciclopedista y la nueva fe en el progreso de la razón. En el País Vasco, la Sociedad
Económica de Amigos del País exalta la ciencia y la técnica. En Cataluña, la Academia de
Ciencias Naturales y Arte de Barcelona se entusiasma con el desarrollo de la industria y el
comercio. En Galicia, la Academia de Agricultura promueve las nuevas técnicas agrícolas.
Un vigoroso movimiento intelectual emerge de los salones ilustrados. En las tertulias se
multiplican los debates sobre temas literarios, filosóficos y económicos... Poco a poco, las
burguesías provincianas se atreven a cuestionar los aspectos más recalcitrantes del Antiguo
Régimen.
Si bien las nuevas ideas penetran profundamente en los ámbitos mercantiles de la
península, el iluminismo español no se afirma como ideología radicalizada o revolucionaria.
En un país dominado por el apego a las viejas costumbres, las minorías ilustradas -abiertas al
espíritu del siglo- no atacan al poder real, pilar fundamental del Antiguo Régimen; al
contrario, creen fervientemente que una autoridad monárquica fortalecida puede convertirse
en la garantía del progreso económico y social. Las moderadas y tímidas aspiraciones de los
hombres de negocios son comprensibles: la legislación acompaña el crecimiento económico
de la España de fines de setecientos. Esa legislación permite la difusión de las nuevas ideas
(mediante la creación de sociedades ilustradas y la renovación de la enseñanza en algunas
universidades como la de Salamanca, donde funciona tempranamente una Academia de
economía política); recorta los poderes eclesiásticos (mediante la expulsión de los jesuitas);
favorece el avance del capitalismo en el campo y la colonización agrícola (mediante el
cercado de tierras comunales, la venta de tierras reales y eclesiásticas); fomenta la
Gejo A.
40
manufactura (mediante la protección aduanera a la producción de indianas en base a algodón
y lino importados); promueve el comercio (mediante la autorización del comercio libre con
América).
¿Cómo se explica esta legislación progresista? ¿Esta dispuesta la corona a dar impulso
a las nuevas fuerzas productivas (económicas y sociales) que se desenvuelven en el norte de la
península? ¿Esta dispuesta a destruir el orden político y social del Antiguo Régimen del cual
ella misma constituye uno de los pilares fundamentales? Es que la misma institución
monárquica sufre profundas transformaciones en el transcurso del agitado siglo XVIII. El
inmenso imperio español –construido al calor de la expansión atlántica- ingresa al nuevo siglo
desgarrado por sucesivas derrotas militares. Los últimos Austrias se muestran incapaces de
defender los enormes dominios ultramarinos del Atlántico y del Pacifico ante la sostenida
presión de las potencias rivales: para 1713, España ha perdido sus dependencias en Europa
(Los Países Bajos católicos, las posesiones italianas, Menorca y Gibraltar…) y cedido parte de
sus territorios ultramarinos en América. Sobre todo en la zona caribeña, el poder español
retrocede: hacia fines del siglo XVII corsarios y marinos británicos, franceses y holandeses se
apoderan de algunas islas de importancia (la isla de Jamaica, la parte occidental de Santo
Domingo...) convirtiéndolas rápidamente en prósperas colonias y en bases de apoyo de un
floreciente contrabando con los dominios españoles. Fundamentalmente es el avance del
naciente poder naval, mercantil y manufacturero británico el que inquieta a la aristocracia
gobernante en España.
Los Borbones, llegados al trono madrileño a comienzos del siglo XVIII tras la Guerra
de Sucesión, advierten la crítica situación; con ellos la corona española intenta un esfuerzo
modernizador para mantener su declinante papel de potencia imperial. Se inicia así en la
península un ciclo de transformaciones “desde arriba” que buscan –en primera instancia-
dotar de mayor eficacia al aparato estatal. La engorrosa maquinaria gubernamental de los
Austrias es férreamente centralizada. Los privilegios regionales desaparecen; los viejos
organismos autónomos son sustituidos por capitanías, intendencias y audiencias controladas
directamente por la corona. La autoridad monárquica se fortalece. Bajo la prolongada
administración de Carlos III de Borbón (1759-1788) las transformaciones se profundizan.
Influenciado por las ideas de la Ilustración, Carlos III mantiene la tradición centralizadora de
sus antecesores combinándola con pequeñas dosis de progresismo modernizante. Durante su
reinado las cortes reciben en sus salones a miembros de la elite ilustrada. Muchos de los
ministros reclutados por el “despotismo ilustrado” provienen de las provincias mercantiles
del norte de la península. En la segunda mitad del siglo XVIII, un puñado de hombres de
Reformas borbónicas y crecimiento de la fachada atlántica
41
estado, provenientes de la nobleza ilustrada y de la burguesía provinciana, como Aranda,
Floridablanca, Campomanes o Jovellanos dan forma a una serie de iniciativas que tratan de
promover el renacimiento (resurgimiento) político y económico de la vieja España imperial.
Las denominadas reformas borbónicas buscan adaptar a España al mundo moderno
mediante un moderado impulso de las nuevas fuerzas económicas y sociales que anidan en el
norte de la península: se promueve el comercio y la industria, se alienta la mejora de la
agricultura, se reducen los privilegios de la poderosa Iglesia católica. Las transformaciones -
sin embargo- no se limitan al ámbito de la península. La corte madrileña muestra un renovado
interés por la explotación de su inmenso imperio ultramarino. Sin duda alguna entre las
urgentes motivaciones de la nueva política colonial sostenida desde mediados del siglo XVIII
por la administración borbónica figura la de frenar el avance de las potencias rivales que
ambicionan las posesiones españolas; pero también figura la no menos urgente de impulsar el
progreso económico de la metrópoli. Con el apoyo del iluminismo español el reformismo
borbónico pretende convertir a las colonias en el motor del desarrollo metropolitano. La
nueva política colonial de Carlos III intenta transformar a las Indias en el gran mercado
consumidor de la producción metropolitana y fundamentalmente en la fuente abastecedora de
materias primas para la metrópoli. Se afirma entonces un “nuevo imperialismo” de carácter
burocrático y mercantil que expresa no sólo las pretensiones del centralismo borbónico sino
también los intereses de los hombres de negocios del norte español que buscan asegurarse
facilidades en los mercados ultramarinos.
Las reformas borbónicas (I): el nuevo imperialismo
Para apuntalar el control metropolitano sobre su vasto imperio ultramarino, Carlos III
emprende un ambicioso plan de reformas administrativas y económicas en los territorios
coloniales ¿Qué implican las reformas? En lo administrativo el centralismo borbónico busca
básicamente un mayor control de la metrópoli sobre los territorios ultramarinos: se crean
nuevas unidades administrativas en el Caribe (Capitanía General de Venezuela) y en el
extremo sur del imperio (Virreinato del Río de la Plata) zonas donde el dominio español se
muestra tambaleante ante el avance de las potencias rivales; se crean nuevas magistraturas –
como las Intendencias- fuertemente dependientes de las autoridades residentes en la
península; se renuevan los funcionarios llegados de la península… Todas estas iniciativas
tratan de lograr un aparato administrativo solidamente controlado por la corona: la creación de
Gejo A.
42
un extenso cuerpo de funcionarios dirigidos desde la metrópoli y formado en su mayoría por
peninsulares busca fortalecer la presencia de la corona en los lejanos territorios de ultramar.
Las pretensiones de la corona generan –sin embargo- no pocos conflictos con algunos
poderes que se encuentran sólidamente asentados en las Indias y que parecen moverse con
excesiva autonomía de la corte madrileña. El más significativo de ellos quizás sea el que la
corona mantiene –desde mediados del siglo XVIII- con la poderosa Compañía de Jesús que
ha desplegado una enorme influencia en América. Asentados principalmente en las zonas
fronterizas del imperio español donde establecen numerosas Misiones o reducciones que
imponen el cristianismo entre la población indígena, los jesuitas extienden su influencia sobre
diversos ámbitos de la vida colonial mediante el control de los centros educativos y las
instituciones de caridad, e incluso, en algunas regiones del Imperio como el Río de la Plata,
muestran interés -no del todo celestial- en la explotación mercantil de la incipiente riqueza
ganadera. En cualquier caso, la Compañía ha crecido demasiado en los territorios de ultramar
y la corona se muestra inquieta ante el despliegue que realizan posibles competidores. Con la
expulsión de la orden decretada en 1767 aproximadamente unos dos mil quinientos monjes
jesuitas deben abandonar los dominios españoles dejando en la sociedad colonial un vacío
político y cultural que rápidamente es ocupado por la corona: decenas de edificios y
propiedades donde funcionaban diversas casas de estudios pertenecientes a los recién
expulsados pasan a ser administrados por un nuevo funcionariado proveniente de la península
y en muchos casos comprometido con las nuevas ideas, que será, en gran medida, el
responsable de la renovación de los centros de enseñanza de Indias hacia fines del siglo
XVIII.
Las reformas se extienden también al ámbito militar: la organización miliciana del
periodo de los Austrias –que descansa casi exclusivamente en reclutamientos de fuerzas
locales- es reemplazada por un ejército profesional, con oficiales formados en las academias
militares de la península. Preocupada por la defensa de sus inmensos dominios ultramarinos,
la corona despliega las nuevas fuerzas militares fundamentalmente en las fronteras del
extenso Imperio español. A lo largo de la fachada atlántica se construyen una serie de
guarniciones y fortificaciones costeras que se extienden desde La Florida hasta el Río de la
Plata: es en este período cuando en la disputada zona caribeña se erigen las soberbias
fortificaciones portuarias de Veracruz, Cartagena, Puerto Cabello, La Guaira y Cumaná.
En cuanto a la marina, son conocidos los esfuerzos de la corona borbónica por
construir una gran flota de guerra que garantizara la defensa de sus lejanos dominios
Reformas borbónicas y crecimiento de la fachada atlántica
43
ultramarinos. La construcción naval recibe un renovado impulso con la creación de
importantes astilleros en La Habana y en Guayaquil donde, hacia fines del siglo XVIII, son
armadas numerosas fragatas que renuevan la envejecida armada española. Por otra parte,
mientras que los viejos centros del poder naval español –situados fundamentalmente en el
Caribe- se fortalecen, en el despoblado sur americano emergen otros más nuevos como
Montevideo, en el Río de la Plata, y Talcahuano, en el Pacífico sur. Interesada -como otros
despotismos ilustrados- en la difusión del progreso técnico entre las fuerzas militares y
especialmente entre la marina, la corona borbónica promueve la fundación de escuelas
náuticas en los puertos de la fachada atlántica para la enseñanza de las modernas técnicas de
navegación y las ciencias matemáticas, etc. Interesada también en el normal abastecimiento
de las fuerzas navales promueve el cultivo del cáñamo, materia prima utilizada para la
elaboración de lienzos y velas para la flota...
Los aprestos defensivos son acompañados por esfuerzos dirigidos a rediseñar y
reorientar la economía de las Indias. Las reformas de 1778 establecen el “comercio libre”
entre la península y las Indias. No se trata obviamente de ningún comercio libre, pues se
mantiene la política del exclusivismo colonial: en el nuevo esquema mercantil proyectado
por el iluminismo español, las colonias siguen obligadas a comerciar con la metrópoli. Sin
embargo, el pacto colonial se reconstruye sobre nuevas bases. Con el Reglamento y
aranceles reales para el comercio libre de España e Indias, numerosos puertos españoles y
americanos son habilitados para el comercio con ultramar. El Reglamento permite entonces
que las provincias del norte español ingresen de manera definitiva al comercio colonial hasta
entonces en manos de los intereses mercantiles del eje portuario Sevilla-Cádiz, en Andalucía:
de los trece puertos penínsulares habilitados para el comercio con América, cinco (Alfaques
de Tortosa, Barcelona, Santander, Gijón y La Coruña) se encuentran en el norte mercantil e
industrial. El principal interés de la nueva política comercial consiste en asegurar los
mercados ultramarinos para la naciente producción industrial que proviene de la península. El
“nuevo imperialismo” de Carlos III expresa –en parte- los intereses de la burguesía
mercantil del norte español que se muestra ávida de nuevos mercados y descubre las
posibilidades de las Indias como mercado consumidor.
Por otra parte, el reformismo borbónico profundiza y complejiza el papel de las Indias
como abastecedora de materias primas para la metrópoli. Hasta mediados del siglo XVIII la
riqueza minera constituye el aporte casi exclusivo que las Indias envían a la metrópoli. A lo
largo de dos siglos y medio el núcleo del Imperio español estuvo concentrado en las zonas
altas mexicanas y andinas, zonas particularmente atractivas no sólo por su abundante riqueza
Gejo A.
44
minera sino también por la presencia de poblaciones indígenas de agricultores sedentarios
utilizados como mano de obra forzosa en la economía minera de exportación. En el siglo
XVIII esta implantación territorial es parcialmente corregida con el mayor protagonismo que
adquieren zonas hasta entonces marginales y despobladas del Imperio español,
particularmente las Antillas, el litoral venezolano y las pampas rioplatenses. Es la entera
fachada atlántica la que prospera con la nueva situación caracterizada no solo por el renovado
interés metropolitano en la explotación económica del Imperio, sino también por la mayor
presencia de las potencias rivales en el tráfico marítimo.
La legislación borbónica acompaña el ascenso económico de la fachada atlántica. La
nueva política comercial habilita numerosos puertos americanos para el comercio con
ultramar. Los intercambios con la península crecen en forma notable… La conexión más
estrecha con los mercados internacionales favorece el surgimiento de núcleos de economía
exportadora al margen de la minería. A través de una veintena de puertos de la costa atlántica
y caribeña un reducido número de materias primas de origen agropecuario encuentran ahora
desemboque en la metrópoli: es el caso del tabaco –y posteriormente el azúcar- antillano, el
cacao venezolano y los cueros rioplatenses. Si bien la minería sigue dominando las
exportaciones hispanoamericanas, el avance vertiginoso de los rubros menos tradicionales
refleja la expansión que viven las regiones de la periferia del Imperio español.
Las reformas borbónicas (II): la expansión de la fachada atlántica
Los reajustes imperiales de la segunda mitad del siglo XVIII acompañan el ascenso
económico y demográfico de regiones que hasta entonces formaban parte de la periferia del
imperio español: el norte mexicano, las Antillas y fundamentalmente el litoral venezolano y el
Río de la Plata. Si los Austrias habían organizado su inmenso imperio en torno a las zonas de
minería andina situadas en lo profundo del continente, ahora son las franjas costeras que dan
al Atlántico las que progresan aceleradamente. A lo largo de la extensa fachada atlántica del
imperio nuevas fuerzas económicas y sociales se desarrollan al ritmo de los mayores
intercambios con la vieja metrópoli española y las nuevas metrópolis industriales europeas.
Hacia fines del siglo XVIII en la zona caribeña se consolida una agricultura tropical
que recurre de manera creciente a la mano de obra esclava. El esclavismo en las Indias fue
alentado tempranamente por la corona española. Hasta mediados del siglo XVIII diversas
compañías extranjeras (portuguesas, holandesas, francesas y británicas) son autorizadas para
la trata negrera en los dominios españoles. Hacia fines del siglo ante la necesidad de mano de
Reformas borbónicas y crecimiento de la fachada atlántica
45
obra abundante y barata para impulsar la producción colonial, los Borbones impulsan la
“liberalización” del comercio negrero en las Indias. Expresión legal de esta política es la real
orden del 28 de febrero de 1789 que otorga el libre comercio de esclavos a Cuba, Santo
Domingo, Puerto Rico y Venezuela. Se exime de todo derecho de importación a los negros;
tanto los españoles como los criollos pueden enviar naves, a cualquier mercado extranjero, a
comprar negros; los extranjeros pueden concurrir a las colonias señaladas a vender sus
esclavos, sacando como pago los productos de la tierra2.
En la más extensa de las Antillas, la isla de Cuba, el trabajo esclavo en las
plantaciones genera la riqueza de una clase terrateniente criolla; enriquece también a los
comerciantes que –en su mayoría de origen peninsular- se establecen en los agitados puertos
de La Habana, Santiago y Trinidad. El crecimiento de las exportaciones de tabaco –y
fundamentalmente- de azúcar es notable; particularmente la expansión azucarera cubana es
vertiginosa. Dicha expansión se relaciona con una temprana vinculación de la economía
cubana con el mercado de las Trece colonias inglesas del norte, pero también es acelerada por
la coyuntura internacional de fines del siglo XVIII. En ese convulsionado fin de siglo los ecos
de la marsellesa resuenan en las Antillas. La colonia francesa de Saint-Domingue, la más
próspera de las “islas del azúcar”, donde 500.000 esclavos africanos conviven con 40.000
colonos blancos, muchos de ellos grandes propietarios, es el escenario –en el año 1791- de
una rebelión negra que echa por tierra la economía de plantación instalada por los franceses.
La ruina de Saint-Domingue impulsa al azúcar cubano; se expanden rápidamente los
cañaverales y los ingenios. La isla pronto se convierte en la mayor exportadora de las Antillas
(“La perla de las Antillas”). Sin embargo, la expansión azucarera se asienta sobre una
demografía potencialmente explosiva: para principios del siglo XIX la población negra
representa el 50 % de población cubana.
Desarrollos similares se perciben en el litoral venezolano, configurado como
territorio autónomo con el reformismo borbónico y volcado hacia el cultivo del cacao, el café
y el algodón. Los temores a una rebelión de los pardos se extienden sobre esta zona de
plantaciones: aquí, aunque de manera más pronunciada que en la isla del Cuba, una minoría
blanca se encuentra rodeada de una abrumadora mayoría de mestizos y mulatos que dedicados
al pequeño comercio, las artesanías y el trabajo asalariado ocupan –junto con los esclavos de
las plantaciones- las posiciones inferiores de la sociedad venezolana. El núcleo de la minoría
blanca está constituido por los mantuanos –criollos en su mayor parte- que basan su riqueza
2 Sergio Villalobos, Comercio y Contrabando en el Río de la Plata y Chile, Eudeba, Buenos Aires, 1977, Pág.66.
Gejo A.
46
en la propiedad de la tierra y en la explotación de la mano de obra esclava. La prosperidad
mantuana, apoyada en la expansión de las exportaciones de cacao, es compartida con los
comerciantes peninsulares de la Compañía Guipuzcoana que desde fines del siglo XVIII
operan desde los puertos de la costa y se encargan de los embarques hacia la metrópoli.
Entre los centros urbanos del litoral venezolano, Caracas es sin dudas el más
importante. Próximo a Caracas, La Guaira, es el principal puerto exportador del cacao (el más
importante de los rubros de exportación venezolana); la élite mantuana reside generalmente
en grandes casonas situadas en Caracas mientras que sus plantaciones más productivas se
extienden en los cercanos valles de Tuy y Aragua. Como capital de la Capitanía General de
Venezuela es además la sede de las nuevas autoridades coloniales llegadas con las reformas
de 1776-1786; en su intensa vida administrativa y mercantil encuentran empleo los sectores
criollos de condición modesta. También su vida cultural se muestra agitada: como centro
universitario atrae a muchos jóvenes criollos –provenientes de familias propietarias del
interior- deseosos de ingresar a las profesiones liberales.
El crecimiento económico de Venezuela en el último tercio del siglo XVIII se limita –
sin embargo- a la denominada costa del cacao volcada hacia el comercio ultramarino. El
interior de la Capitanía se mantiene al margen de las transformaciones: en los Llanos, entre la
costa atlántica y el río Orinoco que marca la frontera sur del dominio español, una población
marginal compuesta por mestizos, indígenas y esclavos fugitivos se dedica a una ganadería
primitiva que abastece de vacas y mulas a las plantaciones de la costa.
El desarrollo de la economía de plantación se produce en medio de tensiones
permanentes con una masa esclava levantisca. Se suceden las revueltas, los incendios de
plantaciones, los escapes en masa… los fugitivos huyen hacia el interior del territorio
buscando refugio en los Llanos y fundamentalmente en las espesas selvas que bordean el
delta del Orinoco. En esas zonas, lejos del litoral caribeño firmemente controlado por las
autoridades metropolitanas, los recién emancipados constituyen sociedades cimarronas
donde reconstruyen su lejana vida africana.
En el extremo sur del imperio el reformismo borbónico ha transformado
profundamente la despoblada zona rioplatense. Ante la amenaza planteada por el avance
portugués, la creación en 1776 de una nueva unidad administrativa -el Virreinato del Río de la
Plata- consolida la tambaleante presencia española en el rincón austral del imperio. La
pequeña aldea de Buenos Aires, situada en la desembocadura del Río de la Plata, tiene un
desarrollo vertiginoso durante los últimos años del siglo XVIII. Transformada en la capital del
nuevo virreinato su población crece con la llegada de numerosos inmigrantes provenientes de
Reformas borbónicas y crecimiento de la fachada atlántica
47
la península que ocupan los altos cargos de la administración y el clero virreinal. Los criollos,
excluidos de los principales cargos públicos, conforman en Buenos Aires -como sucede en el
resto de las ciudades hispanoamericanas- un conglomerado más bien diverso y heterogéneo.
Mientras que una élite enriquecida monopoliza el comercio ultramarino y la propiedad rural,
las demás capas criollas sobreviven de manera más modesta dedicadas al comercio al
menudeo en las numerosas tiendas y almacenes que proliferan en la ciudad o encuentran
empleo en los puestos subalternos de la creciente burocracia administrativa, eclesiástica y
militar. Con el crecimiento de la ciudad aparece también un importante sector conformado por
criollos pobres que subsisten realizando diversos empleos ocasionales situados en el límite de
la respetabilidad. Por último, la gente de color constituye una proporción importante de la
población de Buenos Aires: una multitud de mulatos, mestizos y esclavos se dedican a las
tareas manuales y domésticas.
Habilitada para el comercio de ultramar por la nueva política colonial borbónica,
Buenos Aires se convierte súbitamente en la cabecera de un inmenso hinterland que se
extiende hasta el Alto Perú: la plata potosina –que antes buscaba la ruta del Pacífico para
llegar a la metrópoli- se vuelca ahora hacia el Atlántico. Con esta reorientación la actividad
portuaria de la ciudad adquiere un vigor inusitado. Si bien los embarques de la minería
altoperuana representan el 80 % de las exportaciones del virreinato, se advierte el avance de
los rubros menos tradicionales: los relacionados con la explotación de los inmensos recursos
ganaderos que se asientan en la llanura pampeana; fundamentalmente los cueros vacunos –
muy apetecidos en los mercados metropolitanos- comienzan a llenar las bodegas de los barcos
mercantes que llegan al Río de la Plata.
Empujada por el comercio exterior la campaña rioplatense crece aceleradamente
durante el siglo XVIII. Muchos inmigrantes del Interior del virreinato –santiagueños,
cordobeses y especialmente indios guaraníes llegados desde las Misiones luego de la
expulsión de los jesuitas en 1767- se hacen presentes en la zona. La abundancia de tierras
realengas o de propiedad pública en la zona –muchas de ellas baldías- facilita el asentamiento
de muchos de los recién llegados como ocupantes informales que se dedican a una agricultura
apenas de subsistencia o en algunos casos orientada al abastecimiento de los mercados
regionales de Buenos Aires y Montevideo. He aquí una de las características principales de la
campaña rioplatense a fines del período colonial: la presencia masiva de una población
campesina, constituida por familias que explotan pequeñas parcelas de tierras. Sin embargo, a
medida que avanza la expansión ganadera, los humildes habitantes de la campaña alternan las
estacionales faenas agrícolas en sus chacras familiares con el trabajo asalariado en las
Gejo A.
48
nacientes estancias. Generalmente propiedad de encumbrados hombres de negocios
residentes en Buenos Aires, la estancia rioplatense concentra el ganado vacuno en enormes
extensiones situadas en las proximidades de los puertos de embarque. Si bien la demanda de
mano de obra es escasa, en estas grandes explotaciones una combinación variable de esclavos
y peones asalariados se dedican a una serie de tareas relacionadas con la cría del ganado
vacuno, sin duda la actividad central de la estancia; tareas permanentes como la vigilancia de
los “rodeos” de animales para evitar su fuga dada la inexistencia de alambrados; tareas
estacionales –ligadas a razones comerciales- como la matanza de ganado vacuno para la
obtención de cuero, sebo y grasa.
El surgimiento de la estancia rioplatense afirma la especialización ganadera de la
región volcada claramente hacia el comercio exterior. Las barracas abarrotadas de cueros –
dispuestos para su embarque- se convierten en el símbolo de la emergente burguesía
mercantil porteña enriquecida en el tráfico ultramarino; conformada principalmente por
criollos, en la segunda mitad del siglo XVIII sus filas se amplían con la llegada de
comerciantes peninsulares motivados por las nuevas posibilidades abiertas con la política
comercial borbónica.
El desarrollo ganadero del Río de la Plata se encuentra –no obstante- subordinado
desde sus orígenes a los intereses mercantiles del puerto de Buenos Aires. A diferencia de lo
que ocurre en otras regiones latinoamericanas, las élites dominantes en el Río de la Plata se
apoyan más en el comercio ultramarino que en la propiedad de la tierra; la opción para la
inversión en tierras –y el surgimiento de una poderosa clase terrateniente- madurará
posteriormente tras la crisis de independencia cuando el comercio británico desplace a la
burguesía mercantil porteña de su campo tradicional de negocios y se avance más
decididamente contra la frontera indígena que limita la expansión ganadera.
El Interior del virreinato parece, en cambio, menos tocado por la ola de renovación
dieciochesca; al margen de la minería altoperuana no existe alguna otra producción
exportable. Los diversos intereses regionales se orientan al abastecimiento del centro minero
de Potosí: los hacendados salteños dedicados a la crianza de mulas, los comerciantes
tucumanos que ofrecen carretas para el transporte minero, construidas por artesanos locales.
Algunos productos agrícolas del Interior son perjudicados por las reformas borbónicas: por
ejemplo, el vino de Cuyo es desplazado del mercado litoral por los vinos metropolitanos.
Reformas borbónicas y crecimiento de la fachada atlántica
49
Bibliografía
Chaunu, Pierre: Historia de América Latina, Buenos Aires, Eudeba, 1976.Halperín Donghi, Tulio: Historia contemporánea de América Latina, Buenos Aires, Alianza,1992.Halperín Donghi, Tulio: Revolución y Guerra. Formación de una élite dirigente en Argentinacriolla, Buenos Aires, Siglo veintiuno editores, 2002.Lynch, John: Las revoluciones hispanoamericanas 1808-1826, Madrid, Ariel, 2010.Martínez Díaz, Nelson: La Independencia Hispanoamericana, Madrid, Historia 16, 1989.Vilar, Pierre: Historia de España, Barcelona, Editorial Critica, 2002.Villalobos, Sergio: Comercio y contrabando en el Río de la Plata y Chile, Buenos Aires,Eudeba, 1977.
Número 3 – Año 2017 – Versión digital
https://boletingeoecon.wordpress.com
50
A Gênese do Seminário Nacional de Geografia Econômica e Social
Breno Viotto
Zeno Crocetti
O Seminário Nacional de Geografia Econômica e Social (SENGES) começou na ser
pensado e construído no final dos anos 1990 por iniciativa de um grupo de alunos e
pesquisadores, com referencial teórico marxista sob liderança do professor Armen Mamigonian.
Essas discussões tiveram início em 1999, por ocasião da Semana do Geógrafo, que foi realizada
em Florianópolis, na Universidade Federal de Santa Catarina (UFSC). Essas discussões foram
ampliadas e aprofundadas durante o 12º Encontro Nacional de Geógrafos de 2000 na UFSC.
Durante os primeiros anos da década de 2000, essas discussões ganharam lugar junto aos
alunos do Programa de Pós-Graduação em Geografia da UFSC, que com apoio dos professores
de Geografia Econômica do programa, começaram a articular uma proposta de Encontro
Nacional de Geografia Econômica, destacando a atuação dos professores Marcos Aurélio da
Silva, José Messias Bastos e Carlos José Espindola e seus orientandos. Eles organizaram um
grupo de trabalho que resultou em equipes de pesquisas, com pretexto da construção coletiva de
um Encontro Nacional, apresentando os frutos de suas pesquisas nos encontros nacionais e
internacionais de Geografia como, por exemplo, no Encontro Nacional de Geógrafos (ENG),
Universidade Federal da Integração Latino-Americana Universidade Federal da Integração Latino-Americana
Viotto – Crocetti
51
Congresso Brasileiro de Geografia (CBG), ambos vinculados à Associação Brasileira de
Geógrafos (AGB), o Encontro Nacional da Associação Nacional de Pós-Graduação e Pesquisa
em Geografia (ANPEGE) e o Encontro de Geógrafos da América Latina (EGAL). O esforço do
grupo, era principalmente o de retomar o debate teórico e empírico, bem como a valorização da
geografia econômica que, na época, sofria depreciação, tendo em vista as políticas neoliberais e
o clima intelectual das ciências humanas, que buscavam soterrar o marxismo e, paralelamente,
enfocar variáveis políticas e culturais, em detrimento do debate econômico.
Um dos momentos mais criativos e importantes, se deu, em 2004, na cidade de Goiânia,
durante 6º Congresso Brasileiro de Geógrafos, onde o grupo se articulou com a corrente mais
combativa da AGB e organizou um encontro paralelo, concomitante ao 6º CBG, cujo o resultado
foi a articulação coletiva e o lançamento de um manifesto. Nesse documento, foram apresentadas
teses sobre a conjuntura econômica do Brasil, análise do início do governo Lula e um balanço da
situação da geografia brasileira de então.
Após mais de uma década de experiência, o Coletivo de Geografia Econômica começou a
planejar a realização do 1º Seminário Nacional de Geografia Econômica e Social que, a
princípio, deveria ser realizado na UFSC, em Florianópolis, no ano de 2011. Entretanto, devido a
uma grande demanda de atividades como, por exemplo, a organização dos Boletins de Geografia
Econômica, criação de novas publicações e da manutenção dos Cadernos Geográficos,
publicação que acumula mais de trinta volumes publicados em um período de dez anos,
contemplando as mais diversas correntes da geografia contemporânea e se consolidando como
uma importante referência em âmbito nacional. Nesse contexto, o evento foi adiado, porém o
grupo de pesquisadores que atua em universidades do estado brasileiro de Alagoas, composto por
Marta S. Luedemann, Domingos Sávio Corrêa, Odilon Máximo de Moraes, Zeno Soares Crocetti
e Dheigo Antônio de Medeiros, assumiram a tarefa de organizar a primeira versão do evento,
dando a tônica do que seriam suas próximas edições. A princípio, o evento ficou agendado para o
ano de 2013, mas que por circunstâncias de logísticas e apoio financeiro se efetivou em 2014.
A Gênese do Seminário Nacional de Geografia Econômica e Social
52
Assim, o 1º SENGES aconteceu na Universidade Federal de Alagoas (UFAL), em
Maceió, entre os dias 22 a 25 de setembro de 2014, com o Tema: "Desenvolvimento Econômico
e Social: Mundo, Brasil e Nordeste", organizado pela UFAL com apoio da Universidade
Estadual de Alagoas (UNEAL), sob coordenação da professora Marta da Silveira Luedemann e
os demais membros locais do grupo. Ao final, o evento reuniu mais de duzentas pessoas durante
seus quatro dias de realização.
O 2º SENGES se realizou em Florianópolis, onde foi inicialmente gestado, na UFSC,
entre os dias 8 a 11 de dezembro de 2015, sob a coordenação do professor José Messias Bastos,
cujo tema central foi Formação Sócio Espacial como método da Geografia.
No ano de 2017, em sua atual edição, o 3º Seminário Nacional de Geografia Econômica e
Social ocorrerá no mês de julho, entre os dias 25 e 27, sob responsabilidade de um grupo de
pesquisadores em Geografia Econômica e Social da Universidade Federal da Integração Latino-
Americana (UNILA) e da Universidade Estadual do Oeste do Paraná (UNIOESTE), tendo como
tema principal: "Mundo, Brasil e Regiões: Geoeconomia e geopolítica nos últimos cem anos" na
cidade de Foz do Iguaçu, no campus Jardim Universitário da UNILA.
Destaca-se que dentro do eixo central, um dos objetivos do evento é discutir quais foram
as principais transformações econômicas e geopolíticas no mundo, tomando como recorte os
últimos cem anos. Isso engloba o processo de ascensão e queda do mundo comunista e suas
reverberações na economia e política mundial, notadamente, sob o que se convencionou chamar
de Guerra Fria. Nesse contexto, ao fim da supracitada guerra, vemos o surgimento das potências
regionais na forma dos BRICS. Assim, o Seminário dedica um eixo a esse assunto, além disso, é
foco de interesse o debate sobre as diferenças do planejamento territorial nos países capitalistas e
comunistas.
Como terceiro eixo de debate, o grupo elencou o tema da crise mundial de 2008 e suas
consequências territoriais, a seguir, no quarto eixo de discussão se pretende uma análise do
processo de industrialização e desindustrialização da América Latina e da África. A seguir,
retomando um tema clássico da geografia, se busca aglutinar pesquisadores que estudem as
Viotto – Crocetti
53
novas dinâmicas dos espaços urbanos e rurais no Brasil. Como sexto eixo, se propõe uma
pergunta provocativa: o setor de serviços, do ponto de vista econômicos em vários países, vai
substituir o setor da indústria? Finalmente e mantendo um diálogo com temas já debatidos, se
propõe a continuidade da discussão da categoria de formação sócio-espacial como ferramenta de
análise da geografia econômica.
Apresentado o tema do evento e seus principais eixos, convidamos toda a comunidade
dos geógrafos e interessados sobre geografia econômica para participarem de nosso evento.
Informamos ainda que a data final para envio de trabalhos completos é até o dia 15 de abril de
2017, já considerando a prorrogação de prazos. Para mais informações, o e-mail de contato é
[email protected] e a página do evento é <http://iiisenges.wixsite.com/home/>.
Paralelamente ao evento, o grupo de pesquisadores em geografia econômica ainda organiza a
consolidação do Instituto Inácio Rangel, em homenagem ao célebre economista brasileiro
<https://bloginstitutoignaciorangel.wordpress.com>.
Número 3 – Año 2017 – Versión digital
https://boletingeoecon.wordpress.com
54
Presentación Observatorio de Comercio Internacional – OCI
Gustavo Gabriel Alves
En el marco de las I Jornadas Argentina como Geografía -JAG- desarrolladas entre
el lunes 3, martes 4 y miércoles 5 de abril del corriente, el Observatorio de Comercio
Internacional -OCI- protagonizó una serie de actividades que le permitieron presentar sus
primeros avances académicos desde su creación.
Hacia la tarde la jornada del lunes, se llevó a cabo una charla debate entre expositores
invitados: Alejandro Robba y Hernán Letcher, junto a docentes de la casa como Joaquín
Belgrano y Ricardo Andreu. Esta actividad buscaba establecer claras posiciones sobre el
tipo de problemas que enfrenta el país. En esta tarea, el grupo de profesionales invitados
sostuvo cabalmente que los problemas de la política económica argentina y los del
comercio exterior, responden a políticas de coyuntura. En el otro lado, y prácticamente de
manera opuesta, sostuvieron que los problemas obedecen a cuestiones meramente
estructurales y que el país ocupa un lugar periférico echando por tierra la postura
coyuntural de los colegas.
Superando esta discusión, y también suministrando una base cuantitativa que diera cuenta
de la postura que desde el OCI se defendió en la primera jornada, el martes se presentó el
1er Informe sobre el estado del comercio en tres niveles: el comercio mundial, el de
América Latina y el nacional de la mano de la economía argentina. En este caso, y teniendo
al Director del OCI –Gustavo Alves- como moderador, los miembros del mismo
desarrollaron la temática. Joaquín Belgrano se ocupó del comercio mundial y su
Director del Observatorio del Comercio Internacional. Universidad Nacional de Luján
Alves
55
estructuralidad desde 1948 hasta 2016, a partir de describir el posicionamiento de los países
en una especie de ranking, su variación en determinados períodos y el surgimiento de
nuevos actores de gran importancia como China. Seguido a esto, Alan Rebottaro desarrolló
el caso de América Latina continuando con la misma metodología de trabajo y poniendo en
tensión algunas creencias erróneas acerca del comercio regional. A modo de ejemplo, el
protagonismo de México en la región, y de países como la Argentina, Brasil, Chile y
Venezuela para remarcar el rol periférico de éstos como así también la interdependencia
comercial a países centrales ligados a cadenas globales de valor como es el caso del
Sudeste Asiático, Europa y América del Norte. En un próximo paso, y ya no con una
mirada tan histórica como sus antecesores, Nicolás Lion presentó una descripción sobre el
comercio exterior argentino. Dejando de lado las clásicas divisiones entre productos
primarios y manufacturados, desde el OCI se produjo un análisis por complejo exportador
para comprender la composición y también los principales destinos. Con una mirada muy
templada, y juntando las exposiciones anteriores, se puso en evidencia que el país mantiene
su patrón de comercio sin importar el gobierno o partido que está en el poder, sin grandes
modificaciones frente a variaciones del tipo de cambio –desmitificando la idea sobre que
las devaluaciones o depreciaciones alientan a las exportaciones y frenan a las
importaciones- a lo que se sumó su destino e identidad estructural. En contrastación con la
presentación que efectúan Belgrano y Rebottaro, donde el país gozaba con un buen
posicionamiento luego de la segunda guerra mundial, Lion demostró que las políticas
industrialistas tanto las más alejadas en el tiempo como aquellas que nos han tocado en los
últimos años, no implicaron un cambio en la composición del comercio exterior argentino.
Es importante aclarar que la presentación de este informe provocó en el público auditorio
todo un intercambio enriquecedor que dejo sentadas las bases constitutivas del análisis
descriptivo que el OCI se había propuesto para estas jornadas.
Las actividades del miércoles, último día de las JAG 2017, estando presentes las
autoridades del Departamento de Ciencias Sociales, el Sr. Director Decano, Prof. Omar
Gejo, y la Sra. Vice-Director Decana, Lic. Amalia Testa, junto a los miembros del Consejo
Directivo del OCI, Gustavo Alves, Joaquín Belgrano y Guillermo Dell Inmagine, se
describieron las líneas de trabajo que comenzaron a desarrollarse y también se presentó
formalmente el 1er Número del Observatorio en la revista electrónica del Departamento de
Presentación del Observatorio de Comercio Internacional
56
Ciencias Sociales -Red Sociales- donde se conformaron una serie de miradas
interdisciplinarias volcados en varias artículos entre docentes de la casa e investigadores
externos que se sumaron al proyecto del OCI. En este caso, se hizo presente el Prof. Cesar
Di Ciocco para comentar su artículo sobre la soja, y a través de un video, el Prof. Miguel
Ángel De Marco (H) para el caso de las ciudades portuarias.
Número 3 – Año 2017 – Versión digital
https://boletingeoecon.wordpress.com
57
Primeras Jornadas “Argentina como Geografía” (AG)
Omar Gejo
Alan Rebottaro
Resumen
En este artículo se presentará un breve resumen de las actividades llevadas a
cabo en las Primeras Jornadas “Argentina como Geografía” (AG), organizadas por el
Grupo de Estudio de Geografía Económica y Comercio Internacional (GECI) de la
Universidad Nacional de Luján (UNLu) junto con el Grupo de Estudios Regionales
(GER) de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP), y realizadas en el Salón
Auditorio de la UNLu (Luján, Buenos Aires), los días 3, 4 y 5 de abril de 2017.
Introducción
Argentina como Geografía (AG) es un proyecto que remonta su origen a más de
diez años atrás. Es el resultado de la confluencia de grupos de trabajo de la Universidad
Nacional de Luján (UNLu) y de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP), en
derredor de una perspectiva de estudio regional de la realidad nacional argentina. Desde
hace dos años, en la UNMdP se ha alumbrado una expresión editorial propia que
acompaña el desarrollo de estos esfuerzos del Grupo de Estudios Regionales (GER) de
(UNLu-UNMdP). [email protected]
(UNLu) [email protected]
Gejo – Rebottaro
58
dicha universidad, y del Grupo de Estudios de Geografía Económica y Comercio
Internacional (GECI) de la UNLu.
Los estudios de la realidad argentina desde un enfoque multidimensional que permita
superar los abordajes especializados o circunscriptos, son una acuciante necesidad para
superar la creciente fragmentación del conocimiento, que esteriliza cualquier intento
mediato de su comprensión.
Argentina como Geografía es, en este sentido, un intento por recuperar la integración de
los distintos planos de análisis de la realidad de nuestro país en el marco de un enfoque
regional, que nos permita desarrollar en profundidad una ofensiva conceptual
materialista, tan necesaria para los tiempos por venir. Argentina como Geografía es
reivindicar la vigencia del materialismo histórico, es decir, de la Geografía.
Por todos estos motivos, se realizó un amplio llamado a la participación en las Primeras
Jornadas de Argentina como Geografía, tanto desde las diferentes especialidades de
geografía como desde distintas disciplinas.
Imagen N° 1. Logo de las Primeras Jornadas AG
Fuente: Propia
Organización de las Primeras Jornadas AG
Las Primeras Jornadas AG contaron con un equipo de trabajo integrado por dos
Coordinadores Generales, un Comité Organizador y un Comité Académico.
En primer lugar, los Coordinadores Generales fueron el Prof. Omar Horacio
Gejo y el Lic. Jorge Osvaldo Morina, Directores del Grupo de Estudios de Geografía
Económica y Comercio Internacional (GECI-UNLu).
Por su parte, el Comité Organizador estuvo compuesto por profesores y
estudiantes: Prof. Gustavo Keegan (UNLu); Prof. Diego Solimeno (UNMdP); Prof.
Primeras Jornadas “Argentina como Geografía”
59
Rafael Giménez (UNMdP); Clara Cantarelo (UNLu), Dulce Santi (UNLu), Pablo
Gamundi (UNLu) y; Alan Rebottaro (UNLu).
A su vez, el Comité Académico reunió a una serie de profesiones reconocidos
por una larga trayectoria académica: Lic. Ana María Liberali (UNMdP); Lic. Ana Laura
Berardi (UNMdP); Dra. Brisa Varela (UNLu); Lic. María Esther Gómez (UNLu); Dra.
Cristina Carballo (UNLu - UNQ); Lic. Cecilia Chiasso (UNLu); Dra. Beatriz Goldwaser
(UNLu); Mg. Adriana Pereyra (UNLu); Dra. Lidia Soria (UNLu); Dra. Elda Tancredi
(UNLu); Dra. Sonia Vidal (UNMdP); Dr. Gustavo Buzai (UNLu); Dr. Zeno Zoares
Crocetti (UNILA-Brasil); Dr. José Carlos Escudero (UNLu); Lic. Antonio Lapolla
(UNLu) y; Lic. Gustavo Gabriel Alves (UNLu).
Programa de Actividades
Las Primeras Jornadas AG se llevaron a cabo durante los días 3, 4 y 5 de abril de
2017, en el Salón Auditorio de la UNLu, desde 10 hs hasta las 18 hs. Cada día estuvo
dividido en dos bloques, el primero se desarrolló durante la mañana y el segundo, por su
parte, se desenvolvió por la tarde.
Fotografía N° 1. Carpetas de las Primeras Jornadas AG
Fuente: Propia
Gejo – Rebottaro
60
Dentro de las actividades desplegadas en las Jornadas AG se destacan la
exposición de ponencias en ejes temáticos, mesas de debate y paneles de discusión.
Al mismo tiempo, es necesario destacar la gran cantidad de instituciones que
estuvieron relacionadas con las Jornadas AG, sea de manera directa (participando
activamente de las actividades) o indirectamente (representadas mediante
profesionales). En la imagen que presentamos a continuación aparecen dichas
instituciones. En orden de aparición, ellas son:
- Universidad Nacional de Luján (UNLu)
- Departamento de Ciencias Sociales – UNLu
- Grupo de Estudios de Geografía Económica y Comercio Internacional (GECI-
UNLu)
- Centro Regional Campana – UNLu
- Observatorio de Comercio Internacional (OCI) – Departamento de Ciencias
Sociales – Centro Regional Campana
- RED Sociales, Revista Electrónica del Departamento de Ciencias Sociales -
UNLu
- Instituto de Investigaciones Geográficas (INIGEO) - UNLu
- Programa de Estudios Geográficos (PROEG) Departamento de Ciencias
Sociales – UNLu
- Revista Argentina como Geografía (AG)
- Programa Redes Epistémicas: enlaces entre el conocimiento y la toma de
decisiones políticas – Departamento de Ciencias Sociales – UNLu
- Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP)
- Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED-ESPAÑA)
- Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF)
- Consejo Nacional de Investigaciones Científicas (CONICET)
- Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC)
- Universidad Nacional de Moreno (UNM)
- Centro de Estudios Alexander von Humboldt
- Universidad Nacional de Rosario (UNR)
- Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS)
Primeras Jornadas “Argentina como Geografía”
61
- Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN)
- Instituto Superior de Formación Docente N° 45 (ISFD N° 45) – Haedo
- Universidad de Buenos Aires (UBA)
- Universidad Nacional de La Plata (UNLP)
- Centro de Economía Política Argentina (CEPA)
- Universidad de Concepción del Uruguay (UCU)
- Universidad Nacional de Quilmes (UNQUI)
Imagen N° 2. Instituciones participantes de las Primeras Jornadas AG
Fuente: Propia
Gejo – Rebottaro
62
Lunes 3 de abril de 2017
Primer bloque - 10 hs
Apertura
- Palabras de bienvenida a cargo del Prof. Omar Gejo y el Lic. Osvaldo Morina.
Directores del Grupo de Estudio de Geografía Económica y Comercio Internacional
(GECI-UNLu).
Fotografía N° 2. Mesa de Apertura: Lic. Jorge Osvaldo Morina y Director Decano
de Ciencias Sociales–UNLu, Prof. Omar Horacio Gejo
Fuente: Propia
- Proyección del video "Presentación" de Sociales Audiovisual (SAV) - Departamento
de Ciencias Sociales - (UNLu).
Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=9x60P8qpbps.
Primeras Jornadas “Argentina como Geografía”
63
Eje temático: "La organización regional" (primera parte)
Dr. Gustavo Buzai. Mapas sociales urbanos en Argentina. Sistemátización teórico-
metodológica. Univerisdad Nacional de Luján (UNLu) - CONICET.
Mg. Noelia Principi. Análisis regional a partir de cálculos de interacción espacial:
aplicación al noroeste de la provincia de Buenos Aires. Instituto de Investigaciones
Geográficas (INIGEO), Universidad Nacional de Luján (UNLu).
Lic. Ana María Liberali. Impacto geográfico de la utilización de agrotóxicos en la
región algodonera del Chaco. Centro de Estudios Alexander von Humboldt -
Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP).
Fotografía N° 3. Mg. Noelia Principi (INIGEO-UNLu), Dr. Gustavo Buzai (UNLu-
CONICET)
y Lic. Ana María Liberali (UNMdP)
Fuente: Propia
Eje temático: "La geografía económica" (primera parte)
Lic. Sol Redondo. Impacto de los aumentos en el sistema de transporte en el Área
Metropolitana de Buenos Aires. (In) movilidad, pobreza y aislamiento. Facultad de
Ciencias Económicas, Universidad de Buenos Aires (UBA) - Centro de Estudios
Alexander von Humboldt - Instituto Superior de Formación Docente N° 45.
Gejo – Rebottaro
64
Lic. Graciela Patricia Cacace; Lic. Jorge Osvaldo Morina. Transformaciones sociales y
territoriales por la explotación de hidrocarburos no convencionales. El caso de Añelo,
provincia de Neuquén. Universidad Nacional de Luján (UNLu).
Lic. Felipe E. Ríos Diaz. Efectos de la localización y re-localización de empresas en el
Gran Buenos Aires (GBA). Foco de análisis en la Zona Norte del GBA. Universidad
Nacional de Luján (UNLu).
Fotografía N° 4. Lic Solange Redondo (Centro de Estudios Alexander von Humboldt-
ISFD N° 45),
Lic. Jorge Osvaldo Morina (UNLu), Lic. Graciela Cacace (UNLu) y Lic. Felipe Ríos
Díaz (UNLu)
Fuente: Propia
Primeras Jornadas “Argentina como Geografía”
65
Fotografía N° 5. Lic. Jorge Osvaldo Morina (UNLu) y Lic. Graciela Cacace (UNLu)
Fuente: Propia
Fotografía N° 6. Lic. Solange Redondo (Centro de Estudios Alexander von Humboldt-
ISFD N° 45)
Fuente: Propia
Eje temático: "La cuestión urbana" (primera parte)
Dr. Ricardo Omar Conte. Localización y distribución espacial del delito en el centro de
la ciudad de Formosa (2014-2016). Universidad Nacional de Tres de Febrero
(UNTREF).
Gejo – Rebottaro
66
Prof. Cristian Sar Moreno. Discusiones en torno al Pro.Cre.Ar. Universidad Nacional de
Mar del Plata (UNMdP) - Doctorando UNLu.
Dra. Lidia Soria; Lic. Cecilia María Chiasso; Pablo Gamundi. Dinámicas Socio-
territoriales en Espacio Urbanos y Periurbanos de la Provincia de Buenos Aires.
Universidad Nacional de Luján (UNLu).
Fotografía N° 7. Dr. Ricardo Omar Conte (UNTREF), Prof. Cristian Sar Moreno
(UNMdP),
Dra. Lidia Soria (UNLu) y Pablo Gamundi (UNLu)
Fuente: Propia
Segundo bloque- 16 hs
Mesa debate: "La situación actual del comercio exterior argentino"
Moderadores: Lic. Joaquín Belgrano – Lic. Gustavo Alves. Universidad Nacional de
Luján (UNLu)
Lic. Alejandro Robba. Director de la carrera de Economía de la Universidad Nacional
de Moreno (UNM).
C.P. Hernán Letcher . Director Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
Primeras Jornadas “Argentina como Geografía”
67
Lic. Cesar Andreu. Profesor Universidad Nacional de Luján (UNLu) / Profesor
Universidad Nacional de la Plata (UNLP).
Fotografía N° 8. Lic. Cesar Andreu, Lic. Joaquín Belgrano, C.P. Hernán Letcher,
Lic. Alejandro Robba y Lic. Gustavo Alves.
Fuente: Propia
Martes 4 de abril de 2017
Primer bloque – 10 hs
Eje temático: "La organización regional" (Segunda parte)
Prof. Fabrina Canavesio; Prof. Rita Maldonado; Prof. Celina Capisano. Análisis de las
implicancias del modelo de acumulación capitalista en la estructura productiva en el
área de las sierras de Guasapampa y los Volcanes en la provincia de Córdoba.
Departamento de Geografía, Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Nacional de
Río Cuarto (UNRC).
Prof. Álvaro Álvarez. La reorganización territorial en Sudamérica. Infraestructura y
crisis capitalista. IGEHCS – CIG – FCH – Universidad Nacional del Centro de la
Provincia de Buenos Aires (UNICEN).
Gejo – Rebottaro
68
Prof. Cristian Daniel Poplavsky. Repartición de salas cinematográficas en el interior
argentino, 1949-1950. ICO - Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS).
Fotografía N° 9. Prof. Rita Maldonado (UNRC), Prof. Fabrina Canavesio (UNRC)
y Prof. Cristian Poplavsky (UNGS)
Fuente: Propia
Eje temático: "La geografía económica" (Segunda parte)
Prof. Gisela Ariana Rausch. Los grandes proyectos hidroeléctricos como constelación
hidrosocial: una mirada disciplinar integradora al caso del proyecto Paraná Medio
(Argentina, décadas de 1970 y 1990). CONICET - Centro Universitario Rosario de
Investigaciones Urbanas y Regionales, Universidad Nacional de Rosario (UNR).
Prof. Susana Beatriz Fratini. Innovaciones tecnológicas en la ganadería bovina para
carne. Universidad Nacional de Luján (UNLu).
Primeras Jornadas “Argentina como Geografía”
69
Fotografía N° 10. Prof. Susana Fratini (UNLu), Prof. Álvaro Álvarez (UNICEN)
y Prof. Gisela Rauch (CONICET-UNR)
Fuente: Propia
Eje temático: "La cuestión urbana" (Segunda parte)
Prof. Esp. Luis G. Fabiani. Los organismos internacionales de financiamiento y la
política sobre movilidad en la ciudad de Mar del Plata. Movilidad, ¿estrategia de
marketing urbano? CONICET / Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP)
Eje temático: "Las problemáticas ambientales"
Prof. Marcelo A. Lamamí. Aproximación preliminar a los cambios ambientales desde
tiempos prehispánicos en la cuenca del río Caspinchango, Catamarca, Argentina.
CONICET-UBA.
Mg. Manuel del Rey Rodríguez. El Delta del Paraná como Región Natural. Análisis de
sus Áreas Protegidas y propuestas de mejora. Universidad Nacional de Educación a
Distancia (UNED).
Lic. Melisa Estrella. Conflictos ambientales y representaciones sociales. Gualeguaychú
después del "No a las papeleras". Universidad Nacional de Luján (UNLu).
Gejo – Rebottaro
70
Fotografía N° 11. Mg. Manuel del Rey Rodríguez (UNED), Lic. Melisa Estrella
(UNLu),
Prof. Esp. Luis Fabiani (UNMdP) y Prof. Marcelo Mamamí (CONICET-UBA)
Fuente: Propia
Panel: "Argentina como Geografía"
Prof. Omar Gejo; Lic. Osvaldo Morina. La Argentina como Geografía. Universidad
Nacional de Luján (UNLu).
Prof. Gustavo Keegan; Alan Rebottaro. Apuntes para una geografía de la historia.
Universidad Nacional de Luján (UNLu).
Lic. Martin Martinelli. Relaciones entre Argentina y la cuestión Palestina. Universidad
Nacional de Luján (UNLu).
Fotografía N° 12. Lic. Martin Martinelli (UNLu), Prof. Gustavo Keegan (UNLu)
y Alan Rebottaro (UNLu)
Fuente: Propia
Primeras Jornadas “Argentina como Geografía”
71
Fotografía N° 13. Lic. Martín Martinelli (UNLu)
Fuente: Propia
Segundo bloque - 15 hs
Panel: "Informe del Observatorio de Comercio Internacional (OCI)"
Lic. Joaquín Belgrano. El comercio mundial en perspectiva histórica. Universidad
Nacional de Luján (UNLu).
Lic. Gustavo Gabriel Alves - Alan Rebottaro. América Latina en el comercio
internacional. Universidad Nacional de Luján (OCI).
Lic. Nicolás Lion. Argentina en el comercio internacional. Universidad de Buenos Aires
(UBA).
Gejo – Rebottaro
72
Imagen N° 3. Logo del Observatorio de Comercio Internacional (OCI)
Fuente: Observatorio de Comercio Internacional (OCI)
Fotografía N° 14. Lic. Joaquín Belgrano (UNLu), Lic. Gustavo Alves (UNLu),
Lic. Nicolás Lion (UNLu) y Alan Rebottaro (UNLu)
Fuente. Propia
Primeras Jornadas “Argentina como Geografía”
73
Miércoles 5 de abril de 2017
Primer bloque - 10 hs
Panel de reflexión y debate: "Políticas de Ciencias y Tecnología para la resolución de
problemáticas territoriales en Argentina".
Moderadora: Dra. Elda Tancredi. Directora del Programa de Investigación “REDES
EPISTÉMICAS: enlaces entre el conocimiento y la toma de decisiones políticas”.
Departamento de Ciencias Sociales. Universidad Nacional de Luján (UNLu).
Primera parte: “El rol de la Ciencia y Tecnología para la resolución de problemáticas
territoriales locales”.
Lic. Carla Poth. La articulación entre la producción de conocimientos y los
movimientos sociales territoriales locales. Aportes para el abordaje de las problemáticas
ambientales. Universidad Nacional de Luján (UNLu).
Lic. Guillermo Dell´Inmagine. La universidad como generadora de servicios al entorno
productivo e institucional de la región. Centro de Asistencia Técnica. Universidad
Nacional de Luján (UNLu).
Segunda parte: “El rol de la Ciencia y Tecnología para la resolución de problemáticas
territoriales regionales y nacionales”
Dra. Bibiana Vilá. Las problemáticas regionales y las (des)articulaciones entre la
comunidad local, la investigación científica y los organismos gubernamentales.
Universidad Nacional de Luján (UNLu).
Dr. Hernán Thomas. Los nuevos escenarios en las políticas de ciencia y tecnología en
Argentina y la conformación de producciones colaborativas de conocimiento desde la
perspectiva socio-técnica. Universidad Nacional de Luján (UNLu).
Gejo – Rebottaro
74
Dr. Mauricio De Marzi. La producción de conocimiento en el sistema universitario
nacional y los problemas territoriales. Universidad Nacional de Luján (UNLu).
Tercera parte: Debate y reflexión colectiva.
Fotografía N° 15. Panel: Lic. Carla Poth (UNLu), Lic. Guillermo Dell´Inmagine
(UNLu), Dr. Hernán Thomas (UNLu), Dra. Bibiana Vilá (UNLu), Dr. Mauricio De
Marzi (UNLu), junto al público presente.
Fuente: Propia
Segundo bloque: 15 hs
Mesa: "Número Especial del Observatorio de Comercio Internacional (OCI) en la
Revista RED Sociales".
Moderador: Lic. Gustavo Gabriel Alves. Director del Observatorio de Comercio
Internacional (OCI). Departamento de Ciencias Sociales. Centro Regional Campana.
Universidad Nacional de Luján (UNLu).
- Presentación de la Comisión Directiva del Observatorio de Comercio Internacional
(OCI).
Primeras Jornadas “Argentina como Geografía”
75
Fotografía N° 16. Palabras de las Autoridades del Departamento de Ciencias Sociales:
Director Decano Prof. Omar Gejo y Vice-Directora Decana Lic. Amalia Testa, junto al
Lic. Guillermo Dell´ Inmagine (OCI), Lic. Gustavo Alves (OCI) y Lic. Joaquín
Belgrano (OCI)
Fuente: Propia
Fotografía N° 17. Presentación de la Comisión Directiva del Observatorio
de Comercio Internacional (OCI) junto al público presente.
Fuente: Propia
Gejo – Rebottaro
76
- Presentación del Número Especial de RED Sociales del Observatorio de Comercio
Internacional (OCI).
Imagen N° 4. Logo de RED Sociales, Revista Electrónica del Departamento de Ciencias
Sociales - UNLu
Fuente: Departamento de Ciencias Sociales - UNLu
Cierre de las actividades de las Jornadas AG.
- Show de tango a cargo de Silvina Rienzi y Hernán Mauro Quevedo.
Fotografía N° 18. Silvina Rienzi y Hernán Mauro Quevedo bailando tangos y milongas.
|
Fuente: Propia
Primeras Jornadas “Argentina como Geografía”
77
Sitios de interés:
- Correo electrónico de las Primeras Jornadas Argentina como Geografía (AG):
- Número Especial del Observatorio de Comercio Internacional (OCI) en RED
Sociales: http://www.redsocialesunlu.net/?cat=584
- RED Sociales, Revista Electrónica del Departamento de Ciencias Sociales -
UNLu: http://www.redsocialesunlu.net/
- Revista Argentina como Geografía: http://revistaag.com.ar/
- Sitio web del Departamento de Ciencias Sociales – UNLu:
http://www.cienciassociales.unlu.edu.ar/
- Sitio web de las Primeras Jornadas Argentina como Geografía (AG):
https://jornadasagunlu.wixsite.com/misitio
Número 3 – Año 2017 – Versión digital
https://boletingeoecon.wordpress.com
78
II Congreso de Geografía Económica
La nueva geografía
del capitalismo
28, 29 y 30 de junio de 2017
Mar del Plata
Coordinadora GeneralLic. Ana María Liberali
Comité AcadémicoLic. Juan Roberto BenítezDr. Zeno Crocetti SoaresProf. Omar Horacio Gejo
Dr. Adriano RoviraDr. Álvaro Sánchez Crispín
Dra. Jussara MantelliLic. Jorge Osvaldo Morina
Comité OrganizadorLic. Ana Laura BerardiProf. Diego SolimenoProf. Alan Rebottaro
Prof. Cristian Sar Moreno
II Congreso de Geografía Económica
79
"La nueva geografía del capitalismo”
Hace diez años atrás, en 2005, se conformó el Colectivo Geoecon, producto de la
decisión de varias cátedras universitarias directa o indirectamente involucradas en el
dictado de Geografía Económica. De él surgieron las Jornadas de Geografía Económica,
una cita anual que se ha desarrollado desde ese momento en la Argentina (2005-2015).
Al cabo de una década de esa experiencia, el Colectivo Geoecon ha planteado la
realización del Primer Congreso de Geografía Económica, en junio de 2016, en la ciudad de
Mar del Plata, provincia de Buenos Aires, Argentina. Éste se llevará a cabo bajo el lema de
"La nueva geografía del capitalismo" y presidido por dos grandes ejes conceptuales: a) "el
capitalismo como geografía"; y b) "Crisis y geografía".
La creación del Colectivo Geoecon fue concebida como una herramienta para el
desarrollo de un trabajo coordinado en pos del fortalecimiento de nuestra especialidad, la
geografía económica, por considerarlo una necesidad para su apuntalamiento en el ámbito
universitario. Sin embargo, este no fue el único objetivo. Entendimos también la prioridad
de desarrollar esta especialidad como un hecho estratégico frente al vuelco conservador que
había primado en la evolución de nuestra disciplina, circunstancia que no difiere de lo que
ha ocurrido en otras disciplinas en los últimos treinta años, y que ha respondido a la
expansión de distintas expresiones de eso que se ha denominado Posmodernidad. Y que en
el campo de la geografía se ha verificado por la multiplicación de las vertientes
culturalistas.
En nuestra disciplina, la geografía económica es la llave para el reingreso del
materialismo histórico; es decir, para enfrentar a las orientaciones conservadoras. El
colectivo Geoecon, las Jornadas de Geografía Económica y, ahora, el Congreso de
Geografía Económica se enmarcan en ese norte estratégico. De allí la elección del lema; de
allí también la elección de los ejes conceptuales. Ambos expresan la voluntad de tomar la
iniciativa para enarbolar a la geografía económica como un instrumento esencial para
acompañar la contraofensiva materialista en, y desde, nuestra disciplina.
II Congreso de Geografía Económica
80
"A nova geografia do capitalismo"
Há dez anos, em 2005, foi criado o coletivo Geoecon, motivado por uma ação de
vários departamentos universitários Argentinos, que direta ou indiretamente estavam
envolvidos com pesquisa de Geografia Econômica. Esse coletivo criou As Jornadas de
Geografia Econômica, um evento anual que tem sido organizado desde então, na Argentina
(2005-2015).
Após uma década de experiência, o Coletivo Geoecon idealizou a realização do
Primeiro Congresso de Geografia Econômica, em junho de 2016, na cidade de Mar del
Plata, Buenos Aires, Argentina. O evento será realizado com o lema "A nova geografia do
capitalismo" e se estrutura por dois eixos conceituais: a) "capitalismo e geografia" e b)
"Crise e geografia."
A criação do Coletivo Geoecon foi pensado como uma ferramenta para o
desenvolvimento de uma abordagem coordenada para fortalecer nossa área do
conhecimento, geografia econômica, estruturando uma articulação entre universidades. No
entanto, este não foi o único objetivo. Também entendíamos como prioridade o
fortalecimento e o desenvolvimento dessa especialidade como estratégia para enfrentar o
avanço da onda conservadora que vinha ganhando terreno, bem como o fortalecimento de
nossa disciplina, que não foi diferente do que aconteceu em outras disciplinas nos últimos
trinta anos, e tem respondido à altura a expansão dos diferentes modelos, os quais
genericamente são chamados de pós-modernismo. E no campo da geografia, tivemos
também uma multiplicação de intervenções culturalistas.
Nossa disciplina, geografia econômica é a chave para a reentrada do materialismo
histórico; isto é, para confrontar a orientação conservadora. O Geoecon, As Jornadas de
Geografia Econômica e agora o Congresso de Geografia Econômica fazem parte das ações
do norte estratégico. Daí a escolha do tema e dos seus eixos conceituais.
Ambos expressaram a vontade de tornar a geografia econômica um instrumento
essencial para acompanhar essa contraofensiva materialista em nossa área do
conhecimento.
II Congreso de Geografía Económica
81
1° CircularEjes
El capitalismo como Geografía Crisis y Geografía Geografía de la Producción Geografía del Comercio Geografía del Transporte
TrabajosSe recibirán aportes escastellano, inglés y portugués, contemplados en los ejes propuestos.
La modalidad será la presentación de resúmenes extendido con el siguiente formato:o En los resúmenes planteará, de manera sintética, el trabajo a exponer. El mismo
tendrá una extensión de entre 3 y 5 páginas en tamaño A4, Fuente Arial 11,interlineado simple.
o El título debe ir en mayúsculas negritao En el siguiente renglón deberá aparecer el grado académico de los autores y sus
nombres completos.o Enseguida, en otra línea, se debe escribir la institución de procedencia de los
autores y el lugar donde se radica la mismao Al final del texto se deben indicar el correo electrónico de contacto de todos los
autores (esta información es sólo para uso del Comité Organizador)o Los trabajos deberán ser enviados a [email protected] Los trabajos expuestos serán publicados on line con ISSN
No se aceptarán más de un trabajo por autor o co – autor
Plazo de entrega: 15/05/2017
II Congreso de Geografía Económica
82
ARANCELES
Para participantes de Argentina.Expositores: 500$
Los expositores deberán abonar la inscripción al momento de la presentación del resumen
Asistentes:
Hasta el 15 – 05: 250$
Hasta el 15 – 06: 350$
Al momento de inicio del congreso: 500$
Estudiantes: 100$
Inscripción gratuita para estudiantes de la Universidad Nacional de Mar del Plata
Para participantes del exteriorExpositores y asistentes graduados: 50 US$
Estudiantes: 10US$
Para efectuar el abono del arancel se debe efectuar un depósito o transferenciaal Banco SantanderCaja de Ahorro en Pesos a nombre de Ana María Liberali:CBU: 0720370988000032068322Una vez efectuado comunicar por mail los datos del depósito.
Contacto:
En español: [email protected]
En portugués: [email protected]
Número 3 – Año 2017 – Versión digital
https://boletingeoecon.wordpress.com
83
Michael Roberts y “La larga depresión”: algunos comentarios al
respecto
Diego Solimeno*
Alan Rebottaro**
Introducción
En este artículo pretendemos presentar una serie de comentarios1 sobre la
entrevista realizada por Mark Kilian, redactor del periódico holandés Socialist, a
Michael Roberts sobre su nuevo libro “La Larga Depresión”.2
Roberts es un destacado marxista británico, especialista en temas de política y
economía internacional, que ha trabajado durante más de 30 años en la City de Londres.
Posee una vasta producción de trabajos y libros que pueden encontrarse en diferentes
sitios web como Rebelión, Sin Permiso o en su blog personal “The Next recession”.3
1 Las citas textuales fueron extraídas de la entrevista original: “La larga depresión. Entrevista a MichaelRoberts”. Revista electrónica Sin Permiso. 13/08/2016* Profesor en Geografía por la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP).** Profesor en Geografía por la Universidad Nacional de Luján (UNLu).2 Para leer la entrevista original acceder a http://www.sinpermiso.info/textos/la-larga-depresion-entrevista.3 Al respecto, existen una gran cantidad de artículos escritos en varios sitios web. Nosotrosrecomendamos, a modo de muestra, aquellos que se encuentran en:Rebelión: http://www.rebelion.org/mostrar.php?tipo=5&id=Michael%20Roberts&inicio=0.Sin Permiso: http://www.sinpermiso.info/Autores/Michael-RobertsThe Next Recession: https://thenextrecession.wordpress.com/
Solimeno – Rebottaro
84
El capitalismo y las depresiones económicas
En la entrevista mencionada el autor comenta las dificultades que viene teniendo
la economía mundial y especialmente los países centrales para superar la crisis
económica 2008-2009, a diferencia de otras, la recuperación les está insumiendo mucho
más tiempo de lo normal. Por ejemplo, casi diez años después apenas están recuperando
su nivel. “Por ejemplo, Italia: el FMI ha presentado un informe que es verdaderamente
sorprendente. No solo Italia sufre una gran crisis bancaria que podría venirse encima de
los bancos muy pronto a menos que el gobierno pague su rescate, sino que el FMI
calcula que el PBI y la producción de Italia no volverán al nivel del año 2007 ¡hasta el
2025! Eso supone dos décadas perdidas de producción, ingresos, empleo y mejores
condiciones de vida para el pueblo italiano” (Roberts, 2016).
A diferencia de otros autores Roberts reconoce esta crisis como una depresión y
no como una recesión normal. De esta manera la compara con otros episodios a los
cuales tuvo que hacer frente el capitalismo moderno (1873-1897, 1929-39). Para
Michael Roberts, el sistema capitalista ha sufrido tres grandes depresiones desde el siglo
XIX hasta nuestros días. Las mismas acontecieron entre los años 1873-1897, 1929-1939
y 2007-2008 y afectaron fuertemente la economía mundial. Las tres crisis tuvieron
origen en alguno de los países capitalistas por excelencia antes de expandirse por todo el
mundo. La primera depresión ocurrida en 1873 se desencadenó en Gran Bretaña,
Alemania y EE.UU, las potencias capitalistas de la época. La segunda depresión fue la
llamada “La Gran Depresión de 1929” y su epicentro, al igual que la depresión de 2008,
fue EE.UU. En palabras de Roberts:
“Después de la crisis de 1929 los EE.UU., la economía más grande del mundo, entró en
la depresión más profunda. Hubo desempleo masivo prolongado, y no hubo
recuperación real durante la década de 1930”.
Según su análisis, en las depresiones las recuperaciones son particularmente
lentas para volver a tasas de crecimiento aceptables. En los periodos mencionados, la
economía mundial tuvo que esperar incluso veinte años para regresar a la senda del
crecimiento.
Michael Roberts y “La larga depresión”
85
La segunda guerra mundial (1939-1945)
El significado que cobra la Segunda Guerra Mundial, como uno de los
acontecimientos más importantes del siglo XX, es realmente relevante, porque en
realidad, fue la respuesta de los principales países capitalistas a la gran crisis de 1929
según los argumentos del autor analizado.
En ese entonces, la producción comenzó a recuperarse de la mano de la industria
armamentista y no como consecuencia de la aplicación de las llamadas ´políticas
keynesianas´. La guerra impulsó la economía, en recesión desde hacía muchos años.
Roberts, lo formula de la siguiente manera:
“Solo cambió la situación cuando los EE. UU. entraron en la Segunda Guerra Mundial,
junto con Gran Bretaña, contra las denominadas potencias del eje. La producción
pública se incrementó, lo que llevó al crecimiento económico y la recuperación.”
Fue lo que paso en la Segunda Guerra Mundial. Se dijo a las grandes empresas: ´No
pueden seguir produciendo coches, ahora hay que fabricar tanques´. Hubo un control
directo del gobierno dirigido al esfuerzo de guerra. En cierto modo, se puso fin a la
producción capitalista con fines de lucro y se reemplazó por la producción dirigida por
el gobierno. Los capitalistas siguieron ganando dinero y teniendo beneficios, pero
estaban completamente controlados y dirigidos por el estado militar con el fin de llevar
a cabo la guerra.”
Los “años dorados” del capitalismo (1945-1960)
De esta manera no fueron las denominadas “políticas keynesianas” la estrategia
que dio respiro a la crisis de 1929, sino la Segunda Guerra Mundial. Luego de esta
confrontación, el sistema vivió un periodo que se denominó “Los años dorados del
capitalismo” o los “años gloriosos” del capitalismo, en donde muchos países crecieron
rápidamente y se expandió lo que se conoció como “Estado de Bienestar”, caracterizado
por un bajo nivel de desempleo y relativas mejoras sociales.
El especialista británico opina que:
Solimeno – Rebottaro
86
“El período de 1945 a mediados de los años 60 fue un período excepcional; se le llama
la "edad de oro" del capitalismo. Había un crecimiento bastante alto, más o menos pleno
empleo, muchos países desarrollaron un mejor estado de bienestar, educación gratuita
hasta el nivel universitario, servicios de salud gratuitos, programas estatales de
vivienda; mejores pensiones, etc.
Pero fue un período excepcional. ¿Por qué? Lo que impulsa el crecimiento en el
capitalismo es la posibilidad de obtener beneficios. La salud de la economía capitalista
depende de lo que ocurre con la rentabilidad del capital, la tasa de ganancia en cada
inversión realizada por los capitalistas. Al final de la Segunda Guerra Mundial, como
resultado de la destrucción física en Europa, de la mayor parte de la maquinaria,
fábricas, etc., y una enorme cantidad de mano de obra disponible a precios baratos, la
rentabilidad de las grandes empresas capitalistas se disparó en Europa en la medida que
se iban recuperando. Y consiguieron crédito barato (incluso gratis) de los EE.UU. En
los EE.UU. se había producido una devaluación del viejo capital, y el nuevo capital
trajo una nueva tecnología que era muy rentable, y hubo una enorme expansión de la
fuerza de trabajo. Lo mismo se aplica a Japón. En todo el mundo, el capitalismo tuvo un
alto nivel de rentabilidad de la inversión.”
Como podemos apreciar, la gran destrucción provocada por la Segunda Guerra
Mundial, tanto en Europa como en Japón, permitió el avance del capital
norteamericano, y la posibilidad de combatir los perjuicios de la crisis de 1929.
Sin embargo, el desarrollo de la economía mundial desde 1945 hasta la
actualidad, no ha sido un proceso armonioso, sino que comprende un conjunto de auges
y recesiones.
La década de 1960 fue el límite de ese crecimiento, debido a una caída en la
rentabilidad capitalista. Michael Roberts manifiesta que:
“Este período se llama la crisis de rentabilidad. La teoría de las crisis en el capitalismo
de Marx es que, si la rentabilidad es la fuerza impulsora del crecimiento, no puede
aumentar continuamente. A medida que el capitalismo se expande y acumula capital,
hay una tendencia de la rentabilidad a caer. Esta es una ley fundamental en la economía
política que Marx percibió. Y en ese proceso de la tasa decreciente de ganancia, el
capitalismo tiene problemas y las crisis se desarrollan con mayor frecuencia.
La edad de oro de los años 1950 y 1960 dio paso a las crisis. Yo era joven entonces y
recuerdo que fue un período de grandes luchas del movimiento obrero en la medida en
Michael Roberts y “La larga depresión”
87
que la rentabilidad cayó y el capitalismo intentó estrujar a los trabajadores. Los
trabajadores lucharon porque tenían una gran cantidad de conquistas que no querían
perder y los sindicatos eran relativamente fuertes.”
Así, estos “años dorados”, de crecimiento aparentemente “ilimitado”,
encontraron su freno en la caída de las ganancias.
Por lo tanto, se puede decir que fue una época de expansión de la economía
capitalista (y de la norteamericana en particular), marcada por la reconstrucción material
de Europa, a través del Plan Marshall, y Japón, y por la expansión del crédito a favor de
la banca estadounidense.
La caída de la tasa de ganancia a partir de la década de 1960
La situación descripta en el apartado anterior, se mantuvo hasta 1970 cuando
comenzó a caer la rentabilidad. Es sabido que la acumulación del capital presenta
contradicciones y no puede expandirse ilimitadamente ya que hay una tendencia de la
rentabilidad a caer. En este caso el capitalismo apunto a mantener su tasa de ganancia
presionando sobre la fuerza de trabajo, por ejemplo a través de: recorte del gasto
público; eliminación de derechos de los trabajadores; trabajo más intenso; introducción
de nuevas tecnologías ahorradoras de mano de obra; privatizaciones; etc. Cuando esto
no fue suficiente se recurrió a desposeer de recursos naturales a los países más pobres, a
la introducción de nuevas tecnologías y al aumento de las horas de trabajo (Roberts,
2016).
En palabras de Roberts:
“Los sindicatos fueron aplastados en las recesiones de principios de la década de 1980 y
el movimiento obrero fue derrotado y sometido en muchas batallas. El capitalismo trató
de aumentar la rentabilidad a través de recortes en el gasto público, privatizaciones, la
explotación de la fuerza de trabajo, la eliminación de todas las protecciones de la fuerza
de trabajo, la globalización, etc. Es el período neoliberal de los últimos 20 años del siglo
XX.”
De aquí en más, el principal objetivo de los capitalistas fue recuperar los
beneficios logrados unos años antes. Así, Roberts señala que:
Solimeno – Rebottaro
88
“Uno de los factores para contrarrestar esta tendencia fue trasladar la inversión al sector
financiero, a los bancos y a otras instituciones, para obtener beneficios a costa de
menores inversiones en el sector productivo.”
Ciertamente, en este nuevo periodo se crearon las condiciones para nuevas crisis
y depresiones. A pesar de algunos intentos, como el auge del crédito y la mayor
especulación en los mercados financieros, la inversión productiva disminuyó en la
mayoría de los países capitalistas en las últimas décadas del siglo XX, registrándose un
crecimiento relativo en los países subordinados, como lo enuncia Roberts:
“La inversión productiva disminuyó en la mayoría de las economías en los años 1980 y
1990. Esto es una indicativo de la debilidad de la economía capitalista hacia el final del
siglo XX y de la necesidad de desviarla a la financiación y a otros lugares. Así que sí,
esto es una parte importante del proceso de la crisis. Pero, al mismo tiempo, es un
síntoma de la incapacidad para aumentar la rentabilidad.”
La crisis de 2008
Luego de décadas de problemas en la rentabilidad capitalista y avance en contra
de la clase trabajadora, emergió la crisis del año 2008, poniendo de relieve los
problemas más profundos del sistema.
Michael Roberts describe brevemente los alcances y consecuencias de la actual
crisis:
“Cada vez que sucede (una depresión de este tipo), millones de personas ven sus vidas
arruinadas, pierden sus puestos de trabajo y, posiblemente, sus casas, porque no pueden
pagar el alquiler o la hipoteca. Además, los gobiernos aplican toda una serie de
medidas, de recortes en el estado de bienestar y en los servicios públicos, que afectan a
la población también. Además, todo ese período de declive es una pérdida permanente.
Si no hubiera habido caída, la producción y los ingresos habrían sido mayores, el
volumen y la calidad del empleo hubieran sido mejor. Eso nunca se puede recuperar.”
Ante esta situación desde diversos grupos de economistas, incluso marxistas, se
insiste en que la salida a estos momentos de crisis se produce a través del aumento de la
participación del Estado en la economía, ya sea creando demanda efectiva o
aumentando el gasto público. Esto es lo que Roberts denomina como una solución
Michael Roberts y “La larga depresión”
89
Keynesiana de la crisis. En diversas oportunidades (por ejemplo a través del New Deal)
se ha intentado implementar estas medidas y aunque las mismas pueden ser efectivas
por un tiempo, en el mediano plazo generan contradicciones internas que devienen en
nuevos estancamientos (principalmente afectando la rentabilidad del sector
empresarial). Contrariamente a esto los gobiernos frente a la actual crisis han efectuado
políticas de recorte de gasto público y contrarias a aumentar la demanda.
Según el análisis del economista nadie del campo de la burguesía se percató,
paradójicamente, de la llegada de la crisis que impactó profundamente en el mundo. Y
mucho menos efectivos fueron en la resolución de la misma. Roberts lo explica muy
claramente:
“Hasta ahora no saben realmente qué hacer para que el sistema funcione de nuevo. Las
instituciones, los bancos centrales y los gobiernos todavía están luchando para conseguir
una recuperación por encima del débil nivel donde está, pero, como no entienden lo que
pasó, no saben qué hacer al respecto.”
Por el contrario, existen otras posturas que percibieron la proximidad de la crisis:
“Unas pocas personas advirtieron de los peligros que acechaban en la primera década
del 2000. Fueron capaces de ver que la enorme burbuja inmobiliaria de los EE.UU. no
podía sostenerse; otros percibieron el enorme aumento de los créditos a particulares con
un sector financiero altamente comprometido. Así que uno o dos economistas radicales,
fuera del consenso, reconocieron los peligros reales. Y uno o dos marxistas plantearon
la idea de que, a pesar del enorme auge de los precios inmobiliarios y del crédito, la
rentabilidad estaba empeorando y se produciría una crisis. Uno de ellos fue Anwar
Shaikh. Predijo una gran crisis y una depresión subsiguiente.”
En fin, lo que trata de remarcar Roberts es que la gran mayoría de las personas
especializadas en estos temas ni siquiera percibió las señales que brindaba el sistema,
solamente unos pocos, provenientes del campo del marxismo, entendieron lo que estaba
sucediendo.
El fin del capitalismo
Después de realizar un análisis de la económica internacional, desde la primera
gran crisis capitalista hasta la última, Michael Roberts plantea que el capitalismo no
tiene futuro posible dentro de las contradicciones que se están desarrollando.
Solimeno – Rebottaro
90
Para él, los retos a los que se enfrenta el sistema son diversos: cambio climático,
calentamiento global, desigualdades en la riqueza y el ingreso en el mundo, enormes
tensiones sociales y la desaceleración de la productividad.
Roberts admite que:
“Todos estos factores ponen en peligro el futuro del capitalismo para satisfacer las
necesidades de las personas y la capacidad de los EE.UU. para mantener su posición
hegemónica. Así que la rivalidad entre las grandes potencias capitalistas se incrementa y
también entre los EE.UU. y China, porque China es una amenaza importante en el
comercio y la producción, y, probablemente, lo será en las finanzas y la tecnología en
un futuro. Estas son las contradicciones crecientes que existen en el capitalismo, que
incluso ponen en peligro la existencia del planeta.”
Conclusión
Frente a toda esta cuestión, Michael Roberts aclara que, históricamente, las
respuestas “keynesianas” a las crisis, en donde los Estados se hacen cargo de apaliar las
consecuencias de las mismas, nunca han dado resultados positivos, ni en la década de
1930 ni ahora. Así, asevera que:
“Los economistas keynesianos creen que la solución a estas crisis es que el gobierno
gaste más dinero en gasto social, o dé dinero a las empresas para invertir, o lleve a cabo
sus propios programas de producción y por lo tanto que la gente tenga trabajo. Esto
impulsaría la economía capitalista y la pondría de nuevo en marcha. Esa es la solución
keynesiana a estas crisis.”
Pero la realidad ha demostrado que las cosas funcionaron de manera muy
distinta. El capitalismo ha tratado de “resolver” sus crisis mediante la eliminación del
capital “sobrante”, y las guerras han sido la expresión más concreta de la necesidad de
recuperar la rentabilidad. Por lo tanto, Roberts aclara que:
“Eso significa destruir el capital que ya no es productivo. (…) Por supuesto, esto será a
expensas de los puestos de trabajo y los medios de vida de todo el mundo. Estamos
hablando de seres humanos que pierden su empleo como consecuencia del cierre de
Michael Roberts y “La larga depresión”
91
fábricas y empresas, fusiones y venta de activos, flexibilización del empleo y reducción
de la producción, todo ello en aras de una mayor rentabilidad. Una crisis, tal vez una
serie de depresiones, puede hacer eso. Entonces vamos a seguir con la actual depresión.
El sistema tiene que deshacerse de una gran cantidad de deuda, aplastar una gran
cantidad de bancos, cerrar un montón de viejas industrias y empresas. Eso es horrible,
pero eso es lo que hace el capitalismo para resucitar.”
Por el contrario, y en contraposición a las ideas precedentes, Roberts argumenta
que la única salida a las crisis capitalistas es una respuesta socialista, esto:
“implica que los gobiernos se hagan cargo de los principales sectores de la economía
para producir para las necesidades sociales en vez de hacerlo con fines de lucro. Eso
significa el control de la inversión y la propiedad de todos los principales bancos y otras
grandes empresas. Algo drásticamente diferente de lo que los keynesianos proponen
ahora y que iría aún más lejos de lo que ocurrió en tiempos de la guerra.
Según el entrevistado, el capitalismo todavía tiene posibilidades de expandirse,
implementando las nuevas tecnologías (robots, automatización, internet) y explotando
áreas del mundo que aún no están proletarizadas o urbanizadas, pero que son parte del
sistema capitalista mundial.
Sin embargo, Michael Roberts es contundente, y concluye la entrevista
sentenciando que, a pesar que se experimente otro periodo de crecimiento económico en
el corto plazo, en realidad, el capitalismo tiene fecha de caducidad en términos
históricos.
Anexo
93
Principales países exportadores mundiales de mercancías, 2015.
Posición País Valor de las exportaciones % % acumulado1 China 2.275 13.8 13.82 Estados Unidos 1.505 9.1 22.93 Alemania 1.329 8.1 31.04 Japón 625 3.8 34.85 Países Bajos 567 3.4 38.26 Corea del Sur 527 3.2 41.47 Hong Kong 511 3.1 44.58 Francia 506 3.1 47.69 Reino Unido 460 2.8 50.4
10 Italia 459 2.8 53.211 Canadá 408 2.5 55.712 Bélgica 398 2.4 58.113 México 381 2.3 60.414 Singapur 351 2.1 62.515 Rusia 340 2.1 64.616 Suiza 290 1.8 66.417 Taipéi Chino 285 1.7 68.118 España 282 1.7 69.819 India 267 1.6 71.420 Emiratos Árabes Unidos 265 1.6 73.021 Tailandia 214 1.3 74.322 Arabia Saudita 202 1.2 75.523 Malasia 200 1.2 76.724 Polonia 198 1.2 77.925 Brasil 191 1.2 79.126 Australia 188 1.1 80.227 Vietnam 162 1.0 81.228 República Checa 158 1.0 82.229 Austria 152 0.9 83.130 Indonesia 150 0.9 84.031 Turquía 144 0.9 84.932 Suecia 140 0.8 85.733 Irlanda 120 0.7 86.434 Noruega 105 0.6 87.035 Hungría 99 0.6 87.636 Dinamarca 95 0.6 88.237 Sudáfrica 82 0.5 88.738 Qatar 77 0.5 89.239 Eslovaquia 76 0.5 89.740 Israel 64 0.4 90.141 Chile 63 0.4 90.542 Irán 63 0.4 90.943 Rumania 61 0.4 91.344 Finlandia 59 0.4 91.745 Filipinas 59 0.4 92.146 Argentina 56 0.3 92.447 Portugal 55 0.3 92.748 Kuwait 55 0.3 93.049 Irak 49 0.3 93.350 Nigeria 48 0.3 93.6
Total 50 países * 15.420 93.6 93.6Total mundial * 16.482 100.0 100.0
* Nota: Incluye una cantidad considerable de re-exportaciones.
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Anexo
94
Principales exportadores mundiales de mercancías 2015: una breve
aproximación
La radiografía de las exportaciones mundiales durante el año 2015 bien vale para
mostrar ciertos atisbos de las tendencias generales en el rubro durante los últimos años. No
obstante, se pueden establecer algunos cambios en el corto plazo, que no modifican las
condiciones estructurales, pero que afectan a determinadas economías, especialmente
aquellas vinculadas a la exportación de materias primas.
En líneas generales 50 países reúnen el 93,6% de las exportaciones, dejando casi a
una centuria y media de países con menos del 7% restante, estableciendo en primer lugar
una muestra más que representativa del proceso, como así también de concentración, siendo
éste un fenómeno incluso muy evidente al interior de la muestra seleccionada. En primer
lugar, los diez primeros países que encabezan el ranking dan cuenta de la mitad de las
exportaciones de mercancías, dejando prácticamente un poco menos de la otra mitad para
las naciones restantes. Si a su vez consideramos la participación por regiones, aquellas que
son caracterizadas como centrales, aunque con diferencias ostensibles entre los países - que
serán detalladas a continuación -, es decir considerando América del Norte, Europa
Occidental y Asia Pacífico, entre las tres reúnen algo más del 80%, dejando para el resto de
las regiones algo más de una novena parte de las ventas.
Cuando se toman en cuenta los comportamientos al interior de estas regiones,
claramente se observan ciertas diferencias. Comenzando por Asia Pacífico, en donde se
encuentra el país que lidera el cuadro, China con 40% de las exportaciones totales de la
región (13, 8% de un total de 35,2), siendo la gran locomotora industrial de las últimas
décadas. Muy por detrás, aunque bien posicionado en el ranking queda, quien otrora fuera
el líder regional, Japón. El resto de los países muestran con comportamiento dispar, pero
que responde al reflejo del crecimiento regional de carácter industrial jalonado por la
dinámica china. Tal es el caso de Corea del Sur, que como líder de los llamados “tigres” ha
logrado no sólo posicionarse sino también establecerse en el tiempo mediante la
consolidación de un aparato industrial nacional aunque de características periféricas o Hong
Kong y Singapur, funcionando prácticamente como aduanas de las exportaciones chinas, el
resto de los considerados dentro de este grupo caso Malasia o Filipinas tienen una
Anexo
95
participación mucho menor, que incluso se han visto superados por el crecimiento de la
India. Vale mencionar aquellos países proveedores de materias primas dentro de Asia
Pacífico, como es el caso de Australia, gracias al incremento de la demanda china en al
menos una década y media, se han mantenido estables, aunque claramente rezagados
dentro del esquema de crecimiento que ha presentado la región.
En el caso de Europa Occidental, si bien tiene una participación de casi un tercio de
las exportaciones y cuenta con la presencia de la mayor cantidad de países (16, en
comparación a los 13 que tiene Asia Pacífico), las diferencias al interior de la misma
definen participaciones disímiles. Al liderazgo notable y bien definido alemán (tercer
exportador mundial con 8,1%) le suceden una serie de países con relativo dinamismo,
aunque claramente el proceso de desindustrialización que ha sufrido la región ha afectado
notablemente su participación. Situación similar han tenido especialmente las economías
nórdicas cuya participación es prácticamente una tercera o cuarta parte de las exportaciones
de los países líderes. Línea aparte merecen las economías más rezagadas, que han tenido
comportamientos dispares en cuanto a la atracción de inversiones, sobre la base de costos
de producción más bajos. En este sentido España ha logrado estabilizarse en una línea
media mientras que Irlanda, Portugal o Finlandia se encuentran claramente en retroceso.
En el caso de la región líder restante, América del Norte, en su conjunto se observa
una menor participación respecto de las dos áreas mencionadas previamente (menos de la
mitad), con marcadas asimetrías entre los Estados Unidos y sus dos socios comerciales en
el NAFTA. En este sentido, con participaciones relativamente similares México ha tenido
un avance significativo sobre la base de la explotación de sus recursos y mano de obra,
mientras que Canadá con mayores dimensiones territoriales se encuentra en retroceso.
Respecto a las regiones periféricas, si bien existen situaciones disímiles, en su
conjunto la participación es relativamente baja. Considerando las cuatro regiones (Europa
Oriental, Medio Oriente, África y Centro y Sudamérica, equivalen a un poco menos que las
exportaciones de China (13,2 /13,8%).
Sin embargo, si se analizan cada una por separado, se pueden establecer realidades
diferentes. Europa Oriental, luego de la caída del bloque soviético se ha transformado en la
plataforma de producción industrial de su vecina occidental, de la mano de las ventajas que
implican los costos de producción estimablemente más bajos. En este sentido Polonia y
Anexo
96
República Checa se encuentran a la cabeza de esta tendencia, secundadas por Hungría y
Eslovaquia y en menor medida con una Rumania de comportamiento altamente fluctuante.
La excepción a esta tendencia es el líder regional Rusia, quién en la era post soviética ha
logrado posicionarse como proveedor gasífero en el mercado mundial.
En el caso de Medio Oriente, región inestable si la hay, la extracción de crudo ha
permitido sostener su posición, aunque claramente rezagada y con diferencias marcadas
entre los líderes regionales (Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos) y un quinteto de
países con una participación minoritaria. La caída de los precios internacionales de petróleo
durante el periodo analizado no colabora para incrementar su participación sino que se
encuentran en relativo retroceso.
Hecho similar se puede decir del caso africano, en donde la caída del precio del
petróleo y de los minerales ha coadyuvado a disminuir su ya magra participación a menos
del 1% con solo la presencia de dos países, liderados por Sudáfrica en posición estable y
una Nigeria que cae al compás del derrumbe del oro negro.
Finalmente Centro y Sudamérica no ha quedado exenta de esta lógica, con un claro
derrumbe y la presencia de 3 países (1 menos que años anteriores por la salida de
Venezuela del grupo de los 50). Cabe destacar el “poderío” regional brasileño que por su
relativa diversificación exportadora y su amplio mercado se despega claramente del resto
de los países, mientras que en caso de Chile y Argentina, tienen una posición relegada
siendo castigadas por la tendencia a la baja de los precios de las materias primas.
Si bien como se planteó al inicio, estos datos son solamente una instantánea de la
dinámica comercial mundial, las tendencias estructurales son difíciles de alterar. El destino
de las economías periféricas, bajo este sistema estará bajo el destino de una buena situación
coyuntural con precios de los commodities al alza que les tener cierto oxígeno o aquellas
economías que estén cercanas a los grandes centros de demanda que les posibiliten
convertirse en productores manufactureros sobre la base de la explotación del trabajo. En
contrapartida, están los países que por condiciones geográficas hoy garantizar un proceso
de acumulación al alza o quienes aún con las contradicciones imperantes han logrado
generar procesos de concentración y trasladar las crisis fronteras afuera.
Anexo
97
Exportaciones mundiales de mercancías por regiones y países seleccionados (1989-2015)
RECORTE 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015
MUNDO a 3.089.000 3.442.000 3.509.000 3.759.000 3.746.000 4.243.000 5.078.000 5.345.000 5.535.000 5.440.000 5.625.000 6.358.000 6.155.000 6.455.000 7.503..000 9.153.000 10.431.000 12.083.000 13.950.000 16.070.000 12.490.000 15.237.000 18.255.000 18.401.000 18.816.000 19.002.000 16.482.000
MUNDO (%) 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100100�
100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100
ÁFRICA 2.8 3.0 2.8 2.6 2.4 2.2 2.1 2.3 2.3 1.9 2.0 2.3 2.4 2.2 2.4 2.5 2.9 3.1 3.1 4.1 3.2 3.4 3.3 3.5 3.2 2.9 2.4
ARGELIA 0.3 0.4 0.4 0.3 0.3 0.2 0.2 0.2 0.3 0.2 0.2 0.3 0.3 0.3 0.3 0.4 0.4 0.5 0.4 0.5 0.4 0.4 0.4 0.4 0.3 0.3 0.3
NIGERIA 0.3 0.4 0.3 0.3 0.3 0.2 0.2 0.3 0.3 0.2 0.2 0.3 0.3 0.2 0.3 0.3 0.4 0.4 0.5 0.5 0.4 0.5 0.6 0.6 0.5 0.5 0.5
SUDÁFRICA 0.7 0.7 0.7 0.6 0.6 0.6 0.5 0.5 0.6 0.5 0.5 0.5 0.5 0.5 0.5 0.5 0.5 0.5 0.5 0.5 0.5 0.5 0.5 0.5 0.5 0.5 0.5
AMÉRICA DEL NORTE 16.8 16.3 16.8 16.7 17.7 17.4 16.9 17.3 18.3 18.7 19.0 19.2 17.7 17.1 15.4 14.5 14.1 13.9 13.3 12.6 12.8 12.9 12.5 12.9 12.8 13.1 13.9
CANADÁ 3.9 3.7 3.6 3.6 3.9 3.9 3.8 3.8 3.9 3.9 4.2 4.4 4.2 3.9 3.6 3.5 3.4 3.2 3.0 2.8 2.5 2.5 2.5 2.5 2.4 2.5 2.5
EE.UU 11.8 11.4 12.0 11.9 12.4 12.1 11.5 11.7 12.4 12.5 12.4 12.3 11.9 10.7 9.6 8.9 8.7 8.6 8.3 8.0 8.5 8.4 8.1 8.4 8.4 8.5 9.1
MÉXICO 1.1 1.2 1.2 1.2 1.4 1.4 1.6 1.8 2.0 2.2 2.4 2.6 1.6 2.5 2.2 2.1 2.0 2.1 2.0 1.8 1.8 2.0 1.9 2.0 2.0 2.1 2.3
ASIA 23.6 23.0 25.2 26.1 28.4 28.9 28.4 27.4 27.8 26.6 27.5 26.4 25.0 27.9 26.1 28.8 27.4 29.6 29.7 29.4 31.2 33.3 32.7 33.3 33.5 33.9 36.2
CHINA 1.7 1.8 2.0 2.3 2.4 2.9 2.9 2.8 3.3 3.4 3.5 3.9 4.3 5.0 5.8 6.5 7.3 8.0 8.7 8.9 9.6 10.4 10.4 11.1 11.7 12.3 13.8
COREA DEL SUR 2.0 1.9 2.0 2.0 2.2 2.3 2.5 2.4 2.4 2.4 2.6 2.7 1.5 2.5 2.6 2.8 2.7 2.7 2.7 2.6 2.9 3.1 3.0 3.0 3.0 3.0 3.2
HONG KONG 2.4 2.4 2.8 3.2 3.6 3.6 3.4 3.4 3.4 3.2 3.1 3,.2 3.1 3.1 3.0 2.9 2.8 2.7 2.5 2.3 2.6 2.6 2.5 2.7 2.8 2.8 3.1
INDIA 0.5 0.5 0.5 0.5 0.6 0.6 0.6 0.6 0.6 0.6 0.6 0.7 0.7 0.8 0.7 0.8 0.9 1.0 1.0 1.1 1.3 1.4 1.7 1.6 1.7 1.7 1.6
INDONESIA 0.7 0.7 0.8 0.9 1.0 0.9 0.9 0.9 1.0 0.9 0.9 1.0 0.9 0.9 0.8 0.8 0.8 0.9 0.8 0.9 1.0 1.0 1.1 1.0 1.0 0.9 0.9
JAPÓN 8.9 8.4 9.0 9.0 9.7 9.4 8.7 7.7 7.6 7.1 7.5 7.5 6.6 6.5 6.3 6.2 5.7 5.4 5.1 4.9 4.9 5.1 4.5 4.3 3.8 3.6 3.8
MALASIA 0.8 0.9 1.0 1.1 1.3 1.4 1.4 1.5 1.4 1.3 1.5 1.5 1.4 1.4 1.3 1.4 1.4 1.3 1.3 1.2 1.3 1.3 1.2 1.2 1.2 1.2 1.2
SINGAPUR 1.4 1.5 1.7 1.7 2.0 2.3 2.3 2.3 2.3 2.0 2.0 2.2 1.2 1.9 1.9 2.0 2.2 2.2 2.1 2.1 2.2 2.3 2.2 2.2 2.2 2.2 2.1
TAILANDIA 0.6 0.7 0.8 0.9 1.0 1.1 1.1 1.0 1.0 1.0 1.0 1.1 1.1 1.1 1.1 1.1 1.1 1.1 1.1 1.1 1.2 1.3 1.3 1.2 1.2 1.2 1.3
TAIPEI CHINO 2.1 2.0 1.9 2.2 2.3 2.2 2.2 2.2 2.2 2.0 2.2 2.3 1.3 2.1 2.0 2.0 1.9 1.9 1.8 1.6 1.6 1.8 1.7 1.6 1.6 1.7 1.7
CENTROAMÉRICA Y SUDAMÉRICA 3.2 3.1 2.9 2.8 3.0 3.0 2.9 3.0 3.1 3.0 2.8 3.1 3.2 2.9 2.8 3.0 3.6 3.7 3.7 3.8 3.8 3.9 4.2 4.1 3.9 3.6 3.3
ARGENTINA 0.3 0.4 0.3 0.3 0.4 0.4 0.4 0.4 0.5 0.5 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4 0.5 0.4 0.4 0.4 0.3
BRASIL 1.1 0.9 0.9 1.0 1.0 1.0 0.9 0.9 1.0 0.9 0.9 0.9 0.9 0.9 1 1.1 1.1 1.1 1.2 1.2 1.2 1.3 1.4 1.3 1.3 1.2 1.2
CHILE 0.3 0.2 0.3 0.3 0.2 0.3 0.3 0.3 0.3 0.3 0.3 0.3 0.3 0.3 0.3 0.4 0.4 0.5 0.5 0.4 0.4 0.5 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4
VENEZUELA 0.4 0.5 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4 0.3 0.4 0.4 0.4 0.4 0.3 0.4 0.5 0.5 0.5 0.6 0.5 0.4 0.5 0.5 0.5 0.4 0.3
EUROPA OCCIDENTAL 43.7 47.6 46.1 45.7 42.5 42.7 43.6 42.9 41.2 43.4 41.8 41.7 41.5 41.2 46.1 44.0 42.2 41.2 41.6 40.3 40.2 37.1 36.5 35.1 36.0 35.8 36.1
ALEMANIA 11.0 12.2 11.5 11.4 10.1 10.1 10.3 9.8 9.3 10.0 9.6 8.7 9.3 9.5 10.0 10.0 9.3 9.2 9.5 9.1 9.0 8.3 8.1 7.6 7.7 7.9 8.1
AUSTRIA 1.0 1.2 1.2 1.2 1.1 1.1 1.1 1.1 1.1 1.2 1.1 1.0 1.1 1.2 1.3 1.3 1.2 1.2 1.2 1.1 1.1 1.0 1.0 0.9 0.9 0.9 0.9
BÉLGICA-LUX. 3.2 3.4 3.4 3.3 3.2 3.3 3.4 3.2 3.0 3.3 3.3 2.9 1.8 3.3 3.4 3.3 3.2 3.1 3.1 3.0 3.0 2.7 2.6 2.4 2.5 2.5 2.4
DINAMARCA 1.0 1.1 1.1 1.1 1.0 1.0 1.0 1.0 0.9 0.9 0.9 0.8 0.8 0.9 0.9 0.8 0.8 0.8 0.7 0.7 0.7 0.6 0.6 0.6 0.6 0.6 0.6
ESPAÑA 1.4 1.6 1.7 1.7 1.6 1.7 1.8 1.9 1.9 2.0 2.0 1.8 1.8 1.8 2.0 2.0 1.8 1.7 1.7 1.7 1.7 1.6 1.7 1.6 1.7 1.7 1.7
FINLANDIA 0.8 0.8 0.7 0.6 0.6 0.7 0.8 0.8 0.7 0.8 0.7 0.7 0.7 0.7 0.7 0.7 0.6 0.6 0.6 0.6 0.5 0.5 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4
FRANCIA 5.8 6.3 6.2 6.3 5.6 5.5 5.6 5.4 5.2 5.6 5.3 4.7 5.2 5.1 5.2 4.9 4.4 4.1 4.0 3.8 3.9 3.4 3.3 3.1 3.1 3.1 3.1
Anexo
98
IRLANDA 0.7 0.7 0.7 0.8 0.8 0.8 0.9 0.9 1.0 1.2 1.3 1.2 1.3 1.4 1.2 1.1 1.1 0.9 0.9 0.8 0.9 0.8 0.7 0.6 0.6 0.6 0.7
ITALIA 4.6 4.9 4.8 4.7 4.5 4.5 4.6 4.7 4.3 4.5 4.1 3.7 3.9 3.9 3.9 3.8 3.5 3.4 3.5 3.3 3.2 2.9 2.9 2.7 2.8 2.8 2.8
NORUEGA 0.9 1.0 1.0 0.9 0.9 0.8 0.8 0.9 0.9 0.7 0.8 0.9 0.9 0.9 0.9 0.9 1.0 1.0 1.0 1.1 1.0 0.9 0.9 0.9 0.8 0.8 0.3
PAISES BAJOS 3.5 3.8 3.8 3.7 3.7 3.7 3.9 3.8 3.5 3.7 3.6 3.3 3.7 3.8 3.9 3.9 3.9 3.8 4.0 3.9 4.0 3.8 3.6 3.6 3.6 3.5 3.4
PORTUGAL 0.4 0.5 0.5 0.5 0.4 0.4 0.4 0.5 0.4 0.5 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4 0.3 0.3 0.3 0.3 0.3 0.3 0.3 0.3
REINO UNIDO 4.9 5.4 5.3 5.1 4.8 4.8 4.8 4.9 5.1 5.0 4.8 4.4 4.4 4.3 4.1 3.8 3.7 3.7 3.8 2.9 2.8 2.7 2.6 2.7 2.9 2.7 2.8
SUECIA 1.7 1.7 1.6 1.5 1.3 1.4 1.6 1.6 1.5 1.6 1.5 1.4 1.2 1.3 1.3 1.3 1.2 1.2 1.2 1.1 1.2 1.0 1.0 0.9 0.9 0.9 0.8
SUIZA 1.7 1.9 1.8 1.7 1.7 1.7 1.6 1.5 1.4 1.4 1.4 1.3 1.3 1.4 1.3 1.3 1.3 1.2 1.2 1.2 1.4 1.3 1.3 1.2 1.2 1.6 1.8
EUROPA ORIENTAL 6.3 3.1 2.6 2.7 2.9 2.9 3.1 4.0 4.0 4.0 3.8 4.0 4.8 4.9 2.7 2.9 3.3 3.6 3.7 4.4 3.6 3.9 4.3 4.3 4.1 3.9 3.0
HUNGRIA 0.3 0.3 0.3 0.3 0.2 0.3 0.3 0.3 0.3 0.4 0.4 0.5 0.5 0.5 0.6 0.6 0.6 0.6 0.7 0.7 0.7 0.6 0.6 0.6 0.6 0.6 0.6
POLONIA 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4 0.5 0.5 0.5 0.5 0.5 0.6 0.6 0.6 0.7 0.8 0.9 0.9 1.0 1.0 1.1 1.0 1.0 1.0 1.1 1.1 1.2
R. CHECA 0.3 0.3 0.3 0.3 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4 0.5 0.5 0.6 0.5 0.6 0.7 0.8 0.8 0.8 0.9 0.9 0.9 0.9 0.9 0.9 0.9 0.9 1.0
URSS / RUSIA 3.5 1.7 1.4 1.1 1.2 1.2 1.2 1.7 1.6 1.4 1.3 1.7 1.7 1.7 1.8 2.0 2.4 2.5 2.5 2.9 2.4 2.6 2.9 2.9 2.8 2.6 2.1
MEDIO ORIENTE 3.5 3.9 3.4 3.4 3.3 2.9 2.9 3.2 3.2 2.5 3.0 4.3 4.0 3.8 4.1 4.3 4.9 5.4 5.5 6.4 5.8 5.9 6.9 7.3 7.1 6.8 5.1
ARABIA SAUDITA 0.9 1.3 1.4 1.3 1.1 1.0 1.0 1.1 1.1 0.7 0.9 1.3 1.1 1.1 1.2 1.4 1.7 1.7 1.7 2.0 1.5 1.6 2.0 2.1 2.0 1.9 1.2
E.A.U 0.5 0.6 0.6 0.6 0.5 0.5 0.4 0.5 0.5 0.5 0.5 0.6 0.7 0.7 0.9 0.9 1.1 1.2 1.2 1.4 1.4 1.4 1.6 1.9 2.0 1.9 1.6
KUWAIT 0.4 0.2 0.0 0.2 0.3 0.3 0.3 0.3 0.3 0.2 0.2 0.3 0.3 0.2 0.3 0.3 0.4 0.5 0.4 0.5 0.4 0.4 0.6 0.6 0.6 0.5 0.3
ISRAEL 0.4 0.4 0.3 0.3 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4 0.5 0.5 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4
a Incluye una cantidad considerable de reexportaciones.
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Organización Mundial del Comercio (OMC).