colosenses 3 - vida cristiana

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Colosenses 3: 1-17 1 Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. 2 Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. 3 Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. 4 Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria. 5 Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; 6 cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, 7 en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. 8 Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. 9 No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, 10 y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno, 11 donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos. 12 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; 13 soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. 14 Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. 15 Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. 16 La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. 17 Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él. Verso 1: Aunque la reina Valera inicia diciendo: si, pues, habéis resucitado. La realidad es que una traducción correcta seria, mas en sentido de afirmación y no de incertidumbre, es decir: puesto que han sido resucitados junto con Cristo. Y esto es en virtud de nuestra unión con Cristo, pues nosotros los creyentes pasamos en sentido espiritual por su muerte y resurrección en el momento de nuestra conversión. Y ahora estamos vivos en Cristo, con la capacidad de entender verdades, realidades y bendiciones espirituales así como la voluntad de Dios. Esas bendiciones gloriosas son los privilegios y las riquezas del reino celestial, todo lo cual esta a nuestra disposición. Esto es a lo que el apóstol Pablo llamo “las cosas de arriba ”. Por eso el apóstol pablo al mencionar donde esta Cristo sentado a la diestra de Dios ”, lo que quiere es recordarnos la posición suprema de honor y majestad que Cristo disfruta como el hijo exaltado de Dios (mencionar Salmo 110: 1). Y esa exaltación lo convierte en la fuente de bendición para su pueblo, que es Su Iglesia (mencionar Efesios 1: 3). Verso 2: Poned La Mira ”, esta frase además de ser insistente con lo que ya menciono en el verso anterior, también se puede traducir en el sentido de “pensar bien” o “tener la disposición interior correcta”. Así como una brújula señala en dirección norte, la disposición entera del creyente debería dirigirse hacia las cosas del cielo. Los pensamientos celestiales solo vienen como resultado de entender las realidades espirituales expuestas en Las Santas Escrituras. Recordemos a Cristo hablándonos de los tesoros en la tierra o en el cielo y el corazón (leer Mateo 6: 19-21). Verso 3: Porque habéis muerto ” leamos Romanos 6: 1-11 “¿qué pues diremos?”, lo cual indica que nos hace un llamado al contexto, 2ª A Corintios 5: 17 y Gálatas 5: 24. En estos textos entendemos a que se refiere el apóstol Pablo cuando afirma que hemos muerto. Así que esta

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Page 1: Colosenses 3 - Vida Cristiana

Colosenses 3: 1-17

1Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. 2Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. 3Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. 4Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria. 5Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; 6cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, 7en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. 8Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. 9No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, 10y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno,

11donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos. 12Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; 13soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. 14Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. 15Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. 16La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. 17Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre

del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.

Verso 1: Aunque la reina Valera inicia diciendo: si, pues, habéis resucitado. La realidad es que

una traducción correcta seria, mas en sentido de afirmación y no de incertidumbre, es decir:

“puesto que” han sido resucitados junto con Cristo. Y esto es en virtud de nuestra unión con

Cristo, pues nosotros los creyentes pasamos en sentido espiritual por su muerte y

resurrección en el momento de nuestra conversión. Y ahora estamos vivos en Cristo, con la

capacidad de entender verdades, realidades y bendiciones espirituales así como la voluntad

de Dios.

Esas bendiciones gloriosas son los privilegios y las riquezas del reino celestial, todo lo cual

esta a nuestra disposición. Esto es a lo que el apóstol Pablo llamo “las cosas de arriba”.

Por eso el apóstol pablo al mencionar “donde esta Cristo sentado a la diestra de Dios”, lo

que quiere es recordarnos la posición suprema de honor y majestad que Cristo disfruta como

el hijo exaltado de Dios (mencionar Salmo 110: 1). Y esa exaltación lo convierte en la fuente de

bendición para su pueblo, que es Su Iglesia (mencionar Efesios 1: 3).

Verso 2: “Poned La Mira”, esta frase además de ser insistente con lo que ya menciono en el

verso anterior, también se puede traducir en el sentido de “pensar bien” o “tener la

disposición interior correcta”. Así como una brújula señala en dirección norte, la disposición

entera del creyente debería dirigirse hacia las cosas del cielo. Los pensamientos celestiales

solo vienen como resultado de entender las realidades espirituales expuestas en Las Santas

Escrituras.

Recordemos a Cristo hablándonos de los tesoros en la tierra o en el cielo y el corazón (leer

Mateo 6: 19-21).

Verso 3: “Porque habéis muerto” leamos Romanos 6: 1-11 “¿qué pues diremos?”, lo cual indica

que nos hace un llamado al contexto, 2ª A Corintios 5: 17 y Gálatas 5: 24. En estos textos

entendemos a que se refiere el apóstol Pablo cuando afirma que hemos muerto. Así que esta

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muerte, es la muerte de Jesucristo en la que los cristianos fuimos unidos con Él. En esa muerte

nuestro castigo por el pecado fue pagado por completo y nosotros fuimos resucitados con

Cristo a una nueva vida.

Por eso al mencionar que “nuestra vida está escondida con Cristo en Dios”, la palabra

griega para escondida es “krúpto” y aunque la reina Valera lo traduce como escondidos con,

también se puede traducir como “cubiertos con” o también “ocultos con”, pero la traducción

cubiertos con Cristo, nos da una mayor expresión de seguridad, confianza, dependencia

descanso o reposo total en Dios.

Así que estar escondidos con Cristo en Dios, expresa nuestra vida espiritual común con Él

Padre a través del Hijo. Nos enseña que el mundo no puede entender las bendiciones de esta

nueva vida, a menos que también se esconda con Cristo en Dios. Pero esto también nos afirma

que los cristianos estamos asegurados por la eternidad, y estamos protegidos de todo

enemigo espiritual (mencionar Romanos 8: 31), pero además de protección implica que

tenemos acceso a todas las bendiciones de Dios, porque no estoy solo, sino con Aquel único

que me puedo acercar ante el Dios y Padre Eterno. Eso es estar escondido o cubierto con

Cristo en Dios (Leer 1ª de Pedro 1: 3-5).

Verso 4: Y ¿Cuál será nuestro gran galardón por el hecho de estar escondidos o mejor

cubiertos con Cristo en Dios?

R/= Que el gran día en que Cristo se manifieste en Su Segunda y Gloriosa Venida, Él se

presentara en gran gloria y nosotros así como fuimos muertos con Él y resucitados con Él,

ahora seremos manifestados en gloria juntamente con Él.

Entonces se cumplirá el propósito cumbre o esencial del evangelio de Cristo que es llevarnos a

Dios (según 1ª de Pedro 3: 18) y ponernos ante Su Majestuosa Presencia por la eternidad.

Verso 5: “Haced morir”, esto se refiere a un esfuerzo consciente de aniquilar aquellos deseos carnales que desearían volver a manifestarse en nuestras vidas.

Me gusta mucho como traduce este texto la Biblia de las Américas (LBLA): “Por tanto, considerad

los miembros de vuestro cuerpo terrenal como muertos a…”.

Y aunque no es que me guste mucho la Nueva Versión Internacional (NVI) en esta ocasión me parece apropiada su traducción del texto: “Por tanto, hagan morir todo lo que es propio de la naturaleza

terrenal…”.

Y usando estas dos versiones me lleva a recordar los que dice Santiago 1: 14-15 “14sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. 15Entonces la concupiscencia, después que

ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte”.

Y debido a este deseo pecaminoso que se puede manifestar en nuestras vidas entonces debemos recordar lo que dice Romanos 8: 13 “porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis”.

Ahora bien, esto es algo que en nuestras vidas como cristianos debe ya haberse manifestado y no digo que ya debamos ser perfectos, pero la realidad es que hay pecados que ya no deben

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ser parte de nuestras luchas espirituales, es decir que son pecados que ya debemos haber vencido. Porque son acciones pecaminosas naturales de los impíos y no de los que han sido ya justificados. Y aquí entra el versículo 6:

Verso 6: “sobre los hijos de desobediencia”. Esta expresión muestra que los incrédulos llevan la misma naturaleza y carácter de la pecaminosidad desobediente y rebelde que tanto aman. Y la ira de Dios vendrá por causa de esas cosas. Pero ¿Por qué? Leamos Efesios 2: 2-3 “en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por

naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás”.

Una persona que vive en la práctica diaria de estas cosas no puede considerarse como cristiano verdadero pues además de que el apóstol Juan afirma que el practica el pecado es del diablo (1ª de Juan 3: 8); el apóstol Pablo en Romanos 8: 6 afirma que: “el ocuparse de la carne es

muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz”. Y basado en esa vida y paz que recibimos por Él Espíritu Santo, debo recordar que Juan también afirma que Jesucristo vino para deshacer las obras del diablo y traernos vida y paz. Y como olvidar lo que sigue diciendo Santiago 1 en el verso 16 y 17 (Leerlo). Y el punto al final del verso 16, no se puede determinar como un punto a parte, sino como punto seguido que me conecta con lo siguiente que va a decir el hermano Santiago que será el argumento de porque no puedo estar errado. La Biblia Jerusalén pone al final del verso 16 dos puntos seguidos.

Entonces recordemos buscar las cosas de arriba donde esta Cristo sentado a la diestra de Dios-Padre (Colosenses 3: 1), que es de donde provienen nuestras bendiciones, siendo Cristo la fuente de ellas (Efesios 1: 3) y nos lo confirma Santiago 1: 17 pues todas nuestras gracias y bendiciones recibidas en Cristo, “descienden de lo alto, donde está el Padre”. Por esta razón hoy debe estar establecida, una diferencia entre mi vida presente en Cristo y mi vida pasada sin Cristo. Observemos como inicia Colosenses 3: 7.

Verso 7: “anduviste en otro tiempo cuando vivían en ella”. La realidad es que eso debe ser parte de

nuestro pasado, leamos nuevamente Efesios 2: 2-3 “2en los cuales anduvisteis en otro tiempo…, 3entre los

cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo…”. Observamos en las frases “anduvisteis y vivimos

en otro tiempo”, la conexión con Colosenses 3: 7. Leamos otro texto que nos fortalece estas

frases, Tito 3: 3-5 (frase clave: “Porque nosotros también éramos en otro tiempo… …por el lavamiento de la

regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo”). Basado en lo leído anteriormente pasemos al:

Verso 8: “Pero ahora dejad también”: el termino dejad viene de una palabra griega

(APOTÍDSEMI) que también se usa para aludir al acto de quitarse la ropa. Y esto es como

alguien que se quita la ropa sucia al final del día. Así mismo, los creyentes debemos desechar,

separar o alejar los trapos inmundos de la vida vieja y llena de pecado.

Y es de resaltar que la frase “también”, nos indica que no podemos conformarnos al hecho de haber renunciado a algunos pecados, sino que debemos luchar por una vida libre de acciones pecaminosas, tanto internas como externas, tanto escandalosas como no ocultas. Examinemos las que nos está mencionando el apóstol Pablo:

Ira: de la palabra griega orgé; es propiamente deseo, pues se hace referencia a excitación de la mente, se determina como una pasión violenta.

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Se puede determinar como una amargura profunda que no se consume, es la actitud de desasosiego constante en el corazón de una persona airada.

Enojo: de la palabra griega dsumós; se determina como pasión donde se respira fuerte. Se habla de furor, ira, ardor.

Es un arranque súbito de enojo pecaminoso y por lo general, es la erupción que viene como resultado de la ira reprimida, así que puede determinarse como la reacción grotesca o descontrolada de la ira.

Por eso cuando el apóstol Pablo exhorta a airarse pero no pecar está haciendo referencia a la manifestación del dominio propio o la templanza, cuando el deseo carnal de la ira se quiere manifestar en enojo.

Malicia: de la palabra griega kakía; que se puede traducir como maldad. Se hace referencia al carácter malicioso en general.

La malicia nos lleva a levantar prejuicios en personas sin haberlas conocido y por lo tanto a tener un sentimiento no cristiano para con tal o tales personas. Algunos supuestos cristianos o más bien niños inmaduros en la fe han llegado a confundir el discernimiento espiritual con la malicia. Pero debemos cuidarnos, pues aunque a veces atinemos a lo que presentíamos como mal en alguien, esos tales presentimientos pueden estar siendo dominados por la malicia y no por la guía del Espíritu Santo y Las Sagradas Escrituras.

Blasfemias: la traducción normal si es el pecado contra Dios, pero como en el contexto se refiere a atentar contra personas, entonces la traducción preferible es “calumnia”.

Obviamente, Las Escrituras enseñan que calumniar a las personas es blasfemar contra Dios y mayor aun si es contra un cristiano (leer Santiago 3: 9-10 y Mateo 5: 22).

Palabras deshonestas: De una palabra griega compuesta que es aisjrología que significa, conversación vil o palabra deshonesta. Aisjrós que es vergonzoso, bajo, rastrero - deshonesto. Y lógos que es verbo o palabra.

Esto puede entenderse como vulgaridades o palabras groseras. Examínese si es usted de los que cuando se golpea o algo le sale mal dice palabras deshonestas o las dice a medias y tal vez intenta justificarse en el hecho de que no las dice completas, pero que lo más posible es que en su mente o corazón las complete.

Como se expresa con sus compañeros de estudio, de barrio, de trabajo, o con sus familiares. De que chistes se ríe o que chistes cuenta (no es malo reírse con los compañeros). Cuando por un momento se dejo llevar por la ira como trata a sus semejantes. Y esto no debe ignorarse por lo que se afirma en el verso 9.

Verso 9: “habiéndoos despojados del viejos hombre con sus hechos”. Estas palabras sientan la base para la orden del verso 8 y del verso 5 de “dejar y hacer morir” lo que no es agradable a Dios (leamos Gálatas 5: 24 “los que son de Cristo”). Así que, por cuanto el viejo hombre murió en Cristo y el nuevo hombre vive en Cristo, y porque en esto consiste la realidad de nuestra regeneración como una nueva criatura (recordar 2ª a Corintios 5: 17), los creyentes debemos despojarnos de todas las obras pecaminosas que queden en nuestra vida y renovarnos de manera continua

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conforme a la semejanza de Cristo que es nuestro máximo llamamiento (leer Filipenses 3: 13-14).

Verso 10: “y revestíos del nuevo…” el apóstol Pablo se refiere a la identidad nueva y regenerada que reemplaza al viejo hombre. Y esta, es la esencia de lo que los creyentes somos en Cristo. Me gusta mucho como lo menciona La Biblia de las Américas “y os habéis vestido del nuevo hombre, el cual se va renovando hacia un verdadero conocimiento, conforme a la imagen de aquel que lo

creó;”. Y digo que me gusta porque a veces podemos llegar a leer la traducción de la Reina Valera como si fuese algo que debe hacerse cada día, en este caso la traducción de la Biblia de las Américas, traduce el texto como algo que ya sucedió, que ya hicimos al acercarnos a Jesucristo. Por lo tanto, la conducta del cristiano debe estar acorde con su fe profesante. Si usted es cristiano debería actuar en forma coherente. Ser cristiano es más que hacer buenas decisiones y tener buenas intenciones, significa tomar el camino correcto. Este es un paso sencillo, tan simple como ponerse la ropa correcta y adecuada. Pero, obviamente dejando en claro que ese nuevo hombre que ya está en mi, debe cada día “renovarse” en El Señor (leamos 2ª a Corintios 4: 16-17 – Romanos 12: 1-2). Y esto tiene que ver en el sentido de que así como un recién nacido esta completo pero es inmaduro, de igual manera el hombre nuevo es completo en Dios, pero es inmaduro y debe ir creciendo, madurando, y perfeccionándose “hasta el conocimiento pleno”, es decir, un conocimiento profundo y completo sin el cual no puede haber crecimiento, ni renovación espiritual (Leer 2ª

a Timoteo 3: 16-17 y 1ª de Pedro 2: 2).

El cristiano está en un programa de educación continua. Cuanto más conocemos de Cristo y de su obra, mayor será y debe ser el cambio en nuestras vidas para ser semejantes a Él (citar Efesios 4: 11-12 “Las Santas Escrituras son el medio de gracia para renovación y progreso diario”). Ya que este proceso es de por vida, nunca deberíamos dejar de aprender y obedecer. No hay justificación para quedarse atrás, sino más bien, una motivación para enriquecernos al crecer en El. Esto requiere práctica, revisión, paciencia y concentración para mantenernos en concordancia con su voluntad.

Verso 11: La iglesia cristiana no debería y no debe tener barreras de nacionalidad, raza, educación, nivel social, riqueza, sexo y poder. Cristo derribó todas las barreras y acepta a toda persona que viene a Él. Nada debiera impedir que hablemos de Cristo o que aceptemos a alguien en nuestra comunidad. Los cristianos deberían abocarse a la tarea de construir puentes y no muros. Así como los creyentes individuales deben deshacerse de sus hábitos pecaminosos del viejo hombre (vida antigua sin Cristo), el cuerpo de Cristo debe hacer una realidad su unidad y derribar las paredes antiguas que separaban a las personas entre sí (leer Gálatas 3: 28 y Efesios 2: 14-15).

Griego: se conocía como griegos a personas de nacionalidades diferentes que habían acogido la lengua, la cultura y la educación de los griegos. En el tiempo de Pablo, eran la clase social más sofisticada. Debido a su interés profundo en la filosofía, eran considerados “sabios”. El apóstol Pablo usaba con frecuencia esta palabra para referirse a todos los gentiles.

Judío: De nacionalidad judía (Descendientes de Abraham, Isaac y Jacob). Circuncisión e Incircuncisión: la circuncisión era un rito que había sido ordenado

por Dios a Abraham y a sus descendientes varones, como señal del pacto hecho con él (Génesis 17; Hechos 7: 8; Romanos 4: 11). De ahí los israelitas denominaban a los gentiles como «los incircuncisos» (Jueces 15: 18; 2º de Samuel 1: 20). Igualmente en el NT, pero sin la sugerencia de desprecio (Romanos 2: 26; Efesios 2: 11). El rito tenía un significado

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moral (Éxodo 6:12, 30), donde se aplica metafóricamente a los labios; también al oído (Jeremías 6: 10), y al corazón (Jeremías 30: 6; 4: 4; 9: 25-26). Se refiere al estado de circuncisión (Romanos 2: 25-28; 3: 1; 4:10; 1ª a Corintios 7: 19; Gálatas 5: 6; 6:15; Colosenses

3:11). Bárbaro: Significaba propiamente aquel cuya habla era ruda o dura. Más adelante fue

un término despectivo de los griegos para referirse a todos los que no habían sido formados en la lengua y cultura griega. Aunque más exactamente, se aplicaba para referirse a las personas no educadas y sin cultura o más bien a los que no eran griegos o como dirían los griegos, los “no sabios” del mundo.

Escita: Un pueblo antiguo nómada y dedicado a la guerra y a la conquista. Eran notables por su salvajismo y fueron los más aborrecidos y temidos entre las etnias extranjeras que se agrupaban bajo el titulo de barbaros.

Siervo: La traducción más correcta es esclavo. Libre: Se podían sostener por sí mismos.

Este mismo problema se manifiesta hoy día, cuando queremos juzgar a las personas por su posición social, por la forma en como viste (desde el punto de vista de la moda y lo fino), por el color de piel y otras cosas mas. Pero bien nos aclara el apóstol Pablo que:

“Cristo es el todo y en todos”: por cuanto Jesucristo es el salvador de todos los creyentes, El es Señor por igual y con plena suficiencia sobre todos ellos. En la regeneración, en la justificación, en la santificación, en la adopción y en la glorificación Cristo es el todo. Dicha esta gran y confrontante revelación, el llamado es, a lo que nos guía el siguiente verso.

Verso 12: “Vestíos pues”, En vista de lo que Dios ha hecho por medio de Jesucristo para beneficio del creyente, el apóstol Pablo describió la conducta y la actitud que Dios espera como su respuesta adecuada. No es suficiente suspender desde afuera las malas acciones. También debemos obrar y vivir el bien que da gloria a Dios como nuevas criaturas en Cristo.

Escogidos de Dios: Esto designa a los cristianos verdaderos como aquellos que han sido elegidos por Dios. Esto marca el hecho, que nadie se convierte de manera única y exclusiva por su propia decisión individual, sino solo en respuesta a la gracia soberana de Dios, que es eficaz e irresistible, libre y que no recibe influencia externa alguna (ya

hemos vistos textos que respaldan esto en temas anteriores. Juan 15: 16 “los apóstoles”, Romanos

8: 29-30; 9: 14-23, Efesios 1: 4, 2ª A Tesalonicenses 2: 13-14, 2ª a Timoteo 1: 8-9, 1ª de Pedro 1: 1-2 y

otros mas).

Santos y Amados: La elección es una gran muestra de que los cristianos son el objetivo del amor “especial” e incomprensible de Dios-Padre (Efesios 1: 4-5 “en amor”). Mas no podemos olvidar, que dentro del propósito de nuestra predestinación no solo esta nuestra salvación, sino nuestra santificación. Así que nuestras vidas no solo deben reflejar el amor con que Dios nos ha inundado, sino también la santidad que el mediante su Santo Espíritu nos ha impartido.

Llenos de Profunda Misericordia: “de entrañable misericordia”, esto también puede traducirse “de gran corazón compasivo”. Esta es una expresión que connota los órganos internos del cuerpo humano y se emplea en sentido figurado para describir el núcleo de las emociones humanas. Otras traducciones dicen: “de profunda

compasión” “de tierna compasión” “de afecto entrañable”. Esto debe dejarnos en claro que la misericordia es un fruto espiritual que debe expresarse con toda sinceridad y salir de

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lo más profundo de nuestro ser, hacia las necesidades, desdichas y dolencias de los demás (Mateo 9: 36 – Lucas 6: 36 – Santiago 5: 11 “nuestro llamado es llegar a ser como Nuestro

Señor”).

Benignidad: Esto se refiere a la bondad hacia los demás que satura a la persona en todas las áreas de su vida y suaviza los aspectos menos amables. Su palabra griega que es “jrestótes” define a alguien benigno como moralmente excelente, tanto en carácter como en presencia. La benignidad hace que la bondad de Dios en nosotros no solo sea interna, sino externa, expresada en palabras, conducta y acciones. Y esto nos hace personas fáciles de llevar, y de tratar. En una jerga más popular seria ser “buena-gente”, para la gloria de nuestro Dios, recordemos Mateo 5: 42-44.

Humildad: John MacArthur define humildad como el antídoto perfecto contra el amor egoísta que envenena las relaciones humanas, y añado: “sobretodo las relaciones cristianas”. Recordemos Mateo 11: 29-30 que nos conecta con la siguiente característica.

Mansedumbre: Su palabra griega “praútes”, nos define mansedumbre como esa fuerza bajo el control del Espíritu Santo, que solamente así puede ser bien utilizada. También es la capacidad y disposición a sufrir daños o insultos en lugar de infringirlos. Y aunque se menciona en este pequeño grupo de características de un buen cristiano, la realidad es que la mansedumbre va y debe ir de la mano por un lado de la templanza (dominio propio), así como por el otro lado ya está ligada con la humildad.

Paciencia: Su palabra griega “makrothumía”, y es tener la tolerancia para soportar los problemas mientras seguimos viviendo; no es aguantar por aguantar, sino aguantar luchando, y con una vida de agradecimiento en nuestro caso como cristianos, en agradecimiento con Dios Nuestro Padre.

Verso 13: En este verso el apóstol Pablo nos añade a la lista que ya veníamos estudiando y meditando, La Tolerancia “soportándose unos a otros”, y El Perdón “perdonándose unos a otros”. Y así como las anteriores características tienen La fuente ejemplar en Nuestro Señor Jesucristo, la tolerancia y el perdón también lo están en su tolerancia y perdón para con Su Iglesia.

No es de ignorar que los problemas entre hermanos se pueden presentar (aunque no

quisiéramos que fuera así), y ante eso el apóstol Pablo da la alerta: “si alguno tuviera queja contra

otro”. Entonces, eso sí puede pasar, y cuando eso pase ¿Cuál es el procedimiento? No es el orgullo, no es la ira, no es dejarle de hablar, no es empezar a hablar mal del hermano hasta dañarle el testimonio. El procedimiento es:

“De la manera que Cristo nos perdono, así también hacerlo nosotros”. Esto lo que nos está gritando, es que Cristo es nuestro mayor ejemplo perfecta tolerancia y perdón ante nuestros pecados y sin reproche (1: 14; 2: 13). Por lo tanto, los cristianos maduros espiritualmente, debemos estar dispuestos a soportar y perdonar a quien nos ofenda (Efesios 4: 2).

Verso 14: El Amor “vinculo perfecto”. La palabra griega para vinculo “súndesmos” nos indica, ligamento y hace referencia a un principio unificador, dándonos a entender que el texto implícitamente está haciendo referencia, a ese amor divino como vinculo perfecto de la unidad (de La Iglesia).

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En Efesios 4: 2 (Leer) encontramos que la humildad, la mansedumbre y la paciencia se reflejan en un amor benévolo y aguantador a los demás que se expresa de forma continua e incondicional (1ª de Pedro 4:8). En Efesios 4: 3 nos encontramos con algo muy bonito, pues nos afirma que la unidad de la Iglesia es concedida por Él Espíritu Santo y establece un ligamento para eso, como lo es “La Paz”, lo cual debe ser un lazo espiritual que nos rodee y unifique como miembros de la única y gran familia de Dios. Pero hay un vínculo que si no está, lo más posible es que aquel vínculo de la paz no funcione y ese vinculo es el del amor, porque ese vínculo es “perfecto” para la unidad de la iglesia.

En Filipenses 2: 1-2 (Leer) el apóstol Pablo nos habla también de la necesidad de ese amor interno reflejado en nuestras acciones externas, “teniendo el mismo amor” se puede tomar como un paralelo de “vestíos de amor”.

El conocimiento, la actividad, el celo y la moralidad son necesarios en nuestra vida cristiana, pero no nos ligan a Cristo o a la iglesia como lo hace el amor de Dios en nosotros. Pero ¿Qué es lo que lo hace un vínculo perfecto? R/= las características que fluyen de el mismo. Observemos 1ª A Corintios 13: 1-8, 13 “pero el mayor de ellos es el amor”.

La realidad es esta: “El amor es el lazo que liga todas las cosas conjuntamente en completa armonía para la gloria de Dios y el reciproco bien de los cristianos”.

El amor divino, es aquel amor sobrenatural derramado en el corazón de cada uno de los cristianos como el adhesivo (el superbonder) que mantiene y debe mantener unida a la iglesia del Señor Jesucristo, la cual es un solo cuerpo (Romanos 5: 5).

Verso 15: Recordando el texto leído de Efesios 4: 3, vamos a hablar de la importancia de la fuente de esta paz “la paz DE Dios” (la mayoría de versiones traducen la paz de Cristo, pero no hay problema en eso, pues todo lo que proviene de Dios, es recibido por medio de Cristo, por esta razón la paz de Dios es la paz de Cristo).

La palabra griega “eirene” proviene de un verbo primario “eiro” que es “unir” (acuerde de la

relación de unidad en Efesios 4: 3 “el vinculo de la paz”). Esta palabra eirene significa “paz”. Y tiene que ver con la actitud de reposo, confianza y total seguridad en Dios a través de Cristo. Este reposo o seguridad es lo que los cristianos tenemos en la tierra como primicia de la paz eterna que tendremos al lado de Nuestro Gran Dios de Paz.

Es esta paz de Dios la que debe “gobernar en nuestros corazones”. Y bien sabemos que gobernar indica también, poner orden, prevalecer, dirigir, presidir, reinar, etc. La pregunta sería: ¿Qué gobierna en su vida? ¿La paz de Dios o sus preocupaciones, afanes, y ansiedades?

Leamos: Filipenses 4: 6-7. El afán, que son sinónimos de preocupación y ansiedad, son enfermedades espirituales donde el antídoto de la paz no ha sido aplicado. El afán, la preocupación y la ansiedad en la vida de una persona en la vida de un creyente, indica una gran falta de confianza en la sabiduría, soberanía y poder de Dios.

Es como si ignoráramos y/o dudáramos (que es peor) que todo lo que Dios sabe está bien hecho y es para nuestro bien. Por eso deleitarse en Él Señor (por medio de la oración, la acción de gracias y la Adoración) y meditar en Su Santa Palabra es la mejor arma en contra del afán, la preocupación y/o la ansiedad. Y esta arma, la provee La Paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento. Porque esta gloriosa paz, cuyos propietarios son solo los hijos de Dios, trasciende, pasa por encima de la inteligencia, la razón, la lógica y la sabiduría humana.

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Y obviamente es esta paz de Dios en nuestras vidas, la que nos llevara a ser agradecidos. Leamos la siguiente parte de Filipenses 4: 7 “guardara…” la palabra guardara surge de una palabra griega compuesta: “frouréo” que indica ser vigilante, montar guardia, lo cuales es figura de cercar y proteger. Es decir que, lo que Él Señor quiere hacer con Su Hermosa Paz para nosotros es mantenernos bajo constante vigilancia y así proteger nuestras vidas (tanto interna como externamente) de la ansiedad, la duda, el miedo y la angustia. (Leer Isaías 26: 3-4

y Juan 16: 33).

Cuando esto ocurre, entonces el agradecimiento a Dios se refleja en todas las áreas de nuestra vida, especialmente en nuestra área espiritual, pues es de ahí que Dios hará fluir paz para las demás áreas. La paz de Dios también debemos reflejarla los unos con los otros, leamos: Romanos 12: 18 – 2ª a Corintios 13: 11-12.

En conclusión, donde el amor, la paz y el agradecimiento están ausentes, la fe está ausente también, recordemos lo que dice Santiago “muéstrame tu fe por tus obras”.

Verso 16: Pudiera parecer que este versículo se aísla de los leídos anteriormente, pero la realidad es que al poner en correcta practica lo demandado en el contexto, podremos cumplir lo que se nos demanda en este verso 16.

“La Palabra de Cristo…”, sabemos que hace referencia a Las Santas Escrituras, a La Palabra de Dios inspirada por Su Santo Espíritu a hombres consagrados.

“more en”. La palabra griega para “more” también se traduce como “viva en” y tiene que hacer que se sienta como en casa.

“abundancia en vosotros”, y esto tiene que ver con cantidades exuberantes (algo así como, muchísimo, bastante).

Estas tres frases son una exhortación a un estudio diligente, eficaz y exhaustivo de la Palabra de Dios. Ahora el hecho de que el apóstol Pablo mencione “more en”, nos da a entender que este estudio no es para mera información y doctrina solamente, sino también y esencialmente para que la Palabra de Dios llegue a ser parte de nosotros mismos. Pero para poder llevar a cabo esto, la Palabra de Dios debe ser amada, respetada, honrada, disfrutada ricamente y por lo tanto obedecida.

Leamos Josué 1: 8 donde vemos la orden para Josué como sucesor de Moisés y nuevo guía del pueblo de Israel, y leamos Salmo 1: 1-2 donde se nos muestra que es lo que hace una persona que no se contamina de pecado.

Este texto, está relacionado con Efesios 5: 17-18 (Leer), pues para entender la voluntad de Dios, necesitamos de Su Espíritu y de Su Palabra, por esta razón en el verso 18 se nos exhorta y ordena a una llenura del Espíritu Santo. Es decir, que4 esto es un mandato para que los creyentes vivamos en todo tiempo bajo la influencia del Espíritu Santo al permitir que la Palabra de Dios controle y dirija nuestras vidas.

Ser llenos del Espíritu es lo mismo que el apóstol Pablo hablo en la carta a los romanos cuando dijo ser “guiados por Él Espíritu” y es lo mismo que menciono en la carta a los Gálatas cuando dijo, “andar en Él Espíritu”.

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Así que Las Santas Escrituras deberían empapar todos las áreas de nuestras vidas como cristianos y así controlar todos nuestros pensamientos, palabras, y acciones (Leer Salmos 119:

11 – Filipenses 2: 16 – 2a de Pedro 2: 2).

Por esta razón, es que un creyente lleno del Espíritu Santo no es un creyente que vive en un raro éxtasis emocional (casi demoniaco), sino una vida controlada por La Santa Palabra de Dios.

¿Cuál debe ser nuestras acciones ante el sobreabundar de La Escritura en nosotros, La Iglesia? Tres acciones espirituales:

1. Enseñándose Y Exhortándose Unos A Otros: Por medio de Las Escrituras Sagradas 2. En Toda Sabiduría: Dios mediante Su Santo Espíritu y Su Palabra, nos da esa

sabiduría. 3. Cantando Con Gracia En Vuestros Corazones: No con frialdad, no solo externamente,

sino internamente, con toda dedicación y con toda gratitud, recordando que es un bendición inmerecida el poder cantar a Nuestro Gran Santo Dios y Padre.

Y ¿Qué cantamos? Salmos: Los Salmos eran y son oraciones escritas poéticamente que se hacían en

forma de canto. Algo así como oraciones cantadas a Dios. Himnos: Los himnos en la Iglesia del primer siglo (o iglesia primitiva), se podían

distinguir como aquellos cantos de alabanza que se distinguían de entre los demás salmos, porque eran salmos que se enfocaban solo a Jesucristo.

Canticos Espirituales: Se determinaban como aquellas expresiones personales de testimonio que exaltaban las verdades de la gracia y la salvación. Hoy en día se determinan igualmente y también como aquellas revelaciones bíblicas a las cuales se les añade melodía.

Leamos Efesios 5: 19-20.

Aquí el apóstol pablo manda a “hablar entre nosotros con…”. Y obviamente no se está refiriendo a que hablemos en forma cantada, sino que nuestro lenguaje mutuo, entre cristianos debe ser totalmente Bíblico, esto es lo que mismo que el apóstol Pablo dijo en colosenses: “enseñándose y exhortándose unos a otros”.

Ahora bien, aquí se recalca algo que se dijo en Colosenses 3, y es el cantar en nuestros corazones. En Colosenses se exhorta a cantar con gracia, en Efesios se le da un divino propósito a ese cantar con gracia, que es “cantar Al Señor”. Esto indica que nuestro Señor Jesucristo no solo es la fuente de un corazón lleno de canticos y alabanzas, sino también el objetivo de ese corazón.

Esto debe llevarnos a la reflexión en cuanto al cantar a Dios, pues no es solo cantar por seguir un cantico que se esté entonando, sino que debemos comprometer todo nuestro ser en ello. Pues Dios no se agrada en la simpleza y frialdad de nuestro Adoración y alabanza, (Leer 2º de Crónicas 5: 12-15, Esto fue en el Templo de Dios ya terminado por el rey Salomón).

Así que, concluimos que no solo los pastores y ancianos que predican tienen el deber de enseñar, alentar e instruir a los demás; sino que también los creyentes miembros de la congregación tienen el deber de testificar, enseñar y animar a los otros creyentes en cuestiones espirituales. y esto debe hacerse, sea en privado, en grupos o en la Adoración publica. Y todo para la gloria de Nuestro Gran Dios y Padre por medio del Señor Jesucristo.

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Verso 17: Este texto bíblico no solo concluye con lo anteriormente dicho, sino que también da el inicio del siguiente tema que va a tratar el apóstol Pablo.

“Hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús”. Esto no quiere decir que cada vez que se vaya a hacer algo, yo deba decir: “hago esto en el nombre de Jesús”. Lo que el apóstol Pablo nos quiere decir es que el cristiano debe actuar de conformidad con el carácter de Su Señor y lo que Él quiere para su vida, pues este párrafo está resumido de tal manera que cubre todo aspecto de la vida. Y cada actividad debe hacerse en obediencia al Señor Jesús. Leamos 1ª a Corintios 10: 31.

“Dando gracias a Dios-Padre por medio de Él”.

y debe ser acompañada de acción de gracias a Dios Padre por medio de él (nótese la triple referencia al agradecimiento en los vv. 15-17). De palabra o de hecho no se refiere a las prácticas litúrgicas de la “predicación” y la “cena del Señor” en un contexto de adoración, pero explica la expresión amplia todo lo que hagáis. Si la rica morada de la palabra de Cristo en la vida de sus lectores ha de manifestarse en la mutua enseñanza y advertencia, mientras que los colosenses canten con gratitud a Dios, entonces debería manifestar también su presencia poderosa en toda situación.

Pablo ha exhortado ya repetidas veces a dar gracias. Sin embargo, aquí hay algo más que una repetición. Ahora se dice claramente que todas las gracias al Padre deben darse “por medio de él”, es decir, por medio de Cristo, por medio del cual todas las cosas han sido creadas y redimidas, en cuyo nombre debe hacerse todo. De esta manera se origina por medio de Cristo, una extensa relación de gratitud, entre Dios y la comunidad cristiana, en la cual la comunidad llega a conocer a Dios como “Padre”.

En la acción de gracias “por medio de Cristo” la iglesia en cuanto a comunidad con espíritu de adoración se mueve hacia Dios-Él Padre.

Podemos concluir entonces, que la llenura del Espíritu Santo en el cristiano, no se refleja en cosas extraordinarias y sorprendentes; los dos pasajes de colosenses y efesios nos enseñan que el control del Espíritu Santo y la palabra de Cristo se ven en nuestra manera de hablar, que tiene que estar saturada de sabiduría divina; en ese cántico de alabanza que existe en el corazón de cada creyente por haber sido redimido; en una vida de acción de gracias, que se transforma en hacer las cosas de tal manera que la gente vea a Jesús en todos nuestros actos, pues eso significa hacer las cosas en Su Nombre.

“DIOS LES CONTINÚE BENDICIENDO”