color de la piel y confesionalismo en cuba...
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COLOR DE LA PIEL Y CONFESIONALISMO EN CUBA
Marcos Marín Llanes
Centro de Antropología
CUBA
Prepared for delivery at the 2001 meeting of the Latin American Studies
Association, Washington DC, September 6 –8 , 2001
3
El Color de la Piel
Las corrientes migratorias internacionales,
el auge de las comunicaciones y el
fenómeno globalizador, en su conjunto, han
conectado definitivamente las otrora
distantes culturas de la humanidad: Las
confrontaciones culturales, interétnicas y
raciales están a la orden del día. Aunque las
últimas conquistas de la biología molecular
y los resultados de las investigaciones sobre
el genoma humano han descalificado el
concepto biológico de raza, en las
sociedades interraciales y en especial en
aquellas que fueron afectadas por el
fenómeno de la esclavitud, las personas
tienden autocalificarse por la raza y en
especial por el color de su piel. La
conciencia y la autocinciencia raciales son
patrimonio de la subjetividad de los
individuos, sin embargo estos fenómenos se
objetivizan tanto en las relaciones
interpersonales como en todo el amplio
rango del quehacer cultural de la
humanidad.
Este trabajo es un resultado parcial de la
investigación que aborda la relación
existente entre Religión y Raza, la cual está
enmarcada en el proyecto titulado “Las
Relaciones Raciales y le Etnicidad en Cuba”
del Centro de Antropologíai. La ponencia
que se presenta resume los resultados
esenciales del cruce de las variables color de
la piel y pertenencia religiosa en Cuba. Este
trabajo ha sido realizado, durante los
últimos cinco años (enero de 1996 a enero
2001), acorde a los métodos propios de la
antropología cultural y se privilegió la
búsqueda de información mediante métodos
cualitativos que incluyeron: la observación
simple, observación participante, entrevista
abierta, ejecución de entrevistas grupales y
realización de historias de vida. También se
realizaron entrevistas a creyentes, se
visitaron un total de 73 templos, casas
cultos, casas de oración, grupos
carismáticos y viviendas privadas de
religiosos; así mismo se tomó parte en
peregrinaciones en honor a San Lázaro en
La Habana, a San Rafael y a la Caridad del
Cobre, estos dos últimas en la provincia de
Santiago de Cuba. Las locaciones
seleccionadas comprendieron las zonas:
occidental, central y oriental de Cuba y
sitios devocionales concretos de las
provincias de Pinar del Río, Ciudad de La
Habana, La Habana, Matanzas, Cienfuegos,
Santi Spíritus, Ciego de Avila, Granma,
Tunas, y Santiago de Cuba. La investigación
contempló la observación de la composición
de la feligresía según el color de la piel en
4
denominaciones y expresiones
representativas del confesionalismo en Cuba
que incluyeron denominaciones religiosas:
católica, del llamado protestantismo
histórico y del tardío, así como de otras
confesiones cristianas; también incluyó
denominaciones hebreas, espiritistas,
confesiones de origen africano y asiático,
así como otras de escasa difusión en el país.
El concepto social de raza es una realidad
objetiva que no se puede desconocer. Cuba,
como resultado del proceso de interacción
de los diversos componentes étnicos que
dieron origen a su población actual, es un
país multirracial pero, sumamente
consolidado como etnos naciónii. Sus
ciudadanos sin embargo, a pesar de que en
mayoría abrumadora se autoproclaman
antirracistas, tienden calificarse a partir de
criterios raciales. El concepto social de raza
en Cuba hace más referencia al del color la
piel de las personas que a otros indicadores
somáticos. De esta forma, el cubano
promedio tiende a calificarse como:
“negro", "blanco" ,"chino" y "mestizo" .
Dentro de esta última categoría existen una
amplísima gama de acepciones que hacen
referencia a diversos grados de mestizaje
como: claro. Mulato claro ,mulato oscuro,
indio, moro, jabao, blanconazo, capirro y
otras. En los marcos de nuestra
investigación y de manera operativa
empleamos el concepto de raza social, y
más concretamente al color de la piel, como
suelen emplearlos los cubanos promedios, a
saber: blanco, mestizo, negro y asiático.
El etnos nación cubano ha tenido
históricamente una gran capacidad de
asimilación de inmigrantes, los que por lo
común, se integran al contexto cultural
nacional en una generación y a la vez que
conservan algunos elementos de la cultura
original. Los fenómenos de resistencia
cultural, sincretismo y transculturación son
muy dinámicos en el seno de los
descendientes de inmigrantes radicados en
el paísiii. Al cruzar las variables color de piel
y confesión religiosa nos proponemos
observar la permanencia o desaparición de
los antecedentes etnico - culturales
conservados por las personas y el nivel de
integración existente en las diferentes
denominaciones. La mayor parte del pueblo
cubano es descendiente de cubanos, de
criollos nacidos en la isla por varias
generaciones, gracias a la gran capacidad
reproductora de la población. iv
Para el caso de Cuba, el color de la piel es
un indicador particularmente interesante de
los antecedentes étnicos en especial de los
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de origen africano, hispano y asiático ya que
los grandes grupos de inmigrantes fueron
particularmente notables entre la segunda
mitad del siglo XIX y los 30 primeros años
del XX. Los procesos de integración,
asimilación cultural en Cuba han sido tan
acelerados que históricamente el grupo de
población autóctona, es decir criolla, ha
estado en aumento progresivo, con
independencia del monto y los ritmos de
inmigración de extranjeros en diferentes
períodos.
Según el Censo Nacional de Población y
Viviendasv de 1981, la población de Cuba
según el color de la piel era la siguiente:
Blancos 6 415 468
Negros 1 168 695
Asiàticos 14 024
Mulatos o mestizos 2 125 418vi
Total 9 723 605
A pesar de que el censo de 1981 fue
realizado con rigor y representan las cifras
oficiales del momento, existen sin embargo,
ciertos matices que son necesarios tener en
cuente y son los relativos al nivel alto de
mestizaje biológico en correspondencia al
alto número de uniones consensuales
interraciales y matrimonios mixtos. Lo
anterior no ha pasado inadvertido para
muchos especialistas nacionales. Estudios y
estimados realizados por el Departamento
de Antropología física de la Universidad de
La Habana señalan que el número de
mestizos en Cuba era muchísimo mayor del
que reflejó el censo y que nivel de
mestizaje de la población cubana es tal en
estos momentos que se considera alcanza al
90% de la población cubana actual. Tal
diferencia está relacionada con los
fenómenos de la conciencia y auto
consciencia racial de los entrevistadores que
participaron en el censo y los censados en
1881vii.
La racialidad forma parte de la identidad y
la subjetividad de los individuos y la línea
del color tiene fronteras imprecisas, además
de que como se ha dicho con anterioridad,
en Cuba una gota de sangre blanca, hace
blanca a la persona. Dichos en otras
palabras, muchas personas con caracteres
somáticos idénticos pueden asumirse como
mestizos o como blancos, o como negros y
mestizos. Los estereotipos raciales
paradigmáticos heredados de siglos de
colonialismo y racismo fueron los blancos.
Al llegar a este punto no debemos olvidar
que durante la colonial muchos mestizos
"ascendieron" a la "categoría" de blancos
6
tras prolongados procesos legales y pagar
fuertes sumas de dinero, estas personas
fueron conocidas popularmente como
“blancos de juzgados”.viii
Con independencia del carácter subjetivo de
la conciencia racial de las personas en Cuba,
el mestizaje continúa a ritmos acelerados y
tal vez para en cuatro generaciones, pera
inicios del próximo siglo, el grupo de los
negros haya prácticamente desaparecido y
el de los blancos haya mermado
drásticamente su monto, ambos fenómenos
a favor del crecimiento del grupo de los
mestizos.
La cultura cubana expresa altos niveles de
integración sin que existan diferencias
sustanciales entre los diferentes
componentes raciales de la población. Sin
embargo, como en muchos países que
sufrieron la explotación colonial esclavista,
aparecen formas de solidaridad e
identificación de grupos, marcados por el
color de la piel, que atraviesan
transversalmente la estructura social. Estos
grupos se han constituido sobre la base de:
la forma histórica de correlación entre la
línea del color y la estructura socioclasista;
la existencia de matices culturales
relacionados con el origen étnico de sus
portadores. En el plano religioso ello
también tuvo su reflejo, por ejemplo: la
santería fue considerada, hace apenas unas
décadas, la religión de negros y pobres, de
la resistencia cultural y el sincretismo. En la
actualidad su carácter multiracial es
abrumador.
El Panorama Confesional Cubano
Es incuestionable que durante la ultima
década el factor religioso ha estado jugando
un papel cada vez más importante en el
mundo que paradójicamente es más secular
y tecnificado. Los fenómenos religiosos son
cada vez más dinámicos e ínter relacionados
con las corrientes migratorias, el devenir
económico y las expresiones culturales
allende las fronteras nacionales. Cuba no
está al margen de dicha dinámica.
En Cuba están presentes alrededor de 70
denominaciones religiosas de los más
diversas procedencias, entre las que se
destacan aquellas de orígenes culturales
judeo-cristiano y africano. Son de especial
significación: La Iglesia Católica, las
Iglesias Evangélicas, tanto del llamado
protestantismo temprano o histórico
(Bautistas, Luteranos, Cuáqueros,
Episcopales, Metodistas, Pesbiterianos),
7
como del tardío representados en su mayor
parte por iglesias de rito pentecostal.
También el país cuenta con comunidades
judías y de los ritos ortodoxo, azkenazie y
sefardita; congregaciones de los Testigos de
Jehová y grupos organizados de practicantes
de diversas formas de espiritismo.ix. Al
llegar a este punto es importante señalar que
en Cuba no existen denominaciones
religiosas heredadas de los primeros
pobladores autóctonos de la isla, aunque
algunos de sus elementos están presentes en
la religiosidad popular y en particular en las
religiones cubanas de origen africanox.
A partir de un largo y complejo proceso de
transculturación y sincretismo religiosos,
entre todos los componentes étnicos que
dieron origen a la nacionalidad cubana, en
especial los ibéricos (católicos) y los
africanos (portadores de diversas religiones
del Africa occidental y de su región bantú),
se desarrollaron en la isla denominaciones
de fuerte ascendencia africana como la
Santería (regla de Ocha), el Palo Monte
(Mayombe, Kimbisa, Briyumba), y las
llamadas reglas Arará y Gangá, entre otras.
Existen pocos creyentes de las
denominaciones religiosas autóctonas de
China y Japón a causa del exiguo número de
personas de tal origen. Algunos chinos y sus
descendientes mantienen en alguna medida,
sus cultos ancestrales, pero sus expresiones
no rebasan los marcos familiares y de
algunas sociedades fraternales. En estos
momentos surgen en la capital algunos
pequeños grupos de creyentes iniciados en
las prácticas del budismo ( Zen) que se
organizan a partir de la llegada a Cuba de
maestros provenientes de España y la
Argentina. Con el auge del turismo y de los
intercambios comerciales han hecho
presencia en Cuba algunos predicadores de
denominaciones religiosas no reportadas en
Cuba con anterioridad, como la Piedra
Angular por citar un solo ejemplo.
Sin embargo a pesar del amplio espectro
confesional existente en el país la
religiosidad predominante en el pueblo
cubano no está afiliada a ninguna de las
denominaciones antes mencionada. Estudios
realizados por especialistas cubanos señalan
que el mayor número de creyentes cubanos
profesa un tipo de religiosidad popular
difusa, asistemática, con escasos o ningún
vínculo con instituciones religiosas
concretasxi. En general dicha religiosidad
posee referentes cristianos y en particular
del catolicismo. Este tipo de religioso se
caracteriza por no atenerse a normas
8
institucionales ni a dogmas concretos, como
se dice en Cuba : “es creyente a su manera”.
Estos religiosos y puede asistir en alguna
ocasión a una misa católica o a un culto
protestante, a “consultarse” con un santero o
ir a “tirarse las cartas”, si es invitado puede
que asista a fiestas y celebraciones de las
más disímiles denominaciones, tanto de los
testigos de Jehová como del Vodú; puede
devocionar ciertas figuras religiosas o creer
solo en Dios. Generalmente este creyente
acude a la religión o a los templos en alguna
fecha señalada o ante problemas o dilemas
trascendentales de su vida. Muchos
creyentes de la religiosidad popular cubana
jamás han pisado un templo, pero se
autoproclaman católicos y se ofenden si se
les cuestiona tal identidadxii . Otros se
asumen católicos militantes solo por el
hecho de haber recibido en su infancia el
sacramento del bautismo, pero no son
practicantes ni conocen la esencia de los
ritos ni el credo, y alguna que otra vez
acuden a un bautismo o a una misa de
difuntos.
Para el Dr. Jorge Ramì rez Calzadillaxiii lo
más común es una religiosidad popular
difusa, sin atributos fácilmente
perceptibles. La riqueza de sus expresiones
abarca desde la presencia de ideas y
prácticas "supersticiosas", mágicas; hasta el
catolicismo popular, con la adoración de
una o varias figuras del santoral –San
Lázaro, La Caridad, La Virgen de Regla, La
Merced, Santa Bárbara, y la combinación
de elementos fragmentarios de diversos
tipos de creencias (catolicismo, espiritismo,
las religiones de origen africano), sin
adscribirse a un sistema religioso en
particular, ni pertenecer a ninguna
organización religiosa.
En Cuba no existen denominaciones
religiosas heredadas de los primeros
habitantes de la isla de los tiempos
prehistóricos, no obstante elementos de las
religiones de los aborígenes cubanos
sobreviven en algunas de las expresiones
religiosas de origen africano, en el
espiritismo y en la religiosidad popular. Ello
se manifiesta en la presencia del aborigen en
la hagiografía tutelar hogareña, en el uso
ritual del tabaco, en el tipo de ofrendas y
comidas sagradas a base maíz. Algunos
grupos religiosos suelen emplear antiguas
cavernas que fueron sagradas para los
aborígenes en prácticas religiosas actuales,
aunque a veces los propios practicantes no
están conscientes de elloxiv.
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Se conocen casos de algunas
denominaciones religiosas surgidas o
llegadas a Cuba en tiempos mas recientes
también han desaparecido, se han fundido
con otras expresiones, o cuentan con un
número muy pequeño de adeptos, tales son
los casos de La Iglesia de Benito Collazo en
Santiago de Cuba, las formas más
“ortodoxas” del “Espiritismo de Mesa”
conocido como Kardeciano. y la
denominación de los Acuáticos en Viñales
Pinar del Río, respectivamente.
Investigaciones realizadas por instituciones
científicas cubanas y confirmadas por la
labor de otros especialistas señalan que la
festividades consagradas a San Lázaro han
sido históricamente y continúan siendo las
más populares de Cuba, y rivalizan en
popularidad con las festividades
consagradas a la “Virgen de la Caridad del
Cobre” Patrona de Cubaxv. Lo anterior no
excluye la existencia de matices regionales
y locales acorde a las particularidades del
confesionalismo de cada región del país.
Aunque en toda Cuba es dominante la
religiosidad popular de tipo difuso, existen
matices locales y regionales que matizan tal
religiosidad y que obedecen a factores
históricos, migracionales, económicos y
culturales, que marcan especificidades
culturales espaciales acerca de la presencia
o no de ciertos grupos religiosos. Durante
diferentes etapas de trabajo de terreno
hemos podido constatar que existen
numerosas denominaciones religiosas a lo
largo y ancho de toda la isla, pero su
distribución geográfica presenta algunos
elementos de interés como:
n La presencia de católicos principalmente
en todas las ciudades y poblados.
n Existen Congregaciones de Testigos de
Jehová en todos los municipios del país,
incluyendo las regiones montañosas
intrincadas del centro y del occidente.
n La existencia de grupos de Palomonte en
casi todas las regiones rurales en especial
en el oriente de la isla.
n El predominio de la Santería (incluyendo
el culto a Ifá) en el occidente y centro de
la isla y su actual expansión hacia el
oriente.
n La presencia perceptible del espiritismo
en especial del llamado “de cordón” una
amplia faja de en las provincias de Las
Tunas, Holguín y Granma, que coincide
allí con la existencia de grupos
pentecostales. También es interesante la
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creciente expansión del espiritismo hacia
el occidente y centro del país.
n La mayor cantidad de centros espirituales
tradicionales en las ciudades de Bayamo
y Holguín.
n La localización de prácticas de
espiritismo llamado “de caridad”, por
parte de oficiantes individuales, en la
región y ciudad de Santiago de Cuba.
n La localización de las importantes y
numerosas comunidades judías en la
Ciudad de La Habana.
n La localización de religión vodú (en
especial variante cubana del vodú) en
zonas rurales de Ciego de Avila,
Camagüey y de las provincias orientales,
entre nacionales y descendientes de
antiguos braceros haitianos.
n Organizaciones secretas masculinas
abakuá en las ciudades de La Habana,
Matanzas y Cárdenas.
n Localización de pequeños grupos de la
regla Arará (de ascendencia africana
Fon) en el centro y zonas rurales de
Matanzas.
n La localización del único grupo de los
llamados Acuáticos en la zona del valle
de Viñales en Pinar del Río.
n Religiosidad popular y de catolicismo
popular como expresiones de
importancia entre el campesinado de
ascendencia canaria en Pinar del Río y
las provincias centrales Santi Spiritus y
Villa Clara.
El confesionalismo en la Ciudad de la
Habana
Desde finales de los años ochenta se crearon
mejores condiciones para las prácticas
religiosas en Cuba debido a factores de
orden político, económico, cultural,
confesional y diplomático, entre los que se
destacan: La celebración del IV Congreso
del Partido Comunista de Cuba a partir del
cual se permitió el ingreso a los religiosos a
dicha organización; la reforma
constitucional que insiste en el carácter laico
del Estado; las visitas de destacados grupos
religiosos de solidaridad con Cuba; la
llegada masiva de turistas deseosos de
conocer las expresiones culturales y
religiosas de origen africano; la visita de su
Santidad Juan Pablo II y la Celebración
Evangélica Cubana. Tales eventos
revitalizaron la vida religiosa del país y en
especial de la capital y coincidieron con el
origen y desarrollo de una etapa crítica de la
economía que a la vez estimuló la búsqueda
de soluciones a numerosos problemas. Por
ejemplo, durante la etapa más crítica del
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llamado “Período Especial” los problemas
de transportación que afectaron a la ciudad
impidieron que muchos creyentes se
pudiesen trasladar a sus templos con la
frecuencia habitual, ello dio lugar a la
búsqueda de alternativas para continuar
desarrollando las actividades rituales y
organizativas de los religiosos, entre estas
estuvo el establecimiento de numerosas
casas cultos y grupos de oración en
viviendas particulares distantes de los
templos y las frecuentes visitas de ministro
y sacerdotes a las mismas. Todo ello
contribuyó al auge de la actividad religiosas
en numerosas zonas de la ciudad. También
durante dicha etapa fue perceptible el
aumento de la predicación en las calles de
religiosos extranjeros y nacionales. Sin
embargo, fueron las confesiones de origen
africano, (en concreto la Santería) las que
experimentaron especial notoriedad debido
a que fuerza y el atractivo de sus
expresiones como : la música, la danza, el
canto y la artesanía que han sido de gran
interés para los visitantes extranjeros.
La Ciudad de La Habana es el asentamiento
humano más importante del país, cuenta con
más de 2 millones de habitantes, posee 15
municipios los que a su vez se dividen en
Consejos Populares, barrios
circunscripciones y zonas muy bien
definidas por su identidad barrial o local y
en algunos casos por su identidad religiosa.
La ciudad históricamente fue un polo de
atracción de inmigrantes extranjeros y a la
vez es destino de las principales corrientes
de las migraciones internas, todo ello ha
redundado en que se acentúe en los últimos
años la variedad de su confesionalismo.
Dado factores diversos órdenes tales como:
los históricos, económicos, legales y
culturales, ha hecho que la Ciudad de la
Habana se presente como una locación
representativa del panorama religioso
cubano actual. Hacia esta ciudad fluyen las
principales corrientes migratorias internas.
Por otra parte, allí se ubican la mayor
cantidad de las sedes centrales de las
denominaciones religiosas del país y en
especial de los templos evangélicos. La urbe
posee decenas de templos registrados, de
más de medio centenar de denominaciones y
asociaciones religiosas, además cuenta con
centenares de casas templos de las
religiones cubanas de origen africano, casas
cultos evangélicas, grupos de oración y
carismáticos, que en su conjunto han
extendido su influencia incluso hacia zonas
urbanas de reciente creación o en expansión
como: Alamar, Alberro y San Agustín.
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Una breve mirada al panorama religioso de
la capital nos revela que aunque la
religiosidad popular es lo característico en
casi toda su extensión y que en cada
barriada pueden vivir practicantes de
diversas denominaciones, en determinadas
zonas existe predominio de algunas
confesiones sobre otrasxvi. De esta forma, es
perceptible que:
1. Gran parte de las cedes de los templos y
sedes de las denominaciones
protestantes ubican en zonas de
Marianao y extienden su influencia
hacia el oeste.
2. Se mantiene la presencia notable de
pacticantes Abakuá en Regla,
Guanabacoa, Habana Vieja, Cerro San
Miguel del Padrón y Marianao.
3. En la zona de Corea (en el municipio
San Miguel del Padrón) es de gran
trascendencia la presencia de Abakuàs,
Rastafari y espiritismo.
4. Numerosas organizaciones Abakuá
pertenecientes a otros municipios de la
ciudad, realizan sus actividades
litúrgicas en Marianao, y la Lisa por
existir allí mejores condiciones para los
cultos (como la existencia de templos
tradicionales, zonas arboladas y con
riachuelos, etc).
5. La Santería se ha hecho presente en toda
la ciudad y continúa siendo dominante
su presencia en La Habana Vieja,
Atarés, Los Sitios, Jesús María, Cayo
Hueso, Pueblo Nuevo, Marianao,
Guanabacoa, Regla.
6. De igual forma el Palo Monte es
importante en todas zonas antes
mencionadas y existen numerosas casas
templos en toda la periferia de la ciudad.
7. El espiritismo en sus diferentes variantes
existe en todos los municipios, y pudiera
decirse que aumenta el número de sus
adeptos en las zonas periféricas e
importantes grupos han surgido o se han
revitalizado en la parte este de la capital.
8. En el Vedado y en la Habana Vieja
residen numerosas personas de
ascendencia hebrea practicantes del
judaísmo. Sus comunidades también se
han revitalizado.
La inmigración de personas procedentes de
otras provincias ha permitido que se
difundan ciertas expresiones religiosas las
cuales eran prácticamente desconocidas por
el ciudadano promedio capitalino. Muchos
inmigrantes de las provincias orientales han
aportado al contexto religioso capitalino
variantes de espiritismo que antes solo eran
observables en el oriente de Cuba. De igual
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forma y en cierto sentido inverso la
migración laboral periódica de obreros
orientales en las provincias del occidente y
la propia migración interna hacia aquella
región ha permitido que expresiones y
denominaciones como la Santería se
extienda paulatinamente hacia el este.
En el contexto interno capitalino la
configuración del panorama religioso ha
comenzado a cambiar en algunas zonas
desde hace unas dos década con la
revitalización del “Movimiento de
Microbrigadas”. La construcción de
viviendas económicas y edificios de
apartamentos han aportado, junto a los
nuevos residentes, expresiones religiosas
que antes no existían o eran excepcionales.
Por ejemplo, el antiguo barrio residencial de
“Víbora Park” se caracterizaba antes de
1959 por las practicas religiosas en el
contexto íntimo y privado de las familias y
por la existencia de muchos vecinos
católicos y de religiosidad popular. Sin
embargo, en la última década, los nuevos
residentes que han accedido a los edificios
recién construidos en la barriada han
aportado traído sus expresiones y ritos de
origen africanoxvii.
Según estudios realizados por científicos
sociales cubanos, la celebración del 17 de
diciembre en honor a San Lázaro y en
especial la peregrinación al Santuario
Nacional de El Rincón constituye la
celebración religiosa más concurrida del
país y se destaca por su multirracialidad y
multiconfesionalismo. La figura de San
Lázaro es devocionada tanto por creyentes
católicos y de religiosidad popular como por
aquellos practicantes de religiones de origen
africano.
Lo característico en el panorama religioso
cubano es la unión de todas las personas en
las peregrinaciones y templos con
independencia del color de su piel y de la
ubicación de los templos, dicho en otras
palabras: la multirracialidad de las iglesias y
confesiones. La grey de los templos cubanos
generalmente presenta una conformación,
por color de la piel acorde al área donde
están ubicados, así en templos de Santiago
de Cuba es peculiar una grey
mayoritariamente mestiza, como lo es la
población de esa ciudad; en algunos templos
de Camagüey es mayoritariamente blanca al
igual que algunos templos del municipio
Playa en Ciudad de La Habana; en zonas de
Guantánamo y Matanzas, mayoritariamente
negra y así sucesivamente.
14
La Parroquia de San Nicolás y San Judas
Tadeo ubicada en el corazón de la barriada
de Los Sitios (barrio multirracial con
predominio de mestizos y negros) es el
centro de la actividad católica de las 89
manzanas que la circundanxviii, y a ella
acuden católicos, creyentes de religiosidad
popular, santeros y paleros, de los cercanos
barrios de Jesús María, Talla Piedra, Atarés,
El Pilar, Pueblo Nuevo, Cerro, Villa Nueva
(Carraguao), Luyanó e incluso de Lawton.
En dicha parroquia (y templo), como las de
Regla, El Carmen, La Merced, Guanabacoa,
La Caridad, Santa Bárbara (en Párraga),
predomina el mestizaje de su grey y la
asistencia de personas de religiosidad
múltiple (creyentes que a la vez que se
autoproclaman católicos también son
practicantes del espiritismo, la Santerì a y el
Palomonte). A los elementos antes
expuestos debemos añadir otro de suma
importancia, la existencia en el templo de
antiguas imágenes muy veneradas y
sincretizadas con el universo religioso de
origen africano como: el Sagrado Corazón
de Jesús”, Santa Bárbara, Nuestra Señora
de la Merced, Santa Teresita del Niño Jesús,
Santa Lucía y en especial San Lázaro
Obispo.
Otra peculiaridad que presenta la
religiosidad en la ciudad de La Habana es la
de presentar dos cuadros diferentes: por un
lado el escenario popularxix, con una fuerte
presencia de las religiones cubanas de
origen africano –cuyos elementos son
perceptibles en el vestuario y accesorios
personales, en el ajuar de la vivienda y hasta
en el habla, y por otro, el residencial, con
una religiosidad popular difusa. En los
barrios populares de la capital, según los
propios residentes, la religión constituye
uno de los componentes más permanente y
coherente de la identidad barrial, un rasgo
que tipifica a la comunidad. Por regla
general se practica de forma regular, abierta
y pública, lo que quizá, además de otros
factores (como la tradición), tenga relación
con el medio socio – cultural: el barrio
popular, caracterizado por la espontaneidad
y el carácter extrovertido de muchos de sus
vecinos. Por el contrario, en Víbora Park y
el Vedado la mayoría de los creyentes
mantiene sus creencias con alto grado de
discreción, ellas no influyen ni mediatizan
las relaciones vecinales. La tendencia es a
realizar las prácticas religiosas - por lo
general de forma irregular o escasa- fuera
del contexto comunitario, obligados además
por la ausencia de templos e instituciones
religiosas en sus límites. De acuerdo con la
percepción de los entrevistados –avalada
además por las notas de historia local--, las
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expresiones de origen africano son
consideradas elementos nuevos y exógenos,
la mayoría de sus pobladores no se
identifican con ellas; y su presencia
creciente en los últimos tiempos es vista por
muchos con reprobaciónxx.
El panorama descrito evidencia, sobre todo
en la ciudad de La Habana, una estrecha
interrelación con la composición racial de la
población de cada localidad; en este caso
muy vinculado a la influencia de los
antecedentes etnoculturales
correspondientes: las expresiones de origen
africano son tradicionales en los barrios
populares, con predominio de población
negra y mestiza; mientras que es perceptible
cierto rechazo de algunas expresiones de
origen africano en el entorno residencial,
con mayoritaria población blanca; a pesar de
su difusión entre amplios sectores sociales y
la multirracialidad cada vez mayor de las
mismas.xxi
En Santiago de Cuba, con predominio en
general de una población mestiza, el
contraste interbarrial no es tan evidente,
pero aún así se mantiene la vinculación con
el aspecto racial: se observa como tendencia
una mayor filiación de los blancos a las
religiones “cristianas”; y de mestizos y
negros al espiritismo (sobre todo al
espiritismo “cruzao”), y en general a las
creencias de origen africano. En tal sentido
vale además referirse a la presencia mayor
de elementos vinculados al palo, de origen
bantú, de mayor peso en la región; mientras
la santería, de raíz yoruba, predominante en
occidente, aparece como resultado de un
proceso de difusión espacial, a través del
contacto con sus portadores, sobre todo en
el medio habaneroxxii.
En la mayoría de las ciudades del país es
perceptible la actividad de evangelización
de las denominaciones protestantes y en
especial el auge tomado por las
denominaciones de tipo pentecostal.
También se destaca la labor de captación de
miembros de los Testigos de Jehová, que
ganan nuevos feligreses, sobre todo, entre
practicantes de religiosidad popular difusa.
En estos momentos muchos de los nuevos
conversos al protestantismo son mestizos y
negros, y en determinadas zonas del país ya
constituyen la mayoría, ello es sumamente
interesante, sobre todo, cuando se conoce
que, por la procedencia norteamericana de
las iglesias madres, estas expresiones antes
de 1959 nucleaban a su alrededor sobre todo
a los blancos.
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Color de la Piel y Confesionalismo en
Cuba
A finales de la dominación española y parte
de los inicios del siglo XX existía una
bastante nítida relación entre el color de la
piel y confesionalismo en Cuba: La gran
mayoría, por no decir la totalidad, de los
practicantes de las religiones de origen
africano eran negros, y mestizos en segundo
término; los protestantes, blancos; los
espiritistas científicos, cubanos casi todos
blancos, y mestizos y blancos en el oriente
del país; los católicos exhiban una feligresía
multirracial con predominio de blancos y
sacerdotes blancos. Los antecedentes
africanos, hispanos, anglosajones y criollos
por denominaciones eran incuestionables.
Un siglo después esta la situación se ha
modificado a favor de la diversidad.
En la actualidad, la inmensa mayoría de las
denominaciones religiosas presentes en
Cuba son de feligresía multirracial. Sin
embargo en los resultados preliminares de
nuestra investigación pueden apreciarse
ciertos matices interesantes como:
• Los grupos de religiosidad popular son
multirraciales con predominio del color
de la piel acorde al área que se tome
como objeto de estudio en el trabajo de
campo.
• La afirmación anterior es también válida
para el catolicismo, aunque es
perceptible la presencia de los blancos
en las feligresías de varias parroquias,
entre el laicado mas activo, en la
composición de su diaconado y de la
jerarquía eclesial.
• Las denominaciones pentecostales son
igualmente multirraciales con un ligero
predominio de feligresía mestiza, al
menos en las congregaciones objeto de
nuestro estudio.
• Las denominaciones bautistas existe
predominio de blancos tanto en su
jerarquía como en su feligresía.
Fundamentalmente en la capital y en la
denominación de Baustistas
Occidentales. Aquí se mantienen los
antecedentes etnico nacionales de los
primeros portadores.
• En las comunidades hebreas tanto
azquenasies como sefardíes, ya sean de
orientación liberal como ortodoxa, son
de feligresías y jerarquías blancas.
También entre los hebreos de Cuba se
mantienen los antecedentes etnico
nacionales de los primeros portadores
provenientes de Europa. En otros países
como: Marruecos, la India, Sudáfrica y
el propio estado de Israel existen grupos
hebreos multirraciales.
17
• La denominación Rastafari es
mayoritariamente negra y en segundo
término mestiza.
• Lo mismo es válido para los grupos
Arará de clara ascendencia fon y ewe.
• Es idéntico para los pequeños grupos de
la variante cubana del Vodú que
sobrevive entre inmigrantes y
descendientes haitianos.
• La denominación Abakuá es multirracial
y mayoritariamente negra en la rama
efik y mayoritariamente mestiza en la
efor o efó.
• En estas últimas cuatro denominaciones
el proceso de mestizaje es evidente,
continuo y rápido. Como también es
evidente que la mayoría de los jefes de
culto son negros y mestizos. Quisiera
agregar en este sentido la rápida
influencia que está teniendo las
expresiones religiosas de la Regla de
Ocha en ellas.
• Regla de Ocha. Multirracial en su
feligresía con predominio de mestizos y
negros como jefes de cultos.
• Lo anterior es válido para las llamadas
reglas de Palomonte.
• Las denominaciones Episcopal,
Metodista y Presbiteriana son casi
íntegramente de feligresía y pastorado
blancos.(haciendo siempre la salvedad
de las peculiaridades de la composición
de la piel en el área de estudio).
• Los Testigos de Jehová son
multirraciales y mayoritariamente
blanca su jerarquía.
• Los pocos grupos de religiosos
tendientes a integrarse al movimiento de
la llamada Nueva Era, son
mayoritariamente blancos.
Conclusiones
Los resultados de esta investigación señalan
que:
• es perceptible un proceso de difusión de
las religiones de origen africano en
todos los sectores sociales y grupos
raciales del país con independencia de
su nivel de instrucción;
• se verifica un proceso continuado de
expansión de la denominación religiosa
Regla de Ocha o Santería desde el
centro y occidente del país hacia el
oriente y su conformación se hace cada
vez más multirracial;
• se produce un proceso continuo de
expansión de variantes del palo monte
desde el oriente del país hacia el
18
occidente y desde las zonas rurales y
periféricas hacia las urbanas;
• expansión el llamado espiritismo de
cordón hacia el occidente acorde a las
corrientes migratorias internas de Cuba.
Los portadores de sus expresiones son
mayoritariamente mestizos y los neófitos
son mestizos y blancos;
• aumento de la participación de personas
blancas en las denominaciones de
origen africano tanto como practicantes
como jefes de culto;
• aumento progresivo del número de
personas de todos los grupos raciales y
en particular de los mestizos en los
cultos de denominaciones evangélicas y
en menor medida en aquellas del
protestantismo histórico.
• Como resultado de todo lo anterior, es
perceptible la existencia de un proceso
continuo de integración racial en las
diferentes denominaciones religiosas
presentes en Cuba, con las excepciones
de las denominaciones Rastafari,
algunos grupos evangélicos y hebreos.
19
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21
NOTAS
i Los resultados de investigaciones del proyecto "Las Relaciones Raciales y la Etnicidad
en Cuba" del Departamento de Etnología del Centro de Antropología de Cuba han
abordado desde hace varios años problemas tales como: la caracterización
sociocultural de los grupos raciales en Cuba, los prejuicios raciales y las relaciones
raciales y el color de la piel. El autor de esta ponencia es el jefe actual de dicho
proyecto. ii Ver : Guanche, Jesús. Componentes Etnicos de la Nación Cubana. Ciudad de La
Habana, 1996, Fundación Fernando Ortíz.Pp.132-136.. y Valdéz Bernal, Sergio.
Lengua Nacional e Identidad Cultural del Cubano. La Habana, 1998,Ciencias Sociales. iii Numerosos estudios realizados en Cuba reflejan tales procesos de asimilación de
inmigrantes y a la vez la conservación de memoria histórica y las tradiciones culturales
entre los descendientes, ver: Baltar Rodríguez, José. Los Chinos de Cuba.La Habana,
1997, Fundación Fernando Ortíz, Colección La Fuente Viva., Ruiz, Raúl R. Coreanos
en Cuba. La Habana, 2000, Fundación Fernando Ortíz, Colección La Fuente Viva.
García del Pino, César y Carlos M. Díaz Gámez. En torno a un criptojudío: dos
enfoques. La Habana, Unión, 1995.,Pérez de la Riva, Juan. Demografía de los Culíes
Chinos 1853 – 1874. La Habana, 1996, Editorial Pablo de Torriente Brau., del propio
autor, Los Culíes Chinos en Cuba.La Habana, 2000,Ciencias Sociales., y El Monto de
la Inmigración Forzada en el Siglo XIX. Ciudad de La Habana, 1979, Ciencias
Sociales. En la actualidad están en proceso de ejecución varias investigaciones sobre
los inmigrantes árabes y de diversas nacionalidades llegados a Cuba, por la Fundación
Fernando Ortíz. iv (Guanche: 1996, Op. Cit. Pp. v Comité Estatal de Estadística. Censo Nacional de Población y Viviendas. República
de Cuba, La Habana, 1982; Tabla 3, Pp. 10-12. vi El porciento de mestizos aproximado aportado por dicho censo (1981) fue de un
21,9%, según la fuente citada en la nota anterior. vii Los especialistas Dr. Manuel Rivero de La Calle, Dr.Antonio Martì nez Fuentes y el
Master Julio Travieso sostienen tal criterio tras realizar estudios en amplias de muestras
de población cubana durante varios años. viii Durante el proceso de investigación se dieron casos sumamente interesantes que
reflejan la fuerte carga subjetiva de la autoconciencia racial como por ejemplo: el de un
matrimonio mestizo que poseía dos hijos, del mismo padre y de la misma madre, sin
22
embargo la familia censó a uno como negro porque ese hijo tenía la piel oscura y el otro
fue censado como blanco porque ese era el color de su piel; y de esta forma idéntica
ambos hijos se asumían ante la sociedad. ix Investigaciones realizadas por el Departamentos de Estudios Socioreligiosos del
Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas del Ministerio de Ciencia
Tecnología y Medio Ambiente de Cuba (CITMA) señalan que el panorama confesional
cubano asciende a más de medio centenar de denominaciones religiosas registradas
oficialmente en Cuba, sin embargo en los últimos años producto del incremento del
intercambio cultural con el extranjero han llagado al país otras denominaciones que no
están aún registradas oficialmente. x Fariñas Gutierrez, Daisy. Religión en las Antillas: Paralelismos y Transculturación.
La Habana, Editorial Academia, 1994. xi La religiosidad popular de tipo difusa es la más extendida en la sociedad cubana,
nuestro trabajo de campo ha corroborado esta cuestión, y también así lo confirman
numerosos resultados de investigaciones de las ciencias sociales y la tesis del Doctor J.
Ramírez Calzadilla, Jefe del Departamentos de estudios Socioreligiosos del CIPS.
CITMA. Ver: La Religión: Estudio de Investigadores Cubanos sobre la temática
religiosa. La Habana, 1993 Editora Política. xii Ver : García Menocal, C.M. ¿Puede afirmarse que el pueblo cubano es católico o
no?. En revista TEMAS. No.4/1995. Pp.13-22. xiii Ver: Colectivo de autores, La Religión: Estudio de Investigadores Cubanos sobre la
temática religiosa. La Habana, 1993 Editora Política.Pp.1 – 15 y 17 –21. xiv Ver Fariñas Gutierrez, Op. cit., sobre esta cuestión tanto el arqueólogo cubano Dr.
Gabino La Rosa Corzo y el autor de esta ponencia en trabajos de campo en La Habana
y de manera independiente hemos observado practicas religiosas de ascendencia
africana y española en sitios tales como las cavernas de la llamada Cueva del Muerto
durante la última década. xv Ver: Colectivo de autores, Op. Cit., y Argüelles Mederos, Aníbal e Ileana Hodge
Limonta. Los Llamados Cultos Sincréticos y el espiritismo en Cuba. La Habana, CIPS,
1991. , Los datos obtenidos en nuestro trabajo de campo en peregrinaciones y
celebraciones en Santiago de Cuba y otras partes del país también lo confirman. xvi Por ejemplo: zonas de los municipios Plaza y Playa que tradicionalmente fueron
asiento de capas medias urbanas blancas de antecedentes europeos en y particular
hispano pueden caracterizarse por una religiosidad católica dominante o por una
23
religiosidad popular fuertemente influenciada por el catolicismo; en cambio es
importante la presencia de la santería en zonas antiguamente periféricas de La otrora
Habana de extramuros que fue asiento en los siglos XVIII y XIX de población negra y
mestiza liberta de muy cercana raíz africana, como los barrios de Atarés y Jesús Marí;
otras parte de la capital donde a inicios del siglo XX se radicaron cubanos repatriados
de Estados Unidos o donde las iglesias protestantes de Norteamérica tuvieron
facilidades para comprar terrenos y establecer templos sucursales de confesiones
madres del continente, son zonas donde abundan creyentes protestantes . xvii Departamento de Etnología. LAS RELACIONES RACIALES Y LA ETNICIDAD
EN CUBA. Sección : CARACTERIZACIÓN ETNOCULTURAL DE LOS GRUPOS
RACIALES. La Habana, Archivo científico del Centro de ANTROPOLOGIA CITMA.
1998. (Documento inédito). xviii CRONOLOGÍA HISTORICA DE LA PARROQUIA por los 140 de la fundación
de la Parroquia de San Nicolás y San Judas Tadeo. Material mecanografiado
perteneciente a los archivos de la sacristía de la Parroquia de “San Nicolás y Judas
Tadeo” en Ciudad de La Habana. 1994. xix Barrios populares de población mayoritariamente obrera, mestiza y negra como
Atarés, Los Sitios, Jesús María, San Isidro, La Punta, San Lázaro, Cayo Hueso. xx. Nuñez, Niurka, y otros. Caracterización de Etnocultural de los Grupos Raciales en
Ciudad de La Habana y Santiago de Cuba. La Habana, 2000, Archivo Científico del
Centro de Antropología, CITMA, Cub. Informe de Investigación del Proyecto "Las
Relaciones Raciales y la Etnicidad en Cuba, (inédito). xxi Idem. xxii Idem.Idem.