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Julio Carrizosa umaña C olombia CompleJ a

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  • Julio Carrizosa umaa

    ColombiaCompleJa

  • Julio Carrizosa umaa

    2 Colombia Compleja

    julio Carrizosa umaa

    Este libro est dedicado a mi padreJulio Carrizosa Valenzuela

    y a mi madre Maria Umaa Bernal de Carrizosa;en su casa aprend a comprender

    y a amar a mi pas.

  • julio Carrizosa umaa

    2014

    ColombiaCompleja

  • 4 Colombia Compleja

    Julio Carrizosa Umaa2014

    Los textos pueden ser citados totalo parcialmente, siempre citando la fuente.

    Catalogacin en la fuenteBiblioteca Enrique Prez Arbelez

    Carrizosa Umaa, JulioColombia compleja - Bogot: Jardn Botnico Jos Celestino

    Mutis. Instituto de Investigacin de Recursos Biolgicos Alexander von Humboldt, 2014.

    295 p. : il., fot. col., mapas; 23,5 x 31,5 cm.Incluye bibliografa p.

    ISBN:

    1. Geografa humana - Aspectos sociales. - Colombia. 2. Ecosistemas - Colombia.

    3. Educacin ambiental - Colombia. I. t.

    CDD21-333.72

    Alcalda Mayor de Bogot

    Jardn Botnico de Bogot Jos Celestino Mutis

    Luisz Olmedo Martnez Z.Director

    Ruth Gutirrez H.

    Adriana Mara Lagos Z.Subdirectora Educativa y Cultural

    Jorge Enrique Snchez S.Subdirector Tcnico Operativo

    Equipo editorialRuth Gutirrez H.

    Claudia Alexandra Pinzn O.Susana Rudas Ll.

    Mara Eugenia Torres C.Martha Patricia Hernndez M.

    Instituto de Investigacin de Recursos BiolgicosAlexander von Humboldt

    Brigitte L. G. Baptiste B.Directora general

    Germn I. Andrade PrezManuel Rodrguez Becerra

    Gustavo Wilches Chaux

    Correccin de estiloAna Mara Rueda

    Claudia Mara Villa Sandra Paola Reyes

    InpresinJAVEGRAF

    1.500 ejemplares

    Citacin sugeridaCarrizosa-Umaa, J. 2014. Colombia compleja.

    Jardn Botnico de Bogot Jos Celestino Mutis.Instituto de Investigacin de Recursos Biolgicos Alexander

    von Humboldt. Bogot, D. C., Colombia, 295 p.

  • 5Colombia Compleja

    Produccin editorial,diseo y diagramacin Susana Rudas Lleras

    Edicin de fotografay asistente de diagramacinAlejandro Peralta De Zubira

    PortadaComplejidadMonotipo sobre papel de arrozSantiago Reyes Paris

    Blanca MorenoDicken Castro Francisco Antonio CanoJim AmaralJorge CrdenasJuan CrdenasJuan Manuel ArreazaLeonor Lleras de RudasMargarita LozanoOlga de AmaralPilar CopeteRicardo GuerraSantiago Reyes P.

    MapasLos mapas 1, 3, 7 y 8 fueron elaborados por Esri Colombia y pueden ser vistos como mapas vivos, al igual que las imgenes satelitales de las regiones, en la galera de ArcGIS online: http://bit.ly/1ihuKEV

    Para mayor informacin consulte www.arcgis.com en la Galera Colombia compleja.

    Agustn Codazzi (Igac).Los mapas 5 y 6, Precipitaciones medias en Colombia (lluvias promedio meses de febrero y octubre) fueron elaborados por el Instituto de Hidrologa, Meteorologa y Estudios Ambientales (Ideam).

    del Mapa Geolgico de Colombia elaborado por el Instituto Colombiano de Geologa y Minera (Ingeominas), hoy Servicio Geolgico Colombiano (SGC).El mapa 2, Placas tectnicas, y los ajustes en los mapas 3 y 8, fueron realizados por Susana Rudas Ll.

    Imgenes satelitalesLas imgenes satelitales fueron proporcionadas por DigitalGlobe, BlackBridge y Landsat-USGS.

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  • 7Colombia Compleja

    ContenidoAgradecimientos

    Presentacin

    Introduccin

    Captulo I El pas imaginado

    Captulo II La gente

    Captulo IIILa estructura fsica

    Captulo IVInterrelaciones principales

    Captulo VSistemas ambientales territoriales

    Captulo VI Colombia es diferente

    Captulo VII Modelos y estrategias

    Captulo VIIIConstruir espacios

    Apndice 1 Complejidad y simplicidad

    Apndice 2 Educacin ambiental

    Bibliografa

    ndice de mapas

    ndice de cuadros

    8

    11

    17

    19

    37

    69

    93

    128

    203

    215

    229

    239

    259

    283

    291

    294

    294

    295

  • 8 Colombia Compleja

    agradeCimientos

    Este libro no se hubiera escrito si no me hubiera inspirado y apoyado en varios textos de mi esposa Ada Martnez y especialmente en su libro pstumo Colombia 1492-1902.

    La interpretacin de Colombia que aqu se presenta se enriqueci con las discusiones interdisciplinarias que se llevaron a cambo durante mi estada en el Instituto de Estudios Ambientales de la Universidad Nacional de Colombia. A todos mis colegas y alumnos de esa poca les agradezco.

    los informes tcnicos de los institutos vinculados y adscritos al Ministerio del Ambiente y el Desarrollo Sostenible: Ideam, Invemar, IIAP, Sinchi y Humboldt, el libro Colombia: evolucin de sus relieves y modelados del doctor Antonio Flrez publicado por la Universidad Nacional de Colombia y los mapas geolgicos elaborados por Ingeominas han sido fundamentales para construir varios captulos de este libro, pero la responsabilidad de la sntesis hecha es solamente ma.

    ambiental que fue desarrollada por este autor en un documento elaborado para el proyecto de Segunda Expedicin Botnica realizado durante el Gobierno de Belisario Betancourt y dirigido por el doctor Jorge Elicer Ruiz; parte del captulo VI fue elaborado como prlogo para el libro coordinado por Manuel Rodrguez y publicado por el Foro Nacional Ambiental para conmemorar los primeros aos del Sistema Nacional Ambiental (Sina); partes del captulo VII formaron parte de una ponencia elaborada por convenio con la Fundacin Natura, y fragmentos del ltimo captulo estn en el libro titulado La universidad colombiana y las polticas para el desarrollo sostenible publicado por la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales. Los dos apndices fueron presentados como ponencias en la reunin internacional para el manejo del agua realizada por el Instituto Cinara de la Universidad del Valle en el ao 2011, que fueron publicadas por el Programa Editorial de la Universidad del Valle en el ao 2013 en el libro titulado Sociedad y servicios ecosistmicos: perspectivas desde la minera, los megaproyectos y la educacin ambiental.

  • 9Colombia Compleja

    La publicacin del libro ha sido posible gracias a las generosas decisiones de Luisz Olmedo Martnez, Director del Jardn Botnico de Bogot Jos Celestino Mutis, de Brigitte L. G. Baptiste, Directora General del Instituto de Investigacin de Recursos Biolgicos Alexander von Humboldt, y a las acciones de Jernimo Rodrguez y Ruth Gutirrez. A ellos y a todos sus colaboradores les agradezco su inters y destreza.

    Agradezco la colaboracin de todos aquellos que leyeron las versiones iniciales y especialmente las de mis amigos y familiares que contribuyeron con observaciones, comentarios y crticas, los cuales menciono con cario en orden alfabtico: Alegra Fonseca, Carlos Henrique Cavelier, Consuelo Carrizosa vda. de Soto, Christian Hederich Martnez, Diego Carrizosa Posada, Emma Araujo vda. de Vallejo, Ernesto Carrizosa Umaa, Ernesto Guhl Nanetti, Ester Lozano vda. de Rey, Jos A. Lozano, Julia Pardo de Carrizosa, Margarita Lozano vda. de Cavelier, Margarita Marino de Botero, Mara Susana Carrizosa Pardo, Mauricio Samper, Pablo Leyva Franco, Rory Symington Botero, Santiago Carrizosa Posada y Santiago Reyes Par s.

    Los doctores Germn Andrade, Gustavo Wilchez y Manuel Rodrguez realizaron la revisin tcnica del documento; agradezco sus numerosas anotaciones y recomendaciones sin las cuales hubiera incurrido en errores y exageraciones.

    A los artistas Blanca Moreno, Dicken Castro, Enrique Hernndez, Jim Amaral, Jorge Crdenas, Juan Crdenas, Juan Manuel Arreaza, Leonor Lleras de Rudas, Margarita Lozano de Cavelier, Olga de Amaral, Pilar Copete, Ricardo Guerra y Santiago Reyes, as como a Emma Araujo vda. de Vallejo, que han permitido reproducir las obras que ilustran el libro, especialmente el captulo V.

    A Esri Colombia y Mapas.co de Proclculo Prosis por el apoyo y dedicacin en

    libro, as como por el suministro de imgenes satelitales; especial agradecimiento a Helena Gutirrez, Alexandra Crane de Narvaez, Fernando Bentez y Yolanda Sierra de Esri Colombia, al igual que a Juan Camilo Amaya y Gina Gordillo de Mapas.co. As mismo a Digital Globe, BlackBridge y Landsat-USGS, por facilitar las imgenes satelitales contenidas en el captulo V.

    La coordinacin editorial, el diseo y la diagramacin del libro es obra de Susana Rudas Lleras; a ella se le debe el ingenio y el talento que muestra esta edicin.

    La correccin de estilo estuvo a cargo de Ana Mara Rueda y Claudia Mara Villa del Instituto Humboldt, y de Sandra Paola Reyes del Jardn Botnico de Bogot; a ellas mil gracias.

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  • 11Colombia Compleja

    presentaCinEl libro Colombia compleja es un hito revelador del ms profundo pensamiento del profesor Julio Carrizosa, quien no solo contina provocando el debate como acadmico, ambientalista y poltico, sino que plantea y desarrolla, en un lenguaje

    acerca de la condicin humana y las representa-ciones culturales de nuestras regiones, develando imaginarios y realidades que hacen de nuestro pas una muestra de complejidad y belleza territorial, y como tal, un reto a concitar visiones compartidas y acuerdos entre los diferentes actores sociales. Colombia compleja se constituye as en una obra que integra los vastos intereses y la lucidez del profesor Carrizosa, bien conocida entre los ambientalistas y acadmicos de varias disciplinas.

    Colombia compleja no cae en la repeticin de las repeticiones sino que aporta nuevos elementos al anlisis, ampliando las opciones de abordar los problemas contemporneos con perspectiva histrica y con visin de futuro. Sin duda habr lectores con orientaciones disciplinarias que podrn sealar aqu y all la necesidad de una mayor precisin o de una argumentacin ms elaborada de las interacciones entre los atributos en la conformacin de los territorios; en este sentido, la obra no es solo oportuna e inspiradora, sino audaz, todo un reto para seguir investigado y entendiendo nuestro pas como un crisol de complejidades, una oportunidad para la indisciplina como llamado al enfoque multidisciplinar, al cual acude el autor en Qu es el ambientalismo,textos en trminos de la visin ambiental compleja.

  • Julio Carrizosa umaa

    12 Colombia Compleja

    El libro cristaliza de manera ilustrativa las migraciones y las relaciones socioculturales que se dieron y se siguen dando hoy en el pas, mientras dedica un gran espacio de anlisis a las interrelaciones territoriales, mostrando una amplia gama de preocupaciones ambientales, polticas e institucionales. Colombia compleja constituye en este sentido un valioso testimonio visual y escrito de la historia de nuestras regiones y su gente, que a travs del tiempo van construyendo vivideros o terruos tal y como el autor denomina estos espacios llenos de prcticas y vivencias sociales.

    Bajo el concienzudo argumento de la complejidad el autor involucra al lector en su obra y lo hace partcipe de los debates actuales sobre la historia del poblamiento en Colombia, su riqueza ambiental, la complejidad de sus agroecosistemas, as como los modelos mentales que subyacen en la comprensin de nuestra realidad. Algunos de sus planteamientos, producto de sus largos aos de trabajo como acadmico y admirado profesor universitario, como funcionario pblico con importantes realizaciones o como ciudadano ejemplar, motivan a escudriar la ecologa de la mente y la manera como la identidad se va armonizando en un paisaje diverso y complejo de episodios vividos, transformados por una realidad multidimensional.

    Por sus contenidos y la riqueza de discursos que van desde las ciencias biofsicas, pasando por la historia hacia la sociologa, la sicologa social y la poltica, Colombia compleja es un libro inspirador. Su heterogeneidad

    nica narrativa, asunto que el autor logra con xito. No puede haber una lectura nica o disciplinaria de nuestro pas; adoptar una visin

    desarrollo, podra ser una de las causas conducentes a travs de nuestra historia de los profundos desajustes sociales que vivimos.

    Para el Jardn Botnico de Bogot este proyecto editorial ha sido muy enriquecedor. Los diferentes espacios compartidos con el profesor Carrizosa donde esta obra fue consolidndose (conferencias, escritos preliminares, mesas de trabajo), constituyeron verdaderas lecciones de sabidura, pedagoga y generosidad. Aprendimos amorosamente las implicaciones de una transformacin social desde el pensamiento complejo, la viabilidad de las ideas sobre cambio cultural y social asociadas al acervo histrico y las ilusiones del futuro, pero sobre todo el respeto al otro y hacia lo otro como base fundamental para construir una sociedad que se pretenda un futuro mejor.

  • 13Colombia Compleja

    Luisz Olmedo Martnez ZamoraDirectorJardn Botnico de BogotJos Celestino Mutis

    Uno de los principales focos de trabajo del Jardn Botnico de Bogot es

    de nuestra nacionalidad; fue a travs de la Expedicin Botnica que la Ilustracin lleg a un pas que apenas se estaba conformando. En este sentido consideramos que este libro es un aporte a la sociedad en su proceso de consolidacin como nacin, que permite, a partir de enfoques amplios, slidos e integrales, avanzar en la comprensin de nuestro pas y los fenmenos que lo determinan.

    e interpretacin de la riqueza literaria, histrica y pictrica que conforma nuestra geografa nacional. El lector descubrir y se contagiar de la emocin a medida que los textos van describiendo el nacimiento de un pas al tiempo que nos ensea con indudable destreza esa realidad tumultuosa y a veces desconocida que ha precedido nuestra poca actual.

    Anhelamos entonces que el libro genere en los lectores lo que en nuestros corazones y mentes ha logrado, que llegue a todos los rincones del pas y cruce fronteras, a todas las escuela y universidades, a todas los lugares en donde se toman decisiones que afectan colectivos, a todos nuestros hogares. De otra parte estamos seguros de que las ideas y propuestas de paz y reconciliacin que nuestro pas indudablemente emprender ms temprano que tarde, pueden enriquecerse considerablemente en las pginas de este libro y en sus mensajes y apuestas por una Colombia ms justa, reconciliada y sostenible ambientalmente.

    Que una obra tan elocuente y tan necesaria hubiera sido posible, hace hon-rar a su autor y nos honra a nosotros al participar de esta propuesta para el pas: Colombia compleja.

  • 14 Colombia Compleja

    Hablar del trabajo de Julio Carrizosa Umaa tras dcadas de leerlo, escucharlo y seguirlo no es tarea fcil, especialmente cuando su voluntad expresa ha sido siempre la de convertir los discursos en propuestas concretas y accesibles a un pblico amplio, as estn basados en

    difciles de transmitir. Esto lo evidencia en este libro maravilloso, la complejidad no es sinnimo de complicacin, todo lo contrario: las explicaciones a la crisis ambiental y la aparente incapacidad de los colombianos para afrontarla, requieren combinar distintas dimen-siones de la realidad y reconocer que es en la interaccin regular de las mismas donde surge nuestra confusin. Hay que enfocarse en las relaciones entre las cosas y su carcter cambiante para saber dnde, cmo y cundo hay que intervenir lo que llamamos la realidad,

    reto es mover la mente, acostumbrada a pensar los fenmenos de manera esttica, hacia un mundo donde nos sintamos cmodos pensando en la constante evolucin de todas las cosas, y en particular, cmo unas hacen evolucionar las otras y viceversa.

    Julio aprovecha su experiencia

    como ingeniero, junto con su conviccin

    presentaCin

  • 15Colombia Compleja

    tranquila y sentido natural del deber de un ciudadano, para promover el bienestar de los dems, para mostrarnos en este libro el privilegio y el desafo que representa ser colombiano. Construir una visin autnoma de nuestro territorio, basada en la experiencia cotidiana de su megadiversidad, parece una sugerencia ingenua en el siglo XXI, cuando ya se supone que las naciones y las sociedades que las conforman lo han logrado; algo que Julio cuestiona con la ms juvenil de las aproximaciones: si sabemos tanto acerca de nosotros mismos Cmo explicar la destruccin de los bosques y los ros, la contaminacin, la pobreza en medio de la abundancia, la violencia y la corrupcin desbordadas? Cmo se explica que Colombia no sea un pas prspero, tranquilo y justo, y mantenga, ms bien, su ruta hacia la autodestruccin?

    La invitacin a leer este libro se basa en la conviccin de que los lectores encontrarn un ngulo completamente novedoso para debatir estos temas, pleno de ejemplos y observaciones empricas y, lo ms importante, distante de cualquier dogmatismo ideolgico. Porque Julio es riguroso y estricto con el lenguaje, con los datos, con la plausibilidad de sus interpretaciones, y nos vincula como nadie en la tarea de asumir la complejidad con responsabilidad.

    Gracias a l por su obra, su extrema generosidad en explicarla, hacerla lo ms til posible, tambin por su capacidad de motivarnos a superar lo que de otra manera nos parecera insuperable.

    Brigitte L. G. BaptisteDirectora GeneralInstituto de Investigacin de Recursos Biolgicos Alexander von Humboldt

  • Julio Carrizosa umaa

    16 Colombia Compleja

  • 17Colombia Compleja

    Una invitaCin al realismo

    El azar geolgico y climtico gest en la esquina noroeste de Amrica del Sur un conjunto extra-o, unido en la historia por necesidades, intere-ses, caprichos y pasiones, hoy llamado Colom-bia. Como si hubieran emergido siete planetas provenientes de lugares diferentes del cosmos, su territorio rene un mosaico complejo que propor-ciona la mayor biodiversidad por rea del planeta y una variedad extraordinaria de paisajes.

    Colombia ha sido llamada tierra de leones, nuestro lindo pas colombiano, la democracia ms perfecta de America Latina, civilizacin de vertiente, pas de ciudades, un pas a pesar de s mismo, un pas enorme, un acto de fe, un pas de excepcional riqueza natural y cultural. Hace aos se deca que su capital era la Atenas suramericana.

    la Segunda Guerra Mundial, Colombia inici su propia guerra y no ha logrado terminarla. Durante la llamada Era del Optimismo, en los aos dorados del mercado transcurridos entre 1978-2008, cuando China abandon el marxismo y en el resto del mundo se multiplicaron los

    y hasta ahora ha producido cinco millones de desplazados, aproximadamente 200.000 muertos y ms de 30.000 desaparecidos. Hoy Colombia apenas cuenta con 34.000 personas que se atreven a declarar que poseen ms de medio milln de dlares y el 40 % de su poblacin sobrevive con ingresos mensuales de menos de 500 dlares.

    introdUCCin

  • 18 Colombia Compleja

    jUlio Carrizosa Umaa

    En los ltimos diez aos he escrito cuatro libros que tratan el problema del uso del territorio. Quera comprender por qu un pas como Colombia no poda lograr el bienestar que tenan pases menos ricos y con gentes menos preparadas; era una preocupacin antigua. En mi niez me convencieron de que Colombia era un pas privilegiado por sus riquezas naturales y que era la democracia ms perfecta de Latinoamrica. Me hicieron estar orgulloso de los logros de sus primeros ciento treinta aos, de tener elecciones y congreso, de ser el productor del mejor caf, de poseer esmeraldas y grandes yacimientos de carbn, de bellezas naturales como el Salto del Tequendama, de la Mara y La Vorgine, de Silva y de Carrasquilla, de la Atenas Suramericana, de empresas como Coltejer, Fabricato, Avianca y Bavaria y de peridicos como El Tiempo y El Espectador. Cuando tena diez aos me daban lstima la corrupcin de Mxico, el maltrato a los negros en Estados Unidos y la violencia en la guerra mundial. En los ltimos sesenta y cinco aos mucho de lo que me enorgulleca de Colombia ha desaparecido y la calidad de la vida de sus ciudadanos y su

    inequidad y a la corrupcin. Sin embargo, en el mismo perodo han transcurrido procesos de los cuales deberamos estar orgullosos como la construccin de ciudades para ms del 70 % de la poblacin, la creacin de parques nacionales y el establecimiento legal de resguardos indgenas y de reas de propiedad colectiva de las comunidades de afrodescendientes, en millones de hectreas.

    Este libro aspira a que sus lectores comprendan mejor el pas y que de esa comprensin surjan explicaciones que aclaren lo que sucedi y lo que est sucediendo. Su estructura se fundamenta en la percepcin del pas desde el pensamiento ambiental complejo, el cual se detalla en el Apndice 21 y se resume as: el conjunto de ecosistemas que llamamos Colombia es uno de los ms complejos del planeta y la sociedad que hemos construido es muy diversa pero es demasiado simple, son muy pocas las personas que deciden2. El primer captulo explica cmo esa sociedad simple ha imaginado el pas, el segundo describe la realidad de sus gentes, el tercero proporciona una sntesis de su complejidad geoecosistmica, el cuarto describe algunas de las relaciones principales entre sociedad y ecosistema, el quinto describe los sistemas ambientales territoriales principales del pas, el sexto explica por

    usamos para enfrentarnos a la complejidad de nuestro territorio y el octavo plantea algunas posibilidades de futuro.

    Para elaborar este libro he contado con el resultado de las investigaciones y anlisis realizadas en Colombia por numerosas personas e instituciones; espero

    de pie de pgina. No soy historiador, tampoco gelogo, bilogo, climatlogo, psiclogo, socilogo o antroplogo; mi aporte consiste en la recopilacin e in-terpretacin general de los informes y consideraciones de esas fuentes.

    1 En este apndice tambin se proporcionan los fundamentos de educacin ambiental que guan este libro.

    2 Las relaciones entre la complejidad y la simplicidad en ecosistemas y sociedades se detallan en el Apndice 1.

  • Captulo I

    19Colombia Compleja 19Colombia Compleja

    el pas imaginadoA lo largo de la historia los habitantes de este territorio que hoy llamamos Colombia nos hemos imaginado el pas donde vivimos (Anderson 1991) y hemos dirigido nuestras energas hacia la realizacin de esas ilusiones construidas en el fondo de nuestros cerebros, fruto de historias infantiles transformadas por las experiencias familiares, dotadas de las ideas recogidas aqu y all, la mayora de ellas lejanas e inclusive opuestas a la complejidad del medio biofsico en que vivimos (Carrizosa 2003). Esos imaginarios forman parte de nuestra complejidad; como en el concepto matemtico, lo complejo est compuesto de lo real ms lo imaginario.

    Las ideas forjadas en Europa constituyen el ncleo principal de estos imaginarios y su fuerza se fundamenta en las posiciones polticas de quienes las trajeron y de quienes continuamente las refuerzan y actualizan. Tradas por los

    Captulo I

  • Figura 1. El pas imaginado: algunos pensadores, actores y creaciones. Original de Santiago Reyes. Elaborado por Yolanda Sierra.

    Nuestro lindopas colombiano

    La camisa negra

    Memoria delcultivo del maz

    La MaraLos Miserables

    La VorgineDavid Coperfield

    El ruidode las cosas

    al caer

    El cartelde los sapos

    La vidaes sueo

    Amadsde Gaula

    Elegas devarones ilustres

    de Indias

    El DesiertoProdigioso

    Oh gloriainmarcesible

    Cien aos de soledad

    DonQuijote

    Romancede El Cid

    Historias SagradasSanta BrbaraSan SebastinSanta Teresa

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    n Aristteles Pla tn Herclito Epicuro Sa

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  • 21Colombia Compleja

    Balsa muisca. Museo del Oro en Bogot

    Estatua pintada de El Purutal, cultura San Agustn. Parque Arqueolgicode San Agustn.Foto Mario Carvajal,en Flickr.

    primeros invasores, fueron enriquecidas continuamente por las relaciones intelectuales constantes entre sus descendientes y los pensadores admitidos en la lite ibrica y trasmitidas por las instituciones, costumbres personales y normas de los funcionarios de las dos familias que reinaron en Espaa durante el perodo colonial. Independizado el pas, fueron los imaginarios franceses y norteamericanos los que introdujeron las ideas de libertad y autonoma y ese aporte de ideas generadas por la cultura occidental, latina y sajona, ha continuado hasta nuestros das, constituyendo el fundamento de buena parte del presente y el futuro pensados y deseados.

    Sin embargo, es imposible desconocer que la imaginacin de los colombianos se ha nutrido tambin de otras fuentes. La hegemona del

    supervivencia de los grupos indgenas prehispnicos y ampliadas luego por la presencia de los grupos de esclavos africanos y de los descendientes de unos y otros, ambos ejemplo de resiliencia cultural y de rebelda poltica. Sus pensamientos y sus deseos, muy ligados a sus historias y a su situacin

    formas como se construye ese imaginario colectivo que llamamos Colombia. Ese contrapunto se apoya en lo cultural, en lo poltico y en lo ecolgico; en lo cultural la msica, la literatura y las formas de relacin colectiva, marcan las diferencias con los imaginarios europeos; en lo poltico, la magnitud de las mayoras mestizas ha obligado la introduccin de sus ilusiones en los procesos electorales; en lo ecolgico la imaginacin de los colombianos ha estado siempre ligada al paisaje en que nacemos y nos criamos, como se describir en los siguientes captulos.

  • Julio Carrizosa umaa

    22 Colombia Compleja

    Las memorias colectivas, colecciones de grandes metforas las llama Carlos Rincn (2010), tienen entonces, en nuestro caso, por lo menos dos grandes fuentes: el conjunto de modelos imaginados en Europa y el conjunto de nuestras experiencias sufridas y gozadas en un territorio

    construido la Colombia imaginada.

    el imaginario prehistriCo

    mayora de los colombianos; casi nada sabemos de aquellos que empezaron a construir el territorio hace decenas de miles de aos, menos podemos saber lo que imaginaban los grupos que atravesaron a pie el Darin o que navegaron desde las islas que hoy son de los kunas y descansaron en las orillas del golfo de Urab, pero sin duda fue la mezcla de sus deseos y de sus experiencias la que orient sus movimientos posteriores que los llevaron hasta la Guajira, y fue su imaginacin la que los convirti muchos aos despus en agricultores y piscicultores en el Sin. Es probable que las imgenes de caza y tierras abundantes los condujeran luego hacia el interior, navegando por los ros Atrato, Cauca y Magdalena y que pasaran otros cientos de aos antes de que sus ilusiones los impulsaran a trepar la cordillera hasta la altiplanicie o los dirigieran a adentrarse en la selva amaznica. Algunos grupos no se detuvieron, siguieron caminando o navegando a lo largo de la costa hasta asentarse en lo que hoy son el

    Mapa 1. Mapa de las migraciones fuera de Africa. Versin de Naruya Saotou y Masatoshi Nei (2002) del Instituto Nacional de la Gentica del Japn.

  • El pas imaginado

    23Colombia Compleja

    3 Gerardo Reichel-Dolmatoff (1912-1994). Pensador y antroplogo, autor de numerosos artculos y libros acerca de las etnias colombianas.

    Ecuador y el Per, siempre guiados por necesidades y deseos y constreidos o impulsados por el azar.

    De lo que ellos imaginaban nos quedan las formas que dibujaban en las rocas, los colores de las cermicas, los adornos de las telas de algodn,

    manejaron el agua y el suelo dondequiera que se asentaron. Rastros de esos pensamientos pueden encontrarse en las crnicas de los europeos que conocieron a sus descendientes y en el lenguaje y las historias de los ms de ochenta grupos que han persistido hasta nuestros das.

    Los que primero llegaron a nuestro territorio es posible que se asombraran y entusiasmaran al no encontrar ms humanos que ellos mismos, o que lo consideraran inicialmente como un refugio ms en sus viajes. La gran extensin de la costa plana y sombreada, la presencia de aguas tranquilas en sus numerosas bahas, la abundancia de peces en los corales y de mamferos y frutos en los bosques, los inmensos caudales de agua dulce que llegaban a las costas y la disminucin de los aguaceros permanentes

    de estos grupos. Su imagen del territorio adquiri ambiciones adicionales; sin duda era un sitio ms agradable que la selva superhmeda que haban atravesado, es posible que ms que un refugio pasajero, transcurridos los primeros aos, fuera considerado un sitio adecuado para permanecer, un buen proveedor de agua dulce, alimentos y sol. Esa realidad es posible que fuera el impulso inicial para imaginar como sagradas las montaas de donde descendan esos torrentes de aguas dulces y transparentes.

    Durante los miles de aos que dur el proceso de ocupacin humana de todo el territorio que hoy llamamos Colombia, es posible que esas im-genes iniciales se transformaran segn cambiaba el paisaje al que acce-dan. En la maravillosa serrana de Chibiriquete los dibujos en las rocas muestran humanos que cazan y bailan envueltos en crculos (Castao 1988), que Reichel Dolmatoff3 vez efectos de las hierbas alucingenas- mientras en las altiplanicies los europeos encontraron humanos vestidos y cultivando la tierra. En la selva el mismo investigador nos dej una maravillosa interpretacin de la hu-manidad como fruto de la fertilidad de una serpiente gigantesca (Reichel Dolmatoff 1968). En las alturas de la cordillera, en San Agustn, otro gru-po profundiz en las esencias del ser humano y plasm sus pensamientos en piedra (Duque 1982). La magia de esas visiones todava incide en el pas imaginado por los colombianos; en la Sierra Nevada los kogi de hoy insisten en que esa montaa es la que controla la estabilidad del planeta (Reichel Dolmatoff 1985).

  • Julio Carrizosa umaa

    24 Colombia Compleja

    Al iniciarse el siglo XVI los conquistadores no hallaron en lo que es

    lenguas diferentes. Los ecosistemas sustentaban a todos sin necesidad de

    un imaginario diferente de su territorio, y lo nico que una a la mayora era su extraordinario manejo esttico y religioso del oro. Tal vez para ellos el territorio era el dispensador del material que les proporcionaba belleza y que les permita aproximarse a lo sagrado. Se podra pensar que lo nico que los conformaba como nacin era la orfebrera y que los espaoles simplemente vencieron a un conjunto humano que se imaginaba a s mismo, como un grupo de trabajadores del oro. Hoy los podramos llamar una nacin de artistas cuyo logro principal fue la ceremonia de El Dorado.

    las ilUsiones de los invasores

    Quines eran los europeos que vinieron a conquistar lo que hoy llamamos Colombia? Que deseaban? Primero debemos recordar qu pasaba en sus pases a principios del siglo XVI, cmo eran sus sociedades y sus

    1503 la esclavitud de los indgenas caribes, era la misma que al frente de sus tropas, haba vencido a los moros terminando as 700 aos de dominacin y la que defendi a los indios en su testamento. El papa era un espaol, Alejando VI, conocido tambin por ser el padre de Lucrecia y Cesar Borgia; la hija de Isabel cas con un hermoso prncipe austriaco y enloqueci al enviudar. Los sbditos de estos personajes, sus soldados, sus empleados y sus vasallos, los vencedores de las guerras europeas

    fueron quienes avasallaron a los descendientes de los caminantes asiticos, que atravesaron el estrecho de Bering (Martnez 2010). La invasin a Colombia, imaginada como una evangelizacin y una posesin de nuevos territorios, se inici un poco despus de la muerte de Isabel la Catlica, bajo el reinado de Fernando, su viudo.

    Isabel y Fernando recibieron el ttulo de Reyes Catlicos durante el papado de Alejandro VI; los discpulos de San Agustn, San Francisco y Santo Tomas de Aquino fueron sus confesores y consejeros. Isabel encomend a una orden de ermitaos, los paulistas hngaros, la presencia de la iglesia desde los primeros viajes. En la fundacin de las ciudades coloniales los sitios ms importantes se otorgaban a conventos de frailes agustinos, franciscanos y dominicos. La conversin de los indios a la fe catlica, la introduccin del sueo del paraso, fue tan importante como el reconocimiento de la soberana espaola.Rodrigo Daz de Vivar, el Cid

    Santo Toms

    San Francisco

    San Agustn

  • El pas imaginado

    25Colombia Compleja

    En segundo trmino es necesario comprender que la Conquista europea

    con la Corona acuerdos escritos en donde se establecan sus obligaciones y derechos, los capitanes arriesgaban sus propios dineros o conseguan el apoyo de algn prestamista. La Corona estableca fuertes condiciones; todo el territorio conquistado era propiedad de los monarcas, todos los vencidos deban ser catequizados en la fe del papa, todo el oro tena que ser remitido a Sevilla despus de que los soldados fueran pagos y los capitanes recibieran un porcentaje del botn.

    Por qu los conquistadores aceptaban arriesgarse a morir y a empobrecerse

    soldados? Las explicaciones que dan los historiadores se sintetizan en tres palabras: poder, oro, y honra (Gmez 2009). Los conquistadores respondan al mundo imaginario del Cid y de los caballeros andantes y eran parte de la realidad ibrica forjada por la reina Isabel I. Hijos o nietos o vecinos de los guerreros que lograron expulsar a los moros y se convirtieron en gentes famosas, poderosas y ricas saban cules podan ser los rditos de las aventuras de las casas reales. La gran mayora de sus soldados y marineros tenan poco que perder, las Indias eran el territorio en donde se realizaran sus sueos; en ese contexto la Conquista fue un proceso de ascenso poltico, social y econmico, que favoreci a algunos de los humillados, segregados y desposedos de la pennsula. Los imaginarios de esas personas se sumaron y confundieron con la imagen del espacio conquistable para la religin y la monarqua y se opusieron inmediatamente a lo pensado y deseado por las etnias que all encontraron.

    el sUeo imperial en el trpiCo eCUatorial

    En aproximadamente cincuenta aos los invasores europeos ocuparon la parte ms poblada del territorio que hoy es Colombia: la llanura del Caribe, las cordilleras y sus principales caminos, poblados y reas agrcolas y mineras. Se ha calculado que los cien y ms grupos indgenas que la habitaban sumaban alrededor de tres millones de personas (Colmenares 1975), las seis expediciones principales que los vencieron reunan menos de tres mil soldados4, los esclavos africanos que empezaron a ser introducidos a principios del siglo XVI es posible que en los siguientes 300 aos ascendieran a ochenta mil (Gutirrez 1980); los civiles europeos, hombres y mujeres que siguieron a los conquistadores, no pasaron de cien mil (Pardo 1979). Todos ellos se organizaron inicialmente en el trpico ecuatorial como sbditos del Carlos V, rey de Espaa y emperador del Sacro Imperio Romano Germnico.

    de la Contrarreforma, iniciada en Espaa con el trabajo de San Ignacio de Loyola, fundador de los jesuitas.

    4 La expedicin de Gonzalo Jimnez de Quesada se inici en 1537 con 1400 soldados; la de Sebastin de Belalczar se inici en el Per con 300 soldados espaoles y miles de indios; la de Nicols de Federmn con 140 soldados y la de Jorge Robledo con menos de 200 soldados. Don Pedro de Heredia lleg con 177 compaeros y Rodrigo Durn, en 1534, con 300 personas.

    Gonzalo Jimnez de Quesada

    Isabel I

  • Julio Carrizosa umaa

    26 Colombia Compleja

    Se dice que el oro americano fue factor principal -como soborno- en la eleccin como emperador de Carlos Habsburgo. El Imperio Romano Germnico era el ltimo intento de los nobles germnicos para revivir el imperio romano. Al ser designado por los Electores, Carlos se convirti en el monarca absoluto de un territorio en que nunca se pona el sol; en los aos siguientes hizo valer con las armas su poder derrotando al ejrcito francs, saqueando a Roma y tomando como rehenes al papa y al rey de Francia. Lo que hicieron las tropas de Carlos V en las Indias fue narrado en verso y en detalle por un testigo, el guerrero, poeta y fraile Juan de Castellanos5:

    Y as fue que los hombres que vinieronEn los primeros aos fueron talesQue sin refrenamiento consumieronInnumerables indios naturales ..............................................

    las imgenes que motivaron lo sucedido en esos aos terribles. Se sabe que algunos de los soldados que derrotaron a los naturales haban participado en las campaas europeas y se haban educado en las prcticas imperiales. Lo que sucedi en los aos siguientes, cuando desaparecieron los innumerables indios y se agotaron los depsitos de objetos de oro, fue inimaginable. La respuesta de algunos, incluyendo al Rey Felipe II, hijo de Carlos V, fue parecida a la de Don Juan, el conquistador poeta: llorar, gemir y refugiarse en la Iglesia. La Compaa de Jess trat de llevar a la prctica en sus haciendas las ideas catlicas. El primer cacique mestizo, don Diego de Torres, Cacique de Turmequ (Martnez 2010: 83) fue capaz de entregar personalmente a Felipe II un memorial de agravios en el que resuma las contradicciones entre el sueo catlico en el que fue educado y la realidad imperial.

    Otros trataron de construir sus pequeos imperios personales; Castellanos los describe en versos que pone en labios de sus personajes indgenas:

    Las caras os dio Dios de pelos llenasY de maldad tenis los pechos llenos..............................................No tenis hijos, no trais mujeresNo tenis pueblo, no hacis asiento..............................................Trabaja, trabaja gentes sin frenoY no queris comer sudor ajeno.

    Diego de TorresCacique de Turmequ

    Pedro Caldern de la Barca

    Juan de Castellanos

    Carlos V

    San Ignacio de Loyola

    5 Juan de Castellanos (1522-1607) participante en la Conquista de Amrica, autor de uno de los poemas picos ms grandes de la literatura en espaol (ver Ospina 2007).

  • El pas imaginado

    27Colombia Compleja

    6 En el ao 1600 se dice que Santa F de Bogot tena nicamente 2.000 habitantes; el censo de 1770 suma 806.209 habitantes para todo el territorio de la Nueva Granada; el primer censo republicano en 1825 cont 1223. 598 personas.

    Alexander von Humboldt

    Carlos III de Espaa

    El sudor ajeno hizo posible que unos pocos, los primeros, se convirtieran en gentes muy poderosas que adoptaron hbitos de vida muy similares a los mantenidos durante siglos por la vieja nobleza castellana (Lockhart, J., citado por Gmez 2009). Otros menos afortunados vivan entablando pleitos casi cotidianamente por el demonio de una encomienda, de un car-

    asegurase su poder (Gmez 2009).

    Durante el siglo XVII, agotado el oro fcil, consumado el genocidio, el reino de los Austrias en lo que hoy es Colombia puede sintetizarse recordando algunos de los versos ms famosos del siglo del oro: todos suean lo que son aunque ninguno lo entiende (Caldern de la Barca 1635). En la Nueva Granada el brillo de la pennsula no lograba ocultar las miserias de un territorio despoblado, una sociedad desposeda y dos culturas desgarradas en donde la burocracia espaola trataba intilmente de cumplir los deseos de los descendientes de los emperadores, degenerados por su propia sangre. Los pocos criollos, indgenas y africanos que sobrevivieron a la viruela, los trabajos forzados y los enfrentamientos armados, saban en carne propia que el mayor bien era pequeo (Caldern de la Barca 1635) y que la vida era una (Caldern de la Barca 1635) urdida en el Consejo de Indias. Casi todos los colombianos de hoy somos descendientes de ellos6.

    la imagen ilUstrada

    Al iniciarse el siglo XVIII los Austrias fueron desplazados en el trono de Espaa y sus colonias por los Borbones, la casa real de Francia; el primero fue Felipe V, nieto de Luis XIV, el Rey Sol, gran patrn de las artes y del Estado fuerte. A mediados del siglo Carlos III, uno de los llamados dspotas ilustrados, trat de introducir la razn en sus colonias; lentamente se abrieron

    la fsica y las matemticas y se organizaron expediciones botnicas. Hoy se reconoce que uno de los principales ilustrados espaoles fue Jos Celestino Mutis, sacerdote y botnico autodidacta que se haba instalado en 1761 en la Nueva Granada. A su alrededor se inici la formacin de una nueva imagen de nuestro territorio, la de un espacio enormemente rico en recursos

    Los Borbones ilustrados espaoles se distinguieron tambin por su insistencia en fortalecer el control total del territorio. En la Nueva Granada esto implicaba cambios importantes; las audiencias y cabildos, conformados por los monarcas austriacos eran demasiado autnomas para los descendientes del Rey Sol; el imperio haba sido laxo y perezoso en el control de los grupos indgenas, los africanos se fugaban y fundaban sus propios enclaves, los criollos obedecan pero no cumplan, la autoridad

  • Julio Carrizosa umaa

    28 Colombia Compleja

    espaola apenas poda ejercerse en pueblos, ciudades y en algunos caminos y, sobre todo, eran pocos los ingresos que se reciban de un pas tan rico.

    La imagen que se conform en la cabeza de los nuevos dirigentes era la de un pas que deba y poda salvarse si se aplicaban tanto las ciencias civiles como las militares y as procedieron los virreyes que se impusieron sobre cabildos y audiencias. Casos importantes fueron la llegada de nuevos inmigrantes, el despojo de las tierras indgenas, el diseo de redes de pueblos espaoles, la conquista del territorio de los chimilas y la organizacin de la Expedicin Botnica.

    Desde principios del siglo XVIII aument la inmigracin de espaoles que esta vez llegaban en compaa de sus familias, unos huyendo de la nueva monarqua, otros siguiendo las ideas progresistas de los Borbones, entre ellos llegaban militares y burcratas iluminados y entrenados en los mecanismos estatales. Unos y otros fueron idelogos y ejecutores de una nueva visin del territorio (Herrera 2002), en la cual las tierras estaban mal aprovechadas por los indgenas, era necesario construir pueblos en los que se ejerciera la autoridad de la monarqua y era indispensable ocupar militarmente aquellas regiones en donde reinaban indios de guerra; indgenas libres como los motilones, los yarigues, los cunas y los chimilas que atracaban y asesinaban a viajeros y funcionarios.

    y organizar el pago de los tributos de las colonias a la monarqua; se supona que un mayor contacto con la ciencia lograra aumentar la produccin y que ese aumento incidira en un incremento de los fondos que se enviaban desde la colonia. Ambas estrategias fueron ejecutadas lentamente dentro de

    que surgan de la oposicin de la iglesia a la nueva ciencia y de los criollos a los tributos mayores. Paradjicamente la conformacin completa de la imagen ilustrada no se completara hasta el surgimiento de nuevas formas de ver el territorio: imgenes de un pas libre e independiente.

    el sUeo de la aUtonoma y los dereChosPoco a poco la ilustracin desptica, como la vivi Voltaire, dio paso a las revoluciones contra el antiguo orden en Amrica y en Francia. En Espaa muri el rey ilustrado y lo sucedi un Borbn incapaz y desinteresado; en Francia Napolen se convirti en emperador. No era el mejor momento para ser independiente y libre en Amrica, pero puede alegarse que esas imgenes de un territorio en el cual podra llegar a serlo, eran tan antiguas como la presencia del hombre en lo que es hoy Colombia.Thomas Jefferson

    Francisco Jos de Caldas

    Jos Celestino Mutis

  • El pas imaginado

    29Colombia Compleja

    En efecto puede pensarse que las migraciones masivas tienen detrs una

    personales, y que la organizacin que encontraron los europeos en nuestro territorio era el resultado de xitos de cada uno de los cientos de grupos indgenas en la consolidacin de su independencia, al contrario de lo

    la redaccin y publicacin de los Derechos del Hombre, esos derechos se haban logrado en la prctica de los esclavos africanos que se fugaron y fundaron palenques o en la historia de los chimilas que lograron mantener su propio territorio independiente en medio de las posesiones de la monarqua, en el bajo Magdalena, durante casi doscientos aos.

    Es probable que Nario y los abogados, comerciantes, botnicos, zologos y astrnomos que impulsaron la rebelin en la Nueva Granada estuvieran

    la libertad y la independencia se han reunido en la imaginacin de los colombianos: una la de tradicin ibrica fundamentada en la fortaleza de las organizaciones campesinas y el individualismo de los hidalgos medioevales, otra la posicin natural de quienes, como los africanos y los indgenas, no aceptaban la imposicin de yugos y tributos.

    las ideas Utilitaristas

    Durante la primera mitad del siglo XIX ambas visiones de la libertad y

    utilitarista y con el impulso dado por los modelos de libre comercio y mnima intervencin del Estado elaborados por los primeros economistas ingleses y escoceses. Bentham y Smith se ensearon intensamente en las universidades como alternativa al Estado central y fuerte imaginado por Bolvar en sus ltimos aos.

    Uno de los grupos del naciente partido liberal colombiano adopt esas ideas como solucin radical que deba ser plasmada en la Constitucin Poltica y de ah surgi una republica federal que una con dbiles lazos un territorio dividido en nueve Estados Soberanos que comerciaban entre s y con el resto del mundo. La educacin y el mantenimiento del orden eran, segn las nuevas normas, las actividades fundamentales de cada Estado y el Presidente de la Repblica debera mantenerse neutral en caso de que guerrearan entre ellos. Nunca ninguna constitucin le haba otorgado tantas libertades a sus ciudadanos, as lo comprendi el novelista ms famoso de la poca, Vctor Hugo, cuando orgullosos algunos colombianos lograron que la leyera.

    Antonio Nario

    Simn Bolvar

    Abate Sieyes

    Francisco de Paula Santander

    Adam Smith

    Jeremy Bentham

  • Julio Carrizosa umaa

    30 Colombia Compleja

    La imagen del pas comerciante se mantiene viva en ciudades como la capital en donde un alto porcentaje de su poblacin depende de comprar y vender y se encuentran almacenes y tiendas a todo lo largo de las avenidas que la atraviesan. Buena parte de las fortunas principales se han hecho en el comercio internacional y el comercio ambulante permite

    en Colombia lo organizaron pequeos comerciantes que pretendan convertirse en contrabandistas globales.

    vamos al paraso

    La Repblica imaginada como libre, comerciante, educada y federal en la realidad dur solamente 23 aos; varias guerras civiles la destruyeron y dieron luz a otra imagen, la de un Estado fuerte y centralizado, ordenado por la religin, por las tradiciones hispanas, por una justicia fundada en la prctica religiosa y leal de las instituciones y por el orden natural de las cosas (Samper, J. M. citado por Laguado 2004: 123).

    Aquellos que conformaron esta nueva imagen eran parte de un puado de pensadores angustiados por la confusin generada por las libertades y autonomas anteriores; gentes de ambos partidos que soaban nuevamente con un pas ordenado a la manera europea. La clave para construir esa nueva nacin era la religin catlica: ninguna nacin ha sido ni podr ser grande sin la unidad del pensamiento religiososi esta nacin lograse

    la paz religiosa sera el pueblo escogido y la nacin ms prspera sobre la tierra (Caro, M. A. citado por Laguado 2004: 128-129).

    Las ideas que gener la nueva constitucin (Constitucin Poltica de 1886) tenan dos padrinos diferentes: Rafael Nez, liberal guiado por el positivismo evolucionista y Miguel Antonio Caro, conservador anglfobo, profundamente catlico y convencido de la necesidad de regresar a la hispanidad como gua de la Repblica. Caro detestaba la visin utilitarista de la vida y Nez aspiraba a regenerar la nacin para evitar la catstrofe

    y aunque su nuevo partido perdi rpidamente la Presidencia, sus ideas continuaron estructurando la Constitucin Poltica hasta 1991.

    el sUeo del CentenarioAl celebrarse el primer centenario de la independencia, en 1910, esa nueva nacin generada en el pensamiento de Samper, Caro y Nez fue adornada y rejuvenecida por lo que se llam en Colombia el canap republicano,

    Rafael Nez

    Miguel Antonio Caro

    Herbert Spencer

    Jaime Balmes

    Aquileo Parra

  • El pas imaginado

    31Colombia Compleja

    un nuevo llamamiento a la unin entre las izquierdas y derechas modera-das. Despus de la guerra civil que dur casi tres aos y de la dictadura del general Reyes se trataba de jurar que el pas tomar nuevos rumbos (Posa-da, E. citado por Esquivel, F. en Rincn et al. 2010: 274), en un momento en el que Colombia ha querido, al celebrar la primera centuria de vida independiente, dar una muestra de cultura y progreso (Marroqun, J. M. citado por Gmez, L. en Rincn et al. 2010: 322).

    El primer centenario fue conmemorado con numerosos actos pblicos, erec-cin de monumentos a hroes y escritores y una gran exposicin que trataba

    -cos y los econmicos. Al incluir entre ellos representantes de todas las ten-dencias polticas la exposicin segua la orientacin de optimismo, conci-liacin, concordia e integracin que ms tarde se denomin centenarista.

    El centenarismo fue construido por un grupo relativamente pequeo: un grupo de muchachos, el de la generacin del centenario, se lo dio para cuatro dcadas casi, durante las cuales la patria fue venturosa y respetada (Lozano y Lozano en Nieto C. (1958) 1974). El pas imaginado por ellos iba mucho ms adelante de lo que fue posible en esos cuarenta aos: Despus de haber realizado tantos viajes a travs de estas tierras de promisin hay el derecho de realizar el viaje imaginario por esa Colombia del futuro, que ser bella y prspera como pocas regiones del mundo (Nieto C. 1923 en Nieto (1958) 1974).

    Daniel Samper Ortega era uno de los muchachos centenaristas que dedicaron su vida a la educacin de las generaciones que deberan construir ese pas. El ttulo de uno de sus libros proporciona un nombre a esa imagen: el pas sera lindo (Samper 1938). Por primera vez una categora esttica resuma el pas imaginado.

    la violenCia imaginada y sU realizaCin

    Pocos aos despus de la publicacin de Nuestro lindo pas colombiano la imagen venturosa y respetada construida por los centenaristas empez

    en las personas que desde el exterior pensaban en Colombia. El proceso se inici unos meses despus de la posesin de Mariano Ospina Prez, el primer presidente conservador en treinta aos. En abril de 1947 Jorge Elicer Gaitn denunci que la polica y los pjaros (grupos de civiles armados) que actuaban a nombre del partido conservador ejercan actos violentos contra los liberales en 53 municipios de 12 departamentos (Torres 2011); un ao despus Gaitn fue asesinado.

    John Dewey

    Henri Bergson

    Eduardo Santos

    Carlos E. Restrepo

    Winston Churchill

    Benito Mussolini

  • Julio Carrizosa umaa

    32 Colombia Compleja

    El aumento en todas las formas de violencia que sucedi en los siguientes aos fue extraordinario pero tena antecedentes a lo largo de la historia del pas. La imagen del territorio como espacio en donde todo se poda lograr ejerciendo violencia contra los otros era antigua; lo nuevo fue la cantidad de ciudadanos que aceptaron esa imagen como gua de su comportamiento; decenas de miles de colombianos se convirtieron en asesinos y violadores o en promotores de secuestros, desplazamientos y torturas alegando legtimas razones de ndole poltica.

    Poco lograron hacer en contra de ese pas, imaginado como violento, las imgenes optimistas que haban construido los centenaristas. La imagen del pas como un espacio donde era posible y necesario ser violento para sobrevivir y enriquecerse estaba en los modelos mentales de los grupos indgenas que guerreaban entre s y en las mentes de los invasores europeos. Las imgenes, construidas desde la religin y el humanismo, de un pas

    mediados del siglo XX por diversas razones, entre ellas la persistencia de pobrezas, inequidades y humillaciones, las angustias surgidas por la prdida de acceso al poder del Estado, los rencores no satisfechos, la debilidad de las instituciones judiciales y policacas y muchas otras urdidas en cada cerebro por circunstancias personales. Es posible que las caractersticas fsicas del territorio, sus montaas, sus calores, constituyeran un ambiente ms adecuado para la guerra que para la paz y facilitaran sinergias en donde la unin de varios de los anteriores factores con las historias de familias y comunidades, condujeran a una realidad peor que todo lo imaginado.

    Es tambin posible que las anteriores circunstancias se hayan fortalecido con las imgenes que los colombianos recibimos del exterior durante esos aos. Mientras el pas estaba en relativa paz transcurrieron las dos guerras mundiales y sus relatos fueron partes de nuestra educacin informal; dos conceptos el de guerra justa y el de guerra total se introdujeron en nuestros modelos mentales junto con las innumerables historias de aventuras

    mentes de algunos que escogieron el camino de las armas.

    dos ilUsiones ContrapUestas: desarrollo y revolUCin

    relativa paz y prosperidad; fue en esos aos cuando dos nuevas imgenes ideolgicas se introdujeron masivamente al pas. Ambas venan respaldadas polticamente por los actores de la Guerra Fra: la revolucin era la consecuencia lgica del triunfo de la Unin Sovitica y del ascenso de Fidel

    Len Mara Lozano el Cndor Lozano

    Guadalupe Salcedo

    Fidel Castro

  • El pas imaginado

    33Colombia Compleja

    Manuel Marulanda Vlez

    Castro, mientras el desarrollo fue la respuesta de los pases capitalistas. En ese perodo el pas comenz a ser tenido en cuenta como posible modelo de ambas grandes corrientes ideolgicas; los imaginarios globales se concretaron en disear cmo Colombia podra ser un pas capitalista o un pas socialista, diseos que fcilmente encontraron en las gentes jvenes, ejecutores entusiastas. La paz entre los dos partidos, alcanzada por el Frente Nacional diez aos antes mediante la reparticin igualitaria de los puestos pblicos, no caba por su practicidad en ninguno de las dos grandes ilusiones y su experiencia fue rechazada tanto por la derecha como por la izquierda.

    La imagen de Colombia como un pas desarrollado a la manera capitalista corresponda con algunas de las ideas que haban expresado los centenaristas; bast agregar las reglas bsicas generadas en el grupo de economistas anglosajones liderado por Rostow7 para que se consolidara en el pas una corriente de entusiastas del desarrollo. En poco tiempo el tema se convirti en instrumentos concretos como los planes nacionales, departamentales y municipales de desarrollo. Los medios y el sistema educativo sirvieron para popularizar el concepto.

    La introduccin de la imagen opuesta, la revolucin que conducira al pas al socialismo fue ms lenta y se concentr en grupos estudiantiles, en lderes de la izquierda extrema y en algunos de los comandantes ya alzados en armas durante la violencia partidista. La reciente victoria de la revolucin cubana, la extensin del comunismo en el Asia central y los triunfos tecnolgicos de los soviticos generaron en decenas de jvenes la esperanza de convertir a Colombia en modelo de justicia y bienestar social mediante el alzamiento armado de los ms pobres.

    Fantasas y riqUeza FCil

    A comienzos de la dcada de 1960 la realidad global indujo en algunos colombianos ideas ms simples para lograr el enriquecimiento personal. La imagen del pas productor de marihuana y cocana se fue conformando a partir del crecimiento de la demanda en Europa y en Estados Unidos de sustancias alucingenas que mitigaran las presiones, los dolores y los fracasos propios de la situacin econmica y social. La posibilidad de convertirse en millonario en pocos meses si se infringan las normas internacionales se hizo realidad; fueron muchos los jovenes, ricos y pobres que escogieron ese camino aparentemente fcil.

    menos escrpulos se enriquecieran rpidamente. Los ms audaces fueron gentes que saban que sus padres y sus abuelos haban trabajado intensamente

    7 W.W. Rostow economista estadounidense, asesor de los presidentes Kennedy y Johnson autor de Las etapas del crecimiento

    no comunista 1960 en donde expuso el concepto de despegue econmico.

    Pablo Escobar

    John Lennon

    Alberto Lleras

    W.W. Rostow

  • Julio Carrizosa umaa

    34 Colombia ComplejaCsar Gaviria

    John Rawls

    sin poder salir de la pobreza, gentes que vean cmo sus vecinos corruptos vivan con ms comodidades que los honestos, inclusive gentes con padres relativamente ricos que envidiaban los excesos de los multimillonarios.

    Cuando muchos trataron de entrar al negocio ilegal la competencia se resolvi con instrumentos tambin ilegales; el asesinato se convirti en parte de las facilidades del proceso. Dos imgenes del pas, violencia y dinero fcil, se encontraron en los cerebros de los colombianos y decenas de miles las aceptaron como viables y necesarias.

    imaginarios y dereCho

    de que haban sido asesinados cuatro candidatos a la Presidencia de la Repblica, un grupo de jvenes estudiantes propuso el cambio de la Constitucin como estrategia para recobrar el Estado de derecho. Durante unos pocos aos decenas de personas de buena voluntad trataron de hacer realidad este sueo y la nueva constitucin aliment las esperanzas de

    nuevamente la corrupcin como instrumento electoral.

    Al iniciarse el siglo XXI varios grupos de lderes e intelectuales

    del pas; el gobierno de Andrs Pastrana haba iniciado conversaciones con las Farc y se esperaba que fuera posible construir un acuerdo de paz. La imagen del pas que surge del anlisis de algunos de los textos que se escribieron en esos das muestra el avance en tres aos desde una posicin crtica hacia una optimista; algo comn en esos escritos es la ausencia de consideraciones acerca de las caractersticas fsicas y biolgicas del territorio en donde se vive, se critica y se recomienda; se trata de construir una casa en el aire para que vivas t, como en el vallenato.

    En una de estas crticas escrita en febrero de 1999 (Gmez 1999), las causas de los problemas del pas pueden sintetizarse en un almendrn de caractersticas polticas y sociales. En recomendaciones surgidas en enero del 2002 todo se resuelve con un nuevo contrato social que revale lo pblico y conduzca a un Estado Social de Derecho (Garay 2002). Tanto las crticas como las recomendaciones son intachables desde las ciencias sociales, polticas y econmicas dominantes y de hecho varias de ellas se han aplicado con algn xito durante los aos siguientes. Estos dos conjuntos de ideas en donde la geografa fsica del pas existe, pero no tiene mayor relacin ni con los problemas actuales ni con el futuro del pas, estaban reemplazando algunas de los imaginarios anteriores, cuando surgi la propuesta de lvaro Uribe Vlez.

    Richard Nixon

    Carlos Castao

  • El pas imaginado

    35Colombia Compleja

    John Maynard Keynes

    Mahatma Gandhi

    Juan Mamuel Santos

    Alvaro Uribe V.

    Ludwig von Mises

    Joseph A. Schumpeter

    todos a marChar haCia la ilUsin de la viCtoria Final

    Uribe logr ser elegido con un mensaje muy claro: lograr derrotar a la guerrilla, recuperar la seguridad y terminar con la corrupcin. La imagen que construy tena elementos ya introducidos en otros perodos: el uso intenso de las armas y de la religin, la respetabilidad del Estado, el desarrollo como solucin econmica. La patria imaginada por benemritos, regeneradores y desarrollistas revivi en el escenario disciplinado, provisto por la globalizacin y por la lucha internacional contra el terrorismo.

    y el llamamiento a lo sagrado, conformaron un pas imaginado que satisfaca las ilusiones de millones de colombianos.

    imaginando la paz

    Ante el relativo fracaso de la alianza entre la disciplina y el mercado, el imaginario actual se enfoca hacia algo que raramente ha tenido el pas: un grupo de abogados y de economistas, guiados tanto por Keynes y Gandhi, como por pensadores ms pragmticos y menos duros, discpulos de Dewey y de Nietzche como Krugman y Vattimo, tratan de construir un pas real en paz.

    sUeo tras sUeo

    Vida, oro, poder, honor, religin, razn, independencia, libertad, orden, belleza, violencia, desarrollo, riqueza, derecho, disciplina, paz, imgenes que se fueron conformando con la historia, dominando unas a otras, persistiendo algunas en la tradicin de familias y comunidades y reviviendo inesperadamente. A nuestra diversidad biolgica y cultural corresponde una diversidad de imaginarios, pero pocos alcanzan la profundidad necesaria para construir sobre ellos soluciones que comprendan la

    las caractersticas de nuestra gente, las cuales describimos sintticamente en el punto siguiente.

  • Julio Carrizosa umaa

    36 Colombia Compleja

  • 37Colombia Compleja

    la genteCaptulo II

    Los que nos llamamos la gente colombiana, los que hemos conformado sus sistemas ambientales, somos el resultado de la integracin, durante los ltimos cuatrocientos aos, de varios y largos procesos de evolucin y cambio de nuestras caractersticas fsicas, biolgicas, psicolgicas y culturales. Como sucede en los Estados Unidos de Norteamrica, en Mxico, en Argentina, en el Per y en otros pases del planeta, en Colombia se mezclan continuamente las races africanas, europeas y asiticas, pero aqu esa mezcla se realiza en multitud de ambientes fsicos complejos y diferentes. Es as como se conforman los sistemas ambientales, que describiremos en un captulo posterior; all se consolidan y

    fsico y las tradiciones sociales y es tambin en esos territorios donde los genes y la educacin

    grupos humanos de cada sistema.

    En estos procesos de conformacin de nacin hay eventos y procesos que compartimos todos los colombianos y que tratar de sintetizar en este captulo para aportar a la comprensin de lo

    la gente colombiana.

  • Figura 2. La gente: eventos y grupos.

    Hoy somos alimentadores, constructores, comerciantes, transportadores,

    polticos, generales, educadores, ingenieros, mdicos, enfermeras, empresarios, banqueros, cajeros, abogados, periodistas, deportistas, escritores, artistas

    Casi 50 millones de personas

    El resto perdi su culturay su libertad;

    se convirtieron en siervosy sirvientes.

    Luego ocurri la catstrofe:los invadieron y conquistaron unos

    pocos miles de europeos, su sistema inmunolgico colaps

    y muri el 70 %.

    Miles de aos atrs llegaron

    unos caminando desde el Asia

    otros navegando desde Oceana.

    En 9.000 aosinventaron la agricultura

    y la domesticacin de animales,se convirtieron en orfebres,

    se agruparon en ms de cien cacicazgos. Ocuparon, con tres millones de personas,

    todo el territorio.

    Algunos se mezclaron con los europeos.

    Otros lucharondurante 300 aos.

    Con ellos todos mezclaron sus

    sangres.

    En el siglo XX la poblacin -asiticos, europeos, africanos

    y sus mezclas- empez a crecer rpidamente.

    Con los conquistadoresllegaron decenas de milesde africanos esclavizados

    que aportaron culturas diferentes.

  • La gente

    39Colombia Compleja

    la experienCia prehistriCa

    Nos queda algo de los tatarabuelos indgenas que tuvieron que afrontar la invasin europea? Sin duda rencores, humillaciones y amarguras antiguas permanecen en muchos de nosotros, alentados por desdenes y burlas recientes. El color de la piel y de los ojos, las formas de labios, narices y prpados, la altura y el ancho de la estructura sea continan siendo factores de seleccin en multitud de actividades. Emociones y reacciones cotidianas relacionadas con nuestra historia probablemente constituyen parte importante de nuestros comportamientos colectivos.

    de nuestros abuelos y abuelas indgenas. Habra que tener en cuenta que ellos eran supervivientes de miles de aos de selecciones evolutivas; hombres y mujeres jvenes cuyos padres tenan las caractersticas fsicas necesarias para derrotar los peligros y azares de la vida de los primeros agricultores y que a su vez eran descendientes de aquellos que haban tenido las destrezas necesarias para sobrevivir de nios y procrear de adultos en un mundo de cazadores de mastodontes y recolectores de plantas tiles que apenas alcanzamos a imaginar.

    la Catstrofe biolgiCa y soCial

    Es a esas sociedades en formacin a donde llegan los guerreros, sacerdotes y burcratas europeos a principios del siglo XVI, gentes que haban seguido lneas evolutivas diferentes desde haca miles de aos. La conformacin fsica y biolgica de los recin llegados, especialmente su sistema inmunolgico, tena diferencias importantes con las de los indgenas. Su historia sociopoltica y econmica era otra y ello determin la destruccin de todo lo que los indgenas haban podido construir, as como la enfermedad y muerte de un porcentaje altsimo de su poblacin.

    Las primeras muertes en los enfrentamientos armados, debidas a la presencia de caballos y perros de combate y a la ventaja dada por las armas de fuego, fueron pocas comparadas con la catstrofe biolgica y social que sucedi durante los veinte o treinta aos siguientes cuando los indios vencidos fueron esclavizados, sometidos a trabajos forzados como cargueros y bogas, sus mujeres obligadas a servir como amas de cra de los nios europeos y a abandonar los propios y, sobre todo, cuando los indgenas que haban tenido contacto cercano con los invasores empezaron a sufrir enfermedades mortales completamente desconocidas para ellos, como la viruela, el sarampin y el tifo, afecciones para las cuales su sistema inmunolgico no tena ninguna respuesta.

  • Julio Carrizosa umaa

    40 Colombia Compleja

    Los informes de los visitadores enviados por los monarcas espaoles proporcionan ejemplos de la gravedad de lo ocurrido. En la Gobernacin de Popayn, los 20.000 indgenas estimados en el primer contacto, haban quedado reducidos a 1.705 tributarios por Cieza de Len en 1560 (Herrera 2009). Hermes Tovar (1992) analiz la poblacin de 18 jurisdicciones entre 1536 y 1559, encontrando una disminucin de aproximadamente un 90 %. En 1560 se cuenta un poco ms de un milln de indgenas frente a 8.000 blancos y 7.000 negros y mulatos; diez aos despus se calcula una poblacin de 750.000 indgenas, 10.000 mestizos y blancos y 15.000

    ms de 150.000 indios cuando el total de la poblacin probablemente haba sido superior a tres millones (Martnez 2010). Si hoy se reprodujera ese proceso de conquista por parte de un pueblo extrao, el total de los descendientes de 46 millones de colombianos disminuira a un poco ms de dos millones de personas despus de 200 aos de dominio del invasor.

    mestizos y mulatos

    Durante los primeros aos del siglo XVII, el Siglo de Oro en Espaa, los invasores espaoles se encontraron en medio de un pas despoblado por la violencia y las enfermedades. Ellos mismos no eran muchos; las expediciones de los adelantados estaban compuestas por unos pocos cientos de soldados, la inmigracin de vecinos estaba fuertemente regulada por la monarqua, se procur que la burocracia no constituyera una carga econmica demasiado grande y, lo ms importante, fueron pocas y tardas las mujeres europeas llegadas en esos aos.

    Los europeos del siglo XVI, los que conquistaron las Indias, vivan los ltimos aos del feudalismo, una sociedad de gente pobre dirigida por unas pocas familias de seores. En Espaa las relaciones entre los seores y el resto de la poblacin estaba signada por la misma violencia con que

    entre hidalgos y gente del comn, los poetas distinguan los encuentros amorosos entre seores y serranas. El Marqus de Santillana, intelectual importante de la poca, relata en verso cmo sucedan estos encuentros: Moza tan fermoza non vi en la frontera como una vaquera de la Finajosa.

    vi tan graciosa que nunca creyera que fuese vaquera de la Finajosa (Santillana 1988). La belleza que nunca creyeran de las mujeres indias sirvi tambin para promover el proceso de mestizaje; se conserva la descripcin que hizo algn escribano espaol del regalo que envo el cacique del pueblo de Cipagua a Pedro de Heredia: ms de cien mozas todas de buen parecer, hermosas, graciosas y risueas (Martnez 2010:

  • La gente

    41Colombia Compleja

    59). Ante la ausencia o la tardanza de las mujeres europeas, los soldados ms violentos se tomaron a las ms cercanas, los ms romnticos tuvieron en las relaciones entre seores y serranas ejemplos de cmo proceder ante las ms difciles, otras sirvieron como prenda de paz, unas pocas se convirtieron en intrpretes o mediadoras y algunas son todava ejemplo de

    En el siglo XVII se consolid con todo su vigor la nueva raza en la Nueva Granada, en Cartagena, en Santa Marta, en Antioquia y en Popayn; tal vez los primeros fueron los hijos de conquistadores y hermanas de los caciques, reconocidos tambin como caciques por las autoridades espaolas y educados en escuelas especiales organizadas por la iglesia y la Corona. Cuando se constat que los nios mestizos resistan las enfermedades europeas se conformaron leyendas para distinguirlos an ms de los indgenas puros. En algunos informes coloniales se sealan como hombres inquietos, en otros como gente perdida; conforme

    , holgazanes y pobres y que los mestizos nacidos de los antiguos nobles, conquistadores, encomenderos gentes dedicadas a la cultura del campo, que no tienen otro arbitrio que arrendar a los indios las tierras de los resguardos (Bonnett 2002: 57).

    Para 1650 se calculan 600.000 indgenas, un 20 % de la poblacin de 150 aos antes, frente a 50.000 blancos y mestizos, 60.000 negros, 20.000 mulatos y 20.000 zambos (Colmenares 1975). Los descendientes de africanos sobrepasaban a los descendientes de europeos, tendencia que es posible que persista hoy; a mediados del siglo siguiente blancos y mestizos constituan la mitad de la poblacin, pruebas ambas de la fertilidad creciente de las nuevas razas y de la paciencia y tenacidad de las madres indgenas y negras que lograron que sus hijos sobrevivieran. En 1778, en uno de los primeros censos de la Colonia, de 826.550 habitantes solo 277.068 eran blancos, 368.093 eran libres o mestizos, 136.753 indgenas y 44.636 esclavos (Herrera 2009).

    Las diferencias entre las cifras calculadas para 1650 y las del censo de 1778 pueden explicarse por los cambios introducidos por los Borbones ilustrados en sus colonias: la nueva disminucin del nmero de indgenas, casi otro 80 %, puede interpretarse como el impacto de las teoras borbnicas acerca del ordenamiento del territorio que llevaron a la reduccin del espacio dedicado a la vida indgena. Marta Herrera (2002) explica en detalle cmo el siglo XVIII fue escenario de ese ordenar para controlar, la rebelin de varios grupos indgenas, las fugas de esclavos y la conformacin de palenques y rochelas. El aumento del porcentaje de blancos es prueba de la importancia de la segunda ola de inmigrantes

  • Julio Carrizosa umaa

    42 Colombia Compleja

    espaoles, las familias que llegaron entusiasmadas o huyendo de las

    un 40 % de la poblacin, es presagio de lo que sucedera en el siglo siguiente.

    la patria abstraCta

    Al iniciarse el siglo XIX Camilo Torres calcul en dos millones de personas la poblacin de la Nueva Granada; a ellos les tocara afrontar y responder a los cambios que ocurran en Espaa y en el resto del mundo. Haban pasado ya las dos grandes revoluciones en Amrica del Norte y en Francia Napolen estaba en esos aos coronndose emperador, destruyendo las monarquas europeas tradicionales e imponiendo su Cdigo Civil en los pases conquistados. En 1808 las tropas francesas, al mismo tiempo imperiales y libertarias, entraron a Espaa y pocos meses despus Bonaparte haba forzado la abdicacin de los ltimos Borbones, eliminado el Tribunal de la Inquisicin y coronado a su hermano. Los partidarios de los Borbones organizaron entonces la Junta Suprema Central y varias juntas regionales para ejercer los poderes ejecutivo y legislativo; el pueblo espaol reaccion iniciando, con apoyo ingls, su propia guerra de independencia y posteriormente el Consejo de Regencia reuni a las Cortes en Cdiz. Entre los diputados que llegaron haba partidarios acrrimos de la monarqua y una mayora de burgueses, especialmente comerciantes; algunos jovellanistas, ilustrados profundos, otros liberales no afrancesados, cercanos a las ideas de la revolucin pero enemigos de la familia Bonaparte.

    Es importante sealar que la complejidad ideolgica del mundo criollo en esos aos distaba mucho de la polaridad entre americanos y espaoles peninsulares que sealan algunos textos. La dinasta borbnica introdujo

    que conformaron el pensamiento ilustrado. Jos Celestino Mutis, uno de los ilustrados espaoles ms activo, lleg a la Nueva Granada en 1761 y desde entonces y hasta su muerte fue centro de difusin de las nuevas aproximaciones a la fsica y a la biologa, para lo cual logr conformar una

    -jores del mundo. Alrededor de Mutis, de su biblioteca y de la Expedicin Botnica que organiz, se agruparon decenas de jvenes criollos que se mantuvieron all al tanto de los grandes cambios que sucedan en el res-to del mundo: la Revolucin Industrial inglesa, la Revolucin Americana que conform a los Estados Unidos y la Revolucin Francesa. Cuando llegaron las noticias del derrumbe de la monarqua borbona fueron algu-nos de estos jvenes los que impulsaron la formacin de juntas locales y luego, la redaccin de declaraciones y constituciones. En esos textos,

  • La gente

    43Colombia Compleja

    productos de la efervescencia y calorver los rastros que dejaban en la Nueva Granada la lectura de fragmentos de los pensadores europeos y norteamericanos. Locke, Rousseau, Diderot, Hume, Voltaire, Franklin, Smith, Jefferson y Jovellanos estuvieron pre-sentes con sus ideas en las discusiones que condujeron a las siete consti-tuciones regionales que sorprendentemente se lograron redactar y aprobar entre 1809 y 1812 en el Socorro, Cundinamarca, Tunja, Antioquia, Neiva, Cartagena y Mariquita.

    Desgraciadamente para nosotros, pocos aos despus la mayora de esos jvenes ilustrados y rebeldes fueron juzgados, condenados a muerte y

    Tuvo que ser una segunda generacin, apoyada ideolgicamente por los pensadores utilitaristas y secundada por los veteranos ingleses de las guerras napolenicas, la que logr consolidar la independencia.

    militares, Caballeros, idelogos y hordas salvajes

    Ninguno de los censos de poblacin realizados durante el siglo XIX alcan-za a contar los tres millones de habitantes que calcul Colmenares (1975)

    construccin de una de las primeras repblicas de la historia universal en un territorio extremadamente complejo. Simn Bolvar lo expres en 1821 en una carta a Santander: Piensan esos caballeros que Colombia est cubierta por lanudos arropados en las chimeneas de Bogot, Tunja y Pamplona. No han echado sus miradas sobre los caribes del Orinoco, sobre los pastores de Apure, sobre los marineros de Maracaibo, sobre los bogas del Magdalena, sobre los bandidos del Pata, sobre los indmitos pastusos, sobre los guajiros de Casanare y sobre las hordas salvajes de frica y Amrica que como gamos recorren las soledades de Amrica (Cartas de Bolvar 1911).

    Bolvar, Santander y casi todos los guerreros que derrotaron a los quince

    -yendo en la esquina norte de Suramrica, en ms de cuatro millones de kilmetros cuadrados, es decir, casi el doble del territorio cubierto por Na-polen en el clmax de su efmero imperio. Sus soldados fueron reclutados entre los ms jvenes de esos lanudos, caribes, pastores, bogas, bandidos, indmitos, guajiros y dems hordas salvajes y as el virreinato del Per, el heredero de las riquezas ms grandes de las Indias, cay ante un ejrcito de treinta mil entusiastas que fue armado, transportado y alimentado por esos caballeros desde Bogot, Tunja y tal vez Pamplona.

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    44 Colombia Compleja

    8 Bogot a mediados del siglo solo tena un poco ms de 30.000 habitantes.

    Desafortunadamente el esfuerzo militar fue demasiado grande y el reto organizativo cedi ante el reto ideolgico. El Libertador trat de conver-tirse en tirano; en su cerebro Montesquieu no pudo derrotar las ilusiones bonapartistas y el resto del siglo militares, caballeros e idelogos jugaron primero a construir una repblica ms poderosa que los Estados Unidos de Amrica y luego tuvieron que reducirse a discutir acerca de las validez de las ideas de Smith, Bentham, los jesuitas y el Papa en el pas salvaje, discu-sin que abarc tambin buena parte del siglo XX.

    Paralelamente a esa discusin ideolgica urbana entre unos pocos caballeros y militares8 -polticos, burcratas y pensadores en ciernes-, en las zonas rurales las libertades anunciadas y el caos real, causados en parte por la independencia, sirvieron para entusiasmar a gentes pobres y ricas que siempre haban deseado tener tierras propias. En las vertientes y mesetas de las cordilleras Central y Oriental y en la llanura del Caribe, se asentaron decenas de miles de nuevos agricultores y ganaderos, unos invadiendo propiedades de realistas emigrados o escondidos, otros obteniendo concesiones por servicios prestados, pero todos tratando de fundar pueblos y de producir en medio de las guerras y las guerrillas. Al

    guerra civil ms larga de todas y al mismo tiempo fue capaz de proveer alimentos a casi tres millones de habitantes.

    un nuevo pas

    El primer censo del siglo XX en 1905 pudo contar ms de cuatro millones de habitantes y en 1912, en un contexto ms tranquilo, se anunciaron 5,4

    de cuatro siglos antes. La tasa media de crecimiento del siglo anterior, calculada por Melo (1987) en 1,5 %, comenz a crecer a un 2 % entre 1905 y 1929, a 2,2 % entre 1929 y 1945, y lleg a su mximo de 3 % entre 1958 y 1967 (Ocampo 2010). Los especialistas han mencionado diferentes causas posibles de este boom: la reduccin de la mortalidad y el aumento de la fecundidad debido a la aplicacin de la medicina moderna,el mejoramiento gradual del nivel de vida de la poblacin el predominio del modelo de industrializacin dirigido por el Estado (Ocampo 2010).

    Con ms detalle podra recordarse que en 1904 ya estaban procreando en sus casas los sobrevivientes de la Guerra de los Mil Das, que en 1926 se realiz la primera ciruga en el Hospital de La Horta y en que en 1930 y en

    -mento de la poblacin fueron globales: el desarrollo de las sulfas durante la

  • La gente

    45Colombia Compleja

    medicinas milagrosas inventadas para proteger a los soldados heridos, y la introduccin de los servicios de agua, alcantarillado y energa que se hicie-ron en ese perodo verdaderamente pblicos. Todo esto en un contexto de creacin de decenas de universidades y colegios de secundaria, de aumento del ingreso per cpita -que en 1900 era la mitad del promedio mundial y

    partidos republicano, liberal y conservador entre 1903 y 1947.

    Las cifras absolutas de poblacin proporcionan ideas ms claras acerca de lo sucedido en esos aos: los 4,3 millones de habitantes en 1905 se multiplicaron por cinco en el censo de 1971 y por 10 en el del 2005, pero el

    de poblacin en las ciudades. Al iniciar el siglo Bogot apenas pasaba los cien mil habitantes y tres generaciones ms tarde, en 1971, tena ya tres millones. Padres e hijos presenciaron la construccin de una ciudad ms poblada que todo el pas durante el siglo anterior. Una persona que hubiera nacido en 1938 y estuviera viva en 2012 podra haber sido testigo de la construccin de una metrpoli de ocho millones de habitantes, igual a la poblacin total del pas cuando l naci.

    Desafortunadamente ese nuevo pas, el de decenas de millones de habitan-tes, fue el producto de la sinergia de los factores positivos antes detallados

    -

    se inici en 1947 con pequeos grupos de campesinos que eran expulsados de sus pueblos por no pertenecer a uno o a otro partido y al empezar el si-

    personas (Unal, Codhes 2002).

    gente y Clase

    es comprender cmo las personas se interrelacionan y conforman naciones. Un tema fundamental es la divisin de los ciudadanos segn

    formacin de la nacin colombiana, como el resultado de una serie de migraciones, invasiones y luchas territoriales, constituye un proceso

    introduciendo, en cambio, dudas y confusiones.

    Uno de estos puntos poco estudiados es el anlisis de los espacios y los momentos de integracin, desafortunadamente pocos y cortos a lo largo de nuestra historia. La estructura fsica del territorio ha desempeado papeles

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    46 Colombia Compleja

    importantes en estos intentos de acercamientos y separaciones, unas veces facilitando uniones, otras incentivando lejanas.

    Las altiplanicies cundiboyacenses parecen haber sido escenarios de algunos de estos eventos; inclusive en la prehistoria es posible que sus llanuras

    diferentes, unos dolicocfalos, otros braquicfalos9. Mucho ms tarde, durante unos pocos pero decisivos aos, la ausencia y despus la escasez de mujeres europeas hicieron posible la unin de sangres que es fundamento importante de la nacin. En las altiplanicies estas uniones parecen haber tenido caractersticas diferentes a la tradicin general de violencia carnal, su tratamiento en los documentos que acreditan nacimientos y bautizos, la conformacin de instituciones educativas especiales para los hijos mestizos, inclusive eventos inusitados como la historia del cacique de Turmequ (Rojas 1965), impulsan a aconsejar una mirada ms amplia y profunda a este corto periodo.

    La multiplicidad de pases imaginados desde la invasin europea hasta nuestros das, explica parte de la diversidad del comportamiento de las decenas de generaciones transcurridas y explica tambin la profundidad de los abismos que separan los grupos sociales. Los pases imaginados por cada generacin de dirigentes lentamente se comunicaban boca a boca, y en lugar de desaparecer, como suceda en las mentes de quienes se comprometan con una nueva versin, persistan por generaciones en la realidad de la nacin, enredados en sueos, cuentos, chismes y chistes, siguiendo las complejas vas que exige una sociedad en donde el analfabetismo todava no ha desaparecido. Las decenas de pases imaginados todava viven en los

    diferencias econmicas y educativas.

    No puede negarse que las ideas y los planes de desarrollo unidos a las peri-dicas bonanzas de algunos productos de exportacin, incluidas las drogas psicoactivas, han aumentado los ingresos y la calidad de vida de millones de familias que pasaron de la pobreza a la clase media o que simplemente mejoraron su alimentacin, sus vestidos y sus viviendas. Sin esos ingresos Colombia tendra hoy un porcentaje muy alto de poblacin en la miseria.

    En el ao 2011 se publicaron resultados estadsticos que mostraban a Colombia como uno de los pases ms desiguales e inequitativos del planeta, con muy baja movilidad social. Casi la tercera parte de la poblacin nace y muere pobre, pero hay un 5 % que asciende en una generacin al 20 % ms rico (Gaviria 2012a). La lucha entre las clases sociales es nuevamente un tema importante en la discusin poltica del siglo XXI y su atenuacin

    9 Ver investigaciones de Gonzalo Correal Urrego, algunas disponibles en la pgina web de la Biblioteca Luis ngel Arango del Banco de la Repblica, en:

    - http://www.banrepcultural.org/category/autores-dccreator/correal-urrego-gonzalo-1939

    - http://www.banrepcultural.org/taxonomy/term/7970

  • La gente

    47Colombia Compleja

    se convirti en uno de los objetivos de un posible acuerdo de paz. La situacin probablemente obedece al rpido enriquecimiento de unos pocos que alcanzaron ingresos nunca percibidos en el pas y al estancamiento econmico y social de la mayora. En los siguientes puntos sealar algunas caractersticas de estos procesos.

    los alimentadores

    Los principales responsables del poblamiento de nuestro territorio fueron los indgenas precolombinos que supieron cmo aprovechar la pesca y la caza durante miles de aos y que despus aprendieron a cultivar tubrculos, granos y frutas en cada piso trmico. Los invasores europeos introdujeron sus propias especies y utilizaron las manos indgenas para convertirlas en los panes y las carnes a que estaban acostumbrados. Una parte de la biodiversidad europea, sus bacterias y virus, eran completamente extraos para el sistema inmunolgico indgena y decenas de miles de hombres, mujeres y nios murieron durante los primeros meses de contacto; otros fallecieron como consecuencia de la disminucin de caloras unida a los trabajos forzados a que fueron sometidos. Nuevas obligaciones como la de amamantar a los hijos de los invasores fueron tambin factor del brutal descenso de la poblacin indgena. Unas pocas dcadas despus de este encuentro de biodiversidades, los visitadores de la monarqua se alarmaron al encontrar que los mismos conquistadores sufran hambre en los sitios en donde ya no encontraban manos indgenas que cultivaran la tierra o que los ayudaran en la cra de gallinas, cerdos y vacunos.

    pero desde entonces deben destacarse la continuidad y el vigor de los diferentes procesos que han asegurado por lo menos niveles mnimos de ingestin de caloras para toda la poblacin. Mantener funcionando estos mercados de caloras en todo el territorio y para todos los consumidores, ha sido el gran reto para los colombianos que cultivan, cran, importan, almacenan, distribuyen, transportan, venden, cocinan y sirven alimentos.

    Infortunadamente los mercados que deberan suministrar alimentos ricos en protenas no han tenido semejantes amplitudes y facilidades y todava el acceso a dietas adecuadas es uno de los grandes problemas sociales. La flexibilidad y capacidad de reaccin de los millones de co-lombianos que de una u otra manera suministran alimentos se puso a prueba a principios del siglo XX, cuando la poblacin comenz a crecer aceleradamente y casi al mismo tiempo, se desat la violencia partidista en varias regiones rurales.

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    48 Colombia Compleja

    El gran reto de alimentar adecuadamente, con equilibrio entre caloras, minerales y protenas a una poblacin creciente y dispersa en un enorme territorio, fue enfrentado casi sin darse cuenta y sin ninguna orientacin del Estado, por los padres y madres de familia colombianos que vean cre-cer continuamente los precios internos, mientras en el resto del mundo las

    Segunda Guerra Mundial se inici en Colombia la confrontacin armada entre los partidos liberal y conservador, y aumentaron los riesgos inhe-rentes a los procesos de produccin y distribucin de alimentos. Muchas familias de campesinos que estaban acostumbradas a cultivar o criar gran parte de sus alimentos fueron forzadas a abandonar sus terrenos rurales; las empresas que transportaban alimentos hacia las ciudades resultaron

    inseguridad general en carreteras y caminos.

    Al mismo tiempo en algunas regiones se iniciaron cultivos empresariales de alimentos importantes como el arroz, la papa y el azcar; la ganadera de carne y de leche, la cra de cerdos y la avicultura se favorecieron con la concentracin de capital en algunos grupos que pudieron ampliar sus terrenos y mejorar sus tcnicas en medio de la confusin de la guerra interna. Sorprenden por su audacia y persistencia las distintas tcticas que utilizaron los millones de familias pobres para afrontar esta situacin sin caer en situaciones de hambre general, como las que han afectado a muchos pases en condiciones semejantes. Es posible que algunas caractersticas especiales de los ecosistemas colomb