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CIUDADES EN REGIONES
INDÍGENAS
Reporte final
I. Visión de conjunto
Virginia Molina y Ludy, CIESAS (Coord.)
Colaboradores:
Carlos Alberto Guerrero
Torrentera Rita Guidarelli Mattioli
Violeta Yurikko Medina Trinidad
Septiembre de 2007
Virginia Molina y Ludy, CIESAS (Coord.)
Colaboradores:
Carlos Alberto Guerrero Torrentera
Rita Guidarelli Mattioli Violeta Yurikko Medina Trinidad
Unidad de Planeación y Consulta Dirección General de Investigación del Desarrollo y la Culturas de los Pueblos Indígenas
Septiembre de 2007
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 2
CIUDADES EN REGIONES INDÍGENAS Reporte final
Primera sección
Índice:
1 Presentación………………………………………………………………………p.5
1.1 El sistema urbano Nacional…………………………………………………………p.9 1.2 Tendencias del sistema urbano nacional durante la segunda mitad Siglo XX………………………………………………………………………………p.10 1.3 Etapa de sustitución de importaciones……………………………………………p.10 1.4 Etapa de inserción al mercado global…………………………………………….p.11 1.5 Condiciones de competitividad en las ciudades…………………………………p.15 1.6 Pronósticos sobre el sistema urbano nacional…………………………………..p.17
2 Ubicación de las ciudades en regiones indígenas en el contexto del sistema urbano nacional……………………………………………………………………..p.20
1.1 Las ciudades en regiones indígenas………………………………………………p.20 1.2 Acercamientos metodológicos para elaborar una tipología de las ciudades en regiones indígenas………………………………………………………………p.40 1.3 El tamaño de la ciudad……………………………………………………………..p.40 1.4 Las tasas de crecimiento anual ……………………………………………………p.65 1.5 Las finanzas municipales y las condiciones de competitividad
en las ciudades……………………………………………………………………..p.72 1.6 La distribución de la población económicamente activa en el municipio…….. p.72 1.7 La predominancia económica en la ciudad ……………………………………...p.72
2.8Las ocupaciones de los indígenas en la ciudad……………………………….....p.77 2.9Tipología de las ciudades en regiones indígenas……………………………...…p.79
3 Programas sociales federales y estatales con incidencia en las ciudades en regiones indígenas……….…………………………………………………….p.93
3.1 Federales…………………………………………………………………………….p.97 3.2 Estatales…………………………………………………………………………….p.120
4 Contraste de las hipótesis iniciales…………………………………………p.138 5 Propuestas de elementos para el diseño de políticas públicas dirigidas a la
población indígena en ciudades de regiones indígenas……....................p.140
6 Propuestas generales para la definición de nuevas líneas de investigación sobre el tema………………………………………………………………….p.142
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 3
Bibliografía citada…………………………………………………………………p.144 Fuentes Electrónicas consultadas para el apartado sobre programas………p.147
Cuadros:
Cuadro 1. Localidades urbanas en regiones indígenas. 2000………………..p.23 Cuadro 2. Clasificación de las ciudades en regiones indígenas según su tamaño. 2005…………………………………………………………………….…p.47 Cuadro 2.1 municipios que forman parte de las zonas metropolitanas en regiones indígenas o con presencia importante de población indígena. 2000p.49
Cuadro 3. Localidades urbanas en regiones indígenas Quinquenio de su incorporación al sistema urbano nacional y tasas de crecimiento……………p.52 Cuadro 3.1. Localidades urbanas en cada región indígena en 1960, 1970, 1980, 1995, 2000 y 2005…………………………………………………………………p.56
Cuadro 4. Finanzas municipales, ejemplos de municipios según tamaño de sus ciudades……………………………………………………………………………..p.71
Cuadro 5. Ocupaciones en municipios con ciudades en regiones indígenas 2000………….………………………………………………………………Anex.Estad. Cuadro 6. Elementos para seleccionar cuatro ciudades en regiones indígenas para estudios de caso…………………………………………………..…Anex. Estad.
Cuadro 7.Tipología de las localidades urbanas en regiones indígenas………p.83
Gráficas
Gráfica 1. México, Estructura y funcionamiento del sistema urbano principal……………………………………………………………………………..p.28 Gráficas 2. Tasas de crecimiento de localidades urbanas en regiones indígenas 1980-1990, 1990-200, 2000-2005, organizadas por estados….……………….................................................................................p.164
Gráficas 3. Tasas de crecimiento, 1990-2000, 2000-2005, en ciudades de regiones indígenas por tamaño de ……………………………………………...p.175
Gráficas 4. Ocupaciones en municipios con ciudades en regiones indígenas, 2000…………………………………………………………………………Anex. Estad. Gráficas 5. Porcentajes de ocupaciones seleccionadas en el total nacional de ciudades según tamaño, 2000……………………………………………………p.258 Gráficas 6. Porcentajes del total de la PEA en ocupaciones seleccionadas en ciudades de regiones indígenas, 2000…………………………………………p.222
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 4
Gráficas 7. Porcentajes en ocupaciones seleccionadas de la PEA indígena en ciudades de regiones indígenas, 2000…………………………………………p.222
Planos:
Plano 1: Sistema urbano principal y grandes regiones de México, 1998……p.29
Plano 2: SUP: Ciudades prioritarias para el fomento económico…………….p.32 Plano 3: SUP. Ciudades prioritarias para el desarrollo social…………………p.33 Plano 4: SUP. Ciudades prioritarias para la integración regional como lugares centrales…………………………………………………………………………….p.34 Plano 5: Sistema urbano nacional y ejes de desarrollo………………………....p.35
Planos de las zonas metropolitanas en regiones indígenas……………….....p.151
ANEXOS: Apoyos gráficos para la localización de la población indígena en las ciudades de regiones indígenas y sus condiciones socioeconómicas: Planos por AGEB (en dos volúmenes aparte).
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 5
CIUDADES EN REGIONES INDÍGENAS Reporte final
Segunda sección
Índice
II. Los estudios de caso (en sección aparte) 3
Presentación………………………………………………………………… 3
Selección de los casos de estudio………………………………………... 6
Diseño de investigación de campo
Anexo metodológico………………………………………………………… 9
Anexo estadístico……………………………………………………………. 18
Los estudios de caso 25
1. Las ciudades de la vertiente poblana de la región indígena
Cuicatlán, Mazateca, Tehuacán y Zongolica: Tehuacán, Ajalpan y
Altepexi, Pue……………………………………………………………………..
25
2. Huejutla de Reyes, Hgo……………………………………………… 127
3. Tlapa de Comonfort, Gro…………………………………………….. 193
4. Valladolid, Yuc………………………………………………………… 223
Análisis comparativo de los estudios de caso………………………….. 272
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 6
CIUDADES EN REGIONES INDÍGENAS
Reporte final
PRESENTACIÓN Para una política pública enfocada al desarrollo de la población indígena y su cultura, la
distribución en el espacio de la población de interés reviste especial importancia. La
población indígena no se distribuye homogéneamente en el territorio nacional: en 2000,
el 60% vivía en municipios donde su representación proporcional era de más del 40%.
La mayoría de estos municipios presentan contigüidad, formando regiones con
predominio de población indígena. La identificación de estos territorios permite,
entonces, concentrar esfuerzos institucionales y promover acciones de transversalidad
interinstitucional.
Por otra parte, a excepción de pocos casos (Norte de Chiapas, Sierra de Juárez,
Chimalapas, Tarahumara y Huicot o Gran Nayar) la mayoría de las regiones indígenas
tiene como centros hegemónicos una o dos ciudades, controladas por la población
mestiza, que fungen como centros rectores en lo económico, lo político y lo cultural. Tal
es el caso de Huauchinango y Papantla de Olarte en la región indígena Sierra Norte y
Totonacapan, con una red de comunidades y municipios indígenas que rodean la
ciudad. Pero en las regiones indígenas hay también algunas ciudades
predominantemente indígenas: como Juchitán en la región Istmo, Altepexi en la región
Cuicatlán, Mazateca, tehuacán y Zongolica y Ticul en la región Maya. En ciertos casos,
las localiddes que concentran las ocupaciones de los sectores secundario y terciario no
están en el centro de la región indígena, sino en las fronteras de ésta, como es el caso
de Orizaba, respecto a la región Cuicatlán, Mazateca, Tehuacán y Zongolica. De tal
manera, en el año 2000, 519,296 indígenas habitaban en ciudades de municipios
considerados indígenas por la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos
Indígenas (CDI), de los cuales más de la mitad (288,254) vivían en ciudades de
municipios predominantemente indígenas. Otros 672,913 indígenas urbanos habitaban
en el mismo año en ciudades de regiones indígenas. Es decir, más de un millón de
indígenas vivían en ciudades de regiones indígenas (un 27% de la población indígena
urbana).
Las ciudades son indicadores importantes del desarrollo regional, ya que al
concentrar las actividades de los sectores secundario y terciario, están estrechamente
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 7
vinculadas al desarrollo económico (Garza y García, 1995: 3). La distribución de los
servicios básicos tiene también relación directa con la urbanización, porque los costos
asociados a la introducción de servicios, como agua potable y drenaje, electricidad,
clínicas y escuelas son más redituables a mayor densidad de población. Identificar las
tendencias de las ciudades en regiones indígenas cobra relevancia para conocer las
potencialidades de estas localidades para fomentar el desarrollo económico de su
región de influencia.
En 1976, el libro El desarrollo urbano en México (Unikel, Garza y Ruiz Chiapetto,
1976) demostró que las variables que mejor explicaban en ese momento las diferencias
regionales eran el índice y el grado de urbanización. El tamaño de la ciudad y la
concentración espacial han sido los rasgos privilegiados para la explicación del
desarrollo de las regiones y de la influencia de las grandes ciudades sobre las medianas
y pequeñas y su periferia en lo que respecta a su eficiencia económica y el bienestar de
la población (Aguilar, Graizbord y Sánchez-Crispín, 1997: 11). No obstante, a partir del
cambio en la economía mundial, el peso de las ciudades en el desarrollo económico de
su región ya no depende fundamentalmente de su papel dentro de la economía de su
propio país, sino en la promoción de sus ventajas relativas para atraer capitales
nacionales o internacionales. Estos cambios en la economía han modificado la
conformación de los territorios al interior de las naciones, así como el peso relativo de
las regiones y su capacidad para generar desarrollo socioeconómico.
Durante el siglo XX, las regiones indígenas, al igual que aquellas que no lo son,
han mostrado procesos de urbanización creciente, que resultaron en cambios en la
distribución rural/urbana de la población. Por la importancia de las regiones indígenas y
los indicios que sobre su desarrollo puede aportar el grado y tipo de urbanización que
en ellas se presenta, la Dirección General de Investigación de la Comisión Nacional
para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas decidió impulsar un estudio sobre el papel
de las ciudades en regiones indígenas o con presencia importante de población
indígena, con el fin de proporcionar elementos para la planeación de las políticas
públicas en estas regiones. El presente estudio continúa la línea de investigación
iniciada, a partir de 2004, sobre la población indígena en ciudades del país.
Este reporte final está dividido en dos secciones y varios anexos. La primera
sección, visión de conjunto, enmarca la información sobre el desarrollo de las ciudades
en regiones indígenas dentro de las tendencias del sistema urbano nacional en los años
recientes. La segunda sección del informe presenta los estudios exploratorios de campo
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 8
que se hicieron en algunas ciudades de regiones indígenas seleccionadas. Los anexos,
a su vez, están divididos en A. Anexos gráficos, que contienen una sección de gráficas
y una sección de planos y B. Anexo estadístico, que contiene cuadros estadísticos.
Esta primera sección del reporte que hemos denominado visión de conjunto incluye las
tendencias del sistema urbano nacional en la segunda mitad del siglo XX y principios
del siglo XXI, enfatizando los cambios que la inserción de México en el sistema de
comercio mundial han producido en la distribución de la población en su territorio, para
contextuar a las localidades urbanas en regiones indígenas, que son el foco de interés.
Menciona las discusiones recientes sobre la tendencia actual a la competitividad de las
ciudades y su relación con el desarrollo económico, condiciones de competitividad que
se han vuelto relevantes para analizar la posición de las ciudades en el nuevo contexto
socioeconómico, así como los pronósticos del desarrollo en los años por venir, con el fin
de prever hacia dónde apuntan los procesos de urbanización de las ciudades en
regiones indígenas.
Posteriormente, se describen las consideraciones metodológicas para
seleccionar los indicadores a relevar para poder obtener elementos para identificar la
ubicación de las ciudades en regiones indígenas de México dentro del sistema urbano
nacional y los apoyos metodológicos gráficos que permiten analizar las condiciones
socioeconómicas de las ciudades de interés.
La producción de las ciudades, por su parte, implica un enjambre de relaciones
sociales, en las que intervienen los propietarios de la tierra, los promotores inmobiliarios,
los empresarios, los comerciantes, así como los diversos estratos de población, todos
los cuales pueden actuar bajo regulación activa del Estado (Garza, 2003: 137) o
siguiendo los intereses propios de los diversos actores sociales. El papel del Estado
mexicano en la planeación territorial fue fundamental hasta inicios de la década de
1980, fecha en que la planeación a nivel nacional cambió su foco territorial-regional por
el sectorial, estatal y municipal. En este texto veremos que los municipios no han
adquirido la fortaleza requerida en sus finanzas para procurar por sí mismos un mejor
desempeño de sus ciudades en el nuevo marco de competitividad de las ciudades,
siguen dependiendo de los apoyos federales. De ahí la importancia de conocer los
programas que las diversas instancias de gobierno desarrollan en las regiones
indígenas, por los impactos que pueden tener en las ciudades de regiones indígenas.
La tercera parte del reporte proporciona información sobre programas a nivel federal y
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 9
estatal, incluyendo no solamente los que se plantean actuar sobre el territorio, también
otros, con focalización individualizada, que pueden incidir en la calidad de vida de la
población en regiones indígenas y tener un efecto directo sobre sus ciudades, por la
capacidad de la población rural circundante de demandar en ellas bienes y servicios.
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 10
1. El sistema urbano nacional El Sistema Urbano Nacional (SUN)
se caracteriza como el conjunto de ciudades que funciona de una manera jerarquizada, estructurada y dinámica en diferentes escalas. Las ciudades cuentan con una jerarquía de acuerdo a la magnitud de variables socioeconómicas, demográficas, de infraestructura y servicios; éstas son nodos estructuradores de las regiones y su funcionamiento se expresa, a través de las interrelaciones que se generan entre ellas y sus territorios de influencia por los vínculos en forma de flujos de personas, bienes, información, comunicación y otros indicadores que reflejan los atributos dinámicos del sistema (SEDESOL-CAM-SAM, 2000: 15).
La definición del sistema urbano nacional que hacen Delgado, Anzaldo y
Larralde es un poco más precisa, al resaltar las relaciones económicas significativas
como parte fundamental de un sistema de ciudades, cuando dicen: sistema de ciudades
significa que un grupo de localidades urbanas adquiere relaciones significativas entre
sus economías, de tal forma que constituyen un marco integrado con nodos (de
ciudades jerarquizadas) y flujos. Estos últimos se miden por los sistemas de transporte y
comunicación entre los nodos (1999: 600). En este sentido, no todas las ciudades del
país forman parte de un sistema nacional de ciudades, ya que varias del noroeste están
integradas a la economía de las ciudades norteamericanas vecinas, con escasas
relaciones con el resto del país:
Todo este subconjunto de ciudades está completamente desarticulado del sistema urbano nacional, y se vincula funcionalmente con ciudades estadounidenses. (Garza, 2003: 93)
Durante el siglo XX, México transformó su estructura socioeconómica, de una
sociedad rural a una eminentemente urbana. El consecuente proceso de urbanización
ha producido una redistribución territorial de la población mexicana, en la que ha
participado la población indígena, resultando en un crecimiento sostenido en el número
de ciudades y en los porcentajes de población que en ellas habita, y es de esperar que
la urbanización siga siendo un importante factor de redistribución territorial de la
población en las próximas décadas.
En este proceso muchas localidades, entre ellas algunas pertenecientes a las
regiones indígenas tradicionales, han tenido importantes incrementos de su población
total, llegando al rango numérico reconocido por los planes nacionales de desarrollo y
los especialistas en análisis urbanos como el límite inferior para ser considerada como
localidad urbana: 15,000 habitantes.
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 11
En lo general, el proceso de urbanización responde al tipo de desarrollo
económico de la sociedad, y en lo particular para las sociedades industriales, a partir del
siglo XIX las ciudades juegan un papel central en el desarrollo económico, al convertirse
en importantes centros de producción, distribución, circulación y consumo de las
actividades industriales y de servicios, que requieren apoyo de un espacio urbano para
su mejor desempeño. La concentración de las actividades manufactureras, comerciales
y de servicios en los centros urbanos puede convertirlos, así, en factores de producción.
No obstante, no todas las localidades que concentran población desarrollan actividades
productivas; algunas se especializan en la distribución al entorno rural tanto de
mercancías como de servicios al consumidor.
En los dos subapartados siguientes presentamos un breve panorama de los
principales cambios en la conformación del sistema urbano nacional y formación de los
diversos subsistemas regionales en la segunda mitad del siglo XX, para posteriormente
señalar cuáles son los factores de competitividad de las ciudades y veremos cómo se
sitúan las ciudades en regiones indígenas, o con presencia importante de población
indígena, en un pronóstico sobre el desarrollo urbano en las dos primeras décadas del
siglo XXI.
1.1 Tendencias del sistema urbano nacional durante la segunda mitad del siglo XX 1.1.1 En la etapa de sustitución de importaciones Hasta 1970, el México urbano dependía en gran medida del México rural, ya que la
producción agropecuaria representó 9.2% del PIB total en ese año (Garza, 2003: 45).
La importancia de la producción rural ofreció posibilidades de crecimiento urbano para
localidades que eran centros de abasto y comercialización de los productos
agropecuarios de sus respectivas regiones, así como distribuidores de productos
industriales y servicios al consumidor en el entorno rural. Al mismo tiempo, a partir de
1940 la dinámica demográfica se mostró predominantemente urbana, con un
crecimiento paulatino del porcentaje de población urbana sobre la rural que continúa
hasta la fecha.
Debido al modelo económico de sustitución de importaciones que se siguió en
el país, entre 1940 y 1970, el crecimiento más alto de población urbana se manifestó,
en primer lugar, en las ciudades especializadas en manufactura. El segundo lugar
presentó cambios entre 1940-1960 y 1960-1970: en el primer período las ciudades de la
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frontera norte tuvieron el segundo lugar en crecimiento, desarrollo muy ligado a sus
actividades comerciales con los Estados Unidos, y el tercer lugar en crecimiento lo
tuvieron las ciudades que eran centros de comercialización agrícola. En el segundo
período las ciudades que servían a las zonas agrícolas del noroeste (entre ellas, Ciudad
Obregón) fueron las que ocuparon el segundo lugar en crecimiento, mientras las
fronterizas pasaron –junto con la ciudad turística de Acapulco- al tercer lugar (Garza,
2003: 43-45).
También en la década 1960-1970 la Ciudad de México, la gran concentradora
de trabajos manufactureros en las décadas previas, inició una tendencia a la reducción
en su importancia relativa respecto a las actividades secundarias y la aumentó en
comercio y servicios, al tiempo que se empezaron a configurar dos subsistemas
urbanos, uno con centro en la Ciudad de México junto con las ciudades de Puebla,
Toluca, Querétaro y Cuernavaca, y el otro con centro en Monterrey, junto con Saltillo y
Monclova (Garza, 2003: 45).
1.1.2 En la etapa de inserción al mercado global La década de 1970-1980 evidenció el agotamiento del modelo económico de sustitución
de importaciones, que había permitido un acelerado crecimiento económico. En la
década de los setenta se inició el abandono paulatino del modelo de sustitución de
importaciones y la economía dependió centralmente de la exportación de petróleo. En
esta década, el crecimiento urbano se redujo ligeramente, aunque el crecimiento de las
ciudades del subsistema urbano de la Ciudad de México fue muy significativo, y se les
agregaron San Juan del Río, Tlaxcala y Tehuacán, entonces pequeñas pero dinámicas
ciudades industriales satélites de la capital. Las demás ciudades que crecieron
significativamente fueron nuevamente las que son centros de áreas de producción de
agricultura capitalista y, debido al énfasis petrolero, se les agregaron las ciudades de
Coatzacoalcos y Minatitlán, así como el puerto de Mazatlán (Garza, 2003: 45-46). En
esta década empezó a manifestarse el cambio de un sistema urbano
predominantemente monocéntrico a uno policéntrico: las ciudades grandes elevaron su
participación en el total urbano de 52.7% a 57.0%, mientras las medianas y pequeñas,
no obstante que aumentaron en número, la perdieron (Garza, 2003: 48).
Con la caída de los precios internacionales del petróleo y el aumento de las
tasas de interés internacionales, en 1982 se presentó una gran crisis económica, que
inició un período de recesión económica profunda. A partir de esta crisis, se modificó el
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modelo económico del país por uno nuevo, que no ha logrado un desarrollo económico
sostenido, pero sí ha acentuado los desequilibrios sociales. El eje de la nueva estrategia
ha sido “la orientación de la economía hacia el exterior, en un intento por insertar a
México, en forma competitiva, dentro de la economía global” (Garza, 2003: 69-70). No
obstante, la crisis no desaceleró la dinámica urbana, ya que la creación de empleos,
formales o informales, se dio básicamente en el medio urbano; el campo no tuvo
posibilidades de absorber mano de obra y ésta se desplazó masivamente a las
ciudades en la década de 1980-1990. Gustavo Garza calcula que en esa década se
produjo el éxodo de 6.8 millones de personas del campo a la ciudad, con lo que se dio
el máximo histórico en aumento absoluto de la población urbana. En efecto, del
incremento total de empleos asalariados, los generados en la agricultura decrecieron
9%, mientras en las manufacturas sólo hubo un 25% y se incrementaron
sustantivamente en el comercio y los servicios, con un 73%. En estos dos últimos
sectores se incluyen las actividades de la economía informal, cuyo espacio es
eminentemente el urbano. Este incremento de población urbana en época de crisis no
fue, por lo tanto, impulsado por la dinámica económica de las ciudades, sino por el
rechazo del medio rural. Fue así cómo, en la década de los ochenta aumentó
significativamente el nivel de pobreza en las ciudades y los déficits en vivienda,
infraestructura y servicios públicos (Garza, 2003: 71-72 y 139-140).
Las ciudades con más crecimiento entre 1980 y 1990 fueron las del subsistema
urbano de la Ciudad de México especializadas en manufacturas. Inició, además, el
traslape de la expansión urbana de las ciudades de Toluca y México, constituyendo lo
que se conoce como megalópoli (la unión o traslape de dos o más zonas
metropolitanas). Las ciudades de la frontera norte, con el exponencial crecimiento de la
industria maquiladora, recuperaron el segundo lugar de crecimiento. En esta década se
empezó a manifestar claramente la importancia para el crecimiento urbano de la
llamada “industria turística”, ya que las ciudades que ocuparon el tercer lugar fueron las
de playa, sobresaliendo Cancún, Acapulco, Puerto Vallarta y algunas ciudades turísticas
coloniales: Oaxaca, Guanajuato y San Miguel de Allende (Garza, 2003: 73).
Las últimas décadas del siglo XX se caracterizaron por el acelerado proceso de
globalización de la economía mundial. En consonancia con estos cambios y las
presiones de los organismos multinacionales, el modelo económico de México
profundizó su apertura a la economía mundial y el Estado redujo su participación en la
economía nacional (Garza, 2003: 89-92). A nivel nacional, el crecimiento de la población
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 14
urbana siguió siendo importante entre 1990 y 2000, y para el último año el 67.3% de los
mexicanos estuvieron asentados en ciudades. No obstante, se notaron cambios
importantes en la distribución de la población: las ciudades mexicanas recibieron menos
migrantes del campo que en la década anterior, debido al aumento de la migración
internacional hacia los Estados Unidos. Las cuatro ciudades mayores crecieron a tasas
menores a la media, pero la disminución del crecimiento de la Ciudad de México se vio
compensada por el crecimiento de las ciudades que forman parte de su subsistema
urbano. Se integraron a este grupo localidades más pequeñas utilizadas
fundamentalmente para casas de fin de semana de los capitalinos, como Valle de Bravo
y Tequisquiapan. Así, se confirmó la tendencia hacia la consolidación de una vasta
megalópolis con centro en la Ciudad de México. Por otra parte, las ciudades fronterizas
de Tijuana y Ciudad Juárez mostraron su predominio como los centros maquiladores
más importantes del país, con un crecimiento sostenido de su población; al sistema
urbano del noroeste se agregaron Nogales y San Luis Río Colorado. Todo este
subconjunto de ciudades, como dijimos antes, está completamente desarticulado del
sistema urbano nacional, y se vincula funcionalmente con ciudades estadounidenses.
(Garza, 2003: 93)
En la década 1990-2000 se consolidaron otras ciudades industriales fuera del
ámbito de influencia inmediata de la Ciudad de México. En el noreste, ciudades
integradas al sistema urbano nacional por estar vinculadas al subsistema de Monterrey,
como Reynosa, Matamoros, Nuevo Laredo y Saltillo, también mostraron importante
crecimiento de su población; asimismo mostraron dinamismo demográfico las ciudades
de Hermosillo -que de ser el centro de comercialización y abastecimiento de una rica
zona agrícola se transformó en una importante metrópoli industrial-, San Luis Potosí -
situada en la carretera central que conecta a la Ciudad de México con los Estados
Unidos- y Aguascalientes –vinculada funcionalmente con Guadalajara y el subconjunto
urbano del Bajío- y las ciudades costeras turísticas (Cancún, Puerto Vallarta,
Zihuatanejo y Cozumel) (Garza, 2003: 93-94); entre estas últimas, Playa del Carmen se
insertó en el sistema urbano nacional con un crecimiento absoluto de más de 40,000
habitantes en una década (de 3,098 en 1990 a 43,613 en 2000).
La Ciudad de México presentó, a fines del siglo XX, un cambio notable en su
estructura productiva: su transformación hacia una ciudad concentradora de servicios
orientados al productor, pues su participación en este rubro de la actividad económica
con relación al total nacional se elevó de 45.1% a 64.8% entre 1988 y 1998. En
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 15
consecuencia, las actividades secundarias bajaron su participación en la economía local
(Garza, 2003: 94), y fueron absorbidas por otras ciudades de su subsistema urbano,
entre las que se cuenta Tehuacán.
Por su parte, las otras nueve metrópolis mayores tuvieron diferencias en sus
números absolutos de población con relación a la década anterior: si bien Guadalajara,
Puebla y Torreón bajaron sus cifras, Monterrey, Toluca, León, Tijuana, Ciudad Juárez y
San Luis Potosí las elevaron. En conjunto, las diez metrópolis mayores absorbieron, en
2000, al 45.8% del total del crecimiento del sistema urbano nacional, reforzando la
tendencia hacia una concentración de tipo policéntrica, en pocas urbes. Como
consecuencia del desarrollo urbano en la década 1990-2000, el grupo de grandes
ciudades del país alcanzó una participación del 69.4% de la población urbana y las
medianas y pequeñas, aunque aumentaron en número, nuevamente disminuyeron su
importancia relativa respecto al conjunto de la población urbana (Garza, 2003: 94-95).
Esta tendencia a la concentración de la población del país en pocas ciudades
grandes no es exclusiva de México, la comparte con otros países con economía de
mercado, sean subdesarrollados o desarrollados (Garza, 2003: 95 y 99-101). Es una
tendencia hacia la metropolización del sistema urbano nacional que, de 12 zonas
metropolitanas identificadas en el año 1970 por Unikel y su equipo (Unikel, Ruiz y
García, 1978), llegaron a 56 en el año 2000, según Garza (2003: 99) y 55 según
SEDESOL-CONAPO-INEGI (2004). Si las zonas metropolitanas concentraron en 1970
al 64.1% de la población urbana nacional, en 2000 la cifra subió al 83.0%. Expresada en
deciles de ciudades, el 20% de ciudades en los deciles IX y X concentraron en 2000
prácticamente a 9 de cada 10 urbanitas. En cambio, el 20% de las ciudades pequeñas
(deciles I y II) bajaron su participación, de 6.8% en 1990 a 1.8% de la población urbana
en 2000 (Garza, 2003: 99 y 101).
El gran cambio de la urbanización en las últimas décadas es la metropolización
de la población urbana. “La metropolización de una ciudad tiene lugar cuando, en su
proceso de expansión, utiliza para el desarrollo urbano suelo que pertenece a uno o
más municipios en los cuales no se ubica la ciudad central” y el resultado es la
formación de microrregiones urbanas funcionales (Sobrino, 2003b: 461 y 463) que,
para fines de política pública, deben ser consideradas como unidades territoriales.
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 16
1.2 Las condiciones de la competitividad de las ciudades El libro Competitividad de las ciudades en México, de Jaime Sobrino (2003a), hace un
detallado análisis de la forma en que los cambios recientes en la economía mundial
inciden en el desarrollo urbano, y en él basamos el contenido de este apartado,
señalando puntos importantes para poder analizar la situación de las ciudades en
regiones indígenas. No se puede hacer a un lado, dice el autor, que una ciudad es
dependiente y se encuentra interrelacionada a la vez con la vida económica del campo,
con la de otras ciudades estatales, regionales y nacionales, así como con diversos
aspectos internacionales que les afectan. En este caso, podemos señalar que en la
nueva estructura económica mundial, el tipo de producción capitalista dominante ha
presentado dos características esenciales: la terciarización de la estructura económica y
una nueva división internacional del trabajo. A la importancia mayor del sector terciario
se le conoce también como era posindustrial [que algunos llaman posfordista]. Ésta
puede analizarse desde tres ejes, que incluyen cambios sustanciales en el qué, el cómo
y el dónde se produce, que se traducen en una mayor información para el control social,
un incremento de trabajadores de cuello blanco sobre los de cuello azul y la
modificación de los contextos intra e interurbano.
Las políticas macroeconómicas han orientado en distintos momentos
determinados polos de crecimiento, ya sea de la extracción petrolera en las décadas
1970-1990, de la instalación de maquilas o del impulso turístico entre 1970 y 2007, lo
cual repercute de forma directa y determinante en el desarrollo de una ciudad o de una
región; a su vez, estas políticas no se dan aisladas de un marco global, sobre todo a
partir del proceso neoliberal que vive la nación desde mediados de los años ochenta,
orientadas siguiendo una serie de lineamientos de instituciones internacionales, lo cual
introduce a México en la nueva división internacional del trabajo. La vida de las
ciudades, en este sentido, está íntimamente ligada a la política económica federal y a
las tendencias y poderes mundiales.
Por lo tanto, es necesario considerar las condiciones en las cuales una ciudad se
desarrolla y el contexto en el cual se desenvuelve. Para el caso mexicano, es
imprescindible estudiar el comportamiento del capitalismo como modo de producción
dominante y sus repercusiones en la estructura económica nacional. Ello hace tomar en
cuenta las actividades empresariales y en general de la iniciativa privada para la
comprensión de la dinámica urbana, lo cual implica las áreas de mercado y las
relaciones regionales e interregionales que generan, así como la posibilidad que una
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 17
ciudad brinda para la inversión. No podemos dejar de lado que la economía urbana
difiere de la economía de una nación en muchos puntos, por lo cual las ventajas
competitivas en una ciudad deben considerar ciertos puntos básicos para el análisis: la
poca ingerencia de los gobiernos locales; la movilidad mayor del trabajo y el capital; la
dependencia del comportamiento de agencias exteriores a la urbe; su participación en
una variable macroeconómica a nivel nacional; las políticas regionales y, por último, el
activo desempeño de los gobiernos locales para la promoción de su localidad.
En este sentido, en el momento de analizar la competitividad de las ciudades es
necesario tomar en cuenta que se trata de dos intereses diferentes que llegan a
converger: por un lado, el proceso urbano propiamente dicho, y por otro la dinámica
económica de las empresas. Se puede señalar que las empresas compiten en unos
ámbitos y las ciudades en otros, aunque sea posible hablar de una competitividad
urbana, entendida como la capacidad de una ciudad para penetrar en los mercados,
posicionarse en el crecimiento económico local e incrementar la calidad de vida de sus
residentes. La competitividad en una ciudad puede comprenderse, asimismo, como la
capacidad de creación de empleos calificados y con salarios altos; la producción de
medios y servicios que respetan el ambiente, la especialización sectorial y el
crecimiento económico.
Un aspecto importante que destaca Jaime Sobrino es la posibilidad de encontrar
una relación entre el tamaño de la población y la eficiencia económica, ubicándose en la
cúspide las ciudades mayores. A su vez, la cantidad de población puede servir como
guía para comprender la orientación económica de una ciudad, de lo cual se desprende
que aquellas que tienen menos de 450 mil habitantes están orientadas de forma
predominante a los servicios, en tanto que las urbes que cuentan entre 450 mil y 2.5
millones son básicamente manufactureras e industriales; no obstante, cuando las
ciudades cuentan con más de dos y medio millones de habitantes, el sector terciario
vuelve a ser el más importante, lo cual permite establecer algunas generalidades
respecto al comportamiento de las ciudades que ayuda tanto a las políticas públicas
como al diseño de las investigaciones.
En todo caso, el conocimiento de las ciudades y las zonas metropolitanas es
sumamente complejo, debido a la necesidad de abordar una serie de elementos, como
lo son la dinámica de la población; los procesos de migración tanto rural-urbano como el
cada vez más importante de migración urbano-urbano; las políticas de crecimiento
instrumentadas por la federación, traducidas en estímulos financieros, proyectos de
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 18
parques y corredores industriales, inversión de infraestructura; la elasticidad de los
mercados en las sociedades capitalistas, con sus implicaciones en la flexibilidad laboral
y el dejar la regulación de las actividades económicas a las fuerzas del mercado, así
como las orientaciones del capitalismo internacional. Todos estos factores inciden en la
lógica de las ciudades, en su crecimiento (o decrecimiento, por medio del cual una
localidad puede perder su estatus de ciudad), su consolidación, solidez estructural,
orientación económica, importancia política y administrativa, en la variedad y retribución
de los empleos, y en su nivel de competitividad nacional e internacional.
Más adelante haremos referencia a análisis puntuales sobre estados, regiones y
ciudades específicas con respecto a los elementos que les permiten convertirse en
“ganadores” o “perdedores” en esta era de la competitividad territorrial. Por lo pronto,
concluimos este apartado con una frase de Gustavo Garza: “El futuro urbano del país
dependerá de sus perspectivas económicas y de la estrategia de localización geográfica
de las firmas transnacionales” (2003: 92), que nos obliga a reflexionar sobre las
condiciones de las ciudades en regiones indígenas en función de los marcos generales
del desarrollo urbano contemporáneo.
1.3 Pronósticos sobre el sistema urbano nacional Un pronóstico sobre el desarrollo a mediano plazo (1995-2020) del sistema urbano
nacional se realizó en 1999-2000 bajo la coordinación del Colegio de Arquitectos de la
Ciudad de México, A.C., con la participación de un equipo interinstitucional e
interdisciplinario de expertos del Instituto de Investigaciones Económicas de la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), El Colegio de México, el Programa
Universitario de Estudios sobre la Ciudad de la UNAM y Cervantes y Asociados S.A., a
petición de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL)1. Con los datos censales de
1995, el equipo determinó que, en esa fecha, el Sistema Urbano Nacional (SUN)
se integra… por 347 localidades de 15 mil y más habitantes ubicadas en 544 municipios, incluyendo ciudades o zonas metropolitanas (2000: 15).
Y, con base en componentes demográficos, de competitividad económica y de
atractividad, clasificó al SUN en dos sistemas:
a) El Sistema Urbano Principal (SUP) conformado por 118 localidades de más de 50 mil habitantes, de las cuales 37 son zonas metropolitanas que abarcan
1 Citado en la bibliografía como SEDESOL-CAM-SAM (2000). Por su importancia para la planeación de la acción indigenista, se incluye como Anexo Documental a este reporte.
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 19
252 municipios y 81 son ciudades ubicadas en este mismo número de municipios2. b) El Sistema Urbano Complementario (SUC) integrado con 229 localidades que se encuentran distribuidas en 211 municipios (2000: 15).
El mismo estudio SEDESOL-CAM-SAM reconoce que el sistema urbano está en
gestación (2000: 13). Coinciden con él otros analistas urbanos que señalan cómo las
ciudades que participan en el sistema urbano nacional han ido conformando, durante
los últimos 35 años, varios subsistemas regionales, con una tendencia a la
metropolización y a la formación de ciudades regiones, que obligan a los análisis
urbanos a considerar la dinámica de tales conglomerados como unidades funcionales,
lo que hace imposible entender a las localidades urbanas que forman parte de estos
conglomerados económicos separadas de su conjunto; por ejemplo, los incrementos de
población en estos subconjuntos o ciudades región pierden sentido si se enfocan en
una sola de las localidades, porque la interrelación de las funciones de este subsistema
urbano permite la redistribución interna de la población sin demeritar su desarrollo
económico.
Por su parte, con datos de 2000, Jaime Sobrino (2003a) indica la existencia de
un sistema urbano nacional principal, constituido por 72 ciudades con 100 mil o más
habitantes; y un sistema urbano periférico, conformado por 290 localidades con menos
de 100 mil residentes. Esta división no descansa únicamente en el número de personas
que radican en un centro urbano, sino en la relación que se construye en cuanto al peso
económico y administrativo de estas localidades dentro de la vida nacional. No se
puede dejar a un lado las composiciones regionales, que conforman un panorama en la
distribución urbana; por ejemplo, en la frontera norte existen menos ciudades que en la
región sur, pero sus ciudades están más densamente pobladas; por su parte, la
importancia económica, política y administrativa de la ciudad de México ha formado en
torno suyo una serie de ciudades importantes en un proceso megalopolitano que abarca
una parte considerable del centro del país.
En las últimas décadas, con el crecimiento policéntrico concentrado de la
población en el país, se han consolidado varios subsistemas de ciudades, tales como a)
el del centro-occidente, con Guadalajara a la cabeza de una región urbana altamente
densificada con ciudades como León, Aguascalientes, Guanajuato, Irapuato, Celaya, 2 Aunque el equipo SEDESOL-CAM-SAM define el Sistema Urbano Principal como aquellas localidades con más de 50 mil habitantes, más adelante veremos que en sus propuestas de política pública para el sistema urbano nacional incluye a localidades menores a este rango.
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 20
Salamanca y Silao; b) el del noreste, con Monterrey –metrópoli principal dentro del TLC-
como centro y c) el del noroeste, que ya mencionamos que no participa del sistema
urbano nacional.
No obstante, el subsistema más importante en el país es, sin duda, el del centro
de México, en el cual se reflejan las tendencias a futuro. A nivel mundial, la distribución
espacial de la población en concentraciones metropolitanas, útil para del modelo de
economía fordista, está dando paso a la formación de sistemas regionales como forma
espacial resultante de la reestructuración de la economía por el proceso de
globalización. Hay especialistas en estudios urbanos que ya hablan de un sistema
regional de este tipo en el centro de México, al que llaman una ciudad-región, con la
Ciudad de México como foco más dinámico. Para Delgado, Anzaldo y Larralde, la
región centro abarca las 16 delegaciones del Distrito Federal y 516 municipios de cinco
estados vecinos: México, Morelos, Hidalgo, Tlaxcala y Puebla, con un área de 86,721
km2 y una población en 1995 de 29.3 millones de habitantes. El marco regional de la
región centro contenía 45 ciudades en 1995: 7 con más de un millón de habitantes y 38
medianas y pequeñas; el resto de la región es una vasta periferia regional, con cerca de
6 millones de habitantes rurales dispersos en más de 400 municipalidades. Los
principales cambios en la urbanización de la región centro entre 1940 y 1990 fueron el
incremento numérico de las ciudades pequeñas, de tres a 35, y el crecimiento
sustancial de dos localidades, de menos de 15,000 habitantes a más de 200,000 en
esos 50 años (Delgado, Anzaldo y Larralde, 1999: 600-602. Subrayado en el original).
Aguilar (2003), por su parte, también incluye al estado de Querétaro en la región centro,
lo que amplía su área y población, la primera a 97,964 km2 y la segunda a 30.5 millones
de habitantes. Para la delimitación de Aguilar, la región centro representó en 1995 el 5%
del territorio nacional, con una concentración del 33.4% del total de su población y una
participación de 41% del PIB nacional.
La región centro, por lo pronto delimitada por las fronteras de las grandes
entidades federativas que abarca, incluye varias ciudades de regiones indígenas:
Actopan, Ixmiquilpan, Huejutla de Reyes en Hidalgo; Atlacolmulco, Lerma de Villada y
Villa Cuauhtémoc en el Estado de México; Ajalpan, Altepexi, Tehuacán, Huauchinango,
Xicotepec, Zacatlán y Teziutlán en Puebla. Análisis más puntuales sobre las relaciones
entre las ciudades metropolitanas en su interior y las ciudades pequeñas de su periferia,
poniendo el énfasis más en las relaciones internas que en las delimitaciones político-
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 21
administrativas estatales, quizás modificarían las fronteras de esta región eliminando a
algunas de las ciudades que no participan en los flujos económicos centrales.
Por su parte, el estudio SEDESOL-CAM-SAM jerarquizó las 118 ciudades de lo
que definió como el SUP en cinco grupos:
“en el rango 1 la Zona Metropolitana del Valle de México; en el rango 2 se encuentran otras tres grandes zonas metropolitanas: Guadalajara, Monterrey y Puebla; en el rango 3 se ubican 16 ciudades; en el rango 4 otros 29 centros urbanos; y en el rango 5 los 69 restantes” (2000: 16).
En el siguiente apartado presentamos las localidades urbanas que tienen
relación con las regiones indígenas, para poder situarlas en relación al pronóstico a
mediano plazo de SEDESOL-CAM-SAM y las condiciones de competitividad que
actualmente influyen en el desempeño socioeconómico de las ciudades.
2. Ubicación de las ciudades en regiones indígenas en el contexto del sistema urbano nacional 2.1 Las ciudades en regiones indígenas Para identificar las ciudades del sistema urbano nacional que tienen relación con las
regiones indígenas pudimos contar con una fuente actualizada para el año 2000:
Regiones indígenas de México (CDI-PNUD, 2006), que nos permitió seleccionar las
localidades urbanas en dichas regiones (cuadro 1). Por la importancia que revisten las
consideraciones metodológicas del equipo CDI-PNUD para delimitar las regiones
indígenas a las que pertenecen las ciudades de este estudio, a continuación nos
permitimos reproducir algunos párrafos de este libro que tienen relación con los tipos de
ciudades que vamos a considerar.
Para CDI-PNUD, “El término región hace referencia al espacio en el que se
integran aquellos elementos que pertenecen a un nivel más pequeño –municipios o
localidades-, que se encuentran dentro de una entidad mayor a través de la red de
relaciones diversas que se establecen entre ellas. Ésta, a su vez, se distingue, al menos
hipotéticamente, de otras unidades regionales con las que puede o no mantener
determinadas formas de contacto.” (CDI-PNUD, 2006: 7)
Así, la propuesta de regiones indígenas consideró que los límites regionales se
establecen por “la participación de la población en los procesos económicos, para lo
cual normalmente se deben identificar los diferentes tipos de actividades que
desarrollan los seres humanos para subsistir –producción, intercambio y consumo- así
como los geográficos y ecológicos…” y “la relación entre la dispersión y la concentración
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 22
de los asentamientos humanos; fenómenos comúnmente asociados a aspectos
económicos, culturales y sociales” que responden también a procesos de carácter
histórico, geográfico y cultural.
“En el aspecto económico, pueden apreciarse dos vertientes, una que se
expresa a través de rutas comerciales establecidas históricamente, determinados
centros rectores de intercambio, económicos o políticos, formas de trabajo y explotación
de los bienes inmuebles similares; la segunda se aprecia con la emergencia de nuevos
centros de desarrollo al interior de las zonas indígenas o que se pueden integrar en las
mismas pues funcionan como polos de atracción. Dos ejemplos que se pueden citar son
las ciudades de Orizaba en Veracruz y Cancún, Quintana Roo, enclaves que ocupan
espacios no indígenas y que generan fuentes de empleo que pueden ser ocupadas por
trabajadores indígenas.” (CDI-PNUD, 2006: 16)
A partir del flujo de las relaciones económicas, entre las regiones delimitadas
podríamos distinguir dos grandes tipos de ciudades: a) aquellas que podríamos
denominar tradicionales, es decir, aquellas en el interior de la región que concentra
municipios con más del 40% de población indígena, por lo que pueden considerarse
como núcleos tradicionales de asentamiento de los pueblos indígenas, además de que
comparten “aspectos de carácter histórico y cultural, expresados a través de la
comprensión de ‘espacios tradicionales’, lugares que históricamente fueron ocupados
por los distintos pueblos indígenas antes o después de la conquista española y en
donde permanecen o permanecieron, que comparten características lingüísticas y/o
culturales, expresiones de culto similares, visiones cosmogónicas y relaciones de
parentesco, entre otros” (CDI-PNUD, 2006: 16) y b) aquellas que funcionan como polos
de atracción en los márgenes de las regiones tradicionales, que por su relevancia en la
absorción de mano de obra han atraído flujos importantes de población indígena que
ahora presenta un número significativo en la ciudad. Incluir a las ciudades en los
márgenes de las regiones indígenas con presencia significativa de población indígena
resulta, por lo tanto, relevante en una regionalización para la planeación del desarrollo,
esto es, concebir “la región como una unidad de acción de políticas de políticas y
programas de gobierno” (CDI-PNUD, 2006: 8).
Región es una noción heurística útil para un nivel de descripción y de análisis
intermedio entre el enfoque macrosociológico y el enfoque comunal, que debe ser
definida en función de objetivos específicos. El uso de la noción de región para fines de
política pública difiere de otras acepciones del término, tal como la región sociocultural,
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 23
a la que Bonfil Batalla considera como la expresión espacial de un proceso histórico
particular, que ha determinado que la población del área esté organizada en un sistema
de relaciones sociales que la sitúan en el contexto de la sociedad global en términos de
relaciones características particulares con el todo y con las demás regiones (1973: 170).
La región sociocultural hace abstracción de las fronteras administrativas entre las
localidades participantes en las relaciones sociales que identifican a dicha unidad
intermedia. En cambio, su uso para fines de planeación hace referencia a unidades
territoriales político-administrativas completas, que en el caso de México se refieren a
estados, municipios y delegaciones. Esta delimitación tiene sentido para poder
concertar acciones de transversalidad en las que estén involucradas los tres niveles
más generales de gobierno: federal, estatal y municipal.
Tomando en consideración a las regiones para fines de planeación, la selección
de las localidades a ser consideradas en este estudio sobre ciudades en regiones
indígenas incluyó a todas aquellas situadas en los municipios en regiones indígenas
que en 2005 tuvieron una población superior a los 15 mil habitantes (Cuadro 1)
Cuadro 1. Localidades urbanas en regiones indígenas. 2000 * 2005 **
REGIÓN INDÍGENA Ent. Mpio. Nombre del municipio Loc. Nombre de la ciudad (1) Pob.
Total en 2000
Pob. Indígena
Total 2000
% de población indígena,
2000
Pob. Total en
2005
Pob. Indígena
Total 2005
% de población indígena,
2005
7 75 Rosas, Las 1 Rosas, Las 15,454 2,780 17.99 19,203 2,414 12.57 Altos de Chiapas
7 78 San Cristóbal de Las Casas 1 San Cristóbal de Las Casas 112,442 49,946 44.42 142,364 53,949 37.90
20 59 Miahuatlán de Porfirio Díaz 1 Miahuatlán de Porfirio Díaz 16,724 3,392 20.28 18,987 3,914 20.61 Costa y
Sierra Sur de Oaxaca
20 318 San Pedro Mixtepec - Dto. 22 9 Puerto Escondido 18,484 1,987 10.75 20,178 1,802 8.93
21 10 Ajalpan 1 Ciudad de Ajalpan 22,261 9,023 40.53 24,804 9,038 36.44
21 13 Altepexi 1 Altepexi 15,247 13,883 91.05 16,395 13,707 83.60
21 156 Tehuacán 1 Tehuacán 204,598 45,692 22.33 238,229 48,593 20.40
30 30 Camerino Z. Mendoza 1 Ciudad Mendoza 34,955 3,574 10.22 34,313 3,399 9.91
30 85 Ixtaczoquitlán 1 Ixtaczoquitlán 23,022 1,497 6.50 25,319 1,377 5.44
Cuicatlán, Mazateca, Tehuacán y Zongolica
30 118 Orizaba 1 Orizaba 118,552 6,657 5.62 117,273 4,776 4.07
20 184 San Juan Bautista Tuxtepec 1 San Juan Bautista Tuxtepec 84,199 25,157 29.88 94,209 26,385 28.01 Chinanteca
30 207 Tres Valles 1 Tres Valles 17,558 648 3.69 16,030 481 3.00
27 3 Centla 1 Frontera 20,965 971 4.63 21,810 159 0.73
27 4 Centro 1 Villahermosa 330,846 11,500 3.48 335,778 6,665 1.98
27 4 Centro 214 Ocuiltzapotlán (+) 15,824 388 2.45 14,799 187 1.26
27 4 Centro 145 Parrilla 1a. Sección 11,400 237 2.08 16,364 291 1.78
Chontal de Tabasco
27 12 Macuspana 1 Macuspana 28,183 963 3.42 30,661 373 1.22
7 57 Motozintla 1 Motozintla de Mendoza 17,613 1,390 7.89 17,501 902 5.15 Frontera Sur
7 89 Tapachula 1 Tapachula de Córdova y Ordóñez 179,839 4,950 2.75 189,991 1,958 1.03
13 28 Huejutla de Reyes 1 Huejutla de Reyes 34,141 19,108 55.97 36,305 16,084 44.30
24 13 Ciudad Valles 1 Ciudad Valles 105,721 8,638 8.17 116,261 8,256 7.10
24 16 Ébano 1 Ébano 22,133 329 1.49 22,105 389 1.76
24 37 Tamazunchale 1 Tamazunchale 20,699 5,902 28.51 21,614 4,465 20.66
30 155 Tantoyuca 1 Tantoyuca 25,492 7,123 27.94 28,155 7,087 25.17
Huasteca
30 160 Temapache 1 Álamo 22,923 2,911 12.70 23,540 2,339 9.94
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 25
Cuadro 1. Localidades urbanas en regiones indígenas. 2000 * 2005 **
REGIÓN INDÍGENA Ent. Mpio. Nombre del municipio Loc. Nombre de la ciudad (1) Pob.
Total en 2000
Pob. Indígena
Total 2000
% de población indígena,
2000
Pob. Total en
2005
Pob. Indígena
Total 2005
% de población indígena,
2005
20 14 Ciudad Ixtepec 1 Ciudad Ixtepec 22,261 12,151 54.58 23,700 10,153 42.84
20 43 Juchitán De Zaragoza 1 Juchitán De Zaragoza 64,642 58,697 90.80 70,714 61,919 87.56
20 79 Salina Cruz 1 Salina Cruz 72,218 11,988 16.60 71,314 9,261 12.99 Istmo
20 515 Santo Domingo Tehuantepec 1
Santo Domingo Tehuantepec 37,068 11,235 30.31 39,529 8,794 22.25
4 2 Campeche 1 Campeche 190,813 28,911 15.15 211,671 25,506 12.05
4 4 Champotón 1 Champotón 23,035 3,130 13.59 27,235 3,006 11.04
4 9 Escárcega 1 Escárcega 25,911 3,020 11.66 27,214 2,483 9.12
23 1 Cozumel 1 Cozumel 59,225 23,362 39.45 71,401 20,576 28.8
23 2 Felipe Carrillo Puerto 1 Felipe Carrillo Puerto 18,545 15,008 80.93 21,530 15,992 74.3
23 4 Othón P. Blanco 1 Chetumal 121,602 29,200 24.01 136,825 26,903 19.7
23 5 Benito Juárez 1 Cancún 397,191 121,600 30.61 526,701 117,163 22.2
23 8 Solidaridad 1 Playa del Carmen 43,613 14,942 34.26 100,383 21,751 21.7
31 38 Hunucmá 1 Hunucmá 20,978 12,673 60.41 22,800 10,629 46.62
31 40 Izamal 1 Izamal 14,075 9,853 70.00 15,101 9,537 63.15
31 41 Kanasín 1 Kanasín 37,674 21,993 58.38 50,357 24,841 49.33
31 50 Mérida 1 Mérida 662,530 199,697 30.14 734,153 169,964 23.15
31 101 Umán 1 Umán 26,657 13,713 51.44 29,135 12,642 43.39
31 52 Motul 1 Motul de Carrillo Puerto 19,868 12,515 62.99 21,508 11,522 53.57
31 56 Oxkutzcab 1 Oxkutzcab 20,244 18,851 93.12 21,341 19,535 91.54
31 58 Peto 1 Peto 16,572 15,730 94.92 18,177 16,606 91.36
31 59 Progreso 1 Progreso 44,354 9,197 20.74 35,519 4,001 11.26
31 79 Tekax 1 Tekax de Álvaro Obregón 21,580 19,533 90.51 23,524 20,600 87.57
31 89 Ticul 1 Ticul 28,502 25,488 89.43 31,147 26,759 85.91
31 96 Tizimín 1 Tizimín 39,525 29,707 75.16 44,151 30,222 68.45
Maya
31 102 Valladolid 1 Valladolid 37,332 27,744 74.32 45,868 31,440 68.54
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 26
Cuadro 1. Localidades urbanas en regiones indígenas. 2000 * 2005 **
REGIÓN INDÍGENA Ent. Mpio. Nombre del municipio Loc. Nombre de la ciudad (1) Pob.
Total en 2000
Pob. Indígena
Total 2000
% de población indígena,
2000
Pob. Total en
2005
Pob. Indígena
Total 2005
% de población indígena,
2005
26 18 Cajeme 1 Ciudad Obregón 250,790 3,894 1.55 270,992 3,543 1.31
26 18 Cajeme 311 Esperanza 32,415 414 1.28 36,538 468 1.28
26 29 Guaymas 1 H. Guaymas 97,593 1,197 1.23 101,507 1,369 1.35
26 33 Huatabampo 1 Huatabampo 29,789 1,542 5.18 29,276 877 3.00
Mayo-Yaqui
26 42 Navojoa 1 Navojoa 98,187 3,905 3.98 103,312 2,976 2.88
15 14 Atlacomulco 1 Atlacomulco de Fabela 19,988 1,646 8.23 20,447 1,170 5.72
15 51 Lerma 1 Lerma de Villada 16,303 298 1.83 16,827 238 1.41
15 67 Otzolotepec 1 Villa Cuauhtémoc 16,445 1,871 11.38 9,718 249 2.56
Mazahua-Otomí
16 112 Zitácuaro 1 H. Zitácuaro 76,771 1,358 1.77 78,821 832 1.06
Mixe 20 57 Matías Romero Avendaño 1 Matías Romero Avendaño 19,979 6,423 32.15 19,899 5,359 26.93
20 39 H. Ciudad de Huajuapan de León 1
H. Ciudad de Huajuapan de León 43,073 6,589 15.30 45,321 5,713 12.61
20 397 H. Ciudad de Tlaxiaco 1 H. Ciudad de Tlaxiaco 13,856 5,442 39.28 16,635 5,854 35.19 Mixteca
20 482 Santiago Pinotepa Nacional 1
Santiago Pinotepa Nacional 24,347 9,933 40.80 25,871 9,996 38.64
12 28 Chilapa De Alvarez 1 Chilapa De Alvarez 22,511 4,287 19.04 27,510 5,780 21.01
12 46 Ometepec 1 Ometepec 16,933 3,639 21.49 20,764 5,518 26.57 Montaña de Guerrero
12 66 Tlapa De Comonfort 1 Tlapa De Comonfort 31,235 20,496 65.62 37,975 24,598 64.77
13 3 Actopan 1 Actopan 25,398 2,793 11.00 26,755 1,968 7.36 Otomí Hidalgo y Querétaro 13 30 Ixmiquilpan 1 Ixmiquilpan 30,831 11,494 37.28 32,679 11,416 34.93
16 65 Paracho 1 Paracho de Verduzco 15,554 2,862 18.40 16,816 2,750 16.35
16 66 Pátzcuaro 1 Pátzcuaro 47,993 1,351 2.81 51,124 1,377 2.69
16 75 Los Reyes 1 Los Reyes de Salgado 36,095 1,046 2.90 32,488 432 1.33 Purépecha
16 102 Uruapan 1 Uruapan 225,816 5,460 2.42 238,975 4,091 1.71
Cuadro 1. Localidades urbanas en regiones indígenas. 2000 * 2005 **
REGIÓN INDÍGENA Ent. Mpio. Nombre del municipio Loc. Nombre de la ciudad (1) Pob.
Total en 2000
Pob. Indígena
Total 2000
% de población indígena,
2000
Pob. Total en
2005
Pob. Indígena
Total 2005
% de población indígena,
2005
7 52 Las Margaritas 1 Las Margaritas 14,946 4,442 29.72 17,267 3,567 20.66
7 59 Ocosingo 1 Ocosingo 26,495 14,303 53.98 35,065 21,627 61.68
7 65 Palenque 1 Palenque 29,779 8,431 28.31 37,301 11,214 30.06
7 109 Yajalón 1 Yajalón 13,619 8,290 60.87 16,301 10,612 65.10
Selva Lacandona
27 17 Tenosique 1 Tenosique de Pino Suárez 30,042 1,538 5.12 31,392 1,170 3.73
21 71 Huauchinango 1 Huauchinango 46,671 10,696 22.92 51,898 10,870 20.94
21 174 Teziutlán 1 Teziutlán 56,029 2,868 5.12 60,597 2,000 3.30
21 197 Xicotepec 1 Xicotepec de Juárez 35,385 3,074 8.69 37,026 2,249 6.07
21 208 Zacatlán 1 Zacatlán 28,773 5,164 17.95 30,805 4,305 13.98
30 124 Papantla 1 Papantla de Olarte 48,804 17,084 35.01 51,716 15,068 29.14
30 40 Coatzintla 1 Coatzintla 26,003 2,003 7.70 30,061 1,904 6.33
30 124 Papantla 159 Poza Rica (++) 19,378 2,551 13.16 s.d. s.d. s.d.
Sierra Norte de Puebla y Totonacapan
30 131 Poza Rica de Hidalgo 1 Poza Rica de Hidalgo 151,441 9,371 6.19 174,512 9,671 5.54
30 3 Acayucan 1 Acayucan 47,826 2,753 5.76 49,945 1,886 3.78
30 48 Cosoleacaque 1 Cosoleacaque 20,249 3,760 18.57 21,714 3,282 15.11
30 48 Cosoleacaque 73 Minatitlán 39,703 3,742 9.42 43,116 3,020 7.00
30 61 Choapas, Las 1 Choapas, Las 41,426 1,733 4.18 40,773 1,060 2.60
Tuxtlas, Popoluca-Náhuatl de Veracruz
30 108 Minatitlán 1 Minatitlán 109,193 11,337 10.38 109,791 7,950 7.24
20 67 Oaxaca De Juárez 1 Oaxaca De Juárez 251,846 50,132 19.91 258,008 43,705 16.94
20 385 Santa Cruz Xoxocotlán 1 Santa Cruz Xoxocotlán 46,494 9,917 21.33 59,181 10,316 17.43
20 390 Santa Lucía del Camino 1 Santa Lucía del Camino 40,549 11,434 28.20 42,570 10,371 24.36
Valles Centrales
20 399 Santa María Atzompa 1 Santa María Atzompa 13,433 3,588 26.71 16,855 3,239 19.22 Notas: * Fuente: CDI, Base de datos índice base final.
** Fuente: CDI, Localidades indígenas, 2005. (1) Las localidades urbanas conurbadas con una Zona Metropolitana tienen formato en cursivas y, en caso de que la ciudad central forme parte de la región indígena, ésta aparece en cursivas y con negritas.
(+) En el I Conteo de Población, 1995, aparecen sumados juntos Villa Unión (loc. # 273) , Macultepec (Loc. # 176) y Ocuiltzapotlán (Loc. # 214), que aparecen separados en el II Conteo, 2005. En el plano de Delimitación de Zonas Metropolitanas (SEDESOL-CONAPO-INEGI), Macultepec y Ocuiltzapotlán aparecen como localidades conurbadas, pero Villa Unión no aparece como parte de la ZM de Villahermosa. En la columna de 2005 unimos los datos de las tres localidades, en las que Villa Unión no tiene mucho peso, pues sólo tuvo 360 Habs. (++) Esta localidad no aparece en el Iter 2005.
Veintiuna de las ciudades de nuestro interés forman parte de la red de ciudades
del SUP elaborada por el equipo SEDESOL-CAM-SAM con base en las interacciones
entre las localidades, que conforman redes de vínculos funcionales o áreas de
influencia funcional entre ciudades de diversa jerarquía: una del rango 3, seis en el
rango 4 y catorce en el rango 5. (Gráfica 1: México. Estructura y funcionamiento del
sistema urbano principal, y Plano 1: Sistema urbano principal y grandes regiones de
México, 1998, tomados ambos de SEDESOL-CAM-SAM, 2000: 18 y 17):
� En el rango 3, la ZM de Mérida, que forma un subsistema en el que participa una
ciudad de rango 4: Cancún y cuatro de rango 5: Cozumel, Chetumal, Valladolid y
Campeche.
� En el rango 4,
o La ya mencionada Cancún, incluye en su subsistema a dos ciudades de
rango 5: Cozumel y Chetumal
o la ZM de Oaxaca, centro de un subsistema que incluye a Tuxtepec, del
rango 5
o la ZM de Villahermosa, relacionada con Puebla como parte del
subsistema de la ZM de Coatzacoalcos
o la ZM de Orizaba, relacionada con Puebla como parte del subsistema
ZM de Veracruz
o la ZM de Poza Rica, igualmente del subsistema de Veracruz, y
o Ciudad Obregón, que incluye en su subsistema a la ciudad de Navojoa,
del rango 5, e integrada al subsistema de Hermosillo.
� En el rango 5,
o Tuxtepec, del subsistema de Oaxaca
o Campeche y Valladolid, relacionadas directamente al subsistema de
Mérida
o Las ya mencionadas Cozumel y Chetumal, del subsistema Cancún, que
forma parte del subsistema Mérida
o Tehuacán, directamente relacionada con la ZM de Puebla
o La también ya mencionada Minatitlán, del subsistema de Villahermosa
o San Cristóbal de Las Casas y
o Tapachula, ambas del subsistema con centro en Tuxtla Gutiérrez
o Pátzcuaro y
o Uruapan, ambas del subsistema de Morelia
o Guaymas, directamente relacionada con Hermosillo, y
o Ciudad Valles, relacionada al subsistema de San Luis Potosí, que tiene
rango 33.
Posteriormente, el estudio SEDESOL-CAM-SAM considera la “retracción del
Estado hacia funciones de promoción o facilitador de las acciones de los inversionistas
privados y su reducción directa en la economía” y el papel de las esperadas inversiones
por la integración del país a la economía mundial, con los tratados comerciales con
América del Norte (TLCAN) la Unión Europea y Chile en el desarrollo urbano de los
siguientes veinte años (2000: 21), para poder proponer acciones de política pública que
fomenten las potencialidades de las diversas regiones de México y hacerlas capaces de
recibir inversiones privadas. Dividen las acciones en aquellas que deben ser para: a) el
fomento económico, con la creación, ampliación y mejoramiento de la infraestructura
económica, que pretenden consolidar las ventajas económicas de determinados centros
urbanos; b) el desarrollo social, con la creación, ampliación y mejoramiento de la
infraestructura social, con el fin de elevar la calidad de vida de la población, y c) de
consolidación de lugares centrales para la integración regional, que consiste en
creación, ampliación y mejoramiento del equipamiento social, con el propósito de elevar
la función central de algunas ciudades que permitirían “eficientar la localización” de
satisfactores colectivos (educación, salud y abasto) y, al minimizar los efectos de la
3 Es de notar, como señalamos en la nota 2, que dos de las localidades de nuestro interés (Valladolid y Pátzcuaro) no tenían el rango de ciudades con 50 mil y más habitantes en 2000 y una (Izamal) sólo alcanzó el rango poblacional de localidad urbana en 2005; no obstante, fueron incluidas en el SUP.
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 32
distancia entre población y satisfactores, incidir en una menor emigración (SEDESOL-
CAM-SAM, 2000: 41-42).
La propuesta jerarquiza las 118 ciudades y, con un notable sesgo a favor de los
corredores económicos detectados, selecciona algunas localidades a las que otorga
prioridad “A” para cada una de las acciones de fomento: 15 en el aspecto económico,
19 en el social y 5 en el de integración regional. Para las prioridades “B” se
seleccionaron 30 ciudades para desarrollo económico, 24 para desarrollo social y 23
para la integración regional.
Entre las veintiún ciudades en regiones indígenas que analiza la propuesta
SEDESOL-CAM-SAM, solamente cuatro son de prioridad “A”: las Zonas Metropolitanas
de Orizaba y Mérida para fomento económico y Cancún y Chetumal para integración
regional (serían cinco si consideramos que dos localidades urbanas forman parte de la
Zona Metropolitana de Toluca y ésta está considerada en prioridad A para desarrollo
social). Para otras ciudades hay propuestas de prioridad “B”, seis: las Zonas
Metropolitanas de Villahermosa y Poza Rica, San Cristóbal de Las Casas, San Juan
Bautista Tuxtepec, Tehuacán y Navolato en fomento económico (Plano 2: SUP:
Ciudades prioritarias para el fomento económico), siete en desarrollo social: Cozumel,
Valladolid, Minatitlán, Pátzcuaro, Uruapan Ciudad Obregón y Guaymas (Plano 3: SUP.
Ciudades prioritarias para el desarrollo social) y cuatro en integración regional: Izamal,
Campeche, Tapachula y la Zona Metropolitana de Oaxaca (Plano 4: SUP. Ciudades
prioritarias para la integración regional como lugares centrales).
El quinto plano del análisis SEDESOL-CAM-SAM que presentamos aquí (Plano
5: Sistema urbano nacional y ejes de desarrollo) es muy importante para entender el
posicionamiento geográfico de las ciudades en regiones indígenas en el nuevo contexto
de las relaciones comerciales globales. Los flujos económicos que se espera sean
determinantes en el desarrollo de las ciudades del país no pasan por las regiones
indígenas. Lo que los autores llaman el eje principal de desarrollo interno del país toca
lateralmente a Toluca y Atlacomulco de Fabela. Los ejes secundarios de desarrollo y
comercial principal del Tratado de Libre Comercio con Norteamérica están fuera de las
regiones indígenas. Hay dos ejes secundarios: el eje comercial europeo, que atraviesa
por la Zona Metropolitana de Orizaba, y el eje turístico del Caribe que tiene influencia en
la zona de Cancún-Playa del Carmen y en Mérida. Si los pronósticos de los
especialistas citados se cumplen, a las regiones indígenas y sus ciudades les espera un
escaso, si no es que nulo desarrollo en los próximos años.
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 37
El análisis de SEDESOL-CAM-SAM privilegió como eje de análisis de su pronóstico
sobre el desarrollo de las ciudades para los años próximos a las grandes tendencias del
desarrollo socioeconómico en función de la apertura comercial. Otros ejes de análisis,
como la competitividad y el desempeño económico, nos permiten ser más optimistas
respecto al futuro a corto plazo con respecto a algunas de las ciudades en regiones
indígenas.
Hasta la mitad del siglo XX, el modo capitalista de producción se caracterizó por
la fabricación de bienes estandarizados, la generación de corporaciones, así como por
la división técnica y espacial del trabajo en una misma instalación industrial, en
combinación con la intervención del Estado en la regulación de algunos aspectos del
mercado (Sobrino, 2003a: 119-120). A partir de la década de los setenta, el modelo de
producción del sistema capitalista ha cambiado, conociéndose como flexibilización a sus
nuevas características: cambios en los procesos del trabajo, innovaciones tecnológicas,
desintegración de la verticalidad en la producción y flujos de información. Este cambio
ha ocasionado una nueva división internacional del trabajo, la internacionalización de la
economía, y la mundialización de las ciudades (Sobrino, 2003a: 122).
“En la perspectiva interurbana ocurre una transferencia de actividades con uso
intensivo de mano de obra hacia regiones y ciudades de menor desarrollo, en tanto que
las actividades de mayor productividad del sector terciario se concentran en regiones y
ciudades con mayor nivel de desarrollo”. Esto, a su vez, modifica el espacio urbano, “los
servicios al productor se concentran en las ciudades de mayor tamaño, mientras que la
producción manufacturera y los servicios al consumidor adoptan un patrón de
localización más disperso entre las localidades de menor tamaño” (Sobrino, 2003a: 56).
En este sentido, debe tenerse presente la influencia que la iniciativa privada tiene por la
inversión que realiza en las ciudades. Los factores locacionales explican las
preferencias y las tendencias de la localización industrial. Estos “factores de la
producción son: tierra, trabajo y capital, a los que se unen los insumos y las relaciones
industriales. El costo de ellos en distintos territorios no es igual, de ahí que existan
costos diferenciales y se conviertan, por lo tanto, en factores locacionales” (Sobrino,
2003a: 85). En el presente, la descentralización industrial es facilitada debido a las
innovaciones en el transporte, las comunicaciones, la telemática y la informática que
posibilita una mayor movilidad del capital a nivel global (Aguilar, Graizbord Ed y
Sánchez-Crispín, 1997: 212).
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 38
Si asumimos la competencia entre ciudades, se desprende que las ventajas se
pueden comprender de acuerdo con el tamaño de la ciudad, las economías de
urbanización y localización, y el tipo de gobierno. Además, se puede señalar que hay
competencia entre territorios económicos (mercados), y competencia entre las
características de las ciudades, en lo cual se incluye el capital social acumulado, las
tecnologías que aplican y sus sistemas de comunicación. (Sobrino, 2003: 328, 338).
Hay algunas ciudades que pueden resultar más competitivas de acuerdo con
algunos factores especiales. Uno es la localización geográfica; tal es el caso de
Cancún, por ejemplo. Otra ventaja es el estar ubicada en un sitio favorable y/o con
presencia importante de recursos naturales; nuevamente, Cancún es un ejemplo
importante, como también Tapachula, ciudad a la que desde los años setenta se le
inyectó una importante inversión en sistemas de riego. Para algunos investigadores,
una ventaja adicional son los vínculos con el mercado internacional; en este sentido,
Tapachula ha orientado su producción agrícola a la exportación, en tanto que Cancún
ha sido un sitio que privilegia el turismo norteamericano y europeo que representa una
importante cuota de divisas. La cuarta ventaja es el papel político-administrativo que
presenta una ciudad (Aguilar, Graizbord Ed y Sánchez-Crispín, 1997: 351-352), como
es el caso de las ciudades capitales de su estado.
En cuanto a la relación entre
la estructura económica y el tamaño de la ciudad… se ha observado que algunas industrias se localizan en grandes ciudades y aprovechan las economías de urbanización, mientras que otras se sitúan en pequeñas ciudades donde encuentran ventajas en cuanto a la disponibilidad de recursos, mano de obra y amenidades. Finalmente, la gran mayoría utiliza economías de localización, por lo que su ubicación no está en función del tamaño de la población. Por lo anterior no se puede hablar de una relación directa entre el tamaño de la ciudad y el volumen de producción; es necesario tomar en cuenta, además de las economías de urbanización, otras variables como la concentración técnica, la estructura industrial y las características del mercado de trabajo (Sobrino, 2003a: 46).
En la reestructuración de la distribución de las actividades económicas derivadas
de la globalización y las tendencias a la flexibilización del proceso productivo por parte
de las empresas, algunas actividades manufactureras se están desplazando a
localidades de menor tamaño, notablemente aquellas relacionadas con los bienes de
consumo inmediato. Como veremos en el análisis de las ocupaciones en ciudades de
regiones indígenas, varias de éstas participan en la maquila de productos textiles, sea
por promoción de los gobiernos estatales, como es el caso de Yucatán, sea por
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 39
expansión de las propias empresas que buscan localizarse en regiones donde la mano
de obra es más barata que en las ciudades grandes, como es el caso de la expansión
de la industria textil de Tehuacán hacia Ajalpan y Altepexi. Aunque el trabajo en las
empresas maquiladoras presenta condiciones de inestabilidad económica, bajas
remuneraciones y, por lo general, condiciones de trabajo insalubres, en las regiones
donde permanece crea empleo tanto para los citadinos como para la población de
localidades rurales cercanas que puede ir y regresar diariamente del trabajo a su hogar.
Otras ciudades de regiones indígenas, en cambio, no han mostrado el mismo
desempeño económico y su crecimiento parece estar relacionado con la precaria
situación de su entorno rural, como veremos adelante.
Podemos afirmar que, en este nuevo contexto, el tamaño de las ciudades,
aunque relevante para las decisiones del tipo de inversiones que en ellas se localizarán,
no determina su desempeño económico previsible.
En el análisis del potencial de desarrollo de las ciudades que Anzaldo Gómez y Rivera
Vázquez presentaron en 2006 (Anzaldo Gómez y Rivera Vázquez, 2006) se considera
tanto el crecimiento demográfico de las ciudades en el último período censal (2000-
2005) como las potencialidades de la economía urbana, según las grandes regiones
geográficas, los estados, y algunos casos específicos.
Con el indicador de crecimiento demográfico por grandes regiones geográficas,
las ciudades de la Península de Yucatán tuvieron un crecimiento sobresaliente, las de
las regiones Occidente y Centro lo tuvieron significativo, mientras las regiones Centro y
Golfo lo tuvieron apenas equivalente al promedio nacional, aunque el peso del bajo
crecimiento de las principales ciudades de Tabasco y Veracruz explican en gran parte
este bajo desempeño. No obstante, en la región Centro sobresalió Tehuacán, en la
región Cuicatlán, Mazateca, Tehuacán y Zongolica, como localidad con incremento
demográfico sustancial.
Igual tendencia de crecimiento notable presentaron las ciudades de las regiones
indígenas Selva Lacandona, Altos de Chiapas y Montaña de Guerrero.
Con el indicador de crecimiento demográfico por estados, entre aquellos que son
de interés para un estudio de regiones indígenas, San Luis Potosí, Hidalgo, Puebla y
Yucatán mostraron un crecimiento promedio de sus ciudades cercano al total de la
población nacional (1.0); Chiapas, Campeche y Quintana Roo lo presentaron
notablemente superior, pero Michoacán, Estado de México, Oaxaca, y en especial
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 40
Guerrero, tuvieron crecimientos de sus ciudades menores al crecimiento urbano
nacional (1.5). No obstante, algunas ciudades de nuestro interés rebasaron el
crecimiento promedio de las ciudades de su estado, notablemente las tres de la región
indígena Montaña de Guererro y Heroica Ciudad de Tlaxiaco en la Mixteca.
Posteriormente, al considerar los indicadores de desempeño económico,
Anzaldo Gómez y Rivera Vázquez aplicaron las categorías de estados “ganadores” y
estados “perdedores” en relación al crecimiento del personal ocupado. Entre los
“ganadores” que nos interesan clasificaron a Quintana Roo, Campeche y Oaxaca; entre
los “perdedores”, a Veracruz y el Estado de México. Una precisión mayor se logra al
distinguir si el crecimiento del personal ocupado se debe únicamente al efecto regional
o competitivo o si éste se combina con un efecto estructural, “lo que significa que el
desempeño favorable de los sectores económicos a nivel local se complementa con
estructuras ocupacionales también favorables, es decir, especializadas en sectores de
rápido crecimiento”. Entre los estados ganadores en que ambos efectos fueron de signo
positivo estuvieron Campeche, Quintana Roo, Tabasco y Chiapas, mientras Oaxaca,
Michoacán, Yucatán y Sonora tuvieron efectos estructurales negativos, “derivados de
una composición ocupacional inclinada hacia sectores de crecimiento lento”. En los
cinco estados perdedores, donde los efectos regionales negativos se combinaron con
efectos estructurales también de signo negativo hay varias regiones indígenas; fueron
los estados de Veracruz, México, Puebla, San Luis Potosí e Hidalgo (Anzaldo Gómez y
Rivera Vázquez, 2006: 213-214).
A nivel de ciudades específicas, las grandes y medias: Toluca (a la que están
conurbadas Lerma de Villada y Villa Cuauhtémoc), Tehuacán, San Cristóbal de Las
Casas, Oaxaca, Campeche, Mérida, Cancún y Playa del Carmen presentaron signos
positivos en todas las variables consideradas. En el extremo contrario, con bajo
crecimiento de personal ocupado y de población total estuvieron Ciudad Obregón,
Tapachula, Poza Rica, Orizaba y Acayucan (Anzaldo Gómez y Rivera Vázquez, 2006:
215).
Respecto al crecimiento del valor agregado sobresalieron las ciudades de las
regiones Península de Yucatán y Sur, mientras las de Centro y Golfo tuvieron un
crecimiento muy por debajo de la media nacional. La mayor parte de las diferencias que
encontraron los autores se debieron a factores de carácter local.
Del minucioso análisis realizado, Anzaldo Gómez y Rivera Vázquez concluyen
que la variable más significativa es la del personal ocupado, “dadas las diferencias de
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 41
los perfiles productivos de las ciudades, en términos de la localización de procesos más
o menos intensivos en capital o mano de obra, y con distintos niveles de productividad”.
Es decir, los factores regionales tienen suma importancia en el perfil económico de las
ciudades. Combinando los resultados, concluyen que las regiones Golfo y Centro son
las que tienen mayores porcentajes de población urbana en ciudades con desempeño
bajo y medio bajo, mientras Península de Yucatán y Noroeste están en la clasificación
de alto y medio alto (Anzaldo Gómez y Rivera Vázquez, 2006, 218-220).
Los análisis globales sobre el sistema urbano nacional elaborados por diversos
especialistas en el tema nos sirven de marco para analizar los casos de las ciudades en
regiones indígenas.
2.2 Acercamientos metodológicos para elaborar una tipología de las ciudades en
regiones indígenas
En este apartado presentamos las consideraciones metodológicas para elaborar
tipologías de las ciudades seleccionadas, que permitan delinear sus características
internas y su relación con el área rural circundante.
Elaboramos varias tipologías preliminares para el análisis, que incluyen los
indicadores más relevantes considerados en los análisis sobre la distribución de las
ciudades en el sistema urbano nacional, tales como: tamaño de la población, tasa de
crecimiento anual, distribución municipal de la población económicamente activa (PEA),
y distribución de la PEA urbana en ocupaciones que se identificaron como relevantes
para poder comparar el desempeño de las ciudades en regiones indígenas.
2.2.1 El tamaño de la ciudad
Este indicador se ha considerado relevante tanto por los especialistas en desarrollo
urbano como por los organismos federales que tienen relación con la política de
población (Consejo Nacional de Población -CONAPO) y la política territorial
(fundamentalmente, la Secretaría de Desarrollo Social –SEDESOL), quienes afirman
que el tamaño de una ciudad tiene relación con la dimensión demográfica y ciertas
categorías económicas y sociales:
…de acuerdo al tamaño de las ciudades, a su localización y a los patrones de inversión que tuvieron en el pasado, los centros urbanos difieren en su composición económica y en la mezcla de actividades que generan ingreso y
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 42
empleo. Así, ciudades de diferente tamaño proporcionan distintas ventajas a diversos tipos de actividad (Aguilar y Graizbord, 1993: 5). Respecto a este indicador, inicialmente, presentaremos las consideraciones que
las instituciones y los analistas toman para la elaboración de tipologías de ciudades
según su tamaño, para posteriormente retomar las nuevas condiciones de la
distribución de las inversiones que han modificado el peso del tamaño de las ciudades
en la previsión sobre su desempeño económico futuro y, finalmente, presentar la
tipología de las ciudades en regiones indígenas según su tamaño.
Por lo general, las variaciones en la estructura económica de las ciudades de
diferente tamaño se explican por las economías de escala que ofrece cada una a las
diversas actividades productivas. Algunos analistas urbanos consideran que las
ciudades pequeñas no tienen suficiente población para sostener actividades de
manufactura y comerciales a gran escala; pero a cambio la tienen para sostener
funciones de servicios al consumidor de pequeña escala y comercialización agrícola. A
medida que las ciudades aumentan de tamaño ofrecen economías externas y generan
suficiente demanda que les permite tener grandes volúmenes de producción industrial y
atraer cierto tipo de bienes y servicios orientados al productor; en ellas, los sectores
secundario y terciario pueden operar eficientemente (Aguilar y Graizbord, 1993: 5-6).
Aguilar y Graizbord (1993) consideran que las estructuras ocupacionales están
relacionadas con el tamaño de las ciudades, y establecen los siguientes rangos:
a) Ciudades menores a 100,000 habitantes tienen una alta proporción de empleo en
agricultura y actividades de comercialización relacionadas a ella; en actividades
artesanales de baja escala; y servicios de nivel básico que tienen relativamente
bajas tasas de crecimiento en el empleo urbano total.
b) Ciudades de 100,000 a 250,000 habitantes tienen generalmente altas tasas de
crecimiento del empleo en manufactura a pequeña escala y en actividades
comerciales y de servicio orientadas al consumidor. Y, en general, altas tasas de
crecimiento del empleo urbano total.
c) Ciudades de 250,000 a 500,000 habitantes experimentan un creciente aumento en
el sector comercial. Generalmente presentan una elevada proporción de actividades
manufactureras y de servicio, con altas tasas de crecimiento en el sector comercial y
de servicios orientados al productor.
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 43
d) Ciudades de más de un millón de habitantes tienen una alta proporción de empleo
en manufactura, pero su estructura ocupacional está dominada por sectores
comerciales y de servicio orientados al productor (1993: 5)
A estos grandes rangos en el tamaño de la población de las ciudades, distintos
especialistas han derivado de sus análisis rangos intermedios. Por ejemplo, el equipo
de especialistas contratado por la Secretaría de Desarrollo Social en 1999 para elaborar
una proyección sobre el desarrollo urbano en México hacia el año 2020 consideró como
de la mayor importancia a las ciudades mayores de 50,000 habitantes, que “continuarán
siendo el eje central de la dinámica socioeconomica del país” y elaboró su pronóstico
con base en las localidades de más de 50,000 habitantes, a las que designó como parte
de un Sistema Urbano Principal (SUP), diferente al Sistema Urbano Complementario
(SUC), conformado por las localidades entre 15,000 y 50,000 habitantes (SEDESOL-
CAM-SAM, 2000: 12).
Asimismo, en los programas de desarrollo urbano se ha definido como ciudades
pequeñas a las que tienen menos de 100,000 habitantes. No obstante, se reconoce una
diferencia interna entre aquellas que tienen menos de 50,000 y aquellas entre esta cifra
y 100,000:
…se ha comprobado que las ciudades que han alcanzado este volumen [50 mil habitantes] presentan una estructura de usos del suelo diferenciada, donde es posible distinguir zonas especializadas en actividades industriales, comerciales y de servicios, que además de satisfacer la demanda de su propia población, proveen de empleo, bienes y servicios a población de otras localidades ubicadas dentro de su área de influencia. Asimismo, dicho tamaño coincide con la definición operativa de las ciudades que integran el sistema urbano principal del país (Programa Nacional de Desarrollo Urbano y Ordenación del Territorio 2001-2006, p. 59, Cit. en SEDESOL-CONAPO-INEGI, 2004: 17-18). A pesar de reconocerse la importancia del rango de ciudades con 50 mil y más
habitantes, no existe una denominación que las distinga de aquellas ciudades pequeñas
con menos de 50,000 habitantes.
Por su parte, Jaime Sobrino -como vimos en el apartado sobre competitividad-
señala diferencias importantes entre los centros urbanos con menos de 450,000
habitantes, las que están en un rango entre 450,000 y 2.5 millones y las que rebasan
esta última cifra. El equipo SEDESOL-CAM-SAM distingue otro rango entre las que
llama “ciudades medias” (100,000 a 499,999 habitantes) y las “grandes” (500,000 a
999,999 habitantes).
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 44
El consenso sobre el tamaño de las ciudades de México que marcan diferencias
estructurales todavía no se generaliza. Los programas nacionales de desarrollo urbano
distinguían los siguientes rangos de tamaño: a) entre 15 y 100 mil habitantes, ciudad
pequeña, b) entre 100 mil y 1 millón de habitantes, ciudad media y c) de 1 millón y más,
ciudad grande o millonaria, pero desde hace una década dejó de usarse la
denominación de ciudad grande o millonaria y, oficialmente, a todas las que rebasan el
millón se les considera como zona metropolitana.
Respecto a la delimitación de las zonas metropolitanas, hasta 2003 no había un
consenso respecto a cuáles ciudades podían considerarse como tales. Por una parte,
las distintas instancias que tenían relación con la política territorial y de población del
país utilizaban criterios propios para clasificar a una unidad territorial como zona
metropolitana (ZM) y, por otra, tampoco había consenso en usar la definición de
conurbación o la de zona metropolitana; sólo hasta fines de 2004 un equipo
interinstitucional de SEDESOL, CONAPO e INEGI consensó los criterios y la
identificación de las zonas metropolitanas (SEDESOL-CONAPO-INEGI, 2004). El
equipo interinstitucional basó su delimitación de zonas metropolitanas en los
lineamientos del Programa Nacional de Desarrollo Urbano y Ordenación del Territorio
2001-2006, que las definió como “aquellas redes de ciudades, donde los procesos de
‘metropolización’ involucran a ciudades de México y de Estados Unidos de América o
ciudades de dos o más entidades federativas, así como aquellas grandes ciudades que
tienen más de un millón de habitantes”. Adicionalmente, definió como aglomeraciones
urbanas a “las ciudades que han tenido procesos de expansión urbana hacia municipios
adyacentes en la misma entidad federativa y tienen, en conjunto, una población inferior
a un millón de habitantes” (Programa Nacional de Desarrollo Urbano y Ordenación del
Territorio 2001-2006: 62, Cit. por SEDESOL-CONAPO-INEGI, 2004: 13-14). Bajo los
criterios señalados, “en total se identificaron 55 zonas metropolitanas cuya población en
el año 2000 ascendió a 51.5 millones de personas, mismas que representaban 52.8 por
ciento de la población total del país” (SEDESOL-CONAPO-INEGI, 2004: 28).
Desde la academia, y ante el vacío de una definición consensuada, Garza
(2003) y Sobrino (2003a) ofrecieron análisis propios sobre la delimitación de estas
zonas, que son de nuestro interés, ya que ambos incluyeron una zona en región
indígena que no quedó incluida en la delimitación oficial: Tehuacán. El primero,
solamente incluye al municipio del mismo nombre en la ZM; el segundo la amplía para
incluir los municipios de Altepexi, Chapulco, Santiago Miahuatlán y Tepanco de López.
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 45
Sobrino agrega también la ZM de Teziutlán, que incluye a este municipio más el de
Chignautla e incluye a Progreso en la delimitación de la ZM de Mérida (Sobrino 2003a.
Apéndice estadístico, Cuadro A3).
Recientemente, algunos demógrafos (Anzaldo Gómez y Rivera Vázquez, 2006)
han incluido una nueva categoría en el tamaño de las poblaciones, la de “mixta” o “en
transición rural-urbana”, en el rango de 2,500 a menos de 15,000 habitantes, dejando la
categoría de rural exclusivamente para el rango de 2,500 habitantes o menos (que
coincide con la definición de rural para el INEGI). Esta clasificación la ha empezado a
usar CONAPO en 2006.
Para la promoción de políticas públicas transversales es conveniente conservar
la tipología de ciudades que usan las instituciones encargadas de las políticas de
población (CONAPO) y de desarrollo territorial (SEDESOL), que es:
� Localidad rural, de 2,500 habitantes o menos
� Localidad mixta, entre 2,500 y 14,999 habitantes
� Ciudad pequeña, de 15,000 a 99,999 habitantes
� Ciudad media, de 100,000 a 999,999 habitantes
� Zona metropolitana, de 1.000,000 y más habitantes o una ciudad conurbada con
50,000 habitantes.
Es necesario hacer dos aclaraciones respecto a las clasificaciones por tamaño
de lo que se entiende por metropolitano y por urbano:
1. Los trabajos interinstitucionales para lograr el consenso sobre la delimitación de las
zonas metropolitanas en el país entre las instituciones que más utilizan la territorialidad
para sus análisis (La Secretaría de Desarrollo Social, el Consejo Nacional de Población
y el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática) se completaron en 2004
(SEDESOL-CONAPO-INEGI, 2004). Con anterioridad, especialistas en análisis urbano
(Gustavo Garza y Jaime Sobrino) habían hecho propuestas propias para la delimitación
de tales zonas. Por el interés de este estudio en la dinámica urbana en las regiones
indígenas, mencionamos a dos que incluye Sobrino (2003a), pero no fueron
consideradas tales por los trabajos interinstitucionales, pero que son relevantes para los
objetivos propuestos: Tehuacán (que incluye a Altepexi) y Teziutlán (que incluye a
municipios no urbanos) y una ampliación de la ZM de Mérida para incluir a Progreso,
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 46
que generalmente era considerada parte de dicha ZM, como puede observarse en los
planos de SEDESOL-CAM-SAM.
También es necesario tener presente las diferencias entre zona y área
metropolitana (o conurbación). La zona metropolitana “comprende delegaciones y
municipios completos, incluyendo a todas sus localidades, independientemente de que
éstas formen parte del área urbana continua de la ciudad” (SEDESOL-CONAPO-INEGI,
2004: 11) mientras un área metropolitana o conurbación no incluye al municipio
completo, porque sólo considera el poblamiento urbano con contigüidad geográfica.
2. Por otra parte, es necesario tener presente que, en sus análisis de la información
censal del año 2000, el INEGI no había actualizado la definición de ciudad o localidad
urbana que usan los planes nacionales y el resto de las instituciones y conservaba la
definición de la década de 1950 sobre el límite mínimo de 2,500 habitantes para
considerar a una localidad como urbana. Por lo tanto, sus estimaciones de la
distribución de indicadores entre la población rural y la urbana no corresponden con los
resultados de los trabajos académicos ni la de otros organismos federales, por lo que
resulta imposible combinar sus resultados con los de otros analistas.
Ahora bien, tomando en consideración la nueva división internacional del trabajo,
y debido en gran parte a las medidas de flexibilización que han puesto en práctica las
empresas en las últimas décadas, debemos matizar la importancia del tamaño de las
ciudades en las previsiones sobre su desempeño económico en el futuro próximo.
Actualmente los inversionistas buscan localidades pequeñas para localizar algunas
actividades industriales entre las cuales, para el caso de las ciudades de nuestro
interés, resalta el ensamble de productos textiles. Esta desconcentración de la
producción industrial ha producido el crecimiento reciente de algunas localidades
rurales al rango poblacional de localidad urbana, como lo son Altepexi e Izamal. Como
señala Sobrino, la gran mayoría de las empresas utiliza economías de localización, por
lo que su ubicación no está en función del tamaño de la población. Por lo anterior no se
puede hablar de una relación directa entre el tamaño de la ciudad y el volumen de
producción; es necesario tomar en cuenta, además de las economías de urbanización,
otras variables como la concentración técnica, la estructura industrial y las
características del mercado de trabajo (2003a: 46). Recordemos también que en el
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 47
Sistema Urbano Principal el estudio SEDESOL-CAM-SAM incluyó a localidades
menores a 50 mil habitantes en el año 2000.
El cuadro 2 presenta la distribución de las ciudades en regiones indígenas según
tamaño de población en el año 2005, tomando en consideración la diferencia funcional
que se espera exista cuando una ciudad rebasa los 50,000 habitantes. El cuadro 2.1
presenta los municipios considerados como parte de las zonas metropolitanas en
regiones indígenas (al final de este documento se agregan planos de las zonas
metropolitanas en regiones indígenas y la identificación en ellos de las localidades
urbanas que son de nuestro interés).
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 48
Cuadro 2. Clasificación de las ciudades en regiones indígenas según su tamaño, 2005. (1/2)
Ciudades pequeñas Región indígena 15,000 a 49,999 Habs. 50,000 a 99,999 Habs.
Ciudades medias Zonas metropolitanas según SEDESOL-CONAPO-INEGI
Altos de Chiapas Las Rosas, Chis. San Cristóbal de Las Casas, Chis.
Costa y Sierra Sur de Oaxaca
Miahuatlán, Oax. Puerto Escondido, Oax.
Cuicatlán, Mazateca, Tehuacán y Zongolica
Ciudad de Ajalpan, Pue. Altepexi, Pue.
Tehuacán, Pue.
Orizaba, Ver. (incluye a Ciudad Mendoza, Ver. e Ixtaczoquitlán, Ver.)
Chinanteca Tres Valles, Ver. San Juan Bautista Tuxtepec, Oax.
Chontal de Tabasco Frontera, Tab. Macuspana, Tab.
Villahermosa, Tab. (incluye a Parrilla Ia Sección, Tab., y Ocuiltzapotlán, Tab.)
Frontera Sur Motozintla, Chis. Tapachula, Chis.
Huasteca Huejutla de Reyes, Hgo. Ébano, SLP Tamazunchale, SLP Tantoyuca, Ver. Álamo, Ver.
Ciudad Valles, SLP
Istmo Ciudad Ixtepec, Oax. Santo Domingo Tehuantepec, Oax.
Juchitán de Zaragoza, Oax. Salina Cruz, Oax.
Maya
Champotón, Camp. Escárcega, Camp. Felipe Carrillo Puerto, QR Hunucmá, Yuc Izamal, Yuc. Motul de Carrillo Puerto, Yuc. Oxkutzcab, Yuc. Peto, Yuc. Progreso, Yuc. Tekax de Álvaro Obregón, Yuc. Ticul, Yuc. Tizimín, Yuc. Valladolid, Yuc.
Cozumel, QR
Campeche, Camp. Chetumal, QR Playa del Carmen, QR
Cancún, QR Mérida, Yuc (incluye a Kanasín, Yuc. y Umán, Yuc.)
Mayo-Yaqui Esperanza, Son. Huatabampo, Son.
Ciudad Obregón, Son. Navojoa, Son.
Guaymas, Son.
Mazahua-Otomí
Atlacomulco de Fabela, Méx.
H. Zitácuaro, Mich. Lerma de Villada, Méx. y Villa Cuauhtémoc, Méx. forman parte de la ZM de Toluca
Mixe
Matías Romero Avendaño, Oax.
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 49
Cuadro 2. Clasificación de las ciudades en regiones indígenas según su tamaño, 2005. (2/2)
Ciudades pequeñas Región indígena 15,000 a 49,999 Habs. 50,000 a 99,999 Habs.
Ciudades medias Zonas metropolitanas según SEDESOL-CONAPO-INEGI
Mixteca
H. Ciudad de Huajuapan De León, Oax. H. Ciudad de Tlaxiaco, Oax. Santiago Pinotepa Nacional, Oax.
Montaña de Guerrero
Chilapa de Álvarez, Gro. Ometepec, Gro. Tlapa de Comonfort, Gro.
Otomí de Hidalgo y Querétaro
Actopan, Hgo. Ixmiquilpan, Hgo.
Purépecha
Paracho de Verduzco, Mich. Los Reyes de Salgado, Mich.
Pátzcuaro, Mich.
Uruapan, Mich.
Selva Lacandona
Ocosingo, Chis. Las Margaritas, Chis. Palenque, Chis. Yajalón, Chis. Tenosique de Pino Suárez, Tab.
Sierra Norte de Puebla y Totonacapan
Xicotepec de Juárez, Pue. Zacatlán, Pue. Papantla de Olarte, Ver.
Huauchinango, Pue. Teziutlán, Pue.
Poza Rica, Ver. (incluye a Coatzintla, Ver. y Poza Rica, Mpio. de Papantla, Ver.)
Tuxtlas, Popoluca-Náhuatl de veracruz
Las Choapas, Ver.
Acayucan, Ver. Minatitlán, Ver. (incluye a Cosoleacaque. Ver. y a Minatitlán, Mpio. de Cosoleacaque, Ver.)
Valles Centrales de Oaxaca
Oaxaca, Oax. (incluye a Santa Cruz Xoxocotlán, Oax., Santa Lucía del Camino, Oax. y Santa María Atzompa, Oax.)
Total de ciudades por rango de tamaño
52
7
10
10
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 50
Cuadro 2.1. Municipios que forman parte de las zonas metropolitanas en regiones indígenas
o con presencia importante de población indígena, 2000. (Delimitación de SEDESOL-CONAPO-INEGI, 2004) Región indígena Zona metropolitana Región indígena Zona metropolitana
Cuicatlán, Mazateca, Tehuacán y Zongolica
ZM de Orizaba: Atzacán Camerino Z. Mendoza Huiloapan Ixhuatlancillo Ixtazoquitlán Mariano Escobedo Nogales Orizaba Rafael Delgado Río Blanco Tlilapan
Mazahua-Otomí
Villa Cuauhtémoc, Méx. Forma parte de la ZM de Toluca
Chontal de Tabasco
ZM de Villahermosa: Centro Nacajuca
Sierra Norte de Puebla
ZM de Poza Rica: Coatzintla Papantla Poza Rica de Hidalgo y Tihuatlán
Maya
ZM de Cancún: Isla Mujeres y Benito Juárez ZM de Mérida: Conkal Kanasín Mérida Ucú y Umán
Tuxtlas, Popoluca-Náhuatl de veracruz
ZM de Acayucan: Acayucan Oluta y Soconusco ZM de Minatitlán: Cosoleacaque Chinameca Jáltipan Minatitlán Oteapan y Zaragoza
Mayo-Yaqui
ZM de Guaymas: Empalme y Heróica Guaymas
Valles Centrales
ZM de Oaxaca: Oaxaca de Juárez San Agustín de las Juntas San Agustín Yatareni San Andrés Huayapam San Antonio de la Cal San Bartolo Coyotepec San Jacindo Amilpas Ánimas Trujano San Pablo Etla San Sebastián Tutla Santa Cruz Amilpas Santa Cruz Xoxocotlán Santa Lucía del Camino Santa María Atzompa Santa María Coyotepec Santa María del Tule Santo Domingo Tomaltepec Tlalixtac de Cabrera
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 51
Como es notorio en el cuadro 2, el 66% (52) de las localidades urbanas en
regiones indígenas estaba en 2005 en el rango inferior de las ciudades pequeñas: es
decir, tuvieron menos de 50,000 habitantes. No obstante, como veremos al comparar
sus estructuras ocupacionales, en las ciudades pequeñas de las regiones indígenas
encontramos una gran diversidad de situaciones, lo que nos impide considerarlas como
un conjunto homogéneo. Por otra parte, aunque su peso demográfico en el conjunto del
sistema urbano nacional sea moderado: el 8.6% de la población total en 2005 (Anzaldo
Gómez y Rivera Vázquez, 2006: 210), pueden ser un gozne entre determinados
sistemas de ciudades regionales en los vínculos con las localidades y áreas rurales.
Este elemento debe tomarse en cuenta, con mayor razón para las políticas y las
investigaciones que desean comprender la situación de las ciudades en las regiones
indígenas. Un ejemplo de esta posición de gozne se presenta en el caso del abasto
alimentario en Oaxaca: en la capital del estado existe una sola central mayorista que
sirve de centro de acopio y distribución. De la Central de Oaxaca los productos “se
distribuyen a través de puntos secundarios, principalmente de la región de los valles;
por su parte, “Miahuatlán acopia y redistribuye hacia la costa y la región sur del estado”
(Bassols, Torres y Delgadillo, 1994: 76-77).
2.2.2 Las tasas de crecimiento anual.
En la época de desarrollo de la industrialización fordista, la tasa de crecimiento servía
de claro indicador de la dinámica de una ciudad. Como vimos, la economía posfordista
ha cambiado la importancia del peso de la población absoluta en la determinación del
desarrollo de una ciudad, debido a la descentralización de las actividades industriales,
que ha permitido a las empresas manufactureras seleccionar ciudades medias o
pequeñas que presentan ventajas relativas para la localización industrial, e incluso en
ocasiones escogen localidades rurales. Un claro ejemplo de esta práctica es que buena
parte de la industria manufacturera de textiles en el municipio de Mérida se localiza en
una localidad rural, con un porcentaje de 18.4% de su PEA ocupada en estas labores.
No obstante, para otras actividades sí existe un mínimo demográfico para la decisión de
implantar algunos tipos de plantas industriales o los servicios al productor en una
localidad, que por el momento privilegia a las ciudades medias o grandes por sobre las
pequeñas. Por otra parte, y como señala Garza (2003) a partir de la crisis económica de
1982, la emigración rural a las ciudades no siempre responde a las oportunidades
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 52
ofrecidas por el dinamismo económico de una ciudad; también ha sido efecto del
creciente deterioro de las condiciones de vida en el campo; por consiguiente, algunas
ciudades han crecido en población que no tiene más opciones que la economía informal
o empleos inestables y sin prestaciones, es decir, la tasa de crecimiento de una ciudad
no en todos los casos refleja el desempeño económico de la ciudad.
Los cuadros 3 y 3.1 concentran la información sobre el proceso de urbanización
en las regiones indígenas. En el primero se presentan dos tipos de datos de las
localidades en regiones indígenas que en 2005 eran urbanas: 1. Su fecha de inserción
en el sistema urbano nacional y 2. Sus tasas de crecimiento para 1980-1990, 1990-
2000 y 2000-2005. El segundo resalta los datos de las ciudades existentes en cada
corte censal por región indígena.
En el cuadro 3.1 desglosamos algunas regiones indígenas porque consideramos
que en ellas hay microrregiones. Un aspecto importante en esta distinción es la
localización por entidad federativa, ya que en la etapa actual en la que la competitividad
de las ciudades se ha vuelto relevante para su desarrollo, las políticas estatales de
fomento a las condiciones de competitividad cobran mayor relevancia que en el pasado.
Otra diferencia que marcamos en ese cuadro es la de localidades conurbadas y no
conurbadas. Para el Estado de Yucatán, además de considerar aparte la ZM de Mérida
–en la que incluimos a Progreso, que algunos analistas como Garza (2003) y Sobrino
(2003a) consideran parte de esta metrópoli y que juega para Mérida un papel similar al
de Tequisquiapan y Valle de Bravo en la región centro, como localidad en la que los
meridanos establecen casas para pasar los fines de semana- separamos las ciudades
en las microrregiones generalmente reconocidas: oriente, sur y nororiente, porque cada
una ha tenido desarrollos socioeconómicos diferenciados desde hace más de 50 años.
Explicación aparte merece la inclusión de Huejutla junto con las localidades de la región
indígena Huasteca del Estado de Veracruz; como veremos en el estudio de caso, los
vínculos socioeconómicos de Huejutla con localidades del norte de ese Estado son muy
estrechos.
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 53
Cuadro 3. LOCALIDADES URBANAS EN REGIONES INDÍGENAS. Quinquenio de su incorporación al sistema urbano nacional y tasas de crecimiento.
REGIÓN Núm. Ent.
Num. Mpio. Localidades urbanas (1) 1960 1970 1980 1990 1995 2000 2005
TC 1980-1990*
TC 1990-2000**
TC 2000-2005***
7 75 Rosas, Las 7,836 7,658 10,015 12,193 14,523 15,454 19,203 2.02 2.61 3.86 Altos de Chiapas 7 78 San Cristóbal De Las Casas 23,343 25,700 42,026 73,388 99,254 112,442 142,364 5.72 4.70 4.19
20 59 Miahuatlán de Porfirio Díaz 7,518 5,714 7,156 12,102 14,921 16,724 18,987 5.39 3.56 2.26 Costa y Sierra Sur de Oaxaca 20 318 Puerto Escondido 764 3,845 6,241 8,194 23,475 18,484 20,178 2.79 8.96 1.56
21 10 Ajalpan 6,493 8,238 11,932 16,232 19,212 22,261 24,804 3.16 3.48 1.92
21 13 Altepexi 4,667 6,661 9,903 12,184 13,443 15,247 16,395 2.13 2.47 1.29
21 156 Tehuacán 31,897 47,497 79,547 139,450 190,468 204,598 238,229 5.76 4.22 2.70
30 30 Ciudad Mendoza 16,051 18,696 25,330 32,012 34,303 34,955 34,313 2.40 0.97 -0.33
30 85 Ixtaczoquitlán 1,122 1,003 3,689 12,153 20,833 23,022 25,319 12.22 7.04 1.69
Cuicatlán, Mazateca, Tehuacán, Zongolica
30 118 Orizaba xxx xxx 114,848 114,216 114,341 118,552 117,273 -0.06 0.41 -0.19
20 184 San Juan Bautista Tuxtepec 8,471 17,700 29,060 62,788 77,467 84,199 94,209 7.90 3.23 2.00 Chinanteca 30 207 Tres Valles 11,805 12,516 15,635 18,078 17,558 16,030 2.28 1.28 -1.62
27 3 Frontera 10,006 11,182 16,269 17,701 20,965 21,810 3.84 2.79 0.70
27 4 Villahermosa 52,262 99,565 158,216 261,231 301,238 330,846 335,778 5.14 2.60 0.26
27 4 Villa Unión (Macultepec-Ocuiltzapotlán) (+) 4,009 14,401 19,802 15,824 21,376 13.11 1.04 5.34
27 4 Parrilla Primera Sección 1,615 1,220 10,436 8,051 9,398 15,824 16,364 -2.66 7.44 0.60
Chontal de Tabasco
27 12 Macuspana 6,597 12,293 15,514 22,244 26,841 28,183 30,661 3.69 2.61 1.50
7 57 Motozintla de Mendoza 4,084 4,682 7,094 11,316 15,099 17,613 17,501 4.79 4.87 -0.11 Frontera Sur 7 89 Tapachula de Córdova y Ordóñez 41,578 60,620 85,766 138,858 163,253 179,839 189,991 4.94 2.85 0.98
13 28 Huejutla de Reyes 3,849 6,854 12,336 24,747 30,316 34,141 36,305 7.14 3.54 1.09
24 13 Ciudad Valles 23,823 47,587 65,609 91,402 102,226 105,721 116,261 3.40 1.60 1.69
24 16 Ébano 5,564 17,489 18,724 24,340 22,777 22,133 22,105 2.69 -1.05 -0.02
24 37 Tamazunchale 8,687 12,302 12,863 19,223 20,573 20,699 21,614 4.12 0.81 0.77
30 155 Tantoyuca 7,484 11,902 19,552 22,567 23,893 25,492 28,155 1.47 1.34 1.77
Huasteca
30 160 Álamo 6,438 9,954 15,317 20,908 23,281 22,923 23,540 3.19 1.01 0.47
20 14 Ciudad Ixtepec 12,087 14,025 13,302 20,818 21,127 22,261 23,700 4.59 0.74 1.11
20 43 Juchitán De Zaragoza 19,797 30,218 38,801 53,666 62,065 64,642 70,714 3.33 2.05 1.60
20 79 Salina Cruz 14,897 23,004 40,010 61,656 71,464 72,218 71,314 4.43 1.74 -0.22 Istmo
20 515 Santo Domingo Tehuantepec 13,458 16,179 22,019 33,445 36,888 37,068 39,529 4.29 1.13 1.14
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 54
Cuadro 3. LOCALIDADES URBANAS EN REGIONES INDÍGENAS. Quinquenio de su incorporación al sistema urbano nacional y tasas de crecimiento.
REGIÓN Núm. Ent.
Num. Mpio. Localidades urbanas (1) 1960 1970 1980 1990 1995 2000 2005
TC 1980-1990*
TC 1990-2000**
TC 2000-2005***
4 2 Campeche 43,874 60,506 128,434 150,518 178,160 190,813 211,671 1.63 2.61 1.84
4 4 Champotón 4,694 6,606 11,033 18,505 21,894 23,035 27,235 5.30 2.41 2.98
4 9 Escárcega 3,893 7,248 10,394 20,332 25,209 25,911 27,214 6.88 2.67 0.87
23 1 Cozumel 7,562 5,858 19,004 33,884 47,841 59,225 71,401 5.93 6.15 3.32
23 2 Felipe Carrillo Puerto 1,219 2,052 6,980 12,704 16,427 18,545 21,530 6.14 4.17 2.65
23 4 Chetumal 12,855 23,685 56,709 94,158 115,152 121,602 136,825 5.20 2.82 2.10
23 5 Cancún 326 33,273 167,730 297,183 397,191 526,701 16.59 9.50 5.01
23 8 Playa del Carmen 737 3,098 17,621 43,613 100,383 14.72 29.13 14.81
31 38 Hunucmá 6,616 8,020 12,636 17,459 19,868 20,978 22,800 3.32 2.02 1.48
31 40 Izamal 8,633 9,749 11,612 13,413 14,548 14,075 15,101 1.48 0.53 1.25
31 50 Mérida xxx xxx 400,142 523,422 612,261 662,530 734,153 2.75 2.60 1.82
31 41 Kanasín 3,820 5,057 5,218 22,020 31,757 37,674 50,357 14.76 5.92 5.16
31 101 Umán 6,495 8,371 10,273 21,781 24,989 26,657 29,135 7.71 2.23 1.58
31 52 Motul de Carrillo Puerto 10,351 12,946 15,919 17,410 18,390 19,868 21,508 0.92 1.45 1.41
31 56 Oxkutzcab 6,252 8,122 10,339 17,189 19,447 20,244 21,341 5.21 1.80 0.94
31 58 Peto 7,243 8,362 9,254 14,421 16,383 16,572 18,177 4.55 1.53 1.64
31 59 Progreso 13,694 17,518 24,257 35,280 44,354 44,354 35,519 3.84 2.52 -3.95
31 79 Tekax de Álvaro Obregón 7,847 10,326 15,132 18,527 20,395 21,580 23,524 2.08 1.68 1.53
31 89 Ticul 10,893 14,341 18,255 22,866 26,882 28,502 31,147 2.31 2.43 1.58
31 96 Tizimín 15,723 18,343 26,305 34,174 38,328 39,525 44,151 2.68 1.60 1.97
Maya
31 102 Valladolid 9,297 14,663 28,201 29,279 34,857 37,332 45,868 0.38 2.68 3.66
26 18 Ciudad Obregón 67,956 114,407 165,572 219,980 345,222 250,790 315,483 2.91 1.44 4.08
26 18 Esperanza 7,406 11,762 17,046 18,210 24,829 32,415 36,538 0.68 6.35 2.13
26 29 Heroica Guaymas xxx xxx 54,826 87,484 90,964 97,593 101,507 4.79 1.20 0.70
26 33 Huatabampo 10,228 18,506 22,635 26,037 29,313 29,789 29,276 1.44 1.48 -0.31
Mayo-Yaqui
26 42 Navojoa 30,560 43,817 62,901 82,618 96,267 98,187 103,312 2.80 1.90 0.90
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 55
Cuadro 3. LOCALIDADES URBANAS EN REGIONES INDÍGENAS. Quinquenio de su incorporación al sistema urbano nacional y tasas de crecimiento.
REGIÓN Núm. Ent.
Num. Mpio. Localidades urbanas (1) 1960 1970 1980 1990 1995 2000 2005
TC 1980-1990*
TC 1990-2000**
TC 2000-2005***
15 14 Atlacomulco de Fabela 3,049 5,541 9,603 13,475 15,840 19,988 20,447 3.47 4.34 0.40
15 51 Lerma de Villada 2,376 3,428 5,157 9,358 13,574 16,303 16,827 6.11 6.12 0.56
15 67 Villa Cuauhtémoc 2,707 2,904 2,150 11,306 14,154 16,445 9,718 17.02 4.13 -9.35 Mazahua-Otomí
16 112 H. Zitácuaro 23,883 36,911 47,520 66,983 74,824 76,771 78,821 3.52 1.50 0.47
Mixe 20 57 Matías Romero Avendaño 10,187 13,200 15,092 19,692 20,127 19,979 19,899 2.73 0.16 -0.07
20 39 H. Ciudad De Huajuapan De León 8,531 13,823 16,743 32,097 38,828 43,073 45,321 6.67 3.24 0.90
20 397 Heroica Ciudad de Tlaxiaco 6,082 4,477 9,555 12,171 13,856 16,635 s.d. 4.09 3.25 Mixteca
20 482 Santiago Pinotepa Nacional 8,740 9,382 16,741 19,818 23,475 24,347 25,871 1.73 2.27 1.08
12 28 Chilapa De Alvarez 7,368 9,204 13,326 16,332 20,025 22,511 27,510 2.09 3.53 3.56
12 46 Ometepec 4,490 7,342 9,174 11,474 14,775 16,933 20,764 2.29 4.29 3.62 Montaña de Guerrero
12 66 Tlapa De Comonfort 4,453 6,676 13,221 20,863 26,409 31,235 37,975 4.68 4.45 3.47
13 3 Actopan 8,515 11,037 16,215 21,827 24,097 25,398 26,755 3.05 1.67 0.92 Otomí Hidalgo y Querétaro 13 30 Ixmiquilpan 2,480 6,048 13,782 26,967 29,097 30,831 32,679 6.88 1.48 1.03
16 65 Paracho de Verduzco 6,209 9,353 13,362 14,322 15,612 15,554 16,816 0.71 0.91 1.39
16 66 Pátzcuaro 14,324 17,299 32,902 42,459 47,107 47,993 51,124 2.61 1.35 1.12
16 75 Los Reyes de Salgado 9,746 19,452 23,633 32,474 34,596 36,095 32,488 3.26 1.16 -1.87 Purépecha
16 102 Uruapan 45,727 82,677 122,828 187,623 250,794 225,816 243,478 4.34 2.04 1.34
7 52 Las Margaritas 4,127 6,008 5,841 8,637 s.d. 14,946 17,267 4.01 6.04 2.57
7 59 Ocosingo 1,533 2,946 6,769 12,826 s.d. 26,495 35,065 6.55 7.99 4.98
7 65 Palenque 1,611 2,595 5,274 17,061 24,406 29,779 37,301 12.04 6.14 4.00
7 109 Yajalón 4,290 4,506 4,911 9,961 11,783 13,619 16,301 7.25 3.45 3.19
Selva Lacandona
27 17 Tenosique de Pino Suárez 6,517 11,393 16,206 23,562 29,134 30,042 31,392 3.84 2.68 0.78
21 71 Huauchinango 12,317 16,826 25,778 38,708 43,613 46,671 51,898 4.17 2.06 1.89
21 174 Teziutlán 17,400 23,948 25,119 43,867 50,415 56,029 60,597 5.72 2.70 1.39
21 197 Xicotepec 9,618 12,656 18,473 29,901 33,409 35,385 37,026 4.94 1.86 0.81
21 208 Zacatlán 5,767 7,909 11,970 22,091 26,109 28,773 30,805 6.28 2.91 1.21
30 124 Papantla de Olarte 18,865 26,773 43,935 46,075 49,916 48,804 51,716 0.49 0.63 1.03
30 40 Coatzintla 8,389 13,734 19,533 20,493 21,461 26,003 30,061 0.49 2.62 2.58
30 124 Poza Rica, Papantla (++) 7,204 12,850 s.d. 19,378 s.d. 5.93 4.53 s.d.
Sierra Norte de Puebla y Totonacapan
30 131 Poza Rica de Hidalgo xxx xxx 166,799 151,739 153,585 151,447 174,512 -0.97 -0.02 2.52
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 56
Cuadro 3. LOCALIDADES URBANAS EN REGIONES INDÍGENAS. Quinquenio de su incorporación al sistema urbano nacional y tasas de crecimiento.
REGIÓN Núm. Ent.
Num. Mpio. Localidades urbanas (1) 1960 1970 1980 1990 1995 2000 2005
TC 1980-1990*
TC 1990-2000**
TC 2000-2005***
30 3 Acayucan 12,831 21,173 32,398 43,383 47,826 47,826 49,945 2.99 1.07 0.77
30 61 Choapas, Las 11,189 20,166 35,807 43,868 42,132 41,426 40,773 2.08 -0.63 -0.28
30 108 Minatitlán xxx xxx 106,765 142,060 145,795 149,193 109,791 2.93 0.54 -5.45
30 48 Cosoleacaque 5,665 7,348 14,240 21,501 22,174 19,952 21,714 4.22 -0.82 1.50
Tuxtlas, Popoluca-Náhuatl de Veracruz
30 48 Minatitlán s.d s.d s.d 3,204 7,747 40,000 43,116 s.d. 27.81 1.33
20 67 Oaxaca De Juárez xxx xxx 154,223 212,818 242,247 251,846 258,008 3.30 1.85 0.43
20 385 Santa Cruz Xoxocotlán 2,441 2,746 9,863 29,752 34,214 46,494 59,181 11.32 4.92 4.29
20 390 Santa Lucía del Camino 644 1,211 2,372 27,611 32,799 40,549 42,570 25.17 4.23 0.86
Valles Centrales
20 399 Santa María Atzompa 1,727 2,164 3,061 3,345 9,183 13,433 16,855 0.91 15.31 4.03 Ciudades en regiones indígenas (las zonas metropolitanas son consideradas como una sola ciudad)
20 32 48 63 71 75 79
Total de ciudades en el país (las zonas metropolitanas son consideradas como una sola ciudad)
124 174 227 304 343 350 363
Notas: Todavía no alcanzaba el rango poblacional de localidad urbana
(1) Las localidades urbanas conurbadas con una Zona Metropolitana tienen formato en cursivas y, en caso de que la ciudad central forme parte de la región indígena, ésta aparece en cursivas y con negritas.
(+) En el I Conteo de Población, 1995, aparecen sumados juntos Villa Unión (loc. # 273) , Macultepec (Loc. # 176) y Ocuiltzapotlán (Loc. # 214), que aparecen separados en el II Conteo, 2005. En el plano de Delimitación de Zonas Metropolitanas (SEDESOL-CONAPO-INEGI), Macultepec y Ocuiltzapotlán aparecen como localidades conurbadas, pero Villa Unión no aparece como parte de la ZM de Villahermosa. En la columna de 2005 unimos los datos de las tres localidades, en las que Villa Unión no tiene mucho peso, pues sólo tuvo 360 Habs. (++) La localidad 0159 (Poza Rica) en el Mpio. de Papantla no aparece en el II Conteo de Población y Vivienda.
xxx La fuente consultada no trae los datos por localidad, sino por zona metropolitana
* Pt/P0 Ln (Pt/Po) r=(Ln (Pt/Po))/t t (1980;1990)= 9.75278
** Pt/P0 Ln (Pt/Po) r=(Ln (Pt/Po))/t
t (1990;2000)= 9.0778
*** Pt/P0 Ln (Pt/Po) r=(Ln (Pt/Po))/t
t (2000;2005)= 5.6278
Fuente: Datos de 1960 y 1970: Gustavo Garza, La urbanización de México en el siglo XX, El Colegio de México, 2003, Apéndice estadístico; Datos de 1980, 1990 y 2000: Sobrino, Competitividad de las ciudades en México, El Colegio de México, México, 2003a, Apéndice estadístico; Datos de 1995: INEGI, I Conteo de Población y Vivienda, 1995; Datos de 2005: INEGI, II Conteo de Población y Vivienda, 2005, iter por estados. Datos de las localidades que no contaban con 15,000 habitantes en 2000, y por lo tanto no aparecen en el Apéndice estadístico de Sobrino, 2003a: Censos de población de los años respectivos.
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 57
Cuadro 3.1 LOCALIDADES URBANAS EN CADA REGIÓN INDÍGENA EN 1960, 1970, 1980, 1990, 1995, 2000 y 2005. (1/5)
REGIÓN 1960 1970 1980 1990 1995 2000 2005
San Cristóbal De Las Casas
San Cristóbal De Las Casas
San Cristóbal De Las Casas
San Cristóbal De Las Casas
San Cristóbal De Las Casas
San Cristóbal De Las Casas
San Cristóbal De Las Casas Altos de
Chiapas Rosas, Las Rosas, Las
Puerto Escondido Puerto Escondido Puerto Escondido Costa y Sierra Sur de Oaxaca Miahuatlán de
Porfirio Díaz Miahuatlán de Porfirio Díaz
Tehuacán Tehuacán Tehuacán Tehuacán Tehuacán Tehuacán Tehuacán
Ajalpan Ajalpan Ajalpan Ajalpan
Cuicatlán, Mazateca, Tehuacán, Zongolica (no conurbadas con Orizaba)
Altepexi Altepexi
Orizaba Orizaba Orizaba Orizaba Orizaba Orizaba Orizaba
Ciudad Mendoza Ciudad Mendoza Ciudad Mendoza Ciudad Mendoza Ciudad Mendoza Ciudad Mendoza Ciudad Mendoza
Cuicatlán, Mazateca, Tehuacán, Zongolica (ZM de Orizaba)
Ixtaczoquitlán Ixtaczoquitlán Ixtaczoquitlán
San Juan Bautista Tuxtepec
San Juan Bautista Tuxtepec
San Juan Bautista Tuxtepec
San Juan Bautista Tuxtepec
San Juan Bautista Tuxtepec
San Juan Bautista Tuxtepec Chinanteca
Tres Valles Tres Valles Tres Valles Tres Valles
Villahermosa Villahermosa Villahermosa Villahermosa Villahermosa Villahermosa Villahermosa
Ocuiltzapotlán (+) Ocuiltzapotlán Ocuiltzapotlán Chontal de Tabasco (ZM de Villahermosa) Parrilla Primera
Sección Parrilla Primera Sección
Macuspana Macuspana Macuspana Macuspana Macuspana Chontal de Tabasco (no conurbadas con Villahermosa)
Frontera Frontera Frontera Frontera
Tapachula de Córdova y Ordóñez
Tapachula de Córdova y Ordóñez
Tapachula de Córdova y Ordóñez
Tapachula de Córdova y Ordóñez
Tapachula de Córdova y Ordóñez
Tapachula de Córdova y Ordóñez
Tapachula de Córdova y Ordóñez Frontera Sur
Motozintla de Mendoza
Motozintla de Mendoza
Motozintla de Mendoza
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 58
Cuadro 3.1 LOCALIDADES URBANAS EN CADA REGIÓN INDÍGENA EN 1960, 1970, 1980, 1990, 1995, 2000 y 2005. (2/5)
REGIÓN 1960 1970 1980 1990 1995 2000 2005
Ciudad Valles Ciudad Valles Ciudad Valles Ciudad Valles Ciudad Valles Ciudad Valles Ciudad Valles
Ébano Ébano Ébano Ébano Ébano Ébano Huasteca potosina
Tamazunchale Tamazunchale Tamazunchale Tamazunchale
Tantoyuca Tantoyuca Tantoyuca Tantoyuca Tantoyuca
Álamo Álamo Álamo Álamo Álamo
Huasteca hidalguense y veracruzana Huejutla de Reyes Huejutla de Reyes Huejutla de Reyes Huejutla de Reyes
Juchitán De Zaragoza
Juchitán De Zaragoza
Juchitán De Zaragoza
Juchitán De Zaragoza
Juchitán De Zaragoza
Juchitán De Zaragoza
Juchitán De Zaragoza
Santo Domingo Tehuantepec
Santo Domingo Tehuantepec
Santo Domingo Tehuantepec
Santo Domingo Tehuantepec
Santo Domingo Tehuantepec
Santo Domingo Tehuantepec
Salina Cruz Salina Cruz Salina Cruz Salina Cruz Salina Cruz Salina Cruz
Istmo
Ciudad Ixtepec Ciudad Ixtepec Ciudad Ixtepec Ciudad Ixtepec
Campeche Campeche Campeche Campeche Campeche Campeche Campeche
Champotón Champotón Champotón Champotón Maya (Campeche)
Escárcega Escárcega Escárcega Escárcega
Chetumal Chetumal Chetumal Chetumal Chetumal Chetumal Maya (Quintana Roo no turístico)
Felipe Carrillo Puerto
Felipe Carrillo Puerto
Felipe Carrillo Puerto
Cozumel Cozumel Cozumel Cozumel Cozumel
Cancún Cancún Cancún Cancún Cancún Maya (Quintana Roo turístico)
Playa del Carmen Playa del Carmen Playa del Carmen
Mérida Mérida Mérida Mérida Mérida Mérida Mérida
Kanasín Kanasín Kanasín Kanasín
Umán Umán Umán Umán
Maya (ZM de Mérida y Progreso, considerada en algunos análisis como parte de la ZM de Mérida)
Progreso Progreso Progreso Progreso Progreso Progreso
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 59
Cuadro 3.1 LOCALIDADES URBANAS EN CADA REGIÓN INDÍGENA EN 1960, 1970, 1980, 1990, 1995, 2000 y 2005.
REGIÓN 1960 1970 1980 1990 1995 2000 2005
Motul de Carrillo Puerto
Motul de Carrillo Puerto
Motul de Carrillo Puerto
Motul de Carrillo Puerto
Motul de Carrillo Puerto
Hunucmá Hunucmá Hunucmá Hunucmá Maya (Yucatán Norponiente)
Izamal
Tekax de Álvaro Obregón
Tekax de Álvaro Obregón
Tekax de Álvaro Obregón
Tekax de Álvaro Obregón
Tekax de Álvaro Obregón
Ticul Ticul Ticul Ticul Ticul
Oxkutzcab Oxkutzcab Oxkutzcab Oxkutzcab
Maya (Yucatán Sur)
Peto Peto Peto
Tizimín Tizimín Tizimín Tizimín Tizimín Tizimín Tizimín Maya (Yucatán Oriente) Valladolid Valladolid Valladolid Valladolid Valladolid
Ciudad Obregón Ciudad Obregón Ciudad Obregón Ciudad Obregón Ciudad Obregón Ciudad Obregón Ciudad Obregón
H. Guaymas H. Guaymas H. Guaymas H. Guaymas H. Guaymas H. Guaymas H. Guaymas
Navojoa Navojoa Navojoa Navojoa Navojoa Navojoa Navojoa
Huatabampo Huatabampo Huatabampo Huatabampo Huatabampo Huatabampo
Mayo-Yaqui
Esperanza Esperanza Esperanza Esperanza Esperanza
H. Zitácuaro H. Zitácuaro H. Zitácuaro H. Zitácuaro H. Zitácuaro H. Zitácuaro H. Zitácuaro Mazahua-Otomí (no conurbadas con Toluca)
Atlacomulco de Fabela
Atlacomulco de Fabela
Atlacomulco de Fabela
Lerma de Villada Lerma de Villada Mazahua-Otomí (conurbadas con Toluca)
Villa Cuauhtémoc
Mixe Matías Romero
Avendaño Matías Romero Avendaño
Matías Romero Avendaño
Matías Romero Avendaño
Matías Romero Avendaño
H. Cd. de Huajuapan de León
H. Cd. de Huajuapan de León
H. Cd. de Huajuapan de León
H. Cd. de Huajuapan de León
H. Cd. de Huajuapan de León Mixteca
sierra H. Cd. de Tlaxiaco
Mixteca costa Santiago Pinotepa
Nacional Santiago Pinotepa Nacional
Santiago Pinotepa Nacional
Santiago Pinotepa Nacional
Santiago Pinotepa Nacional
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 60
Cuadro 3.1 LOCALIDADES URBANAS EN CADA REGIÓN INDÍGENA EN 1960, 1970, 1980, 1990, 1995, 2000 y 2005.
REGIÓN 1960 1970 1980 1990 1995 2000 2005
Chilapa De Alvarez Chilapa De Alvarez Chilapa De Alvarez Chilapa De Alvarez
Tlapa De Comonfort Tlapa De Comonfort Tlapa De Comonfort Tlapa De Comonfort Montaña de Guerrero
Ometepec Ometepec
Actopan Actopan Actopan Actopan Actopan Otomí de Hidalgo y Querétaro Ixmiquilpan Ixmiquilpan Ixmiquilpan Ixmiquilpan
Uruapan Uruapan Uruapan Uruapan Uruapan Uruapan Uruapan
Pátzcuaro Pátzcuaro Pátzcuaro Pátzcuaro Pátzcuaro Pátzcuaro
Los Reyes de Salgado
Los Reyes de Salgado
Los Reyes de Salgado
Los Reyes de Salgado
Los Reyes de Salgado
Los Reyes de Salgado
Purépecha
Paracho de Verduzco
Paracho de Verduzco
Paracho de Verduzco
Tenosique de Pino Suárez
Tenosique de Pino Suárez
Tenosique de Pino Suárez
Tenosique de Pino Suárez
Tenosique de Pino Suárez
Palenque Palenque Palenque Palenque
Ocosingo Ocosingo
Las Margaritas
Selva Lacandona
Yajalón
Teziutlán Teziutlán Teziutlán Teziutlán Teziutlán Teziutlán Teziutlán
Huauchinango Huauchinango Huauchinango Huauchinango Huauchinango Huauchinango
Xicotepec Xicotepec Xicotepec Xicotepec Xicotepec
Sierra Norte de Puebla y Totonacapan (vertiente poblana)
Zacatlán Zacatlán Zacatlán Zacatlán
Sierra Norte de Puebla y Totonacapan (vertiente veracruzana no conurbada con Poza Rica)
Papantla de Olarte Papantla de Olarte Papantla de Olarte Papantla de Olarte Papantla de Olarte Papantla de Olarte Papantla de Olarte
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 61
Cuadro 3.1 LOCALIDADES URBANAS EN CADA REGIÓN INDÍGENA EN 1960, 1970, 1980, 1990, 1995, 2000 y 2005.
REGIÓN 1960 1970 1980 1990 1995 2000 2005
Poza Rica de Hidalgo
Poza Rica de Hidalgo
Poza Rica de Hidalgo
Poza Rica de Hidalgo
Poza Rica de Hidalgo
Poza Rica de Hidalgo
Poza Rica de Hidalgo
Coatzintla Coatzintla Coatzintla Coatzintla Coatzintla
Sierra Norte de Puebla y Totonacapan (ZM de Poza Rica) Poza Rica,
Papantla (++) s.d.
Minatitlán Minatitlán Minatitlán Minatitlán Minatitlán Minatitlán Minatitlán
Cosoleacaque Cosoleacaque Cosoleacaque Cosoleacaque
Tuxtlas, Popoluca-Náhuatl de Veracruz (ZM de Minatitlán) Minatitlán, Cos. Minatitlán, Cos.
Acayucan Acayucan Acayucan Acayucan Acayucan Acayucan Tuxtlas, Popoluca-Náhuatl de Veracruz (no conurbadas con Minatitlán)
Choapas, Las Choapas, Las Choapas, Las Choapas, Las Choapas, Las Choapas, Las
Oaxaca De Juárez Oaxaca De Juárez Oaxaca De Juárez Oaxaca De Juárez Oaxaca De Juárez Oaxaca De Juárez Oaxaca De Juárez
Santa Cruz Xoxocotlán
Santa Cruz Xoxocotlán
Santa Cruz Xoxocotlán
Santa Cruz Xoxocotlán
Santa Lucía del Camino
Santa Lucía del Camino
Santa Lucía del Camino
Santa Lucía del Camino
Valles Centrales
Santa María Atzompa
(+) En el I Conteo de Población, 1995, aparecen sumados juntos Villa Unión (loc. # 273) , Macultepec (Loc. # 176) y Ocuiltzapotlán (Loc. # 214), que aparecen separados en el II Conteo, 2005. En el plano de Delimitación de Zonas Metropolitanas (SEDESOL-CONAPO-INEGI), Macultepec y Ocuiltzapotlán aparecen como localidades conurbadas, pero Villa Unión no aparece como parte de la ZM de Villahermosa.
(++) La localidad 0159 ( Poza Rica) en el Mpio. de Papantla no aparece en el II Conteo de Población y Vivienda.
Fuente: Cuadro 3.
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Los cuadros permiten apreciar que, al igual que en el resto del país, el proceso
de urbanización en las regiones indígenas fue creciente en la segunda mitad del siglo
XX. Y, si bien a mediados de ese siglo cuatro de las 20 ciudades eran capitales
estatales (Villahermosa, Campeche, Mérida y Oaxaca), o ciudades que desde el siglo
XIX habían sido centros económicos o administrativos de importancia desde el siglo XIX
(por ejemplo, San Cristóbal de Las Casas, Orizaba, Tapachula de Córdova y Ordóñez,
Papantla de Olarte) o las nuevas localidades de la entonces dinámica industria petrolera
(Minatitlán, Poza Rica de Hidalgo), a partir de 1960 el crecimiento demográfico en estas
regiones dio lugar al surgimiento de 59 nuevas ciudades, permitiendo que regiones
antes carentes de localidades urbanas, como la mayoría de las del Estado de Oaxaca,
cuenten con ellas en 2005.
En regiones indígenas que no contaban con localidades del rango poblacional
de ciudad en 1960, algunas localidades rurales fueron creciendo hasta rebasar el
mínimo de 15,000 habitantes en las siguientes fechas (Cuadro 3.1):
� entre 1960 y 1970: en la región Chinanteca
� entre 1970 y 1980: en las regiones Mixe, Mixteca, Otomí de Hidalgo y Querétaro y
Selva Lacandona
� entre 1980 y 1990: en la región Montaña de Guerrero, y
� entre 1990 y 1995: en la región Costa y Sierra Sur de Oaxaca.
La década 1980-1990, que fue de intensa urbanización en el país debido a la
emigración del campo a las ciudades a consecuencia no del crecimiento económico de
los centros urbanos, sino de la crisis económica del país que afectó con más fuerza al
campo, fue muy importante en el proceso de urbanización en regiones indígenas.
Surgieron 11 nuevas localidades urbanas y cinco que hoy día forman parte de la
conurbación de un área metropolitana. Al mismo tiempo, las tasas de crecimiento de 21
ciudades en regiones indígenas fueron superiores al crecimiento urbano nacional (2
puntos porcentuales más) (Cuadro 3).
En los 15 años transcurridos entre 1990 y 2005, dieciséis localidades rurales
(Las Rosas, Puerto Escondido, Miahuatlán de Porfirio Díaz, Altepexi, Motozintla de
Mendoza, Felipe Carrillo Puerto, Playa del Carmen, Izamal, Peto, Atlacomulco de
Fabela, Heroica Ciudad de Tlaxiaco, Ometepec, Paracho de Verduzco, Ocosingo, Las
Margaritas y Yajalón) pasaron el rango mínimo para ser consideradas ciudades y ocho
más crecieron por conurbación con alguna zona metropolitana (Ixtaczoquitlán,
Ocuiltzapotlán, Parrilla Primera Sección, Lerma de Villada, Villa Cuauhtémoc, Poza Rica
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municipio de Papantla, Minatitlán municipio de Cosoleacaque y Santa María Atzompa)
con lo que rebasaron el rango mínimo de 15,000 habitantes; cinco ciudades cambiaron
del rango de pequeñas con menos de 50,000 habitantes a pequeñas con más de
50,000 (Cozumel, Pátzcuaro, Huauchinango, Teziutlán y Papantla de Olarte); cuatro
cambiaron de pequeñas a medias (San Cristóbal de Las Casas, Ciudad Valles,
Chetumal y Navojoa) y Cancún permaneció en el rango de ciudad media, pero rebasó la
población que tanto Sobrino como SEDESOL-CAM-SAM consideran importante como
diferencia entre las medias -450,000 y 500,000 respectivamente. Por otra parte, en dos
ciudades disminuyó la población en números absolutos entre 1990 y 2005 (Ébano y Las
Choapas) así como en la localidad conurbada de Villa Cuauhtémoc que incluso perdió
el rango de ciudad en el año 2005, y en Progreso la población disminuyó en números
absolutos entre 2000 y 2005 (Cuadro 3 y Gráficas 2).
Entre 2000 y 2005, dos ciudades pasaron del rango de pequeñas a medias:
Playa del Carmen, con un incremento quinquenal de más de 50,000 habitantes y
Navojoa, con un incremento de más de 5,000 habitantes; otras perdieron población:
Tres Valles, Motozintla, Ébano, Salina Cruz, Progreso, Huatabampo, Matías Romero
Avendaño, Los Reyes de Salgado y Las Choapas, en decrementos absolutos que
varían entre 28 en Ébano y más de 8,000 habitantes en Progreso (Cuadro 3 y Gráficas
2).
Con el fin de obtener un panorama más preciso sobre las tendencias recientes
del crecimiento de las localidades urbanas en regiones indígenas, las ordenamos por
tamaño de la localidad en el año 2000, y elaboramos gráficas con sus tasas de
crecimiento para los períodos 1990-2000 y 2000-20054 (Gráficas 3.1 y 3.2).
Los rangos para 1990-2000 fueron:
� entre 13,000 y 14,999 habitantes en 20005: 4 localidades
� entre 15,000 y 99,999 habitantes en 2000: 59 localidades
� 100,000 y más habitantes en 2000 (excluyendo las zonas metropolitanas)6: 10
localidades
4 Para el período 1990-2000 Anzaldo (2003) desglosa las tasas por localidades que no eran urbanas en 1990 y lo fueron en 2000, ciudades pequeñas, ciudades medianas y ciudades grandes. Para el período 2000-2005, Anzaldo Gómez y Rivera Vázquez (2006) no incluyen la categoría de localidaes que no eran urbanas en la fecha previa, pero lo fueron en 2005. 5 En los cuadros y gráficas de tasas de crecimiento incluimos a localidades con menos de 15,000 habitantes en 1980, 1990, 1995 y 2000, que en 2005 ya habían rebasado el rango poblacional de 15,000 habitantes, por eso establecimos el primer rango entre 13,000 y 19,999 habitantes.
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 64
Los rangos para 2000-2005 fueron:
� entre 15,000 y 99,999 habitantes en 2000: 59 localidades
� 100,000 y más habitantes en 2000 (excluyendo las zonas metropolitanas)7: 10
localidades
El ejercicio resultó ilustrativo, ya que resalta las diferencias en la dinámica
demográfica de las ciudades en los dos períodos seleccionados, comparándolos con el
promedio de crecimiento demográfico a nivel nacional de ese tamaño de ciudad.
Algunas ciudades crecieron más que el promedio nacional en ambos períodos, y vale
destacar por región indígena aquellas en las que todas sus localidades urbanas lo
hicieron: Altos de Chiapas, Selva Lacandona (excepto Tenosique de Pino Suárez, cuya
dinámica socioeconómica está más vinculada al Estado de Tabasco que, como vimos
antes, mostró bajos desempeños), Costa y Sierra Sur de Oaxaca, Montaña de Guerrero
y la vertiente poblana de la región Cuicatlán, Mazateca, Tehuacán y Zongolica. Contra
lo que se podía esperar si nos apegamos al pronóstico de SEDESOL-CAM-SAM, son
ciudades de las regiones indígenas que están más lejos de los flujos económicos
previstos (Plano 5). También mostraron alto crecimiento demográfico algunas de las
ciudades en la región indígena Maya, no solamente las turísticas del Caribe, también
Champotón, Felipe Carrillo Puerto, Hunucmá, Ticul y Valladolid. En otras regiones
solamente una ciudad mantuvo un crecimiento significativo en los quince años
considerados: San Juan Bautista Tuxtepec en la Chinanteca (a diferencia del declive en
Tres Valles); Macuspana en la Chontal de Tabasco; Juchitán de Zaragoza en la región
Istmo (única que rebasó levemente el promedio nacional en los dos períodos, a
diferencia de las otras tres localidades urbanas de esta región); Esperanza en la Mayo-
Yaqui; Heroica Ciudad de Tlaxiaco en la Mixteca y Huauchinango, Teziutlán y Zacatlán
en la región Sierra Norte de Puebla y Totonacapan.
Las regiones indígenas en el centro del Estado de Chiapas: Selva y Altos de
Chiapas (Gráficas 2) no solamente vieron el crecimiento de cuatro localidades mixtas
hasta convertirse en ciudades, éstas también mantuvieron crecimientos demográficos
6 Las localidades que en 2000 estaban conurbadas con alguna zona metropolitana fueron agrupadas por zona metropolitana, independientemente de su total de población en 2000. 7 Las localidades que en 2000 estaban conurbadas con alguna zona metropolitana fueron agrupadas por zona metropolitana, independientemente de su total de población en 2000.
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sostenidos en los últimos 25 años. Lo mismo aconteció en las regiones Costa y Sierra
Sur de Oaxaca y Montaña de Guerrero (cuadro 3).
Las ciudades no metropolitanas de otras regiones indígenas: Huasteca,
Mazahua-Otomí, Mixe, Otomí de Hidalgo y Querétaro, Tuxtlas, Popoluca-Náhuatl de
Veracruz y Purépecha, en cambio, mostraron débil crecimiento demográfico (menor al
promedio nacional de ciudades de su mismo tamaño, o decrecimiento de su población).
Por otra parte, si, como dicen los especialistas, las ciudades de 50,000 y más
habitantes marcan una diferencia fundamental para las posibilidades de mejorar su
desempeño socioeconómico, tendríamos algunas regiones indígenas en las que no
existen núcleos con estas características, como son Costa y Sierra Sur de Oaxaca,
Mixe, Mixteca, Montaña de Guerrero, Otomí de Hidalgo y Querétaro y Selva Lacandona.
No obstante, esta última región, junto con la de Altos de Chiapas, mantuvo una tasa alta
de crecimiento de sus ciudades en el quinquenio 2000-2005.
La discrepancia entre la importancia de los flujos económicos internacionales para
prever el crecimiento urbano en el país y lo que aconteció en las ciudades pequeñas de
las regiones indígenas alejadas de esas rutas debe buscar otra explicación. A partir de
la década de los setenta, el modelo de producción del sistema capitalista ha cambiado,
conociéndose como flexibilización a sus nuevas características: cambios en los
procesos del trabajo, innovaciones tecnológicas, desintegración de la verticalidad en la
producción y flujos de información. Este cambio ha ocasionado una nueva división
internacional del trabajo, la internacionalización de la economía, y la mundialización de
las ciudades. El neoliberalismo alcanzó su apogeo desde finales de los años ochenta, y
se “debe en gran medida al nuevo vigor del capitalismo internacional y a las fuerzas
sociales e institucionales que lo sostienen, tales como el Fondo Monetario Internacional
y el Banco Mundial. Sin embargo, la liberalización de las economías fomentada por el
neoliberalismo y los efectos de la crisis de la deuda pública no han propiciado un
desarrollo positivo en los países del Tercer Mundo, donde se han agravado los
problemas de pobreza, desempleo, empleos temporales e informales y deterioro
ambiental” (Sobrino, 2003a: 122). El proceso neoliberal ha presentado, entre otras
características, que el sector terciario se convierta en el factor de mayor dinamismo en
la producción, a lo que se conoce como era posindustrial, lo cual genera tres niveles:
cambios en referentes a qué se hace, enfatizando la información como elemento de
control social, para la eficiencia de los negocios y la innovación tecnológica; cambios en
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 66
la forma del trabajo, donde se incrementan los trabajadores de cuello blanco sobre los
de cuello azul; y cambios en el dónde se hace, es decir, en los contextos intra e
interurbanos en donde se lleva a cabo la producción. Todos estos elementos tienen una
importancia en el impulso que se da a las ciudades medias y pequeñas.
Las ventajas urbanas para el establecimiento y el crecimiento de las actividades
de la industria deben considerar las economías de escala, es decir, conocer el tamaño
medio de las empresas establecidas; analizar la eficiencia de los factores, que es la
relación entre la productividad del capital y el trabajo, así como la efectividad de la
inversión. Estos elementos pueden ayudar a comprender algunas de las ventajas que
encuentran distintas firmas en establecerse en una ciudad, así como de los estímulos
que den las autoridades federales y estatales.
Retomaremos el tema de las ventajas urbanas, así como las ventajas de
localización cuando analicemos la estructura ocupacional de las ciudades en regiones
indígenas. Por lo pronto, analizaremos la capacidad local de las finanzas municipales
para fomentar las condiciones de competitividad.
2.2.3 Las finanzas municipales y las condiciones de competitividad de las
ciudades
Los especialistas en desarrollo urbano consultados insisten en la importancia de los
apoyos financieros por parte de la federación y de los estados para posicionar a las
ciudades en el nuevo entorno competitivo. Respecto a la importancia de los
financiamientos federales y estatales, hicimos un ejercicio para analizar las
posibilidades que las finanzas municipales tendrían para el desarrollo de sus ciudades.
Utilizando el modelo de análisis de las finanzas municipales realizado por Cabrero
Mendoza y Orihuela Jurado en: “Finanzas en municipios urbanos de México. Un análisis
de los nuevos retos en la gestión de las haciendas locales (1978-1998)”. Hemos
elaborado un análisis comparativo de las finanzas públicas municipales durante el 2005,
de algunas de las ciudades estudiadas en esta investigación (Cuadro 4). Esto con la
intención de entender el impacto que puede tener la gestión de las finazas públicas en
relación con el desarrollo social y económico de las localidades urbanas.
Los datos se han establecido por municipios (debido a que este es el nivel
mínimo de operación del presupuesto). Se tomaron en cuenta aquellos municipios que
albergan las localidades urbanas pertinentes a esta investigación; sin embargo, no
todos los municipios requeridos están incluidos en nuestra fuente (INEGI, 2007).
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 67
Para el análisis tomamos en cuenta tres indicadores financieros “que nos dan
información sobre los niveles de esfuerzo fiscal, de autonomía financiera, de eficiencia
en el gasto municipal y de endeudamiento” (Cabrero Mendoza y Orihuela Jurado,
2002:193).
1. Capacidad o dependencia financiera. Muestra la relación entre los
ingresos propios y el gasto corriente, así como la relación entre participaciones
federales y el gasto total. A mayor capacidad financiera, mayor autosuficiencia y
equilibrio de gasto
2. Inversión municipal. Porcentaje del gasto dedicado a la inversión pública.
3. Apalancamiento financiero. Peso de la contratación de deuda en el total
de ingresos (Cabrero Mendoza y Orihuela Jurado, 2002: 193).
En general podemos observar que se comprueba la tendencia de la que nos
hablan Cabrero Mendoza y Orihuela Jurado sobre la dependencia financiera de los
municipios hacia otras instancias superiores de gobierno.
La percepción de ingresos propios (el los cuales agrupamos los rubros de:
impuestos, derechos, productos, aprovechamientos y contribución de mejoras) de los
diferentes municipios es en todos los casos menor a su gasto corriente (servicios
personales, materiales y suministros y servicios generales), excepto en el municipio de
Solidaridad (al que pertenece la ciudad de Playa del Carmen, Quintana Roo) en donde
los ingresos propios ascienden a 73.09%, mientras que el gasto corriente es del
52.31%. Esto nos indica que el municipio de Solidaridad es capaz de cubrir sus gastos
administrativos por si mismo, mientras que los demás municipios dependen en gran
medida de las participaciones y aportaciones federales y estatales. La relación que
mantiene el municipio de Solidaridad entre sus ingresos propios y su gasto corriente,
nos habla de una gran independencia financiera de otros niveles de gobierno, de su
autonomía en lo que se refiere a la inversión en obras públicas y de su capacidad para
mantener una hacienda sana.
En cuanto a lo que respecta a los demás municipios, podemos decir, a partir de
la división de las ciudades por tamaño (ciudades pequeñas de 15,000 a 49,000 y de
50,000 a 99,999; ciudades medias de 100,000 a 999,999; zonas metropolitanas), que
las ciudades más pequeñas presentan una mayor dependencia de sus finanzas a las
aportaciones externas; su capacidad para recaudar ingresos por cuenta propia es
menor que la de las ciudades medias en las cuales hay un mayor equilibrio entre sus
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ingresos propios y su gasto corriente. En cuanto las ciudades más grandes, aunque su
capacidad para recaudar ingresos es mayor, también su gasto corriente lo es.
La crisis ocurrida durante 1995 en la caída de captación de ingresos propios
parece continuar. Cabrero Mendoza y Orihuela Jurado nos hablan de que esta crisis
tiene en gran parte que ver con las transferencias del ramo 338 o Fondo de aportaciones
federales, el cual buscaba descentralizar el sistema fiscal:
En la última fase estudiada (1995-1998) se observa una aparente regresión; parecería que como efecto de la crisis económica de 1995 los municipios urbanos repliegan su estrategia fiscal expansiva de captación de mayores recursos propios y de hecho con la aparición de nuevas transferencias (ramo 26 y luego ramo 33) se inhibe la búsqueda de ingresos directos vía un mayor esfuerzo fiscal (Cabrero Mendoza y Orihuela Jurado, 2002: 175). A partir de 1998, producto de las reformas al sistema de transferencias, se
incorporaron en el sistema de Egresos de la Federación y en el Capítulo V de la Ley de
Coordinación Fiscal, los Fondos de Aportaciones Federales. Este ramo transfirió
recursos del presupuesto federal a los estados, destinados a la atención de
responsabilidades que la Federación les trasladó con anterioridad por vía de convenios.
Igualmente se incluyeron recursos que eran canalizados a los gobiernos subnacionales
para construcción de infraestructura básica por medio de los Convenios de Desarrollo
Social. Finalmente se añadieron recursos para la atención de problemas de seguridad
pública, educación tecnológica y de adultos” (Origen y funcionamiento del ramo 33). En
total son siete los fondos que componen el ramo 33: Fondo de Aportaciones para la
Educación Básica (FAEB); Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA);
Fondo de aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS); Fondo de Aportaciones
para el Fortalecimiento de los Municipios y las Demarcaciones Territoriales del Distrito
Federal (FORTAMUN-DF); Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM); Fondo de
Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos (FAETA) y Fondo de
Aportaciones para la Seguridad Pública de los Estados y del Distrito Federal (FASP).
Sin embargo, esta disposición no ha sido muy efectiva en su objetivo de
descentralización, pues el hecho de que las aportaciones federales sean el ingreso
mayor en casi todos los municipios ha hecho que éstos sean menos eficientes en su 8 El ramo 33 ha sufrido modificaciones desde su creación. En 2006, el Ramo 33 consiste en aportaciones federales para estados y municipios, contemplados en el capítulos V de la LCF, publicado en el Diario Oficial de la Federación de fecha 29 de diciembre de 1997, conformado por cinco fondos, dos de los cuales están orientados al fortalecimiento del municipio y son: 1. Fondo para la infraestructura social municipal, derivado del fondo de aportaciones para la infraestructura social. 2. Fondo de aportaciones para el fortalecimiento a los municipios.
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recaudación de ingresos propios. Además de lo anterior, la normatividad para la
aplicación de los Fondos de Aportación no es muy clara, de hecho en algunos fondos
como el FAEB no hay una ley que establezca los criterios de distribución, sin mencionar
que dentro de los registros de Egresos que aparecen en nuestra fuente (INEGI, 2007)
no existe ningún rubro que indique en qué han sido utilizados estos fondos, por lo que
medir el impacto real que tienen en la población y el uso per cápita de estos ingresos se
dificulta. También habría que cuestionarse que tanto de la asignación de estos recursos
corresponde a las necesidades de la población y qué tanto de estos fondos es
empleado para cubrir las necesidades presupuestales de los municipios en cuanto a
gasto corriente.
En lo que respecta a la inversión municipal, en la relación entre gasto corriente y
gasto de inversión (aquí se agrupan los rubros de: Adquisición de Bienes Muebles e
Inmuebles, Obras Públicas y Acciones e Inversión Financiera) se observa una mejoría
en la relación entre estos dos tipos de gastos. En general esa tendencia de la que
hablan Cabrero Mendoza y Orihuela Jurado en la cual tienden a separarse las curvas
de gasto corriente y gasto de inversión, ha disminuido; se puede ver un aumento en el
gasto de inversión sobre todo en lo que respecta al rubro de Obras Públicas y Acciones.
Son las ciudades pequeñas las que han tenido una mayor recuperación; el gasto
corriente en relación al gasto de inversión es en promedio 1/2 a 1, e incluso en algunos
municipios como Macuspana se encuentra 1 a 2; en Huauchinango, Motozintla y Centla9
el gasto de inversión es un tanto superior al gasto corriente, y en el caso de Tantoyuca
la relación es 1 a 4 (71.67% de gastos de inversión del total de egresos); también
existen municipios como Huatabampo en donde la relación es de 3 a 1 (el gasto
corriente es del 63.05%, mientras que, el gasto de inversión es del 17.4%). Sin
embargo, también es cierto que en estas ciudades los ingresos por parte de los rubros
de Participaciones y Aportaciones también son mayores. Habría que esperar para ver si
estos gastos de inversión se convierten en mejores condiciones de vida para la
población.
En las ciudades medias la relación del gasto corriente con el gasto de inversión
es en promedio 2 a 1; hay un detrimento del gasto de inversión en relación con el gasto
corriente, un ejemplo de esto es el municipio de Uruapan en donde la relación es 3 a 1
(54.23% de gasto corriente por 15.58% de gasto de inversión). 9 Se seleccionaron algunos municipios, los que se agruparon los rubros tanto de Ingresos como de Egresos, en cuatro indicadores: Ingresos propios, Participaciones y Aportaciones, Gasto Corriente, Inversión y Deuda Pública.
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 70
Es en el caso de las ciudades más grandes donde se nota más un detrimento en
el gasto de inversión, esto debido a que los requerimientos de los gastos administrativos
son a la vez mayores. Un ejemplo de esto es el caso Orizaba en donde la relación es 4
a 1 (76.66% de gasto corriente por 16.3% de gasto de inversión) o el caso de Oaxaca
de Juárez, donde la relación es de 3 a 1 (71.05% por 22.19%) y el caso más grave, el
del municipio de Guaymas en donde la relación es 6 a 1 (77.08% por 12.39%).
En lo que se refiere al Apalancamiento financiero, el promedio de
endeudamiento de los municipios aquí estudiados el del 4.25% por lo que en relación a
los periodos analizados por Cabrero, podemos concluir (al menos en lo que respecta a
los municipios aquí contemplados) que hay una reducción del endeudamiento de los
municipios; de hecho habría una reducción importante en comparación con el
porcentaje de deuda después de la crisis del 95%.
Son las ciudades medias las que mantienen un mayor endeudamiento; como en
el caso de Uruapan en donde su porcentaje de la Deuda Pública del total de Egresos es
del 14.58% y Navojoa con el 28.72% (municipio con el porcentaje más alto de
endeudamiento).
Por último, un apartado especial merecen los municipios en donde se localizan
las ciudades turísticas de nuestra investigación, su comportamiento se diferencia en
algunos aspectos del resto de los municipios. El caso más significativo es el del
municipio de Solidaridad que, como se mencionó anteriormente, es el único capaz de
satisfacer su gasto corriente por si mismo, sin tener que depender de las Participaciones
del gobierno federal; también mantiene un buen porcentaje de Gastos de inversión
20.32%; Benito Juárez (Cancún, Quintana Roo) destaca por el porcentaje del rubro de
Financiamiento (30.66%, el mayor de todos los municipios), aunque cabe destacar que
su porcentaje de Deuda Pública, también es uno de lo más altos y Cozumel, para el que
se observa mayor dependencia financiera, pues el monto de su gasto corriente es el
doble que el de sus ingresos propios (68.92% por 29.24%), también en este municipio el
porcentaje del rubro de Financiamiento es alto 20.57%, aunque aquí el gasto en Deuda
Pública es del 0%.
Podemos concluir que, en general, hay una gran dependencia de los municipios
respecto a los apoyos del gobierno federal; su mayor porcentaje de ingresos provienen
de los rubros de Participaciones y Aportaciones. Además de no ser capaces de
mantener sus finanzas por sí mismos, podemos ver que la mayor parte de lo ingresos
se destina a pagar sueldos, materiales y suministros de las estructuras administrativas,
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lo que deja a la inversión y al mejoramiento de la infraestructura municipal en último
lugar.
En cuanto a la aplicación de los ingresos a los programas para los cuales está
destinado el rubro de Participación, quedan serias dudas de su “correcta” aplicación: en
primer lugar, no existe un informe detallado de la aplicación de los fondos, ni siquiera
como un rubro en general; al observar la relaciones entre el gasto corriente y los
ingresos propios dentro del municipio, podemos observar claramente que es necesario
recurrir a otros rubros de ingresos (entre ellos el de Participación) para cubrir los
egresos referentes a las áreas administrativas. Es decir, que gran parte de los ingresos
de los municipios se destinan para mantener las estructuras administrativas, dejando
muy poco para invertir en infraestructura o programas sociales; aunque el ingreso
proveniente del gobierno federal aumente, los administradores públicos no son
capacitados para mantener una eficiente y sana distribución de los recursos.
Por lo anterior, el impacto de las Participaciones en las condiciones sociales,
económicas y de infraestructura de las localidades que integran el municipio es mínimo.
Los Ingresos de los municipios no alcanzan para cubrir las necesidades de éstos,
incluso se podría decir que en ocasiones ni siquiera cubren necesidades inmediatas
más allá del gasto corriente. Los municipios y sus ciudades crecen, al igual que las
estructuras burocráticas lo que repercute en que el gasto se incremente, pero esta
complejización no va acompañada de la capacidad para administrar sus recursos.
La debilidad financiera de los municipios permite cuestionar la viabilidad que
tendría plantear programas de apoyo a los derechos de la población indígena en este
nivel de la administración.
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Cuadro 4. Finanzas municipales. Ejemplos de municipios según tamaño de sus ciudades, 2005. INGRESOS EGRESOS
Municipio Ingresos Propios. Participaciones y Aportaciones.
Gasto Corriente.
Inversión. Deuda Pública
Ciudades pequeñas Centla. 1.75% 90.43% 36.26% 41.93% 0% Macuspana. 4.13% 79.63 23.89% 44% 0% Motozintla. 1.82% 98% 25.34% 35.14% 0% Huejutla. 3.01% 91.82% 57.98% 33.13% 0% Tantoyuca. 3.92% 91.95% 17.43% 71.67% 0.85% Huatabampo. 13.79% 81.34% 63.05% 17.4% 5.03% Atlacomulco. 26.39% 65.62% 66.93% 27.83 2.83% San Juan Bautista Tuxtepec.
17.64% 75.34% 54.32% 42.22% 0%
Cozumel. 29.24% 50.19% 68.92% 19.18% 0% Zitácuaro. 16.54% 84.22% 47.67% 37.56% 1.43% Huauchinango. 5.46% 92.59 33.48% 41.18% 2.57% Teziutlán. 18.87% 60.04% 39.29% 43.70% 11.86%
Ciudades medias San Cristóbal de Las Casas.
16.01% 83.05% 57.39% 29.32% 2.25%
Tehuacán. 19.65% 77.86% 49.14% 21.36% 6.57% Ciudad Valles. 11.15% 76.66% 44.24 14.71% 6.04% Othón P. Blanco. 20.26% 76.93% 69.9% 24.24% 0.69%
Ciudades metropolitanas Orizaba. 20.22% 72.64% 76.66% 16.3% 0% Minatitlán. 14.40% 76.21% 53.08% 45.13% 0% Mérida. 25.95% 68.67% 49.47% 29.92% 0.71% Guaymas. 29.72% 65.27% 77.08% 12.39% 8.18% Oaxaca de Juárez. 21.95% 78.03% 71.05% 22.10% 0.00%
Ciudades turísticas Benito Juárez. 40.58% 26.83% 58.88% 10.85% 21.73% Solidaridad. 73.09% 20.32% 52.31% 20.32% 7.26% Cozumel. 29.24% 50.19% 68.92% 19.18% 0%
Fuente: Elaboración propia con base en INEGI, Finanzas Públicas Estatales y Municipales de México 2002-2005, 2007.
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 73
2.2.4 La distribución de la población económicamente activa en el municipio
El objetivo de comprender la función de las ciudades en regiones indígenas requiere
desmenuzar las diferencias que muestran las ciudades de la misma categoría por
tamaño de la población. Para iniciar la identificación de la estructura ocupacional de las
ciudades, elaboramos cuadros (Cuadros 5) y gráficas (Gráficas 4) de la distribución de
la PEA en sus municipios, con distinción de 19 categorías de ocupaciones. Estas
gráficas tuvieron como única función mostrar diferencias significativas entre municipios
con localidades urbanas del mismo tamaño y empezar a delinear una tipología. El
siguiente paso fue buscar si en las localidades urbanas propiamente dichas es donde se
da la diferencia ocupacional más significativa y para ello elaboramos gráficas que
permitieran conocer la predominancia ocupacional en la ciudad.
2.2.5 La predominancia ocupacional en la ciudad
El siguiente paso que dimos fue elaborar gráficas, con base en la información de la
muestra censal, que levantó el INEGI en 2000, de algunas ocupaciones que resultaron
significativas para las ciudades indígenas, entre las que seleccionamos las actividades
agropecuarias, forestales y de pesca; albañiles y peones; la industria de la confección –
en la que distinguimos sastres y costureras de los operarios fabriles; conductores;
comercio establecido; ambulantaje; servicio doméstico; oficinistas; aseo de oficinas;
educación; turismo y profesionistas (Gráficas 5). A su vez, comparamos los resultados
de las ciudades que nos interesan con las gráficas de ocupaciones del conjunto de
ciudades del mismo rango de tamaño que maneja la muestra censal (15,000 a 19,999
habitantes; 20,000 a 49,999 habitantes; 50,000 a 99,999 habitantes y entre 100,000 y
499.000 habitantes) (Gráfica 6).
Si bien el conjunto de ciudades de 15,000 a menos de 20,000 habitantes a nivel
nacional tuvo un porcentaje de cerca del 19.0% de su PEA ocupada en labores del
sector primario en el año 2000, siendo este el sector de ocupación predominante, entre
las ciudades en regiones indígenas no todas las de este rango poblacional presentaron
una importancia semejante en estas ocupaciones. Tlaxiaco, Miahuatlán de Porfirio Díaz,
Ometepec, Motozintla de Mendoza, Puerto Escondido, Felipe Carrillo Puerto, Motul de
Carrillo Puerto, Matías Romero Avendaño y Atlacomulco de Fabela se separaron del
promedio.
Resaltaron por tener como principal ocupación el trabajo docente, Tlaxiaco y
Ometepec. Sin que haya sido el sector predominante, Motozintla de Mendoza tuvo un
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 74
porcentaje significativamente alto de profesores respecto al conjunto de ciudades del
mismo tamaño.
De las ciudades más pequeñas en 2000, Altepexi y Motul de Carrillo Puerto
mostraron la industria de la confección como ocupación significativamente superior al
promedio en ciudades del mismo tamaño.
Igualmente, entre las ciudades más pequeñas resaltó el porcentaje de oficinistas
en Puerto Escondido, situación que comparte con las demás ciudades turísticas de
nuestra muestra.
La segunda ocupación en importancia en las ciudades más pequeñas fue el
comercio establecido. De nuestras ciudades, Miahuatlán de Porfirio Díaz, Motozintla de
Mendoza, Puerto Escondido, Felipe Carrillo Puerto, Matías Romero Avendaño y
Atlacomulco de Fabela lo tuvieron como ocupación predominante, siendo en el caso de
las dos últimas notoriamente importante.
Para el conjunto de ciudades entre 20,000 y menos de 50,000 habitantes en el
año 2000, con un poco más del 14%, el comercio fue la principal ocupación de su PEA,
quedando las actividades del sector primario en segundo lugar, con un 12%.
Nuevamente encontramos variaciones en el caso de las ciudades en regiones
indígenas: Ajalpan, Champotón, Oxkutzcab, Hunucmá, Tekax, Tizimín, Progreso
Ixmiquilpan, Xicotepec, Los Reyes de Salgado y Pátzcuaro presentaron como principal
ocupación a las actividades de este último sector.
El comercio fue la ocupación principal en Tamazunchale, Ébano, Tantoyuca,
Huauchinango, Ciudad Ixtepec, Chilapa de Álvarez, Papantla de Olarte, Álamo,
Santiago Pinotepa Nacional, Santo Domingo Tehuantepec, H. Cd. De Huajuapan de
León, Playa del Carmen, Valladolid, Escárcega, Ocosingo, Palenque, Tenosique,
Macuspana, Acayucan, Las Choapas, Huatabampo, Esperanza y Actopan.
Por su parte, en Ticul, la actividad principal fue la industria de la confección con
más del 13% de PEA ocupada, Sin ser predominante, esta ocupación también fue
significativamente más importante que en el promedio nacional de ciudades del mismo
tamaño en Ajalpan y Hunucmá, y en Valladolid resultó la segunda ocupación en
importancia.
Para las localidades de los dos siguientes rangos de tamaño entre 50,000 y
100,000 y de 100,000 a menores de 500,000 habitantes, en 2000 fue el comercio
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 75
establecido el que ocupó a más personas, quedando la construcción en segundo lugar.
De este patrón, entre las ciudades de regiones indígenas entre 50,000 y 100,000
habitantes se separó Teziutlán, con el mayor porcentaje de su PEA ocupada en la
industria de la confección. Por su parte, algunas ciudades mantuvieron al comercio
como actividad central y otras ocupaciones como muy importantes: Cozumel tuvo al
turismo y a los oficinistas como actividades muy relevantes, sin desprenderse del patrón
de que la construcción ocupó el segundo lugar; en Zitácuaro, la educación ocupó el
segundo lugar y en Navojoa los trabajos de apoyo administrativo (oficinistas).
Entre las ciudades de regiones indígenas entre 100,000 y 500,000 habitantes en
2000, el patrón fue similar, a excepción de que el trabajo docente fue tan importante
como la construcción en San Cristóbal de Las Casas; entre las demás localidades de
este tamaño, Campeche y Chetumal –capitales estatales- así como Tapachula de
Córdova y Ordóñez, Ciudad Obregón y Navojoa tuvieron como segunda actividad en
importancia al trabajo en oficinas; Cancún tuvo al turismo y, casi tan relevante, el trabajo
de oficinista; en cambio, en Uruapan la segunda ocupación fue en el sector primario.
Tehuacán resaltó, porque la industria de la confección rebasó, con hasta 16% de la PEA
ocupada, a las demás actividades.
En el siguiente rango de tamaño, todas nuestras ciudades forman parte de una
zona metropolitana. Respecto a las áreas metropolitanas, el análisis que aquí
presentamos se centra únicamente en las localidades urbanas, que es la unidad de
análisis de este estudio. Como consecuencia, no se compara aquí la estructura
ocupacional de las zonas metropolitanas en su conjunto, que incluye en su territorio a
localidades rurales y mixtas, algunas veces con actividades muy relevantes a nivel
metropolitano (como el caso de la localidad mixta en el municipio de Mérida que
mencionamos antes, en el que se concentra una buena parte de la industria de la
confección, que a nivel metropolitano es relevante). No obstante, las diferencias que se
encontraron entre las localidades urbanas conurbadas de diferentes zonas
metropolitanas merecen ser mencionadas.
En las tres ZM que son capitales estatales, como era de esperar, la ocupación
de oficinistas es relevante, como lo vimos también para capitales estatales de menor
tamaño. En la de Villahermosa, además del comercio, la ocupación de oficinistas está
muy presente en la propia ciudad de Villahermosa y la localidad de Parrilla. En la de
Mérida nuevamente es importante en la propia ciudad de Mérida. En la ZM de Oaxaca
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 76
es importante en la ciudad de mismo nombre, en Santa Lucía del Camino y en Santa
Cruz Xoxocotlán, mientras en Santa María Atzompa es relativamente menor.
Otras ocupaciones en las ZM que son capitales estatales también muestran
diferencias. Ocuiltzapotlán, de la ZM de Villahermosa, presenta a la docencia como la
ocupación más importante. Si bien en Umán la industria de la confección –incluyendo a
sastres y costureras- es más relevante que la construcción, esta última actividad es
relativamente más importante en el municipio de Kanasín, población que conservó por
más tiempo su tradición indígena y a la cual migró la población desplazada de la zona
henequenera al término del auge de esta producción. En Oaxaca, la docencia es más
importante que en otras ciudades, sobre todo en la misma ciudad capital, pero también
en Santa María Atzompa, mientras la construcción sobresale en Santa Cruz Xoxocotlán.
Sobre las zonas metropolitanas que no son capitales de sus estados, resalta el
porcentaje de ocupaciones en actividades del sector primario en las localidades urbanas
de la ZM de Orizaba (Ciudad Mendoza e Iztaczoquitlán), a pesar de que en su conjunto
esta ZM tiene como ocupación más relevante la industria.
En las localidades urbanas de los municipios indígenas o con presencia
importante de población indígena que forman parte de la ZM de Toluca, Lerma de
Villada tiene un predominio absoluto de ocupación en la industria de la confección y en
Villa Cuauhtémoc, aunque esta actividad también está presente, la construcción y el
comercio ocupan a una parte más significativa de la PEA local.
Las otras dos zonas metropolitanas crecieron como importantes centros de
producción y refinación de petróleo hasta la década de 1970, pero en las últimas dos
décadas y media han disminuido su desempeño económico. De las ocupaciones
seleccionadas, el comercio, la construcción y los oficinistas son las tres más
importantes.
Una vez certificada la gran diversidad de estructuras ocupacionales entre las ciudades
de un mismo rango de tamaño, con el objetivo de ir trazando elementos para una
tipología de las localidades urbanas en regiones indígenas, pasamos a analizar las
características de impacto económico local de las principales ocupaciones encontradas
en las ciudades de nuestro interés. Tenemos varios tipos de ciudades según la
información del año 2000:
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 77
a) Las que presentaron un claro predominio en actividades agrícolas, ganaderas,
silvícolas y de caza y pesca (a las que en afán de síntesis llamaremos agropecuarias),
de las que podemos esperar que su crecimiento demográfico al rango de ciudades sea
debido ya sea a una actividad primaria exitosa, como en el caso de la región indígena
Maya, ya sea a condiciones de falta de servicios o de inseguridad del entorno rural, que
promueven la migración de los productores primarios al centro urbano más cercano,
como es probable que sea el caso de la región indígena Selva Lacandona.
b) Las que tuvieron un alto porcentaje de población ocupada en el sector secundario,
entre las que podemos distinguir b.1) aquellas en las que la industria maquiladora de la
confección fue predominante y b.2) aquellas donde fueron otras la actividades
secundarias que resaltaron.
Distinguimos el caso de las ciudades maquiladoras porque las inversiones aquí
provienen de una fuente externa que decidió flexibilizar su producción y no garantiza su
permanencia en la localidad, porque en la búsqueda de menores costos de producción
puede encontrar otras localidades más convenientes. La inestabilidad de los ingresos
que este tipo de inversiones presenta se ejemplifica con varios casos de ciudades en
regiones indígenas: en los últimos años, las ciudades de Ajalpan, Altepexi, Tehuacán,
Huejutla de Reyes, Valladolid y Teziutlán han visto instalarse y desinstalarse empresas
maquiladoras en su territorio.
Las ciudades en las que hay otro tipo de actividades secundarias (que incluyen a
artesanos tradicionales), al igual que las primarias y a diferencia de las maquiladoras,
generan ingresos propios.
c) Las que tuvieron un elevado porcentaje en servicios, entre las que encontramos c.1)
las que tuvieron predominio del sector turismo y actividades relacionadas con éste, c.2)
aquellas en las que la inyección externa de salarios federales y estatales al cuerpo
docente tienen un papel significativo, y c.3) aquellas en las que el sector servicios está
diversificado en sus diversas actividades.
Al igual que las ciudades maquiladoras, aquellas donde predomina ampliamente
el turismo dependen en sus inicios de recursos externos pero, a diferencia de las
primeras, cuentan con localizaciones excepcionales que les aporta competitividad en el
ramo y, además, el capital invertido es alto, lo que convierte a las empresas turísticas en
más permanentes, lo mismo que los empleos que generan. Como puede observarse en
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 78
las gráficas de Cozumel, Cancún y Playa del Carmen (Gráficas 5) el turismo tiene
efectos multiplicadores en otras ramas de actividad, como son el comercio, servicios
varios y el empleo en oficinas.
Las ciudades del subtipo c.2 también dependen de ingresos externos que son
utilizados en el comercio y los servicios locales, a la par de los generados por las
actividades económicas del entorno rural.
Las ciudades del subtipo c.3 representan aquellas donde el sector servicios
predominante resulta del desempeño económico de la propia ciudad y la región
circundante, que demandan determiandos servicios en las cercanías.
Esbozada una tipología general de las ciudades en regiones indígenas, corresponde
ahora revisar cuál es la posición laboral de la población indígena en estos centros
urbanos.
2.2.6 Las ocupaciones de los indígenas en la ciudad
La situación laboral de la población indígena en estas ciudades10 difiere un tanto del
promedio en la localidad. Con algunas pocas excepciones, los porcentajes de la PEA
indígena ocupada en labores agropecuarias, forestales, caza y pesca, como albañiles o
peones de construcción, en la industria de la confección, en el comercio establecido, el
ambulantaje, el servicio doméstico y la educación son bastante más elevados que los
del total (Cuadros 6 y gráficas 7).
Respecto a las actividades agropecuarias, silvícolas, de pesca y caza,
solamente en Puerto Escondido, Ajalpan, Ciudad Mendoza, Heroica Guaymas y las
cuatro ciudades de la región indígena Purépecha (Paracho de Verduzco, Pátzcuaro, Los
Reyes de Salgado y Uruapan) el porcentaje de PEA indígena es menor al porcentaje del
total de la PEA. Es igual en Tapachula de Córdova y Ordóñez, Cozumel, Cancún,
Atlacomulco de Fabela, Acayucan, Minatitlán y Oaxaca de Juárez, y esta actividad está
ausente entre los indígenas en Ocuiltzapotlán y Lerma de Villada.
Albañiles y peones tuvieron porcentajes menores al total entre los indígenas de
Las Rosas; iIguales en Altepexi, Paracho, Minatitlán y ausentes en Frontera,
Macuspana, Motozintla de Mendoza y Ébano.
10 La información de la PEA indígena por localidad fue tomada de la Muestra Censal 2000, a la cual no aplicamos el factor de expansión. En algunas ciudades los casos de PEA indígena ocupada captados por la muestra fueron pocos, por lo que consideramos que la información en este apartado es más indicativa que definitiva.
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 79
De los lugares donde es relevante la industria de la confección, en Lerma de
Villada no hubo indígenas en esta ocupación.
Respecto al comercio establecido, el porcentaje de PEA indígena ocupada
solamente fue menor al del total de la PEA en Orizaba, Progreso, Esperanza, Navojoa,
Heroica Zitácuaro, Xicotepec de Juárez, Zacatlán y Cosoleacaque. En Tres Valles,
Lerma de Villada y Frontera no hubo indígenas ocupados en esta actividad.
El ambulantaje representó una actividad muy sobresaliente de la PEA indígena
en Puerto Escondido, Ciudad Mendoza, Tres Valles, Macuspana, Álamo, Salina Cruz,
Santo Domingo Tehuantepec, Escárcega, Heroica Zitácuaro, Matías Romero Avendaño,
Chilapa de Álvarez, Actopan, Pátzcuaro, Coatzintla, Poza Rica de Hidalgo y en todas
las localidades urbanas de la región indígena Tuxtlas, Popoluca-Náhuatl de Veracruz
(excepto Cosoleacaque). En Ébano fue tan importante, que obtuvo el porcentaje más
alto de PEA indígena ocupada. En cambio, el porcentaje de indígenas en el ambulantaje
fue casi igual al del total en Miahuatlán de Porfirio Díaz, y menor en Progreso y Paracho
de Verduzco. No los hubo en Frontera, Ocuiltzapotlán y Motozintla de Mendoza.
El servicio doméstico desempeñado por indígenas no apareció en Frontera,
Ocuiltzapotlán, Motozintla de Mendoza y Lerma de Villada; fue menor al total en
Ixtaczoquitlán y Macuspana y muy sobresaliente en Ciudad Valles, Ébano,
Tamazunchale, Tantoyuca, Salina Cruz, Campeche, Champotón, Escárcega, Felipe
Carrillo Puerto, Chetumal, Oxkutzcab, Huatabampo, Ometepec, Actopan, Pátzcuaro,
Ocosingo, Tenosique, Acayucan, Santa Cruz Xoxocotlán y todas las localidades
urbanas de la región indígena Sierra Norte de Puebla y Totonacapan (excepto
Teziutlán, donde los indígenas se ocupan principalmente en la industria de la
confección). En Progreso fue la ocupación principal de la PEA indígena.
El trabajo docente fue la ocupación más relevante entre la población indígena en
Huejutla de Reyes, Heroica Guaymas, Atlacomulco de Fabela, Heroica Zitácuaro,
Huajuapan de León, Tlapa de Comonfort, Pátzcuaro y Ocosingo y sobresalió en San
Cristóbal de Las Casas, Miahuatlán de Porfirio Díaz, Frontera, Macuspana,
Ocuiltzapotlán, Tamazunchale, Esperanza, Heroica, Chilapa de Álvarez, Ometepec, Los
Reyes de Salgado, Palenque, Huauchinango, Zacatlán, papantla de Olarte, Coatzintla,
Las Choapas, Minatitlán y Oaxaca de Juárez. Porcentajes similares de profesores entre
la PEA indígena y la PEA total hubo en Umán y Progreso. El porcentaje de indígenas
fue menor al del total de la PEA en Álamo, Cozumel, Cancún, Playa del Carmen,
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 80
Kanasín, Motul de Carrillo Puerto y Poza Rica de Hidalgo, y no apareció como opción
laboral entre los indígenas de Ajalpan, Ixtaczoquitlán y Tres Valles.
2.3 Tipología de las ciudades en regiones indígenas Hemos aportado elementos generales que podrían apoyar una tipología de las ciudades
en regiones indígenas11. No obstante, como hemos señalado, no hay criterios definidos
sobre la importancia que cada uno de ellos puede tener para conocer con detalle el
desarrollo urbano, en especial el de las ciudades pequeñas (que forman el grueso de
las que estamos considerando en este estudio). De ahí que en los siguientes párrafos
revisaremos la tipología que propusimos en el protocolo de investigación (cuyas
características serán presentadas en formato de cursivas) a la luz de los cambios
recientes en la conformació territorial de las ocupaciones. La tipología tentativa
consideraba, en relación a las funciones generales que las ciudades desempeñan en su
región, tres tipos y dos subtipos:
A. Ciudades regionales
B. Ciudades industriales
C. Ciudades polos de atracción masiva de mano de obra, que se subdividen en dos
subtipos:
11 La focalización de las políticas públicas para la población indígena en ciudades requiere de la mayor precisión posible en la localización de esta población dentro de los centros urbanos. Desafortunadamente, para la georreferenciación de los datos censales respecto a la población indígena, por el momento sólo existe la aplicación SCINCE Áreas Conurbadas, 2000, del Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Informática (INEGI). Para varias de las áreas conurbadas en regiones indígenas pudimos contar con el apoyo del citado SCINCE (Sistema para la consulta de información censal) para la elaboración de planos de distribución de la población indígena, que presentamos en el Anexo Apoyos gráficos para la localización de la población indígena en las ciudades de regiones indígenas y sus condiciones socioeconómicas. Para todas las demás localidades de interés no fue posible hacer esta localización, porque en los SCINCES que INEGI ha elaborado sobre las distintas entidades federativas del país no se incluyó el indicador hablantes de lenguas indígenas, por lo que la mapificación de los indicadores socioeconómicos solamente puede hacerse a nivel de la población total de las AGEB, sin distinguir el peso absoluto o relativo de la población hablante de lenguas indígenas en ellas. No obstante, la georreferenciación de los datos sociodemográficos podrá, en un futuro, combinarse con la información que la Dirección de Información e Indicadores de la CDI está elaborando con base en la integración territorial del INEGI. Por otra parte, los planos que presenta CONAPO (CONAPO, 2003) para la identificación de los índices de marginalidad en ciudades considera únicamente a las poblaciones mayores, entre las que solamente están 11 de las que nos interesan. Como anexo gráfico a este reporte preliminar (Anexo Apoyos gráficos para la localización de la población indígena en las ciudades de regiones indígenas y sus condiciones socioeconómicas) también presentamos los planos con índices de marginalidad de las once ciudades que aparecen en la publicación de CONAPO y un juego de planos con indicadores sociodemográficos de las AGEB de las ciudades de interés, que pueden servir de base para conocer la estructura social de la ciudad, y muy probablemente servirán a los operadores de la acción indigenista en las ciudades correspondientes para identificar las condiciones socioeconómicas de las zonas en las que se encuentra la población indígena.
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 81
C.1 Ciudades turísticas tipo FONATUR
C.2 Ciudades en regiones de atracción de mano de obra agrícola.
A la tipología anterior agregamos ahora un tipo más:
D. De crecimiento local, en el que incluimos a localidades urbanas que concentran a
los productores primarios, sin un papel relevante a nivel del entorno rural.
A. Las ciudades regionales son aquellas en las que la población urbana basa la mayor
parte de sus actividades económicas en su relación con el área rural circundante, y son
sede de los representantes del poder regional (o, en su caso, representantes del poder
nacional como delegados de éste en la región). La presencia de estos grupos en una
ciudad es lo que determina que actúe como núcleo para la integración de las relaciones
sociales interregionales, a la vez que como punto intermedio para la articulación de la
región con el nivel nacional. Las localidades indígenas del área que circunda a las
ciudades regionales se encuentran subordinadas, en los aspectos económico, social,
jurídico y político, a la población de estos centros rectores, quienes determinan las
líneas de producción y los canales de comercialización, por lo que influyen en la vida
interna y económica de las comunidades rurales de su hinterland.12
Es en regiones con este tipo de ciudad donde la especialización de la
producción, el intercambio de bienes y los factores políticos juegan un papel decisivo en
la conformación de la dinámica regional. Otros elementos vinculados a los sistemas
culturales, como las fiestas y peregrinaciones constituyen mecanismos sociales que
refuerzan las redes de relaciones, así como el intercambio de bienes y servicios.
Al analizar los cambios ocupacionales en los últimos 25 años, consideramos que
las funciones de las ciudades regionales se han modificado junto al decrecimiento de la
importancia de la producción agropecuaria en el país, en el sentido de que los grupos
económicos con más poder de decisión en las ciudades han modificado su posición en
el comercio regional dando mayor peso a la venta de mercancías recibidas de otras
partes del país que a la compra de la producción agropecuaria regional, dejando, por
tanto, de influir en la elección de la producción regional. No obstante, en estas ciudades
el comercio sigue siendo una de las funciones centrales de la relación de la ciudad con
su hinterland. Este tipo de ciudad sigue dependiendo de los aportes económicos de la
12 Los especialistas en estudios urbanos nombran como hinterland al área de influencia directa de una ciudad.
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 82
población no urbana de la región que, en muchos casos depende más de los envíos de
dinero de sus jornaleros migrantes que de la producción local. En varias de las ciudades
regionales se ha agregado un nuevo grupo ocupacional relevante, el de quienes prestan
el servicio educativo en las comunidades cercanas, que resalta más si comparamos los
porcentajes de PEA ocupada en el sector educación en el conjunto de localidades del
mismo tamaño con estas ciudades regionales en regiones indígena. El personal
docente concentrado en la localidad urbana representa un elemento que dinamiza el
comercio y los servicios de la ciudad gracias al poder de compra que le aportan sus
ingresos fijos.
B. Las ciudades industriales, a diferencia de las ciudades regionales, desarrollan su
economía en forma independiente de la economía del área rural circundante. Las
principales relaciones de sus grupos predominantes son con otros centros industriales y
con los principales centros de consumo. No obstante, las posibilidades de empleo en
estas ciudades industriales las relaciona con la población rural circundante,
fundamentalmente por la migración laboral. Como centros urbanos, los servicios
comerciales, político-administrativos y de recreación que ofrecen estas ciudades son
también utilizados por la población rural del hinterland.
Algunas de estas ciudades industriales en regiones indígenas son pueblos
indígenas que se han convertido en tales, sea por desarrollo propio, como Ticul, o por
inversiones foráneas, como Altepexi en la zona de influencia industrial de Tehuacán.
El tipo propuesto en el protocolo de investigación mantiene sus características.
Lo que agregamos ahora es la comprobación de que la extensión de las empresas
maquiladoras de bienes de consumo a muchas localidades de las regiones indígenas,
con la característica de ocupar una mayoría de mano de obra de las localidades no
urbanas cercanas, en lo que podríamos llamar una “migración laboral cotidiana”,
semejante a lo que en lengua inglesa se conoce como commuting. Nuevamente, como
en las ciudades regionales, los ingresos obtenidos por actividades económicas fuera de
las localidades rurales y mixtas –en este caso, los salarios de las maquiladoras-
benefician a la ciudad por la demanda de bienes y servicios concentrados en ellas.
C. Entre las ciudades polo de atracción masiva de mano de obra, el subtipo C.1
Ciudad turística de desarrollo FONATUR también desarrolla su economía en forma
independiente de la economía del área rural circundante.
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 83
Las principales relaciones de sus grupos predominantes son fundamentalmente con
empresas transnacionales. No obstante, su peso fundamental en la ocupación de la
mano de obra de la región modifica sustancialmente la vida interna de las comunidades
de su área de influencia. Algunas de estas ciudades se han convertido en polos de
atracción masiva de mano de obra, como Cancún, pero otras no tuvieron el mismo
desarrollo, como es el caso de Huatulco.
El subtipo C.2 Ciudad en región de atracción de mano de obra agrícola, por su
parte, tiene estrecha relación con el hinterland, donde se obtienen los productos de
exportación que dan dinamismo a la región. Algunas de estas ciudades surgen del
asentamiento permanente por el que ha optado la mano de obra antes estacional
(jornaleros agrícolas), creando localidades que diversifican su estructura ocupacional,
por lo que, además de trabajadores agrícolas, se ofrecen puestos de trabajador
industrial y se desarrollan el comercio y los servicios.
En cualquiera de los casos señalados, entre la ciudad y su hinterland se
establecen redes de relaciones sociales que inciden en la dinámica regional, y una parte
de las funciones de la primera es la oferta de espacios de trabajo. No obstante, es de
esperar que la estructura económica de cada uno de los tipos y subtipos de ciudad que
estamos delineando sea diferente, ofreciendo a la población indígena que en ellas vive,
y a la de la región que las rodea, diferentes oportunidades de empleo y diferentes
servicios.
Este tipo de ciudad, y sus subtipos, se mantienen con las características
señaladas.
D. De crecimiento local. Son localidades que han crecido demográficamente por la
concentración en ellas de los productores rurales del entorno, pero que por su
localización cercana a otros centros urbanos que desempeñan funciones regionales no
desarrollan actividades de importancia para el hinterland.
A continuación presentamos un cuadro (Cuadro 7) que resume los elementos
que permiten proponer una tipología de las ciudades en regiones indígenas, aunque
debemos advertir que la tipología presentada tiene debilidades semejantes a las que
realizan los demógrafos a partir de los datos estadísticos, y requiere ser comprobada o
modificada con información de campo actualizada de las regiones en las que están
enclavadas las ciudades.
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 62
Los cuadros permiten apreciar que, al igual que en el resto del país, el proceso
de urbanización en las regiones indígenas fue creciente en la segunda mitad del siglo
XX. Y, si bien a mediados de ese siglo cuatro de las 20 ciudades eran capitales
estatales (Villahermosa, Campeche, Mérida y Oaxaca), o ciudades que desde el siglo
XIX habían sido centros económicos o administrativos de importancia desde el siglo XIX
(por ejemplo, San Cristóbal de Las Casas, Orizaba, Tapachula de Córdova y Ordóñez,
Papantla de Olarte) o las nuevas localidades de la entonces dinámica industria petrolera
(Minatitlán, Poza Rica de Hidalgo), a partir de 1960 el crecimiento demográfico en estas
regiones dio lugar al surgimiento de 59 nuevas ciudades, permitiendo que regiones
antes carentes de localidades urbanas, como la mayoría de las del Estado de Oaxaca,
cuenten con ellas en 2005.
En regiones indígenas que no contaban con localidades del rango poblacional
de ciudad en 1960, algunas localidades rurales fueron creciendo hasta rebasar el
mínimo de 15,000 habitantes en las siguientes fechas (Cuadro 3.1):
� entre 1960 y 1970: en la región Chinanteca
� entre 1970 y 1980: en las regiones Mixe, Mixteca, Otomí de Hidalgo y Querétaro y
Selva Lacandona
� entre 1980 y 1990: en la región Montaña de Guerrero, y
� entre 1990 y 1995: en la región Costa y Sierra Sur de Oaxaca.
La década 1980-1990, que fue de intensa urbanización en el país debido a la
emigración del campo a las ciudades a consecuencia no del crecimiento económico de
los centros urbanos, sino de la crisis económica del país que afectó con más fuerza al
campo, fue muy importante en el proceso de urbanización en regiones indígenas.
Surgieron 11 nuevas localidades urbanas y cinco que hoy día forman parte de la
conurbación de un área metropolitana. Al mismo tiempo, las tasas de crecimiento de 21
ciudades en regiones indígenas fueron superiores al crecimiento urbano nacional (2
puntos porcentuales más) (Cuadro 3).
En los 15 años transcurridos entre 1990 y 2005, dieciséis localidades rurales
(Las Rosas, Puerto Escondido, Miahuatlán de Porfirio Díaz, Altepexi, Motozintla de
Mendoza, Felipe Carrillo Puerto, Playa del Carmen, Izamal, Peto, Atlacomulco de
Fabela, Heroica Ciudad de Tlaxiaco, Ometepec, Paracho de Verduzco, Ocosingo, Las
Margaritas y Yajalón) pasaron el rango mínimo para ser consideradas ciudades y ocho
más crecieron por conurbación con alguna zona metropolitana (Ixtaczoquitlán,
Ocuiltzapotlán, Parrilla Primera Sección, Lerma de Villada, Villa Cuauhtémoc, Poza Rica
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 63
municipio de Papantla, Minatitlán municipio de Cosoleacaque y Santa María Atzompa)
con lo que rebasaron el rango mínimo de 15,000 habitantes; cinco ciudades cambiaron
del rango de pequeñas con menos de 50,000 habitantes a pequeñas con más de
50,000 (Cozumel, Pátzcuaro, Huauchinango, Teziutlán y Papantla de Olarte); cuatro
cambiaron de pequeñas a medias (San Cristóbal de Las Casas, Ciudad Valles,
Chetumal y Navojoa) y Cancún permaneció en el rango de ciudad media, pero rebasó la
población que tanto Sobrino como SEDESOL-CAM-SAM consideran importante como
diferencia entre las medias -450,000 y 500,000 respectivamente. Por otra parte, en dos
ciudades disminuyó la población en números absolutos entre 1990 y 2005 (Ébano y Las
Choapas) así como en la localidad conurbada de Villa Cuauhtémoc que incluso perdió
el rango de ciudad en el año 2005, y en Progreso la población disminuyó en números
absolutos entre 2000 y 2005 (Cuadro 3 y Gráficas 2).
Entre 2000 y 2005, dos ciudades pasaron del rango de pequeñas a medias:
Playa del Carmen, con un incremento quinquenal de más de 50,000 habitantes y
Navojoa, con un incremento de más de 5,000 habitantes; otras perdieron población:
Tres Valles, Motozintla, Ébano, Salina Cruz, Progreso, Huatabampo, Matías Romero
Avendaño, Los Reyes de Salgado y Las Choapas, en decrementos absolutos que
varían entre 28 en Ébano y más de 8,000 habitantes en Progreso (Cuadro 3 y Gráficas
2).
Con el fin de obtener un panorama más preciso sobre las tendencias recientes
del crecimiento de las localidades urbanas en regiones indígenas, las ordenamos por
tamaño de la localidad en el año 2000, y elaboramos gráficas con sus tasas de
crecimiento para los períodos 1990-2000 y 2000-20054 (Gráficas 3.1 y 3.2).
Los rangos para 1990-2000 fueron:
� entre 13,000 y 14,999 habitantes en 20005: 4 localidades
� entre 15,000 y 99,999 habitantes en 2000: 59 localidades
� 100,000 y más habitantes en 2000 (excluyendo las zonas metropolitanas)6: 10
localidades
4 Para el período 1990-2000 Anzaldo (2003) desglosa las tasas por localidades que no eran urbanas en 1990 y lo fueron en 2000, ciudades pequeñas, ciudades medianas y ciudades grandes. Para el período 2000-2005, Anzaldo Gómez y Rivera Vázquez (2006) no incluyen la categoría de localidaes que no eran urbanas en la fecha previa, pero lo fueron en 2005. 5 En los cuadros y gráficas de tasas de crecimiento incluimos a localidades con menos de 15,000 habitantes en 1980, 1990, 1995 y 2000, que en 2005 ya habían rebasado el rango poblacional de 15,000 habitantes, por eso establecimos el primer rango entre 13,000 y 19,999 habitantes.
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 64
Los rangos para 2000-2005 fueron:
� entre 15,000 y 99,999 habitantes en 2000: 59 localidades
� 100,000 y más habitantes en 2000 (excluyendo las zonas metropolitanas)7: 10
localidades
El ejercicio resultó ilustrativo, ya que resalta las diferencias en la dinámica
demográfica de las ciudades en los dos períodos seleccionados, comparándolos con el
promedio de crecimiento demográfico a nivel nacional de ese tamaño de ciudad.
Algunas ciudades crecieron más que el promedio nacional en ambos períodos, y vale
destacar por región indígena aquellas en las que todas sus localidades urbanas lo
hicieron: Altos de Chiapas, Selva Lacandona (excepto Tenosique de Pino Suárez, cuya
dinámica socioeconómica está más vinculada al Estado de Tabasco que, como vimos
antes, mostró bajos desempeños), Costa y Sierra Sur de Oaxaca, Montaña de Guerrero
y la vertiente poblana de la región Cuicatlán, Mazateca, Tehuacán y Zongolica. Contra
lo que se podía esperar si nos apegamos al pronóstico de SEDESOL-CAM-SAM, son
ciudades de las regiones indígenas que están más lejos de los flujos económicos
previstos (Plano 5). También mostraron alto crecimiento demográfico algunas de las
ciudades en la región indígena Maya, no solamente las turísticas del Caribe, también
Champotón, Felipe Carrillo Puerto, Hunucmá, Ticul y Valladolid. En otras regiones
solamente una ciudad mantuvo un crecimiento significativo en los quince años
considerados: San Juan Bautista Tuxtepec en la Chinanteca (a diferencia del declive en
Tres Valles); Macuspana en la Chontal de Tabasco; Juchitán de Zaragoza en la región
Istmo (única que rebasó levemente el promedio nacional en los dos períodos, a
diferencia de las otras tres localidades urbanas de esta región); Esperanza en la Mayo-
Yaqui; Heroica Ciudad de Tlaxiaco en la Mixteca y Huauchinango, Teziutlán y Zacatlán
en la región Sierra Norte de Puebla y Totonacapan.
Las regiones indígenas en el centro del Estado de Chiapas: Selva y Altos de
Chiapas (Gráficas 2) no solamente vieron el crecimiento de cuatro localidades mixtas
hasta convertirse en ciudades, éstas también mantuvieron crecimientos demográficos
6 Las localidades que en 2000 estaban conurbadas con alguna zona metropolitana fueron agrupadas por zona metropolitana, independientemente de su total de población en 2000. 7 Las localidades que en 2000 estaban conurbadas con alguna zona metropolitana fueron agrupadas por zona metropolitana, independientemente de su total de población en 2000.
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 65
sostenidos en los últimos 25 años. Lo mismo aconteció en las regiones Costa y Sierra
Sur de Oaxaca y Montaña de Guerrero (cuadro 3).
Las ciudades no metropolitanas de otras regiones indígenas: Huasteca,
Mazahua-Otomí, Mixe, Otomí de Hidalgo y Querétaro, Tuxtlas, Popoluca-Náhuatl de
Veracruz y Purépecha, en cambio, mostraron débil crecimiento demográfico (menor al
promedio nacional de ciudades de su mismo tamaño, o decrecimiento de su población).
Por otra parte, si, como dicen los especialistas, las ciudades de 50,000 y más
habitantes marcan una diferencia fundamental para las posibilidades de mejorar su
desempeño socioeconómico, tendríamos algunas regiones indígenas en las que no
existen núcleos con estas características, como son Costa y Sierra Sur de Oaxaca,
Mixe, Mixteca, Montaña de Guerrero, Otomí de Hidalgo y Querétaro y Selva Lacandona.
No obstante, esta última región, junto con la de Altos de Chiapas, mantuvo una tasa alta
de crecimiento de sus ciudades en el quinquenio 2000-2005.
La discrepancia entre la importancia de los flujos económicos internacionales para
prever el crecimiento urbano en el país y lo que aconteció en las ciudades pequeñas de
las regiones indígenas alejadas de esas rutas debe buscar otra explicación. A partir de
la década de los setenta, el modelo de producción del sistema capitalista ha cambiado,
conociéndose como flexibilización a sus nuevas características: cambios en los
procesos del trabajo, innovaciones tecnológicas, desintegración de la verticalidad en la
producción y flujos de información. Este cambio ha ocasionado una nueva división
internacional del trabajo, la internacionalización de la economía, y la mundialización de
las ciudades. El neoliberalismo alcanzó su apogeo desde finales de los años ochenta, y
se “debe en gran medida al nuevo vigor del capitalismo internacional y a las fuerzas
sociales e institucionales que lo sostienen, tales como el Fondo Monetario Internacional
y el Banco Mundial. Sin embargo, la liberalización de las economías fomentada por el
neoliberalismo y los efectos de la crisis de la deuda pública no han propiciado un
desarrollo positivo en los países del Tercer Mundo, donde se han agravado los
problemas de pobreza, desempleo, empleos temporales e informales y deterioro
ambiental” (Sobrino, 2003a: 122). El proceso neoliberal ha presentado, entre otras
características, que el sector terciario se convierta en el factor de mayor dinamismo en
la producción, a lo que se conoce como era posindustrial, lo cual genera tres niveles:
cambios en referentes a qué se hace, enfatizando la información como elemento de
control social, para la eficiencia de los negocios y la innovación tecnológica; cambios en
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 66
la forma del trabajo, donde se incrementan los trabajadores de cuello blanco sobre los
de cuello azul; y cambios en el dónde se hace, es decir, en los contextos intra e
interurbanos en donde se lleva a cabo la producción. Todos estos elementos tienen una
importancia en el impulso que se da a las ciudades medias y pequeñas.
Las ventajas urbanas para el establecimiento y el crecimiento de las actividades
de la industria deben considerar las economías de escala, es decir, conocer el tamaño
medio de las empresas establecidas; analizar la eficiencia de los factores, que es la
relación entre la productividad del capital y el trabajo, así como la efectividad de la
inversión. Estos elementos pueden ayudar a comprender algunas de las ventajas que
encuentran distintas firmas en establecerse en una ciudad, así como de los estímulos
que den las autoridades federales y estatales.
Retomaremos el tema de las ventajas urbanas, así como las ventajas de
localización cuando analicemos la estructura ocupacional de las ciudades en regiones
indígenas. Por lo pronto, analizaremos la capacidad local de las finanzas municipales
para fomentar las condiciones de competitividad.
2.2.3 Las finanzas municipales y las condiciones de competitividad de las
ciudades
Los especialistas en desarrollo urbano consultados insisten en la importancia de los
apoyos financieros por parte de la federación y de los estados para posicionar a las
ciudades en el nuevo entorno competitivo. Respecto a la importancia de los
financiamientos federales y estatales, hicimos un ejercicio para analizar las
posibilidades que las finanzas municipales tendrían para el desarrollo de sus ciudades.
Utilizando el modelo de análisis de las finanzas municipales realizado por Cabrero
Mendoza y Orihuela Jurado en: “Finanzas en municipios urbanos de México. Un análisis
de los nuevos retos en la gestión de las haciendas locales (1978-1998)”. Hemos
elaborado un análisis comparativo de las finanzas públicas municipales durante el 2005,
de algunas de las ciudades estudiadas en esta investigación (Cuadro 4). Esto con la
intención de entender el impacto que puede tener la gestión de las finazas públicas en
relación con el desarrollo social y económico de las localidades urbanas.
Los datos se han establecido por municipios (debido a que este es el nivel
mínimo de operación del presupuesto). Se tomaron en cuenta aquellos municipios que
albergan las localidades urbanas pertinentes a esta investigación; sin embargo, no
todos los municipios requeridos están incluidos en nuestra fuente (INEGI, 2007).
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 67
Para el análisis tomamos en cuenta tres indicadores financieros “que nos dan
información sobre los niveles de esfuerzo fiscal, de autonomía financiera, de eficiencia
en el gasto municipal y de endeudamiento” (Cabrero Mendoza y Orihuela Jurado,
2002:193).
1. Capacidad o dependencia financiera. Muestra la relación entre los
ingresos propios y el gasto corriente, así como la relación entre participaciones
federales y el gasto total. A mayor capacidad financiera, mayor autosuficiencia y
equilibrio de gasto
2. Inversión municipal. Porcentaje del gasto dedicado a la inversión pública.
3. Apalancamiento financiero. Peso de la contratación de deuda en el total
de ingresos (Cabrero Mendoza y Orihuela Jurado, 2002: 193).
En general podemos observar que se comprueba la tendencia de la que nos
hablan Cabrero Mendoza y Orihuela Jurado sobre la dependencia financiera de los
municipios hacia otras instancias superiores de gobierno.
La percepción de ingresos propios (el los cuales agrupamos los rubros de:
impuestos, derechos, productos, aprovechamientos y contribución de mejoras) de los
diferentes municipios es en todos los casos menor a su gasto corriente (servicios
personales, materiales y suministros y servicios generales), excepto en el municipio de
Solidaridad (al que pertenece la ciudad de Playa del Carmen, Quintana Roo) en donde
los ingresos propios ascienden a 73.09%, mientras que el gasto corriente es del
52.31%. Esto nos indica que el municipio de Solidaridad es capaz de cubrir sus gastos
administrativos por si mismo, mientras que los demás municipios dependen en gran
medida de las participaciones y aportaciones federales y estatales. La relación que
mantiene el municipio de Solidaridad entre sus ingresos propios y su gasto corriente,
nos habla de una gran independencia financiera de otros niveles de gobierno, de su
autonomía en lo que se refiere a la inversión en obras públicas y de su capacidad para
mantener una hacienda sana.
En cuanto a lo que respecta a los demás municipios, podemos decir, a partir de
la división de las ciudades por tamaño (ciudades pequeñas de 15,000 a 49,000 y de
50,000 a 99,999; ciudades medias de 100,000 a 999,999; zonas metropolitanas), que
las ciudades más pequeñas presentan una mayor dependencia de sus finanzas a las
aportaciones externas; su capacidad para recaudar ingresos por cuenta propia es
menor que la de las ciudades medias en las cuales hay un mayor equilibrio entre sus
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 68
ingresos propios y su gasto corriente. En cuanto las ciudades más grandes, aunque su
capacidad para recaudar ingresos es mayor, también su gasto corriente lo es.
La crisis ocurrida durante 1995 en la caída de captación de ingresos propios
parece continuar. Cabrero Mendoza y Orihuela Jurado nos hablan de que esta crisis
tiene en gran parte que ver con las transferencias del ramo 338 o Fondo de aportaciones
federales, el cual buscaba descentralizar el sistema fiscal:
En la última fase estudiada (1995-1998) se observa una aparente regresión; parecería que como efecto de la crisis económica de 1995 los municipios urbanos repliegan su estrategia fiscal expansiva de captación de mayores recursos propios y de hecho con la aparición de nuevas transferencias (ramo 26 y luego ramo 33) se inhibe la búsqueda de ingresos directos vía un mayor esfuerzo fiscal (Cabrero Mendoza y Orihuela Jurado, 2002: 175). A partir de 1998, producto de las reformas al sistema de transferencias, se
incorporaron en el sistema de Egresos de la Federación y en el Capítulo V de la Ley de
Coordinación Fiscal, los Fondos de Aportaciones Federales. Este ramo transfirió
recursos del presupuesto federal a los estados, destinados a la atención de
responsabilidades que la Federación les trasladó con anterioridad por vía de convenios.
Igualmente se incluyeron recursos que eran canalizados a los gobiernos subnacionales
para construcción de infraestructura básica por medio de los Convenios de Desarrollo
Social. Finalmente se añadieron recursos para la atención de problemas de seguridad
pública, educación tecnológica y de adultos” (Origen y funcionamiento del ramo 33). En
total son siete los fondos que componen el ramo 33: Fondo de Aportaciones para la
Educación Básica (FAEB); Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA);
Fondo de aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS); Fondo de Aportaciones
para el Fortalecimiento de los Municipios y las Demarcaciones Territoriales del Distrito
Federal (FORTAMUN-DF); Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM); Fondo de
Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos (FAETA) y Fondo de
Aportaciones para la Seguridad Pública de los Estados y del Distrito Federal (FASP).
Sin embargo, esta disposición no ha sido muy efectiva en su objetivo de
descentralización, pues el hecho de que las aportaciones federales sean el ingreso
mayor en casi todos los municipios ha hecho que éstos sean menos eficientes en su 8 El ramo 33 ha sufrido modificaciones desde su creación. En 2006, el Ramo 33 consiste en aportaciones federales para estados y municipios, contemplados en el capítulos V de la LCF, publicado en el Diario Oficial de la Federación de fecha 29 de diciembre de 1997, conformado por cinco fondos, dos de los cuales están orientados al fortalecimiento del municipio y son: 1. Fondo para la infraestructura social municipal, derivado del fondo de aportaciones para la infraestructura social. 2. Fondo de aportaciones para el fortalecimiento a los municipios.
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 69
recaudación de ingresos propios. Además de lo anterior, la normatividad para la
aplicación de los Fondos de Aportación no es muy clara, de hecho en algunos fondos
como el FAEB no hay una ley que establezca los criterios de distribución, sin mencionar
que dentro de los registros de Egresos que aparecen en nuestra fuente (INEGI, 2007)
no existe ningún rubro que indique en qué han sido utilizados estos fondos, por lo que
medir el impacto real que tienen en la población y el uso per cápita de estos ingresos se
dificulta. También habría que cuestionarse que tanto de la asignación de estos recursos
corresponde a las necesidades de la población y qué tanto de estos fondos es
empleado para cubrir las necesidades presupuestales de los municipios en cuanto a
gasto corriente.
En lo que respecta a la inversión municipal, en la relación entre gasto corriente y
gasto de inversión (aquí se agrupan los rubros de: Adquisición de Bienes Muebles e
Inmuebles, Obras Públicas y Acciones e Inversión Financiera) se observa una mejoría
en la relación entre estos dos tipos de gastos. En general esa tendencia de la que
hablan Cabrero Mendoza y Orihuela Jurado en la cual tienden a separarse las curvas
de gasto corriente y gasto de inversión, ha disminuido; se puede ver un aumento en el
gasto de inversión sobre todo en lo que respecta al rubro de Obras Públicas y Acciones.
Son las ciudades pequeñas las que han tenido una mayor recuperación; el gasto
corriente en relación al gasto de inversión es en promedio 1/2 a 1, e incluso en algunos
municipios como Macuspana se encuentra 1 a 2; en Huauchinango, Motozintla y Centla9
el gasto de inversión es un tanto superior al gasto corriente, y en el caso de Tantoyuca
la relación es 1 a 4 (71.67% de gastos de inversión del total de egresos); también
existen municipios como Huatabampo en donde la relación es de 3 a 1 (el gasto
corriente es del 63.05%, mientras que, el gasto de inversión es del 17.4%). Sin
embargo, también es cierto que en estas ciudades los ingresos por parte de los rubros
de Participaciones y Aportaciones también son mayores. Habría que esperar para ver si
estos gastos de inversión se convierten en mejores condiciones de vida para la
población.
En las ciudades medias la relación del gasto corriente con el gasto de inversión
es en promedio 2 a 1; hay un detrimento del gasto de inversión en relación con el gasto
corriente, un ejemplo de esto es el municipio de Uruapan en donde la relación es 3 a 1
(54.23% de gasto corriente por 15.58% de gasto de inversión). 9 Se seleccionaron algunos municipios, los que se agruparon los rubros tanto de Ingresos como de Egresos, en cuatro indicadores: Ingresos propios, Participaciones y Aportaciones, Gasto Corriente, Inversión y Deuda Pública.
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 70
Es en el caso de las ciudades más grandes donde se nota más un detrimento en
el gasto de inversión, esto debido a que los requerimientos de los gastos administrativos
son a la vez mayores. Un ejemplo de esto es el caso Orizaba en donde la relación es 4
a 1 (76.66% de gasto corriente por 16.3% de gasto de inversión) o el caso de Oaxaca
de Juárez, donde la relación es de 3 a 1 (71.05% por 22.19%) y el caso más grave, el
del municipio de Guaymas en donde la relación es 6 a 1 (77.08% por 12.39%).
En lo que se refiere al Apalancamiento financiero, el promedio de
endeudamiento de los municipios aquí estudiados el del 4.25% por lo que en relación a
los periodos analizados por Cabrero, podemos concluir (al menos en lo que respecta a
los municipios aquí contemplados) que hay una reducción del endeudamiento de los
municipios; de hecho habría una reducción importante en comparación con el
porcentaje de deuda después de la crisis del 95%.
Son las ciudades medias las que mantienen un mayor endeudamiento; como en
el caso de Uruapan en donde su porcentaje de la Deuda Pública del total de Egresos es
del 14.58% y Navojoa con el 28.72% (municipio con el porcentaje más alto de
endeudamiento).
Por último, un apartado especial merecen los municipios en donde se localizan
las ciudades turísticas de nuestra investigación, su comportamiento se diferencia en
algunos aspectos del resto de los municipios. El caso más significativo es el del
municipio de Solidaridad que, como se mencionó anteriormente, es el único capaz de
satisfacer su gasto corriente por si mismo, sin tener que depender de las Participaciones
del gobierno federal; también mantiene un buen porcentaje de Gastos de inversión
20.32%; Benito Juárez (Cancún, Quintana Roo) destaca por el porcentaje del rubro de
Financiamiento (30.66%, el mayor de todos los municipios), aunque cabe destacar que
su porcentaje de Deuda Pública, también es uno de lo más altos y Cozumel, para el que
se observa mayor dependencia financiera, pues el monto de su gasto corriente es el
doble que el de sus ingresos propios (68.92% por 29.24%), también en este municipio el
porcentaje del rubro de Financiamiento es alto 20.57%, aunque aquí el gasto en Deuda
Pública es del 0%.
Podemos concluir que, en general, hay una gran dependencia de los municipios
respecto a los apoyos del gobierno federal; su mayor porcentaje de ingresos provienen
de los rubros de Participaciones y Aportaciones. Además de no ser capaces de
mantener sus finanzas por sí mismos, podemos ver que la mayor parte de lo ingresos
se destina a pagar sueldos, materiales y suministros de las estructuras administrativas,
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 71
lo que deja a la inversión y al mejoramiento de la infraestructura municipal en último
lugar.
En cuanto a la aplicación de los ingresos a los programas para los cuales está
destinado el rubro de Participación, quedan serias dudas de su “correcta” aplicación: en
primer lugar, no existe un informe detallado de la aplicación de los fondos, ni siquiera
como un rubro en general; al observar la relaciones entre el gasto corriente y los
ingresos propios dentro del municipio, podemos observar claramente que es necesario
recurrir a otros rubros de ingresos (entre ellos el de Participación) para cubrir los
egresos referentes a las áreas administrativas. Es decir, que gran parte de los ingresos
de los municipios se destinan para mantener las estructuras administrativas, dejando
muy poco para invertir en infraestructura o programas sociales; aunque el ingreso
proveniente del gobierno federal aumente, los administradores públicos no son
capacitados para mantener una eficiente y sana distribución de los recursos.
Por lo anterior, el impacto de las Participaciones en las condiciones sociales,
económicas y de infraestructura de las localidades que integran el municipio es mínimo.
Los Ingresos de los municipios no alcanzan para cubrir las necesidades de éstos,
incluso se podría decir que en ocasiones ni siquiera cubren necesidades inmediatas
más allá del gasto corriente. Los municipios y sus ciudades crecen, al igual que las
estructuras burocráticas lo que repercute en que el gasto se incremente, pero esta
complejización no va acompañada de la capacidad para administrar sus recursos.
La debilidad financiera de los municipios permite cuestionar la viabilidad que
tendría plantear programas de apoyo a los derechos de la población indígena en este
nivel de la administración.
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 72
Cuadro 4. Finanzas municipales. Ejemplos de municipios según tamaño de sus ciudades, 2005. INGRESOS EGRESOS
Municipio Ingresos Propios. Participaciones y Aportaciones.
Gasto Corriente.
Inversión. Deuda Pública
Ciudades pequeñas Centla. 1.75% 90.43% 36.26% 41.93% 0% Macuspana. 4.13% 79.63 23.89% 44% 0% Motozintla. 1.82% 98% 25.34% 35.14% 0% Huejutla. 3.01% 91.82% 57.98% 33.13% 0% Tantoyuca. 3.92% 91.95% 17.43% 71.67% 0.85% Huatabampo. 13.79% 81.34% 63.05% 17.4% 5.03% Atlacomulco. 26.39% 65.62% 66.93% 27.83 2.83% San Juan Bautista Tuxtepec.
17.64% 75.34% 54.32% 42.22% 0%
Cozumel. 29.24% 50.19% 68.92% 19.18% 0% Zitácuaro. 16.54% 84.22% 47.67% 37.56% 1.43% Huauchinango. 5.46% 92.59 33.48% 41.18% 2.57% Teziutlán. 18.87% 60.04% 39.29% 43.70% 11.86%
Ciudades medias San Cristóbal de Las Casas.
16.01% 83.05% 57.39% 29.32% 2.25%
Tehuacán. 19.65% 77.86% 49.14% 21.36% 6.57% Ciudad Valles. 11.15% 76.66% 44.24 14.71% 6.04% Othón P. Blanco. 20.26% 76.93% 69.9% 24.24% 0.69%
Ciudades metropolitanas Orizaba. 20.22% 72.64% 76.66% 16.3% 0% Minatitlán. 14.40% 76.21% 53.08% 45.13% 0% Mérida. 25.95% 68.67% 49.47% 29.92% 0.71% Guaymas. 29.72% 65.27% 77.08% 12.39% 8.18% Oaxaca de Juárez. 21.95% 78.03% 71.05% 22.10% 0.00%
Ciudades turísticas Benito Juárez. 40.58% 26.83% 58.88% 10.85% 21.73% Solidaridad. 73.09% 20.32% 52.31% 20.32% 7.26% Cozumel. 29.24% 50.19% 68.92% 19.18% 0%
Fuente: Elaboración propia con base en INEGI, Finanzas Públicas Estatales y Municipales de México 2002-2005, 2007.
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 73
2.2.4 La distribución de la población económicamente activa en el municipio
El objetivo de comprender la función de las ciudades en regiones indígenas requiere
desmenuzar las diferencias que muestran las ciudades de la misma categoría por
tamaño de la población. Para iniciar la identificación de la estructura ocupacional de las
ciudades, elaboramos cuadros (Cuadros 5) y gráficas (Gráficas 4) de la distribución de
la PEA en sus municipios, con distinción de 19 categorías de ocupaciones. Estas
gráficas tuvieron como única función mostrar diferencias significativas entre municipios
con localidades urbanas del mismo tamaño y empezar a delinear una tipología. El
siguiente paso fue buscar si en las localidades urbanas propiamente dichas es donde se
da la diferencia ocupacional más significativa y para ello elaboramos gráficas que
permitieran conocer la predominancia ocupacional en la ciudad.
2.2.5 La predominancia ocupacional en la ciudad
El siguiente paso que dimos fue elaborar gráficas, con base en la información de la
muestra censal, que levantó el INEGI en 2000, de algunas ocupaciones que resultaron
significativas para las ciudades indígenas, entre las que seleccionamos las actividades
agropecuarias, forestales y de pesca; albañiles y peones; la industria de la confección –
en la que distinguimos sastres y costureras de los operarios fabriles; conductores;
comercio establecido; ambulantaje; servicio doméstico; oficinistas; aseo de oficinas;
educación; turismo y profesionistas (Gráficas 5). A su vez, comparamos los resultados
de las ciudades que nos interesan con las gráficas de ocupaciones del conjunto de
ciudades del mismo rango de tamaño que maneja la muestra censal (15,000 a 19,999
habitantes; 20,000 a 49,999 habitantes; 50,000 a 99,999 habitantes y entre 100,000 y
499.000 habitantes) (Gráfica 6).
Si bien el conjunto de ciudades de 15,000 a menos de 20,000 habitantes a nivel
nacional tuvo un porcentaje de cerca del 19.0% de su PEA ocupada en labores del
sector primario en el año 2000, siendo este el sector de ocupación predominante, entre
las ciudades en regiones indígenas no todas las de este rango poblacional presentaron
una importancia semejante en estas ocupaciones. Tlaxiaco, Miahuatlán de Porfirio Díaz,
Ometepec, Motozintla de Mendoza, Puerto Escondido, Felipe Carrillo Puerto, Motul de
Carrillo Puerto, Matías Romero Avendaño y Atlacomulco de Fabela se separaron del
promedio.
Resaltaron por tener como principal ocupación el trabajo docente, Tlaxiaco y
Ometepec. Sin que haya sido el sector predominante, Motozintla de Mendoza tuvo un
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 74
porcentaje significativamente alto de profesores respecto al conjunto de ciudades del
mismo tamaño.
De las ciudades más pequeñas en 2000, Altepexi y Motul de Carrillo Puerto
mostraron la industria de la confección como ocupación significativamente superior al
promedio en ciudades del mismo tamaño.
Igualmente, entre las ciudades más pequeñas resaltó el porcentaje de oficinistas
en Puerto Escondido, situación que comparte con las demás ciudades turísticas de
nuestra muestra.
La segunda ocupación en importancia en las ciudades más pequeñas fue el
comercio establecido. De nuestras ciudades, Miahuatlán de Porfirio Díaz, Motozintla de
Mendoza, Puerto Escondido, Felipe Carrillo Puerto, Matías Romero Avendaño y
Atlacomulco de Fabela lo tuvieron como ocupación predominante, siendo en el caso de
las dos últimas notoriamente importante.
Para el conjunto de ciudades entre 20,000 y menos de 50,000 habitantes en el
año 2000, con un poco más del 14%, el comercio fue la principal ocupación de su PEA,
quedando las actividades del sector primario en segundo lugar, con un 12%.
Nuevamente encontramos variaciones en el caso de las ciudades en regiones
indígenas: Ajalpan, Champotón, Oxkutzcab, Hunucmá, Tekax, Tizimín, Progreso
Ixmiquilpan, Xicotepec, Los Reyes de Salgado y Pátzcuaro presentaron como principal
ocupación a las actividades de este último sector.
El comercio fue la ocupación principal en Tamazunchale, Ébano, Tantoyuca,
Huauchinango, Ciudad Ixtepec, Chilapa de Álvarez, Papantla de Olarte, Álamo,
Santiago Pinotepa Nacional, Santo Domingo Tehuantepec, H. Cd. De Huajuapan de
León, Playa del Carmen, Valladolid, Escárcega, Ocosingo, Palenque, Tenosique,
Macuspana, Acayucan, Las Choapas, Huatabampo, Esperanza y Actopan.
Por su parte, en Ticul, la actividad principal fue la industria de la confección con
más del 13% de PEA ocupada, Sin ser predominante, esta ocupación también fue
significativamente más importante que en el promedio nacional de ciudades del mismo
tamaño en Ajalpan y Hunucmá, y en Valladolid resultó la segunda ocupación en
importancia.
Para las localidades de los dos siguientes rangos de tamaño entre 50,000 y
100,000 y de 100,000 a menores de 500,000 habitantes, en 2000 fue el comercio
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 75
establecido el que ocupó a más personas, quedando la construcción en segundo lugar.
De este patrón, entre las ciudades de regiones indígenas entre 50,000 y 100,000
habitantes se separó Teziutlán, con el mayor porcentaje de su PEA ocupada en la
industria de la confección. Por su parte, algunas ciudades mantuvieron al comercio
como actividad central y otras ocupaciones como muy importantes: Cozumel tuvo al
turismo y a los oficinistas como actividades muy relevantes, sin desprenderse del patrón
de que la construcción ocupó el segundo lugar; en Zitácuaro, la educación ocupó el
segundo lugar y en Navojoa los trabajos de apoyo administrativo (oficinistas).
Entre las ciudades de regiones indígenas entre 100,000 y 500,000 habitantes en
2000, el patrón fue similar, a excepción de que el trabajo docente fue tan importante
como la construcción en San Cristóbal de Las Casas; entre las demás localidades de
este tamaño, Campeche y Chetumal –capitales estatales- así como Tapachula de
Córdova y Ordóñez, Ciudad Obregón y Navojoa tuvieron como segunda actividad en
importancia al trabajo en oficinas; Cancún tuvo al turismo y, casi tan relevante, el trabajo
de oficinista; en cambio, en Uruapan la segunda ocupación fue en el sector primario.
Tehuacán resaltó, porque la industria de la confección rebasó, con hasta 16% de la PEA
ocupada, a las demás actividades.
En el siguiente rango de tamaño, todas nuestras ciudades forman parte de una
zona metropolitana. Respecto a las áreas metropolitanas, el análisis que aquí
presentamos se centra únicamente en las localidades urbanas, que es la unidad de
análisis de este estudio. Como consecuencia, no se compara aquí la estructura
ocupacional de las zonas metropolitanas en su conjunto, que incluye en su territorio a
localidades rurales y mixtas, algunas veces con actividades muy relevantes a nivel
metropolitano (como el caso de la localidad mixta en el municipio de Mérida que
mencionamos antes, en el que se concentra una buena parte de la industria de la
confección, que a nivel metropolitano es relevante). No obstante, las diferencias que se
encontraron entre las localidades urbanas conurbadas de diferentes zonas
metropolitanas merecen ser mencionadas.
En las tres ZM que son capitales estatales, como era de esperar, la ocupación
de oficinistas es relevante, como lo vimos también para capitales estatales de menor
tamaño. En la de Villahermosa, además del comercio, la ocupación de oficinistas está
muy presente en la propia ciudad de Villahermosa y la localidad de Parrilla. En la de
Mérida nuevamente es importante en la propia ciudad de Mérida. En la ZM de Oaxaca
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 76
es importante en la ciudad de mismo nombre, en Santa Lucía del Camino y en Santa
Cruz Xoxocotlán, mientras en Santa María Atzompa es relativamente menor.
Otras ocupaciones en las ZM que son capitales estatales también muestran
diferencias. Ocuiltzapotlán, de la ZM de Villahermosa, presenta a la docencia como la
ocupación más importante. Si bien en Umán la industria de la confección –incluyendo a
sastres y costureras- es más relevante que la construcción, esta última actividad es
relativamente más importante en el municipio de Kanasín, población que conservó por
más tiempo su tradición indígena y a la cual migró la población desplazada de la zona
henequenera al término del auge de esta producción. En Oaxaca, la docencia es más
importante que en otras ciudades, sobre todo en la misma ciudad capital, pero también
en Santa María Atzompa, mientras la construcción sobresale en Santa Cruz Xoxocotlán.
Sobre las zonas metropolitanas que no son capitales de sus estados, resalta el
porcentaje de ocupaciones en actividades del sector primario en las localidades urbanas
de la ZM de Orizaba (Ciudad Mendoza e Iztaczoquitlán), a pesar de que en su conjunto
esta ZM tiene como ocupación más relevante la industria.
En las localidades urbanas de los municipios indígenas o con presencia
importante de población indígena que forman parte de la ZM de Toluca, Lerma de
Villada tiene un predominio absoluto de ocupación en la industria de la confección y en
Villa Cuauhtémoc, aunque esta actividad también está presente, la construcción y el
comercio ocupan a una parte más significativa de la PEA local.
Las otras dos zonas metropolitanas crecieron como importantes centros de
producción y refinación de petróleo hasta la década de 1970, pero en las últimas dos
décadas y media han disminuido su desempeño económico. De las ocupaciones
seleccionadas, el comercio, la construcción y los oficinistas son las tres más
importantes.
Una vez certificada la gran diversidad de estructuras ocupacionales entre las ciudades
de un mismo rango de tamaño, con el objetivo de ir trazando elementos para una
tipología de las localidades urbanas en regiones indígenas, pasamos a analizar las
características de impacto económico local de las principales ocupaciones encontradas
en las ciudades de nuestro interés. Tenemos varios tipos de ciudades según la
información del año 2000:
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 77
a) Las que presentaron un claro predominio en actividades agrícolas, ganaderas,
silvícolas y de caza y pesca (a las que en afán de síntesis llamaremos agropecuarias),
de las que podemos esperar que su crecimiento demográfico al rango de ciudades sea
debido ya sea a una actividad primaria exitosa, como en el caso de la región indígena
Maya, ya sea a condiciones de falta de servicios o de inseguridad del entorno rural, que
promueven la migración de los productores primarios al centro urbano más cercano,
como es probable que sea el caso de la región indígena Selva Lacandona.
b) Las que tuvieron un alto porcentaje de población ocupada en el sector secundario,
entre las que podemos distinguir b.1) aquellas en las que la industria maquiladora de la
confección fue predominante y b.2) aquellas donde fueron otras la actividades
secundarias que resaltaron.
Distinguimos el caso de las ciudades maquiladoras porque las inversiones aquí
provienen de una fuente externa que decidió flexibilizar su producción y no garantiza su
permanencia en la localidad, porque en la búsqueda de menores costos de producción
puede encontrar otras localidades más convenientes. La inestabilidad de los ingresos
que este tipo de inversiones presenta se ejemplifica con varios casos de ciudades en
regiones indígenas: en los últimos años, las ciudades de Ajalpan, Altepexi, Tehuacán,
Huejutla de Reyes, Valladolid y Teziutlán han visto instalarse y desinstalarse empresas
maquiladoras en su territorio.
Las ciudades en las que hay otro tipo de actividades secundarias (que incluyen a
artesanos tradicionales), al igual que las primarias y a diferencia de las maquiladoras,
generan ingresos propios.
c) Las que tuvieron un elevado porcentaje en servicios, entre las que encontramos c.1)
las que tuvieron predominio del sector turismo y actividades relacionadas con éste, c.2)
aquellas en las que la inyección externa de salarios federales y estatales al cuerpo
docente tienen un papel significativo, y c.3) aquellas en las que el sector servicios está
diversificado en sus diversas actividades.
Al igual que las ciudades maquiladoras, aquellas donde predomina ampliamente
el turismo dependen en sus inicios de recursos externos pero, a diferencia de las
primeras, cuentan con localizaciones excepcionales que les aporta competitividad en el
ramo y, además, el capital invertido es alto, lo que convierte a las empresas turísticas en
más permanentes, lo mismo que los empleos que generan. Como puede observarse en
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 78
las gráficas de Cozumel, Cancún y Playa del Carmen (Gráficas 5) el turismo tiene
efectos multiplicadores en otras ramas de actividad, como son el comercio, servicios
varios y el empleo en oficinas.
Las ciudades del subtipo c.2 también dependen de ingresos externos que son
utilizados en el comercio y los servicios locales, a la par de los generados por las
actividades económicas del entorno rural.
Las ciudades del subtipo c.3 representan aquellas donde el sector servicios
predominante resulta del desempeño económico de la propia ciudad y la región
circundante, que demandan determiandos servicios en las cercanías.
Esbozada una tipología general de las ciudades en regiones indígenas, corresponde
ahora revisar cuál es la posición laboral de la población indígena en estos centros
urbanos.
2.2.6 Las ocupaciones de los indígenas en la ciudad
La situación laboral de la población indígena en estas ciudades10 difiere un tanto del
promedio en la localidad. Con algunas pocas excepciones, los porcentajes de la PEA
indígena ocupada en labores agropecuarias, forestales, caza y pesca, como albañiles o
peones de construcción, en la industria de la confección, en el comercio establecido, el
ambulantaje, el servicio doméstico y la educación son bastante más elevados que los
del total (Cuadros 6 y gráficas 7).
Respecto a las actividades agropecuarias, silvícolas, de pesca y caza,
solamente en Puerto Escondido, Ajalpan, Ciudad Mendoza, Heroica Guaymas y las
cuatro ciudades de la región indígena Purépecha (Paracho de Verduzco, Pátzcuaro, Los
Reyes de Salgado y Uruapan) el porcentaje de PEA indígena es menor al porcentaje del
total de la PEA. Es igual en Tapachula de Córdova y Ordóñez, Cozumel, Cancún,
Atlacomulco de Fabela, Acayucan, Minatitlán y Oaxaca de Juárez, y esta actividad está
ausente entre los indígenas en Ocuiltzapotlán y Lerma de Villada.
Albañiles y peones tuvieron porcentajes menores al total entre los indígenas de
Las Rosas; iIguales en Altepexi, Paracho, Minatitlán y ausentes en Frontera,
Macuspana, Motozintla de Mendoza y Ébano.
10 La información de la PEA indígena por localidad fue tomada de la Muestra Censal 2000, a la cual no aplicamos el factor de expansión. En algunas ciudades los casos de PEA indígena ocupada captados por la muestra fueron pocos, por lo que consideramos que la información en este apartado es más indicativa que definitiva.
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 79
De los lugares donde es relevante la industria de la confección, en Lerma de
Villada no hubo indígenas en esta ocupación.
Respecto al comercio establecido, el porcentaje de PEA indígena ocupada
solamente fue menor al del total de la PEA en Orizaba, Progreso, Esperanza, Navojoa,
Heroica Zitácuaro, Xicotepec de Juárez, Zacatlán y Cosoleacaque. En Tres Valles,
Lerma de Villada y Frontera no hubo indígenas ocupados en esta actividad.
El ambulantaje representó una actividad muy sobresaliente de la PEA indígena
en Puerto Escondido, Ciudad Mendoza, Tres Valles, Macuspana, Álamo, Salina Cruz,
Santo Domingo Tehuantepec, Escárcega, Heroica Zitácuaro, Matías Romero Avendaño,
Chilapa de Álvarez, Actopan, Pátzcuaro, Coatzintla, Poza Rica de Hidalgo y en todas
las localidades urbanas de la región indígena Tuxtlas, Popoluca-Náhuatl de Veracruz
(excepto Cosoleacaque). En Ébano fue tan importante, que obtuvo el porcentaje más
alto de PEA indígena ocupada. En cambio, el porcentaje de indígenas en el ambulantaje
fue casi igual al del total en Miahuatlán de Porfirio Díaz, y menor en Progreso y Paracho
de Verduzco. No los hubo en Frontera, Ocuiltzapotlán y Motozintla de Mendoza.
El servicio doméstico desempeñado por indígenas no apareció en Frontera,
Ocuiltzapotlán, Motozintla de Mendoza y Lerma de Villada; fue menor al total en
Ixtaczoquitlán y Macuspana y muy sobresaliente en Ciudad Valles, Ébano,
Tamazunchale, Tantoyuca, Salina Cruz, Campeche, Champotón, Escárcega, Felipe
Carrillo Puerto, Chetumal, Oxkutzcab, Huatabampo, Ometepec, Actopan, Pátzcuaro,
Ocosingo, Tenosique, Acayucan, Santa Cruz Xoxocotlán y todas las localidades
urbanas de la región indígena Sierra Norte de Puebla y Totonacapan (excepto
Teziutlán, donde los indígenas se ocupan principalmente en la industria de la
confección). En Progreso fue la ocupación principal de la PEA indígena.
El trabajo docente fue la ocupación más relevante entre la población indígena en
Huejutla de Reyes, Heroica Guaymas, Atlacomulco de Fabela, Heroica Zitácuaro,
Huajuapan de León, Tlapa de Comonfort, Pátzcuaro y Ocosingo y sobresalió en San
Cristóbal de Las Casas, Miahuatlán de Porfirio Díaz, Frontera, Macuspana,
Ocuiltzapotlán, Tamazunchale, Esperanza, Heroica, Chilapa de Álvarez, Ometepec, Los
Reyes de Salgado, Palenque, Huauchinango, Zacatlán, papantla de Olarte, Coatzintla,
Las Choapas, Minatitlán y Oaxaca de Juárez. Porcentajes similares de profesores entre
la PEA indígena y la PEA total hubo en Umán y Progreso. El porcentaje de indígenas
fue menor al del total de la PEA en Álamo, Cozumel, Cancún, Playa del Carmen,
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 80
Kanasín, Motul de Carrillo Puerto y Poza Rica de Hidalgo, y no apareció como opción
laboral entre los indígenas de Ajalpan, Ixtaczoquitlán y Tres Valles.
2.3 Tipología de las ciudades en regiones indígenas Hemos aportado elementos generales que podrían apoyar una tipología de las ciudades
en regiones indígenas11. No obstante, como hemos señalado, no hay criterios definidos
sobre la importancia que cada uno de ellos puede tener para conocer con detalle el
desarrollo urbano, en especial el de las ciudades pequeñas (que forman el grueso de
las que estamos considerando en este estudio). De ahí que en los siguientes párrafos
revisaremos la tipología que propusimos en el protocolo de investigación (cuyas
características serán presentadas en formato de cursivas) a la luz de los cambios
recientes en la conformació territorial de las ocupaciones. La tipología tentativa
consideraba, en relación a las funciones generales que las ciudades desempeñan en su
región, tres tipos y dos subtipos:
A. Ciudades regionales
B. Ciudades industriales
C. Ciudades polos de atracción masiva de mano de obra, que se subdividen en dos
subtipos:
11 La focalización de las políticas públicas para la población indígena en ciudades requiere de la mayor precisión posible en la localización de esta población dentro de los centros urbanos. Desafortunadamente, para la georreferenciación de los datos censales respecto a la población indígena, por el momento sólo existe la aplicación SCINCE Áreas Conurbadas, 2000, del Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Informática (INEGI). Para varias de las áreas conurbadas en regiones indígenas pudimos contar con el apoyo del citado SCINCE (Sistema para la consulta de información censal) para la elaboración de planos de distribución de la población indígena, que presentamos en el Anexo Apoyos gráficos para la localización de la población indígena en las ciudades de regiones indígenas y sus condiciones socioeconómicas. Para todas las demás localidades de interés no fue posible hacer esta localización, porque en los SCINCES que INEGI ha elaborado sobre las distintas entidades federativas del país no se incluyó el indicador hablantes de lenguas indígenas, por lo que la mapificación de los indicadores socioeconómicos solamente puede hacerse a nivel de la población total de las AGEB, sin distinguir el peso absoluto o relativo de la población hablante de lenguas indígenas en ellas. No obstante, la georreferenciación de los datos sociodemográficos podrá, en un futuro, combinarse con la información que la Dirección de Información e Indicadores de la CDI está elaborando con base en la integración territorial del INEGI. Por otra parte, los planos que presenta CONAPO (CONAPO, 2003) para la identificación de los índices de marginalidad en ciudades considera únicamente a las poblaciones mayores, entre las que solamente están 11 de las que nos interesan. Como anexo gráfico a este reporte preliminar (Anexo Apoyos gráficos para la localización de la población indígena en las ciudades de regiones indígenas y sus condiciones socioeconómicas) también presentamos los planos con índices de marginalidad de las once ciudades que aparecen en la publicación de CONAPO y un juego de planos con indicadores sociodemográficos de las AGEB de las ciudades de interés, que pueden servir de base para conocer la estructura social de la ciudad, y muy probablemente servirán a los operadores de la acción indigenista en las ciudades correspondientes para identificar las condiciones socioeconómicas de las zonas en las que se encuentra la población indígena.
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 81
C.1 Ciudades turísticas tipo FONATUR
C.2 Ciudades en regiones de atracción de mano de obra agrícola.
A la tipología anterior agregamos ahora un tipo más:
D. De crecimiento local, en el que incluimos a localidades urbanas que concentran a
los productores primarios, sin un papel relevante a nivel del entorno rural.
A. Las ciudades regionales son aquellas en las que la población urbana basa la mayor
parte de sus actividades económicas en su relación con el área rural circundante, y son
sede de los representantes del poder regional (o, en su caso, representantes del poder
nacional como delegados de éste en la región). La presencia de estos grupos en una
ciudad es lo que determina que actúe como núcleo para la integración de las relaciones
sociales interregionales, a la vez que como punto intermedio para la articulación de la
región con el nivel nacional. Las localidades indígenas del área que circunda a las
ciudades regionales se encuentran subordinadas, en los aspectos económico, social,
jurídico y político, a la población de estos centros rectores, quienes determinan las
líneas de producción y los canales de comercialización, por lo que influyen en la vida
interna y económica de las comunidades rurales de su hinterland.12
Es en regiones con este tipo de ciudad donde la especialización de la
producción, el intercambio de bienes y los factores políticos juegan un papel decisivo en
la conformación de la dinámica regional. Otros elementos vinculados a los sistemas
culturales, como las fiestas y peregrinaciones constituyen mecanismos sociales que
refuerzan las redes de relaciones, así como el intercambio de bienes y servicios.
Al analizar los cambios ocupacionales en los últimos 25 años, consideramos que
las funciones de las ciudades regionales se han modificado junto al decrecimiento de la
importancia de la producción agropecuaria en el país, en el sentido de que los grupos
económicos con más poder de decisión en las ciudades han modificado su posición en
el comercio regional dando mayor peso a la venta de mercancías recibidas de otras
partes del país que a la compra de la producción agropecuaria regional, dejando, por
tanto, de influir en la elección de la producción regional. No obstante, en estas ciudades
el comercio sigue siendo una de las funciones centrales de la relación de la ciudad con
su hinterland. Este tipo de ciudad sigue dependiendo de los aportes económicos de la
12 Los especialistas en estudios urbanos nombran como hinterland al área de influencia directa de una ciudad.
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 82
población no urbana de la región que, en muchos casos depende más de los envíos de
dinero de sus jornaleros migrantes que de la producción local. En varias de las ciudades
regionales se ha agregado un nuevo grupo ocupacional relevante, el de quienes prestan
el servicio educativo en las comunidades cercanas, que resalta más si comparamos los
porcentajes de PEA ocupada en el sector educación en el conjunto de localidades del
mismo tamaño con estas ciudades regionales en regiones indígena. El personal
docente concentrado en la localidad urbana representa un elemento que dinamiza el
comercio y los servicios de la ciudad gracias al poder de compra que le aportan sus
ingresos fijos.
B. Las ciudades industriales, a diferencia de las ciudades regionales, desarrollan su
economía en forma independiente de la economía del área rural circundante. Las
principales relaciones de sus grupos predominantes son con otros centros industriales y
con los principales centros de consumo. No obstante, las posibilidades de empleo en
estas ciudades industriales las relaciona con la población rural circundante,
fundamentalmente por la migración laboral. Como centros urbanos, los servicios
comerciales, político-administrativos y de recreación que ofrecen estas ciudades son
también utilizados por la población rural del hinterland.
Algunas de estas ciudades industriales en regiones indígenas son pueblos
indígenas que se han convertido en tales, sea por desarrollo propio, como Ticul, o por
inversiones foráneas, como Altepexi en la zona de influencia industrial de Tehuacán.
El tipo propuesto en el protocolo de investigación mantiene sus características.
Lo que agregamos ahora es la comprobación de que la extensión de las empresas
maquiladoras de bienes de consumo a muchas localidades de las regiones indígenas,
con la característica de ocupar una mayoría de mano de obra de las localidades no
urbanas cercanas, en lo que podríamos llamar una “migración laboral cotidiana”,
semejante a lo que en lengua inglesa se conoce como commuting. Nuevamente, como
en las ciudades regionales, los ingresos obtenidos por actividades económicas fuera de
las localidades rurales y mixtas –en este caso, los salarios de las maquiladoras-
benefician a la ciudad por la demanda de bienes y servicios concentrados en ellas.
C. Entre las ciudades polo de atracción masiva de mano de obra, el subtipo C.1
Ciudad turística de desarrollo FONATUR también desarrolla su economía en forma
independiente de la economía del área rural circundante.
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 83
Las principales relaciones de sus grupos predominantes son fundamentalmente con
empresas transnacionales. No obstante, su peso fundamental en la ocupación de la
mano de obra de la región modifica sustancialmente la vida interna de las comunidades
de su área de influencia. Algunas de estas ciudades se han convertido en polos de
atracción masiva de mano de obra, como Cancún, pero otras no tuvieron el mismo
desarrollo, como es el caso de Huatulco.
El subtipo C.2 Ciudad en región de atracción de mano de obra agrícola, por su
parte, tiene estrecha relación con el hinterland, donde se obtienen los productos de
exportación que dan dinamismo a la región. Algunas de estas ciudades surgen del
asentamiento permanente por el que ha optado la mano de obra antes estacional
(jornaleros agrícolas), creando localidades que diversifican su estructura ocupacional,
por lo que, además de trabajadores agrícolas, se ofrecen puestos de trabajador
industrial y se desarrollan el comercio y los servicios.
En cualquiera de los casos señalados, entre la ciudad y su hinterland se
establecen redes de relaciones sociales que inciden en la dinámica regional, y una parte
de las funciones de la primera es la oferta de espacios de trabajo. No obstante, es de
esperar que la estructura económica de cada uno de los tipos y subtipos de ciudad que
estamos delineando sea diferente, ofreciendo a la población indígena que en ellas vive,
y a la de la región que las rodea, diferentes oportunidades de empleo y diferentes
servicios.
Este tipo de ciudad, y sus subtipos, se mantienen con las características
señaladas.
D. De crecimiento local. Son localidades que han crecido demográficamente por la
concentración en ellas de los productores rurales del entorno, pero que por su
localización cercana a otros centros urbanos que desempeñan funciones regionales no
desarrollan actividades de importancia para el hinterland.
A continuación presentamos un cuadro (Cuadro 7) que resume los elementos
que permiten proponer una tipología de las ciudades en regiones indígenas, aunque
debemos advertir que la tipología presentada tiene debilidades semejantes a las que
realizan los demógrafos a partir de los datos estadísticos, y requiere ser comprobada o
modificada con información de campo actualizada de las regiones en las que están
enclavadas las ciudades.
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 84
Cuadro 7. Tipología de las localidades urbanas en regiones indígenas. 2005* Tamaño 2000**
Tasas crecim
1990-2000
2000-2005 REGIÓN
INDÍGENA Ent. Mpio. Nombre del municipio Loc Nombre de la
ciudad Pob. Total en 2005
Pob. Indígena
Total 2005
% de poblac
ión indígena en 2005
Grado de marginación
P1 = menos de
50 mil P2 = 50 mil a 100
mil M = 100 mil a 999
mil ZM
Alta Media Baja+
Alta Media Baja++
Predominio ocupacional de la PEA de
la ciudad
Ocupaciones predominantes entre los indígenas de
la ciudad
Función
7 75 Rosas, Las 1 Rosas, Las 19,203 2,414 12.57 Alto P1 M A Agropecuario Agropecuario Crecimiento local
Altos de Chiapas
7 78 San Cristóbal de Las Casas 1 San Cristóbal
de Las Casas 142,364 53,949 37.90 Medio M A A Servicios, comercio
Educación, comercio, albañiles y peones
Regional
20 59 Miahuatlán de Porfirio Díaz 1 Miahuatlán de
Porfirio Díaz 18,987 3,914 20.61 Medio P1 A A Servicios, comercio
Albañiles y peones, educación, comercio
Regional
Costa y Sierra Sur de Oaxaca
20 318 San Pedro Mixtepec - Dto. 22 -
9 Puerto Escondido 20,178 1,802 8.93 Bajo P1 A M Servicios,
comercio
Comercio, educación, albañiles y peones
Crecimiento local
21 10 Ajalpan 1 Ciudad de Ajalpan 24,804 9,038 36.44 Alto P1 M M Agropecuario,
confección Confección, agropecuario Regional
21 13 Altepexi 1 Altepexi 16,395 13,707 83.60 Medio P1 M M Confección, agropecuario
Confección, agropecuario Industrial
21 156 Tehuacán 1 Tehuacán 238,229 48,593 20.40 Bajo M A A Confección, secundario Confección Industrial
30 30 Camerino Z. Mendoza
1 Ciudad Mendoza 34,313 3,399 9.91 Muy bajo B B Agropecuario,
secundario Comercio Crecimiento local
30 85 Ixtaczoquitlán 1 Ixtaczoquitlán 25,319 1,377 5.44 Muy bajo A M Agropecuario, servicios, secundario
Agropecuario Crecimiento local
Cuicatlán, Mazateca, Tehuacán y Zongolica
30 118 Orizaba 1 Orizaba 117,273 4,776 4.07 Muy bajo
ZM
B B Servicios, secundario
Albañiles y peones Regional
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 85
Cuadro 7. Tipología de las localidades urbanas en regiones indígenas. 2005* Tamaño 2000**
Tasas crecim
1990-2000
2000-2005 REGIÓN
INDÍGENA Ent. Mpio. Nombre del municipio Loc Nombre de la
ciudad Pob.
Total en 2005
Pob. Indígena
Total 2005
% de población indígena en 2005
Grado de marginación
P1 = menos de 50
mil P2 = 50
mil a 100 mil M = 100
mil a 999 mil
ZM
Alta Media Baja+
Alta Media Baja++
Predominio ocupacional de la PEA
de la ciudad
Ocupaciones predominantes
entre los indígenas de
la ciudad
Función
20 184 San Juan Bautista Tuxtepec
1 San Juan Bautista Tuxtepec
94,209 26,385 28.01 Bajo P2 M M Servicios, secundario, comercio
Comercio Regional Chinan-teca
30 207 Tres Valles 1 Tres Valles 16,030 481 3.00 Medio P1 B B Servicios, secundario Agropecuario Industrial
27 3 Centla 1 Frontera 21,810 159 0.73 Muy bajo P1 M B Servicios Fuerzas armadas Industrial
27 4 Centro 1 Villahermosa 335,778 6,665 1.98 Muy bajo M B Servicios Comercio Regional 27 4 Centro 214 Ocuiltzapotlán 21,376 264 1.24 Muy bajo B A Servicios s.d. Regional
27 4 Centro 145 Parrilla 1a. Sección 16,364 291 1.78 Muy bajo
ZM A B Servicios Comercio Regional
Chontal de Tabasco
27 12 Macuspana 1 Macuspana 30,661 373 1.22 Muy bajo P1 M M Servicios, comercio
Comercio, educación Regional
7 57 Motozintla 1 Motozintla de Mendoza 17,501 902 5.15 Medio P1 A B Servicios,
comercio
Comercio, Agropecuario, oficinistas
Crecimiento local
Frontera Sur
7 89 Tapachula 1 Tapachula de Córdova y Ordóñez
189,991 1,958 1.03 Bajo M M M Servicios Comercio Regional
13 28 Huejutla de Reyes 1 Huejutla de
Reyes 36,305 16,084 44.30 Bajo P1 A M Servicios, comercio
Educación, comercio, albañiles y peones
Regional
Huasteca
24 13 Ciudad Valles 1 Ciudad Valles 116,261 8,256 7.10 Muy bajo M M M Servicios,
secundario
Comercio, servicio doméstico, albañiles y peones
Regional
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 86
Cuadro 7. Tipología de las localidades urbanas en regiones indígenas. 2005* Tamaño 2000**
Tasas crecim
1990-2000
2000-2005 REGIÓN
INDÍGENA Ent. Mpio. Nombre del municipio Loc Nombre de la
ciudad Pob. Total
en 2005
Pob. Indígena
Total 2005
% de población indígena en 2005
Grado de marginación
P1 = menos de 50
mil P2 = 50
mil a 100 mil M = 100
mil a 999 mil
ZM
Alta Media Baja+
Alta Media Baja++
Predominio ocupacional de la PEA
de la ciudad
Ocupaciones predominantes
entre los indígenas de
la ciudad
Función
24 16 Ébano 1 Ébano 22,105 389 1.76 Bajo P1 B B Servicios, secundario
Ambulantes, agropecuario Regional
24 37 Tamazunchale 1 Tamazunchale 21,614 4,465 20.66 Bajo P1 B B Servicios, comercio
Comercio, educación, servicios doméstico
Regional
30 155 Tantoyuca 1 Tantoyuca 28,155 7,087 25.17 Medio P1 B M Servicios
Servicio doméstico, agropecuario, albañiles y peones, comercio
Regional
Huasteca
30 160 Temapache 1 Álamo 23,540 2,339 9.94 Medio P1 B B Servicios, comercio, secundario
Agropecuario Regional
20 14 Ciudad Ixtepec 1 Ciudad
Ixtepec 23,700 10,153 42.84 Bajo P1 B M Servicios, secundario
Oficinistas, comercio Regional
20 43 Juchitán De Zaragoza 1 Juchitán De
Zaragoza 70,714 61,919 87.56 Bajo P2 M M Servicios, secundario Comercio Regional
20 79 Salina Cruz 1 Salina Cruz 71,314 9,261 12.99 Muy bajo P2 M B Servicios, secundario
Albañiles y peones, comercio, servicio doméstico
Regional Istmo
20 515 Santo Domingo Tehuantepec
1 Santo Domingo Tehuantepec
39,529 8,794 22.25 Medio P1 B M Servicios, secundario Comercio Regional
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 87
Cuadro 7. Tipología de las localidades urbanas en regiones indígenas. 2005* Tamaño 2000**
Tasas crecim
1990-2000
2000-2005
REGIÓN
INDÍGENA
Ent. Mpio.
Nombre del municipio Loc Nombre de
la ciudad Pob.
Total en 2005
Pob. Indígena
Total 2005
% de població
n indígena en 2005
Grado de marginación
P1 = menos de 50 mil
P2 = 50 mil a 100 mil
M = 100 mil a 999 mil
ZM
Alta Media Baja+
Alta Media Baja++
Predominio ocupacional de la PEA
de la ciudad
Ocupaciones predominante
s entre los indígenas de
la ciudad
Función
4 2 Campeche 1 Campeche 211,671 25,506 12.05 Muy bajo M M M Servicios Comercio Regional
4 4 Champotón 1 Champotón 27,235 3,006 11.04 Bajo P1 M A Agropecuario, servicios Agropecuario Crecimie
nto local
4 9 Escárcega 1 Escárcega 27,214 2,483 9.12 Bajo P1 A B Servicios Agropecuario Regional
23 1 Cozumel 1 Cozumel 71,401 20,576 28.8 Muy bajo P2 A A Servicios (turismo) Comercio Atracción
turismo
23 2 Felipe Carrillo Puerto
1 Felipe Carrillo Puerto
21,530 15,992 74.3 Bajo P1 A A Servicios Comercio, servicio doméstico
Regional
23 4 Othón P. Blanco 1 Chetumal 136,825 26,903 19.7 Muy bajo M M M Servicios Comercio,
oficinistas Regional
23 5 Benito Juárez 1 Cancún 526,701 117,163 22.2 Muy bajo M A A Servicios
(turismo) Comercio Atracción turismo
23 8 Solidaridad 1 Playa del Carmen 100,383 21,751 21.7 Bajo M A A Servicios
(turismo) Comercio, turismo
Atracción turismo
31 38 Hunucmá 1 Hunucmá 22,800 10,629 46.62 Alto P1 M M
Agropecuario, confección, secundario
Agropecuario Crecimiento local
31 40 Izamal 1 Izamal 15,101 9,537 63.15 Medio P1 B M
Confección, construcción, agropecuario
s.d. Crecimiento local
31 41 Kanasín 1 Kanasín 50,357 24,841 49.33 Bajo A A Secundario Comercio, albañiles y peones
Regional
31 50 Mérida 1 Mérida 734,153 169,964 23.15 Muy bajo M M Servicios, secundario Comercio Regional
Maya
31 101 Umán 1 Umán 29,135 12,642 43.39 Bajo
ZM
M M Secundario Comercio Regional
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 88
Cuadro 7. Tipología de las localidades urbanas en regiones indígenas. 2005* Tamaño 2000**
Tasas crecim
1990-2000
2000-2005
REGIÓN INDÍGEN
A Ent. Mpi
o. Nombre del municipio
Loc
Nombre de la ciudad
Pob. Total en
2005
Pob. Indíge
na Total 2005
% de poblac
ión indígena en 2005
Grado de marginaci
ón
P1 = menos de
50 mil P2 = 50
mil a 100 mil
M = 100 mil a 999
mil ZM
Alta Media Baja+
Alta Media Baja++
Predominio ocupacional de la PEA de
la ciudad
Ocupaciones predominante
s entre los indígenas de
la ciudad
Función
31 52 Motul 1 Motul de Carrillo Puerto 21,508 11,522 53.57 Medio P1 B M
Confección, servicios, secundario
Confección, agropecuario Regional
31 56 Oxkutzcab 1 Oxkutzcab 21,341 19,535 91.54 Alto P1 M B Agropecuario Agropecuario Crecimiento local
31 58 Peto 1 Peto 18,177 16,606 91.36 Alto P1 M M Agropecuario Agropecuario Crecimiento local
31 59 Progreso 1 Progreso 35,519 4,001 11.26 Muy bajo P1 M B Servicios, secundario
Servicio doméstico
Crecimiento local
31 79 Tekax 1 Tekax de Álvaro Obregón
23,524 20,600 87.57 Medio P1 M M Agropecuario, secundario Agropecuario Crecimiento
local
31 89 Ticul 1 Ticul 31,147 26,759 85.91 Medio P1 M M Confección Confección Crecimiento local
31 96 Tizimín 1 Tizimín 44,151 30,222 68.45 Medio P1 M M Servicios, secundario Agropecuario Regional
Maya
31 102 Valladolid 1 Valladolid 45,868 31,440 68.54 Bajo P1 M A Comercio, servicios, secundario
Comercio Regional
26 18 Cajeme 1 Ciudad Obregón 270,992 3,543 1.31 Muy bajo M B A Secundario,
servicios
Comercio, albañiles y peones
Industrial
26 18 Cajeme 311
Esperanza 36,538 468 1.28 Muy bajo P1 A M Secundario, servicios Agropecuario
Atracción Agrope-cuario
26 29 Guaymas 1 H. Guaymas 101,507 1,369 1.35 Muy bajo M B A Secundario, servicios Educación Industrial
26 33 Huatabampo 1 Huatabampo 29,276 877 3.00 Muy bajo P1 B B Secundario, servicios Comercio Industrial
Mayo-Yaqui
26 42 Navojoa 1 Navojoa 103,312 2,976 2.88 Muy bajo M M B Secundario, servicios
Industria del cemento Industrial
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 89
Cuadro 7. Tipología de las localidades urbanas en regiones indígenas. 2005* Tamaño 2000**
Tasas crecim
1990-2000
2000-2005 REGIÓN
INDÍGENA Ent. Mpio. Nombre del municipio Loc Nombre de
la ciudad Pob. Total
en 2005
Pob. Indígena
Total 2005
% de población indígena en 2005
Grado de marginación
P1 = menos de 50
mil P2 = 50
mil a 100 mil M = 100
mil a 999 mil
ZM
Alta Media Baja+
Alta Media Baja++
Predominio ocupacional de la PEA
de la ciudad
Ocupaciones predominantes
entre los indígenas de
la ciudad
Función
15 14 Atlacomulco 1 Atlacomulco de Fabela 20,447 1,170 5.72 Muy bajo P1 A B Servicios,
secundario Educación Regional
15 51 Lerma 1 Lerma de Villada 16,827 238 1.41 Muy bajo A B Secundario Educación Industrial
15 67 Otzolotepec 1 Villa Cuauhtémoc 9,718 249 2.56 Muy bajo
ZM de Toluca
A B Secundario Oficinistas, albañiles y peones
Industrial Mazahua-Otomí
16 112 Zitácuaro 1 H. Zitácuaro 78,821 832 1.06 Muy bajo P2 M B Servicios, secundario, comercio
Comercio Regional
Mixe 20 57 Matías Romero Avendaño
1 Matías Romero Avendaño
19,899 5,359 26.93 Bajo P1 B B Servicios, comercio
Comercio establecido y ambulante
Regional
20 39
H. Ciudad de Huajuapan de León
1
H. Ciudad de Huajuapan de León
45,321 5,713 12.61 Bajo P1 M B Servicios, comercio
Educación, comercio Regional
20 397 H. Ciudad de Tlaxiaco 1 H. Ciudad
de Tlaxiaco 16,635 5,854 35.19 Bajo P1 A A Servicios (educación) s.d. Crecimiento
local Mixteca
20 482 Santiago Pinotepa Nacional
1 Santiago Pinotepa Nacional
25,871 9,996 38.64 Medio P1 M M Servicios
Agropecuario, albañiles y peones, comercio
Regional
12 28 Chilapa De Alvarez 1 Chilapa De
Alvarez 27,510 5,780 21.01 Medio P1 A A Servicios, secundarios, comercio
Comercio, educación Regional
12 46 Ometepec 1 Ometepec 20,764 5,518 26.57 Medio P1 A A Servicios, secundario
Agropecuario, servicio doméstico
Regional
Montaña de Guerrero
12 66 Tlapa De Comonfort 1 Tlapa De
Comonfort 37,975 24,598 64.77 Medio P1 A A Servicios (educación) Educación Regional
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 90
Cuadro 7. Tipología de las localidades urbanas en regiones indígenas. 2005* Tamaño 2000**
Tasas crecim
1990-2000
2000-2005 REGIÓN
INDÍGENA Ent. Mpio. Nombre
del municipio
Loc Nombre de la ciudad
Pob. Total en
2005
Pob. Indígena
Total 2005
% de población indígena en 2005
Grado de marginación
P1 = menos de 50
mil P2 = 50
mil a 100 mil M = 100
mil a 999 mil
ZM
Alta Media Baja+
Alta Media Baja++
Predominio ocupacional de la PEA de
la ciudad
Ocupaciones predominantes
entre los indígenas de
la ciudad
Función
13 3 Actopan 1 Actopan 26,755 1,968 7.36 Muy bajo P1 M B Secundario, servicios
Comercio, agropecuario Regional Otomí
Hidalgo y Querétaro
13 30 Ixmiquilpan 1 Ixmiquilpan 32,679 11,416 34.93 Muy bajo P1 B M Agropecuario Agropecuario, comercio Regional
16 65 Paracho 1 Paracho de Verduzco
16,816 2,750 16.35 Bajo P1 B M Secundario Artesanía de madera
Crecimiento local
16 66 Pátzcuaro 1 Pátzcuaro 51,124 1,377 2.69 Bajo P2 B M Secundario Comercio, educación Regional
16 75 Los Reyes 1 Los Reyes de Salgado 32,488 432 1.33 Bajo P1 B B Secundario,
servicios
Comercio, educación, albañiles y peones
Crecimiento local
Purépecha
16 102 Uruapan 1 Uruapan 238,975 4,091 1.71 Muy bajo M M M Secundario, servicios Comercio Regional
7 52 Las Margaritas 1 Las
Margaritas 17,267 3,567 20.66 Medio P1 A A Agropecuario s.d. Crecimiento local
7 59 Ocosingo 1 Ocosingo 35,065 21,627 61.68 Medio P1 A A Servicios, comercio
Educación, albañiles y peones
Regional
7 65 Palenque 1 Palenque 37,301 11,214 30.06 Bajo P1 A A Servicios Comercio Regional
7 109 Yajalón 1 Yajalón 16,301 10,612 65.10 Medio P1 M A Servicios (educación) s.d. Crecimiento
local
Selva Lacan-dona
27 17 Tenosique 1 Tenosique de Pino Suárez
31,392 1,170 3.73 Bajo P1 M B Servicios, comercio, secundarios
Comercio Regional
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 91
Cuadro 7. Tipología de las localidades urbanas en regiones indígenas. 2005* Tamaño 2000**
Tasas crecim
1990-2000
2000-2005 REGIÓN
INDÍGENA Ent. Mpio. Nombre del municipio Loc Nombre de la
ciudad Pob.
Total en 2005
Pob. Indígena
Total 2005
% de población indígena en 2005
Grado de marginación
P1 = menos de 50
mil P2 = 50
mil a 100 mil M = 100
mil a 999 mil
ZM
Alta Media Baja+
Alta Media Baja++
Predominio ocupacional de la PEA de
la ciudad
Ocupaciones predominantes
entre los indígenas de
la ciudad
Función
21 71 Huauchinango 1 Huauchinango 51,898 10,870 20.94 Bajo P2 M M Servicios, comercio
Comercio, servicio doméstico, educación
Regional
21 174 Teziutlán 1 Teziutlán 60,597 2,000 3.30 Muy bajo P2 M M Servicios, confección
Confección, comercio Industrial
21 197 Xicotepec 1 Xicotepec de Juárez 37,026 2,249 6.07 Medio P1 M B
Agropecuario, secundario, servicios
Agropecuario Crecimiento local
21 208 Zacatlán 1 Zacatlán 30,805 4,305 13.98 Bajo P1 M M Servicios (educación)
Albañiles y peones Regional
30 124 Papantla 1 Papantla de Olarte 51,716 15,068 29.14 Bajo P2 B M
Servicios, secundario, comercio
Comercio, servicio doméstico, albañiles y peones
Regional
30 40 Coatzintla 1 Coatzintla 30,061 1,904 6.33 Muy bajo M A Secundario, servicios
Albañiles y peones, comercio
Industrial
30 124 Papantla 159 Poza Rica (+) s.d. s.d. s.d. s.d. A s.d. s.d. Albañiles y peones s.d.
Sierra Norte de Puebla y Totona-capan
30 131 Poza Rica de Hidalgo 1 Poza Rica de
Hidalgo 174,512 9,671 5.54 Muy bajo
ZM
B A Servicios, secundario
Albañiles y peones, comercio
Regional
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 92
Cuadro 7. Tipología de las localidades urbanas en regiones indígenas. 2005* Tamaño 2000**
Tasas crecim
1990-2000
2000-2005 REGIÓN
INDÍGENA Ent. Mpio. Nombre del municipio Loc Nombre de la
ciudad Pob.
Total en 2005
Pob. Indígena
Total 2005
% de población indígena en 2005
Grado de marginación
P1 = menos de 50
mil P2 = 50
mil a 100 mil M = 100
mil a 999 mil
ZM
Alta Media Baja+
Alta Media Baja++
Predominio ocupacional de la PEA
de la ciudad
Ocupaciones predominantes
entre los indígenas de
la ciudad
Función
30 3 Acayucan 1 Acayucan 49,945 1,886 3.78 Bajo P1 B B Servicios, comercio Comercio Regional
30 61 Choapas, Las 1 Choapas, Las 40,773 1,060 2.60 Medio P1 B B Secundario, servicios
Agropecuario, comercio establecido y ambulante, albañiles y peones, educación
Industrial
30 48 Cosoleacaque 1 Cosoleacaque 21,714 3,282 15.11 Medio A M Secundario, servicios Agropecuario Regional
30 48 Cosoleacaque 73 Minatitlán 43,116 3,020 7.00 Bajo B M Secundario, servicios
Comecio, albañiles y peones, conductores
Regional
Tuxtlas, Popoluca-Náhuatl de Veracruz
30 108 Minatitlán 1 Minatitlán 109,791 7,950 7.24 Muy bajo
ZM
B B Secundario, servicios Comercio Regional
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 93
Cuadro 7. Tipología de las localidades urbanas en regiones indígenas. 2005* Tamaño 2000**
Tasas crecim
1990-2000
2000-2005 REGIÓN
INDÍGENA Ent. Mpio. Nombre
del municipio
Loc Nombre de la ciudad
Pob. Total en
2005
Pob. Indígena
Total 2005
% de población indígena en 2005
Grado de marginación
P1 = menos de 50
mil P2 = 50
mil a 100 mil M = 100
mil a 999 mil
ZM
Alta Media Baja+
Alta Media Baja++
Predominio ocupacional de la PEA
de la ciudad
Ocupaciones predominantes
entre los indígenas de
la ciudad
Función
20 67 Oaxaca De Juárez
1 Oaxaca De Juárez 258,008 43,705 16.94 Muy bajo M B
Servicios, comercio, secundario
Comercio Regional
20 385 Santa Cruz Xoxocotlán
1 Santa Cruz Xoxocotlán
59,181 10,316 17.43 Bajo A A Secundario, comercio
Albañiles y peones Regional
20 390 Santa Lucía del Camino
1 Santa Lucía del Camino
42,570 10,371 24.36 Muy bajo A B Servicios, secundario Comercio Regional
Valles Centrales
20 399 Santa María Atzompa
1 Santa María Atzompa
16,855 3,239 19.22 Medio
ZM
A A Secundario s.d. Regional
Notas: * Fuente: CDI, Localidades indígenas, 2005. ** Fuente: INEGI, Muestra censal, 2000. (+) Esta localidad no aparece en el Iter 2005.
+ Comparado con la tasa promedio de crecimiento urbano nacional, que en el período 1990-2000 fue de 2.3% anual: más de 3.5 = Alta; entre 1.5 y 3.5 = Media; menos de 1.5 = Baja
++ Comparado con la tasa promedio de crecimiento urbano nacional, que en el período 2000-2005 fue de 1.5% anual: más de 2.0 = Alta; entre 1.0 y 2.0 = Media; menos de 1.0 = Baja
Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 94
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