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CIUDADES EN REGIONES INDÍGENAS Reporte final I. Visión de conjunto Virginia Molina y Ludy, CIESAS (Coord.) Colaboradores: Carlos Alberto Guerrero Torrentera Rita Guidarelli Mattioli Violeta Yurikko Medina Trinidad Unidad de Planeación y Consulta Dirección General de Investigación del Desarrollo y la Culturas de los Pueblos Indígenas

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CIUDADES EN REGIONES

INDÍGENAS

Reporte final

I. Visión de conjunto

Virginia Molina y Ludy, CIESAS (Coord.)

Colaboradores:

Carlos Alberto Guerrero

Torrentera Rita Guidarelli Mattioli

Violeta Yurikko Medina Trinidad

Septiembre de 2007

Virginia Molina y Ludy, CIESAS (Coord.)

Colaboradores:

Carlos Alberto Guerrero Torrentera

Rita Guidarelli Mattioli Violeta Yurikko Medina Trinidad

Unidad de Planeación y Consulta Dirección General de Investigación del Desarrollo y la Culturas de los Pueblos Indígenas

Septiembre de 2007

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 2

CIUDADES EN REGIONES INDÍGENAS Reporte final

Primera sección

Índice:

1 Presentación………………………………………………………………………p.5

1.1 El sistema urbano Nacional…………………………………………………………p.9 1.2 Tendencias del sistema urbano nacional durante la segunda mitad Siglo XX………………………………………………………………………………p.10 1.3 Etapa de sustitución de importaciones……………………………………………p.10 1.4 Etapa de inserción al mercado global…………………………………………….p.11 1.5 Condiciones de competitividad en las ciudades…………………………………p.15 1.6 Pronósticos sobre el sistema urbano nacional…………………………………..p.17

2 Ubicación de las ciudades en regiones indígenas en el contexto del sistema urbano nacional……………………………………………………………………..p.20

1.1 Las ciudades en regiones indígenas………………………………………………p.20 1.2 Acercamientos metodológicos para elaborar una tipología de las ciudades en regiones indígenas………………………………………………………………p.40 1.3 El tamaño de la ciudad……………………………………………………………..p.40 1.4 Las tasas de crecimiento anual ……………………………………………………p.65 1.5 Las finanzas municipales y las condiciones de competitividad

en las ciudades……………………………………………………………………..p.72 1.6 La distribución de la población económicamente activa en el municipio…….. p.72 1.7 La predominancia económica en la ciudad ……………………………………...p.72

2.8Las ocupaciones de los indígenas en la ciudad……………………………….....p.77 2.9Tipología de las ciudades en regiones indígenas……………………………...…p.79

3 Programas sociales federales y estatales con incidencia en las ciudades en regiones indígenas……….…………………………………………………….p.93

3.1 Federales…………………………………………………………………………….p.97 3.2 Estatales…………………………………………………………………………….p.120

4 Contraste de las hipótesis iniciales…………………………………………p.138 5 Propuestas de elementos para el diseño de políticas públicas dirigidas a la

población indígena en ciudades de regiones indígenas……....................p.140

6 Propuestas generales para la definición de nuevas líneas de investigación sobre el tema………………………………………………………………….p.142

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 3

Bibliografía citada…………………………………………………………………p.144 Fuentes Electrónicas consultadas para el apartado sobre programas………p.147

Cuadros:

Cuadro 1. Localidades urbanas en regiones indígenas. 2000………………..p.23 Cuadro 2. Clasificación de las ciudades en regiones indígenas según su tamaño. 2005…………………………………………………………………….…p.47 Cuadro 2.1 municipios que forman parte de las zonas metropolitanas en regiones indígenas o con presencia importante de población indígena. 2000p.49

Cuadro 3. Localidades urbanas en regiones indígenas Quinquenio de su incorporación al sistema urbano nacional y tasas de crecimiento……………p.52 Cuadro 3.1. Localidades urbanas en cada región indígena en 1960, 1970, 1980, 1995, 2000 y 2005…………………………………………………………………p.56

Cuadro 4. Finanzas municipales, ejemplos de municipios según tamaño de sus ciudades……………………………………………………………………………..p.71

Cuadro 5. Ocupaciones en municipios con ciudades en regiones indígenas 2000………….………………………………………………………………Anex.Estad. Cuadro 6. Elementos para seleccionar cuatro ciudades en regiones indígenas para estudios de caso…………………………………………………..…Anex. Estad.

Cuadro 7.Tipología de las localidades urbanas en regiones indígenas………p.83

Gráficas

Gráfica 1. México, Estructura y funcionamiento del sistema urbano principal……………………………………………………………………………..p.28 Gráficas 2. Tasas de crecimiento de localidades urbanas en regiones indígenas 1980-1990, 1990-200, 2000-2005, organizadas por estados….……………….................................................................................p.164

Gráficas 3. Tasas de crecimiento, 1990-2000, 2000-2005, en ciudades de regiones indígenas por tamaño de ……………………………………………...p.175

Gráficas 4. Ocupaciones en municipios con ciudades en regiones indígenas, 2000…………………………………………………………………………Anex. Estad. Gráficas 5. Porcentajes de ocupaciones seleccionadas en el total nacional de ciudades según tamaño, 2000……………………………………………………p.258 Gráficas 6. Porcentajes del total de la PEA en ocupaciones seleccionadas en ciudades de regiones indígenas, 2000…………………………………………p.222

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 4

Gráficas 7. Porcentajes en ocupaciones seleccionadas de la PEA indígena en ciudades de regiones indígenas, 2000…………………………………………p.222

Planos:

Plano 1: Sistema urbano principal y grandes regiones de México, 1998……p.29

Plano 2: SUP: Ciudades prioritarias para el fomento económico…………….p.32 Plano 3: SUP. Ciudades prioritarias para el desarrollo social…………………p.33 Plano 4: SUP. Ciudades prioritarias para la integración regional como lugares centrales…………………………………………………………………………….p.34 Plano 5: Sistema urbano nacional y ejes de desarrollo………………………....p.35

Planos de las zonas metropolitanas en regiones indígenas……………….....p.151

ANEXOS: Apoyos gráficos para la localización de la población indígena en las ciudades de regiones indígenas y sus condiciones socioeconómicas: Planos por AGEB (en dos volúmenes aparte).

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 5

CIUDADES EN REGIONES INDÍGENAS Reporte final

Segunda sección

Índice

II. Los estudios de caso (en sección aparte) 3

Presentación………………………………………………………………… 3

Selección de los casos de estudio………………………………………... 6

Diseño de investigación de campo

Anexo metodológico………………………………………………………… 9

Anexo estadístico……………………………………………………………. 18

Los estudios de caso 25

1. Las ciudades de la vertiente poblana de la región indígena

Cuicatlán, Mazateca, Tehuacán y Zongolica: Tehuacán, Ajalpan y

Altepexi, Pue……………………………………………………………………..

25

2. Huejutla de Reyes, Hgo……………………………………………… 127

3. Tlapa de Comonfort, Gro…………………………………………….. 193

4. Valladolid, Yuc………………………………………………………… 223

Análisis comparativo de los estudios de caso………………………….. 272

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 6

CIUDADES EN REGIONES INDÍGENAS

Reporte final

PRESENTACIÓN Para una política pública enfocada al desarrollo de la población indígena y su cultura, la

distribución en el espacio de la población de interés reviste especial importancia. La

población indígena no se distribuye homogéneamente en el territorio nacional: en 2000,

el 60% vivía en municipios donde su representación proporcional era de más del 40%.

La mayoría de estos municipios presentan contigüidad, formando regiones con

predominio de población indígena. La identificación de estos territorios permite,

entonces, concentrar esfuerzos institucionales y promover acciones de transversalidad

interinstitucional.

Por otra parte, a excepción de pocos casos (Norte de Chiapas, Sierra de Juárez,

Chimalapas, Tarahumara y Huicot o Gran Nayar) la mayoría de las regiones indígenas

tiene como centros hegemónicos una o dos ciudades, controladas por la población

mestiza, que fungen como centros rectores en lo económico, lo político y lo cultural. Tal

es el caso de Huauchinango y Papantla de Olarte en la región indígena Sierra Norte y

Totonacapan, con una red de comunidades y municipios indígenas que rodean la

ciudad. Pero en las regiones indígenas hay también algunas ciudades

predominantemente indígenas: como Juchitán en la región Istmo, Altepexi en la región

Cuicatlán, Mazateca, tehuacán y Zongolica y Ticul en la región Maya. En ciertos casos,

las localiddes que concentran las ocupaciones de los sectores secundario y terciario no

están en el centro de la región indígena, sino en las fronteras de ésta, como es el caso

de Orizaba, respecto a la región Cuicatlán, Mazateca, Tehuacán y Zongolica. De tal

manera, en el año 2000, 519,296 indígenas habitaban en ciudades de municipios

considerados indígenas por la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos

Indígenas (CDI), de los cuales más de la mitad (288,254) vivían en ciudades de

municipios predominantemente indígenas. Otros 672,913 indígenas urbanos habitaban

en el mismo año en ciudades de regiones indígenas. Es decir, más de un millón de

indígenas vivían en ciudades de regiones indígenas (un 27% de la población indígena

urbana).

Las ciudades son indicadores importantes del desarrollo regional, ya que al

concentrar las actividades de los sectores secundario y terciario, están estrechamente

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 7

vinculadas al desarrollo económico (Garza y García, 1995: 3). La distribución de los

servicios básicos tiene también relación directa con la urbanización, porque los costos

asociados a la introducción de servicios, como agua potable y drenaje, electricidad,

clínicas y escuelas son más redituables a mayor densidad de población. Identificar las

tendencias de las ciudades en regiones indígenas cobra relevancia para conocer las

potencialidades de estas localidades para fomentar el desarrollo económico de su

región de influencia.

En 1976, el libro El desarrollo urbano en México (Unikel, Garza y Ruiz Chiapetto,

1976) demostró que las variables que mejor explicaban en ese momento las diferencias

regionales eran el índice y el grado de urbanización. El tamaño de la ciudad y la

concentración espacial han sido los rasgos privilegiados para la explicación del

desarrollo de las regiones y de la influencia de las grandes ciudades sobre las medianas

y pequeñas y su periferia en lo que respecta a su eficiencia económica y el bienestar de

la población (Aguilar, Graizbord y Sánchez-Crispín, 1997: 11). No obstante, a partir del

cambio en la economía mundial, el peso de las ciudades en el desarrollo económico de

su región ya no depende fundamentalmente de su papel dentro de la economía de su

propio país, sino en la promoción de sus ventajas relativas para atraer capitales

nacionales o internacionales. Estos cambios en la economía han modificado la

conformación de los territorios al interior de las naciones, así como el peso relativo de

las regiones y su capacidad para generar desarrollo socioeconómico.

Durante el siglo XX, las regiones indígenas, al igual que aquellas que no lo son,

han mostrado procesos de urbanización creciente, que resultaron en cambios en la

distribución rural/urbana de la población. Por la importancia de las regiones indígenas y

los indicios que sobre su desarrollo puede aportar el grado y tipo de urbanización que

en ellas se presenta, la Dirección General de Investigación de la Comisión Nacional

para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas decidió impulsar un estudio sobre el papel

de las ciudades en regiones indígenas o con presencia importante de población

indígena, con el fin de proporcionar elementos para la planeación de las políticas

públicas en estas regiones. El presente estudio continúa la línea de investigación

iniciada, a partir de 2004, sobre la población indígena en ciudades del país.

Este reporte final está dividido en dos secciones y varios anexos. La primera

sección, visión de conjunto, enmarca la información sobre el desarrollo de las ciudades

en regiones indígenas dentro de las tendencias del sistema urbano nacional en los años

recientes. La segunda sección del informe presenta los estudios exploratorios de campo

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 8

que se hicieron en algunas ciudades de regiones indígenas seleccionadas. Los anexos,

a su vez, están divididos en A. Anexos gráficos, que contienen una sección de gráficas

y una sección de planos y B. Anexo estadístico, que contiene cuadros estadísticos.

Esta primera sección del reporte que hemos denominado visión de conjunto incluye las

tendencias del sistema urbano nacional en la segunda mitad del siglo XX y principios

del siglo XXI, enfatizando los cambios que la inserción de México en el sistema de

comercio mundial han producido en la distribución de la población en su territorio, para

contextuar a las localidades urbanas en regiones indígenas, que son el foco de interés.

Menciona las discusiones recientes sobre la tendencia actual a la competitividad de las

ciudades y su relación con el desarrollo económico, condiciones de competitividad que

se han vuelto relevantes para analizar la posición de las ciudades en el nuevo contexto

socioeconómico, así como los pronósticos del desarrollo en los años por venir, con el fin

de prever hacia dónde apuntan los procesos de urbanización de las ciudades en

regiones indígenas.

Posteriormente, se describen las consideraciones metodológicas para

seleccionar los indicadores a relevar para poder obtener elementos para identificar la

ubicación de las ciudades en regiones indígenas de México dentro del sistema urbano

nacional y los apoyos metodológicos gráficos que permiten analizar las condiciones

socioeconómicas de las ciudades de interés.

La producción de las ciudades, por su parte, implica un enjambre de relaciones

sociales, en las que intervienen los propietarios de la tierra, los promotores inmobiliarios,

los empresarios, los comerciantes, así como los diversos estratos de población, todos

los cuales pueden actuar bajo regulación activa del Estado (Garza, 2003: 137) o

siguiendo los intereses propios de los diversos actores sociales. El papel del Estado

mexicano en la planeación territorial fue fundamental hasta inicios de la década de

1980, fecha en que la planeación a nivel nacional cambió su foco territorial-regional por

el sectorial, estatal y municipal. En este texto veremos que los municipios no han

adquirido la fortaleza requerida en sus finanzas para procurar por sí mismos un mejor

desempeño de sus ciudades en el nuevo marco de competitividad de las ciudades,

siguen dependiendo de los apoyos federales. De ahí la importancia de conocer los

programas que las diversas instancias de gobierno desarrollan en las regiones

indígenas, por los impactos que pueden tener en las ciudades de regiones indígenas.

La tercera parte del reporte proporciona información sobre programas a nivel federal y

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 9

estatal, incluyendo no solamente los que se plantean actuar sobre el territorio, también

otros, con focalización individualizada, que pueden incidir en la calidad de vida de la

población en regiones indígenas y tener un efecto directo sobre sus ciudades, por la

capacidad de la población rural circundante de demandar en ellas bienes y servicios.

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 10

1. El sistema urbano nacional El Sistema Urbano Nacional (SUN)

se caracteriza como el conjunto de ciudades que funciona de una manera jerarquizada, estructurada y dinámica en diferentes escalas. Las ciudades cuentan con una jerarquía de acuerdo a la magnitud de variables socioeconómicas, demográficas, de infraestructura y servicios; éstas son nodos estructuradores de las regiones y su funcionamiento se expresa, a través de las interrelaciones que se generan entre ellas y sus territorios de influencia por los vínculos en forma de flujos de personas, bienes, información, comunicación y otros indicadores que reflejan los atributos dinámicos del sistema (SEDESOL-CAM-SAM, 2000: 15).

La definición del sistema urbano nacional que hacen Delgado, Anzaldo y

Larralde es un poco más precisa, al resaltar las relaciones económicas significativas

como parte fundamental de un sistema de ciudades, cuando dicen: sistema de ciudades

significa que un grupo de localidades urbanas adquiere relaciones significativas entre

sus economías, de tal forma que constituyen un marco integrado con nodos (de

ciudades jerarquizadas) y flujos. Estos últimos se miden por los sistemas de transporte y

comunicación entre los nodos (1999: 600). En este sentido, no todas las ciudades del

país forman parte de un sistema nacional de ciudades, ya que varias del noroeste están

integradas a la economía de las ciudades norteamericanas vecinas, con escasas

relaciones con el resto del país:

Todo este subconjunto de ciudades está completamente desarticulado del sistema urbano nacional, y se vincula funcionalmente con ciudades estadounidenses. (Garza, 2003: 93)

Durante el siglo XX, México transformó su estructura socioeconómica, de una

sociedad rural a una eminentemente urbana. El consecuente proceso de urbanización

ha producido una redistribución territorial de la población mexicana, en la que ha

participado la población indígena, resultando en un crecimiento sostenido en el número

de ciudades y en los porcentajes de población que en ellas habita, y es de esperar que

la urbanización siga siendo un importante factor de redistribución territorial de la

población en las próximas décadas.

En este proceso muchas localidades, entre ellas algunas pertenecientes a las

regiones indígenas tradicionales, han tenido importantes incrementos de su población

total, llegando al rango numérico reconocido por los planes nacionales de desarrollo y

los especialistas en análisis urbanos como el límite inferior para ser considerada como

localidad urbana: 15,000 habitantes.

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 11

En lo general, el proceso de urbanización responde al tipo de desarrollo

económico de la sociedad, y en lo particular para las sociedades industriales, a partir del

siglo XIX las ciudades juegan un papel central en el desarrollo económico, al convertirse

en importantes centros de producción, distribución, circulación y consumo de las

actividades industriales y de servicios, que requieren apoyo de un espacio urbano para

su mejor desempeño. La concentración de las actividades manufactureras, comerciales

y de servicios en los centros urbanos puede convertirlos, así, en factores de producción.

No obstante, no todas las localidades que concentran población desarrollan actividades

productivas; algunas se especializan en la distribución al entorno rural tanto de

mercancías como de servicios al consumidor.

En los dos subapartados siguientes presentamos un breve panorama de los

principales cambios en la conformación del sistema urbano nacional y formación de los

diversos subsistemas regionales en la segunda mitad del siglo XX, para posteriormente

señalar cuáles son los factores de competitividad de las ciudades y veremos cómo se

sitúan las ciudades en regiones indígenas, o con presencia importante de población

indígena, en un pronóstico sobre el desarrollo urbano en las dos primeras décadas del

siglo XXI.

1.1 Tendencias del sistema urbano nacional durante la segunda mitad del siglo XX 1.1.1 En la etapa de sustitución de importaciones Hasta 1970, el México urbano dependía en gran medida del México rural, ya que la

producción agropecuaria representó 9.2% del PIB total en ese año (Garza, 2003: 45).

La importancia de la producción rural ofreció posibilidades de crecimiento urbano para

localidades que eran centros de abasto y comercialización de los productos

agropecuarios de sus respectivas regiones, así como distribuidores de productos

industriales y servicios al consumidor en el entorno rural. Al mismo tiempo, a partir de

1940 la dinámica demográfica se mostró predominantemente urbana, con un

crecimiento paulatino del porcentaje de población urbana sobre la rural que continúa

hasta la fecha.

Debido al modelo económico de sustitución de importaciones que se siguió en

el país, entre 1940 y 1970, el crecimiento más alto de población urbana se manifestó,

en primer lugar, en las ciudades especializadas en manufactura. El segundo lugar

presentó cambios entre 1940-1960 y 1960-1970: en el primer período las ciudades de la

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 12

frontera norte tuvieron el segundo lugar en crecimiento, desarrollo muy ligado a sus

actividades comerciales con los Estados Unidos, y el tercer lugar en crecimiento lo

tuvieron las ciudades que eran centros de comercialización agrícola. En el segundo

período las ciudades que servían a las zonas agrícolas del noroeste (entre ellas, Ciudad

Obregón) fueron las que ocuparon el segundo lugar en crecimiento, mientras las

fronterizas pasaron –junto con la ciudad turística de Acapulco- al tercer lugar (Garza,

2003: 43-45).

También en la década 1960-1970 la Ciudad de México, la gran concentradora

de trabajos manufactureros en las décadas previas, inició una tendencia a la reducción

en su importancia relativa respecto a las actividades secundarias y la aumentó en

comercio y servicios, al tiempo que se empezaron a configurar dos subsistemas

urbanos, uno con centro en la Ciudad de México junto con las ciudades de Puebla,

Toluca, Querétaro y Cuernavaca, y el otro con centro en Monterrey, junto con Saltillo y

Monclova (Garza, 2003: 45).

1.1.2 En la etapa de inserción al mercado global La década de 1970-1980 evidenció el agotamiento del modelo económico de sustitución

de importaciones, que había permitido un acelerado crecimiento económico. En la

década de los setenta se inició el abandono paulatino del modelo de sustitución de

importaciones y la economía dependió centralmente de la exportación de petróleo. En

esta década, el crecimiento urbano se redujo ligeramente, aunque el crecimiento de las

ciudades del subsistema urbano de la Ciudad de México fue muy significativo, y se les

agregaron San Juan del Río, Tlaxcala y Tehuacán, entonces pequeñas pero dinámicas

ciudades industriales satélites de la capital. Las demás ciudades que crecieron

significativamente fueron nuevamente las que son centros de áreas de producción de

agricultura capitalista y, debido al énfasis petrolero, se les agregaron las ciudades de

Coatzacoalcos y Minatitlán, así como el puerto de Mazatlán (Garza, 2003: 45-46). En

esta década empezó a manifestarse el cambio de un sistema urbano

predominantemente monocéntrico a uno policéntrico: las ciudades grandes elevaron su

participación en el total urbano de 52.7% a 57.0%, mientras las medianas y pequeñas,

no obstante que aumentaron en número, la perdieron (Garza, 2003: 48).

Con la caída de los precios internacionales del petróleo y el aumento de las

tasas de interés internacionales, en 1982 se presentó una gran crisis económica, que

inició un período de recesión económica profunda. A partir de esta crisis, se modificó el

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 13

modelo económico del país por uno nuevo, que no ha logrado un desarrollo económico

sostenido, pero sí ha acentuado los desequilibrios sociales. El eje de la nueva estrategia

ha sido “la orientación de la economía hacia el exterior, en un intento por insertar a

México, en forma competitiva, dentro de la economía global” (Garza, 2003: 69-70). No

obstante, la crisis no desaceleró la dinámica urbana, ya que la creación de empleos,

formales o informales, se dio básicamente en el medio urbano; el campo no tuvo

posibilidades de absorber mano de obra y ésta se desplazó masivamente a las

ciudades en la década de 1980-1990. Gustavo Garza calcula que en esa década se

produjo el éxodo de 6.8 millones de personas del campo a la ciudad, con lo que se dio

el máximo histórico en aumento absoluto de la población urbana. En efecto, del

incremento total de empleos asalariados, los generados en la agricultura decrecieron

9%, mientras en las manufacturas sólo hubo un 25% y se incrementaron

sustantivamente en el comercio y los servicios, con un 73%. En estos dos últimos

sectores se incluyen las actividades de la economía informal, cuyo espacio es

eminentemente el urbano. Este incremento de población urbana en época de crisis no

fue, por lo tanto, impulsado por la dinámica económica de las ciudades, sino por el

rechazo del medio rural. Fue así cómo, en la década de los ochenta aumentó

significativamente el nivel de pobreza en las ciudades y los déficits en vivienda,

infraestructura y servicios públicos (Garza, 2003: 71-72 y 139-140).

Las ciudades con más crecimiento entre 1980 y 1990 fueron las del subsistema

urbano de la Ciudad de México especializadas en manufacturas. Inició, además, el

traslape de la expansión urbana de las ciudades de Toluca y México, constituyendo lo

que se conoce como megalópoli (la unión o traslape de dos o más zonas

metropolitanas). Las ciudades de la frontera norte, con el exponencial crecimiento de la

industria maquiladora, recuperaron el segundo lugar de crecimiento. En esta década se

empezó a manifestar claramente la importancia para el crecimiento urbano de la

llamada “industria turística”, ya que las ciudades que ocuparon el tercer lugar fueron las

de playa, sobresaliendo Cancún, Acapulco, Puerto Vallarta y algunas ciudades turísticas

coloniales: Oaxaca, Guanajuato y San Miguel de Allende (Garza, 2003: 73).

Las últimas décadas del siglo XX se caracterizaron por el acelerado proceso de

globalización de la economía mundial. En consonancia con estos cambios y las

presiones de los organismos multinacionales, el modelo económico de México

profundizó su apertura a la economía mundial y el Estado redujo su participación en la

economía nacional (Garza, 2003: 89-92). A nivel nacional, el crecimiento de la población

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 14

urbana siguió siendo importante entre 1990 y 2000, y para el último año el 67.3% de los

mexicanos estuvieron asentados en ciudades. No obstante, se notaron cambios

importantes en la distribución de la población: las ciudades mexicanas recibieron menos

migrantes del campo que en la década anterior, debido al aumento de la migración

internacional hacia los Estados Unidos. Las cuatro ciudades mayores crecieron a tasas

menores a la media, pero la disminución del crecimiento de la Ciudad de México se vio

compensada por el crecimiento de las ciudades que forman parte de su subsistema

urbano. Se integraron a este grupo localidades más pequeñas utilizadas

fundamentalmente para casas de fin de semana de los capitalinos, como Valle de Bravo

y Tequisquiapan. Así, se confirmó la tendencia hacia la consolidación de una vasta

megalópolis con centro en la Ciudad de México. Por otra parte, las ciudades fronterizas

de Tijuana y Ciudad Juárez mostraron su predominio como los centros maquiladores

más importantes del país, con un crecimiento sostenido de su población; al sistema

urbano del noroeste se agregaron Nogales y San Luis Río Colorado. Todo este

subconjunto de ciudades, como dijimos antes, está completamente desarticulado del

sistema urbano nacional, y se vincula funcionalmente con ciudades estadounidenses.

(Garza, 2003: 93)

En la década 1990-2000 se consolidaron otras ciudades industriales fuera del

ámbito de influencia inmediata de la Ciudad de México. En el noreste, ciudades

integradas al sistema urbano nacional por estar vinculadas al subsistema de Monterrey,

como Reynosa, Matamoros, Nuevo Laredo y Saltillo, también mostraron importante

crecimiento de su población; asimismo mostraron dinamismo demográfico las ciudades

de Hermosillo -que de ser el centro de comercialización y abastecimiento de una rica

zona agrícola se transformó en una importante metrópoli industrial-, San Luis Potosí -

situada en la carretera central que conecta a la Ciudad de México con los Estados

Unidos- y Aguascalientes –vinculada funcionalmente con Guadalajara y el subconjunto

urbano del Bajío- y las ciudades costeras turísticas (Cancún, Puerto Vallarta,

Zihuatanejo y Cozumel) (Garza, 2003: 93-94); entre estas últimas, Playa del Carmen se

insertó en el sistema urbano nacional con un crecimiento absoluto de más de 40,000

habitantes en una década (de 3,098 en 1990 a 43,613 en 2000).

La Ciudad de México presentó, a fines del siglo XX, un cambio notable en su

estructura productiva: su transformación hacia una ciudad concentradora de servicios

orientados al productor, pues su participación en este rubro de la actividad económica

con relación al total nacional se elevó de 45.1% a 64.8% entre 1988 y 1998. En

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 15

consecuencia, las actividades secundarias bajaron su participación en la economía local

(Garza, 2003: 94), y fueron absorbidas por otras ciudades de su subsistema urbano,

entre las que se cuenta Tehuacán.

Por su parte, las otras nueve metrópolis mayores tuvieron diferencias en sus

números absolutos de población con relación a la década anterior: si bien Guadalajara,

Puebla y Torreón bajaron sus cifras, Monterrey, Toluca, León, Tijuana, Ciudad Juárez y

San Luis Potosí las elevaron. En conjunto, las diez metrópolis mayores absorbieron, en

2000, al 45.8% del total del crecimiento del sistema urbano nacional, reforzando la

tendencia hacia una concentración de tipo policéntrica, en pocas urbes. Como

consecuencia del desarrollo urbano en la década 1990-2000, el grupo de grandes

ciudades del país alcanzó una participación del 69.4% de la población urbana y las

medianas y pequeñas, aunque aumentaron en número, nuevamente disminuyeron su

importancia relativa respecto al conjunto de la población urbana (Garza, 2003: 94-95).

Esta tendencia a la concentración de la población del país en pocas ciudades

grandes no es exclusiva de México, la comparte con otros países con economía de

mercado, sean subdesarrollados o desarrollados (Garza, 2003: 95 y 99-101). Es una

tendencia hacia la metropolización del sistema urbano nacional que, de 12 zonas

metropolitanas identificadas en el año 1970 por Unikel y su equipo (Unikel, Ruiz y

García, 1978), llegaron a 56 en el año 2000, según Garza (2003: 99) y 55 según

SEDESOL-CONAPO-INEGI (2004). Si las zonas metropolitanas concentraron en 1970

al 64.1% de la población urbana nacional, en 2000 la cifra subió al 83.0%. Expresada en

deciles de ciudades, el 20% de ciudades en los deciles IX y X concentraron en 2000

prácticamente a 9 de cada 10 urbanitas. En cambio, el 20% de las ciudades pequeñas

(deciles I y II) bajaron su participación, de 6.8% en 1990 a 1.8% de la población urbana

en 2000 (Garza, 2003: 99 y 101).

El gran cambio de la urbanización en las últimas décadas es la metropolización

de la población urbana. “La metropolización de una ciudad tiene lugar cuando, en su

proceso de expansión, utiliza para el desarrollo urbano suelo que pertenece a uno o

más municipios en los cuales no se ubica la ciudad central” y el resultado es la

formación de microrregiones urbanas funcionales (Sobrino, 2003b: 461 y 463) que,

para fines de política pública, deben ser consideradas como unidades territoriales.

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 16

1.2 Las condiciones de la competitividad de las ciudades El libro Competitividad de las ciudades en México, de Jaime Sobrino (2003a), hace un

detallado análisis de la forma en que los cambios recientes en la economía mundial

inciden en el desarrollo urbano, y en él basamos el contenido de este apartado,

señalando puntos importantes para poder analizar la situación de las ciudades en

regiones indígenas. No se puede hacer a un lado, dice el autor, que una ciudad es

dependiente y se encuentra interrelacionada a la vez con la vida económica del campo,

con la de otras ciudades estatales, regionales y nacionales, así como con diversos

aspectos internacionales que les afectan. En este caso, podemos señalar que en la

nueva estructura económica mundial, el tipo de producción capitalista dominante ha

presentado dos características esenciales: la terciarización de la estructura económica y

una nueva división internacional del trabajo. A la importancia mayor del sector terciario

se le conoce también como era posindustrial [que algunos llaman posfordista]. Ésta

puede analizarse desde tres ejes, que incluyen cambios sustanciales en el qué, el cómo

y el dónde se produce, que se traducen en una mayor información para el control social,

un incremento de trabajadores de cuello blanco sobre los de cuello azul y la

modificación de los contextos intra e interurbano.

Las políticas macroeconómicas han orientado en distintos momentos

determinados polos de crecimiento, ya sea de la extracción petrolera en las décadas

1970-1990, de la instalación de maquilas o del impulso turístico entre 1970 y 2007, lo

cual repercute de forma directa y determinante en el desarrollo de una ciudad o de una

región; a su vez, estas políticas no se dan aisladas de un marco global, sobre todo a

partir del proceso neoliberal que vive la nación desde mediados de los años ochenta,

orientadas siguiendo una serie de lineamientos de instituciones internacionales, lo cual

introduce a México en la nueva división internacional del trabajo. La vida de las

ciudades, en este sentido, está íntimamente ligada a la política económica federal y a

las tendencias y poderes mundiales.

Por lo tanto, es necesario considerar las condiciones en las cuales una ciudad se

desarrolla y el contexto en el cual se desenvuelve. Para el caso mexicano, es

imprescindible estudiar el comportamiento del capitalismo como modo de producción

dominante y sus repercusiones en la estructura económica nacional. Ello hace tomar en

cuenta las actividades empresariales y en general de la iniciativa privada para la

comprensión de la dinámica urbana, lo cual implica las áreas de mercado y las

relaciones regionales e interregionales que generan, así como la posibilidad que una

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 17

ciudad brinda para la inversión. No podemos dejar de lado que la economía urbana

difiere de la economía de una nación en muchos puntos, por lo cual las ventajas

competitivas en una ciudad deben considerar ciertos puntos básicos para el análisis: la

poca ingerencia de los gobiernos locales; la movilidad mayor del trabajo y el capital; la

dependencia del comportamiento de agencias exteriores a la urbe; su participación en

una variable macroeconómica a nivel nacional; las políticas regionales y, por último, el

activo desempeño de los gobiernos locales para la promoción de su localidad.

En este sentido, en el momento de analizar la competitividad de las ciudades es

necesario tomar en cuenta que se trata de dos intereses diferentes que llegan a

converger: por un lado, el proceso urbano propiamente dicho, y por otro la dinámica

económica de las empresas. Se puede señalar que las empresas compiten en unos

ámbitos y las ciudades en otros, aunque sea posible hablar de una competitividad

urbana, entendida como la capacidad de una ciudad para penetrar en los mercados,

posicionarse en el crecimiento económico local e incrementar la calidad de vida de sus

residentes. La competitividad en una ciudad puede comprenderse, asimismo, como la

capacidad de creación de empleos calificados y con salarios altos; la producción de

medios y servicios que respetan el ambiente, la especialización sectorial y el

crecimiento económico.

Un aspecto importante que destaca Jaime Sobrino es la posibilidad de encontrar

una relación entre el tamaño de la población y la eficiencia económica, ubicándose en la

cúspide las ciudades mayores. A su vez, la cantidad de población puede servir como

guía para comprender la orientación económica de una ciudad, de lo cual se desprende

que aquellas que tienen menos de 450 mil habitantes están orientadas de forma

predominante a los servicios, en tanto que las urbes que cuentan entre 450 mil y 2.5

millones son básicamente manufactureras e industriales; no obstante, cuando las

ciudades cuentan con más de dos y medio millones de habitantes, el sector terciario

vuelve a ser el más importante, lo cual permite establecer algunas generalidades

respecto al comportamiento de las ciudades que ayuda tanto a las políticas públicas

como al diseño de las investigaciones.

En todo caso, el conocimiento de las ciudades y las zonas metropolitanas es

sumamente complejo, debido a la necesidad de abordar una serie de elementos, como

lo son la dinámica de la población; los procesos de migración tanto rural-urbano como el

cada vez más importante de migración urbano-urbano; las políticas de crecimiento

instrumentadas por la federación, traducidas en estímulos financieros, proyectos de

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 18

parques y corredores industriales, inversión de infraestructura; la elasticidad de los

mercados en las sociedades capitalistas, con sus implicaciones en la flexibilidad laboral

y el dejar la regulación de las actividades económicas a las fuerzas del mercado, así

como las orientaciones del capitalismo internacional. Todos estos factores inciden en la

lógica de las ciudades, en su crecimiento (o decrecimiento, por medio del cual una

localidad puede perder su estatus de ciudad), su consolidación, solidez estructural,

orientación económica, importancia política y administrativa, en la variedad y retribución

de los empleos, y en su nivel de competitividad nacional e internacional.

Más adelante haremos referencia a análisis puntuales sobre estados, regiones y

ciudades específicas con respecto a los elementos que les permiten convertirse en

“ganadores” o “perdedores” en esta era de la competitividad territorrial. Por lo pronto,

concluimos este apartado con una frase de Gustavo Garza: “El futuro urbano del país

dependerá de sus perspectivas económicas y de la estrategia de localización geográfica

de las firmas transnacionales” (2003: 92), que nos obliga a reflexionar sobre las

condiciones de las ciudades en regiones indígenas en función de los marcos generales

del desarrollo urbano contemporáneo.

1.3 Pronósticos sobre el sistema urbano nacional Un pronóstico sobre el desarrollo a mediano plazo (1995-2020) del sistema urbano

nacional se realizó en 1999-2000 bajo la coordinación del Colegio de Arquitectos de la

Ciudad de México, A.C., con la participación de un equipo interinstitucional e

interdisciplinario de expertos del Instituto de Investigaciones Económicas de la

Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), El Colegio de México, el Programa

Universitario de Estudios sobre la Ciudad de la UNAM y Cervantes y Asociados S.A., a

petición de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL)1. Con los datos censales de

1995, el equipo determinó que, en esa fecha, el Sistema Urbano Nacional (SUN)

se integra… por 347 localidades de 15 mil y más habitantes ubicadas en 544 municipios, incluyendo ciudades o zonas metropolitanas (2000: 15).

Y, con base en componentes demográficos, de competitividad económica y de

atractividad, clasificó al SUN en dos sistemas:

a) El Sistema Urbano Principal (SUP) conformado por 118 localidades de más de 50 mil habitantes, de las cuales 37 son zonas metropolitanas que abarcan

1 Citado en la bibliografía como SEDESOL-CAM-SAM (2000). Por su importancia para la planeación de la acción indigenista, se incluye como Anexo Documental a este reporte.

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 19

252 municipios y 81 son ciudades ubicadas en este mismo número de municipios2. b) El Sistema Urbano Complementario (SUC) integrado con 229 localidades que se encuentran distribuidas en 211 municipios (2000: 15).

El mismo estudio SEDESOL-CAM-SAM reconoce que el sistema urbano está en

gestación (2000: 13). Coinciden con él otros analistas urbanos que señalan cómo las

ciudades que participan en el sistema urbano nacional han ido conformando, durante

los últimos 35 años, varios subsistemas regionales, con una tendencia a la

metropolización y a la formación de ciudades regiones, que obligan a los análisis

urbanos a considerar la dinámica de tales conglomerados como unidades funcionales,

lo que hace imposible entender a las localidades urbanas que forman parte de estos

conglomerados económicos separadas de su conjunto; por ejemplo, los incrementos de

población en estos subconjuntos o ciudades región pierden sentido si se enfocan en

una sola de las localidades, porque la interrelación de las funciones de este subsistema

urbano permite la redistribución interna de la población sin demeritar su desarrollo

económico.

Por su parte, con datos de 2000, Jaime Sobrino (2003a) indica la existencia de

un sistema urbano nacional principal, constituido por 72 ciudades con 100 mil o más

habitantes; y un sistema urbano periférico, conformado por 290 localidades con menos

de 100 mil residentes. Esta división no descansa únicamente en el número de personas

que radican en un centro urbano, sino en la relación que se construye en cuanto al peso

económico y administrativo de estas localidades dentro de la vida nacional. No se

puede dejar a un lado las composiciones regionales, que conforman un panorama en la

distribución urbana; por ejemplo, en la frontera norte existen menos ciudades que en la

región sur, pero sus ciudades están más densamente pobladas; por su parte, la

importancia económica, política y administrativa de la ciudad de México ha formado en

torno suyo una serie de ciudades importantes en un proceso megalopolitano que abarca

una parte considerable del centro del país.

En las últimas décadas, con el crecimiento policéntrico concentrado de la

población en el país, se han consolidado varios subsistemas de ciudades, tales como a)

el del centro-occidente, con Guadalajara a la cabeza de una región urbana altamente

densificada con ciudades como León, Aguascalientes, Guanajuato, Irapuato, Celaya, 2 Aunque el equipo SEDESOL-CAM-SAM define el Sistema Urbano Principal como aquellas localidades con más de 50 mil habitantes, más adelante veremos que en sus propuestas de política pública para el sistema urbano nacional incluye a localidades menores a este rango.

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 20

Salamanca y Silao; b) el del noreste, con Monterrey –metrópoli principal dentro del TLC-

como centro y c) el del noroeste, que ya mencionamos que no participa del sistema

urbano nacional.

No obstante, el subsistema más importante en el país es, sin duda, el del centro

de México, en el cual se reflejan las tendencias a futuro. A nivel mundial, la distribución

espacial de la población en concentraciones metropolitanas, útil para del modelo de

economía fordista, está dando paso a la formación de sistemas regionales como forma

espacial resultante de la reestructuración de la economía por el proceso de

globalización. Hay especialistas en estudios urbanos que ya hablan de un sistema

regional de este tipo en el centro de México, al que llaman una ciudad-región, con la

Ciudad de México como foco más dinámico. Para Delgado, Anzaldo y Larralde, la

región centro abarca las 16 delegaciones del Distrito Federal y 516 municipios de cinco

estados vecinos: México, Morelos, Hidalgo, Tlaxcala y Puebla, con un área de 86,721

km2 y una población en 1995 de 29.3 millones de habitantes. El marco regional de la

región centro contenía 45 ciudades en 1995: 7 con más de un millón de habitantes y 38

medianas y pequeñas; el resto de la región es una vasta periferia regional, con cerca de

6 millones de habitantes rurales dispersos en más de 400 municipalidades. Los

principales cambios en la urbanización de la región centro entre 1940 y 1990 fueron el

incremento numérico de las ciudades pequeñas, de tres a 35, y el crecimiento

sustancial de dos localidades, de menos de 15,000 habitantes a más de 200,000 en

esos 50 años (Delgado, Anzaldo y Larralde, 1999: 600-602. Subrayado en el original).

Aguilar (2003), por su parte, también incluye al estado de Querétaro en la región centro,

lo que amplía su área y población, la primera a 97,964 km2 y la segunda a 30.5 millones

de habitantes. Para la delimitación de Aguilar, la región centro representó en 1995 el 5%

del territorio nacional, con una concentración del 33.4% del total de su población y una

participación de 41% del PIB nacional.

La región centro, por lo pronto delimitada por las fronteras de las grandes

entidades federativas que abarca, incluye varias ciudades de regiones indígenas:

Actopan, Ixmiquilpan, Huejutla de Reyes en Hidalgo; Atlacolmulco, Lerma de Villada y

Villa Cuauhtémoc en el Estado de México; Ajalpan, Altepexi, Tehuacán, Huauchinango,

Xicotepec, Zacatlán y Teziutlán en Puebla. Análisis más puntuales sobre las relaciones

entre las ciudades metropolitanas en su interior y las ciudades pequeñas de su periferia,

poniendo el énfasis más en las relaciones internas que en las delimitaciones político-

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 21

administrativas estatales, quizás modificarían las fronteras de esta región eliminando a

algunas de las ciudades que no participan en los flujos económicos centrales.

Por su parte, el estudio SEDESOL-CAM-SAM jerarquizó las 118 ciudades de lo

que definió como el SUP en cinco grupos:

“en el rango 1 la Zona Metropolitana del Valle de México; en el rango 2 se encuentran otras tres grandes zonas metropolitanas: Guadalajara, Monterrey y Puebla; en el rango 3 se ubican 16 ciudades; en el rango 4 otros 29 centros urbanos; y en el rango 5 los 69 restantes” (2000: 16).

En el siguiente apartado presentamos las localidades urbanas que tienen

relación con las regiones indígenas, para poder situarlas en relación al pronóstico a

mediano plazo de SEDESOL-CAM-SAM y las condiciones de competitividad que

actualmente influyen en el desempeño socioeconómico de las ciudades.

2. Ubicación de las ciudades en regiones indígenas en el contexto del sistema urbano nacional 2.1 Las ciudades en regiones indígenas Para identificar las ciudades del sistema urbano nacional que tienen relación con las

regiones indígenas pudimos contar con una fuente actualizada para el año 2000:

Regiones indígenas de México (CDI-PNUD, 2006), que nos permitió seleccionar las

localidades urbanas en dichas regiones (cuadro 1). Por la importancia que revisten las

consideraciones metodológicas del equipo CDI-PNUD para delimitar las regiones

indígenas a las que pertenecen las ciudades de este estudio, a continuación nos

permitimos reproducir algunos párrafos de este libro que tienen relación con los tipos de

ciudades que vamos a considerar.

Para CDI-PNUD, “El término región hace referencia al espacio en el que se

integran aquellos elementos que pertenecen a un nivel más pequeño –municipios o

localidades-, que se encuentran dentro de una entidad mayor a través de la red de

relaciones diversas que se establecen entre ellas. Ésta, a su vez, se distingue, al menos

hipotéticamente, de otras unidades regionales con las que puede o no mantener

determinadas formas de contacto.” (CDI-PNUD, 2006: 7)

Así, la propuesta de regiones indígenas consideró que los límites regionales se

establecen por “la participación de la población en los procesos económicos, para lo

cual normalmente se deben identificar los diferentes tipos de actividades que

desarrollan los seres humanos para subsistir –producción, intercambio y consumo- así

como los geográficos y ecológicos…” y “la relación entre la dispersión y la concentración

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 22

de los asentamientos humanos; fenómenos comúnmente asociados a aspectos

económicos, culturales y sociales” que responden también a procesos de carácter

histórico, geográfico y cultural.

“En el aspecto económico, pueden apreciarse dos vertientes, una que se

expresa a través de rutas comerciales establecidas históricamente, determinados

centros rectores de intercambio, económicos o políticos, formas de trabajo y explotación

de los bienes inmuebles similares; la segunda se aprecia con la emergencia de nuevos

centros de desarrollo al interior de las zonas indígenas o que se pueden integrar en las

mismas pues funcionan como polos de atracción. Dos ejemplos que se pueden citar son

las ciudades de Orizaba en Veracruz y Cancún, Quintana Roo, enclaves que ocupan

espacios no indígenas y que generan fuentes de empleo que pueden ser ocupadas por

trabajadores indígenas.” (CDI-PNUD, 2006: 16)

A partir del flujo de las relaciones económicas, entre las regiones delimitadas

podríamos distinguir dos grandes tipos de ciudades: a) aquellas que podríamos

denominar tradicionales, es decir, aquellas en el interior de la región que concentra

municipios con más del 40% de población indígena, por lo que pueden considerarse

como núcleos tradicionales de asentamiento de los pueblos indígenas, además de que

comparten “aspectos de carácter histórico y cultural, expresados a través de la

comprensión de ‘espacios tradicionales’, lugares que históricamente fueron ocupados

por los distintos pueblos indígenas antes o después de la conquista española y en

donde permanecen o permanecieron, que comparten características lingüísticas y/o

culturales, expresiones de culto similares, visiones cosmogónicas y relaciones de

parentesco, entre otros” (CDI-PNUD, 2006: 16) y b) aquellas que funcionan como polos

de atracción en los márgenes de las regiones tradicionales, que por su relevancia en la

absorción de mano de obra han atraído flujos importantes de población indígena que

ahora presenta un número significativo en la ciudad. Incluir a las ciudades en los

márgenes de las regiones indígenas con presencia significativa de población indígena

resulta, por lo tanto, relevante en una regionalización para la planeación del desarrollo,

esto es, concebir “la región como una unidad de acción de políticas de políticas y

programas de gobierno” (CDI-PNUD, 2006: 8).

Región es una noción heurística útil para un nivel de descripción y de análisis

intermedio entre el enfoque macrosociológico y el enfoque comunal, que debe ser

definida en función de objetivos específicos. El uso de la noción de región para fines de

política pública difiere de otras acepciones del término, tal como la región sociocultural,

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 23

a la que Bonfil Batalla considera como la expresión espacial de un proceso histórico

particular, que ha determinado que la población del área esté organizada en un sistema

de relaciones sociales que la sitúan en el contexto de la sociedad global en términos de

relaciones características particulares con el todo y con las demás regiones (1973: 170).

La región sociocultural hace abstracción de las fronteras administrativas entre las

localidades participantes en las relaciones sociales que identifican a dicha unidad

intermedia. En cambio, su uso para fines de planeación hace referencia a unidades

territoriales político-administrativas completas, que en el caso de México se refieren a

estados, municipios y delegaciones. Esta delimitación tiene sentido para poder

concertar acciones de transversalidad en las que estén involucradas los tres niveles

más generales de gobierno: federal, estatal y municipal.

Tomando en consideración a las regiones para fines de planeación, la selección

de las localidades a ser consideradas en este estudio sobre ciudades en regiones

indígenas incluyó a todas aquellas situadas en los municipios en regiones indígenas

que en 2005 tuvieron una población superior a los 15 mil habitantes (Cuadro 1)

Cuadro 1. Localidades urbanas en regiones indígenas. 2000 * 2005 **

REGIÓN INDÍGENA Ent. Mpio. Nombre del municipio Loc. Nombre de la ciudad (1) Pob.

Total en 2000

Pob. Indígena

Total 2000

% de población indígena,

2000

Pob. Total en

2005

Pob. Indígena

Total 2005

% de población indígena,

2005

7 75 Rosas, Las 1 Rosas, Las 15,454 2,780 17.99 19,203 2,414 12.57 Altos de Chiapas

7 78 San Cristóbal de Las Casas 1 San Cristóbal de Las Casas 112,442 49,946 44.42 142,364 53,949 37.90

20 59 Miahuatlán de Porfirio Díaz 1 Miahuatlán de Porfirio Díaz 16,724 3,392 20.28 18,987 3,914 20.61 Costa y

Sierra Sur de Oaxaca

20 318 San Pedro Mixtepec - Dto. 22 9 Puerto Escondido 18,484 1,987 10.75 20,178 1,802 8.93

21 10 Ajalpan 1 Ciudad de Ajalpan 22,261 9,023 40.53 24,804 9,038 36.44

21 13 Altepexi 1 Altepexi 15,247 13,883 91.05 16,395 13,707 83.60

21 156 Tehuacán 1 Tehuacán 204,598 45,692 22.33 238,229 48,593 20.40

30 30 Camerino Z. Mendoza 1 Ciudad Mendoza 34,955 3,574 10.22 34,313 3,399 9.91

30 85 Ixtaczoquitlán 1 Ixtaczoquitlán 23,022 1,497 6.50 25,319 1,377 5.44

Cuicatlán, Mazateca, Tehuacán y Zongolica

30 118 Orizaba 1 Orizaba 118,552 6,657 5.62 117,273 4,776 4.07

20 184 San Juan Bautista Tuxtepec 1 San Juan Bautista Tuxtepec 84,199 25,157 29.88 94,209 26,385 28.01 Chinanteca

30 207 Tres Valles 1 Tres Valles 17,558 648 3.69 16,030 481 3.00

27 3 Centla 1 Frontera 20,965 971 4.63 21,810 159 0.73

27 4 Centro 1 Villahermosa 330,846 11,500 3.48 335,778 6,665 1.98

27 4 Centro 214 Ocuiltzapotlán (+) 15,824 388 2.45 14,799 187 1.26

27 4 Centro 145 Parrilla 1a. Sección 11,400 237 2.08 16,364 291 1.78

Chontal de Tabasco

27 12 Macuspana 1 Macuspana 28,183 963 3.42 30,661 373 1.22

7 57 Motozintla 1 Motozintla de Mendoza 17,613 1,390 7.89 17,501 902 5.15 Frontera Sur

7 89 Tapachula 1 Tapachula de Córdova y Ordóñez 179,839 4,950 2.75 189,991 1,958 1.03

13 28 Huejutla de Reyes 1 Huejutla de Reyes 34,141 19,108 55.97 36,305 16,084 44.30

24 13 Ciudad Valles 1 Ciudad Valles 105,721 8,638 8.17 116,261 8,256 7.10

24 16 Ébano 1 Ébano 22,133 329 1.49 22,105 389 1.76

24 37 Tamazunchale 1 Tamazunchale 20,699 5,902 28.51 21,614 4,465 20.66

30 155 Tantoyuca 1 Tantoyuca 25,492 7,123 27.94 28,155 7,087 25.17

Huasteca

30 160 Temapache 1 Álamo 22,923 2,911 12.70 23,540 2,339 9.94

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 25

Cuadro 1. Localidades urbanas en regiones indígenas. 2000 * 2005 **

REGIÓN INDÍGENA Ent. Mpio. Nombre del municipio Loc. Nombre de la ciudad (1) Pob.

Total en 2000

Pob. Indígena

Total 2000

% de población indígena,

2000

Pob. Total en

2005

Pob. Indígena

Total 2005

% de población indígena,

2005

20 14 Ciudad Ixtepec 1 Ciudad Ixtepec 22,261 12,151 54.58 23,700 10,153 42.84

20 43 Juchitán De Zaragoza 1 Juchitán De Zaragoza 64,642 58,697 90.80 70,714 61,919 87.56

20 79 Salina Cruz 1 Salina Cruz 72,218 11,988 16.60 71,314 9,261 12.99 Istmo

20 515 Santo Domingo Tehuantepec 1

Santo Domingo Tehuantepec 37,068 11,235 30.31 39,529 8,794 22.25

4 2 Campeche 1 Campeche 190,813 28,911 15.15 211,671 25,506 12.05

4 4 Champotón 1 Champotón 23,035 3,130 13.59 27,235 3,006 11.04

4 9 Escárcega 1 Escárcega 25,911 3,020 11.66 27,214 2,483 9.12

23 1 Cozumel 1 Cozumel 59,225 23,362 39.45 71,401 20,576 28.8

23 2 Felipe Carrillo Puerto 1 Felipe Carrillo Puerto 18,545 15,008 80.93 21,530 15,992 74.3

23 4 Othón P. Blanco 1 Chetumal 121,602 29,200 24.01 136,825 26,903 19.7

23 5 Benito Juárez 1 Cancún 397,191 121,600 30.61 526,701 117,163 22.2

23 8 Solidaridad 1 Playa del Carmen 43,613 14,942 34.26 100,383 21,751 21.7

31 38 Hunucmá 1 Hunucmá 20,978 12,673 60.41 22,800 10,629 46.62

31 40 Izamal 1 Izamal 14,075 9,853 70.00 15,101 9,537 63.15

31 41 Kanasín 1 Kanasín 37,674 21,993 58.38 50,357 24,841 49.33

31 50 Mérida 1 Mérida 662,530 199,697 30.14 734,153 169,964 23.15

31 101 Umán 1 Umán 26,657 13,713 51.44 29,135 12,642 43.39

31 52 Motul 1 Motul de Carrillo Puerto 19,868 12,515 62.99 21,508 11,522 53.57

31 56 Oxkutzcab 1 Oxkutzcab 20,244 18,851 93.12 21,341 19,535 91.54

31 58 Peto 1 Peto 16,572 15,730 94.92 18,177 16,606 91.36

31 59 Progreso 1 Progreso 44,354 9,197 20.74 35,519 4,001 11.26

31 79 Tekax 1 Tekax de Álvaro Obregón 21,580 19,533 90.51 23,524 20,600 87.57

31 89 Ticul 1 Ticul 28,502 25,488 89.43 31,147 26,759 85.91

31 96 Tizimín 1 Tizimín 39,525 29,707 75.16 44,151 30,222 68.45

Maya

31 102 Valladolid 1 Valladolid 37,332 27,744 74.32 45,868 31,440 68.54

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 26

Cuadro 1. Localidades urbanas en regiones indígenas. 2000 * 2005 **

REGIÓN INDÍGENA Ent. Mpio. Nombre del municipio Loc. Nombre de la ciudad (1) Pob.

Total en 2000

Pob. Indígena

Total 2000

% de población indígena,

2000

Pob. Total en

2005

Pob. Indígena

Total 2005

% de población indígena,

2005

26 18 Cajeme 1 Ciudad Obregón 250,790 3,894 1.55 270,992 3,543 1.31

26 18 Cajeme 311 Esperanza 32,415 414 1.28 36,538 468 1.28

26 29 Guaymas 1 H. Guaymas 97,593 1,197 1.23 101,507 1,369 1.35

26 33 Huatabampo 1 Huatabampo 29,789 1,542 5.18 29,276 877 3.00

Mayo-Yaqui

26 42 Navojoa 1 Navojoa 98,187 3,905 3.98 103,312 2,976 2.88

15 14 Atlacomulco 1 Atlacomulco de Fabela 19,988 1,646 8.23 20,447 1,170 5.72

15 51 Lerma 1 Lerma de Villada 16,303 298 1.83 16,827 238 1.41

15 67 Otzolotepec 1 Villa Cuauhtémoc 16,445 1,871 11.38 9,718 249 2.56

Mazahua-Otomí

16 112 Zitácuaro 1 H. Zitácuaro 76,771 1,358 1.77 78,821 832 1.06

Mixe 20 57 Matías Romero Avendaño 1 Matías Romero Avendaño 19,979 6,423 32.15 19,899 5,359 26.93

20 39 H. Ciudad de Huajuapan de León 1

H. Ciudad de Huajuapan de León 43,073 6,589 15.30 45,321 5,713 12.61

20 397 H. Ciudad de Tlaxiaco 1 H. Ciudad de Tlaxiaco 13,856 5,442 39.28 16,635 5,854 35.19 Mixteca

20 482 Santiago Pinotepa Nacional 1

Santiago Pinotepa Nacional 24,347 9,933 40.80 25,871 9,996 38.64

12 28 Chilapa De Alvarez 1 Chilapa De Alvarez 22,511 4,287 19.04 27,510 5,780 21.01

12 46 Ometepec 1 Ometepec 16,933 3,639 21.49 20,764 5,518 26.57 Montaña de Guerrero

12 66 Tlapa De Comonfort 1 Tlapa De Comonfort 31,235 20,496 65.62 37,975 24,598 64.77

13 3 Actopan 1 Actopan 25,398 2,793 11.00 26,755 1,968 7.36 Otomí Hidalgo y Querétaro 13 30 Ixmiquilpan 1 Ixmiquilpan 30,831 11,494 37.28 32,679 11,416 34.93

16 65 Paracho 1 Paracho de Verduzco 15,554 2,862 18.40 16,816 2,750 16.35

16 66 Pátzcuaro 1 Pátzcuaro 47,993 1,351 2.81 51,124 1,377 2.69

16 75 Los Reyes 1 Los Reyes de Salgado 36,095 1,046 2.90 32,488 432 1.33 Purépecha

16 102 Uruapan 1 Uruapan 225,816 5,460 2.42 238,975 4,091 1.71

Cuadro 1. Localidades urbanas en regiones indígenas. 2000 * 2005 **

REGIÓN INDÍGENA Ent. Mpio. Nombre del municipio Loc. Nombre de la ciudad (1) Pob.

Total en 2000

Pob. Indígena

Total 2000

% de población indígena,

2000

Pob. Total en

2005

Pob. Indígena

Total 2005

% de población indígena,

2005

7 52 Las Margaritas 1 Las Margaritas 14,946 4,442 29.72 17,267 3,567 20.66

7 59 Ocosingo 1 Ocosingo 26,495 14,303 53.98 35,065 21,627 61.68

7 65 Palenque 1 Palenque 29,779 8,431 28.31 37,301 11,214 30.06

7 109 Yajalón 1 Yajalón 13,619 8,290 60.87 16,301 10,612 65.10

Selva Lacandona

27 17 Tenosique 1 Tenosique de Pino Suárez 30,042 1,538 5.12 31,392 1,170 3.73

21 71 Huauchinango 1 Huauchinango 46,671 10,696 22.92 51,898 10,870 20.94

21 174 Teziutlán 1 Teziutlán 56,029 2,868 5.12 60,597 2,000 3.30

21 197 Xicotepec 1 Xicotepec de Juárez 35,385 3,074 8.69 37,026 2,249 6.07

21 208 Zacatlán 1 Zacatlán 28,773 5,164 17.95 30,805 4,305 13.98

30 124 Papantla 1 Papantla de Olarte 48,804 17,084 35.01 51,716 15,068 29.14

30 40 Coatzintla 1 Coatzintla 26,003 2,003 7.70 30,061 1,904 6.33

30 124 Papantla 159 Poza Rica (++) 19,378 2,551 13.16 s.d. s.d. s.d.

Sierra Norte de Puebla y Totonacapan

30 131 Poza Rica de Hidalgo 1 Poza Rica de Hidalgo 151,441 9,371 6.19 174,512 9,671 5.54

30 3 Acayucan 1 Acayucan 47,826 2,753 5.76 49,945 1,886 3.78

30 48 Cosoleacaque 1 Cosoleacaque 20,249 3,760 18.57 21,714 3,282 15.11

30 48 Cosoleacaque 73 Minatitlán 39,703 3,742 9.42 43,116 3,020 7.00

30 61 Choapas, Las 1 Choapas, Las 41,426 1,733 4.18 40,773 1,060 2.60

Tuxtlas, Popoluca-Náhuatl de Veracruz

30 108 Minatitlán 1 Minatitlán 109,193 11,337 10.38 109,791 7,950 7.24

20 67 Oaxaca De Juárez 1 Oaxaca De Juárez 251,846 50,132 19.91 258,008 43,705 16.94

20 385 Santa Cruz Xoxocotlán 1 Santa Cruz Xoxocotlán 46,494 9,917 21.33 59,181 10,316 17.43

20 390 Santa Lucía del Camino 1 Santa Lucía del Camino 40,549 11,434 28.20 42,570 10,371 24.36

Valles Centrales

20 399 Santa María Atzompa 1 Santa María Atzompa 13,433 3,588 26.71 16,855 3,239 19.22 Notas: * Fuente: CDI, Base de datos índice base final.

** Fuente: CDI, Localidades indígenas, 2005. (1) Las localidades urbanas conurbadas con una Zona Metropolitana tienen formato en cursivas y, en caso de que la ciudad central forme parte de la región indígena, ésta aparece en cursivas y con negritas.

(+) En el I Conteo de Población, 1995, aparecen sumados juntos Villa Unión (loc. # 273) , Macultepec (Loc. # 176) y Ocuiltzapotlán (Loc. # 214), que aparecen separados en el II Conteo, 2005. En el plano de Delimitación de Zonas Metropolitanas (SEDESOL-CONAPO-INEGI), Macultepec y Ocuiltzapotlán aparecen como localidades conurbadas, pero Villa Unión no aparece como parte de la ZM de Villahermosa. En la columna de 2005 unimos los datos de las tres localidades, en las que Villa Unión no tiene mucho peso, pues sólo tuvo 360 Habs. (++) Esta localidad no aparece en el Iter 2005.

Veintiuna de las ciudades de nuestro interés forman parte de la red de ciudades

del SUP elaborada por el equipo SEDESOL-CAM-SAM con base en las interacciones

entre las localidades, que conforman redes de vínculos funcionales o áreas de

influencia funcional entre ciudades de diversa jerarquía: una del rango 3, seis en el

rango 4 y catorce en el rango 5. (Gráfica 1: México. Estructura y funcionamiento del

sistema urbano principal, y Plano 1: Sistema urbano principal y grandes regiones de

México, 1998, tomados ambos de SEDESOL-CAM-SAM, 2000: 18 y 17):

� En el rango 3, la ZM de Mérida, que forma un subsistema en el que participa una

ciudad de rango 4: Cancún y cuatro de rango 5: Cozumel, Chetumal, Valladolid y

Campeche.

� En el rango 4,

o La ya mencionada Cancún, incluye en su subsistema a dos ciudades de

rango 5: Cozumel y Chetumal

o la ZM de Oaxaca, centro de un subsistema que incluye a Tuxtepec, del

rango 5

o la ZM de Villahermosa, relacionada con Puebla como parte del

subsistema de la ZM de Coatzacoalcos

o la ZM de Orizaba, relacionada con Puebla como parte del subsistema

ZM de Veracruz

o la ZM de Poza Rica, igualmente del subsistema de Veracruz, y

o Ciudad Obregón, que incluye en su subsistema a la ciudad de Navojoa,

del rango 5, e integrada al subsistema de Hermosillo.

SEDESOL-CAM-SAM, 2000: 18

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 30

SEDESOL-CAM-SAM, 2000: 17

� En el rango 5,

o Tuxtepec, del subsistema de Oaxaca

o Campeche y Valladolid, relacionadas directamente al subsistema de

Mérida

o Las ya mencionadas Cozumel y Chetumal, del subsistema Cancún, que

forma parte del subsistema Mérida

o Tehuacán, directamente relacionada con la ZM de Puebla

o La también ya mencionada Minatitlán, del subsistema de Villahermosa

o San Cristóbal de Las Casas y

o Tapachula, ambas del subsistema con centro en Tuxtla Gutiérrez

o Pátzcuaro y

o Uruapan, ambas del subsistema de Morelia

o Guaymas, directamente relacionada con Hermosillo, y

o Ciudad Valles, relacionada al subsistema de San Luis Potosí, que tiene

rango 33.

Posteriormente, el estudio SEDESOL-CAM-SAM considera la “retracción del

Estado hacia funciones de promoción o facilitador de las acciones de los inversionistas

privados y su reducción directa en la economía” y el papel de las esperadas inversiones

por la integración del país a la economía mundial, con los tratados comerciales con

América del Norte (TLCAN) la Unión Europea y Chile en el desarrollo urbano de los

siguientes veinte años (2000: 21), para poder proponer acciones de política pública que

fomenten las potencialidades de las diversas regiones de México y hacerlas capaces de

recibir inversiones privadas. Dividen las acciones en aquellas que deben ser para: a) el

fomento económico, con la creación, ampliación y mejoramiento de la infraestructura

económica, que pretenden consolidar las ventajas económicas de determinados centros

urbanos; b) el desarrollo social, con la creación, ampliación y mejoramiento de la

infraestructura social, con el fin de elevar la calidad de vida de la población, y c) de

consolidación de lugares centrales para la integración regional, que consiste en

creación, ampliación y mejoramiento del equipamiento social, con el propósito de elevar

la función central de algunas ciudades que permitirían “eficientar la localización” de

satisfactores colectivos (educación, salud y abasto) y, al minimizar los efectos de la

3 Es de notar, como señalamos en la nota 2, que dos de las localidades de nuestro interés (Valladolid y Pátzcuaro) no tenían el rango de ciudades con 50 mil y más habitantes en 2000 y una (Izamal) sólo alcanzó el rango poblacional de localidad urbana en 2005; no obstante, fueron incluidas en el SUP.

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 32

distancia entre población y satisfactores, incidir en una menor emigración (SEDESOL-

CAM-SAM, 2000: 41-42).

La propuesta jerarquiza las 118 ciudades y, con un notable sesgo a favor de los

corredores económicos detectados, selecciona algunas localidades a las que otorga

prioridad “A” para cada una de las acciones de fomento: 15 en el aspecto económico,

19 en el social y 5 en el de integración regional. Para las prioridades “B” se

seleccionaron 30 ciudades para desarrollo económico, 24 para desarrollo social y 23

para la integración regional.

Entre las veintiún ciudades en regiones indígenas que analiza la propuesta

SEDESOL-CAM-SAM, solamente cuatro son de prioridad “A”: las Zonas Metropolitanas

de Orizaba y Mérida para fomento económico y Cancún y Chetumal para integración

regional (serían cinco si consideramos que dos localidades urbanas forman parte de la

Zona Metropolitana de Toluca y ésta está considerada en prioridad A para desarrollo

social). Para otras ciudades hay propuestas de prioridad “B”, seis: las Zonas

Metropolitanas de Villahermosa y Poza Rica, San Cristóbal de Las Casas, San Juan

Bautista Tuxtepec, Tehuacán y Navolato en fomento económico (Plano 2: SUP:

Ciudades prioritarias para el fomento económico), siete en desarrollo social: Cozumel,

Valladolid, Minatitlán, Pátzcuaro, Uruapan Ciudad Obregón y Guaymas (Plano 3: SUP.

Ciudades prioritarias para el desarrollo social) y cuatro en integración regional: Izamal,

Campeche, Tapachula y la Zona Metropolitana de Oaxaca (Plano 4: SUP. Ciudades

prioritarias para la integración regional como lugares centrales).

El quinto plano del análisis SEDESOL-CAM-SAM que presentamos aquí (Plano

5: Sistema urbano nacional y ejes de desarrollo) es muy importante para entender el

posicionamiento geográfico de las ciudades en regiones indígenas en el nuevo contexto

de las relaciones comerciales globales. Los flujos económicos que se espera sean

determinantes en el desarrollo de las ciudades del país no pasan por las regiones

indígenas. Lo que los autores llaman el eje principal de desarrollo interno del país toca

lateralmente a Toluca y Atlacomulco de Fabela. Los ejes secundarios de desarrollo y

comercial principal del Tratado de Libre Comercio con Norteamérica están fuera de las

regiones indígenas. Hay dos ejes secundarios: el eje comercial europeo, que atraviesa

por la Zona Metropolitana de Orizaba, y el eje turístico del Caribe que tiene influencia en

la zona de Cancún-Playa del Carmen y en Mérida. Si los pronósticos de los

especialistas citados se cumplen, a las regiones indígenas y sus ciudades les espera un

escaso, si no es que nulo desarrollo en los próximos años.

CAM-SAM-SEDESOL, 2000: 45

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 34

SEDESOL-CAM-SAM, 2000: 47

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 35

SEDESOL-CAM-SAM, 2000: 48

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 36

SEDESOL-CAM-SAM, 2000: 63

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 37

El análisis de SEDESOL-CAM-SAM privilegió como eje de análisis de su pronóstico

sobre el desarrollo de las ciudades para los años próximos a las grandes tendencias del

desarrollo socioeconómico en función de la apertura comercial. Otros ejes de análisis,

como la competitividad y el desempeño económico, nos permiten ser más optimistas

respecto al futuro a corto plazo con respecto a algunas de las ciudades en regiones

indígenas.

Hasta la mitad del siglo XX, el modo capitalista de producción se caracterizó por

la fabricación de bienes estandarizados, la generación de corporaciones, así como por

la división técnica y espacial del trabajo en una misma instalación industrial, en

combinación con la intervención del Estado en la regulación de algunos aspectos del

mercado (Sobrino, 2003a: 119-120). A partir de la década de los setenta, el modelo de

producción del sistema capitalista ha cambiado, conociéndose como flexibilización a sus

nuevas características: cambios en los procesos del trabajo, innovaciones tecnológicas,

desintegración de la verticalidad en la producción y flujos de información. Este cambio

ha ocasionado una nueva división internacional del trabajo, la internacionalización de la

economía, y la mundialización de las ciudades (Sobrino, 2003a: 122).

“En la perspectiva interurbana ocurre una transferencia de actividades con uso

intensivo de mano de obra hacia regiones y ciudades de menor desarrollo, en tanto que

las actividades de mayor productividad del sector terciario se concentran en regiones y

ciudades con mayor nivel de desarrollo”. Esto, a su vez, modifica el espacio urbano, “los

servicios al productor se concentran en las ciudades de mayor tamaño, mientras que la

producción manufacturera y los servicios al consumidor adoptan un patrón de

localización más disperso entre las localidades de menor tamaño” (Sobrino, 2003a: 56).

En este sentido, debe tenerse presente la influencia que la iniciativa privada tiene por la

inversión que realiza en las ciudades. Los factores locacionales explican las

preferencias y las tendencias de la localización industrial. Estos “factores de la

producción son: tierra, trabajo y capital, a los que se unen los insumos y las relaciones

industriales. El costo de ellos en distintos territorios no es igual, de ahí que existan

costos diferenciales y se conviertan, por lo tanto, en factores locacionales” (Sobrino,

2003a: 85). En el presente, la descentralización industrial es facilitada debido a las

innovaciones en el transporte, las comunicaciones, la telemática y la informática que

posibilita una mayor movilidad del capital a nivel global (Aguilar, Graizbord Ed y

Sánchez-Crispín, 1997: 212).

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 38

Si asumimos la competencia entre ciudades, se desprende que las ventajas se

pueden comprender de acuerdo con el tamaño de la ciudad, las economías de

urbanización y localización, y el tipo de gobierno. Además, se puede señalar que hay

competencia entre territorios económicos (mercados), y competencia entre las

características de las ciudades, en lo cual se incluye el capital social acumulado, las

tecnologías que aplican y sus sistemas de comunicación. (Sobrino, 2003: 328, 338).

Hay algunas ciudades que pueden resultar más competitivas de acuerdo con

algunos factores especiales. Uno es la localización geográfica; tal es el caso de

Cancún, por ejemplo. Otra ventaja es el estar ubicada en un sitio favorable y/o con

presencia importante de recursos naturales; nuevamente, Cancún es un ejemplo

importante, como también Tapachula, ciudad a la que desde los años setenta se le

inyectó una importante inversión en sistemas de riego. Para algunos investigadores,

una ventaja adicional son los vínculos con el mercado internacional; en este sentido,

Tapachula ha orientado su producción agrícola a la exportación, en tanto que Cancún

ha sido un sitio que privilegia el turismo norteamericano y europeo que representa una

importante cuota de divisas. La cuarta ventaja es el papel político-administrativo que

presenta una ciudad (Aguilar, Graizbord Ed y Sánchez-Crispín, 1997: 351-352), como

es el caso de las ciudades capitales de su estado.

En cuanto a la relación entre

la estructura económica y el tamaño de la ciudad… se ha observado que algunas industrias se localizan en grandes ciudades y aprovechan las economías de urbanización, mientras que otras se sitúan en pequeñas ciudades donde encuentran ventajas en cuanto a la disponibilidad de recursos, mano de obra y amenidades. Finalmente, la gran mayoría utiliza economías de localización, por lo que su ubicación no está en función del tamaño de la población. Por lo anterior no se puede hablar de una relación directa entre el tamaño de la ciudad y el volumen de producción; es necesario tomar en cuenta, además de las economías de urbanización, otras variables como la concentración técnica, la estructura industrial y las características del mercado de trabajo (Sobrino, 2003a: 46).

En la reestructuración de la distribución de las actividades económicas derivadas

de la globalización y las tendencias a la flexibilización del proceso productivo por parte

de las empresas, algunas actividades manufactureras se están desplazando a

localidades de menor tamaño, notablemente aquellas relacionadas con los bienes de

consumo inmediato. Como veremos en el análisis de las ocupaciones en ciudades de

regiones indígenas, varias de éstas participan en la maquila de productos textiles, sea

por promoción de los gobiernos estatales, como es el caso de Yucatán, sea por

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 39

expansión de las propias empresas que buscan localizarse en regiones donde la mano

de obra es más barata que en las ciudades grandes, como es el caso de la expansión

de la industria textil de Tehuacán hacia Ajalpan y Altepexi. Aunque el trabajo en las

empresas maquiladoras presenta condiciones de inestabilidad económica, bajas

remuneraciones y, por lo general, condiciones de trabajo insalubres, en las regiones

donde permanece crea empleo tanto para los citadinos como para la población de

localidades rurales cercanas que puede ir y regresar diariamente del trabajo a su hogar.

Otras ciudades de regiones indígenas, en cambio, no han mostrado el mismo

desempeño económico y su crecimiento parece estar relacionado con la precaria

situación de su entorno rural, como veremos adelante.

Podemos afirmar que, en este nuevo contexto, el tamaño de las ciudades,

aunque relevante para las decisiones del tipo de inversiones que en ellas se localizarán,

no determina su desempeño económico previsible.

En el análisis del potencial de desarrollo de las ciudades que Anzaldo Gómez y Rivera

Vázquez presentaron en 2006 (Anzaldo Gómez y Rivera Vázquez, 2006) se considera

tanto el crecimiento demográfico de las ciudades en el último período censal (2000-

2005) como las potencialidades de la economía urbana, según las grandes regiones

geográficas, los estados, y algunos casos específicos.

Con el indicador de crecimiento demográfico por grandes regiones geográficas,

las ciudades de la Península de Yucatán tuvieron un crecimiento sobresaliente, las de

las regiones Occidente y Centro lo tuvieron significativo, mientras las regiones Centro y

Golfo lo tuvieron apenas equivalente al promedio nacional, aunque el peso del bajo

crecimiento de las principales ciudades de Tabasco y Veracruz explican en gran parte

este bajo desempeño. No obstante, en la región Centro sobresalió Tehuacán, en la

región Cuicatlán, Mazateca, Tehuacán y Zongolica, como localidad con incremento

demográfico sustancial.

Igual tendencia de crecimiento notable presentaron las ciudades de las regiones

indígenas Selva Lacandona, Altos de Chiapas y Montaña de Guerrero.

Con el indicador de crecimiento demográfico por estados, entre aquellos que son

de interés para un estudio de regiones indígenas, San Luis Potosí, Hidalgo, Puebla y

Yucatán mostraron un crecimiento promedio de sus ciudades cercano al total de la

población nacional (1.0); Chiapas, Campeche y Quintana Roo lo presentaron

notablemente superior, pero Michoacán, Estado de México, Oaxaca, y en especial

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 40

Guerrero, tuvieron crecimientos de sus ciudades menores al crecimiento urbano

nacional (1.5). No obstante, algunas ciudades de nuestro interés rebasaron el

crecimiento promedio de las ciudades de su estado, notablemente las tres de la región

indígena Montaña de Guererro y Heroica Ciudad de Tlaxiaco en la Mixteca.

Posteriormente, al considerar los indicadores de desempeño económico,

Anzaldo Gómez y Rivera Vázquez aplicaron las categorías de estados “ganadores” y

estados “perdedores” en relación al crecimiento del personal ocupado. Entre los

“ganadores” que nos interesan clasificaron a Quintana Roo, Campeche y Oaxaca; entre

los “perdedores”, a Veracruz y el Estado de México. Una precisión mayor se logra al

distinguir si el crecimiento del personal ocupado se debe únicamente al efecto regional

o competitivo o si éste se combina con un efecto estructural, “lo que significa que el

desempeño favorable de los sectores económicos a nivel local se complementa con

estructuras ocupacionales también favorables, es decir, especializadas en sectores de

rápido crecimiento”. Entre los estados ganadores en que ambos efectos fueron de signo

positivo estuvieron Campeche, Quintana Roo, Tabasco y Chiapas, mientras Oaxaca,

Michoacán, Yucatán y Sonora tuvieron efectos estructurales negativos, “derivados de

una composición ocupacional inclinada hacia sectores de crecimiento lento”. En los

cinco estados perdedores, donde los efectos regionales negativos se combinaron con

efectos estructurales también de signo negativo hay varias regiones indígenas; fueron

los estados de Veracruz, México, Puebla, San Luis Potosí e Hidalgo (Anzaldo Gómez y

Rivera Vázquez, 2006: 213-214).

A nivel de ciudades específicas, las grandes y medias: Toluca (a la que están

conurbadas Lerma de Villada y Villa Cuauhtémoc), Tehuacán, San Cristóbal de Las

Casas, Oaxaca, Campeche, Mérida, Cancún y Playa del Carmen presentaron signos

positivos en todas las variables consideradas. En el extremo contrario, con bajo

crecimiento de personal ocupado y de población total estuvieron Ciudad Obregón,

Tapachula, Poza Rica, Orizaba y Acayucan (Anzaldo Gómez y Rivera Vázquez, 2006:

215).

Respecto al crecimiento del valor agregado sobresalieron las ciudades de las

regiones Península de Yucatán y Sur, mientras las de Centro y Golfo tuvieron un

crecimiento muy por debajo de la media nacional. La mayor parte de las diferencias que

encontraron los autores se debieron a factores de carácter local.

Del minucioso análisis realizado, Anzaldo Gómez y Rivera Vázquez concluyen

que la variable más significativa es la del personal ocupado, “dadas las diferencias de

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 41

los perfiles productivos de las ciudades, en términos de la localización de procesos más

o menos intensivos en capital o mano de obra, y con distintos niveles de productividad”.

Es decir, los factores regionales tienen suma importancia en el perfil económico de las

ciudades. Combinando los resultados, concluyen que las regiones Golfo y Centro son

las que tienen mayores porcentajes de población urbana en ciudades con desempeño

bajo y medio bajo, mientras Península de Yucatán y Noroeste están en la clasificación

de alto y medio alto (Anzaldo Gómez y Rivera Vázquez, 2006, 218-220).

Los análisis globales sobre el sistema urbano nacional elaborados por diversos

especialistas en el tema nos sirven de marco para analizar los casos de las ciudades en

regiones indígenas.

2.2 Acercamientos metodológicos para elaborar una tipología de las ciudades en

regiones indígenas

En este apartado presentamos las consideraciones metodológicas para elaborar

tipologías de las ciudades seleccionadas, que permitan delinear sus características

internas y su relación con el área rural circundante.

Elaboramos varias tipologías preliminares para el análisis, que incluyen los

indicadores más relevantes considerados en los análisis sobre la distribución de las

ciudades en el sistema urbano nacional, tales como: tamaño de la población, tasa de

crecimiento anual, distribución municipal de la población económicamente activa (PEA),

y distribución de la PEA urbana en ocupaciones que se identificaron como relevantes

para poder comparar el desempeño de las ciudades en regiones indígenas.

2.2.1 El tamaño de la ciudad

Este indicador se ha considerado relevante tanto por los especialistas en desarrollo

urbano como por los organismos federales que tienen relación con la política de

población (Consejo Nacional de Población -CONAPO) y la política territorial

(fundamentalmente, la Secretaría de Desarrollo Social –SEDESOL), quienes afirman

que el tamaño de una ciudad tiene relación con la dimensión demográfica y ciertas

categorías económicas y sociales:

…de acuerdo al tamaño de las ciudades, a su localización y a los patrones de inversión que tuvieron en el pasado, los centros urbanos difieren en su composición económica y en la mezcla de actividades que generan ingreso y

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 42

empleo. Así, ciudades de diferente tamaño proporcionan distintas ventajas a diversos tipos de actividad (Aguilar y Graizbord, 1993: 5). Respecto a este indicador, inicialmente, presentaremos las consideraciones que

las instituciones y los analistas toman para la elaboración de tipologías de ciudades

según su tamaño, para posteriormente retomar las nuevas condiciones de la

distribución de las inversiones que han modificado el peso del tamaño de las ciudades

en la previsión sobre su desempeño económico futuro y, finalmente, presentar la

tipología de las ciudades en regiones indígenas según su tamaño.

Por lo general, las variaciones en la estructura económica de las ciudades de

diferente tamaño se explican por las economías de escala que ofrece cada una a las

diversas actividades productivas. Algunos analistas urbanos consideran que las

ciudades pequeñas no tienen suficiente población para sostener actividades de

manufactura y comerciales a gran escala; pero a cambio la tienen para sostener

funciones de servicios al consumidor de pequeña escala y comercialización agrícola. A

medida que las ciudades aumentan de tamaño ofrecen economías externas y generan

suficiente demanda que les permite tener grandes volúmenes de producción industrial y

atraer cierto tipo de bienes y servicios orientados al productor; en ellas, los sectores

secundario y terciario pueden operar eficientemente (Aguilar y Graizbord, 1993: 5-6).

Aguilar y Graizbord (1993) consideran que las estructuras ocupacionales están

relacionadas con el tamaño de las ciudades, y establecen los siguientes rangos:

a) Ciudades menores a 100,000 habitantes tienen una alta proporción de empleo en

agricultura y actividades de comercialización relacionadas a ella; en actividades

artesanales de baja escala; y servicios de nivel básico que tienen relativamente

bajas tasas de crecimiento en el empleo urbano total.

b) Ciudades de 100,000 a 250,000 habitantes tienen generalmente altas tasas de

crecimiento del empleo en manufactura a pequeña escala y en actividades

comerciales y de servicio orientadas al consumidor. Y, en general, altas tasas de

crecimiento del empleo urbano total.

c) Ciudades de 250,000 a 500,000 habitantes experimentan un creciente aumento en

el sector comercial. Generalmente presentan una elevada proporción de actividades

manufactureras y de servicio, con altas tasas de crecimiento en el sector comercial y

de servicios orientados al productor.

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 43

d) Ciudades de más de un millón de habitantes tienen una alta proporción de empleo

en manufactura, pero su estructura ocupacional está dominada por sectores

comerciales y de servicio orientados al productor (1993: 5)

A estos grandes rangos en el tamaño de la población de las ciudades, distintos

especialistas han derivado de sus análisis rangos intermedios. Por ejemplo, el equipo

de especialistas contratado por la Secretaría de Desarrollo Social en 1999 para elaborar

una proyección sobre el desarrollo urbano en México hacia el año 2020 consideró como

de la mayor importancia a las ciudades mayores de 50,000 habitantes, que “continuarán

siendo el eje central de la dinámica socioeconomica del país” y elaboró su pronóstico

con base en las localidades de más de 50,000 habitantes, a las que designó como parte

de un Sistema Urbano Principal (SUP), diferente al Sistema Urbano Complementario

(SUC), conformado por las localidades entre 15,000 y 50,000 habitantes (SEDESOL-

CAM-SAM, 2000: 12).

Asimismo, en los programas de desarrollo urbano se ha definido como ciudades

pequeñas a las que tienen menos de 100,000 habitantes. No obstante, se reconoce una

diferencia interna entre aquellas que tienen menos de 50,000 y aquellas entre esta cifra

y 100,000:

…se ha comprobado que las ciudades que han alcanzado este volumen [50 mil habitantes] presentan una estructura de usos del suelo diferenciada, donde es posible distinguir zonas especializadas en actividades industriales, comerciales y de servicios, que además de satisfacer la demanda de su propia población, proveen de empleo, bienes y servicios a población de otras localidades ubicadas dentro de su área de influencia. Asimismo, dicho tamaño coincide con la definición operativa de las ciudades que integran el sistema urbano principal del país (Programa Nacional de Desarrollo Urbano y Ordenación del Territorio 2001-2006, p. 59, Cit. en SEDESOL-CONAPO-INEGI, 2004: 17-18). A pesar de reconocerse la importancia del rango de ciudades con 50 mil y más

habitantes, no existe una denominación que las distinga de aquellas ciudades pequeñas

con menos de 50,000 habitantes.

Por su parte, Jaime Sobrino -como vimos en el apartado sobre competitividad-

señala diferencias importantes entre los centros urbanos con menos de 450,000

habitantes, las que están en un rango entre 450,000 y 2.5 millones y las que rebasan

esta última cifra. El equipo SEDESOL-CAM-SAM distingue otro rango entre las que

llama “ciudades medias” (100,000 a 499,999 habitantes) y las “grandes” (500,000 a

999,999 habitantes).

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 44

El consenso sobre el tamaño de las ciudades de México que marcan diferencias

estructurales todavía no se generaliza. Los programas nacionales de desarrollo urbano

distinguían los siguientes rangos de tamaño: a) entre 15 y 100 mil habitantes, ciudad

pequeña, b) entre 100 mil y 1 millón de habitantes, ciudad media y c) de 1 millón y más,

ciudad grande o millonaria, pero desde hace una década dejó de usarse la

denominación de ciudad grande o millonaria y, oficialmente, a todas las que rebasan el

millón se les considera como zona metropolitana.

Respecto a la delimitación de las zonas metropolitanas, hasta 2003 no había un

consenso respecto a cuáles ciudades podían considerarse como tales. Por una parte,

las distintas instancias que tenían relación con la política territorial y de población del

país utilizaban criterios propios para clasificar a una unidad territorial como zona

metropolitana (ZM) y, por otra, tampoco había consenso en usar la definición de

conurbación o la de zona metropolitana; sólo hasta fines de 2004 un equipo

interinstitucional de SEDESOL, CONAPO e INEGI consensó los criterios y la

identificación de las zonas metropolitanas (SEDESOL-CONAPO-INEGI, 2004). El

equipo interinstitucional basó su delimitación de zonas metropolitanas en los

lineamientos del Programa Nacional de Desarrollo Urbano y Ordenación del Territorio

2001-2006, que las definió como “aquellas redes de ciudades, donde los procesos de

‘metropolización’ involucran a ciudades de México y de Estados Unidos de América o

ciudades de dos o más entidades federativas, así como aquellas grandes ciudades que

tienen más de un millón de habitantes”. Adicionalmente, definió como aglomeraciones

urbanas a “las ciudades que han tenido procesos de expansión urbana hacia municipios

adyacentes en la misma entidad federativa y tienen, en conjunto, una población inferior

a un millón de habitantes” (Programa Nacional de Desarrollo Urbano y Ordenación del

Territorio 2001-2006: 62, Cit. por SEDESOL-CONAPO-INEGI, 2004: 13-14). Bajo los

criterios señalados, “en total se identificaron 55 zonas metropolitanas cuya población en

el año 2000 ascendió a 51.5 millones de personas, mismas que representaban 52.8 por

ciento de la población total del país” (SEDESOL-CONAPO-INEGI, 2004: 28).

Desde la academia, y ante el vacío de una definición consensuada, Garza

(2003) y Sobrino (2003a) ofrecieron análisis propios sobre la delimitación de estas

zonas, que son de nuestro interés, ya que ambos incluyeron una zona en región

indígena que no quedó incluida en la delimitación oficial: Tehuacán. El primero,

solamente incluye al municipio del mismo nombre en la ZM; el segundo la amplía para

incluir los municipios de Altepexi, Chapulco, Santiago Miahuatlán y Tepanco de López.

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 45

Sobrino agrega también la ZM de Teziutlán, que incluye a este municipio más el de

Chignautla e incluye a Progreso en la delimitación de la ZM de Mérida (Sobrino 2003a.

Apéndice estadístico, Cuadro A3).

Recientemente, algunos demógrafos (Anzaldo Gómez y Rivera Vázquez, 2006)

han incluido una nueva categoría en el tamaño de las poblaciones, la de “mixta” o “en

transición rural-urbana”, en el rango de 2,500 a menos de 15,000 habitantes, dejando la

categoría de rural exclusivamente para el rango de 2,500 habitantes o menos (que

coincide con la definición de rural para el INEGI). Esta clasificación la ha empezado a

usar CONAPO en 2006.

Para la promoción de políticas públicas transversales es conveniente conservar

la tipología de ciudades que usan las instituciones encargadas de las políticas de

población (CONAPO) y de desarrollo territorial (SEDESOL), que es:

� Localidad rural, de 2,500 habitantes o menos

� Localidad mixta, entre 2,500 y 14,999 habitantes

� Ciudad pequeña, de 15,000 a 99,999 habitantes

� Ciudad media, de 100,000 a 999,999 habitantes

� Zona metropolitana, de 1.000,000 y más habitantes o una ciudad conurbada con

50,000 habitantes.

Es necesario hacer dos aclaraciones respecto a las clasificaciones por tamaño

de lo que se entiende por metropolitano y por urbano:

1. Los trabajos interinstitucionales para lograr el consenso sobre la delimitación de las

zonas metropolitanas en el país entre las instituciones que más utilizan la territorialidad

para sus análisis (La Secretaría de Desarrollo Social, el Consejo Nacional de Población

y el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática) se completaron en 2004

(SEDESOL-CONAPO-INEGI, 2004). Con anterioridad, especialistas en análisis urbano

(Gustavo Garza y Jaime Sobrino) habían hecho propuestas propias para la delimitación

de tales zonas. Por el interés de este estudio en la dinámica urbana en las regiones

indígenas, mencionamos a dos que incluye Sobrino (2003a), pero no fueron

consideradas tales por los trabajos interinstitucionales, pero que son relevantes para los

objetivos propuestos: Tehuacán (que incluye a Altepexi) y Teziutlán (que incluye a

municipios no urbanos) y una ampliación de la ZM de Mérida para incluir a Progreso,

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 46

que generalmente era considerada parte de dicha ZM, como puede observarse en los

planos de SEDESOL-CAM-SAM.

También es necesario tener presente las diferencias entre zona y área

metropolitana (o conurbación). La zona metropolitana “comprende delegaciones y

municipios completos, incluyendo a todas sus localidades, independientemente de que

éstas formen parte del área urbana continua de la ciudad” (SEDESOL-CONAPO-INEGI,

2004: 11) mientras un área metropolitana o conurbación no incluye al municipio

completo, porque sólo considera el poblamiento urbano con contigüidad geográfica.

2. Por otra parte, es necesario tener presente que, en sus análisis de la información

censal del año 2000, el INEGI no había actualizado la definición de ciudad o localidad

urbana que usan los planes nacionales y el resto de las instituciones y conservaba la

definición de la década de 1950 sobre el límite mínimo de 2,500 habitantes para

considerar a una localidad como urbana. Por lo tanto, sus estimaciones de la

distribución de indicadores entre la población rural y la urbana no corresponden con los

resultados de los trabajos académicos ni la de otros organismos federales, por lo que

resulta imposible combinar sus resultados con los de otros analistas.

Ahora bien, tomando en consideración la nueva división internacional del trabajo,

y debido en gran parte a las medidas de flexibilización que han puesto en práctica las

empresas en las últimas décadas, debemos matizar la importancia del tamaño de las

ciudades en las previsiones sobre su desempeño económico en el futuro próximo.

Actualmente los inversionistas buscan localidades pequeñas para localizar algunas

actividades industriales entre las cuales, para el caso de las ciudades de nuestro

interés, resalta el ensamble de productos textiles. Esta desconcentración de la

producción industrial ha producido el crecimiento reciente de algunas localidades

rurales al rango poblacional de localidad urbana, como lo son Altepexi e Izamal. Como

señala Sobrino, la gran mayoría de las empresas utiliza economías de localización, por

lo que su ubicación no está en función del tamaño de la población. Por lo anterior no se

puede hablar de una relación directa entre el tamaño de la ciudad y el volumen de

producción; es necesario tomar en cuenta, además de las economías de urbanización,

otras variables como la concentración técnica, la estructura industrial y las

características del mercado de trabajo (2003a: 46). Recordemos también que en el

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 47

Sistema Urbano Principal el estudio SEDESOL-CAM-SAM incluyó a localidades

menores a 50 mil habitantes en el año 2000.

El cuadro 2 presenta la distribución de las ciudades en regiones indígenas según

tamaño de población en el año 2005, tomando en consideración la diferencia funcional

que se espera exista cuando una ciudad rebasa los 50,000 habitantes. El cuadro 2.1

presenta los municipios considerados como parte de las zonas metropolitanas en

regiones indígenas (al final de este documento se agregan planos de las zonas

metropolitanas en regiones indígenas y la identificación en ellos de las localidades

urbanas que son de nuestro interés).

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 48

Cuadro 2. Clasificación de las ciudades en regiones indígenas según su tamaño, 2005. (1/2)

Ciudades pequeñas Región indígena 15,000 a 49,999 Habs. 50,000 a 99,999 Habs.

Ciudades medias Zonas metropolitanas según SEDESOL-CONAPO-INEGI

Altos de Chiapas Las Rosas, Chis. San Cristóbal de Las Casas, Chis.

Costa y Sierra Sur de Oaxaca

Miahuatlán, Oax. Puerto Escondido, Oax.

Cuicatlán, Mazateca, Tehuacán y Zongolica

Ciudad de Ajalpan, Pue. Altepexi, Pue.

Tehuacán, Pue.

Orizaba, Ver. (incluye a Ciudad Mendoza, Ver. e Ixtaczoquitlán, Ver.)

Chinanteca Tres Valles, Ver. San Juan Bautista Tuxtepec, Oax.

Chontal de Tabasco Frontera, Tab. Macuspana, Tab.

Villahermosa, Tab. (incluye a Parrilla Ia Sección, Tab., y Ocuiltzapotlán, Tab.)

Frontera Sur Motozintla, Chis. Tapachula, Chis.

Huasteca Huejutla de Reyes, Hgo. Ébano, SLP Tamazunchale, SLP Tantoyuca, Ver. Álamo, Ver.

Ciudad Valles, SLP

Istmo Ciudad Ixtepec, Oax. Santo Domingo Tehuantepec, Oax.

Juchitán de Zaragoza, Oax. Salina Cruz, Oax.

Maya

Champotón, Camp. Escárcega, Camp. Felipe Carrillo Puerto, QR Hunucmá, Yuc Izamal, Yuc. Motul de Carrillo Puerto, Yuc. Oxkutzcab, Yuc. Peto, Yuc. Progreso, Yuc. Tekax de Álvaro Obregón, Yuc. Ticul, Yuc. Tizimín, Yuc. Valladolid, Yuc.

Cozumel, QR

Campeche, Camp. Chetumal, QR Playa del Carmen, QR

Cancún, QR Mérida, Yuc (incluye a Kanasín, Yuc. y Umán, Yuc.)

Mayo-Yaqui Esperanza, Son. Huatabampo, Son.

Ciudad Obregón, Son. Navojoa, Son.

Guaymas, Son.

Mazahua-Otomí

Atlacomulco de Fabela, Méx.

H. Zitácuaro, Mich. Lerma de Villada, Méx. y Villa Cuauhtémoc, Méx. forman parte de la ZM de Toluca

Mixe

Matías Romero Avendaño, Oax.

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 49

Cuadro 2. Clasificación de las ciudades en regiones indígenas según su tamaño, 2005. (2/2)

Ciudades pequeñas Región indígena 15,000 a 49,999 Habs. 50,000 a 99,999 Habs.

Ciudades medias Zonas metropolitanas según SEDESOL-CONAPO-INEGI

Mixteca

H. Ciudad de Huajuapan De León, Oax. H. Ciudad de Tlaxiaco, Oax. Santiago Pinotepa Nacional, Oax.

Montaña de Guerrero

Chilapa de Álvarez, Gro. Ometepec, Gro. Tlapa de Comonfort, Gro.

Otomí de Hidalgo y Querétaro

Actopan, Hgo. Ixmiquilpan, Hgo.

Purépecha

Paracho de Verduzco, Mich. Los Reyes de Salgado, Mich.

Pátzcuaro, Mich.

Uruapan, Mich.

Selva Lacandona

Ocosingo, Chis. Las Margaritas, Chis. Palenque, Chis. Yajalón, Chis. Tenosique de Pino Suárez, Tab.

Sierra Norte de Puebla y Totonacapan

Xicotepec de Juárez, Pue. Zacatlán, Pue. Papantla de Olarte, Ver.

Huauchinango, Pue. Teziutlán, Pue.

Poza Rica, Ver. (incluye a Coatzintla, Ver. y Poza Rica, Mpio. de Papantla, Ver.)

Tuxtlas, Popoluca-Náhuatl de veracruz

Las Choapas, Ver.

Acayucan, Ver. Minatitlán, Ver. (incluye a Cosoleacaque. Ver. y a Minatitlán, Mpio. de Cosoleacaque, Ver.)

Valles Centrales de Oaxaca

Oaxaca, Oax. (incluye a Santa Cruz Xoxocotlán, Oax., Santa Lucía del Camino, Oax. y Santa María Atzompa, Oax.)

Total de ciudades por rango de tamaño

52

7

10

10

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 50

Cuadro 2.1. Municipios que forman parte de las zonas metropolitanas en regiones indígenas

o con presencia importante de población indígena, 2000. (Delimitación de SEDESOL-CONAPO-INEGI, 2004) Región indígena Zona metropolitana Región indígena Zona metropolitana

Cuicatlán, Mazateca, Tehuacán y Zongolica

ZM de Orizaba: Atzacán Camerino Z. Mendoza Huiloapan Ixhuatlancillo Ixtazoquitlán Mariano Escobedo Nogales Orizaba Rafael Delgado Río Blanco Tlilapan

Mazahua-Otomí

Villa Cuauhtémoc, Méx. Forma parte de la ZM de Toluca

Chontal de Tabasco

ZM de Villahermosa: Centro Nacajuca

Sierra Norte de Puebla

ZM de Poza Rica: Coatzintla Papantla Poza Rica de Hidalgo y Tihuatlán

Maya

ZM de Cancún: Isla Mujeres y Benito Juárez ZM de Mérida: Conkal Kanasín Mérida Ucú y Umán

Tuxtlas, Popoluca-Náhuatl de veracruz

ZM de Acayucan: Acayucan Oluta y Soconusco ZM de Minatitlán: Cosoleacaque Chinameca Jáltipan Minatitlán Oteapan y Zaragoza

Mayo-Yaqui

ZM de Guaymas: Empalme y Heróica Guaymas

Valles Centrales

ZM de Oaxaca: Oaxaca de Juárez San Agustín de las Juntas San Agustín Yatareni San Andrés Huayapam San Antonio de la Cal San Bartolo Coyotepec San Jacindo Amilpas Ánimas Trujano San Pablo Etla San Sebastián Tutla Santa Cruz Amilpas Santa Cruz Xoxocotlán Santa Lucía del Camino Santa María Atzompa Santa María Coyotepec Santa María del Tule Santo Domingo Tomaltepec Tlalixtac de Cabrera

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 51

Como es notorio en el cuadro 2, el 66% (52) de las localidades urbanas en

regiones indígenas estaba en 2005 en el rango inferior de las ciudades pequeñas: es

decir, tuvieron menos de 50,000 habitantes. No obstante, como veremos al comparar

sus estructuras ocupacionales, en las ciudades pequeñas de las regiones indígenas

encontramos una gran diversidad de situaciones, lo que nos impide considerarlas como

un conjunto homogéneo. Por otra parte, aunque su peso demográfico en el conjunto del

sistema urbano nacional sea moderado: el 8.6% de la población total en 2005 (Anzaldo

Gómez y Rivera Vázquez, 2006: 210), pueden ser un gozne entre determinados

sistemas de ciudades regionales en los vínculos con las localidades y áreas rurales.

Este elemento debe tomarse en cuenta, con mayor razón para las políticas y las

investigaciones que desean comprender la situación de las ciudades en las regiones

indígenas. Un ejemplo de esta posición de gozne se presenta en el caso del abasto

alimentario en Oaxaca: en la capital del estado existe una sola central mayorista que

sirve de centro de acopio y distribución. De la Central de Oaxaca los productos “se

distribuyen a través de puntos secundarios, principalmente de la región de los valles;

por su parte, “Miahuatlán acopia y redistribuye hacia la costa y la región sur del estado”

(Bassols, Torres y Delgadillo, 1994: 76-77).

2.2.2 Las tasas de crecimiento anual.

En la época de desarrollo de la industrialización fordista, la tasa de crecimiento servía

de claro indicador de la dinámica de una ciudad. Como vimos, la economía posfordista

ha cambiado la importancia del peso de la población absoluta en la determinación del

desarrollo de una ciudad, debido a la descentralización de las actividades industriales,

que ha permitido a las empresas manufactureras seleccionar ciudades medias o

pequeñas que presentan ventajas relativas para la localización industrial, e incluso en

ocasiones escogen localidades rurales. Un claro ejemplo de esta práctica es que buena

parte de la industria manufacturera de textiles en el municipio de Mérida se localiza en

una localidad rural, con un porcentaje de 18.4% de su PEA ocupada en estas labores.

No obstante, para otras actividades sí existe un mínimo demográfico para la decisión de

implantar algunos tipos de plantas industriales o los servicios al productor en una

localidad, que por el momento privilegia a las ciudades medias o grandes por sobre las

pequeñas. Por otra parte, y como señala Garza (2003) a partir de la crisis económica de

1982, la emigración rural a las ciudades no siempre responde a las oportunidades

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 52

ofrecidas por el dinamismo económico de una ciudad; también ha sido efecto del

creciente deterioro de las condiciones de vida en el campo; por consiguiente, algunas

ciudades han crecido en población que no tiene más opciones que la economía informal

o empleos inestables y sin prestaciones, es decir, la tasa de crecimiento de una ciudad

no en todos los casos refleja el desempeño económico de la ciudad.

Los cuadros 3 y 3.1 concentran la información sobre el proceso de urbanización

en las regiones indígenas. En el primero se presentan dos tipos de datos de las

localidades en regiones indígenas que en 2005 eran urbanas: 1. Su fecha de inserción

en el sistema urbano nacional y 2. Sus tasas de crecimiento para 1980-1990, 1990-

2000 y 2000-2005. El segundo resalta los datos de las ciudades existentes en cada

corte censal por región indígena.

En el cuadro 3.1 desglosamos algunas regiones indígenas porque consideramos

que en ellas hay microrregiones. Un aspecto importante en esta distinción es la

localización por entidad federativa, ya que en la etapa actual en la que la competitividad

de las ciudades se ha vuelto relevante para su desarrollo, las políticas estatales de

fomento a las condiciones de competitividad cobran mayor relevancia que en el pasado.

Otra diferencia que marcamos en ese cuadro es la de localidades conurbadas y no

conurbadas. Para el Estado de Yucatán, además de considerar aparte la ZM de Mérida

–en la que incluimos a Progreso, que algunos analistas como Garza (2003) y Sobrino

(2003a) consideran parte de esta metrópoli y que juega para Mérida un papel similar al

de Tequisquiapan y Valle de Bravo en la región centro, como localidad en la que los

meridanos establecen casas para pasar los fines de semana- separamos las ciudades

en las microrregiones generalmente reconocidas: oriente, sur y nororiente, porque cada

una ha tenido desarrollos socioeconómicos diferenciados desde hace más de 50 años.

Explicación aparte merece la inclusión de Huejutla junto con las localidades de la región

indígena Huasteca del Estado de Veracruz; como veremos en el estudio de caso, los

vínculos socioeconómicos de Huejutla con localidades del norte de ese Estado son muy

estrechos.

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 53

Cuadro 3. LOCALIDADES URBANAS EN REGIONES INDÍGENAS. Quinquenio de su incorporación al sistema urbano nacional y tasas de crecimiento.

REGIÓN Núm. Ent.

Num. Mpio. Localidades urbanas (1) 1960 1970 1980 1990 1995 2000 2005

TC 1980-1990*

TC 1990-2000**

TC 2000-2005***

7 75 Rosas, Las 7,836 7,658 10,015 12,193 14,523 15,454 19,203 2.02 2.61 3.86 Altos de Chiapas 7 78 San Cristóbal De Las Casas 23,343 25,700 42,026 73,388 99,254 112,442 142,364 5.72 4.70 4.19

20 59 Miahuatlán de Porfirio Díaz 7,518 5,714 7,156 12,102 14,921 16,724 18,987 5.39 3.56 2.26 Costa y Sierra Sur de Oaxaca 20 318 Puerto Escondido 764 3,845 6,241 8,194 23,475 18,484 20,178 2.79 8.96 1.56

21 10 Ajalpan 6,493 8,238 11,932 16,232 19,212 22,261 24,804 3.16 3.48 1.92

21 13 Altepexi 4,667 6,661 9,903 12,184 13,443 15,247 16,395 2.13 2.47 1.29

21 156 Tehuacán 31,897 47,497 79,547 139,450 190,468 204,598 238,229 5.76 4.22 2.70

30 30 Ciudad Mendoza 16,051 18,696 25,330 32,012 34,303 34,955 34,313 2.40 0.97 -0.33

30 85 Ixtaczoquitlán 1,122 1,003 3,689 12,153 20,833 23,022 25,319 12.22 7.04 1.69

Cuicatlán, Mazateca, Tehuacán, Zongolica

30 118 Orizaba xxx xxx 114,848 114,216 114,341 118,552 117,273 -0.06 0.41 -0.19

20 184 San Juan Bautista Tuxtepec 8,471 17,700 29,060 62,788 77,467 84,199 94,209 7.90 3.23 2.00 Chinanteca 30 207 Tres Valles 11,805 12,516 15,635 18,078 17,558 16,030 2.28 1.28 -1.62

27 3 Frontera 10,006 11,182 16,269 17,701 20,965 21,810 3.84 2.79 0.70

27 4 Villahermosa 52,262 99,565 158,216 261,231 301,238 330,846 335,778 5.14 2.60 0.26

27 4 Villa Unión (Macultepec-Ocuiltzapotlán) (+) 4,009 14,401 19,802 15,824 21,376 13.11 1.04 5.34

27 4 Parrilla Primera Sección 1,615 1,220 10,436 8,051 9,398 15,824 16,364 -2.66 7.44 0.60

Chontal de Tabasco

27 12 Macuspana 6,597 12,293 15,514 22,244 26,841 28,183 30,661 3.69 2.61 1.50

7 57 Motozintla de Mendoza 4,084 4,682 7,094 11,316 15,099 17,613 17,501 4.79 4.87 -0.11 Frontera Sur 7 89 Tapachula de Córdova y Ordóñez 41,578 60,620 85,766 138,858 163,253 179,839 189,991 4.94 2.85 0.98

13 28 Huejutla de Reyes 3,849 6,854 12,336 24,747 30,316 34,141 36,305 7.14 3.54 1.09

24 13 Ciudad Valles 23,823 47,587 65,609 91,402 102,226 105,721 116,261 3.40 1.60 1.69

24 16 Ébano 5,564 17,489 18,724 24,340 22,777 22,133 22,105 2.69 -1.05 -0.02

24 37 Tamazunchale 8,687 12,302 12,863 19,223 20,573 20,699 21,614 4.12 0.81 0.77

30 155 Tantoyuca 7,484 11,902 19,552 22,567 23,893 25,492 28,155 1.47 1.34 1.77

Huasteca

30 160 Álamo 6,438 9,954 15,317 20,908 23,281 22,923 23,540 3.19 1.01 0.47

20 14 Ciudad Ixtepec 12,087 14,025 13,302 20,818 21,127 22,261 23,700 4.59 0.74 1.11

20 43 Juchitán De Zaragoza 19,797 30,218 38,801 53,666 62,065 64,642 70,714 3.33 2.05 1.60

20 79 Salina Cruz 14,897 23,004 40,010 61,656 71,464 72,218 71,314 4.43 1.74 -0.22 Istmo

20 515 Santo Domingo Tehuantepec 13,458 16,179 22,019 33,445 36,888 37,068 39,529 4.29 1.13 1.14

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 54

Cuadro 3. LOCALIDADES URBANAS EN REGIONES INDÍGENAS. Quinquenio de su incorporación al sistema urbano nacional y tasas de crecimiento.

REGIÓN Núm. Ent.

Num. Mpio. Localidades urbanas (1) 1960 1970 1980 1990 1995 2000 2005

TC 1980-1990*

TC 1990-2000**

TC 2000-2005***

4 2 Campeche 43,874 60,506 128,434 150,518 178,160 190,813 211,671 1.63 2.61 1.84

4 4 Champotón 4,694 6,606 11,033 18,505 21,894 23,035 27,235 5.30 2.41 2.98

4 9 Escárcega 3,893 7,248 10,394 20,332 25,209 25,911 27,214 6.88 2.67 0.87

23 1 Cozumel 7,562 5,858 19,004 33,884 47,841 59,225 71,401 5.93 6.15 3.32

23 2 Felipe Carrillo Puerto 1,219 2,052 6,980 12,704 16,427 18,545 21,530 6.14 4.17 2.65

23 4 Chetumal 12,855 23,685 56,709 94,158 115,152 121,602 136,825 5.20 2.82 2.10

23 5 Cancún 326 33,273 167,730 297,183 397,191 526,701 16.59 9.50 5.01

23 8 Playa del Carmen 737 3,098 17,621 43,613 100,383 14.72 29.13 14.81

31 38 Hunucmá 6,616 8,020 12,636 17,459 19,868 20,978 22,800 3.32 2.02 1.48

31 40 Izamal 8,633 9,749 11,612 13,413 14,548 14,075 15,101 1.48 0.53 1.25

31 50 Mérida xxx xxx 400,142 523,422 612,261 662,530 734,153 2.75 2.60 1.82

31 41 Kanasín 3,820 5,057 5,218 22,020 31,757 37,674 50,357 14.76 5.92 5.16

31 101 Umán 6,495 8,371 10,273 21,781 24,989 26,657 29,135 7.71 2.23 1.58

31 52 Motul de Carrillo Puerto 10,351 12,946 15,919 17,410 18,390 19,868 21,508 0.92 1.45 1.41

31 56 Oxkutzcab 6,252 8,122 10,339 17,189 19,447 20,244 21,341 5.21 1.80 0.94

31 58 Peto 7,243 8,362 9,254 14,421 16,383 16,572 18,177 4.55 1.53 1.64

31 59 Progreso 13,694 17,518 24,257 35,280 44,354 44,354 35,519 3.84 2.52 -3.95

31 79 Tekax de Álvaro Obregón 7,847 10,326 15,132 18,527 20,395 21,580 23,524 2.08 1.68 1.53

31 89 Ticul 10,893 14,341 18,255 22,866 26,882 28,502 31,147 2.31 2.43 1.58

31 96 Tizimín 15,723 18,343 26,305 34,174 38,328 39,525 44,151 2.68 1.60 1.97

Maya

31 102 Valladolid 9,297 14,663 28,201 29,279 34,857 37,332 45,868 0.38 2.68 3.66

26 18 Ciudad Obregón 67,956 114,407 165,572 219,980 345,222 250,790 315,483 2.91 1.44 4.08

26 18 Esperanza 7,406 11,762 17,046 18,210 24,829 32,415 36,538 0.68 6.35 2.13

26 29 Heroica Guaymas xxx xxx 54,826 87,484 90,964 97,593 101,507 4.79 1.20 0.70

26 33 Huatabampo 10,228 18,506 22,635 26,037 29,313 29,789 29,276 1.44 1.48 -0.31

Mayo-Yaqui

26 42 Navojoa 30,560 43,817 62,901 82,618 96,267 98,187 103,312 2.80 1.90 0.90

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 55

Cuadro 3. LOCALIDADES URBANAS EN REGIONES INDÍGENAS. Quinquenio de su incorporación al sistema urbano nacional y tasas de crecimiento.

REGIÓN Núm. Ent.

Num. Mpio. Localidades urbanas (1) 1960 1970 1980 1990 1995 2000 2005

TC 1980-1990*

TC 1990-2000**

TC 2000-2005***

15 14 Atlacomulco de Fabela 3,049 5,541 9,603 13,475 15,840 19,988 20,447 3.47 4.34 0.40

15 51 Lerma de Villada 2,376 3,428 5,157 9,358 13,574 16,303 16,827 6.11 6.12 0.56

15 67 Villa Cuauhtémoc 2,707 2,904 2,150 11,306 14,154 16,445 9,718 17.02 4.13 -9.35 Mazahua-Otomí

16 112 H. Zitácuaro 23,883 36,911 47,520 66,983 74,824 76,771 78,821 3.52 1.50 0.47

Mixe 20 57 Matías Romero Avendaño 10,187 13,200 15,092 19,692 20,127 19,979 19,899 2.73 0.16 -0.07

20 39 H. Ciudad De Huajuapan De León 8,531 13,823 16,743 32,097 38,828 43,073 45,321 6.67 3.24 0.90

20 397 Heroica Ciudad de Tlaxiaco 6,082 4,477 9,555 12,171 13,856 16,635 s.d. 4.09 3.25 Mixteca

20 482 Santiago Pinotepa Nacional 8,740 9,382 16,741 19,818 23,475 24,347 25,871 1.73 2.27 1.08

12 28 Chilapa De Alvarez 7,368 9,204 13,326 16,332 20,025 22,511 27,510 2.09 3.53 3.56

12 46 Ometepec 4,490 7,342 9,174 11,474 14,775 16,933 20,764 2.29 4.29 3.62 Montaña de Guerrero

12 66 Tlapa De Comonfort 4,453 6,676 13,221 20,863 26,409 31,235 37,975 4.68 4.45 3.47

13 3 Actopan 8,515 11,037 16,215 21,827 24,097 25,398 26,755 3.05 1.67 0.92 Otomí Hidalgo y Querétaro 13 30 Ixmiquilpan 2,480 6,048 13,782 26,967 29,097 30,831 32,679 6.88 1.48 1.03

16 65 Paracho de Verduzco 6,209 9,353 13,362 14,322 15,612 15,554 16,816 0.71 0.91 1.39

16 66 Pátzcuaro 14,324 17,299 32,902 42,459 47,107 47,993 51,124 2.61 1.35 1.12

16 75 Los Reyes de Salgado 9,746 19,452 23,633 32,474 34,596 36,095 32,488 3.26 1.16 -1.87 Purépecha

16 102 Uruapan 45,727 82,677 122,828 187,623 250,794 225,816 243,478 4.34 2.04 1.34

7 52 Las Margaritas 4,127 6,008 5,841 8,637 s.d. 14,946 17,267 4.01 6.04 2.57

7 59 Ocosingo 1,533 2,946 6,769 12,826 s.d. 26,495 35,065 6.55 7.99 4.98

7 65 Palenque 1,611 2,595 5,274 17,061 24,406 29,779 37,301 12.04 6.14 4.00

7 109 Yajalón 4,290 4,506 4,911 9,961 11,783 13,619 16,301 7.25 3.45 3.19

Selva Lacandona

27 17 Tenosique de Pino Suárez 6,517 11,393 16,206 23,562 29,134 30,042 31,392 3.84 2.68 0.78

21 71 Huauchinango 12,317 16,826 25,778 38,708 43,613 46,671 51,898 4.17 2.06 1.89

21 174 Teziutlán 17,400 23,948 25,119 43,867 50,415 56,029 60,597 5.72 2.70 1.39

21 197 Xicotepec 9,618 12,656 18,473 29,901 33,409 35,385 37,026 4.94 1.86 0.81

21 208 Zacatlán 5,767 7,909 11,970 22,091 26,109 28,773 30,805 6.28 2.91 1.21

30 124 Papantla de Olarte 18,865 26,773 43,935 46,075 49,916 48,804 51,716 0.49 0.63 1.03

30 40 Coatzintla 8,389 13,734 19,533 20,493 21,461 26,003 30,061 0.49 2.62 2.58

30 124 Poza Rica, Papantla (++) 7,204 12,850 s.d. 19,378 s.d. 5.93 4.53 s.d.

Sierra Norte de Puebla y Totonacapan

30 131 Poza Rica de Hidalgo xxx xxx 166,799 151,739 153,585 151,447 174,512 -0.97 -0.02 2.52

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 56

Cuadro 3. LOCALIDADES URBANAS EN REGIONES INDÍGENAS. Quinquenio de su incorporación al sistema urbano nacional y tasas de crecimiento.

REGIÓN Núm. Ent.

Num. Mpio. Localidades urbanas (1) 1960 1970 1980 1990 1995 2000 2005

TC 1980-1990*

TC 1990-2000**

TC 2000-2005***

30 3 Acayucan 12,831 21,173 32,398 43,383 47,826 47,826 49,945 2.99 1.07 0.77

30 61 Choapas, Las 11,189 20,166 35,807 43,868 42,132 41,426 40,773 2.08 -0.63 -0.28

30 108 Minatitlán xxx xxx 106,765 142,060 145,795 149,193 109,791 2.93 0.54 -5.45

30 48 Cosoleacaque 5,665 7,348 14,240 21,501 22,174 19,952 21,714 4.22 -0.82 1.50

Tuxtlas, Popoluca-Náhuatl de Veracruz

30 48 Minatitlán s.d s.d s.d 3,204 7,747 40,000 43,116 s.d. 27.81 1.33

20 67 Oaxaca De Juárez xxx xxx 154,223 212,818 242,247 251,846 258,008 3.30 1.85 0.43

20 385 Santa Cruz Xoxocotlán 2,441 2,746 9,863 29,752 34,214 46,494 59,181 11.32 4.92 4.29

20 390 Santa Lucía del Camino 644 1,211 2,372 27,611 32,799 40,549 42,570 25.17 4.23 0.86

Valles Centrales

20 399 Santa María Atzompa 1,727 2,164 3,061 3,345 9,183 13,433 16,855 0.91 15.31 4.03 Ciudades en regiones indígenas (las zonas metropolitanas son consideradas como una sola ciudad)

20 32 48 63 71 75 79

Total de ciudades en el país (las zonas metropolitanas son consideradas como una sola ciudad)

124 174 227 304 343 350 363

Notas: Todavía no alcanzaba el rango poblacional de localidad urbana

(1) Las localidades urbanas conurbadas con una Zona Metropolitana tienen formato en cursivas y, en caso de que la ciudad central forme parte de la región indígena, ésta aparece en cursivas y con negritas.

(+) En el I Conteo de Población, 1995, aparecen sumados juntos Villa Unión (loc. # 273) , Macultepec (Loc. # 176) y Ocuiltzapotlán (Loc. # 214), que aparecen separados en el II Conteo, 2005. En el plano de Delimitación de Zonas Metropolitanas (SEDESOL-CONAPO-INEGI), Macultepec y Ocuiltzapotlán aparecen como localidades conurbadas, pero Villa Unión no aparece como parte de la ZM de Villahermosa. En la columna de 2005 unimos los datos de las tres localidades, en las que Villa Unión no tiene mucho peso, pues sólo tuvo 360 Habs. (++) La localidad 0159 (Poza Rica) en el Mpio. de Papantla no aparece en el II Conteo de Población y Vivienda.

xxx La fuente consultada no trae los datos por localidad, sino por zona metropolitana

* Pt/P0 Ln (Pt/Po) r=(Ln (Pt/Po))/t t (1980;1990)= 9.75278

** Pt/P0 Ln (Pt/Po) r=(Ln (Pt/Po))/t

t (1990;2000)= 9.0778

*** Pt/P0 Ln (Pt/Po) r=(Ln (Pt/Po))/t

t (2000;2005)= 5.6278

Fuente: Datos de 1960 y 1970: Gustavo Garza, La urbanización de México en el siglo XX, El Colegio de México, 2003, Apéndice estadístico; Datos de 1980, 1990 y 2000: Sobrino, Competitividad de las ciudades en México, El Colegio de México, México, 2003a, Apéndice estadístico; Datos de 1995: INEGI, I Conteo de Población y Vivienda, 1995; Datos de 2005: INEGI, II Conteo de Población y Vivienda, 2005, iter por estados. Datos de las localidades que no contaban con 15,000 habitantes en 2000, y por lo tanto no aparecen en el Apéndice estadístico de Sobrino, 2003a: Censos de población de los años respectivos.

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 57

Cuadro 3.1 LOCALIDADES URBANAS EN CADA REGIÓN INDÍGENA EN 1960, 1970, 1980, 1990, 1995, 2000 y 2005. (1/5)

REGIÓN 1960 1970 1980 1990 1995 2000 2005

San Cristóbal De Las Casas

San Cristóbal De Las Casas

San Cristóbal De Las Casas

San Cristóbal De Las Casas

San Cristóbal De Las Casas

San Cristóbal De Las Casas

San Cristóbal De Las Casas Altos de

Chiapas Rosas, Las Rosas, Las

Puerto Escondido Puerto Escondido Puerto Escondido Costa y Sierra Sur de Oaxaca Miahuatlán de

Porfirio Díaz Miahuatlán de Porfirio Díaz

Tehuacán Tehuacán Tehuacán Tehuacán Tehuacán Tehuacán Tehuacán

Ajalpan Ajalpan Ajalpan Ajalpan

Cuicatlán, Mazateca, Tehuacán, Zongolica (no conurbadas con Orizaba)

Altepexi Altepexi

Orizaba Orizaba Orizaba Orizaba Orizaba Orizaba Orizaba

Ciudad Mendoza Ciudad Mendoza Ciudad Mendoza Ciudad Mendoza Ciudad Mendoza Ciudad Mendoza Ciudad Mendoza

Cuicatlán, Mazateca, Tehuacán, Zongolica (ZM de Orizaba)

Ixtaczoquitlán Ixtaczoquitlán Ixtaczoquitlán

San Juan Bautista Tuxtepec

San Juan Bautista Tuxtepec

San Juan Bautista Tuxtepec

San Juan Bautista Tuxtepec

San Juan Bautista Tuxtepec

San Juan Bautista Tuxtepec Chinanteca

Tres Valles Tres Valles Tres Valles Tres Valles

Villahermosa Villahermosa Villahermosa Villahermosa Villahermosa Villahermosa Villahermosa

Ocuiltzapotlán (+) Ocuiltzapotlán Ocuiltzapotlán Chontal de Tabasco (ZM de Villahermosa) Parrilla Primera

Sección Parrilla Primera Sección

Macuspana Macuspana Macuspana Macuspana Macuspana Chontal de Tabasco (no conurbadas con Villahermosa)

Frontera Frontera Frontera Frontera

Tapachula de Córdova y Ordóñez

Tapachula de Córdova y Ordóñez

Tapachula de Córdova y Ordóñez

Tapachula de Córdova y Ordóñez

Tapachula de Córdova y Ordóñez

Tapachula de Córdova y Ordóñez

Tapachula de Córdova y Ordóñez Frontera Sur

Motozintla de Mendoza

Motozintla de Mendoza

Motozintla de Mendoza

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 58

Cuadro 3.1 LOCALIDADES URBANAS EN CADA REGIÓN INDÍGENA EN 1960, 1970, 1980, 1990, 1995, 2000 y 2005. (2/5)

REGIÓN 1960 1970 1980 1990 1995 2000 2005

Ciudad Valles Ciudad Valles Ciudad Valles Ciudad Valles Ciudad Valles Ciudad Valles Ciudad Valles

Ébano Ébano Ébano Ébano Ébano Ébano Huasteca potosina

Tamazunchale Tamazunchale Tamazunchale Tamazunchale

Tantoyuca Tantoyuca Tantoyuca Tantoyuca Tantoyuca

Álamo Álamo Álamo Álamo Álamo

Huasteca hidalguense y veracruzana Huejutla de Reyes Huejutla de Reyes Huejutla de Reyes Huejutla de Reyes

Juchitán De Zaragoza

Juchitán De Zaragoza

Juchitán De Zaragoza

Juchitán De Zaragoza

Juchitán De Zaragoza

Juchitán De Zaragoza

Juchitán De Zaragoza

Santo Domingo Tehuantepec

Santo Domingo Tehuantepec

Santo Domingo Tehuantepec

Santo Domingo Tehuantepec

Santo Domingo Tehuantepec

Santo Domingo Tehuantepec

Salina Cruz Salina Cruz Salina Cruz Salina Cruz Salina Cruz Salina Cruz

Istmo

Ciudad Ixtepec Ciudad Ixtepec Ciudad Ixtepec Ciudad Ixtepec

Campeche Campeche Campeche Campeche Campeche Campeche Campeche

Champotón Champotón Champotón Champotón Maya (Campeche)

Escárcega Escárcega Escárcega Escárcega

Chetumal Chetumal Chetumal Chetumal Chetumal Chetumal Maya (Quintana Roo no turístico)

Felipe Carrillo Puerto

Felipe Carrillo Puerto

Felipe Carrillo Puerto

Cozumel Cozumel Cozumel Cozumel Cozumel

Cancún Cancún Cancún Cancún Cancún Maya (Quintana Roo turístico)

Playa del Carmen Playa del Carmen Playa del Carmen

Mérida Mérida Mérida Mérida Mérida Mérida Mérida

Kanasín Kanasín Kanasín Kanasín

Umán Umán Umán Umán

Maya (ZM de Mérida y Progreso, considerada en algunos análisis como parte de la ZM de Mérida)

Progreso Progreso Progreso Progreso Progreso Progreso

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 59

Cuadro 3.1 LOCALIDADES URBANAS EN CADA REGIÓN INDÍGENA EN 1960, 1970, 1980, 1990, 1995, 2000 y 2005.

REGIÓN 1960 1970 1980 1990 1995 2000 2005

Motul de Carrillo Puerto

Motul de Carrillo Puerto

Motul de Carrillo Puerto

Motul de Carrillo Puerto

Motul de Carrillo Puerto

Hunucmá Hunucmá Hunucmá Hunucmá Maya (Yucatán Norponiente)

Izamal

Tekax de Álvaro Obregón

Tekax de Álvaro Obregón

Tekax de Álvaro Obregón

Tekax de Álvaro Obregón

Tekax de Álvaro Obregón

Ticul Ticul Ticul Ticul Ticul

Oxkutzcab Oxkutzcab Oxkutzcab Oxkutzcab

Maya (Yucatán Sur)

Peto Peto Peto

Tizimín Tizimín Tizimín Tizimín Tizimín Tizimín Tizimín Maya (Yucatán Oriente) Valladolid Valladolid Valladolid Valladolid Valladolid

Ciudad Obregón Ciudad Obregón Ciudad Obregón Ciudad Obregón Ciudad Obregón Ciudad Obregón Ciudad Obregón

H. Guaymas H. Guaymas H. Guaymas H. Guaymas H. Guaymas H. Guaymas H. Guaymas

Navojoa Navojoa Navojoa Navojoa Navojoa Navojoa Navojoa

Huatabampo Huatabampo Huatabampo Huatabampo Huatabampo Huatabampo

Mayo-Yaqui

Esperanza Esperanza Esperanza Esperanza Esperanza

H. Zitácuaro H. Zitácuaro H. Zitácuaro H. Zitácuaro H. Zitácuaro H. Zitácuaro H. Zitácuaro Mazahua-Otomí (no conurbadas con Toluca)

Atlacomulco de Fabela

Atlacomulco de Fabela

Atlacomulco de Fabela

Lerma de Villada Lerma de Villada Mazahua-Otomí (conurbadas con Toluca)

Villa Cuauhtémoc

Mixe Matías Romero

Avendaño Matías Romero Avendaño

Matías Romero Avendaño

Matías Romero Avendaño

Matías Romero Avendaño

H. Cd. de Huajuapan de León

H. Cd. de Huajuapan de León

H. Cd. de Huajuapan de León

H. Cd. de Huajuapan de León

H. Cd. de Huajuapan de León Mixteca

sierra H. Cd. de Tlaxiaco

Mixteca costa Santiago Pinotepa

Nacional Santiago Pinotepa Nacional

Santiago Pinotepa Nacional

Santiago Pinotepa Nacional

Santiago Pinotepa Nacional

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 60

Cuadro 3.1 LOCALIDADES URBANAS EN CADA REGIÓN INDÍGENA EN 1960, 1970, 1980, 1990, 1995, 2000 y 2005.

REGIÓN 1960 1970 1980 1990 1995 2000 2005

Chilapa De Alvarez Chilapa De Alvarez Chilapa De Alvarez Chilapa De Alvarez

Tlapa De Comonfort Tlapa De Comonfort Tlapa De Comonfort Tlapa De Comonfort Montaña de Guerrero

Ometepec Ometepec

Actopan Actopan Actopan Actopan Actopan Otomí de Hidalgo y Querétaro Ixmiquilpan Ixmiquilpan Ixmiquilpan Ixmiquilpan

Uruapan Uruapan Uruapan Uruapan Uruapan Uruapan Uruapan

Pátzcuaro Pátzcuaro Pátzcuaro Pátzcuaro Pátzcuaro Pátzcuaro

Los Reyes de Salgado

Los Reyes de Salgado

Los Reyes de Salgado

Los Reyes de Salgado

Los Reyes de Salgado

Los Reyes de Salgado

Purépecha

Paracho de Verduzco

Paracho de Verduzco

Paracho de Verduzco

Tenosique de Pino Suárez

Tenosique de Pino Suárez

Tenosique de Pino Suárez

Tenosique de Pino Suárez

Tenosique de Pino Suárez

Palenque Palenque Palenque Palenque

Ocosingo Ocosingo

Las Margaritas

Selva Lacandona

Yajalón

Teziutlán Teziutlán Teziutlán Teziutlán Teziutlán Teziutlán Teziutlán

Huauchinango Huauchinango Huauchinango Huauchinango Huauchinango Huauchinango

Xicotepec Xicotepec Xicotepec Xicotepec Xicotepec

Sierra Norte de Puebla y Totonacapan (vertiente poblana)

Zacatlán Zacatlán Zacatlán Zacatlán

Sierra Norte de Puebla y Totonacapan (vertiente veracruzana no conurbada con Poza Rica)

Papantla de Olarte Papantla de Olarte Papantla de Olarte Papantla de Olarte Papantla de Olarte Papantla de Olarte Papantla de Olarte

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 61

Cuadro 3.1 LOCALIDADES URBANAS EN CADA REGIÓN INDÍGENA EN 1960, 1970, 1980, 1990, 1995, 2000 y 2005.

REGIÓN 1960 1970 1980 1990 1995 2000 2005

Poza Rica de Hidalgo

Poza Rica de Hidalgo

Poza Rica de Hidalgo

Poza Rica de Hidalgo

Poza Rica de Hidalgo

Poza Rica de Hidalgo

Poza Rica de Hidalgo

Coatzintla Coatzintla Coatzintla Coatzintla Coatzintla

Sierra Norte de Puebla y Totonacapan (ZM de Poza Rica) Poza Rica,

Papantla (++) s.d.

Minatitlán Minatitlán Minatitlán Minatitlán Minatitlán Minatitlán Minatitlán

Cosoleacaque Cosoleacaque Cosoleacaque Cosoleacaque

Tuxtlas, Popoluca-Náhuatl de Veracruz (ZM de Minatitlán) Minatitlán, Cos. Minatitlán, Cos.

Acayucan Acayucan Acayucan Acayucan Acayucan Acayucan Tuxtlas, Popoluca-Náhuatl de Veracruz (no conurbadas con Minatitlán)

Choapas, Las Choapas, Las Choapas, Las Choapas, Las Choapas, Las Choapas, Las

Oaxaca De Juárez Oaxaca De Juárez Oaxaca De Juárez Oaxaca De Juárez Oaxaca De Juárez Oaxaca De Juárez Oaxaca De Juárez

Santa Cruz Xoxocotlán

Santa Cruz Xoxocotlán

Santa Cruz Xoxocotlán

Santa Cruz Xoxocotlán

Santa Lucía del Camino

Santa Lucía del Camino

Santa Lucía del Camino

Santa Lucía del Camino

Valles Centrales

Santa María Atzompa

(+) En el I Conteo de Población, 1995, aparecen sumados juntos Villa Unión (loc. # 273) , Macultepec (Loc. # 176) y Ocuiltzapotlán (Loc. # 214), que aparecen separados en el II Conteo, 2005. En el plano de Delimitación de Zonas Metropolitanas (SEDESOL-CONAPO-INEGI), Macultepec y Ocuiltzapotlán aparecen como localidades conurbadas, pero Villa Unión no aparece como parte de la ZM de Villahermosa.

(++) La localidad 0159 ( Poza Rica) en el Mpio. de Papantla no aparece en el II Conteo de Población y Vivienda.

Fuente: Cuadro 3.

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 62

Los cuadros permiten apreciar que, al igual que en el resto del país, el proceso

de urbanización en las regiones indígenas fue creciente en la segunda mitad del siglo

XX. Y, si bien a mediados de ese siglo cuatro de las 20 ciudades eran capitales

estatales (Villahermosa, Campeche, Mérida y Oaxaca), o ciudades que desde el siglo

XIX habían sido centros económicos o administrativos de importancia desde el siglo XIX

(por ejemplo, San Cristóbal de Las Casas, Orizaba, Tapachula de Córdova y Ordóñez,

Papantla de Olarte) o las nuevas localidades de la entonces dinámica industria petrolera

(Minatitlán, Poza Rica de Hidalgo), a partir de 1960 el crecimiento demográfico en estas

regiones dio lugar al surgimiento de 59 nuevas ciudades, permitiendo que regiones

antes carentes de localidades urbanas, como la mayoría de las del Estado de Oaxaca,

cuenten con ellas en 2005.

En regiones indígenas que no contaban con localidades del rango poblacional

de ciudad en 1960, algunas localidades rurales fueron creciendo hasta rebasar el

mínimo de 15,000 habitantes en las siguientes fechas (Cuadro 3.1):

� entre 1960 y 1970: en la región Chinanteca

� entre 1970 y 1980: en las regiones Mixe, Mixteca, Otomí de Hidalgo y Querétaro y

Selva Lacandona

� entre 1980 y 1990: en la región Montaña de Guerrero, y

� entre 1990 y 1995: en la región Costa y Sierra Sur de Oaxaca.

La década 1980-1990, que fue de intensa urbanización en el país debido a la

emigración del campo a las ciudades a consecuencia no del crecimiento económico de

los centros urbanos, sino de la crisis económica del país que afectó con más fuerza al

campo, fue muy importante en el proceso de urbanización en regiones indígenas.

Surgieron 11 nuevas localidades urbanas y cinco que hoy día forman parte de la

conurbación de un área metropolitana. Al mismo tiempo, las tasas de crecimiento de 21

ciudades en regiones indígenas fueron superiores al crecimiento urbano nacional (2

puntos porcentuales más) (Cuadro 3).

En los 15 años transcurridos entre 1990 y 2005, dieciséis localidades rurales

(Las Rosas, Puerto Escondido, Miahuatlán de Porfirio Díaz, Altepexi, Motozintla de

Mendoza, Felipe Carrillo Puerto, Playa del Carmen, Izamal, Peto, Atlacomulco de

Fabela, Heroica Ciudad de Tlaxiaco, Ometepec, Paracho de Verduzco, Ocosingo, Las

Margaritas y Yajalón) pasaron el rango mínimo para ser consideradas ciudades y ocho

más crecieron por conurbación con alguna zona metropolitana (Ixtaczoquitlán,

Ocuiltzapotlán, Parrilla Primera Sección, Lerma de Villada, Villa Cuauhtémoc, Poza Rica

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 63

municipio de Papantla, Minatitlán municipio de Cosoleacaque y Santa María Atzompa)

con lo que rebasaron el rango mínimo de 15,000 habitantes; cinco ciudades cambiaron

del rango de pequeñas con menos de 50,000 habitantes a pequeñas con más de

50,000 (Cozumel, Pátzcuaro, Huauchinango, Teziutlán y Papantla de Olarte); cuatro

cambiaron de pequeñas a medias (San Cristóbal de Las Casas, Ciudad Valles,

Chetumal y Navojoa) y Cancún permaneció en el rango de ciudad media, pero rebasó la

población que tanto Sobrino como SEDESOL-CAM-SAM consideran importante como

diferencia entre las medias -450,000 y 500,000 respectivamente. Por otra parte, en dos

ciudades disminuyó la población en números absolutos entre 1990 y 2005 (Ébano y Las

Choapas) así como en la localidad conurbada de Villa Cuauhtémoc que incluso perdió

el rango de ciudad en el año 2005, y en Progreso la población disminuyó en números

absolutos entre 2000 y 2005 (Cuadro 3 y Gráficas 2).

Entre 2000 y 2005, dos ciudades pasaron del rango de pequeñas a medias:

Playa del Carmen, con un incremento quinquenal de más de 50,000 habitantes y

Navojoa, con un incremento de más de 5,000 habitantes; otras perdieron población:

Tres Valles, Motozintla, Ébano, Salina Cruz, Progreso, Huatabampo, Matías Romero

Avendaño, Los Reyes de Salgado y Las Choapas, en decrementos absolutos que

varían entre 28 en Ébano y más de 8,000 habitantes en Progreso (Cuadro 3 y Gráficas

2).

Con el fin de obtener un panorama más preciso sobre las tendencias recientes

del crecimiento de las localidades urbanas en regiones indígenas, las ordenamos por

tamaño de la localidad en el año 2000, y elaboramos gráficas con sus tasas de

crecimiento para los períodos 1990-2000 y 2000-20054 (Gráficas 3.1 y 3.2).

Los rangos para 1990-2000 fueron:

� entre 13,000 y 14,999 habitantes en 20005: 4 localidades

� entre 15,000 y 99,999 habitantes en 2000: 59 localidades

� 100,000 y más habitantes en 2000 (excluyendo las zonas metropolitanas)6: 10

localidades

4 Para el período 1990-2000 Anzaldo (2003) desglosa las tasas por localidades que no eran urbanas en 1990 y lo fueron en 2000, ciudades pequeñas, ciudades medianas y ciudades grandes. Para el período 2000-2005, Anzaldo Gómez y Rivera Vázquez (2006) no incluyen la categoría de localidaes que no eran urbanas en la fecha previa, pero lo fueron en 2005. 5 En los cuadros y gráficas de tasas de crecimiento incluimos a localidades con menos de 15,000 habitantes en 1980, 1990, 1995 y 2000, que en 2005 ya habían rebasado el rango poblacional de 15,000 habitantes, por eso establecimos el primer rango entre 13,000 y 19,999 habitantes.

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 64

Los rangos para 2000-2005 fueron:

� entre 15,000 y 99,999 habitantes en 2000: 59 localidades

� 100,000 y más habitantes en 2000 (excluyendo las zonas metropolitanas)7: 10

localidades

El ejercicio resultó ilustrativo, ya que resalta las diferencias en la dinámica

demográfica de las ciudades en los dos períodos seleccionados, comparándolos con el

promedio de crecimiento demográfico a nivel nacional de ese tamaño de ciudad.

Algunas ciudades crecieron más que el promedio nacional en ambos períodos, y vale

destacar por región indígena aquellas en las que todas sus localidades urbanas lo

hicieron: Altos de Chiapas, Selva Lacandona (excepto Tenosique de Pino Suárez, cuya

dinámica socioeconómica está más vinculada al Estado de Tabasco que, como vimos

antes, mostró bajos desempeños), Costa y Sierra Sur de Oaxaca, Montaña de Guerrero

y la vertiente poblana de la región Cuicatlán, Mazateca, Tehuacán y Zongolica. Contra

lo que se podía esperar si nos apegamos al pronóstico de SEDESOL-CAM-SAM, son

ciudades de las regiones indígenas que están más lejos de los flujos económicos

previstos (Plano 5). También mostraron alto crecimiento demográfico algunas de las

ciudades en la región indígena Maya, no solamente las turísticas del Caribe, también

Champotón, Felipe Carrillo Puerto, Hunucmá, Ticul y Valladolid. En otras regiones

solamente una ciudad mantuvo un crecimiento significativo en los quince años

considerados: San Juan Bautista Tuxtepec en la Chinanteca (a diferencia del declive en

Tres Valles); Macuspana en la Chontal de Tabasco; Juchitán de Zaragoza en la región

Istmo (única que rebasó levemente el promedio nacional en los dos períodos, a

diferencia de las otras tres localidades urbanas de esta región); Esperanza en la Mayo-

Yaqui; Heroica Ciudad de Tlaxiaco en la Mixteca y Huauchinango, Teziutlán y Zacatlán

en la región Sierra Norte de Puebla y Totonacapan.

Las regiones indígenas en el centro del Estado de Chiapas: Selva y Altos de

Chiapas (Gráficas 2) no solamente vieron el crecimiento de cuatro localidades mixtas

hasta convertirse en ciudades, éstas también mantuvieron crecimientos demográficos

6 Las localidades que en 2000 estaban conurbadas con alguna zona metropolitana fueron agrupadas por zona metropolitana, independientemente de su total de población en 2000. 7 Las localidades que en 2000 estaban conurbadas con alguna zona metropolitana fueron agrupadas por zona metropolitana, independientemente de su total de población en 2000.

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 65

sostenidos en los últimos 25 años. Lo mismo aconteció en las regiones Costa y Sierra

Sur de Oaxaca y Montaña de Guerrero (cuadro 3).

Las ciudades no metropolitanas de otras regiones indígenas: Huasteca,

Mazahua-Otomí, Mixe, Otomí de Hidalgo y Querétaro, Tuxtlas, Popoluca-Náhuatl de

Veracruz y Purépecha, en cambio, mostraron débil crecimiento demográfico (menor al

promedio nacional de ciudades de su mismo tamaño, o decrecimiento de su población).

Por otra parte, si, como dicen los especialistas, las ciudades de 50,000 y más

habitantes marcan una diferencia fundamental para las posibilidades de mejorar su

desempeño socioeconómico, tendríamos algunas regiones indígenas en las que no

existen núcleos con estas características, como son Costa y Sierra Sur de Oaxaca,

Mixe, Mixteca, Montaña de Guerrero, Otomí de Hidalgo y Querétaro y Selva Lacandona.

No obstante, esta última región, junto con la de Altos de Chiapas, mantuvo una tasa alta

de crecimiento de sus ciudades en el quinquenio 2000-2005.

La discrepancia entre la importancia de los flujos económicos internacionales para

prever el crecimiento urbano en el país y lo que aconteció en las ciudades pequeñas de

las regiones indígenas alejadas de esas rutas debe buscar otra explicación. A partir de

la década de los setenta, el modelo de producción del sistema capitalista ha cambiado,

conociéndose como flexibilización a sus nuevas características: cambios en los

procesos del trabajo, innovaciones tecnológicas, desintegración de la verticalidad en la

producción y flujos de información. Este cambio ha ocasionado una nueva división

internacional del trabajo, la internacionalización de la economía, y la mundialización de

las ciudades. El neoliberalismo alcanzó su apogeo desde finales de los años ochenta, y

se “debe en gran medida al nuevo vigor del capitalismo internacional y a las fuerzas

sociales e institucionales que lo sostienen, tales como el Fondo Monetario Internacional

y el Banco Mundial. Sin embargo, la liberalización de las economías fomentada por el

neoliberalismo y los efectos de la crisis de la deuda pública no han propiciado un

desarrollo positivo en los países del Tercer Mundo, donde se han agravado los

problemas de pobreza, desempleo, empleos temporales e informales y deterioro

ambiental” (Sobrino, 2003a: 122). El proceso neoliberal ha presentado, entre otras

características, que el sector terciario se convierta en el factor de mayor dinamismo en

la producción, a lo que se conoce como era posindustrial, lo cual genera tres niveles:

cambios en referentes a qué se hace, enfatizando la información como elemento de

control social, para la eficiencia de los negocios y la innovación tecnológica; cambios en

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 66

la forma del trabajo, donde se incrementan los trabajadores de cuello blanco sobre los

de cuello azul; y cambios en el dónde se hace, es decir, en los contextos intra e

interurbanos en donde se lleva a cabo la producción. Todos estos elementos tienen una

importancia en el impulso que se da a las ciudades medias y pequeñas.

Las ventajas urbanas para el establecimiento y el crecimiento de las actividades

de la industria deben considerar las economías de escala, es decir, conocer el tamaño

medio de las empresas establecidas; analizar la eficiencia de los factores, que es la

relación entre la productividad del capital y el trabajo, así como la efectividad de la

inversión. Estos elementos pueden ayudar a comprender algunas de las ventajas que

encuentran distintas firmas en establecerse en una ciudad, así como de los estímulos

que den las autoridades federales y estatales.

Retomaremos el tema de las ventajas urbanas, así como las ventajas de

localización cuando analicemos la estructura ocupacional de las ciudades en regiones

indígenas. Por lo pronto, analizaremos la capacidad local de las finanzas municipales

para fomentar las condiciones de competitividad.

2.2.3 Las finanzas municipales y las condiciones de competitividad de las

ciudades

Los especialistas en desarrollo urbano consultados insisten en la importancia de los

apoyos financieros por parte de la federación y de los estados para posicionar a las

ciudades en el nuevo entorno competitivo. Respecto a la importancia de los

financiamientos federales y estatales, hicimos un ejercicio para analizar las

posibilidades que las finanzas municipales tendrían para el desarrollo de sus ciudades.

Utilizando el modelo de análisis de las finanzas municipales realizado por Cabrero

Mendoza y Orihuela Jurado en: “Finanzas en municipios urbanos de México. Un análisis

de los nuevos retos en la gestión de las haciendas locales (1978-1998)”. Hemos

elaborado un análisis comparativo de las finanzas públicas municipales durante el 2005,

de algunas de las ciudades estudiadas en esta investigación (Cuadro 4). Esto con la

intención de entender el impacto que puede tener la gestión de las finazas públicas en

relación con el desarrollo social y económico de las localidades urbanas.

Los datos se han establecido por municipios (debido a que este es el nivel

mínimo de operación del presupuesto). Se tomaron en cuenta aquellos municipios que

albergan las localidades urbanas pertinentes a esta investigación; sin embargo, no

todos los municipios requeridos están incluidos en nuestra fuente (INEGI, 2007).

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 67

Para el análisis tomamos en cuenta tres indicadores financieros “que nos dan

información sobre los niveles de esfuerzo fiscal, de autonomía financiera, de eficiencia

en el gasto municipal y de endeudamiento” (Cabrero Mendoza y Orihuela Jurado,

2002:193).

1. Capacidad o dependencia financiera. Muestra la relación entre los

ingresos propios y el gasto corriente, así como la relación entre participaciones

federales y el gasto total. A mayor capacidad financiera, mayor autosuficiencia y

equilibrio de gasto

2. Inversión municipal. Porcentaje del gasto dedicado a la inversión pública.

3. Apalancamiento financiero. Peso de la contratación de deuda en el total

de ingresos (Cabrero Mendoza y Orihuela Jurado, 2002: 193).

En general podemos observar que se comprueba la tendencia de la que nos

hablan Cabrero Mendoza y Orihuela Jurado sobre la dependencia financiera de los

municipios hacia otras instancias superiores de gobierno.

La percepción de ingresos propios (el los cuales agrupamos los rubros de:

impuestos, derechos, productos, aprovechamientos y contribución de mejoras) de los

diferentes municipios es en todos los casos menor a su gasto corriente (servicios

personales, materiales y suministros y servicios generales), excepto en el municipio de

Solidaridad (al que pertenece la ciudad de Playa del Carmen, Quintana Roo) en donde

los ingresos propios ascienden a 73.09%, mientras que el gasto corriente es del

52.31%. Esto nos indica que el municipio de Solidaridad es capaz de cubrir sus gastos

administrativos por si mismo, mientras que los demás municipios dependen en gran

medida de las participaciones y aportaciones federales y estatales. La relación que

mantiene el municipio de Solidaridad entre sus ingresos propios y su gasto corriente,

nos habla de una gran independencia financiera de otros niveles de gobierno, de su

autonomía en lo que se refiere a la inversión en obras públicas y de su capacidad para

mantener una hacienda sana.

En cuanto a lo que respecta a los demás municipios, podemos decir, a partir de

la división de las ciudades por tamaño (ciudades pequeñas de 15,000 a 49,000 y de

50,000 a 99,999; ciudades medias de 100,000 a 999,999; zonas metropolitanas), que

las ciudades más pequeñas presentan una mayor dependencia de sus finanzas a las

aportaciones externas; su capacidad para recaudar ingresos por cuenta propia es

menor que la de las ciudades medias en las cuales hay un mayor equilibrio entre sus

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 68

ingresos propios y su gasto corriente. En cuanto las ciudades más grandes, aunque su

capacidad para recaudar ingresos es mayor, también su gasto corriente lo es.

La crisis ocurrida durante 1995 en la caída de captación de ingresos propios

parece continuar. Cabrero Mendoza y Orihuela Jurado nos hablan de que esta crisis

tiene en gran parte que ver con las transferencias del ramo 338 o Fondo de aportaciones

federales, el cual buscaba descentralizar el sistema fiscal:

En la última fase estudiada (1995-1998) se observa una aparente regresión; parecería que como efecto de la crisis económica de 1995 los municipios urbanos repliegan su estrategia fiscal expansiva de captación de mayores recursos propios y de hecho con la aparición de nuevas transferencias (ramo 26 y luego ramo 33) se inhibe la búsqueda de ingresos directos vía un mayor esfuerzo fiscal (Cabrero Mendoza y Orihuela Jurado, 2002: 175). A partir de 1998, producto de las reformas al sistema de transferencias, se

incorporaron en el sistema de Egresos de la Federación y en el Capítulo V de la Ley de

Coordinación Fiscal, los Fondos de Aportaciones Federales. Este ramo transfirió

recursos del presupuesto federal a los estados, destinados a la atención de

responsabilidades que la Federación les trasladó con anterioridad por vía de convenios.

Igualmente se incluyeron recursos que eran canalizados a los gobiernos subnacionales

para construcción de infraestructura básica por medio de los Convenios de Desarrollo

Social. Finalmente se añadieron recursos para la atención de problemas de seguridad

pública, educación tecnológica y de adultos” (Origen y funcionamiento del ramo 33). En

total son siete los fondos que componen el ramo 33: Fondo de Aportaciones para la

Educación Básica (FAEB); Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA);

Fondo de aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS); Fondo de Aportaciones

para el Fortalecimiento de los Municipios y las Demarcaciones Territoriales del Distrito

Federal (FORTAMUN-DF); Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM); Fondo de

Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos (FAETA) y Fondo de

Aportaciones para la Seguridad Pública de los Estados y del Distrito Federal (FASP).

Sin embargo, esta disposición no ha sido muy efectiva en su objetivo de

descentralización, pues el hecho de que las aportaciones federales sean el ingreso

mayor en casi todos los municipios ha hecho que éstos sean menos eficientes en su 8 El ramo 33 ha sufrido modificaciones desde su creación. En 2006, el Ramo 33 consiste en aportaciones federales para estados y municipios, contemplados en el capítulos V de la LCF, publicado en el Diario Oficial de la Federación de fecha 29 de diciembre de 1997, conformado por cinco fondos, dos de los cuales están orientados al fortalecimiento del municipio y son: 1. Fondo para la infraestructura social municipal, derivado del fondo de aportaciones para la infraestructura social. 2. Fondo de aportaciones para el fortalecimiento a los municipios.

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 69

recaudación de ingresos propios. Además de lo anterior, la normatividad para la

aplicación de los Fondos de Aportación no es muy clara, de hecho en algunos fondos

como el FAEB no hay una ley que establezca los criterios de distribución, sin mencionar

que dentro de los registros de Egresos que aparecen en nuestra fuente (INEGI, 2007)

no existe ningún rubro que indique en qué han sido utilizados estos fondos, por lo que

medir el impacto real que tienen en la población y el uso per cápita de estos ingresos se

dificulta. También habría que cuestionarse que tanto de la asignación de estos recursos

corresponde a las necesidades de la población y qué tanto de estos fondos es

empleado para cubrir las necesidades presupuestales de los municipios en cuanto a

gasto corriente.

En lo que respecta a la inversión municipal, en la relación entre gasto corriente y

gasto de inversión (aquí se agrupan los rubros de: Adquisición de Bienes Muebles e

Inmuebles, Obras Públicas y Acciones e Inversión Financiera) se observa una mejoría

en la relación entre estos dos tipos de gastos. En general esa tendencia de la que

hablan Cabrero Mendoza y Orihuela Jurado en la cual tienden a separarse las curvas

de gasto corriente y gasto de inversión, ha disminuido; se puede ver un aumento en el

gasto de inversión sobre todo en lo que respecta al rubro de Obras Públicas y Acciones.

Son las ciudades pequeñas las que han tenido una mayor recuperación; el gasto

corriente en relación al gasto de inversión es en promedio 1/2 a 1, e incluso en algunos

municipios como Macuspana se encuentra 1 a 2; en Huauchinango, Motozintla y Centla9

el gasto de inversión es un tanto superior al gasto corriente, y en el caso de Tantoyuca

la relación es 1 a 4 (71.67% de gastos de inversión del total de egresos); también

existen municipios como Huatabampo en donde la relación es de 3 a 1 (el gasto

corriente es del 63.05%, mientras que, el gasto de inversión es del 17.4%). Sin

embargo, también es cierto que en estas ciudades los ingresos por parte de los rubros

de Participaciones y Aportaciones también son mayores. Habría que esperar para ver si

estos gastos de inversión se convierten en mejores condiciones de vida para la

población.

En las ciudades medias la relación del gasto corriente con el gasto de inversión

es en promedio 2 a 1; hay un detrimento del gasto de inversión en relación con el gasto

corriente, un ejemplo de esto es el municipio de Uruapan en donde la relación es 3 a 1

(54.23% de gasto corriente por 15.58% de gasto de inversión). 9 Se seleccionaron algunos municipios, los que se agruparon los rubros tanto de Ingresos como de Egresos, en cuatro indicadores: Ingresos propios, Participaciones y Aportaciones, Gasto Corriente, Inversión y Deuda Pública.

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 70

Es en el caso de las ciudades más grandes donde se nota más un detrimento en

el gasto de inversión, esto debido a que los requerimientos de los gastos administrativos

son a la vez mayores. Un ejemplo de esto es el caso Orizaba en donde la relación es 4

a 1 (76.66% de gasto corriente por 16.3% de gasto de inversión) o el caso de Oaxaca

de Juárez, donde la relación es de 3 a 1 (71.05% por 22.19%) y el caso más grave, el

del municipio de Guaymas en donde la relación es 6 a 1 (77.08% por 12.39%).

En lo que se refiere al Apalancamiento financiero, el promedio de

endeudamiento de los municipios aquí estudiados el del 4.25% por lo que en relación a

los periodos analizados por Cabrero, podemos concluir (al menos en lo que respecta a

los municipios aquí contemplados) que hay una reducción del endeudamiento de los

municipios; de hecho habría una reducción importante en comparación con el

porcentaje de deuda después de la crisis del 95%.

Son las ciudades medias las que mantienen un mayor endeudamiento; como en

el caso de Uruapan en donde su porcentaje de la Deuda Pública del total de Egresos es

del 14.58% y Navojoa con el 28.72% (municipio con el porcentaje más alto de

endeudamiento).

Por último, un apartado especial merecen los municipios en donde se localizan

las ciudades turísticas de nuestra investigación, su comportamiento se diferencia en

algunos aspectos del resto de los municipios. El caso más significativo es el del

municipio de Solidaridad que, como se mencionó anteriormente, es el único capaz de

satisfacer su gasto corriente por si mismo, sin tener que depender de las Participaciones

del gobierno federal; también mantiene un buen porcentaje de Gastos de inversión

20.32%; Benito Juárez (Cancún, Quintana Roo) destaca por el porcentaje del rubro de

Financiamiento (30.66%, el mayor de todos los municipios), aunque cabe destacar que

su porcentaje de Deuda Pública, también es uno de lo más altos y Cozumel, para el que

se observa mayor dependencia financiera, pues el monto de su gasto corriente es el

doble que el de sus ingresos propios (68.92% por 29.24%), también en este municipio el

porcentaje del rubro de Financiamiento es alto 20.57%, aunque aquí el gasto en Deuda

Pública es del 0%.

Podemos concluir que, en general, hay una gran dependencia de los municipios

respecto a los apoyos del gobierno federal; su mayor porcentaje de ingresos provienen

de los rubros de Participaciones y Aportaciones. Además de no ser capaces de

mantener sus finanzas por sí mismos, podemos ver que la mayor parte de lo ingresos

se destina a pagar sueldos, materiales y suministros de las estructuras administrativas,

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 71

lo que deja a la inversión y al mejoramiento de la infraestructura municipal en último

lugar.

En cuanto a la aplicación de los ingresos a los programas para los cuales está

destinado el rubro de Participación, quedan serias dudas de su “correcta” aplicación: en

primer lugar, no existe un informe detallado de la aplicación de los fondos, ni siquiera

como un rubro en general; al observar la relaciones entre el gasto corriente y los

ingresos propios dentro del municipio, podemos observar claramente que es necesario

recurrir a otros rubros de ingresos (entre ellos el de Participación) para cubrir los

egresos referentes a las áreas administrativas. Es decir, que gran parte de los ingresos

de los municipios se destinan para mantener las estructuras administrativas, dejando

muy poco para invertir en infraestructura o programas sociales; aunque el ingreso

proveniente del gobierno federal aumente, los administradores públicos no son

capacitados para mantener una eficiente y sana distribución de los recursos.

Por lo anterior, el impacto de las Participaciones en las condiciones sociales,

económicas y de infraestructura de las localidades que integran el municipio es mínimo.

Los Ingresos de los municipios no alcanzan para cubrir las necesidades de éstos,

incluso se podría decir que en ocasiones ni siquiera cubren necesidades inmediatas

más allá del gasto corriente. Los municipios y sus ciudades crecen, al igual que las

estructuras burocráticas lo que repercute en que el gasto se incremente, pero esta

complejización no va acompañada de la capacidad para administrar sus recursos.

La debilidad financiera de los municipios permite cuestionar la viabilidad que

tendría plantear programas de apoyo a los derechos de la población indígena en este

nivel de la administración.

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 72

Cuadro 4. Finanzas municipales. Ejemplos de municipios según tamaño de sus ciudades, 2005. INGRESOS EGRESOS

Municipio Ingresos Propios. Participaciones y Aportaciones.

Gasto Corriente.

Inversión. Deuda Pública

Ciudades pequeñas Centla. 1.75% 90.43% 36.26% 41.93% 0% Macuspana. 4.13% 79.63 23.89% 44% 0% Motozintla. 1.82% 98% 25.34% 35.14% 0% Huejutla. 3.01% 91.82% 57.98% 33.13% 0% Tantoyuca. 3.92% 91.95% 17.43% 71.67% 0.85% Huatabampo. 13.79% 81.34% 63.05% 17.4% 5.03% Atlacomulco. 26.39% 65.62% 66.93% 27.83 2.83% San Juan Bautista Tuxtepec.

17.64% 75.34% 54.32% 42.22% 0%

Cozumel. 29.24% 50.19% 68.92% 19.18% 0% Zitácuaro. 16.54% 84.22% 47.67% 37.56% 1.43% Huauchinango. 5.46% 92.59 33.48% 41.18% 2.57% Teziutlán. 18.87% 60.04% 39.29% 43.70% 11.86%

Ciudades medias San Cristóbal de Las Casas.

16.01% 83.05% 57.39% 29.32% 2.25%

Tehuacán. 19.65% 77.86% 49.14% 21.36% 6.57% Ciudad Valles. 11.15% 76.66% 44.24 14.71% 6.04% Othón P. Blanco. 20.26% 76.93% 69.9% 24.24% 0.69%

Ciudades metropolitanas Orizaba. 20.22% 72.64% 76.66% 16.3% 0% Minatitlán. 14.40% 76.21% 53.08% 45.13% 0% Mérida. 25.95% 68.67% 49.47% 29.92% 0.71% Guaymas. 29.72% 65.27% 77.08% 12.39% 8.18% Oaxaca de Juárez. 21.95% 78.03% 71.05% 22.10% 0.00%

Ciudades turísticas Benito Juárez. 40.58% 26.83% 58.88% 10.85% 21.73% Solidaridad. 73.09% 20.32% 52.31% 20.32% 7.26% Cozumel. 29.24% 50.19% 68.92% 19.18% 0%

Fuente: Elaboración propia con base en INEGI, Finanzas Públicas Estatales y Municipales de México 2002-2005, 2007.

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 73

2.2.4 La distribución de la población económicamente activa en el municipio

El objetivo de comprender la función de las ciudades en regiones indígenas requiere

desmenuzar las diferencias que muestran las ciudades de la misma categoría por

tamaño de la población. Para iniciar la identificación de la estructura ocupacional de las

ciudades, elaboramos cuadros (Cuadros 5) y gráficas (Gráficas 4) de la distribución de

la PEA en sus municipios, con distinción de 19 categorías de ocupaciones. Estas

gráficas tuvieron como única función mostrar diferencias significativas entre municipios

con localidades urbanas del mismo tamaño y empezar a delinear una tipología. El

siguiente paso fue buscar si en las localidades urbanas propiamente dichas es donde se

da la diferencia ocupacional más significativa y para ello elaboramos gráficas que

permitieran conocer la predominancia ocupacional en la ciudad.

2.2.5 La predominancia ocupacional en la ciudad

El siguiente paso que dimos fue elaborar gráficas, con base en la información de la

muestra censal, que levantó el INEGI en 2000, de algunas ocupaciones que resultaron

significativas para las ciudades indígenas, entre las que seleccionamos las actividades

agropecuarias, forestales y de pesca; albañiles y peones; la industria de la confección –

en la que distinguimos sastres y costureras de los operarios fabriles; conductores;

comercio establecido; ambulantaje; servicio doméstico; oficinistas; aseo de oficinas;

educación; turismo y profesionistas (Gráficas 5). A su vez, comparamos los resultados

de las ciudades que nos interesan con las gráficas de ocupaciones del conjunto de

ciudades del mismo rango de tamaño que maneja la muestra censal (15,000 a 19,999

habitantes; 20,000 a 49,999 habitantes; 50,000 a 99,999 habitantes y entre 100,000 y

499.000 habitantes) (Gráfica 6).

Si bien el conjunto de ciudades de 15,000 a menos de 20,000 habitantes a nivel

nacional tuvo un porcentaje de cerca del 19.0% de su PEA ocupada en labores del

sector primario en el año 2000, siendo este el sector de ocupación predominante, entre

las ciudades en regiones indígenas no todas las de este rango poblacional presentaron

una importancia semejante en estas ocupaciones. Tlaxiaco, Miahuatlán de Porfirio Díaz,

Ometepec, Motozintla de Mendoza, Puerto Escondido, Felipe Carrillo Puerto, Motul de

Carrillo Puerto, Matías Romero Avendaño y Atlacomulco de Fabela se separaron del

promedio.

Resaltaron por tener como principal ocupación el trabajo docente, Tlaxiaco y

Ometepec. Sin que haya sido el sector predominante, Motozintla de Mendoza tuvo un

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 74

porcentaje significativamente alto de profesores respecto al conjunto de ciudades del

mismo tamaño.

De las ciudades más pequeñas en 2000, Altepexi y Motul de Carrillo Puerto

mostraron la industria de la confección como ocupación significativamente superior al

promedio en ciudades del mismo tamaño.

Igualmente, entre las ciudades más pequeñas resaltó el porcentaje de oficinistas

en Puerto Escondido, situación que comparte con las demás ciudades turísticas de

nuestra muestra.

La segunda ocupación en importancia en las ciudades más pequeñas fue el

comercio establecido. De nuestras ciudades, Miahuatlán de Porfirio Díaz, Motozintla de

Mendoza, Puerto Escondido, Felipe Carrillo Puerto, Matías Romero Avendaño y

Atlacomulco de Fabela lo tuvieron como ocupación predominante, siendo en el caso de

las dos últimas notoriamente importante.

Para el conjunto de ciudades entre 20,000 y menos de 50,000 habitantes en el

año 2000, con un poco más del 14%, el comercio fue la principal ocupación de su PEA,

quedando las actividades del sector primario en segundo lugar, con un 12%.

Nuevamente encontramos variaciones en el caso de las ciudades en regiones

indígenas: Ajalpan, Champotón, Oxkutzcab, Hunucmá, Tekax, Tizimín, Progreso

Ixmiquilpan, Xicotepec, Los Reyes de Salgado y Pátzcuaro presentaron como principal

ocupación a las actividades de este último sector.

El comercio fue la ocupación principal en Tamazunchale, Ébano, Tantoyuca,

Huauchinango, Ciudad Ixtepec, Chilapa de Álvarez, Papantla de Olarte, Álamo,

Santiago Pinotepa Nacional, Santo Domingo Tehuantepec, H. Cd. De Huajuapan de

León, Playa del Carmen, Valladolid, Escárcega, Ocosingo, Palenque, Tenosique,

Macuspana, Acayucan, Las Choapas, Huatabampo, Esperanza y Actopan.

Por su parte, en Ticul, la actividad principal fue la industria de la confección con

más del 13% de PEA ocupada, Sin ser predominante, esta ocupación también fue

significativamente más importante que en el promedio nacional de ciudades del mismo

tamaño en Ajalpan y Hunucmá, y en Valladolid resultó la segunda ocupación en

importancia.

Para las localidades de los dos siguientes rangos de tamaño entre 50,000 y

100,000 y de 100,000 a menores de 500,000 habitantes, en 2000 fue el comercio

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 75

establecido el que ocupó a más personas, quedando la construcción en segundo lugar.

De este patrón, entre las ciudades de regiones indígenas entre 50,000 y 100,000

habitantes se separó Teziutlán, con el mayor porcentaje de su PEA ocupada en la

industria de la confección. Por su parte, algunas ciudades mantuvieron al comercio

como actividad central y otras ocupaciones como muy importantes: Cozumel tuvo al

turismo y a los oficinistas como actividades muy relevantes, sin desprenderse del patrón

de que la construcción ocupó el segundo lugar; en Zitácuaro, la educación ocupó el

segundo lugar y en Navojoa los trabajos de apoyo administrativo (oficinistas).

Entre las ciudades de regiones indígenas entre 100,000 y 500,000 habitantes en

2000, el patrón fue similar, a excepción de que el trabajo docente fue tan importante

como la construcción en San Cristóbal de Las Casas; entre las demás localidades de

este tamaño, Campeche y Chetumal –capitales estatales- así como Tapachula de

Córdova y Ordóñez, Ciudad Obregón y Navojoa tuvieron como segunda actividad en

importancia al trabajo en oficinas; Cancún tuvo al turismo y, casi tan relevante, el trabajo

de oficinista; en cambio, en Uruapan la segunda ocupación fue en el sector primario.

Tehuacán resaltó, porque la industria de la confección rebasó, con hasta 16% de la PEA

ocupada, a las demás actividades.

En el siguiente rango de tamaño, todas nuestras ciudades forman parte de una

zona metropolitana. Respecto a las áreas metropolitanas, el análisis que aquí

presentamos se centra únicamente en las localidades urbanas, que es la unidad de

análisis de este estudio. Como consecuencia, no se compara aquí la estructura

ocupacional de las zonas metropolitanas en su conjunto, que incluye en su territorio a

localidades rurales y mixtas, algunas veces con actividades muy relevantes a nivel

metropolitano (como el caso de la localidad mixta en el municipio de Mérida que

mencionamos antes, en el que se concentra una buena parte de la industria de la

confección, que a nivel metropolitano es relevante). No obstante, las diferencias que se

encontraron entre las localidades urbanas conurbadas de diferentes zonas

metropolitanas merecen ser mencionadas.

En las tres ZM que son capitales estatales, como era de esperar, la ocupación

de oficinistas es relevante, como lo vimos también para capitales estatales de menor

tamaño. En la de Villahermosa, además del comercio, la ocupación de oficinistas está

muy presente en la propia ciudad de Villahermosa y la localidad de Parrilla. En la de

Mérida nuevamente es importante en la propia ciudad de Mérida. En la ZM de Oaxaca

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 76

es importante en la ciudad de mismo nombre, en Santa Lucía del Camino y en Santa

Cruz Xoxocotlán, mientras en Santa María Atzompa es relativamente menor.

Otras ocupaciones en las ZM que son capitales estatales también muestran

diferencias. Ocuiltzapotlán, de la ZM de Villahermosa, presenta a la docencia como la

ocupación más importante. Si bien en Umán la industria de la confección –incluyendo a

sastres y costureras- es más relevante que la construcción, esta última actividad es

relativamente más importante en el municipio de Kanasín, población que conservó por

más tiempo su tradición indígena y a la cual migró la población desplazada de la zona

henequenera al término del auge de esta producción. En Oaxaca, la docencia es más

importante que en otras ciudades, sobre todo en la misma ciudad capital, pero también

en Santa María Atzompa, mientras la construcción sobresale en Santa Cruz Xoxocotlán.

Sobre las zonas metropolitanas que no son capitales de sus estados, resalta el

porcentaje de ocupaciones en actividades del sector primario en las localidades urbanas

de la ZM de Orizaba (Ciudad Mendoza e Iztaczoquitlán), a pesar de que en su conjunto

esta ZM tiene como ocupación más relevante la industria.

En las localidades urbanas de los municipios indígenas o con presencia

importante de población indígena que forman parte de la ZM de Toluca, Lerma de

Villada tiene un predominio absoluto de ocupación en la industria de la confección y en

Villa Cuauhtémoc, aunque esta actividad también está presente, la construcción y el

comercio ocupan a una parte más significativa de la PEA local.

Las otras dos zonas metropolitanas crecieron como importantes centros de

producción y refinación de petróleo hasta la década de 1970, pero en las últimas dos

décadas y media han disminuido su desempeño económico. De las ocupaciones

seleccionadas, el comercio, la construcción y los oficinistas son las tres más

importantes.

Una vez certificada la gran diversidad de estructuras ocupacionales entre las ciudades

de un mismo rango de tamaño, con el objetivo de ir trazando elementos para una

tipología de las localidades urbanas en regiones indígenas, pasamos a analizar las

características de impacto económico local de las principales ocupaciones encontradas

en las ciudades de nuestro interés. Tenemos varios tipos de ciudades según la

información del año 2000:

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 77

a) Las que presentaron un claro predominio en actividades agrícolas, ganaderas,

silvícolas y de caza y pesca (a las que en afán de síntesis llamaremos agropecuarias),

de las que podemos esperar que su crecimiento demográfico al rango de ciudades sea

debido ya sea a una actividad primaria exitosa, como en el caso de la región indígena

Maya, ya sea a condiciones de falta de servicios o de inseguridad del entorno rural, que

promueven la migración de los productores primarios al centro urbano más cercano,

como es probable que sea el caso de la región indígena Selva Lacandona.

b) Las que tuvieron un alto porcentaje de población ocupada en el sector secundario,

entre las que podemos distinguir b.1) aquellas en las que la industria maquiladora de la

confección fue predominante y b.2) aquellas donde fueron otras la actividades

secundarias que resaltaron.

Distinguimos el caso de las ciudades maquiladoras porque las inversiones aquí

provienen de una fuente externa que decidió flexibilizar su producción y no garantiza su

permanencia en la localidad, porque en la búsqueda de menores costos de producción

puede encontrar otras localidades más convenientes. La inestabilidad de los ingresos

que este tipo de inversiones presenta se ejemplifica con varios casos de ciudades en

regiones indígenas: en los últimos años, las ciudades de Ajalpan, Altepexi, Tehuacán,

Huejutla de Reyes, Valladolid y Teziutlán han visto instalarse y desinstalarse empresas

maquiladoras en su territorio.

Las ciudades en las que hay otro tipo de actividades secundarias (que incluyen a

artesanos tradicionales), al igual que las primarias y a diferencia de las maquiladoras,

generan ingresos propios.

c) Las que tuvieron un elevado porcentaje en servicios, entre las que encontramos c.1)

las que tuvieron predominio del sector turismo y actividades relacionadas con éste, c.2)

aquellas en las que la inyección externa de salarios federales y estatales al cuerpo

docente tienen un papel significativo, y c.3) aquellas en las que el sector servicios está

diversificado en sus diversas actividades.

Al igual que las ciudades maquiladoras, aquellas donde predomina ampliamente

el turismo dependen en sus inicios de recursos externos pero, a diferencia de las

primeras, cuentan con localizaciones excepcionales que les aporta competitividad en el

ramo y, además, el capital invertido es alto, lo que convierte a las empresas turísticas en

más permanentes, lo mismo que los empleos que generan. Como puede observarse en

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 78

las gráficas de Cozumel, Cancún y Playa del Carmen (Gráficas 5) el turismo tiene

efectos multiplicadores en otras ramas de actividad, como son el comercio, servicios

varios y el empleo en oficinas.

Las ciudades del subtipo c.2 también dependen de ingresos externos que son

utilizados en el comercio y los servicios locales, a la par de los generados por las

actividades económicas del entorno rural.

Las ciudades del subtipo c.3 representan aquellas donde el sector servicios

predominante resulta del desempeño económico de la propia ciudad y la región

circundante, que demandan determiandos servicios en las cercanías.

Esbozada una tipología general de las ciudades en regiones indígenas, corresponde

ahora revisar cuál es la posición laboral de la población indígena en estos centros

urbanos.

2.2.6 Las ocupaciones de los indígenas en la ciudad

La situación laboral de la población indígena en estas ciudades10 difiere un tanto del

promedio en la localidad. Con algunas pocas excepciones, los porcentajes de la PEA

indígena ocupada en labores agropecuarias, forestales, caza y pesca, como albañiles o

peones de construcción, en la industria de la confección, en el comercio establecido, el

ambulantaje, el servicio doméstico y la educación son bastante más elevados que los

del total (Cuadros 6 y gráficas 7).

Respecto a las actividades agropecuarias, silvícolas, de pesca y caza,

solamente en Puerto Escondido, Ajalpan, Ciudad Mendoza, Heroica Guaymas y las

cuatro ciudades de la región indígena Purépecha (Paracho de Verduzco, Pátzcuaro, Los

Reyes de Salgado y Uruapan) el porcentaje de PEA indígena es menor al porcentaje del

total de la PEA. Es igual en Tapachula de Córdova y Ordóñez, Cozumel, Cancún,

Atlacomulco de Fabela, Acayucan, Minatitlán y Oaxaca de Juárez, y esta actividad está

ausente entre los indígenas en Ocuiltzapotlán y Lerma de Villada.

Albañiles y peones tuvieron porcentajes menores al total entre los indígenas de

Las Rosas; iIguales en Altepexi, Paracho, Minatitlán y ausentes en Frontera,

Macuspana, Motozintla de Mendoza y Ébano.

10 La información de la PEA indígena por localidad fue tomada de la Muestra Censal 2000, a la cual no aplicamos el factor de expansión. En algunas ciudades los casos de PEA indígena ocupada captados por la muestra fueron pocos, por lo que consideramos que la información en este apartado es más indicativa que definitiva.

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 79

De los lugares donde es relevante la industria de la confección, en Lerma de

Villada no hubo indígenas en esta ocupación.

Respecto al comercio establecido, el porcentaje de PEA indígena ocupada

solamente fue menor al del total de la PEA en Orizaba, Progreso, Esperanza, Navojoa,

Heroica Zitácuaro, Xicotepec de Juárez, Zacatlán y Cosoleacaque. En Tres Valles,

Lerma de Villada y Frontera no hubo indígenas ocupados en esta actividad.

El ambulantaje representó una actividad muy sobresaliente de la PEA indígena

en Puerto Escondido, Ciudad Mendoza, Tres Valles, Macuspana, Álamo, Salina Cruz,

Santo Domingo Tehuantepec, Escárcega, Heroica Zitácuaro, Matías Romero Avendaño,

Chilapa de Álvarez, Actopan, Pátzcuaro, Coatzintla, Poza Rica de Hidalgo y en todas

las localidades urbanas de la región indígena Tuxtlas, Popoluca-Náhuatl de Veracruz

(excepto Cosoleacaque). En Ébano fue tan importante, que obtuvo el porcentaje más

alto de PEA indígena ocupada. En cambio, el porcentaje de indígenas en el ambulantaje

fue casi igual al del total en Miahuatlán de Porfirio Díaz, y menor en Progreso y Paracho

de Verduzco. No los hubo en Frontera, Ocuiltzapotlán y Motozintla de Mendoza.

El servicio doméstico desempeñado por indígenas no apareció en Frontera,

Ocuiltzapotlán, Motozintla de Mendoza y Lerma de Villada; fue menor al total en

Ixtaczoquitlán y Macuspana y muy sobresaliente en Ciudad Valles, Ébano,

Tamazunchale, Tantoyuca, Salina Cruz, Campeche, Champotón, Escárcega, Felipe

Carrillo Puerto, Chetumal, Oxkutzcab, Huatabampo, Ometepec, Actopan, Pátzcuaro,

Ocosingo, Tenosique, Acayucan, Santa Cruz Xoxocotlán y todas las localidades

urbanas de la región indígena Sierra Norte de Puebla y Totonacapan (excepto

Teziutlán, donde los indígenas se ocupan principalmente en la industria de la

confección). En Progreso fue la ocupación principal de la PEA indígena.

El trabajo docente fue la ocupación más relevante entre la población indígena en

Huejutla de Reyes, Heroica Guaymas, Atlacomulco de Fabela, Heroica Zitácuaro,

Huajuapan de León, Tlapa de Comonfort, Pátzcuaro y Ocosingo y sobresalió en San

Cristóbal de Las Casas, Miahuatlán de Porfirio Díaz, Frontera, Macuspana,

Ocuiltzapotlán, Tamazunchale, Esperanza, Heroica, Chilapa de Álvarez, Ometepec, Los

Reyes de Salgado, Palenque, Huauchinango, Zacatlán, papantla de Olarte, Coatzintla,

Las Choapas, Minatitlán y Oaxaca de Juárez. Porcentajes similares de profesores entre

la PEA indígena y la PEA total hubo en Umán y Progreso. El porcentaje de indígenas

fue menor al del total de la PEA en Álamo, Cozumel, Cancún, Playa del Carmen,

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 80

Kanasín, Motul de Carrillo Puerto y Poza Rica de Hidalgo, y no apareció como opción

laboral entre los indígenas de Ajalpan, Ixtaczoquitlán y Tres Valles.

2.3 Tipología de las ciudades en regiones indígenas Hemos aportado elementos generales que podrían apoyar una tipología de las ciudades

en regiones indígenas11. No obstante, como hemos señalado, no hay criterios definidos

sobre la importancia que cada uno de ellos puede tener para conocer con detalle el

desarrollo urbano, en especial el de las ciudades pequeñas (que forman el grueso de

las que estamos considerando en este estudio). De ahí que en los siguientes párrafos

revisaremos la tipología que propusimos en el protocolo de investigación (cuyas

características serán presentadas en formato de cursivas) a la luz de los cambios

recientes en la conformació territorial de las ocupaciones. La tipología tentativa

consideraba, en relación a las funciones generales que las ciudades desempeñan en su

región, tres tipos y dos subtipos:

A. Ciudades regionales

B. Ciudades industriales

C. Ciudades polos de atracción masiva de mano de obra, que se subdividen en dos

subtipos:

11 La focalización de las políticas públicas para la población indígena en ciudades requiere de la mayor precisión posible en la localización de esta población dentro de los centros urbanos. Desafortunadamente, para la georreferenciación de los datos censales respecto a la población indígena, por el momento sólo existe la aplicación SCINCE Áreas Conurbadas, 2000, del Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Informática (INEGI). Para varias de las áreas conurbadas en regiones indígenas pudimos contar con el apoyo del citado SCINCE (Sistema para la consulta de información censal) para la elaboración de planos de distribución de la población indígena, que presentamos en el Anexo Apoyos gráficos para la localización de la población indígena en las ciudades de regiones indígenas y sus condiciones socioeconómicas. Para todas las demás localidades de interés no fue posible hacer esta localización, porque en los SCINCES que INEGI ha elaborado sobre las distintas entidades federativas del país no se incluyó el indicador hablantes de lenguas indígenas, por lo que la mapificación de los indicadores socioeconómicos solamente puede hacerse a nivel de la población total de las AGEB, sin distinguir el peso absoluto o relativo de la población hablante de lenguas indígenas en ellas. No obstante, la georreferenciación de los datos sociodemográficos podrá, en un futuro, combinarse con la información que la Dirección de Información e Indicadores de la CDI está elaborando con base en la integración territorial del INEGI. Por otra parte, los planos que presenta CONAPO (CONAPO, 2003) para la identificación de los índices de marginalidad en ciudades considera únicamente a las poblaciones mayores, entre las que solamente están 11 de las que nos interesan. Como anexo gráfico a este reporte preliminar (Anexo Apoyos gráficos para la localización de la población indígena en las ciudades de regiones indígenas y sus condiciones socioeconómicas) también presentamos los planos con índices de marginalidad de las once ciudades que aparecen en la publicación de CONAPO y un juego de planos con indicadores sociodemográficos de las AGEB de las ciudades de interés, que pueden servir de base para conocer la estructura social de la ciudad, y muy probablemente servirán a los operadores de la acción indigenista en las ciudades correspondientes para identificar las condiciones socioeconómicas de las zonas en las que se encuentra la población indígena.

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 81

C.1 Ciudades turísticas tipo FONATUR

C.2 Ciudades en regiones de atracción de mano de obra agrícola.

A la tipología anterior agregamos ahora un tipo más:

D. De crecimiento local, en el que incluimos a localidades urbanas que concentran a

los productores primarios, sin un papel relevante a nivel del entorno rural.

A. Las ciudades regionales son aquellas en las que la población urbana basa la mayor

parte de sus actividades económicas en su relación con el área rural circundante, y son

sede de los representantes del poder regional (o, en su caso, representantes del poder

nacional como delegados de éste en la región). La presencia de estos grupos en una

ciudad es lo que determina que actúe como núcleo para la integración de las relaciones

sociales interregionales, a la vez que como punto intermedio para la articulación de la

región con el nivel nacional. Las localidades indígenas del área que circunda a las

ciudades regionales se encuentran subordinadas, en los aspectos económico, social,

jurídico y político, a la población de estos centros rectores, quienes determinan las

líneas de producción y los canales de comercialización, por lo que influyen en la vida

interna y económica de las comunidades rurales de su hinterland.12

Es en regiones con este tipo de ciudad donde la especialización de la

producción, el intercambio de bienes y los factores políticos juegan un papel decisivo en

la conformación de la dinámica regional. Otros elementos vinculados a los sistemas

culturales, como las fiestas y peregrinaciones constituyen mecanismos sociales que

refuerzan las redes de relaciones, así como el intercambio de bienes y servicios.

Al analizar los cambios ocupacionales en los últimos 25 años, consideramos que

las funciones de las ciudades regionales se han modificado junto al decrecimiento de la

importancia de la producción agropecuaria en el país, en el sentido de que los grupos

económicos con más poder de decisión en las ciudades han modificado su posición en

el comercio regional dando mayor peso a la venta de mercancías recibidas de otras

partes del país que a la compra de la producción agropecuaria regional, dejando, por

tanto, de influir en la elección de la producción regional. No obstante, en estas ciudades

el comercio sigue siendo una de las funciones centrales de la relación de la ciudad con

su hinterland. Este tipo de ciudad sigue dependiendo de los aportes económicos de la

12 Los especialistas en estudios urbanos nombran como hinterland al área de influencia directa de una ciudad.

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 82

población no urbana de la región que, en muchos casos depende más de los envíos de

dinero de sus jornaleros migrantes que de la producción local. En varias de las ciudades

regionales se ha agregado un nuevo grupo ocupacional relevante, el de quienes prestan

el servicio educativo en las comunidades cercanas, que resalta más si comparamos los

porcentajes de PEA ocupada en el sector educación en el conjunto de localidades del

mismo tamaño con estas ciudades regionales en regiones indígena. El personal

docente concentrado en la localidad urbana representa un elemento que dinamiza el

comercio y los servicios de la ciudad gracias al poder de compra que le aportan sus

ingresos fijos.

B. Las ciudades industriales, a diferencia de las ciudades regionales, desarrollan su

economía en forma independiente de la economía del área rural circundante. Las

principales relaciones de sus grupos predominantes son con otros centros industriales y

con los principales centros de consumo. No obstante, las posibilidades de empleo en

estas ciudades industriales las relaciona con la población rural circundante,

fundamentalmente por la migración laboral. Como centros urbanos, los servicios

comerciales, político-administrativos y de recreación que ofrecen estas ciudades son

también utilizados por la población rural del hinterland.

Algunas de estas ciudades industriales en regiones indígenas son pueblos

indígenas que se han convertido en tales, sea por desarrollo propio, como Ticul, o por

inversiones foráneas, como Altepexi en la zona de influencia industrial de Tehuacán.

El tipo propuesto en el protocolo de investigación mantiene sus características.

Lo que agregamos ahora es la comprobación de que la extensión de las empresas

maquiladoras de bienes de consumo a muchas localidades de las regiones indígenas,

con la característica de ocupar una mayoría de mano de obra de las localidades no

urbanas cercanas, en lo que podríamos llamar una “migración laboral cotidiana”,

semejante a lo que en lengua inglesa se conoce como commuting. Nuevamente, como

en las ciudades regionales, los ingresos obtenidos por actividades económicas fuera de

las localidades rurales y mixtas –en este caso, los salarios de las maquiladoras-

benefician a la ciudad por la demanda de bienes y servicios concentrados en ellas.

C. Entre las ciudades polo de atracción masiva de mano de obra, el subtipo C.1

Ciudad turística de desarrollo FONATUR también desarrolla su economía en forma

independiente de la economía del área rural circundante.

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 83

Las principales relaciones de sus grupos predominantes son fundamentalmente con

empresas transnacionales. No obstante, su peso fundamental en la ocupación de la

mano de obra de la región modifica sustancialmente la vida interna de las comunidades

de su área de influencia. Algunas de estas ciudades se han convertido en polos de

atracción masiva de mano de obra, como Cancún, pero otras no tuvieron el mismo

desarrollo, como es el caso de Huatulco.

El subtipo C.2 Ciudad en región de atracción de mano de obra agrícola, por su

parte, tiene estrecha relación con el hinterland, donde se obtienen los productos de

exportación que dan dinamismo a la región. Algunas de estas ciudades surgen del

asentamiento permanente por el que ha optado la mano de obra antes estacional

(jornaleros agrícolas), creando localidades que diversifican su estructura ocupacional,

por lo que, además de trabajadores agrícolas, se ofrecen puestos de trabajador

industrial y se desarrollan el comercio y los servicios.

En cualquiera de los casos señalados, entre la ciudad y su hinterland se

establecen redes de relaciones sociales que inciden en la dinámica regional, y una parte

de las funciones de la primera es la oferta de espacios de trabajo. No obstante, es de

esperar que la estructura económica de cada uno de los tipos y subtipos de ciudad que

estamos delineando sea diferente, ofreciendo a la población indígena que en ellas vive,

y a la de la región que las rodea, diferentes oportunidades de empleo y diferentes

servicios.

Este tipo de ciudad, y sus subtipos, se mantienen con las características

señaladas.

D. De crecimiento local. Son localidades que han crecido demográficamente por la

concentración en ellas de los productores rurales del entorno, pero que por su

localización cercana a otros centros urbanos que desempeñan funciones regionales no

desarrollan actividades de importancia para el hinterland.

A continuación presentamos un cuadro (Cuadro 7) que resume los elementos

que permiten proponer una tipología de las ciudades en regiones indígenas, aunque

debemos advertir que la tipología presentada tiene debilidades semejantes a las que

realizan los demógrafos a partir de los datos estadísticos, y requiere ser comprobada o

modificada con información de campo actualizada de las regiones en las que están

enclavadas las ciudades.

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 62

Los cuadros permiten apreciar que, al igual que en el resto del país, el proceso

de urbanización en las regiones indígenas fue creciente en la segunda mitad del siglo

XX. Y, si bien a mediados de ese siglo cuatro de las 20 ciudades eran capitales

estatales (Villahermosa, Campeche, Mérida y Oaxaca), o ciudades que desde el siglo

XIX habían sido centros económicos o administrativos de importancia desde el siglo XIX

(por ejemplo, San Cristóbal de Las Casas, Orizaba, Tapachula de Córdova y Ordóñez,

Papantla de Olarte) o las nuevas localidades de la entonces dinámica industria petrolera

(Minatitlán, Poza Rica de Hidalgo), a partir de 1960 el crecimiento demográfico en estas

regiones dio lugar al surgimiento de 59 nuevas ciudades, permitiendo que regiones

antes carentes de localidades urbanas, como la mayoría de las del Estado de Oaxaca,

cuenten con ellas en 2005.

En regiones indígenas que no contaban con localidades del rango poblacional

de ciudad en 1960, algunas localidades rurales fueron creciendo hasta rebasar el

mínimo de 15,000 habitantes en las siguientes fechas (Cuadro 3.1):

� entre 1960 y 1970: en la región Chinanteca

� entre 1970 y 1980: en las regiones Mixe, Mixteca, Otomí de Hidalgo y Querétaro y

Selva Lacandona

� entre 1980 y 1990: en la región Montaña de Guerrero, y

� entre 1990 y 1995: en la región Costa y Sierra Sur de Oaxaca.

La década 1980-1990, que fue de intensa urbanización en el país debido a la

emigración del campo a las ciudades a consecuencia no del crecimiento económico de

los centros urbanos, sino de la crisis económica del país que afectó con más fuerza al

campo, fue muy importante en el proceso de urbanización en regiones indígenas.

Surgieron 11 nuevas localidades urbanas y cinco que hoy día forman parte de la

conurbación de un área metropolitana. Al mismo tiempo, las tasas de crecimiento de 21

ciudades en regiones indígenas fueron superiores al crecimiento urbano nacional (2

puntos porcentuales más) (Cuadro 3).

En los 15 años transcurridos entre 1990 y 2005, dieciséis localidades rurales

(Las Rosas, Puerto Escondido, Miahuatlán de Porfirio Díaz, Altepexi, Motozintla de

Mendoza, Felipe Carrillo Puerto, Playa del Carmen, Izamal, Peto, Atlacomulco de

Fabela, Heroica Ciudad de Tlaxiaco, Ometepec, Paracho de Verduzco, Ocosingo, Las

Margaritas y Yajalón) pasaron el rango mínimo para ser consideradas ciudades y ocho

más crecieron por conurbación con alguna zona metropolitana (Ixtaczoquitlán,

Ocuiltzapotlán, Parrilla Primera Sección, Lerma de Villada, Villa Cuauhtémoc, Poza Rica

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 63

municipio de Papantla, Minatitlán municipio de Cosoleacaque y Santa María Atzompa)

con lo que rebasaron el rango mínimo de 15,000 habitantes; cinco ciudades cambiaron

del rango de pequeñas con menos de 50,000 habitantes a pequeñas con más de

50,000 (Cozumel, Pátzcuaro, Huauchinango, Teziutlán y Papantla de Olarte); cuatro

cambiaron de pequeñas a medias (San Cristóbal de Las Casas, Ciudad Valles,

Chetumal y Navojoa) y Cancún permaneció en el rango de ciudad media, pero rebasó la

población que tanto Sobrino como SEDESOL-CAM-SAM consideran importante como

diferencia entre las medias -450,000 y 500,000 respectivamente. Por otra parte, en dos

ciudades disminuyó la población en números absolutos entre 1990 y 2005 (Ébano y Las

Choapas) así como en la localidad conurbada de Villa Cuauhtémoc que incluso perdió

el rango de ciudad en el año 2005, y en Progreso la población disminuyó en números

absolutos entre 2000 y 2005 (Cuadro 3 y Gráficas 2).

Entre 2000 y 2005, dos ciudades pasaron del rango de pequeñas a medias:

Playa del Carmen, con un incremento quinquenal de más de 50,000 habitantes y

Navojoa, con un incremento de más de 5,000 habitantes; otras perdieron población:

Tres Valles, Motozintla, Ébano, Salina Cruz, Progreso, Huatabampo, Matías Romero

Avendaño, Los Reyes de Salgado y Las Choapas, en decrementos absolutos que

varían entre 28 en Ébano y más de 8,000 habitantes en Progreso (Cuadro 3 y Gráficas

2).

Con el fin de obtener un panorama más preciso sobre las tendencias recientes

del crecimiento de las localidades urbanas en regiones indígenas, las ordenamos por

tamaño de la localidad en el año 2000, y elaboramos gráficas con sus tasas de

crecimiento para los períodos 1990-2000 y 2000-20054 (Gráficas 3.1 y 3.2).

Los rangos para 1990-2000 fueron:

� entre 13,000 y 14,999 habitantes en 20005: 4 localidades

� entre 15,000 y 99,999 habitantes en 2000: 59 localidades

� 100,000 y más habitantes en 2000 (excluyendo las zonas metropolitanas)6: 10

localidades

4 Para el período 1990-2000 Anzaldo (2003) desglosa las tasas por localidades que no eran urbanas en 1990 y lo fueron en 2000, ciudades pequeñas, ciudades medianas y ciudades grandes. Para el período 2000-2005, Anzaldo Gómez y Rivera Vázquez (2006) no incluyen la categoría de localidaes que no eran urbanas en la fecha previa, pero lo fueron en 2005. 5 En los cuadros y gráficas de tasas de crecimiento incluimos a localidades con menos de 15,000 habitantes en 1980, 1990, 1995 y 2000, que en 2005 ya habían rebasado el rango poblacional de 15,000 habitantes, por eso establecimos el primer rango entre 13,000 y 19,999 habitantes.

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 64

Los rangos para 2000-2005 fueron:

� entre 15,000 y 99,999 habitantes en 2000: 59 localidades

� 100,000 y más habitantes en 2000 (excluyendo las zonas metropolitanas)7: 10

localidades

El ejercicio resultó ilustrativo, ya que resalta las diferencias en la dinámica

demográfica de las ciudades en los dos períodos seleccionados, comparándolos con el

promedio de crecimiento demográfico a nivel nacional de ese tamaño de ciudad.

Algunas ciudades crecieron más que el promedio nacional en ambos períodos, y vale

destacar por región indígena aquellas en las que todas sus localidades urbanas lo

hicieron: Altos de Chiapas, Selva Lacandona (excepto Tenosique de Pino Suárez, cuya

dinámica socioeconómica está más vinculada al Estado de Tabasco que, como vimos

antes, mostró bajos desempeños), Costa y Sierra Sur de Oaxaca, Montaña de Guerrero

y la vertiente poblana de la región Cuicatlán, Mazateca, Tehuacán y Zongolica. Contra

lo que se podía esperar si nos apegamos al pronóstico de SEDESOL-CAM-SAM, son

ciudades de las regiones indígenas que están más lejos de los flujos económicos

previstos (Plano 5). También mostraron alto crecimiento demográfico algunas de las

ciudades en la región indígena Maya, no solamente las turísticas del Caribe, también

Champotón, Felipe Carrillo Puerto, Hunucmá, Ticul y Valladolid. En otras regiones

solamente una ciudad mantuvo un crecimiento significativo en los quince años

considerados: San Juan Bautista Tuxtepec en la Chinanteca (a diferencia del declive en

Tres Valles); Macuspana en la Chontal de Tabasco; Juchitán de Zaragoza en la región

Istmo (única que rebasó levemente el promedio nacional en los dos períodos, a

diferencia de las otras tres localidades urbanas de esta región); Esperanza en la Mayo-

Yaqui; Heroica Ciudad de Tlaxiaco en la Mixteca y Huauchinango, Teziutlán y Zacatlán

en la región Sierra Norte de Puebla y Totonacapan.

Las regiones indígenas en el centro del Estado de Chiapas: Selva y Altos de

Chiapas (Gráficas 2) no solamente vieron el crecimiento de cuatro localidades mixtas

hasta convertirse en ciudades, éstas también mantuvieron crecimientos demográficos

6 Las localidades que en 2000 estaban conurbadas con alguna zona metropolitana fueron agrupadas por zona metropolitana, independientemente de su total de población en 2000. 7 Las localidades que en 2000 estaban conurbadas con alguna zona metropolitana fueron agrupadas por zona metropolitana, independientemente de su total de población en 2000.

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 65

sostenidos en los últimos 25 años. Lo mismo aconteció en las regiones Costa y Sierra

Sur de Oaxaca y Montaña de Guerrero (cuadro 3).

Las ciudades no metropolitanas de otras regiones indígenas: Huasteca,

Mazahua-Otomí, Mixe, Otomí de Hidalgo y Querétaro, Tuxtlas, Popoluca-Náhuatl de

Veracruz y Purépecha, en cambio, mostraron débil crecimiento demográfico (menor al

promedio nacional de ciudades de su mismo tamaño, o decrecimiento de su población).

Por otra parte, si, como dicen los especialistas, las ciudades de 50,000 y más

habitantes marcan una diferencia fundamental para las posibilidades de mejorar su

desempeño socioeconómico, tendríamos algunas regiones indígenas en las que no

existen núcleos con estas características, como son Costa y Sierra Sur de Oaxaca,

Mixe, Mixteca, Montaña de Guerrero, Otomí de Hidalgo y Querétaro y Selva Lacandona.

No obstante, esta última región, junto con la de Altos de Chiapas, mantuvo una tasa alta

de crecimiento de sus ciudades en el quinquenio 2000-2005.

La discrepancia entre la importancia de los flujos económicos internacionales para

prever el crecimiento urbano en el país y lo que aconteció en las ciudades pequeñas de

las regiones indígenas alejadas de esas rutas debe buscar otra explicación. A partir de

la década de los setenta, el modelo de producción del sistema capitalista ha cambiado,

conociéndose como flexibilización a sus nuevas características: cambios en los

procesos del trabajo, innovaciones tecnológicas, desintegración de la verticalidad en la

producción y flujos de información. Este cambio ha ocasionado una nueva división

internacional del trabajo, la internacionalización de la economía, y la mundialización de

las ciudades. El neoliberalismo alcanzó su apogeo desde finales de los años ochenta, y

se “debe en gran medida al nuevo vigor del capitalismo internacional y a las fuerzas

sociales e institucionales que lo sostienen, tales como el Fondo Monetario Internacional

y el Banco Mundial. Sin embargo, la liberalización de las economías fomentada por el

neoliberalismo y los efectos de la crisis de la deuda pública no han propiciado un

desarrollo positivo en los países del Tercer Mundo, donde se han agravado los

problemas de pobreza, desempleo, empleos temporales e informales y deterioro

ambiental” (Sobrino, 2003a: 122). El proceso neoliberal ha presentado, entre otras

características, que el sector terciario se convierta en el factor de mayor dinamismo en

la producción, a lo que se conoce como era posindustrial, lo cual genera tres niveles:

cambios en referentes a qué se hace, enfatizando la información como elemento de

control social, para la eficiencia de los negocios y la innovación tecnológica; cambios en

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 66

la forma del trabajo, donde se incrementan los trabajadores de cuello blanco sobre los

de cuello azul; y cambios en el dónde se hace, es decir, en los contextos intra e

interurbanos en donde se lleva a cabo la producción. Todos estos elementos tienen una

importancia en el impulso que se da a las ciudades medias y pequeñas.

Las ventajas urbanas para el establecimiento y el crecimiento de las actividades

de la industria deben considerar las economías de escala, es decir, conocer el tamaño

medio de las empresas establecidas; analizar la eficiencia de los factores, que es la

relación entre la productividad del capital y el trabajo, así como la efectividad de la

inversión. Estos elementos pueden ayudar a comprender algunas de las ventajas que

encuentran distintas firmas en establecerse en una ciudad, así como de los estímulos

que den las autoridades federales y estatales.

Retomaremos el tema de las ventajas urbanas, así como las ventajas de

localización cuando analicemos la estructura ocupacional de las ciudades en regiones

indígenas. Por lo pronto, analizaremos la capacidad local de las finanzas municipales

para fomentar las condiciones de competitividad.

2.2.3 Las finanzas municipales y las condiciones de competitividad de las

ciudades

Los especialistas en desarrollo urbano consultados insisten en la importancia de los

apoyos financieros por parte de la federación y de los estados para posicionar a las

ciudades en el nuevo entorno competitivo. Respecto a la importancia de los

financiamientos federales y estatales, hicimos un ejercicio para analizar las

posibilidades que las finanzas municipales tendrían para el desarrollo de sus ciudades.

Utilizando el modelo de análisis de las finanzas municipales realizado por Cabrero

Mendoza y Orihuela Jurado en: “Finanzas en municipios urbanos de México. Un análisis

de los nuevos retos en la gestión de las haciendas locales (1978-1998)”. Hemos

elaborado un análisis comparativo de las finanzas públicas municipales durante el 2005,

de algunas de las ciudades estudiadas en esta investigación (Cuadro 4). Esto con la

intención de entender el impacto que puede tener la gestión de las finazas públicas en

relación con el desarrollo social y económico de las localidades urbanas.

Los datos se han establecido por municipios (debido a que este es el nivel

mínimo de operación del presupuesto). Se tomaron en cuenta aquellos municipios que

albergan las localidades urbanas pertinentes a esta investigación; sin embargo, no

todos los municipios requeridos están incluidos en nuestra fuente (INEGI, 2007).

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 67

Para el análisis tomamos en cuenta tres indicadores financieros “que nos dan

información sobre los niveles de esfuerzo fiscal, de autonomía financiera, de eficiencia

en el gasto municipal y de endeudamiento” (Cabrero Mendoza y Orihuela Jurado,

2002:193).

1. Capacidad o dependencia financiera. Muestra la relación entre los

ingresos propios y el gasto corriente, así como la relación entre participaciones

federales y el gasto total. A mayor capacidad financiera, mayor autosuficiencia y

equilibrio de gasto

2. Inversión municipal. Porcentaje del gasto dedicado a la inversión pública.

3. Apalancamiento financiero. Peso de la contratación de deuda en el total

de ingresos (Cabrero Mendoza y Orihuela Jurado, 2002: 193).

En general podemos observar que se comprueba la tendencia de la que nos

hablan Cabrero Mendoza y Orihuela Jurado sobre la dependencia financiera de los

municipios hacia otras instancias superiores de gobierno.

La percepción de ingresos propios (el los cuales agrupamos los rubros de:

impuestos, derechos, productos, aprovechamientos y contribución de mejoras) de los

diferentes municipios es en todos los casos menor a su gasto corriente (servicios

personales, materiales y suministros y servicios generales), excepto en el municipio de

Solidaridad (al que pertenece la ciudad de Playa del Carmen, Quintana Roo) en donde

los ingresos propios ascienden a 73.09%, mientras que el gasto corriente es del

52.31%. Esto nos indica que el municipio de Solidaridad es capaz de cubrir sus gastos

administrativos por si mismo, mientras que los demás municipios dependen en gran

medida de las participaciones y aportaciones federales y estatales. La relación que

mantiene el municipio de Solidaridad entre sus ingresos propios y su gasto corriente,

nos habla de una gran independencia financiera de otros niveles de gobierno, de su

autonomía en lo que se refiere a la inversión en obras públicas y de su capacidad para

mantener una hacienda sana.

En cuanto a lo que respecta a los demás municipios, podemos decir, a partir de

la división de las ciudades por tamaño (ciudades pequeñas de 15,000 a 49,000 y de

50,000 a 99,999; ciudades medias de 100,000 a 999,999; zonas metropolitanas), que

las ciudades más pequeñas presentan una mayor dependencia de sus finanzas a las

aportaciones externas; su capacidad para recaudar ingresos por cuenta propia es

menor que la de las ciudades medias en las cuales hay un mayor equilibrio entre sus

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 68

ingresos propios y su gasto corriente. En cuanto las ciudades más grandes, aunque su

capacidad para recaudar ingresos es mayor, también su gasto corriente lo es.

La crisis ocurrida durante 1995 en la caída de captación de ingresos propios

parece continuar. Cabrero Mendoza y Orihuela Jurado nos hablan de que esta crisis

tiene en gran parte que ver con las transferencias del ramo 338 o Fondo de aportaciones

federales, el cual buscaba descentralizar el sistema fiscal:

En la última fase estudiada (1995-1998) se observa una aparente regresión; parecería que como efecto de la crisis económica de 1995 los municipios urbanos repliegan su estrategia fiscal expansiva de captación de mayores recursos propios y de hecho con la aparición de nuevas transferencias (ramo 26 y luego ramo 33) se inhibe la búsqueda de ingresos directos vía un mayor esfuerzo fiscal (Cabrero Mendoza y Orihuela Jurado, 2002: 175). A partir de 1998, producto de las reformas al sistema de transferencias, se

incorporaron en el sistema de Egresos de la Federación y en el Capítulo V de la Ley de

Coordinación Fiscal, los Fondos de Aportaciones Federales. Este ramo transfirió

recursos del presupuesto federal a los estados, destinados a la atención de

responsabilidades que la Federación les trasladó con anterioridad por vía de convenios.

Igualmente se incluyeron recursos que eran canalizados a los gobiernos subnacionales

para construcción de infraestructura básica por medio de los Convenios de Desarrollo

Social. Finalmente se añadieron recursos para la atención de problemas de seguridad

pública, educación tecnológica y de adultos” (Origen y funcionamiento del ramo 33). En

total son siete los fondos que componen el ramo 33: Fondo de Aportaciones para la

Educación Básica (FAEB); Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA);

Fondo de aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS); Fondo de Aportaciones

para el Fortalecimiento de los Municipios y las Demarcaciones Territoriales del Distrito

Federal (FORTAMUN-DF); Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM); Fondo de

Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos (FAETA) y Fondo de

Aportaciones para la Seguridad Pública de los Estados y del Distrito Federal (FASP).

Sin embargo, esta disposición no ha sido muy efectiva en su objetivo de

descentralización, pues el hecho de que las aportaciones federales sean el ingreso

mayor en casi todos los municipios ha hecho que éstos sean menos eficientes en su 8 El ramo 33 ha sufrido modificaciones desde su creación. En 2006, el Ramo 33 consiste en aportaciones federales para estados y municipios, contemplados en el capítulos V de la LCF, publicado en el Diario Oficial de la Federación de fecha 29 de diciembre de 1997, conformado por cinco fondos, dos de los cuales están orientados al fortalecimiento del municipio y son: 1. Fondo para la infraestructura social municipal, derivado del fondo de aportaciones para la infraestructura social. 2. Fondo de aportaciones para el fortalecimiento a los municipios.

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 69

recaudación de ingresos propios. Además de lo anterior, la normatividad para la

aplicación de los Fondos de Aportación no es muy clara, de hecho en algunos fondos

como el FAEB no hay una ley que establezca los criterios de distribución, sin mencionar

que dentro de los registros de Egresos que aparecen en nuestra fuente (INEGI, 2007)

no existe ningún rubro que indique en qué han sido utilizados estos fondos, por lo que

medir el impacto real que tienen en la población y el uso per cápita de estos ingresos se

dificulta. También habría que cuestionarse que tanto de la asignación de estos recursos

corresponde a las necesidades de la población y qué tanto de estos fondos es

empleado para cubrir las necesidades presupuestales de los municipios en cuanto a

gasto corriente.

En lo que respecta a la inversión municipal, en la relación entre gasto corriente y

gasto de inversión (aquí se agrupan los rubros de: Adquisición de Bienes Muebles e

Inmuebles, Obras Públicas y Acciones e Inversión Financiera) se observa una mejoría

en la relación entre estos dos tipos de gastos. En general esa tendencia de la que

hablan Cabrero Mendoza y Orihuela Jurado en la cual tienden a separarse las curvas

de gasto corriente y gasto de inversión, ha disminuido; se puede ver un aumento en el

gasto de inversión sobre todo en lo que respecta al rubro de Obras Públicas y Acciones.

Son las ciudades pequeñas las que han tenido una mayor recuperación; el gasto

corriente en relación al gasto de inversión es en promedio 1/2 a 1, e incluso en algunos

municipios como Macuspana se encuentra 1 a 2; en Huauchinango, Motozintla y Centla9

el gasto de inversión es un tanto superior al gasto corriente, y en el caso de Tantoyuca

la relación es 1 a 4 (71.67% de gastos de inversión del total de egresos); también

existen municipios como Huatabampo en donde la relación es de 3 a 1 (el gasto

corriente es del 63.05%, mientras que, el gasto de inversión es del 17.4%). Sin

embargo, también es cierto que en estas ciudades los ingresos por parte de los rubros

de Participaciones y Aportaciones también son mayores. Habría que esperar para ver si

estos gastos de inversión se convierten en mejores condiciones de vida para la

población.

En las ciudades medias la relación del gasto corriente con el gasto de inversión

es en promedio 2 a 1; hay un detrimento del gasto de inversión en relación con el gasto

corriente, un ejemplo de esto es el municipio de Uruapan en donde la relación es 3 a 1

(54.23% de gasto corriente por 15.58% de gasto de inversión). 9 Se seleccionaron algunos municipios, los que se agruparon los rubros tanto de Ingresos como de Egresos, en cuatro indicadores: Ingresos propios, Participaciones y Aportaciones, Gasto Corriente, Inversión y Deuda Pública.

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 70

Es en el caso de las ciudades más grandes donde se nota más un detrimento en

el gasto de inversión, esto debido a que los requerimientos de los gastos administrativos

son a la vez mayores. Un ejemplo de esto es el caso Orizaba en donde la relación es 4

a 1 (76.66% de gasto corriente por 16.3% de gasto de inversión) o el caso de Oaxaca

de Juárez, donde la relación es de 3 a 1 (71.05% por 22.19%) y el caso más grave, el

del municipio de Guaymas en donde la relación es 6 a 1 (77.08% por 12.39%).

En lo que se refiere al Apalancamiento financiero, el promedio de

endeudamiento de los municipios aquí estudiados el del 4.25% por lo que en relación a

los periodos analizados por Cabrero, podemos concluir (al menos en lo que respecta a

los municipios aquí contemplados) que hay una reducción del endeudamiento de los

municipios; de hecho habría una reducción importante en comparación con el

porcentaje de deuda después de la crisis del 95%.

Son las ciudades medias las que mantienen un mayor endeudamiento; como en

el caso de Uruapan en donde su porcentaje de la Deuda Pública del total de Egresos es

del 14.58% y Navojoa con el 28.72% (municipio con el porcentaje más alto de

endeudamiento).

Por último, un apartado especial merecen los municipios en donde se localizan

las ciudades turísticas de nuestra investigación, su comportamiento se diferencia en

algunos aspectos del resto de los municipios. El caso más significativo es el del

municipio de Solidaridad que, como se mencionó anteriormente, es el único capaz de

satisfacer su gasto corriente por si mismo, sin tener que depender de las Participaciones

del gobierno federal; también mantiene un buen porcentaje de Gastos de inversión

20.32%; Benito Juárez (Cancún, Quintana Roo) destaca por el porcentaje del rubro de

Financiamiento (30.66%, el mayor de todos los municipios), aunque cabe destacar que

su porcentaje de Deuda Pública, también es uno de lo más altos y Cozumel, para el que

se observa mayor dependencia financiera, pues el monto de su gasto corriente es el

doble que el de sus ingresos propios (68.92% por 29.24%), también en este municipio el

porcentaje del rubro de Financiamiento es alto 20.57%, aunque aquí el gasto en Deuda

Pública es del 0%.

Podemos concluir que, en general, hay una gran dependencia de los municipios

respecto a los apoyos del gobierno federal; su mayor porcentaje de ingresos provienen

de los rubros de Participaciones y Aportaciones. Además de no ser capaces de

mantener sus finanzas por sí mismos, podemos ver que la mayor parte de lo ingresos

se destina a pagar sueldos, materiales y suministros de las estructuras administrativas,

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 71

lo que deja a la inversión y al mejoramiento de la infraestructura municipal en último

lugar.

En cuanto a la aplicación de los ingresos a los programas para los cuales está

destinado el rubro de Participación, quedan serias dudas de su “correcta” aplicación: en

primer lugar, no existe un informe detallado de la aplicación de los fondos, ni siquiera

como un rubro en general; al observar la relaciones entre el gasto corriente y los

ingresos propios dentro del municipio, podemos observar claramente que es necesario

recurrir a otros rubros de ingresos (entre ellos el de Participación) para cubrir los

egresos referentes a las áreas administrativas. Es decir, que gran parte de los ingresos

de los municipios se destinan para mantener las estructuras administrativas, dejando

muy poco para invertir en infraestructura o programas sociales; aunque el ingreso

proveniente del gobierno federal aumente, los administradores públicos no son

capacitados para mantener una eficiente y sana distribución de los recursos.

Por lo anterior, el impacto de las Participaciones en las condiciones sociales,

económicas y de infraestructura de las localidades que integran el municipio es mínimo.

Los Ingresos de los municipios no alcanzan para cubrir las necesidades de éstos,

incluso se podría decir que en ocasiones ni siquiera cubren necesidades inmediatas

más allá del gasto corriente. Los municipios y sus ciudades crecen, al igual que las

estructuras burocráticas lo que repercute en que el gasto se incremente, pero esta

complejización no va acompañada de la capacidad para administrar sus recursos.

La debilidad financiera de los municipios permite cuestionar la viabilidad que

tendría plantear programas de apoyo a los derechos de la población indígena en este

nivel de la administración.

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 72

Cuadro 4. Finanzas municipales. Ejemplos de municipios según tamaño de sus ciudades, 2005. INGRESOS EGRESOS

Municipio Ingresos Propios. Participaciones y Aportaciones.

Gasto Corriente.

Inversión. Deuda Pública

Ciudades pequeñas Centla. 1.75% 90.43% 36.26% 41.93% 0% Macuspana. 4.13% 79.63 23.89% 44% 0% Motozintla. 1.82% 98% 25.34% 35.14% 0% Huejutla. 3.01% 91.82% 57.98% 33.13% 0% Tantoyuca. 3.92% 91.95% 17.43% 71.67% 0.85% Huatabampo. 13.79% 81.34% 63.05% 17.4% 5.03% Atlacomulco. 26.39% 65.62% 66.93% 27.83 2.83% San Juan Bautista Tuxtepec.

17.64% 75.34% 54.32% 42.22% 0%

Cozumel. 29.24% 50.19% 68.92% 19.18% 0% Zitácuaro. 16.54% 84.22% 47.67% 37.56% 1.43% Huauchinango. 5.46% 92.59 33.48% 41.18% 2.57% Teziutlán. 18.87% 60.04% 39.29% 43.70% 11.86%

Ciudades medias San Cristóbal de Las Casas.

16.01% 83.05% 57.39% 29.32% 2.25%

Tehuacán. 19.65% 77.86% 49.14% 21.36% 6.57% Ciudad Valles. 11.15% 76.66% 44.24 14.71% 6.04% Othón P. Blanco. 20.26% 76.93% 69.9% 24.24% 0.69%

Ciudades metropolitanas Orizaba. 20.22% 72.64% 76.66% 16.3% 0% Minatitlán. 14.40% 76.21% 53.08% 45.13% 0% Mérida. 25.95% 68.67% 49.47% 29.92% 0.71% Guaymas. 29.72% 65.27% 77.08% 12.39% 8.18% Oaxaca de Juárez. 21.95% 78.03% 71.05% 22.10% 0.00%

Ciudades turísticas Benito Juárez. 40.58% 26.83% 58.88% 10.85% 21.73% Solidaridad. 73.09% 20.32% 52.31% 20.32% 7.26% Cozumel. 29.24% 50.19% 68.92% 19.18% 0%

Fuente: Elaboración propia con base en INEGI, Finanzas Públicas Estatales y Municipales de México 2002-2005, 2007.

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 73

2.2.4 La distribución de la población económicamente activa en el municipio

El objetivo de comprender la función de las ciudades en regiones indígenas requiere

desmenuzar las diferencias que muestran las ciudades de la misma categoría por

tamaño de la población. Para iniciar la identificación de la estructura ocupacional de las

ciudades, elaboramos cuadros (Cuadros 5) y gráficas (Gráficas 4) de la distribución de

la PEA en sus municipios, con distinción de 19 categorías de ocupaciones. Estas

gráficas tuvieron como única función mostrar diferencias significativas entre municipios

con localidades urbanas del mismo tamaño y empezar a delinear una tipología. El

siguiente paso fue buscar si en las localidades urbanas propiamente dichas es donde se

da la diferencia ocupacional más significativa y para ello elaboramos gráficas que

permitieran conocer la predominancia ocupacional en la ciudad.

2.2.5 La predominancia ocupacional en la ciudad

El siguiente paso que dimos fue elaborar gráficas, con base en la información de la

muestra censal, que levantó el INEGI en 2000, de algunas ocupaciones que resultaron

significativas para las ciudades indígenas, entre las que seleccionamos las actividades

agropecuarias, forestales y de pesca; albañiles y peones; la industria de la confección –

en la que distinguimos sastres y costureras de los operarios fabriles; conductores;

comercio establecido; ambulantaje; servicio doméstico; oficinistas; aseo de oficinas;

educación; turismo y profesionistas (Gráficas 5). A su vez, comparamos los resultados

de las ciudades que nos interesan con las gráficas de ocupaciones del conjunto de

ciudades del mismo rango de tamaño que maneja la muestra censal (15,000 a 19,999

habitantes; 20,000 a 49,999 habitantes; 50,000 a 99,999 habitantes y entre 100,000 y

499.000 habitantes) (Gráfica 6).

Si bien el conjunto de ciudades de 15,000 a menos de 20,000 habitantes a nivel

nacional tuvo un porcentaje de cerca del 19.0% de su PEA ocupada en labores del

sector primario en el año 2000, siendo este el sector de ocupación predominante, entre

las ciudades en regiones indígenas no todas las de este rango poblacional presentaron

una importancia semejante en estas ocupaciones. Tlaxiaco, Miahuatlán de Porfirio Díaz,

Ometepec, Motozintla de Mendoza, Puerto Escondido, Felipe Carrillo Puerto, Motul de

Carrillo Puerto, Matías Romero Avendaño y Atlacomulco de Fabela se separaron del

promedio.

Resaltaron por tener como principal ocupación el trabajo docente, Tlaxiaco y

Ometepec. Sin que haya sido el sector predominante, Motozintla de Mendoza tuvo un

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 74

porcentaje significativamente alto de profesores respecto al conjunto de ciudades del

mismo tamaño.

De las ciudades más pequeñas en 2000, Altepexi y Motul de Carrillo Puerto

mostraron la industria de la confección como ocupación significativamente superior al

promedio en ciudades del mismo tamaño.

Igualmente, entre las ciudades más pequeñas resaltó el porcentaje de oficinistas

en Puerto Escondido, situación que comparte con las demás ciudades turísticas de

nuestra muestra.

La segunda ocupación en importancia en las ciudades más pequeñas fue el

comercio establecido. De nuestras ciudades, Miahuatlán de Porfirio Díaz, Motozintla de

Mendoza, Puerto Escondido, Felipe Carrillo Puerto, Matías Romero Avendaño y

Atlacomulco de Fabela lo tuvieron como ocupación predominante, siendo en el caso de

las dos últimas notoriamente importante.

Para el conjunto de ciudades entre 20,000 y menos de 50,000 habitantes en el

año 2000, con un poco más del 14%, el comercio fue la principal ocupación de su PEA,

quedando las actividades del sector primario en segundo lugar, con un 12%.

Nuevamente encontramos variaciones en el caso de las ciudades en regiones

indígenas: Ajalpan, Champotón, Oxkutzcab, Hunucmá, Tekax, Tizimín, Progreso

Ixmiquilpan, Xicotepec, Los Reyes de Salgado y Pátzcuaro presentaron como principal

ocupación a las actividades de este último sector.

El comercio fue la ocupación principal en Tamazunchale, Ébano, Tantoyuca,

Huauchinango, Ciudad Ixtepec, Chilapa de Álvarez, Papantla de Olarte, Álamo,

Santiago Pinotepa Nacional, Santo Domingo Tehuantepec, H. Cd. De Huajuapan de

León, Playa del Carmen, Valladolid, Escárcega, Ocosingo, Palenque, Tenosique,

Macuspana, Acayucan, Las Choapas, Huatabampo, Esperanza y Actopan.

Por su parte, en Ticul, la actividad principal fue la industria de la confección con

más del 13% de PEA ocupada, Sin ser predominante, esta ocupación también fue

significativamente más importante que en el promedio nacional de ciudades del mismo

tamaño en Ajalpan y Hunucmá, y en Valladolid resultó la segunda ocupación en

importancia.

Para las localidades de los dos siguientes rangos de tamaño entre 50,000 y

100,000 y de 100,000 a menores de 500,000 habitantes, en 2000 fue el comercio

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 75

establecido el que ocupó a más personas, quedando la construcción en segundo lugar.

De este patrón, entre las ciudades de regiones indígenas entre 50,000 y 100,000

habitantes se separó Teziutlán, con el mayor porcentaje de su PEA ocupada en la

industria de la confección. Por su parte, algunas ciudades mantuvieron al comercio

como actividad central y otras ocupaciones como muy importantes: Cozumel tuvo al

turismo y a los oficinistas como actividades muy relevantes, sin desprenderse del patrón

de que la construcción ocupó el segundo lugar; en Zitácuaro, la educación ocupó el

segundo lugar y en Navojoa los trabajos de apoyo administrativo (oficinistas).

Entre las ciudades de regiones indígenas entre 100,000 y 500,000 habitantes en

2000, el patrón fue similar, a excepción de que el trabajo docente fue tan importante

como la construcción en San Cristóbal de Las Casas; entre las demás localidades de

este tamaño, Campeche y Chetumal –capitales estatales- así como Tapachula de

Córdova y Ordóñez, Ciudad Obregón y Navojoa tuvieron como segunda actividad en

importancia al trabajo en oficinas; Cancún tuvo al turismo y, casi tan relevante, el trabajo

de oficinista; en cambio, en Uruapan la segunda ocupación fue en el sector primario.

Tehuacán resaltó, porque la industria de la confección rebasó, con hasta 16% de la PEA

ocupada, a las demás actividades.

En el siguiente rango de tamaño, todas nuestras ciudades forman parte de una

zona metropolitana. Respecto a las áreas metropolitanas, el análisis que aquí

presentamos se centra únicamente en las localidades urbanas, que es la unidad de

análisis de este estudio. Como consecuencia, no se compara aquí la estructura

ocupacional de las zonas metropolitanas en su conjunto, que incluye en su territorio a

localidades rurales y mixtas, algunas veces con actividades muy relevantes a nivel

metropolitano (como el caso de la localidad mixta en el municipio de Mérida que

mencionamos antes, en el que se concentra una buena parte de la industria de la

confección, que a nivel metropolitano es relevante). No obstante, las diferencias que se

encontraron entre las localidades urbanas conurbadas de diferentes zonas

metropolitanas merecen ser mencionadas.

En las tres ZM que son capitales estatales, como era de esperar, la ocupación

de oficinistas es relevante, como lo vimos también para capitales estatales de menor

tamaño. En la de Villahermosa, además del comercio, la ocupación de oficinistas está

muy presente en la propia ciudad de Villahermosa y la localidad de Parrilla. En la de

Mérida nuevamente es importante en la propia ciudad de Mérida. En la ZM de Oaxaca

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 76

es importante en la ciudad de mismo nombre, en Santa Lucía del Camino y en Santa

Cruz Xoxocotlán, mientras en Santa María Atzompa es relativamente menor.

Otras ocupaciones en las ZM que son capitales estatales también muestran

diferencias. Ocuiltzapotlán, de la ZM de Villahermosa, presenta a la docencia como la

ocupación más importante. Si bien en Umán la industria de la confección –incluyendo a

sastres y costureras- es más relevante que la construcción, esta última actividad es

relativamente más importante en el municipio de Kanasín, población que conservó por

más tiempo su tradición indígena y a la cual migró la población desplazada de la zona

henequenera al término del auge de esta producción. En Oaxaca, la docencia es más

importante que en otras ciudades, sobre todo en la misma ciudad capital, pero también

en Santa María Atzompa, mientras la construcción sobresale en Santa Cruz Xoxocotlán.

Sobre las zonas metropolitanas que no son capitales de sus estados, resalta el

porcentaje de ocupaciones en actividades del sector primario en las localidades urbanas

de la ZM de Orizaba (Ciudad Mendoza e Iztaczoquitlán), a pesar de que en su conjunto

esta ZM tiene como ocupación más relevante la industria.

En las localidades urbanas de los municipios indígenas o con presencia

importante de población indígena que forman parte de la ZM de Toluca, Lerma de

Villada tiene un predominio absoluto de ocupación en la industria de la confección y en

Villa Cuauhtémoc, aunque esta actividad también está presente, la construcción y el

comercio ocupan a una parte más significativa de la PEA local.

Las otras dos zonas metropolitanas crecieron como importantes centros de

producción y refinación de petróleo hasta la década de 1970, pero en las últimas dos

décadas y media han disminuido su desempeño económico. De las ocupaciones

seleccionadas, el comercio, la construcción y los oficinistas son las tres más

importantes.

Una vez certificada la gran diversidad de estructuras ocupacionales entre las ciudades

de un mismo rango de tamaño, con el objetivo de ir trazando elementos para una

tipología de las localidades urbanas en regiones indígenas, pasamos a analizar las

características de impacto económico local de las principales ocupaciones encontradas

en las ciudades de nuestro interés. Tenemos varios tipos de ciudades según la

información del año 2000:

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 77

a) Las que presentaron un claro predominio en actividades agrícolas, ganaderas,

silvícolas y de caza y pesca (a las que en afán de síntesis llamaremos agropecuarias),

de las que podemos esperar que su crecimiento demográfico al rango de ciudades sea

debido ya sea a una actividad primaria exitosa, como en el caso de la región indígena

Maya, ya sea a condiciones de falta de servicios o de inseguridad del entorno rural, que

promueven la migración de los productores primarios al centro urbano más cercano,

como es probable que sea el caso de la región indígena Selva Lacandona.

b) Las que tuvieron un alto porcentaje de población ocupada en el sector secundario,

entre las que podemos distinguir b.1) aquellas en las que la industria maquiladora de la

confección fue predominante y b.2) aquellas donde fueron otras la actividades

secundarias que resaltaron.

Distinguimos el caso de las ciudades maquiladoras porque las inversiones aquí

provienen de una fuente externa que decidió flexibilizar su producción y no garantiza su

permanencia en la localidad, porque en la búsqueda de menores costos de producción

puede encontrar otras localidades más convenientes. La inestabilidad de los ingresos

que este tipo de inversiones presenta se ejemplifica con varios casos de ciudades en

regiones indígenas: en los últimos años, las ciudades de Ajalpan, Altepexi, Tehuacán,

Huejutla de Reyes, Valladolid y Teziutlán han visto instalarse y desinstalarse empresas

maquiladoras en su territorio.

Las ciudades en las que hay otro tipo de actividades secundarias (que incluyen a

artesanos tradicionales), al igual que las primarias y a diferencia de las maquiladoras,

generan ingresos propios.

c) Las que tuvieron un elevado porcentaje en servicios, entre las que encontramos c.1)

las que tuvieron predominio del sector turismo y actividades relacionadas con éste, c.2)

aquellas en las que la inyección externa de salarios federales y estatales al cuerpo

docente tienen un papel significativo, y c.3) aquellas en las que el sector servicios está

diversificado en sus diversas actividades.

Al igual que las ciudades maquiladoras, aquellas donde predomina ampliamente

el turismo dependen en sus inicios de recursos externos pero, a diferencia de las

primeras, cuentan con localizaciones excepcionales que les aporta competitividad en el

ramo y, además, el capital invertido es alto, lo que convierte a las empresas turísticas en

más permanentes, lo mismo que los empleos que generan. Como puede observarse en

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 78

las gráficas de Cozumel, Cancún y Playa del Carmen (Gráficas 5) el turismo tiene

efectos multiplicadores en otras ramas de actividad, como son el comercio, servicios

varios y el empleo en oficinas.

Las ciudades del subtipo c.2 también dependen de ingresos externos que son

utilizados en el comercio y los servicios locales, a la par de los generados por las

actividades económicas del entorno rural.

Las ciudades del subtipo c.3 representan aquellas donde el sector servicios

predominante resulta del desempeño económico de la propia ciudad y la región

circundante, que demandan determiandos servicios en las cercanías.

Esbozada una tipología general de las ciudades en regiones indígenas, corresponde

ahora revisar cuál es la posición laboral de la población indígena en estos centros

urbanos.

2.2.6 Las ocupaciones de los indígenas en la ciudad

La situación laboral de la población indígena en estas ciudades10 difiere un tanto del

promedio en la localidad. Con algunas pocas excepciones, los porcentajes de la PEA

indígena ocupada en labores agropecuarias, forestales, caza y pesca, como albañiles o

peones de construcción, en la industria de la confección, en el comercio establecido, el

ambulantaje, el servicio doméstico y la educación son bastante más elevados que los

del total (Cuadros 6 y gráficas 7).

Respecto a las actividades agropecuarias, silvícolas, de pesca y caza,

solamente en Puerto Escondido, Ajalpan, Ciudad Mendoza, Heroica Guaymas y las

cuatro ciudades de la región indígena Purépecha (Paracho de Verduzco, Pátzcuaro, Los

Reyes de Salgado y Uruapan) el porcentaje de PEA indígena es menor al porcentaje del

total de la PEA. Es igual en Tapachula de Córdova y Ordóñez, Cozumel, Cancún,

Atlacomulco de Fabela, Acayucan, Minatitlán y Oaxaca de Juárez, y esta actividad está

ausente entre los indígenas en Ocuiltzapotlán y Lerma de Villada.

Albañiles y peones tuvieron porcentajes menores al total entre los indígenas de

Las Rosas; iIguales en Altepexi, Paracho, Minatitlán y ausentes en Frontera,

Macuspana, Motozintla de Mendoza y Ébano.

10 La información de la PEA indígena por localidad fue tomada de la Muestra Censal 2000, a la cual no aplicamos el factor de expansión. En algunas ciudades los casos de PEA indígena ocupada captados por la muestra fueron pocos, por lo que consideramos que la información en este apartado es más indicativa que definitiva.

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 79

De los lugares donde es relevante la industria de la confección, en Lerma de

Villada no hubo indígenas en esta ocupación.

Respecto al comercio establecido, el porcentaje de PEA indígena ocupada

solamente fue menor al del total de la PEA en Orizaba, Progreso, Esperanza, Navojoa,

Heroica Zitácuaro, Xicotepec de Juárez, Zacatlán y Cosoleacaque. En Tres Valles,

Lerma de Villada y Frontera no hubo indígenas ocupados en esta actividad.

El ambulantaje representó una actividad muy sobresaliente de la PEA indígena

en Puerto Escondido, Ciudad Mendoza, Tres Valles, Macuspana, Álamo, Salina Cruz,

Santo Domingo Tehuantepec, Escárcega, Heroica Zitácuaro, Matías Romero Avendaño,

Chilapa de Álvarez, Actopan, Pátzcuaro, Coatzintla, Poza Rica de Hidalgo y en todas

las localidades urbanas de la región indígena Tuxtlas, Popoluca-Náhuatl de Veracruz

(excepto Cosoleacaque). En Ébano fue tan importante, que obtuvo el porcentaje más

alto de PEA indígena ocupada. En cambio, el porcentaje de indígenas en el ambulantaje

fue casi igual al del total en Miahuatlán de Porfirio Díaz, y menor en Progreso y Paracho

de Verduzco. No los hubo en Frontera, Ocuiltzapotlán y Motozintla de Mendoza.

El servicio doméstico desempeñado por indígenas no apareció en Frontera,

Ocuiltzapotlán, Motozintla de Mendoza y Lerma de Villada; fue menor al total en

Ixtaczoquitlán y Macuspana y muy sobresaliente en Ciudad Valles, Ébano,

Tamazunchale, Tantoyuca, Salina Cruz, Campeche, Champotón, Escárcega, Felipe

Carrillo Puerto, Chetumal, Oxkutzcab, Huatabampo, Ometepec, Actopan, Pátzcuaro,

Ocosingo, Tenosique, Acayucan, Santa Cruz Xoxocotlán y todas las localidades

urbanas de la región indígena Sierra Norte de Puebla y Totonacapan (excepto

Teziutlán, donde los indígenas se ocupan principalmente en la industria de la

confección). En Progreso fue la ocupación principal de la PEA indígena.

El trabajo docente fue la ocupación más relevante entre la población indígena en

Huejutla de Reyes, Heroica Guaymas, Atlacomulco de Fabela, Heroica Zitácuaro,

Huajuapan de León, Tlapa de Comonfort, Pátzcuaro y Ocosingo y sobresalió en San

Cristóbal de Las Casas, Miahuatlán de Porfirio Díaz, Frontera, Macuspana,

Ocuiltzapotlán, Tamazunchale, Esperanza, Heroica, Chilapa de Álvarez, Ometepec, Los

Reyes de Salgado, Palenque, Huauchinango, Zacatlán, papantla de Olarte, Coatzintla,

Las Choapas, Minatitlán y Oaxaca de Juárez. Porcentajes similares de profesores entre

la PEA indígena y la PEA total hubo en Umán y Progreso. El porcentaje de indígenas

fue menor al del total de la PEA en Álamo, Cozumel, Cancún, Playa del Carmen,

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 80

Kanasín, Motul de Carrillo Puerto y Poza Rica de Hidalgo, y no apareció como opción

laboral entre los indígenas de Ajalpan, Ixtaczoquitlán y Tres Valles.

2.3 Tipología de las ciudades en regiones indígenas Hemos aportado elementos generales que podrían apoyar una tipología de las ciudades

en regiones indígenas11. No obstante, como hemos señalado, no hay criterios definidos

sobre la importancia que cada uno de ellos puede tener para conocer con detalle el

desarrollo urbano, en especial el de las ciudades pequeñas (que forman el grueso de

las que estamos considerando en este estudio). De ahí que en los siguientes párrafos

revisaremos la tipología que propusimos en el protocolo de investigación (cuyas

características serán presentadas en formato de cursivas) a la luz de los cambios

recientes en la conformació territorial de las ocupaciones. La tipología tentativa

consideraba, en relación a las funciones generales que las ciudades desempeñan en su

región, tres tipos y dos subtipos:

A. Ciudades regionales

B. Ciudades industriales

C. Ciudades polos de atracción masiva de mano de obra, que se subdividen en dos

subtipos:

11 La focalización de las políticas públicas para la población indígena en ciudades requiere de la mayor precisión posible en la localización de esta población dentro de los centros urbanos. Desafortunadamente, para la georreferenciación de los datos censales respecto a la población indígena, por el momento sólo existe la aplicación SCINCE Áreas Conurbadas, 2000, del Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Informática (INEGI). Para varias de las áreas conurbadas en regiones indígenas pudimos contar con el apoyo del citado SCINCE (Sistema para la consulta de información censal) para la elaboración de planos de distribución de la población indígena, que presentamos en el Anexo Apoyos gráficos para la localización de la población indígena en las ciudades de regiones indígenas y sus condiciones socioeconómicas. Para todas las demás localidades de interés no fue posible hacer esta localización, porque en los SCINCES que INEGI ha elaborado sobre las distintas entidades federativas del país no se incluyó el indicador hablantes de lenguas indígenas, por lo que la mapificación de los indicadores socioeconómicos solamente puede hacerse a nivel de la población total de las AGEB, sin distinguir el peso absoluto o relativo de la población hablante de lenguas indígenas en ellas. No obstante, la georreferenciación de los datos sociodemográficos podrá, en un futuro, combinarse con la información que la Dirección de Información e Indicadores de la CDI está elaborando con base en la integración territorial del INEGI. Por otra parte, los planos que presenta CONAPO (CONAPO, 2003) para la identificación de los índices de marginalidad en ciudades considera únicamente a las poblaciones mayores, entre las que solamente están 11 de las que nos interesan. Como anexo gráfico a este reporte preliminar (Anexo Apoyos gráficos para la localización de la población indígena en las ciudades de regiones indígenas y sus condiciones socioeconómicas) también presentamos los planos con índices de marginalidad de las once ciudades que aparecen en la publicación de CONAPO y un juego de planos con indicadores sociodemográficos de las AGEB de las ciudades de interés, que pueden servir de base para conocer la estructura social de la ciudad, y muy probablemente servirán a los operadores de la acción indigenista en las ciudades correspondientes para identificar las condiciones socioeconómicas de las zonas en las que se encuentra la población indígena.

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 81

C.1 Ciudades turísticas tipo FONATUR

C.2 Ciudades en regiones de atracción de mano de obra agrícola.

A la tipología anterior agregamos ahora un tipo más:

D. De crecimiento local, en el que incluimos a localidades urbanas que concentran a

los productores primarios, sin un papel relevante a nivel del entorno rural.

A. Las ciudades regionales son aquellas en las que la población urbana basa la mayor

parte de sus actividades económicas en su relación con el área rural circundante, y son

sede de los representantes del poder regional (o, en su caso, representantes del poder

nacional como delegados de éste en la región). La presencia de estos grupos en una

ciudad es lo que determina que actúe como núcleo para la integración de las relaciones

sociales interregionales, a la vez que como punto intermedio para la articulación de la

región con el nivel nacional. Las localidades indígenas del área que circunda a las

ciudades regionales se encuentran subordinadas, en los aspectos económico, social,

jurídico y político, a la población de estos centros rectores, quienes determinan las

líneas de producción y los canales de comercialización, por lo que influyen en la vida

interna y económica de las comunidades rurales de su hinterland.12

Es en regiones con este tipo de ciudad donde la especialización de la

producción, el intercambio de bienes y los factores políticos juegan un papel decisivo en

la conformación de la dinámica regional. Otros elementos vinculados a los sistemas

culturales, como las fiestas y peregrinaciones constituyen mecanismos sociales que

refuerzan las redes de relaciones, así como el intercambio de bienes y servicios.

Al analizar los cambios ocupacionales en los últimos 25 años, consideramos que

las funciones de las ciudades regionales se han modificado junto al decrecimiento de la

importancia de la producción agropecuaria en el país, en el sentido de que los grupos

económicos con más poder de decisión en las ciudades han modificado su posición en

el comercio regional dando mayor peso a la venta de mercancías recibidas de otras

partes del país que a la compra de la producción agropecuaria regional, dejando, por

tanto, de influir en la elección de la producción regional. No obstante, en estas ciudades

el comercio sigue siendo una de las funciones centrales de la relación de la ciudad con

su hinterland. Este tipo de ciudad sigue dependiendo de los aportes económicos de la

12 Los especialistas en estudios urbanos nombran como hinterland al área de influencia directa de una ciudad.

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 82

población no urbana de la región que, en muchos casos depende más de los envíos de

dinero de sus jornaleros migrantes que de la producción local. En varias de las ciudades

regionales se ha agregado un nuevo grupo ocupacional relevante, el de quienes prestan

el servicio educativo en las comunidades cercanas, que resalta más si comparamos los

porcentajes de PEA ocupada en el sector educación en el conjunto de localidades del

mismo tamaño con estas ciudades regionales en regiones indígena. El personal

docente concentrado en la localidad urbana representa un elemento que dinamiza el

comercio y los servicios de la ciudad gracias al poder de compra que le aportan sus

ingresos fijos.

B. Las ciudades industriales, a diferencia de las ciudades regionales, desarrollan su

economía en forma independiente de la economía del área rural circundante. Las

principales relaciones de sus grupos predominantes son con otros centros industriales y

con los principales centros de consumo. No obstante, las posibilidades de empleo en

estas ciudades industriales las relaciona con la población rural circundante,

fundamentalmente por la migración laboral. Como centros urbanos, los servicios

comerciales, político-administrativos y de recreación que ofrecen estas ciudades son

también utilizados por la población rural del hinterland.

Algunas de estas ciudades industriales en regiones indígenas son pueblos

indígenas que se han convertido en tales, sea por desarrollo propio, como Ticul, o por

inversiones foráneas, como Altepexi en la zona de influencia industrial de Tehuacán.

El tipo propuesto en el protocolo de investigación mantiene sus características.

Lo que agregamos ahora es la comprobación de que la extensión de las empresas

maquiladoras de bienes de consumo a muchas localidades de las regiones indígenas,

con la característica de ocupar una mayoría de mano de obra de las localidades no

urbanas cercanas, en lo que podríamos llamar una “migración laboral cotidiana”,

semejante a lo que en lengua inglesa se conoce como commuting. Nuevamente, como

en las ciudades regionales, los ingresos obtenidos por actividades económicas fuera de

las localidades rurales y mixtas –en este caso, los salarios de las maquiladoras-

benefician a la ciudad por la demanda de bienes y servicios concentrados en ellas.

C. Entre las ciudades polo de atracción masiva de mano de obra, el subtipo C.1

Ciudad turística de desarrollo FONATUR también desarrolla su economía en forma

independiente de la economía del área rural circundante.

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 83

Las principales relaciones de sus grupos predominantes son fundamentalmente con

empresas transnacionales. No obstante, su peso fundamental en la ocupación de la

mano de obra de la región modifica sustancialmente la vida interna de las comunidades

de su área de influencia. Algunas de estas ciudades se han convertido en polos de

atracción masiva de mano de obra, como Cancún, pero otras no tuvieron el mismo

desarrollo, como es el caso de Huatulco.

El subtipo C.2 Ciudad en región de atracción de mano de obra agrícola, por su

parte, tiene estrecha relación con el hinterland, donde se obtienen los productos de

exportación que dan dinamismo a la región. Algunas de estas ciudades surgen del

asentamiento permanente por el que ha optado la mano de obra antes estacional

(jornaleros agrícolas), creando localidades que diversifican su estructura ocupacional,

por lo que, además de trabajadores agrícolas, se ofrecen puestos de trabajador

industrial y se desarrollan el comercio y los servicios.

En cualquiera de los casos señalados, entre la ciudad y su hinterland se

establecen redes de relaciones sociales que inciden en la dinámica regional, y una parte

de las funciones de la primera es la oferta de espacios de trabajo. No obstante, es de

esperar que la estructura económica de cada uno de los tipos y subtipos de ciudad que

estamos delineando sea diferente, ofreciendo a la población indígena que en ellas vive,

y a la de la región que las rodea, diferentes oportunidades de empleo y diferentes

servicios.

Este tipo de ciudad, y sus subtipos, se mantienen con las características

señaladas.

D. De crecimiento local. Son localidades que han crecido demográficamente por la

concentración en ellas de los productores rurales del entorno, pero que por su

localización cercana a otros centros urbanos que desempeñan funciones regionales no

desarrollan actividades de importancia para el hinterland.

A continuación presentamos un cuadro (Cuadro 7) que resume los elementos

que permiten proponer una tipología de las ciudades en regiones indígenas, aunque

debemos advertir que la tipología presentada tiene debilidades semejantes a las que

realizan los demógrafos a partir de los datos estadísticos, y requiere ser comprobada o

modificada con información de campo actualizada de las regiones en las que están

enclavadas las ciudades.

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 84

Cuadro 7. Tipología de las localidades urbanas en regiones indígenas. 2005* Tamaño 2000**

Tasas crecim

1990-2000

2000-2005 REGIÓN

INDÍGENA Ent. Mpio. Nombre del municipio Loc Nombre de la

ciudad Pob. Total en 2005

Pob. Indígena

Total 2005

% de poblac

ión indígena en 2005

Grado de marginación

P1 = menos de

50 mil P2 = 50 mil a 100

mil M = 100 mil a 999

mil ZM

Alta Media Baja+

Alta Media Baja++

Predominio ocupacional de la PEA de

la ciudad

Ocupaciones predominantes entre los indígenas de

la ciudad

Función

7 75 Rosas, Las 1 Rosas, Las 19,203 2,414 12.57 Alto P1 M A Agropecuario Agropecuario Crecimiento local

Altos de Chiapas

7 78 San Cristóbal de Las Casas 1 San Cristóbal

de Las Casas 142,364 53,949 37.90 Medio M A A Servicios, comercio

Educación, comercio, albañiles y peones

Regional

20 59 Miahuatlán de Porfirio Díaz 1 Miahuatlán de

Porfirio Díaz 18,987 3,914 20.61 Medio P1 A A Servicios, comercio

Albañiles y peones, educación, comercio

Regional

Costa y Sierra Sur de Oaxaca

20 318 San Pedro Mixtepec - Dto. 22 -

9 Puerto Escondido 20,178 1,802 8.93 Bajo P1 A M Servicios,

comercio

Comercio, educación, albañiles y peones

Crecimiento local

21 10 Ajalpan 1 Ciudad de Ajalpan 24,804 9,038 36.44 Alto P1 M M Agropecuario,

confección Confección, agropecuario Regional

21 13 Altepexi 1 Altepexi 16,395 13,707 83.60 Medio P1 M M Confección, agropecuario

Confección, agropecuario Industrial

21 156 Tehuacán 1 Tehuacán 238,229 48,593 20.40 Bajo M A A Confección, secundario Confección Industrial

30 30 Camerino Z. Mendoza

1 Ciudad Mendoza 34,313 3,399 9.91 Muy bajo B B Agropecuario,

secundario Comercio Crecimiento local

30 85 Ixtaczoquitlán 1 Ixtaczoquitlán 25,319 1,377 5.44 Muy bajo A M Agropecuario, servicios, secundario

Agropecuario Crecimiento local

Cuicatlán, Mazateca, Tehuacán y Zongolica

30 118 Orizaba 1 Orizaba 117,273 4,776 4.07 Muy bajo

ZM

B B Servicios, secundario

Albañiles y peones Regional

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 85

Cuadro 7. Tipología de las localidades urbanas en regiones indígenas. 2005* Tamaño 2000**

Tasas crecim

1990-2000

2000-2005 REGIÓN

INDÍGENA Ent. Mpio. Nombre del municipio Loc Nombre de la

ciudad Pob.

Total en 2005

Pob. Indígena

Total 2005

% de población indígena en 2005

Grado de marginación

P1 = menos de 50

mil P2 = 50

mil a 100 mil M = 100

mil a 999 mil

ZM

Alta Media Baja+

Alta Media Baja++

Predominio ocupacional de la PEA

de la ciudad

Ocupaciones predominantes

entre los indígenas de

la ciudad

Función

20 184 San Juan Bautista Tuxtepec

1 San Juan Bautista Tuxtepec

94,209 26,385 28.01 Bajo P2 M M Servicios, secundario, comercio

Comercio Regional Chinan-teca

30 207 Tres Valles 1 Tres Valles 16,030 481 3.00 Medio P1 B B Servicios, secundario Agropecuario Industrial

27 3 Centla 1 Frontera 21,810 159 0.73 Muy bajo P1 M B Servicios Fuerzas armadas Industrial

27 4 Centro 1 Villahermosa 335,778 6,665 1.98 Muy bajo M B Servicios Comercio Regional 27 4 Centro 214 Ocuiltzapotlán 21,376 264 1.24 Muy bajo B A Servicios s.d. Regional

27 4 Centro 145 Parrilla 1a. Sección 16,364 291 1.78 Muy bajo

ZM A B Servicios Comercio Regional

Chontal de Tabasco

27 12 Macuspana 1 Macuspana 30,661 373 1.22 Muy bajo P1 M M Servicios, comercio

Comercio, educación Regional

7 57 Motozintla 1 Motozintla de Mendoza 17,501 902 5.15 Medio P1 A B Servicios,

comercio

Comercio, Agropecuario, oficinistas

Crecimiento local

Frontera Sur

7 89 Tapachula 1 Tapachula de Córdova y Ordóñez

189,991 1,958 1.03 Bajo M M M Servicios Comercio Regional

13 28 Huejutla de Reyes 1 Huejutla de

Reyes 36,305 16,084 44.30 Bajo P1 A M Servicios, comercio

Educación, comercio, albañiles y peones

Regional

Huasteca

24 13 Ciudad Valles 1 Ciudad Valles 116,261 8,256 7.10 Muy bajo M M M Servicios,

secundario

Comercio, servicio doméstico, albañiles y peones

Regional

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 86

Cuadro 7. Tipología de las localidades urbanas en regiones indígenas. 2005* Tamaño 2000**

Tasas crecim

1990-2000

2000-2005 REGIÓN

INDÍGENA Ent. Mpio. Nombre del municipio Loc Nombre de la

ciudad Pob. Total

en 2005

Pob. Indígena

Total 2005

% de población indígena en 2005

Grado de marginación

P1 = menos de 50

mil P2 = 50

mil a 100 mil M = 100

mil a 999 mil

ZM

Alta Media Baja+

Alta Media Baja++

Predominio ocupacional de la PEA

de la ciudad

Ocupaciones predominantes

entre los indígenas de

la ciudad

Función

24 16 Ébano 1 Ébano 22,105 389 1.76 Bajo P1 B B Servicios, secundario

Ambulantes, agropecuario Regional

24 37 Tamazunchale 1 Tamazunchale 21,614 4,465 20.66 Bajo P1 B B Servicios, comercio

Comercio, educación, servicios doméstico

Regional

30 155 Tantoyuca 1 Tantoyuca 28,155 7,087 25.17 Medio P1 B M Servicios

Servicio doméstico, agropecuario, albañiles y peones, comercio

Regional

Huasteca

30 160 Temapache 1 Álamo 23,540 2,339 9.94 Medio P1 B B Servicios, comercio, secundario

Agropecuario Regional

20 14 Ciudad Ixtepec 1 Ciudad

Ixtepec 23,700 10,153 42.84 Bajo P1 B M Servicios, secundario

Oficinistas, comercio Regional

20 43 Juchitán De Zaragoza 1 Juchitán De

Zaragoza 70,714 61,919 87.56 Bajo P2 M M Servicios, secundario Comercio Regional

20 79 Salina Cruz 1 Salina Cruz 71,314 9,261 12.99 Muy bajo P2 M B Servicios, secundario

Albañiles y peones, comercio, servicio doméstico

Regional Istmo

20 515 Santo Domingo Tehuantepec

1 Santo Domingo Tehuantepec

39,529 8,794 22.25 Medio P1 B M Servicios, secundario Comercio Regional

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 87

Cuadro 7. Tipología de las localidades urbanas en regiones indígenas. 2005* Tamaño 2000**

Tasas crecim

1990-2000

2000-2005

REGIÓN

INDÍGENA

Ent. Mpio.

Nombre del municipio Loc Nombre de

la ciudad Pob.

Total en 2005

Pob. Indígena

Total 2005

% de població

n indígena en 2005

Grado de marginación

P1 = menos de 50 mil

P2 = 50 mil a 100 mil

M = 100 mil a 999 mil

ZM

Alta Media Baja+

Alta Media Baja++

Predominio ocupacional de la PEA

de la ciudad

Ocupaciones predominante

s entre los indígenas de

la ciudad

Función

4 2 Campeche 1 Campeche 211,671 25,506 12.05 Muy bajo M M M Servicios Comercio Regional

4 4 Champotón 1 Champotón 27,235 3,006 11.04 Bajo P1 M A Agropecuario, servicios Agropecuario Crecimie

nto local

4 9 Escárcega 1 Escárcega 27,214 2,483 9.12 Bajo P1 A B Servicios Agropecuario Regional

23 1 Cozumel 1 Cozumel 71,401 20,576 28.8 Muy bajo P2 A A Servicios (turismo) Comercio Atracción

turismo

23 2 Felipe Carrillo Puerto

1 Felipe Carrillo Puerto

21,530 15,992 74.3 Bajo P1 A A Servicios Comercio, servicio doméstico

Regional

23 4 Othón P. Blanco 1 Chetumal 136,825 26,903 19.7 Muy bajo M M M Servicios Comercio,

oficinistas Regional

23 5 Benito Juárez 1 Cancún 526,701 117,163 22.2 Muy bajo M A A Servicios

(turismo) Comercio Atracción turismo

23 8 Solidaridad 1 Playa del Carmen 100,383 21,751 21.7 Bajo M A A Servicios

(turismo) Comercio, turismo

Atracción turismo

31 38 Hunucmá 1 Hunucmá 22,800 10,629 46.62 Alto P1 M M

Agropecuario, confección, secundario

Agropecuario Crecimiento local

31 40 Izamal 1 Izamal 15,101 9,537 63.15 Medio P1 B M

Confección, construcción, agropecuario

s.d. Crecimiento local

31 41 Kanasín 1 Kanasín 50,357 24,841 49.33 Bajo A A Secundario Comercio, albañiles y peones

Regional

31 50 Mérida 1 Mérida 734,153 169,964 23.15 Muy bajo M M Servicios, secundario Comercio Regional

Maya

31 101 Umán 1 Umán 29,135 12,642 43.39 Bajo

ZM

M M Secundario Comercio Regional

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 88

Cuadro 7. Tipología de las localidades urbanas en regiones indígenas. 2005* Tamaño 2000**

Tasas crecim

1990-2000

2000-2005

REGIÓN INDÍGEN

A Ent. Mpi

o. Nombre del municipio

Loc

Nombre de la ciudad

Pob. Total en

2005

Pob. Indíge

na Total 2005

% de poblac

ión indígena en 2005

Grado de marginaci

ón

P1 = menos de

50 mil P2 = 50

mil a 100 mil

M = 100 mil a 999

mil ZM

Alta Media Baja+

Alta Media Baja++

Predominio ocupacional de la PEA de

la ciudad

Ocupaciones predominante

s entre los indígenas de

la ciudad

Función

31 52 Motul 1 Motul de Carrillo Puerto 21,508 11,522 53.57 Medio P1 B M

Confección, servicios, secundario

Confección, agropecuario Regional

31 56 Oxkutzcab 1 Oxkutzcab 21,341 19,535 91.54 Alto P1 M B Agropecuario Agropecuario Crecimiento local

31 58 Peto 1 Peto 18,177 16,606 91.36 Alto P1 M M Agropecuario Agropecuario Crecimiento local

31 59 Progreso 1 Progreso 35,519 4,001 11.26 Muy bajo P1 M B Servicios, secundario

Servicio doméstico

Crecimiento local

31 79 Tekax 1 Tekax de Álvaro Obregón

23,524 20,600 87.57 Medio P1 M M Agropecuario, secundario Agropecuario Crecimiento

local

31 89 Ticul 1 Ticul 31,147 26,759 85.91 Medio P1 M M Confección Confección Crecimiento local

31 96 Tizimín 1 Tizimín 44,151 30,222 68.45 Medio P1 M M Servicios, secundario Agropecuario Regional

Maya

31 102 Valladolid 1 Valladolid 45,868 31,440 68.54 Bajo P1 M A Comercio, servicios, secundario

Comercio Regional

26 18 Cajeme 1 Ciudad Obregón 270,992 3,543 1.31 Muy bajo M B A Secundario,

servicios

Comercio, albañiles y peones

Industrial

26 18 Cajeme 311

Esperanza 36,538 468 1.28 Muy bajo P1 A M Secundario, servicios Agropecuario

Atracción Agrope-cuario

26 29 Guaymas 1 H. Guaymas 101,507 1,369 1.35 Muy bajo M B A Secundario, servicios Educación Industrial

26 33 Huatabampo 1 Huatabampo 29,276 877 3.00 Muy bajo P1 B B Secundario, servicios Comercio Industrial

Mayo-Yaqui

26 42 Navojoa 1 Navojoa 103,312 2,976 2.88 Muy bajo M M B Secundario, servicios

Industria del cemento Industrial

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 89

Cuadro 7. Tipología de las localidades urbanas en regiones indígenas. 2005* Tamaño 2000**

Tasas crecim

1990-2000

2000-2005 REGIÓN

INDÍGENA Ent. Mpio. Nombre del municipio Loc Nombre de

la ciudad Pob. Total

en 2005

Pob. Indígena

Total 2005

% de población indígena en 2005

Grado de marginación

P1 = menos de 50

mil P2 = 50

mil a 100 mil M = 100

mil a 999 mil

ZM

Alta Media Baja+

Alta Media Baja++

Predominio ocupacional de la PEA

de la ciudad

Ocupaciones predominantes

entre los indígenas de

la ciudad

Función

15 14 Atlacomulco 1 Atlacomulco de Fabela 20,447 1,170 5.72 Muy bajo P1 A B Servicios,

secundario Educación Regional

15 51 Lerma 1 Lerma de Villada 16,827 238 1.41 Muy bajo A B Secundario Educación Industrial

15 67 Otzolotepec 1 Villa Cuauhtémoc 9,718 249 2.56 Muy bajo

ZM de Toluca

A B Secundario Oficinistas, albañiles y peones

Industrial Mazahua-Otomí

16 112 Zitácuaro 1 H. Zitácuaro 78,821 832 1.06 Muy bajo P2 M B Servicios, secundario, comercio

Comercio Regional

Mixe 20 57 Matías Romero Avendaño

1 Matías Romero Avendaño

19,899 5,359 26.93 Bajo P1 B B Servicios, comercio

Comercio establecido y ambulante

Regional

20 39

H. Ciudad de Huajuapan de León

1

H. Ciudad de Huajuapan de León

45,321 5,713 12.61 Bajo P1 M B Servicios, comercio

Educación, comercio Regional

20 397 H. Ciudad de Tlaxiaco 1 H. Ciudad

de Tlaxiaco 16,635 5,854 35.19 Bajo P1 A A Servicios (educación) s.d. Crecimiento

local Mixteca

20 482 Santiago Pinotepa Nacional

1 Santiago Pinotepa Nacional

25,871 9,996 38.64 Medio P1 M M Servicios

Agropecuario, albañiles y peones, comercio

Regional

12 28 Chilapa De Alvarez 1 Chilapa De

Alvarez 27,510 5,780 21.01 Medio P1 A A Servicios, secundarios, comercio

Comercio, educación Regional

12 46 Ometepec 1 Ometepec 20,764 5,518 26.57 Medio P1 A A Servicios, secundario

Agropecuario, servicio doméstico

Regional

Montaña de Guerrero

12 66 Tlapa De Comonfort 1 Tlapa De

Comonfort 37,975 24,598 64.77 Medio P1 A A Servicios (educación) Educación Regional

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 90

Cuadro 7. Tipología de las localidades urbanas en regiones indígenas. 2005* Tamaño 2000**

Tasas crecim

1990-2000

2000-2005 REGIÓN

INDÍGENA Ent. Mpio. Nombre

del municipio

Loc Nombre de la ciudad

Pob. Total en

2005

Pob. Indígena

Total 2005

% de población indígena en 2005

Grado de marginación

P1 = menos de 50

mil P2 = 50

mil a 100 mil M = 100

mil a 999 mil

ZM

Alta Media Baja+

Alta Media Baja++

Predominio ocupacional de la PEA de

la ciudad

Ocupaciones predominantes

entre los indígenas de

la ciudad

Función

13 3 Actopan 1 Actopan 26,755 1,968 7.36 Muy bajo P1 M B Secundario, servicios

Comercio, agropecuario Regional Otomí

Hidalgo y Querétaro

13 30 Ixmiquilpan 1 Ixmiquilpan 32,679 11,416 34.93 Muy bajo P1 B M Agropecuario Agropecuario, comercio Regional

16 65 Paracho 1 Paracho de Verduzco

16,816 2,750 16.35 Bajo P1 B M Secundario Artesanía de madera

Crecimiento local

16 66 Pátzcuaro 1 Pátzcuaro 51,124 1,377 2.69 Bajo P2 B M Secundario Comercio, educación Regional

16 75 Los Reyes 1 Los Reyes de Salgado 32,488 432 1.33 Bajo P1 B B Secundario,

servicios

Comercio, educación, albañiles y peones

Crecimiento local

Purépecha

16 102 Uruapan 1 Uruapan 238,975 4,091 1.71 Muy bajo M M M Secundario, servicios Comercio Regional

7 52 Las Margaritas 1 Las

Margaritas 17,267 3,567 20.66 Medio P1 A A Agropecuario s.d. Crecimiento local

7 59 Ocosingo 1 Ocosingo 35,065 21,627 61.68 Medio P1 A A Servicios, comercio

Educación, albañiles y peones

Regional

7 65 Palenque 1 Palenque 37,301 11,214 30.06 Bajo P1 A A Servicios Comercio Regional

7 109 Yajalón 1 Yajalón 16,301 10,612 65.10 Medio P1 M A Servicios (educación) s.d. Crecimiento

local

Selva Lacan-dona

27 17 Tenosique 1 Tenosique de Pino Suárez

31,392 1,170 3.73 Bajo P1 M B Servicios, comercio, secundarios

Comercio Regional

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 91

Cuadro 7. Tipología de las localidades urbanas en regiones indígenas. 2005* Tamaño 2000**

Tasas crecim

1990-2000

2000-2005 REGIÓN

INDÍGENA Ent. Mpio. Nombre del municipio Loc Nombre de la

ciudad Pob.

Total en 2005

Pob. Indígena

Total 2005

% de población indígena en 2005

Grado de marginación

P1 = menos de 50

mil P2 = 50

mil a 100 mil M = 100

mil a 999 mil

ZM

Alta Media Baja+

Alta Media Baja++

Predominio ocupacional de la PEA de

la ciudad

Ocupaciones predominantes

entre los indígenas de

la ciudad

Función

21 71 Huauchinango 1 Huauchinango 51,898 10,870 20.94 Bajo P2 M M Servicios, comercio

Comercio, servicio doméstico, educación

Regional

21 174 Teziutlán 1 Teziutlán 60,597 2,000 3.30 Muy bajo P2 M M Servicios, confección

Confección, comercio Industrial

21 197 Xicotepec 1 Xicotepec de Juárez 37,026 2,249 6.07 Medio P1 M B

Agropecuario, secundario, servicios

Agropecuario Crecimiento local

21 208 Zacatlán 1 Zacatlán 30,805 4,305 13.98 Bajo P1 M M Servicios (educación)

Albañiles y peones Regional

30 124 Papantla 1 Papantla de Olarte 51,716 15,068 29.14 Bajo P2 B M

Servicios, secundario, comercio

Comercio, servicio doméstico, albañiles y peones

Regional

30 40 Coatzintla 1 Coatzintla 30,061 1,904 6.33 Muy bajo M A Secundario, servicios

Albañiles y peones, comercio

Industrial

30 124 Papantla 159 Poza Rica (+) s.d. s.d. s.d. s.d. A s.d. s.d. Albañiles y peones s.d.

Sierra Norte de Puebla y Totona-capan

30 131 Poza Rica de Hidalgo 1 Poza Rica de

Hidalgo 174,512 9,671 5.54 Muy bajo

ZM

B A Servicios, secundario

Albañiles y peones, comercio

Regional

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 92

Cuadro 7. Tipología de las localidades urbanas en regiones indígenas. 2005* Tamaño 2000**

Tasas crecim

1990-2000

2000-2005 REGIÓN

INDÍGENA Ent. Mpio. Nombre del municipio Loc Nombre de la

ciudad Pob.

Total en 2005

Pob. Indígena

Total 2005

% de población indígena en 2005

Grado de marginación

P1 = menos de 50

mil P2 = 50

mil a 100 mil M = 100

mil a 999 mil

ZM

Alta Media Baja+

Alta Media Baja++

Predominio ocupacional de la PEA

de la ciudad

Ocupaciones predominantes

entre los indígenas de

la ciudad

Función

30 3 Acayucan 1 Acayucan 49,945 1,886 3.78 Bajo P1 B B Servicios, comercio Comercio Regional

30 61 Choapas, Las 1 Choapas, Las 40,773 1,060 2.60 Medio P1 B B Secundario, servicios

Agropecuario, comercio establecido y ambulante, albañiles y peones, educación

Industrial

30 48 Cosoleacaque 1 Cosoleacaque 21,714 3,282 15.11 Medio A M Secundario, servicios Agropecuario Regional

30 48 Cosoleacaque 73 Minatitlán 43,116 3,020 7.00 Bajo B M Secundario, servicios

Comecio, albañiles y peones, conductores

Regional

Tuxtlas, Popoluca-Náhuatl de Veracruz

30 108 Minatitlán 1 Minatitlán 109,791 7,950 7.24 Muy bajo

ZM

B B Secundario, servicios Comercio Regional

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 93

Cuadro 7. Tipología de las localidades urbanas en regiones indígenas. 2005* Tamaño 2000**

Tasas crecim

1990-2000

2000-2005 REGIÓN

INDÍGENA Ent. Mpio. Nombre

del municipio

Loc Nombre de la ciudad

Pob. Total en

2005

Pob. Indígena

Total 2005

% de población indígena en 2005

Grado de marginación

P1 = menos de 50

mil P2 = 50

mil a 100 mil M = 100

mil a 999 mil

ZM

Alta Media Baja+

Alta Media Baja++

Predominio ocupacional de la PEA

de la ciudad

Ocupaciones predominantes

entre los indígenas de

la ciudad

Función

20 67 Oaxaca De Juárez

1 Oaxaca De Juárez 258,008 43,705 16.94 Muy bajo M B

Servicios, comercio, secundario

Comercio Regional

20 385 Santa Cruz Xoxocotlán

1 Santa Cruz Xoxocotlán

59,181 10,316 17.43 Bajo A A Secundario, comercio

Albañiles y peones Regional

20 390 Santa Lucía del Camino

1 Santa Lucía del Camino

42,570 10,371 24.36 Muy bajo A B Servicios, secundario Comercio Regional

Valles Centrales

20 399 Santa María Atzompa

1 Santa María Atzompa

16,855 3,239 19.22 Medio

ZM

A A Secundario s.d. Regional

Notas: * Fuente: CDI, Localidades indígenas, 2005. ** Fuente: INEGI, Muestra censal, 2000. (+) Esta localidad no aparece en el Iter 2005.

+ Comparado con la tasa promedio de crecimiento urbano nacional, que en el período 1990-2000 fue de 2.3% anual: más de 3.5 = Alta; entre 1.5 y 3.5 = Media; menos de 1.5 = Baja

++ Comparado con la tasa promedio de crecimiento urbano nacional, que en el período 2000-2005 fue de 1.5% anual: más de 2.0 = Alta; entre 1.0 y 2.0 = Media; menos de 1.0 = Baja

Ciudades en regiones indígenas. Reporte finalpd.doc 94

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